El episodio de los discípulos de Emaús – Luc 24, 13-35 – es exclusivo de Lucas. Pertenece a los acontecimientos post-pascuales y responde a la pregunta: Dónde y cómo experimentar al Cristo vivo? De hecho en el relato de Lucas anterior a este episodio aparece la incredulidad y la perplejidad de los discípulos – as: En un plano mas amplio, el episodio revela las dificultades de muchos cristianos en aceptar la resurrección de Jesús. El Evangelio no busca simplemente narrar hechos del pasado, sino iluminar las dificultades del presente.

El texto está lleno de contrastes

1. Hay un contraste total entre Jerusalén y Emaús. Jerusalén es el lugar del testimonio de Jesús – su muerte en la cruz su triunfo sobre la muerte – de ahí, animados por el Espíritu del resucitado, los discípulos y las discípulas saldrán para dar testimonio, para comprometerse con el Proyecto de Jesús.

Salir de Jerusalén sin creer que allí se dio la victoria del Señor sobre la muerte, es caminar sin horizonte, sin rumbo, sin sentido.

Por esto Emaús es sinónimo de ceguera, de no-comprensión de la pascua de Jesús y de su Proyecto de Vida Plena y Abundante.

Es el lugar de la derrota y de la muerte. Ir a Emaús no es solo asunto de volver a casa, sino de abandonar el Proyecto de Dios, el programa de Jesùs.

2. En el texto se da un contraste entre el no-reconocimiento de Jesús por parte de los discípul@s de Jesús – ver.16 – al iniciarse la caminada y el pleno reconocimiento - ver. 31 – al partir el pan.

4. Finalmente hay un gran contraste entre los contenidos del diálogo de esta pareja antes de caminar Jesús con ellos – ver.14 – y el que tuvieron después de reconocer a Jesús – ver. 32 -.

3. Otro contraste que aparece está en el hecho de Jesús aproximarse y caminar dialogando con este matrimonio – ver.15 – y desaparecer cuando lo reconocieron - ver. 31 -.

Todavía hoy continuamos preguntándonos que fue lo que causó y continúa causando ese cambio en la vida de los discípulos de ayer y de hoy?

DISCÍPULOS TRISTES

“Aquel mismo día, dos de ellos iban a un pequeño pueblo llamado EmaúsEmaús que está a unos diez kilómetros de Jerusalén.

En el camino conversaban y discutíanconversaban y discutían sobre todo lo sucedido… sus ojosojos estaban como incapacitados… ellos se detuvieron con

rostro afligido…rostro afligido… Luc 24, 13, 14,16,17.

Dos personas caminan por un sendero de Jerusalén van para Emaús, una pequeña aldea en la cual viven. Por el relato estas personas hacían parte del grupo que seguía a Jesús. Parece

ser un matrimonio. El hombre se llama Cleofás. La otra persona no tiene nombre, tampoco habla. No parece estar en pie de igualdad con Cleofás. Por Jn 19,25 sabemos que junto

a la cruz de Cristo estaban entre otras, María, la mujer de Cleofás.

LA RAZÓN DE LA TRISTEZA

La razón es la cruz que les produjo miedo, desesperación, sensación de fracaso, de correr el mismo destino de Jesús. Su causa ha terminado en la cruz, ya no tiene sentido seguir luchando, la fuerza del poder es la que siempre vence … Son personas sin horizonte de fe. Personas que huyen, que se esconden … les llega el fatalismo.

LA RAZÓN DE NUESTRAS HERIDAS, DE NUESTRA SENSACIÓN DE FRACASO …

También nosotros docentes, maestros experimentamos estas sensaciones frente a una realidad dura donde parecen vencer la violencia, la corrupción, la injusticia, una juventud y una niñez que cada vez comprendemos menos y de la cual nos distanciamos más. Corremos paralelos y no convergentes con ellos.

Pero nuestros niñ@s y jóvenes también están pasando por esta experiencia dolorosa: sus ojos están incapacitados para descubrir el sentido de esta vida.

El peso de la ideología no deja abrir los ojos para ver la realidad de otra manera. Es la ceguera que tanto condenó a Jesús. Una comunidad desorientada no experimenta la victoria del resucitado. Percibe los hechos pero no los discierne.

“Y aconteció que mientrasmientras conversaban y discutían Jesús en personaJesús en persona los alcanzó y se

puso a caminar con ellos …caminar con ellos … El les preguntó: Qué es lo que les preocupa, de que estáis

conversando a medida que camináis?... Uno de ellos, llamado Cleofás le dijo:

Eres tu el único que estando en Jerusalén, desconoces lo que ha sucedido allí estos últimos días. Jesús les preguntó ¿Qué cosas?¿Qué cosas? Luc 24,

15.17.18.29.

JESÚS Y LOS DISCÍPULOS: CAMINAR JUNTOS EN LA MISMA DIRECCIÓN, CON EL MISMO HORIZONTE

Es en este contexto de perplejidad y desanimo donde el resucitado se hace presente como fuerza revolucionaria. Jesús es aquel que camina con sus discípulas y discípulos que camina con la humanidad, con la energía de su victoria sobre la muerte. Para poner en marcha una comunidad desorientada, sin fuerza para realizar el Proyecto del Dios de la Vida.

Lo primero que hace Jesús es escuchar. El punto de partida, y el contenido de la Pedagogía de Jesús es la realidad, la vida, la historia. Lo primero que hace es caminar con ellos, estar con ellos, involucrarse en su problemática.

Sólo después de esta escucha les hace una pregunta que da origen a otras preguntas, al diálogo. Se trata por tanto de un proceso de encuentro, compañía, amistad, escucha, pregunta, diálogo. Para Jesús no se trata de destinatarios sino de interlocutores.

Se trata de saber cómo ellos saben y perciben los hechos percatarse de cual es el problema real que llevan por dentro?

La actitud de Jesús como maestro no es la del profesor que sabe y enseña al que no sabe sino la de aquel que se acerca y se hace compañero de camino, de quién escucha y dialoga y tiene una actitud de amigo e interlocutor.

Jesús no comienza diciendo su palabra sino haciéndose compañero de caminar, escuchando y haciendo preguntas provocadoras y motivadoras que ayuden a los dos caminantes a expresar su percepción y conciencia de la realidad.

Y para nosotros la escucha respetuosa, atenta es el punto de partida y el contenido de nuestro itinerario pedagógico? Caminamos con nuestr@s estudiantes, nos involucramos en su problemática? Nuestro itinerario pedagógico es asunto de un proceso de cercanía, de respeto?

Hacemos a nuestros estudiantes destinatarios o interlocutores de nuestra ciencia?

Nuestras preguntas buscan conocer el saber ajeno, crear un clima de confianza, un colocarnos en pie de igualdad, un hablar con, diferente de un hablar a alguien?

Vamos a su encuentro para enseñar para explicar para aprender? Vamos a su encuentro para conocer en que situación están? Para saber por qué sus ojos están impedidos para ver el proyecto de Dios en la ciencia que trabajamos?

Luchamos por respetar sus preguntas y hacer que ellos respeten las preguntas y las respuestas de sus compañeros?

Somos conscientes de que en nuestros salones de clase el miedo a ser tomado por ignorante acompaña a muchísimos de nuestros estudiantes? Que por temor a la burla o la ira a la respuesta errada prefieren callarse, dejar de saber, de entender mejor de comprender la ciencia?

Fomentamos este miedo o luchamos conscientemente contra él?

Nos percatamos de cuales son los problemas reales que ellos llevan por dentro?

EL SABER DE LOS DISCÍPULOS, DE LAS DISCÍPULAS: SU ANÁLISIS DE LA REALIDAD

“Lo que aconteció con Jesús de Nazareth, que era un profeta poderoso en obras y en palabras, delante de Dios y de todo el pueblo. Los sumos sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron

para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran. Nosotros esperábamos que el sería el liberador de

Israel, pero ya hace tres días que sucedió todo esto. Es verdad que unas mujeres de nuestro grupo nos han desconcertado; ellas fueron de madrugada al

sepulcro y al no encontrar el cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se les habían aparecido unos ángeles asegurándoles que El está vivo.

También algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como habían contado las

mujeres; pero a el no la vieron” – Luc 24, 19b-24 -.

En la respuesta que dan los viajeros, se expresa su conocimiento vivencial de la realidad, la razón de su miedo y de su desesperanza, de su tristeza y desánimo, aparece su saber propio. Un saber que les muestra no como cabezas huecas y vacías, que tienen sentido de observación, sentido crítico frente a la realidad. Saben informar al respecto. Enumeran hechos y sorprenden por la manera sintética y precisa como lo hacen. Y eran gente sencilla, humilde, del puro pueblo. Nada de intelectuales, pescadores, Jesús les da la oportunidad de decir su propia palabra de desenmascarar el peso de su ideología. En Jerusalén hay una cruz marcada con el asesinato de un hombre por parte de “los principales sacerdotes y nuestras autoridades” en otras palabras el poder religioso y el poder político.

También nuestros alumnos tienen un saber, tienen un análisis de la realidad, su percepción frente a la ciencia, no una percepción de especialistas pero si un saber que brota de su experiencia humana, de su realidad vivida cargada como la de todos nosotros con el peso de una ideología.

No podemos olvidar que para hablar con alguien es fundamental conocer lo que el piensa, experimenta. Su manera de enfrentar la vida y el mundo. No es posible com-unicar-se en una sola dirección. Comunicación exige reciprocidad.

EL PAPEL DE LA PALABRA DEL MAESTRO: UN MOMENTO FUNDAMENTAL

“Jesús les dijo: Oh necios y duros de corazón para creer todo lo que digan los

profetas. No tenía que padecer eso el Cristo para entrar a su gloria? Y comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas les explico lo que en toda la escritura se refería

a El” Luc 24, 25-27.

Ahora si, una vez que han manifestado su manera de comprender los acontecimientos, y han hecho su análisis de la realidad y han manifestado a través de sus palabras donde está la razón de su miedo y de su angustia, ahora si Jesús puede ayudarlos a cuestionar la percepción que tienen de la situación y a superar la ideología del fracaso y del miedo. Ahora también el va a decir su palabra: Jesús les cuestiona su manera de ver lo sucedido y les ayuda a comprender lo vivido con la mirada y la lógica de su Dios; les ayuda a recuperar la memoria histórica, a volver a sus raíces, a ver los hechos dentro del Plan Salvador de Dios. Jesús interpreta las escrituras, se vuelve hermeneuta. Les hace experimentar la resurrección, arder el corazón.

Somos conscientes de la importancia de nuestra palabra para nuestros estudiantes?

Nuestra palabra les hace arder el corazón o es una palabra cargada de rutina, de lugares comunes, de repeticiones, de sin sentido?

Les ayudamos a cuestionar la percepción que tienen de la situación y a superar una ideología de fracaso y de miedo que ha podido contagiarlos?

Damos importancia a su historia, a sus raíces? Interpretamos o repetimos la ciencia?

LA PRÁCTICA ABRE LOS OJOS, LA TEORÍA SOLO ALIMENTA A LA RAZÓN

“Se acercaban al pueblo a donde se dirigían y el hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le insistieron

diciendo: Quédate con nosotros, que se hace tarde y el día se acababa.

Entró para quedarse con ellos; y mientras estaba con ellos a la mesa tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio; entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron…Se dijeron uno al otro no sentíamos arder no sentíamos arder nuestro corazón mientras nos hablaba por nuestro corazón mientras nos hablaba por

el caminoel camino y nos explicaba la escritura” Luc 24, 28-32.

EL CORAZÓN DEL ITINERARIO PEDAGÓGICO

Después del bello sermón de Jesús, continúan sin ver. Sus ojos continuaron incapacitados, cerrados como antes. No es posible forzar el conocimiento. No es posible despejarlo como por arte de magia. De hecho solo aprendemos cuando aceptamos lo aprendido, cuando nos convencemos de la verdad expuesta, cuando nos comprendemos dentro de ella.

Amor y paciencia son cualidades imprescindibles para un maestro. Debemos ser “impacientemente pacientes” o “pacientemente impacientes”.

No es lo que enseñamos, la clave de nuestro trabajo sino lo que testimoniamos. No son nuestras palabras las que cuentan sino nuestros hechos. Lo que vale no son los contenidos sino los horizontes. La teoría sola no basta. Es necesario la práctica – Mt 5,24; Luc 6,47-48 – comer y compartir la mesa tienen una función central en toda cultura.

La mesa es el lugar familiar del encuentro o del reencuentro, donde se comparte el afecto y la alegría: es un signo de comunicación, de fraternidad. Es un gesto y un signo de amistad, de aprecio y simpatía. Es símbolo del Reino de Dios en el cual se supera todo tipo de discriminación y exclusión social. Es lugar de misericordia y de inclusión en el Reino de Dios. Partir y compartir el pan es la práctica primera y única de las comunidades fundantes.

Solo cuando Jesús realiza el gesto la fracción del pan, con todo aquello que evocada como fraternidad, solidariamente, acogida de los excluidos, rompimiento con las estructuras de exclusión, solo entonces se les abren los ojos y lo reconocen. Aquí desemboca todo el esfuerzo educativo de Jesús.

Comprendemos que nuestros jóvenes y niñ@s mas que palabras lo que necesitan son relaciones que produzcan Vida Plena y Abundante?

Tenemos bien claro que el amor y la paciencia son instrumentos imprescindibles para todo maestro?

Somos docentes de palabras, de contenidos, de simple transmisión de saberes o en nosotros lo que cuenta es el horizonte, el testimonio, nuestra propia vida?

Estamos convencidos que la sola teoría no basta, que es necesario poner a dialogar la ciencia, la vida, la fe?

EL CORAJE DE DESAPARECER

“Lo reconocieron, pero el desapareció de su vista” Luc 24, 31b.

Encontramos un punto fundamental en la Pedagogía de Jesús: Tener fe en las personas no obstante sus debilidades y limitaciones; confiar en que ellas son capaces de tomar su historia en sus propias manos. Jesús enseña que el educador debe aprender a medida que va avanzando el proceso educativo a desaparecer, a hacerse semilla portadora de la vida nueva que las personas sabrán hacer florecer y fructificar.

Jesús se fue para dentro de estos discípulos, se quedó habitando en ellos para que asumieran su misión, su proyecto, su programa.

Como Jesús también nosotros tenemos conciencia de la fragilidad humana que se da en nosotros y en nuestros estudiantes? Confiamos en los estudiantes con los cuales trabajamos, creemos que son capaces de tomar su historia en sus propias manos? Educamos para la libertad o para la obediencia, para que las personas crezcan o para que se sometan? Nos da miedo desaparecer entregar el proceso en manos de nuestros estudiantes? Olvidamos que el Espíritu sopla donde quiere y que no hay como detenerlo?

EL OBJETIVO FUNDAMENTAL: FORMAR SUJETOS HISTÓRICOS

“Se levantaron al instante volvieron a Jerusalén donde

encontraron reunido a los once con los otros que afirmaban realmente el Señor Resucitó y se apareció a

Simón. Ellos por su parte contaron contaron lo que les había sucedido en el lo que les había sucedido en el

camino y como lo habían camino y como lo habían reconocido al partir el pan”reconocido al partir el pan” Luc

24, 33-35.

Se trata por tanto de ayudar a abrir los ojos frente a la realidad, despertar una conciencia crítica ayudar a superar la pasividad y el conformismo, estimular la formación de personas, de grupos y comunidades capaces de decidir autónomamente, tejer redes de experiencia alternativas, plantear un verdadero cambio social.

Un modelo de evaluación: No el resultado sino el proceso aprender a interpretar.

Se trata por tanto en nuestro caso de trabajar por:

Un Modelo Cosmológico: El Cuidado con la Naturaleza.

Un Modelo antropológico: la persona nueva, el ciudadano sin indiferencia.

Un Modelo sociológico: la ciudad de la misericordia.

Un Modelo pedagógico: El profesor diferente, el que humaniza la ciencia, el que une fe-ciencia y vida.

Ayudamos a superar la pasividad y el conformismo de nuestros estudiantes? Frente a los proyectos de muerte y opresión. Les entregamos una ciencia para transformar el mundo? En vez de miedo, les infundimos coraje, en vez de tristeza, alegría, en vez de desesperación, esperanza? Les enseñamos a enfrentar la realidad que oprime, el camino que se ve oscuro, las tinieblas que los cercan? A correr riesgos que son necesarios, a encarar la historia de frente? A convertirse en sujetos de su propia historia? Los educamos para la política y contra la politiquería, para una nueva forma de organizar la sociedad?

A nuestros estudiantes

Los hemos tratado como sujetos activos no como simples objetos pasivos de nuestro querer, de nuestra voluntad, de nuestra ideología, de nuestro ideal?

La diversidad forma parte del ambiente educativo en el cual nos movemos, somos conscientes de la singularidad de cada uno?

Les entregamos herramientas para que sean seres en relación? En relación consigo mismos, con la naturaleza, con la sociedad, con las otras personas, con Nuestro Dios?Educamos para el trabajo, para enfrentar los conflictos, para un proyecto de vida.

En síntesis los amamos? Tenemos claro que el amor construye libertad solidaria, participativa, verdaderamente democrática. Que el amor también implica corregir, discordar, perdonar y permitir recomenzar?

Queremos ser y ayudar a otros a ser sujetos históricos que participen de la construcción de una sociedad igualitaria y solidaria, pero también plural, diferente?

Solo puede reconocer al Señor quien recorre el camino de los problemas de la persona

humana participando plenamente de ellos: el fracaso, la soledad, la búsqueda de la justicia y de la verdad, la coherencia en dirección a un mundo sin indiferencia,

solidario, participativo, incluyente.

Entonces el Cristo, anónimo y misterioso compañero, testigo e interlocutor de dudas y

preguntas, se revela como alguien que, habiendo aceptado el Proyecto de su Dios, es el

primogénito de la nueva humanidad.

Como los discípulos de Emaus, desanimados y descontrolados, desconfiados y escépticos nuestros

muchachos y muchachas, nuestras niñas y niños reconocen a Cristo cuando nosotros maestros y

docentes sabemos verdaderamente “partir y repartir “partir y repartir el pan”el pan” el compromiso con el amor, la justicia, la

solidaridad, la defensa de aquellos cuyo pan es robado por las injusticias de los hombres y de los

cerrados sistemas sociales.