Emprendimiento y Liderazgo Femeninoen la Ruralidad Chilena

Reconocimiento de 20 experiencias de productoras rurales

En tu DÍA UNIVERSAL te felicito mujeren el nuevo amanecertú has sido fundamental. Un gran papel en la vidacumples en forma grandiosa,porque eres madre y esposay novia comprometida.Das belleza y alegría colorido sin igual, y en toda lucha socialcon �rmeza ocupas puestos; te saludo con respetoen tu día universal. Tu eres la hija y la nueraamiga y también la hermana,eres luz de la mañana

y �or en primavera.Campesina y temporera haces al país crecer,superando un triste ayeren Chile has sido baluarte;en esta fecha importantete felicito mujer.

Saludo a las secretariasa las maestras y artistas,empleadas y periodistas y a todas las operarias.A ti mujer proletariaobrera o profesional,y del campo artesanalte digo y estoy seguro;forjando nuestro futurotú has sido fundamental.

MUJER PILAR DE LA SOCIEDAD(Estracto)

Autor: Humberto Vergara Muñoz

Emprendimiento y Liderazgo Femeninoen la Ruralidad Chilena

Reconocimiento de 20 experiencias de productoras rurales

TRABAJO DESARROLLADO POR:CONFEDERACIÓN NACIONAL UNIDAD OBRERO CAMPESINA DE CHILE

INvESTIgACIÓN, REDACCIÓN y RECOPILACIÓNPatricio Nayan Sandoval y Daniela Encalada Muñoz - KOBEN CONSULTORES

COMITÉ EDITORIAL:Olga gutiérrez T., Sandra Escobedo g. y Marcela Curiquen M.

FOTOgRAFÍA:Daniela Encalada, Patricio Nayan y Archivo Fotográfico Colón-Flores

DISEÑO, DIAgRAMACIÓN y EDICIÓN FOTOgRÁFICA Imaginación Digital Ltda.

IMPRESIÓNImaginación Digital Ltda.

Financiado por SERCOTEC, dentro del programa “gremios Nacionales”, 2015.

©2016 / PRIMERA EDICIÓN, 100 EJEMPLARES.

AgrAdecimientos

Mina NamdarRosa Ponce

Liliana BarríaOscar Villalobos

Luis CorvalánAlejandro Vilches

Patricio Cid Robinson Cárdenas

Belarmino CeaMaría Luisa Flores

Maritza Colón

A todas las mujeres que son parte de este libro por recibirnos tan alegre y amablemente.

contenidos

Prólogo 5Presentación 7Visiones del desarrollo femenino en la Agricultura Familiar campesina 9

- Liliana Barría Iroume- Mina Namdar-Irani- Rosa Ponce Castillo

reconocimiento a 20 mujeres emprendedorasManuela Aguirre Araya 20María Aguirre Araya 24yury Caneo Araya 28Angélica Fernández Herrera 32Alicia Díaz garcía 36Marcela Ramírez Pastén 40María Saavedra villavicencio 44Uberlinda Becerra Espinoza 48María vásquez Lizana 52Angélica Morales Rojas 56Sara Parada Mella 60giovanna Hevia Jara 64Sonia Carrasco Pino 68Lorena Arias gutiérrez 72María López y Nancy garrido 76Marta Medina Medina 84Carmen Arias Manzo 88Rosa vilches Cerda 92

Alicia Barraza Contreras 96

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PrÓLogo

Como Confederación Nacional e histórica, que defiende y vela por el desarrollo del sector rural chileno, el trabajo con las mujeres del campo, ha sido siempre un pilar fundamental en las reivindicaciones y propuestas que llevamos adelante. Es así, que en el recién pasado año 2015, se retomó el trabajo de la denominada Secretaria de la Mujer de la Unidad Obrero Campesina - UOC, instancia que inclusive fue formadora como dirigenta, de la actual Presidenta. La Unidad Obrero Campesina, desde 2014 es integrante del grupo Temático de género, que coordina el Instituto de Desarrollo Agropecuario - INDAP, dentro del marco de la Reunión Especializada de la Agricultura Familiar - REAF, participando activamente y aportando para la consecución de resultados que ayuden a todas las mujeres, que con esfuerzo se desempeñan como productoras y/o asalariadas.

El sector campesino lleva una carga eminentemente masculina, de manera histórica, pero sin desmerecer el trabajo de los varones, las mujeres rurales son pieza fundamental en cada una de las explotaciones agrícolas del país. Ellas cumplen múltiples labores, que no siempre se les reconocen y si a eso se le añade que sean líderes y logren emprender, estamos frente a verdaderas heroínas modernas, que dan todo por su familia.

Todo esto nos motivó como Confederación, para lograr hacer un pequeño –pero meritorio- reconocimiento a estas 20 mujeres, a través de las cuales queremos representar a miles que están en las distintas zonas rurales a lo largo y ancho de nuestro país. Es así que nos propusimos el objetivo de capturar sus experiencias de emprendimiento desde ellas, abordando el punto de vista productivo y comercial, pero también desde la historia humana detrás de cada una de estas mujeres. Este libro, pretende mostrarles a todas las mujeres rurales, que estas ejemplares historias son las pruebas

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vivientes de que elementos como el liderazgo y el emprendimiento, las pueden llevar muy lejos, a conseguir un desarrollo mayor y alcanzar las metas que se propongan.

Solo quiero agradecer a estas mujeres por abrirnos sus vidas y dejar inmiscuirnos en sus particulares realidades y también quiero felicitarlas con gran energía, por el enorme esfuerzo que hay detrás de cada una de ellas y una clara perseverancia en cada cosa que hacen, sin que nada se les interponga.

Un gran abrazo y mi saludo para ellas.

oLgA gUtiÉrreZ t.Presidenta Confederación Unidad Obrero y Campesina de Chile

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PresentAciÓn

Este libro se ha elaborado con la intención de relevar y destacar el trabajo y esfuerzo de estas 20 mujeres emprendedoras, que además son todas líderes, en medio de la realidad diversa de la ruralidad chilena.

Así también, se busca incentivar y motivar a muchas otras mujeres que tienen ganas de emprender, que tienen ideas y proyectos que desearían desarrollar, pero muchas veces no se atreven –por diversas razones- a dar ese primer paso para ser dueñas de sus propios destinos.

Todas las mujeres seleccionadas para este trabajo, se han escogido por ser destacadas en cada uno de sus emprendimientos y con mucho esfuerzo y trabajo, han logrado ser parte importante y fundamental del sustento familiar y todas ellas son sin excepción, poseedoras de una historia de vida marcada por la adversidad, la que han sabido afrontar con hidalguía y además transformarlas en oportunidades. Para así nunca darse por vencidas y al contrario, sacando más fuerzas y empeño de cada obstáculo, para lograr torcer la mano a su destino.

Este libro, sobre mujeres emprendedoras rurales, ha tenido como gestor principal y redactor, a un hombre, pero no con el fin de crear la paradoja, sino que como tal y representado al género masculino, quiere reconocerlas y a su vez retratar el valor y las diferencias de las mujeres que se desenvuelven en un sector visto históricamente como masculino. Donde ellas con sus capacidades y talentos particulares -no mejores ni peores sino diferentes- han venido construyendo una forma y una cultura rural, que se expresa incluso en rubros e innovaciones que son producto de su influencia, cada vez mayor en la toma de decisiones y en la apropiación misma de la administración de su actividad, manejando desde lo productivo a lo

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comercial, generando redes y construyendo nuevas formas de autonomía. Así, este libro se escribió con la justa intención de valorar desde su mirada, al emprendimiento femenino. Reflejando -desde la vereda de enfrente- en estas 20 mujeres, a la madre, la abuela, la tía, la pareja o esposa, las hermanas y también las hijas. Porque en las historias de esfuerzo y trabajo de las entrevistadas, el lector encontrará la imagen viva del retrato de miles de mujeres, que ante la necesidad y las dificultades, han decidido enfrentar a la adversidad, con el objetivo único de sacar adelante a sus familias y están hoy logrando con éxito su labor.

Muchas gracias a cada una de quienes aceptaron abrir sus puertas a este trabajo. Acá dejamos expresadas esas historias.

el Autor

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Visiones deL desArroLLo Femenino en LA AgricULtUrA FAmiLiAr cAmPesinA

Como parte del desarrollo de este trabajo, se entrevistaron a tres mujeres profesionales muy relevantes para el desarrollo de la ruralidad chilena con enfoque de género y la generación de Políticas Públicas enfocadas en la mujer rural.

LiLiAnA BArriA iroUme

De profesión socióloga, Liliana comenzó su relacionamiento al trabajo con las mujeres desde los años 80’ cuando trabajaba asesorando a distintas Organizaciones No gubernamentales. En los años 90’ ingresa a trabajar a INDAP y con ello, comienza a introducir la temática de apoyo a la mujer dentro de las acciones del instituto. Así, nace el convenio INDAP-PRODEMU (Fundación para la Promoción y Desarrollo de la Mujer) y que hasta la fecha ha permitido apoyar a más de 25 mil mujeres con capacitaciones, inversiones, créditos y a entregar las principales herramientas para desarrollar sus emprendimientos. Como parte del Comité Directivo de INDAP hasta el 2002, Liliana siempre introdujo y defendió el apoyo al trabajo de las mujeres. Así, en la entrevista señala: “En el año 2002 se generó el Programa de mejoramiento de la gestión – P.M.g., en los servicios públicos, ahí la institución (INDAP) en su conjunto analizó la igualdad entre hombres y mujeres en sus servicios y se trabajó a nivel de Agencias de Áreas, para que ser mujer no fuera impedimento para acceder a los distintos programas. Eso es muy importante, ya que en el sector hoy, no hay discriminación y las mujeres tienen acceso a los distintos servicios que otorga INDAP”.

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Esta mención continúa, con la entrega de su mirada particular respecto de las mujeres en la ruralidad chilena.

“En cuanto a los avances del sector, es importante relevar que: en los años 90 sólo un 12% de los usuarios de INDAP eran mujeres, ahora la cifra ha aumentado a un 43%. Otro hito importante en el desarrollo de la mujer rural, son las Mesas de Trabajo de Mujer Rural, ya que son instancias donde las mujeres pueden aportar y analizar las Políticas Públicas y tener una voz frente a las autoridades nacionales, de la región o incluso a nivel comunal. Además de los avances en el acceso a créditos, orientados a mujeres campesinas emprendedoras con tasa preferencial y con condiciones que facilitan su pago. Finalmente, es importante reconocer el trabajo que han realizado las distintas Confederaciones Nacionales en el avance de estas materias”.

“Sin embargo, aún hay importantes desafíos como país. Es muy importante el avance de la previsión en las mujeres, el poder cotizar a pesar de ser independientes, tener accesos a pre y posnatal y a una jubilación digna. No sé si todas las mujeres saben que tienen derecho a una pensión básica solidaria, si son parte del 60% más vulnerable de la sociedad o que cuando tienen una pensión baja, pueden acceder a un aporte del Estado por esa pensión. Son temas muy relevantes, pero se debe trabajar aún más en la difusión de estos derechos para que todas las mujeres puedan acceder a estos beneficios. Este es un tema bastante importante y es un gran desafío. Hay un espacio para difundir estos temas entre las Organizaciones, con las mismas mujeres y los mismos campesinos, ya que hay mucha gente que todavía no conoce todos los derechos que tienen”.

“yo veo que las mujeres rurales se han desarrollado muchísimo. En diciembre del año recién pasado (2015) participé en una asamblea de la Mesa De Mujer Rural, en la Región Metropolitana y había 150 mujeres, todas productoras y realmente me impactaron, todas ellas querían tener giras técnicas, querían seguir creciendo y realmente yo creo que han avanzado enormemente”.

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“La mujer rural es una mujer muy íntegra, con todo este desarrollo van avanzando también de forma personal. Ahora, la mujer en el campo ha tenido un mayor nivel educacional, muchas mujeres colaboran en la administración de la parcela, manejan la contabilidad y los negocios. La mujer combina su rol de dueña de casa, de productora, de asistir a diferentes reuniones vecinales y el colegio de sus hijos, y así ellas comienzan con un negocio pequeño y avanzan, habiendo algunas que logran mucho. Cada una va viendo cuáles son sus posibilidades, aprovechando oportunidades y eso es indicador de que están avanzando mucho las mujeres”.

Finalmente, Liliana entrega un mensaje a las productoras entrevistadas: “A las mujeres emprendedoras homenajeadas en este libro y a todas en general, les digo que sigan con su entusiasmo trabajando, que si tienen inconvenientes no se amilanen, aunque les vaya mal en un rubro deben seguir capacitándose y podrán salir adelante y continuar otro emprendimiento, tienen ya la experiencia, entonces hay que seguir luchando, tocando puertas y aprovechar las oportunidades que existen”.

MINA NAMDAR-IRANI

Es actualmente, asesora de la Dirección Nacional de INDAP, ingeniero agrónomo de profesión y ha desarrollado diversos estudios –como consultora-, tanto en lo que respecta a las mujeres productoras en específico, como en la evaluación en lo macro de las Políticas Públicas en relación a la mujer rural. A continuación expone su visión del sector.

“La mujer rural ha incrementado su participación en la parte productiva fuertemente, si tomamos los Censos Agropecuarios del año 1997 y 2007, vemos que pasan de 20% aproximadamente a un 30%, o sea, un aumento de 10 puntos porcentuales en la participación de la mujer, como jefas de explotación. También hay incremento en la participación de la mujer, como mano de obra no remunerada a nivel rural, pasando aproximadamente en 10 años de 118.000 a 130.000 mujeres en esta categoría. Este incremento de participación –según mi análisis personal- se puede interpretar de dos

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maneras: Como un empoderamiento de la mujer. ya que, efectivamente hay más mujeres que se hacen cargo, tanto de la toma de decisiones como del trabajo y también se puede interpretar en el hecho de que los hombres –especialmente en explotaciones más pequeñas y de subsistencia- salen a trabajar fuera y la mujer queda a cargo de la explotación. Ahí se produce una mezcla de ambas cosas”.

“El sector femenino rural -si se observa desde el plano de la evolución de las Políticas Públicas-, muestra claramente una tendencia creciente, desde los años noventa. Con programas que se crearon e instancias que se organizaron, que dan notoriamente un espacio a las mujeres del campo. De ellos, PRODEMU como programa, que partió en el año 1990 dio paso al convenio con INDAP en 1992, teniendo hoy en día una gran trayectoria y a nivel efectivamente rural. Si bien este convenio, ha sido acotado a nivel de mujeres beneficiadas, su componente de trabajo en el tema de autoestima y capital social femenino, ha sido muy importante y marca un hito, en cuanto a las Políticas Públicas de apoyo a las mujeres rurales. También establece un hito, la constitución de la Mesa de la Mujer Rural en el año 1995, que marca presencia en la agenda y el trabajo. Incluso, logrando un impacto mayor en regiones que a nivel nacional. De hecho, esta Mesa dejó de funcionar a nivel nacional y a pesar de ello sigue activa en varias regiones. Siendo una gran noticia, el que se repondrá a nivel nacional, en Marzo de este año (2016). También el Sistema de Equidad de género incorporado en 2002, al Programa de Mejoramiento de la gestión - PMg, ha sido algo bastante positivo para instar a las Instituciones Públicas, a reducir las brechas de género y ponerles metas. Todo esto hace que hoy en día -si analizamos el INDAP-, exista un aumento considerable en la participación de las mujeres en los programas, y no sólo en el Convenio con PRODEMU, sino que en todos los programas. Situación que se refleja claramente, en el incremento en los últimos 25 años, cuando alrededor de un 12% de las usuarias eran mujeres y ahora llegamos fácilmente al 43%”.

También Mina, entrega su mirada personal respecto de las mujeres rurales y los Programas que existen actualmente.

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“A nivel de INDAP, lo más reciente es el crédito Adelante Mujer, que toma en cuenta especificidades, como por ejemplo: período de gracia para el pago, cuando la mujer está embarazada. También se está buscando potenciar el convenio INDAP-PRODEMU, al menos por un año más”.

“Pensando principalmente en las mujeres y jóvenes, estamos trabajando actualmente en un cambio en la forma de acreditar a los usuarios de INDAP, donde los familiares directos de una persona que es jefe de explotación, serán automáticamente usuarios, siempre y cuando muestren iniciativas de emprendimiento. Esto debiera estar en los próximos meses en marcha (2016)”.

“Como opinión personal -y dejando en claro que no tengo datos duros-, me da la impresión que en la institucionalidad pública, aún tenemos un cierto sesgo a nivel de funcionarios, ante el enfoque de usuarios hombres y mujeres, por lo que falta un trabajo cultural que hacer, que aunque se ha avanzado muchísimo, aún se requieren elevar los parámetros”.

“En mi visión, creo que las mujeres en el campo -al igual que en las ciudades- en general <<empujan>> más que los hombres, ya que están más vinculadas a la realidad y por lo tanto operan ante las necesidades. Por otra parte, los hombres tienen una tendencia a desarrollar ideas, que también es necesario, pero que no resuelven la contingencia. Es cosa de ver lo que pasa por ejemplo en la Expo Mundo Rural, donde hay muchas mujeres exponiendo, que elaboran productos con valor agregado y van a vender, en mucho mayor número que los hombres”.

“Es necesario también dar más facilidades a las mujeres en el campo para que se puedan involucrar más en su quehacer, como habilitar más salas cuna, más jardines infantiles y si no, siempre van a estar rezagadas en sus emprendimientos”.

Como último comentario, Mina expresa sus parabienes hacia las mujeres que son el centro de este libro:

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“Finalmente, a las mujeres que son parte de este libro y que se atrevieron a emprender, quiero felicitarlas, porque primero muestran mucha energía y yo veo que no solamente están empujando su unidad familiar y su proyecto individual -que por supuesto está muy bien- sino que además están demostrando que es posible vivir en el campo y en forma grata. Siendo éste un mensaje indispensable de empujar, para que los jóvenes y generaciones futuras, también se motiven y ahí caben hombres y mujeres. Es por medio de la madre que se traspasan muchas cosas y entonces ahí yo creo que demuestran a sus hijos -de ambos sexos-, que el campo es una opción de futuro y no solamente que se queden en él los que no pudieron irse a la ciudad. Es un mensaje que es fundamental para el país en general, no solamente para los campesinos. Porque una sociedad va a ser equilibrada, si logra hacer convivir en forma armoniosa el campo y la ciudad”.

ROSA PONCE CASTILLO

Actualmente es jefa del Departamento de Clientes de la División Estratégica de INDAP Nacional. Además, es la Encargada Nacional de género. Anteriormente trabajó en la misma institución, en el área de atención ciudadana, donde manejaba de cerca los reclamos y limitaciones de las mujeres para acceder a los programas, lo que le ha servido de insumo y antecedente real y concreto, para contribuir al desarrollo de las políticas para las mujeres rurales. Así, desde su perspectiva, entrega a continuación una visión de la ruralidad con enfoque de género.

“En las últimas dos décadas, en las Políticas Públicas para la mujer han habido avances, pero todavía nos queda mucho por hacer. Actualmente, las mujeres están participando más en el sector productivo y apuntando hacia la autonomía económica. Pero, aún queda mucho en que avanzar, así lo indican los estudios y las mismas mujeres, especialmente en brechas por abordar”.

“Como Punto Focal (Coordinadora Nacional) del grupo Temático de

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Mujeres, me parece muy importante, este espacio de participación, que se convierte en demandas y de las cuales como fruto del trabajo, de las propias mujeres participantes, ya se logró la creación del crédito para mujeres, que opera INDAP. De hecho, tenemos actualmente el gran desafío, en el grupo Temático, de reponer la Mesa Nacional de la Mujer Rural, en marzo del presente año (2016). Teniendo la gran responsabilidad de ser quienes analicen y revisen, cómo las Políticas Públicas de este sector, dan soluciones a las necesidades de las mujeres rurales. También, el grupo quiere trabajar el tema de la contratación de mano de obra familiar”.

“Mi evaluación de las mujeres del grupo Temático y las dirigentas, en general es muy positiva. Noto que están muy preparadas, ellas enseñan mucho, saben de lo que hablan y las autoridades y funcionarios de otras reparticiones se sorprenden y nos dicen que se nota el nivel de conocimiento y preparación que tienen. Ellas saben mucho, llevan años siendo dirigentas y yo las admiro mucho”.

“Como INDAP, nos queda avanzar en la flexibilidad de los programas, considerando las particularidades de las mujeres. Hoy, en INDAP, a través de los lineamientos estratégicos -que hablan sobre inclusión de las mujeres, jóvenes y pueblos originarios-, se abordan especificidades de los sectores y queremos seguir avanzando en eso y en otros desafíos que son más grandes. Como ir apoyando y colaborando en ámbitos distantes de INDAP, que también tienen que ver con el desarrollo de las mujeres del campo, como son la educación, salud, vivienda y previsión, entre otros. Para mí, el convenio INDAP-PRODEMU, ha jugado un rol fundamental. Siendo el único programa exclusivo para mujeres que tiene INDAP, dentro de toda su cartera de servicios. Este programa es potente y me gustaría que muchas de las características, respecto de la formación que tienen las mujeres, se podrían incorporar a los otros programas de INDAP. En especial, la formación para enfrentarlas a la autonomía económica. Siendo siempre muy necesario seguir desarrollando capacitaciones y formando en diversos temas a las mujeres, que es una de las cosas que estamos apostando de poder trabajar”.

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También Rosa, expresa su opinión personal respecto de las diferencias entre las mujeres y los hombres en el ámbito rural:

“En referencia al emprendimiento, tengo la impresión de que las mujeres son más arriesgadas que los hombres, están dispuestas a hacer todo lo que sea necesario para sacar adelante no sólo sus proyectos, sino que también a su familia. Ellas, cada vez que se proponen algo, lo primero que tienen en mente, son sus hijos y a su familia en general y eso para mí es una distinción, que no siempre se ve en los hombres. Ellos, tienen otra mentalidad y otra formación, en cambio las mujeres nunca dejan de pensar en su entorno familiar”.

“De un estudio reciente de extensión rural, que está en el marco de la Reunión Especializada de la Agricultura Familiar - REAF, una de las cosas más interesantes, -de las preguntas realizadas a mujeres- es que una de las primeras cosas que resaltan, son las problemáticas del acceso a los servicios de INDAP, más que para ellas, para los hijos, los jóvenes. Señalan, que el mundo rural se está envejeciendo y que los jóvenes están emigrando, porque no se les abren las puertas para quedarse y darle las oportunidades dentro del campo. Así, las mujeres están dispuestas a trabajar en todos estos frentes, en el hogar, en sus proyectos y fuera del hogar vendiendo sus productos, esto las distingue. Es cosa de ver la Expo Mundo Rural, hay siempre una participación mayoritaria de mujeres”.

“Tengo una muy buena imagen de los usuarios de INDAP en general y en particular de las mujeres. Me llama mucho la atención en los encuentros y otras instancias de participación: su esfuerzo, las ganas de sacar adelante sus proyectos y su compromiso. Además, ellas se la juegan, pelean y son persistentes por salir adelante”.

“Las mujeres no están exentas de conflictos, ya que a través del sistema de atención ciudadana de INDAP, hacemos análisis y las que tienen más dificultades son las mujeres, por el acceso a programas, por los requisitos y también por la trabas que los mismos servicios públicos muchas veces

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ponemos. Pero eso también nos da luces, primero de que las mujeres son más aguerridas y reclaman cuando lo creen necesario y así nos permiten tomar las acciones correspondientes para abordar esos problemas y solucionarlos”.

Así, esta entrevistada envía un saludo a las 20 mujeres que forman parte de este documento:

“A las mujeres que se están destacando en este libro por su trabajo, les digo que sigan adelante, que ojalá les siga yendo bien, que continúen siendo exitosas en lo que están haciendo y que perseveren; y a las mujeres que todavía les queda por avanzar, les digo que vean como ejemplo, lo hecho por las mujeres de este libro. Estoy convencida que en el sector rural, las mujeres cuando tienen el deseo de salir adelante lo van a hacer. van a buscar las alternativas, las soluciones y tienen que formarse como líderes y que sigan apoyándose entre sí, que se junten, que se asocien y las Organizaciones Campesinas e Indígenas pueden apoyar mucho en eso”.

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reconocimientoA 20 mUJeres emPrendedorAs

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M anuela Aguirre Araya

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APAsionAdA Por LA tierrA, VALorAndo sU indePendenciA y desArroLLo

En la localidad de viña vieja, comuna de Punitaqui, en la Región de Coquimbo, Manuela Aguirre, se destaca -entre otras cosas- por sus exquisitos quesos de cabra, que son muy apetecidos y valorados por sus clientes. Casada y con 54 años de edad, la señora Manuela es madre de 2 hijos y 2 hijas, además de ser abuela de 6 nietos.

Manuela, como mujer de esfuerzo y de sacrificio, en una zona con clima inhóspito y azotado por la sequía, ha sabido hacer frente a la adversidad y salir adelante con bastante empeño y con un gran espíritu de emprendedora que siempre la acompaña. Es así, que como tantas mujeres, realiza múltiples actividades productivas. Ella se ha dedicado a la agricultura, produciendo varios tipos de hortalizas, además de porotos, papas, huevos, nogales, sandías y cítricos. Esfuerzo que en los últimos 10 años, tuvo que dejar de lado, ya que los cultivos, se han visto considerablemente afectados en los niveles de producción, debido a la gran sequía existente en la zona. Recién el año 2015 y gracias al aumento en los caudales de los pequeños riachuelos que colindan con su predio, pudo retomar la producción, pero a nivel básico. Obteniendo productos que son

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principalmente para autoconsumo y lo restante lo vende en su casa o en la feria de Punitaqui.

Además, a pesar de la escasez hídrica, Manuela se ha preocupado -con mucho esfuerzo- de mantener su crianza de caprinos, de los cuales extrae leche y fabrica quesos. Los que vende en la localidad y son su principal fuente de ingresos. Esto fue posible gracias a lo aprendido en un curso de fabricación y comercialización de quesos, que entregó el Municipio de Punitaqui. Así, su empeño y entusiasmo, la han llevado a que actualmente se encuentre construyendo y habilitando una sala de procesos para el queso, producto que es su gran carta de presentación y lo más reconocido por sus clientes. Junto con ello, se dedica a la crianza de cerdos, los cuales junto a su marido faenan, para vender cada 2 meses -o a pedido- productos como: arrollados, prietas, chorizos, perniles, patés y otros subproductos del animal, además del abastecimiento de carne para el consumo de su familia.

Actualmente, aparte de mantener su producción retomada, trabaja a medio tiempo junto a otras mujeres de la zona y a su hija, en un programa de empleos de emergencia de la Corporación Nacional Forestal – CONAF. En el cual construyen diques de contención –que además beneficia a la comunidad para prevenir aluviones-, de manera manual, sólo con palas, chuzos y picotas, levantando y moviendo rocas con gran esfuerzo, pero sin amilanarse. Labor por la que recibieron en 2015, un diploma de reconocimiento, por su trabajo como parte del Programa de Igualdad de

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Oportunidades, a manos de la Fundación para la Innovación Agraria - FIA y la CONAF.

Así, Manuela –siempre innovadora y positivamente inquieta- está ahora empeñada en terminar la quesera, obtener resolución sanitaria y comenzar con el cultivo de pasto hidropónico para alimentar a sus animales.

Junto con esto, se expone a continuación un extracto de la entrevista realizada, donde ella señala:

“Al principio no tenía personalidad para vender. Lo que más me costó, fue atreverme a salir a vender y relacionarme con los compradores, pero ahora ya tengo una clientela”.

Finalmente, y a modo de apoyo y motivación para otras mujeres rurales que no se atreven aún a emprender, indica lo siguiente:

“Tienen que salir a vender, hay que darse el valor y hacer el esfuerzo para salir a ofrecer sus productos, así vas perdiendo el temor y de a poco te acostumbras y ganas confianza. Después te preparas para tener más productos y te entusiasmas con eso, (…) lo mejor es que se generan recursos para sí misma, como mujer, me siento contenta, ya no dependo de un hombre –a pesar de que estoy casada- y uno se independiza mucho y compras las cosas que quieres, porque es el fruto de tu trabajo, eso también te valoriza como persona y te impulsa a trabajar más y con más ganas. Uno así, se siente útil, se siente un aporte. Les digo a las mujeres del campo, que una no va a estar siempre en la casa, haciendo aseo y lavando, ¡se puede salir adelante!, al principio me costaba pero ahora me va bien, a veces vendo todo en la feria, otras veces los clientes vienen a comprar a la casa”.“Ahora tengo mucha más personalidad y espero que otras mujeres se atrevan ¡y salgan adelante!”.

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M aría Lucía Aguirre Araya

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UnA mULtiFAcÉticA LUchAdorA

Una emprendedora por esencia y una mujer enérgica, dedicada a la producción agrícola en el Sector Los Pitigües, comuna de Punitaqui, región de Coquimbo. Con 61 años de edad, casada, con 2 hijos (un hombre y una mujer), y 4 nietos, se considera una campesina multifacética, ya que actualmente se dedica a la crianza de animales y a la elaboración de diversos productos, para sustentar a su núcleo familiar. Antes se dedicada a la costura en la ciudad y llegó a instalar un taller en su casa donde confeccionaba y arreglaba ropa. Pero su amor por el campo, la hizo volver y retomar los cultivos y cambiar totalmente su actividad hace ya 28 años.

María, ha pasado por altos y bajos durante su vida. En sus inicios, arrendando tierras, se dedicó a la producción de porotos verdes y tomates, pero la falta de un poder comprador en la zona, hizo muy difícil su comienzo. Luego siguió adelante con la crianza de animales: cabras, ovejas, vacas y burros, hasta que un día le robaron algunos de sus animales, recibiendo nuevamente otro fuerte golpe, que la afectó a ella y su familia. Sin darse por vencida continuó y en el año 2005, se dedicó a la producción de paltos, logrando incluso exportar a Estados Unidos, por

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medio de una empresa que junto a otros pequeños productores crearon llamada Agrocomercial El Higueral. Sin embargo, la sequía y una severa helada el año 2008, la afectó seriamente, perdiendo todos los cultivos, y adquiriendo una deuda cuantiosa en el INDAP, ante lo que María menciona:

“Eso fue una caída grande, ya que estábamos todas ilusionadas, incluso yo llegué a pensar que el palto ayudaría a mi jubilación, pero murió todo, los paltos y también la empresa. Pero me levanté nuevamente, y seguí adelante con mis animales, la leche, el manjar, las mermeladas, los jugos, las tortillas de rescoldo, conservas y todo lo que pueda hacer con mis manos”.

Así, todo el esfuerzo de esta emprendedora, ha dado sus frutos y hoy se enfoca en la preocupación por satisfacer a sus clientes con productos de calidad, como mayor prioridad. Logrando tener un público cautivo que le permite tener rentabilidad y generar una base constante de recursos para su hogar.

Dentro de las proyecciones, María sigue luchando y está trabajando para tener una sala multiuso, destinada a la elaboración de sus productos y así poder llevar a cabo todos sus procesos. También, quiere desarrollar un

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proyecto de turismo rural, en el cual dar alimentación a grupos y mostrar su emprendimiento; y por último tiene la idea de hacer un acumulador de cosecha de aguas lluvias, para aprovechar el recurso y no tener problemas con la producción agrícola.

Aparte de productora, esta esforzada mujer, es una reconocida dirigenta local y además es supervisora de un grupo de 20 personas que trabaja en la construcción de diques. Labor que realizan con mucho esfuerzo y sacrificio, ya que no tienen máquinas, es todo con fuerza física entre principalmente mujeres, que mueven rocas de gran volumen, lo que hace aún más valorable su labor. Estos diques son retenedores de agua en las laderas de los cerros –muy erosionados- que se construyen con las mismas rocas del sector, generando que las aguas escurran más lentamente y caigan decantando hacia las quebradas. Esto se ha hecho con el apoyo de Corporación Nacional Forestal - CONAF, lo que ha permitido seguir con la actividad agrícola de los pequeños productores de la zona, recuperando el verde del paisaje y generando empleos para mujeres. Ante lo cual ella agrega:

“Tengo 25 años como dirigenta y siempre he luchado por la comuna, la gente, y sus derechos, (…) yo valoro todo lo que hago y me siento orgullosa”.

Respecto al emprendimiento femenino rural menciona que, “Las mujeres somos muy trabajadoras, ya que somos dueñas de casa, administradoras, educadoras. Velamos por nuestro entorno, nos preocupamos de ser independientes y además debemos luchar con el machismo del campo (…) porque es más difícil como mujer desarrollarnos. Y a modo de consejo, yo les digo a las mujeres que deben atreverse e innovar siempre, si no cruzamos el río nunca sabremos que hay más allá. Todo es un riesgo, la vida es un riesgo y debemos luchar y siempre mirar la copa media llena a pesar de los problemas, y hacer todas las cosas con alegría. ¡Esa es la vida!.

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Y uri Caneo Araya

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UnA enAmorAdA de LAs PLAntAs

Con 49 años de edad, casada y con 1 hija, la alegre yuri es originaria de la comuna de La Calera y se dedica desde el año 1994, a la reproducción y venta de plantas de interior y exterior, en el sector El Tambo, comuna de Santa María, región de valparaíso.

De niña sintió interés por el comercio, lo que sumado a sus estudios de secretariado y a que su primer trabajo fue en una empresa agrícola, la llevaron a enamorarse de la naturaleza y sobre todo de las plantas, pensando en hacer de ello una actividad económica y decidir dedicarse en un 100% a dicha labor.

En sus inicios, comenzó a vender plantas que compraba a viveristas en la empresa agrícola en que trabajaba, lo que le significó mucha experiencia, y luego empezó a viajar desde Calera a la provincia de San Felipe vendiendo sus productos. Así conoció el comportamiento de las plantas en la zona y cuáles son las mejores para dicho clima. Con el tiempo, con mucho esfuerzo y el apoyo de su marido, pudo arrendar un espacio en Santa María, donde instalaron el vivero, que es su más importante emprendimiento. En él se dedica a la reproducción y venta de plantas de interior, exterior y árboles frutales. Nació así, el llamado vivero yufran.

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Además del manejo y cuidado de las plantas, actualmente yuri es la administradora del vivero, donde su orden y organización, le han permitido ir ampliando el negocio. Respecto a esto agrega:

“Yo soy la que ejecuto las ideas, pero debo agradecer a mi marido por su apoyo, (…) ¡Somos un buen complemento!, ¡a los dos nos apasiona lo que hacemos! Y también ha sido importante el apoyo de CORFO e INDAP para sacar adelante el negocio”.

La mayor debilidad del vivero es el clima, ya que en la zona es muy extremo –muy helado en invierno y muy caluroso en verano-, lo que afecta a las plantas. Por ello, tuvieron que arrendar una parcela en La Calera, donde la idea es poder reproducir todo y llevar sólo para la venta a Santa María, haciendo más eficiente el emprendimiento. Por lo mismo, están en el proceso de compra de una propiedad en la zona, para instalar su sala de venta y vivero en un lugar propio y poder así dar un salto con su negocio.

“Mi sueño es tener un vivero grande, con muchas variedades de flores y plantas, (...) y que los clientes se vayan felices porque encontraron lo que buscaban. Además la gente ha visto mi esfuerzo y valora mucho lo que hago, incluso tenemos un Facebook y página web que hace más popular mi vivero”.

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yuri, en este proceso ha realizado varios cursos y capacitaciones para fortalecer su emprendimiento, los cuales han sido muy importantes para ella –según señala-, siendo lo más valioso de ellos la generación de importantes redes de apoyo y contactos. Cuando cuenta su historia reflexiona:

“Todo esto lo hemos logrado gracias a la perseverancia, esfuerzo y pasión, y hemos tenido problemas, pero la experiencia nos ha hecho más fuertes, por lo que les digo a las mujeres, que todo en la vida si se propone se consigue, pero siendo muy ordenada. Esa es la clave”.

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A ngélica Fernández Herrera

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eL orgULLo de emPrender PArA LA FAmiLiA

Es nacida y criada en el sector de Santa Filomena, en la comuna de Santa María, región de valparaíso. Angélica, con 60 años de edad, casada, 1 hija, 1 hijo y 2 nietos. Dedicó casi toda una vida a ser empleada de casa particular, oficio que no le permitió disfrutar –según señala- como ella quería de la crianza de sus hijos, debido a extensos horarios de trabajo.

Su difícil condición laboral la incentivó a independizase y comenzar a dedicarse a la producción de aceitunas, emprendimiento que ha sido su sustento desde hace más de 10 años y que le ha permitido estar más cerca de su familia.

Al principio, vendía las aceitunas convencionales y también con el sistema tradicional a base de lejía de cenizas. Esto lo hacía puerta a puerta en las casas de la localidad, pero sin embargo tras un problema físico que le impidió vender de esta manera, decidió instalar un puesto de venta de frutas y verduras, en un sitio a orillas de camino en la comuna de San Felipe. Este sitio en un comienzo, era un basural, que Angélica y su familia, tuvieron que limpiar, emparejar y adaptar para la comercialización de sus productos. De esos días, han pasado ya cuatro años y se siente

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orgullosa –emocionada al contarlo-, porque ha logrado poco a poco mejorar su local, incluso aunque sigue siendo una estructura liviana de madera, puede ahora proteger sus productos de las inclemencias del tiempo.Esta entusiasta mujer, todos los días se levanta muy temprano para abrir su puesto a las 9 de la mañana y 3 veces a la semana compra las frutas y verduras en la feria mayorista de San Felipe, para abastecer el local, donde además vende los productos preparados con su propias manos como las aceitunas, mermeladas y conservas, que son muy demandados por sus clientes, por su excelente sabor y calidad. A pesar de tener una clientela cautiva y de ser muy reconocida en el sector por su trabajo, ha tenido muchos problemas por mantener y sacar adelante su negocio –señala-,

“Esto me ha costado lágrimas, ya que muchas veces me han querido sacar de acá (puesto de venta a orilla del camino) y eso que pago mi patente en la Municipalidad y tengo todo en regla en el Servicio de Impuestos Internos, pero Vialidad no entiende que mi familia y yo vivimos de esto y que es nuestra única fuente de ingreso (…) y lo más lindo es el apoyo que he recibido de la gente, nadie quiere que me vaya de acá, si hasta me han ofrecido juntar firmas para que me quede”.

También reconoce el apoyo del INDAP, por medio del Programa de Desarrollo Local - PRODESAL de Santa María, en su producción de aceitunas:

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“Esto es súper sacrificado, todos los días tengo que cargar y descargar las frutas y verduras, vender todo el día y después llegar a la casa a ver los olivos, regar, raspar, cosechar y hacer mis aceitunas. Tanto esfuerzo ha dado sus frutos y me siento orgullosa (…) incluso fui reconocida por PRODESAL como mujer destacada de la zona”.

Entre los sueños de Angélica, se encuentra trasladar su negocio a su casa o a un local establecido, pero los dividendos no le alcanzan para realizar dicha inversión todavía. A pesar de ello, no se ha dado por vencida y constantemente está buscando arriendos y distintas opciones para poder realizar su sueño en el corto plazo.

Respecto al emprendimiento femenino, agrega:“Yo le diría a las mujeres que luchen, que empiecen de a poquito y se van a dar cuenta de cómo van a ir logrando sus metas. ¡Siempre se puede salir adelante! (…) las mujeres somos fuertes y luchadoras, sólo nos tenemos que atrever (…), yo me siento orgullosa y feliz porque se me ocurrió este emprendimiento y lo logré yo sola apoyada por mi familia”.

El trabajo de Angélica le ha contribuido enormemente a mejorar su calidad de vida y la de su familia e inclusive el éxito de su emprendimiento le ha permitido generar puestos de trabajo para ellos. Actualmente en el negocio es apoyada por su marido, su hija y su cuñada, lo que es de suma importancia para esta mujer, que ha convertido su iniciativa en el sustento del hogar y pudiendo trabajar día a día junto a sus seres queridos, lo que fue su sueño inicial al decidir dar el paso de emprender.

“Yo doy gracias todos los días a Dios por lo que tengo y he logrado, y por el gran apoyo que he recibido de mi familia”.

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A licia Díaz García

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eJemPLo de PerseVerAnciA e innoVAciÓn

Alicia, oriunda del sector El Seco Alto, Comuna de Catemu, en la región de valparaíso, tiene 56 años de edad, es casada, con 4 hijos y 6 nietos. En su vida ha pasado por un sinfín de sacrificios para poder dedicarse a lo que la apasiona: su emprendimiento de productos a base de miel y aceite de oliva.

Desde los 8 años Alicia fue temporera agrícola, proviniendo de una familia de 20 hermanos, se vio en la obligación de trabajar desde pequeña para aportar al sustento del hogar. Siendo siempre una mujer de esfuerzo, se casó a los 14 años y seguía trabajando como temporera. Al ser madre, decidió emprender en la apicultura para poder así cuidar a sus hijos y también contribuir económicamente al hogar, para lo cual recibió apoyo del Convenio INDAP-PRODEMU, junto a otras productoras locales. En un comienzo –según señala- la ignorancia sobre el rubro, los llevó a perder todas las abejas y la miel, pero ella con perseverancia y trabajo, pudo levantarse, aprender sobre el proceso y así obtener una miel de reconocido sabor y calidad. Adversidad que no la limitó, cumpliendo ya 19 años dedicados a esta labor. Luego, con el apoyo del Fondo de Solidaridad e Inversión Social - FOSIS,

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construyeron para la agrupación una sala de extracción y manipulación de alimentos, infraestructura que cuenta con resolución sanitaria y donde ella actualmente procesa y obtiene sus destacados productos.

Al poco tiempo de estabilizarse en el rubro apícola decidió plantar olivos, para alimentar a las abejas y con ello incorporó otro producto estrella: el aceite de oliva. Pero el alma inquieta de Alicia no se quedó sólo con estos productos, y tras recibir una invitación hace 5 años, realizó un curso para la elaboración de shampoo y cremas cosméticas. De esta experiencia comenta con gracia:

“Fui al curso, aprendí y cambié todo lo que la profesora me enseñó, y ahora mis productos son distintos, únicos, y muy efectivos, (...) incluso con estos productos pude darle educación a mi hija menor y esa es mi máxima alegría”.

Es por ello que actualmente el negocio, además de aceite de oliva y miel, cuenta con una gran variedad de subproductos, entre ellos: cremas cosméticas para combatir el acné, las manchas, la soriasis y la rosácea; shampoo y bálsamo para la caída del cabello; jabones; desodorantes; bálsamo labial; propóleos; entre otros.

Alicia reconoce el valor de los apoyos entregados por Instituciones de Fomento, tales como PRODEMU, PRODESAL, SERNAM, FOSIS y el Municipio de Catemu, entre otros organismos. ya que gracias a ellos, ha podido fortalecer y agrandar su negocio,

“Yo he sabido aprovechar y valorar todo lo que a mí me han ayudado, por ejemplo si hay un proyecto, yo de alguna parte junto dinero o pido un crédito para ir complementando el apoyo, y poder cumplir más rápido las metas propuestas, (…) casi todas las utilidades son para reinvertirlas en el mismo negocio, lo que es un esfuerzo enorme para una familia humilde, pero es necesario”.

Además, reconoce el apoyo que recibe incondicionalmente de su familia, ya que sus hijos y esposo la ayudan con los pedidos, comercialización, compra de insumos y difusión de sus productos e indica:

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“Si yo no tuviera el apoyo de mi familia, no podría estar donde estoy, porque es demasiado el esfuerzo que hay que hacer. Pero lo que más me da ánimo y reconforta, es poder trabajar con mi familia y mejorar juntos nuestras condiciones de vida”.

Son tan reconocidos los productos de Alicia, que el canal de televisión Mega, en el año 2014 hizo un reportaje en vivo a su emprendimiento, lo que generó un importante incremento en las ventas. Con ello, incluso gente de regiones le ha servido de vendedores, ya que probaron el producto y al ver su eficacia, encargan varias unidades para revender en sus localidades.

“Muchos nuevos clientes vienen o me encargan mis productos porque otros clientes se lo recomendaron y eso me hace feliz. Además, me considero una mujer muy emprendedora, siempre ando buscando mejorar mis productos y/o creando nuevos, que amplíen mi oferta”.

Por lo mismo, esta productora ha sido reconocida con varias premiaciones, entre ellos el Premio Nacional de Emprendimiento del FOSIS en el año 2012, por la calidad de sus productos. También ha sido reconocida por el Municipio e inclusive por la Presidencia de la República ante su labor.

Entre las principales proyecciones de Alicia, se encuentra la instalación de un local de venta para la comercializaron de sus productos y tener en él además, otros productos de pequeñas/os productoras y productores, que han trabajado con tanto esfuerzo como ella, y así apoyar también a sus vecinos.

Finalmente, respecto a las mujeres campesinas –añade-,“Mujeres: tienen que ser perseverantes en lo que hacen y buscar todas las opciones para seguir escalando (…) siempre deben tener la frente bien en alto, no tener vergüenza de vender, hacer siempre lo mejor posible y estar dispuestas a aprender, agregar valor a sus productos e innovar, así siempre les irá bien”.

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M arcela Ramírez Pastén

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creAtiVidAd y esFUerZo en mAnos de mUJer

Localizada en el sector de Santa Margarita, comuna de Catemu, región de valparaíso, con 43 años de edad, está casada y tiene 2 hijos (un hombre y una mujer) y también 1 nieta. Marcela, dueña de casa, comenzó a desarrollar su negocio de confección de prendas de vestir, hace 4 años atrás, cuando vio en internet trabajos de poncho a telar cuadrado. Le llamó tanto la atención este hermoso trabajo, que no lo pensó dos veces y compró un telar, comenzando así a realizar trabajos gracias un tutorial que siguió por internet.

Como los telares, son muy caros, su marido diseñó y le fabricó telares de acuerdo a distintas tallas. Con el paso del tiempo, una agrupación la integró y gracias a ello pudo mostrar sus trabajos en un desfile de modas en la comuna. Esta oportunidad fue el primer paso de motivación, para comenzar a ofrecer y vender sus productos.

Después, comenzó a desarrollar accesorios e inició su participación en distintas ferias y también aprendió nuevas técnicas, aplicaciones y combinaciones, lo que le permite actualmente confeccionar productos exclusivos y muy valorados por sus clientes.

“Mi fuerte son los ponchos de Febrero a Septiembre, después me dedico a hacer bisutería, bolsos playeros, mantas para

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bebé, y agendas artesanales. Mis productos los vendo principalmente en colegios y oficinas, siendo mis clientes la mayoría mujeres, por lo que voy directamente a ofrecer a sus trabajos, porque muchas de ellas no tienen el tiempo para ir a tiendas. Siendo lo que más valoran, la exclusividad de mi trabajo”.

La participación en ferias también es una importante vitrina para dar a conocer sus productos, Marcela siempre intenta ir donde la inviten, ha estado en San Felipe, valparaíso y Santiago, y en esas instancias también ha conocido a clientes que le compran gran cantidad de prendas para la reventa. Además, también comercializa por internet, vía Facebook e Instagram –todo con apoyo de su hija-.

Entre los beneficios que le ha traído este emprendimiento, además del recurso económico, Marcela valora la unión familiar, ya que reconoce que su familia trabaja como un equipo:

“Mi marido trabaja como dependiente, pero siempre se preocupa de hacerme telares, mi hija me hace las ilustraciones, etiquetas y tarjetas, y todos me ayudan a promocionar y vender mis productos. Somos un buen complemento”.

El año 2015, Marcela fue adjudicataria de 3 proyectos, el primero que le permitió comprar un toldo, el segundo capacitarse para un mejor manejo de las finanzas y el último que le ha permitido comprar materiales para su negocio, y pretende con ello mantener un stock. También, está gestionando asociarse a otra emprendedora que se dedica a la decoración y diseño infantil, quién la invitó a sumarse a la instalación de una tienda de confecciones artesanales. Esto le permitiría formalizarse e iniciar actividades ante el Servicio de Impuestos Internos. Por último, indica el interés de constituir una asociación de artesanos, en conjunto con otros productores locales de Catemu.

A modo de consejo Marcela quiere manifestarle lo siguiente a las mujeres rurales:

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“Yo les digo a otras mujeres que se atrevan, que sean perseverantes. Porque no siempre nos va a ir bien -tal vez porque nos cuesta más y hay más trabas por el hecho de ser mujer-, pero de alguna parte tenemos que sacar la fuerza, porque hacemos esto por sacar adelante nuestra casa y a nuestros hijos. También les digo que aprovechen cada curso que les ofrezcan, a veces es necesario dejar las ollas de lado, para crecer como personas, no por ser dueñas de casa significa que se nos acabó la vida o que no seamos capaces, tenemos que valorarnos y darnos tiempo para nosotras”.

Finalmente, Marcela menciona que lo más difícil de comenzar su emprendimiento fue el atreverse a ofrecer:

“Tenía miedo de que mi producto no gustara, pero gustó, y ha sido un aprendizaje constante, el escuchar y satisfacer al cliente. Por lo mismo, incluso confecciono a pedido, según forma, aplicación y color que quieran mis clientas, hasta se los voy a dejar a su domicilio o donde lo estimen conveniente. También hacemos buenas ofertas a nuestros clientes habituales”.“Ahora me atrevo y es súper gratificante, porque les gusta mi trabajo, ahora hasta me atrevo a hacer cursos para otras mujeres, para que se desarrollen igual que yo”.

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M aría Angélica Saavedra Villavicencio

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PerseVerAnciA y dedicAciÓn en Los sUeños de mAríA

María, es una esforzada mujer del sector de Jahuelito, comuna de Santa María, Región de valparaíso, con 67 años, 5 hijos, 9 nietos y 6 bisnietos. Dedicada desde que tiene recuerdos a la producción de aceitunas con lejía y desde hace 6 años, a la producción de aceitunas con especies y aceite artesanal en frío. Además, desarrolla subroductos, como pastas y mermeladas de aceitunas y licor de oliva. También, procesa tuna e higos, de los cuales obtiene distintas variedades de mermeladas.

Todos sus productos los vende bajo la marca Sueños de María. Son 100% naturales y los comercializa en ferias agrícolas y gourmet, en su casa y los fines de semana en el centro cultural Quillapaxi, de la misma localidad. María comenta:

“Nosotros decidimos empezar con la producción de aceite, porque perdíamos mucha aceituna. Había muchas aceitunas de bajo calibre que no se podían vender. Botábamos como 3.000 kilos de aceituna, así que nos pusimos a investigar y probar cómo era la elaboración de aceite, y todo manual”.“Partimos con una máquina de moler carne y después mi marido me adaptó una máquina para obtener el aceite.

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Cuando hicimos funcionar la prensa y salió el primer extracto, me las lloré todas… así partimos, todo con mucho esfuerzo”.

María, con el tiempo se ha ido capacitando para obtener productos de altos estándares de calidad, y ha sido importante el apoyo que ha recibido del Ministerio de Agricultura. gracias a éste tuvo la asistencia de la Escuela de Diseño de la Universidad de valparaíso, para la elaboración de sus etiquetas. Además es gestora y fue parte de la directiva de la empresa comunitaria Almazara, que beneficia a 28 productores locales. Todo esto le ha permitido vender en ferias tan reconocidas como: Echinuco y Expo Mundo Rural.

“Me siento orgullosa porque yo no tuve la posibilidad de estudiar y he aprovechado todas las capacitaciones. Fui hasta Italia, Argentina y otras importantes pasantías que me han llevado a aprender harto y mejorar cada vez más mis productos. De hecho cuando voy a ferias los clientes me bendicen a mí y a mis manos”.

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Entre los desafíos, María se encuentra en el proceso de obtención de resolución sanitaria, lo que le permitirá ampliar su mercado. Esto porque le han realizado pedidos desde varias tiendas gourmet de Santiago y el no contar con la toda la reglamentación, se transforma en una importante debilidad.

Además, proyecta comprar una tapadora, para sellar bien los productos, aunque su sueño más grande es poder tener un local de ventas de sus productos y los de sus vecinos.

Finalmente, María quiere enviar un mensaje desde su experiencia:“Al emprender es súper importante ser responsable, cumplir los pedidos, horarios, etcétera. Por ejemplo, yo nunca he faltado a una feria de las que me han invitado, aunque queden lejos, por eso me va bien y me felicitan. Esto me mantiene activa y me siento joven. Por lo mismo, yo le digo a las mujeres que quieren emprender que se atrevan, ya que es la única manera de salir adelante, para tener una vejez más digna y vivir mejor”.