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    MARITEGUI Y Mcec e Ttskye Ce y E

    La poLTiCa rEgdE ChvEz yls teeses elmelsm y

    LTSn 26 - jl/st e 2011 www.lts..e / [email protected] pec: 5 Bs. / ate sl: 10 Bs

    En clave obreraL e Tbjes

    el Sclsm

    ORGANIZAR LA LUCHAPor El salario, contra los dEsPidos,El abuso Patronal yla criminalizacindE las luchas

    h e v e ge e cve?

    Contina adentro

    ILa ausencia de Chvez de casi unmes por su enermedad que serevelara como un cncer aparente-mente controlado, no dej de pro-vocar tensiones en la estructuradel gobierno. Ms all de especularsobre el estado de salud real deChvez, lo que s ha sido claro esque su ausencia mostr la debili-dad estructural de un proyecto po-ltico donde todo gira alrededor deun liderazgo unipersonal, dondese necesita de la rmeza del jeepara unicar las distintas raccio-nes y hacerlas andar en un mismosentido. La posibilidad inscriptade la ausencia de ese lder tiende ahacer ms inestable la unidad delmovimiento chavista, tendiendoa generar grietas internas compli-cando la propia gestin y puedegenerarle una crisis al chavismomismo. Durante su alejamiento seexpandieron grietas abiertas en elentramado gubernamental y losgrupos de poder sobre los que seasienta, que se expres en ciertatensin en el sistema de gobierno.

    En este sentido, un escenario enel que la enermedad avance y nopueda estar a tono para la campa-a y elecciones de nales de 2012,

    sera realmente un gran problemapara el chavismo y abrira un esce-

    nario turbulento.

    IIChvez buscar un entramadode poder ms controlado para in-tentar galvanizar sus uerzas in-ternas y a su propio movimiento,en el marco de un pas donde losndices econmicos de recupera-cin se han mostrado muy lentosy comprometidos por, una vezms, la crisis energtica, una altainfacin permanente, el crecien-te descontento social expresadoen una oleada de confictos porrecomposicin salarial y manies-

    taciones continuas de protesta,as como crisis sociales expresadams recientemente en la crisiscarcelaria. En los ltimos aos elgobierno de Chvez ha perdido elempuje central y el agotamientopoltico se transpira, aunque anconserva cierto aire que puedetornar ms lento su declive pol-tico, o dar pie a recuperacionesocasionales. Esto ltimo puededarse tras su regreso, aprovechan-do la cuestin de su enermedad yla uerte inyeccin de recursos, loque utilizar para buscar recom-

    CMiTSuBiShi y v

    ree el pSuv lcblles y lsbs msl estl ad?

    ponerse polticamente un pocode cara a las elecciones presiden-ciales.

    IIIEn el plano ms estructural sevienen operando una reorien-tacin poltica del proyecto deChvez, lo que ya se ha venidoexpresando tanto en el plano depoltica externa e interna. En elplano externo, lo que comenzcon una colaboracin estrechadel gobierno de Chvez con elrgimen colombiano tras la lle-gada de Santos a la presidencia,se ha extendido a un conjuntode pactos y acuerdos que hanvenido excediendo la polticabinacional, dando inicio a todo

    un giro poltico en polticaregional. Signica todo un saltopoltico para un gobierno quehabla de antiimperialismo,donde su orientacin buscareducir ricciones y se hace ms

    uncional a los intereses delimperialismo norteamericanoen la regin.

    Los acuerdos que se tradujeranen el reconocimiento de Lobosurgido del propio golpismo,pacto que sera aplaudido porel propio Estados Unidos, impli-c la legitimizacin del primergolpe a nivel continental desdela cada de las dictaduras en los70s y 80s, medida que conduce

    s

    EConoMa Munu css qe ecet cte

    HeCHOeN

    CApItALIsm

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    E cve oe jl - st e 2011 E cve oejl - st e 2011

    A nivel nacional se vieneexpresando una importan-te oleada de luchas por re-composicin salarial, cata-lizadas por la depresin delos salarios y el retraso oincumplimiento de la r-ma de los convenios colec-tivos, en medio de una uer-te infacin que acrecientael alto costo de la vida, gol-peando cada da ms elbolsillo de los trabajadores

    y las trabajadoras. Hay unauerte cada del salario real,acrecentado por los planesdel gobierno de Chvezque durante mucho tiempovino teniendo la poltica decontencin salarial, bajo lalgica perversa capitalistaclsica de que al reprimir elsalario se contiene la infa-cin. El gobierno, en lugarde reprimir las grandes ga-nancias del empresariado,tanto el ligado a la oposi-cin como el que ha surgi-do al calor de sus polticaseconmicas decidi aectarel ya miserable salario de lasamilias obreras, populares

    y campesinas. Recurdeseque en todas las empresasque estn bajo la rbita es-tatal, y no solo la adminis-tracin pblica, se paraliza-ron las rmas de contratoscolectivos, incluso, bajo eldictamen presidencial deque ningn ministerio nininguna empresa estatalestaban autorizados a r-mar convenios y tenan quepasar obligatoriamente porla Vicepresidencia de la Re-pblica e incluso esperarla aprobacin directa delpropio Chvez. El empre-sariado privado vio en estapoltica incentivada desde

    redarse con el impe-moy signica un duro

    e para el movimientosistencia hondureo ynal.

    obierno se dispone aar una nueva ase enelacin con las mul-ionales, tal como loestara Ela Jaua en lan con ms de trein-

    mportantes empresasnjeras que operan ens: estamos pensandoodalidades que obvia-e no son vinculantes,

    propuestas y agregaas dos variantes msrtantes son convertir

    utilidades (se reere aanancias de las trans-onales, NdR) en accio-

    ara constituir empre-

    mixtas con el estadozolano y ampliacincapacidad productiva

    poyo del Gobierno na-al. Esto no representanovedoso in extremis, como sabemos, los

    rdos en la Faja del Ori-se articulan en asocia-con las transnaciona-travs de las empresasas, conservando la ma-a accionaria, donde elerno se ha mostradoante complaciente conismas. Pero en las nue-niciativas de relacinlas transnacionales aue apunta Elas Jaua,

    ms parecidas a las questablecido con las ex-eras explotadoras deldonde el capital trans-onal invertira con ma-ontrol de los negocios,na supuesta bsqueda

    sarrollo nacional de lao del capital extranjero.

    ste marco se empiezaslucir una especie deueda de un desarrollis-

    ms clsico de asocia-con el capital extran-

    acomodndose a lasencias undamentalesestas por el mercado

    nacional, a dierenciaperodo anterior don-or los uertes ingresosleros y la poltica deeo con los capitalesrialista ante el extre-

    grado de enajenacinesto por los pulpos

    ector en la dcada de- (en el sector petrole-

    umento de impuestos oin unos nuevos, cam-

    do a avor del Estado laposicin accionaria dempresas, control plenoDVSA, y varias nacio-

    haCia dndE va EL goBiErno dE ChvEz?nalizaciones en algunasotras reas consideradas es-tratgicas que implicabanen realidad la compra de lasempresas a precio de mer-cado), el pas vena corrien-do con los gastos centralesen las inversiones para suspolticas desarrollistas pro-ducto de retener una cuotamayor del excedente. Con-secuente con esta nuevaorientacin, el gobierno haprocedido a un aceleradoproceso de endeudamien-to del pas. Recientemente,para la primera semana de

    junio (9/06) se aprob laLey Especial de Endeuda-miento Complementariopara el Ejercicio Fiscal 2011,en la que el gobierno podracarrear 45.000 millones debolvares (US$10.500 millo-nes) adicionales para emitirdeuda pblica, de los cuales

    unos US$900 millones ten-drn como n reestructurar y renanciar la deuda p-blica y US$1.400 millones seusarn para cancelar inte-reses de la misma, siendo eldoble de lo que ya se habahecho el ao pasado.

    VEn este sentido el gobiernono est ampliando las con-quistas prometidas, ni ha-cindole importantes con-cesiones al movimiento demasas. Las Misiones hacetiempo que alcanzaron untecho, y muchas tienden adeclinar. La gran Misin Vi-vienda, no es ms que la re-peticin de los otros planes

    ya lanzados, aunque muyatractivo por las expectativasque genera en una poblacinagobiada por la alta de vi-viendas. Aunque esta nuevaMisin avance un poco msque las anteriores como seexpresa en la nueva ingestade inyeccin de recursos, nide lejos dar para resolvereste gran problema estruc-tural, justamente porqueel plan est sometido a loslmites de recursos por ser

    un pas semicolonial que si-gue pagando deuda externa y permitiendo repatriacinde utilidades y capitales im-perialistas, y tambin por elgran respeto a la propiedadprivada -terrenos, edicacio-nes, empresas constructoras,banca privada, empresasde insumos y materiales deconstruccin, etc.- que es elgran lmite para resolver estacuestin estructural. De igualmanera se prepara la MisinTrabajo que sera en basea las construcciones de las

    propias viviendas, de la quean no ha denido sus ca-ractersticas, en un pas don-de casi del 76% de la uerzalaboral est en situacin deprecariedad laboral.

    VIPor estos aspectos centra-les enunciados anterior-mente es que decimos queel gobierno de Chvez seencamina hacia un gobier-no burgus semicolonialms normal. Es decir, quedeja de conservar esos ras-gos de un bonapartismo suigeneris de izquierda que locaracterizaron durante unbuen perodo. Esto no quie-re decir que no contineestructurndose como ungobierno con uertes trazosbonapartistas en el senti-

    do de la dependencia de lagran gura alrededor delcual gira todo, pero ya no enel sentido de lo que planteaTrotsky de buscar cierta li-bertad de accin rente a loscapitales extranjeros apo-

    yndose en la movilizacinde las masas trabajadoras

    y pobres, a las que a su vezle hace ciertas concesiones.Hablbamos de rasgos, yaque Chvez ms all de suretrica no se ha caracteri-zado por su agresividad entocar intereses econmicosimperialistas sino ms bienpor una agresividad ver-bal. Aunque el esuerzo deChvez por mostrarse msuncional al imperialismo,no quiere decir que lo logre,es decir, que pierda todossus rasgos para hacerse ungobierno burgus normal,ni que en determinado mo-mento pueda hacer ocasio-nales gestos a izquierda. Eneste mismo sentido no sepuede descartar que rentegolpes de la crisis interna-cional sobre la regin y elpas, y/o de la lucha de cla-ses nacional, Chvez apelenuevamente a ciertas medi-das de rasgos bonapartistasde izquierda.

    VIIChvez lleg al gobiernosiendo depositario de unagran expectativa popular,apoyndose en el gran des-contento generalizado con-tra el rgimen puntojista,que tuvo su gran expresinen la rebelin popular del27y 28 de ebrero del 89 y elauge de luchas que le sigui,muy especialmente durante2002 contra la reaccin pro-

    La lucha alarial n curoy la olica la burocracia inica

    el alto gobierno un alicientepara hacer lo propio, puesse trataba de una poltica decontencin salarial genera-lizada.

    Los aumentos salariales deeste ao buscando calmarlos nimos, y ayudado porel importante aumento delos precio del petrleo, ter-minaron siendo una burlaal pueblo trabajador, y nolograron renar todas las lu-chas en curso, ya que no solono cubran los aumentosde la infacin acumulada,sino que la disparada en losprecios de alimentos, trans-porte, vestuario, etc., que seha desatado, prcticamen-te ha absorbido los magrosincrementos. El procesode confictividad obrera semantuvo. El dinamismoen el seno del movimientoobrero ha pasado a ser unelemento ms destacado dela realidad nacional, en me-dio de una recomposicinsocial (crecimiento del n-mero de asalariados) al ca-lor del crecimiento econ-mico que vivi el pas en elciclo econmico pasado, yque se mantiene a pesar dela recesin econmica quese mantuvo durante varios

    trimestres.

    Caracterstica ha sido laonda expansiva de luchasen Guayana, de altsimaconcentracin obrera, quese ha venido combinandocon la criminalizacin delas luchas por parte del go-bierno as como tambinel uso de bandas armadassindicales incentivadas des-de el PSUV para mantenerel control de los sindicatos,con el saldo trgico de unobrero errominero asesi-

    nado durante una asam-blea. Pero se extendierontambin en el movimientoobrero del sector privado,con importantes huelgascomo la que protagoniza-ron los trabajadores de laHeinz y la Polar en la peleapor el convenio colectivo,para mencionar las luchasms emblemticas. Tam-bin ha sido en el sectorde los empleados y obrerosuniversitarios de todo elpas donde tras la arsa delaumento del 40% en base alsalario del 2008, se desatun descontento que inclusooblig a la propia burocra-cias sindicales, la mayoraligados al gobierno, a te-ner que retomar la lucha,luego de prcticamentehaberla entregado en me-sas de negociacin dondedesmovilizaron a los traba-

    jadores por el compromisoadquirido con el gobiernode desmontar los procesosde lucha en curso. Los tra-bajadores tambin salen aluchar contra los atropelloslaborales, como es la peleaque empiezan a desarrollaren los Altos Mirandinos exi-giendo la destitucin de losInspectores Laborales queviven en contubernio con el

    empresariado (ver artculoen esta edicin).

    Ls bccsscles tsl be l sctet mlests lcs

    Los trabajadores y trabaja-doras debemos desarrollarnuestras luchas desde una

    perspectiva de clase y deindependencia poltica, sinsubordinarnos ni al proyec-to nacionalista burgus delgobierno nacional ni al dela oposicin empresarial dela MUD. Pero esto es preci-samente lo que hacen lasburocracias sindicales, cadacual quiere llevar las luchasde acuerdo a los interesespolticos del gobierno o dela oposicin.

    Basta recordar sino la mar-chas desarrolladas en Gua-

    yana, y en el propio dainternacional de los traba-

    jadores. En la convocadapor los sindicatos chavistas(FBT y UNT), llamando al

    apoyo del gobierno y su pro-yecto nacionalista burgus,poniendo a los trabajadoresa marchar junto a persone-ros del gobierno como losdiputados Jos Ramn Rive-ro (ex ministro del Trabajo),

    Aristbulo Istriz (primervice-presidente de la AN),Cilia Flores (ex presidentade la AN), ngel Marcano, elministro de Exteriores Nico-ls Maduro y el gobernadorde Bolvar, Francisco RangelGmez, es decir, junto a losresponsables de polticaseconmicas patronales y dela criminalizacin de la pro-testa obrera. En la llamadapor FADESS, la burocraciasindical pone al rente dela movilizacin de los tra-bajadores a diputados delbloque opositor de la MUDcomo Mara Corina Macha-do, Leopoldo Lpez, Miguel

    ngel Rodrguez, HiramGaviria, Eduardo GmezSigala, Andrs Velsquez,

    Amrico De Grazia, es decir,junto a quienes representanlos ms rancios intereses delos capitalistas privados, te-rratenientes y el imperialis-mo yanqui.

    Pero lo peor de todo es queorganizaciones que se re-claman de la clase trabaja-dora y hasta se reivindicanrevolucionarias, hacen par-te de estas polticas. As hanvenido teniendo una parti-cipacin activa sectores sin-dicales como el representa-do por Stalin Prez Borges ysu agrupamiento Marea So-cialista corriente internaen el PSUV, que ha venidoapoyando las polticas delgobierno y, segn sus pala-bas, criticando aquellas que

    en el campo laboral aectana los trabajadores. En lasmarchas convocadas bajo elautodenominado FADESS,participan activamente diri-gentes sindicales y polticosdel agrupamiento USI deOrlando Chirino, ligndosecon agentes polticos de laoposicin burguesa entreel movimiento sindical ymarchando tambin consus propios representantespolticos, como LeopoldoLpez y Corina Machado.

    Tanto la poltica de la USIcomo la de Marea Socia-lista bloquea una posibledinmica de irrupcin dela clase obrera de manera

    independiente en el terre-no social y poltico nacio-nal. Naturalizando entrelos trabajadores el hechode marchar con semejantespersoneros de las clases do-minantes, inculcando msconusin, e impidiendoque la clase obrera se saquede encima el pesado lastrede movilizarse y conar enuno u otro bando burgus,en lugar de conar slo ensus propias uerzas y mto-dos de lucha y desarrollaruna poltica propia comoclase.

    Si en verdad estas corrien-tes dicen luchar por lacausa de los trabajadoresdeben romper con estas

    imperialista. Pero hay unaenorme distancia entre laspromesas y discursos deChvez y la realidad des-pus de aos de gobernar

    contando con avorablescondiciones econmicas,polticas e internacionales.

    En estos casi 13 aos degobierno ha dilapidado elapoyo de masas, no avanzen romper con el capital ex-tranjero ni ue capaz de in-dustrializar el pas tal comohaba prometido, tampocoacab con uno solo de losmales que haba prometidoremediar, y ahora, en su de-clive poltico busca recon-ciliarse, adaptndose cadavez ms a una estabilidadregional ms uncional alos intereses imperialistas ya nuevas relaciones con lastransnacionales. Todo estono hace ms que demostraruna vez ms los lmites delnacionalismo burgus, sucreciente agotamiento antelas contradicciones nacio-nales e internacionales.

    Chvez no ha hecho msque demostrar su natura-leza de clase, su sujecin ydeensa del orden burgus

    y sus estrechas limitacionesante los problemas demo-crticos ms acuciantes.

    VIIIDe esta manera, a nivel na-cional, hay un importantedescontento social, y sobretodo se viene desarrollandouna importante oleada de lu-chas por recomposicin sala-rial (ver artculo en esta mis-mo peridico). La presinpor abajo no poda seguircontenindose y termin ex-plotando con este proceso deluchas, en primer lugar porlas emblemticas empresasbsicas de Guayana y dems

    industrias importantes delEstado de otras regiones delpas, para extenderse a lasdel sector privado. Aunqueno hay un proceso de radica-

    lizacin de las luchas, que su-mado a cierta recuperacineconmica (con los lmites

    ya expuestos), y al endeuda-miento que le permite soltarciertos recursos para las Mi-siones y otros planes sociales,le acilita al gobierno mante-ner cierta paz o estabilidadsocial que podra hacer queel declive del chavismo seams lento. Aunque todo estoestar determinado tambinpor la crisis econmica inter-nacional que se ha aceleradoltimamente en los pasescentrales o periricos delas mismas. Para todo esto,el gobierno tambin ha sa-bido contar con los buenosservicios de las burocraciassindicales, que le han permi-tido mantener a un sector delmovimiento obrero encorse-tado en el chavismo.

    IXLa ventaja del gobierno esla debilidad de una derechano estructurada, ms allde la alianza que mantienea travs de la MUD y de lasapariencias, se encuentrainternamente dividida, unaderecha que no termina de

    capitalizar a ondo el declivedel chavismo. Pero dnde laderecha ha movido sus chases hacia el movimiento sindi-cal, aprovechndose dema-ggicamente del alto gradode confictividad sindicalpor recomposicin salarial,sabiendo articularse con casitoda la gama de sectores delsindicalismo no an al go-bierno. Esto no quiere decirque la derecha, en medio deldeclive chavista, no comien-ce a ortalecerse hacia lasprximas elecciones presi-

    denciales, quien por mane-jar un gran aparato nacionalcon grandes medios inclui-dos que amplican sus pol-ticas, puede capitalizar algo

    de esta situacin gracias ala colaboracin de un ala delos dirigentes burocrticos.Justamente, estos sectoresde la burocracia sindical co-locan al movimiento obreroa merced de las corrientesburguesas de derecha comodesgraciadamente vimos enlas importantes marchas deGuayana del pasado 26 demarzo o en las del propio 1de Mayo, donde sectores delo ms rancios de la burgue-sa hacan su activa presen-cia.

    XEn esta situacin es claveorjar un movimiento in-dependiente de los bandosburgueses en pugna, yasea el gobierno nacionalo la oposicin de la dere-cha, donde la necesidaddel reagrupamiento de lavanguardia obrera en tor-no a un programa y unaperspectiva de indepen-dencia de clase est msplanteada que nunca. Poreso urge bregar porque seabra paso, desde las bases,entre la vanguardia obrera

    y la juventud, una verda-

    dera corriente clasista ycombativa, de unidad des-de las bases en lucha y conplena independencia declase, avanzando en orjaruna poderosa organizacinrevolucionaria, un partidorevolucionario de los tra-bajadores. Luchar por unaperspectiva independiente

    y un programa de clase, esla clave del momento, sinoqueremos que el descon-tento de Chvez sea apro-vechado por la derecha.

    mILtON dLeN

    Despus de maniobrar conlos hilos del poder estatalpara dejar libre e impune alnico sospechoso real delasesinato de un obrero enla rustrada asamblea detrabajadores del pasado 09de junio, ahora la gerencia

    de Ferrominera del Orinoco,junto al burcrata patronal ygobiernero Alredo Spooner(de la FBT), prepar unnuevo ataque y amenazacon despidos masivos.

    Quieren reventar al sectorde trabajadores que quiereluchar sin subordinarse a lapatronal. Todos los posiblesdespedidos estn vincula-dos a la plancha de RubnGonzlez. Empezaron conuna lista de 14, pero se esthablando de unos 60 obre-

    no a LoS dEen Ferrominera

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    En las distintas marchas sin-dicales que se han realizadoen buena parte del semestrede este ao, como la del 5 deebrero en Caracas, el 26 demarzo en Ciudad Guayana,

    y nuevamente en la del 1 deMayo en Caracas, convoca-da por el FADESS y Solidari-dad Laboral, podamos verla participacin activa, y enla de Guayana al rente de lamisma, de representantespolticos del bloque oposi-tor de la MUD como MaraCorina Machado y LeopoldoLpez, entre otras altas gu-ras de los ms rancios in-tereses de los capitalistas ydel imperialismo. Si esto nouese trgico, podramos es-tar escribiendo una nota deparodia del mundo al revs,

    donde altos representantesde la burguesa marchancon la clase obrera. Pero loms triste an, es que unode los sectores convocan-tes de estas marchas es elagrupamiento de la USI deOrlando Chirino que dicerepresentar los intereses delos trabajadores.

    Los burcratas sindicalesagrupados en FADESS, granparte de los cuales son diri-gentes activos de partidos ygrupos de la oposicin bur-guesa, pretenden hacerlecreer a los trabajadores queser de la mano de sus pro-pios verdugos como conse-guirn hacerle rente a losproblemas de la explotacin

    y la pobreza en el capitalis-

    M C y Lel Lec l clse be?gobierno, as como los

    ndes empresarios, pre-dehacernoscreer quelaca manera de combatirfacines cediendoa ladeganancias delos ca-listasreprimiendo nues-salarios.Los trabajado-

    vienen resistiendo y esue expresa laoleada deas por recomposicinrialquese extienderen-alto costodelavidaque

    mentagalopante. Poresonecesario poner en pieplan nacional de luchaovilizacin. La primera

    didaes launidad deto-os queestnluchando,

    s la dispersin delmo-iento obrero constituye

    n rograa ara luchar

    Tra La CarESTa dE La vida Y La inFLa-n Es necesario luchar por un Salario

    imo igual a la cesta bsica amiliar!

    ala mvil de salarios! Por una clusulajuste salarial mensual al aumentar laacin, en todos los contratos y conve-!Tra La prECariEdad LaBoraL Por el

    e a nmina de todos los tercerizados!el pase a jo de los contratados!

    al trabajo, igual convenio!Ta dE rETraSar La diSCuSion dE LoSvEnioS Discusin ya de todos lostratos colectivos imponiendo realesquistas de los trabajadores!Tra La ESpECuLaCin Y EL aCapara-

    nTo Control de precios por los propiosajadores/as! Comits de abasteci-nto obrero-populares!a iMpuLSar La produCCin aL SEr-o dEL puEBLo Expropiacin sin pagoas principales empresas de alimentosncionamiento bajo gestin obrera!atizacin de la banca bajo control detrabajadores y usuarios de escasos

    EENERODE 2009:olica deAnzotegui,godelgobernador

    olucionarioTarekWi-mSaab,atacacongases,

    igonesy centenaresalasdeplomoa losajadoresde laMitsubis-otors,asesinandoadosrosenel intentodedes-

    odelabricaordenadoa justiciaburguesa.breros paralizaron

    antayla tomaronendomejores condi-esy medioambientede

    CaSo MiTSuBiShi

    Los trabajadores y trabajadoras deCarrizal, Los Teques y otras zonasde Miranda comienzan a dar pa-sos tendientes a la unicacin yorganizacin de los distintos sec-tores en lucha. Esta regin cons-tituye un polo de concentracinde empresas y bricas de manu-actura, alimentacin, servicios

    y otras ramas de la industria pri-vada, donde los trabajadores hanvenido desarrollando importan-tes luchas sindicales, salariales

    y por convenios colectivos en elltimo perodo. Los pasos haciala coordinacin nacen de los pro-pios trabajadores y trabajadorasque ven la necesidad de agruparserente a los atropellos que vienensuriendo por parte de los empre-sarios, quienes junto a una maade abogados laborales y la com-plicidad abierta de la Inspectoradel Trabajo de la zona constituyenun verdadero rente antiobrero.Hasta hace pocas semanas, cuan-do la movilizacin obrera logrla destitucin del Inspector delTrabajo de Los Teques, la Inspec-tora, que supuestamente tendraque jugar un papel de rbitro enel conficto patrono-empresario,estaba en los hechos controladapor el sector empresarial, se habaconstituido una ocina ms delsector patronal. No exista un soloreclamo salarial, denuncia pordespidos, atropello por parte delos patronos, los convenios colec-tivos, reclamo por la insalubridad

    y condiciones de trabajo que laInspectora del Trabajo, encabe-zada por Johnny Reyes, no allaraa avor de los empresarios.

    La destitucin de Losinspectores deL trabajo

    Hacia un rir ncunro rgional rabajaor n lucha

    Tbjes e ls alts Ms se

    De esta manera, el 25/06 realiza-ron una primera reunin en la queempezaron a coordinarse. En estareunin se hicieron presentes msde una decena de obreros y obre-ras representando a cinco em-presas y bricas, entre ellas, delsindicato de la brica de tubosC.A. ARMCO VENEZOLANA, delsindicato de la GIACOMELLO, delsindicato del Centro ComercialLA CASCADA, de la empresa Ma-tadero TROPICAL y de la empresaDOMINGUEZ y CIA., as como va-rios delegados de prevencin delas mismas. El primer hecho quelos unicaba era la pelea por ladestitucin de los Inspectores del

    Trabajo de Los Teques, Ronny Re-yes, y de Los Valles del Tuy, NancyJimnez Forero, quienes eran losms connotados artces y ejecu-tores de las polticas antiobreras ypropatronales.

    As, en la pelea por la destitu-cin de los Inspectores del Tra-bajo, naca la primera actividadorganizando una maniestacinrente al Ministerio del Trabajoque se program para el 29/07,

    y que cont con la presencia dems de 100 trabajadores. Erandirigentes sindicales y delegadosde prevencin de las empresas

    Armco Venezolana, Balgres, CCLa Cascada, de Mataderos Tropi-cal, de la Corporacin Industrial

    Americer, de Puertas Tiuna, de IPFerrocarril, de la Fbrica Nacionalde Cementos y la empresa de em-butidos Giacomello, adems deotras representaciones sindicales

    y de bricas. Fue una nutridarepresentacin pues la mayorason empresas privadas, donde lostrabajadores, salvo que paralicenlas empresas, no pueden salir delas mismas a una actividad quese realiza en horario laboral. Los

    trabajadores cantaban sus de-mandas y haba mucho nimo delucha. Al nal, ueron recibidospor el viceministro del Trabajo ypor el director de Ipsasel para laregin mirandina. Luego de algu-nos das se supo el resultado de laprimera maniestacin de protes-ta: los Inspectores de Los Teques

    y de Los Valles del Tuy eran desti-tuidos, constituyendo un primertriuno de los trabajadores.

    Hacia una mayorcoordinacin yorganizacin entreLos trabajadores

    En la segunda reunin de los tra-bajadores y las trabajadoras paraseguir avanzando y dando nuevospasos, realizada el 09/07, habamucho entusiasmo con el primertriuno alcanzado. Esta vez habams trabajadores y trabajadoraspresentes, que nuevamente hicie-ron su presentacin, siendo la de-legacin de la Giacomello la msextensa, empresa donde el patro-no en complicidad con la Inspec-tora del Trabajo haba despedidoa una buena parte del sindicato,entre ellos a Johan Rivas, secreta-rio general del mismo, con el obje-tivo de descabezar la lucha de lostrabajadores y las trabajadoras. Elambiente era de ir por ms, queno haba que quedarse con estepequeo triuno, pero que habaque extender esta iniciativa a msempresas y bricas de la regin.

    Se abri la discusin sobre qunombre darle a estas reunionesobreras, donde venan dirigentessindicales y delegados de preven-cin. Surgieron varias iniciativas,

    y aunque se decidi dejar parauna prxima reunin la denicindel nombre, en los hechos est

    naciendo una coordinadora delas bricas en lucha de la regin,proceso indito que surge des-de dirigentes sindicales de base

    y activistas obreros. Pero una delas resoluciones ms importantes,luego de analizar la situacin ydistintas intervenciones, ue la deconvocar a un Encuentro Regio-nal de Trabajadores en lucha delos Altos Mirandinos, cuya echatentativa sera el 13/08. Se plan-te adems la necesidad de hacercomisiones para ir a las distintasbricas y empresas de la reginpara que se sumaran a estas re-uniones de coordinacin y que elEncuentro sea masivo y con uer-za.

    De avanzar en este sentido seraun primer paso hacia a la auto-organizacin de los trabajadoresque comienza a nacer desde lasbases, distinto a diversos movi-mientos sindicales que no pasande ser reuniones de burcratassindicales, la mayora atados aintereses de los patronos o delgobierno que lo que buscan esevitar que los trabajadores en susluchas decidan sus propios desti-nos, y llevar agua para el molino

    de la gobieunidabricunicclaveprocedandnecesdinac

    y empdirectraba

    y las tamecandobrertrabade undecirbajaddemocida cticamtambsindia las obrerpectivinstan

    y autola luc

    A PROPSITO DE ANTIIMPERIALISMO, GOBIERNO OBRERISTA Y DESARROLLO NACIONAL

    Gobirno nacional y ra rua bucan ncarclar a irign obrro orEl pasado 13 de abril -justo esaecha!- el Estado venezolano, atravs de la Fiscala de Tume-remo, estado Bolvar, imput acuatro dirigentes sindicales dela empresa mixta VENRUS porsu participacin en una protestaobrera contra la empresa ocurri-da en ebrero.

    El 21 de ebrero inici una huelgaque dur 11 das. Los trabaja-dores denunciaban, entre otras

    cosas, condiciones de trabajomuy inseguras, terrorismo labo-ral por parte de la presidenta dela empresa, y extravo de 28.500toneladas de oro. Edward Lpez,secretario General del sindicato,Jos Inante, secretario de Recla-mos, Rubi Chirinos, secretario de

    Actas y Alan Ortega, secretario deOrganizacin, son acusados delos delitos de agavillamiento, in-terrupcin del acceso al trabajo einstigacin a delinquir, por lo que

    unade susprincipalesdebili-dadespararespondermsor-ganizadamentea los ataquesdelgobiernoy los empresa-rios.Espor estoquehoymsquenuncasehaceimportan-telograrla unidadde laslasobreras, organizndonos ymovilizndonoscon nuestrospropios mtodos de luchaparapodertriunarcontralosplanes patronales, tanto delaempresaprivadacomo delgobierno nacional. Es nece-sariodarpasosdecisivosparahacerpesarla centralidad delaclaseobreray suuerzaenlaescenapolticanacional,enelcamino delalucha por laindependenciade clase. Paraesodebemosavanzarlo ms

    prontoposibleen coordinardesdelas bases, unicar lasluchas, hacer asambleasde todos los trabajadoresde cada empresa, tanto -

    jos como contratad os ytercerizados, encuentrosregionales y nacionales dedelegadosparavotar planesde lucha unicados por elsalario digno, los contratoscolectivos, la seguridad ysalud en el trabajo, contralosdespidos,contrala deva-luaciny lainfacin,contralacriminalizacindela pro-testay porla libertadplenadetodoslos trabajadoresycampesinos presos por lu-char. mo. La nica ventaja de

    polticos burgueses reaccio-narios como Mara Corina

    y Leopoldo Lpez es quecircunstancialmente estnen la oposicin, que no songobierno nacional, y en su

    juego de demagogia polticase pueden permitir cuestio-nar las polticas del gobiernoque aectan a la clase obre-ra, pero hasta all llegan susventajas para pretenderubicarse como aliados delos trabajadores. Porque laspolticas del gobierno querecaen sobre los trabajadoresno son sino la consecuencialgica de que est gestionan-do el sistema de explotacincapitalista, y los de la MUDson ardientes deensores dela explotacin capitalista! Suspropuestas de salidas a loproblemas sociales se redu-cen a dar mayor libertad deaccin a los empresarios na-cionales y al imperialismo.

    Y ms an, estos arsantesamigos de los trabajadores,

    recursos! No al pago de la deuda exter-na! Dinero para la educacin, salud,vivienda y produccin de alimentos, no

    para los bancos imperialistas! Expro-piacin de todos los terratenientes!Tierra, maquinaria y crditos baratospara las cooperativas campesinas! Niun bolvar ms para los capitalistas!BaSTa dE CriMinaLizaCin dE LaSLuChaS oBrEraS Y popuLarES! Por eldesprocesamiento de todos los compa-eros y compaeras enjuiciadas!BaSTa dE MuErTES oBrEraS porLuChar por SuS dErEChoS! JuiCio YCaSTigo a LoS CuLpaBLES MaTEriaLES E in-TELECTuaLES! Abajo las bandas armadassindicales que amedrentan a los traba-

    jadores y que asesinan obreros como enFerrominero!

    por La unidad dE LaS LuChaSFrEnTE a LoS aTaQuES

    dEL goBiErno Y LoS paTronoSaL SaLario Y aL EMpLEo!

    no solo son polticos bur-gueses en cuanto sus ideasrepresentan a los capitalistas,sino que ellos mismos y susamilias son empresarios/as que explotan y oprimendirectamente a ranjas de la

    clase obrera incluso llegan atener relaciones directas conlo ms rancio del imperialis-mo, como Corina Machado

    y sus cordiales relacionescon el carnicero Bush hijo.Y no podemos olvidar queestos supuestos aliados dela clase obrera respaldaronampliamente el golpe em-presarial y proimperialista de2002!

    Es que acaso un capitalis-ta, amigo del imperialismo

    y poltico burgus golpista,puede ser amigo de la claseobrera? Miserias de la histo-ria y espectculo triste si nouese tragedia para la claseobrera que hay quienes den-tro de sus las le hacen el

    juego a esta gentuza.

    trabajo,derechos laborales,yenrechazoal despidode135obrerostercerizados.Chvezlamentla muertedelosobreros,aunquesugirilaposibilidaddeque lostraba-

    jadoresestuviesen armadosyportanto seranresponsables

    delaactuacinpolicial.Latransnacional imperialis-tajaponesa buscabahacerpagara lostrabajadoreslosprimerosgolpesdelacrisisinternacionalde laeconomacapitalista,los trabajadoressenegabana pagarla crisisdelosexplotadores.Elcapitalimperialistajaponsysugobiernopidieron ayudaalgobiernorevolucionariode

    Venezuela.El gobiernoso-cialistaprivilegimantenerlasbuenas relacionesconelimperialismo japons,que

    tieneinteresesenlaexplo-tacindelpetrleoy elgasvenezolano,y alquevienesolicitndoleprstamos. Elgobiernoantiimperialis-tagarantiz elmentelosinteresesdel imperialismo

    japonsy suderechoa

    explotar:noslo conlabrutalrepresinyel asesinatodedosobreros;luegodeestolaministraMaraCristinaIglesiasamenaz condecla-rarilegallahuelga,loqueimplicarala consiguienterepresincon GuardiaNacio-nalBolivariana;msadelan-te,elmismoministeriodelTrabajoaprob eldespidodetodaladirectivasindicalqueencabezlaluchay debuenapartede labaseobreracombativa:limpiandol abricaparaqueel capital

    imperialistapueda imponerconnormalidadla msbrutaldictadura patronalalostrabajadoressin quehayaresistenciaorganizada!

    19 DE MARZO DE 2009:Venezuela y Japn rman unpacto de cooperacin ener-gtica. El ministro RaaelRamrez arma que Entre

    Venezuela y Japn habr unnivel de relacin ms alto[] Podemos suministrar aJapn parte importante delpetrleo que necesite.

    11 DEFEBRERODE2010:Elgobiernoanuncialasempresasque haseleccio-nadoparalaexplotacindepetrleoenlos proyectosCarabobo1y 3,entreesas,lasjaponesas MitsubishiCorporatione InpexCorpo-ration.El PresidenteChvez,enactopblicoconlos

    representantesde lastrans-nacionales,arma, entreotrascosas:Connosotroshaypermanentemente unacampaadiciendoquesehanidotodaslasinversionesinternacionales,que nohaygarantas.Almundolehablo,anuestrossociosyaliados:sabenqueaqutienentodaslasgarantasqueestnenla

    Constitucin,en lasleyesynuestravoluntad()todaslasgarantasdeinversin,derepatriacin decapitales,ademslos deustedesnosoncapitales especulativos,golondrinos.

    03DEMARZODE2011:Elsindicatode laMitsubishiMotorsdespedido conauto-rizacindel gobiernonacio-nalinormaquelaempresa

    japonesaintrodujo acusacio-nespenalescontrasietedelos trabajadoresdespedidos,

    porlascualespuedensercondenadoshastaatresaosdeprisin.

    26DEJUNIODE 2011:LaAgenciaVenezolanadeNoticiasinormadelarmadeunnuevoconvenioentreelgobiernovenezolanoy elgobiernojaponsen elreapetrolera.Lanotainormadelasbuenas relacionesentreambosgobiernos,delpagoporpartedeVenezueladelacasitotalidaddel prstamode3.500millonesde dlaresquelehizoJapnen2007,ydeunnuevoprstamopor1.500millonesdedlares.

    As,as,as es que segobiena?

    HECHOEN CAPITALISMO!

    pueden ir presos hasta por cincoaos. Antes de iniciar la acusa-cin penal, ueron despedidos,sin importar el uero sindical.

    La empresa mixta la conormanla transnacional rusa Agapov,a travs de Rusoro Mining de

    Venezuela, y la Empresa de Pro-duccin Social Minera Nacional,adscrita al ministerio para lasIndustrias Bsicas y Minera(MIBAN). El juicio cursa por

    acusaabogasentanal Bo

    Digntienddesacon edesabre lalos pres dec

    CORRespONsAL

  • 8/4/2019 En Clave Obrera No 26 - FINAL - WEB

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    E cve oe jl - st e 2011 E cve oejl - st e 2011

    e la izquierda clasista y revo-naria hemos venido denun-

    do desde hace tiempo el girovez ms marcado del gobier-acional hacia una polticaiminalizacin de las luchass explotados, expresado ensos mecanismos legales, ju-les, policiales y discursivos.poltica no es de hace unossino que tiene ya varios aos

    urso. Sin embargo, gran parteizquierda jams denunci y

    a movilizar a tiempo contrapoltica, obedeciendo a surdinacin al gobierno nacio-

    uyo proyecto lleva implcitacesidad de un Estado uerteorzar un curso nacionalis-

    n el capitalismo semicolonialas. Recin hace unos meses

    nos sectores parecen haberubierto el asunto, pero impi-do la claridad poltica del mo-ento de masas y la clase obre-ues se empean en ocultarsponsabilidad del gobiernoonal y del propio presidenteez.

    entes polticas de composi-social y tradiciones polticasiversas, pero emparentadas

    apoyo a Chvez, como ele Nacional Campesino Eze-Zamora, el Movimiento de

    adores (de la zona metropo-a), los marxistas de Mareaalista, y grupos menores, antenstante evidencia de la pol-riminalizadora del gobierno

    onal que incluso les ha to-directamente a algunos de

    , han debido asumir comoal la denuncia de esta cues-pero para no dejar de seral gobierno nacional tergi-

    n completamente la realidadalar como responsable dea un antasmal Estado bur-, en abstracto, salvando porpleto de responsabilidad alrno y a Chvez, es decir, a

    carnacin real de ese Estadous. A juzgar por los volan-

    discursos y consignas de es-rupos, Chvez y su gobiernoestn a la cabeza del Estado

    us desde hace ms de unada no son responsables deminalizacin de la protestauchas. Gracias a esa extraaa ue que el 07 de junio pasa-

    a marcha que convocaran encas para rechazar la crimina-n, era a su vez encabezadaas consignas de apoyo plenovez.

    Ea uu cmalza la lucha ea yulae... y el e e Chvez ee aa ue ve?

    na diSCuSin nECESaria Con SECTorES dE La izQuiErda progoBiErno

    La verdad es que el Estado no esun sujeto con vida propia, noexiste sino a travs de los sujetosconcretos que le dan vida con susrespectivos proyectos polticos yacciones cotidianas de gobierno.No hay tal cosa como un Estadoactuando por s mismo con vidapropia por uera de la voluntad

    y acciones concretas de quieneslo dirigen. El Poder Ejecutivo en-cabezado por el presidente de laRepblica Chvez, es la cabezadel gobierno y del Estado, ademsel chavismo, como movimiento

    y proyecto poltico, superadoslos aos de mayor crisis social einstitucional (2002-2004), osten-ta tambin un gran control en

    las dems instancias del Estado,como el Poder Legislativo Asam-blea Nacional, el Judicial, el Ciu-dadano (Fiscala, Contralora yDeensora) y el Electoral, inclu-

    yendo el gran control logrado en

    las Fuerzas Armadas. Cuenta ade-ms desde hace muchos aos conla gran mayora de los poderesejecutivos y legislativos regionales(gobernadores, alcaldes, consejoslegislativos regionales y concejosmunicipales).De manera que, qu tienen quever Chvez y su gobierno con laexistencia de miles de luchadores

    y luchadoras (obreros/as, cam-pesinos/as, indgenas, habitantesde los barrios) procesados judi-cialmente? Mucho! Desde hacevarios aos atrs el gobierno na-cional vino montando todo unentramado legal para proscribir ypenalizar las luchas en los ms di-

    versos sectores sociales y espaciosdel pas, reorzando los aspectosantiobreros y antipopulares dealgunas leyes existentes y crean-do algunas nuevas1. Esto se hizo atravs de la Asamblea Nacional en

    los aos de control absoluto delchavismo en esta. Gracias a estemarco legal, muchas medidas delucha obrera, campesina y popu-lar, pasan a ser denidas comodelito, y sus responsables seran

    A primera vista no parecie-ra haber necesidad, entrela izquierda, entre el movi-miento obrero y popular,de discutir sobre la impor-tancia de la deensa de lasllamadas libertades demo-crticas. Quizs estando enotro pas, sera ms sencillala cuestin, pero estamosen la Venezuela de hoy, cuyorgimen expresa un proyec-to con aspiraciones nacio-nalistas en un pas semico-lonial, con una poltica deregateo con el capital impe-rialista que lo lleva a confic-tos con este y con el gruesode la clase dominante na-cional, que ha naturalizadola dominacin imperialista

    y se encuentra estructuradaalrededor de un esquemade subordinacin econmi-ca y poltica sin regateos deningn tipo. Por esto, ancuando este gobierno man-tiene en pie lo undamentalde la condicin capitalis-ta y semicolonial del pas,garantizando los intereseseconmicos de las clasesdominantes, estas no loconsideran su gobierno, lle-gando incluso e desarrollarintentos reaccionarios parasacarlo del poder por vasde uerza (golpe de Estadode 2002 y paro patronal-pe-trolero de 2002/2003). Y porsi uera poco, el gobiernodice que est haciendo unarevolucin y hasta se auto-proclama socialista.

    Qu relacin tiene todoesto con el asunto de las li-bertades democrticas? Quepara llevar adelante su pro-

    yecto, el chavismo adquiererasgos bonapartistas, pro-poniendo un Estado uertepara encarrilar al conjuntode las clases hacia el objeti-

    vo de desarrollo nacional,articulando a su vez al Es-tado alrededor de una granconcentracin de poderesen la gura presidencial. Poreso, aunque se base en unamplio apoyo de masas, seproclame aliado de las cla-ses explotadas y pobres y, dehecho, sea percibido as porvastos sectores de masas,su objetivo lo lleva a bus-car que el Estado, y el PoderEjecutivo en particular, ten-gan cada vez ms mayoresniveles de control sobre el

    p q l f l l

    conjunto de las clases socia-les en pugna, lo que implicauna progresiva restriccinde las libertades democr-ticas, como las de manies-tacin, huelga, organizacinsindical, diusin de ideas,

    y hasta de asociacin pol-tica. El gobierno lo hace ennombre de la uerte pugnacon la oposicin burguesa

    y argumenta que se trata dedeenderse de la conspira-cin y el golpismo, o de lainjerencia imperialista, y asu vez, la oposicin burgue-sa, por supuesto, resiente ydenuncia esto. La izquier-da subordinada a Chvezasume en buena medidala lgica gubernamental, ycuando no, se cuida de nodenunciar y combatir abier-tamente esta poltica, teme-rosa de caer en el mismodiscurso de la oposicinburguesa que denuncia elautoritarismo de Chvez.

    Algunos llegarn a decir,con una lgica supuesta-mente marxista, que la re-volucin, para deenderse,no debe hacer culto a estaslibertades burguesas.

    En primer lugar, en nuestropas no hay ninguna revo-lucin ni el gobierno es ungobierno revolucionarioanticapitalista. En segundolugar, la verdad es que estaactitud dcil de sectores dela izquierda ante la arreme-tida gubernamental contralibertades democrticasclaves es una capitulacinante el rgimen burgus,pues es incapaz de deen-der derechos elementalesde la clase obrera y el pue-

    blo, dejndole adems elcamino a la demagogia dela oposicin burguesa quepretende venderse como laexclusiva deensora de losderechos democrticos. Ytopamos con otra cuestinundamental. El cinismo yel descaro de la oposicinno tienen lmites, preten-de que slo el gobierno deChvez restringe las liber-tades democrticas, cuandoen realidad cualquier rgi-men burgus lo hace hacialas masas explotadas, comode hecho ue en el punto-

    jismo!, pero esa realidad lle-va a la izquierda que apoyaa Chvez a sealar el carc-ter y el pasado represivo delrgimen puntojista, mien-tras al mismo tiempo ignoralas movidas antidemocrti-cas del actual rgimen.

    Desde la perspectiva de losintereses de las clases explo-tadas y oprimidas, ningunapugna contra sectores reac-cionarios de las clases do-minantes puede llevarnos a

    justicar que el Estado bur-gus recorte las libertades

    de los explotados y el pue-blo pobre. En una sociedaddividida en clases, basadaen la explotacin y domi-nacin sobre las mayorastrabajadoras, donde el Es-tado es el principal instru-mento poltico de ese ordensocial, cualquier restriccinde las libertades democr-ticas caer con seguridadmucho ms uerte sobre lasmasas explotadas que sobrelos acciones de las clasesdominantes que circuns-tancialmente estn en la

    oposicin. Hoy bastara conconstatar que mientras haymiles de luchadores obre-ros, campesinos, popula-res o indgenas procesados

    judicialmente (incluyendola prisin temporal de diri-gentes obreros e indgenas),no hay un solo capitalistani terrateniente enjuiciado,mucho menos en prisin.

    Y es que si, de acuerdo conel marxismo, la democraciacapitalista es la mejor en-voltura de la dictadura delcapital (Lenin), de ningunamanera eso implica de partede los revolucionarios y dela clase obrera una indie-rencia hacia las libertadesdemocrticas de la sociedadburguesa. La democraciacapitalista, ciertamente, noes capaz de dar a las masasexplotadas y oprimidas msque libertades e igualda-des ormales, en el sentidoque tales derechos en el pla-no poltico no impugnan enmodo alguno la persistenciade la mayor desigualdad ydictadura social que implicala explotacin capitalista en

    el plano econmico. De he-cho, una cuestin elementalcomo la libertad de expre-sin es una arsa porquelas masas trabajadoras notienen en su manos los me-dios materiales para hacerlarealidad, las imprentas, elpapel, la radio, la televisin,

    y en general, las tecnologas y los recursos de diusinmasiva de ideas los concen-tra la burguesa y su Estado.Ms an, cuando la lucha delas clases explotadas poneen riesgo el orden burgus,

    U cmea e el maxm y la leae fmale e la emc

    Para ocultar la responsabilidadde Chvez y del gobierno na-cional en el enjuiciamiento, re-presin o encarcelamiento deluchadores, no ha altado quienintente malabares tericosarmando que hay que enten-der que una cosa es el Estado yotra el gobierno. La verdad, talprecisin no es ninguna nove-dad para el anlisis marxista delos Estados y las ormas de go-bierno, pero en boca de los pol-ticos gobierneros de izquierdano es ms que una rase vacapara eludir su propia responsa-bilidad.Podemos precisar an ms, aun-que someramente, y establecerlas dierencias relativas entre Es-tado, rgimen y gobierno, limi-

    tndonos a cmo se expresan enla poca del Estado burgus. ElEstado es el conjunto de institu-ciones polticas, armadas y judi-ciales que organizan, conducen

    y garantizan unas determinadasrelaciones sociales de produc-cin un orden econmico ysocial (unas determinadas rela-ciones sociales de produccin)a avor de determinada clase so-cial, es decir, una determinadasociedad de clases. Un Estado esuna mquina de dominacin deuna clase sobre otras, una dic-

    delincuentes.

    El discurso ocial, tanto de di-putados y uncionarios chavistascomo del propio Chvez, lleva im-plcita esta lgica, al negar cons-tantemente el derecho a huelga

    y calicar de conspirativa osaboteadora toda lucha o mo-vilizacin que no sea para apoyaral presidente o que no est ple-namente controlada por dirigen-tes subordinados al gobierno. Elpropio Chvez, en actos pblicos

    y televisados, ante millones de es-pectadores, ha descargado su pre-potencia y amenazas contra di-versos sectores de trabajadores enlucha, como los de las empresasbsicas de Guayana, los elctri-cos o los del Metro de Caracas (aquienes amenaz con militarizarel servicio si iban a huelga), porsolo mencionar algunos ejem-plos. Desde Ciudad Piar (en mar-zo de 2009), a los obreros que que-ran hacer paros los compar conquienes encabezaron el proimpe-rialista paro patronal y petrolerode 2002-03, y gir instrucciones alos rganos de inteligencia paraque actuaran contra los dirigentesobreros. As mismo, el gobiernoimpulsa los llamados cuerposcombatientes cuya uncin esque trabajadores entrenados porejrcito (del Estado burgus), y

    bajo sus rdenes, se encarguen devigilar, delatar y neutralizar a lostrabajadores que se proponganmedidas de lucha que aecten elnormal desarrollo de la produc-cin o de los centros de trabajo,sealando como saboteo y deli-to cualquier medida de lucha enese sentido.

    El amplio control del conjuntodel Estado le ha permitido al go-bierno desarrollar estas polticas.Lo que a su vez permite sacar otraimportante conclusin que ocul-

    tan completamente losgrupos revolucionariosprogobierno, y es que algobierno de Chvez na-die lo oblig a desarro-llar esta poltica de pena-lizacin y judicializacinde las luchas, no puedesiquiera excusarse en quedeterminada correlacinde uerzas en el Estadolo presion en ese sen-tido, sino que lo hizo porsus propios ueros, por supropia voluntad polti-ca de acuerdo a las ne-cesidades de su proyectopoltico.

    Es que la lgica estatistay bonapartista del chavis-mo implica una gran do-sis de control social, es-peccamente de controlde la lucha de clases porparte del Estado y su jee,el Presidente. El jee delEstado pasa a ser el rbi-tro de la lucha de clases.La lgica de Chvez y sugobierno es que los ex-

    plotados no deben lucharsino apoyar al gobiernoque lucha por ellos, y silos explotados desarro-llan con uerza sus pro-pios mtodos y accionesde lucha, el Estado y elgobierno se encargan demantenerlos a raya o,sencillamente, de disci-plinarlos.

    Ocultar estas verdades,lejos de ayudar a avanzarla conciencia de clase delas masas trabajadoras yexplotadas, lo que hace esconundir, lejos de alum-brar sobre quin nos gol-pea, busca tapar los ojosa los explotados. Peor anpara las corrientes que sereivindican marxistas,pues esta vergonzosamaniobra de denunciaral Estado pero no al go-bierno es una total capi-tulacin ante el rgimenburgus, una polticaque cumple el triste pa-pel de impedir el avancepoltico de la clase traba-

    jadora a comprender lanecesidad de asumir unaperspectiva de indepen-dencia poltica como cla-

    se explotada, de asumiruna poltica y estrategiapropias, sin apoyar ni irdetrs de ningn proyec-to poltico que gestione ypreserve la sociedad bur-guesa._______________1) Para detalles al respecto,ver Sobre leyes que crimi-nalizan la protesta (ECO N22, en http://www.lts.org.ve/spip.php?article235), yLeyes que criminalizan laprotesta obrera y popular(ECO N 24, http://www.lts.org.ve/spip.php?article307).

    una prECiSin SoBrE ESTado, rgiMEnY goBiErno

    tadura de clase. El rgimen vienea ser la orma especca de con-ducir el Estado, la denicin con-creta de qu tipo de institucionesse privilegian con relacin a otras,el especco sistema de relacionesque se establezcan entre las distin-tas instituciones, entre las clases ygrupos sociales (en el caso concre-to del Estado burgus, Lenin dir;el capital maniesta su poder deun modo donde existe una orma

    y de otro donde existe otra orma,pero el poder est siempre, esen-cialmente, en manos del capital, yasea que exista o no el voto restrin-gido u otros derechos, ya sea quese trate de una repblica democr-tica o no). El gobierno es la admi-nistracin concreta del rgimen yel Estado por determinado partidoo alianza poltica. Podemos tener

    varios gobiernos dentro de un mis-mo rgimen poltico como ueronlos gobiernos adecos y copeyanosbajo el rgimen puntojista, ascomo distintos tipos de regmenespolticos al mando del mismo Es-tado como lo ueron la dictaduraperezjimenista, el puntojsmo, yahora el chavismo, conduciendo elEstado burgus venezolano.

    Al respecto, dos cuestiones. En pri-mer lugar, como puede compren-derse, las dierencias entre estosplanos tienen un lmite, pues se

    trata de gestiones particulares,de ormas de gobierno espec-cas, pero dentro del encua-dramiento comn de sostenerun determinado orden social,es decir, comparten un mismocarcter de clase (en el caso delEstado burgus, comparten lamisma ubicacin de sostenerla dictadura del capital, la ex-plotacin y sometimiento delas mayoras trabajadoras). Ensegundo lugar, tratndose delchavismo, estamos precisamen-te en presencia de uno de esosregmenes donde las dieren-cias entre Estado, rgimen y go-bierno son bastante dbiles: esun rgimen con uertes rasgosbonapartistas, articulado alre-dedor de un lder nico, y en elque el Estado gira alrededor de

    la gura presidencial, el hom-bre uerte de la nacin cuyapresencia y voz de mando guanel accionar del conjunto de lasinstituciones estatales.

    Esgrimir argumentos sobre lasdierencias entre Estado y go-bierno, solo para ocultar la res-ponsabilidad de Chvez en lapoltica de criminalizacin delas luchas obreras y populares,es una maniobra discursiva sinundamento.

    COmIt de RedACCIN

    mARIO LpeZ

  • 8/4/2019 En Clave Obrera No 26 - FINAL - WEB

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    E cve oe jl - st e 2011 E cve oejl - st e 2011

    que comenz con unaboracin estrecha delerno de Chvez con el

    men colombiano tras lada de Santos a la pre-

    ncia, se ha extendidon conjunto de pactos y

    rdos que han venidodiendo la poltica bi-onal, dando inicio a

    un giro poltico en elamado de la polticaonal. Del restableci-nto de los acuerdos co-ciales con el gobiernoburguesa colombiana,

    uyendo el pago de deu-e indemnizaciones aresarios colombianosa suspensin de las re-nes durante del gobier-e Uribe, se avanz a la

    boracin estrecha conobierno de Santos parablecer un cerco y per-cin a combatienteschadores sociales para

    aptura y entrega al r-en genocida de Santos,

    ha completado con laperacin directa para laimizacin del gobier-urgido del golpismo enduras tras los acuerdos

    Cartagena, con el reco-miento de Lobo, electo

    manera raudulenta bajoobijo del gobierno gol-a de Micheletti, y cuan-l partido de Zelaya es-totalmente proscripto.

    ica todo un salto po-o para un gobierno quece, no slo progresista yiimperialista sino que

    uso que habla de so-smo, totalmente un-al a los intereses del im-alismo norteamericano

    LA pOLtICA ReGIONAL de CHveZy lo inr l irialio yanqui

    en la regin, dando inicio auna diplomacia contrarre-volucionaria que contribuyea aplastar a los movimientosde resistencia ante los planesde las burguesas locales ydel imperialismo.

    Un gobierno que se jacta deuna poltica de plena sobe-rana ante los intereses nor-teamericanos, ha aanzadolas alianzas con los serviciosde inteligencia colombianos,que por interpuesta personaimplica en los hechos tam-bin la cooperacin con losdel gobierno norteamerica-no, a sabiendas que quientiene gran participacin ycontrola los de Colombia

    son los propios EstadosUnidos. En un pas dondeviven ms de dos millonesde trabajadores y campesi-nos colombianos, en su granparte huyendo de la perse-cucin del rgimen genoci-da, desplazados de guerra ypor expulsin de sus tierraspor la guerra de la ranciaburguesa, y en busca de unlugar de trabajo tranquilosin el acosamiento polticocotidiano y el asesinato demiles de sindicalistas, estospactos con los servicios deinteligencia colombianos noson ms que la extensin dela guerra sucia al territoriovenezolano para liquidar laresistencia de un pueblo queen dcadas ha venido en-

    rentando al rgimen geno-cida colombiano. Es por esoque no se trata solamente dela entrega de algunos gue-rrilleros particulares, sinotoda una extensin oensivaal acoso, a la persecucin ya vivir nuevamente con elmiedo de millares de colom-bianos que sus movimientospolticos y sociales que acti-van en el pas estn bajo lasospecha y la mira del rgi-men colombiano, y por cual-quier decisin de la justiciaburguesa y del gobierno deSantos, puedan ser enviadosa que se los condene a viviren las mazmorras donde yase pudren miles de traba-

    jadores, campesinos, estu-

    diantes, de los movimientospopulares e intelectuales.Como armamos cuandoue capturado Joaqun Be-cerra, Santos ha dejadoclaro que la lucha contra loscombatientes colombianosva con todo y desde todaspartes, gracias a la colabora-cin del gobierno de Chvezque contribuye a su cerco ya su captura, ya que Vene-zuela se suma la poltica deseguridad de Colombia. Espor eso que el plan Cndorha venido a la mente de mu-chos luchadores de toda La-tinoamrica con esta polticacolaboracionista.

    No es algo menor tampocolo que activaron los gobier-

    ro poltico del gobier-e Chvez hacia una

    echa colaboracin conbierno proimperialis-

    be l ete e mlttes elles y lt e sectes e qe c Ce

    La euc e la y la clu cal 12 a

    La MiSEria dE Lo p

    Aqutenemosla poblacinclasicadaenquintiles,esdecir,en cincopartes demenoramayor.Vemosqueun aoantesdeque

    llegaraChvezalgobierno,el20%msricodelapoblacinsequedabaconmsdela mitaddelosingresosnacionales,y enconjuntoconel20%queleantecede(quintil4),sellevabanel74,5%,es decir,el40%dela poblacinsequedabacontrescuartaspartesdelosingresos.En12 aosde gobiernodeChvez,contandocongran apoyoy movilizacindemasas,y conmuchosaosdealtosprecios

    AlllegarChvhogareseranpnotenan satielementales,denpobrezaexgobiernosupuun24%delosporesaraznextrema.Estapartede lapobhogaresaprox522.629enpoquehayunaspobreza,delamillonesen p

    Ademsdelamedicindelapobrezadeacuerdoa NecesidadesBsicasInsatisechas(pobrezapor NBI),lasinstitucionesocialestambinlamidendeacuerdoa LneadeIngreso(pobrezaporLI), esdecir,quienessusingresosson inerioresa laCanastaBsica

    Alimentaria.Aquellosquecombinanambascaractersticassoncatalogadosensituacindepobrezacrnica.As, mientrassiguenen pielosnegociosdelos empresariosy banqueros,tantonacionalescomoextranjeros,ymientraslaburguesaylas clasesmediassedan unavidaostentosa,enel pastenemoscasi800 milhogaresen pobrezacrnica,aproximadamen-te3 millonesymediode personas.Estaspocasciras,calculadasporel propiogobierno,no solomuestranqueel gobierno

    nos de Chvez y Santos enlos acuerdos de Cartagenahacia Centroamrica, espe-ccamente en Honduras.Los acuerdos que se tradu-

    jeran en el reconocimientode Lobo, surgido del propiogolpismo, pacto que seraaplaudido por el propio Es-tados Unidos, raticado porlos pases centroamerica-nos posteriormente y lega-lizados en la reunin de laOEA por todos los pases delcontinente a excepcin deEcuador, implic la legiti-mizacin del primer golpe anivel continental desde quecayeran las dictaduras ge-nocidas en los aos 70 y 80.Reconocen un gobierno que

    es odiado por el movimien-to de masas, y justo cuandoste ms reprima a miles detrabajadores, pobladores po-bres y campesinos, que anse niegan a abandonar su re-sistencia contra el golpismo.Es como si luego del golpede Carmona en el 2002 ennuestro pas, ste se hubiesemantenido y al cabo de unoscuantos meses convocaraa elecciones raudulentascomo las que ueron las deLobo y asumiese un nuevopresidente, y todos los go-biernos, incluyendo los lla-mados progresistas salierana raticarlo. Justamente estoes lo que ha acontecido porprimera vez en dcadas en elcontinente, es esto lo que ha

    rmado Chvez.

    De tanto discurso contrael imperialismo yanqui,Chvez ha pasado a desarro-llar esta neasta colaboracincon la poltica imperialistaen la regin, que llevada has-ta sus ltimas consecuen-cias, la actual poltica deChvez conduce a enredarsecon el imperialismo y acilitaque este asiente duros gol-

    pes al movimiento de masas enla regin. No se trata ya de l os ne-gociados y asociaciones con lastransnacionales que se siguenllevando buena parte de nues-tras riquezas y pueden repatriarlibremente lo que le extrae alpueblo trabajador de nuestropas, de los acuerdos con un sinnmero de pases que en verdadno son ms que testaerros de losintereses imperialistas, del pagoreligioso de la deuda externa

    donde el gobierno es elicitado porque siempre paga sus compromi-sos de deuda a tiempo, tal como loexpresa la banca internacional dela poltica de endeudamiento delgobierno, se trata de una colabora-cin contrarrevolucionaria con laburguesa regional proimperialista

    y con el propio imperialismo.

    Con el n de recalcar su buena vo-luntad, Chvez opera ocialmente,no ya para mantener lo que es todo

    el sistema capitalista semico-lonial cuestin que hemosinsistido hasta la saciedaddesde que asumiera por pri-mera vez el gobierno, sinoque establece alianzas paraperseguir a aquellos que ensus pases se rebelan contrasus gobiernos y lo combatenabiertamente, colocndo-se del lado de los bandidoscapitalistas que asesinan aobreros y campesinos. Y lapoltica exterior siempre hasido continuacin de la pol-tica interior, pues persiguelos mismos nes sentencia-ba Trotsky. Por eso se vienedando una total conjugacincon las polticas del gobier-no en el plano nacional, tal

    como constatamos en esteperidico, donde se vieneacentuando tambin unuerte giro con las luchas delpueblo trabajador, que enlugar de dar respuesta a susdemandas insatisechas lesniega un salario digno renteal alto caresta de la vida y seles responde con represin,con el enjuiciamiento yhasta encarcelamiento a losluchadores obreros, y msrecientemente, a travs delPSUV, se vienen organizan-do en zonas como Guayana,bandas armadas y patotas decabilleros al mejor estilo delos adecos cuando actuabanas dentro de los sindicatos.

    Los trabajadores, los campe-

    sinos y la poblacin pobrehan venido luchando, ex-presando su odio de milmaneras al imperialismo

    y sus agentes naciona-les, pero el nacionalismoburgus de Chvez, porms que todos los das sellene la boca hablando deantiimperialismo, no hahecho ms que algunospocos cambios para rega-tear con el imperialismomejores condiciones desubordinacin y expolia-cin, manteniendo el so-metimiento del pas y delas masas a la dominacincapitalista e imperialista,tal como lo ha demostradoen todos estos largos aos

    y ms vergonzosamentelo constata recientementecon sus pactos y acuer-dos para la estabilizacinburguesa del orden regio-nal. Se engaan aquellosque creen que alindosecon personajes al estilo deChvez se podr avanzaren algn camino de la li-beracin nacional. Lejosde cualquier colaboracio-nismo con el imperialismo

    y sus agentes, la clave porla liberacin nacional esavanzar la ms completasolidaridad internaciona-lista, en la ruptura con elimperialismo y la expro-piacin de sus intereseseconmicos avanzando almismo tiempo en la expro-piacin de los expropiado-res locales, las burguesanacional, en la lucha porun gobierno propio de lostrabajadores y los campe-sinos pobres.

    ta colombiano, expresadoentre otras cosas, en la vilentrega de militantes osimpatizantes de las uerzasguerrilleras, ha causadogran malestar entre las las

    de las agrupaciones de izquier-da que respaldan a Chvez.El caso alevoso de la entregaal gobierno de Santos delperiodista y ex militante de laUnin Patritica, Joaqun PrezBecerra, sirvi de detonante.Le han seguido la captura y

    entrega de otros militantesguerrilleros y, el ms reciente,la detencin del llamado can-tante de las FARC, el militante

    y compositor de himnos ycanciones de esa agrupacin,Julin Conrado.

    Las crticas al gobierno departe de sectores de izquierdaque lo apoyan ueron airadasen su momento. Se organizuna pequea movilizacinpara rechazar la entrega dePrez Becerra. Sin embargo, a

    pesar de las contundentesevidencias sobre la respon-sabilidad directa de Chvezen esta poltica, la casitotalidad de las radicalescrticas iban dirigidas haciauncionarios subordinadosa Chvez, como NicolsMaduro o Andrs Izarra,ministros de Exteriores y deComunicaciones, respecti-vamente. En la movilizacin

    del 28 de abril se despotrica-ba y se exiga la renuncia deMaduro, pero ni una solaconsigna, ni un solo discur-so, cuestion directamentea Chvez por su poltica!Es decir, una solidaridad amedias con los militantescolombianos entrega-dos, porque se negaban adenunciar con claridad alprincipal responsable de suentrega.

    Luego, algunas individuali-

    dades y pequeos grupos sehan planteado refexionar

    y problematizar ms surelacin de apoyo polticoa Chvez, y algunos pocoshan insinuado cierta ruptu-ra poltica con este. A no-sotros nos parece altamentepositivo que activistas deizquierda, que al igual quenosotros quieren acabarcon este sistema de injus-

    ticias y opresin, revisencrticamente su apoyo a ungobierno que colabora conregmenes promperialistas yasesinos y les entrega lucha-dores sociales. Sin embargo,mucho mejor sera si esarevisin crtica no uera tanparcial y llegara al cues-tionamiento de ondo delproyecto (nacionalista) bur-gus de Chvez. La entregade luchadores colombianoses apenas un aspecto de lapoltica de Chvez.

    En medio de eso giro a la de-recha en materia de geopol-tica regional, tambin ha sidograve la gran colaboracinque ha prestado Chveza la estabilidad del ordenregional pro imperialista alavalar y legitimar inclusoasistiendo con petrleo ba-rato y a crdito! el rgimenpostgolpista de Lobos enHonduras, traicionando la re-

    sistencia de los trabajadoresy el pueblo hondureo queha pagado, y sigue pagandohoy, con muertos, represin

    y persecucin. Este hecho decolaboracionismo a avor delimperialismo en la regin,no ha merecido la mismaatencin y crtica por partede la izquierda que airada-mente y con razn protestala entrega de militantesguerrilleros.

    Pareciera que para algunos

    compaeros Chvez deja de serrevolucionario en el momentoque entrega militantes de lasFARC y el ELN. Nosotros pregun-tamos, si Chvez no colaboraracon el gobierno proimperialistade Santos a ese nivel, entoncestodo estara bien?, si no entregaraguerrilleros, todo el resto de supoltica debe ser apoyada? Chvez

    y su proyecto no eran revolucio-narios antes de colaborar con San-

    tos, y tampoco ahora. Ms all deesta poltica, el problema de ondoes que se trata de un proyectode conciliacin de clases, quepropone la convivencia paccaentre explotados y explotadores, ypor eso no pasa de aspirar algunasreormas en sentido nacionalista

    y de justicia social dentro delpropio sistema capitalista. En n,es un proyecto burgus, y ese es suprincipal alla.

    Ypor sostenerla sociedadburgue-saes que,porejemplo,vienedesde

    NGeL ARIAs

    haceaosteniendounapol-ticadecriminalizacindelasluchasobreras, campesinas,indgenasypopularesqueseleescapandelasmanos,lle-vandoajuicio(yen algunoscasosencarcelando)amilesdeluchadores yl uchadoras.ParaSantosy elimperia-lismo,los luchadoressonterroristasy delincuentes.ParaChvez, losl uchadores

    quenose subordinenasusrdenes,tambinvienea serdelincuentesosabotea-dores.Poreso,si Chveznoentregaraguerrilleros, hayqueestarconsugobierno?,hayquedarapoyoyllamaravotarporelgobiernoquemantienelaexplotacinycriminalizalas luchasgenui-nasdelos explotados?Sinose comprendedeondoestacuestin,enrealidadnohayningngiroaizquier-daenestoscompaeros

    ycompaeras,sinoquesimplementese estarannegandoa seguira Chvezensu giroaderechaenmateriade geopolticaregional.Nosotros llama-mosa loscompaerosycompaerasque,a partirdelacolaboracindeChvezcon Santos,se hanplanteadouna revisincrticadesu apoyopoltico

    aChvez,aproundizarsurefexinpolticay darunverdaderogiro aizquier-da,avanzandohaciaunaperspectivarealmenterevolucionaria,paranose-guirsiendourgndecoladeunode tantosproyectosburguesesnacionalistasqueenAmricaLatinaenembaucadoalasmasasexplotadasypobresconunlenguajeradicaly pro-mesasrevolucionarias.

    mILtON dLeN

    petroleros,laspodidosinomestdistribu

    deesta socied40%msricoconel68%demspobreleingresoen199miserable5,72tenemosquen1998un13

    yahoraletoc

    mientedescaesthaciendoconstruyendilustranlomisdelas riquezaelnacionalismobrerayel conmuchossupurenconvencenopodemosaesloposible

    ynecesario,esdores,esdecir

    ysocialista qucapitalistaslosvida,comonconla explota

  • 8/4/2019 En Clave Obrera No 26 - FINAL - WEB

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    E cve oe jl - st e 2011 E cve oejl - st e 2011

    El pasado mes de junio y

    lo que va de julio volvierona ser de gran confictividadentre los trabajadores de lasuniversidades autnomas yel gobierno de Chvez. Lostrabajadores y trabajadorasno renuncian a su legtimoderecho a la protesta pordeender sus reivindicacio-nes histricas conquista-das. El compaero Juan To-var, obrero y delegado porla Facultad de Ingenierade la UCV, y que impulsa elBoletn Correo Obrero nosdice que la lucha continaporque hay una gran moles-tia, el trabajador est mo-lesto, est disgustado, hayun conficto en curso al quean no han dado ningunasolucin. En momentosen que escribimos este art-culo, y charlamos con JuanTovar, el gobierno an no hacumplido con lo estableci-

    trabajaor uniriario rchazan con accion rola olica alarial l gobirno nacional

    do en la normativa laboral

    (contrato colectivo) ya ven-cida desde el ao 2008 y noquiere discutir la nueva.

    Juan, el 1 de Mayo el go-bierno dio un aumento del40%, pero las moviliza-ciones continuaron. Esteaumento no satisfzo a lostrabajadores?

    JT: Fjate, nos quisieronmeter de contrabando unsupuesto aumento salarialdel 40% que es una trampa,pues nos estn aumentan-do el salario hoy, en base alsalario del ao 2008, cuan-do la infacin ha sido desdeese ao casi un 100%. Conesta actitud, el gobierno in-tent desmovilizar a la clasetrabajadora. Y precisamen-te ese tramposo aumentosalarial llev a que todos losobreros y empleados uni-versitarios del pas salira-

    cir que lo haban aceptadocomo un adelanto, mentira,lo haban aceptado porqueestaban de acuerdo, luegocambiaron. Entonces seretomaron las marchas, lasacciones de trancas en lasuniversidades, paros esca-lonados, y hasta propusie-ron todo un cronograma deluchas, trancamos la Fran-cisco Fajardo en Caracas, yen Maracay los compaerosueron reprimidos todo porprotestar sus justos dere-chos.

    Se dice que volvieron lasmesas de negociaciones

    JT: S, el gobierno ha lla-mado nuevamente a lasmesas de negociacin, yaque la molestia se ha ido

    incrementando a nivel ge-neral, se aumenta la convo-catoria porque el malestarest golpeando mucho, y eltrabajador est saliendo aprotestar, est molesto. Laestrategia gubernamentalson las mesas de negocia-cin, como manipulacin, ysaben que los directivos sin-dicales al reunirlos en unamesa ellos paran el confic-to, ellos tomaron las reco-mendaciones del gobiernode no calentar la calle. En-tonces estos directivos deci-den retomar las mesas.

    Cmo consideras que sedebe continuar la lucha?

    JT: Para que esta lucha tu-viera un buen camino hayque organizarnos mejor.Primero, aqu hay doceacultades, escuelas, unaserie de dependencias, la

    Ante el creciente des-mejoramiento de lascondiciones salariales ysociales, en este caso laeliminacin de la pli-za HCM, l os trabajado-res universitarios de laUCV Ncleo Maracay,se vieron en la necesidadde salir a la calle. El da

    jueves 16/06/2011, des-de tempranas horas de lamaana y haciendo usolegtimo al derecho a laprotesta, practicaron ac-ciones de lucha propiosde la clase trabajadora;cierre de calles, quema decauchos y volanteo. Los

    Rrin olicial y uo bana ciil araa n la UCv-Nclo m

    ltimos hechos de vio-a en el movimientoo permiten observartendencia marcada deres polticos y sindi-del PSUV a utilizar la

    ncia patoteril y armadaa las luchas o corrientes

    abajadores que no se su-nen a los dictados de latacin patronal estatal,amada revolucionariaialista. An cuando no

    na poltica extendida anacional, teniendo por

    a su lugar de ejecucinen Guayana, son m-que estn inscriptos en

    ica de control del movi-to obrero que impulsa elrno de Chvez.

    oo aco

    nte el puntojismo, unomecanismosdecontrol

    movimiento obrero pordeAccinDemocrtica

    a coaccin y represindirigentesy corrientes

    abajadores combativaszquierdaqueno sesu-naran a laspolticasdel

    men.Se hicieronclebresabilleros y lasbandasdasde AD,patotas sin-

    esqueauerzadeviolen-uebrabanlasmedidasdeadelos trabajadores(pa-movilizaciones, tomas),an a los dirigentes

    cales que encabezabanluchas, llegando inclu-asta el asesinato, comoanismodeescarmientoaabajadores,comomeca-opatronal y estatal parae mantuviera el status

    de laexplotacinen lasasy lugaresdetrabajo.

    estosmtodosqueporestono eranlos nicos-rocraciasindical adeca,uspatotasy bandasar-

    as, serva como agentetode larepresinpatro-ntrelaclasetrabajadora.

    llro y banaaa con fran-jabierno nacional viene

    ndo una uerte polticatada a disciplinar y

    gar las luchas ms de-

    Ri l psUv lo cabillrola bana araa al ilo Ad?

    presivos, esta vez con ma- yor nmero de eectivos ybombas lacrimgenas. Enhoras del medioda se acer-c El Secretario de Gobier-no del Estado Aragua, conun grupo de uncionarios,a las instalaciones de laFacultad de Agronoma, seinstal una mesa de dilo-go en la sala del comedoruniversitario donde parti-cip la dirigencia sindicalde SUTRA-UCV, algunosobreros, el secretario degobierno y otros unciona-rios. Mientras tanto la poli-ca segua reprimiendo conbombas lacrimgenas a

    BAstA de ImpUNIdAd eN LOs AsesINAtOs de tRABAJAdORes eN LUCHA!BAsTA DE ENCUBRIMIENTo Y CoMPLICIDAD EsTATAL!

    stc rc gll, Ls hee y Cls reqe (unT-a), gy vsqe (Tyt), pe Sey Js Mc (Mcs-Mtsbs), Jey d (Manpa), rey rjs (Feme el oc), y mcs ts!

    cididas de los trabajadores,orientada directa y pblica-mente por el propio Chvez.Esta poltica incluye desde losreiterados cuestionamientos,emplazamientos y amenazaspblicas de Chvez a deter-minadas luchas y sectores detrabajadores, hasta el llama-do directo a sus simpatizan-tes a combatir las medidaslucha, pasando por la arma-zn de un entramado legalque criminaliza las huelgas,paros, trancas de calles, ocu-paciones de empresas, in-muebles y tierras. En esa l-gica se inscriben algunos deestos hechos.

    En mayo de este ao, inte-grantes de Consejos Comu-nales, encabezados por unconcejal chavista, ueron

    hasta los portones de Ve-nalum a tratar de desblo-quear por la uerza la trancaque tenan los trabajadorescomo medida de lucha porsus derechos econmicos ylaborales. Por esos mismosdas el secretario general delsindicato de Bauxilum, JosLuis Morocoima, ue ata-cado a golpes y balazos enmedio de una lucha de lostrabajadores de la empresa,resultando ocho trabajadoresheridos y Morocoima hospi-talizado con herida de bala yun uerte golpe en la cabeza.Tres das despus, en la mis-ma Bauxilum, los trabajado-res que trancaban el portnueron nuevamente atacadospor una patota armada. En

    Carbonorca tambin ueronatacados los trabajadorespor grupos de choque queintentaban as reventar lahuelga que estos mantenan.En Alcasa, un grupo de Con-sejos Comunales, encabe-zados por el presidente de laempresa, Elio Sayago, bajoel argumento de deensa dela empresa socialista irrum-pieron amedrentando a losobreros en huelga, generan-do una triulca donde resultherido el propio Sayago.

    El hecho ms reciente y con-tundente ha sido lo del pasa-do jueves 09 de junio, donderesult muerto un trabajadorde Ferrominera del Orinoco,producto de los disparos rea-lizados por burcratas sindi-cales aupados por la gerencia

    de la empresa y el goberna-dor Rangel Gmez. Lo quesera una asamblea de traba-

    jadores para escoger la Comi-sin Electoral para la eleccinde la nueva directiva sindical,termin as por la accin delsector sindical an al gobier-no, que ve el peligro de perderel control del sindicato en laselecciones.

    Es un hecho reconocido has-ta por corrientes al interiordel chavismo, que la mayorade estos grupos actan en co-ordinacin y con la complici-dad de la direccin regionalde PSUV, de los directivos delas empresas y del propio go-bernador de Bolvar. La prin-cipal corriente sindical delchavismo, la FBT (o FSBT) y

    su sector en Guayana llama-do Muralla Roja, seran losresponsables de buena partede estas acciones.

    Cuano falla lacooacin aarcnlo oo ao-ro ara alaar lalucha obrra

    El chavismo irrumpi en laescena nacionalante lacrisisterminal del puntojismo,que en su etapa neoliberalno tuvo ms que orecer alas masas sino privatizacio-nes, desempleo, aumentodela pobrezay represin,enmedio de un estival de co-rrupcinen elEstado.El des-

    calabro delpuntojismo nosignicsinembargolaaper-turadeun procesorevolucio-nario en el quemovimientodemasas,productodela ac-cindirectauera imponien-dosus demandasy ganandoen niveles de organizacin ycorrelacinde uerzasrente alasclasesdominantesy elEs-tado. Esto,msla subordina-cintotalanteChvezdetodala izquierday lasdireccionesdel movimiento obrero, leacilita su gobiernomante-neral movimiento demasasdentro de los lmites de suproyecto de conciliacin declases, decontinuacinde loundamental delordensocialdeexplotacin,sin tenerquerecurrira larepresindirecta,sino msbiencontando con

    los trabajadores, campesinosy pueblopobre para lasmo-vilizaciones demostrativas ycontroladas que organizabael gobierno. Adems Chvezcont tambin en un mo-mentocon unalarga coyun-turaeconmicaavorable dealtos precios petroleros,quele permiti desarrollar algu-naspolticassalariales y so-ciales (misiones) para hacerms llevaderala explotacin

    yla pobrezadelas mayoras.Sinembargo,muchasdeestascondiciones han cambiado

    en los ltimos aos, marca-dospor un importante des-pertarde lasluchas de grancantidaddes ectoresde traba-

    jadores,sobretodoporel altocostode lavida, ladepresindelsalarioyelincumplimien-to dederechoslaborales. Larespuesta del gobierno anteeste nuevo escenario de surelacin con estos sectoresdel movimiento de masas,ha sido la coaccin y repre-sina lasluchasquenopue-de controlar por otras vas.Esquepormsqueintentenengaar hablando hastaporlos codos de revolucin yde socialismo, el chavismono est sinogestionando elcapitalismovenezolano, quecomotodo sistemade explo-tacin y opresin sesostienesobrela represincuandoyano uncionan el convenci-mientoni lacooptacin.

    paoa y banaaraa aragaranizar laicaura aronal

    Estas patotas sindicales ybandas armadas son la mxi-ma expresin del papel detes-table de esquiroles y traidores

    de la propia clase obrera quecumplen estos sectores dela burocracia, porque lo queest detrs de todo esto es ga-rantizar las condiciones de laexplotacin de los trabajado-res. Y esto no es exclusividadhoy del chavismo. En Argen-

    tina, el peronismo desarro-ll a gran escala las patotassindicales para reventar losconfictos de las bases obre-ras, tanto en el pasado comoan hoy, como se vio en oc-tubre del ao pasado, cuandouna patota sindical, cuyo jeeguarda estrechas relacionescon el ministro de Trabajo deCristina Fernndez de Kir-chner, bale una protesta detrabajadores erroviarios, ase-sinando a Mariano Ferreyra,

    joven estudiante y militantede izquierda que apoyaba a

    los trabajadores.Lo peor es que en esta oca-sin se hace en nombre dela revolucin y en socia-lismo. Nada ms lejos de larealidad, pues al contrario, larevolucin es el levantamien-to generalizado de los explo-tados contra el sistema deexplotacin, contra los patro-nes, las clases dominantes yel Estado, y el socialismo es ladestruccin de las bases de laexplotacin para reorganizarlas sociedad sobre bases nue-vas, encabezado ese procesocon un poder poltico enca-bezado directamente por lospropios trabajadores.La clase trabajadora debe ha-cerle rente con contunden-cia a estos mtodos patoteros

    y gansteriles, desarrollandomecanismos propios de au-todeensa y sobre todo mto-dos de organizacin y luchacon base a la democraciaobrera, al poder de las bases,que permita expulsar de laslas del movimiento obreroa estos neastos agentes delcapital y del gobierno.

    As mismo, estas circunstan-cias hacen ms urgente larefexin crtica de los y lasmilitantes y activistas del mo-vimiento obrero, estudiantil

    y juvenil, que se consideranrevolucionarios y anticapi-talistas, pero permanecenapoyando y bajo las banderasdel gobierno que apadrina

    y lleva adelante esta polticacriminal contra la clase tra-bajadora.

    mos a las calles a protestar

    nuevamente, porque no esposible que el gobierno ten-ga aos desconociendo eltabulador de salarios y dis-torsionando los benecios.

    Pero de las mesas de nego-ciacin que se haban ins-talado, no se lleg a nin-gn acuerdo?

    JT: Un total engao, unatotal trampa, era paradesmovilizar a los traba-

    jadores, es que desde elgobierno nacional, conla complicidad de los di-rectivos de los gremios, semontaron esas mesas denegociacin que solo sir-vieron para sacarnos dela calle, dndole chanceal gobierno para que nossiga embaucando, al tiem-po que nos desarma. Losdirectivos le hicieron el

    juego al gobierno garanti-

    zndole nuestra desmovi-lizacin para que ste pu-diera decretar su tramposoaumento como le dio sugana, incluso burlndosedel contrato colectivo.

    Por qu dices que los di-rectivos le hicieron el juegoal gobierno entrando a lasmesas de negociacin?

    JT: Pues claro, pues t nun-ca puedes entrar a una mesade negociacin comprome-tindote de antemano a le-vantar todas las medidas delucha, nos tuvieron ms deun mes y medio entre idas

    y vueltas, y los directivosse comprometieron a norealizar ninguna protestacallejera, ninguna accin delucha mientras duraran las

    negociaciones. Y lo peor detodo es que all no habanrepresentantes del gobier-no para negociar, montaronunas mesas en donde losdirectivos discutan entreellos como en una mesa detrabajo, pero sin la otra con-traparte. Y todo para qu,para la burla.

    Pero luego siguieron lasprotestas

    JT: Porque es como te digo,todo ue una burla lo quehizo el gobierno, por la pre-sin de la clase trabajadora,los directivos se reubicaron

    y tuvieron que llamar a nue-vas asambleas, porque haymucha molestia del trabaja-dor. Pero ellos haban acep-tado el aumento salarial del40%, pero al ver que hayarrechera, cambiaron sudiscurso, empezaron a de-

    mtodos represivos del Es-tado no demoraron cuandola polica del Estado Ara-gua arremeti uertementedisparando gran cantidadde bombas lacrimgenascontra la masa trabajadora.Con esta accin el gobier-no usa mtodos represivoscon clara intencin de do-blegar a los trabajadores.

    Al da siguiente, viernes17/06/2001, los trabajado-res salieron nuevamente ala calle para seguir con la

    jornada de lucha, en segui-da hizo acto de presenciala polica del estado Ara-gua con sus mtodos re-

    pesar de una tregua respe-tada por los trabajadores,esta situacin enardecilos nimos. De repente yde orma inconsulta, ais-lada e independiente ungrupo de estudiantes de-rechosos y encapuchadosdecidieron a espalda de ladirigencia sindical reteneral secretario de gobierno

    junto a sus uncionarios.Esta situacin acab conel dilogo, origin caos ydesbandadas. Enseguidaaparecieron en las insta-laciones, con el aval de lapolica de Aragua, bandasmotorizadas armadas, en-

    traron disparando armasde uego en contra de obre-ros y estudiantes a quienespersiguieron a lo largo yancho de las instalacionesuniversitarias para golpear

    y someter a los trabajado-res.

    Como armara el sindi-cato de los obreros de laUCV-Ncleo Maracay: denunciamos el ataque debandas motorizadas arma-das en la UCV-Ncleo Ara-gua, como el pasado vier-nes 17/06/2011 quienes enpresencia de la Polica delEstado Aragua irrumpieronen la casa de estudios dis-

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    E cve oe jl - st e 2011 E cve oejl - st e 2011

    gunos apuntes sobre el marxismo latinoamericano y los nacionalismos burgueses

    a nales de los aosdel siglo pasado, corres-i al marxismo revo-nario latinoamericano

    mitarse del nacientelismo burgus, lo quepres en el debate quelarn Maritegui y Me-ntra las posiciones sos-as por el APRA2, enca-do por Haya de la Torre.ltimo, en nombre deiginalidad del espacioempo latinoamericanoss que, al igual que Ma-gui, nombraba como

    indoamericanos postu-laba como lo genuinamenterevolucionario para nuestra

    realidad un antiimperialis-mo que, sin embargo, nosera socialista ni llevadoadelante por medio de larevolucin proletaria, sinoa travs de un Estado uertee intervencionista en la eco-noma, que pusiera lmites ycontroles al capital privado,tanto nacional como ex-tranjero, y desde esta basedar paso al desarrollo lati-noamericano. Se tratara deun pretendido Estado an-tiimperialista que no sera,supuestamente, ni burgus

    ni proletario. Al nacientepopulismo latinoamericano,cualquier llamado a lucharpor la revolucin proleta-ria le pareca europesta

    y lo catalogaba como unlenguaje ruso que nadie en-tiende. Dir que tanto en laderecha como en la izquier-da Nuestro doctrinarismopoltico en Indoamrica escasi todo repeticin euro-pea [] Vivimos buscandoun patrn mental que noslibere de pensar por noso-tros mismos, y resuma suspropuesta revolucionaria

    en las consignas: Contra elimperialismo, por la unidadpoltica de Amrica Latina,para la realizacin de la jus-ticia social3.

    Mella y Maritegui argu-mentaron contra esta ideaoriginal de que sera po-sible superar la opresinimperialista sin hacer la re-volucin proletaria y de lamano de sectores burgue-ses de la regin. Es decir, nims ni menos que la pro-mesa del socialismo conempresarios de Chvez yel capitalismo andino deMorales. Maritegui dir:slo la revolucin socialistaopondr al avance del impe-rialismo una valla denitiva

    y verdadera4. A su vez, Me-lla denunciar: En su luchacontra el imperialismo (el la-drn extranjero), las burgue-sas (los ladrones naciona-les) se unen al proletariado,buena carne de can. Peroacaban por comprender quees mejor hacer alianza conel imperialismo, que al n yal cabo persiguen un interssemejante. De progresistasse convierten en reacciona-rios. Las concesiones quehacan al proletariado para

    tenerlo a su lado, las trai-cionan cuando ste, a suavance, se convierte en unpeligro tanto para el ladrnextranjero como para el na-cional5.

    No soaban ni buscabanburguesas patriotas o na-cionalistas que dieran labatalla por la expulsin delimperialismo de nuestrastierras, al contrario, seala-ban la incapacidad de estaspara tal tarea histrica y de-nunciaban su complicidad

    con el propio imperialismo.Era una posicin que, sinembargo, no sostenan ensolitario, sino que estaba atono con los primeros linea-mientos que sobre la luchade clases en Amrica Latinatuvo la Internacional Comu-nista (IC) encabezada porLenin y Trotsky, de la cualtanto Mella como Marite-gui eran activos militantes.

    En 1921, la IC sostena, ascomo la clave del imperia-lismo britnico reside ensu sistema colonial, el im-

    perialismo norteamericanose basa en la explotacin yen la dominacin de Am-rica del Sur6, pero cuandolos obreros de Amrica delSur se oponen a los inten-tos criminales del imperia-lismo yanqui [] las clasesgobernantes reprimen estasdemostraciones proletariaspara demostrar su sumisininteresada y consciente alimperialismo del Norte7.Por eso arengaba: Luchadcontra vuestra propia bur-guesa y lucharis contra elimperialismo yanqui queencarna en sumo grado lareaccin capitalista [] Lalucha contra vuestra propiaburguesa ser cada vez msla lucha contra el imperia-lismo mundial y se conver-tir en una batalla de todoslos explotados contra todoslos explotadores8. La luchacontra el imperialismo nopasaba por alguna improba-ble alianza con sectores delas burguesas nacionales,sino por combatirlas.Maritegui y Mella toma-ban nota de la experienciade la derrotada revolucinchina para ejemplicarmejor cmo las burguesasnacionales de los pases se-

    micoloniales carecan dealgn carcter nacionalistarevolucionario. Las bur-guesas nacionales [] notienen ninguna predisposi-cin a admitir la necesidadde luchar por la segundaindependencia [] La trai-cin de la burguesa china,la quiebra del Kuomintag[] demostr cun poco sepoda conar, an en pasescomo la China, en el senti-miento nacionalista revolu-cionario de la burguesa9.

    Cierto es que en los aos20s en Amrica Latina nose haban desarrollado anenmenos nacionalistasburgueses de masas quellegaran al gobierno, comoueron el de Crdenas enMxico en los 30s, y el dePern en Argentina en los40s. Tampoco pudieron vi-virlos directamente Mella yMaritegui, pues murieronen 1929 y 1930, respectiva-mente. Sin embargo, estos li-neamientos no hicieron sinoconrmarse, y ser Trotskyquien, viviendo directa-

    mente el gobierno de LzaroCrdenas (1934-1940), darcuenta de esta dinmica:ste es el perodo en el quela burguesa busca obtenerun poco ms de indepen-dencia de los imperialistasextranjeros. La burguesanacional est obligada a co-quetear con los obreros, conlos campesinos, y entoncestenemos el hombre uertedel pas, orientado hacia laizquierda como sucede aho-ra en Mxico10. Lo que noimplicaba, sin embargo, queestos gobiernos uesen a lle-var adelante la liberacinnacional ni, mucho menos,llevar a la emancipacin so-cial de los explotados.

    Frente a las nacionalizacio-nes que hiciera el Estado

    burgus en sus regateos conel imperialismo, Mella eratajante en llamar a no enga-arse: Nacionalizar puedeser sinnimo de socializar,pero a condicin de que seael