En la mesa con Iván Carvajal

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18 GATOPARDO www.gatopardo.com AGENDA PÚBLICA En la mesa con Poeta, filósofo y destacado académico e intelectual ecuatoriano, este maestro de la ironía ganó el Premio AEDEP a las Libertades “Juan Montalvo” que entrega la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos. Poetizando y filosofando a martillazos, me senté a escucharlo atentamente en su despacho universitario. por jorge sánchez de n. La AEDEP lo catalogó como un “defensor inamovible de las libertades funda- mentales”. ¿Se considera tal? Sí, por supuesto que me considero un defensor de esas libertades, de la libertad de pensamiento, la libertad de la palabra y la libertad que tie- nen los seres humanos para tomar decisiones con respecto a su destino y a las formas de convivencia con los otros. ¿Comulga con la izquier- da?, ¿cuál es su definición de la misma? Sí. Yo conside- ro que la izquierda, o al menos lo que tiene todavía como po- sibilidad, es un ejercicio críti- co sobre el sistema actual. Pero en mi pensamiento, yo no creo, por ejemplo, que la izquierda deba gobernar una sociedad como ésta. Cuando hablamos de “izquierda”, más bien se trata de un ejercicio crítico en lo teórico y de una actuación muy profunda en la vida cotidiana para cambiar nuestras conductas y valores. ¿Los postulados de Hegel y Marx son inaplicables en nues- tra realidad? En el caso de los planteamientos de Hegel, que son enormemente importantes en la historia del pensamiento, es la comprensión totalizante de la realidad la que pierde vigencia. En el caso de Marx, las afirmaciones específicas han perdido vigen- cia, por supuesto, pero no así un elemento esencial de su pensa- miento: la crítica al sistema capitalista. Es decir, lo que ha perdido vigencia son los marxismos. ¿Esperaba un triunfo electoral tan contundente por parte de la Revolución Ciudadana? Quizá con una variación porcentual, pero la verdad es que sí creía que por ahí se decantaban las preferencias electorales. ¿En qué radican hoy esas preferencias? Yo creo que hay muchos factores. Creo que hay una expectativa de cambios en buena par- te de la población; creo que el señor Lasso ha tenido una votación importante para la reconstitución de la derecha; pienso que la izquierda ha sufrido una durísima derrota por el error de haber impulsado el populismo de Correa, y pienso también que en Alianza País se recogen todas las tendencias políticas del país, desde los grupos econó- micos más poderosos hasta los sectores más vulnerables, todo lo que hace que se presente un panorama muy singular en este periodo. Un elemento re- currente dentro de su obra ha sido la ironía…, ¿cuál es la mayor ironía de la socie- dad contemporánea? [Ríe] Bueno, yo le agradezco la pre- gunta. Lo que pasa es que la ironía es un arma de la crítica que pone en cuestión un tipo de pensamiento o de valor do- minante y lo niega muy polé- micamente, pero sin esa viru- lencia que hay, por ejemplo, en el sarcasmo. Yo creo que la ma- yor ironía es que nos hablen de “libertades”, cuando nuestras libertades siempre están limi- tadas por una serie de condi- ciones. Profesor Carvajal, ¿no le parece que nos falta jugar más con la ironía? De- finitivamente, yo creo que aquí se juega demasiado con el sar- casmo y, por lo tanto, con sentidos de resentimientos, de revan- chismo, con cierto canibalismo. La ironía no es eso. ¿Qué es pri- mero, la filosofía o la poesía? La poesía. La poesía surgió an- tes que la filosofía, tiene una dimensión que topa aspectos no sólo intelectuales, sino también de la sensibilidad y la emoción. Claro, sin menospreciar en absoluto toda la intensidad que tiene la re- flexión filosófica. Iván Carvajal

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AGENDA PÚBLICA — En la mesa con

Poeta, filósofo y destacado académico e intelectual ecuatoriano, este maestro de la ironía ganó el Premio AEDEP a las Libertades “Juan Montalvo” que entrega la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos. Poetizando y filosofando a martillazos, me senté a escucharlo atentamente en su despacho universitario. — por jorge sánchez de n.

La AEDEP lo catalogó como un “defensor inamovible de las libertades funda-mentales”. ¿Se considera tal? Sí, por supuesto que me considero un defensor de esas libertades, de la libertad de pensamiento, la libertad de la palabra y la libertad que tie-nen los seres humanos para tomar decisiones con respecto a su destino y a las formas de convivencia con los otros. ¿Comulga con la izquier-da?, ¿cuál es su definición de la misma? Sí. Yo conside-ro que la izquierda, o al menos lo que tiene todavía como po-sibilidad, es un ejercicio críti-co sobre el sistema actual. Pero en mi pensamiento, yo no creo, por ejemplo, que la izquierda deba gobernar una sociedad como ésta. Cuando hablamos de “izquierda”, más bien se trata de un ejercicio crítico en lo teórico y de una actuación muy profunda en la vida cotidiana para cambiar nuestras conductas y valores. ¿Los postulados de Hegel y Marx son inaplicables en nues-tra realidad? En el caso de los planteamientos de Hegel, que son enormemente importantes en la historia del pensamiento, es la comprensión totalizante de la realidad la que pierde vigencia. En el caso de Marx, las afirmaciones específicas han perdido vigen-cia, por supuesto, pero no así un elemento esencial de su pensa-miento: la crítica al sistema capitalista. Es decir, lo que ha perdido

vigencia son los marxismos. ¿Esperaba un triunfo electoral tan contundente por parte de la Revolución Ciudadana? Quizá con una variación porcentual, pero la verdad es que sí creía que por ahí se decantaban las preferencias electorales. ¿En qué radican hoy esas preferencias? Yo creo que hay muchos factores. Creo que hay una expectativa de cambios en buena par-te de la población; creo que el señor Lasso ha tenido una votación importante para la reconstitución de la derecha; pienso que la izquierda ha sufrido una durísima derrota por el error de haber impulsado el populismo de Correa, y pienso también que en

Alianza País se recogen todas las tendencias políticas del país, desde los grupos econó-micos más poderosos hasta los sectores más vulnerables, todo lo que hace que se presente un panorama muy singular en este periodo. Un elemento re-currente dentro de su obra ha sido la ironía…, ¿cuál es la mayor ironía de la socie-dad contemporánea? [Ríe] Bueno, yo le agradezco la pre-gunta. Lo que pasa es que la ironía es un arma de la crítica que pone en cuestión un tipo de pensamiento o de valor do-minante y lo niega muy polé-micamente, pero sin esa viru-lencia que hay, por ejemplo, en el sarcasmo. Yo creo que la ma-yor ironía es que nos hablen de “libertades”, cuando nuestras libertades siempre están limi-tadas por una serie de condi-ciones. Profesor Carvajal, ¿no le parece que nos falta jugar más con la ironía? De-finitivamente, yo creo que aquí se juega demasiado con el sar-

casmo y, por lo tanto, con sentidos de resentimientos, de revan-chismo, con cierto canibalismo. La ironía no es eso. ¿Qué es pri-mero, la filosofía o la poesía? La poesía. La poesía surgió an-tes que la filosofía, tiene una dimensión que topa aspectos no sólo intelectuales, sino también de la sensibilidad y la emoción. Claro, sin menospreciar en absoluto toda la intensidad que tiene la re-flexión filosófica.

Iván Carvajal