En un reino encantado al que los hombres y las mujeres nunca pueden llegar, o quizás donde las...

8
En un reino encantado al que los hombres y las mujeres nunca pueden llegar, o quizás donde las mujeres y los hombres transitan eternamente sin darse cuenta... En un reino donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas... había una vez una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores y donde miles de verdes y rojos y amarillos se reflejaban permanentemente... Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía,

Transcript of En un reino encantado al que los hombres y las mujeres nunca pueden llegar, o quizás donde las...

Page 1: En un reino encantado al que los hombres y las mujeres nunca pueden llegar, o quizás donde las mujeres y los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...

En un reino encantado al que los hombres y las mujeres nunca pueden llegar, o quizás donde las mujeres y los hombres transitan eternamente sin darse cuenta... En un reino

donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas... había una vez una laguna de

aguacristalina y pura donde nadaban peces de

todos los colores y donde miles de verdes y rojos y amarillos se reflejaban

permanentemente...Hasta ese estanque mágico y transparente

seacercaron a bañarse haciéndose mutua

compañía,la tristeza y la furia.

Page 2: En un reino encantado al que los hombres y las mujeres nunca pueden llegar, o quizás donde las mujeres y los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...

Las dos se quitaron sus vestimentas.. y desnudas

las dos… entraron al agua.La furia, de prisa (como siempre está

la furia), urgida -sin saber por qué- se bañó

rápidamente y más rápidamente aún, salió del

estanque....

Pero la furia es ciega, o por lo menos, no

distingue claramente la realidad, así que, desnuda

y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que

encontró, que resultó no ser la suya, sino la de

la tristeza...Y así vestida de tristeza, la furia

desapareció enel bosque.

Page 3: En un reino encantado al que los hombres y las mujeres nunca pueden llegar, o quizás donde las mujeres y los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...

Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre,

a quedarse en el lugar donde está, la tristeza

terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho

sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y

lentamente, salió del aguaYa en la orilla se encontró con que su

ropa noestaba donde ella la había dejado.

Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza

no le gusta es quedar al desnudo, así que, sin otra

forma de ocultar su desnudez, se puso la única

ropa que había junto al estanque, la ropa de “la furia.”

Page 4: En un reino encantado al que los hombres y las mujeres nunca pueden llegar, o quizás donde las mujeres y los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...

Cuentan que desde entonces, cuando uno se encuentra

con la furia, ciega, cruel, hiriente y enfadada…

debe tomarse el tiempo de mirar bien, porque

podríamos descubrir que esta ira y enojo que

vemos sea tan sólo un disfraz. Si así sucede,

atención, porque detrás del disfraz de la furia,

en realidad... siempre está escondida “la tristeza.”.

Page 5: En un reino encantado al que los hombres y las mujeres nunca pueden llegar, o quizás donde las mujeres y los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...

Así nos sucede a todos. Avasallados por un dolor

que nos inunda o resistentes a una impotencia

inaceptable, decidimos cambiar sin ser concientes

de lo que hacemos nuestro dolor por el enojo.

Seguramente pensamos que manejaremos mejor a ésteque a aquel.

Nos enojamos con la muerte de un ser querido.

Nos ponemos furiosos con la infidelidad del seramado.

Conectamos con la ira cuando las cosas públicas

no terminan de acomodarse. Reprochamos enojados

a nuestro mejor amigo que nos tiene un poco

olvidados.Nos irritamos porque algo bueno… se

termina.

Page 6: En un reino encantado al que los hombres y las mujeres nunca pueden llegar, o quizás donde las mujeres y los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...

Detrás de todas estas reacciones una emoción

más auténtica nos invade. Nos duele,

nos apena y nos lastima:

La tristeza.

Page 7: En un reino encantado al que los hombres y las mujeres nunca pueden llegar, o quizás donde las mujeres y los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...

Hoy proponemos dejar de escondernospara siempre

detrás de nuestra furia. Proponemos llorar en vez

de gritar, si es llorar lo que quiero.

Proponemos poner en palabras lo que

siente en lugar de dañar a los

que quiere para tapar su dolor.

Proponemos no romper afuera para

intentar ocultar lo que se ha roto adentro.

Page 8: En un reino encantado al que los hombres y las mujeres nunca pueden llegar, o quizás donde las mujeres y los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...

No es un camino fácil ni placentero pero es, sin

lugar a dudas, el camino más corto a

nuestro desarrollo como personas y a la conquista del mayor

de los desafíos, animarnos a ser auténticamente quienes somos.

Por: Jorge Bucay Con cariño, Betty