ENCUENTRO CON NIÑOS. “MISIONEROS HASTA EL FIN”.

0. Objetivos:

1.- Descubrir el significado de Mártir y la capacidad de dar la vida por amor. Conocer sus símbolos. 2.- Comprender la fuerza del perdón frente a las actitudes de odio, rencor y venganza. 3.- Caer en la cuenta de la fidelidad a la vocación por encima de la propia seguridad. 4.- Comprometerse con Jesucristo y el Evangelio hasta dar la vida por él.

Materiales: 1.- Los materiales propios de esta catequesis.

2.- Es bueno contar con una pizarra (si es digital mejor) en la que se puedan ver los materiales propuestos.

3.- Conexión a internet. 4.- Es bueno que el animador de la sesión visite previamente la página

web dedicada a los mártires: www.109cmf.org para ambientarse.

1.- Motivación:

• Para captar el interés de los niños y decirles el tema que se va a tratar en el “Encuentro con los niños” el animador les propone el siguiente juego. Puede hacerse de dos modos:

o “Juego del ahorcado”: se dibujan los espacios de las palabras y los niños lo tienen que ir adivinando diciendo una letra por turno. Si aciertan una letra que contiene la frase la ponen en su lugar. Si fallan se va dibujando un monigote ahorcado en 14 pasos. Hay 13 oportunidades para acertar la frase (cfr. Material 1).

o “Adivina la frase”: Se presenta una serie de recuadros en blancos y otros en gris. Los que van en blanco forman una frase. Los que van en gris son los espacios entre palabras. Tienen que ir adivinando las letras que van en cada casilla (cfr. Material 2).

El objetivo es que adivinen la siguiente frase: “MATEU CASALS, TEOFILO CASAJÚS, FERRÁN SAPERAS Y SUS 106 COMPAÑEROS MÁRTIRES CLARETIANOS”.

• Una vez adivinada la frase se inicia un diálogo con los niños acerca del significado de esa frase. Se les puede preguntar:

o ¿Sabéis qué significa? o ¿Conocéis esos nombres? o ¿Sabéis lo que es un “mártir”? o ¿Os suena la palabra “claretianos”?

• Por medio del diálogo se les hace caer en la cuenta de que el tema del Encuentro es hablar acerca de “Mateus Casals, Teófilo Casajús, Ferrán Saperar y sus 106 compañeros mártires claretianos” y conocer por qué fueron “mártires” y qué significa.

2.- Explicación del significado:

• Se les pregunta si saben lo que es un mártir.

o Mártir: Persona que sufre o muere por defender su religión o ideales.

o Los 109 misioneros claretianos fueron mártires porque sufrieron y dieron su vida por ser fieles amigos de Jesús y no negarle o dejar de ser sus amigos aunque su vida estuviera en juego. Mantuvieron en todo momento su valentía. No tuvieron miedo a la muerte y fueron fieles (Fiel: mantener la palabra dada a Jesús de querer seguirle siempre, pase lo que pase) hasta el final perdonando a aquellos que les querían quitar la vida. Por eso hoy les recordamos, conocemos y queremos seguir su ejemplo.

• Para los cristianos hay dos símbolos que nos recuerdan a los mártires que han dado su vida por Jesús:

o Se enseña la lámina 1 y 2 (cfr. Material 3).

Se les pregunta si saben qué es. Son:

La “palma del martirio”: Símbolo de victoria. Se representa siempre con aquellos que han dado su vida por ser amigos de Jesús.

La “Corona del martirio”: recuerda a la corona de espinas que llevó Jesús sobre su cabeza cuando murió en la Cruz.

• Si se tiene conexión a internet se entra en www.109cmf.org (página oficial de los mártires) y se les enseña el logo de la celebración de los Mártires para que vean el símbolo de la palma. Si preguntan por la Cruz se les dice que nos recuerda la muerte de Jesús por nosotros y la llama del Espíritu que nos va dando fuerzas y valentía en todo momento. El color rojo es el color del martirio para los cristianos. Si no hay conexión a internet se enseña la lámina 3. (cfr. Material 3).

3.- Jugarse la vida:

• Después de caer en la cuenta de que vamos a conocer por qué son mártires los 109 misioneros claretianos y lo que significa dar la vida hacemos el siguiente diálogo:

o En el mundo hay muchas personas que han amado de verdad y dado la vida. Son los que hacen que el mundo siga adelante. Les preguntamos si conocen a alguno.

o Después de sus respuestas les enseñamos la Lámina 4 (cfr. Material 3) y les preguntamos si conocen a alguno de esos personajes y que comenten lo que les sugiere lo que dicen.

▪ Jesús de Nazaret: “Amaos unos a otros como yo os he amado”. ▪ Padre Claret: “Yo te amo, te quiero por mil razones, porque Dios

quiere que te ame. ▪ Teresa de Calcuta: “El fruto del amor es la entrega a los demás”. ▪ Pedro Casaldáliga (Obispo claretiano en Brasil): “Amadlo todo, todos,

todas, discípulos de aquel al que amó primero”. ▪ San Juan Pablo II: “Un corazón enamorado no se calcula, no regatea,

quiere darse sin medida”.

o Si se ve conveniente se puede hacer a modo de juego presentando las caras por un lado y las frases por otro y que intenten relacionar cada frase con su personaje. Lámina 5. (cfr. Material 3).

• Los 109 mártires también nos dejaron sus mensajes y testimonios:

▪ Jaime Payás: “Perdono a todos los que me quieren mal, y les doy un abrazo de amistad; no guardo rencor a nadie, ni a los que me han tirado en casa como a un perro; también a Ti te lo hicieron”.

▪ P. Javier Morell: “No piensen ustedes que tenga miedo: ahora más que nunca doy gracias a Dios por haberme hecho religioso y sacerdote, mártir de Jesucristo. ¿Quieren gloria mayor?

▪ Al ser fusilado Marceliano Alonso en Alboraya, perdonó a sus enemigos y exclamó: ”Ten compasión de mí, oh dulce madre mía”.

▪ P. José Ignacio Gordon: “Os perdonamos de corazón, exclamó, refiriéndose a sus verdugos: los miró sonriendo y murió”.

▪ P. Jaume Girón: “Yo estoy siempre preparado para dar la vida por Dios y en la misa de cada día me preparo y me ofrezco como víctima por los fines que el Padre Celestial sea servido. Cada día rezo por el que me va a matar…”.

o Si se ve conveniente se puede hacer también a modo de juego presentando las caras por un lado y las frases por otro y que intenten relacionar cada frase con su personaje. Lámina 6. (cfr. Material 3). Si se dispone de internet se puede buscar a los mártires en: http://www.109cmf.org/es/galeria-de-fotos/galeria-martires/

• Los 109 mártires claretianos se jugaron también la vida. Vamos a conocer un poco de su historia: Se puede presentar de 2 maneras (según el grupo de niños):

0.- Cómo introducción contarles que estamos en el año 1936 y que en España hay una guerra civil.

Se enfrentan dos bandos. En uno de los bandos se persigue y se mata a los sacerdotes y religiosos sólo por el hecho de ser sacerdotes y religiosos. Por eso perseguían a estos claretianos. En España igual que ellos dieron su vida muchos otros claretianos y religiosos y religiosas de otras muchas congregaciones.

1.- Como son muchos los mártires contamos la historia de uno de ellos a modo de ejemplo. Algo muy parecido les fue ocurriendo a los demás. Contamos la historia de Gumersindo Valtierra. Lámina 7. (cfr. Material 3). La podemos contar de palabra o repartirla entre los niños y que la vayan leyendo ellos. Lámina 8. (cfr. Material 3).

2.- Presentando el video: https://youtu.be/882zZ6_l-0w. No es acerca de los 109 mártires Claretianos de Barcelona sino de los Mártires Claretianos de Fernán Caballero. Está hecho con figuras de Playmobil y describe la vida en el seminario y el ambiente de la época y lo que les ocurría a los mártires. Después de visionarlo se puede comentar lo que les ha parecido y decirles que lo mismo les ocurrió a los mártires de Barcelona, sólo que ellos no vivían todos juntos sino que, al ver el peligro que corrían, se refugiaron en casas de amigos y allí les detuvieron.

4.- ¿Nosotros podemos ser mártires?

4.1.- Dinámica: “El espantapájaros” (cfr. Material 4-5).

• Vamos a ver un ejemplo de cómo nosotros podemos ser “mártires” hoy en día. Los descubriremos por medio de un cuento. El animador tiene un dibujo de un espantapájaros (cfr. Material 4) en un a3 o cartulina para que los niños lo puedan ver bien. También lo puede proyectar o construir. Si lo construye es muy simple. Se buscan palos de tamaño mediano, se unen en cruz, y luego se le viste con ropa en desuso. No olvidar hacer por otro lado la cabeza (fácilmente se puede hacer con un globo inflado y pegando mucho papel) y algún objeto (en forma de manzana) que represente el corazón del espantapájaros.

• El animador debe saber el cuento de memoria. No vale leerlo porque aburre a los niños. Otra forma de presentarlo es prepararlo previamente con los niños como una representación. (cfr. Material 5)

Desarrollo: Indicaciones para el Encuentro.

• El relato es sencillo y muy claro para niños de estas edades. No hay que caer en clasificar a los personajes en buenos o malos, sino en resaltar el valor de la entrega. El simbolismo es muy directo. De la purificación total por el fuego hasta la entrega total, nace nueva vida para otros. El espantapájaros es espantapájaros hasta el fin.

• No olvidemos contar a los niños qué es un espantapájaros. Muchos no han estado en un huerto porque en la ciudad es difícil, pero es importante que primero se hagan la idea del personaje.

• Hay que aludir a elementos que conforman la vida de las personas: el querer todo para sí; que de nuestro corazón depende cambiar y ser diferentes, la sensibilidad ante los problemas de los demás.

Diálogo:

▪ ¿Sabéis lo que es un espantapájaros? ▪ ¿Cómo y para qué lo construye este labrador? ¿Cumple el fin para el cual está

pensado? ▪ ¿Por qué el espantapájaros estaba contento, cada vez que daba algo a quien se

lo pedía? ▪ ¿Qué pasó finalmente con él? ▪ ¿Conocéis a personas que hayan sido igual que el espantapájaros? ¿Es decir, que

lo hayan dado todo sin importar qué le pudiera suceder? ▪ ¿Os habéis fijado qué forman los palos del espantapájaros? ¿Por qué será?

▪ Los 109 Claretianos mártires son como el espantapájaros:

▪ Han dado su vida a los demás sin miedo, sin guardarse nada para ellos. ▪ Lo más importante, su corazón, ha servido para que nosotros también podamos

seguir su ejemplo y ser buenos amigos de Jesús a pesar de las dificultades que puedan surgir en el camino.

▪ Y, lo más importante, han sabido perdonar a los que les han quitado la vida y no les han guardado nada de rencor.

4.2.- Compromiso:

• Vamos a terminar nuestro encuentro con un compromiso. Se reparte a cada niño el dibujo de una manzana. Lámina 9. (cfr. Material 3).

• La manzana era el corazón del espantapájaros. Lo que le daba la vida y lo que él compartió con los demás. El corazón es lo más importante que tenemos las personas. Lo que nos da la vida. Los mártires entregaron su corazón, su vida, por seguir a Jesús incluso en las dificultades.

• ¿Cómo queremos que sea nuestro corazón? En ese corazón-manzana vamos a escribir a lo que nos comprometemos:

• A Ser solidarios y compartir algo de lo mío, con los demás. • A Aprender a servir desde las cosas simples: ayudando a poner la mesa,

arreglando mi habitación, siendo ordenado con mis cuadernos y libros, respetando a mis compañeros, profesores y a todas las personas.

• A Pedir a mis padres que me enseñen el lugar donde se reúnen los cristianos: la parroquia, la capilla cercana a mi casa, la ermita de mi pueblo.

• A …

• Se pueden decir en alto alguno de los compromisos o recortar los corazones y pegarlos en alguna parte de la sala en forma de Cruz o formando una palma que nos recuerde a los mártires.

• Para terminar se les pregunta a los niños qué es lo que hemos sacado en claro de la sesión.

5.- Oración • Si hubiera una oración sobre los Mártires se puede terminar con ella si no puede

valer esta: Señor Padre santo tú que concediste a los mártires claretianos fidelidad total a su vocación misionera siguiendo a Jesús hasta el martirio, y les hiciste testigos de amor en el perdón de sus perseguidores: concédenos la firmeza constante en la fe, y un amor sincero para amar en Jesús a todos los hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

MATERIALES Material 1: “Juego del ahorcado”

_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ , _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ , _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 106 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ .

MATEU CASALS, TEOFILO CASAJÚS, FERRÁN SAPERAS Y SUS 106 COMPAÑEROS MÁRTIRES CLARETIANOS.

Material 2: “Adivina la frase”

,

,

1 0 6

.

M A T E U C A S A L S ,

T E O F I L O C A S A J U S ,

F E R R A N S A P E R A S

Y S U S 1 0 6 C O M P A Ñ E R O S

M A R T I R E S C L A R E T I A N O S .

Material 3: Lámina 1: Palma martirio

Lámina 2: Corona del martirio

Lámina 3: Logo de los 109 mártires

Lámina 4: Personajes

Lámina 5: Personajes

Lámina 6: Testimonio de los mártires

Jaime Payás

“Perdono a todos los que me quieren mal,

y les doy un abrazo de amistad; no guardo rencor a nadie, ni a los que me han

tirado en casa como a un perro; también a Ti te lo hicieron”.

P. Javier Morell

“No piensen ustedes que tenga miedo: ahora más que nunca doy gracias a Dios

por haberme hecho religioso y sacerdote, mártir de Jesucristo. ¿Quieren gloria mayor?

Marceliano

Alonso

“Ten compasión de mí, oh dulce madre mía”.

P. José Ignacio

Gordon

“Os perdonamos de corazón, refiriéndose a sus verdugos: los miró sonriendo y murió”.

P. Jaume Girón

“Yo estoy siempre preparado para dar la vida por Dios y en la misa de cada día me preparo

y me ofrezco como víctima por los fines que el Padre Celestial sea servido.

Cada día rezo por el que me va a matar…”.

Lámina 7: Gumersindo Valtierra

Lámina 8: Gumersindo Valtierra

El día 20 de julio de 1936, una vez estallada la revolución le comunicaron al P. Valtierra que debían abandonar la casa porque corrían peligro. Respondió: «Pero si nosotros no hemos mal a nadie…». Le insistieron en que era urgente vestirse de paisano y escapar.

El Padre, no teniendo conocidos donde buscar escondite, se refugió, junto con el P. Jacinto Blanch, en el domicilio de D. Eugenio

Bofill, amigo del P. Jacinto. Después de cuatro o cinco días buscó otro alojamiento. El día 25 de julio fueron al

domicilio de D. Ramón Sunyer, hermano de un Padre claretiano residente en Italia, pero allí no pudo ser porque la casa estaba vigilada, por lo cual el jefe se había ausentado. Entonces se dirigieron a la casa de Doña Carmen Bayona, que ya tenía el piso bien ocupado con religiosas, Siervas de Jesús. A pesar de que la situación era tan delicada y crítica el Padre quería celebrar la misa con todos los ornamentos sagrados. Una de las religiosas tuvo que ir a buscarlos a las Hermanitas de los Pobres, pero, con buen criterio, no se los dieron por el peligro que corrían. El Padre no se daba perfecta cuenta de ello, pero al final lo aceptó con amargura. «Desde mi ordenación nunca he dejado de celebrar Misa hasta el día de hoy».

Su trato le conquistó el aprecio de los de la casa. Allí ejerció su responsabilidad sacerdotal y empezó a dar lecciones de tranquilidad y espiritualidad. Decía a la dueña: No tenga miedo, todo el día estoy rezando el Oficio Divino, y la Virgen nos ayudará. A las religiosas alentaba a vivir alegres. Estas comprendieron y admiraron la gran preparación del Padre para el martirio.

Por otra parte el Padre quería salir de casa mientras que la dueña se oponía por el peligro al que se exponía. Las monjas intentaron que no pareciera un “cura” quitándole el breviario (libro de oraciones) y el sombrero sin que por ello dejara de parecer un cura. No lo podía disimular ya que iba vestido totalmente de negro, corbata incluida, los ojos bajos y su aspecto era modesto y recogido. El Padre salió el domingo 26 por la tarde con intención de ir a casa de un amigo en Sarriá. Seguía la dirección del tranvía y al llegar al puente de Vallarca es detenido por una patrulla de milicianos, comandada por Jaime Serrat. Este al verlo dijo ¡Un religiosos! El jefe, bajando del auto, le pregunta:

¿Eres religioso? Sí, lo soy, por la gracia de Dios, afirma el Padre con toda ingenuidad. Su porte le

había delatado. Hubo un diálogo entre detenido y miliciano sobre la casa de la que acaba de salir y con sencillez lo dijo. También le preguntaron por la persona que le había llevado a aquella casa y entonces vio el peligro y no abrió más la boca. En respuesta el chófer le dio una brutal bofetada, que le hizo sangrar por la boca, sacó el rosario y se reconcentró en silencio con resignación.

En aquel momento pasaban por allí otros revolucionarios a los cuales encomendaron al detenido con estas palabras: A este os lo podéis llevar hacer de él lo que queráis.

Se lo llevaron en coche y en la calle Napoleón le hicieron bajar del coche, aunque él no quería. Le mandaron caminar calle arriba y después de un poco una detonación de varias descargas simultáneas dirigidas contra él lo dejaron tendido y muerto en el suelo. Sólo se oyó un ¡ay! lastimero, que se confundió con el golpe seco de su cuerpo al desplomarse. El fusilamiento debió ser entre las 10 y las 12 de la noche del 26 de julio de 1936.

Lámina 9: Manzana

Material 4: Dibujo “El espantapájaros”.

Material 5: “El espantapájaros”.

En un lejano pueblo, vivía un labrador muy avaro. Era tan egoísta que, cuando un pájaro comía un grano de trigo encontrado en el suelo, se ponía furioso y pasaba los días vigilando para que nadie le tocara su huerto.

Un día tuvo una idea: ―Ya sé, construiré un espantapájaros, de este modo alejaré a todos los animales

del huerto. Cogió tres cañas y con ellas hizo los brazos y las piernas, luego con paja dio forma

al cuerpo, una calabaza le sirvió de cabeza, dos granos de maíz de ojos, por nariz puso una zanahoria y la boca una hilera de granos de trigo. Además, le colocó unas ropas viejas y, de un golpe seco, lo hincó en la tierra. De pronto se percató de que le faltaba un corazón. Cogió el mejor fruto del manzano, lo colocó entre la paja y se fue a su casa.

Allí quedó el espantapájaros moviéndose al ritmo del viento. Más tarde un gorrión voló despacio sobre el huerto, buscando donde poder encontrar trigo. El espantapájaros al verlo quiso ahuyentarlo a gritos, pero el pájaro le dijo:

―Déjame coger trigo para mis hijos. ―No puedo, contestó nuestro amigo. Tanto le dolía ver al pobre gorrión, pidiendo comida, que por fin le dijo: ―Puedes coger mis dientes, que son granos de trigo y mis ojos que son dos granos

de maíz. El gorrión los cogió y de alegría besó su frente de calabaza. El espantapájaros se

quedó sin boca pero feliz de haber ayudado a aquel pajarillo. Una mañana un conejo entró en el huerto. El espantapájaros lo vio y quiso

asustarle, pero el conejo lo miró y le dijo: ―Tengo hambre. Déjame coger sólo una zanahoria. El espantapájaros no quería traicionar a su amo, así que le ofreció su nariz. Quería

cantar de alegría, pero no podía porque no tenía boca, ni nariz para percibir el perfume de las flores.

Poco más tarde oyó que alguien le decía: ―Espantapájaros, el labrador me ha echado de su casa porque le pedí ropa para

abrigarme. Tengo mucho frío. ¿Puedes ayudarme? ―¿Quién eres? -preguntó el espantapájaros que no podía verle, pues ya no tenía

ojos. ―Soy un inmigrante sin trabajo, que busca vivir dignamente. ―Coge mi vestido, es lo único que puedo ofrecerte. ―¡Oh, gracias espantapájaros!

A la mañana siguiente, notó que alguien lloraba junto a él. Era una mujer que buscaba comida para sus hijos, y el dueño de la huerta no quiso darle.

―Pobre madre.... cuánto sufrirá por sus niños. Te doy mi cabeza que es una gran calabaza.

Cuando el labrador fue al huerto y vio el espantapájaros en aquel estado, se enfadó mucho y le prendió fuego. Sus amigos, al ver como ardía, se acercaron y amenazaron al labrador, pero en aquel momento, cayó al suelo algo que pertenecía al espantapájaros: su corazón de manzana. El hombre, riéndose, se lo comió diciendo:

―¿Decís que todo os lo ha dado? Pues esto me lo como yo. Pero nada más morderla, notó un cambio en él y les dijo: ―Desde ahora, siempre compartiré con vosotros. Mientras, el espantapájaros se había convertido en cenizas y el humo llegaba hasta

el cielo, hasta el sol, transformándose en el más brillante de sus rayos.