UNIVERSIDAD AÚTONOMA DE CHIAPAS

LICENCIATURA EN SEGURIDAD ALIMENTARIA

ASIGNATURA:

REDACCIÓN DE TEXTOS

ASESOR:

MTRA. SUSANA CHAVIRA ORANTES

Actividad para interiorizar – ENSAYO

ALUMNA:

Lizeth Patricia Ruiz Mayorga

TUXTLA GUTIÉRREZ CHIAPAS, SEPTIEMBRE DE 2014

LAS COMPETENCIAS COMO HERRAMIENTA EDUCATIVA PARA LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL EN MÉXICO

Educación es una palabra muy utilizada, antes con un significado mucho más específico

limitándolo a la mera recepción y reproducción de conocimientos adquiridos en la escuela,

sin embargo, hoy en día se ha ampliado tanto su utilización como su concepción

convirtiéndola en un tema que está presente en todos los niveles, no solamente escolares,

sino también familiares, sociales, e individuales por mencionar algunos.

Razón por la que se hace necesario ahora más que nunca prestar especial atención en este

proceso enseñanza-aprendizaje no es de exclusiva responsabilidad de la escuela, sin duda

alguna en ella recae una gran parte de la tarea, pues tanto la sociedad, la familia, y los ejes

del gubernamentales, esperan recibir lo mejor de su desempeño, el cual se verá reflejado en

la mejoría de la calidad de vida actual y la esperanza de un entorno mucho más prometedor

en un mañana.

La necesidad de innovación y cambio a fin de aumentar la calidad de la educación ha

derivado en diversidad de modelos que buscan corresponder de la forma más integral a las

necesidades cada vez más demandantes de nuestra realidad, siendo testigos de cambios

ideológicos, tecnológicos, gubernamentales etc., que superaron nuestra imaginación; es así

como pasamos de aprender a escribir con papel y lapicero taquigrafía en los 80 s,

mecanografía en maquinas de escribir en los 90 s, para luego utilizar teclados y pantallas

táctiles, en dispositivos pequeños, que nos permiten incluso corregir la ortografía o la

ayudar con la correcta sintaxis de lo que pretendemos expresar.

Surgiendo de igual manera en los años 70 s un nuevo modelo educativo, el enfoque basado

en competencias, como un modelo que busca dar una solución adecuado a los desafíos que

como sociedad del conocimiento enfrentamos, este modelo tiene características muy

interesantes que le han dado un valor agregado a su contribución para mejorar la calidad de

la educación, como lo es que una competencia se identifica porque: conjunta al sector

laboral, promueve un cambio en los roles de todos los grupos que conforman el proceso

educativo, en especial el de maestro y el alumno, una competencia se da con la resolución

exitosa de una situación real, funcionan para la ejecución de distintas tareas, etc.

Coordinación General de Universidades Tecnológicas (2008)

En nuestro país es imperativa la manera como se han venido introduciendo las

competencias a los sistemas educativos, en muchas ocasiones no de la manera más

adecuada sobre todo por la falta de los gobiernos para tomarse el tiempo de evaluar y

analizar la situación actual del que hacer docente, y en base a esto realizar las acciones

necesarias para que la introducción de otras metodologías, y se dé con la debida

capacitación y condiciones que puedan conferirle un mayor respaldo y confianza; en este

respecto Moreno, (2012) se refiere a esta situación como la ausencia o deficiencia en la

capacitación de los responsables de la implementación directa de dicho modelo.

Estas acciones en busca de la implementación de competencias en México se ha venido

dando alrededor de hace diez años, con pasos acelerados como se menciono anteriormente,

evidenciado primeramente por un acuerdo entre la Secretaría de Educación Pública (SEP) y

la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), para que en los años 90 s se presentará

grandes avances en este sentido mediante diversos proyectos, que dan como resultado las

últimas reformas educativas y el plan sectorial educación 2007-2012, según Coordinación

General de Universidades Tecnológicas (2008); que sin lugar a dudas ha sido controversial,

generando muchas opiniones a favor o en contra, sin embargo lo que sí es cierto es que ha

representado un gran cambio para el sector educativo, quien había venido dando largas y

acciones de resistencia para poner en práctica lo que se ha venido exponiendo teóricamente,

pero que poco hay de práctica real.

Se puede constatar además que dicho enfoque se ha ido insertando en los distintos niveles

de educación desde el kínder hasta la universidad, inclusive Tobón (2007) propone la

implementación de competencias con enfoque complejo, en donde se implementan ciclos

propedéuticos para la educación superior, que dan la posibilidad de cursar en varios ciclos

una carrera o un posgrado lo cual permitirá que al final de cada ciclo se reciba un título

profesional que para incursionar en el ámbito laboral, facilitando la progresión académica si

así lo decide en estudiante, a la vez que lo hace más competitivo profesionalmente, lo cual

es una ventaja para muchos individuos que por distintos factores sobre todo económicos no

pueden continuar su preparación o aspirar a un mejor desarrollo laboral que no implique

esperar largo tiempo para alcanzar un título.

Piedras angulares para la implementación de las competencias en todo lo que se ha revisado

en cuento a definición, clasificación, tipos, debilidades, implementación curricular, etc., son

el rol del docente y el del alumno; como docentes podemos apreciar más y mejor que tan

reales o no son estas teorías en nuestra realidad. Por lo tanto el docente debe esforzarse de

manera diaria por reflexionar en el desarrollo de su labor, ser autocritico y capaz de

identificar debilidades a fin de reforzarlas así como de fortalezas para mantenerlas y

mejorarlas, Perrenoud, (2005) menciona algunas competencias tradicionales del docente

como lo son:

Las situaciones de aprendizaje tano dominio de los conocimientos como saber

transmitirlos para que el alumno valore su importancia y busque ampliar y enriquecerse con

ellos; la progresión del aprendizaje,organización contando con los métodos adecuados para

aplicar conocimientos a problemas reales; la diferenciación que identificar la diversidad de

los grupos, implementando métodos para incentivar el trabajo cooperativo; la motivación

crea en el alumno las ganas de autogenerar conocimiento, saber aprender, siendo el docente

cercano, accesible y confiable; el trabajo en equipo organizando, capacitando,

manteniendo su integración, y buen funcionamiento; la relación con los padres

involucrados activamente en la construcción del conocimiento; las nuevas tecnologías

utilizarlas como apoyos pues de facilitan la enseñanza y generan mayor empatía con el

alumnado; los dilemas sociales fomentando los valores que aseguren una sociedad

responsable, tolerante y cooperadora con su prójimo; la formación continua para poder

analizar, seleccionar, reflexionar sobre lo que debemos aprender de tal forma que sea lo

adecuado.

Si bien todas estas competencias son muy útiles y necesarias, carecen de relevancia cuando

el docente las ha implementado en la práctica de forma conjunta, en un salón con alumnos

reales, que presentan deficiencias en el comportamiento, unos apáticos y otros inquietos, en

donde la avidez de aprender y las dudas pueden resultar en una necesidad de improvisación,

etc. Estando en concordancia con lo que menciona Perrenoud, (2001) sobre la necesidad de

enfrentarse a situaciones reales a fin de aprender bajo un contexto verdadero que será la

mejor forma de identificar que competencias están fortalecidas, deficientes o ausentes,

reduciendo de esta manera los errores que se presentan durante la vida laboral, que si bien,

son parte de la formación, muchos de ellos podrían ser identificados durante la formación y

no todos durante el ejercicio laboral como tal.

Por otra parte es ahora el alumno quien resulta ser el protagonista indiscutible de su

formación en el enfoque por competencias, será él quien regulará el desarrollo de sus

competencias, las cuales le permitirán tener la armadura necesaria para afrontar la

problemática a resolver en el ejercicio de su vida real tanto laboral como personal, es decir,

el enfoque de competencias hace que “la participación activa del alumno en sus procesos de

aprendizaje” según Lenoir y Morales (2011), sean medios de capacitación fundamentales.

Es necesario que el alumno sea ahora un individuo que demande mayor calidad en su

formación, dejando de conformarse con lo que el docente dice, por el contrario, investiga,

reflexiona, sintetiza y consulta diversas fuentes a fin de que su conocimiento sea amplio, de

tal forma que pueda ser aplicado de manera multidisciplinar a distintos saberes, pues solo

así podrá enfrentarse a un mundo globalizado y competitivo, en donde lo que hoy es una

verdad mañana puede no serlo; escenario que no le afectará, si toma su papel de

autogenerar conocimiento y auto-capacitarse de manera permanente a lo largo de su vida, lo

que le permitirá estar actualizado y capacitado para continuar aportando a la mejora de la

sociedad a la cual se debe.

De manera puntual, al estudiar los retos y especificaciones de las competencias en la

educación, podemos percatarnos de que si bien en los últimos años en nuestro país se han

puesto en marcha distintas acciones para la implementación de el enfoque basado en

competencias en todos los sectores educativos, aún queda mucho por hacer, la tarea no es

nada fácil, sin embargo tampoco es imposible, se requiere de que nos unamos como

miembros del sector educativo, y tomemos conciencia de los grandes beneficios que

representa para el país poner en práctica, toda la metodología existente sobre este tema,

debemos dejar de poner excusas y deslindar la responsabilidad o la culpa de las deficiencias

actuales en otros, sean alumnos, administrativos, gobierno o compañeros de trabajo, y

actuar más, realizando nuestra labor con amor, compromiso y dedicación; así podremos

motivar a otros a realizar los cambios que aún nos quedan por delante y juntos construir un

mejor país una mejor sociedad de la cual tenemos bastante responsabilidad.

BIBLIOGRAFÍA

Coordinación General de Universidades Tecnológicas. (2008). Manual para la Difusión del Modelo de Educación Basada en competencias del Subsistema de Universidades Tecnológicas. Recuperado desde http://www.utj.edu.mx/exu/documentos_anteriores/MEBCSUTMANUAL.pdf

Lenoir, Y y Morales, A. (2011). El enfoque por competencias y profesionalización de la enseñanza: una clarificación conceptual. Revista Iberoamerica sobre calidad, eficacia y cambio en la educación, 9, 46-64.

Moreno, T. (2012). La evaluación de competencias en educación. Revista Electrónica Sinéctica, 39, 1-20.

Perrenoud, P. (2001). La formación de los docentes en el siglo XXI. Revista tecnología Educativa.14, 503-523.

Perrenoud, P. (2005). Diez nuevas competencias para enseñar. Educatio Siglo XXI, 23, 223-229.

Tobón, S. (2007). El enfoque complejo de las competencias y el diseño curricular por ciclos propedéuticos. Acción Pedagógica, 16,14-48.