A quien corresponda: Estimado lector me significa una inmensa alegra el que usted est leyndome, estoy seguro de que este momento constituir un enriquecimiento bastante grande para ambos. Sin mucho que aadir quisiera hacerle saber que las ideas que expondr a continuacin son estrictamente personales y por tanto solo tienen por objetivo el darse a conocer y fomentar espacios de estimulacin intelectual. Por esto precisamente, pido que mi ensayo se mantenga tal cual lo he liberado al mundo, no tolerar modificaciones o censura alguna, ellas solo me comprenderan una gran falta de respeto. Espero que mi entrega a continuacin sea de su agrado. Quisiera empezar a inmiscuirme en este asunto proponiendo una definicin que nos servir de hilo conductor a lo largo del respectivo desarrollo que le dar. La educacin sexual es definida generalmente como un conjunto de saberes que pretenden servir de base para un manejo correcto de la sexualidad humana, sin embargo, sta definicin hace alusin nicamente a su concepcin desde la ptica intelectual y tratndose de un aspecto humano no se debe (o no se debera) admitir la limitacin que comprende una facultad por s sola para abordar este tema. En otras palabras, no slo de razn se necesita para tratar un mbito de esta naturaleza, sino tambin de consideraciones afectivas y espirituales. Me reservar el definir estos dos ltimos trminos ya que podra causar cierta controversia y nos alejara ms an del postulado en este ensayo. Entonces, qu es la educacin sexual? Me remitir a la siguiente definicin propuesta por Frederic Boix: El conjunto de aprendizajes que permiten el buen desarrollo de las capacidades sexuales, su coordinacin con las dems facultades y la consecucin de una buena interrelacin con las otras personas que resulten estimulantes por su condicin sexuada y sexual, consiguiendo altos niveles de espontaneidad y comunicacin, y tambin de respeto y estima. Bien, teniendo ese concepto como base fundamental de este tratado, proseguir. De todas las dinmicas sociales, el manejo de la sexualidad constituye una de las ms desatendidas pese a su superlativa trascendencia. S bien que esta aseveracin puede resultar un tanto apresurada y por ello me remitir a lo que ocurre en nuestro entorno. Las estadsticas sealan que cada vez la precocidad sexual, el embarazo no deseado, el contagio de enfermedades venreas y otras derivadas de una sexualidad mal manejada son cada vez mayores. El Proyecto CERCA, un estudio financiado por la Unin Europea, realiz en el 2011 una encuesta en el cantn Cuenca a 3300 adolescentes de entre 12 y 18 aos. All se concluy que el promedio de inicio de las relaciones sexuales en adolescentes era de 15 aos para las mujeres y 14 para los varones. Esto contrasta con un anlisis de nueve aos atrs, en el ao 2004, cuando las mujeres empezaban a los 18 aos su vida sexual y los varones a los 17, segn la Encuesta Demogrfica y de Salud Materna e Infantil. Tambin est el estudio realizado por los Programas Educativos Psicologa y Salud, en el ao lectivo 2011-2012. Su encuesta se realiz a 332 adolescentes de entre 11 y 16 aos, de los cuales 180 eran mujeres y 152 hombres. Del primer grupo, 108 chicas aseguraron que ya tuvieron relaciones sexuales (60%), y de los chicos sumaron 78 (51%). El incremento del embarazo en adolescentes menores de 15 aos en la ltima dcada es del 74%, mientras que en los mayores de 15 aos alcanza el 9%. Estos datos constan en un informe del Plan Andino de Prevencin del Embarazo en Adolescentes. Segn las cifras del ltimo censo de poblacin del INEC del 2010, en el pas hubo 2 609 nias de entre 12 y 14 aos que tuvieron al menos un hijo nacido vivo. En la provincia del Guayas se registr el mayor nmero (653 casos). Le sigui Manab (300), Los Ros (240) y Pichincha (218). La situacin se torna ms aguda an pues la adolescente tiene mayor posibilidad de enfermar o tener complicaciones durante el embarazo. Lo ms frecuente es el sufrimiento fetal, la preeclampsia, y las hemorragias durante ste. A la anterior frase le respalda las cifras: en el 2011 murieron en el Ecuador 241 mujeres, de las cuales el 16% eran madres adolescentes. Es decir, prevenir el embarazo en adolescentes tambin redundar en una reduccin de la mortalidad materna, acota el Director del Proyecto CERCA. Se estima que el nivel de escolaridad se reduce en 2,5 aos por cada hijo que tenga una mujer, y a partir de tercer hijo, se disminuye en un 34% el ingreso familiar, aumentando la pobreza econmica. Es evidente que el mal manejo de la sexualidad humana no es un fenmeno ajeno a nosotros e implica un sinnmero de secuelas negativas en mltiples dimensiones. Ahora, me enfocar en algo ms simple, las mismsimas concepciones que poseemos en nuestras mentes de la sexualidad han dejado de pertenecernos, han abandonado su integridad. A escala global, con sus respectivas variaciones, los integrantes de las distintas sociedades se ven cada vez ms influenciados por los fatales estilos de vida hedonistas que proponen sus mismos integrantes a travs de ingeniosas estrategias de mercado con el fin nico de generar frutos materiales. La sexualidad se ha tergiversado tremendamente, ha sido reducida a un acto de virtud sensorial, de estatus, de re afirmacin, de poder. La vida terrenal ha sido situada en la cspide de nuestras aspiraciones, lo superficial ha empaado completamente el sentido de nuestras vidas.S bien que estoy sonando algo dramtico a este punto y al mismo tiempo empiezo a despertarle intriga sobre si estoy prximo a soltar la frmula mgica para restaurar la esencia de la sexualidad humana o en su defecto, darles un sermn plagado de consideraciones morales o religiosas que deberan servirles de pauta al momento de ejercer sus prcticas ntimas. Bueno, no ser as. En lo personal, carezco de religin, mis principios y mis aspiraciones en la vida los dicta el sentido intrnseco que hace de brjula en nuestro accidental existir. (Le confirmo sus sospechas: Estoy muy enamorado de la filosofa) En fin, me estoy yendo por la tangente, retomando el tema, habiendo expuesto los hechos objetivos, proseguir a exponer la conclusin de mi postulado. Siendo estas las incidencias que ha tenido el manejo actual de la sexualidad, estamos extremadamente urgidos de una reforma multidimensional sobre nuestro manejo de ella. Y digo multidimensional porque como expuse al principio, no es coherente con la dinmica del existir (de nuevo con mis antojos) el abarcar un asunto humano desde una sola facultad. Concretando un poco, las campaas de educacin sexual, independientemente de su procedencia, su estructura o sus pseudo-innovadores artificios para llegar a la juventud no tendrn efecto alguno por s solas. Aplica la misma sentencia para las caprichosas disposiciones polticas, la educacin cerrada y las ideologas retrgradas que intentan apagar un incendio con gasolina. Una formacin sexual ntegra debe estar constituida por la inculcacin de valores y de conocimientos cientficos al mismo tiempo que se exista el respeto a la libertad individual de las personas. Nuestros proyectos deben enfocarse en la erradicacin de prejuicios e ignorancia, deben abrir paso a un mundo ms dinmico, ms prctico y ms eficiente. Ha llegado la hora de que como jvenes ejerzamos nuestro derecho a reclamar una formacin sexual adecuada, ha llegado la hora de que como adultos abandonemos las ideologas retrgradas que habitan nuestra mente, ha llegado la hora de que como entidad, institucin o cualquier tipo de organizacin defendamos la dignidad y el bienestar del ser humano por sobre cualquier otra cosa. Todos somos protagonistas de un cambio social!