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Ensayos Forhum19Miradas al hábitat

Edición: Cecilia Inés Moreno JaramilloCompilación: Paula Andrea Duque Marín y Cecilia Inés Moreno JaramilloCorrección de estilo: Paula Andrea Duque MarínDiseño y diagramación: Claudia Múnera J.Ilustraciones: Fragmentos de la obra Geonecrópolis (trabajo de grado)

de María Antonia De los RíosImpresión: Centro de Publicaciones

Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín

ISBN:958-9126-26-X

Portada: Geonecrópolis (Fragmento)Primera edición: Medellín, mayo de 2002

Miradas al hábitat. Medellín : FORHUM –Escuela Internacional del Hábitat y el DesarrolloLocal: Escuela del Hábitat –Cehap, Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional de Colombia,Sede Medellín, 2002. 175 p. ( Ensayos Forhum, 19)ISBN 958-9126-26-XHÁBITAT%GESTIÓN AMBIENTAL%DESARROLLO LOCAL%COMUNICACIÓN%TERRITORIO%

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Presentación

Los ensayos de esta publicación, se ocupan decontarnos los avances de estudios e investiga-ciones que en los dos últimos años convocaronla iniciativa de los profesionales del hábitat.

En la expresión de los planteamientos aparecensituaciones a las que recurrentemente vuelve lainvestigación en hábitat, pero estos hechoscorrientes aunque reiterativos, proponen otrasperspectivas de lectura e intentan dar cuenta delas nuevas escenografías de los acontecimien-tos y de las puestas en escena de los procesos,permitiendo evidenciar hechos y situacionesimperceptibles que sólo la sensibilidad delinvestigador puede captar.

Porque aunque parece evidente que el hábitates el tiempo, es el espacio, es memoria y olvido,es la acción, pero también es la inmovilidad, eslo visible pero igualmente lo invisible, es unacantidad de etceteras; todas estas situaciones,recobran valor cuando se vuelven inteligibles.Y en este terreno, el valor adquiere generalmen-te un carácter conceptual y teórico, o tambiénun carácter procedimental y numérico.

Este último aspecto, el de lo numérico, esquizás la cuestión más inquietante en losestudios del hábitat, pues las intensidadesdemográficas que acosan las luchas territorialescontemporáneas y caracterizan lasmovilizaciones de masas e individuos en lospoblados, pueblos y ciudades, registran que loshechos por la densidad de sus contenidos y laintensidad de sus apariciones, son muy distin-tos y modifican muy profundamente lascualidades, orientaciones y tendencias de losprocesos de organización del hábitat.

Las realidades del hábitat contemporáneo, pesea que oficialmente son asumidas como hechosestadísticos, rebasan los datos, pero inquieredesde éstos a muy diversas disciplinas. Entodos los momentos de las sociedades humanas

y animales el número suscita conmoción yalienta decisiones generalmente asociadas alconflicto.

“La cantidad pura, el tamaño informe, eldilatarse del número puede producir angustia yparece, por lo demás, el revés del orden tradi-cional y habitual. ¿Por qué el número, con elque convivimos de manera tan pacífica y nosayuda en los cálculos de la vida y en el desarro-llo de las ciencias, en sus objetivacionescuantitativas, suscita tales reaccionesemotivas?

[...] El número, el “cuánto”, cuyo tamaño puededespertar temor, adolece de una ambigüedad yduplicidad originarias y actúa, por así decirlo,“enmascarado”: nos habla de lo múltiple sinreferencia o del crecimiento incontrolado de unente (por ejemplo de los desesperados quehuyen de...): nos ofrece la desmesurada dimen-sión de un caos y proporciona su unidad desentido, un orden relativo a la “unidad de lomúltiple”: orden meramente cuantitativo, el decifras que hablan de la realidad sin pathos”.(Zarone, Giuseppe, en Res Pública, No. 4. Dic.1999. P. 11).

En esta palabra en el pathos reside la diferenciaentre el relato que la investigación académicarecoge y sintetiza, y, el relato sustentado en lasfrías estadísticas, hechas sin la carne y la piedrade la vida.

Sobre este pathos, los autores de este último nú-mero de Ensayos Forhum, a escala local en Co-lombia, procuran expresar un sentimiento inte-lectual que caracterizó el programa que lo respal-dó y dejan abierta una huella matizada de pre-guntas, que aspiramos sea emulada en el espíritupor futuras iniciativas y cualificada en las con-cepciones y sobre todo en la comprensión de losmás acuciantes problemas que acosan la socie-dad mundial contemporánea.

Beethoven Zuleta RuizDirector de la Escuela del Hábitat-Cehap

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Introducción

Miradas al hábitat es la última publicación dela serie ENSAYOS FORHUM que se edita anivel local en Colombia. Con este texto, laEscuela del Hábitat - Cehap busca difundiralgunos de los aportes logrados en la laborrealizada, con su programa FORHUM, en losdos últimos años (2000 y 2001). La Escueladel Hábitat, como unidad académica de laUniversidad Nacional de Colombia-SedeMedellín, asume con productos como éste, sutarea de circulación del conocimiento y puestaen debate del pensamiento.

Se quiere compartir con el lector, la producciónacadémica y el resultado de trabajos de investi-gación, reflexiones sobre la labor docente ypedagógica y proyectos de extensión universi-taria o interacción social, en estos camposacadémicos, resultantes en gran parte de lasactividades del Programa FORHUM – EscuelaInternacional del Hábitat y el Desarrollo Local.Actividades que corresponden a las distintasestrategias del programa: investigativa,educativa, de intervención, escenariosvirtuales y modelo educativo-pedagógico.

Algunos ensayos resultan de procesos propiosde otros programas del Cehap que se hicieronen coordinación con el programa FORHUM oque guardan relación temática con éste. Haytambién escritos que son combinación deexperiencias de la Facultad de Arquitecturacon la Escuela del Hábitat - Cehap.

Las contribuciones de los ensayistas se presen-tan en un recorrido de acuerdo con el campo deaplicación académico. Los primeros ensayostienen un sentido teórico conceptual, resultadode investigaciones, de reflexión teórica o deestudios documentales. En el siguiente grupo,se incluyen reflexiones derivadas de la laboreducativa que presentan aportes y análisissobre educación y pedagogía. Al final, seencuentran textos que tienen un sentido máspráctico, ya sea porque se derivan de investi-gaciones aplicadas o porque hacen aportes deutilidad directa en la gestión del Hábitat.

Son diferentes miradas al hábitat. Temática-mente hay variedad de aspectos que se trabajanen torno al hábitat como objeto de saber. Así,

el hilo conductor del relato que se logra entrelos autores es el campo de aplicación; entrecada campo no hay división tajante pues hayaportes que mezclan dos o más campos.

En lo temático se va de un asunto a otro, sevuelve en algunos casos sobre un tema yaparece luego uno nuevo. Entre los ensayoscon un sentido más teórico conceptual estánlos aportes de María Cecilia Múnera, Eldesarrollo desde una perspectiva semántica;Luis Fernando González, La concepcióntecnológica del hábitat; el Grupo Tecnotopía,Fenómeno urbano, ambiente y tecnología;Oscar Enrique Parra, Redes, organización localy global en la gestión del hábitat y Juan ManuelFernández, Derecho, hábitat y ambiente.

Continúan unos ensayos, que aunque siguencon la reflexión teórica, van encadenándosecon la intención pedagógico educativa.Contamos así con los aportes de María ClaraEcheverría, Re-pensar lo estratégico desde lacomunicación; Beethoven Zuleta, Formacióne institución del aprendizaje; DanielHermelin, La comunicación del conocimientoy la intervención en el hábitat local; JuanCarlos Ceballos, Para la intervención en elhábitat la comunicación: acción social;Pedro Pablo Peláez, Una técnica de aproxima-ción a los procesos proyectuales. Estos dosúltimos, con una intención claramentedocente, se conectan con otros escritos quetienen como punto de partida procesos deinvestigación aplicada en interacción conunas dinámicas territoriales, los ensayos deNora Elena Mesa, Trayectos, mapas, nuevasespacialidades y significaciones de lopúblico. Medellín 1975-200l; Cecilia InésMoreno, Hábitat y vivienda con criterioambiental; Javier González, La metrópoli:Condiciones ambientales y respuestassocioculturales; Jorge Andrés Polanco, Medioambiente y desarrollo de perspectivasinterdisciplinarias de investigación. Porúltimo se presenta un aporte de gran utilidadpráctica en la gestión ambiental del hábitat yel territorio, con la contribución de AnaMercedes Múnera y Hernán Porras, Segui-miento y evaluación para el control social dela gestión ambiental.

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Ensayos Forhum 19 contiene un relato gráficocuyas ilustraciones, tanto en portada como enlas páginas interiores, son fragmentos de laobra Geonecrópolis de la artista plástica, MaríaAntonia De los Ríos. Con esta obra, la ciudadrecorrida en bicicleta por la artista, es mostradacomo ese lugar donde cotidianamente se da elencuentro de la vida con la muerte, en un cicloque envuelve a sus habitantes.

La publicación se acompaña de un inserto quecontiene la compilación de las declaracionesfinales del II Encuentro Latinoamericano y delCaribe Ciudades por la paz, realizado enBogotá, Colombia entre el 14 y el 17 de mayode 2001. La compilación de las memorias y sudistribución entre la red del ProgramaFORHUM – Escuela Internacional del Hábitat yel Desarrollo Local estuvo a cargo del econo-mista Rafael Rueda Bedoya, coordinadorregional del Programa.

Esperamos que la labor editorial, con la compi-lación de aportes muy valiosos de diversosautores, sea de interés y utilidad para lasorganizaciones, entidades y personas a quienesllegue el texto Ensayos FORHUM 19 Miradasal hábitat .

Cecilia Inés Moreno J.Docente Escuela del HábitatEditora

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Contenido

Presentación________________________________________________________4Presentación________________________________________________________4Presentación________________________________________________________4Presentación________________________________________________________4Presentación________________________________________________________4Introducción_______________________________________________________5Introducción_______________________________________________________5Introducción_______________________________________________________5Introducción_______________________________________________________5Introducción_______________________________________________________5

El desarrollo desde una perspectiva semántica___________________________8El desarrollo desde una perspectiva semántica___________________________8El desarrollo desde una perspectiva semántica___________________________8El desarrollo desde una perspectiva semántica___________________________8El desarrollo desde una perspectiva semántica___________________________8María Cecilia Múnera López

La concepción tecnológica del hábitat_________________________________18La concepción tecnológica del hábitat_________________________________18La concepción tecnológica del hábitat_________________________________18La concepción tecnológica del hábitat_________________________________18La concepción tecnológica del hábitat_________________________________18Luis Fernando González Escobar

Fenómeno urbano, ambiente y tecnología______________________________30Fenómeno urbano, ambiente y tecnología______________________________30Fenómeno urbano, ambiente y tecnología______________________________30Fenómeno urbano, ambiente y tecnología______________________________30Fenómeno urbano, ambiente y tecnología______________________________30Grupo Tecnotopía

Redes, organización local y global en la gestión del hábitat_________________43Redes, organización local y global en la gestión del hábitat_________________43Redes, organización local y global en la gestión del hábitat_________________43Redes, organización local y global en la gestión del hábitat_________________43Redes, organización local y global en la gestión del hábitat_________________43Oscar Enrique Parra Giraldo

Re-pensar lo estratégico desde la comunicación_________________________51Re-pensar lo estratégico desde la comunicación_________________________51Re-pensar lo estratégico desde la comunicación_________________________51Re-pensar lo estratégico desde la comunicación_________________________51Re-pensar lo estratégico desde la comunicación_________________________51María Clara Echeverría Ramírez

Derecho, hábitat y ambiente_________________________________________66Derecho, hábitat y ambiente_________________________________________66Derecho, hábitat y ambiente_________________________________________66Derecho, hábitat y ambiente_________________________________________66Derecho, hábitat y ambiente_________________________________________66uan Manuel Fernández Velásquez

Formación e institución del aprendizaje_______________________________82Formación e institución del aprendizaje_______________________________82Formación e institución del aprendizaje_______________________________82Formación e institución del aprendizaje_______________________________82Formación e institución del aprendizaje_______________________________82Beethoven Zuleta Ruiz

La comunicación del conocimiento y la intervención en el hábitat local________96La comunicación del conocimiento y la intervención en el hábitat local________96La comunicación del conocimiento y la intervención en el hábitat local________96La comunicación del conocimiento y la intervención en el hábitat local________96La comunicación del conocimiento y la intervención en el hábitat local________96Daniel Hermelin Bravo

Para la intervención en el hábitat la comunicación: acción social____________107Para la intervención en el hábitat la comunicación: acción social____________107Para la intervención en el hábitat la comunicación: acción social____________107Para la intervención en el hábitat la comunicación: acción social____________107Para la intervención en el hábitat la comunicación: acción social____________107Juan Carlos Ceballos Guerra

Una técnica de aproximación a los procesos proyectuales________________117Una técnica de aproximación a los procesos proyectuales________________117Una técnica de aproximación a los procesos proyectuales________________117Una técnica de aproximación a los procesos proyectuales________________117Una técnica de aproximación a los procesos proyectuales________________117Pedro Pablo Peláez Bedoya

TTTTTrrrrraaaaayyyyyectos,ectos,ectos,ectos,ectos, ma ma ma ma mapas,pas,pas,pas,pas, n n n n nueueueueuevvvvvas espacialidades y signifas espacialidades y signifas espacialidades y signifas espacialidades y signifas espacialidades y significaciones de lo púbicaciones de lo púbicaciones de lo púbicaciones de lo púbicaciones de lo público.lico.lico.lico.lico.Medellín 1975-2001_______________________________________________122Medellín 1975-2001_______________________________________________122Medellín 1975-2001_______________________________________________122Medellín 1975-2001_______________________________________________122Medellín 1975-2001_______________________________________________122Nora Elena Mesa Sánchez

Hábitat y vivienda con criterio ambiental_____________________________129Hábitat y vivienda con criterio ambiental_____________________________129Hábitat y vivienda con criterio ambiental_____________________________129Hábitat y vivienda con criterio ambiental_____________________________129Hábitat y vivienda con criterio ambiental_____________________________129Cecilia Moreno Jaramillo

La metrópoli: condiciones ambientales y respuestas socioculturales_________142La metrópoli: condiciones ambientales y respuestas socioculturales_________142La metrópoli: condiciones ambientales y respuestas socioculturales_________142La metrópoli: condiciones ambientales y respuestas socioculturales_________142La metrópoli: condiciones ambientales y respuestas socioculturales_________142Javier González Trujillo

Medio Medio Medio Medio Medio Ambiente y perAmbiente y perAmbiente y perAmbiente y perAmbiente y perspectispectispectispectispectivvvvvas interas interas interas interas interdisciplinardisciplinardisciplinardisciplinardisciplinar ias de inias de inias de inias de inias de invvvvvestigestigestigestigestigación__________150ación__________150ación__________150ación__________150ación__________150Jorge Andrés Polanco

Seguimiento y evaluación para el control social de la gestión ambiental_______159Seguimiento y evaluación para el control social de la gestión ambiental_______159Seguimiento y evaluación para el control social de la gestión ambiental_______159Seguimiento y evaluación para el control social de la gestión ambiental_______159Seguimiento y evaluación para el control social de la gestión ambiental_______159Ana Mercedes Múnera Brand y Hernán Porras Gallego

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ENSAYOS FORHUM 19 - M

iradas al hábitat

El concepto de desarrollo, concepto capital yonusiano de este medio siglo, es una palabra

maestra sobre la cual se reúnen todas las vulgatasidológico-políticas de los decenios cincuenta y

sesenta. Pero ¿se ha pensado realmente en él? Esun concepto que se ha impuesto como concep-to maestro, a la vez evidente y empírico (medible

mediante índices de crecimiento de la producciónindustrial, de la elevación del nivel de vida) rico,(significativo tanto del crecimiento, como de la

expansión y progreso de la sociedad y delindividuo). Pero casi no se ha tenido en cuenta

que este concepto es también oscuro, incierto,mitológico y pobre. (Morin, 1995: 390).

Introducción

El presente texto hace parte de un trabajomás extenso que apunta a identificar distin-tos enfoques acerca de la noción “desarro-llo” y así mismo a resignificar el asunto deldesarrollo. Para ello, se inicia con unaaproximación semántica; a partir de los sig-nificados que se le han otorgado al término,y de la evolución de dichos significados, delos que se desprenden en parte, los distintosenfoques del desarrollo.

El trabajo se realiza desde una perspectivametodológica de los estados del arte, para locual se recogen ideas y conceptos expuestospor distintos autores; a partir de allí, se van cons-truyendo categorías de análisis que permiten lacaracterización de los distintos enfoques.

Aproximaciónsemántica a la nociónde desarrollo

Para comprender mejor el asunto del “desa-rrollo” es interesante abordar el conceptocomo tal; ¿qué significa?, ¿de dónde pro-viene?, ¿qué implicaciones tiene como con-cepto?.

Varios autores están de acuerdo en identi-ficar un origen del concepto en la biolo-gía, lo que le da una connotación orgáni-ca y evolutiva. Al respecto, CorneliusCastoriadis (1980:191) se pregunta: “¿quées el desarrollo? un organismo se desarro-lla cuando progresa hacia su madurez bio-lógica” y continúa más adelante: “El de-sarrollo es el proceso mediante el cual elgermen, el huevo, el embrión, se desplie-ga, se abre, se extiende, en que el ser vi-viente en general llega a su estado de ‘ma-durez’ ” (212).

Para Edgar Morin, “El concepto de desa-rrollo basa su evidencia en la evidencia delconcepto biológico del que es laextrapolación y del que se considera sim-plemente el analogon sociológico-econó-mico. Es evidente, en efecto, que los or-ganismos biológi-cos se desarrollana partir de un hue-

1 Profesora Asociada, adscrita a la Escuela del Hábitat-Cehap,Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional de Colombia,Sede Medellín.

El desarrollo desdeuna perspectiva

semánticaMaría Cecilia Múnera López1

Este artículo es parte de un trabajo de investigación, que la autora viene realizando en la Escuela del Hábitat-Cehap, y que apunta a identificar nuevos enfoques acerca de la noción “desarrollo”. El aparte sobre el desarrollo

desde una perspectiva semántica, se ofrece para ser publicado en Ensayos FORHUM,considerando su pertinencia temática y como introducción al tema.

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iradas al hábitatvo, durante un período en el que se produceal mismo tiempo el crecimiento de sus uni-dades constitutivas y de expansión de suscapacidades.” (1995: 390).

Con el mismo enfoque biológico Lebret,plantea que la noción de desarrollo arrancade una imagen tomada del mundo viviente:“la planta, el animal, el hombre, crecen, sedesarrollan. Un equilibrio interno dirige estecrecimiento que corresponde a la naturale-za misma del ser en vías de desarrollo. [...]Un principio de unidad lleva a cabo la per-manencia en la sucesión, con vistas a lomejor… el desarrollo es avanzar hacia loóptimo” (1977: 2).

Ahora bien, el enfoque biológico adquiereun carácter particular cuando se incorporala noción de evolución. Desde una perspec-tiva evolucionista, Antonio Elizalde plantea:“cuando hablamos de desarrollo estamospensando en algo que es bueno, algo quenos conduce en pos de algo mejor de lo quesomos o tenemos. La noción dice relacióncon un cambio, con una evolución con unpasaje desde un momento inferior a un mo-mento superior.” (1996: 3).

Michel Foucault, señala la relación que existeentre las nociones de desarrollo y evolución,y a la vez resalta su capacidad de unificardinámicas y procesos diferentes:

las nociones de desarrollo y de evolución,permiten reagrupar una sucesión de aconte-cimientos dispersos, referirlos a un mismo yúnico principio organizador, someterlos alpoder ejemplar de la vida (con sus juegos deadaptación, su capacidad de innovación, lacorrelación incesante de sus diferentes ele-mentos, sus sistemas de asimilación y de in-tercambios) descubrir, en cada comienzo, unprincipio de coherencia y el esbozo de unaunidad futura, dominar el tiempo por una re-lación perpetuamente reversible entre un ori-gen y un término jamás dados, siempre ope-rantes. (1970: 34).

Por su parte, Osvaldo Sunkel y Pedro Paz(1971:203), analizando las concepciones delos economistas clásicos y neoclásicos que

tuvieron gran in-fluencia en la con-

figuración del discurso del desarrollo, resal-tan en la teoría económica neoclásica, el se-ñalamiento de Marshall de algunos princi-pios de la economía tales como lagradualidad en su evolución y la caracteri-zación de ésta como un proceso ascendentey armónico. La definición de estos princi-pios la inscriben en una visión organicista:así la definición de la economía como

un proceso gradual, ascendente y armónico,define en realidad una visión organicista, op-timista y de clase. […] Marshall, adopta una‘analogía orgánica’; según ésta la economíacrece como un organismo vivo; en el siste-ma económico se registran cambios de natu-raleza cualitativa; las fuerzas que operan alargo plazo no poseen un carácter aditivo nitienden a ninguna situación de equilibrio.[…] Cuando se define la visión marshallianacomo organicista, se está admitiendo una he-rencia cultural, reconociendo la influenciadel desarrollo científico de la época, en es-pecial la de las obras de Darwin y de Spencer.

Desde otra perspectiva, el concepto de de-sarrollo lleva implícita la idea de algo queno existe, pero que puede llegar a ser; unaaproximación filosófico-ontológica aportaelementos interesantes a la reflexión. En estadirección vale la pena retomar a Castoriadis:

Desarrollamos una idea cuando explicitamostodo lo posible, lo que creemos que esa idea“contiene” implícitamente. En una palabra:el desarrollo es el proceso de la realizaciónde lo virtual, del paso de la dynamis a laenergeia, de la potentia al actus. Esto impli-ca, que hay una energía o un actus que pue-den ser determinados, definidos, fijados, quehay una norma perteneciente a la esencia delo que se desarrolla; o como habría dichoAristóteles, que esta esencia es el devenirconforme a una norma definida por una for-ma ‘final’: la entelequia.2 (1980: 191).

En esta misma dirección señala Jean MarieDomenach: “desarrollar se opone a envol-ver; desarrollo evoca la revisión y la exhibi-ción de lo que estaba oculto, implícito; sedesarrolla una intuición, una fotografía….”(1980: 22).

A su vez Castoriadis (212) plantea:Hablar de desarrollo es referirse a la vez aun “potencial” que ya está ahí y a una rea-

2 Por entelequia se entiende: una cosa real que lleva en sí elprincipio de su acción y tiende por sí misma a su fin propio.

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iradas al hábitatlización, una conclusión, un acto, unaenergeia dados, definidos, determinados;es oponer una ‘materia’ ya rica en determi-naciones no explicitadas a la forma a queva a llegar, y esta forma es una norma. Ahíestá el lenguaje de Aristóteles, de la onto-logía aristotélica; pero esta ontología, bajouna forma y otra, sostiene a todo el pensa-miento occidental. Así por lo que se refiereal problema que nos ocupa; se habla de“desarrollo” de los países del Tercer Mun-do estableciendo que existe un estado demadurez definible que deben alcanzar. [...]En ese lenguaje, decir que una cosa es, esdecir que su forma corresponde a una nor-ma, que su eidos está definido por su telosy que no es “verdaderamente” o “plena-mente” mas que si está conclusa, determi-nada, definida.

Pero, ¿cuál es esa “forma” que se debe al-canzar?, ¿cómo es el proceso que se debeseguir? Aun antes que el “desarrollo” seestructurara como un discurso, la culturaoccidental se establece como modelo a al-canzar por los distintos pueblos que entranen contacto con ella. Luis Guillermo Lum-breras expresa esta situación:

Europa descubrió América [...] y una fácilracionalidad evolucionista nos clasificócomo iguales a los primigenios habitantesbárbaros o salvajes europeos, consideran-do por ello que el nivel de desarrollo porellos alcanzado era superior al de cualquierade los nuestros. […] Comenzamos a cami-nar juntos con una neta ubicación históri-ca diferenciada donde nosotros éramos suscontemporáneos primitivos; nuestro futu-ro tenía la tarea de alcanzar las fases histó-ricas ya superadas por ellos. Esa concep-ción la hemos hecho nuestra a lo largo deestos cinco siglos, con graves conflictosde ubicación y operación y serias dudasrespecto a nuestras capacidades. […] Quie-nes asumen como suya esta ubicación his-tórica de nuestros pueblos consideran queel paradigma occidental es una meta posi-ble y deseable, con prescindencia de loocurrido en nuestra etapa de gestación enla matriz colonial. […] Quienes compartenesta concepción pasan por alto que no so-mos países nuevos ni recién llegados y queprecisamente la condición colonial nosimpidió avanzar sobre nuestros pies conun proyecto propio (1992:200).

Por su parte Arturo Escobar (1996:165) ano-ta, en el mismo sentido y cuando ya el dis-curso de desarrollo empieza a configurarse:

el contexto histórico de los países del Ter-cer Mundo después de la Segunda GuerraMundial era completamente distinto al deEstados Unidos e Inglaterra un siglo antes.Mientras los países del centro seindustrializaron en una época en que po-dían dictar las reglas del juego y extraerexcedentes de sus colonias -aunque no siem-pre y no en todas sus posesiones colonia-les- los países del Tercer Mundo en tiem-pos de la posguerra tenían que hacer lospréstamos en condiciones opuestas: dete-rioro de los términos de intercambio encontra de la periferia, extracción del exce-dente por los países del centro, y posiciónsubordinada respecto de la formulación depolíticas. Dicho francamente, mientras queEuropa se alimentaba de sus colonias du-rante el siglo XIX, el Primer Mundo de hoyse alimenta del Tercer Mundo.

Algunas nocionesasociadas al conceptode desarrollo

El concepto de desarrollo, a pesar de susposibilidades semánticas, se construye apartir de otras nociones con las cuales se lerelaciona y en algunos casos se le identifica:

Progreso

Una vez definido el norte, la meta a al-canzar, el avance en esa dirección prefi-gurada se plantea como un progreso. Pro-greso ha sido una de las nociones con lasque más se ha asociado el concepto de de-sarrollo.

Osvaldo Sunkel y Pedro Paz se refieren ala noción de “progreso” como una noción“desarrollada en la segunda mitad del si-glo XVIII y que tuvo uno de sus más ca-racterizados expositores en Condorat.”(1971:24). Además, señalan los autores, quecon esta noción “se introduce una nota opti-mista y secularizadora; […] por otro lado estáligada directamente a la aplicación de la cien-

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iradas al hábitatcia a las actividades productivas, a la incor-poración de nuevas técnicas y métodos y,en general, a la modernización de las insti-tuciones sociales y de las formas de vida.”(24). Para los autores, la idea de progreso seinstaló cuando el pensamiento científicomoderno abrió caminos a un gran númerode invenciones que significaban un “avan-ce” o “adelanto”, los cuales discurren a lolargo de recorridos lineales de causa-efecto,que a su vez son controlados por interven-ciones racionales y voluntarias. Estaprogresividad es a su vez figurativamenteascendente, siendo cada estado superior alanterior.

En esta misma dirección, Jordi De CambraBassols (2000: 83) plantea que

la idea moderna de progreso se alimentade la tesis racionalista de la perfectibilidaddel hombre, que, a partir del siglo XVII,hace creer en un perfeccionamiento inevi-table de la especie humana. Se trata de estarazón […] que se opone a toda imposiciónfideísta de la teología y a toda afirmaciónno confirmada por los hechos de la metafí-sica. Pero esta fe en la razón, trascendente ycrítica en sus orígenes, se ve menguada enel siglo XIX por una razón “científica” y“positiva” que se atiene a los “hechos” […]La fe en Dios, sustituida primero por la feen la razón, más tarde por la fe en la cienciay, finalmente, por la fe en la técnica, reducetambién única y peligrosamente las ideasde progreso y de desarrollo al mejoramien-to de los aspectos materiales y consumistasde la existencia humana, amén de que sudisfrute esté solo al alcance de una exiguaminoría de la especie. He aquí un aspectoesencial del subdesarrollo del concepto dedesarrollo.

En otro aparte del mismo texto, De Cambraafirma que

la idea de progreso es una de las más com-plejas cuestiones no resueltas del pensamientosocial occidental moderno y contemporáneo.Esta idea remite a la dimensión temporal yrefleja una concepción del presente como su-perior al pasado y la creencia de que el futuroserá aún mejor. Mientras en un extremo nosencontramos con los más fervorosos parti-darios de esta idea, en el otro se ubicanquienes - los menos - la consideran unaperniciosa superstición. (84).

Más adelante señala el mismo autor:otra cuestión importante ligada a la ideade progreso es una pretensión de universa-lidad que la ha llevado a ser aplicada conun carácter tan falaz como uniformizantemás allá de las diferencias culturales y so-ciales. ¿Es o debe ser el progreso igual paratodos? Ante el enigmático conjunto de di-ferencias culturales, ya en los inicios de lamodernidad, se dio la solución másreduccionista y a la vez más interesada: lanegación de las diferencias culturales y sufalsa identificación con distintos grados derealización en un proceso universal de de-sarrollo, considerando, eso sí, a Europacomo el exponente máximo de ese proce-so. Se trata de una conceptuaciónetnocéntrica, por supuesto nada ajena a ladominación económica, política y cultu-ral que Occidente ha ejercido y ejerce so-bre el resto del planeta (84).

En esta misma dirección, resaltando el ca-rácter uniformizante del progreso, AntonioCampillo afirma:

La historia es concebida como un progre-so lineal que va de la ignorancia al saber,de la tiranía a la libertad, de la infancia a lamadurez, de lo accidental a lo sustancial,de lo particular a lo universal, de la multi-plicidad a la unidad […] Este movimientohacia delante es, pues, el que proporcionael criterio de superioridad, el que manifies-ta la validez específica de las distintasracionalidades: la última será, por defini-ción, superior a la precedente. Y la superio-ridad consiste en la progresiva aboliciónde las diferencias, en la progresivasubsunción de las particularidades, en laprogresiva superación de las limitacionespropias de cada forma histórica. Se produ-ce un progreso hacia la universalidad, perose trata de una universalidad que no estabaprevia y naturalmente dada, sino que hasido elaborada trabajosamente, medianteuniversalizaciones parciales, mediantesubsunciones sucesivas, en el curso mismode la historia; […] este progreso implicauna relación de dominación y de coloniza-ción entre los hombres y los pueblos, […]no es que se domine para imponer un ideal,es que se idealiza la dominación misma, yaque es la dominación el único criterio realde progreso. De modo que la universaliza-ción no se producirá por la imposición deun modelo, sino por el esfuerzo que los

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iradas al hábitatpropios dominados llevarán a cabo paraponerse a la ‘altura’ de los dominadores;[…] para acabar con el dominio de las po-tencias extranjeras, los pueblos coloniza-dos no encontrarán mejor vía que la deimitar los procedimientos técnicos, econó-micos, políticos y culturales empleados poresas mismas potencias (1985:19-24).

Enrique Peña Forero (1993) plantea el desa-rrollo como una idea que ha sido entendidade muy diversas maneras, dentro de las cua-les destaca la identificación que se hace conlos cambios en la función de la produccióny con el progreso tecnológico, con la acu-mulación de riqueza, con el crecimiento eco-nómico, con la evolución a través de esta-dios predeterminados y con el cambio so-cial

Para este autor, el factor común es la creen-cia en el progreso, la cual se basa, citando aBury “en una interpretación de la historiaque considera al hombre caminando len-tamente […] en una dirección definida ydeseable e infiere que este progreso con-tinuará indefinidamente” (1993: 5). Estosignifica que la historia posee una orien-tación teleológica que se concreta en lamedida en que avanza el tiempo, sin teneren cuenta los tiempos históricos que cons-truyen los actores sociales protagónicos delas diversas sociedades. Particularmente,señala como una variante de la concep-ción del desarrollo la del progreso tecno-lógico en el sistema productivo de la so-ciedad, “el cual debe exhibir niveles cadavez más altos de productividad, eficien-cia y flexibilidad” (6). Como objeción aesta forma de entender el desarrollo el mis-mo autor señala la magnificación que sehace de un medio que se utiliza para laobtención de un fin (el incremento de bie-nes), sin tener en cuenta los elementos cua-litativos de orden cultural, además de re-ducir el desarrollo sólo a la esfera produc-tiva de la sociedad.

Luis Guillermo Lumbreras (201) resalta cómoese progreso ha contribuido a crear una brechaentre los pueblos; afirma que “El progreso re-presenta el avance del hombre sobre la natura-

leza; […] el siglo XX ha puesto al hombre en ladimensión que antes estaba reservada para losdioses”. Pero, por otra parte,

el proyecto propuesto por la revoluciónindustrial creó una secuela de revolucio-nes tecnológicas que convirtieron a nues-tro siglo en el escenario de los cambios másdramáticos y acelerados de la historia. A lavez, el cumplimiento de las promesas ori-ginarias, que estaban contenidas en la ideade “progreso universal”, nos ha dado unmundo dividido, con distancias abismalesentre los países y los hombres […] El pro-greso se mide por la capacidad de accesoque tenemos los hombres y los pueblos atodo eso que el siglo XX ha puesto a dispo-sición de la humanidad, pero no de toda lahumanidad. Al finalizar el siglo XX nosencontramos divididos según nuestra ca-pacidad de disponer de todo aquello ( 201).

Crecimiento

Para Sunkel y Paz la noción de crecimientose asemeja al concepto de evolución en loque se refiere al aspecto de mutación gra-dual y continua que le es inherente; tambiénincorpora el de progreso, en el sentido deacentuar la importancia fundamental de lasinnovaciones técnicas en el proceso de cre-cimiento. A partir de esta noción, se cons-truye la teoría del crecimiento con un énfa-sis netamente económico. Dicha teoría se-gún los autores

nace de la preocupación por las crisis y eldesempleo, y la aparente tendencia al es-tancamiento del sistema capitalista. Talproblemática exige un análisis del com-portamiento de conjunto del sistema eco-nómico, como lo hicieron los clásicos, ylleva a destacar la importancia de la accióndeliberada de la política económica paramantener un ritmo expansivo que asegurela ocupación plena. Se preocupa por el cre-cimiento del ingreso, de la capacidad pro-ductiva y de la ocupación (1971: 24).

Ahora bien, la asociación que se hizo en elenfoque clásico del desarrollo, entre la no-ción de crecimiento y la noción de desarro-llo por una parte, y por otra parte la reduc-ción del desarrollo a las dinámicas eco-nómicas, llevó a concebir básicamente el de-sarrollo como crecimiento económico. No obs-

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iradas al hábitattante, estas nociones comportan elementos quelas distinguen e incluso las separan. JulioCarrizosa distingue las dos nociones en los si-guientes términos: “el crecimiento significaaumento de tamaño por adición de materialesy desarrollo significa expansión o realizaciónde potencialidades”(1998: 3). En este sentido,un organismo desarrollado no necesariamentees mayor que otro en volumen. Sin embargo,da la impresión que mientras el crecimientopuede ser ilimitado, el desarrollo está conteni-do dentro de las propias posibilidades del asuntoque se desarrolla.

Sobre el asunto de los límites y el horizonteilimitado de posibilidades con relación al desa-rrollo y el crecimiento, Castoriadis (1980: 191)hace las siguientes reflexiones:

El desarrollo implica la definición de una ‘ma-durez’, y luego el de una norma natural: eldesarrollo no es más que otro nombre de lafisis aristotélica, pues, en efecto, la naturalezacontiene sus propias normas como fines ha-cia los cuales los seres se desarrollan y quealcanzan efectivamente. La naturaleza es fin(telos), dice Aristóteles. El desarrollo se definepor el hecho de esperar este finfinfinfinfin como normanatural del ser […]. Si esto es posible, es por-que existe tal estado propio, una norma, unlímite (peras) […] el cual si se alcanza, nopuede ser rebasado; rebasarlo sería simple-mente volver hacia atrás3 […]. El límite (pe-ras) definía a la vez el ser y la norma. Lo ilimi-tado, lo infinito, lo sin fin (apeiron) es, contoda evidencia, no terminado, imperfecto, serincompleto. Así para Aristóteles, no hay masque un infinito virtual, no hay un infinito efec-tivo […] Así, no puede haber desarrollo sin unpunto de referencia, un estado definido quese debe alcanzar; y la naturaleza provee, paratodo ser, tal estado final.

Ahora bien el dominio de ‘lo finito’ terminasegún el autor cuando

el infinito invade este mundo; […] a partir delsiglo XIV, entre el nacimiento y expansión dela burguesía, el interés obsesivo y crecienteque se siente por los inventos y los descubri-mientos, el desmoronamiento progresivo dela representación medieval del mundo y de lasociedad, la Reforma, el paso del mundo ce-

rrado al Universoinfinito, lamatematización

de las ciencias, la perspectiva de un progresoindefinido del conocimiento y la idea de queel uno apropiado de la Razón es la condiciónnecesaria y suficiente para que nos volvamosdueños y poseedores de la Naturaleza (Des-cartes)”(1980: 193).

De hecho, como el autor lo señala en otro apar-te del mismo texto, se trataba de ‘flotar’ “entrela simple imitación de la naturaleza (nimesis) yla creación propiamente dicha (poiesis), entrela repetición de una norma ya dada y […] laposición efectiva de una nueva norma encar-nada” (193). Esta nueva norma coincide conla ascensión del racionalismo occidental y conla expansión de la burguesía. Son dos proce-sos cuya expansión y victoria final marchan,según el autor,

al unísono con la emergencia, la propagacióny la victoria final de una nueva idea: la ideade que el crecimiento ilimitado de la produc-ción y de las fuerzas productivas es de hechola finalidad central de la vida humana. Estaidea es lo que llamo una significación imagi-naria social. Le corresponden nuevas actitu-des, valores y normas, una nueva definiciónsocial de la realidad y del ser, de lo que cuentay de lo que no cuenta. Dicho brevemente, loque cuenta en lo sucesivo es lo que puedecontarse (193).

De esta manera el concepto originario de desa-rrollo se confunde con el concepto de creci-miento, y de lo cualitativo que constituía laesencia del primero, se pasa a lo cuantitativo,como esencia del segundo; y de una idea origi-naria del desarrollo como algo ‘naturalmente’finito se pasa a una de posibilidades infinitasdel desarrollo. Continuando con Castoriadis:

Así no puede haber un punto de referenciafijo para ‘nuestro’ desarrollo, un estado de-finido y definitivo que se tiene que alcan-zar, sino que ese ‘desarrollo’ es un movi-miento con una dirección fija y, desde lue-go, ese mismo movimiento puede medirsesobre un eje del que ocupamos, en todomomento, una abscisa de valor creciente.En una palabra, el movimiento se dirigehacia más y más; más mercancías, mas añosde vida, más decimales en los valores nu-méricos de las constantes universales, maspublicaciones científicas, más personas conun doctorado de estado… y ‘más’ quiere de-cir ‘bien’ (…) Por ello, finalmente el desarro-llo ha venido a significar un crecimiento in-

3 Relacionado con este tema, Manfred Max Neef , realizaráposteriormente una interesante reflexión que dará comoresultado su teoría sobre “el umbral del desarrollo”

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iradas al hábitatdefinido y la madurez la capacidad de crecersin fin. (194 -195).

Con relación al crecimiento ilimitado y a laasimilación del concepto de desarrollo conél, Antonio Elizalde (1996:5) plantea que “Eldesarrollo-crecimiento entendido como pro-gresión ilimitada supone la posibilidad siem-pre abierta a expandir los horizontes, dadoel desconocimiento de las limitacionessistémicas. Se piensa que a las limitacionesque puedan irse presentando en el procesode crecimiento constantemente se les encon-trará alguna forma de superación, por me-dio de la manipulación de alguna de las va-riables.”

Lucio Capalbo tiene una comprensión dife-rente de las nociones de progreso, crecimien-to y desarrollo; no obstante reconoce quedichas nociones han actuado como motorespara la actividad científica, técnica, econó-mica política y social durante las últimasdécadas. Según el autor

la idea de progreso [...] está fuertemente vin-culada a la de un ‘avance’ o ‘adelanto’, loscuales discurren a lo largo de recorridoslineales de causa-efecto, controlados estosúltimos por intervenciones racionales yvoluntarias. Esta progresividad es a su vezfigurativamente ascendente, siendo cadaestado superior al precedente. El crecimien-to tiene en cambio una connotaciónbiologista, pudiendo por lo tanto involu-crar tramos no lineales o saltos cualitativos,tal como ocurre con los organismos vivos.Persigue sin embargo un final, describe unciclo, acotado dentro de un entorno en elque los márgenes de variabilidad están da-dos por las condiciones ambientalesactuantes a lo largo del proceso, pero sinpoder apartarse demasiado de la previsióngenéticamente determinada. El conceptode desarrollo es, posiblemente, el másabarcativo, y el que reviste potencialmen-te mayor complejidad. Remite a algo ‘ple-gado’ o implicado, que podrá volverse ma-nifiesto, pero no necesariamente dentro deuna previsión fijada en las condiciones ini-ciales. Aunque puede incluir segmentosprogresivos, admite instancias que si biendesde una perspectiva lineal y cuantitati-va pueden ser vistas como retrocesos oinvoluciones, también pueden ser altamen-

te significativas, en cuanto repliegues opuntos de inflexión desde los que puederetomarse un cauce imprevisto y diferen-te.(...) Es un proceso inteligente –aunquetal inteligencia está distribuida en el con-junto y no es asequida totalmente por nin-guna de las partes-, es plenamente abiertoy no está necesariamente limitado a un ci-clo, pudiendo ser virtualmente indefinido(2000: 17-18).

Es interesante resaltar en la aproximaciónque Capalbo hace a las tres nociones, la ri-queza que le otorga a la del desarrollo; dehecho, la posibilidad de continuar con unproceso queda abierta, pero no ya mediantela ‘adición de materia’ como sucedería conel crecimiento, sino a partir de las múltiplesprobabilidades que tiene dicho proceso. Dehecho para el autor, el crecimiento de por sítiene límites; cumple un ciclo. Por otra par-te, el desarrollo, como ‘des-pliegue’ no seda de manera lineal y ascendente -como su-cede con el progreso- sino de manera múlti-direccionada, que a su vez admite ‘re-plie-gues’ y nuevos ‘des-pliegues’.

De hecho, Morin y Kern (1993: 132) no sóloreconocen los momentos de retrocesos oinflexión como parte del proceso de desa-rrollo, sino que desde una perspectiva‘dialógica’, señalan la importancia de valo-rarlos como una búsqueda de lo originario,del lugar de nacimiento. Se trata de realizarla acción contraria al desarrollo (desenvol-ver), es decir, se trata de volver al ‘arrollo’como un ‘en-volver’en-volver’en-volver’en-volver’en-volver’ (volver sobre aquello,volver ‘en si’, sobre lo propio):

Debemos considerar la insuficiencia delconcepto, hominizante incluso, de desa-rrollo que, como la palabra indica, desplie-ga, desarrolla, extiende. Debemosdialectizarla con la idea de arrollo (envol-vimiento) y de involución -que nos apor-ta un regreso a los orígenes o al ante-mun-do- sumida en las profundidades del ser,zambullida en lo antiguo, en la reitera-ción, el olvido de sí, la introyección casifetal en un baño amniótico beatificante,inmersión en la naturaleza, regreso a losmitos, búsqueda sin objetivo, paz sin pa-labras.

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iradas al hábitatDe la aproximaciónsemántica a laaproximaciónideológica deldesarrollo

En el recorrido realizado de los signifi-cados que el desarrollo tiene para dis-tintos autores, se puede constatar, en al-gunos casos, cómo su comprensión noestá exenta de elementos ideológicos; asímismo se observa cómo algunos signi-ficados se han visto infiltrados por inte-reses políticos y económicos. Con rela-ción a los contenidos ideológicos infil-trados en la noción de desarrollo, DeCambra Bassols, plantea los siguientesinterrogantes seguidos por interesantesreflexiones:

¿qué desarrollo, para qué y para quién?Es absolutamente necesario denunciarque el desarrollo, tal como se está rea-lizando, comporta un posicionamientoideológico que encubre la defensa deintereses particulares bajo la pretensiónde responder tecnocientíficamente yneutralmente a intereses universales:poder, ciencia y tecnología estáninextricablemente unidos. E igualmen-te necesaria es la determinación de unosobjetivos de desarrollo alternativo.Todo lo cual pasa por la asunción y ladenuncia de los vínculos existentesentre poder, perspectivas históricas, in-tereses y sistemas éticos. (2000: 82).

Antonio Elizalde (1996: 8), a su vez, ypartiendo de los mismos interrogantes deDe Cambra Bassols, señala cómo el desa-rrollo se ha configurado como un verda-dero mito:

¿Desarrollo, para qué y para quiénes? El‘desarrollo’ ha ido mucho más allá queser un enorme esfuerzo colectivo de ca-rácter socio-económico. Ha llegado a seruna forma de percepción que ha modela-do la realidad, ha generado un sistemade lenguaje que ha domesticado a las po-blaciones de los países más pobres, hallegado a ser un mito que ha alienado yconforta a las sociedades convirtiéndose

casi en una religión y asimismo en unafantasía que desata aún todo tipo de pa-siones, ideologías y violencias.

Pero el concepto de desarrollo no sólo seha visto infiltrado por intereses políticos yeconómicos de distintas naciones, sino porlo que el documento preparatorio a laAsamblea General de las Naciones Uni-das de 1994, y retomado por los participan-tes en la Cumbre de Desarrollo Social en1995, ha definido como ‘el espíritu del tiem-po’. Antonio Elizalde cita dicho texto:

El espíritu del tiempo es un conjunto,vago en sus perfiles, pero con frecuen-cia preciso en sus componentes, que re-presenta una especie de opinión mediadel ciudadano medio de un país típicode la civil ización contemporánea.Compuesto de ideas y convicciones, deprejuicios e impresiones, de juicios einformaciones, es espíritu del tiemporefleja sin duda la cultura dominante,así como las apreciaciones que se ha-cen sobre esa cultura. Salvo en casosexcepcionales que dependen de la crea-ción artística o científica, el espíritu deltiempo impregna fuertemente las deci-siones individuales y colectivas. Aun-que maleable, constituye una especiede ideología que penetra las mentali-dades y los comportamientos. Las ideasnuevas y las políticas innovadoras sonlas que modifican el espíritu del tiem-po. (1996: 4).

Ahora bien, como rasgos característicosdel espíritu del tiempo que obstaculizanel progreso social se señalan los siguien-tes:

1. El culto al dinero que amenaza a lahumanidad y su porvenir […] 2. El cul-to a la eficiencia que es incompatiblecon la armonía social. Identifican comoexpresiones de este culto las siguien-tes: a) el darwinismo social que condu-ce al desprecio y la exclusión de lamayoría de la humanidad; b) la eficien-cia económica, que tal como se definehoy, hace difícil la protección del me-dio ambiente. 3. El culto a la satisfac-ción inmediata que se opone a la bús-queda de un porvenir común y solida-rio. (4).

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iradas al hábitatA modo de conclusión

Para concluir este texto, se puede decir queel desarrollo no es un hecho objetivo ninatural, sino que es básicamente una cons-trucción social, una noción, a la cual se lehan otorgado unos contenidos particula-res. Se plantea como una ‘entelequia’,como una situación prevista, para la cualse formulan estrategias y mecanismos derealización; o bien, se conceptúa como unasituación indefinida e ilimitada, y cuyosmecanismos de valoración son de ordencuantitativo, establecidos a partir de incre-mentos o crecimiento de volúmenes y can-tidades. Como construcción social es po-

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Arturo Escobar (1995: 6) lo ve de la si-guiente manera:

Decir que el desarrollo fue un invento noequivale a tacharlo de mentira, mito oconspiración sino a declarar su carácterestrictamente histórico y, en el tradicio-nal estilo antropológico, diagnosticarlocomo una forma cultural concretaenmarcada en un conjunto de prácticasque pueden estudiarse etnográficamente.Considerar el desarrollo como una inven-ción también sugiere que esta invenciónpuede “desinventarse” o reinventarse demodos muy distintos.

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iradas al hábitat

Introducción

Nuestro mundo y nuestra vida han sidoinvadidos por la tecnología.

Por productos, procesos y lenguajes tecnológicos. Se podría decir que cualquier relación que

intentamos mantener con la naturaleza, conotras personas o incluso con nosotros mismos

se encuentra mediado por la tecnología(Hernández, 2001:14)

Los conceptos tecnología y hábitat se hansimplificado hasta la saciedad, tanto quese les ha hecho perder su densidad y sehan reducido a supuestos bastante ele-mentales, usados como términos cotidianosque damos por obvios y lógicos. Este hechodificulta enormemente la posibilidad de abor-darlos, de intervenir sobre los mismos y portanto, de reorientar su comprensión en elsentido que afectan la realidad cotidiana.Tienen, por ello, el peligro de perder densi-dad, capacidad disolvente o valor como he-rramienta e instrumento para explicar y ex-plicarnos el mundo. De otro lado, tambiéntienen el peligro de llevarnos a pensar queson inocuos, sin efectos políticos, sociales,económicos o culturales.

Generalmente, y a priori, se supone o setoma el hábitat como el equivalente a lavivienda. En cuanto a la tecnología, en lamayoría de los casos se considera comolos procesos que conducen a la produc-ción de objetos y de bienes de consumo.En tal sentido, se asume que la relaciónentre la tecnología y el hábitat, se reduce

a la producción o construcción de vivien-das e infraestructuras de diferente índole.Pero se pueden hacer estas preguntas:

- Cuando se construye un barrio o se ocu-pa un territorio, ¿se determina un hábitat?- ¿Se puede reducir la tecnología a laconstrucción de objetos materiales o laproducción de bienes de consumo?- ¿Puede pensarse el hábitat sin la tecno-logía o alejado de ésta?.

Éstas y muchas otras preguntas podrían for-mularse para iniciar una problematizaciónde los conceptos señalados y mirarlos másallá de la visión reducida con que general-mente se les percibe, desde la complejidadque en realidad tienen, no sólo desde su pro-pia especificidad sino en la interrelación en-tre ambas.

La técnica: ¿antecedentede la tecnología?

En la antigüedad clásica la utilidad era unarte, que se llamaba la techne ; ésta era a lavez un arte y una técnica. Abarca todo loartificial en oposición a Phycis -lo natural- ya logos -la palabra-, la explicación, el dis-curso. Los griegos diferenciaban la techne dela praxis, es decir,del obrar cotidiano,que involucraba loartificial, de mane-

LLLLLuis Fuis Fuis Fuis Fuis Fernando González Escobarernando González Escobarernando González Escobarernando González Escobarernando González Escobar1

Este texto fue inicialmente una charla en el Seminario Teórico II, de la Maestría en Hábitat de la Escuela delHábitat-Cehap , en el semestre 02 del año 2001; posteriormente fue ampliado y desarrollado como parte de la

actividad académica del IV Curso Regional Andino, del programa FORHUM, entre noviembre y diciembre de2001, como parte escrita de un curso virtual que está en proceso.

1 Arquitecto constructor, con Maestría en Estudios UrbanoRegionales, de la Facultad de Arquitectura de la UniversidadNacional de Colombia sede Medellín. Actualmente ProfesorAsistente de la Escuela del Hábitat-Cehap de la mismauniversidad.

La concepcióntecnológicadel hábitat

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iradas al hábitatra filosófica más ingenua. La techne seaprendía con la práctica y la experiencia, nocon las palabras.

En el mundo clásico, esto es, en la Greciaclásica, se intentó dar explicación racionalde las máquinas y de otros descubrimientose inventos de sus predecesores, lo que per-mitió generalizar y extender su uso; de este“modo los griegos fueron los primeros queconvirtieron los métodos tecnológicos yprácticos de contar y medir, tal como se ha-bían desarrollado en Mesopotamia y enEgipto, en las ciencias abstractas de la arit-mética y la geometría, y los primeros queintentaron dar una explicación racional delos hechos observados en la astronomía yla medicina” (Hernández, 2001: 12). Enotros campos técnicos, la medicina y laagricultura, también introdujeron impor-tantes mejoras.

Entre el período del Renacimiento y el sigloXVII comenzaron a dividirse el arte y la téc-nica. Por una parte aparece el artista, el hom-bre de las bellas artes (el que expresa la tota-lidad del mundo, del ser, en una obra de arte)y por otra, el técnico, el artesano, el que sabefabricar artefactos (desde un palacio hastauna catedral, un carruaje, un vestido o unplato de comida).

Hasta el siglo XVII los ingleses llamaban alas técnicas misteries y protegían a quieneslas dominaban por medio de patentes, queles daban el derecho a ejercer el monopolio.

La tecnología desdela visión positivista

La palabra y el concepto de tecnología sur-gieron hacia los primeros años del sigloXVIII. El documento fundamental de estecambio fue la Enciclopedia, editada entre1751 y 1772 por los franceses Diderot yD’Alembert; quienes clasificaron allí lo quehoy llamamos técnicas como “artes mecá-nicas”.

Con el paso del tiempo y el avance del mun-do industrial, el antiguo artesano se trans-

formó en un obrero especializado. El téc-nico -que no es el trabajador no especiali-zado, que trabaja sin método, hábito ometier-, el artesano empírico o perito, dejapoco a poco su lugar al tecnólogo. Paraestos años surgieron las primeras escue-las tecnológicas en Francia y Alemania.

La ciencia académica comenzó con el sur-gimiento de la comunidad científica en elsiglo XVII. Eruditos y sabios fueron reuni-dos en sociedades que empezaron ainstitucionalizarse desde principios de aquelsiglo: como la Academia de Lincei (Italia,1603), Royal Society de Londres (1642),Académie des Science de París (1666). Lainstitucionalización permitió el intercambiode información, mediante las publicacionesperiódicas. No obstante las sociedades, eltérmino científico sólo se acuñó en el sigloXIX.

La tecnología comenzó a ser vista como laredefinición de la técnica desde la ciencia.La tecnología desde su misma etimología sedefinió como la reflexión sobre la técnica.Hay que reflexionar sobre el hacer, buscarnuevas soluciones a los problemas plantea-dos y encarar nuevos problemas. No es lanueva aplicación de la ciencia, era, por elcontrario, la inclusión de la ciencia en la ac-ción técnica.

Apareció también un nuevo logos que seagregó a la técnica del artesano, que no debefaltar: el científico, el teórico y hasta el prác-tico. Es una maduración del mismo discur-so técnico por la participación de la ciencia.Es decir, la tecnología no como ciencia apli-cada (teoría concretada), sino técnica cientí-fica. Entonces la tecnología se convierte enotro discurso diferente al teórico.

La nueva concepción de latecnología desde lasciencias sociales

La visión clásica desde la ideología positi-vista sobre la tecnología, se mantuvo hasta lasegunda mitad del siglo XIX, cuando fue puestaen cuestión por las ciencias sociales -la socio-

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iradas al hábitatlogía y la antropología, fundamentalmente-, quela vieron no sólo en términos instrumentales,de herramientas, equipos, aparatos y otros pro-ductos materiales físicos, sino también comoprocesos de producción sistemáticos de hechosintangibles.

Esto no significaba que no se prestara atencióna la fabricación de instrumentos y procesos fí-sicos. Por supuesto que esto seguía siendo im-portante, pero también lo fueron la produc-ción de condiciones psicológicas, sociales ypolíticas como parte de cualquier cambio téc-nico significativo.

Por ejemplo, el antropólogo Michel Foucault(1991) en su libro tecnologías del yo planteacuatro tipos de tecnologías: la clásica de las tec-nologías de producción; la tecnologías de sis-temas de signos; las tecnologías de poder y latecnologías del yo. Habitualmente se usan lasdos primeras en el estudio de la ciencia y lalingüística; y las dos últimas han sido las tecno-logías del dominio y del sujeto, desde dondeFoucault elaboró una historia de la organiza-ción del saber respecto a la dominación y alsujeto.

Mientras tanto Gilles Deleuze, al definir las lla-madas sociedades disciplinarias y las socieda-des de control, claramente deja vislumbrarcomo operan estas tecnologías a las que se re-fiere Foucault, tecnologías sociales que discre-tamente codifican los individuos en el compor-tamiento social mediante mecanismos instala-dos en la planeación de las ciudades (Deleuze,1996).

La ciencia de lo artificial,una nueva teoría de lotecnológico en la actualidad

Desde el siglo XVII lo tecnológico ha avanza-do tanto que en la actualidad se plantea comouna nueva disciplina científica en ciernes, “laciencia de lo artificial”, una teoría general de lotecnológico. Hasta ahora se ha visto a los tec-nólogos como “hacedores de cosas”, sin unpensamiento sobre su quehacer.

Las bases conceptuales para esta ciencia dela tecnología es la Teoría General de los Sis-temas, creada por el biólogo Ludwig vonBertalanffy, hace algunos años, la cual serecoge para configurar la denominada Teo-ría General de los Sistemas Artificiales(Buch, 1992).

Esta teoría se desenvuelve entre la acción yel objeto tecnológico. Se plantea que no esposible comprender la tecnología si ”solo secentra la atención en los objetos, como tam-poco se puede analizar las acciones sin unconocimiento detallado de los objetos sobrelos que éstas ejercen” (Buch, 1992).

Hay una diferencia entre lo artificial delobjeto tecnológico propiamente dicho; porejemplo, las obras de arte, los objetos deculto, las categorías sociales y los valoresson objetos artificiales pero no considera-dos objetos tecnológicos.

La tecnologíacomo tecnocultura

La tecnología lo ha envuelto todo. Sinella no se puede pensar el mundo en tér-minos generales, y el hábitat humano ensus diferentes escalas no es indiferentea este hecho. Hay una nueva euforia. Lavieja fe por el progreso experimenta unatriunfal resurrección, al pensar de HansMagnus Enzensberger. El fin del sigloXX y el principio del XXI redime losmismos sueños utopistas de hace un si-glo que proporcionaba la tecnología.Ahora representada por la biología, queno “solo ha superado el divorcio entreinvestigación de fundamentos e investi-gación aplicada, sino que también es laciencia capitalista por excelencia y, almismo tiempo, la más revolucionaria. Labiotecnología es la tecnología fundamen-tal del próximo ciclo económico”,( ClausCoch citado por Enzensberger, 2001:26). También dice Enzensberger que losinvestigadores son los nuevos chamanes,los neo sacerdotes que hablan de la in-mortalidad y proclaman la nueva utopíade la humanidad.

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iradas al hábitatLa inteligencia artificial, la nanotecnología,o la tecnología genética, prometen transfor-mar de plano la humanidad. Es ciencia fu-sionada con tecnología, la tecno ciencia,“se presenta como causa de fuerza mayorque dispone del futuro de la sociedad”(Enzensberger).

En otros campos la tecnología es vista conigual euforia. Lo que ha permitido la trans-formación de la cultura en tecnocultura,la que fomenta la aceptación de la cienciay la tecnología como modalidades cultu-rales. En la medida que la tecnología seapodera de todo determina formas de vida,pautas de comportamiento social, estable-ce parámetros o cánones que la gente asu-me e incorpora, creando una verdaderacultura alrededor de lo tecnológico.

La tecnología comodominio del hombre

Para muchos autores, fundamentalmenteantropólogos y arqueólogos, como AndreLeroi-Gourhan, la tecnología es la brechaque separa a los seres humanos de los de-más seres. Muchos animales poseen capa-cidad para ejecutar tareas que se puedendenominar actos técnicos, pero no son tec-nológicos.

De manera simple una técnica es la ca-pacidad de hacer. Precisamente los ani-males tienen producciones técnicas com-plejas de elaboración material yorganizacional: las hormigas, lastermitas, los castores, etc. Hubo activi-dades técnicas en los animales similaresa las del hombre en tiempos del paleolí-tico. Incluso algunos llegaron a tenerlenguajes y expresiones simbólicas. Peroen realidad en los animales lo que sepresentan son comportamientos automá-ticos no conscientes, programadosgenéticamente.

En el hombre se reúnen ciertas poten-cialidades que posibilitan la creación delo artificial y caracterizan las accionestecnológicas:

·La existencia de un lenguaje, que esreflexivo, y permite la transmisióninterpersonal de las experiencias, po-sibilitando el aprendizaje.·Hay condiciones biológicas funda-mentales, como la marcha erecta.·Hay reflexión finalista, es decir, te-ner una idea previa de lo que se quie-re hacer.·Los objetos tecnológicos tienen sudominio de existencia, no necesaria-mente en el espacio físico, sino en elde los signos o espacios simbólicos.·Lo artificial es la mayor razón quetiene el hombre para sobrevivir yprosperar en un medio hostil.

Las técnicas del hombre:la capacidad de hacer

La técnica se remonta a tiempos remotos,coincide con los propios orígenes del hom-bre. El hombre prehistórico, siguiendo loplanteado por Luis Humberto Hernández(2001: 17):

inventó el uso del fuego, las herramientas yla agricultura, crió y domesticó a los ani-males, inventó el arado, la cerámica, el hi-lar y el tejer y el uso de pigmentos orgáni-cos e inorgánicos, trabajó los metales, cons-truyó barcos y carros con ruedas, inventó elarco en la construcción, diseñó máquinascomo el cabrestante, la polea, la palanca, elmolino rotatorio, la barrena de arco y eltorno, inventó el número y sentó las basesempíricas de la astronomía y la medicina.

Tanto la técnica como la tecnología bus-can transformar la naturaleza, pero la pri-mera está asociada a otros modos de co-nocer distintos a la ciencia, pues se en-foca hacia el “conocimiento ordinario,pericias artesanales, además de compo-nentes estéticos, ideológicos y filosófi-cos. Estas otras formas de conocimientotienen que tomar en consideración sis-temas de conocimientos no occidenta-les a los que se les podría denominaretnoconocimientos” (16). Es un saberposeído por un grupo determinado, queha formado y forma parte de su cultura.

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iradas al hábitatDe otra parte, siguiendo los planteamien-tos de David J. Hess, Hernández (17) se-ñala que la técnica supone:

un saber práctico (saber como) que puedeestar constituido por un plan de activida-des, operaciones, procedimientos, destre-zas, pertinentes para lograr un fin determi-nado. En muchos casos este saber prácticono se encuentra sistematizado en teorías oconsignado en manuales, guías, etc. Parasu difusión, puede recurrir a otros medioscomo la transmisión verbal de los procedi-mientos en cuestión. No hay que olvidar quemuchas técnicas se han perdido porque elsaber que estaba asociados a ellas, y que lashacia posibles, nunca quedó consignado enun medio que permitiera su conservación.

La técnica en el hombre también es un he-cho distintivo, fundamental de su cultura, sinlas odiosas divisiones surgidas desde el po-sitivismo que plantea unas técnicas arcaicasanteriores al surgimiento de la tecnología.En la técnica lo que menos importa es el ins-trumento en sí, considerado como una abs-tracción. “lo concreto, aquello que lo animay lo hace útil, es la capacidadcapacidadcapacidadcapacidadcapacidad -que presupo-ne tanto el lenguaje como una compleja or-ganización social- de construcción de útilesy de reproducción de saberes” (Duque, s/f:26). Esa capacidad es lo que llamamos téc-nica, y es la matriz tanto de las fuerzas pro-ductivas como de las relaciones de produc-ción, de acuerdo con el planteamiento deFelix Duque.

En otros términos, las técnicas son concebi-das como formas de hacer asociadas a ma-teriales, a contextos sociales y a disponibili-dades culturales, que en conjunto definenformas de relación, producción, informacióne interlocución entre actores, y, por tantoaportan las bases instrumentales para la de-cisión y la acción.

La tecnología:la reflexión sobre la acción

Entre tanto, la tecnología como se ha dicho,significa acción con reflexión sobre esa acción.Cuando el hombre analiza un problema, inventauna solución y prevé las consecuencias, está

inventando lo artificial: la capacidad de laacción instrumental y la reflexión sobre esaacción.

Una solución puede ser inmaterial o mate-rial física, tangible o intangible. Aun para losmismos objetos tecnológicos interesa esehecho inmaterial, denominado como undominio de existencia. En tal sentido el cam-bio en la percepción de lo técnico y lo tec-nológico, que va mas allá de la concepciónfisicista, permite observar en los objetos sudominio de existencia, que juega un papeldestacado más complejo que la existenciacorporal y material que le son propias a lasherramientas, los instrumentos, las máqui-nas, los edificios u otros objetos físicos pro-ducidos por la tecnología. En este caso losobjetos tecnológicos pueden tener un domi-nio de existencia que no es el espacio y/otiempo: una información que no se soportaen un hecho material -llámese libro, CDROM o el cerebro-, una organización o unared, en este último caso se encuentra forma-da por objetos, equipos e instrumentos peroéstos no la constituyen, sino en la maneraque aquellos componentes estáninterconectados, es un concepto topológico.

Por ejemplo, los arqueólogos estudian losrestos de civilizaciones extinguidas medianteel análisis de instrumentos, objetos o restosmateriales. Si bien son producto de la cultu-ra específica ni la identifican o la agotan ensu totalidad. Dichos objetos tecnológicos sonmaterialización o expresión de la cultura, sinembargo existen otros objetos tecnológicoscuyo “ser en el mundo” no es material. Así,alguien que sólo pudiese ver computadoras,difícilmente inferiría de ellas la existencia dela internet (Buch).

Peter Drucker (citado por Ferraro y Lerch,1997: 13), define la palabra tecnologíatecnologíatecnologíatecnologíatecnología como“un manifiesto en cuanto combina technetechnetechnetechnetechne -el misterio de un arte manual- con logoslogoslogoslogoslogos, elsaber organizado, sistemático y con un findeterminado”. Pero lo artificial surgido delproceso organizado, sistemático y con finesdeterminados está referido también a hechossociales, simbólicos o culturales, es decir,intangibles, como a la producción, distribu-

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iradas al hábitatción y uso de bienes y servicios. Por esoMichel Foucault (1991) define las tecnolo-gías como las diferentes maneras en que, encada cultura, los hombres han desarrolladoun saber acerca de sí mismo, en lo econó-mico, biológico, psiquiátrico, médico ypenológico. Un saber que se denomina cien-cia, pero que no es un valor dado, sino un“juego de verdad” específico, relacionadoscon técnicas específicas que los hombres uti-lizan para entenderse a si mismos.

Las tecnologías sociales

El mismo Foucault en el texto Las tecnolo-gías del yo, hace visibles cuatro tipos prin-cipales de tecnologías donde cada una deellas representa una matriz de la razón prac-tica:

1) Tecnologías de producción, que nospermiten producir, transformar o mani-pular cosas;2) Tecnologías de sistemas de signos, quenos permiten utilizar signos, sentidos, sím-bolos o significaciones;3) Tecnologías de poder, que determinanla conducta de los individuos, los some-ten a cierto tipo de fines o de domina-ción y consisten en una objetivación delsujeto;4) Tecnologías del yo, que permiten a losindividuos efectuar, por cuenta propia ocon la ayuda de otros, cierto numero deoperaciones sobre su cuerpo y su alma,pensamientos, conducta o cualquier for-ma de ser, obteniendo así una transfor-mación de si mismos con el fin de alcan-zar cierto estado de felicidad, pureza, sa-biduría o inmortalidad. (48).

Estos cuatro tipos de tecnologías, plantea-das por Foucault, casi nunca funcionan demodo separado, aunque cada una de ellasesté asociada con algún tipo particular dedominación. Cada una implica ciertas for-mas de aprendizaje y de modificación de losindividuos, no solo en el sentido más evi-dente de adquisición de ciertas habilidades,sino también en el sentido de adquisición deciertas actitudes: “es evidente por ejemplola relación entre la manipulación de lascosas y la dominación en el capital de KarlMarx, donde cada técnica de producción

requiere la modificación de la conducta in-dividual no solo en las habilidades si no tam-bién en las actitudes.” (149).

En este sentido la tecnología es concebidacomo una actividad y una manera de estaren el mundo, y como tal es transversal a to-das las disciplinas del conocimiento.

Las tecnologías:otras clasificaciones

Pero hay diferentes formas de clasificaciónde las tecnologías como las que se clasifi-can entre Blandas y Duras. Las tecnologíasblandas son las referidas a organizaciones,que pueden ser empresas industriales, co-merciales o de servicios o instituciones; en-tre ellas se destacan la educación -en lo querespecta al proceso de enseñanza-, la orga-nización, la administración, la contabilidady las operaciones, la logística de producción,el marketing y la estadística, la sicología delas relaciones humanas y del trabajo, y eldesarrollo del software.

Como lo señala von Barloewen (1995: 35)la Conferencia de las Naciones Unidas so-bre el Comercio y el Desarrollo clasifica latecnología en tres niveles:

·Como bienes de capital: se incluye lamaquinaria y los sistemas de producción.·Como trabajo humano: entendido en lacapacidad organizativa (empresariado)como en la aplicación de ciencias espe-cializadas.·Como conjunto de informaciones: tantotécnicas como comerciales

Independiente de la clasificación, como sepuede observar en cada una, lo que quedaclaro entonces es que las tecnologías dejaronde ser hechos sólo tangibles para asumir losintangibles, y en ambos casos son elementosfundamentales constitutivos de la integralidadde los hábitat del hombre. Se hace necesarioobservar lo tecnológico desde los entornos sim-bólico-culturales, como desde los entornos denaturaleza material física, tal como se podráobservar más adelante.

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iradas al hábitatUna introducciónal hábitat

Idear sistemas que nos permitan llegar a unacuerdo con nuestra propia existencia, es unpresupuesto ideológico que no tuvo cabidaen el período que marcó el fin de las uto-pías. El hábitat podría ser una de aquellasutopías construidas en ese lapso, uno deaquellos sistemas de comprensión y de so-lución a los graves problemas societales delúltimo cuarto del siglo XX, que no llegó ono llega (¿llegará?) a buen puerto.

La discusión por decenios sobre el hábitatno parece arrojar resultados concretos. Sueficacia sobre las condiciones reales de vidade los diferentes grupos sociales y cultura-les del mundo, no ha pasado de las procla-mas, los llamados y los informes oficiales,pero no en la realidad cotidiana.

El hábitat, en términos institucionales, si-gue aferrado a la concepción del edificioaislado, no obstante los discretos o nota-bles esfuerzos para que ello no sea así,desde la conferencia sobre el Hábitat enVancouver, Canadá en 1972, hasta la deEstambul en años recientes. De allí que laconcepción viviendista sea el sentido desu aplicación, ahora con mayor énfasiscuando se ha vuelto una estrategia más enlas propuestas de focalización de recur-sos de las políticas neoliberales y un ape-tecido mercado descubierto por los urba-nizadores, que aumentan así cada día másla pauperización del hábitat.

Darle al hábitat una eficacia política, par-te de dotarle de nuevos contenidos o, másbien, de los que ha carecido desde que seplanteó el término. Aunar experiencia conreflexión marca una pauta en las posiblessalidas al dilema de dejar consumir unautopía más en el cementerio de sueñosirrealizados o inconclusos, o creer en laposibilidad transformadora con una reno-vación de su concepción básica(González, 2001).

El origen de lanoción de hábitat

Hasta el día de hoy el término hábitat, de acuer-do con el origen francés de la palabra y su eti-mología, no es exactamente el lugar donde sesesesesevivevivevivevivevive sino el lugar donde se tienese tienese tienese tienese tiene. Los nómadasno son “habitantes” de un lugar en el sentidoantiguo de la palabra, porque el “tener” sus pro-piedades no les obliga a asentarse permanente-mente en un lugar, ya que sus bienes son osemovientes o muebles. Son los bienesinmuebles, las tierras y la “habitación” lo queobliga a “habitar”. Es el habere lo que obliga ahabitare, es el possidere lo que obliga a sedere,a asentarse (Arnal, 2000).

Desde esa perspectiva planteada, el términohábitat delata una visión antropomórfica de larealidad, lo que índica que su utilización encontextos vegetales y animales está mal utili-zado, pero no en cuanto al hombre pues encar-na una concepción de controlar un territorio,poseerlo y establecer unos nexos inmediatoscon él.

No obstante, el término comenzó a ser utiliza-do específicamente en las ciencias biológicaspara designar los medios donde los animalesse territorializaban; pero después se fue apli-cando dicha noción para designar los ámbitoso entornos donde el hombre habitaba.

Pero el hábitat, como concepto y problema teó-rico, surgió de manera paralela a lasformulaciones realizadas sobre el medio am-biente y el desarrollo sustentable, desde los añoscincuenta. La preocupación por estos temascontribuyó a tener en cuenta la problemáticade los asentamientos humanos, enmarcadosbajo el concepto de hábitat. De la preocupa-ción por la naturaleza se pasó a la preocupa-ción por el entorno del hombre y susobrevivencia, aunque relacionada en últimascon la primera. Así se llegó a la utilización ex-tensa e intensa de Hábitat, a partir de la relaciónde la conferencia conocida como Hábitat I enVancouver, Canadá, en 1972. Pero la generali-zación del término no contribuyó a la claridaddel mismo y hoy por hoy es susceptible demúltiples interpretaciones.

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iradas al hábitatLos entornosy soportes del hábitat

Generalmente se parte por lo que no sees, para llegar a lo que se es. Así se hadicho que el hábitat no es la vivienda,como tampoco lo es el territorio. Aquí seplantea que el hábitat es espacio domesti-cado. Un espacio de relaciones comple-jas, que se configura desde y a partir deuna serie de entornos o marcos de sopor-te. Se debe señalar que se entiende lo com-plejo en tanto los entornos y materiales“establecen redes de relaciones con unascondiciones materiales de naturalezabiótica, física y antrópica, las cuales a par-tir de sus intercambios, hacen posible di-versas formas de habitabilidad y de pro-ducción de técnicas, que de manera per-manente configuran y transforman sushábitos y las dinámicas y formas de orga-nización de su habitar”2.

Los entornos o marcos están constituidospor materiales culturales o simbólicos ymateriales físicos, que son los insumosnecesarios y cambiantes que median, arti-culan y permiten la interrelación entre losdiferentes entornos. Los materiales cultura-les o simbólicos le dan protección al hom-bre contra todos los espíritus hostiles, enten-didos estos no sólo desde una concepciónmeramente mágica propia de las minoríasétnicas, sino frente a las múltiples agresio-nes sobre los grupos culturales o sociales quedesde la modernidad presionan sus hábitats.

Los materiales físicos se valoran en lamedida que le dan protección contra losagentes atmosféricos y otras agresionesfísicas externas. De estos entornos salenlos recursos necesarios para la acción pro-ductiva, el desarrollo de la plataforma tec-nológica, la apropiación de recursos ma-teriales físicos y sobre ellos mismos se evi-dencia los síntomas de la ocupación ytransformación, que ha realizado el hom-

bre a partir de superspectiva cul-tural.

La importancia del hábitat

De acuerdo con André Leroi-Gourhan(1971: 311), en todos los grupos conocidos,el hábitat responde a la triple necesidad de:

·Crear un medio técnicamente eficaz·Asegurar un marco al sistema social·Poner orden a partir de allí al universocircundante.

Pero el éxito o el fracaso de un hábitat, partede la capacidad de respuesta a la necesidadde habitar, es decir, a dichos planteamientosgourhanianos. Para que ello fuera posible,en términos ideales, debe existir un equili-brio entre los materiales físicos y culturales,y su capacidad de articulación y apropiaciónarmónica de los entornos de soporte.

Como se infiere, cada uno de esos entornosson un componente del sistema complejo,donde la vivienda, por ejemplo, es un so-porte físico dentro de una estructura urbanaque permite un afianzamiento dentro del te-rritorio y, por tanto, inhibe el desarraigo. Otrotanto se puede decir de cada uno de los otrosentornos en el conjunto del hábitat, de ahí laimportancia de detener la mirada en cadauno de ellos, de manera equilibrada, con elfin de que las intervenciones sean lo efica-ces y adecuadas que se requieren.

En tal sentido las redes y la comunica-ción son elementos fundamentales yestructurantes del hábitat, que deben serleídos, comprendidos y estructuradoscon el fin de establecer nexos entre losdiferentes entornos.

Lo técnico ylo tecnológico en el hábitat

Como se ha dicho, generalmente se planteaque el entorno tecnológico sólo está confi-gurado de materiales físicos; se refiere, en-tonces, a las herramientas, equipos, sopor-tes físicos en general, que determinanparadigmas tecnológicos. Augusto ÁngelMaya en un texto del Instituto de Estudios

2 Planteamiento contenido en documento interno de la Maestríaen Hábitat-elaborado por el CEHAP, en el proceso deformulación, en el año 1999.

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iradas al hábitatAmbientales –IDEA plantea el paradigmatecnológico como:

el conjunto de conocimientos, instrumentosfísicos y técnicas que permiten un determi-nado dominio del medio natural y de desa-rrollo material del sistema cultural en su con-junto. El concepto paradigma significa quecada cultura está construida sobre una pla-taforma tecnológica diferente. Cuando ha-blamos de paradigma, nos referimos a lascaracterísticas tecnológicas propias de cadacultura.

La plataforma tecnológica así concebida es,de hecho, una segunda naturaleza. Es lo quepermite al hombre transformar físicamenteel medio natural y, por tanto, non sólo sub-sistir, sino progresar como especie. De hechola especie humana es la única que ha podidoprogresar complejizando su plataforma tec-nológica.

La tecnología es una forma adaptativa surgi-da en el mismo proceso de la evolución, peroque modifica drásticamente los mecanismosde adaptación ecosistémica (1995: 22)

No obstante la intensidad de lo cultural queplantea Ángel Maya soslaya la transforma-ción social, política y el mismo hecho cultu-ral, enfatizando en la transformación delmedio natural y ecosistémica, que es la mis-ma crítica realizada a la concepción dehábitat como vivienda. Por eso mismo esnecesario hablar de tecnologías tangibles eintangibles, de procesos tecnológicos confi-gurados por materiales tanto físicos comoculturales o simbólicos.

Formas de incorporacióntecnológica en el hábitat

También cabe preguntar, ¿es la tecnología,al igual que lo mágico o lo moral, uno de lossignificados creadores de sentido, que no sepueden trasladar ni asimilar fácilmente deuna cultura a otra? tal como le preguntabavon Barloewen (1995: 268) a Octavio Pazen Madrid.

Puede serlo en tanto existen tecnologíasexógenas y endógenas, esto es, las que son

propiamente producidas al interior del hábitaty las que son externas, más generales y uni-versales. Pero una no es posible sin la otra.No existen procesos absolutamenteautárquicos donde la tecnología sea unamarca propia o productos de una supuestaidentidad cultural, pues como señala OctavioPaz (268) el concepto identidad “es cuestio-nable, porque supone una acumulación decaracterísticas y cualidades que no se da enun marco estático, ya que las culturas estánexpuestas a un cambio constante”. Allí lastecnologías endógenas, producto de un he-cho cultural concreto, que genera un para-digma cultural, son el resultado de la capa-cidad “de asumir valores, de transformarlos,de cambiarlos e invertir así el curso de otrainfluencia”.

Se puede plantear que la tecnología y elhábitat establecen una tríada de relaciones:la tecnología como componente de proce-sos endógenos, como transferencia y comoimposición o implantación.

Como componente de los procesosendógenos, a la vez que estructura el hábitatla tecnología es el resultado de ese mismohábitat. Es lo que se ha denominado comoautotecnología o etnotecnología. No nece-sariamente al decir que es un producto delas mismas dinámicas internas, quiere deciruna relación adecuada o equilibrada con elentorno. Por el contrario, en la historia se havisto como muchas sociedades han pereci-do por las catástrofes ocurridas de malasaplicaciones tecnológicas sobre sus hábitat.

Una segunda relación es cuando la técnicay la tecnología son asumidas en un procesode transferencias de conocimientos ysaberes técnicos. Las mutuas influenciasculturales, las diásporas por diferentesmotivos, las políticas de Estado, etc., hanpermitido dicho fenómeno. El resultado esuna resignificación de esa tecnología quemuchas veces termina vendiéndose comopropia. Es en realidad una tecnología apro-piada, producto de la adecuación con su“realidad socio cultural” y “ambiental”.

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iradas al hábitatUna tercera relación es la imposición oimplantación tecnológica. Con efectosdisolventes sobre las culturas y sushábitat. Un solo modelo de racionalidady por tanto, una tecnología reconocidacomo omnímoda. Una situación a la quese han visto abocadas la mayoría de lasactuales culturas y sociedades frente alos fenómenos de internacionalización,mundialización y globalización.

El desarrollo de lassociedades y la tecnología

No obstante lo anterior, aunque sin caeren la visión universalista, naturalista ydeterminista de la tecnología occidental,que ha definido una concepciónhegemónica desde la Ilustración, hoyfundamento medular del pensamientoneoliberal, muchas de las culturas loca-les en el mundo se ven influidas por unaserie de aspectos de las tecnologías so-ciales exógenas. Una visión general deesta incidencia la podemos percibir enel siguiente cuadro.

El surgimiento de la tecnología, su desa-rrollo y su incidencia en los hábitats hu-manos, ha signado de manera contunden-te las diferentes sociedades, o, al menos,ha permitido distinguirlas y clasificarlas,tal como se expone en el cuadro.

De manera general se puede decir que laprimera relación establecida entre la tec-nología y el hábitat, determinó cierto equi-librio entre el hombre y sus entornos. Latecnología no supeditaba al hábitat sinoque establecían relaciones, sin predomi-

nio de uno sobre el otro. Era en las socie-dades soberanas, caracterizadas por una eco-nomía agrícola sobre una naturalezaprimigenia.

La segunda relación sería en las sociedadesdisciplinares, cuando el hombre logra crearuna segunda naturaleza, es decir, la ciudad.Allí se establecen las sociedades urbanas,que hacen de sus entornos un gran artefac-to. Supone un dominio tecnológico sobre lanaturaleza por parte del hombre.

Ahora se plantea la tercera naturaleza, la dela ciberciudad o de la telépolis. La del espa-cio virtual y las autopistas de la información.Se piensa en la urbanización de esos espa-cios. Es una naturaleza en donde la tecnolo-gía envuelve al hombre. La tecnología lo estodo. El mundo de la tecnocultura, como yase ha planteado.

Las percepcionessobre la tecnología:euforia Vs. pesimismo

Frente a una situación tal, predominante yenvolvente de la tecnología sobre las socie-dades humanas y los hábitats particulares,se han tomado posiciones contrarias sobreel tema del desarrollo y el progresotecnocientífico del mundo.

Una visión que viene desde la euforia posi-tivista pos Revolución Industrial. El hombredesde la concepción racionalista potenció lavisión de ser el amo y poseedor de la naturale-za. El universo mecanicista y ordenado bajoleyes inamovibles, convirtió la naturaleza enrecursos naturales. La intervención no sólo es-taba determinada en la medida de su habitarsino del producir para transformar y acumular.Se cambia la dimensión de las relaciones.

A esa visión de mundo la acompañó el idealcientifista, que planteó el crecimiento adinfinitum. La tecnociencia era la base de eseprogreso, convirtiéndose así en el nuevomito. La secularización religiosa dio el paso

La técnica permitió al hombre la adaptacióny la transformación de la naturaleza

La tecnología determinó el control delhombre sobre la naturaleza

La tecnología envuelve al hombre.La tecnocultura

Sociedadessoberanas

Sociedadesdisciplinares

Sociedadesde control

Naturalezaprimigenia

Segundanaturaleza

Terceranaturaleza

Sociedadesagrícolas

Sociedadesurbanas

Telépolis?

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iradas al hábitata la nueva sacralidad de la ciencia. Una vi-sión positiva y lineal de la historia, que fuedeviniendo en un optimismo triunfalista in-genuo, que todavía se extiende en muchossectores políticos, económicos y sociales.

En nuestros días impera en muchos sectores,incluidos los científicos, la presunción de quela ciencia solucionará todos los problemas aca-rreados en el desarrollo precedente. Este sectorque defiende el cientifismo a ultranza se mani-festó con la declaración en contra del pronun-ciamiento de Río de Janeiro (Brodhag, 1996).Está revestido de una idea de ecotecnocracia,que se manifiesta también en la negativa delactual Presidente de los Estados UnidosGeorgeW. Bush de firmar el Acuerdo de Kiotosobre la problemática global climática.

El lado opuesto está representado por elanticientifismo o el pesimismo cientifista. Laciencia y la tecnología son vistas en términosnegativos y sólo se mira de ellas las consecuen-cias. En síntesis son antipositivistas, apoyadosdesde los románticos, pasando por el nihilismonietzcheano. Cobija una enorme gama que vadesde los tradicionalistas a ultranza hasta losmás encomiásticos y extremistas ecologistas,que derivan en el llamado ecofacismo(Brodhag, 1996). Así se plantea un retorno alas tradiciones y valores perdidos, se da unavisión romántica de la naturaleza y propugnanpor el regreso a ella, promueven la oposicióncontra la modernidad y la racionalidad en ge-neral, la modernización es vista como nega-ción del humanismo y por ende del mismo hom-bre. Hay, pues, un pesimismo frente al desarro-llo y el progreso.

En medio de estas posiciones extremas seabre paso una visión mas conciliadora quemira la ciencia moderna como el origen demuchos males y encubadora de grandespeligros, pero también que miran grandesposibilidades y es condición de toda digni-dad humana, desde la óptica de Karl Jaspers.Acompañan este visión intermedia el pen-samiento fenomenológico de Husserl y cier-tas posiciones de los fundadores de la Teo-ría Crítica de la Sociedad, es decir, la Es-cuela de Franckfurt.

No se puede caer en la nueva euforia. Sepronostica la preeminencia del tiempo real.Las sociedades se transformarán a tal puntoque la disolución del tiempo y el espacio,con la preeminencia del primero sobre elsegundo, es decir, la perdida del lugar enpro del tiempo real, para dar paso a una ter-cera naturaleza que Paul Virilio (1997: 43)llama la Ciber-Cittá y otros autores la de-nomina Telépolis; aquella que está unidapor las superautopistas de la informática.

El poblamientono es el hábitat

En tal medida el hábitat, como espacio do-mesticado y de interrelaciones complejas,es el lugar donde se puede equilibrar elhic et nunc, el tiempo y el espacio. Recu-perar el lugar, pues como señala PaulVirilio (1997) cuando se pierde este parauno mismo se pierde para el otro. Y estoimplica una mirada también equilibradaque permita la relación adecuada de lo fí-sico y lo cultural, lo tangible y lo intangi-ble.

El hábitat debe responder a la triple necesi-dad que plantea Leroi-Gourhan (1971) y alequilibrio de los materiales y entornos quelo conforman. Así, se recupera la dimensióndel hábitat como espacio domesticado, y nosólo el hecho del poblamiento. Hacerpoblamiento no es configurar un hábitat.Podemos observar esto de múltiples mane-ras, pero pongamos el caso del poblamientoque es producto de una tecnología políticade poder.

A lo largo del tiempo se han venido suce-diendo formas de poblamiento que corres-ponden a un refinamiento tecnológico depoder, en el orden de ideas de Foucault,que a la configuración de verdaderoshábitats. Pueden ser muchos casos peroseñalemos para el caso cuatro: el Pueblode Indios, los Reales de Minas; los pue-blos de colonización dirigida, en áreas defrontera; los barrios de reasentamiento enáreas urbanas.

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Vistos y analizados bajo los planteamientosesbozados se podrá entender claramentecuáles son las razones para señalar que nin-guno de ellos fueron pensados como hábitatpor los diferentes poderes; aunque su desa-rrollo permitió en muchos de los casos elsurgimiento de hábitats, equilibrados o no,pero que fueron una consecuencia y no unprincipio.

A manera de conclusión

Para concluir, Peter Slotedijk (2000) se-ñala que

si “hay” hombre es porque una tecnolo-gía lo ha hecho evolucionar a partir de loprehumano. Ella es la verdadera produc-

tora de seres humanos, o al menos, el pla-no sobre el cual puede haberlos. De modoque los seres humanos no se encuentrancon nada nuevo cuando se exponen a símismos a la subsiguiente creación y manipu-lación y no hacen nada perverso si se cam-bian a sí mismos autotecnológicamente, siem-pre y cuando tales intervenciones y asis-tencias ocurran en un nivel lo suficiente-mente alto de conocimiento de la natu-raleza biológica y social del hombre, yse hagan efectivos como coproduccio-nes auténticas, inteligentes y nuevas entrabajo con el potencial evolutivo

Ello nos lleva a reflexionar sobre si la evo-lución tecnológica es inexorable y por lotanto es preciso aceptarla siempre y cuan-do se haga con responsabilidad.

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Producción proyectual

En el momento actual, para definir el quéy el cómo hacer un proyecto en arquitec-tura y urbanismo, es necesario plantearuna visión amplia de sus objetos de estu-dio -la ciudad como sistema físico, espacial,social y el fenómeno urbano como inserciónde la movilidad espacial en la vida cotidia-na- que más que abarcarlos y producirloscomo algo concreto en el sentido de lo acaba-do, se entiendan como composiciones en con-tinua transformación, y en relación extensivacon objetos de otras disciplinas, donde las ac-ciones de los sujetos y los espacios que las con-tienen no se establecen como actos y hechosestrictamente predeterminados.

Fabricar otras estructuras y difuminar los lí-mites de indagación de los objetos de estu-dio es la tarea en la proyectación de lo urba-no. A su análisis, interpretación y represen-tación a partir del uso y exploración de abs-tracciones y substracciones estáticas de larealidad (planimetrías, aerofotografías, imá-genes fijas, discursos y transcursos lineales,etc.) se suman otras alternativas en su visióncomo fenómeno móvil de lo cotidiano. Sereconocen otros medios con los cuales estu-diar y representar las cualidades y potenciasdel espacio urbano, que corresponden a la

vivencia real del sujeto, a sus lógicas de des-plazamiento, percepción y modos de habitar.

Recurrir a diversas fuentes de conocimientopara extraer los elementos de interpretacióne intervención, posibilita el despliegue demúltiples alternativas en el diálogointersubjetivo con la libre aplicación de loselementos y discursos. La estrategia de com-plementar continuamente el conocimientousado con las aplicaciones que de él se ha-gan, contribuye a su crecimiento en dobledirección: del conocimiento que se está cons-truyendo, y del que es retomado de otra dis-ciplina. Este movimiento recíproco en la pro-ducción del conocimiento, hace difusas suspropias fronteras y modifica la estructurade trabajo en los complejos proyectosde investigación, al facilitar la integra-ción de discipli-nas y enriquecerdesde diferentesperspectivas losdesarrollos sobrelos objetos de co-nocimiento.

Por la falta de ini-ciativas conse-

Grupo Tecnotopía*

El curso “Formación e Investigación en Estados del Arte” realizado en la Facultad de Arquitectura de laUniversidad Nacional de Colombia, Sede Medellín, entre los años 2000 y 2001, fue una invitación para

desentrañar a través de la investigación, las condiciones del hacer actual de las distintas disciplinas, promovidapor la Escuela del Hábitat Cehap y la Escuela Internacional del Hábitat y el Desarrollo Local FORHUM. Las

ideas que aquí se exponen en tiempo presente y tono propositivo, son tanto fruto de esta experiencia, extendiday plasmada en la resolución del trabajo de grado en arquitectura del grupo Tecnotopía, como constituyentes deuna posición particular frente al estudio y producción del hecho urbano contemporáneo, feliz consecuencia del

movimiento reflexivo que produjo en este grupo hurgar la propia disciplina, invitando alejercicio de otro pensamiento, que sin restricciones genera con potencia otras alternativas

en la producción de nuevos conocimientos.

* Conformado por Gloria Cecilia Puerta Guzmán, Óscar EnriqueParra Giraldo, Paula Andrea Muñoz Cardona y HernánAlexánder Flórez Bermúdez, estudiantes de la carrera dearquitectura en la Universidad Nacional de Colombia, SedeMedellín. El nombre del grupo surge del título de su trabajode grado: Red Tecnológica Urbana. TECNOTOPÍA. Este término,compuesto por las palabras tecnología y topos (lugar) se alejade las asociaciones convencionales que términos decomposición similar hacen con las utopías, por el contrario enla denominación del grupo, se hace con él referencia al lugarrelevante y concreto que la tecnología ha adquirido en elmomento actual y en el trabajo académico denota y connota unsistema en red de lugares para el desarrollo tecnológico, que enla realidad práctica de cualquier territorio puede hacerseefectivo.

Fenómeno urbano,ambiente y tecnología

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iradas al hábitatcuentes con nuestros estados de desarrolloy nuestro saber-hacer se propone abordar lastemáticas y los acontecimientos actuales através de estrategias y movimientos que en-caren y articulen las tendencias contempo-ráneas de los enfoques disciplinares, que al-teren la pasividad con la que se ha venido yse viene pensando el proceso de los proyec-tos e intervenciones en lo urbano, optandopor una evolución del pensamiento que tras-cienda la reflexión en experimentación de yen otros campos del saber y el hacer.

Es mediante la comprensión y construccióndel concepto de acción, entendido desde latecnología, que se plantea una continua ela-boración de los procesos de conocimiento eintervención sobre el ambiente y su fenó-meno urbano, en los cuales la reflexión si-multánea sobre el qué hacer y cómo hacer-lo, produce metodologías tan diversas comoposibilidades de operación. Así, aquí se re-crea el proceso de conocimiento en el quese obtienen respuestas consecuentes al tipode interrogante planteado, dentro desubprocesos no lineales de acceso al objetode estudio, lo que es denominado explora-ción-operación.

Exploración-operación

No se indaga en la historia como recopilaciónde datos del pasado que ya no están en el pre-sente, como sucesión de hechos apilados or-denadamente; sino que se explora el pre-

sente como lacopresencia detiempos (presen-te, pasado, futu-ro) al diluir las tra-yectorias linealesy hacerlas retornaren un espacio-tiempo, sólocompresible ensu ahora.

Los objetos desiempre se ex-

tienden y expanden, se les acopla a otros,se desplazan las características, potenciasy disposiciones, de un ámbito a otro, porcomparación, por correspondencia, porcambio, por tropo, por metáfora con sen-tido, con formas de alternancia, itineranciae iterancia, por divergencia-convergencia,integrando objetos para producir otras ló-gicas de racionalidad.

Acciones

Interpretar, reflexionar, representar, propo-ner y operar, son acciones que establecen elrecurso procedimental de captura y compren-sión temporal de los acontecimientos que cua-lifican el espacio, dentro de la diversidad queconstituyen las materias del ambiente artificialcomo realidad englobada sobre lo que lo cons-tituye y lo modifica.

Las acciones en conjunto, son una forma másde hacer algo, logran condensar una gran can-tidad de acontecimientos que ocurren en el am-biente artificial y dirigirlos hacia la intervenciónconcreta del hábitat, a partir de un proyecto queguarde coherencia con las características o ras-gos propios del mediambiente1 .

Según criterios de operación del sujeto explo-rador, las acciones se utilizan como estrategiasalternativas dentro de las propuestas comple-mentarias, articuladas a su realidad espacio-tem-poral. Por su simultaneidad no interesa la canti-dad de acciones, ya que todas en su denomi-nación dicen del lugar que ocupan en la explo-ración-operación; todas remiten a un punto deactuación que se ejerce sobre algo para estu-diarlo. La fuerza que se imprima en el proyectoa través de la acción, logrará en mayor o me-nor intensidad la interacción de los componen-tes en el proceso.

Las composiciones sistémicas que interactúanen el ambiente, son puro acontecimiento enmarcha, no tienen una realidad única y acaba-da. La diversidad dinámica de las acciones seconcentra y despliega en pro de su captura yconversión, asociando la exploración a la ac-ción en un proceso simultáneo.

1 La irrupción de los massmedia en las nuevas forma de difusiónde la información y en la comunicación, socialización y relaciónintersujeto, modifican considerablemente los modos depercepción y apropiación del ambiente. Así la, inclusión delfenómeno de la cultura ciber en los nuevos procesos deartificialización del ambiente conduce a pensarlo yexperimentarlo como un gran sistema mediático y mediatizado.A partir de esta reflexión se re-piensa y re-crea el concepto demedio ambiente entendiéndolo como mediambientemediambientemediambientemediambientemediambiente. Se recurreen especial a esta definición -y a otras que a partir de esta serecrean- por la confusión que contradictoriamente provoca eluso de múltiples interpretaciones y nominaciones sobre esoconstruido por los humanos, que en conjunto configura suambiente, su hábitat, sus relaciones. Teniendo en cuenta además,la discusión que desde hace algún tiempo se viene dando entorno al vocablo medio ambiente,medio ambiente,medio ambiente,medio ambiente,medio ambiente, en la argumentación de quemedio y ambiente se consideran palabras sinónimas uhomólogas, lo que produce una redundancia en su conjunción;se opta, por una fusión de los términos como posibilidad deomitir errores semánticos, e introducir en el ambiente lasimplicaciones tecnológicas y sociales del fenómeno mediático.

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iradas al hábitatMapear, de la realidad espacial y temporal, susmovimientos, infiltraciones y fluidez; su capa-cidad de adaptarse, multiplicarse y transformar-se, reproduciendo su condición a través decartografías móviles, es develar las lógicas queconfiguran las transformaciones y los movi-mientos espacio-temporales, práctica que re-quiere asumir otros valores de producción enel sujeto, en la memoria y en el ambiente, paragenerar otras lógicas del hacer, desprendidasde prejuicios y obligaciones estéticas.

La operación iterante de las acciones en la ex-ploración, arroja resultados de maneraexponencial, la actualización de datos e infor-maciones permite su acople, alteración, y co-rrespondencia con dinámicas y tendencias delmomento presente.

Las acciones se desarrollan y comportan demanera simultánea y combinatoria como pro-cedimientos enmarcados por una multipli-cidad de acontecimientos vivenciales quesurgen a partir de lo que implica en estemomento estar inmersos en el flujo de in-tercambio informacional, cultural y eco-nómico; simultáneo a ello heterogenizanlas posibilidades de maniobra sobre los ob-jetos de estudio, en este caso los dispositivosmedioambientales, entre ellos los arquitectóni-cos y urbanísticos, que aparecen en el territoriocomo resultado de la implementación de di-chas acciones.

Momentos

Se trata de conocer lo urbano a través de laacción, con la lógica que motiva el conocer.Acción y conocimiento como simbiosis. Enla medida en que se conoce, se establecenlas alternativas de acción de acuerdo a la ob-servación-reflexión que el explorador (inves-tigador, urbanauta o transeúnte) hace de símismo en su situación perceptual a travésdel espacio físico, conceptual, imaginario,al permanecer flotante (flaneur)2 sin perderdetalle de lo que sucede en su interior y a suexterior.

Si se tienen en cuenta procesos de observa-ción, interpretación y conclusión es posible

retomar, como herramientas de exploración,los modelos que para el análisis del entornoson utilizados desde otros enfoquesdisciplinares. Como alternativa, se proponeaquí realizar el montaje de la estructura ge-neral de la exploración con base en la arti-culación y recreación de las propuestas quedesde la investigación social hacen losantropólogos Levi Strauss y Luis JesúsGalindo.

Para Levi Strauss (1984) la investigación enantropología responde a tres fases consecu-tivas y complementarias. En la primera: faseetnográfica, se determinan el método y lastécnicas de investigación y se realizan lasacciones de observación, descripción y aná-lisis. En la segunda: fase etnológica, seoperacionalizan los datos y se hace la pri-mera síntesis, y en la tercera: faseantropológica, se hace la segunda síntesis yla conclusión del proceso de investigación.

Por su parte, Jesús Galindo (1998) describe elproceso de investigación a partir de tres fases:un proceso de exploración para descifrar loexterno en el cual predomina la percepción yla mirada dirigida, intentando identificar ele-mentos a través de la semejanza y la diferen-cia. El resultado de esta primera etapa adquiereuna doble configuración: la impresión del mun-do exterior en el interior a través de la fuerzaexpresiva con el control de sus formas y la ex-teriorización de esta impresión. Esto se traduceen relatos, en los cuales se sintetiza la capaci-dad de expresión. En la segunda etapa, la des-cripción, el detalle, la reflexión y la representa-ción, son la meta del análisis, encontrar carac-terísticas, matrices, semejanzas y diferencias.La tercera etapa, de significación, es el imagi-nar, unir lo imposible y descifrar lo oscuro einvisible; inventar, descubrir, interiorizar lo ex-terno, proponer.

En ambos autores predominan desarrollos si-milares en el proceso investigativo. Aunqueorganizan metodológicamente el trabajo de for-ma diferente se identifican en ambas propues-tas, encuentros y correspondencias entre loscontenidos, queayudan a organizar

2 A este respecto ver la asociación que se hace entre los conceptosflotante y flaneur –baudelairiano- (Delgado, 1999b: 46-58)

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iradas al hábitaty a construir las dimensiones y planos de inda-gación de los diferentes componentes de análi-sis de la exploración-operación como procesopráctico de investigación, según la propuestade tres fases o momentos simultáneos: obser-vación, experimentación y combinación de losacontecimientos que tienen lugar al interior delfenómeno urbano. Poseen como característicaprincipal una disposición flotante o estado delatencia en una estancia de decisión, que da ala exploración-operación propiedades de mo-vilidad, alteridad, inestabilidad y mutabilidadconstante.

La observación,observación,observación,observación,observación, estado háptico3 de accesoa las cosas, atraviesa el ambiente adoptandoestrategias para comprenderlo, se identificala novedad como manifestación y adapta-ción a las necesidades físicas, espaciales yperceptuales. Lo nuevo no es la eliminaciónde lo que le precede, se le reconoce como elresultado actual de un proceso en el que es-tán presentes las transcursividades de cadalapso de tiempo (Manzini, 1996: 26).

La necesidad de una disposición háptica en elplano de consistencia (Deleuze y Guattari,1997) dirige la atención a las representacionesformales y espaciales, a los eventos einterrelaciones en el ambiente a través de laobservación lógica perceptiva, identificando elsujeto tecnológico que lo experimenta.

En la experimentaciónexperimentaciónexperimentaciónexperimentaciónexperimentación la posibilidad de ju-gar con el contacto de lo externo está laten-te. Se toman, mezclan e hibridan cosas deaquí y de allá, se propone sin prejuicios,aventurándose en una posibilidad y en otra.No se establece contrato irrevocable con loque se hace. Cabe plantear, replantear y pro-poner de nuevo. Construir el y en el ambienteartificial a partir de fragmentos, de concep-tos tomados de muchas partes.

El re-conocimiento de lo urbano desinhibela lógica de larazón. La intui-ción como velo-cidad del pensa-miento, permiteelaborar, com-

poner por acoples, desmontar y desinstalar,suponer, reciclar, producir hechos con baseen las percepciones y lo que ellas registrandel acontecimiento en la memoria. Fractu-ras, fuerzas, posibilidades y nuevos espaciosque se fugan en múltiples alternativas; loscontenidos y formas se trasladan de un ladoa otro explorando diferentes modos de estary representar.

Por su parte, la combinacióncombinacióncombinacióncombinacióncombinación se produce porconvergencia de acciones en la realidad. Laexperimentación es llevada al campo ope-rativo, se materializan las posibilidades for-males, espaciales y programáticas, se cru-zan y acoplan estratos y dimensiones, po-tenciando actividades, atravesando espacios.En la producción proyectual, se plasma lapotencia de la dimensión urbana.

En síntesis, a partir del concepto de acción,los momentos no se interpretan como proce-sos lineales; el procedimiento es transversal yéstos interactúan simultáneamente combinan-do sus estados y disposiciones con relación alespacio y al tiempo en los cuales se inscriben,y a los soportes conceptuales utilizados para suelaboración.

En la interpretación y articulación de los mo-mentos se retoma aquello que es relevante enla producción del conocimiento. La demandade información cruzada hace indispensable labúsqueda de conceptos que orienten la inda-gación en el proceso de aproximación y pro-ducción.

Se permanece flotante, a la expectativa, atentoal movimiento de lo urbano; sin asumir postu-ras preestablecidas de subjetivación uobjetivación; moviéndose de un lado a otro, enestados intermedios, intersticiales, sinpolarizaciones, trasegar entre observación-ex-perimentación-combinación sin un orden prio-ritario o secuencial de la acción.

En la representación de estos procesos, laimagen como herramienta de registro hablasegún las preguntas que se formulen; evo-cación de algo que pone de manifiesto elpresente individual y colectivo para captu-

3 Capacidad sensorial de recepción, procesamiento eidentificación. “Lo háptico abarca esa mezcla de sentidos queengloba la categoría de “tacto”, pero lo háptico no esestrictamente táctil a la manera en que las puntas de los dedosconducen información acerca del mundo exterior; sino másbien el sentido interno de la autopercepción que informasobre la posición de las partes del cuerpo con respecto deotras y con el espacio que le rodea”. (Rheingold, 1994: 32)

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iradas al hábitatrar los hechos, factores fluctuantes que ha-cen posible la combinación por alteración ycontraste. La imagen incidental, transforma-da en documentales -vuelta potencialmenterepresentativa en el estudio del espacio ur-bano- es una alternativa fuera de las tradi-cionales (Saldarriaga, 2000). Lo indicado noes establecer el aspecto y la configuraciónde un territorio o de sus alrededores, sinoalgo mucho más moderado: tener la posibi-lidad de manipulación y coordinación (con-trol) dentro de ciertas tolerancias.

Principios

Multiplicidades conectables, cuerpo sin ór-ganos (CsO), agenciamientos maquínicos,eslabones semióticos, estados de no signos,no sujeto, no objeto, líneas de fuga, dimen-siones, plano de consistencia, cambio de na-turaleza, metamorfosis, líneas con dimensiónmaximal, antigenealogía, acentramientos,variación, expansión, conquista, captura,sustracción, mapas o cartografías -desmon-tables, conectables, invertibles, modifica-bles-, ajerarquía, asignificación, circulaciónde estados, agenciamientos, nomadología,el afuera, heterogeneidad, transducción ...,son términos y conceptos empleados amplia-mente por Deleuze y Guattari (1997) en laconstrucción de la noción y los caracteresprincipales del rizoma4

En su implementación, la exploración-ope-ración se construye a partir de estos concep-tos y de la adaptación y aplicación de losprincipios que de ellos surgen, cuya capaci-dad de alteración de las estructuras rígidas ycondicionantes, se considera aquí apropia-da para potenciar las dinámicas inherentes ala forma inestable de lo urbano y a la realsituación de precariedad de los sujetos en elespacio y tiempo de la cultura actual.

Los principios del pensamiento rizomáticode Deleuze y Guattari surgen simplementede la pregunta por las cosas, de cómo estánhechas, con qué funcionan, en conexión conqué hacen pasar o no intensidades, dentrode cuáles multiplicidades introducen ymetamorfosean la suya, con cuáles cuerpos

sin órganos hacen converger el suyo. Comomáquinas, en qué relación mensurable es-tán con otras máquinas, con cuáles se en-ganchan para funcionar. Reflexiones quetrascienden la construcción tradicional de lapregunta por el cómo y el por qué en torno ala cosa que se estudia, del qué significa, o aquién se atribuye.

Principios de conexión y heterogeneidad:Principios de conexión y heterogeneidad:Principios de conexión y heterogeneidad:Principios de conexión y heterogeneidad:Principios de conexión y heterogeneidad:El ambiente artificial se entiende como tota-lidad, como espacio de realidad heterogéneaen el que los procesos, fenómenos y acon-tecimientos resultan de la alta conectividadde sus componentes que se encuentran cons-tituidos por líneas de segmentariedad y arti-culación, estratos, territorializaciones.

Según éstos componentes el hábitat esestratificado, territorializado, organizado, sig-nificado y atribuido. Pero también, y a untiempo, en él actúan líneas de fuga,desestratificaciones, desterritorializaciones,que remitiéndose las unas a la otras, conec-tan los diversos componentes, los involucrande modo ajerárquico, haciéndolosindiferenciables e inatribuibles. Las veloci-dades de deslizamiento de flujo de estas lí-neas, introducen fenómenos de retardo re-lativo, de viscosidad, o al contrario, de pre-cipitación y ruptura (Deleuze y Guattari,1978).

En el principio de conectividad intervienen in-tercambios de situación, variaciones de deter-minación, agrupamientos de subconjuntos lo-cales, etc., que tienen lugar simultáneamenteen el espacio y en el tiempo. De esta maneraexiste en el sistemauna transforma-ción, una evolu-ción global de susituación que se or-ganiza sobre uncampo relacional ala vez topológico ytransductivo5 (42).

La conexión cons-tante y simultáneaentre líneas y ma-

4 Rizoma es la denominación que emplean Deleuze y Guattarien la definición de un sistema móvil con conexionesmúltiples, parten de la definición que la botánica hace delrizoma: “un rizoma como tallo subterráneo se distingueradicalmente de las raíces y de las raicillas. Los bulbos, lostubérculos, son rizomas. Pero hay plantas con raíz o raicillaque desde otros puntos de vista también pueden serconsideradas rizomorfas”. Para mayor claridad se anexa ladefinición enciclopédica: tallo carnoso que crecehorizontalmente debajo de la superficie del suelo y actúacomo órgano de acumulación de nutrientes que permiteperpetuarse a la planta. Los rizomas no son raíces, cuyafunción es absorber nutrientes, sino que emiten raíces por lacara inferior y tallos por la superior. A diferencia de las raícesverdaderas, los rizomas tienen nudos, yemas y hojas diminutasy no mueren cuando se cortan; si se replantan, dan lugar a unaplanta nueva. Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2000. ©1993-1999 Microsoft Corporation.

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iradas al hábitatterias imprime al ambiente su necesaria ines-tabilidad; pensada como principio de orden,un orden dinámico, emergente, que a su vezdesigna el carácter de lo urbano.

Principio de multiplicidad:Principio de multiplicidad:Principio de multiplicidad:Principio de multiplicidad:Principio de multiplicidad: Del crecimien-to de las dimensiones por la conectividad desus diferentes líneas, se da origen a lo múlti-ple, a la multiplicidad, que se define en el afue-ra y por el afuera de la línea de fuga, línea dedesestratificación o de desterritorialización; alconectarse unas a otras las multiplicidades cam-bian de naturaleza aumentando las posibilida-des (leyes) de combinación, construcción y mu-tación a otras multiplicidades. Éstas se encuen-tran directamente implicadas en la construccióndel ambiente artificial, y se constituyen comouna de sus principales potencias.

Las multiplicidades carecen de sujeto y objeto,por lo tanto son inatribuibles a tal o cual; noexisten puntos ni posiciones, sólo líneas; proli-feraciones de conjunto, determinaciones, di-mensiones, magnitudes. Como multiplicidad,la exploración-operación no actúa sobre unobjeto o sujeto predeterminado, no busca defi-nir o delimitar las acciones, las dinámicas, lossucesos, sino que actúa como y sobre un cuer-po sin órganos (Deleuze y Guattari, 1997),hecho de materiales, de datos y velocidadesdiversamente formadas.

Las multiplicidades con las que trabajan el am-biente y lo urbano, aprehenden e inscriben su-jeto y objeto dentro de una totalidad cambianteo campo relacional de intercambio de infor-mación (plano de consistencia) en el que mul-tiplican sus dimensiones, alteran necesariamentesu naturaleza, se metamorfosean. Esto brindala posibilidad de superar las dualidades sujeto-objeto, humano-artificio.

Principio de ruptura asignificante:Principio de ruptura asignificante:Principio de ruptura asignificante:Principio de ruptura asignificante:Principio de ruptura asignificante: En unsistema, sus variables (líneas, dimensio-

nes, estratos,planos de con-sistencia) pue-den romperse obifurcarse en unpunto cualquie-ra de su trayec-

toria, éstas se auto-organizan a través deconexiones recíprocas y configuracionesmúlt iples, por movimientos dedeses t ra t i f i cac ión -es t ra t i f i cac ión ,desterritorialización-reterritorializaciónque están perpetuamente remitiéndose,aprisionándose unos a otros.

La exploración-operación actúa comomecanismo de captura de movilidades ydispersiones. La fuga se configura comouna posibilidad de conexión con líneascompletamente ajenas a su naturaleza,generando comunicaciones transversa-les entre líneas diferenciadas.

Las líneas de segmentación explotan en lí-neas de fuga, en líneas de desterritorializaciónpor las cuales huyen, lo que da pie a la rup-tura, a la asignificación.

Principio de cartografía:Principio de cartografía:Principio de cartografía:Principio de cartografía:Principio de cartografía: La explora-ción es explícita en su voluntad de ope-rar sobre los planos de consistencia quecomponen el constructo mediambiental,en cartografiar las movilidades y disper-siones, las conexiones, las multiplicida-des, los cuerpos sin órganos que com-ponen la superficie de lo urbano, su rea-lidad, conjunciones, superposiciones,yuxtaposiciones, cruces y conexionesdimensionales. Elaborar cartografías des-montables, invertibles, que arrojan, in-formaciones y conocimientos suscepti-bles de sufrir constantes modificacionesen coherencia con la actitud nómada ycombinatoria.

No existe modelo estructural ogenerativo, sólo información sobre elmapa que por iteración y realimentaciónopera sobre la realidad de manera inversamas no simétrica, al extenderse sobre lí-neas de situación, trayectorias y veloci-dades; apoyándose en líneas de fuga quepermiten desagregar los estratos y ope-rar conexiones programáticas que com-ponen multiplicidades o conjuntos deintensidad.

5 “En las conexiones topológicas, dentro de un campo relacional,los canales de transmisión están preestablecidos, a ello se oponeun estado transductivo, donde la comunicación se hace de unvecino a otro cualquiera, donde los canales no preexisten, dondelos individuos son todos intercambiables, definiéndosesolamente por un estado en tal momento, de tal modo que lasoperaciones locales se coordinan y el resultado final global sesincroniza independientemente de una instancia central”(Deleuze y Guattari, 1978: 42).

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iradas al hábitatMaterias explorablesy explorativas

Explorar ciertos sucesos y fenómenos decarácter amplio, es comprender que éstosse encuentran involucrados dentro de unaperspectiva dinámica contenida por temáti-cas actuales e inscritos como procesos en laproducción del ambiente.

Los acontecimientos se asumen en la explo-ración como materias que configuran trazasen la formación del sujeto, la memoria y elambiente; se desarrollan al interior de la com-posición cultural enmarcándola en compli-caciones indeterminadas de cambio. Lasmaterias son vistas como acontecimientosque inciden en la experiencia vivencial delo cotidiano.

Líneas de pensamiento

La exploración-operación, permite concebiry experimentar conexiones locales y mo-mentáneas pero a la vez totales y permanen-tes, entre las líneas de pensamiento queinteractúan dentro de una realidad culturalinmediata. Explorar cómo otras disciplinasestudian, intervienen y transforman el am-biente artificial, es encontrar las posibles com-binaciones para construir, más que una basedisciplinar propia, una red de conocimien-to, una estrategia combinatoria que permiteotras resoluciones en el hábitat.

Los campos disciplinares que cuestionan eindagan la forma como se producen los pro-cesos y fenómenos -físicos, sociales, cultu-rales, biológicos, sicológicos, históricos, etc.-en el mediambiente, se encuentran aparen-temente dispersos y en contradicción,pero en realidad su cohesión yconectividad es alta, y se instaura en lamatriz cultural que estructurándose amodo de archipiélago6 les da sentido.

El pensamiento tecnológico pensamiento tecnológico pensamiento tecnológico pensamiento tecnológico pensamiento tecnológico es operativoy transversal a todas las disciplinas, cons-tituye en el presente la materia que movi-liza las dinámicas sociales que comporta-

mos; motiva los movimientos y crecimien-tos de las culturas, las sociedades y los in-dividuos, y actualmente sigue la tenden-cia de la globalización. Se entiende no sólocomo el simple artefacto -tecnofacto- (Ga-llego-Badillo, 1996) que responde a las ne-cesidades específicas de un medio, sinoademás como la capacidad humana de laacción-reflexión, reflexión-acción. Másque un constructo, es una actitud del pen-samiento que abarca los diferentes saberesy formas de hacer que constituyen y mo-difican el ambiente artificial.

Lo anterior, implica la concepción del pen-pen-pen-pen-pen-samiento sistémicosamiento sistémicosamiento sistémicosamiento sistémicosamiento sistémico sobre el comporta-miento del ambiente y sobre las discipli-nas que en él intervienen. Se traduce enun pensamiento capaz de hacercomprensibles las posibles conexiones desus componentes (fenómenos, procesos,enfoques disciplinares) en un camporelacional, un sistema en red, donde lasvariables de pensamiento y acción, gra-cias a su alta conectividad, se multiplicany evoluciónan.

De la interacción tecnológica surge el pa-radigma del pensamiento complejopensamiento complejopensamiento complejopensamiento complejopensamiento complejo, yaque la conectividad de los elementos queintervienen en un sistema producen tan-tas variables como evoluciones, su com-portamiento complejo los haceinaprehensibles e inabarcables, en ellos larelación causa–efecto es falseada, lopredecible sólo es factible como simpleprotocolo, como aproximación, los enun-ciados de verdad absoluta e incluso relati-va son derogados.

Dimensiones

La cultura entendida como composición ma-triz, como tecnofacto se halla constituida pormaterias de muyvariada intensi-dad, consistencia,y velocidad, queen movimiento einteracción a par-tir de pautas de

6 “Supongamos que una isla rompe la superficie del agua yemerge; después surgen otra y otra, hasta que el mar estépunteado de islas. Cada una tiene su propia ecología, suterreno y su morfología, es posible reconocer estassingularidades y al mismo tiempo preguntarse si todas lasislas forman parte de una cadena montañosa emergente y sevinculan entre sí no sólo por el substrato común quecomparten sino también por las poderosas fuerzas que lesdieron origen” (Hayles, 1993: 21).

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iradas al hábitatoperación, la transgreden y transforman asu conveniencia, imprimiendo a su realidadefectiva propiedades de alteridad, sentido ycarácter, resultando alterada progresivamentela dimensión del ambiente.dimensión del ambiente.dimensión del ambiente.dimensión del ambiente.dimensión del ambiente.

Las dimensiones, contenidas dentro de las ma-terias como substratos y de acuerdo a sus co-nexiones recíprocas, construyen las líneas yestratos copresentes en los diversos planosmultiescalares, dando forma a la realidad com-pleja e interactiva del todo construido. Se de-nominan dimensiones en cuanto implantan enel espacio territorializaciones y estratificaciones,pero también y a un tiempo, precipitaciones yrupturas, que introducen al ambiente su cuali-dad mutable.

En cuanto a la dimensión del sujeto,dimensión del sujeto,dimensión del sujeto,dimensión del sujeto,dimensión del sujeto, dentro dela matriz inscribe el uso, la práctica y la experi-mentación, recrea la memoria colectiva quereúne pasado, presente y futuro en realidadessimultáneas, que se esparcen y concentran so-bre la dimensión mediambiental, alimentandosus dinámicas de cambio y evolución conti-nua.

La memoria como dimensiónmemoria como dimensiónmemoria como dimensiónmemoria como dimensiónmemoria como dimensión es capaz dereconvertir simbólicamente los sujetos y lascosas, los ubica dentro de un mismo contexto,los mide con las mismas magnitudes, transmutasus contenidos y sus funciones.

Estratos

Los estratos, a manera de capas dinámicas, semezclan, cruzan, superponen, yuxtaponen,sedimentan e hibridan. A través de ellos se in-terpreta y opera sobre el modo de habitar delos sujetos, sobre su percepción, su forma deinquirir los espacios y los lugares -estratoetnológico-, sobre sus acciones de transforma-ción e implementación del medio -estrato tec-nológico-, sobre el modo como se le represen-ta y constituye como realidad material -estratoestético-. Se identifican, cuantifican y cualifi-can: densidades, convergencias, paracartografiar las interacciones y conexiones quese anudan y desanudan en el ambiente.

Aunque comportan una relación biunívoca conlos momentos que exploran (observación), re-producen (experimentación) y cartografían(combinación), ésta queda desvirtuada cuan-do los estratos entran en juego dentro del siste-ma diluyéndose en líneas de fuga e intensidad.Los estratos se instauran como eslabonessemióticos que encadenan actos muy diversos,perceptivos, gestuales, materiales, reflexivos,etc.

El cruce de información de los estratos de ex-ploración permite cartografiar y definir, con-ceptual y materialmente el fenómeno urbano,no sólo desde la mirada sesgada de una disci-plina, sino desde la multiplicidad de pensamien-tos y acciones que se conectan en rizoma.

Las diferentes dinámicas de lo urbano se con-forman como capas, que aunque ocupan elmismo plano de consistencia, conviven demanera contradictoria al poner en juego sus in-tereses y valores opuestos, dándole al espaciocaracterísticas que surgen de la relación esta-blecida entre ellos.

La convivencia relacional yuxtapuesta y super-puesta que establecen estas capas en el espa-cio, compone las redes que dan sentido a losacontecimientos, interacciones y transferenciasindeterminadas. De esta forma se produce lacualificación del espacio, que es imperceptibledesde la visión reduccionista que aísla los com-ponentes socio-espaciales como estructuras in-dependientes no relacionadas entre sí, pero queresulta perceptible desde lo complejo cuandose asume la posición del explorador que inda-ga al establecer relaciones participativas dentrodel territorio.

Estrato etnológico:Estrato etnológico:Estrato etnológico:Estrato etnológico:Estrato etnológico: Existe una relaciónreciproca de intercambio, de percepción-sen-sación-acción entre el hombre y el lugar queéste ocupa. El hombre, al involucrarse dentrode la espacialidad del lugar, lo transformasustancialmente, le imprime sus expectativas ysingularidades. De igual forma él es transfor-mado en sus peculiaridades, por las caracte-rísticas de la configuración morfológica es-pacial y las fuerzas que emergen en la

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iradas al hábitatinteracción hombre-espacio, la cual es elobjeto de observación.

Se perciben e identifican en ésta interacción,las movilizaciones, los flujos, las contradic-ciones y el dinamismo de las funciones so-ciales preestablecidas y de otras emergen-tes, que con precariedad potencial se impri-men en los usos por las relaciones que sur-gen entre el sujeto y el lugar, que más queresponder a formas físicas, responden a pro-cesos espaciales de ocupación del territoriopor parte de los grupos sociales, imposiblesde ser identificadas y plasmadas en su tota-lidad mediante planimetrías estáticas comoformas de lo cuantificado.

EstrEstrEstrEstrEstraaaaato tecnológto tecnológto tecnológto tecnológto tecnológico:ico:ico:ico:ico: A partir de la relaciónque se establece entre sujeto y espacio sur-gen en el sujeto dos determinaciones: la pri-mera, interpretar, reproducir y adaptar el es-pacio, transformando su forma y contenidopara hacer que de respuesta a expectativas,supla necesidades y sea coherente con ladinámica del momento actual, y la segunda,transformarse a sí mismo, en sus activida-des y costumbres, modificando precisamentela relación que establece con el medio y conlos demás; reflexiona y actúa sobre su en-torno y sobre sí mismo.

La creación de un saber surge como dimen-sión no material de la tecnología, motiva laejecución de acciones y orienta la realiza-ción eficiente de una actividad. Mediante unsaber, el hombre determina prioridades y es-tablece procedimientos, desarrolla materiasy herramientas, implementa consecuente-mente diversos objetos tecnológicos con loscuales transforma el medio que le rodea.Posibilita la acción.

En este estrato se orienta la mirada a la trans-formación y a la acción tecnológica queimplementa el hombre en el cotidianointeractuar con el medio que lo rodea, lamodificación de su propio ser y la transfor-mación física del territorio (como objeto tec-nológico), que es operada a partir de laimplementación de estrategias, en la adap-

tación de los hábitats a través de manifesta-ciones y tendencias eficientes y creativas.Estrato estético:Estrato estético:Estrato estético:Estrato estético:Estrato estético: Las transformaciones queel hombre hace sobre el territorio y sobre símismo pueden efectuarse de diversas for-mas según las condiciones de la cultura, dellugar y del tiempo. Las actividades que de-sarrollan en los espacios, las representacio-nes que se hacen de los acontecimientos –como conceptos y objetos-, responden enlos sujetos al nexo entre el movimiento di-námico de cambio y ciertas preferenciasexpresivas propias en su cotidiano interactuarcon el mediambiente y con otros grupos so-ciales.

Se modifica el entorno según tales prefe-rencias; se marcan en el espacio-tiempolas expectativas culturales. Las necesida-des y exigencias sociales cotidianas moti-van la impresión de aquellos rasgos ca-racterísticos propios de la cultura contem-poránea sobre el mediambiente. Se cons-truye espacialmente el territorio, se esta-blecen parámetros comportamentalesmultinivel y de acuerdo a éstos se identi-fica un lugar, un grupo de personas, unasactividades.

De esta manera, se constituye permanente-mente dentro del entorno construido la con-dición de movilidad espacial del fenómenourbano, en la cual, siguiendo los ordenesfácticos de su estructuración inestable, losurbanautas se juntan, se mezclan, se sepa-ran; hibridando, fragmentando, dando espa-cio para lo similar y lo opuesto, el diálogo yel conflicto; caracterizando, diferenciando,construyendo, produciendo hechos.

El estrato estético es susceptible de observary dar cuenta de la relación espacio-temporaldel hombre con el entorno que ocupa, den-tro de los aspectos sensibles de sus accio-nes, comportamientos, transformaciones yconstrucciones, realizadas de ciertas formassegún la experiencia que produce ocuparsimultáneamente diversos espacios en lourbano, unida a las preferencias estéticas quepredominan en él.

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iradas al hábitatPlano multiescalarde consistencia

La interacción de las materias explorablesestá dada y representada en el plano de con-sistencia que emerge a partir de laconectividad de las líneas, dimensiones yestratos; la apertura máxima de los planosde consistencia concurre a la conexión delos componentes cambiando de naturaleza,aumentando las dimensiones según el nú-mero de conexiones que en él se establez-can.

Como lugar de choque, invención einteracción de los sujetos entre sí con elmedio, el plano de consistencia es puesto entaller como expedición, como experienciacotidiana por individuos, grupos u organi-zaciones sociales. Por definición, es el lugarde la combinación de las diferencias; laoperatividad de los tres momentos es lleva-da al plano más basto y material de la com-posición cultural.

Su naturaleza multiescalar comporta propie-dades sistémicas: cada nivel o escala se ex-pande o se contrae en su condición de siste-ma abierto. Las escalas se definen aquí se-gún la magnitud y la complejidad de lasmaterias y multiplicidades que conectan,pero de igual manera pueden existir estadosintermedios donde un plano se confunda conotro.

Cada escala del plano de consistencia, co-rresponde a un nivel de indagación y espe-cificidad en la incursión de cada uno de loscomponentes de la exploración-operación,que van haciendo cada vez más concreta, laidentificación e intervención en el territorio.

MMMMMediambiente: ediambiente: ediambiente: ediambiente: ediambiente: El universo de los acon-tecimientos se condensa desde lacotidianidad material propia del contex-to, hasta los movimientos tecnológicosy mediáticos de orden global para cap-turar su dinámica: la interacción de lossujetos, en los ámbitos de lo público ylo privado; el fenómeno urbano, como

móvil idad inestable de hábitatsinteractivos -entre ellos el rural-; el co-mercio informal, los desplazamientos,las políticas de organización del territo-rio, la producción y transferencia de co-nocimiento; la investigación básica yaplicada; los procesos industriales, lasnuevas tecnologías, la intrusión de losmedia y otros fenómenos de masas; lacibercultura y el espacio virtual, etc.

TTTTTerererererrrrrr itoritoritoritoritor io:io:io:io:io: Como todo sistema, es una cons-trucción mental deliberada que delimita elobjeto de estudio a un espacio material másconcreto; para entender la dinámica y orga-nización de cierto número (cantidad, cuali-dad, calidad) de determinantes, de indivi-duos, de materias, de cosas.

Contenido como sistema abierto para facili-tar su aprehensión, con fronteras permeablese interrelacionadas con otros territorios, seentiende su funcionamiento desde suconectividad abierta con su afuera, con otrosplanos de consistencia. Aunque la irrupciónde la telemática, la internet y la noción deciberespacio dentro de las nuevas dinámi-cas de intercambio de información, comu-nicación, demarcación y representación es-pacio-temporal, ha alterado notablemente elconcepto de territorio y sus implicacionescomo espacio físico, transgrediendo lo real-material a lo real-virtual.

Ciudad-Región:Ciudad-Región:Ciudad-Región:Ciudad-Región:Ciudad-Región: El estudio y conocimientodel fenómeno contemporáneo del habitar, ensu totalidad espacio-temporal, involucra tan-to las concentraciones de población y acti-vidades de lo que se denomina ciudad o zonaurbana como las relaciones e implicacionesde ésta con lo que se suele llamar zona ru-ral. Dichas implicaciones de tipo tecnológi-co y protoestructural hacen necesariamenteinseparables estas zonas para comprender elfenómeno contemporáneo.

La ciudad-región, determina los sistemas deciudades, que configuran redes territoriales.Reúne y organiza el sistema geográfico entorno a dinámicas y alianzas para el desa-rrollo y la conectividad introduciendo el com-

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iradas al hábitatponente infraestructural, como principalconector entre las diferentes concentracio-nes de población, de lo que es el espacio dela máxima actividad, del intercambio y delcontrol (la ciudad) y el espacio que le sirvede apoyo, de periferia, de reserva y provi-sión (lo rural).

Área Metropolitana: Área Metropolitana: Área Metropolitana: Área Metropolitana: Área Metropolitana: Desbordandoespacialmente el perímetro y uniendo losmunicipios cercanos, las ciudades confor-man grandes asentamientos metropolitanos.En ella la realidad social, económica y cul-tural trasciende los límites de las antiguasciudades, transformándose en nuevas reali-dades territoriales obligando a los munici-pios a actuar conjuntamente en dos nivelesfuncionales, el metropolitano, que cubre todala aglomeración, teniendo competencias le-gislativas que se concentran en normativasfiscales, urbanísticas, económicas y socia-les y el barrio u otra unidad menor, cuyasfunciones exigen una mayor proximidad conel ciudadano.

El área metropolitana responde a una figurajurídica, a una disposición política, adminis-trativa y de control, pero también se hacenevidentes otras relaciones y dinámicas ur-banas que se generan desde los procesos deconurbación: los mecanismos de controlcentralista, el compartir infraestructuras, ser-vicios y centralidades. Fenómenos que vanmimetizando, acoplando, solapando, unaestructura urbana con otra.

Ciudad:Ciudad:Ciudad:Ciudad:Ciudad: Constituye el plano de consisten-cia más inmediato en la exploración-opera-ción, con sus conexiones abiertas con losdemás planos que contiene y que la contie-nen.

Como forma de representación y materiali-zación de la organización social, en ella seconcentran funciones, actividades y servi-cios. Se considera entre los más conspicuosrepresentantes del ambiente artificial, al serdefinida como composición espacial, don-de se asienta un amplio conjunto de cons-trucciones relativamente estables, un conglo-merado humano constituido por una alta y

heterogénea densidad poblacional, distin-guiéndose así del campo y lo rural por serámbitos en donde tales rasgos no se dan(Delgado, 1999).

Es el escenario más explícito de un conglo-merado de complejos poblacionales, quereúnen y albergan individuos, grupos y or-ganizaciones sociales de tan diferentes na-turalezas, mentalidades, actitudes, formas deestar y relacionarse que afectan su constitu-ción interna, es además influida y contami-nada en gran medida por los actuales mo-vimientos: culturales, generacionales,massmediáticos, informacionales; las nue-vas políticas de organización social y dis-tribución del territorio, los flujos de capi-tal y las demandas de desarrollotecnocientífico y de transferencia de co-nocimiento.

Espacio-Lugar:Espacio-Lugar:Espacio-Lugar:Espacio-Lugar:Espacio-Lugar: Se determina un espaciode fases abierto, de límites difusos, querecoge lo más disgregado y lo máscohesionado y convergente del plano don-de se ponen en juego las materias queconstituyen la matriz cultural. Una exten-sión, un plano de operación deliberada-mente seleccionado, en el cual se aplicanlas magnitudes recogidas de la explora-ción-operación, como ejercicio experimen-tal y aplicación operativa en la interven-ción como práctica urbanística.

El espacio-lugar, por sus condiciones ycualidades de forma, función, mezcla yconcentración de usos, alta actividad ur-bana, potencias y posibilidades tecnológi-cas de apoyo a la educación, la investiga-ción y la producción industrial, permiteconfigurar y dar sentido a los entornos in-mediatos del sujeto al suplirfuncionalmente las necesidades de acuer-do a su experiencia cotidiana dentro de lourbano.

Doble exploración

El pensamiento metodológico tiene más fun-ciones de administración y control que de

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iradas al hábitatmovimiento y desarrollo de trayectorias.Generalmente se indagan los objetos de es-tudio de una disciplina limpiando toda apa-riencia interdisciplinar, despojándo los con-ceptos y teorías de sus contenidos esencia-les. Se parcializan los argumentos y princi-pios disciplinares tanto de los elementos deanálisis como de intervención, en una mira-da reduccionista que ha dependido de la in-tención particular, de la acción y del contex-to de referencia del sujeto investigador. Enestos procesos todo esta configurado de for-ma fija y estable, con ciertas variables quepueden ser previsibles bajo estrictas condi-ciones de manipulación e intervención. Silo que aparece es percibido como estático,serán estáticas las operaciones y sentidos quese le atribuyan.

En arquitectura y urbanismo los modos dediseñar e intervenir en lo urbano, que hanincluido en su discurso espacio, forma, fun-ción y uso; restringen la magnitud de su com-plejidad al plano bidimensional de represen-tación, rigidez y simplificación de los ele-mentos de análisis con los que se estudianlas formas físicas y perceptuales, impidien-do el acoplamiento de un proyecto a la mo-vilidad y precariedad propias de la realidadcontemporánea.

De la reflexión sobre la implementaciónmetodológica surge la pregunta por la ex-ploración, por el cómo explorar y sus con-diciones de operación; se configuran yreconfiguran las alternativas sobre la observa-ción. La intención que indaga se asecha asímisma en forma permanente, aprendiendo,creando, ajustando, volviendo a empezar(Galindo, 1998).

Se propone la exploración-operación comoalternativa frente al estudio del ambiente, estra-tegia metodológica de la que emergen instru-mentos de estudio que por combinación y si-multaneidad proporcionan la interpretaciónapropiada de los fenómenos contemporáneosy la comprensión de los códigos de sus com-ponentes. Éstos funcionan en interacción y ten-sión de fuerzas encontradas. Igualmente el fe-nómeno urbano se aprehende, desde la actitud

nomádica atenta al cambio, al movimiento, alflujo turbulento del acontecimiento, que se pien-sa siempre como protoestructura, siempre enla base, siempre haciéndose.

Se retoman procesos de investigación pro-puestos desde las ciencias sociales, los cua-les al contener herramientas conceptuales ymetodológicas válidas para la exploración-operación, son recreados, adaptados y arti-culados en la elaboración de las fases deacercamiento o momentos de resolución delas preguntas y conceptos que serán el so-porte teórico que orientará la producciónproyectual.

La exploración-operación implica los prin-cipios de rizoma como pensamiento, apre-hensión del mundo, construcción de cosas,como forma de hacer, de estar y de actuar,en actitud flotante practicada en sus tresmomentos: observación, experimentación,combinación. Con la capacidad de mover-se, de no asumir posiciones estáticas, de to-mar cosas de partes muy diversas y cons-truir el objeto-proyecto a partir de multipli-cidades conectadas y comprimidas sobre unmismo plano de consistencia, donde ya sehacen indivisibles e irreconocibles.

Se hace caso a la noción de conexión per-manente que establecen Deleuze y Guattari.Se conectan el pensamiento complejo,sistémico y tecnológico, se extraen de ellolas líneas de fuga y eslabones semióticos queconectan las dimensiones: sujeto, memoriay ambiente; elementos constantes que seidentifican en la producción estratificadaetnológica, tecnológica y estética de la com-posición del plano multiescalar de consis-tencia: mediambiente, territorio, ciudad-re-gión, área metropolitana, ciudad, espacio-lugar, como representación concreta del lu-gar de la interacción y combinación de lasmaterias en la matriz cultural.

Se hace del contacto disciplinar, el instru-mento que da acceso a las dinámicas con-temporáneas del pensamiento como mate-rias explorables y de exploración: las redes,la topología, la teoría crítica, la biología, la

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iradas al hábitatfísica y las realidades que ellas generan: flu-jos, movilidad, dispersión, alteridad, hibri-dación, precariedad, globalización, hetero-geneidad, multiplicidad; asociadas a los pro-cesos tecnológicos y los fenómenosinformacional, de producción y transferenciade conocimiento que han complejizado elfenómeno urbano, la forma, la función y eluso de los espacios, los lugares, la ciudad ylas sociedades que la componen.

La investigación toma la forma de un proce-so en movimiento constante, una doble ex-ploración ejemplificada en el funcionamientode la configuración del ambiente, en el sen-tido de una acción realimentadora, donde elproceso de cambio se da simultáneamentecomo un todo y cada elemento en su com-portamiento y desarrollo individual permitela aparición del cambio en otro elemento.Como en todo proceso hay un principio,pero todo aparece en movimiento y con re-sultados parciales.

En este juego estratégico con otras formasrecreadas de análisis, que se alejan de las

recurrentes en arquitectura y urbanismo, sedesinhibe el potencial creativo (Galindo)configurador propio de la percepción, se elu-de el calco de las formas de relación mente-mundo, dando paso a la aparición de lo al-terno, como parte de la solución a una pro-blemática existente.

Si el método es el medio para la fabricaciónde los instrumentos propios al objeto de es-tudio, la construcción del conocimiento apartir de la intuición, en tanto movimientocontinuo e ininterrumpido del pensamien-to, producirá por tanteo y conexión de fun-damentos los instrumentos para observar,experimentar y combinar los conocimien-tos ya dados. Lo nuevo se obtendrá de lacapacidad de recrear lo ya existente. Nomás verdades absolutas, sólo posibilida-des de acercamiento -desde la teoría y elmundo práctico- construidas más desdeintuiciones nomádicas, que de prejuiciosy trayectorias predeterminadas. Cada pro-ceso es único, alimentado por las expe-riencias previas y alimentador de las futu-ras (Galindo).

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textos.

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iradas al hábitat

Explorar la red,para hacer red

Uno de los principios fundamentales del pro-grama FORHUM como proyecto educativode cooperación Sur-Sur, es su disposiciónestructural sustentada en el concepto de red,que como modelo organizacional señala laefectividad, consistencia y capacidad exten-siva de sus procesos de formación, investi-gación e intervención.

La experiencia directa en algunos de losprocesos académicos y proyectosinstitucionales dentro de la estrategia pe-dagógica del programa materializada en laEscuela Internacional del Hábitat y el De-sarrollo Local, deja percibir por un lado,que los resultados en la producción de co-nocimiento a través de los modelos peda-gógicos utilizados (seminarios, cursos, ta-lleres) mantienen cierta constancia einteracción entre los componentes de la Es-cuela, y por otro, que dichos resultados son

precarios a la hora dehacerse extensivos yreflejarse en la reali-dad inmediata comoacciones creativas,

siendo esta situación uno de los reflejosdel desconocimiento que tienen los parti-cipantes de los procesos sobre las defini-ciones que la Escuela adopta respecto a sufuncionamiento en red y a la identificaciónde sus componentes como nodos.

¿Qué es una red?, ¿cómo funciona una red?,si es llevada al plano de las acciones como he-cho efectivo ¿qué acontecimientos conecta y acuáles se conecta?. Son las inquietudes que sur-gen motivadas por la incapacidad de experi-mentar multiescalarmente1 la conexión de losprocesos y niveles de complejidad de la Es-cuela desde uno de sus nodos y que ademáspermiten la exploración de la organización enred, como concepto, como hecho espontáneoen lo cotidiano y como construcción funcio-nal; realidad practicable que converge en unmodelo de pensamiento contemporáneo quetiende a dominar en la era de la información,por esto la consideración de la emergenciaen su entendimiento ya que se instaura enla estructura social y exacerba los proce-sos de revisión radical de la identidad y delas relaciones sociales.

El IV Curso Regional Andino Itinerante –CRAI-, sobre “Estrategias Pedagógicas Virtuales” realizado por elPrograma FORHUM y la Escuela Internacional del Hábitat y el Desarrollo Local entre noviembre y diciembre de

2001, recogió en su convocatoria diversas iniciativas y propuestas temáticas factibles de formar parte y serimplementadas como cursos virtuales dentro su propuesta pedagógica: Programa Forhum Virtual. Este escritosurgió como un resultado de dicho proceso, se inscribe directamente dentro del área temática de planificación

estratégica y prospectiva, pero guarda estrecha relación con el área de tecnología y desarrollo. En la actualidad elautor, con las ideas que aquí se expresan, participa en el montaje de la primera oferta académica virtual de la

Escuela como parte del contenido de uno de sus cursos: Seminario Virtual “Redes de comunicación y tecnologías en el hábitat”.

Oscar Enrique Parra Giraldo*

* Estudiante de la carrera de arquitectura en laFacultad deArquitectura, Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín.1 Se entiende la multiescalaridad como la capacidad de abarcarlas cosas, expandiendo las intenciones hacia elementos másglobales y simultáneamente contrayéndolas hacia elementosmás particulares.

Redes, organizaciónlocal y global en lagestión del hábitat

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iradas al hábitatTres momentos organizan este acercamien-to explorativo a las temáticas de la red:observación, experimentación y combina-ción. Este orden de aparición le da facili-dad al discurso, pero su abordaje real, im-plica la interrelación simultánea de los tres.

En el primer momento: La redLa redLa redLa redLa red, se asumeel concepto de red como una composiciónde partes independientes. En éste se ex-plora la extroversión funcional de los con-ceptos básicos y generales; es un momento des-criptivo de los componentes fundamentales. Enel segundo momento: Realidad porosaRealidad porosaRealidad porosaRealidad porosaRealidad porosa, seexperimentan las prácticas de red desde dife-rentes perspectivas y se hace un acercamientoa la estructura organizacional contemporáneade la realidad sociocultural. Finalmente el ter-cer momento: Acción constrAcción constrAcción constrAcción constrAcción construidauidauidauidauida, es de com-binación y de conclusión, en él, laimplementación de la red cobra sentido en di-versos ámbitos, quedan abiertas las propuestasy su posible articulación efectiva.

La red

La abstracción más alta nace de una agudaexigencia respecto de la mejor comunicación

posible (Serres, 1996: 7).

Noción

Michel Serres propone el ejercicio de imaginar“en un espacio de representación, un diagra-ma en red en un instante dado” (9) como ex-presión formal de un estado cualquiera en unasituación móvil que varia globalmente en el cur-so del tiempo. Razonamiento abstracto sobreun modelo general de red escalena en el que selleva a cabo la diferenciación interna de undiagrama tan irregular como posible, y que seubica comparativamente frente a un caso dered particular idéntica y equivalente en su inte-rior, de la cual, al hacerla variar se obtiene elmodelo general, bastando sólo con diferenciarsus componentes internos.

Interesa aquí por cuestiones propositivas yde espacio la primera opción de red

(escalena). Interés no gratuito, ya que éstapresenta la riqueza en despliegue de los com-portamientos genéricos de la actualidad cul-tural.

Para atender a las situaciones, a las circuns-tancias y a los repertorios del transeúnte enel espacio urbano, Isaac Joseph (1988) con-sidera que no basta solo con recurrir al in-ventario de los recursos del espacio públi-co, y acude al análisis de redes, ya que se-gún sus propios términos: “todos los modosde estar juntos en público no pueden anali-zarse partiendo únicamente de la lógica dela dispersión, pues requieren una lógica dela movilidad y de la movilización: moviliza-ción de las informaciones en lo que se refie-re al análisis de los rumores y movilizaciónde los recursos en lo que se refiere al análi-sis de las carreras y trayectorias” (131).

Para eso sirve el análisis de redes, para vercomo se articulan, en movimientomultiescalar, la integridad individual y la in-tegración de las situaciones de interacciónen un espacio público (1988).

Al hablar de redes, Isaac Joseph no tarda enreferenciar el concepto de red que trabajaMichel Serres. Resalta de él los aspectos enlos cuales ningún componente es privilegia-do respecto de otro; ninguno estáunívocamente subordinado a otro. Entiendeasí que la función esencial del concepto dered es polémica, tratándose de una maquinabélica contra el estructuralismo, el pensa-miento de los sistemas, la dialéctica, la lógi-ca de la contradicción y el funcionalismo.Por tanto las definiciones de red están lejosde superponerse unas a otras.

Componentes

Desempeñando un papel central en su ca-racterización de la sociedad en la era de lainformación, Manuel Castells define yadesde sus componentes el concepto de red:

una red es un conjunto de nodosinterconectados. Un nodo es el punto enel que una curva se intercepta a sí misma.Lo que un nodo es depende concretamen-

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iradas al hábitatte del tipo de red al que nos refiramos […]por otra parte dentro de una red determi-nada los flujos no tienen distancia, o es lamisma entre los nodos, así pues la distan-cia para un punto o posición determina-dos varía entre cero -para cualquier nodode la misma red- e infinito -para cualquierpunto externo a la red- (1998: 506).

Parte también de la distinción de los com-ponentes al interior de la red, diferencian-do las funciones pero no su carácter formal.Ya que un nodo y sus respectivos flujos con-figuran una sola entidad formal, una espe-cie de cruce multidimensional según las dimen-siones donde ésta se instaure y comporte.

Los nodos o puntos en Serres (1996) equi-valen a cimas, representan una tesis, un ele-mento que es efectivamente definible den-tro de un conjunto empírico determinado.Cada uno tiene la posibilidad de variar en eltranscurrir del tiempo, al igual que su zonade irradiación y su fuerza determinante ori-ginal. Algunas cimas pueden ser idénticasentre ellas, pero en general son todas dife-rentes. Los flujos se ven como ramificacio-nes o caminos representativos de un con-tacto o relación entre dos o varias tesis, o deun flujo de determinación (relación o acciónen general: analogía, deducción, influencia,oposición, reacción, etc.) entre dos o varioselementos de una situación empírica. Loscaminos al igual que las cimas transportanflujos de determinación diferentes y varia-bles en el tiempo. Si una cima se consideracomo la intersección de dos o más caminos,es decir, de una multiplicidad de relaciones,un camino, puede ser considerado como unaacción o relación que se constituye en la co-rrespondencia entre dos cimas.

Para Isaac Joseph los puntos o cimas equi-valen a nudos; son las configuraciones so-ciales en las que se inscribe un contexto yen las que este cobra sentido. Son simple-mente situaciones complejas de interacción.Los flujos, por otro lado, figuran como lí-neas de movilización, como relaciones, la-zos, líneas de localización y deslocalización;

juegos de lenguajesque revelan las si-

tuaciones de interacción, al igual que la fra-gilidad de la identidad comunitaria. De estemodo el lazo tiene consistencia y opacidadrelativas (130-142).

La noción de red llega a quebrantar la repre-sentación cultural o estructural, ya que tam-bién existe una relación recíproca, ciertadualidad sustancial entre el nudo y la líneade movilización.

Disposiciones alternativas

Se distinguen en Joseph varias disposicio-nes de red: la primera, una red de sociabili-red de sociabili-red de sociabili-red de sociabili-red de sociabili-dad dad dad dad dad (parentesco, vecindario, amistad) don-de la urdimbre de relaciones hace que el unose vincule con lo múltiple. Multiplicidad2

que no tiene necesariamente relación entresí por causa de su densidad. Tiene centro yperiferia, que son indiferenciables pues sólose encuentran líneas. Las relaciones cuandose entrecruzan, amistad, trabajo, vecindario,se tornan en seudorelaciones de parentesco;el parentesco es tomado como centro obje-tivo. El carácter funcional del análisis de reden esta primera disposición “consiste en des-cribir minuciosamente el funcionamiento deun campo de relaciones comunitarias en ex-tensión (¿hasta donde se extiende el espaciode una comunidad?) y en comprensión (quéentienden los actores por este término “co-munidad”?)” (133).

La segunda disposición, una red de comu-red de comu-red de comu-red de comu-red de comu-nicación,nicación,nicación,nicación,nicación, se distingue de la primera porqueno privilegia ningún punto y porque presu-pone una reciprocidad profunda entre loscomponentes. El carácter funcional del aná-lisis de esta red permite ver en la acción lacapacidad de interacción, “retroacción de lassituaciones sobre sus componentes (influen-cias, deudas, efectos de rumores.)” (134).Ésta representa el diagrama más pragmáticode una situación móvil: a) desconoce losefectos locales y particulares en beneficiode la pareja totalidad y contradicción; b) des-conoce las interferencias en el entrecruza-miento de flujos de acciones disimiles; c) des-conoce las escalas de las acciones por aleja-

2 Al respecto ver el principio de Multiplicidad descrito porDeleuze y Guattari en Rizoma, Introducción.

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iradas al hábitatmiento multiescalar relativo de los flujos afavor de la pareja de lo principal y lo secunda-rio; d) desconoce los limites del pensamientocausal, en ella “hay causas sin efecto, causascuyos efectos se pierden y otras causas quesufren efectos de feed back” (135).

La tercera disposición, una red de transaccio-red de transaccio-red de transaccio-red de transaccio-red de transaccio-nesnesnesnesnes, en la que los puntos de poder dirigen laslíneas, la interacción de las relaciones está orien-tada hacia un fin, al acceso o a la movilizaciónde recursos. Siempre los puntos están en ten-sión estratégica, la red se centra en el uno quemanipula y combina la multiplicidad para so-brevivir y vivir mejor. “El modelo de red detransacción es siciliano” (135), en ella son in-tensivas y expansivas las manipulaciones y ha-bilidades de combinación.

Si se exploran la actividad y la experiencia hu-mana, se encuentra que las estructuras socialesemergentes se configuran en torno a redes; cons-tituyen la actual morfología, tanto espacialcomo formal de nuestras sociedades. Las dis-posiciones de red operan en los resultados delos procesos de producción, en la experiencia,el poder y la cultura. Las necesidades contem-poráneas y el movimiento tecnológico de lainformación proporcionan la base material paraque la expansión de la forma en red en la orga-nización social permee su estructura, imponien-do una lógica de enlace que provoca una de-terminación social de un nivel superior que lasde los intereses sociales específicos, expresa-dos mediante las redes: el poder de los flujostiene prioridad sobre los flujos de poder, o loque es lo mismo, la morfología social tiene pre-eminencia sobre la acción social. (Castells:1998).

Realidad porosa

De la pregunta: ¿Qué se pierde en el juego de laspreguntas y las respuestas? Se pasa a: ¿Qué se

olvida a lo largo de esa cadena casi perfecta,una vez que se encuentra montada

sin posibilidad de retorno? (Serres: 7).

Espacialidad multiescalar

La red sería comparable a la realidad queManuel Delgado (1999: 26) caracteriza si-guiendo los conceptos de Isaac Joseph: “rea-lidad porosa […] conceptualmente inestable,al mismo tiempo episódica y organizada,simbólicamente centralizada y culturalmentedispersa […] en la que se sobreponen dis-tintos sistemas de acción”, realidad-red quefunciona por traspaso dimensional de lo glo-bal a lo local y viceversa, enmarcadaespacialmente así, para identificar los rasgosde sus componentes, es decir, para compren-der que la producción y competitividad delos nodos en lo local (empresa, región o na-ción etc.) dependen fundamentalmente dela capacidad que éstos tengan para generar,procesar y aplicar con eficacia la carga deflujo basada en el conocimiento y la acciónglobal, bien de forma directa, bien medianteuna red alterna de vínculos entre ellos.

“La productividad se genera y lacompetitividad se ejerce por medio de unared global de interacción” (Castells, 1998:93) que modifica las formas de procesar lainformación al actuar en todas las diversasdimensiones o escalas, en la multiescalaridaddel territorio como extensión geográfica,espacial, física o virtual y hace posible el es-tablecer conexiones infinitas entre ellas y lasunidades de localización: ciudad, distrito,región, barrio, país, etc.

Protoestructura

La disposición abierta y la capacidad de ex-pandirse sin límite, evidencia en la red larepresentación formal de una espacialidadmóvil isótropa, que integra nuevos nodosmientras pueda y mientras éstos compartanlos mismos códigos de acción. Un espaciodinámico, susceptible de innovarse sin ame-nazar su equilibrio, concentrado y descen-tralizado, fluctuante, aleatorio, fortuito; elespacio de la red reúne lo que hace posiblela vida social, pero además está constituidopor todo lo que se opone a cualquier crista-lización estructural, porque antes de que se

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iradas al hábitathalle acabado o se produzca, se deshace unay otra vez, empleando para ello materialessiempre perecederos; sorprendemos en lamateria prima espacial societaria, según diceManuel Delgado (24):

estructuras estructurantes, puesto que pro-veen de un principio de vertebración… perono aparecen estructuradas -esto es conclui-das, rematadas- sino estructurándose, enel sentido de estar elaborando yreelaborando constantemente sus defini-ciones y propiedades, a partir de los avata-res de la negociación ininterrumpida a quese entregan unos componentes humanos ycontextuales que raras veces se repiten.

Entre todas las configuraciones posibles quepuede adoptar la espacialidad de la red so-bre un ámbito dado, es indefinible cuál serála forma que mejor apoyará su proceso dedesarrollo, ya que la forma protoestructuralen la que se organizan los nodos y los flu-jos, permite la apertura de canales, de cade-nas, de otras disposiciones alternativas dered que operan como condensadores, gene-radores y difusores, siempre y cuandoguarden las funciones de concentración/desconcentración, linealidad/no linealidad,aglomeración/dispersión, regularidad/irregu-laridad, etc. En reconocimiento de lamultiescalaridad de las acciones que vandesde ser indeterminadas a sersobredeterminadas por alejamiento relati-vo de los flujos (Joseph: 135).

De las formas de reda los flujos en red

Las disposiciones de red configuran un inmensoespacio topológico que las abarca, en el queapenas comienzan a cobrar forma se diluyen.Los centros de gravedad de este espacio sonvariables y se sitúan según la relación de losflujos entre los nodos, no se concentran en unsolo punto, parten de anteriores modelos con-vencionales (casos particulares de red) a favorde un proyecto multicultural e interrelacionado(caso general de red) mediante sistemas alter-nativos de red de interacción y de caminos. Eseste un sistema flexible y progresivo paso apaso, que aprovecha las infraestructuras dispo-nibles, de las formas a los flujos de red.

Una red de flujo que involucre simultánea-mente los rasgos de las redes de sociabili-dad, comunicación y transacción está cons-truida, desde el principio, en el contexto so-cial sobre la base de una asociación entre latotalidad y la contradicción, consenso y di-senso, entre lo principal y lo secundario, lopúblico y lo privado. Resultaría de ésto unaorganización situacional compleja: forma-da por los flujos de los municipios y gobier-nos locales, por institutos culturales y de in-vestigación que representen el sector priva-do. Organización que proveería las iniciati-vas básicas de expansión, adquiriendo otrosterritorios, no unificando, invirtiendo en al-ternativas de futuro que reemplacen a las ca-ducas y convencionales que están bajo elmodelo particular de red.

Las disposiciones de red en interacción mu-tua, aportan pistas que ayudan a configu-rar otras alternativas sobre las cuestionesfundamentales que aparecen a la hora deexplorar en la búsqueda de propuestas, quepor supuesto conserven el principioprotoestructural de integridad de los com-ponentes en la integración de los flujos.

Acción construida

�Comunicar es viajar, traducir, intercambiar,ponerse en la perspectiva del otro, asumir su

palabra como versión, no tan sediciosa comotransversal, negociar recíprocamente objetos

embargados (Serres: 8).

Sinergia espacial, entre laintegridad y la integración

Coordinadas por la multiplicidad dispar desus miembros, las propuestas de las nuevasorganizaciones en red definen otras formasde dirección compartida, con movimientosescalares internos. Por otra parte, resulta con-veniente que ésta producción de alternati-vas sobre el diagrama del caso general dered, intensifiquen la diversidad y dispersiónespacial de las actividades, para que haya

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iradas al hábitatun efecto amplio de evolución, un movi-miento cíclico abierto al cambio que itereentre la investigación, la innovación y desa-rrollo (I+D) (Castells, 1994).

Un programa o un proyecto que deliberada-mente favorezca la sinergia mediante dispo-sitivos específicos (sistema infraestructural)que implementen dicha interrelación y ferti-lización cruzada entre nodos o unidades deconocimiento (educación), de creación (in-vestigación), de producción (industria), solotendrá el valor contextual que le otorguensus miembros individuales. De existir un sis-tema de esta índole, no hay duda que seríaproductor y generador de conocimientos teó-ricos y prácticos.

Si las unidades que aportan los fundamen-tos básicos de cambio (I+D) se mueven otrasladan incrementando su aislamiento fren-te al ambiente sinérgico local-global, la au-sencia de sus redes de información origina-les (protoestructuras) puede dificultar la ca-lidad de sus investigaciones. Las mejorescondiciones de conexión a los flujos y a unadecuado sistema infraestructural pueden ayu-dar a las actividades investigadoras y generarotras unidades dimensionales de magnitud va-riable (desde complejos de investigaciónprogramáticos hasta autenticas ciudades de laciencia), es decir, de lo conceptual a la acciónprogramática.

La organización de las nuevas unidadesen una red escalena de encadenamientotabular con entradas y conexiones múlti-ples puede tener un efecto positivo. De lalinealidad a la tabularidad se enriquecen yflexibilizan el número de mediaciones, yano hay entre ellas un camino y sólo uno,hay un número de ellos o una distribuciónprobable.

El modelo general de red tabular3 ofrecedentro de la organización de las unidades laposibilidad de diferenciar ya no en número,sino la naturaleza y la fuerza de sus conexio-nes. (Serres: 9-13). Cada unidad nodal pue-de recibir muchas acciones a la vez (o ser sufuente) cada una de diferente naturaleza,

cada una diferenciada, medida, cartografiadapor su fuerza o cantidad de acción, la uni-dad es plurideterminada; rompe las reglasburocráticas y mina la ideología conserva-dora de los centros académicos establecidos(Castells,1994).

De lo conceptuala la acción programática

En el desarrollo de una propuesta en red,resulta crucial la elección de los dispositi-vos infraestructurales y el carácter esencialde las unidades o nodos. Esta etapa es deci-siva, de ella depende el aprovechamiento delas demandas contextuales desde lo localdentro de un movimiento global avanzado (innovación tecnológica). De la localizaciónde las zonas y centros de gravedad de la red,dependen las alianzas y la generación denuevos complejos. En la exploración de lasposibles localizaciones se articulan las cons-trucciones espontáneas y las deliberadas.Esta simbiosis cambia el mapa delagenciamiento del ambiente (ocurren varia-ciones en el mapa organizacional político-administrativo, social, tecnológico, etc.), haceperder importancia a las antiguas zonas je-rárquicas a favor de las nuevas. La cuestiónes saber en la variación del tiempo cuál seráel nuevo motor que ocupe el puesto de lasprioridades para definir los ejes de interven-ción con la convergencia de múltiples me-dios de conocimiento (disciplinas, herra-mientas y dispositivos infraestructurales ytecnológicos generados).

Los proyectos con perfil multicultural iden-tifican aquellas realidades espaciales dondehay más probabilidad para establecer estra-tegias de desarrollo. Tanto los nodos comolas redes deben tratar de identificar aquellasacciones potencia-les en las que tie-nen más probabi-lidades de ser ex-pertos. Esto es im-portante en ámbi-tos territoriales,

3 Un modelo de red de este tipo tiene ventajas sobre otro linealde secuencia única, con flujo determinante fijo, que devendríaen caso restringido de esa red tabular general. Ver lascorrespondencias entre el modelo tabular de Michel Serres, lapropuesta rizomática de Deleuze y Guattari, la concepción deltexto en términos de red en Barthes, Bakhtim y Derridá desdela teoría critica cultural y los trabajos de Theodor Nelson yAndries van Dam en el campo de los ordenadores. Al respectover Hipertexto y Teoría del Hipertexto de George P. Landow.

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iradas al hábitaten donde se pueden generar organiza-ciones que cubran intensivamente lasnecesidades locales para luego conver-tirse en plataformas de difusión y trans-ferencia extensivas globales. En gene-ral, las propuestas red, que cubren lasproblemáticas, necesidades y productoslocales, también tienen despliegue -comoestrategias útiles- en los ámbitos nacio-nales e internacionales.

Si las redes son protoestructuras abier-tas, capaces de esparcirse sin límites, in-tegrando nuevos nodos mientras puedancomunicarse entre sí, una estructuraprogramática que se base en el modelode red, será un sistema dinámico y abier-to, susceptible de innovarse sin amena-zar su equilibrio. Las redes así, son ins-trumentos apropiados para una culturade la deconstrucción y reconstrucciónincesantes; para una política encamina-da al procesamiento inmediato de nue-vos valores y opiniones públicas; parael trabajo, los trabajadores y las empre-sas que se basan en la flexibilidad y laadaptabilidad y para las organizacionesque pretendan superar el espacio y ani-quilar el tiempo (Castells, 1998).

La morfología de la red reorganiza lasrelaciones de poder, en ella convergenla evolución social y las tecnologías dela información crean una nueva basematerial para la realización de activida-des por toda la estructura social. Es labase material compuesta por las redes,la que marca los procesos sociales do-minantes de organización en la mismaestructura social.

Despliegue de las redes

Las redes se despliegan ante nosotros paraser exploradas con mayor profundidadcomo conceptos, como realidades es-pontáneas y como acciones construidas:los mercados de bolsa y sus centros auxi-liares de servicios avanzados en la redde los flujos financieros globales, los

consejos nacionales de ministros y loscomisarios europeos en la red políticaque gobierna la unión europea, los cam-pos de coca y amapola, los laboratoriosclandestinos, las pistas de aterrizaje se-cretas, las instituciones financieras delavado de dinero en la red de tráfico dedrogas que penetran economías, socie-dades y estados de todo el mundo, lasbandas callejeras, los canales de televi-sión, los estudios de f i lmación, losentornos de diseño informático, los pe-riodistas de los informativos y los apa-ratos móviles que generan, transmiten yreciben señales en la red global de losnuevos medios que constituyen la basede la expresión cultural y la opinión pú-blica en la era de la información (Castells,1994).

Si se teje una nueva urdimbre social, esésta la sociedad red a la que hace referen-cia Castells, la cual, constituida por otrasredes presenta variaciones escalares, quevan desde la reformulación del sujeto, loslenguajes, narraciones, instituciones, ob-jetos de casa, sistemas de modas, juego ydiversiones, hasta sentirse en la cultura se-gún señala Stuart Moulthrop como evo-cación de infinitas posibilidades en lugarde una jerarquía de condiciones necesa-rias (1998: 339).

En el caso particular de latinoamérica, lastendencias estructurales de red deben serexpuestas y estudiadas con mayor solturay en correspondencia con las realidadeslocales y regionales, subrayando a travésde ejemplos, las formas y posibilidadesen que sus variaciones escalares coexis-ten en diferentes ámbitos, esto, con el finde alcanzar el conocimiento esencial quees indispensable tener sobre las accionesen red, en especial para proponer nuevasestructuras-red, que confronten, con res-pecto al trabajo colaborativo, lo que se dicefrente a lo que se hace y trasciendan larelación entre las teorías y las prácticasorganizacionales. No para trabajar con res-puestas o definiciones que afirman, sino

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iradas al hábitatpara construir con preguntas los propiosvalores de la acción.

A pesar de que los términos básicos parala exploración y el desarrollo de la red,se motivan y concentran aquí sobre laconstrucción funcional de una organiza-ción, esto no quiere decir que se restrin-jan a ello. La investigación de las orga-nizaciones en red seguramente será abor-dada por nuestras instituciones a travésde una práctica intelectual atenta a asu-mir un perfil regional multicultural, don-de la producción de deseos y proyectosfavorezcan tanto la disposición internade una organización, como las acciones

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externas de trabajos productivos ycreativos en red sobre la realidad social.

Se espera que las exploraciones, desa-rrollos y ejecuciones que se hagan so-bre la red, se comporten igual que sucarácter expansivo actual, que excedanlas preguntas e intensiones básicas y seextiendan en un buen sentido hacia otrastemáticas y otros ámbitos, tratando derenunciar a la parla intelectual efímeraque elude las distinciones claras o, querestringe de acuerdo a dogmas teóricosla investigación y el debate que se ha-cen necesarios sobre las nuevas tenden-cias culturales y contextuales.

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iradas al hábitat

�Ante todo la ciudad moderna se concibe yconstituye como lugar de encuentro, de

comunicación de diversos saberes, institucionesy formas de vida� (Hoyos, 2000: 88).

“Con el desarrollo e implementación de tecno-tecno-tecno-tecno-tecno-logías logías logías logías logías que posibiliten la intercomunicación deintercomunicación deintercomunicación deintercomunicación deintercomunicación dela diversidad de interesesla diversidad de interesesla diversidad de interesesla diversidad de interesesla diversidad de intereses de actores socialesgeneralmente incomunicados incomunicados incomunicados incomunicados incomunicados y muchas vecesantagónicosantagónicosantagónicosantagónicosantagónicos, se busca establecer un terreno só-lido para incrementar la sostenibilidad de lossostenibilidad de lossostenibilidad de lossostenibilidad de lossostenibilidad de losprocesos socialesprocesos socialesprocesos socialesprocesos socialesprocesos sociales”2.

En la comprensión y elaboración de la rela-ción entre comunicación y planeación po-dría radicar un posible escenario de cambioen el sentido político de la planeación. Laconcepción de la comunicación entre losdiversos imaginarios, vivencias, intereses ysistemas discursivos, organizativos einstitucionales de los sujetos y actores de laciudad, podría afectar notoriamente el apor-te de la planeación en la configuración deuna noción diferente de democracia.

Obviamente, no se puede ser tan iluso, comopara pretender que el problema central de lademocracia radique en la comunicación,pues la democracia está atravesada por el

poder (económi-co, social, culturaly político) y, entanto tal, logra es-

capar, abolir, hegemonizar o violentar las ló-gicas de la comunicación. Si la planeaciónes entendida como una tecnología, quecuenta con sus propios útiles, técnicas, pro-cesos y sistemas de observación, diagnósti-co, relacionamiento, análisis, proyectacióny modelación, es posible reconocer que susdistintos momentos y procedimientos impli-can procesos comunicativos (entre los diver-sos sujetos y actores tanto como entre lasdiversas realidades, problemas, dimensiones,sectores implicados), y que la resolución fi-nal de tales procesos dependerá en buenaparte de la forma como se geste la interacciónentre las partes.

En este ensayo se sitúa la mirada en la co-municación como entrada para re-pensar lademocratización de la planeación. Se intro-duce, como problema enunciado, mas no re-suelto, la necesidad de comunicar loantrópico, lo biótico y lo físico. Para abor-dar la comunicación y la planeación, se pro-ponen criterios sobre asuntos como: orden,homogeneidad, democracia, participación,escalas, noción de desarrollo y visión futu-ra, hegemonía, campos de actuación, estéti-ca y temporalidad. Se concluye3 con una pro-puesta que contiene elementos conceptua-les desde la comunicación como contribu-ción metodológica y política para democra-tizar la planeación.

María Clara Echeverría R.1

Este artículo extrae apartes de la reflexión presentada en el curso: “Tecnologías en la identificación de políticasambientales y culturales redes de conocimiento e intervención cultural y ambiental del hábitat”, organizado por elPrograma FORHUM y la Escuela del Hábitat - Cehap, en agosto de 2001. El texto completo puede consultarse

en la Unidad de Documentación de la Escuela del Hábitat - Cehap e incluye una reflexión sobre el tránsitoocurrido en la planeación de la ciudad y un recorrido por la experiencia del Plan Estratégico de Medellín y el

Área Metropolitana, entre 1995 y 1998.

1 Arquitecta, Profesora Emérita de la Universidad Nacional deColombia, Sede Medellín, adscrita a la Escuela del Hábitat -Cehap-Facultad de Arquitectura de la misma Universidad.2 Tomado del documento de convocatoria al citado curso. Lasnegrillas en este artículo son de la autora.

Re-pensarlo estratégico

desde la comunicación

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iradas al hábitatComunicacióny planeación

�La ciudad es una tecnología mutidisciplinaria sinlímites puesto que no se puede decir a priori

qué disciplinas intervienen...�(Ladière, 1986; citado por Hoyos, 2000: 88).

En sistemas territoriales complejos, como laciudad, la relación comunicación-planeaciónpodría abordarse en conexión con la tríadacultura-tecnología-ambiente4, para recono-cer qué tanto un proceso planificador fun-dado democráticamente puede potenciar re-laciones sinérgicas entre lo antrópico, lo fí-sico y lo biótico. (Ver Morin, 1990).

Perfilemos algunas conexiones que susten-tan este esquema de relaciones:La planeación podría visualizarse como es-cenario potencial para tejer relacionessinérgicas en términos temporales, espacia-les, vivenciales y dimensionales. En lo tem-poral, significaría retomar del pasado, asu-mir el presente y proyectarse al futuro (co-municando tiempos) y, a la vez, relacionarurgencias y perspectivas de corto, medianoy largo plazo. En lo vivencial, significaríacomunicar las miradas desde el sujeto quehabita y de lo cotidiano, con la abstracciónde los fenómenos masivos, del gobierno yde la economía. En lo espacial, significaríapartir de la existencia simultánea micro-macro y comunicar y correlacionar la mira-da desde el lugar con la mirada de la regióny la global. En lo dimensional, significaríaasumir la interrelación de los procesos hu-manos, biológicos y físicos; para lo cual es

preciso asumir que, de un lado, la cultura,se expresa en lo tecnológico, lo social y loambiental y que ésta, a su vez, en buenaparte, está impregnada y constituida por lotecnológico; y del otro, la tecnología, sien-do parte inherente de la cultura y compo-nente irreductible de la misma, lo es por igualdel ambiente; y que, el ambiente, en buenamedida se configura en la interacción entrenaturaleza y cultura, y se constituye a partirde los procesos culturales y tecnológicos queafectan los ecosistemas con los queinteractúan.

La planeación, en tanto tecnología, com-prende órdenes, formas organizacionales,sistemas de relaciones y comunicación,metodologías, procedimientos, herramientase instrumentos que la fundamentan; a la vezque se relaciona con el desarrollo de otrosprocesos tecnológicos del medio donde ac-túa, propiciando, o no, el diálogo, asimila-ción, adecuación, transferencia, innovacióno imposición de modelos, sistemas, esque-mas o procesos tanto materiales y funciona-les como sociales, políticos, culturales, es-paciales, económicos, etc.

Pero, más allá de su dimensión técnica, laplaneación tiene una alta capacidad de inje-rencia cultural, puesto que en ella se expre-san intereses, lógicas y poderes sociales, po-líticos y económicos, tanto como imagina-rios, significaciones y valoraciones, desdelas que el establecimiento pretende dirigirlos destinos de su sociedad; y es por mediode ésta que, en gran medida, seinstrumentalizan e implementan proyectos5

que marcan los destinos colectivos.

Se parte de suponerque la posibilidad derealización de rela-ciones democráticasen la ciudad se veafectada por la capa-cidad del proceso deplanificación para:reconocer6 a losmúltiples habitantesy actores urbanos,

3 Se parte de la reflexión previa sobre el tránsito de laplaneación hasta l legar a la prospect iva y laestratégica; y sobre el Plan Estratégico, diferenciandosus fases de formulación y gest ión, desde lacomunicación.4 Planteada en el curso.5 El proyecto se entiende en su amplia acepción, comoproyecto político, proyecto de vida, como la apuesta defuturo y el establecimiento de procesos para logrartransformaciones significativas y no sólo comomaterialización o logro de resultados concretos ylimitados.6 Se alude a reconocer y no integrar, diferenciando aquelenfoque integracionista que desconoce la diversidad,buscando integrar lo diverso a la lógica hegemónica,desapareciéndolo. El reconocimiento tiene másproyección democrática, pues valora por igual el derechodel ejercer y de realizar lo diferente.

COMUNICACIÓN - PLANEACIÓNSaberes, conocimientos, ciencias, tecnologías, informaciones, imaginarios

ANTRÓPICO

Ambiente

Cultu

ra

TecnologíaBIÓTICO FÍSICO

Sociedad, cultura , política, economía, historia, institucionalidad

Naturaleza y ecosistemas, cultura y sistemas socioespaciales

Espacio, materia, geografía, suelo, aguaVida, naturaleza , especies, organismos

Social, espacial, ambiental, material

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iradas al hábitatcomo portadores de diversos imaginarios,deseos, sentidos y sistemas de vida; asumir,dialogar, interpretar y negociar sus lógicas eintereses; y conectar entre sí, e interactuarcon, los diversos procesos socio culturales,económicos y políticos que ocurren en suterritorio. Si tal relación es directa, veríamosjustificable su rastreo, llevándonos a evaluarcuál es la capacidad de la planeación paraalbergar la realidad, dialogar con ella yadecuarse, transformar o cualificar las con-diciones de los ambientes sociales, cultura-les, espaciales y bióticos donde ella ocurre,adquiriendo así su sentido político. Se enun-cia aquí, como idea hipotética, que laplaneación, por lo general, no ha logradocomprender las múltiples lógicas de los am-bientes en los que se desenvuelve, se resistea trabajar con las realidades inminentes delcontexto y pretende imponer nuevas lógi-cas y romper las dinámicas en las que se rea-liza; lo cual deja planteado un problema denaturaleza política.

Criterios inicialespara leer laplaneación

�Todos mis análisis van en contra de la idea denecesidades universales en la existencia humana.

Muestran la arbitrariedad de las instituciones ymuestran cuál es el espacio de libertad del que

todavía podemos disfrutar, y qué cambios puedentodavía realizarse� (Foucault, 1990: 144).

Se enuncian algunos criterios que, en el pla-no socio político y socio cultural, son partede la búsqueda propuesta, como términosindicativos para valorar los procesos deplaneación en la ciudad. Partiendo de esta-blecer el deber ser, se podría valorar de quémanera los procesos de planeación se mue-ven en su dirección y qué tanto producencambios culturales, sociales y políticos mo-viéndose hacia el logro de ciudades democrá-ticas y justas.

Órdenes múltiples y diversosPlural y heterogéneoParticipativa y plural, con medios derepresentación y abierta a las minorías

En todo el proceso: imaginación, decisión yconstrucción de “el proyecto” colectivo eindividual

Micro en lo macro

No convencional

Asimilación, transformación y realización de loreal, cotidiano, orden expandido

Sistema de múltiples mundosparticulares copartícipes de un cosmoscomunicado

Ciudad identificable, de lugares, habitable

Simultaneidad de temporalidades yurgencias

Vasto campo, construcción simbólica, cultural,espacial, material, económica, organizativo,social; desde el morar, pensar, ser.

Movimiento deseablePasar de: A:

ÓrdenesProyecto colectivoDemocracia

Participación

ProblemasDesarrollo

Visión

Cosmos

Espacio

Tiempo

Actuación

Orden únicoColectivo homogéneoRepresentativa, selectiva y demayorías

Consultiva, instrumental,para finalizar o para iniciar

MacroModelo homogéneooccidental

Sueño, utopía, orden clásico,asepsia y perfección

Microcosmos autosuficientesy ghettos, cerrados, en unmacrocosmos hegemónico

Ciudad abstracta funcional

Largo plazo

Concreta, física y funcional

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iradas al hábitatOrden único o multiplicidadOrden único o multiplicidadOrden único o multiplicidadOrden único o multiplicidadOrden único o multiplicidadcoexistente de órdenes diversoscoexistente de órdenes diversoscoexistente de órdenes diversoscoexistente de órdenes diversoscoexistente de órdenes diversos

Si la ciudad se caracteriza por su heterogenei-dad, es central habilitar la coexistencia de losmúltiples órdenes que la constituyen, contrarioa los modelos planificadores que pretenden ins-taurar el (un) orden (único y hegemónico) y asu escasa capacidad para albergar einteractuar con la multiplicidad de realidades yórdenes que coexisten en un territorio. Al alu-dir a órdenes, se parte de suponer que no hayun modelo superior (u ordenado) denominadoel orden y otro inferior denominado desorden,y de negar la pauta estricta que cataloga comomás ordenado lo que más se acerque al prime-ro y como menos aquello que se le distancie.En su lugar, se plantea que cada ámbito (cultu-ral, social, político, económico, espacial, am-biental, etc.) contiene ritmos, códigos, lógicasy sistemas de relaciones internas y con el exte-rior, que lo explican (y que en parte le dan con-sistencia), configurando su propio orden. Así,sería preciso comprender qué explica cada ám-bito y cuál(es) es(son) el(los) orden(es) que allíse expresa(n), lograr interactuar con sus lógi-cas y formas de operación y comunicar entre síla diversidad que emerge de la suma ycombinatoria de particularidades del univer-so mayor.

Proyecto homogéneo o heterogéneoProyecto homogéneo o heterogéneoProyecto homogéneo o heterogéneoProyecto homogéneo o heterogéneoProyecto homogéneo o heterogéneo

La construcción de proyectos colectivos pue-de orientarse a buscar la homogeneidad y lacoherencia de una totalidad o, por el contra-rio, a plantearse el reto de lo colectivo con-formado como escenario de confluencia delo diverso. En la segunda opción, el proyec-to colectivo reconocería como su esencia nosólo el consenso sino el disenso, no sólo laarmonía sino la asimilación del conflicto, nosólo la homogeneidad sino la heterogenei-dad; y, en lugar de pretender construir iden-tidades únicas, a costa de vulnerar las parti-cularidades y de debilitar la construcción desujetos propios, albergaría y potenciaría lasmúltiples identidades y pertenencias y am-pliaría la capacidad de comunicarse einteractuar entre ellas, formando un medioplural.

Democracia representativaDemocracia representativaDemocracia representativaDemocracia representativaDemocracia representativamayoritaria, o democracia participativamayoritaria, o democracia participativamayoritaria, o democracia participativamayoritaria, o democracia participativamayoritaria, o democracia participativaplural, abierta a minoríasplural, abierta a minoríasplural, abierta a minoríasplural, abierta a minoríasplural, abierta a minorías

Aunque las esferas técnicas no lo conciban así,la democracia es inherente a la planeación, yno sólo a la política, pues, muchas decisionesde la planeación pertenecen a planos profun-damente políticos y la democracia no sólo com-prende la realización de derechos civiles y po-líticos sino de los sociales, económicos y cultu-rales. Los discursos de la planeación (no sushechos) plantean pasar de la centralización ycontrol de los técnicos, del Estado, a un proce-so gestado democráticamente entre diversos ac-tores: públicos, privados, organizaciones socia-les y comunitarios. Tal paso conlleva tensionesentre democracia representativa y democraciaparticipativa7 y entre democracia basada endecisiones mayoritarias y democracia incluyen-te de las minorías. Interpretar la democracia,más allá de la perspectiva cuantitativa, pone enentredicho las interpretaciones ligeras sobre elprincipio del interés colectivo sobre el indivi-dual.

Participación consultivaParticipación consultivaParticipación consultivaParticipación consultivaParticipación consultivainstrumental o participación integralinstrumental o participación integralinstrumental o participación integralinstrumental o participación integralinstrumental o participación integralen todo el procesoen todo el procesoen todo el procesoen todo el procesoen todo el proceso

Democratizar la planeación lleva a mirar el ori-gen de sus propuestas, los momentos y las for-mas de relacionamiento y comunicación conhabitantes y actores sociales. La planeaciónestatal generalmente limita la participación deotros actores a momentos posteriores a la for-mulación de sus grandes lineamientos, de suspropuestas estructurales y de la toma de deci-siones y basa su relación en consultas públicasa posteriori (para legitimar lo definido) o en con-sultas puntuales sobre proyectos.

Algunas entradas que aportarían a una comu-nicación democrática para imaginar, decidir,construir y redefinir el proyecto colectivo e in-dividual de ciudad, serían: las ideas que hacentránsito en la planeación no deben originarseexclusivamente enel Estado sino quedeben propiciarsepropuestas de di-

7 Ej: entre las Juntas Administradoras Locales y procesos deorganización independiente, no referidos a procesos de elección,como la planeación zonal; o entre el Concejo Municipal y elPlan Estratégico; y entre el mismo Concejo y la planeación zonal.

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iradas al hábitatverso origen, tanto público como comunitario,privado, académico o mixto; el relacionamientoentre actores debe cubrir todos los momentosdel proceso de planeación: identificar el estadode cosas, diagnóstico, dinámicas y tendencias;imaginar políticas y acciones; formular propues-tas y dialogar sobre éstas; identificar conflictos,priorizar y definir procesos; culminar con acuer-dos, concertar y negociar decisiones; transitarhacia la implementación, seguimiento, evalua-ción, corrección, redireccionamiento de lo ini-cialmente concebido.

Es preciso romper el pánico institucional a en-carar democráticamente el proceso de toma dedecisiones; superar los límites colocados a lacomunicación; avanzar en metodologías y pro-cesos que reconozcan la diversidad discursiva,afinidades, diferencias y contradicciones; yconcertar imaginarios e intereses en choque,mediante negociaciones efectivas y sostenibles.

Consideración general deConsideración general deConsideración general deConsideración general deConsideración general deproblemas, abstracta y funcional oproblemas, abstracta y funcional oproblemas, abstracta y funcional oproblemas, abstracta y funcional oproblemas, abstracta y funcional omirmirmirmirmirada del lugada del lugada del lugada del lugada del lugararararar,,,,, r r r r real y cotidiano,eal y cotidiano,eal y cotidiano,eal y cotidiano,eal y cotidiano,inscrita en lo macroinscrita en lo macroinscrita en lo macroinscrita en lo macroinscrita en lo macro

La planeación, cargada del propósito moder-no, ha pretendido universalizarse mediante unavisión de desarrollo y progreso guiada por elcrecimiento económico, el funcionalismo y laestética formal. Urge orientar procesos para re-conocer nuestras realidades locales, que resca-ten los lugares desde donde se construyen di-námicas propias, se tejen relaciones y se reali-zan las prácticas cotidianas que dotan de senti-do particular la existencia y el lugar humanos.

Desarrollo homogéneo hegemónicoDesarrollo homogéneo hegemónicoDesarrollo homogéneo hegemónicoDesarrollo homogéneo hegemónicoDesarrollo homogéneo hegemónicoo desaro desaro desaro desaro desarrrrrrollo no conollo no conollo no conollo no conollo no convvvvvencionalencionalencionalencionalencional

La continuación de la línea dependentista, quepropone la meta del desarrollo para los paísesen vía de desarrollo, desde los países que loostentan, viene siendo revisada por pensado-res críticos contemporáneos como Arturo Es-cobar, Antonio Campillo y Milton Santos(q.e.p.d.), así como lo viene siendo el modelode ciudad desarrollada que se propone comometa a ser alcanzada por la ciudad subnormalo informal. Tal meta perpetúa la imposibilidad

de realización y existencia digna para muchospaíses y grupos humanos. Es preciso rompertal visión hegemónica y proponer modelos ade-cuados a los sistemas de vida existentes y a larealización de múltiples y nuevos órdenes, asi-milando los propios códigos de valoración,dentro de un proyecto equitativo, plural y de-mocrático que rastree un desarrollo no con-vencional (Múnera, 1994), basado en el cono-cimiento y la realización de las potencialidadesespecíficas de los grupos y lugares.

Utopía, perfección y asepsia oUtopía, perfección y asepsia oUtopía, perfección y asepsia oUtopía, perfección y asepsia oUtopía, perfección y asepsia oasimilación, transformaciónasimilación, transformaciónasimilación, transformaciónasimilación, transformaciónasimilación, transformacióny realización de lo actualy realización de lo actualy realización de lo actualy realización de lo actualy realización de lo actual

Se viene arrastrando la incapacidad para asu-mir nuestras realidades, resistiéndonos o recha-zando lo que realmente somos. La planeacióntradicional mueve al menos dos visiones quela hacen poco alternativa e inaplicable: su ob-sesión por el progreso y su deslumbramientoante la utopía, desconociendo la contundenteevidencia que arroja diariamente nuestra reali-dad. Si vendamos los ojos, evadiendo enten-der cómo operan nuestras lógicas sociales,institucionales, políticas y espaciales, los idea-les enmascaran la realidad y dibujan ciudadesque no existen.

Al imaginar la ciudad desde la estética restrin-gida y el urbanismo clásico, con sus ciudadesde grandes avenidas, bulevares, pasajes y es-pacios limpios, amplios, nítidos, comprensibles,regulables; al concebirla funcionalmente comoun reloj en el que cada pieza ajusta a un diseñode operación impecable; al esperarla socialmen-te armónica, sin trabas, conflictos, ni nada queenturbie la ilusión; se acrecienta nuestra distan-cia frente al mundo real que vivimos. La inmi-nencia de otras lógicas en la ciudad, exige in-terpretaciones y actuaciones distintas, sin ocul-tarla en falsos ideales. Para abordar nuestrasciudades hay dos vías: negarlas y suponer quepodemos construir otra ciudad sobre ellas(como cuando las ciudades cristianas se impu-sieron sobre las indígenas, pretendiendo ocul-tarlas, desaparecerlas y eliminar su esencia, sinlograr erradicar los mitos, ritos y leyendas queemanaban de su propia vida); o reconocerlasen tanto tales, conocer sus lógicas y acompa-ñarlas en su propia asimilación, abordaje y cua-lificación.

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iradas al hábitatGhettos en macrocosmosGhettos en macrocosmosGhettos en macrocosmosGhettos en macrocosmosGhettos en macrocosmoshegemónicos o mundos particulareshegemónicos o mundos particulareshegemónicos o mundos particulareshegemónicos o mundos particulareshegemónicos o mundos particularesde un sistema comunicadode un sistema comunicadode un sistema comunicadode un sistema comunicadode un sistema comunicado

La coexistencia simultánea de escalas enun mismo lugar, plantea un micro que seforma en sus relaciones con otros mundosy formado, a la vez, parte de lo macro y vice-versa y pertenece a diversos sistemas territoria-les que configuran de manera múltiple sus iden-tidades. Bajo la pretensión de escapar a lashegemonías, se ha caído en el extremo delghetto o del comunitarismo cerrado8. En sulugar, son deseables localidades que, mientrasconsolidan su consistencia interna, igualmen-te forman parte de y pertenecen a mundos másamplios, a colectividades mayores, dentro de ycon las que interactúan, cualificándose y man-teniéndose en el mundo contemporáneo. Tan-to la consistencia propia como la apertura delterritorio, o grupo, son importantes, como for-ma de pertenencia abierta a sistemas mayores.La autonomía remite a la posibilidad de crearun sistema de relaciones donde, simultánea-mente, se es y se forma parte; ejerciendo elderecho (y obligación) a tener una identidadpropia, a ser particular y a ser sujeto, y a la vez,el derecho (y obligación) a tener una pertenen-cia social, a incidir en y a formar parte de locolectivo, a construir lo público y a nutrirse delos ámbitos mayores en los que se está inscrito.

Ciudad abstracta, funcional y deCiudad abstracta, funcional y deCiudad abstracta, funcional y deCiudad abstracta, funcional y deCiudad abstracta, funcional y deestética formal o ciudad identificable,estética formal o ciudad identificable,estética formal o ciudad identificable,estética formal o ciudad identificable,estética formal o ciudad identificable,de lugares y de estética imbricadade lugares y de estética imbricadade lugares y de estética imbricadade lugares y de estética imbricadade lugares y de estética imbricaday cotidianay cotidianay cotidianay cotidianay cotidiana

El tránsito del poblado a la villa, de ésta ala ciudad y, luego, a la metrópolis, regiónurbana o megalópolis, deja marcas quecoinciden con el debilitamiento de las par-ticularidades de los espacios en la ciudad;y, paradójicamente, mientras prima el indi-vidualismo y lo privado. La planeación, alproponerse grandes proyectos funcionalesy espaciales, ha dejado de lado las identida-des particulares que conforman la ciudad, lamultiplicidad de maneras de habitarla y ladiversidad de grupos que la significan, im-pidiendo el despliegue de la capacidadcreativa de lo humano hacia una ciudad con

oportunidades de realización para los múlti-ples sentidos de vida de los grupos que laconforman.

Desde la economía, se ha puesto en marchala racionalidad de un funcionalismotecnocrático, centrado en los sistemas durosque operan en la ciudad (vialidad, servicios,energía y espacialidad representativa), den-tro de un discurso rígido sobre lo espacial,fundado en la armonía clásica y en formasabsolutas, estáticas e inapelables y de unimaginario de coherencia y solidez que pre-tende proyectar las ciudades, en respuesta alas exigencias de la modernización funcio-nal y de la globalización económica; con-frontando abiertamente la vida cotidiana quealberga la ciudad. Es más humano y viablepotenciar diversos sistemas de vida social,económica, cultural y espacial, que en suhabitar gestan distintas formas de hábitat,como sistema abierto basado en una enor-me gama de socialidades y espacialidades.

Tiempo de largo plazo y linealidadTiempo de largo plazo y linealidadTiempo de largo plazo y linealidadTiempo de largo plazo y linealidadTiempo de largo plazo y linealidado simultaneidad de temporalidades,o simultaneidad de temporalidades,o simultaneidad de temporalidades,o simultaneidad de temporalidades,o simultaneidad de temporalidades,urgencias y plazosurgencias y plazosurgencias y plazosurgencias y plazosurgencias y plazos

De cara a lo urgente, tanto como a lo impor-tante, es preciso reconocer la coexistencia detiempos que se cruzan en un momento y espa-cio determinado. Ha sido propio de laplaneación situarse en el futuro a costa de ocul-tar el pasado y sacrificar el presente. La nega-ción de la historia y la memoria, inhibe poten-ciar los factores que cohesionan socialmente aun grupo humano y asimilar los hilos conduc-tores que explican sus sentidos como sociedad,e impide elaborar colectivamente las rupturasdeseables con las tragedias de la historia reco-rrida.

Pareciera intento de la planeación el ocul-tar el pasado (es distinto el ocultamiento yla ruptura con el pasado; la ruptura, en lu-gar de negar, lo reconoce desde una con-ciencia crítica). Misión aquella imposible,pues las trazas del pasado son más pro-fundas en la estructura imaginaria y socialque en la materia-lidad con la que 8 Ver a Touraine, 1998 y 2000.

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iradas al hábitatarrasa; y sus huellas, aunque no se reco-nozcan conscientemente, radican en la es-fera subconsciente, en la memoria colecti-va, marcando sendas que se perpetúan enlos grupos humanos. Si negar el pasadopuede ser grave, lo es aun más negar elpresente, haciendo del futuro una abstrac-ción desde la que se definen prioridadesmacro y se desconocen los seres concre-tos, grupos particulares y condiciones, si-tuaciones, necesidades y urgencias de lageneración en curso, justificándose en laidea de que el tiempo futuro será mejor9.

Mirando simultáneamente, un presentecompuesto por las huellas de lo que vienedel pasado que se desea tanto perpetuarcomo romper, por lo que buscamos poten-ciar o corregir del hoy y por el futuro queperseguimos o impedimos, permitiría asu-mir las urgencias de hoy y las importan-cias futuras para resolver lo crítico e ima-ginar lo estructural. Lo estratégico, gene-ralmente inscrito en lo macro, no debeposponer lo crítico y, en sentido correlati-vo, la mirada estratégica debería fundamen-tarse en un sistema de intervenciones es-tructurales sobre los elementos críticos delas sociedades actuales.

Campos de actuación limitados,Campos de actuación limitados,Campos de actuación limitados,Campos de actuación limitados,Campos de actuación limitados,concretos, físico-funcionales oconcretos, físico-funcionales oconcretos, físico-funcionales oconcretos, físico-funcionales oconcretos, físico-funcionales ovasto campo abiertovasto campo abiertovasto campo abiertovasto campo abiertovasto campo abierto

Los campos de actuación en los procesosdel hábitat son vastos: concretos, teóricos yabstractos; físicos, espaciales, materiales yformales; imaginarios y simbólicos; socia-les, económicos, políticos y culturales; cien-tíficos y tecnológicos; educativos y pedagó-gicos; a pesar de lo cual, la planeación terri-torial se orienta a propósitos concretos (eco-nómicos, funcionales, espaciales y materia-les) y no a transformar otras esferas y di-mensiones humanas y sociales.

Además de lastransformacionesconcretas, se re-quiere transfor-mar la percepción

y comprensión de los problemas, en nues-tros imaginarios y significaciones y la ma-nera de pensar y racionalizar. Foucault se-ñalaba que “cambiar algo en el espíritu dela gente, [ése] es el papel del intelectual”(1990: 143), lo cual llama a intervenir elmundo simbólico, imaginario y social. Laelaboración consciente de un proceso cons-tructivo, que aborde las formas del pensa-miento de una sociedad, sus significacionesy sus racionalidades, constituye un reto parala investigación y la pedagogía y, si se lo-gra, podría tener mayores impactos de lar-go plazo que la ejecución de obras con-cretas. Así como lo anterior no llama a elu-dir tareas inaplazables derivadas de lasgraves condiciones de existencia de mi-llones de habitantes, tampoco es deseableposponer el trabajo sobre las mentalida-des y los imaginarios que inhiben el trán-sito hacia sociedades tolerantes, justas ydemocráticas.

La comunicación:entrada metodológicay política parademocratizar laplaneación

La ciudad en este sentido es el escenario,el prototipo, el organismo de esa comu-nicación que genera y construye el poderciudadano: para bien o para mal. No todopoder es dominación, no todo ejerciciode poder es coactivo. El poder comunica-tivo que se crea en y por la ciudad puedeanimar los procesos educativos y políti-cos, se articula en las instituciones y enlas leyes, y si se conserva vivo en la ciu-dadanía dinamiza la democraciaparticipativa, para la solución de conflic-tos y realización de programas de cambio(Hoyos: 87).

No puede ocultarse que, en medio del régimendel silencio y del temor derivado de la guerra yla violencia generalizada, son enormes las li-mitaciones de los procesos de debate y consul-

9 La preeminencia del futuro sobre el presente: El marxismoplanteó que esta generación se sacrificaría por las futuras;el ambientalismo sobrevaloró el recurso natural para lasgeneraciones futuras, poniendo en entredicho su coberturademocrática para la población actual; y, paradójicamente, losabanderados del desarrollo, el progreso y el crecimientoeconómico, suponen que el mercado superará susdesequilibrios y el futuro logrará la deseada redistribuciónde beneficios.

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iradas al hábitatta ciudadana que se llevan a cabo. En un pano-rama de alta desconfianza es casi imposible lo-grar procesos transparentes, pues los actoresno están dispuestos a exponer abiertamente susintereses (por estrategia y por protección anteel riesgo). Lo anterior no invalida continuar conla tarea de democratizar la planeación, siendoun enorme reto el construir confianza en y en-tre instituciones, sociedad civil y sector priva-do, aquí, donde la capacidad de expresión y deescucha se ha debilitado, los elementos estruc-turales del fondo de los conflictos se niegan ose disfrazan y no se asumen colectivamentecomo posibles objetos de concertación.

Los sistemas de comunicación que se desen-vuelven en la planeación, constituyen un cam-po de exploración y actuación para generarcambios significativos hacia su democratiza-ción. La búsqueda por ampliar relaciones entrelos actores locales, ha llevado al encuentro, diá-logo, concertación y negociación, obligando apensar en términos de comunicación. Muchasveces, suponemos que contamos con espaciosde comunicación horizontal y en su lugar tene-mos es espacios de relación entre actores queadolecen de formas, sistemas y códigos de co-municación restringidos, dominados omanipulables.

“La crítica a una modernidad que se ha dejadoreducir a meras acciones de modernización”(90).

Ante el interrogante pendiente sobre sí, con lasexperiencias de planeación, y particularmentecon la estratégica, cambia realmente el sentidodel desarrollo municipal y de la ciudad, pode-mos lanzar como hipótesis que, en nuestro caso,no cambia; y que, por el contrario, se hanfortalecido los mecanismos de implantacióndel proyecto hegemónico y desarrollista. Apesar de ser éste es un punto polémico, acomprobar, hasta ahora no hay pistas quepermitan decir lo contrario ni luces sobre va-riaciones o fisuras que muestren giros en laplaneación actual (incluyendo la estratégi-ca) hacia nuevos caminos para la sociedad.

“Existe un consenso generalizado respectoa que en México no se ha pasado de las ex-

periencias de planeación normativa desarro-lladas en los ochenta, a la llamada planeaciónestratégica y participativa. En ello reside lapoca confianza social que existe actualmenteen torno a la planeación. Se reúnen aquí pro-puestas que rescatan la importancia que en-cierra la planeación y la necesidad de revi-sar las prácticas institucionales que se handesarrollado en el pasado reciente” (www:cere.org.mx).

Breve mirada a lacomunicación en el PlanEstratégico de Medellín y elÁrea Metropolitana, entre losaños 1985 y 1988

Así como se reconoce el Plan estratégico-PEcomo experiencia sin precedentes en la ciudaden materia de participación en la planeación,es preciso reconocer también que éste no lo-gró cumplir su meta de continuidad, ni con-solidar un tejido social suficientemente fuer-te como para que, partiendo de lo colectivi-zado por el mismo, produjese una dinámicasocial de gestión propia, ni logró establecerun compromiso de la ciudad con su procesosocial, principios y sinergias pretendidas.

Puesto que el PE no creó escenarios de con-frontación política directa entre los actores,sino escenarios mediados por los técnicos asu cargo y regulados por protocolos queevadían el conflicto, los actores perdieronsu sentido político, diluyendo allí su identi-dad y el sentido directriz de sus proyectosde vida. La carencia de confrontación po-dría juzgarse como positiva, pero en térmi-nos de una democracia real es nefasta, puesno se logra un sistema basado en la presen-cia plural sino un sistema que tiende a des-aparecer (en dicho momento) la pluralidadque presume albergar. Así, a pesar de lo pre-tendido por cada actor, se disolvió la capa-cidad de muchos de ellos para construir susapuestas y discursos propios, para legitimarsecomo fuerza social y para validarse comointerlocutor de un proceso que pretendíaorientar los destinos de la ciudad.

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iradas al hábitatPor ejemplo, si bien las organizaciones so-ciales esperaban alcanzar beneficios median-te su participación en la formulación del PE,por fuera de demandas muy generales, és-tas no lograron clarificar ni hacer evidentesu apuesta social y política dentro del pro-yecto de ciudad ni concretarla en los pro-yectos específicos. Con la pérdida del papelpolítico de los actores, los acuerdos no sig-nificaron ganancia para muchos de ellos,perdiendo el PE su sentido de escenario al-ternativo y debilitando su propia fuerza, sien-do un proceso que, a pesar de haber logra-do una buena y disciplinada participaciónsocial, llegó a contar con una baja apuestapolítica.

El sistema de relaciones del PE se sostuvoen protocolos comunicativos bastantetecnocráticos, dominados por jerarquías so-ciales, económicas y políticas, y con seriaslimitaciones: en la comunicacióninterinstitucional, dentro de los espacioscreados por el PE (consejo rector, junta téc-nica, foros públicos), hubo paralelismo enlas relaciones estatal-privadas y estatal-co-munitarias y casi ausencia de relación pri-vada-comunitaria; en la comunicaciónintrainstitucional (al interior del municipio),hubo descoordinación y falta de compromi-so institucional; en la comunicación entrediversas escalas territoriales no hubo rela-ción micro (del lugar)-metropolitano nimicro-regional, pues no hubo participaciónciudadana ni de las autoridades de munici-pios del Valle de Aburrá distintos a Medellíny las propuestas concernientes a dicha esca-la surgieron esencialmente desde funciona-rios de Planeación Departamental, del ÁreaMetropolitana del Valle de Aburrá y de Vi-sión Siglo XXI; y en la comunicación zonal- municipal, tuvo buena participación conlogros en la formulación inicial, lo cual seabortó en las administraciones siguientes.

La discontinuidad con los cambios de go-bierno incomunicó tiempos y momentos dela ciudad y con retóricas de continuidad se

produjo una dis-continuidad real.Cuando la flexi-

bilidad no cumple principios ni criterios(como sinergia social, democracia, protec-ción de moradores...), el río revuelto da piepara ejercicios tendenciosos de poder, con-virtiéndose en una oportunidad para la ma-nipulación, aprovechada por quienes lodetentan o cobran beneficios políticos oeconómicos.

Algunos elementos para explorar la miradaestratégica, desde su deber ser, permitiríanevaluar las experiencias locales.

Romper lo total y asumir la diversidadRomper lo total y asumir la diversidadRomper lo total y asumir la diversidadRomper lo total y asumir la diversidadRomper lo total y asumir la diversidady la desigualdady la desigualdady la desigualdady la desigualdady la desigualdad

Si bien el PE en Medellín convocó a una gamaamplia de actores en la ciudad, sus resultadossiguieron inscritos en la dupla del desarrollo-subdesarrollo, como proyecto dirigido a esta-blecer un solo sentido de orden, urbanístico yeconómico, inscrito en la modernización delEstado y de la ciudad. Se buscó lograr el creci-miento y el progreso, sin cuestionar su validez,ni reconocer que los grupos y sectores socialesy territoriales particulares se constituyen y ri-gen por lógicas muy diferentes a aquellas y quetales metas no representan una alternativa quefavorezca un sistema socioespacial realmentedemocrático. Las lógicas, códigos y potencia-lidades de la denominada informalidad nofueron asumidos, sino que se pretendió in-corporarlas al orden formal10, mediante en-foques económicos y espaciales regidos porel principio instaurar el orden formal y nor-malizar lo diverso.

“Somos los hijos diversos de un planetamúltiple y generoso que no puede ser salva-do por una sola verdad, ni gobernado por unasola facultad, ni interpretado por una sola esté-tica, ni celebrado por un solo ritual” (Ospina,2001: 226).

El proyecto global de modernización fija supropósito de actualización funcional y estéticaen la estructuración urbanística para atraer in-versiones y lograr competitividad económica;y, aunque las estrategias se asocian a propósi-tos loables (ambientales, sociales, convivencia,democracia, seguridad ciudadana, etc.), las prio-

10 Similar al desconocimiento nacional frente a las lógicas dediversas etnias, culturas y territorios y a la pretensión deajustarlas a los propósitos del crecimiento y el desarrollo.

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iradas al hábitatridades se dirigen a favorecer lo primero porencima de estos últimos. Los fundamentos deuna planeación orientada por tal proyecto, nopermiten construir un sistema donde coexistancreativa y colectivamente diversas formas so-ciales, culturales y económicas, ni diversas ló-gicas, estructuras funcionales y configuracio-nes espaciales. Aunque lo social entró en el dis-curso del PE, en esencia, predominaron los pro-yectos asociados a la competitividad económi-ca y el peso real de lo social fue bajo en pro-puestas y proyectos. En la ejecución de pro-yectos van predominando dimensiones comola físico espacial asociada a la económica, rele-gando proyectos socio políticos y culturalesreferidos a equidad y democracia.

Proyectarse aProyectarse aProyectarse aProyectarse aProyectarse atransformaciones estructuraletransformaciones estructuraletransformaciones estructuraletransformaciones estructuraletransformaciones estructurales

La capacidad de la planeación estratégicapara gestar transformaciones estructuralesfue baja. Se formularon proyectosestructurantes (no estructurales), que laplaneación no tuvo poder para asumirlos, porsu débil capacidad de negociación con lasfuerzas reales: sociales, económicas, políti-cas y, en nuestro caso, armadas.

El proceso se soportó en cierto diálogo en-tre actores, mas, por lo general, los proyec-tos que terminaron tomando más fuerza seasociaron a los intereses de actores con elmayor poder económico y político. Laplaneación estratégica no logró constituirseen un escenario adecuado para lograr cam-bios estructurales en el sistema socio-políti-co y económico de la ciudad, ni siquiera ensu escala municipal (menos en la regional,nacional o mundial); pues las fuerzas querepresentan el statu quo no estaban dispues-tas a operar a través de sus vías (si bien lasusaban), ni eran de fácil movilidad. Laplaneación estratégica tiende a operar de lamano del proyecto de globalización, para elcual la competitividad económica de las ciu-dades es prioritaria; en tal sentido, no hayque dejarse engañar, esperando que ésta afec-te profundamente el orden causal de los pro-blemas.

Reconocer realidadesReconocer realidadesReconocer realidadesReconocer realidadesReconocer realidadesinminentes no estratégicasinminentes no estratégicasinminentes no estratégicasinminentes no estratégicasinminentes no estratégicas

No fue posible que, problemáticas de trascen-dencia nacional, regional y local, como la gue-rra, la crisis social, la violencia y la desigual-dad, fueran asumidas en todo el proceso comoestratégicas. Aunque sí se enunciaron como es-cenografía de los discursos del PE (incluso enlos planes de desarrollo y el POT) y se condi-cionó el éxito del PE al hecho de que no sedesatase una situación de guerra o violenciageneralizada, en realidad, estas problemáticasno se asumieron prioritariamente, de maneraesencial y estratégica, ni en la concertación desus acciones. Así, la visión futura, por apuntartan lejos, se obnubilaba ante lo presente y lopropio.

Proceso, procedimientos y metodología enProceso, procedimientos y metodología enProceso, procedimientos y metodología enProceso, procedimientos y metodología enProceso, procedimientos y metodología enla estrategia participativala estrategia participativala estrategia participativala estrategia participativala estrategia participativa

Muchos de los conceptos participativos de laplaneación se quedan en elementos discursivosy la planeación se tiñe de participación con lapresencia de diversos actores sin crear, en esen-cia, las condiciones necesarias para producirun sistema comunicativo participativo. Hay im-portantes interpretaciones teóricas sobre el pro-blema político de las distintas tipologías de par-ticipación, sin embargo, sus críticas no pene-tran las prácticas cotidianas ni las institucionales.Aunque la planeación haya avanzado en ma-teria participativa, sus metodologías y protoco-los aun no habilitan una comunicación hori-zontal y su propósito se estrella en los procedi-mientos y en la falta de capacidad de quieneslos aplican.

Obviamente crear los espacios de confluenciaes, de por sí, una tarea difícil, pues implica rom-per con las prácticas cerradas de los sistemasde planeación y decisión (controladas por latecnocracia o la dirigencia estatal y privada conpoder político o económico); e implica movili-zar los actores, superando la resistencia y pre-vención (de organizaciones sociales o comu-nitarias y de actores estatales y privados). Re-sistencia de las organizaciones por su descon-fianza frente al Estado y al sector privado y sutemor a ser utilizadas; del Estado, por su incre-

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iradas al hábitatdulidad e igualmente desconfianza frente a lasorganizaciones y su indisposición o negaciónpara compartir o conceder poder; y del sectorprivado, asimismo, por su desconfianza frenteal Estado y a las organizaciones sociales o co-munitarias y su negativa a compartir su gestióndirecta y el poder que suele tener frente al Esta-do. Algunos actores se desenvuelven con hol-gura, aprovechando sus capacidades de timo-near, su confianza y su movilidad dentro dela metodología y el sistema de reglas de laplaneación, en la construcción de la visión,las estrategias y los proyectos; pero, paraotros actores, estos procesos significan unenorme esfuerzo, pues su experiencias y vi-vencias no suelen moverse dentro los siste-mas discursivos, formas de diálogo, proto-colos y procedimientos de decisión quemaneja la planeación.

La manera como se produce el diálogo en-tre actores tan distintos, es poco atendidacomo tema de reflexión, sin embargo es cla-ve para establecer un sistema derelacionamiento democrático.

El diálogo implica entender los sistemasdiscursivos, valorativos y de significaciónde grupos humanos con distintos imagina-rios, matrices socioculturales, problemas, ne-cesidades, intereses y poderes, y lograr queestos sistemas se comuniquen entre sí. Talpropósito exige: poner en contacto y en co-mún la esencia o el sentido de lo que es di-ferente, de lo que cada uno está queriendoexpresar y convertirlo en un asunto compren-sible para los otros; lograr que se llegue adialogar realmente entre todos y poner,dentro de un espacio de reflexión común,los elementos pertinentes para cada uno ypara todos; lograr negociaciones y acuer-dos colectivos entre todos, reconociendolas implicaciones negativas y positivas quesus intereses tienen, sobre cada uno y so-bre la colectividad, y los beneficios y con-cesiones que competen a cada uno paralograr metas justas para todos; y lograr quecada actor, desde su lugar y posibilidad,respalde las decisiones con acciones y re-cursos. Para ello, como punto de partida,tendría que construirse la voluntad de to-

dos para comprender a los otros, lo cual,lejos de fundamentarse en protocolos, sefundamenta en convicciones internas.

Un proceso de planeación participativa ba-sado en la comunicación, requiere un ma-nejo ágil y compartido de los sistemas deinformación que lo soportan. En ello, el pri-mer problema es que la información no seproduce con la calidad ni la velocidad nece-saria, ni fluye hacia todos los actores intere-sados y, el segundo, más importante, es queno se reconocen las diferencias en la capa-cidad social de los actores para producir ypara asimilar la información técnicamenteproducida. Los sistemas de representaciónimplícitos en la información y el lenguajetécnico, pueden profundizar brechas, por ladesigualdad de condiciones para participar,implícita en el desfase educativo y tecnoló-gico entre los actores y por el origen y tipode información que circula en dichos me-dios. Por ejemplo, el conocimiento propiode las comunidades (sobre sus sistemas devida, territorio, lógicas, valoraciones, deseos,tecnologías, saberes, etc.), no cuenta concircuitos para socializar sus discursos o ins-cribirlos en el tejido de la planeación, ni conprocesos de formación y transformación ade-cuados para mejorarlos.

La confluencia de actores en un mismo es-cenario no garantiza la comunicación ho-rizontal, y aunque se supone que la direc-ción de la comunicación en la planeaciónestratégica es horizontal, estructuralmente esrealmente vertical. Diseñar un sistema co-municativo democrático implica construirmodelos conceptuales y metodológicos, pre-guntándose por la interculturalidad y el po-der; cambiar las reglas de interacción y rom-per los vicios de los sistemas de comunica-ción cuyo dominio se ejerce de manera dis-crecional, cimentado en protocolos y lengua-jes que propician un sabio y sutil ejerciciounidireccional del poder.

Aunque parezcan triviales, los protocolos dela comunicación son centrales, pues, cuan-do la confluencia de actores está mediadapor el ambiente diplomático y tecnocrático,

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iradas al hábitata ciertas voces se le atribuyen roles estelares(empresarios y gobernantes) y cuentan conmayor autonomía, legitimidad y poder;mientras a otras se les asignan roles secun-darios (comunidades y organizaciones so-ciales) y sus roles son apenas subsidiarios ypoco reconocidos. A otras voces les resta elpapel de masa anónima que legitima proce-sos anunciados como participativos, mien-tras las decisiones ocurren en otros espaciosy entre otros actores (como en grandes con-vocatorias o foros, donde se informa sobrelos proyectos, sin crear espacios de diálogo)o donde es posible expresarse pero no exis-te concertación entre las diversas posicio-nes. Caso típico son las consultas, inclusovalidadas socialmente con encuestas o fo-ros, donde los conflictos de intereses no seresuelven en la esfera pública sino en espa-cios cerrados controlados por técnicos opolíticos.

Si la participación y la concertación se con-sideran como componentes de la realizaciónde los habitantes como sujetos, éstas ya noserán miradas como instrumentos funciona-les a la planeación, siendo metas socialescentrales: construir sujetos individuales ycolectivos autónomos, lograr suautoreconocimiento, construir cultural y so-cialmente el territorio y configurar socieda-des plurales y democráticas basadas en elreconocimiento de la propia voz de los suje-tos y no por interpuestas personas.

Si no se prevé hasta dónde espera llegar laplaneación al convocar diversos actores,puede ocurrir que al matar el tigre nos asus-temos con la piel. En el PE, cuya alta capaci-dad de convocatoria logró movilizar unagama amplia de actores, la institucionalidadse echó para atrás y cerró el escenarioparticipativo en la síntesis final del proceso:en la gestión y decisión (con el cambio degobierno retornaron las decisiones a la esfe-ra técnica y los actores oficiales o privados).

Comunicación de tiempos, estrategias yComunicación de tiempos, estrategias yComunicación de tiempos, estrategias yComunicación de tiempos, estrategias yComunicación de tiempos, estrategias yurgencias de largo y corto plazourgencias de largo y corto plazourgencias de largo y corto plazourgencias de largo y corto plazourgencias de largo y corto plazo

Entender la relación y comunicación entrepasado, presente y futuro es clave. Del pa-

sado nos quedan huellas, mitos y rituales queotorgan sentidos culturales e históricos a lasociedad actual, pero también restan inco-modas y mortificantes herencias que exigenrupturas tajantes con aquel cordón que pro-fundizaría aberrantes cicatrices en nuestrocuerpo social. Del futuro nos alumbran eldeseo, el sueño y la esperanza de construiruna posibilidad de existencia y realizaciónpara todos y nos ensombrece el temor deagravar las anomalías de nuestro presenteheredado y nos obnubila la pretensión des-bordada y ambiciosa de construir un mun-do perfecto, ordenado y progresista, com-parable con lo representativo de sociedadesautodenominadas desarrolladas.

“Quien pagó por esos desvaríos con el ayery el mañana fue nuestro presente. Tal vez loque hicimos con ellos fue obrar una ven-ganza contra nosotros mismos. Idealizar elpasado para convertirnos en los huéspedesavergonzados de un presente en decaden-cia, idealizar el futuro para hacernos preca-rios habitantes de un mundo inconcluso”(Ospina: 218).

Es preciso asumir con cordura ambas rela-ciones: heredar sin vergüenza, potenciandodignamente nuestros patrimonios pero de-cididos a romper los karmas; e imaginar siningenuidad ni prepotencia, fortaleciendonuestra esencia creativa y diversa y arran-cando la perpetuación y el agravamiento dedesigualdades e injusticias. Entender el pre-sente con proyección de largo plazo no nosexime de reconocer las urgencias de la cri-sis social y la guerra que nos acongoja ymueve, ni debe llevarnos a arrastrar la he-rencia de unas estructuras incapaces de en-frentar los ultrajes de nuestros sistemas polí-ticos y económicos, cuya forma de valora-ción y prácticas sociales se basan en el des-conocimiento y la exclusión.

En otro sentido, la planeación de largo y me-diano plazos, no puede desconocer que abor-dar lo urgente, como la guerra, la exclusióny la desigualdad, tiene conveniencia estratégi-ca. Las desigualdades sociales, la escasa repre-sentación y el desconocimiento de poblacio-nes enteras inciden negativamente en la po-

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iradas al hábitatsibilidad de convivencia pacífica, condiciónestratégica e impedimento categórico parala realización de cualquier proceso de largoplazo.

Consenso fundado queConsenso fundado queConsenso fundado queConsenso fundado queConsenso fundado queaborda el disenso y el conflictoaborda el disenso y el conflictoaborda el disenso y el conflictoaborda el disenso y el conflictoaborda el disenso y el conflicto

El consenso fundado en la negación del con-flicto y en la disolución del sentido de los inte-reses particulares aparece como camino equi-vocado. En su lugar, es preciso asumir las dife-rencias y los conflictos como punto de partidapara lograr acuerdos estructurales y sostenibles.El afán por llegar a acuerdos en la planeación,funda su comunicación en la desaparición delas diferencias e invisibiliza los núcleos centra-les de desacuerdo y conflicto, lo cual, en lugarde garantizar un fin exitoso en materia demo-crática, los conflictos se mantienen en estadode maduración, pudiendo explotar de formaimprevista y causar impactos mayores. Asícomo es preciso identificar núcleos de conver-gencia, también se requiere superar la lógicade negación o posposición de los problemas.Llegar a consensos sólidos exige lograr que sepongan las cartas sobre la mesa de manera trans-parente, lo cual demanda una alta capacidadpolítica para manejar el disenso, y que los di-versos actores comprendan la perspectiva delotro, divergente y oponente, tanto como los be-neficios sociales de sus esfuerzos y concesio-nes.

“La relación entre consenso y disenso debe serpensada con especial cuidado. Absolutizar elconsenso es privar a la moralidad de su diná-mica, caer en nuevas formas de dogmatismo yautoritarismo. Absolutizar el disenso es darlerazón al escepticismo radical y al anarquismociego” (Hoyos: 104).

“En el momento que tanto la comunicación alservicio del consenso, como el contrato socialmismo tiendan a absolutizarse, se corre el peli-gro de que en aras del consenso o de las mayo-rías se niegue la posibilidad del disenso y losderechos de las minorías” (101).

Fundamentar ética yFundamentar ética yFundamentar ética yFundamentar ética yFundamentar ética ypolíticamente el interés colectivopolíticamente el interés colectivopolíticamente el interés colectivopolíticamente el interés colectivopolíticamente el interés colectivo

En proyectos colectivos es necesario interpre-tar políticamente el principio según el cual elinterés colectivo prima sobre el individual. Elconcepto político profundo que sustenta dichoenunciado11 no es tan simple como el esgrimi-do desde el funcionalismo o la visión cuantita-tiva, que se basa en la suma de personas direc-tamente beneficiadas por un servicio o proyec-to. Éste concepto complejo implica no sólo re-conocer los impactos inmediatos de un pro-yecto, sino su visión o política y la manera cómoafecta los grandes cuerpos de la sociedad (cul-turales, sociales, políticos y ambientales). Re-conocer los intereses sociales primarios y prin-cipios básicos, representados en los derechosfundamentales, desde una ética pública, arro-jaría criterios más sólidos para evaluar la esen-cia del interés colectivo.

En Colombia, derechos como la vida, la convi-vencia, la equidad y la democracia, deben sercriterios centrales para evaluar el interés colec-tivo en toda política o intervención, que pri-men sobre los argumentos oportunistas quesalen a relucir cuando se busca aprobar algúnproyecto. La mayoría de los casos que esgri-men como argumento el interés colectivo, sur-gen de proyectos inmobiliarios, renovación ur-bana, ejes, intercambios viales, etc., con un altopotencial negativo y afectación de hábitats ysistemas de vida de poblaciones vulnerables,basándose en una lógica progresista yfuncionalista.

Comunicación como sistema:Comunicación como sistema:Comunicación como sistema:Comunicación como sistema:Comunicación como sistema:quiénes, qué y cómoquiénes, qué y cómoquiénes, qué y cómoquiénes, qué y cómoquiénes, qué y cómo

El universo de la comunicación no se limita alos medios o a las actividades de comunica-ción que emanan de las instituciones en unasola dirección, sino que es más amplio y ocu-rre tanto en lo cotidiano, en lo íntimo, en losocial y en lo político, como en loinstitucional y constituye un sistema de en-tradas múltiples, que no mantiene una soladirección, ni ocurre entre un emisor y unreceptor. Éste se configura desde unamultidireccionalidad, en la cual aquello que

11 Urge trabajar desde la filosofía política, el derecho y lajurisprudencia, para evitar interpretaciones amañadas,oportunistas y triviales del mismo.

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iradas al hábitatcircula no siempre va desde ni hacia el lugarsupuesto; sino que, en medio de su desenla-ce, cambian las rutas: de dirección, de con-tenido y de propósito, pudiendo regresarreinterpretado. En resumen: mientras la in-formación puede ser unidireccional, la co-municación no.

Mientras al comunicarnos se emite un con-tenido específico (incluso especializado), éstemensaje lleva a su vez múltiples signos quecontienen otros mensajes. Por su parte, quie-nes reciben dicho contenido, portadores de di-versos códigos de (re)interpretación, le otorgandiversas significaciones al contenido circulan-te (configurando una situación polisémica). Enello, la proyección social dependerá tanto de loque se emite como de las diversas interpreta-ciones y significaciones que le otorgan losmúltiples receptores o interlocutores del siste-ma; lo cual dependerá de la matriz socio cultu-ral de cada uno y de su capacidad analítica paradescifrar, desde diversos códigos, lo que circu-la y se intercambia. Así, además de recibir elcontenido especializado del mensaje emitido,le emergerían otros contenidos simbólicos, so-ciales, políticos, económicos, etc.

Para comunicar es necesario encontrar ámbi-tos de mediación que propicien el intercambioentre sujetos con distintos códigos valorativosy formas de expresión lingüísticas, corporalesy estéticas, de acuerdo con sus trayectorias ypertenencias socio culturales, políticas y eco-nómicas. Así, la contribución de la comunica-ción en la construcción de la democracia ter-mina siendo un problema muy complejo, yaque le correspondería propiciar el espacio demediación adecuado para lograr una compren-sión múltiple entre tal diversidad. Significa lo-grar que una persona, cuyo sistemainterpretativo o receptor funciona dentro de uncódigo x, comprenda el sentido o laintencionalidad del discurso de otra, cuyo sis-tema expresivo o emisor opera un código y; yaportar a que el lenguaje que ambos constru-yan permita un diálogo transferible a y com-partido por otros que forman parte de taldiálogo (o conversación), los cuales, a suvez pueden tener bases en códigos a, b, wo z; y hacerlo proyectable a colectivida-des mayores.

Ante la complejidad de esa interacción en-tre la diversidad de matrices socio-cultura-les y económico-políticas que conforman unhecho social como el urbano, vale el símilde la Torre de Babel. La tarea de comunica-ción radicaría en saber reconocer los senti-dos esenciales, en esa maraña de aconteceresdiscursivos, e imaginar un decodificador yun traductor que permita el intercambio deideas, propiciando la interculturalidad y la cons-trucción de sentidos colectivos fundados en elreconocimiento de este universo complejo.Pero ocurre que el sistema discursivo de laplaneación, está acostumbrado a sentar su pro-pio código de comunicación y unos conteni-dos, protocolos y formalismos restringidos,representando per se una forma de exclu-sión o de no-reconocimiento de muchos, queperpetúa el poder tecnocrático, político yeconómico.

La comunicación como proyecto intencional,diseñado desde un nuevo modelo dentro de laplaneación, sí aportaría a su democratiza-ción, siempre que no se la conciba comoflujo de información temáticamente res-tringida y unidireccional, sino como unsistema de circulación, intercambio ytransformación recíproca entre diversosactores y habitantes; referida a las diver-sas formas de conocimiento y de saberes(empírico, vivencial, científico y tecnoló-gico; social, cultural, económico, político;material, funcional, espacial; ambiental,ecológico, biótico, etc.), y al intercambiode ideas, imaginarios, intereses, deseos,opiniones, información, documentación,experiencia, capacidades, herramientas einstrumentos, etc.

Si bien en la comunicación no está la esen-cia de la equidad y la democracia, puessus causas estructurales, económicas ypolíticas no son abordables por aquella;la gestión pública, que compete diariamen-te a la planeación, si puede radicalizar laexclusión social o posibilitar el reconoci-miento, la interacción y la inserción, enlos proyectos públicos, de las diversas for-mas de conocimiento y perspectivas vita-les de los grupos que habitan la ciudad.

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Introducción

Una comprensión adecuada de las relacio-nes entre desarrollo, ambiente, hábitat y vi-vienda, en el Valle de Aburrá, exige ubicarla problemática en el contexto mundial ac-tual. Siguiendo los planteamientos hechospor Boaventura de Sousa Santos, “el pro-blema fundamental del espacio-tiempo mun-dial es la creciente y presumiblemente irre-versible polarización entre el Norte y el Sur,entre países centrales y países periféricos enel sistema mundial. Este problema abarca unagran pluralidad de vectores. Resaltaré sólotres de ellos: la explosión demográfica, laglobalización de la economía y la degrada-ción ambiental” (1998: 376).

La explosión demográficaLa explosión demográficaLa explosión demográficaLa explosión demográficaLa explosión demográfica

Entre 1825 y 1925, la población mun-dial se duplicó de 1.000 a 2.000 millo-nes de personas. En los cincuenta añossiguientes se volvió a duplicar a 4.000millones y entre 1975 y 1990, pasó de4.000 a 5.300 millones de personas. Lasproyecciones para las próximas décadasvarían pero para hacerle justicia a unaproyección moderada, en el 2025, la po-blación mundial será de 8.500 millonesde personas. El hecho más decisivo deesta explosión es que ella tendrá lugar,en una abrumadora medida, en los paísesperiféricos. El promedio del crecimientopoblacional mundial esconde diferenciasabismales y es por eso que la población deÁfrica, que en 1985 era cerca de la mitadde la de Europa, será, probablemente en el2025, tres veces mayor que la de Europa.En otras partes del Sur, el crecimientopoblacional será del mismo tenor […]

Hay que agregar que más del 50 % de estapoblación vivirá en ciudades congestio-nadas, sin viviendas ni saneamiento ade-cuados, sin servicios sociales mínimos, dela mano del hambre y el desempleo de vastasmasas de población, con el colapso ecológicoy, probablemente, con la violencia. Según lasmejores proyecciones a final del siglo, 11 delas 20 ciudades mayores del mundo (con 11millones o más de habitantes) serán ciudadesde los países periféricos o semiperiféricos […]

La explosión demográfica se vuelve un pro-blema cuando causa un desequilibrio entre lapoblación y los recursos naturales y socialespara sustentarla adecuadamente, y es un pro-blema tanto más serio cuanto más grave seaese desequilibrio (377).

Según el mismo de Sousa, la diferencia entre eltiempo de Malthus y el nuestro, “reside en queen los siglos XVIII y XIX, la explosión demo-gráfica y la explosión tecnológica tuvieron lu-gar en la misma región del sistema mundial,mientras que hoy la primera ocurre en el Sur yla segunda en el Norte. Además, la disparidadentre el Norte y el Sur es tan grande que, mien-tras el Sur se debate con el problema de la ex-plosión demográfica, el Norte empieza a pre-ocuparse con el crecimiento negativo de la po-blación y con su envejecimiento.” (378).

Además, dice de Sousa que “hoy en día estágeneralizado el consenso de que el modelo eco-nómico capitalista predominante de los paísesdesarrollados no se puede ampliar a la pobla-ción mundial en su conjunto, bajo penade que los recursos na-turales y los equilibrios

1 Doctor en derecho y ciencias políticas, UniversidadPontificia Bolivariana, 1972. Con especialización enDerecho Laboral.

Juan Manuel Fernández Velásquez1

Este ensayo se originó en un texto más detallado que fue elaborado por elautor como aporte -desde la dimensión jurídica, política e institucional- a lainvestigación Criterios ambientales para la vivienda y el hábitat en el Valle

de Aburrá, realizado por la Escuela del Hábitat-Cehap, como consultoríacontratada por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá-AMVA.

Derecho, hábitat y ambiente

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iradas al hábitatecológicos sufran a corto plazo desgastesfatales para la supervivencia de la vida enla tierra, tal como la conocemos.” (378-379).

La globalización de la economíaLa globalización de la economíaLa globalización de la economíaLa globalización de la economíaLa globalización de la economía

Entre los más importantes rasgos de la evo-lución de la economía mundial en las dosúltimas décadas de Sousa resalta, entreotros, el predominio total de las empresasmultinacionales, como agentes del merca-do global. Entre las múltiples causas delaumento de la importancia de las empre-sas multinacionales resalta dos:

La desregulación de los mercados finan-cieros y la revolución de las comunicacio-nes transcontinentales. […]

En concordancia con el predominio de lasmultinacionales, otros dos rasgos de laglobalización de la economía se debenmencionar por la importancia que tienenen la polarización de la desigualdad entreel Norte y el Sur. El primero es la erosión dela eficacia del Estado en la gestiónmacroeconómica. La transnacionalizaciónde la economía significa, entre otras cosas,precisamente tal erosión y no sería posiblesin ella. La desregulación de los mercadosfinancieros y la revolución de las comuni-caciones redujeron, hace muy poco, el pri-vilegio que hasta hace poco ejercía el Es-tado sobre dos aspectos de la vida nacio-nal -la moneda y las comunicaciones- con-siderados como atributos de la soberaníanacional y vistos como piezas estratégicasde la seguridad nacional. Por otro lado, lasmultinacionales dotadas de un poder deintervención global y favorecidas con lacreciente movilidad de los procesos de pro-ducción, fácilmente pueden poner en com-petencia a dos o más Estados, o a dos o másregiones dentro de un mismo Estado, res-pecto de las condiciones que decidirán so-bre la localización de la inversión por partede la empresa multinacional.

El otro rasgo de la globalización de la eco-nomía, fuertemente vinculado con la pre-eminencia de las multinacionales es elavance tecnológico de las últimas décadasbien sea en la agricultura con labiotecnología, bien sea en la industria conla robótica, la automatización y también la

biotecnología. Los aumentos de producti-vidad, con que se pregonan las nuevas tec-nologías, frecuentemente esconden el he-cho de que ellas contribuyen a la polariza-ción entre el Norte y el Sur, dadas las inver-siones de capital, los recursos científicos,la mano de obra calificada y la escasez demano de obra que presuponen. (382).

...estos rasgos de la globalización de la eco-nomía ayudan a comprender las razonespor las cuales en las últimas décadas lasdesigualdades entre el Norte y el Sur au-mentan significativamente. […] Mientrasque el Africa está alcanzando un punto decolapso, en América Latina el nivel de vidaa principios de la década de los noventaera más bajo que el de la década de lossetenta. De los 84 países menos desarrolla-dos, 54 sufrieron disminuciones del ingre-so nacional per cápita en la década de losochenta. En 14 países, el ingreso per cápitacayó en cerca del 35 % (Ihonvbere, 1992:989). En trece años, la deuda externa de lospaíses del Sur pasó de 170.000 millones dedólares en 1975 a 1.200.000 millones dedólares en 1.998” (384).

Frente a esto, no sorprende que el abismoglobal entre los ricos y los pobres se hayaahondado. Se calcula que mil millones depersonas –más de 1/6 de la población mun-dial- vive en la pobreza absoluta, es decirdisponiendo de un ingreso inferior de cer-ca de 365 dólares por año. Al otro lado delabismo, el 15 % de la población mundialprodujo y consumió cerca del 70 % delingreso mundial” (385). “Mientras que laayuda externa de los países centrales a lospaíses periféricos cayó del 0.37 % del PNBen 1980 al 0.33 % en 1989, las tasas deinterés de la deuda externa de los paísesdel Sur subieron el 172 % entre 1970 (3.7%) y 1987 (10%) lo que lleva a algunosautores a calcular en 40.000 millones dedólares el monto anual de las transferen-cias líquidas del Sur hacia el Norte, siendopues ese literalmente el valor de la contri-bución de un Sur consumido por el hambrepara la abundancia del Norte. (385).

La degradación ambientalLa degradación ambientalLa degradación ambientalLa degradación ambientalLa degradación ambiental

Con relación a este aspecto, Edgar Morin yBrigitte Kern aportan en su texto Tierra Patria:¨El aspecto metanacional y planetario del peli-

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iradas al hábitatgro ecológico apareció con el anuncio de lamuerte del océano por Ehrlich en 1969 y elinforme Meadows encargado por el Club deRoma en 1972. Tras las profecías apocalípticasmundiales de 1969-1972, hubo un período demultiplicación de las degradaciones ecológicaslocales: campos, bosques, lagos, ríos, aglome-raciones urbanas contaminadas.” (Morin y Kern,1993: 79).

Plantean estos autores que sólo en los años1980 aparecieron: 1) Las grandes catás-trofes locales de amplias consecuenciascomo las de , Bhopal y Chernobyl y ad-vierten que la amenaza ecológica ignoralas fronteras nacionales, por ej. queChernobyl invade y, luego desborda elcontinente europeo. 2) Los problemas másgenerales como la contaminación de lasaguas, el envenenamiento de los suelos yel almacenamiento de desechos nocivos,en los países industrializados. En los paí-ses no industrializados, desertización,deforestación, erosión y salinización delos suelos, inundaciones, urbanización sal-vaje de megápolis con alta contaminación.3) Los problemas globales que afectan alplaneta en su conjunto como lasdeyecciones de CO2 que intensifican elefecto invernadero, envenenando losmicroorganismos que efectúan la limpie-za, la destrucción de la capa de ozonoestratosférica, entre otros (1993).

La degradación ambiental debe ser tam-bién analizada en el contexto de lasdisparidades entre el Norte y el Sur: bue-na parte de la desertización, la salinizacióny la erosión de suelos en países del Surtiene por causa la presión hacia la intensi-ficación de los cultivos de exportación, ex-plicable por el pago de la deuda externa,combinada con técnicas deficientes demanejo de suelos. Según de Sousa ( 1998)¨El Norte no parece dispuesto a abando-nar sus hábitos polucionistas y mucho me-nos a contribuir, en la medida de sus re-cursos y posibilidades, a un cambio de loshábitos polucionistas del Sur que son másuna cuestión de necesidad que una cues-tión de opción. Por otro lado los países delSur tienden a no ejercer a favor del equili-

brio ecológico el poco espacio de manio-bra que les queda en este ámbito¨ (389).

¨Los países del Norte se “especializan” enla polución industrial y, en tiempos másrecientes, han conseguido exportar partede esa polución a los países del Sur, biensea bajo la forma de venta de desechos tóxi-cos, bien sea por transferencia de algunasde las industrias más polucionantes, porser allí menos eficaces los controlesantipolución¨ (390).

Sucede, sin embargo, que tanto los proce-sos políticos internacionales están, hoy endía, tal vez más que nunca en este siglo,dominados por las exigencias a corto pla-zo. En los paises del Sur, los procesos eco-nómico-políticos son aun más complejos.Por un lado, la industialización de muchospaises periféricos y semiperiféricos en lasdos últimas décadas ocurrió gracias a laexistencia de una fuerza de trabajo abun-dante y barata y de una mayor toleranciasocial y política frente a la polución. Enestas condiciones cualquier medidaproambiental estaría en contra de la lógicade la inversión efectuda con las previsi-bles consecuencias.

Tal como se afirmó antes, la pérdida decentralidad institucional y de eficaciareguladora de los Estados nacionales, reco-nocidas por todos, es hoy en día uno de losobstáculos más resistentes para la búsquedade soluciones globales. Es que la erosión delpoder de los Estados nacionales no fue com-pensada por el aumento del poder de ningu-na instancia transnacional con capacidad,vocación y cultura institucional orientadashacia la resolución solidaria de los proble-mas globales.

Las evidencias de la magnitud de la degra-dación ambiental han generado la adopciónde una nueva terminología internacional quees la del “Desarrollo sostenible”. Como se-ñalan Morin y Kern:

La idea de “desarrollo sostenible” comportaponer en dialógica la idea de desarrollo quecomporta el aumento de la contaminación,y la idea de medio ambiente, que precisa la

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iradas al hábitatlimitación de las contaminaciones:

desarrollo medio ambiente

Sin embargo, la idea de desarrollo perma-nece aún trágicamente subdesarrollada;todavía no se ha repensado realmente, nisiquiera en la idea de “desarrollo sosteni-ble”.” (81).

Sobre esta temática es necesario hacer lassiguientes observaciones:

La noción de desarrollo

Según Cornelius Castoriadis “Hace ya cier-to tiempo que el “desarrollo” se convirtió ala vez en un eslogan y en un tema de la ideo-logía oficial y “profesional”, así como de lospolíticos y gobernantes.” (1980: 183)

La noción de desarrollo, concepto mayor y“onusiano” de mediados de siglo, es unapalabra maestra en la cual se han encontra-do todas las vulgatas ideológico-políticas delas décadas de los cincuenta y de los sesen-ta. (Morin y Kern, 1993)

En Occidente, el éxito de la reconstruccióneconómica rebasó todas las esperanzas ydio comienzo a una larga fase de expan-sión. Cuando, con el fin de la guerra deCorea pareció atenuarse el antagonismoruso-americano; cuando también, a pesarde algunas excepciones sangrientas, la“cuestión colonial” pareció estar en cursode liquidación mas o menos pacífica, laopinión oficial comenzó a soñar que porfin se había encontrado la clave de los pro-blemas humanos. Esta clave era el creci-miento económico (Castoriadis, 1980:183).

El desarrollo tiene dos aspectos. Por unaparte es un mito global donde las socieda-des ya industriales alcanzan el bienestar,reducen sus desigualdades extremas y dis-pensan a los individuos la máxima felici-dad que puede dispensar una sociedad. Porotra parte, es una concepción reductoradonde el crecimiento económico es el mo-tor necesario y suficiente de todos los de-sarrollos sociales, psíquicos y morales. Esta

concepción tecnoeconómica ignora losproblemas humanos de la identidad, la co-munidad, la solidaridad, la cultura. De estemodo la noción de desarrollo se ve grave-mente subdesarrollada. La noción de sub-desarrollo es un producto pobre y abstrac-to de la noción pobre y abstracta de desa-rrollo. (Morin y Kern: 92,93).

Tal y como afirma Castoriadis,...finalmente el desarrollo ha venido a sig-nificar un crecimiento indefinido y la ma-durez la capacidad de crecer sin fin. Y asíconcebidos, en tanto que ideologías, perotambién, a un nivel más profundo, en tantoque significaciones imaginarias sociales,eran y siguen siendo consustanciales conun grupo de “postulados” (teóricos y prác-ticos), los más importantes de los cualesparecen ser los siguientes:- la “omnipotencia” virtual de la técnica;- la “ilusión asintótica” relativa al conoci-miento científico;- la “racionalidad” de los mecanismos eco-nómicos;- diversos lemas sobre el hombre y la socie-dad que han cambiado con el tiempo perotodos los cuales implican ya que el hom-bre y la sociedad están “naturalmente” pre-destinados al progreso, al crecimiento, etc.(homo economicus, la “mano escondida”,liberalismo y virtudes de la libre concu-rrencia), ya –lo que es mucho más apropia-do a la esencia del sistema- que pueden sermanipulados de diversas maneras para con-ducirlos ahí (homo madisoniensis pavlovi,“ingeniería humana” e “ingeniería social”,organización y planificación burocráticascomo soluciones universales aplicables atodo problema). (Castoriadis, 1980: 195)

En el mismo sentido, expresa de Sousa San-tos

Cuatro axiomas fundamentales de la mo-dernidad están, a mi entender, en la base delos problemas con que nos enfrentamos. Elprimero se deriva de la hegemonía que laracionalidad científica vino a asumir yconsiste en la transformación de los pro-blemas éticos y políticos en problemas téc-nicos. Siempre que tal transformación noes posible, se busca una solución interme-dia: la transformación de los problemas éti-cos y políticos en problemas jurídicos. Elsegundo axioma es de la legitimidad de lapropiedad privada independientemente del

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iradas al hábitatuso de la propiedad. Este axioma genera opromueve una posición psicológica y éti-ca -el individualismo posesivo- quearticulada con la cultura consumista indu-ce al desvío de las energías sociales de lainteracción con personas humanas hacia lainteracción con objetos porque son másfáciles de apropiar que las personas huma-nas. El tercer axioma es el axioma de lasoberanía de los Estados y de la obliga-ción vertical de los ciudadanos frente alEstado. La seguridad internacional y la se-guridad nacional adquieren “natural” pre-cedencia sobre la democracia entre Esta-dos y la democracia interna. El cuarto yúltimo axioma es la creencia en el progre-so entendido como un desarrollo infinitoalimentado por el crecimiento económico,por la ampliación de las relaciones y por eldesarrollo tecnológico.

Estos axiomas moldearon la sociedad y lasubjetividad, crearon una epistemología yuna psicología, desarrollaron un orden deregulación social y a imagen de ésta, unavoluntad de desorden y emancipación. Deahí que el enemigo de las soluciones fun-damentales tenga que ser buscado en múl-tiples lugares, incluso en nosotros mismos.

De ahí también que la crisis del orden so-cial dificulte, y no facilite, pensar el desor-den verdaderamente emancipador. (422).

La noción de sostenibilidad

Con la noción de “sostenibilidad” ocurrealgo similar a lo acontecido con la nociónde “desarrollo”: un reduccionismotecnoeconómico. Señala Castoriadis:

De modo cada vez más insistente se empe-zó a promover la cuestión del “precio” aque los seres humanos y las colectividades“comprarían” el crecimiento. Casi simul-táneamente se descubría que ese “precio”comprendía un componente enorme, hastaentonces silenciado, y cuyas consecuen-cias a menudo no concernían a las genera-ciones presentes. Se trataba del amontona-miento masivo y tal vez irreversible de losdaños inflingidos a la biosfera terrestre, re-sultantes de la interacción destructiva yacumulativa de los efectos de la industria-lización (1980:185).

Como era de prever, las reacciones de lospoderes establecidos han estado de acuer-do con la naturaleza de los mismos. Ya queel sistema había sido criticado por habersepreocupado únicamente de las cantidadesde bienes y de servicios producidos, se es-tablecieron nuevos organismos burocráti-cos para cuidar de la “calidad de la vida”.Como parecía que había un problema rela-cionado con el medio ambiente, se organi-zaron ministerios, comisiones y conferen-cias internacionales para resolverlo. Loseconomistas descubrieron inmediatamen-te un terreno nuevo y prometedor para susdeleitables ejercicios de álgebra elementalsin detenerse un instante para cuestionarnuevamente su marco conceptual. Losindicadores económicos han sido comple-tados por “indicadores sociales” o“indicadores de bienestar” y se han añadi-do nuevas líneas y columnas a las matricesde las transacciones interindustriales. Lacuestión del medio ambiente se ha discuti-do únicamente desde el punto de vista delos “costes” y de los “rendimientos” y delposible impacto de las medidas de controlde la polución sobre las tasas del crecimien-to del PNB […]. La idea de que el conjuntodel problema rebasa de lejos los “costes” ylos “rendimientos” casi nunca ha pasadopor la mente de los economistas y de lospolíticos (188).

Incluso las reacciones más “radicales” quese han producido en el interior de las capasdominantes, en realidad no ha puesto encuestión las premisas más profundas de lospuntos de vista oficiales. Ya que el creci-miento creaba problemas imposibles decontrolar y, más aún, ya que todo procesode crecimiento exponencial debíaineluctablemente topar, tarde o temprano,con unos límites físicos, la respuesta era“no crecimiento” o “crecimiento cero”. Nose tuvo en cuenta de que, en los países “de-sarrollados”, el crecimiento y los artículosde consumo es todo lo que el sistema pue-de ofrecer a la gente, y que una detencióndel crecimiento era inconcebible (o no po-drá conducir más que a una violenta ex-plosión social) a menos que el conjunto dela organización social, comprendida la or-ganización psíquica de los hombres y lasmujeres, sufriera una transformación radi-cal. (188, 189).

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iradas al hábitatConsecuenciasinmediatas de lasconsideraciones anteriores

De todas las consideraciones anteriores se des-prenden las siguientes consecuencias:- La necesidad de complejizar las nocionesde desarrollo y sostenibilidad lo que impli-ca el repensamiento de las mismas y de losparadigmas subyacentes.- La necesidad de enfrentar críticamente las vi-siones y pensamientos reduccionistas de todaíndole.

Ésto no sólo tiene importancia teórica sino unagran importancia práctica en la medida en quepermite identificar cómo la nocióntecnoeconómica reduccionista del desarrollosigue teniendo primacía en nuestro país en laspolíticas generales, en la planeación y aun enlas expresiones legislativas. A su vez las nocio-nes tecnoeconómicas reduccionistas sobre elproblema ambiental y sobre la sostenibilidadtambién tienen efectos actuantes reales sobrenuestras instituciones y sobre nuestras prácti-cas sociales.

En tanto no se complejicen ambas nociones,continuará ocurriendo que la “planeación deldesarrollo”, será responsabilidad fundamentalde unos organismos burocráticos al mando deunos “expertos” y la “planeación ambiental”,será la responsabilidad fundamental de otrosorganismos burocráticos al mando de otros“expertos”, produciéndose enfrentamientos,conflictos, tensiones de carácter crónico, mien-tras por debajo, actúan las fuerzas de los pode-res económicos dominantes.

Como afirman Morin y Kern,La identidad del hombre, es decir su uni-dad/diversidad compleja, ha sido ocultaday traicionada, en el propio corazón de laera planetaria, por el desarrollo especiali-zado/compartimentado de las ciencias. Loscaracteres biológicos del hombre se hanventilado en los departamentos de biolo-gía y las enseñanzas de medicina; los ca-racteres psicológicos, culturales y socialeshan sido fragmentados e instalados en losdistintos departamentos de ciencias huma-

nas, de modo que la sociología ha sido in-capaz de ver al individuo, la psicología hasido incapaz de ver la sociedad, la historiaha funcionado por su lado y la economíaha extraído del Homo sapiens demens elexangüe residuo del Homo oeconimicus.(69-70).

“La antropología, ciencia multidimensional (ar-ticulando en su interior lo biológico, lo socioló-gico, lo económico, lo histórico, lo psicológi-co) que revelará la unidad/diversidad comple-ja del hombre, sólo podrá edificarse realmenteen correlación con la reunión de las disciplinascitadas, separadas y compartimentadas toda-vía, y esa reunión exige el paso del pensamien-to reductor, mutilador, aislante, catalogante,abstractificante, al pensamiento complejo.” (71).

Pero además es necesario tener claro que “LaTierra no es la adición de un planeta físico, másla biosfera, mas la humanidad. La Tierra esuna totalidad compleja física/biológica/antropológica, donde la vida es una emer-gencia de la historia de la Tierra, y el hom-bre una emergencia de la historia de la vidaterrestre” (72).

Aspectosconstitucionales

La Constitución de 1991, ha sido denomi-nada “La Constitución ecológica”. La CorteConstitucional ha señalado:

En diferentes sentencias la Corte, a partirde una interpretación sistemática,axiológica y teleológica del Preámbulo yde diferentes normas de la Carta Política,alusivas, entre otras, al derecho a la vida, ala salud, a las riquezas naturales y cultura-les, a la propiedad y su función social y alambiente, ha considerado a éste como bienjurídico susceptible de especial protección,lo cual se manifiesta en la exigencia dedeberes encaminados a asegurar no sólo supreservación sino su restauración en casode deterioro, en cabeza del Estado, de losparticulares y aún de la comunidad inter-nacional. […]

El sistema normativo constitucional quedirecta o indirectamente alude al ambiente

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iradas al hábitaty a la necesidad de su protección, con lafinalidad de asegurar una oferta constantede elementos ambientales a las generacio-nes presentes y futuras, se encuentra inte-grado básicamente por las siguientes dis-posiciones: artículos 7artículos 7artículos 7artículos 7artículos 7, (reconocimientode la diversidad étnica y cultural); 8,8,8,8,8, (obli-gación del Estado y de las personas de pro-teger las riquezas culturales y naturales dela Nación); 11, 11, 11, 11, 11, (derecho a la vida); 49,49,49,49,49,(reconocimiento, como servicios públicosa cargo del Estado, la atención a la salud yal saneamiento ambiental); 58, 58, 58, 58, 58, (funciónecológica inherente a la función social dela propiedad); 63, 63, 63, 63, 63, (parques naturales y otrosbienes, inalienables, imprescriptibles einembargables); 66,66,66,66,66, (los créditosagropecuarios como instrumento para su-perar cualquier calamidad ambiental); 67,67,67,67,67,(la educación como instrumento para lo-grar y asegurar la protección del ambien-te); 72, 72, 72, 72, 72, (patrimonio cultural de la Nación);79,79,79,79,79, (derecho de todas las personas a gozarde un ambiente sano y deber del Estado deproteger la diversidad e integridad del am-biente); 8080808080, (planificación del manejo yaprovechamiento de los recursos naturalesacorde con la filosofía de la idea del desa-rrollo sostenible para asegurar su conser-vación, restauración, sustitución, prevenirlos factores de deterioro ambiental, y exi-gir responsabilidad por los daños causa-dos); 81,81,81,81,81, (prohibición de la fabricación,importación e introducción al país de cier-tos bienes considerados nocivos para elambiente y protección de los recursosgenéticos); 87 y 8887 y 8887 y 8887 y 8887 y 88, (acción de cumplimien-to y acciones populares en defensa delambiente); 90,90,90,90,90, (responsabilidad estatal porel daño antijurídico); 95-895-895-895-895-8, (deber de la per-sona y del ciudadano de proteger los recur-sos naturales y culturales del país y velarpor la conservación de un ambiente sano);215,215,215,215,215, (estado de emergencia derivado de laperturbación o amenaza del ordenecológico); 226,226,226,226,226, (internacionalización delas relaciones ecológicas sobre bases deequidad, reciprocidad y conveniencia na-cional); 267,267,267,267,267, (valoración de los costos am-bientales como parte del ejercicio del con-trol financiero de gestión y de resultadosque comprende la vigilancia de la gestiónfiscal del Estado); 277-4,277-4,277-4,277-4,277-4, (defensa del am-biente por parte de la Procuraduría Generalde la Nación); 289,289,289,289,289, (programas de coope-ración e integración de zonas fronterizas

para la protección ambiental); 300-2 y 313-300-2 y 313-300-2 y 313-300-2 y 313-300-2 y 313-7-9,7-9,7-9,7-9,7-9, (funciones de las Asambleas y de losConcejos municipales en materia ambien-tal); 333,333,333,333,333, (delimitación por el legisladordel alcance de la libertad económica porrazones de orden ambiental); 334,334,334,334,334,(intervencionismo estatal para el mejora-miento de la calidad de vida y la preserva-ción de un ambiente sano); 360,360,360,360,360, (facultaddel legislador para regular las condicionesen la explotación de los recursos natura-les). […]

El referido conjunto normativo constituyela preceptiva básica, a la cual debe ajustarse elEstado para la creación del marco jurídicogeneral, que contiene: las directrices genera-les para el desarrollo de la política y la gestiónambiental, los deberes u obligaciones quecorresponden tanto al Estado como a los par-ticulares en el manejo, la preservación, con-servación, sustitución y restauración del am-biente, el cumplimiento de la funciónecológica que es inherente a la función socialde la propiedad y de la empresa, el señala-miento de los instrumentos y medios para lo-grar la finalidad de la conservación integraldel ambiente y la manera de exigir las corres-pondientes responsabilidades a los sujetoscausantes del deterioro ambiental. (SentenciaC - 359/96).

También ha indicado la Corte que:“La protección al medio ambiente es uno delos fines del Estado Moderno, por lo tantotoda la estructura de este debe estar ilumina-da por este fín, y debe tender a su realiza-ción. […] La crisis ambiental es, por igual,crisis de la civilización y replantea la mane-ra de entender las relaciones entre los hom-bres. Las injusticias sociales se traducen endesajustes ambientales y éstos a su vez re-producen las condiciones de miseria” (Sen-tencia T-254/93, M.P. Antonio BarreraCarbonell).

Los derechos y las obligaciones ecológicasdefinidas por la Constitución Política giran, engran medida, en torno al concepto de desarro-llo sostenible, el cual, en sentido jurídico, pre-tende superar una perspectiva puramenteconservacionista en la protección del medioambiente, al intentar armonizar el derecho aldesarrollo -indispensable para la satisfacción de

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iradas al hábitatlas necesidades humanas- con las restriccionesderivadas de la protección al medio ambiente.Así, es evidente que el desarrollo social y laprotección del medio ambiente imponen un tra-tamiento unívoco e indisoluble que progresi-vamente permita mejorar las condiciones devida de las personas y el bienestar social, perosin afectar ni disminuir irracionalmente la di-versidad biológica de los ecosistemas pues és-tos, además de servir de base a la actividad pro-ductiva, contribuyen en forma decidida a la con-servación de la especie humana. Sobre este par-ticular la Corte tuvo oportunidad de señalar que:

El crecimiento económico, fruto de la diná-mica de la libertad económica, puede tenerun alto costo ecológico y proyectarse en unadesenfrenada e irreversible destrucción delmedio ambiente, con las secuelas negativasque ello puede aparejar para la vida social. Latensión desarrollo económico-conservacióny preservación del medio ambiente, que enotro sentido corresponde a la tensión bienes-tar económico-calidad de vida, ha sido deci-dida por el Constituyente en una síntesisequilibradora que subyace a la idea de desa-rrollo económico sostenible consagrada dediversas maneras en el texto constitucional(CP arts. 80, 268-7, 334, 339 y 340). (Senten-cia T-251/93, M.P. Eduardo CifuentesMuñoz).

Ha ido más allá la Corte Constitucional y haseñalado:

…Los últimos decenios han puesto en evi-dencia el hecho de que los grandes riesgosque afectan a las comunidades -e incluso pue-den poner en peligro su supervivencia- ya nose limitan a la confrontación bélica o a la do-minación tiránica por parte de los gobernan-tes. La dinámica misma del comercio, de laindustria y en general de la actividad econó-mica capitalista, puede convertirse en la cau-sa de males tan graves o peores que los deri-vados de la violación de derechos subjetivos.Es el caso de la protección del medio ambien-te, del espacio público, de los productos quereciben los consumidores, etc.. Estos nuevosámbitos han generado intereses cuya protec-ción resulta hoy indispensable. La doctrinaha agrupado este tipo de intereses bajo el títu-lo de intereses colectivos o difusos. (Senten-cia No. SU - 067/93)

Como puede observarse la abundante jurispru-dencia de la Corte Constitucional, se inscribe

plenamente dentro de la problemática generalplanteada en la introducción del presente do-cumento.

Aspectos legislativos

Con relación al objeto del presente trabajo,se destacan las siguientes leyes:-La Ley 99 de 1993, Ley del Medio Am-biente.-La Ley 152 de 1994, Ley Orgánica del Plande Desarrollo.-La Ley 128 de 1994, Ley Orgánica de lasÁreas Metropolitanas.-La Ley 388 de 1997, Ley de OrdenamientoTerritorial; se modifican las Leyes 9ª de 1989y 3ª de 1991 y se dictan otras disposiciones.

Continuemos con el análisis de la jurispru-dencia constitucional, en tanto sirve de elemen-to relacional de la mayoría de los instrumentoslegislativos citados. Dice la Corte:

Pues bien, en aras de la consecución de lospresupuestos constitucionales que propug-nan por un medio ambiente sano, el legis-lador expidió las Leyes 99 de 1993 y 388de 1997. La primera creó el Ministerio delMedio Ambiente, reorganizó el sector pú-blico encargado de la gestión y conserva-ción del medio ambiente e instituyó el Sis-tema Nacional Ambiental (SINA). La se-gunda modificó las Leyes 9ª de 1989 y 3ªde 1991 buscando armonizarlas, en mate-ria de medio ambiente, con las nuevas orien-taciones constitucionales, con la Ley Or-gánica del Plan de desarrollo (Ley 152 de1994), con la Ley Orgánica de Áreas Me-tropolitanas (Ley 128 de 1994) y con laprecipitada Ley 99 de 1993. […]

A través de la Ley 99 de 1993, se estable-cieron entonces los fundamentos de la po-lítica ambiental colombiana dentro del pro-pósito general de asegurar el desarrollosostenible de los recursos naturales, prote-ger y aprovechar la biodiversidad del paísy garantizar el derecho de los seres huma-nos a una vida saludable y productiva enarmonía con la naturaleza (art. 1°). En estecontexto, se reconoció al Ministerio delMedio Ambiente como el organismo rec-tor de la gestión ambiental correspondién-dole definir las políticas y regulaciones alas que queda sometida la recuperación,

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iradas al hábitatconservación, protección, ordenamiento,manejo, uso y aprovechamiento de los re-cursos naturales renovables y el medioambiente (art. 2°). […]En igual medida, se reorganizó el SistemaNacional Ambiental (SINA) como el con-junto de orientaciones, normas, activida-des, recursos, programas e instituciones quepermiten la aplicación práctica de aque-llos objetivos que propenden por la pro-tección del patrimonio natural de la Na-ción y el mantenimiento de un ambientesano. Desde el punto de vista de su organi-zación jerárquica, el SINA quedó integra-do, en orden descendente, por el Ministe-rio del Medio Ambiente, las Corporacio-nes Autónomas Regionales, los departa-mentos y distritos o municipios (art. 4°).[…]

En lo que toca con las Corporaciones Au-tónomas Regionales, éstas se constituyenen entes corporativos de carácter público,con autonomía administrativa y financie-ra, patrimonio propio y personería jurídi-ca, encargadas de administrar, dentro delárea de su jurisdicción, el medio ambientey los recursos naturales renovables paraasegurar su desarrollo sostenible (art. 23).En el marco general de sus funciones, seles reconoce entonces como las máximasautoridades ambientales a nivel de sus res-pectivas jurisdicciones, asignándoles lalabor de participar con los demás organis-mos y entes competentes en los respecti-vos procesos de planificación y ordena-miento territorial, con el propósito de queel factor ambiental sea tenido en cuentafrente a las decisiones que se adopten entales procesos (art. 31). En la misma medi-da les corresponde a las corporaciones au-torizar las concesiones, permisos, autori-zaciones y licencias ambientales requeri-das para el desarrollo y ejecución de cual-quier actividad -industrial, forestal, portua-ria, de explotación y exploración, de obra,etc- que de acuerdo con la ley o los regla-mentos pueda afectar el medio ambiente,alterar el normal desarrollo sostenible delos recursos naturales renovables o, en sudefecto, introducir modificaciones notoriasal paisaje. (arts. 31, 49 y 50). […]

Por su parte, la Ley 388 de 1997 actualizólas normas existentes sobre planes de desa-rrollo municipal (Ley 9ª de 1989) y sobre

el sistema nacional de vivienda de interéssocial (Ley 3ª de 1991), estableciendo losmecanismos que le permiten a los munici-pios, en ejercicio de su autonomía, promo-ver el ordenamiento de su territorio, el usoequitativo y racional del suelo, y la preser-vación y defensa del patrimonio ecológicolocalizado en su jurisdicción (art. 1°). […]

Haciendo referencia expresa al conceptode ordenamiento territorial, se dispuso enla ley que el mismo comprende el conjun-to de acciones político-administrativas yde planificación física emprendidas por losmunicipios o distritos y áreas metropolita-nas, tendientes a disponer de instrumentoseficaces para orientar el desarrollo del te-rritorio bajo su jurisdicción y, de esta ma-nera, regular la utilización, transformacióny ocupación del espacio, en armonía conlas estrategias de desarrollosocioeconómico y de conservación delmedio ambiente (art. 5°). […]

Se fijan en la preceptiva legal citada, lascompetencias en materia de ordenamientoterritorial correspondiéndole a la Naciónel señalamiento de la política general enese campo, al nivel departamental la ela-boración de las directrices y orientacionespara la organización de su territorio, al ni-vel metropolitano la formulación de losplanes integrales de desarrollo metropoli-tano y, a los municipios y distritos, la adop-ción de los planes de ordenamiento territo-rial en armonía con las políticas naciona-les, departamentales y metropolitanas (art.7°). […]

Dentro de ese contexto, se define igualmen-te el plan de ordenamiento territorial (POT)como “el conjunto de objetivos, directri-ces políticas, estrategias, metas, progra-mas, actuaciones y normas adoptadas paraorientar y administrar el desarrollo físicodel territorio y la utilización del suelo”(art. 9°). […]

A partir de la finalidad asignada a los pla-nes de ordenamiento, se dispone su adop-ción obligatoria y se prohibe a los agentespúblicos o privados la realización de ac-tuaciones urbanísticas por fuera de las pre-visiones contenidas en éstos, en los planesparciales y, en general, en las normas quelos complementan y adicionan. En este

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iradas al hábitatsentido, para efectos del otorgamiento delicencias urbanísticas y para la definiciónde programas y proyectos de los planes dedesarrollo de los municipios, las autorida-des administrativas deberán tener en cuen-ta, entre otros, los criterios ambientales fi-jados en los planes de ordenamiento terri-torial (arts. 20 y 21). […]

En atención a que la administración delmedio ambiente en todo el territorio na-cional está a cargo de las CorporacionesAutónomas Regionales –ejercido a nivelde sus respectivas jurisdicciones-, y a quelos planes de ordenamiento territorial bus-can fijar las políticas y directrices sobredesarrollo físico del territorio y uso del sue-lo, el artículo 24 de la propia Ley 388 regu-la lo relativo a las instancias de consulta yconcertación que deben surtir los POT aefecto de cumplirse el respectivo controlambiental. Se dispone en la norma que, conanterioridad a la presentación del proyec-to al Concejo distrital o municipal para sucorrespondiente aprobación, el POT debeser sometido a la consideración de la res-pectiva Corporación Autónoma Regionalpara que, dentro de los 30 días siguientes,proceda a dar su consentimiento en aque-llo que guarda relación con los asuntosexclusivamente ambientales. (Sentencia C-431/2000).

Se destacan en este punto las siguientes ca-racterísticas de los ordenamientos legislati-vos mencionados:

La Ley 128 de 1994, Orgánica de las ÁreasMetropolitanas, es anterior a la expediciónde la Ley 152 de 1994, Orgánica del Plande Desarrollo. Esta última implica modifica-ciones sustanciales a las formulaciones le-gislativas anteriores que regían para la elabo-ración de los planes de desarrollo de las entida-des territoriales municipales, como la Ley 9ª de1989, conocida como Ley de Reforma Urba-na. De la Ley 152 de 1994, se deriva que losmunicipios deben adoptar planes de desarrolloy que además de los mismos deben adoptarplanes de ordenamiento del territorio. Enefecto, la Ley prescribe que:

Artículo 31. Contenido de los planes dedesarrollo de las entidades territoriales. Losplanes de desarrollo de las entidades terri-toriales estarán conformados por una parte

estratégica y un plan de inversiones a me-diano y corto plazo, en los términos y con-diciones que de manera general reglamen-ten las asambleas departamentales y losconcejos distritales y municipales o lasautoridades administrativas que hicierensus veces, siguiendo los criterios de formu-lación establecidos en la presente Ley. (Ley152/94).

Por su parte el artículo 41 prescribe en suinciso segundo “… Para el caso de los mu-nicipios, además de los planes de desarrolloregulados por la presente Ley, contarán concontarán concontarán concontarán concontarán conun plan de ordenamiento que se regirá porun plan de ordenamiento que se regirá porun plan de ordenamiento que se regirá porun plan de ordenamiento que se regirá porun plan de ordenamiento que se regirá porlas disposiciones especiales sobre la mate-las disposiciones especiales sobre la mate-las disposiciones especiales sobre la mate-las disposiciones especiales sobre la mate-las disposiciones especiales sobre la mate-riariariariaria . El Gobierno Nacional y los departamen-tos brindarán las orientaciones y apoyo téc-nico para la elaboración de los planes de orplanes de orplanes de orplanes de orplanes de or-----denamiento terdenamiento terdenamiento terdenamiento terdenamiento terrrrrr itoritoritoritoritor ialialialialial.” (Ley 152/94)(elresaltado es del autor).

Esta distinción es básica pues a partir de ellacomienza de nuevo en el país a diferenciar-se la planeación del desarrollo económico ysocial de la planeación física (urbanística) ydel ordenamiento del territorio. Sin embar-go, la Ley 128 de 1994 mantiene una termi-nología que es incluso anterior a la de la Ley9ª de 1989, cuando establece:

Articulo 14. ...La Junta Metropolitana ten-drá las siguientes atribuciones básicas:A. Planeación. Adoptar el Plan IntePlan IntePlan IntePlan IntePlan Integggggrrrrral deal deal deal deal deDesarrollo MetropolitanoDesarrollo MetropolitanoDesarrollo MetropolitanoDesarrollo MetropolitanoDesarrollo Metropolitano, así como dic-tar, a iniciativa del Gerente y con sujecióna la Ley Orgánica de Planeación si ya hu-biese sido expedida, las normas obligato-riamente generales, y señalar en ellas losobjetivos y criterios a los que deban suje-tarse los Concejos Municipales para los si-guientes efectos:

1.Adoptar el Plan Integral de DesarrolloPlan Integral de DesarrolloPlan Integral de DesarrolloPlan Integral de DesarrolloPlan Integral de DesarrolloMunicipalMunicipalMunicipalMunicipalMunicipal , de conformidad con la Ley Or-gánica de Planeación… (Ley 128/94). (Elresaltado es del autor).

Es claro que no se trata simplemente de unproblema terminológico, sino de concepcio-nes diferentes y opuestas sobre la Planeación.Es forzoso además señalar que aun cuando enla ley de Áreas Metropolitanas se hace la remi-sión a la Ley Orgánica de Planeación, que nose había producido aún, en esta última no se

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iradas al hábitathace mención alguna a las Áreas Metropolita-nas como entidades de planeación.

Como si lo anterior fuera poco, es necesarioseñalar que tanto la Ley de Áreas Metropo-litanas como la Ley 388 de 1997, se hanexpedido sin que el Congreso de la Repú-blica haya adoptado la Ley Orgánica de Or-denamiento Territorial. La importancia deeste último ordenamiento, está claramenteexpresada en las siguientes formulacionesde la Corte Constitucional:

La ley orgánica de ordenamiento terri-La ley orgánica de ordenamiento terri-La ley orgánica de ordenamiento terri-La ley orgánica de ordenamiento terri-La ley orgánica de ordenamiento terri-torial torial torial torial torial […]2. La función de ordenamiento del terri-torio comprende una serie de acciones,decisiones y regulaciones, que definen demanera democrática, participativa, racionaly planificada, el uso y desarrollo de un deter-minado espacio físico territorial con arreglo aparámetros y orientaciones de orden demo-gráfico, urbanístico, rural, ecológico, biofísico,sociológico, económico y cultural. Se trata,ni más ni menos, de definir uno de los aspec-tos más trascendentales de la vida comunita-ria como es la su dimensión y proyección es-pacial. Pocas materias como esta involucra unmayor número de relaciones y articulacionesentre los miembros de la sociedad y su entor-no cultural y natural; también, por esta mismarazón, son innumerables y delicadas las ten-siones que subyacen a su regulación y losextremos que deben ponderarse y resolversejusta y equilibradamente. […]

Se descubre por ello sin dificultad el caráctereminentemente político de toda decisión re-lativa a asignar funciones en este campo. Se-ñalar el sujeto público llamado a ordenarun determinado territorio, así como deli-mitar su ámbito de competencia, es unaforma de repartir espacialmente el poder.Este tipo de regulaciones, se distingue delas restantes en cuanto tienen un elementoinconfundible de supraordenación. Conesto se quiere puntualizar que este génerode normas se erige en presupuesto, condi-ción y factor desencadenante de un com-plejo de acciones y regulaciones que seremiten a las primeras, pues en éstas se con-tienen los principios orgánicos y las orien-taciones y reglas básicas conformes a los cua-les se desenvuelve un específico ordenamien-to jurídico. […]

Los aspectos medulares de la organizaciónterritorial, en todo aquello no directamen-te definido por el Constituyente, sólo pue-den ser regulados a través de la ley orgáni-ca territorial. Precisamente, se ha queridoque esta materia se reserve a una categoríade ley orgánica, entre otras razones, por lanecesidad de que las decisiones básicas seapoyen en el mayor consenso posible y,además, se adopten mediante un instrumen-to normativo que desde un principio -node manera casual o como resultado fortui-to de las deliberaciones parlamentarias-, seocupe del tema territorial. […]

Aunque en la Constitución puede encontrar-se un principio de demarcación competencialrespecto de la ordenación del territorio, parti-cularmente en lo que atañe a los municipios,por sí solo no es suficiente para configurar elrégimen básico de ordenamiento territorial.Completar la configuración de este régimen,la distribución de competencias y atribuciónde funciones entre las distintas entidades yniveles territoriales, en lo que concierne a sucontenido nuclear, no puede ser materia deley ordinaria, puesto que la propia Constitu-ción dispuso que “La ley orgánica de ordena-miento territorial establecerá la distribuciónde competencias entre la Nación y las entida-des territoriales. (C.P. art. 288). (Sentencia NºC - 795/2000).

Finalmente señalemos en este nivel grueso deobservaciones sobre los ordenamientos legis-lativos mencionados, cómo la Ley Orgánicadel Plan de Desarrollo claramente es una ex-presión del predominio de la concepcióntecnoeconómica reduccionista sobre el Desa-rrollo y sobre la Sostenibilidad, en los clarostérminos empleados por Castoriadis citados enla introducción, cuando las únicas referenciashechas en la citada Ley en cuanto al problemaambiental, se reducen a las consagradas en elliteral h) del artículo 3° que consagra los princi-pios a los que debe someterse la actuación delas autoridades nacionales, regionales y territo-riales de Planeación, estableciendo que: “h)Sustentabilidad Ambiental. Para posibilitar undesarrollo socio-económico en armonía con elmedio natural, los planes de desarrollo debe-rán considerar en sus estrategias, programasy proyectos, criterios que les permitan esti-

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iradas al hábitatmar los costos y beneficios ambientales paradefinir las acciones.” (Ley 152/94).

Es también ilustrador de esta característi-ca el artículo 5° de la misma Ley que setranscribe a continuación:

Artículo 5°. Contenido de la parte generalArtículo 5°. Contenido de la parte generalArtículo 5°. Contenido de la parte generalArtículo 5°. Contenido de la parte generalArtículo 5°. Contenido de la parte generaldel Plandel Plandel Plandel Plandel Plan. La parte general del plan contendrálo siguiente:a) Los objetivos nacionales y sectoriales de laacción estatal a mediano y largo plazo segúnresulte del diagnóstico general de la econo-diagnóstico general de la econo-diagnóstico general de la econo-diagnóstico general de la econo-diagnóstico general de la econo-mía y de sus principales sectores y gruposmía y de sus principales sectores y gruposmía y de sus principales sectores y gruposmía y de sus principales sectores y gruposmía y de sus principales sectores y grupossocialessocialessocialessocialessociales;b) Las metas nacionales y sectoriales de laacción estatal a mediano y largo plazo y losprocedimientos y mecanismos generales paralograrlos;c) Las estrategias y política en materia econó-mica, social y ambiental que guiarán la ac-ción del Gobierno para alcanzar los objetivosy metas que se hayan definido;d) El señalamiento de las formas, medios einstrumentos de vinculación y armonizaciónde la planeación nacional con la planeaciónsectorial, regional, departamental, municipal,distrital y de las entidades territoriales indíge-nas; y de aquellas otras entidades territorialesque se constituyan en aplicación de las nor-mas constitucionales vigentes.” (Ley 152/94).(resaltado del autor).

Nótese como no se exige un diagnóstico gene-ral de la situación ambiental y como pareceprimar más una concepción de lo ambientalcomo un sector más que hay que considerar.

El panorama de contradicciones entre la LeyOrgánica de las áreas metropolitanas- y la LeyOrgánica del Plan de Desarrollo es aún mayor.Mientras en la primera se establece como unade las atribuciones básicas de la Junta Metro-politana la de adoptar el Plan Integral de Desa-rrollo, en la segunda no aparecen ni siquieramencionadas las áreas metropolitanas. En estepunto es necesario advertir que de conformi-dad con el artículo 339 de la Constitución Polí-tica, habrá un Plan Nacional de Desarrollo ylas entidades territoriales elaborarán y adopta-rán de manera concertada entre ellas y el go-bierno nacional, planes de desarrollo. Ahorabien, es claro que las áreas metropolitanas noson entidades territoriales.

La Constitución Política en lo relativo a las áreasmetropolitanas, establece: “ “ “ “ “La ley de ordena-miento territorial adoptará para las áreas metro-politanas un régimen administrativo y fiscal decarácter especial; garantizará que en sus órga-nos de administración tengan adecuada parti-cipación las respectivas autoridades municipa-les; y señalará la forma de convocar y realizarlas consultas populares que decidan la vincula-ción de los municipios.” (CP, art. 313, incisosegundo)

Es necesario preguntarse si para la Constitu-ción, la Ley de Ordenamiento Territorial es lamisma Ley Orgánica de Ordenamiento Terri-torial prevista en el artículo 288 de la Constitu-ción o si es que puede existir, como en efectoexiste una Ley Orgánica de Áreas Metropolita-nas, distinta a la Ley Orgánica de Ordenamien-to Territorial.

La Ley 388 de 1997, en el numeral 3 del artí-culo 7°, -de las competencias en materia deordenamiento territorial- establecía que al nivelmetropolitano le corresponde la elaboración delos planes integrales de desarrollo metropolita-no y el señalamiento de las normas obligatoria-mente generales que definan los objetivos ycriterios a los que deben acogerse los munici-pios al adoptar los planes de ordenamiento te-rritorial en relación con las materias referidas alos hechos metropolitanos. Este artículo 7°, quepretendía definir las competencias sobre el or-denamiento territorial entre la Nación y las en-tidades territoriales y otras entidades adminis-trativas como las áreas metropolitanas, fue de-clarado inexequible por la Corte Constitucio-nal en la sentencia C-795 de 2000, por cuantola Ley 388 es una ley ordinaria y según la Cons-titución, esta definición de competencias entrela Nación y las entidades territoriales, sólo pue-de ser definida por la Ley Orgánica de Ordena-miento Territorial.

De este análisis, pueden extraerse las siguien-tes conclusiones:

1.Es imperioso para el país que el Congreso dela República apruebe una Ley Orgánica deOrdenamiento Territorial. Las consideracionesde la Corte Constitucional ya citadas antes, son

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iradas al hábitatsuficientemente claras sobre la importanciapolítica y jurídica de ésta.

2.La Ley Orgánica de Ordenamiento Territo-rial debe tener encadenamientos claros con laLey Orgánica de Planes de Desarrollo, con laLey Orgánica de Áreas Metropolitanas y conla Ley del Medio Ambiente.

3.La Ley 388 de 1997, significa un importanteavance en la función pública del ordenamien-to del territorio municipal. Su concepciónholística, en el sentido de comprender todo elterritorio y no sólo la parte urbana del mismo,posibilita unas herramientas de planeación es-pacial que permiten un tratamiento más ade-cuado de los problemas medio ambientales.Adicionalmente la ley proporciona herramien-tas para una planificación espacial transectorialy que no opere con efectos de predio a predio,posibilitando la redistribución equitativa de lascargas y beneficios del planeamiento. Lo ante-rior abre nuevas perspectivas y posibilidadesen cuanto a la socialización de las necesidadesde suelos de protección, tanto rurales comourbanos.

4.Mientras la Ley 388 de 1997 ofrece una con-cepción holística de ordenamiento de todo todo todo todo todo elterritorio municipal, la Ley 99 de 1993, paralos grandes centros urbanos y para las áreasmetropolitanas, establece una división en lacompetencia de las autoridades ambientales,separando el territorio en urbano y rural; losgrandes centros urbanos y las áreas metropoli-tanas ejercen las funciones de las Corporacio-nes Autónomas Regionales-CAR en las zonasurbanas y las Corporaciones las continúan ejer-ciendo en las zonas rurales. Los efectos de estadivisión de competencias pueden ser muy no-civos introduciendo rupturas en las propias fun-ciones de planificación ambiental. Cabe pre-guntarse por el sentido que tenga, que en cum-plimiento del Decreto 48 del año 2001, en elValle de Aburrá, existan:- Un Plan de Gestión Ambiental Regional(PGAR), un Plan de Acción Triaunal (PAT) yun Plan Operativo Anual de Inversiones (POAI)elaborados por la Corporación Autónoma Re-gional del Centro de Antioquia - Corantioquiaen tanto que es autoridad ambiental para las

zonas rurales de los municipios del Valle deAburrá.- Un PGAR, un PAT y un POAI elaborados porel AMVA, en tanto que es autoridad ambientalpara las zonas urbanas de los municipios queintegran su área metropolitana.Es imperiosa pues la revisión de la concepciónplasmada en el artículo 66 de la Ley 99 de 1993,con relación a la división de las competenciascomo autoridades ambientales de los GrandesCentros Urbanos y de las Áreas Metropolita-nas y de las CAR.5.Con la declaratoria de inexequibilidad por laCorte Constitucional del artículo 7° de la Ley388 de 1997, existe un enorme vacío legislati-vo en cuanto al alcance de las competencias delas áreas metropolitanas en lo relativo a los pla-nes de ordenamiento territorial de los munici-pios que integran el área metropolitana.

Institucionalidadpolítico-administrativaen el Valle de Aburrá

Sea lo primero señalar que la organización po-lítico administrativa en el Valle de Aburrá pre-senta características particulares de compleji-dad no existentes en otras partes del país, conexcepción de la complejidad de las relacionesentre el Distrito Capital y los municipios cir-cunvecinos. En efecto, el AMVA como enti-dad administrativa, congrega el mayor núme-ro de municipios: nueve, quedando por fuerade ella el municipio de Envigado. Ninguna delas otras áreas metropolitanas existentes en elpaís, articula tal número de municipios.

Al menos cinco de los municipios que inte-gran la subregión del Valle de Aburrá tienensus áreas urbanas practicamente fusionadas:Medellín, Bello, Itaguí, Envigado y Sabaneta,presentándose situaciones de conurbación conintensidades diferentes con los otros cincomunicipios: Barbosa y Caldas en los extremosnorte y sur respectivamente, Copacabana yGirardota en el norte y La Estrella en el sur. Esposible señalar entonces que los 5 municipiosconurbados tienen la dinámica y los conflictospropios de una sola ciudad, en la que coexisten

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iradas al hábitatcinco entidades territoriales, cuatro de las cua-les hacen parte del AMVA como entidad ad-ministrativa.

Los mandatos constitucionales más relevantescon relación a esta complejidad son los siguien-tes:

El artículo primero (1°) que define a Colombiacomo “Un Estado social de derecho, organiza-do en forma de República unitaria, descentrali-zada, con autonomía de sus entidades territo-riales…” (CP, Art 1). El que consagra el votoprogramático: “Quienes elijan gobernadores yalcaldes, imponen por mandato al elegido elprograma que presentó al inscribirse como can-didato. La ley reglamentará el ejercicio del votoprogramático.” (CP, Art.259).

El artículo 286 que define como Entidades te-rritoriales a los departamentos, los distritos, losmunicipios y los territorios indígenas y señalaademás que la ley podrá darles el carácter deentidades territoriales a las regiones y provin-cias que se constituyan en los términos de laConstitución y de la Ley. El artículo 287 esta-blece como derecho de las entidades territo-riales el de gobernarse por autoridades propiasdentro de los límites de la Constitución y de laLey. El artículo 311 que consagra al municipiocomo entidad fundamental de la divisiónpolitico-administrativa del Estado.

El artículo 313 de la Constitución que estable-ce como una de las funciones de los ConcejosMunicipales: “…7. Reglamentar los usos delsuelo y, dentro de los límites que fije la ley, vi-gilar y controlar las actividades relacionadas conla construcción y enajenación de inmueblesdestinados a vivienda.” (313).

El inciso segundo del artículo 339, que esta-blece: “Las entidades territoriales elaborarán yadoptarán de manera concertada entre ellas yel gobierno nacional, planes de desarrollo, conel objeto de asegurar el uso eficiente de susrecursos y el desempeño adecuado de las fun-ciones que les hayan sido asignadas por la Cons-titución y la ley. Los planes de las entidadesterritoriales estarán conformados por una parteestratégica y un plan de inversiones de media-no y corto plazo.” (Art.339, inciso2).

Alrededor de estas disposiciones constitucio-nales y de la legislación existente sobre la pro-tección al ambiente y a los recursos naturalesse ha generado una abundante jurisprudenciade la Corte Constitucional, sobre las compe-tencias de la Nación, de las corporaciones au-tónomas regionales y de los municipios.

También se ha producido jurisprudencia im-portante del Consejo de Estado en torno a lasfacultades de las áreas metropolitanas en cuan-to a los usos del suelo. (Sentencia 3959 de abril17 de 1997, proferida por el Consejo de Esta-do).

No obstante la existencia de esta abundantejurisprudencia, aun existen temáticas de granimportancia no resueltas. Las más importantespara los efectos de la investigación para la quefue presentada esta reflexión pueden formular-se como preguntas, para fines pedagógicos:

Primera: ¿ En las áreas metropolitanas debeadoptarse, además de los planes de desarrollomunicipales, un Plan de Desarrollo Metropoli-tano?

Una primera lectura rápida de la Ley Orgánicade las Áreas Metropolitanas, permitiría concluirsin lugar a dudas que sí debe existir en las áreasmetropolitanas un Plan de Desarrollo Metro-politano. En efecto el artículo 14 de la Ley esta-blece como una de las atribuciones básicas dela Junta Metropolitana la de adoptar el Plan In-tegral de Desarrollo Metropolitano, así comodictar, a iniciativa del gerente y con sujeción ala Ley Orgánica de Planeación si ya hubiesesido expedida, las normas obligatoriamentegenerales , y señalar en ellas los objetivos ycriterios a los que deban sujetarse los concejosmunicipales para los efectos de adoptar el PlanIntegral de Desarrollo Municipal, de conformi-dad con la Ley Orgánica de Planeación.

El Plan Integral de Desarrollo Municipal, encuanto se refiere a los hechos metropolitanosprevalecerá sobre los planes que adopten losmunicipios que integran el AMVA.

Sin embargo ya se anotó como en la Ley Orgá-nica de Planeación nada se establece sobre losplanes de desarrollo metropolitanos ni sobre el

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iradas al hábitatcontenido de los mismos, ni sobre el procedi-miento para adoptarlos.

Adicionalmente, la Corte Constitucional al re-solver una demanda sobre inexequibilidad delartículo 40 de la Ley Orgánica de Planeaciónhizo una lectura integral de las disposicionesde la Constitución sobre los planes de desarro-llo de las entidades territoriales y del artículo259 de la Constitución que consagró el votoprogramático; Pues bien, dado que el área me-tropolitana no es una entidad territorial, no hayelección periódica de un alcalde metropolita-no, ni tampoco un plan o programa de caráctermetropolitano propuesto a unos electores me-tropolitanos y en consecuencia no hay manerade que exista correspondencia de ellos con unPlan de Desarrollo Metropolitano y frente a unoselectores que tampoco existen en cuanto al ca-rácter supramunicipal de ese plan o programade gobierno y de esos electores.

A juicio de la investigación, la procedencia ono de la existencia de un Plan de DesarrolloMetropolitano es una cuestión aun no adecua-damente definida.

Segunda: ¿En las áreas metropolitanas ade-más de los planes de ordenamiento territorialmunicipales debe existir un Plan de Ordena-miento Territorial Metropolitano?

Una lectura rápida de la Ley 388 de 1997, per-mitiría concluir que nonononono debe existir un Plan deOrdenamiento Territorial Metropolitano. Estaaseveración encuentra asidero en el artículo 7°de la Ley que restringe la competencia de lasáreas metropolitanas al señalamiento de lasnormas obligatoriamente generales que definanlos objetivos y criterios a los que deben aco-gerse los municipios al adoptar los POTs enrelación con las materias referidas a los hechosmetropolitanos.

Reiteremos nuevamente que el artículo 7° dela Ley 388 fue declarado inexequible en su to-talidad por la Corte Constitucional.

Tercera. ¿ Cuáles serían los componentes deun Plan de Ordenamiento Territorial Metro-politano?, ¿cuáles las normas urbanísticas

estructurales, generales y complementa-rias?, ¿ cuál la clasificación del suelo metro-politano?Parece claro que no es procedente que existaun Plan de Ordenamiento Territorial Metropo-litano. Sin embargo, la propia AMVA en docu-mento denominado Orientaciones Metropoli-tanas de Ordenamiento Territorial en el nume-ral 1, correspondiente a los componentes delordenamiento territorial metropolitano afirmala necesidad de la existencia de un plan de or-denamiento territorial metropolitano.

Todo lo anterior a nuestro juicio, es expresiónde un asunto mucho más radical cual es el delgobierno democrático de las metrópolis, asun-to que en el caso del Valle de Aburrá ha estadoconfinado dentro de los estrechos y mezqui-nos límites de la discusión entre maquinariaspolíticas que se disputan clientelas electoralesen los límites de las respectivas jurisdiccionesmunicipales.

Reflexión final

Sobre el tema del gobierno democrático dela metrópoli, es necesario plantear la si-guiente precisión conceptual:

Siguiendo a Castoriadis, consideramos lapolítica como un trabajo que implica a to-dos los miembros de la colectividadconcernida, presuponiendo la igualdad detodos y tendiendo a hacerla efectiva. Así,puede definirse

la política como la actividad explícita ylúcida que implica la instauración de ins-tituciones deseables, y a la democraciacomo el régimen de autoinstitución ex-plícito y lúcido, tanto como se pueda, delas instituciones sociales que dependende una actividad colectiva explícita. Ape-nas es necesario agregar que esta auto-institución es un movimiento que no sedetiene, que no aspira a una “sociedadperfecta” (expresión vacía de sentido),sino a una sociedad tan libre y justa comosea posible.? (Castoriadis, 1997: 272).

Entendemos también que los asuntos dela apropiación, atribución y distribuciónde recursos en una sociedad fundamen-

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iradas al hábitattalmente son asuntos políticos y no so-lamente económicos.

Que los asuntos políticos conciernen a todala población afectada y no únicamente aunos “especialistas” de lo político, es decir“especialistas” de lo general y de lo públi-co, lo que es un contrasentido, pero que esla concepción dominante.

Que nuevamente conforme lo expresaCastoriadis,

el contenido antropológico del individuocontemporáneo no es, como siempre, sinola expresión o la realización concreta, encarne y hueso, del imaginario social cen-tral de la época, imaginario que modela elrégimen, su orientación, los valores, aque-llo por lo que vale la pena vivir o morir, elvigor de la sociedad, incluso sus afectos –

Bibliografía

Castoriadis, Cornelius, 1997: El Avance de la Insignificancia, Buenos Aires: Ed. Eudeba._________________ , 1999: Figuras de lo Pensable, Madrid: Ed. Cátedra S.A.Castoriadis, Cornelius y otros, 1980: El mito del desarrollo. Reflexiones sobre el “desarrollo” y la “racionalidad”.

Barcelona: Ed. Kairós.Constitución Política de Colombia, 1991.de Sousa Santos, Boaventura, 1998: De la mano de Alicia:lo social y lo político en la posmodernidad, Santafé de

Bogotá: Universidad de Los Andes, Facultad de Derecho, Siglo del Hombre Editores.Morin, Edgar y Kern, Anne Brigitte, Tierra Patria, Barcelona: Ed. Kairos, 1993AMVA ,Área Metropolitana del Valle de Aburrá, 1999: Orientaciones Metropolitanas de Ordenamiento Territorial,

Medellín, AMVA.

Sentencias de la Corte Constitucional:- Sentencia C - 359/96- Sentencia C- 431/2000- Sentencia C - 795/2000- Sentencia 3959 de abril 17 de 1997, proferida por el Consejo de Estado.- Sentencia No. SU - 067/93- Sentencia T-251/93- Sentencia T-254/93, M.P. Antonio Barrera Carbonell

Leyes- Ley 9ª de 1989 Ley de Reforma Urbana- Ley 3ª de 1991- Ley 388 de 1997, Ley de Ordenamiento Territorial- Ley 99 de 1993, Ley del Medio Ambiente.- Ley 152 de 1994, Ley Orgánica del Plan de Desarrollo.- Ley 128 de 1994, Ley Orgánica de las Áreas Metropolitanas.

y los individuos llamados a hacer existirconcretamente todo esto. El núcleo del ima-ginario de la época, como se sabe, es cadavez más el núcleo del imaginario capitalis-ta: la expansión ilimitada de la economía,de la producción y del consumo y, cadavez menos lo imaginario de la autonomíay de la democracia, lo que implica que ne-cesariamente hay que afrontar el reto in-menso de la creación social de imaginariosdiferentes, sin los cuales no será posibleefectivamente el restablecimiento de valo-res tales como el bien común, la solidari-dad, la auto limitación (Castoriadis, 1999).

Lo anterior implica que no sólo es necesariocomplejizar las nociones dominantes sobreDesarrollo y Sostenibilidad, sino que es ne-cesario repensar socialmente las nociones delo político y de la democracia.

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iradas al hábitat

Introducción

La institución de saber, y específicamentela institución universitaria, enfrenta el de-safío de comprender los cambios espa-ciales, mentales y comunicacionalesinstaurados por las nuevas modalidades yconcepciones de hacer y pensar los conoci-mientos, particularmente, de los que se deri-van de un conocimiento que sin serglobalizador, penetra todos los espacios deproducción y gestión de saber: la informáti-ca.

El espacio de producción de saber altera larelación básica de la institución universita-ria convencional: la de pensar la escala decomunicación solamente en el sentido dehablante a oyente. En este sentido, laalteridad informática multiplica los in-formantes, las voces, los referentes y loscontextos de aprendizaje, componentesque en una institución de saber pueden cons-tituirse en un factor de bloqueo y saturación, o,por el contrario, constituir el soporte del conte-nedor institucional.

Para que esta situación sea posible, es decir,que el contenedor dé cuenta de unas posibi-lidades espaciales, mentales y comunicativasmás abiertas e interactivas, es procedente queen el ajuste institucional se otorgue impor-tancia al asunto primordial de la instituciónde saber, la formación, pues en este terrenoes donde se define con mayor claridad sucompetencia y pertinencia social e intelec-tual. Porque una institución de saber ga-rantiza el rol de la producción de conoci-mientos cuando además sabe comunicar,entrenar y proyectar experticias en el mar-co universal sobre el cual se diseñan, di-vulgan y legitiman los conocimientos.

En la sociedad contemporánea, la actuali-zación de un planteamiento sobre la for-mación, está mediada por preocupacionesde naturaleza intrínseca, como por ejem-plo el uso de los libros de texto y los ma-nuales impresos. Sobre ellos se cierne elinterrogante de la interculturalidad, queconfigura una preocupación de naturale-za relacional y contextual, registrada enuna multiplicación y desbordamiento deltexto manuscrito, por una red hipertextualelectrónica de formatos, en los cuales sebasa la difusión de la tecnología y la adap-tación de los conocimientos a las nuevastécnicas, asociadas a las teorías de la in-novación y el cambio tecnológico2.

Igualmente, y dado que el cambio tecno-lógico está arraigado en el entramado delas complejas transformaciones y tenden-cias que caracterizan la reestructuración dela economía mundial, de la política de losEstados, de las sociedades y las culturas,no es posible evadir los enfoquessocioculturales que están en la base de laslecturas e interpretaciones de la reestruc-turación general de la sociedad mundial.

El amplio despliegue de las tecnologías ysu incursión cada vez mayor en los asun-tos más domés-ticos y cotidia-nos de los indi-viduos ha ge-nerado a travésdel uso con-sue tud inar ioun aprendiza-aprendiza-aprendiza-aprendiza-aprendiza-je socialje socialje socialje socialje social, des-de el cual es

1 Profesor asociado, adscrito a la Escuela del Hábitat-Cehap,Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional de Colombia,Sede Medellín.2 Es común reducir el concepto de tecnología, al de unsubproducto de las ciencias. “La tecnología, a pesar de suimportancia y difusión actual no es considerada aun comouna ciencia. Hay mucha confusión e indecisión al respecto.[...] La tecnología es una de las ciencias del conocimiento,como lo es la lógica formal, la lógica dialéctica y la lógicamatemática. Estas ciencias se interesan por problemas tanimportantes relativos al conocimiento como son: laestructura, el desarrollo y el cuánto del conocimiento,respectivamente” (Carvajal, 1995:18).

Formación e institucióndel aprendizaje

Beethoven Zuleta Ruíz Beethoven Zuleta Ruíz Beethoven Zuleta Ruíz Beethoven Zuleta Ruíz Beethoven Zuleta Ruíz1

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iradas al hábitatposible apreciar en primer término, la for-mación de nuevas jerarquías y tipologíasjerarquías y tipologíasjerarquías y tipologíasjerarquías y tipologíasjerarquías y tipologíasalfalfalfalfalfaaaaabéticasbéticasbéticasbéticasbéticas y, en segundo término, la con-formación de escalas generacionales dondelos sujetos se localizan básicamente por com-petencias intelectuales y perceptuales delhecho tecnológico.

Sin embargo, el hecho de que los individuosacudan a la institución de formación, pese aque participan de un aprendizaje social endonde otras instituciones, como la familiapor ejemplo, juegan un rol de entrenamien-to cultural, plantea varios interrogantes ójuicios de valor como aquéllos de juzgar quela institución educativa no cumple adecua-damente con su misión formadora, de don-de se desprende el planteamiento de que lainstitución educativa tiende a perder su vi-gencia histórica.

Sobre esta aseveración negativa, la pregun-ta acerca de si otros factores institucionalesextrínsecos al proceso formador, como lasmodalidades de moldeamiento mental quepropician las estrategias publicitarias, o lasde inculcación moral en las que entrena lafamilia, determinan o bloquean situacionesde aprendizaje relacional y sistémico, queafectan o distorsionan el programa formadorde la escuela.

En las modalidades formativas terminalesde tipo profesional sucede otro tanto, lapoca o ninguna relación sistemática entrelos procesos de aprendizaje de los institu-tos técnicos y tecnológicos, con el de lasuniversidades e institutos superiores de in-vestigación, da lugar a unas jerarquizacionesque son de una naturaleza más ideológica ypolítica, de donde se deriva una seria distor-sión del espacio colaborativo entre exper-tos, científicos y sabios.

En este orden de ideas, las preguntas queeste ensayo se plantea son: ¿cómo enten-der la colaboración de los saberes en unespacio interactivo y sistémico de la institu-ción de formación? y ¿cómo encarar estatarea en el contexto de la Interculturalidadde los procesos de conocimiento?. El enten-

dimiento de estas situaciones, propone comolugar de legibilidad de las relaciones, el dela tecnología, pues considera que en estaconfluyen las tradiciones, pero también lasmodalidades no convencionales de produc-ción de saber.

Sociedad deconocimiento einstitución deformación

Los analistas de la cultura afirman que esta-mos frente a una sociedad del conocimien-to, e informan sobre la transformación delparadigma educativo cultural que demandaa las instituciones y organizaciones escola-res ocuparse de la formación, mas que de lacapacitación o la instrucción.

Sin embargo, la tajante diferenciación deéstos dos elementos constitutivos de un mis-mo proceso, ha estado acompañada de unaserie de decisiones político-institucionalesque permiten establecer que hay institucio-nes de capacitación, a las cuales se les asig-na una función de entrenamiento técnico, yotras de formación, asociadas generalmenteal conocimiento científico.

De esta distinción se ha derivado una can-tidad de equivocaciones, no exclusivassino genéricas, a los sistemas educativosmundiales, entre las cuales son destacablesy relevantes las siguientes concepciones:

Una concepción que subvalora lo técnicoy le atribuye un valor puramente instru-mental, negándole un vínculo multiculturaly diverso con las historias particulares dela formación del conocimiento en la so-ciedad y en la vida de los individuos. Elcarácter empírico de las técnicas (hechoincuestionable) se confunde con un prin-cipio epistemológico, según el cual la téc-nica no dispone de ninguna axiomática ode un valor teórico que la preceda, comosi el no tenerla la condenara a una larvariacondición de conocimiento de segunda cla-

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iradas al hábitatse, es decir, como si la técnica no plasmaraen su materialidad complejos niveles dereflexividad y no dispusiera de potencialeselementos de formalización teórica y metó-dica para y en el conocimiento.

La constatación de un cambio en el para-digma educativo3, aunque se expresa ensingular, registra una diversidad de compo-nentes, que en su conjunto han distinguidola discusión pedagógica, entre los enfoquesque se esfuerzan por recuperar el carácterunitario del paradigma y los enfoques queacentúan la proliferación de las tendencias eincertidumbres. Este último rasgo, que paralos enfoques unitarios está asociado a con-ceptos como los de educación nacional, cen-tralismo político y unidad filosófica, entreotros conceptos heredados de la tradiciónilustrada y fundan por decirlo de manera ge-nérica la cultura de la modernidad, es paralos críticos de la modernidad un síntoma dela crisis de la cultura y por lo tanto un argu-mento a favor de su armazón conceptual.De esta lectura se derivan los conceptos delas autonomías territoriales, la descentrali-zación política, la regionalización, que en-tre otros conceptos van a incidir de manerafundamental en las propuestas de reestruc-turación educativa como las formuladas porla Ley General de Educación, 115 de1994.

La crítica a la institución escolar ycoextensivamente al desempeño de los do-centes en el ejercicio de su tarea pedagógi-ca, social y cultural, no puede bajo estos tér-minos evadir el punto de inflexión de la cri-sis, pues se sitúa en el centro de la misma.La cuestión es que el aparente o real des-equilibrio entre el principio filosófico deconstruir nación y la estrategia política de ladescentralización territorial, tiende apolarizarse cuando no se reconoce en la ten-sión una potencialidad política yepistemológica de naturaleza paradójica yantropológica.

La contribución más destacable de los es-tudios socioculturales de la escuela (decuya producción la antropología es, natu-ralmente, solo en parte responsable) ha sidoconcebir a la institución escolar como un

proceso dado en un curso de conductas yvisiones del mundo que exceden las fron-teras de la institución misma. Además,entrecomillando ese afán de universalidadde la escuela, los estudios socioculturalesse han inclinado a considerarla como unmodo históricamente particular de realizarprocesos educativos que pueden describir-se también, al menos en parte, en socieda-des humanas sin escuelas [...] Lejos de con-fundir escuela y educación, o de suponerque la primera es el paradigma ideal de lasegunda, estos estudios han tratado de es-pecificar una y otra vez las relaciones entreescuela, modernización, burocracia y eco-nomía capitalista; y han buscado distinguirla acción escolar de la acción educativa,asociando a la primera con una entroniza-ción de los aprendizajes diferidos que per-mite todo tipo de desplazamientos entre losesquemas ideales que determinan la ade-cuación convencional de los conocimien-tos y los criterios de eficacia instrumentalque determinan su correcció. (Velasco yotros, 1993:320).

La distinción del acto escolar como espa-cio que se instituye con referencia a losaprendizajes de saberes formalizados y, elacto educativo, como el que se define porreferencia a la vida sociocultural de indi-viduos y pueblos, evidencia en el ámbitode las políticas y de las estrategias una ten-dencia a confundir u homologar los dostérminos, o a colocarlos como antagóni-cos, que en síntesis deja traslucir un siste-ma de conflictos eslabonados entre cono-cimiento y política y entre escuela y so-ciedad, generalmente expresados en loscomportamientos institucionales, pero tam-bién en las visiones y enfoques pedagó-gicos.

Tales conflictospodrían aportarclaridad para ex-plicar por qué noha sido fácil a lasi n s t i t u c i o n e scomprender elmecanismo delas reciprocida-des entre un enfo-

3 Los paradigmas más analizados actualmente en el campo de lainvestigación en ciencias de la educación son los del presagio-producto, proceso-producto, mediacional y contextual oecológico. En el campo de la formación del profesorado, yespecíficamente en la enseñanza impartida en las Escuelasnormales, Gimeno Sacristán (1983) define los siguientesparadigmas: culturalista, analítico-tecnológico, humanista,ideológico y técnico-crítico. Y Zeichener (1983) diagnostica elparadigma conductista, personalista, tradicional-artesano y elorientado hacia la indagación. Por ejemplo, cuando se analizanlos paradigmas de investigación se observa que el denominadopresagio-producto hace el énfasis en la competencia docente yconcentra la atención en la personalidad del profesor. Paraampliar la comprensión de estos paradigmas ver (Imbernón,1994: 24-26)

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iradas al hábitatque de planeación educativa que reconocecomo elemento estructurante a la escuela (en-cerrándola en el espacio y en el tiempo) y, losprocesos que propugnan por una adscripciónsociocultural al lugar, que buscan hacer de laescuela un territorio abierto donde circulen yse redefinan los cuerpos y fuerzas de poder quela componen muy en reciprocidad con las prác-ticas socioculturales del lugar.

Explican además, por qué las estrategiasformativas de la institución formadora nologran plenamente el cumplimiento de suspropósitos, en la medida que al desvirtuarseel carácter local (territorialidad expansiva)del acto educativo y la naturaleza heterónomade las prácticas pedagógicas, no logran re-conocer potencialidades en las condicionesnativas donde se ejercita el conocimiento.

La institución escolar, que desea presentarsecomo una entidad autónoma a menudo si-tuada a la cabeza del “tren de la historia”, es,al lado de esta imagen, una instituciónheterónoma y parcialmente dependiente, si-tuada en el seno de procesos socioculturalesque no alcanza a comprender. Con el propósitomanifiesto de erigirse en dispositivo universalde socialización, la escuela ha de reconocersetambién en la encrucijada de responder a lasformas de construir la realidad de las culturasparticulares en las que pretende implantarse.Proyectada como una institución para la “igual-dad de las oportunidades”, no puede eludir suresponsabilidad en la generación de las des-igualdades y en la producción de unacosmovisión jerarquizada de la sociedad y lacultura. Asentada, quizás como ninguna otrainstitución contemporánea, en la creencia deque la sociedad es capaz de construirse y trans-formarse conscientemente a sí misma, la escue-la no puede negar su contribución real a la con-servación de las estructuras sociales, políticas yeconómicas que en apariencia desea transfor-mar. Volcada, finalmente, sobre el proyecto de“reformar” en la práctica los “fracasos” que unapedagogía ingenua cree ver desde una raciona-lidad insuficientemente contrastada, la escuelaha de arrostrar los límites que le vienen impues-tos por un mundo que solo puede ser represen-tado fragmentariamente, y en el que no acabade estar claro si la institución escolar funciona apesar de sus fracasos o fracasa precisamenteporque funciona (319).

Un hecho que confirma la dualidad plantea-da, se expresa en las posiciones políticas in-ternacionales de los Estados, los cuales almismo tiempo que coinciden en la crítica alsistema educativo y le atribuyen buena par-te de responsabilidad en el malestar genera-lizado de la cultura, en ocasiones le enrostranun alto compromiso con las violencias ju-veniles; aunque también admiten que la “edu-cación es el factor determinante por el quese alcanza el desarrollo social, cultural, polí-tico y económico” (II Cumbre de las Améri-cas, 1998: 36).

De este modo, las alianzas estratégicas entrelos países, las potencialidades de su progresoeconómico y social, quedan cifradas a la ma-yor articulación y colaboración entre los siste-mas educativos. Sin embargo, se respira en elambiente general de la sociedad una explícitaadvertencia acerca de la educación, conside-rándola un asunto de la competencia generalde todos los miembros de la sociedad, pues sesabe de su intersección con la complejidad delas prácticas culturales, donde a su manera cadauno de sus miembros queda envuelto y hacecontribuciones al acto educativo. Por ello, lacrisis de los modelos institucionalizados, noinvalida el reconocimiento público de su pa-pel, por el contrario, convoca a que cumplanun rol, si se quiere más significativo de fronte-ras abiertas.

Formación permanenteVs. formación para unasociedad de lainformación yla comunicación

En la posguerra (1945) la mayor vincula-ción de la ciencia aplicada a la industria,favorece al conocimiento como su princi-pal fuente. Es por esta razón que se afir-ma que las estructuras de poder estarándefinidas por la capacidad que desplieguenlos individuos para producir conocimien-to, que en buena parte dependerá de sucapacidad para acceder a la información

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iradas al hábitatcirculante disponible. Hacia las décadas delos sesentas-setentas del siglo XX, el va-lor otorgado al conocimiento amplió susfronteras, porque los conocimientos orga-nizados en los formatos tecnológicos dela electrónica, la informática y latelemática, no sólo revolucionaron las co-municaciones, sino que tuvo efectos en lasindustrias, los servicios, las infraestructurasurbanas y la actividad cultural cotidiana.

La transformación de las estrategiascomunicativas, percibida por las culturascentroeuropeas desde 1945, en Colombiasolamente tuvo presencia en las dos últimasdécadas del siglo XX, cuando algunas acti-tudes, todavía insulares, intentaron quebran-tar la rigidez y la impermeabilidad de nues-tras organizaciones educativas, las cualesevidencian una dramática lentitud para leer,interpretar y readaptar sus tradicionales len-guajes y esquemas de comunicación.

Sin embargo, el movimiento lento de las ten-dencias hacia el cambio, deja observar elpeso del conservadurismo cultural en la ins-titución formativa expresado en situacionescontrastantes:

. Una rápida evolución de las estrategias deajuste en los métodos y las metodologías,que invitan a llevar la experiencia pedagó-gica a los ámbitos socioculturales noescolarizados4, donde se da poca corres-pondencia e incluso, alta resistencia del do-cente y de la institución escolar, que hacepensar en la estructura profesional del do-cente moldeada en una concepciónepistemológica de formación y entrena-miento5.

·El cuestionamiento de las nociones con-vencionales de enseñante, estudiante e ins-titución educativa. ”El hipertexto didácticoredefine el papel del enseñante transfirien-do parte de su poder y autoridad al estu-diante. Esta tecnología tiene el potencialpara hacer que el enseñante sea más un en-trenador que un conferenciante, que sea másun compañero mayor y con más experien-cia que un líder reconocido”. (Landow,1995:157)

·Desde esta perspectiva, la concep-ción del trabajo intelectual del docen-te incorpora aspectos intangibles nocontemplados por la visión centradaen el aula. En efecto, esta visión lle-va a que el enseñante se estanque aca-démicamente porque su principal es-fuerzo está en “dar la clase”, más queen prepararla. Porque incluso la pre-paración de la clase exige de una in-versión elevada de energía, recursosmateriales, tiempo y capital, que sevuelven rutinarias y no retornan enel sentido de que se establezca un pro-cedimiento de redistribución y cuali-ficación de los conocimientos. Ensuma, las nuevas tecnologías propo-nen una “desmaterialización” del pro-ceso educativo, que implica una me-nor utilización de los espacios y delos tiempos convencionales, particu-larmente de los que se condensan enla clase, para dar lugar a una mayorincorporación de “intangibles”, quepermitan el uso del correo electróni-co y de las consultas hipermediales,organizados a partir de seminarios ytalleres electrónicos.

El proceso de formación en el conoci-miento con la mediación de los sistemasinformáticos y el apoyo de la infra-estructuras tecnológicas, empujan a unreplanteamiento del orden educativo, el cualde entrada, está implicado en los cambios delas formas de producir, procesar, organizar ydistribuir la información. Ahora bien, la velo-cidad con que estas formas evolucionan y vuel-ven perece-deros susprogramas,formatos ymaterialesobliga a quelas preocupa-ciones de losdocentes sedesplacendel campode la distri-bución de

4 Es el caso de los proyectos pedagógicos, propuestos en la LeyGeneral de Educación, que en el marco de las metodologías abre unainmensa posibilidad de relación de la escuela con una concepciónde territorialidad ampliada, frente a la cual se resiste el enfoque deespacialidad cerrada del tipo clase especializada. No es fácil asírenegociar las estrategias de interdisciplina o trasdisciplina.5 A este respecto resultan instructivas las declaraciones de losprimeros documentos estadounidenses sobre la crisis educativa:“Nuestra superioridad en las esferas del comercio, de la industria, dela ciencia y de la innovación tecnológica hoy está a punto de sersuperada por competidores de todo el mundo...El peligro no consisteúnicamente en el hecho de que los japoneses fabriquen automóvilesde manera más eficiente que los norteamericanos y tengan subsidiosgubernamentales para el desarrollo y la exportación [...] La realidades que estas realizaciones significan una redistribución de lacapacidad de instrucción en todo el mundo. El conocimiento, lacultura, la información, la especialización son las nuevas materiasprimas del comercio internacional...[The National Commission onexcellence,1983]” (Ghilardi, 1993: 52-53)

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iradas al hábitatinformación al campo de la producción me-diada por la manipulación y experimenta-ción de la masa de informaciones, que obli-gan además a volver más interactivas lasdiferentes prácticas académicas einvestigativas, y especialmente los escena-rios en donde habrá que ser mucho máscreativos, flexibles e interactivos.

El campo fundamental de producción deconocimientos en educación, se sitúa en lapedagogíapedagogíapedagogíapedagogíapedagogía, esto explica por qué la base dela revisión epistemológica convencional pre-ponderante en las escuelas de formación dedocentes, convoca volver hacia las teoríaspedagógicas y sus derivaciones en las me-tódicas que le son inherentes.

La metódica: puntode encuentro delas epistemologíasy la tecnología

El hecho de que las epistemologías de lossaberes abran sus espacios a encuentros inédi-tos como por ejemplo el que se da entre laliteratura y el arte con las ciencias, plantea alproceso formativo retos para los cuales loshábitos tradicionales del docente solitario,quien asume con propiedad y competenciael oficio de “enseñar”, entra en conflicto consu dificultad de trabajo en grupo, por el es-píritu de propietario que asume en un “siste-ma” de responsabilidades parceladas sobreun saber específico.

Esta situación se ve agravada cuando en laescuela el docente pretende emular con lossistemas electrónicos, sin tomar en cuentaque la velocidad que estas expresan en elmanejo de informaciones, tiene como sopor-te unas estrategias de diseño de la informa-ción, alimentadas de las fuentes teóricasaportadas por la filosofía, especialmente porlas investigaciones en retórica y poética, ypor sus desarrollos contemporáneos: la se-miótica y la lingüística.

La comprensión de estas estrategias en un pro-grama de formación, pasa por la pedagogía, yen ésta por la metódica, en la medida que enesta última se sintetiza la capacidad analítica yprocedimental de una estrategia formativa (ladidáctica) con los métodos y modos de expre-sión de un saber particular. Todos estos aspec-tos, en su conjunto, configuran lo que podría-mos llamar una tecnología del conocimiento,en el cual la metódica (didáctica) y método (sa-ber particular) hacen simbiosis.

Restaurar el diálogo entre la pedagogía y la tec-nología, del cual históricamente sirve de evi-dencia el trabajo en conjunto entre la pedago-gía y las técnicas de la escritura, por ejemplo,es un testimonio que da cuenta además de unaapertura de la escritura del campo de los domi-nios de disciplinas particulares, a una experien-cia de fronteras abiertas en la cual actúan y co-operan diversos conocimientos y las propiasprácticas comunicativas de una sociedadalfabetizada electrónicamente o en trance deserlo. Esta es la razón por la cual la escritura ysu universo del lenguaje, son más un movi-miento que un espacio, más una estrategia queun dominio propiamente tal. Permite compren-der por qué sujetos no alfabetizados en la escri-tura no quedan excluidos totalmente del movi-miento masificador de los lenguajes tecnológi-cos contemporáneos.

En concordancia con lo anterior, los escenarioseducativos se parecen cada vez más a una es-trategia que a un espacio físico propiamentedicho, o por lo menos éste no es tan determi-nante como requisito para el aprendizaje. Con-serva valor para la comunicación verbal y es-crita, el contacto interpersonal y el desarrollode una afectividad social y cultural. Pero en laperspectiva de acceder al conocimiento y a lainformación, el uso de las tecnologías electró-nicas permite en su funcionamiento, organizardidácticas colaborativas operadas en red.

Aparte de las redes electrónicas, las redes so-ciales conformadas por los grupos no formalesde acción sobre un determinado campo deintervención o de afectividad, o las redes cultu-rales organizadas por las afinidades electivasrelacionadas con las artes y el uso del tiempo

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iradas al hábitatlibre, conforman estructuras comunicativas dela sociedad a través de las cuales se producepensamiento e información de una calidad di-ferente a la que el sistema escolar formal ges-tiona y legitima.

Una observación ligera de las dificultades ac-tuales de la escuela, podría explicarse a partirde la desconexión de las redes. En caso dereconfigurarse el juego de sus estructuras ymovimientos, la escuela podría adquirir el ca-rácter de un nodo de distribución e incluso deproducción de informaciones, ya que es en loslímites o fronteras por donde se desplazan lasredes, donde se encuentran sus principales fu-gas y conflictos comunicativos, acentuadosademás por la rápida desactualización de suejercicio y tarea informativa.

Las redes, planteadas en los términos expues-tos, registran -como hecho a subrayar- su vin-culación con procesos de aprendizaje social noformalizados. El campo de sus actividades,conforma el mundo de lo cotidiano, sin la in-terferencia de espacios o tiempos particulares,aunque muchas de sus prácticas han confor-mado de hecho programas formales einstitucionalizados, semánticamentediferenciables.

Cuando se habla de formación permanente cul-tural, ofertada a toda la población, se utilizanfundamentalmente los términos de educaciónde adultos, alfabetización, educación perma-nente, andragogía, educación contínua y edu-cación recurrente y, secundariamente, universi-dad popular, educación de base, educación delocio, aprendizaje vitalicio, animaciónsociocultural, aprendizaje contínuo, promocióncultural y, finalmente, aunque con matices, edu-cación compensatoria, un término que en losúltimos tiempos se ha ido imponiendo paradefinir las actuaciones del sistema educativopara suplir sus propias deficiencias. (Imbernón,1994:12)

De este modo, una estrategia de formación per-manente, considerada en el movimiento envol-vente de las tecnologías del conocimiento y lainformación, plantea como retos:

Establecer redes interactivas abiertas al en-cuentro intercultural y transcultural de laspoblaciones, de los grupos organizados, los

expertos y sus expresiones informales conla actividad formal de la escuela, todas ellasimplicadas en una epistemología de los len-guajes y las metódicas.

Organizar espacios dentro de las estructu-ras formales, especialmente en los planesde estudios, que permitan adaptaciones alas cambiantes transformaciones de la cul-tura y una apertura de las epistemologías aun mayor contacto con las prácticas de lacotidianidad social y con las modalidadescomunicativas no formales e informales dela cultura, máxime cuando se registra quelas fuentes de producción de informaciónproceden de aquéllas prácticas, las cualeselaboran y procesan volúmenes de infor-mación muy superiores a los que circulanen la escuela formal.

El hecho notorio de las tecnologías, es quehan nivelado los vínculos sociales con el acce-so y el uso de informaciones, poniendo al al-cance de todo tipo de usuarios, especialmentedel público letrado de las escuelas, un cualifi-cado y diverso volumen de conocimientos pro-cesados por distintas vías electrónicas, que muyrápidamente acaparan el interés del público yen consecuencia, desplazan o le quitan impor-tancia a las vías convencionales de registro ymovilización de los conocimientos, por ejem-plo, los formatos escritos, con los cuales la es-cuela mantiene una relación preferencial.

En la arquitectura educativa, la producción desoftware y sus aplicaciones en los multimedia,el hipertexto, la hipermedia, el CD-ROM, elcorreo electrónico, las autopistas electrónicas ylainternet, ponen en sobreaviso a los educado-res acerca de un procedimiento que es de natu-raleza compleja: la producción de conocimien-tos es fundamentalmente producción de soft-ware. Esto quiere decir que la tarea profesionaldel docente, si no quiere reducirse a la de unsimple operario de equipos, técnicas y herra-mientas, será proveerse de la formación que lepermita su desempeño como investigador enlos lenguajes comunicacionales, lo cual impli-ca comprenderlos como un universo inherenteal acto de conocer, muy diferente a la conside-ración que ha prevalecido, la de otorgarles sólouna valoración mediática.

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iradas al hábitatDe estas premisas, se desprende un cambio designificación en las estrategias y enfoques deformación de los docentes, los cuales necesa-riamente han de entenderse en el terreno de laproducción de una episteme social, caracteri-zada por una intensa movilidad comunicativay por unas formas de producción de lenguajesmuy aleatorios, elásticos, intercambiables e ima-ginativos.

Igualmente, la escuela que hasta el presente haservido de laboratorio para los docentes, ponea prueba su capacidad para reestructurarsecomo sistema comunicativo en red. Así, enten-dida como laboratorio de formación por exce-lencia, en los parámetros comunicativos actua-les, la formación hasta el momento asumida enun enfoque mediático, donde el alumno es in-terpretado como un medio para formar socie-dad, pierde vigencia, ya que una formación parala vida es un hecho simultáneo espacial y tem-poral. En tal sentido, una formación de compe-tencias en el estudiante es al mismo tiempo unaautoformación del docente y una co-formaciónde valores y estructuras sociales.....

En este contexto, una educación para la vida,no alude a una etapa particular de la misma ymenos aun se puede contemplar como la etapaterminal de un proceso, sino que se entiendecomo una experiencia diferida a lo largo de lostiempos y de las relaciones; presupone por lotanto la descodificación de los presupuestosepistemológicos que han modelado el diseñode las prácticas educativas, orientadas éstas,básicamente a controlar e impedir el movimientode los saberes, a consagrar valores, dominios yatavismos que socavan sus potencialidadescomunicativas y sus desplazamientos en la ur-dimbre de los sistemas.

Un presupuesto epistemológico en las condi-ciones culturales descritas, a la vez que otorgaun valor a la especialización de los conocimien-tos, contempla un espacio para el ejercicio dela controversia y de la crítica orientada a cues-tionar la exageración de los alcances y benefi-cios de la racionalidad científico-técnica, y encorrespondencia, valorar la lectura socioculturaly transcultural de sus impactos y afecciones.Tal es el sentido estratégico, por ejemplo, de

los proyectos pedagógicosproyectos pedagógicosproyectos pedagógicosproyectos pedagógicosproyectos pedagógicos de la educaciónbásica en educación ambiental, educación parala democracia y educación sexual, quemalentendidos como especialidades tienden aquedar restringidos a inofensivos ejercicios declase, neutralizando el acceso de la escuela decorrientes transversales de conocimiento comolas ecologías, las biotecnologías y la cibernéti-ca. Otro tanto podría afirmarse con respecto alos proyectos transversales de la educaciónmedia, en la filosofía, las ciencias económicasy las ciencias políticas, igualmente sometidas ala distorsión de su tratamiento como materias yno como estrategias estructurales que invitan altrabajo de taller pedagógico.

La importancia estratégica de los proyectospedagógicos, consiste en que sonsacan la es-cuela y sus prácticas del enclaustramiento, yhacen aportes para un rediseño de los disposi-tivos y procedimientos institucionales de so-cialización, cada vez más demandados por suspropios protagonistas, inclinados por un movi-miento espontáneo que favorece los espaciosdesescolarizados.

Sin embargo, para ocupar estos espacios, noestá preparada la docencia, y de esto da testi-monio la ambigüedad de su comportamientoen ellos. En algunos casos, es inevitable queacuda a otros expertos para que acompañensus actividades de campo, con lo cual se dauna sustitución de su rol; en otros, esta sustitu-ción se le delega a los liderazgos juveniles, es-pecialmente cuando la desescolarización estáreferida a temas recreativos o a expresiones ar-tísticas. En otras situaciones, se asume un com-portamiento negligente justificado en el usocalculado de los horarios, a la manera de pro-vocar una vía de escape; en otras situaciones,el docente asume la dirección del proceso.

Para todas las situaciones descritas, es evidenteque no existen criterios de preparacióninterpersonal e interdisciplinaria de las agen-das de campo; no están previstas metodologíaspara el desarrollo de pequeños ejerciciosinvestigativos; no está definido con claridad elvínculo entre tales experiencias con la progra-mación académica regular, en fin, no se identi-fican desafíos de conocimiento.

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iradas al hábitatDesafiar la perspectiva tradicional sobre laescolarización nos permite tanto comenzar acuestionar el modo en que está estructuradonuestro sistema educativo formal, como tam-bién examinar la construcción compleja de lasvidas de aquellas personas que pasan por lasescuelas, donde se las transforma, se las mantie-ne y se las define. Sabemos, por ejemplo, quehay algo más en el proceso de escolarizaciónque lo que la correspondencia entre lasinteracciones de los educadores y los resulta-dos educativos registra a cuenta de, como diceCharters, “acontecimientos técnicos” ocurridosantes de llegar el estudiante (Velasco y otros:357)

La cuestión, es que la conducta del docenteante los discentes se lee como un “aconteci-miento técnico” a lo largo de toda la experien-cia escolar; al estudiante se le toma como unátomo aislado, desplazado de su molécula so-cial, reactivo solo a acontecimientos imperso-nales. Pese a este formalismo, el estudiante ensu experiencia escolar muestra otrasfacetas:“van a clase, participan en actos depor-tivos, cantan en el coro de la escuela, acuden areuniones del consejo, comen juntos, hablanantes, durante y después de clase y desarrollanun amplio abanico de conductas. Y todo estoes parte del ambiente escolar. En todas estasactividades, los estudiantes tienen tendencia aformar grupos de amistad que, para muchosde ellos, son la verdadera dimensión de su vidacotidiana en la escuela” (355).

Las anteriores consideraciones, permiten plan-tear que para establecer interesantes enlacesentre metódicas y tecnologías de formación, esprocedente trabajar sobre los siguientes aspec-tos:

-Formación en técnicas antropológicas yetnográficas para flexibilizar el concepto depráctica educativa, a partir de una perspec-tiva de acción con el medio sociocultural.-Formación en teorías organizacionales aso-ciadas a enfoques epistemológicos paraflexibilizar los sistemas formalizados deorganización, programación y circulacióndel saber que permita una permanente in-corporación de los cambios y tendencias delconocimiento en las ofertas educativas eigualmente, que propicie la diversificaciónde opciones para el acceso y la permanen-cia de los sujetos en la vida académica, así

como la circulación de otros actores e inte-reses articulados a los contextos profesio-nales, familiares, económicos y culturales.-Formación en los lenguajes tecnológicosque permita combinar estrategiasinteractivas por medio de vías electrónicas,proyectadas a una internacionalización dela actividad educativa y de sus prácticas,que dé apertura a nuevos conocimientos, auna renovación en los usos de los espaciosy de los tiempos, a una mayor movilidadde sus miembros y de los contactos con otrosactores, en una perspectiva de estrechar losvínculos entre lo informal, lo formal y lo noformal; entre lo académico y lo no acadé-mico; la cultura y el conocimiento y entrela vida y el pensamiento, que se traduzcaen una profunda reestructuración de losámbitos de actuación, enmarcadas en unaracionalización de los aspectos académicos,pedagógicos y administrativos.

Prospectiva de lainstitución formativaen una sociedadculturalmenteinternacionalizada

En el Plan de Acción de la II Cumbre de lasAméricas6, además de ratificar la importanciacentral de la educación, se reafirma el compro-miso de los Estados para promover la coopera-ción horizontal y multilateral en materia edu-cativa y, en tal sentido instruye a la OEA, alBID y a la Comisión Económica para AméricaLatina y el Caribe de Naciones Unidas (CEPAL),para que

utilicen los mecanismos a su alcance para desa-rrollar y fortalecer la cooperación regional enáreas tales como educación a distancia utili-zando, entre otros medios, la tecnología satelital;pasantías y programas de intercambio; desarro-llo y uso de la tecnología de información parala educación; actualización de estadísticas edu-cativas y evaluación de la calidad, procurandoque la cooperación esté en función de las nece-sidades específicas de cada país (II Cumbre delas Américas: 39).

En este escenario,la educación que-

6 En este escenario se encontraron en abril de 1998, los jefesde gobierno y ministros de diversas carteras para tratar temasestratégicos del hemisferio latinoamericano y el Caribe.

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iradas al hábitatda posicionada como la referencia primordialdel desarrollo completo de la sociedad de lasnaciones latinoamericanas y del Caribe. La edu-cación, ya no se entiende como un determina-do sector de la política y de las preocupacionesestratégicas de los Estados. Es concebida en elcarácter de una mentalidad que hace posible ointerfiere en la realización de las grandes uto-pías de una sociedad.

La educación concebida como mentalidad,existe en cuanto está envuelta en un movimientode reciprocidades y de relaciones simultáneascon todos los factores que transforman losambientes y estructuras socioeconómicas yculturales de un país o para ponerlo de unamanera menos compleja, de un pequeño con-glomerado humano.

En el marco de estas relaciones, el acto educa-tivo se despliega a través de múltiples formas,una de las cuales, la de la educación formal, estan sólo un episodio, que podrá ser menos omás importante en el circuito de la acción, se-gún sean los nexos y correspondencias que es-tablezca con las demás formas y factores de laactividad educativa y cultural.

Vistas las cosas de esta magnitud, se puede afir-mar que la perspectiva de la educación formalestá indisolublemente vinculada al destino defactores que hasta el momento la estructura for-mal había considerado como externalidades asu proceso. Es en estos términos, que se puedeafirmar que si la prospectiva cultural evolucio-na en la dirección de los factores tecnológicos,es por consiguiente un destino, un reto y undesafío de la educación formal construir un diá-logo de bilateralidades con sus lenguajes, pro-cesos, ámbitos y estrategias.

La construcción de un diálogo debilateralidades implica para la educación sa-ber cuál es su papel y su compromiso conuna determinada visión del desarrollo.

Estamos como nunca hasta ahora en lahistoria, frente a un desafío a nuestra mis-ma razón, que nos exige replantear a fon-do los modelos y estilos de desarrollo so-bre los que nos hemos fundamentado y,desde luego, principalmente nos obliga aprecisar con claridad el objeto mismo del

desarrollo y de todos los esfuerzos nacio-nales para lograrlo. [...]Se ha venido aceptando que el objeto del desa-rrollo es mejorar la calidad de vida de los co-lombianos, y para evaluar éste término en lapoblación hemos establecido indicadores cuan-titativos que han señalado el grado del tenerbienes [...]

Esta ya histórica costumbre de relacionar direc-tamente la calidad de vida con el tener servi-cios o cosas materiales, ha confundido el obje-to del desarrollo, pues es evidente que el tenermás de por sí no es el ser más. [...]

Este ser mejor (la capacidad de vivir plenamen-te) implica el aumento simultáneo de nuestrosconocimientos y capacidades racionales,volitivas y estéticas. Se trata, si se quiere, detener más, pero a otros niveles superiores de lacapacidad humana del tener, que trasciendan elposeer lo material y lo consumible, como tenercultura, ciencia, educación, moral, etcétera.(Aldana y otros, 1995: 45)

A esta visión del desarrollo se la reconoce comodesarrollo humano sostenible. En la medidaque sostenibilidad significa resolver nuestrasnecesidades y expectativas de vida sin afectarlas oportunidades de las futuras generaciones.Ante esta situación una amplia diversidad deciencias emprenden una revisión de sus con-ceptos y racionalidades, disponiéndose paraaprender de los ecosistemas, de las comunida-des sostenibles de plantas, animales y de losmicroorganismos.

Una cultura del aprendizaje se refiere a unacapacidad de adaptación de los individuos alos cambios que se operan en los modos deresolver problemas. Es un hecho que desde laantigüedad los hombres tuvieron que resolverel problema de los regadíos en los pequeños ograndes cultivos, y para esto se apropiaron detécnicas que en cierta forma están en la base delas ingenierías agrícolas e hidráulicas de hoy.La aparición de estas técnicas trae consigo oexige adaptaciones sociales, algunas expresa-das masivamente, otras reconocidas exclusiva-mente por algunas sociedades.

El hecho es que los desarrollos técnicos de hoy,tienen un carácter masivo y si se quiere

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iradas al hábitatavasallante, dando lugar a la desaparición omerma de sentido e importancia de algunasciencias, o a la mutación de ellas en otrosformatos, o también a la aparición de nue-vas ciencias. Con estos cambios los perfilessocioprofesionales se han modificado en al-gunos casos, radicalmente. Pero en generalla tendencia es que todos los perfiles seanmodificados por la relación inevitable conlas nuevas técnicas.

Con respecto a los docentes la pregunta sería siel perfil socioprofesional permanece inmuta-ble o ha de ser reinscrito en el panorama de losnuevos lenguajes. Aceptar la reinscripción su-pone considerar posibles vías, campos y mo-delos en los cuales ha de moverse la búsqueday la práctica del docente hoy.

El asunto es que a estos perfiles se le han agre-gado una serie de atributos, traducidos a exi-gencias que generalmente se pretenden obser-var en los resultados terminales en los estudian-tes. Ahora bien, tomados en su conjunto, noexiste mayor claridad acerca de cuál es el perfilprofesional del docente, salvo que este se re-duzca a una determinada condición gremial.

Entre las razones que se pueden presentar paraargumentar lo que podríamos llamar la para-doja de la profesión, está la imprecisión sobre aqué tipo de razones responde la profesión do-cente. Hecho éste cada vez más difícil de resol-ver porque las prácticas, más que susteorizaciones, definiciones y explicaciones, es-tán subsumidas entre un fárrago de argumen-tos legales, y ponen en evidencia una escisiónde su principal fuente de argumentación: la pe-dagogía, por la injerencia o el contragolpe derazones que se consideran superiores o mejo-res a ésta, o por la superposición de los objetoscon los cuales indefectiblemente establece di-versas relaciones.

Esta circunstancia identificada como un sínto-ma internacional de la crisis de la profesióndocente, respondería a la consideración de que“el oficio del enseñante se caracteriza por laausencia de modelos concretos para emular,por líneas de influencia poco claras, por unaclaridad con frecuencia contradictoria de crite-

rios de valoración, por la ambigüedad en la va-loración de los tiempos y por la inestabilidaddel resultado”. (Ghilardi, 1993: 20)

Todos estos aspectos identifican un mapa decircunstancias y situaciones que no se puedenpasar por alto cuando se encara el asunto de laformación, porque en la intención y en el inte-rés de esta acción, tiene incidencia directa laactualización y desarrollo permanente del co-nocimiento en sus distintas áreas, y esta inci-dencia está implicada además en los cambiosde las infraestructuras culturales y las metamor-fosis de las organizaciones sociales.

A esas transformaciones, Alvin Toffler las de-nomina El cambio del poder

Para ‘nosotros’ porque nos hallamos en el alborde la Era del Cambio de Poder. Vivimos unosmomentos en los que toda la estructura delpoder que mantuvo unido al mundo sedesintegra, y otra, radicalmente diferente, vatomando forma. Y lo está haciendo en todos ycada uno de los niveles en que habíamosestratificado la sociedad humana.

En la oficina, en el supermercado, en el banco,en el despacho de la dirección general, en nues-tras iglesias, hospitales, escuelas y hogares, lasviejas formas del poder se están desgarrando alo largo de extrañas y nuevas líneas. (1990:25)

El cambio de poder se expresa en:·Modificación estructural de un modelo deeconomía básicamente industrial a un mo-delo económico de producción de servicios.·Descodificación de los esquemas y mode-los socioprofesionales e igualmente de lasdemandas ocupacionales, que colocan enuna posición preeminente a los conocimien-tos técnicos y tecnológicos.·Conformación de nuevas fuentes en la pro-ducción y distribución de conocimientos,que da cuenta de un fuerte movimiento eintercambios entre las civilizaciones y lasculturas, que demanda cada vez más la par-ticipación de las lenguas internacionales enel desarrollo del conocimiento.·Amplio despliegue de las innovaciones quehacen del conocimiento la principal fuentede poder y de formulación de los grandestemas políticos de la sociedad.·Surgimiento de una nueva tecnocraciamundial, fundamentada en la informática y

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iradas al hábitatsus aplicaciones en prácticamente todos losconocimientos.

En la medida que la profesión docente antece-de al oficio, en el sentido que la tradición cultu-ral ha hecho que sea en la escuela y la universi-dad por donde pasan primero las técnicas decomunicación e incluso de ella surgen y se for-man otras profesiones y cuerpos profesiona-les, es inminente que se tomen en cuenta estoscambios, porque en ellos está involucrado eldestino de la propia profesión docente e igual-mente, la cadena de relaciones y redes que seconfiguran con la escuela y sus actos.

El hecho fundamental es que la frontera quedelimitaba roles entre el docente y otrosmiembros de la sociedad y, entre la escuelay otros cuerpos institucionales de la cultura,ya es bastante difícil de mantener en su esta-do original, si es que podemos hablar desemejante estado, dado que en su origen, laescuela colombiana, tiene y registra diver-sas influencias de la iglesia católica, las igle-sias cristianas, las ideologías políticas y lasdemandas de la empresa, entre otras.

En consecuencia, la formación histórica de laprofesión puede plantearnos datos distintos dela formación histórica de los conceptos, de lasteorías y de las prácticas pedagógicas. Enten-dida la situación en una perspectiva más am-plia, la de la cultura, por ejemplo, encontramosvecindades de la pedagogía con prácticascomunicativas que cumplen funciones socia-les educativas, pero sin fundamentación en lapedagogía y probablemente con un impactoantipedagógico, así socialmente tenga un am-plio reconocimiento y aceptación.

Actualmente la sociedad enfrenta dilemas deeste tipo, la práctica social de la comunicacióneducativa lleva a dudar de la tareacomunicativa basada en la pedagogía y aconsiderar como más eficientes determina-dos espacios estructurados en las tecnolo-gías, los cuales gradualmente han venidoganando autodeterminación y preponderan-cia en los direccionamientos de Estado. Esel caso de los programas curriculares llama-dos desescolarizados, algunos sustentados

en el trabajo autodidáctico del estudiante,otros en el desarrollo adicional de las técnicasde la televisión y la radio, otras muy recientesen el uso de los lenguajes de la internet; en to-dos los casos la cuestión de fondo está en lamodificación de las variables de tiempo.

Las opiniones sobre la hipótesis de que los ni-veles de aprendizaje alcanzados por el alumnoestán directamente relacionados con la canti-dad de tiempo que ha pasado en la escuela con-cuerdan ampliamente en el mundo pedagógi-co. En efecto, tanto las conclusiones de las in-vestigaciones educacionales como el simplesentido común parecen estar de acuerdo en (sic)el hecho de que el tiempo completo de exposi-ción escolar constituye una variable fundamen-tal del rendimiento del alumno. [...]

La perspectiva que se adopta más frecuente-mente para abordar el problema tiempo/escue-la es la que surge del análisis del calendarioescolar”. (Ghilardi, 1993: 52)

Pero el fondo de la cuestión apenas está porinvestigarse, porque lo que importa finalmen-te no es cuánto tiempo permanece el estu-diante en la escuela, sino cómo y en qué uti-liza este tiempo. “lo que quizá sea más inte-resante observar es el tipo de evolución queparece mostrar la reflexión misma sobre elcalendario escolar: pasa de ser un mecanis-mo regulador externo de dimensiónformativa a ser un instrumento de trabajocapaz de adecuarse a las exigencias de laorganización escolar y a las de su utilidad”.(Ghilardi, 1993: 53)

Una adecuación concebida en tales térmi-nos, plantea inquietudes como qué es lo queidentifica una organización escolar, en elsentido de saber qué es lo propio de la es-cuela, cuál es su competencia cultural, y éstaen qué se distingue de otras asumidas comointerés particular por otras organizaciones.Porque la institucionalización de un actohumano es, en suma, la formalización delpensamiento que lo anima. Y en el caso dela escuela, aspectos generales como los dela identidad nacional, están en el fundamen-to de su quehacer. Los estudios básicos a lavez que están comprendidos en una lecturauniversal de la humanidad, responden ade-más a la lectura de una humanidad específi-

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iradas al hábitatca, que es en cierta forma la que le da unsentido a la práctica pedagógica.

En el terreno de una identidad7, es donde seresuelve el estar en un mundo particular, queno es otro, distinto al mundo de la cultura na-cional. Pero cómo resuelve la escuela esta iden-tidad en un mundo globalizado por los medios,donde se dan unos sistemas de interaccionespolíticas, mentales, económicas, lingüísticas yculturales, y donde por lo mismo las prácticasse disuelven en un cúmulo de referentes, noconvencionales y no habituales al gesto y len-guaje escolar.

En este orden de ideas, es válido preguntarseretroactivamente qué papel ha jugado la escuelaen el asunto de la construcción de identidades,y en este universo general qué es lo que identi-fica a la escuela, qué expresión y qué fuerzatiene la construcción de identidades en los pro-gramas y estrategias de formación de docen-tes. En forma extensiva, habría que preguntar-se cuál es el peso de los referentes científicos ytecnológicos con respecto a la construcción deidentidades, comparativamente con los referen-tes religiosos, simbólicos y políticos, envueltosen la retórica y generalmente más importantesen las preferencias y gustos de los programasde divulgación escolar.

En síntesis, se trata de responder nuevamenteal concepto de las identidades y los mapas don-de los lenguajes recrean sus imágenes e imagi-narios, reconfigurando los territorios, los espa-cios y los tiempos mediante la simultaneidad,el paralelismo, la diferenciación y la asociaciónlibre.

Plantearse el asunto de la identidad en estostérminos, puede derivar a una interesante ex-perimentación con variedad de currículos, deplanes de estudios, de estrategias, de pedago-gías y de didácticas, que no necesariamente res-pondan a criterios de uniformación,secuencialidad lineal, grados o niveles.

Ahora bien, es común escuchar en la críticaesbozada sobre las pluralidades y diferencia-ciones, una preocupación más centrada en laevaluación de los resultados que en los proce-

sos. Según esta crítica lo que interesa es la can-tidad de informaciones adquirida por el estu-diante y con ella la capacidad para responder apreguntas donde predominan las definicionesy las fórmulas, y queda en un segundo plano lacapacidad reconstructiva del conocimiento queda básicamente la apropiación de conceptos apartir de métodos comparativos, experimenta-les y relacionales.

Estos métodos, que generalmente motivan con-tactos interpersonales más horizontales entre elcuerpo de docentes y estudiantes, son los queplantean mayor dificultad para el educador,quien ante la incapacidad para resolver metó-dicamente los contactos en la divulgación deconocimiento, opta por imponer limitacionesy obstruir el trabajo interactivo, llevándolo amantener el dominio de los esquemas tradicio-nales de estudio.

Estos obstáculos que son de naturalezaepistemológica unos, y otros de carácterontológico y gnoseológico, proponen volver ainterpretar al docente en su condición de suje-to, y encarar su experiencia con la preguntacómo aprende el docentecómo aprende el docentecómo aprende el docentecómo aprende el docentecómo aprende el docente, para saber cómo seapropia de la cultura, cómo es su discernimien-to de los saberes que no son de su competenciay cómo organiza su capacidad de construir einvestigar conocimiento.

Reconocer el universo de los obstáculos, faci-lita valorar los dominios que en el orden de loslenguajes posee el docente e igualmente losimaginarios con los cuales interpreta la reali-dad, la modela, la representa y la difunde. Por-que es en el espacio difuso de la realidad, desus composiciones abstractas y concretas, don-de todo sujetoconstruye su parti-cular identidad yorganiza la memo-ria que socialmen-te lo dispone paraestar en la cultura,representarse enella y establecersus específicos sen-tidos de orientacióny permanencia enla misma.

7 La desmovilización de amplios sectores de la poblaciónocasionados por las confrontaciones militares, las obras deinfraestructura y los desastres socionaturales, registransituaciones preocupantes que caben en su conjunto, en el temade las migraciones. Todavía no se sabe en el ámbito educativoque factores quedan comprometidos en una analítica educativa,orientada a preparar al docente para encarar sus alcances, si setiene en cuenta que generalmente los docentes estáninvolucrados en la migración forzosa. Afrontar la migraciónentraña asumir “la pérdida simultánea de numerosos objetos,vínculos, ámbito familiar e idioma, y ser capaz de unaflexibilidad y estabilidad suficientes como para desarrollar lavida cotidiana en otro país.Es decir, implicaba la necesidad de elaborar un duelo porpérdidas múltiples y recuperar las cargas libidinales de objetonecesarias para establecer vínculos nuevos” (Grinberg L. yGrinberg R., 1993: 152).

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Desde la década de los ochenta del siglopasado hasta nuestros días, la realidad apa-cible de las sociedades industrializadas,cede a una explosión interior en donde loque prima es la imagen.

La publicidad entrada por derecho pro-pio en la vida cotidiana, elevada al gradode espectáculo, primera dama en los sa-lones, invade con sus ritmos el lenguajecinematográfico, los videoclip, los pro-gramas televisivos de variedades. Comoen un gigantesco juego colectivo, las pa-labras sin sentido de la publicidad inva-den el lenguaje común y los fragmentospublicitarios se encuentran en los luga-res más impensables: desde los pupitres

de los colegios a los titulares de los pe-riódicos (Morace, 1993: 49).

Por esta razón se afirma que nos encon-tramos ante un mundo preeminentementevirtual. Esto explica un cambio cualitati-vo en las estructuras de conocimiento, don-de podemos apreciar un lento pero firmecambio de una cultura basada en la escri-tura a una sociedad que se rige por loscánones de la imagen. El cambio de lasalfabetividades es verdaderamente com-plejo e impredecible. Pero aun así está to-cando a la escuela, en su condición másvertebral, la del lenguaje.

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Introducción

Estudiar el hábitat implica inexorablementeestudiar un sistema complejo. Las propues-tas para estudiar este tipo de sistemas seorientan hacia la transdisciplinariedad. Dehecho ese campo del conocimiento, relati-vamente reciente, llamado Ciencias delHábitat, es un lugar en el que convergen di-versas disciplinas. El diálogo entre las disci-plinas -su verdadera comunicación- apare-ce entonces como una herramienta muy po-derosa ante dicha complejidad. Entre losabanderados de esa causa, tal vez el más co-nocido en nuestros medios académicos esel pensador francés Edgar Morin. Como él,muchos otros pensadores y estudiosos de lossistemas complejos han abogado por esasuerte de propuestas.

Pero la discusión no debe limitarse a las ne-cesidades de carácter epistemológico en laformación de tales comunidades de conoci-miento: hay un sinnúmero de taras cultura-les, muy propias de nuestros ámbitos aca-démicos e investigativos locales, que se in-terponen al desarrollo de ese tipo de comu-nidades. El autismo intelectual y la omisiónde lo que nuestros pares hacen, no sólo en

otras instituciones, sino incluso dentro de lasmismas instituciones, dan lugar a graves pér-didas de esfuerzos y de recursos3 . Se tratade denuncias que se han vuelto casi lugarescomunes, y ante las cuales los cambios ennuestras sociedades de conocimiento hansido poco contundentes, por no decirinocuos. En este punto, es menester insistiren que el intercambio de conocimientos nosólo es un asunto de índole cuantitativo sinocualitativo: no basta con acumular informa-ción, con sumarla linealmente, pues las so-ciedades del conocimiento precisan del in-tercambio del mismo para velar por su perti-nencia y calidad.

Por otra parte, vale la pena señalar que en lasociedad globalizada e informacional en laque estamos inmersos, la exclusión y el ais-lamiento se hanvuelto, paradóji-camente, las cons-tantes. Las redes,y en particular, lasredes de conoci-miento, integran,con lazos muy es-

Daniel Hermelin BravoDaniel Hermelin BravoDaniel Hermelin BravoDaniel Hermelin BravoDaniel Hermelin Bravo11111

El presente ensayo se basa en la propuesta caja de herramientas, y sus resultados, del curso “Tecnolo-gías en la construcción de políticas ambientales y culturales para la intervención del hábitat” (que

llamaremos en el texto curso corto), realizado entre agosto y octubre de 2001, por la Escuela del Hábitat-Cehap y su Programa FORHUM, de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colom-

bia, Sede Medellín. En la caja de herramientas se propusieron ejercicios en aras de contribuir aldesarrollo futuro de una red de conocimientos sobre el hábitat local. Para este fin, y con base en dicha

propuesta, se analizaron varios de los problemas más importantes de intercambio de conocimientos, y suenorme relevancia en la intervención del hábitat y en la construcción de redes de conocimiento.2

1 Ingeniero Químico de la Universidad Nacional deColombia, sede Medellín (1998); D.E.A. en Enseñanza yDifusión de las Ciencias en la Universidad París XI (2000).Profesor de la Ruta de Estudios Comunicativos,Departamento de Humanidades, Universidad EAFIT,Medellín. Correo electrónico [email protected] Como complemento para este texto, al final se anexan lasguías usadas en la caja de herramientas, con el fin de quepuedan ser usadas por las instituciones.3 Uno de los más frecuentes: lo que popularmente se conocecomo la reinvención del agua tibia.

La comunicación delconocimiento y laintervención en el

hábitat local

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iradas al hábitattrechos, a unos cuantos, pero excluyen alresto (Castells, 1998). Este es uno de losmuchos motivos por los cuales los proble-mas de comunicación han tomado una rele-vancia cada vez mayor en las Ciencias So-ciales, especialmente en los últimos años.Pero no ha sido algo exclusivo de dichasciencias: también las ciencias naturales hanincursionando en la comunicación comoobjeto de estudio. La ecología, campo delconocimiento cercano al problema de la com-plejidad por antonomasia, y en el que con-vergen varias ciencias naturales y exactas,es una de las ciencias que más se ha ocupa-do de ese objeto.

Así pues, la caja de herramientas fue un ejetransversal en el curso corto que intentóplantear una gama de problemas relaciona-dos con la comunicación del conocimien-to4 . En consecuencia con lo mencionadoanteriormente, dichos problemas se discu-tieron tanto desde una perspectivaepistemológica y técnica, como desde unaperspectiva cultural y ética.

La propuesta de caja de herramientas bus-có entonces mirar con detenimiento estosproblemas particulares: la comunicación deconocimientos intrainstitucional, la comuni-cación de conocimientos interinstitucional,y el intercambio de conocimientos con la co-munidad. Esto con el objeto de tener máselementos de juicio antes de llegar a dos te-mas muy importantes del curso: losindicadores y la modelación, que son dosmaneras concretas de plasmar los conoci-mientos que usan y producen las institucio-nes, y para los que el problema de la comu-nicación del conocimiento es imprescindi-ble, como se verá más adelante.

Por último, es importante anotar que el aportede la caja de herramientas giró en torno alas necesidades y a las dificultades para crearuna red de conocimientos sobre hábitat lo-

cal. Desde unprincipio se hizoénfasis en que laspretensiones, unavez terminado elcurso, le apunta-

ban más a propiciar una red de ese tipo quea construirla. La experiencia con un cursode esa naturaleza era innovadora, y la tareamagna y difícil, más aun si se considera ladiversidad en los campos de interés y de tra-bajo de las instituciones y de los participan-tes en el curso. De ahí la modestia en talespretensiones con la red de conocimientos.

Algunas generalidadessobre la comunicacióndel conocimiento

De antemano es importante hacer énfasis enel concepto de comunicación. Aquí enten-demos comunicación como un intercambio,como una interacción, como un flujo en to-das las direcciones entre los individuos rela-cionados. Esto contrasta con el concepto deinformación, que es un flujo unidireccional,sin diálogos entre las partes involucradas(Escarpit, 1973).

Entre los tres escenarios de comunicaciónen los que se dividió la caja de herramien-tas (la comunicación de conocimientosintrainstitucional, la comunicación de cono-cimientos interinstitucional, y el intercam-bio de conocimientos con la comunidad)existen relaciones muy fuertes. No obstan-te, es importante separarlos para facilitar suanálisis y los diagnósticos respectivos. Setrata de escenarios prioritarios a la hora deplantear los problemas para crear o, mejor,fortalecer, las sociedades del conocimiento.Pero antes de hacer énfasis en tales escena-rios, detengámonos en algunos obstáculosen la comunicación típicos de nuestro me-dio.

En primer lugar es preciso hacer alusión aun problema muy conocido pero nunca su-ficientemente tratado: la incapacidad para eldiálogo. La disposición para escuchar es algopoco común en nuestras incipientes socie-dades del conocimiento. La falta de interésen lo que el otro tiene para decir, el no teneren cuenta la palabra ajena, es, cuando me-nos, nefasto, y siempre irá en detrimento dedichas comunidades. De ahí que en nues-

4 No es gratuito que el primer ejercicio propuesto allíconsistiera en hacer una sucinta descripción del proyecto quecada participante, se supone, traía para trabajar en el curso.Para ello se propusieron unas pautas. Se trataba de un primeracercamiento al problema de la comunicación delconocimiento. Desafortunadamente la mayoría de participantesincumplieron con este ejercicio, y esto perturbó el desarrollodel trabajo con la caja de herramientas.

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iradas al hábitattros ámbitos estemos tan dados a opinar yno a argumentar: lo emocional termina an-teponiéndose a lo racional. Si refutar noshace falta, aceptar que se nos refute es casiun lujo para nosotros. Se nos olvida pues,como diría Savater (1997:137), que vivir enuna sociedad plural impone asumir que loabsolutamente respetable son las personas, nosus opiniones, y que el derecho a la propia opi-nión consiste en que ésta sea escuchada y dis-cutida, no en que se la vea pasar sin tocarlacomo si de una vaca sagrada se tratase.

Otro problema, directamente relacionadocon lo anterior, es el que tiene que ver con lafalta de confianza. Retomando a Mockus(2000), la falta de confianza de nosotros loscolombianos se basa en que no contamoscon que el otro se regula por su propia con-ciencia, y, en cambio, sí contamos con laregulación de nuestra propia conciencia. Esdecir, no les damos la oportunidad a los de-más de que sean nuestros jueces. Y el juicioajeno es indispensable para una comunidaddel conocimiento, siempre y cuando se so-porte en la argumentación.

Es preciso detenerse en estos asuntos. Mu-chas veces problemas éticos y culturalescomo los que estamos planteando, y que son,aparentemente, tan conocidos, pueden inci-dir mucho más negativamente en los inter-cambios de conocimientos -y en la constitu-ción de redes- que las limitantes económi-cas, técnicas o epistemológicas típicas decualquier proceso comunicación del cono-cimiento.

Más arriba se habló de las necesidades deltrabajo transdisciplinario. En las aproxima-ciones a los sistemas complejos se usa la vi-sión holista, que se basa en dicho trabajo;no es que las aproximaciones reduccionistasy deterministas sobren, sino que son el com-plemento y a la vez el sustento del enfoqueholista. Este enfoque de alguna manera re-produce la estructura de los sistemas com-plejos en el sentido de que el todo es mayorque la suma de las partes. Aquí es recurrentemencionar el principio dialógico deMorin (1990: 105) el antagonismo y lacomplementariedad tienen una relación

inextricable. Se trata de una herencia de losdesarrollos de la mecánica cuántica: la dua-lidad onda-partícula del electrón (dualidadantagónica y complementaria), por ejemplo,es un reflejo del principio dialógico.

Comunicaciónintrainstitucional

Sobre los problemas de comunicación den-tro de las instituciones la bibliografía es infi-nita. Y sí que lo es aquella que se ocupa dela comunicación en las empresas privadas,como herramienta para acentuar el control eintensificar la producción. No obstante,como dice Prieto Castillo (1990), no se pue-de pretender extrapolar estos estudios y es-tas técnicas para aproximarse y actuar sobrelos problemas de comunicación en las orga-nizaciones populares. Muchas veces se con-funden fines y medios, y una cosa es la co-municación como acompañamiento del otroy otra la comunicación como uso del otro:mientras en la primera se trata de compartir,en la segunda se trata de invadir. Se trata,pues, de “una comunicación volcada a losdemás, basada en la capacidad de creer enellos, en el respeto y no en oculto o mani-fiesto desprecio” (1996:107).

En cada institución siempre existe un gradode entropía en la comunicación5 , que nosiempre tiene que ver con los celos discipli-narios o con las restricciones económicas.Algunos miembros de las instituciones bus-can niveles soportables de entropía, de talmanera que se favorezca la desidia y se sos-tengan las cuotas de poder. De ahí que sehaga necesario, pues, establecer mecanismosque permitan hacer diagnósticos de comu-nicación al interior de las instituciones, conla mayor frecuencia posible (1990)6 .

Una forma esencial de comunicación del co-nocimiento es la que los teóricos de la argu-mentación llaman la autodeliberación(Monsalve, 1992: 68). La ausencia deautocrítica es unabarrera infran-queable al cons-truir sociedades

5 Aquí se considera la entropía como pérdida en lacomunicación, en oposición al modelo de C. E. Shannon,famoso desde los años 40, en el que la entropía representa lapérdida de información.

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iradas al hábitatdel conocimiento, en otras palabras, no sepuede pensar en construir redesinterinstitucionales de conocimientos si nose cuestiona la comunicación del conoci-miento en el seno de las instituciones mis-mas. Por otra parte (Prieto Castillo, 1990),las instituciones que adolecen de problemascomo el exceso de autoritarismo en su inte-rior, suelen reproducirlos en su relación conlas demás instituciones y con la comunidad.Las instituciones que, por su falta de coordi-nación y por su acumulación irregular depoder, tienen el carácter de “anarquías orga-nizadas” -a las que alude Prieto Castillo(211)- son las que típicamente caen en lasprácticas que acabamos de mencionar.

Comunicacióninterinstitucional

Evidentemente, para que se dé el intercam-bio de conocimientos entre institucionesdeben existir objetivos en común que lo jus-tifiquen. Este debería ser el caso de las insti-tuciones que estudian e intervienen el hábitatlocal. No obstante la urgencia de tales obje-tivos comunes, las instituciones deberían veren la circulación de conocimientos con otrasinstituciones, una oportunidad para validarsu información y sus investigaciones. La co-municación de conocimientos es el lugar parafortalecerlos, y no para simplemente sumarinformación linealmente. La retroalimenta-ción se hace indispensable. Incluso desde elpunto de vista económico, en muchos casosel flujo multidireccional de conocimientoses mucho más provechoso que el hecho deno compartirlos por no darle ventajas a lacompetencia.

Es muy común que en nuestras comunida-des académicas se desconozca lo que los co-legas, incluso de ramas afines, están hacien-do. Esto se debe en parte a que se confun-den las emociones con lo racional, y los de-bates suelen llevarse al plano personal. Sinembargo, vale la pena anotar que en esto

también tiene quever que estamosen una cultura

que tiende mucho más a la comunicaciónoral que a la escrita. Parece olvidársenos quepara fortalecer las sociedades del conoci-miento la comunicación escrita es una he-rramienta indispensable. De ahí el mal ma-nejo que se le da a conceptos como el deestado del arte7 . (Conocer el estado del artede un tema no es otra cosa que conocer loque sobre él se ha avanzado, y para ello elcamino más apropiado es el del acceso a laspublicaciones sobre dicho tema).

Ahora bien, reconocer falencias como lasanteriormente mencionadas debe llevar atransformaciones importantes, con el fin deconsolidar los nexos interinstitucionales des-de el punto de vista del intercambio de co-nocimientos. La inversión en canales de in-tercambio de información, en particular enpublicaciones de carácter científico, deberíaverse como una absoluta prioridad. Mien-tras no se fortalezcan las bibliotecasinstitucionales -y el uso de ellas, claro está -y no se favorezcan el acceso y la difusiónde la información, en especial la escrita, lasredes de conocimientos que se construyancorrerán el riesgo de ser efímeras, ineficientesy de corto alcance.

Comunicación delconocimiento entre lasinstituciones y lacomunidad

En los estudios sobre el hábitat el reconoci-miento de los saberes de la comunidad esimprescindible, como lo es también que lacomunidad conozca los saberes que las institu-ciones desarrollan para su intervención. Forta-lecer el vínculo entre las instituciones y la so-ciedad civil, en especial desde el punto de vistade la circulación de conocimientos, no es otracosa que fortalecer la democracia y los meca-nismos de participación. Por eso, hay que mi-rar con cautela los riesgos de que las comuni-dades creen dependencia con respecto a las ins-tituciones que las benefician8.6 En lo que respecta a la evaluación de los problemas de

comunicación intrainstitucional del conocimiento, las guíasde la caja de herramientas proponen un mecanismo de ese tipo.7 Una adaptación del término en inglés, the state of the art.

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iradas al hábitatLos esfuerzos de las instituciones por difundirsus conocimientos hacen que éstos adquieransentido, les da un valor social. La difusión delconocimiento contribuye a que la sociedad seapropie de su destino, a que vele por lasimplicaciones sociales, políticas y económicasque tiene el desarrollo de los saberes científicosy tecnológicos (Canguilhem, 1961).

La reflexión sobre los mensajes y las circuns-tancias en que se transmiten debe ser de prime-ra relevancia en las instituciones. Es precisopensar en lo que el destinatario puede percibir,lanzar hipótesis sobre la recepción del mensa-je9. Claro que esto se extiende a cualquier es-cenario de comunicación. Además es impor-tante insistir en que la reflexión es tanto sobrelos contenidos como sobre la forma del men-saje. La forma es lo que le da contundencia alcontenido y termina confundiéndose con él10.

Ahora bien, ya se habló de la necesidad de te-ner en cuenta los saberes de la comunidad. Mu-chas veces los conocimientos y las experien-cias de la comunidad pueden ser más pertinen-tes que los de los provenientes de los mediosinstitucionales o académicos tradicionales, opueden complementarlos enormemente. Omi-tirlos puede llevar a la extrapolación desafortu-nada de modelos en forma inefectiva, e, inclu-so, contraproducente. Es preciso anotar que,para la relación entre las instituciones y la co-munidad en este ámbito, se necesitan recono-cer no sólo la información y los saberes de ésta,sino también sus escenarios y sus prácticas decomunicación. En un proceso de esa índole sedeben registrar los intercambios, deben apare-cer las memorias de dicho proceso Ceballos(2000).

La comunicacióndel conocimientoy los indicadores11

Los indicadores constituyen herramientas desuma importancia para la intervención en elhábitat. No sólo sirven como soporte paraestablecer políticas, sino también para veri-ficar las ya establecidas, tanto en su perti-nencia como en su transparencia. De ahí la

trascendencia que debe dársele a la eleccióny la construcción de los indicadores.

En todas las ramas del conocimiento se usanindicadores, y la gama es infinita. Se pue-den considerar dos extremos: los indicadorescuantitativos y los indicadores cualitativos.Ambos son muy utilizados en las decisio-nes políticas de las sociedades modernas. Laestadística es el soporte de la construcciónde muchos indicadores cuantitativos, en par-ticular aquellos en los que se apoyan laspolíticas de nivel macro.

La construcción de los indicadores no siem-pre es clara, aunque sí se supone que lo essu lectura. Los esfuerzos en difusión del co-nocimiento deberían apuntarle a este proble-ma, pues al entender dicha construcción lasociedad reconoce la importancia de losindicadores, y esto les da un carácter másdemocrático. El intercambio de indicadoresno debería reflejar sólo el intercambio de in-formación sino el intercambio de conoci-mientos. Por ejemplo, para la sociedad esdifícil saber por qué depende su bienestardel comportamiento de las variablesmacroeconómicas que le muestran a diario.¿Qué es lo que tanto reflejan dichas varia-bles? 12.

En los últimos tiempos el problema de la for-mulación, la construcción y el uso deindicadores ha tomado una gran importan-cia en los estudios para la intervención delhábitat. Buena parte de la conferencia mun-dial sobre hábitat en Estambul (1996) se basóen el problema delos indicadores.La discusión so-bre la necesidadde manejari n d i c a d o r e sglobales siguesiendo de primerorden, pues se in-siste en que estofortalece las estra-tegias de compa-ración y de eva-luación.

8 Gallego (2001: 9) explica, a este respecto, los riesgos de quelas ONGs se perpetúen en su labor con las comunidades. Losperjuicios pueden ser altos, así esto se dé deliberada oinconscientemente.9 Como lo indican los estudios pragmáticos sobre análisis dediscurso (ver Escandell, 1996).10 En su libro sobre Deleuze, en el capítulo 1 (Las músicasescriturales), Naranjo (1996) insiste en la importancia del estilocomo vehículo del pensamiento: tan importante es el estiloque se confunde con el pensamiento al que le sirve.11 Como se expuso anteriormente, el trabajo en la caja deherramientas sobre los problemas de comunicación delconocimiento se aprovechó para debatir dos problemasfundamentales en la intervención del hábitat: el uso y laconstrucción de indicadores y modelos. Nos detendremos enellos en las dos secciones siguientes.12 Un hecho muy significativo es el de que - ¿apenas? - en 1998se le haya otorgado el Premio Nobel de Economía a alguien queha planteado las variables de bienestar social como variableseconómicas fundamentales. Se trata del economista indioAmartya Sen.

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iradas al hábitatEs importante anotar que la construcción deindicadores específicos, a partir de acuerdoscon la comunidad, puede favorecer su usoy medición. Al participar en el proceso deconstrucción de indicadores -particularmen-te en los de tipo específico- la comunidad sepuede apropiar con mayor facilidad de és-tos, con consecuencias y perspectivas muyimportantes desde el punto de vista del bien-estar social (Puerta, 2001). Ésta es una delas muchas formas de aprovechar los cono-cimientos de la comunidad: dicho aprove-chamiento es fundamental, como se discu-tió en la sección anterior.

La comunicacióndel conocimientoy la modelación

El uso de modelos es un soporte esencial encualquier conocimiento científico, pues unmodelo no es otra cosa que una representa-ción de la realidad. Cada ciencia define sis-temas según sus objetos de estudio, y cons-truye modelos que permitan entender y pre-decir comportamientos, con base en la rela-ción entre variables y parámetros. La gamaes infinita: los hay desde los más generalesy complejos hasta los más simples y restrin-gidos. No sobra señalar que, por más gene-ral y complejo que sea un modelo, éste siem-pre tendrá limitaciones.

Los modelos pueden ser cualitativos o cuan-titativos. Los cualitativos son más común-mente usados en las ciencias sociales, aun-que en éstas los modelos cuantitativos, típi-cos de las ciencias naturales y exactas, hanaumentado su protagonismo con el paso deltiempo. Los modelos cuantitativos se divi-den en analíticos y empíricos. Los primerosconsideran aspectos teóricos y los segundosse basan principalmente en la experimenta-ción. La estadística es una herramienta fun-damental de los modelos empíricos.

Detrás de los indicadores muchas veces haymodelos. Podríamos decir que ambos sue-len estar imbricados: un modelo puede ser-vir para medir uno o varios indicadores, o,

más aún, puede ser su justificación. A su vez,los indicadores pueden ser los parámetros ovariables que alimentan un modelo.

En la validación de los modelos sí que esesencial el intercambio de conocimientos.Una comunidad científica ocupa buena par-te de su tiempo y esfuerzo en la aprobacióndel uso de modelos. En esto también se de-bería tener en cuenta la interacción con lacomunidad, más aún si se trata de modelospara la intervención del hábitat. Dicha inter-vención puede jugar un papel clave a la horade evaluar la aplicación de un modelo. En elcaso de la extrapolación de modelos dise-ñados para circunstancias y sistemas distin-tos al de su aplicación, el cuidado de los quela proponen debe ser extremo, y la supervi-sión de los afectados debe ser permanente.

Conclusiones

El estudio del hábitat es en sí un sistema com-plejo por antonomasia. En las investigacio-nes sobre el hábitat y en su intervención sehace imprescindible, pues, el trabajotransdisciplinario. Desde este punto de vistaes inevitable enfrentar problemasepistemológicos y técnicos, propios de cual-quier intercambio de conocimientos de estanaturaleza. No obstante, en nuestros mediosinstitucionales estos problemas pueden ge-nerar, incluso, menos limitantes que los pro-blemas de índole cultural y ética (o al me-nos esto es lo que indican experiencias comola que se expuso anteriormente). Tales difi-cultades pueden ser determinantes en los es-tudios y procesos de intervención del hábitat,y aparecen en todos los niveles: desde lainteracción comunicativa en el seno mismode las instituciones, hasta su intercambio deconocimientos con otras instituciones y conla comunidad. De suerte que se hace nece-sario, tanto en el plano individual como enel colectivo, reconocer las barreras que estoimplica.

Evaluar y analizar esta problemática, en to-dos los niveles, debería ser una prioridad,pues una sólida comunicación del conoci-miento no sólo permite tener más herramien-

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iradas al hábitattas sino que hace que éstas sean pertinentesy de calidad. Esto es preciso para herramien-tas fundamentales en la intervención delhábitat, como es el caso de los indicadores ylos modelos (tanto en su uso como en suelaboración). Evaluar y analizar esta proble-mática debería ser, entonces, un compromi-

so de todos los participantes en proyectosrelacionados con el estudio y la intervencióndel hábitat -en especial los que tienen quever con la construcción de redes de conoci-miento a escala local- que tanto requierenuestro medio.

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Autores Antioqueños.

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TALLER SOBRE COMUNICACIÓN INTRAINSTITUCIONAL

Los problemas de comunicación al interior de las instituciones son de diversa índole. Se propone unaclasificación que, aunque no se pretende exhaustiva, intenta ayudar a una percepción más clara de losmismos: existen problemas de origen cultural, de origen ético, de origen epistemológico, de origen pedagógicoy de origen técnico. Evidentemente, no se trata de problemas excluyentes; incluso, algunos pueden ser lacausa de otros. Un problema ético o cultural puede estar en el origen de un problema pedagógico, e inclusotécnico o epistemológico.Intentaremos con algunas preguntas, indagar sobre la importancia de estos problemas de comunicación alinterior de las instituciones.

·¿Cómo califica usted el intercambio de conocimientos dentro de su organización (entre los proyectos que están en marcha, entre los subgrupos, entre las dependencias)?·¿Hasta dónde es importante la búsqueda de consenso, la necesidad de un juicio por parte de los pares en su institución?·¿En qué medida considera usted que los problemas en el intercambio de conocimientos se deben a:

a. problemas éticos o culturales (problemas de poder, ausencia de espacios para el debate, desinterés, celos para revelar la información, por ejemplo)b. problemas epistemológicos (intercambio interdisciplinario, problemas metodológicos, por ejemplo),c. problemas pedagógicos (contenido de los mensajes, forma de los mensajes, por ejemplo),d. problemas técnicos (ausencia de medios físicos de comunicación efectivos, por ejemplo)?

·¿Se hacen evaluaciones en su institución de los problemas internos de comunicación? . ¿Evaluaciones de qué tipo?·¿Qué medios y qué espacios existen en su institución, que estén concebidos con el fin de facilitar la comunicación interna, por ejemplo, de la información que genera un proyecto?

PRIMER EJERCICIO:

DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO

El estudio del hábitat es, necesariamente, el estudio de un sistema complejo. Un sólido intercambio deconocimientos es, entonces, de carácter esencial, en particular en lo que respecta al intercambio interdisciplinario.Pero no basta con detenerse en dicho intercambio: para acercarse a un objeto tan complejo como el hábitat,también es preciso conocer, entre otras cosas, los problemas de comunicación que existen entre las personas einstituciones que lo estudian, y/o que asumen responsabilidades de primer orden en su intervención.

Se propone, pues, un primer ejercicio de comunicación: consiste en describir, en una breve síntesis, el proyectoque cada integrante trae para trabajar durante el curso. Se plantean las siguientes pautas para tal descripción:

1. Título del proyecto.2. Quién propone y ejecuta el proyecto.3. Qué: objeto de estudio, problema.4. Para qué: utilidad (interés e importancia social), interés subjetivo (intelectual, académico).5. Cómo y con qué: metodologías, enfoques, herramientas conceptuales, instrumentos.6. Dónde: localización del proyecto.7. Para quién: población beneficiada.8. Con quién: relación con otras instituciones o personas naturales para la ejecución del proyecto.9. Cuánto: duración del proyecto.10. Otras variables: las que usted considere importantes.11. ¿Tiene dificultades para responder a las pautas propuestas?, ¿a cuáles?, ¿por qué?

AnexoGuías para los ejercicios de la caja de herramientas

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iradas al hábitatTALLER SOBRE INDICADORES

Los indicadores son herramientas indispensables para la intervención; no sólo sirven para establecer políticas, sirventambién para verificar el avance de las ya establecidas, y favorecen la transparencia. La pertinencia y la fortuna demuchas de las intervenciones políticas dependen de la pertinencia y la fortuna en la construcción y el uso de losindicadores.Todas las ciencias hacen uso de indicadores, y la gama es infinita. Esta gama tiene dos extremos importantes: losindicadores cualitativos y los indicadores cuantitativos. Muchos de los cuantitativos se basan en medicionesestadísticas, particularmente aquellos que sirven para determinar políticas en un nivel macro.Se proponen las siguientes preguntas. Con base en ellas se intentará hacer un primer diagnóstico del uso deindicadores en su institución:1.¿Podría señalar los indicadores más importantes para la realización del proyecto con el que participa en el curso?2.¿Entre estos últimos dominan los cualitativos o los cuantitativos?. ¿Están definidos los parámetros de medición?. ¿Cuáles son?3.¿Cuáles de estos indicadores se consideran genéricos y cuáles específicos?4.¿Conoce los modelos en los que se basan dichos indicadores?. ¿A qué modelos pueden alimentar?5.¿Qué indicadores puede poner al servicio de la red que se pretende propiciar en el curso?. ¿Qué restricciones tiene al respecto?6.¿En su institución, qué importancia tienen las experiencias externas, y las recomendaciones nacionales e internacionales, en la construcción y el uso de indicadores?. ¿En indicadores de qué tipo?. ¿Por qué?7.¿Su institución construye indicadores de forma concertada con la comunidad? ¿Indicadores de qué tipo?. ¿Por qué?8.¿Qué tanto participa la comunidad en la medición y el seguimiento de los indicadores de mayor relevancia que su institución utiliza en los proyectos?9.¿Qué importancia tiene en su organización la comunicación del conocimiento en la construcción y el uso de indicadores?

TALLER SOBRE MODELACIÓN

El uso de modelos es un soporte esencial en cualquier rama del conocimiento científico. Cada ciencia definesistemas, según sus objetos de estudio, y construye modelos que permitan entender y predecir suscomportamientos, con base en la relación entre variables y parámetros. La gama es infinita: los hay desde los másgenerales y complejos, con infinidad de variables, hasta los más simples y restringidos.Los modelos pueden ser cualitativos o cuantitativos. Los cualitativos son más comúnmente usados en lasciencias sociales, aunque en éstas los modelos cuantitativos, típicos de las ciencias naturales y exactas, hanaumentado su protagonismo con el paso del tiempo. Los modelos cuantitativos se dividen en analíticos yempíricos. Los primeros consideran aspectos teóricos y segundos se basan en la experimentación. La estadísticaes una herramienta fundamental de los modelos empíricos.Se proponen las siguientes preguntas:

1.¿Podría señalar los modelos más importantes para la realización del proyecto con el que participa en el curso?. ¿Puede clasificarlos según el sistema que describen?2. ¿Entre estos modelos dominan los cualitativos o los cuantitativos?. ¿Por qué?3.¿Conoce las restricciones para aplicarlos?. ¿Tiene una idea de la eficiencia de sus predicciones? (Explique).4.¿Cuáles de esos modelos se alimentan de indicadores? (Describa).5.¿En su institución, qué importancia tienen las experiencias externas, y las recomendaciones nacionales e internacionales, en la construcción y el uso de modelos?. ¿En modelos de qué tipo? . ¿Por qué?6.¿En su institución se suelen construir modelos o se suelen adaptar modelos ya existentes?. ¿Por qué?7.¿Qué modelos puede poner al servicio de la red que se pretende propiciar en el curso?. ¿Qué restricciones tiene al respecto?8.¿Su institución construye modelos de forma concertada con la comunidad?. ¿Modelos de qué tipo?. ¿Por qué?9.¿Qué tanto participa la comunidad en la medición y/o el seguimiento de las variables necesarias para los modelos que su institución utiliza en los proyectos?10.¿Qué importancia tiene en su organización la comunicación del conocimiento en la construcción y el uso de modelos?

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TALLER SOBRE COMUNICACIÓN INTERINSTITUCIONAL

La comunicación de conocimientos, en su acepción más amplia, indica un intercambio que vamucho más allá de la suma lineal, de la acumulación de los mismos. El intercambio deconocimientos entre las instituciones no sólo genera nuevos avances sino que contribuye a lavalidación de los mismos.

El flujo de información en tal sentido es quizás una de las ventajas más relevantes que, en nuestrospaíses �subdesarrollados�, poco hemos podido heredar de la modernidad occidental.

Valdría la pena detenerse, con la ayuda de algunos interrogantes, en el papel que cumplen nuestrasinstituciones desde la perspectiva del intercambio de conocimientos. Para un primer diagnóstico,proponemos dividir el problema en dos: la absorción del conocimiento y la difusión del conocimiento.

Sobre la absorción del conocimiento:Sobre la absorción del conocimiento:Sobre la absorción del conocimiento:Sobre la absorción del conocimiento:Sobre la absorción del conocimiento:1. En su institución, ¿qué importancia tiene el conocimiento del estado del arte del tema sobre el cual se generan proyectos?2. ¿Cómo juzga la calidad de la biblioteca de su institución (actualidad y variedad de la información, calidad de las instalaciones)?3. ¿Reciben revistas científicas?4. ¿Qué tanto cree usted que se consultan las páginas web de otras instituciones?5. ¿Tienen convenios interbibliotecarios con otras instituciones?6. ¿Cree que la lectura de información en otros idiomas es común en su institución?7. ¿Qué otros recursos de información se utilizan en su institución?8. En su institución, ¿es usual que se indague sobre las experiencias en otras ciudades, en otros países, con respecto a proyectos similares a los de la suya?9.¿Qué piensa ahora de la pregunta número 1?10.¿Qué recomendaría en su institución para que sus integrantes estén bien informados?

Sobre la difusión del conocimiento:Sobre la difusión del conocimiento:Sobre la difusión del conocimiento:Sobre la difusión del conocimiento:Sobre la difusión del conocimiento:1. ¿Qué importancia tiene el suministro a otras instituciones de los conocimientos que se generan en su institución?2. ¿Conoce bancos de datos locales o regionales sobre los temas de mayor interés en su institución?3. ¿Qué tipo de restricciones cree que son las más frecuentes para que su institución no divulgue los conocimientos que en ella se generan? (económicas, éticas, culturales, políticas, epistemológicas, técnicas, etc. Especifique si es posible).4. En su institución, ¿qué tipo de información considera que es la que más sufre restricciones para el intercambio?5. ¿Qué impacto cree que ha tenido el neoliberalismo sobre el flujo de información en su institución?6. ¿Qué medios de comunicación produce su institución para difundir el conocimiento? (revistas, libros, página web).7. ¿Qué importancia se le da en su institución a que los pares externos juzguen la información que en ella se genera?8. ¿Qué piensa ahora de la pregunta número 1?9. ¿Qué recomendaría en su institución para que mejore la difusión de sus conocimientos?

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TALLER SOBRE COMUNICACIÓN DE CONOCIMIENTO ENTRE LAS INSTITUCIONES Y LA COMUNIDAD

1.¿Para usted qué importancia tiene la difusión del conocimiento en la sociedad?2.¿Qué importancia tiene para su institución la comunicación del conocimiento en la sociedad? . ¿Qué alternativas se han planteado para resolver problemas relacionados con este tipo de comunicación?3.¿Cuáles de estas alternativas se han concretado en proyectos?. ¿Recuerda alguna sugerencia suya que se haya cristalizado en un proyecto?4.¿Cuáles son los medios más empleados en el desarrollo de una actividad con grupos comunitarios u organizaciones sociales?. Enumérelos.* Reuniones_____ * Trabajos de campo _____* Impresos _____ * Teléfono � Fax _____* Internet _____ * Audiovisuales _____5.¿Qué otros medios o escenarios se emplean para la comunicación estratégica con la comunidad?. ¿Algunos se han desarrollado conjuntamente con otras instituciones?6.¿Con cuáles organizaciones de la comunidad se tienen procesos de concertación, negociación, ejecución de proyectos?____Organizaciones sociales con reconocimiento jurídico____Organizaciones naturales de la comunidad.____Nuevas organizaciones que se crean para establecer la relación con su institución.____Organizaciones creadas por otras entidades para establecer la comunicación con los pobladores.7.¿Cómo califica los resultados obtenidos en la relación con estas organizaciones sociales Satisfactorios_____Altamente satisfactorios_____ Menos satisfactorios_____Ningún resultado meritorio_____ ¿Por qué?8. ¿Qué importancia se le da en su organización a los saberes propios de la comunidad?. ¿Qué estrategias usan para reconocerlos?9. ¿Qué importancia se le da a los problemas de comunicación con la comunidad en la formulación del plan de desarrollo institucional?Poca _____ Suficiente_____ Bastante _____ Insuficiente_____Argumente:__________________________________________________________________________10.¿Quién o quiénes participan en la identificación y solución de los problemas de comunicación con la comunidad en su institución?___Comunicadores sociales____Personal administrativo___Cada dependencia resuelve sus problemas de comunicación.___Todas las dependencias participan en un trabajo coordinado.11.¿De qué manera participa usted o su dependencia en la formulación, ejecución o evaluación de proyectos de comunicación con la comunidad?___En la identificación de problemas y elaboración de propuestas___En la ejecución de planes y proyectos de comunicación.___En la aplicación de actividades específicas que le sean asignadas.___En la divulgación12.¿Quién o quiénes piensan, diseñan y ejecutan estrategias de comunicación con la comunidad en su institución?____Comunicadores sociales____Personal administrativo____Cada dependencia diseña y ejecuta estrategias de comunicación.____Todas las dependencias participan en un trabajo coordinado13.¿Cuáles son las funciones que en su institución tiene la oficina encargada de Comunicaciones?____Relaciones con los medios de información____Relaciones con la comunidad____Proyectos educativos____Imagen institucional___ Fortalecimiento de la comunicación interna.___Otras:_____________________14. ¿Cree que le faltan otras funciones?, ¿cuáles? ____________________________15. ¿Qué injerencia ha tenido el contexto social, económico, cultural y político en los problemas de comunicación de su institución con la comunidad ? . Cite algún caso.

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Introducción

¿Qué papel juega la comunicación social en laformulación y ejecución de planes de desarro-llo?, ¿cómo incorporar sistemáticamente lacomunicación a la acción de una instituciónque interviene para el mejoramiento de las con-diciones de habitabilidad?, ¿cuál es el métodode trabajo en la acción social de la comunica-ción?.

Estas son algunas de las preguntas más recu-rrentes en las instituciones y organizacionessociales que llevan a cabo proyectos de desa-rrollo social en diferentes dimensiones: físicoespacial, ambiental, cultural, económica y so-cio política.

La comunicación posee, en su calidad de prác-tica social, una capacidad de poner en relacióna sujetos y grupos que tienen diferentescosmovisiones, conocimientos y saberes. Ycomo estrategia, dispone de medios y escena-rios que facilitan la interacción entre las perso-nas, los grupos y las instituciones.

Esta práctica social de la comunicación aplica-da a procesos de intervención en el desarrollosocial, requiere un replanteamiento de los en-foques que la han circunscrito a cumplir unalabor instrumental de transmitir información.Implica una constante conceptualización como

campo de conoci-miento, al igual que laapropiación demetodologías de tra-bajo que contribuyan

a que la comunicación desempeñe un papelimportante en la cohesión de los actores socia-les y en su participación activa en la formula-ción y realización de proyectos de desarrollosocial.

La comunicación -contrario a la visión instru-mental que la considera como canales de in-formación- es más que todo un escenario2 derelaciones de la cultura. De relaciones que gi-ran en torno a la habitabilidad y que tienen di-ferentes motivaciones: resolver necesidadesbásicas como el alimento, el trabajo, el aloja-miento, la educación, la ocupación del tiempolibre, la provisión de servicios públicos, entreotros. Y necesidades del ser humano en su con-vivencia social como el afecto, la comunica-ción, la participación.

Se mirarán aquí las posibilidades y limitacio-nes de algunos enfoques y prácticascomunicacionales usadas por instituciones y or-ganizaciones que intervienen en las condicio-nes de habitabilidad. Se plantearán algunas con-sideraciones para hacer una lectura y una inter-vención a partir de una comunicación estraté-comunicación estraté-comunicación estraté-comunicación estraté-comunicación estraté-gica: gica: gica: gica: gica: la comunicación desde un enfoque cul-tural y como estrategia educativa para el desa-rrollo3.

El enfoque centradoen la información

El predominio que ahora tiene la concepciónde la comunicación restringida al flujo de in-

Juan Carlos Ceballos Guerra1

Este ensayo retoma las ideas centrales de la charla tituladaLa comunicación en la intervención con las comunidades, que se presentó en el

Seminario Tecnologías en la identificación de políticas ambientales y culturales parala intervención en el hábitat, organizado por la Escuela del Hábitat-

Cehap y el Programa FORHUM en agosto de 2001.

1 Comunicador Social. Profesor Asistente, adscrito a la Escueladel Hábitat-Cehap, Facultad de Arquitectura, Universidad Nacionalde Colombia, Sede de Medellín.2 Estos escenarios son lugares de ese sistema de relaciones socialesen los que interactúan diversos “actores de la comunicación”(personas, grupos, comunidades, instituciones) quienes emplean,para la producción y circulación de mensajes, variedad de códigoso reglas de entendimiento.

Para la intervención en el hábitatla comunicación: acción social

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iradas al hábitatformación, se masificó a partir de los años treintay durante los cuarenta del siglo XX, cuando seconsolidó el nexo entre publicidad y comuni-cación para el aumento del consumo y expan-sión del capitalismo. Luego de la segunda gue-rra mundial, se aplicó este enfoque para favo-recer los estilos de vida consumista. Por ello,se creó el imaginario de que la comunicaciónes igual a medios internos o externos masivos,tales como la radio, la prensa, la televisión. Loanterior ha hecho que prevalezca en la socie-dad y, por ende en sus instituciones, la visiónde que la comunicación consiste en la creaciónde medios para la difusión de información.

Este modelo de la comunicación reducida ainformación tiene, entre otras, las siguientescaracterísticas: la comunicación es jerarquizada,unidireccional, hace descender informacióndesde la alta jerarquía a los niveles inferiorespara que éstos asuman determinadas conduc-tas. Se concibe como un insumo para la ins-trucción de modo tal que, por ejemplo, el maes-tro “deposita” la información en los “alumnos”.Sirve para medir respuestas y no para eviden-ciar los procesos de cambios de actitudes. Esti-mula y premia el esfuerzo individual de las per-sonas, sin rescatar las prácticas de la población.El receptor se considera un ser pasivo, así seauna persona o un colectivo. Los mensajes sonunívocos, siempre están descontextualizados,no recogen los antecedentes, valoran lo únicoy desprecian lo diverso. Por ello, la consecuen-cia y en realidad lo que se busca con esta inten-ción es uniformar a los perceptores yhomogeneizarlos en el consumo de informa-ción. Asume el cambio como lo disfuncional,aboca por la permanencia.

El enfoque centradoen la comunicación

Este enfoque de la comunicación se abre ca-mino poco a poco en instituciones de desarro-llo social y en medios de comunicación alter-nativa. Aquí, la comunicación se concibe comouna problemática que requiere ser abordada demanera interdisciplinaria, que es transversal aldesarrollo social y cultural. Se preocupa porcrear escenarios de intercambio y medios parala comunicación de saberes, conocimientos y

prácticas. En tal sentido, las tareas y el recono-cimiento de las actividades comunicacionalescompete a todos los participantes de los proce-sos de comunicación. Ello implica una perma-nente retroalimentación hacia la construccióncolectiva de las propuestas de desarrollo.

Reconoce que hay intereses económicos y depoder para la toma de decisiones tanto en lasinstituciones como en las comunidades. El con-texto de los hechos es importante en los men-sajes que se producen, y, por tanto, orientan alos actores sociales en el diseño, formulación yejecución de los proyectos de desarrollo so-cial. Aboca por la comprensión de competen-cias, valores e imaginarios de todos los que in-tervienen en un proceso. No se parcializa a fa-vor de los intereses individuales en detrimentodel bienestar común.

La planificación de las acciones de comunica-ción tienen una intencionalidad educativa en lamedida en que propician el reconocimiento dela diversidad cultural, el cambio de valores yactitudes hacia propuestas de desarrolloendógeno y reconoce la incertidumbre comouna variable constante en la acción institucionaly social.

Crítica al enfoqueinformacional

El enfoque centrado en la información es elque prevalece en muchos planes de desarrollode municipalidades e instituciones. Así lo cons-tata el siguiente análisis:4

En relación con el concepto y la práctica decultura

·La cultura se reduce a folclor y a manifestacio-nes de la tradición local. Se concibe como pro-ductos culturales y se dejan de lado los proce-sos.·La valoración dela cultura se hacehomogeneizandolos grupos de po-blación, sin re-

3 La comunicación en la cultura y la comunicación en su dimensióneducativa son temas que han suscitado diversas reflexiones,análisis, propuestas y sistematización de experiencias. Existebibliografía sobre lo anterior, por tanto, este artículo no se ocuparáde la conceptualización sino de la experiencia concreta del papelde la comunicación en programas de desarrollo de las condicionesde habitabilidad.

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iradas al hábitatconocer las múltiples prácticas, identidades yterritorialidades que están comprendidas en unalocalidad/región/país en sus áreas rurales y ur-banas.·El componente de cultura no contempla laeducación ni la comunicación como aspectosintegrados.·La cultura como objeto de mercado tangibleen las ofertas turísticas.

En relación con el concepto y la práctica decomunicación

·La comunicación es entendida como transmi-sión de información a través de medios. Es unavisión mediática de la comunicación, valorasólo los productos comunicativos. No recono-ce los escenarios de comunicación de la cultu-ra (la familia, el vecindario, las instituciones,los escenarios de participación ciudadana) nitampoco los procesos comunicacionales queestán inmersos en las prácticas que conlleva lahabitabilidad: producción, ocupación, uso ysimbolización del espacio, reproducción eco-nómica, organización social en torno al mejo-ramiento de la habitabilidad.·La concepción y realización de estrategias decomunicación es fragmentaria, y reproduce unavisión segmentada del desarrollo.·La comunicación se entiende para todo el de-sarrollo y para cada sector como difusión deinformación, imagen y mercadeo.

A propósito de la comunicación como compo-nente del desarrollo social

·La comunicación no se asume en los princi-pios y políticas del desarrollo. No hay partici-pación de los actores sociales en la formula-ción de planes de comunicación. No se reco-nocen sus intereses. Se actúa con la premisa deque la comunicación es unidireccional (de lainstancia de gobierno local o de directivasinstitucionales hacia la población) y no se plan-tean espacios para la retroalimentación con los

diversos grupos depoblación.·Las dimensiones deldesarrollo físico-es-pacial, económico,ambiental y

sociopolítico pasan por alto el carácter estraté-gico de la comunicación y, en muchos casos,no tienen en cuenta el carácter transversal de laeducación y la comunicación en el desarrollo.·La introducción de conceptos y metodologíasde gestión global (democracia, cultura ciuda-dana, participación, gobernabilidad) se hacebajo esquemas que no reconocen las particula-ridades del contexto local.·Los impactos de los planes de desarrollo, semiden con parámetros cuantitativos en los queimportan los productos pero aun no se alcan-zan a establecer los impactos en los procesosde desarrollo.·Las acciones de comunicación contempladasno tienen en cuenta el contextosocioeconómico, ambiental y sociopolítico delos aspectos del desarrollo que pretenden inter-venir.·Prevalece en muchos planes de desarrollo lo-cal un enfoque de progreso material y unoscriterios de inversión que sobrestiman la infra-estructura física.·La calidad de vida (concepto reiterativo en losplanes de desarrollo) alude a muchos aspectos,carece de concreción. En la calidad de vida ladimensión de la comunicación interpersonal,intrafamiliar, comunitaria, institucional, no apa-rece como indicador de bienestar individual ycolectivo ligado a la participación.·Componentes del desarrollo local como el fí-sico-espacial entienden la comunicación comovías y medios físicos para la integración de áreas,pero no reconocen la red de relaciones socialesque generan el uso y la apropiación del espa-cio, y que son intervenidas por los proyectosde desarrollo físico-espacial.·A la comunicación se le encarga del cambiode mentalidad de la población para introducirmodificaciones en las concepciones y prácti-cas del desarrollo que se quieren proponer oimponer.·Los planes de desarrollo formulados conmetodologías participativas por instituciones degobierno local y organizaciones comunitarias,con el apoyo de organizaciones no guberna-mentales, se diferencian de los planes de desa-rrollo formulados por expertos, en cuanto re-conocen las características culturales y le danun papel importante a los escenarios de acuer-dos y toma de decisiones en los que la comuni-cación facilita una participación efectiva.

4 Plan Estratégico de Medellín 2015. Plan Colombia. Plan deDesarrollo del Municipio de Bello, 1998 – 2000. Plan deDesarrollo Zona Centrooriental. Plan de Desarrollo delMunicipio de Envigado. Plan de Desarrollo del Municipio deItaguí. Plan de Desarrollo del Municipio de Rionegro.Municipio de Sabaneta. Ejercicio elaborado con lo estudiantesdel curso Comunicación para el Desarrollo. Medellín,Universidad Pontificia Boliviariana, febrero – junio de 2001

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iradas al hábitatA propósito de la comunicación como estrate-gia pedagógica

·El componente de educación no contempla lacomunicación como dinámica permanente delos procesos educativos. La comunicación y laeducación se fusionan sólo en campañas edu-cativas, en las que se depositan una gran inver-sión y mucha confianza en los impactos a cor-to plazo.·No se reconoce que la comunicación conllevauna práctica pedagógica con los medios y es-cenarios de comunicación para el aprendizaje.

En relación con la administración de procesosde comunicación

·Los programas y planes de comunicación delas municipalidades no consideran las escalasterritoriales de actuación. Plantean un cúmulode actividades, descoordinadas de las políticasy las metas de cada uno de los componentesdel desarrollo local. No se consideran los diag-nósticos de comunicación en la cultura local.No se aprovechan los procesos en torno a loscuales ya hay grupos de población organizadasino que se generan nuevos procesos de orga-nización de pobladores, lo que concentra laparticipación en pocas personas y genera“activismo”.·Las áreas del desarrollo institucional funcio-nan como enclaves independientes y tienen suvalor si están dentro de la organización admi-nistrativa. La ampliación de servicios a la co-munidad está condicionada a la creación denuevas oficinas.·Los indicadores de gestión comunicacionalesno están explícitos, pero se pueden leer entrelíneas como productos de comunicación: can-tidad de videos, pasacalles, boletines, periódi-cos, programas de televisión, entre otros me-dios de comunicación.·La comunicación reconocida por las institu-ciones es la que se crea a través de los canalesformalizados de circulación de información. Nose atiende ni se interviene la comunicación queno está formalizada en estructurasinstitucionales, y que constituyen los escena-rios de comunicación de cada cultura.·Las instituciones, medianas y grandes, otor-gan autonomía a cada dependencia para elmanejo de las estrategias de comunicación.

Pero, al carecer de una política unificada, caenen la dispersión de acciones y en la desarticula-ción. Esto no permite dirigir los esfuerzos ha-cia un objetivo común. Hay desaprovecha-miento de recursos y descoordinación en la in-tervención.·Las instituciones confunden autonomía en laformulación de estrategias de comunicacióncon el control absoluto de la información y latoma de decisiones.·Las jerarquías de administración de las institu-ciones no son muchas veces el mecanismo deinformación más apropiado para establecer es-trategias de comunicación o para evaluar susimpactos. Estas jerarquías no son -en muchoscasos- las formas organizativas más aptas paraque se configuren redes de comunicacióninterinstitucional en torno a problemáticas co-munes de desarrollo.urgen aquí unos primeros interrogantes quepueden ayudar a abrir el camino para que enlas propuestas de desarrollo social se incorporela comunicación como lugar de reflexión y depráctica: ¿Cómo plantear métodos de lectura ydiseño de propuestas de comunicación que tras-ciendan el enfoque que reduce la comunica-ción a la transmisión de información, y la prác-tica de una comunicación extensiva (que llevainformación de un polo emisor a otro que reci-be)?, ¿cómo propiciar la construcción de esce-narios y medios en los que puedan comunicar-se y reconocerse los conocimientos y saberesde los diferentes actores sociales presentes enlos procesos de desarrollo del hábitat?.

La comunicacióndesde la perspectivade la interaccióncultural

La sociedad genera de manera continua redesde comunicación (interacción, intercambio)que se materializan en los espacios físicos y enescenarios culturales. Son las formas de ha-bitar. El hábitat lo conforman pues los esce-narios lúdicos, de consumo cultural, la vivien-da, el trabajo y la recreación. Son espacios per-manentes o efímeros. Y en las formas de habi-

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iradas al hábitattar, se dan prácticas y procesos de comunica-ción que están presentes en la construcción co-lectiva de memorias, lenguajes y símbolos. Sonprácticas que aportan a la construcción de untejido social en la medida en que son formas deexpresión y comunicación empleadas por laspersonas y las colectividades en sus relacionessociales.

Estas gramáticas o lenguajes son resultado derelaciones de comunicación con el espacio yen el espacio. Expresan los significados que lapoblación construye en las prácticas dehabitabilidad. Es notable el esfuerzo de los po-bladores y sus organizaciones para insertarseen el medio urbano, comunicarse con los de-más asentamientos, con el centro de la ciudad.Esta necesidad de comunicación conlleva unasprácticas que vinculan a la población en el es-fuerzo colectivo para mejorar sus condicionesde habitabilidad. Es el caso de los convites parala construcción del equipamento comunitario;la ocupación del tiempo libre (paseos entre ve-cinos); solidaridad en los momentos difíciles(creación de organizaciones mutuales); vecin-dad (que va desde acogida al recién llegadohasta intercambio de servicios y de consejos).Son prácticas de comunicación que están pre-sentes siempre y que le aportan sentido a lasformas de habitar.

Así, un diagnóstico o lectura de estos procesosde comunicación permite que en la interven-ción sobre el hábitat se tengan en cuenta lasformas como una cultura aprende y socializadiferentes saberes ligados a las formas de habi-tar, a sus tradiciones, sus esquemas mentalesde percepción, los modos y medios de trans-misión de valoraciones y normas así como susprejuicios, estigmas, modos de sanción y con-trol social, entre otras pautas de comportamientoindividual y social.

Vale la pena mencionar que esta lectura de losprocesos de comunicación se puede hacer conla observación e interpretación de los códigosde comunicación presentes en los usos del es-pacio y en las relaciones sociales que allí sedan. Estos códigos se expresan a través de lossentidos y de los hábitos. Así, los usos y apro-piaciones que del espacio hacen las personas ylos grupos de población, generan gramáticas

o, lo que es lo mismo, principios y normas quepermiten a emisores y preceptores compren-derse en los procesos comunicacionales pre-sentes en las formas de habitar.

La comunicacióny el contexto social

Las acciones de comunicación son afectadascon frecuencia por el contexto socialcontexto socialcontexto socialcontexto socialcontexto social en el cualse interviene: transformación del aparato delEstado; cambios en las relaciones económicasentre países, regiones, ciudades, localidades;replanteamientos en las políticas de organiza-ción y administración del territorio; disminu-ción de las oportunidades de acceso a bienes yservicios básicos para el desarrollo de la pobla-ción (salud, educación, recreación, vivienda);globalización de la oferta de bienes culturales através de los medios de comunicación masiva,entre otros.

El hábitat -como escenario de comunicación-está sufriendo fuertes cambios en su composi-ción físico-espacial y sociocultural. Se trata,sobre todo, del hábitat urbano y, en éste, deciudades en proceso acelerado de conurbaciónque integran regiones próximas. La trama delespacio, su ordenamiento, su planeación y ad-ministración prioriza el flujo, la circulación, lavelocidad, la fragmentación, pero muy poco elencuentro, la contemplación, la interacción, enúltimas, la dimensión comunicacional del es-pacio como construcción colectiva.

Estos cambios físico-espaciales del hábitat con-llevan, a su vez, transformaciones en las fffffororororor-----mas de habitar mas de habitar mas de habitar mas de habitar mas de habitar -percepciones y vivencias delos pobladores-. Es notable una diferencia sus-tancial en las maneras ccmo la población serelacionaba hasta hace algunos años con el es-pacio habitado. La aparición de nuevos cen-tros urbanos que cumplen funciones residen-ciales en zonas suburbanas, condominios y uni-dades cerradas; de consumo en centros comer-ciales y de ocupación del tiempo libre en par-ques recreativos para grandes masas de pobla-ción, entre otras, han sido transformaciones es-paciales que han vuelto más efímeras las rela-ciones de comunicación5.

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iradas al hábitatA estas transformaciones, se suman los cam-bios en las relaciones de la población con losgobiernos locales. El proceso de descentraliza-ción del Estado ha hecho que su comunica-ción con la población esté hoy mediada pordiversos actores sociales como organizacionesno gubernamentales, instituciones educativas,organizaciones sociales de diferente orden,agrupaciones de pobladores, medios de comu-nicación masiva. Son formas fragmentadas departicipación que implican nuevos retos paraque la población pueda acceder a escenariosde comunicación institucional donde se tomandecisiones que afectan sus condiciones dehabitabilidad como -por ejemplo- losmacroproyectos de desarrollo vial.6

Retomando a Prieto Castillo (1988:45) 7, lasdinámicas de comunicación tienen lugar enun contexto social y en un marco de refe-rencia inmediato o vida cotidiana. El con-texto social está compuesto por las estructu-ras de la sociedad, en las que están presen-tes las ideas hegemónicas fundadas en cadaformación social, ideologías, políticas esta-tales (normatitividad), estructuras económi-cas, formas de institucionalización y orga-nización de la población.

El marco de referencia corresponde a aspectosde la vida cotidiana (el cómo se asume el he-cho de ser y estar en sociedad), los rituales y suejercicio, a cómo se viven las relaciones eco-nómicas, políticas, religiosas y sociales. Es de-cir, a la red de relaciones de comunicación quese da por la constante interacción entre las per-sonas y su entorno natural y construido. Sonestas dinámicas las que se observan y analizanen el diagnóstico que antecede a la elaboraciónde planes de comunicación.

Así, una lectura y reconocimiento, interpreta-ción e incorporación de esas prácticas de co-municación de la cultura a los planes de inter-vención en el hábitat, es la que permite enton-ces que se hable de una comunicación estra-comunicación estra-comunicación estra-comunicación estra-comunicación estra-tégicatégicatégicatégicatégica. Porque, por un lado, atraviesa las otrasdimensiones del desarrollo, y por otro, su pro-pósito es la articulación a las dinámicas locales.Su intencionalidad, por tanto, es educativa, puesestá dirigida al cambio de actitudes y compor-tamientos en una colectividad, a la promoción

de valores y prácticas, en últimas, a la transfor-mación de un estado de desarrollo actual.

Se puede entonces formular en este punto otrointerrogante que ayude a trascender en la re-flexión y en la práctica de la comunicacióncomo acción social. Teniendo en cuenta estasdinámicas de la cultura (global, nacional, re-gional y local) ¿es posible pensar hoy escena-rios de comunicación que aporten a la partici-pación de los diferentes actores sociales en eldesarrollo de sus condiciones de habitabilidad?8

La comunicación integradora

Toda intervención en las condiciones dehabitabilidad de una población considera pro-yectos que rescatan, cambian, modifican, pro-ponen alternativas de desarrollo en las dimen-siones económica, ambiental, educativa, cul-tural, política...Y genera impactos favorablescuando logra integrar estas dimensiones yadecuarlas a las expectativas de desarrollo delos diferentes grupos de población.

En el programa de gestión social para la miti-gación de los impactos generados por el pro-yecto hidroeléctrico Porce II9, se consi-deraron diferen-tes estrategias dec o m u n i c a c i ó nintegradas a lasotras dimensio-nes de la inter-vención. Comoilustración, sepueden mencio-nar dossubproyectos. Elprimero, acercade la comunica-ción en la cons-trucción y apro-piación del nuevohábitat. Para elcumplimiento delos objetivos de estesubproyecto, seconsideraron lassiguientes estrate-gias: información através de medios

5 El grupo de comunicación urbana de la Facultad de Arquitecturade la Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín, harealizado uno de varios estudios proyectados acerca de lasimplicaciones del desarrollo físico en los escenarioscomunicacionales de Medellín y el Área Metropolitana. Estasreflexiones sobre las transformaciones espaciales y susincidencias en las relaciones de la cultura, son el eje deobservación y análisis del estudio realizado en el barrio BelénRincón por un grupo interdisciplinario con el apoyo de laDirección de Investigaciones de la Universidad,(DIME), laEscuela del Hábitat-Cehap y su programa FORHUM, y elPostgrado en Planeación Urbano-Regional de la Facultad deArquitectura. Este estudio fue coordinado por la arquitectaJohanna Vélez y el comunicador social Juan Carlos Ceballos ,profesores de la Facultad de Arquitectura de esta universidad.Como investigadores invitados participaron los profesores dela Facultad de Comunicación Social de la Universidad PontificiaBolivariana Hernán Escobar (sociólogo) y Ana Lucía Rico(comunicadora social). Como coinvestigadores, el arquitectoJuan Carlos Posada y el antropólogo Leoncio Cardona.Participaron también los estudiantes de comunicación socialClara Teresa Isaza, Ana Lía Baena, Adelaida Gómez y losestudiantes de arquitectura Nino Andrei Gaviria y Huber Polo.6 Los resultados del estudio en Belén Rincón dan cuenta de losfuertes impactos que está sufriendo la trama comunicacional delespacio y la red comunicacional de la cultura por el proceso dedensificación y expansión de la ciudad en áreas que hasta hace15 años estaban localizadas en la frontera urbana.7Prieto Castillo, en su texto Autodiagnóstico comunitario einstitucional (1988) presenta las pautas y el método para haceresta lectura del contexto social y del marco de referencia en elque tienen lugar estos procesos de comunicación. El autor deeste ensayo ha desarrollado el tema del diagnóstico decomunicación en La Comunicación como estrategia deintervención en el hábitat (http://agora.unalmed.edu.co)

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iradas al hábitatde comunicación sobre el proceso constructi-vo del reasentamiento y en escenarios de co-municación pública como asambleas comuni-tarias, asambleas veredales, asambleas del co-mité de apoyo que representaba a las comuni-dades impactadas, reuniones del comitéintermunicipal donde se congregaban las au-toridades locales y funcionarios de los munici-pios comprendidos en el área de influencia delproyecto hidroeléctrico; realización de activi-dades culturales para la apropiación del nuevohábitat; difusión de avances sobre el montaje ylos resultados obtenidos en los proyectos eco-nómicos que se pusieron en marcha para elcambio de actividad económica de la pobla-ción; capacitación, divulgación y socializaciónde conocimiento y experiencias.

Otro subproyecto que puede ilustrar es la co-municación en la construcción de una socie-dad local. Aquí, se contemplaron, entre otrasestrategias de comunicación, el diseño de me-dios y escenarios para la comunicación con lacomunidad, el fortalecimiento de las relacio-nes entre las entidades, la organización comu-nitaria y la población impactada; la promociónde valores y prácticas comunicacionales parala convivencia; el mejoramiento de la capaci-dad de interacción con otras instituciones y or-ganizaciones de la región; el apoyo a las orga-nizaciones comunitarias en su capacidad de ne-gociación y gestión; el autodiagnósticocomunicacional en las comunidades para ac-tuar sobre problemas de comunicación internay externa.

En este rápido ejemplo se ve que la comunica-ción puede cumplir un papel importante en laintegración de conocimientos, técnicas ymetodologías entre los profesionales de dife-rentes disciplinas que -por parte de las institu-ciones- llevan a cabo las intervenciones en lascondiciones de habitabilidad. Asimismo, en laintegración de las personas, grupos y organi-zaciones de las comunidades con la creaciónde escenarios de participación para la formula-

ción y ejecución deplanes de desarrollo.Y, por supuesto, enla comunicaciónentre ambos actores:instituciones y co-munidades.

La comunicación en laparticipación de la población

La comunicación es una acción social muyimportante en los procesos de desarrollo, cuan-do es concebida para dinamizar la participa-ción de los grupos de población en la toma dedecisiones, sobre todo de aquellos actores so-ciales que no tienen acceso frecuente a los es-cenarios de comunicación y a las fuentes deinformación.

Cuando la comunicación promueve la partici-pación, es posible que haya un cambio de acti-tudes y que se transformen comportamientosapáticos hacia la solución colectiva de los pro-blemas de habitabilidad, que se cualifique latoma de decisiones al permitir el acceso a in-formación que potencie una participación de-cisiva de la población en proyectos de impactosocial.

Sin embargo, es necesario decir que -por logeneral- las acciones de comunicación estándirigidas hacia la circulación de mensajes des-de las instituciones hacia la población. Pero,muy poco se emplean para la creación de es-cenarios de comunicación en los que se ex-presen problemas, dudas, resistencias, propues-tas, y se asuman compromisos por parte de losdiferentes actores sociales.

Para la comunicación entre instituciones, orga-nizaciones sociales y comunidades, los mediosmasivos de comunicación son válidos aunqueno ofrecen tantas posibilidades porque suscontenidos y sus formas de comunicación es-tán todavía regidos por criterios y esquemasde trabajo en los que poco importan los in-tereses y las formas de intercambio con lasaudiencias. Su acción está aun concebidabajo un enfoque informacional. Y el proble-ma es que las instituciones y organizacionesdepositan toda su confianza y sus recursoseconómicos en estos medios masivos con ladifusión de campañas educativas. No se quie-re decir con esto que los medios masivossean ineficientes. Pero el tratamiento de lainformación y de las políticas que allí se tie-nen, no favorece mucho la interacción porquesu práctica está más dirigida a la emisión deinformación, bajo una visión de la información

8 Sobre la práctica social de la comunicación y su dimensióneducativa, Prieto Castillo (1996) hace aportes que sonsignificativos para el enfoque de esta disciplina en relación consu papel en el desarrollo de nuestras sociedades latinoamericanas.9 Programa de comunicación reasentamiento de Porce II,Antioquia, Colombia. Gestión Social de Empresas Públicas deMedellín, contrato ejecutado por la Corporación AntioquiaPresente. Medellín, 1997.

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iradas al hábitatcomo mercancía, de las fuentes de emisióncomo dueñas de una única verdad, y de lospúblicos como “consumidores”.

Cuando se piensa en la generación de proce-sos de comunicación entre instituciones y co-munidades, las exigencias son otras. Para estefin, los medios de comunicación están obliga-dos a cumplir con su carácter de escenario so-escenario so-escenario so-escenario so-escenario so-cialcialcialcialcial que convoca a una colectividad para queparticipe en su devenir histórico: escenario cul-tural de encuentros, reconocimientos, intercam-bios, acuerdos y desacuerdos, reflexiones, de-bates, consultas, consensos y toma de decisio-nes.

Es claro que los medios de comunicación co-lectivos o institucionales son portadores de lapalabra, y la palabra permite a cada ser huma-no autoexpresarse, reconocerse en el intercam-bio con el otro, afirmarse, cuestionarse, replan-tear conductas, integrar nuevos pensamientos,expresar sus sentimientos. Bajo esta mirada, losmedios de comunicación juegan un papel im-portante en el aprendizaje de una cultura: po-tencian su capacidad educadora y liberadoraporque son un escenario que tienen las socie-dades para la promoción de condiciones dig-nas del hombre y de la mujer.

Ahora: ¿Otros medios de comunicación por elhecho de ser comunitarios o institucionales sífacilitan las relaciones entre diferentes actoressociales? Tampoco es cierto. Muchas veces esosmedios son manejados por las instituciones opor grupos de población bajo los mismos crite-rios y esquemas de organización de conteni-dos, selección de información, redacción, quelos medios masivos, sin que haya vías posiblesde retroalimentación entre emisores y percep-tores. Acaban diferenciándose muy poco delmodo en que operan los medios masivos, aun-que su contenido sea distinto.

Con todo, los medios de comunicación masi-va y los que tienen una cobertura local o co-munitaria, tienen, en esencia, una gran capaci-dad educativa no sólo por la cantidad de infor-mación enciclopédica y científica que puedandifundir sino -sobre todo- porque su produc-ción está hecha y es pensada en un contextosocial y en un marco de referencia inmediato o

vida cotidiana, donde se dan la producción yre-producción de valores, pensamientos, con-ductas, símbolos, paradigmas, prototipos, es-tigmas y todo aquello que caracteriza la mane-ra de ser, pensarse y hacer del hombre y de lamujer en sociedad. Medios de comunicaciónasí, son los que unen a emisores y perceptoresen un mismo campo de relaciones, en un uni-verso común que permite el entendimiento, elintercambio de ideas, la construcción de senti-dos, la apropiación o rechazo de mensajes, enúltimas, la comunicación.

Después de hacer alusión a los medios de co-municación, se puede plantear el siguiente in-terrogante: ¿Cuáles cambios en los enfoques yen las prácticas de intervención requieren lasinstituciones para que la comunicación no seasólo una herramienta de difusión de lo que ha-cen sino para construir escenarios en los se pro-mueva y apoye la participación y el reconoci-miento cultural de los diversos actores socia-les?

A modo de conclusión

Como se ha dicho, aparte de los medios decomunicación, en la cultura existen escenariosen los que tienen lugar prácticas de comunica-ción entre diversos actores sociales.

Son escenarios físicos donde el espacio tienegrandes atributos comunicacionales, y tambiéna escenarios sociales que permiten múltiplesinteracciones entre las personas, los grupos so-ciales y las instituciones alrededor de diferen-tes prácticas de la cultura como la formación ycapacitación, la agrupación en torno a la solu-ción de un problema común, la ocupación deltiempo libre, el intercambio económico y debienes simbólicos, la intervención sobre suentorno habitacional, entre otros.

Toda cultura posee estos escenarioscomunicacionales. Es el caso -por ejemplo- deuna actividad cultural, una feria decomercialización de productos, unacampaña de vacunación, un convite para laconstrucción de vivienda o equipamento co-munitario, un encuentro de vecinos, una re-unión de familias o de jóvenes, un foro, unaactividad educativa. Son escenarios que por

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iradas al hábitatsu gran capacidad de producción de mensa-jes, de circulación de información, de cons-trucción de “sentidos sociales” cumplen unpapel destacado en la comunicación estra-tégica.

Se ha visto que cuando la comunicaciónes concebida como acción de las políti-cas, planes, programas y proyectos de de-sarrollo social, se hace referencia a unacomunicación estratégica, es decir, aque-lla que se apoya en el diagnóstico y laplaneación participativa con el fin de te-ner un mayor impacto. Pero, vale la penaaclarar, esta planeación no es un esque-ma fijo, inamovible, como un recetario deresultados infalibles en todos los casos. Nose trata de un listado de productoscomunicacionales que se preven para serelaborados siguiendo un cronograma. Sehabla de procesos comunicacionales, al-gunos de ellos acaban en productos im-presos, audiovisuales, por ejemplo, perootros son dinámicas que se desatan y queno son posibles de medir de manera cuan-titativa, es decir, que exigen indicadores degestión cualitativos.

Esto permite decir, entonces, que la comu-nicación para el desarrollo del hábitat, aun-que se planee como estrategia de interven-ción por parte de una institución, es una prác-tica de la cultura, sujeta a los cambios pro-pios de ésta.

Bajo este enfoque, los impactos que se logranen las acciones y procesos de comunicación,obedecen a que son antecedidos por la reflexióne interpretación de las dinámicascomunicacionales de la población, y se da unasistematización analítica de las experiencias enprocura de una elaboración conceptual. Noprima el deseo o la obligación tácita de actuar,de mostrar resultados inmediatos, o lo que seconoce como “activismo”.

La creación de medios impresos oaudiovisuales; la promoción de eventos que sono rescatan escenarios de comunicación cultu-ral como festivales, retretas, actividadeslúdicas en espacios públicos; la elaboraciónde propuestas que contribuyan al diseño y

planeación de espacios físicos que facili-ten la comunicación e interacción; la rea-lización de proyectos de capacitación...;todo lo anterior es resultado de dinámicascomunicacionales que se propician desdeuna comunicación como estrategiaintegradora de procesos sociales, econó-micos, físicoespaciales y ambientales.

Por esto, la gestión comunicacional estáorientada por criterios cualitativos y su im-pacto se establece no por la cantidad de pro-ductos comunicativos que se hagan sino porlos procesos que se dinamizan. Se apoyanen técnicas comunicacionales, pero son unmedio, no el fin.

Si cuando se ejecutan las acciones de co-municación, se desconocen estos principiosde la comunicación estratégica, es posibleque los resultados sean productoscomunicativos vacíos de sentido para unacultura, sin ningún nexo con la historia delas personas y de los pueblos. Que no co-munican porque no fueron pensados para lainteracción de saberes sino para la emisiónunidireccional de información. No fueronconcebidos para propiciar identidades y sen-tidos sino para emitir.

Cuando esto ocurre, las instituciones y lascomunidades acaban entonces con los ana-queles repletos de productos comunicativosque no son portadores de encuentros, deexperiencias y saberes. Que no liberan alindividuo de su condición de receptor pasi-vo de informaciones con las cuales apenasse siente próximo. Que no integra los cono-cimientos académicos y empíricos de laspersonas de la comunidad y de quienes tra-bajan con ella en proyectos de desarrollo.Es una comunicación que no propicia nin-gún proceso de educación liberadora, en-tendida ésta como la oportunidad quehace que cada uno emerja de la oscuridady entre al mundo del asombro, del encuen-tro con el otro, y con los otros, que veacon nuevos ojos lo viejo y descubra lonuevo en el continuo fluir del tiempo.

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iradas al hábitat

�En la medida en que pueda hablarse de técnicasde contextualización y de modificación, estare-

mos reconociendo la posibilidad de conducir conmétodo el proceso evolutivo de la forma urbana.�

(de Gracia, 1992: 243)

Introducción

La comprensión del problema proyectual quese enfrenta, como un desarrollo mental, debeestar presente en todo momento y esto haceque el proceso no sea lineal, sino más bieniterativo (feed back), en tanto siempre surgennuevos elementos a medida que se profundizaen el tema.

En este proceso el papel de los técnicos debeser claramente especificado, y si bien sus deci-siones involucran un conocimiento que les espropio, éste debe ser validado por los actoresinvolucrados. Una postura política, bien enten-dida, es garantía de éxito en la medida en queconsulta las necesidades de la población, susrealidades, deseos y necesidades. “Político queno es técnico es un charlatán, y técnico que noes político es un iluso” (Luis Carlos Galán2).

Un tratamiento interdisciplinar del problemaproyectual a resolveres garantía de una mi-rada holística ya quelas especificidades de-ben ser tenidas encuenta a la luz de lacomprensión de laspartes a profundidad,

como forma de develar las interacciones en eltodo como sistema. Lo multidisciplinar, lotransdisciplinar, o tal vez mejor, lo adisciplinar,es decir el traspasar el campo disciplinar, arries-garse a invadir el campo disciplinar del otro,permitirá desarrollar un pensamiento comple-jo alrededor del objeto de estudio. “Lomultidisciplinar está mas en el pensamiento queen la acción” (Alberto Saldarriaga)3

Para efectos de este ensayo llamaremos elmarco macro de la propuesta como marcoteórico que estará, claro está, influenciadopor una visión subjetiva dada la naturalezahumana de los individuos, sujetos,involucrados en el proceso, pero también esuna visión objetiva dada las característicasde las realidades a intervenir, objetos.

Las distintas teorías que permiten aproximar-nos a los campos proyectuales deben ser losuficientemente flexibles para poder ser apli-cadas en contextos territoriales específicosy particulares en cada caso con la previsiónde entender la cultura de cada sociedad.

Dentro de este método, la comunidad, elhombre, siempre debe ocupar el lugar cen-tral como objeto fundamental de cualquieracción que se proponga desarrollar.

Las actuaciones en la ciudad, en el espaciopúblico o en el privado, deben estar acom-pañadas de una efectiva participación ciu-dadana y por el respeto al medio ambiente,en una palabra, la sostenibilidad, lo que ga-rantizará su permanencia en el tiempo.

Pedro Pablo Peláez Bedoya1.

El presente ensayo enuncia una metodología para la comprensión de los procesos de proyectación tanto urbanís-ticos como arquitectónicos. Se deriva de la experiencia docente en el pregrado de Arquitectura, la cual se alimenta

del debate académico de la Escuela del Hábitat – Cehap. Sin llegar a ser “camisa de fuerza” que restrinja lasiniciativas propias del proyectista de acuerdo con los objetivos planteados, sirve como herramienta para ordenar

la llamada “investigación proyectual”.

1 Arquitecto, UN. Medellín, 1981. Profesor Asociado adscritoa la Escuela del Hábitat – Cehap, Facultad de Arquitectura,Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín, conestudios de Posgrado en Planeación Urbano Regional,Politécnico de Szczecin, Polonia: 1984. Diseño de Vivienda,IHS, Rotterdam, Holanda: 1992.2 Charla informal sostenida entre otros, con el autor en el año1986.3 Conferencia “Habitar como fundamento de la disciplina dela Arquitectura” en La Maestría en Hábitat. UniversidadNacional de Colombia. Sede Medellín. Escuela del Hábitat.19/02/2002

Una técnica de aproximacióna los procesos proyectuales

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iradas al hábitatEn resumen, se pretende expresar la herra-mienta como un algoritmo lógico, que per-mita enfrentar procesos de proyectación demanera tal que el sujeto, que en última ins-tancia es quien articula el proceso, el serserserserser quees, que estáestáestáestáestá inmerso en un contexto dado,pueda crcrcrcrcrearearearearear.

El desarrollo

“Aunque debemos aceptar que pocos arqui-tectos se plantean la racionalización del jui-cio respecto a las preexistencias como unaopción metodológica ineludible, ya que -parapoder recorrer este camino, los arquitectoshan de conocer la ciudad como parte teóri-ca de su arquitectura y comprobar sus pre-supuestos teóricos con la situación en la queestán operando-” (Aldo Rossi, citado por deGracia: 51)

La metodología consiste en dotar de uninstrumento que permita ordenar el pro-ceso proyectual mediante una estructura -sintaxissintaxissintaxissintaxissintaxis-, con contenidos claros -semán-semán-semán-semán-semán-ticaticaticaticatica- a través de las explicaciones del pre-sente ensayo; y con una posibilidad deaplicación -praxispraxispraxispraxispraxis- en cuanto es un ins-trumento útil que se puede usar para en-frentar situaciones reales.

Para facilitar su comprensión se utiliza comoherramienta de graficación un sistema dedos dimensiones, pero perfectamente sepodría expresar en tres dimensiones paraser más fiel a los principios que guían estapropuesta.

Existen tres elementos que constituyen elcontenido de este marco teórico: los concep-los concep-los concep-los concep-los concep-tos, los contextos y los campos temáticostos, los contextos y los campos temáticostos, los contextos y los campos temáticostos, los contextos y los campos temáticostos, los contextos y los campos temáticos.Todos ellos poseen sus propios contenidos,pero tienen en común su configuración entriadas que permiten su comprensión y de-sarrollo de manera que se logre un equili-brio deseado en el peso específico de cadauno en relación con el todo. Claro está queeste peso puede ser alterado dadas las bús-quedas y los objetivos planteados. La

interdisciplinaridad será garantía deintegralidad en la mirada sin desestimo de lafocalización del problema.

El sujetoEl sujetoEl sujetoEl sujetoEl sujeto es quien de manera transversal ar-ticula los conceptos, con los contextos y loscampos temáticos

Los conceptos

Por definiciónenciclopédica,los conceptosson “objeto queconcibe el espí-ritu, juicio, opi-nión”; en filo-sofía: “abstrac-ción de la reali-dad”. Entenderel concepto esentender las palabras y sus definiciones, enla medida en que los conceptos no son está-ticos, varían con el tiempo, se transforman,evolucionan o desaparecen; por lo tanto esmenester dejar en claro qué se entiende yqué se quiere decir cuando se enuncia al-gún concepto.PPPPPalaalaalaalaalabrbrbrbrbra + Defa + Defa + Defa + Defa + Definición = Conceinición = Conceinición = Conceinición = Conceinición = Concepto.pto.pto.pto.pto.

En este campo se pretende detectar, o me-jor, formular la base filosófica sobre la quese soporta la intervención a realizar. Para elcaso de la urbanística y de la arquitectura,las posturas y los movimientos de las disci-plinas han servido de referencia, pues ex-presan un pensamiento alrededor de la filo-sofía de la forma, o mejor, la manera comose debe intervenir el espacio.

Existen, claro está, muchas posturas comolas racionalistas de los arquitectos Rossi yKrier, y más recientemente las posturas ema-nadas del Congreso de Arquitectura de Bar-celona en 1996, basados en los postuladosde: movilidad, “terrenos vagos”, mutacio-nes, contenedores y habitaciones. A manerade ilustración, las posturas del movimientomoderno consignadas en el CIAM -Congre-so Internacional de Arquitectura Moderna-en 1933 y su declaratoria, la Carta de Ate-

El m arco t e r i co

Los cam pos t em Æt i cos

Los concept os

Los cont ex t os

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iradas al hábitatnas, formularon las guías que se deberíanseguir en la construcción de la ciudad. LeCorbusier fue tal vez quien más influenciódichos postulados y su Plan Voisín para Pa-rís en 1925, su más clara representación.

Un concepto se construye a partir de unosvectores vectores vectores vectores vectores y de unas fuerzas fuerzas fuerzas fuerzas fuerzas presentes (tenden-cias) y de las articulaciones articulaciones articulaciones articulaciones articulaciones, o interaccionesentre las anteriores. El concepto debe ser ope-ope-ope-ope-ope-rativorativorativorativorativo, que sea un instrumento, una herramien-ta; debe ser creativo,creativo,creativo,creativo,creativo, imaginativo; y debe serhistórico.histórico.histórico.histórico.histórico.

El tener clara la base conceptual es condi-ción fundamental para la formulación deintervenciones tanto urbanas como arquitec-tónicas, la no-definición y comprensión dela misma hace del proyecto un ejercicio for-mal sin contenido.

Los contextos

“Hablamos deuna arquitecturaambientalmenteintegrada, peror e c o n o c i b l ecomo pertene-ciente a su mo-mento histórico;esforzada en es-tablecer conti-nuidades entre

lo nuevo y lo viejo mediante una investigaciónparticularizada del lugar” (310).

Contexto por definición enciclopédica es: “Hilode una narración, una historia”. En este cam-po de los contextos es importante precisar elalcance real del término, que no se supeditaúnica y exclusivamente a las manifestacio-nes espaciales y formales, sino que trascien-de a campos de la cultura, la apropiación dela gente, es una lectura del espacio y la va-loración que de él hace una comunidad.

Acá la descomposición en los factores,los factores,los factores,los factores,los factores,las escalas y los tiemposlas escalas y los tiemposlas escalas y los tiemposlas escalas y los tiemposlas escalas y los tiempos se constituye enlos contenidos a ser analizados.

·Los factores son: el territorio, la comu-el territorio, la comu-el territorio, la comu-el territorio, la comu-el territorio, la comu-nidad y la políticanidad y la políticanidad y la políticanidad y la políticanidad y la política, entendidos como losaspectos naturales, culturales y legalesque inciden en el área de estudio. En labase de todo está la comprensión delproblema, mediante un proceso men-tal continuo que permita ir develandotodos los aspectos presentes en el asun-to en cuestión.

Los aspectos naturalesLos aspectos naturalesLos aspectos naturalesLos aspectos naturalesLos aspectos naturales, el territorio, elmedio natural, llámense clima,geomorfología, etc. son de vital impor-tancia, ya que su respeto y compren-sión permitirá la elaboración de crite-rios de diseño que garanticen una ade-cuada inserción en el medio. Los as-Los as-Los as-Los as-Los as-pectos culturalespectos culturalespectos culturalespectos culturalespectos culturales, la comunidad, llá-mense medio construido y sus caracte-rísticas y manifestaciones espaciales, deorganización, etc. permiten entender lacultura y la forma como ésta se apro-pia y ocupa el territorio, y los aspectoslos aspectoslos aspectoslos aspectoslos aspectoslegaleslegaleslegaleslegaleslegales, la política, las normas y regla-mentaciones son las que rigen y contro-lan el uso del territorio por una comuni-dad dada.

Estos factores pueden a su vez descom-ponerse en sus componentes eindicadores (Factor: el territorio, los as-pectos naturales. Componente: clima,Indicadores: humedad, temperatura, etc.Factor: la comunidad, los aspectos cultu-rales. Componente: usos del suelo.Indicadores: comercio, industria, etc.)que como el nombre lo indica permitiráhacer seguimientos y calificar la evolu-ción de los mismos. Así, es muy apropia-da la ecuación: El El El El El TTTTTerererererrrrrr itoritoritoritoritorio + La Co-io + La Co-io + La Co-io + La Co-io + La Co-mmmmmunidad + La Punidad + La Punidad + La Punidad + La Punidad + La Política = El Planolítica = El Planolítica = El Planolítica = El Planolítica = El Plan

El m a rco t e r i co

Los cam p os t em Æt i cos

Los concept os

Los cont ex t osLa f orm a La f unci n

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Los t i em posLas esca las

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iradas al hábitatEl territorio ejerce una influencia sobrelos habitantes que lo ocupan: el telurismo(costumbres, carácter); la interacción dela comunidad genera cultura; y el ejerci-cio de la política permite construir civili-dad.

Cada uno de los factores tiene su reguladoren la relación entre los otros dos. Así, elelelelelterritorioterritorioterritorioterritorioterritorio tiene por regulador la relaciónentre la comunidad y la política a través delos asentamientos humanos, se manifiestaen una ocupación del mismo territorio deun modo civilizado, su máxima expresiónes la ciudad, o en aglomeraciones; la co-la co-la co-la co-la co-munidadmunidadmunidadmunidadmunidad, la relación entre el territorio y lapolítica a través del manejo de los recursosnaturales, produciendo desarrollo o simple-mente crecimiento; y la políticala políticala políticala políticala política, la relaciónentre el territorio y la comunidad se mani-fiesta en el medio ambiente, su proteccióno explotación según sea positivo o negati-vo el efecto sobre el mismo.

Así, a cada una de las nociones espaciales,el medio ambiente, los asentamientos hu-manos y los recursos, corresponde una cien-cia dedicada a su estudio y comprensión.La arquitectura, que no se inscribeespecíficamente en ninguna ciencia tomaelementos de cada una de ellas y medianteun proceso de comprensión del problema,como se insinuó al principio de este ensa-yo, participa en la construcción del hábitatde una manera activa tratando siemprede generar las mejores condiciones dehabitabilidad, produciendo calidad devida para que los seres humanos puedanmas que estar, ser y crear.

Por disciplina, según Augusto L. Uribe(1996), se entiende una rama de la cien-cia... cualquier parcela del conocimientohumano que implique investigación yenseñanza, pensamiento y acción... Cual-quier actividad que involucre un estudio.Y cuando se establece relación entre dis-ciplinas o se realizan estudios donde par-ticipan estudiosos de diferentes discipli-nas, se da la interdisciplinariedad.

·Las escalas se pueden definir según la di-mensión del proyecto en: la ciudad, el sec-tor y el sitio. A cada escala correspondedevelar una serie de hechos, de su análisisdepende una comprensión no solo del de-talle sino de las estructuras mayores. “Loestructurante y lo estructurado”.

·Los tiempos pretenden develar las trans-formaciones sufridas en el transcurso delos acontecimientos con una mirada paraconocer el pasado, que permita consoli-dar el presente y así, poder construir elfuturo. “El presente llama el pasado querequiere”.

“Los proyectosfuturos no nacenpor azar, sino quehan sido concebi-dos por el pasadodel cual son des-cendientes posi-bles. Esto equivale a decir que llevan lamarca de una herencia genética, de unaidentidad cultural, de una historia familiarmuy específica, pero distinta cada vez (esla infinita variedad de combinaciones po-sibles lo que hace que los seres sean siem-pre diferentes, aunque se parezcan entresí). Quien ignora su pasado no puede an-ticipar sus posibles futuros. La mayoría delos sucesos llamados a reproducirse tie-nen sus raíces hundidas en un pasado le-jano. Por esto, una ojeada frecuente al re-trovisor forma parte de una buena conductafrente al futuro” (Godet,1995: 21)

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Las ci en ci asNat ur ales: b i ol og a, ecol og a , et c.

Soci a les: ant r opolog a , soci ol og a,

Econ m i cas: adm i ni st r aci n , econom a, et c.

et c.

* noci ones espaci al esEl t er r i t or i o

La com un i dad La pol t i caLos asen t am i en t os

hum anos*

Los r

ecur

sos*

El medi o am

b ien te*

El con t ext o

La cu l t u ra La ci vi l i dad

El t elu r i sm o

La m et odolog a - Los fact oresCi vi l i zaci n Vs. ag lom er aci n

2

1Pr ot ecci n Vs. exp lot aci n D esa r r ol l o Vs. cr eci m i en t o3

Los t i em pos

Las e

scal

as

Los fact ores

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iradas al hábitatEl conocimiento de la realidad en donde seemplazará la intervención, permite la cons-trucción de criterios de diseño. Las respues-tas a las preguntas ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿qué?,¿para quién?, son las guías que tododiseñador debe tener presente para que suactuación se articule adecuadamente a loexistente, no sólo desde el punto de vistafísico sino también desde el punto de vistahistórico, cultural y social, de lo cual depen-de la aceptación y por lo tanto la apropia-ción de la comunidad a quien va dirigidala acción.

Esos procesos generan identidad entre lacomunidad y el lugar que es la base de laterritorialidad. Además estas dinámicas de

i n t e r v e n c i ó nparticipativa seconstituyen enun proceso edu-cativo que pro-picia la civili-dad, es decir laforma de cons-truir ciudad apartir del ciuda-dano.

Los campos temáticos

En este sentido, el énfasis se hace sobre elconocimiento de las especificidades queposee el objeto de estudio. A manera de

ejemplo cuando se trate del desarrollo deproyectos de espacio público, entonces lamirada irá dirigida a conocer las caracte-rísticas de los espacios que se requierenpara la conformación del proyecto, llá-mense las calles, las plazas, los parques,la arborización, el amoblamiento, la seña-lización, etc.

Si de lo que se trata es de un proyecto devivienda, entonces se debe conocer en de-talle todo lo referente a las habitaciones,las estancias, los baños, las cocinas, etc.Y así según sea el caso.

Aquí la triada podría estar compuesta porla forma, la función y el significadola forma, la función y el significadola forma, la función y el significadola forma, la función y el significadola forma, la función y el significado odesde otro punto de vista, por la morfolo-gía, la tipología y la tecnología.

El carácter del espacio a diseñar es fun-damental para garantizar que las estra-tegias de intervención respondan a lascaracterísticas buscadas.. Acá otra vezla carencia de una definición en tal sen-tido solo permitirá el libre juego de lasformas en el espacio.

�Si contamos con la voluntad de crearlas, lasciudades del futuro facilitarán la fundaciónde una sociedad en la que todos disfruten

de salud, seguridad, plenitud y justicia. Lasnuevas tecnologías podrían dar a nuestras

ciudades nuevas esperanzas: una vida mássocial, más bella, más apasionante y, sobretodo, una vida que estará determinada por

la propia ciudadanía�.(Rogers, 2000:167)

Bibliografía

de Gracia, Francisco, 1992: Construir en lo construido, Madrid: NereaGodet, Michel, 1995: De la anticipación a la acción, México: Alfaomega-MarcomboMcHarg, Ian L, 1971: Design with nature, New York: American Museum of Natural History.Rogers, Richard, 2000: Ciudades para un pequeño planeta, Barcelona: Gustavo GiliSaldarriaga, Alberto, 2002: Habitar como fundamento de la disciplina de la Arquitectura, Documento presentado

en la Maestría en Hábitat. Universidad Nacional de Colombia. Sede Medellín. Escuela del Hábitat - Cehap.Uribe L. Augusto, 1996: Cuestiones tecnológicas, Documento fotocopiado.L’architecture D’aujourd’hui, Octobre, Novembre 1972: L’homme et le territoire,

El m ar co t e r i co

Los cam pos t em Æt i cos

Los concept os

Los contex tos

La f orm a La f unci n

El sign i f i cad o

p.e. la vi v ienda

Los t i em posLas escalas

Los fact or es

El fut u r oEl presen t e

El pasado

El sect or El sit io

La ci uda d

La com un idadLa pol t i ca

El t er r i t or io

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ENSAYOS FORHUM 19 - M

iradas al hábitat

Preámbulo

La investigación que sobre Medellín y suscontextos territoriales se publicó en diciem-bre de 2001, (Mesa, 2001) privilegió la lec-tura sobre las hablas, relatos, vivencias ynarrativas expresadas por algunos de sushabitantes, matizada por los discursos queel poder define para la dirección del desa-rrollo de la ciudad. Esta mirada develó losmúltiples trayectos, mapas y territorios cons-truidos de la ciudad y sobre la ciudad. Fueel juego de una doble mirada: de un lado, laciudad representada, leída, vivida, pero tam-bién, en una contradicción: el pensamiento“rebotando”, buscando atrapar la ciudad.

El horizonte temporal de la indagación fue-ron los últimos 25 años, cuando se hizo másevidente el quiebre de paradigma de confi-guración y refiguración de una ciudad mo-derna, centralizada y concentrada, basada enlos principios funcionalistas y mecanicistas,con una estructura periferia-centro-perife-ria y con una fuerte representación colec-tiva expresada en su centro tradicional, a

una configuración policentral, fragmentada ensus elementos representacionales y significati-vos y en procesos de transformación de su es-pacialidad pública en múltiples trayectos, for-mas de estar y de vivir la ciudad.

En ese momento de cambio vivido en laestructura espacial de Medellín, focalizadoa partir de los años 80 y 90 del siglo XX,es cuando se analizan los procesos dedescentramiento de la ciudad, la compro-bación del cambio de representación co-lectiva del centro tradicional, los proce-sos de transformación y fragmentación dela imagen y la percepción de la ciudad y,la incursión en la vida de la misma, de va-lores y relaciones de socialidad diferen-tes, que la inscriben en dinámicas que otrasrealidades urbanas a nivel mundial estánviviendo, con las particularidades que laconfiguración física, geográfica y espacialle determina asus habitantes.

Nora Elena Mesa Sánchez1

Este escrito se construye a partir de la síntesis ejecutiva elaborada por la autora para ser presentada aCOLCIENCIAS como parte de los requisitos del informe final de la investigación: “Implicaciones y corresponden-

cias del pensar ciudad. Hacia una poética de la ciudad contemporánea. Espacio y lugar de lo territorial en lasciencias del hábitat”, desarrollada por las Escuelas de Hábitat y de Urbanística de la Facultad de Arquitectura de la

Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín, entre 1999 y 2001. Este escrito sintetiza uno de los dosobjetivos generales acerca de la pérdida y transformación de las representaciones colectivas en la ciudad de

Medellín, 1975 – 2001, elaborado por la Escuela de Urbanística. Este objetivo fue desarrollado por el siguienteequipo: Investigadora principal: Nora Elena Mesa Sánchez. Investigadores asociados: Beatriz Gómez Salazar,

Angela María Sampedro Molina, Juan Fernando Taborda Sánchez, Luis Antonio Quintero Ortiz, Nathalie MontoyaArango, María Cristina Ramírez Toro. Auxiliares de investigación: Catalina Ortiz Arciniegas, Gilberto Armando

Bolívar Rivera, Dora Beatriz Nieto Nieto, Colaborador: Juan Luis Mesa Sánchez.

1 Profesora Asociada, adscrita a la Escuela de Urbanística,Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional de Colombia,Sede Medellín.

Trayectos, mapas, nuevasespacialidades y

significaciones de lo públicoMedellín 1975 - 2001

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iradas al hábitatDentro del marco teórico metodológico dela investigación se privilegió una lecturasemiótico-estética para abordar las ha-blas, relatos, narrativas y discursos quese difundieron en los últimos 25 años enla ciudad de Medellín, lo que ayudó adar cuenta de las características de loselementos de cómo realmente se habitala ciudad, cómo es percibida por sushabitantes, cómo es pensada, nombra-da, referida y, qué tipo de imágenes seconstruyen sobre ella.

Medellín como Lugar2 posibi l i tó laemergencia de estos relatos en una corres-pondencia intertextual e isomórfica. Deun lado, su configuración definiendo tex-tos de valoración variada, deestructuración espacial de diferentes pe-ríodos históricos, muchas veces superpues-tos, sobrepuestos, o borrados y, de otro,los habitantes construyendoreconfiguradamente sus textos sobre la(s)ciudad(es) que viven, privilegian, disfru-tan, recorren, seleccionan, valoran,semantizan, nombran, significan e imagi-nan.

Las preguntas fundamentales del trabajo,acerca de cómo los ciudadanos piensan,viven y sienten la ciudad fueron: ¿quétanto ha cambiado la ciudad?, ¿qué tantoestos cambios han condicionado transfor-maciones en las formas perceptuales,afectivas, de vivencias, de representacióncolectiva en la población?, ¿qué tanto es-tos cambios en los procesos significativoshan ayudado a las transformaciones de laciudad, en su espacialidad?

Se permitió dejar hablar a la ciudad, pen-sar a la ciudad, escucharla, y narrarla,desde lo que sus habitantes, moradores,

transeúntes y pa-sajeros expresan,en el sentido deescuchar sus ha-blas, relatos y len-guajes, y a partirde ellos, interpre-tar cómo se habi-ta propiamente la

ciudad, integrando la idea y la imagende ciudad en su materialidad.

Algunas presicionesconceptuales

La indagación por las transformaciones an-teriormente señaladas, se realizó fundamen-talmente en la espacialidad pública, en tan-to, “lo que antes tenía un valor en lo priva-do, hoy se ha sacado hacia lo público, alen-tando el crecimiento de los componentes dela psique y borrando la significación socialdel encuentro con el exterior, por fuera delas barreras del sí mismo: en lo público”(Sennet, 1992: 7). El encuentro se privile-gia a través de la prevalencia de sitios sólode pasaje, no aptos para el permanecer, elestar, la convivencia y la reunión aislada, li-bre de la vigilancia (Mesa, 2002: 2), o loque es lo mismo, sólo permitidos por la visi-bilidad y el control. A medida que se havisibilizado más la vida se ha perdido en in-timidad y en sentido y se ha vuelto imposi-ble escapar a la mirada colectiva de registro,observación, aprobación y control.

Eje estético-poético

Este eje se abordó teniendo en cuenta quelos diversos actores de la ciudad se com-portan con diferentes dinámicas y formas devivir y de apropiar lo público. Se encontra-ron al menos dos posibles formas de rela-ción con esta espacialidad: quienes la utili-zan como fuente directa de su sobrevivencia,analizando para este caso como actoresinvolucrados, a los vendedores ambulantes,estacionarios y carretilleros y, a los conduc-tores de taxi. Esta aproximación se afrontóa partir de los enunciados construidos paraello, denominados: Estética de los Cuerposy Poética de las Derivas en el espacio públi-co3, en tanto las dos actúan integradas comotáctica y estrategia de utilización de las geo-grafías significativas y representativas de laespacialidad, que han permitido fijar, en cada

2 Se recurrió a considerarla así, en el sentido amplio deltérmino. Un lugar que al ser habitado suscita sentimientosprofundos de arraigo, apropiación, pertenencia, valoracióny selección de zonas y sitios.3 Al respecto remito al lector al escrito MESA, Nora Elena.“Poética de las derivas y estética de los cuerpos. nuevas ydiferentes formas estéticas y significativas de la ciudad deMedellín”. Que está en proceso de publicación en: EnsayosSobre Intervenciones Estético-Poéticas de la Ciudad, Líneade Investigación en Urbanística, Escuela de Urbanismo,Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional deColombia, Sede Medellín

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iradas al hábitatuno de estos actores y sobre la ciudad, laselección y dibujo mental de mapas o es-quemas significativos del territorio y de loslugares aptos para el logro de susobrevivencia. Geografías móviles, cam-biantes, que se adaptan a cada circunstanciay oportunidad, que construyen y borran sig-nificaciones en lugares y sitios, de acuerdoa las potencialidades de la obtención de losmedios para sus condiciones de vida.

También en este eje estético-poético, se va-loraron los diferentes sitios de la ciudad es-cogidos previamente por los investigadores,de acuerdo con las Poéticas de los Esencia-les, texto de Bachelard4, donde la ciudadadquiere así, un mapa y una trama energéti-ca, según las vivencias, dinámicas, relacio-nes y formas de apropiación evidenciadasen los diversos territorios. Marcas que vi-ven de acuerdo a esa misma energía desple-gada y que como flujos, destellos, torbelli-nos o remolinos, han dado posibilidades aunos lugares para sobresalir, y a otros parapermanecer anónimos, callados, quietos, enuna concha de protección. Este ejercicio designificación fue posible, por el esquema detaller diseñado para los diferentes jóvenes alos que se les hizo este ejercicio5.

Eje poético-semiótico

Este eje fue analizado a partir de cuatroejercicios que permitieron construir losmúltiples mapas y esquemas de ciudad,que cada grupo determinó en sus relatos,narrativas, pensamientos e imágenes, o através de sus propias vivencias cotidianas,sus hablas y expresiones particulares ana-lizadas6.

En una primera instancia, se recupera-ron las imágenes las imágenes las imágenes las imágenes las imágenes significativas que losjóvenes, adultos y niños de la ciudad de-terminaron. En el caso de los adultos,algunos sitios, lugares, recorridos y edi-ficios fueron definidos como fundamen-tales para escenificar las diferentes ciu-dades identificadas en el periodo, tantosincrónica como diacrónicamente. Se

complementó la información con las vi-vencias e imágenes construidas por via-jeros y turistas, habitantes externos aMedellín, y entre estos, residentes deloriente y occidente cercano7. Como ele-mento conceptual y teórico para enfren-tar estas imágenes se hizo uso de la pro-saica8 que posibilitó el análisis de la pro-ducción de las hablas surgidas de lacotidianidad y de las vivencias, desdeel sentido del sujeto como ser biológicoy cultural.

También se recuperaron las narnarnarnarnarrrrrraaaaatititititi vvvvvasasasasas dela ciudad a partir de cuatro expresiones:la literatura, el cine, el arte urbano y lamúsica. Se identificó el tipo de imágenesde Medellín que se evidencian en cada ex-presión artística durante el período. Las na-rrativas fueron abordada a partir de entre-vistas con expertos9.

El pensamiento pensamiento pensamiento pensamiento pensamiento sobre la ciudad se enfrentódesde los lenguajes10 de parte de habitantescon unas condiciones especiales, en el sen-tido de su consideración como hablas pro-ducidas con convenciones y conocimientospropios del estudio y la investigación, lo queles ha permitido formas diferentes de enfren-tar la ciudad, tan-to en su prácticaanalítica como ensu vivencia coti-diana.

Los discursos,discursos,discursos,discursos,discursos,en un sentido es-pecifico, estánpermeados por lafunción retóricadel lenguaje, biensea con el senti-do político, desdela mirada oficial yprefigurada a par-tir de la planeacióny normatizacióndel espacio públi-co, con la inten-ción de regla-mentar, controlar

4 Ver texto de Bachelard publicado por el Fondo de CulturaEconómica, México: El agua y los sueños, el aire y los sueños,la tierra y los ensueños de la voluntad, psicoanálisis del fuegoy La poética del espacio.5 Remito al lector al informe de investigación o a la publicaciónya señalada, para consultar la referencia a cada lugar seleccionadoy a la(s) energía(s) determinante(s) (de los cuatro elementales),sintetizada en el mapa síntesis de La Poéticas de los Esencialesde Medellín.6 Para esta síntesis del trabajo se incluye la referencia exclusivade algunas de las imágenes de la ciudad.7 Dos regiones que están integradas a Medellín a nivel urbano,a partir de la fuerte influencia que como centro regional, político-administrativo, económico y de relaciones culturales y sociales,les propicia una alta dependencia para sus determinantes dedesarrollo.8 O la estética de la vida cotidiana, término tomado de KatyaMandoki, en su libro La Prosaica. Remito al lector a este libroo al desarrollo construido en la investigación en el capítuloprimero.9 Se entrevistó a un grupo representativo de cada una de las artesmencionadas, ya fueran críticos, analistas o exponentes de lasnarrativas, mostraron así, un universo rico en conocimientosconstruidos por el estudio, la práctica o la creación directa.10 Y por lenguajes se entiende las hablas especializadas y lasimágenes que a partir de su conocimiento acumulado, ya sea desu experiencia investigativa o de su práctica profesional, seexpresaron sobre la ciudad. Es un lenguaje normatizado deespecialistas que tiene por objeto pensar la ciudad, aunque seacepta que es un habla de la ciudad como las que emplean loshabitantes comunes, se quiere diferenciar por su connotaciónde experiencia acumulada y la formación de los (las)entrevistados (as).

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iradas al hábitaty limitar los espacios de la ciudad sobre loscuales emerge la vida urbana, o como na-rrativa que construye imágenes oficialesde ciudad.

Síntesis de loencontrado11

Se hizo una lectura sobre la ciudad comoproducto de la confrontación de los diferen-tes texturas y tonalidades encontradas, nu-trida por las diversas topografías significati-vas que construyeron los adultos, jóvenes,niños, turistas, extranjeros residentes, y ha-bitantes del oriente y occidente cercano; delas narrativas de la música, la literatura, elarte y el cine; de los relatos de los venterosambulantes y los conductores de taxi; de lasconclusiones sobre los diversos pensamien-tos expresados por expertos a quienes se lespreguntó acerca de las transformaciones ensu forma física, lo urbano arquitectónico ylo económico.

Es la re-configuración de las muchas ciuda-des encontradas, de las distintas y variadascartografías superpuestas, relacionadas,constreñidas y entrecruzadas que conformanlas nuevas espacialidades públicas de la ciu-dad de Medellín.

El centro comorepresentación colectiva

Sobresalió el reconocimiento que se hizo delcentro de la ciudad, todavía presente paramuchos de los diferentes grupos como “lu-gar significativo”, “el más importante”, “elque representa a Medellín...”, “...un volver

al centro” o unretorno, que hasido motivadopor las actuacio-nes administrati-vas de renova-ción, limpieza,desalojo, vacia-miento de ele-mentos significa-

tivos y re-creación de otros, incorporaciónde elementos superpuestos de infraestructu-ra física, que como la implantación del me-tro, lo convirtió en destino obligado de trans-ferencias de viaje, ya no sólo de buses ymicrobuses, sino de sus dos líneas. Hoy, elcentro es el lugar de encuentro y de crucede relaciones y significaciones para la po-blación que vive en las periferias popularesde la ciudad. “Tomado” literalmente y enri-quecido por las vivencias y dinámicas quele inducen por la prolongación del espaciopúblico inexistente en sus barrios.

El centro también fue reconocido como“imago mundi”12 por la valoración que hi-cieron los jóvenes, adultos y niños, al selec-cionarlo como centro significativo, centrogeográfico y centro de representación de laimagen de ciudad. Medellín es una de laspocas ciudades que tiene esta cualidad desuperposición y simultaneidad13.

Un centro que manifiesta en su interior tam-bién muchas espacialidades y valoracionesdiferentes. Que ha segregado sectores ycualificado otros: la zona de la Plaza Mino-rista, enriquecida por la economía del rebus-que y las actividades complementarias detrueque, mercado de usados y economíapopular; la nueva zona de La Veracruz o zonadel Museo de Antioquia-Plaza Botero, reno-vada para “recuperar” la imagen de ciudad,ante propios y extraños, y el sector de SanAntonio que concentra a la población inmi-grante -costeña y chocoana- que ha hechosuyo este espacio para impregnarlo de mú-sica, alegría y diferentes formas de uso yapropiación.

El centro también llama la atención a los jó-venes por su atmósfera de espacio “dondetodo es posible”. Que les ofrece múltiples“potencias”14, les permite vivirlo, recorrerlo,disfrutarlo y encontrar en él, relacionesafectivas. Que les brinda el aprendizaje delas formas de vivir lo público que tienen elventero, el transeúnte, el merodeador, el por-diosero, quienes con un sentido de“recursividad”, solidaridad y socialidad hanapropiado el centro para impregnarlo de

11 Se presenta una mirada extractada de los elementos mássignificativos de la lectura realizada. Remitimos al lector alinforme final o a la publicación para ampliar esta ojeada.12 El “imago mundi” o centro del mundo, para cada grupo,definido por sus afectos, por su significación, su valoración.13 El caso de Santafé de Bogotá es una expresión de la nocoincidencia de estas tres condiciones, puesto que el “centrorepresentativo” no coincide con el centro geográfico. El centroestá cercano a los cerros orientales y la ciudad se expande alnorte, al sur y al occidente en forma amplia, lo que no puedehacer al oriente por la restricción topográfica.14 En el sentido dado por Michel Maffesoli en el Tiempo de lastribus y relativo a las socialidades latentes, prestas a surgir,dinamizar, propiciar.

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iradas al hábitatnuevas geografías y estéticas corporales deestar en lo público, de vivir lo público.

Pero el centro también guarda su cara oscu-ra, los atracos, los robos, y en cierta medida,el despojo de sus posibilidades y potencias,por su situación de inseguridad, que exigeel marginamiento, que marca y reclamareplanteamientos de circulación, tránsito,deambular y vigilancia, y que inhibe la apro-piación libre, tanto temporal comoespacialmente.

Es marcado por los adultos como “el que yano es”, “el que perdieron”, “el que fue” yque “está en poder de otros”, lo que les im-pulsa e incita a añorar sus anteriores formasy manifestaciones, a desear cambios, inter-venciones, nuevos usuarios, maquillaje ehigienización para poder retornar.

Aún hoy, el centro sigue siendo la síntesisde la ciudad15. Es definido por los turistas yextranjeros residentes como “el espacio mástrascendental de la vida de la ciudad”. Hoypresenta una estructura de calles y zonas ensu interior que marca y fragmenta sectorespara diversas clases sociales y margina a lasotras en esa “ebullición” que lo caracteriza.

Otras centralidades

Además del centro tradicional, se leen mu-chos otros centros: las cabeceras municipa-les de los municipios del Valle de Aburrá16

que actúan a manera de centros de sector,de escala menor, con dinámicas y potenciasimportantes porque son inherentes a la vi-vencia de los habitantes de estos municipios,identificadas unas más que otras en los rela-tos, por su significado y valoración, conju-gadas con las centralidades de zona y barrioen la propia ciudad de Medellín. Definidasy seleccionadas porque convocan,dinamizan, jalonan y posibilitan tambiénenergías de transformación y cambio per-manente.

Los centros comerciales son definidoscomo las “nuevas catedrales”, los nuevosespacios públicos que albergan la recrea-

ción, el sentido del deambular y el transi-tar de la calle, con la seguridad que le brin-da el contenedor que inhibe su uso a otrospobladores, y que promueve los nuevoselementos simbólicos del encuentro: lasesquinas, las intersecciones, los “malls” yterrazas de comidas, las plazoletas cerra-das, los pasillos, el almacén, el cajero, laentrada por la calle o por la carrera. Losnuevos sentidos de circular y permanecer,la posibilidad de sólo mirar, el voyerismoy el espectáculo de los cuerpos, los peina-dos y la moda. O comerciar, comer, leer;pero también participar de la misa, del con-cierto, la feria, los negocios, los cines ylos juegos. No-Lugares17 que al ser priva-dos, si bien posibilitan la vivencia, estánsaturados por la contaminación auditiva yvisual, por la superposición de automóvi-les y peatones, la falta de bancas, de espa-cios para estar sin consumir algo, diseña-dos para inducir a la compra y al consu-mo. Medellín ha tenido en el periodo deestudio el surgimiento y la consolidaciónde esta modalidad de nuevos “espaciospúblicos”18.

Existen otras centralidades producidas por losalmacenes de departamentos: Éxito, Ley, (an-tes Super Ley), Consumo, La Candelaria,Makro y Carulla (antes Comfama). Espaciosque transforman los alrededores, que presen-tan una vitalidadextraordinaria du-rante las horas deservicio, pero queluego se convier-ten en grandesmasas y barrerasoscuras, desiertas,peligrosas, quebloquean el libretránsito y que in-citan a la insegu-ridad; fuerzas di-ferenciales du-rante el día y lanoche. Espaciosque inter ior -mente incorpo-ran el sent idode calles prin-

15 Que con la figura de sinécdoque, expresa a la ciudad -eltodo- por la parte -el centro-16 Que integra a los 10 municipios en su configuraciónalargada y estrecha sur-norte, en el recorrido del río Medellín:Caldas, La Estrella, Sabaneta, Envigado, Itaguí, Medellín,Bello, Copacabana, Barbosa y Girardota.17 Retomando el término de Marc Auge de su escrito Los No-Lugares. Espacios definidos por la necesidad de la transaccióneconómica para su disfrute. Por ello, con entrada restringida,algunas veces con cobro directo para el acceso, otras, conacuerdos sociales tácitos para aceptar las reglas de “entrada”,ya por ser compradores, vendedores, espectadores, o algo más.18 Después de San Diego surgieron múltiples centroscomerciales, de diferente modalidad y diseño: ambientescerrados, contenidos, oscuros, y otros, utilizando estrategiasabiertas, con ambientaciones naturales o artificiales; losprincipales son: Almacentro (hoy un centro de servicios másque comercial), Camino Real (centro de encuentro de lasclases medias y de los habitantes de los otros municipiosdel Valle de Aburrá, oriente y occidente cercano), Oviedo (elcentro de la élite y de las clases altas), Monterrey (el centrode los servicios y ventas de equipos de cómputo), Villa Nueva(el centro de las clases medias y de sectores residencialesque poco a poco van sintiendo y viviendo el despoblamientode su clase social), Unicentro (el centro de las clases mediasy altas que frecuentan la zona occidental de la ciudad),Obelisco, La Frontera, Palacio Nacional, Mediterráneo, ElTesoro y Vizcaya (estos dos últimos, centro de encuentro dejóvenes de estratos altos).

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iradas al hábitatcipales de pueblo, con servicios de todo tipo,mientras que en sus propuestas arquitectó-nicas y ambientales poco ofrecen, al no in-tegrar el sentido del lugar, el entorno inme-diato. Se han ubicado en los sitios,anclándose físicamente, pero como una ma-queta superpuesta que interrumpe la fluidezy continuidad de la estructura.

Trayectos y ejes de tensión

Los mapas y trayectos psicogeográficosdefinidos por todos los habitantes para es-perar de la ciudad sus demandas, se con-vierten en cruciales para quienes utilizanel espacio público como garante de susobrevivencia, como es el caso de los ven-teros ambulantes y estacionarios y los con-ductores de taxi, quienes han privilegiadosectores de ciudad construyendo ydeconstruyendo mapas de significación yflujos de importancia. El recorrido del tin-to para los venteros, que privilegia luga-res del centro de la ciudad y define su car-tografía de sitios más “aptos” para susobreviviencia. O los circuitos turísticospara los conductores de taxi, definidos yseleccionados como lugares “representa-tivos” para mostrar, difundir y promocio-nar de la ciudad: el centro, El Poblado, elPueblito Paisa y la Vuelta a Oriente.

Las centralidades instituidas por las estacio-nes del metro, no tantas como se pretendióen su trazado, han activado planos que yatenían una incipiente dinámica. Un croquisque se entremezcla con los anteriores y queofrece a la ciudad una estructura en red depuntos muy dinámica y vital.

Los ejes de circulación que conectanlas diferentes zonas de la ciudad, señalansentidos de apropiación diferente y de rela-ción por parte de la población, algunos ca-racterizados para la rumba19, otros para elcomercio, las actividades financieras, indus-triales y de servicios. Malla de tensiones,

flujos, focos yenergías vitales alo largo del Vallede Aburrá.

Mapas, geografías variadas que se expresany hablan en el momento de ser narradas, di-námicas, mutables, superpuestas, que fluyeny se contraen, que brotan y se reconfigurancontinuamente. Vivencias que flotan en lospuntos, líneas, planos, ejes y relieves, queconstruyen, configuran y permean muchasciudades, muchas posibilidades y formas deestar, pasar y devenir.

También se constata en la ciudad la alta se-gregación socio espacial existente, que mar-ca la ciudad del norte para los estratos ba-jos, la del sur para los altos y medios y elcentro, ya especificado en su riqueza y va-loración de parte de cada grupo humano.En esta separación, se explicita que la ciu-dad históricamente ha tenido una carenciade espacios públicos con todo el significadoque esto implica: acceso abierto y libre, sindiscriminación ni restricción de uso y paratoda la población.

Durante los últimos 25 años se ha hecho másevidente la privatización de lo público; laapropiación privada de calles, aceras, par-ques; la expulsión de muchos grupospoblacionales de sectores de ciudad; la im-posición, a veces atropellada, de normas ciu-dadanas de comportamiento y la agudiza-ción de la exclusión violenta de la mayoríade la población de la vida pública de la ciu-dad.

Se ha visto y evidenciado, a través de actua-ciones impuestas con el sentido de limpie-za, la normatización de lo público con dis-criminación, restricción al libre acceso, cie-rre del espacio por medios físicos o simbóli-cos, “construcción” de lo abierto -y que secomporta como capital social- o, demoliciónde lo construido, y el arrasamiento de for-mas de vida y de localización, sin importarel costo social de estas actuaciones.La expansión de la ciudad, a través de tra-yectos y conexiones con sus territorios inte-grados de las regiones de oriente y occiden-te, ha propiciado la mezcla y la superposi-ción de mapas y cartografías: periferias quese han vuelto centros o centralidades que sehan vuelto periferias; prolongación de las

19 Ver al respecto el aparte de la publicación titulado “Geografíasde la noche”, donde se caracterizan cada una de estas rutas dediversión en la ciudad que como ebullición tienen tiempos derebose y de calma, que marcan un mapa de puntos, líneas y planosde encuentro, cita, parche y preámbulo para los “after party”.

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iradas al hábitatzonas de residencia sin límites; “contamina-ción” de las formas de vida, del vestir y es-tar en lo público y de disfrutar el tiempo y elespacio, expandiendo como mancha de acei-te la propuesta de homogeneización, que varompiendo y transformando las formas devida propias y los valores locales de vida delos territorios expandidos.

Notas finales

Cada uno de los relatos, narrativas y vi-vencias analizados, expresaron las distin-tas modalidades de ciudad de los últimos25 años, que con los agudos cambios ensu configuración física, social y cultural,ha pasado de una organización espacialpredominantemente centralizada y conuna fuerte idea de representación colecti-va de centro a una difusión y fragmenta-ción de la imagen significativa que ha sidoproducida a su vez también, por las fuer-tes transformaciones en la espacialidad delo público, su domesticación, desaparicióny casi disolución del ámbito de los públicoen la vida de la ciudad, la desmembración y

vacuidad representativa del centro, eldescentramiento de muchas de sus activida-des y el surgimiento de otras centralidadesexpandidas por toda la ciudad que hanestado acompañadas por la privatizaciónde la idea de lo público.

Una ciudad de contrastes. Mucha muer-te, pero también mucha vida. Muchas ciu-dades que poéticamente se construyen enel ámbito de lo urbano, que son definidasen cada relato, en cada vivencia, en cadaimagen y en cada una de las polifoníasque las componen. Su representación dacuenta predominantemente de aquellasciudades nombrables, que tienen la carabonita, las que son recorribles, pero tam-bién se señalan las otras espacialidades,veladamente, dejándolas como su sombra,ignorándolas.

Mapas virtuales yuxtapuestos, que traza-dos por la intercomunicación que rebasalos límites físicos, vincula con lugares re-motos, lejanos, que se superponen y mo-difican la escala física y el sitio de ocupa-ción del presente y el ahora.

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iradas al hábitat

Presentación

¨No sólo es que cada parte del mundo forme,cada vez más, parte del mundo, sino que el

mundo como todo está cada vezmás presente en cada una de sus partes¨

(Morin y Kern, 1993: 33)

Este texto tiene como fin dar a conocer algu-nos de los desarrollos conceptuales ymetodológicos, así como los resultados del tra-bajo de investigación arriba mencionado. Res-cata el valor de la experiencia académica y pe-dagógica que partió de la conformación de ungrupo de docentes, estudiantes y profesionalesdel medio, que con sus experiencias lograronun enfoque holístico de la problemática am-biental de la vivienda y el hábitat para com-prender su complejidad en la metrópoli del Vallede Aburrá. Una experiencia investigativa quedesde la academia aporta al desarrollo de polí-tica pública. El objetivo de la investigación fue“proponer criterios, variables e indicadores am-bientales que dejen establecidos loslineamientos para la definición de una políticaambiental metropolitana de vivienda y hábitatbajo la consideración de que las políticas deEstado procuren el desarrollo social sosteniblecon equidad y eficiencia”.

El trabajo interdisciplinario contó con aportesdesde cuatro di-mensiones. En ladimensión físico-espacial se tratarontemas relaciona-dos con recursos

ambientales, demografía, dinámicas espacialesy usos del suelo. La dimensión socioeconómicay cultural desarrolló temas como las transfor-maciones económicas, las influencias de laglobalización, la incidencia del conflictosociopolítico desde la territorialidad y los im-pactos ambientales. En lo cultural se trataronasuntos como las características antrópicas delambiente de la metrópoli, las formas culturalesdel hábitat y la vivienda. En la dimensión polí-tica, jurídica e institucional se trataron aspectosconstitucionales, legislativos y de lainstitucionalidad. Finalmente, en lo ambientalinterdimensional se realizó un análisis sobrelos flujos de materiales y energía en el Valle deAburrá.

El Valle de Aburrá está localizado en elnoroccidente de la cordillera central de losandes colombianos. Es un valleinterandino formado por la cuencahidrográfica del río Medellín que lo reco-rre de sur a norte, en una longitud de 94,5km. En este territorio tiene lugar un siste-ma comprendido por diez municipios cuyoproceso de formación y conurbación sedesarrolló con mayor fuerza durante el si-glo XX2. Cuenta con una superficie 1.166km2 de los cuales 350 km2 corresponden azona urbana. Según los últimos datos depoblación3, se estiman para el Valle deAburrá 2.852.563 habitantes en 1997, delos cuales el 73.4% habita las zonas urba-nas. Los datos de concentración muestranque el 93% de la población se concentraen el 28% del territorio, que correspondea su zona central conurbada.

Cecilia Inés Moreno Jaramillo1

Este ensayo parte de la síntesis ejecutiva de la investigación Criterios ambientales para la vivienda y el hábitaten el Valle de Aburrá, realizado por la Escuela del Hábitat-Cehap, como consultoría contratada por el Área

Metropolitana del Valle de Aburrá-AMVA, a través del Programa de Fortalecimiento a la Gestión AmbientalUrbana-FIGAU y en cofinanciación del Banco Mundial. En el proyecto, desarrollado entre octubre de 2000 y

diciembre de 2001, participó un grupo interdisciplinario de 12 personas entre investigadores y auxiliares.

1 Arquitecta, especialista en vivienda, profesora asistenteadscrita a la Escuela del Hábitat-Cehap, Facultad deArquitectura, Universidad Nacional de Colombia, SedeMedellín.2 Medellín fue fundada en 1616, Copacabana en 1615 yGirardota en 1620. Bello fue fundada en 1676, La Estrella en1685, Itaguí en 1743, Envigado en 1775, Barbosa en 1795,Caldas en 1840 y Sabaneta en 1903 (DAP, 2000)

Hábitat y viviendacon criterio ambiental

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iradas al hábitatFundamentosconceptuales

Lo global y lo mundial,contexto necesario

Paralelamente a las formulaciones realizadassobre medio ambiente y desarrollo sustenta-ble4, surge el hábitat como problema teóri-co. La preocupación sobre la problemáticade los asentamientos humanos, enmarcadaen el concepto hábitat condujo a la valora-ción de su importancia y justificó la realiza-ción de conferencias mundiales sobre la te-mática como Hábitat I5 y Hábitat II6.

En Colombia, los gobiernos nacionales, si-guiendo los planteamientos del economistacanadiense Lauchlin Currie, implementaronuna política de vivienda, que aunque fue es-bozada desde los años 50 del Siglo XX enla denominada “Operación Colombia”, sólofue aplicada con éxito en el denominado“Plan de las Cuatro Estrategias” del períodode gobierno 1970-1974, esto es, dos añosantes de la conferencia de Vancouver. Pos-teriormente, los derechos a la salud, al sa-neamiento ambiental, a la vivienda digna, ala recreación, al ambiente sano y al espaciopúblico, fueron contemplados en la Consti-tución de 1991 e incorporados en la PolíticaUrbana Ciudades y Ciudadanía, formuladaen 1995, es decir, el año anterior a la Confe-rencia de Estambul.

Para comprender la relación entre ambien-te, hábitat y vivienda en el Valle de Aburrá,es útil lo que plantea de Sousa Santos (1998)acerca de la polarización de las desigualda-des entre el Norte y el Sur. Según el autor7,tres vectores resaltan esta polarización:- La explosión demográfica que hoy tienelugar fundamentalmente en los países delSur, mientras la revolución tecnológica, tie-ne lugar en los países del Norte- La globalización de la economía, entendi-da como la interdependencia cada vez másestrecha de las economías de numerosospaíses

- La degradación ambiental, que tiene uncarácter metanacional y planetario, con laespecialización del Norte en la polución in-dustrial y con la tendencia de exportar esapolución al Sur.

La problemáticaambiental como asuntocultural y social

Las características de varias especies delgénero Homo, como su capacidad de adap-tación al medio, fueron llevadas al máximopor el Homo Sapiens desde su diferencia-ción como especie hace unos 50.000 años,hasta crear un universo propio denominadopor Vidart (1986) la antroposfera, es decir,el ambiente humano formado al interior dela biosfera por sociedades creadoras de cul-tura y a la vez organismos naturales, y porlos resultados tangibles e intangibles de suactividad. Una característica de laantroposfera es su permanente transforma-ción y veloz expansión jalonada por diver-sas fuerzas en sucesivos momentos históri-cos. El medio ecológico o ambiente de laantroposfera es algo nuevo dentro de la evo-lución de la especie pero actualmente seobserva que persisten o han surgido fenó-menos humanos que, probablemente com-binados con tendencias autorreguladorasnaturales, causan nuevos problemas deadaptación que desafían los logros alcanza-dos.

Frente a la gran variedad de percepciones,algunas contradictorias, sobre el ambiente yen las que prima la contabilidad de recur-sos, es necesario observar que el problematambién alude aun conjunto dealteraciones re-sultantes del mo-delo económi-co, la distribu-ción de ingre-sos, las formasde manejo delpoder, la admi-

4 El termino desarrollo sustentable se hizo popular a partir delInforme de la Comisión Brundtland, Nuestro Futuro Común,publicado en 1987. Concentra, por un lado, el interés pormantener las metas de desarrollo y, por el otro, el control de losimpactos dañinos de las actividades humanas. La definiciónmás común de desarrollo sustentable es: “satisfacer lasnecesidades de esta generación sin comprometer la capacidadde las generaciones futuras para cubrir sus propiasnecesidades”.5 Conferencia mundial sobre Asentamientos Humanos, realizadaen Vancouver en 1976.6 Realizada en Estambul en 1996, fue convocada con el nombreCumbre mundial de ciudades7 Para ampliar este tema se remite al lector al ensayo sobreDerecho, hábitat y ambiente, de Juan Manuel Fernándezpublicado en este mismo texto (Ensayos FORHUM 19)

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iradas al hábitatnistración de lo público, etc. Es decir el con-junto de disfunciones o transformaciones delmedio biofísico y la forma de vida en unasociedad. Los seres humanos, en tanto se-res naturales y culturales, son los receptoresúltimos de los impactos, deseados y no de-seados, y de las alteraciones ambientales.

Los problemas derivados del ambiente noson sólo desarreglos de lo biológico y físicodel medio. Tampoco son una crisis acciden-tal o pasajera. El ambiente es una de las másgrandes problemáticas humanas, y puedetener un origen netamente social, lejano deinteracciones con los aspectos biofísicos(como una guerra religiosa), o netamentebiofísico y lejano de interacciones con losaspectos socioculturales (como un terremo-to); o puede resultar de las interacciones perse (como un accidente nuclear).

El ambiente de la ciudad

Odum define los sistemas urbano industrialescon características que parten del subsidio ener-gético que ellos requieren: “En éstos, una grancantidad concentrada de energía potencial delos combustibles reemplaza, más que comple-menta, la energía solar[…] es un sistema in-completo o dependiente en términos de man-tenimiento vital, ya que no produce alimento,asimila muy pocos desechos y recircula sólouna porción reducida del agua y de otros mate-riales necesarios; en tanto que la mayor partede la energía que lo impulsa proviene del exte-rior, con frecuencia de grandes distancias”(1993:31,33).

El ambiente de la ciudad es -más que el delresto de la antroposfera- un universoantrópicamente dispuesto, organizado segúnlos requerimientos, deseos e imágenes de lasociedad y en última instancia, del epicentrocultural, económico y político que la controla.En ella imperan la lógica y la organización es-pacio-temporal humanas. Este peso de lo so-cial y lo cultural sobre el entramado ambientalse hace más evidente en lo urbano, porque seponen en contacto y se concentran, de formaparticularmente intensa, muchos fenómenos dela conducta y la cultura humana.

Política y gobernabilidad

Es necesario complejizar las nociones dedesarrollo y de sostenibilidad. Ello implica ne-cesariamente el repensamiento y la integraciónde unos conocimientos fragmentados, aisladosy especializados. Se debe, además, compren-der que el acceso de la población a los recur-sos sociales, culturales y la utilización de losrecursos naturales -o la destrucción sistemáticade los mismos- son un problema político. Laciudad y el ambiente involucran necesariamentela existencia de externalidades8 positivas o ne-gativas que exigen una concepción y un trata-miento de lo común, de los bienes públicos ymeritorios.

El ordenamiento político territorial impli-ca la distribución espacial del poder, lo queno debe concebirse como un asunto de ex-pertos en administración pública,urbanistas, o ambientalistas. En conse-cuencia, al abordarse desde lo ambientalla problemática institucional de los muni-cipios como entidades territoriales o la delÁrea Metropolitana del Valle de Aburrá-AMVA, como ente planificador o autori-dad ambiental, se asume un problema po-lítico de primera magnitud, el de las posi-bilidades del gobierno democrático de lametrópoli, entendiendo la democraciacomo un ejercicio y no como un procedi-miento y entendiendo la política como untrabajo que implica a todos los miembrosde la colectividad concernida, presupo-niendo la igualdad de todos y tendiendo ahacerla efectiva.

La vivienda y el hábitat

El hábitat puede ser mirado como una nociónproveniente de la ecología pero hablar de hábitathumano implica reconocer procesos einteracciones regidos por la cultura. Así, “elhábitat comprende lo relativo al sistema espa-cial y de recursos que elige un grupo paratransitar por su existencia; que responde a lasnecesidades para desarrollar los procesos indi-viduales y colectivos requeridos para realizarsu vida productiva, laboral y doméstica; ubica-

8 Por externalidades se entiende, todas las repercusiones queun lugar geográfico o una ciudad genera a otros comoconsecuencia de sus propias actividades.

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iradas al hábitatdo en relación con un entorno mayor, en inter-cambio con otros grupos de la sociedad; y a lavez definido por el lugar geográfico donde sealoja, el cual tiene las condiciones de un espa-cio determinado y cualificado en concordan-cia con sus necesidades particulares y gene-rales” (CEHAP, 1998:6).

Así mismo en la ciudad, como un espaciode relaciones económicas y sociales, la po-blación realiza -entre otras- funciones dehabitar. En ella se configura un mercado debienes y servicios habitacionales, que ejer-ce presiones ambientales internas y exter-nas. Los pobladores son objeto de presio-nes ambientales ejercidas por la dinámicapropia del desarrollo urbano metropolitano.

Habitabilidad

La habitabilidad involucra, además del hechofísico de la vivienda (patrones arquitectónicos,tecnologías, privacidad, iluminación y ventila-ción, entre otras), el ambiente sociocultural y elentorno. Intervienen las cualidades físicas (au-sencia o presencia de contaminación y deterio-ro, estado del paisaje desde el punto de vistaestético, entre otras) tanto como lassocioculturales (entramado social, redes de re-laciones, imaginarios, pautas de consumo,mecanismos de intercambio, tratamiento de losconflictos, seguridad, etc.). La habitabilidad tie-ne que ver con la garantía de vida digna; sinembargo la realización de este objetivo no sóloestá condicionado -como se presenta en el Va-lle de Aburrá- por factores inherentes a la vi-vienda, su entorno o la ciudad, sino por lasexternalidades económicas, políticas, sociales,culturales y tecnológicas que atan la metrópolial resto del país y a los procesos globales.

Ambiente urbanoy sostenibilidad

La magnitud de la problemática ambiental estal que obligará a revisar los parámetros de lacivilización global. Sobre el ambiente exis-ten múltiples percepciones fragmentadas,donde predomina la preocupación por elinventario de recursos naturales indispensa-

bles para mantener un modelo de desarro-llo. Una visión más amplia de la problemáti-ca debe involucrar el universo socioculturalque hace parte del entramado ambiental.

Así, se presentan problemas ambientales,sólo en relación con el ser humano, porqueellos son generados por la actividad huma-na, pues los seres humanos son los recepto-res últimos de los efectos y sólo a ellos in-cumbe definirlos, entenderlos y solucionar-los. Es una utopía exigir que las ciudades nose abastezcan de recursos aledaños, pero sies posible disminuir sus niveles de utiliza-ción y la producción de desperdicios, tantode productores como de consumidores, paradetener, o al menos reducir los efectosecológicos perjudiciales. Así, la ciudad esmirada más allá de su desempeño individual,en relación con los sistemas locales, nacio-nales e internacionales. Los problemas delhábitat y el ambiente urbano no se puedenadministrar estrictamente dentro de las fron-teras políticas de la ciudad.

Sostenibilidad yredistribuciónintergeneracional

La redistribución intergeneracional de losbeneficios del desarrollo, es decir, la necesi-dad de ocuparse de las reservas de recursosque garanticen la vida digna de las genera-ciones venideras, es una meta deseable des-de el interés ambiental pero, para el caso deAmérica Latina, tiene repercusiones distin-tas determinadas por condiciones económi-cas, políticas y culturales distantes de las delos países industrializados. Así, el objetivode esta redistribución puede constituirse enpretexto para frenar ciertos proyectos socia-les en nombre del interés ambiental, mien-tras la acumulación histórica de necesida-des insatisfechas de la mayoría de la pobla-ción se desborda.

Las pautas para políticas de manejo am-biental de la metrópoli, no pueden conside-rarse garantía de sostenibilidad, aunque in-dudablemente sean favorables a las reser-vas ambientales futuras. La razón es que la

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iradas al hábitatinsostenibilidad del modelo actual de desa-rrollo tiene causas mucho más complejas, yes por ello que se ha llamado repetidamentela atención sobre ellas9, pues exigen cam-bios profundos sin los cuales no se revertirála tendencia insostenible ni se logrará frenarel consumo.

Desarrollo y resultadometodológico delproyecto

La investigación contó con una metodolo-gía participativa. Además del análisis de in-formación secundaria, y del ejercicio de lec-tura territorial, se realizaron eventos para en-riquecer la visión inter y trans disciplinaria yde cooperación interinstitucional. Las tertu-lias contaron con participación de los inves-tigadores del proyecto, invitados especialesy conferencistas quienes intercambiaron ex-periencias y elaboraciones conceptuales. Alos talleres asistieron expertos, organiza-ciones públicas, sociales y empresariales.

Metodología,Problemática, Análisis,Propuesta � PAP

Se desarrolló un diseño metodológico deno-minado Problemática, Análisis, Propuesta- PAPque permitió abordar simultáneamente aspec-tos ambientales, físicoespaciales,socioeconómicos, culturales, institucionales ypolíticos, enmarcados en legislaciones sobreambiente y vivienda en lo local, metropolitanoy nacional, además de los planes nacionales ylos Planes de Ordenamiento Territorial- POTs.

La metodologíapartió de unosconceptos funda-mentales para lacual se retomaronalgunas definicio-nes del proyectoGAIA10, que pre-senta puntos en

común con el proyecto y que fueron comple-mentados con los desarrollados por los investi-gadores. Los cinco conceptos fundamentalesson:

ProblemáticasProblemáticasProblemáticasProblemáticasProblemáticas. Interacción de problemas quegeneran interrogantes por resolver. Son suscep-tibles de análisis y pueden ser objeto de contro-versia. Están sujetas al debate y requieren inter-pretación.

Problemas. Problemas. Problemas. Problemas. Problemas. Hechos o circunstancias que de-notan una situación o conflicto a resolver. Pue-den definirse en términos de uno o másindicadores que dependen entre otros de: tiem-po, espacio y marco sociopolítico. Los proble-mas analizados son de naturaleza ambiental ycomplejidad relacionada.

VVVVVararararariaiaiaiaiabbbbbles. les. les. les. les. Factores que, dependiendo de unproblema en estudio, están ligados a una uni-dad de análisis y tienen comportamiento diná-mico, es decir, que son cambiables y afectablespor circunstancias asociadas. Las variables ilus-tran los problemas.

IndicadoresIndicadoresIndicadoresIndicadoresIndicadores. Estándar de comportamiento delas variables. Se analizan como propiedadesmedibles del ambiente (físico, biótico, social,económico, cultural, etc.), definidas en un con-texto espacial, temporal y político. Se derivande datos ambientales mediante relaciones lógi-cas o matemáticas como adición, promediacióne interpolación, basados en acuerdos e inter-pretaciones de expertos -en ocasiones subjeti-vos- o en un marco regulatorio de estándares yreglas formalmente definidas.

DatosDatosDatosDatosDatos. Se extraen por medición directa, ob-servación o inferencia. Pueden implicar con-versiones automáticas o interpretación porcomputador o en procedimientos rutinarios,normalmente basados en un cuerpo teóricosólido. En los casos de análisis cualitati-vo, la información factual11 puede partirde hechos o situaciones demostrables nonecesariamente cuantificables.

Se consultó la metodología Problemática,Análisis, Solución- PAS que se deriva delproceso de investigación científica, utiliza-

9Entre ellas están: las relaciones inequitativas entre países yregiones, la exclusión social y política, la violencia y los hábitosde consumo y desecho erigidos como paradigma civilizador.10 “GAIA: Una herramienta multimedia para el manejo de recursosnaturales y educación ambiental. Está enfocada tanto a lasproblemáticas de la planeación y del manejo ambiental como a lateoría de la información. Su objetivo primario es la construcciónde herramientas multimedia para educación y manejo ambientales,en un esfuerzo de colaboración de 10 países de Europa, África,Asia y América Latina”. (http://cesimo.ing.ula.ve/GAIA/)11 El término factual en este estudio se refiere tanto a los datos omediciones de tipo cuantitativo como a los hechos o situacionesde carácter cualitativo.

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iradas al hábitatdo y definido por autores como Nahikian(1964), aplicado al entendimiento de fenó-menos ecológicos en general (Poole,1974)y utilizado en la solución de problemas quetienen que tienen que ver con la planifica-ción (Dyner, 1993).

Resultados delproceso metodológico

A continuación se indican algunos de los desa-rrollos del proceso de la investigación:

- Se inició con la definición de los fundamen-tos conceptuales, el análisis de contexto y laaproximación al territorio metropolitano me-diante la lectura territorial. Ésta permitió obser-vaciones y entrevistas directas en el compo-nente de recorridos y una verificación median-te evidencias en video y mosaicos de fotogra-fía resultantes de un sobrevuelo.

- Para la comprensión y formulación de lasproblemáticas -y del grupo de problemas aso-ciados- se hizo la siguiente relación: (i) vi-vienda y hábitat como generadores de con-secuencias ambientales; (ii) atributos ambien-

tales de vivienda y hábitat como hechos,procesos o fenómenos afectados; (iii)implicaciones de (i) y (ii) para la gestión am-biental que realizan las entidades de lasubregión.

- Las problemáticas recono-cidas como más representati-vas del asunto ambiental devivienda y hábitat en el Vallede Aburrá fueron:1. Demografía y dinámicasocioespacial2. Condiciones físicas del es-pacio3. Rentas del suelo, propiedady tenencia4. Empleo, ingresos y ahorro5. Política, institucionalidad ylegislación.

- Se hizo el análisis decausalidad, es decir, las re-laciones causa-efecto o decorrelación entre variables.Esto se expresó mediantediagramas de causalidadque fueron ajustados des-pués de la formulación delas hipótesis y su posterior

sustentación para su aceptación o rechazo.- Las hipótesis que se formularon como puntode partida para el análisis, se plantearon pordimensiones y ejes temáticos así:

- En la dimensión de lo ambientalinterdimensional se hizo un análisis sobre

CicCicCicCicCiclo simpliflo simpliflo simpliflo simpliflo simplificado Picado Picado Picado Picado PAPAPAPAPAP

subciclossubciclossubciclossubciclossubciclos1a) Acopio de información secundaria. Parte de la formulación de la problemática [a], elestablecimiento de unos diagramas de causalidad preliminares [b] que permite el planteamientode hipótesis [c] y define los datos requeridos para su análisis factual [d].1b) Diagnóstico y modelación de relaciones interdimensionales. A partir de los diagramaspreliminares de causalidad [b] y del planteamiento de hipótesis [c], los datos resultantes[d] deben ser procesados para sustentar las hipótesis [e] y ajustar los diagramas decausalidad [b].2) Identificación de alternativas. El enunciado de problemáticas [a] es simulado por el análisisde causalidad [b] para establecer alternativas de solución [f].3) Recomendaciones de política. Criterios de política seleccionados, variables e indicadoresclaves para su formulación y desarrollo. Las alternativas de solución [f] deben perfilar laspropuestas de criterios, variables e indicadores [g] que permitan un manejo adecuado y unosimpactos efectivos sobre la problemática inicialmente formulada [a].

g)

Pro p ue sta

LineamientosCriteriosVariables eIndicadores

a)

Pro b le m Ætic a

b)

AnÆlisis d e c a usa lid a d

f)Alte rna tiva s d e so luc i n

c)

Fo rm ula c i n d e h ip te sis d)

AnÆlisis fa c tua l e)Suste nta c i n d e h ip te sis

Dimensiones Ejes temáticos

Físico espacial

Socioeconómicay cultural

Aspectos físicos y bióticosDemografía y dinámicas espacialesVivienda y procesos de producción

Aspectos económicos-culturales

Política, jurídica einstitucional

Lo ambiental,interdimensional

Institucionalidad

Flujos de energía y materiales

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iradas al hábitatflujos de energía y materiales12 en el Vallede Aburrá, el cual deberá ser desarrolladoen estricto detalle al momento de hacer efec-tiva la política ya que será una herramientaindispensable para reconocer si este vallegeográfico, con sus diez ciudades, esambientalmente sostenible y permitirá, au-nado a la metodología holística propuestaorientar acciones.

La matriz diseñada consta de tres grupos derubros: entradas, retenciones y salidas. Fueinspirada en las desarrolladas por Naredo(1996) y por Stanner y Bordeaux (1996);éstas consideran tres grandes rubros para lasentradas: energía, agua y materiales. Para lassalidas, Naredo analiza dos grupos de rubros:productos transformados y contaminantes,mientras que Stanner y Bordeaux sólo con-sideran contaminantes. El proyecto tuvo encuenta: energía (solar, eléctrica, combusti-bles domésticos, combustibles para la indus-tria y para el transporte), agua (lluvia,freática, potable y aportes de las cuencas su-periores a los perímetros urbanos) y mate-riales (alimentos y bebidas, insumos para laconstrucción e insumos industriales).

- Para el análisis factual, se organizaron losdatos requeridos en cada eje temático deacuerdo con las preguntas sugeridas por lashipótesis. En algunos casos fueron datoscuantitativos y en otros hechos, evidenciaso situaciones demostrables. Se mezclaron losanálisis cuantitativo y cualitativo, lo que dacuenta del valor metodológico que logró elestudio para análisis tan complejos que per-mitieron el reconocimiento de sucesos am-bientales relacionados con otros proce-sos dinámicos de la vivienda y el hábitat.

- Las alternativas de solución a los proble-mas inspiran la formulación de la política.

Se material izaránen programas, pla-nes y proyectosque apuntarán a lasostenibilidad y elmanejo ambientalde vivienda yhábitat. El proyecto

encuentra que es posible reorientar y mejo-rar situaciones problemáticas y así, la políti-ca debe ofrecer lineamientos frente a cual-quier tipo de actuación.

Diagnóstico yrelacionesinterdimensionales

En este ensayo es imposible dar cuentadel diagnóstico, que es bastante completoy extenso. Sin embargo, para mostrar un pa-norama general de la situación encontradase presentan a continuación algunas de lashipótesis para cada uno de los diagramas,agrupadas así:

Efectos de la expansión urbana sobre elEfectos de la expansión urbana sobre elEfectos de la expansión urbana sobre elEfectos de la expansión urbana sobre elEfectos de la expansión urbana sobre elentorentorentorentorentorno rno rno rno rno rururururural en el al en el al en el al en el al en el VVVVValle de alle de alle de alle de alle de AbAbAbAbAburururururrárárárárá

·Tanto la expansión urbana como el creci-miento poblacional inciden sobre el suelorural y sobre el espacio urbano con un pesoambiental muy importante.·El problema del desplazamiento por violen-cia hacia los municipios del Valle de Aburrátiene particularidades ya que, además de losproblemas de adaptación al medio urbano,las demandas de esta población incluyendesde medios elementales de superviven-cia hasta el empleo y los problemas asocia-dos al retorno o la inserción sociocultural.·Aunque en la legislación colombiana se hanregulado los usos del suelo urbano teniendoen cuenta sus restricciones, potencialidadesy aprovechamiento natural, el uso real res-ponde a múltiples factores, intereses y nece-sidades sociales y económicas.·Los referentes socioculturales regionalesque han determinado los estilos de vida y laorganización de la producción, ahora se en-cuentran en una etapa de transformación ace-lerada con efectos particulares en lo urbano.

Efectos de la expansión urbana sobre laEfectos de la expansión urbana sobre laEfectos de la expansión urbana sobre laEfectos de la expansión urbana sobre laEfectos de la expansión urbana sobre lahahahahahabitabitabitabitabitabilidad en el bilidad en el bilidad en el bilidad en el bilidad en el VVVVValle de alle de alle de alle de alle de AbAbAbAbAburururururrárárárárá

·La calidad del aire, que es afectada poremisiones de fuentes de contaminación mó-

12 Para Simon y Fritsche (1993), el análisis de los flujos derecursos naturales que soportan las actividades de una ciudad,permite describir consecuencias ambientales de ella sobre elambiente local, regional y global; permite entender los procesosasociados a un sector particular (como transporte o industria) oa un material o grupo de materiales (como contaminanteshídricos) y los procesos mismos de producción, uso y consumode materiales y energía. Naredo (1996) se basa en el análisis deflujos, para afirmar que las actuales conurbaciones soninsostenibles y apoyan su crecimiento demográfico sobreexigencias crecientes per cápita de energía, agua y materiales, esdecir son más ineficientes cuanto más grandes.

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iradas al hábitatviles y fijas, está directamente relacionadacon el consumo de energía, la densidadpoblacional, los vehículos a motor y la con-centración industrial.·En el Valle de Aburrá una porción impor-tante de la población vive en condicionesde pobreza y generalmente, para resolver suproblema de vivienda, se asienta en áreasperiféricas, algunas de importancia ecológicay otras que ocasionan riesgo para los pro-pios habitantes. Ésto genera efectos e im-pactos ambientales críticos.

Impactos ambientales y económicos de laImpactos ambientales y económicos de laImpactos ambientales y económicos de laImpactos ambientales y económicos de laImpactos ambientales y económicos de lametrmetrmetrmetrmetropolización en el opolización en el opolización en el opolización en el opolización en el VVVVValle de alle de alle de alle de alle de AbAbAbAbAburururururrárárárárá

·El Valle de Aburrá presenta una tendencia ala terciarización de la economía en lasubregión y una profunda recesión con len-ta recuperación.·La deficiente cobertura del sistema de fi-nanciación de vivienda, ligado a lógicas demercado del capital y una redistribución debajo impacto en la inversión social, dificultael acceso a la vivienda digna para la pobla-ción vulnerable.·Las transformaciones socioespaciales, pro-ducto de nuevos modelos económicos,impactan el capital físico de las ciudades ygeneran intereses locales que condicionanla sostenibilidad del conjunto de municipiosdel Valle de Aburrá.

Efectos de la conurbación sobre el Efectos de la conurbación sobre el Efectos de la conurbación sobre el Efectos de la conurbación sobre el Efectos de la conurbación sobre elespacio en el espacio en el espacio en el espacio en el espacio en el VVVVValle de alle de alle de alle de alle de AbAbAbAbAburururururrárárárárá

·La deficiencia de información sobre geolo-gía, geomorfología y geodinámica en la ma-yoría de los municipios del Valle de Aburrá esuna situación que se evidencia en los POTs yesto da cuenta de por qué son tan débiles losestudios de riesgo, amenaza y vulnerabilidad.·Los procesos geodinámicos internos y exter-nos en el Valle de Aburrá, se convierten enamenazas debido a las dinámicas de ocupa-ción y utilización del territorio inadecuadas ypueden afectar a personas o bienes materiales.·La situación demográfica y los altos índi-ces de ocupación, generan considerablesgrados de hacinamiento, insuficiencia deequipamientos y escasez de espacio públi-

co, que ocasionan un deterioro en la calidadde vida.·El problema de la vivienda en el Valle deAburrá, si bien presenta déficits cuantitati-vos muy altos, plantea el reto principal derealizarse en condiciones de dignidad, esdecir bajo unos estándares de habitabilidadfavorables al entorno.·Existen grandes contrastes de calidad yhabitabilidad con unos hábitats que van des-de lo óptimo hasta lo deteriorado, hecho queconstituye una forma de agresión para loshabitantes y reproduce grados deconflictividad vecinal y disputas por el terri-torio.

Efectos y externalidades asociadas a laEfectos y externalidades asociadas a laEfectos y externalidades asociadas a laEfectos y externalidades asociadas a laEfectos y externalidades asociadas a lavivivivivivienda en el vienda en el vienda en el vienda en el vienda en el VVVVValle de alle de alle de alle de alle de AbAbAbAbAbururururur rárárárárá

·La información sobre sistemas, tecnologíasy materiales utilizados en vivienda es unasunto de interés particular. De su difusióndepende la posibilidad de hacerlo un asuntopúblico, evaluar lo que se tiene, permitirinnovaciones y ampliar las posibilidades tec-nológicas ambientalmente sostenibles.·Ligado al comportamiento recesivo de laeconomía en general están el comportamien-to cíclico del sector de la construcción, elbajo nivel de ingresos y la dificultad de ac-ceso a la vivienda digna.·El nuevo paradigma de trabajo y empleoconduce a mayor participación del sectorinformal de la economía y esto se traduceen que sigan en aumento procesos informa-les de ocupación y producción del hábitat, ypor tanto los ingresos derivados de ella.

Efectos ambientales e impactos socioEfectos ambientales e impactos socioEfectos ambientales e impactos socioEfectos ambientales e impactos socioEfectos ambientales e impactos socioculturculturculturculturcultur ales en el ales en el ales en el ales en el ales en el VVVVValle de alle de alle de alle de alle de AbAbAbAbAbururururur rárárárárá

·La pobreza generalizada de un alto porcen-taje de la población y la falta de respues-tas estatales efectivas, han generado solu-ciones ilegales con bajos estándares, de loque resulta un Valle de Aburrá polarizado,con serios desequilibrios urbanos y socia-les.·El conflicto interno se ha agudizado yderiva efectos contundentes para la vivien-da y el hábitat. La fragmentación del te-

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iradas al hábitatrritorio, por causa del conflicto, implica altera-ciones en la vida y condiciones socioculturales.·En la formación de la metrópoli -aún en pro-ceso- cada una de las ciudades que la confor-man conserva una “fisonomía” socioculturalpropia, aun entre las más conurbadas. Sin em-bargo, el ambiente urbano se revela como“nuevo” y surgen fracturas propias del mo-delo de sociedad y de la realidad global con loque afloran paradigmas alternos a los que seresquebrajan.·Las formas de vida y de trabajo introducidasrecientemente con el fenómeno de lametropolización y la globalización, generanproblemas que antes eran de baja incidencia yhoy producen consecuencias sobre el ser hu-mano que exigen nuevas adaptaciones indivi-duales o colectivas.·La estrategia de globalización de la economíaha conducido a acortar la duración de los pro-ductos e introdujo la conciencia de lo desecha-ble hasta niveles no conocidos.·La industria y el mercado constituyen meca-nismos que prolongan las redes tróficas natu-rales; pero aquellos también transportan sus-tancias lesivas, situación que exige atenciónpues los seres humanos son el pináculo de la“pirámide alimenticia”.·El comportamiento económico ysociodemográfico en el Valle de Aburrá estáasociado a un mayor empobrecimiento de lapoblación. En estas condiciones de inequidadserá muy difícil lograr la sostenibilidad del de-sarrollo en términos de crecimiento social.·En la construcción de lo público confluyen elespacio público y la vivienda, por tanto la pre-cariedad de éstos influye en la fragilidad de losproyectos colectivos y sociales.

Complejidad institucional y efectosComplejidad institucional y efectosComplejidad institucional y efectosComplejidad institucional y efectosComplejidad institucional y efectosen la gestión ambientalen la gestión ambientalen la gestión ambientalen la gestión ambientalen la gestión ambiental

·Se dan percepciones sobre el ambiente deri-vadas de diversas formas de contacto con elmedio biofísico y tecnológico, esto lleva a queaún no hayan movimientos ambientalistas fir-mes.·La explosión demográfica se vuelve pro-blema cuando causa desequilibrios entre lapoblación y los recursos naturales y socia-les para sustentarla adecuadamente.

·Buena parte de la degradación ambientalen los países del Sur, es causada por la in-tensificación de los cultivos de exportación,explicable por el pago de la deuda externa,combinada con técnicas deficientes de ma-nejo de suelos.·La noción tecnoeconómica reduccionista deldesarrollo sigue teniendo primacía en laspolíticas en Colombia, en la planeación yaun en las expresiones legislativas. A su vez,el reduccionismo sobre lo ambiental y lasostenibilidad, tiene efectos reales sobre lasinstituciones y sobre las prácticas sociales en elpaís y el Valle de Aburrá.·A partir de los ordenamientos legislativos quedefinen funciones a los entes territoriales, co-mienza en el país a diferenciarse la planeacióndel desarrollo económico y social de laplaneación física y de ordenamiento territorial,aunque alguna legislación actual mantiene in-cluso terminologías de leyes anteriores.·La Ley 388 de 1997 tiene una concepciónholística de ordenamiento territorial municipal,mientras la Ley 99 de 1993, establece, para losgrandes centros urbanos y las áreas metropoli-tanas, una división de competencia de las auto-ridades ambientales, que genera una grave seg-mentación del territorio urbano y rural.

Propuesta paraformular la política

La propuesta consiste en la determinación delos principios, lineamientos, criterios, variablese indicadores que servirán de base para la for-mulación de la política ambiental de vivienday hábitat en el Valle de Aburrá. Debe recordarseque ésta debe partir de una renovación con-ceptual y metodológica sobre el tema.

Principios

Los principios orientan la búsqueda de un de-sarrollo alternativo, basado en el bienestar de lapoblación. Este punto de partida común haráposible una visión metropolitana de los proble-mas y la adopción de soluciones colectivas, sinmenoscabo de las particularidades biofísicas y

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iradas al hábitatsociales, la autonomía local y las especificacio-nes garantes de la calidad del hábitat y de lavivienda. Entre los principios recomendadospara su aplicación, establecidos en las cumbresde Estocolmo 197213, Vancouver 1976 y Ríode Janeiro 199214, así como la Agenda deAsentamientos Humanos de Estambul 1996,se retoman los siguientes:

-Desarrollo centrado en valoreshumanísticos y prevalencia del interésgeneral-Equidad social, económica y territorial-Participación real de la ciudadanía y de lascomunidades locales-Responsabilidad compartida en el manejode los recursos y los beneficios sociales desu uso.

Además de lo anterior, se incluyen algunos delos principios ambientales propuestos por Nadín(1999):

-Respeto a la capacidad de carga del am-biente. Particularmente frente a la reducciónprogresiva de suelo rural y la producciónde contaminantes, cuyos sumideros son li-mitados en el Valle de Aburrá.-Mantenimiento de la biodiversidad. En re-lación con las externalidades de la expan-sión urbana, la recuperación, conservacióny expansión de áreas verdes al interior delas ciudades. Este principio está asociado aotros como precaución, durabilidad y adap-tabilidad del ambiente construido.

Igualmente, la función pública debe basar-se en los principios de concurrencia,complementariedad y subsidiaridad y en lainterdependencia sistémica de la política am-biental con otras políticas urbanas, sociales,económicas y fiscales, que comprometendistintos niveles territoriales e institucionales.

Lineamientos

Los lineamientos propuestos son transversalesa los principios expuestos y orientan los crite-rios.

Lineamientos sobre desarrollo humano. Conalternativas como la del desarrollo a escala

humana, el cual “se centra y sustenta en lasatisfacción de las necesidades humanas fun-damentales, en la generación de niveles cre-cientes de autodependencia y en la articula-ción orgánica de los seres humanos con lanaturaleza y la tecnología; de los procesosglobales con los comportamientos locales,de lo personal con lo social, de la planifica-ción con la autonomía y de la sociedad civilcon el Estado” (Max Neef, 1986: 14).

Lineamientos sobre gobernabilidad. El go-bierno democrático de la metrópoli será elpunto de confluencia de los municipios delValle de Aburrá, como expresión de sus in-tereses comunes y esfuerzos concertadosfrente a la solución de problemáticas comu-nes. Se fundará sobre el reconocimiento delas particularidades sociales y culturales, yse reflejará en el respeto a la autonomía.

Lineamientos de carácter ambiental. Se pro-fundizará el conocimiento sobre los aspectosbiogeográficos y socioculturales, así como lasproblemáticas ambientales comunes a los mu-nicipios del Valle de Aburrá, con el fin de unifi-car esfuerzos en las soluciones. Se estimularáel cambio en las pautas de consumo de bienesy servicios, con base en el afianzamiento devalores ligados a la solidaridad y la concienciasobre el carácter limitado de los sistemas desoporte. Lo anterior debe conducir a una re-ducción de la contaminación y un incrementopaulatino en el consumo de productos de bajoimpacto sobre el medio y la salud.

Criterios

Entre los criterios generales se formularon:

Integralidad. Reconocer las complejidades delambiente obliga a correlacionar los problemasfísicos, socioculturales y políticos. Integralidadal declarar hechos metropolitanos, cuando lainterdependencia de los fenómenos afecta doso más municipios15

y requiere de solu-ciones que no estánal alcance de unosolo.

13 Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente14 Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente yDesarrollo, conocida como la Cumbre de la Tierra15 También se tiene en cuenta el caso de posibles conflictos: laLey 128 de 1994 o Ley Orgánica de Áreas Metropolitanas, estableceque las áreas metropolitanas sólo podrán ocuparse de aquellosasuntos que generan conflicto entre los municipios que laconforman.

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iradas al hábitatLa vivienda como hecho metropolitano. Defi-nida como el conjunto de actividades e impac-tos ambientales involucrados en el proceso deproducción y acceso la vivienda, cuyo manejorequiere del esfuerzo mancomunado y por con-senso de los municipios, en aplicación de loslineamientos ambientales dirigidos al desarro-llo humano, con respeto de la autonomía mu-nicipal y con base en acuerdos sobre espe-cificaciones y calidades garantes de lahabitabilidad.

Hábitat socialmente adecuado yambientalmente sano. Como propiciador de laconstrucción de vida colectiva y resultado delos derechos y deberes, en ejercicio de la ciu-dadanía. Dotado con los servicios básicos yequipamientos que garanticen habitabilidad ycalidad de vida.

Vivienda digna, saludable y segura. En condi-ciones de autorregulación climática y de segu-ridad frente a los efectos ambientales. Que in-tegre planteamientos sobre la salud del ambientey la “casa sana”. Con experimentación tecno-lógica en materiales de bajo impacto ambientaly uso de fuentes de energía alternativas.

Algunos de los criterios agrupados por proble-máticas fueron:

Criterios sobre demografía y dinámicaCriterios sobre demografía y dinámicaCriterios sobre demografía y dinámicaCriterios sobre demografía y dinámicaCriterios sobre demografía y dinámicasocioespacialsocioespacialsocioespacialsocioespacialsocioespacialReorientación socioespacial y disminución dela presión sobre la metrópoli. Reactivaciónagroindustrial con garantía de comercializaciónpara contener migración campo ciudad. Mejo-ramiento de condiciones de seguridad en elcampo y en los municipios alejados.

Criterios sobre condiciones físicas del espa-Criterios sobre condiciones físicas del espa-Criterios sobre condiciones físicas del espa-Criterios sobre condiciones físicas del espa-Criterios sobre condiciones físicas del espa-ciociociociocioAutosuficiencia relativa de las unidades geo-gráficas, compensación y complementariedadespacial según intercambios y beneficios co-munes, controlando las externalidades. Mane-jo integral de las zonas con restricciones paravivienda. Racionalización en el uso de los re-cursos y cambios en los patrones de consumopara disminuir la presión sobre recursos esca-sos. Protección del patrimonio ambiental y cul-tural.

Criterios relacionados con la renta del sue-Criterios relacionados con la renta del sue-Criterios relacionados con la renta del sue-Criterios relacionados con la renta del sue-Criterios relacionados con la renta del sue-lo, la propiedad y la tenencialo, la propiedad y la tenencialo, la propiedad y la tenencialo, la propiedad y la tenencialo, la propiedad y la tenenciaGestión del suelo acorde con la funciónecológica y social de la propiedad, el accesodemocrático y el reparto de cargas y benefi-cios. Desarrollo del mercado inmobiliario acor-de con estándares de habitabilidad. Renova-ción de entornos urbanos con protección amoradores, densificación cualificada del espa-cio privado y dotación de espacios públicos.Integración de segmentos del mercadohabitacional y encadenamientos que dinamicendiferentes alternativas de acceso a vivienda dig-na acordes con el perfil socioeconómico de lademanda y con una mezcla sana de usos.

Criterios relacionados con empleo, ingresosCriterios relacionados con empleo, ingresosCriterios relacionados con empleo, ingresosCriterios relacionados con empleo, ingresosCriterios relacionados con empleo, ingresosy ahorroy ahorroy ahorroy ahorroy ahorroProtección a la base económica regional, desa-rrollo económico alternativo, con equidad so-cial, económica y territorial, lo que implica po-tenciar las capacidades endógenas y anticiparlos impactos de la globalización. Protección delos recursos y el empleo local y desarrollo dela economía popular urbana, centrada en el in-terés general y el trabajo como bien esencial.Evaluación del impacto de la vivienda comounidad productiva y lugar de trabajo.

Criterios sobre aspectos políticos eCriterios sobre aspectos políticos eCriterios sobre aspectos políticos eCriterios sobre aspectos políticos eCriterios sobre aspectos políticos einstitucionalesinstitucionalesinstitucionalesinstitucionalesinstitucionalesResponsabilidad compartida en la gestión, concooperación horizontal, compensación entre losmunicipios y solidaridad. Promoción del desa-rrollo armónico la metrópoli desde el AMVAcomo entidad que tiene la misión, infraestruc-tura y experiencia para incentivar a la subregión.Regulación estatal y control de la calidad de lavivienda y el urbanismo en la que el AMVAejerza su papel de coordinador del Sistema Na-cional de Vivienda de Interés Social - SINAINen el Valle de Aburrá. Fortalecimiento de lagobernabilidad, a partir del sentido de perte-nencia e identidad metropolitana de los habi-tantes.

Variables e indicadores

La política demanda innovaciones para un sis-tema de variables claves e indicadores que re-gistren las evoluciones, encadenamientos o al-teraciones entre ellos. Por ejemplo, en materia

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iradas al hábitatde habitabilidad, ésta depende de un grupocompuesto de variables asociadas al manejode los recursos estratégicos (agua, energéticos,residuos), la movilidad urbana (infraestructu-ra, tecnología y operación del transporte), elespacio público y las zonas verdes (más alládel índice de m2/hab.), la productividad en laconstrucción y el mejoramiento de la vivienda.

En tal sentido, se recomienda un sistemamulticriterio y multivariables, que sugiere gru-pos de indicadores posibles para registrar im-pacto y efectividad, más que resultados. Queintegre sistemas de información constituidos enlas oficinas de gobierno local, departamental ynacional, de organizaciones privadas, y univer-sidades, y que además incorpore nuevas basesde datos. Todo ello complementado con los sis-temas de indicadores ya reconocidos nacionale internacionalmente, como los que aplica elPrograma de Gestión Urbana para AméricaLatina y el Caribe, PGU-ALC, en el seguimientode la Agenda Hábitat, Estambul +5 16.

Procedimientos para eldiseño de la política

En primer lugar, se requiere la institucionalidadrenovada del AMVA, con mejor gobernabilidady con ajuste institucional -que ya ha comenza-do a operar- que involucre el tema ambientalen todos sus procesos. En segundo lugar, esta-blecer coordinación interistitucional, evitandoconflictos de competencia en la funciones, tan-to ambientales como de planeación. En tercerlugar, potenciar el desarrollo institucional delos municipios y para ello, configurar SINAIN.En cuarto lugar, se debe iniciar el proceso eje-cutivo para la implementación del diseño de lapolítica.

Para este fin, será necesario conformar las co-misiones y comités de carácter mixto que seanpertinentes, organizados en grupos técnicos yejecutivos. Se profundizará y validará el diag-nóstico. Se establecerá una agenda pública deapoyo, seguimiento y evaluación posterior a laadopción de la política. Todo ello bajo la coor-dinación de un grupo de trabajointerdisciplinario y con función rectora por partede la Junta Metropolitana17.

Reflexiones finalesLa investigación se alimentó de construccio-nes conceptuales, agregando pensamiento dediversos autores y el de los propios investiga-dores. Se llegó a consideraciones como que lapreocupación por el ambiente no debe referir-se sólo a los inventarios de recursos naturalesdisponibles, que la vivienda debe ser pensadadesde el hábitat y que la sostenibilidad es unasunto complejo y con particularidades en lospaíses de América Latina.

La gran oportunidad que implicó pensar la vi-vienda y el hábitat desde la mirada ambientalno deben pasar inadvertidos. Para la institu-ción metropolitana, es una experiencia de inte-gración en su labor como entidad promotorade desarrollo y como autoridad ambiental. Parala Escuela del Hábitat - Cehap, esta experien-cia, que superó el trabajo técnico de unaconsultoría, fue un ejercicio investigativo y pe-dagógico en el que los docentes y profesiona-les del grupo seguirán su indagación sobre lasdinámicas ambientales y del hábitat que impli-ca el proceso de metropolización. Los habi-tantes del Valle de Aburrá, además de recibirlos beneficios deberán asumir deberes frente alos procesos que de aquí se desprendan.

A partir de las formulaciones de la investiga-ción realizada por la Universidad, será el Esta-do quien convoque al diseño concertado de lapolítica teniendo como punto de partida losprincipios de concurrencia, coordinación ysubsidiariedad establecidos en la ConstituciónPolítica de Colombia, entendiendo que los asun-tos públicos conciernen a todos los ciudada-nos. Se genera el compromiso social de partici-par activamente en la formulación de la políti-ca, aportando la información de cada munici-pio y entidad, y presentando iniciativas útiles.Participarán las universidades, los gobernan-tes, funcionarios públicos, entidades públicasy privadas, el sector financiero, las organiza-ciones no gubernamentales, las organizacionesambientales y de vivienda, los educadores, losestudiantes, en fin todos los que finalmente se-remos beneficiados por la política ambientalmetropolitana devivienda y hábitat.

16 Ver www.hábitat.org17 Organismo rector del AMVA, en el que participan, ademásdel director, los alcaldes de los municipios que loconforman

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iradas al hábitat

Javier González Trujillo2

Introducción

En este ensayo se parte de la definicióndel ambiente urbano como conjunción defenómenos biofísicos y sociales, cuyasinteracciones y procesos de cambio estándeterminados, en gran parte, por los ima-ginarios culturales y el epicentro políticopredominantes en un momento dado.

Al llamar la atención sobre el papel quecumplen estos imaginarios y este epicen-tro, se enfatiza el análisis sobre algunascaracterísticas generales del sistema cul-tural de la metrópoli en formación2 y sucreciente interacción con el sistema glo-bal. Se verá cómo priman el cambio, lahibridación y la diversidad, los cuales sereflejan en las percepciones y manejos am-bientales.

Características delambiente y respuestaspsicosomáticas

Nuestro punto de partida es el ambiente delSistema Urbano Industrial3 como una reali-dad particular de la antroposfera4 (población,tecnosfera y medio físico influido), organi-zada a imagen y semejanza de la sociedadprevaleciente y de su epicentro económico-político.

Este ensayo fue elaborado en el marco de la investigación Criterios ambientales para la vivienda y el hábitat enel Valle de Aburrá , realizado por la Escuela del Hábitat-Cehap, de la Facultad de Arquitectura, UniversidadNacional de Colombia, Sede Medellín, como consultoría contratada por el Área Metropolitana del Valle de

Aburrá-AMVA, a través del Programa de Fortalecimiento a la Gestión Ambiental Urbana-FIGAU y con financiación del Banco Mundial.

Este ambiente se revela como “nuevo”a partir de la emergencia misma de lametrópoli, de las fracturas concomitan-tes en el modelo de sociedad y sus ejesarticuladores y de la presencia, novísima,de una realidad global, todos los cualesproducen formas de organización de laesfera social y biofísica y paradigmas devida alternos a los que hoy se resque-brajan.

Dentro de este ambiente se distinguen lossiguientes entornos particulares: los sistemasy componentes biofísicos “antropizados”(aquellos en los cuales la influencia humanaha sustituido los mecanismos naturales deautorregulación); los nuevos ambientes yformas de vida y trabajo; los circuitos deprovisión de alimentos; la organización delhábitat y la vivienda; las respuestaspsicosomáticas; las percepciones y mane-jos del ambien-te en la coyun-tura de reestruc-turación velozde la sociedaden presencia def e n ó m e n o scomplejos y sustendencias en laM.V.A.

1 Antropólogo de la Universidad de Antioquia, 1982; M. Sc. enBiología, Área Ecología, de la misma Universidad, 1995.2 Dentro de la Metrópoli del Valle de Aburrá (M.V.A.) enformación, se incluye la parte de este valle correspondiente alas áreas urbanas y rurales de los municipios de Barbosa,Copacabana, Girardota, Bello, Medellín, Envigado, Sabaneta,Itagüí, La Estrella y Caldas. Se diferencia, por tanto, de latotalidad del valle geográfico y también de la jurisdicciónadministrativa de la entidad Área Metropolitana del Valle deAburrá (AMVA), la cual no incluye el municipio de Envigado.3 Sistema Urbano Industrial es el nombre que da Odum a laciudad en tanto sistema antropógeno que no sigue la dinámicade los ecosistemas (Odum, 1993).4 Acerca de los conceptos antroposfera y tecnosfera, véaseVidart (1986).

La metrópoli: condicionesambientales y

respuestas socioculturales1

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iradas al hábitatLas nuevas formasde vida y trabajo

�Así, el hombre sigue siendo, en definitiva, lo queempezó siendo al principio: un biosistema con una

limitada capacidad de cambio� (Toffler, 1974: 423).

La sociedad antioqueña tradicional5 y lasdemás que coexisten en el departamentode Antioquia han vivido, particularmentedesde la segunda mitad del siglo XX, com-plejos procesos que han conllevado la di-solución parcial y recomposición de suorganización social y de los núcleos ideo-lógicos que las caracterizaban.

Estas transformaciones se han debido, enparte, a los nuevos estilos de vida y a losprocesos de producción adoptados o de-sarrollados en la región con el advenimien-to de la industrialización y la vida urbanamoderna.

Estos nuevos estilos de vida y de trabajose implantaron con particular fuerza en lasciudades que hoy forman el centro de laM.V.A. en cierne, por ser los nodos de in-dustrialización (Medellín, Itagüí, Bello yEnvigado). La industrialización hizo po-sible la aparición de una rica gama de po-sibilidades de vida, gracias a los nuevosnichos laborales, a la cantidad de manode obra empleada, a su estabilidad y a laspolíticas sociales de las empresas. Los sec-tores sociales beneficiados accedieron, así,a ciertas comodidades básicas que disfru-taban los trabajadores en los países indus-trialmente avanzados (más que todo a par-tir de la década de 1950).

Las nuevas formas de vida y de trabajoimplican, sin embargo, problemas nuevos

que producen conse-cuencias orgánicas ymentales y exigennuevas adaptacio-nes. Con la evolu-ción urbana6 y tec-nológica, la violen-cia, la recesión eco-

nómica y otros drásticos cambios ocurri-dos en el país y en particular en el Valle deAburrá, estos problemas se han compli-cado y no constituyen un atributo del cen-tro metropolitano solamente, sino que in-cluye a otros municipios de la M.V.A. yde fuera de ella, aunque con diferenciasnecesarias de evaluar.

Los fenómenos representativos de la si-tuación descrita son:

·Desintegración de las relaciones tradi-cionales de parentela y comunidad. Ensustitución de ellas han surgido no sólolas nuevas formas de familia sino nue-vas formas de organización instituidasalrededor de variados intereses, econó-micos y culturales. Estos cambios handado lugar a la aparición de la selectivi-dad y fugacidad en las relaciones, y plan-tean dificultades de adaptación paramuchas personas, o la opción del aisla-miento de sus círculos vitales para otras.

Esta condición, sumada a los nuevos rit-mos de trabajo (sea porque impiden loscontactos o porque liberan tiempo deocio), son algunas de las causas de lasituación de soledad. Ésta, a su vez, ac-túa en conjunción con las nuevas pre-siones del ambiente urbano y desenca-dena en la salud mental de muchos ha-bitantes, problemas como la depresión,entre otros.

·Fugacidad y transitoriedad. La búsque-da de mayores niveles de consumo haconducido a acortar la duración de los pro-ductos y ha introducido la conciencia delo desechable hasta niveles no conocidos:ahora lo desechable no sólo abarca losobjetos, sino también el tiempo, las rela-ciones humanas y los propios seres huma-nos (Toffler; 1974).

·Presiones de los ritmos de trabajo y la com-petencia. El nuevo ambiente laboral ha apor-tado nuevos factores de presión, relaciona-dos con la velocidad, eficiencia y compe-tencia, lo cual repercute sobre las condicio-nes psíquicas y físicas de los individuos.

5 Aunque el territorio del actual departamento de Antioquia, ubicadoen el noroccidente de Colombia, está poblado por grupos de diversoorigen étnico y cultural, al hablar de «sociedad antioqueña» se aludeaquí al tipo de sociedad predominante que estructuró la región apartir de su organización social, su imaginario y su papel en la direcciónideológica y política del Departamento.6 Las pequeñas ciudades sustentadas por las industrias “clásicas”;están dando paso a la metrópoli con múltiples funciones, donde sedestaca el sector terciario, un proceso común a otras ciudades delmundo en esta fase de intensificación de la globalización.

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ENSAYOS FORHUM 19 - M

iradas al hábitatSe sabe que las alteraciones en los sistemasnervioso y endocrino hacen sinergia con loshábitos rutinarios, el régimen alimenticio, elespacio reducido y la contaminación (inclui-da la radiación de los equipos eléctricos), ydesatan enfermedades complicadas comoson las nerviosas (depresión, fobias, insom-nio, fatiga), así como las cerebrovasculares,cardiovasculares, cardiopulmonares y diges-tivas (colitis, gastritis, úlceras, cáncer de es-tómago y colon, entre otras).

Otras reacciones se derivan de la satura-ción de responsabilidades, y se manifies-tan como una fatiga extrema y la “retiradaemocional e intelectual” de los pacientes,como un mecanismo de escape a las pre-siones. Cuando esto no obra puede con-ducir al colapso (Toffler).

Finalmente, los problemas anteriores re-percuten en la disminución de los meca-nismos defensivos del organismo, en laproducción de infecciones, como ciertostipos de herpes y en la aparición de algu-nas dermatosis y enfermedades variadas.

·Exposición del organismo a determina-dos ambientes de trabajo. Las nuevas ne-cesidades y oficios han creado nichos la-borales, con técnicas y procesos que hanañadido factores de impacto, somáticos ypsicológicos, tales como absorción de sus-tancias acumulables en el organismo (par-tículas, gases, metales pesados); daño deórganos sometidos a procesos de repeti-ción, radiación, calor o ruido (ojos, apa-rato reproductor, oído); deformación deotros por el uso de prendas o mueblesantiergonómicos (deformaciones de colum-na, síndrome metacarpiano, neuralgias, ce-faleas).

·Consumo de productos impactantes. Cier-tos objetos, que se caracterizan por involu-crar procesos complejos en su producción opor consumir cantidades mayores de ener-gía, son elegidos por los consumidores por-que los asocian a un determinado status so-cial, por novedad o por necesidad. Esto au-menta el impacto sobre ciertas materias pri-

mas o sobre el medio que recibe poste-riormente los desechos.

Ello sucede con algunas marcas de auto-móviles, objetos producidos a base dePVC o asbesto, productos empacados enmateriales de alto impacto, versiones eléc-tricas de artefactos normalmente operablesen forma manual (cepillos, cuchillos, man-tas…), y acumuladores de energía des-echados.

·Afectación por la presencia de tóxicos en lared trófica. La metrópoli viene a ser la ter-minal de múltiples circuitos de aporte caló-rico, proteínico y vitamínico, para lo cual sehan creado las complejas redes de produc-ción y comercio de alimentos. De este modo,las tecnologías de monoproducción7 , adi-ción de elementos no naturales, modifica-ción genética, conservación y transporte,cubren a toda la población que depende deestos procesos, por lo cual está sometida asus efectos, benéficos o dañinos.

Esta última es la situación de los elementosgenotóxicos inductores de mutaciones y cán-cer (ejemplos: el benzopireno8 , losplaguicidas, los nitratos, los nitritos, y losaditivos químicos que incluyen ácidoascórbico, glutamato, colorantes como el“rojo2”, saborizantes, edulcorantes yestabilizadores); y se tienen también losbioacumulables (mercurio, plomo, cadmioy otros metales pesados); o los de efectosaún desconocidos (las irradiaciones con ra-yos gama y los organismos modificadosgenéticamente: OMG9 ).

En la M.V.A., a pesar de la existencia de unalto porcentaje de productos orgánicos, fru-tas principalmente, la población se ve so-metida al consumo obligado de muchos pro-ductos con sustancias dañinas para el orga-nismo - produc-tos importados oproducidos lo-calmente, sobrecuyos procesosse carece de co-nocimiento ycontrol.

7 Cuestionadas hoy ampliamente por su efectos sobre labiodiversidad y sobre la creación de un ambiente susceptible ala aparición o reaparición de plagas, epidemias o amenazas depandemias (como las recientes del “mal de las vacas locas” y lafiebre aftosa).8 Véanse otros aditivos y los efectos del ciclamato en los años60 en: Salvat (eds), 1974.9 Sobre la introducción de alimentos transgénicos a Colombia,como maíz y fríjol de soya, ya ha habido varias denuncias através de los medios de comunicación.

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ENSAYOS FORHUM 19 - M

iradas al hábitatLas condiciones dehábitat y vivienda

A la heterogeneidad de la M.V.A. correspondela heterogeneidad del diseño de los componen-tes físicos del hábitat y la vivienda. Tanto en lasciudades que forman el centro de la metrópolien formación como en las poblaciones meno-res, el hábitat y la vivienda que se producen encondiciones ideales, benefician a un porcenta-je mínimo de la población.

El panorama dominante en la M.V.A. es, sinembargo, el de una ciudad construida en au-sencia de arquitectura (Viviescas, 1991), y elde una planeación que no ha tenido en cuentani la memoria histórica ni las necesidades delos habitantes, ni unos objetivos claros de cons-trucción de ciudad, hábitat y vivienda adecua-dos. Una de sus consecuencias es la pérdidacasi total del espacio público como escenariopara la construcción de comunidad y ciudada-nía.

En el primer caso, la construcción espontáneaen respuesta a las necesidades inmediatas, des-bordó los marcos planificadores (como los re-lacionados con la localización en zonas de ries-go, las normas de sismoresistencia, el área mí-nima construida o la necesidad de construirequipamientos adecuados). El resultado, parti-cularmente en el caso de Medellín, Bello y al-gunos barrios de las demás ciudades y pobla-ciones del Valle de Aburrá, es un hábitat locali-zado muchas veces en las cañadas que consti-tuyen el curso natural de las corrientes en tiem-pos de creciente; un hábitat saturado de casasy, por ende, constreñido, sin espacios públicosadecuados para el encuentro, la lúdica, el trans-porte y la existencia de áreas verdes; y sin losequipamientos correspondientes.

Este constreñimiento espacial constituye unhecho de agresión permanente sobre el habi-tante, y por tanto suscita respuestas igualmenteagresivas que alimentan no sólo el alto gradode conflictividad vecinal, sino de las disputasarmadas de territorio: “…cada clase de animalha evolucionado para existir en una cierta di-mensión de espacio vital. Tanto en el zoo ani-

mal como en el zoo humano este espacio sehalla severamente restringido, y las consecuen-cias pueden ser graves” (Morris, 1986: 29).

En otras situaciones, el hábitat ha sido diseña-do a la medida de la velocidad del automóvilparticular. Es lo que pasa en el centro de lasprincipales ciudades y de numerosas calles yavenidas de algunos barrios residenciales deMedellín, donde las especificaciones de las víasy los tiempos de cambio de los semáforos es-tán hechos para favorecer únicamente a los au-tomóviles, no a los peatones. De esta forma,las vías de alta velocidad actúan como barrerasselectivas que facilitan la comunicación entresectores reducidos, mientras seccionan porcio-nes de la ciudad e impiden la comunicación ylibre movilización de sus habitantes.

En el caso particular del hábitat en Medellín,numerosos edificios fueron diseñados sin te-ner en cuenta no sólo las condiciones de espa-cio (algunos crean la sensación de encarcela-miento y, por tanto, depresión y claustrofobia),sino también condiciones como: los costos, tan-to en materiales de construcción como en elgasto futuro de agua y electricidad; diseños queimplican ciertos sistemas de aire acondiciona-do (exceso de frío, exceso o falta de humedad,recirculación de contaminantes, hongos y bac-terias); disposición de espacios y amoblamientocon equipos que ya son de uso doméstico yque producen distintos tipos de radiación(eletromagnetismo, ondas de radio y radiaciónde computadores).

Cambio socioculturalcomplejo ypercepcionesdel ambiente

Una aproximación a la manera como es perci-bido y manejado el ambiente de la ciudad (entanto conjunción de fenómenos culturales ybiofísicos) será posible sólo en la medida enque se comprenda la forma como han estadoestructurados y como se han venido transfor-mando la sociedad y sus ejes estructurantes.

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ENSAYOS FORHUM 19 - M

iradas al hábitatLas instituciones tradicionales, en particularla familia, y la presencia de una ideologíasincrética unificante, basada esta última enla exaltación de un imaginario mítico de ori-gen racial y valores presuntamente privati-vos de un pueblo antioqueño único10, siguenjugando un significativo papel en laestructuración de la sociedad metropolitana(en tanto sociedad heterogénea). Sin embar-go, tanto las instituciones como la ideologíaunificante, han sufrido profundas rupturasen el último medio siglo y, aunque siguenjugando un papel preponderante, hoy co-existen con una gran diversidad de modelosde vida.

Aunque ello se ha dado en toda la regióndel departamento de Antioquia), se ha pre-sentado con mayor fuerza en la MVA y, másaun, en Medellín porque éste constituye elpunto de convergencia de múltiples proce-sos socioculturales. Para valorar tanto la per-manencia de los elementos estructurantes tra-dicionales como el peso que tienen Medellíny las nuevas imágenes culturales en el ima-ginario colectivo, es interesante el texto11,seleccionado de entre varios, escritos libre-mente por niños de 9-10 años.

Así, se observa la irrupción de los nuevosfenómenos que a lo largo del período de losaños 60 a 90 del siglo XX aceleraron lastransformaciones que se venían operando enlos ejes articuladores de la sociedad tradi-cional: la familia, el trabajo, la moralidad yun núcleo ideológico basado en laautoexaltación regional. “Los ejessocioculturales del sentido común del pue-blo antioqueño son la familia, el trabajo pro-ductivo y la moralidad doméstica […] estosanclajes socioculturales son los ejes sobrelos cuales se construye el proyecto políticode los intelectuales orgánicos de Antioquiay también la razón del éxito de este proyec-to y de su permanencia centenaria” (Uribe yÁlvarez, 1998: 275).

En esta etapa se produjeron, entre otros, lossiguientes fenómenos:

·La persistencia y fortalecimiento de lasmicro y subculturas. Aunque éstas se pre-

sentan en toda la metrópoli, es posible quese encuentren más definidas y arraigadas enlos barrios sacudidos por acontecimientos deruptura social12.

·Las micro y subculturas juveniles no ads-critas necesariamente a los barrios, las cua-les tomaron fuerza primero en cabeza de losmovimientos como el nadaísmo, los hippiesde los años 60 y los movimientos estudian-tiles de los años 70, se prolongarán en eltiempo en los nuevos movimientos de losaños 90 y principios del siglo XXI, articula-dos muchas veces en torno a expresionesmusicales tales como pop, rap, rasta, hiphop, hard core y rocks alternos…

·La revolución sociocultural y tecnológicade las décadas de los 60 y 70 del siglo XX,la cual introdujo, sobre todo en la juventud,otras escalas de valores, esquemas de pen-samiento y conductas basadas en la búsquedade la libertad personal y la contestación antelos valores tradicionales. Ello trajo consigonotables transformaciones éticas y estéticas.

·La profunda trans-formación socialproducida por elfenómeno delnarcotráfico, quellevó hasta límitesdesconocidos an-tes, la valoraciónextrema de metassociales ya presen-tes en la sociedadregional talescomo el dinero, lafuerza, el poder yuna perspectiva“despechada” dela vida, a través dela resignificaciónde figuras cultura-les como MaríaAuxiliadora y delos mariachis yotros referentesm e x i c a n o s(Salazar yJaramillo, 1992).

10 Amalgamados fundamentalmente por la sociedadantioqueña característica del Valle de Aburrá y del OrienteAntioqueño, a partir de tradiciones españolas, raícesfilosóficas eclécticas y concepciones judaico - cristianas.Aquí jugaba un papel decisivo el dinero como leitmotiv dela acción individual (Salazar y Jaramillo, 1992).11 “La cultura de Antioquia. La cultura de Antioquia empiezamás que todo en Medellín su capital, donde hay muchoscentros de atracción, centros de moda, por ejemplo, elparque comercial el tesoro, el pueblito paisa; centro de lamoda, el metro, parque norte, parque de las aguas, parquede las chimeneas, Unicentro, San Diego, Viscaya, discotecaZanahoria, y muchos artistas como el maestro FernandoBotero que debemos estar orgullosos de él (sic) por querernuestra ciudad y sus pinturas Botero (sic), o sea, en el MuseoD’ Antioquia, muchas modelos de talla internacional comoNatalia París, Ana Sofía Henao, Tatiana de los Ríos, CatalinaMalla, Catalina Aristizábal; un artista muy conocido enColombia es Juanes, que lo presentan mucho (sic) en canalescomo MTV, Tele Hit, Much, que canta “fíjate bien”; entreotros medios de transporte como el metro, que es un orgullopaisa. Pero no sólo Medellín está con toda la culturaantioqueña: hay pueblos como Sonsón, Jardín, Titiribí,Armenia, Venecia, entre otros, también la cultura de losindígenas. También en Medellín hay universidadesdependiendo el estado económico de cada familia: porejemplo, a los estratos bajos la U de A, para los estratosaltos está la U. EAFID (sic) y la U. Pontificia Bolivariana.También barrios o municipios donde la gente puede vivir(resaltado nuestro), como Envigado, el Poblado, Sabaneta,Laureles, la Estrella, Santa Lucía, Santa Mónica” (DanielJerónimo Zapata, 10 años) (sin fecha).12Como lo fueron en los años 70 del siglo XX las influenciasde los movimientos de izquierda en sectores de Bello y delas comunas nororiental y noroccidental; o como fueronen los años 80 y 90 las incidencias del fenómeno delnarcomodelo y de las bandas armadas en esos mismossectores, además de las zonas centrooriental ycentrooccidental.

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13 Como nuevos “navegadores” para utilizar en las redes,software especializado, “DVD”, aparatos múltiples quecondensan las funciones de reloj, radiograbadora, computador,teléfono visual, agenda y otros.

·Repercusiones al interior de la familia, don-de las mujeres han cobrado relevancia fren-te al tradicional poder masculino y los hijosmayor autonomía frente a los padres, lo queha llevado a un mosaico de formas de fami-lia, algunas de las cuales vislumbraba Virgi-nia Gutiérrez (1975), así como a una granconfusión respecto al trato ideal de los pa-dres para con los hijos y viceversa.

·Revaloración de fenómenos como el homo-sexualismo (femenino y masculino), el cualse admite con mayor tolerancia.

·Cambios en la valoración estética: el cuer-po humano, por ejemplo, vinculado antesúnicamente a su función del trabajo o laguerra, es valorado ahora en función de cá-nones de belleza, plasticidad y del nuevomedio urbano donde actúa.

·Al mismo tiempo el individuo, antessubsumido en los colectivos (familia, barrio,pueblo), emerge con fuerza propia y buscareconocimiento a través de la exhibición delcuerpo (incluidas demostraciones cada vezmás extremas de deporte como el bungeejumping o los kamikazes), o de artilugios yfetiches distintivos (collares, piercings, cru-cifijos, pulseras, tenis, radios, beepers, telé-fonos celulares, aparatos de ortodoncia yotros).

Así, en este ambiente de desprotección, di-solución rápida de las relaciones familiaresy parentales, recambio de roles y nuevasvaloraciones del cuerpo, surgen los nuevosescenarios de búsqueda de interacciones,como son los sitios de encuentro de sectas,minorías étnicas, colonias de pueblos, jubi-lados, desempleados, comercios deadminículos; supermercados y centros co-merciales, peluquerías, jugaderos de bingo,gimnasios aeróbicos, ciclovías y sitios de-portivos, y agrupamientos juveniles, inclui-das las barras deportivas (hacia 1999 sur-gieron las llamadas “rexistencia” o RXN y“los del sur” o LDS, las cuales sostienen una

guerra simbólicamediante grafitis;pero, simultánea-

mente se han formado “barras bravas” a imita-ción de las del Cono Sur). Algunos grupos aña-den recursos y símbolos de fuerza tales comoperros de combate, cadenas, armas y símbolosesotéricos.

Con la ruptura de relaciones y la desprotecciónse produce también el crecimiento vertiginosode los grupos expulsados de la sociedad haciala anomia: de esta forma, la sociedad copia enella misma la dinámica propia de los procesosproductivos que la explican y sustentan. Final-mente incluye una gran gama de conductas deescape o búsqueda de reconocimiento social,como las que se dan en los adolescentes (don-de los casos extremos de embarazos prematu-ros, participación en grupos armados y diver-sos tipos de adicciones son algunas de sus ma-nifestaciones).

En el origen de las situaciones mencionadashan influido acontecimientos y rompimientosradicales de alcance mundial, entre los cualesse pueden mencionar:

·Los cambios socioculturales y tecnológicos delos años 80 y 90 y sus eventos más significati-vos (disolución del llamado campo socialista,peso creciente del sector financiero internacio-nal, guerra del Golfo como guerra de tele es-pectáculo, auge de las organizaciones de recla-mo por los derechos humanos, rupturas en lossistemas de pensamiento, nuevos artefactostelemáticos13, avances en la biotecnología hastasituarse en los comienzos de la clonación hu-mana…).

·La “crisis de valores” que afecta a los grandessistemas religiosos unificantes.

·La emergencia del “mundo virtual” en cabezade la red internet, los “videojuegos” (primero“nintendo” y luego las “play station”) y dis-tintas expresiones telemáticas apenas enprueba), con características tales como supropia fugacidad, su poder de construir unacomunidad propia, sin territorio, aislada dela realidad fáctica, y la fabricación de un cos-mos simbólico propio, poblado de hazañasy héroes, que resignifica los arquetiposatávicos de la guerra, el poder y la muerte. Un

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iradas al hábitatejemplo de ello lo constituye el programa“Celebrity Deadmatch”, producido por EricHogel, en el canal MTV.

Los nuevos discursos telemáticos pregonan lasalvación del planeta y la expansiónextraplanetaria de la guerra, en una manifesta-ción prehistórica de recurso al miedo hacia “losotros”. Y, como expresión de otra contradic-ción, esos mismos medios presentan el idealpacífico de salvar la tierra a través de prácticasambientales deseables.

Algunos de los fenómenos que se menciona-ron atrás muestran, por ende - con más fuerzaque otros - los elementos de una cultura globalen cierne, caracterizada por carecer de una ló-gica coherente y la presencia simultánea devalores antagónicos, imágenes e íconos cultu-rales que llevan en forma veloz a todos los ex-tremos del mundo, pasando por encima de lossistemas de valores étnicos, nacionales y re-gionales.

La poca atención que tales fenómenos susci-tan en los círculos interesados en el cambiocultural y la educación, ha dejado a muchosniños y jóvenes sin criterios que les permitandecodificar, asimilar, resistir o adoptar los nue-vos símbolos y valores.

Esto es parte del panorama cultural general dela metrópoli en formación, caracterizado por laheterogeneidad de culturas que convergen yse entrecruzan en lo que Néstor García Canclinidenomina la hibridación cultural, fenómenocomún a muchas metrópolis (1990: 15). Estefenómeno se da paralelo con el de ladesterritorialización, la cual “habla dedesnacionalización, del surgimiento de unasculturas - como han denominado algunos - sinmemoria territorial” (Barbero, 1994: 48).

La mayoría de los nuevos fenómenos produ-cen un efecto centrífugo respecto de la ideolo-gía tradicional. Pero, de forma paradójica, ellaconvive con los fenómenos que le restan fuer-za: mientras las fuerzas pragmáticas del mer-cado impulsan el consumo de las nuevas mer-cancías (incluidas expresiones culturales con-trarias a las creencias tradicionales religiosas,regionales y nacionales), la ideología refuerza

este consumo a la vez que pregona lapervivencia de las tradiciones, la identidad, lasraíces, la raza, la grandeza, la pujanza y losdemás fenómenos exaltados como exclusivosde la región antioqueña.

Es interesante observar cómo en un momento(fines del siglo XX y comienzos del siglo XXI)en que se patente la fuerza centrífuga, surgenalgunos eventos que parecen actuar como re-acciones centrípetas en torno a la figura tradi-cional de la región pujante y pionera: aquí seestacan el proyecto Visión Antioquia SigloXXI 14, el metro y el área cultural de la llamadaCiudad Botero15en el centro de Medellín.

Las múltiplespercepciones ymanejos ambientales

Las prácticas, percepciones y concepcionessobre las interacciones ambientales, ligadas fuer-temente con la sociedad y el paisaje agrario dela primera mitad del siglo XX, dieron paso, rá-pidamente, a las nuevas, surgidas en la reali-dad urbana y en el nuevo contexto sociocultural(incluidas las influencias mundiales).

Las concepciones sobre las interacciones am-bientales expresan, por tanto, la multiplicidadde la nueva realidad urbana y de suámbito sociocultural. Se han constituido nume-rosos lugares nuevos desde los cuales el habi-tante vive, percibe y, en algunos casos, piensael ambiente, lugares que incluyen;

·El contacto cotidiano del habitante con aspec-tos del ambiente desde los sentimientos es-téticos y lúdicos.

·Los planos de contacto con diferentes pro-cesos productivos(desde la agricultu-ra hasta los ámbi-tos industriales ysus cadenas asocia-das en todos loscampos).

14 Visión Antioquia Siglo XXI es un proceso impulsado, entreotros, por la Corporación Proantioquia y persigue hacer de laregión «La mejor esquina de América», esto es, puntogeoestratégico clave en el nuevo panorama del mercado mundial,uno de cuyos escenarios claves será la Cuenca del Pacífico.15 Constituye un área abierta en parte por iniciativa del escultory pintor Fernando Botero en inmediaciones del Palacio de laCultura y el Museo de Antioquia con el fin de convertirla encentro cultural de la ciudad. De esta forma, esta zona aglutinaambos edificios y, además, la plaza y amplias áreas peatonalescon varias de las obras del artista.

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iradas al hábitat·El mundo académico y el contexto de losambientalistas.

·Las áreas de riesgo (conjunción de factores deamenaza y vulnerabilidad.

.Los ambientes particulares relacionados conla producción y transporte de energía y agua(represas y cuencas asociadas).

·Las situaciones de conflicto ambiental que hanimplicado, en muchos casos, resistencia orga-nizada por parte de sectores de pobladores.

·Los aspectos de la producción industrial obje-to de tratamiento especializado (bajo las nor-mas ambientales y de calidad, como las de ISO-14000.

Conclusión

Se señala la dificultad para comprender lacomplejidad del ambiente de la M.V.A., enformación, si no se parte de una visión igual-mente compleja que permita ver lainteracción de los universos sociocultural ybiofísico. Esta interacción está determinadapor el tipo de sociedad y cultura presentesen los distintos momentos históricos.

En la actualidad asistimos a un proceso dereconformación de la sociedad tradicionalque había predominado en la regiónantioqueña y el surgimiento de múltiplesposibilidades humanas, donde tienen un pesocreciente las incidencias globales.

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iradas al hábitat

Resumen

El siglo XX trajo a colación cambios nuncaantes vistos en las condiciones desobrevivencia de los seres vivos, y del hom-bre en particular, en nuestro planeta. El cli-ma, la calidad del aire y el agua, el creci-miento demográfico, la sobre-explotación derecursos naturales, las grandes diferenciasen los niveles de desarrollo de las socieda-des contemporáneas, entre otros aspectos,hacen parte de esta novedad preocupante.El hombre ha debido tomar conciencia yreorganizarse para enfrentar la situación ysembrar esperanza en las nuevas generacio-nes; así, se han realizado reuniones como lade Estocolmo en 1972, la de Viena en 1985,la de Montreal en 1987, y la Cumbre de laTierra de Río de Janeiro en 19921.

Pese a lo anterior y debido al poco tiempotranscurrido desde que se tomó la primerainiciativa importante de transformación delos principios de desarrollo, los resultadosson limitados por la inexperiencia mundialpara resolver problemas de estas caracterís-ticas. No solamente en países “desarrolla-dos” sino en aquellos en “proceso de desa-rrollo”, como Colombia por ejemplo, estainexperiencia se manifiesta política y cientí-ficamente. Las dificultades políticas aludenuna aplicación precaria de la normatividady las científicas responden principalmenteal carácter evolutivo y al estado de desarro-llo embrionario de las ciencias involucradas.

Este texto busca contribuir a la discusiónsobre la conceptualización del problemasobre medio ambiente. Presenta, de maneraintroductoria, las características del proble-ma global y su repercusión a nivel local tan-to política como científica, especialmente enColombia. Hace énfasis en una evoluciónepistemológica urgente de las ciencias am-bientales, caracterizada por un término a lamoda y poco conocido como lo es lainterdisciplinariedad. Y termina con una pre-sentación general de un ejemplo concretode trabajo interdisciplinario dentro de lasciencias ambientales: La Modelación Espa-cial del Medio Ambiente.

Introducción

La motivación para escribir este texto ha sidola dificultad en el ejercicio de mi profesiónen Colombia, para realizar investigacionesen el área de lasciencias ambien-tales. La dificultadque menciono tie-ne que ver con elentendimiento dela relación de es-cala entre la pro-blemática sobremedio ambienteen los ámbitosinternacional y na-

Jorge Andrés Polanco §

Esta reflexión surgió del seminario dictado en el curso sobre medio ambiente y tecnologías del habitar,programado por la Escuela del Hábitat - Cehap y el Programa FORHUM - Escuela Internacional

del Hábitat y el Desarrollo Local, en septiembre de 2001.

§ Ingeniero Civil de la Universidad Nacional de Colombia,sede Medellín, 1996; Diploma de Estudios a Profundidad enCiencias Ambientales: Gestión para el desarrollo sostenible yla biodiversidad, Universidades de París-Sorbona y Orléans,Francia, 2000; candidato a doctorado en Investigacionescomparativas sobre el desarrollo, con énfasis en GestiónAmbiental y Ordenamiento Territorial, Escuela de AltosEstudios en Ciencias Sociales de París-EHESS-, 2001-2004.1 En Estocolmo se privilegió por primera vez el medio ambienterespecto al desarrollo económico, dando lugar a la convenciónsobre las sustancias que agotan la capa de ozono (Viena) y a loscompromisos y modalidades para disminuir su emisión(Montreal). Luego, la Cumbre de la Tierra constituyó unconjunto de principios en el marco programático de la Agenda21, para que los países guiasen su desarrollo de manerasostenible.

Medio Ambiente y perspectivasinterdisciplinarias

de investigación

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iradas al hábitatcional. Esta relación de escala repercute inicial-mente en el contexto político y luego en el cien-tífico, creando una atmósfera enrarecida por in-congruencias propias de un campo de investi-gación en desarrollo.

Efectivamente, este estado embrionario de lainvestigación se manifiesta a través de multipli-cidades de conceptos sobre medio ambiente,metodologías de trabajo en grupo bien inten-cionadas pero carentes de rigor científico y deinterdisciplinariedad; legislaciones bienestructuradas pero con deficiencias importan-tes en su aplicación, administración tantoinstitucional como interinstitucional insuficientepara propender por la protección, recuperacióny uso racional del medio natural.

En este contexto, considero que es importantecontribuir modestamente al debate, principal-mente al asociado con la identificación de unaproblemática medioambiental global y su in-fluencia local, y luego al asociado tanto con losesfuerzos políticos como con los científicos parasu solución. Igualmente, se incluye la discu-sión sobre la actitud individual y colectiva aimpulsar y desarrollar para construir una rela-ción con nuestro entorno más respetuosa y equi-librada. Así pues, se esbozará inicialmente elproblema del medio ambiente de lo global a lolocal, pasando a la identificación de la respues-ta político-administrativa de nuestro país a ini-ciativas de la comunidad internacional en ma-teria de desarrollo sostenible. Luego, se seña-lan algunos problemas relativos a la polisemiadel concepto sobre medio ambiente, que difi-cultan cualquier iniciativa a su favor por partede la comunidad científica en particular. Y paraterminar, se asume la interdisciplinariedad comosinónimo de las ciencias ambientales, pre-sentando La Modelación Espacial del Me-dio Ambiente como un ejemplo concreto eneste asunto.

Medio ambiente:de lo global a lo local

Nunca antes las relaciones entre las socie-dades humanas y su medio ambiente ha-bían alcanzado un nivel tan crítico como

el del siglo XX: trastornos de los ciclos na-turales globales y de las condiciones natura-les de la existencia de la humanidad. Hastahace poco tiempo en la historia del hombre,la interacción con la naturaleza era casi in-móvil y muy localizada. Los conflictos so-ciales por la subsistencia no alcanzaban aúnal mundo en su globalidad, no afectaban lasgrandes regulaciones de la vida del planeta(Deléage, 2000). El crecimiento demográfi-co y la multiplicación de la potencia de lastécnicas, ambos sin precedente alguno, si-túan hoy en un “punto de no retorno” a lasupervivencia de la especie humana y demuchas otras formas de vida en la biosfera.Esta situación obliga una reflexión acercade las nuevas relaciones entre las socieda-des humanas y sus ecosistemas, y las socie-dades humanas entre sí.

Los asentamientos humanos contemporá-neos son sensibles a una evolución globalcon bases históricas diferentes. La distincióngeográfica Norte - Sur, tiene un fundamentoantropológico relacionado con la capacidad deadaptación al entorno asociado y con las for-mas de interacción en el mundo sean de sub-sistencia, sean de acumulación de capital. Re-fleja, a su vez, una economía mundialglobalizada impulsada por neocolonialismos:poblamientos relativamente planificadosinfluencian sociedades altamente inestables yen proceso de organización.

En este contexto, el entendimiento acerca delhabitar implica investigar a una escala tantolocal como global, en donde las accionessean por un lado el resultado de necesida-des propias y por el otro, el resultado de in-fluencias externas. Las necesidades propiasse identifican con el ejercicio de pensar enlas características concretas de nuestro en-torno natural e histórico-social, construyen-do conscientemente identidades culturales yevaluando lo materialmente necesario paravivir.

Las influencias externas, por el contrario, serelacionan con necesidades creadas por con-diciones de vida desarrolladas en contextosextranjeros a aquello que hallamos percibi-do en el ejercicio de nuestra identidad.

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iradas al hábitatLa interacción de lo interno con lo externodebe existir dentro de un intercambio sanoy acorde con la búsqueda de una disminu-ción de la diferencia de oportunidades paramejorar la calidad de vida individual y co-munitaria.

Partícipe del desarrollo humano en el ámbi-to de este mejoramiento de la calidad de vida,la comunidad científica admite hoy que elentendimiento de la interacción entre el hom-bre y su entorno, involucra la descripciónde sistemas tanto naturales y económicos,como sociales y políticos (Weibuch yDuchateau-Nguyen, 1996). Este aporte cientí-fico a la comprensión del medio ambiente, escondicionado por la voluntad política de lasorganizaciones y funcionarios competentes,pertenecientes a la “telaraña” institucional crea-da para el desarrollo. El actor político adoptalas premisas científicas pero también aquellasde la opinión pública, y todas en su conjuntoobedecen a rasgos culturales de una sociedadcambiante, puesta en cuestión por su relaciónpredatoria con la naturaleza y sus recursos.

En este punto surge el desarrollo sostenible2

como un ideal que implica un cambio impor-tante de mentalidad, entre otros, relacionadocon la política económica de máxima utilidad.¿Cuáles son nuestras verdaderas necesidadesen materia de crecimiento económico?, ¿ten-dremos el poder de replantear nuestro desarro-llo?. Son preguntas necesarias e inicialmenteformuladas de modo individual, cuyas respues-tas, aunque difíciles de encontrar, deben ser co-lectivas y corresponden efectivamente al ejer-cicio de identificación cultural mencionado an-teriormente.

El contexto colombiano

Inspirada, tanto por las especificaciones de laconvocatoria como por los resultados de laCumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992,Colombia inició -a principios de la década delos noventa- un cambio legislativo einstitucional sobre la gestión ambiental que fueincluido luego en la reforma constitucional de1991 y se hizo manifiesto a su vez, con la Ley99 de 1993.

Los preceptos de esta reunión identificaron treslineamientos de discusión. El primero, formu-lado con el fin de detener y revertir los proce-sos de cambio climático; el segundo, con elánimo de detener la destrucción de labiodiversidad y garantizar su conservación yuso sostenible; y el tercero, orientado a estable-cer unos principios y programas básicos pararesolver los problemas más críticos en el cam-po del medio ambiente y el desarrollo.

Los resultados de la Cumbre de la Tierra resal-tan la declaración de un conjunto de principiosque guían la conducta de los hombres y de lospaíses hacia el desarrollo sostenible; principiosenmarcados concretamente en la Agenda 213

y en un grupo de convenciones asociadas prin-cipalmente con la protección de la biodiversidady la capa de ozono, el desarrollo sostenible debosques y la lucha contra la desertización(Rodríguez Becerra, 1998).

Así pues, con miras a lograr una alta jerarquíapolítica del sector ambiental, la Ley 99 de 1993creó el Ministerio del Medio Ambiente comoente rector de la gestión, y siguiendo la políticade descentralización administrativa, delegó fun-ciones, en su orden, a las corporaciones autó-nomas regionales, a los departamentos y a losmunicipios. Esta jerarquía obedece a una co-herencia de gestión establecida por el ministe-rio como nuevoente de coordi-nación del Siste-ma NacionalAmbiental -SINA-. Consti-tuido este últi-mo por el con-junto de nor-mas, recursos,entidades esta-tales, organiza-ciones comu-nitarias y nogubernamen-tales, con res-ponsabi l ida-des en el temaambiental4.

2 El desarrollo sostenible es considerado como aquel que lleva alcrecimiento económico y de la calidad de vida, así como al bienestar social, sin agotar los recursos naturales renovables sobrelos cuales se sustenta este desarrollo, y sin deteriorar tampoco elmedio ambiente o el derecho de las generaciones futuras autilizarlo para sus propias necesidades.3 La Agenda 21 define cómo alcanzar el desarrollo sostenibletanto a nivel global como local. Relaciona las sociedades con sudesarrollo económico, en un contexto de cooperacióninternacional para solucionar problemas por ejemplo de pobreza,crecimiento demográfico, salud, etc. Establece directrices para laconservación y la gestión de los recursos necesarios para eldesarrollo: agua, suelo, aire. Orienta la participación institucionaldesde las autoridades internacionales hasta aquellas de alcancelocal, para la implementación de los aspectos mencionados aquíarriba, con ayudas financieras, transferencia de tecnología yeducación.4 Esta novedosa administración se sustenta a su vez, en el Sistemade Información Ambiental, que debe nutrirse de toda lainformación disponible en la materia para facilitar la planeación.Su nodo operador es el Instituto de Hidrología, Meteorología yEstudios Ambientales –IDEAM- pero su coordinación centralestá a cargo del anterior más otros cuatro institutos deinvestigación vinculados al ministerio: el Instituto deInvestigaciones Marinas y Costeras –INVEMAR-; el Instituto deInvestigaciones de Recursos Biológicos, “Alexander vonHumbolt”; el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas–SINCHI-; y el Instituto de Investigaciones Ambientales delPacífico.

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iradas al hábitatEsta transformación llevada a cabo enel país, obedece igualmente al reconocimien-to de importantes deficiencias de la administra-ción pública en materia ambiental. El precariocompromiso con la conservación y el uso ra-cional de los recursos naturales por parte delEstado y del sector productivo, junto con la ato-mización y la competencia inadecuada de losentes públicos responsables, así como la faltade recursos económicos constituyen, entreotros, los factores de mayor inestabilidad de lared institucional y normativa existente paratal fin.

Si bien se ha ahondado en el conocimiento denuestros ecosistemas y las causas de su dete-rioro luego de diez años de la puesta en mar-cha de la reestructuración administrativa, las po-líticas nacionales y el establecimiento de reglasy criterios para el ordenamiento ambiental, seenfrentan con un largo proceso de adopciónpor parte de las entidades planificadoras yejecutoras a escala regional y local, principal-mente en el sector rural. Así mismo, es claroque por diferencias importantes en la disponi-bilidad de recursos entre estas instituciones, noha sido posible una cobertura territorial acordecon las necesidades de protección y uso racio-nal del medio ambiente.

Salvo excepciones en algunos sectores priori-tarios de la economía nacional, como el de ge-neración y transmisión de energía hidroeléctri-ca o el de extracción y conducción de petróleoy gas natural, que disponen de grandes posibi-lidades financieras para la recuperación del en-torno impactado y la protección de sus alrede-dores, no se conoce con la debida certeza lasusceptibilidad de los diversos ecosistemas aotras tantas intervenciones antrópicas para eldesarrollo. Esto sin omitir el obstáculo eviden-te de la guerra que impide realizar, en buenascondiciones, el ejercicio del método científico:herramienta fundamental para el estudio delmedio ambiente, a partir de repetidas observa-ciones de campo.

Las metodologías de investigación científi-ca en esta materia son sinónimos deinterdisciplinariedad. Es frecuente que estainterdisciplinariedad se caracterice por la yux-taposición de trabajos monodisciplinarios sin

ningún eje conductor e integrador que permitaconcebir la globalidad, característica innegabledel contexto medioambiental. De otro lado, araíz de la influencia de los discontinuos perío-dos de administración de las entidades territo-riales encargadas de la gestión ambiental re-gional y local, los proyectos impulsados tienenplazos cortos que no permiten el seguimientoadecuado de la problemática en cuestión. Es-tos dos aspectos, entre otros, son una limita-ción para propender por la protección, restau-ración y uso sostenible del entorno.

La interdisciplinariedad

El abordaje de los problemas ambientales porparte de la ciencia ha sido rápido como conse-cuencia de su urgencia y se ha realizado enmuchos aspectos de forma simultánea entrediferentes disciplinas. Inicialmente, la investi-gación se dirigía hacia problemas tanto gene-rales como específicos pero de manera indivi-dual o separada. Ahora, se busca aunar esfuer-zos y orientar los trabajos mediante programasinternacionales como “El hombre y la biosfera”de la UNESCO, “El programa internacionalGeosfera-Biosfera” del PIGB, y en programasnacionales como “Humedales interiores deColombia: bases técnicas para su conserva-ción y uso sostenible” del Instituto AlexanderVon Humbolt y el Ministerio del Medio Am-biente.

Sin embargo, estas iniciativas estructurales selimitan aun a listas temáticas sin alguna idea deconjunto, cuya dispersión manifiesta la necesi-dad de incursionar metodológicamente en lainterdisciplinariedad. En efecto, las investiga-ciones ambientales conciernen a varias disci-plinas pero su interacción es aun, como se havenido diciendo, una yuxtaposición de traba-jos monodisciplinarios, desvirtuados de algúnelemento integrador.

La pregunta es entonces si ¿las investigacionesambientales surgen de inquietudes propias asu globalidad, o más bien de inquietudesatomizadas por las mil y una disciplinas allíinvolucradas?. Aunque el estado embrionariodel desarrollo actual lleve a pensar en la segun-da idea como premisa, las perspectivas pue-

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iradas al hábitatden estar caracterizadas por una aspectoambientalmente global y sustentadas en unaverdadera interdisciplinariedad.

Perspectivas

La identificación de elementos que integren lasdisciplinas comprometidas con el estudio delmedio ambiente, se enfrenta a dificultades ta-les como la polisemia del término mismo yla multiplicidad de preocupaciones asocia-das al tema. Estos obstáculos exigen unaunificación conceptual, una estructuracióntemática y un desarrollo por etapas del tra-bajo interdisciplinario.

Unificación conceptual:de lo discreto a lo continuo

Para enfrentar la problemática ambiental esbo-zada al inicio, se ha abordado una conceptuali-zación antropocéntrica de lo “universal”, y unescudriñamiento de teorías epistemológicassobre la relación entre el hombre y la naturale-za. De esta manera, la idea de medio ambienteaparece, en medio de muchas controversiassemióticas, estructurándose sobre cimientos quele dan hoy mayor estabilidad, a pesar de sucarácter experimental y evolutivo.

Medio Ambiente ha podido reconocerse, porun lado como “el conjunto de agentes físicos,químicos y biológicos, y de factores socialessusceptibles de tener un efecto directo o indi-recto, inmediato o a término, sobre los seresvivos y las actividades humanas”(Jollivet yPavé, 1993:7). Por otro lado se identifica comoun sistema provisto inicialmente de dos elemen-tos constitutivos: los biótopos y la biocenosis(Demangeot, 1996); el primero es el soporte yla fuente de energía del segundo. Los biótoposson la parte mineral, inerte, y se dividen enlitosfera, hidrosfera y atmósfera. La biocenosises la parte viviente, orgánica, compuesta porfitocenosis, zoocenosis y pedocenosis. Los pro-cesos internos de la biocenosis responden so-bre todo a funciones de nutrición y reproduc-ción, mientras que aquellos de los biotopos seasocian principalmente al hábitat.

La intervención del hombre como parte estruc-tural de la biocenosis en los procesos que rela-cionan estos dos elementos constitutivos co-rresponde a un factor transformador importan-te, en la medida en que los cambios ocurridosafecten la subsistencia de los seres vivos. Occi-dente se ha propuesto asumir al hombre comosistema de referencia y a los biótopos ybiocenosis, como su entorno (Godard, 1996).De este antropocentrismo surge un tercer ele-mento constitutivo del medio ambiente: lanoosfera, de la palabra griega noos que signifi-ca inteligencia, y que comprende los procesosadaptativos del hombre en su entorno. De es-tas dos concepciones de medio ambiente, seasume la siguiente como soporte conceptualde este ensayo:

El medio ambiente es un sistema global, cons-tituido por las componentes física, biótica yantrópica, en donde las dos primeras confor-man el medio natural (disponibilidad y pro-ductividad de recursos naturales, y calidad delaire, del suelo y del agua), y la tercera, losmétodos adaptativos del hombre a su hábitat(uso de recursos naturales y conformación deasentamientos humanos).

Otra dificultad para identificar los elementosintegradores y constituyentes de lainterdisciplinariedad en el estudio del medioambiente, es la multiplicidad de preocupacio-nes asociadas al tema y a las metodologías adesarrollar para su estudio. Los problemas delmedio ambiente obligan a considerar los pro-cesos en su conjunto, sin embargo, como ya seha dicho, el ejercicio científico ha sido esen-cialmente fundado sobre la discretización deun medio natural y social continuo, ensubconjuntos y componentes elementales.En esencia, se ha tratado de aislar para com-prender mejor. Ahora bien, para abordar elmedio ambiente se trata de lo contrario: reunirlo que ha sido separado, haciendo énfasis enlas propiedades de las interrelaciones y volvien-do al conjunto.

Lo anterior permite argumentar un cambioepistemológico en las ciencias involucradas enla temática, del cual ya se ha hablado arriba,que no desmediría la complejidad inherente a

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iradas al hábitatlos fenómenos estudiados, pero que sugierecrear nuevas técnicas de investigación y pro-fundizar en metodologías y teorías adecuadasa la mencionada interdisciplinariedad. Este cam-bio es inducido concretamente por la dificultadde manejar la multiplicidad de escalas espacio-temporales, interrelacionadas entre sí, corres-pondientes a complejos niveles de organiza-ción de los sistemas vivientes en la biosfera. Yes inducido también por la diversidad, la im-portancia y lo impredecible de los efectos cau-sados por la actividad humana en estos siste-mas: transformación de la materia dificultandosu biodegradación, intervenciones genéticas enflora y fauna, destrucción voluntaria y/oinvoluntaria de ecosistemas que atenta contrala biodiversidad y por ende contra la calidadde vida de sus habitantes, etc.

Estructuración temática

En consecuencia con lo anterior, las dificulta-des para identificar elementos integradores delconjunto ambiental y desarrollar la investiga-ción científica sobre el medio ambiente, moti-van el desarrollo de vías de unificación asocia-das a:

-La estructuración del campo de investiga-ción sobre medio ambiente: agrupamientotemático para orientar el trabajo disciplina-rio hacia un objetivo común.-Los niveles de organización y sus relacio-nes: integración espacial y temporal del gru-po temático estudiado.

El problema ambiental puede asociarse gené-ricamente con la diversidad biológica, los re-cursos naturales renovables o no, la composi-ción de la atmósfera, la evolución del clima, eldesarrollo industrial y el subdesarrollo, los ries-gos nucleares, las condiciones de trabajo, lasalud y la alimentación, la diversidad cultural,entre otros. De las relaciones biunívocas entreestos aspectos se distinguen entonces los si-guientes grandes grupos temáticos: estado ydinámica de la biosfera, recursos naturales, con-diciones de vida y salud y desarrollo de socie-dades humanas.

En la segunda vía de unificación, partiendo dela gran diversidad de niveles de organización yde las escalas espacio-temporales asociadas alos grupos temáticos expuestos, se trata aquí

de identificar el “orden” ecológico y social. Elorden social debe asociarse a políticas de desa-rrollo y el ecológico a leyes de la naturaleza, yambos deben conjugarse a través del conceptode desarrollo sostenible.

Así pues, la integración espacial y temporal setraduce en la selección de la escala necesariapara realizar observaciones y definir las unida-des funcionales constitutivas de las dinámicasrelacionadas con los fenómenos estudiados.Esta selección implica discretizaciones espacia-les concretas e identificaciones de secuenciastemporales, permitiendo luego el seguimientodel objeto de investigación. En síntesis, se bus-ca tener en cuenta al mismo tiempo, las causasy efectos de los procesos, los espacios dondeellos acontecen y el tiempo que regula su rit-mo.

Finalmente, para incursionar en el estudio deproblemas sobre el medio ambiente, debe acep-tarse la participación de cada disciplina con todala experiencia adquirida por sí misma, en el as-pecto que le es propio dentro del conjunto. Peroal mismo tiempo, visto que el objetivo y la in-quietud relacionados con el problema global,no necesariamente coinciden con aquel que hainspirado a una disciplina o a las otras indivi-dualmente, ellas deben estructurar su partici-pación en la conformación de dicho conjuntoa partir de un replanteamiento epistemológicoque incluya una preocupación común.

Efectivamente en este contexto, Edgar Morin(1998) señala que para unificar la ciencia, sinque sus disciplinas pierdan identidad y buscan-do la interdisciplinariedad, es necesario conec-tar la teoría de la metodología y de la epistemo-logía. Es fundamental una transformaciónmultidimensional de aquello que entendemospor ciencia, empezando por un replanteamien-to del significado de la parcelación disciplina-ria y el fraccionamiento teórico. Se trata de con-cebir el carácter polidimensional de la infor-mación, de integrar al ambiente la concepcióndel mundo. Esta tentativa de unificación obligaa la ciencia a adecuarse al objeto de estudio yviceversa.

La creación de una unidad compleja (medioambiente) enlaza el pensamiento analítico-reduccionista al global u holístico. El primero

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iradas al hábitatse entiende como aquel que busca las unida-des elementales simples, la descomposición deun sistema en sus elementos, y el segundo,como aquel que busca la totalidad. Esta unifi-cación de la ciencia entrevé un cambio de pa-radigma en el cual se transforman las bases delrazonamiento, las relaciones asociativas y re-pulsivas entre algunos conceptos iniciales, perode los cuales depende toda la estructura del ra-zonamiento. Sin embargo esto aduce una grandificultad: modificar el concepto angular, la ideamasiva y elemental que sostiene todo el edifi-cio intelectual.

Etapas hacia lainterdisciplinariedad

La interdisciplinariedad puede comprender dosetapas. En la primera, cada disciplina elaborauna problemática que le es propia pero sujeta auna orientación común a las demás y que co-rresponde al interés global del medio ambien-te; y en la segunda, hay un trabajo en común,de confrontación respecto a la perspectiva in-dividual y colectiva.

En la primera etapa, ¿cómo una disciplina debeabordar el problema común, para que su resul-tado pueda alimentar la participación de lasdemás?. Se intuye en este punto, como ya seha dicho, un replanteamiento teórico ymetodológico, asociado principalmente a laconvergencia disciplinaria recíproca; dicho deotra forma, cada una de ellas deberá relacio-narse objetivamente con la otra al interior deuna problemática común.

Se define aquí un campo de investigación so-bre el medio ambiente lo suficientemente pre-ciso para que cada disciplina se ubique respec-to a las demás en una empresa colectiva, bus-cando responder a las mismas preguntas. Estaperspectiva de empresa colectiva correspondea la segunda etapa. Puede ser condicionada porinteracciones entre: a) cada disciplina y el pun-to de vista común; b) las diferentes disciplinasrespecto a este punto común y; c) este puntocomún y el conjunto de procesos de reestruc-turación disciplinaria necesarios para acoplar-se a dicho punto común.

En síntesis, la constitución de un campo de in-vestigación sobre el medio ambiente influen-cia a cada disciplina en la orientación temáticade la investigación, en la modificación de lajerarquía de prioridades y por último, en la cons-titución misma de nuevas especialidades o dis-ciplinas. La modelación del medio ambientees uno de estos campos en el cual las discipli-nas están sujetas a una estructura global queguía la investigación hacia un objetivo común.

La modelación delmedio ambiente vistacomo un ejerciciode interdisciplinariedad

La modelación del medio ambiente es una he-rramienta de representación simplificada y deprevisión de fenómenos relacionados con loselementos constitutivos de éste. Su resultadoes un esquema lógico a partir del cual puedeidentificarse el impacto en el sistema ambientalrepresentado, debido al cambio en las caracte-rísticas de uno o varios de sus elementos; o,aún, en las características internas de dichos ele-mentos.

A manera de ejemplo, un ejercicio concreto deinterdisciplinariedad es la Modelación Espacialdel Medio Ambiente desarrollada por algunosinvestigadores franceses (Quensière, 1994;Kuper et al., 2000; y Poncet et al., 2000) en elecosistema de humedales del delta interior delrío Niger en Mali, África. Este ejercicio deinterdisciplinariedad comienza entonces con laconceptualización del modelo en sus etapas:¿qué es lo que se quiere modelar?, ¿cuál es elsistema real o medio ambiente -identificaciónde componentes y sus relaciones causales5-?,¿cuál es el elemento integrador que permite lainterdisciplinariedad?, ¿cómo identificar la es-cala espacial y temporal a adoptar para alcan-zar el ecosistema estudiado?, ¿cómo represen-tar este sistema realmediante mecanis-mos6?, ¿cuál esla jerarquía einteracción entre es-tos mecanismos?

5 Las relaciones causales corresponden a un diagrama lógico decausa y efecto, que asocian las componentes del sistema. Enotras palabras, ellas identifican la interdependencia entre laproductividad y demanda de los recursos disponibles en elecosistema.6 Los mecanismos son representaciones analíticas y/oexperimentales de las componentes del sistema real y susrelaciones causales, mediante ecuaciones matemáticas.

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iradas al hábitatDe una manera introductoria y para centrarseen el objetivo de ilustrar la interdisciplinariedad,nos preocuparemos principalmente por lasprimeras cuatro preguntas.

La modelación espacial del medio ambientees entonces un método de gestión que bus-ca representar las interacciones complejasentre los procesos naturales y sociales de unecosistema productor de recursos naturales,en relación con el funcionamientohidrológico. Es una modelación espacialporque en este ecosistema, las dimensionesambientales y sus relaciones se asocian alespacio; esto es, la ubicación y disponibili-dad (productividad) de los recursos natura-les, y las áreas de explotación asociadas alos sistemas de producción. Por tanto, unade las consecuencias de esta selección espa-cial es la presentación de los resultados enmapas dinámicos.

El sistema real es un ecosistema de humedalescuyas componentes y relaciones causales sedenotan en la figura 1. Aquí, la disponibili-dad de agua depende de los períodos de llu-vias y sequías (clima), de la capacidad dealmacenamiento o transporte del recurso porparte del suelo (orografía) y de las intervencio-nes antrópicas para su uso (planeación urba-no-regional). El agua influencia la producciónde insumos para el consumo humano y porende su adaptabilidad al medio natural, y con-diciona tanto la biodiversidad como la produc-tividad.

El ciclo del sistema se cierra con la rela-ción biunívoca entre producción y produc-tividad, que simboliza el equilibrio osostenibilidad ambiental.

Las componentes ambientales, entendidascomo niveles de información del ecosistema,tienen un elemento integrador que permitela constitución de sistema: la disponibilidaddel recurso agua.

El sistema es la estructura del medio am-biente en el espacio y el tiempo. Su espa-cialidad corresponde al territorio, al uso delsuelo, y su temporalidad es complementa-da tanto por los ritmos de la naturaleza (es-

taciones, ciclo hidrológico), como por lacapacidad humana de entender el tiempoen función de sus necesidades adaptativas.

Figura 1. Diagrama de causalidad.

En síntesis, este sistema ambiental estácompuesto por tres componentes o dimen-siones: física, biótica y antrópica (ÁngelS., et al., 1996), que análogamente seestructuran con los elementos señalados enla figura 1.

Así pues, de todo lo anterior lainterdisciplinariedad se consuma cuando lasciencias ambientales adoptan para lamodelación del ecosistema, el elementointegrador como punto articular. La repre-sentación de las ciencias físicas tendrá encuenta la disponibilidad de agua, sabiendoque para las ciencias biológicas su variabili-dad repercutirá directamente en la identifi-cación de la productividad de recursos. Yanálogamente, las ciencias del hombre oantrópicas estudiarán la demanda de estosrecursos en función de la disponibilidad deagua y la productividad asociada.

Dicho de otro modo, y acercándonos más alejemplo anterior, las ciencias físicas se preocu-pan por el entendimiento del almacenamientoy transporte de agua, las biológicas por las fuen-tes de productividad y biodiversidad, y lasantrópicas por las dinámicas de explotación eintercambio, comercial o no, de recursos. Enresumen, y haciendo énfasis en el recursopesquero por ejemplo, conociendo la cantidadde agua disponible en un lugar y un momentodados, junto a su relación con la cantidad depeces (productividad), pueden entenderse las

D isp o n ib il id a d d e a g u a

P la n e a ci n u r ba n o- r eg ion a l

C lim a O ro g r a f a

B io d ive rsid ad

P r od u ct iv id a d d e l m ed io

n a tu r a l

G ru p os d e p r od u ctore s

S istem a s d e ex p lo ta c i n

P ro d u cc i n

Fuente: Modificado de Weibuch &Duchateau-Nguyen (1996)

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iradas al hábitattécnicas y el esfuerzo de pesca, además del in-tercambio local y regional del recurso.

Conclusión

Los problemas contemporáneos sobre el me-dio ambiente tanto en el ámbito internacio-nal como nacional, se asocian a una com-plejidad de fenómenos naturales y sociales,a una legislación para la protección y usoracional de recursos en estado de desarrolloy de aplicabilidad precaria, y a unas cien-cias ambientales implicadas en cambiosepistemológicos asociados a lainterdisciplinariedad para solucionar dichosproblemas.

La multiplicidad de escalas espacio-tempo-rales correspondientes a complejos nivelesde organización tanto de los sistemas natu-rales como sociales, son dificultades quemotivan las organizaciones del hombre parapropender por la protección, la recuperacióny el uso racional del medio ambiente.

En Colombia, a pesar de limitaciones finan-cieras, tecnológicas y epistemológicas prin-cipalmente de las ciencias que se preocu-pan por estos problemas se realizan esfuer-

zos importantes. Para que la aplicación de lalegislación creada para tal fin, sea congruentecon el alcance de los objetivos de la misma,ésta deberá acompañarse de un importanteproceso de educación, que corresponda, nosolamente a las instituciones gubernamen-tales y no gubernamentales, participantes enla gestión del medio ambiente, sino tambiénal sistema de educación nacional, con el finde crear las bases intelectuales necesariaspara desarrollar las ciencias ambientales den-tro de la interdisciplinariedad.

La interdisciplinariedad en las ciencias am-bientales es entonces uno de los aspectosmás importantes a tener en cuenta para abor-dar con idoneidad la problemática ambien-tal que se ha presentado en esta reflexión. Sibien su desarrollo se caracteriza hoy porbuenas intenciones disciplinarias, éstas ca-recen del rigor científico-metodológico quepuede ser necesario para alcanzar laglobalidad, característica esencial del medioambiente. La perspectiva futura en esta ma-teria se dirige por lo tanto, hacia la reuniónde lo que ha sido separado para “compren-der mejor”, estudiando las interrelaciones yvolviendo al conjunto, a la idea de lo “uni-versal”.

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iradas al hábitat

Introducción

El ejercicio de la evaluación permanentepara ejercer el control, vía toma de deci-siones con carácter preventivo o correctivo,es necesario en el ciclo de la gestión públi-ca. Lo anterior conduce a que tanto los pro-cesos y los procedimientos se mejoren per-manentemente como que los productos oresultados, fruto de las acciones de gestión,cumplan con unas características de calidaden el menor tiempo posible, optimizando losescasos recursos, beneficiando amplios gru-pos poblacionales y con la participación ciu-dadana en todo el ciclo.

Se asume la gestión, en su acepción másamplia, como aquella serie de actividadesdesarrolladas para obtener un resultado de-seable; y por gestión ambiental, como aque-lla que va a impactar favorablemente la basede recursos naturales existentes y por tantoconducentes a garantizar la vida ysustentabilidad en un territorio dado.

Las áreas de gestión ambiental municipalrequieren ser comprendidas por los servi-

dores públi-cos y ciuda-danía en ge-neral, paraque de mane-

ra concertada y con conocimiento, se pue-da brindar la participación y ejercer el con-trol social a la gestión ambiental. El control,para hacerse, requiere conocer la planeación,fuentes de información, demandas y exigen-cias legales, objetivos y metas definidas ymetodologías para el análisis que permitanconcluir, recomendar, informar y tomar de-cisiones para el mejoramiento de lo que seestá haciendo y su consecuente beneficiosobre los ecosistemas, recursos naturales, oen las relaciones socio-ambientales.

Este ensayo pretende relacionar la mayorparte de las áreas de intervención ambientalque obligatoriamente deben abordar los pe-queños municipios, con los aspectos másrelevantes a realizar y conocer de la gestiónambiental, dejando entrever cuáles podríanser las unidades o dependencias administra-tivas encargadas de intervenirlas. Igualmen-te se busca orientar a los lectores sobre cómohacer el control social a la gestión ambientalmunicipal, a partir de este conocimiento, lo-grando entre todos, servidores públicos yciudadanos, el mayor y mejor impacto a lascondiciones básicas de nuestra existencia,contribuyendo a ese gran propósito deavanzar hacia la sustentabilidad de nues-tra sociedad.

Este artículo presenta algunas reflexiones sobre la evaluación y el control de la gestión ambiental, surgidasdurante la formulación del curso virtual de formación Evaluación y control de la gestión ambiental en pequeñaslocalidades en Colombia, realizada para el Programa FORHUM, IV Curso Regional Andino Itinerante, CRAI.

Se partió del hecho de que sobre la gestión se ha desarrollado vasta información en las etapas de planeación,diagnóstico y ejecución, más no en la evaluación y el control.

Ana Mercedes Múnera Brand1 y Hernán PorrasGallego 2

1Economista. Profesora asistente, adscrita a la Escuela del Hábitat –Cehap, Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional deColombia, Sede Medellín.2 Ingeniero Forestal, Universidad Nacional de Colombia.Especialista en Gobierno y Cultura Política, Universidad deAntioquia. Jefe de la Unidad de Recursos Naturales y del MedioAmbiente de la Contraloría General de Antioquia.

Seguimiento y evaluaciónpara el control social de la

gestión ambiental

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iradas al hábitatContexto

En Colombia, un poco más del 95% del territo-rio corresponde a la división político-adminis-trativa de municipios catalogados como rura-les, pequeños y grandes, cuya población entérminos absolutos, no sobrepasa los 50.000habitantes (Fundación social, 1998). Las áreasurbanas de estos municipios, según proyeccio-nes del censo de 1993, pueden alcanzar el 40%de la población colombiana. De ella se tieneestimado que el 50% es menor de 25 años, y sepuede inferir que las prioridades de la políticapara este grupo poblacional están relacionadascon la cultura -incluida la educación- y el de-porte.

En estos municipios, se evidencia no sólo sucondición de ruralidad debido a lo extenso desu territorio y a las actividades económicas de-rivadas de la producción agropecuaria, sinotambién a la existencia y funcionalidad de lascabeceras municipales o centros poblados,como centros de servicios para el apoyo de lasactividades rurales que se realizan, además deuna cultura del saber y entender el mundo des-de lo rural, desde el campo, desde la provincia.El municipio entonces, como célula básica po-lítico administrativa del Estado colombiano(Constitución Política de Colombia, 1991), con-tiene y es co-responsable de la administración,uso, manejo y funcionalidad de los ecosistemas,recursos naturales y comunidades humanas consus particularidades, y por tanto, de gran partedel territorio colombiano.

La importancia de su gestión ambiental,deviene de lo anteriormente mencionado, asícomo de las funciones y obligaciones am-bientales, provenientes de la ConstituciónNacional y de una enorme cantidad de le-yes, decretos, ordenanzas, resoluciones,acuerdos, etc., emanados del orden nacio-nal, departamental y municipal, encamina-das ellas a garantizar un ambiente sano paratodos y a trabajar mancomunadamente parael logro del gran objetivo: alcanzar el de-sarrollo sustentable o hacer sustentable eldesarrollo y supervivencia de nuestra so-ciedad.

En síntesis, la gestión ambiental munici-pal debe expresarse en el territorio de sujurisdicción, en los recursos naturales, enla población y sociedad en su conjunto,así como en el modo de hacer las cosas yde presentar las formas organizativas parahacerlas, a través de la cultura ambiental.Así, la manera de hacer las produccionesagrícolas y pecuarias, conocida como agri-cultura; la intervención productiva sobrelos bosques, identificada como silvicultu-ra; y la participación de las materias pri-mas, provenientes del sector primario dela producción y transformadas en proce-sos que involucran maquinaria pesada,denominada agroindustria, se constituyenen algunas de las actividades humanas conresponsabilidad en gran medida, del esta-do y condición de los recursos naturales yel ambiente en los municipios del país.

La gestión ambientaly los objetivosdel desarrollo

La gestión ambiental es definida y reco-nocida como el conjunto de políticas, nor-mas, actividades operativas y administrati-vas de planeamiento, financiamiento y con-trol, estrechamente vinculadas, que debenser ejecutadas por el Estado y la sociedadpara garantizar el desarrollo sustentable yun óptima calidad de vida (Chamorro,2001). Las acciones relacionadas con laadministración municipal, que van desdeplanear y obtener resultados o productosambientalmente benéficos, teniendo comoinsumos la inversión económica o la inclu-sión valorada de fuerzas de trabajo para pro-ducir obras o condiciones ambientales fa-vorables, es posible medirla y evaluarla.

Así pues, en la gestión ambiental municipalo maneras de hacer las cosas para usar oaprovechar el territorio, se puede reconocery evaluar el nivel de intervención sobre losrecursos naturales y el entorno para que setenga una buena, regular o mala calidad

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iradas al hábitatambiental y calidad del paisaje, además deasegurar el cumplimiento de los principiosy preceptos constitucionales del ordenamien-to jurídico, relacionado con el ambiente yde paso, definir la calidad de esa gestiónambiental.

La sustentabilidad del desarrollo municipal,reconocida como la capacidad de un grupohumano, en este caso, los habitantes de unmunicipio, para realizar las actividades pro-ductivas, creativas y de ocio, sin destruir labase de recursos naturales y mejorando per-manentemente la organización que haceposible esta situación, requiere de elemen-tos y contenidos que hagan posible su valo-ración y seguimiento, para ver si desde elorden local, se está contribuyendo al granobjetivo ambiental, que propuso la Consti-tución Nacional, aportando calidad de vidaa los ciudadanos.

Las actividades de gestión que deben realizarlos gobiernos locales, además de encarar lasolución a los problemas urgentes e inmedia-tos, deben establecer la relación, alcance e inte-gración con otros factores socio-ambientales,que en un momento dado pueden generargravísimos problemas, afectando no solamen-te la capacidad de carga de la población actual,sino la pérdida irrecuperable de uno o de va-rios de los recursos naturales existentes en elterritorio municipal.

Por las condiciones y características de laadministración pública nacional y la mane-ra como se entrecruzan diferentes órganosdel gobierno en los municipios de Colom-bia, entidades del orden nacional, depar-tamental, corporaciones autónomas regio-nales, ONG’s ambientales y el sector pri-vado, están invirtiendo recursos económi-cos a la componente ambiental. Todas ellasatendiendo múltiples problemas en varia-bles como: protección de microcuencas,reforestaciones, conservación de suelos,prestación de servicios públicos domici-liarios, producción limpia, espacio públi-co, saneamiento básico, conservación yrecuperación patrimonial, residuos sólidosy líquidos, etc.

De las actividades de gestión institucional, de-berían resultar unos productos cuantificablesy medibles que den cuenta de la mejor calidadde gestión ambiental en el municipio, traduci-das en calidad ambiental relacionada con con-trol de contaminación, información ambientaldisponible, calidad del aire, calidad del agua,calidad del espacio público, calidad del paisa-je, calidad del suelo, conservación y manejoadecuado de los recursos naturales y adminis-tración de áreas especiales y de interés ambien-tal. Todo esto está incluido dentro de lasprácticas cotidianas que los individuos y lasorganizaciones de la sociedad realizan y quese expresan como una cultura del cuidado ydel aprecio o cariño por lo público, lo quese observa en: menores niveles de contami-nación, estabilización del deterioro de los re-cursos naturales, mejores prácticas produc-tivas, mayor participación y compromisociudadano y mayor transparencia y eficien-cia de la gestión pública municipal.

Limitaciones ydificultades para lagestión ambiental

Algunas de las dificultades más corrientesdentro de la gestión ambiental municipal,están relacionadas con la falta de precisiónen los objetivos ambientales para lasustentabilidad del desarrollo local, así comocon la incapacidad para delimitar y priorizarlos problemas, para que con los proyectosplanteados y las actividades de inversión eje-cutadas y realizadas, se generen en cascadaefectos benéficos sobre los recursos natura-les y el ambiente.

Hay ausencia de visión, principios y valoresambientales, orientados a la sustentabilidad,con aplicación práctica en la construcciónde los proyectos de vida institucionales, so-ciales, organizacionales y personales. Tam-bién, hay ausencia de compromiso y apro-piación creativa de funciones por parte delos funcionarios de las administracionesmunicipales. La legislación ambiental es

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iradas al hábitatmuy estricta pero es poco vigilada y contro-lada su cumplimiento.

El hecho de tener sistemas de informaciónambiental incipientes e insuficientes que nodan cuenta, en tiempo real, del estado deavances y dificultades en la gestión y ejecu-ción de proyectos ambientales, también di-ficulta la gestión ambiental. No se ha logra-do entender que la información de lo regio-nal y lo departamental, se construye desde ysobre el conocimiento y la información lo-cal, municipal. Hay poca disponibilidad dedatos que den cuenta del diagnóstico y de lasituación actual del municipio. Se trata depoder establecer con claridad, de saber me-dir lo que se requiere para tener informa-ción pertinente frente al ambiente y la ges-tión, qué se hace para mejorarlo, saber quées lo que debe ser analizado, realizar el aná-lisis macro y micro del estado de los recur-sos naturales y del ambiente y el respectivoavance de la gestión ambiental.

Se requiere también de la realización deanteproyectos que identifiquen la viabilidad dela ejecución de proyectos para lograr ejercerun control oportuno a su ejecución, que evitenla pérdida de recursos económicos, técnicos ylaborales o que controlen el manejo de los mis-mos oportunamente.

De otro lado, los bajos niveles de escolaridaden la zonas rurales dificultan el acceso ala información y a las tecnologíasambientalmente adecuadas para la explo-tación agrícola, el aprovechamiento de losrecursos naturales y el patrimonio ambien-tal. Esto aunado a las condiciones de po-breza y violencia que hacen que la luchapor la supervivencia esté en primera línea.

En los pequeños municipios se presentanprocesos culturales y deportivos insufi-cientes o deficientes y es necesario queestos refuercen la educación - saber y co-nocimientos, como una forma de invitar alos jóvenes, para que consoliden la iden-tidad local y regional e integración con lanaturaleza, con criterios pedagógicos parala formación académica y ciudadana am-biental de la juventud.

Además de lo anterior, se tiene una bajadisponibilidad de recursos financieros parafuncionamiento e inversión ambiental, loque hace que escasamente puedan asumirsus gastos de funcionamiento, quedandomuy poco o nada para la inversión am-biental. Esto se agrava con la desventajaque tienen los servidores públicos al ges-tionar recursos con otras entidades, ya quelos municipios no cuentan con capacidadde endeudamiento ni participacióncofinanciadora y por tanto, capacidad depago. Igualmente, existe un bajo impactode los programas de prevención y aten-ción de desastres, inaplicación de las nor-mas técnicas de sismo-resistencia así comode los programas en salud, saneamientobásico y seguridad alimentaria.

Los proyectos sectoriales o regionales hantenido una integración y una coordinacióndébiles, que generan en muchas ocasio-nes efectos dañinos o externalidades ne-gativas sobre el sector ambiental. La bajacalidad de la gestión pública ambientalunida a la insuficiente integración de lasorganizaciones ambientales y sociales pre-ocupadas por el medio ambiente local ysubregional, se evidencia en general, enuna administración deficiente y un malmanejo del espacio público y de los patri-monios locales, falta de equipamiento ypésima dotación de alumbrado públicourbano.

Tampoco existen las relaciones y la inte-gración entre personas y organizacionespara ejercer el control social sobre el go-bierno en aspectos relacionados con elambiente y los recursos naturales. Esto,aunado a la carencia de canales y apoyoadecuados para la participación ciudada-na, ofrecidos por el gobierno local a lascomunidades, impide o desmotiva a lasorganizaciones sociales dar a conocer susexpectativas y participar en torno a la ges-tión ambiental del Estado, además de fa-cilitar las acciones de inequidad, encare-cimiento, detrimento y pérdidas de los re-cursos de inversión hacia el ambiente.

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iradas al hábitatDecálogo deproblemasambientales locales

A continuación se relaciona un breve lista-do de problemas ambientales que tiene unmunicipio típico del departamento deAntioquia, teniendo en cuenta que de losprincipales problemas o complejo de pro-blemas, que comúnmente se presentan (to-tal o parcialmente), se salvan, excepcional-mente, algunos municipios y sólo en algu-nos temas.

1. Deterioro y pérdida del recurso hídricoy de suelos, material genético ybiodiversidad por actividades producti-vas inadecuadas.2. Inexistencia o deficiencia de sistemasde información sólida y confiable, quepermitan realizar análisis y tratamiento in-tegral a los problemas ambientales de lalocalidad y la región, con indicadores degestión y resultados verificables.3. Desconocimiento de las existenciasfísicas de los recursos naturales,inventarios y contextos socio-ambienta-les de los municipios: no se sabe qué setiene, dónde está, para qué sirve y cómose pueden aprovechar sustentablementey en beneficio de toda la población.4. Menoscabo de las economías y cultu-ras campesinas con deterioro de los recur-sos naturales asociados a la producción.Desequilibrios socioambientales y en inver-siones, entre grupos poblacionales, zonaurbana y rural, entre municipios, subregionesy regiones, profundizando la inequidad.5. Se tiene la concepción de que los re-cursos naturales son ilimitados, que elpropietario de la mayoría de ellos es elEstado, y que el usufructo es individualy privado. Esto ha permitido unas tasasaltas de utilización y aprovechamiento delos recursos en actividades productivas,sin preocuparse por los costos de su pér-dida o deterioro ni por las tasas de recu-peración y renovabilidad de los mismos.6. Deficiencias en los sistemas de ma-nejo y disposición de aguas residuales y

residuos sólidos en el municipio.7. Construcción inadecuada, deterioro,mal estado e insuficiencia en el sistemavial y de comunicaciones del municipio.8. Déficit y deterioro de la vivienda ur-bana y rural: tugurización, hacinamien-to, deficientes áreas de espacios públi-cos y equipamiento comunitario asocia-dos a ella y ausencia o deficiencia de ser-vicios públicos domiciliarios.9. Deficiencia y mala calidad en la pres-tación de los servicios de faenado(aprovechamiento de carnes) y en el ma-nejo de sus subproductos; disposición finalde residuos sólidos, residuos hospitalarios,fúnebres e insumos y residuos agroquímicos.10. Alta movilidad poblacional derivada dela violencia, con alta transitoriedad en losprocesos participativos, aumentando lafragilidad y las acciones cortoplacistas delas organizaciones sociales y comunita-rias que trabajan por la protección de losrecursos naturales y el ambiente a nivellocal.

Aproximacionesa la evaluación

La evaluación está definida como el proce-so de análisis de confrontación de los obje-tivos y metas propuestos en los planes, pro-yectos o normas con los resultados alcanza-dos por las actividades realizadas por unainstitución o dependencia, en determinadolapso de tiempo.

El resultado de la evaluación es la califica-ción o valoración, de aceptable o no, con-forme o no conforme, avance o retrocesode la gestión ambiental, realizada por los ser-vidores públicos de la administración muni-cipal. En esta se trata de calificar la gestióndefinida como las actividades coordinadaspara dirigir y controlar una organización(ICONTEC, 2000), en este caso, orientadasal mejoramiento ambiental local y al logrode la sustentabilidad de su desarrollo. Conla evaluación se posibilita generar una seriede recomendaciones para el mejoramientode la gestión, corrigiendo los errores pasa-

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iradas al hábitatdos, resaltando los éxitos y las metodologíasque la hicieron posible, haciendo más trans-parente y vinculante la administración pú-blica a los ciudadanos.

Por lo complejo de la temática ambiental, laevaluación debe realizarse por equipos ogrupos de trabajo, organizados para atendery resolver inquietudes ambientales en elmunicipio, conocedores de lo local, de losproblemas, de la administración pública yde los contenidos básicos de la ecología ydel ambiente. Deben estar comunicados eintegrados a la ciudadanía y comunidadesorganizadas locales, y en lo posible hacerparte de las veedurías o comités locales devigilancia de la administración pública.

Las tres principales líneas evaluativas de lagestión ambiental resultan del análisis delcumplimiento de: a) aspectos legales ynormatividad vigente, derivadas de las dis-posiciones del orden nacional, b) del segui-miento y análisis de normas y acuerdosmunicipales, principalmente de laplaneación, que expresa los propósitos degobierno para el mejoramiento ambiental delmunicipio y c) de la valoración del estadode los recursos naturales y el ambiente, so-bre las cuales la gestión ambiental impactófavorable o desfavorablemente.

Desde el punto de vista académico, se reco-noce la multiplicidad de variables einterrelaciones que se tejen para conformarla red de vida y las actuaciones humanas enlas localidades. Se reconoce además, quela expresión de calidad del ambiente es unhecho complejo, y no obstante, es posibleevaluarla de una manera simplificada y prag-mática. Para ello se avanza en el diseño deun esquema de interpretación que hace po-sible emitir un juicio, de manera sencilla,sobre el estado del ambiente en un munici-pio.

Por otro lado, el conocimiento técnico y cien-tífico demanda una revisión detallada, siste-mática y comprobable del estado del am-biente y de los resultados de la ingerenciahumana a través de las acciones y proyec-

tos derivados del aprovechamiento y explo-tación de los recursos naturales y de la ges-tión ambiental. Esta revisión se inicia con elreconocimiento de las áreas a intervenir, delconocimiento de las leyes y la normatividadvigente, de los proyectos y actividades e in-versiones necesarias para dar cuenta de suparticipación y responsabilidad en la solu-ción de los grandes problemas ambientalesen el municipio.

Ambas aproximaciones a la evaluación, sepresentan a continuación:

La evaluación empírica

Es posible determinar por “simple observa-ción” el estado y condición de la salud am-biental en el territorio municipal con miras adefinir si se avanza o no, en la sustentabilidaddel desarrollo. Para ello se propone tener encuenta la calidad y estado de las siguientesvariables, resultado del “cariño” con que setrabaja en el ámbito local. Un recorrido eindagación por un municipio debe dar cuen-ta de:

- Lo urbano: Respeto por la vida, pocasagresiones entre las personas (violenciaintra o extra familiar), bajos niveles deestrés. Altas tasas de inversión en ambien-te, formas o maneras adecuadas de ha-cer las cosas, protegiendo, cuidando, me-jorando, economizando, cerrando bre-chas entre desequilibrios socio-económi-cos. Cuidado de bienes patrimoniales,abundantes espacios públicos y buenacalidad de los mismos; calidad en la presta-ción de servicios públicos, áreas verdes ymínimos conflictos asociados al transporte.Ruidos y contaminaciones del aire, el sueloy el agua escasos.- Lo rural: Alta biodiversidad en fauna yflora, áreas de protección consolidadas, re-servas boscosas, buen estado de los ríos yquebradas con retiros de protección, con-servación de suelos, baja erosión, usos ade-cuados del suelo. Prácticas productivasagrosilvopastoriles, agroindustrias sinsubproductos y residuos contaminantes.

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iradas al hábitatRíos y quebradas limpios, con vida acuá-tica nativa.- Equilibrios en inversiones para la con-servación y la administración de los re-cursos naturales y el ambiente, entre lazona urbana y rural y entre subregioneso municipios limítrofes.

La salud ambiental del municipio se debereflejar en la salud de toda la población, ale-gría y felicidad colectivas, evidenciada enexistencias y ocupaciones de los sitios dedisfrute y ocio, aprecio por los recursos na-turales y bienes ambientales, conocimientoy sabiduría frente a lo que se tiene y cómoprotegerlo. Un compromiso social, en tér-minos de cultura, que le permita actuar per-manentemente y sin dificultades frente a lopúblico, su mejoramiento y su conservación.Algunas de estas variables han sido recogi-das por organismos internacionales y las hanincluido en nuestro medio, como calidad devida.

La evaluación metódica

Es posible medir y evaluar la gestión ambien-tal que se realiza en el municipio, tanto por losparticulares como por las diferentes institucio-nes del Estado y los organismos internaciona-les. Para el contenido de este ensayo, se ten-drán en cuenta sólo las acciones que realizanlos servidores públicos, reconocidos como go-bierno municipal, destinadas a garantizar lasobras, acciones y prácticas ciudadanas de ad-ministración para la protección, uso y aprove-chamiento adecuados de los recursos natura-les y del medio ambiente.

Para lo anterior, se aplican algunas técnicas deindagación y consecución de datos, las cua-les consultan las fuentes disponibles, losactores responsables de la gestión, asícomo la información deseable para hacerlos análisis requeridos. Estos deben per-mitir la construcción de indicadores de ges-

tión ambientalque den cuen-ta de los resul-tados e impac-

tos sobre los recursos naturales y el am-biente.

Áreas de gestión ambientalsusceptibles de evaluacióny control

Las acciones ambientales que debe realizarun municipio no solamente provienen de lascondiciones de asentamiento de población,crecimiento, producción, comercializacióny desarrollo locales; sino también de las obli-gaciones establecidas por la Ley o del orde-namiento legal en su conjunto.

Algunos de los principales aspectos a revi-sar para facilitar la evaluación de la gestiónambiental en un municipio y para cada unade las áreas son:

·Administración del medio ambiente·Administración del medio ambiente·Administración del medio ambiente·Administración del medio ambiente·Administración del medio ambiente

-Dependencia encargada de la parte am-biental: funcionarios-Evaluación del control interno y segui-mientos al plan de desarrollo (Ley 152 del19943) y Plan de Ordenamiento Territorial- POT (Ley 388 de 19974 y decretos re-glamentarios)-Funciones y actividades desarrolladas-Solicitud de información-Acuerdo de creación de la dependencia-Informes de gestión-Relación que existe con las otras depen-dencias-Programas y proyectos ejecutados por la de-pendencia, seguimiento-Correspondencia enviada y recibida por ladependencia, interventoría-Actividades desarrolladas conjuntamente conla corporación autónoma regional -CAR- co-rrespondiente-Planeación estratégica y persistencia en la eje-cución de propuestas estratégicas ambientales-Estatutos de usos del suelo, planeación y ur-banismo (Ley 09 de 19895 y 388 del 1997)-Estatuto ambiental

3 Establece los parámetros y directrices para formular , ejecutar yevaluar los planes de desarrollo nacional y territoriales.4 Ley de Ordenamiento Territorial. Modifica la Ley 09 de 1989, laLey 3ª de 1991 y se dictan otras disposiciones.5 Ley de Reforma Urbana.

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iradas al hábitat-Programa Agropecuario Municipal(PAM) (Ley 507 del 20006)-Planes de manejo ambiental-Programas de mitigación a impactos de-rivados de la producción agropecuaria(Decreto 2858 de 19817)-Aplicación de controles y sanciones en aspec-tos relacionados con el ambiente en cumpli-miento de sus funciones y especificidades deley (Ley 99 de 19938)-Licencias ambientales, merced de aguas, per-misos y concesiones ambientales. Seguimien-to y cumplimiento (Ley 99 de 1993, Decreto2314 del 19869)

·Asistencia técnica agropecuaria y·Asistencia técnica agropecuaria y·Asistencia técnica agropecuaria y·Asistencia técnica agropecuaria y·Asistencia técnica agropecuaria yproducciones limpiasproducciones limpiasproducciones limpiasproducciones limpiasproducciones limpias

-Orientaciones de política para asumir el desa-rrollo equilibrado entre campo y centros urba-nos-Desarrollo rural sustentable-Programas de protección y conservación demicrocuencas-Incorporación en cadenas productivas del con-cepto de producción limpia-Identificación y protección de áreas de impor-tancia ecológica o ambientales estratégicas-Adopción de técnicas y prácticas de conser-vación de aguas, suelos y biodiversidad-Procedencias, manejo y conservación de se-millas y materiales transgénicos-Usos y mantenimiento de prácticasagropecuarias con agroquímicos y pesticidas-Procesos de certificación de productos limpios-Incentivo y apoyo a las organizaciones de pro-ductores agropecuarios para producciones lim-pias y sustentables-Seguridad alimentaria local y regional, einterrelación con oferta de servicios ambienta-les.

·Educación ambiental y formación·Educación ambiental y formación·Educación ambiental y formación·Educación ambiental y formación·Educación ambiental y formaciónciudadanaciudadanaciudadanaciudadanaciudadana

-Incorporación de cursos, contenidos y proble-máticas ambientales contextualizadas y loca-les en la “Cátedra ambiental municipal”10

-Adopción del proyecto educativo ambientalen los colegios e instituciones educativas me-

dias de la localidad, acorde con los problemasy necesidades ambientales del municipio-Incorporación de contenidos de formaciónambiental a las actividades de todos los pro-yectos a realizar en el municipio-Promoción y realización de campañas yacciones ciudadanas en pro de la conserva-ción y mejoramiento ambientales del muni-cipio-Vinculación del municipio en ferias, activi-dades académicas y culturales relacionadascon la problemática ambiental y el mejora-miento de los entornos urbanos y rurales delmunicipio-Vinculación de la empresa privada y secto-res productivos, a la formación y capacita-ción ambiental de la juventud municipal-Apoyo a las organizaciones ambientales delmunicipio-Incentivos para la conformación deveedurías ciudadanas ambientales. Capaci-tación e instrumentalización para el ejerci-cio de la veeduría-Vinculación y participación de la personeríamunicipal en acciones populares ambienta-les-Vinculación de los bachilleres del munici-pio en las prácticas sociales obligatorias re-lacionadas con el ambiente-Participación comunitaria y social en laplaneación ambiental, veeduría de proyec-tos y contratación asociada.-Proyectos ambientales y su componente desensibilización y educación-Inversión realizada en educación ambien-tal dentro de cada proyecto en el período-Revisión de contratos exclusivos de edu-cación ambiental-Convenios de educación ambiental con laCAR y Secretaría de Educación Departamen-tal.

·Espacio público (Decreto 1504 de·Espacio público (Decreto 1504 de·Espacio público (Decreto 1504 de·Espacio público (Decreto 1504 de·Espacio público (Decreto 1504 de199819981998199819981111111111, Ley 09 de 1989 y Ley 388 de, Ley 09 de 1989 y Ley 388 de, Ley 09 de 1989 y Ley 388 de, Ley 09 de 1989 y Ley 388 de, Ley 09 de 1989 y Ley 388 de1997)1997)1997)1997)1997)

-Dependen-cia encarga-da del mane-jo del espa-cio público

6 De creación, funcionamiento y operación de las UMATAS yreglamenta la asistencia técnica rural.7 Permiso para estudio de recursos naturales.8 Estable los parámetros de organización del Sistema NacionalAmbiental y asigna competencias en la materia.9 Conservación y protección del recurso agua.10 Ley 115, sobre la Ley general de educación.11 Reglamenta el manejo del espacio público en los planes deordenamiento territorial.

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iradas al hábitat-Estatuto de espacio público-Acuerdos y decretos relacionados con elmanejo del espacio público-Verificación de normas que regulan el usodel espacio público-Aprobación y aplicación del POT-Estado y condición de: parques, plazas demercado y ferias, terminales de transporte yaeropuertos. Muelles y atracaderos fluviales,playas y costas.-Dotación de equipamiento comunitario en elespacio público-Restitución del espacio público-Reconvenciones y sanciones a infractores delespacio público.

·Prevención y atención de desastres·Prevención y atención de desastres·Prevención y atención de desastres·Prevención y atención de desastres·Prevención y atención de desastres

-Dependencia encargada del comité de preven-ción y atención de desastres-Consultas del Acuerdo de creación del comitéde atención y prevención de desastres-Problemática identificada que requiere aten-ción y actividades de prevención-Actas de reuniones del comité, plan de trabajoy cronograma de actividades-Existencia y aplicación de estudios de riesgoy zonificación de amenazas. Capacitación delDepartamento Administrativo para la Preven-ción y Atención de Desastres (DAPARD), en elcaso de Antioquia-Cumplimiento de normas de construcciónsismoresistentes-Consulta de la ejecución presupuestal para ve-rificar la inversión-Consulta en legajos de tesorería-Revisión de correspondencia con la CAR.

·Agua potable y alcantarillado urbano·Agua potable y alcantarillado urbano·Agua potable y alcantarillado urbano·Agua potable y alcantarillado urbano·Agua potable y alcantarillado urbano

-Dependencia encargada de la administraciónde los servicios públicos-Estudios y diseños del plan maestro de acue-ducto y alcantarillado: diagnóstico y necesida-des de la comunidad para una buena presta-ción del servicio-Actividades de protección de la cuenca quesurte el acueducto con el fin de garantizar a

perpetuidad lafuente provee-dora

-Actividades de conducción y tratamiento deaguas residuales domésticas e industriales, conel fin de retornarlas a la red de drenaje natural-Administración y gestión de la empresa deservicios públicos y operadoras de los sistemas-Cobertura de la prestación de estos servicios-Inversión efectuada-Operación de la planta, análisis calidad delagua, caudal otorgado-Revisión de las ejecuciones presupuestales yrevisión legajos de tesorería para verificar lainversión-Revisión contratos ejecutados-Verificar que la prestación de estos serviciossi cumplan con lo establecido en la Ley 142 de199412 en el régimen de servicios públicos do-miciliarios y decretos reglamentarios-Revisión del control en saneamiento ambien-tal de establecimientos públicos y condicionesde higiene y seguridad en producción y mani-pulación de alimentos-Relaciones de integración y armonización enla prestación de los servicios-Morbimortalidad por casos específicos (con-sumo de aguas contaminadas, epidemias)-Revisión de estudios que se tengan en rela-ción con la prestación o construcción de acue-ducto o alcantarillado.

·····Agua potable y saneamiento básico ruralAgua potable y saneamiento básico ruralAgua potable y saneamiento básico ruralAgua potable y saneamiento básico ruralAgua potable y saneamiento básico rural

-Existencia y cumplimiento del plan quinquenalpara el uso racional del agua-Administración y gestión de la empresa deservicios públicos y operadoras de los sistemas-Revisión de ejecuciones presupuestales y le-gajos de tesorería para constatar la inversión-Actividades de protección de la cuenca quesurte el acueducto con el fin de garantizar aperpetuidad la fuente proveedora-Proyectos ejecutados. Revisión contratos-Cobertura en acueductos: capacidad de lasplantas de tratamiento de agua-Cobertura en pozos sépticos y unisafas: nú-mero de veredas, usuarios, cantidad de unisafasy pozos sépticos-Verificación del cumplimiento del plan de de-sarrollo municipal en agua potable y saneamien-to básico-Revisión de estudios y diseños de acueductosrurales.

12 Por la cual se establece el régimen de servicios públicosdomiciliarios y decretos complementarios.

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iradas al hábitat·····Manejo y disposición final de residuosManejo y disposición final de residuosManejo y disposición final de residuosManejo y disposición final de residuosManejo y disposición final de residuossólidossólidossólidossólidossólidos

-Dependencia encargada de la administracióndel servicio de aseo-Frecuencia de recolección de basuras-Cobertura de la prestación del servicio-Transporte utilizado-Cantidad de viajes efectuados para la recolec-ción-Separación de material reciclable desdela fuente-Programas para el manejo integral de residuossólidos-Inversión realizada-Consulta de ejecuciones presupuestales y le-gajos de tesorería para verificar inversión-Proyectos y programas ejecutados-Proyectos que se tengan para ejecutar-Contratos para el Manejo Integral de ResiduosSólidos - MIRS-Existencia de bodega de reciclaje-Técnicas de producción y aprovechamientode la materia orgánica con lombricultivos ycompostajes-Mercadeo y comercialización de produc-ciones-Relaciones de integración y armonización enla prestación de los servicios.

·Manejo integral de residuos especiales o·Manejo integral de residuos especiales o·Manejo integral de residuos especiales o·Manejo integral de residuos especiales o·Manejo integral de residuos especiales opeligrosospeligrosospeligrosospeligrosospeligrosos

-Planes de gestión integral de residuos hospita-larios y peligrosos-Campañas educativas y formativas al perso-nal y comunidad-Dotación de equipamiento básico para mane-jo seguro de los residuos-Almacenamiento y transporte del material-Disposición final de los residuos, previadesactivación-Manejo de residuos provenientes de: cemen-terios, funerarias, morgues-Acciones de control y seguimiento a los resi-duos provenientes del sector de la salud: cen-tros médicos, odontológicos, farmacias, con-sultorios.

·Disposición final de residuos sólidos (relle-·Disposición final de residuos sólidos (relle-·Disposición final de residuos sólidos (relle-·Disposición final de residuos sólidos (relle-·Disposición final de residuos sólidos (relle-no sanitario)no sanitario)no sanitario)no sanitario)no sanitario)

-Operación y manejo del relleno

-Existencia de torres de desfogue para gases(chimeneas), tipo de cerramiento y aislamien-to, compactación, cubrimiento-Tipo de personas y dotación para quienes la-boran en el sitio-Caseta para personal operativo (servicios pú-blicos)-Valla informativa-Manejo de lixiviados-Manejo especial a los desechos del matadero-Relaciones de integración y armonización enla prestación de los servicios.

·Empresa de faenado y oferta de productos·Empresa de faenado y oferta de productos·Empresa de faenado y oferta de productos·Empresa de faenado y oferta de productos·Empresa de faenado y oferta de productoscárnicos (matadero municipal)cárnicos (matadero municipal)cárnicos (matadero municipal)cárnicos (matadero municipal)cárnicos (matadero municipal)

-Administración, operación y manejo del ser-vicio-Estado de las infraestructuras de sacrificio ytratamiento final-Inspección técnico – sanitario-Sacrificio del ganado bovino y porcino-Tratamiento y disposición final de residuossólidos y líquidos-Separación de vísceras-Exámenes ante mortem y post mortem-Transporte de la carne-Promedio de reses sacrificadas semanalmente(registro de degüello)-Verificación cumplimiento de los decretos:1036 de 199113, 2278 de 198214 y 3075 de199715.

·Cuerpo de bomberos·Cuerpo de bomberos·Cuerpo de bomberos·Cuerpo de bomberos·Cuerpo de bomberos

-Consulta del acuerdo municipal de creacióndel cuerpo de bomberos-Verificación cumplimiento del Ley 322 de199616

-Consultar con la administración la conforma-ción del cuerpo de bomberos-El apoyo que la administración municipal lebrinda.

·Escombrera municipal·Escombrera municipal·Escombrera municipal·Escombrera municipal·Escombrera municipal

-Dependenciaencargada-Verificacióncumplimientode la Resolu-

13 Por el cual se establecen los sectores financiables en mataderosy plazas de mercado.14 Reglamentan parcialmente la Ley 09 de 1979 en cuanto alsacrificio de animales para el consumo humano y elprocesamiento.15 Ídem.16 Por la cual se crea el cuerpo de bomberos voluntarios.

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iradas al hábitatción 541 de 199417 relacionada con el cum-plimiento del manejo de la escombrera-Volúmenes de generación de escombros ydinámicas constructivas-Transporte y disposición final de los escom-bros-En caso de no existir escombrera, consultardonde son depositados los escombros, so-brantes de demoliciones, etc.

·Fondo de protección ambiental·Fondo de protección ambiental·Fondo de protección ambiental·Fondo de protección ambiental·Fondo de protección ambiental

-Acuerdo de la creación del fondo para mane-jar el 1% de los recursos propios del municipiopara la adquisición de áreas de interés para pro-tección y conservación de microcuencas. Cum-plimiento del Artículo 111 de la Ley 99 de199318

-Consulta de legajos de tesorería y verificaciónde inversiones-Registro de los acueductos veredales,corregimentales y municipales propietarias deáreas productoras de agua y fuentes de abasto-Existencia de escrituras públicas de las áreasadquiridas

·Sobretasa ambiental·Sobretasa ambiental·Sobretasa ambiental·Sobretasa ambiental·Sobretasa ambiental

-Acuerdo Municipal de fijación del porcentajede sobretasa ambiental-Verificación de recaudos por la sobretasa-Cumplimiento del artículo 44 de la Ley 99 de199319 en el recaudo y traslado a la corpora-ción de esta sobretasa ambiental-Consulta legajos de tesorería para verificarpagos a la CAR correspondiente-Proyectos gestionados para recuperar o gene-rar la reinversión de los aportes realizados porla sobretasa.

·In·In·In·In·Invvvvvererererersión ambientalsión ambientalsión ambientalsión ambientalsión ambiental

-Dependenc iaencargada-Consulta de lase j e c u c i o n e spresupuestales ylegajos de teso-rería. Cumpli-miento de la in-

versión según el artículo 45 de la Ley 99 de199320

-Cumplimiento porcentaje de inversión en aguapotable y saneamiento básico-Distribución poblacional de la inversión-Cumplimiento de la inversión según la Ley 60de 199321, Ley 142 de 199422 y documentoCONPES. Ley 617 de 200023 y 715 de 200124

-Verificación de la inversión cuando el munici-pio administra los servicios públicos y cuandolos administra otra dependencia o empresa pri-vada-Verificación inversión con aportes, convenios,cofinanciaciones-Visitas a sitios de interés para verificar inver-sión en acueductos, alcantarillados,reforestaciones, pozos sépticos, unisafas, plan-tas de tratamiento de agua potable, entre otros-Cuando el municipio recibe recursos por trans-ferencias del sector eléctrico, se verifica el por-centaje de inversión en saneamiento básicoy mejoramiento ambiental.

Recolección,procesamiento yanálisis de lainformación

La información requerida para la evaluacióny el control debe pasar por un proceso.Identificada y reconocida la fuente de lainformación y el área de interés ambien-tal, se procede a la recolección de los da-tos para lo cual se utilizan diferentes pro-cesos o técnicas. Esto va desde el accesodirecto a la fuente de los datos, por con-sulta de los documentos que soportan lagestión ambiental, pasando por entrevis-tas a los funcionarios y servidores públi-cos encargados y relacionados con el tema,hasta la aplicación de encuestas.

Recolección

Debe garantizarse la confiabilidad y ofi-cialidad de la información, para brindarseguridad a los resultados y conclusiones.

17 Por medio de la cual se regula el cargue, descargue, transporte deescombros, concretos y capa orgánica.18 Adquisición de áreas de interés para los acueductos veredales.19 Sobre el porcentaje ambiental de los gravámenes de la propiedadinmueble.20 Sobre transferencia del sistema eléctrico.21 Destinación de un porcentaje del situado fiscal nacional para saneamientoambiental.22 Régimen de servicios públicos.23 Por el cual se reforma parcialmente la Ley 136 de 1994, el Decretoextraordinario 1222 de 1986.24 Por el cual se dictan normas orgánicas en materia de recursos ycompetencias de conformidad con el acto legislativo 01 de 2001.

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iradas al hábitatAlgunas de las fuentes de consulta de lainformación ambiental en un municipio yde la gestión realizada por éste, incluyen lassiguientes dependencias y acciones:

Sobre población y aspectos demográficos. Seobtienen en las oficinas del SISBEN, de los re-portes anuales que llegan a las alcaldías porparte del DANE; centros estadísticos de las CAR.

Documentos de soporte sobre aspectos gene-rales de planeación ambiental. En plan nacio-nal ambiental, plan nacional de desarrollo, com-ponente general del plan de ordenamiento te-rritorial, plan de desarrollo municipal. Otrosplanes sectoriales como ProgramaAgropecuario Municipal (PAM), plan munici-pal de salud y plan educativo municipal; planmunicipal de cultura y plan para la juventud yel deporte. Si existe, el plan ambiental munici-pal.Además de los diagnósticos para la formula-ción de los planes de desarrollo del municipio,existe información en la biblioteca o centro dedocumentación de la corporación autónomaregional, bibliotecas de centros de educaciónsuperior, bibliotecas y centros de documenta-ción municipal. Alguna información regionalse encuentra en el Plan Estratégico de Antioquia.

En cuanto a lo administrativo, en los munici-pios deben disponer de información: secreta-ría de educación o quien haga sus veces, jefesde núcleo, secretaría de gobierno, jefatura depersonal y control interno, secretaría deplaneación, UMATA o quien haga sus veces,obras públicas o infraestructura física, empre-sas de servicios públicos. Participación comu-nitaria o quien haga sus veces. Archivo muni-cipal, banco de proyectos, inspección de poli-cía, personería.

Otras fuentes pueden ser las actas e informesde gestión del concejo municipal y del consejode gobierno, que evalúan el estado y avancede la ejecución del plan de desarrollo munici-pal; informes y registros de la corporación au-tónoma. Informes de seguimiento de la oficinade control interno. Informes de gestión elabo-rados para presentar a la comunidad. Informede control interno, haciendo el seguimiento y

evaluación a las funciones y actuaciones delpersonal administrativo. Reportes e informaciónde cada una de las secretarías, sobre su gestión.

Uno de los instrumentos más prácticos para laevaluación y control de la gestión ambiental,es la toma de información basaa en encuestasorientadas a indagar sobre la gestión ambien-tal. Esta debe estar organizada de manera siste-mática, por áreas de gestión ambiental, buscan-do en ella, recopilar información para evaluar(metódica) el desempeño de las instituciones yservidores públicos, el estado actual de los re-cursos naturales y del medio ambiente, ade-más la calidad de vida de la población; en otraspalabras, para evaluar el avance hacia el desa-rrollo sostenible del municipio.

Procesamiento y análisis

Con los datos organizados se enfrenta el pro-cesamiento de los mismos por área temática.Se debe tener cuidado de relacionarla con ladependencia administrativa y considerar las tresprincipales líneas evaluativas de la gestión am-biental:

Para el análisis de los cumplimientos legales,se abordan desde los artículos ambientales dela Constitución Nacional hasta leyes, decretosy resoluciones del orden nacional, comparan-do el deber ser y las orientaciones de las mis-mas con lo realizado y ejecutado al presente.Se debe tener cuidado para entender e interpre-tar cuándo aplica la norma y el carácter de adap-tación para aspectos ecosistémicos ysocioculturales locales. De este proceso se debeinferir el cumplimiento o no de la ley e inducira recomendaciones para el pronto cumplimien-to de la ley. En lo social a generar acciones decumplimiento.

-Para el examen de los propósitos acorda-dos desde la planeación con orientacionesregionales, departamentales o locales, explíci-tos en ordenanzas, acuerdos municipales y con-venios, se pueden abordar desde los aspectoslegales o los aspectos operativos para alcanzarlos resultados planeados. Para el primero (le-gal) se sigue como se explicó en párrafos ante-riores. Para el segundo, se deben tener en cuenta

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iradas al hábitatlos objetivos, metas, actividades, recursos eco-nómicos, cronogramas y tiempos, en el logrode los resultados esperados; y si se hicieron coneficacia y eficiencia, con el menor daño o im-pacto ambiental.

-De este estudio se debe inferir el cumplimien-to de los prometido y acordado, lo acertado delos diagnósticos y sus soluciones, la coordina-ción y capacidad administrativa para resolversus problemas, los avances a través del tiempode la gestión para el mejoramiento ambiental.Permite recomendar acciones de mejoramien-to continuo. En lo social, respaldar o iniciar lasacciones populares de revocatoria de mandatopor incumplimiento de compromisos asumi-dos en el plan de desarrollo.

-Para el análisis del impacto de la gestión am-biental local sobre los recursos naturales y elambiente, se requiere de diagnósticos técnicosde alta precisión, con mediciones permanenteso registros estadísticos periódicos, que den cuen-ta de la calidad, estado o condición del recursonatural a través del tiempo. Así, es posibleconstatar que el estado o condición del bien orecurso natural se debe a la acción realizada yel impacto derivado, positivo o negativo, delas inversiones ejecutadas por los servidores pú-blicos municipales.

Este proceso, al igual que los demás, debe estarsoportado en indicadores que permitan inferirsi se ha avanzando, retrocedido o estabilizadoen el propósito de garantizar la existencia y re-producción de los recursos naturales renova-bles, de racionalizar el uso y aprovechamientode todos los recursos, de garantizar la distribu-ción equitativa de las cargas y beneficios den-tro de la población y por tanto, de lassustentabilidad de la sociedad y del desa-rrollo local.

La información analizada debe docu-mentarse y redactarse, para configurarel diagnóstico, las observaciones y re-comendaciones. Este documento debepasar por la revisión de los coordinado-res del grupo de trabajo y ser aprobadopor todo el colectivo. Adicionalmente,se consolida y se elabora una relaciónde los problemas ambientales según gra-

do de incidencia, sus causas, lafactibilidad o no de las opciones de so-lución desde el nivel de la localidad.

Socialización de losresultados

Con los documentos e información de so-porte que demuestran los resultados obteni-dos debe acudirse a dos estrategias de ac-tuación: en primer lugar, la acción social, conlideres y organizaciones con afinidad am-biental, destinada a la difusión del informesobre la gestión, capacitación para la com-prensión de los hallazgos y toma de decisio-nes frente a las recomendaciones.

Por otro lado, iniciar un proceso de acerca-miento y discusión de los análisis y resulta-dos con la administración municipal, bus-cando siempre dejar claras las recomenda-ciones con el fin sentar en una mesa deconcertación a los servidores públicos mu-nicipales y la comunidad, definiendo lasacciones de mejoramiento que se requierany construir juntos una propuesta de mejora-miento continuo de la gestión con alto im-pacto y beneficio sobre los recursos natura-les, el ambiente y de la calidad de vida de lapoblación municipal .

Puede suceder que durante el seguimiento yevaluación de la gestión ambiental municipalse encuentren evidencias o hechos irregularesen el manejo y administración de los bienespúblicos. Cuando esto suceda, el grupo o equi-po de trabajo deberá analizar si las condicionese información disponibles posibilitan remitir lainformación a los órganos de control y autori-dades pertinentes.

Conclusiones

- La gestión ambiental y su evaluación es unproceso que involucra conocimientos previossobre administración pública y de formaciónespecializada sobre recursos naturales y medioambiente, lo cual requiere acompañamiento,

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iradas al hábitatcapacitaciones y disposición para aprender yenseñar por parte de todos los interesados.Nadie quiere y mucho menos evalúa, lo queno conoce.

- Dos aspectos claves para el mejoramiento dela gestión ambiental están en saber y conocerlas áreas y temáticas de la gestión ambiental enun municipio y las normatividades y disposi-ciones legales vigentes en la materia, de mane-ra que se pueda establecer la diferencia entre eldeber ser y lo realizado, además del estrictocumplimiento de las leyes.

- En la medida en que los actores participen dela identificación de las problemáticas de la ges-tión del medio ambiente, se permite el desarro-llo de capacidades (aprender) para la compren-sión, análisis e identificación de alternativas. Sise capacita a los ciudadanos, éstos podrán ha-cer seguimiento y evaluar de manera perma-nente el desempeño de programas y proyectosambientales incluidos en los diferentes planes.Igualmente, ellos estarán en capacidad de par-ticipar en la toma de decisiones, ejerciendo elcontrol social que se requiere para que el mejo-

ramiento continuo de la gestión ambiental seauna realidad.

- Se requiere propiciar las condiciones para eltraslado y entrega de las funciones de evalua-ción y control de la gestión ambiental del mu-nicipio a los ciudadanos. Ello se logra con ac-ciones pedagógicas que relacionen la teoría conla práctica y que aproximen la gestión y la ad-ministración a la población. Además, con lacreación de los espacios locales y regionalesde encuentro y comunicación en los que segeneren las confianzas entre los servidores pú-blicos y la ciudadanía.

- Es de esperar que la mayor apropiación porparte de la ciudadanía de lo que legalmente debehacerse en la administración municipal con re-lación al ambiente, induzca y presione a losservidores públicos a la realización de los pro-metido, planeado y normatizado. En caso con-trario, a la ciudadanía le asisten una razón yuna documentación racional y sistemáticamenteanalizada, la cual sirve de sustento para iniciary entablar, con éxito, acciones de cumplimien-to para el mejoramiento de las condiciones am-bientales locales.

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