Enseñanza programada - redined.mecd.gob.es

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t. 1'f{h:1.1!11l^ aKi;^^ C;on esta; reflexiones deseamos completar nues- tros puntos de vista acerca de la Enseñanza Pro- gramada, técnica didáetica de nuestro tiempo, en la que, sin duda alguna, podrán observarse cier- tos valores instructivos de gran alcance pedagcígi- co (1). Conviene, ante todo, hacer constar aquí las di- versas denuminaciones utilizadas en la actualidad al tratar de esta nueva técnica de enser5anza y aprendizaje. Aunque el término más eomún y ge- neral sea el de «Enseñanza Programadau, sin em- bargo, algunos autores e investigadorea, deseosos de precisar más detalladamente la esencia y finalidad de e^te nuevo tecnicismo, prefieren hablar de ami- cro-ínstrucción» o «enseignement micro-gradué» ('2). i^Tosotrns reconocemos la validez de sus criterios, porque efectivamente la programac:ón no es, en definitiva, otra cosa que el desmenuzamiento ana- lítico y concreto de los contenidos de enseñanza. ^ólo cuando el contenido de las ciencias ha sido metieulosamente dividido y desgranado, podremos sorprender entre nuestras manos el hecho de la programaciún. Otros autores, tal es el caso de Henri 1)ieuzei- de (3 ). ptoponen la expresión «méthodes d'auto- apprentissa^e miero-gradué», insistiencío de es[a ma- nera en el carácter autodidáctico del método. 1. E'. Cirigliano (4), cuando se refiere a esta proliferación de términos, nos conereta de la si- ^uiente mancra ^u parPCer: «El prnblema del nom- hre no c^tá a ŭ n re^uclto, pues otros hablan de au- tomación rdaracional o enseñanza automática. El de^arrollo en e^te campo se debe fundatnentalmente a la accicín de prirtílolros de la educación, y como una primera aproximación pnede afirmarse, como sP ha hecho, yuc e^te campo nuevo es básicamente la mecanizaciún del método socrático de ense- ñanza.n Teuiendo, pues, en cuenta estas distintas caras o dimen^iones de la Ensetianza Programada podría proponerse la siguiente definición: «Técnica nue- va de ensetianza y aprendizaje, basada en ln pre- sentación microanalítica (gradual y lógica) de los contenidos científicos, organizados de tal manera que sea permiticío al escolar la realización de un trahajn autodidacta e individualizado y el control inmediato de su rendimiento escolar.n Por ello, entrc las características fundamenta- leN de la Enseñanza Programada hay que enume- (1 ) Véase nuestro rvtículo publicado en Bordon, ní^m. 115, marzo 1963, pp. 1'19-152, con el título aEnseñanza Programa- dan, en donde se desc^rihe la naturaleza, alcance, historia y téc- nicas de la programación didáctica, (2 ) Tal es el caso de la Iiniversidad canadeinse de Lavnl (Québec , (3) Dth,uz^aoF., Hrnry: «Les machincs á apprendren. En L'F.ducation Nationale. París, núm. 24, 19 septiemhre 1963, pá- gina 1Q, (4) t,IRICLIAN9, Gustavo F, J.: «Temas nuevos en educu- ciónn. Paraná. ITniverxidad Nacional del Litoral, 1963, p. .5t1. Enseñanza programada rar: a) Organizaeicín riguroyatnente lc'igic•a del coa^ tenido de las enseñanzas: h) Posihilidad de un aprendizaje sin errores: c) Individualizacicín; d) Autoin5trucción; e) Participación activa dca esco- lar en las tareas de aprendizajr; f) Autocontrol inmediato del rendimie.nto: K) Cunfiguración en el alumno c;e una nueva forma de comportarniento ante las ciencias y el proceso dr, su asimilaeión. •3, hn5 LlHR01 UF. 7'E.^ 7'O h:n 1959 se desarrolla en Ginebra una importante l;onferencia de Instrucciún Ptíblic.a sobre los tex- tos escolares. Desde entonces, las preocupaciones e investigaciones acerca de este tema, eje de rnu- chas actividades didácticas, han erec•ido en todos los países y han logrado alcanzar positivas solu- cione^ dentro del mareo político-pedagógico de cada uno de ellos (5). Fn la Escuela Tradicional el libro forrnaba la base toda del aprendizaje de la^ materias. La fun• cicín di^cente yuedaha torpetnente reducida a un aprendizaje mnemónico de las nociones acotadas en los textos. Muchos educadores de la^ primeras décadas de nuestro siglo, amparados en lae tesis activistas y paidocéntrica^ del movimiento de la Escuela Nueva, lanzaron recias ofensivas en con- tra de la enseñanza lihresca y ofrecieron, r.ntusia+- mados en su misiún, un nucvo sistema de ense^- (5) Cunsúltense muy particularmente los estudioti compa- rados publicados por BIF,•UNEti(;l) con el título uLes Manuela de 1'Fnsrignement Primeiren. Genéve, 1959, 248 pp. 58

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t. 1'f{h:1.1!11l^ aKi;^^

C;on esta; reflexiones deseamos completar nues-tros puntos de vista acerca de la Enseñanza Pro-gramada, técnica didáetica de nuestro tiempo, en

la que, sin duda alguna, podrán observarse cier-tos valores instructivos de gran alcance pedagcígi-co (1).

Conviene, ante todo, hacer constar aquí las di-versas denuminaciones utilizadas en la actualidadal tratar de esta nueva técnica de enser5anza yaprendizaje. Aunque el término más eomún y ge-neral sea el de «Enseñanza Programadau, sin em-bargo, algunos autores e investigadorea, deseosos deprecisar más detalladamente la esencia y finalidadde e^te nuevo tecnicismo, prefieren hablar de ami-cro-ínstrucción» o «enseignement micro-gradué» ('2).i^Tosotrns reconocemos la validez de sus criterios,porque efectivamente la programac:ón no es, endefinitiva, otra cosa que el desmenuzamiento ana-lítico y concreto de los contenidos de enseñanza.^ólo cuando el contenido de las ciencias ha sidometieulosamente dividido y desgranado, podremossorprender entre nuestras manos el hecho de laprogramaciún.

Otros autores, tal es el caso de Henri 1)ieuzei-de (3 ). ptoponen la expresión «méthodes d'auto-apprentissa^e miero-gradué», insistiencío de es[a ma-nera en el carácter autodidáctico del método.

1. E'. Cirigliano (4), cuando se refiere a estaproliferación de términos, nos conereta de la si-^uiente mancra ^u parPCer: «El prnblema del nom-hre no c^tá a ŭn re^uclto, pues otros hablan de au-tomación rdaracional o enseñanza automática. Elde^arrollo en e^te campo se debe fundatnentalmentea la accicín de prirtílolros de la educación, y comouna primera aproximación pnede afirmarse, comosP ha hecho, yuc e^te campo nuevo es básicamentela mecanizaciún del método socrático de ense-ñanza.n

Teuiendo, pues, en cuenta estas distintas caraso dimen^iones de la Ensetianza Programada podríaproponerse la siguiente definición: «Técnica nue-va de ensetianza y aprendizaje, basada en ln pre-sentación microanalítica (gradual y lógica) de loscontenidos científicos, organizados de tal maneraque sea permiticío al escolar la realización de untrahajn autodidacta e individualizado y el controlinmediato de su rendimiento escolar.n

Por ello, entrc las características fundamenta-leN de la Enseñanza Programada hay que enume-

(1 ) Véase nuestro rvtículo publicado en Bordon, ní^m. 115,marzo 1963, pp. 1'19-152, con el título aEnseñanza Programa-dan, en donde se desc^rihe la naturaleza, alcance, historia y téc-nicas de la programación didáctica,

(2 ) Tal es el caso de la Iiniversidad canadeinse de Lavnl(Québec ► ,

(3) Dth,uz^aoF., Hrnry: «Les machincs á apprendren. EnL'F.ducation Nationale. París, núm. 24, 19 septiemhre 1963, pá-gina 1Q,

(4) t,IRICLIAN9, Gustavo F, J.: «Temas nuevos en educu-ciónn. Paraná. ITniverxidad Nacional del Litoral, 1963, p. .5t1.

Enseñanza programada

rar: a) Organizaeicín riguroyatnente lc'igic•a del coa^tenido de las enseñanzas: h) Posihilidad de unaprendizaje sin errores: c) Individualizacicín; d)Autoin5trucción; e) Participación activa dca esco-lar en las tareas de aprendizajr; f) Autocontrolinmediato del rendimie.nto: K) Cunfiguración enel alumno c;e una nueva forma de comportarnientoante las ciencias y el proceso dr, su asimilaeión.

•3, hn5 LlHR01 UF. 7'E.^ 7'O

h:n 1959 se desarrolla en Ginebra una importantel;onferencia de Instrucciún Ptíblic.a sobre los tex-tos escolares. Desde entonces, las preocupacionese investigaciones acerca de este tema, eje de rnu-chas actividades didácticas, han erec•ido en todoslos países y han logrado alcanzar positivas solu-cione^ dentro del mareo político-pedagógico de cadauno de ellos (5).

Fn la Escuela Tradicional el libro forrnaba labase toda del aprendizaje de la^ materias. La fun•cicín di^cente yuedaha torpetnente reducida a unaprendizaje mnemónico de las nociones acotadasen los textos. Muchos educadores de la^ primerasdécadas de nuestro siglo, amparados en lae tesisactivistas y paidocéntrica^ del movimiento de laEscuela Nueva, lanzaron recias ofensivas en con-tra de la enseñanza lihresca y ofrecieron, r.ntusia+-mados en su misiún, un nucvo sistema de ense^-

(5) Cunsúltense muy particularmente los estudioti compa-rados publicados por BIF,•UNEti(;l) con el título uLes Manuelade 1'Fnsrignement Primeiren. Genéve, 1959, 248 pp.

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ibros d e texto

Por JUAN M. MORF,NO G.

ñanza que suprimía el libro para insertar al di^•cípulo en el cerco de la misma naturaleza y en elámbito de la ^erdadera preparación para la vida.

En nuestra hora, conscientes de ambas exagera-ciones, hemos llegado a convencernos del lugar pre•eminente que ocupan los libros de texto en laeducación de la inf ancia y juventud. Por eso pres-cribimos su uso. Sólo exigimos que el texto actualhaya sabido distanciarse de las viejas estructurasmetodológicas y, aceptando las recomendaciones ysugerencias de la Didáctica Moderna, posea unacontextura y armazcín doctrinal respetu^9a de laverdad científica, de la verdad psicológica y dela verdad social (6 ).

La injustificada propensión a la confección }^uso de textos de corte antiguo constituye uno delos factores más influyentes en el retraso peclagó-gico de un país. 5i el educador debe negarse obs•tinadamente a enve jecer para que su labor sea efi-caz, ha de procurar equiparse ron un instrumen-tal siempre nuevo, 9iempre actual y operante, Seexplican así las insistentes recomendaciones de losgobiernos de muchos países, e inclu^o las conclu-siones de mi^chas Asociaciones Internaeionales,apuntando la urgencia de ren^var los textos tem•

(6 ) Aclaramoa nuestra posición concretando el ámbito enel que operan estas tres verdades : a) verdad científ ica valetanto como decir que el texto es objetivo en sus doctrinas yafirmaciones, y que dicha objetividad aparece dispueata coaeetructura, orden y sentido ; b) verdad psicológica o adaptacióna la personalidad del niño (mentalidad y terminología ); c) verdad social cuando sus páginas preparan al niño para la vidasocial y profesional que le espPra,

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poralniente, ya que no sálo es la ciencia mismala que crece y toma nuevos conocimientos, sinotaml^ién e^a interesantísima dinámica de las téc•

nicas de en^eñan^a, vehículos por los que las ver-dades pa^an a la mente del alumno,

Sea autor de un texto de enseñanza implicaalgo más que la mera especialización ^científiea enla asignatura en cue^ticín ; es necesario conocer lamentalidad, la inteligencia, Ic^s intereses de aque-llos para quienes el libro se c^nfecciona. Scílo unien-do la ciencia con la Didáctica, en mutuo y poten-te abrazo, podrá el texto presentar garantías parasu aprobación por parte de los Gabinetes enear-gados de ello.

Si somos sinceros, hemos de confesar que ennuestro país se ha avanzado mucho en este sec•tor de la educacicín. Autoreq y editores empleantodos los medios posibles -investigaciones, estu•clios experimentales, procedimientos de Pnsayo--para poder obtener un producto superior. Por me-dio de revisiones f recuentes y nuevas ediciones semantienen los textOS al paso del progreso del co•nocimiento y de las mejores ideas peclagógicas ( i).Pero todavia existen algunos f allos psicodidáeticoRpor lo que re.^pecta a la comprensihilidad de cier•tos ^^árrafos y doctrinas que en modo alguno pue•den ser aceptacíc^s para las edade4 instructivas aque están destinados,

(7 ) Vid, el «Informe sobre la Reunión de Editorea deI,ibros de Texton, organizada por la UNESCO, en 1961, ypublicado en Bordon, núm, 105, enero 1962, pp, 43-49,

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l.a tt^cnioa de la programación ha sido aplica-da con éxito en la coufección de libros de texto.Decimos 'qne nn manual está programado cuandosu contenido se ha racionalizado, preparado, des-menuzado en pequetias porciones; y cuando, ade-más, se ha tenido un máximo cuidado en pro-curar que el paso de una noción a otra no des-encadene en el alumno situaciones de perplejidado incomprensión.

Es muy útil el símil «el alumno tiene piernasmentales y necesita recorrer con ellas, paso a paso,sin grandes saltos en el vacío, el campo estruc-turado y organizado de los conoeimientos». Sólode esta manera puede garantizarse un aprendizajesin errores.

Todavía está por realizar en España un librode texto sujeto a las normas de la técnica progra-mada. Para acometer con fruto esta delicada em-presa hahría que tener en cuenta, entre otros mu-ehm daios. los siguientes considerandos:

3. Dh.'FI ^TCIO,^'F.S DGL THE CENTER FORPRt^f:RAdl^11E11 1NSTRUCTION

Para los autnres de textos programados, el «ThcC^•uter for Programmed Instruction», de New York,i^^ acuñado estos conceptos fundamentales (8).

a) Programa. ^Secuencia o serie de items cui-dado^amente construídos que conducen al es-tudiante al dominio del tema con mínimoerror. La información se brinda al estudian•te en pequeñas unidades, a las que respon-cíe de alguna manera, completando una fra-se, resolviendo un problema o respondien-do a una pregunta. Los items son prepa-rados de modo que el estudiante pueda darrespuestas correctas mientras avanza haciamaterial cada vez más complejo.

b) Texto programado. Manual que presentaprngramas.

cl Item. Pregtmta o frase contenida dentro deurr programa. Puede o no presentar nuevainformación. Un item puede demandar unao varias respuestas. Puede ser mayor queuna sola frase, dependiendo su longitud dela capacidad del estudiante y de la natura-leza de la materia o asunto.

^^) Clave. Un aspecto del item que ayuda («ohli-ga» ) al estudiante a responder la pregun[acorrectamente.

e) Refuerzo. Cualquier estímulo que aumentala probahilidad^ de que la respuesta inme-diatamente precedente ocurrirá de nuevohajo circunstancias similares.

A la luz de estos cri[erios, los manuales pro-

(8) El The Center for Programmed Instruction. 365 WestEnd Avenue, New York, publicada un boletín bimensual y unarevista dedicados ambos a estas cuestiones.

(9) Notas y Documentos. Madrid, CEDODEP, núm. 7, abril-junio 1963, pp. 26-28,

gramados pretenden alcanzar una laudahle weta:el tipo ideal de manual escolar.

En nuestra ponencia presentada a la !^lt sa li^^-

donda organizada y realizada por el CEDUDEp ^^ntorno al tema ^^Condicione; ^^ rmpleo de lou Li-bros Escolares^, (9), resumituoa así los tres im-preseindibles valores que los manuales programa-

dos quieren conjurar para poseer el título de ins-

trumentos didácticos positivos y operantes;

- Que el libro sea una guía de nuciones fun-damentales, vivas y signifícativas ( «r.ore-cu-rriculum), de cuidadoso engranaje lcígicn, po-derosamente motivadas y didácticamente pre-sentadas.

- Que constituya un instrumento de trabajo es-colar, movimiendo a la acción e incluyendoabundantes ejercicios de aprendizaje y con-trol de los esfuerzos discentes.

- Que el manual haya surgido como una eon-secuencia del trabajo escolar. Los textos pro-gramados no son libros apriorísticos, impues-tos al niño. Por el contrario, su aceptaciónsupone una laboriosa etapa previa de ensa-yo y aplicaeión. Con esto queremos decirque, confeccionado el texto programado, de-be pasar por varias fases de revisión y apli-carse en calidad de ensayo. Sólo de e^ta for-ma podrán delatarse ciertos posibles defectosen los que podría caer: falta de una estruc-tura nocional esencial ; términos o conceptosno suficientemente aclarados ; idea equivoca-da respecto al grado instructivo o de madu-rez escolar; falta de repetición o engranajelógico, etc.

Esta condicionante la explica muy bien elprofesor Lumsdaine cuando señala : «Se debeperfeccionar el orden ó ptimo en la sucesiónde pasos nocionales sobre la base de la ano-tación detallada de las respuestas dadas porestudiantes típicos a una versión preliminarde un programa de instrucción» (10).

4. DOS MOUALIDADES DE TEXTOS PROGRA-MA DOS

A. El «Programrned Textbook», de B. F. 5kin-ner, reconoce como supuesto doctrinal fundamen-tal que el aprendizaje sigue un orden line,al, y que,por tanto, los conocimientos serán presentados ri-gurosamente cada uno en su oportunn lugar y de-bida tiempo. El alumno, ante la fecunda fur,rzade un sistema de ideas asociadas, scílo debr ^e-guir con atención y ac[ividad la marcha del apren-dizaje y la realizacicín de los ejercicios y res-puestas.

Dada una información, presentada una noción,el estudiante debe, é l mismo, «componern su pro-pia respuesta y comprobar inmediatamente, yin

(10) Luresonirvt;, A. A.: «Máquinas de Enseñar e Instruc-ción Preparadau. Madrid, Embajada de EE. UC^., s, a., p. 4.

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aplazamientos, la validez y corrección de sus con-testaciones.

Notemoa bien que Skinner dice «componer larespuesta», y no «elegirla». Quiero esto decir queno se trata de un test de elección múltiple, sinomás bien de una situación problemática en la queel escolar encuentra por sí mismo, directamente,la solución exacta a su problema. Sólo cuando elalumno sabe componer bien las respuestas puededecirse que el hecho del aprendizaje está en mar-cha. '

B. Sistema «ramificado o polisecuencial», deNorman A. Crowder. Juntamente con Skinner, peroeon fundamentos paicológieos y realizaciones téc-nicas diatintas, hay que citar también al profesornorteamericano N. A. Crowder, autor del Ilama-do «Scrambled book» o «Libro revuelto».

Todo aprendizaje conatituye -dice Crowder-un avance y un dominio en el mundo de los co-nocimientos literarios o científicos. Sin embargo,ao podrá elevarse a tesis definitiva que este apren-dizaje siga una trayectoria lineal e igual para to-dos los estudiantes. Por el contrario, si uno de losgrandes valores de las técnicas programadas es elreconocimiento del principio de índividualización,habrá que pensar con mayores probabilidades deacierto que la línea de aprendizaje necesita deeontinuas bifurcaciones o ramificacionea («bran-ching» ), hacia programas o secuencias lateralea quesirvan para mejor entender, aclarar o solucionaraquellos aspectos más dificultosos o fundamenta-les (11).

En estos términos se expresa Crowder para des-cribir su «scrambled book» :«Se trata -dice- deun libro especialmente preparado en el que cadarespuesta elegible se identifica con un número depáginas. (Así, al finalizar la página encuentra elestudiante trea respuestas posibles al problema yjunto a cada respuesta un número de página 94,115, 119.) El alumno, al elegir una respuesta par-ticular, va al número de página dado para talrespuesta. Allí hallará o la siguiente unidad deinformación y la siguiente pregunta, o, si la res-puesta fue incorrecta, encontrará material de co-rrección adecuado a la respuesta que eligió. Luegoaerá nuevamente remitido a la página de eleccióninicial para intentar otra vez el avance del aprei-dizaje. Los números de la página en el libro sehan asignado básicamente al azar, y pnr ello el

(11) CROWDER ha ideado el concepto de «ProgramaciónIntrínseca» que define como «la técnica de usar la elecciónde una respuesta de un estudiante a una pregunta de elecciónmúltiple para determinar el materiel siguiente al que eeráexpueston (Teaching Machinea and Programmed Learning,NEA, 1960, p. 286).

lector no puede avanzar de una página a otrasin que haga una activa elección de la respues-ta» (1'l ).

En los sistemas ramificados de Crowder se per-mite al alumno la entrada en programas lateralessegún el mayor o menor grado de conocimientossobre la materia. En el caso del llamado ForwardBranching, el alumno es examinado previamentepara adelantar o no -según los re^ultados- en lamarcha de su aprendizaje. En la modalidad delBackward Branching, una respuesta incorrecta obli-ga al escolar a ingresar en el estudio de un pro-grama lateral que complete o reafirme sus cono-cimientos, y de esta manera posible, deapués unamarcha más lógica y consecuente en sus respues-tas.

5. UTILIZACION DE LOS MANUALES PRO-GRAMAllOS

Vemos de esta manera cómo la confección yutilización de textos programados produce un po-sitivo impacto en la experiencia docente. El maes-tro queda comprometido a definir y conocer másexactamente qué es lo que tiene que enseñar asus alumnos. Y, además, es obligado a colocarseen una postura de respeto frente al ritmo indivi-dual del aprendizaje y a las•dificultades discentesmás comunes.

Sin duda alguna, la utilización del si<tema detestos programados enriquece el instrumental di-dáctico de nuestras escuelas y colegios y ofrece unmayor margen de oportunidades para el aprendi-zaje individual, y complementa la palabra delmaeatro e incluso la positiva acción didáctica deotras modalidades de iextos.

No queremos finalizar nuestras reflexiones sinconsignar que la utilización de libros programadosparece más idónea en los períodos superiores degraduación escolar, a partir de la etapa que vade los once a catorce años, cuando se exige queel escolar discipline su mente ante la sistematiza-ción de los contenidos de aprendizaje. Tambiénpodrán ser utilizados con fruto por aquellos adul-tos que necesitan del complemento de la educa-ción popular para ascender en au formación cul-tural y en el ejercicio de su profesión.

He aquí cómo la palabra, medio fundamental--y único durante mueho tiempo- para la en-señanza, encuentra ahora en la programaeión unode sus apoyos y servicios más elocuentes.

(12) Teaching Machines and Programmed Learning. NEA.1960, p. 287,

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