ENTOS,...El yo existe por e! tú, como diría Martin Buber. El yo solitario es una abstracción. El...
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UNIVERSIDAD DE MEXICO 2~
Diálogo con Ernesto Sábato
DOC UiV\ENTO S,
-Ahora que su novela sobre héroes ytumbas acaba de salir, nos gustaría conversar un poco sobre el problema de lanovela argentina y sober ese tan debatido tema de la "realidad nacional" ennuestra literatura. Pero antes, díganos,\ o, .por que transcurrlO tanto tIempo ~ntre
El túnel y esta nueva novela; más dediez años . ..
-La primera edición castellana fue hecha por SUR en 1948. Han transcurrido,pues, trece años.
-Sabemos que en ese intervalo ustedescribió muchas cosas que permanecie-ron, inéditas. ¿Por qué? ,
-Porque no valía la pena publicarlas.Tengo sentido autocrítico y pienso queun hombre no puede escribir sino muypocas novelas en su vida. Si es un escritor en serio, angustiado, tiene una solaobsesión que lo atormenta y de la quede alguna manera desea liberarse, expresándola. Pero no es una obsesión clara, ni para él mismo. Hace trece añostraté de hacerlo en esa novela, con esossignos que a falta de algo mejor, de algomás sutil, empleamos los escritores paraexpresar intuiciones que acaso no seandecibles. A medida que pasó el tiempo,aquel primer boceto me pareció crecientemente insatisfactorio. Una y otra vezintenté manifestar aquella vehementepero confusa obsesión, pero, desalentado, terminé siempre por destruir todo loque escribía. Algunos amigos entrañablesme instaron a que esta vez no hicieralo mismo y Jacobo Muchnik me hizofirmar un contrato mucho antes, un añoantes de estar la novela terminada. Poreso salió esta vez.
-¿Y las otras?-No saldrán nunca. Además fueron
destruidas. Quedan fragmentos, los menos malos. Pienso que cada escritortiene una reserva de oro, como dicenlos banqueros, y no debe emitir pape!moneda.
-Pero hay escritores que escriben unanovela por año. Hemos leído que Graham Greene escribe diariamente quinientas líneas.
-Allá él. Yo creo que hay que escribircuando no damos más, cuando nos desespera eso que tenemos dentro y no sabemos lo que es, cuando la existencia senos hace insoportable. N o creo que sedeba escribir como quien va a la oficina.Por otro lado ¿cuántos libros buenos haescr!to Greene? El poder y la gloria, Elreves de la trama y algunos cuentos. Lodemás es papel moneda.
-Ya sabemos que usted es escritor, no.polític?" pero podría ser interesante quenos dIjera algo sobre la situación delescritor en la política, en la realidadnacional de hoy.
-En e! sentido lato, todos somos animales políticos. Pero, es cierto, ni soypolítico en sentido estricto ni, rigurosamente hablando, veo claro en muchosproblemas que hoy son fundamentales.Prefiero dejar eso para los especialistasen economía, en sociología, en historia.Me reprochan a menudo mis contradiccion~s,. mis.vacilaciones. Dicen que soyun tlplCO ejemplar de escritor pequeño
burgués, con todas las vacilaciones de eseg.rupo social. Es probable. Así que preher? hablar de lo que más creo conocer,la lIteratura. Mientras tanto, seguiré creyendo que en el mundo se necesita unarevolución y que es necesario echar abajoesa sociedad caduca que tiene a Norteamérica como modelo, aunque tengamosgrandes dudas de la del otro lado. Perorepito que en nada veo claro, quizá porqlle soy una persona llena de contradicciones interiores. Y creo que ésa es lacausa por la que soy ante todo un escritor, un novelista, no un pensador nipolítico. En la novela, el hombre puede
Sdbato - "un escritor .,erio, angustiado"
expresar todos los desgarramientos de suespíritu. Como decía Ibsen, "todos lospersonajes han salido de mi corazón".Allí, en esa dialéctica existencial, e! creador puede expresar todo lo qúe de contr~dictorio vive en su alma, y por esomismo las novelas pueden ser un testimonio tan rico y una pintura tan profunda de la realidad. Si en lugar de tent'r abstractos ensayos en favor y encontra de Rosas nos hubiesen quedadocuatro o cinco grandes novelas sobrea luel tiempo, "sabríamos" (digo entrecomillas porque es algo más y algo menosque "saber": es saber, es sentir, es comprender, es intuir) lo que fue la épocade Rosas y lo que fue e! propio Rosas.Hoy en buena medida lo ignoramos ytendemos a reemplazar por esquemas loque fue rico y carnal, humano y complejo.
-Dejemos, pues, la política y hablemos de literatura. Pero de literatura conrespecto al país y al momento.
-Por supuesto. Es la única literaturaeterna, la que tiene que ver con el momento y con la circunstancia. De la otrano vale la pena que nos ocupemos.
-Es decir que hay muchas clases deliteratura.
-Naturalmente. Están los que escribennovelitas rosa o cine rosa para dactilógrafas o señoritas, los que escriben pensamientos policiales para gerentes can-
sados, los que hacen literatura-juego para pasar el rato o para rehuir la realidadque los ~odea y que los posee (qúe si~mpre es aspera), los que escriben sobres~xo para ganar dinero, los que hacenIItera.n~ra de propaganda' (en favor de!catolICismo, del comunismo o de la tea
.sofía), etcétera. Queda lo que' yo llamogran literatura, la única que puede aspirar a la historia.
-¿Quiénes escriben esa literatura?-Los que de otro modo no podrían
soportar la existencia (y que a veces niaun así la soportan, como Artaud oPavese), los que sienten la necesidadoscurá pero obsesiva de testimoniar sudrama, su desdicha, su soledad. Son lostestigos, es decir, los mártires de unaépoca, de una sociedad. Son hombresque no escriben con facilidad sino condesgarramiento. 'Son individuos a contramano, terroristas, hombres fuera dela ley. Son los que en sus obras realizanalgo así como el sueño colectivo, comolos mi tos. Pero, a diferencia del sueño,la obra de la ficción, después de unprimer movimiento de profunda y enigmática sumersión en el yo, tiene un segundo movimiento que es de expresión,de vuelta hacia el mundo, de comunicación; momento por el cual se convierte en un intento de liberación (nosólo de ~u creador sino de sus lectores),de modo que además de su valor testimonial tiene un valor catártito, precisamente por expresar las ansiedades másentrañables y misteriosas del hombre deuna época y un entorno. Que es la únicaforma de ser universal y eterno: expresando el hoy y aquí a través del examende un solo corazón, el del creador. Yaque todos los personajes, si no son merareproducción na turalista de personajesexternos, salen de allí, son emanacionescontradictorias, hipóstasis del angustiado creador.
-Si eso es ciel'to, la gran literaturasería S'iempre una literatura puramentesubjetiva.
-No, porque el hombre solo no existe.El yo existe por e! tú, como diría MartinBuber. El yo solitario es una abstracción.El hombre que explora su propio corazón explora así el corazón de sus semejantes, y a la inversa: el conocimientode nosotros mismos pasa por los demás.La gran paradoja existencial es que tantomás e! hombre ahonda en su propia alma, tanto más podrá llegar a la universalidad.
-¿Quiere decir eso que una novelaescrita aquí podTía ser escrita en cualquier otro país del mundo?
- Tampoco. Porque así como e! hombre solitario no existe, tampoco existeconcretamente el hombre sin su contornosocial y nacional. Si yo he nacido aquíy aquí he vivido y sufrido, todo lo queyo escriba, si es profundo, ha de serforzosamente una expresión del momento y de la realidad en que vivo. ¿Cómopodría ser de otra manera? Hasta lossueños más descabellados que soñamosestán tejidos, como se sabe, con materiales de vivencias reales. Y el novelistateje sus personajes con vivencias, también reales. Es en este sentido oscuro yprofundo que todo gran escritor es nacional, aunque para ello no se vista degaucho o de compadrito. Shakespeare esconsiderado como el más grande escritornacional de Inglaterra, y sin embargomuchas de sus obras capitales, como fu-
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bién Faulkner leyó a Joyce y Huxley, aDostoievsky y a Proust. Hay páginas deEl ruido y el furor que parecen tomadas'íntegramente del Ulises.
¿Qué, quieren una originalidad absoluta? No existe. Ni en el arte ni ennacIa. Todo se construye sobre lo anterior. No hay pureza en nada humano.Los dioses griegos también eran híbridos y estaban "infectados" de religionesorientales y egipcias. Hay ud fragmentode El molino de Floss en que una mujer se prueba un sombrero frente a unesp jo: es Proust. Quiero decir el germen oe Proust. Todo lo demás es desarrollo. Desarrollo genial, casi canceroso,pero desarrollo al fin. Lo mismo pasacon Bartleby, cuento de Melville, queprefigura a Kafka. Para qué vamos ahablar de nosotros: Sarmiento está "infectado" de Shakespeare, Fenimore Cooper, ~hateaubriand,Lamartine, etcétera;pero a pesar de todo es capaz de asimilartodo ese material anterior y extranjeropara darnos una gran novela. Ahora estáde moda hablar de Arlt: todo él estámoldeado por Alejandro Dumas, Eugenio Sue, Gorki, la picaresca española,Dostoievsky, etcétera. Para no hablar dellenguaje, formidable herencia culturalque no sólo no. podemos sino que nodebemos negar, pero que como toda herencia cultural, es enriquecida por losherederos de genio, y no es poco decirque el castellano que hoy se habla en elmundo tuvo su mayor empuje en el sigloXIX de los escritores americanos comoSarmiento y Martí, así como Rubén Daría fue el amo indiscutido a comienzosdel siglo veinte.
-Acaba de menciona¡' usted a RobertoATlt. ¿Qué piensa de él?
-Es un escritor importante aunqueahora se exagera en su favor como antesse exageró en contra. Y lo grave es quemuchos 10 elogian por .10 que son susdefectos, no sus virtudes. Elogian supintoresquismo, su lenguaje. RobertoArlt es grande a pesar de eso. Es grandepor la formidable tensión metafísica delos monólogos de Erdosain. Los sietelocos está plagado de defectos, y no merefiero a los estilísticos que sedan losmenos graves. Me refiero a su retórica,a que está lleno de "literatura" entrecomillas, plagado de personajes· pretenciosos o falsos como el Astrólogo. Esgrande a pesar de todo eso, no por eso.Pero a3í es el destino de la mayor partede los creadores: cuando se termina poradmirarlos, generalmente es por sus defectos.
-Habla usted de la tensión metafísicade los monólogos de Erdosain, y en numerosas oportunidades hemos leído esapalabra, metafís"ca, cuando usted se refiere a nuestra literatura importante. ¿Laconsidera clave?
-Sí. Pero observe que hablo de laliteratura del Río de la Plata, no de laArgentina en general. Yo considero queesta zona del mundo es una zona defractura. Hay aquí una doble fractura,en el espacio y en el tiempo. En el tiempo, como integrantes de la cultura occidental que hoy hace crisis, estamos sufriendo un cataclismo, tenemos una primera fractura. Pero además estamos enlos confine3 de esa civilización europea,de esa cultura: fractura en el espacio.A.quí, en Buenos Aires, no somos ni pro,plamente europeos ni propiamente americanos. Es así. No podemos comparar la
sas del espíritu fuesen tan fáciles, Marxtendría que tener fatalmente mentalidadburguesa y el propio marxismo no existiría. Una cosa es que nuestra clase altaha sido la cultivada y por lo tanto hainyectado (o tra tado de inyectar, queno es lo mismo) sus prejuicios de claseen la vida del arte, y otra muy distintaes que fatalmente nuestra literatura ynuestro arte deban ser tributarios deEuropa o de los Estados Unidos por lamisma causa que importamos heladeraso vivíamos de exportar ganado a Inglaterra. Esa trivialidad no es sociologíani estética ni nada: es simplemente unatrivialidad. El arte, la creación literariason, más que un reflejo, un acto antagónico de la realidad, en virtud de motivos muy parecidos a los que hacen queen los sueños el oficinista sea jefe deejército o galán de cine. En una conversación con Gorki, creo, Lenin decíaque hasta que apareció un conde lla-mado Tolstoi nadie había destubiertocabalmente el alma del muyik. Que expliquen esta paradoja esos sociólogos perentorios.
Aquí mismo, un escritor que se llamaba Hernández Pueyrredón escribió undrama más profundo sobre el gaucho.Esto en cuanto a la extracción social delartista y en cuanto a si la realidad socialincide de cual o tal manera sobre suobra. En lo que a la formación culturaleuropea se refiere, me parece que hallegado el momento que asumamos nuestra realidad espiritual con entereza y sin~entimientos de inferioridad. Hemos llegado a la madurez y uno de los rasgosde una nación madura es' la de saberreconocer sus antecedentes sin resentimientos y sin rubor. Estoy hablando delRío de la Plata, no de México ni delPerú, donde el problema es más complejo porque hay una herencia culturalindígena de poderosa raigambre. Aquíse ~dificó la ciudad y la cultura sobre lan~da, sobr~ un~ pampa recorrida portnbus semlsalvaJes y duras. Casi todoaquí nos llegó de Europa: desde el lenguaje y la religión (dos poderosísimosfactores de la cultura) hasta la mayorpa~te de la sa~l?re de ws pobladores.Aca hay un teonco de la realidad v lapolítica argentina que nos acusa ~ lamayor parte de los escritores de escribira la eumpea, de reconocer la influenciade escritores judío~ como Kafka y Proust,rusos como DostOlevsky e ingleses comoJ.0yce. ¿En nombre de qué hace esta crítIca este precipitado señor? En nombrede una teoría, que proviene del judíol\;farx, el ~Ieman Hegel y el francés SaintSImon. SI fuésemos consecuentes con esaclase de crítica habría que escribir sobrela caza del avestruz y en lenguaje pampa.Todo lo demás sería adventicio, cosmopolita, antinacionaI. Nuestra culturaproviene de Europa y no podemos evitarlo. Además ¿por qué evitarlo? ¿Conq.ué reemplazar aquella preciosa herenCIa? Lo que hagamos de original ,e har¡¡con esa herencia o no se hará. No recuerdo quién decía que no leía nadapara no perder su originalidad.
. Si uno ha nacido para decir cosas origmales no va a perder su originalidadleyendo libros o mandando en otras culturas. Y si no ha nacido para eso, tampoco perderá nada leyendo libros. AcIemás, esto es nuevo, estamos en un Continente distinto y fuerte, todo ~e desarrolla con un sentido diferente. Tam-
lio César o Hamlet, ni siquiera se desarrollaban en su país. Ni en su época.Nada de eso es necesario. Porque escribasobre lo que escriba, sobre la época y lanaóón que sea, un escritor profundo nohará otra cosa que hacer vivir sus propias pasiones e ideas en aquellos remotos personajes. Por eso las únicas ficciones "históricas" son en cierto modoactuales.
-¿Cómo?-Tome la obra de Larreta, por ejem-
plo. Esa obra generalmente encuadernada en cuero de Rusia y con los cantosdorados, tan difundida como regalo decasamiento o de ·cumpleaños, es un casotípico de lo que no es una novela histórica (me estoy refiriendo a La gloria·de don Ramiro). Es un intento de revivir una época mediante el lenguaje, laescenografía, los trajes, la pompa y laarqueología.. Pero así no se revive una.época: a lo más se puede fundar unmuseo. Dejando de lado el esteticismode esa novela y su lenguaje hinchado,hay un hecho defiriitivo: no es una novela histórica sino, simplemente, unanovela hueca. Shakespeare procede al revés: al poner en César ideas y sentimientos que están al menos en germenen su propio espíritu, resulta un Césarviviente y por lo tanto verdadero. Así,dejando de lado el pequeño detalle deque Shakespeare tenía genio y Larretano, la cosa tenía que funcionar para él,que se cuidaba bien poco de la fidelidadhistórica, y tenía que fracasar en el casodel argentino, que al fin y al cabo noes más que un refinado excavador detumbas.
-¿De modo que esa discusión sobrelo que debe ser una literatura nacional ...?
-Es casi siempre una discusión ociosay bizantina. Lo único que se le puedeexigir a un escritor es que sea profundo.y eso no se puede exigir, se es profundoo no, definitivamente. Como se tienetalento o no. Si es profundo, ipso factoes nacional, es actual, es universal, etcétera. Es ridículo, por lo demás, que elescritor argentino se pmponga ser argentino. ¿Qué clase de argentino es, entonces? Cuando yo me levanto, cada dí¡:¡,al lavarme la cara y mirarme en el espejo, no me pregunto si soy argentino,o. cóm~ debo proceder para ser argentIno: SImplemente lo soy, pna bien ypara mal. Es como si a un rengo o a unJorobado lo estuviesen fastidiando todoslos días para que se comporte como unverdadero rengo o un verdadem jorobado. Déjenlo tranquilo, caramba. Aunque intente disimularlo, y casi diría quesobre todo si intenta disimularlo, lesaldrá la renguera o la joroba por algúnlado. Es el caso de los escritores que enla Argentina son acusados de ser europeíst.as, como Borges. Yo les pregunto sipreCIsamente ese rasgo no es un rasp"otípicamen~e argent~no. Un europeo ~oes eur0p'eEta. Es Simplemente europeo.
-PreCIsamente, quería que 11005 dijesealg~ sobre ~l tan debatido problema dela znfluencla eumpea y de esa actitudmuy generalizada aquí de estar de espaldas a nuestra realidad.
-Hay que tener cuidado con fácilesgene.ralizaciones y con "marxismo" entre~OI~ll11as, como el de ~lgunos críticos queultlmamente han salIdo a la palestra yque creen que .J.30~ges es. e~ mero reflejode una economIa ImpenalIsta. Si las co-
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Carta de Paríssituación espiritual de un cuzqueño alde un hombre de Buenos Aires. Ellostienen debajo los restos y hasta la herencia de una gran cultura indígena.Aquí no tenemos nada.
-¿Y esa doble quiebra se ¡-efleja en laliteratura?
-Claro. En cualquier parte del mundoel hombre es transitorio y mortal. Peroun cuzqueño, como un romano, tienedetrás una herencia milenaria, tiene pordecirlo así el respaldo de sus formidablesmonumentos de piedra. Aquí somos mástransitorios, más mortales que en Paríso Roma. Ahora bien, si el problema metafísico central del hombre es la muerte,su finitud, hay que convenir que aquíel problema ha de ser más angustiosoque en esas viejas civilizaciones. BuenosAires parece un tembladeral: millonesde inmigrantes se juntaron al azar, nadapermaneció e5table, ningún orden centenario rigió nuestra existencia y paracolmo fue una especie de factoría por eldesarrollo de nuestra realidad a impulsos del imperialismo extranjero. Así seformó un hombre inestable, problemático, triste, angustiado, que se lo ve enlo mejor de nuestra literatura, desdeHernández hasta Arlt, y hasta en esesuburbio de la literatura que es el tango:lo que prueba que no es cosa de intelectuales y mucho menos de cipayos, como diría el teórico que mencioné másarriba. Es cosa humana, profunda y dramáticamente humana. ¿De qué nos habla el tango? Los mejores, los más trascendentes, nos dicen que el mundo esun cambalache, que la vida se va y novuelve, que el asfalto borró de una manotada el barrio que nos vio nacer ytermina diciéndonos que quiere morirsolitario, sin confesión y sin Dios, comoabrazado a un rencor. Lejos pues deser estos problemas metafísicos problemas importados son problemas tan profunda y entrañablemente argentinos como el tango Que vachaché.
-¿Cuáles serían entonces las novelasmás representativas de nuestra realidad¡'ioplatense?
-Sin duda aquellas que describen eindagan despiadadamente el núcleo profundo de nuestro carácter de hoy yaquí: nuestra tristeza, nuestro resentimiento, nuestra angustia, nuestro descontento, nuestra frustración, el vértigo anteesta especie de caos que es Buenos Airesy nuestro país. No son muchas cosas, como pudiera parecer a primera vista: sonvariaciones de un mismo y dramáticosentimiento. Así, a pesar de ser inferiordesde el punto de vista estrictamenteliterario, me parece más representativala obra de Arlt que Adam Buenos AYTes,novela notable en muchos sentidos, concapítulos extraordinarios, pero que apesar de eso no llega a ser grande porque en total es algo así como una gigantesca broma, aunque por momentossea una broma de gran calidad poética.y la palabra es exactamente la que corresponde a un magnífico representantede aquel grupo que hizo de la bromauna de las claves de nuestra literatura.Pero, como dice algún personaje deFaulkner que ahora no recuerdo, nadade lo que se refiere a las pasiones, a lavida y a la muerte de los hombres puedeser motivo de juego ni de broma.
[Tomado de El Escarabajo de Oro,Buenos Aires, enero de 1962.]
Por Manuel TUÑÓN DE LARA
La mañana del 15 de marzo, casi en losmomentos en que iba a producirse unviraje histórico en la vida de Francia yde Argelia, sustituyendo el siempre ineficaz "diálogo" de las armas mortíferas
, por el auténtico diálogo de los corazonesy los cerebros, esa mañana, digo, los· recalcitrantes del "diálogo de las pistolas"-fórmula falangista que ahora se elevaa las ametralladoras y cargas explosivasasesinaban fríamente en los arrabales deArgel a uno de los primeros valores dela literatura argelina: M.ulud Feraoun.Con él perecían, bajo las balas de lospistoleros fascistas de la OAS, cinco intelectuales más, "culpables" todos ellosde preferir la difusión de la cultura ala propagación del odio, animadores todos de los Centros Sociales creados en1955 por Germaine Tillion, según lasorientaciones de la UNESCO.
La trágica muerte de Feraoun ha sidouno de los acontecimientos que más hasensibilizado a la opinión intelectualdurante estas últ:mas semanas. Es verdad que los muertos en análogas condiciones se cuentan por centenares, perola muerte de Feraoun significa, una vezmás en la historia, la supresión cieRa,despiadada, de alguien que simbolizalos esfuerzos del hombre por superar laprehistoria zoológica, realizada por quienes no vacilan en exaltar los "valores"zoológicos con tal de perpetuar inconfesables privilegios. No es extraño queel paralelo entre Mulud Feraoun y Federico García Larca haya sido establecido por varios periódicos y comentadores parisienses. Yves Florenne en LeM ande, al escribir sobre "Poetas asesinados", no sólo traza el paralelo LorcaFeraoun, sino que opone su fin trágicoa los de Chenier y BrasilIach. "Ni laigualdad en la muerte ni la vocación decantar durante la vida -dice Yves Florenne- basta para justificar que se reúnaen un mismo coro a Feraoun, Chenier,Larca v Brasillach ... Unos han muertopor la 'libertad, y otros contra ella. Ésaes toda la diferencia."
Nada más y nada menos. La valentíade Yves Florenne impide todo confusionismo en un asunto donde en nombrede un sentimentalismo dudoso se suelenmezclar las víctimas de los tiranos y lostroveros de éstos.
Ese mismo sentido tiene la imprecaGión dolorida de lules Roy: "Los hombres que han matado a Mulud Feraouno que se han alegrado de su muerte nopueden ya ser mis hermanos y yo nopuedo ni conocerlos ... Hubo un tiempoen que compartí con ellos los bienes dela tierra y del cielo, pero eso no se reproducirá jam{ls. No hemos salido delvientre de la misma madre."
El Comité Nacional de Escritores, quela semana pasada se había ya elevadocontra las violencias de la OAS, ha difundido un comunicado en el que dice:"Un escritor kabyIí de lengua francesa,que había probado por su obra la posibilidad de unir las dos tradiciones y lasdos culturas, Mulud Feraoun, acaba deser salvajemente asesinado con varios de
sus colegas franceses... El honor deFrancia reside en el castigo de los culpables. Hay que impedir, cueste lo quecueste, que esta mancha de sangre permanezca como una hipoteca sobre la pazque vuelve a establecerse entre el paísde Mulud Feraoun y el de lean Prevosty Jacques Decour." •
Mulud Feraoun había nacido en laAlta Kabylia en marzo de 1913. Hijo deun modesto fellah, Feraoun no hubierasido más que un simple pastor, sin susmaestros, que le consiguieron una becapara seguir la carrera del magisterio. Como educador ha trabajado hasta su último día, primero erigiendo una escuelaen el bled, luego en los Centros Sociales.Como escri tor, obtuvo en 1953 el premioPopulista por su novela La tierra y lasangre; en 1954 publicó El hijo del pobre(autobiográfica) y en 1957 Los caminosque suben. Sus textos sobre la Kabyliahan sido utilizados frecuentemente enlas escuelas. Feraoun, espíritu abierto,que ignoraba el odio y condenaba la violencia, fue gran amigo de Albert Camus,de lules Roy, de Emmanuel Robles. Estos dos, que le han sobrevivido, escribensu honda pena y su cólera ante el crimenirreparable. Ya hemos citado unas frasesdel primero. Y el autor de MO'l1serratdice así: "Ante estos seis mártires, sólodeseo proclamar a voz en grito mi pena,insultar a esos asesinos innobles y másaún a quienes los armaron." Pero elevándose sobre el dolor inmediato, concluye con una afirmación que se refierea los principios espirituales que estánhoy en juego: "Las armas que han tiradosobre estos hombres justos siguen apuntando sobre todos nosotros, y no solamente sobre nuestras vidas sino sobre loque vale más que nuestras vidas."
Por su parte, el Pen-Club, ha honradosolemnemente la merrtoria de MuludFeraoun, en presencia de gran parte desus miembros, de los delegados de losministerios de Educación y de BellasArtes y de los directores de las Editionsdu Seuil.
La irrupción violenta de los dramasnacionales en la vida de la cultura, esetrenzarse de la vida colectiva en los actosde la existencia cotidiana explica -y lohemos dicho aquí más de una vez- elacantonamiento de un vanguardismo li·terario de pura forma en parcelas cadavez más restringidas. ¿Cómo, para no irmás lejos, podría yo hablarles ahora, sinsolución de continuidad, de las vivenciasde objetos en la novela moderna? Cuando la sangre salpica las paredes de loscentros de cultura y mancha las páginasde los libros escolares, es que la culturamisma está en peligro. Y tan verdad esesto, que escritores cuya obra parece desentenderse de los imperativos socio-históricos de nuestro tiempo, adoptan enla vida cívica inequívocas posiciones quedenotan su lucidez; ése es el caso, porejemplo, de un Butor, de una Margue·rite Duras, de una Genevieve Sarraute.
• Escri tares franceses asesinados por los nazis
durante la Guerra Mundial.