Entrevista a una madre de plaza de mayo

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ENTREVISTA REALIZADA POR RAQUEL COLLURA, ESTUDIANTE DE 4TO EYG DEL IFEI Nombre y apellido de la entrevistada: Herminia Severini MADRE DE PLAZA DE MAYO Edad: 87 años Estado civil: divorciada Se me ocurrió entrevistar a Herminia, porque había oído de ella a través de los relatos de mi tío Daniel, y teniendo en cuenta las fechas tan cercanas del 24 de marzo y el 2 de abril, pensé que era importante conocer esa historia de la que oído hablar pero nunca en primera persona. Acá presento mi trabajo de la historia que llamé NUNCA MÁS Mi tío y padrino Daniel quien está en pareja con Mirta una docente, fue quien me llevo a conocer a Herminia, una vieja amiga de ellos. Camino a la entrevista, se cruzaban por mi cabeza muchas preguntas que quería hacerle a Herminia, al fin llegamos a una casa pequeña, bastante deteriorada, sin jardín al frente. Nos abre la puerta una anciana Herminia, de cabello corto y blanco, muy amable y contentísima de recibir a mi tío, a Mirta y por supuesto a mí, de quien había oído hablar mucho. Vestía un pantalón de jogging gris y una remera floreada. La única alhaja que poseía era una cadenita con un dije de un pañuelo de color plateada. Cuando atravieso la puerta lo primero que veo al frente es un gran mural hecho por ella misma, formado por recortes de diarios, notas periodística, rodeando un dibujo pintado de una madre llevando una bandera argentina. En general, el aspecto de la casa impresionaba desordenado, pero es entendible, dado la edad de la dueña, que ya no está para los quehaceres domésticos. En el interior de la casa no había muchos muebles, se destacaba un aparador donde en uno de los estantes esta el retrato de Adriana junto a otros donde se encuentran fotos del resto de su familia, su hijo vivo y sus nietos. A pesar de la edad de Herminia no se encuentra alejada de la tecnología, tiene un TV y una compu!!!!. Tras las presentaciones, comencé con la entrevista. Durante todo el tiempo que me llevó hablar con Herminia, ella se mostró animosa, amable, por momentos, triste y angustiada sobre todo cuando tratamos el tema de la muerte de Adriana. Nunca dejó de tocar el dije que colgaba de su cuello y sólo lo hacía para alternar con un pañuelo blanco que entrelazaba entre sus dedos. - ¿Herminia, me comentaste que sos jubilada, ¿ A qué te dedicabas? Era enfermera. - ¿Dónde? Acá en Rosario, en un sanatorio que ya no existe. (Risas) -¿Tenés hijos? ¿Nietos? Tengo dos hijos, Daniel y Adriana, y tres nietos. -¿En aquellos tiempos militabas en algún partido político? ¿En cuál? Uh, si…, en el partido comunista y también fui delegada sindical. -¿Actualmente formas parte de alguna ONG? No. -¿Qué recuerdos tenés de los tiempos de la dictadura? Uh, son tantos que…haber ¿por dónde empiezo? Bueno tengo una hija desaparecida; Adriana María Bianchi, tenía 21 años y se había recibido de Analista de Sistemas en la Universidad Tecnológica Nacional, también era maestra de inglés y escribía y traducía muy bien el italiano. En su corta vida se había preparado para defender a la clase obrera pero en ese momento el que pensaba y tenía ideas!!!!, molestaba y había que “desaparecerlo”, ellos (por los milicos) creían que desaparecían las ideas que el final era la muerte y ahí se terminaba, pero estaban equivocados ahí sólo estaba el comienzo, “ las semillas”. Cuesta volver a germinar pero se puede, la lucha sigue. -¿Qué representa para vos el Día de la Memoria? Bueno, en si para mi no hay un día…, son todos los días. Todos los días son la memoria porque todos los días hay jóvenes que no saben que paso, porque muchos jóvenes, varias generaciones después de 35 años “imaginate”, la generación que nació en plena dictadura hoy tiene entre 30 y 35 años y no saben que paso, y la historia tiene un color según quien la cuenta y contar la verdad sólo el que la vivió puede hacerlo y la verdad es una sola. -¿Estás de acuerdo con que el Día de la Memoria sea el 24 de marzo?

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ENTREVISTA REALIZADA POR RAQUEL COLLURA, ESTUDIANTE DE 4TO EYG DEL IFEI

Nombre y apellido de la entrevistada: Herminia SeveriniMADRE DE PLAZA DE MAYOEdad: 87 añosEstado civil: divorciada

Se me ocurrió entrevistar a Herminia, porque había oído de ella a través de los relatos de mi tío Daniel, y teniendo en cuenta las fechas tan cercanas del 24 de marzo y el 2 de abril, pensé que era importante conocer esa historia de la que oído hablar

pero nunca en primera persona. Acá presento mi trabajo de la historia que llamé NUNCA MÁS

Mi tío y padrino Daniel quien está en pareja con Mirta una docente, fue quien me llevo a conocer a Herminia, una vieja amiga de ellos.

Camino a la entrevista, se cruzaban por mi cabeza muchas preguntas que quería hacerle a Herminia, al fin llegamos a una casa pequeña, bastante deteriorada, sin jardín al frente.

Nos abre la puerta una anciana Herminia, de cabello corto y blanco, muy amable y contentísima de recibir a mi tío, a Mirta y por supuesto a mí, de quien había oído hablar mucho. Vestía un pantalón de jogging gris y una remera floreada. La única alhaja que poseía era una cadenita con un dije de un pañuelo de color plateada.

Cuando atravieso la puerta lo primero que veo al frente es un gran mural hecho por ella misma, formado por recortes de diarios, notas periodística, rodeando un dibujo pintado de una madre llevando una bandera argentina.

En general, el aspecto de la casa impresionaba desordenado, pero es entendible, dado la edad de la dueña, que ya no está para los quehaceres domésticos.

En el interior de la casa no había muchos muebles, se destacaba un aparador donde en uno de los estantes esta el retrato de Adriana junto a otros donde se encuentran fotos del resto de su familia, su hijo vivo y sus nietos.

A pesar de la edad de Herminia no se encuentra alejada de la tecnología, tiene un TV y una compu!!!!.

Tras las presentaciones, comencé con la entrevista.

Durante todo el tiempo que me llevó hablar con Herminia, ella se mostró animosa, amable, por momentos, triste y angustiada sobre todo cuando tratamos el tema de la muerte de Adriana. Nunca dejó de tocar el dije que colgaba de su cuello y sólo lo hacía para alternar con un pañuelo blanco que entrelazaba entre sus dedos.

- ¿Herminia, me comentaste que sos jubilada, ¿ A qué te dedicabas? Era enfermera.- ¿Dónde?Acá en Rosario, en un sanatorio que ya no existe. (Risas)-¿Tenés hijos? ¿Nietos?Tengo dos hijos, Daniel y Adriana, y tres nietos.-¿En aquellos tiempos militabas en algún partido político? ¿En cuál?Uh, si…, en el partido comunista y también fui delegada sindical.-¿Actualmente formas parte de alguna ONG?No.-¿Qué recuerdos tenés de los tiempos de la dictadura?Uh, son tantos que…haber ¿por dónde empiezo? Bueno tengo una hija desaparecida; Adriana María Bianchi, tenía 21 años y se había recibido de Analista de Sistemas en la Universidad Tecnológica Nacional, también era maestra de inglés y escribía y traducía muy bien el italiano. En su corta vida se había preparado para defender a la clase obrera pero en ese momento el que pensaba y tenía ideas!!!!, molestaba y había que “desaparecerlo”, ellos (por los milicos) creían que desaparecían las ideas que el final era la muerte y ahí se terminaba, pero estaban equivocados ahí sólo estaba el comienzo, “ las semillas”. Cuesta volver a germinar pero se puede, la lucha sigue.-¿Qué representa para vos el Día de la Memoria?Bueno, en si para mi no hay un día…, son todos los días. Todos los días son la memoria porque todos los días hay jóvenes que no saben que paso, porque muchos jóvenes, varias generaciones después de 35 años “imaginate”, la generación que nació en plena dictadura hoy tiene entre 30 y 35 años y no saben que paso, y la historia tiene un color según quien la cuenta y contar la verdad sólo el que la vivió puede hacerlo y la verdad es una sola. -¿Estás de acuerdo con que el Día de la Memoria sea el 24 de marzo?

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Mira no tengo mayor oposición pero lo que no estoy de acuerdo es que el gobierno se ha tomado el 24 como algo festivo, como que es un logro del gobierno. El 24 nos pertenece a nosotros, a todos los ciudadanos, no sólo a las madres y abuelas de los desaparecidos, sino a toda la ciudadanía.

-¿Tenés fe o esperanza de encontrar a tu hija?La esperanza de encontrarla no la pierdo, pero es muy difícil por lo que paso con ella, con su historia. Ahora seguro encontraría sus restos óseos, que tampoco es fácil, es muy difícil. Por aquel entonces cuanto te avisaban que un familiar tuyo había muerto, vos te traías un cajón cerrado y no sabías si adentro estaba tu hijo/a, si era varón o mujer. Erra horrible. Ahora, los jóvenes no entienden, lo ven de otra manera pero habría que ubicarse en ese tiempo donde estaban los militares y policías y los de civil que se mezclaban en la calles entre nosotros los ciudadanos. Fue una época muy difícil donde lo importante era sobrevivir, donde la búsqueda de tus familiares estaba mal vista, te cerraban las puertas, te insultaban.Era una situación terrible, muy difícil. Si ahora tenemos miedo de que nos roben antes te mataban sin preguntarte como te llamabas. No se podía salir sin documento y como vivíamos en estado de sitio no se permitía estar más que tres personas juntas.Por aquel entonces varón/mujer, mayor o menor cualquier cosa era motivo para detenerte, requisarte y las palpaban de arma, si ellos (los milicos) tan sólo les veían cara sospechosa los detenían, interrogaban, lo torturaban, hacían lo que querían porque eran militares, porque coparon el gobierno, lo… usurparon.

-¿Conoces casos cercanos de desaparecidos?Si!!!!, claro que si, como no los voy a conocer si yo estuve en la militancia junto con otras madres. Acá a dos cuadras (y señala hacia un lado) había desaparecido un matrimonio que quedaron los dos chicos con la abuela y ahora recuperamos el cadáver del papá de los chicos.Eran todos muy jóvenes en ese momento, tenían entre 17 y 28 años la mayoría, la franja menor tenían edades de entre 30 y 35 años, era toda la juventud que falta ahora. ¡Toda una generación!

-¿Asististe a los juicios que se hicieron acá en Rosario? ¿Participaste como testigo o prestaste testimonio?Si!!!, a todos. No, como testigo, ni preste testimonio, pero si fui a apoyar a todos los querellantes porque considero que es algo muy injusto que tuvieran que declarar 2 o 3 veces y volver a repetir todo lo que vivieron, eso fue muy inhumano. Y para ¿qué? para condenar a esos asesinos. Hubo condenas a cadena perpetua y.. (risas de por medio) esta suelto. Pienso que fue un juicio para conformarnos. Yo entiendo que la justicia está muy pobre, muy débil, tiene que ponerlos presos en cárceles comunes, porque no son personas que han cometido un delito cualquiera, torturaron, asesinaron y robaron tan sólo por no pensar como ellos. Por eso se los llama crímenes de lesa humanidad, eso significa que no prescriben nunca. Un gobierno no puede salir a matar al pueblo, el gobierno está para que nos cuide, no para perseguir y asesinar gente, pero… eran militares y ellos hicieron lo que se les antojó.

-¿De tu hija desaparecida Adriana, qué recuerdos tenés?Y todos…, los recuerdos de Adriana están siempre vivos y más cuando veo a alguna de sus compañeras o una muchacha de la misma de edad. Cuando voy a las escuelas a dar charlas me parece que ella tiene que estar ahí al lado de las chicas, escuchándome…Sabés, como no la vi muerta… como no sé lo que han hecho con ella, no es que tenga la esperanza de encontrarla viva pero se siente un dolor tan grande no haber podido compartir con ella tantas cosas, uno nunca se imagina que le puede suceder algo así y a veces me pongo a pensar si hubiera estado más con ella, si hubiera compartido más sus cosas.Hay… es difícil poder sobreponerse si no sabes que le hicieron, si la torturaron si en realidad es cierto que la mataron de la forma que dicen que la mataron, siempre he tenido la duda, esa duda que el mismo sistema, lograba crear, para que nos volviéramos locas, por eso cuando nosotras decíamos algo, decían “ esas!!!! las locas madres de plaza de Mayo”, pero éramos locas del dolor, de la duda del no saber y aunque hubiésemos estado locas ó chifladas merecíamos respeto porque no encontrábamos a nuestros hijos, nuestros nietos, vimos como de la noche a la mañana desaparecieron, como si se lo hubiese tragado la tierra. A veces me pongo a pensar en aquellas mamás que no se pudieron sobreponer y los padres, muchos padres, murieron de un infarto, o simplemente de tristeza. Esos padres que en esta sociedad machista y capitalista debían ser el sustento, el que protege, el hombre como varón, se enferma, el hombre es un ser humano igual que una mujer nada más que son distintos, en el interior. Pero bueno por suerte esto está cambiando. Muchos jóvenes son más compañeros de sus mujeres, ayudan a criar a sus hijos, los bañan, los cambian, los llevan al doctor!!!!!, antes no, todo era distinto…

-¿Crees en la justicia Herminia? ¿Por qué?A medias. La justicia se cumple a medias. Muchos jueces “señores jueces” también son muy incumplidores, no cumplen con su función y ¿sabes cuál es? dar el ejemplo, llegar a horario a un juicio, por ejemplo. Recuerdo, cuando los juicios acá en Rosario, nos citaban a las 9.30 am a los querellantes y a los abogados y era las 10.30, las 11 am y todavía no habían llegado los jueces. Entonces no entiendo cómo pudieron jugar con nosotros, con nuestro tiempo, con nuestro dolor.

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Por aquellos tiempos tuve un altercado, un día que llovía mucho y los tribunales estaban hechos una porquería (los federales) completamente abandonados, me acuerdo que el agua había inundado todo y había una galería y todos nos fuimos a reparar en esa galería para que no nos mojáramos y fue entonces que un grupo de gendarmes (milicos) con esos uniformes y sus armas como para presionarte – viste - nos dicen que saliéramos de allí porque por ahí debía pasar el juez, el pasillo debía quedar libre, recuerdo que estaba con otras compañeras de lucha y familiares de las víctimas, todos se corrieron y yo … dije – yo no me voy a correr de aquí- ja ja los milicos tuvieron que irse. Al rato viene otro gendarme y me dice “a usted no le dijeron que se tiene que retirar porque va a venir el juez y acá no puede permanecer nadie”, le contesté que sí, pero yo no me a retirar, porque no era mi problema, el problema lo tenía el señor juez, si hubiese llegado a horario estaría adentro y nosotros no estaríamos aquí, yo no lo pienso molestar, dígale nomas al señor juez que pase, pero yo de acá no me muevo. Cuando el juez llegó parecía muy apurado y nos dice “buenos días” y yo le contesto, no, buenas tardes!!!! Señor juez.De vez en cuando es bueno recalcarle que él está cumpliendo una función para nosotros. Ese juez no fue un buen ejemplo por esos días. Yo trabaje 40 años y tenía que marcar la tarjeta de 6 a 13 y nunca llegue tarde, todo es parte de la responsabilidad, de la justicia de los obreros, todo el mundo tiene que tener esa responsabilidad y el que no cumple hay que castigarlo. Otra cosa que me molestó muchísimo es que pusieron unos perros, por si nosotros hacíamos lío, en ese caso te soltaban los perros y eran tiempos de Democracia.Los perros todo un tema. Los soltaban en la época de la dictadura y así muchas veces detenían a las víctimas y ahora nomás cuando vas a la cancha todavía siguen usando a los perros sin bozal, pero bueno esa es otra historia. En los juicios reclamábamos que los perros no estuvieran, entonces recuerdo que les dije - che, los perros no pueden estar acá- y el milico me contestó, -no los perros están por los asesinos-. Ah!! – entonces porque o se los acercan cuando pasen al tribunal- Ay pero me fui por las ramas nena, perdóname terminó diciéndome Herminia.“Yo quiero que uds. los jóvenes sepan muchas cosas, que no se callen, pero nunca solos, siempre varios”. Tienen y deben saber lo que les corresponde, después, se discute porque es lo razonable.

-¿Qué opinión tenés de Hebe De Bonafini y de Estela De Carlotto? Todas las madres que tienen un pañuelo son un referente, el pañuelo es algo muy fuerte, muy respetado y por eso me duele mucho a mi que la señora Hebe “haya manchado ese pañuelo”, eso me duele porque hay actitudes que no corresponden, ella ha sido una de las madres luchadoras una madre muy impulsiva que no permitió que las otras madres a las que tenia al lado pudieran compartir el escenario, ella era muy absolutista con ese ego tan elevado ha hecho cosas que las hacia ella sola por ejemplo, algo que no se dice nunca y para que veas porque a ella le paso lo que le paso. Cuando nuestra lucha, la de las madres, se hizo internacional fue a través del futbol del Mundial 78, se conoció todo este genocidio, que también se uso para tapar lo que estaba pasando, se secuestraba, se torturaba y se mataba. Ese año vino mucho dinero del extranjero (Italia, España, USA, Francia, etc), pero mucha, mucha plata y venía para las madres, esa plata siempre la manejo Hebe, siempre en Buenos Aires, todo iba a parar ahí y acá al interior no vino nunca un peso, eso es lo más injusto que pudo haber pasado. Y bueno las otras madres se aguantaron y le permitieron que se quedara con el dinero y ella siempre lo manejo, entonces se creó una facultad de las Madres, y cosas así. Lamentablemente cuando el tiempo va pasando, la solidaridad se va achicando. Antes cuando el movimiento comenzó éramos todas iguales, no había madres de clase alta ni baja, todas salíamos a buscar a nuestros hijos pero tampoco lo hacíamos solas, por suerte nos acompaño el pueblo. Y bueno ella con respecto al dinero lo manejaba a gusto e piaccere, y así la agrupación se dividió, las madres de Bs As. Y las del interior. Algunas se cansaron de la actitud autoritaria de Hebe y se dividieron, estaba Hebe y la línea fundadora y era todo un grupo de madres que consideraban que sus hijas estaban embarazadas y que podrían haber parido sus bebes en cautiverio, entonces dijeron “¿Por qué no nos organizamos como abuelas y buscamos a nuestros nietos?”. Ah genial y así lo hicieron con Estela de Carlotto. ¿Y que pasó con el dinero? Ahora había que dividirlo en 3, Hebe, la línea fundadora y Estela y cada vez se achicaba más la entrada, del extranjero venía cada vez menos y acá se empezó a dividir, pero Hebe manejo siempre eso y los profesores que tenían en la facultad de las Madres eran todos a ad honorem y todos muy intelectuales, los mejores de la Argentina y ella con su carácter tan alegoso y tan mandona que lo cree saber todo, perdió a los profesores. Entonces tuvo que poner profesores con sueldo y todo este cambio de dinero y de gente coincidió con el cambio de política, se da todo como a propósito, Kirchner gana las elecciones con un 22% de votos que no era nada pero, era joven ambicioso que dijo “voy a ver qué hago con este 22 %”, ocupó su casa de gobierno, abrió la ventana salió al balcón y ¿con qué se encontró? Con que la gente estaba en la calle pidiendo justicia, entonces el vivísimo, que hizo? Dijo bueno me meto los derechos humanos en el bolsillo y como la Hebe en ese momento estaba escasa de dinero y como a Kirchner no le costaba nada manejar el dinero de nosotros, el pueblo, le daba un millón de pesos por día y listo, Hebe lo declaro un hijo más, se apoyo en el presidente y nunca le falto dinero e hizo estragos con la lucha de las Madres, esa no era la lucha pero bueno era la de Hebe. Yo cuando tuve la oportunidad de decir la palabra siempre lo hice pero ella en Bs. As. Y yo acá. Ahora podemos hablar mucho más y la gente puede hablar más por todo lo que se ventilo. Un día en la facultad de Humanidades yo fui decidida a bajarlo del escenario (a Schoklender) pero no subió, porque llego a oídos de ella que yo fui con esa intención y entonces el no subió. Y siempre ella hizo cosas a las que no se le podía hacer un critica, no se podía hablar con ella, no le podíamos decir “mira Hebe que esto así no nos parece” pero no, no se podía dialogar, ella siempre fue muy autoritaria entonces Schoklender vivísimo más que Kirchner, abogado que estudio en la cárcel, preparadísimo que hizo?. Vio la

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oportunidad, con esta madre del gobierno vamos a inventar las viviendas, cosa que el gobierno tendría que haber hecho y no Hebe. Nadie alcanza a saber la plata que se robo. Ella era cómplice porque estaba con él, eran las casas de las Madres.

-¿Qué más me podes contar sobre tu hija?Adriana fue una chica rebelde, inquieta, indisciplinada, y a la vez solidaria, muy buena estudiante. Estaba becada, por eso no podía tener notas bajas, no se podía llevar materias ni tener mala conducta y ese justo era su problema. La maestra no quería ponerle ni regular en conducta y yo me la pasaba en la escuela, pero no podíamos convencerla que eso es indisciplina y no entendió nunca que lo que ella hacía, pararse e irse del salón ante alguna injusticia, era una indisciplina. Las maestras tuvieron la consideración de tolerar un montón de cosas porque ella era muy buena alumna. Siempre era la primera en entregar los exámenes. El último día en el examen de fin de año, no entregaba la hoja y no dejaba de escribir y la maestra se preguntaba - yo no se que hace esa muchacha que no entrega y no para de escribir- ¿ y sabes que había hecho?, en matemática tenía muy buenas notas, hizo todos los papelitos y les dio los resultados de la prueba a todos los compañeros y entrego su hoja y la profesora no supo qué hacer, la sorprendió y me llamaron y yo le decía “como vas hacer eso?” y ella me decía pero mamá es el último examen todos teníamos que aprobar, estaban muy nerviosos, eso es ayudar al compañero, vos me enseñaste que hay que ayudarlos. Después cuando tuvo que ingresar al cupo de Analista de Sistema también rindió con buenas notas y tuvo que rendir bajo el gobierno de la dictadura, yo la tuve que ir a buscar a la facultad tres veces, al última que fui en la puerta con las armas los milicos nos dijeron a mí y a ella “este es el último día, si tiene que venir de nuevo olvídese que se la va a llevar” y yo le decía Adriana te van a matar al cuete, esto no es así, los que peleamos somos menos, el cambio no se puede hacer mientras que la gran mayoría de la población tiene tanto miedo, tan asustada y no nos acompaña. Nos van a liquidar a todos y más que todo a los dirigentes, ella me decía que yo ya estaba vieja que no peleaba mas y bueno ella era una muchacha que tenía 21 años, era toda su energía su futuro, su saber que había puesto en juego ahí.Adriana trabajaba en John Deere, un día llegó la federal, la arrestó y se la llevaron y tuve la suerte de sacarla pero también me dijeron que la dejaban salir pero que la próxima no la volvía a ver más. Así, vivíamos, así se vivía, creo que mi corazón no latía, era de hierro porque si no me hubiera dado un infarto por aquellos días. Después decidió irse a Santa Fe con un grupo de compañeros y pusieron un Instituto, donde ella enseñaba matemática e inglés, su amiga Josefina geografía y el compañero historia. Pero eso era una pantalla para seguir militando y yo le decía “pero acá en Santa Fe es una boca de lobo, acá en Argentina matan a todos” pero no hubo manera de convencerla, ella estaba convencida de que había que pelear hasta el final y nada más. Y bueno un día me dieron la peor noticia los habían matado a los tres, los habían sacado de la casa donde vivían heridos y terminan rematándolos boca abajo en la vereda. Josefina la amiga tenía un bebe de meses, ella fue la última en salir de la casa y alcanzo a tirar al bebé a un baldío lindante, pensando que podía salvarlo y así fue el bebe sobrevivió. Después de un rato se llevaron los cadáveres, al bebe no le dieron importancia y resultó que los vecinos al escuchar llorar al bebé lo rescataron, y lo llevan a la casa cuna, de ahí le avisan al abuelo. Yo me entero y voy a Santa Fe junto con el papá de Josefina, el tuvo más suerte que yo volvió con su nieto, lo recuperó gracias a un cura.Al día siguiente tengo que ir a reconocer a los cuerpos, jamás borraré de memoria ese instante. Me querían entregar el cuerpo de una mujer que compartía un ataúd con un hombre, abajo había otro cajón con dos cadáveres a los que no se les podía ver el sexo. Recuerdo los ataúdes eran de madera muy ordinaria como de cajón de manzana, el suelo estaba húmedo con líquido que brotaba de los cajones, un olor impresionante. Los del cementerio me dijeron si me animaba a entrar y les dije que si, a esa altura entrar a buscar a mi hija la buscaba donde sea.

- ¿Cómo hiciste para reconocerla? ¿Qué le mire para reconocerla? Las uñas, los dientes, el pelo, Adriana tenía el cabello hasta el hombro y su amiga Josefina más largo. La que me mostraron tenía el pelo largo, Adriana tenia los dientes separados y los que me mostraron ahí no, los tenían bien. Después me di cuenta que no eran los últimos que habían matado, eran anteriores (estaban todos embichados) bueno no quise traer el certificado de defunción y me negué a llevarme el cuerpo de esa muchacha, en cambio el padre de Josefina volvió al mes y se llevo un cajón cerrado con una mujer muerta dentro. Al negarme a recibir el cuerpo al que en la morgue habían asignado el nombre de Adriana, los restos quedaron allí y así fueron enterrados.El papá de Josefina que se había llevado el cuerpo en cajón cerrado, terminó llevándolo a Bs. As e hizo que lo cremaran.Mucho tiempo después un grupo de antropólogos forenses hicieron un ADN del supuesto cuerpo de Adriana que había sido enterrado en Santa Fe y para la sorpresa de todos el resultado dio que los restos cotejándolos con el bebé salvado terminó siendo Josefina. Las vueltas del destino yo me negué a recibir os restos de la amiga de mi hija y el papá de Josefina cremó los restos de mi Adriana. Nunca sabré la verdad, el realidad prefiero creer esa historia, la duda me acompañará hasta el resto de mis días. Por aquellos tiempos de matanza, los dictadores cambiaban los cadáveres de lugar, los que asesinaban en santa Fe, los traían a Rosario y viceversa, con la única finalidad de que nuestro sufrimiento se transformara en una nueva forma de torturar a los que no

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pensaban como ellos Muchas fueron las madres que se fueron de esta tierra sin saber que ocurrió con sus hijos o sus nietos y otras aún la vida nos da aliento para que esto no se olvide jamás y mejor aún hagamos valer el NUNCA MÁS.