Entrevista con Marilina Ross

4
26 D iez años pasaron sin encon- trar las palabras, sin dar con la melodía, sin lograr decir algo que sintiera significati- vo. Diez años hace que Mari- lina Ross no componía una canción. Intros- pectiva y profunda, no le cuesta atar cabos para sacar sus propias conclusiones. Hace diez años, Marilina sufría un sorpresivo infarto que la sorprendió sola en su casa y terminó en un quirófano de la clínica Bazte- rrica con una angioplastia mediante que le salvó la vida y le hizo prometer –y cumplir– ya nunca más fumar. A partir de entonces, a la abstinencia de tabaco y la forzada vida sa- ludable, se le sumó una batería de píldoras a fin de armonizar las emociones, y lograr estados anímicos estables. Desde entonces, no hubo más canciones. “Tal vez estaba acostumbrada a compo- ner desde cierta intensidad que ahora no encontraba en ningún otro lado”, reflexio- na. Pero una tarde de otoño durante este año, algo intenso volvió a rozar ese corazón y llegó una melodía, una letra. Llegó una canción. No era cualquier canción. Era una lo suficientemente personal como para po- nerla al tanto de que ella y su sensibilidad estaban de vuelta, estaban en forma, listas para volver a salir al mundo. Las musas volvieron durante los días en que Marilina cayó en la cuenta de que estaba dispuesta a compartir el resto de su vida con Patricia, “Pato”, la mujer que la venía haciendo feliz desde hacía ocho años, a quien había conocido a través de la página de visitas de su website. Primero fueron amigas. Hoy son mujeres la una de la otra. “¿Quién me iba a decir a mí?”, se llama. “¿Quién me iba a decir a mí que a ENTREVISTA POR: DENISE TEMPONE - FOTOS: THOM SANCHEZ mis 70 años me encontrarían enamorada? ¿Quién me iba a decir que estaría dispues- ta a casarme?”, confiesa con una sonrisa y la mirada empañada. “En esa retrospec- tiva de mi vida, de pronto me acordé del ‘arroz con leche’, el temita que nos ense- ñaban cuando éramos chicos. La cuestión de casarse con una señorita de San Nico- lás, que sepa tejer, que sepa bordar…, y ahí salió”, explica sonriente. “Coser no sabe, no tiene idea qué es bor- dar pero sí sabe abrir la puerta para ir a ju- gar. Y tanta risas y alguna lágrima también, pero estoy segura que Dios sonríe cuando nos ve”. Ésas son las palabras que Marilina cantará cuando presente su canción en pú- blico por primera vez, con dirección musi- cal de Ángel Mahler, el viernes 22 y sábado 23 de noviembre en el teatro El Nacional (Av. Corrientes 968) en su show “Sólo 70”. 26 “HABERME ENAMORADO DE HOMBRES Y MUJERES ME HACE INCLASIFICABLE” Marilina Ross A los 70 años y recién casada con Patricia, vuelve al ruedo después de una década de silencio. Cómo aprendió a amar a Evita y su optimismo político y social por el kirchnerismo: “Estamos viviendo un segundo peronismo”.

description

A los 70 años y recién casada con Patricia, vuelve al ruedo después de una década de silencio. Cómo aprendió a amar a Evita y su optimismo político y social por el kirchnerismo: “Estamos viviendo un segundo peronismo”.

Transcript of Entrevista con Marilina Ross

26

Diez años pasaron sin encon-trar las palabras, sin dar con la melodía, sin lograr decir algo que sintiera significati-vo. Diez años hace que Mari-

lina Ross no componía una canción. Intros-pectiva y profunda, no le cuesta atar cabos para sacar sus propias conclusiones. Hace diez años, Marilina sufría un sorpresivo infarto que la sorprendió sola en su casa y terminó en un quirófano de la clínica Bazte-rrica con una angioplastia mediante que le salvó la vida y le hizo prometer –y cumplir– ya nunca más fumar. A partir de entonces, a la abstinencia de tabaco y la forzada vida sa-ludable, se le sumó una batería de píldoras a fin de armonizar las emociones, y lograr estados anímicos estables. Desde entonces, no hubo más canciones.

“Tal vez estaba acostumbrada a compo-

ner desde cierta intensidad que ahora no encontraba en ningún otro lado”, reflexio-na. Pero una tarde de otoño durante este año, algo intenso volvió a rozar ese corazón y llegó una melodía, una letra. Llegó una canción. No era cualquier canción. Era una lo suficientemente personal como para po-nerla al tanto de que ella y su sensibilidad estaban de vuelta, estaban en forma, listas para volver a salir al mundo.

Las musas volvieron durante los días en que Marilina cayó en la cuenta de que estaba dispuesta a compartir el resto de su vida con Patricia, “Pato”, la mujer que la venía haciendo feliz desde hacía ocho años, a quien había conocido a través de la página de visitas de su website. Primero fueron amigas. Hoy son mujeres la una de la otra. “¿Quién me iba a decir a mí?”, se llama. “¿Quién me iba a decir a mí que a

entrevista • Por: Denise Tempone - Fotos: Thom sanchez

mis 70 años me encontrarían enamorada? ¿Quién me iba a decir que estaría dispues-ta a casarme?”, confiesa con una sonrisa y la mirada empañada. “En esa retrospec-tiva de mi vida, de pronto me acordé del ‘arroz con leche’, el temita que nos ense-ñaban cuando éramos chicos. La cuestión de casarse con una señorita de San Nico-lás, que sepa tejer, que sepa bordar…, y ahí salió”, explica sonriente.

“Coser no sabe, no tiene idea qué es bor-dar pero sí sabe abrir la puerta para ir a ju-gar. Y tanta risas y alguna lágrima también, pero estoy segura que Dios sonríe cuando nos ve”. Ésas son las palabras que Marilina cantará cuando presente su canción en pú-blico por primera vez, con dirección musi-cal de Ángel Mahler, el viernes 22 y sábado 23 de noviembre en el teatro El Nacional (Av. Corrientes 968) en su show “Sólo 70”.

26

“haberme enamorado de hombres y mujeres me hace inclasificable”

Marilina Ross

A los 70 años y recién casada con Patricia, vuelve al ruedo después de una década de silencio. Cómo aprendió a amar a Evita y su optimismo político y social por el kirchnerismo:

“Estamos viviendo un segundo peronismo”.

27

entrevista • Por: Denise Tempone - Fotos: Thom sanchez

27

“ESTAMOS LOGRANDO QUE LA PATRIA

GRANDE NO SEA SóLO UNA ESTRELLA MÁS EN

LA BANDERA DEL NORTE. ESO LO DIJE EN EL ’86 Y

MUY FELIZMENTE LA UNIóN LATINOAMERICANA ESTÁ

REMONTANDO.”

28

-¿Que es lo más increíble que alguien te hu-biera dicho a esta altura de tu vida?

-¡Que me iba a casar! Nunca creí en el matrimonio, en las garantías y en las cosas que supone. El amor para mí es el día a día, el momento a momento, así que nunca creí en el casamiento.

-Sin embargo, estuviste casada el actor y director Emilio Alfaro en los sesenta…

-Es cierto, pero no sé, nunca creí mu-cho en eso.

-Cualquiera pensaría que lo más sor-prendente hubiera sido saber que te casarías con una mujer…

-Eso sí también es sorprendente, pero no es lo primordial.

-¿Qué nivel de apertura mental tiene que tener una persona para permitirse enamo-rarse de un hombre o de una mujer?

-Uno muy grande, es cierto. Yo creo que es una posibilidad que está en todos de enamorarnos de hombres o mujeres. Aho-ra se está descubriendo que el ser humano contiene los dos sexos. En el cerebro, están las dos partes desarrolladas. Lo que pasa es que culturalmente tuvimos tanto adoctrina-

miento y bombardeo respecto de los man-datos sociales diferentes que no nos damos cuenta que todo se puede pensar de otra manera. Yo creo en eso. Yo primero me ena-moro y después veo si es mujer u hombre.

-¿Eso es el futuro?-Tal vez lo sea. Yo veo qué me pasa acá y

si eso pasa, bueno, después vemos cómo lo arreglamos, cómo lo acepta la sociedad y todo lo demás. Cada vez más la gente se ani-ma a sentir, así que puede que sea el futuro.

-¿Esa libertad interior es inherente o tu-

viste que consquistarla?-La primera vez que me gustó una mu-

jer no fue fácil. Me morí de miedo, mucho miedo tuve. Fue terrible. Era un pecado, era un desastre, era una inmoralidad. Y entonces me di cuenta de que no era nin-gún pecado. Llevó su tiempo.

-De todas formas, ahora que se acepta lo gay, lo más desafiante es aceptar la bisexua-lidad y la libertad que conlleva…

-Es cierto. El hecho de haberme enamo-rado de hombres y mujeres me hace incla-

“la primera vez que me gustó una mujer no fue fácil. me morí de miedo, mucho miedo tuve. fue terrible. y entonces me di cuenta de que no era ningún pecado. llevó su tiempo.”

30

sificable. Y lo inclasificable asusta. Yo soy lo soy. Soy lo que pude ser en cada momen-to. No sé mañana que va a pasar. Encasillar es matar, es detener, tiene más que ver con la muerte que con la vida. Yo prefiero la vida, lo suelto, el movimiento, las puertas que se abren. Por eso me gusta Internet y por eso soy buscadora y por eso disfruto este momento de libertad.

-No sos lo que el mundo esperaría de una mujer de 70 años.

-Hasta que me ven quejarme de los do-lores después de caminar dos cuadras (ri-sas). Sé que no es tan común la gente tan activa y viva a mi edad, llena de proyec-tos, pero tengo que esforzarme por darme cuenta de eso. Yo me rodeo de gente abier-ta. Con la gente abierta me entiendo, puede ser una criatura o puede ser un ser muy mayor. Trabajo mucho para ser libre. No es fácil la libertad, es un movimiento hacia. No es que llegás a tal punto y te recibís de libre. Es un largo camino ser uno, pero es más fácil si tu entorno no se opone.

-¿El entorno se opone menos?-La gente está más receptiva. Me di

cuenta hablando con una prima lejana con la que nunca había hablado de mi sexuali-dad, y cuando se enteró del casamiento me dijo: “¡ay, qué lindo!, ¡por fin!, ¡qué bien!, ¡cuánto me alegro que se amen y se cui-den!”. Ese pensamiento permitió que surja la Ley de Matrimonio Igualitario.

-Llama la atención leer entrevistas pasa-das tuyas y observar lo crítica que eras de los

´90. Por ese entonces pronosticabas la llega-da de un “nuevo hombre” ¿Está llegando??

-Está pasando. Lo logramos entre todos. Estamos logrando que la patria grande no sea sólo una estrella más en la bandera del Norte. Eso lo dije en el ’86 y muy felizmen-te la unión latinoamericana está remontan-do. Ya empezó a remontar y eso tiene que ver con un cambio profundo. Vamos a ser mejor gente. La unión latinoamericana es síntoma de eso. Me gusta el Gobierno, no lo oculto como no oculté tampoco mi disgusto con otros gobiernos. Mi esperanza es que las grandes medidas que se tomaron sigan, que no se haga marcha atrás. Todo esto que se siga profundizando porque creo que por ahí es la salida.

-Siempre fuiste conocida por tu militan-cia peronista. ¿Cómo llegaste a serlo tenien-do un padre que era antiperonista?

-Nosotros teníamos una tía que la estaba

pasando muy mal en la época de Perón. Te-nía ocho hijos y les costaba muchos darles de comer, entonces una de mis primas, la ma-yor le escribió una carta a Evita en la que le dijo lo que estaba pasando. Al día siguiente ella le mando un camión lleno de cosas muy útiles como máquinas de escribir, heladera, ropa y le inscribió a sus hijos en el colegio más cercano. Yo lo vi, lo vi con mis propios ojos. Entendí que el peronismo era eso y mi papá ya nunca más pudo convencernos a mí y a mis hermanos de que ése era un mal gobierno. Hoy siento que lo que estamos vi-viendo es un segundo peronismo. Le dicen kirchnerismo pero es un segundo peronis-mo. Mal que les pese a los que les pese. Por eso sectores marginales como las personas gay hoy tiene más derechos. De eso se trata el peronismo: de incluir y proteger. Por eso yo celebré mi boda como cualquier otra per-sona. ¿Cómo no voy a ser peronista?

“NUNCA CREí QUE A ESTA ALTURA DE LA

vIDA ME IBA A CASAR”, CONFIESA MARILINA, QUE ESTE AñO PASó POR EL

REGISTRO CIvIL PARA FORMALIZAR CON PATRICIA,

SU PAREJA DESDE hACE OChO AñOS.