Entrevista Maritza

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Cayó el Telón Sentenciada a 20 años de cárcel, ya no a cadena perpetua, Maritza Garrido Lecca responde a CARETAS sobre una experiencia que no conoce de arrepentimiento. EXCLUSIVO Santa Mónica Verano del 2003. Maritza Garrido Lecca en ensayo previo a una presentación de bailes típicos en el penal de mujeres de Chorrillos. Sus danzas eran antes apreciadas en teatros y centros culturales de Lima. FOTO: LUIS JULIÁN

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Cayó el TelónSentenciada a 20 años de cárcel, yano a cadena perpetua, MaritzaGarrido Lecca responde a CARETASsobre una experiencia que noconoce de arrepentimiento.

EXCLUSIVO

Santa MónicaVerano del 2003. MaritzaGarrido Lecca en ensayo previoa una presentación de bailestípicos en el penal de mujeresde Chorrillos. Sus danzas eranantes apreciadas en teatros ycentros culturales de Lima.

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MARITZA Garrido Lecca,hoy de 40 años, se mostróserena durante la lectura

de su sentencia en el penal MiguelCastro Castro, la tarde del martes úl-timo. Con el cabello recogido en unmoño y levemente maquillada, escu-chó durante 2 horas 40 minutos loscargos en su contra. En todo momen-to mantuvo la compostura.

Al oír la condena, bajó la mirada,pero no se alteró. Se levantó lenta-mente y, de puntillas, fue donde suabogado: “Me reservo el derecho de

los hechos eran otros.En 1992, Garrido Lecca y su pare-

ja Carlos Incháustegui vivían en unacasa de tres pisos en la urbanizaciónLos Sauces, Surquillo. En la primeraplanta, la bailarina había instaladoun taller de danza. Muchas alumnasy amigas la visitaban allí sin saberqué ocurría arriba. En el segundo pisoestaba oculto Abimael Guzmán con suamante Elena Iparraguirre. Eran lostiempos de los coche-bomba y de lamatanza de Tarata.

El Grupo Especial de Inteligencia(GEIN), al mando del entonces co-mandante PNP Benedicto JiménezBaca, siguió durante dos meses lapista de la bella bailarina.

El 12 de setiembre de ese año, laPolicía irrumpió en la casa de Sur-quillo y atrapó a Guzmán (CARE-TAS 1228). La ballerina fue halladaen el primer piso de la casa con su es-poso y unos amigos. Había organiza-do una parrillada en el jardín.

Fue condenada a cadena perpe-tua por un tribunal militar sin rostroy enviada al férreo penal de Yanama-yo, en Puno. En el 2002, su sentenciafue anulada y, gracias a un HábeasCorpus presentado por su defensa, laSala Penal para Reos en Cárcel orde-nó un nuevo proceso para ella.

Pero, ¿es Garrido Lecca una sen-derista? La semana pasada, CARE-

A los 14 años.Grácil figura,distante del futuroque la aguardabaentre cárceles yterroristas.

El último martes, 13 años después de haber sido capturada en su propia residen-cia de Surquillo junto a Abimael Guzmán Reynoso, Maritza Garrido Lecca fuesentenciada a 20 años de cárcel por el delito de terrorismo y al pago de una re-paración civil de S/. 60,000. Ella no apeló la sentencia. Si acaso se le concedie-ran beneficios penitenciarios, la bailarina podría salir libre en cuatro años. Pero,¿hay un mea culpa? La semana pasada, CARETAS la entrevistó en exclusiva ensu celda del penal de mujeres de Chorrillos. Garrido Lecca se declaró inocentecon vehemencia y negó los cargos de terrorismo, pero las graves inconsistenciasde algunas de sus respuestas parecen no admitir dudas de su complicidad.

Dos vocales de la Sala Penal Nacional votaron por aplicarle 20 años de prisión. El presidente del tribunal, Julián Jerí, pidió 17 años para ella.

“No sabía que Guzmány las otras personasestaban en el segundo piso de micasa. No los oculté”.

apelar”, le susurró al oído.Trece años después, al verla, aún

hoy uno se pregunta, ¿cómo una bellaartista de la burguesía limeña que pa-recía tenerlo todo pudo involucrarsecon una organización terrorista y cri-minal como Sendero Luminoso?

Para algunos, su caso guardacierta similitud con el de la nortea-mericana Lori Berenson, del MRTA,a quien la Sala Penal Para Casos deTerrorismo sentenció a 25 años deprisión en el 2001 (CARETAS 1676).Al igual que la Berenson, como se ve-

rá más adelante, la palabra arrepen-timiento no forma parte de su voca-bulario.

Garrido Lecca, criada en el senode una familia de clase media alta,con estudios en el colegio religiosoSophianum, de San Isidro, y egresa-da de la Universidad Católica del Pe-rú, era reconocida en el medio artís-tico limeño de los 90’s.

Su grácil figura, su vocación porla danza y su bello rostro distabanmucho de las violentas historias delos combatientes senderistas. Pero

TAS la visitó en su celda del pabellónB del penal de mujeres de Chorrillos.Había terminado de escribir un librosobre danza, donde vuelca algunos re-cuerdos del tiempo en que vivió aisla-da en Yanamayo, además de ejerciciosprácticos para bailar con arte. Lo hatitulado “Libertad para Danzar”. Unextracto del primer capítulo dice lo si-guiente: “¿Alguna vez ha permaneci-do, aunque sólo sea por un momento,en un cuarto tan pequeño que le impi-da mover su cuerpo normalmente?Ahora, ¿se imagina qué significa esto

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Preocupa la posibleconexión entre loscuadros senderistasen la cárcel con SLarmado de la selva.

luarse en su contexto. Setiembre del’92 fue terriblemente dramático enmi vida. Fui detenida en mi casa yllevada al día siguiente a la Dircote.Sentí todo el aparato del Estadoaplastándome. Yo estaba alteradísi-ma porque me resistía a la impoten-cia, pero eran fuerzas superiores amí que ya habían decidido sobre mivida: o me asesinaban o me enterra-ban en la cárcel para siempre. Me su-puse muerta al día siguiente y toméesa opción. Decidí solidarizarme conlas otras personas que estaban sien-do maltratadas como yo en ese lugar.

–El vídeo la compromete seriamen-te...

–Es cierto que no medí las conse-cuencias de mis actos y eso me ha he-cho mucho daño hasta el día de hoy,porque se han utilizado esas imáge-nes para decir de mí tantas cosas fal-sas, hasta la acusación que hoy en-frento. Pero eso, aún por muy desa-fortunado que sea, no puede tomarsecomo prueba de que soy miembro deSendero, porque la verdad es que nolo soy. Y en todo caso no creo que pue-da juzgarse mi vida entera, y decidirla suerte de mi vida futura, sólo araíz de ese momento.

–¿Espera que la absuelvan completa-mente de los cargos?

–Después de 13 años, y a pesar detodo lo vivido, realmente espero quelos magistrados puedan poner porencima de todo su calidad de juecesgarantistas y prime la razón, que po-

para una persona que naturalmentese expresa a través del movimiento alpunto que ha hecho de él su profesióny modo de vida?”.

La semana pasada, Garrido Lec-ca aceptó responder a CARETAS uncuestionario por escrito. Acaso lamás inverosímil de sus respuestasfue: “No sabía que Guzmán estaba enel segundo piso de mi casa, tampocoque estaban ahí las otras personas.Mi pareja fue quien hizo el contratode alquiler con Raida Oscate (nom-bre ficticio de Elena Iparraguirre).Nunca oculté a Guzmán”. Pero haymás.

–¿Perteneció usted a la cúpula deSendero Luminoso?

–Es imposible que existan prue-bas objetivas de lo que no es real. To-das las personas llamadas a declararen el juicio que han sido o son miem-bros de Sendero Luminoso afirmanque yo no soy miembro de esa organi-zación, mucho menos dirigente. Elúnico que lo afirma, antojadizamen-te, es el señor (coronel PNP en retiro)Benedicto Jiménez, pero él es parteinteresada, y está obviamente empe-ñado en avalar el atestado policial.Sin embargo, no ha presentado nin-guna prueba objetiva de sus inter-pretaciones subjetivas sobre mí. Éldijo ante la Sala que yo soy “miembrode Sendero Luminoso con rango diri-gencial” y cuando mi abogado le pre-guntó qué pruebas tiene de eso, dijo:“En inteligencia trabajamos con infe-rencias” y “las pruebas secretas”.

¡‘Pruebas secretas’ en el juicio oral!–Entre otras cosas, según reveló el

coronel Benedicto Jiménez, usted fue vi-gilada cuando compraba ropa interiorpara Abimael Guzmán.

–Le he escuchado hablar a diarioen los medios de comunicación, y des-de hace 13 años, de tales ‘pruebas’,como la de un papelito (de Guzmán)en la basura y hasta de ropa interiorde talla grande que yo había compra-do. Si son pruebas tan importantes ydeterminantes para demostrar suacusación, ¿por qué no existen física-mente en ningún lado? ¿Por qué noestán en un acta? ¿Por qué no laspuede verificar un fiscal? ¿Por qué nohay un registro de eso o algo que loacredite? ¿Basta la palabra del señorJiménez para hacerlo real? En unjuicio oral, las pruebas tienen que serconcretas, visibles. ¿Cómo van a ser‘secretas’? Eso no puede bastar, si esque los juicios se diferencian de lostribunales militares de 1992.

–Tras la captura de Guzmán, se le veen un vídeo claramente exaltada, solida-rizándose con los senderistas detenidosen su casa de Surquillo.

–Creo que cada caso debe eva-

Según la Dircote, siguiendo a labailarina se llegó al refugio deAbimael Guzmán, el hombre másbuscado del país en 1992.

“No soy miembro y mucho menosdirigente de SL, y no hay pruebasobjetivas de ello”.

SL: Cúpula y Marginal

EL viernes 27, el jefe del gabi-nete Pedro Pablo Kuczynskihabría advertido de la reor-

ganización terrorista en sesión re-servada de la Comisión de Defensadel Congreso. Lo acompañaron elministro del Interior, Rómulo Piza-rro, de Defensa, Marciano Rengifo,y el jefe del Consejo Nacional de In-teligencia (CNI), Julio Raygada.

EL Primer Ministro esta vez nohabló de un rebrote del terroris-mo, pero enfatizó de que se ha de-tectado la infiltración de senderis-tas –particularmente ex reclusospuestos en libertad– en organiza-

ciones sociales y sindicales. Acasoel énfasis en seguridad ciudadanaque busca imprimir PPK a la ges-tión de gobierno responda a estainquietud.

Según la Defensoría del Pueblo(DP), entre febrero y setiembre delpresente año, Sendero Luminoso harealizado 60 acciones, desde incur-siones de carácter proselitista aasesinatos planificados. Y su vincu-lación con el tráfico de drogas, ma-dera y combustible en el oriente pe-ruano también está plenamenteacreditada.

Una de las inquietudes es la po-

sible conexión, entre los cuadrossenderistas en la cárcel, con Sende-ro armado que asola la Marginal dela Selva. En junio pasado, CARE-TAS 1876 informó del descubri-miento de cartas de Elena Iparra-guirre, mujer de Guzmán, y deotras senderistas, en una guaridade “Artemio” en Huánuco. Para laPolicía, SL “orienta o manipula” lasmarchas de protesta cocaleras.

El último Reporte de Conflictosde la DP, constata que el país es unhervidero de demandas y frustra-ciones sentidas. A setiembre, son 70los conflictos vigentes a nivel nacio-nal: 19 activos, 46 en estado latentey 5 resueltos. El último en resolver-se fue la huelga de profesores uni-versitarios, tras dos meses de para-lización.

Algunos de los más graves ycomplejos conflictos son entre laspoblaciones y las empresas mine-

En junio, la PNP allanó una guarida de ‘Artemio’ y encontró cartas de Elena Iparraguirre.

Entre febrero y setiembre de este año, Sendero realizó 60 acciones terroristas.

ras, como en el caso de Majaz enCajamarca o –el último en sumar-se a la lista– Las Bambas en Apu-rímac.

Pero notoriamente el 63% delos conflictos son a nivel local, bá-sicamente en el ámbito rural, de-bido a disputas de linderos o pre-suntas irregularidades en la ges-tión económica. En 27 ocasiones,la población tomó el local de la ins-titución cuestionada, la Municipa-lidad en la mayoría de los casos, ydesalojó a sus autoridades de ma-nera violenta. Potenciales Ilaves yacaso terreno fértil para prédicasviolentistas. ■

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El Premier está genuinamente preocupado por la actividad de SL.

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sibilite el cese del uso político que seha hecho en mi caso, y se juzgue elhecho objetivo. Espero que me ab-suelvan porque soy inocente de loque se me acusa.

–¿No hay mea culpa?–No soy miembro y mucho me-

nos dirigente de Sendero Luminoso,y no hay pruebas objetivas de ello.En el peor de los casos, espero unasentencia que me permita reincor-porarme a la vida social normal, alseno de una lindísima familia queme espera y me acoge. Y a mi traba-

“No puede juzgarsemi vida entera ydecidir la suerte demi futuro sólo a raízde ese momento”.

jo en el campo del arte.–Lo cierto es que Guzmán estuvo

oculto en su casa. ¿Recuerda el día de lacaptura?

–Fue horrible. Despedía a Patri-cia Awapara y a Celso Garrido-Leccaque habían ido a visitarme, cuandose acercaron de golpe varias perso-nas vestidas de civil disparando alaire. Al inicio pensé que eran ladro-nes. Entraron violentamente y nos ti-raron al piso. Gritaban una serie deimproperios y yo no entendía nada.Me llevaron a la sala de la casa y metiraron boca abajo, poniéndome unaalmohada en la cabeza además devendarme los ojos y amarrarme lasmanos. Sin permitírseme ver, ni oír y

los pocos días me volvieron a llevara esa sala, y vi a mi abogado real(Luis Romero). Esta vez fue sólo pa-ra escuchar la sentencia: cadenaperpetua.

El martes último, la Sala PenalNacional, presidida por el vocal Ju-lián Jerí, la sentenció a 20 años deprisión. El proceso oral se había ini-ciado en julio último y Maritza Ga-rrido Lecca es hoy una de las prime-ras reclusas por terrorismo en sercondenadas en estricto cumplimien-to al mandato de la Corte Interame-ricana de Derechos Humanos(CIDH). Sus declaraciones son senti-das, sin duda, pero sorprende consta-tar que no expresen arrepentimientoalguno. (Patricia Caycho). ■

Garrido Lecca*PÁGINA 14

Carátula del libro de la bailarina.

casi sin respirar. Sentía sus manossobre mi cuerpo al tiempo que decíancosas horrendas, buscando humillar-me en mi condición de mujer. Des-pués de algunas horas me subieronal segundo piso, y me tuvieron ven-dada y encapuchada toda la noche.Allí escuché más voces, y cuando fuia los servicios higiénicos pude verque había otras mujeres vendadascomo yo.

–¿Y el juicio castrense?–Después de pasar 15 días en la

Dircote me llevaron junto a otrastres prisioneras, encadenada comoun ‘pollo a la brasa’ con manos ypies juntos enganchados a un fierroal ras del piso, a una Base Militaren La Joya, Arequipa. Realmentenos secuestraron, pues nadie sabíadónde estábamos. Allí, una madru-gada fui ‘juzgada’ en una sala conespejos que me impedían ver a losjueces. Yo estaba encadenada a unasilla empotrada al piso. Había mili-tares apuntándome con sus armasy un encapuchado a mi lado que de-cía ser ‘mi abogado de oficio’, peroque no me podía decir quién era niacreditar siquiera ser abogado. A

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su vida. Dos sicarios vinculados alvocal Ramírez Garay se encuen-tran detenidos en ese mismo cen-tro penitenciario: Alex Panduro,‘Trolón’, y Roberto Ríos, ‘Muelón’.La hija del periodista asesinado,Patricia Rivera, también ha recibi-do amenazas de muerte, al igualque otros implicados en el caso.

¿QUIÉN ES SOLIO?CARETAS buscó la versión del

juez Solio Ramírez, pero todo in-tento fue infructuoso. En Pucallpase le conoce por su cercanía con elalcalde Valdez, tanto así que en el2003, cuando fue separado del Po-der Judicial por inconducta funcio-nal, ingresó a trabajar en la Muni-cipalidad de Coronel Portillo comosecretario general, y luego comogerente. En febrero de este año fuerestituido al Poder Judicial ocu-pando la presidencia de la Sala Ci-vil de la Corte Superior. “Lo conoz-co (al vocal Solio Ramírez) y lo creo

‘Gatillo’*PÁGINA 32

Valdez: “Quierendesprestigiarmeporque creían queiba a lanzarme a lareelección”.incapaz de los crímenes que se leestán imputando”, dijo el alcaldeValdez al ser ubicado telefónica-mente por CARETAS el martes úl-timo. Sostuvo que las acusacionesen su contra responden a “móvilespolíticos”.

“Todas estas versiones formanparte de una campaña para des-prestigiarme porque creían que ibaa lanzarme, pero no lo voy a hacer.Les digo a mis adversarios que medejen tranquilo porque mi familiaestá muy consternada”, añadió.

Pero las revelaciones de ‘Gati-llo’ podrían variar su situación detestigo a inculpado. Y es que estavez todas las pistas apuntan a sudespacho (C.H./AC.D). ■