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731 Pepsi-Cola Mexicana / Coca Cola de México / Otros agentes económicos * Expediente RA-19-2002 México, Distrito Federal, a once de julio de dos mil dos.- Vistos los recursos de reconsideración inter- puestos por los distintos representantes de Industria Envasadora de Querétaro, S.A. de C.V. y otras, el diecinueve, veintinueve y treinta de abril y dos de mayo, del año en curso, registrados bajo el número de expediente al rubro indicado en contra de la resolución emitida en el expediente número DE-06-2000. Con fundamento en lo dispuesto por los artículos 1º, 2º, 3º, 23, 24, fracciones III y IX, 25 y 39 de la Ley Federal de Competencia Económica (LFCE), 1º, 3º, 52 y 53 de su Reglamento (RLFCE), así como 1º, 8º, fracciones I y III, 13, 14, fracciones VIII y XII, y 15 del Reglamento Interior de la Comisión Federal de Competencia, en la sesión celebrada con esta misma fecha, el Pleno de la Comisión Federal de Compe- tencia (CFC o Comisión) resolvió de acuerdo con los antecedentes, consideraciones de derecho y resolu- tivos que a continuación se expresan. ANTECEDENTES Primero. Mediante escrito presentado en la Oficialía de Partes de esta Comisión Federal de Competencia (Comisión o CFC) el veintidós de febrero de dos mil, por los representantes legales comunes de las empresas Pepsi-Cola Mexicana, S.A. de C.V. (PCM), Gaseosas, S.A. de C.V., Bebidas Purificadas, S.A. de C.V., Embotelladora de Occidente, S.A. de C.V., Bebidas Purificadas del Centro, S.A. de C.V., Bebi- das Purificadas de Michoacán, S.A. de C.V., Bebidas Purificadas del Cupatitzio, S.A. de C.V., Bebidas Purificadas de Acapulco, S.A. de C.V., Bebidas Purificadas del Sureste, S.A. de C.V., Bebidas Purifica- das de Quintana Roo, S.A. de C.V., Bebidas Purificadas de Zacatecas, S.A. de C.V., Embotelladora Campechana, S.A. de C.V., Embotelladora Potosí, S.A. de C.V., Embotelladora Metropolitana, S.A. de C.V., Embotelladora San Marcos, S.A. de C.V., Embotelladora Santa Catarina, S.A. de C.V., Industria de Refrescos, S.A. de C.V., Refrescos de Iguala, S.A. de C.V., Bebidas Purificadas de Durango, S.A. de C.V., Bebidas Purificadas del Noreste, S.A. de C.V., Embotelladora Tacana, S.A. de C.V., Embotelladora Central Chiapaneca, S.A. de C.V., Bebidas Purificadas del Istmo, S.A. de C.V., Compañía Embotelladora Herdomo, S.A. de C.V., Embotelladora de Oriente, S.A. de C.V., Embotelladora Moderna de Tabasco S.A. de C.V., Embotelladora Tropical, S.A. de C.V., Embotelladora del Valle de Oaxaca, S.A. de C.V., Embotelladora Perote, S.A. de C.V., Bebidas Veracruzanas, S.A. de C.V., Embotelladora del Bajío, S.A. de C.V., Embotelladora de Refrescos Mexicanos, S.A. de C.V., Embotelladora La Isleta, S.A. de C.V., Embotelladora Moderna, S.A. de C.V., y Aguas Gaseosas, S.A. (embotelladores PCM), ocurrieron a denunciar a The Coca-Cola Company, The Coca-Cola Export Corporation (TCCEC), The Coca-Cola Export Corporation, Sucursal México, Servicios Integrados de Administración y Alta Gerencia, S.A. de C.V. (SIAA), Coca Cola de México, S.A. de C.V. (CCM), y los embotelladores de Coca-Cola en la República Mexicana, entre quienes se encuentran Coca-Cola Femsa, S.A. de C.V. (Femsa), Embotelladoras Argos, S.A. de C.V. (Argos), Empresas El Carmen, S.A. de C.V. (El Carmen), y Grupo Continental, S.A. (Contal) (empresas conjuntamente referidas como Grupo Coca Cola), por la presunta realización de las prácticas monopólicas relativas previstas en los artículos 10, fracciones IV y VII, de la LFCE y 7º, fracciones I, II, III, IV y V, del RLFCE, en el mercado de bebidas carbonatadas. Segundo. Mediante escrito presentado en la Oficialía de Partes de esta CFC el tres de marzo de dos mil, los representantes legales de Embotelladora Aga del Centro, S.A. de C.V., Embotelladora Aga de Méxi- co, S.A. de C.V., Embotelladora Aga de Occidente, S.A. de C.V., Distribuidora Nacional Mundet, S.A. de C.V., Jugos de Frutas Mundet, S.A. de C.V., Embotelladora Mundet, S.A. de C.V., e Impulsora de Bebidas Carsa, S.A. de C.V., respectivamente (empresas conjuntamente referidas como Aga), ocurrieron a denunciar a The Coca Cola Company, TCCEC, The Coca Cola Export Corporation, Sucursal México, SIAA, CCM y todas aquellas empresas filiales, subsidiarias, licenciatarias, franquiciatarias o embotelladores de los productos comercializados con las marcas del grupo de interés de The Coca Cola Company, por las presuntas prácticas monopólicas relativas previstas en los artículos 10, fracciones IV y VII, de la LFCE y 7º, fracciones I, II, III, IV y V, del RLFCE, en el mercado de refrescos y aguas carbonatadas. Tercero. Mediante escrito presentado ante la Oficialía de Partes de esta Comisión el veintitrés de no- viembre de dos mil uno, los representantes de Distribuidora Nacional Mundet, S.A. de C.V., Jugos de * Recurso de reconsideración presentado contra la resolución del expediente DE-06-2000.

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Pepsi-Cola Mexicana / Coca Cola de México /Otros agentes económicos*

ExpedienteRA-19-2002

México, Distrito Federal, a once de julio de dos mil dos.- Vistos los recursos de reconsideración inter-puestos por los distintos representantes de Industria Envasadora de Querétaro, S.A. de C.V. y otras, eldiecinueve, veintinueve y treinta de abril y dos de mayo, del año en curso, registrados bajo el número deexpediente al rubro indicado en contra de la resolución emitida en el expediente número DE-06-2000.Con fundamento en lo dispuesto por los artículos 1º, 2º, 3º, 23, 24, fracciones III y IX, 25 y 39 de la LeyFederal de Competencia Económica (LFCE), 1º, 3º, 52 y 53 de su Reglamento (RLFCE), así como 1º, 8º,fracciones I y III, 13, 14, fracciones VIII y XII, y 15 del Reglamento Interior de la Comisión Federal deCompetencia, en la sesión celebrada con esta misma fecha, el Pleno de la Comisión Federal de Compe-tencia (CFC o Comisión) resolvió de acuerdo con los antecedentes, consideraciones de derecho y resolu-tivos que a continuación se expresan.

ANTECEDENTES

Primero. Mediante escrito presentado en la Oficialía de Partes de esta Comisión Federal de Competencia(Comisión o CFC) el veintidós de febrero de dos mil, por los representantes legales comunes de lasempresas Pepsi-Cola Mexicana, S.A. de C.V. (PCM), Gaseosas, S.A. de C.V., Bebidas Purificadas, S.A.de C.V., Embotelladora de Occidente, S.A. de C.V., Bebidas Purificadas del Centro, S.A. de C.V., Bebi-das Purificadas de Michoacán, S.A. de C.V., Bebidas Purificadas del Cupatitzio, S.A. de C.V., BebidasPurificadas de Acapulco, S.A. de C.V., Bebidas Purificadas del Sureste, S.A. de C.V., Bebidas Purifica-das de Quintana Roo, S.A. de C.V., Bebidas Purificadas de Zacatecas, S.A. de C.V., EmbotelladoraCampechana, S.A. de C.V., Embotelladora Potosí, S.A. de C.V., Embotelladora Metropolitana, S.A. deC.V., Embotelladora San Marcos, S.A. de C.V., Embotelladora Santa Catarina, S.A. de C.V., Industria deRefrescos, S.A. de C.V., Refrescos de Iguala, S.A. de C.V., Bebidas Purificadas de Durango, S.A. deC.V., Bebidas Purificadas del Noreste, S.A. de C.V., Embotelladora Tacana, S.A. de C.V., EmbotelladoraCentral Chiapaneca, S.A. de C.V., Bebidas Purificadas del Istmo, S.A. de C.V., Compañía EmbotelladoraHerdomo, S.A. de C.V., Embotelladora de Oriente, S.A. de C.V., Embotelladora Moderna de TabascoS.A. de C.V., Embotelladora Tropical, S.A. de C.V., Embotelladora del Valle de Oaxaca, S.A. de C.V.,Embotelladora Perote, S.A. de C.V., Bebidas Veracruzanas, S.A. de C.V., Embotelladora del Bajío, S.A.de C.V., Embotelladora de Refrescos Mexicanos, S.A. de C.V., Embotelladora La Isleta, S.A. de C.V.,Embotelladora Moderna, S.A. de C.V., y Aguas Gaseosas, S.A. (embotelladores PCM), ocurrieron adenunciar a The Coca-Cola Company, The Coca-Cola Export Corporation (TCCEC), The Coca-ColaExport Corporation, Sucursal México, Servicios Integrados de Administración y Alta Gerencia, S.A. deC.V. (SIAA), Coca Cola de México, S.A. de C.V. (CCM), y los embotelladores de Coca-Cola en laRepública Mexicana, entre quienes se encuentran Coca-Cola Femsa, S.A. de C.V. (Femsa), EmbotelladorasArgos, S.A. de C.V. (Argos), Empresas El Carmen, S.A. de C.V. (El Carmen), y Grupo Continental, S.A.(Contal) (empresas conjuntamente referidas como Grupo Coca Cola), por la presunta realización de lasprácticas monopólicas relativas previstas en los artículos 10, fracciones IV y VII, de la LFCE y 7º,fracciones I, II, III, IV y V, del RLFCE, en el mercado de bebidas carbonatadas.

Segundo. Mediante escrito presentado en la Oficialía de Partes de esta CFC el tres de marzo de dos mil,los representantes legales de Embotelladora Aga del Centro, S.A. de C.V., Embotelladora Aga de Méxi-co, S.A. de C.V., Embotelladora Aga de Occidente, S.A. de C.V., Distribuidora Nacional Mundet, S.A.de C.V., Jugos de Frutas Mundet, S.A. de C.V., Embotelladora Mundet, S.A. de C.V., e Impulsora deBebidas Carsa, S.A. de C.V., respectivamente (empresas conjuntamente referidas como Aga), ocurrierona denunciar a The Coca Cola Company, TCCEC, The Coca Cola Export Corporation, Sucursal México,SIAA, CCM y todas aquellas empresas filiales, subsidiarias, licenciatarias, franquiciatarias oembotelladores de los productos comercializados con las marcas del grupo de interés de The Coca ColaCompany, por las presuntas prácticas monopólicas relativas previstas en los artículos 10, fracciones IV yVII, de la LFCE y 7º, fracciones I, II, III, IV y V, del RLFCE, en el mercado de refrescos y aguascarbonatadas.

Tercero. Mediante escrito presentado ante la Oficialía de Partes de esta Comisión el veintitrés de no-viembre de dos mil uno, los representantes de Distribuidora Nacional Mundet, S.A. de C.V., Jugos de

* Recurso dereconsideración

presentadocontra la

resolución delexpediente

DE-06-2000.

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Frutas Mundet, S.A. de C.V., y de Embotelladora Mundet, S.A. de C.V., se desistieron en perjuicio de susrepresentadas de la denuncia presentada por sus mandantes el tres de marzo de dos mil.

Mediante proveído del veintiséis de noviembre de dos mil uno se tuvo por desistidas a DistribuidoraNacional Mundet, S.A. de C.V., Jugos de Frutas Mundet, S.A. de C.V. y Embotelladora Mundet, S.A. deC.V. en su perjuicio de la denuncia presentada ante la Oficialía de Partes de esta Comisión el tres demarzo de dos mil.

Cuarto. Mediante escrito presentado ante la Oficialía de Partes de esta Comisión el seis de diciembre dedos mil uno, el C. Guillermo Carrillo Sánchez, en su carácter de representante de Impulsora de BebidasCarsa, S.A. de C.V., presentó desistimiento en perjuicio de su representada de la denuncia presentada eltres de marzo de dos mil.

Mediante proveído del diez de diciembre de dos mil uno se tuvo por desistida a Impulsora de BebidasCarsa, S.A. de C.V., en su perjuicio de la denuncia presentada ante la Oficialía de Partes de esta Comi-sión el tres de marzo de dos mil.

Quinto. El veintiocho de febrero de dos mil dos, el Pleno de esta Comisión dictó resolución que puso final procedimiento a que se refiere el numeral anterior cuyos puntos resolutivos a continuación se transcriben:

(...) Primero. Se acreditan las prácticas monopólicas relativas violatorias de los artículos 8˚y 10, fracciones IV y VII, de la LFCE, ésta última con relación al artículo 7˚, fracciones II yV, de su Reglamento consistentes en la venta o transacción de las bebidas carbonatadassujeta a la condición de no adquirir, vender o proporcionar las producidas, procesadas, dis-tribuidas o comercializadas por un tercero en el mercado relevante de bebidas carbonatadas;el otorgamiento de descuentos a los compradores con el requisito de exclusividad en la dis-tribución o comercialización de los productos relevantes; y, la acción con el objeto o el efectode obstaculizar el proceso productivo o reducir la demanda que enfrentan sus competidores,lo cual, implica un desplazamiento indebido de competidores lo que daña o impide el procesode competencia y libre concurrencia en la producción, procesamiento, distribución ycomercialización de los bienes relevantes.

Segundo. Las empresas responsables deben abstenerse de participar, instrumentar o concer-tar cualquier tipo de convenio, acuerdo, programa o estrategia comercial a través del cual seejerza exclusividad en establecimientos o expendios en los que se ofrecen bebidas carbonatadasen envase cerrado de hasta 2 litros.

Tercero. Las empresas responsables deben abstenerse de participar, instrumentar o concer-tar cualquier tipo de convenio, acuerdo, programa o estrategia comercial a través del cual seotorguen descuentos, recompensas o promociones atados a compromisos de crecimiento enlas ventas, o a otros factores que induzcan la abstención de vender los productos de suscompetidores.

Cuarto. Notifíquese personalmente.

Sexto. En cumplimiento a la sentencia emitida por el H. Décimo Segundo Tribunal Colegiado en MateriaAdministrativa en el toca RA-586/2001 (11712/2001) por el cual confirmó la diversa emitida por el C.Juez Segundo de Distrito en Materia Administrativa en el Distrito Federal dentro del juicio de amparonúmero 475/2001 que concedió el amparo a Corporación Rica, S.A. de C.V., respecto del oficio depresunta responsabilidad y el acuerdo del veinticinco de octubre de dos mil emitido en el expediente alrubro citado, el diez de abril de dos mil dos esta Comisión emitió el acuerdo por medio del cual dejóinsubsistente tanto el oficio de presunta responsabilidad como el citado acuerdo por lo que respecta aCorporación Rica, S.A. de C.V.

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Séptimo. En cumplimiento a la sentencia emitida por el H. Segundo Tribunal Colegiado del NovenoCircuito en los autos del amparo en revisión principal administrativa 24/2002 por la cual confirmó ladiversa emitida por el C. Juez Segundo de Distrito en el estado de San Luis Potosí dentro del juicio deamparo número 33/2001-IV que concedió el amparo a Embotelladora de San Luis, S.A. de C.V., respectodel oficio de presunta responsabilidad y el acuerdo del veinticinco de octubre de dos mil emitido en elexpediente al rubro citado, el veintinueve de abril de dos mil dos esta Comisión emitió el acuerdo pormedio del cual dejó insubsistente tanto el oficio de presunta responsabilidad como el citado acuerdo porlo que respecta a Embotelladora de San Luis, S.A. de C.V.

Octavo. El diecinueve de abril de dos mil dos, el representante de Industria Envasadora de Querétaro,S.A. de C.V., interpuso recurso de reconsideración en contra de la resolución a que se refiere el numeralquinto anterior.

Noveno. Mediante acuerdo del veinticinco de abril de dos mil dos, el Presidente de la Comisión admitióa trámite el recurso a que se refiere el numeral anterior, dando una vista de diez días a los agenteseconómicos denunciantes no desistidos en el procedimiento DE-06-2000, para que manifestaran lo que asu derecho conviniera, de conformidad con el artículo 53 del RLFCE.

Décimo. El veintinueve de abril de dos mil dos, el representante de Fomento Queretano, S.A. de C.V.,Embotelladora La Victoria, S.A. de C.V., Embotelladora de San Juan, S.A. de C.V. y Refrescos Victoriadel Centro, S.A. de C.V., interpuso recursos de reconsideración en contra de la resolución a que se refiereel numeral quinto anterior.

Undécimo. Mediante acuerdos del catorce de mayo de dos mil dos, el Presidente de la Comisión admitióa trámite los recursos a que se refiere el numeral anterior, ordenando la integración de sus constancias alpresente expediente y dio a los agentes económicos denunciantes no desistidos en el procedimiento DE-06-2000, una vista de diez días para que manifestaran lo que a su derecho conviniera, de conformidadcon el artículo 53 del RLFCE.

Duodécimo. El treinta de abril de dos mil dos, los representantes de Embotelladora Internacional, S.A.de C.V., Embotelladora de Reynosa, S.A. de C.V., Embotelladora Tamaulipeca S.A. de C.V., Administra-ción Peninsular Corporativa, S.A. de C.V., Industria Refresquera Peninsular S.A. de C.V., Embotelladoradel Caribe S.A. de C.V., Embotelladora Peninsular, S.A. de C.V., Industria Embotelladora de Campeche,S.A. de C.V., Refrescos Unión, S.A. de C.V., Embotelladoras Arca, S.A. de C.V., y Bebidas Mundiales,S.A. de C.V., por una parte; de Coca Cola Femsa, S.A. de C.V., Propimex S.A. de C.V., Inmuebles delGolfo, S.A. de C.V., y Refrescos y Aguas Minerales, S.A. de C.V.; de Corporativo Grupo Tampico, S.A.de C.V., Embotelladora Ciudad Victoria, S.A. de C.V., Embotelladora Mante, S.A. de C.V., EmbotelladoraPoza Rica, S.A. de C.V., y Embotelladora Tuxpam, S.A. de C.V.; de Compañía Embotelladora del Pací-fico, S.A. de C.V., Embotelladora del Carmen, S.A. de C.V., Corporativo Arma, S.A. de C.V., CompañíaEmbotelladora de Sabinas, S.A. de C.V., Embotelladora de Monclova, S.A. de C.V., Refrescos deMatehuala, S.A. de C.V., Compañía Embotelladora de Baja California Sur, S.A. de C.V., y Embotelladorasdel Norte de Coahuila, S.A. de C.V.; de Panamco México, S.A. de C.V. y Panamaco Golfo, S.A. de C.V.;de Coordinación Industrial Mexicana, S.A. de C.V., Embotelladora de Cuernavaca, S.A. de C.V. yEmbotelladora Altamirano, S.A. de C.V.; de Yoli de Acapulco, S.A. de C.V. y Agua de Taxco Yoli, S.A.de C.V.; de Embotelladora La Favorita, S.A. de C.V., Embotelladora Guadiana, S.A. de C.V., GrupoContinental, S.A., Embotelladora de Coahuila, S.A. de C.V., Embotelladora San Luis, S.A. de C.V.,Embotelladora Lagunera, S.A. de C.V., Embotelladora los Altos, S.A. de C.V., Embotelladora Rio Verde,S.A. de C.V., Embotelladora Aguascalientes, S.A. de C.V., Embotelladora la Bufa, S.A. de C.V.,Embotelladora Gómez Palacio, S.A. de C.V. y Embotelladora Zapopan, S.A. de C.V.; de CorporaciónRica, S.A. de C.V., Embotelladora de Cuautla, S.A. de C.V. y Embotelladora Las Margaritas, S.A. deC.V.; de The Coca Cola Export Coporation; y de Embotelladoras Argos, S.A. de C.V., CompañíaEmbotelladora de Culiacán, S.A. de C.V., Embotelladora Pitic, S.A. de C.V., Refrigeradora de Parral,S.A. de C.V., Embotelladora La Frontera, S.A. de C.V., Embotelladora de Chihuahua, S.A. de C.V.,

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Servicios Ejecutivos del Noroeste, S.A. de C.V., Compañía Embotelladora de Sinaloa, S.A. de C.V., y LaVictoria, S.A. de C.V., interpusieron recursos de reconsideración en contra de la resolución a que serefiere el numeral quinto anterior.

Decimotercero. Mediante acuerdos del tres de mayo de dos mil dos, el Presidente de la Comisión des-echó los recursos de reconsideración interpuestos por Embotelladora de San Luis, S.A. de C.V. y Corpo-ración Rica, S.A. de C.V., debido a los cumplimientos de sentencia señalados en los antecedentes Sextoy Séptimo de esta resolución.

Decimocuarto. Mediante acuerdos del trece y veinte de mayo de dos mil dos, el Presidente de la Comi-sión admitió a trámite los recursos a que se refiere el numeral duodécimo, ordenando la integración desus constancias al presente expediente y otorgó a los agentes económicos denunciantes no desistidos enel procedimiento DE-06-2000, una vista de diez días para que manifestaran lo que a su derecho convinie-ra, de conformidad con el artículo 53 del RLFCE.

Decimoquinto. El dos de mayo de dos mil dos, el representante de Embotelladora de Colima, S.A. deC.V., así como el representante de Panamco Bajío, S.A. de C.V., interpusieron recursos de reconsideraciónen contra de la resolución a que se refiere el numeral quinto anterior.

Decimosexto. Mediante acuerdo del veinte de mayo de dos mil dos, el Presidente de la Comisión admitióa trámite los recursos a que se refiere el numeral anterior, ordenando la integración de sus constancias alpresente expediente y otorgó a los agentes económicos denunciantes no desistidos en el procedimientoDE-06-2000, una vista de diez días para que manifestaran lo que a su derecho conviniera, de conformi-dad con el artículo 53 del RLFCE.

Decimoséptimo. El diez de junio de dos mil dos, el representante de Bebidas Purificadas de Acapulco,S.A. de C.V., y otras empresas, así como el representante de Pepsi Cola Mexicana, S.A. de C.V. y otrasempresas, desahogaron las vistas señaladas en los antecedentes noveno, undécimo, decimocuarto ydecimosexto de esta resolución.

Decimoctavo. Mediante acuerdos del once y diecisiete de junio del presente año, el Director General deAsuntos Jurídicos de la Comisión tuvo por presentados en tiempo y forma los escritos señalados en elnumeral anterior y por hechas las manifestaciones vertidas en los mismos.

CONSIDERACIONES DE DERECHO

Primera. El Pleno de la Comisión, con fundamento en los artículos citados en el proemio de esta resolución,es autoridad competente para resolver los recursos de reconsideración interpuestos ante esta autoridad.

Segunda. Del análisis de los escritos de recurso interpuestos ante esta Comisión por las empresas sancio-nadas en el procedimiento DE-06-2000 se desprende que las empresas recurrentes manifestaron agravioscoincidentes en su gran mayoría. La jurisprudencia de nuestros más altos tribunales señala que las auto-ridades al realizar el estudio de los conceptos de agravio de las recurrentes deberán examinar todos ycada uno de los puntos controvertidos del acto en cuestión sin que se exprese de manera predeterminadala forma o estructura que tal análisis debe reunir, de tal manera que con que se cumpla con el requisito deexaminarlos todos, dicho análisis bien puede realizarse en su conjunto de los argumentos que las diversasempresas recurrentes realizaron en sus escritos de recurso a fin de resolver las cuestiones planteadas.Sirve de sustento a lo anterior, la siguiente jurisprudencia: AGRAVIOS. EXAMEN DE LOS. Octavaépoca. Instancia: Segundo Tribunal Colegiado del Segundo Circuito. Fuente: Semanario Judicial de laFederación, tomo VIII, julio de 1991, página 122. Amparo directo 225/91. Roberto Aristeo CalocaBobadilla. 25 de abril de 1991. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Manuel Vega Sánchez, Secretaria:Luisa García Romero. Amparo directo 460/89. Pedro Donaciano Reyes Villamora. 16 de octubre de1989. Unanimidad de votos. Ponente: José Luis Caballero Cárdenas, Secretario: Graciela M. Landa

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Durán. Octava época, tomo IV, segunda parte-1, página 59. Véase: Apéndice al Semanario Judicial de laFederación 1917- 1988, segunda parte, tesis 111, página 183.

De esta manera, a continuación se analizan de manera conjunta las argumentaciones realizadas por lasempresas recurrentes en virtud de la íntima relación que existe entre ellas.

Las empresas integrantes de los Grupos económicos Coca-Cola Femsa, Proyección Corporativa (actual-mente Arca), Administración Peninsular Corporativa, Reynosa y Grupo Corporativo Tampico, así comola empresa Refrescos Unión S.A., en su primer agravio manifiestan que la resolución recurrida es violatoriade los artículos 1˚, 12, 14, 16 y 17 de nuestra Constitución toda vez que fueron condenadas sin que laspresuntas denunciantes hayan acreditado su representación, por ello, consideran que la denuncia debiódesecharse, y agregan que ello fue alegado en su contestación al oficio de presunta responsabilidad sinhaberse analizado debidamente en la resolución recurrida.

En principio las empresas recurrentes integrantes de los Grupos antes referidos repiten en su escrito dereconsideración algunos argumentos que ya habían sido expresados y asimismo atendidos en la resoluciónque se impugna. En efecto, tales consideraciones fueron tomadas en cuenta y contestadas en la resolucióndel veintiocho de febrero de dos mil dos, específicamente en la página 50 donde claramente se especificaque la representación de las denunciantes quedó debidamente acreditada conforme a derecho al señalarsetextualmente que “(...) Estas manifestaciones son infundadas ya que como las mismas emplazadas afirman,el artículo 24, fracción II, del RLFCE es claro al establecer que las copias simples son suficientes paraacreditar la personalidad del representante legal de un agente económico denunciante (...)”.

En atención a lo anterior, el argumento en análisis resulta inoperante.

Así las cosas las empresas de los grupos económicos Coca-Cola Femsa, Proyección Corporativa (actual-mente Arca), Administración Peninsular Corporativa, Reynosa y Grupo Corporativo Tampico, así comola empresa Refrescos Unión S.A. manifiestan, en su segundo agravio que la resolución recurrida esviolatoria de los artículos 14 y 16 constitucionales, ya que a su juicio, esta “(...) H. CFC admitió ladenuncia y tramitó el procedimiento en que se actúa sin que se haya acreditado en ninguna parte delexpediente que los denunciantes tengan interés jurídico para denunciar las prácticas monopólicas relati-vas que se imputan, ni que dichos denunciantes hayan demostrado que han sufrido o pueden sufrir undaño o perjuicio sustancial como consecuencia de las prácticas denunciadas (...)”, en este sentido seña-lan que “(...) las denunciantes (...) han aumentado sustancialmente su participación de mercado (...)”.Asimismo, afirman que dichos argumentos fueron ignorados por esta CFC al emitir su resolución.

Nuevamente las empresas integrantes de los Grupos antes mencionados hacen en su escrito de reconsideraciónun resumen reiterando las consideraciones contenidas en la resolución que se impugna, puesto que a página34 se aclaró “(...) Lo esgrimido por las emplazadas [hoy recurrentes] es infundado ya que por lo que respec-ta al interés jurídico de las emplazadas, éste sí fue acreditado ante esta autoridad. Pepsi Cola Mexicana,S.A. de C.V., Embotelladora Aga del Centro, S.A. de C.V. y demás denunciantes, acreditaron ante estaautoridad el interés jurídico para presentar la denuncia los días veintidós de febrero y tres de marzo de dosmil, ya que cumplieron con todos y cada uno de los requisitos necesarios señalados en los artículos 30,segundo párrafo de la LFCE y 24 del RLFCE. (...)”. A mayor abundamiento, cabe señalar que esta autori-dad realizó sendas prevenciones, de conformidad con la fracción III del artículo 25 del RLFCE, para queaclararan los escritos iniciales por lo que se refiere a la descripción de los hechos previstos en los artículos10, fracción VII, de la LFCE y 7º, fracciones I y III, del RLFCE, tal como se observa en el capítulo deantecedentes de la resolución que ahora se impugna. De esta manera, queda sin fundamento alguno laafirmación relativa a la suplencia de la queja, ya que no tiene razón de ser al haberse establecido en elmomento procesal oportuno los motivos por los que esta autoridad admitió la denuncia e inició la investiga-ción correspondiente. Es de aclararse a las empresas recurrentes que el hecho de que ningún detallista hayaobjetado las exclusivas que tienen celebradas no modifica la situación por la que se admitieron las denun-cias, toda vez que las denunciantes alegaron en su momento la existencia de un desplazamiento indebido así

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como la existencia de impedimentos para acceder al mercado relevante a través de ciertos canales de distri-bución, por lo que lo conducente fue determinar si las empresas denunciadas (hoy recurrentes) contaban ono con poder sustancial dentro del mercado relevante determinado y por ende establecer si eran o no pre-suntamente responsables de prácticas monopólicas relativas violatorias de los artículos 8º y 10, fraccionesIV y VII, de la LFCE y 7º, fracciones II y V, de su Reglamento, lo cual ocurrió al emitirse el oficio depresunta responsabilidad el veinticinco de octubre de dos mil.

Respecto a la afirmación de las empresas recurrentes en el sentido de que las denunciantes no demostraronel daño que han sufrido o puedan sufrir, es inoperante toda vez que en la página 35 de la resolución citadase estipuló “(...) Por lo que se refiere a que las denunciantes no acreditaron el daño o perjuicio que pudieronhaber sufrido, cabe señalar que el artículo 24 del RLFCE establece que las denuncias que se presenten antela CFC deberán contener “en su caso, los elementos que demuestren que ha sufrido o pueda sufrir un dañoo perjuicio, para efectos del artículo 38 de la Ley”. No obstante lo anterior es de señalarse que en losrespectivos escritos de denuncia (fojas 0003 a 0022) los agentes económicos hacen referencia a tales ele-mentos, motivo por el cual carece de fundamento lo esgrimido por las emplazadas (...).”

En este orden de ideas el agravio expresado por las recurrentes es inoperante toda vez que no hacen sinoreproducir, casi en términos literales, las manifestaciones expuestas en su escrito de contestación aloficio de presunta responsabilidad, las cuales ya han sido examinados y declarados sin fundamento.

Sustenta lo anterior la siguiente tesis jurisprudencial: CONCEPTOS DE VIOLACIÓN INOPERAN-TES. Octava época. Instancia: Primer Tribunal Colegiado del Segundo Circuito. Fuente: Gaceta delSemanario Judicial de la Federación, tomo 82, octubre de 1994, tesis II.1º. J/9, página 39.

Por lo anterior el agravio en estudio es inoperante.

Las empresas integrantes de los grupos económicos Coca-Cola Femsa, Proyección Corporativa (actual-mente Arca), Administración Peninsular Corporativa, Reynosa y Grupo Corporativo Tampico, así comola empresa Refrescos Unión S.A., en su primer agravio manifiestan que esta “(...) H. CFC omitió inves-tigar a mis representadas y no obstante lo anterior, y sin imputación alguna de conductas concretas en lasque se determinen circunstancias de modo, tiempo y lugar, las “encontró” “responsables” de la comisiónde prácticas monopólicas relativas y las condenó indebidamente en la resolución que se impugna. (...) Loanterior, resulta además inatendible pues desde su contestación al oficio de presunta responsabilidad,mis representadas explicaron claramente a esa H. Comisión que Embotelladora Soconusco, S.A. de C.V.,se había fusionado en el año 2000 con Inmuebles del Golfo, S.A. de C.V. (...)” Reiteran las empresasintegrantes de los Grupos antes referidos en su escrito de reconsideración un resumen de algunas consi-deraciones contenidas en la resolución que se impugna.

Contrario a lo afirmado por las recurrentes, dichas consideraciones fueron tomadas en cuenta y contesta-das en la resolución del veintiocho de febrero de dos mil dos, específicamente en la página 7, donde seseñala textualmente que:

(...) Vigésimo primero. Las empresas Embotelladora Femsa, S.A. de C.V., Bebidas Refrescan-tes de Nogales, S.A. de C.V., y Grupo Empresarial de Tepic, S.A. de C.V., no contestaron eloficio de presunta responsabilidad, por lo que se tuvieron por ciertos los hechos imputados alas mismas en el oficio citado, por así disponerlo el artículo 32 del RLFCE.

Por lo que se refiere a las empresas Embotelladora de Tlanepantla, S.A. de C.V., IndustriaEmbotelladora de México, S.A. de C.V., Refrescos y Aguas Nacionales, S.A. de C.V., Refres-cos de Oaxaca, S.A. de C.V., Embotelladora Sin Rival, S.A. de C.V., Distribuidora de BebidasValle de México, S.A. de C.V., Industria Refresquera del Valle, S.A. de C.V., DistribuidoraComercial Dico, S.A. de C.V., y Embotelladora Stege, S.A. de C.V., al haberse fusionado ocambiado de denominación como en el caso de Embotelladora de Soconuso, S.A. de C.V., se

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tuvo por contestado el oficio citado por las empresas fusionantes, lo cual se acordó en elmomento procesal oportuno. (...)

En este orden de ideas si las empresas recurrentes se limitan a repetir conceptos que ya fueron estudiadosy declarados infundados, lo procedente es declarar inoperantes los argumentos que pretende hacer valeren el presente agravio.

Sustenta lo anterior la tesis jurisprudencial: CONCEPTOS DE VIOLACIÓN INOPERANTES. Octavaépoca. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Fede-ración, tomo 62, febrero de 1993, tesis II.3o. J/42, página 28.

Por lo que respecta a lo manifestado de que “(...) Industria Envasadora de Querétaro no era parte delgrupo KOF, y no puede entenderse como una filial o subsidiaría de mis representadas (...).”

Es de señalar que lo manifestado por la recurrente es del conocimiento de esta CFC, tan es así que almomento de notificarle personalmente la resolución recurrida se le hizo en el domicilio por ella señaladoque es diverso al del Grupo Femsa (despacho diverso) y en este orden de ideas la hoy recurrente tuvopleno conocimiento de la multicitada resolución, ya que interpuso el presente recurso; por lo que resultainatendible el presente agravio.

Por su parte las empresas integrantes de los grupos Proyección Corporativa (actualmente Arca), Admi-nistración Peninsular Corporativa, Reynosa y Grupo Corporativo Tampico, así como la empresa Refres-cos Unión, S.A., en su agravio 3º señalan que esta CFC omitió investigarlas y no obstante ello se lesencontró responsables y se les condenó indebidamente en la resolución recurrida. Establecen que a lafecha no saben cómo fue que esta autoridad las encontró presuntamente responsables de la comisión deprácticas monopólicas relativas.

El agravio anterior es inoperante toda vez que como se señaló en la resolución recurrida, derivado de lainvestigación que realizó esta CFC se determinó la existencia del grupo Coca Cola, así como de lasempresas que lo integran, entre las que se encuentran las recurrentes. La información por la que sedeterminó dicha existencia fue presentada por los cinco grupos que tienen celebrado contrato de distribu-ción con TCCC (Femsa, Contal, Argos, El Carmen y Panamco), además de la obtenida de las páginas deInternet que a pie de página se indican en la foja 7863 del expediente DE-06-2000. Asimismo, no esdable argumentar como lo hacen las recurrentes que ignoran el por qué se les emplazó ya que dichascuestiones han sido resueltas en la resolución recurrida. Por último es infundado por lo que hace a laresolución impugnada, ya que ésta no violenta el artículo 349 del Código Federal de ProcedimientosCiviles (CFPC) como erróneamente afirman las recurrentes, toda vez que dicha resolución se ocupa decuestiones que fueron materia del “juicio”, toda vez que las recurrentes fueron incapaces de desvirtuar ensu contestación al oficio de presunta responsabilidad las imputaciones vertidas por esta autoridad endicho oficio. Aunado a lo anterior, debe considerarse para confirmar lo infundado de este agravio lasiguiente tesis: COMPETENCIA ECONÓMICA. EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO DE IN-VESTIGACIÓN DE PRÁCTICAS MONOPÓLICAS O CONCENTRACIONES, CONTENIDO EN LALEY FEDERAL CORRESPONDIENTE, NO VIOLA LA GARANTÍA DE AUDIENCIA. Novena épo-ca. Instancia: Pleno. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XII, agosto de 2000,tesis P. CXIII/2000, página 104. Amparo en revisión 643/99. Warner Bros. (México), S.A., 15 de mayode 2000. Unanimidad de diez votos. Ausente: Presidente Genaro David Góngora Pimentel, Ponente:Juan Díaz Romero, Secretario: José Luis Rafael Cano Martínez. El Tribunal Pleno, en su sesión privadacelebrada hoy once de julio en curso, aprobó, con el número CXIII/2000, la tesis aislada que antecede; ydeterminó que la votación es idónea para integrar tesis jurisprudencial. México, Distrito Federal, a oncede julio de dos mil.

En sus agravios 5º y 46, de las empresas integrantes de los grupos Reynosa y Proyección Corporativa(actualmente Arca) respectivamente, señalan que no fueron denunciadas por el embotellador de Pepsi

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Cola que compite en el territorio donde operan las recurrentes y no obstante ello fueron emplazadassegún ellas en calidad de “(...) presuntas investigadas (...)” y sancionadas en la resolución recurrida, loque violenta la garantía establecida en el artículo 14 de nuestra Constitución, además de denotar lainjustificada suplencia de la queja por parte de esta autoridad hacia las denunciantes.

El agravio anterior deviene inoperante toda vez que las empresas denunciantes, como ya se mencionóanteriormente, sí acreditaron el interés jurídico para presentar la denuncia ya que cumplieron con los requi-sitos señalados por los artículos 30 de LFCE y 24 del RLFCE. Respecto al argumento de la suplencia de laqueja no tiene sentido ya que se establecieron en el momento procesal oportuno los motivos por los que estaautoridad admitió la denuncia e inició la investigación correspondiente. Aunado a lo anterior, debe señalar-se que el hecho de que Industria Refresquera del Norte, S.A. de C.V., no haya presentado denuncia algunano varió en absoluto el objeto del procedimiento seguido ante esta autoridad en el expediente DE-06-2000que consistió en determinar la existencia de un desplazamiento indebido así como la existencia de impedi-mentos para acceder al mercado relevante a través de ciertos canales de distribución.

Por lo que respecta a la afirmación en el sentido de que Embotelladora del Caribe, S.A. de C.V., integran-te del grupo Administración Peninsular Corporativa, “(...) se encuentra cerrada y no realiza ningún tipode operación desde antes del inicio del procedimiento (...)” y sin embargo fue sancionada, lo que violentael artículo 349 del CFPC; el agravio es infundado toda vez que Embotelladora del Caribe, S.A. de C.V.,al momento de contestar el oficio de presunta responsabilidad el quince de enero del año próximo pasa-do, manifestó en su punto III relativo a las sociedades que contestaban el oficio de referencia (foja 17916del expediente DE-06-2000) que Embotelladora del Caribe, S.A. de C.V., sí tiene “(...) dentro de suobjeto social y llevan a cabo (...)” las actividades señaladas en el antecedente primero del acta notarial187, pasada ante la fe del licenciado Mario Augusto Esquivel Ancona, titular de la notaría pública núme-ro trece de la ciudad de Mérida, Estado de Yucatán (foja 18106 del expediente DE-06-2000). Es decir, enningún momento dentro del procedimiento la recurrente se manifestó en el sentido de que sus instalacio-nes se encontraban cerradas y no realizaba actividad alguna. Aunado a lo anterior, se resalta el hecho deque no aporta elemento de convicción al respecto, por lo que resulta infundada y temeraria su afirmación.

Las empresas Fomento Queretano, S.A. de C.V. e Industria Envasadora de Querétaro, S.A. de C.V.,manifestaron en el inciso b, de su segundo agravio que la denuncia presentada en el procedimientoadministrativo DE-06-2000 fue “(...) temeraria, injustificada e improcedente (...)” y que al desistirse lasempresas Distribuidora Nacional Mundet, S.A. de C.V., Jugos de Frutas Mundet, S.A. de C.V.,Embotelladora Mundet, S.A. de C.V. e Impulsora de Bebidas Carsa, S.A. de C.V., se confirmó la legali-dad de las prácticas sancionadas, ya que éstas son conductas comunes en la industria de bebidascarbonatadas.

Dicho argumento es infundado, ya que el desistimiento suscitado en el procedimiento, en primer lugar,no varió en lo absoluto el procedimiento seguido ante esta Comisión ya que al estar sustentado en la leyreglamentaria del artículo 28 constitucional es de orden público e interés social al tener por objetivodeterminar si las conductas investigadas dañan o no el proceso de competencia y libre concurrencia, talcomo se acreditó mediante la resolución que hoy se recurre.

En segundo lugar, cabe reiterar que el proceso que se sigue ante esta Comisión tiene por objeto la protec-ción del proceso de competencia y libre concurrencia mediante la prevención, investigación y combatede los monopolios, prácticas monopólicas, concentraciones prohibidas y demás restricciones al funcio-namiento eficiente de los mercados de bienes y servicios en el país.

Dichas atribuciones suponen la posibilidad de iniciar investigaciones, bien sea de oficio o a peticiónde parte, para detectar y sancionar, en su caso, la comisión de prácticas monopólicas atribuibles adeterminados agentes económicos, cuyos actos tengan por objeto o efecto dañar o impedir el procesode competencia y libre concurrencia en la producción, procesamiento, distribución y comercializaciónde bienes o servicios.

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Así, de conformidad con el artículo 8º de la LFCE, quedan prohibidos los monopolios, así como las prácti-cas monopólicas que, en los términos de la misma ley, disminuyan, dañen o impidan la competencia y lalibre concurrencia en la producción, procesamiento, distribución y comercialización de bienes o servicios.

De esta manera al tener esta Comisión la obligación de velar por el sano proceso de competencia, resultairrelevante que algunos de los agentes económicos se hayan desistido, pues el procedimiento, al ser deorden público e interés social, una vez iniciado no se suspende ni interrumpe sino hasta el momento dedictar resolución final.

En este orden de ideas, es intrascendente la razón por la que algunas denunciantes se hayan desistido desu denuncia, debiendo dejarse en claro que las recurrentes ni siquiera acreditan que las empresas denun-ciantes se desistieron debido a que las prácticas monopólicas relativas sancionadas son prácticas comu-nes en el mercado de distribución de bebidas carbonatadas.

Por otro lado, en el inciso d, del agravio 2˚, de los escritos de recurso de las empresas Fomento Queretano,S.A. de C.V. e Industria Envasadora de Querétaro, S.A. de C.V., se afirma que la resolución contieneseveras irregularidades ya que a su parecer existió, en el período de investigación una parcialidad hacialas denunciantes que se vio reflejada en el sentido de la resolución que recurren. En este sentido señalanque no fueron requeridas durante la investigación de manera particular lo que vulneró su garantía deaudiencia y la garantía de legalidad. Igualmente las empresas integrantes de los grupos Coca Cola Femsa,Proyección Corporativa (actualmente Arca), Administración Peninsular Corporativa, Reynosa y GrupoCorporativo Tampico, así como la empresa Refrescos Unión, S.A., establecen en su agravio 9º, que laresolución recurrida “(...) adolece de severos vicios constitucionales pues violenta las garantías (...)”consagradas por los artículos 14, 16 y 17 de nuestra Constitución pues consideran que existió un usoarbitrario de las facultades investigadoras por parte de esta Comisión a favor de las denunciantes y quecon ello, se buscó proteger los intereses de algunos competidores, situación que a su juicio demuestra elsesgo a favor de las denunciantes; añaden estas empresas que en la resolución recurrida se omitió inves-tigar la cifra de contratos de exclusividad que manejan cada una de las empresas integrantes de losgrupos económicos previamente citados.

Lo anterior carece de fundamento. Debe señalarse al respecto que el procedimiento de investigaciónestablecido en la LFCE y su Reglamento no prevé la participación de las denunciadas. En este orden deideas, es esta Comisión, con fundamento en el artículo 31 de la LFCE quien en ejercicio de sus atribucio-nes se encarga de verificar el cumplimiento de la ley de la materia. En el caso que nos ocupa, ejerciendoesas facultades de verificación del cumplimiento de la LFCE inició una investigación en relación con lapresunta realización de conductas violatorias de la ley que fueron denunciadas, concluida la investiga-ción si se determina que existe una presunta responsabilidad se emite el oficio de presunta responsabili-dad con el cual se emplaza al o a los presuntos responsables al procedimiento. Es de reiterarse que elobjeto de la ley es la protección al proceso de competencia y libre concurrencia y en ese sentido elsupuesto sesgo a favor de las denunciantes por lo antes expuesto resulta absurdo, toda vez que lo únicoque se busca en dicha etapa es determinar si los agentes económicos denunciados cumplen con la legis-lación de la materia.

El hecho de que esta Comisión haya determinado emplazar con el oficio de presunta responsabilidad alas empresas recurrentes se debe a que al ser integrantes del grupo económico Coca Cola, el cual cuentacon poder sustancial en el mercado relevante investigado, las conductas realizadas implicaban la comi-sión de prácticas monopólicas relativas violatorias de la LFCE.

Respecto al porcentaje de contratos de exclusividad que tienen celebrados las recurrentes de maneraindividual debe aclarárseles que todas las empresas recurrentes conforman el grupo económico CocaCola, por lo que dichos argumentos son insostenibles al haberse demostrado a lo largo del procedimientoque las empresas sancionadas tienen celebrados contratos de exclusividad mediante los cuales han logra-do aumentar su participación de mercado de 67.5% en mil novecientos noventa y siete a 72.1% en mil

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novecientos noventa y nueve; esto es, estableciendo exclusividades a cambio de los cuales entrega incen-tivos que en valor monetario ascendió de 383.7 millones de pesos en mil novecientos noventa y siete a634.8 millones de pesos en mil novecientos noventa y nueve. Lo anterior, con el consecuente desplaza-miento de los demás agentes económicos participantes en el mercado relevante, quienes vieron reducidasu participación de mercado.

En el agravio 31 de los escritos de recurso interpuestos por las empresas integrantes de los grupos CocaCola Femsa, Proyección Corporativa (actualmente Arca), Administración Peninsular Corporativa, Reynosay Grupo Corporativo Tampico, así como la empresa Refrescos Unión, S.A., se establece que esta Comi-sión violenta las garantías de legalidad e imparcialidad consagradas en los artículos 14, 16 y 17 constitu-cionales toda vez que del texto de la resolución recurrida no se desprende que esta autoridad haya reali-zado una investigación de campo que le permitiera comprobar la verdad histórica por lo que consideranque dicha resolución se fundó únicamente en el dicho de las denunciantes y sólo se aceptó lo alegado porellas. Al respecto las empresas integrantes de los grupos Argos y Servicios Ejecutivos del Noroesteafirman en su agravio PRIMERO que esta CFC no se pronunció en la resolución recurrida acerca de laafirmación hecha en sus contestaciones al oficio de presunta responsabilidad en el sentido de que lainvestigación de campo hubiera servido para comprobar la autenticidad de las actas notariales presenta-das como anexos en los escritos de denuncia. Las empresas integrantes de los grupos Coca Cola Femsa,Proyección Corporativa (actualmente Arca), Administración Peninsular Corporativa, Reynosa y GrupoCorporativo Tampico, así como la empresa Refrescos Unión, S.A., señalan que en el expediente no seaprecia que esta Comisión haya realizado las diligencias correspondientes de comprobación directa de loafirmado por las denunciantes, lo que trascendió al sentido de la resolución recurrida.

El argumento anterior es infundado ya que como se mencionó en la resolución recurrida, esta Comisióndeterminó la presunta responsabilidad de las denunciadas con base en toda la información obtenidadurante la etapa de investigación. Una vez generado el oficio de presunta responsabilidad los agenteseconómicos tuvieron la oportunidad de desvirtuar los hechos imputados y ofrecer los medios probatoriosque consideraran pertinentes. Aun cuando ofrecieron diversas probanzas, entre ellas la de inspecciónjudicial, ninguna de ellas fue el medio probatorio idóneo, tal como se describe en las páginas 61 y 67 dela resolución recurrida, para desacreditar lo imputado en el oficio de presunta responsabilidad, por lo queesta Comisión procedió a sancionarlos en términos de los puntos resolutivos de la resolución recurridapor las razones expresadas en las consideraciones de derecho. Respecto a la afirmación de que no serealizó una sola diligencia de comprobación directa, lo afirmado por las recurrentes es falso ya que delexpediente DE-06-2000 se desprende que derivado de la información presentada por las denunciantes,así como de aquella presentada por los agentes económicos investigados, se desprendieron elementos deconvicción suficientes para sustentar la presunta responsabilidad de las empresas ya sancionadas.

En otro orden de ideas, manifiestan las empresas integrantes de los Grupos económicos Coca-Cola Femsaen su agravio cuadragésimo cuarto, Proyección Corporativa (actualmente Arca) en su agravio cuadragé-simo tercero, Administración Peninsular Corporativa, Reynosa y Grupo Corporativo Tampico, así comola empresa Refrescos Unión S.A., en su cuadragésimo segundo agravio, que “(...) el acuerdo de inicio deinvestigación y la emisión del OPR corrió a cargo del Presidente y Secretario Ejecutivo de la CFC,funcionarios éstos que no tienen facultades específicas para realizar los actos señalados, lo cual indicaque actuaron en forma ultra vires, es decir, fuera del ámbito de sus atribuciones, pues arrogaron el ejer-cicio de funciones que al no estarles atribuidas de manera directa, le correspondían al Pleno de la Comi-sión Federal de Competencia (...)”.

El agravio antes citado es inatendible ya que las empresas recurrentes en la contestación al oficio depresunta responsabilidad, momento procesal oportuno para realizar las manifestaciones correspondien-tes a la etapa de investigación llevada a cabo por esta autoridad, no manifestaron al respecto argumentoalguno por lo que al exponer el presente agravio pretenden introducir nuevos elementos que no fueronabordados en su escrito de contestación al oficio del veinticinco de octubre de dos mil y por lo tantointentan perfeccionar las carencias del citado escrito.

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Sustenta el anterior criterio la siguiente tesis jurisprudencial: AGRAVIOS EN LA REVISIÓN. Quintaépoca. Instancia: Cuarta Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, tomo XLVII, página 2078.

Las empresas integrantes de los grupos Argos y Servicios Ejecutivos del Noroeste señalan en su agravioPRIMERO que no se explican cómo es que esta CFC haya insistido en declararlas como responsables delas prácticas con base en un estudio de Global Researh pues en la página 130 de la resolución recurridaesta autoridad admite que las fe de hechos carecen de valor probatorio.

Este agravio es infundado ya que las recurrentes pretenden limitar las razones por las que esta autoridadlas encontró responsables de la comisión de prácticas monopólicas relativas violatorias de los artículos8˚ y 10, fracciones IV y VII, de la LFCE, esta última con relación al artículo 7˚, fracciones II y V, de suReglamento. Al respecto no debe olvidarse que las empresas recurrentes al ser parte y conformar elgrupo económico Coca Cola cuentan con poder sustancial en el mercado relevante de bebidas carbonatadaspor lo que las prácticas que realizan dentro de ese mercado consistentes en la venta o transacción de lasbebidas carbonatadas sujeta a la condición de no adquirir, vender o proporcionar las producidas, proce-sadas, distribuidas o comercializadas por un tercero en el mercado relevante; así como el otorgamientode descuentos a los compradores con el requisito de exclusividad en la distribución o comercializaciónde los productos relevantes obstaculizan el proceso productivo y reducen la demanda de sus competido-res lo que implica un desplazamiento indebido de competidores que es contrario al proceso de competen-cia y libre concurrencia en el mercado antes citado. La pertenencia a dicho grupo quedó acreditada en laresolución recurrida; el mercado relevante y el poder sustancial no pudieron ser desvirtuados en lascontestaciones al oficio de presunta responsabilidad; y, de los elementos aportados durante el procedi-miento DE-06-2000, así como del estudio de Global Research, llevó a esta autoridad a confirmar queefectivamente las empresas hoy recurrentes realizan conductas constitutivas de prácticas monopólicasrelativas violatorias de la LFCE, lo que daña o afecta el proceso de competencia y de libre concurrenciatal como se puede apreciar en la página 132 y siguientes de la resolución recurrida.

Respecto a este estudio y otros documentos que obran en el expediente DE-06-2000, las empresas inte-grantes de los grupos Coca Cola Femsa, Proyección Corporativa (actualmente Arca), AdministraciónPeninsular Corporativa, Reynosa y Grupo Corporativo Tampico, así como la empresa Refrescos Unión,S.A., señalan en sus agravios 16 y 22 que tanto la admisión como la valoración de las pruebas relaciona-das en la resolución recurrida fueron indebidas. Respecto a la admisión, señalan que se violentaron losartículos 32 y 33 de la LFCE ya que no debieron de admitirse ni el estudio de Global Research ni las actasde fe de hechos, al contener errores metodológicos. Señalan que dichos documentos fueron objetados ensu oportunidad por lo que no pudieron tener pleno valor probatorio. Con relación a la valoración de laspruebas admitidas por esta autoridad, visible en las páginas 111 a 127, 129 y 135 a 137 de la resoluciónrecurrida, afirman que fue incompleta y carente de lógica, y señalan que no se dio valor probatorio a lasactas de fe de hechos ofrecidas por las recurrentes, siendo que debió habérsele dado ya que no fueronobjetadas por las denunciantes. Además establecen que existió una valoración incorrecta de los reportestrimestrales de Pepsi Gemex a la Bolsa Mexicana de Valores; de las pruebas periciales en mercadotecnia,en materia contable, en finanzas, notas periodísticas, así como las pruebas instrumentales y presuncionales.En el mismo sentido expresan las empresas integrantes de los grupos Argos y Servicios Ejecutivos delNoroeste en sus agravios OCTAVO inciso D, subincisos a y d, de su escrito de recurso, que existió unasupravaloración del estudio de Global Research. Las empresas Fomento Queretano, S.A. de C.V., eIndustria Envasadora de Querétaro, S.A. de C.V., en el inciso d, de su agravio 2˚, se pronuncian en elmismo sentido que las anteriores recurrentes al afirmar que las pruebas utilizadas para condenarlas fue-ron unilaterales. De igual manera las empresas embotelladoras del grupo Fomento Queretano en suagravio TERCERO letras A, C, E y QUINTO, inciso a, señalan agravios coincidentes a los anteriores.

Tales argumentos son inoperantes, toda vez que en primer lugar, respecto a las afirmaciones relativas a lasupuesta violación de los artículos 32 y 33 de la LFCE y 202 del CFPC por la unilateralidad de las pruebasofrecidas por las denunciantes al haberse hecho bajo su encargo y respecto de la metodología del estudio deGlobal Research, se remite a las recurrentes a la página 46 de la resolución recurrida donde se aprecia que

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esta CFC ya se ha pronunciado al respecto. En cuanto a las afirmaciones relativas a la no objeción de laspruebas ofrecidas por las empresas sancionadas en el procedimiento DE-06-2000 por parte de las denun-ciantes, dicha figura procesal no es aplicable al procedimiento que se ventila toda vez que éste reviste uncarácter administrativo y no civil, al tener por objeto la protección del proceso de competencia y libreconcurrencia de conformidad con lo establecido en el artículo 28 de nuestra Constitución. Apoya lo anteriorla siguiente tesis: COMPETENCIA ECONÓMICA. LAS CARACTERÍSTICAS DEL PROCEDIMIEN-TO ESTABLECIDO EN LA LEY FEDERAL CORRESPONDIENTE, LO IDENTIFICAN COMO AD-MINISTRATIVO Y NO COMO CIVIL. Novena época. Instancia: Pleno. Fuente: Semanario Judicial de laFederación y su Gaceta, tomo XII, agosto de 2000, tesis P. CXII/2000, página 108. Amparo en revisión 643/99. Warner Bros. (México), S.A., 15 de mayo de 2000. Unanimidad de diez votos. Ausente: PresidenteGenaro David Góngora Pimentel, Ponente: Juan Díaz Romero, Secretario: José Luis Rafael Cano Martínez.El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy once de julio en curso, aprobó, con el número CXII/2000, la tesis aislada que antecede; y determinó que la votación es idónea para integrar tesis jurisprudencial.México, Distrito Federal, a once de julio de dos mil.

Por último en relación con los argumentos relativos a la valoración realizada por esta autoridad respectode las pruebas ofrecidas por los agentes económicos en el procedimiento DE-06-2000 son infundados yaque esta autoridad, conforme a derecho, otorgó el valor a cada una de dichas pruebas, haciendo uso de lasfacultades que le otorga el artículo 197 del CFPC de aplicación supletoria en la materia. El hecho de quelas pruebas ofrecidas hayan tenido una valoración desfavorable a las recurrentes no significa que estaautoridad haya actuado en forma arbitraria, sino que los elementos aportados por las empresas sanciona-das para comprobar su dicho y desvirtuar las imputaciones realizadas en el oficio de presunta responsa-bilidad no fueron los idóneos o en su caso no tuvieron la fuerza probatoria necesaria para lograr tal fin.

Las empresas integrantes del grupo Fomento Queretano, en su agravio TERCERO letra B, argumentanque esta CFC omitió pronunciarse en la resolución recurrida a la objeción del elemento de convicciónpresentado el once de julio de dos mil por Embotelladora Aga de México, S.A. de C.V., EmbotelladoraAga del Centro, S.A. de C.V., Aga de Occidente, S.A. de C.V., Distribuidora Nacional Mundet, S.A. deC.V., Jugos de Frutas Mundet, S.A. de C.V., Embotelladora Mundet, S.A. de C.V. e Impulsora de Bebi-das Carsa, S.A. de C.V., consistente en una copia de la publicación Beverage Digest, del dieciséis dejunio de dos mil que está redactada en idioma extranjero y no se acompañó su traducción, lo cual estimacontraviene lo estipulado por la legislación aplicable y le causa perjuicio.

Tal agravio es inoperante por las razones que se señalan a continuación. En primer lugar, debe decirseque el momento procesal oportuno para que el agente económico realizara la observación de referenciafue al momento de dar contestación al oficio de presunta responsabilidad, situación que no aconteció enel caso que nos ocupa ya que no hizo manifestación alguna al respecto, lo cual se puede apreciar en suescrito del siete de diciembre de dos mil, fecha en que presentó su contestación y no expresó manifesta-ción al respecto, fojas 9537 a 9573 del expediente DE-06-2000.

En segundo lugar la citada publicación no fue utilizada ni para determinar la presunta responsabilidad delas recurrentes ni para sancionarlas, lo cual se puede apreciar en las consideraciones de derecho de laresolución que se recurre. La mención que se realiza de la publicación se da en el capítulo de antecedentesdel oficio de presunta responsabilidad (antecedente vigésimo segundo) y en el mismo capítulo de la resolu-ción recurrida (antecedente vigésimo sexto), a manera de descripción cronológica de los sucesos ocurridos,siendo éstas las únicas referencias al respecto realizadas dentro del procedimiento DE-06-2000. Por loanterior debe concluirse que no se causó afectación alguna a las recurrentes, siendo en consecuencia infun-dado lo esgrimido por las recurrentes. Sirve de apoyo a lo anterior por analogía la siguiente tesis: DOCU-MENTOS RECIBIDOS DE MANERA ILEGAL. VIOLACIÓN INOPERANTE. Octava época. Instancia:Primer Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación, tomoIII, segunda parte-1, enero a junio de 1989, página 304. Primer Tribunal Colegiado del Décimo PrimerCircuito. Amparo directo 689/87. Emigdio Cervantes Calixto. 16 de febrero de 1989. Unanimidad de votos.Ponente: Luis Gilberto Vargas Chávez, Secretario: Luis Ángel Hernández Hernández.

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En el agravio PRIMERO del escrito de recurso de reconsideración las empresas integrantes del grupoArgos señalan que de la información que presentaron anexa al escrito del cinco de junio de dos mil, endesahogo del requerimiento de información hecho por esta autoridad en la etapa de investigación, estaCFC al emitir la resolución recurrida tomó únicamente lo que le convenía, sancionando sin fundamentoalguno a la recurrente, en especial señalan que esta autoridad hizo caso omiso de los contratos presenta-dos consistentes en el contrato de exclusividad celebrado por Embotelladora La Frontera, S.A. de C.V. ylos locatarios del Mercado Cuauhtémoc, así como el contrato para venta preferente celebrado entre laEscuela Secundaria Federal número 12 y Embotelladora de Chihuahua, S.A. de C.V., presumiendo demanera ilegal responsabilidad a las empresas recurrentes y posteriormente sancionándolas por la comi-sión de las prácticas monopólicas relativas.

Lo anterior deviene infundado toda vez que las recurrentes omiten en su análisis que esta Comisiónlejos de pasar por alto los contratos que le fueron presentados, por el contrario los tomó en cuenta.En efecto, en el oficio de presunta responsabilidad, específicamente en su página 24, se detalló elnúmero de contratos presentados por los agentes económicos investigados de la siguiente manera:

(...)

El número de contratos presentados por las empresas se resume a continuación:

TIPO TCCEC FEMSA ARGOS PANAMCO CONTAL EL CARMEN TOTAL

Contrato de exclusividad 10 8 1 7 3 0 29

Contrato de preferencia comercial 0 1 1 3 2 0 7

Contrato de comodato 0 5 9 0 5 10 29

(...)

En atención a dichos contratos y al análisis realizado en las páginas 23 a 26 del oficio de presuntaresponsabilidad esta autoridad determinó que los contratos de preferencia comercial si bien son de esanaturaleza, establecen la exclusividad en la venta de los productos Coca Cola, al incluir cláusulas en esesentido. En cuanto a los contratos de exclusividad es obvio que contienen dicha obligación para podergozar de los beneficios otorgados como contraprestación a la exclusividad.

Asimismo, tal como se establece en la página 53 de la resolución impugnada “(...) esta autoridad basó ladeterminación de los grupos económicos atendiendo a lo siguiente: a. La similitud de los contratos deexclusividad y preferencia comercial celebrados por las diferentes embotelladoras con los detallistas, loscuales obran en el expediente. (...)” por lo que fue precisamente la coincidencia entre los contratos deexclusividad y de preferencia comercial presentados por TCCEC y las empresas integrantes de los gru-pos Coca Cola Femsa, Argos, Panamco, Contal y el Carmen, lo que esta Comisión tomó en considera-ción y valoró objetivamente, los cuales únicamente varían de manera mínima en el capítulo decontraprestaciones o incentivos; tal como lo corrobora la propia recurrente al precisar en la página 20 desu escrito de recurso que “(...) la mayoría de los detallistas clientes de nuestras mandantes no recibenincentivos a cambio (...)”. En este orden de ideas, fueron precisamente las similitudes antes aludidas enlos contratos presentados lo que llevó a suponer a esta autoridad que existen lineamientos del GrupoCoca Cola para establecer el contenido y naturaleza de estos contratos y que se configura la prácticamonopólica imputada.

Las empresas integrantes de los Grupos Coca-Cola Femsa, Proyección Corporativa (actualmente Arca),Administración Peninsular Corporativa, Reynosa y Grupo Corporativo Tampico, así como la empresaRefrescos Unión S.A., en su cuarto agravio; las empresas embotelladoras de los Grupos El Carmen,Contal, Panamco, Yoli, Coordinación Industrial Mexicana, Corporativo Arma, S.A. de C.V., Grupo Con-

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tinental, S.A. de C.V., Panamco México, S.A., Coordinación Industrial Mexicana, S.A. de C.V.,Embotelladora de Colima, S.A. de C.V., Embotelladora las Margaritas, S.A. de C.V. y Embotelladora deCuautla, S.A. de C.V., en sus agravios marcados con los números I, inciso 1; así como TCCEC en suagravio identificado con el número II, inciso 1, respectivamente, manifiestan que la resolución recurridadeviene ilegal en virtud de que a su juicio fue dictada con base en un procedimiento ilegal, sustentandicha ilegalidad en el hecho de que esta “(...) CFC extendió su investigación por un plazo mucho mayorque el autorizado por la LFCE y su Reglamento, sin que mediaran acuerdos de ampliación de plazo quedieran certeza jurídica a mis representadas (...).”

Nuevamente las empresas integrantes de los Grupos antes mencionados hacen en su escrito dereconsideración un resumen reiterando las cuestiones que ya fueron alegadas y contestadas en la resolu-ción recurrida tal como se puede apreciar en la página 39.

Conforme con lo manifestado son aplicables las siguientes tesis jurisprudenciales: AGRAVIOS EN LAREVISIÓN INOPERANTES PORQUE REPRODUCEN CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. Octava épo-ca. Instancia: Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Primer Circuito. Fuente: Semanario Judicial de laFederación, tomo XIV, septiembre de 1994, tesis XXI, 1o. 103 K, página 250. AGRAVIOS INOPERAN-TES EN LA REVISIÓN. SON AQUELLOS QUE REPRODUCEN CONCEPTOS DE VIOLACIÓN,SIN COMBATIR LAS CONSIDERACIONES DE LA SENTENCIA RECURRIDA. Octava época. Ins-tancia: Tercera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, tomo VII, febrero de 1991, tesis 3a.III/91, página 46. CONCEPTOS DE VIOLACIÓN INOPERANTES. Octava época. Instancia: Tribuna-les Colegiados de Circuito, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, tomo 62, febrero de1993, tesis II.3o. J/42, página 28.

De lo anterior se puede concluir que el agravio en análisis es inoperante.

Las empresas integrantes de los Grupos económicos Coca-Cola Femsa, Proyección Corporativa (actual-mente Arca), Administración Peninsular Corporativa, Reynosa y Grupo Corporativo Tampico, así comola empresa Refrescos Unión S.A., en su décimo tercer agravio; las empresas embotelladoras de los Gru-pos Argos y Servicios Ejecutivos del Noroeste en su agravio primero; las empresas embotelladoras de losGrupos El Carmen, Contal, Panamco, Yoli, Coordinación Industrial Mexicana, en su agravio marcadocon el número I, inciso 1; Corporativo Arma, S.A. de C.V., Grupo Continental, S.A. de C.V., PanamcoMéxico, S.A., Coordinación Industrial Mexicana, S.A. de C.V., en su agravio marcado con el número I,inciso 2; Embotelladora de Colima, S.A. de C.V., Embotelladora las Margaritas, S.A. de C.V.,Embotelladora de Cuautla, S.A. de C.V., en su agravio marcado con el número I, inciso 2; así comoTCCEC en su agravio II, inciso 2, respectivamente manifiestan que esta CFC omitió cumplir su obliga-ción de fundar y motivar adecuadamente sus “(...) resoluciones (...)” y actos, ya que en los antecedentesy considerandos tanto del oficio de presunta responsabilidad con el que fueron emplazadas como de laresolución que ahora se impugna, carecen de estructura lógica y de claridad, además de que no existenimputaciones directas y específicas de las supuestas conducta con las cuales se actualice alguna viola-ción a la LFCE o su Reglamento.

Específicamente argumentan las recurrentes que “(...) en la resolución impugnada no se imputa de mane-ra directa y concreta una sola conducta violatoria de la LFCE o su reglamento a mis representadas, en lacual se especifiquen las modalidades de tiempo, lugar, modo y persona, no obstante lo cual se les sancio-na en términos de los resolutivos impugnados (...).”

Al respecto debe señalarse que nuevamente las empresas integrantes de los Grupos antes mencionadoshacen en su escrito de recurso de reconsideración un resumen reiterando los argumentos ya esgrimidoscon anterioridad en el sentido de que el oficio de presunta responsabilidad carece de estructura lógica,además de no contar con una sola referencia concreta para imputar responsabilidad a los agentes econó-micos denunciados, lo que genera que dicho oficio sea oscuro, cuestiones que ya fueron atendidas en laresolución que se impugna y respecto de las cuales no se esgrime agravio alguno.

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En efecto, en las páginas 50 y 51 de la resolución impugnada se señaló que lo afirmado respecto a estepunto por las emplazadas, hoy recurrentes, es infundado ya que el oficio de presunta responsabilidad delveinticinco de octubre de dos mil cumple con lo establecido por el artículo 30 del RLFCE al contener losnombres de las presuntas responsables, una descripción de los hechos materia de las prácticas monopólicasque imputaron, los artículos de la legislación de la materia que se estimaron violados, así como loselementos en que se apoyó la presunta responsabilidad. En virtud de dicho cumplimiento, resulta inex-plicable que afirmen que el oficio de referencia carece de un nexo entre los hechos afirmados y loselementos de convicción recabados, ya que dentro del texto del mismo se encuentran descritos los he-chos materia de las prácticas monopólicas, así como establecidos los artículos que se estiman violados ylos elementos en que se apoya la presunta responsabilidad de las emplazadas, por lo que resulta incom-prensible el agravio que se contesta cuando fueron las propias empresas recurrentes las que admitieronformar parte del sistema Coca-Cola y afirmaron que existen contratos de exclusividad. En efecto, ningu-na de las empresas emplazadas y hoy recurrentes negó tener participación con el producto Coca-Cola,cualquiera que ésta fuera, y ello fue debidamente explicado desde el oficio de presunta responsabilidad.

En este sentido, resulta procedente de nueva cuenta orientar sobre la naturaleza del oficio de presuntaresponsabilidad ya que éste no reviste el carácter de resolución; la única resolución dentro del procedimien-to administrativo seguido en forma de juicio ante esta autoridad fue precisamente la del veintiocho defebrero de dos mil dos y que ahora se recurre. Si bien las emplazadas confunden la naturaleza del oficio depresunta responsabilidad, debe señalarse que dicho oficio cumple con el principio de congruencia que deberespetar toda “sentencia”, ya que contiene los requisitos legales, cuenta con claridad y precisión en suredacción, hace referencia a todas las cuestiones sujetas a investigación y cuando se determina la situaciónjurídica de las empresas emplazadas, se expresan las causas y fundamentos que se utilizaron para alcanzartales conclusiones. En virtud de lo anterior, es claro que esta autoridad respetó el análisis de lo investigadoy aplicación de los preceptos legales correspondientes para así poder determinar la presunta responsabili-dad de las empresas que hoy recurren la resolución recaída al expediente DE-06-2000.

Respecto a la inclusión en el oficio de presunta responsabilidad de extractos de la resolución emitida por elPleno de esta CFC el veintinueve de abril de mil novecientos noventa y nueve, referente a la operación entreThe Coca Cola Company y Cadbury Schweppes, la cual alegan las recurrentes sirvió para la determinacióndel mercado relevante, es de aclarársele que tales argumentos e información no fueron los únicos factorespara definir el mercado relevante de bebidas carbonatadas ni el poder sustancial en el expediente DE-06-2000, ya que como en el propio texto del oficio de presunta responsabilidad se indica (página 30), los datosaportados por dichos extractos son parte de los elementos tendientes a determinar el mercado relevante,habida cuenta que a ellos tienen accesos los agentes económicos hoy empresas recurrentes, a través de laspublicaciones tales como la Gaceta, los Informes Anuales y el Diario Oficial de la Federación, por serinformación que se difunde en términos de lo ordenado por el artículo 2º del RLFCE.

En este orden de ideas las empresas recurrentes no hacen sino reproducir en su agravio, casi en términosliterales, los argumentos expuestos en su escrito de contestación al oficio de presunta responsabilidad,que ya han sido examinados y atendidos oportunamente en la resolución que hoy se recurre y respecto delos cuales no se formulan nuevas argumentaciones que cumplan con los requisitos para ser consideradoscomo agravios, motivo por el cual resultan inoperantes.

Resulta aplicable la siguiente tesis jurisprudencial: AGRAVIOS EN LA REVISIÓN INOPERANTESPORQUE REPRODUCEN CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. Octava época. Instancia: Primer TribunalColegiado del Vigésimo Primer Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación, tomo XIV, sep-tiembre de 1994, tesis XXI. 1o. 103 K, página 250.

Por último en relación con las afirmaciones de las recurrentes en el sentido de que la resolución recurridacarece de estructura lógica y claridad debido a que no existe una sola imputación directa y específica deconducta con la que se actualice alguna violación a la LFCE o su Reglamento, se observa de nuevacuenta la ambivalencia de las declaraciones de las recurrentes debido a que una vez más buscan, infruc-

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tuosamente, desconocer su pertenencia al grupo económico Coca Cola, siendo que como ya se expresóen el presente agravio fueron las propias recurrentes quienes admitieron formar parte del sistema Coca-Cola, aceptaron la existencia de los contratos de exclusividad y nunca negaron tener participación en lacadena productiva del producto Coca-Cola, todo lo anterior fue debidamente explicado en el oficio depresunta responsabilidad y ratificado en la resolución recurrida.

Las empresas integrantes de los grupos el Carmen, Contal, Panamco, Yoli, Coordinación Industrial Mexi-cana, así como las empresas Embotelladora de Cuautla, S.A. de C.V., Embotelladora Las Margaritas,S.A. de C.V. y Embotelladora de Colima, S.A. de C.V., en su agravio I, número 3, incisos a-d, y TCCECen su agravio II, número 3, incisos a-d, señalan que entre todas las empresas sancionadas en el expedien-te DE-06-2000 se configuró un litisconsorcio pasivo necesario al existir: pluralidad de partes que actúancomo demandados en un proceso; una relación procesal única y una sola acción; autonomía de los suje-tos procesales y una sola resolución que forma estado en todos los sujetos procesales en virtud de que sedecide sobre una misma causa. Que en virtud de ello esta CFC estaba obligada a reponer todo el proce-dimiento a partir de las sentencias dictadas en los juicios de amparo descritos en los antecedentes vigé-simo noveno a trigésimo quinto de la resolución recurrida (fojas 30872 a 30875 del expediente DE-06-2000), así como en los antecedentes sexto y séptimo de la presente resolución. Por su parte las empresasintegrantes de los grupos Coca Cola Femsa, Proyección Corporativa (actualmente Arca), AdministraciónPeninsular Corporativa, Reynosa y Grupo Corporativo Tampico, así como la empresa Refrescos Unión,S.A., en su agravio 12 expresan que lo único procedente hubiera sido cerrar el único expediente que estaCFC tramitó, esto es el DE-06-2000. Manifiestan que esta CFC, después de la sentencia dictada por el C.Juez Séptimo de Distrito, cuyo cumplimiento quedó relacionado en el antecedente vigésimo noveno dela resolución recurrida, reconoció de facto que no existía el Grupo Coca Cola, sino que cada agenteinvestigado tenía vida propia y que se trataba de entidades jurídicas y económicas independientes entresí, por lo que acordó dejar sin efectos el oficio de presunta responsabilidad únicamente por lo que hacíaa Embotelladora Tecomán, S.A. de C.V., igualmente cuando las recurrentes solicitaron el cierre del expe-diente por existir litisconsorcio pasivo necesario, esta autoridad consideró que las recurrentes eran inde-pendientes entre sí. En este mismo orden de ideas, las empresas integrantes del grupo AdministraciónPeninsular Corporativa señalan que esta CFC reconoció expresamente en la página 49 de la resoluciónrecurrida que se tramitó un solo procedimiento de investigación y por lo tanto se emitió un solo oficio depresunta responsabilidad. En estos términos, las empresas integrantes de los grupos Argos y ServiciosEjecutivos del Noroeste en su agravio SEGUNDO expresaron que la resolución recurrida debe revocarsetoda vez que tal es el efecto de las ejecutorias mencionadas con anterioridad al haber existido en elprocedimiento DE-06-2000 un litisconsorcio pasivo necesario. Señalan que la primera ejecutoria deamparo (antecedente vigésimo noveno de la resolución recurrida) concedió la protección constitucionalrespecto del oficio de presunta responsabilidad, por lo que esta autoridad debió acatar esa ejecutoria, delo contrario se violan los efectos del litisconsorcio pasivo necesario en cuanto a que no pueden existirsentencias autónomas ni contradictorias para los litisconsortes cuando éstos participan en un litisconsorciopasivo necesario. Agregan que no pueden coexistir los acuerdos dictados en cumplimiento a las ejecuto-rias antes citadas y la resolución final ya que ello viola el artículo 5º del CFPC y los artículos 14 y 16constitucionales y concluyen argumentando que de no revocar la resolución final se estaría contravinien-do de mala fe la figura del litisconsorcio pasivo necesario. Asimismo, las empresas Fomento Queretano,S.A. de C.V. e Industria Envasadora de Querétaro, S.A. de C.V., en su segundo agravio incisos a y c,señalan que esta CFC no está siendo respetuosa de las ejecutorias que le han sido notificadas, porquesigue derivando un procedimiento, solo contra los agentes económicos no amparados. Por último lasempresas embotelladoras integrantes del grupo Fomento Queretano en su CUARTO agravio afirman queal no hacerse extensivo el alcance de las ejecutorias antes citadas, se hace nugatorio el cumplimiento delas diversas ejecutorias que ha dictado el Poder Judicial Federal.

A este respecto debe resaltarse, tal como se hizo en la página 76 de la resolución recurrida, que loargumentado por las recurrentes es infundado, toda vez que no existe al día de hoy orden de autoridadcompetente para actuar en el sentido que pretenden las recurrentes. Evidencia aún más lo infundado delpresente agravio el hecho de que dentro de diversos juicios de amparo que tienen como origen la resolu-

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ción recurrida en el expediente DE-06-2000, se ha sobreseído respecto al oficio de presunta responsabi-lidad lo que, en su caso, volvería gratuitas todas las manifestaciones vertidas por las recurrentes en elpresente agravio. Respecto a la afirmación en el sentido de que esta autoridad “(...) reconoció de factoque no existía el Grupo Coca Cola (...)” al dar cumplimiento a la ejecutoria relacionada en el antecedentevigésimo noveno de la resolución recurrida mediante acuerdo del ocho de octubre de dos mil uno; seafirma que dicho argumento es falaz, toda vez que esta autoridad se limitó a cumplir con lo establecidopor la autoridad judicial sin que dicha situación tuviera injerencia directa en los supuestos que llevaron aconcluir que las empresas integrantes del Grupo Coca Cola son responsables de la comisión de prácticasmonopólicas relativas violatorias de la LFCE. Inclusive dichos cumplimientos fueron acordados de ma-nera favorable por la autoridad judicial competente, que se pronunció en el sentido de tener por cumpli-das las ejecutorias señaladas en la resolución recurrida. En cuanto a la afirmación de las empresas inte-grantes del grupo Administración Peninsular Corporativa relativa al reconocimiento hecho por esta CFCen el sentido de que únicamente se tramitaba un procedimiento de investigación y por lo tanto se emitíaun solo oficio de presunta responsabilidad, basta decir que dichas cuestiones son consecuencia de laexistencia del grupo económico Coca Cola y que las recurrentes al alegarlas pretenden, de manera in-fructuosa, eludir su pertinencia a dicho grupo.

Además, debe enfatizarse el hecho de que con los argumentos expresados en el presente agravio lasrecurrentes exhiben la incongruencia de sus afirmaciones en cuanto a la existencia del grupo económicoCoca Cola ya que, en agravios diversos señalan la inexistencia de dicho grupo y en el presente agraviojustifican la supuesta existencia del litisconsorcio pasivo necesario en el concepto de agrupación, de launicidad existente entre las empresas recurrentes. Lo anterior, reitera la ambivalencia de las recurrentes,situación que fue destacada en la resolución recurrida en las páginas 58, 76 y 82, ya que una vez más lasrecurrentes mencionan la existencia del grupo cuando lo consideran conveniente y en otras ocasionesniegan dicha existencia.

Las empresas Corporativo Arma, S.A. de C.V., Grupo Continental, S.A., Panamco México, S.A. de C.V.y Coordinación Industrial Mexicana, S.A., en sus escritos de recurso de reconsideración agravios I,número 2, de la letra “a” a la letra “e” señalan que “(...) en nuestro orden constitucional, resulta comple-tamente inaplicable la (...) Teoría del levantamiento del velo corporativo en el caso a estudio (...)”. Alefecto transcriben el contenido de los artículos 25, 26, 51, 87 y 207 de la Ley General de SociedadesMercantiles, ordenamiento que afirman es el único que de manera limitativa reconoce la responsabilidadde los socios o accionistas en el cumplimiento de obligaciones de la sociedad en que participan. Afirmanque al no estar incorporada la teoría de la desestimación de la personalidad jurídica societaria en elderecho positivo mexicano, aceptar al “Grupo Coca Cola” implicaría sostener que las empresas que lointegran pertenecen a una misma entidad jurídica, distinta de sus miembros y con autonomía propia loque implicaría crear una nueva persona moral con personalidad jurídica y patrimonio propios, lo querefieren como una ficción jurídica, una entelequia (como lo califican las empresas embotelladoras inte-grantes del grupo Fomento Queretano en su agravio CUARTO). Señalan que al no existir entre las em-presas sancionadas una sola agrupación financiera, el único mecanismo reconocido por nuestro derecho(el artículo 28 de la Ley para Regular las Agrupaciones Financieras) para lograr la repercusión de losactos de una persona moral (empresa controlada) en otra (empresa controladora) no es aplicable. Final-mente se limitan a señalar que la doctrina esgrimida por esta Comisión en la resolución del veintiocho defebrero del presente año carece de fuerza obligatoria.

Las afirmaciones hechas por las recurrentes son infundadas y gratuitas ya que esta autoridad señalóexpresamente en las páginas 46, 48, 51, 58 y 59 de la resolución recurrida que desde la óptica del derechode la competencia, la teoría de la “desestimación de la personalidad jurídica societaria”, también conoci-da como del “levantamiento del velo corporativo” es, además de aplicable, necesaria para que esta CFCesté en aptitud de ejercer de manera óptima las facultades y atribuciones con que cuenta para investigarla existencia de monopolios, prácticas monopólicas o concentraciones prohibidas por la LFCE. Tal comose expresó en la página 48 de la resolución recurrida “(...) el ejercicio de estas atribuciones no podríarealizarse cabalmente a la luz de la antigua escuela de la personalidad jurídica (...)”, dicha escuela está

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plasmada precisamente en las disposiciones legales que citan las recurrentes y por lo tanto carece deaplicabilidad ya que como se demostró durante el procedimiento seguido ante esta Comisión, de lainformación que obra en el expediente se determinó la existencia del grupo económico Coca Cola. Dichogrupo además de contar con esa relación de tipo comercial, corporativa, económica entre otras, es unaunidad económica que cuenta con poder sustancial en el mercado relevante de bebidas carbonatadas. Eneste orden de ideas, al haber resultado cierta la realización de las conductas imputadas en consecuenciaresultó ser responsable de la comisión de las prácticas monopólicas señaladas en el primer punto resolu-tivo de la resolución recurrida. En efecto, en su parte conducente la resolución recurrida detalla la doctri-na del “levantamiento del velo corporativo” o “desestimación de la personalidad jurídica societaria”, quees plenamente aplicable al procedimiento DE-06-2000, ya que esta autoridad para estar en posibilidad decumplir con lo establecido en la LFCE debe valerse de los medios necesarios (legislación, jurispruden-cia, doctrina, elementos probatorios, etcétera) para acreditar la legalidad o ilegalidad de las prácticasmonopólicas realizadas por los diferentes agentes económicos en el mercado relevante. Por lo anterior yen atención al contenido de las tesis jurisprudenciales señaladas en la resolución recurrida, la doctrinaexpuesta resultó aplicable al caso concreto, demostrando la responsabilidad de las empresas sancionadasen los puntos resolutivos de la resolución recurrida.

Dicha doctrina busca prescindir de la ficción jurídica de la personificación societaria de la cual en oca-siones abusan los agentes económicos para defraudar a la ley para así, estar en posibilidad de sancionara quienes utilizan a las sociedades como “pantallas” para efectuar actos ilícitos.

Respecto a la afirmación de que la doctrina carece de fuerza obligatoria, se señala que las teorías antescitadas dentro de la resolución se encuentran sustentadas no solo por la doctrina sino también por lastesis jurisprudenciales señaladas en las páginas 48 y 49 de la resolución recurrida.

Las empresas integrantes de los grupos Coca Cola Femsa, Proyección Corporativa (actualmente Arca),Administración Peninsular Corporativa, Reynosa y Grupo Corporativo Tampico, así como la empresaRefrescos Unión, S.A., en el agravio 15 de sus escritos de recurso, citando a diversos doctrinarios, afir-man que “(...) la desestimación de la personalidad jurídica de una sociedad deberá producirse cuandoconcurran (...) el abuso de esta figura y un resultado injusto en perjuicio de la colectividad o de un tercero(...)” en el mismo sentido señalan que “(...) los accionistas controladores abusan de la sociedad cuando lautilizan para defraudar a la ley (...)” y que “(...) solamente podrá desestimarse la personalidad jurídicasocietaria (...) cuando sea estrictamente necesario para imputar responsabilidad a los socios o accionistascontroladores en el caso de que éstos utilicen a la sociedad como “pantalla” para incurrir en hechosmaterialmente ilícitos (...)”.

En este orden de ideas, y haciendo relación a las tesis señaladas por esta autoridad en las páginas 48 y 49de la resolución recurrida señalan las empresas recurrentes que a su juicio se requiere para desestimar lapersonalidad jurídica que una “(...) controladora (socio mayoritario) lleve a cabo actos ilícitos a través desus subsidiarias (...)”. Posteriormente afirman que no puede imputarse responsabilidad a los accionistasde dichas empresas y que no puede hablarse de un Grupo Coca Cola ya que los accionistas de lasembotelladoras no son los mismos. Afirman que debido a que ni TCCC ni TCCEC están facultadas paraparticipar o tomar decisiones en las asambleas de accionistas de las recurrentes, la relación entre éstas yaquéllas es meramente contractual y que no puede esta autoridad hablar de un grupo. Asimismo, cuestio-nan las empresas recurrentes respecto a la posible existencia de un “(...) Grupo de los embotelladoresdenunciantes (...)”. Respecto a la afirmación de esta autoridad en la página 56 de la resolución recurridarelativa a que “(...) debe resaltarse el hecho de que durante el período de investigación, TCCEC, CocaCola Femsa, Argos, Panamco, Contal y el Carmen presentaron ante esta autoridad contratos de exclusi-vidad y de preferencia comercial, los que coinciden al ser iguales en su totalidad variando solamente porpequeñas diferencias en el capítulo de contraprestaciones o incentivos, lo que supone que existenlineamientos del Grupo Coca Cola para establecer el contenido y naturaleza de estos contratos (...)”, alrespecto señalan que todos los contratos de una misma clase tienen elementos esenciales, naturales yaccidentales que son similares, por lo que dicha afirmación no es sustento para afirmar la existencia del

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Grupo Coca Cola. Por último afirman que no existe en el expediente DE-06-2000 prueba o informaciónalguna respecto al Grupo Coca Cola y que la información obtenida de Internet al respecto no fue citadaen el oficio de presunta responsabilidad así como que tampoco hay páginas de todas las embotelladoras.

El agravio antes citado resulta infundado ya que en primer lugar las recurrentes buscan sacar de contextolas afirmaciones que han sido realizadas por los doctrinarios que ellas citan en sus propios escritos derecurso. En efecto, respecto de la primera cita transcrita, debe quedar claro que en el procedimiento DE-06-2000 concurrieron tanto el abuso de la personalidad jurídica de la sociedad como el perjuicio a untercero, esto es a la sociedad en general (independientemente de que las empresas denunciantes pudieranacreditar la existencia de daños y perjuicios), ya que TCCEC a través de las empresas embotelladorasque tienen celebrado con ella contratos de distribución (entre ellas Coca Cola Femsa) y éstas a través desus diferentes embotelladoras, lleva a cabo la distribución y venta o transacción del producto en el terri-torio asignado, en términos de lo establecido en el primer resolutivo de la resolución recurrida. Lo ante-rior causa un daño a la sociedad al impedírsele al público en general contar con diferentes opciones almomento de querer adquirir uno de los bienes relevantes de este mercado. Por lo que es precisamenteTCCEC, la cabeza del grupo (tal como se acreditó en la resolución recurrida), quien al encabezar lacadena productiva de los bienes relevantes y contar con tenencia accionaria en las empresas controladorasde las sociedades embotelladoras se encuentra vinculada en la celebración de convenios de exclusividadcon los detallistas, lo que violenta la LFCE y así pues se acredita que se utiliza como “pantalla” a dichassociedades para incurrir en prácticas monopólicas relativas violatorias de la LFCE.

En cuanto a la afirmación relativa a la tesis citada por esta autoridad en las páginas 48 y 49 de la resolu-ción recurrida es evidente que deviene infundado el argumento de las empresas recurrentes ya que lossupuestos previstos por la referida tesis están plenamente acreditados toda vez que la controladora (CocaCola Femsa), empresa que tiene celebrado con TCCEC contrato de distribución, lleva a cabo a través desus subsidiarias (empresas embotelladoras integrantes del grupo Femsa) actos ilícitos (convenios deexclusividad con los detallistas en los términos citados tanto en el oficio de presunta responsabilidadcomo en la resolución recurrida) que dañan el proceso de libre competencia y concurrencia en el merca-do relevante de bebidas carbonatadas.

Asimismo, con relación a las aseveraciones relativas a la participación accionaria de TCCC y TCCEC enel capital social de las recurrentes y las afirmaciones en el sentido de que esta autoridad no puede válida-mente hablar de la existencia de un grupo, cabe reiterar que la determinación del grupo económico sellevó a cabo atendiendo a los tres supuestos señaladas en la página 53 de la resolución recurrida, los queestán debidamente acreditados en los documentos que obran en el expediente DE-06-2000, siendo unode esos supuestos la similitud de los contratos de exclusividad y preferencia comercial presentados anteesta autoridad, los cuales van más allá de la supuesta similitud de “(...) todos los contratos de una mismaclase (...)” en cuanto a sus elementos esenciales, naturales o accidentales que afirman las recurrentes. Loanterior debido a que todos los contratos presentados coinciden al ser iguales en su totalidad variandoúnicamente por las pequeñas diferencias en el capítulo de contraprestaciones o incentivos.

Respecto a la infundada afirmación de que la relación entre TCCEC y las demás recurrentes es mera-mente contractual esta autoridad se pronunció al respecto en el tercer párrafo de la página 56 de laresolución recurrida donde se afirmó que TCCEC lleva a cabo procedimientos comerciales para laventa de los bienes relevantes, colaborando con los diferentes embotelladores (entre ellos las recurren-tes) para la elaboración de planes y apoyos en mercadotecnia y publicidad. Con relación a la peticiónrealizada por las recurrentes en el sentido de que esta autoridad se pronuncie respecto de la existenciade un grupo de embotelladores denunciantes, al respecto y tal como se afirmó en la página 143 de laresolución recurrida, la conducta de las empresas denunciantes no fue materia del procedimiento DE-06-2000 “(...) toda vez que el oficio de presunta responsabilidad se emitió por existir elementos deconvicción suficientes para sustentar la presunta responsabilidad por parte del grupo económico CocaCola al celebrar contratos de exclusividad y tener poder sustancial en el mercado relevante de bebidascarbonatadas (...)”.

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En cuanto a la afirmación en el sentido de que no existía prueba o información alguna respecto a laexistencia del Grupo Coca Cola y que la información obtenida de Internet no fue citada en el oficio depresunta responsabilidad además de que no todas las embotelladoras cuentan con página en dicho medioelectrónico, deviene infundado este argumento toda vez que fueron las propias recurrentes quienes alproporcionar la información solicitada tanto en la etapa de investigación como en el desahogo de lasdiligencias probatorias adicionales las que proporcionaron a esta autoridad los elementos probatoriosnecesarios para confirmar la existencia del Grupo Coca Cola. Respecto a la información y datos obteni-dos vía electrónica a través de Internet por esta autoridad, es procedente señalar que tal información tieneel carácter de pública y esta Comisión se hizo de ella con fundamento en el artículo 36 del RLFCE, porlo que la afirmación de las recurrentes es infundada.

Con relación a todo lo anterior, cabe señalar que las recurrentes pretenden desconocer una situaciónque es de su conocimiento en miras a evadir las consecuencias legales no favorables que de ella sederivan, siendo que su pertenencia al Grupo Coca Cola fue reconocida por ellas mismas ante estaComisión, así como hecho del conocimiento del público en todo lo que les favoreciera a través de suspáginas de Internet.

La ambivalencia de las recurrentes radica en que por un lado señalan que pertenecen al Grupo Coca Colaen cuanto a la imagen que proyectan ante los consumidores, toda vez que ello les genera un beneficio, ypor el otro niegan esa pertenencia para restar su importancia en el mercado relevante de las bebidascarbonatadas, ya que esa situación les perjudica (toda vez que en conjunto, como grupo, tienen podersustancial en el mercado relevante).

Por ejemplo, en el caso del Grupo Coca Cola Femsa, se indicó en la resolución recurrida que en supágina de Internet informa al público que pertenece al Grupo Coca Cola, para lo cual hace de suconocimiento que: i) TCCC tiene participación accionaria en Coca Cola Femsa; ii) el negocio delGrupo Coca Cola Femsa depende de su relación con TCCC; iii) la relación que tiene el Grupo CocaCola Femsa con TCCC le otorga una influencia significativa sobre la conducción de su negocio; iv)esa relación les da a TCCC y a Fomento Económico Mexicano, S.A. de C.V., la capacidad de con-trolar su empresa; y v) que Fomento Económico Mexicano, S.A. de C.V., y TCCC controlan lagestión de su negocio. Qué más se puede entender de lo anterior que el hecho de que pertenece alGrupo Coca Cola.

Lo anterior evidentemente le beneficia al Grupo Coca Cola Femsa toda vez que está proyectando a losconsumidores que pertenece al Grupo Coca Cola que es una empresa mundialmente conocida.

Claro está que lo anterior no le es benéfico en cuanto al presente procedimiento, toda vez que es innega-ble que las empresas que pertenecen al Grupo Coca Cola tienen poder sustancial en el mercado relevante.Aquí debe quedar claro que tener poder sustancial no está sancionado por la LFCE, sino la comisión deprácticas monopólicas relativas con base en ese poder sustancial.

También, qué más se puede entender de lo que las principales empresas embotelladoras de Coca Colacontestaron al mismo requerimiento de información en el sentido de que algunos programas y políticascomerciales son desarrollados por las embotelladoras (cuando tienen alcances locales) y otras conjunta-mente con TCCEC (cuando tienen alcances nacionales). Como es sabido, el territorio nacional estásegmentado por TCCC y cada segmento es asignado a las respectivas empresas embotelladoras de CocaCola. Estas embotelladoras aplican ciertos programas y políticas comerciales cuando es dentro de susegmento y aunado a ello también existen programas y políticas comerciales que son determinados porTCCEC para que las primeras las apliquen en todo el territorio nacional. Si fueran independientes, noactuarían conjuntamente lidereados por TCCEC.

Finalmente, no queda lugar a dudas lo que señaló TCCEC en su contestación a un requerimiento deinformación (foja 2421 del expediente DE-06-2000):

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(…) Sobre este particular [exclusividades] es pertinente aclarar que el sistema deembotelladores de marcas propiedad de The Coca-Cola Company en México sirve, a nivelnacional, aproximadamente a 955,000 clientes, de los cuales más del 90% vende tanto losproductos que ostentan las marcas propiedad de The Coca-Cola Company, como marcas desus competidores (…)

Sobre lo anterior, baste remitirse a las páginas 51 a 58 de la resolución combatida para no reiterar lo yaconsiderado.

Las empresas integrantes de los grupos Argos y Servicios Ejecutivos del Noroeste señalan en su agravioTERCERO que la resolución final modifica la litis planteada en el emplazamiento ya que en el oficio depresunta responsabilidad en ningún momento se estableció: (i) que la investigación partía de la existen-cia del Grupo Coca Cola, (ii) no se habló de los vínculos comerciales, económicos y mercantiles quetienen las recurrentes entre sí y (iii) el sentido del término Grupo Coca Cola utilizado en el oficio depresunta responsabilidad (para referirse a todas las empresas sancionadas en su conjunto) fue diferente alque se utiliza en la resolución. Afirman que esta autoridad no especifica qué información toma comobase para determinar que TCCEC es la cabeza del Grupo Coca Cola, asimismo afirman que la CFC omiteprecisar en qué se relaciona el hecho de que TCCEC, derivado de un contrato de licencia, desarrolle ylleve a cabo programas comerciales en los que pueden participar las diferentes embotelladoras. Respectode dichos contratos afirman que no puede desprenderse que TCCEC tenga el control sobre el resto de lasembotelladoras ya que éstas son independientes entre sí. Por otra parte señalan que esta autoridad noacreditó que TCCEC tenga participación accionaria en cada una de las empresas sancionadas. Señalanque esta CFC no fundamenta el concepto de grupo económico. Asimismo las empresas integrantes delgrupo Servicios Ejecutivos del Noroeste señalan que en sus escritos del once de septiembre de dos miluno, presentados a esta autoridad con motivo de la práctica de diligencias probatorias adicionales, noexistía de parte de TCCC ni TCCEC política general o coordinada de incentivos a seguir o aplicar.Afirman las recurrentes que tampoco esta CFC señala o acredita la coordinación estrecha que existaentre ellas y las demás embotelladoras y que dicha coordinación se lleve a cabo por TCCEC. En elmismo sentido señalan que de haber existido el grupo referido únicamente debió haberse emplazado a lacabeza del mismo ya que ésta al ser condenada haría que sus controladoras cumplieran con lo ordenadopor esta CFC. Por lo que respecta a la figura de la desestimación de la personalidad jurídica societariaafirman que persigue al (los) socio (s) controlador (es) que busca “(...) defraudar la ley (...)” lo cual nohace esta autoridad al emitir la resolución dentro del expediente DE-06-2000. En este sentido afirmanque no se acreditó el daño que causa la conducta imputada “(...) ni que la aplicación de la Desestimaciónde la Personalidad Jurídica [de ser aplicable] sea la única para restituir el orden violado (...)”. Afirmanque de haber control por parte de TCCEC sobre las empresas sancionadas en la aplicación de políticas dedistribución no habría coordinación ya que el control es sinónimo de imposición. Por último señalan quela afirmación de esta autoridad en cuanto a la determinación del Grupo Coca Cola en términos de loestablecido en la página 53 de la resolución recurrida no puede servir de base para acreditar debidamenteun control ni actuación en forma conjunta de las embotelladoras con TCCEC.

El agravio en análisis deviene infundado por las siguientes razones. En primer lugar, el argumento rela-tivo a los contratos de licencia es un elemento más que confirma la existencia del grupo económico CocaCola, toda vez que dichos contratos contienen derechos y obligaciones comunes para todas las empresasque los suscriben. En efecto, dichas semejanzas al igual que las presentadas en los contratos de exclusi-vidad celebrados con los detallistas suponen la existencia de lineamientos comunes de las empresas queintegran el Grupo Coca Cola para establecer el contenido y naturaleza de estos contratos, esta situaciónrobustece el concepto “Grupo Coca Cola” en vez de desacreditarlo. En cuanto al argumento relativo a lasupuesta variación de la litis por las razones descritas en el párrafo que antecede es falaz toda vez quedesde la emisión del oficio de presunta responsabilidad se establecieron los vínculos que unen a TCCEC,cabeza del grupo económico Coca Cola, con el resto de las empresas que conforman dicho grupo. Alrespecto basta observar las páginas 8 a 12 del citado oficio (fojas 7858 a 7862 del expediente DE-06-

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2000), donde se establece que tanto TCCEC como los grupos Femsa, Argos, El Carmen, Contal y Panamcoen la información presentada en desahogo del requerimiento hecho por esta autoridad en la etapa deinvestigación establecieron la coordinación que existe en cuanto al diseño y aplicación de los programasy demás políticas comerciales. En este mismo sentido y acentuando aún más la falsedad de lo afirmadopor las recurrentes, en la página 23 del oficio de presunta responsabilidad (foja 7873 del expediente DE-06-2000) claramente se establece otro de los supuestos que llevaron a acreditar la existencia del grupoeconómico al establecerse que de los contratos presentados por Femsa, Panamco, Argos, Contal y ElCarmen en respuesta a los requerimientos de información, se desprendió que “(...) Todos ellos son simi-lares en su contenido, variando solamente en el tipo de incentivo otorgado por cada uno de ellos (...)”.Igualmente se estableció en el citado oficio la participación accionaria que TCCEC tiene en las recurren-tes (fojas 7860 y 7862 del expediente DE-06-2000). Las cuestiones antes señaladas, que acreditan losvínculos existentes entre las diferentes empresas que integran el grupo económico Coca Cola, de maneraalguna fueron variadas, lo que ocurrió fue que con la información y documentación aportada por lasempresas emplazadas hoy recurrentes en su contestación al oficio de presunta responsabilidad lejos dedesvirtuar la existencia del Grupo Coca Cola, lo robusteció, por lo que suponer una variación a la litis estotalmente infundado. En cuanto a la afirmación de que esta autoridad no especifica qué informacióntomó como base para determinar que TCCEC es la cabeza del Grupo Coca Cola, debe señalársele a lasrecurrentes que en las páginas 45 a 49 y 51 a 59 de la resolución recurrida se especifica la forma en quese llegó a tal conclusión, basándose esta autoridad en la información proporcionada por las propiasempresas recurrentes en desahogo de los requerimientos de información dentro de la etapa de investiga-ción, sus contestaciones al oficio de presunta responsabilidad, el desahogo de las pruebas para mejorproveer y la información obtenida por esta autoridad de las páginas de Internet de las empresasembotelladoras.

Con relación a que esta autoridad no acreditó que TCCEC tenga participación accionaria en cada una delas empresas sancionadas basta decir que fueron las empresas que tienen celebrado contrato de distribu-ción con TCCEC, las que ya sea mediante el desahogo de los requerimientos de información en la etapade investigación o bien a través de la información que aparece vía electrónica en su página de Internet,manifiestan el porcentaje de participación que TCCEC tiene en su capital social. Por su parte los gruposFemsa, Argos, Panamco, Contal y el Carmen manifestaron el porcentaje de participación que tienen encada una de sus subsidiarias (páginas 10 y 12 del oficio de presunta responsabilidad).

Respecto de la afirmación de las recurrentes en el sentido de que debió de haberse emplazado únicamen-te a la cabeza del grupo, esta autoridad remite a la página 47 de la resolución recurrida donde se pronun-ció sobre el particular. Igualmente por lo que hace a la afirmación relativa a la teoría de la desestimaciónde la personalidad jurídica, esta autoridad con el ánimo de no caer en repeticiones innecesarias señalaque dicho argumento ya fue tratado en el presente agravio. No obstante lo anterior, se resalta la afirma-ción realizada por las recurrentes en el sentido de que “(...) la aplicación de la Desestimación de laPersonalidad Jurídica (de ser aplicable) sea la única para restituir el orden violado (...)” afirmación quepuede apreciarse en la página 41 del escrito de recurso de las empresas integrantes del grupo ServiciosEjecutivos del Noroeste y en la página 45 del escrito de las empresas integrantes del grupo Argos. Conesta afirmación las empresas recurrentes aceptan el daño que se causa a la competencia y a la libreconcurrencia en el mercado de bebidas carbonatadas, en términos de los artículos 199 y 200 del CFPC,de aplicación supletoria y aún así pretenden revocar la resolución recurrida, lo que a todas luces demues-tra la incongruencia e inoperancia del presente agravio.

Respecto a la coordinación existente entre la “cabeza” del Grupo Coca Cola (TCCEC) y las demásempresas que integran este grupo económico afirman que dicha coordinación no se comprueba, ya que siexistiese el control por parte de TCCEC no habría coordinación toda vez que control es sinónimo deimposición. Al respecto cabe resaltar que TCCEC participa en la determinación, desarrollo de las políti-cas y programas para la venta del producto Coca Cola cuando éste es a nivel nacional y las embotelladoraselaboran sus propios programas cuando se trate de la zona geográfica designada a cada embotelladora.

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La distinción radica en el ámbito geográfico de aplicación de las políticas y programas comerciales y elhecho de que TCCEC colabore con las demás empresas integrantes del grupo no desestima el que tam-bién tenga injerencia directa y primordial en la cadena productiva del producto, por lo que su control alrespecto es inobjetable.

Por último respecto a la afirmación en el sentido de que esta autoridad no acredita la participación accionariade TCCC en el capital social de TCCEC, es infundada toda vez que en la página 53 de la resoluciónrecurrida se establece que “(...) TCCEC manifestó a esta autoridad que el 100% de su capital social estásuscrito por The Coca Cola Company (...)”, lo cual fue afirmado por la propia TCCEC en su contestación alrequerimiento de información en la etapa de investigación (foja 2412 del expediente DE-06-2000).

Las empresas embotelladoras del grupo Fomento Queretano afirman, en su agravio CUARTO, que seviolenta el artículo 14 de nuestra Constitución al no resolver la supuesta controversia conforme con laletra de la ley, su interpretación jurídica o bien con los principios generales del derecho ya que violentalos artículos 1º a 4º de la Ley General de Sociedades Mercantiles y el artículo 3º de la LFCE al nocomprenderse en su texto a los grupos económicos. Establecen que si dicho grupo económico tuviereexistencia legal se le hubiera emplazado como tal y no a cada uno de los agentes económicos. Afirmanque no existe prueba alguna en el expediente que demuestre que TCCC o TCCEC tengan una participa-ción accionaria en las recurrentes, así como tampoco existe relación accionaria entre ellas y una personamoral que haya celebrado el contrato de distribución con TCCEC. Establecen que el hecho de que TCCECparticipe en los programas comerciales en nada acredita la existencia del Grupo Coca Cola. Asimismo, laempresa Fomento Queretano, S.A. de C.V. señala en su agravio TERCERO que el Grupo Coca Cola esuna ficción no jurídica ya que no es contemplada dicha figura ni en la Ley General de Sociedades Mer-cantiles ni en el Código Civil Federal. Por su parte la empresa Industria Envasadora de Querétaro, S.A.de C.V., señala en el inciso h, de su agravio 2˚, que el Grupo Coca Cola no está legalmente constituido yno se demuestra que detente acciones de dicha empresa.

Al respecto esta autoridad señala que tales cuestiones ya han sido tratadas al contestar la primera parte deeste agravio por lo que para no caer en repeticiones innecesarias se tienen por reproducidas las manifesta-ciones vertidas al respecto, mismas que denotan lo infundado del agravio expresado por las recurrentes.

En otro argumento expresado por las empresas recurrentes respecto del emplazamiento con relación aque éste se realizó sin adjuntarse las constancias que obraban en autos, las empresas integrantes de losGrupos económicos Coca-Cola Femsa, Proyección Corporativa (actualmente Arca), Administración Pe-ninsular Corporativa, Reynosa y Grupo Corporativo Tampico, así como la empresa Refrescos UniónS.A., manifiestan en su sexto agravio que la resolución impugnada es conculcatoria de garantías porquelas recurrentes no fueron emplazadas conforme a derecho, lo que lesionó sus garantías de defensa.

Afirman las recurrentes que “(...) debieron ser emplazadas con las denuncias y sus anexos presentadaspor los denunciantes en este proceso inmediatamente después de haber sido presentadas de conformidadcon el artículo 33 de la LFCE (...).”

Una vez más las empresas integrantes de los Grupos antes mencionados hacen en su escrito dereconsideración un resumen reiterando los argumentos ya expresados en su contestación al oficio depresunta responsabilidad, argumentos que ya fueron atendidos en la resolución que se impugna en laspáginas 37 y 38, por lo que resulta inoperante el agravio.

En el agravio 7º del escrito de recurso de las empresas integrantes de los grupos económicos Coca ColaFemsa, Proyección Corporativa (actualmente Arca), Administración Peninsular Corporativa, Reynosa yGrupo Corporativo Tampico, así como la empresa Refrescos Unión, S.A., se señala que la resolución seocupa de cuestiones y sanciona situaciones que fueron desconocidas por las investigadas al momento deser emplazadas, lo que las deja en estado de indefensión al variar la litis e introducir el tema de losincentivos, no permitiéndoles defenderse al respecto.

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Lo anterior es infundado ya que el supuesto estado de indefensión en el que quedaron las empresasrecurrentes nunca existió. En efecto, en el oficio DGI-10-096-2000-065 del doce de mayo de dos mil,emitido por el Director General de Investigaciones de esta CFC (fojas 2331 a 2335 del expediente DE-06-2000) y dirigido a Coca Cola FEMSA, S.A. de C.V., en sus puntos trece a dieciséis, dieciocho ydiecinueve se establecen diversos cuestionamientos relativos al tema de los incentivos (supuestamentedesconocido hasta el momento del emplazamiento). Confirma aún más lo infundado de lo argumentadopor las recurrentes el hecho de que el treinta de mayo de dos mil se recibió en la oficialía de partes de estaComisión el desahogo del requerimiento antes citado en el que a páginas 5 y 6 (fojas 2654 y 2655 delexpediente DE-06-2000) se satisfizo lo solicitado por esta autoridad proporcionando el representantelegal de Coca Cola FEMSA, S.A. de C.V., los datos requeridos. Por último, coincidiendo con lo señaladopor las recurrentes la litis se determinó en el oficio de presunta responsabilidad y siendo que las cuestio-nes relativas a los incentivos ya habían sido materia de investigación previa a la emisión de dicho oficio,es totalmente apegada a derecho la inclusión de ese punto en el emplazamiento. Por lo anterior, resultainfundado el argumento esgrimido por las recurrentes en el sentido de que se varió la litis.

Las empresas Fomento Queretano, S.A. de C.V. e Industria Embotelladora de Querétaro, S.A. de C.V., ensu agravio identificados con los numerales 1 y 2, inciso d, así como las empresas integrantes del grupoFomento Queretano, en su agravio tercero, respectivamente manifiestan que las conclusiones vertidas enel oficio de presunta responsabilidad, en el que se le hacen imputaciones respectivas no están debida-mente motivadas ni fundadas, porque no se respetaron las formalidades esenciales del procedimiento.

Afirman también las empresas recurrentes que la Dirección Jurídica de la Comisión no es competente pararequerir información adicional con la que reabrió el procedimiento de investigación lleno de vicios desde suinicio; que se les causa agravio que no se hayan considerado las defensas y se hayan usado en su contra laspruebas ofrecidas para refutar el oficio de presunta responsabilidad; y que la conclusión a la que llega estaautoridad de que “(...) FEMSA, PANAMCO, ARGOS, CONTAL y EL CARMEN y “otras” (entre las que,por supuesto no figuran Fomento Queretano, S.A. de C.V., ni Industria Envasadora de Querétaro, S.A. deC.V.), junto con la licenciante mexicana, constituyen el “GRUPO COCA COLA” y realizan de determina-da manera sus actividades productivas y mercadológicas que se hacen constar en fe de hechos (...)” carecede sustento. Que el procedimiento de investigación del cual deviene el oficio de presunta responsabilidadcontraviene las garantías constitucionales de audiencia y debido proceso y el principio de buena fe querigen los procedimientos administrativos ya que esta CFC omitió notificar a las emplazadas la investigaciónque en su contra se estaba realizando, del contenido de la cuestión a debatir y de las consecuencias que seproducirían en caso de prosperar la acción intentada. Asimismo esgrimen las empresas recurrentes que loanterior implica un procedimiento inquisitorio en su perjuicio quienes ignoraban no sólo el contenido de loshechos que se le imputaban sino las consecuencias que tales imputaciones podrían depararle.

Devienen inoperantes los razonamientos de las empresas recurrentes ya que son una reiteración de loalegado al contestar el oficio del veinticinco de octubre de dos mil, por lo que dichos argumentos yafueron resueltos en la resolución recurrida. Sirve de sustento a lo anterior la siguiente tesis jurisprudencial:AGRAVIOS INOPERANTES EN LA REVISIÓN. SON AQUELLOS QUE REPRODUCEN CONCEP-TOS DE VIOLACIÓN, SIN COMBATIR LAS CONSIDERACIONES DE LA SENTENCIA RECU-RRIDA. Octava época. Instancia: Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación, tomo VII,febrero de 1991, tesis 3a. III/91, página 46.

Afirman las empresas recurrentes que conforman el Grupo Fomento Queretano, que su objeto social lesda el carácter de embotelladoras, y que ni esta Comisión ni las denunciantes lograron probar la comisiónde las prácticas monopólicas imputadas en el oficio de presunta responsabilidad y que se les pretenderevertir la carga de la prueba al tener la obligación de probar en contrario las imputaciones genéricascontenidas en el emplazamiento.

Estas afirmaciones carecen de sustento toda vez que las empresas que fueron emplazadas mediante eloficio de presunta responsabilidad emitido el veinticinco de octubre de dos mil forman parte del Grupo

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económico denominado “Coca Cola” por tener vínculos de carácter principalmente comerciales, econó-micos y mercantiles entre si.

Lo anterior quedó demostrado en el expediente DE-06-2000 con base en la información obtenida poresta Comisión a lo largo del procedimiento, de la cual se desprende que TCCEC, empresa que fue empla-zada, es quien encabeza el Grupo “Coca Cola” en México en virtud de que es una sociedad mercantilconstituida de conformidad con las leyes del Estado de Delaware, Estados Unidos de América, que estáautorizada para operar en México como sucursal de TCCC desde mil novecientos cincuenta y uno cuan-do realizó su inscripción en el Registro Público de la Propiedad y se otorga a solicitud de los embotelladoresuna licencia de TCCC para utilizar las marcas con relación a la preparación y envase de las bebidas ypara la distribución y venta de las bebidas en el territorio definido y descrito en cada contrato de distribu-ción. Así, resultó que las conductas que se analizaron en el procedimiento implicaban tanto a TCCECaun cuando no elabore ni venda bebidas carbonatadas, toda vez que tiene ingerencia directa y primordialen la cadena productiva del producto, además de que desarrolla y lleva a cabo los procedimientos comer-ciales para la venta del producto Coca Cola cuando sea a nivel nacional, como a las diferentesembotelladoras de los productos de las marcas propiedad de TCCC cuando corresponda a la zona geo-gráfica designada a la embotelladora. Cabe reiterar en este punto que TCCEC tiene tenencia accionariadirecta o indirecta en las principales empresas embotelladoras, lo cual quedó establecido y acreditado enel expediente DE-06-2000. Así, desde el oficio de presunta responsabilidad se hizo referencia a las de-más empresas embotelladoras que fueron emplazadas al señalarse que son éstas las que se encargan demantener los contactos con su clientela y de establecer los precios, teniendo la responsabilidad de lasventas. En efecto en la cadena productiva se observa que son los embotelladores los que visitanrutinariamente los puntos de venta para colocar publicidad, asegurarse de la correcta implementación delas diversas actividades que se pactan con los expendios, confirmar que los productos están adecuada-mente colocados y llevan a cabo las actividades promocionales, tales como descuentos y ofertas especia-les de productos.

Así las cosas las empresas recurrentes no hacen sino reproducir, casi en términos literales, los argumen-tos que ya fueron vertidos en su contestación al oficio de presunta responsabilidad, los cuales ya han sidoatendidos debidamente al momento de emitir la resolución final y respecto de los cuales no se formulanuevo argumento que permita atenderlos con el carácter de agravios ya que no se reúnen los requisitosque la técnica jurídico procesal señala para la expresión de agravios, por lo que los citados resultaninoperantes.

Sirve de apoyo a lo arriba desarrollado la tesis jurisprudencial que a continuación se cita: AGRAVIOSINOPERANTES EN LA REVISIÓN. SON AQUELLOS QUE REPRODUCEN CONCEPTOS DE VIO-LACIÓN, SIN COMBATIR LAS CONSIDERACIONES DE LA SENTENCIA RECURRIDA. Octavaépoca. Instancia: Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación, tomo VII, febrero de 1991,tesis 3a. III/91, página 46.

El agravio alegado por las empresas integrantes de los Grupos económicos Coca-Cola Femsa, Proyec-ción Corporativa (actualmente Arca), Administración Peninsular Corporativa, Reynosa y Grupo Corpo-rativo Tampico, así como la empresa Refrescos Unión S.A., en su trigésimo tercer agravio; por las em-presas embotelladoras de los Grupos El Carmen, Contal, Panamco, Yoli, Coordinación Industrial Mexi-cana, Embotelladora de Colima, Corporativo Arma, S.A. de C.V., Grupo Continental, S.A. de C.V.,Panamco México, S.A. de C.V., Coordinación Industrial Mexicana, S.A. de C.V., Embotelladora LasMargaritas, S.A. de C.V. y Embotelladora de Cuautla, S.A. de C.V. en sus agravios identificados como II,inciso A1 a-e; TCCEC lo alega en su agravio III, inciso AI a-e; las empresas embotelladoras integrantesdel Grupo Argos y Servicios Ejecutivos del Noroeste lo arguyen en su agravio OCTAVO A; las empresasFomento Queretano, S.A. de C.V. e Industria Embotelladora de Querétaro, S.A. de C.V., lo alegan en suagravio indetificado con el número 2 d; las empresas embotelladoras del Grupo Fomento Queretano ensu agravio tercero D, consisten en que esta autoridad no se pronunció en la resolución recurrida respectoa la carente motivación y fundamentación de las diligencias para mejor proveer ordenadas en el procedi-

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miento DE-06-2000 mediante proveído del diecinueve de julio de dos mil uno, así como que esta autori-dad aplicó en forma indebida los artículos 31 y 33 de la LFCE, 36 y 39 del RLFCE y 81 de la Ley dePropiedad Industrial, así como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte en el capítulo deinformación confidencial. Además de que el acuerdo de pruebas para mejor proveer no fue dictado porfuncionario con facultades para ello. Asimismo, alegan que la resolución impugnada viola en su perjui-cio las garantías de audiencia, legalidad y debido proceso contenidas en los artículos 14, 16 y 17 consti-tucionales ya que esta CFC no se pronunció respecto de las objeciones y defensas hechas valer en susescritos de desahogo de las vistas y contestaciones a los requerimientos de pruebas para mejor proveer,además de que consideran que la valoración de tales probanzas también son violatorias de los artículos3º, 80, 129 a 141, y 197 a 218 del CFPC de aplicación supletoria.

Es inoperante el agravio señalado ya que no es más que la reiteración de lo alegado al contestar el oficiode presunta responsabilidad, es decir, las recurrentes no hacen más que citar, prácticamente en términosliterales los argumentos vertidos en sus diferentes escritos. Dichos argumentos ya fueron resueltos en laresolución del veintiocho de febrero de dos mil dos por esta autoridad (páginas 62 a 71), en atención aello resulta inatendible de conformidad con la siguiente tesis jurisprudencial: AGRAVIOS INOPERAN-TES EN LA REVISIÓN. SON AQUELLOS QUE REPRODUCEN CONCEPTOS DE VIOLACIÓN,SIN COMBATIR LAS CONSIDERACIONES DE LA SENTENCIA RECURRIDA. Octava época. Ins-tancia: Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación, tomo VII, febrero de 1991, tesis 3a.III/91, página 46.

Las empresas recurrentes integrantes de los Grupos El Carmen, Contal, Panamco, Yoli, y CoordinaciónIndustrial Mexicana, así como las empresas Embotelladora de Colima, S.A. de C.V., Embotelladora lasMargaritas, S.A. de C.V. y Embotelladora de Cuautla, S.A. de C.V., en sus agravios identificados con elnúmero II B, TCCEC en su agravio identificado con el numeral III B, y las empresas embotelladoras delGrupo Argos y Servicios Ejecutivos del Noroeste en su agravio OCTAVO, inciso C, respectivamente,manifiestan que la resolución final las condenó a pesar de que tanto el proveído del diecisiete de agostode dos mil uno, en el cual se acuerda la vista desahogada por las empresas emplazadas, hoy recurrentes,como los oficios del veintitrés de agosto de dos mil uno, emitidos con la finalidad de desahogar lasdiligencias probatorias adicionales, fueron emitidos por el Director General de Asuntos Jurídicos basan-do su supuesta competencia para emitirlos en lo que establecen los artículos 8º, fracción IV, inciso a, 24,25, fracción IV y VIII, y 28, fracción IV, del Reglamento Interior de la CFC. Al respecto afirman lasrecurrentes que tales preceptos no facultan a ese funcionario para requerir información en el procedi-miento ni para imponer multas.

El agravio que se analiza es inoperante, se resalta el hecho de que en el desahogo de la vista otorgada enlas diligencias probatorias adicionales, las recurrentes además de manifestar lo que a su derecho convi-niera, algunas solicitaron se adicionaran ciertas cuestiones dentro de ese período, con lo que convalidanel acuerdo.

En segundo lugar resulta procedente hacer referencia a otros preceptos que no fueron señalados por lasrecurrentes en sus escritos de recursos pero sí fueron parte del fundamento del acuerdo y oficios en análisis.

De la LFCE, se señaló el artículo 1˚ que establece que la ley es reglamentaria del artículo 28 constitucio-nal en materia de competencia económica, monopolios y libre concurrencia, es de observancia generalen toda la República y aplicable a todas las áreas de la actividad económica; el 2˚ que establece el objetode la ley; el 3˚ que dispone que se encuentran sujetos a lo dispuesto por la ley todos los agentes económi-cos que participen en la actividad económica; el 23 que dispone que esta Comisión es un órgano adminis-trativo desconcentrado de la Secretaría de Economía que cuenta con autonomía técnica y operativa y quetiene a su cargo prevenir, investigar y combatir los monopolios y las prácticas monopólicas en los térmi-nos de la ley, además de que gozará de autonomía para dictar sus resoluciones; el 24 que establece lasatribuciones de esta Comisión, y en su fracción I dispone que entre sus funciones está la de investigar laexistencia de monopolios y prácticas prohibidas por la LFCE, para lo cual podrá requerir de los particu-

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lares y demás agentes económicos la información o documentos relevantes, la fracción II señala comootra función más la de establecer los mecanismos de coordinación para el combate y prevención demonopolios y prácticas ilícitas, y la fracción IX hace referencia a las demás atribuciones que le confierala LFCE, así como otras leyes y reglamentos; el artículo 31 que dispone que esta Comisión, en ejerciciode sus atribuciones, podrá requerir los informes o documentos relevantes para realizar sus investigacio-nes, así como citar a declarar a quienes tengan relación con los casos de que se trate; el artículo 34 quedispone que esta Comisión, para el eficaz desempeño de sus atribuciones, cuenta con la posibilidad deaplicar los siguientes medios de apremio: i) el apercibimiento y ii) multa hasta por el importe del equiva-lente a 1,500 veces el salario mínimo general vigente para el Distrito Federal, cantidad que podrá aplicar-se por cada día que transcurra sin cumplimentarse lo ordenado por esta Comisión.

Del Reglamento de la LFCE se incluyeron los artículos 29, que estipula que toda persona que tengarelación con los hechos que investiga esta Comisión, tendrá obligación de proporcionarle dentro delplazo que le sea fijado, bajo protesta de decir verdad, la información y datos relevantes que se le requie-ran por escrito, así como presentarse a declarar cuando sea citado; el 36 que dispone que esta Comisiónpodrá allegarse en cualquier tiempo de los medios de convicción que considere necesarios para conocerla verdad sobre los hechos materia de la práctica monopólica y que no regirán para ella las limitacionesni prohibiciones en materia de prueba establecidas con relación a los agentes económicos. Asimismo,establece que esta Comisión cuidará que el procedimiento no se suspenda ni se interrumpa para lo cualproveerá lo necesario para que concluya con la respectiva resolución, que se emitirán todas las medidasnecesarias para encausar legalmente el procedimiento; y el 39 que señala la posibilidad de abrir unperíodo para desahogar diligencias probatorias adicionales para mejor proveer. Finalmente del Regla-mento Interior de la CFC se insertaron los preceptos antes transcritos.

Como se puede apreciar, los artículos que sirvieron de base y fundamento para emitir los actos referidosle otorgan al Director General de Asuntos Jurídicos las facultades y atribuciones necesarias para poderemitirlos con la finalidad de poder esclarecer hechos objeto del procedimiento. En este orden de ideas elagravio de las empresas recurrentes deviene inoperante ya que en tales actos se aprecia la fundamentacióny motivación respectiva.

Las empresas recurrentes integrantes de los Grupos El Carmen, Contal, Panamco, Yoli y CoordinaciónIndustrial Mexicana, así como las empresas Embotelladora de Colima, S.A. de C.V., Embotelladora lasMargaritas, S.A. de C.V. y Embotelladora de Cuautla, S.A. de C.V., en sus agravios identificados con losnúmeros II C, y TCCEC en su agravio identificado con el numeral III C, manifiestan que la resoluciónrecurrida es ilegal al violentar las garantías de legalidad, seguridad y certeza jurídicas debido a que elacuerdo por el que se abrió el período para formular alegatos dentro del procedimiento DE-06-2000 fueilegal. Ello en atención al otorgamiento de la suspensión definitiva a TCCEC por parte del C. JuezSegundo de Distrito en Materia Administrativa en el Distrito Federal en los autos del juicio de amparo795/2001. Esto es, con motivo de dicha suspensión esta CFC estaba impedida para citar a las ahorarecurrentes a formular sus alegatos ya que se encontraban pendientes de desahogo las pruebas para mejorproveer requeridas.

Al respecto cabe manifestar lo siguiente. La suspensión definitiva concedida a TCCEC fue únicamentepara que no surtiera efectos ni el requerimiento de información ni el apercibimiento contenido en eloficio de veintitrés de agosto de dos mil uno por lo que se refiere a TCCEC, más no para que se suspen-diera el procedimiento que se sustanciaba ante esta Comisión el cual es de orden público e interés social.En este orden de ideas, el acuerdo emitido para abrir el período de alegatos es legal y se encontró debida-mente fundado y motivado al momento de su emisión.

Cabe recordar en este punto que para el desahogo de las diligencias probatorias adicionales esta Comi-sión no sólo requirió a TCCEC sino a una diversidad de agentes económicos, tanto las emplazadas comoa otros involucrados en el procedimiento, de tal manera que el dieciocho de septiembre de dos mil uno sedictó un acuerdo por medio del cual se hizo referencia a la sentencia interlocutoria dictada por el C. Juez

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Segundo de Distrito en Materia Administrativa del Distrito Federal de fecha once de septiembre de dosmil uno, en la que se señala que respecto de tal requerimiento se acordará en el momento procesaloportuno. En este sentido el requerimiento y la obligación de dar contestación por parte de los demásagentes requeridos subsistió, tan es así que fue cumplimentada de manera total por algunos requeridos yparcial por los demás requeridos, lo que implicó en su caso la aplicación de medidas de apremio.

Una vez recibida la información y documentación requerida en desahogo de las diligencias probatoriasadicionales esta Comisión se vio en la necesidad de continuar con el procedimiento de conformidad conlos plazos y términos estipulados en la LFCE, toda vez que la suspensión ordenada de manera algunacontemplaba la suspensión del procedimiento, motivo por el cual se acordó el plazo correspondiente paraformular alegatos por parte de los agentes económicos emplazados. Por lo anterior, el agravio en comen-to resulta infundado.

Las empresas recurrentes integrantes del Grupo Argos y Servicios Ejecutivos del Noroeste manifiestanen su agravio OCTAVO C que la resolución recurrida es ilegal al desconocer qué hechos específicamentese les tuvieron por ciertos, mismos que sirvieron para ser condenadas de conformidad con lo establecidoen los proveídos del dieciocho de septiembre y doce de noviembre del año próximo pasado, dictados enel procedimiento DE-06-2000 por el Director General de Asuntos Jurídicos. En efecto, las empresasrecurrentes afirman que el supervisar o tramitar el desahogo de los procedimientos, función que estáprevista para ser desahogada por el Director General de Asuntos Jurídicos, por ningún motivo puedeimplicar facultad para requerir información dentro del procedimiento ni para imponer multas, pues estafacultad conforme con nuestro sistema jurídico debe ser expresa y no implícita. Resaltan el hecho de queesta CFC continúo con el procedimiento de conformidad con lo establecido en el artículo 38 del RLFCEy violó por tanto los principios de debido proceso legal y legalidad.

El presente agravio es inoperante en cuanto a las afirmaciones relativas al acuerdo del dieciocho deseptiembre de dos mil uno toda vez que esta autoridad en la página 75 de la resolución recurrida demos-tró lo infundado del mismo. En cuanto a la supuesta ilegalidad de la resolución debido a que el DirectorGeneral de Asuntos Jurídicos aplicó el artículo 38 del RLFCE en el acuerdo del doce de noviembre dedos mil uno por el que ordenó la continuación del procedimiento, se señala que deviene infundado esteargumento ya que el reiterado desacato de las recurrentes al no presentar la información requerida poresta autoridad fue el motivo por el que se acordó lo conducente, esto es, las recurrentes con el sentido delpresente argumento pretenden minimizar su incumplimiento respecto a la información y documentaciónno presentadas ante esta autoridad con motivo de las diligencias probatorias para mejor proveer. Laconsecuencia de su actuar, es decir, la aplicación del artículo en comento no puede ser evadida con elsimple argumento de que la resolución es ilegal por la falta de fundamentación y motivación del acuerdocitado, ya que se caería en el absurdo de que cada vez que un agente económico violente lo ordenado poresta CFC bastaría con señalar la supuesta ilegalidad del acuerdo relativo para excusarse del cumplimien-to de lo ordenado e impedir la debida sustanciación y culminación del procedimiento.

Las empresas recurrentes señalan que en la resolución del veintiocho de febrero de dos mil dos se denotauna subjetividad y falta de imparcialidad por parte de esta CFC al desechar los elementos probatoriospresentados por las empresas al contestar el oficio de presunta responsabilidad.

En específico, las empresas integrantes del grupo económico Coca-Cola Femsa se refieren al desechamientode sus pruebas periciales en economía, econometría, contabilidad, finanzas, econometría, estadística, asícomo de las pruebas de inspección judicial, instrumental de actuaciones y de las probanzas periciales enestadística y mercadotecnia en sus agravios 34 a 41. Por su parte las empresas integrantes del Grupoeconómico Proyección Corporativa (actualmente Arca) se refieren al desechamiento de sus pruebaspericiales en economía y econometría, contabilidad, finanzas, estadística, de sus pruebas de inspecciónjudicial, instrumental de actuaciones así como de las pruebas periciales en estadística y mercadotecniaen sus agravios 34 a 40. En cuanto a las empresas integrantes de los Grupos económicos AdministraciónPeninsular Corporativa, Corporativo Grupo Tampico y Reynosa identifican el desechamiento de sus pruebas

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periciales en economía y econometría, matemáticas, estadística, así como de sus probanzas de inspec-ción judicial, instrumental de actuaciones y de la prueba pericial en materia de estadística y mercadotec-nia en sus agravios 34 a 39. Por último, Refrescos Unión, S.A. de C.V., identifica el desechamiento desus pruebas periciales en materia de economía y econometría, contabilidad, finanzas, estadística, asícomo de su prueba instrumental de actuaciones y de la probanza pericial en estadística y mercadotecniaen sus agravios 34, 35, 36, 38, 40 y 41, respectivamente.

En el mismo sentido se manifiestan las empresas recurrentes integrantes de los Grupos El Carmen, Contal,Panamco, Yoli y Coordinación Industrial Mexicana así como las empresas Embotelladora de Colima, S.A.de C.V., Embotelladora las Margaritas, S.A. de C.V. y Embotelladora de Cuautla, S.A. de C.V., en susagravios identificados con los numerales III B argumentando que la resolución recurrida está indebidamen-te fundada y motivada por el desechamiento de las citadas pruebas. Por su parte las empresas embotelladorasdel Grupo Argos y Servicios Ejecutivos del Noroeste en sus agravios identificados con el numeral OCTA-VO, inciso D, subinciso b, así también las empresas Fomento Queretano, S.A. de C.V. e IndustriaEmbotelladora de Querétaro, S.A. de C.V. en sus agravios 2, incisos e y g, respectivamente, esgrimen que seles dejó en estado de indefensión al no habérseles admitido las pruebas que ofrecieron para su defensa en sucontestación al oficio de presunta responsabilidad por lo que la resolución recurrida es ilegal.

Nuevamente las empresas recurrentes hacen en sus escritos de recurso de reconsideración un resumenreiterando las argumentaciones que ya fueron esgrimidas con anterioridad, las cuales ya fueron atendidaspor esta autoridad al emitirse la resolución que ahora se impugna por lo que resultan inoperantes.

Sustenta el anterior criterio la siguiente jurisprudencia: CONCEPTOS DE VIOLACIÓN INOPERAN-TES. Octava época. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Gaceta del Semanario Judicialde la Federación, tomo 62, febrero de 1993, tesis II.3o. J/42, página 28.

Las empresas integrantes de los Administración Peninsular Corporativa, Corporativo Grupo Tampico yReynosa establecen en su agravio 35 que el desechamiento de las pruebas periciales en matemáticas fuearbitrario y por lo tanto la resolución recurrida se encuentre indebidamente fundada y motivada, ya queno obstante no ser experta en la materia, esta CFC no admitió dichas probanzas de conformidad con loseñalado en los acuerdos del “once de diciembre de dos mil”. Afirman que hubo desigualdad en el tratoya que a otros agentes económicos sí se les admitieron las citadas probanzas.

Al respecto esta autoridad señala que lo argumentado por las recurrentes fue tratado en el agravio anteriory por lo tanto, para no caer en repeticiones innecesarias, se remite a los razonamientos vertidos en dichoagravio. No obstante lo anterior, debe señalarse que ningún otro agente económico distinto de las recurren-tes, presentó este tipo de probanzas por lo que la afirmación relativa a su admisión por lo que hace a otrosagentes económicos es inoperante, asimismo se destaca que los acuerdos que desecharon las citadas pro-banzas son del veinticinco de enero de dos mil uno y no de la fecha indicada por las recurrentes.

En su agravio OCTAVO, inciso D, subinciso c, las empresas integrantes de los grupos económicos Argosy Servicios Ejecutivos del Noroeste afirman que en la resolución recurrida existió una falta de valoraciónde las pruebas ofrecidas por los demás agentes económicos emplazados ya que se minimizó su valorprobatorio al no tomar en cuenta los cuestionamientos hechos por los fedatarios públicos y restarlesvalor probatorio por considerarlos vagos en la manifestación de sus preguntas.

Lo anterior es infundado toda vez que esta autoridad no minimizó el valor de las pruebas aportadas porlos agentes económicos sancionados al contestar su oficio de presunta responsabilidad, baste citar comoejemplo las páginas 129 y 130 de la resolución recurrida donde los fedatarios públicos al centrar suspreguntas entorno a los “refrescos” corroboraron la determinación del mercado relevante realizado poresta autoridad ya que no consideran a otros tipos de bebidas como el agua o los jugos; ello quedó aún másen evidencia al formular la pregunta “¿Qué marcas de refrescos vende en su establecimiento?” Donde sehace referencia a los “refrescos” que junto con las aguas minerales carbonatadas y las bebidas carbonatadas

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denominadas genéricamente como mezcladores constituyen el mercado relevante por producto en elprocedimiento cuya resolución dio origen al presente recurso de reconsideración.

En el agravio 2, inciso d, de los escritos de recurso de reconsideración de las empresas Industria Envasadorade Querétaro, S.A. de C.V. y Fomento Queretano, S.A. de C.V., se califica al procedimiento como “CÓ-MODO” debido a que en la resolución recurrida a todos los agentes económicos que en lo particularcontestaron el oficio de presunta responsabilidad se le objetan sus argumentos y pruebas como si fueranlos mismos que produjeron los grupos Argos, el Carmen, Contal, Panamco y Coca Cola FEMSA; mani-fiestan en este sentido que en el expediente DE-06-2000 no existe constancia, fe de hechos o estudioreferido al estado de Querétaro y sin embargo se cita a las recurrentes tanto en el oficio de presuntaresponsabilidad como en la resolución.

En primer lugar, se debe dejar en claro que en la consideración sexta de la resolución del veintiocho defebrero del año en curso se especifica de manera pormenorizada a qué empresas se referían cada uno delos argumentos contestados, fundamentando y motivando la razón de dicho proceder (páginas 31 a 145de la resolución). Los ejemplos donde se especificó que esta Comisión se refería a estas empresas recu-rrentes son múltiples, baste citar como ejemplo las páginas 32, 45, 56, 57, 58 y 79 de la resolución que serecurre. Por ende, resulta carente de sustento lo manifestado por las recurrentes.

En segundo lugar, se reitera que al formar parte del grupo económico Coca Cola, como quedó demostra-do con anterioridad, son responsables de las prácticas monopólicas relativas violatorias de los artículos8˚ y 10, fracciones IV y VII, de la LFCE, esta última con relación al artículo 7˚, fracciones II y V, de suReglamento. Por todo lo antes expuesto, lo manifestado en el presente agravio resulta infundado.

En el agravio OCTAVO del escrito de recurso de las empresas integrantes de los grupos Argos y Servi-cios Ejecutivos del Noroeste hacen valer un “(...) agravio de mala fe de la autoridad (...)” como un viciopresentado a lo largo de todo el procedimiento y en la resolución que vulneró los artículos 8º, 10, 11, 12,13, 32 y 33 de la LFCE, 7º, 9˚, 10, 11, 12, 24, 30 y 32 del RLFCE y 5˚, 81, 219, 222, 322, 327, 328, 329,349 y 350 del CFPC, así como los artículos 14 y 16 constitucionales. Citan quince ejemplos de lasactuaciones en las que esta CFC actuó de mala fe con el ánimo de perjudicarlas.

Los argumentos contenidos en el presente agravio no son más que meras repeticiones de lo alegado porlas recurrentes a lo largo de su escrito de recurso de reconsideración, por lo que al respecto baste decirque para no caer en repeticiones innecesarias, se deberán tener por hechas las consideraciones que alrespecto de cada uno de los quince ejemplos realiza esta autoridad a lo largo de la presente resolución.

Manifiesta TCCEC en su agravio identificado con el numero I que “(...) La resolución dictada el 28 defebrero de 2002 es inconstitucional por ser consecuencia directa del acuerdo del 17 de agosto de 2001,mismo que fue declarado inconstitucional por el C. Juez Segundo de Distrito en Materia Administrativaen el Distrito Federal, en los autos del juicio de amparo 795/2001, promovido por mi poderdante.

En efecto, mediante acuerdo del veinticinco de marzo de dos mil dos, el juzgador de Distrito precisó elefecto y alcance del amparo concedido a mi representada en contra del acuerdo expedido por el C.Director General de Asuntos Jurídicos de esa H. Comisión, en el expediente administrativo DE-06-2000,el 17 de agosto de 2001, en los siguientes términos:

(...) la cual se concedió para el efecto de que se deje insubsistente el acuerdo de diecisiete deagosto de 2001, y a su vez las consecuencias jurídicas derivadas del mismo (...)

Lo anterior implica que el Juzgador de Amparo haya fijado, de manera clara y precisa, el efecto y alcan-ces del amparo concedido, esto es, para que se dejara insubsistente, tanto el acuerdo reclamado del 17 deagosto de 2001, como todas las consecuencias jurídicas del mismo, incluida, desde luego, la resolucióndel 28 de febrero de 2002 que ahora, Ad-cautelam se recurre (...).”

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Para lo cual ofreció la prueba superveniente consistente en la copia certificada de la sentencia dictada porel H. Décimo Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito en el toca RA-1/2002-1 con la que pretende probar que la resolución recurrida debe ser nulificada en su totalidad por serconsecuencia directa e inmediata del acuerdo del diecisiete de agosto de dos mil uno.

Lo manifestado por la recurrente es infundado. Lo anterior es así ya que mediante sentencia emitida porel H. Juzgado Segundo de Distrito el catorce de noviembre de dos mil uno, se otorgó el amparo y protec-ción de la Justicia Federal solicitado, misma que fue confirmada por el H. Décimo Tercer Tribunal Cole-giado en Materia Administrativa del Primer Circuito, al resolver el toca en revisión número R.A.-1/2002-1 para efectos de que la autoridad responsable Director General de Asuntos Jurídicos de esta CFC, dejarainsubsistente el acuerdo de diecisiete de agosto de dos mil uno, y a su vez las consecuencias jurídicas delmismo. En este orden de ideas, mediante oficio del dos de abril de dos mil dos, signado por el DirectorGeneral de Asuntos Jurídicos de esta CFC, se dejó insubsistente el acuerdo del diecisiete de agosto dedos mil uno y el oficio del veintitrés de agosto del mismo año, dictados en el expediente DE-06-2000.1

En consecuencia, la Autoridad Federal por proveído del diecisiete de abril del referido año, tuvo porcumplimentada la ejecutoria dictada en el juicio de amparo.

Así las cosas debe aclarase a la recurrente que el fallo protector emitido es únicamente por lo que serefiere a la emisión de los actos antes citados y la consecuencia que derive de éstos, como fue el requeri-miento de información y la imposición de una multa, mas no así con relación a la substanciación delprocedimiento, por lo que el presente agravio resulta ser infundado.

La probanza tiene el valor probatorio previsto en los artículos 79, 93, fracciones II, 129, 197 y 202 delCFPC y con ella se acredita el sentido de la sentencia señalada en el párrafo que antecede, misma quecomo se señaló anteriormente, confirmó la sentencia emitida por el C. Juez Segundo de Distrito enMateria Administrativa en el Distrito Federal en el juicio 795/2001, por la que se otorgó el amparo yprotección de la Justicia Federal a la recurrente por lo que hace al acuerdo del diecisiete de agosto de dosmil uno (fojas 21476 a 21478 del expediente DE-06-2000) y sus consecuencias jurídicas, esto es, elapercibimiento contenido en el oficio del veintitrés de agosto de dos mil uno (fojas 21507 a 21510). Sinembargo, se reitera que ello no acredita el dicho de la recurrente en el sentido de que la resolución delveintiocho de febrero de dos mil dos es consecuencia directa del acuerdo por el cual obtuvo el amparo larecurrente. Es más, de conformidad con el acuerdo del dos de abril de este año (foja 31400 del expedien-te DE-06-200), notificado a la recurrente dos días después (foja 31401), por el que se dio cumplimientoa la ejecutoria citada en el párrafo que antecede se señaló expresamente que esta CFC hizo del conoci-miento de la autoridad judicial que se había emitido resolución final en el expediente administrativo yfue la propia C. Secretaria del H. Juzgado Segundo de Distrito quien “(...) acordara que la resolucióncitada no forma parte de la litis planteada (...)”en el juicio de amparo 795/2001. Por lo anterior se haceevidente que el dicho de la recurrente es infundado, toda vez que es la propia autoridad judicial quienreconoce de manera expresa que la resolución recurrida es independiente de los actos reclamados en elamparo 792/2001, lo cual es del conocimiento pleno de la recurrente.

Las empresas Corporativo Arma, S.A. de C.V., Grupo Continental, S.A., Panamco México, S.A. de C.V.y Coordinación Industrial Mexicana, S.A. en su agravio identificado con el número III, letra B, numera-les 1 a 4, así como TCCEC en su agravio IV, letra B, numerales 1 a 4 señalan que la resolución recurridaadolece de la debida fundamentación y motivación toda vez que esta CFC no analizó debidamente todoslos argumentos y defensas expuestos para demostrar lo indebido de la definición del mercado relevanteya que las recurrentes no participan en el mercado que se investigó ya que no tienen relación alguna condetallistas, afirman que el único elemento en que se sustenta la definición del mercado relevante por

1 El acuerdo del diecisiete de agosto de dos mil uno (fojas 21476 a 21478 del expediente DE-06-2000) fue emitido para adicionarel diverso del diecinueve de julio de ese mismo año (fojas 21280 a 21283) por el que se acordó la necesidad de practicar diligenciasprobatorias adicionales. Por su parte el oficio del veintitrés de agosto de dos mil uno enumeró la información que en específico seconsideró necesaria obtener de TCCEC (fojas 21507 a 21510).

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producto es con el expediente CNT-166-98. En este sentido señalan que debió haberse tomado en cuentalas diferentes etapas productivas del citado producto. Finalmente, afirman que el agua embotellada sí essustituto de las bebidas carbonatadas.

Las cuestiones anteriores ya han sido resueltas en la resolución recurrida y de la lectura de los escritos dereconsideración de las recurrentes se aprecia una repetición de lo alegado por las mismas en sus respec-tivas contestaciones al oficio de presunta responsabilidad, por lo que el agravio antes expuesto devieneinoperante. En específico las cuestiones relacionadas con el expediente CNT-166-98 fueron tratadas enlas páginas 42, 43 y 81 a 83 de la resolución recurrida; las cuestiones relacionadas con la errónea afirma-ción en el sentido de que el agua embotellada es sustituto de las bebidas carbonatadas se trataron en laspáginas 86 a 93 de la resolución del veintiocho de febrero del presente año. En cuanto a la afirmación enel sentido de que las recurrentes no tienen relación con detallistas, debe insistirse una vez más que es lapertenencia al grupo económico Coca Cola lo que les da el carácter de responsables de las prácticasmonopólicas relativas objeto del procedimiento DE-06-2000, tal como se estableció en las páginas 45 a49 y 51 a 59 de la resolución recurrida.

Las empresas recurrentes Servicios Ejecutivos del Noroeste, Compañía Embotelladora de Sinaloa y LaVictoria, en lo que en sus escritos refieren como agravios primero inciso I, quinto, sexto y séptimo, respec-tivamente, Embotelladora de Colima, S.A. de C.V., agravio tercero puntos A, C, D, G e I, y Coca-ColaFemsa, S.A. de C.V., en sus agravios decimoséptimo a vigésimo y vigésimo segundo a vigésimo noveno,presentan los siguientes argumentos en contra de la resolución del veintiocho de febrero de dos mil dos.

Las empresas recurrentes impugnan la definición de mercado relevante tanto en su dimensión de produc-to como geográfica señalada en la resolución combatida. Servicios Ejecutivos del Noroeste, CompañíaEmbotelladora de Sinaloa y La Victoria lo hacen en lo que en su escrito refieren como agravio quinto.Embotelladora de Colima en lo que refiere como agravio tercero punto C, y Coca-Cola Femsa en lo querefiere como agravio décimo séptimo a vigésimo.

Señalan que existe una indefinición del mercado relevante en cuanto si abarca al mercado de concentra-dos, el de embotellado, distribución y comercialización de bebidas carbonatadas o ambos.

Al respecto, no existe una indefinición del mercado relevante dado que de la lectura de la resolución delveintiocho de febrero de dos mil dos se advierte que el mercado que se analiza es el de embotellado,distribución y comercialización de bebidas carbonatadas.

Las recurrentes señalan que jamás se analizó si el precio de dichos productos, sus características físicas, lasnecesidades que satisfacen, la elasticidad-precio cruzada de la demanda o incluso de oferta, podían hacerque esos productos fueran considerados sustitutos de las aguas carbonatadas. Consideran que esta CFC norealizó una investigación de mercado (de campo y teórica) que demostrara cuáles son los productos sustitu-tos de las bebidas carbonatadas que pudiera permitirle fundamentar la resolución que se recurre.

Este punto fue atendido en la resolución recurrida, donde se incluye un cuadro en las páginas 88 y 89 dedicha resolución de donde se desprende una diferencia de precios muy importante entre los refrescos yotras bebidas. Tal diferencia es de 135% entre el agua envasada y el refresco, y 40.9% entre el refresco ylos jugos. Como ya se señaló en la resolución recurrida, una diferencia de precios de tal magnitud sólopuede deberse a que los consumidores le asignan a las diferentes bebidas diferentes valoraciones. Mues-tra que un consumidor que adquiere agua embotellada y enfrenta un incremento de precios en ese pro-ducto no puede sustituir ese bien con Coca-Cola o jugos ya que el precio de éstos es más alto. Cuando lasdiferencias en cambios de precios son tan importantes, se considera que este criterio por sí mismo essuficiente para ubicar a los productos sujetos a análisis en mercados relevantes diferentes.

Respecto al argumento de que esta CFC no utilizó la prueba de la elasticidad cruzada, o una investiga-ción de campo para determinar la sustituibilidad de las diferentes bebidas, cabe señalar lo siguiente.

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Respecto a la falta de uso de la elasticidad cruzada de la demanda, es importante indicar que los estudioseconométricos hacen estimaciones de ella con la mejor información disponible, utilizando como funda-mento algún modelo teórico. Sin embargo, no es inconcuso que la estimación corresponda al valor co-rrecto de la elasticidad cruzada de la demanda. Debe quedar claro que la prueba en sentido legal no debeconfundirse con las pruebas de hipótesis utilizadas en el herramental estadístico, muy utilizadas en eltrabajo académico, pero que raramente tienen la robustez necesaria para ser utilizadas como pruebaslegales. Más aún las recurrentes no ofrecieron medios probatorios para acreditar su dicho, por lo que elagravio resulta infundado. Con relación a esto último, cabe señalar que las recurrentes no presentaranuna estimación econométrica para sustentar su dicho, ya que de haberla presentado, se valuaría en sustérminos, pero si no proporcionaron información suficiente y confiable para hacer estimaciones creíbles,tampoco es aceptable considerar que esta Comisión no pueda definir el mercado.

En cuanto a la falta de investigación de campo para determinar la sustituibilidad de las diferentes bebi-das, es de indicar que la existencia de un diferencial tan claro sobre los cambios de precio de las diferen-tes bebidas permite ubicarlas en diferentes mercados relevantes.

Asimismo las empresas recurrentes argumentan que es incorrecta la actuación de esta CFC al pretenderdar validez a una resolución y a otras no, refiriéndose a que de acuerdo con su argumento sólo se tomó encuenta para la definición del mercado relevante la resolución del procedimiento CNT-166-98. Al respec-to citan varias resoluciones de concentraciones en las que en la definición del mercado relevante no sedistinguió entre los refrescos y otras bebidas. No está de acuerdo con el argumento de esta CFC queseñala que dichas operaciones consistieron en reestructuraciones administrativas o bien en la adquisiciónde activos entre embotelladoras de la misma marca, y por lo tanto del mismo grupo económico, motivospor los cuales en esos casos, las operaciones analizadas no implicaron afectación o cambio alguno en lasparticipaciones de mercado, y que por lo tanto en tales expedientes sólo se describe de manera general elámbito geográfico en el cual se realizan esas operaciones y los mercados relacionados, sin que esta CFCrealice un análisis como el que se realiza en el presente expediente con los detalles y precisiones que aquíameritan. Señalan que lo anterior no la eximía de haber hecho un análisis profundo y serio y no unogeneral del mercado relevante, ya que consideran que tanto el artículo 18, fracción I, de la LFCE, comoel 10 del mismo ordenamiento remiten al artículo 12 de esa ley para definir el mercado relevante y enambos casos tienen igual valor. Por lo anterior consideran que el mercado relevante debe definirse igualpara concentraciones y prácticas monopólicas relativas.

Al respecto, cabe señalar que en la resolución del recurso que se analiza no se definen mercados relevan-tes distinguiendo entre concentraciones y prácticas monopólicas relativas, y si en los casos que citan lasempresas recurrentes se aprecian diferencias en la definición del mercado relevante se debe a que cuandose trata de concentraciones que por su naturaleza no producen una afectación en el proceso de competen-cia y libre concurrencia, como pueden ser las reestructuraciones operativas, no es necesaria más que unadefinición general del mercado relevante en el que se lleva a cabo la transacción, porque ni antes nidespués de la transacción se modifica el mercado relevante.

Por otra parte, las recurrentes se manifiestan en contra de lo señalado en la resolución del veintiocho defebrero de dos mil dos en sus páginas 87 y 88, donde se comparan los precios de los refrescos y otrasbebidas en unidades comparables tomando en cuenta precios reportados por la Procuraduría Federal delConsumidor. Consideran que lo señalado por esta CFC es incorrecto toda vez que nunca establece porqué determinó para evaluar la sustituibilidad de las bebidas carbonatadas el precio de un litro tanto deagua, como de refrescos carbonatados y jugos envasados. Señalan que a fin de saber si existen sustitutoso no de las bebidas carbonatadas esta CFC debió haber analizado todas las clases que existen en elmercado de bebidas en todas sus presentaciones, o por lo menos de la mayoría o determinar con base enelementos objetivos qué bebidas y qué presentaciones eran las que debía analizar, y sólo así hacer unaverdadera diferenciación. Asimismo, no consideran suficiente que esta CFC haya utilizado para su aná-lisis de precios como agua envasada Electropura, como refresco carbonatado Coca-Cola no retornable ycomo jugo envasado Jumex.

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Al respecto, debe quedar claro que al hacer conversiones y comparar los precios en un litro de las dife-rentes bebidas, se tiene una medida uniforme para comparar precios que evita analizar diferentes pre-sentaciones. Respecto al argumento de que se escogieron tales presentaciones y marcas de bebidas, seconsidera que una diferencia significativa como la que se desprende del cuadro antes citado sugiere quelas diferentes bebidas se encuentran en mercados relevantes diferentes, aun cuando existan variacionesen los precios de diferentes marcas de los tipos de bebidas.

Respecto a la determinación geográfica del mercado relevante, las empresas recurrentes consideran queesta Comisión primero determinó una supuesta conducta como práctica y después con base en ella defi-nió el mercado relevante, lo cual según ellas se acredita cuando esta CFC determinó el mercado relevantesosteniendo que los productos Coca Cola se elaboran y distribuyen mediante un sistema de franquicias.Además señalan que el que exista un sistema de franquicias no constituye fundamento ni motivo válidopara concluir que el mercado relevante es nacional. Consideran que si la existencia de un sistema defranquicias fuera el elemento para determinar el ámbito geográfico del mercado relevante, habría queconsiderar para el caso toda el área en que se trabaja bajo este sistema; es decir, al mundo entero.

Las empresas recurrentes señalan que se ubican cerca de la frontera con Estados Unidos de Norte América,con lo cual los costos de importación y transportación de bebidas carbonatadas provenientes de ese país nopueden ser los mismos que para otras embotelladoras, dada la distancia que existe entre una región y otra.

Con respecto a la definición del área geográfica del mercado relevante, es importante considerar que ladefinición de mercado debe incluir las ventas de las empresas involucradas en la operación cuando setrata de una concentración y dónde se realiza la práctica que se está analizando en el caso de las prácticasmonopólicas. En el oficio de presunta responsabilidad se estableció que aunque los costos de transporteindicarían el carácter regional del mercado, las estrategias comerciales (los programas y políticas comer-ciales), que fueron el objeto del análisis, se aplican en el conjunto del territorio nacional, es decir, en todala República Mexicana. Tal es el caso del “Programa 100 Metros” (foja 2174 del expediente DE-06-2000y página de Internet del grupo Panamco2) que demuestra lo infundado de la afirmación de las recurrentestoda vez que al ofrecer mediante este Plan “(...) a los consumidores localizados en zonas urbanas ladisponibilidad de productos fríos a un máximo de 100 metros de distancia (...)” se demuestra, contrarioa lo sostenido por las recurrentes, su aplicación a nivel nacional. No debe soslayarse lo anterior en virtudde que las empresas integrantes del Grupo Coca Cola, como grupo que son, actúan conjuntamente.3

Es en este sentido que en el oficio de presunta responsabilidad se indicó que: “De esta forma, si bien elámbito geográfico del mercado relevante es en principio regional, el hecho de que las conductas denun-ciadas se realizan en el conjunto del territorio nacional, conduce a considerar éste como su dimensióngeográfica”, sin que lo anterior haya sido desvirtuado por las ahora recurrentes.4

En efecto, conforme con la teoría económica desde el punto de vista geográfico el mercado relevantecomprende el área en el que las empresas participan en el abasto y demanda de los productos o servicios

2 www.panamco.com En específico en la página 14 del Proyecto para Inversionistas correspondiente a marzo de 2002.

3 También debe quedar claro que los académicos han sido explícitos en que las ventas de las plantas involucradas en la operacióno práctica monopólica deben estar incluidas en el mercado relevante (Ver Posner, R.A., “Antitrust Law, an Economic Perspective”,p. 133).

En casos similares en Estados Unidos de América, como una concentración de cerveceras, se puso énfasis en que la competenciaes entre marcas y que las áreas incluidas en el mercado era donde los involucrados tenían presencia de marca (Ver US v. PabstBrewing Co., citado en Posner, R.A., & F.H. Easterbrook, “Antitrust, Cases, Economic Notes and Other Materials”, 2nd ed., p.379).

4 Al comparar la bebida carbonatada con la cerveza (asunto en el que el mercado relevante se determinó como regional), esimportante considerar que las diferencias regionales de participación de las cerveceras varían mucho en comparación con lasbebidas carbonatadas, por lo que debe tenerse cuidado con las comparaciones sobre poder sustancial, pues las características decada mercado son muy diferentes.

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relevantes, en dicha área las condiciones de competencia son similares o suficientemente homogéneas ypueden ser distinguidas de las áreas colindantes en las que las condiciones de competencia son aprecia-blemente diferentes. En el caso concreto se determinó que el mercado relevante es nacional por lascondiciones similares y suficientemente homogéneas.

Por otra parte, las empresas recurrentes citan la resolución final en su página 98 donde se señala queel número de clientes de TCCEC indica que la mayoría de ellos son tiendas al menudeo como losabarrotes y las misceláneas, así como la importancia del canal de distribución al menudeo. Conside-ran que esta CFC no justifica porque de los supuestos 955,000 clientes, la mayoría son tiendas almenudeo como los abarrotes y misceláneas. Consideran inadmisible que se quiera imputar respon-sabilidad a las recurrentes por la supuesta comisión de prácticas monopólicas relativas en un solocanal de distribución (detallistas), sin haber señalado qué volumen de ventas representaban paracada una de las emplazadas.

Con relación a lo anterior, debe quedar claro que fueron las propias recurrentes quienes señalaron que elGrupo Coca Cola tiene 995,000 clientes y de éstos la mayoría son tiendas al menudeo como abarrotes ymisceláneas, por lo que es un hecho notorio, tal como se señala más adelante al analizar el agravioreferente al daño causado al proceso de competencia.

Las empresas recurrentes presentan diversos argumentos en contra de la determinación de poder sustan-cial que hace esta CFC en la resolución recurrida. Servicios Ejecutivos del Noroeste, CompañíaEmbotelladora de Sinaloa y La Victoria lo hacen en lo que en su escrito refieren como agravio sexto,Embotelladora de Colima en lo que refiere como agravio tercero punto D, y Coca-Cola Femsa en lo querefiere como agravio vigésimo segundo a vigésimo séptimo.

Mencionan que hay embotelladores que tienen un porcentaje menor al promedio y otros que tienen unporcentaje más alto, por lo que los que tienen los porcentajes menores, no necesariamente llegarán atener poder sustancial en sus mercados regionales, y esto consideran les lleva a que no se puede hablar deun poder sustancial en todo el territorio nacional y tampoco de que el mercado relevante fuera éste.

Al respecto, cabe resaltar que las recurrentes aducen que existen embotelladoras que en la región en laque participan tienen un porcentaje de participación de mercado menor al 72% señalado en la resoluciónrecurrida; sin embargo, las recurrentes no especifican qué porcentaje tienen ni ofrecen medio de pruebaalguno para acreditar su dicho. Por ende, el agravio es inatendible pues no se muestra con datos quealguna de las embotelladoras carezca de poder sustancial.

Por otra parte señalan las empresas recurrentes que esta CFC es omisa en la resolución recurridarespecto a lo aducido por las recurrentes en su contestación al oficio de presunta responsabilidad, en lorelativo a que entonces señalaron que esta CFC no describe ni el tamaño, ni las características princi-pales de las redes de distribución de los denunciados. También señalaron entonces que la verdaderabarrera a la entrada que debe considerarse es el costo de establecer un local que sirva como canal dedistribución alternativo de bebidas carbonatadas en una localidad en la cual existiera un contrato deexclusividad con TCCEC.

Al respecto, cabe reiterar que los elementos básicos del canal de distribución propiedad del Grupo CocaCola son los centros de distribución y los camiones repartidores, lo anterior sin soslayar que las políticasde distribución son nacionales.

Asimismo las empresas recurrentes señalan que el hecho de que existan franquicias en territorios deter-minados para el uso de las marcas propiedad de TCCC, no implica que algunos o todos los franquiciatariosactúen conjuntamente, ni que el hecho de que también ellos tienen licencia para el uso de las marcasreferidas el mercado relevante deba ser el territorio nacional, pues para el caso son precisamente dichasdiversas franquicias lo que hace que el mercado relevante sea regional.

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Al respecto, se reitera lo antes expuesto con relación a la determinación geográfica del mercado relevan-te, en el sentido de que si bien el ámbito geográfico del mercado relevante es en principio regional, elhecho de que las conductas sancionadas se realizan en el conjunto del territorio nacional, conduce aconsiderar éste como su dimensión geográfica. En efecto, las empresas recurrentes son parte del GrupoCoca Cola y actúan de forma conjunta y lidereada por TCCEC, situación que no ha podido ser desvirtua-do por las mismas.

Además, contrario a lo afirmado por las recurrentes, su argumentación relativa a las franquicias y licen-cias para el uso de la marca, argumentación vertida para desvirtuar el mercado relevante, lejos de desvir-tuarlo, lo corrobora, toda vez que en términos de la Ley de Propiedad Industrial, el uso de la marca por elusuario que tenga licencia se considera realizado por el titular de la marca.

Lo anterior sería un vínculo más de las empresas recurrentes para determinar que son parte del mismogrupo económico: Coca Cola. En efecto, lo dispuesto en la Ley de Propiedad Industrial se debe funda-mentalmente a que la gran mayoría de los consumidores asimilan el uso que hace de una marca suusuario autorizado, con el uso que de la misma hace su titular. Así, identifican a las empresas recurrentescomo parte de un mismo grupo y la publicidad hecha con base en los programas y políticas comercialeses realizada y respaldada por Coca Cola, y las beneficiadas son precisamente las empresas integrantesdel Grupo Coca Cola.

Finalmente, debe recalcarse que las recurrentes utilizan un mismo argumento para llegar a dos conclu-siones. Por un lado afirman que si la existencia de un sistema de franquicias fuera el elemento paradeterminar el ámbito geográfico del mercado relevante, éste sería el mundo entero; y por el otro sostie-nen que son precisamente esas franquicias que hacen que el mercado relevante sea regional; por lo queeste agravio cae de base.

Respecto a que esta Comisión consideró como barreras a la entrada las exclusivas que según ellas su-puestamente tienen celebradas con los detallistas, mencionan las empresas recurrentes que señalaron enel escrito de contestación al oficio de presunta responsabilidad que esta afirmación era inexacta, envirtud de que para considerar una barrera a la entrada al mercado hay que atender a la posibilidad deconcurrir a éste, y si un detallista tenía una exclusiva, la forma de determinar si había una barrera o no eradeterminando el costo de establecer otro detallista para de esa manera participar en el mercado, lo quesegún ellos no se analizó en el oficio de presunta responsabilidad y tampoco se hizo en la resolución quese recurre.

Las recurrentes consideran que esta CFC ni siquiera determinó el porcentaje de exclusivas que cada unade ellas tiene en su mercado regional, pero suponiendo sin conceder que tal porcentaje fuera del 1.9%, alque se refiere esta autoridad en el oficio de presunta responsabilidad, es dable concluir que dicho porcen-taje no representa barrera a la entrada alguna al mercado en el que operan, dado que los competidores onuevos competidores que quisieran entrar al mercado tendrían aún el 98.1% restante del mismo paraconcurrirlo, sin que tales exclusivas de los agentes ya establecidos les represente en realidad una barreraa la entrada. Por lo anterior consideran que no se puede sostener que su comportamiento constituya unabarrera a la entrada, sino que los productos que compiten con los de ellas enfrentan el problema decompetir realmente por tener productos que el consumidor prefiera.

Contrario a lo afirmado por las recurrentes, dado que tienen poder sustancial en el mercado relevante (el72% del mercado relevante), no se requiere de un alto porcentaje de exclusividades para que se incrementensustancialmente los costos de entrada o de desarrollo de los competidores. Basta que las recurrentesseleccionen aquellos puntos donde sea alta la probabilidad de que se puedan desarrollar los competido-res y celebren contratos de exclusividad con los detallistas, con objeto de desplazar a sus competidores yevitar que entren a ese mercado. Es importante considerar que las preferencias del consumidor no seránlibres si no tienen opciones para elegir, sino que estarán determinadas por los agentes económicos domi-nantes del mercado relevante: los que tienen poder sustancial.

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De lo anterior se vislumbra la importancia de no desvincular el poder sustancial con la práctica monopólicaen análisis, por la estrecha relación que guardan. Agentes económicos como las recurrentes que pertene-cen al Grupo Coca Cola tienen un alto porcentaje de participación en el mercado relevante: 72%, por loque no necesitan de un alto porcentaje de exclusividades para afectar el proceso de competencia y libreconcurrencia. Por lo antes expuesto, es infundado el presente agravio.

Por otro lado, con relación a la fracción III del artículo 13 de la LFCE, las empresas recurrentes consideranque esta autoridad deja de fundamentar y motivar la resolución final porque la misma señala que se debeconsiderar el poder de los competidores que permita contrarrestar el poder de las empresas denunciadas, enfunción de su capacidad de competir y no en función de su capacidad económica, lo que implica que dichacapacidad de competir es medida por su participación de mercado. Consideran que la anterior premisa estotalmente falsa, que la capacidad de competir está determinada por muchos factores que van desde lasinstalaciones industriales e infraestructura del agente económico, hasta su capacidad económica para podersoportar y financiar el costo de la operación, como también por su talento como administrador, lo que no esnecesariamente revelado por la participación de mercado como esta Comisión lo hace.

Con relación a la fracción IV del artículo 13 de la LFCE donde se dispone que se analice las posibilida-des de acceso del agente económico y sus competidores a fuentes de insumos, las recurrentes consideranque este análisis debió ser explícito y referido a cada una de ellas, y que no se hizo ni en el oficio depresunta responsabilidad ni en la resolución que se recurre, para determinar su propio grado de integra-ción vertical, pero que de ninguna manera se debió haber manejado un concepto genérico que tratara atodos por igual.

Al respecto, en cuanto al análisis de la existencia y poder de los competidores de los agentes económicosresponsables, tal como se señaló en la resolución recurrida, la fracción III del artículo 13 se refiere a lacapacidad de competir con sus productos en el mercado y no a la capacidad económica de las empresas.Por esa razón, la capacidad de competir es medida por la participación de mercado, toda vez que ésta esun indicador suficiente para analizar el poder sustancial de un agente económico al ser resultado de losfactores señalados por las recurrentes. No está de más señalar que la capacidad económica no es el únicoelemento que debe tomarse en cuenta ni está necesariamente vinculada al poder de una empresa, envirtud de que una empresa puede tener muchos recursos pero no tener capacidad para competir.

Por lo que se refiere al acceso a los insumos, si éste no es el origen del poder sustancial de las recurrentes,es intranscendente ahondar en dicho punto. Lo importante en este caso es el análisis de los demás crite-rios establecidos en el artículo 13 de la LFCE, entre los cuales se encuentran las participaciones demercado.

Las empresas recurrentes argumentan que en la resolución recurrida no se acreditó la existencia del dañoal proceso de competencia y libre concurrencia como consecuencia de las exclusividades. ServiciosEjecutivos del Noroeste, Compañía Embotelladora de Sinaloa y La Victoria lo hacen en lo que en suescrito refieren como agravio séptimo, Embotelladora de Colima en lo que refiere como agravio terceropunto G, y las empresas integrantes de los grupos económicos Coca-Cola Femsa, Reynosa, Administra-ción Peninsular Corporativa, Grupo Corporativo Tampico y Proyección Corporativa (actualmente Arca),así como la empresa Refrescos Unión en lo que refieren como agravios cuadragésimo quinto, cuadragé-simo tercero, cuadragésimo tercero, cuadragésimo tercero, cuadragésimo cuarto y trigésimo noveno res-pectivamente al igual que sus agravios vigésimo primero y vigésimo octavo.

Las empresas recurrentes señalan que esta Comisión no acreditó en forma alguna que el objeto o efectode las conductas imputadas provocaba un desplazamiento indebido o podía provocar un desplazamientoindebido de los competidores y un daño o posible daño al proceso de competencia y libre concurrencia.

Consideran que suponiendo sin conceder que se les pudiera atribuir el 1.9% de exclusivas que esta CFCseñaló en el emplazamiento, cabe preguntarse cómo es posible que teniendo exclusividades pactadas con

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un porcentaje tan pequeño del universo total aproximado de clientes a los que abastecen las empresasrecurrentes en las localidades en que operan, se afecte o cause un daño al proceso de competencia y libreconcurrencia, así como que este porcentaje se cause un desplazamiento y más aún indebido de un com-petidor, siendo que los competidores tendrían acceso al 98.1% restante de los clientes que integran elmercado en el que operan las hoy recurrentes.

Por otra parte, las recurrentes se inconforman con lo señalado en las páginas 143 y 144 de la resoluciónque se recurre donde se establece que se ha ocasionado un daño al proceso de competencia y libreconcurrencia en el mercado relevante de bebidas carbonatadas en virtud de que las emplazadas hanlogrado aumentar su participación de mercado de 67.5% en mil novecientos noventa y siete a 72.1% enmil novecientos noventa y nueve estableciendo exclusividades a cambio de los cuales se entregan incen-tivos. Consideran que esta CFC no razona ni justifica que el incremento de 5 puntos porcentuales en laparticipación de mercado del Grupo Coca Cola se haya debido a las exclusividades, es decir, no se señalael nexo causal entre una cosa y la otra. Consideran que no se justifica por ejemplo, que un porcentaje del1.9% de exclusividades, suponiendo sin conceder que fuera válido, pueda provocar un incremento deventas tan grande. Consideran que aún con un máximo de 1.9% de exclusividades en el mercado no sepuede llegar a incrementar tal participación, máxime si se trata de detallistas.

Por otra parte, las recurrentes se inconforman con lo señalado en la resolución que se recurre de que elcanal detallista es el más importante con base en la afirmación de TCCEC en el sentido de que tiene955,000 clientes.

Al respecto cabe señalar, en primer lugar, que contrario a lo afirmado por las recurrentes, dado que tienenpoder sustancial en el mercado relevante (el 72% del mercado relevante), no se requiere de un altoporcentaje de exclusividades para que se incrementen sustancialmente los costos de entrada o de desa-rrollo de los competidores. Basta que las recurrentes seleccionen aquellos puntos donde sea alta la pro-babilidad de que se puedan desarrollar los competidores y celebren contratos de exclusividad con losdetallistas, con objeto de desplazar a sus competidores y evitar que entren a ese mercado. Es importanteconsiderar que las preferencias del consumidor no serán libres si no tienen opciones para elegir, sino queestarán determinadas por los agentes económicos dominantes del mercado relevante: los que tienen po-der sustancial.

De la misma forma en que las recurrentes pretenden restar importancia a su poder de mercado (72%),intentan minimizar también el porcentaje de las exclusividades, argumentando que por este bajo porcen-taje no causan una afectación al proceso de competencia y libre concurrencia. Aquí cabe resaltar que nodebe desvincularse el poder sustancial con la práctica monopólica en análisis, por la estrecha relaciónque guardan. Como quedó asentado, agentes económicos como las recurrentes que pertenecen al GrupoCoca Cola tienen un alto porcentaje de participación en el mercado relevante: 72%, por lo que no nece-sitan de un alto porcentaje de exclusividades para afectar el proceso de competencia y libre concurrencia.Por lo antes expuesto, es infundado el presente agravio.

En segundo lugar, en cuanto al argumento de las recurrentes de que esta CFC no razona ni justificaque el incremento de 5 puntos porcentuales en la participación de mercado del Grupo Coca-Cola(67.5% en mil novecientos noventa y siete a 72.1% en mil novecientos noventa y nueve) se hayadebido a las exclusividades a cambio de los cuales se entregan incentivos, por lo que no existe unnexo causal entre una cosa y la otra; además de que no justifica que un porcentaje del 1.9% deexclusividades pueda provocar un incremento de ventas tan grande, máxime si se trata de detallis-tas, cabe señalar lo siguiente.

Las empresas recurrentes integrantes del Grupo Coca Cola pretenden ahora minimizar la importancia delas tiendas detallistas, señalando que por ser éstas de poca importancia, no se explica cómo a través de lacelebración de exclusividades con ellas se puede tener un incremento de 5 puntos porcentuales en laparticipación de mercado.

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Al respecto llama la atención de esta Comisión que las recurrentes pretendan minimizar la importanciadel canal detallista, pero sin acreditar esa mínima importancia. Y no lo pueden acreditar en virtud de quehan señalado justo lo contrario. Como ejemplo basta citar la afirmación hecha por las recurrentes de quelas tiendas detallistas son su principal canal de distribución tal como lo manifiesta el grupo Contal en suinforme anual de dos mil uno que aparece en su página de Internet en el que señala que representa el69.2%; Arca (que incluye Argos, El Carmen y Proyección Corporativa) en su informe anual de dos miluno señala que el canal detallista representa aproximadamente el 87.3% y grupo Femsa en su reporteanual dos mil uno establece que representa el 72.3%. Dichos informes señalan la importancia de lastiendas detallistas en la comercialización, distribución y venta de bebidas carbonatadas.5

Aunado a lo anterior se señala que es un hecho notorio para esta Comisión que las tiendas detallistas sonel principal canal de distribución de las empresas recurrentes que integran el Grupo Coca Cola en virtudde que así lo han manifestado las propias recurrentes ante esta autoridad.

En efecto, como es sabido, la información y documentación proporcionada por los particulares ante estaautoridad son hechos notorios para esta Comisión y pueden ser invocados. Sirve de sustento a lo anterior lassiguientes jurisprudencias: HECHO NOTORIO. LO CONSTITUYE PARA UN JUEZ DE DISTRITOLOS DIVERSOS ASUNTOS QUE ANTE EL SE TRAMITAN. Novena época. Instancia: Tribunal Cole-giado del Vigesimo Segundo Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo V,enero de 1997, tesis XXII. J/12, página 295. Amparo en revisión 7/96. Ana María Rodríguez Cortez. 2 demayo de 1996. Unanimidad de votos. Ponente: Augusto Benito Hernández Torres, Secretario: RamiroRodríguez Pérez. Amparo en revisión 10/96. Carlos Ignacio Terveen Rivera. 16 de mayo de 1996. Unani-midad de votos. Ponente: Augusto Benito Hernández Torres, Secretario: Samuel Alvarado Echavarría. Amparoen revisión 16/96. Pedro Rodríguez López. 20 de junio de 1996. Unanimidad de votos. Ponente: AugustoBenito Hernández Torres, Secretario: Ramiro Rodríguez Pérez. Queja 37/96. Ma. Guadalupe Macín Lunade Becerra. 22 de agosto de 1996. Unanimidad de votos. Ponente: Augusto Benito Hernández Torres,Secretario: Ramiro Rodríguez Pérez. Amparo directo 859/96. Victoria Petronilo Ramírez. 28 de noviembrede 1996. Unanimidad de votos. Ponente: Augusto Benito Hernández Torres, Secretario: Ramiro RodríguezPérez. HECHO NOTORIO. PARA LOS MAGISTRADOS DE UN COLEGIADO QUE RESOLVIÓ UNJUICIO DE AMPARO, LO CONSTITUYE LA EJECUTORIA CULMINATORIA DE ESTE. Octava épo-ca. Instancia: Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito. Fuente: Gaceta del SemanarioJudicial de la Federación, tomo 80, agosto de 1994, tesis XI.2o. J/22, página 93. Recurso de revisión 76/94.Carmen Sandoval Cuevas. 16 de marzo de 1994. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Díaz Ponce de León,Secretario: Moisés Duarte Briz. Queja 6/94. Adolfo Barragán Gómez. 4 de mayo de 1994. Unanimidad devotos. Ponente: Salvador Enrique Castillo Morales, Secretario: Carlos Hinostrosa Rojas. Queja 14/94. AdolfoBarragán Gómez. 4 de mayo de 1994. Unanimidad de votos. Ponente: Salvador Enrique Castillo Morales,Secretario: Carlos Hinostrosa Rojas. Queja 16/94. Adolfo Barragán Gómez. 4 de mayo de 1994. Unanimi-dad de votos. Ponente: Salvador Enrique Castillo Morales, Secretario: Carlos Hinostrosa Rojas. Queja 37/94. Héctor Álvarez. 23 de junio de 1994. Unanimidad de votos. Ponente: Salvador Enrique Castillo Mora-les, Secretario: Carlos Hinostrosa Rojas. HECHO NOTORIO. LO CONSTITUYE PARA UNA SALA DELA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN UNA EJECUTORIA EMITIDA POR EL TRI-BUNAL PLENO. Octava época. Instancia: Tercera Sala. Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Fede-ración, tomo 63, marzo de 1993, tesis 3a./J. 2/93, página 13. Amparo en revisión 1249/91. ResidencialCampestre de Monterrey, S.A. de C.V., 15 de febrero de 1993. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: JoséTrinidad Lanz Cárdenas, Secretaria: Susana Alva Chimal. Amparo en revisión 1607/91. Residencial Cam-pestre de Monterrey, S.A. de C.V., 15 de febrero de 1993. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: JoséTrinidad Lanz Cárdenas, Secretaria: Susana Alva Chimal. Amparo en revisión 1609/91. Residencial Cam-pestre de Monterrey, S.A. de C.V., 15 de febrero de 1993. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: JoséTrinidad Lanz Cárdenas, Secretaria: Susana Alva Chimal. Amparo en revisión 1785/91. Grupo Pypsa, S.A.

5 www.contal.com. Informe anual de 2001, p. 21; www.e-arca.com.mx. Informe anual presentado de acuerdo con la circular 11-33 de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para el año terminado el 31 de diciembre de 2001, pp. 43 y 44; y www.cocacola-femsa.com.mx. Reporte anual 2001, p. 27.

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de C.V., 15 de febrero de 1993. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: José Trinidad Lanz Cárdenas, Secre-taria: Susana Alva Chimal. Amparo en revisión 1795/91. Grupo Pypsa, S.A. de C.V. 15 de febrero de 1993.Unanimidad de cuatro votos. Ponente: José Trinidad Lanz Cárdenas, Secretaria: Susana Alva Chimal. Tesisde Jurisprudencia 2/93. Aprobada por la Tercera Sala de este alto Tribunal en sesión del ocho de marzo demil novecientos noventa y tres, por unanimidad de cuatro votos de los señores ministros: Presidente JoséTrinidad Lanz Cárdenas, Mariano Azuela Güitrón, Sergio Hugo Chapital Gutiérrez y Miguel Montes García.

En diversas ocasiones, las empresas recurrentes integrantes del grupo Contal y Panamco, entre otras, hanocurrido ante esta Comisión a notificar su intención de realizar una concentración en cumplimiento a losartículos 20 y 21 de la LFCE. En dichos escritos de notificación, acompañan diversa información reque-rida por la ley de la materia para analizar dicha concentración y en su caso autorizarla. Entre dichainformación, han presentado informes anuales y prospectos para los inversionistas. En éstos, las empre-sas recurrentes también han señalado la importancia de las tiendas detallistas en la comercialización,distribución y venta de bebidas carbonatadas constituyendo dichos establecimientos su principal canalde distribución.6

En este orden de ideas, se denota nuevamente la ambivalencia con la que se conducen las recurrentes alseñalar la importancia del canal detallista en sus páginas de Internet y en diversos procedimientos en losque se pueden emitir resoluciones favorables para ellas y en otro procedimiento (como en el que seactúa) vierten como agravio que desconocen la importancia de dicho canal de distribución.

Las empresas recurrentes argumentan que dada la existencia de eficiencias atribuibles a las conductasimputadas, éstas no pueden ser consideradas como violatorias de la LFCE. Embotelladora de Colima enlo que refiere como agravio tercero punto I, y Coca-Cola Femsa en lo que refiere como agravio vigésimonoveno.

Consideran que el análisis que se hace en la resolución del veintiocho de febrero de dos mil dos es deficien-te respecto a las eficiencias que se generan con las prácticas sujetas a investigación, y que dada la existenciade tales eficiencias, las conductas que se analizan no puedan ser consideradas como sancionables.

Consideran que esta Comisión omitió analizar que los incentivos otorgados por las recurrentes al deta-llista pueden, incluso, ser clasificados como inversiones en bienes públicos al interior del distribuidor, envirtud de que el resto de los productos distribuidos en el establecimiento se benefician en menor o mayorgrado de tales acciones, puesto que éstas no pueden ser divisibles y excluibles para los productos de losembotelladores emplazados. Señalan que los beneficios de tales inversiones, aunque potencialmenteexcluibles dado que señalan que es factible establecer su uso exclusivo para los productos de las recu-rrentes, tienen efectos semejantes a bienes públicos, ya que no existen monitoreos y penalizaciones,generando ventas adicionales de otros productos, incluso de sus competidores.

Consideran que en estas prácticas existe una decisión económica o elección del distribuidor en aceptarun esquema de apoyo e intercambio, lo que equivale a que el costo de oportunidad de aceptar las condi-ciones de exclusividad de un proveedor determinado (en términos de menor variedad en sus inventarios),es más que compensado por los beneficios generados por tales condiciones. Asimismo señalan que talesbeneficios no están limitados sólo a los detallistas, sino también al embotellador, por el incremento en lademanda generado por los efectos de las inversiones en los establecimientos, que de otra forma no serealizarían, así como el uso eficiente de la información aglutinada por la vinculación existente entre elagente detallista y el embotellador. Además mencionan que contrariamente a lo que se señala en laresolución que recurren, la red de distribución de detallistas en nuestro país no es una red especializada,sino que es un mercado completamente abierto.

6 Informe anual 1999 de Grupo Continental, página 12, que obra en el expediente CNT-70-2000 y Prospecto para los inversionistasde Panamerican Beverages, Inc., de 1993, página 44, que obra en el expediente CNT-08-94.

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Argumentan que la inversión en los detallistas relacionada a las estrategias de mercadotecnia, materialpublicitario y de distribución, así como la organización de los productos al interior de los establecimien-tos, asociada al fortalecimiento de la imagen y reputación de la marca en el mercado, misma que es unainversión en los activos intangibles de cada embotellador emplazado, cuyo incremento en valor es social-mente deseable, a la vez que constituyen vehículos de incremento de la demanda residual de sus produc-tos, por lo que son acciones que expanden producto, valor y rivalidad en el mercado.

Asimismo consideran que un distribuidor independiente, carente de este tipo de inversiones por parte de susproveedores, no tiene los incentivos propios para realizar tales acciones, aunque éstas sean socialmentedeseables, tanto por el fortalecimiento de la rivalidad entre marcas como por la expansión del mercado.

Señalan que la organización, programación y la entrega oportuna de productos no sólo permiten actuali-zar economías en la distribución y transporte por parte de los embotelladores, sino que simultáneamentedisminuyen los costos medios y marginales de los detallistas. Además consideran que las transferenciasde equipo y remodelación del establecimiento tienen como efecto procompetitivo el incentivar la entradade un mayor número de detallistas competidores, y que tales inversiones incrementan el margen compe-titivo intra y entre marcas. Enfatizan la existencia de una elevada tasa de nuevos establecimientos deta-llistas en México, lo que significa la ausencia de barreras a la entrada a este segmento de distribución.

También argumentan que los incentivos generan externalidades para las cuales no es posible la exclusiónde capturar los beneficios de tales externalidades, ponen como ejemplo una mayor clientela al estableci-miento por atracción de imagen, lo que aumenta la probabilidad de venta de otros artículos, ya que unestablecimiento más eficiente tiene mayor disponibilidad de productos en lo general. Consideran quetales beneficios son indivisibles al interior del establecimiento y por tanto su exclusión es costosa oimposible. Asimismo afirman que la red de distribuidores detallistas es diferente de una red de distribu-ción que pudiera considerarse como una infraestructura esencial y cuya exclusividad pudiera dar origena efectos anticompetitivos, en casos como la infraestructura de distribución en el sector de telecomunica-ciones, ferrocarriles o electricidad.

Con respecto a los efectos procompetitivos de las exclusividades, cabe señalar que lo arriba argumentadopor las recurrentes resulta inoperante en virtud de que ya fue manifestado al contestar el oficio de presun-ta responsabilidad y las recurrentes nuevamente se limitan a repetirlo.

No obstante ello, no está de más señalar que la proporción significativa de establecimientos mixtosdonde se proveen elementos para el fortalecimiento de la imagen es prueba de la irrelevancia de lasexclusividades para dichos gastos de imagen. Los distribuidores independientes tienen incentivos paravender y no deben estar asociados a la exclusividad de una marca con poder sustancial. Según las recu-rrentes, las transferencias de equipo y remodelación incentivan la entrada de un mayor número de deta-llistas competidores. Sin embargo, el argumento es especulativo sin base en la realidad, pues suponeimplícitamente que la principal fuente de ingresos de los establecimientos es la venta de refrescos y talno es el caso. De hecho para muchos, los refrescos son productos gancho que facilitan la venta de otrosproductos que les producen mayores márgenes de utilidades. Por lo que sus argumentos además soninfundados. Además, es falso que los incentivos propicien la venta de los productos de sus competidores,toda vez que se otorgan con la exclusividad de únicamente comercializar los productos Coca Cola, locual ha sido manifestado por las propias recurrentes y por lo tanto se observa nuevamente su ambivalencia.

Las empresas recurrentes integrantes de los Grupos El Carmen, Contal, Panamco, Yoli, CoordinaciónIndustrial Mexicana, Embotelladora de Colima, S.A. de C.V., Embotelladora Las Margaritas, S.A. deC.V. y Embotelladora de Cuautla, S.A. de C.V., manifiestan en sus agravios identificados con la letra Eque la resolución del veintiocho de febrero de dos mil dos es ilegal, en virtud de que esta Comisiónpretende dar valor probatorio pleno a las fe de hechos ofrecidas por las denunciantes. Señalan al respectoque tales instrumentos notariales carecen de valor probatorio, en virtud de que se refieren a declaracionescontenidas en las aludidas fe de hechos pero que incumplen con los requisitos procesales para tener valor

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probatorio, como es, que se haya dado oportunidad a las recurrentes de conocer el contenido de loscuestionarios al tenor de los cuales fueron desahogadas, o la oportunidad de tachar testigos.

Así las cosas de nueva cuenta las empresas integrantes de los Grupos antes mencionados hacen en suescrito de recurso de reconsideración una reiteración de los argumentos vertidos desde su contestación aloficio de presunta responsabilidad así como a lo largo de todo el procedimiento, argumentos que yafueron estudiados y analizados por esta Comisión y que se atendieron oportunamente al emitir la resolu-ción que se impugna, lo cual puede apreciarse en las páginas 35, 36 y siguientes, por lo que resultaninoperantes. No obstante lo anterior, es de reiterarse que lo expresado por las empresas recurrentes care-ce de sustento toda vez que los acuerdos emitidos por esta autoridad relativos a la presentación de ele-mentos de convicción como anexos del escrito de denuncia, fueron en el sentido de admitir tales elemen-tos ya que en ese momento y conforme con la naturaleza del procedimiento de investigación seguido anteesta Comisión se consideró toda la información proporcionada a la autoridad para llevar a cabo la inves-tigación correspondiente para en su caso verificar el cumplimiento de las disposiciones de la ley de lamateria y determinar la existencia o no de la presunta responsabilidad de los agentes económicos inves-tigados y así estar en posibilidad de emitir el correspondiente oficio de presunta responsabilidad, comoen la especie sucedió. Lo anterior de conformidad con lo establecido en los artículos 32 de la LFCE y 24de su Reglamento que señalan que la denunciante deberá incluir los elementos que configuran la prácti-ca, precisando que deberá aportar toda la información, documentación y los elementos de conviccióncon los que se cuente para describir los hechos materia de la práctica monopólica denunciada, así comolos elementos por los que considere que sea o pueda ser desplazada indebidamente del mercado relevanteo de otros mercados, o que el acceso a dichos mercados le sea o pueda ser sustancialmente impedido, oque pueda ser afectada por el otorgamiento de ventajas exclusivas.

En otro orden de ideas, la oportunidad de conocer el contenido de los cuestionarios o de tachar testigosque según las recurrentes no les fue concedida está debidamente prevista en el artículo 37 del RLFCE,siendo el momento procesal oportuno para ejercer ese derecho la etapa de ofrecimiento de pruebas alcontestar el oficio de presunta responsabilidad. Sin embargo, las recurrentes no hicieron valer el derechoprevisto en ese artículo, y pretender argumentar ahora que por ello es la autoridad la que incurrió en unailegalidad sólo puede traducirse en una pretensión inadmisible de que esta Comisión subsane la omisióno error en la que incurrieron las propias recurrentes. El citado artículo es del tenor literal siguiente:

Artículo 37.- Cuando los elementos de convicción que funden la presunta responsabilidad sebasen en pruebas testimoniales, periciales o de inspección aportadas por el denunciante, elpresunto responsable podrá presentar al momento de la contestación del oficio de presuntaresponsabilidad, interrogatorio de repreguntas para los peritos o testigos o sobre los puntosque estime pertinentes respecto de la inspección. La Comisión fijará lugar, día y hora paraque se lleven a cabo las diligencias necesarias.

Así pues, es claro que las recurrentes contaban con un medio de combatir los elementos de convicciónaportados por las empresas denunciantes, sin embargo no es imputable a esta autoridad el que no lohayan hecho valer. Claramente se desprende una vez más que el agravio hecho valer por las empresasrecurrentes ya fue estudiado y analizado por esta autoridad dándosele debida respuesta por lo que resul-tan inoperantes tales agravios.

Sustentan el anterior criterio, las siguientes tesis jurisprudenciales: CONCEPTOS DE VIOLACIÓN ENQUE SÓLO SE REPITEN LOS AGRAVIOS DE LA APELACIÓN. Quinta época. Instancia: TerceraSala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación, tomo CIV, página 969. CONCEPTOS DE VIOLA-CIÓN EN QUE SÓLO SE REPITEN LOS AGRAVIOS DE LA APELACIÓN. Quinta época. Instancia:Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación, tomo CVII, página 878.

Las empresas recurrentes integrantes de los Grupos El Carmen, Contal, Panamco, Yoli, CoordinaciónIndustrial Mexicana, Embotelladora de Colima, S.A. de C.V., Embotelladora Las Margaritas, S.A. de

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C.V., Embotelladora de Cuautla, S.A. de C.V., en su agravio identificado con la letra F, CorporativoArma, S.A. de C.V., Grupo Continental, S.A., Panamco México, S.A., Coordinación Internacional Mexi-cana, S.A. de C.V. y TCCEC en su agravio identificado con la letra D, alegan que esta Comisión en laresolución recurrida, parte de afirmaciones ambiguas, dogmáticas, vagas e imprecisas, y se limita adesestimar todos y cada uno de los elementos de prueba, alegatos y defensas expuestos por las recurren-tes. Esgrimen que sus argumentos, alegatos y defensas fueron agrupados por esta autoridad al momentode emitir la resolución que se impugna sin que sea posible definir en qué momento se analizan losargumentos de una y en qué momento los de otra.

Asimismo, las recurrentes esgrimen que resulta inconcebible que aun cuando esta Comisión señala quela información con la que contaba, y que había sido aportada por los denunciantes, estaba sesgada, se lehaya impedido probar y alegar en su contra, y se sostenga que en la resolución recurrida los argumentos,defensas y pruebas ofrecidas fueron insuficientes para desvirtuar los datos de las fe de hechos.

A este respecto es menester señalar, por lo que se refiere a su manifestación de que fueron agrupados susargumentos con los de las demás empresas emplazadas, que ello no le causó perjuicio alguno toda vezque como se estableció en la resolución recurrida, la jurisprudencia de nuestros más altos tribunalesseñala que las autoridades al realizar el estudio de los argumentos, alegatos y defensas de los agenteseconómicos deberá examinar todos y cada uno de los puntos controvertidos del acto en cuestión sin queexista forma o estructura predeterminada para ello. En este sentido, esta Comisión cumplió con el requi-sito de examinar todos los argumentos expuestos, realizando el análisis respectivo en conjunto con losargumentos que las demás empresas emplazadas en virtud de la íntima relación que existe entre ellos.Sirve de sustento a lo anterior la jurisprudencia identificada bajo el rubro AGRAVIOS. EXAMEN DELOS. Octava época Instancia: Segundo Tribunal Colegiado del Segundo Circuito. Fuente: SemanarioJudicial de la Federación, tomo VIII, julio de 1991, página 122. Amparo directo 225/91. Roberto AristeoCaloca Bobadilla. 25 de abril de 1991. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Manuel Vega Sánchez,Secretaria: Luisa García Romero. Amparo directo 460/89. Pedro Donaciano Reyes Villamora. 16 deoctubre de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: José Luis Caballero Cárdenas, Secretario: Graciela M.Landa Durán. Octava época, tomo IV, segunda parte-1, página 59. Véase: Apéndice al Semanario Judi-cial de la Federación 1917- 1988, segunda parte, tesis 111, página 183. Tesis que fue referida con ante-rioridad en la presente resolución.

Ahora bien, por lo que se refiere a que esta Comisión le impidió probar y alegar en contra de lo estable-cido en el emplazamiento, lo afirmado por las recurrentes carece de sustento ya que de las constanciasdel expediente se advierte que todas y cada una de las empresas emplazadas contó en su momento con elplazo estipulado en la LFCE para dar contestación al oficio de presunta responsabilidad, manifestar loque a su derecho convino así como para ofrecer las pruebas que estimaran convenientes y adjuntar losdocumentos que obraran en su poder. Posterior al desahogo de las pruebas que así lo ameritaron estaComisión emitió un acuerdo por el cual se abrió el período para formular alegatos.

En este sentido, las recurrentes contaron con la posibilidad de argumentar, probar y alegar. Sin embargo,las recurrentes confunden el derecho de defensa con una ilimitada posibilidad de ofrecer pruebas, auna-do a que yerran al considerar que todas las pruebas deben ser suficientes para acreditar su dicho y desvir-tuar las imputaciones realizadas, siendo que cada una tiene su propia idoneidad y valor y es derivado deese análisis que se concluye si son o no suficientes, tal como se hizo en la resolución recurrida, en la cualse estableció que, por las razones ahí expuestas, los medios de prueba ofrecidos por las recurrentesfueron insuficientes para desvirtuar las imputaciones realizadas.

Respecto al agravio CUARTO hecho valer por las empresas integrantes de los grupos económicos Argosy Servicios Ejecutivos del Noroeste, donde manifiestan que la resolución recurrida modifica las premisassobre las que se dictó el oficio de presunta responsabilidad, motivo por el cual está indebidamente funda-da y motivada, ya que viola los artículos 33, fracción I, de la LFCE, 30 del RLFCE y 222 y 349 del CFPCcon relación a los artículos 14 y 16 constitucionales, al no habérseles atribuido a cada una de ellas hechos

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propios y concretos sino hechos genéricos y datos generalizados de algunas de las empresas sanciona-das, como ejemplo citan las ventas totales a nivel nacional del Grupo Coca Cola y los montos totales delos incentivos otorgados a los detallistas como contraprestación en los contratos de exclusividad mencio-nados en la resolución recurrida.

Lo anterior lo señalan ya que a su juicio los análisis del mercado relevante de bebidas carbonatadas entodo el territorio nacional y del poder sustancial en el mismo expresados en el oficio de presunta respon-sabilidad no debieron ser confirmados en la resolución recurrida ya que debido al amparo y protecciónde la Justicia Federal que a diversas empresas embotelladoras les fue concedido en contra del oficio depresunta responsabilidad. Al confirmarse dicha determinación afirman que se originó una indebidafundamentación y motivación de la resolución recurrida.

El agravio antes citado deviene inoperante ya que dichas cuestiones ya han sido debidamente tratadas poresta autoridad en la resolución que ahora se recurre. En efecto, los artículos 33 de la LFCE y 30 del RLFCEseñalan las bases para tramitar el procedimiento ante esta CFC y los requisitos que deberá contener dichooficio, respectivamente. Específicamente el artículo 33 de la LFCE en su fracción I establece que “(...) seemplazará al presunto responsable, informándole en que consiste la investigación acompañando, en sucaso, copia de la denuncia (...)”; estos requisitos fueron satisfechos por esta autoridad tan es así que en losantecedentes Decimonoveno y vigésimo de la resolución recurrida se establece que el oficio de presuntaresponsabilidad y las copias de las denuncias fueron notificados a las empresas ahora recurrentes y lamayoría de éstas contestaron en tiempo y forma el citado oficio. Asimismo, la resolución recurrida en supágina 41 estableció que “(...) El oficio de presunta responsabilidad de fecha veinticinco de octubre de dosmil cumple con lo establecido por el artículo 30 del RLFCE (...)”. Por lo que hace a la supuesta violación delos artículos 222 y 349 del CFPC, lo asentado por las recurrentes es inatendible ya que de la sola lectura dela resolución recurrida se advierte que cumple con lo establecido en dichos artículos, a saber, contiene unarelación sucinta de las cuestiones planteadas (capítulos de antecedentes) y de las pruebas rendidas, asícomo las consideraciones jurídicas aplicables (tanto legales como doctrinarias expresadas en el capítulo deconsideraciones) y resuelve con toda precisión los puntos sujetos a consideración ante esta autoridad (pun-tos resolutivos); asimismo, solamente se pronuncia de aquello que fue materia del procedimiento, es decirsanciona por la comisión de las prácticas monopólicas relativas en el mercado relevante de bebidascarbonatadas que fueron acreditadas en el transcurso del procedimiento al grupo económico Coca Cola.

En cuanto a las afirmaciones en el sentido de que el mercado relevante y el poder sustancial determinadopor esta autoridad en el oficio de presunta responsabilidad no podían ser confirmados en la resolución envirtud de que a diversas embotelladoras les ha sido otorgado el amparo en contra de dicho oficio, por loque la definición geográfica del mercado y del poder sustancial atribuido al Grupo Coca Cola debióvariar. Al respecto debe señalarse que dichas afirmaciones son inoperantes porque como se relacionó enlos capítulos de antecedentes tanto de la resolución recurrida como en la presente resolución, esta CFCha dado cumplimiento a las ejecutorias dictadas por la autoridad judicial que han dejado sin efectos eloficio de presunta responsabilidad del veinticinco de octubre de dos mil. Dichos cumplimientos han sidoconfirmados en sus términos por las autoridades judiciales correspondientes, además de que conformecon el principio de relatividad de las sentencias, el cual establece que la ejecutoria solamente se ocuparáde individuos particulares (el quejoso), limitándose a ampararles y protegerles en el caso especial sobreel que versó el juicio, no se realizó una declaración especial sobre el acto que lo motivó. Aunado a ello,cabe destacar en este punto que de igual manera han sido emitidas sentencias por parte de la propiaautoridad judicial que han sobreseído respecto al mismo oficio de presunta responsabilidad al tener ésteefectos meramente procesales, ya que no lesiona derechos sustantivos de las quejosas (recurrentes) ni lasdeja en estado de indefensión ya que podrán actuar dentro del procedimiento ofreciendo pruebas e inclu-so recurriendo la resolución que al efecto se dicte, por lo que la teoría expuesta por las recurrentes en elpresente agravio deviene inaplicable.

En el agravio 5º de los escritos de recurso de las empresas Coca Cola Femsa, Proyección Corporativa(actualmente Arca), Administración Peninsular Corporativa, Reynosa y Grupo Corporativo Tampico, así

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como la empresa Refrescos Unión, S.A., se menciona que la resolución condena a empresas que norealizan las actividades de embotellado, distribución y comercialización de bebidas embotelladas. Cali-fica a la resolución como “burda e injustificada”, y que vulnera lo establecido en los artículos 349 y 350del CFPC y por lo tanto violenta igualmente los artículos 14 y 16 constitucionales.

Dicho agravio deviene inatendible toda vez que como se estableció en las páginas 45 a 49 de la resolu-ción recurrida, derivado de la información y documentación que obra en autos, esta autoridad identificóla coordinación que existe entre las actividades de las recurrentes a través del control ya sea de maneradirecta o indirecta que lleva a cabo TCCEC. En efecto, al tener esta última participación en la toma dedecisiones de las empresas recurrentes, ya sea porque tiene participación accionaria en su estructura obien por el hecho de ser la cabeza de una unidad de negocios relacionados entre sí que de manera conjun-ta constituye una sola entidad económica. En este punto es de llamar la atención la conducta seguida portodas y cada una de las empresas recurrentes ya que pretenden fundar sus agravios con el hecho de queno forman parte del Grupo Coca Cola, sin embargo a lo largo de los argumentos esgrimidos se apreciaque no aportan elemento alguno que respalde y dé soporte a su simple afirmación.

En los agravios identificados con el numero 8º de los escritos de recurso de las empresas integrantesde los grupos Coca Cola Femsa, Proyección Corporativa (actualmente Arca), Administración Peninsu-lar Corporativa, Reynosa y Grupo Corporativo Tampico, así como Refrescos Unión, S.A.; en el agra-vio identificado con el numeral III, letra H, de los escritos de expresión de agravios de las empresasembotelladoras integrantes de los grupos el Carmen, Contal, Panamco, Yoli, Coordinación IndustrialMexicana, así como las empresas Embotelladora de Cuautla, S.A. de C.V., Embotelladora Las Marga-ritas, S.A. de C.V. y Embotelladora de Colima, S.A. de C.V.; y en el agravio identificado con el nume-ral QUINTO del escrito de recurso de reconsideración de las empresas embotelladoras integrantes delgrupo Fomento Queretano, se señala que el punto resolutivo tercero de la resolución recurrida queestablece que “(...) Las empresas responsables deben abstenerse de participar, instrumentar o concer-tar cualquier tipo de convenio, acuerdo, programa o estrategia comercial a través del cual se otorguendescuentos, recompensas o promociones atados a compromisos de crecimiento en las ventas, o a otrosfactores que induzcan la abstención de vender los productos de sus competidores. (...)” pretende impo-nerles tal obligación sin que los citados convenios hayan sido declarados nulos por la autoridad judi-cial competente; señalan su ilegalidad al contravenir el principio de congruencia de las resolucionesya que va más allá del objeto del procedimiento pues no sólo se limita a los detallistas sino que preten-de limitar la libre competencia y concurrencia en todo el mercado relevante de bebidas carbonatadas,así como la libertad de trabajo y comercio de las recurrentes pues se les impide desarrollar sus activi-dades comerciales, de publicidad, promocionales o de cualquier tipo para incentivar la venta de susproductos; asimismo señalan que la celebración de contratos de exclusividad por sí sola no constituyeuna práctica monopólica relativa. Afirman que se les deja en estado de indefensión por contravenireste punto resolutivo a los artículos 5˚, 14 y 16 constitucionales, así como a los artículos 2˚, 10, 32 y35, fracción I, de la LFCE; 1º del RLFCE; artículos 349, 350 y 352 del CFPC y artículos 1797, 226 y2227 del Código Civil Federal.

El agravio en análisis es infundado por las siguientes consideraciones.

En primer lugar, la garantía prevista en el artículo 28 constitucional (prohibición de los monopolios y lasprácticas monopólicas) no limita la garantía de libertad de trabajo y comercio prevista en el artículo 5˚constitucional, en virtud de que las resoluciones que dicte esta Comisión en observancia de la LFCEsancionarán en su caso las prácticas monopólicas violatorias de la ley, ordenando que no se cometan esasprácticas, pero no prohibirá ni impedirá a los infractores que se dediquen al trabajo o comercio que lesacomode.

En el caso concreto, la resolución recurrida no prohibió a las recurrentes que se dedicaran al trabajo ocomercio que les acomodara, toda vez que en ningún momento se les prohibió embotellar, comercializarni distribuir bebidas carbonatadas, por lo que resulta falaz su argumento.

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Aunado a ello, debe quedar claro que contrario a lo manifestado por las recurrentes, la garantía previstaen el artículo 28 constitucional afirma la libertad de cada gobernado de dedicarse al trabajo, industria ocomercio que le acomode, al proteger el proceso de competencia y libre concurrencia, e impedir queagentes económicos como las recurrentes celebren contratos de exclusividad con los detallistas tendien-tes a desplazar indebidamente a sus competidores del mercado; más aún si la realización de su trabajo ocomercio (embotellado, distribución y comercialización de bebidas carbonatadas), no requiere de lacelebración de este tipo de contratos.

En segundo lugar, las empresas recurrentes incurren en un nuevo error al afirmar que se les impideincentivar la venta de sus productos ya que esta autoridad no sanciona dichos incentivos sino la celebra-ción de contratos de exclusividad, las empresas recurrentes son libres de incentivar la venta de sus pro-ductos por cualquier medio, siempre y cuando no impongan como requisito para obtener dicho incentivola exclusividad en la venta de sus productos, toda vez que esta exclusividad afecta el proceso de compe-tencia y libre concurrencia en el mercado relevante de bebidas carbonatadas al tener por objeto y efectodesplazar a los demás agentes económicos competidores del mercado relevante, así como impedir elacceso a ese mercado. Es decir, no se califica como anticompetitiva la entrega de incentivos económicosa los detallistas, sino la sujeción de la entrega de dichos incentivos a que los detallistas no vendan pro-ductos de los competidores de Coca Cola.

En tercer lugar, con relación a lo afirmado en el sentido de que la celebración de contratos de exclusivi-dad por sí sola no constituye una práctica monopólica relativa cabe señalar que efectivamente para queuna práctica monopólica relativa sea violatoria de la LFCE, es necesario que el agente económico que lacometa tenga poder sustancial en el mercado relevante, lo cual aconteció en el procedimiento DE-06-2000, por lo que en nada varía el sentido de la resolución. Se enfatiza el hecho de que la sanción seimpuso debido a la celebración de los contratos de exclusividad, que en el caso concreto, son violatoriosde la LFCE, ley de orden público, por lo que los argumentos vertidos por las recurrentes no puedenversar sobre el supuesto de que se afecta su libertad de trabajo siendo que no se hace pronunciamientoalguno relativo a limitar la libertad de comercio, trabajo o profesión de las recurrentes. Estas considera-ciones denotan lo infundado de este agravio y reafirman que la resolución no va más allá de lo tratado enel expediente DE-06-2000.

Finalmente debe señalarse que tampoco se violenta el principio de congruencia alegado por las recurren-tes ya que como quedó establecido anteriormente la resolución cumple con los requisitos establecidos enlos artículos 349, 350 y 352 del CFPC.

En los agravios identificados con los numerales 10 y 46, del escrito de recurso de los grupos Coca ColaFemsa, así como en los agravios 44, 44, 5º, 44 y 45 de las empresas integrantes de los grupos Reynosa,Administración Peninsular Corporativa, la empresa Refrescos Unión, las empresas integrantes del GrupoCorporativo Tampico y Proyección Corporativa (actualmente Arca), respectivamente se señala que la reso-lución basa su condena abarcando períodos que exceden los investigados ya que sanciona situaciones com-prendidas entre los años de mil novecientos noventa y siete y dos mil dos, violándose así los artículos 14 y16 constitucionales, así como 33, fracción I, de la LFCE y 23 a 41 del RLFCE, así como los artículos 222y 349 del CFPC. Para ello argumentan que derivado del acuerdo del diecinueve de julio de dos mil uno, porel que se ordenó la práctica de diligencias para mejor proveer, se reabrió de facto el período de investiga-ción, variando la materia de la litis y condenando a las recurrentes por conductas realizadas en momentosque van más allá del período originalmente investigado, por lo que se dejó a las recurrentes en un supuestoestado de indefensión al no permitírseles argumentar en su defensa pues el período de contestación, oposi-ción de excepciones y defensas y ofrecimiento de pruebas ya había concluido.

Lo expresado en el agravio anterior deviene infundado, toda vez que las recurrentes interpretan incorrec-tamente lo que ellas determinan período que se sanciona. En efecto, esta Comisión realizó una investiga-ción concluida la cual determinó la existencia de posibles violaciones a la LFCE, por lo que emitió eloficio de presunta responsabilidad e inició el procedimiento contenido en la ley, sustanciado éste deter-

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minó que sí existieron las prácticas monopólicas imputadas, motivo por el que emitió la resolucióncorrespondiente que ordenó a las empresas responsables (hoy recurrentes) abstenerse de participar,instrumentar o concertar cualquier tipo de convenio, acuerdo, programa o estrategia comercial a travésdel cual se ejerza exclusividad en establecimientos o expendios en los que se ofrecen bebidas carbonatadasen envase cerrado de hasta 2 litros, o bien se otorguen descuentos, recompensas o promociones atados acompromisos de crecimiento en las ventas, o a otros factores que induzcan la abstención de vender losproductos de sus competidores a partir de la fecha en que se emitió la resolución y en lo sucesivo.

Esto es, la concepción que tienen las recurrentes del tiempo que se sanciona en la resolución recurrida eserrónea ya que esta autoridad determinó dicha sanción en atención a las facultades que le otorga laLFCE, independientemente de los lapsos que hayan servido para allegarse de la información correspon-diente. En este sentido, es claro que el agravio expresado por las recurrentes deviene infundado.

Aunado a lo anterior cabe destacar que el acuerdo del diecinueve de julio de dos mil uno, al que hacenreferencia las recurrentes fue emitido con fundamento en el artículo 39 del RLFCE ya que se considerónecesario el esclarecimiento de cuestiones expresadas por las recurrentes al momento de contestar eloficio de presunta responsabilidad, por lo que además de estar debidamente fundado y motivado, fueronlas propias empresas integrantes del Grupo Coca Cola, quienes con lo datos presentados en sus contesta-ciones al oficio del veinticinco de octubre de dos mil originaron la necesidad de practicar las diligenciasprobatorias adicionales de tal manera que el supuesto estado de indefensión alegado por las recurrentesnunca existió.

En su agravio 14 las empresas recurrentes integrantes de los grupos Coca Cola Femsa, Proyección Cor-porativa (actualmente Arca), Administración Peninsular Corporativa, Reynosa y Grupo CorporativoTampico, así como de la empresa Refrescos Unión, S.A., manifiestan que la consideración sexta de laresolución recurrida no tomó en cuenta los argumentos, excepciones y defensas esgrimidas por las recu-rrentes en la contestación al oficio de presunta responsabilidad y demás escritos presentados, incluyendoel de alegatos, incumpliendo así con el principio de exhaustividad de las resoluciones, por lo que adolecede la debida fundamentación y motivación. Al respecto citan dieciséis excepciones y defensas que a sujuicio no fueron analizadas por esta CFC.

El agravio antes citado es infundado ya que las cuestiones enlistadas en el escrito de recurso fueronabordadas por esta autoridad al momento de emitir la resolución del veintiocho de febrero de dos mildos. A fin de demostrar lo anterior, en el siguiente cuado se señalan los puntos citados por las recurrentesen sus escritos de recurso, el argumento supuestamente no estudiado, el número de página donde fueronabordadas dichas cuestiones en la resolución y las observaciones necesarias para demostrar que estaCFC sí se pronunció al respecto.

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ARGUMENTO SUPUESTAMENTE NO ESTUDIADO PÁGINA(S) EN QUE OBSERVACIONESPOR LA CFC AL EMITIR RESOLUCIÓN FUE ESTUDIADO

1. Personalidad de las denunciantes. 50 Los denunciantes acreditaron su personalidad deconformidad con la fracción II del artículo 24 delRLFCE.

2. No se acreditaron los extremos del 34, 45 y 49 Antes de emitir el oficio de presunta responsabilidadartículo 10 de la LFCE.3. Debe excluirse a las empresas tenedoras de 45 a 49 Las recurrentes pasan por alto su pertenencia al grupoacciones. económico Coca Cola.9. No existe un “Sistema Coca Cola”4. Incorrecta definición del mercado relevante. 79 a 130 Se hicieron consideraciones para desvirtuar lo afirmado5. Hábitos de consumo para definir por las empresas recurrentes al respecto.el mercado relevante6. Incorrecta definición de exclusivas. 67, 70, 80 En dichas páginas se señalan las consideraciones

hechas por esta autoridad para demostrar lo infundadode las afirmaciones de las recurrentes.

7. Las exclusivas se justifican por las eficiencias 139 a 144 Se demuestra que las exclusivas no cumplen con loque generan. señalado en el artículo 6˚ del RLFCE.8. Las exclusivas no restringen el acceso 97, 98, 103, En estas páginas se demuestra el daño que al mercadoal mercado. 105 y 130 de bebidas carbonatadas causa la celebración de

contratos de exclusividad.10. Objeciones respecto del estudio de 35, 36, 65, 68, En estas páginas esta autoridad se pronuncia respectoGlobal Research.12. Objeciones respecto a las 104, 110, 130, de lo afirmado por las recurrentes con relación a estaactas de fe de hechos presentadas por las 131 a 134 probanza.denunciantes.11. Falta de fundamentación del oficio de 41, 44, 103 y 104 Al consultar dichas páginas es evidente que esta CFCpresunta responsabilidad. sí se pronunció respecto a las infundadas afirmaciones

de las recurrentes.13. Acuerdo relativo a las pruebas 68 Las recurrentes simplemente pasan por alto laspara mejor proveer. manifestaciones vertidas al respecto por esta autoridad.14 y 16. Peticiones de tener por confeso 30, 98, 101, 120, Lo argumentado por la empresa denunciante Pepsi Colaa Pepsi Cola Mexicana respecto de 122, 129 y 130 Mexicana, S.A. de C.V., en nada hizo variar la ilegalidadafirmaciones hechas por esta denunciante. de las prácticas monopólicas cometidas por las

empresas sancionadas.15. Las prácticas denunciadas no tienen 139 a 145 Al consultar las páginas citadas de la resolución resultaun efecto desplazatorio. evidente lo infundado de dicho agravio.

De esta manera, el agravio esgrimido deviene infundado.

En su agravio 30 las empresas integrantes de los grupos Coca Cola Femsa, Proyección Corporativa(actualmente Arca), Administración Peninsular Corporativa, Reynosa y Grupo Corporativo Tampico, asícomo de la empresa Refrescos Unión, S.A., manifiestan que la resolución recurrida violenta lo dispuestopor el artículo 28 de nuestra Constitución al conceder un beneficio ilegal y prohibido a un particular enperjuicio del funcionamiento eficiente de los mercados, a su vez limita la libertad de industria y comer-cio de los distribuidores que contratan con las empresas sancionadas. Afirman que el sentido de la reso-lución otorgará al grupo Pepsi Cola “(…) el monopolio para celebrar contratos de exclusiva con ciertoscanales de distribución (…) porque si bien existen otros agentes económicos participantes en el mercado(…) son insignificantes en términos de recurso y competencia real para una empresa tan poderosa (…).”

Lo anterior es infundado toda vez que la resolución recurrida no violenta lo establecido por el artículo 28de nuestra Constitución, al contrario lo que busca es preservar la garantía individual que en dicho precep-to se consagra ya que busca restaurar la competencia y libre concurrencia dentro del mercado de bebidascarbonatadas. Por otro lado lo argumentado por las recurrentes demuestra una vez más la ambivalenciacon la que se condujeron dentro del expediente DE-06-2000 y ahora en el presente expediente, ya que alseñalar que el grupo Pepsi Cola tendría el “monopolio” para celebrar contratos de exclusiva no hacen

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otra cosa sino confirmar todo lo actuado y resuelto por esta autoridad ya que si se traslada dicho razona-miento a contrario sensu resulta a todas luces evidente que el Grupo Coca Cola cuenta actualmente condicho “monopolio”, ya que las empresas que lo integran cuentan con el 72% de participación en elmercado relevante de bebidas carbonatadas en el territorio nacional y, como consecuencia lógica de ello,constituyen lo que ellos denominan “empresa poderosa” y si bien “(…) existen otros agentes económi-cos participantes (…)” en el mercado relevante (los agentes económicos denunciantes), éstos son insig-nificantes en “(…) términos de competencia real (…)”. Así pues, lejos de desvirtuar lo afirmado por estaautoridad en la resolución que se recurre, las empresas recurrentes lo confirman.

En su agravio identificado con el numeral 2, inciso h, la empresa Industria Envasadora de Querétaro,S.A. de C.V., manifiesta que en la página 58 de la resolución recurrida se revierte en su contra el alcancey valor probatorio de las pruebas exhibidas para desvirtuar el oficio de presunta responsabilidad, a saber,cuatro copias certificadas de la declaración de operaciones con clientes y proveedores de bienes y servi-cios presentadas ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, lo cual le causa perjuicio en virtud deque se revierte en su contra la carga de la prueba.

Dicho agravio es infundado ya que como es de explorado derecho, la circunstancia de que un medio deconvicción tenga determinado valor probatorio no necesariamente conducirá a concluir que demuestra loshechos afirmados por su oferente, pues aquél resultará ineficaz en la misma medida en que lo sea su conte-nido. En el caso concreto el hecho de que esta autoridad haya confirmado la existencia de vínculos comer-ciales entre la recurrente y otras empresas integrantes del grupo económico Coca Cola no significa que sepretenda revertir la carga de la prueba, ya que al contestar la recurrente el oficio de presunta responsabilidady ofrecer ante esta autoridad los medios de prueba que a su derecho convenían, se respetaron las formalida-des esenciales del procedimiento que aseguraron a la empresa sancionada una adecuada defensa.

En los agravios identificados con los numerales 2, inciso i, e inciso f, de las empresas Fomento Queretano,S.A. de C.V. e Industria Envasadora de Querétaro, S.A. de C.V., y en el identificado con el numeral 13 delas empresas recurrentes integrantes de los grupos Coca Cola Femsa, Proyección Corporativa (actual-mente Arca), Administración Peninsular Corporativa, Reynosa y Grupo Corporativo Tampico, así comola empresa Refrescos Unión, S.A., argumentan que la resolución recurrida no está dictada en un sentidoindividual que les permita conocer los hechos, observaciones e imputaciones hechas en lo particular; quecarece de estructura lógica y de claridad; que “(...) no existe una relación de hechos ni una valoración delas pruebas (...)”; y, que esta CFC incurre en una contradicción en la página 50 de la resolución porqueconsideran que se aplica de manera tendenciosa la supletoriedad del CFPC aun cuando está ordenada porel RLFCE. Por lo anterior, consideran que la resolución recurrida carece de la debida fundamentación ymotivación al violentar los artículos 10, 32 y 33 de la LFCE, 30 y 32 del RLFCE y 141, 142, 222, 327,348 y 349 del CFPC.

El anterior agravio es infundado. Las recurrentes intentan evadir nuevamente y sin fundamento su pertenen-cia al grupo económico Coca Cola, no obstante que tal como se establece en el primer párrafo de la consi-deración sexta de la resolución recurrida (página 32), esta autoridad procedió a examinar todos los puntoscontrovertidos de manera conjunta en virtud de la íntima relación que existía entre ellas. Aunado a loanterior, para denotar aún más lo infundado de la afirmación de las empresas integrantes del Grupo Fomen-to Queretano, en las páginas 32, 45, 56, 57, 58 y 79 de la resolución que se recurre, se hizo mención a lasconsideraciones vertidas por dichas empresas al contestar el oficio de presunta responsabilidad.

Respecto a la falta de estructura lógica de la resolución, con objeto de evitar incurrir en repeticionesinnecesarias, se remite a lo considerado al analizar el agravio CUATRO de las empresas integrantes delos grupos Argos y Servicios Ejecutivos del Noroeste, donde quedó demostrado que la resolución cum-ple con los requisitos que al efecto establece el CFPC.

Por último, respecto al argumento de que esta autoridad no realizó una relación de hechos ni una valora-ción de las pruebas, no queda más que decir que se confirma lo infundado del presente agravio ya que de

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la simple lectura de la resolución recurrida se puede confirmar que esta autoridad al momento de analizarlas contestaciones al oficio de presunta responsabilidad, relacionó y examinó los argumentos vertidoscon las pruebas ofrecidas para comprobar el dicho de las recurrentes, como ejemplo se pueden citar laspáginas 111 a 129 de la resolución recurrida donde inclusive esta autoridad realizó una relación encuadros de todas y cada una de las actas de fe de hechos presentadas por las recurrentes.

En sus CONCLUSIONES, las empresas Fomento Queretano, S.A. de C.V. e Industria Envasadora deQuerétaro, S.A. de C.V., manifiestan agravios idénticos a los contenidos en el agravio PRIMERO de lasempresas embotelladoras del grupo Fomento Queretano. Sus argumentos contienen afirmaciones que yafueron resueltas por esta autoridad con anterioridad al presente agravio, por lo que deberán tenerse porreproducidas las manifestaciones hechas respecto a la falta de precisión de los hechos y actos concretosque cometieron las recurrentes para que les fueran imputadas las prácticas monopólicas y los argumentosrelativos a la falta de investigación por parte de esta CFC.

Asimismo cuestionan cómo se refutan las defensas, pruebas ofrecidas y rendidas durante el procedi-miento y se preguntan cuál fue el valor probatorio que se dio a las pruebas ofrecidas por las recurrentes.Es infundado lo anterior toda vez que la resolución es clara al precisar el valor probatorio de cada una delas pruebas ofrecidas por las recurrentes en términos de lo establecido en el artículo 197 del CFPC,ordenamiento de aplicación supletoria a la LFCE.

Las empresas integrantes de los grupos Reynosa, Administración Peninsular Corporativa, Coca ColaFemsa, Grupo Corporativo Tampico, Proyección Corporativa (actualmente Arca), así como la empresaRefrescos Unión, S.A. de C.V., en sus agravios 40, 40, 42, 40, 41 y 42 respectivamente señalan que laresolución recurrida les causa agravio ya que se funda en “(...) información aportada por las denuncian-tes y archivos confidenciales de la CFC (...)” que desconocían ya que no se les dio vista con dichainformación, lo que representó un incumplimiento a la obligación de respetar las formalidades esencia-les del procedimiento.

Este agravio es infundado ya que como se menciona en la resolución recurrida (página 71), el artículo31 de la LFCE faculta a esta autoridad para requerir información a los agentes económicos involucradosen el procedimiento ante esta autoridad asimismo, señala que la información así obtenida tendrá uncarácter estrictamente confidencial. Esto es, existe una disposición expresa en la LFCE que demuestralo infundado de la afirmación de las recurrentes al facultar dicho numeral a esta autoridad a actuar enel sentido que lo hizo. Aunado a lo anterior debe insistirse una vez más en que el procedimiento que seventila ante esta CFC reviste un carácter administrativo y no civil, al tener por objeto la protección delproceso de competencia y libre concurrencia de conformidad con lo establecido en el artículo 28 denuestra Constitución. Apoya lo anterior la siguiente tesis: COMPETENCIA ECONÓMICA. LAS CA-RACTERÍSTICAS DEL PROCEDIMIENTO ESTABLECIDO EN LA LEY FEDERAL CORRES-PONDIENTE, LO IDENTIFICAN COMO ADMINISTRATIVO Y NO COMO CIVIL. Novena época.Instancia: Pleno. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XII, agosto de 2000,tesis P. CXII/2000, página 108. Amparo en revisión 643/99. Warner Bros. (México), S.A., 15 de mayode 2000. Unanimidad de diez votos. Ausente: Presidente Genaro David Góngora Pimentel. Ponente:Juan Díaz Romero, Secretario: José Luis Rafael Cano Martínez. El Tribunal Pleno, en su sesión priva-da celebrada hoy once de julio en curso, aprobó, con el número CXII/2000, la tesis aislada que antece-de; y determinó que la votación es idónea para integrar tesis jurisprudencial. México, Distrito Federal,a once de julio de dos mil.

Con relación a los agravios 43, 42, 41, 41, 41 y 43, expuestos por las empresas integrantes de los gruposCoca Cola Femsa, Proyección Corporativa (actualmente Arca), Administración Peninsular Corporativa,Reynosa y Grupo Corporativo Tampico, así como por la empresa Refrescos Unión, S.A., respectivamen-te, así como en sus agravios 11 y 32 y en el agravio OCTAVO, letras A y B, de las empresas embotelladorasdel grupo Fomento Queretano, afirman que los artículos 10, 11, 24, fracciones I a III, 31, 32, 33 y 35 dela LFCE, así como 7˚, fracciones II y V, 23 a 29 y 37 del RLFCE son inconstitucionales.

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Al respecto, debe establecerse que el presente agravio es inatendible ya que esta autoridad no es lacompetente para pronunciarse sobre cuestiones de constitucionalidad.

Tercera. Las empresas PCM y demás empresas embotelladoras denunciantes realizaron el desahogo dela vista otorgada en términos del artículo 53 del RLFCE con relación a todos los escritos de recursointerpuestos por las empresas responsables que fueron acumulados al expediente citado al rubro citado.Tales desahogos contemplaron básicamente dos apartados: el de las confesiones expresas realizadas porlas responsables, hoy recurrentes, y el de la contestación a los agravios de manera particular.

Por lo que se refiere al capítulo de confesiones expresas de las denunciadas en sus escritos, PCM y demásempresas embotelladoras denunciantes manifiestan que de las constancias de autos se desprende que sedieron una seria de confesiones expresas respecto a la realización de las prácticas monopólicas relativas,así como del otorgamiento de descuentos a los compradores, con el requisito de exclusividad en la distri-bución o comercialización de los productos relevantes; respecto de la determinación del mercado rele-vante; del poder sustancial; así como de la existencia de las prácticas comerciales que se sancionan porparte del grupo las cuales se señalan a continuación.

I. Por lo que se refiere a la realización de la práctica imputada, las empresas denunciantes en el expedien-te DE-06-2000 expresan que existe una confesión expresa por parte de las recurrentes respecto de lacelebración de contratos que según ellas, no habían quedado debidamente comprobados. Ello en virtudde que fueron exhibidas en la investigación copias de diferentes clases de contratos de exclusividadfirmados con detallistas (páginas 28 del oficio de presunta responsabilidad y 56 de la resolución impug-nada). De esta manera denotan la falsedad de la afirmación de las recurrentes en el sentido de que lapráctica imputada no fue debidamente comprobada durante el procedimiento.

II. Por lo que respecta a la delimitación material del mercado relevante, señalan PCM y denunciantes queotro argumento que formulan las recurrentes a lo largo de sus agravios gira en torno a que el mercadorelevante determinado es incorrecto ya que debió considerarse a otros productos. Al efecto, y con inde-pendencia de las argumentaciones de carácter económico presentadas a lo largo del procedimiento y quedesmienten lo afirmado por las recurrentes, ellas mismas confiesan de manera expresa y por consiguien-te reconocen que el mercado relevante se compone de manera exclusiva de las bebidas carbonatadas alafirmar en sus escritos de recurso que a ellas se les pretende prohibir celebrar contratos con cláusula deexclusividad con el otorgamiento de incentivos con establecimientos que expenden los productos enbotella cerrada de hasta dos litros, lo que significa “(...) que Pepsi Cola tendrá el monopolio para celebrarcontratos de exclusiva con ciertos canales de distribución (...).”7

En este sentido, las empresas denunciantes señalan que la única forma en la que podría crearse un mono-polio como el que describen las recurrentes necesariamente tendría que derivar de la existencia de unmercado relevante conformado exclusivamente por las bebidas carbonatadas, toda vez que si el mercadorelevante efectivamente estuviera conformado por el agua, las bebidas isotónicas y los jugos de frutasnaturales, la prohibición impuesta al Grupo Coca Cola de firmar contratos en exclusiva respecto debebidas carbonatadas, no generaría la posibilidad de la creación de un monopolio de bebidas carbonatadas,puesto que los consumidores siempre tendrían como alternativa de consumo a dichos productos “alterna-tivos”. En este sentido, las manifestaciones vertidas por las propias denunciadas sólo pueden considerar-se como una confesión expresa en el sentido de que el mercado relevante, en los términos expresamentedefinidos por esta CFC en la resolución impugnada, es correcto.

Con relación a la delimitación geográfica del mercado relevante, PCM y demás embotelladoras denun-ciantes expresan que las recurrentes afirman en sus agravios que, en virtud de que las embotelladoras de

7 Agravio trigésimo, página 144, primer y segundo párrafos. Recurso de reconsideración interpuesto por la empresa CorporativoGrupo Tampico, S.A. de C.V. y otras.

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Coca-Cola tienen asignado un territorio donde tienen sus competidores directos de otras empresas, deli-mitar al mercado relevante de las bebidas carbonatadas como un mercado nacional es incorrecto, puestoque en realidad es un mercado regional. Respecto de esta confesión expresa de las recurrentes, PCM ydemás empresas embotelladoras denunciantes agregan la confesión expresa realizada por TCCEC y portodas y cada una de las empresas que forman parte de los grupos Coca-Cola Femsa, Grupo Continental,Empresas El Carmen, Panamco México y Argos (quienes en conjunto agrupan corporativamente a lagran mayoría de las embotelladoras de los productos Coca-Cola en el país), realizada durante la etapa deinvestigación previa al proceso del que deriva el presente recurso. En efecto, en las páginas 8, 10, 11 y 12del oficio de presunta responsabilidad se hace referencia a la confesión en el sentido de que los progra-mas comerciales que abarcan todo el territorio nacional son determinados en conjunto por TCCEC y portodas y cada una de las embotelladoras que forman parte del Grupo Coca Cola, y que sólo los programasdirigidos específicamente a una región, son desarrollados por cada embotelladora. En este sentido, afir-man PCM y demás denunciantes que la única conclusión que puede derivarse de dicha confesión es queexiste un mercado de bebidas carbonatadas que abarca todo el territorio nacional, pues de otro modo nose explica que se desarrollen programas comerciales que están destinados a un mercado que no existe.

III. Con relación al poder sustancial, PCM y demás embotelladoras denunciantes esgrimen que las recu-rrentes señalan en sus escritos de recurso que el poder sustancial determinado no quedó debidamentedelimitado. Al respecto argumentan que es de resaltarse lo mencionado por esta CFC8 al hacer referenciaa la participación de los productos Coca-Cola en el mercado nacional de la industria de los refrescos del72.1%, ya que la fuente de dicha información fue ni más ni menos que TCCEC. Asimismo, llaman laatención sobre el argumento esgrimido por las recurrentes en el sentido de que se habla de “(...) monopo-lio porque si bien existen otros agentes económicos participantes en el (...) mercado éstos son insignifi-cantes en términos de recursos y competencia real para una empresa tan poderosa como lo es Pepsi Cola(...) cabe insistir en que en la comercialización, los productos Coca Cola son a Pepsi Cola lo que PepsiCola es al resto de la industria refresquera del país (...).9

PCM y demás denunciantes expresan que el silogismo de las recurrentes contenido en las dos frasestranscritas, solo puede desmembrarse de la siguiente forma:

a) PREMISA MAYOR: Pepsi-Cola es una empresa muy poderosa en la que sus demás competidores, entérminos de recursos y competencia real (a excepción de Coca-Cola), son insignificantes.

b) PREMISA MENOR: En términos de comercialización, los productos Coca-Cola son a Pepsi Cola, loque Pepsi Cola es al resto de la industria refresquera del país.

c) RESULTADO: En términos de competencia real, Pepsi Cola es insignificante frente a Coca Cola.

En este sentido, para PCM y demás empresas embotelladoras denunciantes no cabe duda de que se diouna confesión por parte de las denunciadas en el sentido de que en términos de competencia real, frentea Coca-Cola todos los demás competidores resultan insignificantes, lo cual sólo puede interpretarse en elsentido de que el poder sustancial de Coca-Cola en el mercado hace que toda la demás competenciaresulte igualmente insignificante.

IV. Respecto de la realización de prácticas comerciales en grupo, expresan PCM y demás denunciantesque las recurrentes en innumerables ocasiones se inconforman con la aseveración de esta CFC en elsentido de hablar de la existencia de un denominado “GRUPO COCA COLA”, ya que ello, según lasrecurrentes, implica una indebida desestimación de la personalidad jurídica societaria de cada empresa.

8 Del oficio de presunta responsabilidad, página 32.

9 Agravio trigésimo, página 144, primer y segundo párrafos. Recurso de reconsideración interpuesto por la empresa CorporativoGrupo Tampico, S.A. de C.V. y otras.

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Al respecto PCM y demás empresas embotelladoras denunciantes hacen referencia a la confesiónexpresa hecha por parte de TCCEC en el sentido de que: “(...) Sobre este particular [exclusividades] espertinente aclarar que el sistema de embotelladores de marcas propiedad de The Coca-Cola Company(...) en México sirve a nivel nacional. aproximadamente a 995,000 clientes, de los cuales más del 90%vende tanto los productos que ostentan marcas de The Coca-Cola Company, como marcas de suscompetidores (...).”10

De lo anterior, afirman que resulta evidente que la propia cabeza de la línea productiva en México deno-mina el funcionamiento de las empresas que producen éstos como un “SISTEMA”.

Al respecto, expresan que la segunda acepción de la palabra “sistema” de acuerdo con el diccionario dela Lengua Española de la Real Academia Española es el “CONJUNTO de cosas que ordenadamenterelacionadas entre sí contribuyen a determinado objeto”, asimismo, el propio diccionario, en su primeraacepción, se refiere a la palabra grupo de la siguiente manera: “Pluralidad de seres o cosas que forman unconjunto material o mentalmente considerado”.

De lo anterior concluyen que, contrario a lo afirmado por las recurrentes, esta CFC no agravia en loabsoluto a los agentes económicos denunciados al analizar sus actividades comerciales en forma de“GRUPO” cuando ellos mismos confiesan de manera expresa que así se conducen en la práctica. En esteorden de ideas, aducen PCM y demás empresas embotelladoras denunciantes no se explica como es queunas empresas recurrentes que dedican un gran número de páginas a defender su independencia corpora-tiva y legal en materia de competencia económica, sean tan liberales para describir colectivamente eldiseño de sus programas y prácticas comerciales y de sus políticas, si no es bajo el argumento de que,desde el punto de vista económico, representan un mismo centro de interés. De todo lo anterior estimanque, contrario a lo afirmado por las recurrentes, ha quedado demostrada la confesión realizada por lasempresas que comercializan los productos Coca-Cola, que:

1. Realizan la práctica monopólica contemplada en la fracción IV del artículo 10 de la LFCE.

2. Existe un mercado relevante de las bebidas carbonatadas que abarca todo el territorio nacional.

3. La red de embotelladores de Coca-Cola tiene un poder sustancial en el mercado relevante que provocaque sus competidores resulten insignificantes en términos de competencia real, y

4. La red de embotelladores de Coca-Cola desarrolla su actividad comercial de manera tal que puedeconsiderársele, desde el punto de vista de la competencia económica, como un solo grupo comercial,puesto que ellos mismos así se describen.

Lo anterior es suficiente para que todos los agravios formulados por las recurrentes sean declaradosinfundados e inoperantes.

PCM y demás empresas embotelladoras denunciantes indican que no obstante lo anterior, realizan ade-más un análisis de cada uno de dichos agravios en particular, señalando las razones por las que conside-ran son infundados.

Con relación al argumento de las recurrentes consistente en que la personalidad de las denunciantes nofue acreditada debidamente, señalan PCM y demás empresas embotelladoras denunciantes que tal afir-mación es infundada ya que de conformidad con el artículo 24, fracción I, del RLFCE se cumplió con lacarga procesal de acreditar la personalidad mediante la exhibición de copia simple de los documentosque la acreditan ya que por disposición de ley dichas copias simples tienen valor probatorio para esta

10 Del oficio de presunta responsabilidad. página 28.

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CFC; que aun cuando los poderes exhibidos carecieran de inscripción en el Registro Público de Comer-cio, en virtud de que solamente han sido utilizados para actos de pleitos y cobranzas, no se le ocasionaperjuicio a las empresas sancionadas. Respecto a la inconstitucionalidad del artículo 24, fracción II, delRLFCE afirman que dicho artículo colma plenamente el principio de legalidad contenido en el artículo14 constitucional.

Por lo que se refiere a los argumentos de que las denunciantes carecen de interés jurídico para presentaruna denuncia, argumentan PCM y demás denunciantes que la LFCE, en sus artículos 2˚, 23 y 24, noestablece como requisito de procedibilidad el acreditamiento de un daño para poder presentar la denun-cia de prácticas monopólicas relativas toda vez que la sola posibilidad de que se genere un desplazamien-to indebido en el mercado por parte del agente denunciando es suficiente para que sea denunciada dichaconducta. Respecto a la supuesta violación del artículo 350 del CFPC, afirman que carece de aplicaciónya que el artículo 10 de la LFCE se refiere de manera precisa a los presupuestos procesales que debenacreditarse para que esta CFC pueda investigar y sancionar una práctica monopólica, por lo que al noexistir un vacío en la LFCE no existe la supuesta supletoriedad.

Con relación a la ilegalidad de la resolución alegada por las recurrentes por la existencia de violacionesprocesales, PCM y demás embotelladoras denunciantes argumentan que las recurrentes pretenden desco-nocer el cambio en su situación jurídica que se ha venido dando en las diferentes etapas de este proceso.Afirman que el artículo 31 de la LFCE establece que será potestativo para esta CFC notificar o solicitarinformes al agente investigado tendientes a inferir su presunta responsabilidad en la práctica denunciada.Ello debido a que la mera investigación de un sujeto no constituye un acto privativo de derechos querequiera de audiencia para el sujeto investigado. Respecto a la supuesta violación del artículo 349 delCFPC, sostienen que carece de fundamento ya que la resolución recurrida se refiere a los agentes económi-cos detallados en el oficio de presunta responsabilidad, por lo que cambia la situación jurídica de los agen-tes: de “investigados” a “procesados”. Consideran que si bien el artículo 27 del RLFCE establece el plazode noventa días para la investigación, no se pronuncia respecto al silencio de la autoridad, ni impone san-ción alguna a esta CFC que le impida emitir el oficio de presunta responsabilidad, en su caso, con posterio-ridad a la expiración del término fijado, por lo que se encuentra en plena libertad de hacerlo.

Con relación a la supuesta ilegalidad consistente en que se condenó a empresas que no se dedican direc-tamente al embotellado y distribución de bebidas carbonatadas sino solamente a la tenencia accionariade otras sociedades, las denunciantes en el procedimiento DE-06-2000 destacan que dichas empresastienen un control en las decisiones de sus subsidiarias que sí se dedican a las actividades sancionadas enla resolución. Afirman que una persona (física o moral) no puede utilizar en su favor un doble carácterpor lo que como controladoras no pueden afirmar que las actividades de sus subsidiarias les sean ajenas.Afirman que tanto la LFCE, en su artículo 3˚, como la jurisprudencia, sí autorizan diferentes grados dedesestimación de la personalidad jurídica societaria en aquellos casos en que la persona pretende evadirde manera injustificada las consecuencias de sus actos.

Respecto al argumento consistente en que el emplazamiento realizado fue ilegal, sostienen que es falsa laafirmación de que debió corrérsele traslado a las empresas sancionadas con todas y cada una de lasconstancias que integraban el expediente, ya que existe disposición expresa en la LFCE que conformecon su artículo 33 entiende como realizado el emplazamiento cuando se acompaña el oficio de presuntaresponsabilidad y la denuncia respectiva. Afirman igualmente que resulta legal que las constancias hayanquedado a disposición de las empresas sancionadas en las oficinas de esta CFC, de conformidad con elartículo 66 del CFPC.

Por lo que se refiere al argumento consistente en que la resolución recurrida es ilegal en virtud de quesupuestamente se modificó la litis contenida en el oficio de presunta responsabilidad, al acordar lasdiligencias probatorias adicionales, establecen que es infundada esta afirmación ya que existe una iden-tidad entre la determinación de la presunta responsabilidad y los puntos resolutivos de la resoluciónrecurrida por lo que no hubo tal variación.

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Con relación a que los puntos resolutivos son ilegales, afirman que de conformidad con el segundopárrafo del artículo 28 de nuestra Constitución, es esta CFC quien está facultada para perseguir y sancio-nar la comisión de prácticas monopólicas y no la autoridad judicial como pretenden hacer creer lasrecurrentes. La supresión de las prácticas se encuentra prevista como sanción en la LFCE y esta supre-sión no debe confundirse con la teoría de las nulidades en materia civil, puesto que a diferencia de lasanción administrativa tienen principios jurídicos diferentes y por lo tanto una independencia legal entreellas. Carecen de aplicación en este caso los artículos del Código Civil. Resaltan el hecho de que lasanción administrativa impuesta en la resolución no afecta a la totalidad de las obligaciones contenidasen cada uno de los contratos celebrados a la fecha con los detallistas, igualmente no implica una declara-ción por parte de esta CFC de la nulidad integral de los contratos ni afecta la posibilidad de continuar conla comercialización de los bienes relevantes sino que se refiere “(...) EXCLUSIVAMENTE Y DE MA-NERA MUY ESPECÍFICA A LA SUPRESIÓN DE LAS CLÁUSULAS DE EXCLUSIVIDAD DEDICHOS CONTRATOS (...)”.

Respecto a que en la resolución recurrida existe una gran diferencia entre las cifras respecto del númerode contratos de exclusividad celebrados, establecen PCM y demás empresas denunciantes que la LFCEprohíbe la celebración de contratos con cláusula de exclusividad cuando el agente económico tiene podersustancial en el mercado relevante no importando si celebra “(...) un solo contrato o un millón (...)”, loque hace que el agravio sea infundado.

Con relación a la supuesta ilegalidad de la resolución en virtud de que aparentemente se variaron losperíodos examinados, señalan que ni en el oficio de presunta responsabilidad ni en los resolutivos sehace referencia a un período por el que se considere presuntas responsables a las recurrentes ni tampocose establece período por el que se les sancione. La sanción se refiere claramente a una orden de esta CFCpara que las recurrentes se abstengan de realizar una conducta que la LFCE prohíbe de forma categórica,sin hablar de parámetros de temporalidad; esto es la celebración de contratos con cláusula de exclusivi-dad cuando el agente económico cuenta con poder sustancial en el mercado relevante.

Por lo que se refiere al argumento de las recurrentes consistente en que la resolución es ilegal ya quederiva de un procedimiento que resulta violatorio del principio de que una misma autoridad, en este casoesta CFC, no puede ser juez y parte, en el desahogo de su vista, las denunciantes manifiestan que cuandola autoridad administrativa actúa en su carácter de sancionadora en un procedimiento administrativoseguido en forma de juicio, de ninguna manera actúa como juez y parte, siendo aplicable al caso concretolas tesis siguientes: CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN (VIGENTE EN 1987). EL ARTÍCULO54 NO VIOLA LA GARANTÍA DE ACCESO A LA JUSTICIA ESTABLECIDA EN EL ARTÍCULO17 CONSTITUCIONAL. Octava época. Instancia: Pleno. Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de laFederación, tomo 74, febrero de 1994, tesis P. VII/94, página 30. Amparo directo en revisión 2019/91.Servicios Mexicanos Turísticos, S.A., 11 de noviembre de 1993. Mayoría de diez votos. Ponente: JoséTrinidad Lanz Cárdenas, Secretario: Gabriel Ortiz Reyes. El Tribunal Pleno en su sesión privada celebra-da el martes quince de febrero en curso, por unanimidad de diecinueve votos de los señores MinistrosPresidente Ulises Schmill Ordóñez, Carlos de Silva Nava, Ignacio Magaña Cárdenas, José Trinidad LanzCárdenas, Miguel Montes García, Carlos Sempé Minvielle, Noé Castañón León, Felipe López Contreras,Luis Fernández Doblado, José Antonio Llanos Duarte, Samuel Alva Leyva, Ignacio Moisés Cal y MayorGutiérrez, Clementina Gil de Lester, Atanasio González Martínez, José Manuel Villagordoa Lozano,Fausta Moreno Flores, Carlos García Vázquez, Mariano Azuela Güitrón y Juan Díaz Romero: aprobó,con el número VII/94, la tesis que antecede; y determinó que la votación no es idónea para integrar tesisde jurisprudencia. Ausentes: Victoria Adato Green y Sergio Hugo Chapital Gutiérrez. México, DistritoFederal, a diecisiete de febrero de mil novecientos noventa y cuatro. SEGURO SOCIAL, ARTÍCULO271 DE LA LEY DEL. NO VIOLA EL ARTÍCULO 17 CONSTITUCIONAL. Séptima época. Instancia:Pleno Fuente: Semanario Judicial de la Federación, tomo 205-216, primera parte, página 173, volúme-nes 181-186, página 209. Amparo en revisión 4598/83. Cibolain, S.A., 10 de abril de 1984. Unanimidadde dieciocho votos. Ponente: Carlos del Río Rodríguez. Volúmenes 187-192, página 85. Amparo enrevisión 437/83. Cerámica Muñoz, S.A., 2 de octubre de 1984. Unanimidad de diecisiete votos. Ponente:

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Carlos de Silva Nava. Volúmenes 187-192, página 85. Amparo en revisión 3988/83. Maquilas y Servi-cios de Guadalajara, S.A., 23 de octubre de 1984. Unanimidad de diecisiete votos. Ponente: FaustaMoreno Flores. Volúmenes 199-204, página 117. Amparo en revisión 9557/84. Ediciones Andrade, S.A.,8 de octubre de 1985. Unanimidad de veinte votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Volúmenes 205-216, página 115. Amparo en revisión 8709/84. Carlos Adame Barocio. 4 de febrero de 1986. Unanimi-dad de diecinueve votos. Ponente: Leopoldino Ortiz Santos. Nota: En el informe de 1986, la tesis aparecebajo el rubro “SEGURO SOCIAL. EL ARTÍCULO 271 DE LA LEY NO VIOLA EL ARTÍCULO 17CONSTITUCIONAL.”

Por lo que se refiere al argumento de que en la resolución se desconoce el concepto del litisconsorciopasivo necesario que existe entre las recurrentes, afirman las denunciantes que es falso ya que para que seconstituya dicha figura es necesario que no sea posible pronunciar sentencia válida, sin oír a todas lasempresas denunciadas; además de que se requiere que los denunciados se hallen en comunidad jurídicacon respecto al objeto litigioso o tengan un mismo derecho o se encuentren obligados por igual causa dehecho o jurídica. En el caso que nos ocupa, sostienen que no es necesario oír a todas las embotelladorasdel Grupo Coca Cola para determinar su culpabilidad, tampoco existe comunidad jurídica por el sólohecho de ser “co-denunciadas”, ya que el hecho de que se afirme que todas actúan colectivamente nonecesariamente obliga a la autoridad a determinar que todas son culpables de la práctica monopólicaimputada. Destacan que las empresas sancionadas no están alegando ni la misma causa de hecho, ni elmismo derecho mucho menos se han situado en una comunidad jurídica en cuanto a sus defensas. Res-pecto del alcance de las sentencias de amparo, afirman que sus efectos solamente benefician al quejoso yno pueden, de conformidad con el artículo 80 de la Ley de Amparo, hacerse extensivos a terceros. Resal-tan la omisión de las recurrentes en cuanto a considerar las sentencias que han sobreseído respecto deloficio de presunta responsabilidad por considerar que no viola garantía individual alguna.

Por lo que se refiere al argumento consistente en que la resolución es ilegal en virtud de que no se haceuna delimitación clara de cuáles son las conductas específicas que se investigaron y eventualmente sesancionaron, afirman que existe una perfecta definición de la conducta comercial específica por la quelas recurrentes fueron procesadas y sancionadas, siendo en consecuencia infundado su agravio.

Respecto al argumento de que la resolución es ilegal porque no se analizaron por separado cada uno delos argumentos planteados por cada una de las responsables (hoy recurrentes), sino de manera conjuntay que se les consideró en conjunto como Grupo Coca Cola, así como en el sentido de que la supuestacreación del denominado Grupo Coca Cola viola el principio de seguridad jurídica ya que carece defundamento legal, las denunciantes señalan que derivado de la confesión expresa de las recurrentes en elsentido de que por la forma en la que todas las embotelladoras de productos Coca Cola interactúan entresí, y con TCCC y TCCEC, perfectamente se puede hablar de la existencia de un denominado Grupo CocaCola, por lo que quedan acreditados todos los requisitos necesarios para que se le imponga la sancióncontenida en la resolución recurrida.

Respecto al argumento sobre una indebida admisión de las pruebas supervenientes en el período de inves-tigación (estudio de Global Research), afirman que de conformidad con los artículos 31 y 32 de la LFCE seacredita por un lado que las denunciantes aportarán todos los elementos que configuran la práctica monopólicay los conceptos que demuestren el daño sufrido o que se pueda sufrir, así como que esta CFC puede recibirtodos los documentos que se le proporcionen, por cualquier conducto, en cualquier momento de la etapa deinvestigación. Por lo que se refiere al valor dado por esta autoridad a las pruebas ofrecidas por las denun-ciantes, señalan que fue resultado de la actividad de esta CFC al adminicularlas con otros elementos deconvicción derivados de las propias confesiones realizadas por las denunciadas, de tal suerte que los su-puestos vicios internos quedaron purgados mediante la relación de las probanzas. Destacan el valor proba-torio de las actas de fe de hecho y del estudio realizado por Global Research que buscaban acreditar laexistencia de las prácticas imputadas a las denunciadas, mismas que a su juicio fueron reconocidas por lasempresas sancionadas, además de que exhibieron pruebas documentales y fehacientes de las mismas. Res-pecto a la supuesta valoración incorrecta de las periciales ofrecidas por las empresas sancionadas con las

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que se intentaban acreditar las ganancias en eficiencia, la conformación del mercado relevante y del podersustancial, afirman que ninguna de dichas probanzas pretendió acreditar beneficio directo hacia el consu-midor final que justificara la realización de la práctica.

Por lo que se refiere al argumento de que no se determinó de manera adecuada el mercado relevante en laresolución, afirman que las recurrentes ya han confesado de manera expresa la existencia de un mercadorelevante específicamente compuesto por bebidas carbonatadas al señalar que la resolución impugnadaotorgaría a Pepsi Cola el monopolio para celebrar contratos de exclusiva con ciertos canales de distribu-ción. Respecto a que en la resolución impugnada no se valoró adecuadamente la prueba pericial enmercadotecnia, estiman que la confesión antes transcrita desestima cualquier valor probatorio debido aque no sólo por el hecho de que cierta propaganda pretenda vincular un producto con el concepto de“salud” debe ser suficiente para determinar la conformación material de un mercado relevante comosugieren las empresas sancionadas.

Respecto a la impugnación que se realiza de los estudios de correlación de precios entre los productosque conforman el mercado relevante y sus posibles sustitutos a los que se hace referencia en la resolu-ción, destacan que ninguna de las empresas sancionadas ofreció evidencia fidedigna y convincente quecontradijera la determinación de esta CFC de que el mercado relevante es el de bebidas carbonatadas.Concluyen señalando que ninguna de las periciales presentadas tienen validez y utilidad para determinarel mercado relevante pues son contradictorias con la definición contenida en el artículo 12 de la LFCE yno aplican procedimientos económicos reconocidos como válidos para determinar el grado desustituibilidad entre bienes.

Por lo que se refiere a la delimitación nacional y no regional del mercado relevante en la resolución,afirman que derivado de las confesiones expresas de las empresas sancionadas en el sentido de que losprogramas comerciales que abarcan todo el territorio nacional son determinados en conjunto por TCCECy por cada una de las embotelladoras que forman parte del Grupo Coca Cola, puede concluirse que existeun mercado de bebidas carbonatadas que abarca todo el territorio nacional, pues de otro modo no seexplica que se desarrollen programas comerciales que están destinados a un mercado que no existe.Aunado a lo anterior, señalan que para TCCEC el mercado tiene una clara delimitación nacional, alafirmar que “(...) el sistema de embotelladores de marcas propiedad de The Coca Cola Company enMéxico, sirve a nivel nacional, aproximadamente a 995,000 clientes (...)”. Además, reiteran que la aseve-ración de que la resolución impugnada otorgaría a Pepsi Cola el monopolio para celebrar contratos deexclusiva con ciertos canales de distribución confirma el mercado nacional ya que en caso contrario, lasrecurrentes habrían tenido que aclarar en qué regiones del país se generaría el supuesto monopolio.

Con relación a la afirmación de las recurrentes respecto a la supuesta contradicción por parte de estaautoridad al afirmar que el mercado en principio es regional en la resolución; señalan que no existe talcontradicción ya que las propias empresas sancionadas reconocen un comportamiento homogéneo de lasprácticas de comercialización de la industria refresquera en todo el país y no por regiones al afirmar que“(...) cabe insistir en que, en comercialización, los productos Coca Cola, son a Pepsi Cola lo que PepsiCola es al resto de la Industria Refresquera del País (...)”.

Con relación a las afirmaciones de las recurrentes en el sentido de que la resolución es ilegal toda vez quese funda en las conclusiones del estudio de Global Research que a su juicio carece de valor probatorio yaque su muestreo por conveniencia es inadmisible desde el punto de vista técnico; así como tampocoexplica porque se determinó que exista un 6.3% de exclusivas y el porque dicho porcentaje es relevanteteniendo en cuenta las participaciones del mercado de 71% del Grupo Coca Cola y 18% del grupo PepsiCola; señalan las denunciantes que las empresas recurrentes no sólo reconocieron la práctica monopólicarelativa sino que exhibieron las pruebas documentales de la misma (copias de diferentes clases de contra-tos de exclusividad que firman con detallistas). En cuanto a los porcentajes de exclusivas y de participa-ción en el mercado relevante, afirman que la LFCE tiene una prohibición absoluta de realizar prácticasmonopólicas relativas cuando se tiene un poder sustancial en el mercado relevante.

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Con relación a las afirmaciones relativas a la valoración hecha por esta CFC en la resolución respecto delas barreras a la entrada de otros competidores, las empresas embotelladoras de Pepsi Cola y demásdenunciantes resaltan que los elementos citados por esta autoridad en las páginas 103 a 105 de la resolu-ción recurrida confirman los efectos de naturaleza particularmente grave en embotelladoras muy peque-ñas como las empresas integrantes del grupo AGA, señalando que deben valorarse desde una perspectivaintegral. Respecto a la afirmación de las recurrentes en el sentido de que los contratos de exclusividad nopueden ser considerados como barreras a la entrada toda vez que se encuentran sub judice, indican lasdenunciantes que en nada afecta dicho estado ya que de ser procedente dicha afirmación “(...) no podríaexistir ningún procedimiento seguido en forma de juicio (...)” toda vez que todo lo que se somete a ladecisión de un órgano jurisdiccional, se encuentra sub-judice.

Respecto a la impugnación de la participación porcentual de Coca Cola y Pepsi Cola en el mercadorelevante en el sentido de que no se analizó la habilidad gerencial en la resolución, señalan las empresasque desahogaron la vista el diez de junio del presente año que los elementos citados por esta autoridad enlas páginas 103 a 105 de la resolución recurrida confirman los efectos de naturaleza particularmentegrave en embotelladoras muy pequeñas como las empresas integrantes del grupo AGA, por lo que causanun desplazamiento en el mercado relevante investigado. En cuanto a la resolución de Cadbury-Schweppesy su mención en la resolución recurrida afirman las empresas denunciantes que resulta adecuada esa citaya que se trata de un problema análogo. Aunado a lo anterior reiteran la confesión expresa realizada porlas empresas sancionadas en el sentido de aceptar el mercado relevante.

Con relación a la afirmación de que no se valoró la integración vertical que tiene Pepsi con GrupoAzucarero Escorpión y las ventajas competitivas que ésta le proporciona, así como que tampoco seanalizó la penetración de productos de los competidores en lo individual y la incidencia que éstos tienenen la delimitación de los mercados, señalan las denunciantes que dichas cuestiones no guardan relacióncon el procedimiento ya que Pepsi Cola y sus embotelladoras no fueron los agentes económicos investi-gados en el procedimiento DE-06-2000.

Respecto a las aseveraciones en el sentido de que la resolución de Cadbury-Schweppes se utiliza comomuestra del comportamiento de las recurrentes aun cuando no fueron parte en dicho procedimiento y queno se analiza el grado de habilidad gerencial para justificar el mejor posicionamiento de Coca Cola,señalan PCM y demás denunciantes que los elementos citados por esta autoridad en las páginas 103 a105 de la resolución recurrida confirman los efectos de naturaleza particularmente grave en embotelladorasmuy pequeñas como las empresas integrantes del grupo AGA.

En cuanto al argumento relativo a la habilidad gerencial de las empresas integrantes del Grupo CocaCola que hace más eficiente la administración de sus costos de transporte y canales de distribución, asícomo la afirmación relativa a que esta autoridad no realiza un adecuado análisis de los diferenciales encostos para que el consumidor adquiera productos de la competencia contra los productos de Coca Cola,las empresas que desahogaron la vista concedida por esta autoridad señalan que esta Comisión confirmóen la resolución recurrida (páginas 103 a 105) el desplazamiento que se presente en embotelladoras muypequeñas (como AGA).

Afirman las empresas del grupo Pepsi Cola que es infundado el argumento de que no se colmaron loselementos para determinar un desplazamiento injustificado ya que no se toma en cuenta que los contra-tos de exclusiva son sinalagmáticos y no contienen una imposición a los detallistas sino que son objetode una negociación bilateral, así como que dichos contratos al ser analizados en función de los competi-dores y no de los detallistas pierden de vista las ganancias en eficiencia que éstos obtienen; ya que ni enla LFCE, ni en el RLFCE se establece que los contratos de exclusividad serán considerados como prác-ticas monopólicas relativas solamente en aquellos casos en los que se trate de contratos de adhesión, seanéstos derivados de imposiciones unilaterales o de negociaciones bilaterales. Añaden que las supuestasganancias en eficiencia no demuestran beneficios hacia el consumidor final que justifiquen la celebra-ción de los contratos de exclusividad. En cuanto a la afirmación de que Pepsi-Cola se ha posicionado

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mejor en el mercado, establecen que no fue materia del procedimiento las conductas de Pepsi Cola por loque deviene infundada su afirmación.

Respecto a la argumentación en el sentido de que el artículo 6˚ de la LFCE es enunciativo y no limitativo,así como las afirmaciones relativas a que no todos los incentivos están destinados a las exclusividades,las empresas del grupo Pepsi Cola establecen que las recurrentes en ningún momento pretendieron acre-ditar algún beneficio directo hacia el consumidor final que justificara la realización de la práctica, por loque nunca se demostró el beneficio que recibiría el consumidor.

En cuanto a la inconformidad de las recurrentes en cuanto a la sanción relativa a los envases de dos litrosconsistente en que con el sentido de la resolución Pepsi tendrán el monopolio respecto de este tipo deenvases y la afirmación que no se tomó en cuenta la participación de los competidores de Pepsi Cola quees insignificante, por lo que Pepsi Cola es a los demás competidores lo que Coca Cola es a Pepsi Cola, lasempresas que desahogaron la vista otorgada por esta autoridad señalan que esta afirmación además deser gratuita, por no contar Pepsi Cola con poder sustancial en el mercado relevante, es una confesiónexpresa de la existencia del poder sustancial del Grupo Coca Cola en dicho mercado. Con relación a lasupuesta violación a la libertad de comercio contenida en la resolución, señalan que es falso ya que deconformidad con el segundo párrafo del artículo 28 de nuestra Constitución es esta CFC la autoridadfacultada para perseguir y sancionar la comisión de prácticas monopólicas y no la autoridad judicial. Lasanción administrativa impuesta en la resolución no afecta a la totalidad de las obligaciones contenidasen cada uno de los contratos celebrados a la fecha con los detallistas, igualmente no implica una declara-ción por parte de esta CFC de la nulidad integral de los contratos ni afecta la posibilidad de continuar conla comercialización de los bienes relevantes sino que se refiere “(...) EXCLUSIVAMENTE Y DE MA-NERA MUY ESPECÍFICA A LA SUPRESIÓN DE LAS CLÁUSULAS DE EXCLUSIVIDAD DEDICHOS CONTRATOS (...).”

Con relación a la afirmación de que la imputación de la conducta sancionada implica una violación a losartículos 36 y 39 de la LFCE ya que esta CFC no realizó investigación de los actos realizados por lasrecurrentes, no verificó lo manifestado en las fe de hechos notariales, dio validez al estudio de GlobalResearch y tampoco admitió o valoró las pruebas de las empresas sancionadas. Establecen PCM y demásdenunciantes que el artículo 31 de la LFCE señala que será potestativo para esta CFC notificar o solicitarinformes al agente investigado tendientes a inferir su presunta responsabilidad en la práctica denunciada.Ello debido a que la mera investigación de un sujeto no constituye un acto privativo de derechos querequiera de audiencia para el sujeto investigado.

Sostienen que de conformidad con lo previsto en los artículos 31 y 32 de la LFCE se acredita por un lado quelas denunciantes aportarán todos los elementos que configuran la práctica monopólica y los conceptos quedemuestren el daño sufrido o que se pueda sufrir, así como que esta CFC puede recibir todos los documentosque se le proporcionen, por cualquier conducto, en cualquier momento de la etapa de investigación.

Por lo que se refiere al valor dado por esta autoridad a las pruebas ofrecidas por las denunciantes, señalanque fue resultado de la actividad de esta Comisión al adminicularlas con otros elementos de convicciónderivados de las propias confesiones realizadas por las denunciadas, de tal suerte que los supuestosvicios internos quedaron purgados mediante esta relación de probanzas.

Finalmente, destacan el valor probatorio de las actas de fe de hecho y del estudio realizado por GlobalResearch que buscaban acreditar la existencia de las prácticas imputadas a las denunciadas, mismas quea su juicio fueron reconocidas por las empresas sancionadas, además de que exhibieron pruebas docu-mentales y fehacientes de las mismas.

Respecto a la supuesta inconstitucionalidad de las fracciones II y V del artículo 7˚ del RLFCE PCM ydemás denunciantes se pronuncian en el sentido de que “(...) la conducta por la que específicamente fuesancionada la recurrente se encuentra plenamente tipificada en la LFCE (...)” al sancionarse de forma

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genérica la celebración de contratos, de cualquier índole, en los que se pacte la limitación de venderbienes producidos por terceros. Concluyen afirmando que ninguna de las dos fracciones transcritas exce-den de manera alguna los límites fijados en el artículo 10 de la LFCE.

Por lo que se refiere a la impugnación de la práctica de diligencias para mejor proveer señalan quecontrario a lo expresado por las recurrentes, lo que esta CFC buscaba era allegarse de información paradecidir si, desde un punto de vista económico, existía algún indicio para determinar si la práctica podíaser interpretada como pro-competitiva y no como monopólica.

En cuanto a que se trataba de información confidencial, afirman que el artículo 31, segundo párrafo, dela LFCE prevé la entrega de dicha información y el tratamiento que esta CFC debe darle.

Con relación a la inconformidad del desechamiento de la prueba pericial en economía y econometríamanifestada por las empresas recurrentes, señalan PCM y sus embotelladoras que de conformidad con elartículo 34 del RLFCE esta Comisión cuenta con las facultades necesarias para desechar dicha pruebapor lo que las disposiciones del CFPC citadas son inaplicables al no haber laguna que dé lugar a lasupletoriedad. Resaltan el hecho de que siendo esta CFC perito en economía la citada probanza es inne-cesaria. En este sentido señalan que las recurrentes jamás han estado impedidas para presentar todos susargumentos en materia económica por lo que han tenido oportunidad de presentar sus razonamientoseconómicos de otra manera.

Por lo que hace al desechamiento de la prueba pericial en matemáticas, señalan que ésta buscaba ocultaruna prueba de contenido económico, materia en la que esta CFC es perito por lo que su desechamientofue procedente.

En cuanto al desechamiento de la prueba pericial en estadística, afirman que dicha probanza no es nece-saria para esclarecer los hechos que pretende, sino que sólo buscaba ocultar una prueba de contenidoeconómico, materia en la que esta CFC es perito por lo que su desechamiento fue procedente.

En cuanto al desechamiento de la prueba de inspección ocular, afirman que no se ofreció conforme aderecho ya que sus pretendidos alcances se referían a situaciones que no fueron susceptibles de serprobadas mediante una prueba de esa naturaleza, por lo que su desechamiento fue procedente.

En cuanto al desechamiento de la prueba instrumental de actuaciones, afirman que no se ofreció confor-me a derecho ya que sólo podía comprender documentos que obraran en el expediente DE-06-2000 y noen expediente diverso, por lo que su desechamiento fue procedente.

Respecto a la afirmación relativa a la inconstitucionalidad del artículo 35 del RLFCE afirman que esinoperante toda vez que las recurrentes confunden la naturaleza del procedimiento administrativo segui-do en forma de juicio ante esta CFC, con un procedimiento contencioso. Reiteran las confesiones expre-sas que las recurrentes manifestaron durante el procedimiento y en sus escritos de recurso dereconsideración.

Con relación a la afirmación de las recurrentes en el sentido de que el Presidente y el Secretario Ejecutivode esta CFC carecen de facultades para emitir el oficio de inicio de investigación señalan que es infunda-da ya que en los artículos 22 y 23 del Reglamento Interior de la Comisión Federal de Competencia seotorgan dichas facultades a los funcionarios citados.

Respecto a las afirmaciones de las recurrentes en el sentido de que esta CFC no acreditó los supuestoscontenidos en los artículos 10, fracciones IV y VII, y 7˚, fracciones II y V, del RLFCE en la resolución,afirman las empresas que desahogaron la vista otorgada por esta autoridad que deviene infundado y alrespecto reiteran todas las consideraciones realizadas a lo largo de su escrito con relación a lo inoperantede los agravios esgrimidos en torno a que la resolución recurrida es ilegal.

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En cuanto a la supuesta ilegalidad de los puntos resolutivos de la resolución en el sentido de que nopueden tener efectos respecto de actos futuros sino exclusivamente respecto de actos presentes y concre-tos, afirma Pepsi Cola y sus embotelladoras que las recurrentes hacen caso omiso del contenido de losartículos 2˚, 24 y 35 de la LFCE de los que se desprende lo infundado de dicho argumento al otorgardichos numerales las facultades necesarias a esta CFC para prohibir a un agente económico seguir reali-zando, a partir del momento de la sanción y con efectos hacia el futuro, la práctica monopólica relativa dela que es responsable.

Con relación a todo lo anterior, cabe señalar que ya fueron consideradas al analizar los recursos dereconsideración interpuestos por las empresas integrantes del Grupo Coca Cola.

Por todo lo anterior, los recursos interpuestos son infundados y conforme con lo establecido en el artícu-lo 39 de la LFCE, es procedente confirmar la resolución recurrida en todos sus términos.

Por lo anteriormente expuesto se emiten los siguientes:

RESOLUTIVOS

Primero. Son infundados los recursos de reconsideración relacionados en los antecedentes Octavo, Déci-mo, Décimo Segundo y Décimo Quinto de la presente resolución.

Segundo. Se confirma en todas sus partes la resolución del veintiocho de febrero de dos mil dos dictadaen el expediente DE-06-2000.

Tercero. Notifíquese personalmente.

Así lo resolvió el Pleno de la Comisión Federal de Competencia, por mayoría de votos, con el pronuncia-miento en contra del Sr. Comisionado José Agustín Navarro Gergely, quien en su voto particular afirmóque se debía “Considerar procedente y parcialmente fundado el recurso de reconsideración interpuesto,subsanar las omisiones incurridas en el procedimiento de investigación de conformidad con las conside-raciones expuestas en este voto, y con base en el artículo 39 de la LFCE modificar la resolución recurri-da”, en sesión ordinaria del once de julio de dos mil dos ante la fe del Director General de AsuntosJurídicos en suplencia temporal del Secretario Ejecutivo de conformidad con el oficio PRES-10-096-2002-035 del uno de julio de dos mil dos, así como en los artículos 29 de la LFCE y 23, fracciones I y IV,del Reglamento Interior de la Comisión Federal de Competencia.

El Presidente de la Comisión Federal de Competencia, Fernando Sánchez Ugarte.- Rúbrica. Los Comi-sionados: Pascual García Alba Iduñate, Fernando Heftye Etienne, Adalberto García Rocha y José AgustínNavarro Gergely.- Rúbricas. El Director General de Asuntos Jurídicos, Martín Moguel Gloria.- Rúbrica.

11 de julio de 2002.