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EQUIPAMIENTOS URBANOS Y APROPIACIÓN DEL ESPACIO: PARQUE
METROPOLITANO TERCER MILENIO DE LA CIUDAD BOGOTÁ.
Proyecto de investigación
CICLO DE INNOVACIÓN - PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
DINÁMICAS CONTEMPORÁNEAS DEL ESPACIO URBANO
Por
ANDREA CATALINA MARÍN HURTADO
Directora
NUBIA MORENO LACHE
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
PROYECTO CURRICULAR LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ENFASIS
EN CIENCIAS SOCIALES
BOGOTÁ D.C.
2017
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TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN .......................................................................................................................... 5
I ABRIR CAMINOS PARA ENTENDER LA APROPIACIÓN DE LOS
EQUIPAMIENTOS URBANOS ................................................................................................... 8
1.1 Contexto de la investigación ...................................................................................................... 9
1.2 Horizonte teórico ...................................................................................................................... 11
1.3 Horizonte metodológico .......................................................................................................... 12
II RECONSTRUCCIONES TEÓRICAS SOBRE EL PARQUE TERCER MILENIO Y LA
APROPIACIÓN DEL ESPACIO ............................................................................................... 14
2.1 El parque Metropolitano Tercer Milenio en medio de la condición social ............................. 14
2.2 Sobre los procesos de renovación urbana ............................................................................... 20
2.3 La apropiación del espacio: usos y prácticas del espacio urbano ............................................ 27
III LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL ESPACIO URBANO ............................................ 31
3.1 La construcción social del espacio .......................................................................................... 31
3.1.1 La vida cotidiana y su espacialidad .................................................................................. 37
3.1.2 La experiencia espacial del sujeto habitante .................................................................... 43
3.2 La apropiación del espacio: proceso en la construcción de sentido ......................................... 47
3.3 ¿Por qué el diseño importa? Los equipamientos urbanos ........................................................ 52
3.4 Escenarios de aprendizaje: los espacios públicos .................................................................... 55
IV INDAGAR POR LA CONSTRUCCIÓN ESPACIAL EN TORNO AL PARQUE.......... 59
4.1 Ruta para explorar al sujeto-habitante ...................................................................................... 59
4.2 Las herramientas metodológicas .............................................................................................. 63
4.3 El fantasma urbano ................................................................................................................... 64
4.3.1 Un recorrido socio-histórico por el barrio Santa Inés/Cartucho ...................................... 69
4.3.2 Los intentos del olvido: Parque Metropolitano Tercer Milenio ...................................... 79
4.4 Las prácticas espaciales del sujeto habitante: cuando el sujeto- cuerpo y el sujeto-sentimiento
hablan ............................................................................................................................................. 83
4.4.1 Las prácticas vividas, usos efectuados ............................................................................. 83
4.4.2 Representaciones cartográficas: usos y prácticas efectuados en el espacio ..................... 87
4.4.3 La encuesta como medio de opinión: Aportes para optimizar el parque desde sus
usuarios y habitantes ................................................................................................................ 102
V PRÁCTICAS ESPACIALES Y VIDA COTIDIANA: UNA APROXIMACIÓN A LA
CIUDAD CONTEMPORÁNEA ............................................................................................... 110
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5.1 Sobre el parque Metropolitano Tercer Milenio y el sujeto habitante ..................................... 110
5.2 El sujeto habitante y los elementos físicos de la ciudad ........................................................ 111
5.3 La educación y el derecho a la ciudad: Aportes a la formación docente y a la enseñanza de las
ciencias sociales ........................................................................................................................... 112
ANEXOS ..................................................................................................................................... 114
BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS ...................................................................................... 118
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TABLA DE ILUSTRACIONES Y GRÁFICOS
Figura 1: Esquema sobre la percepción del espacio Fuente propia con adaptación de Capel
H. 1973. .......................................................................................................................................... 37
Tabla 1: Escenarios urbanos y prácticas espaciales del sujeto-habitante ............................... 45
Figura 2: Modelo dual de apropiación. Fuente propia con adaptación de Pol 1996.............. 50
Figura 3: Esquema sobre la apropiación del espacio. Fuente propia con adaptación de Pol y
Vidal 2005 ...................................................................................................................................... 51
Figura 4: Esquema sobre la construcción social del espacio urbano. Fuente propia ............ 58
Tabla 2: Descripción de las fases de investigación .................................................................... 61
Figura 5: Barrio Santa, antes que se trazara la carrera 10. Bogotá 1947. Fuente: Sociedad
de mejoras y ornato de Bogotá. Foto anónima. En: En un lugar llamado el Cartucho. ....... 69
Figura 6: Construcción Av. Carrera 10. Fuente: Sociedad de mejoras y ornato de Bogotá.
En: En un lugar llamado el Cartucho ........................................................................................ 73
Tabla 3: Caracterización jurídica del parque Tercer Milenio ................................................. 77
Tabla 4: Caracterización de la zona de estudio ......................................................................... 79
Figura 7: Distribución de parques y ubicación de la zona de estudio. Fuente propia con
adaptación de la Infraestructura de Datos Espaciales para el Distrito Capital (IDECA). ... 80
Figura 8: Caracterización zona estudio-Parque Tercer Milenio. Fuente propia. Elaborado
con el programa Quantum GIS.. ................................................................................................. 81
Tabla 5: Ejes de análisis y observación. ..................................................................................... 82
Figura 9: Mapa institucional del PMTM. Fuente alcaldía Mayor de Bogotá D.C. ................ 87
Figura 10: Conjunto dotacional del parque. Fuente propia. Elaborado con el programa
Quantum GIS................................................................................................................................ 88
Tabla 6: Conjuntos dotacionales del parque Tercer Milenio. .................................................. 89
Figura 11: Caracterización de los patrones de uso entre semana. Fuente propia. Elaborado
con el programa Quantum GIS ................................................................................................... 97
Figura 12: patrones de uso los fines de semana. Fuente propia. Elaborado con el programa
Quantum GIS................................................................................................................................ 98
Figura 13: Conflictos en el uso del parque. Fuente propia. Elaborado con el programa
Quantum GIS................................................................................................................................ 99
Figura 14: Recursos en deterioro. Fuente propia. Elaborado con el programa Quantum
GIS. .............................................................................................................................................. 100
Tabla 7: Síntesis de la pregunta No 7. ...................................................................................... 106
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INTRODUCCIÓN
Pensar la construcción social del espacio en la ciudad, implica, entre otras cosas, reflexionar
sobre el significado y sentido que cobra el espacio en la vida cotidiana de sus habitantes, más que
la estructura urbana, es relevante indagar sobre las emociones, ideas y sentimientos que se crean
en y con relación a los espacios. También es preguntarse por la variedad de intenciones, fines y
necesidades que el espacio posee, en tanto que la ciudad encarna diversos sueños, ideas, valores,
intenciones y proyectos.
En esta vía es preciso decir que los elementos físicos del espacio influyen en gran medida en la
construcción espacial del sujeto habitante, lo cual es dado por medio de las prácticas cotidianas
que se tejen, reafirman y producen constantemente y en permanente relación con los otros. Estas
relaciones interconectadas instituyen comportamientos compartidos en forma de códigos que en
buena parte establece los usos que se desarrollan en distintos espacios.
En concordancia con lo anterior la investigación se propone identificar, caracterizar y analizar los
usos, prácticas y modos de apropiación que cotidianamente se desarrollan hoy en día en el parque
Metropolitano Tercer Milenio a través de cinco capítulos. El primer capítulo Abrir caminos para
entender la apropiación de los equipamientos urbanos da cuenta de los elementos formulados en
el proyecto, su justificación, el contexto y los objetivos que se establecen para tratar de resolver
la siguiente pregunta: ¿Cómo los habitantes de la ciudad de Bogotá se apropian del Parque
Metropolitano Tercer Milenio, en calidad de equipamiento urbano y espacio público?, con esta
pretensión se enuncia el soporte teórico y la ruta metodológica.
El segundo capítulo titulado Reconstrucciones teóricas sobre el Parque Tercer Milenio y la
apropiación del espacio contiene los estudios realizados hasta el momento sobre la zona de
estudio y las categorías desarrolladas por los investigadores, éstas ciernen las pautas para
identificar y desarrollar dos líneas temáticas que dan cuenta, por un lado, de la condición social
que caracterizo la implementación del parque en la zona de estudio y, por el otro, los procesos de
renovación urbana y su impacto en la ciudad y la vida cotidiana. En el tercer capítulo, La
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construcción social del espacio urbano, se exponen los horizontes teóricos que dan soporte a la
investigación entre los cuales se cuenta con la construcción social del espacio, que se basa en las
posturas de la geografía humana en relación al sujeto habitante y la vida cotidiana; para dar paso
a la apropiación del espacio y la incidencia de los equipamientos urbanos y el espacio público
frente a su diseño y construcción.
El siguiente capítulo, Indagar por la construcción espacial en torno al parque, contiene la
justificación metodológica y las herramientas que se emplean en la zona de estudio con el fin de
identificar, caracterizar y plasmar los usos y prácticas que desarrolla el sujeto habitante, así como
también conocer qué sentido, significado y valor tiene el parque en calidad de equipamiento
urbano.
Finalmente en el capítulo quinto, Prácticas espaciales y vida cotidiana: una aproximación a la
ciudad contemporánea, se presentan las conclusiones obtenidas en correspondencia con el marco
teórico y los objetivos propuestos. En este sentido se pretende realizar aportes en dos vías
diferentes: la primera se relaciona al ejercicio investigativo, aportes que pretenden optimizar los
elementos dispuestos en el parque y la experiencia del sujeto habitante; la segunda se dedica al
campo educativo, con los aportes y recomendaciones que se puedan hacer a la formación de
docentes desde la experiencia investigativa.
Así la investigación pretende comprender como se construye ciudad a partir de la experiencia del
sujeto en el espacio y la incidencia e influencia que tiene el diseño y la distribución de los
elementos físicos en la ciudad. De tal forma se esmera en ofrecer una mirada integral a la
construcción social del espacio urbano, teniendo presente que sin la experiencia espacial del
sujeto habitante y sin elementos físicos de buena calidad con alto valor estético, es muy difícil
generar un sentido de apropiación, aprendizaje y enseñanza de la ciudad.
Vale agregar que este trabajo es el resultado del ciclo de investigación Dinámicas
contemporáneas del espacio urbano, dirigido por la profesora Nubia Moreno, entre junio 2015-
diciembre 2016. Igualmente se ha socializado en escenarios académicos como el 1° Encuentro
Distrital de Ciencias Sociales: Didáctica, experiencia y aportes teóricos, el día jueves 27 abril en
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el eje Construcción de territorio y ciudad. Así mismo en la jornada de presentación de proyectos
de monografía a los estudiantes cursantes del ciclo de innovación: Dinámicas contemporáneas del
espacio urbano – segunda versión- marzo 6 y 27 de 2017.
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I ABRIR CAMINOS PARA ENTENDER LA APROPIACIÓN DE LOS
EQUIPAMIENTOS URBANOS
Desde varias perspectivas la ciudad se aborda y comprende como la invención más trascendental
de la humanidad, la representación material más compleja de los valores, creencias e ideas de
una cultura particular. Por esto mismo la ciudad pasa a ser importante en los procesos de
identidad tanto individual como colectiva, quienes a través de sus prácticas, usos y tránsitos le
construyen, resignifican y apropian.
En esta medida se concibe como una construcción colectiva por excelencia: resultado de las
interacciones humanas que la sociedad teje con el espacio. Por esto es preciso tener en cuenta que
el espacio es significativo para la vida cotidiana de las personas, con base a estos se crean
emociones, ideas y sentimientos que se ligan de tal forma llegando a poseer una gran variedad de
intenciones, fines y necesidades. Ya Borja lo planteaba, la ciudad, como proyecto humano,
encarna una gran cantidad de ideas, sueños, aspiraciones e imaginarios tan contradictorios que
por eso el conflicto, es una de las características más representativas de la misma (2003).
En este sentido es relevante tener presente la imagen que sus ciudadanos tienen sobre ésta,
imagen que para Lynch surge de los usos que le dan sus habitantes por medio de “una
organización coherente de claves sensoriales precisas que proceden del medio exterior”, (Lynch,
1966, p.12). Una buena imagen de la ciudad se da cuando esta es legible, cuando sus ciudadanos
cuentan con símbolos o estímulos reconocibles, como hitos arquitectónicos, que le permiten
organizar mentalmente los recorridos y la forma de la ciudad.
Estos hitos arquitectónicos pueden ser entendidos como equipamientos urbanos que no solo se
constituyen en puntos de referencia o mojones, sino que son espacios colectivos, abiertos y
públicos, “instrumentos que favorecen la construcción de una ciudad más incluyente, justa y
democrática” (Franco, 2010, p.2). Que permiten ejercer el derecho a la ciudadanía mejorando la
calidad de vida de sus ciudadanos por medio de una integración equitativa con el entorno.
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Bajo estos términos la preocupación surge por la apropiación o rechazo que los habitantes
construyen o generan por ciertos espacios a partir de los equipamientos urbanos, ya que una
estructura arquitectónica de calidad y con alto valor estético puede crear sentimientos de orgullo
en la gente, así como también promueve la inclusión social de espacios marginales, también
resulta necesario vislumbrar qué produce el efecto contrario y más sustancial aún, cómo hacerle
frente.
Bajo este marco la pretensión es recoger, analizar y comprender las dinámicas que definen hoy en
día el parque Metropolitano Tercer Milenio, quizá a modo de balance se busca sopesar qué tan
significativo ha sido la construcción de este espacio para los Bogotanos, que impresiones le
merecen como equipamiento, como espacio público y abierto, diseñado para el deporte, la
recreación y el esparcimiento.
1.1 Contexto de la investigación
Del año 1995 al 2005 en Bogotá se realizó un proceso de transformación urbana a gran escala que
tenía por objeto recuperar zonas públicas de la ciudad, estos proyectos cuentan desde la
implementación de Transmilenio hasta la construcción de parques metropolitanos y parques-
bibliotecas. Fruto de este es el parque Metropolitano Tercer Milenio, proyecto urbanístico de gran
renombre1, que tenía por objeto recuperar una de las zonas más problemáticas de la ciudad
(Rincón, 2011) conocida como El Cartucho, ubicado en el barrio Santa Inés, al centro de la
ciudad.
El Cartucho, lugar en el que se realizaban dinámicas de delincuencia, indigencia, drogadicción y
miseria, represento el foco de crisis social, humanitaria y urbana más polémico de la ciudad, por
tal motivo en el año 2005, bajo la alcaldía de Luis Garzón (2004-2007) y con el amparo del
decreto 880 de 1998 se entregó a la ciudadanía 16.5 hectáreas de zonas verdes para brindar
servicios de recreación y esparcimiento, escasos en la zona centro de la ciudad. Según Rincón
(2011, p.20) este megaproyecto implico la “demolición de 680 construcciones y se desplazaron
1 Según varias fuentes el proyecto fue galardonado con el León de Oro en Venecia con motivo de la X bienal de
Arquitectura en el 2006, por recrear el ideal de una ciudad más humana al otorgar mayor cantidad de espacio
público. El tiempo 8 noviembre de 2006.
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alrededor de 12.000 personas”, dando como resultado un parque metropolitano de gran extensión,
con diversos conjuntos dotacionales.
De acuerdo a las investigaciones realizadas sobre la zona de estudio, la planeación, el diseño, la
recuperación del espacio y la construcción del parque, no se realizaron con el debido proceso,
dada las condiciones particulares y críticas que presentaba el sector. Por esto aseguran que hasta
el momento, el PMTM no ha logrado articularse por completo a la ciudad, de hecho la percepción
de inseguridad permanece anclada al pasado del sector y las dinámicas de delincuencia,
drogadicción y violencia aún se producen y reproducen, bien sea en el parque propiamente dicho
o en los bordes y entornos del mismo.
Sin embargo muchas personas se relacionan con éste todos los días, el parque hace parte de su
rutina, trabajan y viven cerca, también constituye una vía de transito importante, ya que conecta
la estación Tercer Milenio, ubicada en Av. Caracas; con la carrera 10 y demás calles del centro
histórico de Bogotá; con el que por demás aún está ligado a pesar de la demolición y renovación
del sector. De tal forma surge el interés por indagar de qué manera y cómo se relacionan los
ciudadanos y habitantes aledaños con el parque, un equipamiento urbano concebido para el
encuentro con los otros, el fortalecimiento de la vida colectiva y, entre otras cosas, para valorizar
el uso de suelo de un sector deprimido.
Es así que esta investigación toma un caso específico, como lo es el parque Metropolitano Tercer
Milenio, para comprender la incidencia de los equipamientos en la apropiación de los espacios
urbanos y como a partir de estos se construye ciudad. Lo anterior se justifica debido a que en su
momento representó una de las grandes proezas de la renovación Urbana y recuperación del
espacio público, sin embargo, para muchos representa uno de los fracasos más grandes no solo
desde la arquitectura y el urbanismo, sino a nivel social y humanitario. Entonces, a la luz de lo
expuesto hasta ahora es significativo preguntarse ¿Qué representa el Parque Metropolitano Tercer
Milenio para los ciudadanos de Bogotá? ¿De qué manera se desarrollan las prácticas y qué usos
cotidianos se presentan en el lugar? ¿Qué relación mantiene el espacio hoy en día con su pasado y
como se ha resignificado?
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De igual forma, dado el valor histórico y arquitectónico que tiene el sector, en tanto objeto de
grandes cambios, es pertinente preguntarse: ¿Cómo los habitantes de la ciudad de Bogotá se
apropian del Parque Metropolitano Tercer Milenio, en calidad de equipamiento urbano y
espacio público?
En concordancia con lo anterior la investigación tiene por objeto Analizar las formas en que los
habitantes de la ciudad de Bogotá se apropian del Parque Metropolitano Tercer Milenio en
la ciudad de Bogotá. En ese orden de ideas los objetivos específicos son:
Caracterizar la zona de estudio en relación a su condición física y social.
Identificar las prácticas y usos que se desarrollan cotidianamente en el Parque Metropolitano
Tercer Milenio.
Aportar elementos para comprender el uso que los habitantes dan al Parque Metropolitano
Tercer Milenio.
1.2 Horizonte teórico
Ya que el interés de la presente investigación es abordar el espacio urbano desde las prácticas y
usos que los ciudadanos desarrollan en la ciudad, así como de las percepciones, significados y
sentidos que se construyen con el entorno; ésta se ampara en los constructos teóricos de la
geografía humana, disciplina que estudia la relación hombre/espacio desde las perspectivas y
experiencias de los sujetos que le construyen. Ámbito donde se tiene prevalencia por conceptos
como: el espacio vivido, el sentido de lugar, el espacio percibido, la vida cotidiana y el sujeto
habitante. Los cuales sustentan los vínculos de apropiación que surgen en los espacios y la
incidencia que tienen los elementos físicos de la ciudad en dicho proceso.
Por lo que la investigación se centra en “horizontes geográficos que privilegian la presencia de
las personas en los lugares, sus interacciones y formas de vida que desarrollan en los lugares que
habitan” (Moreno & Cely, 2015, p.19). También busca reflexionar y comprender los fenómenos
sociales que acaecen en el espacio (Unwin, 1995); partiendo del hecho de que “el poder del
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espacio radica en sus moradores y en las diversas formas de habitar los lugares.” (Moreno &
Cely, 2015, p.19).
En este sentido el espacio se comprende como un producto de interrelaciones donde coexisten
distintas trayectorias, un proceso, como diría Massey, en devenir, nunca un sistema cerrado
(2012). Producto de una complejidad de redes, vínculos, e intercambios de diversa proximidad o
jerarquía. Lo anterior quiere decir que el lugar está marcado de significados colectivos que
afianzan la construcción del sentido de pertenencia y por tanto de su apropiación (Lindón y otros,
2006).
Proceso que para Enric Pol y Tomeo Vidal (2005) también está relacionado con las
características físicas de los elementos urbanos, que inciden en la apreciación y experiencia en los
espacios. Así Ángela Franco (2012) aborda estos elementos de la ciudad y su impacto en la vida
colectiva, dimensión que también está presente en los aportes que realiza Jordi Borja (2003),
quien trabaja la concepción de espacio público como un aspecto fundamental que hace ciudad
dado su uso colectivo. De igual forma Pablo Páramo (2010) se pregunta por el significado de los
espacios públicos para la gente de Bogotá y propone estudiar y abordar los espacios públicos
como escenarios educativos donde se aprenden pautas de comportamiento y normas de
convivencia.
1.3 Horizonte metodológico
Principalmente el horizonte metodológico es la investigación cualitativa que “se interesa, en
especial, por la manera en la que el Mundo es comprendido, experimentado, producido, por la
vida de las personas, por sus comportamientos, por sus interacciones. Por la dinámica de los
procesos, del cambio y del contexto social.” (Vasilachis, 2009, p.7). Bajo este panorama la
particularidad de la misma radica en el ejercicio de interpretación, de comprender el sentido de la
“…acción social en el contexto del mundo de la vida y desde la perspectiva de los participantes.”
(Vasilachis, 2009, p.7), por esto se apoya y depende del significado y el contexto en el que los
participantes se encuentran, de las características físicas y sociales del espacio donde se aplicara
la práctica investigativa.
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Con dicho interés la observación, la entrevista y la encuesta, serán técnicas y herramientas
principales de investigación que permitirán registrar y analizar los comportamientos de la gente
que transitan e interactúan con y en el lugar. Dichas herramientas resultan propicias para
recolectar y plasmar los datos e información obtenidos porque resalta la importancia de los
participantes anclados a la experiencia de lugar.
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II RECONSTRUCCIONES TEÓRICAS SOBRE EL PARQUE TERCER MILENIO Y LA
APROPIACIÓN DEL ESPACIO
Dado que el interés de la presente investigación es comprender como se construye el sentido de
apropiación en relación a un espacio particular como es, para este caso, el Parque metropolitano
Tercer Milenio (PMTM) y a demás cómo influye o contribuye su diseño y estructura física para
este fin, se muestra a continuación el balance de antecedentes de investigación que se han
desarrollado en la zona de estudio.
Ya que éste es un proceso de renovación urbana especial por las dimensiones y alcances de la
recuperación y construcción del espacio público; se abarcan investigaciones que si bien tienen
distintos objetos de interés se identifican dos grandes líneas de trabajo: La primera expone el
contexto social y el impacto que dicho proceso tuvo en sus habitantes, cómo modifico sus vidas
cotidianas y en qué medida respondió al conflicto social que allí se presentaba. Y la segunda se
encarga de analizar e identificar los alcances, logros y fracasos que tuvo el proyecto frente a la
intención de articular esta zona particular con el resto de la ciudad de Bogotá.
Posteriormente dichos antecedentes permiten direccionar el curso de la presente investigación,
incrementando el interés por las prácticas y usos que se desarrollan cotidianamente en los
espacios y que manifiestan apego o rechazo por los mismos, en esta última parte se encuentran
investigaciones que dan cuenta de ello y que además brindan conceptos, problemas y
metodologías a desarrollar sobre la apropiación que se da en espacios públicos y equipamientos
urbanos.
2.1 El Parque Metropolitano Tercer Milenio en medio de la condición social
Exponiendo el impacto y trascendencia del proyecto PMTM, los autores buscan argumentar, en
primera medida, qué valor y significado tuvo El Cartucho para el habitante de calle, (una
comunidad con dinámicas y códigos complejos, en el que el Cartucho se vuelve un hito social);
abarcando diferentes perspectivas con el fin de comprender, en términos generales, que
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percepción, representación o imagen le merece la implementación de este proyecto de renovación
urbana para sus habitantes y para la ciudad.
En principio es posible notar una preocupación por el impacto que tuvo el proyecto de renovación
urbana, PMTM, en la vida cotidiana de sus habitantes, quienes en su mayoría son considerados
población vulnerable dada las condiciones de miseria e indigencia en la que habitaban el sector.
Este panorama suscita la necesidad de comprender la complejidad de la acción colectiva y las
dinámicas sociales desarrolladas allí, teniendo en cuenta que estas pasan a ser una de las razones
que justifican la creación del proyecto: superar los niveles de miseria y hacinamiento. Por esto
Natalia Izquierdo en Intervención urbana y complejidad de la acción colectiva: efectos del
Proyecto Tercer Milenio y respuestas del Movimiento de Recicladores e Indigentes se propone
reflexionar sobre la estructura social y las iniciativas de acción colectiva que se gestaron en la
zona Santa Inés-Cartucho frente al proyecto de Renovación y ante una situación en común: la
indigencia.
Concretamente Izquierdo indaga sobre los resultados que a mediano plazo puede tener una
política de renovación pública en las percepciones, ideas y dinámicas de la población afectada.
Según la investigación y el análisis que realizo al Movimiento de Recicladores e Indigentes,
MRI, (figura de liderazgo y autoridad para los habitantes de calle) éstas dinámicas comprenden
una relación dependiente entre el reciclaje, la venta de droga y los actos ilegales, donde la
indigencia, con su dependencia a las drogas, camufla la distribución y consumo del mismo.
Básicamente la tensión entre lo legal y lo ilegal se mantiene por medio de: el reciclaje como una
labor informal que representa el sustento de familias pobres y habitantes de calle dependientes al
consumo de Bazuco. Dicha actividad pasa a camuflar y sostener la venta de drogas lo que implica
una estrecha relación entre los bodegueros, dueños de las recicladoras y los expendedores de
droga o jibaros.
Por su parte el proyecto, que aspiraba a ser la solución definitiva para tantos males, tenía por
objetivos inmediatos: acabar con el nicho de delincuencia, recuperar espacio público para el
centro de la ciudad y disminuir los índices de habitante de calle, pero aun después de destruir y
suplantar al Cartucho con el parque, son estas relaciones y dinámicas las que se reproducen en
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calles como el Bronx o San Bernardo, zonas donde el Reciclaje, la venta de drogas y la
indigencia se conjugan para formar otros focos de miseria y delincuencia.
De entrada se puede argumentar que más que un espacio físico son las relaciones sociales las que
pasaran a perpetuarse en zonas que quizá presenten las mismas condiciones de deterioro, por eso
es necesario comprender la relación existente entre memoria y espacio como parte importante de
la identidad, una relación que para Alejandra Millan en Parque Tercer Milenio: laboratorio
donde se transforma el espacio y se redefine la memoria del Cartucho Bogotano; requiere
preguntarse por el tipo de memoria que prima en el contexto de una reforma urbana, cómo se
legitima y con qué objetivo se instituye la memoria oficial de la transformación urbana en
Bogotá, para lo cual tiene por objeto reunir las percepciones existentes en torno al proceso del
PMTM tanto de los habitantes de calle como de las entidades públicas que participaron en su
construcción.
Sin negar que efectivamente el proyecto recuperó el sector del deterioro urbano y de cierta forma
mejoro la calidad de vida de los residentes aledaños, Millán pone de fondo el problema de los
habitantes de calle, deduciendo que, a partir del trabajo con estos, el proyecto resulto un fracaso
porque si bien uno de sus objetivos era contribuir a reordenar la estructura urbana recuperando
zonas estratégicas en el centro de la ciudad, lo que suponía erradicar El Cartucho y todas las
dinámicas sociales que contenía; este paso de ser un espacio, de contenedor, a estar presente en
las costumbres que hoy en día se reproducen, transforman o recuerdan en otros “cartuchos” de la
ciudad. Es decir el fracaso del proyecto consiste en ignorar el hecho de que El Cartucho pasa a
asumirse como un estilo de vida que se reproduce en espacios que presentan las mimas
condiciones de deterioro y abandono.
Para la autora el proyecto se llevó a cabo con la idea de eliminar las dinámicas delictivas, las
prácticas de consumo y la inseguridad a partir de erradicar el Cartucho y borrar cualquier vestigio
físico del mismo, pero la relación entre espacio y memoria da cuenta que las costumbres creadas
y desarrollas en un territorio especifico trascienden para formar parte de la memoria colectiva y
de la identidad individual, relación que permite reproducir dichas costumbres en otros espacios.
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De esta forma se considera que los espacios, más que estáticos y fijos, comporta relaciones
significativas y flexibles que se reproducen y cambian según las condiciones que presente el
contexto, por eso mismo también es pertinente preguntarse por qué y de qué forma incide el
deterioro arquitectónico en la proliferación de “zonas de muerte”, como lo considera Andrés
Góngora y Carlos José Suárez en la investigación Por una Bogotá sin mugre: violencia, vida y
muerte en la cloaca urbana del 2008. Quienes con el fin de acercarse a las macro-dinámicas de la
ciudad caracterizando el deterioro urbanístico; realizan un trabajo etnográfico "… analizado la
transformación urbana del centro de la ciudad; el proceso de marginalización de la zona; la
emergencia de la venta y consumo de drogas y la coincidencia de estos fenómenos con la
concentración de homicidios en Bogotá" (Gongora Andres, Suárez Carlos, 2008, pág. 23).
De tal forma analizan los mapas de homicidios cometidos en la ciudad antes y después de la
renovación para encontrar que: primero la violencia pasa a regular las relaciones sociales en tanto
delimita y controla ciertos espacios de la ciudad signados por la degeneración y la muerte, así "la
situación (con la renovación) no mejoró ni terminó, sino que adquirió una distribución espacial
diferente dentro de la ciudad, un desplazamiento centrífugo hacía el sur y noroccidente."
(Góngora, A., y Suárez, C., 2008, pág. 116). Probando nuevamente que el problema no solo era
El Cartucho en su condición física, sino que se expandió y difundió por diferentes zonas de la
ciudad como una condición social.
Y en segundo orden que si bien los altos índices de homicidios en la calle se relacionan con zonas
que presentan deterioro arquitectónico, comercio ilegal, prostitución y comercio de drogas; la
limpieza social puntea como una de las causas más frecuentes de homicidios en cuanto a
habitantes de calle se refiere, esta acción responde a la idea de que son desechables y a su vez
permite que el problema de fondo sea de forma. Es decir Góngora y Suárez son enfáticos en
afirmar que la gente que vive en la calle es la calle, por lo que todos los atributos vinculados con
ésta, la suciedad, el desorden, la trashumancia, son asimilados en las personas que la habitan, por
eso la recuperación del centro de la ciudad tendría que acompasarse con una «recuperación» de
los habitantes de la calle (Góngora, A., y Suárez, C., 2008), pero la concepción de que éstos no
cuentan por ser “desechables”, hace del proyecto PMTM un simulacro arquitectónico con
pretensiones de bienestar y desarrollo social y económico.
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Ya que la intervención no tenía como prioridad al habitante de calle los autores van a considerar
que los procesos de recuperación y renovación de los centros urbanos deteriorados hacen parte de
una estrategia kitsch que privilegia el embellecimiento, perpetuando y desplazando las
problemáticas sociales. En últimas evidencian que la intervención sobre El Cartucho no cumplió
objetivos principales cómo desmontar la delincuencia e inseguridad y/o tecnificar y dignificar la
labor del reciclaje, puesto que estos terminaron desplazándose bajo las mismas condiciones a San
Bernardo o El Bronx, retomando las conclusiones de Izquierdo. Aunque el parque ha provocado
un cambio en el paisaje y en la percepción del lugar, respondiendo a políticas de higiene y
embellecimiento urbano, la población habitante de calle ha aumentado y los índices de
inseguridad pasaron de concentrarse en un sector para formar distintos focos alrededor de la
ciudad.
Finalmente se puede decir que estos estudios pasan a soportarse desde el ámbito legal con la tesis
doctoral Parque Tercer Milenio: Una Política Distrital de Renovación Urbana que Olvidó los
Principios de la Seguridad Humana de María José López Rosero; que analiza el decreto 880 de
1998, política pública que da el aval para lograr la rehabilitación del Cartucho; con el objeto de
determinar si la creación del PMTM fue suficiente para salvaguardar los derechos humanos de las
personas en condición de extrema pobreza, tomando el principio de Seguridad Comunitaria en
colisión con el principio de Seguridad Humana.
Así resalta la responsabilidad que tiene el Estado de proteger y garantizar la seguridad como
medio para estar libre de sufrir opresión, daño físico o muerte a través de actos violentos
cometidos por otros hombres, la autora señala que de igual forma éste y sus instituciones son
responsables por el abandono y deterioro social que representan zonas como el Cartucho. De
hecho el principio de seguridad humana, establecido en 1994 por el Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo, PNUD; estipula como características principales: 1 seguridad contra
amenazas crónicas como el hambre, la enfermedad y la represión; y 2 protección contra
alteraciones súbitas y dolorosas de la vida cotidiana (Lopéz Rosero, 2014).
19
En este sentido el PNUD desarrolla siete categorías que podrían amenazar la seguridad humana,
de estas la seguridad comunitaria, que es la que atañe al proyecto, contempla el “sentido de
pertenencia de un sujeto hacia su grupo según la manera como éste observe a su grupo y pueda
desarrollarse dentro del mismo.” (Lopéz Rosero, 2014, pág. 16). Así, considerando la situación
de las personas que residían en el Cartucho, pasa a concluir que fue un proyecto en el que primo
el principio de seguridad comunitaria sobre la seguridad humana puesto que el decreto 880 de
1998 no estipula como el parque beneficiara a los habitantes de calle en condición de indigencia.
Es decir El Cartucho como fuente de inseguridad, pone como objetivo recuperar la confianza de
los habitantes en la ciudad y reforzar el sentido de pertenencia en la misma, algo que remite al
principio de seguridad comunitaria, sin embargo el parque tuvo un impacto leve en la seguridad
Ciudadana puesto que no logro reconstruir el vínculo con el sector público. Según la autora el
decreto no plantea realmente una propuesta de desarrollo social, es decir no se estructuraron
políticas públicas tendientes a lograr la inclusión social de este sector poblacional (Lopéz Rosero,
2014).
En general es posible concluir que las investigaciones se preocupan por evidenciar los vínculos
que una comunidad construye con el espacio y cómo éstos inciden en la percepción y
transformación del mismo, más que aspectos o condiciones físicas, el espacio pasa a ser parte de
la identidad de sus habitantes convirtiéndose en hábitos y estilos de vida, lo que explica porque
resultan ineficientes los esfuerzos por erradicar las relaciones de miseria, criminalidad y adicción,
con la demolición de calles y casas, en tanto pasan a ser parte de la memoria colectiva como un
hito social y urbano. Lo anterior también se puede entender como una pugna o tensión entre el
discurso oficial y el habitar cotidiano, una tensión que radica en la multiplicidad de intereses
aglomerados sobre un espacio particular con la intensión de plasmar las ideas o creencias que se
tienen sobre la ciudad.
Aspecto que Hernández en Santa Ines y el jardín de los cartuchos: El parque Tercer Milenio:
descripción y analisis del desplazamiento de una problemática social en el centro de la ciudad de
Bogotá va a juzgar como paradójico teniendo en cuenta la perspectiva que presentan los estudios
centrados en el diario vivir de la ciudad, un proyecto que asegura el bienestar de los ciudadanos,
20
pero que implementa acciones que agreden a los directos afectados por el cambio. Una agresión
latente en los relatos que la autora reúne y que permiten reconstruir la vida cotidiana tanto de los
habitantes del sector como de los ex-habitantes de calle, afectados en medio del proceso de
cambio. Un trabajo que evidencia la vulnerabilidad de sus habitantes ante el proceso de
renovación, con políticas de intervención diseñadas para embellecer el paisaje urbano y obviar la
necesidad de cambiar la perspectiva que se tiene de los habitantes de calle, para la autora el
proyecto, por el contrario, acentúa el desprecio y el miedo hacia “los culpables” y causantes de
dicha intervención.
2.2 Sobre los procesos de renovación urbana
Desde esta perspectiva las investigaciones señalan que el proyecto de renovación urbana PMTM
actúa como un dispositivo de seguridad y control que pretende disminuir los altos índices de
criminalidad por medio de la marginalización y la segregación, de hecho el informe de
investigación Las políticas de renovación urbana como dispositivo de seguridad en el centro
histórico de Bogotá (1998-2007), derivado del trabajo Por una Bogotá sin mugre: violencia, vida
y muerte en la cloaca urbana, de Carlos José Suárez, presentado en el x seminario de
investigación urbana y regional, políticas de vivienda y derechos habitacionales. Reflexiones
sobre la Justicia Espacial en la Ciudad Latinoamericana de la Asociación Colombiana de
Investigadores Urbano Regionales (ACIUR) Facultad de Arquitectura y Diseño, de la Pontificia
Universidad Javeriana; reitera esta afirmación y la argumenta por medio de su estudio y análisis.
Concretamente “este trabajo busca presentar el recorrido gubernamental del proceso de
renovación urbana de la ciudad de Bogotá, focalizándome en las diferentes políticas públicas y
diagnósticos elaborados por el Estado, que dieron progresivamente una nueva forma a la
estructura urbana del centro de la ciudad, cuando se inició en 1998 el proceso de substitución de
El Cartucho” (Suárez, 2008, pág. 1). Así en primer lugar el Decreto 880 de 1998, por medio del
cual se establece la necesidad de intervenir el Cartucho, califica el barrio Santa Inés como un
deterioro arquitectónico que concentra indigencia y actividades ilegales, por lo que propone
aprovechar el área para realizar una construcción a gran escala y de ese modo suplir el déficit de
espacio público que tiene el centro de la ciudad y disciplinar comportamientos viciosos.
21
Según el autor esta idea también se manifiesta en el Plan Ordenamiento Territorial POT, Decreto
619 de 2000, donde se argumenta “la forma correcta y racional de colocar y usar los elementos
de la ciudad, de acuerdo con los principios de la fluidez y del aprovechamiento económico de los
espacios mediante la competencia." (Suárez, 2008, pág. 4) aspecto que implica disponer de
diversas estrategias para identificar zonas centrales a intervenir y especializarlas para optimizar
el suelo. De esto se tiene que la política de renovación urbana se define como un instrumento que
reordena las funciones urbanas, sobre todo las áreas degradadas, deterioradas urbanística y
socialmente, con bajo aprovechamiento con respecto a su potencial. Dicho instrumento pasaría a
ser la Empresa de Renovación Urbana, ERU, cuyo objetivo, entre otros, era estimular la inversión
privada y extranjera en los emprendimientos bogotanos.
Ya la segunda fase se inicia con la institucionalización del proyecto de Ciudad Salud en el año
2005 donde la Empresa de Renovación Urbana se hace responsable de articular los intereses
estatales y capitalistas, ampliando los servicios financieros y comerciales dentro de este sector
deprimido de la ciudad. Para lograr dicho objetivo la ERU cuenta con otro instrumento
complementario a la renovación urbana, que será la expropiación de inmuebles por vía judicial o
administrativa. De tal forma la definición del instrumento de renovación urbana sufre alteraciones
a medida que se complejizada el territorio donde ha de ser implementada, por eso, si en el POT
de 2000 se tiene por objeto renovar zonas con carencias; en el Plan Zonal Centro, aprobado
mediante el Decreto 492 de 2007, se identifican las zonas a renovar desde la posibilidad
comercial y competitiva a partir de las transformaciones en los usos del suelo.
Es decir se va reconociendo la renovación urbana como el instrumento más efectivo para
disminuir la presencia de habitantes de calle en el centro histórico de la ciudad, puntualmente
“los resultados de la renovación urbana colocan esta disciplina como uno de los dispositivos de
seguridad más efectivos dentro de las políticas públicas, mediante el cual se logró la disminución
de las tasas de homicidio en Bogotá y la normalización del espacio del miedo y del caos en el
centro histórico de la ciudad." (Suárez, 2008, pág. 9), es el medio por el cual se efectúa la
seguridad y el control social, asumiendo que los procesos de renovación urbana son dispositivos
22
que, con la ayuda de los entes de autoridad, mantienen la normalidad separando sectores
deprimidos de la ciudad.
Conclusión a la que también se suma Felipe Cortés Cleves en La ley de los metales: la
renovación urbana en Bogotá: el caso del Parque Tercer Milenio, quien evalúa el impacto de la
política de renovación urbana sobre los cambios en la tendencia de homicidios por medio de un
recorrido general a las acciones de intervención del Estado sobre el espacio urbano y el control
social y policivo en el centro histórico de Bogotá desde 1850 hasta 1998. A grandes rasgos el
estudio y análisis documental permite contemplar la existencia de zonas marginadas como Santa
Inés, que sufren la segregación por medio de un control policial excesivo.
Entonces también resulta pertinente preguntarse por la contribución del Parque Tercer Milenio en
la lucha contra la segregación socio-espacial en el centro de Bogotá, considerando la importancia
que tiene como punto de encuentro e integración de distintas clases sociales, dado los múltiples
servicios que ofrece. Este es el objetivo de Felipe Pache Rincón quien va a indagar Los efectos
del Parque Tercer Milenio en el uso del centro de Bogotá por parte de los estratos altos, para
determinar si el Parque incentivó el uso del Centro de Bogotá mejorando su imagen, vitalidad y
valor al uso del suelo, cambiando así la percepción de los ciudadanos sobre éste.
Teniendo en cuenta que el Cartucho es producto de la segregación (marcada por la migración de
las elites a las periferias y el deterioro que caracteriza al centro de la ciudad), y que el PMTM
pretendió hacer frente al deterioro físico y social que presentaba, Pache efectúa encuestas de
opción múltiple para determinar que concepción merece el PMTM, en tanto se suma a una serie
de renovaciones como el Eje Ambiental y la Plaza de San Victorino que buscan mejorar el
paisaje urbano del centro e incentivar su uso y buena imagen. De tal forma el análisis de las
tablas de datos dan cuenta de que si bien el parque se percibe como uno de los factores que ha
influido en el cambio positivo del centro, no ha incentivado a las personas de estrato alto hacer
uso de este, es decir entre el eje ambiental, la plaza de san Victorino y el parque, el más
significativo ha sido el Eje Ambiental. Es preciso decir que en términos económicos la
renovación urbana es el instrumento por medio del cual se recupera una zona para incentivar la
inversión privada y el mercado del suelo, por eso, el autor asegura que el PMTM es un proyecto
23
que fracasa al no lograr estos cometidos, si bien puede llegar a ser una estrategia que devuelva
dinamización al centro, carece hasta el momento del interés de la inversión privada y más aún,
según los fines de la investigación, del uso y vitalidad de los estratos 4, 5 y 6.
Aunque la investigación anterior no ahonda en la política pública que da forma al proyecto, así
como tampoco ofrece una justificación concisa sobre las razones que hacen del PMTM un
espacio sin gente; Pache abre el espectro de análisis y pone ante el panorama la participación de
otros sectores de la ciudad que a pesar de no tener ningún interés particular sobre el sector le
reconocen e identifican como un hito urbano al cual se referencian, ya sea por estar cerca al lugar
de trabajo o de estudio, o por estar presente en la memoria colectiva como el fin del Cartucho. Es
decir diversos sectores de la ciudad saben lo que representa, sin necesidad de acudir o hacer uso
de éste y consideran que el PMTM contuvo la problemática social y física del barrio Santa Inés.
Pero como es preciso ahondar en la política pública y la incidencia que tiene en la regeneración
urbana de los espacios públicos, puesto que direcciona y define la calidad y uso de estos
espacios; Herrera de la oz en la tesis doctoral Evolución del concepto de espacio público en
Bogotá desde la perspectiva de análisis de las políticas públicas 1990 – 2006 Estudio de caso: el
Parque Tercer Milenio, desarrolla el concepto de política pública e identifica cuales hicieron del
espacio público un pilar para las transformaciones políticas y sociales en la ciudad, describiendo
la relación entre la evolución del espacio público y la regeneración urbana.
Básicamente una política pública es el reflejo del sistema de creencias del sector dominante y
medio por el cual se puede modificar físicamente la ciudad; en esta medida el cambio de
cualquier política requiere un cambio en las coaliciones promotoras: personas que componen
grupos políticos interesados en la toma de decisiones y por ende en reflejar sus creencias. Pero
para que un subsistema de política pública cambie e imprima el interés de quienes emprenden
dicho cambio, existen factores externos estables que duran más de una década y factores externos
dinámicos que tienen un periodo de tiempo más corto, menos de una década. Según el autor parte
de estos factores externos estables son el significado de los bienes públicos, la cultura y los
valores fundamentales, y la estructura legal existente. Es decir que cualquier interés en emprender
24
un cambio en dichos factores externos, ha de requerir un trabajo extenso y duradero para que los
cambios sean efectivos.
Por su parte el interés por regenerar el sector del Cartucho, proceso que implica “iniciativas como
rehabilitación, remodelación, renovación, mejoramiento, entre otras” (Herrera De la Hoz, 2011,
pág. 17); da cuenta de una serie de políticas que se van gestando tiempo antes y que pretenden
responder a problemas generales de la ciudad tales como: falta de control y regulación del
transporte público, contaminación sonora y ambiental, explosión demográfica, degradación del
centro y altos índices de violencia urbana. Estos problemas llevan a que de 1995 al 2008 se
emprenda una redefinición del espacio público y de la ciudadanía en pro del desarrollo.
Así el parque hace parte de una serie de reformas y transformaciones que se impulsan en el
espacio público, esto quiere decir que es producto de la evolución que tuvo el concepto reforzado
alcaldía tras alcaldía. Con lo anterior el autor reconoce que los objetivos de la renovación del
barrio Santa Inés correspondían a una transformación económica, mejorar la calidad de vida y
cambiar la imagen de la zona, pero al comprender la ciudad exclusivamente desde su realidad
física, pierde de vista la realidad social que configura los espacios públicos a través del contacto
entre las personas que forjan lazos de identificación. En conclusión la construcción del parque
como estrategia para renovar un sector deteriorado como El Cartucho resulta un fracaso porque
fue una política pública efectuada a corto plazo y al tener por objeto re significar la gloria de los
sectores deteriorados, lo que en ultimas es el objetivo de toda renovación, requiere más tiempo y
de un trabajo directo con la comunidad, de modo que: “sin una verdadera implementación de
políticas integrales de largo plazo en regeneración urbana, movilidad y seguridad será imposible
dejar de concebir el espacio público como un acumulación de metros cuadrados” (Herrera De la
Hoz, 2011, pág. 131).
En esta dirección Del cartucho al tercer milenio: evaluación de consecución de objetivos y
efectos colaterales de la política de renovación urbana parque tercer milenio de Ana María
Martínez busca determinar la efectividad de la política pública en la renovación urbana evaluando
el Plan Maestro Parque Tercer Milenio, denominado hoy día “Plan director del Parque Tercer
Milenio”, para establecer puntualmente la consecución de sus objetivos y efectos colaterales.
25
Con la siguiente hipótesis: “El programa de Renovación Urbana Parque Tercer Milenio si bien
logró los resultados esperados en cuanto a recuperación del espacio público se refiere, éste, no
produjo los efectos esperados en el aprovechamiento del mismo y no consiguió frenar la
problemática social de inseguridad e ilegalidad en esta zona de la ciudad” (Martinez, 2012, pág.
14); la autora direcciona la investigación con el objetivo de enmarcar la importancia de la
renovación urbana como estrategia para modernizar la ciudad, resocializando los espacios
públicos y previniendo los actos criminales.
Teniendo que el trabajo permite determinar cuáles fueron las directrices teóricas que llevaron a la
realización del parque como medida para fomentar el orden y desarrollar comportamientos
cívicos, a saber, fue la teoría de las “ventanas rotas ” creada por James Wilson y George Kellogg
en 1982 quienes difundieron la convicción de que un edificio destruido físicamente pronto
terminara deteriorando todo el sector, llevando a que no se respeten las normas y se realicen actos
ilícitos, prácticamente será la construcción de espacios ordenados los que reducirán la
criminalidad y por ende la inseguridad y el desorden. Bajo este análisis se llega a determinar
como objetivos del proyecto: 1 reforzar las características del centro cómo la representatividad y
la dinámica económica, 2 aumentar la oferta de espacio público por habitante, 3 mejorar la
condición del medio ambiente al disminuir los niveles de ruido y la emisión de gases tóxicos, 4
ofrecer alternativas de encuentro cívico y de esparcimiento, y 5 contrarrestar el deterioro social y
urbano del centro.
A diez años de la implementación del parque Tercer Milenio (vale aclarar que la investigación es
del año 2012) en la evaluación del cumplimiento de objetivos y efectos colaterales se puede
concluir que: los intentos por recuperar los lugares deteriorados de la ciudad y del centro no
llegaron a su término con el programa PMTM puesto que propicio daños a otros sectores
aledaños en tanto se trasladan los homicidios a otras zonas deterioradas; así mismo agrava las
condiciones sociales a falta de acciones gubernamentales prolongadas que atiendan a población
vulnerable, ya que no fueron concebidas a mediano ni a largo plazo, y finalmente un efecto
positivo fue el emprendimiento de iniciativas como colegio al parque, actividades que bajo la
responsabilidad de las entidades IDRD y IDCT lograron en su principio, hacer más viable el uso
26
del parque, pero que pesar de esto, han disminuido su presencia en el tiempo, por lo que advierte
la necesidad de reforzar actividades recreativas en la zona para que la recurrencia al parque no
siga decayendo. Aun consiente de los efectos negativos la autora insiste en resaltar la
importancia de recuperar y renovar zonas en deterioro como el Cartucho, un sector de la ciudad
que requería intervención, por esto mismo es necesario fortalecer proyectos de Renovación
urbana con un fuerte enfoque social y participativo, donde se capacite a la ciudadanía para que
construyan la ciudad quieren y a la que le darán uso.
Ante esta advertencia y si se quiere necesidad José Luis Bucheli Agualimpia establece unos
lineamientos básicos para la renovación de espacios urbanos, enfocados en el trabajo y
reconocimiento de los habitantes y sus relaciones establecidas en y con el espacio, en su tesis de
grado doctoral Lineamientos para la formulación de políticas públicas de revitalización urbana.
Una oportunidad para repensar y proyectar los centros urbanos en el contexto posmetropolitano.
Inmerso en el debate sobre la formulación del Plan de Desarrollo de Bogotá [Humana] y su
centro ampliado, el autor reflexiona sobre la revitalización como instrumento potencial para
revertir los efectos del deterioro físico, social y económico en los centros de las ciudades ya que
contiene el concepto de tratamiento urbanístico en el marco de la Política Urbana. Dichos
lineamientos tiene por Revitalización como la oportunidad para recrear las condiciones urbanas
que los centros tradicionales demandan para su sostenibilidad (Bucheli A, 2012).
Partiendo del estudio de caso Parque Tercer Milenio establece unos parámetros a partir de una
caracterización espacial por medio de cartografías y mapas de valor como método de análisis que
permita identificar: 1 condiciones de vitalidad urbana a través del análisis y diagnóstico de las
condiciones de deterioro y de oportunidad (vitalidad urbana); 2 dimensión física y espacial
(estructura ambiental) y 3 dimensión socio-económica. Esto en últimas permitirá señalar
elementos singulares de carácter físico, social o cultural que se aproximaran a la comprensión
sobre la composición, el funcionamiento y las necesidades dentro del área de estudio,
evidenciando algunas de sus condiciones.
27
Dicha cartografía arroja que las condiciones del centro histórico entorno al parque Tercer
Milenio, muestran deterioro físico y concentración de inseguridad, así como condiciones de
miseria por los habitantes de calle y la prostitución que se establecen en los bordes del parque.
Esto tiene por resultado bajos valores del suelo y construcciones de mala calidad que mantienen y
reafirman la percepción de inseguridad y la poca recurrencia al parque.
Dado que el caso del parque plantea un debate entre la renovación urbana y la participación
ciudadana el autor propone rescatar este valor como lineamiento de renovación. El enfoque de
dicha propuesta es una “práctica inclusiva que incorpore las múltiples variables de la realidad,
basándose en una nueva forma de entender la planeación y el urbanismo de abajo hacia arriba y
sobre la imprescindible incorporación de la población en toda su variedad y contraste para
formular ciudades posibles y deseables” (Bucheli, 2012, p.90) afirma que los procesos de
revitalización requieren necesariamente la participación activa de la sociedad en tanto eje
estructural que ayuda a determinar los planes, programas y proyectos para que se dé un uso y
disfrute efectivo del espacio urbano, puesto que estos procesos están irremediablemente
vinculados con el habitar cotidiano del territorio.
Como se puede ver son extensas las discusiones que se ciernen en torno a la renovación urbana y
su impacto en las personas que le habitan. Como consecuencia se aboga por procesos sociales
que capaciten la participación activa de sus ciudadanos. De igual forma es posible notar la
diversidad de perspectivas de análisis que se ciernen sobre un espacio particular como el PMTM
dado los intereses que encierra, esto en principio esboza una de las principales cualidades de la
ciudad: una pugna de intereses por materializar las ideas, valores o sentimientos de una o varias
comunidades. De tal modo que una porción de espacio como Tercer Milenio puede dar cuenta de
la manera en que se hace ciudad y más importante aún, que ciudad se quiere de Bogotá.
2.3 La apropiación del espacio: usos y prácticas del espacio urbano
Con los conceptos desarrollados sobre la renovación urbana y el impacto en la vida cotidiana, el
interés de la investigación apunta a capturar y analizar los usos y prácticas que desarrollan los
habitantes del sector y la ciudadanía en general con y en un proyecto que por hoy cumple más de
28
10 años de funcionamiento. El objetivo es comprender que significado genera en la ciudadanía y
que percepciones le merece, también que aportes o cambios le suscita el diseño y función del
parque.
Tema ante el cual se tienen antecedentes de investigación como Rituales urbanos. Uso y
apropiación del espacio público realizada en el Hall Central del Teatro General San Martín en la
ciudad de Buenos Aires, Argentina; en la que su autora, Verónica Pallini, se pregunta por la
representación que de éste tienen sus usuarios y de qué manera se construye y constituye como
un espacio social.
Otro antecedente importante es la investigación Los parques urbanos como indicadores de
calidad de vida, símbolos de bienestar y espacios de uso recreativo: una investigación en
Bucaramanga (Colombia) de Lyda Maritza Rivera Martínez que explora y analiza el estado de
130 parques de la ciudad, sus percepciones, comportamientos y usos para evidenciar que la falta
de mantenimiento y cuidado de los mismo está propiciando una transformación de espacios de
encuentro a lugares de paso, vías por donde se transita de un punto a otro, pero no se permanece.
Y finalmente tenemos por un lado el trabajo de grado Caracterización de los patrones de uso y
apropiación del espacio público en los parques metropolitanos en Bogotá. Caso de estudio:
parque el Tunal 2008 – 2011 de Laura Milena Hernández Ortega, que se interesa por comprender
cómo se construye la identidad, tanto individual como colectiva, que permite a los espacios
públicos proyectarse como escenarios promotores de la convivencia ciudadana, a través del uso y
apropiación que establecen ciudadanos e instituciones.
Considera de antemano que “Es precisamente la confluencia de múltiples formas de uso y
apropiación del espacio lo que le confiere un sentido de identidad y le permite proyectar su valor
social, es decir, su posicionamiento como un escenario de convivencia ciudadana.” (Hernandez,
2012, p.11). Y enfatiza en los modelos de relación espacio-persona considerándoles como "el
resultado de la influencia de distintas fuerzas sociales que definen un conjunto de reglas que
moldean las acciones humanas" (Hernandez, 2012, p.21). De tal modo estas maneras de relación
en y con el espacio comprenden relaciones de uso “… en el que el individuo le otorga un
29
propósito al espacio y establece un aprovechamiento directo y simple de él. Tal es el caso, de los
espacios cuyo propósito se cumple con el tránsito casual, la recreación espontánea y poco
recurrente, y en general en las relaciones en las que el proceso constructivo de identidad no
trasciende el tiempo de ejecución de la acción… [Y relaciones de apropiación que]… se refieren
a los procesos en los que el individuo le asigna un significado al lugar, construyendo y
expresando en él su identidad y buscando ejercer el control de este, relaciones que se caracterizan
por la presencia de apegos hacia el espacio.” (Hernandez, 2012, p. 22).
Y por el otro encontramos una investigación de la Universidad Piloto de Colombia titulada Los
usos y la apropiación del espacio público para el fortalecimiento de la democracia en cabeza de
Pablo Parámo y Andrea Milena Burbano. Esta tiene por objeto mostrar que proyectos como el
parque Lineal el Virrey, el parque Tercer Milenio, Transmilenio y La Felicidad: ciudad parque
de la ciudad de Bogotá, han contribuido a la cohesión social, registrando también la existencia de
diversos mecanismos de apropiación por parte de los ciudadanos. De igual manera discuten
cuales son las implicaciones de la creación y el mantenimiento de los espacios públicos para la
democratización de la sociedad.
De este modo consideran que a pesar del diseño con el que fueron creados, son las personas las
que le dan su significado y función a través del uso cotidiano, estas prácticas prolongadas en el
tiempo van a darle identidad a los lugares, demostrando que “… no ocurren en el vacío, por lo
que resulta inevitable explorar la influencia que ejerce la configuración espacial del lugar como
facilitador de las prácticas y los usos que dan origen a un diseño espacial, más aún, en el contexto
de espacios públicos que han sido pensados para que sean accesibles para todos" (Páramo y
Burbano, 2014, p.4). En este sentido los espacios públicos contribuyen en gran medida a los
procesos de democratización ya que facilitan el encuentro entre las personas sin importar su
condición económica, el grupo social al que pertenezcan o los roles sociales que asuman.
Es así que por un lado tenemos la constitución del espacio público como espacio donde el
ciudadano encuentra una manera de ser y ejercer tanto sus derechos como sus deberes y reafirmar
su identidad propia y colectiva. Por otro lado tenemos la infraestructura urbana que articula y
conecta la ciudad, los equipamientos urbanos que dada la particularidad de servicios puede
30
constituirse en espacios significativos para la comunidad que se congrega en torno a un interés
particular.
En esta vía es preciso aclarar que el interés de la presente investigación es indagar por la
apropiación o rechazo que el equipamiento urbano Parque Metropolitano Tercer Milenio genera
en sus habitantes y usuarios. Para esto se tendrá presente el uso y relación que se mantiene entre
el parque y el sector comercial del Gran San, los residentes del barrio San Bernardo, los
transeúntes y usuarios del transporte masivo Transmilenio y sus usuarios; abarcando las prácticas
desarrolladas y las percepciones que merece.
31
III LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL ESPACIO URBANO
3.1 la construcción social del espacio
Para abordar conceptualmente la apropiación del espacio, es preciso realizar antes que nada, un
recorrido teórico sobre las concepciones que se han desarrollado en relación al espacio y su
construcción social. Es así que en primera medida Bollnow (1969) es quien pasa a considerar el
espacio desde una perceptiva egocéntrica, si se quiere este ya no va a estar signado por el espacio
euclidiano y matematizado, sino que el hombre se convierte en unidad propia de medida,
ubicación y referencia del espacio.
Sin desmeritar estas perspectivas científicas y metodológicas, el autor llama la atención sobre los
espacios de vida y los espacios vivenciales, es decir la importancia del espacio como ámbito en el
que se despliega la vida humana. Con esto afirma que el espacio para el hombre, no es
homogéneo “…sino que cada lugar en él está impregnado de significados peculiares, se
distinguen regiones preferidas o evitadas. Recuerdos tanto agradables como desagradables se
unen a los diferentes lugares” (p. 70).
En este sentido la geografía humanista se erige como una crítica al positivismo lógico, puesto
que las leyes y modelos desarrollados en los años 60s se tornan insuficientes para estudiar la
condición humana y los individuos, según Unwin (2011), el eje central pasa a ser la reflexión y la
comprensión de los fenómenos espaciales, en contraposición a la explicación de los mismos.
Básicamente los estudios que se desprenden de ésta se decantaran en el comportamiento, la
percepción, la cultura y el espacio existencial.
Los aportes realizados desde la geografía permiten lograr una comprensión más integral del
hombre y su condición en el espacio, puesto que estas perspectivas se interesan por aspectos
como los significados, valores, propósitos e intenciones. Para autores como Massey, la geografía
es una disciplina que enfoca su objeto de estudio en el espacio y el porqué de las distribuciones
espaciales de las cosas (Albet y Benach, 2012). Y donde el espacio es abordado “…como
producto de relaciones, una complejidad de redes, vínculos, prácticas e intercambios tanto a nivel
muy íntimo (como el del hogar) como a nivel global” (2003, p.78). Lo anterior se justifica en
que:
32
El espacio se construye a través de relaciones sociales. Asimismo identidades espaciales
tales como las asociadas a la nación, la región, la ciudad, etc. son producto de
interacciones con un contexto más amplio. Y eso implica, obviamente, que cada lugar es
híbrido y abierto, que siempre tiene vínculos con el resto del mundo… (2012, p.10).
De tal forma es posible decir que si el espacio se construye de la interacción que se tiene con
otros, entonces no se entenderá como suma de territorios sino como una complejidad de
relaciones con flujos, vínculos y fronteras de sentido y significado.
En esta vía el significado que se produce y “trafica” en dichas relaciones queda anclado a los
espacios haciéndolos particulares para los sujetos inmersos en dicha relación, ahí es donde
aparece el concepto de lugar para designar esos espacios que como puntos de encuentro, como
negociación constante, como hibridismo ineludible; designan y marcan la identidad del sujeto. Lo
que no quiere decir que sea un “… territorio… simple, cerrado y coherente. Al contrario, cada
lugar es un nodo abierto de relaciones, una articulación, un entramado de flujos, influencias,
intercambios, etc. (2003, p.79).
Una aclaración importante que hace Massey es que la identidad del lugar:
…no está arraigada simplemente dentro del lugar, sinó que está compuesta también por
relaciones externas... Es decir, no hay lugares que existan con identidades
predeterminadas que luego tienen interacciones, sinó que los lugares adquieren sus
identidades en muy buena parte en el proceso de las relaciones con otros. La identidad de
un lugar siempre está en proceso de cambio, de formación, de modificación. En definitiva,
lo local y lo global se constituyen mutuamente. (2003, p.79).
Postulando un sentido global del lugar, en el que aquellos espacios locales y particulares como el
país, la región, la ciudad, el barrio etc. se construyen en buena parte a través de relaciones de
interdependencia que los vincula a otros lugares (Massey, 2003).
Es decir que “La realidad de nuestras vidas cotidianas tiene, en verdad, una geografía de vínculos
y de contactos, con extensiones diversas, algunas de las cuales posiblemente sean globales."
(2003, p.80) Y que el espacio como medio y entorno inmediato de vida del ser humano pasa a ser
la totalidad de todas las relaciones, los vínculos, las prácticas de comunicación (y no
33
comunicación), de comercio, de intercambio e influencia cultural, que están completamente
arraigadas y concretadas en el trasegar de la vida cotidiana.
Por su parte Lindón (2006) apunta que el estudio del espacio, en tanto producto de las prácticas
humanas que transforman la naturaleza; en la geografía, es un concepto que se encuentra dividido
entre el espacio como contenedor/continente del espacio euclidiano y como percepción desde el
idealismo, el ultimo corresponde al eje de trabajo desarrollado por la geografía humana, que
orienta el análisis de la relación espacio/sociedad en 4 rumbos:
1. Concepción naturalista del espacio como medio natural, tuvo fuerza en las geografías
regionales y culturales.
2. Concepción del espacio absoluto-relativo, como un plano homogéneo se encarga de
analizar cuantitativamente la localización de los fenómenos, trabajo llevado acabo por
economistas y estudiosos de la geografía urbana.
3. Concepción del espacio material producido por las sociedades, de corte crítico y marxista.
4. Concepciones del espacio vivido-concebido: la experiencia espacial. De corte
fenomenológico y subjetivista. “El espacio solo deviene objeto de estudio por los
significados y valores que le son atribuidos” (2006, p.12). Así el espacio deviene como un
texto en tanto conjunto de símbolos que construyen sentido y significados, esto a su vez
suscita un problema de prácticas cotidianas, discurso donde se encuentra el espacio de
vida de las prácticas esenciales que realiza frecuentemente el ser humano; y el espacio
vivido, experimentado. Igualmente el lugar deviene en concepto clave que permite
comprender el espacio a partir de la experiencia del sujeto (2006, p.12). Por esto es
considerado como acumulación de sentidos.
Entonces retomando lo expuesto por Massey el lugar nuevamente es enunciado como un espacio
con significados específicos, un espacio que sin pretender ser cerrado, tiene un contenido
simbólico limitado por las experiencias del sujeto. Acumulación de significados que se relacionan
con la identidad, la construcción de sentido y la memoria, aspectos que además están insertos en
un contextos social y relacional, lo cual implica reconocer el lugar como una condición del
producto cultural (Lindón, 2006), es decir, para Lindón los lugares como producto y construcción
34
cultural, también están vinculados a los imaginarios urbanos, modos de representar ciertos
aspectos de las ciudades con un alto valor simbólico que permite definir las prácticas socio-
espaciales que se conforman en y con dichos lugares.
De tal modo que Ortiz (en Lindón, 2006) reitera el valor del sentido de lugar que:
… en deconstrucción con la concepción tradicional del sentido de pertenencia ligado a
lugares sagrados, simbólicos o al territorio, se hace alusión a la identificación y
territorializacion personal en un espacio determinado, construcción que parte de la
experiencia cotidiana de los individuos, quienes lo humanizan y le llenan de contenidos y
significados, convirtiéndose en parte fundamental de la identidad individual. (2006,
p.78.).
Aspecto que surge de la necesidad básica de sentir identidad alguna con un grupo o territorio
especifico.
Otro elemento que toma importancia en relación a la construcción del sentido de pertenencia, en
tanto red de sentimientos y significados que se constituyen en base a las prácticas cotidianas; será
la percepción, ya que son imágenes del entorno que influyen en la valoración y comportamiento
de las personas sobre el espacio. Dichas imágenes se organizan en base a la experiencia personal,
así como también a la concepción metal y emocional, estas a su vez establecen mecanismos de
acción que se articulan en la ciudad por medio de elementos particulares como sendas, bordes,
nodos e hitos (Lynch, 1966). Es decir que dicho concepto permite abordar como se da la
construcción de la experiencia espacial en el sujeto, la cual está hecha en base a emociones
personales e información externa, por eso se entiende que el espacio sea entendido como una red
de nodos de información, porque en cada espacio se conjuga no solo la experiencia personal sino
la experiencia de los otros que le rodean.
En los estudios geográficos sobre la percepción se centra el análisis en el espacio vivido por el
individuo y la colectividad, dando cuenta del papel que desarrolla el sujeto en la organización del
espacio. Según Vara (2008) la geografía de la percepción tiene sus inicios en los años 50s bajo la
influencia de las investigaciones urbanas emprendidas por la escuela de Chicago en Estados
Unidos, fundamentadas en la psicología social y el psicoanálisis. El objetivo de estos es
35
contraponer y comparar el espacio objetivo y planificado de los urbanistas con el espacio
subjetivo, aquel que es vivido por el hombre y su colectividad.
Esto hace de la percepción un nuevo objeto de estudio donde la imagen mental de la ciudad toma
fuerza para definir, planificar y trazar la infraestructura urbana. Específicamente Estébanez
(1979) considera dos tipos de percepciones: unas grupales, que será el objeto de interés para la
geografía de la percepción, y otras individuales. Puntualmente las grupales corresponden a
hechos y manifestaciones de dominio público constituyendo imágenes compartidas, símbolos que
se aceptan comunalmente y que a su vez son compartidos. A diferencia las individuales siempre
son diferentes de un personaje a otro, están marcadas por emociones, experiencias, creencias
sentimientos y pensamientos personales que resultan difíciles de registrar (Estebanez, 1979).
Frente a esto la imagen, dado su valor simbólico, tiene un sentido de identidad que permea en la
construcción del sentido de pertenencia, un estado de bienestar mental que influye en el
comportamiento.
Con un aporte más integral, Capel afirma que la geografía de la percepción es el enfoque que
“analiza el papel decisivo de la percepción humana en la formación de una imagen del medio
real, la cual influye directamente sobre su comportamiento…” (Capel, 1973, p.58). De modo que
la mente se vuelve un nuevo campo de investigación geográfica. En este sentido el autor pasar a
proporcionar un panorama amplio sobre los aportes de la psicología social y comportamental a la
disciplina y su posterior configuración. Así Lowenthal en 1967 con el texto Geografía,
experiencia e imaginación, pasa a ser uno de los primeros geógrafos en abordar las “geografías
personales y la influencia de la estructura social, el contexto cultural y el lenguaje en la
formación de determinadas pautas básicas colectivas” (Capel, 1973, p.2). Alejando el tema de la
psicología para adentrarlo más hacia el debate objetivo sobre el espacio.
Por otro lado Downs, que también constituye un aporte importante, hacia 1970 propone 3
enfoques problemáticos: 1) el problema estructural y de identidad sobre el espacio geográfico o la
organización de imágenes mentales del espacio según el trabajo realizado por Lynch; 2) el
evaluativo, que es la valoración que los individuos tiene sobre determinados aspectos del medio,
adaptando su comportamiento; y 3) el preferencial, que ante determinados hechos o elementos
36
geográficos, se eligen o no ciertos espacios, es decir como los elementos distribuidos influencian
en el comportamiento. Bajo estos enfoques es que se realizan las investigaciones sobre la
percepción.
De igual manera Downs establece un modelo en el cual se plasma la construcción espacial por
esferas según la percepción y el comportamiento: Cada esfera de percepción representa las zonas
próximas con las que se relaciona el sujeto, de las cuales obtiene fuentes de información sobre las
que va percibiendo el mundo. Ha medida que crece estas fuentes de información se van
ampliando hasta el punto de que esta nitidez va decreciendo puesto que pasa de fuentes primarias
a fuentes de información externas secundarias, según explica Capel estas esferas se componen
desde un circulo próximo que se compone por la familia, a un circulo medio que comprende
zonas frecuentadas, amigos y todo aquello que esta fuera de ese círculo íntimo pero que
constituyen experiencias frecuentes e importantes, para terminar en un círculo amplio del cual
solo tiene conocimiento por elementos externos y en los que tiene poca o carece de experiencia
directa. (Figura 1)
Así el sujeto, como unidad central de medida, establece patrones de distanciamiento/
acercamiento con espacios signados no solo por la experiencia sino también por el vínculo
emocional y afectivo que ha construido con éstos hasta hacerlos significativos y representativos
de su propia identidad. En este sentido dos puntos importantes se resaltan en este momento: 1)
que los lugares significativos están marcados por las prácticas que se desarrollan en zonas
próximas y externas de la experiencia espacial y 2) la necesidad de enmarcar dichas prácticas en
un ámbito particular como lo es la vida cotidiana.
37
Figura 1: Esquema sobre la percepción del espacio Fuente propia con adaptación de Capel H. 1973.
3.1.1 La vida cotidiana y su espacialidad
Con lo anterior tenemos que si partimos del sujeto como punto central para los estudios
espaciales, y además del lugar como construcción y tejido de sentidos que se dan individual y
socialmente desde visiones subjetivistas y constructivistas del espacio; entonces es necesario
comprender ese ámbito en el cual se construye ese sentido por medio de las prácticas cotidianas,
del hacer y rehacer constantemente en un espacio donde es posible convivir con el otro.
Frente al tema Lindón y Hiernaux (2006) aseguran que el estudio de la Vida Cotidiana se interesa
en principio y básicamente por la relación que se da entre el espacio y la sociedad, pero en
situaciones de interacción, es decir:
… personas situadas espacio-temporalmente en un contexto intersubjetivo desde el cual
dan sentido al espacio y al otro, en un proceso constante de interpretación
(resignificación) y de construcción de los espacios de vida. Por ello… cuestiones
aparentemente banales expresan dimensiones de la vida social que merece un análisis
38
geográfico profundo (y agrega) toda experiencia espacial es tema central para las GVC
(Geografías de la Vida Cotidiana) (p.357).
Estudio en donde ya se sitúa o, si se quiere, aterriza, al sujeto que ejecuta la acción en los
espacios de vida.
La vida cotidiana para Lindón (2000) es el espacio donde se produce la sociedad a través de las
prácticas, lugar fundamental en el que el individuo se encuentra con la sociedad, donde se
metaboliza el encuentro con el otro y se asegura a su vez la permanencia de lo social,
sucintamente son las prácticas y haceres que construyen la sociedad. Pero estas prácticas van en
doble vía en tanto que, según Lindón citando a Pina Lalli, también es donde se hace, deshace y se
vuelve a hacer el vínculo social.
Agrega que es una dimensión espacio-temporal que “…supone el reconocimiento de que la
acción práctica siempre tiene un posicionamiento en un "aquí" y un "ahora", desde donde se ve al
otro, desde donde se ve de una particular forma al mundo, claro, se trata del "mundo a mi
alcance". (p.11). Y donde el espacio nos remite a esa experiencia práctica “…en el cual se
produce la diada interacción/intersubjetividad, constituye un territorio en el cual se inscribe un
lenguaje natural y en el cual se produce la elaboración de un dominio de ese lenguaje.” (p.11). en
este punto surgen conceptos que se relacionan pero que no se profundizaran en la presente
investigación, como el territorio entendido como una manera de organizar la experiencia
sensible, y la territorialidad, como la relación que se establece entre el individuo y el territorio.
Con lo que el “… espacio es visto como un lenguaje no verbal” (p.12) que se puede reconocer
por medio de dos modalidades: 1) las percepciones significativas que hablan del espacio tal y
como es percibido, como el sentido del lugar y 2) las prácticas significantes que dan cuenta del
sujeto tal y como se comporta y actúa en el espacio y los significan para él y para otros como la
territorialidad y la apropiación del espacio.
En esta medida Reguillo argumenta que “… se trata del espacio donde se encuentran las prácticas
y las estructuras, del escenario de la reproducción y simultáneamente, de la innovación social."
(Lindón, 2000, p.77). Introduciendo un aspecto interesante, y es que si bien es el espacio donde
se reproduce la sociedad por medio de las prácticas y actividades rutinarias, también es el espacio
donde es posible innovar y resistir ante las dinámicas que perpetúan la legitimización del poder
39
por medio del desacato a la norma, la subversión de las mismas y las reglas establecidas. Así que
categorías como el espacio y el tiempo son constitutivas fundamentales de la vida cotidiana
puesto que organizan y marcan para los actores sociales, diferentes ciclos y lugares para el
desarrollo de dichas prácticas. Se trata de dispositivos de orientación institucionalizados
socialmente y apropiados por los actores sociales (Reguillo, 2000). Pero la percepción del
tiempo-espacio puede ser diferente o disímil, razón por la cual se hallan distintas regiones de
interacción (p.88).
Lo anterior va muy de la mano al trabajo de Lefebvre sobre la vida cotidiana, una perspectiva
crítica que ve en lo cotidiano más que las prácticas rutinarias, son los encadenamientos y
conjuntos que integra formando un todo, entendiendo al espacio como un tejido denso de redes y
ramificaciones que transmite un significado y sentido, el horizonte dentro del cual se sitúa el
individuo y vive en comunidad (Lindón, 2004).
Aunque la obra de Lefebvre (1972) es muy rica e interesante para comprender la importancia
que tiene la vida cotidiana en el desarrollo de diverso procesos sociales, no se ahondara más que
para hacer referencia a las praxis que se despliega en la vida cotidiana y que en el autor va desde
el nivel biofisiológico hasta el nivel abstracto de los símbolos, la cultura, las representaciones y
las ideologías (Lindón, 2004). En estos tipos de praxis se hace referencia a la praxis repetitiva y a
la praxis inventiva o creativa respectivamente “…la primera contribuye a reproducir el mundo,
contribuye a su estabilidad, sin ser necesariamente alienante…. La segunda produce una
transformación de la cotidianidad. Entre ambas hay una relación permanente, aunque no en
términos de equilibrio. (2004, p.44).
Frente a esto reitera la capacidad creativa que radica en el regreso al pasado por medio del
proceso creativo que encarna la repetición de ritos y prácticas dadas en la vida cotidiana y que se
opacan ante mecanismos que controlan esa espontaneidad como la sociedad de la abundancia, del
ocio y de consumo, equiparados a la escasez del espacio; es decir entes urbanizadores que
reprimen expresiones propias del habitar cotidiano ya que organizan de ante mano la experiencia
en el espacio: "... encuentra que la expresión sociedad del ocio esconde la fatiga y el carácter
prefabricado del ocio que puede consumirse." (2004, P.51). Las calles frente a la sociedad del
consumo y el espectáculo se limitan al circular, al paso rápido que permiten los automóviles y
que sustituyen el habitar. Con lo que se concluye la idea del consumo como una expresión
40
espacial que recorta o aliena los lugares de encuentro. Pero esto es una situación que se retomara
más adelante.
Por ahora no queda más que hacer una aclaración de conceptos que se relacionan con la vida
cotidiana y que dan pista de todo el entramado que implica hacer dicho estudio. Trayendo de
nuevo el trabajo de Lindón (2000) tenemos el residir y el habitar, el primero está anclado a
“microespacios” como la casa, donde se comparte con aquellos semejantes, construyendo
relaciones de y entre iguales; y el segundo pone énfasis en los espacios abiertos, el espacio
público donde ocurre el encuentro con ese otro conocido-desconocido, ligado a fragmentos del
territorio al cual se pertenece. En este sentido, dice Lindón:
… entre el habitar y el residir hay una diferencia de escala, pero que hace a la esencia de
lo que está en juego. Podríamos decir, "soy habitante de una ciudad, de un barrio,
mientras que resido en tal casa, en mi casa". Por todo ello, el residir de manera general
tiene relación con la vida familiar, con la vida privada, con la vida fuera del trabajo, con la
vida en el espacio de la domesticidad; en tanto que el habitar es más cercano a la vida
urbana (o rural, si fuera el caso). (2000, p.195).
Con lo anterior tenemos un aspecto importante que guiara el curso de la investigación pues se
asume un sujeto habitante que construye una relación con el espacio por medio de las prácticas
cotidianas, ámbito que si bien implica la rutina y la repetición, puede constituir también un acto
de subversión y desacato a la norma.
También es preciso decir que la cotidianidad remite al movimiento, a aquellas prácticas que
movilizan o llevan consigo diversos significados, una movilidad que Lindón analiza desde la
proxemia (acercamiento) y la diastemia (alejamiento), ritmos espacio-temporales que enmarcan
dicha relación con el espacio en tanto, territorios practicados que devienen en lugares de
encuentro con conocidos y/o desconocidos, representan seguridad e inseguridad y en esta medida
son cargados de sentidos. Dichos movimientos son experimentados corporalmente,
materializando emociones de pánico o de seguridad al estar en espacios particulares, una
propuesta interesante que:
…integra el espacio de vida de los sujetos entendido como las coordenadas básicas desde
las cuales se construyen y vuelven a construir las relaciones sociales. En esta perspectiva,
41
más que el espacio en sentido amplio se lo considera como fragmentos de espacio-tiempo
de los sujetos en su cotidianidad: espacios vividos en tiempos vividos (Di Meo, 1991,
2000). A ello se integra el cuerpo entendido como el primer espacio manipulario y
experiencial de todo sujeto. (2011, p.18).
Entonces agrega una nueva dimensión al estudio de la vida cotidiana que da cuenta del desarrollo
y significado de las prácticas que se dan en el espacio, como ya se mencionó estas están
justificadas en la percepción del sujeto y sus experiencias pasadas. Pero de lo que aquí se trata es
de desplegar el contenido de estas prácticas y los posibles significados que con ellas traen, una
perspectiva que:
… trae consigo el interés analítico por la acción y las prácticas, el sentido y los
significados. No obstante, en esta ocasión esas dimensiones de la cotidianidad son
consideradas junto a la corporeidad/emocionalidad del sujeto y a su espacio-
temporalidad. Si bien todo sujeto posee un cuerpo y todo cuerpo experimenta emociones,
ha sido frecuente que los análisis del sujeto –aun en su mundo cotidiano- prioricen la
acción o los sentidos y significados de la acción, y desdibujen la corporeidad/emociones
así como la espacialidad. (2011, p.17).
Argumento en el que desarrolla un aporte teórico y metodológico que permite comprender y
abordar estas estrategias de alejamiento y acercamiento en la vida cotidiana como es la
corporalidad, la emocionalidad y la espacialidad. Prácticas espaciales entendidas como “el saber
hacer espacial (o conocimiento práctico espacial), que está anclado en el cuerpo.” (2011, p.2).
Este conocimiento práctico espacial corporizado le permite al sujeto resolver problemas
cotidianos como orientarse en sus desplazamientos y enfrentar cuestiones más complejas en la
elaboración de estrategias proxémicas como las aquí consideradas. Valga aclara que estas
relaciones se entiende en términos de escalas geográficas, donde espacios como la casa, el barrio
o la calle constituyen prácticas de proximidad o alejamiento. Así asegura que:
La des-alejación son prácticas de carácter social, espacial y corporal al mismo tiempo:
alejarse/acercarse siempre trae consigo alguna valoración de carácter social que motiva el
alejamiento/acercamiento. Al mismo tiempo el alejamiento/acercamiento supone la
interposición o la anulación de una distancia, que puede ser física o incluso emocional; y
42
toda distancia refiere a lo espacial. De igual forma, el alejamiento/acercamiento también
es corporal ya que esa distancia que se interpone o se elimina tiene una referencia básica
dada por el propio cuerpo. (2011, p.2).
Dicha dinámica es corporal porque es a través del cuerpo que se materializa este alejamiento o
acercamiento en tanto mecanismos de orientación que dan a conocer y reconocer los espacios con
los que se tiene este tipo de movimientos, y es así también como se constituyen en experiencias
agradables o repudiadas, buscadas u olvidadas que antes de ser reflexionadas son
experimentadas.
Una dimensión que aborda el contenido de los lugares, esos que toman consistencia por el estar
allí (espacio particular) en un tiempo específico:
Ni el lugar en el que estamos, ni el tiempo en el que ello acontece, resulta neutro para
nuestras acciones y para nuestro ser en el mundo. A través del estar en los lugares,
tejemos relaciones con ellos, los cargamos de sentidos, de memoria y también de
fantasías. Así les otorgamos densidad a los lugares de nuestro cuerpo y a los encuentros
con otros que en ellos acontecen, y para los que los lugares no son simples locus
(Lussault, 2007; Lussault y Stock, 2010)…. (2011, p.17).
La espacialidad del sujeto lo hace habitante de diversos lugares en temporalidades particulares
por eso el espacio es relevante para el sujeto, puesto que constituye formas insoslayables en el
transcurso de su vida.
De esta forma el arraigo y la apropiación se asoman respectivamente como la relación directa que
se tiene entre el cuerpo y el lugar, resultado de una interacción constante en donde el uso
reiterado es concordante con el sentirse a gusto sentimental y corporalmente, esto le otorga
seguridad, una certeza que se plasma en sus tránsitos y usos rutinarios. La apropiación por su
parte, dice Lindón, representa el sentido de poseer un lugar como suyo, donde se otorga un orden
propio para verse reflejado en este. Igualmente le otorga seguridad y continuidad.
Con estos elementos Lindón ahonda en las prácticas sociales espacializadas para decir que los
vínculos que se tienen con el espacio implica darle centralidad al sujeto en sus espacio de vida,
un interés que no se limita a identificar dichas prácticas, sino que busca comprenderlas dentro de
43
circunstancias más amplias, lo que algunos autores han denominado la "experiencia espacial"
(Nogue, 2006, p.428). Teniendo que:
Así ubicadas las prácticas cotidianas como el centro de la experiencia espacial, el desafío
es identificar esos comportamientos, acciones, gestos, a veces minúsculos, otras veces no
tanto, y en muchas ocasiones repetitivos, con los cuales las personas hacen sus lugares,
los transforman material y/o simbólicamente, se apropian de ellos, les otorgan ciertas
funciones, los eluden, los abandonan o lo hacen suyos. (2006, p.430).
En consecuencia es necesario preguntar por la movilidad de sentidos y significados, es decir todo
aquello que una persona moviliza cuando se desplaza de un lugar a otro, razón por la cual el
sentido otorgado a ese lugar no resulta propio de sus características físicas sino que procede de la
comparación con otros lugares, así es preciso indagar por los criterios que tienen las personas
para construir lo lugares, criterios que parten de los constructos culturales y que por tanto son
socialmente constituidos y legitimados. Agregando que un ejemplo de esas claves suele ser la
idea de tranquilidad atribuida a ciertos lugares, o bien a la de seguridad... “(2006, p.432).
Y son criterios que desembocan o decantan en conceptos como la topofilia y la topofobia,
sentidos del lugar que el habitante configura según el agrado o no que tenga con un lugar
particular. De tal modo que, explica Lindón (2006), la topofilia resulta de ese proceso de
contrastes, donde el agrado por un lugar no procede del lugar en sí, sino de la comparación de ese
lugar con otros lugares vividos y recordados. Ya la topofobia aparece cuando se tiene rechazo y
desagrado por el lugar desprendido de sus rasgos propios, bien sean rasgos materiales o
situacionales, por ejemplo el tipo de personas que estén en él. Estos sentidos de lugar aterrizan el
trabajo teórico abordado hasta ahora y dan centralidad al sujeto constructor del espacio por
medio de las experiencias vividas. Ya con este ámbito se procede a desplegar las características
del sujeto habitante y los sentidos de lugar que lleva con sigo.
3.1.2 La experiencia espacial del sujeto habitante
De tal modo tenemos un sujeto-habitante, constructor y organizador del espacio donde se cruzan
elementos como el cuerpo, las emociones y la espacialidad; conformado por un sujeto-cuerpo y
un sujeto-sentimiento. Como ya se ha mencionado anteriormente, el espacio es indisociable del
cuerpo que lo ve y lo siente por esto el paisaje “llega a convertirse en los espacios deseados,
44
recordados, somáticos, de la imaginación y los sentidos”. (2009, p.5) y el habitar pasa a dar
cuenta de la relación que tiene el sujeto con los lugares reconociendo que “… nuestro actuar en el
mundo hace y modela los lugares y al mismo tiempo, deja en nosotros la marca de los lugares que
habitamos. Los lugares modelan a las personas, a esos sujetos habitantes de algún lugar o de
diversos lugares." (2009, p.10). Dicho sujeto es quien ejecuta la acción y habla en referencia a un
espacio particular por medio de dos dimensiones, que Lindón aborda para tener en cuenta en el
análisis de las prácticas espaciales; como son: el cuerpo y la corporeidad, como dimensión
primera del sujeto/actor habitante que le da centralidad en el mundo compartido con otros
semejantes; y las intenciones que encarna la emocionalidad.
Entonces se tiene que esas prácticas espaciales se hacen posible y se concretan:
… a partir de la corporeidad y la motricidad que le es inherente. Esta forma de concebir
las prácticas se puede denominar sujeto-cuerpo, y en ella la corporeidad no sólo es
constitutiva del actor (y en consecuencia, de su actuar) también es una forma de
espacialidad. Así, al concebir al sujeto como habitante, la dimensión espacial primera y
eminente es la corporal. Sin embargo las prácticas no solo son el cuerpo y el hacer puesto
que en la… dinámica propia del actuar –vale decir, en el mundo del ejecutar o el hacer–
las prácticas siempre se tiñen de significados, emociones y afectividad. (2009, p.22).
En esa medida las emociones y la afectividad se pueden movilizar en el sujeto por diversas
prácticas realizadas en el lugar así como también por recuerdos relacionados con el miedo, el
dolor o sentimientos de inseguridad emanados por estar en espacios específicos: “Estas
componentes afectivas y emocionales no sólo vienen articuladas en una práctica espacializada,
también suele ocurrir que esos estados emocionales impulsan al sujeto a realizar otras prácticas.”
(2009, p.12). Por otro lado estas componentes afectivas y emocionales, que emergen de las
experiencias, están conectadas con construcciones subjetivas construidas socialmente como los
imaginarios sociales y los fantasmas urbanos que terminan orientando y regulando la experiencia
en los lugares.
De otro lado la apropiación se avizora como prácticas que están ancladas al lugar, “… es decir,
las prácticas que marcan el lugar de cierta manera, las prácticas que expresan la identificación del
sujeto con el lugar y la identificación del lugar a partir del sujeto ya sea por su presencia o por su
45
hacer.” (2009, p.13). Y agrega que estas pueden estar tanto ancladas por largos periodos de
tiempo, como efímeras, de todos modos todas estas prácticas contribuyen a la construcción socio-
espacial de las ciudades.
Y en esta vía Lindón hace un aporte metodológico en el que es posible evidenciar estas prácticas
espaciales bajo lo que la autora denomina microsituaciones: que se pregunta “por las prácticas de
desplazamiento de un lugar a otro, y por las prácticas que suponen una forma de estar –o
permanecer– en esos espacios exteriores.” (2009, p.13).
Estas micrositaciones, que se manifiestan de forma local; adquieren rasgos urbanos que hacen
presencia en diversas situaciones, estas contienen pistas de “…tipo holográfico que al ser
develadas (Lindón, 2006a y 2007a), por medio del microanálisis, dan cuenta de distintos tipos de
procesos de producción/reproducción socio-espacial que se desarrollan en la ciudad y que pueden
estar indicando horizontes hacia los que se orienta la ciudad y la vida urbana." (2009, p.4). Sobre
dichas “huellas holográficas” Lindón argumenta que facultan una microsituación para dar cuenta
de otras situaciones presentes en la ciudad, porque siempre se han de “…reproducir códigos de
comportamiento o de interpretación que procede de otros lugares y tiempos, ya sean recreados en
diálogo o en confrontación con otros lugares y tiempos en los cuales han sido parte de algo.”
(2009, p.14). Dicho de otra forma, se apuesta por tomar una microsituación, no como algo único
y particular; sino como expresiones o partes de la ciudad que en conjunto están presentes en
diversos lugares. Específicamente estas están sintetizadas en el siguiente cuadro:
Tabla 1
Escenarios urbanos y prácticas espaciales del sujeto-habitante
EL SUJETO HABITANTE
ESCENARIO
S URBANOS
EL SUJETO-CUERPO EL SUJETO-
SENTIMIENTO
LOGICAS Y PRÁCTICAS
ESPACIALES
móviles y
fugaces:
Se constituye en objeto e
instrumento de desplazamiento.
La lógica corporal es de tipo
instrumental: el cuerpo como
medio de desplazamiento
El tipo de desplazamiento: el
peatón o el conductor de
automóvil, caracterizado por el
transito rápido y efectivo.
El sujeto cuerpo orienta y
define la pauta del sujeto
sentimiento.
Lo emocional queda
subordinado al logro del
desplazamiento buscado.
Las prácticas principales son las que
aseguran el desplazamiento,
acompañadas de prácticas de
distanciamiento con los otros.
La lógica espacial es la del “pasar”
por los lugares. El único vínculo con
el espacio atravesado es el
reconocimiento de hitos y la
orientación que resultan de la
repetición cotidiana del recorrido.
Por ello, el espacio-tiempo de este
sujeto cuerpo y sentimiento
espacialmente es un trayecto y
46
temporalmente un transcurso.
Fijos e
insertos en el
ciclo
cotidiano.
La lógica corporal es de tipo
utilitaria: El cuerpo deviene un
medio para desarrollar
determinada práctica en un
lugar. Desarrolla formas de
apropiación en tanto demarca y
adecua físicamente el lugar.
Una de sus expresiones más
usuales es el vendedor
ambulante, quien permanece en
el lugar para trabajar.
Se apropia del lugar en tanto
le otorga una identidad
afianzada por medio de la
práctica laboral allí
desarrollada. Esta apropiación
está acompañada de una
afectividad de tipo topofílica:
aprecio por el lugar en el que
se está y permanece.
En estos casos se pone en juego una
lógica espacial de “estar en el lugar”,
de permanecer en él.
El lugar permanece fijo y demarcado
en un ciclo del tiempo cotidiano.
De la denuncia
socio-espacial:
El sujeto cuerpo se instaura
como expresión espacial de la
exclusión que se visibiliza y
denuncia. La lógica corporal es
la de otorgar visibilidad social y
ofrecer testimonio público de un
fenómeno social de visibilidad
parcial o escasa.
El sujeto sentimiento busca
expresar la inconformidad
sentida y experimentada por
medio del sujeto cuerpo
La lógica espacial es la de estar en un
lugar determinado al cual se desafía
solo con el hecho de localizar allí la
corporeidad.
La espacialidad es doble: 1) el cuerpo
como espacio visto que expone la
denuncia social, toma una carga
fuerte carga simbólica y 2) el locus,
fragmento de la ciudad en el que el
cuerpo es situado estratégicamente,
como medio de confrontación.
Del estar fuera
de lugar
El sujeto cuerpo se erige como
expresión del des-anclaje.
La corporeidad está localizada
en un lugar que expresa una
especie de violación o
infracción a los códigos sociales
anclados al lugar.
La corporeidad es vista por los
otros como algo fuera de lugar y
eso desencadena mecanismos de
exclusión y expulsión del lugar.
La lógica corporal está guiada
por el sentimiento de
expulsión y exclusión, se
busca hacer presencia en el
menor tiempo posible.
Toma fuerza la incomodidad y
la molestia.
Lógica espacial: estar fugazmente y
efímeramente en un lugar demarcado
y particular.
Los espacios están simbólicamente
asociados a un tipo de sujeto
diferente del que se siente fuera de
lugar.
La temporalidad es fugaz, por los
mecanismos de exclusión que
presionan al sujeto cuerpo para salir
del lugar y del campo visual de los
otros.
De la
apropiación
corporal
territorial y
efímera.
Se constituye en una expresión
del lugar reivindicado,
apropiado y/o ganado.
La lógica corporal es de tipo
territorial. La localización del
cuerpo toma un carácter
instrumental en sí mismo.
Prima el sujeto sentimiento
que alcanza y logra la
apropiación del lugar.
Se recurre a la localización del
cuerpo en un lugar, no para desplegar
alguna práctica como trabajar o
denunciar, sino porque simplemente
la localización constituye en sí misma
un logro.
De la
territorialidad
prolongada en
el tiempo
biográfico
Se alcanza una identificación a
partir de la práctica de residir
prolongadamente en un lugar
determinado, o bien de
pertenecer a él de alguna forma
como puede ser la condición de
originario del lugar o de
fundador del mismo.
El sujeto sentimiento se
impone sobre el sujeto cuerpo.
La práctica de permanecer a lo
largo del tiempo biográfico del
sujeto en el lugar configura al
sujeto sentimiento por el
locus, y en consecuencia el
lugar le otorga identidad y/o
identificación al sujeto que se
asocia al lugar. Como quien
pertenece a su barrio de origen
y se identifica como tal.
La lógica espacial es de tipo
territorial, es la de pertenecer al lugar
y la temporalidad suele ser
prolongada. En estos escenarios
suelen operar fuertes sentimientos de
territorialidad, es decir de pertenencia
y correspondencia entre el sujeto y el
lugar
47
De la
diastemia y la
topofobia
El sujeto cuerpo se constituye
en un activo constructor de
distancias espaciales y sociales
con los otros y de alejamiento
de un lugar.
El sujeto sentimiento es lo que
orienta al sujeto cuerpo. El
sujeto sentimiento se
encuentra orientado por el
rechazo, el desagrado, y a
veces miedo, por el lugar y los
otros que lo habitan. Para el
sujeto cuerpo el lugar sólo
constituye un espacio
atravesado.
La lógica espacial que predomina es
la de pasar por el lugar de manera
fugaz. La temporalidad es la del
trascurrir breve y acelerado.
Nota de tabla: Lógicas espaciales del sujeto-cuerpo y el sujeto-sentimiento, prácticas por medio de las cuales se
organiza la experiencia espacial. Fuente propia con adaptación de Lindón A. (2009).
Frente a los conceptos de topofilia y topofobia ya mencionados, Lindón agrega que:
“Desde el punto de vista del sujeto-sentimiento, para el análisis de las microsituaciones
resultan de particular interés las topofílias (apego por el lugar) y topofóbias (rechazo por
el lugar) que se presentan con ciertas prácticas espaciales, como por el estar o permanecer
en ciertos lugares (Tuan, 1990; Relph, 1976). Así, por ejemplo, la práctica de
desplazamiento puede ir acompañada de topofilia, y así el desplazamiento se constituye en
una experiencia agradable como puede suceder con la del paseo urbano, la caminata o el
deambular sin rumbo por la ciudad. Mientras que en otras ocasiones, el desplazamiento se
tiñe de topofobia y eso lo constituye en una situación de incomodidad y desagrado, que el
sujeto intentará sea efímera y fugaz. En algunos casos, la afectividad topofóbica lo lleva al
sujeto a estrategias para reducir la visibilidad de la propia corporeidad. (2009, p.13).
De tal modo y con esta radiografía del sujeto-habitante es que se puede concluir que los espacios
están impregnados de emociones y en tal medida es que los sujetos actúan sobre los espacios,
espacios que perciben y habitan. La corporeidad cobra importancia porque es el medio por el cual
los sujetos dan cuenta de las intenciones que tiene sobre el espacio. Por eso el transitar o
“permanecer allí” no resulta gratis, desde esta perspectiva son acciones y actitudes cargadas de
significado que hacen y construyen ciudad en la medida en que se relacionan con los otros.
3.2 La apropiación del espacio: proceso en la construcción de sentido
Una vez abordado el concepto de espacio y el protagonismo que tiene el sujeto habitante en el
despliegue de la experiencia espacial para configurar y construir los espacios urbanos, en tanto
espacios de vida que se identifican con el trasegar de la vida cotidiana; tenemos que en esos
48
modos de habitar los espacios urbanos se crean vínculos de apropiación o no que dan cuenta del
tipo de relación que se tiene con dichos espacios.
Es así que Enric Pol desde la psicología ambiental y la psicología social, considera que la
apropiación es un concepto más integral que permite comprender como se desarrolla y vincula
ese sujeto habitante y más aún porque se dan esos vínculos o no. De tal modo explica que:
El ser humano, como la mayoría de otros seres animales necesita marcar su territorio,
aunque sea de forma sofisticada. Necesita sus referentes estables que le ayuden a
orientarse, pero también a preservar su identidad ante sí y ante los demás. Identidad y
pertinencia, privacía e intimidad, ser causa y a su vez dejarse llevar por sus referentes...,
constituyen la clave de la creación y la asunción de un universo de significados que
constituyen la cultura y el entorno del sujeto, fisicalizado a través del tiempo en un
espacio 'vacío' que deviene un 'lugar' con sentido. Es lo que llamamos apropiación. (1996,
p.2).
En esta medida se tienen varios apuntes, en primer lugar es un proceso dialectico y dinámico, en
el que la persona hace los lugares a la vez que estos le constituyen como persona. Esto también
quiere decir que no solo es un proceso de adaptación, sino que la persona o la comunidad están
en constante interacción con el medio en el que se mueven, movilidad no solo física, sino de
significados, de hecho los autores van a decir que la apropiación no se da de los espacios físicos,
“sino de sus significados definidos socialmente... (Y agregan) en el caso del apego al lugar, al
afirmar que la persona no se vincula al espacio sino a lo que significa, a las maneras en que nos
relacionamos con los espacios y las cosas.” (2004, p.33).
Otro aspecto es que en relación al significado atribuido a los espacios, a la identidad constituida y
precisamente al apego al lugar; la apropiación se constituye como facilitadora de los
comportamientos de respeto y convivencia que se derivan de la participación activa en los
espacios. Es decir que si hablamos de la apropiación de significados compartidos socialmente, de
la interacción en los espacios se aprenden comportamientos instituidos o no.
Y también anota desde la psicología, que es un mecanismo básico del desarrollo humano en el
que la persona se apropia de la experiencia generalizada, concretándose en los significados de la
49
realidad (2005), es decir “a través de la apropiación la persona se hace a si misma mediante las
propias acciones en un contexto sociocultural e histórico.” (2005, p.283).
Con esto el autor en colaboración de Tomeu Vidal, proponen un modelo dual de apropiación en
el que el espacio deviene significado para el sujeto desde la experiencia, la cual no solo es física,
también es emocional, e indica que apropiarse de un lugar no solo parte de un uso práctico o
utilitario, sinó de “…establecer una relación con él, integrarlo en las propias vivencias, enraizarse
y dejar la propia impronta, organizarlo y devenir actor de su transformación. (1996, p.20). De
manera que el individuo integra progresivamente los elementos del espacio y los configura a
partir de sus esquemas cognitivos, así como también es un proceso inacabado siempre está en
constante creación.
En esta medida agregan que la desapropiación “…refiere a todos aquellos procesos o medios que
hacen que el sujeto, individualmente o en grupo, sienta que el espacio no le pertenece, le es
ajeno” (1996, p.8). Un rasgo que por demás es propia de las ciudades actuales, que cada vez son
más impersonales, puesto que recortan la experiencia del sujeto habitante. Por esto también
agregan que el significado no está ubicando solamente en el espacio, ni en la mente, sino que
surge “… del conjunto del proceso de interacción. No hay intimidad si no hay interacción, no hay
defensa del espacio si no hay interacción amenazante, no hay significación si no hay interacción
que requiera la creación de una identidad” (1996, p.17).
A partir de lo anterior se tiene que los espacios devienen significativos por medio de la
transformación activa o por identificación simbólica, todo como resultado de la interacción con
otros individuos o colectivos. Estas dos vías, respectivamente, indican que la apropiación sobre el
espacio se puede dar de la siguiente manera:
50
Figura 2: Modelo dual de apropiación. Fuente propia con adaptación de Pol 1996.
Los autores van a decir que La acción transformación es más viable en espacios privados,
mientras que la identificación simbólica es propia de espacios públicos. Es decir la apropiación
de los espacios públicos y privados tienen un proceso similar pero con énfasis distintos. El
espacio privado se apropia por acción-transformación en primera instancia y por identificación en
segunda fase, puesto que es posible dejar huellas materiales y perdurables en el tiempo. Mientras
que la apropiación de lo público, no siempre sigue este proceso, en tanto no siempre es posible
dejar una impronta material en dichos espacios, por eso pivota más sobre el segundo componente,
la identificación simbólica. (Pol, 1996).
También agregan que la construcción simbólica de los lugares, cuando devienen como algo
propio, se desarrolla en dos vías principales: 1) el simbolismo como propiedad inherente a la
percepción de los espacios, derivado de las características físicas y estructurales, “…de la
funcionalidad ligada a las prácticas sociales o de las interacciones simbólicas entre los sujetos
que le ocupan”. (2005, p.286). Y 2) fuentes para comprender como se carga de significado un
espacio determinado: bien sea desde las instancias de poder que elaboran el significado de los
espacios (monumentalizan), o desde la comunidad que transforma el significado inicial de los
espacios a su gusto o necesidad (2005).
51
Con lo anterior se tiene que el espacio simbólico urbano es aquel que permite a los individuos
sentirse como iguales y únicos en tanto se identifican con el espacio que habitan.
Estos conceptos se relacionan con los procesos de apropiación del espacio y de apego al
lugar, definidos como un procesos dinámicos de interacción conductual y simbólica de las
personas con su medio físico, por los que un espacio deviene lugar, se carga de
significado y es percibido como propio por la persona o el grupo, integrándose como
elemento representativo de identidad. (2005, p.287).
Vale decir también que este modelo se vincula a las prácticas cotidianas (figura 3) porque son
mecanismos que configuran espacios vividos como el barrio y la casa, en base a estos los
espacios devienen lugares. Para los actores esta identidad, que se construye en relación a dichos
espacios, determinan las acciones que se despliegan en el mismo. Esto le da soporte al “self” en
tanto factor de continuidad y estabilidad, así como también de cohesión para el grupo,
entendiendo que “el entorno "apropiado" deviene y desarrolla un papel fundamental en los
procesos cognitivos... afectivos... de identidad y relacionales... Es decir, el entorno explica
dimensiones del comportamiento más allá de lo que es meramente funcional" (2005, p.284).
Figura 3: Esquema sobre la apropiación del espacio. Fuente propia con adaptación de Pol y Vidal 2005
52
La importancia de estudiar la apropiación del espacio en la modificación de la ciudad, permite
argumentar la idea de que es necesario efectuar una acción-transformación en el entorno habitado
para que se genere dicha apropiación, es decir la participación activa de los usuarios; ya que de lo
contrario el espacio deviene vacío y carente de significado, lo que es igual a que no le cuiden, ni
se apropien de él. Por eso “El conocimiento es importante, pero lo es más la vivencia del lugar, la
responsabilización, el sentirse agente de la conservación o la transformación del medio, es decir,
apropiárselo, para desarrollar conductas ecológicas responsables” (1996, p.43).
3.3 ¿Por qué el diseño importa? Los equipamientos urbanos
De lo anterior se desprende una dimensión relevante respecto al espacio urbano, y es que hay
apropiación de la ciudad si los sujetos se identifican con ella, así la cuidad no es solo el
entramado físico por el cual se articula, sino también las emociones, imaginarios y demás con las
que se construyen mentalmente dichos espacios.
Sin embargo desde la arquitectura y el urbanismo se apuesta por elementos físicos que con un
buen diseño, funcionalidad y alto valor estético pueden contribuir a que dicha experiencia
espacial sea más agradable. Lynch (1966) es precursor de dicha idea y considera que si bien la
planificación urbana irrumpe con la espontaneidad de la vida cotidiana, también puede contribuir
a que la ciudad sea más legible o imaginable para sus ciudadanos, advirtiendo que es preciso
contar con las percepciones e imaginarios de los mismos, sus usuarios. Por esto el diseño y la
construcción física de los espacios toma relevancia, más aun cuando se tiene en cuenta el
contexto en el que se desenvuelve el sujeto quien en últimas será la razón de ser de dicho espacio.
En este sentido Franco (2010) se esmera en reconocer la importancia de los equipamientos
urbanos en la construcción de ciudad y vida colectiva, lo cual logra por medio de un alto valor
estético y funcional, ya que dependiendo de la forma en que sean concebidos, estos
equipamientos urbanos pueden fortalecer la participación ciudadana y la vida colectiva.
Según Franco los equipamientos urbanos son la infraestructura urbana que da soporte a la vida
colectiva, edificios públicos o privados destinados a proveer servicios a los ciudadanos de
carácter educativo, cultural, deportivo, de salud, de bienestar social, de administración y de
gobierno; y por medio de los cuales se puede garantizar condiciones de igualdad social, en tanto
“piezas fundamentales para el buen funcionamiento de la ciudad” (p.15).
53
Al ser piezas fundamentales de la ciudad se convierten, por un lado, en indicadores de la calidad
de vida e igualdad social, y por el otro, hitos urbanos o referentes locales para la comunidad,
elementos con los que se empieza a organizar los desplazamientos por el espacio urbano.
Formalmente se “…conciben como elementos que conforman un sistema que se articula
funcionalmente con las vías, el transporte, la infraestructura de servicios públicos domiciliarios,
espacio público y las áreas residenciales.” (2010, p.49).
La apuesta de la autora es que sí los equipamientos urbanos son generadores de ciudad, entonces
por medio de estos es posible mejorar las condiciones de vida implementando parques, colegios,
bibliotecas, guarderías etc… creando una ciudad más democrática, al tener una distribución
equitativa por el territorio y satisfacer, así, las necesidades colectivas, de desarrollo social y de
encuentro.
Históricamente el periodo de los equipamientos en Colombia ha tenido la siguiente trayectoria:
Ciudad colonial: “Tradicionalmente los equipamientos han tenido un carácter emblemático
que simboliza la presencia del estado” (p.20). Específicamente esta la plaza central que marca
el ritmo de la vida pública, en estas no solo se encuentran las casas de Gobierno si no que
también están las catedrales primadas, quienes en ultimas regulaban la vida social de los
ciudadanos y representaban lugares de encuentro.
Modernización: “Con la posterior consolidación del estado colombiano… durante las
primeras décadas del siglo XX el carácter emblemático de los equipamientos paso a
representar… un proyecto de construcción social, de educación y cultura.” (p.22). Como
resultado se inició la construcción de varias obras públicas impulsadas por el Movimiento
moderno, que conto con la participación de urbanistas como: Donalt-Alfred Agache y Karl
Brunner en un primer momento, y luego con la difusión de la teoría funcionalista, llego el
movimiento de Le Corbusier, Paul Lester y Josep Lluis, con el que se pretendió organizar la
ciudad a partir de zonas funcionales. También hace presencia el modelo Norteamericano que
llega con el concepto de la unidad vecinal, implementado por Clarence Perry en 1929, para
dar soporte a la actividad residencial.
Es decir se conciben como espacios que además de prestar múltiples servicios, propician el
encuentro y el uso adecuado del tiempo libre, generando sentido de pertenencia y orgullo a
54
través de un alto valor estético. Más que espacios diseñados para cumplir objetivos básicos y
suplir necesidades educativas, culturales o deportivas; estos han de cumplir con ciertos criterios
para efectuar su función social:
1) no deben ser, Obligatoriamente, generadores de recursos económicos, pues de este
modo pueden garantizar la cobertura, por igual, de necesidades básicas que algunos
ciudadanos no estarían en capacidad de pagar; 2) deben ser concebidos como una
propiedad colectiva, reconocida como tal por el Estado y las comunidades; 3) su
distribución debe ser homogénea en el territorio, de tal manera que se conviertan en
soportes complementarios de las nuevas centralidades y garanticen equidad, y 4) tienen
que ser flexibles para cubrir rápidamente necesidades producto de momentos de crisis.
(Franco, 2012, p.3).
La idea central es promover el derecho a la ciudad por medio de estructuras de calidad que
generen sentido de pertenencia, hitos urbanos que sean construidos bajos los principios de
equidad, valor colectivo y respeto. Bajo este enfoque la arquitectura tiene el papel de reivindicar
a sectores marginados y desfavorecidos con la construcción de infraestructuras de calidad, con
valor estético y funcional, como los parques bibliotecas o los parques metropolitanos, lugares de
encuentro, recreación y ocio.
Según la autora en Colombia los equipamientos se consolidan como herramientas que
trascienden la estructura física para promover nuevos proyectos de ciudad en el que la justicia
social y la equidad, sean centrales, estos "han permitido a miles de personas de escasos recursos
cumplir sus deseos de sentirse incluidas a través de un derecho que les había sido negado: ser
ciudadanos de la ciudad que habitan.” (Franco, 2012, p.11). Algo que se expresa en el deseo
activo de "hacer de la ciudad un lugar distinto, a darle forma de acuerdo con nuestros deseos más
profundos y a rehacernos a nosotros mismos en ella de una manera diferente” (Franco, 2012,
p.11).
3.4 Escenarios de aprendizaje: los espacios públicos
Si bien se tiene presente que los equipamientos urbanos son la infraestructura de la ciudad,
espacios colectivos que se articula por medio de vías y espacios públicos; entonces esto nos lleva
55
a discutir precisamente cual es el carácter que asumen los espacios públicos y que incidencia
tienen en el sujeto habitante.
Esto quiere decir que la dimensión física y funcional de la ciudad influye en la forma como sus
ciudadanos se relacionan entre estos para construir ciudad. Como ya se mencionó, Lynch
considera que un medio físico legible y organizado tiene impactos positivos en la forma como se
percibe y vive en la ciudad. La disposición organizada de elementos básicos como Sendas,
Bordes, Barrios, Nodos y Mojones, influyen profundamente en la identificación que se tiene de la
ciudad, por este motivo la forma tendría múltiples propósitos para hacer más expresiva la ciudad.
La imagen que los ciudadanos tengan de esta queda a disposición de una lectura legible de cada
uno de sus elementos, así la experiencia se configura con la identidad en el reconocimiento de un
objeto y su distinción; estructura que sería la relación espacial de pautas entre el observador y
demás objetos donde el significado queda relacionado a la práctica emotiva del observador
(Lynch, 1966).
Sin embargo el espacio público no solo se entiende como calles, parques o plazas, más que
espacios con un diseño y función específicos, estos se entienden como espacios donde el
ciudadano participa activamente de la ciudad que quiere: espacios abiertos y colectivos. En pocas
palabras espacios donde sea posible una construcción colectiva de ciudad. Entendiendo que un
espacio, por el hecho de que sea abierto y público, no implica que de por sí haga ciudad.
Para Borja (2003) la ciudad es el espacio público en tanto que, a diferencia del espacio privado,
tienen la capacidad de congregar diversos grupos de gente motivados por un interés en común o
por muchos, son los lugares de encuentro los que hacen a una ciudad particular y donde el
ciudadano, en medio del trato mutuo, del reconocimiento con el otro y de la transmisión o
rechazo de símbolos e informaciones, se hace y recrea como tal.
Para Borja, la ciudad encuentra su razón de ser por medio del espacio público, (como lugar
abierto y significante) y la ciudadanía (estatuto de la persona que habita la ciudad). (2003). De
este modo nos referimos al espacio propio de los hombres libres e iguales, espacio para la
cohesión social y la democracia participativa. Un ámbito del cual depende el funcionamiento real
del espacio público, tanto en su concepción física como en lo político y cultural.
56
En este sentido Pablo Páramo explora la ciudad de una manera particular, ya que para el autor la
ciudad se aborda:
…no solo como fenómeno espacial, sino como expresión cultura y construcción social.
Trata de la dimensión social el espacio público, sobre su importancia para la calidad de
vida y la convivencia ciudadana. Es precisamente la dimensión social la que le da un
carácter al paisaje urbano y permite su apropiación psicológica, sin la cual el espacio
carecería de significado y las personas no tendrían mayores posibilidades para la
comunicación, el encuentro, la protesta, la lúdica y el aprendizaje para la convivencia. El
espacio público es un elemento de importancia para la valoración de la calidad de vida en
la ciudad, es el escenario propicio para la expresión social y simbólica de distintos
individuos y grupos sociales, así como también un elemento vital para la evocación de la
memoria histórica colectiva de las ciudades, las conmemoraciones y las manifestaciones
que hacen parte de la identidad política, social y cultural de los pueblos. (2010, p.11).
También propone el espacio público como indicador de calidad de vida puesto que son "… las
condiciones óptimas que rigen un espacio habitable en términos de confort asociados a lo
ecológico, biológico, económico-productivo, socio-cultural, tipológico, tecnológico y estético en
sus dimensiones espaciales." (2010, p.21). En esta vía:
… se propone vincular al espacio público como indicador de la calidad de vida urbana
considerando evaluaciones objetivas de infraestructura urbana, como equipamientos
deportivos y culturales: servicios urbanos (baños públicos, parqueaderos para bicicletas,
fuentes de agua, iluminación);: la calidad del ambiente (espacios verdes, arborización por
metros cuadrados, parques por habitante, calidad del aire) y su accesibilidad en términos
de transporte, y por otra parte, debemos considerar las evaluaciones subjetivas a partir de
la percepción de los ciudadanos acerca de la función que cumple esos mismos elementos
para la recreación la integración social, la relación con los extraños, la protección del
clima, las celebraciones culturales... (2010, p.24).
Como estructura física es el escenario de la vida urbana, teniendo en cuenta que históricamente
ha sido el medio por el cual se informa y educa masivamente a los ciudadanos aprovechando su
carácter colectivo (2010, p.146). Precisamente Páramo insiste en pensar al espacio público como
57
un escenario de aprendizaje, puesto que es el espacio en el que ocurre el encuentro entre extraños
y esto le hace propicio para la difusión y el seguimiento de reglas orientadas a la socialización y
la convivencia.
Por otro lado Páramo también resalta la importancia del diseño ambiental, elementos que
influyen en la percepción de los espacios, por eso son vitales para prevenir situaciones como el
crimen, el deterioro y el consumo de alcohol y otras sustancias. Este debe estar dirigido a
mantener y crear prácticas culturales sostenibles, que hagan más agradable el permanecer en el
lugar. De modo que son estrategias de diseño “La adecuada comunicación y señalización, la
accesibilidad a todo tipo de lugares públicos (bancas, iluminación, baños, etc.), son condiciones
indispensables para que la estrategia educativa pueda funcionar." (2010, p.162).
Con esto la ciudad por medio del espacio público puede fomentar prácticas sociales que
contribuyan al bien común y a la convivencia entre ciudadanos a partir del diseño de
contingencias sociales (2010, p.146). Y como tal considera que hay apropiación y arraigo
cuando las normas son interiorizadas y acatadas, de lo contrario, la persona y los colectivos no
van a cumplir las normas si se sienten ajenas al espacio. Con estos incentivos el acato o no a las
normas se asumirá y reproducirá en las prácticas cotidianas, conformando la experiencia espacial,
lo que se puede entender como: “yo me comporto de la manera como otros se comporten”.
En otro texto Páramo y Burbano se remiten a Saldarriaga para afirmar que los espacios públicos
son como:
… escenario donde se gestan prácticas sociales que contribuyen al encuentro de las
personas, debe ser habitable y, por tanto, impactar en la calidad de vida urbana. Un
espacio se considera habitable en la medida en que satisfaga necesidades humanas, en el
caso particular del espacio público para que sea habitable debe cumplir con ciertas
condiciones recomendables que se logren conjugar, tanto física como no físicas
(Saldarriaga, 1981).” (2014, p.38).
Pensando en la propuesta hecha por Lindón, Páramo agrega las cuestiones del diseño como algo
fundamental ya que las personas que ocupan el espacio público ya sea de manera pasajera,
permanente, para socializar, para el ocio, el deporte o para protestar; han de necesitar condiciones
58
que le permitan hacer un uso adecuado de los espacios para sentirse cómodos y así apropiarse de
estos.
Y agregan que al ser estos espacios: lugar de encuentro, de identificación socio-cultural, y por
tanto de estabilización y reproducción de la identidad; se asumen también como el lugar de la
responsabilidad ciudadana, y diría Borja, se aprende a ser ciudadano y a ejercer el derecho a la
ciudad. Porque en la interacción con los otros semejantes es donde se aprende y se construye el
espacio urbano (2003).
Entonces conjugando lo visto hasta el momento, tenemos una conceptualización del espacio que
toma elementos mentales y físicos, un proceso dialectico que siempre está en constante
producción. Como se muestra en la figura 4 tenemos un proceso que se retroalimenta
constantemente por medio de la practicas espaciales desarrolladas en el espacio urbano, en dicho
proceso los sujetos habitantes encadenan las experiencias e impresiones personales con el
acondicionamiento infraestructura física de la ciudad.
Figura 4: Esquema sobre la construcción social del espacio urbano. Fuente propia.
59
En un sentido relacional, el proceso de apropiación se desprende de las experiencias del sujeto
habitante y de los elementos físicos donde tienen lugar dichas vivencias. Así el proceso nunca
termina pues en cada vinculo creado se está transmitiendo y movilizando nuevos significados.
IV INDAGAR POR LA CONSTRUCCIÓN ESPACIAL EN TORNO AL PARQUE
4.1 Ruta para explorar al sujeto-habitante
Como se ha enunciado la presente investigación corresponde a un estudio de corte cualitativo que
dado su interés por la manera en que el mundo es comprendido por sus actores y el contexto en el
que estos se desenvuelven, sus experiencias, pensamientos y comportamientos; resulta propicio
para los fines de la misma los cuales convergen en el análisis de las formas en que los habitantes
se apropian, valoran e identifican el Parque Metropolitano Tercer Milenio por medio de los usos
y prácticas que cotidianamente tienen lugar allí.
A pesar de los diversos enfoques, tradiciones y disciplinas que le abordan, autores como
Cresweell identifican rasgos particulares en tanto “proceso interrogativo de comprensión” que,
basado en varias tradiciones metodológicas, busca explorar y/o indagar sobre un problema social
(Creswell, 1998). Según éste las características más preminentes de la investigación cualitativa
son: a) el investigador como instrumento clave en la recolección de datos; b) los datos
recolectados se expresan en forma de palabras o imágenes; c) requiere un análisis inductivo y
atención particular y, d) la más relevante, está enfocado en las perspectivas de los participantes y
actores (Creswell, 1998).
De hecho para Vasilachis (2006) este no es solo un carácter general sino central, núcleo de la
investigación cualitativa; que busca interpretar los hechos sociales desde la experiencia y
perspectiva de quienes se encuentran inmersos en la realidad social. En esta medida y citando a
Mason, Vasilachis encuentra tres elementos comunes a saber:
…a) fundada en una posición filosófica que es ampliamente interpretativa en el sentido de
que se interesa en las formas en las que el mundo social es interpretado, comprendido,
experimentado y producido, b) basada en métodos de generación de datos flexibles y
60
sensibles al contexto social en el que se producen, y c) sostenida por métodos de análisis y
explicación que abarcan la comprensión de la complejidad, el detalle y el contexto.
(Vasilachis, 2006, pág. 26).
En esta medida el proceso de indagación requiere estar inmerso en la vida cotidiana de los sujetos
habitantes para intentar descubrir la perspectiva de los mismos, considerando a la investigación
como un proceso interactivo entre los actores y el investigador. Estas particularidades hacen que
los métodos se caractericen por su capacidad de “describir, comprender y explicar los fenómenos
sociales” (Vasilachis de Gialdino, 2006, p.29). Perspectiva primordial para la investigación en
curso que centra su atención en el correlato que van construyendo los habitantes del sector con el
parque.
Para Vasilachis lo anterior supone realizar los presupuestos del paradigma interpretativo ya que
“… el fundamento de éste radica en la necesidad de comprender el sentido de la acción social en
el contexto del mundo de la vida y desde la perspectiva de los participantes” (Vasilachis, 2009,
p.9) y esto implica que la investigación emplee métodos flexibles de análisis que permitan
recoger y registrar los acontecimiento particulares que tengan las personas y que se desarrollen en
su contexto social.
Por su parte la investigación cualitativa para Robledo y demás (2004) tiene como rasgos
principales:
Encontrar los significados que las personas dan a los hechos, busca datos subjetivos que
puedan expresarse con palabras y que también sean susceptibles de interpretación.
Toma la vida como un “todo social”, la examina y la interpreta como un texto en busca de
sentido, convirtiendo la vida cotidiana en el centro del trabajo intelectual
Describe acontecimientos, devenires y sucesos que se dan en el mundo de la vida, mundo
que se manifiesta en las vivencias que la cultura presenta. En este sentido la cultura se
convierte en texto social que puede ser abordado para analizar las visiones del actuar
cotidiano
61
Es preciso también un ejercicio de construcción y deconstrucción interpretativa, un proceso
comunicativo e interactivo que lleve a un dialogo de saberes basado en el reconocimiento y
la comprensión del mundo que se tiene con el otro, lo cual implica una interacción que
respeta y acepta las visiones y concepciones del otro.
sí pues, es posible deducir que: en la investigación cualitativa, se parte de vivencias de los
grupos humanos objetivados en textos sociales y culturales y no en hechos empíricos, por lo
tanto, el trabajo sobre este texto social debe ser llevado desde la interpretación profunda
para desentrañar la vivencia cultural, que tiene su actuación en procesos de acción
comunicativa. (2004, p.67).
En este sentido los autores consideran que “El posible desarrollo de este ejercicio comprensivo e
interpretativo, asienta sus bases en un camino, cuyo desarrollo se da en tres momentos
dialécticos, no lineales pero si intercambiables” (2004, p.67). Momentos que pasan a ajustarse
según los propósitos perseguidos en la investigación:
Tabla 2
Descripción de las fases de investigación Fases Definición Objetivo Instrumento
Descripción Se caracteriza por el bagaje de interrogantes
con los que cuenta el investigador para
explorar y abordar el fenómeno o contexto
social: “De esta manera, el investigador
mira y recaba en los datos inconexos con
una visión crítica [para]… darle coherencia
al discurso… así, construir argumentos
descriptivos, partiendo del análisis de los
detalles, de los chismes, las analogías
familiares y sociales, para poder…
identificar puntos de análisis o tendencias,
que permitan argumentar las categorías,
para poder escribir desde la recopilación y
análisis de las descripciones hechas.” (2004,
68)
Caracterizar la zona de
estudio en relación a su
condición física y social.
Diarios de Campo:
registrar las
características más
preeminentes del
PTM, esta etapa se
realizara de la mano
a los aspectos
institucionales que
le dan sentido al
parque en cuanto
tal.
Interpretación “Caracterizada por la búsqueda de
relaciones o de coherencia estructural de los
fenómenos, coherencias internas y externas
del objeto de estudio.
En esta fase se construyen hipótesis de
naturaleza cualitativa, que buscan establecer
nexos respecto a la comprensión del texto
social. A esta parte del recorrido, se entra
con las categorías construidas desde la
descripción, que permite ordenar formas de
expresión y argumentos descriptivos que lo
han acercado a un todo social en donde se
Identificar las prácticas y
usos que se desarrollan
cotidianamente en el
Parque Metropolitano
Tercer Milenio
Cartografía:
plasmar los usos y
prácticas
observados en el
parque y que
permita evidenciar
la incidencia de los
habitantes en el
entorno del parque,
así como en el
ámbito institucional
del mismo.
62
pueden establecer relaciones y cruces de
información.” (2014, p68)
Constitución o
construcción de
sentido
“Este trabajo debe moverse en tres esferas,
la primera de ellas es la paradigmática, que
permite expresar múltiples relaciones para
mirar el fenómeno, es decir, se realiza un
ejercicio comprensivo y valorativo, en
segunda instancia se encuentra la esfera
semántica en donde se hace constitución de
significado global, es decir, los sentidos,
significaciones y connotaciones que pueda
haber construido y la última esfera es la
pragmática para vincular lo paradigmático y
lo semántico y recoger relacionar y dar
sentido al discurso en el mundo o los
mundos de la vida.
Estas tres esferas, permiten crear conceptos,
que den cuenta del fenómeno como parte de
un todo.” (2014, p70).
Aportar elementos para
optimizar el uso y
apropiación del Parque
Metropolitano Tercer
Milenio.
Encuesta: reconoce
la opinión de los
sujetos habitantes
en relación a una
situación particular
como la apropiación
que tiene los
mismos del parque
a través de los usos
y prácticas que allí
se desarrollan
Nota: Describe los momentos de la investigación según los objetivos establecidos por la misma. Fuente propia con adaptación de
Robledo; Arcila; Buriticá; y Castrillón, 2004.
De tal forma es preciso decir que la investigación se recoge en el paradigma interpretativo el cual
está constituido por varias de las escuelas idealistas donde se adscriben autores como Dilthey,
Weber, Husserl y Schutz. Según los autores en dicho paradigma existen múltiples realidades
construidas por diversos autores en relación a su realidad social y “Por eso, no existe una sola
verdad, sino que surge como una configuración de los diversos significados que las personas le
dan a las situaciones en las cuales se encuentra. La realidad social es así, una realidad construida
con base en los marcos de referencia de los actores.” (2004, p.71). En este proceso el
conocimiento se da de la interacción entre el sujeto y el objeto, ya que la observación es un
ejercicio que no solo moldea a lo que está siendo observado, sino que también moldea al
observador.
Otro rasgo importante es que el paradigma interpretativo no pretende hacer generalizaciones a
partir de los resultados, sino que se apoya en estos para elaborar una descripción en profundidad
de los hechos a investigar, por esto una de sus finalidades es comprender la conducta de las
personas estudiadas “… lo cual se logra cuando se interpretan los significados que ellas le dan a
su propia conducta y a la conducta de los otros como también a los objetos que se encuentran en
sus ámbitos de convivencia.” (2004 p.71). Así tenemos una investigación de tipo cualitativa
interpretativa que busca describir, analizar e interpretar un acontecimiento específico cómo lo
63
son las prácticas y usos que se desarrollan en el parque Tercer Milenio por parte de los sujetos
habitantes para saber si se generan vínculos de apropiación con y en el lugar.
4.2 Las herramientas metodológicas
Ya abordado el tipo de investigación pasamos a la descripción de las técnicas e instrumentos que
se aplicaron en la zona de estudio y que permiten cumplir a cada uno de los objetivos planteados.
Antes que nada es preciso aclara que la técnica se entiende como los “…procedimientos de
actuación concreta y particular de recogida de información relacionada con el método de
investigación que estamos utilizando.” (Campoy y Gómez, 2009, p.275). Por esta vía es
igualmente necesario aclara que la investigación asume por un lado al método como la “…lógica
procedimental que guía el proceso de construcción del conocimiento…” (Páramo, 2008, p.14); y
por otro a los instrumentos como los diarios de campo, cuestionarios y demás diseñados según el
propósito y necesidad de la investigación.
La observación y los diarios de campo: Antes de proceder con el instrumento es necesario
remitirnos a lo que el profesor Ávila, en Páramo (2008), aborda y despliega como la
epistemología de la observación, en tanto práctica que involucra no solo “… la forma de
relacionarnos con el mundo, sino también… (Con) nuestros hábitos de relación con el mundo
de la vida cotidiana, lugar en donde habitan esos que llamamos los otros, semejantes a nos-
otros.” (p.19).
Esto invita a repensar el ejercicio de observación ya que no es solo el objeto que se ve sino la
forma como el investigador lo ve, plasmando en éste ideas, sentimientos y opiniones
construidas a lo largo de su vida. De esta forma en principio el autor expone una seria de tesis
de las cuales las más relevante para la investigación son: 1 que es un práctica inherente al ser
humano y componente de la vida cotidiana, ámbito donde surgen distintas formas de observar
y de mirar solo aquello que interesa mirar; 2 que es transversal a todos los campos de saber,
ya sea experimental o sociocultural; 3 el observador esta culturalmente situado y
genéricamente corporalizado, con un universo cultural que mira desde campos, si se quiere,
específicos, aunque no rígidos; 4 hay un lugar físico y/o simbólico desde el cual el sujeto
64
mira, ámbito que se conoce como “perspectiva” y es el medio por el cual el cuerpo del ser
humano pasa a estar ubicado desde un punto de vista determinado y desde el cual se pasa a
desplegar el horizonte de la mirada; y 5 que en el proceso de observación el investigador
también puede ser objeto de la misma por medio de la reflexión.
Con lo anterior el autor pasa a advertir que la observación es un ejercicio que implica un
problema de orden epistemológico que puede estar condicionada por una mirada parcial de lo
que se quiere observar, y 2 que en base a ésta mirada o punto de vista, la observación no se
limita solo a la recolección del dato sino que en el proceso moldea dicho dato. El autor parte:
…del reconocimiento de que el sujeto participa activamente en la construcción del
conocimiento, incluyendo el acto de medir o de cuantificar. (Así que)…Al destacar la
participación del sujeto en la construcción del dato, busco promover una actitud de
“vigilancia epistemológica” en el proceso investigativo. Entendiendo por vigilancia
epistemológica el proceso por medio del cual el sujeto concentra su atención y construye
una relación y una actitud críticas con el proceso de investigación y, más específicamente,
con los procesos de medición y cuantificación. (2008, p.26).
Y finaliza con tres claves para realizar la observación: 1 el conocimiento situado con el cual
se tiene presente el contexto en el que se vive; 2 el conocimiento incorporado: aquel que
surge o prevalece como estrategia adaptativa al entorno; y 3 el conocimiento implicado:
conocimientos tácitos, implícitos en las acciones y enunciaciones de los actores.
Con esto se resalta la importancia de la observación y la actitud del investigador al observar,
como se ve es un ejercicio donde puede influir emociones, percepciones y valores
personales, y en esta medida resulta muy valioso la posibilidad de plasmar estas impresiones
en el diario de campo no solo para su análisis posterior sino en la medida en que es posible
reconocerse como sujeto habitante que influye en las dinámicas y prácticas presentadas en el
lugar.
65
De tal forma que se procede a diseñar e implementar el diario de campo, instrumento que
permite registrar las acciones del momento, los actores presentes y las impresiones
personales que surjan en momentos específicos, para posteriormente analizar estos
acontecimientos a la luz de las categorías de análisis. Así pues se hace un registro en forma
de diario de campo a las visitas que se lleven a cabo en el sector, según Vasilachis (2006) las
notas de registro han de ser completas, de tal modo que debe contener: apreciaciones y
sentimientos precisos y detallados; intuiciones y comentarios de lo observado; con una
precisión en el tiempo, la fecha, hora, los diálogos y lugar; además de una descripción del
escenario que contenga actores sociales, objetos y asociaciones, junto a las actividades y
acontecimientos relevantes. Así se obtiene un registro detallado de la zona de estudio que
permite observar fenómenos que posteriormente, son susceptibles de ser profundizados y
complementados en el análisis de la investigación.
A continuación se expone el formato con el cual se registran y describen las actividades,
acontecimientos, personajes, usuarios y conversaciones que tengan lugar en el periodo de
observación sobre la zona de estudio. Dicho diario presenta un eje de observación donde se
focalizó el interés en: usos y prácticas de apropiación, ejes en los que se incluye actores,
conflictos por uso, uso efectivo de los equipamientos, prácticas frecuentes, calidad de la
infraestructura y percepción de los usuarios y habitantes. Consecuente a este apartado se
encuentra la descripción de los hechos como tal, notas rápidas del momento que
posteriormente serán analizadas en base a las categorías identificadas para finalmente dar
paso a la interpretación del hecho (ver anexo 1).
la cartografía: Como representación de un espacio real, la cartografía contiene el registro de
las dinámicas y prácticas observadas en el parque y sus alrededores, en tanto permite
identificar y ubicar cualquier tipo de fenómeno en el espacio. Esta posibilidad es dada gracia
a los Sistemas de Información Geográfica SIG, “herramientas computacionales (que) han
revolucionado el manejo, generación, almacenamiento y análisis de información
geográfica…” (Guhl, 2008, p.259), también “se caracterizan por combinar el manejo y
elaboración de mapas con el potencial de las bases de datos para el manejo eficiente de la
información” (p.263). De esto se tiene que el análisis de la información espacial tiene por
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objetivo “… entender la manera en que distintos fenómenos y características se distribuyen en
el espacio, y cuáles son las razones para que esa distribución cambie a lo largo del tiempo.
(p.262).
Igualmente cabe resaltar que la importancia de estas es que permiten analizar la ubicación de
cualquier actividad que suscite interés y que tipos de uso desarrollan los miembros de una
comunidad sobre un espacio en particular. En esta vía Guhl (2008), citando a Bernhardsen
2002, identifica cuatro componentes básicos y esenciales de la información geográfica a
saber: 1 localización: que básicamente refiere a las coordenadas donde está ubicado el
fenómeno; 2 los atributos: son las características que hacen que un lugar se diferencia de otro;
3 las relaciones: se refiere a la ubicación del fenómeno objeto de interés con relaciona otros
fenómenos en cuestiones de distancia agrupación o movimiento; y 4 El tiempo: que remite a
la temporalidad de la información geográfica y el periodo de actualización, es decir si se
cuenta con información reciente o no.
Junto a estas características el autor agrega tres formas básicas de “representar la
manifestación de los fenómenos de interés en el espacio” (Guhl, 2008, p.262), que son: los
puntos: fenómenos que solo ocurren en un lugar específico, sitios donde por ejemplo ocurren
robos, eventos y demás; Líneas: forma en la que se representan movimientos de todo tipo,
como la malla vial o los recorridos que cotidianamente realizan las personas en un territorio
especifico; y las áreas o polígonos: zonas que comparten ciertas características y que por
tanto pueden estas asociadas con otras áreas, es el tipo de representación utilizada para la
división política administrativa de una región en donde se comparte la característica única que
pertenecer a esta administración.
A lo expuesto anteriormente es necesario agregar que los SIG, en relación a otras
herramientas como los GPS y las imágenes provenientes de la teledetección; facilita por un
lado “…el análisis de los procesos que determinan los patrones espaciales de los fenómenos
de interés… (Además de)... generar nueva información a partir de información existente”.
(p.264) y por el otro permite “…al investigador explorar la distribución de fenómenos en el
espacio y analizarla con respecto a otros mapas que describen el contexto en el que los
67
fenómenos de interés se desarrollan” (p.265) razón por la cual se escoge como instrumentos
de recolección de datos y análisis de la información.
Encuesta: como técnica que permite recolectar grandes números de información, la
encuesta se aplica con el fin de recoger y analizar las perspectivas que tienen las personas
que transitan, usan y se relacionan con el parque Tercer Milenio en tanto:
El cuestionario es una de las técnicas de recolección de datos más utilizada en la
investigación social debido fundamentalmente, a que a través de ésta se puede recoger
gran cantidad de datos sobre actitudes, intereses, opiniones, conocimiento,
comportamiento (pasado, presente y esperado), etc., así como los datos de clasificación
relativos a medidas de carácter demográfico y socio-económico, de forma relativamente
ágil y económica. (Páramo, 2008, p.55).
En esta vía y dada las características de la investigación se tiene que el uso de los
cuestionarios para recolectar información no pretende obtener conclusiones generales, sino
obtener cierta cantidad de información sobre un tema de interés, como opiniones,
percepciones o ideas, sin las pretensiones de generalizar.
Este cuestionario es de tipo personal, donde las preguntas se formulan en encuentros
directos, específicamente en la zona de estudio, entre el encuestado y el encuestador. Según
Páramo (2008) la encuesta personal presenta ventajas cómo: 1) proporciona un mayor índice
de respuestas, 2) son fiables ya que se tiene certeza de la persona que contesta, evitando
terceras personas; 3)se pueden obtener respuestas menos evasivas e inconcretas, pues el
encuestador puede aclarar cualquier duda ; 4) puede utilizar materiales auxiliares como
fotografías; y 5) las más significativa para la investigación es que puede obtener datos
secundarios de encuestado como la apariencia física, el ambiente familiar junto con
aportes, opiniones y expresiones al momento de responder la encuesta.
Pasando al instrumentos y siguiendo las recomendaciones de Páramo se tiene que la
encuesta cuenta con: 1 un prólogo que presenta datos generales de la investigación y el
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objeto del instrumento además de las instrucciones para su debido diligenciamiento, 2 los
datos demográficos con los cuales se indaga sobre la edad, género, ocupación y lugar de
vivienda y 3) la información que indaga por actitudes, opiniones, conocimientos y aportes
del encuestado sobre el tema de particular interés.
Las preguntas están expuestas de lo general a lo específico: 2 preguntas que indagan sobre el
parque metropolitano con mayor uso y los usos desarrollados en los mismos, posteriormente
siguen 4 preguntas específicas que indagan sobre la frecuencia con que se visita el parque,
las prácticas que se desarrollan en el mismo, así como opiniones respecto a la pertinencia del
parque para incentivar la visita centro de la ciudad y el grado de gusto o disgusto que genera
el parque en los encuestados, vale agregar que estos punto cuenta con un espacio para
justificar las respuestas dadas. Finalmente hay una última parte que refiere a la percepción en
cuestión al diseño y mantenimiento del parque, basado en un cuestionario aplicado por
Páramo (2014), este contiene 16 ítems con espacio para calificar de 1 a 5 el uso y
mantenimiento de elementos y situaciones como: Senderos peatonales, Accesibilidad por
distintos medio de transporte, Limpieza , Ciclo rutas, Seguridad, Iluminación nocturna,
Mantenimiento de infraestructura, Diversidad de actividades y eventos culturales, Presencia
de habitantes de calle, Ventas ambulantes, Consumo y venta de drogas, Equipamiento para
prácticas recreativas y deporte, Comercio formal, Comercio informal, Respeto por las zonas
de encuentro y una clasificación general del parque en su conjunto. Lo que se pretende es
que estos ítems permitan responder la pregunta final que sería un aporte, idea u opinión
escrita sobre elementos o situaciones que ayuden a optimizar los servicios que presta el
parque (ver anexo 2).
4.3 El fantasma urbano
La finalidad del presente apartado es dar cuenta del contexto social que justificó la creación y
construcción del proyecto de renovación urbana parque Tercer Milenio en el barrio Santa Inés de
la ciudad de Bogotá, para esto se abordaran los rasgos más generales y preminentes del contexto
socio-histórico del barrio y finalmente se procederá con una descripción sobre el proceso de
construcción del parque junto a los conjunto dotacionales que ofrece.
69
4.3.1 Un recorrido socio-histórico por el barrio Santa Inés/Cartucho
Abordar la historia del barrio fundacional Santa Inés es como sintetizar la historia misma de la
ciudad, es un ejercicio que da cuenta de los tránsitos y cambios propios de la misma así como
también de las intenciones y pugnas que se emprenden entre distintos sectores por el espacio
urbano. Razón por la cual dicho recorrido histórico se centrara en los hitos urbanos y sociales que
dan cuenta de esos cambios y que se marcaron al ritmo de la cuidad.
Esta perspectiva nos ofrece la posibilidad de entender cómo se configuran los espacios colectivos
de encuentro como los parques, además de la ciudad que se tiene hoy. Varios aportes académicos
dan cuenta de esta historia y hacen posible sintetizar la misma en varios acontecimientos, por esto
y para efectos de la exposición de esos hitos que caracterizan al sector, se hará por medio de
facetas las cuales van del barrio Santa Inés, a la zona deprimida del Cartucho, para culminar
abordando las características más preeminentes del parque.
Figura 5: Barrio Santa, antes que se trazara la carrera 10. Bogotá 1947. Fuente: Sociedad de mejoras y ornato
de Bogotá. Foto anónima. En: En un lugar llamado el Cartucho.
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Fase uno: Barrió Santa Inés
Según Fonseca (2008) en un comienzo, el sector comprendido se caracterizó por albergar
pobladores “indígenas y negros que conformaron rancherías sin ningún orden y en contravía con
la traza urbana colonial” (p.79), por lo que se consideraba como zona de arrabales. Ya la
constitución del barrio Santa Inés se dará con la construcción de la Iglesia de Santa Inés en 1645,
en honor a la Santa Inés de Montepulciano quien nació en Italia en 1274; junto a la construcción
del convento La Concepción (Morris y Garzón 2010).
Ya para 1797 Santa Inés era “conformada por 15 manzanas y se conocía por ser la puerta de
ingreso de viajeros que llegaban por la vía de puente Aranda (robledo y Rodríguez)” (Morris,
2011, p.23), producto, si se quiere, de los cambios paulatinos que marcaba el propio ritmo de la
ciudad en su crecimiento, ya que hacia el norte de la iglesia, en San Victorino, se había levantado
la primera carnicería pública en 1663; en 1718 ya se había construido la iglesia San Juan de Dios
y el hospital de Jesús, María y José ubicado en la carrera 10 con calle 11, los cual dio pie para
que en 1823 se construyera una de las primeras dos fuentes públicas de agua de la ciudad. Otra
característica preminente es que para la época los ríos San Agustín y San Francisco confluían en
el extremo occidental de Santa Inés y a consecuencia del riego en época de lluvias, se producía y
cultivaba una especie de jardín público de cartuchos blancos, posible hecho que justifica el
nombre posterior que toma el sector (Morris, 2011).
A partir de este momento varios autores (Fonseca; Morris y Rincón) señalan una ola de reformas
físicas que constituyen el empuje renovador del sector, dichos cambios en el paisaje urbano
datan:
En 1887 se construyen edificaciones como colegios, boticas, restaurantes y joyerías que
cambian el aspecto de barrio colonial.
1891 se levantan 30 edificaciones de tipo comercial como fábricas, chicherías, herrerías y
ebanisterías.
La última ola de transformación se dio en 1894 que se caracterizó por la construcción de
hoteles y la proliferación de demás servicios para turistas y viajeros que transitaban por la
71
zona debido a la cercanía existente entre el barrio y la Estación de la Sabana, construida en
1887 y remodelada en 1913.
Para 1910 se levantó sobre la calle 6ª el Palacio de Higiene, una de las edificaciones más altas de
la ciudad pues de acuerdo a Piffano (2003) contaba con cuatro pisos de altura; a partir de este
momento toma prestigio y renombre el sector. En 1922 se construyó el edificio de la Policía
Nacional frente a la iglesia de Santa Ines. Y entre 1919-1925 se abrió la Avenida Jiménez de
Quesada hasta la Plaza de San Victorino, con la canalización del río San Francisco. También se
construyó la Escuela Santa Inés y se instaló en el barrio la línea del tranvía por la calle 8ª, la
carrera 11 y San Victorino. Como bien dicen los autores “…todo esto constituyó un empuje
renovador, y por ello decidieron habitar allí profesionales, abogados, personajes y familias de
renombre como los Turbay, los Rima y los Salem.” (Morris y Rincón, 2010, p.25). También
vivían allí el historiador Arciniegas e Indalecio Liévano.
Pero debido a los estragos físicos que resultaron en el centro de la ciudad después de El Bogotazo
en 1948 con el levantamiento popular que origino el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán, se acelera
el proceso de urbanización así como de expansión y desplazamiento hacia el norte y occidente de
la ciudad. Lo que se vive a partir de 1950 es una transformación rápida y contundente. Los
grandes proyectos urbanizadores se desarrollaron a gran velocidad y los nuevos vecindarios,
además de los planes de renovación urbana y de transporte, afectaron al espacio público y le
dieron otro aspecto a la ciudad.
Sin embargo para muchos el cambio más trascendental lo marco la construcción de la carrera
decima ya que implico desarticular el barrio del centro histórico de la ciudad y suprimir un icono
que le daba identidad a la comunidad como lo era la iglesia de Santa Inés. Herrera de la Oz
explica que:
…hacia 1930 la situación empezó a cambiar para el barrio Santa Inés. Enrique Vargas
Niño, alcalde de la ciudad, contrató al famoso arquitecto y urbanizador austriaco Karl
Brunner para iniciar un plan de modernización del centro de Bogotá. Uno de sus consejos
fue la construcción de la actual carrera 10ª, que pasaría por el costado occidental del
72
barrio. Para adelantar esta obra fue necesario demoler la Iglesia de Santa Inés en 1945, y
ante las dimensiones de la nueva avenida, diferentes urbanistas y políticos comenzaron a
considerar que el barrio había sido aislado del centro de la ciudad. Este aislamiento se
profundizó con la construcción de la Avenida Caracas en 1947 sobre el borde occidental
del barrio. (Herrera de la Oz, 2011, p.42). 2
De tal modo que en 1957, el alcalde Fernando Mazuera da la orden de demoler la plaza central de
la concepción, que para la fecha representaba un problema de higiene y hacinamiento dada la
cantidad de gente que albergaba el lugar; y la iglesia de Santa Inés, que contaba con más de 300
años de historia, para darle paso a la gran vía. Como se puede apreciar la construcción de la Av.
Mazuera irrumpe con el centro histórico de la ciudad, de la cual hacia parte el barrio. Con esto
queda atrapado el sector entre dos grandes avenidas, la Carrera 10 y la Av. Caracas, ya que como
asegura Piffano “dejó un espacio considerable con posibilidades de circulación muy restringidas,
minimizaban la visibilidad del sector por parte de los ciudadanos que cada vez transitaban menos
el barrio como lugar de paso y propiciaba el establecimiento de actividades informales como el
reciclaje e ilegales como el expendio de droga” (p. 39, 2003).
2 De hecho no fue el único arquitecto que se interesó por intervenir la zona, Le Corbusier planteo el proyecto “La
ciudad del empleado” en 1947, mediante el cual se pretendía mejorar las condiciones de la zona para albergar las
grandes cantidades de gente que ya se presentaban en el sector (Morris, 2011).
73
Figura 6: Construcción Av. Carrera 10. Fuente: Sociedad de mejoras y ornato de Bogotá. En: En un
lugar llamado el Cartucho.
De este modo el bogotazo resulta siendo el detonante que propicia el abandonado de los antiguos
habitantes que empezaron a desplazarse a los sectores de Chapinero y Teusaquillo. Perdiendo
progresivamente valor en el uso del suelo debido al arribo de grandes cantidades de gente y los
problemas de higiene que esto conlleva.
Fase dos: El cartucho
Entre los años sesenta y setenta, se registraron grandes migraciones humanas que repercutieron
en la vida social de la capital. Cada vez era más frecuente la presencia de vagos que consumían
alcohol adulterado para hacer frente al hambre y la miseria en que vivían. Estas migraciones,
producto del conflicto armado bipartidista y de la búsqueda de mejores oportunidades de vida;
traían grandes oleadas de viajeros que andaban por los barrios de La Favorita, La Estanzuela,
Santa Bárbara, Las Cruces, El Cartucho y sectores de invasión en la periferia, para encontrar
habitación.
Particularmente, los barrios Santa Inés y San Victorino fueron foco de atracción de migrantes.
Dicha zona siempre tuvo gran importancia para la ciudad, por su carácter de puerto seco. Morris
y Garzón comentan que desde la Conquista, fue el primer puesto de arribo de viajeros,
autoridades, comerciantes, y todo aquel que tuviera necesidad alguna de llegar a la ciudad. Por
esta razón terminó funcionando el terminal de transporte donde se ubicaban flotas como la
Cotransfusa, Flota Águila, El Carmen y la Zipaquirá; después se instalaron la flota Ferreira, el
Expreso Bolivariano, y la Auto Fusa. Cambiando nuevamente el aspecto del barrio que iba
dejando de ser, poco a poco, un sector residencial.
En estas fechas también se realizaron “campañas de higiene”, orden bajo la cual ninguna persona
podía dormir en las calle del centro de la ciudad. Entonces toda persona que fuera encontrada
sería “trasladado voluntariamente” a la Calle del Cartucho. A este aspecto se le suma el auge de
las compraventas, locales comerciales donde vendían y compraban artículos robados, atrayendo
así la presencia de ladrones al sector.
74
Mientras tanto, los residentes y propietarios se iban, vendían o arrendaban las casas que se fueron
convirtiendo en inquilinatos, casas con piezas para hombres y familias enteras que terminaban
compartiendo una pieza con otras 8 o 10 familias. También se empezó a alquilar piezas por días o
meses para nuevos migrantes, hasta que después se terminaron montando ventas de sueños o
alquiler de cuartos por horas (Morris & Garzón 2010).
Para los autores, detrás de los migrantes también llegaron los proxenetas, los traficantes de
drogas, los vendedores de armas, de personas y todos aquellos que buscaban hacer vida fácil en la
ciudad. Con estos llego el auge de la marihuana en los años 60, momento por el cual ya gozaba
de bastante popularidad en el sector, luego fue el momento de las “pepas” como el valium, el
cilogan, el rorex y el mantrax, en los 70s durante la época disco; y finalmente, entre los 80s y 90s
se dio el auge definitivo de la pasta base de cocaína o bazuco. Con éste la indigencia ya no era
cuestión de pobreza, sino de adicción. Según los relatos y las historias reconstruidas de forma
oral, el comercio de la marihuana se dio por cuenta de seis policías que se encontraron en los
Llanos Orientales un cargamento de marihuana, posteriormente llegaron a la ciudad, directo al
Cartucho, y a la fuerza se instalaron en distintas casas para crear, en 1968, puntos de venta de
marihuana. (Morris y Garzón, 2010). Posteriormente éstos constituyeron la famosa banda de “Los
Bayona”, que tomó el monopolio de la venta. Luego tendrían enfrentamientos con la banda de los
“Los Chinches” que llegaron a instalarse allí en los años setenta.
Entre 1994 y 1995 cuatro familias tomaron la hegemonía del expendio de droga: “Los Paisas”,
“Los Boyacos”, “Los Llaneros” y “Los Santandereanos” (o la familia Cruz), que permanecían en
constante enfrentamiento. De hecho las rencillas eran tan fuertes que los consumidores ubicados
en la carrera 11, perteneciente a “Los Paisas”, no podían transitar o pasa a la carrera 12A, donde
empezaba el “Callejón de la muerte” y tenía lugar el famoso conteiner (lugar donde botaban los
cuerpos de las personas asesinadas); puesto que allí se establecía la hegemonía de la familia Cruz.
El negocio creció tanto y la competencia era tal, que el bazuco, que comúnmente venía envuelto
en papel periódico, se empezó a vender, a principios de los noventa, en papeles de colores que
indicaba el jíbaro que lo producía y vendía, así “La denominación incluía la palabra “gancho”, el
75
color de la papeleta y el nombre del jíbaro de dónde provenía.” (Morris y Garzon, p.108) Con
éste y las lógicas del consumo, se empiezan a desvalijar las casas del sector y aquellos edificios y
casonas emblemáticas como “el castillo” o El palacio de higienehigiene son empleadas para la
distribución y el consumo del bazuco.
Para finales de los noventa ya habían cambiado las representaciones de poder en El Cartucho. En
las cuadras ya no mandaban las familias mencionadas, sino que se habían convertido en
trincheras y cada una contaba con un jíbaro o patrón distribuido de la siguiente forma: “Gancho
azul” (carrera 12 entre calles 6ª y 7ª) se cruzaba con el territorio del Rey (de la calle 8ª a la 9ª);
por la carrera 12, se cruzaban con la cuadra de “gancho verde”. Por la carrera 13, entre 9ª y 10ª,
estaba el dominio del Loco Calderón, quien era dueño a la vez de bodegas de reciclaje y por lo
mismo “patrón” de muchos recicladores y habitantes de calle. De la calle 8ª a la 9ª, con carrera
11, se encontraba la zona del Tigre (Morris y Garzón, 2010).
Fase tres: El parque Tercer Milenio
En 1998 el alcalde en curso Enrique Peñaloza inició una seria de renovaciones urbanas que tenían
por objeto mejorar la calidad de los espacios públicos. Preocupado por el informe de la
organización Mundial de la Salud en el que el Cartucho representaba el lugar más peligroso de
América Latina, sentó las bases del proyecto Tercer Milenio para la recuperación y restauración
del espacio público. Según investigaciones:
…en poco tiempo dejaron de existir diecisiete manzanas con seiscientas tres casas-
refugio, en las que había todo tipo de males físicos; el centro comercial de venta y
consumo de drogas más grande del mundo; 1.350 hogares, 73% de los cuales vivían en un
solo cuarto; 1.240 empresas comerciales individuales o familiares; 4.000 residentes, la
mayoría inquilinos de estrato 1; 2.248 habitantes de la calle y 3.600 empleados, según la
identificación hecha en su momento por la administración distrital. (Morris y Garzón,
2010, p.119).
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Dicha construcción comprende un total de más de 18 hectáreas de espacio verde con conjuntos
dotacionales que brindan distintos servicios para la recreación y el esparcimiento. En este sentido
el parque tiene por objetivo generar productividad y competitividad en el centro de la ciudad, es
decir valorizar el uso del suelo e incentivar la inversión privada.
En este sentido es preciso incluir la cronología que realiza Morris (2011, p.105) para describir la
recuperación del espacio y la construcción del parque:
1998: El IDU caracteriza la población habitante del Cartucho, se compran predios y se crea el
Departamento Administrativo de Bienestar Social, DABS, con el que intervienen para
desplegar distintas estrategias de rehabilitación y desintoxicación a consumidores.
1999: Se diseña un concurso de ideas para desarrollar el proyecto y se da inicio a la
demolición de predios el 3 de julio de 1999, en cabeza del IDU. Esta representa la época más
traumática en la que eran frecuentes los enfrentamientos entre los habitantes y la policía, por
esta razón se interviene de forma periférica en la calle 6, para finalizar con el corazón o
centro del Cartucho.
2000: se realizan un gran número de demoliciones, con un total de 615 construcciones y se da
inicio a la construcción del parque.
2001: se recupera en su totalidad el espacio público y se diseñan programas de reubicación y
rehabilitación para los habitantes de calle, así como también se organizan sectores
productivos para dar sustento a los habitantes ya rehabilitados.
Por su parte Herrera de la Oz considera que el proyecto Tercer Milenio surge como producto de
una serie de políticas que ven la necesidad de redefinir el espacio público y el estatuto de la
ciudadanía. Según el autor dicha redefinición se registra de la siguiente forma:
Antanas Mockus (1995-1998) “Para formar ciudad”: impulsa la cultura ciudadana y el
concepto de espacio público como ambiente de los ciudadanos.
Enrique Peñalosa (1998-2001) “Por la Bogotá que queremos”: impulsa cambios físicos en la
ciudad como Transmilenio, bibliotecas parque entre otros.
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Antanas Mockus (2001-2004) “Bogotá para vivir todos del mismo lado”: capacita al
ciudadano para aprovechar los nuevos espacios públicos.
Luis Garzón (2004-2008) “Bogotá sin indiferencia”: integra el espacio público al sistema de
movilidad.
Dichos objetivos se sintetizan los decretos y acuerdos que se realizan en la Alcaldía a partir de
1998, a continuación se describen los instrumentos legales que hicieron posible la construcción
del parque y que también materializan la idea de ciudad que se venía construyendo:
Tabla 3
Caracterización jurídica del parque Tercer Milenio DECRETO NOMBRE CONTENIDO
DECRETO
880 DE 1998
Programa de
renovación
urbana para los
barrios San
Bernardo y
Santa Inés.
Por medio del cual se adopta el programa de renovación urbana para los
barrios Santa Inés y San Bernardo, deterioros arquitectónicos, con alta
concentración de indigentes y actividades ilegales. Por esta razón se proyecta
intervenir dicha área con la creación de un distrito comercial en San Victorino,
la adecuación de una zona residencial en San Bernardo y la construcción de un
parque en el barrio Santa Inés. De esta forma se supliría la falta de espacio
público en el sector y se disciplinarían los comportamientos viciosos que se
desarrollaban en el sector y generaban sensaciones de miedo y desconfianza
entre los ciudadanos.
DECRETO
619 DE 2000.
Por medio del
cual se adopta el
Plan de
Ordenamiento
Territorial
En general manifiesta la forma correcta de distribuir y usar los elementos
físicos de la ciudad, de acuerdo a los principios de la fluidez y del
aprovechamiento económico de los espacios mediante la competencia. Frente
a los parques, son señalados como componentes de la estructura ecológica
principal y se encuentran clasificados entre actividad pasiva (cumplen una
finalidad ambiental y paisajística, orientada principalmente a la conexión
ecológica, sirviendo como corredores verdes urbanos) y activa (forma
principal de uso público desarrollada de manera compatible con la
conservación de elementos naturales y del paisaje). Así mismo define que:
Los parques urbanos agrupan aquellos elementos del espacio público,
destinados a la recreación pública. Las áreas comprendidas por estos parques
constituyen suelo de protección. De igual forma los tienen por objetivos: 1)
Establecer y adecuar grandes áreas verdes, en la categoría de parques urbanos,
para el desarrollo de actividades recreacionales de forma tal que se potencien
beneficios ambientales y urbanísticos. 2) Establecer interconexión espacial y
funcional con elementos del sistema de áreas protegidas de forma tal que se
aumente cualitativa y cuantitativamente la oferta ambiental urbana.
El parque Tercer Milenio ya aparece como parque de recreación activa.
DECRETO
469 DE 2003
Por el cual se
revisa el Plan de
Ordenamiento
Territorial de
Bogotá D.C
Por medio del cual realizan ajustas a los Planes de Ordenamiento Territorial y
se establecen los puntos que ameritan replanteamiento y ajuste.
Se identifican como elementos de la estructura funcional y se servicios a:
1) Sistema de equipamientos: Comprende el conjunto de espacios y edificios
que conforman la red de servicios sociales, culturales, de seguridad y justicia,
comunales, de bienestar social, de educación, de salud, de culto, deportivos y
recreativos, de bienestar social, de administración pública y de servicios
administrativos o de gestión de la ciudad, que se disponen de forma
equilibrada en todo el territorio del Distrito Capital y que se integran
funcionalmente y de acuerdo a su escala de cubrimiento con las centralidades
78
del Distrito Capital.
El ordenamiento de cada tipo de equipamiento, que será establecido en el
respectivo plan maestro, deberá corresponder con el objetivo general de
garantizar el equilibrio entre áreas residenciales y servicios asociados a las
mismas en todo el D.C, y será concordante con la estructura socio económica
y espacial conformada por la red de centralidades.
2) Sistema de espacio público: Es el conjunto de espacios urbanos
conformados por los parques, las plazas, las vías peatonales y andenes. Es una
red que responde al objetivo general de garantizar el equilibrio entre
densidades poblacionales, actividades urbanas y condiciones medio
ambientales, y está integrado funcionalmente con los elementos de la
Estructura Ecológica Principal, a la cual complementa con el fin de mejorar
las condiciones ambientales y de habitabilidad de la ciudad en general.
DECRETO
346 DE 2003
Plan Maestro
Parque Tercer
Milenio
Por medio del cual se establecen objetivos como 1) Contribuir a reforzar las
características propias del centro, como son la representatividad y la dinámica
económica, fortaleciendo su competitividad como centro metropolitano y
regional del País. 2) Complementar y aumentar la oferta de mt2 de espacio
público por habitante, en especial en las localidades de Los Mártires, Santafé,
y La Candelaria, ubicadas en el Centro Metropolitano. 3) Mejorar la calidad
del ambiente en relación con la contaminación de aire y ruido. 4) Ofrecer a los
ciudadanos alternativas para el desarrollo de encuentros cívicos y actividades
recreativas y de esparcimiento. 5) Contrarrestar la situación progresiva de
deterioro social y urbano en el centro de la ciudad. Además establece usos
constante como la recreación activa y dotaciones de uso complementario
como: Cultural, Museo, Comercio y Cultura, Centro Deportivo, Recreativo e
Interactivo; Salas de Cine y Comercio. Educativo con el Colegio Santa Inés e
institucional con Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
ACUERDO
192 DE 2005
Proyecto Ciudad
Salud
Por el cual se institucionaliza la localización de actividades con impacto
regional por medio del servicio de salud. También da inicio a una segunda fase
de renovación en esta área del centro.
DECRETO
492 DE 2007
Por el cual se
adopta la
Operación
Estratégica del
Centro de
Bogotá, el Plan
Zonal del
Centro -PZCB-
y las Fichas
Normativas para
las Unidades de
Planeamiento
Zonal
Define las zonas de renovación desde el potencial comercial y competitivo a
partir de las transformaciones de los usos del suelo. Dichas zonas comprende
las siguientes UPZ: 91 Sagrado Corazón, 92 La Macarena, 93 Las Nieves, 94
La Candelaria, 95 Las Cruces y 101 Teusaquillo. La Operación Centro vincula
un conjunto de actuaciones, acciones urbanísticas, instrumentos de gestión
urbana e intervenciones económicas y sociales, definidas y desarrolladas por
el presente Decreto, para consolidar la estrategia de ordenamiento establecida
en el Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá D.C.
De tal forma el Plan Centro tiene por principios y objetivos: A) Un Centro
para Vivir. Garantizar la oferta habitacional en las diferentes modalidades de
recuperación y desarrollo de proyectos inmobiliarios de vivienda en Bienes de
Interés Cultural. B) Un Centro con Equilibrio Territorial. Proyecta una
estructura ambiental sólida, que se articule con la ciudad y la región, a través
de los Cerros Orientales, los corredores ecológicos y los parques. C) Un
Centro Conservado, Renovado y Consolidado. Estructura operaciones
integrales y proyectos urbanísticos e inmobiliarios, a partir de la definición de
espacios estratégicos y la caracterización de criterios de ordenamiento para
lograr un desarrollo en armonía con los tratamientos de conservación,
consolidación y renovación urbana. Y D) Un Centro Competitivo. Define un
espacio atractivo para la inversión pública y privada.
DECRETO
153 DE 2009
Plan Director
del Parque
Tercer Milenio
Por medio del cual se modifica el decreto 346 de 2003. Donde se incluyen
normas específicas y arquitectónicas sobre la malla vial, senderos peatonales y
parqueaderos. También se mencionan las expresiones artísticas que se
realizaron en el parque: 1) Escultura "Pórtico", del maestro Eduardo Ramírez
Villamizar ubicada en la esquina de la avenida carrera 14 con calle 6ª, en
conmemoración al proceso de recuperación del sector conocido como "El
79
Cartucho" en el barrio Santa Inés y a la memoria de Guillermo Cano Isaza. Y
2). Escultura a la "Vida Sagrada y al Desarme", del maestro Héctor Lombana,
ubicado en la zona verde frente al acceso del Edificio de Medicina Legal en el
interior del parque.
Nota: Instrumentos legales que le dan sustento y forma la construcción del parque Metropolitano Tercer Milenio.
Fuente propia con adaptación de Alcaldía Mayor de Bogotá.
4.3.2 Los intentos del olvido: Parque Metropolitano Tercer Milenio
Una vez abordado el contexto histórico, social y judicial que precede a la construcción del
parque, se presenta, a continuación, la caracterización de la zona de estudio, es decir el parque
Tercer Milenio en el periodo 2016-2017. Así en primer lugar se tiene un cuadro que sintetiza los
elementos más preeminentes y relevantes tanto de la zona de estudio como de sus alrededores.
Tabla 4
Caracterización de la zona de estudio
Nota: Cuadro contiene y sintetiza las características principales del sector objeto de estudio. Fuente propia.
El siguiente mapa (Figura 7) muestra la ubicación del parque metropolitano Tercer Milenio en la
ciudad de Bogotá de acuerdo a la localidad que pertenece, así mismo se puede encontrar la oferta
de parques públicos a escala metropolitana que tiene la ciudad y la situación del PMTM en
relación a dicha distribución. Como se puede ver hay un gran déficit en la oferta de estos espacios
para la localidad de Santa fe, contexto en el que el parque tiene por objeto hacer frente.
De igual forma la figura 8 muestra una caracterización del entorno en el que está el parque, es
decir: vías principales, sectores comerciales, sectores residenciales, institucionales, puntos de
acceso y transporte. Es así que los sectores marcados con el polígono rojo son construcciones
Orientación Norte: Centro comercial el Gran San y proyecto en construcción
Sur: barrio San Bernardo
Oriente: sector comercial, localidad La Candelaria
Occidente: estación Transmilenio “tercer milenio” y sector comercial Localidad Los
Mártires
Localización Localidad No 3–Santa Fe. Barrió Santa Inés. Centro tradicional de la Ciudad de Bogotá. Entre las
calles: 9na al norte, Carrera 10 al oriente, calle 6 al Sur y Av. Carrera 14, Caracas al occidente.
Situación Se localiza en la UPZ Las Nieves que se encuentra al suroccidente de la localidad Santa Fe.
Tiene una extensión de 172 ha. La UPZ limita, por el norte con la avenida calle 26, por el oriente
con la carrera 3ª, la avenida Ciudad de Lima (calle 19), la avenida Jiménez y la avenida Fernando
Mazuera (Crr. 10); por el sur con la avenida Comuneros y, por el occidente con la avenida
Caracas.
Los usos de suelo identificados están compuestos en su mayoría por: residencial, comercial,
oficinas, seguido de bodegas de almacenamiento y parqueaderos. (Alcaldía Mayor de Bogotá,
2013)
80
donde priman actividades comerciales de gran movimiento, en estas se tienen las bodegas del
madrugón, el Gran San y gran parte del corredor comercial de San Victorino, dichas actividades
comprende la venta y compra de productos al por mayor de diversos artículos y la oferta de
servicios como restaurantes y parqueaderos. Aspectos que por demás dan cuenta de la gran
movilidad que tiene la zona.
Figura 7: Distribución de parques y ubicación de la zona de estudio. Fuente propia adaptada de la
Infraestructura de Datos Espaciales para el Distrito Capital (IDECA).
Las construcciones señaladas con el color morado y denominados como Comercial 2 son sectores
comerciales que se encuentran ubicados en el costado oriental de la Carrera 10 y se caracterizan
por ser construcciones antiguas que presentan cierto grado de deterioro y que no tienen más de 3
pisos de altura. Las actividades comerciales comprenden compraventas, mantenimiento y venta
de máquinas para coser, electrodomésticos y parqueaderos. Los signados como mixtos son
construcciones que se caracterizan por la venta de repuestos para carros, a la vez que son
81
residenciales en las plantas superiores. También se señala los espacios que están en construcción,
color naranja, tal como sucede en el costado sur y norte del parque. Ya el sector residencial, color
rosado, corresponde a las primeras manzanas del barrio San Bernardo, en estas es posible
observar diversas características de construcción en las viviendas, algunas son antiguas y otras
corresponden a conjuntos residenciales cerrados. Debido a la venta y consumo de drogas, se
demolieron varios predios del costado sur sobre la calle 6. Finalmente se tienen los polígonos de
color verde denominados como institucional, este comprende el CAI Bolivia al sur por la carrera
10, la vicepresidencia entre la carrera 9 y 8, el museo de la policía nacional por la calle 9, la
estación de la policía metropolitana por la Av. Caracas, también a la Dirección de reclutamiento
por la Av. Caracas con calle 9 y al monasterio-iglesia La Concepción, todo lo anterior entre
Calles y Carreras como la Carr. 10, La Av. Caracas y la Calle 9, vías principales de conexión y
acceso.
82
Figura 8: Caracterización zona estudio-Parque Tercer Milenio. Fuente propia. Elaborado con el programa
Quantum GIS.
83
4.4 Las prácticas espaciales del sujeto habitante: cuando el sujeto- cuerpo y el sujeto-
sentimiento hablan
Una vez ubicado el parque en medio de los atributos residenciales, comerciales e institucionales
que presenta el entorno, se tiene, a continuación, los aspectos y puntos que arrojan las técnicas e
instrumentos de investigación llevados a cabo en la zona de estudio.
4.4.1 Las prácticas vividas, usos efectuados
La observación de la zona estuvo focalizada en 4 sectores relevantes que concentran un gran flujo
de personas alrededor del parque, estas son: 1) las estaciones de Transmilenio, 2) La zona
comercial de la Crr 10, 3) el sector residencial del barrio San Bernardo y 4) el parque en sí
mismo. Esto igualmente se desarrolló en franjas horarias de 7am-10am, de 10am-2 pm, de 2pm-6
pm y de 6 pm a 10 pm. Valga hacer la aclaración de que lo anterior no implica que se haya estado
necesariamente todo el tiempo en el sector, si no que constituyo un horario diferente a visitar por
día.
A continuación se muestra la matriz de análisis que permite focalizar los aspectos observados en
dos vías: 1) aspectos en relación al uso de la estructura física y diseño y 2) los actores y las
prácticas que se desarrollan en el mismo evidenciando cuales crean vínculos de apropiación o no.
Tabla 5
Ejes de análisis y observación.
Variable
Parámetros
de
observación
Puntos de
observación
Los resultados
Usos Infraestructura Cantidad de
dotación
Cuenta con conjuntos dotacionales básicos
dispuestos para la recreación infantil, actividades
pasivas y activas como la cancha de microfútbol,
baloncesto y la pista de patinaje.
Uso Proporciones de
uso por
mobiliario y día
Las zonas infantiles y la pista de patinaje tienen un
mayor uso los fines de semana.
Las canchas de microfútbol y baloncesto tienen un
uso más constante junto con los senderos peatonales
y las zonas verdes
84
Conflictos Por
incompatibilidad
social
Consumo de drogas y alcohol, presencia de
habitantes de calle, suciedad y robos
Eventos Tipos de eventos
realizados
Presentaciones y eventos de la policía nacional.
Área
influencia
parque
Características
del entorno
Preeminencia de sectores comerciales y residenciales
en construcción con vías importante que conectan el
sur con el centro y norte de la ciudad.
Calidad de la
infraestructura
Estado y
mantenimiento
del parque
Deterioro constante en baños públicos, juegos
infantiles y espejos de agua debido a la presencia de
habitantes de calle, también hay zonas verdes donde
son constantes los desechos.
Apropiación Actores
Población
demandante
Transeúntes, Policías y habitantes de calle
Prácticas Prácticas
frecuentes
Tránsito, juegos de futbol, actividades pasivas,
práctica de parcour y patinaje.
Percepción Imagen y
Satisfacción
Sensación de inseguridad e incomodidad
Uso efectivo Por dotación Las zonas infantiles, las canchas de microfútbol y
baloncesto, los senderos peatonales.
Función
social
Convivencia Resolución de
conflictos
No hay instancia alguna que medie en la resolución
pacífica de conflictos como juntas de acción comunal
o comunidades independientes, salvo la presencia de
celadores y policías
Participación
ciudadana
Alcance efectivo
de instancias de
participación
No representa alguna instancia de participación
ciudadana, por el contrario hay actitud indiferente
ante el parque
Nota: Sintetiza los ejes más sobresalientes del ejercicio de observación y análisis de los diarios de campo. Cuadro
adaptado de Hernández 2012.
Igualmente hacer la salvedad de que los recorridos, visitas y observaciones hechas en el parque y
sus alrededores han estado acompañadas y guiadas por habitantes del sector, lo cual ha permitido
hacer una apreciación diferente del mismo en tanto lo que para uno, como agente externo, es un
parque; para el habitante es un hecho importante que ha marcado el cambio paulatino del sector.
Dicho ejercicio llevo a plantear y complementar los recorridos con personas externas y ajenas al
mismo, es decir habitantes de la ciudad que nunca habían visitado el parque y que solo tenían
nociones del mismo por los rumores o por la historia que le precede. Lo anterior ha requerido un
ejercicio de interpretación sobre los ejercicios de observación, que ha llevado a formular lo
siguiente:
85
a. Por lo observado entre semana, la estación Tercer Milenio constituye un punto importante
de tránsito, el flujo de personas a diferentes horas del día es constante, a diferencia de los
domingos. Sin embargo solo constituye eso, un punto de tránsito en el que la gente ha de
hacer transbordo o conectarse a la Carrera 10. Por otro lado estas dinámicas cambian de 8
a 10 pm, momento a partir del cual la presencia de habitantes de calle es más persistente
puesto que se “colan” en las estaciones con mayor facilidad. Aunque es preciso decir que
esta situación ha disminuido desde que se intervino el Bronx.
b. A ciertas horas del día se puede observar cierta cantidad de gente haciendo uso del parque,
de 9am a 4pm se siente una especie de “tensa tranquilidad”, como bien lo expreso un
acompañante, ya que el diseño del parque refuerza un sentimiento de desolación o mejor
de aislamiento, un ambiente que invita a la actividad pasiva y la contemplación; pero la
presencia de habitantes y aún más persistente, la idea de peligro; hace de estos momentos
fugaces y efímeros. En la zona central se observa un tránsito constante de personas que
viene y van desde la Av. Caracas a la Carrera 10 y viceversa.
Curiosamente los niños o como le dice comúnmente la gente los “cholos”, hijos de los
ecuatorianos, permanecen la mayor parte de la mañana jugando con un balón en el
escenario cultural, mientras que la cancha de microfútbol permanece sola. Al preguntarles
el motivo expresaron dos cuestiones, 1) que el pasto amortigua las caídas y 2) tienen fácil
acceso y salida, es decir en la cancha se sienten encerrados y asilados de los niños que, ya
cansados, prefieren estar en la zona infantil.
Otra práctica frecuente a estas horas del día es el patinaje o el skeatboard, jóvenes que dan
uso a las fuentes de agua vacías para practicar y hacer “trucos” o “piruetas” con la
patineta. Muchas veces utilizan también las bancas que se encuentra en la zona central y
las rampas que tiene el módulo de la ETB. Sin embargo la pista de patinaje, condicionada
para tal uso, permanece vacía con excepción de los fines de semana, la indagar por esta
situación fue posible evidenciar que esto ocurre, además de la presencia de habitantes de
calle; por el clima, cuando llueve mucho esta se inunda y el piso se demora mucho en
secar, lo que supone un riesgo a la hora de practicar.
86
Por otra parte es preciso anotar que con frecuencia la zona de triciclos y el costado oriental
del parque, por la carrera 10, es donde más se concentra el consumo de drogas y alcohol.
Muchas veces los árboles y jardines dispuestos para adornar y contener el ruido de las
avenidas, son usados como “refugios” para estas actividades.
c. En relación al sector residencial San Bernardo, ha sido posible establecer cierta dificultad
en el acceso al parque, ya que la calle 6 actúa como una especie de barrera que no permite
un acceso fácil y seguro para los habitantes, en tanto prefieren atravesar la calle por
encima, en la rotonda de Trasmilenio que por debajo de esta, justificado en la presencia de
habitantes de calle. Además la presencia de policías que cercan y vigilan el sector ha
generado un ambiente tenso que cambia la modalidad en que se venden las drogas ilícitas
y permanecen los habitantes de calle, quienes prácticamente se trasladan al parque
haciendo del fenómeno dinámico y flexible, puesto que a pesar de estar en constante
movimiento terminan regresando al mismo punto. Es decir la venta de drogas se mantiene
en el sector pero ya no como un punto fijo sino como un fenómeno que se dinamiza.
También es preciso decir que hacia el periodo final de la investigación las barras
dispuestas por la policía para regular el acceso y tránsito por el barrio disminuyeron: ya no
cercaban a lo largo de 3 o 4 cuadras sino que se mantenían en la zona más neurálgica. Esto
hace que el tránsito por el barrio en horas de la mañana sea más ameno.
d. Las actividades dedicadas al ejercicio son más recurrentes los domingos por las mañanas,
donde se puede apreciar niños en las zonas infantiles, grupos de jóvenes que practican
parkour en la pista de patinaje y demás personas jugando futbol y haciendo ejercicio, sin
embargo la presencia es escasa y cuando pasan las 2 pm el parque nuevamente queda solo.
e. A pesar de los senderos amplios, las zonas verdes, la zonas de juego infantil, la pista de
patinaje, que en lo personal es un elemento que hubiera movilizado mucho el sector de no
ser tan pequeña, además de la zona para realizar ejercicios; hace falta una distribución más
equitativa de los mismo en el parque, haber implementado un cancha de futbol en vez del
espacio habituado como zona de eventos hubiera sido más provechoso para el sector y los
87
habitantes aledaños, esto porque se ofrece un espacio público para una porción de la
ciudadanía que carece de este tipo de servicios, pero aun así no tienen conjuntos
dotacionales que garanticen la recreación activa de los mismos y esto se evidencia cuando
los niños emplean dicha zona de eventos para recrear una cancha de futbol o realizar
cualquier tipo de actividad que requiera gran extensión de tierra.
f. Por otro lado la presencia constante de habitantes de calle, es la muestra fehaciente de que
a pesar de tumbar las paredes que le daban forma al Cartucho, hay dinámicas y prácticas
cotidianas que siguen ancladas al sector. Un aspecto que hasta el momento los habitantes
de las zonas residenciales y los empleados de los locales comerciales no logran entender; y
es que no saben porque a pesar de todas las intervenciones urbanas que ha tenido el sector
este todavía atrae y mantiene la presencia de los habitantes de calle. Si bien en algunas
ocasiones no agreden a la gente, éstos incomodan e intimidan no solo por el sentimiento de
inseguridad que generan sino, también, por las actividades que realizan como consumir
drogas, alcohol o realizar sus necesidades como defecar. Es recurrente también la
presencia de adolecentes o incluso adultos mayores que se sientan a tomar cuando la
policía no está cerca, aspectos que plantean la pertinencia o no de cercar el sector.
4.4.2 Representaciones cartográficas: usos y prácticas efectuados en el espacio
Una vez identificados los usos y prácticas que tienen lugar en el parque y que se realizan con
mayor frecuencia, es posible emplear la cartografía para caracterizar y plasmar de una forma más
precisa dichas prácticas en el sector. Como se enuncio anteriormente todo fenómeno social es
susceptible de ser cartografiado, los datos e información recogida son elementos que permiten
situar las prácticas que los sujetos despliegan en el espacio, lo que se pretende es mostrar por
medio de esta técnica los tránsitos y disposiciones más frecuentes del sujeto habitante. Según
Lindón, y como ya se enuncio anteriormente, las prácticas espaciales son el saber hacer espacial
que el sujeto habitante expresa mediante el cuerpo, así todo distanciamiento, rechazo, cercanía o
permanencia constituye información valiosa que permite cartografiar los tránsitos y movimientos
de la vida cotidiana.
88
De esta forma tenemos en la figura 9 el mapa institucional del parque metropolitano Tercer
Milenio, como se puede ver el mapa ofrece convenciones generales que exponen los servicios y
atributos que tiene. Un panorama general en el que se puede ver como los elementos están
dispuestos y distribuidos para desplegar actividades de recreación pasiva, paisaje donde priman
las zonas verdes de actividades contemplativas como el estanque jardín botánico, el escenario
cultural, el costado oriental del parque y el talud de 3 metros que bordea el corredor de la zona
central. Igualmente priman los escenarios infantiles distribuidos al sur y oriente del parque,
aspecto que de cierta forma invita a los residentes de San Bernardo y transeúntes de la Carrera 10
a disfrutar de un ambiente familiar.
Finalmente se ofertan escenarios para actividades deportivas como las canchas de microfútbol y
baloncesto, la pista de patinaje, la pista de triciclos y la zona de ejercicios que aparece
denominada como parque infantil. Adicionalmente se tiene servicio de cafetería, ciclo rutas,
servicios de baño público y parqueaderos.
Figura 9: Mapa institucional del PMTM. Fuente alcaldía Mayor de Bogotá D.C.
89
La figura No 10 recoge los elementos presentes en el mapa institucional que ofrece la Alcaldía
Mayor de Bogotá para ubicarlos y, si se quiere, acomodarlos al entorno físico que presenta el
contexto. De esta forma se incluyen, según lo observado, bordes, barreras y puntos de encuentro
más preminentes.
Figura 10: Conjunto dotacional del parque. Fuente propia. Elaborado con el programa Quantum GIS
Dichos bordes marcan el cambio de un sector a otro, en este caso será la Av Caracas y la Carrera
10 las que pautaran dicho cambio, es decir el paso de un sector comercial a uno recreativo, en
este sentido las barreras se encargan de acentuar dicho cambio por medio de los taludes, zonas
verdes y arboladas que marcan ese entorno natural y pasivo, sin embargo dadas las condiciones
sociales que se presentan en el lugar, estos muchas veces reprimen el deseo de transitar ya que se
convierten en obstáculos visuales que intimidan la permanencia en el sector. Para la mayoría de
90
las personas encuestadas los taludes son espacios propicios para el robo y consumo de dogas. Por
otro lado se señalan los puntos de encuentro que corresponde a las esculturas, medicina legal, el
módulo de la ETB y la cafetería, lo que se justifica en la concentración de gente reunida y la
facilidad con la que pueden ser identificados.
Para una apreciación más detallada de los servicios que ofrece el parque, la tabla No 6 contiene
una serie de fotografías que permite apreciar el diseño, tamaño y distribución de los conjuntos
expuestos en las figuras anteriores. De tal forma es posible valorar la calidad de los espacios
ofertados tanto para la recreación activa, como la cancha de microfútbol, de baloncesto, la pista
de patinaje y la zona de ejercicios; y pasiva como las amplias zonas verdes con los espejos de
agua y los juegos infantiles. La intención de mostrar estas fotografías también comprende la
posibilidad de evidenciar en el diseño de los mismos, los usos y prácticas para los que fueron
creados, en esta medida las cuestiones del diseño y la imagen reflejan su razón de ser y las
pretensiones que simbolizan.
Tabla 6
Conjuntos dotacionales del parque Tercer Milenio
Pista de patinaje (costado norte)
91
IED Santa Inés (Costado occidental)
Cancha de baloncesto (Costado occidental- frente a Inst. Medicina Legal)
Cancha de microfútbol (Costado occidental- frente a Inst. Medicina Legal)
92
Instituto de Medicina Legal (Costado occidental)
Escenario cultural (zona central)
Parque infantil (Distribuidos a lo largo del costado sur- oriental)
93
Dotación de ejercicios (Costado sur)
Mirador (entrada costado sur)
94
Estanque Jardín Botánico (Costado norte-occidente)
95
Módulo de la ETB (Zona central)
Esculturas (Costado Occidental)
Baños públicos
96
Cafeterías
Espejos de agua
97
Nota: Exposición de los conjuntos dotacionales del parque distribuidos según el mapa institucional. La
pretensión es aterrizar y hacer más explícita la situación del parque. Fuente propia.
Ya la figura No 11 contiene los patrones de uso diario, es decir las dinámicas más frecuentes que
se presentan y realizan en el parque así como las zonas más transitadas. De las observaciones
realizadas y las encuestas efectuadas se identificaron dos patrones uso: uno entre semana de lunes
a viernes y otro los fines de semana. Entre semana el parque constituye principalmente una zona
de tránsito tanto para ciclistas como para peatones, personas que transitan por la calle 9, la Av.
Caracas y la Carrera 10, vías que conectan diversos puntos del centro, de hecho en las
caracterizaciones ya realizadas es posible notar como la zona aun hace las veces de puerto seco
dada su cercanía a la estación Tercer Milenio y Bicentenario, conectando el sur con el centro de
la ciudad.
Entre semana predomina la recreación pasiva en las zonas verdes y en los juegos infantiles con
algunas excepciones en la zona de ejercicios, las fuentes de agua que, secas, funcionan como
pistas de patinaje y la cancha de microfútbol de la cual da uso una población particular como son
los ecuatorianos, (identificados así por los usuarios del parque) quienes se reúnen por las noches
a jugar en un horario de 7 a 8 pm; y los hinchas de millonarios que realizan reuniones dos veces a
la semana también por la tarde.
98
Figura 11: Caracterización de los patrones de uso entre semana. Fuente propia. Elaborado con el programa
Quantum GIS
Las líneas denominadas como barreras son zonas arborizadas que dividen una sección de otra y
que en la percepción de los usuarios impide o expresa una restricción al paso, de modo que la
mayoría de los taludes funcionan de esa forma, reforzando en algunas ocasiones la percepción de
inseguridad.
Durante los fines de semana (figura No 12) los patrones se diversifican en una franja horaria de
7am a 2pm, así en la mañana se ve gente trotando y realizando ejercicios de alto rendimiento,
mientras que al medio día llegan familias que dan uso a las zonas infantiles y espacios verdes, la
pista de patinaje también es usada por jóvenes y adolescentes que practican parkour y demás
ejercicios, esto cuando el clina lo permite y el piso no está mojado o inundado. Ya por la tarde el
parque va quedando nuevamente solo con prelación de las actividades de tránsito y algún usuario
que decide descansar allí en la hora de almuerzo.
99
Otro uso característico del parque son las prácticas y eventos que realiza la Policía Nacional
constantemente en el lugar, como prácticas de la banda, condecoraciones o reuniones con
bachilleres; y que muchas veces constituye una entretención pasiva para los usuarios, sin
embargo es evidente que de tener un uso más constante y multitudinario, estos eventos
constituirían un factor de discordia entre los usuarios por la ocupación del espacio, ya que
emplean toda la zona central para tales actividades irrumpiendo y desplazando las demás.
Figura 12: patrones de uso los fines de semana. Fuente propia. Elaborado con el programa Quantum GIS
En relación a los conflictos que se presentan en el parque los más frecuentes son el robo a
peatones y ciclistas junto al consumo de drogas y alcohol, además de un uso inadecuado del
equipamiento y algunas zonas que presentan deterioro y poco mantenimiento. De tal manera el
uso inadecuado representa conductas y prácticas que se realizan en zonas inadecuadas, como los
juegos infantiles y zonas verdes. Dada la presencia de habitantes de calle, el consumo de
sustancias psicoactivas es constante, casi qué común en el parque. Esto genera incomodidad en
los usuarios y la percepción (imágenes del entorno) de que es peligroso y temerario permanecer
en el parque. Sin embargo los habitantes de calle muchas veces no constituyen una molestia
100
mayor a pedir monedas o algo de comer, algo que sin duda irrumpe con las actividades pasivas y
contemplativas.
El siguiente mapa, figura No 13, refleja las zonas que representan más inseguridad en los sujetos
habitantes. Curiosamente los corredores más concurridos e identificados como peligrosos son los
más transitados, como la Carrera 10, la Calle 9 y la Av Caracas. Ya el costado sur representa una
amenaza por el muro que obliga a los usuarios a recorrer las zonas verdes para acercarse al
mirador, este muchas veces refuerza la percepción de estar encerrado y deja sin salida a quien
intente atravesar el parque. Por otro lado los taludes, que tienen la función de aislar el sonido y
contrarrestar la contaminación visual y auditiva, impiden tener una visión general del parque
permitiendo los robos.
Figura 13: Conflictos en el uso del parque. Fuente propia. Elaborado con el programa Quantum GIS.
Otro conflicto que se presenta en el parque son los recursos deteriorados, zonas que presentan
poco mantenimiento, desaseo y elementos dañados o deteriorados por el óxido. Estos aspectos
101
son recurrentes en zonas como el jardín botánico y los espejos de agua que al estar secos no
cumplen con la función para la que fueron diseñados y permiten que, por un lado, sean objeto de
otros usos que deterioran y maltratan el equipamiento y por el otro supongan una pérdida de
recursos y espacio. La pista de triciclos es otro espacio perdido que carece de funcionalidad
puesto que la arbolada que divide las secciones impide la visibilidad permitiendo la
concentración de robos y el consumo de drogas. Otros espacios deteriorados son los columpios,
los baños, que están llenos de basura y carecen de un uso funcional; la zona verde del costado
sur, la pista de patinaje, que se inunda cuando llueve mucho, algunos juegos infantiles que
carecen de mantenimiento y un problema grave de iluminación nocturna.
Figura 14: Recursos en deterioro. Fuente propia. Elaborado con el programa Quantum GIS.
Lo que nos muestra este ejercicio cartográfico es que en el parque se realizan prácticas y usos
para los cuales no fue diseñado, (como la estancia y habitación de población vulnerable), si bien
el transito es una de esas prácticas la gente expresa incomodidad e inconformidad al tener que
atravesarlo. Igualmente es posible deducir que hay ciertos aspectos en el diseño que interfieren
102
con una apropiación efectiva del lugar, la falta de medios de expresión por parte de la comunidad
para comprender que necesidades tiene en cuanto a recreación y deporte se refiere, es uno de
ellos, sumado a otros elementos ya mencionados anteriormente como la falta de una cancha de
futbol, la posibilidad de tener una completa visibilidad del parque o conjuntos dotacionales que
permitan el desarrollo de actividades deportivas de alto rendimiento, son algunos aspectos que las
personas han mencionado por medio de las encuestas, las cuales se realizaron en paralelo a las
actividades de observación.
Como asegura Páramo el diseño de los espacios influye mucho en la percepción de los mismos y
en su apropiación, los parques se caracterizan por ser equipamientos urbanos que posibilitan la
vida en comunidad ya que permite y facilita el encuentro con otros desconocidos por medio del
deporte y demás actividades físicas. Con esto se puede decir que también es un espacio donde se
aprenden normas de convivencias y conductas apropiadas para vivir en comunión reforzando la
importancia de estos espacios para la ciudad.
Sin embargo la ciudad planificada, que también hace ciudad, en este caso no corresponde con las
necesidades que tienen los habitantes del sector por eso resulta casi que obligatorio trabajar con
la comunidad para que el equipamiento resuelva y supla los requerimientos comprendidos. Solo a
partir de este trabajo, como lo asegura Pool, es que los usuarios pasan a apropiarse de los
espacios y comportarse como agentes de conservación y cuidado.
4.4.3 La encuesta como medio de opinión: Aportes para optimizar el parque desde sus
usuarios y habitantes
La encuesta está dirigida a captar las percepciones que tienen los actores del sector, estos
específicamente corresponden y se catalogan en: comerciantes, empleados, vendedores
ambulantes, habitantes del sector, policías y patrulleros, vigilantes, transeúntes y usuarios de
Transmilenio. Personas que desarrollan practicas espaciales de acuerdo al rol que desempeñan,
así un patrullero o policía tiene una percepción diferente del parque a como lo ven los
trabajadores del Gran San o los residentes de San Bernardo o incluso los usuarios de
Transmilenio, y eso sucede por la cercanía o distancia que mantienen con el parque, para unos les
103
es dado permanecer en este porque constituye una práctica cotidiana, para otros está anclado
como punto de referencia que marca los ritmos de desplazamiento pero que no constituye un
experiencia como tal, caso que sucede con los usuarios de Transmilenio, quienes tienen
conocimiento del sector pero no se han acercado para saber qué servicios ofrece; si tienen
conocimiento del parque es lo difundido por los medios de comunicación.
Otro elemento que tomó importancia en la aplicación de las encuestas, fueron las charlas
informales que se dieron con los encuestados y sus acompañantes, esta información brindo pautas
claves para analizar y comprender la situación en la que se encuentra el sector en relación al
parque y cuál es la imagen que tienen de este, e incluso, más valioso aun, el porqué de dicha
imagen.
Las preguntas estaban dirigidas para captar que tipo de relación se establecía con el parque, es
decir independiente de las particularidades que le preceden y la situación social que presenta; la
intención estaba centrada en articular la imagen del parque presente con otros similares como el
Simón Bolívar o el parque de La Independencia, en tanto su condición legal de parques
metropolitanos, dispuestos para la recreación, el ocio y el deporte.
En total del porcentaje de población que se presenta en la zona entre la residencial y la flotante, la
cual conforma la mayoría, se logró recolectar 64 encuestas entre los actores señalados, muestra
que si bien es mínima resulta significativa teniendo en cuenta la dificultad que supone recolectar
información de este tipo dado su carácter comercial y el gran flujo de gente que se presenta todos
los días.
Respecto a los datos generales de los encuestados se tiene que la edad comprende un rango entre:
18-25 35 %, 26-40 53%, 40 y más 12%. Del genero el 62% fueron mujeres y el 38% Hombres.
En cuanto a la ocupación se tiene: de estudiantes 17%, Empleados 28%, Independientes 18%,
Ama de casa 22%, Jubilado 10% y Otros 5%. Lo que indica una estrecha relación con el sector
comercial y residencial donde las personas dedicadas al hogar, los empleados y comerciantes
tienen gran presencia en el sector.
104
De tal forma la primera pregunta indaga por la relevancia que tienen los equipamientos
urbanos en la recreación de los ciudadanos encuestados y cuál parque, de los ofertados por la
alcaldía, tiene mayor relevancia. El siguiente cuadro muestra que la respuesta más reiterada fue el
parque Simón Bolívar y El parque de la Independencia. Al indagar por la razón muchos
afirmaron que el Simón Bolívar era llamativo por las zonas verdes que permiten actividades
pasivas y las zonas dispuestas para los ejercicios de alto rendimiento. En cuento al parque de la
independencia la razón radica más en la importancia como hito histórico de la ciudad y las
amplias zonas verdes.
La segunda pregunta precisa en las actividades que se realizan en dichos parques, las respuestas
más frecuentes fueron deportes, recreaciones pasivas, eventos culturales y encuentro con
familiares y amigos. Curiosamente el transitar es una de las opciones con pocas respuestas, pero
en relación al parque Tercer Milenio es una de las principales sino su función principal.
27%
14%
6%16%
17%
8%
12%
1 ¿A cuál parque metropolitano recurre con más frecuencia?
PM Simon Bolivar
PM El Tunal
PMB Tintal
P Nacional
P de la Independencia
PM Tercer Milenio
39%
17%
12%
19%
5%8%
2. ¿Qué actividades realiza en el parque?
Deportes
Encuentro confamiliares y amigos
Descansar
Asistir a eventos
De paso
Recreativo ycultural
Ya la pregunta No 3 indaga por la frecuencia con la que recurren al parque MTM y las
actividades que se realizan en este. Como se puede ver en la pregunta No 1 obtuvo un margen
mínimo de respuesta sin embargo con la pregunta No 3 y 4 los encuestados dan cuenta de la
frecuencia con la que lo utilizan, es decir un sujeto habitante atravesado por experiencias
espaciales que carga consigo a través de recuerdos agradables o no, lo que se pretende es que este
105
sujeto realice una comparación por medio de los elementos físicos vistos y experimentados en el
espacio, esta re-memorización le permitirá generar distancias o cercanías con el lugar.
45%
30%
7%
18%
0%
3. ¿Con que frecuencia recurre al parque Tercer Milenio?
Todos los días
Día Intermedio
Una vez a lasemana
Solo los fines desemana
Una vez al mes
22%
11%
19%9%
2%
37%
4. ¿Qué actividades realiza en el parque Tercer Milenio?
Deportes
Encuentro confamiliares y/oamigos
Descansar
Asistir a eventos
Recreativo ycultural
De paso
Así una gran mayoría reconoce que todos los días recorre el parque MTM para realizar
actividades de tránsito y/o deportivas, sin embargo este ejercicio les permite afirmar que
prefieren desplazarse a otros parques ya que el PMTM no tiene los servicios que ofrecen los
demás, así como tampoco se realizan eventos culturales o recreativos, de hecho el porcentaje que
reconoce asistir al parque por eventos, se refiere a las prácticas que allí realiza la policía. Otros
dijeron desconocer el carácter metropolitano del parque, según ellos, porque no lo parece. Así la
mayoría asiste al parque porque trabaja cerca y usa la estación de Transmilenio o la carrera 10 o
por que viven cerca pero no porque constituya una práctica cotidiana de apropiación, lo cual es
interesante pues se construye un distanciamiento con el lugar a pesar de ser tan cercano.
Las preguntas No 5 y 6 indagan de forma muy sencilla por la imagen que tienen los habitantes
sobre el parque y su funcionalidad para el centro de la ciudad.
106
55%45%
5. ¿Considera pertinente la construcción del parque para
incentivar la asistencia al centro de Bogotá?
Si
No
52%48%
6. ¿Le gusta el Parque Metropolitano Tercer
Milenio?
Si
No
Preguntas donde se evidencian respuestas muy parejas, aspecto que indica una gran mayoría con
una buena apreciación del parque pero las condiciones sociales del sector junto a la imagen que
difunden los medios de comunicación, lo hacen objeto de diastemias corporales. De hecho la
respuesta más común es que el parque asegura optimizar el centro de la ciudad, es decir
reconocen los parques como espacios donde se vive en comunidad y donde se hace ciudad en
tanto es posible relacionarse con el otro; pero la percepción de inseguridad que tienen del sector
con la imagen del habitante de calle robando y consumiendo, le hacen, a su vez, una mala idea
para el centro de la ciudad (anexo 3), por tal razón otros consideraban pertinente cercar el parque
como el Simón Bolívar o el Tunal (anexo 4). Otros ven en este proyecto un “empuje renovador”
(anexo 5 y 6) para el sector a pesar de presentar problemas asociados a la criminalidad, ámbito
que le hace desagradable para aquellos sujetos atravesados por experiencias desagradables
asociados al sector, bien sea propia o ajena, ya que en este caso es frecuente la construcción de
una imagen a partir de experiencias cercanas (anexo 7).
Un escenario topofóbico que aparece como rechazo a las condiciones materiales o situacionales
del lugar, las personas, las prácticas y la disposición física de los elementos que le conforman
impiden generar lazos de apropiación con el lugar así haga parte de los movimientos cotidianos.
107
Aun hoy los residentes recuerdan lo que significó la construcción del parque para el sector, quizá
de allí se desprenda esa noción de “empuje renovador”; pero las condiciones que presenta más los
problemas contantes con los habitantes de calle les genera indiferencia.
Finalmente el cuestionario termina indagando sobre la percepción de los habitantes en cuestiones
de diseño y mantenimiento de la infraestructura, para esto se tomó varias aspectos del parque, en
base a un cuestionario diseñado y efectuado por Pablo Páramo (2014) y que sintetizan en buena
medida aquellos elementos que hacen optima la experiencia del sujeto habitante en
equipamientos urbanos como los parques, elementos físicos que optimizan la experiencia en el
espacio y el encuentro con los otros-conocidos y desconocidos. Así se presenta un rango de
apreciación en la tabla 7 de los puntos que se presentaron con mayor frecuencia:
Tabla 7
Síntesis de la pregunta No 7. Condiciones de uso.
ASPECTO CALIFICACIÓN
1. Senderos peatonales 3-5
2. Accesibilidad 3-4
3. Limpieza 1-3
4. Ciclo rutas 1-4
5. Seguridad 1-1
6. Iluminación nocturna 1-2
7.Mantenimiento de infraestructura 2-4
8. Diversidad de actividades y eventos culturales 2-3
9. Presencia de habitantes de calle 1-1
12. Equipamiento para prácticas recreativas y deporte 2-4
13. Comercio formal 4-5
14. Comercio informal 3-4
15. Respeto por las zonas de encuentro 1-2
16. En general ¿Que calificación merece el parque? 3-4
108
Como se ve los ítems registran un rango mínimo de respuesta, aunque los rangos más bajos están
presentes en la seguridad (para todos es inseguro el parque), la iluminación nocturna, la presencia
de habitantes de calle y la oferta de eventos culturales. Como se mencionó hay una indiferencia
general por el parque y es esta misma la que impide generar procesos de apropiación, si bien es
cierto que no hubo mecanismos efectivos de participación para la construcción del parque;
tampoco es ahora una prioridad para las Juntas de Acción Comunales o los residentes.
Otro punto relevante es la percepción que la gente tiene de seguridad, en las charlas informales
fue posible notar que la gente se siente incómoda por la forma en que está cercado el parque,
según comentaron el talud de la carrera 10 y la calle 9, constituye un muro que después de ser
víctima de un robo no son capaces de cruzar dado que impide visibilizar qué se encuentra
después de este, lo que genera expresiones como “uno no sabe qué puedan hacer de ahí para
dentro” o “después del robo se meten por allá y quien es capaz de pasar ese muro, ¡nadie!”3. Otro
factor clave es la limpieza ya que la mayoría es consiente del uso que le dan los habitantes de
calle, consideran desagradable permanecer en un espacio empleado para consumir drogas o hacer
ciertas necesidades, por eso se mantiene cierta distancia.
Frente a los aportes que hacen las personas encuestadas consideran: mejorar la seguridad del
sector, aislar a los habitantes de calle, cercar el parque y fortalecer la presencia de policías, lo
cual es un poco irónico teniendo presente que es allí donde éstos realizan actividades como
prácticas de la banda marcial, condecoraciones y reuniones con los patrulleros.
Otros consideran que es preciso realizar actividades por parte de la alcaldía local y distrital para
que la gente se acerque a conocer el parque, algunos afirman que sería bueno mejorar la calidad
de iluminación por las noches y quitar las enredaderas que dan la sensación de estar “atrapado” o
“sin salida”, así como invitar a la gente a participar en grupos como los de adulto mayor o grupos
deportivos infantiles que incentiven y motiven el uso efectivo y optimo del parque, ya que si bien
es bonito para los transeúntes, la distribución de los elementos en el espacio dificulta desarrollar
experiencias agradables en y con el mismo.
3 Charla informal con comerciante del Gran San el 19 noviembre2016.
109
Así es que tenemos la construcción de distancias espaciales y sociales con los otros, prima el
sentimiento de peligro, rechazo, desagrado y miedo, bien sea por el lugar y o por quienes lo
habitan. Como asegura Lindón para el sujeto-cuerpo el lugar sólo constituye un espacio
atravesado y cómo fue posible ver en las cartografías prima la lógica espacial de pasar fugaz o
rápidamente por el lugar, en el menor tiempo posible.
Para otros prima el estar fuera de lugar, un sujeto-cuerpo que expresa des-anclaje con el lugar. La
corporeidad es vista por los otros y por sí mismos como algo que esta fuera de lugar
desencadenando mecanismos de exclusión y expulsión, valga aclarar que aunque esta lógica
espacial es propia de los estudios de género, en los recorridos y encuestas mucha gente expreso
sentirse incomoda por las practicas que allí se realizan constantemente como consumir drogas y
alcohol, esto genera la sensación de estar en el lugar equivocado al no entender las dinámicas y
lógicas del lugar, por esto se busca hacer presencia en el menor tiempo posible, evitar que los
demás le reconozcan como alguien ajeno y así no ser víctima de agresiones. Los espacios están
simbólicamente asociados a un tipo de sujeto diferente del que se siente fuera de lugar.
110
V PRÁCTICAS ESPACIALES Y VIDA COTIDIANA: UNA APROXIMACIÓN A LA
CIUDAD CONTEMPORÁNEA
5.1 Sobre el parque Metropolitano Tercer Milenio y el sujeto habitante
Frente al trabajo adelantado en la zona de estudio es posible decir en primera medida que
tenemos un sujeto habitante condicionado por el sujeto-sentimiento, que marcado por
experiencias, informaciones e imaginarios del miedo, construye relaciones corporales de
distancia con el espacio, en este caso particular con el parque Metropolitano Tercer Milenio.
A pesar de que su estructura y diseño dan la impresión de estar inspirados en el trabajo de
Rogelio Salmona (2001)4, donde se habita un espacio condicionado por los elementos naturales
como son el agua, la tierra y el viento, además de la vista amplia que se tiene de los cerros
orientales, junto al cielo abierto que brinda una sensación de tranquilidad, propia para las
actividades pasivas; las condiciones sociales empañan el panorama y traen de nuevo el doloroso
recuerdo que le dio razón de ser a su construcción.
Esta condición requiere la atención directa de instituciones como el Instituto Distrital de
Recreación y Deporte IDRD para promover actividades físicas que invite a las personas a
acercarse y hacer uso del parque. También de las Juntas Comunales y locales para que se haga
conciencia del espacio que se está perdiendo, lo anterior apuesta a la idea de que no hay mejor
seguridad que la apropiación que genera una comunidad unida, en este sentido se reitera la
conciencia de que por más seguridad privada, muros y rejas que cerquen el sector; no habría
mejor seguridad que el uso constante y la permanencia prolongada de sus usuarios. De igual
forma la oferta de espacios públicos es escasa en este sector entonces también es preciso
acondicionar el parque para que los residentes encuentre en este los servicios que necesitan.
4 Año en que se inaugura la Biblioteca Publica Virgilio Barco del cual es su diseñador.
111
5.2 El sujeto habitante y los elementos físicos de la ciudad
La intención de identificar los usos y prácticas que se desarrollan en espacios comunales como
los parques urbanos y así caracterizar los vínculos de apropiación que se crean con los espacios o
no, permiten afirmar que en primera medida los espacios tienen memoria, es por esto que los
procesos de renovación efectuados en la zona carecen de un impacto positivo a pesar del periodo
transcurrido desde su construcción, como se puede apreciar en las investigaciones ya realizadas,
el parque es víctima, si se quiere, de su pasado, una historia que permanece anclada en los
habitantes del sector, los comerciantes y en los mismos habitantes de calle quienes tienen muy
clara la razón de su permanencia, dinámicas y lógicas de consumo que llevan años afianzándose
en el sector y que admite su modificación mas no su desaparición.
En segunda medida el trabajo permite encontrar en los estudios del cuerpo, que están tomando
relevancia en disciplinas como la sociología y la antropología; las intenciones bajo las cuales se
actúa e interviene sobre el espacio, así el permanecer o alejarse posibilita comprender la imagen
que los habitantes tienen de la ciudad. En este sentido la observación es una técnica que toma
mucha importancia, un ejercicio que, he de admitir, no es fácil pero que arroja resultados
significativos.
Estos estudios permiten dar cuenta de que hay espacios que pueden hacer parte de la vida
cotidiana de los habitantes, que pueden ser referenciados como puntos de orientación, pero no por
eso constituyen una experiencia significativa para las personas que lo enuncian; ya que, en el
caso de las encuestas, muchos afirmaron tener conocimiento del parque pero muy pocos han dado
uso él, incluso los residentes de barrios cercanos afirman transitar por el parque todos los días
pero igualmente muy pocos le emplean para hacer ejercicio o demás actividades para las que está
condicionado.
Lo anterior no es más que una afirmación de los trabajos aportados por Lindón (2009) y Páramo
(2010), un ejercicio que da cuenta de cómo se hace ciudad y que reitera la importancia de los
usos y tránsitos cotidianos tejidos en relación a los otros que conforman la vida en sociedad. Vale
aclarar que este trabajo no se esfuerza es desdeñar los trabajos de planificación urbana, lo que
112
pretende es hacer una llamado sobre la forma en que se realizan estos procedimientos al ignorar
las prácticas y necesidades que los habitantes construyen y generan con el lugar, procesos que
toman tiempo, forman recuerdos y por tanto están sujetos a la identidad.
5.3 La educación y el derecho a la ciudad: Aportes a la formación docente y a la enseñanza
de las ciencias sociales
Por otro lado la experiencia investigativa reitera la necesidad de forjar e incentivar el desarrollo
de técnicas e instrumentos de investigación que nutran los elementos y aportes que se reciben en
el proceso de formación docente. El manejo de herramientas como los Sistemas de Información
Geográfico constituye un elemento de utilidad que permite conocer las propiedades de los
espacios que habitamos y en este sentido promover el derecho a la ciudad.
Sin duda el ejercicio cartográfico resalta los atributos del espacio y permite hacer una lectura
nutrida de la distribución de sus elementos físicos y las intenciones que justifican dicha
distribución. Por eso es pertinente incentivar el uso y conocimiento de estas herramientas tanto en
los ejercicios investigativos como en los procesos educativos. El espacio es relacional, una red de
sentido que está en constante movimiento y es en el espacio donde el hombre despliega todas las
actividades requeridas para vivir, por eso mismo al indagar por las propiedades del espacio, se
está indagando también por la cultura y la historia que subyace en la espacialidad de la vida
cotidiana.
En este sentido el trabajo reconoce la importancia de los espacios públicos como escenarios
educativos, espacios donde es posible el encuentro con el otro y donde se aprenden normas y
pautas de convivencias estandarizadas y básicas. Esa apuesta que realiza Pablo Páramo (2010)
por comprender la ciudad como un escenario educativo es la que se pretende resaltar no solo el
ámbito de la formación docente, sino también de llevar acabo en los espacios educativos para la
enseñanza de las ciencias sociales.
Finalmente no queda más que sugerir a los docentes en formación fomentar el análisis y reflexión
de los espacios públicos desde los estudios de la vida cotidiana, esto con el fin de optimizar los
113
espacios de encuentro e interacción con los demás. La apuesta es difundir la concepción de que
las prácticas cotidianas hacen ciudad, que cada persona tiene una espacialidad anclada a la
construcción de la identidad individual y colectiva. Así mismo que los espacios comportan
diversos significados e intenciones que llevan a pugnas y confrontaciones por su funcionalidad y
uso, por eso es preciso reflexionar sobre su incidencia en la colectividad y las necesidades que
suponen. Desde esta perspectiva, solo así se forjan ciudadanos conscientes de sus derechos y
deberes.
114
ANEXOS
Anexo 1: FORMATO DEL DIARIO DE CAMPO
Anexo 2
115
Anexo 3
Anexo 4
116
Anexo 5
Anexo 6
117
Anexo 7
118
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119
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