Eréndira Salgado Ledesma

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réndira Salgado Ledesma Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Universidad Anáhuac, México Norte E El Amparo contra particulares (Mucho ruido...) Introducción El particular ha tenido el carácter de parte en el juicio de amparo desde que se instauró, por su naturaleza y finalidad que no es otra que la tutela del hombre frente al abuso del poder. La defensa de sus garantías, dere- chos del hombre, derechos fundamentales o derechos humanos según la época o la orientación predominante. En aquellos tiempos (1847) el agra- viado o quejoso era siempre un individuo; una persona física, pues será hasta la ley de 18 de octubre de 1919 cuando se dé participación en el juicio a las personas colectivas. Su ámbito protector ha evolucionado con cada nueva ley (1861, 1869, 1882, 1898, 1908, 1919, 1936 y 2013). Hoy día, protege los derechos fundamentales y sus garantías contra todo acto de autoridad que los viole a fin de invalidarlosi fuere inconstitucional o ilegal y tutela la prevalencia del sistema competencial entre las autoridades federales y las de las entidades federativas. 1 La evolución en este rubro ha sido lenta, debido a una ley que mantuvo su vigencia a lo largo del siglo XX, pese a sus anacronismos, y si bien algunos fueron superados por cri- terios interpretativos del Poder Judicial de la Federación, otros se mantu- vieron, tal vez motivados por una estructura organizacional limitada para atender una mayor demanda de juicios. Las reformas constitucionales de junio de 2011 y las legales de 2013 virarán la orientación del juicio hacia un ámbito de mayor protección y darán la pauta al inicio de una época de cambios. A. La autoridad en la Constitución y en Ley de Amparo vigente En su artículo 5º, Ley de Amparo Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos —ley vi- gente— equipara a los particulares con las autoridades para efectos de brindar la protección constitucional con las reservas que en el mismo se 1 Cfr. BURGOA, I. El juicio de amparo, 34ª ed. México, Porrúa, 1998, pp. 170-174.

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    rndira Salgado LedesmaMiembro del Sistema Nacional de InvestigadoresUniversidad Anhuac, Mxico Norte

    E

    El Amparo contra particulares (Mucho ruido...)

    Introduccin

    El particular ha tenido el carcter de parte en el juicio de amparo desdeque se instaur, por su naturaleza y finalidad que no es otra que la tuteladel hombre frente al abuso del poder. La defensa de sus garantas, dere-chos del hombre, derechos fundamentales o derechos humanos segn lapoca o la orientacin predominante. En aquellos tiempos (1847) el agra-viado o quejoso era siempre un individuo; una persona fsica, pues serhasta la ley de 18 de octubre de 1919 cuando se d participacin en eljuicio a las personas colectivas. Su mbito protector ha evolucionado concada nueva ley (1861, 1869, 1882, 1898, 1908, 1919, 1936 y 2013). Hoy da,protege los derechos fundamentales y sus garantas contra todo acto deautoridad que los viole a fin de invalidarlosi fuere inconstitucional o ilegaly tutela la prevalencia del sistema competencial entre las autoridadesfederales y las de las entidades federativas.1La evolucin en este rubro hasido lenta, debido a una ley que mantuvo su vigencia a lo largo del sigloXX, pese a sus anacronismos, y si bien algunos fueron superados por cri-terios interpretativos del Poder Judicial de la Federacin, otros se mantu-vieron, tal vez motivados por una estructura organizacional limitada paraatender una mayor demanda de juicios. Las reformas constitucionales dejunio de 2011 y las legales de 2013 virarn la orientacin del juicio haciaun mbito de mayor proteccin y darn la pauta al inicio de una poca decambios.

    A. La autoridad en la Constitucin y en Ley de Amparo vigente

    En su artculo 5, Ley de Amparo Reglamentaria de los Artculos 103 y107 de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos ley vi-gente equipara a los particulares con las autoridades para efectos debrindar la proteccin constitucional con las reservas que en el mismo se

    1 Cfr. BURGOA, I. El juicio de amparo, 34 ed. Mxico, Porra, 1998, pp. 170-174.

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    prevn. Y es que desde el punto de vista materialno resulta relevante quin ordena o ejecuta elacto que lesiona el derecho, sino la naturalezadel derecho afectado y la posicin en que se si-ta el sujeto infractor que le posibilita ejercerun dominio real sobre otro (al que subordina consu actuacin), siempre y cuando aqul tengasustento en una norma general.

    La disposicin no resulta novedosa, si biensigue siendo restrictiva. En otros pases de la re-gin,2 desde hace tiempo procede la accin detutela contra actos u omisiones de particulares(individual o colectivamente) cuando no se cuen-te con un medio judicial ms idneo para la pro-teccin de los derechos de los individuos antearbitrariedades o ilegalidades manifiestas (actosu omisiones)que amenacen, perturben, alteren,restrinjan, lesionen, supriman o violen derechoso libertades y sus garantas, explcita o implcita-mente reconocidos, siempre y cuando se encuen-tre en juego un derecho constitucional. Aunquela fuente u origen del derecho susceptible detutela no siempre sea la Constitucin, sino in-cluso tratados y leyes secundarias si nos ajusta-mos a lo que dispone el artculo 25 de la Con-vencin Americana sobre Derechos Humanos,queampla el mbito protector en la materia.3

    El artculo 103 constitucional, antes y des-pus de la reforma de 2011, ordena que los tribu-nales de la federacin resuelvan toda controver-sia que se suscite por leyes o actos de cualquierautoridad que violen las garantas individuales

    y normas generales, actos u omisiones de laautoridad que violen los derechos humanos re-conocidos y las garantas, respectivamente. Entanto que el artculo 5 tanto de la ley abroga-da como de la ley vigente establece como unade las partes en el juicio, a la autoridad respon-sable. La modificacin a este numeral se da alestimar a sta con independencia de su natura-leza formal e incorporar la aptitud de que parti-culares se le equiparen cuando afecte derechosen trminos anlogos a los servidores pblicos,siempre que sus funciones (atribuciones) estndeterminadas por una norma general. Ello ocu-rre cuando se dicta, ordena, ejecuta o trata deejecutar el acto que crea, modifica o extinguesituaciones jurdicas en forma unilateral y obli-gatoria o se omita el acto que de realizarse crea-ra, modificara o extinguira dichas situacionesjurdicas. Puede apreciarse cmo la actuacin(positiva o negativa) que debe confrontarse conel texto constitucional para establecer la apti-tud de su regularidad y como consecuencia suprevalencia, es un acto de autoridad; as, sinadjetivos.

    A lo largo del tiempo, laindeterminacinconstitucional y legal para establecer con preci-sin quines son autoridades para efectos delamparo tuvo que subsanarse merced a los crite-rios interpretativos del Poder Judicial de la Fede-racin, pues en ste, como en ningn otro jui-cio, por su carcter de garanta constitucionalcuya finalidad no es slo la tutela de los dere-chos fundamentales de los gobernados sino ladefensa integral de la regularidad constitucional,se requiere del apoyo constante de sus criteriosorientadores para desentraar su alcance y sig-nificado. Ms all de observar la letra del docu-mento fundante debe respetarse su espritu, puescomo bien afirma Smend:

    La Constitucin no es un orden formal por el simpleorden, sino un orden al servicio de la justicia y de ladignidad de los hombres y slo atendiendo de estesupuesto puede llegar a ser rectamente comprendiday aplicada.4

    2 Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador,Guatemala, Honduras, Paraguay, Per, Venezuela y Uru-guay. Cfr. NAVEJA MACIS, J. de J. y BREWER-CARIAS, A. La si-tuacin general de la accin de amparo contra particula-res en el derecho latinoamericano, disponible en: http://www.revistatrilogia.com/pdf/LA_SITUACION_Naveja-Brewer.pdf.

    3 El artculo 25 de la Convencin ampla la proteccin, puessu texto establece la obligacin de contar con un recursopara garantizar la eficacia del derecho, con independenciade su ubicacin: Artculo 25. Proteccin Judicial. 1. Todapersona tiene derecho a un recurso sencillo y rpido o acualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunalescompetentes, que la ampare contra actos que violen susderechos fundamentales reconocidos por la Constitucin,la ley o la presente Convencin, aun cuando tal violacinsea cometida por personas que acten en ejercicio de susfunciones oficiales [...].

    4 Citado por GARCA DE ENTERRA, E. La Constitucin como nor-ma y el tribunal constitucional, 4 ed. Navarra, ThomsonCivitas, 2006, p. 207.

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    B. La nocin autoridad en la doctrina

    La ciencia administrativa nos explica que losfines del Estado se logran mediante el ejerciciode las funciones pblicas, la prestacin de losservicios pblicos, la ejecucin de las obras p-blicas y el desarrollo de las actividades socio-eco-nmicas residuales.5 Las funciones son activida-des del Estado que conllevan el ejercicio de supotestad de imperio y cuya realizacin atiende alinters pblico: ejecutiva, legislativa y judicialson las tradicionales; si bien hoy da no son lasnicas.6 Para su consecucin, la ley otorga a lasdependencias y entidades pblicas un conjuntode atribuciones. stas se individualizan y con-cretan mediante rganos y servidores pblicos(concepto genrico) a los que se dotan de facul-tades: la aptitud que reciben de la legislacinpara emitir los actos necesarios a fin de ejercerla competencia del rgano respectivo. De ah quetodo acto legislativo, administrativo o jurisdiccio-nal deba producirse por un rgano competenteal que el sistema jurdico asigna tareas concre-tas mediante un funcionario, servidor o emplea-do pblico dotado con facultades para que pue-da actuar legalmente.7

    La nocin autoridad de manera ampliaincorpora a quienes dentro de los rganos esta-tales pueden tomar y ejecutar decisiones queafecten a los gobernados u ordenar que sean eje-cutadas: la que ordena o ejecuta en ejercicio dela potestad pblica, es la persona investida depotestad de mando frente a los administrados.En sentido moderno, ste es el alcance de lanocin; el atributo de una persona, cargo u ofi-cio que le otorga el derecho de mandar, de darrdenes y en su caso hacer que stas se cum-plan en trminos de una relacin jerrquica desuperior a subordinado.8 As, el ejercicio de la

    fuerza queda institucionalizado y legitimado porla ley, pues la autoridad surge en el proceso deorganizacin social y tiene su fundamento enfactores institucionales.9 De ah que para quese afirme que hay autoridad como actividad re-sultante de la dominacin legal, deben satisfa-cerse las categoras esenciales siguientes:

    a) un ejercicio continuado de funciones sujeto a laley;10 b) dentro de un mbito de deberes y serviciosobjetivamente limitado en virtud de una distribucinde funciones; c) con la atribucin de los poderes nece-sarios para su realizacin; d) la fijacin estricta de losmedios coactivos eventualmente admisibles, y e) elsupuesto previo de su aplicacin.11 Bajo estos presu-puestos slo pueden estimarse autoridades los servi-dores pblicos que representan a los rganos del Es-tado, pues a stos es a quienes se atribuye tal fuerza opoder.

    En la doctrina, tradicionalmente se determi-n que se estaba frente a un rgano de autori-dad, cuando un rgano del Estado tena la facul-tad de realizar actos de naturaleza jurdica queafectaran la esfera de los particulares y les impo-na sus determinaciones de forma unilateral ycoactiva.12 Si bien hoy da, con la evolucin de laactividad estatal, la nocin se ha transmutado,pues no todos los entes que tienen la aptitud dedecidir en trminos legales son autoridades p-blicas, toda vez que incluso particulares reali-zan actividades tradicionalmente a cargo delEstado, pero sus actuaciones, en ocasiones, sonsusceptibles de vulnerar derechos fundamenta-les, pues tienen un poder real sobre las perso-nas y las cosas. Pero tampoco la totalidad de losactos provenientes de los rganos del Estado sonautoritarios para efectos del amparo. De ah quedebamos distinguir entre la autoridad para laciencia administrativa y para efectos procesales,dos nociones que poseen caracteres diversos.

    5 FERNNDEZ RUZ, J. y SALGADO LEDESMA, E., Derecho administra-tivo, Mxico, Porra, 2009, pp. 41 y ss.

    6 A las funciones tradicionales hoy da, podemos adicionarotras denominadas intermitentes o emergentes que tam-bin son actividades propias del Estado y que no se enten-dera sin su ejercicio, como la electoral y la registral, entreotras (vase FERNNDEZ, J., y SALGADO, E. op. cit., pp. 46-54).

    7 Cfr. ALTAMIRA, Pedro Guillermo, Curso de derecho adminis-trativo, Buenos Aires, Depalma, 1971, pp. 133-135.

    8 Cfr. PEABODY, R. L. 1975, voz autoridad, en enciclopediainternacional de las ciencias sociales, Aguilar.

    9 ZABLUDOVSKY, G. Autoridad, liderazgo y democracia (una re-visin terica), en Estudios de filosofa-historia-letras, ITAM,1993, disponible en: http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/letras34/textos2/sec_3.html.

    1 0 WEBER, M. Economa y sociedad, 2 ed. 7 reimp. Mxico,FCE, 1984, p. 174.

    1 1 Diccionario jurdico mexicano, Mxico, IIJ-UNAM, voz au-toridad pblica, p. 287.

    1 2 FRAGA, G. Derecho administrativo, 21 ed. Mxico, Porra,1981, p. 63.

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    C. El concepto autoridad en lainterpretacin del Poder Judicial de

    la Federacin

    A lo largo de la quinta poca, enlos precedentes que se localizan enel Semanario Judicial de la Federacinse exige que el acto lleve implcitola fuerza y el imperio del Estado paraestimarse autoritario para efectos deljuicio de amparo,13 por ello se le vin-cula con actuaciones de la autori-dad administrativa, con leyes delPoder Legislativo y con sentenciasdel Poder Judicial. En sta se publi-ca la jurisprudencia que estima como autoridad,no la que se encuentra constituida con ese ca-rcter de conformidad con la ley, sino la que dis-pone de la fuerza pblica en virtud de circuns-tancias legales o de hecho, y que por lo mismoest en la posibilidad material de obrar como in-dividuo que ejerza actos pblicos, dictando reso-luciones obligatorias para los gobernados, cuyocumplimiento pueda ser exigible mediante el usodirecto o indirecto de la fuerza pblica.14 En elcriterio quedaron subsumidas las autoridades dehecho y de derecho.

    Sin embargo, dentro de la funcin adminis-trativa o ejecutiva, en su momento, no se reco-nocieron como autoridades ms sujetos de or-den pblico que las potestades de la administra-cin centralizada, porque, aun y cuando a finesde los aos treinta y principios de los cuarenta secrearon algunas entidades con personalidad ju-rdica y patrimonio propio,15 la organizacin p-blica descentralizada o paraestatal no contabacon reconocimiento en la doctrina ni sustentoconstitucional. Esto ltimo ocurrir hasta la re-forma del 21 de abril de 1981, fecha en la que laConstitucin federal determina la nueva formade organizacin de la administracin pblica fe-deral: centralizada y paraestatal. De ah la diver-sa tesis que estim que si los organismos care-

    cen del imperium del Estado al con-tar con personalidad jurdica distin-ta de aqul y no disponer del usodirecto de la fuerza pblica para elcumplimiento de sus atribuciones,tampoco reunan caracteres de au-toridad para efectos del amparo y elpedido de proteccin contra sus ac-tos resultaba improcedente.16

    La jurisprudencia tuvo dos mati-ces de importancia a lo largo deltiempo antes de perder vigenciaparcial en la novena poca. Prime-ro, para dar cabida a la impugnacin

    de los actos de los organismos descentralizadosde carcter fiscal autnomo, como el InstitutoMexicano del Seguro Social.17 Tiempo despusse estimaron actos autoritarios para efectos delamparo todos aquellos mediante los cuales fun-cionarios o empleados de organismos estataleso descentralizados pretenden imponer dentro desu actuacin oficial, con base en la ley y unilate-ralmente, obligaciones a los particulares, o mo-dificar las existentes, o limitar sus derechos.18

    La prdida de vigencia de la jurisprudenciarelativa a la nocin de autoridad vinculada conel uso de la fuerza pblica ocurrir en la novenapoca con la tesis P. XXVII/97, en febrero de 1997,cuando el tribunal pleno estim que deba inte-rrumpirse el criterio, dados los cambios habidosen la prctica. De ah que determinara qu, conindependencia de la disposicin directa o no dela fuerza pblica existen organismos que ejer-cen facultades decisorias en ejercicio de una po-testad administrativa cuyo ejercicio es irrenun-ciable. Y stos, aun con personalidad jurdicapropia, siguen siendo parte del Estado, pues soncontrolados de manera directa por la adminis-tracin centralizada al existir un remplazo de larelacin de jerarqua por un control adminis-trativo.19 Por ello se estim que no poda seguir-

    La nocin auto-ridad de ma-nera amplia

    incorpora aquienes dentrode los rganosestatales pue-

    den tomary ejecutardecisiones

    1 3 Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta, Quintapoca, 2 Sala, tomo LXXVIII, p. 3153.

    1 4 Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta, [J] Quintapoca, 4 Sala, Apndice 1995, tomo VI, parte HO, p. 763.

    1 5 Por ejemplo, los institutos nacionales de Antropologa eHistoria y de Bellas Artes y Literatura.

    1 6 Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta, Octavapoca, Tribunales Colegiados de Circuito, tomo IV, segun-da parte-1, julio-diciembre de 1989, p. 125.

    1 7 Ibd.1 8 Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta [J] Spti-

    ma poca, Tribunales Colegiados de Circuito, Apndice1995, tomo VI, tesis 655, p. 439.

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    se aplicando de forma indiscriminada, sino quedeba atenderse a las particularidades del acto.

    En fecha ms cercana, el alto tribunal resol-ver contradicciones de tesis a fin de determi-nar las notas distintivas de la autoridad para efec-tos del amparo hasta fijar la jurisprudencia 164/2011;20 a saber: a) la existencia de un ente dehecho o de derecho que establece una relacinde supra a subordinacin con un particular; b)una relacin que tenga su nacimiento en la ley,lo que dota al ente de una facultad administrati-va, cuyo ejercicio es irrenunciable al ser pblicala fuente de esa potestad; c) que con motivo deesa relacin, el ente emita actos unilaterales atravs de los cuales cree, modifique o extingapor s o ante s, situaciones jurdicas que afec-ten la esfera legal del particular, y d) que paraemitir esos actos el ente no requiera acudir a losrganos judiciales ni precise del consenso de lavoluntad del afectado.

    D. El particular como autoridad responsable enel juicio de amparo

    Se sostiene que la asimilacin que se produ-ce entre particular y autoridad responsable tie-ne respaldo constitucional, toda vez que no exis-ten elementos normativos que excluyan o impi-dan que los particulares sean vinculados a lanocin de autoridad; sobre todo cuando su ac-tuacin deriva de un mandato legal. 21 En efec-to, la restriccin para valorar como autoritarioslos actos no derivaba de la carta federal ni deltexto legal, sino de criterios judiciales. Si la Cons-titucin federal no establece una restriccin ex-presa y se trata de ampliar un derecho de liber-tad, resulta factible interpretar en sentido favo-rable al quejoso atendiendo a los caracteresmateriales del acto para que pueda impugnarlo,pero esto slo puede hacerlo el intrprete cons-titucional, pues el sistema de control en este

    rubro es concentrado en sede del Poder Judicialde la Federacin. La nueva orientacin respondea la evolucin de los derechos fundamentales ysus garantas acorde con la idea de que la pro-teccin de las libertades no es suficiente si serefleja slo ante intromisiones del poder pblicoo frente al poder econmico: el hombre frente alEstado o frente una clase social determinada.Ahora se plantea la necesidad de proteger al in-dividuo de forma genrica ante intrusiones delos poderes fcticos, de quienes se expresan ennombre del Estado o respaldan su actuacin consustento en una norma general. Llegar el daen que, como en otros lugares, se protejan losderechos y las libertades incluso frente al trficojurdico privado: la proteccin general del hom-bre frente a los poderes annimos.22 Ello s cons-tituira un gran avance. Y es que, en ocasiones,sujetos situados en aparentes planos de igual-dad observan asimetras reales que posibilitanque uno doblegue la voluntad del otro, comoocurre en las relaciones de consumo. Por ello, elderecho del consumidor fue desagregado delderecho mercantil para constituir un mbito bajola tutela del Estado.

    Las desigualdades las han referido autoresextranjeros y nacionales que postulan imponercon mayor fuerza la eficacia horizontal de losderechos fundamentales debido a las amenazasque sufren, tanto por el aparato institucionaliza-do del Estado como por entidades privadas, bienque se trate de poderes privados regulados, in-suficientemente regulados o no regulados, yasean ilegales o metalegales,23 en palabras delministro Zaldvar.

    As, desde el proyecto de Ley de Amparo ela-borado en el ao 2000, bajo conduccin de laSuprema Corte de Justicia de la Nacin con el

    1 9 Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta, SegundaSala, Novena poca, tomo XIV, tesis 2 CCXXV/2001, p. 371.

    2 0 Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta [J], Nove-na poca, Segunda Sala, tomo XXXIV, septiembre de 2011,p. 1089.

    2 1 CORZO, E. disponible en:http://elmundodelabogado.com/2013/aspectos-positivos-de-la-nueva-ley-de-amparo/.

    2 2 Sobre este tema vase. ESTRADA, A. J. La eficacia de losderechos fundamentales entre particulares, Bogot, Uni-versidad Externado de Colombia, 2000.

    2 3 Sobre este tema vase: FERRAJOLI, L. Contra los poderessalvajes de mercado. Para un constitucionalismo privado,en CARBONELL, M. (coord.), en Estrategias y propuestas parala reforma del Estado, Mxico, IIJ-UNAM, 2002, pp. 99-111,y ZALDVAR, A. Los poderes privados no regulados. Demo-cracia y nueva ley de amparo, en Estrategias y propuestaspara la reforma del Estado, disponible en: http://arturozaldivar.com.mx/?p=478.

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    esfuerzo y participacin de los poderes pblicos,acadmicos, juristas, y en general de los opera-dores jurdicos, se estim la pertinencia de am-pliar el concepto de autoridad dando prioridada la naturaleza propia del acto, por encima delcarcter de quien lo emita.24 Ello con la finali-dad de permitir la procedencia del juicio consti-tucional en contra de actos emanados de losrganos y dependencias centralizadas del Esta-do, as como de entidades de la administracinpblica paraestatal e, incluso, de particulares enciertos supuestos.

    En el proyecto de decreto de nueva ley de am-paro, de agosto de 2003, tambin se justific laprocedencia del juicio contra actos de particula-res debido a la evolucin del derecho adminis-trativo, que posibilita que tanto organismos des-centralizados como particulares realicen funcio-nes (actividades) que originariamente le corres-ponden al Estado, susceptibles de afectar la es-fera jurdica de los gobernados y debido a la ten-dencia de delegar stas cada vez ms en parti-culares, lo que exige contar con proteccin delos derechos fundamentales an en contra desus actos; como ejemplo se cuenta el caso delos servicios municipales de alcantarillado y aguapotable, en ocasiones prestados por empresasparamunicipales o particulares. De ah que seafirmara que el concepto de autoridad propues-to era un concepto abierto o un concepto ju-rdico indeterminado25 para que fueran los pro-

    pios jueces los que determinaran, caso por caso,y priorizando la naturaleza material del acto, laprocedencia o no del amparo. Ello permitira laevolucin de dicho concepto sin la necesidad deulteriores reformas. Seguidamente, y con acier-to, se sostuvo que la proteccin de los derechosfundamentales depende, en gran medida, dequin sea considerado como autoridad y quinno, para efectos del amparo.26 Y si bien en eltexto se confunde la nocin funcin pblica que es indelegable por naturaleza27 con el ser-vicio pblico, en el fondo se coincide con la idea.Cada vez es ms intensa la participacin de losparticulares en actividades propias del Estadodebido a su adelgazamiento, de ah la pertinen-cia del amparo en contra de sus actuaciones.

    E. La proteccin de los derechos fundamentalesen el trfico jurdico privado

    Sin embargo, en otras latitudes procede latutela contra actos de particulares aun y cuan-do no ejerzan atribuciones delegadas del Esta-do; sino en sus relaciones horizontales con otrosparticulares. En Alemania, desde la dcada delos cincuenta se concedi algn rango de pro-

    2 4 Dictamen de las Comisiones Unidas de Justicia, de Go-bernacin y de Estudios Legislativos (segunda), disponi-ble en: http://www.cjf.gob.mx/reformas/boletin/0812/5.2NuevaLeyAmparo.pdf.

    2 5 Son de conceptualizacin abierta y flexible, lo que posibili-ta su adaptacin a cada caso concreto. En su aplicacin, laautoridad administrativa o jurisdiccional debe encontraruna solucin o respuesta en el caso concreto. En la inter-pretacin del Poder Judicial de la Federacin pueden ser:a) conceptos de experiencia, consistentes en apreciar he-chos, y b) conceptos de valor, donde adems de apreciarlos hechos se implican juicios de valor que pueden sertcnicos. Ello exige un proceso argumentativo en el queentran en juego valoraciones poltico-morales vigentes enel medio social, pues slo as es posible adscribir un signi-ficado a los conceptos indeterminados frente a la situa-cin prevaleciente, de suerte que la autoridad debe moti-var cmo es que valor y connot, hecho y derecho [...]. Aspues, la teora de los conceptos jurdicos indeterminados

    reduce la discrecionalidad de la autoridad eliminando laarbitrariedad de todo aquello que deba ser juzgado entrminos de legalidad o justicia, pues la interpretacin delconcepto no necesariamente deriva del texto de la disposi-cin que lo establece, sino del sentido contextual del orde-namiento (CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATE-RIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Revisinfiscal 49/2005. Administrador de lo Contencioso de Gran-des Contribuyentes en representacin del Secretario deHacienda y Crdito Pblico, del Jefe del Servicio de Admi-nistracin Tributaria y de la autoridad demandada, 13 deabril de 2005, unanimidad de votos).

    2 6 ZALDVAR, A. Breves comentarios respecto al proyecto denueva ley de amparo, IIJ-UNAM, disponible en: http://www.cjf.gob.mx/reformas/boletin/0812/5.2NuevaLeyAmparo.pdf

    2 7 El Estado tiene fines que realizar, siendo las funciones losmedios a travs de los cuales se logran stos. As, dentrode las funciones necesarias para su consecucin tene-mos la Legislativa, la Ejecutiva o Administrativa y la Judi-cial, ejercidas por conducto de sus rganos representati-vos. Mientras, el servicio pblico constituye slo una partede la actividad de la Administracin Pblica que lleva acabo el Estado, y slo por excepcin los otros poderes p-blicos y los particulares, pero sujetos a normas de exorbi-tante derecho.

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    teccin contra actos de aqullos,como ocurri en 1958 con la resolu-cin del caso Lth-Harlam, cuandoun periodista pretendi boicotear lapelcula del cineasta debido a supasado nazi. El demandado fue en-contrado culpable de afectacin dederechos fundamentales va un re-curso constitucional.28 La sentencia(BVerfGE 7, 198)29 prohibi al recu-rrente realizar expresiones con lascuales pudiera influir sobre otraspersonas para que se unieran a suopinin sobre una reaparicin de [eldirector] Harlan, y que stas orien-taren su conducta en contra de suspelculas. El tribunal constitucional sostuvo que,aun cuando objetivamente, tal prohibicin cons-tituye para el quejoso una limitacin a la libreexpresin de su opinin fundament su senten-cia considerando que las expresiones emitidaspor el recurrente constituan un acto ilcito encontra de la demandante; por tanto reconoci ala actora un derecho a exigir que el demandadose abstuviera de expresar su opinin. De estemodo, la pretensin de la demandante en el cam-po del derecho civil, aceptada por el tribunalconstitucional, condujo a una sentencia restric-tiva de la libertad de opinin por ser violatoria deun derecho fundamental consagrado en la leyfundamental. As, se afirm: La influencia de losparmetros valorativos establecidos por los dere-chos fundamentales, cobra especial validez tra-tndose de aquellas disposiciones de derechoprivado que abarcan normas obligatorias (taxati-vas) y que, por tanto, forman parte del ordre pu-blic (en sentido amplio); es decir, se trata de prin-cipios que, en aras del bien comn, deben serobligatorios tambin para la configuracin derelaciones jurdicas entre particulares.30

    De Argentina y tambin de los aos cincuen-ta es el precedente Kot derivado de un conflictolaboral en que la Corte Suprema resolvi que los

    derechos fundamentales no sloson oponibles frene al Estado, sinotambin tienen eficacia frente aparticulares. El caso vers sobre elpropietario de una empresa (SamuelKot) tomada por los empleados aconsecuencia de un conflicto labo-ral. Luego de intentar una denun-cia por usurpacin que termin conel sobreseimiento, ste interpuso unrecurso de amparo invocandoafectacin de las garantas a la li-bertad de trabajo (art. 14); la propie-dad (art. 17), y la libre actividad (art.19), todas de la Constitucin de lanacin argentina. El mismo fue re-

    suelto de forma favorable al estimarse la proce-dencia de una proteccin expedita y rpida queemanaba directamente de aqulla, la que no lesimpone a los particulares la obligacin de recu-rrir a la defensa lenta y costosa de los procedi-mientos ordinarios.31 En la parte considerativasostuvo que no haba nada ni en la letra ni en elespritu de la Constitucin que permitiera afir-mar que la proteccin de los llamados derechoshumanos est circunscrita a los ataques queprovengan slo de la autoridad:32 Nada hay, tam-

    En el proyectode decreto denueva ley deamparo, de

    agosto de 2003,tambin se

    justific la pro-cedencia deljuicio contra

    actos departiculares

    2 8 Cfr. MIJANGOS, J., Los derechos fundamentales en las rela-ciones entre particulares, Mxico, Porra, 2007, pp. 18 y 19.

    2 9 Disponible en: http://www.palermo.edu/cele/libertad-de-expresion/jurisprudencia/pdf/luth.pdf.

    3 0 Ibd.

    3 1 Ante todo, corresponde apartar el fundamento expresadopor el tribunal a quo para desechar la pretensin del inte-resado. ste no dedujo recurso de habeas corpus, sino deamparo, invocando los derechos constitucionales de la li-bertad de trabajo, de la propiedad y de la libre actividad, osea, dedujo una garanta distinta a la que protege la liber-tad corporal y que, a semejanza del hbeas corpus, procu-ra asimismo una proteccin expeditiva y rpida que emanadirectamente de la Constitucin. Esta Corte lo ha declara-do as en la sentencia de fecha 27 de diciembre del aoppdo. en la causa Siri, Angel (Fallos, 239, 450), con fun-damentos que se dan aqu por reproducidos en todo lopertinente. Que si bien en el precedente citado la restric-cin ilegtima provena de la autoridad pblica y no deactos de particulares, tal distincin no es esencial a losfines de la proteccin constitucional. Admitido que existeuna garanta tcita o implcita que protege los diversosaspectos de la libertad individual (art. 33, Const. Nacio-nal), ninguna reserva cabe establecer de modo que exclu-ya en absoluto y a priori toda restriccin que emane depersonas privadas [...]. Disponible en: Fallos de la CorteSuprema de Argentina, Samuel Kot, 1958, disponible en:http://falloscsn.blogspot.mx/2005/08/samuel-kot-1958.html.

    3 2 Ibd.

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    poco, que autorice la afirmacin de que el ata-que ilegtimo, grave y manifiesto contra cualquie-ra de los derechos que integran la libertad, latosensu, carezca de la proteccin constitucionaladecuada que es, desde luego, la del habeascorpus y la del recurso de amparo, no la de losjuicios ordinarios o la de los interdictos, con tras-lados, vistas, ofrecimientos de prueba, etc. porla sola circunstancia de que ese ataque emanede otros particulares o de grupos organizados deindividuos.33 Lo anterior se sustent con lasideas los constituyentes de 1853.

    Se afirm que si bien aqullos tuvieron comoinmediata finalidad la proteccin de los derechosesenciales del individuo contra los excesos de laautoridad pblica, ahora hay una tercera cate-gora de sujetos, con o sin personalidad jurdica,que slo raramente conocieron los siglos ante-riores [...] que acumulan casi siempre un enor-me podero material o econmico. A menudo susfuerzas se oponen a las del Estado y no es discu-tible que estos entes colectivos representan, jun-to con el progreso material de la sociedad, unanueva fuente de amenazas para el individuo y susderechos esenciales.34 De ah que si en la so-ciedad contempornea los jueces tuvieran quedeclarar que no hay proteccin constitucionalde los derechos humanos frente a tales organi-zaciones colectivas, nadie puede engaarse deque tal declaracin comportara la de la quiebrade los grandes objetivos de la Constitucin y, conella, la del orden jurdico fundamental del pas.35

    Puede advertirse que an ante la omisin oaparente oscuridad del texto fundamental, elintrprete constitucional puede lograr que susaltos fines se concreten.

    En Colombia, el artculo 95 de la Constitucinnacional ordena respetar los derechos ajenos yno abusar de los propios. La afectacin del de-recho en perjuicio de cualquier persona puededar nacimiento a una accin de tutela para laproteccin de los derechos fundamentales decorte constitucional violados por el abuso de losparticulares; por ejemplo, cuando el abuso del

    derecho se refiere a la modalidad de una empre-sa dominante en el mercado. Un caso resueltopor la Corte Constitucional refiere una empresaque decidi no suministrar ms materia prima aotra que la denunci ante la autoridad por in-exactitudes en el peso del producto que aqullale comercializaba. En este caso el tribunal resol-vi que la libertad de empresa no poda ejercer-se de una manera abusiva desconociendo losvalores o principios fundamentales. Esa negati-va a contratar fue entendida por la Corte comouna discriminacin arbitraria censurable conbase en el principio del abuso del derecho en elejercicio de la libertad de empresa.36

    Otro ejemplo narrado en la misma obra es elsiguiente: un ciudadano atormentado por lasconstantes oraciones de una comunidad religio-sa y la msica de alabanza contina, golpeo conpiedras las puertas del recinto y lanz imprope-rios y palabras obscenas contra los miembros deuna congregacin para tratar de impedir la cere-monia dominical. El Pastor interpuso una accinde tutela contra el vecino ofensor, al considerarvulnerado el derecho fundamental a la libertadde cultos. El tribunal decidi tutelar este ltimoderecho. El asunto lleg en revisin hasta laCorte Constitucional de Colombia, pues se en-frentaban dos derechos fundamentales: la liber-tad de cultos y el derecho a la intimidad. La cor-te estim que en este caso deba prevalecer elsegundo, por sus circunstancias, pues todo de-recho lleva consigo un deber intrnseco que im-pide su expresin absoluta, y se haba abusadodel primero, pues los cnticos se llevaban a cabode 7:30 a 9:00 y de 19:30 a 21:00 horas, los dasmartes, jueves y sbado (maana y noche) contambores, cantos, aplausos y guacharaca37 y laasistencia de 70 a 80 personas, y, segn la corte,nadie puede alegar su propia culpa en su defen-sa. La causa de la violacin era el abuso del de-recho. Su expresin no slo perturbaba las con-ciencias, sino incluso la tranquilidad de los veci-nos que no pertenecan a esa Iglesia. La cortesostuvo que el ruido constituye una injerencia

    3 3 Ibd.3 4 Ibd.3 5 Ibd.

    3 6 RENGIFO, E. Del abuso del derecho al abuso de la posicindominante, Bogot, Universidad Externado de Colombia,2002.

    3 7 Instrumento musical del ballenato.

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    arbitraria en la intimidad de toda persona, y staes: Un reducto o espacio fsico inexpugnable,ajeno a los otros, en el que puede resguardarse,aislndose del tumulto de la vida moderna, go-zar del recogimiento necesario y proyectar tran-quilamente su personalidad, alejado y libre deintromisiones o contactos que el sistema socialnormalmente acarrea. De ah que la existenciadel deber ciudadano de no abusar de los propiosderechos y la accin de tutela como medio deproteccin de los derechos fundamentales vio-lados por el abuso de particulares, haya posibili-tado este tipo de defensa.

    F. Alcances de la disposicin

    En Mxico, en el ao 2001, con motivo delproyecto de ley que se comenta, se expuso lanecesidad de incorporar a los particulares comoautoridad responsable en el amparo, lo que re-presentaba una respuesta incipiente pero nadadespreciable frente a los poderes privados no re-gulados o insuficientemente regulados. Comorespuesta legislativa a los avances alcanzadosen otras latitudes, finalmente el texto de la Leyde Amparo incorpor la aptitud de interponer eljuicio de amparo contra actos de particulares.Pero, en el plano local cundo o por qu motivolos particulares pueden realizar vlidamente ac-tos equivalentes a los de la autoridad? Qu seestima por norma general para sus efectos?

    Una respuesta a la primera pregunta la en-contramos en la ciencia administrativa. En eldesarrollo y evolucin de la administracin p-blica, el Estado ha requerido cada vez ms de laparticipacin de los diversos sectores para laconsecucin de los grandes fines y objetivos p-blicos (polticos, sociales, culturales y econmi-cos), y para ello concierta la realizacin de ac-ciones con representantes de grupos sociales yparticulares y, a tal fin, permite su participacindirecta o indirecta en una gama importante deactividades. En la medida en que se limita cadavez ms la intervencin del Estado en la vidaeconmica, se reduce el sector paraestatal y steslo interviene en reas estratgicas y priorita-rias, lo que propicia la necesidad de la colabora-cin de los particulares en una serie de activida-

    des, otrora exclusivas del ente pblico, como laprestacin de algunos servicios pblicos, que almismo tiempo tienen rango de derecho funda-mental universal en Mxico. Los ejemplos msdestacados son los servicios pblicos sanitariosy el servicio pblico educativo.

    As, el artculo 3 de la Constitucin federalestatuye que los particulares podrn impartireducacin en todos sus tipos y modalidades. Igualocurre con los servicios de salud, cuya ley regla-mentaria (artculos 38, 39 y 40) dispone que laspersonas fsicas y de carcter social puedan pres-tar los servicios sanitarios que convengan conlos usuarios, siempre sujetos a las disposicionesde orden pblico. Las leyes secundarias que losregulan: Ley General de Salud Ley de Salud yLey General de Educacin Ley de Educacinson de aqullas a las que hace mencin el art-culo 133 constitucional: normas supremas de laUnin. Normas que se emiten mediante compe-tencia delegada en favor del Congreso generalpara determinar concurrencia entre federacin,estados y municipios, las que, una vez promul-gadas y publicadas, deben aplicarse por las au-toridades federales, locales, del Distrito Federaly municipales.38 Pero las normas generales tam-bin podemos apreciarlas desde la perspectivaque introduce el Dictamen de la LXII Legislaturade la Cmara de Diputados, del 12 de febrero de2013, que alude a su carcter de regla de con-ducta imperativa: una disposicin legal, unilate-ral e imperativa que sustenta el acto de autori-dad sobre el quejoso, con independencia de lanaturaleza formal de quien lo emite: Quesea asimilable por ley a una funcin pblica yque no tenga un medio adecuado o va ordinariapara remediarlo que lo deje en estado de inde-fensin.39

    De conformidad con el artculo 3 de la Ley deEducacin, los particulares pueden impartir elservicio educativo en todos sus tipos y modalida-des siempre y cuando obtengan autorizacin

    3 8 Vase Amparo en revisin 1738/2005, disponible en: http://www.google.com.mx/

    3 9 LXIII Legislatura, Cmara de Diputados, Dictamen, Comi-sin Dictaminadora, Sinopsis, disponible en: http://sitl.diputados.gob.mx/LXII_leg/dictameneslxii_ld.php?init=0&tipot=Nueva%20Ley&pert=3.

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    expresa del poder pblico y adecuen su actua-cin a los trminos que establezca la ley. Inclu-so, el Estado se reserva la aptitud de otorgar yretirar la autorizacin o el reconocimiento devalidez oficial a los estudios que se realicen enlos planteles particulares, en caso de que no seanobservadas las reglas que rigen su prestacin,que al mismo tiempo que servicio pblico cons-tituye una funcin pblica de carcter social,segn ordena el propio numeral constitucional.Con apoyo en sta y en otras normas generales,los particulares ejercen una serie de actos (posi-tivos y negativos) que pueden incidir en la esferajurdica de los gobernados al afectar sus dere-chos fundamentales. En la prctica, en este ru-bro se han presentado los primeros amparos con-tra actos de particulares. Si aqullos substitu-yen al Estado en sus tareas, tambin deben po-der impugnarse sus actuaciones cuando se ale-jen de la normativa y vulneren derechos funda-mentales. Pero no nos confundamos, esta pro-teccin es diversa de las que se plantean en elentorno de las relaciones estrictamente privadas,en las que tambin se manifiestan conductasque subordinan derechos fundamentales ante lafalta de regulacin jurdica o ante la ausenciade un remedio eficaz que produzca en forma pron-ta la paralizacin de la conducta arbitraria.40 Estaltima nocin implica una mayor amplitud pro-tectora a la que todava no se arriba en el planonacional: el juicio de tutela contra actos de par-ticulares en el trfico jurdico privado. Lo que re-gula la ley vigente en la materia es el amparocontra autoridades de hecho, no contra actos denaturaleza privada.

    Con anterioridad a su expedicin, ya se ha-ban otorgado algunos amparos contra actos departiculares que se asimilaban a la autoridad,pues actuaban bajo el imperio de una normageneral. Por ejemplo, en el amparo en revisin

    567/2003 interpuesto contra la ConfederacinDeportiva Mexicana, asociacin civil creada entrminos de normas de derecho privado (22 dejulio de 1933).41 Pese a ello sustentaba su actua-cin en la Ley General del Deporte;42 su presiden-te era representante del titular del Poder Ejecu-tivo federal en materia deportiva; reciba recur-sos pblicos para integrar su presupuesto (msde 3 mil millones tan slo para 2014);43 repre-sentaba al deporte federado en Mxico, y ejercaactos de autoridad, por ejemplo: estaba faculta-da para imponer sanciones a las federacionesque la integran; para intervenir, investigar, reco-mendar o resolver los conflictos o controversiassurgidos entre las federaciones y los organismosafines y sancionar a los miembros asociados entrminos del estatuto, del reglamento y de la ley;para aplicar sanciones por infracciones al esta-tuto de la confederacin y su reglamento enmateria deportiva a las federaciones; entre otras:amonestacin privada o pblica, cancelacin,reduccin o limitacin parcial o total de apoyoseconmicos o materiales, suspensin temporaly hasta expulsin. De ah que fuere autoridadms all de su constitucin acorde a normas dederecho privado y su forma de operacin suigneris.

    En su oportunidad se resolvi el amparoen revisin y se reconoci su carcter de autori-dad para efectos del juicio, bajo el argumentosiguiente:

    Se desempea frente a sus federaciones como au-toridad de hecho y de derecho, en la medida en quecon apoyo en los ordenamientos normativos citadoscrea, modifica o extingue derechos de los organismosque integran el deporte confederado nacional. 44

    4 0 La idea tambin es ajena a las resoluciones que en amparodirecto salvaguardan derechos y libertades protegidos porla Constitucin vulnerados en procesos ordinarios ante lainobservancia o vulneracin de la autoridad responsable(SILVA GARCA, Fernando El juicio de amparo contra parti-culares? El derecho a la salud contra mdicos y hospitalesprivados, disponible en Revista del Instituto de la Judica-tura Federal, disponible en: http://www.ijf.cjf.gob.mx/pu-blicaciones/revista/34/silva.pdf.

    4 1 Estatuto disponible en: http://www.codeme.org.mx/images/stories/09_Estatutos/estatuto%20y%20reglamento%20de%20codeme%202010%20vigente.pdf.

    4 2 Abrogada el 7 de junio de 2013.4 3 Disponible en: HTTP://WWW.REVISTAESPORTES.COM/

    INDEX.PHP/NOTICIAS/NACION/MEXICO/4069-DEFINEN-PRESUPUESTO-PARA-EL-DEPORTE-EN-EL-2014.

    4 4 Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta, Novenapoca, Tribunales Colegiados de Circuito, tomo XVII, 184516.I.7.A.213 A, abril de 2003, p. 1066.

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    El da de hoy no queda duda al-guna de su carcter autoritario,pues con la recin promulgada LeyGeneral de Cultura Fsica y Deporte,publicada en el Diario Oficial de laFederacin el 7 de junio de 2013, yaes parte del Estado, pues se trasfor-m en organismo pblico descen-tralizado de la Administracin Pbli-ca Federal, conductor de la polticanacional en la materia.

    Existe otro precedente en senti-do divergente, donde la SupremaCorte desaprovech la oportunidadde proteger derechos fundamenta-les violentados con motivo del trfi-co jurdico entre particulares. Ellose present en el amparo directo enrevisin 618/2006.45 En la demanda de amparo,el quejoso adujo que, contrario a lo sealado porla responsable, exista clara nulidad en la clu-sula sexta del convenio de separacin de sociocelebrado con la demandada, en el juicio de don-de eman el acto reclamado, ya que en ella exis-te una prohibicin o menoscabo de ejercer unaprofesin y es indudable que en ella se pactaronconvenciones contrarias a lo establecido en elartculo 5 constitucional, lo que se traduce cla-ramente en una violacin a normas de ordenpblico. En efecto, mediante un contrato civil,los particulares pactaron que uno de ellas coar-tara el ejercicio de su profesin de forma tempo-ral de la otra frente a terceros, en el supuesto deseparacin de la sociedad. El contenido de laclusula base de la accin seala:

    El socio que sea excluido o separado de la sociedadno podr ofrecer, ni prestar directa ni indirectamentesus servicios profesionales durante un trmino de dos

    aos (ya sea que la profesin la ejerza indi-vidualmente o como miembro de otro des-pacho de contadores pblicos o consulto-res de cualquier otra organizacin o em-presa), a los clientes que tenga el despa-cho [...] en la fecha de su separacin o quehaya tenido durante los tres aos anterio-res a la separacin, bajo la pena en casocontrario de perder a favor del despachocualquier saldo a su favor y la de pagar unveinticinco por ciento sobre el importe bru-to de los honorarios que perciba o debierapercibir, por concepto de daos y perjui-cios causados a la sociedad y/o a los so-cios [...].

    En el recurso, mismo que fuedesechado por el alto tribunal, des-taca el voto particular del ministroCosso, al cual se adhiri la minis-tra Snchez Cordero, que sustenta

    la necesidad de la eficacia de los derechos fun-damentales en las relaciones entre particulares.En l se sostiene que el tribunal colegiado s rea-liz una interpretacin directa de la Constitucin,y que la Sala estaba en condiciones de [...] estu-diar el problema de constitucionalidad plantea-do, al tiempo que apunta la necesidad de quela Corte no renuncie a emprender, sobre su le-gtima base, la revisin constitucional de un cam-po jurdico notorio: los conflictos en los que unparticular denuncia que otro particular ha vul-nerado sus derechos fundamentales.46 En laparte medular, bajo argumentacin coincidentecon la formulada por el tribunal constitucionalargentino, en el caso Samuel Kot, sostuvo que,como en otros pases, el amparo mexicano fuepensado como un juicio encaminado a defendera los particulares contra el actuar arbitrario delas autoridades pblicas, no de simples particu-lares. Esta opcin es lgica en un momento his-trico en el que la percepcin general era que lamayor amenaza a los derechos de los individuosvendra de las autoridades, no de sus conciuda-danos. Sin embargo sigue el argumento:hoy en da es una percepcin generalizada quelos derechos se ven tanto o ms amenazados porlas actuaciones de otros particulares que por las

    Con anteriori-dad a su expedi-cin, ya se ha-ban otorgadoalgunos ampa-

    ros contra actosde particularesque se asimila-ban a la autori-dad, pues ac-tuaban bajo elimperio de unanorma general

    4 5 El acto reclamado fue la sentencia dictada por la QuintaSala Civil del Tribunal Superior de Justicia del DF en elToca de Apelacin No. 674/05/3 que confirm la sentenciadefinitiva dictada por el Juez Segundo en el expediente141/05, relativas al Juicio Ordinario Civil que conoci elDcimo Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Pri-mer Circuito, disponible en: http://www.scjn.gob.mx/Trans-parencia/Epocas/Primera%20sala/Novena%20poca/2006/44

    4 6 Ibd.

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    de las autoridades pblicas, que la frontera en-tre lo pblico y lo privado es cada da ms borro-sa, y que, en realidad, las constituciones no sonsilentes respecto a ello, pues existe un consen-so cada vez ms amplio sobre el punto de quelos derechos constitucionales estn llamados atener una eficacia horizontal en las relacionesentre particulares y no solamente vertical en lasrelaciones entre poderes pblicos y particulares.

    Otro caso resuelto bajo criterio coincidenteenfrent a un litigante y al colegio de abogadosal que estaba agremiado con motivo de la san-cin en sus derechos como asociado, por seismeses, sin exencin de cuotas. En el amparo enrevisin 2919/2009,47 la Suprema Corte resolvique la agrupacin no actu como autoridad envirtud de que el agremiado afectado acept vo-luntariamente la jurisdiccin de ese organismoprivado cuando ingres como miembro activo;de ah que tampoco fuere autoridad responsablepara efectos del amparo que interpusieren susagremiados, pues su pertenencia es siemprevoluntaria y el particular voluntariamente acep-t la jurisdiccin del organismo.48 Me parece queel argumento se cae por su propio peso; si bien alacto de afiliacin al colegio es voluntario, la de-cisin que priva al profesional de sus derechoscomo agremiado, pero lo obliga a seguir pagan-do las cuotas del periodo, no lo es, y la decisinse dict mediante atribuciones conferidas al enteen la Ley Reglamentaria del Artculo 5 constitu-cional relativo al ejercicio de las profesiones en elDistrito Federal (art. 50) y afect los derechos y elpatrimonio del quejoso; sin embargo, pudo serde suyo arbitraria.

    En el proyecto formulado por la ministra Sn-chez Cordero se propuso establecer que los co-legios de profesionistas, al sancionar a sus agre-miados, realizan actos de autoridad para efectosde la procedencia del juicio de amparo, ya queejercen facultades decisorias que constituyen laexpresin de una potestad administrativa de na-

    turaleza pblica, cuyo ejercicio es irrenuncia-ble.49 A la propuesta se adhiri el ministro Cos-so bajo el criterio de que un particular puedeser reconocido como autoridad cuando la legis-lacin le confiere atribuciones que son, en prin-cipio, propias de la funcin estatal, para que lasrealice como asociacin a nombre del Estado,en un contexto de delegacin de poder e inde-pendientemente de que el particular se hayaconstituido bajo las disposiciones de carctercivil o, inclusive, mercantil. El ministro Zaldvar,por su parte, puntualiz que no hay un conteni-do unvoco de lo que se entiende por autoridad,sino que ha sido la Suprema Corte de Justiciade la Nacin la que lo ha actualizando al dar res-puesta a las realidades del momento; de ah queno considerara como desnaturalizacin del jui-cio de amparo el establecer que determinadosparticulares en ciertos casos pudieran emitir unacto de autoridad para efectos del amparo.50 Ensentido discordante se pronunciaron el ministroSilva y la ministra Luna. Esta ltima sostuvo queel Colegio de Abogados no haba realizado unacto de autoridad, independientemente de queen varias ocasiones los criterios establecidos porla Suprema Corte le hayan otorgado a diversasentidades la calidad de autoridad, toda vez quese circunscriban a situaciones distintas, pues,la tica profesional no es una funcin de Esta-do en los trminos en que convencionalmente ypor voluntad propia se compromete un profesio-nista para observar un cdigo de tica.51 Coin-cido slo parcialmente con lo expuesto, pues lacuestin valorada no era de tipo tico, sino unafuncin jurisdiccional a cargo de los colegiospara sancionar infracciones en el ejercicio pro-fesional, actividad regulada por el Estado en unanorma de carcter general, que parcialmente seha delegado en los particulares ante su inaccin.El criterio mayoritario votado por siete votos con-tra cuatro fue el que prevaleci: el colegio no esautoridad para efectos del amparo.

    4 7 Suprema Corte de Justicia de la Nacin, Crnica del am-paro en revisin 2919/2009, disponible en: https://www.scjn.gob.mx/Cronicas/Cronicas%20del%20pleno%20y%20salas/cr-190410-colegios.pdf

    4 8 Ibd.

    4 9 Ibd.5 0 Ibd.5 1 Ibd.

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    A la fecha, bajo los trminos de la redaccindel artculo 5 de la Ley de Amparo vigente sehan interpuesto diversos juicios. Algunos de elloscontra instituciones educativas pblicas y priva-das. Contra aqullas, tratndose de actos quetradicionalmente no se estimaban autoritarioscomo: a) La omisin de tramitar una solicitud deentrevista con el rector, por parte de su secreta-rio, solicitada por un trabajador.52 b) La eleccindel Consejo Tcnico de cada una de las faculta-des de una universidad autnoma.53 c) Las de-terminaciones en relacin con la asignacin deplazas de docentes en los niveles de educacinprimaria o telesecundaria.54 Contra stas, por lanegativa a satisfacer el derecho de peticin y porprivar a un alumno del derecho a la educacin. Yes que como se manifest en el texto del dicta-men de la Cmara: Ni siquiera cabra agotar lava ordinaria (administrativa) para la defensa delgobernado, pues como se ha sostenido en otrospases, por los propios valores en juego y la nor-malmente urgencia del caso, ello se contraponeal ejercicio de soluciones de esa ndole y podraconducir a la frustracin de los derechos quecuentan con especial resguardo constitucional.Y si bien esta nocin se refiri respecto del dere-cho a la proteccin de la salud, otros derechosfundamentales en juego, tambin podran resul-tar colisionados de manera grave ante la demo-ra en su proteccin si se acude a los mecanis-mos de impugnacin tradicionales.

    Otro rubro en el que podrn presentarse am-paros contra actos de particulares en su carc-ter de autoridad son las profesiones libres en quese desarrollan actividades en nombre del Esta-do; por ejemplo, la dacin de fe pblica por nota-rios y corredores. La garanta de fe pblica com-

    pete de manera primigenia al Estado, acorde conlo que dispone el artculo 121 constitucional. ElEstado, por conducto del Congreso de la Unin,prescribe por medio de leyes generales la mane-ra de probar los actos pblicos, registros y proce-dimientos judiciales, mismos a los que se darentera fe y crdito en todos los componentes queintegran la federacin, pues debe prevalecer lacerteza y seguridad jurdicas que demanda la so-ciedad en los actos realizados por los goberna-dos en cualquier lugar.55 La prestacin de los ser-vicios pblicos notariales es una actividad tcni-ca organizada, establecida y controlada para ase-gurar la satisfaccin de una necesidad colectivade inters general sujeta a un rgimen de dere-cho pblico.56 Si bien como facultad del Estadose ejerce por todas las potestades pblicas, la fepblica notarial histricamente ha quedado ads-crita a cargo del poder ejecutivo y se ejerce atravs de profesionales independientes del dere-cho quienes brindan un servicio pblico delega-do que supervisa el Estado, pues ste otorga laspatentes (fiat) para su ejercicio. Igual ocurre conlos corredores como fedatarios pblicos y auxi-liares del comercio en trminos de una ley fede-ral, segn ordena el artculo 73, fraccin X, de laConstitucin de la Repblica.

    Lo que se puede advertir de alguno de los jui-cios en que algunos particulares se han asimila-do con las autoridades para efectos del amparoes cierto desconocimiento del juzgador en tornoa los trminos en que se desarrolla la funcinadministrativa as como algunos abusos incipien-tes por parte de los quejosos. Si bien los particu-lares concurren con el Estado a la ministracinde algunos servicios pblicos que constitucio-nalmente aqul brinda de forma gratuita, stosno estn obligados a brindarlos bajo trminosgraciosos ni cualquier decisin resulta autorita-ria para efectos del amparo; aqu existe una con-fusin, lo que genera afectaciones que pueden5 2 Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta, Dcima

    poca, TA, Tribunales Colegiados de Circuito, libro XXIII,agosto de 2013, tomo 3, tesis XXVI, 5 (V Regin) 12 A, p.1552.

    5 3 Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta, Dcimapoca [TA], Tribunales Colegiados de Circuit, libro XX, mayode 2013, tomo 3, tesis I. 4 A.52 A, p. 2155.

    5 4 Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta, Dcimapoca [TA], Tribunales Colegiados de Circuito, libro XII,septiembre de 2012, tomo 3, tesis XX 2 1 A, p. 1977.

    5 5 Lo encontramos en las constituciones de 1824, art. 145; enla de 1857, art. 115, y en el art. 121 de la Constitucinvigente (HERNNDEZ, O. A. Derechos del pueblo mexicano,Mxico a travs de sus constituciones, Mxico, H. Cmarade Diputados, 1988, pp. 121-123).

    5 6 Ibd.

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    resultar irreparables merced, por ejemplo, al otor-gamiento de la medida suspensional sin fijargaranta, debido a que la educacin es un bienintangible del que no puede privarse al particu-lar una vez adquirido, aun ante el sobreseimien-to del juicio o de la sentencia desfavorable. Enotros servicios, como en los sanitarios, inclusoel propio Estado percibe cuotas de recuperacin.Ello debe tomarse en cuenta.

    En el caso del derecho a la educacin, comoindican la Constitucin federal, las constitucio-nes locales y el Pacto Internacional de DerechosEconmicos, Sociales y Culturales, aun y cuandose trata de un derecho humano universal, no eslimitado ni absoluto. Su acceso y permanenciase sujeta a los trminos que fijen las institucio-nes educativas: pblicas y privadas. Y dentro deestas ltimas est el pago de las cuotas de ins-cripcin y colegiatura respectivas. As pues, serhasta el momento en que el particular cumplacon los requisitos legales previstos en las res-pectivas disposiciones de orden general emiti-das por el Congreso general o por las legislatu-ras de las entidades federativas, cuando la insti-tucin de educacin superior y el alumno enta-blen una relacin en la que aqulla podra ex-presarse como autoridad para efectos del ampa-ro, acorde a lo dispuesto en el artculo 5 de laley vigente. Pero aun as, debe dilucidarse cules la naturaleza del acto, caso por caso, paraestablecer su imperatividad, pues son mltipleslas actuaciones que puede desplegar una insti-tucin educativa en que no lo sern. Uno de ellos,en los que no cabe duda de la procedencia deljuicio es cuando la institucin (pblica o priva-da), unilateralmente, extingue la situacin jur-dica derivada del carcter de alumno, pues cons-tituye una potestad determinada en la ley, cual-quiera que sea la causa que la genere. A tal fintranscribo los artculos del reglamento de alum-nos de una institucin educativa superior pbli-ca y de estudios de otra privada que prevn estasituacin:

    Reglamento General de Inscripciones (UNAM)57

    I.- Primer Ingreso a Bachillerato y Licenciatura [...]

    Artculo 30.- En caso de que se llegara a comprobar lafalsedad total o parcial de un documento, se anular lainscripcin respectiva y quedarn sin efecto todos losactos derivados de la misma.

    Artculo 31.- Se cancelar la inscripcin en los casos enque as lo establece el Estatuto General o cualquierordenamiento de la Universidad.

    Reglamento de Estudios de Licenciatura (Ibero)58

    [...]

    Artculo 17. Un alumno ser dado de baja de la Univer-sidad Iberoamericana cuando:

    a) Repruebe tres veces la misma materia.

    b) No acredite una misma materia despus de cuatroinscripciones...

    d) Intente o cometa fraude de cualquier ndole contrala Universidad Iberoamericana...

    Artculo 18. Un alumno dejar de ser considerado comotal por los siguientes motivos:

    [...]

    d) Faltas graves que ameriten su expulsin, de acuer-do con lo sealado en este

    Reglamento, el resto de la normatividad universitariay la legislacin vigente...

    h) Intentar o cometer fraude de cualquier ndole encontra de la Universidad Iberoamericana.

    De ah que los actos mediante los cuales lasuniversidades desincorporan de la esfera jurdi-ca de los alumnos los derechos que les corres-ponden, constituyan actos de autoridad, pues sonemitidos con apoyo en atribuciones legales quecolocan a las instituciones educativas, respectode ellos, en relaciones de supra a subordinaciny tienen sustento en normas generales.

    Con seguridad, poco a poco se irn decantan-do las nuevas reglas procesales merced al usodel juicio y a los criterios que se produzcan porel Poder Judicial, pues, como es sabido, todocambio genera cierto desconcierto. Si bien meparece que el propuesto en torno al conceptoautoridad en la ley vigente ni es trascenden-te ni lo moderniza.

    5 7 Disponible en: https://www.dgae.unam.mx/normativ/legis-lacion/regein97/regein97.html.

    5 8 Disponible en: http://www.uia.mx/web/files/corpus/0014.pdf.