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SeñorEl

rocaes mi

Devocionales para hombres

¿Te encuentras entre una roca y un lugar difícil?

¿Se te está moviendo el piso debajo de ti?

¿Te preguntas dónde puedes encontrar terreno firme?

Cada vez que enfrentas problemas e incertidumbres,

Dios es tu Roca.

A lo largo de estas cinco semanas de devocionales

verás cómo la protección, la provisión y el amor

inquebrantable del Señor están reflejados en la

naturaleza, especialmente en la formación de rocas

y gemas poderosas, útiles, preciosas y valiosas.

Que esto te aliente a confiar más en el Señor Jesús,

la Roca de tu salvación.

#LMR19SCSP 699229

Devocionales para hombres

SeñorEl

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ISBN 978-1-947699-22-9

9 781947 699229

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Devocionales para hombres

A. Trevor Sutton

SeñorEl

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Capítulo 1Un Dios sólido como una roca

La Biblia a menudo describe a Dios como una roca. En este capítulo veremos que nosotros también podemos compararnos con las rocas en muchos aspectos, excepto cuando se trata de una fortaleza sólida que nunca falla. Allí es donde toda compara-ción termina, pues ni siquiera llegamos cerca. La verdadera seguridad sólo existe en las promesas sólidas como una roca de nuestro Dios. ¿Qué quiere decir que el Señor es tu roca? Veamos.

La visión de CTA es ver a cristianosministrando efectivamente, para que el Reino de Cristo

sea fortalecido y expandido.

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ISBN 978-1-947699-22-9IMPRESO EN TAILANDIA

A. Trevor Sutton

SeñorEl

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LunesMármol: esculpido por el artista

Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.

Ezequiel 36:26

Para transformar una piedra en una escultura se requiere destreza, precisión y una habilidad excepcional. Un martillo y un cincel en manos de un novicio no producen más que astillas de mármol en el piso. Pero un martillo y un cincel en las manos de un maestro artesano producen una creación asombrosamente perfecta. Es increíble cómo un maestro artesano puede transformar un trozo de mármol frío en una escultura impresionante.

Cuando se trata de cincelar corazones hechos piedra por el pecado, Dios es un maestro artesano. El Escultor divino quita nuestras aflicciones con destreza, precisión y habilidad excep-cionales. Sólo él es capaz de transformar la roca de nuestro corazón en una creación totalmente nueva. Cuando Dios nos talla en una nueva creación en Jesús, el remordimiento y la culpa desaparecen.

En vez de un martillo y un cincel, Dios utilizó un martillo y clavos para clavar a su Hijo en la cruz. Con esas herramientas atravesó el pecado y la muerte que petrifican nuestro corazón. El pecado que una vez nos envolvía ha sido cincelado, barrido y descartado por nuestro Señor por toda la eternidad. Donde una vez hubo pecado, ¡ahora vive el Espíritu Santo y nos da vida!

Pero no debemos olvidar que nunca podemos considerar la es-cultura sin reconocer al escultor. Las esculturas de mármol más magníficas del mundo: el David en Florencia, Moisés en Roma, La Piedad en el Vaticano, no existirían si no fuera por su escultor. Si no fuera por Miguel Ángel, no serían nada más que trozos de mármol. Las creaciones siempre dependen de su creador.

De la misma manera, quienes hemos sido hechos en Jesús siempre le damos a él la gloria. Sin Jesús no seríamos nada más que un trozo de roca llena de pecado. Sin Jesús todavía estaríamos atra-pados, viviendo como el viejo Adán (Efesios 4:22-24). Sin Jesús no tendríamos nada. Glorificamos y alabamos a Dios, la Roca de nuestra salvación, ¡porque ha tomado un trozo de roca y la ha transformado en una nueva creación!

Señor Jesús, tú eres el único maestro artesano capaz de transformarme en una nueva creación. Talla mi corazón de piedra de tal manera que…

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Oración:

MartesPiedra pómez: limpia, pura y perfecta

Vino a él [Jesús] un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.

Marcos 1:40–42

La lava brota feroz de la tierra a una temperatura de alrededor de 2000°F y con su color rojo, naranja y a veces blanco, se desparrama hasta que se enfría y solidifica en una roca llamada pómez. Este tipo especial de roca es bien liviano y de baja densidad: tan baja, que puede flotar en el agua. Sus propiedades únicas permiten que se la utilice para hacer cemento, jabón de manos y dentífrico y para contener derrames químicos. También se la muele en partículas finas como la arena para filtrar agua. El agua que bebemos en casa quizás sea filtrada con ella. Su forma y estructura multifacética permite atrapar las impurezas

mucho mejor que otros tipos de filtros y remueve los contami-nantes, dejando sólo el agua pura y limpia.

Nuestro Señor, el Autor y Roca de nuestra salvación, vio nuestro pecado y supo que necesitábamos un Salvador: alguien que pudiera limpiar nuestro corazón como ninguna piedra pómez jamás lo haría. A través de Jesús, Dios nos ha provisto la forma de ser perfectos y puros. ¡La vida, muerte y victoriosa resurrección de Jesús de la tumba nos ha limpiado!

Todos tus fracasos son filtrados por la gracia de Dios. Las impurezas del pecado que se aferran a tu alma son capturadas y desechadas para siempre. La polución de tu corazón, alma, mente y todo tu ser, ha sido clavada a la cruz y lavada en la sangre de Jesús. Esto significa que, a través de la fe en Jesús, eres puro, limpio, sin mancha.

Ser limpiado por Jesús también significa que el propósito verdadero para tu vida es restaurado. El agua sucia y contaminada no tiene un propósito o uso verdadero: no puede refrescar al cuerpo, nutrir las plantas o dejar algo limpio. Asimismo, las almas sucias por el pecado no tienen la capacidad de cumplir el propósito de Dios. Contaminado por la muerte y la desesperación, no puedes llevar al mundo la paz, el poder, el amor o la misericordia de Dios. Pero al ser limpiado y purificado por Jesús, tu propósito es renovado y puedes realizar los planes y propósitos que Dios tiene para ti.

Dios santo, quítame las impurezas que se me pegan. Lava mi pecado, límpiame y ayúdame a crecer en la fe …

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Oración:

MiércolesÁmbar: liberado del pecado

Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.Juan 8:36

Gota tras gota, la savia fluye de una rama quebrada del árbol como si fuera una canilla rota. La resina pegajosa arma un charco en la tierra. Al oler el líquido dulce, un insecto curioso se acerca a inves-tigar. Aunque sólo lo toca con una pata, la decisión resulta desas-trosa: inmediatamente queda atrapado sin posibilidad de escape.

La savia no parece ser siniestra. Sin embargo, innumerables insectos han muerto al tocarla con sólo una pata: al solidificarse, se convierte en un tipo de roca conocido como ámbar. Esa savia petrificada a veces contiene los restos de un insecto o una planta—cosas que parecían estar atrapadas sólo momentáneamente, pero que quedaron en la roca translúcida para siempre.

¿Puedes ver las similitudes entre la savia y el pecado? A la distancia no parece ser peligroso. Pero apenas lo tocas y te atrapa. El pecado tiene la capacidad de pegársenos, manchando todo lo que toca y socavando nuestra vida. Al igual que el insecto incauto, ponemos un pie en el charco de la tentación y terminamos atrapados, incapaces de liberarnos a nosotros mismos. Cuanto más tratamos, más fuerte nos atrapa. La única manera de salir es que alguien venga y nos libere.

Nuestro Dios, nuestra Roca, es más poderoso y fuerte que el caos del pecado petrificado. Aun antes del comienzo del tiempo ya tenía un plan para rescatarnos (1 Pedro 1:18-21). En su amor, no per-mitiría que sus hijos amados quedaran atrapados para siempre. Y así envió un Salvador.

En la cruz de Jesús, Dios nos ha liberado. Con su vida, muerte y resurrección rompió las cadenas de la muerte y aplastó nuestros pecados. Con su sangre lavó la resina del pecado que se aferra a nuestro corazón y alma.

¡La cruz de Jesús te ha dado una vida nueva! En él has sido liberado, libre para vivir en confianza, gratitud y propósito.

Oh, Señor, derrumba el pecado y la culpa que me atra-pan y libérame en Jesús para que …

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Oración:

JuevesLa Roca que no se despedaza

Pues ¿quién es Dios aparte del Señor?¿Quién más que nuestro Dios es una roca sólida?

Salmo 18:31ntv

El Parque Nacional Yosemite tiene algunos de los picos de granito más increíbles del mundo. Sus peñascos y riscos han inspirado a pintores, fotógrafos, poetas y a todo quien ha visto su belleza. Antiguas, firmes y decididas, esas rocas son un emblema de la inamovilidad inalterable.

O al menos así parece.

A pesar de que esos picos parecen ser inamovibles, a menudo se despedazan y producen un derrumbe espectacular. Fuerzas geológicas invisibles debajo de la tierra ponen presión en el granito que, combinada con fuerzas externas—agua, hielo, terremotos y vegetación—producen el colapso. Como resultado, los valles están llenos de rocas caídas. Confiar en alguien o algo que no sea el verdadero Dios, es como confiar que uno de esos picos de granito nunca se va a derrumbar.

Confiar en tus habilidades, trabajo, dinero, familia o salud puede ser desastroso: por más firmes y seguros que aparentan ser, hay fuerzas invisibles y situaciones inesperadas que pueden derrumbarlos. Los ahorros de toda la vida se pueden evaporar en un mes. El trabajo se puede perder porque la empresa cierra. Y hasta una familia sólida como una roca puede derrumbarse ante una muerte inesperada.

Pero cuando confiamos en Dios, estamos confiando en el funda-mento indestructible del cielo y de la tierra. Cuando todo lo demás se derrumba, la Roca de nuestra salvación permanece firme. En Jesús, Dios ha mostrado su confiabilidad absoluta. Ni la muerte de Jesús en la cruz puso presión en los planes de Dios. La roca inmensa colocada en la entrada de la tumba de Jesús no fue obstáculo para Dios: fue quitada como si fuera una piedrecita. Jesús salió de la tumba victorioso sobre el pecado y la muerte: para ti. Y la tumba vacía prueba que sólo Dios es digno de tu confianza.

El poder de tu Señor es más grande que cualquier montaña. Sus promesas aguantan todas las tormentas de la vida y permanecen intactas cuando todo se desmorona. Nada en toda la creación es inamovible como la Roca de la Eternidad.

Señor, enséñame a poner mi confianza en ti. Muéstrame …

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Oración:

ViernesDiamante: no todo lo que brilla es Dios

Guardaos, pues, que vuestro corazón no se infatúe, y os apartéis y sirváis a dioses ajenos, y os inclinéis a ellos.

Deuteronomio 11:16

“No todo lo que reluce es oro.” Este dicho bien conocido advierte que las apariencias engañan. Algo puede parecer precioso, bueno y valioso cuando de hecho es engañoso, falso e inútil.

El zirconio cúbico es una imitación de diamante. Para el ojo inexperto, se ve idéntico a un diamante real. Externamente posee todas sus características: corte, claridad, quilates y color. Separar el dia-mante real del diamante falso requiere una inspección minuciosa y, a veces, una prueba. Dado que los diamantes son bastante más duros que el zirconio cúbico, las dos rocas se pueden probar una al lado de la otra. La prueba es simple: se las calienta con la llama de una vela y se las echa en una taza de agua fría. El diamante falso se romperá, mientras que el real se mantendrá perfectamente intacto.

Los dioses falsos abundan en este mundo. Parecen ser sustitutos perfectos del único verdadero Dios. La riqueza brilla, prometiendo  cumplir tus más profundos deseos. El éxito te insta a tratar de “ser como los demás”, hasta que llegues a obtener una alegría y satisfac-ción sin fin. La tentación te susurra la posibilidad de un gran placer y gratificación. Incluso tu propio corazón te dirá que tus logros y habilidades brillan con su perfección. ¡Que no te engañen! ¡No todo lo que reluce es Dios!

El Señor, la Roca de nuestra salvación, es el único Dios verdadero. Sólo él posee la claridad y santidad perfectas. Sólo él es poderoso y perfecto. Todos los demás se rompen bajo presión, ¡pero el Señor reina para siempre!

Cuando tu fe en dioses falsos comience a quebrarse, el Señor tiene el don del perdón esperándote. Vuélvete a Aquél que soportó la presión de cargar todos tus pecados sobre sí. Vuélvete a Aquél que sintió el rechazo en la cruz y sufrió la presión de la muerte y la tumba. Dirígete a Aquél que, como un diamante sacado de la tierra, salió de la tumba vivo y victorioso sobre el pecado y la muerte. ¡Jesús lo hizo todo por ti!

Confía en el Señor, la Roca de tu salvación. ¡Él es más fuerte que todos, más puro que todos, y más precioso que todos!

Señor Dios, sólo tú eres la Roca perfecta y preciosa de mi salvación. Rompe todos los dioses falsos de mi vida…

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Oración:

Capítulo 2Rocas útiles

Las rocas  son más que joyas bonitas o elementos para proyectos de ciencias de la escuela primaria. Son extremadamente útiles en entornos industriales, en obras de construcción y en la fabricación de herra-mientas.

Dios también nos creó para ser útiles. Sin embargo, el pecado se interpone en el propósito y poder que Dios nos ha dado. Al enviar a Jesús como sacrifico por nuestros pecados, ¡Dios hizo borrón y cuenta nueva y restauró nuestro espíritu para el servicio!

Sábado o domingoLas cuatro cualidades de DiosSi alguna vez has comprado un diamante, sabrás que el valor está dado por su corte, claridad, quilates y color. Tu valor es mucho mayor que cualquier diamante, pues Dios te ha:

■ Creado: Dios te ha creado a su propia imagen. Dedica un tiempo este fin de semana a reflexionar sobre la maravilla de todo lo que Dios ha creado.

■ Limpiado: Jesús te limpia de tu pecado. Gracias a su sacrificio eres impecable e intachable, más claro que cualquier diamante. Dedica un tiempo este fin de semana llevando tus pecados y culpas a Dios para ser limpiado.

■ Modelado: Luego de ser creado por Dios y limpiado en Jesús, el Espíritu te modela en una nueva creación. Dedica un tiempo este fin de semana para adorar y recibir los dones de Dios.

■ Llamado: Has sido llamado por el Señor, la Roca, para compartir las buenas nuevas de Jesús con otros.  ¡Dondequiera que vayas este fin de semana, vive de acuerdo con el llamado de Dios!