Especial de rengifo

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La artillería del pensamiento Nº 1.441 | 7 E stá previsto que mañana el presidente Nicolás Ma- duro haga el lanzamien- to del movimiento infantil y juvenil de teatro César Rengi- fo, con el que espera encender la mecha de “una revolución cultural” y tenderles la mano a miles de niñas, niños y jóve- nes. Para acompañar ese acon- tecimiento, el Correo del Orinoco entrevistó a artistas, drama- turgos y directores de teatro que conocieron a Rengifo y a su obra: Humberto Orsini, Alexis Alvarado, Alberto Rava- ra, Saúl Rivas-Rivas, Carlos Herrera, Rafael Salazar, Yor- lando Conde, Dilia Waikkarán y Freddy Ñáñez. UN CARAQUEÑO POLIFACÉTICO Nació en Caracas el 14 de mayo de 1915. Escritor, artista plástico, periodista. Estudió en la Academia de Bellas Artes de Caracas entre 1930 y 1935. En 1937 vivió en México y tuvo contacto directo con el movi- miento muralista mexicano. De regreso a Venezuela en 1938 se involucró en las luchas políticas, afiliado al Partido Comunista. Reportero, redac- tor y coordinador de páginas culturales, formó parte del equipo fundador del diario Últimas Noticias en 1941. En 1953 fue fundador del grupo teatral Máscaras. Su actividad pictórica le valió galardones en los salones de arte de la época, así como el Premio Nacional de Pintura en 1954. Entre 1954 y 1955 ejecutó su famoso mural dedicado al héroe mítico caribe Amalivaca, en el Centro Simón Bolívar. También fue direc- tor de extensión cultural de la Universidad de Los Andes de Mérida entre 1958 y 1960. Desde 1959 concurrió con sus obras al Festival de Teatro Venezolano y obtuvo varios premios. En 1980 se le otorgó el Premio Nacional de Teatro. Falleció ese año en noviembre en Caracas. *Tomado de la Colección Biblioteca César Rengifo de Fundarte Una voluntad llamada César Rengifo

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publicado en el diario CORREO del ORINOCO son 10 entrevistas que hablan sobre el Movimiento Teatral Cesar Rengifo.......

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La artillería del pensamientoNº 1.441 | 7

Está previsto que mañana el presidente Nicolás Ma-duro haga el lanzamien-

to del movimiento infantil y juvenil de teatro César Rengi-fo, con el que espera encender

la mecha de “una revolución cultural” y tenderles la mano a

miles de niñas, niños y jóve-nes. Para acompañar ese acon-tecimiento, el Correo del Orinoco

entrevistó a artistas, drama-turgos y directores de teatro

que conocieron a Rengifo y a su obra: Humberto Orsini,

Alexis Alvarado, Alberto Rava-ra, Saúl Rivas-Rivas, Carlos

Herrera, Rafael Salazar, Yor-lando Conde, Dilia Waikkarán

y Freddy Ñáñez.

UN CARAQUEÑO POLIFACÉTICONació en Caracas el 14 de

mayo de 1915. Escritor, artista plástico, periodista. Estudió en

la Academia de Bellas Artes de Caracas entre 1930 y 1935.

En 1937 vivió en México y tuvo contacto directo con el movi-miento muralista mexicano.

De regreso a Venezuela en 1938 se involucró en las luchas

políticas, afiliado al Partido Comunista. Reportero, redac-tor y coordinador de páginas

culturales, formó parte del equipo fundador del diario

Últimas Noticias en 1941. En 1953 fue fundador del grupo

teatral Máscaras. Su actividad pictórica le valió galardones en los salones de arte de la época,

así como el Premio Nacional de Pintura en 1954. Entre 1954 y 1955 ejecutó su famoso mural

dedicado al héroe mítico caribe Amalivaca, en el Centro Simón

Bolívar. También fue direc-tor de extensión cultural de

la Universidad de Los Andes de Mérida entre 1958 y 1960.

Desde 1959 concurrió con sus obras al Festival de Teatro

Venezolano y obtuvo varios premios. En 1980 se le otorgó

el Premio Nacional de Teatro. Falleció ese año en noviembre

en Caracas.

*Tomado de la Colección Biblioteca César Rengifo de Fundarte

Una voluntad llamada

César Rengifo

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La artillería del pensamiento8 Especial Rengifo | Nº 1.441

De acuerdo con Humberto Orsini, docente y director con gran experiencia y trayectoria en las tablas, el dramaturgo, quien nació el 14 de mayo de 1915 y falleció el 2 de noviembre de 1980, fue el único que trabajó una visión global del país con la puesta en escena de 13 obras que abarcan periodos históricos importantes como la Colonia, la Independencia y la Guerra Federal, así como el desarrollo de la industria petrolera y la explotación del ser humano por el ser humano

T/ Héctor EscalanteF/ Joel ArangurenCaracas

El dramaturgo Humber-to Orsini aseguró que el abordaje de la obra tea-

tral del maestro César Rengifo, planteado como tarea principal del movimiento infantil y juve-nil que lleva su nombre y que será lanzado por el presidente Nicolás Maduro, permitirá a las nuevas generaciones redes-cubrir la historia de Venezuela.

“La idea fundamental es que la juventud venezolana conozca el pensamiento y la obra teatral de César Rengifo. Esto se hará mediante una estrategia de in-tegración colectiva, porque no se trata solo de llevar a escena sus montajes, sino de conocer a profundidad su pensamiento, porque el teatro de Rengifo está muy ligado a la historia de Ve-nezuela”, apuntó, en entrevista con el Correo del Orinoco.

Orsini, quien se desempeña actualmente como docente en la Universidad Nacional Expe-rimental de las Artes (Unearte), señaló que es necesario redescu-brir el teatro de César Rengifo, “pero redescubrirlo no solamen-te en la estructura dramática, sino también en sus valores”, dado que en su obra “están todos los elementos necesarios para entender qué fue nuestra socie-dad y cómo puede cambiar”.

El presidente Maduro lanzará movimiento infantil y juvenil que lleva su nombre

El abordaje teatral de Rengifo permitiráredescubrir la historia de Venezuela

Dijo que, además de la de-nuncia, en las piezas teatra-les de Rengifo también está presente una gran poesía, que a su criterio es la fe del pueblo por su liberación. “Los títulos de sus obras conllevan siempre a un gran aliento del pueblo y ese es el espíritu que realmente queremos redescu-brir ahora”, acentuó.

TEATRO Y RESISTENCIA INDÍGENAA pesar de haber tenido en el

país muy buenos dramaturgos, incluso muchos de ellos com-prometidos con los procesos revolucionarios, Rengifo fue el único que trabajó una visión global del país con la puesta en escena de 13 obras que abarcan periodos históricos importan-tes como la Colonia, la Inde-pendencia y la Guerra Federal, asintió el docente.

“Su teatro está cargado de contenidos históricos, pues él se ocupó de lo que ahora nos estamos ocupando nosotros, que es redescubrir la histo-ria”, precisó el dramaturgo, y refirió al mismo tiempo que esa recopilación histórica se inició con el tema de la resis-tencia indígena, mediante las obras Curayú y Apacuana y Cuaricurián.

Orsini reseña que esas histo-rias “expresan el espíritu rebel-de y científico de unos caciques a quienes recurría toda la gente para pedir orientación sobre cualquier cosa, porque eran unos grandes sabios”.

Además muestran cómo los indígenas lucharon para dete-ner las invasiones de los espa-

ñoles en el continente america-no. “En ellas se ve claramente como estos participaron en ba-tallas donde únicamente con flechas se enfrentaron a ejérci-tos armados”, apuntó.

En su opinión, esa trilogía teatral tiene un gran simbolis-mo pues, adicional a la gigan-tesca lección de resistencia y

de lucha, deja ver que Rengifo tenía muy claro que nuestros ancestros entendían perfecta-mente que de la derrota puede surgir también una victoria.

“En Curayú hay una donce-lla que es violada por un espa-ñol y queda embarazada. Al ir donde el sabio para practicarse un aborto, este manda a buscar unas raíces a un lugar muy le-jano para preparar un brebaje, pero el mensajero tarda mucho tiempo y la doncella no tuvo tiempo de interrumpir el emba-razo, entonces Curayú no toma esto como una derrota sino como un triunfo, porque dice: ‘Este ser que va a nacer va a ser el vencedor”, explicó.

RESISTENCIA DURANTE LA COLONIA

Como complemento de ese trabajo, César Rengifo creo un grupo de obras que se refieren al periodo colonial y “en cada una de ellas también está pre-sente el tema de la resistencia, la lucha en clandestinidad y lo terrible que fue la Colonia”, sos-tiene Humberto Orsini.

Una de ellas, describió, es Soga de niebla, “la cual está ba-sada en la historia de un escla-vo a quien le ofrecen la libertad con la condición de ser verdu-

Para el dramaturgo Hum-berto Orsini, el Gobierno Bo-livariano, mediante la cultura y el arte revolucionario, “está transformando la estructura de una sociedad de oprimidos, desconocidos e invisibilizados que habíamos heredado de las gestiones anteriores, a una so-ciedad de visibilizados”.

Ese cambio, resaltó Orsini, tie-ne que llegar hasta las y los es-tudiantes, “precisamente porque lo que se busca es que las nue-vas generaciones sean capaces de conocer la historia verdadera de Venezuela”.

Sobre este particular, recordó que en la obra llamada Quién nos robó esa batalla, inspirada

en la Batalla de Ayacucho, Ren-gifo hacía alusión a las bajas causadas por la burguesía y con esto él estaba redescubriendo la historia de Venezuela.

“Ahora nosotros estamos re-descubriendo nuestra historia y eso es lo que la burguesía actual no soporta, por eso dicen que el Gobierno está envenenando la mentalidad de los jóvenes, pero lo que en realidad está haciendo es abrir sus ojos, incluso ya la juventud empieza a hablar de una manera distinta”, concluyó.

Orsini ha sido profesor de actuación, dirección, teoría e historia del teatro en la Uni-versidad Católica Andrés Bello, en la Universidad Central de Venezuela, en la Escuela César Rengifo, en la Escuela Porfirio Rodríguez y en el Instituto Uni-versitario de Teatro.

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go, y este acepta, pero al final, horrorizado por tantas ejecu-ciones, decide abandonar todo aquello y al no poder hacerlo se suicida, pero ese mismo día le llega la orden de libertad”.

Otra obra importante dentro de esta compilación preinde-pendentista, agrega el catedrá-tico, es la historia de Joaquina Sánchez, esposa de José María España. “Después de la rebe-lión de los negros, en Coro, hay un intento de rebelión. Espa-ña permanecía escondido y a Joaquina la torturan para que confiese donde está, pero no lo hace. Al final lo agarran y a ella la recluyen cerca de la Plaza Mayor, dónde él iba a ser ejecu-tado. Al sonar las campanadas que anuncian la ejecución, dos esclavas que se encontraban en la misma celda comenzaron a llorar y ella les dice que no lo hagan porque la muerte de su esposo serviría para fortale-cerse”, relató.

CONCIENCIA REVOLUCIONARIAOrsini fundó en 1953 junto

con César Rengifo el Grupo Teatral Máscaras. La cercanía y confianza que tuvo con el dra-maturgo y director le permite reconocer hoy en día que du-rante su trayectoria profesional este mostró “posiciones avan-zadas, muy ligadas al pueblo y a la sociedad”.

Dijo que el hecho de llevar una vida muy humilde y llena de vi-cisitudes y dificultades hizo que el artista obtuviera una visión más realista del país y de los su-frimientos del pueblo, situación que lo indujo a estudiar la his-toria con mucha profundidad, por ello, tanto en el teatro como en la música y la poesía reflejó todos estos elementos.

“Su padre murió cuando él todavía no había nacido y, al poco tiempo de nacer, fallece su madre. Luego casi todos sus hermanos contraen la tubercu-losis. Incluso, cuando estuvo preso en los años 40 él también adquirió muchísimas enferme-dades”, describió.

Orsini explicó que Rengifo fue, además, un hombre muy decidido y estaba claro en sus metas. “A los 12 años se inscri-bió en la escuela de artes plás-ticas, después se fue a Chile a estudiar docencia y luego a México, donde aprendió mu-ralismo junto a un importante grupo de pintores comunistas y fortaleció ese espíritu rebelde e ideológico”, relató.

En Venezuela se opuso al go-bierno de Eleazar López Con-treras, “quien impidió el desa-rrollo de la clase obrera y de los partidos políticos”, y contra la dictadura de Marcos Pérez Ji-ménez, añadió el docente.

“Ver todo lo que sucedía du-rante esos gobiernos creó en Rengifo una conciencia revo-lucionaria, fortalecida por el marxismo como estudio y por los textos de grandes escritores sobre las luchas sociales en el mundo, por eso su dramaturgia estaba cargada de contenidos humanos, sociales, revolucio-narios, ideológicos”, insistió.

LA DENUNCIA PETROLERAOtro periodo representado en

la dramaturgia de César Ren-gifo, resalta Humberto Orsini, es el de la Venezuela petrolera. “Allí fue donde surgió el neoco-lonialismo norteamericano que engendró una cantidad de situaciones y escenarios que se

prolongaron, incluso, hasta la llegada de Hugo Chávez al po-der”, asintió.

Las obras representativas de esta etapa de la historia vene-zolana, acotó, tienen que ver más con la contemporaneidad. Por ello, el director teatral ase-gura que las mismas deben es-cenificarse mediante el nuevo programa de teatro infantil y juvenil, dado que a su juicio, en el país casi no se ha enseñado la verdadera historia de la indus-tria petrolera.

“Yo fui obrero petrolero por 12 años, conozco bien esta área, y para 1946 habían unas con-diciones de trabajo terribles, entonces es totalmente válido analizar y denunciar hoy en

día la manera como el imperia-lismo nos explotó en esa época”, fustigó el catedrático.

La sensibilidad social de Cé-sar Rengifo también lo llevó a crear una serie de obras basa-das en los problemas generados producto de la explotación del hombre por el hombre en la so-ciedad venezolana, añadió.

DISCRIMINACIÓN E HIPOCRESÍA BURGUESA

Señaló el profesor Humber-to Orsini que durante mu-chos años en Venezuela hubo una gran discriminación, tanto en el teatro como en la plástica. “En 1950 llega a Ve-nezuela el abstraccionismo y se hace la primera exposi-

ción en una galería llamada El Sótano, que estaba ubica-da en El Silencio. Eso explica el hecho de que en la Univer-sidad Central de Venezuela (UCV) no apareciera ningún cuadro de Rengifo, porque allí tenían preferencia por las corrientes abstractas, por el cubismo”, rememoró.

No obstante, “la pequeña burguesía progresista del país, que era la gente que ha-bía luchado contra Gómez pero que luego se dedicaron a hacer dinero, reconoce el talento de Rengifo, porque él era un gran maestro, y son quienes compran la mayoría de sus cuadros”.

Contradictoriamente, desta-ca el dramaturgo, esas perso-nas se mantenían del lado con-trario, acumulando fortuna, “pero lo admiraban por su obra y por las ideas que allí había plasmado, que eran las mismas que en un momento determina-do ellos defendieron”.

Lamentablemente Rengifo no corrió con la misma suerte en el teatro, contrastó Orsini. “Sus obras se montaron básicamen-te en los liceos, en las escuelas, porque eran los profesores, a veces de izquierda, quienes se interesaban por escenificarlas con los alumnos”, aclaró.

Aparte de eso, mencionó que había grupos teatrales de iz-quierda que también llevaban esas piezas a las cárceles, a los manicomios, a los cuarteles y a los sanatorios, sin importar que fuera al aire libre o en un recinto cerrado.

La cultura en general, que ante-riormente se encontraba secues-trada por la burguesía, está en este momento a disposición plena del pueblo, enfatizó Humberto Or-sini. A su criterio, una de las prin-cipales labores de la Revolución en ese ámbito es haber abierto las puertas del arte al pueblo.

Recalcó que, además de propi-ciar la realización de actividades de todo tipo, a las cuales puede asistir todo el mundo, también se ha brindado apoyo a las cultoras y a los cultores con capacitación y financiamiento, y se han forta-lecido los centros culturales.

Según el docente, la Revolu-ción, primero con Hugo Chávez a la cabeza y ahora con Nicolás

Maduro, ha dado una apertura tan amplia al arte que incluso el sector privado, que representa al estatus anterior, tiene cabida en la agenda de actividades.

“Una demostración muy palpa-ble de eso es la oportunidad de participación que ha dado Fundar-te en los dos festivales de teatro que se han hecho. Hasta ahora no ha habido ninguna exclusión, ahí han estado incluidos todos los grupos en la programación, inclu-so los superreaccionarios estuvie-ron presentes”, consideró.

Además, señaló que bajo el nue-vo esquema de trabajo también se ha masificado la asistencia del público para el teatro, puesto que “cuando inició el festival pasado ya estaban vendidas casi todas las entradas para la presentación

de 160 grupos y eso fue gracias al apoyo del Estado”.

Al reflexionar sobre esa nueva etapa que vive el arte y la cultura en Venezuela, el dramaturgo ase-gura que ofrecer al pueblo con cierta frecuencia el disfrute de una obra teatral y fomentar en las comunidades un intercambio de saberes sobre la temática abor-dada en dichas piezas, “provee a nuestra sociedad de fortaleza es-piritual, intelectual y humana”.

A juicio del catedrático, la ense-ñanza no puede venir de un solo lado sino que debe ser bidireccio-nal, por eso estima que “es inco-rrecto decir que se debe llevar la cultura al pueblo”, ya que “la afir-mación presupone una subesti-mación que da a entender que ese pueblo no tiene cultura alguna”.

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T/ J.Q.P.Caracas

La Escuela Nacional de las Artes Escénicas César Ren-

gifo se creó en 1979. El aporte de la institución al teatro es innegable: “De la escuela han egresado muchas personas que hoy están ubicadas en las artes escénicas, en el cine, en el teatro, en la televisión y en la radio. Ha dado muchos apor-tes, pero la escuela adolece de ciertas cosas porque queremos un nivel superior, que exista una línea consecutiva con la Universidad Nacional Experi-mental de las Artes (Unearte), que haya una política que nos una a todos”.

Aplaudió la iniciativa del presidente Maduro de crear un programa en los planteles

El teatro venezolano “tiene un auge que nunca había visto”Alexis Alvarado, profesor de la ENAE César Rengifo, señaló que la población considera que la actividad teatral “es un instrumento que permite, si no la solución de los problemas, al menos vislumbrar otra posibilidad de vida”

T/ Janet Queffelec PadrónF/ Héctor Rattia Caracas

Alexis Alvarado, profesor de dramaturgia, afirma que el teatro venezolano

ha tenido un auge indudable en los últimos años.

Conocido en las tablas como Bruno Mateo, este docente de la Escuela Nacional de las Artes Escénicas (ENAE) César Rengi-fo comentó que cada día aumen-ta el número de personas que reclaman por más espacios para presentar sus obras “y no les da miedo decir que hacen teatro”.

Manifestó que entre la pobla-ción venezolana existe una ma-yor conciencia de que el teatro “es un instrumento que permi-

Actuar actuando “es nuestra filosofía”

“De la escuela han egresado muchas personasque hoy están ubicadas en las artes escénicas”

Explicó que cuando se fundó la universidad, se había pro-yectado que la escuela se trans-formaría en un núcleo. Sin em-bargo, la propuesta no fue bien acogida “porque hay personas que no quieren ser licencia-do en actuación, sino actor; la universidad forma investiga-dores, que es importante, pero nosotros formamos a personas para actuar; actuar actuando es nuestra filosofía”.

La institución forma profesio-nales como técnica y técnico me-dio en artes escénicas en las men-ciones actuación, gestión y diseño teatral. Son tres años de estudio y las alumnas y los alumnos tienen asegurado su cupo en Unearte si desean la licenciatura.

Alvarado, quien desde hace 10 años es docente en el área de dramaturgia y letras, ex-plicó que en la escuela la filo-sofía es formar integralmente a los actores, gestores o dise-ñadores “con una conciencia social porque estos oficios tie-nen una pertinencia social y comunicacional”.

Apuntó que las y los estu-diantes reciben una educación basada en valores para que pos-teriormente los transmitan en su quehacer diario.

ACTUACIÓN NATURAL Alvarado indicó que existen

varias técnicas de actuación, pero en la escuela utilizan el método: “Es un trabajo más or-

gánico porque en la formación buscamos que el actor sienta como si está viendo la acción”, es decir, que la actuación sea más natural, “como si el actor estuviera en una situación real para que las emociones salgan por sí solas, a través del texto”.

Dijo que las actrices y los actores egresados de la César Rengifo se conectan rápida-mente con el cine, donde se re-quiere la naturalidad.

Mencionó que varias genera-ciones de actores han pasado por la escuela. Entre los más recientes refirió a Laureano Olivares, Carlos Cruz y Pastor Oviedo.

Comentó que Henry McCar-thy dirige un grupo de ópera en

Nueva York y que Sergio Villa-mizar está al frente de Ensam-ble Teatral. Refirió además que hace cuatro años el dramatur-go Paúl Salazar ganó el premio Monte Ávila con la obra Yo soy John Lennon.

Alvarado también estudió en la César Rengifo. Egresó en 1996 y agradece los conocimientos re-cibidos: “La actuación te permite enfrentarte a ciertas situaciones de la vida de una manera más racional, a pensar más las cosas, te quita el miedo escénico y te fa-cilita la comunicación. Además te crea un sentido social porque te das cuenta que existen perso-nas alrededor tuyo que tienen otra problemática”.

El apodo de Bruno Mateo lo adoptó por necesidad. Cuando tenía 14 años se interesó por el teatro, pero en su familia no era bien vista la profesión.

Como su padre se llamaba igual que él, decidió tomar prestado el nombre de su tía Bruna y como apellido eligió al azar Mateo.

te, si no la solución de los pro-blemas, al menos vislumbrar otra posibilidad de vida”.

Señaló que actualmente se han abierto nuevas salas y que se observa una mayor parti-cipación de la gente. Incluso, aseguró que las artes escénicas ahora son aceptadas como una profesión: “La gente ha tomado conciencia de que el teatro hay que estudiarlo y practicarlo, y que no difiere de otras profe-siones, más allá de interpretar personajes. Las personas están entusiasmadas en hacer teatro y artes escénicas”.

Apuntó que algunos espa-cios concebidos inicialmente para la presentación de obras, fueron utilizados por mucho tiempo para otros fines, pero que ahora con el apogeo que ha tenido la actividad se han reto-mado para el disfrute de las es-pectadoras y los espectadores.

En sus 29 años de experiencia en la profesión, asegura que el teatro venezolano “tiene un auge que nunca había visto”.

Recuerda que años atrás “existía el amiguismo; yo en-traba a las obras del Ateneo (de Caracas) porque conocía gente

allí; eso no lo dice nadie, pero es la pura realidad”.

Alvarado indicó que en la última convocatoria que hizo Fundarte para el Festival de Caracas se anotaron 50 gru-pos: “Yo pertenezco a la Aso-ciación Venezolana de Crítica Teatral y los fines de semana hemos contabilizado hasta 200 funciones distintas, desde obras de teatro con Diosa Ca-nales hasta obras de autor; hay para todos los gustos”.

En su opinión, en el teatro venezolano no puede hablarse de crisis: “Antes iba al teatro solo al que le gustaba; ahora al público en general le gusta ir al teatro”.

El docente comentó que en su mayoría las piezas teatrales son de calidad, aunque algu-nas responden a fines comer-ciales que perjudican la activi-dad. Como ejemplo, mencionó el teatro infantil que en algu-nas oportunidades sacrifica la calidad y el contenido para obtener buenos ingresos: “Al-gunas obras son vacías, pero la producción es impecable y eso no se puede negar”.

Lamentó que las dramaturgas y los dramaturgos venezolanos no toquen ciertos temas como la

política, o la actividad petrolera en nuestro país. Reconoció que existe una apertura para mos-trar situaciones como la diver-sidad sexual, “pero hay otras realidades que no se tocan”.

MOTIVAR DESDE LA ESCUELA Alexis Alvarado aplaudió la

iniciativa del presidente Nico-lás Maduro de crear un pro-grama de teatro en escuelas y liceos que lleve por nombre Cé-sar Rengifo.

En su opinión, significaría concebir algo parecido al Sis-tema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles; es de-cir, motivar a las niñas, los niños y adolescentes.

“Desde hace tiempo hemos luchado por eso, que se incenti-ve a los niños en el teatro desde la escuela. Hay niños de cinco años que tienen una cualidad histriónica, pero que se diluye. Hay que canalizarlo para que cuando tenga 25 años sea un profesional. El sistema tiene que avanzar”.

Lamentó que en el medio existan profesionales “y ami-gos que no comulgan con el proceso político y no quieran trabajar, pero que podrían aportar muchísimo”.

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12 Especial Rengifo | Nº 1.441 La artillería del pensamiento

El director señaló que es imperioso difundir la obra de este maestro a escala nacional e internacional, pues es un dramaturgo y artista plástico que traspasó las fronteras venezolanas y se convirtió en un hombre universal

T/ Patricia PinedaF/ María Isabel BatistaCaracas

Para el creador argentino Alberto Ravara, director del Instituto de Investiga-

ciones para el Desarrollo de las Artes en Venezuela (Iiave), darle el nombre de César Rengifo al movimiento infantil y juvenil de teatro representa un acierto para la cultura venezolana.

El creador argentino insistió en que el proyecto fortalecerá el desarrollo cultural del país

Ravara: Se hace justicia al darle el nombre de Rengifo al nuevo programa de teatro juvenil

El director, quien desde hace varios años está radicado en la patria de Bolívar, afirmó que a 30 años de la siembra del maestro Rengifo se hace imperioso difundir su obra a escala nacional e internacio-nal, pues este dramaturgo y artista plástico venezolano, la-tinoamericano y universal “es paradigma para el arte, la vida y la lucha de los pueblos y las nuevas generaciones”.

Con un entusiasmo desbor-dante por el desarrollo de este programa, Ravara de-claró al Correo del Orinoco que el teatro “es una escuela de hombres y mujeres” que funciona como herramienta de resistencia, que “enmien-da las costumbres riendo”.

Señaló que el movimiento teatral nació “para desafiar el estilo de vida burgués y denun-ciar al burócrata de turno”. Es por esta razón que necesita de

maestros como César Rengifo, quien, a su juicio, fue uno de los mejores de su tiempo. “Es nece-saria la memoria y es menester que esta hermosa idea lleve su nombre y se haga viva en cada montaje suyo”, enfatizó.

–¿Qué opinión le merece el lanzamiento del movimiento infantil y juvenil de teatro César Rengifo y la iniciati-va del presidente Maduro de multiplicar el arte mediante este programa?

–Vemos el lanzamiento de la idea del gran movimien-to infantil y juvenil de teatro César Rengifo con inmenso y conmovedor beneplácito. Que el presidente Nicolás Maduro declare a la prensa: “La Revo-lución cultural debe ser con-creta, por eso este movimiento tendrá epicentro en escuelas y liceos” es una evidencia de comprensión de las necesida-des urgentes para hacer una

verdadera revolución cultural y en educación. El teatro, todos lo sabemos es, entre otras apre-ciaciones, una poderosísima herramienta que contribuye al desarrollo de la sensibilidad, al pensamiento crítico y por ende a la transformación social. El teatro es una escuela de sabe-res milenarios para mujeres y hombres. No se puede hacer buen teatro y vida sin pensar, sin sentir, sin establecer crite-rio, sin asociarse constructiva y solidariamente, sin mirar el entorno y al prójimo, y saber mirar es amar y de amar se trata la vida.

“Esta idea de desarrollar el teatro en distintas instancias de la geografía social puede contribuir a la reflexión, a la organización en el trabajo, al debate de ideas, a practicar la congestión y la autosusten-tabilidad, a la movilización con alegría, belleza y saberes

de grandes contingentes de personas, a la paz y una vida menos cosificada y alienante”, expresó Ravara.

Al mismo tiempo, el crea-dor apuntó que el teatro, las creadoras y los creadores son amablemente rebeldes y junto al pueblo, del que forman par-te, pueden avanzar, aprender, trabajar por ideas más justas y aportar para la construcción del nuevo paradigma. “¡Bienve-nida sea esta idea!”, exclamó.

–¿Por qué apoya que las escuelas y los liceos boliva-rianos deben ser el epicentro del movimiento?

–Porque en estas institucio-nes está gran parte de lo más preciado de la vida: nuestros hijos y nietos. “Es honra de los hombres proteger lo que crece (…)”, dice el poeta Ar-mando Tejada Gómez. En el sistema de educación hay una infraestructura relativamen-te apropiada y mejorable. Hay comunidad. Pensamos que si el proyecto se desarrolla de manera sistemática y ponde-rada, puede ser un gran apor-te para revolucionar la educa-ción en lo táctico y lo cultural en lo estratégico. Que Dios ilumine la razón y la sensi-bilidad de los que operen tan promisoria idea.

–¿En cuáles otros espacios considera que puede aplicar-se el programa?

–Pensamos que los colecti-vos teatrales que trabajan en espacios determinados tienen la posibilidad de implemen-tar el programa, en distintas instituciones del Estado cree-mos que sería conveniente para los servidores públicos. Se podría estudiar la posi-bilidad en establecimientos productivos privados, en las universidades, etc.

ENTRE PROPUESTAS–A su juicio, ¿cómo debería

ser el plan de formación del programa?

–Estimamos conveniente tener algunas premisas para conceptuar. Creemos que es preferible estudiar y reflexio-nar unas semanas o meses, antes que perder años en la rec-tificación del error. En nuestro colectivo teatral (Iiave) siem-pre hemos apostado a los pro-cesos, no a los eventos. El perfil de las personas que trabajen en

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Nº 1.441 | 13La artillería del pensamiento

mediante una nueva visión del espacio público, por tal motivo puede ser aplicado a niños y adultos”, agregó.

LA RESPUESTA DEL PÚBLICORavara explicó que espe-

cíficamente en la disciplina teatral se observan a simple vista dos fenómenos sorpren-dentes: el primero de ellos es que la respuesta del público en las comunidades es masi-va, mientras que en las salas de los centros culturales se

planificación, programación, formación, creación, adminis-tración y coordinación debe ser consecuente con su historia de vida y preparación para hon-rar tan noble idea de teatro en las comunidades. Respecto a la organización y la formación, recuerdo un proyecto que pre-sentamos en 1999, denominado red de sistema nacional de tea-tros parroquiales de Venezue-la, que aún duerme el sueño de los justos.

De acuerdo con Ravara, un proyecto de teatro de esta natu-raleza debe ser diseñado y or-ganizado entre especialistas de teatro y centros comunitarios, cuyo perfil, práctica e historia prueben su compromiso con los puntos de vista e intereses de las mayorías nacionales.

El dramaturgo insistió en que estas iniciativas deben lle-gar a las poblaciones más des-asistidas en materia artística, para de esta manera intercam-biar saberes, construir canales de identificación y fortalecer la razón de ser como ciudadanas y ciudadanos.

El artista argentino mani-festó que “indudablemente”, proyectos como el movimien-to de teatro infantil y juvenil “contribuyen a desarrollar de manera colectiva un proceso dialéctico constante de trans-formación ideológica llevando su problemática y estética a un nuevo espacio de discusión y es-cenificación, para el tratamien-to de los grandes temas sociales y para forjar nuevos conceptos y formas independientes para la construcción del socialismo de este siglo XXI que comienza, desde la base y con acompaña-miento del Estado”, dijo.

ESTIMULAR LA RAZÓN–¿Cree que el programa es

factible para ser aplicado a adultos?

–El arte, al estimular la ra-zón sensible de las personas, pone a cada una de ellas en relación consigo mismo, pro-duciendo una reflexión indi-vidual y colectiva que hace consciente sus procesos espiri-tuales, psíquicos y materiales. Esta toma de conciencia, como es obvio, es razón pura recal-cada y transformada, sienta las bases de un nuevo cuerpo de ideas que contribuye de ma-nera decisiva a los procesos conscientes de la praxis social para el nuevo paradigma.

“El desarrollo de las activi-dades y profesiones teatrales en el seno de las comunidades permite, de quererlo, que el teatro transforme al especta-dor pasivo en protagonista y a las comunidades en responsa-bles de su construcción social,

Iiave-Teatro de los Invisibles se puso a la orden cuando el presidente Nicolás Maduro anunció la creación del movi-miento teatral César Rengifo, que comenzará a funcionar con el nuevo año escolar.

“Todavía no hemos tenido respuesta, pero tenemos toda nuestra disposición de aportar con nuestro trabajo. De hecho nuestra XIII Muestra de Teatro y Títeres en las comunidades de Caracas 2013, que realiza-remos, Dios mediante, en octu-bre, puede ser un primer abre-boca para estimular el trabajo conjunto en barrios y planteles educativos”, dijo Alberto Rava-ra, director de la institución.

ve escasa. La segunda es que la manifestación artística, su producto y la opinión sobre ella no están en manos de las claques (grupos de personas que se dedican a aplaudir en los teatros), los antojos buro-cráticos, el poder de los dueños de medios y de sus criterios, sino que la valoración queda en manos de la comunidad.

Reiteró que para que esto ocurra las instituciones del Estado no deben caer en las llamadas progresiones aritmé-ticas y geométricas, pues esto deja en mengua al tejido so-cial, que transforma en meros espectadores pasivos a niñas, niños, adultas y adultos.

UN ENCUENTRO INOLVIDABLE– ¿Considera que el progra-

ma consolidará el legado de César Rengifo?

–Indudablemente que el desa-rrollo del programa contribuirá a consolidar el legado del gran dramaturgo y artista plástico Cesar Rengifo. Conocí perso-nalmente a Rengifo a comienzos del año 1979. Fuimos presenta-dos por entrañables amigos co-munes, el periodista paraguayo Joel Cazal y su esposa Blanca. Quedamos sorprendidos de su erudición y admirados de su actitud de artista orgánico comprometido con su tiempo al servicio del arte y las mayorías nacionales. Tal impresión nos

produjo su personalidad que leímos rápidamente unas 40 piezas teatrales escritas por él. Rengifo era un artista integral y eso ratifica la necesidad de mostrar todas sus facetas como artista y ser humano militante del cambio social.

–¿ Por qué debe darse a co-nocer el legado de Rengifo?

–A lo largo de las décadas que hemos vivido en Vene-zuela dirigimos y montamos muchas de sus obras y en la medida que reflexionamos so-bre el discurso del autor, so-bre los ejes temáticos que él eligió y sobre el tratamiento profundo que hace de los mis-mos, las preguntas nos sur-gen: ¿Cuál es la razón de que este dramaturgo tan impor-tante para el teatro universal y la lengua española no sea conocido en la proporción de su calidad y grandeza? ¿Cuá-les son los autores dramáticos de Latinoamérica y España con obra tan prolífera y pro-funda como la de César? Una respuesta sencilla que nos damos y la ofrecemos para el debate es que las élites al servicio de las minorías tra-tan de hacerlo invisible, con el oscurantismo del discurso hegemónico que establecen.

“Es por esta razón que hoy ce-lebramos este programas y es-peramos que tenga un contun-dente éxito en todo el territorio nacional”, puntualizó.

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La artillería del pensamiento14 Especial Rengifo | Nº 1.441

El profesor consideróque el llamado del presidente Nicolás Maduro a la formación de una red que promuevael pensamiento del dramaturgo venezolano representa su compromiso con la continuidadde las ideas del Comandante

T/ Jeylú PeredaF/ Manaure QuinteroCaracas

“La única posibilidad de enfrentar el fas-cismo en Venezuela

es a través del legado de Hugo Chávez y César Rengifo, sin mutilaciones”, aseguró el profe-sor y dirigente de la Cátedra In-tercultural César Rengifo, Saúl Rivas-Rivas.

Enfatizó que solo por medio de esa visión integradora de todos los movimientos ensam-blados en la lucha de clases –junto con la filosofía, la teo-

logía y la antropología de la liberación– se podrá dar una respuesta contundente a este fenómeno.

Explicó que César Rengifo fue un hombre que se decla-ró anticonquista y que con su

obra llevó a los escenarios a los personajes que siempre fueron invisibilizados por los poderes neocoloniales, razón por la cual las ideas de este venezolano aún representan una amenaza para la derecha fascista del país.

COMBATIR EL SILENCIODestacó que un ejemplo de

ello es la forma en la que los me-dios de comunicación privados siempre han invisibilizado la Cátedra César Rengifo, la cual nace precisamente para comba-

Saúl Rivas-Rivas: Llevó a los escenarios a los personajes invisibilizados

Legado de Chávez y Rengifo sonla vía para enfrentar el fascismo

tir el silencio sobre el mensaje y el testimonio del dramaturgo.

“Pero esto no ocurre solo con Rengifo, sino que los medios pri-vados ya están ignorando hasta el nacimiento de Bolívar, cosa que nos parece grave y una pe-nosa contribución al fascismo”, señaló Rivas-Rivas.

En este sentido, considera importante la unidad y el sur-gimiento de todo movimiento que se levante contra el fascis-mo: “Por eso la voz de Maduro se une a la del Papa y a la de los pueblos del Medio Oriente, y convoca a la formación de una acción bajo la memoria impere-cedera de César Rengifo”.

EL ANTICONQUISTA Rivas-Rivas define a Rengi-

fo como un hombre multifacé-tico y multilineal en su arte, en el que hay una superación de las visiones unilineales del atraso y el progreso: “Él se sale de ese culto unilateral a la modernidad y va a una visión más de conjunto de la historia y la sociedad, toman-do en cuenta la complejidad de las sociedades”.

Explicó que Rengifo se pro-clama un hombre de la anti-conquista y le da otro carácter a la historia de Venezuela en el desenvolvimiento de su teatro, y trata de incluir todas las fases de la historia.

“Rengifo nace en 1915 y mue-re en 1980; es decir, que nace en una coyuntura en la cual está apareciendo y desarrollándose el petróleo”, acotó el profesor, quien explica que este elemen-to, la subcultura del petróleo que comienza a desarrollar-se bajo la neocolonización y neoconquista, permite que el dramaturgo entienda que el po-blamiento indígena no termina con la conquista.

“Él entiende que hay una continuidad de eso que hoy lla-mamos la resistencia indígena como parte fundamental de la anticonquista”, señaló Rivas-Rivas, quien recuerda que la vida de Rengifo también se des-envuelve en la coyuntura de dos guerras mundiales y preci-samente dentro de la lucha con-tra el fascismo.

LA OBRA ANTIFASCISTAEl profesor Rivas-Rivas ex-

plica que esta visión de Rengi-

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La artillería del pensamientoNº 1.441 | 15

El profesor Saúl Rivas-Rivas indicó que desde hace varios años se preparan para conmemorar los 100 años del nacimiento de César Rengi-fo, que se cumplirán el 14 de mayo de 2015.

Recordó que el día del na-cimiento de Rengifo también fue convertido en el Día de la Dramaturgia, y desde hace cuatro años se trabaja en una red para articular todo un movimiento en la educación secundaria que pueda hacer montajes progresivos del tea-tro de Rengifo.

En los últimos tres años se han realizado en la Asamblea Nacional tres seminarios en honor al dramaturgo, y próxi-mamente enviarán al presiden-te del Parlamento, Diosdado Cabello, un proyecto para un decreto presidencial sobre los 100 años de Rengifo y la po-sibilidad de nombrar su obra como patrimonio histórico y cultural de la nación.

fo conduce a que su teatro sea también antifascista, anticolo-nialista y anticapitalista. Se-ñala que es un teatro que busca los senderos del socialismo y afirman a todos los sujetos que habían sido invisibilizados en la historia colonial y neocolo-nial de Venezuela.

Son los pueblos originarios, los afrodescendientes, las mu-jeres, las personas con disca-pacidad, el soldado desconoci-do y todo aquel que había sido excluido los personajes que toman vida en cada una de las obras de Rengifo.

Describe que allí también se hace presente el nacimiento de la clase obrera “bajo ese terrible tránsito del campo a la ciudad, y que se hace en nombre de una modernidad, que solo genera en las ciudades una subciudad formada por esos cordones de la miseria que son los cerros”.

Rivas-Rivas recuerda que es precisamente a ese mundo su-burbano al que le canta Rengi-fo, así como al desconocimiento de la ciudad sobre “esos sujetos que son una especie de mano de obra emergente en el surgimien-to incipiente de un movimiento obrero, y donde se comienzan a producir las primeras huelgas petroleras”.

CATEDRA INTERCULTURALCon los importantes apor-

tes del dramaturgo, Venezuela no podía permitir que su obra se silenciara; por eso surge la

Cátedra Intercultural César Rengifo, que es “el producto de todo una lucha contra la in-visibilización del mensaje y el testimonio de Rengifo y parti-cularmente de su dramaturgia, que es donde está su mensaje más político”, según considera Rivas-Rivas.

Recuerda que después de que murió Rengifo, en el año 1980, comenzaron por hacer una serie de actos, entre ellos uno en la Al-caldía de Caracas, con el enton-ces alcalde Aristóbulo Isturiz.

“En ese acto (1992) doña Án-gela Rengifo devuelve la Orden Diego de Losada que le había sido

entregada a Rengifo en contra de su voluntad por el presidente de la municipalidad de Caracas, que antecedió a Aristóbulo”, co-menta Rivas-Rivas.

La orden es devuelta con la condición de que se mantuvie-ra en la municipalidad en una especie de vitrina de exhibición permanente y como “el testimo-nio del rechazo al culto al con-quistador de parte de un hom-bre de la anticonquista”.

Sin embargo, el profesor ex-plicó que ese año se perdieron las elecciones y Antonio Ledez-ma asumió la alcaldía, y “es él quien desapareció la orden; he-

mos hablado con el cronista de Caracas y nadie sabe dónde fue a parar”.

En vista de esto, la cátedra propuso a la municipalidad de Guaicaipuro otorgarle a Rengi-fo la Orden Guaicaipuro en pri-mera clase post mórtem, pero con varias copias, para que una repose en el Instituto de Patri-monio Cultural y otra en la Bi-blioteca Nacional.

Así como esta, Rivas-Rivas explica, la cátedra ha ejecu-tado múltiples acciones para desempolvar y dar a conocer la vida y obra de Rengifo, por lo que “dentro de nuestra filoso-

fía no está buscar espacios bu-rocráticos alrededor de la red que está montando el Gobierno Nacional, sino que más bien queremos seguir participando en la orientación y el desenvol-vimiento de toda esta actividad, en la que estamos trabajando desde hace varios años”.

LA IDEA DE CHÁVEZ El profesor asegura que

Chávez fue uno de los principa-les promotores de las obras de Rengifo, de las que además tenía mucho conocimiento, ya que, mientras se encontraba en Yare, Ángela de Rengifo le envió seis tomos de la obra del dramatur-go, las cuales fueron leídas com-pletamente por el Comandante.

“Chávez salió de Yare man-dando a montar el teatro de Rengifo, y cada vez que hablaba de él se le notaba que tenía un manejo con propiedad. Particu-larmente en el último año de su vida se centró mucho en Esa es-piga sembrada en Carabobo.

Indicó que Chávez ordenó pre-sentar esa obra en toda Venezue-la, y solicitó que el teatro de Ren-gifo fuese montado como arma de la Revolución y para estimu-lar el estudio de la geografía y la historia de la nación.

“Es por eso que el llamado del presidente Maduro no nos encuentra ayunos y debemos verlo como parte del legado del mandato del comandante su-premo Hugo Chávez”, expresó Rivas-Rivas.

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La artillería del pensamiento16 Especial Rengifo | Nº 1.441

Destacó que el recordado escritor “visibilizó al pueblo”

El legado de la obra de César Rengifo continúa vigente en la sociedad venezolana Carlos Herrera, profesor y crítico del arte dramático, manifestó que la iniciativa de crear un movimiento de teatro infantil y juvenil con el nombre del dramaturgo es una bandera para “revalorizar lo nuestro”

T/ Sharlaine ChonaF/ José Luis DíazCaracas

La realidad venezolana, el protagonismo de quienes tradicionalmente habían

sido invisibilizados, la identi-dad nacional y el papel de las mujeres y de los hombres como seres políticos y sociales son algunos de los temas que ins-piraron la obra del recordado escritor, pintor y dramaturgo César Rengifo.

Así lo señaló el profesor y crítico de teatro Carlos He-rrera, quien aseguró que la obra de este artista transmi-te un mensaje sobre el signi-ficado y la importancia de la identidad venezolana y lati-noamericana.

“Él (Rengifo) sabía qué decir-le a la sociedad de su tiempo y dejó una serie de valoraciones artísticas, estéticas, concep-tuales, educativas, filosóficas y políticas que debemos res-catar, porque él fue uno de los grandes dolientes de la cultu-ra nacional y debemos tomarlo como el espejo que refleja una serie de temas que todavía tie-nen repercusiones en el aquí y en el ahora”, expresó.

En conversación con el Co-rreo del Orinoco, Herrera acotó que Rengifo “está más vivo que nunca” porque los temas políticos y sociales so-bre la sociedad de cambios que plasma en su obra conti-núan vigentes.

“Esa sociedad en transfor-mación desde el punto de vista ideológico, contra la corrup-ción, contra la pérdida de la identidad y contra la presencia de un sistema de consumo me-diático como la televisión, in-ternet o elementos dispersores de valores nacionales de la que habla César (Rengifo), está tan vigente que permite hacer las conexiones en un siglo XXI que comienza a abrirse”, afirmó.

“VISIBILIZÓ AL PUEBLO”Herrera destacó que el au-

tor de piezas como Esa espiga sembrada en Carabobo, María Rosario Nava, Josefa Joaquina Sánchez y Lo que dejó la tem-pestad colocó el arte al servicio del pueblo y dio protagonismo a quienes anteriormente ha-bían sido excluidos, como los pueblos indígenas, afrodescen-dientes y campesinos.

“Visibilizó al pueblo, que es donde está el asiento de la ver-dad que somos como sociedad, como individuos, porque pueblo y Revolución van de la mano”, expresó.

En ese sentido, Herrera, quien además es miembro de la Asociación Venezolana de Crí-tica Teatral (Avencrit), señaló que ese rol protagónico de las mujeres y los hombres del pue-blo en la obra del autor también cobra un significado en ese rol social y político de los seres hu-manos en el proceso de trans-formación de la sociedad en la que habitan.

“Es una manera de reflejar que el hombre, además de un ser social, también es un ser po-lítico, no porque esté inscrito en un partido u otro, sino porque está en la estructura social que debe propugnar al cambio, a la renovación”, afirmó el crítico.

Aseguró que esa expresión del pueblo hace que el teatro de Rengifo también sea revolucio-nario, porque muestra a quie-nes habían sido víctimas de la

degradación a la que habían estado sometidos a lo largo de la historia.

Asimismo, Herrera desta-có la labor del también artista plástico por visibilizar a las he-roínas y los héroes que dieron la vida por la patria. “Rengifo tenía en alto ese arraigo para propulsar lo que es cónsono al sistema de renovación de una sociedad que aspira siempre a ir hacia adelante con pensa-mientos claros”, apuntó.

REVALORIZACIÓN DE LO NUESTRO

Herrera manifestó que con la creación del movimiento teatral infantil y juvenil Cé-sar Rengifo, anunciado por el presidente Nicolás Maduro, se

alza una bandera “para reva-lorizar lo nuestro”.

“Ojalá sea el teatro una moti-vación para tener niñas, niños y jóvenes críticos, arraigados a su folclor, a su identidad”, expresó el profesor, quien aseguró que en la medida en que se manten-ga el aporte de César Rengifo, también se puede impulsar el arte dramático venezolano.

“Es una valoración de nuestra dramaturgia, porque es preocu-pante que el teatro infantil esté lleno de gnomos, duendes, ha-das, príncipes, animales mito-lógicos que no tienen nada que ver con lo nuestro”, señaló.

Aseguró que esta iniciativa del Presidente debe estar apoyada por otros entes que “coadyuven a que el teatro sea un elemento

El profesor y crítico teatral Carlos Herrera manifestó que la labor del pueblo venezola-no y de quienes se dedican a la dramaturgia es mantener el legado de César Rengifo en el tiempo.

“A Rengifo hay que hacerlo permanente. Shakespeare es Shakespeare aun con lenguaje contemporáneo, pero Rengifo es lo nuestro, y debemos re-posicionarlo para que siempre está presente”, señaló.

Consideró que para ello, además de la creación de mo-vimientos y de las propuestas que se presenten en los esce-narios venezolanos, en todas las bibliotecas de las casas, escuelas y universidades debe estar la obra del dramaturgo para que se difunda y perma-nezca a lo largo de la historia. “A Rengifo no hay que descu-brirlo, él está”, finalizó.

transformador para las niñas, los niños y los adolescentes”.

Resaltó el compromiso que deben tener las y los docentes que se encarguen de impulsar esta actividad, para transmi-tir sus conocimientos sobre el arte dramático y lograr que las nuevas generaciones apre-cien su importancia.

ADECUAR EL MENSAJEHerrera reiteró que las si-

tuaciones que planteó Rengifo en su dramaturgia, como el asunto del petróleo o la rea-lidad de las campesinas y los campesinos, continúan vigen-tes, por lo que consideró nece-sario que el pueblo, mediante la obra del poeta, haga una conexión entre el pasado y el presente para comprender el futuro del país.

Sin embargo, sugirió que para ello no es necesario reali-zar los montajes tal y como se presentaron hace algunas dé-cadas, sino adaptarlos para que se logren transmitir las ideas que siguen vigentes.

“Las piezas pueden adecuar-se porque el mensaje está ahí y el discurso es el mismo, lo im-portante es rescatar las ideas con el vestuario y las maneras del habla cotidiana, pero con el espíritu rengifiano”, opinó.

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Aseguró que sus creaciones siguen vigentes

Rafael Salazar: César Rengifo fue un humanista integral

El músico Rafael Salazar asegura que si algo caracte-riza la obra de Rengifo es la soltura poética del lenguaje que utilizó en sus obras para hablar de los temas popula-res; además demostró que lo popular no está reñido con la estética, sino que, por el contrario, forma parte de una estética colectiva que inspiró las creaciones del dramaturgo y artista plástico.

Por tal motivo, expresó que “reivindicar a César Rengifo y su legado es reivindicar al pueblo venezolano que está presente en su obra”.

El músico aseguró que la obra del recordado dramaturgo reúne los valores para la formación de las nuevas generaciones

T/ Sharlaine ChonaF/ María Isabel BatistaCaracas

Con apenas 11 años, el mú-sico y compositor Rafael Salazar recibió un rega-

lo de la vida: conocer al pintor, poeta y dramaturgo venezolano César Rengifo, a quien conside-ra como un padre.

Para entonces, Salazar estu-diaba en la misma escuela en la que recibían educación for-mal las hijas de Rengifo y des-de entonces compartió con el artista que visibilizó al pueblo venezolano en cada una de sus manifestaciones.

“Lo consideré como mi pa-dre y él me consideró como un hijo. Lo conocí cuando estaba en cuarto grado, porque sus hijas estudiaban conmigo educación primaria en un mismo colegio donde los fines de semana hacía-mos actos culturales dedicadas

la pintura, la danza y la música, y César era parte de eso”, recor-dó el músico.

Pero Salazar no solo tuvo la oportunidad de conocer a Ren-gifo en persona y compartir con él, sino que también pudo musi-calizar varias de las piezas tea-trales del autor, como Los hom-bres de los cantos amargos y Un fausto anda por la avenida, esta última la compuso junto a lo que luego sería la agrupación Un solo pueblo.

En conversación con el Correo del Orinoco, Salazar aseguró que Rengifo “fue y sigue siendo un humanista integral”, porque logró reflejar en cada una de sus obras –tanto en la dramaturgia como en la pintura– la realidad del pueblo venezolano.

CREADOR DEL TEATRO SOCIALSalazar señaló que Rengifo

“fue el creador del teatro so-cial en Venezuela” y destacó que cada una de sus obras ha estado dedicada a la denuncia de la colonización, tal y como se aprecia en algunas piezas como es el caso de Apacuana y Cuaricuariam y otras como Manuelote, que trata sobre la rebelión de los esclavos.

Destacó que las piezas del au-tor también están dedicadas a las hazañas heroicas y al pueblo que luchó por la Independencia como Esa espiga sembrada en Carabobo, Quién nos robó esa batalla y otras que dedicó a la Venezuela contemporánea, lue-go del surgimiento del petróleo.

Asimismo, el músico recordó que si bien estos temas caracte-rizaron el teatro de Rengifo, el dramaturgo también trabajó el humor en obras como Una me-dalla para las conejitas, en la que la sátira y la picardía son las herramientas para hacer denuncias a temas como la inva-sión estadounidense.

LIGADO A LA PINTURARafael Salazar destacó que

ese realismo social de su dra-maturgia también está ligado a su faceta como artista plástico. “Es como si sus obras de teatro tuvieran una representación pictórica”, afirmó.

Asimismo, destacó su labor como muralista y el legado que dejó a las niñas y los ni-ños del país, no solo con el re-f lejo de sus rostros y juegos en la pintura, sino también en su dramaturgia.

VIGENCIA Y PERMANENCIASalazar señaló que lo más

importante de la obra de César Rengifo es que continúa vigen-te por cada uno de los temas y los aspectos de los que trata.

“Parece una obra escrita ac-tualmente, porque habla de te-mas de nuestra realidad social. César es una especie de vacuna-ción ideológica para preservar-se contra la alienación, contra la antipatria, contra esos valo-res que no tienen que ver con el ser humano, sino que son parte de un sistema universal caren-te de valores sociales”, explicó.

En ese sentido, reiteró que esos ideales se reflejan en la so-ciedad venezolana actual en la que se trabaja a diario por con-solidar los valores de la identi-dad nacional.

REIMPULSAR SU OBRASalazar destacó la importan-

cia de que se rescate y se reim-pulse la obra del dramaturgo, por lo que celebró la creación del movimiento infantil y ju-venil de teatro César Rengifo, anunciado por el presidente Ni-colás Maduro.

“Esta iniciativa del Presi-dente de que el teatro forme

parte de la formación de las niñas, los niños y los jóvenes, y que además esa idea lleve el nombre de César Rengifo, es una sabia decisión porque es un artista que reúne los atri-butos morales para la educa-ción de las nuevas generacio-nes”, afirmó.

Detalló que entre esos va-lores están la defensa de la patria, la nacionalidad, la so-lidaridad y la conciencia polí-tica e ideológica de la identi-dad latinoamericana.

Salazar, quien formará parte del equipo promotor de este movimiento, junto a Pe-dro Lander, Armando Carías, Morelba Domínguez, Caroli-na Cestari y Andreína Novo, entre otros, aseguró que una de las ideas es adaptar las piezas de Rengifo al lenguaje infantil y juvenil para que las nuevas generaciones conoz-can el mensaje.

Asimismo, señaló que otro de los propósitos es invitar a las y los jóvenes del país para que participen en las diferen-tes etapas que implica el tea-tro como la adaptación de las obras, la puesta en escena o la música y hacer una especie de taller de creación colectiva para que el legado de la obra de Rengifo se trasmita de genera-ción en generación.

MEJORES CIUDADANOSPara Salazar, cultivar el tea-

tro, así como el arte en gene-ral, es importante no solo para formar nuevas y nuevos artis-tas, sino para la construcción de una mejor sociedad.

“Debemos cultivar el arte, no para ser artistas, sino me-jores ciudadanos y ser me-jores no radica en saberse libretos de memoria, sino en tener conciencia de la impor-tancia del arte en función del pueblo, tal y como lo impulsó Rengifo”, opinó.

Page 11: Especial de rengifo

La artillería del pensamiento18 Especial Rengifo | Nº 1.441

Lo extraordinario de las obras de César Rengifo es que inculcan valores éticos y enseñan a sentir amor por la patria

T/ Leida MedinaF/ María Isabel BatistaCaracas

Para las fotografías que acompañan este texto, Yorlando Conde sugirió

preparar la escena, cosa que él mismo realizó, y antes de dar inicio a la entrevista, ofreció al equipo del Correo del Ori-noco una minifunción con sus títeres: María la dulce, el Ar-lequín del amor y el Diablo (el imperialismo), quienes expre-saron un afectuoso saludo de bienvenida.

Esos dos gestos nos recor-daron que nos disponíamos a conversar con un hombre de teatro de muy larga trayecto-ria, como lo es Conde, actor, di-rector y profesor de este arte. Es de palabra fácil y elegante.

Cuando se le preguntó por César Rengifo, Conde afirmó que su mayor aporte al teatro venezolano fue plasmar en sus obras la resistencia y lu-cha de clases entre explotado y explotador: “En su trilogía del petróleo: El vendaval ama-rillo, El raudal de los muertos cansados y Las torres y el vien-to habla del destino de la renta petrolera y la poca atención a la agricultura”.

HISTORIA AMENACon motivo del lanzamien-

to, por parte del presidente Ni-colás Maduro, del movimiento infantil y juvenil de teatro Cé-sar Rengifo en las escuelas y los liceos bolivarianos, Conde destacó la “importancia abso-luta” de esta iniciativa, ya que las 42 obras de teatro escritas por él reflejan una historia de Venezuela que los jóvenes deberían conocer desde tem-prana edad, y a la que ahora podrán acceder de manera amena y divertida.

“César abordó la época de la Colonia, la Guerra de la Inde-pendencia, la Guerra Federal, la dictadura y otros hechos históricos. Más adelante, pen-só en los caribes. César decía que tenían un teatro muy es-

Las y los jóvenes aprenderán historia de Venezuela de forma amena y divertida

Yorlando Conde: El teatro es una herramienta de transformación del ser humano

pecial, con danzas, mucho co-lor, diálogos, y escribió sobre ellos”, dijo.

Conde enfatizó que con Ren-gifo también se puede enseñar historia de Venezuela a las y los jóvenes de manera visual con dos obras realizadas por el dramaturgo: “Agarra a tu hijo o hija con la mano izquierda del corazón y llévalo a ver el mural El mito de Amalivaca, en el Centro Simón Bolívar, para que aprenda la historia venezolana, las raíces de los tamanacos, la manera en que se creó el mundo, y al final ob-servará un casco y una cruz, como símbolo del mal, que se refiere a la penetración de los españoles”.

Recomendó que una vez frente al mural, “con la mano derecha no hagas nada, ya la derecha nos ha hecho mu-cho daño durante demasiado tiempo. En esa mano ponle a tu hijo un helado, preferi-blemente de marca Coppelia, con sabor a libertad”. Aclara que aunque está hablando en sentido simbólico, lo que dice “es verdad”.

Indicó que el recorrido de educación visual puede con-

tinuar con la visita al mural Creadores de la nacionalidad en el Paseo Los Próceres, obra que fue restaurada por el pre-sidente Hugo Chávez, porque eso “estaba roto, lo habían he-cho añicos”.

Resaltó que con esas imáge-nes en mente se puede leer la obra Esa espiga sembrada en Carabobo, en la que “se nom-bra a Guaicaipuro y al negro José Leonardo Chirino, como también en la obra María Ro-sario Navas. Lo más extraor-dinario de las piezas de César Rengifo es que siempre ofrece la esperanza. La ganadora es la verdad, las virtudes, el amor, la honradez, en fin, todas esas

virtudes que tenemos los seres humanos”.

EL TEATRO CAMBIA A LA GENTEOtro motivo por el cual Con-

de catalogó de extraordinaria la iniciativa del presidente Nicolás Maduro, de impulsar el movimiento de teatro infan-til y juvenil, es que el “teatro cambia a la gente, esto lo he comprobado en 70 años hacien-do teatro. Es una herramienta de transformación”.

Subrayó que el teatro de Rengifo “inculca valores”, por lo que “la muchacha y el mu-chacho se acostumbran a decir la verdad, aprenden a amar nuestro país. Cuando en la obra Esa espiga sembrada en Carabobo, dice: ‘Si tú tienes el fuego sagrado de Carabobo en tu corazón, tendrás pan, trigo, oro’, eso es una cosa bella y hermosa”.

“Es inmenso el aporte que está haciendo el presidente Nicolás Maduro. Estas son cosas que hay que impulsar-las. Yo tengo mucho mate-rial y práctica en el teatro de primaria con las obras de César Rengifo. Recuerdo que en el Instituto de Educación

Integral se hacían montajes con sus piezas teatrales. De allí han salido muchos seres humanos maravillosos, que después se destacaron en sus profesiones”, comentó.

El profesor enfatizó que si se logra “inyectar a Rengifo en la primaria, secundaria y en la universidad”, está convencido de que en 10 años contaremos en el país con seres humanos completamente diferentes: “Yo lo aseguro porque yo lo he hecho en el teatro. Conoz-co a una inmensa cantidad de personas que han cambiado a través de la actividad teatral. Son personas maravillosas y estupendas”.

En ese sentido, mencionó el ejemplo del actual ministro del Poder Popular para In-dustrias, Ricardo Menéndez, quien “estuvo en el Instituto de Educación Integral y be-bió de esa fuente de César Rengifo”.

ARTISTA POCO ESTUDIADOConde conoció de cerca a

Rengifo, y lo recordó como un “hombre correcto, a quien nadie pudo comprar. Nunca se supo de él nada deshonesto, todo lo contra-rio. Una vez le concedieron la Orden Diego de Losada, él no la aceptó. Dijo que no recibía esa orden porque él era caribe y Losada torturó y asesinó a los caribes. Así nos enseñaba con su digni-dad y su forma de ser”.

A su juicio, todavía no se ha estudiado lo suficiente y en profundidad la obra del dra-maturgo venezolano. Tampoco

El maestro Yorlando Con-de expresó que se ha nutrido enormemente de esa “fuente de César Rengifo”. Fue muy amigo del artista y compartió muchas experiencias hermosas y bellas: “Le debo muchas cosas. Por ejemplo, durante el año 1974, por razones políticas no me cancelaban mi sueldo, y recibía de Rengifo 400 bolívares men-suales. Un dineral para la época, lo que demuestra su generosi-dad y desprendimiento”.

Yorlando Conde hizo referencia a la esquina de Las Ibarras en la avenida Urdaneta: “Nosotros, aquí en el Ministerio de Indus-tria, la llamamos la esquina de la patria”. Es una trinchera cultural donde se reúnen todos los jueves desde las 12:00 m hasta las 2:00 pm. Recientemente efectuaron un homenaje a Benny Moré.

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La artillería del pensamientoNº 1.441 | 19

se ha ahondado en sus pintu-ras, sus murales y sus poemas, porque Rengifo también fue un “extraordinario poeta”.

Recordó que el artista tuvo muchos detractores, incluso se llegó a decir que el suyo “era un teatro viejo”, pero le alegra y le parece extraordi-nario que actualmente mu-chas de las personas que lo atacaron “hoy hablan mara-villas de él”.

Sobre por qué esas perso-nas cambiaron de opinión respecto a la obra de Rengi-fo, el profesor manifestó que en principio porque “nadie puede negar, por ejemplo, lo que Simón Bolívar escribió y que libertó cinco naciones. Igual con César. Cómo le puedes negar a una persona la importancia de su crea-ción, su talento y su genio. Cómo no sentir esa emoción al leer Esa espiga sembrada

T/ Leida Medina F/ Héctor RattiaCaracas

El actor y productor de teatro Gerardo Luongo

también apoya totalmente la iniciativa del presidente Nico-lás Maduro, porque “el teatro cumple una función social y educativa muy importante. Tiene una manera particular de llegar al centro del alma del espectador y logra conmover-lo”.

Al referirse a la importan-cia de la obra de César Rengi-fo, refirió que el dramaturgo, mediante sus escritos, supo estimular la conciencia de las personas, especialmente en el proletariado: “Despertó un sentir político y lo poetizó en sus obras teatrales y en las pic-tóricas. También logró que el pueblo venezolano sintiera los dramas históricos y sociales”.

Agregó que la gente captó el mensaje del artista de una ma-nera muy sencilla, “tanto así que ha perdurado en el tiem-po”. Rengifo murió en 1980 y su obra perdura con mucha fuerza. En la obra Esa espiga sembrada en Carabobo, rela-cionada con los hechos del 24 de junio de 1821, “la cantata le llega al alma al espectador”.

Contó que formó parte del elenco que presentó la citada obra con motivo de la reinau-

Afirmó que Rengifo poetizó el sentir político

Gerardo Luongo: El teatro tiene una forma especial de llegar al alma

guración del Teatro Principal de Caracas, en el año 2011: “Tuvimos un lleno durante seis semanas, en ese espacio que tiene capacidad para 761 personas”.

“REPUNTE EXTRAORDINARIO”En cuanto al estado actual del

teatro en Venezuela, Luongo

coincidió con Yorlando Conde en que esta actividad artística tiene “un repunte extraordi-nario” tanto en Caracas como en el interior del país. Por el apoyo brindado por el Gobier-no del Distrito Capital, en el centro capitalino se nota con mayor intensidad este renacer del teatro criollo.

Otra muestra de ese re-punte, sostuvo, es el apoyo de la Alcaldía de Caracas a la Fundación para la Cultu-ra y las Artes (Fundarte), el rescate y rehabilitación de la infraestructura de varios teatros: el Nacional, el Prin-cipal, el Municipal, Catia, y la ruta histórica que se ofre-

ce al pueblo alrededor de la plaza Bolívar.

“Actualmente la gente no va al centro de la ciudad solo a efectuar compras. También se acerca a reconocer esos espacios históricos, que fue-ron olvidados. Los teatros se llenan, los fines de semana se puede apreciar una movi-da cultural. Hay ganas de ver obras de teatro y teatro com-prometido, no solo ligero o comercial. En este lado de la ciudad podemos disfrutar de un espectáculo por 20 bolíva-res”, añadió.

Aseguró que en la Funda-ción Rajatabla y en la Universi-dad Nacional Experimental de las Artes (Unearte), que cuen-tan con tres salas de teatro, “se puede constatar la asis-tencia importante de la pobla-ción para disfrutar de buenas obras. Hay que seguir apoyan-do todo ese repunte”.

A su parecer, la actividad de-bería expandirse a otros sec-tores de la ciudad. En ese sen-tido, señaló la experiencia del Teatro Catia, que conoce muy bien, ya que proviene de esta parroquia: “Es increíble cómo en esa zona los sábados y los domingos, el teatro, que tiene capacidad para 900 personas, casi se llena. Asiste una canti-dad considerable” de gente.

No obstante, también coin-cidió con Conde en la nece-sidad de crear una política coherente en materia cultu-ral: “Yo le propondría al Pre-sidente de la República que no se olvide de los hombres, las mujeres, los obreros del teatro. Los actores y actrices que no tenemos una seguri-dad social”.

en Carabobo o Los hombres de los cantos amargos, cuan-do se lee y se interpreta Un tal Zamora o La esquina del miedo”.

Conde apuntó que los ata-ques al dramaturgo obede-cieron a que vivió en una época en que la lucha de cla-ses estaba dominada por “el sistema capitalista, el im-perialismo yanqui y la bur-guesía dañina y parásita, integrada por personas que sienten vanagloria de un tea-tro que no tiene nada que ver con nuestras raíces, luchas, principios y la aspiración de una vida mejor”.

Aseveró que Rengifo re-presentaba esa lucha y esos principios porque “era comu-nista, y como comunista en sus obras tomó en cuenta lo que dice Karl Marx del pro-blema político, social y eco-nómico. Esta es una postura

muy concreta. Fue un pensa-dor y un político de avanza-da, solidario con Vietnam y Colombia”.

Rengifo es la persona de teatro más interesante que ha existido en Venezuela, de-claró Conde: “Era un ser muy completo en muchas cosas. Tenía mucho talento, espe-cialmente para las artes del teatro”. Era un dramaturgo, pero también hablaba de la escenografía y el maquilla-je, agregó, y mencionó que “como era pintor, tenía cono-cimiento del color. Es el único que ha recibido dos premios nacionales: de Pintura y de Teatro”.

MEDIDAS INMEDIATASSobre la situación del tea-

tro venezolano, Conde expuso que actualmente existe una “efervescencia muy buena e interesante”, pero falta una

asistencia coherente no solo en el área del teatro, sino en todo el ámbito cultural. “De-bería de crearse una política cultural y artística para obte-ner resultados de inmediato, pero ahora mismo, si se con-tinúa aplicando como se ha hecho hasta los momentos, de manera un poco epiléptica, no estamos haciendo nada”, opinó.

Como una primera acción, recomendó efectuar a escala nacional un gran censo de la gente y del quehacer cultural: “Qué hay ahora, qué hubo an-tes en pintura, en música, en teatro. Quién, cómo y por qué lo hacen”.

Consideró fundamental la descentralización total de la actividad cultural e introdu-cirla en todos los niveles de la educación, en las cárceles, en los hospitales, en el campo, en las fábricas: “Hacer lo que

decía nuestro comandante Chávez: hay que dejar las ofi-cinas e ir donde está la gente. No debe haber privilegio para ninguna de las actividades culturales, deben de recibir igual atención porque todas son importantes”.

En estos momentos crucia-les, el profesor Conde senten-ció, es necesario enfrentar “el imperialismo, a la burguesía parasitaria, a la oligarquía y las multinacionales”, por ello es preciso ejecutar la cultura de una manera dife-rente, y “tenemos que ir don-de está la gente para cambiar por completo su mentalidad. Ellos no tienen la culpa de tanta cultura alienante. De esas comedias melodramáti-cas que en verdad aborrecen al pobre. Tenemos que dispo-ner de una cultura a favor de los pobres y del pueblo vene-zolano en general”.

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20 Especial Rengifo | Nº 1.441 La artillería del pensamiento

El mejor homenaje para el artista es hacer del movimiento teatral creado por el presidente Nicolás Maduro una fuerza creadora de conciencia, aseveró la primera actriz

T/ Nancy MastronardiF/ Joel ArangurenCaracas

La Casa de la Primeras Le-tras fue el escenario es-cogido por Dilia Waikka-

rán, una de las mejores actrices de Venezuela. Esperaba pensa-tiva al equipo del Correo del Orinoco. La entrevista no se hizo esperar y comenzó poco antes de las 2:30 pm.

La excelente actriz de las ta-blas y de la calle, directora de la Fundación Ayanamsha, ha-bla de César Rengifo con gran admiración y respeto. Para ella, Rengifo es uno de los dra-maturgos más prolíferos de este país, no solamente por sus escritos, sino por sus pinturas,

Sus obras cada día están más vigentes, afirmó

Dilia Waikkarán: César Rengifo “fue un maestro extraordinario”

por sus ensayos, por sus cari-caturas. “Era director de tea-tro, era maestro, era uno de los grandes: el escritor del pueblo, como lo llamaban a él”.

La creación del movimiento de teatro infantil y juvenil César Rengifo, iniciativa del presiden-te Nicolás Maduro, es una idea formidable, que debe contar con el apoyo de todo el pueblo vene-zolano, señaló Waikkarán.

Ella no estudió con Rengifo, pero sí lo conoció: “César tenía

una cara de indiecito de pueblo, humilde, con su color aceitu-na lavadito, con una sencillez; irradiaba una paz y una tran-quilidad enormes”, recordó.

UN LEGADO CON CONCIENCIA–¿Cómo era el teatro de Cé-

sar Rengifo, a qué cosas ha-cía referencia en sus obras?

–César hacía referencia a las cosas de la vida real, que toda-vía siguen existiendo y que no-sotros lo tomamos como burla.

–¿Qué aprendió Dilia Waikkarán del maestro Cé-sar Rengifo?

–Mira, César Rengifo fue un maestro extraordinario. El maestro César Rengifo nos dejó una herencia literaria tan hermosa –además de sus obras y pinturas–, con unas obras indígenas maravillosas, unas obras de una sensibilidad ex-traordinaria. Nos dejó el maes-tro César Rengifo una mística, un profesionalismo.

En un momento de la entrevis-ta la artista recordó que, duran-te la inauguración del Teatro César Rengifo, en Petare, al in-terpretar la obra Las mariposas de la oscuridad, se fue la luz.

“La noche que estrenamos la obra de César Rengifo se fue la luz y trabajamos con velas; eso fue mágico, porque era una de las obras campesinas de César, una de esas obras en las que re-trataba tantas miserias, y esa credulidad de la gente en los brujos, buscando el alivio a sus dolores. Es una obra extraordi-naria”, refirió.

De vuelta al legado de Rengifo, la primera actriz señaló que el dramaturgo y pintor venezola-no “nos dejó, en todo el mar de obras que escribió, Esa espiga sembrada en Carabobo: una can-tata maravillosa, que fue con la que reestrenamos el Teatro Principal (Caracas) en 2011”.

Waikkarán enfatizó que Rengifo dejó una obra extraor-dinaria. En su opinión Lo que dejó la tempestad es la obra cumbre, “porque es la devas-tación presentada de la mane-ra más humana, más hiriente hacia lo que fue la oligarquía; esa oligarquía que aún hoy nos quiere jorobar y quitarnos la independencia”.

En la obra, una vez que matan a Ezequiel Zamora y que los pue-blos de Venezuela quedan devas-tados por los incendios, la mise-ria, el hambre, hay un persona llamado Brusca, que es como la representación del pueblo: le ma-tan a sus tres hijos y al marido en una sola trinchera un mismo día, y ella perdió la razón.

“Pero lo peor para Brusca fue cuando mataron a Zamora. Cuando mataron a Zamora ella se desquició por completo. Ella andaba por los caminos y en-tonces acoge a tres muchachos guerrilleros y cree que son sus hijos y los trata como tales, con una ternura, con un amor”.

SOCIALISTA A TIEMPO COMPLETORengifo era un socialista a

tiempo completo. “Él era so-cialista, él era un hombre del pueblo, de una humildad, de un corazón tan noble, tan genero-so”, expresó.

Sus obras hablan de lo que él era. “Rengifo es uno de los grandes de nuestro país, y creo

Tal como lo señaló la actriz Di-lia Waikkarán, interpretar a los personajes de las obras escritas por el dramaturgo César Rengifo es muy difícil, porque son muy reales y tienen que ser asumidos con fuerza y compromiso.

–¿Qué personajes interpretó usted en las obras de César Rengifo en las que actuó?

–En Las mariposas de la os-curidad hice de Rafaela, la bruja.

En Lo que dejó la tempestad hice a Brusca, fuerte papel, extraor-dinario papel.

–¿Son difíciles de interpretar los personajes de Rengifo?

–Son muy difíciles, porque en las obras campesinas tienes que ponerles esa ingenuidad del campesino nuestro: buena gen-te, creyente de Dios, pero cre-yente también de las leyendas, de los espíritus. Uno tiene que interpretar a esos personajes.

Hay personas en nuestra geo-grafía que por su idiosincrasia son un poco ladinos, malicio-

sos, y en las obras de Rengifo todas esas personas están ex-presadas, “están representadas; entonces uno tiene que asumir a esas personas, tienes que incor-porarlas a tus adentros para ser como esas personas”.

Para Waikkarán, cada actriz o actor que asuma un personaje de Rengifo debe vivir la época y actuar como la mujer campe-sina, madre de 10 u ocho hijos, paridos en el catre, con una partera, con las carencias de siempre: “Uno debe asumir eso como es”.

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Nº 1.441 | 21La artillería del pensamiento

que no se le ha dado a César el lugar, la dimensión que le co-rresponde”, destacó.

A Waikkarán le encantaría que el movimiento creado por el Presidente reivindique el le-gado del dramaturgo. El nom-bre “es demasiado emblemático y portentoso; entonces tenemos que hacer honor al nombre de ese movimiento”.

–¿Actualmente se hace tea-tro como el que escribía Cé-sar Rengifo, con referencia a la historia, a las realidades de la sociedad venezolana?

–Algunas personas hacemos teatro de esa naturaleza. Tene-mos pocos escritores ahorita, tenemos algunos muy buenos, pero tenemos pocos escrito-res que escriban con compro-miso; la gran mayoría quiere escribir cosas vulgares, cosas sin sentido.

Esos autores “hacen cosas para hacer reír a la gente, y la gente paga 300 bolívares para

ir a ver un monólogo y por escu-char estupideces. Por supuesto que no pagan 20 bolívares por ir a ver a Dilia Waikkarán en el monólogo de Manuela Sáenz, no, qué horror, qué fastidio, Manuela Sáenz”.

–¿De qué manera se podría desplazar ese teatro efímero y hacer más atractivas las obras que contengan un sen-tido histórico o realista?

–Nosotros tenemos que ser más agresivos en el hacer; agresivos en el hacer, no en agredir. Necesitamos apoyo para hacer esas obras, porque al ser de época requieren apoyo para producirlas y teatros don-de presentarlas.

Es muy doloroso, añadió, “que te pases cuatro meses en-sayando una obra y luego hagas cinco funciones y ya no la pue-das presentar más porque ya no hay donde estrenar, donde ponerla, y que ninguna institu-ción te la compre para llevarla

Dijo que el Presidente “nos va a apoyar más todavía”

Dilia Waikkarán aseguró que el teatronecesita más espacios para la creación

T/ Nancy MastronardiF/ Joel ArangurenCaracas

–El comandante Hugo Chávez apoyó el talento

nacional con mucha fuerza, incluso dio especial respaldo al cine y al teatro en Venezue-la. ¿Usted cree que el presi-dente Nicolás Maduro segui-rá esa misma dirección?

–Con toda el alma. Estoy segu-ra 100%, porque además ya está dando demostraciones de ello. Ya nos está impulsando a noso-tros a que hagamos un gran mo-vimiento teatral César Rengifo, que me parece extraordinario, porque César Rengifo es uno de los dramaturgos más prolíficos de este país; no solamente por sus escritos, sino por sus pin-turas, por sus ensayos, por sus caricaturas. Era director de tea-tro, era maestro, era uno de los grandes; el escritor del pueblo, como lo llamaban a él.

A su juicio el Mandatario “no solamente va a seguir apoyan-do, sino que va a apoyar más todavía. Porque aquí hacen falta algunas cosas para que el movimiento teatral tenga real-mente un auge sin cortapisas; como por ejemplo, más espa-cios teatrales”.

Waikkarán señaló que para impulsar las tablas en todo el te-rritorio nacional es imprescin-

dible generar más espacios para el teatro, “más espacios donde presentar obras, más espacios donde ensayar. Los grupos nece-sitamos tener espacios para ha-cer nuestro trabajo con tranqui-lidad; nosotros merecemos un trato especial en ese aspecto”.

Indicó que necesitan más si-tios “porque somos muchos, y necesitamos que los espacios no solamente sean para el tea-tro y la danza”. Algunas veces “los espacios son usados para otras actividades, y cuando hay actividades nosotros no po-demos ensayar”.

MÁS RESPALDO–Usted tiene más de 48 años

de trayectoria actoral. ¿Cómo era hacer teatro antes y des-pués de la Revolución Boli-variana? ¿Siente que actual-mente hay más respaldo a los actores y a las actrices?

–Sí, como no, porque antes el teatro era muy limitante, por-que el teatro nunca fue para que la gente viviera de esa actividad. El teatro estaba hecho para éli-tes, para el que podía pagar una entrada costosa, y aunque se ha-cía muy buen teatro, era difícil para los actores hacer teatro.

Dijo que después de que llegó el comandante Hugo Chávez la actuación seguía siendo dura, pero “teníamos una esperanza, porque un hombre tan prepa-

rado como Chávez, que yo lo considero el mayor y más gran-de pedagogo de nuestra época contemporánea, un hombre tan leído, con una memoria prodi-giosa, nos hizo crecer mental-mente. Los que escuchamos a Chávez desde adentro, y nos be-bíamos sus palabras, sí aprendi-mos muchas cosas”.

Resaltó Waikkarán que con Chávez el impulso hacia las artes ha sido maravilloso; las orquestas se han multiplicado y ahora son más populares. Ade-

más, ahora son más las niñas y los niños que se han incorpo-rado a la música, “y esos son jó-venes que les hemos quitado al ocio, al hampa y a las drogas”.

Aseveró que falta mucho por hacer todavía, y señaló que el ente rector debe crear políticas que sean más incluyentes, sobre todo en el teatro.

–¿Por qué sobre todo en el teatro?

–Porque el teatro es, de todas las artes necesarias que te ayu-dan a elevar la calidad de vida de las personas, la herramienta más formidable para crear con-ciencia, siempre y cuando haga-mos un teatro como el que hago yo, y como el que hacen muchos compañeros, haciendo referen-cia a la historia, a los ancestros, al país; teatro con el que pone-mos a la gente a pensar.

Es decir, “que no se vayan por el aplauso, por el chiste, por la grosería, por la palabra de doble sentido, las mujeres desnudas, sino que se vayan con un men-saje: que los espectadores lle-guen a su casa a reflexionar”.

Mencionó como uno de los grandes avances la ley de protección al artista y cultor nacional, aprobada en prime-ra discusión en la Asamblea Nacional. A su juicio, “es una herramienta que nos arropa a todos: pintores, cultores, ac-tores, cantores; todos estamos incluidos en esa ley”.

Ahora lo “que nos toca hacer es participar y aportar para hacer una ley bien completa, bien blindada, para que no se nos quede ninguna fisura por donde pueda penetrar lo nega-tivo y lo maligno”.

al interior del país, donde hay movimientos teatrales que ne-cesitan que nosotros les lleve-mos nuestra experiencia”.

CADA DÍA MÁS VIGENTES–¿Siguen vigentes las obras

de César Rengifo?–Las obras de César siguen

vigentes cada día más. Lo que tenemos que hacer es recibir el apoyo para rescatarlas y hacer-las con profesionalismo, con éti-ca, con amor, con compromiso. Hay que comprometerse; si tú no te comprometes no está bien. Yo sí, yo sí me comprometo y me hago responsable de lo que digo.

Reiteró que la Fundación Ayanamsha quiere remon-tar Lo que dejó la tempestad, porque es una obra que, a su juicio, debe ser vista en toda Venezuela. La primera vez que Ayanamsha llevó a las tablas esta pieza fue en el año 2009, en el Teatro Municipal de Caracas; posteriormente

iniciaron una gira por todo el territorio nacional.

“Si se pudiera llevar a los países del ALBA (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) sería mara-villoso”, agregó.

Las obras de Rengifo deben ser mostradas al mundo entero, así como se lleva la música. “El teatro es el sentir del ser huma-no, la gente se ve retratada en las obras de teatro porque no son hechos aislados. Eso hay que mostrarlo”, reflexionó.

Enfatizó que “cuando tú acostumbras al pueblo a ver teatro de buena calidad, ese hombre, ese niño, empieza a ver las cosas de una manera diferente, y se interesa por co-sas más sublimes”.

Ninguna de las obras de Ren-gifo es aburrida. “Todas tienen una enseñanza, una experien-cia, un déjame pensar, un dé-jame averiguar, déjame escu-driñar en la vivencia de esos

personajes que están plasma-dos en las obras de César”, dijo.

–¿Cuál es el mejor homena-je que se le puede hacer ac-tualmente a César Rengifo?

–El mejor homenaje es que ese movimiento teatral infantil César Rengifo cumpla a caba-lidad con los preceptos que el Presidente está queriendo ver hechos realidad.

Es decir, “que nos dejemos de tonterías y convoquemos a la gente que tiene la experiencia, que tiene el trabajo y que tenga la fuerza para echar adelante ese movimiento que es hermosísimo y comprometido”, expresó.

Refirió que otro homena-je sería el apoyo a los movi-mientos teatrales para poner en escena todas las obras de César Rengifo, “sin mutila-ciones, porque las obras de César no pueden ser mutila-das, no se deben mutilar por-que se corta la esencia de lo que se está diciendo”.

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22 Especial Rengifo | Nº 1.441 La artillería del pensamiento

T/ Vanessa DaviesF/ Avelino RodriguesCaracas

Esplendoroso es el Tea-tro Nacional, recupe-rado por la Alcaldía de

Caracas, y esplendoroso es el verbo de Freddy Ñáñez, presi-dente de la Fundación para la Cultura y las Artes de la Al-caldía de Caracas (Fundarte). Mente brillante, fluido discur-so y pluma sin concesiones lo convierten en una referencia cultural para Venezuela y po-siblemente más allá.

Ñáñez recibe al Correo del Orinoco sobre las tablas; en la mesa reposan los libros que Fundarte ha editado so-bre César Rengifo: Un tal

Ezequiel Zamora, Esa espiga sembrada en Carabobo, Bue-naventura Chatarra.

La sangre de Rengifo (1915–1980) se hizo letra, y alguien con la sensibilidad de Ñáñez lo siente; puede, también, tomar distancia y analizar al dra-maturgo, al artista, al político que fue Rengifo y que hoy es reivindicado por el Gobierno Nacional. El presidente Ni-colás Maduro lanzará en los próximos días el movimiento de teatro escolar y liceísta Cé-sar Rengifo, con el que se quie-re impulsar una renovación de esta rama del arte escénico y tenderles la mano de la cultura a las y los adolescentes.

Pero un autor rompedor como Rengifo no debe ser encasillado

y convertido en otra aburrida firma y figura que se enseña en el salón de clases. Al menos, es la visión que Ñáñez plantea.

“Creo que es valiente lo que hace el presidente Maduro, y creo que también son muy va-lientes quienes lo acompañan en este momento, porque esta-mos propiciando el encuentro de una cosa que va a ser terrible y maravillosa, porque va a ser liberador para los estudiantes y también liberador –espero yo– para el movimiento teatral venezolano”, subrayó.

DESDE LA PUESTA EN ESCENA–¿Cómo hacemos a Rengifo

contemporáneo?–Precisamente no encasi-

llándolo como un dramaturgo historiador, sino proponiéndolo como lo que es: un verdadero poeta, un verdadero creador del teatro arte, del teatro univer-sal; un verdadero constructor de imaginarios, un verdadero ingeniero de mundos, como confrontaríamos a cualquier escritor y a cualquier escritora

de envergadura en la historia de la humanidad.

–¿Ve a Rengifo convivien-do con las inquietudes de los jóvenes ahora? ¿Con toda la complejidad del mundo juvenil?

–Claro. Él dialoga, dialoga con nuestras angustias actua-les, que son modificadas y deter-minadas por el mundo material que nos ha tocado vivir a noso-tros, que es el mundo, que es la promesa del confort, que es la promesa del retorno al paraíso.

Rengifo en la escuela “es un reto”, señala Ñáñez. ¿Para quién? “Para el docente, para nuestras estrategias docentes; es un reto para nuestra manera de promocionarlo, para que no se convierta en un autor oficial que aburre”.

–¿Cómo evitarlo?–Hay que abordarlo desde la

puesta en escena; es decir, hay que poner a Rengifo en escena, no ponerlo en las aulas de cla-se como una materia de estu-dio sino ponerlo en escena. No beatificarlo en el contexto del

nuevo canon de la nacionali-dad, sino insistir en su carácter rebelde y poético. Que la gente pueda tener derecho a interpre-tar incluso libremente las obras de Rengifo y que los jóvenes puedan sostener la pregunta que Rengifo sostuvo permanen-temente, en el tiempo, que creo es uno de sus grandes méritos: ¿Quiénes somos nosotros? Es una cosa fascinante, pero nece-sitamos seductores.

–¿Quiénes serían los seduc-tores? Porque son los maes-tros que van a trabajar en eso…

–Principalmente hay que llamar a la gente de teatro, ac-tores, actrices, directores; prin-cipalmente hay que convidar a los verdaderos militantes del teatro y de la poesía para que puedan contagiar a los demás del entusiasmo del teatro, del teatro como pensamiento y del teatro como verdad, y que poda-mos entonces afianzar alguna red liceísta, movimiento joven o movimiento renovador de las tablas venezolanas.

RENOVACIÓN DE PROPÓSITOS–Un movimiento renova-

dor de las tablas venezola-nas. Eso nos lleva al estado de nuestro teatro. Cuando habla de renovación, ¿con-sidera que es necesaria una renovación de nuestro teatro? ¿Es la renovación permanente?

–El arte permanentemente se está renovando, se está rein-ventando. Incluso uno puede percibir que entre una obra y otra obra hay un Rengifo que está en plena discusión consigo mismo, en plena renovación, y no me refiero a la renovación de las técnicas. No, no; yo me estoy refiriendo a la renovación de los propósitos del teatro. Hay momentos en la historia y las revoluciones son para eso: para hacer una pausa breve y pre-guntarse por los propósitos que hemos defendido.

–¿Esa pausa la hemos he-cho con nuestro teatro ahora o habría que hacerla?

–Hay un momento interesan-te ahora que tiene que ver con cómo la institucionalidad cul-tural se está repensando desde el Estado, desde sus políticas y de la función que tiene que cumplir en cuanto a políticas públicas; hay un encuentro con un sector que no es para nada homogéneo, pero que tiene pro-pósitos que son más o menos comunes: que el teatro pueda volver a ser un acontecimiento cotidiano en una ciudad y en un país, y que el teatro pueda volver a dar esas grandes bata-llas que dio en algún momento frente al cine oficial, frente a la

Freddy Ñáñez: Es un gesto valiente del presidente Nicolás Maduro

Llevar el teatro a los liceos será liberador para los estudiantes y para el movimiento teatralHay que poner a César Rengifo en escena y no convertirlo en materia de estudio, aseveró el presidente de Fundarte. Para que las tablas se hagan presentes en los planteles “necesitamos que la educación formal saque del paréntesis la voluntad creadora que tienen los muchachos y que tienen los artistas”

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televisión oficial y frente al pe-riodismo oficial.

Visto así, hay “una cosa in-teresante que el teatro puede hacer, y para eso nosotros tene-mos que aceptar la disidencia, tenemos que aceptar la para-doja, tenemos que aceptar la conflictividad y entender que precisamos de un teatro ver-daderamente conectado y com-prometido con la realidad que nos toca vivir a nosotros como país, pero como un agente tam-bién liberador de nuestros dog-mas más básicos que tenemos. Precisamos el teatro para esa terapéutica que tiene que ver con la lucha de cada uno contra sus propios dogmas y contra sus propios límites”.

LENGUAJE Y CONEXIÓN–¿Vive nuestro teatro un

buen momento? Tomando en cuenta nuestro teatro que viene del sector públi-co, lo que está en iniciativas particulares...

–Ahorita yo creo que es difícil hablar de un “nuestro teatro” como una cosa homogénea. Hay unas circunstancias en las que ha caído el teatro que son lamentables, y que tienen que ver con rendirse a la tiranía del mercado, que dice qué va y qué no va y qué debe hacerse y qué no debe hacerse. Y hay unos que, desde su espacio, están sos-teniendo la necesidad de hacer un teatro fuerte verdaderamen-te, un teatro de arte, un teatro de pensamiento, un teatro que pueda dialogar con este pueblo.

Para Ñáñez “la verdadera pregunta ahorita”, después “de esa brillante generación que fueron un Rodolfo Santa-na, un José Ignacio Cabrujas, toda esa generación”, es: ¿cuál

como momento cultural. A ve-ces está por delante el momento cultural que vive el pueblo, que las pretensiones de la misma vanguardia”.

–¿Eso es lo que estamos vi-viendo ahora? ¿El pueblo su-peró a la vanguardia?

–Hace mucho rato, y no nos hemos dado cuenta de que esto ha sucedido.

LOS GRANDES CONFLICTOS–Cuando habla de un nue-

vo lenguaje, ¿se refiere a nue-vos planteamientos, nuevas historias, nuevas ideas?

–Y también cristalizar, hacer visible, legible cuál es el conflic-to actual, verdadero, humano. Hay conflictos que son eternos, pero ¿cómo se manifiesta ese conflicto en este momento y aquí y ahora? Por ejemplo, yo siento que el pensamiento está en riesgo, y el pensamiento está en riesgo porque ha triunfado un mito del confort, y el pensa-miento es trabajo; es un trabajo espiritual, es un trabajo intelec-tual; no es un trabajo en el sen-tido burgués del término, de la exhortación al esfuerzo físico, sino es un trabajo en el sentido de la elaboración que no se da por milagro, sino que hay una elaboración material. Y enton-ces, si triunfa la sociedad del conocimiento, si triunfa la tec-nología, si triunfa el cientificis-mo, se deja atrás, por supuesto la recurrencia a la responsabi-lidad propia que tenemos no-sotros como individuos, de en-frentar día a día, porque no hay un ejercicio del pensamiento.

–Ese es un gran conflic-to que debería estar en el teatro…

–Si yo fuese dramaturgo so-lamente escribiría obras que

es el lenguaje que nosotros te-nemos que inventar? “¿Dónde se centra el lenguaje estético de nuestro teatro para conectar con este país que está en un mo-vimiento extraordinario desde el punto de vista de lo político y también desde el punto de vista social, que permanentemente tenemos un país que está movi-do y conmovido?”.

–¿Esa sería la renovación que habría que hacer? ¿La del lenguaje, la de la conexión?

–Claro. Nosotros hemos he-cho dos festivales nacionales de teatro que han reunido a cente-nares de grupos en las dos edi-ciones: en la primera edición, a 120 o 115; y en la segunda edi-ción llegamos a 180 grupos de teatro. Y allí logramos que el teatro se conectase con el públi-co y que el teatro se conectase con la ciudad. Pero todavía es-tamos esperando que el teatro se conecte consigo mismo, y que el teatro se piense a sí mis-mo como un músculo que hace realidad, un músculo que crea pensamiento, como un músculo que participa de un país. Y allí es donde nosotros esperamos que suceda.

Claro, sentencia, “eso no su-cede de la noche a la mañana, y ni siquiera sabemos cuándo suceden este tipo de cosas, pero nosotros creemos que hay que insistir en la apertura de los es-pacios para que en ese choque, en ese encuentro, en esos con-trastes que tiene nuestro teatro, podamos nosotros cristalizar la necesidad de un lenguaje para el aquí y para el ahora”.

Reto que, por demás, no es solo para el teatro, sino tam-bién para la poesía, la música y las artes plásticas. “Es para lo que nosotros estamos viviendo

sucederían en el cerebro hu-mano y tendrían como acon-tecimiento si el pensamiento se extingue, si se extingue… Así como el teatro en algún momento de postguerra habló de la extinción de la esperan-za como un gran conflicto, yo vería si la extinción del pensa-miento ahorita es directamente proporcional al crecimiento de una falsa esperanza o de un fal-so idealismo. Pareciera que en la modernidad quien impone su mito es quien domina, no quien impone su verdad. Entonces, el teatro vuelve y nos centra en la búsqueda de verdades y en la confrontación de las verdades.

–El gran conflicto en Vene-zuela, ¿cuál sería si hubiera que llevarlo a las tablas?

–El gran conflicto en Vene-zuela, lo puedo decir con liber-tad porque no soy dramaturgo y no me va a corresponder es-cribirlo, pero el gran conflicto en Venezuela estaría situado, en este momento, en lo políti-co: replantearse qué es ser de izquierda; si nosotros, ahora que estamos retomando con fuerza los postulados políticos que se pretendían extintos, ¿qué significa ser de izquier-da en un país como el nuestro, en las condiciones culturales que tenemos y en el contexto de lo universal? ¿Qué significa ser de izquierda en un país pe-trolero? ¿Qué significa ser de izquierda en un país rentista? ¿Qué significa ser de izquier-da en un país que además vie-ne de una larga tradición de lucha asociada a otras formas de ver el mundo y de entender el mundo?

En el sentido cultural, añade, “todavía nos faltaría a nosotros vencer los maniqueísmos que se han logrado posicionar en ausencia de un pensamiento fuerte de lo étnico; de un pen-samiento fuerte de las singula-ridades culturales y un pensa-miento fuerte precisamente de lo cultural”.

Para Ñáñez “el gran conflic-to nuestro es crear. Si uno dice que va a hacer una Revolución y rompe e intenta romper con lo que ya estaba establecido, el gran problema y el gran reto es la creación, la reinvención de todo, y la capacidad de po-ner en duda. Allí hay una cosa importante para que esté ver-daderamente un paso adelan-te otra vez”.

–No como ahora: un paso atrás. Un paso atrás ¿o cuán-tos atrás?

–Yo creo que estamos varias cuadras atrás, pero ni siquie-ra mirando al mismo teatro, sino mirando para otros espa-cios que no nos corresponden. Entonces hay que reivindicar

el teatro como lo veía Rengifo: como pensamiento, y que ese pensamiento nos lleve, con toda honestidad, al desnudo de nues-tras circunstancias actuales, y también a los desafíos que esas circunstancias actuales nos plantean. Yo creo que ahí está la clave: es resemantizar esa palabra que para mí es casi fun-damental a lo largo de mi vida, como ser humano y también en mi modesta carrera como un pensador: la resistencia.

Esa “capacidad de resisten-cia”, manifiesta Ñáñez, signifi-ca “perdurar, no solo la crítica radical a lo que ya éramos, sino la capacidad de persistir en lo que somos en tanto que momen-to creador, momento fecundo”.

VOLUNTAD CREADORA–Para hacer teatro en los

liceos, ¿qué piensa que se necesitaría? ¿Qué hace falta para hacer teatro?

–Necesitamos que la educa-ción formal saque del parén-tesis la voluntad creadora que tienen los muchachos y que tienen los artistas. Que el arte no sea una compensación de las clases aburridas, sino sea el complemento verdadero y el que le da sentido al hecho del estudio y al hecho de la for-mación. Necesitamos un liceo que pueda también, no solo dar pasos a un plan de teatro como el César Rengifo, sino que también pueda repensarse a sí mismo como escuela, como escolaridad.

El presidente de Fundarte sentencia que “estamos asis-tiendo, desde que llegaron los españoles hasta ahorita, a una escuela de la información y no de la formación real del indi-viduo”. Si la escuela formal “permite que el germen del arte, que el germen del teatro se dé allí, pudiéramos tener una retroalimentación con las cátedras que damos. Cuando el maestro sepa que más aprende un muchacho montando Lo que dejó la tempestad que en una hora de dictados...

–Es decir, que lo que se necesita es la voluntad, no convertirlo en una materia aburrida.

–Lo que se necesita es asu-mir el riesgo: tenemos que co-rrer el riesgo. La escuela ofi-cial tiene que correr el riesgo de encontrarse con el arte, y el arte tiene que correr el riesgo de hacerse, de asirse a los es-pacios que nosotros entende-mos como oficiales de la ense-ñanza, y que este plan César Rengifo sea una ola que crezca desde las necesidades propias de los estudiantes.

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La artillería del pensamiento24 Especial Rengifo | Nº 1.441

T/ Vanessa DaviesF/ Avelino RodriguesCaracas

“¡Si está viva, si brilla, si canta hacia la vida/ la espiga que tu pueblo

sembrara en Carabobo!”, pregunta una voz. Y otra le responde: “¡¡Viva está para siempre!! ¡¡Para siempre está viva!! ¡¡Y con ella en los puños debemos avanzar/ sembrando sus semillas!!”. Con estas frases termina el dramaturgo y artista César Rengifo su pieza Esa espiga sem-brada en Carabobo. Vale la comparación con la obra de Rengifo: una espiga sem-brada en el terreno fértil de la cultura.

Freddy Ñáñez, presidente de Fundar-te, sostiene que Rengifo fue y es un autor universal y esencial del siglo XX.

–¿Qué piensa que hizo a Rengifo tan particular? ¿Cree que fue el contexto sociopolítico que le tocó vivir?

–Yo creo que en Rengifo hay una idea del teatro que es singular para lo que ocurría en el contexto nacional, pero universal en el sentido de que se propo-nía fundamentar una idea sobre el tea-tro que pudiera abordar lo puramente humano en sus máscaras concretas, en sus instantes concretos, en sus periodos de tiempo concretos, en su geohistoria concreta, pero siempre yendo en esa os-cilación de lo eterno a lo histórico y no al revés, como a veces lo interpretamos.

El teatro era, para Rengifo, “una forma de ordenamiento o reordena-miento de componentes materiales e ideales con los cuales se constituye la realidad”, asevera.

“Yo creo”, asegura, “que Rengifo logró decir verdades que solo se pueden decir dentro del teatro, y esas verdades que tienen que ver con la historia no son ver-dades que obedezcan meramente a las circunstancias ideológicas que configu-raban el pensamiento de Rengifo”.

El artista era un militante del Par-tido Comunista; “sabemos que era un luchador contra la tiranía; sabemos que era un crítico acérrimo de nuestra nacionalidad, pero fundamentalmen-te lo que Rengifo se plantea dentro de su dramaturgia, y se plantea también en su pintura, es que el arte funciona para la realidad como un espacio donde el acontecimiento vital –a fuerza de re-petirse– se cristaliza en verdades”. En otras palabras, “él no contó la historia de Venezuela como a él le parecía que era, sino como la podía contar desde el teatro o cómo solo se puede decir en la escenificación, en la representación”.

–¿Por qué piensa que hay cosas que solo se pueden decir por el teatro?

–Porque eso es lo que hace que el tea-tro exista como una verdad. Nosotros asistimos a la historia desde la visión de los cronistas o desde la visión de la geografía, y asistimos a esa forma de plasmar una memoria oficial partien-

tragedia de la vida en tanto que proyec-to, que ideales, que condiciones materia-les y que está en permanente tensión con lo que está constituido como fuerza y lo que está constituido como orden”.

–¿Dónde ve las mayores tensiones de Rengifo?

–Primero, en su capacidad de escenifi-car o de representar momentos históri-cos que son absolutamente inexistentes para la geografía oficial.

–Más que tensiones serían logros, entonces.

–Pero hay una tensión como creador, como poeta, porque él está abordando esto como un poeta para decir una ver-dad que no se pudo decir de otra mane-ra; porque no se puede complementar la historia oficial con otra pretendida historia no oficial, sino que solo se pue-de complementar la historia oficial con la imaginación y con la búsqueda de un acontecimiento. Por ejemplo, nosotros que no somos indígenas podemos asistir a episodios que nunca hubiésemos podi-do imaginar, que tienen que ver con la resistencia de los pueblos originarios. Podemos allí separar lo que estuvo mez-clado, un pasado turbio, un pasado casi ausente. Rengifo lo pone en blanco y ne-gro y lo escenifica separando eso que es-

do de hechos más o menos concretos, cargados de una subjetividad pero más o menos concretos, que apuntan hacia las fechas y los acontecimientos mili-tares y los acontecimientos políticos. Pero detrás de las fechas de batallas, y detrás de los acontecimientos políticos, las que componen todo ese aparente ab-soluto de lo político y lo militar son las cargas subjetivas, culturales y afecti-vas que configuran los momentos de la historia, y los anhelos que son perma-nentes en el ser humano.

ANHELO DE VIDAEn el teatro de Rengifo “hay un gran

anhelo de vida, un gran anhelo de vida que se va a oponer, que se va a confron-tar con lo que ya está constituido como gran poder, que es un gran obstáculo. Entonces ahí está la tragedia del poder político que no puede ahogar la vida, y la

tuvo, de alguna manera, entrampado en un laberinto.

En el autor “no hay nada más esa vi-sión localista, y de alguna manera mi-litante de la historia, que sí tiene sus componentes importantes, porque los personajes se hacen de una idea y de un pensamiento, y los conflictos que se van a dilucidar se hacen desde un pen-samiento y desde una postura; pero Ren-gifo es mucho más universal de lo que nosotros pensamos”.

–¿Qué hay de universal en Una Es-piga sembrada en Carabobo?

–Primero, la concepción del tiempo. La concepción del tiempo como un tiempo que puede transcurrir hacia atrás y ha-cia adelante; un tiempo que viene dado por una idea de lo que es eterno. Luego, el tema de que la vida se va a constituir de un deseo de persistencia, y ese deseo de persistencia está confrontado funda-mentalmente con la idea de muerte, la ilusión de muerte o la vocación de muer-te que hay en el ser humano.

CUESTIONAMIENTO Y AFIRMACIÓN

También es un rasgo que caracteriza a Rengifo “la constitución de un nacio-nalismo histórico, o el preguntarse por el sentido identitario desde los aconteci-mientos más traumáticos y más deter-minantes que ha sufrido el colectivo y el paisaje que nos identifica como tal”, evalúa el presidente de Fundarte.

–¿No hay un cuestionamiento a esa identidad que se nos había cons-truido?

–Hay un cuestionamiento a una iden-tidad oficial, pero desde la afirmación de una otra identidad.

–¿Cuál es esa otra identidad?–La otra identidad es que nosotros

no somos una mezcla turbia y difusa como se nos había dicho. Hay una idea de unas identidades presentes, de unas singularidades presentes y que actúan de manera autónoma, pero también en un sistema donde son interdependien-tes. La indianidad, la africanidad, la ruralidad, la marginalidad urbana, la feminidad, la fealdad, todo lo que ha sido de alguna manera las identidades que están en la periferia de la identi-dad central eurocéntrica dialogan en Rengifo; también están en conflicto, en tensión permanente, porque en Rengifo hay una idea de la libertad distinta de la que tiene el artista liberal, que consi-dera la libertad como estado armónico, natural, original, del que venimos y al que algún día retornaremos.

En el artista “la libertad es más libe-ración, tiene que ver con todos nuestros sujetos oprimidos que dialogan para una liberación, pero una liberación que solo se puede dar en el conjunto y en la interpretación de esa conflictividad”. Rengifo sabe “que es el conflicto lo que motoriza la vida, y no la armonía y no la sincronía, sino precisamente las asime-trías, las desigualdades y los conflictos. Entonces se trata de ver cómo nosotros somos lo que somos a partir de una pa-radoja, de una contradicción y de unas condiciones que son precisamente ava-salladoras para una idea pura de la na-cionalidad y del sujeto”.

Es un dramaturgo esencial para el siglo XX

César Rengifo fue “un autor universal del teatro”

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–¿Cayó mal en ese momento?–Yo creo que en ese momento ni siquie-

ra lo pudieron comprender. Hay gente que dice que Rengifo fue perseguido pre-cisamente por estas ideas de la reivindi-cación de lo indígena, pero yo creo que ni siquiera fue entendido en ese momen-to; él se enfrentó a una intelectualidad superpositivista que de alguna manera estaba interpretando el mundo a partir de esa idea dominante en ese momento. Y yo no creo que hayan entendido a Ren-gifo demasiado; si no, no solo hubiese estado apartado, sino que hubiese estado verdaderamente extinto desde el punto de vista de la censura.

César Rengifo fue “un autor universal del teatro, porque en la búsqueda de lo puramente humano pudo escenificar lo puramente humano y las circunstancias concretas que a nosotros nos determina-ron”. Él emprende “un combate frontal con la idea oficial de nación y con la idea oficial de pueblo, y con la idea oficial de cultura”.

–¿Y qué idea propone? Usted habla del ser, ese ser venezo-lano que propone Ren-gifo. ¿Cuál es?

–Yo pienso que él tenía una idea muy clara de que la reafirmación de un nosotros era a par-tir de una diferencia; de una diferencia que esta-ría permanentemente en conflicto, y que a partir del entendimiento de ese conflicto nosotros po-dríamos separar los dis-tintos elementos que nos quiebran y que nos com-ponen para poder enten-dernos sin complejos.

PUEBLO: CIRCUNSTANCIA VIVA

Para Ñáñez, la palabra pueblo merece “una re-visita permanente”. Ren-gifo la desmonta, “la problematiza y la hace dialéctica consigo misma”.

–¿Qué era el pueblo para Rengifo?–Primero, yo podía decir qué no era

el pueblo para Rengifo. ¿Qué no era el pueblo para Rengifo? Una masa uni-forme dotada de una cultura unívoca y con un destino unívoco. El pueblo para Rengifo era una circunstancia viva de pensamiento y de vocación po-lítica que se alimentaba de la diversi-dad; es decir, era lo múltiple. La visión múltiple del pueblo impide una visión reduccionista del pueblo. Para Rengifo el pueblo era el devenir de una comuni-dad que tendría que empezar por el re-conocimiento de sus diferencias, para poder asumirse en una identidad más o menos sostenible.

–¿El pueblo existía en nuestro tea-tro con esa fuerza antes de Rengifo?

–Yo creo que no era visibilizado así. El pueblo siempre era un paisaje hu-mano, un telón de fondo, unos testigos, unos espectadores, pero el pueblo esta-ba siempre difuso en esa generalidad. En Rengifo el pueblo es la complejidad de las circunstancias humanas que nos tocan vivir; es un sujeto histórico en

T/ Vanessa DaviesF/ Avelino RodriguesCaracas

Fundarte ha hecho de César Rengifo una figura de este tiempo. El presi-

dente de la fundación, Freddy Ñáñez, cuenta que la primera vez que dialogó con el alcalde de Caracas, Jorge Rodrí-guez, sobre el trabajo que afrontarían, lo hicieron a partir de libros y firmas. “Ha-blamos largamente sobre muchos auto-res, y en esa conversación él me mostró su pasión por César Rengifo, como un lector verdaderamente amoroso de Cé-sar Rengifo, y cuando hablábamos de César Rengifo ahí mismo nos dábamos cuenta de que era uno de los escritores menos publicados por el sistema de li-bros venezolanos”, refiere Ñáñez.

Aunque el sistema de publicaciones del Estado es muy prolífico, acota, “Rengifo no estaba dentro del catálogo de nuestras editoriales, y yo creo que por azar, por exceso de operatividad”.

Por eso “lo primero que hicimos cuando empezamos a trabajar en Fundarte, junto con Jorge, fue crear la Biblioteca César Rengifo”, con una cuidada edición de sus obras: buena presentación en la contratapa, un for-mato accesible y portátil y con la vista puesta en las y los jóvenes.

Hasta la fecha han sido editados 13 títulos, y está previsto llegar a unos 25, para incluir “la obra poética y también la ensayística”.

GOLPE DE DADOSLa alcaldía inauguró el bulevar

César Rengifo e impulsó la Cátedra

Cesar Rengifo –con apoyo de intelec-tuales como Saúl Rivas Rivas y Nel-son Guzmán– “porque ya sabíamos que no era so+lo publicar las obras, sino poner el pensamiento de Rengi-fo en la actualidad”. También “crea-mos el Premio César Rengifo que ya va para esa tercera edición, y final-mente empezamos a plantearnos la necesidad de que el teatro que se pri-vilegie dentro de los festivales y den-tro de las acciones que hacemos sea el teatro venezolano, porque César también fue como militante del mo-vimiento teatral; un defensor de los derechos del dramaturgo venezola-no, de la actriz, el actor venezolano, del director venezolano”. También se logró, con el movimiento teatral, que se decretara el 14 de mayo Día de la Dramaturgia Nacional en la Asamblea Nacional de Venezuela.

Sin embargo, Ñáñez cree que toda-vía se puede hacer más. “Por eso nos estamos planteando en este momen-to hacer un reimpulso a la Cátedra César Rengifo”, y publicar textos de quienes investigan sobre la obra del multifacético artista.

Ahora “creo que nos corresponde acompañar solidariamente y mi-litantemente este movimiento que hoy se inicia, y con cuyos líderes ya hemos entrado en contacto para así como un solo puño cerrado, dar el golpe de dados que lleve a el pensa-miento y la idea de César Rengifo a su más elevada expresión. No imi-tando su obra, pero sí imitando su ambición como artista y sus plan-teamientos como intelectual”.

construcción, no dado nada más por la historia de manera homogénea, sino en permanente construcción.

–¿Abordó en el teatro los conflic-tos en la sociedad venezolana que nadie había querido tocar?

–Yo creo que él abordó todos los proble-mas esenciales de la sociedad venezola-na. Rengifo hace una pregunta esencial por ese “nosotros” que es un nosotros político, pero también una genealogía real de nuestra cultura, y también fun-damentada en un deseo de vivir.

El primer texto de Rengifo que Ñáñez leyó –cuando tenía 19 años de edad– fue Un tal Ezequiel Zamora.

–¿Le permitió entender ese pasado que nos fue negado? ¿Ese pasado del siglo XIX?

–Claro. Entenderlo en un sentido fuer-te, entenderlo en el sentido de vivirlo, poder tener un acompañamiento afec-tivo y de pensamiento con lo que ahí sucedió. La historia que nosotros recibi-mos en bachillerato era absolutamente mediocre, era un rosario de fechas y de

batallas y de po-siciones militares como si uno fuese un estratega mili-tar que no tenía en absoluto una pizca de subjetividad, no había hombres ni mujeres.

–¿Le dio otro sentido a la his-toria?

–No solo otro sentido, sino otra verdad. Porque el teatro y el arte no solamente dan sen-tido, sino que bus-can una verdad. Si no, no tuviesen ellos mismos razón de ser para la hu-manidad. Por eso yo creo que la his-

toria oficial no se hubiese podido com-plementar con otra historia llamada no oficial, porque sería un paralelismo; solo pudiera haber dialogado y haberse complementado con la visión poética, con la visión de la idea teatro de pueblo, y de la idea teatro de tiempo, y de la idea teatro de nación.

–¿Diría que es el dramaturgo más importante del siglo XX?

–Yo diría que es un dramaturgo esencial.

–¿Se ha reivindicado a Rengifo más ahora en tiempo de Revolución que antes?

–Yo creo que sí. –¿Puedes ver un antes o un des-

pués con la obra de Rengifo?–Yo creo que sí. Yo creo que lo que

ha pasado con la Revolución Boliva-riana es que ha habido una reeva-luación y una revisita a los elementos que conforman nuestra venezolanidad. En Rengifo nosotros encontramos un testigo privilegiado de esa búsqueda de la venezolanidad. En este momento Rengifo es valorado porque hay la va-loración de una venezolanidad, de una contemporaneidad absoluta.

Ha editado 13 títulos y llegará a 25

Fundarte creó una bibliotecapara honrar a César Rengifo

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“Para Rengifo el pueblo era el devenir de una comunidad que tendría que empezar por el reconocimiento de sus diferencias, para poder asumirse en una identidad más o menos sostenible”