Nunca hubo empatía porque a él no le interesa generar empatía. Mourinho tiene reglas claras y conceptos a los que hay que adaptarse: los que no entran en el juego, quedan afuera. Fue, más o menos, lo que pasó con Guillermo Cuadrado, que, bajo el mando del entrenador portugués, deambuló en Chelsea varios meses hasta que no le quedó otra opción que buscar una salida. El colombiano desembarcó en Juventus con la esperanza de cambiar la tendencia de una temporada en la que no pudo pasar por arriba de su entrenador.

Mourinho no es paciente cuando se trata de jugadores que deberían adaptarse a su idea. El mes pasado habló sobre su filosofía y dejó en claro en lo que tiene que ver a su mirada para armar equipos y seleccionar jugadores: dijo que le bastan diez minutos para saber si ese jugador le será útil para el equipo.

"El otro día tuve una discusión interna. ¿El entrenador debe darle confianza al jugador? ¿O es al revés? Al final, la conclusión fue que los jugadores se eligen a sí mismos. Es la responsabilidad que ellos deben tener", dijo. Y agregó: "Creo que los jugadores deben impulsarme a mí a decir 'vamos', no

al revés. Los jugadores y los representantes dicen: 'Necesito cinco juegos para probar'. Bueno, la verdad es que no necesitan cinco partidos. Necesitan diez minutos".

Cuadrado llegó a mitad de la temporada pasada a una liga mucho más rápida, con un estilo completamente diferente. Además, llegó a un nuevo país sin conocer el idioma. Mourinho no tiene piedad. Espera que los jugadores top tengan mentalidad para sobreponerse a diferentes obstáculos.

A Kevin De Bruyne no le dio oportunidad. Cuando el belga dio a entender que no estaba dispuesto a pelear por un lugar entre los once, lo dejó ir. Teniendo en cuenta que Cuadrado fue titular en sólo cuatro partidos, no hay mucho más para agregar: en el concepto de Mou, tuvo las oportunidades necesarias.

La cuestión técnica y táctica parece evidente: Mourinho es muy demandante con sus jugadores extremos. Ama el balance, los jugadores mixtos que saben atacar y defender. Willian y Pedro se adaptan mucho más a ese estilo, por lo que Cuadrado dejó de ser del interés.

Una de las razones por las que Cuadrado dejó de ser jugador de Chelsea para pasar a Juventus tiene que ver con la llegada de Pedro al equipo inglés. Si el español no hubiera llegado, probablemente el colombiano seguiría siendo parte de los Blues.

Económicamente, la idea de que Cuadrado haya ido a préstamo a Juventus tiene que ver con la posibilidad de que se muestre en un club gigante y a Chelsea le queden dos opciones: venderlo por más plata o conservarlo con otro tipo de madurez.

Todo tiene que ver con las relaciones. Chelsea está muy interesado en Paul Pogba, porque le interesa mantener buen contacto con Juventus con la posibilidad de hacer más fácil una futura negociación. Al equipo italiano le interesan Oscar, Ramires y el propio Cuadrado, por lo que todo está dado para que se mantengan en contacto.