Estudio arquitectónico y análisis táctico · bajo los muros de San Antonio, operación que...

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José L. Terrón Ponce EL FUERTE DE SAN ANTONIO DE FORNELLS Estudio arquitectónico y análisis táctico

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José L. Terrón Ponce

EL FUERTE DE SAN ANTONIO DE FORNELLS

Estudio arquitectónico y análisis táctico

Agradecimiento: Agradezco profundamente las atenciones y dedicación recibidas de Javier Gornés, arquitecto del ayuntamiento de Mercadal

A modo de prólogo

odemos considerar al fuerte de San Antonio de Fornells, como un proyecto desgraciado, y lo decimos en todos los sentidos. En primer lugar, su construcción duró casi 50 años del siglo XVII, su traza, en nuestra opinión, resultaba inadecuada, tanto por los numerosos blancos que presentaban al sitiador sus altos edificios que superaban en altura el parapeto como por el desafortunado emplazamiento, sino en latitud, sí en altura (escasos metros sobre el nivel

del mar) que permitía ser batido en brecha por los buques de los que hubiera debido defenderse con eficacia, como se comprobó en el ataque británico de 1708. Tampoco fue afortunado su papel en las emergencias de 1756 y 1781, durante las cuales el fuerte no tuvo un protagonismo muy destacado en la defensa del puerto de Fornells. En la primera abandonándolo a toda prisa su guarnición para refugiarse en la fortaleza de San Felipe en el puerto de Mahón y en el segundo, rindiéndose a las fuerzas del brigadier marqués de Peñafiel sin disparar un tiro.

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Por último, su suerte final fue verse arruinado prácticamente en su totalidad, dicen que al mismo tiempo que el de San Felipe en tiempos de Carlos III, no del todo claro, por diversos testimonios posteriores, aunque haya llegado a nuestros días completamente arruinado y lo que es más grave, sepultados, la entrada y dos de sus baluartes por edificios modernos que impedirán para siempre cualquier reconstrucción, relacionada con ese bien cultural que es y será siempre la recuperación de nuestro patrimonio histórico-arquitectónico. Este, es pues, un breve estudio de la fortificación portuaria, que intenta precisamente eso: recuperar en lo posible (al menos sobre el papel) la memoria histórica del fuerte de San Antonio de Fornells.

José L. Terrón Ponce

PARTE I

EL FUERTE DE FORNELLS Y SUS VICISITUDES. ESTUDIO DIACRÓNICO.

La emergencias berberiscas del siglo XVI y el afán fortificador de los Austrias Mayores. El caso de Menorca

n este momento (siglo XVI) de la historia de España y de Menorca, se dan una serie de coincidencias que preocupan al gobierno central y de paso a los habitantes de la Balear Menor: la amenaza turca en el Mediterráneo, centro prioritario de la política exterior del emperador Carlos V y de su hijo Felipe II, hasta que, éste último, diera un giro

de 180 grados a la misma, situando desde entonces al Atlántico como centro de sus preocupaciones más inmediatas. En este contexto, pues, el del mar Mediterráneo, se concitará el afán fortificador de ambos monarcas, padre e hijo, que habían experimentado suficientemente con la nueva fortificación abaluartada (y también atenazada) de perfil rebajado, como réplica defensiva a la nueva artillería pirobalística, ensayada con extraordinario éxito contra las murallas medievales, desde que Carlos VIII de Francia la empleara en su larga incursión por los territorios italianos a fines del siglo XV. En este contexto y como prueba, una vez más, de la necesidad de modernizar las defensas contra el turco, Menorca es atacada dos veces. Primero en 1533 por Barbarroja que saquea Mahón y segundo en 1558 por Mustafá Piali, que hace lo propio con Ciudadela. El ataque a la entonces capital de la isla, dejó claro la necesidad de modernizar las viejas fortificaciones medievales isleñas (de hecho Piali empleó artillería contra las murallas ciudadelanas consiguiendo abrir brecha) y pronto se acometió

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esta medida, primero con la erección del fuerte de San Felipe en la rada mahonesa, comenzado a construir en 1554 (cuyo efecto disuasorio desvió precisamente a Piali hacia la ciudad más occidental de la isla) y el que aquí nos ocupa, el de Fornells, ambos abaluartados de planta cuadrada, muy parecidos en traza pero de diferente tamaño.

El fuerte de Fornells y sus vicisitudes a lo largo de los siglos XVII y XVIII El proceso de construcción del fuerte durante el siglo XVII y su organización. Según Ramis, el 15 de diciembre de 1614 se dio la orden desde la corte de Madrid de construir un fuerte en la bahía de Fornells, para lo que se envió instrucciones y también la traza “según planta y perfil que se acompañaban” 1. Da la impresión de que el fuerte se proyectó desde la Corte y que en su construcción intervinieron principalmente los prácticos de Menorca, como el maestro mayor, el apuntador y el sobrestante. En efecto: siempre según Ramis, en 1619 dicho maestro mayor de obras de la isla pasó a Fornells a revisar el lugar y en 5 de junio de 1625 se decide su emplazamiento y se bendice la primera piedra. Evidentemente las cosas iban despacio en aquel reinado de Felipe III, máxime cuando, una vez más, este autor nos cuenta, que 14 años después, se nombró apuntador y sobrestante de la fortificación. De hecho, parece ser que no se terminó hasta 1662. En ese año las armas de fuego habían ya aumentado, sino su precisión sí su potencia y habíanse experimentado nuevas y expertas tácticas de sitio y defensa de plazas, como las proyectadas por el gran Vauban, el ingeniero más famoso del reinado de Luis XIV, que elevó la poliorcética a un nivel difícilmente superable. Quiere esto decir que, como ocurriría siglos después con la fortaleza de Isabel II en la Mola de Mahón, el fuerte de San Antonio quedó obsoleto aún antes de haberse concluido su construcción. Este aserto quedará demostrado el siglo siguiente, cuando éste hubo de sufrir su prueba de fuego.

1 RAMIS Y RAMIS, Antonio. Fortificaciones antiguas de Menorca. Mahón, Imprenta de Pedro Antonio Serra, 1832. pág.s. 51-54. Este autor aficionado a las antigüedades pero poco generoso al citar fuentes, no revela exactamente donde se encontraban los documentos que consultó ni si vio los planos a los que hace referencia.

Por Real Orden de 30 de julio de 1671, se dotó al fuerte de San Antonio de guarnición. Esta consistía en un capitán, un alférez, un sargento efectivo, otro reformado, un tambor, un capellán, un médico, un cirujano, un carpintero, un herrero, dos

artilleros, cuatro ayudantes de artillero y 40 hombres de infantería. Esta guarnición debía reforzarse con 300 hombres de la milicia local en caso de ataque. La prueba de fuego de la fortificación: el siglo XVIII. La primera defensa del fuerte de Fornells, tuvo lugar durante la Guerra de Sucesión a la Corona Española (1700-1713). Así, el 9 de septiembre de 1708 llegaron 5 navíos británicos a tantear la boca del puerto de Fornells y del primer cañonazo que se les disparó desde el fuerte, le descabezaron a uno el árbol de mesana, con cuyo suceso desistieron los ingleses de su intento, pero volvieron de nuevo el 21 del mismo mes. Ese día a las siete de la mañana se inició el bombardeo naval del fuerte que duró hasta las 11. En ese momento con un baluarte prácticamente derribado, el comandante capituló, quedando su guarnición prisionera de guerra.2 Micaela Mata, habiendo consultado los archivos británicos nos ofrece un relato completo de dicho ataque:

“Día 21[ de septiembre]. Sábado.[ de 1708] Desde antes del amanecer el Dunkirk y el Centurion navegan la costa noreste de Menorca contra fuerte marejada y vientos predominantes del N.N.O. Avanzan difícilmente y a las 9 de la mañana la capitana de la expedición, seguida a media milla por su subalterno, pasa la punta d'es Murtá y enfila la estrecha boca de puerto Fornells. No bien fran-quean las velas el paso rocoso de la entrada, abren fuego contra ellas los doce cañones montados en las torres del fuerte de San Antonio. Sin poder fondear muy cerca de la pequeña fortaleza por soplar el viento por encima del presidio y directamente de cara, el Dunkirk echa anclas a una milla de la ribera; en diez brazas de agua y fondo

2 Vid. Manuscrito anónimo en Real Academia de la Historia, Colección Salazar N-47

arenoso. El Cen turion sigue su ejemplo y se coloca a poniente y ligeramente detrás del navío de línea. Ambos buques quedan emplazados hacia las 9,30 y no tardan en contestar el cañoneo de tierra, disparando sin parar sus cañones de estribor. A media mañana, al caer el viento, Butler avisa a los botes del Centurion que le remolquen hasta quedar atravesado bajo los muros de San Antonio, operación que cuesta una yola, hundida por el fuego enemigo, y que entorpece el amarre a las rocas. A medio tiro de cañón de su objetivo, las potentes piezas navales, apoyadas por la artillería de las cofas y los fusiles de los marinos, pulverizan los baluartes. Al estar más lejos de tierra, la nave de Fairborne queda en la trayectoria de los proyectiles del fuerte y recibe mayor castigo que la capitana. El palo mayor del Centurion se derrumba, quebrado en dos, y el aparejo, muy dañado, cae sobre cubierta. Las bajas a bordo son considerables: seis marines muertos en el acto y once heridos. El Dunkirk tampoco se salva, deteriorado su casco, tocados sus mástiles y velamen, caen lesionados varios de sus hombres.

Después de soportar tres largas horas de bombardeo continuo, la guarnición de San Antonio arría el pabellón del fuerte. Habiendo salvado el honor con su firme oposición, el gobernador juzga imposible sostener un ataque enemigo por mar y tierra; sabe que en lo alto del cerró de la Almudaina, a espaldas del fuerte, 400 soldados ingleses, dotados de buena artillería, han presenciado el combate. A la una de la tarde Leighton salta a una barca auxiliar y se aproxima a San Antonio. Las condiciones de entrega de los treinta franceses y diez españoles son tan sencillas como comprensibles. El oficial del batallón Neptune, Glandeves, exige que él y sus compañeros no serán entregados prisioneros de guerra a los carlistas españoles sino que pasarán a bordo de las naves inglesas. Aceptada la cláusula por el capitán Butler, el teniente del Centurion y sus infantes de marina toman posesión del castillo. Los soldados felipistas son repartidos entre los barcos enemigos que han participado en la acción; ingresan en las enfermerías cuatro heridos. En el ataque han muerto dos franceses y siete han resultado heridos, entre ellos el gobernador, alcanzado por un

proyectil en la pierna. 3

La segunda prueba de fuego correspondió al ataque francés de 1756, comandado por el duque de Richelieu, en el que nada más conocer la noticia del desembarco francés en Ciudadela, la guarnición británica de Fornells con su comandante al frente, abandonó a toda prisa el fuerte refugiándose en San Felipe. La tercera y última fue la del ataque hispano francés al mando del duque de Crillón, quien desembarcado y consolidada la cabeza de playa en cala Mezquida, envió al brigadier marqués de Peñafiel a Fornells con 300 hombres, que no tuvieron mayor dificultad para tomar el fuerte con sus apenas 50 hombres de guarnición, quienes se rindieron sin disparar un solo tiro. La conclusión que puede sacarse de las campañas del siglo XVIII respecto al fuerte de Fornells es que a la altura de la centuria decimoctava resultaba poco operativo. Poco después de que la isla de Menorca pasara a manos españolas en 1782, el fuerte de San Antonio (Ramis dixit) siguió la misma suerte que el de San Felipe en el puerto de Mahón: fue demolido, no quedando de él piedra sobre piedra.4

3 MATA, Micaela. Menorca, franceses, ingleses y la Guerra de Sucesión. Mahón, Ateneo Científico y Literario, 1980, pág. 229 4 Como puede observarse en la actualidad en el que fue su asentamiento, donde no queda, prácticamente ni rastro de su traza, pero no estamos seguros de que fuera demolido en 1782, puesto que existen viejas fotografías de principios del siglo XX, donde el fuerte se conservaba en relativo buen estado.

PARTE II DESCRIPCIÓN ARQUITECTÓNICA Y ANÁLISIS TÁCTICO.

Descripción general de la fortificación El fuerte de Fornells es una fortificación abaluartada cuadrada con cuatro baluartes muy similar al San Felipe inicial, aunque menor en tamaño. Constaba de un patio central, igualmente cuadrado, en el que se encontraban los diversos edificios de la administración, culto (la capilla) y las casernas para tropa y oficiales. Llama la atención el edificio adosado a la cortina SE, por su altura de tres pisos, que rebasaba (peligrosamente pensamos) el parapeto superior. Tres de sus cortinas estaban defendidas por un pequeño foso con un puente de acceso al fuerte desde la cortina SE, en cuya contraescarpa, situada en

tenaza, había un rediente que suministraba flanqueo a las largas caras de la misma.

La bocana del puerto de Fornells vista desde el punto donde estaba situado el baluarte del Este, cuya artillería defendía dicha bocana.

Por el lado NE, es decir el del mar, había un ligero escarpado sin foso que contactaba directamente con la escarpa de la cortina de ese lado.

El fuerte estaba concebido esencialmente para defender la boca del puerto de Fornells, aunque su escasa altura respecto al nivel del mar le hacía muy vulnerable al tiro naval, como se vio en el ataque británico de 1708. La defensa terrestre, encomendada a los dos baluartes Norte y Oeste y la cortina de unión de ambos, poseía poca artillería y escasos recursos defensivos, salvo las casamatas de flanqueo situadas en los flancos de los baluartes, características de la construcción abaluartada de principios del XVI tan caras a Calvi, su maestro Sangallo el Joven, Luis Escrivá y otros ingenieros de la época. Desde un punto de vista de los abastecimientos, disponía el fuerte debajo del piso de la plaza de armas, de dos buenos aljibes (únicas piezas conservadas actualmente del recinto. Desde luego en la época que fue construido debía tener pocas posibilidades de manutención, si observamos las escasas cabañas de pescadores que rodeaban el recinto, que debieron erigirse a su amparo y que luego darían origen al pueblo de Fornells.

Parte descriptiva

Planta superior

En esta planta, donde se encuentra la plataforma de combate (a), vemos como el parapeto de la cara derecha del baluarte Este (2) de la cortina SE, del baluarte Oeste (4), de la cortina SO y de la cara izquierda del baluarte del Sur (3), son a barbeta, es decir, formado por un muro bajo corrido sin cañoneras, dispuesto para morteros y cuyo papel principal era la defensa del puerto del ataque de navíos enemigos, sobre todo de bombardas y galeotas que eran unas pequeñas naves ligeras, (la segunda provista de remos), que debido a su gran movilidad y el escaso blanco que presentaban, se acercaban a la costa bombardeando las fortificaciones con sus morteros emplazados en la proa, en un ataque de diversión, mientras la artillería emplazada en tierra trataba de batir en brecha los muros.

El resto del parapeto (es decir la cara izquierda del baluarte Este, la cara NE, el baluarte del Norte (1) la cortina NO y la cara derecha del baluarte Oeste, disponía de cañoneras abiertas (un total de 14, dirigidas a campo abierto y 4 que completaban el flanqueo del foso de las casamatas), flanqueadas por un parapeto para fusilería muy original, formado por un muro alto con aspilleras. Por último los baluartes Norte, Este y Oeste disponían de sendas garitas en capital.

Bombarda y galeota

Planta primera

En esta planta destacan sobre todo las casernas5 (a) y almacenes (b) en los baluartes del Norte, Sur y Oeste. Continúa la escalera que conduce a la plataforma de combate (c). A este nivel los baluartes se presentan llenos6.

5 La caserna de la cortina SE tiene una galería descubierta en todo su frente. 6 Se denomina baluarte lleno a aquel cuyo paramento queda completamente relleno de las tierras del terraplén, sin habitación alguna.

Planta baja

En el corte transversal de la planta baja del fuerte, comprobamos como de los cuatro baluartes, tres (los del Norte, Oeste y Sur) contienen dependencias y el cuarto (el del Este) es un baluarte lleno, para ofrecer mayor resistencia al bombardeo marítimo, que pudiera hacérsele desde la bocana del puerto. Los baluartes Sur y Oeste, prácticamente iguales contienen los almacenes de pólvora y las casamatas de flanqueo abovedadas (a), a los cuales se accede por un pasillo que comunica con la plaza de armas. El baluarte Norte no contiene almacenes sino solo casamatas. El resto de habitaciones, situadas bajo el terraplén de las cortinas corresponde a capilla (b), casernas (c) cuarteles para oficiales y tropa, casa del alcaide, oficinas, letrinas (d) y escalera de acceso a la plataforma de combate para cañones (e).7

La entrada al fuerte se practicaba desde la cortina SO por un puente que en su tramo más cercano a la puerta era levadizo. El acceso al patio de armas(f) estaba construido en zig-zag, para facilitar la defensa de la entrada(g) en caso de ser ocupada por el enemigo.

7 Se observan también otras escaleras de acceso a la plataforma, una de ellas de caracol.

Pie de la escalera de subida a la plataforma de combate, vista desde la plaza de armas

Planta sótano. En esta planta destacan la bajada a los subterráneos (a), el subterráneo propiamente dicho (b) con su pozo (c) y el gran aljibe (d) con su acceso desde la planta baja (e).

Cimientos de la plataforma correspondiente a la cortina SO, inicialmente rellenos de tierra y ahora excavados. En la parte de la derecha delante, parte del acceso a los sótanos.

Hueco del pozo situado en el sótano contiguo al aljibe.

Sección A-B En este corte longitudinal vemos, de izquierda a derecha, el puente de acceso, cuyos muros bajos están dispuestos en caponera con aspilleras que defienden el foso de flanco. Sigue la entrada en zig-zag, situada en el edificio adosado a la cortina, que dispone de tres plantas, demasiadas a nuestro juicio puesto que rebasan la altura del parapeto de la cortina y podía ser fácilmente bombardeado. Sigue el patio de armas, en cuya pared del fondo, en edificio a dos plantas, observamos cuatro puertas, destacando la que dispone de claraboya que es la entrada a la capilla, sobre la cual se encuentra la espadaña. Debajo de la plaza de armas destaca, de izquierda a derecha, un subterráneo abovedado con su puerta de acceso y el aljibe, también abovedado8, que debía

suministrar agua potable a la guarnición. Sigue la sección del edificio adosado a la cortina NO, con salida al foso por una ventana. A izquierda y a derecha del perfil pueden verse, respectivamente, los baluartes Oeste y Norte y las troneras de flanqueo, con su derrame inclinado hacia el pie de foso. La plataforma de combate correspondiente a los baluartes citados y a la cortina SO cuenta con cañoneras abiertas y merlones formados por un parapeto alto con aspilleras para fusilería. 8 Las bóvedas del subterráneo y del aljibe son de cañón, orientadas de NO a SO. En el plano de Angulo se observa un error, puesto que el ingeniero las dibuja como si las bóvedas fueran de arista.

Esquina de la plaza de armas, correspondiente a la capital del baluarte

Este.

Sección C-D En esta sección, de izquierda a derecha, observamos la escalera para acceso de cañones a la plataforma, sigue el patio de armas con un edificio al fondo de tres pisos correspondiente a la cortina SO. La puerta con dintel es la de entrada al recinto desde el puente sobre el foso. Debajo el aljibe y a la derecha la capilla, que dispone en el crucero de una cúpula. A izquierda y a derecha del perfil, pueden verse, respectivamente, los baluartes Sur y Oeste y las troneras de flanqueo, con su derrame inclinado hacia el pie de foso. En la plataforma de combate, correspondiente a los baluartes citados y a la cortina SE, se observa parte de la barbeta con una garita sobre la capital del baluarte Este, la salida de la escalera y, a la derecha, las cañoneras abiertas y los merlones, formados por un parapeto alto con aspilleras para fusilería, del baluarte Sur.

Vista del subterráneo desde el interior

A la izquierda el aljibe y a la derecha el subterráneo anejo

Apéndice documental

Documento I

RAMIS Y RAMIS, Antonio. Fortificaciones antiguas de Menorca. Mahón, Imprenta de Pedro Antonio Serra, 1832. Págs. 51-54.

Castillo de S. Antonio de Fornells. Con la Real Instrucción que se expidió en 5 de Diciembre de 1614. para la fortificación de Ciudadela, se previno igualmente que en el puerto de Fornells en el paraje que mas pareciese convenir para la defensa, y guarda de él, y seguridad de poder ser atacada la isla por aquella parte9 se construyese un fuerte según la planta, y perfil que se acompañaban. De conformidad a esto en 1619 el Maestro Mayor de obras de la isla pasó á Fornells para examinar el puesto donde convendría situar la referida fortaleza. Con todo se difirió su fábrica por muchos años, hasta que en 5 de Junio de 1625. Don Baltasar de Borja, Gobernador de Menorca asistido del Sobrestante de la fortificación de Ciudadela, y del Ingeniero y Maestro Mayor de la del Reino de Mallorca, y de varias personas de condecoración, se constituy6 en el puerto de Fornells á efecto de ver a que parte de su boca se podría levantar el fuerte que el Rey tenia mandado se construyese, y resolvió que convenía hacerse á la parte del predio de Tirant, que es a mano derecha entrando por la boca

9 Ya en 1604 el Consejo General convencido de la necesidad de defender aquel puerto de la piratería de los Moros, había resuelto la fábrica de una torre en la Atalaya que había allí, lo que parece no tuvo efecto.

del puerto. Seguidamente se dio principio, y se hizo bendición á la primera piedra10 con invocación del glorioso S. Jorge por Pedro Bisquerra, Notario Apostólico, y Rector de la Parroquia de Mercadal. En ayuda de esta fabrica la Junta General de la Isla en 1638, ofreció quinientas libras, de cuya cantidad cupieron. á Alayor 97 libras 4 sueldos 34 dineros que pagó en 28. de marzo de ídem. No he podido averiguar si esto fue separadamente, o bien a cuenta de la obligación que la isla se había asumido de ayudar y contribuir con el mortero al pie de la obra: obligacion que después se redujo a quince mil reales de plata castellanos por una vez repartidos en diez años, ó plazos de 1500 reales cada uno, cuyo concierto fue aprobado con Real orden de 30 de Septiembre de 1656. En 1679 el producto de la bula de Cruzada se aplicaba no menos á la fábrica de esta fortaleza según el libro X. x. fol. 73, de este Ayuntamiento. Para cuidar de la obra se nombró un Apuntador y Sobrestante con Real orden de 26 de Junio de 1639 y ya en 1662 esta fortaleza se hallaba en pie de defensa confiada al cargo del paisanaje de Mercadal y Ferrerías. En 1671 se le puso la competente guarnición que consistió en el castellano, que había de ser capitán nato de aquella tropa con el sueldo de 40 escudos, en 40. hombres de infantería hijos de los soldados que hubiesen servido en el Castillo de S. Felipe cada uno a razón de tres escudos, un alférez con once escudos, un sargento con ocho escudos, un Sargento reformado con siete escudos, un tambor con cuatro escudos, un capellán con seis escudos, un médico con ídem: un cirujano con cuatro escudos: un carpintero, un herrero, y dos artilleros con cuatro escudos cada uno, y cuatro ayudantes de artillería con tres escudos. Para la paga de todos estos sueldos, que eran mensuales, se mandaron acrecer á la consignación ordinaria de esta isla 3048 escudos. En caso de invasión debían entrar de refuerzo en este Fuerte 300 hombres de los lugares mas circunvecinos como no lo fuesen de los destinados para el socorro del Castillo de S. Felipe.

10 Sin embargo en el fardo o legajo 31 de esta corporación se expresa que en 1618 se estaba trabajando un bastión en Fornells, en donde se ocupaban cien hombres, habiendo pasado allí el gobernador para inspeccionar las obras.

El castellano debía estar á la orden del que lo fuese del de San Felipe, habiéndose conferido la primera vez este empleo al capitán D. José de Ervás. Todo lo referido se previno en Real Orden de 30 de Julio de 1671 y con otra de 27. de los mismos mes y año se señalaron 80 doblones para vestir los citados 40 hombres de infantería. Parece que con el tiempo se mudó el nombre de esta fortaleza, pues en Real orden de 10 de Julio de I682 se le da el de S. Antonio, que conservó hasta su demolición. Según la misma Real Orden en dicho año quedaban suspendidas sus fortificaciones, cuyo coste se calculaba en cincuenta, o sesenta mil ducados de plata, y se podían concluir con cuatro, ó cinco mil. Tratábase no menos en aquel entonces de cegar la boca del puerto de Fornells, que había de importar otro tanto gasto como el expresado, pues contaba 17 brazas de fondo y 140 de ancho. Cuando quedó concluido este fuerte, era un cuadrado revestido de cantones, de piedra del país consistiendo en cuatro bastiones con otras tantas cortinas y un pequeño foso sin obras exteriores. En 1708. tenia 12 cañones montados. A la guarnición de Fornells con Real Orden de 4 de Agosto de 1712 se asignó el socorro anual de 332 cuarteras de trigo a título de raciones, y 798. pesos por su pré.11 El arrabal, o población de Fornells verosímilmente debe su origen á la fabrica de esta fortaleza, pues consta que en 1577. era un puerto desierto, en donde ningún caserío había según se dice en la Real Orden de 18. de Octubre del citado año. Esta fortaleza fue igualmente demolida después de reconquistada la Isla por las Armas Católicas.

11 Pré, de prest galicismo que significa soldada. (N. del T.).

Documento 2

Descripción del fuerte de Fornells en el Diari Roca

09/02/1779 “Fornells es un petit vilatge de la costa N. de Menorca, de la rectoria de Mercadal; en ell haurá solament uns 60 caps de casa, y unas 270 animas, qui tenen per temple una petita capella dedicada a Sant Antoni Abad. Y ha un bon port, qui seria tan capas com el de Mahó, si fos tot fondal, el seu fons es tot de fanch y alga, la sua boca, o entrada, qui es molí estreta, es defenssada per un castell qui esta a la part endreta quant entram,, just prop de la vila; este fonch fet en temps d'España, es quadrat, te unas 350 passas ordinarias de circuhit, te unas 20 troneras en 3 soIs costats, pero actualment no y ha mes , de 4 canons y 30 soldats comendats per un oficial tinent12. Este comanda el poble, y te un mostassaf qui fa executar las suas ordes, el comendant y el mostassaf junts donan gratis los trasts per casas als habitants, qui no en pagan talla, ni altra dret, si que las poden tirar a terra sempre sia convenient per la fortalesa. Los primers habitants eran del castell Sant Philip. El castell de Fornells, encare que petit, es fet dins el matex gust que este de Sant Philip.”13

12 El teniente comandante británico de Fornells en ese momento, se llamaba, según Roca, Hantenville (¿Hunterville?) Diari 14/12/78 13 Texto tomado de la transcripción realizada por Juan Pons Alzina.