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    1 Este artculo es fruto de los seminarios tericos preparatorios para la aprobacin dela investigacin conducente al ttulo de Doctor en Antropologa Social de la autora en la Universidadde Braslia (UnB).2

    Antroploga. Doctoranda en Antropologa Social (Universidade de Braslia, UnB). Becaria dedoctorado CAPES-PROEX (Brasil).

    Sobre intelectuales y activistasindgenas: dos trayectorias

    interculturales posibles1

    Silvia Monroy-lvarez2

    Universidade de Braslia, [email protected]

    Recibido: 13 de octubre de 2008Aceptado: 30 de Noviembre de 2008

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    rez-UniversidadedeBraslia

    Sobre intelectuales y activistas indgenas: dos trayectoriasinterculturales posibles

    Resumen

    Este artculo analiza las trayectorias de dos lderes del movimiento indgena del Cauca(Colombia), Manuel Quintn Lame indgena nasa- y Juan Gregorio Palechor indgenayanacona-. Se trata de enmarcar la discusin en una visin crtica de la geopoltica delconocimiento a partir de la cual se contemplen posibles salidas en pro de la consolidacinde pensamientos latinoamericanos autnomos. Se realiza, especcamente, una revisinde las categoras intelectual indgena e indgena militante, mostrando que esta divisines una herencia tico-epistemolgica a ser cuestionada. En el fondo, el debate consisteen mostrar trayectorias interculturales que, de hecho, han construido comunidadespolticas y, por eso mismo, reivindican una interdependencia entre ciencia y poltica,dicotoma propia de un pensamiento fundamentalmente eurocntrico.Palabras clave: Interculturalidad, comunidades polticas, intelectual indgena, activistaindgena, Manuel Quintn Lame, Juan Gregorio Palechor.

    About Indigenous Intellectuals and Activists: Two PossibleIntercultural Trajectories

    Abstract

    This article analyzes the trajectories of two leaders of the Cauca (Colombia) indigenousmovement, Manuel Quintn Lame from the Nasa people, and Juan Gregorio Palechorfrom the Yanacona people. The text tries to frame this discussion inside a critical visionof the geopolitics of knowledge, from which possible solutions are contemplated in favorof consolidating autonomous Latin American thoughts. The work specically realizes arevision of the categories indigenous intellectuals and indigenous militants, showing

    that this division is an ethical-epistemological heritage that needs to be questioned.Fundamentally, the debate consists of showing intercultural trajectories that, in fact,have constructed political communities, and because of that, revindicate interdependencebetween science and politics, a proper dichotomy of fundamentally Euro-centric thought.Key words: interculturality, political communities, indigenous intellectual, indigenousactivist, Manuel Quintn Lame, Juan Gregorio Palechor.

    Sobre intelectuais e ativistas indgenas: duas trajetriasinterculturais possveis

    Resumo

    Este artigo analisa as trajetrias de duas lideranas do movimento indgena do Cauca(Colmbia) Manuel Quintn Lame, indgena nasa, e Juan Gregorio Palechor, indgenayanacona. Trata-se de enquadrar a discusso em uma viso crtica da geopolticado conhecimento a partir da qual sejam contempladas possveis sadas em prol daconsolidao de pensamentos latino-americanos autnomos. Realiza-se, especicamente,uma reviso das categorias intelectual indgena e indgena militante, apontando que taldiviso uma herana tico-epistemolgica a ser questionada. O debate consiste, nofundo, em mostrar trajetrias interculturais que, de fato, tm construdo comunidadespolticas e, por isso mesmo, reivindicam uma interdependncia entre cincia e poltica,dicotomia prpria de um pensamento fundamentalmente eurocntrico.Palavras chave: Interculturalidade, comunidades polticas, intelectual indgena, ativistaindgena, Manuel Quintn Lame, Juan Gregorio Palechor.

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    A qu le tengo miedo? A caerme de mis propios pies. No hesentido miedo porque me he conado de mi trabajo. Cada paso

    lo he pensadoJuan Gregorio Palechor. Indgena yanacona

    (Jimeno, 2006:192).

    Las propuestas de autores como Mignolo (2001, 2007), Dussel (1993),Castro-Gmez (2007) y Chakrabarty (2000) estn fundamentadasen una crtica al capitalismo y a las nuevas formas de colonialidadglobal. Por colonialidad se entiende la contra-cara de la modernidad yambos procesos, a su vez, estn ligados a la expansin del capitalismopor medio de la bsqueda de control de las diferentes experienciascoloniales y, sobre todo, de las memorias y las formas de construccin

    del conocimiento que se derivan de dichas experiencias. Este tipo deenfoque aboga tambin por el anlisis de procesos de larga duracinenmarcados, de por s, en una visin crtica de la geopoltica y, por lotanto, de la distribucin diferenciada del poder a partir de los ejes raza,clase y gnero (Quijano, 1993; 2007), fundamentalmente.

    Los marcos de este tipo de propuesta son ms amplios que losusados por una crtica ms localizada, ms particularista, propia dela antropologa por ejemplo-. Es quizs por esta razn, entre otras,que autores como los citados propenden deliberadamente por unaintegracin entre historia y poltica a n de dar cuenta de macro-tendencias y no de micro-eventos; integracin que la antropologasuele olvidar cuando el nfasis recae en la localizacin: De qu micro-cosmos estamos hablando? Cul aldea inspira nuestras conclusiones?A cules nativos circunscritos estamos haciendo referencia? De ahel parpadeo rpido y extraado de quien sumergido en los detallesetnogrcos lee a Mignolo (2001), Dussel (1993) o Quijano (2007),autores que hablan de la importancia de fundar una geopoltica delconocimiento, concebida como un anlisis de larga duracin que abarcala evaluacin y revisin de bloques de tradiciones de pensamiento yque contempla, de igual manera, los lugares de enunciacin tericacomo estando marcados geopolticamente. La identicacin de esoslugares tericos de enunciacin aparece, entonces, como el primerpaso para la constitucin, sino rescate, de pensamientos autnomosre-localizados, fase del proceso en la cual la antropologa es, en miopinin, insistentemente llamada a intervenir.

    Teniendo en cuenta lo anterior, me pregunto si es posible contemplar laconsolidacin de pensamientos autnomos, como lo propondran Dussel(1993) y Quijano (1993, 2007), o el propio Mignolo (2001, 2007), para elcaso de Latinoamrica yendo ms lejos, ser que la interculturalidad,

    proyecto engendrado inicialmente en procesos de autonoma poltica

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    indgena en Ecuador (De la Cadena, 2004), es una herramienta ecaz paracanalizar esas formas de pensamiento autnomo? Es posible concebir laspropuestas que nacen en el seno del proyecto intercultural como crticasdirigidas a epistemologas eurocentradas, o hegemnicas? Si lo son,

    ser que dicho tipo de crtica epistemolgica puede contribuir con unafusin de elementos correspondientes a la ciencia y a la poltica, campospensados tradicionalmente como independientes desde una perspectivaweberiana, inclusive- y cuya separacin ha sido base fundamental delas pretensiones tico-epistemolgicas del pensador social occidental?Es ese el tipo de interpelacin que se puede alcanzar? Ser quela interculturalidad se constituye en una contribucin central en lamedida en que est genuinamente basada en un dilogo resultante dela comparacin transcultural, fundamento no apenas metodolgico dela antropologa sino legado por sta a las Ciencias Sociales, en general

    (Madan, 1982)? Son las guras del intelectual indgena o del indgenamilitante construcciones que hablan sobre un legado tico-epistemolgicoque debera desaar nuestros propios marcos disciplinares? Es en estadireccin que me pregunto cul es la relacin entre el proyecto interculturalque se declara abiertamente en pro de la creacin de comunidadespolticas, y la dicultad de reconocer la antropologa en nuestra situacinparticular- como parte de campos e interacciones sociales y polticas mscomplejas, como propone Ribeiro (2005) al hablar de una cosmopoltica3?Ser que proyectos histrico-polticos contemporneos como el de losnasa en el suroccidente colombiano (Rappaport, 2005) se enmarcan enla perspectiva intercultural llegando a canalizar el objetivo colocado por

    Mignolo (2001) de hacer historia no desde la exterioridad y s desde uninterior que contemple epistemolgicamente un para s y no nicamenteun para ser y un para los otros?

    Aspiro, por medio de este escrito, explorar en estas cuestiones medianteel anlisis de varios personajes ligados a la historia y consolidacin delmovimiento indgena del departamento del Cauca (Colombia). Pretendodiscutir, en particular, las guras del intelectual indgena y del indgenamilitante o activista, trayendo a colacin los relatos de los lderescategora que voy a usar deliberadamente slo en esta parte del ensayo-Manuel Quintn Lame nasa- y Juan Gregorio Palechor yanacona-,

    principalmente. Har referencia tambin a otros actores que, en granmedida, aparecen en el anlisis de Jimeno (2006) y Rappaport (2000),textos que me dan la base para construir una exgesis que, vale la penareiterar, considero an bastante inicial.

    3 Ribeiro (2005) considera que la antropologa es una cosmopoltica sobre la alteridad de origenoccidental. De ah que arme que su validad depende de la consagracin por parte de una comunidadde argumentacin que es una comunidad cosmopolita. Este ltimo concepto est relacionado conun intento por superar la ignorancia simtrica que, a su vez, se maniesta en dos fenmenos,a saber: (1) el provincianismo metropolitano que sera la ignorancia que los centros hegemnicostienen de la produccin de los no hegemnicos, y (2) el cosmopolitismo provinciano que puede serdenido como la importancia asignada al conocimiento de la produccin de los centros hegemnicospor parte de los no hegemnicos, lo cual puede derivar, entre otras cosas, en un desconocimiento

    de otras producciones internas o de aquellas provenientes de otros centros no hegemnicos.

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    De Manuel Quintn Lame y la interculturalidad:la categora que faltaba

    Decid comenzar con el anlisis de la gura de Manuel Quintn Lame

    justamente por ser una piedra angular en las formas de construccinpoltico-histrica que han dado como resultado un proyecto demovilizacin en pro de la autonoma indgena sin precedentes en elcontexto colombiano, ms an si se tiene en cuenta que la sociedadcolombiana es mayoritariamente mestiza slo un 2% de la poblacines indgena- y no una sociedad con porcentuales elevados de poblacinindgena como sera el caso de Mxico, Per, Bolivia o Ecuador. Estosumado a la pobre incidencia y/o consolidacin de movimientospopulares en la historia colombiana que puedan constituirse enelementos fundamentales de una cultura poltica que, desde mi

    perspectiva, est atada a estructuras jerrquicas y es vctima de lainltracin de lgicas patriarcales que han derivado, entre otras cosas,en la perpetuacin del clientelismo, el populismo y el caudillismo. Todosestos procesos se derivan de una presencia diferencial del Estado4como caracterstica comn de las democracias latinoamericanas.

    Mencionar el nombre de Quintn Lame trae a la mente de un lectordesprevenido la denominacin de uno de los bloques armados de lasFARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) o se piensatambin en la guerrilla surgida en el departamento del Tolima hacia1984 y que entr en proceso de negociacin con el gobierno en 1991,lo cual dio como resultado su extincin. Para el caso que me ocupa,pretendo discutir por qu Manuel Quintn Lame (1880-1967), guracentral en las meta-narrativas del movimiento indgena del Cauca y,en especial, del CRIC (Consejo Indgena Regional del Cauca), puede serconsiderado un intelectual indgena o ha sido visto como tal por autorescomo Rappaport (2000)- y, en ese sentido, busco mostrar de qu formalo que l representa lo que explicara inclusive las referencias de sentidocomn coincide con ciertos presupuestos del proyecto interculturallatinoamericano (De la Cadena, 2004).

    Manuel Quintn Lame, oriundo del Cauca, era un terrajero5 de Polindara,poblacin cercana a Popayn. Considerado nasa, a pesar de no hablarnasa yuwe y ser monolinge en espaol, migr desde Tierradentro hacialas proximidades de Popayn antes de establecerse en el departamento

    4 La presencia diferencial del Estado se puede denir como la combinacin de un estilo burocrtico,impersonal y tecnocrtico de administracin pblica con prcticas que expresan los poderesregionales y las relaciones asimtricas de lealtad y poder de las clientelas tradicionales. Lo anteriorse suma a la lucha por el control del territorio de reas no integradas a la nacin, en las cuales nose han consolidado formas internas de regulacin, y al control por parte de algn actor armado queno tiene un carcter permanente (Gonzlez et al., 2002).5 Tambin pueden ser conocidos como terrazgueros. Son los desposedos de tierras que deben pagarun terrazgo de arrendamiento de un pedazo de tierra a un propietario, generalmente latifundista.

    En algunos casos, se cobra terrazgo para trabajar en las tierras de la propia hacienda.

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    del Tolima, donde fue asesinado en 1967, en la poblacin de Ortega,luego de haber encabezado un movimiento multitnico compuestopor indgenas nasa, guambianos, coconucos y por otros grupos de losdepartamentos de Tolima y Huila (Rappaport, 2000).

    Uno de los puentes entre las trayectorias locales de estos lderes6 y laidea de nacin que los inspir fue su participacin en las guerras civilesde Colombia haciendo parte, en los dos casos, de las fuerzas militaresdel establecimiento. Lame fue soldado durante la Guerra de los Mil Das(18991902); sirvi en Panam aunque luego fue transferido al Caucapara ayudar a controlar el orden pblico en dicha zona (Castrilln7, citadopor Rappaport, 2000: 139). Aunque se declar conservador, organizentre 1914 y 1918 la campaa de movilizacin indgena en el Cauca,previo nombramiento como representante de ms de cinco cabildos.

    Fue preso entre 1917 y 1920, ao en el cual retom sus operacionesdirigindose hacia los departamentos de Huila y Tolima, que en eseperodo eran fortines liberales y foco de acciones del Partido Comunista.Vale la pena recordar que fue en esta misma regin un poco ms alsur, coincidiendo con el actual departamento de Caquet, donde surgila llamada repblica independiente de Marquetalia, originalmente unasentamiento de colonos con justicia propia, creado en el contexto de lascolumnas de marcha de los aos cincuenta. Luego de la toma por partede militares en 1964, en ese mismo lugar dos aos despus naceranocialmente las FARC como movimiento insurgente.

    Es claro que las demandas del CRIC, cuya fundacin se remonta afebrero de 1972, coinciden en gran medida con las demandas de loslderes de la Quintinada, o sea: (1) la defensa del resguardo contra losintentos por dividirlo tierras comunales correspondientes a uno o variosgrupos tnicos; (2) la consolidacin del cabildo como eje de la autoridadpoltica del resguardo; (3) la recuperacin de tierras usurpadas porterratenientes; (4) el no pago de terraje, y (5) la rearmacin de valoresculturales indgenas, junto con el rechazo a la discriminacin racial ycultural (Rappaport, 2000). En este punto pretendo que mi comentariosobre la participacin de Lame en la Guerra de los Mil Das tenga

    sentido, al relacionarlo con la lista de propuestas citada, puesto queambos aspectos retratan cmo estos personajes, adelantndose a losprocesos de etnognesis caractersticos en Amrica Latina durante lasdos ltimas dcadas del siglo XX luego de la declaracin de estadosy naciones multiculturales actan como bisagras entre un mundo

    6 Veamos el comentario de Juan Gregorio Palechor al respecto: () pero tambin lo que vi [en elejrcito] me sirvi mucho y todava me est sirviendo, pues adquir el conocimiento de que habaclases, es decir, que el pas como era Colombia, estaba compuesto de varias clases sociales; que locompona la clase media, la clase ms alta y que la clase ms alta era la poderosa y digamos que noestaba de acuerdo porque la misma crianza de mi pap me deca que todos debamos tener derechocomo personas a las cosas (Jimeno, 2006: 127).7

    Diego Castrilln. 1973. El Indio Quintn Lame. Bogot: Tercer Mundo Editores.

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    mestizo homogeneizado a secas bajo la categora campesino, propiode las fases postindependencia centradas en la unidad nacional, por lomenos en lo que atae a los pases bolivarianos y otro mundo basadoen la diferenciacin tnica. De hecho, la articulacin de las peticiones

    del movimiento liderado por Quintn Lame con las demandas del PartidoComunista, slo para dar un ejemplo, ilustra la dicultad de asumir esasubjetividad de frontera, doble conciencia o conciencia mestiza en lostrminos usados por Mignolo (2007) cuando analiza el caso de WamanPoma de Ayala en Per.

    Uno de los grandes debates en el contexto de las ligas campesinas en losaos 30 y 40, y durante las campaas lamistas, fue la oposicin entre losindgenas agrupados en resguardos como los nasa y algunos yanacona,como veremos en el caso de Palechor y los indgenas desposedos,

    incorporados al rgimen hacendatario en calidad de terrajeros. Decierta manera, el Partido Comunista hizo nfasis en las demandas delos terrajeros, lo cual termin siendo poco estratgico polticamentehablando para los indgenas organizados en resguardos (Rappaport,2000) y ocasion, a la postre, divisiones internas en los resguardos yoposiciones de diferente ndole frente a la movilizacin promovida bajola modalidad de las ligas campesinas.

    De todas maneras, no deja de ser interesante el papel desempeadodurante estos aos por el Partido Comunista ya que el intento de formaruna inteligentzia, como proyecto que pretenda salir del mbito regional,deriv en publicaciones con un tono militante que contaban con unaaudiencia importante en sectores rurales. Fue as como Quintn Lameescribi en peridicos que propagaban noticias ligadas a la celebracinde asambleas y congresos del partido en diferentes localidades. Elrtulo de intelectual indgena, no obstante, proviene del manuscritoLos pensamientos del indio educado en las selvas colombianas, escritoen 1939 y publicado pstumamente en 1971, y que fue resultado delargos dictados de Lame a su secretario, tambin indgena.

    Concuerdo con Rappaport (2000) cuando arma que las memorias de

    Quintn Lame retratan el momento de una nacin que convirti en fetichela palabra escrita, ms an en medio de un reinante analfabetismo;sin embargo, no creo que la actividad poltica de Lame haya estado tandeterminada por ese fetiche. Lo que yo considero importante destacar,ms bien, es su posicin fronteriza, plasmada incluso en el hecho deno ser completamente analfabeta ni letrado sino semianalfabeta. Suidentidad fronteriza es pieza fundamental para entender el procesode construccin de una historiografa tnica propia como lo es parael caso de los nasa, en la cual la gura de Manuel Quintn Lame hasido empleada para conrmarque es posible crear a corto plazo y

    consolidar a largo plazo otras formas de ser indio. Maneras que,

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    inclusive, se adelantan al tiempo visionarias y que en su contextooriginal de enunciacin se presentan como escogencias identitarias enconcepcin y accin inusitadas8, sin precedentes. Es por esto, comobien reconoce Rappaport (2000), pero en otra lnea de raciocinio, que el

    manuscrito de Lame parece estar destinado a los indgenas del futuro yno a los nasa que le eran contemporneos: en aquel momento muchosde ellos monolinges y analfabetas, y agrupados bajo el rtulo genricode campesinos indgenas, prestes para intervenciones progresistas y,posteriormente, desarrollistas.

    En este punto de la explicacin, considero vlido traer a colacin elanlisis de De la Cadena (2004) sobre Demetrio Rendn Wilka, personajede la novela de Jos Mara Arguedas Todas las sangres(1964), escritadurante el apogeo de la cholicacin, es decir, la transformacin de los

    indios en mestizos como estrategia modernizadora y modernizante de lanacin peruana, que buscaba en ltimas una integracin en las formasde ser y conocer occidentales. El asunto, como bellamente narra el autor,es que Rendn Wilka es en s mismo una contradiccin, es un imposiblepara su poca al representar una reivindicacin hbrida. Es un mestizoque propone con altivez una forma de ser indgena, una manera indgenade relacionarse con el mundo. El carcter decolonial del relato, usandoel trmino acuado por Mignolo (2007), es que la forma de ser indgenapropuesta va ms all de la persistencia de una imagen estereotipadapremoderna primitivista, riesgo en el cual podra caer un autor quecomo Arguedas escribe en la era de la modernizacin nacioestatal.

    Si bien el manuscrito de Lame se organiza en torno a reexiones loscas,est construido para ser utilizado como una herramienta organizativa;engendra formas de ser indio que pueden parecer estereotipadas yesencialistas, slo si se examinan a partir de una ptica forjada en una erapostmulticulturalista. El autor contempla tres perodos que va alternando,sin respeto a un estricto orden cronolgico: salta del pasado precolombinoal perodo de opresin europea y funda las bases de una futura salvacincomo pueblo (Rappaport, 2000). De ah que algunos enfaticen en el carctermesinico de su discurso a partir de anlisis centrados en una perspectiva

    religiosa y otros pongan de relieve como Rappaport (2000) una doblearticulacin: la de intelectual indgena, que funda un proyecto polticode largo aliento, y la de caudillo en el contexto de la modernizacin de lanacin colombiana dcadas 30 y 40, cuando se consolid la estructuraa partir de la cual se dio la transformacin de un pas eminentementerural en otro urbano en la dcadas de los 60 y 70.

    8 Este comentario fue inspirado por el siguiente pasaje de un diario de campo de Alcida Ramos, citadopor ella misma: A semente do estranhamento pode ser plantada por missionrios e outros agentesde mudana, mas o antroplogo, estranhador por excelncia, em seu af de descortinar o implcito,no est excludo desse processo, perguntando o imperguntvel, duvidando do que tido como certo.Ao se destacar daqueles agentes de mudana, o etngrafo projeta uma maneira de `ser branco queno tem precedente nem nexo para os indgenas. O prprio respeito e emulao que demonstra peloscostumes passam a ser fonte de questionamento para seus antries (Ramos, 2007: 18).

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    As como Arguedas reivindica una postura no tan estrictamente polticaen relacin con su visin del socialismo al armar que ste no matoen m lo mgico (De la Cadena, 2004), Lame crea un relato que essimultneamente multiontolgico y nacionalista como el discurso de

    Rendn Wilka creado por Arguedas porque contiene una concepcinmtica del pasado inspirada, segn l, en los libros de la naturaleza:de los cuatro vientos de la tierra, del sol, del reino animal, del susurrode las quebradas del bosque, del idilio, del amor, de la agricultura, dela ganadera, de la higiene, de la metafsica, de la ontologa y la lgica.Basta con detenerse en el carcter de cada una de estas inuencias deLame para comprender la amalgama de valores indgenas viabilizadoresde reivindicaciones fundamentales para el movimiento como es el casode la tierra territorio en su acepcin ms contempornea, por ejemplo,y la aceptacin inicialmente tcita de un acuerdo moderno (higiene,

    metafsica, ontologa y lgica), relacionado con el modelo estadonacin.Esto sin contar con las sucesivas menciones a la nacin colombiana enun sentido patritico y, por ello, vuelvo aqu a insistir en la importanciade la participacin de Lame en el ejrcito.

    Respecto al carcter multiontolgico (De la Cadena, 2004), Lamecrea un modelo basado en cinco generaciones a partir del caciqueguerrero Juan Tama hasta llegar a l mismo: un caudillo, un lderun mesas pero nunca un cacique, como muestra Rapapport (2000)Por qu? Precisamente por la misma razn que pienso que un

    proyecto como el ideado por Quintn Lame contiene el germen quela interculturalidad busca reproducir: la creacin de comunidadespolticas en red (De la Cadena, 2004) que puedan, hasta cierto punto,trascender, la gura de lderes locales transitorios. Es por esto queconsidero que interculturalidad es la categora que faltaba que serequera para nombrar la complejidad de una agenda, polticohistricoepistemolgica como la legada por Quintn Lame. En estesentido, no es siquiera suciente decir que l, como bien armaRappaport (2000 : 158):

    [] intent unir varias franjas de territorio y las gentes que enellas vivan dentro de un movimiento poltico centralizado que seextenda desde Popayn a Tierradentro y llegaba a Tolima y Huila.Es decir, su cacicazgo era an ms grande que el propio territorionasa, internndose en reas que haban sido ocupadas por lospijaos en la poca de invasin espaola. Lame es comparable alos caudillos del siglo XIX en el hecho de que intent crear unaunidad poltica all donde no exista legalmente. A diferencia desus predecesores del siglo XIX [] antepuso las demandas delgrupo indgena por encima de las que lo beneciaran a l mismoy a la lite dirigente []

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    Es claro que su proyecto, localizado en la frontera entre oralidad yescritura, entre nacin mestiza y movimiento indgena independiente,permite pensar que Manuel Quintn Lame es una suerte de intelectualactivista. Al usar esta categora soy consciente, de todas maneras, que

    ella muestra cmo la separacin entre ciencia y poltica es, quizs,una de nuestras formas modernas de conciencia ms enraizadas, ydemuestra que hay preceptos epistemolgicos hegemnicos como ese,justamente, que determinan nuestras aproximaciones a fenmenosque son interculturales a todas luces. El relato de Lame, basado endiversas pruebas propio de alguien que tambin tuvo un contactoimportante con abogados y fuentes petroglifos, cementerios indgenas,documentos del Archivo Nacional, informes judiciales, y visiones yexperiencias personales (Rappaport, 2000), refuerza la idea de quees posible sustituir la mencionada separacin cienciapoltica por una

    ontologa no estrictamente occidental.

    A propsito, y concordando plenamente con Rappaport (2000), laidentidad fronteriza de Lame campesinoindgena, semianalfabeta,intelectualactivista, categoras acuadas por m y no por Rappaportdemuestra que en el marco de la realidad colonial, as como tambin en elcaso de las experiencias decoloniales contemporneas, la palabra escritano es una herramienta suciente para la obtencin del poder poltico enun pas como Colombia. Por ello, los grupos tnicos se localizan en unainterfase entre lo oral y lo escrito, aunque tiendan ms a consolidarse

    como tal en el mbito de la oralidad, criterio ms corriente para pensar enla vigencia de construcciones cosmolgicas y ontolgicas diferenciales.

    Es en este mismo sentido que De la Cadena (2004) arma que lare-escritura de historias nativas puede expresar esencialismos yfaccionalismos de meta-narrativas que buscan ser universalizables y que,de hecho, se localizan a medio camino entre narrativas de indianidad ypolticas indgenas de la heterogeneidad, lo cual est ms relacionadocon la recuperacin de sentidos identitarios que con el anhelo de unatotalidad cultural que, en gran medida, se deriva de presupuestosepistemolgicos de carcter hegemnico. En estos casos, por ejemplo, elparadigma cientco tendra una propensin por la consecucin de unpacto en torno a categoras humanas universales inclusive renovandola cuestin de los universales culturales y no por un debate en tornode norteadores ticos, que bien podran surgir de la interculturalidad,entendida como una renovada tecnologa para la construccin de Estadoy para la produccin de otros tipos de conocimiento.

    Ahora, volviendo con la dicultad de analizar, sin caer en polarizacionesestriles, una gura doble como la del intelectualactivista, la cuestinradica en que nos cuesta aceptar que esa doble articulacin es

    simultnea y que nose trata, como podra ser ms cmodo pensar,

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    311universitas humanstica no.66 julio-diciembre de 2008 pp: 301-323bogot - colombia issn 0120-4807

    Sobre

    intelectuales

    y

    activistas

    indgenas:dos

    trayectorias

    interculturales

    posibles

    de dos caras que se maniestan contextualmente de forma separada:El indio es indio cuando le conviene y ciudadano nacional cuandole interesa, otra sentencia bastante conocida e interiorizada en elsentidocomnlatinoamericano. Considero que Rappaport (2000) est

    parcialmente cierta cuando generaliza que todos los historiadores nasa,incluyendo en el mismo paquete a Juan Tama y a Julio Niquins9 sonactivistas polticos por haber creado nuevas y poderosas imgenesal moverse con facilidad a travs del aparato burocrtico del Estado.Este argumento me parece un tanto precipitado en la medida en queel papel del intelectual termina por ser reducido al hecho de detentarciertas habilidades, tcnicas y lenguajes ligados al Estado el Derechocomo idioma primordial del estadonacin, por ejemplo, como si steno pudiera ser interpelado a partir de procesos interculturales comoha ocurrido en el Cauca. Varios lderes del movimiento indgena delCauca han ocupado cargos polticos de envergadura nacional; LorenzoMuelas indgena guambiano fue uno de los constituyentes encargadosde elaborar la nueva carta en 1991; posteriormente, fue elegido senadorpor voto popular y, en la actualidad, es el nico indgena que conformala comisin de sabios que respalda la conmemoracin de los 200 aosde la independencia de Colombia. Por su parte, Floro Tunubal, tambinguambiano, fue elegido gobernador del departamento del Cauca en el ao2000, despus de haber sido senador en el perodo entre 1991 y 1994.

    Es claro que existe una dicultad en aceptar la historicidad de los

    relatos no occidentales y, como bien asegura Rappaport (2000), lacontextualizacin ms comn de los mismos inclusive desde laantropologa reduce las posibilidades de comprensin de procesospolticohistricos a comparaciones entre la estructura del relato yla estructura social de dichos grupos tnicos. Esta dicultad que hemencionado de aceptar otras formas de historicidad que fusionanhistoria y poltica la sumara al listado de presupuestos ontolgicosde occidente que Chakrabarty (2000) invita a re-localizar, ya que sonrasgos especcos del pensamiento poltico europeo y no determinantesde cualquier pensamiento poltico o polticohistrico, como he venido

    armando hasta este punto: (1) El humano existe como estandoenmarcado en un tiempo secularhistrico que puede eventualmentellegar a contemplar otras formas de tiempo, y (2) los humanos sonontolgicamente singulares y, por lo tanto, dioses y espritus pueden sercasi exclusivamente concebidos como hechos sociales, es decir, lo socialse presenta como la condicin sine qua nonde su surgimiento. Aqula crtica recae claramente en el racionalismo francs, en su vertientedurkheimiana de la teora de las representaciones.

    9 Nacido en Tierradentro (Cauca) antes de 1893 aproximadamente-. Particip en la Guerra de losMil Das y fue secretario de Lame; juntos fueron arrestados en 1917 despus de hechos marcantescomo la masacre de indgenas nasa ocurrida en Inz (Cauca) en 1916 (Rappaport, 2000).

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