Europa Como Futuro y Supervivencia

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  • Helmut Kohl: Europa es unacuestin de supervivenciahttp://internacional.elpais.com/internacional/2014/11/07/actualidad/1415379973_453864.html9.11.14

    A sus 84 aos, Helmut Kohl est estos das de actualidad. No solo porque hoy se conmemoren los 25 aos de la cada del Muro que dio paso a la reunificacin alemana que l protagoniz. El hombre al que BillClinton calific como el estadista europeo ms destacado desde la II Guerra Mundial acaba de presentar un libro-llamada de atencin ante la deriva de Europa. En l tira de las orejas a su sucesor al frente del Gobierno, el socialdemcrata Gerhard Schrder, por admitir a Grecia en el euro antes de estar preparada o por debilitar a la UE al vulnerar el Pacto de Estabilidad. Tambin critica indirectamente a los actuales lderes europeos, de los que dice que podran haber sido ms inteligentes en su forma de abordar el conflicto con Rusia a cuenta de Ucrania. Kohl, adems, se siente traicionado por la reciente publicacin del libro en el que un antiguo confidente us 630 horas de conversacin grabadas en 2001 y 2002 para hacer pblicos, entre otras cosas, comentarios poco amables sobre la canciller Angela Merkel.Postrado en una silla de ruedas y con grandes dificultades para hablar desde el derrame cerebral que sufri en 2008, Kohl accede a responder alas preguntas de EL PAS por correo electrnico. En su entorno piden, por motivos de salud, limitar al mximo el nmero de preguntas. El canciller de la unidad alemana mantiene la memoria viva y un lcido diagnstico sobre el presente.Pregunta. En el libro de memorias que acaba de reeditar habla de la fea palabra euroesclerosis utilizada al inicio de su mandato como canciller en 1982. Ve hoy al proyecto europeo inmerso en esa fea euroesclerosis?

    Cuando cay el Muro, nuestros vecinos tenan mucho miedo de una nueva gran AlemaniaRespuesta. No, porque las situaciones histricas nunca son comparables directamente. Europa ha avanzado mucho respecto a comienzos de los aos ochenta. Con la introduccin del euro en 1999, la integracin europea se hizo irreversible. Sin embargo, veo una cierta fatiga europea y una falta de conciencia de lo importante que una Europa unida es para todos. Me preocupa el desnimo con el que se

  • discute el proyecto europeo. Y en este aspecto no excluyo a ningn pas. Al igual que ocurri al comienzo de mi mandato, estamos ahora en una encrucijada. Tras pasar aos mirando hacia el pasado, tenemos que tomar por fin un camino nuevo, valiente y decidido hacia el futuro.P. Usted dice que cuando cay el Muro, nadie poda estar seguro de que las dos Alemanias se reunificaran y habla de la necesaria mezcla de valor e inteligencia que se dio entonces. Qu decisiones fueron las ms importantes?R. Fueron muchas las decisiones que casi a diario hubo que tomar durante esos das, semanas y meses de incertidumbre. Sin duda, fue importante que Mijal Gorbachov mantuviera los tanques soviticos en el cuartel y no reprimiera con violencia la revolucin pacfica de esos das emocionantes. l mantuvo de forma valiente su lnea pacfica durante el proceso de unificacin, en contra de la opinin de muchos en su pas. Otra decisin importante fue mi plan de diez puntos, que present en el Parlamento alemn a finales de noviembre de 1989, tres semanas despus de la cada del Muro. Ah establec claro mi objetivo poltico como canciller de lograr la unidad alemana. De esta forma, imped que las negociaciones se concentraran en soluciones que implicaban la existencia de dos Estados alemanes; soluciones que despertaban simpatas tanto en Europa como en mi propio pas. Tambin era necesario que, de forma paralela a la reunificacin, Alemania dejara claro su apoyo al proceso de unidad europea, con el respaldo a la introduccin de la moneda nica. Tuvimos adems un golpe de suerte con el presidente de EE UU, George Bush, que estuvo siempre de nuestro lado. El requisito sine qua non para apoyar la reunificacin fue la determinacin de Alemania y la ma personal de que el pas reunificado tena que ser miembro de la OTAN. Esto era tambin muy controvertido dentro de Alemania. Y por supuesto no puedo olvidar a los ciudadanos de la RDA. Sin su deseo de libertad, valenta y autodeterminacin no habra cado el Muro ni habra llegado la reunificacin. Fue una gran suerte que en 1989 y 1990 coincidieran todos estos factores imprescindibles. Sin el coraje y la inteligencia de todos los participantes no lo habramos logrado. Nada se daba por descontado esos das, sino que vivimos un proceso muy complejo y sensible.

    En Dresde me di cuenta de que no haba marcha atrs. La gente quera unidad y la quera yaP. En qu momento se dio cuenta de que la reunificacin ya no tena marcha atrs?

  • R. El 19 de diciembre de 1989 fue para m una experiencia clave. Seis semanas despus de la cada del Muro viaj a Dresde. All me reun con Hans Modrow, el primer ministro de la RDA. La multitud pletrica que me recibi en el aeropuerto y a lo largo de la carretera por la que debamos llegar a la ciudad fue para m la seal de que los ciudadanos dela RDA queran la unidad y la queran rpido. La gente ya no quera esperar ms. En ese momento me qued claro que la unidad llegara mucho antes de lo que yo mismo hasta entonces me haba imaginado. Hay que ponerse en el contexto de esos das. Tan solo tres semanas anteshaba presentado en el Parlamento mi programa de diez puntos en el que fijaba el objetivo de la unidad. A finales de noviembre haba evitado poner un calendario a la reunificacin por buenos motivos. Saba que estaba ante la oportunidad histrica de lograr la unidad alemana. Pero tambin era consciente de la fragilidad del proceso. Habamos decidido ser cuidadosos y haba algo que no podamos olvidar jams: los alemanes no estbamos solos en el mundo. Junto a la alegra por la cadadel Muro, nuestros vecinos europeos, tanto los del Este como los del Oeste, tenan mucho miedo de una nueva gran Alemania. Incluso en mi propio pas haba temores y resistencias. As que a finales de noviembre, cuando present los diez puntos, yo estaba convencido de que la unidad alemana tardara an al menos tres o cuatro aos y llegara solo despus de culminar el mercado nico europeo a finales de 1992. Y tan solo tres semanas ms tarde, durante mi visita a Dresde, me di cuenta de lo favorable que era la situacin, y que poda ser todo mucho ms rpido delo que haba imaginado. En ese momento les dije a los que me acompaaban en el viaje: Esto est hecho. El rgimen de la RDA est ensus ltimos momentos. La gente quiere la reunificacin!. Siempre asociar este momento con Dresde. Pero entonces an no estaban asegurados los aspectos polticos, tanto internos como externos. Todavaquedara un largo camino y muchas y muy complicadas negociaciones hasta el da de la unidad, el 3 de octubre de 1990.P. Otra de las frases que repite en los dos libros que ahora presenta es que considera la unidad alemana y la europea dos caras de la misma moneda. Qu piensa usted, que ha dedicado su vida poltica a la construccin europea, cuando oye hablar de la posibilidad de independencia en Catalua?

    R. El debate sobre Catalua es una cuestin interna, sobre la que no me quiero pronunciar. Le ruego su comprensin. Pero s hay algo que me gustara destacar. La unidad de Europa no es una obsesin de algunas personas o pases a expensas de otros. Una Europa unida es la leccin dela variada y dolorosa historia de nuestro continente. No podemos olvidar

  • nunca que no hay alternativa. Europa es una cuestin de guerra y paz. Lapaz en libertad es la condicin previa para todo lo dems: la democracia, los derechos humanos, el Estado de derecho, la estabilidad social y la prosperidad. Y todo esto es an ms cierto en el mundo multipolar que sigui al fin de la Guerra Fra. Los retos a los que nos enfrentamos han cambiado radicalmente desde entonces. La importancia de una Europa unida no ha descendido, sino todo lo contrario. Todos lo necesitamos y todos en nuestros pases debemos hacer los deberes para lograrlo. Soy consciente de que muchas veces no es fcil. Pero Europa no es responsable de las reformas necesarias, sino que las exige un mundo en constante cambio. Y no hay otro camino. La UE puede ayudar a algunos Estados miembros a ayudarse a s mismos. Pero cada pas es responsable de hacer sus deberes. En este sentido, deseara que Espaa, por supuesto con ayuda de la UE, pueda resolver sus problemas y emprender las reformas necesarias con valor y decisin. Sobre todo deseo que su pas logre controlar pronto el paro juvenil. Crame usted: he experimentado muchas cosas en mi vida. Buenas y malas. He tenido que luchar mucho. Nadie me ha regalado nada. S de lo que hablo. Y me atengo a una firme creencia: una Europa unida es para todos nosotros una cuestin de supervivencia. Europa es nuestro destino. Nuestra meta debe ser un sistema unificado, democrtico, cercano al ciudadano y basado en un Gobierno federal. Una Europa unida en la diversidad, en laque los Estados miembros, las regiones y los ciudadanos se encuentren de nuevo. Para ello queremos luchar juntos. Hay mucho en juego. Se trata de nuestro futuro, que para todos nosotros se llama Europa.

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