UNIVERSIDAD TEOLOGICA DEL CARIBE

SAINT JUST, P.R.

ESTE TRABAJO ES PRESENTADO AL

PROF: LUZ M. RIVERA EN CUMPLIMIENTO DE

LOS REQUISITOS DEL CURSO

ETICA CRISTIANA

POR

VIRGINIA PEÑA

NOVIEMBRE, 2012

Ética del Pasaje del Buen Samaritano (Lucas 10:30-37)

Contexto

Los maestros judíos normalmente usaban “prójimo” para significar “compatriotas

israelita” Lev.19:18 claramente significa en el contexto inmediato, pero el contexto

menos inmediato también aplica el principio a cualquier no israelita en la tierra (19:34).

Tradicionalmente los judíos y los samaritanos se odiaban: aunque la violencia era la

excepción y no la regla. La literatura de ambos grupos muestra una actitud de

hostilidad hacia el otro. La ilustración de Jesús ofendería a los oidores judíos,

golpeando el corazón del patrimonio que estaba justificado por la religión.

I. El sacerdote tenía dos responsabilidades básicas: llevar a cabo los ritos

religiosos y la comunicación con la deidad, cuidaba del santuario, y comunicaba

las decisiones divinas, cumplían su trabajo en el templo por un período de

tiempo y después regresan a su hogar. Este sacerdote se encontraba de regreso

a su casa, se espera que sea él quien brinde ayuda al hombre moribundo, pero

este “se fue por el lado opuesto.

II. Los levitas eran inferiores a los sacerdotes en cuestión de posición, eran

Ayudantes de los sacerdotes para preparar los sacrificios, recaudar y distribuir

las contribuciones del pueblo. El levita, sin embargo, tiene más flexibilidad aquí,

aunque ambos debían regirse por uno de los preceptos que les ordena que no

deben acercarse a un hombre a punto de morir, porque contraerían la impureza,

ya que vienen santificados del templo y de cumplir perfectamente la ley.

Estos realizaban funciones como representantes de Dios, pero Ignoraban al prójimo y

su compasión no alcanzaba ni para ayudar a un hombre medio muerto al lado del

camino. Los dos especialistas de la religión pretenden llegar a Dios “pasando de largo”,

evitando ayudar al hombre moribundo (judío). Los deberes legales y rituales son más

importantes que el Amor a su prójimo Ambos, el sacerdote y el levita, se comportaron

con el hombre que cayó en desgracia peor que como lo hicieron los asaltantes pues

con su indiferencia le negaban la oportunidad de sobrevivir, pudo más en estas

personas dedicadas al culto la preocupación por su propia seguridad que la compasión

por ese hombre agonizando; ellos no entendieron lo que significa el amor al prójimo

III. El Samaritano un judío mestizo y tenido por hereje con quien no debe

establecerse contacto alguno, actúa de manera diferente y es el que da el

ejemplo del comportamiento que agrada a Dios, este ayuda a un extranjero,

siente compasión de él, le vendó las heridas, derramó sobre ellas aceite y vino,

lo montó en su propia cabalgadura, lo llevó al mesón, cuidó de él; cuando se

tuvo que marchar dejó dinero para que lo cuidase el dueño del mesón, y se

comprometió a pagar más si se gastaba más de lo que él había dejado pagado

por adelantado. Es una descripción completa de lo que es la atención a este

pobre hombre caído. Son muchas acciones las que pone el buen samaritano

para llegar a la curación completa del hombre caído y golpeado, con dicho acto

el buen samaritano le brinda al necesitado lo que ha recibido de Dios (su

misericordia).

Ética de los amigos de Job

Contexto

Job vive en Uz, una zona cerca de Madian, viviría 40 años como pastor. En el libro que

lleva el nombre de Job, no hay referencias a la ley de Moisés o a ninguno de los pactos

que Dios hizo con los Patriarcas hebreos. Job realiza funciones de sacerdocio en

nombre de su familia y vive hasta casi los 200 años. Además tenemos como referencia,

que Elifaz era hijo de Esaú (Gen 36:10). Todos estos factores sugieren que Job vive

mas o menos en los tiempos de Abraham, el padre de la nación hebrea

La conducta Ética de los amigos de Job Elifaz, Bildad, Sofar y Eliu

I. Elifaz, calumnia a Job y lo acusa por su gran malicia, maldad sin fin, que

constaba en despojar a sus hermanos, no dar de beber al cansado y no dar pan

al hambriento, este lo acuso de hipócrita e impío y lo culpo de toda la tragedia de

su familia. El esta convencido que Job esta cosechando lo que sembró y por tal

razón lo exhorta a reconciliarse con Dios, para que pueda tener paz, alejar de su

tienda la aflicción y para que nuevamente pueda vivir en abundancia. Ve la

justicia retributiva como una ley natural que proviene de Dios. El se aseguro de

recordar a Job que estas no solo eran ideas suyas, sino también de sus

ancestros, Elifaz se apoyaba mucho en la tradición, olvidando que la tradición es

una guía.

II. Bildad, habla de la justicia de Dios, pero mal interpretándola como simple pago

contra los enemigos opresores. Bildad olvido la bondad, la misericordia y el

Amor de Dios, fue cruel al decirle a Job que sus hijo habían muerto debido a que

habían pecado, exhortaba a Job a que confesara sus pecados y arreglara

cuentas s con Dios para que fueran restauradas sus fortunas, pues Dios

recompensa a los justos y juzga a los impío.

III. Zofar no tiene misericordia, también lo acusa de charlatan quejumbroso, las

palabras de Job eran palabras sin sentido, el castigo que sufre Job es la

consecuencia de su pecado. La reflexión racional sobre la sabiduría de Dios le

permite concluir que Job era un ignorante de Dios y que el castigo que estaba

recibiendo por su pecado era menos de lo que realmente merecía. Zofar también

le recomienda que se arrepienta y confiese sus pecado.

Elifaz, Bildad Y Sofar no tuvieron Amor, ni misericordia con Job quien era su

amigo, no fueron de apoyo para el, fueron crueles y lo decepcionaron al

convertirse en jueces que hablaban mentiras, Se consideraban los mensajeros

de Dios, creían que tenían la esencia de la verdad de Dios, pero la realidad era

que se habían convertido en instrumentos de Satanás al ponerle limites a Dios y

al querer imponer sus conceptos (tradición) por encima de los mandatos

bíblicos. como representantes de Dios hubiera sido mejor que se mantuvieran en

silencio, ya que la sabiduría que ellos estaban representando no era la de Dios

Ética de los Apóstoles Pedro y Juan

Pedro, era el mas sobresaliente entre “los doce” hombre de fe ardiente, de pasión

dedicada a la causa de Cristo, forma parte del grupo de los tres más íntimos de Jesús

que dejó todo para seguirle, fue uno de los pilares escogidos por Cristo para predicar el

cristianismo. A veces fue impulsivo e impetuoso al hablar, manifestó exceso de

confianza y cierto sentimiento de superioridad sobre los otros once cuando afirmó que

aunque ellos tropezaran con relación a Jesús, él nunca lo haría, y estaría dispuesto a ir

a prisión e incluso morir con Jesús, sin embargo negó por tres veces conocer a Jesús y

llevado por la vehemencia de su negación, llegó a echar maldiciones. El día de

Pentecostés valientemente habló a las masas y su sermón fue causa de la conversión

de unas tres mil personas. Trataba con los cristianos gentiles en Antioquia y comía con

ellos obviando las leyes del Antiguo Testamento sobre alimentos, mas al llegar los

judeocristianos de Jerusalén, cambió y observó la ley mosaica por razones de

oportunidad. Buscaba la forma de exhortar, orientar y alentar a los creyentes porque

conocía bajo la presión en que se encontraban. La verdad de la segunda venida de

Cristo estaba siempre viva en la mente de Pedro. Ponía la esperanza como base para

llamar a los cristianos a estar alertas y ser valientes cuando la vida les fuera adversa.

Pedro fue un hombre con virtudes y defectos que en ocasiones cayó en las trampas de

Satanás, pero llego a comprender la importancia de resistírsele, convicción que lo llevo

a entregar hasta su vida por Cristo.

Juan "el discípulo amado" su ética es fuertemente cristológica, donde lo fundamental es

la unión de cada discípulo con Cristo: “como el sarmiento no puede dar fruto por si

mismo si no permanece unido a la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mi”.

EL camino del Cristiano es observar los mandamientos, que se concentran en uno

principal’ “Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros como yo os he

amado”. Juan llega hasta el extremo de definir a Dios como amor, y a afirmar que como

consecuencia de esto, en realidad quien no ama no conoce a Dios, participó con Pedro

y Santiago de los episodios más significativos de la vida de Jesús, y en la Última Cena

recostó su cabeza en el pecho del Señor Estuvo con María "junto a la cruz", fue el

discípulo que recibió el honor excepcional de que se le confiara el cuidado de la madre

de Jesús cuando este murió. En un principio le costó aceptar el testimonio de las

mujeres que vieron primero a Jesús después de su resurrección, fue testigo junto a

Pedro del sepulcro vacío "vio y creyó". Tenía tanto temor que se reunía con las puertas

cerradas con llave. Es llamado "el Teólogo" por la profundidad de su Evangelio, que

difiere en no pocos aspectos de los sinópticos. La elevada cristología de Juan depende

del acontecimiento histórico, leído en profundidad con los ojos de la fe: el Verbo

encarnado es la revelación y la visualización del Padre invisible y trascendente. Es una

revelación histórica que, acogida en la fe, hace entrar al hombre en la vida misma de

Dios. Conocemos por la tradición detalles que confirman el desvelo de Juan para que

se mantuviera la pureza de la fe y la fidelidad al mandamiento del amor fraterno “Hijitos,

amaos los unos a los otros”. Le preguntaron por su insistencia en repetir siempre lo

mismo Juan respondió: “Este es el mandamiento del Señor y, si se cumple, él solo

basta”. Para Juan el hombre aparece sumergido en las tinieblas, bajo el dominio del

príncipe de este mundo, el Diablo. Si se niega conscientemente a creer, permanece en

las tinieblas. La única manera de salir de las tinieblas a la luz y de poseer la vida es ir a

Jesús y dejarse iluminar por él, "luz del mundo". Para Juan, la fe es lo que para los

sinópticos la conversión (metánoia). El que no quiere creer es porque no quiere

convertirse, es porque no quiere verse molestado en medio de sus malas obras.

Mientras que para los sinópticos la vida eterna es futura, para Juan está ya presente en

el creyente, y para él la muerte no tiene ninguna importancia , pero al mismo tiempo,

también la condenación está ya presente para el que se niega a creer y permanece en

las tinieblas: "Moriréis en vuestros pecados", es decir, en una muerte eterna. Pero la

respuesta de la fe supone también la praxis, el "hacer la verdad", poner en práctica la

palabra de Jesús, vivir en ella y, consiguientemente, practicar la mutua caridad fraterna.