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Angela María Guzmán Mejía Exigibilidad de los Derechos Sociales De acuerdo con Gerardo Pisarello existen varios obstáculos o enemigos de los derechos sociales, entre los cuales está la percepción de que estos derechos son esencialmente diferentes y subordinados a los derechos que son considerados fundamentales o de primera generación, como lo son el derecho a la integridad física, a la libertad de expresión o la participación. Por otro lado, los derechos sociales suponen en la concepción mayoritaria que para poder hacerlos exigibles, es decir, para su lograr su efectividad, hace falta que el Estado asigne recursos, que dichos recursos, al ser limitados dependen de políticas sociales, y que dichas políticas deben ser decididas por poder legislativo, por lo que en consecuencia, es imposible lograr la universalidad de los derechos sociales. Todo esto, hace que los derechos sociales sean percibidos como derechos débiles en relación con el resto de los derechos considerados fundamentales. Por otro lado, está la dificultad que consiste en que los derechos sociales tienden a contraponerse a otros derechos fundamentales que como ya hemos mencionado anteriormente son llamados de primera generación y que son considerados en la concepción mayoritarias como mas importantes por lo que se entiende que estos deben superponerse a los derechos sociales. Todas estas distinciones y percepciones, si bien no pueden negarse, a la luz de nuestra constitución actual no tienen cabida, pues, de conformidad con esta, son derechos fundamentales todos aquellos que estén consagrados o no en la constitución, tal y como lo establece el artículo 74.1 de la misma, por lo que todos los derechos se encuentran a un mismo nivel, y la concepción de nuestra Constitución, todos son fundamentales; no hay por tanto un derecho más importante que otro sino que estos deben examinarse caso por caso mediante el método de la ponderación y siempre teniendo en cuenta los demás criterios de interpretación que la misma Constitución establece. Por otro lado, los artículos 7 y 8 de la Constitución Dominicana, establecen primero, que somos un Estado Social y Democrático de Derecho”, lo que supone da una connotación especial a los derechos sociales, ya que dentro de las funciones esenciales de Estado está el facilitar a los individuos la obtención de los medios que le permitan perfeccionarse de forma igualitaria, equitativa y progresiva”. Sin embargo esto que acabamos de citar del artículo 7 de la Constitución Dominicana, en mi criterio, nos regresa al concepto planteado por Pisarello, en el sentido de que estos derechos no constituyen una obligación concreta sino en la medida en que los estos son positivizados mediantes leyes que los tornen operativos y alcanzables. Y he aquí entonces, donde radica para mí, la mayor dificultad respecto de la exigibilidad de estos derechos, puesto que si no existen leyes y políticas de Estado en torno a estos sino

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Angela María Guzmán Mejía

Exigibilidad de los Derechos Sociales

De acuerdo con Gerardo Pisarello existen varios obstáculos o enemigos de los derechos

sociales, entre los cuales está la percepción de que estos derechos son esencialmente

diferentes y subordinados a los derechos que son considerados fundamentales o de primera

generación, como lo son el derecho a la integridad física, a la libertad de expresión o la

participación. Por otro lado, los derechos sociales suponen en la concepción mayoritaria que

para poder hacerlos exigibles, es decir, para su lograr su efectividad, hace falta que el

Estado asigne recursos, que dichos recursos, al ser limitados dependen de políticas sociales,

y que dichas políticas deben ser decididas por poder legislativo, por lo que en consecuencia,

es imposible lograr la universalidad de los derechos sociales. Todo esto, hace que los

derechos sociales sean percibidos como derechos débiles en relación con el resto de los

derechos considerados fundamentales. Por otro lado, está la dificultad que consiste en que

los derechos sociales tienden a contraponerse a otros derechos fundamentales que como ya

hemos mencionado anteriormente son llamados de primera generación y que son

considerados en la concepción mayoritarias como mas importantes por lo que se entiende

que estos deben superponerse a los derechos sociales.

Todas estas distinciones y percepciones, si bien no pueden negarse, a la luz de nuestra

constitución actual no tienen cabida, pues, de conformidad con esta, son derechos

fundamentales todos aquellos que estén consagrados o no en la constitución, tal y como lo

establece el artículo 74.1 de la misma, por lo que todos los derechos se encuentran a un

mismo nivel, y la concepción de nuestra Constitución, todos son fundamentales; no hay

por tanto un derecho más importante que otro sino que estos deben examinarse caso por

caso mediante el método de la ponderación y siempre teniendo en cuenta los demás criterios

de interpretación que la misma Constitución establece. Por otro lado, los artículos 7 y 8 de

la Constitución Dominicana, establecen primero, que somos un “Estado Social y

Democrático de Derecho”, lo que supone da una connotación especial a los derechos

sociales, ya que dentro de las funciones esenciales de Estado está el facilitar a los

individuos la “obtención de los medios que le permitan perfeccionarse de forma igualitaria,

equitativa y progresiva”. Sin embargo esto que acabamos de citar del artículo 7 de la

Constitución Dominicana, en mi criterio, nos regresa al concepto planteado por Pisarello, en

el sentido de que estos derechos no constituyen una obligación concreta sino en la medida

en que los estos son positivizados mediantes leyes que los tornen operativos y alcanzables.

Y he aquí entonces, donde radica para mí, la mayor dificultad respecto de la exigibilidad de

estos derechos, puesto que si no existen leyes y políticas de Estado en torno a estos sino

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solo los objetivos generales y abstractos establecidos en la Constitución respecto de estos

derechos se hace más dificultoso verificar el grado de incumplimiento por parte del Estado,

cuando un individuo alega incumplimiento o perjuicio.

Un ejemplo claro de esto podría ser el artículo 59 de la Constitución, e cual establece el

Derecho a la vivienda, este dice: “Toda persona tiene derecho a una vivienda digna con

servicios básicos esenciales. El Estado debe fijar las condiciones necesarias para hacer

efectivo este derecho y promover planes de viviendas y asentamientos humanos de interés

social…“ Este articulo ejemplifica perfectamente lo que estamos diciendo, pues plantea un

derecho general y abstracto a la vivienda, el cual solo podrá verificase en la medida en que

el Estado fije las condiciones necesarias para la realidad del mismo, que no implica, en el

caso que nos ocupa, por supuesto, regalar una vivienda; pero si, dar el mismo nivel de

acceso a una vivienda digna a todos los ciudadanos de este Estado.

Es por estos que ratificamos nuevamente que mientras estas medidas no se tomen, la

efectividad de estos derechos se ve limitada y por vía de consecuencia su exigibilidad, ya

que si bien el Estado está obligado a cumplir con la Constitución y del mismo modo a lo

que establece el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que forma parte del

bloque de constitucionalidad, y el cual crea una obligación inmediata de satisfacer los

niveles mínimos esenciales de cada derecho; sin embargo, lo que llamamos “realización

progresiva” produce en la realidad una cierta discrecionalidad respecto del cumplimiento

por parte del Estado de estos derechos, ya que al momento de evaluar la afectación del

derecho que se pretende exigir se hace realmente complejo para el juzgador, que no solo

debe evaluar si hay o no una afectación, sino también cual es alcance de la obligación del

Estado respecto del individuo, y si el Estado posee los recursos y la posibilidades de

proveer el derecho que se pretende afectado, lo que varía de acuerdo al desarrollo del país

es y a los recursos de los que este disponga, lo que hace que como ya hemos dicho estos

derechos tiendan a quedar en los hechos, en una situación de carencia o muy precaria

exigibilidad jurídica.

Bibliografía

Constitución Dominicana Comentada 2010, FINJUS

Preguntas Frecuentes Sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales,

Folleto Informativo No. 33. Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas

para los Derechos Humanos

Los Derechos Sociales y sus Garantías. Gerardo Pisarello. Ed. Trotta, 2007