REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

FUNDACIÓN JUAN VIVES SURIÁ

ESCUELA DE DERECHOS HUMANOS

DIPLOMADO DE DERECHOS DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES

Título IV

Instituciones Familiares

Capítulo II

Sección Cuarta

Convivencia Familiar

Facilitadora: Co-facilitadores:

Abog(a). Lilian Montero Laura Blanco

Audrilén López

Alix Méndez

Beatríz Arteaga

Marco Godoy

Alicia Bruno

Jhonny Rodríguez

Caracas, 15 de mayo de 2014

Introducción

La nueva normativa legal venezolana, esto es, la Ley Orgánica para la

Protección de Niños, Niñas y Adolescentes incluyó en su texto el derecho de

fijación de un Régimen de Convivencia Familiar, no sólo para el padre o madre

que no tenga la custodia, sino que también se extiende a las personas que están

en el entorno de los NNA como sus familiares y en el interés superior del Niño,

buscando que este tenga seguridad de las personas que lo rodean. Se incluyó a

terceras personas siempre y cuando dicho contacto resulte conveniente al niño,

niña o adolescente.

Este derecho puede comprender cualquier tipo de contacto físico, incluyendo las

comunicaciones en todas sus expresiones; las salidas fuera de la residencia del

niño, niña o adolescente por horas o por días; y los períodos más largos como las

fechas vacacionales y navideñas, la cual debe ser convenido de mutuo acuerdo

entre el padre y la madre inclusive oyendo al hijo o la hija forma también parte de

este logro en esta materia.

Es por eso que el presente trabajo tiene como objetivo en dar a conocer el tema

del Régimen de Convivencia Familiar como una Institución Familiar, la cual está

contenido en lo que se refiere a los artículos desde el 385 hasta el 390

pertenecientes a la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y

Adolescentes, contenido que trae como innovación la importancia de el derecho

que tiene el hijo o la hija de mantener contacto con sus progenitores, familiares y

parientes con quien no vive, inclusive conservar los nexos existentes entre los

mismos y su familia de origen.

También La LOPNNA prevé que cuando existan controversias entre los padres,

y estos no se ponen de acuerdo o no acuerdan en lo establecido en el Régimen de

Convivencia Familiar, el o la Juez o Jueza del Tribunal de Protección de Niños,

Niñas y Adolescentes, actuando sumarialmente, atendiendo los intereses los

niños, niñas o adolescentes tomará la decisión más adecuada y que favorezca al

Niños Niña y Adolecentes privando el Interes Superior de estos , asegurándole

con esta decisión el desarrollo integral del niño, niña y adolescentes, así como el

disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías.

Artículo 385. Derecho de Convivencia familiar.

Podemos comenzar diciendo que a nivel jurídico el fundamento legal se

sustituyó el “régimen de visitas”, por el derecho a la convivencia familiar,

fortaleciendo las relaciones personales y el contacto directo, de forma regular y

permanente, entre los NNA con su padre, madre, familiares o personas

significativas durante su crianza y que no tengan su custodia, lo cual está

contenido en el artículo 385 de la LOPNNA, argumenta lo siquiente: “El padre o la

madre que no ejerza la patria potestad o que ejerciéndola no tenga la

responsabilidad de custodia del hijo o hija, tiene derecho a la convivencia familiar,

y el niño, niña o adolescente tiene este mismo derecho”.

En esta ocasión queremos dejar claro que el Principio de Co-parentalidad,

implica que tanto padre como madre, tiene el Derecho de Convivir, visitar a sus

menores hijos, con quienes no tiene establecido el Derecho de Custodia. Pero por

otro lado, dejar en claro, que no es solo un Derecho que corresponden a los

progenitores, sino que propiamente en un Derecho de los Niños, Derecho a

Compartir, Convivir, tener contacto permanente y directo con ambos progenitores.

Ello como fundamento de su Derecho a la Identidad, vinculado forzosamente a su

Derecho a recibir afecto de ambos progenitores. Lo cierto es que todo menor,

tiene el Derecho y más allá la necesidad de compartir con ambos progenitores, por

razones del desarrollo futuro de su personalidad.

Artículo 386. Contenido de la convivencia familiar

“La convivencia familiar puede comprender no solo el acceso a la residencia del

niño, niña o adolescente, sino también la posibilidad de conducir a un lugar distinto

al de su residencia, si se autorizare especialmente para ello al interesado o

interesada en la convivencia familiar. Asimismo, pueden comprender cualquier

otra forma de contacto entre el niño, niña y adolescente y la persona a quien se le

acuerda la convivencia familiar, tales como: comunicaciones telefónicas,

telegráficas, epistolares y computarizadas”.

Aquí se prevé la importancia de conservar y favorecer los nexos del niño, niña y

adolescentes con su familia de origen. Debido a que, en interés de los hijos,

pueden sus padres resultar privados de la patria potestad o custodia. Se previó un

régimen de visitas, el cual puede hacerse extensivo a otros familiares y aún a

terceras personas, cuyo contacto con el niño, niña o adolescentes se repute

conveniente al mismo. Estas visitas se pueden extender no solo como el derecho

a la oportunidad de acceder a la residencia del niño, niña o adolescente, sino

también, como la facultad de llevarlo a un lugar diferente al de su residencia

habitual, por un periodo limitado de tiempo que se fijara entre las partes, de

común acuerdo, o por el Juez competente.

Igualmente se desprende del artículo la forma de visita de los padres hacia los

hijos que no convivan con ellos, la cual incluye la forma computarizada mediante

el envío de correos electrónicos y toda manera que permita la comunicación con el

niño, niña o adolescentes cuando esta no sea presencial. (Hotmail, Yahoo,

conversaciones vía Messenger, Chat, Skype, entre otros).

Artículo 387. Fijación del Regimén de Convivencia Familiar

El contenido de este derecho constituye la garantía para que el Niño, Niña y

Adolescentes de conservar con sus dos padres luego de ocurrida una separación.

Es importante considerar que la convivencia familiar, no es un derecho

contemplado solo en la ley, sino que principalmente es un derecho de

frecuentación para el Niño, Niña y Adolescente de que conviva, tanto con su padre

como con su madre de forma equitativa, siempre y cuando no sea contraria a su

interés superior, es decir, consiste en el derecho y el deber de los padres que no

viven con sus hijos puedan convivir con ambos padres.

El régimen de convivencia también se ve relacionado con el art. 27 de la LOPNNA

donde estipula “Todo los Niños, Niñas y Adolescentes tienen derecho a mantener,

de forma regular y permanente, relaciones personales y contacto directo con su

padre y madre, aun cuando exista separación entre éstos, salvo que ello sea

contrario a su interés superior”.

En este caso y principalmente cuando el régimen de visitas no ha sido “convenido

de mutuo acuerdo” entre los progenitores, el juez o jueza de protección

establecerá un régimen que, en la mayor parte de las ocasiones, consiste en

articular al progenitor con quienes el Niño, la Niña y Adolescentes no conviven,

con el derecho a tenerlos en su compañía los fines de semana alternados y la

mitad de los periodos de vacacionales. El régimen se establecerá según las

circunstancias del caso en concreto y así por ejemplo, en los casos de visitas a los

Niños, Niñas y Adolescentes que aún se encuentren en periodo de lactancia

pueden limitarse a 2 ó 3 tardes sin que el padre pueda llevárselos los fines de

semana, o en los casos en los que el progenitor reside lejos se permite acumular

el disfrute de varios fines de semana seguidos. Aunque el régimen de visitas y las

comunicaciones que se contiene en una sentencia judicial, pueden ser

modificados tras la tramitación del oportuno procedimiento y limitarse o incluso

suspenderse en el caso de que se considere que es perjudicial para los Niños,

Niñas y Adolescente.

En este orden de ideas se puede decir que la convivencia se puede entender no

solo como el derecho a la oportunidad de acceder a la residencia del hijo, sino

también, como la facultad de llevarlo a un lugar diferente al de su residencia

habitual, por un periodo limitado de tiempo que se fijará entre las partes, de

común acuerdo, o por el juez competente. Al igual que el caso de la guarda, se

niega el derecho de visita al progenitor que incumpla injustificadamente la

obligación alimentaria, pese a habérsele impuesto judicialmente y a disponer de

recursos económicos para ello, es por ello que ambos padres deben cumplir con

sus obligaciones y responsabilidades en velar siempre por el interés superior del

Niño, Niña y Adolescente.

Artículo 388. Extensión del Régimen de Convivencia Familiar a otras personas.

Lo concerniente al título IV de la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y

Adolescentes está referido en su mayor parte a las instituciones familiares, y se

divide en seis capítulos. Los primeros tres contienen normas de derecho material;

y los capítulos restantes a las de derecho procesal. El título IV introduce en su

primer capítulo una aproximación del significado de la familia en nuestros días.

Esta aproximación la establece la República Bolivariana de Venezuela en la

LOPNNA como Familia de Origen, entendiéndose como la que está integrada por

el padre y la madre, por uno de ellos y sus ascendientes, descendientes o

colaterales, hasta el cuarto grado de consanguinidad. Posteriormente especifica

los mismos derechos y las mismas obligaciones que tienen los padres, las madres

y los hijos, cualquiera que fuese estos últimos la filiación que tengan con sus

padres y madres; este apartado se conoce en la LOPNNA como Unidad de

Filiación. Finalmente incorpora el concepto de Patria Potestad en su segundo

capítulo definiendola como el conjunto de deberes y derechos del padre y la

madre en relación con los hijos e hijas que no hayan alcanzado la mayoridad y

que tiene por objeto el cuidado, desarrollo y educación integral.

La introducción de estos tres aspectos que establece la LOPNNA en lo referente

a instituciones familiares, es de suma importancia para entender las variaciones

que ha tenido la LOPNNA con respecto a otras leyes de protección ya derogadas

por estar éstas, en desfase con una realidad social. La estructura de la familia

venezolana ha variado considerablemente durante el siglo XX y lo que ha

transcurrido del siglo XXI. La estructura actual de la familia venezolana es

derivada de una variación demográfica como consecuencia de cambios políticos y

sociales que condujo que el estado venezolano se acogiera en su momento a los

requerimientos de la Convención Internacional Sobre los derechos del niño en el

año 1.989. Todos estos cambios que se han venido desarrollando a la luz de la

más reciente ley de protección integral, han producidos comportamientos variados

en los roles de los miembros de una familia, al momento de definir a los

solicitantes del régimen de convivencia familiar. El artículo 388 de la LOPNNA lo

estipula de la siguiente forma: “Los parientes por consanguinidad, por afinidad y

responsables del niño, niña o adolescente podrán solicitar la fijación de un

Régimen de Convivencia Familiar. También podrán solicitarlo aquellos o aquellas

terceros o terceras que hayan mantenido relaciones y contacto directo permanente

con el niño, niña o adolescente. En ambos casos, el juez o jueza podrá acordarlo

cuando el interés superior del niño, niña o adolescente así lo justifique.

Conclusión

Debemos hacer mención que la Institución familiar denominada Convivencia

Familiar a nuestro parecer es una de las más importantes de las instituciones

establecidas en la LOPNNA.

Esta institución era conocida anteriormente como Régimen de Visita, sin embargo

la terminología de “régimen” sonaba demasiado fuerte, este era el derecho que

tenía el progenitor que no tenía la llamada Guarda y Custodia hoy en día se llama

custodia y responsabilidad de crianza del Niño Niña o Adolescente.

El padre o madre que no tiene la custodia del Niño, Niña o Adolescente, tienen

derecho de relacionarse, de expresar sus afectos manteniendo contacto

permanente. Este mismo derecho lo tienen no solo los progenitores sino también

los niños, niñas y adolescentes.

El Legislador, consideró prudente cambiarle el nombre a esta institución tal vez

por la idea que asociaba la colectividad, que eran periodos cortos, a horas

determinadas, normalmente a las horas que se acostumbra visitar familiares,

amigos, enfermos, familiares privados de su libertad y otros.

La estabilidad de una familia y de la sociedad en general pasa por que sus

integrantes sientan atendidos todos sus derechos y puedan expresar sus afectos

y emociones a través de los encuentros aunque estos sean casuales.