FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y JURÍDICAS … · 2017. 1. 9. · redes sociales que se usan con...
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UNIVERSIDAD DE JAÉN FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y JURÍDICAS
DEPARTAMENTO DE ECONOMÍA
TESIS DOCTORAL LAS REDES SOCIALES COMO
OPORTUNIDAD DE COMERCIALIZACIÓN DE LOS PRODUCTOS ECOLÓGICOS
PRESENTADA POR: DOMINGO FERNÁNDEZ UCLÉS
DIRIGIDA POR: DR. D. ENRIQUE BERNAL JURADO
DRA. DÑA. ADORACIÓN MOZAS MORAL
JAÉN, 16 DE FEBRERO DE 2016
ISBN 978-84-16819-58-4
AGRADECIMIENTOS
Para la realización del presente trabajo he contado con el apoyo de
muchas personas, quisiera aprovechar este espacio para expresarles mi
gratitud.
En primer lugar, agradecer a todas aquellas personas que han
participado en los estudios realizados, responsables de organizaciones,
empresarios, investigadores y profesores, que de forma tan amable han
mostrado su plena disposición y me han dedicado parte de su tiempo para
contribuir a esta causa.
También quisiera expresar mi más sincera gratitud a D. Carlo Borzaga,
por abrirme las puertas de Euricse, y a todos y cada una de las personas que
integran su excepcional grupo de investigación, por su afectuoso recibimiento y
acogida. Para mí ha sido un auténtico placer y un gran orgullo desarrollar mi
estudio junto a tan fantástico equipo de trabajo.
Destacar, especialmente, la ayuda de un gran amigo y compañero, al
que considero como un hermano, un excelente profesor a la par que una
enorme persona, y con el que tengo el placer de compartir mi actividad
investigadora. Por sus palabras de ánimo, paciencia, solidaridad y
orientaciones, todo mi agradecimiento hacia mi estimado compañero Miguel.
Como no podría ser de otra forma, agradecer a los mejores directores
que un doctorando puede tener, a D. Enrique y Dña. Adoración, por su
constante ayuda, generosidad, trabajo, apoyo, ánimo, sabios consejos y un
largo etcétera, que hace imposible expresar todo mi agradecimiento con
palabras. Entre el ínfimo número de certezas que asumo, se encuentra aquella
de que es imposible tener unos mejores tutores. Su trayectoria y prestigio no
ensombrece su generosidad, bondad y calidad como personas, por todo ello y
por considerarme parte de su familia desde aquí mi más inmensa gratitud.
Para finalizar, dedicarle este trabajo a mi familia, por ser un pilar de
apoyo firme y por facilitarme el ánimo, la fuerza y los medios para que pueda
continuar luchando por alcanzar mis sueños. Porque sin ellos hubiese sido
imposible llegar a este punto. A mis padres, hermanas y cuñados, por ser un
espejo de valores en el que me enorgullece verme reflejado.
A todos gracias, porque un proverbio dice: “uno puede devolver un préstamo de
oro, pero está en deuda de por vida con aquellos que son amables”.
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ÍNDICE GENERAL
RESUMEN .................................................................................................................................. 17
ABSTRACT .................................................................................................................................. 21
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN ................................................................................................ 23
1.1. ANTECEDENTES Y ACTUALIDAD DEL TEMA DE ESTUDIO ................................................. 23
1.1.1. LAS REDES SOCIALES ................................................................................................. 24
1.1.2. EL SECTOR AGROALIMENTARIO ECOLÓGICO ........................................................... 27
1.2. JUSTIFICACIÓN ................................................................................................................. 33
1.3. TESIS, HIPÓTESIS Y OBJETIVOS DEL ESTUDIO .................................................................. 34
1.3.1. TESIS E HIPÓTESIS ..................................................................................................... 34
1.3.2. OBJETIVOS ................................................................................................................ 36
1.4. METODOLOGÍA ................................................................................................................ 37
1.5. ESTRUCTURA .................................................................................................................... 40
CAPÍTULO 2. MARCO TEÓRICO .............................................................................................. 43
2.1. MODELOS DE ADOPCIÓN DE LA TECNOLOGÍA ................................................................ 43
2.1.1. TEORÍA DE LA DIFUSIÓN DE LA INNOVACIÓN (IDT) ................................................. 44
2.1.2. TEORÍA DE LA ACCIÓN RAZONADA (TRA) ................................................................. 49
2.1.3. TEORÍA COGNITIVA SOCIAL (TSC) ............................................................................. 53
2.1.4. TEORÍA DEL COMPORTAMIENTO PLANIFICADO (TPB) ............................................. 56
2.1.5. MODELO DE ACEPTACIÓN TECNOLÓGICA (TAM) ..................................................... 58
2.1.6. TEORÍA UNIFICADA DE ACEPTACIÓN Y USO DE LA TECNOLOGÍA (UTAUT) .............. 62
2.2. APORTACIONES TEÓRICAS EN LAS REDES SOCIALES ....................................................... 66
2.3. EL MARKETING RELACIONAL............................................................................................ 69
CAPÍTULO 3. ESTUDIO DELPHI ............................................................................................... 73
3.1. DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA .......................................................................................... 73
3.1.1. EVOLUCIÓN Y CARACTERÍSTICAS .............................................................................. 73
3.1.2. DETERMINACIÓN DE VARIABLES .............................................................................. 75
3.1.3. VENTAJAS, INCONVENIENTES Y VALIDEZ DE LA TÉCNICA ........................................ 77
3.2. ¿POR QUÉ USAR ESTA TÉCNICA? ..................................................................................... 78
Página 6
3.3. PROCEDIMIENTO Y ELABORACIÓN DEL MÉTODO DELPHI ............................................... 79
3.3.1. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA ............................................................................... 80
3.3.2. ELECCIÓN DE EXPERTOS ........................................................................................... 81
3.3.3. ELABORACIÓN Y LANZAMIENTO DE LOS CUESTIONARIOS ....................................... 81
3.3.4. DESARROLLO PRÁCTICO Y EXPLOTACIÓN DE LOS RESULTADOS .............................. 84
3.4. CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES ............................................................... 98
CAPÍTULO 4. LAS REDES SOCIALES EN EL SECTOR OLEÍCOLA .......................................... 101
4.1. UN NUEVO ESCENARIO TECNOLÓGICO, LA WEB 2.0 ..................................................... 101
4.1.1. ACTUALIDAD Y TENDENCIA .................................................................................... 101
4.1.2. EL PAPEL DEL USUARIO: ENFOQUES Y RELEVANCIA ............................................... 103
4.1.3. EL PAPEL DE LAS ORGANIZACIONES EN LA WEB 2.0 .............................................. 105
4.1.4. EL PAPEL DE LAS ORGANIZACIONES EN LAS REDES SOCIALES Y SU
INFLUENCIA....................................................................................................................... 109
4.2. APROXIMACIÓN AL USO DE LAS REDES SOCIALES EN EL SECTOR OLEÍCOLA.
INVESTIGACIÓN EMPÍRICA .................................................................................................... 111
4.2.1. DETALLES DEL USO DE LAS REDES SOCIALES .......................................................... 113
4.2.2. ANÁLISIS DE LAS REDES SOCIALES A TRAVÉS DE HERRAMIENTAS
ESPECIALIZADAS ............................................................................................................... 122
4.3. ANÁLISIS Y RELACIÓN ENTRE VARIABLES SEGÚN TIPO DE OPERADOR ......................... 132
CAPÍTULO 5. LAS REDES SOCIALES EN LOS OPERADORES ECOLÓGICOS ...................... 135
5.1. CONSIDERACIONES SOBRE LAS REDES SOCIALES........................................................... 135
5.2. APUESTA Y USO DE LAS REDES SOCIALES ...................................................................... 139
5.3. DETALLES DEL USO DE LAS REDES SOCIALES ................................................................. 143
CAPÍTULO 6. ANÁLISIS DEA ENTRE OPERADORES ECOLÓGICOS .................................... 151
6.1. DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA ........................................................................................ 151
6.1.1. EVOLUCIÓN Y CARACTERÍSTICAS ............................................................................ 151
6.1.2. DETERMINACIÓN DE LAS VARIABLES ..................................................................... 152
6.1.3. VENTAJAS, INCONVENIENTES Y VALIDEZ DE LA TÉCNICA....................................... 153
6.1.4. MODELOS Y ORIENTACIONES ................................................................................. 155
6.2. ¿POR QUÉ USAR ESTA TÉCNICA? ................................................................................... 158
6.3. PROCEDIMIENTO PARA APLICAR LA TÉCNICA DEA ........................................................ 159
6.3.1. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA ............................................................................. 160
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6.3.2. DETERMINACIÓN DE LOS INPUTS Y OUTPUTS ....................................................... 160
6.3.3. SUPEREFICIENCIA Y DETECCIÓN DE OUTLIERS ....................................................... 162
6.3.4. ESTIMACIÓN DE LOS MODELOS DEA Y RESULTADOS ............................................. 165
6.4. SEGUNDA FASE EN EL ESTUDIO DEA ............................................................................. 170
6.4.1. VARIABLES CONTEXTUALES DESCRIPTORAS .......................................................... 171
6.4.2. RESULTADOS DE LA SEGUNDA FASE DEA ............................................................... 172
6.5. CONSIDERACIONES FINALES .......................................................................................... 175
CAPÍTULO 7. EL MOVIMIENTO COOPERATIVO ................................................................. 179
7.1. LA ECONOMÍA SOCIAL ................................................................................................... 179
7.2. EL MOVIMIENTO COOPERATIVO ................................................................................... 182
7.3. EL COOPERATIVISMO AGRARIO ..................................................................................... 186
7.3.1. EL COOPERATIVISMO AGRARIO EN ESPAÑA .......................................................... 191
7.3.2. EL COOPERATIVISMO AGRARIO EN EL SECTOR VITIVINÍCOLA ............................... 195
7.3.3. EL COOPERATIVISMO AGRARIO EN EL SECTOR OLEÍCOLA ..................................... 197
7.4. EL COOPERATIVISMO EN LA AGRICULTURA ECOLÓGICA .............................................. 200
7.4.1. EL COOPERATIVISMO EN EL ÁMBITO DEL PRESENTE ESTUDIO.............................. 201
7.5. ANÁLISIS DEL SECTOR OLEÍCOLA ECOLÓGICO ANDALUZ, SEGÚN TIPO DE ENTIDAD .... 204
7.5.1. CARACTERÍSTICAS DE LAS ORGANIZACIONES DEL SECTOR .................................... 204
7.5.2. SITUACIÓN DE LAS TIC EN EL SECTOR .................................................................... 207
7.5.3. ANÁLISIS SOBRE EL USO DE LAS REDES SOCIALES .................................................. 214
CAPÍTULO 8. CONCLUSIONES ............................................................................................... 217
8.1. CONCLUSIONES .............................................................................................................. 217
8.2. LIMITACIONES ................................................................................................................ 225
8.3. FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN ............................................................................ 226
CONCLUSIONS ........................................................................................................................ 227
BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................... 235
ANEXOS .................................................................................................................................... 267
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Página 9
ÍNDICE DE CUADROS
CAPÍTULO 1
CUADRO 1.1. FICHA TÉCNICA DEL ESTUDIO A ENTIDADES OLEÍCOLAS ........................................ 38
CUADRO 1.2. FICHA TÉCNICA DEL ESTUDIO A OPERADORES ECOLÓGICOS OLEÍCOLAS .............. 39
CUADRO 1.3. FICHA TÉCNICA DEL ESTUDIO A OPERADORES ECOLÓGICOS VITIVINÍCOLAS ........ 39
CAPÍTULO 2
CUADRO 2.1. CONSTRUCTOS INCORPORADOS CON MAYOR FRECUENCIA A TAM EN
ESTUDIOS DE REDES SOCIALES ............................................................................. 67
CAPÍTULO 3
CUADRO 3.1. INDICADORES ESTADÍSTICOS UTILIZADOS PARA CADA CUESTIÓN ...................... 85
CUADRO 3.2. CUESTIONES NOMINALES EN LAS QUE SE ALCANZÓ CONSENSO TRAS LA
PRIMERA CIRCULACIÓN (Q.1, Q.2 Y Q.6) .............................................................. 86
CUADRO 3.3. CUESTIÓN NOMINAL EN LA QUE NO SE ALCANZÓ CONSENSO TRAS LA
PRIMERA CIRCULACIÓN (Q.10) ............................................................................ 87
CUADRO 3.4. PENETRACIÓN DE LAS REDES SOCIALES EN EL TEJIDO EMPRESARIAL DEL
SECTOR OLEÍCOLA ................................................................................................ 90
CUADRO 3.5. FACTORES QUE IMPULSAN UNA MAYOR PENETRACIÓN DE LAS REDES
SOCIALES EN EL SECTOR OLEÍCOLA ...................................................................... 91
CUADRO 3.6. FACTORES QUE FRENAN LA PENETRACIÓN DE LAS REDES SOCIALES EN EL
SECTOR OLEÍCOLA ................................................................................................ 93
CUADRO 3.7. VENTAJAS DE UNA MAYOR PENETRACIÓN DE LAS REDES SOCIALES EN EL
SECTOR OLEÍCOLA ................................................................................................ 94
CUADRO 3.8. POSIBLES INCONVENIENTES DE UNA MAYOR PENETRACIÓN DE LAS REDES
SOCIALES EN EL SECTOR OLEÍCOLA ...................................................................... 96
CUADRO 3.9. CUESTIONES ORDINALES SOBRE LA CONDICIÓN DE ECOLÓGICO (Q.9) ................. 97
CAPÍTULO 4
CUADRO 4.1. PRESENCIA EN LAS REDES SOCIALES .................................................................... 111
CUADRO 4.2. PRESENCIA DE SITIO WEB Y MENCIÓN A LAS REDES SOCIALES ............................ 112
CUADRO 4.3. AÑO DE CREACIÓN DE LA CUENTA EN FACEBOOK Y TWITTER ............................. 114
CUADRO 4.4. FRECUENCIA DE PUBLICACIÓN EN FACEBOOK Y TWITTER .................................. 115
CUADRO 4.5. NÚMERO DE ‘ME GUSTA’ EN FACEBOOK ............................................................. 116
CUADRO 4.6. NÚMERO DE SEGUIDORES (USUARIOS QUE SIGUEN LA CUENTA) EN TWITTER .. 116
CUADRO 4.7. USO ERRÓNEO DE LA CUENTA DE FACEBOOK ..................................................... 117
CUADRO 4.8. NÚMERO DE TWEETS REALIZADOS ...................................................................... 118
CUADRO 4.9. NÚMERO DE SIGUIENDO (USUARIOS A LOS QUE SE SIGUE) ................................ 118
CUADRO 4.10. RATIO SEGUIDORES/SIGUIENDO ....................................................................... 120
CUADRO 4.11. PRESENCIA DE OPINIONES Y EVENTOS EN FACEBOOK ....................................... 121
Página 10
CUADRO 4.12. PRESENCIA DE FAVORITOS Y LISTAS EN TWITTER .............................................. 121
CUADRO 4.13. NÚMERO DE FOTOS Y VÍDEOS PUBLICADOS EN TWITTER ................................. 122
CUADRO 4.14. FRECUENCIA DE PUBLICACIONES EN FACEBOOK ............................................... 123
CUADRO 4.15. INCREMENTO DEL NÚMERO DE ‘ME GUSTA’ EN EL ÚLTIMO MES ..................... 124
CUADRO 4.16. GRADO DE INTERACCIÓN SOCIAL (PTAT) ........................................................... 124
CUADRO 4.17. RATIO DE ENGAGEMENT ................................................................................... 125
CUADRO 4.18. RATIO DE ENGAGEMENT POR PUBLICACIÓN ..................................................... 126
CUADRO 4.19. PORCENTAJE DE CONTENIDO VISUAL Y AUDIOVISUAL ...................................... 126
CUADRO 4.20. PUNTUACIÓN GLOBAL OTORGADA POR LIKEALYZER ........................................ 127
CUADRO 4.21. FRECUENCIA DE PUBLICACIONES EN TWITTER .................................................. 128
CUADRO 4.22. PROMEDIO DE RETWEETS REALIZADOS POR CADA TWEET ............................... 128
CUADRO 4.23. PROMEDIO DE MENCIONES REALIZADAS POR CADA TWEET ............................. 129
CUADRO 4.24. PROMEDIO DE RESPUESTAS REALIZADAS POR CADA TWEET ............................ 129
CUADRO 4.25. PROMEDIO DE HASHTAG REALIZADOS POR CADA TWEET ................................ 130
CUADRO 4.26. PROMEDIO DE LINKS REALIZADOS POR CADA TWEET ....................................... 131
CUADRO 4.27. PROMEDIO DE RETWEETS GENERADOS POR CADA TWEET ............................... 131
CUADRO 4.28. PROMEDIO DE FAVORITOS GENERADOS POR CADA TWEET .............................. 132
CUADRO 4.29. RESULTADOS DE LA PRUEBA U DE MANN WHITNEY EN VARIABLES DE
ACTIVIDAD Y SEGUIMIENTO SEGÚN TIPO DE OPERADOR ................................ 133
CUADRO 4.30. RESULTADOS DE LA PRUEBA U DE MANN WHITNEY EN VARIABLES DE
ENGAGEMENT SEGÚN TIPO DE OPERADOR ..................................................... 134
CAPÍTULO 5
CUADRO 5.1. LAS REDES SOCIALES APORTAN VALOR A SU ORGANIZACIÓN ............................. 136
CUADRO 5.2. EMPLEAR PERSONAL DESTINADO A LA GESTIÓN DE LAS REDES SOCIALES ES
IMPORTANTE PARA MEJORAR LA IMAGEN DE SUS PRODUCTOS ....................... 136
CUADRO 5.3. EL USO FRECUENTE DE LAS REDES SOCIALES IMPULSA EL COMERCIO
ELECTRÓNICO ..................................................................................................... 137
CUADRO 5.4. LAS REDES SOCIALES SON MÁS IMPORTANTES PARA MERCADEAR LOS
PRODUCTOS DE CARÁCTER ECOLÓGICO ............................................................ 138
CUADRO 5.5. EL USO FRECUENTE DE LAS REDES SOCIALES AYUDA A IMPULSAR EL
COMERCIO DE PRODUCTOS ECOLÓGICOS ......................................................... 138
CUADRO 5.6. IMPULSA Y APOYA EL USO DE LAS REDES SOCIALES DESDE LA DIRECCIÓN .......... 139
CUADRO 5.7. REALIZA UN USO HABITUAL DE LAS REDES SOCIALES .......................................... 140
CUADRO 5.8. PRINCIPALES RAZONES DE USO DE LAS REDES SOCIALES .................................... 141
CUADRO 5.9. PRINCIPALES RAZONES DE NO USO DE LAS REDES SOCIALES............................... 141
CUADRO 5.10. CONSIDERA UTILIZAR LAS REDES SOCIALES EN UN FUTURO ............................. 142
CUADRO 5.11. AÑO EN EL QUE SE EMPEZÓ A HACER USO DE LAS REDES SOCIALES ................. 143
CUADRO 5.12. REDES SOCIALES QUE SE USAN CON MAYOR FRECUENCIA ................................ 144
CUADRO 5.13. TÁCTICAS CONSIDERADAS MÁS ÚTILES EN LAS REDES SOCIALES ...................... 145
CUADRO 5.14. USO QUE SE REALIZA DE LAS REDES SOCIALES ................................................... 146
CUADRO 5.15. QUÉ ACTIVIDADES SE EFECTÚAN EN LAS REDES SOCIALES ................................ 147
CUADRO 5.16. PERSONAL QUE GESTIONA LAS REDES SOCIALES ............................................... 148
Página 11
CUADRO 5.17. FORMACIÓN DEL PERSONAL INTERNO QUE GESTIONA LAS REDES SOCIALES ....148
CUADRO 5.18. USO INTERNO DE LAS REDES SOCIALES EN LA ORGANIZACIÓN ..........................149
CUADRO 5.19. HA EXPERIMENTADO ALGÚN CAMBIO NOTABLE DESDE EL USO DE LAS
REDES SOCIALES ..................................................................................................150
CAPÍTULO 6
CUADRO 6.1. INPUTS Y OUTPUTS UTILIZADOS PARA APLICAR LA TÉCNICA DEA ....................... 161
CUADRO 6.2. VALOR PROMEDIO DE LAS VARIABLES ELEGIDAS EN EL MODELO 1 .................... 164
CUADRO 6.3. VALOR PROMEDIO DE LAS VARIABLES ELEGIDAS EN EL MODELO 2 .................... 164
CUADRO 6.4. EFICIENCIA OBTENIDA EN DEA SEGÚN EL MODELO 1 PARA EL SECTOR
OLEÍCOLA ........................................................................................................... 165
CUADRO 6.5. EFICIENCIA OBTENIDA EN DEA SEGÚN EL MODELO 1 PARA EL SECTOR
VITIVINÍCOLA ...................................................................................................... 166
CUADRO 6.6. EFICIENCIA OBTENIDA EN DEA SEGÚN EL MODELO 2 PARA EL SECTOR
OLEÍCOLA ........................................................................................................... 168
CUADRO 6.7. EFICIENCIA OBTENIDA EN DEA SEGÚN EL MODELO 2 PARA EL SECTOR
VITIVINÍCOLA ...................................................................................................... 169
CUADRO 6.8. VARIABLES CONTEXTUALES CONSIDERADAS EN EL MODELO 1 ........................... 171
CUADRO 6.9. VARIABLES CONSIDERADAS PARA MCO .............................................................. 171
CUADRO 6.10. RESULTADOS DE LAS VARIABLES CONTEXTUALES EN EL MODELO 1 ................. 173
CUADRO 6.11. RESULTADOS DE LAS VARIABLES CONTEXTUALES EN EL MODELO 2 ................. 175
CAPÍTULO 7
CUADRO 7.1. DAFO DEL COOPERATIVISMO AGRARIO EN ESPAÑA ............................................193
CUADRO 7.2. ELABORADORES DE ACEITE DE OLIVA Y ALMAZARAS EN ANDALUCÍA ..................200
CUADRO 7.3. PESO DE LAS EAAS EN LOS SECTORES OLEÍCOLA Y VITIVINÍCOLA CON OFERTA
DE ECOLÓGICOS ..................................................................................................202
CUADRO 7.4. FORMATO DE VENTA DEL ACEITE DE OLIVA Y DEL VINO ECOLÓGICO ...................203
CUADRO 7.5. PRESENCIA DE UNA POLÍTICA DE MARKETING EXCLUSIVA PARA PRODUCTOS
ECOLÓGICOS .......................................................................................................203
CUADRO 7.6. COMERCIALIZARES Y ELABORADORES DE ACEITE DE OLIVA ECOLÓGICO EN
ANDALUCÍA .........................................................................................................204
CUADRO 7.7. ANTIGÜEDAD DE LOS OPERADORES ECOLÓGICOS ...............................................205
CUADRO 7.8. VOLUMEN DE FACTURACIÓN DE LOS OPERADORES ECOLÓGICOS.......................206
CUADRO 7.9. NÚMERO DE EMPLEADOS EN LOS OPERADORES ECOLÓGICOS ...........................207
CUADRO 7.10. PERSONAL QUE GESTIONA LAS TIC EN LA ORGANIZACIÓN ................................208
CUADRO 7.11. RASGOS DEL RESPONSABLE DE LA ORGANIZACIÓN............................................209
CUADRO 7.12. PRESENCIA DE SITIO WEB Y RAZONES DE NO USO ..............................................210
CUADRO 7.13. TRANSACCIONES COMERCIALES A TRAVÉS DE TIENDAS ELECTRÓNICAS ...........211
CUADRO 7.14. RAZONES POR LAS QUE NO SE REALIZAN TRANSACCIONES COMERCIALES A
TRAVÉS DE TIENDAS ELECTRÓNICAS ...................................................................212
CUADRO 7.15. UTILIZA DE FORMA HABITUAL LAS REDES SOCIALES ..........................................213
CUADRO 7.16. RESULTADOS DE LA REGRESIÓN LOGÍSTICA BINARIA .........................................215
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ÍNDICE DE FIGURAS
CAPÍTULO 1
FIGURA 1.1. CLASIFICACIÓN DE LAS REDES SOCIALES ................................................................. 26
FIGURA 1.2. PRINCIPIOS DE LA AGRICULTURA ECOLÓGICA ......................................................... 27
FIGURA 1.3. EVOLUCIÓN DE LA SUPERFICIE AGRÍCOLA ECOLÓGICA EN ESPAÑA ........................ 29
CAPÍTULO 2
FIGURA 2.1. INDIVIDUOS SEGÚN EL NIVEL DE ANTICIPACIÓN EN LA ADOPCIÓN DE LA
INNOVACIÓN .......................................................................................................... 47
FIGURA 2.2. CURVA “S” DE ROGERS ............................................................................................ 48
FIGURA 2.3. MODELO CON LOS COMPONENTES BÁSICOS DE LA TEORÍA DE LA ACCIÓN
RAZONADA ............................................................................................................. 50
FIGURA 2.4. MODELO DE LA TEORÍA DE LA ACCIÓN RAZONADA ................................................. 52
FIGURA 2.5. MODELO DE DETERMINISMO RECÍPROCO DE BANDURA ........................................ 54
FIGURA 2.6. MODELO DE LA TEORÍA DEL COMPORTAMIENTO PLANEADO ................................ 57
FIGURA 2.7. MODELO DE ACEPTACIÓN TECNOLÓGICA (TAM) .................................................... 59
FIGURA 2.8. MODELO DE ACEPTACIÓN TECNOLÓGICA AMPLIADO (TAM 2) ............................... 60
FIGURA 2.9. MODELO UNIFICADO DE ACEPTACIÓN Y USO DE LA TECNOLOGÍA (UTAUT) ........... 63
FIGURA 2.10. MODELO UNIFICADO DE ACEPTACIÓN Y USO DE LA TECNOLOGÍA (UTAUT2) ....... 65
FIGURA 2.11. CADENA CAUSAL EN LAS INVESTIGACIONES EN REDES SOCIALES ......................... 68
FIGURA 2.12. PROCESO DE MARKETING RELACIONAL ................................................................ 71
CAPÍTULO 3
FIGURA 3.1. PROCEDIMIENTO DELPHI ........................................................................................ 80
FIGURA 3.2. CORRELACIÓN DE LOS DATOS OBTENIDOS EN LA PRIMERA Y SEGUNDA
CIRCULACIÓN .......................................................................................................... 98
FIGURA 3.3. FACTORES Y EFECTOS CONSENSUADOS DE LA PENETRACIÓN DE LAS REDES
SOCIALES EN EL SECTOR OLEÍCOLA ......................................................................... 99
CAPÍTULO 4
FIGURA 4.1. ESCALERA SOCIO-TECNOGRÁFICA ......................................................................... 104
FIGURA 4.2. VALOR QUE GENERA LA WEB 2.0 EN LAS EMPRESAS............................................. 106
FIGURA 4.3. VARIABLES DE ENGAGEMENT SEGÚN TIPO DE OPERADOR ................................... 134
CAPÍTULO 6
FIGURA 6.1. PLANTEAMIENTOS MATEMÁTICOS EN FORMA MATRICIAL DE CCR Y BCC
(PROBLEMA PRIMAL) ............................................................................................ 157
FIGURA 6.2. PLANTEAMIENTOS MATEMÁTICOS EN FORMA MATRICIAL DE CCR Y BCC
(PROBLEMA DUAL)................................................................................................ 158
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FIGURA 6.3. PROCEDIMIENTO PARA LA REALIZACIÓN DE DEA .................................................. 159
FIGURA 6.4. REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE LOS ÍNDICES DE EFICIENCIA (BCC) SEGÚN EL
MODELO 1 ............................................................................................................. 167
FIGURA 6.5. REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE LOS ÍNDICES DE EFICIENCIA (BCC) SEGÚN EL
MODELO 1 ............................................................................................................. 169
FIGURA 6.6. ÍNDICES DE EFICIENCIA (BCC) SEGÚN EL MODELO 1, CON DISTINCIÓN DE LAS
ENTIDADES PERTENECIENTES A LA ECONOMÍA SOCIAL ........................................ 176
FIGURA 6.7. ÍNDICES DE EFICIENCIA (BCC) SEGÚN EL MODELO 2, CON DISTINCIÓN DE LAS
ENTIDADES PERTENECIENTES A LA ECONOMÍA SOCIAL ........................................ 176
CAPÍTULO 7
FIGURA 7.1. CONFLUENCIA DE INTERESES EN UNA COOPERATIVA AGRÍCOLA ......................... 190
FIGURA 7.2. NÚMERO DE OPERADORES OLEÍCOLAS ECOLÓGICOS REGISTRADOS EN LAS
REDES SOCIALES, POR AÑO ................................................................................... 214
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GLOSARIO DE ACRÓNIMOS
DEA. Análisis envolvente de datos.
DMU. Unidad de decisión.
ICA. Alianza Cooperativa Internacional.
IDT. Teoría de la Difusión de la Innovación.
INE. Instituto Nacional de Estadística.
IQR. Recorrido intercuartílico o rango intercuartil.
MCO. Mínimos cuadrados ordinarios.
RAE. Real Academia Española.
SAT. Sociedad agraria de transformación.
SCA. Sociedad cooperativa agraria.
TAM. Modelo de Aceptación Tecnológica.
TIC. Tecnologías de la información y de la comunicación.
TPB. Teoría del Comportamiento Planificado.
TRA. Teoría de la Acción Razonada.
TSC. Teoría Cognitiva Social.
UTAUT. Teoría Unificada de Aceptación y Uso de la Tecnología.
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RESUMEN
La importancia de las redes sociales radica en el propio comportamiento
humano y en su naturaleza social, lo que hace de la comunicación un elemento
básico y una necesidad capital para las personas. Es por ello, que gran parte
de los avances y desarrollos tecnológicos han ido coligados a mejorar y
perfeccionar los medios de comunicación, facilitando y estimulando las
relaciones sociales y la interconexión entre las personas. Por tanto, no es
casual la repercusión multinivel que ha originado Internet, como tampoco el
florecimiento de plataformas sociales en este medio y su repercusión en la
sociedad.
En esta línea, las redes sociales virtuales han sido el germen de la
importancia que le ha sido reconocida al usuario dentro de Internet, dando
lugar a una nueva concepción de Red, la denominada Web 2.0. Ante este
fenómeno de innegable relevancia entre la población, las organizaciones tienen
ante sí un cúmulo de retos y oportunidades que pueden marcar su devenir
futuro y el del conjunto de la sociedad. Cabe destacar el papel que pueden
desempeñar entre las entidades agroalimentarias y, en particular, entre las
pertenecientes al sector oleícola y vitivinícola, dado que con apoyo en estas
herramientas pueden dar respuesta a los problemas comerciales que
tradicionalmente han venido afrontando.
Por otro lado, un incipiente mercado que está creciendo
exponencialmente es el de productos ecológicos. Este negocio debe ser
considerado toda una filosofía, que está motivada por la creciente
preocupación social por una alimentación sana y por la conservación,
protección y mejora del medio ambiente. Asimismo, en el sector que se ocupa
de este tipo de productos, España goza de una posición privilegiada a nivel
mundial, por su sistema productivo como por el desarrollo de sus factores de
producción (número de operadores y superficie agrícola ecológica),
especialmente en productos como el aceite de oliva y el vino.
Pese a esta posición privilegiada, el principal problema nacional en el
comercio de los productos ecológicos se encuentra en el bajo consumo
presente en el mercado interior. Entre las posibles respuestas a este problema,
en este trabajo nos centramos en las que ofrecen las nuevas tecnologías,
concretamente las de las plataformas de redes sociales que se alojan en
Internet, por los múltiples beneficios y fortalezas que aportan a las
organizaciones. Por ello, se vinculan ambas temáticas, redes sociales y
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productos ecológicos, al objeto de atender al siguiente objetivo general de
investigación: analizar la penetración, implementación y prospectiva de las
redes sociales en el sector oleícola, prestando especial atención a los
operadores ecológicos (gran parte de ellos con fórmula cooperativa). Así pues,
los objetivos secundarios son:
Analizar los factores impulsores e inhibidores de las redes sociales en el
sector oleícola e identificar los posibles efectos de su penetración en
este sector.
Observar el uso actual que estas entidades hacen de las principales
redes sociales y si existen, en este sentido, diferencias significativas
entre operadores ecológicos y no ecológicos.
Analizar la implementación de estas herramientas en las organizaciones
de carácter ecológico.
Comparar en términos de eficiencia a los operadores oleícolas
ecológicos con los vitivinícolas ecológicos de La Rioja.
Analizar si existen diferencias entre los operadores ecológicos en
función si son o no entidades de la Economía Social.
Con relación a la metodología utilizada para alcanzar dichos objetivos, el
análisis comienza con un estudio Delphi, que servirá como punto de partida
para determinar el impacto de las redes sociales en el sector oleícola. A
continuación, se analiza y describe el uso actual que las entidades oleícolas
hacen de las redes sociales, a través de la recogida de métricas, directamente
de sus cuentas de redes sociales, centrando nuestra atención en las
organizaciones oleícolas con oferta de aceite de oliva ecológico.
Posteriormente, se profundiza en este tipo de entidades a través de un estudio
de campo basado en encuestas, que también se extiende al sector vitivinícola
con oferta de vino ecológico. Los resultados obtenidos son expuestos y
comparados a través de un análisis de eficiencia, utilizando el método DEA.
Finalmente, también se dedica un apartado al cooperativismo, que comparte
valores afines a los que presenta la Web 2.0 y, por ende, a las redes sociales y
juega un papel fundamental tanto en el sector oleícola como en el vitivinícola.
Además, este movimiento se asocia con un modelo de desarrollo local
sostenible, compatible con los principios de la agricultura ecológica.
Los principales resultados de esta tesis apuntan a subrayar el potencial
que las redes sociales tendrían en el sector oleícola, especialmente en el
ámbito comercial. Tras analizar la situación actual en este campo, se ha
observado que la penetración y apuesta de las entidades del sector del aceite
Página 19
de oliva por estas herramientas es aún deficiente. En concreto, son las
entidades oleícolas ecológicas las que realizan un mayor uso de las principales
redes sociales, Facebook y Twitter, aunque también se revela que esta mayor
actividad dista de ser eficiente. Comparando esta situación con un mercado de
éxito como es el sector vitivinícola de La Rioja, se muestra la superioridad de
estas empresas, que también necesitan mejorar en estos medios sociales y
tecnológicos. A todo ello, destacamos la importancia de la fórmula cooperativa
en estas actividades, que lleva aparejada una posición de retardo respecto a
otras fórmulas empresariales en lo que atañe al uso de las redes sociales.
Página 20
Página 21
ABSTRACT
The importance of the social networks lies in human behaviour and the
social nature of humans, which make communication a fundamental factor and
a vital need for every person. For this reason, a large proportion of
technological advances and developments have had to do with improving and
perfecting the means of communication, thus facilitating and stimulating social
relations and the interconnection between people. The multi-level impact of the
Internet is therefore no accident, nor is the flowering of social platforms in this
medium and their repercussions in today’s society.
Online social networks have sown the seed that has led to recognition of
the importance of the Internet user, giving rise to a new conception of the web
known as Internet 2.0. In view of this phenomenon of undeniable importance for
the population as a whole, organisations are faced with a whole series of
challenges and opportunities that can mark out their future and that of society
as a whole. Social networks can perform a major role for agrifood companies,
particularly in the oil and wine sectors, by providing support in solving the
commercial problems that these businesses have traditionally faced.
Furthermore, organic products are an incipient market that is seeing
exponential growth. This business should be considered a philosophy in itself,
motivated by the increasing concern for healthy eating and for preserving,
protecting and improving the environment. Spain is in an exceptional position
internationally in the organic sector, owing to its production system and the
development of its factors of production (operators and organic agricultural
land), particularly in products such as olive oil and wine.
In spite of this privileged position, the main problem in marketing organic
products in Spain is the low consumption levels on the home market. Of the
possible answers to this problem, the present work focuses on those provided
by new technologies, specifically the social network platforms hosted on the
Internet, due to their many strengths and advantages for businesses. It links the
two themes of social networks and organic products with the aim of pursuing
the following general research objective: to analyse the penetration, application
and prospects of the social networks in the olive oil sector, with particular
emphasis on organic operators (many of which take the form of cooperatives).
Its secondary objectives are:
Página 22
To examine the factors that boost and inhibit the social networks in the
olive oil sector and identify the possible effects of their penetration in this
sector.
To observe the use that these businesses currently make of the main
social networks and whether there are significant differences between
organic and non-organic firms in this respect.
To analyse the implementation of these tools among organic companies.
To compare the efficiency of organic olive oil operators with that of
organic wine operators in La Rioja.
To investigate whether there are differences between organic operators
that are social economy organisations and those that are not.
In relation to the method used to achieve these objectives, the analysis
begins with the Delphi study that served as the starting point for measuring the
impact of the social networks in the olive oil sector. This is followed by a
description and analysis of the metrics collected on the use that olive oil
companies currently make of the social networks, focusing on organisations that
supply and market organic olive oil. The survey employed to study these
organisations in greater depth was extended to include wine sector companies
that sell organic wines. The results are shown and compared through an
analysis of efficiency, using the DEA method. Finally, a section is also devoted
to the cooperative movement, which shares similar values to those of the
Internet 2.0 (and therefore of the social networks), plays an important part in
both the olive oil sector and the wine sector and is associated with a model of
sustainable local development which is compatible with the principles of organic
farming.
The principal results of this thesis indicate that the social networks offer
considerable potential for the edible oil sector, particularly in the commercial
field. On analysing the current situation in this respect, it was found that the
penetration of these tools among olive oil sector companies is still inadequate,
as is the latter’s commitment to them. The organic olive oil companies were
those that made the greatest use of the main social networks (Facebook and
Twitter), although this greater activity was also shown to be far from efficient. A
comparison of this situation with a successful market such as that of La Rioja
wine sector demonstrates the superiority of the latter, although it too needs to
improve its use of social and technological media. Additionally, this study
highlights the importance of cooperatives in these activities and their
backwardness compared to other forms of company with regard to the use of
social networks.
Página 23
CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN
Este primer capítulo recoge la presentación y justificación de este
estudio, la tesis de partida, las hipótesis planteadas y los objetivos de la
investigación. El trabajo que aquí se presenta se fundamenta en diversas
teorías económicas que han sido resultado de una previa revisión histórica y
bibliográfica del tema objeto de estudio y de su panorama actual.
Conjuntamente, se muestra la línea de investigación y las herramientas y
procedimientos teóricos analíticos utilizados. Acto seguido, se expone la
estructura del trabajo, junto con un breve avance de los contenidos y capítulos
que lo integran.
1.1. ANTECEDENTES Y ACTUALIDAD DEL TEMA DE ESTUDIO
El desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación
(TIC) ha tenido un efecto muy positivo para el sector agroalimentario (López et
al., 2014). En términos generales, son indudables las repercusiones
económicas y sociales acarreadas por la adopción de las TIC, entre familias y
organizaciones, a causa de la expansión de la red de banda ancha, tanto fija
como, especialmente, móvil (ONTSI, 2015a). En concreto, en Internet navegan
más de 2.923 millones de usuarios, algo más del 40 por ciento de la población
mundial, siendo Europa la región que cuenta con una mayor cantidad de
población internauta, un 74,8 por ciento (ONTSI, 2015b).
En España, también se ha incrementado considerablemente el
equipamiento informático que posibilita el acceso a este medio, permitiendo
que 12,7 millones de hogares estén conectados a la Red (11,9 millones de
ellos con conexión de banda ancha). De esta forma, un 74,9 por ciento de los
españoles, mayor de 10 años, navega por Internet, según cifras de 2014
(ONTSI, 2015b). Continuando con esta fuente de datos, en las Pymes y
grandes empresas la penetración del ordenador (99,2 por ciento), así como de
conexión a Internet (98,3 por ciento) muestra que estas herramientas son
indispensables para desarrollar su actividad. En el caso de las microempresas
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 24
estos porcentajes de penetración son inferiores, un 72,3 por ciento dispone de
ordenador y un 67,7 por ciento de ellas de conexión a Internet.
En definitiva, estos datos dejan patente la importancia y el calado de las
nuevas tecnologías y en particular de la Web, entre la sociedad. De forma más
precisa, en el presente trabajo de investigación se van a vincular dos temáticas
diferenciadas, por un lado los sitios web que facilitan la creación de redes
sociales y por otro lado el comercio de productos agroalimentarios ecológicos1.
En los siguientes epígrafes se van a describir y exponer ambas materias.
1.1.1. LAS REDES SOCIALES
La expresión red social ha sido popularmente utilizada a partir del
apogeo de los sitios web de redes sociales, para aludir a cada una de estas
plataformas. Desde un punto de vista purista, Lozares (1996) define las redes
sociales como: “un conjunto bien delimitado de actores –individuos, grupos,
organizaciones, comunidades, sociedades globales, etc.- vinculados unos a
otros a través de una relación o un conjunto de relaciones sociales”. Así pues,
las redes sociales online son una realidad bien distinta, aunque con un idéntico
trasfondo. Debemos advertir que utilizaremos indistintamente el término red
social, red social online o red social virtual para designar a estas herramientas
virtuales accesibles a través de Internet.
Una interesante conjetura que ha sido germen del origen de las redes
sociales en Internet es la Teoría de los Seis Grados de Separación, presentada
en 1929 por Frigyes Karinthy (Calvo y Rojas, 2009). Esta hipótesis determina
que cualquier par de personas escogida al azar pueden ser vinculadas, a
través de una red de conocidos de no más de seis enlaces. Expresado de otra
forma, mediante una cadena de conocidos de a lo sumo cinco personas es
posible conectar a todas las personas del mundo. Así pues, las redes sociales
virtuales pueden considerarse como el ejemplo empírico de esta teoría 2.
Las primeras plataformas Web que facilitaron la creación de redes
sociales online surgieron a finales de los noventa, con Classmates.com y
SixDegrees.com (Castelló, 2010). En el año 2002 surgió Friendster, primera
1 Cabe señalar que los términos ecológico, orgánico y biológico, junto con sus abreviaturas y derivados (“Eco” y “Bio”) son considerados sinónimos (Reglamento (CE) no. 392/2004 del Consejo, de 24 de febrero de 2004).
2 En un estudio llevado a cabo desde la Universidad de Milán sobre la teoría de los seis grados de separación a través de la herramienta social Facebook, se confirma la validez de esta teoría e incluso se reduce el número inicialmente establecido de enlaces. Disponible en: http://www.abc.es/20111122/medios-redes/abci-facebook-seis-grados-201111221734.html.
Capítulo 1. Introducción
Página 25
plataforma en alcanzar un importante éxito en número de usuarios, que ayudó
a sentar las bases de estas herramientas sociales e inspirar a grandes
proyectos como MySpace o Facebook (Carballar, 2012; Boyd y Ellison, 2007).
En la actualidad, se puede acceder a más de un centenar de redes sociales
coligadas a diferentes temáticas y con características dispares. Asimismo, su
importancia queda patente a través de la literatura, por el destacado número de
publicaciones y estudios asociados a estos medios3, así como por el calado
que han tenido en la sociedad (Lorenzo et al., 2011a).
De las diferentes definiciones presentes en la literatura sobre las redes
sociales, destaca la definición propuesta por Boyd y Ellison (2007), siendo una
de las más referenciadas para dar a conocer estas herramientas. Estos autores
exponen: “los sitios de redes sociales son los servicios basados en la Web que
permiten a los individuos (1) construir un perfil público o semipúblico dentro de
un sistema acotado, (2) articular una lista de otros usuarios con los que
comparten una conexión, y (3) ver y recorrer su lista de conexiones y las
realizadas por otros dentro del sistema”.
Por otro lado, la variedad y complejidad de los sitios Web de redes
sociales dificultan poder catalogarlas de forma completa y precisa, sin evitar
caer en problemas de ambigüedad, a lo que se suma la ausencia de una
tipología formalizada (See y Ho, 2014). No obstante, en la literatura
especializada se realiza con frecuencia la distinción entre redes sociales
generales y especializadas (Caldevilla, 2010; Celaya, 2011; Ponce, 2012):
Redes generalistas. También denominadas redes horizontales, son
aquellas redes sociales de temática abierta, dirigidas a todos los
usuarios y que tienen como rasgo común facilitar la comunicación y el
contacto entre los miembros que las integran.
Redes especializadas o verticales. Son aquellas redes sociales
coligadas a determinadas áreas temáticas (naturaleza, música,
deportes, turismo, etc.), con el fin de satisfacer los intereses de los
usuarios en temas específicos (Castelló, 2010).
Asimismo, también se citan otras categorías de redes sociales que
atañen a una determinada finalidad. Entre ellas citamos las redes
sociales profesionales4, las redes sociales que discriminan según el
contenido compartido, etc.
3 Una recopilación de estos trabajos se recoge en Ravasan et al. (2014).
4 Permiten a sus miembros establecer interacciones de carácter laboral y profesional y proporcionan a las empresas una valiosa fuente de datos en la selección de personal.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 26
Un ejemplo de clasificación de redes sociales se recoge en la figura 1.1.
FIGURA 1.1.
CLASIFICACIÓN DE LAS REDES SOCIALES
Fuente: elaboración propia a partir de Ponce (2012).
Atendiendo al uso de las redes sociales, un 46 por ciento de los
internautas europeos declara acceder a Internet con este fin, un 51 por ciento
en el caso de España, según datos de 2014. Del mismo modo, en el ámbito
empresarial, el 37 por ciento de las pymes y grandes empresas europeas
declara usar los medios sociales, un 32 por ciento si nos referimos a las
microempresas. Entre los medios sociales utilizados con fines empresariales,
destaca el uso de las redes sociales, tanto en las pymes y grandes empresas
como en las organizaciones de tamaño más reducido, con un 92,4 por ciento y
un 88,1 por ciento respectivamente. En cómputo, el uso de estas herramientas
sociales por parte de las organizaciones se ha incrementado de 2013 a 2014
en 6 puntos porcentuales (ONTSI, 2015b).
Según el ONTSI (2015a), los ingresos generados en 2014 por las redes
sociales a nivel mundial superaron los 21.218 millones de euros, cifra que se
estima que seguirá creciendo a una tasa media anual del 17,3 por ciento, hasta
llegar a más de 40.208 millones de euros en 2018. Desagregando esta
información, se observa que los ingresos proceden de dos vías principales: la
venta de bienes y servicios virtuales, que generaron en 2014 en torno a 11.565
millones de euros y en los que se estima un crecimiento promedio anual hasta
2018 del 10,9 por ciento; y por otro lado, la publicidad que se realiza en estos
medios, que implicó un ingreso de 9.653 millones de euros en 2014,
presentando una prospectiva de crecimiento medio anual del 23,8 por ciento de
aquí a 2018.
Redes sociales online
Horizontales
Verticales
Temática Actividad Contenido compartido
Viajes:
Aficiones:
Profesionales:
Etc.
Fotos:
Vídeos:
Noticias:
Etc.
Microblogging:
Juegos:
Geolocalización:
Etc.
Capítulo 1. Introducción
Página 27
En esta línea, España se posiciona en un quinto lugar con unos ingresos
procedentes de las redes sociales de 160 millones de euros en 2014. No
obstante, este país es el que presenta una perspectiva de futuro más favorable
en este aspecto, previéndose para el horizonte marcado de 2018 unos ingresos
de 380 millones de euros (ONTSI, 2015a). Por otro lado, cabe destacar que la
penetración de las redes sociales no es similar en todos los sectores. Así pues,
con independencia del tamaño organizacional, existe una gran brecha entre la
penetración de las redes sociales en el sector de informática,
telecomunicaciones y servicios audiovisuales, así como en el sector de hoteles,
campings y agencias de viajes, en comparación con el resto de sectores
(ONTSI y Fundetec, 2014).
1.1.2. EL SECTOR AGROALIMENTARIO ECOLÓGICO
La Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Ecológica
(IFOAM) define la agricultura orgánica como: “un sistema de producción que
mantiene y mejora la salud de los suelos, los ecosistemas y las personas. Se
basa fundamentalmente en los procesos ecológicos, la biodiversidad y los
ciclos adaptados a las condiciones locales, sin usar insumos que tengan
efectos adversos.” Continuando con esta fuente de datos, los principios bajo los
que se sustenta la agricultura ecológica y que son los pilares básicos de este
sistema de cultivo son (figura 1.2):
FIGURA 1.2.
PRINCIPIOS DE LA AGRICULTURA ECOLÓGICA
Fuente: elaboración propia a partir de IFOAM (2015)5.
5 Información disponible en: http://www.ifoam.bio/en/organic-landmarks/principles-organic-agriculture
La agricultura orgánica debe sostener y promover la salud de suelo, planta,animal, persona y planeta como una sola e indivisible.
La agricultura orgánica debe estar basada en sistemas y ciclos ecológicosvivos, trabajar con ellos, emularlos y ayudar a sostenerlos.
La agricultura orgánica debe estar basada en relaciones que asegurenequidad con respecto al ambiente común y a las oportunidades de vida.
La agricultura orgánica debe ser gestionada de una manera responsable y conprecaución para proteger la salud y el bienestar de las generaciones presentes yfuturas y el medio ambiente.
Salud
Ecología
Equidad
Atención
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 28
Los inicios del movimiento ecológico agrario se sitúan en torno a 1920
como respuesta a la agricultura industrializada (Šrůtek y Urban 2008). Desde
sus inicios, este sistema de cultivo ha ido ganando peso, posicionándose como
una alternativa cada vez más relevante frente a la agricultura convencional
(Alonso, 2002). Para Shi y Sauerborn (2006), la historia de la agricultura
ecológica se puede fraccionar en tres periodos claramente diferenciados: un
periodo de iniciación (1924-1970), una segunda etapa de expansión (1970-
1990), iniciada con la crisis del petróleo, y una tercera etapa de crecimiento
(desde 1990), caracterizada por las reformas legislativas y la creación de
organismos gubernamentales y no gubernamentales dedicados a la agricultura
ecológica.
A partir de 1970, la agricultura ecológica empieza a tomar importancia,
extendiéndose desde el norte de Europa hacia el resto de países. A nivel
europeo, la evolución de este sistema de cultivo se ha caracterizado por tratar
de conciliar la amplia gama de intereses, políticas y objetivos que se han
asociado a este campo (Stolze y Lampkin, 2009). Asimismo, Europa ha
destacado por albergar el grueso de las explotaciones dedicadas a la
agricultura ecológica, aunque durante las últimas décadas ha visto disminuido
su protagonismo, por el impulso que han tomado el resto de continentes
(Guzmán y Morales, 2012).
Es precisamente a mediados de la década de los 70, cuando aparecen
en España los primeros movimientos a favor de este tipo de agricultura,
concretamente en Cataluña, influenciados por las corrientes procedentes de
Francia (Barea y Ruíz, 2002). Por tanto, puede afirmarse que España fue uno
países poneros en dotarse de una normativa de producción orgánica6, así
como en destacar por sus factores productivos, ocupando una posición de
relevancia a nivel mundial en superficie agrícola inscrita como ecológica
(Alonso, 2002; González et al., 2014).
De este modo, el sector de productos ecológicos puede considerarse
como emergente, debido a su corto periodo de existencia con menos de
cuarenta años como sector diferenciado. No obstante, este mercado se ha
caracterizado por el rápido y continuo crecimiento de su estructura productiva,
6 Concretamente, España fue el tercer país tras Francia y Dinamarca en regular la producción ecológica, mediante el Real Decreto 759/1988, que incluía a los productos agroalimentarios ecológicos en el régimen de Denominación Genérica, que se había establecido en la Ley 25/70. Posteriormente, con la Orden de 4 de octubre de 1989 se aprueba el Reglamento de la Denominación Genérica «Agricultura Ecológica» y su Consejo Regulador, que permanecerá en vigor hasta la incorporación del Reglamento (CEE) N° 2092/91 del Consejo de 24 de junio de 1991, sobre la producción agrícola ecológica y su indicación en los productos agrarios y alimenticios (MAGRAMA, 2014a).
Capítulo 1. Introducción
Página 29
convirtiéndose en una actividad económica alternativa para la creación de
empleo y el desarrollo sostenible (MAGRAMA 2013). Asimismo, los informes
sobre producción ecológica coinciden en señalar que existe un proceso de
intenso crecimiento a nivel mundial, europeo y nacional, en el que un conjunto
de países concentra un destacado peso (MAGRAMA, 2015a; Willer y Lernoud;
2015a).
La evolución del sector de productos ecológicos puede ser observada a
través de dos magnitudes básicas, como son la superficie agrícola inscrita
como ecológica y el número de operadores en el sector. Ambas variables han
experimentado en las últimas décadas un continuo crecimiento tanto a nivel
nacional como mundial (Willer y Lernoud, 2015a). Así pues, en España durante
el periodo 2000 a 2012 la superficie inscrita como ecológica ha aumentado en
un 361 por ciento (figura 1.3) y el número de productores y elaboradores en un
127 por ciento y un 210 por ciento, respectivamente (MAGRAMA, 2014a).
FIGURA 1.3.
EVOLUCIÓN DE LA SUPERFICIE AGRÍCOLA ECOLÓGICA EN ESPAÑA
Fuente: elaboración propia con datos de Eurostat (2015).
En este sentido, la situación actual es la siguiente (Willer y Lernoud,
2015a y 2015b):
Atendiendo a la primera de estas magnitudes se observa que Europa
concentra el 27 por ciento de la superficie agrícola ecológica a nivel
mundial, continente que solo se ve superado por Oceanía, que acapara
el 40 por ciento de dicha superficie. Es precisamente Australia el país
líder a nivel mundial con un enorme margen de diferencia respecto al
resto de países. En concreto, de los 43,1 millones de hectáreas (en
adelante mill. de has.) en superficie de agricultura ecológica a nivel
mundial, Europa concentra 11,5 mill. de has. (10,2 mill. de has. en la
0
200.000
400.000
600.000
800.000
1.000.000
1.200.000
1.400.000
1.600.000
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Hec
táre
as
Superficie orgánica (ha) Superficie orgánica en conversión (ha)
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 30
UE), según datos de 2013. Al respecto, España se sitúa líder a nivel
europeo y quinto a nivel mundial, con 1,5 mill. de has. dedicadas a la
agricultura ecológica.
Por otro lado, el número de productores a nivel mundial oscila en torno a
los 2 millones de personas, de los que 330.000 se localizan en Europa
(260.000 en la UE), según datos de 2013. Respecto a esta variable
España se posiciona en un tercer lugar a nivel europeo, tras Turquía e
Italia, y en un noveno lugar a nivel mundial, con en torno a 30.502
productores.
En el caso de la vid, el 4,6 por ciento del área total a nivel mundial
dedicada a este cultivo es ecológica, lo que supone en torno a unas 300.000
has., 258.000 de ellas presentes en Europa. Concretamente, España se sitúa
líder a nivel mundial en superficie destinada a vides ecológicas, superando las
83.900 has. Por otro lado, de los 10,2 mill. de has. dedicadas al olivar a nivel
mundial, en torno a un 6 por ciento de esta superficie se encuentra inscrita
como ecológica, alcanzando las 611.000 has. En esta ocasión, a pesar de que
España es, de lejos, el país con mayor área dedicada a este cultivo (2,4 mill. de
has.), no logra alcanzar el primer puesto en superficie destinada a olivar
ecológico, situándose tras Italia en un segundo puesto, con 170.000 has.
(Willer y Lernoud, 2015a).
Entre los motivos que han llevado a los agricultores a implantar este
sistema de producción se cita con frecuencia las motivaciones económicas y
financieras. No obstante, también se defiende la existencia de otro tipo de
estímulos, como los morales y sociales (Mzoughi, 2011). En este sentido, la
agricultura ecológica contribuye a reducir los impactos ambientales negativos,
tanto en los recursos naturales como en los seres vivos y aumenta la
biodiversidad, en comparación con la agricultura convencional (González et al.,
2007; Mondelaers et al. 2009a; Tuomisto et al., 2012; Tuck et al., 2014).
Por otro lado, el mayor gasto per cápita en este tipo de productos se
alcanza en Suiza, con unos 210 euros por persona al año (Willer y Lernoud,
2015a). En España, este consumo se sitúa en unos 21 euros, representando
solamente un 1 por ciento del gasto total alimentario a nivel nacional
(MAGRAMA, 2015a). En esta misma fuente de datos se observa que el
mercado interior en España respecto a este tipo de productos no se ha
desarrollado en consonancia con su potencial productivo, que alcanza unos
1.000 millones de euros de facturación. Por ende, el principal destino de la
producción ecológica nacional es la exportación, lo que sitúa a España como el
tercer país más exportador de productos ecológicos a nivel mundial, por un
valor de 590 millones de euros (Willer y Lernoud, 2015b).
Capítulo 1. Introducción
Página 31
De forma más precisa, las exportaciones españolas en productos
ecológicos superan el 63 por ciento y han experimentado entre 2012 y 2013 un
considerable aumento de en torno a un 14 por ciento, situándose cerca de los
672 millones de euros. De igual forma, el valor del mercado interior de este tipo
de productos ha crecido de forma espectacular en los últimos años, pasando
de los 170 millones de euros en el año 2000 a los 1018 en 2013, lo que supone
un incremento del 598 por ciento (MAGRAMA, 2014b). Actualmente, el 83 por
ciento de la producción ecológica es de origen vegetal y el restante 17 por
ciento de origen animal (MAGRAMA, 2015a).
Por otro lado, las principales razones que explican el incremento del
consumo de productos ecológicos se pueden sintetizar en dos7: el interés por
una alimentación saludable y la creciente preocupación social por la
conservación del medio ambiente y el bienestar animal (Sánchez et al., 1998;
Schmid et al., 2007; Mondelaers et al. 2009b). Atendiendo a Magnusson et al.
(2003), ambos criterios atienden a motivaciones bien distintas. Así pues, los
atributos de salubridad de los productos ecológicos responden a un beneficio
personal o familiar, motivo que puede denotarse como egoísta, mientras que el
criterio medioambiental antepone el beneficio de la sociedad al personal, por lo
que puede designarse como altruista.
En contraposición, los principales hándicaps para este comercio se
encuentran en la falta de promoción y apoyo a las nuevas tecnologías, la
desinformación acerca de este tipo de productos, la situación de desventaja
con los productos tradicionales de cara al consumidor (respecto a precio,
aspecto, accesibilidad y sensación de seguridad en la compra), la escasa
disponibilidad de la oferta, un excesivo diferencial de precios (Sánchez et al.,
1998; Albardiaz, 1998; Schmid et al., 2007; Parras et al., 2011).
Centrándonos en el sector oleícola, Parra et al. (2005) señalan que el
olivar ecológico supera al sistema de cultivo de producción integrada y al
convencional en términos económicos, técnicos, socioculturales y
medioambientales. Esta misma deducción es alcanzada por Rocamora et al.
(2013), tras realizar una comparativa entre el sistema de cultivo orgánico y el
convencional. Asimismo, Franco y Rodríguez (2009) concluyen que la
conversión hacia el olivar ecológico está influenciada de forma negativa con los
rendimientos y de forma positiva con una dedicación reciente y parcial en esta
actividad. De esta forma, una de las principales limitaciones de este sistema de
cultivo es la baja productividad (Tuomisto et al., 2012; Tuck et al., 2014).
7 En la literatura también se alude a otros impulsores, aunque con una menor frecuencia, como, por ejemplo, un entorno social y político favorecedor (Albardiaz, 1998).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 32
En el plano medioambiental, las técnicas de cultivo ecológico en el
sector oleícola revelan un mayor grado de sostenibilidad y un menor impacto
en el entorno (Mohamad et al., 2014), siendo la maquinaria el principal
elemento limitador de sostenibilidad en ambos tipos de cultivos (Alonso y
Guzmán, 2006). Del mismo modo, estos autores constatan una mayor
eficiencia energética en el olivar ecológico y el incremento de la biodiversidad,
tanto de los recursos naturales como de los seres vivos del entorno.
Concretamente, este tipo de estudios se han centrado fundamentalmente en
las preocupaciones ambientales relacionadas con el cambio climático y la
erosión del suelo, consumándose los efectos positivos de la olivicultura
ecológica (Franco y Rodríguez, 2009; Rocamora et al., 2013; Mohamad et al.,
2014).
En el aspecto económico, los costes de producción del olivar ecológico
son ligeramente superiores al sistema de cultivo convencional e integrado
(Alonso y Guzmán, 2006; Guzmán, 2011), debido a que las exigencias de este
tipo de producción requiere de técnicas menos rentables y que conllevan
costes adicionales (Mohamad et al., 2014), incluido el coste de implantación,
certificación y de formación en este ámbito (Alonso y Guzmán, 2003). De esta
forma, se puede concluir que la productividad del cultivo de tipo ecológico es en
término medio más reducida (Rocamora et al., 2013). Por ende, el sistema de
cultivo convencional también es superior en términos de rentabilidad, cuando
no se incluyen los subsidios al sistema orgánico (Mohamad et al., 2014). Según
este autor, sin contar tales ayudas públicas, es necesario incrementar como
mínimo un 36 por ciento los precios de los productos ecológicos para equiparar
la rentabilidad entre ambos sistemas de cultivo.
En definitiva, el atributo de ecológico en el aceite de oliva puede ser un
elemento de diferenciación para reforzar la calidad del producto y mejorar la
competitividad empresarial (Bernabéu et al., 2009). Especialmente en regiones
como Andalucía, en la que un 75 por ciento de su superficie está declarada
como zona desfavorecida, al ser de las más montañosas de la Unión Europea y
poseer una vasta extensión de olivar en alta montaña (Barea y Ruíz, 2002). Por
ello, es preciso cambiar la presente actitud reactiva hacia los productos
ecológicos y generalizar un comportamiento medioambiental sostenible,
impulsor y catalizador de los principios que defienden, al objeto de desarrollar
ventajas competitivas (Senise et al., 2008).
Capítulo 1. Introducción
Página 33
1.2. JUSTIFICACIÓN
Los temas tratados en esta tesis gozan de plena actualidad y tienen un
destacado y creciente peso en la economía actual, tal y como se ha puesto de
manifiesto con anterioridad. Ello ha despertado el interés de los investigadores
y ha dado lugar a una gran cantidad de publicaciones científicas relacionadas.
Además, ambos temas, redes sociales online y productos ecológicos,
representan dos importantes pilares para el futuro de la economía y de la
sociedad en general como son: las nuevas tecnologías, por el creciente
impacto que tienen en la sociedad; y por otro lado, los productos ecológicos,
que aportan un plus de valor añadido y marcan un camino alternativo para
garantizar la sostenibilidad medioambiental.
Pese a lo anterior, efectuando una revisión de la literatura, se observa
que existe un vacío literario en lo que respecta a los estudios que aborden de
forma conjunta ambas materias, es decir, que evalúen el impacto de la social
media8 o de las redes sociales en el comercio de productos ecológicos, lo que
da pie a la tesis que aquí se proyecta. En este sentido, cabe mencionar que no
se han encontrados estudios que profundicen en las redes sociales como un
mecanismo impulsor y de comercialización de los productos agroalimentarios
ecológicos. Así pues, las investigaciones existentes son escasas y de carácter
integral, al no discriminar por sectores ni, en muchas ocasiones, por tipo de
tecnología.
De esta forma, en la literatura se encuentran escuetas alusiones sobre
este asunto o estudios que abordan temáticas con cierta afinidad, como es la
comercialización electrónica de la producción ecológica (véase MAGRAMA,
2013). Por tanto, consideramos de especial relevancia centrar los esfuerzos en
investigar cómo uno de los principales fenómenos sociales que han acontecido
con las nuevas tecnologías puede aumentar las posibilidades de un sector que
flojea en el mercado interior, como es el ecológico.
En concreto, este trabajo analiza el sector del aceite de oliva,
profundizando en los operadores de índole ecológica. Para ello, nos centramos
en Andalucía, que es la región Española que destaca en la producción de este
producto, tanto en su modalidad convencional (AICA, 2014), como ecológica
(MAGRAMA, 2014c). A su vez, este sector será contrastado con el sector
vitivinícola, con el que ha sido, por sus similitudes, tradicionalmente
comparado. Asimismo, los productos de aceite y vino son detrás del colectivo
8 Social Media es un término de procedencia anglosajona que ha despuntado junto con el surgimiento de la Web 2.0 y que designa a los medios de comunicación social online (Carballar, 2012).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 34
de hortalizas, frutas, legumbres, frutos secos y afines, los más destacados en
producción ecológica (MAGRAMA, 2013).
La región tomada como referente para el estudio del sector vitivinícola
ha sido La Rioja. En primer lugar porque esta comunidad autónoma ha sido
identificada popularmente como una región de grandes vinos, siendo un sector
referente en innovación y desarrollo tecnológico (Hermoso, 2008) y una de las
primeras regiones a nivel mundial en notoriedad de marca y conversión en
compra de la misma (CRDOC Rioja, 2014a). Por otro lado, La Rioja es la
denominación de origen protegida que comercializa una mayor cantidad de
vino y la que presenta un mayor comercio interior (MAGRAMA, 2014d),
manteniendo un destacada posición de liderazgo en el mercado de vino
nacional (CRDOC Rioja, 2014b). Asimismo, es tras Cataluña, la segunda
comunidad autónoma que aporta un mayor porcentaje de valor añadido sobre
el total del sector del vino (un 15 por ciento) (MAGRAMA, 2015b).
1.3. TESIS, HIPÓTESIS Y OBJETIVOS DEL ESTUDIO
1.3.1. TESIS E HIPÓTESIS
La tesis que defiende este estudio es la siguiente:
Existen deficiencias en el uso actual y en la implantación de las redes
sociales en el sector oleícola, aunque son un camino de futuro para el sector y,
en especial, para las entidades de carácter ecológico.
Con el propósito de validar dicha tesis se proyectan diferentes hipótesis
fundamentadas en la literatura. Solo en el caso de que éstas sean aceptadas,
se confirmará finalmente la tesis de partida. De esta forma, a continuación se
justifican las tres hipótesis planteadas.
En primer lugar, el sector oleícola ha ido experimentando a lo largo de
los años numerosas y relevantes modificaciones, frutos de las reformas y
acontecimientos sociales, culturales, políticos y económicos que se han
producido durante su historia. Junto con tales fenómenos, no debemos olvidar
el componente tecnológico, que ha originado radicales cambios en los sistemas
de producción, organización, marketing y distribución de las empresas que
conforman dicho sector (Langreo, 2010). De esta forma, numerosos autores
dejan patente la importancia empresarial de invertir en I+D+I e integrar de
forma adecuada las nuevas TIC (Mozas y Bernal, 2001, 2004 y 2005; Sanz et
Capítulo 1. Introducción
Página 35
al., 2010; y Sayadi et al., 2012). Llegados a este punto, hay que hacer mención
a Internet y a los servicios y herramientas que incorpora.
De esta forma, el desarrollo tecnológico ha potenciado la aparición de
firmas online que dan soporte virtual a las relaciones sociales que se
establecen en el interior de las organizaciones, o entre ellas, y que implican
múltiples beneficios empresariales a un bajo costo (Weinberg, 2009). Es por
ello, que las organizaciones deben aprovechar este fenómeno sociológico
como estrategia de marketing, para impulsar el aprendizaje colectivo y para
una mejor gestión, coordinación e intercambio de conocimiento (Castelló,
2010). En concreto, Mozas et al. (2005 y 2007), inciden en la importancia de la
Web y su alto potencial para las empresas, especialmente dentro del sector
oleícola, en el que predominan las relaciones sociales y el cooperativismo.
Tales razones nos llevan a plantear la siguiente hipótesis:
H1. Las redes sociales son beneficiosas para el desarrollo del sector oleícola.
Del mismo modo, las características y estructura del sector oleícola, con
un gran peso de la Economía Social, comparte bastantes similitudes con la
Web 2.0, por lo que estas entidades no deben permanecer al margen de este
fenómeno (Mozas y Bernal, 2012). No obstante, estos autores señalan que la
realidad es bien distinta, ya que el aumento de poder que adquieren los
stakeholders al implantar estas tecnologías es una consecuencia que
numerosos responsables organizacionales no están dispuestos a asumir.
Además, Vázquez (2010) señala que la dificultad no se encuentra solamente
en incorporarlas, sino también en saber mantenerlas, actividad que resulta muy
costosa dentro del sector oleícola. Para Mozas y Bernal (2001) o Bruque et al.
(2001) el problema radica en la ausencia de cooperación social y de estímulo,
así como en la carencia de especialistas y de una gestión profesionalizada para
poder integrar de forma eficiente estas tecnológicas en el sector.
Con base en estos argumentos, se hipotetiza que:
H2. La mayoría de las entidades oleícolas carecen de una apuesta sólida por
las redes sociales, de forma que no se están aprovechando de forma eficiente
estas herramientas.
En lo que respecta al ámbito ecológico, Oakley y Salam (2014) señalan
que las redes sociales asumen un rol de influencia para la responsabilidad
ambiental, que se deriva de los contenidos que se publican en ellas. Según
Langley y Van Den Broek (2010), estos medios sociales pueden estimular un
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 36
cambio de comportamiento, ayudando a superar el fatalismo que impide
adoptar iniciativas de sostenibilidad. En consonancia con estos autores, Kane
et al. (2012a) resaltan la relevancia de compartir públicamente, a través de
estos medios, experiencias y opiniones, que van a ser factores esenciales e
influyentes en la compra de productos ecológicos.
En esta línea, Oakley y Salam (2014) explican que el marketing
realizado en redes sociales, como Facebook, puede tener un destacado
impacto en este tipo de productos, por su capacidad para conectar personas y
negocios, transmitiendo un mensaje de conciencia ambiental. No obstante,
Kane et al. (2012a) exponen que la presencia y el esfuerzo dedicado a los
productos ecológicos en estos medios son aún débiles, pese al potencial de
estas herramientas para la defensa de estos productos, su difusión e impulso,
así como para el eco branding.
Estas afirmaciones nos llevan a exponer la siguiente hipótesis:
H3. Los operadores ecológicos hacen un mayor uso de las redes sociales,
aunque insuficiente para potenciar el consumo de este tipo de productos.
1.3.2. OBJETIVOS
El objetivo principal de esta tesis consiste en analizar el grado de
penetración, de implementación y la prospectiva de las redes sociales en el
tejido empresarial del sector del aceite de oliva, en el que destaca la figura
cooperativa. Todo ello con una especial distinción de los operadores
ecológicos. Asimismo, se pretende comparar esta situación con la que
acontece en el sector vitivinícola ecológico de La Rioja. En definitiva, tratamos
de averiguar en qué medida ambos sectores están aprovechando el potencial
que se genera en estas herramientas sociales y tecnológicas para hacer frente
a los obstáculos que hoy en día frenan su desarrollo.
De esta forma se establecen los siguientes objetivos secundarios:
Comprobar la disponibilidad de sitio web y si se hace mención en ella a
las redes sociales.
Identificar la actividad que las organizaciones oleícolas tienen en los
medios sociales y los recursos que destinan a tal fin.
Analizar los factores impulsores e inhibidores de las redes sociales en el
sector oleícola e identificar los posibles efectos de su penetración en
este sector.
Capítulo 1. Introducción
Página 37
Observar el uso actual que estas entidades hacen de las principales
redes sociales y si existen, en este sentido, diferencias significativas
entre operadores ecológicos y no ecológicos.
Analizar la implementación de estas herramientas en las organizaciones
de carácter ecológico.
Comparar en términos de eficiencia a los operadores oleícolas
ecológicos con los vitivinícolas ecológicos de La Rioja.
Analizar si existen diferencias entre los operadores ecológicos en
función de si son o no entidades de la Economía Social.
1.4. METODOLOGÍA
Siguiendo la mecánica habitual de los estudios de investigación, este
trabajo se apoya en fuentes secundarias y primarias. Las primeras responden a
las diferentes obras, informes e investigaciones que preceden a este estudio y
que atañen a su campo de actuación. Con base en estas aportaciones se
configura, se respalda y se presenta nuestra contribución. Por otro lado, las
segundas hacen referencia a la procedencia de los datos originales de los que
parte nuestro trabajo de campo. Éstas, junto con los procedimientos utilizados,
van a ser detallados a continuación.
En primer lugar, se desarrolla la técnica de análisis Delphi, una
metodología de carácter grupal y predictivo en la que se consulta a expertos,
de forma iterativa, al objeto de obtener información sobre un determinado tema,
del que escasean los antecedentes teóricos. Para llevar a cabo esta técnica, se
confeccionó un cuestionario. Asimismo, se contactó con un grupo heterogéneo
de personas, académicos, empresarios y profesionales vinculados a las redes
sociales y al sector agroalimentario. Finalmente, el número de expertos que
completó este estudio fue un total de 20, realizándose dos circulaciones.
Para un segundo estudio, referente a las entidades oleícolas andaluzas,
se parte del Sistema de Información Geográfica (SIG) de Industrias
Agroalimentarias, que la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de
la Junta de Andalucía pone a disposición de los usuarios en su sitio web. De
forma más precisa, las entidades seleccionadas se encuadran bajo la categoría
denominada “Fabricación de aceite de oliva y almazaras”. En esta ocasión, se
diseñó un checkpoint que fue aplicado a una muestra representativa de dicha
población. En concreto, la información se obtuvo directamente de Internet y
responde a: disposición de sitio web, presencia en las redes sociales más
utilizadas y la obtención de las principales métricas referentes a Facebook y
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 38
Twitter. Además, para las citadas redes sociales, se buscó apoyo en
herramientas especializadas (cuadro 1.1).
CUADRO 1.1.
FICHA TÉCNICA DEL ESTUDIO A ENTIDADES OLEÍCOLAS
UNIVERSO DE ESTUDIO ENTIDADES ANDALUZAS DE FABRICACIÓN DE ACEITE DE
OLIVA Y ALMAZARAS
ÁMBITO GEOGRÁFICO Comunidad autónoma de Andalucía.
FECHA DE REALIZACIÓN Abril a julio de 2015.
FUENTE DE LOS DATOS POBLACIONALES
Sistema de Información Geográfica (SIG) de Industrias
Agroalimentarias9
POBLACIÓN 951 organizaciones.
UNIDAD MUESTRAL Entidad productora de aceite de oliva.
MUESTRA 663 organizaciones.
ERROR MUESTRAL Y NIVEL DE CONFIANZA
2,1% de error muestral, considerando un intervalo de confianza
del 95%.
MÉTODO
Observación directa a través de Internet sobre el uso de sitio
web y de las principales redes sociales.
Obtención de las métricas más relevantes sobre Facebook y
Twitter, con apoyo de herramientas especializadas.
Fuente: elaboración propia.
Al objeto de identificar aquellas organizaciones que son operadores
ecológicos, se contactó con los organismos autonómicos de control público que
gestionan, regulan y administran la producción ecológica. Estos órganos de
gobierno también disponen de una base de datos accesible a través de la Web,
que registra y cataloga a estos operadores. En el caso de Andalucía se
encuentra el Sistema de Información de la Producción Ecológica en Andalucía
(SIPEA), que la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta
de Andalucía alberga en su sitio web. Para La Rioja, región de referencia en
nuestro estudio sobre el sector vitivinícola, el Consejo Regulador de la
Producción Agraria Ecológica (CPAER) recoge en su sitio web el listado
completo de entidades vitivinícolas que incluyen en su oferta vino ecológico.
Por otra parte, para un último estudio se confeccionó un cuestionario
estructurado, que se cumplimentó a través de una encuesta telefónica a los
responsables de las organizaciones del sector oleícola y vitivinícola que operan
con ecológicos (anexo 6). De igual forma, a través de Internet se analizó la
presencia de sitio web y de redes sociales, así como las principales métricas de
uso de Facebook y Twitter para estas organizaciones (cuadro 1.2 y cuadro 1.3).
9 Disponible en: http://www.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca/portal/servicios/sig/ industrias-agroalimentarias/sig-de-industrias-agroalimentarias.html
Capítulo 1. Introducción
Página 39
CUADRO 1.2.
FICHA TÉCNICA DEL ESTUDIO A OPERADORES ECOLÓGICOS OLEÍCOLAS
UNIVERSO DE ESTUDIO OPERADORES OLEÍCOLAS ECOLÓGICOS DE ANDALUCÍA
ÁMBITO GEOGRÁFICO Comunidad autónoma de Andalucía.
FECHA DE REALIZACIÓN Febrero a mayo de 2015.
FUENTE DE LOS DATOS POBLACIONALES
Sistema de Información de la Producción Ecológica en
Andalucía (SIPEA10).
POBLACIÓN
188 organizaciones. La población inicial estaba compuesta por
200 organizaciones, cifra que se redujo tras chequear y excluir
a las entidades extintas o que divergían del campo de estudio.
UNIDAD MUESTRAL Entidad productora de aceite de oliva ecológico.
MUESTRA 147 organizaciones.
ERROR MUESTRAL Y NIVEL DE CONFIANZA
3,8% de error muestral, considerando un intervalo de confianza
del 95%.
MÉTODO
Encuesta estructurada, realizada de forma telefónica y dirigida
a los responsables de las organizaciones, o en su defecto, a
los administradores de la misma.
Obtención de las métricas de uso de Facebook y Twitter.
Fuente: elaboración propia.
CUADRO 1.3.
FICHA TÉCNICA DEL ESTUDIO A OPERADORES ECOLÓGICOS VITIVINÍCOLAS
UNIVERSO DE ESTUDIO OPERADORES VITIVINÍCOLAS ECOLÓGICOS DE LA RIOJA
ÁMBITO GEOGRÁFICO Comunidad autónoma de La Rioja.
FECHA DE REALIZACIÓN Febrero a mayo de 2015.
FUENTE DE LOS DATOS
POBLACIONALES
Consejo Regulador de la Producción Agraria Ecológica
(CPAER11).
POBLACIÓN
37 organizaciones. La población inicial estaba compuesta por
45 organizaciones, cifra que se redujo tras chequear y excluir a
las entidades extintas o que divergían del campo de estudio.
UNIDAD MUESTRAL Entidad productora de vino ecológico.
MUESTRA 35 organizaciones.
ERROR MUESTRAL Y NIVEL DE CONFIANZA
4% de error muestral, considerando un intervalo de confianza
del 95%.
MÉTODO
Encuesta estructurada, realizada de forma telefónica y dirigida
a los responsables de las organizaciones, o en su defecto, a
los administradores de la misma.
Obtención de las métricas de uso de Facebook y Twitter.
Fuente: elaboración propia.
10 Disponible en: https://ws142.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca/roae/
11 Disponible en: http://es.cpaer.org/
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 40
Por vía telefónica se confirmó, con los correspondientes responsables,
que las bases de datos utilizadas eran válidas y que se encontraban a fecha de
2015 actualizadas.
Finalmente, también se ha hecho uso de la técnica DEA, esta
metodología está diseñada para determinar el nivel de eficiencia de un conjunto
homogéneo de unidades de decisión, con base en sus inputs y outputs más
representativos. Esta técnica ha sido utilizada para comparar los dos sectores
analizados, empleando para ello, los datos obtenidos en los procedimientos
explicados con anterioridad.
1.5. ESTRUCTURA
Esta tesis se encuentra estructurada en diferentes secciones, que van a
ser presentadas y comentadas en los siguientes párrafos.
El primer capítulo que aparece es de introducción, en el que se analiza
el estado actual de la cuestión objeto de estudio, referente a las redes sociales
y su aplicación a los productos ecológicos. En los siguientes epígrafes se
presenta la justificación de esta investigación, los objetivos del estudio, las
hipótesis que sustentan la tesis planteada y los procedimientos metodológicos
utilizados. En último lugar, se expone la estructura del trabajo, que responde al
apartado en el que nos encontramos.
Un segundo capítulo atañe al marco teórico, en el que se revisan los
principales modelos teóricos que han sido utilizados para respaldar la adopción
de las tecnologías y, por tanto, para explicar el uso y la utilización de las redes
sociales. En este sentido, se señalan las principales investigaciones y
aportaciones que se han realizado sobre las redes sociales con base en estos
planteamientos teóricos. Además, en esta sección se hace una breve mención
al marketing relacional, que consideramos de importancia por el tema tratado.
Con el tercer capítulo se inicia el estudio de campo realizado. En
concreto, esta sección recoge la aplicación de la técnica de análisis prospectivo
Delphi, que ha sido utilizada para conocer la opinión de los expertos sobre la
prospectiva y las futuras repercusiones de la integración de las redes sociales
en el sector oleícola. Para ello, se define y describe previamente esta
metodología y sus procedimientos, atendiendo a las recomendaciones que se
exponen desde la literatura especializada.
Capítulo 1. Introducción
Página 41
En el capítulo cuarto se analizan las principales métricas referentes al
uso que las organizaciones oleícolas andaluzas realizan de las redes sociales,
profundizando en Facebook y Twitter. Asimismo, se recurre a LikeAlyzer y
Twitonomy, que son dos herramientas especializadas para obtener estadísticas
más detalladas sobre las citadas redes sociales. Este análisis se lleva a cabo
discriminando entre operadores ecológicos y convencionales, al objeto de
observar si existen diferencias significativas entre ambos colectivos.
Con base en las opiniones obtenidas de los expertos en el capítulo tres y
la información de partida del capítulo cuatro se confeccionó un cuestionario que
se trasladó a los operadores oleícolas. Con la finalidad de comparar tales
resultados, se efectuó otro cuestionario similar adaptado para las entidades
vitivinícolas. Los resultados obtenidos son los que recoge el capítulo quinto.
En el capítulo sexto se aplica la técnica de eficiencia DEA. De esta
forma, se contrastan los niveles de eficiencia de los operadores ecológicos
oleícolas con los vitivinícolas. En primer lugar, esta comparación se realiza en
dos niveles, uno de carácter general y otro centrado en el uso que realizan
estas entidades de las redes sociales. Por otro lado, se efectúa una segunda
fase DEA, al objeto de caracterizar los índices de eficiencia que se han
obtenido. Para ello, de forma previa se describe y detalla esta metodología,
siguiendo las recomendaciones establecidas por los expertos en la materia.
El capítulo séptimo profundiza en el cooperativismo, debido al destacado
peso de esta forma jurídica en las entidades analizadas, especialmente, en las
organizaciones oleícolas. De este modo, en este capítulo se realiza un
recorrido desde la Economía Social hasta el cooperativismo agrario,
profundizando en cada uno de los sectores de referencia. Asimismo, se lleva a
cabo un análisis estadístico para determinar las diferentes características de
las entidades de la Economía Social que hacen uso de las redes sociales.
Posteriormente, en el capítulo octavo se sintetizan todos los resultados
alcanzados a lo largo de este trabajo, al objeto de extraer conclusiones y
verificar si se cumplen las hipótesis de partida y con ellas la tesis planteada.
Asimismo, este capítulo recoge las limitaciones de este estudio y diversas
propuestas para futuras líneas de investigación.
Para concluir, en una sección posterior se expone la bibliografía, que
compila todas las fuentes citadas a lo largo del trabajo. Acto seguido y adjunto
a este trabajo, se incluyen como anexos los cuestionarios utilizados.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 42
Página 43
CAPÍTULO 2
MARCO TEÓRICO
En este capítulo se revisan las principales teorías y modelos que han
sido utilizados para analizar la adopción de la innovación y las tecnologías.
Acto seguido, se examina la literatura especializada en las redes sociales y se
muestran las principales aportaciones teóricas realizadas en este campo. El
capítulo concluye con un pequeño apartado dedicado al marketing relacional,
dada su vinculación a los temas que se están tratando en este trabajo.
2.1. MODELOS DE ADOPCIÓN DE LA TECNOLOGÍA
El desarrollo de las TIC ha supuesto un gran impacto para la sociedad y
en su forma de pensar. Esta realidad la describe de forma precisa Perkins
(1985), a través de lo que denomina el efecto yema de los dedos (The Fingertip
Effect12). Este avance tecnológico ha motivado a numerosos investigadores a
plantear diferentes conjeturas que expliquen la adopción y difusión de la
innovación y las tecnologías de la información entre la población (DeLone y
McLean, 1992; Taylor y Todd, 1995; Yang y Fu, 2008).
En este sentido, el principal marco teórico en el que se basan estos
planteamientos radica: por un lado, en los sistemas de información; y por otro,
en la psicología social, que está arraigada en la psicología y la sociología
(Venkatesh et al., 2003). A continuación, se describen los principales
planteamientos teóricos que son utilizados en la literatura para analizar la
difusión y el uso de las nuevas tecnologías y, por ende, de las redes sociales.
12 Según Perkins (1985), el desarrollo tecnológico ha puesto al alcance de la sociedad, en la yema de sus dedos (es aquí donde cobra sentido su denominación), una serie de útiles de gran potencial que debe aprovechar. Uno de los beneficios asociados es el acceso a un gran canal de información, que permite ampliar el pensamiento y el aprendizaje de las personas. No obstante, el avance tecnológico también tiene su lado negativo. Innovaciones como la televisión y los videojuegos, pueden reducir, moldear y homogeneizar el pensamiento, aumentar la mediocridad y estrechar la flexibilidad de comportamientos y actitudes. Asimismo, los ordenadores y sus dispositivos asociados representan para Perkins el polo opuesto, un canal amplio, con gran potencial de desarrollo, flexibilidad y heterogeneidad.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 44
2.1.1. TEORÍA DE LA DIFUSIÓN DE LA INNOVACIÓN (IDT)
Presentada por Everett Rogers en 1962, la Teoría de la Difusión de la
Innovación (Innovation Difussion Theory, IDT) sintetiza las principales
aportaciones literarias en materia de innovación existentes hasta la fecha. De
esta forma, establece un marco teórico y conceptual pionero, para explicar la
aceptación tecnológica en la sociedad a partir de las dimensiones sociales y
psicológicas de los individuos que la componen. En este sentido, Rogers
(1995) define el concepto de innovación como: “una idea, practica u objeto que
es percibido13 como nuevo, para un individuo u otra unidad de adopción”.
Según señala este autor, este término, se asocia con frecuencia a la palabra
tecnología, e incluso se presenta, en ocasiones, como su sinónimo14.
Otro concepto que da pie a su planteamiento es el de difusión15,
entendido como: “el proceso por el cual una innovación es comunicada a través
de ciertos canales a lo largo del tiempo entre los miembros de un sistema
social. Esto es, un tipo especial de comunicación en el que los mensajes tienen
que ver con nuevas ideas”. De esta definición, Rogers (1995) hace un especial
hincapié en cuatro elementos que son, junto con la innovación, el canal de
comunicación, el tiempo y el sistema social. En los siguientes apartados se va
a profundizar en cada uno de ellos para desarrollar su planteamiento teórico.
2.1.1.1. INNOVACIÓN
En primer lugar, el proceso de adopción y difusión de la innovación va a
venir determinado por tres factores, que son: las características de la
innovación, las características del adoptante y las características del entorno
(Oldenburg y Glanz, 2008). En este primer apartado, Rogers (1995) expone las
características o atributos que cada usuario percibe sobre una innovación,
entre las que se encuentran:
Ventaja relativa. Referente a los pros y contras de adoptar una
innovación.
13 Es preciso puntualizar que Rogers hace referencia al concepto de innovación desde la percepción del individuo, es decir, el elemento que constituye la innovación no tiene que ser en sí novedoso, sino que el individuo que lo adopta lo perciba como tal.
14 No obstante, innovación y tecnología son dos conceptos muy distintos. Según recoge la RAE (2015), el término tecnología hace referencia a un conjunto de teorías y de técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico.
15 Debemos distinguir entre los términos adopción y difusión, estrechamente relacionados pero con un distinto significado. La diferencia entre ambos conceptos radica en que difusión comprende un proceso grupal, mientras que el término adopción se asocia a un único y determinado individuo o unidad de decisión (Rogers, 1995).
Capítulo 2. Marco teórico
Página 45
Compatibilidad. Entendida como el nivel de afinidad con los valores,
experiencias y necesidades del adoptante.
Complejidad. Atañe al grado de dificultad percibida en el uso,
mantenimiento y comprensión de la innovación.
Posibilidad de ensayo. Grado en el que es posible experimentar con una
innovación.
Visibilidad. Nivel en el que se perciben los resultados a través de otros
adoptantes.
Otro factor señalado por Rogers es el de reinvención, manifestando que
las innovaciones pueden variar en su proceso de difusión y que la adopción no
está limitada a un rol meramente pasivo. Asimismo, también se han propuesto
otras características para explicar el proceso de adopción en unidades más
complejas (Oldenburg y Glanz, 2008). En esta línea, Greenhalgh et al. (2004)
recopilan y fusionan características adicionales de la innovación señaladas en
la literatura, para abordar de forma más precisa el caso de las organizaciones.
Entre estos atributos se encuentra: límites difusos, riesgo, cuestiones de tarea
(grado en el que mejora el desempeño de tareas), conocimientos requeridos
para su uso y aumento o mejora (referente al valor añadido por accesorios).
2.1.1.2. CANAL DE COMUNICACIÓN
Es el medio a través del cual se transmite el mensaje entre los
individuos. Esta comunicación es más fluida en la medida que las personas que
intervienen en ella compartan similitudes. En este sentido, destaca el término
heterofilia, entendido como la falta de afinidad entre los individuos (por sus
características, valores, rasgos, experiencias, etc.), lo que supone uno de los
principales problema en la comunicación de la innovación (Rogers, 1995). Un
destacado aporte lo realiza Valente (1995), que analiza el papel de las redes
sociales en la difusión de la innovación. De esta forma, este autor propone que
la adopción de la innovación y su difusión dependerán no solo de la influencia
del sistema social, sino también de las redes sociales del individuo. Para
Greenhalgh et al. (2004), estas redes sociales son el canal predominante de
difusión, frente a los medios de comunicación y otros canales impersonales.
2.1.1.3. TIEMPO
Esta variable ha sido ignorada e incluso criticada en numerosas
investigaciones sobre el comportamiento de los individuos (Rogers, 1995). De
esta forma, numerosos de estos estudios, basados en el modelo de Ryan y
Gross (1943), son de corte transversal realizando el análisis en un único punto
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 46
en el tiempo. En cambio, en las investigaciones sobre difusión el tiempo
constituye un elemento clave, tal y como se va a desprender del modelo teórico
planteado por Rogers (1995). En definitiva, este autor vincula la innovación con
el tiempo a través de tres vías: en el proceso de decisión, en la capacidad del
adoptante y en el grado de adopción de la innovación en un sistema social. En
los próximos párrafos se van a describir estas tres relaciones.
En primer lugar, Rogers (1995) señala que el proceso de decisión de la
innovación responde a una serie de etapas, que se suceden desde que un
usuario conoce una nueva idea hasta que la adopta o la rechaza. Estas fases
son: conocimiento, el individuo entra en contacto con la innovación y la
comprende; persuasión, adopta una postura favorable o desfavorable hacia la
innovación; decisión, el individuo se involucra y por tanto consolida su decisión;
implementación, el adoptante hace uso de la innovación, aquí entra en juego la
citada reinvención; y confirmación, se refuerza la decisión del individuo sobre la
innovación. En esta última etapa también se recoge la posibilidad de que el
individuo revierta su decisión y apueste por una innovación diferente.
Este proceso anterior es más complejo cuando la decisión de la
innovación atañe a sistemas en lugar de a individuos. Por ello, Rogers (1995)
utiliza las siguientes cinco etapas para explicar la adopción de la innovación en
el caso de las organizaciones:
1. Priorizar la agenda. La innovación se plantea por la necesidad de
resolver los problemas organizacionales que se producen a lo largo del
día.
2. Contrastar. Acto seguido, se realiza un juicio de valor para determinar la
idoneidad de la innovación en la organización y su efectividad en la
resolución de problemas. A partir de aquí se produce un salto en este
proceso, pasando de una fase de iniciación a una de implementación.
3. Redefinir y restructurar. Nuevamente cobra sentido el término
reinvención, para adaptar la innovación a la organización. Asimismo, y
para tal objeto, la estructura de la organización también se modifica.
4. Explicar. La innovación se integra de forma paulatina en la organización
y se esclarece su uso. En este aspecto es importante el uso de acciones
correctivas en errores y malentendidos, para evitar peores resultados.
5. Rutina. Se alcanza esta etapa al integrar completamente la innovación
en la organización.
Capítulo 2. Marco teórico
Página 47
En segundo lugar, Rogers (1995) emplea el término innovativeness, que
alude al nivel de anticipación o velocidad relativa de los individuos para adoptar
una innovación, con respecto al resto de miembros del sistema. En este
sentido, las unidades de decisión son catalogadas en cinco grupos, que van
desde: los innovadores16, individuos a los que identifica como emprendedores,
atrevidos, sin aversión al riesgo y dispuestos a adoptar nuevas ideas; hasta el
grupo denominado rezagados, de actitud retrógrada y extremadamente
prudente, que son los que adoptan la innovación en un último lugar, o la
rechazan (figura 2.1). Por tanto, los individuos de cada categoría obedecen a
diferentes rasgos personales, socioeconómicos y educacionales.
De nuevo, Rogers resalta que en el caso de las organizaciones este
proceso es más complejo. El innovativeness organizacional va a depender de:
las características individuales del líder y su actitud hacia el cambio; las
características internas de la estructura organizacional (centralización,
complejidad, tamaño, etc.); y las características externas de la organización,
como es su grado de apertura.
FIGURA 2.1.
INDIVIDUOS SEGÚN EL NIVEL DE ANTICIPACIÓN EN LA ADOPCIÓN DE LA INNOVACIÓN
Fuente: adaptado de Rogers (1995).
En tercer lugar, Rogers alude a la ratio de adopción de la innovación,
que responde al tiempo requerido para que los miembros de un sistema social
adopten una nueva idea. La mayoría de las innovaciones presenta una tasa de
adopción que, de forma gráfica, se asemeja a una “S” (figura 2.2), así pues, la
pendiente de esta “S” varía dependiendo de la rapidez de difusión de la
16 A la clasificación inicial de Ryan y Gross (1943) Rogers agrega la categoría innovadores, para diferenciar entre los primeros adoptantes de una innovación a aquellos individuos que la adoptan extremadamente rápido, dada su destacada importancia (Valente 1996).
𝑥 − 2𝑠𝑑 𝑥 − 𝑠𝑑 𝑥 𝑥 + 𝑠𝑑
𝑥
13,5% 2,5% 34% 34% 16%
Innovadores
Primeros
adoptantes
Mayoría
temprana
Mayoría
tardía Rezagados
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 48
innovación17. En concreto, la tasa de adopción va a depender de las siguientes
variables: los atributos percibidos de la innovación (recordemos: ventaja
relativa, compatibilidad, complejidad, posibilidad de ensayo y visibilidad); el tipo
de decisión para aceptar o rechazar la innovación, que puede ser opcional,
colectiva y autoritaria (posteriormente serán descritas); la naturaleza del canal
de comunicación que difunde la innovación; la naturaleza del sistema social; y
el esfuerzo de promoción de los agentes de cambio en difundir la innovación.
FIGURA 2.2.
CURVA “S” DE ROGERS
Fuente: adaptado de Rogers (1995).
2.1.1.4. SISTEMA SOCIAL
Rogers (1995) define el sistema social como un conjunto de unidades
interrelacionadas dedicadas a la solución conjunta de problemas para lograr un
objetivo común. En concreto, las unidades que integran un sistema social van a
ser individuos, grupos informales, organizaciones o subsistemas. De esta
forma, los sistemas sociales van a influir en la adopción y difusión de la
innovación, cada uno de ellos de diferente manera, dependiendo de sus
particularidades. En esta línea, Wejnert (2002) señala que las diferentes
características de las organizaciones y del sistema social pueden influir en el
proceso de difusión. Tales rasgos van a depender de: el entorno geográfico, la
cultura de la sociedad, las condiciones políticas y la globalización y
uniformidad.
17 De esta forma, una innovación que se difunde relativamente rápido, es decir, que presente una mayor tasa de adopción, tendrá una mayor pendiente y su representación gráfica será más empinada. Un ejemplo de ello lo encontramos en Internet, que ha tenido una gran penetración en la sociedad en un periodo de tiempo relativamente corto, por lo que su representación gráfica es muy vertical.
Porcentaje de adopción
Tiempo
Inicio
Saturación
Capítulo 2. Marco teórico
Página 49
De este modo, más allá de las características propias del individuo, la
innovación individual también viene determinada por la naturaleza del sistema
social. En este sentido, Rogers (1995) hace especial referencia a:
Las normas, que van a determinar cómo van a ser las conductas de los
individuos del sistema social.
La opinión de los líderes y agentes de cambio, cuya influencia social y
aptitud hacia la innovación repercutirá en otros individuos del sistema.
Los tipos de decisión para aceptar o rechazar la innovación, que pueden
ser: opcional, son decisiones particulares, aunque pueden estar
influenciadas de forma indirecta por el sistema social; colectiva, son
tomadas por todos los individuos del sistema; y autoritaria, las
decisiones conciernen a un reducido grupo de mayor poder, formación o
status. Asimismo, se alude a una cuarta decisión, denominada
contingente, tomada después de una decisión de innovación previa.
Las consecuencias de la innovación en el sistema social, tras adoptar o
rechazar una innovación. Pueden ser: deseables o indeseables, en
función de los efectos funcionales o disfuncionales de una innovación en
un sistema social; directos o indirectos, dependiendo de la inmediatez
con la que ocurran los cambios; y anticipadas o no, dependiendo si los
cambios eran previstos.
2.1.2. TEORÍA DE LA ACCIÓN RAZONADA (TRA)
La Teoría de la Acción Razonada (Theory of Reasoned Action, TRA),
presentada en 1967, es desarrollada, testada y popularizada por Martin
Fishbein e Icek Ajzen (Fishbein y Ajzen, 1975; Ajzen y Fishbein, 1980). Esta
teoría perteneciente al campo de la psicología social, trata de predecir en
términos probabilísticos la toma de decisiones de las personas, bajo el
supuesto de la racionalidad y el uso sistemático de la información. La base del
modelo radica en las creencias, tanto normativas como conductuales. De esta
forma, la importancia relativa que un individuo otorgue a sus creencias van a
determinar su actitud, que junto con el factor normativo, van a ser las variables
que compongan su intención conductual y en consecuencia su conducta. Ello
implica, ahondar en los factores grupales y tener presente el contexto
psicosocial imperante.
Este planteamiento ha sido utilizado en diferentes áreas de la psicología,
especialmente en la psicología de consumo, al objeto de predecir el
comportamiento del consumidor (Sheppard et al., 1988). No obstante, este
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 50
método no está diseñado para conductas inconscientes o involuntarias, así
como tampoco en aquellas conductas que precisan de habilidades o recursos
especiales, o la colaboración de otras personas para desempeñarlas (Liska,
1984, citado por Hale et al., 2002). De esta forma, Fishbein y Ajzen (1975)
plantean que la intención es el precedente de las principales conductas de una
persona, que son las que se realizan de forma voluntaria y controlada. Esta
variable o componente volitivo puede predecirse a través de dos factores: la
actitud y la norma subjetiva, tal y como se expone en la figura 2.3.
FIGURA 2.3.
MODELO CON LOS COMPONENTES BÁSICOS DE LA TEORÍA DE LA ACCIÓN RAZONADA
Fuente: adaptado de Ajzen y Fishbein (1980).
Por una parte, la actitud18 es descrita por Doob (1947) como algo
aprendido, una respuesta implícita que produce impulsos y que se origina tras
recibir un estímulo, afectando a subsecuentes respuestas. La TRA percibe la
actitud como una variable cognitiva (Fishbein y Ajzen, 1975), entrando en
contraste con otros planteamientos que también tienen en consideración el
factor afectivo (Trafimow, 2009). Según expone Bagozzi et al. (1992), la actitud
revela que las cosas pueden valorarse de forma positiva o negativa, aunque no
proporciona la suficiente energía para mover a la acción. Por ello, hay que
considerar una motivación explicita, que es el reconocimiento percibido de
realizar tal acción.
Para Fishbein y Ajzen (1975), la actitud humana está determinada en
función de sus creencias salientes19, en un determinado punto del tiempo. De
18 El constructo actitud ha crecido en importancia desde principios del siglo XX, dando pie a diversas teorías e investigaciones de la psicología social, para explicar el comportamiento humano (Ajzen y Fishbein, 1980). En esta línea, McGuire (1989) identifica hasta siete modelos asociados a este concepto, entre los que destaca: el modelo jerárquico de los tres componentes de la actitud (afectivo, cognitivo y conductual) y el modelo de la Expectativa-Valor, que vincula actitud y conducta, y en el que se fundamenta la TRA.
19 Los autores del modelo emplean el término salient beliefs (creencias salientes), para identificar solamente a aquellas creencias de la persona que van a afectar en su conducta hacia un determinado objeto.
Actitud
Norma subjetiva
Intención Conducta
Capítulo 2. Marco teórico
Página 51
esta forma, la actitud de una persona hacia una conducta determinada viene
explicada por las creencias que posee sobre los resultados de realizar dicha
conducta, junto con la evaluación que realiza de estos resultados20. Tales
creencias son denominadas conductuales. Asimismo, atendiendo a la fuente de
información o conocimiento que conforman las creencias, estos autores
diferencian entre: creencias descriptivas, que se obtienen a través de la
observación directa de un objeto, razón por la que se consideran más certeras;
creencias inferenciales, formadas a través de relaciones previamente
aprendidas o codificadas; y creencias informativas, obtenidas a través de una
tercera persona o medio de difusión.
Por otro lado, la norma subjetiva se deriva de la percepción que tiene un
individuo sobre la posible presión social de realizar una determinada conducta
(Fishbein y Ajzen, 1975). Esto es, las creencias que tiene una persona sobre
las expectativas de un grupo de individuos de relevancia para él, en el caso de
que decida realizar una determinada conducta. Este tipo de creencias, junto
con la motivación que tiene un individuo de ajustarse a las expectativas y
deseos de las personas que son relevantes para él, son los factores básicos
que componen la norma subjetiva21. En este caso, a tales creencias se les
denomina normativas.
20 De esta forma, con apoyo en los planteamientos teóricos establecidos por Fishbein (1963) junto con otros autores, se establece la siguiente relación entre la actitud y las creencias.
𝐴𝐵 = ∑ 𝑏𝑖𝑒𝑖
𝑛
𝑖=1
Siendo: (𝐴𝐵) la aptitud de una persona hacia una conducta B; (𝑏𝑖) la creencia de que la
realización de la conducta B conduce al resultado i; (𝑒𝑖) la evaluación que realiza la persona del resultado i; y por último (n), el número de creencias salientes que tiene una persona sobre la conducta B.
21 En este sentido, Fishbein y Ajzen (1975) establecen la siguiente relación entre las creencias normativas y la norma subjetiva.
𝑆𝑁 = ∑ 𝑏𝑖𝑚𝑖
𝑛
𝑖=1
Siendo: (SN) la norma subjetiva; (𝑏𝑖) la creencia normativa de una referencia i; (𝑚𝑖) la evaluación subjetiva o motivación para cumplir con las expectativas de la referencia i; y (n) el número relevante de referencias.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 52
Por tanto, tal y como se ha indicado anteriormente, Fishbein y Ajzen
(1975) señalan que la intención viene determinada por dos factores principales,
un elemento personal o actitudinal y otro social o normativo22 (figura 2.4). No
obstante, estos autores matizan que ambos componentes tienen una
importancia relativa en la intención, dependiendo de otras variables externas,
como son las características de personalidad y las variables demográficas,
entre otros factores23. Tal hipótesis ha quedado evidenciada en la literatura, a
través de diversas investigaciones (Bagozzi et al., 1992). Del mismo modo,
Ajzen y Fishbein (1980) muestran que la relación entre intención y conducta
está mediada por diversos factores, entre los que se derivan los concernientes
a la propia acción, el tiempo y el contexto en el que se produce.
FIGURA 2.4.
MODELO DE LA TEORÍA DE LA ACCIÓN RAZONADA
Fuente: adaptado de Ajzen y Fishbein (1980).
Aunque la TRA tiene por objeto entender y predecir la mayoría de los
comportamientos humanos, Sheppard et al. (1988) evidencian que este modelo
no es adecuado en la mayoría de investigaciones que analizan determinadas
22 Esta relación queda expresada a través del siguiente planteamiento, que vincula los términos (AB) y (SN) vistos con anterioridad.
𝐵 ~ 𝐼 = (𝐴𝐵)𝑤1 + (𝑆𝑁)𝑤2
Siendo: (B) una determinada conducta; (I) la intención que precede la conducta; y (w1 y w2) los
pesos o importancia de los componentes, determinados de forma empírica.
23 Este tipo de variables no aparecen reflejadas en el modelo, debido a que pueden afectar o no en determinadas conductas, en función del tiempo o la población. De esta forma, Fishbein y Ajzen (1975) señalan que la importancia de estos factores deben ser una cuestión empírica.
Creencias personales de
que la conducta conduce a
ciertos resultados y a
evaluaciones de ellos
Actitud hacia la conducta
Importancia relativa de las
consideraciones normativas y
actitudinales
Creencias personales de que las
personas o grupos específicos
creen que debiera o no realizar la
conducta y su motivación a
cumplir con tales referentes
Intención
Norma
subjetiva
Conducta
Capítulo 2. Marco teórico
Página 53
conductas específicas, no contempladas en el modelo. A pesar de ello, estos
autores destacan su alta capacidad predictiva, inclusive en tales situaciones.
No obstante, a pesar de la reconocida validez del modelo (Hale et al., 2002), la
literatura deja patente que precisa de modificaciones, para poder ser adaptado
de forma adecuada a multitud de situaciones (Sheppard et al., 1988). Así pues,
en la literatura se puede acceder a numerosas extensiones de este
planteamiento (a modo de ejemplo citamos: Miniard y Cohen, 1983; Ajzen,
1985; Oliver y Bearden, 1985; Bagozzi y Warshaw, 1990).
Asimismo, Sheppard et al. (1988) señalan las principales limitaciones del
modelo, gran número de ellas reconocidas por sus propios autores. Entre ellas
destacan: su incapacidad de distinguir entre la intención conductual y la
intención en la consecución de metas; está diseñado solamente para
comportamientos volitivos; se centra en una determinada conducta, sin
posibilidad de elegir entre conductas alternativas; y presenta dificultad para
distinguir entre la intención del individuo y su estimación subjetiva, en
determinadas situaciones con un bajo control de los acontecimientos y de la
información (por ejemplo conductas futuras).
2.1.3. TEORÍA COGNITIVA SOCIAL (TSC)
La Teoría Cognitiva Social (Theory Social Cognitive, TSC) es presentada
en 1963 y recopila los principios de aprendizaje social, al objeto de explicar el
comportamiento de las personas24 (Bandura y Walters, 1963). Para ello, estos
autores se apoyan en variables sociales, señalando que éstas han sido
descuidadas en las investigaciones focalizadas en la teoría del aprendizaje25.
De esta forma, Bandura (1977) establece que el aprendizaje se nutre de la
propia experiencia y de la observación de la conducta de otros individuos,
unido a un proceso de refuerzo que es realizado por la propia persona y que va
a regular su conducta. En esta línea, Bandura (1986) señala que la conducta
humana no solo viene motivada por satisfacer las expectativas de los demás,
sino también por sus normas internas y la valoración de sus propios actos. Por
tanto, el refuerzo constituye uno de los pilares de la TSC.
24 Bandura y Walters (1963) se centran en el aprendizaje social que se produce en la conducta infantil, debido a que la importancia que cobra el aprendizaje en esta etapa de la vida permite obtener datos más valiosos.
25 Esta teoría, inicialmente designada como Teoría del Aprendizaje Social fue redefinida por su propio autor, debido a que sus aportaciones engloban factores psicológicos más allá del propio aprendizaje (Bandura, 1985 y 1986).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 54
En primer lugar, uno de los fundamentos de esta teoría se basa en el
determinismo recíproco. Tal y como señala Bandura (1985), el comportamiento
humano ha sido explicado en términos de un determinismo unilateral, en el que
los factores individuales y ambientales afectan de forma individual a la
conducta. En este sentido, la TSC apuesta por un modelo recíproco,
asumiendo la complejidad de las personas y estableciendo una reciprocidad
tríadica entre: la conducta; el aspecto cognitivo y otros elementos internos que
pueden afectar a las percepciones y acciones; y el medio externo (figura 2.5).
Según Bandura (1989), este determinismo recíproco no conlleva que todas las
fuentes de influencia tengan el mismo peso, ni que ocurran simultáneamente.
FIGURA 2.5.
MODELO DE DETERMINISMO RECÍPROCO DE BANDURA
Fuente: adaptado de Bandura (1985).
Asimismo, Bandura (2001) señala que el avance tecnológico potencia la
influencia de las personas, en el desarrollo personal y el futuro social.
Continuando con este planteamiento, se exponen las relaciones entre la
conducta, los factores personales y el entorno (Bandura, 1986 y 1989):
Relación entre la conducta y los factores personales. Refleja que el
pensamiento, las creencias y los sentimientos de una persona van a
afectar a su conducta. A su vez, los efectos naturales y extrínsecos que
provocan sus acciones, van a determinar su pensamiento e inclinaciones
emocionales.
Relación entre los factores personales y el medio externo. Las
influencias sociales van a afectar y modelizar los rasgos personales de
un individuo. Del mismo modo, sus características personales van a
evocar reacciones sociales en el entorno.
Relación entre la conducta y el medio externo. Nuevamente, este autor
indica que ambos factores pertenecen a una relación causal
bidireccional. De esta forma, las acciones o conducta de una persona
afectan a la naturaleza de su entorno. A su vez, tal entorno, determinará
la conducta de las personas.
Conducta
Factores personales
Medio externo
Capítulo 2. Marco teórico
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Por otro lado, haciendo hincapié en los factores personales, Bandura
(1989) destaca cinco capacidades básicas que van a influir en la propia
motivación y conducta humana. Cada una de ellas va a afectar en diferente
proporción atendiendo a la persona. Estas capacidades son:
Capacidad de simbolización (symbolizing capability). Alude a la
capacidad humana de utilizar símbolos, que va a facilitar su compresión
y gestión del entorno. Los símbolos son las guías para el juicio y la
acción, activando procesos cognitivos tras la observación.
Capacidad vicaria (vicarious capability). Bandura destaca la importancia
de esta capacidad en las personas, que consiste en el aprendizaje a
través de la experiencia ajena, tras observar y escuchar a los demás.
Además, el aprendizaje por observación se sustenta en los siguientes
subprocesos:
Adquisición de competencias, habilidades cognitivas y patrones
conductuales.
Retención en la memoria, en forma de símbolos, de la
información observa.
Reproducción de las concepciones simbólicas en acciones.
Motivación para la ejecución de lo aprendido.
Capacidad de previsión (forethought capability). La conducta intencional
de la persona viene en numerosas ocasiones precedida de la previsión.
Tal y como señala Bandura, las actuaciones futuras no pueden ser
elementos de motivación debido a que no tienen existencia real. En
cambio, las expectativas se convierten en importantes factores
motivadores, al proyectarse cognitivamente las acciones deseables de
acontecimientos futuros en el presente.
Capacidad de auto-regulación (self-regulatory capabilities). Responde a
la presencia de normas internas y autorregulaciones, que actúan como
medidas motivadoras y disuasorias en la conducta de una persona. De
esta forma, la conducta de un individuo no solo responde a los
acontecimientos externos, sino que los somete a un control interno. Éste
incluye: el autocontrol, la auto-orientación del rendimiento mediante
estándares personales y las auto-reacciones correctivas (Bandura,
2001). Asimismo, este autor señala que la mente humana no es solo
reactiva, sino también generativa, creativa, proactiva y reflexiva.
Capacidad de auto-reflexión (self-reflective capability). Atañe a la
capacidad de las personas de autoevaluarse, para analizar sus
experiencias y su propio proceso de pensamiento, logrando aumentar su
conocimiento sobre sí mismo y su entorno. Al respecto, Bandura (2001)
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 56
añade que las capacidades reflexivas son esenciales para la
supervivencia y el progreso humano.
Un concepto que cobra especial importancia en este planteamiento
teórico es el de auto-eficacia26, entendida como las creencias que posee una
persona sobre sus capacidades y que van a influir en su conducta en aras de
alcanzar un determinado rendimiento (Bandura, 1994). Continuando con esta
fuente de datos, Bandura señala que esta percepción de eficacia personal va a
quedar determinada por las propias experiencias personales, las experiencias
observadas (o vicarias), la persuasión social y la forma en que son percibidas e
interpretadas sus reacciones emocionales y físicas. Del mismo modo, la auto-
eficacia va a afectar a los procesos cognitivos, motivacionales, afectivos y de
selección de las personas.
2.1.4. TEORÍA DEL COMPORTAMIENTO PLANIFICADO (TPB)
La Teoría del Comportamiento Planificado (Theory of Planned Behavior,
TPB) es un desarrollo de la TRA en la que se plantea que el comportamiento
puede no estar íntegramente controlado por la persona, al depender de una
serie de oportunidades y de recursos (tiempo, dinero, habilidades, destrezas,
cooperación de otros, etc.) (Ajzen, 1985). Por esta razón, este autor incorpora
una nueva variable a la TRA, denominada control conductual percibido,
afirmando que ésta afecta de forma significativa a la conducta27. Asimismo, la
importancia y validez de esta nueva variable queda demostrada por Ajzen y
Madden (1986) y Ajzen (1987), así como también la utilidad del modelo, para
hacer frente a las complejidades de la conducta humana (Ajzen, 1991).
Según exponen Ajzen y Madden (1986), el control conductual percibido
consiste en la facilidad o dificultad que la persona percibe para la realización de
la conducta, con base en su experiencia de conductas pasadas y la información
obtenida a través de otras personas, así como por otros factores. Por tanto, el
individuo se anticipa a posibles obstáculos e impedimentos para la realización
de tal conducta (Ajzen, 1987). Concretamente, esta nueva variable va a afectar
26 Cabe destacar la importancia de este constructo en formulaciones teóricas posteriores, especialmente en lo que respecta a su vinculación con los sistemas de información (Davis, 1989; Chiu et al., 2006).
27 Tal y como expone Ajzen y Madden (1986), la incorporación de este nuevo constructo responde al creciente interés en la literatura sobre el control conductual percibido, estimulado en gran medida por Rotter’s (1966, citado por Ajzen y Madden, 1986), Atkinson’s (1964, citado por Ajzen, 1987) y las aportaciones de Bandura (1977 y 1982), entre otros. En esta línea, Ajzen (1987) expone: “La idea de que la realización de la conducta depende en forma conjunta en la motivación (intención) y la capacidad (control de la conducta) no es en absoluto nueva”.
Capítulo 2. Marco teórico
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a la conducta de forma indirecta, a través de la intención, y también
directamente en el desarrollo de los objetivos de la conducta (Ajzen, 1985).
Al igual que la TRA la TPB se fundamenta en las creencias salientes de
la persona, de esta forma, la intención en la conducta va a quedar definida por
la combinación de: las creencias conductuales (actitudes hacia la conducta),
las creencias normativas (factores determinantes de la norma subjetiva) y,
como nueva propuesta, las creencias controladas (subyacentes a la percepción
del individuo sobre el control de su conducta, o dicho de otro modo, la
percepción de la persona en la posesión de atributos personales y
características necesarias para realizar una conducta) (Ajzen, 1985 y 1987).
Así pues, el planteamiento del TPB se recoge en la figura 2.6.
FIGURA 2.6.
MODELO DE LA TEORÍA DEL COMPORTAMIENTO PLANEADO
Fuente: adaptado de Ajzen (1985).
Anteriores investigaciones a la TPB, también dejaron patente la
importancia del control conductual percibido en la conducta, o lo que es lo
mismo, la confianza de la persona en su capacidad para realizarla (Ajzen,
1987). En esta línea, Ajzen (1985) alude al concepto de auto-eficacia28
desarrollado por Bandura (1977 y 1982), señalando que sirve como base para
la vinculación entre el control percibido y la realización de la conducta. En este
sentido, investigaciones posteriores que aplican TPB han utilizado ambos
constructos (Ries et al., 2012), mientras que otras han reemplazado el control
conductual percibido por la auto-eficacia (Fishbein e Izer, 2003).
28 En opinión de Ajzen (1991), la auto-eficacia y el control conductual percibido son considerados sinónimos, por la estrecha relación que mantienen ambos términos. En cambio, otras investigaciones han tratado de hacer distinción entre ambos términos. Una revisión de las mismas se puede observar en Conner y Armitage (1998).
Actitud hacia
la conducta
Norma subjetiva
Intención Conducta
Control
conductual
percibido
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 58
Del mismo modo, numerosos autores aseveran que con la incorporación
a la TRA del control conductual percibido, es decir con la TPB, se ha
aumentado significativamente la capacidad de predicción de la conducta
(Ajzen, 1991, Madden et al., 1992; Godin y Kok, 1996; Conner y Armitage,
1998; Armitage y Christian, 2003). No obstante, Shepperd et al. (1995) señalan
que esta variable no está del todo definida, por lo que requiere una formulación
más precisa. Además, estos autores abogan por la necesidad de extensión del
modelo, como puede ser en materia de auto-identidad o de obligación moral.
Por otra parte, Ajzen (1987) afirma que la TPB es útil en modelos
asociados a decisiones económicas, como es la adopción tecnológica y las
decisiones de inversión. No obstante, aunque este planteamiento explica en
gran parte la conducta social humana, existen aún campos de mejora en lo que
respecta a las relaciones que se establecen entre las creencias conductuales,
normativas y controladas (Ajzen, 1991). En esta línea, una exhaustiva revisión
del método y de las investigaciones que lo han utilizado es llevada a cabo por
Notani (1998), que concluye que este planteamiento es un predictor
significativo, aunque solamente en determinadas situaciones y bajo ciertas
premisas. Asimismo, este autor afirma, que la actitud es un predictor más
consistente que la intención conductual, una aportación que será considerada
en posteriores desarrollos teóricos.
2.1.5. MODELO DE ACEPTACIÓN TECNOLÓGICA (TAM)
El Modelo de Aceptación Tecnológica (Technology Acceptance Model,
TAM) fue propuesto por Fred Davis en 198529. El objetivo de este modelo es
establecer las variables y relaciones causales que determinan la actitud de los
usuarios para aceptar o rechazar las tecnologías de información (David, 1989).
Para ello, el modelo TAM se fundamenta en la TRA y se nutre de las
aportaciones de la TPB, que utilizará como base teórica para establecer los
elementos conductuales que van a ser determinantes en la intención de uso de
una tecnología (Venkatesh y Davis, 1996; Venkatesh, 1999; Venkatesh y Davis,
2000; Marangunić y Granić, 2015).
Las variables que ejercen de pilares básicos de este modelo y que han
sido acogidas de la TRA son la utilidad percibida, entendida como el nivel de
rendimiento o beneficio que un usuario cree recibir por utilizar una determinada
tecnología, y la facilidad de uso percibida, que hace referencia al grado en el
29 Este planteamiento se describe en la tesis doctoral de Davis titulada: “A technology acceptance model for empirically testing new end-user information systems: Theory and results”.
Capítulo 2. Marco teórico
Página 59
que un usuario percibe que el uso de una tecnología se encuentra libre de
esfuerzo (Davis, 1989; Venkatesh, 1999; Lee et al., 2003). La combinación de
ambas variables derivará en la actitud hacia el uso, que permite explicar y
pronosticar la intención uso de una tecnología30 (Davis, 1989; Marangunić y
Granić, 2015). De esta forma, tras numerosas investigaciones se afirma que
TAM logra explicar de forma consistente en torno a un 40 por ciento de la
varianza en la intención de uso de una tecnología (Venkatesh y Davis, 2000).
En concreto, el modelo TAM establecido por Davis (1989) postula que la
facilidad de uso percibida influye directa y de forma positiva en la utilidad
percibida. A su vez, ambas variables se encuentran condicionadas por una
serie de factores externos, del contexto que les rodea y que es preciso
identificar (tales como características del sistema, proceso de desarrollo, etc.).
La combinación de dichas variables explica la actitud hacia el uso, que junto
con la influencia directa de la utilidad percibida permite predecir la intención de
uso de una tecnología (figura 2.7).
FIGURA 2.7.
MODELO DE ACEPTACIÓN TECNOLÓGICA (TAM)
Fuente: adaptado de Davis (1989).
Tras presentar este modelo, se inicia un periodo en el que se va a
validar la utilidad y eficacia de este planteamiento (Lee et al., 2003). Por un
lado, mediante estudios comparativos en los que se discute su supremacía
frente a otras teorías análogas (Hubona y Cheney, 1994; Taylor y Todd, 1995).
Y por otra parte, mediante investigaciones centradas en implementar el TAM en
diferentes sistemas tecnológicos y contextos (Adams et al., 1992; Segars y
Grover 1993). En cómputo, la mayoría de los estudios centrados en este
30 En consonancia con la TRA, el modelo TAM se apoya en la intención de uso como predictor de la conducta, debido a que la teoría ha dejado patente la fuerte correlación existente entre la intención de uso y el comportamiento real (Dishaw y Strong, 1999).
Variables externas
Utilidad
percibida
Facilidad de uso percibida
Actitud
hacia el uso Intención
de uso Uso actual
del sistema
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 60
modelo coinciden en apoyarlo y validarlo, exponiendo su calidad y su
capacidad para obtener resultados estadísticamente fiables (Legris et al.,
2003).
Según Venkatesh y Davis (2000), tras poco más de una década de la
presentación de este modelo, queda claramente demostrada su fiabilidad y
fortaleza para predecir la adopción del uso de la tecnología. De esta forma, se
consolida como un marco teórico útil a este propósito, iniciándose una nueva
etapa de extensión, en la que se va a modificar, detallar y ampliar los
fundamentos que los constituyen, al objeto de mejorarlo (Lee et al., 2003).
Una importante contribución al modelo de Aceptación Tecnológica es la
ampliación efectuada por Venkatesh y Davis (2000), denominada TAM 2 (figura
2.2). En esta nueva propuesta se identifican y teorizan de forma más precisa
los principales factores que determinan la utilidad percibida, entre los que se
encuentran: variables de influencia social (norma subjetiva, voluntariedad e
imagen) y variables cognitivas (importancia para el trabajo, calidad de la salida,
visibilidad de los resultados y facilidad de uso percibida). Otra modificación que
se aprecia en este nuevo planteamiento es la omisión de la variable actitud
hacia el uso, debido a que los resultados de investigaciones previas revelan
que no es lo suficientemente relevante para mantenerla en el modelo
(Venkatesh y Davis, 2000).
FIGURA 2.8.
MODELO DE ACEPTACIÓN TECNOLÓGICA AMPLIADO (TAM 2)
Fuente: adaptado de Venkatesh y Davis (2000).
Utilidad
percibida
Facilidad de
uso percibida
Intención
de uso
Comportamiento
de uso
Norma
subjetiva
Calidad de la
salida
Visibilidad de
los resultaos
Voluntariedad Experiencia
Importancia
para el trabajo
Imagen
Capítulo 2. Marco teórico
Página 61
De esta forma, la influencia directa de la utilidad percibida y la facilidad
de uso percibida, junto con los efectos de la norma subjetiva, mediados por la
experiencia y la voluntariedad, van a ser los determinantes de la intención de
uso y consecuentemente de la conducta hacia el uso de la tecnología. Tal y
como se observa en la figura 2.8, se mantiene el núcleo del modelo que agrupa
a las variables del TAM original.
Un nuevo impulso y extensión del modelo es llevado a cabo por
Venkatesh y Bala (2008), que presentan el TAM 3. Este planteamiento es el
resultado de la combinación del TAM 2 (Venkatesh y Davis, 2000) junto con el
modelo de los determinantes de la facilidad de uso percibida (Venkatesh,
2000). Así pues, el TAM 3 conserva la estructura de su predecesor,
incorporando las variables que determinan la facilidad de uso percibida y que
pueden ser agrupadas en factores de anclaje (auto-eficacia, control percibido,
ansiedad y playfulness) y factores de ajuste (entretenimiento percibido y
usabilidad objetiva).
Asimismo, tal y como apunta Davis (1989), las investigaciones futuras
deben explorar nuevas variables que puedan afectar al núcleo del modelo. En
este sentido, en la literatura se pueden encontrar numerosas adaptaciones y
extensiones de TAM, como es la línea de investigación centrada en
implementar este modelo en los sistemas de planificación de recursos
empresariales (denominados ERP) (Amoako y Salam, 2004). Otro ejemplo de
ello se encuentra en los modelos híbridos, que combinan TAM junto con otros
marcos teóricos. Así pues, encontramos planteamientos como el UTAUT
(Venkatesh et al., 2003) o el modelo C-TAM-TPB (Taylor y Todd, 1995).
Finalmente, de los diferentes modelos de adopción tecnológica
existentes, el modelo TAM ha destacado frente al resto (Marangunić y Granić,
2015), convirtiéndose en uno de los planteamientos más influyentes,
extendidos y apoyados en este ámbito (Venktatesh y Davis, 2000; Lee et al.,
2003). En este sentido, King y He (2005) aseveran la fiabilidad, robustez y
potencialidad del método, tras realizar un amplio análisis de los estudios e
investigaciones que lo aplican. No obstante, el TAM no se encuentra exento de
limitaciones y críticas31, algunas de ellas procedentes del propio creador del
modelo. Así pues, David (1989) apunta la necesidad de dedicar un mayor
esfuerzo en estudiar la norma subjetiva, elemento de la TRA que se omite en
su planteamiento. Asimismo, este autor señala que el TAM presenta un
carácter simplista y parsimonioso, al omitir la influencia del contexto en las
creencias de los individuos que constituyen las principales variables del 31 Una recopilación de las limitaciones más relevantes expuestas en la literatura puede ser observada en Lee et al. (2003) o Cataldo (2012).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 62
modelo. Tales razones explican que esta teoría se haya visto envuelta en
sucesivas ampliaciones.
2.1.6. TEORÍA UNIFICADA DE ACEPTACIÓN Y USO DE LA TECNOLOGÍA
(UTAUT)
Con el objetivo de predecir el comportamiento individual en la adopción
tecnológica, Venkatesh et al. (2003) plantean y validan la denominada Teoría
Unificada de Aceptación y Uso de la Tecnología (Unified Theory of Acceptance
and Use of Technology, UTAUT), que integra los principales planteamientos
teóricos que destacan en la literatura. En concreto, la UTAUT se nutre de
aquellos modelos que han utilizado el uso como variable dependiente y la
intención como un predictor de la conducta. De esta forma, las teorías que
componen este nuevo planteamiento son las siguientes:
Teoría de Difusión de las Innovaciones (IDT)
Teoría de la Acción Razonada (TRA).
Teoría Cognitiva Social (TSC).
Teoría del Comportamiento Planificado (TPB).
Modelo de Aceptación Tecnológica (TAM).
Modelo de Utilización del PC (MPCU)
Modelo de Motivación (MM)
Modelo que combina factores predictivos de TAM y TPB (C-TAM-TPB).
De esta forma, la UTAUT se fundamenta en cuatro variables básicas, de
las cuales tres de ellas determinan la intención de la conducta, como predictor
del comportamiento de uso de la tecnología. Estas variables son: la expectativa
de rendimiento, la expectativa de esfuerzo y la influencia social. Asimismo, la
cuarta variable es denominada condiciones facilitadoras y, a diferencia de las
otras tres, afecta directamente a la conducta de uso. A su vez, estas variables
van a estar moderadas por los siguientes factores clave: el género, la edad, la
experiencia y la voluntad de uso (figura 2.9).
Capítulo 2. Marco teórico
Página 63
FIGURA 2.9.
MODELO UNIFICADO DE ACEPTACIÓN Y USO DE LA TECNOLOGÍA (UTAUT)
Fuente: adaptado de Venkatesh et al. (2003).
En opinión de Im et al. (2011), la parte más relevante de este
planteamiento responde a las variables expectativa de rendimiento y
expectativa de esfuerzo, como predictores de la intención de la conducta y, por
ende, de la conducta de uso. No obstante, la influencia social y las condiciones
facilitadoras, no incluidas en el TAM inicial, también van a ejercen un
destacado rol en el modelo. Del mismo modo, las variables moderadoras
tampoco deben ser subestimadas, ya que a través de ellas los autores del
modelo logran aumentar considerablemente la varianza en la intención de uso
de una tecnología, esto mismo ocurre en la mayoría de los modelos teóricos
que se integran en la UTAUT (Venkatesh et al., 2003).
Con base en Venkatesh et al. (2003), a continuación se detallan las
principales variables que integran este modelo32:
32 Tales variables sintetizan los principales constructos de los modelos que integran esta teoría. Así pues, se observa que la expectativa de rendimiento mantiene una estrecha similitud con: la utilidad percibida (TAM y C-TAM-TPB), la motivación extrínseca (MM), el rendimiento del trabajo (MPCU), la ventaja relativa (IDT) y las expectativas del resultado (SCT). Asimismo, la expectativa de esfuerzo se vincula con: la facilidad de uso percibida (TAM), la complejidad (MPCU) y la facilidad de uso (IDT). Del mismo modo, la influencia social se asocia con la norma subjetiva (TRA, TPB y C-TAM-TPB), los factores sociales (MPCU) o la imagen (IDT). Y por último, las condiciones facilitadoras están vinculadas con el control conductual percibido (TPB y C-TAM-TPB), las condiciones facilitadoras (MPCU) y la compatibilidad (IDT) (Venkatesh et al., 2003).
Género
Expectativa de
rendimiento
Expectativa de
esfuerzo
Influencia social
Condiciones
facilitadoras
Edad Experiencia Voluntad de
uso
Intención de
la conducta Conducta
de uso
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 64
La expectativa de rendimiento. Hace referencia al grado en el que una
persona percibe que el uso de una tecnología va a contribuir a la mejora
de sus resultados, en el desempeño laboral. Esta variable representa el
predictor más significativo en la intención de uso de la tecnología.
Asimismo, va a depender de las variables moderadoras género y edad,
ya que las investigaciones empíricas han demostrado que tales variables
biológicas van a afectar en la actitud hacia una tecnología.
La expectativa de esfuerzo. Está relacionada con el nivel de facilidad
percibida por el individuo, para hacer uso del sistema tecnológico.
Nuevamente, con base en la literatura, el género y la edad se incluyen
como variables moderadoras, así como la experiencia, debido a que la
facilidad de uso percibida será inferior en las primeras etapas de
contacto con la tecnología.
La influencia social. Es el grado en el que un individuo considera que
debe hacer uso de una tecnología, en función de las creencias
percibidas de aquellas personas de relevancia para él. A las variables
moderadoras señaladas en el constructo anterior (género, edad y
experiencia), se suma la influencia de la variable voluntad de uso, que
recoge la evidencia de que: una persona cumplirá las expectativas de
los demás en la medida en que éstos tengan la capacidad de
recompensar o castigar su conducta.
Condiciones facilitadoras. Responde a la medida en la que un usuario
percibe la existencia de infraestructuras técnicas y organizativas que
apoya el uso del sistema tecnológico. A diferencias de las anteriores
variables, ésta afecta directamente a la conducta de uso. En esta
ocasión, las variables moderadoras que ejercen una influencia
significativa y positiva en la conducta son la edad y la experiencia.
En definitiva, la UTAUT logra explicar, tal y como afirman sus autores, el
70 por ciento de la varianza en la intención de uso de la tecnología, superando
así a los principales marcos teóricos de los que se nutre, que explican entre un
17 por ciento y un 53 por ciento de dicha varianza. Una extensa revisión de las
teorías que aplican UTAUT es llevada a cabo por Dwivedi et al. (2011), que
destacan el amplio uso que se está realizando de este modelo. No obstante,
estos autores evidencian que en numerosos casos la UTAUT es aplicada de
forma poco rigurosa, al omitir determinadas variables del modelo o, por el
contrario, al incorporar nuevos constructos sin justificaciones sólidas o lógicas.
Entre las investigaciones que aplican UTAUT, se observa que existe un
consenso generalizado en determinar la validez y eficacia del modelo en la
adopción de sistemas tecnológicos (Anderson y Schwager, 2004; Oshlyansky
Capítulo 2. Marco teórico
Página 65
et al., 2007; Im et al., 2011; Ahmad, 2015). No obstante, numerosos autores
realizan propuestas de mejora para incrementar su capacidad explicativa. En
este sentido, Li y Kishore (2006) manifiestan la importancia de desarrollar y
apostar por nuevas escalas, en la medición de los constructos del modelo. Por
otro lado, en discrepancia con Oshlyansky et al. (2007) (que ratifican la validez
transcultural de la UTAUT) Im et al. (2011) hacen hincapié en la necesidad de
incorporar factores culturales, que pueden explicar las diferencias existentes en
el uso de la tecnología entre países.
Recientemente, fue presentada por Venkatesh et al. (2012) la
denominada UTAUT 2, que supone una extensión de este modelo, para
explicar la aceptación y uso de la tecnología en el contexto de consumo. Este
planteamiento incorpora tres nuevos constructos respecto a la UTAUT original:
motivación hedónica, precio-valor y hábito, eliminando la variable moderadora
voluntad de uso. Así pues, los autores del modelo señalan que con este nuevo
planteamiento se incrementa la varianza explicada hasta un 74 por ciento para
la intención de la conducta y en un 52 por ciento para el uso de la tecnología.
Este nuevo modelo se recoge en la figura 2.10.
FIGURA 2.10.
MODELO UNIFICADO DE ACEPTACIÓN Y USO DE LA TECNOLOGÍA (UTAUT2)
Fuente: adaptado de Venkatesh et al. (2012).
.
Género
Expectativa de
rendimiento
Expectativa de
esfuerzo
Influencia social
Condiciones
facilitadoras
Edad Experiencia
Intención de
la conducta Conducta
de uso
Motivación
hedónica
Precio-valor
Hábito
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 66
2.2. APORTACIONES TEÓRICAS EN LAS REDES SOCIALES
En la mayoría de investigaciones asociadas a la adopción y el uso de las
redes sociales se ha utilizado como marco de referencia alguna de las
diferentes propuestas teóricas citadas con anterioridad. De esta forma,
destacamos en la IDT a Young (2006) y Reich (2015), en la TRA los estudios
de Hsu y Lin (2008) y Kim et al. (2015), en la TSC a Chiu et al. (2006) y Lin et
al. (2009), en la TPB a Casaló et al. (2012) y Chang y Zhu (2011) y en la
UTAUT los trabajos de Anderson et al. (2004) o Gruzd et al. (2012), entre otros.
No obstante, si existe un modelo teórico que ha destacado en uso frente al
resto en el ámbito de las redes sociales ese es TAM. En este sentido, la
simplicidad, verificabilidad y versatilidad de este modelo son las razones de su
popularidad en este campo (King y He, 2005; Hossain y Silva, 2009; Rauniar et
al., 2014).
Atendiendo a las investigaciones que han aplicado el modelo TAM al
fenómeno de la Web 2.0 y en particular, a las redes sociales, se observa la
existencia de diferentes procedimientos de actuación. Uno de ellos responde a
las investigaciones que aplican el modelo TAM original, sin alterar su estructura
ni las variables que lo conforman, con el fin de validar el modelo en el ámbito
de las redes sociales. Entre este tipo de investigaciones destacamos a: Martins
y Soares (2011), Leng et al. (2011) o Alarcón et al. (2012). Cabe destacar que
todos estos autores coinciden en ratificar la utilidad del modelo como predictor
de la adopción de estas herramientas sociales.
Por otro lado, se encuentran las investigaciones que integran TAM junto
con otros modelos y desarrollos teóricos. En este caso, citamos a Mun et al.
(2006), Hsu et al., (2014) o Miranda et al. (2015). No obstante, en la literatura
se observa que la mayor parte de las investigaciones centradas en las redes
sociales optan por plantear un TAM extendido, incorporando y/o eliminando
variables, al objeto de ajustar el modelo a las características de su estudio o
intentar mejorarlo. En el cuadro 2.1 se recogen las variables que con mayor
frecuencia han sido integradas al modelo TAM.
Capítulo 2. Marco teórico
Página 67
CUADRO 2.1.
CONSTRUCTOS INCORPORADOS CON MAYOR FRECUENCIA A TAM EN ESTUDIOS DE REDES SOCIALES
VARIABLE AÑADIDA FUENTE
Confianza
Sledgianowski y Kulviwat (2008), Shin (2010), Lorenzo et al. (2011a), Lorenzo et al. (2011b), Dhami et al. (2013), Alarcón et al. (2014)
Riesgo percibido Lorenzo et al. (2011a), Lorenzo et al. (2011b), Alarcón et al. (2014)
Seguridad percibida Shin (2010), Kwon et al. (2014)
Privacidad percibida Shin (2010), Tan et al. (2012), Dhami et al. (2013)
Masa crítica percibida Rosen y Sherman (2006), Sledgianowski y Kulviwat (2008), Rauniar et al. (2014)
Norma subjetiva Sledgianowski y Kulviwat (2008), Willis (2008), Rejón et al. (2011), Choi y Chung (2012)
Fuente: elaboración propia.
Una gran parte de las variables añadidas al modelo TAM responden a la
motivación intrínseca, ya sea en términos generales (véase: Kim, 2012) o
mediante factores más específicos, como son: el flujo (Shin y Kim, 2008), la
absorción cognitiva (Lee, 2010); el disfrute percibido (Ernst, 2015), el
playfulness (Rauniar et al., 2014), etc. Asimismo, se han incorporado otro tipo
de variables como: la comunicación percibida (Kim, 2012), el grado de
integración percibido (Ernst, 2015), el capital social percibido (Choi y Chung,
2012), la fiabilidad y la capacidad percibida (Rauniar et al., 2014), la
conectividad y el sistema y servicio de calidad percibido (Kwon et al., 2014), la
externalidad de red (Lee, 2010), la participación y la sincronicidad percibida
(Shin y Kim, 2008), los tipos de lazos sociales (Hossain y Silva, 2009), la
imagen (Rejón et al., 2011), la utilidad de la tecnología (Dhami et al., 2013) o la
cultura (Pookulangara y Koesler, 2011), entre muchos otros.
Todos estos constructos han tenido un papel de relevancia en sus
respectivos modelos de investigación. No obstante, existen variables que han
resultado no ser significativas, como es: el intercambio de conocimiento (Kim,
2012) o la norma subjetiva en determinados casos (Sledgianowski y Kulviwat,
2008; Willis, 2008). A pesar de ello, la validez y utilidad del modelo TAM ha
quedado siempre puesta de manifiesto, existiendo un acuerdo generalizado en
determinar que TAM es un modelo eficaz para predecir la adopción de las
tecnologías en el campo de las redes sociales y la Web 2.0.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 68
Sin embargo, cabe destacar que numerosos de estos estudios dedican
una reducida atención a los diferentes tipos de lazos sociales (Hossain y Silva,
2009). Asimismo, se obvia la importancia de la influencia social y de estudiar al
individuo en un contexto comunitario (Vannoy y Palvia, 2010). Por estas
razones, tales estudios recurren a otros modelos con un mayor enfoque en la
conducta social, en la motivación intrínseca o, como alternativa, incorporan
nuevas dimensiones sociales a este modelo33. En esta línea, Ngai et al. (2015)
recopilan y clasifican los principales marcos teóricos utilizados en el ámbito de
las redes sociales, estableciendo una cadena causal que sintetiza el
procedimiento de actuación de estas investigaciones (figura 2.11).
FIGURA 2.11.
CADENA CAUSAL EN LAS INVESTIGACIONES EN REDES SOCIALES
Fuente: adaptado de Ngai et al. (2015).
33 Ejemplos de ello son: Li (2011), Chen et al. (2012), Yu et al. (2013), Pai y Arnott (2013), etc.
Características de los usuarios
Demográficas
Personalidad
Diferencias culturales
Factores sociales
Influencia social
Influencia capital
Factores sociales Influencia social Influencia capital
Otros
Atributos organizacionales Orientación del consumidor
Orientación de marketing
Atributos de los usuarios Percepción del usuario
Experiencia del usuario
Personalidad del usuario
Contexto organizacional Equidad de marca
Relaciones con clientes
Contexto personal Intención del usuario
Conducta del usuario
MODERADORES
ANTECEDENTES RESULTADOS
MEDIADORES
Factores sociales Influencia social Influencia capital
Otros
Atributos de los usuarios Percepción del usuario Conducta del usuario
Atributos de la plataforma Elección de herramientas
Integración de la
herramienta
Capítulo 2. Marco teórico
Página 69
2.3. EL MARKETING RELACIONAL
El marketing puede ser entendido, según la Asociación Americana de
Marketing (AMA, 2015) como: “la actividad, conjunto de instituciones y
procesos para crear, comunicar, entregar e intercambiar ofertas que tienen
valor para los consumidores, clientes, socios y la sociedad en general.” Desde
las primeras menciones al término marketing en los albores del siglo XX (Sheth
y Parvatiyar, 1995), este concepto se ha ido modulando a los cambios sociales,
económicos y tecnológicos producidos en la sociedad (Grönroos, 2004; Cobo y
González, 2007). En términos generales, la evolución marketing como
concepto, junto con sus implicaciones y competencias se puede catalogar bajo
un doble enfoque (Jüttner y Wehrli 1994; Gruen 1995; Hedaa y Ritter 2005):
El enfoque de marketing de transacción, orientado al mercado y al
producto (Grönroos, 1996b), con interés en el intercambio y axiomas
centrados en la independencia de elección entre las partes y la
competitividad y el conflicto (Sheth y Parvatiyar, 1995).
Y en el otro extremo, el marketing relacional con un horizonte a largo
plazo y énfasis en la relación con el cliente, la cooperación mutua y la
interdependencia de las partes para formas vínculos (Sheth y Parvatiyar,
1995; Grönroos, 1996b).
El marketing mix puede considerarse como el principal exponente del
marketing transaccional (Gummesson, 1994). Este concepto fue acuñado en la
década de 1950 por Neil Borden, con fundamento en una secuencia de doce
parámetros, que posteriormente se han sintetizado en cuatro variables
(producto, precio, distribución y comercialización). Son escasos los diferentes
enfoques de marketing que han permanecido tras la irrupción de este modelo,
que ha pasado a consagrarse como un indiscutible enfoque de referencia en el
marketing, tanto a nivel teórico como práctico (Grönroos, 1994). No obstante, el
marketing mix no está exento de detractores. Una línea de crítica asevera que
este modelo es incompleto, al ignorar las necesidades del cliente, los servicios
y el marketing industrial (Gummesson, 1994).
Un cambio de paradigma se produce con el marketing de relaciones, que
aporta una nueva forma de concebir la comercialización (Gummesson, 1994;
Grönroos, 1994; Sheth y Parvatiyar, 1995). Según Grönroos (1996a), es
necesario comprender la naturaleza de este modelo y su filosofía, para evitar
caer por defecto en el marketing transaccional. De esta forma, el marketing
relacional se aleja del enfoque funcional para inmiscuirse, expandirse y
extenderse por todo el negocio (Cravens y Piercy, 1994).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 70
A todo esto, el impulso de Internet ha ejercido un gran impacto en el
marketing, que ha derivado en la aparición de nuevas estrategias online y
términos conceptuales (Kotler y Armstrong, 2010). Una de ellos es el marketing
viral, definido por estos autores como la versión boca a boca de Internet. De
acuerdo con Godin (2007), agregar estas nuevas estrategias no resulta tan
eficaz como se concibe, la importancia radica en comprender e integrar esta
nueva concepción de marketing.
El marketing relacional o de relaciones empezó a gestarse como un
nuevo paradigma en la década de los 7034, fruto de las aportaciones de dos
corrientes de investigación: la Escuela Nórdica, centrada en el marketing de
servicio; y el grupo IMP con un enfoque de red derivado del marketing industrial
(Grönroos, 1996a; Hennig y Hansen, 2000). Asimismo, algunas contribuciones
también se derivan del marketing mix (Gummesson, 1994). En concreto, el
concepto de marketing relacional como tal, no fue acuñado hasta la década de
los 80, de la mano de Berry (Berry, 1983). Más tarde, en los años 90, se
empieza a apreciar un gran auge del marketing relacional (Grönroos, 1994;
Gummesson, 1994), mientras que el marketing mix empieza a perder posición
(Grönroos, 1994).
Entre las múltiples definiciones presentes sobre marketing relacional, es
fácil encontrar denominadores comunes que revelan cuales son las piedras
angulares que conforman y caracterizan este concepto. De esta forma, el
marketing relacional podemos definirlo como: “Un proceso centrado en
establecer, desarrollar y mantener relaciones de forma exitosa con los actores
del entorno (Morgan y Hunt, 1994), bajo un horizonte a largo plazo
(Gummesson, 1987 y 1994; Jüttner y Wehrli 1994), fundamentado en una
relación de satisfacción y confianza entre las partes (Gruen 1995; Bitner, 1995;
Geyskens et al., 1996; Grönroos 1996a) y con base en la cooperación (Cravens
y Piercy, 1994; Morgan y Hunt, 1994; Sheth y Parvatiyar, 1995), confiriendo un
mayor valor al producto (Jüttner y Wehrli 1994; Evans y Laskin 1994), con el fin
de alcanzar una ventaja competitiva sostenible a largo plazo (Grönroos, 1994;
Jüttner y Wehrli 1994; Ravald y Grönroos, 1996)”.
Uno de los términos más relevantes ligado al marketing relacional es el
término valor (Ravald y Grönroos, 1996), que se origina con la interacción entre
comprador y vendedor (Jüttner y Wehrli, 1994). La creación de valor debe ser
superior al que pueda derivar de la simple transacción (Pedraja y Rivera, 2002)
y debe respaldarse a lo largo del proceso de interacción (Grönroos, 2004).
34 No obstante, el marketing de relaciones es una práctica con mayor antigüedad a su origen y desarrollo literario, por lo que no debe tratarse como un concepto novedoso (Sheth y Parvatiyar 1995; Grönroos 1996a).
Capítulo 2. Marco teórico
Página 71
Según Jüttner y Wehrli, (1994) el valor se manifiesta mediante los
atributos tangibles e intangibles del producto y/o proceso, donde la distribución
pasa a ser una variable crítica y potencial para la generación de éste. Así pues,
un aumento de valor fortalece las relaciones que se establecen entre la
organización y el entorno, así como la fidelidad de los clientes (Jüttner y Wehrli,
1994; Gruen, 1995; Ravald y Grönroos, 1996).
Otro elemento referenciado con frecuencia en el marketing relacional es
la cooperación, como relevo a la competencia, la rivalidad y el conflicto para
generar valor (Morgan y Hunt, 1994; Sheth y Parvatiyar, 1995). Según Morgan
y Hunt (1994), la cooperación consiste en el trabajo conjunto de las partes para
alcanzar metas comunes. Así pues, una red de cooperación eficaz con base en
el compromiso y la confianza, promueve una competencia efectiva entre
diferentes redes, lo que suscita el éxito del marketing relacional. De esta forma,
es importante establecer desde la organización establecer una simbiosis entre
ambos conceptos contrapuestos, cooperación y competencia (Cobo y
González, 2007). En la figura 2.12 se representa de forma sucinta estas
implicaciones:
FIGURA 2.12.
PROCESO DE MARKETING RELACIONAL
Fuente: elaboración propia.
Confianza/
Satisfacción ORGANIZACIÓN ACTORES
PRODUCTO
VALOR
INTERACCIÓN
COMUNICACIÓN
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 72
Página 73
CAPÍTULO 3
ESTUDIO DELPHI
Iniciamos la investigación desarrollando una técnica Delphi, al objeto de
recabar la opinión de los expertos sobre el potencial y las perspectivas de uso
de las redes sociales en el sector oleícola. Esta información nos ayudará a
identificar las cuestiones clave sobre el tema a investigar y a profundizar en
ellas en capítulos posteriores. De esta forma, el presente capítulo se inicia con
una descripción del método Delphi, para continuar con su aplicación práctica y,
finalmente, con los resultados obtenidos y las consideraciones finales.
3.1. DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA
3.1.1. EVOLUCIÓN Y CARACTERÍSTICAS
La herramienta de análisis prospectivo Delphi35 surge como tal en 1964,
en la organización de investigación y desarrollo Rand Corporation de Santa
Mónica, California, de la mano de los matemáticos Olaf Helmer y Norman
Dalkey (Linstone y Turoff, 197536). El propósito de esta técnica es proporcionar
información sobre situaciones donde es necesaria la previsión y el juicio
humano, debido a la escasez de antecedentes teóricos y de datos (Goldfisher,
1992), que imposibilita el uso de modelos y métodos estadísticos (Rowe y
Wright, 1999). Tal contexto, obliga a recurrir a expertos, que pueden esclarecer
el tema de estudio con su experiencia y conocimiento (Cabero e Infante, 2014).
Sahal y Yee (1975) destacan el carácter grupal del método Delphi y la
superioridad de los juicios grupales frente a los individuales, especialmente en
situaciones de incertidumbre y con escasez de información. Dalkey (1972)
añade: “two heads are better than one, or...n heads are better than one”,
considerando la tautología de que un grupo de personas proporciona más
35 El origen etimológico del vocablo Delphi hace alusión a la ciudad griega Delfos (en latín, Delphi), centro espiritual y religioso en el que residía el afamado Oráculo de Delfos (Astigarraga, 2003). En este sentido, cabe indicar como la propia denominación del método da a entrever su finalidad predictiva.
36 Esta fuente recoge una detallada descripción de la evolución y desarrollo de la técnica.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 74
información sobre un tema que una sola. Por ende, esta técnica ha sido
diseñada como un proceso de comunicación grupal, para alcanzar un consenso
entre expertos de una misma área sobre un asunto concreto (Linstone y Turoff,
1975). Así pues, es importante considerar Delphi como una estructura de
comunicación, que permite realizar una discusión crítica y detallada, en vez de
forzar un consenso rápido entre las partes (Turoff y Hiltz, 1996).
Las principales características del método Delphi que han sido
señaladas en la literatura como conditio sine qua non para desarrollarla con
éxito son (Dalkey, 1972; Taylor y Meinhardt, 1985; Rowe y Wright, 1999;
Landeta, 2006; Hsu y Sandford, 2007):
Anonimato. Es preciso garantizar la privacidad de las respuestas
particulares de los miembros del panel de expertos, con la finalidad de
garantizar la originalidad y heterogeneidad de opiniones, evitando el
denominado efecto contagio (bandwagon effect) (Linstone y Turoff, 1975)
y las presiones sociales37. Esta cualidad se consigue utilizando el
cuestionario.
Iteración. El contacto reiterado con los expertos favorece la obtención de
datos más sustanciales, al permitirles revaluar sus juicios iniciales y, si lo
consideran oportuno, poder modificar, detallar o rectificar su opinión.
Retroalimentación controlada. Cribada y analizada la información obtenida
en iteraciones anteriores, su difusión entre los expertos les permite y
alienta a reconsiderar su opinión previa. La retroalimentación es una
característica esencial en el método Delphi, aunque existe un
distanciamiento entre las recomendaciones literarias del método clásico,
con los estudios experimentales realizados a nivel empírico (Rowe y
Wright, 1999). Según Hsu y Sandford (2007), las variables estadísticas de
tendencia central y de dispersión de datos, son las más recurridas para
retroalimentar a los expertos.
Agregación estadística a la respuesta del grupo. Las respuestas
individuales que se han obtenido deben ser procesadas estadísticamente,
con el propósito de obtener una respuesta global, interpretar los datos y
conocer el grado de consenso alcanzado, para extraer las pertinentes
conclusiones.
37 El anonimato evita que la reputación o el prestigio de determinados expertos sean factores influyentes en la opinión del resto de integrantes, se reduce la presión para la conformidad del grupo y se disminuye el ruido, entendido como la distorsión de los datos en intereses individuales o grupales en pos de la resolución del problema (Dalkey, 1972). Además, aporta a los expertos la tranquilidad de poder garantizar su reputación, en caso de que opten por cambiar o rectificar su juicio (Taylor y Meinhardt, 1985).
Capítulo 3. Estudio Delphi
Página 75
Asimismo, Turoff y Hiltz (1996) señalan como una de las características
más relevantes y menos valoradas de esta técnica la posibilidad de que los
panelistas puedan participar de manera asíncrona, ventaja que ha sido
potenciada por el uso de Internet en el proceso (White et al., 2007). Este
atributo permite a los expertos contribuir en el momento que determinen
oportuno y en los aspectos que deseen.
Respecto al número de iteraciones, debe ser el menor posible, para
evitar fatigas y molestias, que acarren la deserción de la técnica (Mitchell,
1992). Además, un número elevado de circulaciones puede suponer la pérdida
de interés por parte de los expertos (Loo, 2002) y llevar a un consenso ficticio
(Landeta, 1999). Igualmente, Schmidt (1997) considera que un número de
rondas superior al necesario implica una pérdida de tiempo y unos resultados
engañosos, inducidos por el impulso de la media, por lo que no es aconsejable
realizar más de tres rondas (Linstone y Turoff, 1975). Asimismo, para Dalkey
(1969), los resultados más significativos se alcanzan en las dos primeras
rondas. Además, Rowe y Wright (1999) señalan que la mayoría de estudios
Delphi rara vez supera las dos iteraciones.
3.1.2. DETERMINACIÓN DE VARIABLES
Los principales elementos de la técnica Delphi son el panel de expertos
y el cuestionario (Luna et al., 2006). Según Astigarraga (2003), el esfuerzo y la
atención dedicada a tales elementos van a determinar la calidad de los
resultados obtenidos.
El panel de expertos debe estar formado por individuos capaces de
aportar inputs relevantes (Landeta, 1999), esto es, personas competentes e
instruidas en la materia, académicos y/o profesionales que suministren
información relevante sobre el tema objeto de estudio (Sanchis, 2010). Hsu y
Sandford (2007) se hacen eco en considerar esta fase la más relevante de la
técnica Delphi. De acuerdo con Loo (2002), es preciso informar a los expertos
sobre el procedimiento que se va a realizar, así como motivarlos. Para ello,
Turoff y Hiltz (1996) resaltan la importancia de obtener la confianza de los
encuestados, para facilitar la obtención de datos, especialmente los
cuantitativos. Para determinar el número idóneo de panelistas, Dalkey et al.
(1970) representaron gráficamente la relación entre el tamaño del grupo de
expertos y el error promedio del grupo, apoyándose en datos experimentales
previos. Con base en los resultados que obtuvieron, señalan que el tamaño
idóneo del panel de expertos se encuentra entre un mínimo de 7 y un máximo
de 29 expertos, tramo en el que se reduce el error grupal y se compensa el
coste de incrementar el grupo.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 76
No obstante, determinar el tamaño idóneo del grupo de expertos ha
generado gran controversia en la literatura. Delbecq et al. (1975) recomiendan
recurrir al número mínimo posible, considerando suficiente un panel de 10 a 15
expertos para estudios no complejos. Para Malla y Zabala (1978) un panel
metodológicamente fiable es el formado por entre 15 y 20 expertos. Asimismo,
Okoli y Pawlowski (2004) aconsejan, con base en las recomendaciones de la
literatura, un panel de entre 10 y 18 expertos. Según Gordon (1994), la mayoría
de los estudios utiliza paneles de entre 15 y 35 personas, mientras otros
incluso involucran a cientos, aprovechando la presencia de nuevas
aplicaciones informáticas. No obstante, diversos autores sugieren trabajar con
grupos reducidos, de no más de 20 integrantes (Baker et al., 2006).
En definitiva, el objetivo consiste en buscar un número óptimo de
expertos que se ajuste a las características del estudio (Loo, 2002),
suficientemente grande para proporcionar una muestra representativa, pero sin
alcanzar un tamaño excesivo que dificulte la ejecución y finalización del
proceso (Hsu y Sandford, 2007). En esta línea, Linstone y Turoff (1975)
señalan que el número de panelistas no es tan relevante como la experiencia y
los conocimientos que los participantes posean.
Por otra parte, el cuestionario es un instrumento clave para la ejecución
de la técnica, al ser el medio que recoge la información procedente del panel
de expertos (Dalkey, 1969; Linstone y Turoff, 1975; Luna et al., 2006). Este
cuestionario debe abordar el problema desde diferentes perspectivas (Turoff y
Hiltz, 1996) y su estructura dependerá de las características de la investigación
y de la fase en la que se encuentre el procedimiento Delphi (Gordon, 1994). De
acuerdo con Mitchell (1992), el número de preguntas no debe ser excesivo, así
como tampoco el tiempo para efectuar el cuestionario, para lo que establece un
periodo límite de 30 minutos por ronda. Las preguntas deben ser cuantificables
(Landeta, 2006), concretas y precisas, para evitar caer en problemas de
ambigüedad (Luna et al., 2006).
Sin embargo, son numerosas las referencias literarias que aconsejan
incluir cuestiones abiertas en la ronda inicial (Mitchell, 1992; Landeta, 1999),
con el objetivo de enriquecer y complementar el análisis, al otorgar una mayor
libertad de respuesta a los expertos (Martino, 1983; Loo, 2002). Además, la
interacción de los expertos con la información cualitativa obtenida en rondas
previas, mejora la calidad de la opinión del grupo, a la vez que motiva y
compensa a los panelistas, que ven incluidas sus aportaciones (Landeta,
2006).
Capítulo 3. Estudio Delphi
Página 77
Asimismo, de acuerdo con Turoff y Hiltz (1996), es necesario informar a
los expertos sobre la posibilidad de eludir las preguntas que desconozcan, o en
su defecto, aportar su visión con base en un juicio de valor. Según Gordon
(1994), las preguntas realizadas en el método Delphi deben seguir una las tres
siguientes líneas: cavilar sobre la posibilidad de que ocurra un acontecimiento
futuro; determinar la conveniencia de que ocurra tal suceso; y estudiar los
medios o herramientas necesarias para lograr o evitar tal situación.
3.1.3. VENTAJAS, INCONVENIENTES Y VALIDEZ DE LA TÉCNICA
La principal ventaja de la metodología Delphi es su carácter predictor y
exploratorio, ideal en situaciones de incertidumbre (Linstone y Turoff, 1975;
Goldfisher, 1992; Gordon, 1994). Además, esta herramienta confiere una serie
de ventajas (coste, tiempo, eficacia, heterogeneidad de respuesta, etc.) frente a
otras metodologías de análisis similares (como son la técnica de los grupos
focales, la técnica de los grupos nominales, etc.), que precisan de encuentros
cara a cara para poder ejecutarlas (Loo, 2002; Yousuf, 2007).
No obstante, esta herramienta no es fácil de efectuar (Gordon, 1994) y
tampoco está exenta de críticas y de hándicaps que dificulten su uso. En este
sentido, Linstone y Turoff (1975) advierten sobre la importancia de la
retroalimentación, su gestión y el tratamiento de los expertos, así como de
evitar prejuicios en la elaboración del método, para no influir en los resultados y
que la técnica falle. Gupta y Clarke (1996) describen varios de los menoscabos
más relevantes:
Deficiencias conceptuales y metodológicas, que ponen en riesgo el
correcto tratamiento de las variables del método, especialmente la
elaboración del cuestionario y la elección de los expertos. Según Gordon
(1994), es necesario prestar una especial atención a estas variables para
evitar ambigüedades.
Resulta difícil establecer la correcta probabilidad subjetiva de cada
experto, salvo con un gran número de experimentos idénticos.
Los expertos pueden influir, deliberadamente o de forma inadvertida, para
alcanzar unos resultados deseados o hacer que se alcance un consenso
para detener el proceso. De acuerdo con Yousuf (2007), este tipo de
consenso no conduce a los mejores juicios.
Ausencia de criterios para la elección de los expertos y la falta de
indicadores que revelen que su juicio es más fiable.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 78
Asimismo, se señalan otras desventajas derivadas de las propias
fortalezas del método: carácter grupal, anonimato, retroalimentación, etc.
La fiabilidad y eficacia de esta técnica ha quedado demostrada por
numerosos eruditos en la materia (Linstone y Turoff, 1975; Goldfisher, 1992;
Turoff y Hiltz, 1996; Gupta y Clarke, 1996; Okoli y Pawlowski, 2004; Landeta,
2006, entre otros). En esta línea, destaca el trabajo de Rowe y Wright (1999),
que efectúan una profunda revisión de la literatura sobre la técnica Delphi, con
el objetivo de determinar su efectividad. Otro punto de referencia es Landeta
(2006), que confirma la validez de esta técnica en el contexto actual, útil en la
previsión y como medio de apoyo en la toma de decisiones. Según este autor,
esta metodología destaca en el ámbito de las ciencias sociales, en el que la
complejidad y variabilidad del carácter humano son eco de los continuos
cambios en las previsiones de futuro y de su creciente imprevisibilidad.
De la misma forma, White et al., (2007) inciden en la utilidad de este
método y consideran la metodología Delphi como una herramienta de gran
valor y exclusividad por sus características, entre las que citan: su carácter
grupal y cooperativo, su capacidad para generar y evaluar ideas, conducir el
debate a las áreas de desacuerdo e incertidumbre y resolver problemas en
grupo, mediante el intercambio de conocimiento tácito entre profesionales.
La validez y actualidad de la técnica Delphi también se ponen de
manifiesto a través del elevado número de publicaciones y de estudios que
aluden a ella. Una exhaustiva recopilación de los artículos que versan sobre
esta metodología ha sido llevada a cabo por Gupta y Clarke (1996), que
compilan un total de 463 publicaciones entre 1975 y 1994. Una continuación de
este trabajo es efectuada por Landeta (2006), que revisa cuatro bases de datos
científicas y tecnológicas de reconocimiento mundial, entre 1995 y 2004,
localizando más de 2.200 publicaciones ligadas a esta técnica. En esta fuente
de datos, se afirma la validez del método Delphi y se revela que su uso se
encuentra en auge.
3.2. ¿POR QUÉ USAR ESTA TÉCNICA?
Realizando una revisión de la literatura sobre el sector del aceite de
oliva, sorprende la escasez de investigaciones y estudios que abordan el
fenómeno de las redes sociales virtuales, un tema de actualidad y cada vez
más relevante para las organizaciones que operan en la Web. La ausencia de
antecedentes teóricos y la exigüidad de fuentes secundarias obligan recurrir a
técnicas prospectivas basadas en la opinión de expertos. En este sentido, la
Capítulo 3. Estudio Delphi
Página 79
técnica Delphi es probablemente el método de expertos más eficaz (Luna et al.,
2006).
La metodología Delphi ha sido utilizada en investigaciones afines a la
nuestra. A través de una revisión de la literatura, encontramos ejemplos de
trabajos que han utilizado la herramienta de análisis Delphi para poner de
manifiesto la necesidad e importancia de invertir en I+D+I dentro del sector
oleícola (Sanz et al., 2011; Sayadi et al., 2012). Asimismo, encontramos
autores que han empleado esta técnica para determinar los beneficios e
implicaciones de la conversión al olivar ecológico, como medida de
sostenibilidad ambiental, social y económica del territorio (Arriaza y Nekhay,
2010; Rocamora et al., 2013). De igual forma, son numerosos los estudios
Delphi que versan sobre cooperativismo agrario. Entre ellos, citamos a Campos
y Chaves (2012) y a Eid y Martínez (2014), que ponen de manifiesto la crisis
del sector agrícola y señalan las sociedades de carácter cooperativo como el
modelo de negocio idóneo para la mejora del bienestar de la sociedad, por sus
valores y responsabilidad económica, social y ambiental. Finalmente, esta
técnica también se ha aplicado en investigaciones referentes a la Web 2.0 y los
sitios web de redes sociales. Ejemplos de ello son: Hamm (2008), Axinia (2011)
o Linke y Zerfass (2012).
3.3. PROCEDIMIENTO Y ELABORACIÓN DEL MÉTODO DELPHI
Definida la técnica de análisis prospectivo Delphi, la siguiente fase de
actuación que nos atañe es su ejecución (figura 3.1). En la elaboración de esta
técnica se van a seguir las siguientes fases propuestas por Astigarraga (2003),
con especial atención a las recomendaciones establecidas en la literatura
especializada:
1. Formulación del problema.
2. Elección de expertos.
3. Elaboración y lanzamiento de los cuestionarios.
4. Desarrollo práctico y explotación de los resultados.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 80
FIGURA 3.1.
PROCEDIMIENTO DELPHI
Fuente: elaboración propia.
3.3.1. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA
La finalidad que se pretende alcanzar consiste en arrojar luz sobre los
efectos y resultados de la implantación de las redes sociales en el sector
oleícola con especial atención al aceite de oliva virgen extra ecológico. Así
pues, las preguntas de investigación en las que se busca una respuesta
utilizando esta técnica son las siguientes:
RQ1. ¿Son las redes sociales online un elemento generador de valor para
las empresas oleícolas?
RQ2. En el sector oleícola, ¿Qué funciones empresariales son las más
beneficiadas por la utilización de las redes sociales?
RQ3. ¿Cómo será la penetración de las redes sociales en el sector del
aceite de oliva, en un futuro cercano?
RQ4. ¿Qué factores impulsan o frenan la penetración de las redes sociales
en el tejido empresarial del sector del aceite de oliva?
RQ5. ¿Qué beneficios e inconvenientes pueden derivarse de una mayor
penetración de las redes sociales en el tejido empresarial oleícola?
(Si procede, otras reiteraciones)
Realización de las rondas o circulaciones
Análisis de los resultados y
retroalimentación
Panel de expertos
Primera circulación
Segunda circulación
Cuestionario
Pronóstico final
Objetivo de la investigación y revisión de la literatura
Determinación de elementos básicos para el proceso
Finalización de la técnica
Consenso
Estabilidad
Capítulo 3. Estudio Delphi
Página 81
Estas cuestiones, se sintetizan en un doble objetivo. Por un lado, estimar
la penetración y el impacto de las redes sociales en el sector oleícola. Y, por
otra parte, determinar la utilidad y el valor que pueden aportar estas
herramientas a las entidades que operan en el citado sector.
3.3.2. ELECCIÓN DE EXPERTOS
Para la elección de los expertos, se contactó con un grupo heterogéneo
de académicos, emprendedores y profesionales vinculados a los medios
sociales, al objeto de poder englobar diferentes ópticas sobre el tema de
estudio (Von der Gracht, 2012). De esta forma, todos los miembros del panel
de expertos poseen una vinculación y conocimientos avanzados en los medios
sociales, por su formación académica o por su ámbito laboral. Asimismo, cabe
destacar que gran parte de los expertos participantes poseen un alto nivel de
formación y vinculación con el ámbito agroalimentario y, en especial, con el
sector oleícola.
El tamaño óptimo del panel de expertos considerando las características
y complejidad del tema de estudio y las recomendaciones literarias, se fijó entre
17 y 20 personas, intervalo metodológicamente fiable para numerosos autores
(Dalkey, et al., 1970; Malla y Zabala, 1978; Landeta, 1999; Okoli y Pawlowski,
2004; Baker et al., 2006). Teniendo en cuenta las posibles bajas por rechazo y
abandono, se procedió a contactar con un total de 23 expertos. Finalmente,
decidieron participar un total de 20 (anexo 138). A lo largo del desarrollo de la
técnica no se produjo ningún abandono. Por tanto, se logró finalizar el
procedimiento sin que el número de panelistas inicial se viera reducido39.
3.3.3. ELABORACIÓN Y LANZAMIENTO DE LOS CUESTIONARIOS
Previamente al desarrollo de la técnica Delphi, se fijó realizar dos
circulaciones, número de iteraciones aconsejable y suficiente para numerosos
autores (Luna et al., 2006; Mohedano, 2013). No obstante, si los resultados así
lo requieren, es necesario barajar la posibilidad de realizar una tercera ronda
(Juliá y Polo, 2006), interesante para precisar resultados, pero innecesaria si se
alcanza en la circulación previa un alto grado de consenso y/o estabilidad.
38 En el anexo 1 se presenta a los panelistas participantes en el estudio, junto con una breve reseña de sus competencias y habilidades académicas y/o profesionales.
39 Alcanzado este punto, es preciso abrir un paréntesis para agradecer a los expertos su participación y compromiso con este trabajo. Y señalar, como principales responsables de ello, a los directores de esta tesis, cuya intachable trayectoria profesional y amplia red de contactos, fruto de numerosos años de dedicación y esfuerzo, facilitó e hizo posible el contacto con los expertos y su involucración.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 82
3.3.3.1. PRIMERA CIRCULACIÓN
Siguiendo las recomendaciones expuestas en la literatura, la primera
circulación lleva anexa una carta de presentación junto con el primer
cuestionario (Loo, 2002; Astigarraga, 2003; Landeta, 2006). En la carta de
presentación (anexo 2) se expone a los expertos el objetivo del trabajo de
investigación, el procedimiento para la realización de la técnica Delphi y el
contenido del primer bloque de cuestiones. Además, es puesta de manifiesto a
los expertos la importancia de su aportación, el carácter confidencial y anónimo
de sus respuestas, así como una serie de recomendaciones para facilitar la
cumplimentación del cuestionario.
Un riesgo asociado a esta metodología, que se acentúa en el campo de
las ciencias sociales, es la percepción negativa de los panelistas cuando se les
exige un gran esfuerzo o dejan de percibir la utilidad y los rendimientos de su
contribución (Landeta, 2006). Por ende, se ha diseñado un cuestionario
estructurado, compacto y autorellenable de forma que pueda facilitar y agilizar
su cumplimentación (anexo 3). Este cuestionario se compone de un total de 10
preguntas, con un tiempo estimado de realización de, a lo sumo, 15 minutos.
Para motivar a los expertos y lograr que participen más activamente en el
estudio, se les informa que los resultados del estudio y la publicación del
mismo les serán facilitados, una vez concluya.
Las preguntas que recoge el primer cuestionario se han diseñado con
base en la literatura40. Por otra parte, los métodos de medición de cada
pregunta varían atendiendo a la naturaleza de la misma. El cuestionario inicial
diseñado se compone en su mayoría de preguntas de escala Likert, que es el
sistema de medición por excelencia en los estudios Delphi (Linstone y Turoff,
1975). La escala Likert utilizada ha sido de cuatro puntos (total desacuerdo a
total acuerdo), sin considerar la opción “indiferente”, que enjuiciamos poco
relevante de acuerdo con las preguntas planteadas (Hernández et al., 2001).
También se ha elegido esta escala para forzar la valoración de los
entrevistados (Barredo, 2011) y obtener así, resultados más clarificadores. Este
cuestionario inicial incluye preguntas abiertas y cualitativas que complementan
a las cuestiones cuantitativas, con el fin de considerar la libre opinión de los
expertos, que será de gran utilidad para interpretar los resultados. Además,
este primer cuestionario incluye una tabla de referencia y control, para facilitar
la gestión y el tratamiento de los datos (Gordon, 1994).
40 Para confeccionar las preguntas se ha efectuado una revisión de los análisis DAFO centrados en el sector oleícola (Ciruela y cuadrado, 2012). Además, se han revisado diversos estudios centrados en la implantación de las redes sociales en las empresas.
Capítulo 3. Estudio Delphi
Página 83
Por otro lado, los cuestionarios se diseñaron en formato “pdf” y en
formato “doc”. Acto seguido, se comprobó su funcionalidad en diferentes
equipos informáticos y sistemas operativos (Windows, Linux y Mac), para
prevenir futuros errores y escollos en su cumplimentación. Posteriormente,
fueron lanzados a los panelistas, desde finales de enero hasta principios de
febrero de 2015, a través de correo electrónico, previa comunicación formal, vía
telefónica o escrita con los expertos.
3.3.3.2. SEGUNDA CIRCULACIÓN
Recibidos de vuelta los cuestionarios cumplimentados, las respuestas de
los expertos fueron grabadas en una base de datos para su eficiente control y
tratamiento estadístico (Astigarraga, 2003). En primer lugar, se calcularon los
estadísticos descriptivos de tendencia central (mediana, media y moda) y de
dispersión (varianza, desviación estándar y cuartiles), con el propósito de
interpretar los datos y proceder a la retroalimentación.
Para retroalimentar a los expertos con la información obtenida en la
ronda anterior se optó por utilizar distribuciones de frecuencia para las
preguntas categóricas (Landeta, 1999) y para las preguntas Likert se hizo uso
de la mediana, que es el indicador de tendencia central ideal aconsejado en el
Delphi clásico (Rowe y Wright, 1999) y el más utilizado en este tipo de estudios
(Landeta, 1999)41. La exposición de estos resultados se hizo de forma
numérica y/o gráfica atendiendo al tipo de pregunta planteada (Von der Gracht,
2012). Además, se incluyó la opción de que los expertos argumentaran, si lo
tenían a bien, las razones de su discrepancia con los resultados obtenidos
(Astigarraga, 2003).
De forma previa a comenzar el estudio se estableció que en las
cuestiones nominales en las que se alcanzara unanimidad o un alto grado de
consenso por parte de los expertos, no serían incluidas en rondas posteriores.
De esta forma, el cuestionario lanzado en la segunda circulación se vio
reducido a un total de 7 cuestiones. Al igual que en la ronda inicial, el
cuestionario de la segunda circulación incluía un escrito informativo y
aclaratorio sobre la segunda circulación de la técnica Delphi (anexo 4). Este
segundo cuestionario también fue diseñado en un doble formato (“pdf” y “doc”)
y se remitió por correo electrónico a cada uno de los expertos, durante la
41 La media, es una magnitud de tendencia central, que también ha sido utilizada con frecuencia en la retroalimentación a expertos (Rowe y Wright, 1999). No obstante, el uso de este indicador en preguntas de tipo Likert ha sido muy cuestionado (Von der Gracht, 2012), debido a que este sistema de medición aunque pueda ser interpretado como una variable de intervalo, no deja de ser una escala ordinal.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 84
primera semana de marzo de 2015. En esta ocasión, se elaboró un
cuestionario personalizado para cada uno de los expertos, en el que se incluía
su respuesta anterior junto con los resultados estadísticamente analizados del
total de panelistas (anexo 5).
3.3.4. DESARROLLO PRÁCTICO Y EXPLOTACIÓN DE LOS RESULTADOS
El consenso es el criterio de finalización clásico utilizado por excelencia
en el método Delphi (Landeta, 1999). Sin embargo, para numerosos autores,
por sí solo no es suficiente para dar por concluida esta técnica (Von der Gracht,
2012). De esta forma, la estabilidad se convierte en una segunda variable a
considerar, para concluir de forma acertada un estudio Delphi (Landeta, 1999;
Von der Gracht, 2012; Kalaian y Kasim, 2012). Tales criterios, en primer lugar
el consenso y posteriormente la estabilidad, van a ser las magnitudes de
finalización que seguiremos en este estudio.
Con el propósito de asegurar la finalización del procedimiento Delphi, es
conveniente utilizar pruebas estadísticas paramétricas o no paramétricas,
dependiendo de si los datos se ajustan o no a una distribución normal (Von der
Gracht, 2012; Kalaian y Kasim, 2012). En este sentido, Kalaian y Kasim (2012)
aconsejan pruebas estadísticas no paramétricas para paneles inferiores a 30
expertos. Por este motivo, dado que en nuestro estudio Delphi los datos
obtenidos en las circulaciones son de naturaleza cualitativa, al estar basados
en opiniones, y que el número de panelistas no es lo suficientemente amplio
para que los datos se ajusten a una distribución normal, haremos uso de
estadísticos de tipo no paramétrico.
Para exponer los resultados se ha diferenciado entre las preguntas de
tipo nominal y las de tipo ordinal (escala Likert), ya que el tratamiento de los
datos para ambos tipos de preguntas será distinto. En el cuadro 3.1 se recogen
los estadísticos que han sido utilizados para las distintas cuestiones planteadas
a los expertos.
Capítulo 3. Estudio Delphi
Página 85
CUADRO 3.1.
INDICADORES ESTADÍSTICOS UTILIZADOS PARA CADA CUESTIÓN
ASPECTO ANALIZADO INDICADOR ESTADÍSTICO CUESTIONES
Tendencia central - Mediana - Media - Moda
Q.3; Q.4; Q.5; Q.7; Q.8; Q.9
Dispersión - Desviación estándar - Cuartiles - Rango intercuartílico
Q.3; Q.4; Q.5; Q.7; Q.8; Q.9
Nivel de consenso
Frecuencias relativas Q.1; Q.2; Q.3; Q.6; Q10
Rango intercuartílico Q.3; Q.4; Q.5; Q.7; Q.8; Q.9
Coeficiente de Kendall Q.4; Q.5; Q.7; Q.8
Nivel de estabilidad Coeficiente por rangos de Spearman
Q.3; Q.4; Q.5; Q.7; Q.8; Q.9
Nota: cuestiones referenciadas según el cuestionario de la primera circulación (anexo 3). Fuente: elaboración propia.
3.3.4.1. PREGUNTAS CON ESCALA NOMINAL
Para determinar el consenso en las cuestiones de tipo escalar y
dicotómico que incluía el primer cuestionario, se estableció de forma previa un
valor considerado como aceptable (Landeta, 1999; Martínez, 2003). El
consenso para este tipo de preguntas fue prefijado de forma razonada en 0,9,
es decir, para un porcentaje de respuestas coincidentes igual o superior al 90
por ciento. En las preguntas de tipo escalar fueron contabilizadas todas las
valoraciones positivas de los panelistas, para cada alternativa, estableciéndose
una jerarquización de las mismas (Landeta, 1999). Para una mejor
interpretación de los resultados, los datos son presentados en frecuencias
relativas. Por otro lado, el criterio de consenso establecido para este tipo de
preguntas se considera lo suficientemente relevante para dar por concluida una
cuestión, sin que sea necesario incluirla en rondas posteriores para determinar
la estabilidad de las respuestas. En este sentido, Landeta (1999) expone que
alcanzar consenso implica la existencia de estabilidad.
Tal y como se observa en el cuadro 3.2, en las cuestiones número 1 (de
carácter dicotómico), 2 y 6 (de tipo categórico) referentes al primer cuestionario
se alcanzó un alto grado de consenso, igual o superior al 90 por ciento, que es
el valor de consenso prefijado como suficiente. Con base en estos resultados
quedan contestadas las dos primeras preguntas de investigación inicialmente
planteadas (RQ1. y RQ2.)
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 86
CUADRO 3.2.
CUESTIONES NOMINALES EN LAS QUE SE ALCANZÓ CONSENSO TRAS LA PRIMERA CIRCULACIÓN (Q.1, Q.2 Y Q.6)
CUESTIÓN RESULTADOS
Nº ENUNCIADO
1 ¿Considera que la presencia del aceite
de oliva en las redes sociales genera
valor a este producto de cara al
consumidor?
Interpretación. La amplia mayoría de los expertos considera beneficiosa la
presencia del aceite de oliva en las redes sociales, debido al valor que estas
herramientas aportan al producto de cara al consumidor.
2 Señale las redes sociales virtuales que
se ajustarán mejor, desde un punto de
vista empresarial, al aceite de oliva.
Interpretación. Existe consenso en señalar a Facebook y Twitter como las redes
sociales que mejor se adecuan desde un punto de vista empresarial al aceite de
oliva. Un 45 por ciento de los panelistas cita a LinkedIn y un 35 por ciento
considera otras redes sociales alternativas, en especial las relacionadas con la
divulgación de imágenes, como Instagram, Flick y Pinterest.
6
¿En qué funciones empresariales
considera que el uso de las redes
sociales online pueden aportar un
mayor grado de utilidad a las empresas
oleícolas? Señale las tres opciones que
considere más relevantes.
Interpretación. El gráfico de Pareto muestra que las tres funciones empresariales
más beneficiadas por el uso empresarial de las redes sociales son, según el juicio
de los expertos, el marketing, por unanimidad, la atención al cliente y la
comunicación.
Nota: las cuestiones están referenciadas conforme al primer cuestionario. Fuente: elaboración propia.
En una de las cuestiones de tipo nominal no se obtuvo consenso tras la
primera ronda, razón por la que fue incluida en el cuestionario de la segunda
circulación. Los resultados obtenidos para esta cuestión durante la ronda inicial
0%
100%
Facebook Twitter LinkedIn
90% 90%
45%
0%
50%
100%100% 90% 90%
30% 20% 10%
MarketingAtención al clienteComunicaciónDesarrollo de productos y serviciosInvestigación de mercadosCapital humano
Si; 95%
No; 5%
Capítulo 3. Estudio Delphi
Página 87
(cuadro 3.3), revelan que existe unanimidad entre los expertos en considerar
“Generar contenido de calidad y hacer participar a los usuarios” la táctica más
efectiva para fomentar el aceite de oliva a través de las redes sociales. No
obstante, no se alcanza el nivel de consenso prefijado como suficiente (90 por
ciento) atendiendo a las tres tácticas más efectivas, tal y como se plantea en el
enunciado de la pregunta. Por ende, la cuestión número 10 del cuestionario
inicial se presenta nuevamente a los expertos, junto con la representación
gráfica de los resultados obtenidos para todo el panel a modo de
retroalimentación.
CUADRO 3.3.
CUESTIÓN NOMINAL EN LA QUE NO SE ALCANZÓ CONSENSO TRAS LA PRIMERA CIRCULACIÓN (Q.10)
CUESTIÓN RESULTADOS
Nº ENUNCIADO
10
¿Qué tácticas considera más
efectivas para fomentar el aceite de
oliva ecológico a través de las redes
sociales en Internet?
Señale las tres opciones que
considere más relevantes.
Nota: las cuestiones están referenciadas conforme al primer cuestionario. Fuente: elaboración propia.
Esta cuestión fue reformulada para la segunda circulación. En esta
ocasión, se le solicitó a los panelistas considerar, si los tres ítems más votados
en la circulación anterior, son a su juicio los más relevantes (procedimiento
utilizado en Landeta, 1999). Además, se les ruega que muestren su grado de
acuerdo con la jerarquización alcanzada y que la modifiquen si lo consideran
oportuno. En la segunda circulación, los resultados obtenidos para esta
pregunta revelan que un 90 por ciento de los expertos considera las tres
tácticas más puntuadas en la ronda inicial las más efectivas para fomentar el
aceite de oliva ecológico a través de la red (a saber: generar contenido de
calidad y hacer partícipes a los usuarios; crear y compartir contenido
multimedia y publicación de promociones, descuentos y eventos). De forma
adicional, un 80 por ciento de los expertos consideró acertado el orden
resultante de los ítems tras la primera circulación.
0%
50%
100%100%
75% 70%
45%25%
5%
Generar contenido de calidad y hacer participar a los usuariosCrear y compartir contenido multimedia sobre los productosPublicación de promociones, descuentos y eventosCampañas con personas populares y de actualidadAprovechamiento de los landing pageCompra de seguidores, fans o likes
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 88
3.3.4.2. PREGUNTAS DE TIPO ORDINAL
El rango intercuartil (IQR42) es una medida utilizada con frecuencia en
los estudios Delphi (Landeta, 1999) y que es aceptada de forma objetiva y
rigurosa para establecer consenso (Von der Gracht, 2012). De esta forma, Von
der Gracht (2012) recoge como un indicador de consenso en las preguntas de
tipo ordinal, obtener un IQR igual o inferior al valor 1, considerando una escala
Likert de cuatro o cinco unidades43.
Asimismo, en aquellas cuestiones formadas por un conjunto de ítems
afines, se ha utilizado el coeficiente de concordancia w de Kendall44,
estadístico especialmente útil para conocer el grado de asociación de un
determinado conjunto de rangos, que han sido evaluados por un grupo de
expertos (Badii et al., 2014). Así pues, este estadístico permite comprobar, en
términos holísticos, el grado de acuerdo entre los expertos en el orden de
preferencia de los ítems (Escobar y Cuervo, 2008). Según Von der Gracht
(2012), un criterio utilizado en la literatura para interpretar este coeficiente es
considerar que: un valor 𝑤 = 0,1 representa un acuerdo muy débil y un valor
𝑤 = 0,7 revela un nivel fuerte de acuerdo.
Para poder inferir que existe concordancia significativa entre los rangos
comparados, se ha transformado este coeficiente a una Chi-cuadrado45, debido
a que ambos estadísticos se encuentran asociados. Así pues, se procede a
42 El recorrido intercuartílico (Interquartile range, IQR) se calcula con la diferencia del tercer cuartil (Q3) y el primer cuartil (Q1).
43 Otro punto de referencia para determinar el grado de consenso en una escala Likert de cuatro puntos, es que al menos el 70 por ciento de los expertos necesita puntuar un valor de 3 o más y la mediana tiene que situarse igual o superior a 3,25 (Green, 1982, citado por Hsu y Sandford, 2007).
44 Para ello, se emplea la siguiente ecuación:
𝑤 =12 ∑ 𝐷2
𝑚2𝑛(𝑛2 − 1)
Siendo m el número de expertos, n el número de ítems o de rangos comparados y 𝐷 =
∑ 𝑅 − (∑𝑅
𝑛), donde R se obtiene de la sumatoria de todos los rangos (Badii et al., 2014). Este
coeficiente (w) oscila entre los valores 0 y 1, siendo 0 la ausencia total de concordancia en la clasificación de los rangos y el valor 1 una perfecta concordancia entre las respuestas de los expertos, a la hora de valorar los rangos.
45 Para ello se emplea la fórmula:
𝑋𝑟2 = 𝑚(𝑛 − 1)𝑤
El resultado obtenido de la Chi-cuadrado se compara con el valor tabular de la distribución para
una Chi-cuadrado con n menos 1 grados de libertad y un nivel de significación () de 0,01
(𝑋; 𝑛−12 ). De forma que si 𝑋𝑟
2 < 𝑋; 𝑛−12 se acepta la hipótesis nula (H0) y viceversa.
Capítulo 3. Estudio Delphi
Página 89
realizar una prueba de significación de las hipótesis que han quedado
establecidas como:
H0: Los rangos son independientes, no concuerdan.
H1: Existe concordancia significativa entre los rangos.
Otras medidas de consenso utilizadas en los estudios Delphi son el
recorrido intercuartílico relativo (RIR)46 y el coeficiente de variación (CV)47. No
obstante, ambos estadísticos son especialmente utilizados para determinar la
estabilidad grupal de las respuestas (Dajani et al., 1979; Landeta, 1999; Von
der Gracht, 2012). Para ello, se calcula la variación que experimenta cada uno
de esos estadísticos entre dos rondas sucesivas, prefijándose un valor como
límite de aceptabilidad. También resulta interesante observar la estabilidad
individual, calculando el porcentaje de expertos que altera su respuesta inicial
(Landeta, 2006). Para determinar con mayor precisión la estabilidad, se ha
optado por utilizar el coeficiente de correlación por rangos de Spearman48, un
estadístico de tipo no paramétrico que revela el grado de correlación entre dos
circulaciones (Kalaian y Kasim, 2012; Badii et al., 2014).
En primer lugar, una de las cuestiones que se formuló a los expertos
estaba enfocada a determinar cómo será el grado de penetración de las redes
sociales en el sector oleícola a corto plazo (RQ3). En los resultados obtenidos
tras la primera circulación se alcanzó un consenso, con base en el criterio
anteriormente establecido (IQR≤1). De esta forma, se obtuvo que la opción
“alta” fue la más puntuada, por un 60 por ciento de los expertos. Tras una
46 El recorrido intercuartílico relativo (RIR) se obtiene tras dividir el IQR entre la mediana o segundo cuartil (Q2).
47 El coeficiente de variación (CV) se obtiene de dividir la desviación típica entre la media. Este estadístico se utiliza con frecuencia en Delphi para determinar la estabilidad, aunque no se ha aplicado en este estudio por ser un método estadístico paramétrico (Kalaian y Kasim, 2012).
48 Este estadístico se calcula como:
𝑟𝑠 = 1 −6 ∑ 𝑑𝑖
2
𝑛(𝑛2 − 1)
Siendo n el número de expertos y di las diferencias entre la valoración de los expertos para
cada ítem en dos rondas sucesivas. El valor rs obtenido puede oscilar entre el intervalo -1 y 1.
Un valor cercano a cada uno de los extremos indica la existencia de correlación, mientras que
un valor próximo a 0 señala la ausencia de correlación. El signo del valor rs obtenido nos revela
si la correlación existente es en sentido positivo o negativo. Acto seguido, para inferir la
existencia o no de correlación se contrasta el coeficiente rs con el correspondiente valor para
un nivel de significación de 0,01, obtenido de la tabla de valores críticos para el coeficiente de
correlación por rangos de Spearman (Kalaian y Kasim, 2012).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 90
segunda circulación para determinar la estabilidad, se observa que se estrecha
el grado de acuerdo entre los expertos, al verse reducido el IQR (cuadro 3.4).
CUADRO 3.4.
PENETRACIÓN DE LAS REDES SOCIALES EN EL TEJIDO EMPRESARIAL DEL SECTOR OLEÍCOLA
CUESTIÓN RESULTADOS*
Nº ENUNCIADO RONDA X~
X X Q1 Q3 IQR rs
3
De aquí a 2016, ¿Cómo
considera que será la
penetración de las redes
sociales en el tejido
empresarial del sector
oleícola?
PRIMERA 3 2,75 3 0,72 2 3 1 0,99
SEGUNDA 3 2,85 3 0,59 2,75 3 0,25
Nota: X~
(Mediana), X (media), X (moda), (desviación estándar), Q1 (primer cuartil), Q3
(tercer cuartil), IQR (recorrido intercuartílico), rs (Coeficiente de correlación por rangos de Spearman). La representación gráfica que se presenta responde a los resultados de la
segunda circulación. Fuente: elaboración propia.
Así pues, los resultados del cuadro anterior revelan que existe un
consenso a la hora de considerar que la penetración a corto plazo de las redes
sociales en el sector oleícola podrá ser calificada como “alta”, con un nivel de
acuerdo del 65 por ciento del total de expertos. Atendiendo a la estabilidad de
las respuestas, se obtiene un 90 por ciento de estabilidad individual, resultado
que se puede interpretar como negativo, debido al reducido efecto de la
retroalimentación en las respuestas. Por otro lado, se obtiene un valor rs de
0,99, muy superior al valor 0,57 obtenido en la tabla de correlación por rangos
de Spearman (para n igual a 20 y con nivel de significación de 0,01). Esto nos
indica, que las respuestas de los expertos para ambas rondas son
significativamente divergentes de 0 y significativamente fuertes. Esta elevada
correlación positiva revela una alta estabilidad en las respuestas de los
expertos, que hace innecesario incorporar esta cuestión en una próxima ronda.
Por otro lado, para conocer los factores difusores e inhibidores de la
penetración de las redes sociales en el sector oleícola (RQ4), se diseñaron con
base en la literatura las preguntas número 4 y 5 del primer cuestionario
presentado a los expertos. Los resultados obtenidos tras las dos circulaciones
se recogen en el cuadro 3.5 y el cuadro 3.6.
0% 20% 40% 60% 80%
Muy baja
Baja
Alta
Muy Alta
0%
25%
65%
10%
Capítulo 3. Estudio Delphi
Página 91
El cuadro 3.5 muestra que existe consenso para todos los factores
incorporados en la cuestión anterior (recordemos IQR≤1). Para evaluar si
existe un acuerdo significativo entre los expertos en la disposición de los
factores, se ha calculado el coeficiente de concordancia de Kendall tras la
segunda ronda, obteniéndose el coeficiente 𝑤 = 0,29. Por otro lado, el valor
𝑥𝑟2 = 29,21 calculado es superior a 𝑥0,01;5
2 = 15,09, por lo que se rechaza la
hipótesis nula y se acepta la existencia de concordancia significativa en el
orden de los ítems. En relación a la estabilidad, los valores rs obtenidos para
cada ítem son muy próximos a 1 y muy superiores al valor crítico 0,57, lo que
denota la existencia de una fuerte estabilidad de las respuestas entre ambas
rondas, que hace innecesario incluir esta cuestión en rondas posteriores.
CUADRO 3.5.
FACTORES QUE IMPULSAN UNA MAYOR PENETRACIÓN DE LAS REDES SOCIALES EN EL SECTOR OLEÍCOLA
CUESTIÓN RESULTADOS
Nº ENUNCIADO
4 Factores para lograr una mayor penetración de las redes sociales online en el sector oleícola.
RONDA X~
X X Q1 Q3 IQR rs
Mayor formación en herramientas sociales.
1 4 3,40 4 0,75 3 4 1 ≈ 1
2 4 3,60 4 0,60 3 4 1
Temor a una disminución de las ventas por no tener presencia en estas herramientas sociales.
1 3 3,20 4 0,77 3 4 1
≈ 1
2 3 3,15 3 0,75 3 4 1
Aumento de su utilidad percibida.
1 3 2,95 3 0,69 2,75 3 0,25 ≈ 1
2 3 3,05 3 0,60 3 3 0
Presiones del entorno. 1 3 2,90 3 0,64 2,75 3 0,25
≈ 1 2 3 3,00 3 0,56 3 3 0
Mejora de la seguridad y de la política de privacidad de las redes sociales online.
1 3 2,45 3 0,94 2 3 1 1
2 3 2,45 3 0,94 2 3 1
Presencia de un plan de actuación y de ayuda público fomentando el uso de las redes sociales.
1 2 2,45 2 0,94 2 3 1
1
2 2 2,45 2 0,94 2 3 1
Nota: cuestión referenciada conforme al cuestionario de la primera circulación, con ítems jerarquizados según la puntuación global asignada por los panelistas.
Fuente: elaboración propia.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 92
De esta forma, los resultados obtenidos revelan que existe consenso por
parte de los expertos a la hora de considerar que los factores impulsores de las
redes sociales en el sector oleícola serán: mayor formación en herramientas
sociales (muy relevante); temor a una disminución de las ventas por no tener
presencia en estas herramientas sociales (relevante); aumento de su utilidad
percibida (relevante); presiones del entorno (relevante); mejora de la seguridad
y de la política de privacidad de las redes sociales online (relevante); y
presencia de un plan de actuación y de ayuda público que fomente el uso de
las redes sociales (poco relevante).
En el cuadro 3.6 se presentan los resultados obtenidos tras preguntar a
los expertos sobre los hándicaps para un aumento de la difusión de las redes
sociales en el sector oleícola. En este caso, no se logra el consenso para todos
los ítems. A nivel grupal, tras la segunda ronda se han obtenido los coeficientes
𝑤 = 0,67 y 𝑥𝑟2 = 80,20. El coeficiente de concordancia de Kendall obtenido es
elevado, indicando un acuerdo significativo en la disposición de los elementos.
Esta situación también se observa contrastando la Chi-cuadrado calculada con
el valor crítico 𝑥0,01;62 = 16,81. De esta forma, se rechaza la hipótesis nula y se
acepta la hipótesis alternativa que supone la existencia de concordancia en la
clasificación relativa de los elementos. Los coeficientes rs obtenidos superan
claramente el valor crítico 0,57, denotando una fuerte correlación positiva, que
hace innecesario presentar de nuevo esta cuestion a los expertos, aunque no
se haya alcanzado un consenso para todos los ítems.
Por tanto, los resultados muestran que existe un consenso en el orden
de los factores, tal y como se presentan en el cuadro 3.6, ordenados según su
relevancia como frenos para la penetración de las redes sociales en el sector
oleícola. Asimismo, también se ha alcanzado consenso en los siguientes
elementos: desconocimiento del potencial de estas herramientas (muy
relevante); desinterés y falta de asesoramiento (muy relevante); falta de
recursos económicos (nada relevante); limitaciones tecnológicas (nada
relevante); y producto no adecuado para ser promocionado en las redes
sociales (nada relevante). Los ítems que no han obtenido consenso presentan
los siguientes resultados: falta de tiempo y de personal (relevante) y ausencia
de profesionales de social media en el sector (relevante).
Capítulo 3. Estudio Delphi
Página 93
CUADRO 3.6.
FACTORES QUE FRENAN LA PENETRACIÓN DE LAS REDES SOCIALES EN EL SECTOR OLEÍCOLA
CUESTIÓN RESULTADOS
Nº ENUNCIADO
5 Factores como frenos de una mayor penetración de las redes sociales online en el sector oleícola
RONDA X~
X X Q1 Q3 IQR rs
Desconocimiento del potencial de estas herramientas.
1 4 3,55 4 0,69 3 4 1 ≈ 1
2 4 3,65 4 0,59 3 4 1
Desinterés y falta de asesoramiento.
1 4 3,55 4 0,69 3 4 1 ≈ 1
2 4 3,60 4 0,68 3 4 1
Falta de tiempo y de personal. 1 3 3,10 4 0,97 2 4 2
≈ 1 2 3 3,15 4 0,93 2,75 4 1,25
Ausencia de profesionales de social media en el sector.
1 3 2,85 4 1,04 2 4 2 ≈ 1
2 3 3,10 4 0,85 2 4 2
Falta de recursos económicos. 1 2 1,85 2 0,67 1 2 1
1 2 2 1,85 2 0,67 1 2 1
Limitaciones tecnológicas. 1 2 1,60 2 0,50 1 2 1
≈ 1 2 2 1,65 2 0,49 1 2 1
Producto no adecuado para ser promocionado en las redes sociales.
1 1 1,65 1 0,93 1 2 1 ≈ 1
2 1 1,55 1 0,76 1 2 1
Nota: cuestión referenciada conforme al cuestionario de la primera circulación, con ítems jerarquizados según la puntuación global asignada por los panelistas.
Fuente: elaboración propia.
Por otro lado, se pretende comprobar la probabilidad de que se originen
diversos beneficios y riesgos derivados de una mayor penetración de las redes
sociales en el sector oleícola (RQ5). Analizando en primer lugar las ventajas en
la implantación de estas herramientas sociales (cuadro 3.7), se obtuvo
consenso solamente para cinco de los siete ítems propuestos. Para determinar
el grado de concordancia grupal de los elementos, se obtuvieron los
coeficientes 𝑤 = 0,67 y 𝑥𝑟2 = 82,53, referentes a la segunda ronda. Al igual
que en la cuestión anterior, el coeficiente de concordancia w de Kendall refleja
un fuerte nivel de acuerdo en la disposición de los ítems, confirmándose a
través de la Chi-cuadrado (𝑥𝑟2 = 82,53 > 𝑥0,01;6
2 = 16,81) la existencia de
concordancia, tras rechazarse la hipótesis nula. La estabilidad también queda
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 94
demostrada con unos valores para el parámetro rs muy cercanos a una perfecta
correlación positiva (representada por el valor 1).
CUADRO 3.7.
VENTAJAS DE UNA MAYOR PENETRACIÓN DE LAS REDES SOCIALES EN EL SECTOR OLEÍCOLA
CUESTIÓN RESULTADOS
Nº ENUNCIADO
7 Ventajas de una mayor penetración de las redes sociales online en el sector oleícola
RONDA X~
X X Q1 Q3 IQR rs
Mayor notoriedad del aceite de oliva en el mercado.
1 4 3,65 4 0,67 3,75 4 0,25 ≈ 1
2 4 3,75 4 0,55 4 4 0
Mayor información a los usuarios para conocer e identificar los diferentes tipos de aceite de oliva y sus características.
1 4 3,55 4 0,60 3 4 1
≈ 1
2 4 3,65 4 0,59 3 4 1
Mayor comunicación y difusión de la cultura olivarera fuera del área mediterránea.
1 4 3,50 4 0,83 3 4 1
≈ 1
2 4 3,65 4 0,59 3 4 1
Mayor implicación de los productores de aceite de oliva en los mercados finales.
1 3 3,10 3 0,97 3 4 1
≈ 1
2 3 3,15 3 0,88 3 4 1
Mayor concienciación sobre las propias carencias y limitaciones del sector oleícola.
1 2 2,40 2 0,99 2 3 1
≈ 1
2 2 2,45 2 0,83 2 3 1
Mayor vinculación entre productores y envasadores.
1 2 1,95 1 0,94 1 3 2 ≈ 1
2 2 2,00 2 0,92 1 3 2
Mayor asociacionismo dentro del sector oleícola.
1 2 1,95 1 1,00 1 3 2 ≈ 1
2 2 2,05 1 0,94 1 3 2
Nota: cuestión referenciada conforme al cuestionario de la primera circulación, con ítems jerarquizados según la puntuación global asignada por los panelistas.
Fuente: elaboración propia.
Capítulo 3. Estudio Delphi
Página 95
Así pues, la probabilidad de que surjan las ventajas propuestas49, fruto
de una mayor penetración de las redes sociales en el sector oleícola quedarían
ordenadas por importancia según se presentan en el cuadro anterior,
alcanzándose un consenso en la valoración de los siguientes elementos: mayor
información a los usuarios para conocer e identificar los diferentes tipos de
aceite de oliva y sus características (muy probable); mayor comunicación y
difusión de la cultura olivarera fuera del área mediterránea (muy probable);
mayor implicación de los productores de aceite de oliva en los mercados finales
(probable); mayor concienciación sobre las propias carencias y limitaciones del
sector oleícola (poco probable). Por otro lado, los resultados de los factores en
los que no se ha alcanzado consenso son: mayor vinculación entre productores
y envasadores (poco probable) y mayor asociacionismo dentro del sector
oleícola (poco probable).
De la misma forma, se evalúa la probabilidad de ocurrencia de diversos
riesgos asociados a un mayor uso de las redes sociales en el sector oleícola
(cuadro 3.8). De los seis ítems planteados, en cuatro se alcanzó consenso tras
la ronda inicial, más uno en la segunda circulación. En esta ocasión, el
coeficiente de concordancia de Kendal obtenido es más reducido (𝑤 = 0,24),
revelando que no existe un fuerte nivel de acuerdo en el orden de probabilidad
de los ítems. A pesar de ello, el valor crítico del parámetro Chi-cuadrado
(𝑥0,01;52 = 15,09) es inferior a 𝑥𝑟
2 = 22,34, rechazándose nuevamente la
hipótesis nula que defiende la independencia de los rangos. La estabilidad
también queda patente con unos valores rs muy próximos al valor 1.
49 Tal y como se ha indicado con anterioridad, las preguntas formuladas se han diseñado con base en la literatura. De esta forma, es importante destacar que los ítems propuestos como posibles ventajas de la mayor penetración de las redes sociales en el sector oleícola responden a varias de las principales debilidades que presenta este sector.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 96
CUADRO 3.8.
POSIBLES INCONVENIENTES DE UNA MAYOR PENETRACIÓN DE LAS REDES SOCIALES EN EL SECTOR OLEÍCOLA
CUESTIÓN RESULTADOS
Nº ENUNCIADO
8 Inconvenientes de una mayor penetración de las redes sociales online en el sector oleícola
RONDA X~
X X Q1 Q3 IQR rs
Aumento de la presión competitiva.
1 3 2,95 3 0,89 3 3,25 0,25 1
2 3 2,95 3 0,89 3 3,25 0,25
Democratización de la organización (aumento de poder de los grupos de interés de la empresa).
1 2 2,00 2 0,92 1 2 1
≈ 1
2 2 2,05 2 0,89 1,75 2 0,25
Probabilidad de dañar la imagen de la marca o de la empresa.
1 2 1,84 1 0,83 1 2,50 1,50 ≈ 1
2 2 1,79 1 0,79 1 2 1
Problemas técnicos en la implantación de estas herramientas.
1 2 1,75 2 0,72 1 2 1 ≈ 1
2 2 1,80 2 0,70 1 2 1
Desajustes con la cultura organizativa de la empresa.
1 1 1,75 1 1,12 1 3 2 ≈ 1
2 1 1,65 1 0,99 1 2,25 1,25
Problemas de privacidad y filtración de información.
1 1 1,55 1 0,76 1 2 1 1
2 1 1,55 1 0,76 1 2 1
Nota: cuestión referenciada conforme al cuestionario de la primera circulación, con ítems jerarquizados según la puntuación global asignada por los panelistas.
Fuente: elaboración propia.
Los resultados del cuadro anterior muestran que para la cuestión
planteada se ha alcanzado consenso en los siguientes ítems: aumento de la
presión competitiva (probable); democratización de la organización, entendida
como el aumento de poder de los grupos de interés de la empresa (poco
probable); probabilidad de dañar la imagen de la marca o de la empresa (poco
probable); problemas técnicos en la implantación de estas herramientas (poco
probable) y problemas de privacidad y filtración de información (nada probable).
Asimismo, el ítem en el que no se obtuvo consenso fue “desajustes con la
cultura organizativa de la empresa”, aunque la mayoría de los expertos (65 por
ciento) valoró este elemento como “nada probable”.
En el cuestionario inicial también incluía afirmaciones relacionadas con
el aspecto medioambiental y más concretamente sobre el aceite de oliva virgen
extra ecológico (cuadro 3.9). En esta ocasión no tiene sentido observar la
Capítulo 3. Estudio Delphi
Página 97
concordancia entre los ítems, al ser cuestiones de por sí independientes. De
forma análoga a los casos anteriores, los valores rs son muy cercanos a 1,
superando ampliamente el valor crítico, revelando una elevada correlación.
CUADRO 3.9.
CUESTIONES ORDINALES SOBRE LA CONDICIÓN DE ECOLÓGICO (Q.9)
CUESTIÓN RESULTADOS
Nº ENUNCIADO
9 Muestre su grado de acuerdo o desacuerdo:
RONDA X~
X X Q1 Q3 IQR rs
Las redes sociales son una herramienta eficaz para publicitar e informar sobre los atributos del aceite de oliva virgen extra ecológico.
1 4 3,80 4 0,52 4 4 0
≈ 1
2 4 3,85 4 0,49 4 4 0
Las redes sociales en Internet son la plataforma más adecuada para potenciar el consumo de aceite de oliva virgen extra ecológico.
1 3 2,90 3 0,64 2,75 3 0,25
≈ 1
2 3 2,95 3 0,60 3 3 0
Las redes sociales son un canal eficaz para implementar un comportamiento medio- ambiental sostenible en el sector oleícola.
1 3 2,80 4 1,00 2 4 2
1
2 3 2,80 4 1,00 2 4 2
Las empresas oleícolas con oferta ecológica harán un mayor uso que las no ecológicas de las redes sociales online.
1 3 2,50 3 1,05 1,75 3 1,25
≈ 1
2 3 2,50 3 0,95 2 3 1
Nota: cuestión referenciada conforme al cuestionario de la primera circulación, con ítems jerarquizados según la puntuación global asignada por los panelistas.
Fuente: elaboración propia.
Del cuadro anterior se extrae que: los expertos están totalmente de
acuerdo, por unanimidad, en considerar que las redes sociales son una
herramienta eficaz para publicitar e informar sobre los atributos del aceite de
oliva virgen extra ecológico; que existe consenso en aceptar que las redes
sociales en Internet son la plataforma más adecuada para potenciar el
consumo de aceite de oliva virgen extra ecológico y que las empresas oleícolas
con oferta ecológica harán un mayor uso de estas herramientas sociales. Por
otra parte, existe una aceptación entre los expertos, aunque sin alcanzar
consenso, de que las redes sociales son un canal eficaz para implementar un
comportamiento medioambiental sostenible en el sector oleícola.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 98
3.4. CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
A pesar de que no se ha alcanzado consenso para todos los ítems
planteados, bajo el criterio establecido previamente (IQR ≤ 1), las respuestas
de los expertos han sido significativamente estables (𝑟0,01; 20 = 0,57 < rs, para
cada uno de los ítems), lo que hace innecesario efectuar una tercera
circulación (Kalaian y Kasim, 2012), quedando finalizado este procedimiento
Delphi. En la figura 3.2 se presentan gráficamente los coeficientes de
correlación por rangos de Spearman (rs) de cada ítem para las dos
circulaciones realizadas.
FIGURA 3.2.
CORRELACIÓN DE LOS DATOS OBTENIDOS EN LA PRIMERA Y SEGUNDA CIRCULACIÓN
Nota: ítems referenciados según el cuestionario de la segunda circulación (anexo 5).
Fuente: elaboración propia
Para finalizar, se ha diseñado un esquema que sintetiza los resultados
de las principales cuestiones anteriores (cuadro 3.5, cuadro 3.6, cuadro 3.7,
cuadro 3.8), para ofrecer una visión global del escenario estudiado y la utilidad
del estudio (figura 3.3).
0,970
0,975
0,980
0,985
0,990
0,995
1,000
Q.1
Q.2
.1
Q.2
.2
Q.2
.3
Q.2
.4
Q.2
.5
Q.2
.6
Q.3
.1
Q.3
.2
Q.3
.3
Q.3
.4
Q.3
.5
Q.3
.6
Q.3
.7
Q.4
.1
Q.4
.2
Q.4
.3
Q.4
.4
Q.4
.5
Q.4
.6
Q.4
.7
Q.5
.1
Q.5
.2
Q.5
.3
Q.5
.4
Q.5
.5
Q.5
.6
Q.6
.1
Q.6
.2
Q.6
.3
Q.6
.4
Capítulo 3. Estudio Delphi
Página 99
FIGURA 3.3.
FACTORES Y EFECTOS CONSENSUADOS DE LA PENETRACIÓN DE LAS REDES SOCIALES EN EL SECTOR OLEÍCOLA
Nota: MR (Muy relevante), R (relevante), PR (poco relevante), NR (nada relevante),
MP (muy probable), P (probable), PP (poco probable), NP (nada probable). Fuente: elaboración propia.
A modo de resumen, señalar que existe un claro convencimiento de que
el nivel de información acerca de las redes sociales es el pilar fundamental
para determinar la penetración de estas herramientas en el sector del aceite de
oliva. En este sentido, la ausencia de información se traduce en el
desconocimiento del potencial de las redes sociales, lo que deriva en la falta de
interés para hacer un uso efectivo de ellas. Las presiones del entorno y la
amenaza de ver reducida su clientela por no tener presencia también son
considerados factores impulsores relevantes. Sin embargo, la cantidad de
recursos económicos y tecnológicos no se considera en sí una traba para la
implantación de estas herramientas, “por la reducida inversión y mantenimiento
que requieren50”, como tampoco la compatibilidad del producto. En esta línea,
un apunte aportado por los expertos, es que el producto corresponde a un bien
básico, lo que puede reducir el interés del consumidor a interactuar con él a
través de este canal.
50 Gran parte de las razones y aclaraciones utilizadas para interpretar los resultados se han obtenido de las aportaciones cualitativas de los expertos, a través de los campos de respuesta abierta que incluían los cuestionarios.
GRADO DE
PENETRACIÓN DE LAS
REDES SOCIALES: ALTO
Mayor formación (MR)
Temor por no tener presencia (R)
Aumento de su utilidad percibida (R)
Presiones del entorno (R)
Mejora de la seguridad y privacidad (R)
Plan de ayuda público (PR)
+
Desconocimiento de su potencial (MR)
Desinterés y falta de asesoramiento (MR)
Falta de recursos económicos (NR)
Limitaciones tecnológicas (NR)
Producto no adecuado (NR)
Mayor información sobre el producto (MP)
Difusión de la cultura olivarera (MP)
Mayor implicación de los productores en
los mercados finales (P)
Mayor concienciación sobre las carencias
del sector (PP).
-
-
Aumento de la presión competitiva (P)
Democratización de la organización (PP)
Probabilidad de dañar la imagen (PP)
Problemas técnicos (PP)
Problemas de privacidad (NP)
VENTAJAS INCONVENIENTES
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 100
Pese a que la privacidad se considera un factor relevante para la
penetración de estas herramientas, los expertos no conciben que sea un
inconveniente para el sector. El inconveniente más probable responde al
aumento de la presión competitiva, que según apuntan varios de los expertos
actuaría como acicate para innovar y mejorar. En cambio, los principales
beneficios que pueden generarse de la implantación de estas herramientas son
la difusión e información de la cultura olivarera, del aceite de oliva y de sus
características, aunque es poco probable que también sirva para revelar las
carencias del propio sector. Los expertos, también consideran probable una
mayor implicación de los productores en los mercados finales, factor muy
relevante en este sector que se caracteriza por sus problemas de
comercialización.
Para finalizar, en relación a los resultados de la cuestión con ítems sobre
el aspecto ecológico (cuadro 3.9), señalar que las redes sociales son la
plataforma más adecuada para potenciar y dar a conocer el aceite de oliva
virgen extra orgánico. Sus características añadidas y el desconocimiento hacia
este producto, aumenta su potencial en las redes sociales. En la segunda
ronda se obtuvo consenso a la hora de considerar que el uso será mayor que
en los operadores de tipo ecológico. Apuntes de varios de los expertos en esta
línea son: presencia en estas plataformas de grupos partidarios de los
productos ecológicos y la adecuación de estas herramientas a una demanda
más específica, como la ecológica. Por último, no se alcanza consenso en
considerar las redes sociales como canal para implementar un comportamiento
medioambiental sostenible en el sector. En este sentido, una anotación por
parte de los expertos es la complicada penetración de las redes sociales entre
los productores y elaboradores de aceite de oliva, como responsables de tales
prácticas.
Página 101
CAPÍTULO 4
LAS REDES SOCIALES EN EL
SECTOR OLEÍCOLA
Tras verificar, a través de la consulta a expertos, el destacado potencial
de las redes sociales en el sector oleícola, en el presente capítulo se va a
profundizar en este fenómeno y en el uso actual que se hace de estas
herramientas en el citado sector. En concreto, este capítulo se compone de dos
bloques diferenciados. El primero de ellos es de carácter teórico y en él se
introduce y detalla el fenómeno de la Web 2.0 y su relevancia para las
organizaciones. En un segundo bloque, se realiza un análisis empírico para
determinar el grado de penetración y utilización de las redes sociales en el
sector oleícola, concretamente en la región de Andalucía, haciendo especial
distinción en las entidades de carácter ecológico.
4.1. UN NUEVO ESCENARIO TECNOLÓGICO, LA WEB 2.0
4.1.1. ACTUALIDAD Y TENDENCIA
Resulta complicado datar con exactitud la fecha de aparición de la Web
2.051, debido a que es resultado de un proceso de continua transformación, que
dificulta distinguir y tratar a la Web 1.0 y a la Web 2.0 como términos
excluyentes (Cormode y Krishnamurthy, 2008). La concepción de este nuevo
fenómeno se sitúa a principios del siglo XXI, con la gran expansión de Internet
entre la población, lo que propició que el usuario alcanzase un mayor
protagonismo y que la Red empezara a forjarse como un canal social, dinámico
y participativo (De Pablos et al., 2011).
A pesar de que la Web 2.0 acababa de surgir y aún se estaba
examinando su alcance e implicaciones, no tardó en acuñarse un nuevo
51 El concepto de Web 2.0 se expone por vez primera en una conferencia celebrada en octubre de 2004, de la mano de O’Reilly y MediaLive International, para señalar los numerosos cambios producidos en la Red y su creciente relevancia (O’Reilly, 2007).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 102
término para designar a la siguiente fase evolutiva de la Red52. La Web 3.0 es
el apelativo a la evolución lógica de la Web 2.0, que surge con el propósito de
mejorar y corregir los posibles defectos de esta Web social (Castelló, 2010). La
aplicabilidad de la Web 3.0 al proyecto de Berners Lee denominado “Web
Semántica”, ha llevado a que también se conozca con esa denominación
(Hendler, 2009). En esta línea, encontramos autores que van un paso más allá
y especulan sobre la Web 4.0 como siguiente etapa social y tecnológica en el
desarrollo de Internet.
O’Reilly (2005 y 2006) describe la Web 2.0 como una plataforma común,
un nexo de unión que vincula dispositivos conectados, albergando una serie de
aplicaciones que son las responsables de las ventajas intrínsecas de este
medio y que se ven retroalimentadas por los usuarios que de ella participan. En
otras palabras, a través de la participación se genera una externalidad de red
que enriquece este medio y beneficia a todos sus integrantes, cobrando sentido
lo que O’Reilly denomina crowdsourcing. Por tanto, es la ‘arquitectura de
participación’ junto con el ‘aprovechamiento de la inteligencia colectiva’ los
pilares de este fenómeno y lo que la diferencian de la Web clásica o Web 1.0.
El crowdsourcing es un atributo de valor de la Web 2.0, que revela la
importancia del grupo y la comunidad, frente al carácter individual (O’Reilly y
Battelle, 2009). Es por ello, que Internet es cada vez “más inteligente” como
consecuencia de las aportaciones de los usuarios, que retroalimentan los
procesos de aprendizaje automático de las plataformas presentes en este
medio53. Precisamente, es este carácter social el punto neurálgico de la Web
2.0 y lo que ha llevado a apellidarla como la Web Social. Así pues, las bases de
datos se convierten por tanto en un elemento estratégico, junto con el correcto
tratamiento de la información y su eficiente gestión (O’Reilly, 2007; O’Reilly y
Battelle, 2009).
Según O’Reilly (2007), las competencias básicas que caracterizan la
Web 2.0 son las siguientes:
La Web como plataforma. Se concibe como un entorno virtual basado en
principios que se encarga de interconectar los diferentes servicios, sin
ningún tipo de dependencia a un software específico o determinado
equipo informático que delimite su actividad.
52 En 2005, Phil Wainewright menciona y describe la Web 3.0, como siguiente fase tecnológica de Internet. Disponible en: http://www.zdnet.com/blog/saas/what-to-expect-from-web-3-0/68.
53 O’Reilly y Battelle (2009) tratan de explicar el desarrollo y la evolución de Internet utilizando como símil el proceso de aprendizaje de un bebé: “La Web está creciendo y todos somos sus padres colectivos”.
Capítulo 4. Las redes sociales en el sector oleícola
Página 103
Aprovechar la inteligencia colectiva. O’Reilly sintetiza: “las
contribuciones de los usuarios son la clave para el dominio del mercado
en la era de la Web 2.0.” De esta forma, la Web se convierte en un
‘cerebro global’, formado y retroalimentado por los conocimientos de sus
integrantes.
Los datos son el siguiente ‘Intel Inside’. Las bases de datos son uno de
los elementos de éxito de las distintas aplicaciones que operan en la
Web, especialmente cuando su confección acarrea un elevado coste.
Fin de ciclo de las actualizaciones de software. Entendiendo la Red
como un servicio abierto y no como un producto. Por un lado, resaltando
la importancia de las operaciones y, por otro, tratando a los usuarios
como co-desarrolladores utilizando para ello un software libre.
Modelos de programación ligera. Propone un diseño de programación
pragmático, basado en la simplicidad y la eficacia, que facilite desarrollar
el software y potencie la escalabilidad de manera rentable.
Software no limitado a un solo dispositivo. La Web 2.0 se concibe como
un espacio abierto, no sujeto a un único tipo de dispositivo o plataforma
que limite su acceso.
Riqueza de la experiencia del usuario. Los sistemas ideales son aquellos
que aprovechan el potencial de la Web 2.0 para interactuar y
retroalimentarse con la información de los usuarios, con el objetivo de
alcanzar ventajas competitivas.
4.1.2. EL PAPEL DEL USUARIO: ENFOQUES Y RELEVANCIA
Para Castelló (2010), la Web 2.0 representa un nuevo entorno virtual
donde el poder recae sobre el usuario online, que abandona el rol de
consumidor pasivo para asumir un papel de mayor relevancia, creando,
modificando y difundiendo contenidos. Así pues, la actividad de los usuarios
puede ser descrita a través de 4 “C” (Compartir, Comunicar, Conversar y
Cooperar). Asimismo, desde la Web 2.0 ha surgido una línea de estudio
enfocada a analizar el grado de participación de los internautas.
En este sentido, una de las propuestas más conocidas ha sido la Regla
90-9-1 de participación desigual en los medios sociales, formulada por Jakob
Nielsen (2006). Según esta conjetura, los internautas se catalogan en tres
grupos diferenciados: Un primer grupo y más abundante engloba al 90 por
ciento de los internautas, que se caracterizan por ser simples observadores y
adoptar una actitud pasiva y no participativa; un segundo grupo acogería al 9
por ciento de los usuarios, que participan aportando contenido de forma
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 104
ocasional: y el tercer grupo correspondería al 1 por ciento de los internautas
restantes, con un alto nivel de contribución y una participación constante en la
Web.
Una nueva clasificación de los internautas se desprende de la
publicación de la escalera Socio-Tecnográfica o escalera de Forrester54. De
esta forma, se inicia una línea de debate sobre qué modelo es el más
adecuado55. En la figura 4.1 se expone este segundo modelo.
FIGURA 4.1.
ESCALERA SOCIO-TECNOGRÁFICA
Fuente: adaptado de Forrester Research, Inc., Li y Bernoff (2011).
Una propuesta más actual para catalogar a los internautas es la pirámide
de compromiso (Engagement Pyramid) elaborada por Li (2010). Este modelo
se representa a través de una pirámide fraccionada en cinco segmentos, donde
cada nivel hace referencia a un conjunto de actividades o comportamiento de
54 Denominada así al ser formulada por la organización de investigación y consultoría Forrester en 2008. Disponible en: http://forrester.typepad.com/groundswell/2008/10/new-2008-social.html
55 Una comparación de ambos modelos se encuentra en el blog de Josh Bernoff, vicepresidente y principal analista de Forrester. Con esta publicación este autor intenta conciliar ambas posturas. Disponible en: http://forrester.typepad.com/groundswell/2008/11/reconciling-soc.html.
Conversadores
Críticos
Creadores
Sociables
Coleccionistas
Espectadores
Inactivos
Generan contenido en
línea con asiduidad,
publican artículos, blogs o
contenido multimedia.
Actualizan con frecuencia su
perfil en las redes sociales y
dialogan con constancia a
través de ellas.
Reaccionan al
contenido en línea,
editando, valorando o
comentando.
Etiquetan, agrupan y
organizan los
contenidos de la Red
Visitan las redes
sociales y poseen
cuentas activas en ellas.
Su actividad se centra
en leer, escuchar o
ver los contenidos de
la Red. No realizan ninguna
de las acciones
anteriores.
Capítulo 4. Las redes sociales en el sector oleícola
Página 105
los internautas. A medida que ascendemos hacia la cúspide, se incrementa el
nivel de compromiso de los usuarios con la Red. De esta forma, desde la base
hasta la cima de la pirámide, se encuentran las categorías: observar, compartir,
comentar, producir y supervisar. Así pues, la principal ventaja de este modelo
es la facilidad para clasificar las conductas de los usuarios56.
4.1.3. EL PAPEL DE LAS ORGANIZACIONES EN LA WEB 2.0
De acuerdo con De Pablos et al. (2011), la Web 2.0 ha facilitado la
difusión y el uso de numerosas herramientas y aplicaciones, que por sus
características técnicas y complejidad solo se encontraban al alcance de
determinados colectivos, desencadenando un enriquecimiento de la sociedad
en diferentes ámbitos. De esta forma, numerosos autores hacen hincapié en
los múltiples beneficios que los medios sociales ofrecen a las empresas,
especialmente en lo referente a su actividad comercial (Godín, 2007; Harris y
Rae, 2009; Li y Bernoff, 2011; Biloš y Kelić, 2012; Uribe et al., 2013).
Según Dutta (2010), los beneficios de los medios sociales se pueden
sintetizar en tres aspectos:
Por un lado, proporcionan una plataforma de bajo coste, que actúa como
canal de comunicación, tanto interno como externo, para dar a conocer a
la organización y crear una marca.
En segundo lugar, permiten la participación y el intercambio de
información, de forma rápida y directa con los diferentes stakeholders.
Y por último, facilitan el aprendizaje al proporcionar información y
retroalimentación de manera instantánea.
De forma más precisa, Martin y Van Bavel (2013) recopilan varios de los
beneficios que los stakeholders obtendrían con la Web 2.0:
Empleados. Mejora la contratación de empleados, su formación, la
comunicación interna y la rapidez en el acceso a la experiencia interna,
estímulo para la colaboración y mejora de la gestión del conocimiento.
Clientes. Mayor conocimiento de los clientes, para ofrecer campañas de
marketing adaptadas, reducir costes de comercialización, ofrecer un
mejor servicio y apoyo, mejorar su satisfacción, desarrollar productos y
potenciar la marca de forma más eficiente.
56 Cabe destacar, que aunque el segmento situado en la base de la pirámide sea el menos importante, Li (2010) subraya que es necesario centrar los esfuerzos en él, para impulsar que los usuarios vayan ascendiendo a través ella.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 106
Proveedores y socios. Mejora de la colaboración e innovación, del
intercambio de información y del acceso al conocimiento externo de la
organización, reducción de los costes de comunicación y nuevas
oportunidades de comercialización.
Por otra parte, Celaya (2011) señala que las empresas no deben
limitarse solamente a tener presencia en este medio, sino que es preciso
adaptarse a él. De esta forma, la estrategia empresarial enfocada en la Red
debe centrar sus esfuerzos en analizar el comportamiento y los motivos de la
presencia de los clientes en estas plataformas. En este sentido, Cheek et al.
(2013) determinan que las pymes deben comprender las peculiaridades del
mercado y de los consumidores en los medios sociales, considerando como
factor imperativo la creación, actualización y desarrollo de un plan de social
media, que debe incorporar su estrategia y su actividad comercial.
Por tanto, además de atender las necesidades de los clientes online, las
organizaciones deben incorporar a los internautas en su estrategia corporativa
en Internet, por su capacidad para generar valor, aportar conocimiento e
impulsar la difusión de contenidos (Carballar, 2012). A partir de esta última
fuente de datos, se ha realizado una síntesis de este valor que se ha
esquematizado en la figura 4.2.
FIGURA 4.2.
VALOR QUE GENERA LA WEB 2.0 EN LAS EMPRESAS
Fuente: elaboración propia.
Investigar el
mercado Marketing
Adaptación al cliente
Comunicación
Crear marca
(branding)
Fidelizar
clientes
Web
2.0
Captar
clientes
Desarrollar
productos
Desarrollar
servicios
Reducir
costes
Incrementar
Ventas
Crear
comunidades
de interés
Capítulo 4. Las redes sociales en el sector oleícola
Página 107
Con la obra “Groundswell. Winning in a World Transformed by Social
Technologies”, publicada en 2008, Charlene Li y Josh Bernoff aportan un nuevo
punto de vista sobre la transformación social que se ha originado a partir de la
denominada Web 2.0. Para ello, estos autores hacen uso del término
Groundswell, que definen como: “Una tendencia social en el que las personas
utilizan las tecnologías para conseguir las cosas que necesitan el uno del otro,
en lugar de las instituciones tradicionales como las corporaciones”.
Li y Bernoff (2008) determinan que los factores causantes de este
fenómeno social son tres: una mayor tendencia por parte de las personas a
conectarse a la red; el desarrollo de tecnologías interactivas; y un incremento
de la actividad económica en línea, como resultado de los dos factores
anteriores. De este trabajo, se desprende un importante mensaje dirigido a las
organizaciones: la importancia de aprovechar este canal como herramienta de
marketing, debido a su nivel de alcance y su bajo coste asociado.
Según Li y Bernoff (2011), el éxito o el fracaso de la estrategia de la
organización en Groundswell quedan determinados por la claridad con la que
se establecen los objetivos. De esta forma, con base en las observaciones de
numerosos estudios empíricos, estos autores establecen cinco objetivos
concretos a los que las empresas pueden optar para desarrollar de forma
eficaz su estrategia en este entorno:
Escuchar. Su finalidad es investigar y estudiar a los clientes.
Hablar. Consiste en transmitir información sobre la empresa.
Transmitir energía. El propósito de este objetivo es aprovechar de forma
más eficiente el boca a boca a través de brand advocates57.
Apoyar. Dirigido a potenciar la ayuda mutua entre clientes.
Integrar. Trata sobre cómo incorporar a los clientes en la actividad
empresarial.
Tal y como manifiestan estos autores, los anteriores cinco objetivos son
en esencia una adaptación de las funciones tradicionales que se llevan a cabo
en las empresas (investigación, marketing, ventas, apoyo y desarrollo) a este
57 Brand advocate, o por su traducción al español: defensor de la marca, es un término que hace referencia a los consumidores entusiasmados con la marca, dispuestos a apoyarla y defenderla. A través de la red, se pone de manifiesto la importancia que esta expresión está cobrando en las campañas de marketing efectuadas a través de las redes sociales online, que tienen por objetivo potenciar el boca a boca. Un ejemplo de ello lo encontramos en las publicaciones de la “Word of Mouth Marketing Association”, disponibles en http://www.womma.org/.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 108
nuevo fenómeno, pero con una mayor vinculación y comunicación con los
clientes. De esta forma, para desarrollar cada uno de estos objetivos, es
necesario utilizar e integrar las herramientas sociales que ofrece este nuevo
entorno, siguiendo las pautas, tácticas y recomendaciones de expertos, así
como planificar la estrategia que se pretende seguir (Li, 2010).
Atendiendo al grado de integración de estas tecnologías, Corcoran
(2011) expone que el grueso de las empresas puede clasificarse bajo cinco
etapas diferenciadas:
Etapa inactiva. Empresas sin presencia en los medios sociales. Estima
que una de cada cinco empresas se encuentra en esta etapa de
latencia, con tendencia a poseer una alta regulación, ser conservadoras
o por falta de interés en estas tecnologías.
Etapa de prueba. Empresas con presencia en las redes sociales pero sin
un objetivo y unas pautas de actuación prestablecidas. Es puesta en
evidencia la necesidad de un especialista en medios sociales encargado
de orientar y coordinar los esfuerzos de toda la organización.
Etapa de coordinación. Empresas con presencia en las redes sociales y
conscientes de las oportunidades y riesgos de este medio, con
disposición a destinar recursos para mejorar su posición en los medios
sociales.
Etapa de escalada y optimización. Empresas líderes que han afianzado
su presencia en los medios sociales y se centran en optimizar y
desarrollar su actividad en ellos para un aprovechamiento más eficiente.
Etapa de innovación y capacitación. Empresas que se encuentran
formadas por personas instruidas y entrenadas en la correcta utilización
de los medios sociales. Consecuentemente este grupo es muy reducido.
Las plataformas de mayor relevancia en el fenómeno de la Web 2.0 son
las redes sociales, también conocidas por sus siglas en inglés SNS (Social
Networking Site), que se sitúan junto con los blogs como los máximos
exponentes de este fenómeno (Cheek et al., 2013). Asimismo, junto con las
herramientas mencionadas también destacan otras plataformas como son: los
proyectos sociales colaborativos, las comunidades de contenido, los mundos
de juego virtuales y los mundos sociales virtuales (Kaplan y Haenlein, 2010).
Capítulo 4. Las redes sociales en el sector oleícola
Página 109
4.1.4. EL PAPEL DE LAS ORGANIZACIONES EN LAS REDES SOCIALES Y
SU INFLUENCIA
De acuerdo con Kaplan y Haenlein (2010), los medios sociales son una
herramienta de gran relevancia que las organizaciones deben utilizar, con
independencia de si son grandes empresas, pymes, organizaciones sin fines
de lucro o instituciones gubernamentales. No obstante, Spaulding (2010)
advierte que no todas las organizaciones se ajustan a las comunidades
virtuales, por lo que aconseja a sus responsables evaluar las necesidades de la
organización, antes de participar en ellas. A tal fin, este autor señala que la
cadena de valor de la empresa es un buen indicador para determinar las
funciones que pueden incluirse en tales plataformas sociales.
Godín (2007) resalta la importancia de utilizar de forma eficiente las
redes sociales virtuales, por lo que aconseja a las organizaciones evitar buscar
soluciones rápidas para integrar estas herramientas. Asimismo, Porter y
Donthu (2008) señalan que el esfuerzo en mantener a los integrantes de las
comunidades virtuales y proporcionar contenido de calidad, genera un efecto
positivo de cara a la empresa, por lo que animan a realizar tal sacrificio. Así
pues, es importante participar activamente en ellas (Biloš y Kelić, 2012),
acceder de forma regular y constante (Chen, 2013) y desarrollar una estrategia
de marketing vinculada, por lo que es necesario destinar recursos a tal fin y
contar con el personal debidamente cualificado58 (Uribe et al., 2013). Culnan et
al. (2010) añaden que, una estrategia exitosa para la implementación de estas
herramientas sociales requiere de tres elementos: una adopción atenta, una
construcción comunitaria y capacidad de absorción.
Son numerosas las ventajas que las organizaciones pueden obtener con
un correcto uso de las redes sociales virtuales59, gran parte de ellas afines a las
que se derivan del aprovechamiento de la Web 2.0. De acuerdo con Rita y
Sunny (2012) las características sociales, comunicativas e interactivas que
caracterizan a las redes sociales virtuales, ponen de relieve los beneficios que
estas herramientas pueden aportar a las empresas. En este sentido, DiMicco et
al. (2008) señalan que las redes sociales motivan y fomentan la comunicación
entre los empleados, así como el intercambio de conocimientos (Koh y Kim,
2004). Del mismo modo, esta comunicación interna refuerza los vínculos entre
los trabajadores, al igual que los lazos afectivos entre los clientes y la
organización (Mago y Trivedi, 2014).
58 En este sentido, destaca la figura del community manager, como responsable de la gestión y la correcta utilización de los medios sociales en la empresa (Cheek et al., 2013).
59 Una recopilación de los diversos beneficios que las redes sociales online aportan a las organizaciones se puede encontrar en Porter (2004); Martin y Van Bavel, (2013) o Sixto (2015).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 110
Así pues, las redes sociales mejoran la comunicación interna y externa
(DiMicco et al., 2008; Lorenzo et al., 2011b, Karoui et al., 2015), situación que
facilita, mejora y agiliza el intercambio de información (Narváez et al., 2013;
Boulianne, 2015), así como la gestión del conocimiento (Martin y Van Bavel,
2013). En esta línea, Cerezo (2008) expone: “el interés de las redes sociales no
radica tanto en los contenidos como en su capacidad para establecer
conexiones y relaciones de valor”. Además, el uso de las redes sociales
contribuye a la innovación de la empresa, para crear y desarrollar nuevos
productos o servicios con base en los conocimientos e información obtenida
por este medio (Bradley y McDonald, 2011; Martin y Van Bavel, 2013;
Alberghini et al., 2014; Wamba y Carter, 2014).
Para Casaló et al. (2012), varias de estas ventajas conllevan a una
reducción del coste de la empresa. Por un lado, del coste de servicio técnico, al
facilitar a los usuarios un canal donde intercambiar información y en el que se
pueden ayudar mutuamente. Y por otro lado, del coste de marketing, brindando
a las organizaciones una alternativa más económica para realizar campañas
publicitarias (Martin y Van Bavel, 2013). Del mismo modo, actúan como una
fuente importante de información de primera mano (Boulianne, 2015). En este
sentido, Zolkepli y Kamarulzaman (2011) añaden que los vendedores pueden
acceder a una gran cantidad de datos de dominio público, sobre los gustos y
preferencias de sus clientes, para conocer y analizar sus necesidades y por
ende, ofrecerles una mejor atención y servicio (Martin y Van Bavel, 2013;
Alberghini et al., 2014). Además, estas herramientas también mejoran la
accesibilidad de los clientes a la organización, generándole un valor económico
considerable (Stephen y Toubia, 2010), aumentando su productividad
(Alberghini et al., 2014; Karoui et al., 2015) y su rendimiento empresarial
(López, 2014).
Según Trusov et al. (2009), las redes sociales son una excelente
herramienta para atraer a nuevos clientes, por el potencial que tiene el boca a
boca en la red, superior y más duradero que en el marketing tradicional, lo que
se traduce en una comercialización más eficaz (Martin y Van Bavel, 2013;
Narváez et al., 2013; Sixto, 2015). Por otro lado, las redes sociales también
deben ser aprovechadas para suministrar información de calidad, confianza y
retroalimentación a los usuarios, factores claves para mantener una relación de
éxito con los clientes y fidelizarlos a la empresa (Mago y Trivedi, 2014) y a la
marca (Laroche et al., 2013; Sixto, 2015). En este sentido, Biloš y Kelić (2012)
determinan que la Web 2.0 contribuye a la conciencia colectiva, de manera que
un mayor uso de las redes sociales facilita el reconocimiento de la empresa y
favorece la obtención de ventajas competitivas (Durkin et al., 2013; Narváez et
al., 2013) y el crecimiento de la misma (Martins et al., 2015).
Capítulo 4. Las redes sociales en el sector oleícola
Página 111
En contrapartida, uno de los principales riesgos asociados al uso de las
redes sociales virtuales es el concerniente a la vulneración de la privacidad y
seguridad de los datos de identidad de la cuenta (Roig, 2009). Son numerosos
los autores que han hecho hincapié en este tema y que han tratado de
proporcionar soluciones al respecto (Boyd y Ellison, 2007). Un estudio pionero
sobre privacidad de datos en los sitios Web de redes sociales es el realizado
por Gross y Acquisti (2005), que pone de manifiesto los riesgos de privacidad
existentes en estas plataformas con una configuración de cuenta estándar.
Asimismo, también se señala como riesgo la pérdida de control y poder (Harris
y Rae, 2009) o el descrédito de la empresa, que en ocasiones se origina por las
acciones deliberadas de otros usuarios (Pippal et al., 2014).
4.2. APROXIMACIÓN AL USO DE LAS REDES SOCIALES EN EL
SECTOR OLEÍCOLA. INVESTIGACIÓN EMPÍRICA
En el apartado anterior, hemos realizado una revisión de la literatura que
nos ha permitido identificar cuáles son las principales ventajas que se derivan
del uso de las redes sociales y cuáles son las áreas de la organización que
pueden beneficiarse en mayor medida. En el presente apartado, pretendemos
analizar en qué medida se están aprovechando tales ventajas en el sector
oleícola, tratando de detectar los factores que facilitan o, en su caso,
obstaculizan el uso de estas aplicaciones en la empresa.
En una primera lectura de aproximación comprobamos el grado de
penetración de estas plataformas en el sector oleícola (cuadro 4.1).
CUADRO 4.1.
PRESENCIA EN LAS REDES SOCIALES60
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
Sí 99 66,00% 195 38,01% 294 44,34%
No 51 34,00% 318 61,99% 369 55,66%
Total 150 100,00% 513 100,00% 663 100,00%
Fuente: elaboración propia.
60 Los datos de este cuadro responden a las organizaciones con cuentas activas en una o varias de las siguientes plataformas sociales: Facebook, Twitter, LinkedIn, Pinterest, YouTube e Instagram. La red social Google+ no ha sido considerada en los datos de este cuadro, debido a que la mayor parte de los perfiles existentes en esta red social carecen de actividad, por el hecho de que estas cuentas son creadas automáticamente con el registro en diversos servicios de Google (YouTube, Gmail, etc.).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 112
Tal y como se observa en el cuadro anterior un 44,34 por ciento de las
organizaciones dispone de cuentas activas en las redes sociales, una cifra que
puede ser considerada como negativa, dadas las múltiples potencialidades de
estas herramientas y su bajo coste asociado. Son precisamente las de carácter
ecológico las que gozan de una mayor presencia en las redes sociales,
concretamente, un 66,00 por ciento de ellas, frente al 38,01 por ciento
correspondiente a las que no ofertan aceite de oliva ecológico.
Por otro lado, la existencia de sitio web mejora la comunicación de la
organización con los consumidores, especialmente cuando se encuentra
vinculado a las redes sociales, lo que fortalece el nivel de confianza y el
compromiso afectivo de los usuarios (Gracia et al., 2013). En el cuadro 4.2 se
observa que un 68,83 por ciento de las organizaciones dispone de sitio web.
Nuevamente, son los operadores ecológicos los más activos en este medio,
con 19 puntos porcentuales de diferencia con el resto. Asimismo, solamente un
26,37 por ciento del total de organizaciones oleícolas con sitio web menciona
en ésta su presencia en las redes sociales, lo que denota que existe un gran
número de entidades con deficiencias en la calidad de su sitio web61. En este
sentido, se aprecia un diferencial de más de 23 puntos porcentuales entre
operadores ecológicos y no ecológicos.
CUADRO 4.2.
PRESENCIA DE SITIO WEB Y MENCIÓN A LAS REDES SOCIALES
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
DISPONE DE SITIO WEB
Sí 125 83,33% 330 64,33% 455 68,63%
No 25 16,67% 183 35,67% 208 31,37%
Total 150 100,00% 513 100,00% 663 100,00%
MENCIÓN A LAS REDES SOCIALES EN EL SITIO WEB*
Sí 54 43,20% 66 20,00% 120 26,37%
No 71 56,80% 264 80,00% 335 73,63%
Total 125 100,00% 330 100,00% 455 100,00%
*Base: organizaciones con sitio web y cuenta en redes sociales. Fuente: elaboración propia.
61 Al respecto, cabe señalar que la existencia de un nexo entre ambas plataformas (sitio web y redes sociales) se considera un indicador del nivel de calidad de un sitio web (Rodríguez et al., 2012).
Capítulo 4. Las redes sociales en el sector oleícola
Página 113
4.2.1. DETALLES DEL USO DE LAS REDES SOCIALES
Para analizar con un mayor nivel de detalle el grado de utilización de las
redes sociales por parte de las organizaciones oleícolas, el estudio se extiende
a Facebook y Twitter, que corresponden a las redes sociales más utilizadas a
nivel empresarial en España y las más relevantes (Adigital, 2014; ONTSI,
2015c). Además, estas plataformas también ocupan los primeros puestos en
número de usuarios activos en España, según datos de 2014 (Purita, 2015):
Por un lado, Facebook se posiciona como la red social líder a nivel
mundial, con una tendencia de crecimiento vertiginosa. Creada a
principios de 2004, pasó a tener 5,5 millones de usuarios activos en
2005, cifra que aumentó a los 500 millones en 2011 (Hughes et al.,
2012). Actualmente, esta red social supera los 1.366 millones de
usuarios registrados (We Are Social, 2015). En definitiva, esta
plataforma proporciona un sitio web que identifica y representa a una
persona, artista, marca, negocio o cualquier otra entidad, permitiéndole
interactuar con el resto de usuarios registrados.
En cambio, Twitter es un servicio que aúna las características de los
medios sociales y la mensajería instantánea, estableciendo un límite de
140 caracteres en la extensión de sus mensajes, denominados tweets
(Gené, 2013). Esta red social, con origen en 2006, permite vincularse
con otros usuarios (siguiendo) y viceversa (seguidores), configurándose
como una interfaz rápida, simple y económica de intercambio de
información (Del fresno et al., 2015). A diferencia de Facebook, en esta
plataforma existe una menor relación entre usuarios, debido a que la
mayor parte de los nexos sociales existentes no se corresponden a
vínculos de amistad (Huberman et al., 2008; Anger y Kittl, 2011).
Además, esta interfaz facilita el anonimato, lo que reduce la presión
social del usuario para publicar (Hughes et al., 2012).
Atendiendo al año de creación de la cuenta, en el cuadro 4.3 se observa
que el número de organizaciones que se incorporaron antes de 2010 a estos
medios sociales es ínfimo. Es durante los años 2012 y 2013 cuando se produce
una mayor tasa de incorporación a las plataformas Facebook y Twitter.
Desagregando la información según operador, se aprecia una incorporación
más temprana en las organizaciones de carácter ecológico, registrándose entre
los años 2010 y 2011 el 41,05 por ciento y el 32,14 por ciento en Facebook y
Twitter, respectivamente. No obstante, independientemente de si ofertan o no
aceite de oliva ecológico, el grueso de las organizaciones oleícolas no posee
más de cinco años de antigüedad en estos medios sociales.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 114
CUADRO 4.3.
AÑO DE CREACIÓN DE LA CUENTA EN FACEBOOK Y TWITTER
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
Antes de 2010 2 2,11% 3 1,60% 5 1,77%
Entre 2010 y 2011 39 41,05% 40 21,39% 79 28,01%
Entre 2012 y 2013 33 34,74% 65 34,76% 98 34,75%
Entre 2014 y 2015* 11 11,58% 32 17,11% 43 15,25%
No disponible 10 10,53% 47 25,13% 57 20,21%
Total 95 100,00% 187 100,00% 282 100,00%
Antes de 2010 1 1,79% 0 0,00% 1 0,76%
Entre 2010 y 2011 18 32,14% 9 12,00% 27 20,61%
Entre 2012 y 2013 26 46,43% 47 62,67% 73 55,73%
Entre 2014 y 2015* 11 19,64% 19 25,33% 30 22,90%
Total 56 100,00% 75 100,00% 131 100,00%
*Los datos obtenidos para el año 2015 solo responden hasta la fecha de estudio. Base: organizaciones con cuentas en la red social Facebook.
Fuente: elaboración propia.
Por otro lado, la mayor parte de las organizaciones oleícolas presentan
un nivel de actividad en Facebook muy reducido e incluso nulo, especialmente
entre los operadores no ecológicos (cuadro 4.4). De esta forma, se observa
que menos del 20 por ciento publica de forma semanal. En las organizaciones
con oferta de ecológicos, en torno a un 61 por ciento realiza al menos una
publicación al mes en su cuenta de Facebook. En cambio, en la red social
Twitter se aprecia una mayor actividad a la hora de publicar. Un 33,59 por
ciento de las organizaciones publica al menos un comentario a la semana. Son
los operadores ecológicos también los más activos en esta red social. Un 19,47
por ciento de ellos publica a diario o de forma muy frecuente, con una
diferencia de 8 puntos porcentuales respecto a sus homólogos convencionales.
Capítulo 4. Las redes sociales en el sector oleícola
Página 115
CUADRO 4.4.
FRECUENCIA DE PUBLICACIÓN EN FACEBOOK Y TWITTER62
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
A diario o cada pocos días 9 9,47% 7 3,74% 16 5,67%
Varias veces a la semana 17 17,89% 21 11,23% 38 13,47%
Varias veces al mes 22 23,16% 23 12,30% 45 15,96%
Varias veces por trimestre 10 10,53% 22 11,76% 32 11,35%
De forma anual 26 27,37% 62 33,16% 88 31,21%
Sin ninguna publicación 11 11,58% 52 27,81% 63 22,34%
Total 95 100,00% 187 100,00% 282 100,00%
A diario o cada pocos días 9 16,07% 6 8,00% 15 11,45%
Varias veces a la semana 14 25,00% 15 20,00% 29 22,14%
Varias veces al mes 8 14,29% 18 24,00% 26 19,85%
Varias veces por trimestre 6 10,71% 8 10,67% 14 10,69%
De forma anual 15 26,79% 24 32,00% 39 29,77%
Sin ninguna publicación 4 7,14% 4 5,33% 8 6,11%
Total 56 100,00% 75 100,00% 131 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Twitter. Fuente: elaboración propia.
El principal indicador de éxito y popularidad de una página de fans en
Facebook reside en el número de ‘Me gusta’ que posee, ya que denota el
número de usuarios comprometidos con la cuenta (Wallace et al., 2014). Esta
opción hace de esta red social un medio ganado63 (Llorente et al., 2013).
Según señala Peyton (2012), el botón ‘Me gusta’ añadido en febrero de 2009,
ha marcado un hito al objeto de compartir contenidos, incrementado el tráfico
de los contenidos web entre un 150 por ciento y un 500 por ciento. Asimismo,
Wallace et al. (2014) aseveran la importancia de esta métrica, como indicador
de popularidad y notoriedad, así como para la estrategia de marketing de la
empresa.
62 Para determinar la frecuencia de publicación se procedió a revisar las 30 últimas publicaciones que se habían efectuado en cada una de las cuentas de ambas redes sociales.
63 Según expone Llorente et al. (2013), las redes sociales como Facebook se convierten en un potente earned media (o medio ganado), de los que las compañías obtienen valor sin necesidad de realizar un desembolso económico por ello.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 116
Según se observa en el cuadro 4.5, más de la mitad de las
organizaciones con cuenta en Facebook no supera los 200 ‘Me gusta’ o
seguidores y, un 30 por ciento ni siquiera alcanza la cifra de 30. Respecto a las
entidades con oferta ecológica, el porcentaje que supera la cifra de 1.000 ‘Me
gusta’ es superior al colectivo con menos de 30. En cambio, en el caso de los
operadores no ecológicos, el primer colectivo mencionado triplica al segundo.
CUADRO 4.5.
NÚMERO DE ‘ME GUSTA’ EN FACEBOOK
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
Inferior a 30 17 17,89% 68 36,36% 85 30,14%
Entre 30 y 200 27 28,42% 49 26,20% 76 26,95%
Entre 201 y 500 22 23,16% 35 18,72% 57 20,21%
Entre 501 y 1000 11 11,58% 13 6,95% 24 8,51%
Superior a 1.000 18 18,95% 22 11,76% 40 14,18%
Total 95 100,00% 187 100,00% 282 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Facebook. Fuente: elaboración propia.
El indicador de Twitter equivalente en importancia al número de ‘Me
gusta’ en la red social Facebook, es el número de seguidores, que denota el
grado de influencia de la cuenta en este medio (Anger y Kittl, 2011).
Actualmente, Haustein et al. (2015) señalan que existen diferentes estrategias
y recursos informáticos para amasar una gran cantidad de seguidores a un
coste mínimo. A pesar de ello, en el sector oleícola esta estadística es muy
reducida (cuadro 4.6).
CUADRO 4.6.
NÚMERO DE SEGUIDORES (USUARIOS QUE SIGUEN LA CUENTA) EN TWITTER
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
Inferior a 30 10 17,86% 16 21,33% 26 19,85%
Entre 30 y 200 11 19,64% 28 37,33% 39 29,77%
Entre 201 y 500 12 21,43% 14 18,67% 26 19,85%
Entre 501 y 1000 8 14,29% 9 12,00% 17 12,98%
Superior a 1.000 15 26,79% 8 10,67% 23 17,56%
Total 56 100,00% 75 100,00% 131 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Twitter. Fuente: elaboración propia.
Capítulo 4. Las redes sociales en el sector oleícola
Página 117
Como se observa en el cuadro anterior, casi la mitad de las sociedades
oleícolas no supera los 200 seguidores y aproximadamente un 20 por ciento de
ellas no llega a alcanzar los 30. En el otro extremo, el porcentaje de
organizaciones oleícolas con más de 1.000 seguidores es del 17,56 por ciento,
alcanzando el 26,79 por ciento para las entidades que incluyen en su actividad
aceite de oliva ecológico.
Interpretando las cifras descritas hasta el momento, se intuye la
ausencia de una apuesta sólida respecto al uso de las redes sociales Facebook
y Twitter, por una gran parte de las organizaciones oleícolas, especialmente
por aquellas que carecen de aceite de oliva ecológico en su oferta. Un claro
indicador de ello, se observa en el mal uso que se realiza de la cuenta de
Facebook (cuadro 4.7). En este sentido, un 13,48 por ciento de las
organizaciones oleícolas utiliza un perfil personal en lugar de una página de
fans, para representar su negocio, incumpliendo los términos y condiciones de
uso de esta red social y, por ende, asumiendo el riesgo a que la cuenta sea
inhabilitada64.
CUADRO 4.7.
USO ERRÓNEO DE LA CUENTA DE FACEBOOK
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
Perfil personal 12 12,63% 26 13,90% 38 13,48%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Facebook. Fuente: elaboración propia.
El principal indicador de actividad en Twitter responde al número de
tweets. De esta forma, también se aprecia que las organizaciones oleícolas
realizan un uso deficiente de esta red social, tal y como se puede observar a
través del número de publicaciones realizadas (cuadro 4.8). Solamente un
11,45 por ciento supera el millar de publicaciones, cifra que disminuye al 6,67
64 En la red social Facebook se pueden encontrar tres tipos de cuentas:
El perfil personal. Representan a particulares y no deben utilizarse con fines comerciales. Se infringen las Condiciones de Uso de Facebook si se utiliza un perfil personal para representar a algo diferente a la propia persona que está identificada en la cuenta. Ello puede acarrear perder el acceso a la cuenta con carácter permanente.
La página de fans. Permiten a organizaciones, empresas, artistas, marcas, etc. comunicarse de forma general con el público. Solamente deben ser creadas y administradas por representantes oficiales.
El grupo. Los grupos proporcionan un espacio cerrado para que un determinado número de usuarios puedan intercambiar opiniones acerca de intereses comunes.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 118
por ciento considerando única y exclusivamente a las entidades que no
incluyen aceite de oliva ecológico en su oferta. Así pues, el grueso de estas
organizaciones dispone de menos de 300 publicaciones y un importante
número de ellas no alcanza el centenar de tweets.
CUADRO 4.8.
NÚMERO DE TWEETS REALIZADOS
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
Inferior a 100 20 35,71% 42 56,00% 62 47,33%
Entre 100 y 300 14 25,00% 15 20,00% 29 22,14%
Entre 301 y 500 5 8,93% 7 9,33% 12 9,16%
Entre 501 y 1.000 7 12,50% 6 8,00% 13 9,92%
Superior a 1.000 10 17,86% 5 6,67% 15 11,45%
Total 56 100,00% 75 100,00% 131 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Twitter. Fuente: elaboración propia.
Otra de las magnitudes a tener en cuenta en la red social Twitter es el
número de cuentas que se siguen (cuadro 4.9). Una tercera parte de las
empresas sigue a menos de 100 usuarios. También se observan diferencias
entre los operadores ecológicos y no ecológicos, de forma que son estos
primeros los que se relacionan con un mayor número de cuentas. Así pues, un
10,71 por ciento de las organizaciones oleícolas de índole ecológico sigue más
de un millar de cuentas, 4 puntos porcentuales superior a sus semejantes no
ecológicas.
CUADRO 4.9.
NÚMERO DE SIGUIENDO (USUARIOS A LOS QUE SE SIGUE)
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
Inferior a 100 18 32,14% 26 34,67% 44 33,59%
Entre 100 y 300 9 16,07% 25 33,33% 34 25,95%
Entre 301 y 500 10 17,86% 9 12,00% 19 14,50%
Entre 501 y 1.000 13 23,21% 10 13,33% 23 17,56%
Superior a 1.000 6 10,71% 5 6,67% 11 8,40%
Total 56 100,00% 75 100,00% 131 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Twitter. Fuente: elaboración propia.
Capítulo 4. Las redes sociales en el sector oleícola
Página 119
Para interpretar el tipo de relación que existe entre una cuenta y el resto,
se utiliza la ratio seguidores/siguiendo (cuadro 4.10). Krishnamurthy et al.
(2008) analizan la relación entre estas dos variables, identificando tres grupos
de usuarios con base en los resultados obtenidos:
Un primer grupo, responde a los usuarios con una ratio elevada, es
decir, un mayor número de seguidores que de personas siguiendo. Este
colectivo es identificado como emisores u oradores, pues su actividad se
centra en comunicar, asumiendo el rol de líder.
En el otro extremo, se encuentran las cuentas con una ratio inferior a
uno, que siguen a un número de cuentas superior a sus propios
seguidores. Esta actividad es típica de malhechores o evangelistas, que
tienen como finalidad hacer publicidad (spam) o aumentar sus
seguidores.
El tercer grupo y más habitual, responde a cuentas con un número
similar entre ambas variables, existiendo una relación de reciprocidad
entre las partes.
Asimismo, es preciso destacar que esta ratio debe ser interpretada con
cautela, para lo que se aconseja interpretarla en función del volumen de
seguidores (Anger y Kittl, 2011).
En el cuadro 4.10 se exponen los resultados obtenidos para esta ratio en
función de dos colectivos establecidos según el número de seguidores65. Así
pues, el 62,75 por ciento de las organizaciones con menos de 100 seguidores
está siguiendo a un número de cuentas superior al de usuarios que le sigue a
ella, lo que denota una actitud pasiva o un mal uso de la cuenta. Por otro lado,
en este mismo colectivo, solamente un 15,69 por ciento dispone de un número
de seguidores que duplica al de cuentas a las que siguen. Este escenario
revela un buen uso de esta red social, por generar contenidos de calidad o
resultar de interés por el resto de usuarios. Por otro lado, en las cuentas con
más de 100 seguidores, un 33,75 por ciento mantiene una actitud recíproca con
el resto de usuarios y un 31,25 por ciento presenta un mayor número de
seguidores que de siguiendo.
65 Para interpretar de forma más precisa esta ratio, se han catalogado las organizaciones en dos colectivos, en función de si superan la cifra de 100 seguidores. Se ha elegido este umbral de seguidores porque enjuiciamos que es una cifra intermedia y considerable para establecer dos colectivos dentro del sector en función del uso que se realiza de esta red social.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 120
CUADRO 4.10.
RATIO SEGUIDORES/SIGUIENDO
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
CUENTAS CON MENOS DE 100 SEGUIDORES
Inferior a 1 10 55,56% 22 66,67% 32 62,75%
Entre 1 y 2 5 27,78% 6 18,18% 11 21,57%
Superior a 2 3 16,67% 5 15,15% 8 15,69%
Total 18 100,00% 33 100,00% 51 100,00%
CUENTAS CON 100 O MÁS SEGUIDORES
Inferior a 1 12 31,58% 16 38,10% 28 35,00%
Entre 1 y 2 12 31,58% 15 35,71% 27 33,75%
Superior a 2 14 36,84% 11 26,19% 25 31,25%
Total 38 100,00% 42 100,00% 80 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Twitter. Fuente: elaboración propia.
Además de las magnitudes anteriormente citadas, existen otras
alternativas para un mejor aprovechamiento y utilización de estas redes
sociales. La presencia de eventos66 y opiniones67 en Facebook (cuadro 4.11) o
de favoritos68 y listas69 en Twitter (cuadro 4.12) son claros ejemplos de ello.
En el caso de Facebook, si observamos en cuadro 4.11 se aprecia que
el 69,15 por ciento de las organizaciones del sector del aceite de oliva carece
de comentarios en la pestaña opiniones. En el 30,85 por ciento restante, el
promedio de opiniones es de 12, con una valoración media de 4,67 sobre 5.
Asimismo, un 87,23 por ciento carece de eventos, con un promedio de 2,67
eventos para las organizaciones que sí hacen uso de esta opción. Estos datos
revelan que se está realizando un ínfimo uso de las diferentes opciones
accesorias que incorpora esta red social y que pueden ser de gran utilidad para
los usuarios que siguen a la cuenta.
66 Eventos. Este apartado de Facebook, agrupa los diferentes acontecimientos en los que participa o asiste la entidad representada en la cuenta.
67 Opiniones. Esta pestaña de Facebook, recoge los comentarios de los usuarios acerca de la marca, producto o negocio que está representando la cuenta, así como una valoración (ponderada de cero a cinco) de la misma.
68 Favoritos. Esta función de Twitter permite marcar determinados tweets, en función de nuestras preferencias, y, al mismo tiempo, guarda un historial de ellos.
69 Listas. Esta opción de Twitter permite agrupar a un conjunto de usuarios, que servirá para filtrar los tweets que se publiquen desde estas cuentas.
Capítulo 4. Las redes sociales en el sector oleícola
Página 121
CUADRO 4.11.
PRESENCIA DE OPINIONES Y EVENTOS EN FACEBOOK
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
OPINIONES
Sin opiniones 59 62,11% 136 72,73% 195 69,15%
Con opiniones 36 37,89% 51 27,27% 87 30,85%
Total 95 100,00% 187 100,00% 282 100,00%
Promedio de opiniones 11,83 11,96 11,91
Valoración promedio (s/5)
4,66 4,67 4,67
EVENTOS
Sin eventos 75 78,95% 171 91,44% 246 87,23%
Con eventos 20 21,05% 16 8,56% 36 12,77%
Total 95 100,00% 187 100,00% 282 100,00%
Promedio de eventos 3,20 2,00 2,67
Base: organizaciones con cuentas en la red social Facebook. Fuente: elaboración propia.
Por otro lado, en Twitter se encuentran las aplicaciones de favoritos y de
listas (cuadro 4.12).
CUADRO 4.12.
PRESENCIA DE FAVORITOS Y LISTAS EN TWITTER
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
FAVORITOS
No utiliza 18 32,14% 28 37,33% 46 35,11%
Inferior a 50 21 37,50% 33 44,00% 54 41,22%
Entre 50 y 100 3 5,36% 5 6,67% 8 6,11%
Superior a 100 14 25,00% 9 12,00% 23 17,56%
Total 56 100,00% 75 100,00% 131 100,00%
LISTAS
No utiliza 49 87,50% 64 85,33% 113 86,26%
Con listas 7 12,50% 11 14,67% 18 13,74%
Total 56 100,00% 75 100,00% 131 100,00%
Promedio de listas 3,00 2,27 2,56
Base: organizaciones con cuentas en la red social Twitter. Fuente: elaboración propia.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 122
Estas opciones aportan una serie de ventajas a las cuentas que las
utilizan, entre ellas, organización interna, rapidez y control (Gené, 2013). Como
se observa en el cuadro 4.12 el 35,11 por ciento de las cuentas carece de
favoritos y un 86,26 por ciento de listas. Ambas aplicaciones se encuentran en
desuso para una gran parte de las organizaciones oleícolas: el 41,22 por ciento
dispone de menos de 50 tweets marcados como favoritos, mientras que el
promedio de listas utilizadas se sitúa en torno a 2,56.
Por otro lado, a pesar de que la red social Twitter no está diseñada ad
hoc para el intercambio de imágenes o vídeos, más del 77 por ciento de las
organizaciones alberga este tipo de contenido en su cuenta (cuadro 4.13). No
obstante, la mayoría de ellas no ha subido a esta red social más de 30 fotos y/o
vídeos. Son precisamente los operadores ecológicos los que comparten una
mayor cantidad de este tipo de archivos: el 23,21 por ciento de ellos ha subido
más de 100 fotos y/o vídeos, lo que supone un diferencial de más de 16 puntos
porcentuales con las organizaciones que no elaboran ni comercializan aceite
de oliva ecológico.
CUADRO 4.13.
NÚMERO DE FOTOS Y VÍDEOS PUBLICADOS EN TWITTER
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
No utiliza 11 19,64% 19 25,33% 30 22,90%
Inferior a 30 19 33,93% 38 50,67% 57 43,51%
Entre 30 y 100 13 23,21% 13 17,33% 26 19,85%
Superior a 100 13 23,21% 5 6,67% 18 13,74%
Total 56 100,00% 75 100,00% 131 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Twitter. Fuente: elaboración propia.
4.2.2. ANÁLISIS DE LAS REDES SOCIALES A TRAVÉS DE
HERRAMIENTAS ESPECIALIZADAS
Para un análisis más exhaustivo de estas redes sociales, existen en
Internet diferentes herramientas analíticas que aportan estadísticas más
detalladas sobre el nivel de uso y repercusión de estas cuentas, y que a simple
vista serían imposibles de obtener. Para la red social Facebook, destaca la
plataforma virtual LikeAlyzer, por su simplicidad y potencial (Vargas et al.,
2014). Asimismo, para Twitter se hizo uso de Twitonomy, una herramienta de
Capítulo 4. Las redes sociales en el sector oleícola
Página 123
gran utilidad y eficaz para su propósito, también utilizada en investigaciones
afines (Burkhalter y Wood, 2015).
4.3.2.1. ESTADÍSTICAS TRAS UTILIZAR LA HERRAMIENTA LIKEALYZER70
Atendiendo a la frecuencia de uso de Facebook por parte de aquellas
organizaciones que se encuentran activas en esta red social (cuadro 4.4), el
31,68 por ciento de ellas realiza por término medio menos de una publicación al
mes. Un 27,33 por ciento realiza en promedio una publicación cada 8 ó 30 días
y un 37,27 publica al menos una vez por semana. El restante 3,73 por ciento
representa a las organizaciones más activas, que realizan en promedio al
menos una publicación al día. En este colectivo, destacan las no ecológicas, en
parte debido a su reciente incorporación a esta red. Sin embargo, en el tramo
anterior, la ratio de los operadores ecológicos es superior en más de 17 puntos
porcentuales a la que corresponde al resto de operadores.
CUADRO 4.14.
FRECUENCIA DE PUBLICACIONES EN FACEBOOK
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
Inferior a 1 al mes 18 27,69% 33 34,38% 51 31,68%
Inferior a 1 a la semana 14 21,54% 30 31,25% 44 27,33%
Inferior a 1 al día 31 47,69% 29 30,21% 60 37,27%
Igual o superior a 1 al día
2 3,08% 4 4,17% 6 3,73%
Total 65 100,00% 96 100,00% 161 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Facebook y analizadas por LikeAlyzer. Fuente: elaboración propia.
Si se observa la variación que ha experimentado el número de ‘Me
gusta’ de las organizaciones oleícolas con cuentas activas en Facebook
durante el último mes (cuadro 4.15), se distingue que cerca del 5 por ciento ha
perdido seguidores y un 17,39 por ciento no ha visto alterado su número de ‘Me
gusta’. Como dato positivo, es que en torno a un 77 por ciento de ellas ha
aumentado su popularidad. De forma más precisa, el 19,25 por ciento ha
incrementado su cifra de ‘Me gusta’ en más de 5 puntos porcentuales.
70 La plataforma LikeAlyzer solo analiza aquellas cuentas que responden a una página de fans y que no se encuentran en desuso, lo que reduce el número de organizaciones analizables. Por ende, estos datos deben ser interpretados bajo la premisa de que se tratan de cuentas que están activas. Además, dependiendo del uso de la cuenta, algunas estadísticas no se muestran al no ser calculables.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 124
Nuevamente, son las entidades de carácter ecológico las que presentan una
mejor evolución.
CUADRO 4.15.
INCREMENTO DEL NÚMERO DE ‘ME GUSTA’ EN EL ÚLTIMO MES
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
Decremento 0 0,00% 8 8,33% 8 4,97%
Nulo 7 10,77% 21 21,88% 28 17,39%
Incremento inferior al 5% 42 64,62% 52 54,17% 94 58,39%
Incremento superior al 5% 16 24,62% 15 15,63% 31 19,25%
Total 65 100,00% 96 100,00% 161 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Facebook y analizadas por LikeAlyzer. Fuente: elaboración propia.
La magnitud PTAT (People Talking About This) revela el número de
usuarios que están interactuando con los contenidos de la cuenta, a través de
‘Me gusta’, comentarios, etc. El cuadro 4.16 muestra que un 27,95 por ciento
de las organizaciones con cuentas activas en Facebook no genera ningún tipo
de engagement o de interés para sus seguidores y el resto de usuarios,
asumiendo una actitud más “pasiva” de cara a este medio. Por otro lado, en
torno a la mitad de estas entidades, genera un nivel muy reducido de
interacciones, que no supera los 30 usuarios. Solamente un 7,45 por ciento
genera contenido atractivo para captar la atención de más de un centenar de
personas. Asimismo, el porcentaje de organizaciones ecológicas en esta última
categoría duplica a las no ecológicas.
CUADRO 4.16.
GRADO DE INTERACCIÓN SOCIAL (PTAT)
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
Ninguna 12 18,46% 33 34,38% 45 27,95%
Inferior a 30 35 53,85% 46 47,92% 81 50,31%
Entre 30 y 100 11 16,92% 12 12,50% 23 14,29%
Superior a 100 7 10,77% 5 5,21% 12 7,45%
Total 65 100,00% 96 100,00% 161 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Facebook y analizadas por LikeAlyzer. Fuente: elaboración propia.
Capítulo 4. Las redes sociales en el sector oleícola
Página 125
Para conocer de forma más precisa el grado interacción de los usuarios
que siguen a la cuenta, se utiliza la ratio de engagement (cuadro 4.17). Un
27,95 por ciento de las empresas con actividad en Facebook, coincidentes con
las comentadas en el cuadro anterior, no genera interacciones. Un 57,76 por
ciento solamente genera interés para 1 de cada 10 de sus seguidores. En esta
ocasión, la mayor ratio de engagement corresponde a las entidades no
ecológicas. De esta forma, se puede concluir que, las entidades ecológicas
generan una mayor interacción (PTAT) en Facebook como consecuencia de un
mayor número de ‘Me gusta’. Sin embargo, en proporción a su elevado número
de ‘Me gusta’, esta interacción es similar e incluso inferior a las que presentan
las organizaciones no ecológicas.
CUADRO 4.17.
RATIO DE ENGAGEMENT
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
Nulo 12 18,46% 33 34,38% 45 27,95%
Inferior al 10% 44 67,69% 49 51,04% 93 57,76%
Entre el 10% y el 20% 6 9,23% 9 9,38% 15 9,32%
Más del 20% 3 4,62% 5 5,21% 8 4,97%
Total 65 100,00% 96 100,00% 161 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Facebook y analizadas por LikeAlyzer. Fuente: elaboración propia.
De igual forma, la ratio de engagement por publicación también resulta
una estadística interesante para conocer el número de interacciones que se
generan por cada difusión. El cuadro 4.18 muestra que un 43,97 por ciento de
las organizaciones oleícolas con cuentas activas en Facebook no alcanza las
10 interacciones por cada publicación realizada. Son las de tipo ecológico las
que generan un mayor número de interacciones por publicación, debiéndose
esta divergencia con los resultados del cuadro anterior a su volumen de
seguidores.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 126
CUADRO 4.18.
RATIO DE ENGAGEMENT POR PUBLICACIÓN
OPCIONES
ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
Inferior a 10 20 40,82% 31 46,27% 51 43,97%
Entre 10 y 30 18 36,73% 28 41,79% 46 39,66%
Entre 31 y 50 6 12,24% 7 10,45% 13 11,21%
Superior a 50 5 10,20% 1 1,49% 6 5,17%
Total 49 100,00% 67 100,00% 116 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Facebook y analizadas por LikeAlyzer. Fuente: elaboración propia.
En los medios sociales el contenido visual y audiovisual ejerce una
mayor atracción sobre los usuarios, relegando al texto plano a un segundo nivel
de importancia (Díaz, 2011). De esta forma, la carga visual ha sido señalada
como un rasgo de eficiencia (Llorente et al., 2013). En un 6,9 por ciento de las
páginas de fans activas de las organizaciones oleícolas no se ha utilizado
ningún tipo de contenido visual. Sin embargo, en alrededor del 70 por ciento de
estas páginas, el contenido visual y audiovisual es el más frecuente. Asimismo,
cabe señalar que el 44,90 por ciento de los operadores ecológicos ha utilizado
este tipo de contenido en más del 80 por ciento de sus publicaciones.
CUADRO 4.19.
PORCENTAJE DE CONTENIDO VISUAL Y AUDIOVISUAL
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
No utiliza 4 8,16% 4 5,97% 8 6,90%
Inferior al 50% 14 28,57% 14 20,90% 28 24,14%
Entre un 50% y un 80% 9 18,37% 25 37,31% 34 29,31%
Más del 80% 22 44,90% 24 35,82% 46 39,66%
Total 49 100,00% 67 100,00% 116 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Facebook y analizadas por LikeAlyzer. Fuente: elaboración propia.
De forma adicional, la herramienta LikeAlyzer establece una valoración
de 0 a 100 según el rendimiento asociado a la página de fans de Facebook
analizada. Una mayor valoración revela un buen uso de esta red social y, por
consiguiente, un mayor rendimiento de la misma. En el cuadro 4.20 se observa
que el 9,94 por ciento de las organizaciones obtiene una valoración de 0 y el
Capítulo 4. Las redes sociales en el sector oleícola
Página 127
62,11 por ciento de las organizaciones tampoco alcanza el umbral medio de
puntuación. En promedio, la calificación de las páginas de fans ronda los 34
puntos de valoración, siendo las correspondientes a las organizaciones
oleícolas con oferta ecológica las más eficientes, aunque con una puntuación
promedio también muy reducida. En definitiva, esta calificación ratifica que el
uso realizado de Facebook puede calificarse como deficiente, en la mayor parte
de los casos.
CUADRO 4.20.
PUNTUACIÓN GLOBAL OTORGADA POR LIKEALYZER
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
Igual a 0 7 10,77% 9 9,38% 16 9,94%
Inferior que 50 37 56,92% 63 65,63% 100 62,11%
Entre 50 y 70 12 18,46% 16 16,67% 28 17,39%
Superior a 70 9 13,85% 8 8,33% 17 10,56%
Total 65 100,00% 96 100,00% 161 100,00%
Promedio 37,86 30,95 33,74
Base: organizaciones con cuentas en la red social Facebook y analizadas por LikeAlyzer. Fuente: elaboración propia.
4.3.2.2. ESTADÍSTICAS TRAS UTILIZAR LA HERRAMIENTA TWITONOMY
Al igual que LikeAlyzer analiza la actividad de las páginas de fans de
Facebook, Twitonomy aporta información detallada acerca del uso y utilización
de la red social Twitter. Una primera estadística responde a la frecuencia de
publicaciones desde la creación de la cuenta (cuadro 4.21). En primer lugar,
destaca que un 12,21 por ciento de las organizaciones no ha realizado ninguna
publicación en esta red social. No obstante, en torno al 42 por ciento de las
organizaciones oleícolas publica en promedio al menos un tweet a la semana.
Asimismo, un 12,21 por ciento de las organizaciones oleícolas con cuenta en
twitter realiza de media al menos un tweet al día.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 128
CUADRO 4.21.
FRECUENCIA DE PUBLICACIONES EN TWITTER
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
Ningún tweet 6 10,71% 10 13,33% 16 12,21%
Inferior a 1 al mes 7 12,50% 9 12,00% 16 12,21%
Inferior a 1 a la semana 9 16,07% 19 25,33% 28 21,37%
Inferior a 1 al día 26 46,43% 29 38,67% 55 41,98%
Igual o superior a 1 al día
8 14,29% 8 10,67% 16 12,21%
Total 56 100,00% 75 100,00% 131 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Twitter. Fuente: elaboración propia.
Los retweets71 es una importante aplicación para publicar e interactuar
en esta red social (Anger y Kittl, 2011) y para la difusión viral de la información
(Grabowicz et al., 2012). De esta forma, la publicación de tweets propios y de
retweets contribuye al aumento del número de seguidores, al generar
interacción y despertar el interés en el resto de usuarios (Castelló et al., 2014).
En el cuadro 4.22 se aprecia que un 16,79 por ciento de las organizaciones aún
no ha hecho uso de esta opción en su cuenta. El 40,46 por ciento de ellas
realiza menos de un retweet por cada cuatro publicaciones. En cambio, un
18,25 por ciento de las entidades realiza más de un retweets en el 50 por
ciento de sus publicaciones.
CUADRO 4.22.
PROMEDIO DE RETWEETS REALIZADOS POR CADA TWEET
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
No utiliza 7 12,50% 15 20,00% 22 16,79%
Inferior a 0,25 27 48,21% 26 34,67% 53 40,46%
Entre 0,25 y 0,5 12 21,43% 20 26,67% 32 24,43%
Superior a 0,5 10 17,86% 14 18,67% 24 18,32%
Total 56 100,00% 75 100,00% 131 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Twitter. Fuente: elaboración propia.
71 Los retweets consisten en volver a publicar contenidos que han sido previamente compartidos en otras cuentas de Twitter. Esta función es denotada con las siglas RT y fue incorporada posteriormente al lanzamiento de esta red social, por iniciativa de los propios usuarios.
Capítulo 4. Las redes sociales en el sector oleícola
Página 129
Las menciones72 se utilizan normalmente para la comunicación personal,
indicando el grado de interacción y la fortaleza de los lazos sociales de la
cuenta (Grabowicz et al., 2012). Mencionar a otros usuarios a la hora de
compartir un tweet es una opción usual para el 19,85 por ciento de las
entidades oleícolas (cuadro 4.23). No obstante, en un porcentaje similar de
empresas no se ha llegado a utilizar anteriormente esta opción. Asimismo, más
de la tercera parte de las organizaciones oleícolas utiliza a lo sumo una
mención cada cuatro tweets.
CUADRO 4.23.
PROMEDIO DE MENCIONES REALIZADAS POR CADA TWEET
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
No utiliza 10 17,86% 16 21,33% 26 19,85%
Inferior a 0,25 20 35,71% 25 33,33% 45 34,35%
Entre 0,25 y 0,5 13 23,21% 21 28,00% 34 25,95%
Superior a 0,5 13 23,21% 13 17,33% 26 19,85%
Total 56 100,00% 75 100,00% 131 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Twitter. Fuente: elaboración propia.
Por otro lado, las respuestas73 son una de las extensiones de Twitter
menos utilizadas por las organizaciones oleícolas (cuadro 4.24).
CUADRO 4.24.
PROMEDIO DE RESPUESTAS REALIZADAS POR CADA TWEET
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
No utiliza 13 23,21% 22 29,33% 35 26,72%
Inferior a 0,10 22 39,29% 26 34,67% 48 36,64%
Entre 0,10 y 0,25 14 25,00% 18 24,00% 32 24,43%
Superior a 0,25 7 12,50% 9 12,00% 16 12,21%
Total 56 100,00% 75 100,00% 131 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Twitter. Fuente: elaboración propia.
72 La mención es una extensión de Twitter que se utiliza para dirigirse a un determinado usuario dentro de esta red social. Para ello, se incluye el nombre de usuario precedido de arroba (@).
73 La respuesta es un tipo de mención en la que se replica un determinado tweet.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 130
En concreto, el número de respuestas revela las menciones que ha
recibido la cuenta y que han sido replicadas por la organización. De este modo,
en el cuadro 4.24 se observa que el 26,72 por ciento de las entidades oleícolas
no ha utilizado aún esta opción. Asimismo, solamente el 12,21 por ciento de las
entidades oleícolas presenta al menos 1 respuesta por cada cuatro
publicaciones.
Los hashtag74 o etiquetas temáticas ayudan a la identificación y
popularización de contenidos (Gené, 2013), de forma que su uso habitual
aplicado a la actividad organizacional ayudaría a la captación de seguidores, a
un mejor posicionamiento en el sector y a la diferenciación con la competencia
(Castelló et al., 2014). En el sector oleícola, un 32,06 por ciento de las
organizaciones no ha empleado esta aplicación (cuadro 4.25). Por otra parte,
un 19,08 por ciento utiliza esta opción de forma muy frecuente, especialmente
si se hace referencia a los operadores ecológicos.
CUADRO 4.25.
PROMEDIO DE HASHTAG REALIZADOS POR CADA TWEET
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
No utiliza 13 23,21% 29 38,67% 42 32,06%
Inferior a 0,25 19 33,93% 23 30,67% 42 32,06%
Entre 0,25 y 0,5 12 21,43% 10 13,33% 22 16,79%
Superior a 0,5 12 21,43% 13 17,33% 25 19,08%
Total 56 100,00% 75 100,00% 131 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Twitter. Fuente: elaboración propia.
Otro de los elementos accesorios en la publicación de un tweet son los
link, también denominados hipervínculos o enlaces. El uso de estos elementos
puede ser de gran ayuda para conectar con otras páginas web o generar tráfico
hacia ellas. En el cuadro 4.26 se observa que un 27,48 por ciento de las
organizaciones oleícolas utiliza al menos un link por cada dos tweets. En
comparación con otras aplicaciones de Twitter también citadas (menciones,
hashtag, etc.), esta opción resulta ser de las más utilizadas entre las
organizaciones oleícolas.
74 El hashtag es un elemento utilizado en Twitter que consiste en una etiqueta formada por una o varias palabras clave, precedidas del signo almohadilla (#), que representan una temática o asunto de actualidad.
Capítulo 4. Las redes sociales en el sector oleícola
Página 131
CUADRO 4.26.
PROMEDIO DE LINKS REALIZADOS POR CADA TWEET
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
No utiliza 6 10,71% 12 16,00% 18 13,74%
Inferior a 0,25 17 30,36% 17 22,67% 34 25,95%
Entre 0,25 y 0,5 19 33,93% 24 32,00% 43 32,82%
Superior a 0,5 14 25,00% 22 29,33% 36 27,48%
Total 56 100,00% 75 100,00% 131 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Twitter. Fuente: elaboración propia.
Los retweets impulsan ágilmente la difusión de contenido en esta red
social, lo que ha motivado a diferentes autores para analizar su tipología y los
rasgos básicos que estimulan su propagación (Xu y Yang, 2012). Así pues, los
retweets generados son un claro indicador de la interacción y el engagement
suscitado por la cuenta. En el cuadro 4.27, se observa que el 19,85 por ciento
de las empresas oleícolas obtiene menos de un retweet por cada 10 tweets
publicados. En cambio, un 21,37 por ciento ve retuiteados al menos uno de
cada cuatro tweets que publica.
CUADRO 4.27.
PROMEDIO DE RETWEETS GENERADOS POR CADA TWEET
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
Ninguno 12 21,43% 14 18,67% 26 19,85%
Inferior a 0,10 6 10,71% 20 26,67% 26 19,85%
Entre 0,10 y 0,25 27 48,21% 24 32,00% 51 38,93%
Superior a 0,25 11 19,64% 17 22,67% 28 21,37%
Total 56 100,00% 75 100,00% 131 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Twitter. Fuente: elaboración propia.
Del mismo modo, las publicaciones propias que han sido agregadas a
favoritos en otras cuentas revelan la calidad y el interés que despiertan tales
contenidos. Cerca de la mitad de las organizaciones oleícolas ven agregados a
favoritos al menos 1 de cada 10 de sus tweets. El 18,67 por ciento de las de
índole no ecológico son las que más favoritos generan, al menos 1 de cada 4
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 132
publicaciones, en torno a 10 puntos porcentuales superior a la cifra observada
para las entidades ecológicas.
CUADRO 4.28.
PROMEDIO DE FAVORITOS GENERADOS POR CADA TWEET
OPCIONES ECOLÓGICAS NO ECOLÓGICAS TOTAL
nº % nº % nº %
Ninguno 12 21,43% 14 18,67% 26 19,85%
Inferior a 0,10 14 25,00% 26 34,67% 40 30,53%
Entre 0,10 y 0,25 25 44,64% 21 28,00% 46 35,11%
Superior a 0,25 5 8,93% 14 18,67% 19 14,50%
Total 56 100,00% 75 100,00% 131 100,00%
Base: organizaciones con cuentas en la red social Twitter. Fuente: elaboración propia.
4.3. ANÁLISIS Y RELACIÓN ENTRE VARIABLES SEGÚN TIPO
DE OPERADOR
En primer lugar, dadas las diferencias observadas entre las métricas de
los operadores ecológicos y no ecológicos, se pretende contrastar si dichas
diferencias son estadísticamente significativas o si se deben al azar. Las
variables consideradas en ambas redes sociales corresponden al principal
indicador de actividad y de seguimiento de ambas plataformas. Así pues, como
indicador de actividad se ha utilizado el número de publicaciones realizadas en
la cuenta, denotadas como comentarios en Facebook y tweets en Twitter. Por
otro lado, como indicador de seguimiento se ha elegido el número de ‘Me
gusta’ y de seguidores, en Facebook y Twitter, respectivamente.
Los resultados obtenidos tras realizar la Prueba U de Mann Whitney75
para muestras independientes (cuadro 4.29), revelan que en las variables
seleccionadas para la red social Facebook, número de comentarios y ‘Me
gusta’, existen diferencias estadísticamente significativas entre las
organizaciones ecológicas y no ecológicas. En cambio, para la red social
Twitter solo existen diferencias notables para el número de tweets, mientras
que en la distribución número de seguidores se acepta la hipótesis nula, que
indica que las diferencias existentes entre organizaciones ecológicas y no
ecológicas son debidas al azar.
75 Los datos de las variables seleccionadas no cumplen el criterio de la normalidad, razón que nos obliga a recurrir a pruebas no paramétricas.
Capítulo 4. Las redes sociales en el sector oleícola
Página 133
CUADRO 4.29.
RESULTADOS DE LA PRUEBA U DE MANN WHITNEY EN VARIABLES DE ACTIVIDAD Y SEGUIMIENTO SEGÚN TIPO DE OPERADOR
HIPÓTESIS NULA, H0 SIG.* RESULTADO
Las diferencias en la distribución del número de comentarios entre operadores ecológicos y no ecológicos se deben al azar
0,019 SE RECHAZA H0
Las diferencias en la distribución del número de ‘Me gusta’ entre operadores ecológicos y no ecológicos son a causa del azar
0,000 SE RECHAZA H0
Las diferencias en la distribución del número de tweets entre operadores ecológicos y no ecológicos son a causa del azar
0,025 SE RECHAZA H0
Las diferencias en la distribución del número de seguidores entre operadores ecológicos y no ecológicos son a causa del azar
0,054 SE ACEPTA H0
Nota: *significación. El nivel de probabilidad de error para rechazar la hipótesis nula es de 0,05. Fuente: elaboración propia.
A la vista de los resultados, se concluye que los operadores ecológicos
oleícolas presentan un nivel de actividad en Facebook y Twitter, según número
de publicaciones, significativamente superior a la actividad realizada por los
operadores no ecológicos en estos medios, tal y como se apreciaba en los
cuadros descriptivos anteriormente citados. Como contrapartida a esta
actividad, solo existen diferencias estadísticamente significativas en la variable
de seguimiento ‘Me gusta’. Esta situación resulta paradójica, ya que el número
de seguidores en Twitter tiene una mayor vinculación con el intercambio de
información o actividad, mientras que en Facebook el foco de atención se
centra en la interacción entre conocidos y están más reforzados los vínculos de
amistad (Huberman et al., 2009; Hughes et al. 2012; Burkhalter y Wood, 2015;
Del fresno et al., 2015). Por ende, estos resultados parecen indicar que la falta
de reciprocidad entre seguidores y nivel de información, puede derivarse de la
calidad de las publicaciones.
De esta forma, nuestro siguiente objetivo es observar si existen
diferencias importantes entre operadores ecológicos y no ecológicos según el
atractivo que generan ambos tipos de organizaciones con sus publicaciones,
poniendo en tela de juicio ambas redes sociales. Para ello, se realiza
nuevamente la Prueba U de Mann Whitney (cuadro 4.30).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 134
CUADRO 4.30.
RESULTADOS DE LA PRUEBA U DE MANN WHITNEY EN VARIABLES DE ENGAGEMENT SEGÚN TIPO DE OPERADOR
HIPÓTESIS NULA, H0 SIG.* RESULTADO
Las diferencias en la distribución de la ratio de engagement generado por publicación entre operadores ecológicos y no ecológicos son debidas al azar
0,113 SE ACEPTA H0
Las diferencias en la distribución de las puntuaciones otorgadas por LikeAlyzer entre operadores ecológicos y no ecológicos son debidas al azar
0,127 SE ACEPTA H0
Las diferencias en la distribución del número de retweets generados por cada tweet entre operadores ecológicos y no ecológicos son a causa del azar
0,545 SE ACEPTA H0
Las diferencias en la distribución del número de favoritos generados por cada tweet entre operadores ecológicos y no ecológicos son a causa del azar
0,879 SE ACEPTA H0
Nota: *significación. El nivel de probabilidad de error para rechazar la hipótesis nula es de 0,05. Fuente: elaboración propia.
Los resultados obtenidos confirman que a pesar de que la mayor
actividad de los operadores ecológicos, la calidad y atractivo generado por
dicha actividad no difiere de las entidades no ecológicas, confirmando que las
diferencias en la variable de seguimiento ‘Me gusta’ responden a los fuertes
lazos sociales presentes en Facebook. En la representación gráfica de las
variables señaladas en el cuadro anterior también se observa que la diferencia
según tipo de operador no es muy notable (figura 4.3).
FIGURA 4.3.
VARIABLES DE ENGAGEMENT SEGÚN TIPO DE OPERADOR
Fuente: elaboración propia.
Página 135
CAPÍTULO 5
LAS REDES SOCIALES EN LOS
OPERADORES ECOLÓGICOS
En el capítulo anterior se ha podido observar, a través del uso de
métricas, que son las organizaciones oleícolas con oferta ecológica las que
hacen un mayor uso de las redes sociales. En el presente capítulo
profundizamos en este tipo de entidades, para abordar cómo se integran y
gestionan estas herramientas virtuales dentro de la organización. De esta
forma, la investigación se centra en los operadores oleícolas ecológicos de
Andalucía, que van a ser contrastados con los operadores vitivinícolas
ecológicos de La Rioja, región que sirve de referencia por el destacado éxito de
su tejido empresarial en el plano comercial de su producto estrella, el vino.
5.1. CONSIDERACIONES SOBRE LAS REDES SOCIALES
Numerosas investigaciones demuestran el potencial de las redes
sociales para las organizaciones, tanto en materia de comunicación (Ungerman
y Myslivcová, 2014), como de innovación (Peltola y Mäkinen, 2014),
comercialización (Rajni et al. 2015), etc. Así pues, existe un claro
convencimiento de que las redes sociales pueden ser una fuente para generar
valor en las empresas (Marqués et al., 2015).
En una primera aproximación a los operadores ecológicos de ambos
sectores, se les planteó si consideraban que el uso de las redes sociales aporta
valor a su organización. Como respuesta, en torno al 80 por ciento de los
operadores oleícolas asintió dicha cuestión, sin que existan grandes diferencias
con la visión que tienen al respecto los operadores vitivinícolas. En este
sentido, cabe destacar que en torno al 20 por ciento de los encuestados
desconoce aún los beneficios y potencialidades que implican las redes sociales
para su organización, pese al amplio número de estudios e investigaciones que
ratifican lo contrario (cuadro 5.1).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 136
CUADRO 5.1.
LAS REDES SOCIALES APORTAN VALOR A SU ORGANIZACIÓN
RESPUESTA ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
Sí 118 80,27% 27 79,41%
No 29 19,73% 7 20,59%
Total 147 100,00% 34 100,00%
Fuente: elaboración propia.
Asimismo, la labor del personal dedicado a la gestión de las redes
sociales es de vital importancia para la mejora de la comunicación, la
comercialización y la reputación de la empresa en estos medios (Garrigos et
al., 2012). Por tanto, es aconsejable que las organizaciones se doten de
profesionales cualificados para aprovechar eficientemente estas herramientas
(Rita y Sunny, 2012, Uribe et al., 2013). En este sentido, solamente el 29,93
por ciento de las entidades andaluzas y el 35,29 por ciento de las situadas en
La Rioja, expresan un claro convencimiento sobre tal relevancia. Por otro lado,
el 23,61 por ciento de las entidades oleícolas afirma estar en desacuerdo o
total desacuerdo en considerar importante contar con personal ad hoc para la
gestión y mejora de la participación de su organización en estos medios. Esta
cifra se sitúa en el 17,64 por ciento para el caso de las entidades vitivinícolas
(cuadro 5.2).
CUADRO 5.2.
EMPLEAR PERSONAL DESTINADO A LA GESTIÓN DE LAS REDES SOCIALES ES IMPORTANTE PARA MEJORAR LA IMAGEN DE SUS PRODUCTOS
GRADO DE ACUERDO ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
Total acuerdo 44 29,93% 12 35,29%
Acuerdo 52 35,37% 12 35,29%
Indiferente 16 10,88% 4 11,76%
Desacuerdo 24 16,33% 2 5,88%
Total desacuerdo 11 7,48% 4 11,76%
Total 147 100,00% 34 100,00%
Fuente: elaboración propia.
Capítulo 5. Las redes sociales en los operadores ecológicos
Página 137
Por otro lado, existen evidencias para considerar que la eficacia en las
redes sociales favorece la eficiencia en el comercio electrónico (Mata y
Quesada, 2014), especialmente cuando se logra incrementar el nivel de
satisfacción de los usuarios (Swamynathan et al., 2008). Por tanto, de acuerdo
con Assal et al. (2010), las redes sociales incrementan esta modalidad de
comercio. En esta línea, el cuadro 5.3 muestra que el grueso de las
organizaciones de ambos sectores apoya esta conjetura. De esta forma, el
42,86 por ciento de las organizaciones oleícolas y el 64,71 por ciento de las
vitivinícolas afirman de forma contundente que las redes sociales impulsan el
comercio electrónico. En el otro extremo, en torno al 2 por ciento de las
organizaciones de estos sectores están totalmente convencidas de lo contrario.
CUADRO 5.3.
EL USO FRECUENTE DE LAS REDES SOCIALES IMPULSA EL COMERCIO ELECTRÓNICO
GRADO DE ACUERDO ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
Total acuerdo 63 42,86% 22 64,71%
Acuerdo 71 48,30% 6 17,65%
Indiferente 1 0,68% 1 2,94%
Desacuerdo 8 5,44% 4 11,76%
Total desacuerdo 4 2,72% 1 2,94%
Total 147 100,00% 34 100,00%
Fuente: elaboración propia.
Atendiendo a los productos ecológicos, algunos de los principales
hándicaps que atañen a su comercialización, como la desinformación, coincide
con las potencialidades que ofrecen las redes sociales, por lo que se intuye su
especial influencia en este mercado (Medina, 2014). En este sentido, el 27,89
por ciento de las entidades oleícolas y el 32,35 por ciento de las vitivinícolas
señalan que las redes sociales son más relevantes para el caso de los
productos ecológicos. En cambio, el 71,43 por ciento de las organizaciones
andaluzas y el 61,77 por ciento de las riojanas considera lo contrario. De esta
forma, la idea que predomina entre las organizaciones encuestadas es que el
uso de estas plataformas no fluctúa en importancia según el tipo de producto
comercializado, pero sin ser la mayoría de estas opiniones tajantes (cuadro
5.4).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 138
CUADRO 5.4.
LAS REDES SOCIALES SON MÁS IMPORTANTES PARA MERCADEAR LOS PRODUCTOS DE CARÁCTER ECOLÓGICO
GRADO DE ACUERDO ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
Total acuerdo 16 10,88% 7 20,59%
Acuerdo 25 17,01% 4 11,76%
Indiferente 1 0,68% 2 5,88%
Desacuerdo 77 52,38% 15 44,12%
Total desacuerdo 28 19,05% 6 17,65%
Total 147 100,00% 34 100,00%
Fuente: elaboración propia.
Desde otra perspectiva, las redes sociales estimulan las iniciativas de
sostenibilidad y responsabilidad ambiental (Langley y Van Den Broek, 2010;
Oakley y Salam, 2014) y permiten a los usuarios compartir públicamente sus
experiencias con los productos ecológicos, difundirlos y recomendarlos,
factores esenciales e influyentes en las decisión de compra de estos productos
(Kane et al., 2012b). Al respecto, la mayor parte de las organizaciones coincide
en afirmar que el uso frecuente de las redes sociales puede impulsar el
comercio de productos ecológicos, coincidiendo a la par con la opinión de los
expertos, tal y como se expuso en el estudio Delphi realizado. En cambio, el
12,24 por ciento de las organizaciones oleícolas y el 14,7 de las vitivinícolas
sostienen que la actividad ecológica no se vería beneficiada con el uso
frecuente de estas plataformas virtuales (cuadro 5.5).
CUADRO 5.5.
EL USO FRECUENTE DE LAS REDES SOCIALES AYUDA A IMPULSAR EL COMERCIO DE PRODUCTOS ECOLÓGICOS
GRADO DE ACUERDO ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
Total acuerdo 59 40,14% 19 55,88%
Acuerdo 69 46,94% 9 26,47%
Indiferente 1 0,68% 1 2,94%
Desacuerdo 12 8,16% 4 11,76%
Total desacuerdo 6 4,08% 1 2,94%
Total 147 100,00% 34 100,00%
Fuente: elaboración propia.
Capítulo 5. Las redes sociales en los operadores ecológicos
Página 139
5.2. APUESTA Y USO DE LAS REDES SOCIALES
Tras observar la visión que predomina en el tejido empresarial oleícola
andaluz y vitivinícola de La Rioja acerca de las redes sociales, en este
apartado se profundiza en el uso que afirman realizar estos operadores y los
recursos y el apoyo que reciben desde el interior de la organización estos
medios.
Tal y como concluyen Paroutis y Al Saleh (2009), es muy recomendable
que la alta dirección asuma un rol de liderazgo activo para introducir, informar e
impulsar las tecnologías de la Web 2.0 en la organización. Así pues, los
directivos deben evaluar el impacto de las redes sociales en su negocio y ser
proactivos en ellas, para aprovechar todo el potencial de estas herramientas
(Marqués et al., 2015). En cambio, son pocos los ejecutivos que asumen este
rol y que impulsan y destinan recursos a este fin para hacer un uso eficiente de
estos medios (Kietzmann et al., 2011). Observando el cuadro 5.6 se desprende
que el 48,98 por ciento de los operadores oleícolas y el 55,88 por ciento de los
vitivinícolas reconocen que no se impulsa ni se apoya el uso de estas
plataformas desde los altos cargos de la organización. Estos resultados
contrastan con las consideraciones citadas con anterioridad, en las que los
administradores de las organizaciones coincidían en ratificar la importancia de
estos medios para la organización y de emplear personal a tal fin.
CUADRO 5.6.
IMPULSA Y APOYA EL USO DE LAS REDES SOCIALES DESDE LA DIRECCIÓN
RESPUESTA ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
Sí 75 51,02% 15 44,12%
No 72 48,98% 19 55,88%
Total 147 100,00% 34 100,00%
Fuente: elaboración propia.
Ciertamente, las redes sociales han adquirido en los últimos años un
gran protagonismo y prueba de ello es el enorme calado que han tenido en la
sociedad y, más concretamente, el gran uso que han hecho de ellas las
organizaciones (Alberghini et al., 2014), obteniendo con su presencia en estas
plataformas un mayor número de beneficios que de dificultades (Ayerdi et al.,
2014). No obstante, cabe señalar que la penetración de estas tecnologías no
es idéntica para todos los sectores, sino que varía en función del área de
negocio considerada (Jussila et al., 2014). Atendiendo al sector oleícola con
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 140
oferta de aceite de oliva ecológico, el 53,74 por ciento de las organizaciones
afirma que realiza un uso habitual de las redes sociales, una cifra que se
incrementa en el 70,59 por ciento para el caso de los operadores vitivinícolas
con ecológicos, lo que supone una diferencia de más de 16 puntos
porcentuales (cuadro 5.7).
CUADRO 5.7.
REALIZA UN USO HABITUAL DE LAS REDES SOCIALES
RESPUESTA ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
Sí 79 53,74% 24 70,59%
No 68 46,26% 10 29,41%
Total 147 100,00% 34 100,00%
Fuente: elaboración propia.
Son numerosos los factores señalados en la literatura que explican la
adopción y difusión de estas plataformas. Así pues, algunos de los rasgos
percibidos por los usuarios para hacer uso de ellas son: su carácter lúdico
(Rauniar et al., 2014), utilidad (Dhami et al., 2013), sincronicidad con otros
usuarios (Shin y Kim, 2008), conectividad (Kwon et al., 2014), difusión (Lee,
2010), fiabilidad (Rauniar et al., 2014), seguridad y privacidad (Shin, 2010),
imagen social (Rejón et al., 2011), confianza (Alarcón et al., 2014), masa crítica
(Sledgianowski y Kulviwat, 2008), presiones (Nah y Saxton, 2012), etc.
En los sectores analizados, los principales motivos de uso señalados por
las organizaciones andaluzas encuestadas son, para el 73,42 por ciento de
ellas la tendencia del mercado y en el 20,25 por ciento de los casos la apuesta
por una estrategia empresarial (cuadro 5.8). Un reducido 12,64 por ciento de
estas entidades manifiesta que ha experimentado una presión en este sentido
por parte de los agentes que operan en el entorno de la organización. En las
entidades riojanas analizas, los resultados son similares. El 75 por ciento de
ellas también alude a la tendencia del mercado y un 29,17 por ciento manifiesta
seguir una estrategia empresarial.
Capítulo 5. Las redes sociales en los operadores ecológicos
Página 141
CUADRO 5.8.
PRINCIPALES RAZONES DE USO DE LAS REDES SOCIALES
RESPUESTA ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
Tendencia del mercado 58 73,42% 18 75,00%
Seguir una estrategia empresarial 16 20,25% 7 29,17%
Presiones de stakeholders internos 6 7,59% 1 4,17%
Presiones de stakeholders externos 4 5,06% 0 0,00%
Base: empresas que afirman hacer un uso habitual de las redes sociales. Los porcentajes no suman el 100 por ciento debido a la existencia de respuestas múltiples.
Fuente: elaboración propia.
Por otro lado, un elevado número de organizaciones han tardado en
adoptar las redes por motivos de falta de dinero, tiempo y capacitación
(Michaelidou et al., 2011). Junto con estas barreras, también se cita la falta de
conocimiento sobre estas tecnologías, sus beneficios y cómo hacer uso de
ellas (Paroutis y Al Saleh, 2009). Asimismo, Durking et al. (2013) señalan los
costes y la incertidumbre, como hándicaps para un incremento del uso de estas
tecnologías. En las organizaciones oleícolas encuestadas, el principal motivo
que se alude para no hacer uso de las redes sociales responde a ‘No se
consideran necesarias’, según afirma el 48,53 por ciento de estas entidades.
Asimismo, también se numeran otros motivos como: ‘No se ha planteado’,
‘Falta de tiempo’, ‘Falta de recursos’, etc. De igual forma, en las organizaciones
riojanas, el principal motivo aludido es también no considerarlas necesarias,
razón que acapara el 90,00 por ciento de los casos (cuadro 5.9).
CUADRO 5.9.
PRINCIPALES RAZONES DE NO USO DE LAS REDES SOCIALES
RESPUESTA ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
No se consideran necesarias 33 48,53% 9 90,00%
No se ha planteado 11 16,18% 0 0,00%
Falta de tiempo 10 14,71% 1 10,00%
Falta de recursos 10 14,71% 0 0,00%
Grupo/2º Grado 6 8,82% 0 0,00%
Falta de preparación 2 2,94% 0 0,00%
Privacidad 1 1,47% 0 0,00%
Base: empresas que no hacen un uso habitual de las redes sociales. Los porcentajes no suman el 100 por ciento debido a la existencia de respuestas múltiples.
Fuente: elaboración propia.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 142
Partiendo de la importancia de contar en la organización con recursos y
capacidades que posibiliten la adopción de estas herramientas (Hackler y
Saxton, 2007), Nah y Saxton (2012) señalan otros factores como la estrategia,
la dirección y las influencias del entorno que rodea a la organización.
Asimismo, Wamba y Carter (2014) también se centran en las características
organizaciones y estructurales de la empresas, así como en el perfil del
personal al mando de la misma. En definitiva, es obvio que la figura del
directivo es esencial en este asunto y que su actitud será el resultado de que
se apueste o no por las redes sociales (Paroutis y Al Saleh, 2009).
En el cuadro 5.10 se observa que la mayoría de las organizaciones que
no hace uso de estas herramientas virtuales afirma que no va a cambiar esta
postura en un futuro, según manifiesta el 51,47 por ciento de las
organizaciones andaluzas y el 70,00 por ciento de las riojanas. En esta línea,
del 36,76 por ciento de las entidades oleícolas que no utilizan de forma habitual
las redes sociales pero que manifiestan su intención de hacer uso de ellas, el
48,00 por ciento afirma que empezará a utilizarlas en menos de un año. Por
otro lado, el 30,00 por ciento de las organizaciones con oferta de vino ecológico
que no usa las redes sociales expone su voluntad de cambiar esta actitud, un
66,67 por ciento de ellas en un corto plazo. Así pues, de acuerdo con Harris y
Rae (2009), la evolución de las tecnologías y la reducción de su coste
incrementarán la información presente en ellas, potenciando sus ventajas y
aumentando su penetración, ejerciendo un papel clave en el marketing
empresarial.
CUADRO 5.10.
CONSIDERA UTILIZAR LAS REDES SOCIALES EN UN FUTURO
RESPUESTA ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
Sí 25 36,76% 3 30,00%
No 35 51,47% 7 70,00%
Ns/Nc 8 11,76% 0 0,00%
Total 68 100,00% 10 100,00%
EN QUÉ PLAZO*
A corto plazo (antes de un año) 12 48,00% 2 66,67%
A largo plazo (más de un año) 13 52,00% 1 33,33%
Total 25 100,00% 3 100,00%
Base: empresas que no hacen un uso habitual de las redes sociales. *Base: empresas que no hacen un uso habitual de las redes sociales, pero consideran
utilizarlas en un futuro. Fuente: elaboración propia.
Capítulo 5. Las redes sociales en los operadores ecológicos
Página 143
5.3. DETALLES DEL USO DE LAS REDES SOCIALES
El fenómeno de las redes sociales se inicia a finales de los noventa y
empieza a popularizarse a principios del siglo XXI. En este sentido, aunque
surgen iniciativas de carácter empresarial, el principal uso que se realiza de
estas herramientas es personal (Boyd y Ellison, 2007). Durante dicha época, la
literatura especializada ya expone las ventajas de estas plataformas y los
beneficios que pueden aportar a las organizaciones76. Desde entonces, la
difusión y penetración de estos medios ha crecido a un ritmo vertiginoso,
alcanzando a una gran parte de la población y de su tejido empresarial. Según
señalan Martin y Van Bavel (2013), el uso con fines de negocio de estas
plataformas ha crecido constantemente desde 2008. En esta línea, entre las
organizaciones oleícolas y vitivinícolas que afirman hacer un uso habitual de
las redes sociales, la mayoría de ellas manifiesta que empezó a utilizarlas
antes de 2013. A partir de ese año, se observa que, en ambos sectores, la
proporción de organizaciones que empiezan a utilizar estos medios es más
reducida (cuadro 5.11).
CUADRO 5.11.
AÑO EN EL QUE SE EMPEZÓ A HACER USO DE LAS REDES SOCIALES
RESPUESTA ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
Antes de 2010 15 18,99% 3 12,50%
2010 20 25,32% 4 16,67%
2011 6 7,59% 8 33,33%
2012 18 22,78% 5 20,83%
2013 8 10,13% 2 8,33%
2014 9 11,39% 2 8,33%
2015* 3 3,80% 0 0,00%
Total 79 100,00% 24 100,00%
Base: empresas que afirman hacer un uso habitual de las redes sociales. *Los datos obtenidos para el año 2015 solo responden hasta la fecha de estudio.
Fuente: elaboración propia.
Como ya se ha indicado, Facebook y Twitter son las redes sociales más
utilizadas a nivel empresarial en España y, a la vez, las más populares, aunque
entre ellas existen numerosas diferencias (Kwon et al., 2014). Otras redes
como YouTube o LinkedIn también se sitúan en los primeros puestos a nivel
76 Porter (2004) cita un gran número de estos trabajos, que han sido pioneros en señalar los beneficios que las comunidades virtuales pueden aportar a las organizaciones.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 144
mundial (Boulianne, 2015). Entre las redes sociales más utilizadas por los
operadores ecológicos destaca, como no podría ser de otra forma, Facebook,
presente en casi la totalidad de las empresas que hacen uso de estos medios,
seguida de la red social Twitter. La tercera red más utilizada varía según el
sector de referencia, LinkedIn en el caso de las entidades oleícolas e Instagram
entre las vitivinícolas. En este sentido, cabe resaltar el reducido número de
menciones que se realizan en el sector oleícola sobre redes sociales asociadas
al intercambio de contenido visual o audiovisual, como son Instagram, Pinterest
o YouTube (cuadro 5.12).
CUADRO 5.12.
REDES SOCIALES QUE SE USAN CON MAYOR FRECUENCIA
RESPUESTA ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
Facebook 78 98,73% 24 100,00%
Twitter 43 54,43% 15 62,50%
LinkedIn 7 8,86% 4 16,67%
Instagram 2 2,53% 7 29,17%
Pinterest 2 2,53% 3 12,50%
YouTube 1 1,27% 2 8,33%
Base: empresas que afirman hacer un uso habitual de las redes sociales. Los porcentajes no suman el 100 por ciento debido a la existencia de respuestas múltiples.
Fuente: elaboración propia.
Una de las claves para destacar en estos medios es el grado en el que
la organización se encuentra conectada con el resto de usuarios, siendo
relevantes aspectos como su nivel de comunicación, capacidad de respuesta,
nivel de influencia y difusión de sus mensajes (Chung et al., 2014). Para
destacar en estos medios, en la literatura se citan numerosas tácticas a las que
las organizaciones pueden optar para mejorar su rendimiento en estas
plataformas, como la compra de ‘Me gusta’, el aprovechamiento de los
seguidores fieles o la utilización de landing page (Safko, 2010; Väänänen,
2015). En este sentido, la visión que tienen los operadores ecológicos
encuestados sobre las tácticas que consideran más útiles en las redes sociales
(cuadro 5.13), emplaza en el último lugar la opción “Compra de ‘Me gusta’ y
seguidores”, coincidiendo con la opinión de los expertos (véase cuadro 3.3). No
obstante, son los operadores de La Rioja, los que manifiestan con una mayor
claridad la superioridad de apostar por tácticas alternativas a las monetarias.
Capítulo 5. Las redes sociales en los operadores ecológicos
Página 145
CUADRO 5.13.
TÁCTICAS CONSIDERADAS MÁS ÚTILES EN LAS REDES SOCIALES
FECHA DE CONSTITUCIÓN ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
Uso de contenido multimedia 51 64,56% 21 87,50%
Aprovechamiento de brand avocates (seguidores fieles)
38 48,10% 11 45,83%
Optimización de la landing page (página de aterrizaje77)
27 34,18% 4 16,67%
Compra de ‘Me gusta’ y seguidores.
21 26,58% 1 4,17%
Base: empresas que afirman hacer un uso habitual de las redes sociales. Los porcentajes no suman el 100 por ciento debido a la existencia de respuestas múltiples.
Fuente: elaboración propia.
El carácter no transaccional de las redes sociales, hace que su principal
valor para las empresas sea en materia de intercambio de información y
comunicación con los clientes y demás stakeholders (Kaplan y Haenlein, 2010).
No obstante, ello no implica que estos medios no repercutan en beneficios
económicos para la organización, tal y como recogen numerosos estudios
(Karoui et al., 2015). A modo de ejemplo, Szolnoki et al. 2014 revelan que las
bodegas que han mantenido contacto con sus clientes obtienen una facturación
superior. En esta línea, autores como Michaelidou et al. (2011) o Hu y
Schlagwein (2013) enumeran los diversos usos que las organizaciones realizan
de las redes sociales, entre los que citan: contacto, comunicación y
colaboración con sus clientes, crear comunidades, gestión del conocimiento,
aumentar el tráfico de su sitio web, identificar oportunidades de negocio,
marketing viral, publicar y distribuir contenidos, obtener retroalimentación,
potenciar su marca, etc.
El uso que se realiza de las redes sociales en las dos ramas de actividad
analizadas es principalmente con fines informativos, comunicativos y
comerciales. No obstante, existen claras diferencias entre ambos sectores. En
el sector oleícola, el uso más citado es “contacto e información a clientes”,
seguido de “marketing de mis productos”, en el 69,62 por ciento y el 64,56 por
ciento de las organizaciones, respectivamente. En tercer lugar se localiza
“Comercialización de mis productos”, uso que afirma realizar el 25,58 por ciento
de estas entidades. En cambio, en el sector vitivinícola el uso más señalado es
el de marketing, con una diferencia de en torno a 20 puntos porcentuales con
las organizaciones andaluzas. Asimismo, también se alude con frecuencia a la
77 El término landing page, en español página de aterrizaje, hace referencia a la página web a la que llega un usuario tras cliquear en un enlace en Internet.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 146
comercialización de los productos, en el 66,67 por ciento de los casos, lo que
supone una diferencia de más de 36 puntos porcentuales con las entidades
oleícolas (cuadro 5.14).
CUADRO 5.14.
USO QUE SE REALIZA DE LAS REDES SOCIALES
RESPUESTA ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
Contacto e información a clientes 55 69,62% 16 66,67%
Marketing de mis productos 51 64,56% 20 83,33%
Comercialización de mis productos
23 29,11% 16 66,67%
A nivel informativo 21 26,58% 4 16,67%
Análisis de las tendencias de mercado
16 20,25% 2 8,33%
Contacto e información a proveedores
11 13,92% 4 16,67%
Análisis de competidores 11 13,92% 0 0,00%
Presencial 4 5,06% 0 0,00%
Base: empresas que afirman hacer un uso habitual de las redes sociales. Los porcentajes no suman el 100 por ciento debido a la existencia de respuestas múltiples.
Fuente: elaboración propia.
Del mismo modo, desde la literatura se aconseja monitorizar y utilizar
indicadores de desempeño, así como métricas, para conocer las repercusiones
de nuestra actividad en este medio (Kaplan y Haenlein, 2010; Alberghini et al.,
2014; Pippal et al., 2014). Además, también es necesario tener presente el
potencial y las ventajas que ofrecen los dispositivos móviles (Kaplan, 2015) y la
utilización de acciones y campañas publicitarias (Mata y Quesada, 2014). En el
cuadro 5.15 se observa que los operadores oleícolas realizan en menor
proporción actividades publicitarias, de seguimiento y de monitorización que las
que afirman realizar los operadores vitivinícolas. Concretamente, el 53,16 por
ciento hace un seguimiento sobre lo que se dice de la empresa, un 48,10 por
ciento manifiesta que realiza acciones publicitarias y solamente un 35,44 por
ciento utiliza indicadores de rendimiento para monitorizar a sus seguidores.
Asimismo, el 12,66 por ciento afirma que se contratan campañas publicitarias
en estos medios y un reducido 8,86 por ciento también a través de dispositivos
móviles. Por otro lado, el 26,58 por ciento manifiesta no realizar ninguna de las
citadas actividades, 10 puntos superiores que en los operadores vitivinícolas.
Capítulo 5. Las redes sociales en los operadores ecológicos
Página 147
CUADRO 5.15.
QUÉ ACTIVIDADES SE EFECTÚAN EN LAS REDES SOCIALES
RESPUESTA ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
Seguimiento de las menciones a la empresa
42 53,16% 18 75,00%
Desarrollan acciones publicitarias 38 48,10% 14 58,33%
Utilización de indicadores, KPI 28 35,44% 13 54,17%
Se lanzan campañas de publicidad a través de estos medios
10 12,66% 5 20,83%
Se lanzan campañas de publicidad adaptadas a dispositivos móviles
7 8,86% 1 4,17%
Ninguna de las anteriores 21 26,58% 4 16,67%
Base: empresas que afirman hacer un uso habitual de las redes sociales. Los porcentajes no suman el 100 por ciento debido a la existencia de respuestas múltiples.
Fuente: elaboración propia.
Respecto al personal que gestiona las redes sociales, cabe decir que los
propios integrantes de la empresa pueden hacer uso de estos medios, que no
suponen ningún coste más allá del tiempo dedicado (Mata y Quesada, 2014).
Además, numerosos autores señalan que la adopción interna de estas
tecnologías deriva en claras ventajas para la organización (Alberghini et al.,
2014). No obstante, es preciso que esta gestión sea desarrollada por el
personal adecuado, siendo aconsejable el uso de consultores para maximizar
beneficios y reducir riesgos (Kietzmann et al., 2011). Una alternativa es contar
con personal externo especialista, una práctica cuyas ventajas e
inconvenientes dependen de la características y actividad de la organización
(Prado y Reyes, 2012).
En lo referente a esta cuestión, no existen diferencias significativas entre
ambos sectores (cuadro 5.16). En ambos casos esta función se desarrolla
desde el interior de la empresa, existiendo un departamento en la mayoría de
los casos a tal fin. Asimismo, existe una mayor apuesta por recurrir a personal
especialista que a una empresa que se dedique a tal fin.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 148
CUADRO 5.16.
PERSONAL QUE GESTIONA LAS REDES SOCIALES
RESPUESTA ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
Departamento interno 59 74,68% 16 66,67%
Personal propio 5 6,33% 2 8,33%
Personal externo especialista 8 10,13% 5 20,83%
Empresa externa especialista 7 8,86% 1 4,17%
Total 79 100,00% 24 100,00%
Base: empresas que afirman hacer un uso habitual de las redes sociales. Fuente: elaboración propia.
Del mismo modo, es necesario considerar la formación del personal que
gestiona las redes sociales, aspecto en el que ha destacado la figura del
community manager, para abordar de forma eficiente la presencia de la
organización en estos medios (Ayerdi et al., 2014). De acuerdo con Uribe et al.
(2013), solo aquellas organizaciones con personal dedicado a tal fin, podrán
realmente sacar partido de las ventajas que ofrecen estas plataformas. Según
afirman las organizaciones oleícolas que realizan un uso habitual de las redes
sociales, la formación de su personal interno que las gestiona presenta un nivel
usuario en el 20,31 por ciento de ellas y un nivel intermedio en el 46,88 por
ciento de las mismas. De igual forma, el 14,06 por ciento de estas entidades
afirma que posee personal con un nivel de formación avanzado en estos
medios y un 18,75 por ciento con personal experto. En lo referente al sector
vitivinícola, el 38,89 por ciento de las entidades reconoce tener personal con
formación a nivel de usuario gestionando estos medios. Asimismo, solamente
el 11,11 por ciento señalan que disponen de personal experto (cuadro 5.17).
CUADRO 5.17.
FORMACIÓN DEL PERSONAL INTERNO QUE GESTIONA LAS REDES SOCIALES
RESPUESTA ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
Nivel experto 12 18,75% 2 11,11%
Nivel avanzado 9 14,06% 3 16,67%
Nivel intermedio 30 46,88% 6 33,33%
Nivel usuario 13 20,31% 7 38,89%
Total 64 100,00% 18 100,00%
Base: empresas que afirman hacer un uso habitual de las redes sociales y gestionan internamente esta labor.
Fuente: elaboración propia.
Capítulo 5. Las redes sociales en los operadores ecológicos
Página 149
La integración de las redes sociales en el interior de la organización sirve
de gran ayuda a los empleados para realizar sus funciones, debido a las
interacciones informales que facilitan en intercambio de conocimiento, la
comunicación, el manejo de la información y la colaboración (Paroutis y Al
Saleh, 2009). Esta idea es compartida por Alberghini et al. (2014), que ratifican
la importancia de adoptar internamente estas tecnologías y señalan que las
organizaciones deben evaluar el uso y la participación de las redes sociales por
parte de sus empleados y definir, controlar y monitorizar esta actividad en el
ámbito laboral. En el cuadro 5.18 se muestra que el 44,30 por ciento de las
entidades andaluzas que hacen un uso habitual de las redes sociales no
utilizan estas plataformas internamente. Este porcentaje se incrementa al 66,67
por ciento en las organizaciones localizadas en La Rioja.
CUADRO 5.18.
USO INTERNO DE LAS REDES SOCIALES EN LA ORGANIZACIÓN
RESPUESTA ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
Sí 44 55,70% 8 33,33%
No 35 44,30% 16 66,67%
Total 79 100,00% 24 100,00%
Base: empresas que afirman hacer un uso habitual de las redes sociales. Fuente: elaboración propia.
Una cuestión reveladora es la relacionada con el número de
organizaciones que manifiesta que ha experimentado un cambio relevante
desde que hacen uso de estas plataformas. En ambos sectores la mayoría de
las organizaciones afirma haber percibido tal cambio, aunque estos porcentajes
no llegan a superar el 60 por ciento de los casos. Así pues, tales cifras pueden
calificarse como pequeñas, si consideramos los múltiples beneficios que se
derivan de ellas. Asimismo, atendiendo a las organizaciones oleícolas que
manifiestan que han experimentado un cambio desde que hacen uso habitual
de las redes sociales, más del 40 por ciento de las entidades oleícolas percibe
un incremento de sus clientes y de su notoriedad en el mercado. En las
entidades del vino, la mitad de ellas afirma tener mayor notoriedad (cuadro
5.19).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 150
CUADRO 5.19.
HA EXPERIMENTADO ALGÚN CAMBIO NOTABLE DESDE EL USO DE LAS REDES SOCIALES
RESPUESTA ANDALUCÍA LA RIOJA
nº % nº %
Sí 43 54,43% 14 58,33%
No 36 45,57% 10 41,67%
Total 79 100,00% 24 100,00%
¿QUÉ CAMBIO?
Más clientes 19 44,19% 3 21,43%
Mayor notoriedad en el mercado 18 41,86% 7 50,00%
Más ventas 4 9,30% 1 7,14%
Mayor tráfico en el sitio web 2 4,65% 3 21,43%
Total 43 100,00% 14 100,00%
Base: empresas que afirman hacer un uso habitual de las redes sociales y que manifiestan hacer uso haber notado un cambio desde su uso.
Fuente: elaboración propia.
Página 151
CAPÍTULO 6
ANÁLISIS DEA ENTRE
OPERADORES ECOLÓGICOS
Tras comparar el grado de implementación de las redes sociales en el
tejido empresarial del sector oleícola andaluz con el del sector vitivinícola
riojano se aprecia una cierta superioridad de este último. No obstante, es
preciso realizar un estudio que verifique dicha apreciación. A tal objeto, en el
presente capítulo se realiza un análisis de eficiencia sobre las organizaciones
ecológicas de los sectores oleícola y vitivinícola. Este estudio se lleva a cabo
aplicando dos modelos diferentes: un primer modelo, de carácter general,
comprende las principales variables económicas de las organizaciones citadas;
y un segundo modelo, centrado en los medios sociales, utiliza los principales
indicadores de actividad y de seguimiento de las organizaciones en las redes
sociales Facebook y Twitter.
6.1. DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA
6.1.1. EVOLUCIÓN Y CARACTERÍSTICAS
El análisis envolvente de datos (Data Envelopment Analysis, DEA) fue
desarrollado por Charnes, Cooper y Rhodes en 1978. Esta técnica no
paramétrica y de carácter determinístico tiene por objetivo medir la eficiencia de
diferentes unidades de decisión homogéneas (Decision Making Units, DMU78).
Para ello, compara los mismos inputs y outputs de cada DMU, utilizando la
técnica de programación lineal, que determinará el ranking de eficiencia de
cada uno de ellos. De esta forma, los mayores valores alcanzados con un valor
igual a 1 se consideran totalmente eficientes y su representación gráfica será la
denominada frontera de eficiencia, con base en el criterio de Pareto
(Samoilenko et al., 2014).
78 Cada DMU se encarga de consumir un conjunto entradas o insumos denominados inputs (en la literatura se denotan por Xj y se representan gráficamente en el eje de abscisas), para producir una serie de productos o salidas, denominados outputs (denotados por Yj y representados en el eje de ordenadas) (Charnes et al. 2013).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 152
Así pues, se observa que el término eficiencia cobra una especial
relevancia en DEA, por lo que es preciso aclarar tal concepto para continuar
con la descripción de esta técnica. Según Farrel (1957), es preciso distinguir
entre eficiencia técnica, que consiste en la habilidad de una organización para
maximizar sus outputs dada una determinada cantidad de inputs, y la eficiencia
de asignación, que hace referencia a la habilidad de una organización para
usar sus inputs en proporciones óptimas, dado su nivel de precio. La
combinación de ambas eficiencias determinará la eficiencia global o
económica, que indicará si una organización es totalmente eficiente. En
términos generales, según recoge Boussofiane et al. (1991), la eficiencia puede
definirse para una DMU con un único input y output (1) o para múltiples de ellos
(2), como las siguientes ratios:
(1) 𝐸𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎 =𝑜𝑢𝑡𝑝𝑢𝑡
𝑖𝑛𝑝𝑢𝑡 (2) 𝐸𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎 =
𝑠𝑢𝑚𝑎 𝑝𝑜𝑛𝑑𝑒𝑟𝑎𝑑𝑎 𝑜𝑢𝑡𝑝𝑢𝑡𝑠
𝑠𝑢𝑚𝑎 𝑝𝑜𝑛𝑑𝑒𝑟𝑎𝑑𝑎 𝑖𝑛𝑝𝑢𝑡𝑠
A través de esta relación de conceptos, ya denotada por Farrel (1957),
es como surge la técnica DEA, de forma que la mayor eficiencia queda
representada por aquellas unidades que logran maximizar los outputs y
minimizar los inputs79 (Cook et al., 2014). No obstante, la relación y diferencia
entre los términos eficiencia y productividad puede originar cierto desconcierto.
Dentro del ámbito empresarial, la productividad es habitualmente definida como
una medida de la eficiencia de la organización. No obstante, según Coll y
Blasco (2006), eficiencia (técnica) y productividad se utilizan habitualmente
como sinónimos. Para comparar ambos conceptos, estos autores ejemplifican
a través de las economías de escala como una organización técnicamente
eficiente puede incrementar su productividad.
6.1.2. DETERMINACIÓN DE LAS VARIABLES
La técnica DEA parte de las variables convencionales de producción, los
insumos o entradas y los productos resultantes o salidas. De esta forma, los
resultados obtenidos revelarán las empresas eficientes e ineficientes en función
de estos factores (Shafer y Byrd, 2000). No obstante, esta forma de proceder
no limita el ámbito de actuación de DEA exclusivamente a la producción, sino
que es utilizada por las organizaciones como un método para evaluar y realizar
79 No obstante, tal y como indican Cook et al., (2014), existen excepciones en las que los outputs recogen efectos negativos, de forma que la eficiencia se persigue minimizando tales outputs. En Zhou et al. (2008) se aborda con mayor profundidad este tema, especialmente vinculado con los estudios energéticos y ambientales.
Capítulo 6. Análisis DEA entre operadores ecológicos
Página 153
una comparativa de sus actuaciones, con base en las mejores prácticas80, en
términos de productividad, rendimiento y desempeño (Cook et al., 2014). Por
otro lado, los inputs y outputs responden a variables continuas y discrecionales
(Charnes et al. 2013), aunque es posible incorporar fácilmente variables
categóricas y no controlables, realizando pequeñas modificaciones.
Por otra parte, el tamaño de la muestra o número de DMUs (n) no
adquiere tanta importancia como el necesario para una regresión estadística
(Cook et al., 2014). No obstante, es importante que su tamaño supere varias
veces, al menos 2 (Cook et al., 2014) o, como regla general, que triplique el
número resultante de la suma de los inputs y outputs utilizados (Charnes et al.,
2013), para evitar disminuir el poder discriminatorio de la técnica (Cooper et al.,
1999). Así pues, es beneficioso establecer un nivel de control para muestras
reducidas de DMUs, en las que el uso de esta técnica puede inducir a error
(Samoilenko et al., 2014). Del mismo modo, DEA evita el problema de
seleccionar los pesos o ponderaciones de los diferentes inputs y outputs, pero
no la selección de los mismos (Boussofiane et al., 1991). Por tanto, es
aconsejable un análisis riguroso de la literatura para seleccionar de forma
acertada tales variables (Shafer y Byrd, 2000).
En este sentido, es necesario asegurar que se han incluido aquellos
inputs y outputs relevantes, que representan la visión estrategia global de la
empresa (Donthu et al., 2005) y que se adecuan a la temática del estudio
(Cook et al., 2014). Para Shafer y Byrd (2000), esta condición es necesaria
pero no suficiente, siendo importante que los resultados sean intuitivos.
Además, estos autores señalan que es conveniente validar tales resultados,
comparándolos con otros estudios afines u observando las DMUs eficientes y
el sector al que representan.
6.1.3. VENTAJAS, INCONVENIENTES Y VALIDEZ DE LA TÉCNICA
Entre las diferentes ventajas de DEA destaca su flexibilidad81, a lo que
se suma el amplio número de desarrollos y extensiones que han sido
propuestas en la literatura (Charnes et al. 2013), lo que permite que esta
técnica sea aplicable en infinidad de escenarios y situaciones. Asimismo,
80 Para evaluar y medir la eficiencia de las DMUs es importante recurrir a la frontera de eficiencia que recoge las unidades más eficientes o con las mejores prácticas (es lo que usualmente se ha denominado en términos anglosajones benchmark) (Charnes et al. 2013).
81 El carácter flexible de la técnica DEA responde al reducido número de restricciones y premisas que requiere para poder ser desarrollada. Su carácter no paramétrico la exime de adoptar una determinada forma funcional y la libertad para establecer y utilizar múltiples variables, sin restricciones ni especificaciones (Charnes et al., 2013).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 154
aunque DEA asume ciertos preceptos que pueden limitar el campo de
actuación de la técnica, es posible rebasarlos, a través de ligeras
modificaciones del método (Charnes et al., 1985; Samoilenko et al., 2014). De
esta forma, DEA puede ser especialmente útil en situaciones en las que se
carece de información precisa sobre los costes de los inputs y los precios de
los outputs (Wang et al., 1997; Samoilenko et al., 2014), así como de la
importancia o peso de tales factores (Boussofiane et al., 1991)82.
Con respecto a las desventajas, Coll y Blasco (2006) señalan que una
de las principales críticas a la técnica es su carácter determinista e indiferencia
a los factores no controlables y a la incertidumbre. Otra importante desventaja
es su alta sensibilidad a los datos (Wilson, 1995) y por ende a aquellos valores
que son atípicos al resto de observaciones (Donthu et al., 2005). Por ello, son
numerosos los autores que recomiendan prestar especial atención en la
ejecución de DEA y, especialmente, en la elección de las variables. Por otro
lado, su flexibilidad también puede tornarse en una desventaja, por la dificultad
de justificar la eficiencia de determinadas DMUs (Samoilenko et al., 2014).
El valor y actualidad de esta metodología es puesta de manifiesto por Liu
et al. (2013), que realizan una exhaustiva recopilación y análisis de las
investigaciones que versan sobre DEA y que conforman la principal línea de
evolución y desarrollo de esta técnica. Asimismo, estos autores señalan que la
literatura sobre esta metodología está creciendo a un alto ritmo, así como el
número de investigadores que contribuyen a su desarrollo. Extendiendo este
estudio, Liu et al. (2015) ponen de manifiesto que durante el último lustro la
popularidad de DEA no ha hecho más crecer, tal y como reflejan las alrededor
de 2.00083 publicaciones que versan sobre la técnica, durante el periodo 2010
a 2014. Del mismo modo, estos autores muestran la amplitud que ha
experimentado DEA, el carácter dinámico de los principales frentes de
publicación sobre la técnica y en términos generales la búsqueda de un método
dominante, simple y sencillo que actúe de modelo universal.
Por otro lado, Wang et al. (1997) respaldan la utilidad de DEA,
señalando que es una de las mejores herramientas empíricas para conocer el
impacto de la tecnología en el rendimiento de las organizaciones. Estos autores
82 De hecho, existen diversas extensiones para solventar las propias premisas que rigen y limitan la técnica DEA. A modo de ejemplo, se señalan: DMUs no homogéneas, inputs u outputs indeseables o con valores discretos, datos confusos o perdidos, etc. En esta línea, los trabajos de Cook y Seiford (2009) y Zhu (2015) recogen los principales desarrollos de DEA al respecto.
83 Es preciso señalar que esta cifra solamente incluye los análisis DEA más citados y que se localizan en las 12 revistas elegidas para el estudio de Liu et al. (2015). A pesar de ello, este volumen de publicaciones da una idea del protagonismo de la técnica en la literatura.
Capítulo 6. Análisis DEA entre operadores ecológicos
Página 155
subrayan que la técnica permite identificar el cómo y por qué las
organizaciones difieren en el uso y aprovechamiento de la tecnología,
utilizando la medición de la eficiencia por DEA como una variable dependiente.
Así pues, esta técnica está considera un método riguroso para comparar las
inversiones de las organizaciones en sistemas tecnológicos (Shafer y Byrd,
2000), para medir los beneficios marginales en términos productividad y para el
cálculo de la frontera de las mejores prácticas (Chen y Zhu, 2004).
6.1.4. MODELOS Y ORIENTACIONES
Existen diferentes modelos y orientaciones que aportan una gran
flexibilidad a la técnica a la hora de ser aplicada (Samoilenko et al., 2014). Con
respecto a los modelos, son cuatro los comúnmente señalados en DEA
(Charnes et al., 2013; Samoilenko et al., 2014):
Modelo CCR84. Es el planteamiento pionero de la técnica DEA
introducido por Charnes et al. (1978), con la finalidad de maximizar la
ratio de los outputs en función de los inputs. Para ello, utiliza
ponderaciones, obteniendo como resultado un modelo de programación
fraccional. Así pues, se determina la premisa de que las ratios
obtenidas para cada DMU deben ser igual o menor a la unidad,
asumiendo rendimientos constantes a escala85. Posteriormente,
Charnes et al. (1979) realizan una matización en el modelo, para que
las ponderaciones de los inputs (vi) y de los outputs (ur) sean
estrictamente positivas (se excluye la posibilidad de que asuman el
valor 0). Este tipo de modelo DEA es el considerado más básico
(Samoilenko et al., 2014) y hace referencia a índices de eficiencia de
tipo radial86, con base en las aportaciones sobre la medición de la
eficiencia técnica de Farrel (1957). No obstante, el modelo fraccional
CCR presenta el inconveniente de que es un problema indeterminado,
razón por la que ha sido transformado en un modelo de programación
lineal equivalente. Así pues, el modelo CCR puede ser presentado en
forma fraccional, en forma multiplicativa (o lineal) y en forma matricial.
84 Las siglas que dan nombre a este modelo (CCR) responden a las iniciales de los nombres de sus autores: Charnes, Cooper y Rhodes. Este mismo patrón es utilizado para dar nombre a otro de los desarrollos de DEA, el modelo BCC (Banker, Charnes y Cooper).
85 Los rendimientos constantes a escala (constant returns to scale, CRS) son aquellos en los que un incremento porcentual de inputs es equivalente al incremento porcentual de los outputs (Coll y Blasco, 2006).
86 Farrel (1957) se centra en medir la eficiencia técnica de una industria, para lo que propone una función de medida radial. El carácter radial parte del supuesto de que en la maximización de los outputs o en la minimización de los inputs la variación de los factores se produce de forma proporcional (Cook y Seiford, 2009).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 156
Modelo BCC. Consiste en una extensión del modelo CCR desarrollada
por Banker et al. (1984). Este planteamiento introduce una nueva
variable independiente con el propósito de detectar las ineficiencias
derivadas de los rendimientos variables a escala87. De esta forma, la
eficiencia técnica global del modelo CCR es descompuesta en eficiencia
técnica pura y eficiencia de escala. Asimismo, la representación gráfica
de la frontera de producción pasa ser lineal con tramos de diferente
pendiente y con características de concavidad. En definitiva, el modelo
BCC es idéntico a su predecesor salvo por la condición de convexidad
impuesta por sus autores (Cooper et al., 1999).
Modelo multiplicativo. Charnes et al. (1982) diseñan un modelo lineal
logarítmico o modelo envolvente de Cobb Douglas que va a determinar
la frontera de producción a través de la multiplicación de los factores.
Este planteamiento realiza una estimación cuantitativa de los
rendimientos a escala, que es más precisa que el agrupamiento en las
diferentes categorías cualitativas (constantes, crecientes y
decrecientes). A pesar de ello, su uso en la práctica no es muy habitual.
Modelo aditivo o modelo Pareto-Koopmans (PK). Este planteamiento
introducido por Charnes et al. (1985), combina de forma simultanea la
orientaciones input y output. A diferencia de los modelos CCR y BCC,
este planteamiento apuesta por medidores de eficiencia no radial, de
forma que cada uno de los diferentes inputs y outputs pueden variar en
distinta proporción.
Atendiendo a las orientaciones que presenta esta técnica, se encuentran
las siguientes posibilidades (Coll y Blasco, 2006; Samoilenko et al., 2014):
Orientación input. Este enfoque se centra en minimizar los inputs,
mientras los outputs permanecen constantes. Así pues, se puede
identificar la ineficiencia de las organizaciones según el grado en el que
logren minimizar tales inputs.
Orientación output. En esta ocasión, la preocupación del modelo se
centra en la maximización de los outputs a partir de una cantidad dada
de inputs, que permanecen fijos. De esta forma, las organizaciones no
eficientes son aquellas que no logran incrementar sus salidas sin alterar
sus entradas.
87 Los rendimientos variables a escala (variable returns to scale, VRS) son aquellos que incluyen, junto con los rendimientos constantes a escala, a los rendimientos crecientes y decrecientes a escala, que indican que un incremento porcentual de inputs conlleva a un incremento porcentual de outputs mayor o menor, respectivamente (Coll y Blasco, 2006).
Capítulo 6. Análisis DEA entre operadores ecológicos
Página 157
Orientación base o input-output. Esta tercera posibilidad trata de integrar
a las dos orientaciones citadas anteriormente. Consiste en un enfoque
de equilibrio, que trata de buscar un punto óptimo de inputs y de outputs,
controlando ambas variables. Un ejemplo de ello es el modelo aditivo.
A continuación, se exponen los planteamientos matemáticos en forma
matricial de los dos principales métodos y pioneros en la técnica DEA,
clasificados según orientación y rendimientos a escala. Así pues, la figura 6.1
recoge tales planteamientos para el problema primal (P)88 y la figura 6.2 para
su dual (D).
FIGURA 6.1.
PLANTEAMIENTOS MATEMÁTICOS EN FORMA MATRICIAL DE CCR Y BCC (PROBLEMA PRIMAL)
Fuente: elaboración propia a partir de Charnes et al. (2013).
88 A modo de aclaración, señalar que una de las características asociadas a un problema lineal (como ocurre en DEA) es la dualidad, de forma que el planteamiento de un determinado problema de programación lineal al que se le denomina problema primal (original), lleva asociado otro problema lineal denominado “problema dual”.
Orientación
input
Orientación
output
Rendimientos constantes a escala Rendimientos variables a escala
CCR-Input CCRP-I
𝑚𝑖𝑛 𝜃,,𝑠+,𝑠−
𝑧0 = 𝜃 − 𝜀 ∙ 1 𝑠+ − 𝜀 ∙ 1 𝑠−
Sujeto a: 𝑌 − 𝑠+ = 𝑌0
𝜃𝑋0 − 𝑋 − 𝑠− = 0
, 𝑠+, 𝑠− ≥ 0
BCCP-I
𝑚𝑖𝑛 𝜃,,𝑠+,𝑠−
𝑧0 = 𝜃 − 𝜀 ∙ 1 𝑠+ − 𝜀 ∙ 1 𝑠−
Sujeto a: 𝑌 − 𝑠+ = 𝑌0
𝜃𝑋0 − 𝑋 − 𝑠− = 0
1 ≥ 1
, 𝑠+, 𝑠− ≥ 0
CCRP-O
𝑚𝑎𝑥 ∅,,𝑠+,𝑠−
𝑧0 = ∅ + 𝜀 ∙ 1 𝑠+ + 𝜀 ∙ 1 𝑠−
Sujeto a: ∅𝑌0 − 𝑌 + 𝑠+ = 0
𝑋 + 𝑠− = 𝑋0
, 𝑠+, 𝑠− ≥ 0
BCCP-O
𝑚𝑎𝑥 ∅,,𝑠+,𝑠−
𝑧0 = ∅ + 𝜀 ∙ 1 𝑠+ + 𝜀 ∙ 1 𝑠−
Sujeto a: ∅𝑌0 − 𝑌 + 𝑠+ = 0
𝑋 + 𝑠− = 𝑋0
1 = 1
, 𝑠+, 𝑠− ≥ 0
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 158
FIGURA 6.2.
PLANTEAMIENTOS MATEMÁTICOS EN FORMA MATRICIAL DE CCR Y BCC (PROBLEMA DUAL)
Fuente: elaboración propia a partir de Charnes et al. (2013).
6.2. ¿POR QUÉ USAR ESTA TÉCNICA?
A la hora de determinar la eficiencia productiva entre un conjunto de
unidades económicas, destacan tres modelos diferenciados: el análisis
envolvente de datos (DEA), el análisis de fronteras estocásticas (Stochastic
Frontier Analysis, SFA) y el análisis de fronteras determinísticas (Deterministic
Frontier Analysis, DFA) (Hjalmarsson et al., 1996). En concreto, la mayor
controversia se ha generado en torno a las técnicas DEA y SFA (Kuosmanen et
al., 2015), esta última de carácter paramétrico89. Según Kuosmanen et al.
(2015), la técnica DEA es la más frecuente en estudios de eficiencia,
atendiendo al número de citaciones presentes en la literatura.
89 Un modelo que integra plenamente las técnicas DEA y SFA es el denominado Stochastic Nonparametric Envelopment of Data (StoNED), estimado a través del método de regresión CNLS (Convex Nonparametric Least Square) y que proporciona un marco común para aprovechar las fortalezas de ambos planteamientos en el análisis de la productividad (Kuosmanen et al., 2015).
Orientación
input
Orientación
output
Rendimientos variables a escala
CCR-Input CCRD-I
𝑚𝑎𝑥𝜇,𝑣 𝑤0 = 𝜇𝑇𝑌0
Sujeto a: 𝑣𝑇𝑋0 = 1
𝜇𝑇𝑌 − 𝑣𝑇𝑋 ≤ 0
−𝜇𝑇 ≤ −𝜀 ∙ 1
−𝑣𝑇 ≤ −𝜀 ∙ 1
BCCD-I
𝑚𝑎𝑥𝜇,𝑣 𝑤0 = 𝜇𝑇𝑌0 + 𝑢0
Sujeto a: 𝑣𝑇𝑋0 = 1
𝜇𝑇𝑌 − 𝑣𝑇𝑋 + 𝑢01 ≤ 0
−𝜇𝑇 ≤ −𝜀 ∙ 1
−𝑣𝑇 ≤ −𝜀 ∙ 1
𝑢0 𝑙𝑖𝑏𝑟𝑒
CCRD-O
𝑚𝑖𝑛𝜇,𝑣 𝑞0 = 𝑣𝑇𝑋0
Sujeto a: 𝜇𝑇𝑌0 = 1
−𝜇𝑇𝑌 + 𝑣𝑇𝑋 ≥ 0
𝜇𝑇 ≥ 𝜀 ∙ 1
𝑣𝑇 ≥ 𝜀 ∙ 1
BCCD-O
𝑚𝑖𝑛𝜇,𝑣,𝑣0 𝑞0 = 𝑣𝑇𝑋0 + 𝑣0
Sujeto a: 𝜇𝑇𝑌0 = 1
−𝜇𝑇𝑌 + 𝑣𝑇𝑋 + 𝑣01 ≥ 0
𝜇𝑇 ≥ 𝜀 ∙ 1
𝑣𝑇 ≥ 𝜀 ∙ 1
𝑣0 𝑙𝑖𝑏𝑟𝑒
Rendimientos constantes a escala
Capítulo 6. Análisis DEA entre operadores ecológicos
Página 159
Para determinar los índices de eficiencia y las mejores prácticas
organizacionales en el ámbito de las redes sociales, la técnica DEA resulta muy
apropiada, ya que no se conocen con claridad las relaciones formales ni los
diferentes pesos entre las métricas que se pueden obtener en estas
plataformas sociales (Pinheiro y Grilo, 2013). Además, aunque existe la
posibilidad de monitorizar la actividad de los usuarios en las redes sociales, no
resulta tarea fácil determinar el nivel de beneficio que se deriva de los
esfuerzos que las organizaciones realizan en estas plataformas, información
que no es necesaria para aplicar esta técnica (Abbasian et al., 2014). Así pues,
DEA se adecua y es aconsejable para el estudio de las redes sociales, dado
que este método permite analizar variables de cualquier naturaleza,
considerando únicamente la magnitud de las mismas (Martínez y Pérez, 2014).
Asimismo, existe un elevado número de publicaciones afines a este
estudio que también recurren a esta técnica. Referente al sector agrícola y en
particular al aceite de oliva, destacan las recientes investigaciones de Medina
(2014) y Vidal et al. (2014). Del mismo modo, esta técnica también ha sido
utilizada en el ámbito de las nuevas tecnologías e Internet (Serrano et al., 2005;
Fernández et al., 2009 o Fox y Everton, 2014), así como en las redes sociales
virtuales (Martínez y Pérez, 2012 y 2014; Vejačka, 2012; Pinheiro y Grilo, 2013;
Abbasian et al., 2014; o Chen, 2015). Por todo ello, se ha decidido hacer uso
de la técnica DEA.
6.3. PROCEDIMIENTO PARA APLICAR LA TÉCNICA DEA
El procedimiento que se pretende realizar se presenta en la figura 6.3.
FIGURA 6.3.
PROCEDIMIENTO PARA LA REALIZACIÓN DE DEA
Fuente: elaboración propia.
Formulación
del problema
Elección de
inputs y outputs Obtención de
los datos
Eliminación de
valores atípicos
(supereficiencia)
Realización de la técnica DEA
MODELO 1.
Eficiencia general económica MODELO 2.
Eficiencia en los medios sociales
Sector oleícola Sector vitivinícola Sector oleícola Sector vitivinícola
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 160
6.3.1. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA
Considerando el sector vitivinícola de La Rioja como un claro referente
tecnológico y comercial dentro del sector agroalimentario en España, se
pretende contrastar, en términos de eficiencia, los operadores ecológicos de
este sector con los operadores ecológicos del sector oleícola andaluz. De
forma más precisa, cabe resaltar que el análisis se centra en las comunidades
autónomas que son referentes en cada una de las ramas de actividad citadas.
En concreto, el objetivo de este análisis es evaluar el nivel de eficiencia
en el uso de las redes sociales por parte de las entidades ecológicas oleícolas,
comparando tales resultados con el citado sector riojano. No obstante,
consideramos necesario efectuar un modelo previo de eficiencia general
económica, que sirva como punto de partida para evaluar y comparar ambos
sectores, así como para verificar que ciertamente el sector vitivinícola de La
Rioja sirve como referente para el sector oleícola.
Por tanto, se van a realizar dos modelos: uno con base en un conjunto
de variables de tipo económico (modelo 1); y otro en función del uso y
aprovechamiento de las redes sociales virtuales (modelo 2). Una vez realizada
esta técnica, se va a efectuar una regresión lineal, para detallar los factores
contextuales que explican tales resultados, en los dos sectores objeto de
estudio y para ambos modelos planteados.
6.3.2. DETERMINACIÓN DE LOS INPUTS Y OUTPUTS
La elección de los inputs y outputs es crucial, siendo necesario prestar
especial atención a diferentes aspectos, como es evitar información
redundante, situación que se complica en este tipo de escenarios, por el
volumen y tipo de datos que se maneja (Serrano et al., 2005). Por tanto,
atendiendo al problema que se pretende analizar, el uso de la técnica DEA está
más orientado a un enfoque benchmark que a un propio proceso de
producción, en el que la identificación de las variables resultaría más sencilla
(Cook et al., 2014). La técnica DEA en sí misma, ha sido considerada como un
modelo de benchmark, ya que identifica la frontera de eficiencia o de mejores
prácticas con base en el rendimiento de todas las DMUs consideradas (Zhu,
201590). Esta concepción de “eficiencia relativa” es utilizada en la mayor parte
90 Zhu (2015) recopila las diferentes extensiones o modelos que integran el benchmarking en la técnica DEA, que parten de unos niveles dados o estándares de DMUs para comparar el resto de unidades de decisión.
Capítulo 6. Análisis DEA entre operadores ecológicos
Página 161
de las investigaciones de ciencias sociales, al desconocerse a efectos teóricos
los niveles de eficiencia (Chen, 2015).
En la literatura que versa sobre la aplicación de DEA a las redes sociales
virtuales, se observa el frecuente uso de las métricas Web entre los inputs y
outputs que integran el estudio (Vejačka 2012; Pinheiro y Grilo, 2013; Martínez
y Pérez, 2012 y 2014). En este sentido, Martínez y Pérez (2012) distinguen las
métricas obtenidas en las redes sociales entre dos clases de variables: los
indicadores de seguimiento, que son generados por los usuarios que siguen a
la organización y que van a ser interpretados como outputs, y los indicadores
de actividad, que se derivan del uso y la participación de la organización en
estas herramientas sociales y que corresponden a los inputs.
En el cuadro 6.1 se exponen de forma esquemática las variables
empleadas en ambos modelos.
CUADRO 6.1.
INPUTS Y OUTPUTS UTILIZADOS PARA APLICAR LA TÉCNICA DEA
MODELOS INPUTS OUTPUTS
MODELO 1.
SITUACIÓN ECONÓMICA
Gastos en personal Gastos en materias primas y
material Amortización de inmovilizado
material (A.I.M.)
Volumen de facturación
MODELO 2.
SITUACIÓN EN LAS REDES SOCIALES
Número de publicaciones al día en Facebook y de tweets al día en Twitter
Número de cuentas que se están siguiendo en Twitter
Número total de empleados de la organización
Número de ‘Me gusta’ en Facebook y de Seguidores en Twitter
Fuente: elaboración propia.
Para el primer modelo, se han obtenido las principales magnitudes que
describen el perfil económico básico de cada DMU91. En este sentido, se han
utilizado como entradas las principales partidas de gasto en este tipo de
organizaciones y como salida su cifra de negocios. En el segundo modelo se
ha centrado el análisis en las redes sociales, concretamente en Facebook y
Twitter, que son las plataformas más utilizadas en ambos sectores. Como
91 Entre estas variables surge el problema de la existencia de valores perdidos, este ínfimo número de casos ha sido solucionado supliendo el valor perdido por el promedio del resto de valores conocidos de la variable (Cook et al., 2015).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 162
inputs se ha seleccionado el número de publicaciones por día92 en ambas
redes sociales, el número de siguiendo en Twitter y el número de empleados
en la empresa. Por otro lado, se utiliza como output el número de ‘Me gusta’ en
Facebook y de seguidores en Twitter, de forma conjunta.
6.3.3. SUPEREFICIENCIA Y DETECCIÓN DE OUTLIERS
El concepto de supereficiencia fue introducido por Andersen y Petersen
(1993), utilizando un modelo radial de rendimientos constantes de escala
(CCR), que excluye la restricción de eficiencia de las DMUs a valores iguales o
inferiores a la unidad, con el objetivo de diferenciar y clasificar el rendimiento
de las DMUs eficientes. En esta línea, Wilson (1995) detectó problemas de
precisión en este modelo, incorporando un criterio adicional para identificar
aquellas unidades con índices de eficiencia muy dispersos. No obstante, el
umbral para determinar los índices de eficiencia atípicos se establece de forma
subjetiva, siendo la principal crítica de su propuesta. A pesar de ello, las
propuestas de Andersen y Petersen (1993) y Wilson (1995) han servido para
inspirar a numerosos autores y han sido ampliadas y extendidas en la literatura,
especialmente el planteamiento de la supereficiencia (Charnes et al., 2013).
Como se ha indicado con anterioridad, DEA presenta una alta
sensibilidad a los valores atípicos (Wilson, 1995), debido a que utiliza los
valores extremos para determinar la frontera de eficiencia o de mejores
prácticas (Banker y Chang, 2006). En este sentido, el modelo de la
supereficiencia ha sido utilizado con frecuencia para identificar los valores
atípicos (Martínez y Pérez, 2014) y ha sido contradicho en la clasificación de
unidades eficientes (Banker y Chang, 2006). Así pues, la detección y
eliminación de estas observaciones contaminadas con ruido permitirá obtener
unos resultados más precisos y una clasificación de eficiencia más certera
(Banker y Chang, 2006). Estos autores respaldan el método de Banker y Giford
(1988), que consiste en identificar y eliminar aquellas puntuaciones de
supereficiencia que sobrepasan un determinado valor preestablecido y que
responden a observaciones atípicas. Una vez omitidas tales observaciones, se
procede a realizar el método DEA elegido.
92 En los estudios que aplican DEA en el uso de las redes sociales se utiliza con mayor frecuencia el número total de publicaciones. En nuestro caso, se ha utilizado el número de publicaciones por día, ya que consideramos que la frecuencia de publicación es muy importante y no debe ser obviada. De esta forma, existe un tratamiento equitativo del uso de las redes sociales por parte de las organizaciones, independientemente del tiempo que lleven en estos medios. Para obtener tales datos se ha acudido a herramientas especializadas, como son LikeAlyzer y Twitonomy para las redes sociales Facebook y Twitter, respectivamente.
Capítulo 6. Análisis DEA entre operadores ecológicos
Página 163
Por todo ello, utilizamos la técnica de supereficiencia, para excluir
aquellas DMUs con valores muy dispersos. Los índices de supereficiencia con
valores muy superiores a uno revelan observaciones discrepantes, por lo que
se ha prefijado un valor máximo de dos como umbral de referencia para
eliminar tales unidades (Martínez y Pérez, 2014). Para determinar la
supereficiencia se ha recurrido al modelo CCR, al objeto de evitar posibles
situaciones de inviabilidad (Chen, 2005). A tal fin, se utilizó el software EMS93.
En primer lugar y antes de realizar tales cálculos, han sido eliminadas de forma
previa las DMUs que a simple vista presentaban valores atípicos o perdidos94.
En el primer modelo planteado, tras realizar los cálculos de
supereficiencia, el número de organizaciones para el sector oleícola se ha visto
reducido en 17 unidades (de 147 a 130 DMUs), lo que aumenta el error
muestral a un 5 por ciento considerando un intervalo de confianza del 95 por
ciento. Del mismo modo, en el sector vitivinícola, se ha eliminado 1 outliers (de
35 a 34 DMUs), suponiendo también un 5 por ciento de error muestral con un
intervalo de confianza del 95 por ciento.
Respecto al segundo modelo, nos hemos centrado exclusivamente en
las organizaciones con cuentas activas en Facebook y Twitter95. Bajo esta
premisa, el número de organizaciones se reduce a 51 DMUs en el sector
oleícola y 18 DMUs en el sector vitivinícola. Tras aplicar el procedimiento de
supereficiencia para descartar outliers, el número de entidades se redujo en 1
unidad en las organizaciones oleícolas (51 a 50 DMUs) y en 2 unidades en las
organizaciones vitivinícolas (18 a 16 DMUs).
Una vez descartados los datos atípicos, se procede a aplicar DEA. Antes
de empezar a desarrollar esta técnica, se presenta en el cuadro 6.2 los valores
por término medio de las DMUs seleccionadas para cada una de las variables
elegidas en el modelo 1. En este mismo cuadro se incluyen los dos sectores
analizados: el oleícola y el vitivinícola. Asimismo y con el objetivo de enriquecer
la interpretación de los resultados, las DMUs analizadas han sido catalogadas
en diferentes conjuntos atendiendo a su actividad empresarial (elaborador,
comercializador o ambos).
93 Herramienta disponible en: http://www.holger-scheel.de/ems/.
94 Las DMUs omitidas presentan un valor nulo o casi nulo en las distintas variables examinadas o corresponden a datos perdidos, que inducen claramente a error para calcular los modelos. Entre ellos se incluyen los datos de las organizaciones que por diversas razones han estado inoperativas y cuya actividad para el ejercicio 2014/2015 ha sido reducida o inexistente.
95 Un requisito para aplicar correctamente la técnica DEA es operar con DMUs homogéneas (Charnes et al. 2013), por ello se han seleccionado solamente las organizaciones que poseen cuentas activas en ambas redes sociales.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 164
CUADRO 6.2.
VALOR PROMEDIO DE LAS VARIABLES ELEGIDAS EN EL MODELO 1
CATEGORÍAS Nº de DMUs
(I) Gasto en personal
(I) Gasto M.P. y materiales
(I) A.I.M. (O) Volumen de
facturación
SECTOR OLEÍCOLA
Elaborador 6 531.736 € 18.872.907 € 157.301 € 23.730.104 €
Comercializador 22 299.567 € 3.995.903 € 85.235 € 4.837.638 €
Comercializador y elaborador
102 473.190 € 11.941.703 € 162.770 € 13.920.061 €
Total 130 446.510 € 10.916.931 € 149.396 € 12.835.806 €
SECTOR VITIVINÍCOLA
Elaborador 17 640.681 € 4.830.371 € 524.652 € 7.652.579 €
Elaborador y productor
17 1.891.192 € 4.871.193 € 770.005 € 10.862.189 €
Total 34 1.265.937 € 4.850.782 € 647.328 € 9.257.384 €
Fuente: elaboración propia.
De forma análoga, el cuadro 6.3 muestra los valores promedio de las
variables utilizadas para el modelo 2, referente a las redes sociales.
CUADRO 6.3.
VALOR PROMEDIO DE LAS VARIABLES ELEGIDAS EN EL MODELO 2
CATEGORÍAS Nº de DMUs
(I) Publicaciones por día en Twitter
y Facebook
(I) Siguiendo en Twitter
(I) Número de empleados
(O) Número de
seguidores y ‘Me gusta’
SECTOR OLEÍCOLA
Elaborador 2 1,03 372 54 7.603
Comercializador 8 1,83 505 51 1.800
Comercializador y elaborador
40 0,75 458 26 2.333
Total 50 0,93 462 31 2.459
SECTOR VITIVINÍCOLA
Elaborador 7 1,57 895 43 6.538
Elaborador y productor
9 1,38 784 64 3.585
Total 16 1,47 832 55 4.877
Fuente: elaboración propia.
Capítulo 6. Análisis DEA entre operadores ecológicos
Página 165
6.3.4. ESTIMACIÓN DE LOS MODELOS DEA Y RESULTADOS
Para realizar esta técnica se ha elegido la orientación output, que
consideramos más adecuada por las siguientes razones. Por un lado, las
organizaciones estudiadas están estrechamente vinculadas con el sector
agrícola, en el que la magnitud de los inputs viene determinada por la vecería
de los cultivos. Por ello, tiene mayor sentido considerar que los inputs vienen
en cierto sentido impuestos y permanecen fijos para maximizar los resultados u
outputs. Por otro lado, en el ámbito de las redes sociales virtuales resulta
evidente que el mayor logro y a la vez la mayor dificultad radica en adquirir
popularidad, debido a que las entradas no requieren, en términos generales,
grandes costes o esfuerzos para las organizaciones, por lo que resulta más
fructuoso orientarse en la maximización de las salidas.
Asimismo, en cuanto a la elección del método DEA, la extensión BCC
parece la más adecuada por considerar los rendimientos variables a escala. No
obstante, Martínez y Pérez (2012) apuntan que el método CCR es el más usual
cuando se incluyen variables tecnológicas. En definitiva, se ha optado por
realizar y presentar el análisis bajo ambos modelos, para poder contrastar los
resultados de eficiencia técnica (CCR) y a escala (BCC) (Martínez y Pérez,
2014). De esta forma, los índices de eficiencia obtenidos en el modelo 1
quedan expuestos en el cuadro 6.4, referentes al sector oleícola, y en el cuadro
6.5, para el sector vitivinícola.
CUADRO 6.4.
EFICIENCIA OBTENIDA EN DEA SEGÚN EL MODELO 1 PARA EL SECTOR OLEÍCOLA
SECTOR OLEÍCOLA
TOTALES Elaborador Comercializador Elaborador y
comercializador
MÉTODO DEA CCR BCC CCR BCC CCR BCC CCR BCC
DMUs eficientes 9 20 0 1 1 6 8 13
Porcentaje de DMUs eficientes
6,92% 15,38% 0,00% 16,67% 4,55% 27,27% 7,84% 12,75%
Eficiencia por término medio
52,11% 59,74% 40,50% 49,53% 53,47% 64,02% 52,50% 59,42%
Desviación estándar
0,22 0,25 0,19 0,25 0,25 0,29 0,22 0,24
Ineficiencia por término medio
51,45% 47,58% 59,50% 60,56% 48,74% 49,47% 51,54% 46,51%
Fuente: elaboración propia.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 166
Los resultados de eficiencia obtenidos para el sector oleícola referentes
a Andalucía (cuadro 6.4), muestran que un 6,92 por ciento de las
organizaciones son eficientes, considerando rendimientos constantes a escala
(método CCR), cifra que se incrementa a un 15,38 por ciento incluyendo el
factor variable de la escala (método BCC). Estos datos revelan que a pesar de
haberse excluido los valores atípicos, siguen siendo un número muy reducido
de empresas las que destacan frente al resto y que aprovechan de forma más
eficiente sus recursos. La eficiencia media se sitúa en un 52,11 por ciento y
59,74 por ciento para CCR y BCC respectivamente, valores que son cercanos
a los niveles de ineficiencia media. Atendiendo por categorías, se observa que
las organizaciones exclusivamente comercializadoras presentan mejores
estadísticas en eficiencia media e ineficiencia media que las DMUs
comercializadoras y elaboradoras. Estas organizaciones a su vez actúan de
forma más eficiente que las que son exclusivamente elaboradoras.
Aplicando este mismo modelo al sector vitivinícola de la región riojana,
se obtienen los siguientes resultados recogidos en el cuadro 6.5.
CUADRO 6.5.
EFICIENCIA OBTENIDA EN DEA SEGÚN EL MODELO 1 PARA EL SECTOR VITIVINÍCOLA
SECTOR VITIVINÍCOLA
TOTALES Vinícolas Vitivinícolas
MÉTODO DEA CCR BCC CCR BCC CCR BCC
DMUs eficientes 6 12 3 7 3 5
Porcentaje de DMUs eficientes
17,65% 35,29% 17,65% 41,18% 17,65% 29,41%
Eficiencia por término medio
71,65% 80,23% 74,27% 79,29% 69,02% 81,17%
Desviación estándar
0,20 0,19 0,23 0,23 0,16 0,16
Ineficiencia por término medio
34,43% 30,55% 31,24% 37,61% 37,61% 26,68%
Fuente: elaboración propia.
Como se observa en el cuadro 6.5, el porcentaje de organizaciones
eficientes es del 17,65 por ciento, según el planteamiento CCR, y 35,29 por
ciento considerando los rendimientos variables a escala (método BCC).
Asimismo, la eficiencia por término medio se sitúa en 71,65 por ciento en CCR
y 80,23 por ciento en BCC. Diferenciando por categorías, se observa una
mayor eficiencia media en las DMUs elaboradoras y productoras considerando
los rendimientos variables a escala. Esta situación se invierte si solo
Capítulo 6. Análisis DEA entre operadores ecológicos
Página 167
consideramos rendimientos constantes a escala (método CCR). Además, se
observa que en las entidades exclusivamente elaboradoras se obtiene un
mayor número de DMUs eficientes para BCC, aunque la eficiencia media
obtenida en esta categoría es inferior a la de las organizaciones elaboradoras y
productoras. Esta mayor dispersión queda confirmada observando la
desviación típica.
Para contrastar los resultados obtenidos en ambos sectores, se ha
representado gráficamente los índices de eficiencia obtenidos, según el método
BCC96 (figura 6.4). Pese a que los datos representados corresponden a
poblaciones diferentes y el tamaño de las muestras difiere, ello no es
inconveniente para exponer los resultados conjuntamente, pues las variables
utilizadas para ambos casos son idénticas. De esta forma, en la figura 6.4 se
observa que el nivel promedio de eficiencia del sector vitivinícola es superior al
del sector oleícola. Asimismo, la mayoría de los índices de eficiencia obtenidos
para las DMUs del sector vitivinícola, se sitúan por encima del valor promedio
de eficiencia del sector del aceite de oliva.
FIGURA 6.4.
REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE LOS ÍNDICES DE EFICIENCIA (BCC) SEGÚN EL MODELO 1
Fuente: elaboración propia.
96 La representación gráfica de los índices de eficiencia obtenidos es similar para los métodos CCR y BCC. Así pues, en ambos casos se observa una superioridad de las DMUs vitivinícolas.
0,0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1,0
1 8 15 22 29 36 43 50 57 64 71 78 85 92 99 106 113 120 127
ÍND
ICES
DE
EFIC
IEN
CIA
(B
CC
)
DMUs
Promedio vitivinícolas Promedio oleícolas
DMU vitivinícola DMU oleícola
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 168
Por otra parte, el modelo 2 hace referencia a la situación de las
organizaciones oleícolas y vitivinícolas que están presentes en las redes
sociales Facebook y Twitter. Los resultados obtenidos para el sector oleícola
(cuadro 6.6) y para el sector vitivinícola (cuadro 6.7) se exponen a
continuación:
CUADRO 6.6.
EFICIENCIA OBTENIDA EN DEA SEGÚN EL MODELO 2 PARA EL SECTOR OLEÍCOLA
SECTOR OLEÍCOLA
TOTALES Elaborador Comercializador Elaborador y
comercializador
MÉTODO DEA CCR BCC CCR BCC CCR BCC CCR BCC
DMUs eficientes 7 13 0 1 3 3 4 9
Porcentaje de DMUs eficientes
14,00% 26,00% 0,00% 50,00% 37,50% 37,50% 10,00% 22,50%
Eficiencia por término medio
49,16% 57,00% 88,10% 93,60% 55,81% 59,36% 45,88% 54,70%
Desviación estándar
0,31 0,32 0,07 0,06 0,36 0,35 0,29 0,31
Ineficiencia por término medio
59,12% 58,10% 11,90% 12,80% 70,70% 65,02% 60,13% 58,45%
Fuente: elaboración propia.
El cuadro 6.6 muestra que solamente un 14 por ciento, según el método
CCR, (o 26 por ciento en BCC), de las organizaciones observadas son
eficientes. En comparación, el resto de las organizaciones presentan un nivel
de eficiencia reducido o, lo que es lo mismo, un nivel de ineficiencia elevado
que ronda entre un 58,10 y 59,12 por ciento según el método aplicado. Las
organizaciones con un mayor nivel de eficiencia por término medio son las
elaboradoras, obteniendo con un menor nivel de esfuerzo un mayor grado de
popularidad en tales plataformas. Considerando solamente la eficiencia técnica,
son las organizaciones comercializadoras las que presentan un mayor
porcentaje de unidades eficientes, a la par que un mayor nivel promedio de
ineficiencia, situación de contraste que se puede apreciar en la desviación
estándar.
De igual forma, el cuadro 6.7 recoge los resultados obtenidos para el
modelo 2 con enfoque en el sector vitivinícola, para la región de La Rioja. Tal y
como muestra este cuadro, las DMUs eficientes representan con respecto al
total un 31,25 por ciento y un 43,75 por ciento, para CCR y BCC
respectivamente. Los niveles de eficiencia obtenidos son en término medio
superiores a los resultantes en el sector oleícola. Por otro lado, existen
pequeñas diferencias en términos de eficiencia entre el grupo de elaboradores
Capítulo 6. Análisis DEA entre operadores ecológicos
Página 169
de vino ecológico y el grupo que además integra la actividad de producción.
Este segundo grupo presenta unos niveles de eficiencia inferiores, con
respecto a las organizaciones que solo elaboran vino ecológico.
CUADRO 6.7.
EFICIENCIA OBTENIDA EN DEA SEGÚN EL MODELO 2 PARA EL SECTOR VITIVINÍCOLA
SECTOR VITIVINÍCOLA
TOTALES Vinícolas Vitivinícolas
MÉTODO DEA CCR BCC CCR BCC CCR BCC
DMUs eficientes 5 7 4 5 1 2
Porcentaje de DMUs eficientes
31,25% 43,75% 57,14% 71,43% 11,11% 22,22%
Eficiencia por término medio
65,97% 71,54% 77,81% 83,90% 56,76% 61,93%
Desviación estándar
0,31 0,31 0,30 0,25 0,29 0,32
Ineficiencia por término medio
49,50% 50,59% 51,77% 56,35% 48,65% 48,94%
Fuente: elaboración propia.
Del mismo modo que en el modelo 1, también se observa unos mayores
niveles de eficiencia en el sector vitivinícola respecto al oleícola, en relación al
uso de las redes sociales (figura 6.5).
FIGURA 6.5.
REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE LOS ÍNDICES DE EFICIENCIA (BCC) SEGÚN EL MODELO 1
Fuente: elaboración propia.
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,50
0,60
0,70
0,80
0,90
1,00
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37 39 41 43 45 47 49
ÍND
ICES
DE
EFIC
IEN
CIA
(B
CC
)
DMUs
Promedio vitivinícolas Promedio oleícolas
DMU vitivinícola DMU oleícola
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 170
6.4. SEGUNDA FASE EN EL ESTUDIO DEA
En la literatura que versa sobre DEA es frecuente encontrar una
segunda fase de estudio que clausure esta técnica, para caracterizar o
fortalecer los resultados de eficiencia obtenidos. Entre los distintos
procedimientos empleados en una segunda etapa de análisis, se encuentra la
realización reiterada de la técnica DEA, incorporando entre las variables los
resultados de eficiencia previamente obtenidos (Chen et al., 2009). La opción
más frecuente responde al uso de modelos de regresión, con el fin de conocer
las variables contextuales que han determinado las puntuaciones de eficiencia
obtenidas por DEA (Charnes et al., 2013). Así pues, se ha generado un intenso
debate para identificar el procedimiento estadístico que mejor se adecua a este
propósito (Kuosmanen et al., 2015).
En este sentido, Hoff (2007) apoya el uso del método Tobit y de MCO
(mínimos cuadrados ordinarios), aunque reconoce las carencias y debilidades
que presentan ambas metodologías. Asimismo, McDonald (2009) coincide con
Hoff (2007) en ratificar la consistencia de MCO para una segunda etapa en el
análisis de eficiencia, pero aboga por prescindir del método Tobit,
argumentando que los índices de eficiencia obtenidos no se derivan de un
proceso de censura, sino que responden a datos fraccionarios. A este debate
se han sumado numerosos autores, algunos de ellos incorporando nuevas
propuestas metodológicas, como es el método StoNED con Z variables
(StoNEZD), desarrollado por Johnson y Kuosmanen (2011).
El método de MCO ha sido validado por numerosos autores. Una
importante contribución al respecto se localiza en Banker y Natarajan (2008).
No obstante, la validez de este procedimiento también ha sido puesta en
entredicho. En esta línea, Charnes et al. (2013) consideran inapropiado utilizar
MCO, debido a que los índices de eficiencia que proporciona DEA presentan
tres características que dificultan su utilización, éstas son: se les ha asignado
un valor máximo a diversas unidades según el método y la orientación elegida,
están sesgados y han sido acotados entre cero y uno. No obstante, estos
autores matizan que el uso de la supereficiencia corrige tales hándicaps,
permitiendo poder aplicar adecuadamente este procedimiento. Así pues, el uso
de MCO está considerada una de las claras alternativas para estimar las
variables contextuales en una segunda etapa DEA (Kuosmanen et al., 2015).
Por todo ello, se va a utilizar el procedimiento de MCO, a partir de los índices
de supereficiencia, que constituirán la variable dependiente.
Capítulo 6. Análisis DEA entre operadores ecológicos
Página 171
6.4.1. VARIABLES CONTEXTUALES DESCRIPTORAS
Las variables propuestas en el modelo 1 y en el modelo 2 como posibles
factores descriptores de los índices de eficiencia obtenidos son idénticas para
ambos sectores. De esta forma, para el primer modelo las variables
seleccionadas discriminan según el tipo de entidad (capitalista o pertenecientes
a la Economía Social (ES)), antigüedad, formación académica del responsable
y presencia en los medios sociales (cuadro 6.8).
CUADRO 6.8.
VARIABLES CONTEXTUALES CONSIDERADAS EN EL MODELO 1
VARIABLE DEPENDIENTE O EXPLICADA
Índices de supereficiencia DEA SEF
VARIABLES INDEPENDIENTES O EXPLICATIVAS
Entidad de la Economía Social (SCA y SAT)1 EES
Antigüedad (año de constitución de la organización)2 ANT
Formación académica del responsable de la organización (nivel de estudios)3 FAC
Presencia en las redes sociales4 RSV
Nota: 1 variable dicotómica, 2 variable continua, 3 variable ordinal, 4 variable dicotómica. Fuente: elaboración propia.
De esta forma, la función lineal a estimar vendría formulada por:
𝑆𝐸𝐹 = 𝛽0 + 𝛽1𝐸𝐸𝑆 + 𝛽2𝐴𝑁𝑇 + 𝛽3𝐹𝐴𝐶 + 𝛽4𝑅𝑆𝑉 + 𝜀
Del mismo modo, en el cuadro 6.9 se exponen las variables
consideradas para el segundo modelo planteado.
CUADRO 6.9.
VARIABLES CONSIDERADAS PARA MCO
VARIABLE DEPENDIENTE O EXPLICADA
Índices de supereficiencia DEA SEF
VARIABLES INDEPENDIENTES O EXPLICATIVAS
Formación académica del responsable de la organización (nivel de estudios)1 FAC
Gestión interna de las redes sociales2 GES
Mención de su presencia en las redes sociales en la website de la organización3 WEB
Uso de las redes sociales solamente informativo4 USO
Nota: 1 variable ordinal, 2 variable dicotómica, 3 variable dicotómica, 4 variable dicotómica. Fuente: elaboración propia.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 172
En esta ocasión, la función lineal quedaría expresada como:
𝑆𝐸𝐹 = 𝛽0 + 𝛽1𝐹𝐴𝐶 + 𝛽2𝐺𝐸𝑆 + 𝛽3𝑊𝐸𝐵 + 𝛽4𝑈𝑆𝑂 + 𝜀
6.4.2. RESULTADOS DE LA SEGUNDA FASE DEA
Obtenidos y validados los resultados tras aplicar los modelos de
regresión lineal citados97, en el cuadro 6.10 se exponen los factores
explicativos que son significativos para el modelo 1 y en el cuadro 6.11 sus
homólogos para el modelo 2.
Referente al primer modelo, se observa una relación positiva y
significativa entre las organizaciones de la Economía Social (la mayoría de
ellas SCA) y el nivel de eficiencia general económica obtenido en DEA para
ambos sectores. En este sentido, según Vargas (2004), existen razones para
afirmar que las sociedades cooperativas, bajo ciertas premisas, son más
eficientes que las entidades capitalistas, como es en situaciones de
incertidumbre. Así pues, según Campos y Chaves (2012) las cooperativas
agrarias son una fórmula adecuada frente a las amenazas y debilidades a las
que se enfrenta el sector, presentando una mayor resistencia y resiliencia a la
actual crisis económica (Castillo y García, 2013b). Por tales razones, se explica
que este tipo de entidades hayan resultado ser más eficientes98, resultados
similares a los obtenidos por Barros y Santos (2007), en el que las sociedades
cooperativas alcanzan, por término medio, una mayor eficiencia.
Por otro lado, en la literatura se ha asociado la antigüedad de la
organización con la eficiencia, debido a que el tiempo aporta a la organización
un mayor Know how, que potencia la capacidad de realizar las actividades de
forma más eficiente (Sellers y Más, 2009). No obstante, una mayor edad de la
empresa también puede afectar negativamente a su rendimiento, por la inercia
que adquieren y la rigidez para incorporar innovaciones del mercado (Cucculelli
et al., 2014). En los resultados obtenidos, esta variable presenta unos
coeficientes de signo positivo aunque no llega a ser significativa en ninguno de
los dos sectores considerados.
97 Para realizar el método de mínimos cuadrados ordinarios se ha verificado que los resultados obtenidos para los dos modelos planteados cumplen los supuestos que garantizan la validez de un modelo de regresión lineal: supuesto de linealidad (gráficos de dispersión), de independencia de los residuos (prueba de Durbin-Watson), de homocedasticidad (estadístico de Levene), de normalidad (prueba de Kolmogorff-Smirnov, test de Shapiro-Wilk) y de no multicolinealidad (factores de inflación de varianza, VIF).
98 Como aclaración, esta mayor eficiencia hace referencia al curso 2014/2015 que es al que hacen referencia las variables seleccionadas para esta técnica.
Capítulo 6. Análisis DEA entre operadores ecológicos
Página 173
La formación académica del responsable también es un impulsor de la
eficiencia en la organización, al influir en las variables determinantes de ésta
(Parra, 1997). Así pues, las capacidades del gerente, su formación y
experiencia pueden determinar el grado de éxito o fracaso de una organización
y su competitividad (Rubio y Aragón, 2002; Levie y Autio, 2011; Aguilar et al.,
2015). Esta variable solamente es significativa en el sector vitivinícola, ello
puede ser debido a que en este sector hay un mayor peso de organizaciones
jerárquicas, en las que la figura del gerente ejerce un rol más determinante. En
cambio, en el sector oleícola con oferta de productos ecológicos hay un mayor
número de organizaciones autogestionadas, como son las sociedades
cooperativas, en las que adquieren una mayor importancia el resto de
integrantes de la sociedad.
La última variable considerada responde a las organizaciones que hacen
uso de las redes sociales. Esta variable también se relaciona de forma positiva
con los índices de supereficiencia DEA aunque sin llegar a ser significativa. En
este sentido, Martínez y Pérez (2014) evidencian que las redes sociales
pueden mejorar la eficiencia de las organizaciones. No obstante, tal y como
subrayan estos autores, es necesario que las organizaciones integren estas
tecnologías en su proyecto empresarial. Así pues, solamente se obtendrá un
efecto positivo y significativo cuando las organizaciones realicen una verdadera
e intensa estrategia de marketing en las redes sociales (Uribe et al., 2013),
situación que en la mayoría de los casos no ocurre.
CUADRO 6.2.
RESULTADOS DE LAS VARIABLES CONTEXTUALES EN EL MODELO 1
MODELO 1 SECTOR OLEÍCOLA SECTOR VITIVINÍCOLA
Variable Coef. (B) Sig. Coef. (B) Sig.
(Constante) -5,152 ,214 -4,925 ,249
Entidades pertenecientes a la Economía Social
,139 ,076* ,034 ,090*
Antigüedad de la organización ,003 ,175 ,003 ,216
Formación académica del responsable
,013 ,580 ,081 ,052*
Presencia en redes sociales ,007 ,906 ,018 ,867
Nota: *nivel de confianza de 90 por ciento; **nivel de confianza del 95 por ciento. Fuente: elaboración propia.
Por otro lado, en los resultados referentes al modelo 2 (cuadro 6.11) se
observa que la formación académica del responsable es nuevamente
significativa solo en el sector vitivinícola. Por ende, se mantiene el argumento
citado con anterioridad de que en este sector predominan las entidades
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 174
jerárquicas, que son más dependientes de las capacidades directivas. Esta
variable también se encuentra relacionada con el aspecto tecnológico, ya que
facilita la innovación (Gupta et al., 1993). Así pues, la formación del directivo no
solo es un elemento clave para el devenir de la organización, sino también para
su adaptación al contexto social y tecnológico actual (De Lucas, 2015).
Respecto al personal que administra las redes sociales en la
organización, cabe señalar que una gestión interna de estas tecnologías deriva
en un mayor Know How para la empresa y en una mayor facilidad para
desarrollar ideas innovadoras y poder alcanzar ventajas competitivas (Prado y
Reyes, 2012). No obstante, cuando el personal interno carece de la formación
adecuada, ello supone una importante barrera para la innovación (Barañano,
2005), por lo que la externalización de estas tareas puede derivar en una
mayor eficiencia para la organización (Lara y Martínez, 2002). Los resultados
obtenidos muestran que la gestión interna es significativa en el sector oleícola
pero de forma negativa. En el sector vitivinícola también se observa un
coeficiente negativo para la gestión interna de las redes sociales aunque esta
variable no llega a ser significativa. Una explicación de ello, puede deberse a
que en este sector se observa que un mayor número de organizaciones cuenta
con experiencias tecnológicas previas (presencia de sitio web), aspecto que
facilita la innovación (Dholakia y Kshetri, 2004).
Una variable contextual que ha resultado ser significativa en ambos
sectores es la mención de las redes sociales en el sitio web de la organización.
Este indicador de la calidad de uso de estas plataformas muestra si existe una
interacción entre los diversos sitios de Internet, facilitando la comunicación
(Rodríguez et al., 2012). De esta forma, se potencia la repercusión de las
actuaciones de la organización en estos medios, incrementando la eficiencia de
la cuenta al generar tráfico entre ellos.
En último lugar, se vislumbra una relación negativa de los índices de
eficiencia con las organizaciones que solo hacen uso de las redes sociales con
fines informativos. En este sentido, para aprovechar correctamente estos
medios y obtener resultados positivos es necesario ser activos en ellos (Biloš y
Kelić, 2012) y generar contenido de calidad (Porter y Donthu, 2008). En
cambio, una actitud pasiva se traduce en una relación negativa con la eficiencia
de la organización en estas plataformas, tal y como se desprende de los
resultados. No obstante, esta relación solamente es significativa en el sector
vitivinícola, pero no así en el sector del aceite de oliva. Así pues, consideramos
que esta divergencia entre sectores también es debida a la alta presencia de
entidades de la Economía Social entre las organizaciones oleícolas, debido a
que en ellas existe una mayor vinculación entre los actores, que puede explicar
Capítulo 6. Análisis DEA entre operadores ecológicos
Página 175
una mayor popularidad en estos medios con independencia de su actitud en
ellos.
CUADRO 6.3.
RESULTADOS DE LAS VARIABLES CONTEXTUALES EN EL MODELO 2
MODELO 1 SECTOR OLEÍCOLA SECTOR VITIVINÍCOLA
Variable Coef. (B) Sig. Coef. (B) Sig.
(Constante) ,460 ,043 -,993 ,114
Formación académica del responsable
-,018 ,711 ,269 ,044**
Gestión interna de las redes sociales
-,289 ,037** -,305 ,204
Mención de su presencia en las redes sociales en la website de la organización
,295 ,020** 1,225 ,032**
Uso de las redes sociales con un fin solamente informativo
-,076 ,571 -,508 ,090*
Nota: *Nivel de confianza de 90 por ciento; **Nivel de confianza del 95 por ciento. Fuente: elaboración propia.
6.5. CONSIDERACIONES FINALES
En este capítulo se ha observado que atendiendo a las variables
económicas del año 2014, las empresas oleícolas Andaluzas con oferta de
productos ecológicos son menos eficientes que las vitivinícolas riojanas que
también incluyen en su oferta este tipo de productos. Esta situación es
trasladable a los medios sociales, aunque el aprovechamiento que se realiza
de estas nuevas herramientas virtuales no es el adecuado en ninguno de los
sectores en términos de eficiencia. En este sentido, se ha observado que
existen diferencias notorias entre las organizaciones pertenecientes a la
Economía Social y el resto de formas jurídicas, atendiendo al primer modelo
planteado (figura 6.6). En concreto, se observa que éstas primeras son, por
término medio, más eficientes, circunstancia que puede quedar explicada por la
situación de incertidumbre económica existente.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 176
FIGURA 6.6.
ÍNDICES DE EFICIENCIA (BCC) SEGÚN EL MODELO 1, CON DISTINCIÓN DE LAS ENTIDADES PERTENECIENTES A LA ECONOMÍA SOCIAL
Nota: las DMUs sombreadas responden a entidades de la Economía Social.
Fuente: elaboración propia.
Asimismo, cabe destacar la peculiaridad de las entidades de la
Economía Social, que presentan unas características organizacionales
diferentes al resto. Por ello, su mayor peso en el sector oleícola debe ser tenido
en cuenta a la hora de considerar las variables que afectan a este sector. Esta
mayor eficiencia en este tipo de entidades no es significativa cuando hablamos
de medios virtuales (figura 6.7). Esta realidad queda especialmente patente en
las entidades del sector vitivinícola.
FIGURA 6.7.
ÍNDICES DE EFICIENCIA (BCC) SEGÚN EL MODELO 2, CON DISTINCIÓN DE LAS ENTIDADES PERTENECIENTES A LA ECONOMÍA SOCIAL
Nota: las DMUs sombreadas responden a entidades de la Economía Social.
Fuente: elaboración propia.
0,00,10,20,30,40,50,60,70,80,91,0
1 8 15 22 29 36 43 50 57 64 71 78 85 92 99 106 113 120 127
ÍND
ICES
DE
EFIC
IEN
CIA
DMUs
Promedio vitivinícolas Promedio oleícolasDMU vitivinícola DMU oleícola
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,50
0,60
0,70
0,80
0,90
1,00
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37 39 41 43 45 47 49
ÍND
ICES
DE
EFIC
IEN
CIA
DMUs
Promedio vitivinícolas Promedio oleícolas
DMU vitivinícola DMU oleícola
Capítulo 6. Análisis DEA entre operadores ecológicos
Página 177
Por otro lado, se ha observado que en el sector oleícola existe un bajo
nivel de eficiencia en el uso de los medios sociales, especialmente por aquellas
entidades que no externalizan esta función. Ello da pie a considerar que el
personal que gestiona internamente estos medios no se encuentra preparado
ad hoc para realizar tal labor de forma eficiente. En esta línea, el nivel de
eficiencia en estas plataformas en el sector vitivinícola afecta positivamente la
formación académica del responsable de la organización y de forma negativa el
uso pasivo de las mismas. Además, a nivel general, establecer vínculos entre
el sitio web y las redes sociales es una característica que ayuda a aumentar la
eficiencia de estas plataformas.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 178
Página 179
CAPÍTULO 7
EL MOVIMIENTO
COOPERATIVO
El destacado peso de las entidades de la Economía Social y, en
particular, de las sociedades cooperativas en el sector del aceite de oliva, así
como su carácter complejo y diferenciado al resto de organizaciones, obliga a
hacerles una mención especial. En este capítulo se realiza una breve reseña
sobre la evolución y características de la Economía Social, el movimiento
cooperativo y el cooperativismo agrario, hasta llegar al sector oleícola, que es
el sector de referencia en nuestro estudio. Una vez ahí, se realiza un análisis
discriminatorio por formas jurídicas, para observar si existen diferencias
significativas en el uso de las redes sociales, entre los diferentes tipos de
organizaciones.
7.1. LA ECONOMÍA SOCIAL
El desarrollo tecnológico, el proceso de globalización y la creciente
interdependencia económica han potenciado el factor capital, a través de la
internacionalización y la expansión del comercio entre agentes económicos
(globalización comercial) y el incremento de los flujos de capitales financieros
(globalización financiera). Por tanto, no es casualidad que el factor social y
ambiental hayan pasado a un segundo plano, en términos que empiezan a ser
preocupantes (Salvatori, 2013). En esta línea, Mateus y Brasset (2002)
exponen: “la globalización puede ser una buena estrategia para la acumulación
de riquezas, pero esas riquezas son ante todo para unos pocos y no integra
ninguna política proyectada para el desarrollo integral de una comunidad o una
población.” Es por ello, que la etapa de crisis que ha experimentado la
economía mundial en esta última década, ha motivado a numerosos científicos
a replantear los sistemas económicos existentes y a manifestar la necesidad
imperiosa de un proceso de cambio, en pos de unas mayores garantías
sociales, económicas y de sostenibilidad (Monzón y Chaves, 2012). Según
estos autores, una solución procede de fórmulas ya existentes, como son las
pertenecientes a la Economía Social.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 180
En concreto, la Economía Social surge como una necesidad de
catalogar los diferentes tipos de organizaciones que se alejaban de los dos
grandes movimientos económicos que dominan el mercado: el sector
capitalista y el sector público (Tomás, 1997). En este sentido, Monzón y
Defourny (1992) exponen: “la nueva Economía Social emerge como una
institución más del sistema económico, diferente del sector público y del sector
capitalista y tan estructural como ellos”. Concretamente, este fenómeno se
desarrolla durante el siglo XIX en Francia, en pleno capitalismo industrial, como
respuesta a los problemas económicos y sociales que azotaban a la clase
obrera (Martínez et al., 2011). Además, este sistema de valores se vio envuelto
en múltiples corrientes ideológicas que ayudaron a afianzarlo, entre las que
destaca la escuela socialista, la escuela liberal, la escuela solidarista y el
cristianismo social, ideologías de las que también se nutrirá el cooperativismo
(Puentes, 2004).
Aunque la Economía Social ha sido definida por numerosos autores99,
ninguna de estas definiciones ha sido aceptada de forma unánime por toda la
doctrina (Tomás, 1997; Puentes, 2004). Una que ha sido aludida con
frecuencia se desprende del I Congreso de la Economía Social, promovido por
CEPES100 en 1992, que define este concepto como: “Toda actividad
económica, basada en la asociación de personas en entidades de tipo
democrático y participativo, con la primacía de las aportaciones personales, y
de trabajo sobre el capital”. En este misma fuente se exponen las instituciones
que lo conforman101: “Los modelos de sociedades que configuran este tercer
sector son: a) Las Cooperativas y Sociedades Laborales; b) Las mutualidades y
mutuas; c) Las asociaciones y fundaciones y otras entidades que respeten los
principios de la Economía Social.”
De este modo, la Economía Social se presenta como una nueva forma
de entender la economía y la empresa, conjugando rentabilidad y solidaridad,
para situar al ser humano en un primer plano y promover un desarrollo
responsable y sostenible (Coheur, 2015). Según Chaves y Monzón (2003), el
sistema de valores que rige la ética de estas instituciones es:
99 En Mozas (1999) se cita a un gran número de ellos. En este aspecto, cabe resaltar las aportaciones de autores como: Barea, Chaves y Monzón, que esclarecieron y delimitaron este concepto. Una visión más detallada de estas aportaciones se expone en Monzón (2006).
100 CEPES. Confederación Empresarial Española de la Economía Social. Organismo que representa a este sector a nivel nacional.
101 En este sentido, también se ha producido una división de opiniones, debatiéndose si las organizaciones sociales y políticas (lobbies, sindicatos, partidos políticos…) deben forman parte de este modelo empresarial (Tomás, 1997).
Capítulo 7. El movimiento cooperativo
Página 181
Anteposición de la colectividad y el servicio a sus miembros al ánimo de
lucro. Su principal objetivo no es el beneficio sino el servicio.
Poseen autonomía de gestión, que las diferencia de las instituciones de
la esfera pública.
El proceso de decisión es democrático.
Primacía de las personas y del trabajo sobre el capital, distribuyendo los
excedentes entre los socios.
De las características citadas con anterioridad se desprende el carácter
democrático y los principios de responsabilidad, solidaridad y justicia
distributiva de estas entidades, que benefician a los grupos y regiones más
desfavorecidas (Mozas y Bernal, 2009a; Borzaga y Fazzi, 2014). De esta
forma, el beneficio debe ser entendido como un camino para garantizar la
viabilidad y la subsistencia de la organización, en vez de como un medio
egoísta para el enriquecimiento individual (Ribas y Sajardo, 2012)102. Por tanto,
la Economía Social no debe ser considerada solamente desde una perspectiva
económica, sino además como fuente de utilidad social, por sus potenciales
efectos para la creación de empleo de calidad, el desarrollo local y la cohesión
social, económica y territorial (Mozas, 1999; Martínez et al., 2011).
En resumen, estas peculiaridades presentes en las entidades que
conforman la Economía Social han potenciado su crecimiento, siendo un
elemento de sostén a los problemas de marginación social y a las deficiencias
del Estado del Bienestar, que han acaecido con el desarrollo tecnológico y la
globalización (García, 1997; Tomás y Monzón, 1998; Mozas, 1999)103. En este
sentido, Coheur (2015) afirma: “La Economía Social ha probado sobradamente
su capacidad de resistencia en una situación económica desfavorable”, por lo
que se configura como un elemento amortiguador y de salida de la crisis
económica, así como un nuevo modelo de crecimiento económico, indisociable
del desarrollo social.
102 Asimismo, los incentivos intrínsecos y extrínsecos que aporta este tipo de entidades son un argumento de valor para los trabajadores no focalizados en el aspecto económico (Borzaga, 2003). En esta línea, Borzaga y Tortia (2006), muestran que las actitudes intrínsecas y relacionales son cruciales para aumentar la satisfacción de los trabajadores, frente al aspecto económico, que se asocia al atributo de lealtad.
103 En este sentido, cabe resaltar la importancia de las entidades de la comunidad autónoma andaluza, por ser una de las regiones más castigadas por este tipo de problemas. Así pues, frente al reducido número de estudios sobre Economía Social en la región de Andalucía, destacamos el realizado por Mozas (1999), del que se desprende sus potencialidades frente a los problemas que han surgido en el nuevo contexto social y tecnológico, entre los que destacan: el menor protagonismo de los mercados regionales y el alto índice de desempleo.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 182
Por otro lado, la literatura deja patente la estrecha relación que existe
entre la Economía Social y el denominado ‘tercer sector’, aunque existen
controversias en la comunidad científica a la hora de vincular ambos términos
(Monzón, 2006). En esta línea, Monzón y Chaves (2012) afirman sobre el tercer
sector: “se emplea en Europa continental y en otras partes del mundo como
sinónimo de Economía Social”. Para Millán (2008), la actividad de las
instituciones que lo componen, se encuentra a medio camino entre la economía
pública y la economía privada capitalista, mientras que Monzón y Chaves
(2012) lo catalogan como un nexo de unión entre el sector no lucrativo y la
Economía Social. A todo esto, el ‘tercer sector’ se ha configurado como un
cajón de sastre, un punto de encuentro entre diferentes enfoques, que engloba
un amplio espectro de organizaciones, y que por sus características resulta
difícil encasillar con las grandes realidades empresariales existentes (Tomás,
1997; Monzón, 2006; Monzón y Chaves, 2012).
7.2. EL MOVIMIENTO COOPERATIVO
Las sociedades cooperativas104 son las entidades predominantes de la
Economía Social y constituyen el eje central de este fenómeno social y
económico (Mozas, 1999). Concretamente, en Europa se localizan en torno a
160.000 cooperativas, que aúnan un total 123 millones de socios y generan 5,4
millones de puestos de trabajo (Castilla y Gallardo, 2014). La principal
diferencia de una sociedad cooperativa frente a una empresa capitalista es que
concede más valor a satisfacer las necesidades de las personas, mientras que
esta segunda se centra en la maximización de los beneficios, siendo el capital
el elemento principal en sus negocios (Bruque et al., 2003). Por ello, no resulta
extraño que la Economía Social y, con ella, las sociedades cooperativas, se
hayan visto marginadas con el contexto de globalización, ya que sus valores se
alejan de los principios que caracterizan al capitalismo (Salvatori, 2013).
La Alianza Cooperativa Internacional105 (International Co-opetative
Alliance, ICA o por sus siglas en español ACI), recoge la denominación de
104 La tipificación de estas entidades se recoge en la Ley 3/2011, de 4 de marzo (disposición 4288 del BOE núm. 57), por la que se regula la Sociedad Cooperativa Europea con domicilio en España. En este texto se detalla y expone la evolución, características y regulaciones de esta fórmula jurídica.
105 La ICA se constituye como una federación de cooperativas fundada en Londres en 1895 y con sede en Ginebra desde 1982. Se trata de una organización independiente y no gubernamental encargada de representar y servir a cooperativas de todo el mundo. Para ello, ofrece una voz global y un foro de ayuda a las cooperativas, aportando conocimiento, experiencia y una acción coordinada a su servicio (http://ica.coop/es, 2015).
Capítulo 7. El movimiento cooperativo
Página 183
sociedad cooperativa, sus valores y los principios del cooperativismo106. De
esta forma, una sociedad cooperativa puede definirse como (ICA, 2014): “una
asociación autónoma de personas unidas voluntariamente para satisfacer sus
necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales en común,
mediante una empresa de propiedad conjunta y controlada democráticamente.”
Asimismo, los valores bajo los que se rige este tipo de entidad jurídica son
(ICA, 2014): “…se basan en los valores de autoayuda, autorresponsabilidad,
democracia, igualdad, equidad y solidaridad. En la tradición de sus fundadores,
los miembros de las cooperativas creen en los valores éticos de honestidad,
transparencia, responsabilidad social y preocupación por los demás”.
Asimismo, este organismo también establece los siete principios cooperativos
que garantizan los valores del cooperativismo:
1. Membresía Voluntaria y Abierta. Son organizaciones voluntarias,
abiertas a todo tipo de personas independientemente de su condición.
2. Control Democrático de los miembros. Los socios determinan de forma
democrática las acciones y políticas a emprender por la organización.
Una frase considera como lema del cooperativismo es “un socio, un
voto”.
3. Participación Económica de los miembros. La contribución económica de
los socios es equitativa y pasa a formar parte de un capital común.
4. Autonomía e Independencia. Los socios posen el mando y control de la
organización, eso no resta que existan relaciones con otros organismos.
5. Educación, Formación e Información. Las cooperativas transmiten
información y conocimientos, no solo a sus socios, sino a todo el público.
6. Cooperación entre Cooperativas. Estimulan el espíritu cooperativista
fomentando el trabajo en equipo y la colaboración.
7. Compromiso por la comunidad. Las actuaciones y políticas
determinadas por los socios contribuyen al desarrollo sostenible de la
comunidad.
El modelo cooperativo tiene sus orígenes a mediados del siglo XVIII,
entre las organizaciones de Europa Occidental, América del Norte y Japón. Ello
es fruto de las corrientes ideológicas que amparaban una economía de carácter
social, en respuesta a las desigualdades, deficiencias laborales y a los
problemas socioeconómicos presentes en la sociedad y que se habían
106 Estas especificaciones se exponen en el Congreso número 31 de la ICA, celebrado en Manchester el 23 de septiembre de 1995, en el que se define el término, los valores y los nuevos principios de la sociedad cooperativa, que modifican los anteriormente establecidos en el Congreso de la ICA, número 23, celebrado en Viena en 1966 (ICA, 2014).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 184
intensificado con la aparición del capitalismo industrial. En esta línea, destacan
figuras como Robert Owen (1771-1858), Charles Fourier (1772-1837) o
Philippe Buchez (1796-1865)107 entre otros.
De forma más precisa, el punto origen del movimiento cooperativo
moderno se sitúa la ciudad inglesa de Rochdale, con el registro de la
archiconocida organización Rochdale Society of Equitable Pioneers108. Así
pues, a través del análisis de experiencias cooperativas previas (como es a
modo de ejemplo la Fenwick Weavers' Society en 1761) y de las reglas del
movimiento cooperativo, gestadas en el seno de las ideologías que
proclamaban un nuevo sistema social, la cooperativa de Rochdale llevó a cabo
una brillante síntesis de la ética cooperativa, alcanzando con ello un destacado
éxito. De esta forma, en sus estatutos se establecen los principios cooperativos
que serán el prototipo y el eje central del cooperativismo moderno.
Posteriormente, estas pautas fueron adoptadas por la ICA, potenciando el
desarrollo de las cooperativas en los distintos sectores económicos (Monzón,
1995 y 2003; Gupta, 2014).
La ICA ha sido una herramienta clave para el desarrollo del
cooperativismo mundial. Esta entidad surge en 1895, fruto del primer Congreso
sobre Alianza Cooperativa celebrado en Londres ese mismo año, en el que
asisten los delegados de las principales cooperativas de América y de Europa.
El objetivo que con el que se origina este organismo, es el de proporcionar
información, definir y defender los principios cooperativos, a la vez que
desarrollar el comercio internacional a través de este tipo de sociedades.
Desde entonces, la ICA ha ido modelando los principios cooperativos, con el fin
de adaptarlos a los cambios sociales, políticos y económicos de la sociedad,
aunque conservando la pureza de sus valores (Morgado y Burgos, 2006).
107 Estos pensadores, están considerados tres de los máximos propulsores del movimiento cooperativo por sus contribuciones literarias e ideológicas. Sus aportaciones están basadas en la búsqueda de un socialismo de carácter utópico, con el fin de alcanzar una sociedad más justa e igualitaria. En concreto, tratan de buscar una alternativa al sistema capitalista, al que consideraban responsable de los abusos de la clase obrera, impulsando la creación de cientos de cooperativas. Junto con ellos, otros pensadores coetáneos que han apoyado e impulsado la idea del cooperativismo como herramienta de mejora social son: Proudhon, Blanc, Godin, Marx o Lassalle. En el caso español, destacamos a: Garrido Tortosa; Gascón y Miramón, Piernas Hurtado o Salas Antón, entre otros (Monzón, 2003; Puentes, 2004; Morgado y Burgos, 2006).
108 Esta entidad es fundada el 24 de octubre de 1844, por veintiocho trabajadores de la industria del textil, al ser despedidos por realizar una huelga en defensa de unas mejores condiciones laborales. Tras este incidente, deciden crear una organización regida bajo una serie de valores de honestidad y respeto, tanto para los miembros de la organización como para sus clientes.
Capítulo 7. El movimiento cooperativo
Página 185
Aunque existe debate en determinar el inicio del cooperativismo en
España, un referente ha sido la Económica Palafrugellense fundada en Gerona
en 1865, que fue influenciada por la corriente cooperativa que se había
transmitido por toda Europa a partir de la cooperativa de Rochdale y que en
España tenía como principal exponente a Fernando Garrido (Marí y Juliá,
2001). Con la creación de la ICA en 1895, queda patente el fenómeno
cooperativista que se estaba desplegando por todo el mundo, especialmente
por América e Europa, donde cabe destacar el papel de países como Francia o
Inglaterra en dicha contribución.
En España, el germen del movimiento cooperativo tiene lugar en el I
Congreso Cooperativista Catalano-Balear en 1899 (Martínez, 2011). No
obstante, no es hasta 1913 cuando se celebra en Barcelona el primer congreso
de carácter nacional (I Congreso de Sociedades Cooperativas Españolas),
contando con la representación de 255 cooperativas. Otro hecho destacado se
produce en 1929, tras un tercer congreso sobre cooperativismo, en el que se
consolida la Federación Nacional de Cooperativas que será un gran impulso
para el movimiento cooperativo en España (Martínez, 2011).
Durante el siglo XIX, numerosos autores apostaron por catalogar las
sociedades cooperativas bajo dos grandes bloques: sociedades cooperativas
de consumo y sociedades cooperativas de producción (Monzón, 2003). Otra
clasificación utilizada con frecuencia durante el siglo XX y especialmente en la
normativa asociada a las cooperativas ha sido aquella que utiliza como criterio
la actividad mercantil de la organización. Una tipología más precisa es la que
propone Vienney (1980, citado por Monzón, 2003), que se apoya en las
relaciones de actividad y de asociación que las cooperativas mantienen con
sus miembros, así como en sus características socioeconómicas. De esta
forma, este autor distingue entre:
Cooperativas de empresarios individuales. Los grupos se forman para
asumir todas las funciones de la actividad económica que se realiza.
Cooperativas de producción, obreras o de trabajo asociado. Los
miembros que participan de ellas se agrupan por su papel como
ofertantes y productores de recursos o inputs.
Cooperativas de consumidores. Se agrupan según su rol como
consumidores o utilizadores de bienes o servicios.
Cooperativas de ahorro y de crédito. Aunque estas cooperativas pueden
encuadrarse en las tipologías anteriores, es conveniente diferenciarlas
del resto, por las funciones que desarrollan.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 186
En definitiva, son tres los ejes en los que se ha desarrollado el
movimiento cooperativo: sociedades cooperativas de consumo; sociedades
cooperativas de producción; y sociedades cooperativas de crédito. Cada uno
de estas tipologías de cooperativismo ha experimentado un proceso de
desarrollo dispar. De esta forma, las sociedades cooperativas de consumo,
pioneras en el movimiento cooperativo, son las que mejor se han adaptado a
los cambios del entorno, razón por las que también son las más distanciadas
de la concepción de cooperativa. En cambio, las sociedades cooperativas de
crédito, han experimentado un menor desarrollo, debido a la complejidad y
especialidad de su actividad, así como por la alta regulación a la que se han
visto sometidas (Morgado y Burgos, 2006).
Por otro lado, el año 2012 fue considerado por las Naciones Unidas
como el año internacional de las cooperativas, con el objetivo de promover el
cooperativismo, dar a conocer sus fortalezas y los beneficios que estas
organizaciones pueden aportan a la sociedad. Todo ello bajo el lema “Las
empresas cooperativas construyen un mundo mejor”. De forma paralela, la ICA
desarrolló un plan de acción global denominado Visión 2020, en el que se
marcan una serie de metas a cumplir en 2019. A todo esto, Eid y Martínez
(2014) llevan a cabo un estudio Delphi que hace balance de estos
acontecimientos, de los que se desprende: la importante contribución del
modelo cooperativo hacia el desarrollo socio-económico; la generación de
empleo más estable y de calidad; así como una alternativa de mayor
responsabilidad social, económica y ambiental, al modelo de negocio que
actualmente predomina. En contraposición, los expertos de este estudio
señalan como puntos negativos: el incumplimiento de varios de los principios
cooperativistas; y la falta de apoyo por parte del sector público, aspecto que
consideran clave para alcanzar los objetivos propuestos.
7.3. EL COOPERATIVISMO AGRARIO
El cooperativismo está presente en muchos sectores económicos,
aunque es en el sector agrícola donde hace un mayor acto de presencia. En
Europa existen en torno a 38.000 cooperativas agrarias, que se encargan de
recoger y comercializar el 50 por ciento de la producción agraria (Baamonde,
2013). El número de cooperativas agrícolas presentes en la UE es de 21.769,
que aúnan un total de 6.172.746 socios y facturan en torno a 347.342 millones
de euros (COGECA, 2015). Además, el cooperativismo es uno de los
principales motores económicos en países altamente desarrollados, como
Estados Unidos o Canadá, que ven aumentar su sector agrario y
agroalimentario gracias a esta modalidad jurídica (Baamonde, 2013). Del
Capítulo 7. El movimiento cooperativo
Página 187
mismo modo, también es responsable del desarrollo social y económico que ha
tenido lugar en Europa durante las últimas décadas, donde el sector agrícola
también asume un papel destacado (Juliá y Meliá, 2004).
En la Unión Europea existe un amplia modalidad de cooperativas
agrarias y el modelo productivo de ellas también es heterogéneo en los
diferentes Estados miembros (Juliá y Marí, 2002). No obstante, todas ellas
comparte un rol común que, además de incorporar los principios y valores bajo
los que se rige cualquier cooperativa (democracia, transparencia,
responsabilidad y solidaridad), permite fomentar la modernización del sector
primario y adaptarlo a los nuevos mercados, facilitando a pequeñas
explotaciones familiares y a los agricultores, disponer de un mayor poder de
negociación (Mozas et al., 2015). Por tanto, ello permite obtener economías de
escala, reforzar su posición competitiva y tener acceso a fuentes de
financiación, que son vitales para la adaptación, la innovación y el desarrollo
del sector agrario, todo ello economizando los costes de transacción (Bernal y
Mozas, 2006; Valentinov, 2007; COGECA, 2010; Bijman et al. 2012).
Al mismo tiempo, según Hernández (2001), las sociedades cooperativas
asumen los siguientes roles:
Defensa de la renta agraria. Permiten desarrollar las diferentes
funciones de la actividad empresarial agrícola con un menor coste, de
forma que el valor añadido va en beneficio del propio productor y de la
zona o región en la que se encuentra.
Regulación de los mercados agrarios. Corrigen el carácter estacional y
cíclico de la producción facilitando una distribución escalonada.
Activación del desarrollo rural. Contribuyendo a la viabilidad económica
de las áreas rurales, especialmente aquellas menos favorecidas,
facilitando la adopción de tecnologías, la adaptación de la producción al
mercado y la dinamización socio-cultural109.
La ausencia de estadísticas y de información precisa sobre
cooperativismo agrario impide precisar el año y las organizaciones que fueron
pioneras en este sector (Baamonde, 2013). Según este autor, se calcula que
sus inicios datan sobre mediados del siglo XIX aunque es en torno a 1880
cuando el cooperativismo agrario empieza a experimentar un destacado
109 En esta línea, Bijman et al. (2012) añaden: “Las cooperativas suelen ser importantes para la economía regional, como empleadores y contribuyentes. Contribuyen a la realización de los objetivos de la política pública como el desarrollo del capital humano, la mejora de la competencia y la sostenibilidad ambiental”.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 188
crecimiento en multitud de países, la mayoría de ellos localizados en Europa
Occidental, a los que pronto se unirían Estados Unidos, Canadá y
posteriormente el Imperio Ruso. Uno de los propulsores del cooperativismo
agrario fue la Iglesia católica que, a partir de la encíclica Rerum Novarum110 en
1981, empieza a fomentar la creación de Cajas rurales, Uniones y
Federaciones (Marí y Juliá, 2001).
Con la creación de la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1957 se
establecieron las primeras disposiciones en materia de política agraria
comunitaria, que unificaba los intereses de los diferentes grupos agrícolas de
Europa y que impulsó tanto a agricultores como a representantes de
cooperativas agrarias a crear sus propios organismos. De esta forma, se funda
en 1958 el Comité de las Organizaciones Profesionales Agrarias (COPA) y en
1959 la Confederación General de Cooperativas Agrarias (COGECA),
fusionando sus secretarias en 1962, para defender y satisfacer de forma
conjunta las necesidades agrícolas y pesqueras comunitarias. En ese mismo
año entra en vigor la Política Agraria Común (PAC), que se fue gestando de
forma paralela a estos organismos desde la creación de la CEE.
Posteriormente, en 1982 se crea el Comité de Coordinación de las
Organizaciones Cooperativas Europeas (CCACE) como un elemento más en la
defensa del cooperativismo en Europa (Juliá y Meliá, 2004).
Desde sus orígenes, la evolución y organización del movimiento
cooperativo agrario no ha sido homogénea en todos países europeos
(Baamonde, 2013). Así por ejemplo, en países como Alemania y Francia se
crearon organismos intersectoriales y federaciones regionales, que se
encargaron de organizar, representar y defender a las sociedades
cooperativas, mientras que otros países como Holanda o Irlanda representaron
el caso opuesto (Juliá y Server, 1999). De acuerdo con Baamonde (2013), este
desarrollo no solo ha sido y sigue siendo dispar entre los países de Europa,
sino también a nivel regional y entre cultivos. Además, Bijman et al. (2012)
añaden que la gobernanza interna de esta sociedades también es diversa,
como consecuencia de las diferencias legislativas entre los Estados miembros,
que también afectan a la estructura de la propiedad.
Así pues, el COGECA (2010) señala como el cooperativismo presente
en el norte de Europa muestra un nivel de integración y de desarrollo
empresarial superior al que se observa en varias de las regiones meridionales
110 Promulgada por el Papa León XIII en 1981 se considera la primera encíclica de carácter social, para responder a los problemas sociales de la clase trabajadora. En ella se deja patente la necesidad de formar uniones entre trabajadores y organizaciones socioeconómicas regidas bajo principios católicos (Marí y Juliá, 2001).
Capítulo 7. El movimiento cooperativo
Página 189
de este continente, en las que las cooperativas posen un tamaño inferior, en
términos de trabajadores, socios y volumen de negocios, debido en parte al
mayor recelo existente para la fusión. Según Juliá, et al. (2010), las estrategias
de éxito que han convergido en las cooperativas más desarrolladas y que
considera modelos de referencia europeos, en las que cita las danesas,
finlandesas, holandesas, suecas e irlandesas, han sido la concentración
empresarial y el grado de internacionalización. Además, estos autores señalan
los elementos comunes de la estrategia empresarial de las sociedades
cooperativas líderes del sector agroalimentario, entre los que se encuentran: la
necesidad de un mayor tamaño; una mayor diversificación; la apuesta por el
desarrollo de la marca; necesidad de inversión en I+D+I; reorientación de la
oferta; y una fuerte internacionalización.
A pesar de que el movimiento cooperativo varíe tanto en origen como en
intensidad entre los diferentes países europeos, en general, existe un alto nivel
de arraigo del cooperativismo agrario en la Unión Europea, representando en
torno a la mitad del sector agroalimentario (Juliá, et al., 2012). Del mismo
modo, hay que resaltar que las empresas agrarias en Europa, entre las que se
encuentran las sociedades cooperativas, se han visto afectadas por una serie
de factores que les han hecho modificar su contexto de actuación. Las
variables que más impacto han tenido sobre estas organizaciones han sido
(Moyano y Fidalgo, 2001; Bijman y Ruben, 2005; Juliá, et al., 2010 y 2012): la
formulación y modificaciones introducidas por la PAC; la mayor presión y poder
de negociación de los distribuidores; los cambios en la demanda
agroalimentaria; la multifuncionalidad; la presencia de una legislación más
severa en términos de seguridad y calidad; el desarrollo tecnológico; la
incorporación de las multinacionales; la globalización; y la liberalización de los
mercados agrarios.
En consecuencia, ante estos nuevos retos externos e internos a los que
se enfrentan las sociedades cooperativas agrarias en Europa, a los que se ha
unido la actual crisis económica, se ha observado: una mayor apuesta por la
exportación, en busca de unos mejores precios y mayores posibilidades
comerciales (Ruíz et al., 2013; Medina et al., 2014a); una tendencia hacia el
aumento de los volúmenes de negocio y la cooperación transnacional
(COGECA, 2010); y unos nuevos modelos de derechos de propiedad (Tortia et
al., 2013). Según Vargas (1993) y Mozas y Bernal (2009b), la integración es
otra de las necesidades del cooperativismo, como respuesta ante la nueva
situación económica. Además, este autor recalca la importante industrialización
que ha experimentado el sector agrario y subraya el destacado rol que poseen
las instituciones públicas tanto a nivel nacional como supranacional, en el
sector agroalimentario.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 190
En esta línea, Moyano y Fidalgo (2001) exponen: “…un mayor tamaño
empresarial se convierte así en un objetivo básico del cooperativismo agrario
para desarrollar un asociacionismo empresarial que permita afrontar las
inversiones necesarias para aprovechar las oportunidades que brinda el
entorno con criterios de rentabilidad y eficiencia.” Por tanto, resulta necesario
que las cooperativas asuman una actitud proactiva que les permita adaptarse a
los cambios del entorno y mantener la dinámica competitiva. Marcos et al.
(2013) añaden: “…el crecimiento y supervivencia de las cooperativas requiere
una cultura organizativa orientada hacia el mercado que ponga a éste en el
foco de atención.” Así pues, también es preciso no olvidar el espíritu
cooperativo de estas organizaciones, tratando de informar, motivar y hacer
partícipes a los miembros de tales actuaciones.
En este sentido, Hendrikse (2004) resalta la importancia de la
comunicación con los miembros de las cooperativas, en la gestión profesional
de éstas. Para ello, señala la necesidad de creación de un consejo cooperativo
que ejerza tales funciones, así como que se establezca un acuerdo de
intereses entre los diferentes stakeholders (figura 7.1). Es precisamente aquí,
donde surge la problemática de los derechos de propiedad y la conversión que
se está produciendo hacia los modelos tradicionales, como medida de
respuesta a los cambios del entorno y su industrialización (Cook y Chaddad,
2004). A todo ello, Marcos et al. (2013) concluyen que prestando especial
atención a: “transmitir y educar a los miembros en una cultura más orientada al
mercado” y “actuar contra los problemas de propiedad”, se lograría mejorar
parte de los problemas de estas sociedades, como su sistema de
autofinanciación.
FIGURA 7.1.
CONFLUENCIA DE INTERESES EN UNA COOPERATIVA AGRÍCOLA
Fuente: adaptado de Hendrikse (2004).
Capítulo 7. El movimiento cooperativo
Página 191
Los cambios sociales, políticos e institucionales que se han producido en
Europa, también han tenido una fuerte repercusión en España. Ejemplo de ello
han sido las modificaciones establecidas por la PAC o el ingreso en la Unión
Europea, que supuso un fuerte empuje al desarrollo del sector cooperativo a
nivel nacional (Juliá y Marí, 2002). No obstante, de los diversos cambios
contextuales y económicos entre los que se han visto envueltos las sociedades
cooperativas, destacamos el desarrollo tecnológico, que ha generado un
indiscutible impacto en la economía mundial y en la forma de gestionar tales
organizaciones111.
7.3.1. EL COOPERATIVISMO AGRARIO EN ESPAÑA
La Ley de Asociaciones de 1887 puede considerarse como el marco
jurídico bajo el que se constituyen las primeras cooperativas agrícolas en
España, actuando al mismo tiempo como medio de desarrollo del crédito
agrícola (Alonso, 1991). Mientras que en el resto de países europeos se habían
creado instituciones y se habían dictado leyes en materia agraria, en España,
la legislación existente que amparaba el sistema agrario era todavía muy
precaria, a pesar de ser un país eminentemente agrícola. Esta situación
desencadenó una continua reacción popular, en demanda de un marco
legislativo agrícola apropiado, que finalmente tuvo sus frutos en la Ley de
Sindicatos Agrícolas de 1906 (Salinas, 1976). Así pues, esta ley agraria tuvo
una fuerte acogida por las sociedades cooperativas agrícolas, en busca de un
marco jurídico de referencia y de las ventajas fiscales y aduaneras que
anexaba, facilitando a la par una gran fuente de información y estadísticas
oficiales sobre cooperativas112 (Marí y Juliá, 2001; Medina, 2013).
Aunque la Ley de Sindicatos Agrícolas fue en importancia el primer
marco legislativo que desarrollo el cooperativismo agrario en España, no fue
hasta 1931 cuando se aprobó la Ley Especial de Cooperativas, primera
legislación centrada con exclusividad en esta forma organizacional y en la que
se recogían los principios del cooperativismo que había marcado la Alianza
Cooperativa Internacional. No obstante, esta legislación solo proporcionaba
unos mejores incentivos sociales a las cooperativas consideradas como
populares, excluyendo las profesionales, circunstancia que motivo a numerosas
111 La línea de investigación desarrollada por Mozas y Bernal (2001, 2004, 2005 y 2012; Bernal y Mozas, 2008), deja patente la importancia y los beneficios del uso de estas nuevas tecnologías en el cooperativismo y, en particular, en las sociedades cooperativas del sector agroalimentario.
112 En España, la principal fuente de datos sobre cooperativismo agrario procede de los archivos históricos entregados a la administración pública, debido a escasez de documentación empresarial y a su deficiente estado de conservación (Medina, 2013).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 192
cooperativas agrícolas a seguir amparándose bajo la Ley de 1906 (Marí y Juliá,
2001). Fue precisamente la Ley de Cooperación promulgada en 1942 y sus
reglamentos de 1943 y 1971 la que consiguió un gran avance y desarrollo del
cooperativismo en España y en la que se ampararon la mayor parte de las
cooperativas agrícolas del momento (Marí y Juliá, 2001). No obstante, ésta
estuvo fuertemente marcada por los cambios institucionales y políticos que se
estaban produciendo (Medina, 2013).
La posterior legislación que entró en vigor sobre cooperativismo fue la
Ley General de Cooperativas 52/1974 y su reglamento de Sociedades
Cooperativas de 1978, en la que se modifica el carácter “sin ánimo de lucro” de
estas cooperativas y se fomenta la creación de cooperativas de segundo grado.
El siguiente marco legislativo será la Ley General de Cooperación 3/1987, que
incorpora novedosos cambios, entre ellos un marco de flexibilidad, bajo el que
las sociedades cooperativas pueden establecer sus propias reglas estatutarias.
Estos cambios no solo van a desembocar en un gran desarrollo del
cooperativismo en España, sino también en la promulgación de leyes
autonómicas por todo el territorio, a modo de ejemplo citamos la Ley 4/1993 de
cooperativas de Euskadi, la Ley Foral 12/1996 de Cooperativas de Navarra o la
Ley de Sociedades Cooperativas Andaluzas en 1999.
El marco legal actual bajo el que se rigen las sociedades cooperativas
en España radica en la Ley 27/1999 de 16 de julio, en el que se recoge: “un
objetivo prioritario es reforzar la consolidación empresarial de la cooperativa,
para lo que ha sido preciso flexibilizar su régimen económico y societario y
acoger novedades en materia de financiación empresarial.” De este objetivo se
desprende una de las debilidades de las sociedades cooperativas actuales, que
atañe a su capacidad de autofinanciación (Fernández, 2002). Esta debilidad
junto con el resto de variables negativas y positivas, internas y externas que
caracterizan al cooperativismo agrario en España, pueden observarse en el
cuadro 7.1. Finalmente, es necesario hacer referencia a la Ley 13/2013 de
fomento de la integración de cooperativas y de otras entidades asociativas de
carácter agroalimentario, cuyo principal objetivo es corregir los problemas de
atomización que caracterizan a estas organizaciones, y que obstaculizan su
competitividad.
Capítulo 7. El movimiento cooperativo
Página 193
CUADRO 7.1.
DAFO DEL COOPERATIVISMO AGRARIO EN ESPAÑA
FORTALEZAS DEBILIDADES
Principal herramienta de competitividad de los agricultores.
Facilita a los agricultores la creación de economías de escala.
Posición estratégica inmejorable para garantizar la trazabilidad y generar valor a lo largo de la cadena alimentaria.
Fuente de información para mejorar la productividad y la competitividad.
Desarrollo social. Forman y educan a los agricultores para las demandas y exigencias que se derivan del sistema agroalimentario, no solo en producción, sino también en otras fases como la transformación y comercialización.
Su estructura basada en la producción y sujeta al territorio resta flexibilidad y dificulta la competitividad y la participación a lo largo de la cadena alimentaria.
Falta de flexibilidad en su sistema de autofinanciación, que se deriva de la necesidad de obtener nuevas fuentes de financiación.
Divergencias en la estructura social y falta de profesionalización, así como un mayor esfuerzo en estrategias de comercialización.
Conflicto de intereses entre la organización y los socios.
Reducida formación de los altos mandos (presidente y miembros del consejo de cooperación).
OPORTUNIDADES AMENAZAS
Su posición estratégica puede ser aprovechada para desarrollar una nueva estrategia empresarial, que consiste en analizar la cadena de valor a la inversa: desde el consumidor hasta el productor.
La rigidez y lentitud del sistema cooperativo para asimilar los rápidos cambios del entorno.
La seguridad jurídica se ve comprometida por los continuos cambios de política de la PAC.
Preferencia de los socios por tácticas rentables a corto plazo en lugar de estratégicas de inversión a largo plazo.
Fuente: elaboración propia a partir de COGECA (2010).
Las sociedades cooperativas, al igual que el resto de entidades, también
presentan diferentes fórmulas de concentración empresarial, la más habitual es
la asociación que da lugar a la cooperativa de segundo grado, fruto de la unión
de al menos dos cooperativas. Según la actual Ley 27/1999, de Cooperativas,
art. 77.1, las sociedades cooperativas de segundo grado: “tienen por objeto
promover, coordinar y desarrollar fines económicos comunes de sus socios, y
reforzar e integrar la actividad económica de los mismos.” Continuando dentro
de este marco legislativo, el art. 78 se centra en el grupo cooperativo y el art.
79 versa sobre otras posibles formas de colaboración económica, citándose:
“Las cooperativas de cualquier tipo y clase podrán constituir sociedades,
agrupaciones, consorcios y uniones entre sí, o con otras personas físicas o
jurídicas, públicas o privadas, y formalizar convenios o acuerdos, para el mejor
cumplimiento de su objeto social y para la defensa de sus intereses.”
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 194
La Confederación de Cooperativas Agrarias de España, ahora
denominada Cooperativas Agro-alimentarias, es el órgano común que
representa y defiende los intereses económicos y sociales de las cooperativas
agrarias españolas. A través de esta organización y con apoyo en el
Observatorio Socioeconómico del Cooperativismo Agroalimentario Español
(OSCAE), se puede acceder a los datos del sector, con el fin analizar su
situación actual, su tendencia y cómo se ha visto afectado por la actual crisis
económica. En los datos se observa (OSCAE, 2014): por un lado, una
tendencia decreciente del número de cooperativas agroalimentarias en España;
y por otro, un aumento de la facturación de las sociedades cooperativas
agroalimentarias durante ese mismo periodo. Por tanto, de acuerdo con
Baamonde (2013), tal situación queda parcialmente explicada por el proceso de
concentración empresarial que está experimentando el cooperativismo agrario
(MAGRAMA, 2014e).
Una modalidad organizacional bajo el marco de la Economía Social y
especialmente vinculada al sector agrario es la sociedad agraria de
transformación (en adelante, SAT) (Juliá y Server, 2003). Estas entidades han
gozado de un protagonismo menor que las sociedades cooperativas o
laborales (Mozas, 1999), aunque su papel en el asociacionismo agrario español
ha sido clave para la modernización de este sector (Román, 2008). La SAT
tiene su origen a principios de la década de los 40, en los Grupos Sindicales de
Colonización, tipificada como tal en el Real Decreto 1776/81 de 3 de agosto.
Junto con las sociedades cooperativas agrarias, componen las dos únicas
entidades no mercantiles de asociacionismo agrario (Román, 2008),
compartiendo con éstas numerosas similitudes, lo que lleva a numerosas de
ellas a autodenominarse sociedades cooperativas113 (Mozas, 1999).
Según datos de 2013 (OSCAE, 2014), en España hay un total de 3.844
Entidades Asociativas Agrarias (EAAs)114 registradas en la Seguridad Social,
3.397 de ellas sociedades cooperativas. La amplia mayoría de estas entidades
son cooperativas de primer grado, concretamente un 85 por ciento, frente a un
3 por ciento referente a las de segundo grado. Continuando con esta fuente de
datos, durante los últimos años se observa una tendencia decreciente del
número de cooperativas agroalimentarias en España y un aumento del nivel de
113 No obstante, existen claras diferencias entre ambas formas jurídicas, una descripción de las mismas se recoge en Durán (1995).
114 Las EAAS enmarcan junto con las sociedades cooperativas agrarias de primer y segundo grado, otras alternativas organizacionales afines aunque minoritarias, como son: las SAT, las cooperativas de utilización de maquinaria agraria (CUMAS) y las cooperativas de explotación comunitaria de la tierra (C.E.C.), todas con presencia en federaciones y uniones territoriales de carácter cooperativo.
Capítulo 7. El movimiento cooperativo
Página 195
facturación, que en parte queda explicada por una mayor aunque tímida
integración (Mozas et al., 2015).
Dentro de España, Andalucía es la región que engloba un mayor número
de cooperativas agroalimentarias, concretamente el 21,60 por ciento del total
nacional, más de 9 puntos porcentuales de diferencia con Castilla-La Mancha,
que ocupa el segundo puesto en la lista. De forma más precisa, Andalucía
alberga 734 cooperativas agrarias, que acaparan el 31,5 por ciento del total de
facturación del cooperativismo agrario a nivel nacional (OSCAE, 2014). De esta
forma, la destacada presencia y el elevado peso económico del
cooperativismo, hacen de Andalucía un importante motor económico para el
desarrollo de esta región (Mozas et al., 2015). Según estos autores, el principal
reto consiste en aumentar la concentración empresarial, así como centrarse en
la profesionalización e integración de las TIC, que son los problemas más
comunes que están experimentando este tipo de entidades (Servino, 2002).
En definitiva, el cooperativismo agrario ha ejercido un importante rol
como agente de desarrollo del medio rural español (Mozas et al., 2015),
conscientes de las dificultades de las pequeñas explotaciones familiares
agrarias (Juliá y Marí, 2002), contribuyendo a la comercialización de sus
producciones y a la mejora se sus posiciones en el mercado (COGECA, 2015).
Así pues, este tipo de entidades favorece el bienestar social, a través de la
fijación de la población al territorio, la creación de empleo, el aumento de los
niveles de renta, de las relaciones sociales, el impulso de la cultura, la
formación, etc. (Mozas, 1999; Mozas y Bernal, 2006; Mozas y Bernal, 2009a).
7.3.2. EL COOPERATIVISMO AGRARIO EN EL SECTOR VITIVINÍCOLA
Según datos de MAPA (2003) las cooperativas agrarias elaboran en
torno al 60 por ciento del vino en España y embotellan, en términos generales,
menos del 5 por ciento de su producción. Estas entidades representan más del
40 por ciento de las explotaciones de vid, acaparando un 58 por ciento de esta
superficie (MAPA y CCAE, 2004). Actualmente, el 21 por ciento de las
cooperativas agroalimentarias españolas presenta actividad en el sector del
vino, facturando un 7,2 por ciento del total del cooperativismo agrario a nivel
nacional (OSCAE, 2014). No obstante, entre las mayores organizaciones
españolas pertenecientes a esta rama de actividad, no se observa ninguna
entidad de carácter cooperativo (ICEX, 2015). En esta línea, 7 de las 10
mayores sociedades cooperativas de vino europeas se localizan en Italia,
mientras que España no se encuentra presente en la lista (COGECA, 2015).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 196
Las bodegas cooperativas ejercen un destacado rol a nivel regional, para
el incremento de la innovación y el desarrollo local (Chiffoleau et al., 2008). No
obstante, necesitan superar los retos que implica la globalización,
especialmente en materia de comercialización, de ahí que se abogue desde la
literatura por una mayor innovación y asociacionismo entre estas entidades
(Touzard et al., 2008). En esta línea, Langreo (2002) señala que las
cooperativas de vino han destinado sus inversiones en la producción y mejora
de las instalaciones, en detrimento del aspecto comercial y de personal
cualificado. Por ello, no es de extrañar que las sociedades cooperativas de este
sector, al igual que las asociadas al sector del aceite de oliva, destaquen en la
venta a granel y presenten una cuota de mercado muy reducida en envasados
y mínima en productos de alto valor (Baamonde, 2013).
Asimismo, las pequeñas cooperativas del sector del vino se han visto
postergadas por las grandes firmas empresariales, caracterizadas por un
mayor dinamismo comercial, que les ha permitido aumentar su cuota de
mercado (Medina et al., 2014b). En este sentido, según afirman Castillo y
García (2013a), un mayor tamaño deriva en un mejor desempeño, que
aumenta la rentabilidad, mientras que la venta a granel la disminuye. De esta
forma, se incide en la importancia del acercamiento de estas entidades a los
mercados finales, a través de acciones estratégicas dirigidas a la venta de vino
envasado, para una mayor rentabilidad (Couderc y Marchini, 2011).
A pesar de las carencias del sector, entre las que se ha destacado la
enorme venta a granel por la falta de integración vertical en la elaboración y
puesta en venta del vino, especialmente en este tipo de entidades (MAPA,
2003), el cooperativismo representa un modelo social y económico muy
relevante y de vanguardia, para hacer frente a este contexto de globalización,
así como a situaciones de incertidumbre y de recesión económica (Campos y
Chaves, 2012; Castillo y García, 2013b). Por ello, las cooperativas necesitan
modernizarse y estar en sintonía con el destacado desarrollo que ha
experimentado la industria del vino en España y que ha mejorado la
competitividad de estos productos (Martínez y Medina, 2010). De ahí, que se
incida en el destacado rol de los viticultores, para que adopten un cambio de
actitud, más allá de la simple comodidad que reporta la sociedad cooperativa
en materia de elaboración y comercialización del vino (Planas, 2014).
En definitiva, atendiendo a las recomendaciones de MAPA Y CCAE
(2004) para el desarrollo y éxito del sector, se insta a la integración y
colaboración entre las entidades, el fortalecimiento de la estructura comercial y
administrativa, la exportación y la mejora de la imagen, todo ello con especial
hincapié en las entidades cooperativas. Por tanto, este tipo de sociedades son
Capítulo 7. El movimiento cooperativo
Página 197
las que deben afrontar un mayor cambio, que debe apostar por el embotellado,
la calidad del producto, la exportación y el refuerzo de la cultura empresarial.
En este sentido, un ejemplo de éxito se encuentra en la Denominación de
Origen Calificada de La Rioja (Sáinz, 2001; Díaz, 2011).
7.3.3. EL COOPERATIVISMO AGRARIO EN EL SECTOR OLEÍCOLA
En España y, concretamente, en Andalucía, destaca el cooperativismo
agrícola asociado al aceite de oliva, en término de volumen de facturación. De
esta forma, el 31 por ciento del tejido cooperativo nacional presenta actividad
dentro de este sector, lo que lo convierte detrás del de suministros en la
segunda rama de actividad con mayor peso dentro del movimiento cooperativo
en España (OSCAE, 2014). Esta situación es reflejo de la destacada presencia
de sociedades cooperativas en el sector oleícola, razón por la que en la
literatura sobre cooperativismo se alude con frecuencia al aceite de oliva115.
Además, según datos de COGECA (2015), en el top 10 de las cooperativas
oleícolas europeas, según volumen de facturación, se observa un claro dominio
español, siendo 8 de las 10 cooperativas mencionadas de carácter nacional,
ocupando 6 de ellas los primeros puestos en el escalafón.
En definitiva, la sociedad cooperativa se ha configurado como un
instrumento de ayuda para hacer frente a la baja rentabilidad económica que
caracteriza a la actividad agraria116. Esta realidad, extensible a la vid y también
al olivar, se agrava por el carácter estacional y la vecería que presentan estos
cultivos, que deriva en grandes variaciones de la producción y de la
rentabilidad entre cosechas. Además, su condición como cultivos leñosos,
obliga a viticultores y olivicultores a tener que esperar largos periodos de
tiempo desde que se realiza la plantación hasta se obtienen los primeros
beneficios, circunstancia que obstaculiza su respuesta de adaptación al
mercado. Estos problemas junto con el carácter perecedero de los productos
del sector agroalimentario obligan a los agricultores a actuar con rapidez,
situación que deriva en un menor poder de negociación.
En este sentido, una de las principales ventajas que la sociedad
cooperativa aporta a los agricultores es liberarles de tener que operar en el
mercado y de enfrentarse a los problemas de comercialización que atañen a
115 Una importante línea de investigación centrada en el sector oleícola y su tejido empresarial y cooperativo se desarrolla en la Universidad de Jaén, en la que es preciso hacer un guiño a autores como: Torres, Mozas, Bernal, Parras, Senise, Hernández y Murgado, entre otros.
116 Esta situación se deriva de la difícil previsión y control de las actividades agrícolas, como resultado de su naturaleza biológica y de su dependencia en factores medioambientales difíciles de prever, tales como la climatología, las plagas o las enfermedades (Senise, 2003).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 198
los productos agrícolas (Senise, 2003). Estas ventajas unida a una serie de
contribuciones sociales, económicas y territoriales, han llevado a las
cooperativas a ser el modelo organizacional de referencia en el ámbito rural y,
por ende, en sectores como el del aceite de oliva (Ciruela y Cuadrado, 2012).
De acuerdo con Rodríguez y Parras (2012), el movimiento cooperativo ha sido
determinante en el desarrollo y el crecimiento experimentado por este sector.
Según la Agencia para el Aceite de Oliva (AAO), las cooperativas
representan el 54 por ciento del total de almazaras registradas en el sector
oleícola, lo que supone un total de 945 de 1748 entidades (AICA, 2014).
Continuando con esta fuente de datos, durante la campaña 2012/13, el 64 por
ciento de la producción oleícola (aceite de oliva y aceitunas de mesa) obtenida
fue producida por cooperativas. Estas magnitudes ponen de manifiesto la
importancia de estas sociedades en el sistema de producción del sector
oleícola, que contrasta con el reducido peso de participación que las
sociedades cooperativas presentan en el mercado final (Torres et al., 2000;
Senise, 2003; Rodríguez y Parras, 2012).
Dicha situación se debe a que las sociedades cooperativas oleícolas han
adoptado el rol de la venta a granel, desvinculándose de los mercados finales y
centrando el grueso de sus actividades comerciales en el almacenamiento y el
autoconsumo (Senise, 2003). Prueba de ello, son los bajos volúmenes de venta
de aceite de oliva envasado que ha caracterizado a este mercado (Torres et al.,
2000). No obstante, en la última década se ha producido un cambio de actitud
en el comportamiento de estas organizaciones, especialmente durante el último
lustro117. Sin embargo, todavía queda largo camino por recorrer, para que las
cooperativas oleícolas integren las funciones de comercialización y puedan
alcanzar una mayor orientación al mercado final (Rodríguez y Parras, 2012).
A tal fin, desde la literatura se propugna una mayor integración y
cooperación interempresarial, que permita incrementar la innovación, el grado
de profesionalización y las oportunidades de comercialización (Mozas, 1999;
Torres et al., 2000; Mozas y Bernal, 2004; Senise y Parras, 2005; Lanzas y
Moral, 2008; Rodríguez y Parras, 2012). En este sentido, estudios sobre
cooperativismo de segundo y ulterior grado revelan los beneficios de estas
asociaciones y su capacidad de respuesta y adaptación a los cambios del
mercado (Mozas y Bernal, 2005; Bernal y Mozas, 2008; Puentes et al., 2010).
117 Este cambio de tendencia se observa en las exportaciones. La Asociación Española de Exportadores de Aceite de Oliva (ASOLIVA) expone: “España aún exporta un gran porcentaje de su aceite a granel. No obstante, las exportaciones de envasado han incrementado su relevancia de forma espectacular, habiéndose duplicado en los últimos 5 años y continuando su tendencia al alza.” Disponible en: http://www.asoliva.com/menu/frame_espa_c.htm.
Capítulo 7. El movimiento cooperativo
Página 199
Junto con el problema citado de orientación al mercado, Torres et al.
(2000) señalan otra serie de conflictos, a nivel cooperativo, que afectan al
sector del aceite de oliva y que dificultan su modernización y desarrollo. Estos
son: la excesiva atomización y descoordinación de los productores, que
dificulta realizar pronósticos, negociaciones conjuntas y la consecución de
economías de escala; la necesidad de una mayor integración cooperativa,
necesaria para una comercialización más eficiente; y falta de profesionales en
el sector, a lo que se une el bajo nivel de formación y la avanzada edad de los
altos cargos (Ciruela y Cuadrado, 2012).
Del mismo modo, Mozas y Bernal (2001) señalan que las organizaciones
presentes en el sector agroalimentario se han enfrentado a importantes
barreras para poder integrar las nuevas tecnologías, entre las que enumeran: la
carencia de profesionales y de especialistas, el reducido tamaño organizacional
y la falta de cooperación empresarial. En el caso de las cooperativas del sector
del aceite de oliva, se manifiesta que estas sociedades también se han sumado
al uso y a la implantación de las TIC (Fernández et al., 2015), aunque de forma
poco eficiente, observándose deficiencias en la utilización y el aprovechamiento
de estas nuevas herramientas (Bernal y Mozas, 2008; Mozas et al., 2010;
Medina et al., 2014a).
Asimismo, Mozas y Bernal (2012) señalan que las entidades de la
Economía Social comparten bastantes similitudes con la Web 2.0, que no
deben permanecer al margen de esta nueva corriente tecnológica. No obstante,
según estos autores, la realidad es bien distinta y el aumento de poder que
adquieren los stakeholders en una empresa a la hora de implantar la Web
social, es una consecuencia que numerosos directivos y responsables
organizacionales no están dispuestos a asumir.
La situación actual de la organización cooperativa en el sector oleícola
se encuentra bajo el velo común de los efectos de la crisis. No obstante, a
diferencia de otros sectores agrarios, el sector del aceite de oliva conserva el
peso de su estructura cooperativa, que incluso ha visto incrementado su nivel
de facturación (Ruíz et al., 2013). Continuando con estos autores, la sociedad
cooperativa presenta una serie de características que la sitúan en una posición
de ventaja con respecto a otras organizaciones, para hacer frente a la situación
de coyuntura actual. Tales superioridades se derivan de sus principios
cooperativos y de sus valores de cooperación y democracia. Por tanto, la
importancia del cooperativismo en el sector oleícola y en el contexto agrícola
español, hace de esta forma organizacional una herramienta clave para la
mejora del sector.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 200
De forma más precisa y con base en los datos del Sistema de Industrias
Agroalimentarias (SIG) de Andalucía, el 45,71 por ciento de los elaboradores
de aceite de oliva andaluces corresponden a sociedades cooperativas y un
3,43 por ciento a SAT. Entre las entidades de índole mercantil destaca la
sociedad limitada, con un peso del 30,86 por ciento del total de organizaciones,
tal y como recoge el cuadro 7.2.
CUADRO 7.2.
ELABORADORES DE ACEITE DE OLIVA Y ALMAZARAS EN ANDALUCÍA
FORMA JURÍDICA
SCA SAT SL SA OTRAS F. J. TOTAL
nº % nº % nº % nº % nº %
ALMERÍA 3 10,00% 3 10,00% 10 33,33% 2 6,67% 12 40,00% 30
CÁDIZ 4 23,53% 0 0,00% 7 41,18% 1 5,88% 5 29,41% 17
CÓRDOBA 68 34,69% 7 3,57% 78 39,80% 25 12,76% 18 9,18% 196
GRANADA 45 39,82% 2 1,77% 37 32,74% 5 4,42% 24 21,24% 113
HUELVA 12 75,00% 0 0,00% 2 12,50% 1 6,25% 1 6,25% 16
JAÉN 179 53,92% 11 3,31% 83 25,00% 30 9,04% 29 8,73% 332
MÁLAGA 41 53,95% 1 1,32% 24 31,58% 0 0,00% 10 13,16% 76
SEVILLA 48 50,53% 6 6,32% 29 30,53% 4 4,21% 8 8,42% 95
Total Andalucía
400 45,71% 30 3,43% 270 30,86% 68 7,77% 107 12,23% 875
Fuente: elaboración propia con datos del SIG (2015).
7.4. EL COOPERATIVISMO EN LA AGRICULTURA ECOLÓGICA
Un tipo de agricultura que ha despertado un gran interés a nivel mundial
entre los productores agrarios es la ecológica, debido a una mayor
preocupación por los problemas medioambientales y la búsqueda de una
alimentación saludable, que ha aumentado la demanda de este tipo de
productos. Esta situación es contemplada por numerosos autores, entre ellos
Juliá y Marí (2002), resaltando las similitudes existentes entre la agricultura
ecológica y los nuevos objetivos establecidos por la PAC, que atañen al
cuidado medioambiental. En esta línea, Mozas et al. (2015) subrayan la
importancia de apostar por este tipo de productos, de mayor calidad y cada vez
más valorados, al objeto de generar valor en el sistema agrario.
En este sentido, la Economía Social contribuye a un crecimiento
económico equilibrado y estable afín al sistema ecológico, mejorando la
asignación de los recursos y la redistribución de la renta (Monzón y Defourny,
1992). Del mismo modo, también queda patente la importancia de la sociedad
Capítulo 7. El movimiento cooperativo
Página 201
cooperativa para gestionar la oferta de productos ecológicos (García y Cordero,
2009), así como en aras de solventar las dificultades comerciales a las que se
enfrentan los productores agrícolas de productos ecológicos (Rivera, 2005;
UGT, 2012).
Según indica el MARM (2010), un 10 por ciento de las industrias
ecológicas en España corresponden a SCA o SAT, lo que supone un montante
de en torno a 300 entidades, de las que 15 de ellas se sitúan entre las 50
industrias ecológicas de mayor tamaño. En un estudio más pormenorizado, el
MARM (2008) revela que la amplia mayoría de SCA y SAT elaboradoras y
comercializadoras de productos ecológicos son de reducida dimensión,
colectivo que representa a más del 93 por ciento de estas entidades y que
factura en su conjunto en torno a unos 23 millones de euros.
En Cooperativas Agrarias (2005), se señala que el grueso de las EAAs
que opera en la agricultura ecológica se sitúa en los primeros eslabones de la
cadena agroalimentaria, referentes a la elaboración y manipulación de estos
alimentos. Asimismo, se indica que el 87,9 por ciento de las cooperativas de
este sector son de primer grado. Continuando con esta fuente de datos, es
importante destacar que solamente un 3,44 por ciento de este tipo de entidades
se dedica con exclusividad a la actividad ecológica. Por otro lado, los sectores
del aceite de oliva (con un 30 por ciento) y del vino (con un 14 por ciento) son,
detrás del hortofrutícola (con un 31 por ciento), los sectores que congregan un
mayor número de EAAs ecológicas, así como de cooperativas (MARM, 2008).
Todos estos datos ponen de relieve la falta de integración y la amplia
atomización que experimentan las EAAs en la actividad ecológica, con una
manifiesta visión orientada a la exportación en detrimento de los mercados
interiores (MARM, 2008). En resumen, pese a que el número de estudios sobre
cooperativismo asociado a la agricultura ecológica es ínfimo, todos ellos
coinciden en reconocer el potencial de este tipo de entidades para el desarrollo
del sector de productos ecológicos, siempre y cuando desempeñen acciones
estratégicas ineludibles, que son la concentración o integración de la oferta, la
incorporación de innovaciones y la mejora de la gestión comercial.
7.4.1. EL COOPERATIVISMO EN EL ÁMBITO DEL PRESENTE ESTUDIO
Atendiendo a los casos que se abordan en esta investigación, en el
cuadro 7.3 se observa el destacado peso de las EAAs en el sector oleícola
andaluz, que acaparan el 49,14 por ciento del total de entidades del sector. No
obstante, si consideramos solamente a las organizaciones con oferta de aceite
de oliva ecológico la proporción de EAAs se reduce en más de 20 puntos
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 202
porcentuales, representando el 26,60 por ciento del total. Sin embargo, esta
cifra no deja de ser significativa para el sector, aunque revela que este tipo de
entidades se han quedado rezagadas en la actividad ecológica.
Por otro lado, en el sector vitivinícola también predominan las entidades
asociativas, aunque en el caso de La Rioja el cooperativismo es poco
representativo118. En esta línea, solamente 36 de los 469 operadores
vitivinícolas de esta región son SCA o SAT, lo que supone un 7,68 por ciento.
En esta ocasión, no se observan diferencias significativas cuando se discrimina
entre las organizaciones con oferta de vino ecológico. Así pues, la diferencia
entre el total de operadores y los de carácter ecológico, según forma jurídica,
es inferior a medio punto porcentual (cuadro 7.3).
CUADRO 7.3.
PESO DE LAS EAAs EN LOS SECTORES OLEÍCOLA Y VITIVINÍCOLA CON OFERTA DE ECOLÓGICOS
FORMA JURÍDICA
SECTOR OLEÍCOLA (ANDALUCÍA)
SECTOR VITIVINÍCOLA (LA RIOJA)
TOTAL 1 ECOLÓGICO 2 TOTAL 3 ECOLÓGICO 4
nº % nº % nº % nº %
SCA y SAT 430 49,14% 50 26,60% 36 7,68% 3 8,11%
Otras formas jurídicas 445 50,86% 138 73,40% 433 92,32% 34 91,89%
Total 875 100% 188 100% 469 100% 37 100%
Fuente: elaboración propia con datos de: 1 SIG, 2 SIPEA, 3 Gobierno de La Rioja, 4 CPAER. (Datos de 2015).
Asimismo, tal y como se ha señalado anteriormente, uno de los
principales problemas que atañe a las sociedades cooperativas es el asociado
a la comercialización. Este hándicap también se observa en los sectores de
referencia en este estudio, como muestran los cuadros 7.4 y 7.5.
En el cuadro 7.4 se aprecia que las entidades de La Rioja,
independientemente de su forma jurídica, están más avanzadas en el aspecto
comercial que las oleícolas andaluzas. Así pues, más de dos terceras partes de
estas entidades vende toda su oferta de vino ecológico envasada y su
promedio de venta a granel es más reducido que en el otro sector de
referencia. No obstante, en ambos sectores se aprecia que son las entidades
de la Economía Social las que presentan un mayor promedio de venta a granel,
118 En este sentido, el cooperativismo agrario de La Rioja representa un 1,3 por ciento del total del cooperativismo agroalimentario a nivel nacional, con un nivel de facturación del 0,6 por ciento para dicho total (OSCAE, 2014).
Capítulo 7. El movimiento cooperativo
Página 203
bastante superior al existente en el resto de formas jurídicas. En el caso
concreto de las entidades cooperativas y SAT de Andalucía, el 22,92 por ciento
vende exclusivamente a granel y solamente un 18,75 por ciento vende toda su
producción ecológica envasada. En el resto de estas entidades se utilizan
ambos formatos de venta, aunque en promedio, predomina claramente la venta
a granel. Esta situación se invierte en las sociedades no cooperativas.
CUADRO 7.4.
FORMATO DE VENTA DEL ACEITE DE OLIVA Y DEL VINO ECOLÓGICO
RESPUESTA
SECTOR OLEÍCOLA (ANDALUCÍA)
SECTOR VITIVINÍCOLA (LA RIOJA)
SCA Y SAT OTRAS F. J. SCA Y SAT OTRAS F. J.
nº % nº % nº % nº %
Solo vende a granel 11 22,92% 10 10,10% 0 0,00% 2 6,45%
Solo vende envasado 9 18,75% 42 42,42% 2 66,67% 21 67,74%
Promedio venta a granel 60,73% 40,23% 32,67% 16,83%
Promedio venta envasado 39,27% 59,77% 67,33% 83,17%
Fuente: elaboración propia.
Del mismo modo, el cuadro 7.5 refleja la ausencia de una política de
marketing exclusiva para los productos ecológicos en la mayor parte de las
organizaciones encuestadas, para ambos sectores. Desagregando la
información por tipo de entidad, se observa nuevamente que las entidades de
la Economía Social son las que, en proporción, presenta peores resultados. Así
pues, solamente 1 de cada 3 entidades cooperativas oleícolas realiza una
campaña comercial vinculada a su oferta ecológica, mientras que ninguna de
las 3 entidades cooperativas vitivinícolas con oferta ecológica existentes en La
Rioja realiza tal campaña comercial.
CUADRO 7.5.
PRESENCIA DE UNA POLÍTICA DE MARKETING EXCLUSIVA PARA PRODUCTOS ECOLÓGICOS
RESPUESTA
SECTOR OLEÍCOLA (ANDALUCÍA)
SECTOR VITIVINÍCOLA (LA RIOJA)
SCA Y SAT OTRAS F. J. SCA Y SAT OTRAS F. J.
nº % nº % nº % nº %
Sí 16 33,33% 40 40,40% 0 0,00% 13 41,94%
No 32 66,67% 59 59,60% 3 100,00% 18 58,06%
Total 48 100,00% 99 100,00% 3 100,00% 31 100,00%
Fuente: elaboración propia.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 204
7.5. ANÁLISIS DEL SECTOR OLEÍCOLA ECOLÓGICO
ANDALUZ, SEGÚN TIPO DE ENTIDAD119
7.5.1. CARACTERÍSTICAS DE LAS ORGANIZACIONES DEL SECTOR
En el sector oleícola andaluz, solamente un 26,60 por ciento de los
operadores ecológicos son entidades de la Economía Social (sociedades
cooperativas y SAT). La forma jurídica que predomina es la sociedad limitada,
acaparando el 53,72 por ciento de estas organizaciones (cuadro 7.6). A partir
de este universo de estudio, se ha tomado una muestra aleatoria y
representativa para el total de la población (ver apartado 1.3), así como para
las entidades cooperativas120.
CUADRO 7.6.
COMERCIALIZARES Y ELABORADORES DE ACEITE DE OLIVA ECOLÓGICO EN ANDALUCÍA
FORMA JURÍDICA
SCA SAT SL SA OTRAS F. J. TOTAL
nº % nº % nº % nº % nº %
ALMERÍA 0 0,00% 0 0,00% 4 100,00% 0 0,00% 0 0,00% 4
CÁDIZ 1 25,00% 0 0,00% 2 50,00% 0 0,00% 1 25,00% 4
CÓRDOBA 10 17,86% 2 3,57% 30 53,57% 10 17,86% 4 7,14% 56
GRANADA 5 23,81% 1 4,76% 11 52,38% 2 9,52% 2 9,52% 21
HUELVA 2 66,67% 0 0,00% 1 33,33% 0 0,00% 0 0,00% 3
JAÉN 12 30,00% 0 0,00% 22 55,00% 4 10,00% 2 5,00% 40
MÁLAGA 5 20,83% 0 0,00% 17 70,83% 2 8,33% 0 0,00% 24
SEVILLA 11 30,56% 1 2,78% 14 38,89% 4 11,11% 6 16,67% 36
Total Andalucía
46 24,47% 4 2,13% 101 53,72% 22 11,70% 15 7,98% 188
Fuente: elaboración propia con datos del SIPEA (2015).
Para caracterizar a esta población objeto de estudio se van a utilizar
como rasgos básicos la antigüedad y la dimensión de la organización. En el
119 El reducido peso del cooperativismo en el sector vitivinícola de La Rioja con oferta de vino ecológico, hace que este tipo de entidades no sea muy significativa para este sector, por lo que carece de sentido realizar un análisis más pormenorizado en este aspecto. Por ello, el estudio se centra en el sector oleícola, en el que más de una cuarta parte de sus operadores pertenece a la Economía Social (cuadro 7.3).
120 De las 46 sociedades cooperativas y 4 SAT presentes en el sector oleícola andaluz con oferta ecológica, han sido encuestadas 45 sociedades cooperativas y 3 SAT, lo que supone, considerando ambos tipos de entidades de forma conjunta, un 3 por ciento de error muestral, asumiendo un intervalo de confianza del 95 por ciento.
Capítulo 7. El movimiento cooperativo
Página 205
cuadro 7.7 se observa que las sociedades cooperativas y SAT son las
entidades con oferta de productos ecológicos que poseen una mayor
antigüedad, con más de 35 años de edad en el 60,42 por ciento de ellas. En el
resto de formas jurídicas, el mayor número de entidades fueron constituidas
durante la década de los noventa. A partir de ese periodo, se observa una
mayor tasa de creación de organizaciones con oferta de ecológicos. Esto se
debe, a que es en los albores de 1990 cuando las políticas de apoyo y el marco
regulador establecido para este tipo de productos en la Unión Europea,
contribuyen a un vertiginoso desarrollo del mercado de productos ecológicos,
que no ha cesado de crecer desde entonces (Willer y Lernoud, 2015a).
CUADRO 7.7.
ANTIGÜEDAD DE LOS OPERADORES ECOLÓGICOS
AÑO DE CONSTITUCIÓN
SCA Y SAT OTRAS F. J. TOTAL
nº % nº % nº %
Antes de 1960 14 29,17% 1 1,01% 15 10,20%
De 1970 a 1979 15 31,25% 0 0,00% 15 10,20%
De 1970 a 1979 3 6,25% 2 2,02% 5 3,40%
De 1980 a 1989 5 10,42% 11 11,11% 16 10,88%
De 1990 a 1999 5 10,42% 40 40,40% 45 30,61%
De 2000 a 2009 6 12,50% 28 28,28% 34 23,13%
De 2010 a 2015 0 0,00% 17 17,17% 17 11,56%
Total 48 100,00% 99 100,00% 147 100,00%
Fuente: elaboración propia.
Atendiendo a la dimensión de la organización, el número de socios es
una variable comúnmente utilizada para determinar el tamaño de las
sociedades cooperativas, aunque esta magnitud sería discriminatoria para el
resto de formas jurídicas121. El volumen de facturación y el número de
empleados también ayudan a este propósito122. Respecto al volumen de
facturación (cuadro 7.8), se observa que la mayor parte de las entidades son
pequeñas organizaciones, con un volumen de venta final menor o igual a 10
millones de euros. Asimismo, son las organizaciones no cooperativas las que
poseen, de forma porcentual, unos menores tamaños de facturación.
121 Asimismo, esta magnitud ha sido puesta en entredicho por la señalada infidelidad de los socios en el sector oleícola (Mozas, 2000).
122 Las magnitudes volumen de facturación y número de empleados tampoco se encuentran exentas de críticas como variables determinantes de la dimensión de la organización. Así pues, entran en juego las variaciones y hándicaps derivados de la vecería del cultivo y el nivel de mecanización de la organización (Moyano y Fidalgo, 2001).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 206
CUADRO 7.8.
VOLUMEN DE FACTURACIÓN DE LOS OPERADORES ECOLÓGICOS
VOLUMEN DE FACTURACIÓN SCA Y SAT OTRAS F. J. TOTAL
nº % nº % nº %
Menor o igual a 2 millones de € 18 37,50% 58 58,59% 76 51,70%
Menor o igual a 10 millones de € 17 35,42% 23 23,23% 40 27,21%
Menor o igual a 50 millones de € 7 14,58% 11 11,11% 18 12,24%
Mayor de 50 millones de € 2 4,17% 4 4,04% 6 4,08%
NS/NC 4 8,33% 3 3,03% 7 4,76%
Total 48 100,00% 99 100,00% 147 100,00%
Promedio de facturación 8.317.500 €* 7.973.285 € 8.072.339 €*
*Promedio sin considerar la organización DCOOP como outliers, cuyo elevado valor de facturación distorsiona considerablemente la media, afectando su representatividad.
Fuente: elaboración propia.
En relación al número de empleados (cuadro 7.9), son nuevamente las
sociedades de tipo no cooperativo las que presentan una mayor concentración
de entidades de reducida dimensión, inferior a 10 empleados. No obstante,
este mismo colectivo de organizaciones acoge a un mayor número de grandes
compañías, con al menos 250 trabajadores en su plantilla. Asimismo, el
promedio de empleados se sitúa en 24 trabajadores para SCA y SAT y en 30
empleados para el resto de entidades. Considerando estas cifras, la mayoría
de las organizaciones corresponden a microempresas. En términos medios, la
cooperativa promedio sería de mediana dimensión, mientras que la
organización no cooperativa promedio respondería a una pequeña empresa,
según los criterios establecidos en la legislación europea123.
123 Disposición con referencia: DOUE-L-2003-80730. (Microempresa: “<10 trabajadores” y “≤ 2 millones de euros de volumen de facturación”. Pequeña empresa: “<50 trabajadores” y “≤ 10 millones de euros de volumen de facturación”. Mediana empresa: “<250 trabajadores” y “≤ 50 millones de euros de volumen de facturación”.) Gran empresa: “≥250 trabajadores” y “>50 millones de euros de volumen de facturación”.)
Capítulo 7. El movimiento cooperativo
Página 207
CUADRO 7.9.
NÚMERO DE EMPLEADOS EN LOS OPERADORES ECOLÓGICOS
EMPLEADOS SCA Y SAT OTRAS F. J. TOTAL
nº % nº % nº %
Menos de 10 empleados 27 56,25% 65 65,66% 92 62,59%
Menos de 50 empleados 18 37,50% 23 23,23% 41 27,89%
Menos de 250 empleados 2 4,17% 8 8,08% 10 6,80%
Igual o mayor a 250 empleados 1 2,08% 3 3,03% 4 2,72%
Total 48 100,00% 99 100,00% 147 100,00%
Promedio de empleados 24 30 28
Fuente: elaboración propia.
7.5.2. SITUACIÓN DE LAS TIC EN EL SECTOR
En capítulos anteriores han quedado expuestos los múltiples beneficios
que las TIC aportan a las organizaciones. En particular, en las sociedades
cooperativas se acrecienta la importancia de integrar este tipo de tecnologías,
por su capacidad para coordinar actividades, personas y procesos (Meroño y
Arcas, 2006; Montegut et al., 2013) y por su afinidad con los principios
cooperativistas (Vargas, 2004), que facilitan la innovación (Marcuello y Saz,
2008). En consecuencia, el uso de las TIC debe ser una actividad inexcusable
en este tipo de organizaciones, para mejorar su productividad y competir con
éxito en el mercado (Mozas y Bernal, 2001; Montegut et al., 2013).
Uno de las principales barreras para la adopción de las TIC en las
organizaciones cooperativas del sector agrario-agroalimentario es la falta de
formación de los empleados en este tipo de tecnologías (Mozas y Bernal, 2001;
Servino, 2002; Vargas, 2004). En esta línea, estudios como Del Águila y Padilla
(2010) o Rodríguez y Guzmán (2013), evidencian que una mayor formación del
personal en las empresas de Economía Social genera una mayor propensión a
innovar.
Siguiendo esta línea, en el cuadro 7.10 se aprecia que dos terceras
partes de las SCA y SAT externalizan la gestión de las TIC, de las que más de
un tercio de las mismas carece de personal formado, que apoye a nivel interno
tal gestión. Además, entre las sociedades cooperativas que gestionan la TIC
internamente, solamente la mitad de ellas poseen empleados adecuadamente
formados para desarrollar tal actividad.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 208
CUADRO 7.10.
PERSONAL QUE GESTIONA LAS TIC EN LA ORGANIZACIÓN
RESPUESTA SCA Y SAT OTRAS F. J. TOTAL
nº % nº % nº %
Empleados con conocimientos a nivel usuario en TIC
8 16,67% 18 18,18% 26 17,69%
Empleados con altos conocimientos en TIC
8 16,67% 25 25,25% 33 22,45%
Expertos externos con ayuda interna
15 31,25% 27 27,27% 42 28,57%
Solo consultores externos 17 35,42% 28 28,28% 45 30,61%
Ns/Nc 0 0,00% 1 1,01% 1 0,68%
Total 48 100,00% 99 100,00% 147 100,00%
Fuente: elaboración propia.
Asimismo, otro problema que se alude con frecuencia es la reducida
formación de los propios directivos y su avanzada edad, que imposibilita la
modernización y desarrollo de las cooperativas del sector oleícola (Torres et al.,
2000; Dholakia y Kshetri, 2004; Ciruela y cuadrado 2012). Es por ello, que
desde el sector agroalimentario se reclama la presencia de personal cualificado
en TIC, tanto a nivel operativo como en los órganos de dirección (López et al.,
2014).
En el cuadro 7.11, se muestra que la edad promedio de los responsables
de la organización se sitúa en 49 años, un año mayor que en las
organizaciones cooperativas. El nivel de formación académica también varía
por forma jurídica y en menor medida por formación en TIC. Un 47,95 por
ciento de los responsables de las SCA y SAT posee estudios avanzados
(diplomatura o licenciatura), 20 puntos porcentuales inferior que la misma
formación en el resto de formas jurídicas. Paradójicamente, este diferencial en
la formación académica del responsable entre ambos tipos de organizaciones
no se traslada a la formación en TIC, que es similar e incluso ligeramente
superior en las sociedades cooperativas.
Capítulo 7. El movimiento cooperativo
Página 209
CUADRO 7.11.
RASGOS DEL RESPONSABLE DE LA ORGANIZACIÓN
ÍTEMS SCA Y SAT OTRAS F. J. TOTAL
nº % nº % nº %
EDAD PROMEDIO DEL RESPONSABLE DE LA ORGANIZACIÓN
Edad (años) 48 49 49
FORMACIÓN ACADÉMICA DEL RESPONSABLE DE LA ORGANIZACIÓN
Estudios primarios 6 12,50% 9 9,09% 15 10,20%
Estudios secundarios 13 27,08% 20 20,20% 33 22,45%
Diplomatura 9 18,75% 10 10,10% 19 12,93%
Licenciatura 14 29,17% 57 57,58% 71 48,30%
Ns/Nc 6 12,50% 3 3,03% 9 6,12%
Total 48 100,00% 99 100,00% 147 100,00%
FORMACIÓN EN TIC DEL RESPONSABLE DE LA ORGANIZACIÓN
Nivel usuario 18 37,50% 41 41,41% 59 40,14%
Nivel intermedio 18 37,50% 37 37,37% 55 37,41%
Nivel avanzado 10 20,83% 19 19,19% 29 19,73%
Ns/Nc 2 4,17% 2 2,02% 4 2,72%
Total 48 100,00% 99 100,00% 147 100,00%
Fuente: elaboración propia.
El acceso y uso de Internet y de infraestructuras técnicas asociadas a
esta tecnología o a similares, por parte de las sociedades cooperativas, ha sido
objeto de estudio por diversos autores (Mozas y Bernal, 2001 y 2004; Meroño y
Arcas, 2006; Sacristán, 2006; Juliá et al., 2006). No obstante, el continuo
avance tecnológico y penetración de las tecnologías entre la población hace
que el estudio de estas variables aporte resultados cada vez de menor
enjundia, debido a que la presencia de Internet y de dispositivos de soporte de
la misma han pasado a ser elementos esenciales y de uso ineludible para las
empresas. Así pues, es reducido el número de entidades que carecen de estos
sistemas de información y de dispositivos asociados (INE, 2015124). Por tales
razones vamos a omitir las estadísticas concernientes al acceso a Internet, el
tipo de conexión y la existencia de equipos informáticos y similares.
124 Estadísticas disponibles en: http://www.ine.es/inebmenu/mnu_tic.htm
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 210
Una de las herramientas básicas para afianzar el posicionamiento en
Internet de una empresa es la utilización de un sitio web propio, que aglutine
las funciones informativa, relacional y transaccional (Meroño y Arcas, 2006).
Así pues, la presencia de sitio Web, inclusive el contenido y diseño de la
misma, puede suponer para la organización alcanzar una importante ventaja
competitiva en el plano comercial (Bernal y Mozas, 2008; Mozas et al., 2010).
En el cuadro 7.12, se observa que entorno al 85 por ciento de las
organizaciones del sector, disponen de sitio web, sin existir magnas diferencias
entre sociedades cooperativas y demás formas jurídicas. Como principales
hándicaps para implantar un sitio web en las cooperativas agroalimentarias, se
citan la complejidad de su uso y la dificultad para percibir sus ventajas (López
et al., 2012). En sintonía con estos autores, los resultados obtenidos muestran
que las principales barreras en el uso de sitio web responden a la falta de
utilidad percibida, la escasez de tiempo y el desconocimiento de la tecnología.
CUADRO 7. 12.
PRESENCIA DE SITIO WEB Y RAZONES DE NO USO
DISPONE DE SITIO WEB SCA Y SAT OTRAS F. J. TOTAL
nº % nº % nº %
Sí 41 85,42% 85 85,86% 126 85,71%
No 7 14,58% 14 14,14% 21 14,29%
Total 48 100,00% 99 100,00% 147 100,00%
RAZONES DE NO USO*
No se necesita/ no es útil para la empresa
4 57,14% 10 71,43% 14 66,67%
Falta de tiempo 2 28,57% 2 14,29% 4 19,05%
Desconoce la tecnología 2 28,57% 1 7,14% 3 14,29%
No es rentable/ resulta cara 0 0,00% 1 7,14% 1 4,76%
*Base: Organizaciones que no disponen de sitio web. Los porcentajes no suman 100 por cien debido a la existencia de respuestas múltiples.
Fuente: elaboración propia.
Examinando las transacciones comerciales que los operadores oleícolas
ecológicos efectúan a través de la Web (cuadro 7.13), se observa que un
mayor número de sociedades cooperativas, respecto al resto de formas
jurídicas, se abastece a través de tiendas electrónicas. Esta situación se
invierte en las operaciones de venta online, opción utilizada por una mayor
proporción de entidades no cooperativas. Esta realidad es un reflejo de las
dificultades comerciales que caracterizan a las sociedades cooperativas
agrícolas del sector oleícola (Torres et al., 2000). No obstante, a pesar de que
una mayor parte de SCA y SAT no realizan compras ni ventas a través de
Capítulo 7. El movimiento cooperativo
Página 211
tiendas electrónicas, estos porcentajes se encuentran cada vez más cercanos
a una situación de paridad en relación al uso de las mismas. De igual forma,
puede observarse una evolución en la utilización de estas herramientas
virtuales, a través de antecedentes en la literatura como son los trabajos de
Mozas y Bernal (2004, 2005 y 2008), Montegut et al. (2013) y Fernández et al.
(2015).
CUADRO 7.13.
TRANSACCIONES COMERCIALES A TRAVÉS DE TIENDAS ELECTRÓNICAS
RESPUESTA SCA Y SAT OTRAS F. J. TOTAL
nº % nº % nº %
COMPRAS A TRAVÉS DE TIENDAS VIRTUALES
Sí 23 47,92% 39 39,39% 62 42,18%
No 25 52,08% 60 60,61% 85 57,82%
Total 48 100,00% 99 100,00% 147 100,00%
VENTAS A TRAVÉS DE TIENDAS VIRTUALES
Sí 21 43,75% 48 48,48% 69 46,94%
No 27 56,25% 51 51,52% 78 53,06%
Total 48 100,00% 99 100,00% 147 100,00%
Fuente: elaboración propia.
Las principales razones para no utilizar Internet como canal de compra
y/o venta se exponen en el cuadro 7.14. En materia de compras online, un
65,88 por ciento de las organizaciones no considera esta opción necesaria para
la empresa y un 23,53 por ciento no se lo ha planteado. Asimismo, estas
razones son las principales señaladas para no vender de forma online. De las
sociedades cooperativas que no venden a través de la Red, un 22,22 por ciento
manifiesta que esta acción se lleva a cabo desde una cooperativa de segundo
grado o por otra entidad del grupo al que pertenecen. Comparando estos
resultados con los obtenidos en Fernández et al. (2015), puede concluirse que
no existen grandes diferencias entre los operadores ecológicos y no ecológicos
en este aspecto.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 212
CUADRO 7.14.
RAZONES POR LAS QUE NO SE REALIZAN TRANSACCIONES COMERCIALES A TRAVÉS DE TIENDAS ELECTRÓNICAS
RESPUESTA SCA Y SAT OTRAS F. J. TOTAL
nº % nº % nº %
RAZONES DE NO COMPRA ONLINE*
No es necesario 19 76,00% 37 61,67% 56 65,88%
No me lo he planteado 6 24,00% 14 23,33% 20 23,53%
Los productos no son adecuados para este medio
0 0,00% 6 10,00% 6 7,06%
Resulta muy costoso 0 0,00% 4 6,67% 4 4,71%
RAZONES DE NO VENTA ONLINE*
No es necesario 9 33,33% 20 39,22% 29 37,18%
No me lo he planteado 8 29,63% 19 37,25% 27 34,62%
Resulta muy costoso 0 0,00% 7 13,73% 7 8,97%
Se realiza desde el grupo/ cooperativa de 2 grado
6 22,22% 0 0,00% 6 7,69%
Los productos no son adecuados
1 3,70% 5 9,80% 6 7,69%
Motivos económicos 1 3,70% 2 3,92% 3 3,85%
Desconfianza 1 3,70% 1 1,96% 2 2,56%
Falta de tiempo 1 3,70% 0 0,00% 1 1,28%
*Base: Organizaciones que no compran o venden a través de tiendas virtuales. Los porcentajes no suman 100 por cien debido a la existencia de respuestas múltiples.
Fuente: elaboración propia.
Tal y como se observa en los cuadros anteriores, las diferencias
existentes en el uso de las nuevas tecnologías, entre ambos tipos de
organizaciones, no son significativas. En contraste, respecto al uso habitual de
las redes sociales online (cuadro 7.15), sí se aprecia una divergencia
importante entre sociedades cooperativas y demás formas jurídicas. Una
explicación de ello, es la rigidez del cooperativismo agrario, para poder
adaptarse rápidamente a los cambios del entorno (COGECA, 2010). Esta
característica es trasladable a la integración de las nuevas TIC en las
sociedades cooperativas. Así pues, cabe señalar que hacer uso de un sitio web
o del comercio electrónico, no son en sí tecnológicas tan novedosas,
considerando el rápido desarrollo y aumento de las funcionalidades de la Web.
En cambio, las plataformas de redes sociales online son una funcionalidad más
actual de Internet, especialmente en lo que respecta a su explotación
comercial. En definitiva, coincidimos con López et al. (2012), que señalan un
retraso en la adopción de las tecnologías de la Web 2.0 en las sociedades
Capítulo 7. El movimiento cooperativo
Página 213
cooperativas agroalimentarias, que hacen un menor uso de estas tecnologías
en relación al resto de formas jurídicas (Fernández et al., 2015).
CUADRO 7.15.
UTILIZA DE FORMA HABITUAL LAS REDES SOCIALES
RESPUESTA SCA Y SAT OTRAS F. J. TOTAL
nº % nº % nº %
Sí 18 37,50% 61 61,62% 79 53,74%
No 30 62,50% 38 38,38% 68 46,26%
Total 48 100,00% 99 100,00% 147 100,00%
RAZONES DE NO USO*
No son necesarias 14 46,67% 19 50,00% 33 48,53%
No se ha planteado 5 16,67% 6 15,79% 11 16,18%
Falta de tiempo 5 16,67% 5 13,16% 10 14,71%
Falta de recursos 3 10,00% 7 18,42% 10 14,71%
Se realiza desde el grupo/ cooperativa de 2 grado
5 16,67% 1 2,63% 6 8,82%
Falta de preparación 0 0,00% 2 5,26% 2 2,94%
Por privacidad 0 0,00% 1 2,63% 1 1,47%
*Base: Organizaciones que no hacen uso habitual de las redes sociales. Los porcentajes no suman 100 por cien debido a la existencia de respuestas múltiples.
Fuente: elaboración propia.
El uso de las TIC potencia el intercambio de información y la
comunicación, que es un factor de relevancia para la gestión de las sociedades
cooperativas (Montegut et al. 2013) y un mecanismo destacado para la mejora
de la competitividad y viabilidad de las empresas agroalimentarias (López et al.,
2014). De forma más precisa, la Web 2.0 comparte rasgos básicos con las
entidades de la Economía Social, como son el carácter participativo,
democrático y el predominio del componente social al capital (Mozas y Bernal,
2012). A pesar de todo ello, el reducido uso de las redes sociales virtuales
observado por parte de las sociedades cooperativas, confirma que el uso que
estas organizaciones hacen de Internet está más orientado a un fin
transaccional que relacional (López et al., 2012; Montegut et al., 2013; Muñoz y
Tirado, 2014).
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 214
7.5.3. ANÁLISIS SOBRE EL USO DE LAS REDES SOCIALES
Tal y como se ha mencionado, existe un retardo entre las entidades de
la Economía Social a la hora de hacer uso de las redes sociales. Esta situación
se observa con mayor claridad en la figura 7.2.
FIGURA 7.2.
NÚMERO DE OPERADORES OLEÍCOLAS ECOLÓGICOS REGISTRADOS EN LAS REDES SOCIALES, POR AÑO
Fuente: elaboración propia.
Con el objetivo de determinar las variables que afectan y que
caracterizan el perfil de las organizaciones de la Economía Social que hacen
un uso habitual de las redes sociales, se va a proceder a realizar una regresión
logística binaria, a partir de las variables señaladas con anterioridad. Por un
lado, la variable independiente dicotómica empleada es la que identifica a las
organizaciones que hacen un uso habitual de estos medios. Por otro lado, las
variables independientes consideradas son:
Antigüedad de la organización (variable continua)
Volumen de facturación (variable continua)
Edad del responsable (variable continua)
Formación académica del responsable (variable dicotomizada, dispone
de estudios superiores: sí/no)
Formación en TIC del responsable (variable dicotomizada, posee una
formación intermedia o avanzada en TIC: sí/no)
Utiliza los mercados electrónicos (variable dicotómica, compra o vende
por comercio electrónico: sí/no)
0
10
20
30
40
50
60
70
2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
Otras F.J. en Facebook SCA y SAT en FacebookOtras F.J. en Twitter SCA y SAT en Twitter
Capítulo 7. El movimiento cooperativo
Página 215
Así pues los resultados obtenidos se recogen en el cuadro 7.16:
CUADRO 7.16.
RESULTADOS DE LA REGRESIÓN LOGÍSTICA BINARIA
BONDAD DEL MODELO
Pruebas ómnibus de coeficientes del modelo. Sig.: 0,002
Logaritmo de la verosimilitud (–2 log likelihood) 31,478
R cuadrado de Cox y Snell 0,409
R cuadrado de Nagelkerke 0,555
Porcentaje global correctamente clasificado 82,1%
Porcentaje global para los casos no seleccionados (Otras F.J.) 47,3%
VARIABLES EN LA ECUACIÓN
Variables B Sig. Wald S.E. Exp(B)
Antigüedad de la organización -,003 ,907 ,014 ,026 ,997
Volumen de facturación ,000 ,038** 4,284 ,000 1,000
Edad del responsable -,128 ,054* 3,701 ,067 ,880
Formación del responsable ,386 ,696 ,153 ,987 1,471
Formación en TIC del responsable ,103 ,856 ,033 ,569 1,109
Uso de los mercados electrónicos 1,920 ,051* 3,798 ,985 6,822
(Constante) 9,031 ,860 ,031 51,343 8358,868
Fuente: elaboración propia.
Como puede observarse, el modelo resulta significativo con un poder
explicativo sobre la variable dependiente de entre 0,409 (R cuadrado de Cox y
Snell) y 0,555 (R cuadrado de Nagelkerke). Así pues, este planteamiento
permite clasificar correctamente el 82,1 por ciento de los casos125. De esta
forma, las variables que han resultado significativas son: el volumen de
facturación, que afecta de forma positiva; la edad del responsable que afecta
de forma negativa y la utilización de los mercados electrónicos, que también
afecta positivamente a la tenencia y uso habitual de las redes sociales. Estos
resultados coinciden a los que se han obtenido en otros estudios similares
como el realizado por Wamba y Carter (2014), aunque son prácticamente
inexistentes los estudios que como éste abordan el uso de las redes sociales
en las entidades cooperativas.
125 Como apunte adicional señalar que este modelo planteado también explicaría el 47,3 por ciento de los casos no seleccionados y que corresponden a las sociedades con forma jurídica distinta a la sociedad cooperativa y SAT.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 216
Página 217
CAPÍTULO 8
CONCLUSIONES
En este último capítulo se recopilan y se debaten los resultados que se
han alcanzado en las distintas secciones de nuestro trabajo de investigación.
Así pues, se exponen las conclusiones alcanzadas, las limitaciones que
presenta este trabajo y, para finalizar, se proponen diversas alternativas de
estudio como futuras líneas de investigación.
8.1. CONCLUSIONES
La revisión previa sobre el estado de la cuestión, nos ha permitido
constatar el potencial de las redes sociales en las organizaciones, por su
creciente importancia y calado en la sociedad. En el presente trabajo, nos
centramos en la oportunidad que ofrecen dichas tecnologías en el sector de
productos ecológicos, un mercado que también se encuentra en expansión y
que supone una destacada vía de desarrollo comercial y territorial, pero que,
sin embargo, su comercialización afronta importantes problemas que han
obstaculizado su desarrollo en mercados como el español.
Para abordar el objetivo propuesto, se ha utilizado la metodología que se
detalla a continuación:
En primer lugar, como punto de partida en este trabajo, se realizó un
estudio Delphi, al objeto de arrojar luz sobre los efectos y consecuencias que
las redes sociales tienen sobre el sector oleícola. Tras consultar a los expertos,
los resultados y las conclusiones obtenidas pueden resumirse en las
siguientes:
La amplia mayoría de los expertos consultados asevera que la presencia
del aceite de oliva en las redes sociales genera valor a este producto.
Este resultado revela que la importancia de estas herramientas se
extiende al caso concreto del aceite de oliva. No obstante, no se alcanzó
consenso en determinar el grado de penetración de las redes sociales
en el sector oleícola para el año 2016, aunque la opción más señalada
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 218
fue que sería alto. Asimismo, cabe indicar que ninguno de los panelista
consideró este grado de penetración como muy bajo. Por tanto, los
resultados parecen indicar que la presencia de las redes sociales en
este sector se incrementará en la misma medida que en los últimos
años.
Por otro lado, se alcanzó consenso entre los expertos en considerar que
Facebook y Twitter son las redes sociales que mejor se adecuan, desde
un punto de vista empresarial, al aceite de oliva. También se mencionan
otras redes sociales como LinkedIn, Instagram, Flickr o Pinterest. En
este sentido, destacamos las aportaciones de varios expertos que
señalaron que las redes sociales enfocadas al intercambio de imágenes
pueden ser beneficiosas para este sector. Por tanto, puede concluirse
que las redes sociales que actualmente son más populares se adecuan
a este sector y pueden ser consideradas las más fructuosas.
Entre las diferentes funciones empresariales que más se beneficiarían
de una mayor penetración de estas herramientas en las organizaciones
oleícolas, los expertos señalaron por unanimidad la función de
marketing, seguida de la atención al cliente y la comunicación, ambas
respaldadas por el 90 por ciento de los panelistas. Como contrapartida,
las funciones menos señaladas fueron: desarrollo de productos y
servicios, investigación de mercados y capital humano. En este sentido,
uno de los talones de Aquiles de este producto, la desinformación,
puede ser paliado por la comunicación y la información comercial que
puede transmitirse a través de este medio.
Por otro lado, de las diferentes tácticas en las redes sociales expuestas
a los expertos, se alcanzó consenso en señalar que las tres más
efectivas son: en primer lugar, generar contenido de calidad y hacer
partícipes a los usuarios; crear y compartir contenido multimedia sobre
los productos; y la publicación de promociones, descuentos y eventos.
Con base en estos resultados, se subraya la importancia de dedicar una
especial atención a los contenidos que se publican en estas plataformas,
el grado de interacción que generan, la necesidad de que se asocien a
los productos que son ofertados y que despierten el interés del usuario
que los encuentra, a través de ofertas y reclamos publicitarios.
Entre los factores considerados más relevantes para un mayor uso de
las redes sociales, se señala la necesidad de una mayor formación en
estas herramientas, mientras que los hándicaps más relevantes se
asocian al desconocimiento de su potencial, el desinterés y la falta de
asesoramiento. En este sentido, los resultados obtenidos indican que los
operadores oleícolas subestiman el potencial de las redes sociales, por
Capítulo 8. Conclusiones
Página 219
lo que una mayor formación en estas herramientas aumentaría
claramente el uso que se realiza de ellas.
Las ventajas que los expertos señalaron como más probables, son las
relacionadas con una mayor información de los productos y la difusión
de la cultura olivarera. Como contrapartida, el inconveniente más
probable está asociado con una mayor presión competitiva. Así pues,
como se ha indicado con anterioridad, una mayor información sobre el
aceite de oliva supone una gran ventaja de cara a este producto, para
informar a los consumidores sobre las diferentes clasificaciones del
mismo, sus beneficios y atributos. En cambio, una mayor competencia
siempre puede ser observada como un incentivo más para mejorar.
Respecto al aceite de oliva virgen extra ecológico, se alcanzó consenso
en considerar que las redes sociales son un canal eficaz y una de las
plataformas más adecuadas para incrementar su consumo e informar
sobre sus particularidades y atributos. Asimismo, los expertos señalan
que serán las entidades oleícolas de carácter ecológico las que harán un
mayor uso de estas herramientas. De estas manifestaciones, se
desprende la importancia de las redes sociales para el aceite de oliva
virgen extra ecológico.
En cómputo, del estudio Delphi se puede concluir que una mayor
penetración de las redes sociales en el sector oleícola y un mejor uso de las
mismas no pasaría inadvertido de cara al sector, solucionando parte de los
problemas a los que se enfrentan estas entidades, especialmente los
relacionados con la comercialización e información sobre los productos
(incluidos los de índole ecológica).
Posteriormente, se decidió analizar la situación actual de las
organizaciones oleícolas en las redes sociales, discriminando entre operadores
ecológicos y no ecológicos. Para ello, nos dirigimos directamente a las cuentas
que éstas mantienen en las redes sociales, al objeto de recoger las principales
estadísticas sobre el uso que estas organizaciones hacen de estas
herramientas. Los resultados obtenidos nos permiten proyectar las siguientes
afirmaciones:
Menos de la mitad de las organizaciones oleícolas analizadas en
Andalucía poseen cuentas en las redes sociales. En cambio, si nos
centramos en aquellos operadores que ofertan aceite de oliva virgen
extra ecológico la situación se revierte. Asimismo, en lo que respecta a
la presencia de sitio web, también se observa una destacada diferencia
entre ambos tipos de operadores. Dicho de otra forma, son los
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 220
operadores oleícolas ecológicos los que están más presentes en este
medio, a través de sitio web o con cuenta activa en las redes sociales.
Profundizando en lo referente a las redes sociales, se observa que
existen diferencias estadísticamente significativas en el grado de uso de
Facebook, entre operadores ecológicos y no ecológicos. Asimismo, en lo
que respecta al principal indicador de rendimiento de esta red social, es
decir, el número de ‘Me gusta’, también se mantienen tales diferencias.
De esta forma se puede concluir que son los operadores de aceite de
oliva virgen extra ecológico los que hacen un mayor uso Facebook y los
que obtienen un mayor rendimiento de esta red social.
Considerando la red social Twitter, nuevamente se obtienen diferencias
significativas en lo que respecta al número de publicaciones que
realizan, o en este caso, número de tweets. No obstante, en lo referente
al principal indicador de éxito de esta red social, denotada por la variable
seguidores, se obtiene que las diferencias encontradas no son
estadísticamente significativas. Por tanto, se concluye que son los
operadores ecológicos los que tienen una mayor actividad en Twitter,
aunque ésta no conlleva un mayor rendimiento en esta red social, en
comparación con los operadores que no incluyen aceite de oliva virgen
extra ecológico en su oferta.
La situación anterior nos lleva a considerar que la ausencia de
correlación entre un mayor número de publicaciones y un mayor
rendimiento, en el caso de la red social Twitter, se deba a una falta de
calidad o de atractivo de las mismas. Así pues, tras evaluar el número
de publicaciones que una vez realizadas en Twitter son compartidas o
añadidas a favoritos por el resto de usuarios, se obtiene que no existen
diferencias significativas entre ambos operadores. De esta forma, se
concluye que, aunque los operadores ecológicos realicen más
publicaciones en Twitter, éstas no generan un mayor atractivo para el
resto de usuarios que las publicaciones que realizan las entidades sin
oferta de ecológicos. Por tanto, se puede entender que una mayor
actividad en esta red social no es suficiente para aumentar de forma
notable el número de seguidores.
Del mismo modo, se decide extender esta comprobación a la red social
Facebook. En este caso, se utilizan como indicadores la ratio de
engagement o nivel de interacción y la puntuación otorgada por la
herramienta especializada LikeAlyzer, que revela el nivel de calidad de
la cuenta. Nuevamente se obtiene que no existen diferencias
estadísticamente significativas por tipo de operador. Es decir, pese a
que los operadores ecológicos presentan una mayor actividad y un
Capítulo 8. Conclusiones
Página 221
mayor número de ‘Me gusta’ en Facebook respecto a los no ecológicos,
no existen magnas diferencias en términos de calidad de la cuenta y el
grado de interacción que generan los comentarios.
En resumen, se puede concluir que son los operadores ecológicos los
más activos en las redes sociales. Asimismo, se muestra que a pesar de esta
mayor actividad, no existen diferencias significativas entre ambos tipos de
operadores oleícolas, en lo referente a la calidad de las publicaciones o del uso
de la cuenta, para las redes sociales analizadas. Del mismo modo,
consideramos que la discrepancia entre ambas redes sociales, Facebook y
Twitter, respecto a las diferencias existentes en los principales indicadores de
rendimiento según tipo de operador, se debe a las propias características de
cada red social. Esto es, a diferencia de Twitter, en Facebook están más
presentes los lazos de amistad y la vinculación personal con las cuentas a las
que se sigue, razón que explica que el número de ‘Me gusta’ varíe con
independencia de la actividad, calidad o uso de la cuenta.
Una vez observado que son las entidades oleícolas con oferta ecológica
las que hacen un mayor uso de estas herramientas sociales, nos dirigimos, a
través de un cuestionario estructurado a sus responsables con un doble
objetivo: conocer los recursos que estos operadores destinan a tal fin y, en
segundo lugar, compararlos con los que destinan los operadores ecológicos
vitivinícolas de la región de La Rioja, a menudo tomados como referencia en el
sector agroalimentario. Tales resultados recogidos en el quinto capítulo, se
sintetizan y se comentan a continuación:
En primer lugar, cabe señalar que los datos obtenidos para ambos
sectores son muy similares, no existiendo una clara posición de
superioridad de un sector con respecto a otro, aunque se vislumbra unos
mejores resultados para las entidades vitivinícolas, situación que se
confirmará en las conclusiones del capítulo posterior.
Por una parte, existe un claro convencimiento entre los encuestados
sobre el valor que las redes sociales puede aportar a sus organizaciones
y solo una quinta parte de los mismos considera justamente lo contrario.
Del mismo modo, también existe un claro convencimiento de que el uso
habitual de las redes sociales potencia el comercio electrónico. A pesar
de estas declaraciones, solamente en torno a la mitad de los
responsables y directivos de las organizaciones afirma impulsar el uso
de estas plataformas. Por tanto, son poco más de la mitad de los
operadores oleícolas ecológicos los que declaran realizar un uso
habitual de las redes sociales. Esta situación denota que, aunque se
percibe valor en estos medios, en multitud de casos no es suficiente
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 222
para que estas entidades y los responsables de las mismas decidan
apostar por ellos.
En cambio, en el caso de los operadores vitivinícolas, el porcentaje de
entidades que manifiesta hacer uso de estas herramientas se
incrementa considerablemente. Sin embargo, cabe señalar que en lo
que respecta al uso intraorganizacional de las redes sociales, son las
entidades oleícolas las que destacan, razón que puede deberse a una
mayor necesidad de comunicación, debido a que en estas
organizaciones predomina la forma jurídica de la sociedad cooperativa.
Asimismo, la mayoría de las entidades encuestadas reconoce la
importancia de contratar personal cualificado para gestionar las redes
sociales. En este sentido, la mayoría de las organizaciones oleícolas y
vitivinícolas que hacen un uso habitual de las redes sociales, gestionan
estas herramientas a través de personal interno. No obstante, en la
mayor parte de los casos, dicho personal carece de una formación a
nivel avanzado o experto sobre tales herramientas. Así pues, de nuevo
se observa una situación de contraste entre las creencias manifestadas
y la situación real que se da en las empresas.
Entre las razones que motivaron a las organizaciones a hacer uso de
estas plataformas, no se observan claras diferencias sectoriales. Por
tanto, en ambos colectivos se señala como principal motivo la propia
tendencia del mercado, seguida de lejos por una cuestión de estrategia
empresarial. Este resultado nos da pie a ratificar parte de las
conclusiones anteriores, es decir, las organizaciones perciben valor de
las redes sociales y de hecho apuestan por ellas, pero en la mayoría de
los casos el valor atribuido no es tan relevante para motivar a las
organizaciones con vistas a que sean dirigidas a una estrategia
empresarial.
Por otro lado, entre las organizaciones que no hacen uso de las redes
sociales, el principal motivo señalado, especialmente en los operadores
vitivinícolas, es considerar estas herramientas innecesarias para su
negocio. Asimismo, la mayoría de ellas no tiene pensado cambiar esta
postura. De esta forma, se van confirmando las opiniones de los
expertos en el estudio Delphi, que señalaban como principal hándicaps
hacia el uso de las redes sociales el desinterés y desconocimiento sobre
el potencial de estas herramientas.
Al igual que en el resto de estudios paralelos realizados, se confirma que
Facebook es la red social más utilizada, presente casi en la totalidad de
las entidades encuestadas, seguida de Twitter.
Capítulo 8. Conclusiones
Página 223
Atendiendo al uso que se realiza de las redes sociales, en el sector
oleícola la opción más señalada responde al contacto y la información a
clientes, seguidas del marketing de los productos. Estas opciones
también destacan en las entidades vitivinícolas. No obstante, se aprecia
que son las organizaciones de La Rioja las que en mayor medida
apuestan por utilizar estos medios con un fin de marketing y comercial. A
su vez, éstas también destacan en el control, medición, monitorización y
ejecución de actividades publicitarias en estos medios.
En definitiva, pese a que una amplia mayoría reconoce la utilidad de
estas herramientas y la necesidad de invertir en ellas, no se observa en el
grueso de las entidades encuestadas la presencia de una apuesta sólida hacia
estas plataformas. Asimismo, solamente la mitad de estas organizaciones
manifiesta haber notado algún cambio tras el uso de las redes sociales. Tales
resultados, nos llevan a plantear que existe, en términos generales, un
desconocimiento del potencial de las redes sociales, de sus posibles beneficios
y sus funcionalidades. Así pues, esta situación induce a su desuso o que se
usen de forma inadecuada, lo que impide aprovechar de forma íntegra sus
potencialidades.
Al objeto de profundizar y comparar de forma más precisa ambos
sectores, se procedió a realizar la técnica DEA. Con base en los resultados de
eficiencia obtenidos, recogidos en el capítulo séptimo, se extraen las siguientes
conclusiones:
Planteando un primer modelo de eficiencia general económica, se
observa una clara posición de superioridad del sector vitivinícola con
respecto al oleícola. Tal resultado confirma que son las organizaciones
riojanas las que aprovechan de forma más eficiente sus principales
inputs para obtener unos mejores resultados económicos. En términos
generales puede concluirse que el número de unidades eficientes es
reducido, existiendo un alto nivel de ineficiencia, especialmente si nos
centramos en las organizaciones andaluzas.
Tras una segunda fase de estudio DEA, al objeto de caracterizar los
anteriores niveles de eficiencia, se obtiene que son las entidades de la
Economía Social, especialmente sociedades cooperativas, las que
obtienen mejores índices. Esta situación puede quedar explicada por la
resistencia de tales entidades a situaciones de incertidumbre o
inestabilidad económica, que ven alterados en menor medida sus
resultados.
En un segundo modelo centrado en la situación de las entidades en las
redes sociales, los resultados alcanzados son levemente inferiores que
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 224
los obtenidos para el modelo anterior. Nuevamente, las entidades
vitivinícolas ecológicas superan a sus homólogas oleícolas, aunque en
esta ocasión la diferencia no es tan notable. Por tanto, se concluye que
a pesar de los esfuerzos que las entidades realizan en la publicación de
comentarios en las principales redes sociales, en la mayoría de los
casos los resultados no son los esperados, siendo reducido el número
de entidades que con un menor esfuerzo logra alcanzar una mayor
popularidad en estas plataformas.
Del mismo modo, tras una segunda etapa DEA se observa que la
mención de las redes sociales en el sitio web de la empresa está
relacionado con unos mejores índices de eficiencia, tanto en los
operadores oleícolas como vitivinícolas. Así pues, se señala esta opción
como un posible camino de mejora de la calidad en el uso de estas
plataformas.
Por otro lado, el resto de variables explicativas de los índices de
eficiencia (para el modelo centrado en las redes sociales), no son
coincidentes para ambos sectores, sino que se atribuyen a la casuística
de cada uno de ellos. Así pues, en el sector oleícola destaca como
variable explicativa de los índices de eficiencia el hecho de que las redes
sociales se gestionen a través de profesionales externos. En cambio, en
el sector vitivinícola, el nivel de eficiencia viene determinado por la
formación académica del responsable y la utilización de estos medios
para fines distintos al meramente informativo.
A la vista de estos resultados, queda puesto de manifiesto que el uso
que se realiza de los medios sociales dicta mucho de ser eficiente para la
amplia mayoría de las entidades encuestadas. En el sector vitivinícola de La
Rioja se confirma su superioridad en términos de eficiencia económica general
con respecto al sector oleícola, situación que también se traslada a los medios
sociales pero en una menor medida. Con base en tales resultados, intuimos
que el sector agroalimentario en general comparte tales deficiencias, teniendo
aún un largo camino por recorrer para aprovechar el uso de estos medios, que
sin duda están marcando un hito en la sociedad actual.
Como se ha comentado con anterioridad, en las entidades
agroalimentarias y, en especial, en las organizaciones oleícolas, la formula
cooperativa se encuentra muy presente. Este destacado peso nos lleva a
profundizar en el capítulo séptimo en este aspecto, extrayendo las siguientes
conclusiones:
En las organizaciones oleícolas y, especialmente, en las vitivinícolas,
ambas de carácter ecológico, se reduce considerablemente el número
Capítulo 8. Conclusiones
Página 225
de entidades pertenecientes a la Economía Social, lo que obliga a
proseguir el estudio solamente con las organizaciones oleícolas
ecológicas. Esta situación puede deberse a que son las entidades
capitalistas las que tienen un mayor perfil profesionalizado, siendo los
productos ecológicos una posible vía de diferenciación o como
estrategia empresarial.
Los resultados tras discriminar entre SCA y SAT y el resto de formas
jurídicas nos revelan que no existen grandes diferencias tecnológicas
entre ambos tipos de entidades, respecto a disponibilidad de sitio web,
compras a través de comercio electrónico y ventas a través de tiendas
virtuales. En cambio, si se tiene en consideración el uso habitual de las
redes sociales sí se aprecia una destacada diferencia entre estas
entidades. Por tanto, concluimos que esta diferencia se debe a la mayor
rigidez que caracteriza a las entidades cooperativas agrarias en la
integración y uso de las nuevas tecnologías. Dicho de otro modo, las
redes sociales son un fenómeno más actual que el resto de tecnologías
citadas, ya que han cobrado una mayor popularidad entre las
organizaciones durante los últimos años, de forma que las entidades
cooperativas, con estructuras más rígidas, no han tenido aún suficiente
tiempo para integrarlas, en el mismo nivel que el resto de entidades.
De forma más precisa, se obtiene que los rasgos que caracterizan a las
entidades de la Economía Social que hacen uso de estas herramientas
son aquellas que se relacionan con las siguientes variables: un mayor
nivel de facturación, una menor edad del responsable y la apuesta por
los mercados electrónicos.
En resumen, todos estos resultados nos llevan a alcanzar los objetivos y
aceptar las hipótesis que se habían planteado de partida. De esta forma, se
acepta la tesis que defiende que: existen deficiencias en el uso actual y la
implantación de las redes sociales en el sector oleícola, aunque son un camino
de futuro para el sector y, en especial, para las entidades de carácter
ecológico.
8.2. LIMITACIONES
Llegados a este punto, cabe mencionar que este trabajo no está exento
de limitaciones. A continuación exponemos las principales consideraciones a
tener en cuenta para interpretar de forma adecuada los resultados y las
conclusiones alcanzadas.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 226
En primer lugar, la investigación efectuada analiza el sector oleícola
tomando como referencia la comunidad autónoma de Andalucía, que aunque
acapara el grueso de las entidades oleícolas a nivel nacional, no permite
generalizar los resultados obtenidos para toda España. Esta misma
consideración debe ser asumida cuando se hace referencia al sector
vitivinícola, ya que el estudio se centra solamente en la región de La Rioja.
Por otro lado, pese a que se ha realizado una exhaustiva búsqueda de
las cuentas en redes sociales en las que las organizaciones poseen cuentas
activas, resulta imposible garantizar que se ha podido acceder a todas ellas. De
hecho, es muy probable que los responsables de las mismas mantengan
actividad en estos medios a través de cuentas privadas o que no responden a
la razón social, logotipo o marca registrada del producto representado.
En último lugar, debemos señalar que junto con el error muestral, es
preciso tener en cuenta el error que se deriva de los resultados obtenidos de
las encuestas y que atañe a la veracidad de los datos. Lejos de poner en duda
la sinceridad de los encuestados, señalamos las creencias erróneas o el
desconocimiento en determinadas materias muy concretas, como las que aquí
se están abordando.
8.3. FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN
Para finalizar, dada la importancia y actualidad de los temas tratados,
consideramos necesario plantear futuras líneas de investigación que
profundicen en el estudio de la evolución y tendencia de las redes sociales en
el ámbito ecológico, así como en otros temas relacionados. A tal fin,
exponemos a continuación diferentes propuestas que enjuiciamos pueden ser
de interés para abordarlas en un futuro:
Analizar las categorías de productos ecológicos que tienen un mayor
seguimiento en las redes sociales e identificar los factores explicativos
de esta situación.
Estudiar las redes sociales como un canal de comunicación para
impulsar una conducta respetuosa con el medio ambiente, o en otros
ámbitos, como en materia de igualdad racial y de género.
Evaluar el impacto y la difusión de las redes sociales en la cadena de
mandos y la estructura organizacional de las empresas.
Página 227
CONCLUSIONS
The above review of the current situation shows the potential that social
networks hold for businesses, owing to their increasing penetration and
importance in society. The present work focuses on the opportunity that these
technologies offer the organic produce sector, a market which is also expanding
and which offers a major route for local and commercial development but
suffers from serious problems that have hindered its development in countries
such as Spain.
To address the proposed objective, the following methods were used:
Firstly, as the starting point, a Delphi study was conducted to cast light
on the effects and consequences of the social networks for the olive oil sector.
After consulting the experts, the results and the conclusions drawn may be
summarised as follows:
A large majority of the experts consulted assert that the social network
presence of olive oil generates value for this product. This result reveals
that the importance of these tools extends to the specific case of olive oil.
Nevertheless, there was no consensus on the degree of penetration of
the social networks in the olive oil sector for the year 2016, although the
option indicated most often was that it would be high. It should also be
noted that none of the panellists considered that the degree of
penetration would be very low. Consequently, the results would appear
to indicate that the social network presence of this sector will increase to
the same extent as in recent years.
The experts agreed in considering Facebook and Twitter the social
networks that are best suited to olive oil from a business point of view.
Other social networks such as LinkedIn, Instagram, Flickr and Pinterest
were also mentioned. In this respect, various experts pointed out that
social networks related to images can be of benefit to this sector.
Consequently, it may be concluded that the social networks which are
currently most popular are appropriate for this sector and may be
considered the most fruitful.
Of the different business functions that can benefit most from greater
penetration of these tools among olive oil companies, the experts
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 228
unanimously pointed to the marketing function. This was followed by
customer care and communication, which were both supported by 90%
of the panellists. In contrast, the least-mentioned functions were product
and service development, market research and human capital. From this
point of view, the lack of information that is one of the Achilles’ heels of
this product can be remedied by communication and by the commercial
information that can be conveyed through this medium.
Of the different social network tactics suggested to the experts, the
consensus was that the three most effective were: generating quality
content and user participation; creating and sharing multimedia content
about the products; and publicising promotions, discounts and events.
Based on these results, it is particularly important to pay special attention
to the contents published on these platforms, the degree of interaction
they generate, and the need to associate them with the products offered
and to arouse the interest of the users that find them through offers and
advertising ploys.
The factors considered most relevant for greater use of social networks
include the need for more training in the use of these tools. The most
important handicaps are associated with unawareness of their potential,
lack of interest and not obtaining advice. From this point of view, the
results indicate that the olive oil sector operators underestimate the
potential of social networks, so more training in these tools would lead to
a definite increase in the use made of them.
The advantages that the experts point to as most probable are those
related to greater information on the products, and spreading the culture
of olive oil. The most probable drawback is associated with greater
competitive pressure. As already mentioned, more information on olive
oil, telling consumers about the different classes of oil and their benefits
and attributes, would be of great advantage to this product. Equally,
more competition can also be seen as further incentive to improve.
With regard to organic extra virgin olive oil, the consensus reached was
that social networks are an efficient channel and one of the most suitable
platforms for increasing its consumption and informing about its particular
features and attributes. The experts also noted that it would be the
organic oil companies that would make the greatest use of these tools.
From these statements, it is clear that the social networks are important
for organic extra virgin olive oil.
From the Delphi study data it may be concluded that greater penetration
of the social networks in the olive oil sector and a better use of these networks
Conclusions
Página 229
would not go unnoticed in the sector and would solve some of the problems that
companies in the sector face, particularly those related to marketing and
product information (including organic products).
It was then decided to examine the current situation of olive oil
companies in the social networks, distinguishing between organic and non-
organic operators. For this purpose, these companies’ social network accounts
were examined directly in order to collect the main statistics on the use they
make of these tools. The results permit the following statements to be ventured:
Fewer than half of the Andalusian olive oil sector companies possessed
social network accounts. However, the proportion was reversed in the
case of those that offered organic extra virgin olive oil for sale. As
regards a website presence, again there was a notable difference
between the two types of operator. In other words, organic olive oil
operators were those with the greatest presence in this medium through
a website or an active social network account.
Delving more deeply into the subject of social networks, statistically
significant differences between organic and non-organic operators were
observed in the degree of Facebook use. Furthermore, these differences
were maintained in the number of Likes, the main performance indicator
in this social network. Consequently, it may be concluded that organic
extra virgin olive oil companies are the operators that make most use of
Facebook and obtain the best results from this social network.
In relation to Twitter, significant differences were again found as regards
the number of messages (in this case tweets) posted. However, the
differences were not statistically significant as regards the followers
variable, the main indicator of success in this social network. It was
concluded, therefore, that while it is the organic operators that are most
active on Twitter, this does not mean that they perform better in this
social network than operators whose products do not include organic
extra virgin olive oil.
The above situation raises the question of whether the lack of correlation
between a higher number of publications and better performance, on
Twitter, is due to a lack of quality or attractiveness of the messages
posted. On assessing the number of messages posted on Twitter that
were shared (retweeted) or added to favourites by other users, it was
found that there were no significant differences between the two types of
operator. It was therefore concluded that although the organic operators
post more tweets, these do not exert a greater attraction for other users
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 230
than those posted by companies that do not sell organic olive oil.
Consequently, it may be concluded that greater activity in this social
network does not suffice to increase the number of followers to any great
degree.
It was decided to extend this check to Facebook. Here, the indicators
used were the engagement ratio or level of interaction and the score
calculated by the specialist tool LikeAlyzer, which reveals the level of
quality of the account. Again, it was found that there were no statistically
significant differences between the two types of operator. In other words,
although the organic operators were more active and achieved a higher
number of Likes in Facebook compared to the non-organic operators,
there were no great differences in terms of the quality of the account and
the degree of interaction that the comments generated.
To summarise, it may be concluded that organic operators are more
active in the social networks. This study has also shown that despite this, the
two types of olive oil sector operator do not differ significantly in the quality of
their publications or of their use of their accounts with the social networks
analysed. In the same way, the discrepancy between the two social networks
(Facebook and Twitter) as regards differences in the main indicators of
performance by type of operator may be considered to be due to the
characteristics of each of these social networks: unlike Twitter, Facebook is
associated more with bonds of friendship and personal ties with the accounts
being followed, which explains why the number of Likes varies irrespective of
the activity, quality or use of the account.
Having noted that the oil sector organisations that offer organic products
are those that make greater use of the social networks, a structured
questionnaire was addressed to the managers of these organisations. It had
two objectives: to ascertain the resources that these operators devote to this
purpose and to compare them with those devoted to the same purpose by
organic wine operators in the La Rioja region, often considered a benchmark for
the agri-food sector. The results, discussed in the fifth chapter, are summarised
and commented on here below:
Firstly, the data for the two sectors are very similar and there is no clear
superiority of one over another, although there are hints that the wine
companies achieve better results. This is confirmed in the conclusions of
the subsequent chapter.
Secondly, among the managers surveyed there was a clear conviction of
the value of the social networks for their organisations, and only a fifth
Conclusions
Página 231
considered the contrary. In the same way, there was a clear conviction
that habitual use of the social networks boosts electronic business.
Despite these statements, only about half of the heads and managers of
the organic olive oil enterprises surveyed said that they promote the use
of these platforms and only slightly over half of them stated that they
make habitual use of the social networks. This situation means that
although they perceive these media as having value, in many cases it is
not sufficient for the organisations and their managers to become
committed to them.
In contrast, the percentage of the wine companies that stated that they
use these tools was considerably higher. Nevertheless, it should be
noted that it is the olive oil companies that stand out for the intra-
organisation use of social networks. This could be due to their having a
greater need for communication because the predominant legal form of
these organisations is that of a cooperative.
The majority of the organisations surveyed recognised the importance of
hiring qualified personnel to manage the social networks. In most of the
oil and wine companies that habitually use social networks, these are
managed in-house. However, the personnel employed in these tasks
mostly lacks advanced or expert training in these tools, demonstrating
once again the contrast between stated beliefs and the real situation in
these companies.
No clear sector differences were found in the reasons that led companies
to use these platforms. Both groups pointed to market trends as the main
motive, followed at a distance by business strategy. This result supports
part of the previous conclusions. In other words, organisations perceive
that the social networks have value and, indeed, support their use, but in
most cases the value attributed to them is not sufficient to motivate the
organisation to direct them towards a business strategy.
Among the organisations that do not use social networks, the main
reason given, particularly amongst the wine operators, was that they did
not consider these tools necessary for their business. The majority that
take this stance have no intention of varying it. This confirms the opinions
expressed by the experts in the Delphi study, who pointed to lack of
interest and of awareness of the social networks’ potential as the main
handicaps impeding the use of these tools.
As in the other parallel studies, this survey confirmed that Facebook is
the social network most often used by almost all the companies
surveyed, followed by Twitter.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 232
With regard to the use of social networks, in the olive oil sector the option
most often chosen was contact with and information for clients, followed
by product marketing. These options were also prominent among the
wine companies. However, the Riojan companies were more committed
to using these media for marketing and sales purposes. They also stood
out for controlling, measuring and monitoring social network use and for
publicity activities in these media.
In short, although a large majority recognised the usefulness of these
tools and the need to invest in them, solid backing for their use was not
observed in the bulk of the companies surveyed. Also, only half these
organisations stated that they had noticed some change since starting to use
the social networks. These results suggest that, generally speaking, there is a
lack of knowledge of the potential of social networks, their possible benefits and
their functionalities. This situation leads to not using them or using them
inadequately, which means that companies cannot take advantage of their full
potential.
To investigate the two sectors in greater depth and compare them with
greater precision, the DEA method was then used. Based on the efficiency
results obtained, which are discussed in chapter 7, the following conclusions
were drawn:
With the proposed first model of general economic efficiency, the wine
sector was clearly superior to the olive oil sector. This result confirmed
that it was the Riojan companies that used their main inputs more
efficiently to achieve better economic results. In general, it may be
concluded that the number of efficient units is low and there is a high
level of inefficiency, particularly among the Andalusian organisations.
The second phase of the DEA study, which aimed to characterise the
efficiency levels measured, found the best indices among the social
economy organisations, particularly cooperatives. This could be
explained by the these organisations’ resilience in situations of
uncertainty or economic instability, which affect their balance sheets to a
lesser extent than in other companies.
The second model focused on the situation of the companies in the
social networks. The results were slightly inferior to those obtained in the
previous model. Again, the organic wine companies did better than their
counterparts in the olive oil sector, although this time the difference was
not so great. Consequently, it was concluded that despite the efforts that
companies make to post comments on the main social networks, in most
Conclusions
Página 233
cases they do not achieve the desired results, as the number of
companies that achieve greater popularity in these platforms with less
effort are few in number.
In the same way, following the second stage of DEA it was observed that
mentions of social networks on company websites were related to higher
efficiency indices for both the olive oil and the wine sector operators.
Consequently, this option may be noted as a possible way to improve the
quality of use of these platforms.
The other explanatory variables in the efficiency indices (for the model
that focused on social networks) did not coincide in the two sectors.
Instead, they were attributed to the individual characteristics of each. In
the olive oil sector, managing social networks through external
professionals stood out as an explanatory variable of the efficiency
indices. In the wine sector, the level of efficiency was decided by the
educational background of the manager and the use of these media for
other purposes besides mere information.
In view of these results, it is evident that most of the companies surveyed
are far from efficient in their use of the social media. This study has confirmed
the superiority of La Rioja wine sector over the olive oil sector in terms of
general economic efficiency. The same situation also applies in the social
media, although to a lesser extent. Based on these results, it may be ventured
that the agri-food sector in general shares these deficiencies and still has a long
way to go before it makes full use of social media, which undoubtedly constitute
a milestone in today’s society.
As previously commented, a high proportion of agrifood companies,
particularly olive oil companies, are cooperatives. Their considerable weight
prompted a deeper investigation of this aspect in chapter 7, leading to the
following conclusions:
In the organic olive oil sector and particularly in the organic wine sector,
the number of social economy organisations is considerably lower,
making it necessary to continue the study only with the organic olive oil
enterprises. This could be because capital-based companies present a
more professionalised profile and organic products are a possible form of
differentiation or a business strategy.
On distinguishing between SCA (Andalusian cooperatives) and SAT
(agricultural partnerships) – social economy enterprises – and all other
forms of company, no major technological differences were found in the
availability of a website, purchasing by electronic means or sales through
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 234
online shops. In contrast, there was a considerable difference between
the two types of enterprise regarding the habitual use of social networks.
It was concluded that this difference is due to the greater rigidity of
farming cooperatives in terms of adopting and using new technologies. In
other words, the social networks are a newer phenomenon than the other
technologies cited and have only become more popular among
organisations in recent years, so cooperatives with a more rigid structure
have not yet had enough time to adopt them to the same extent as other
companies.
More precisely, it was found that the features which characterise the
social economy organisations that use these tools are those related to
the following variables: higher sales, lower age of the manager and
commitment to electronic markets.
To summarise, all these results have achieved the objectives and
confirmed the initial hypothesis. The thesis that there are deficiencies in the
current use of social networks and in their adoption by olive oil operators, even
though they are a way forward for the sector, particularly for organic
enterprises, can therefore be accepted.
Página 235
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Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 266
Página 267
ANEXOS
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 268
Anexos
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ANEXO 1
MIEMBROS DEL PANEL DE EXPERTOS EN EL ESTUDIO DELPHI
EXPERTO RESEÑA DE COMPETENCIAS Y CAPACIDADES
Guadalupe Orea Vega
Ingeniero agrónomo. Coordinadora y docente del Máster de RSC de la Universidad Politécnica de Valencia. Responsable de la gestión de las redes sociales en el máster
Isabel Ortiz Tavado Licenciada en ADE. Co-fundadora y directora ejecutiva de Mumumío, empresa online comercializadora de alimentación artesanal, ecológica y gourmet.
Rafael Domínguez Villalón
Informático, consultor de negocios en Palma Japón Consulting. Especializado en las nuevas tecnologías y la Web 2.0.
Jesús Manuel García Muñoz
Ingeniero informático. Co-fundador, desarrollador web y administrador de sistemas en Delirium Coder.
Víctor Rodríguez Lledó
Ingeniero informático. Co-fundador, desarrollador Frontend y diseñador UX en Delirium Coder.
Marián Campra García de Viguera
Licenciada en Comunicación. Directora de Gabinetes de Comunicación. Jefa de prensa de la Asociación de Peritos y Tasadores Judiciales de Andalucía.
Jesús de la Torre Cobo
Tecnólogo, responsable técnico y fundador de Deikoo Smart Devices (TAOSpain Interactive).
Cristóbal José Carmona del Jesús
Doctor en Informática. Docente e investigador de la Universidad de Burgos y director ejecutivo de OrOliveSur.
Cristina Aparicio Barroso
Consultora de marketing e investigación de mercados. Social Media Manager, especializada en comunicación digital.
Miguel Ángel Arroyo Ortega
Ingeniero informático. Especializado en las nuevas tecnologías. Desarrollador de software en BeBanjo.
Erasmo Isidro López Becerra
Maestría en marketing agroalimentario. Doctorando en la Universidad Politécnica de Cartagena. Experto en redes sociales y empresas agrarias.
Enrique Silvestre Esteve
Licenciado en ADE. Profesor asociado en la Universidad Politécnica de Valencia. Imparte en CEGEA el curso de Internet y comercio electrónico en el sector agroalimentario.
Narciso Arcas Lario Ingeniero Agrónomo. Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales. Especializado en Economía Social, marketing, TIC y cooperativismo agroalimentario.
Gabriel García Martínez
Ingeniero Agrónomo. Doctor en Economía Agroalimentaria. Director del Máster en RSC de la Universidad Politécnica de Valencia.
Cristina Ordoñez Ballesteros
Licenciada en Derecho. Especialista en emprendimiento, TIC, redes sociales y comunicación.
Jorge Delgado García
Doctor en Ciencias Geológicas. Vicerrector de Planificación, Calidad, Responsabilidad Social y Comunicación en la Universidad de Jaén
Capilla de la Chica Cobo
Licenciada en Derecho. Gerente en Fortalezas Formación Consultoría y Editorial. Especialista en formación profesional y redes sociales.
Francisco Alcón Provencio
Doctor Ingeniero Agrónomo. Experto en las TIC y su implantación en el sector agroalimentario.
María Ángeles Fernández Zamudio
Doctora Ingeniera Agrónoma. Especialista en comercio electrónico, TIC y sector agroalimentario.
Francisco José Torres Ruíz
Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales. Experto en marketing e investigación de mercados. Coordinador y docente del Máster Universitario en Olivar y Aceite de Oliva.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 270
Anexos
Página 271
ANEXO 2
CARTA DE PRESENTACIÓN DE LA PRIMERA CIRCULACIÓN
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 272
Anexos
Página 273
ANEXO 3
CUESTIONARIO DE LA PRIMERA CIRCULACIÓN
Formulario de Control
Nombre y apellidos: Haga clic aquí para escribir texto.
Formación: Haga clic aquí para escribir texto.
Cargo actual: Haga clic aquí para escribir texto.
¿Pose cuentas activas en redes sociales? ☐ SI ☐ NO
- --------------------------------------------------------------------------------
Autoevaluación de conocimientos y competencias en redes sociales:
Me considero experto en este tema
Tengo un amplio nivel de conocimiento sobre esta materia
Tengo un nivel de conocimiento estándar sobre esta materia
Poseo un mayor nivel de conocimiento de carácter: ☐ Empírico
☐ Teórico
Pregunta 1. ¿Considera que la presencia del aceite de oliva en las redes sociales genera valor a este producto de cara al consumidor?
☐ Si
☐ No
Pregunta 2. Señale qué redes sociales virtuales se ajustarán mejor, desde un punto de vista empresarial, al aceite de oliva:
☐ Otras redes sociales
Si considera otras distintas, por favor indíquelas a continuación:
Haga clic aquí para escribir texto.
Pregunta 3. De aquí a 2016, cómo cree que será la penetración de las redes sociales en el tejido empresarial del sector oleícola (Muy baja, Baja, Alta; Muy alta).
Elija un elemento.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 274
Pregunta 4. Valore de 1 a 4 (siendo 1: nada relevante y 4: muy relevante) los siguientes factores, según su importancia para la penetración de las redes sociales online en el sector oleícola.
Elija un elemento. Presiones del entorno.
Elija un elemento. Aumento de su utilidad percibida.
Elija un elemento. Mejora de la seguridad y de la política de privacidad de las redes sociales online.
Elija un elemento. Presencia de un plan de actuación y de ayuda público fomentando el uso de las redes sociales.
Elija un elemento. Mayor formación en herramientas sociales.
Elija un elemento. Temor a una disminución de las ventas por no tener presencia en estas herramientas sociales.
Elija un elemento. Otro distinto. Indique cuál: Haga clic aquí para escribir texto.
Pregunta 5. Valore de 1 a 4 (siendo 1: nada relevante y 4: muy relevante) los siguientes factores, como frenos de una mayor penetración de las redes sociales en el sector oleícola.
Elija un elemento. Ausencia de profesionales de social media en el sector.
Elija un elemento. Desconocimiento del potencial de estas herramientas.
Elija un elemento. Falta de recursos económicos.
Elija un elemento. Limitaciones tecnológicas.
Elija un elemento. Desinterés y falta de asesoramiento.
Elija un elemento. Falta de tiempo y de personal.
Elija un elemento. Producto no adecuado para ser promocionado en las redes sociales.
Elija un elemento. Otro distinto. Indique cuál: Haga clic aquí para escribir texto.
Pregunta 6. ¿En qué funciones empresariales considera que el uso de las redes sociales online pueden aportar un mayor grado de utilidad a las empresas oleícolas? Señale las tres opciones que considere más relevantes.
☐ Comunicación
☐ Capital humano (relaciones laborales, contratación, motivación…)
☐ Marketing (publicidad, ventas, imagen…).
☐ Atención al cliente (información, servicio post-venta…)
☐ Investigación de mercados
☐ Desarrollo de productos y servicios
Anexos
Página 275
Pregunta 7. Valore de 1 a 4 (siendo 1: nada probable y 4: muy probable) las ventajas que supondrá una mayor penetración de las redes sociales en el sector del aceite de oliva.
Elija un elemento. Mayor información a los usuarios para conocer e identificar los diferentes tipos de aceite de oliva y sus características.
Elija un elemento. Mayor asociacionismo dentro del sector oleícola.
Elija un elemento. Mayor vinculación entre productores y envasadores.
Elija un elemento. Mayor concienciación sobre las propias carencias y limitaciones del sector oleícola.
Elija un elemento. Mayor implicación de los productores de aceite de oliva en los mercados finales.
Elija un elemento. Mayor comunicación y difusión de la cultura olivarera fuera del área mediterránea.
Elija un elemento. Mayor notoriedad del aceite de oliva en el mercado.
Elija un elemento. Otra distinta. Indique cuál: Haga clic aquí para escribir texto.
Pregunta 8. Valore de 1 a 4 (siendo 1: nada probable y 4: muy probable) la posibilidad de que se produzcan los siguientes inconvenientes, como resultado de una mayor penetración de las redes sociales en el sector del aceite de oliva.
Elija un elemento. Aumento de la presión competitiva.
Elija un elemento. Democratización de la organización (Aumento de poder de los grupos de interés de la empresa).
Elija un elemento. Problemas de privacidad y filtración de información.
Elija un elemento. Probabilidad de dañar la imagen de la marca o de la empresa.
Elija un elemento. Desajustes con la cultura organizativa de la empresa.
Elija un elemento. Problemas técnicos en la implantación de estas herramientas.
Elija un elemento. Otra distinta. Indique cuál: Haga clic aquí para escribir texto.
Pregunta 9. Valore de 1 a 4 (siendo 1: en total desacuerdo y 4: en total acuerdo) según su nivel de acuerdo con las siguientes afirmaciones:
Elija un elemento. Las redes sociales son una herramienta eficaz para publicitar e informar sobre los atributos del aceite de oliva virgen extra ecológico.
Elija un elemento. Las redes sociales en Internet son la plataforma más adecuada para potenciar el consumo de aceite de oliva virgen extra ecológico.
Elija un elemento. Las empresas oleícolas con oferta ecológica harán un mayor uso que las no ecológicas de las redes sociales online.
Elija un elemento. Las redes sociales son un canal eficaz para implementar un comportamiento medioambiental sostenible en el sector oleícola.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
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Pregunta 10. ¿Qué tácticas cree usted más efectivas para fomentar el aceite de oliva ecológico a través de las redes sociales en Internet? Señale las tres opciones que considere más relevantes.
☐ Creación de landing page (enlaces a la website de la empresa).
☐ Compra de seguidores, fans y likes (‘Me gusta’).
☐ Publicación de promociones, descuentos y eventos.
☐ Crear y compartir contenidos multimedia sobre los productos.
☐ Realizar campañas publicitarias con personas populares y de actualidad.
☐ Generar contenido de calidad y hacer participar a los usuarios.
Anexos
Página 277
ANEXO 4
CARTA DE PRESENTACIÓN DE LA SEGUNDA CIRCULACIÓN
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 278
Anexos
Página 279
ANEXO 5
CUESTIONARIO DE LA SEGUNDA CIRCULACIÓN
1. En relación al planteamiento:
Resultados obtenidos para el total del panel de expertos
A la vista de los resultados obtenidos, ¿desea modificar su respuesta anterior? En caso afirmativo indique aquí su nueva respuesta:
☐ Muy baja ☐ Baja ☐ Alta ☐ Muy alta
2. Con relación a la relevancia de distintos factores para lograr una mayor penetración de las redes sociales online en el sector oleícola, los resultados fueron:
Ítems (1: nada relevante y 4: muy relevante)
Mediana obtenida
Su respuesta
anterior fue:
Deseo cambiar mi respuesta:
Mayor formación en herramientas sociales.
4
Temor a una disminución de las ventas por no tener presencia en estas herramientas sociales.
3
Aumento de su utilidad percibida. 3
Presiones del entorno. 3
Mejora de la seguridad y de la política de privacidad de las redes sociales online.
3
Presencia de un plan de actuación y de ayuda público fomentando el uso de las redes sociales.
2
Nombre y apellidos:
Su respuesta anterior fue:
☐ Muy alta
☐ Alta
☐ Baja
☐ Muy baja
¿Cómo será la penetración de las redes sociales en el tejido empresarial
del sector oleícola de aquí a 2016?
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
Página 280
Si lo juzga necesario, justifique, en su caso, las razones por las que se encuentra en discrepancia con el resultado obtenido:
3. Con relación a la relevancia de distintos factores como freno de una mayor penetración de las redes sociales online en el sector oleícola, los resultados fueron:
Ítems (1: nada relevante y 4: muy relevante)
Mediana obtenida
Su respuesta
anterior fue:
Deseo cambiar mi respuesta:
Desconocimiento del potencial de estas herramientas.
4
Desinterés y falta de asesoramiento. 4
Falta de tiempo y de personal. 3
Ausencia de profesionales de social media en el sector.
3
Falta de recursos económicos. 2
Limitaciones tecnológicas. 2
Producto no adecuado para ser promocionado en las redes sociales.
1
Si lo juzga necesario, justifique, en su caso, las razones por las que se encuentra en discrepancia con el resultado obtenido:
4. En lo que respecta a la probabilidad de ocurrencia de los siguientes factores, como ventajas de una mayor penetración de las redes sociales online en el sector oleícola, los resultados obtenidos fueron:
Ítems (1: nada probable y 4: muy probable)
Mediana obtenida
Su respuesta
anterior fue:
Deseo cambiar mi respuesta:
Mayor notoriedad del aceite de oliva en el mercado.
4
Mayor información a los usuarios para conocer e identificar los diferentes tipos de aceite de oliva y sus características.
4
Mayor comunicación y difusión de la cultura olivarera fuera del área mediterránea.
4
Mayor implicación de los productores de aceite de oliva en los mercados finales.
3
Mayor concienciación sobre las propias carencias y limitaciones del sector oleícola.
2
Mayor vinculación entre productores y envasadores.
2
Mayor asociacionismo dentro del sector oleícola.
2
Anexos
Página 281
Si lo juzga necesario, justifique, en su caso, las razones por las que se encuentra en discrepancia con el resultado obtenido:
5. Respecto a la probabilidad de ocurrencia de los siguientes factores, como inconvenientes de una mayor penetración de las redes sociales online en el sector oleícola, se obtuvieron los siguientes resultados:
Ítems (1: nada probable y 4: muy probable)
Mediana obtenida
Su respuesta
anterior fue:
Deseo cambiar mi respuesta:
Aumento de la presión competitiva. 3
Democratización de la organización (Aumento de poder de los grupos de interés de la empresa).
2
Probabilidad de dañar la imagen de la marca o de la empresa.
2
Problemas técnicos en la implantación de estas herramientas.
2
Desajustes con la cultura organizativa de la empresa.
1
Problemas de privacidad y filtración de información.
1
Si lo juzga necesario, justifique, en su caso, las razones por las que se encuentra en discrepancia con el resultado obtenido:
6. En lo que respecta al grado de acuerdo o desacuerdo con las siguientes afirmaciones, se obtuvieron los siguientes resultados:
Ítems (1: total desacuerdo y 4: total acuerdo)
Mediana obtenida
Su respuesta
anterior fue:
Deseo cambiar mi respuesta:
Las redes sociales son una herramienta eficaz para publicitar e informar sobre los atributos del aceite de oliva virgen extra ecológico.
4
Las redes sociales en Internet son la plataforma más adecuada para potenciar el consumo de aceite de oliva virgen extra ecológico.
3
Las redes sociales son un canal eficaz para implementar un comportamiento medioambiental sostenible en el sector oleícola.
3
Las empresas oleícolas con oferta ecológica harán un mayor uso que las no ecológicas de las redes sociales online.
3
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
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Si lo juzga necesario, justifique, en su caso, las razones por las que se encuentra en discrepancia con el resultado obtenido:
7. Con relación a tres tácticas consideradas como más relevantes para fomentar el aceite de oliva ecológico a través de las redes sociales en Internet, se obtuvieron los siguientes resultados:
Orden Ítems Porcentaje de expertos
que seleccionó cada opción
Deseo cambiar el orden
1 Generar contenido de calidad y hacer participar a los usuarios.
100,00%
2 Crear y compartir contenidos multimedia sobre los productos.
75,00%
3 Publicación de promociones, descuentos y eventos.
70,00%
4 Realizar campañas publicitarias con personas populares y de actualidad.
45,00%
5 Creación de landing page (enlaces a la website de la empresa).
25,00%
6 Compra de seguidores, fans y likes (‘Me gusta’).
5,00%
A la vista de los resultados obtenidos, ¿está de acuerdo en considerar las tres primeras tácticas anteriores las más relevantes?
☐ Sí
☐ No. En este caso, por favor, señale en la tabla el orden que usted
considere relevante, numerando las filas de 1 a 6.
Anexos
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ANEXO 6
ENCUESTA DIRIGIDA A OPERADORES OLEÍCOLAS ECOLÓGICOS126
126 El cuestionario dirigido a operadores vitivinícolas es idéntico en trasfondo, aunque incluye pequeñas modificaciones de forma para el correcto tratamiento de estas entidades.
Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
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Anexos
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Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
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Anexos
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Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
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Anexos
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Las redes sociales como oportunidad de comercialización de los productos ecológicos
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Anexos
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