Facultad de Geografía e Historia TESIS DOCTORAL · Facultad de Geografía e Historia Departamento...

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Facultad de Geografía e Historia Departamento de Historia Medieval, Moderna y Contemporánea TESIS DOCTORAL TÓPICOS Y CONTINUIDADES EN EL DISCURSO SOBRE LA EXPANSIÓN Y EN LA REAFIRMACIÓN DE LA MONARQUÍA CASTELLANA (SIGLOS XII Y XIII): UNA PROPUESTA DE ANÁLISIS DE LA CRONÍSTICA EN LA RECONQUISTA Autor: Raimundo Meneghello Matte Directores: Dr. José Luis Martín Martín Dr. Diego Melo Carrasco (U. de Salamanca) (U. Adolfo Ibáñez) Salamanca, 2015

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  • Facultad de Geografa e Historia Departamento de Historia Medieval, Moderna y Contempornea

    TESIS DOCTORAL

    TPICOS Y CONTINUIDADES EN EL DISCURSO SOBRE LA EXPANSIN

    Y EN LA REAFIRMACIN DE LA MONARQUA CASTELLANA

    (SIGLOS XII Y XIII):

    UNA PROPUESTA DE ANLISIS DE LA CRONSTICA EN LA

    RECONQUISTA

    Autor:

    Raimundo Meneghello Matte

    Directores:

    Dr. Jos Luis Martn Martn Dr. Diego Melo Carrasco

    (U. de Salamanca) (U. Adolfo Ibez)

    Salamanca, 2015

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    A Consuelo que comenz junto a m este camino.

    A Leonor que lleg al final para darle sentido a todo.

  • 3

    Prefacio y Agradecimientos

    Cuando el 2008 inici mis estudios doctorales, jams dimension el enorme

    compromiso que estaba adquiriendo. No se trataba solamente de la confeccin de una tesis

    (la que demor mucho ms de lo que plane en un principio) sino el reconocerme como

    devoto a una disciplina y una temtica, no siempre grata, pero siempre gratificante.

    A lo largo de estos aos han existido muchos sinsabores y desventuras, as como

    momentos de felicidad y de logros. En especial por la dificultad de compaginar este

    trabajo con la vida familiar y profesional y todo ello sumado a las dificultades de trabajar

    desde un pas muy alejado de las fuentes, bibliotecas y archivos espaoles. Pero todo ello

    confluy para el logro de este producto de la globalizacin, una tesis sobe la Castilla

    Medieval escrita por un chileno con apellido italiano.

    Al llegar al final de este camino son muchas las personas a las cuales debo mi

    reconocimiento, por su gua, consejos o simplemente por estar ah.

    En primer lugar, al Dr. Jos Luis Martn que desde un principio estuvo dispuesto a

    guiar esta tesis, aun cuando no era ms que una idea muy alejada de lo que ahora es, y yo

    apenas un estudiante de posgrado al que acababa de conocer. A Diego Melo, un amigo

    que se comprometi en el momento ms oportuno y dio todo de s en forma totalmente

    desinteresada. Ambos, mis Directores, fueron quienes dedicadamente orientaron y

    revisaron este trabajo una y otra vez y me tuvieron una infinita paciencia para corregirme

    y levantarme en cada uno de mis tropiezos. A ngel Gordo, que siempre estuvo presto a

    extenderme su mano y darme sus consejos y palabras de apoyo. A talo Fuentes, de quien

    aprend ese extrao amor a la Edad Media.

    No puedo dejar de agradecer a Francisco Belmar y a Mathias Mellado, quienes

    tuvieron el ingrato trabajo de hacer las transcripciones y pasar en limpio miles de fichas,

    un trabajo lento y tedioso, pero que supieron hacer con meticulosidad y compromiso.

    Tambin existen otros tantos que de forma consciente o no fueron claves para la

    culminacin de este trabajo. El personal de la biblioteca de la Universidad de Salamanca y

    tantos profesores con los que intercambi opiniones y recib consejos.

    Por ltimo a mi familia, en especial a mis padres, que siempre han credo en m y que

    sin ellos no sera la persona que soy.

    A todos ellos mis ms profundas gratitudes, puesto que sin ellos estas 663 pginas,

    316.076 palabras y 6.044 prrafos nunca hubiesen visto la luz.

    Santiago de Chile, diciembre de 2014

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    Y despus de que lo haya ledo y se haya enterado de todo, colquelo en su lugar y

    permanezca all para siempre y ninguno de all lo robe ni se lo lleve por medio del fraude

    o la artimaa.

    Y si alguno lo hiciera o sin saberlo lo robara o por medio de algn engao lo

    destruyera, por la autoridad de Dios omnipotente y de la bienaventurada Virgen Mara y

    de los santos apstoles Pedro y Pablo y del gloriossimo Santiago y de todos los santos de

    Dios y por nuestra propia autoridad, sea maldito y excomulgado y condenado en el

    infierno para siempre junto con Judas, el traidor del Seor, y con Datn y Abirn, a los

    que trag la tierra estando an vivos. Amn, amn.

    Y quien lo guarde y custodie bien, sea bendito por Dios Padre omnipotente y por su

    discpulo el santo apstol Santiago y santificado por los siglos de los siglos. Amn.

    Historia Compostelana, Libro I.

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    NDICE

    Fuentes y Abreviaturas p. 8

    Introduccin

    I. De las motivaciones de esta tesis p. 12

    II. Sobre la Metodologa de anlisis p. 17

    III. Hiptesis y objetivos p. 24

    IV. Estado de la cuestin p. 27

    VII. Estructura p. 51

    PRIMERA PARTE: CONTEXTO HISTRICO

    I.1.- El Cristianismo y el Islam dos culturas enfrentadas en el marco

    peninsular

    I.1.a.- El Cristianismo y el Islam en Castilla y Len:

    del discurso a la prctica p. 58

    I.1.b.- El 711, debacle y leyenda negra p. 62

    I.1.c.- Siglo XI. Se inicia la Reconquista, el moro enemigo o

    aliado tolerado p. 67

    I.1.d.- Siglos XII-XIII. Avanza la reconquista y la intolerancia p. 70

    I.2.- Guerra santa y cruzada: la instrumentalizacin religiosa

    de la prctica blica

    I.2.a.- La guerra justa: de la Antigedad tarda a la Alta Edad Media p. 88

    I.2.b.- De la Guerra santa a la Cruzada p. 99

    I.3.- La Guerra Santa y la Cruzada, el caso hispano medieval

    I.3.a.- Discusiones en torno al uso de los conceptos:

    De Asturias a la Reconquista p. 116

    I.3.b- Reconquista, Monarqua e Iglesia p. 123

  • 6

    SEGUNDA PARTE: LAS FUENTES: LA CONSTRUCCIN DE

    INSTRUMENTOS IDEOLGICOS

    II.1.- La historiografa medieval, fusin de lo clsico y lo brbaro:

    el caso hispano.

    II.1.a.- Panorama general. p. 147

    II.1.b.- La historiografa de la Reconquista: Siglos VIII-X p. 153

    II.1.c.- La historiografa de la Reconquista: Siglos XI-XIII p. 158

    II.2.- Las Crnicas y la hagiografa en el discurso de la Reconquista

    II.2.a.- Cronistas, crnicas: vidas y contextos p. 164

    II.2.b.- La hagiografa, la mano de Dios p. 188

    II.2.c.- La demonizacin del Islam: proceso ideolgico y realidad prctica p. 192

    II.2.d.- El caso de Mahoma: la construccin de una imagen malvola p. 198

    II.2.e.- El escenario fronterizo y algunos intentos de comprensin del Islam p. 201

    II.2.f.- Las matanzas: la muerte instrumentalizada p. 207

    II.2.g.- Botn, aspectos materiales y humanos p. 223

    II.2.h.- La imagen de los musulmanes y el ordenamiento de la

    frontera en Alfonso X: Realidad y prctica p. 234

    II.3.- La figura del rey y la Reconquista

    II.3.a.- La figura del monarca, orgenes y evolucin. p. 243

    II.3.b.- El caso hispano, los monarcas visigodos p. 251

    II.3.c.- Los monarcas de la Reconquista p. 261

    II.4.- Las virtudes del rey: Construccin de un ideal monrquico

    II.4.a.- Linaje visigodo y continuidad p. 267

    II.4.b.- Virtudes religiosas p. 283

    II.4.c.- Validacin Blica p. 289

    II.4.d.-Validacin jurdica p. 298

    II.4.e.- Virtudes morales p. 305

  • 7

    TERCERA PARTE: LOS TPICOS

    III.1.- El Dios de la guerra

    III.1.a.- Providencialismo: Dios, juez y parte en los hechos de los hombres p. 313

    III.1.b.- Providencialismo hispano-visigodo p. 317

    III.1.c.- Pecado y castigo p. 333

    III.1d.- El siglo XIII. Dios y los hombres, consolidacin y cambios p. 343

    III.2.- Los santos guerreros al servicio de la causa cristiana

    III.2.a.- Los Mensajeros celestes: de oriente a occidente p. 354

    III.2.b.- Los mensajeros celestes en Hispania p. 362

    III.2.c.- Santiago p. 368

    III.2.d.- San Isidoro p. 387

    III.2.e.- Santa Mara p. 397

    III.2.f.- Santos de la frontera p. 404

    III.2.g.- Santo Domingo de Silos p. 405

    III.2.h.- San Milln de la Cogolla p. 410

    III.2.i.- Otros santos y mensajeros celestes p. 412

    III.3.- Las dadivas divinas y los rituales de la guerra

    III.3.a.- Las ddivas divinas: recompensas espirituales, indulgencias p. 419

    III.3.b.- Martirio p. 430

    III.3.c.- Rituales blico-religiosos en occidente p. 435

    III.3.d.- Ritos de preparacin al combate p. 438

    III.3.e.- Ritos de Victoria p. 448

    III.3.f.- Ritos de purificacin de los lugares conquistados p. 455

    III.4.- Los Reyes modlicos: Siglos XII y XIII

    III.4.a.- Alfonso VI p. 463

    III.4.a.- Alfonso VII p. 475

    III.4.a.- Alfonso VIII p. 481

    III.4.a.- Fernando III p. 486

    III.4.a.- Alfonso X p. 494

    Conclusiones p. 507

    Bibliografa p. 518

    Anexos p. 558

  • 8

    Siglas y Abreviaturas

    Annales Toledanos, en Las crnicas latinas de la Reconquista, estudios prcticos de latn medieval por A. Huici, Espaa, Establecimiento Tip, Hijos de F. Vives Mora, 1913, Volumen I.

    AT 1913

    Los anales toledanos I y II, Edicin de Julio Porres Martn-Cleto, Toledo, Instituto provincial de Investigaciones y Estudios Toledanos, Diputacin Provincial de Toledo, 1993.

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    Crnica del Obispo de Oviedo don Pelayo, en Casariego, J.A., Crnicas de los Reinos de Asturias y Len, Len, Everest, 1985.

    COP

    Chronica latina regum castellae, Corpus Christianorum, Continuatio Mediaevalis, LXXIII, Chronica Hispana Saecvli XIII, Turnholti, Typographi Brepols Editores Pontificii, MCMXCVII.

    CLRC

    Crnica Latina de los Reyes de Castilla, edicin de Luis Charlo Brea, Madrid, Akal, 1999.

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    Chronica Adefonsi Imperatoris, Edicin y estudio por Luis Snchez Belda, Madrid, CSIC., Escuela de Estudios Medievales, 1950.

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    Crnica del Emperador Alfonso VII, Introduccin, traduccin, notas e ndices por Maurilio Prez Gonzlez, Len, Universidad de Len, 1997.

    CEA

    Chronica Naierensis, Chronica Hispana saeculi XII. Pars II, Cura et studio Juan A. Estvez Sola, Brepols, Turnhout, 1995.

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    Crnica Najerense, Edicin de Juan A. Estvez Sola Tres Cantos, Madrid, Akal, 2003.

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    Crnica de Alfonso X, segn el Ms. II/2777 de la Biblioteca del Palacio Real, edicin, trascripcin y notas por Manuel Gonzlez Jimnez, Madrid, Real Academia de Alfonso X el Sabio, 1999.

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    Crnica de Veinte Reyes, Burgos, Ayuntamiento de Burgos, 1991. CXXR Crnica mozrabe de 754, Edicin crtica y traduccin por Jos

    Eduardo Lpez Pereira, Zaragoza, Anubar, 1980. CM 754

    Crnicas Annimas de Sahagn, Edicin crtica, nota e ndice por Antonio Ubieto Artera, Zaragoza, Anubar, 1987.

    CAS

    Crnicas asturianas: Crnica de Alfonso III (Rotense y "A Sebastin"), Crnica albeldense (y "proftica"), Introduccin y edicin crtica de Juan Gil Fernndez; traduccin y notas de Jos L. Moralejo, estudio preliminar de Juan I. Ruiz de la Pea, Oviedo, Universidad de Oviedo, 1985.

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    El Cronicn del Silense, en Las Crnicas Latinas de la Reconquista, Tomo II, Estudios prcticos de latn medieval por Ambrosio Huici, Valencia, Establecimiento tipogrfico Hijos de F. Vives Mora, 1913.

    CS

    Historia Silense, Edicin crtica e introduccin por Dom Justo Prez de Urbel y Atilano Gonzlez Ruiz-Zorrilla, Madrid, Escuela de Estudios Medievales, 1959.

    HS

  • 9

    Chronicon Sampiri Episcopi Asturicensis, en Las crnicas latinas de la Reconquista, estudios prcticos de latn medieval por A. Huici, Espaa, Establecimiento Tip, Hijos de F. Vives Mora, 1913, Volumen I.

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    Historia Compostelana, Edicin de Emma Falque, Madrid, Akal, 1994.

    HC 1994

    Historia Compostella, Cura et Studio Emma Falque Rey, Brepols, Turnholti, 1988.

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    Ibn Idari al-Marrakusi, La cada del Califato de Crdoba y los reyes de Taifas, estudio, traduccin y notas de Felipe Maillo Salgado, Salamanca, Universidad de Salamanca, 1993.

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    Jimnez de Rada, Rodrigo, Historia Arabvm, Introduccin, Edicin crtica, notas e ndice de Jos Lozano Snchez, Sevilla, Universidad de Sevilla, 1993.

    HA

    Jimnez de Rada, Rodrigo, Historia de los hechos de Espaa, Introduccin, traduccin, notas e ndices de Juan Fernndez Valverde, Madrid, Alianza, 1989.

    HHE

    Jimnez de Rada, Rodrigo, Opera Omnia, Pars I, Historia de rebus Hispaniae, Corpus Christianorum, Continuatio Mediaevalis, LXXII, Turnholti, Typographi Brepols Editores Pontificii, MCMLXXXVIII.

    HRH

    Liber Sancti Jacobi Codex calixtinus, Traduccin de Abelardo Moralejo, Casimiro Torres y Julio Feo, Galicia, Xunta de Galicia, 2004.

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    Liber Sancti Jacobi: Codex Calixtinus, Edicin de K. Herbers y M. Santos Noia, Galicia, Xunta de Galicia, D.L. 1998.

    LSJ 1998

    Lpez Guil, Itzar, Libro de Fernn Gonlez, Madrid, CSIC., Instituto de la Lengua espaola, 2001.

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    Lucae Tudensis, Opera Omnia, Chronicon Mundi, Cura et studio Emma Falque, Corpus Christianorum, Continuatio Mediaevalis, LXXIV, Blgica, Brepols Publishers, 2003.

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    Tuy, Lucas de, Crnica de Espaa, Primera edicin del texto romanceado, conforme a una copia de la Academia preparada y prologada por Julio Puyol, Madrid, 1926.

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    Primera Crnica General de Espaa, Editada por Ramn Menndez Pidal con un estudio actualizador de Diego Cataln, 2 tomo de la tercera reimpresin, Madrid, Gredos, 1977.

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    Alfonso X el Sabio, Cantigas de Santa Mara. Cdice Rico de El Escorial, Ms. escurialense T.I.1. Introduccin, versin castellana y comentarios de Jos Filgueira Valverde, Madrid, Castalia, 1985.

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    Alfonso X el Sabio, Cantigas de Santa Mara, editadas por Walter Mettmann, Madrid, Ediciones Xerais de Galicia, 1981.

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    Cantigas de Santa Mara de Alfonso X el Sabio, Rey de Castilla, Estudio Preliminar por Matilde Lpez Serrano, Madrid, Editorial Patrimonio Nacional, 1974.

    CSM 1974

  • 10

    Gonzalo de Berceo, Milagros de Nuestra Seora; Vida de santo Domingo de Silos; Vida de san Milln de la Cogolla; Vida de santa Oria; Martirio de san Lorenzo, Prlogo y versin moderna de Amancio Bolao e Isla, Mxico, Porrua, 1969.

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    La "Vita Dominici Siliensis" de Grimaldo, estudio, edicin crtica y traduccin de Vitalino Valcarcel. Logroo, Instituto de Estudios Riojanos, 1982.

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    Los "Miraculos romanados" de Pero Marn, edicin crtica, introduccin e ndices por Karl-Heinz Antn, Abada de Silos, 1988.

    MR

    Tuy, Lucas de, Milagros de san Isidoro, traduccin de Juan de Robles (1525), Trascripcin, prlogo y notas de Julio Prez Llamazares (1947), Len, Universidad de Len, 1992.

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    Alfonso X el Sabio, Fuero Real, Edicin, estudio y glosario de Azucena Palacios Alcaine, Barcelona, PPU, 1991.

    FR

    El Fuero de Coria, Estudio histrico-jurdico por Jos Maldonado y Fernndez del Torco; trascripcin y fijacin del texto por Emilio Sez; con prlogo del Excmo. Sr. D. Jos Fernndez Hernando, Instituto de Estudios de Administracin Local, 1949.

    FC

    El fuero de Cuenca, 2 Edicin, Introduccin, traduccin y notas de Alfredo Valmaa Vicente, Cuenca, Torno, 1978.

    FCc

    Las siete partidas del rey don Alfonso el Sabio, Cotejadas con varios cdices antiguos por la Real Academia de la Historia, Tomo III, Madrid, Imprenta Real, 1807.

    LSP

    Lumbreras Valiente, Pedro, Los fueros municipales de Cceres su derecho publico, Cceres, Ayuntamiento de Cceres, 1974.

    FCs

    Aquino, Tomas de, Suma Teolgica, Parte II-II (a), Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1990.

    ST 1990

    Aquino, Tomas de, Suma Teolgica, Traduccin y Anotaciones de Francisco Barbado Viejo O.P., Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1959.

    ST 1959

    Cantar de Mo Cid, edicin, prologo y notas de Alberto Montaner, Estudio preliminar de Francisco Rico, Barcelona, Centro para la Edicin de los Clsicos Espaoles, 2007.

    CMC

    Claraval, Bernardo de, Elogio de la Nueva milicia templaria, Madrid, Siruela, 2005.

    ENMT

    El libro de los doze sabios o Tratado de la nobleza y lealtad [ca. 1237], Real Academia Espaola de la Lengua (Anexos del Boletn de la RAE, XXIX), Madrid 1975, pginas 71-118, en: http://www.filosofia.org/aut/001/12sabios.htm.

    LDS

    Gil de Zamora, Juan, De preconiis Hispanie o Educacin del prncipe, traduccin y estudio Jos-Luis Martn, Jenaro Costas, Ayuntamiento de Zamora, 1996.

    DPH

    Hipona, Agustn de, De civitate Dei, en http://www.augustinus.it/latino/cdd/index2.htm.

    DCD

  • 11

    Hipona, Agustn de, La Ciudad de Dios, traduccin de Santos Sartamarta del Ro, Madrid, Biblioteca Homo Legens, 2006.

    DCD 2006

    Orosio, Paulo, Historia contra los paganos, Estudio preliminar, versin y notas de Enrique Gallego-Blanco, Barcelona, Puvill Libros, 1983.

    HCP

    Sevilla, Isidoro de, Las historias de los godos, vndalos y suevos, Estudio, edicin crtica y traduccin de Cristbal Rodrguez Alonso, Len, Centro de Estudios e investigacin San Isidoro, 1975

    HGVS

    Aquino, Tomas de, Suma Teolgica, Parte II-II (a), Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1990.

    ST 1990

  • 12

    INTRODUCCIN

    I. De las motivaciones de esta tesis

    El periodo de la Reconquista, comprendido entre los siglos XII y XIII, ha sido uno

    de los temas predilectos de la historiografa hispnica, en razn de que, junto con el

    siglo anterior, comprenden una de las etapas de mayores transformaciones en el

    escenario peninsular. Como consecuencia se ha producido un abundante cuerpo

    bibliogrfico que ha abordado las reas ms diversas, como la historia militar, la

    frontera, el comercio, las treguas, las relaciones entre los distintos estamentos sociales,

    la construccin de la monarqua y el rol de la Iglesia, entre otros. Todos ellos trabajos

    que en distintas medidas han contribuido a construir un completo panorama del periodo.

    Desde esta perspectiva puede parecer arriesgado el estudiar esta poca a partir de

    fuentes tradicionales como son las crnicas y hagiografas, en el entendido de que el

    discurso de las mismas ya ha sido estudiados incluso, en este momento, por

    medievalistas como Carlos de Ayala, Amancio Isla, Ana Rodrguez, Martn Ros

    Saloma, Margarita Torres Sevilla, Ins Caldern Medina, Jos Manuel Nieto Soria y

    Carlos Estepa, solo por nombrar algunos. No obstante ello, es nuestro inters

    concentrarnos en esta poca con la intencin de, a travs de una mirada amplia intentar

    sintetizar parte de este saber, con el fin de ayudar a la categorizacin del conocimiento

    del periodo, contribuyendo a la disciplina por medio de la sistematizacin de una

    informacin contenida en las crnicas y que constituye parte de un relato compuesto de

    un significativo lenguaje simblico, elemental para la comprensin del discurso

    cronstico en Castilla, y secundariamente en Len, durante los siglos XII y XIII.

    Nuestro eje de anlisis se remite al reino castellano en razn de que si bien,

    durante parte importante de nuestro periodo de estudio, se encontr unido con Len, en

    sus momentos independientes se convirti en un eje central del avance hacia el sur y

    construy su propio discurso validador, basado en el linaje de sus monarcas y la victoria

    militar sobre sus enemigos, cristianos y musulmanes.

  • 13

    Es en ese contexto en que la cronstica consolid una serie de tpicos1 que se

    mantuvieron y perfeccionaron a lo largo de esos doscientos aos, y que reflejaron el

    modelo de monarqua y de reino que se estaba configurando. Estos tpicos se

    concentraron en torno a la figura del monarca, de la guerra contra el Islam, las prcticas

    religiosos y el providencialismo, constituyendo un todo ideolgico que poda ser

    aplicable a distintos reyes y pocas, adaptando el uso de los mismos, segn las

    necesidades y contexto del momento.

    Es as como nuestro trabajo se concentra en el uso de estos tpicos en el discurso

    cronstico y como estos pueden ser contrastados en su uso con la realidad prctica2. Por

    ello hemos buscado identificar los conceptos ms amplios posibles, con el fin de que

    reflejen su uso y significancia. De esta manera hemos podido dividir nuestros tpicos en

    aquellos vinculados directamente al monarca, lo que hemos llamado las virtudes reales,

    siendo estas religiosas, militares, jurdicas y morales. Las que a su vez se ven

    complementadas con otros conceptos constitutivos del discurso y que reflejan la forma

    en que el monarca relacionaba los elementos culturales y prcticos, como el

    providencialismo, la Iglesia y la idea de cruzada. Construyndose as, por parte de los

    cronistas, un relato coherente y unitario, que si bien es atestiguable en los siglos

    anteriores, se encuentra claramente perfilado en los siglos XII y XIII.

    Para que el discurso cronstico pudiese llevar a cabo estos objetivos, era necesario,

    en palabras de Margarita Torres Sevilla, cumplir con cinco reglas: la simplificacin, es

    decir que el mensaje sea breve, claro y centrado en un objetivo preciso; que recurra a la

    desfiguracin o engrandeciendo, que exagere y repita para exacerbar las filias y fobias

    comunes del receptor; que tenga una orquestacin, es decir que el mismo mensaje se

    1 Por tpico acogemos la acepcin del termino para la retrica segn la RAE que lo define como: Lugar comn que la retrica antigua convirti en frmulas o clichs fijos y admitidos en esquemas formales o conceptuales de que se sirvieron los escritores con frecuencia. (http://lema.rae.es/drae/?val=topicos. 31 de julio de 2014) En otras palabras nos referimos a los trminos ms utilizados por los cronistas y que prcticamente no experimentaron variaciones en su significado en el trascurso de nuestro periodo de estudio, constituyndose en una suerte de lugar comn en el discurso cronstico. 2 Respecto al uso de las crnicas y su impacto en el conjunto de la sociedad peninsular, es importante establecer que, siguiendo los postulados de Ladero Quesada, para el contexto en que nos movemos, es en extremo complejo separar lo oral de lo escrito en razn de que hablamos de una sociedad mayoritariamente analfabeta y donde la trasmisin del conocimiento era vertical. Misma razn que explica la importancia del peso de los conceptos y las formas de trasmisin de los acontecimientos, ya que es muy distinta la comprensin actual de esos testimonios al significado que pudo tener en su poca de origen. Para ms referencias sobre esta problemtica ver Ladero Quesada, Miguel ngel, Comunicacin y propaganda de creencias, opiniones e ideas en la Europa de los siglos XIV y XV, en Revista de la Universidad Complutense de Madrid, N 3, 1981, pp. 193-211.

  • 14

    trasmita por diversos cauces paralelos con el fin de saturar al pblico objetivo; que

    posea mecanismos de contagio o unanimidad, para ello debe impactar primeramente a

    las elites y luego esparcirse por las masas; y finalmente ejercer como contra propaganda

    para contrarrestar el discurso del oponente, al que se caricaturiza, menosprecia y

    ridiculiza para neutralizarlo3. Elementos que se pueden observar en la cronstica y

    hagiografas a travs de instrumentos como la repeticin constante, mediante un

    lenguaje directo y claro, de episodios en los cuales son frecuentes las exageraciones,

    mismas que se pueden encontrar en distintas fuentes, siempre procurando exaltar a las

    elites del reino y descalificando a los enemigos, musulmanes o cristianos, acusndoseles

    de traidores, mentirosos, lujuriosos, cobardes, etc.

    Dado lo anterior, nuestro trabajo puede encuadrarse, en parte, dentro del rea

    metodolgica del anlisis de contenido, especficamente dentro del mbito cronstico, en

    el entendido de que refleja la mentalidad del autor de la obra, es decir como el cronista

    comprende e interpreta su realidad, a la vez que proyecta una imagen idealizada de la

    misma4. Es de destacar que la mentalidad debe ser comprendida, segn Bouthoul, como

    un elemento comn a los miembros de una civilizacin y uno de los lazos identitario y

    de unin ms poderosos5. Para nuestro caso de estudio, parte significativa de esta

    mentalidad estaba compuesta por el pensamiento cristiano providencialista, el que

    perme todos los aspectos del discurso e incluso de la realidad, desde las instituciones

    como la monarqua hasta los personajes individuales, sin que existiesen verdaderas

    divisiones entre lo sagrado y lo profano6. Lo que se evidencia en las crnicas y en

    similar medida en las hagiografas, obras que deben ser entendidas como un recipiente

    de los mensajes simblicos de y para una sociedad7.

    3 Torres Sevilla, Margarita, La propaganda y sus tcnicas en las crnicas leonesas y castellanas (siglos IX-XIII), en Aragn en la Historia, N 18, 2004, Universidad de Zaragoza, [pp. 57-82], p. 66. 4 En lo posible queremos evitar el uso del concepto de propaganda para referirnos a este discurso. Ello en razn de la carga ideolgica que tiene este concepto, no obstante reconocemos que en algunos aspectos este discurso cronstico puede ser interpretado de esta forma, en especial por su caracterstica de editar y manipular los hechos de forma premeditada, omitiendo acontecimientos o exagerndolos, con el fin de adaptar el relato a las intenciones del autor. En ese sentido es que compartimos los postulados de Margarita Torres Sevilla en su articulo La propaganda y sus tcnicas op. cit., p. 58. 5 Bouthoul, Gastn, Las Mentalidades, Qu s?, N 21, Barcelona, Oikos-tau, 1971, p. 31. 6 Bertelli, Sergio, Religio Regis la propaganda del poder real, en Medievalismo, Ao 8, N 8, Madrid, 1998, [pp. 9-18], p. 12. 7 Tuliani, Mauricio, La idea de Reconquista en un manuscrito del la Crnica General de Alfonso X el sabio, en Studia Historica. Historia Medieval, Vol. 12, 1994, Salamanca, [pp. 3-23] pp. 6, 7.

  • 15

    Visto lo anterior fue necesario que este discurso crease tpicos que se convirtieron

    en parte integral de la interpretacin de la sociedad, con el fin de crear instancias

    identitarias8 que sirvieran a los propsitos reconquistadores de la elite, a la que

    pertenecan los cronistas, y desde all permeasen, mediante la oralidad, a las restantes

    capas sociales, para lo cual era necesario contar con cierto grado de complicidad por

    parte del pblico objetivo, es decir que este se encontraba dispuesto a creer en los

    relatos, en parte gracias a la existencia de creencias, lenguaje y tpicos comunes9. Estos

    tpicos, pueden ser asimilados a los que Bouthoul, parafraseando a Fouille, refiere

    como las ideas-fuerza, palabras que en una sociedad determinada pueden llegar a

    tener una potencia objetiva cuando su valor y credibilidad han sido aceptados por

    todos10. Es decir se trata de conceptos fcilmente identificables y asimilables por todos

    los componentes sociales que reconocen en ellos un valor intrnsico y prcticamente

    incuestionable. A nuestro entender, tales serian los casos de conceptos como rey,

    justicia, castigo, guerra, religin, etc Conceptos y realidades que revelan, segn

    Mallo Salgado, el hecho de que todo discurso esta penetrado por una ideologa11 de

    clase las elites en nuestro caso- razn por la cual las palabras pierden su neutralidad

    8 Estas instancias son parte de lo que nosotros identificamos como un Ideal identitario, lo que entendemos como el conjunto de ideas que, observables en las fuentes, sirven para caracterizar la concepcin que de si mismo tenan los hispanos, o al menos las que los cronistas pretendan imponer como una visin de su propia sociedad. El origen de este ideal se remonta a los tiempos visigodos y a pensadores como Isidoro de Sevilla que a travs de sus obras establecieron la creencia de que los visigodos constituan un pueblo sealado por la providencia y destinado a regir Hispania. Una autoconcepcin, que luego de la irrupcin islmica fue asociada al convencimiento de la necesidad de recuperar las tierras ancestrales para los descendientes de los godos y la cristiandad. Conviccin que se reflej en las crnicas castellanos y leonesas, a travs de la descripcin de los hispanos como un pueblo de guerreros cristianos, valientes y esforzados, que pese a sus pecados luchan por la recuperacin de la tierra santa peninsular, bajo el liderazgo de sus reyes. 9 Torres Sevilla, Margarita La propaganda y sus tcnicas op. cit., p. 65. 10 Bouthoul, Gastn, Las Mentalidades op. cit., p. 60. 11 Respecto al concepto de ideologa, aceptamos la caracterizacin de Nieto Soria que dice Siempre supone un sistema completo en s mismo que provoca cierta seguridad en el individuo, as como una visin ms o menos deformada de las realidades que produce la incuestionabilidad de determinadas creencias esenciales en el sistema ideolgico de que se trate. Tienden a la bsqueda de formas de estabilizacin o, ms raramente, de limitada transformacin siempre controlada, siendo ello consecuencia de que toda ideologa se asienta sobre un determinado sistema de valores que se pretende inmutable. Las mutaciones que se producen en las realidades concretas siempre se reflejan con extraordinario retraso en los sistemas ideolgicos, teniendo, por tanto, toda ideologa, por definicin, un importante componente conservador. Una ideologa poltica tiene, como uno de sus caracteres esenciales, la disponibilidad de un amplio conjunto de signos y smbolos que actan como formas elementales de comunicacin y propagacin de los contenidos propios de esa ideologa, aunque en su forma ms simplificada. Entre sus funciones se encuentra la de justificar determinados comportamientos, jugando en ello un papel muy importante la utilizacin del tpico y del lugar comn, disponiendo de un cierto abanico de frmulas retricas. En todos estos aspectos de comunicacin, justificacin y explicitacin desarrollan un papel muy importante los denominados aparatos ideolgicos, cuyos caracteres contribuyen significativamente a definir un sistema poltico. (Nieto Soria, Jos Manuel, La ideologa poltica bajomedieval en la historiografa espaola, en Hispania, Revista espaola de historia, Vol. 50, N 175, 1990 [pp. 667-681] p. 668)

  • 16

    ideolgica, tornando las palabras mismas en estereotipos significativos, que revelan la

    ideologa del autor12. Una ideologa, que adems, debe servir para integrar, identificar y

    promover los sentimientos de perteneca de los miembros de una comunidad, al mismo

    tiempo que sirve para que esta se justifique como sociedad13. Es por ello que para el

    estudio de este discurso se debe considerar que los aspectos de lo material y lo mental

    se encuentran relacionados, influencindose mutuamente, por lo que se hace necesario

    conocer a los productores del discurso y el contexto que los influy para as poder

    comprender sus actitudes mentales y como esta fue expresada en las crnicas14.

    * * *

    En vista de lo anterior, el marco cronolgico de nuestra investigacin se concentra

    en el periodo comprendido entre la etapa final del reinado de Alfonso VI (1065-1109) y

    el reinado de Alfonso X (1252-1284), esto, en razn de que sus reinados coinciden con

    el periodo central de la Reconquista.

    Los aos comprendidos entre 1065 y 1284 corresponden a un periodo de gran

    actividad militar y poltica. Es una poca donde los reinos cristianos peninsulares

    iniciaron su consolidacin poltica y social, al mismo tiempo que se vean afectados por

    los procesos de cambio que ocurran en Europa. El aumento de la influencia del Papado,

    la reforma eclesistica y monacal, las cruzadas, los cambios sociales; en suma todas

    aquellas transformaciones vinculadas a la Plena Edad Media.

    Para el caso particular de los reinos de Len y Castilla, los reinados de Alfonso VI

    y Alfonso X, son una etapa fundamental, puesto que vemos la consolidacin de

    procesos iniciados en los periodos anteriores, as como las bases de las siguientes etapas

    del desarrollo hispnico de modelos, tal es el caso de los modelos monrquicos, en

    torno a los cuales los cronistas consolidaran un discurso validador basado en la tradicin

    12 Mallo Salgado, Felipe, Un anlisis del discurso histrico: La ideologa. (Leccin terico-metodolgica), Salamanca, Imprenta Comercial Salmantina, 1980, pp. 9-11. 13 Garca Fitz, Francisco, La conquista de Andaluca en la cronstica castellana del siglo XIII: Las mentalidades historiografas en los relatos de la conquista, en Emilio Cabrera (coordinador), Andaluca entre oriente y occidente (1236-1492) Actas del V Coloquio internacional de historia medieval de Andaluca, Crdoba, Excma. Diputacin Provincial de Crdoba, 1988, pp. 59-61. Nieto Soria, Jos Manuel, Propaganda y opinin pblica en la historia, Valladolid, Universidad de Valladolid, 2007, pp. 15-17. 14 Nieto Soria, Jos Manuel, La ideologa poltica bajomedieval op. cit., pp. 667, 668.

  • 17

    cristiana, el linaje, la guerra y las virtudes. Creando un bloque ideolgico fundamental

    en la posterior consolidacin global de Espaa.

    La ocupacin de Toledo (1085) se convirti en uno de los principales hitos de la

    Reconquista y del goticismo que se vera fortalecido entre los siglos XII y XIII. En tanto

    que las conquistas de Crdoba (1236) y Sevilla (1248) sealaron el mayor avance

    territorial y prcticamente dieron por terminada la etapa ms intensa del largo conflicto

    contra el Islam peninsular. Finalmente, las reformas legales de Alfonso X vinieron a

    sealar la reorganizacin del territorio, pero, adems, evidenciaron claramente las

    influencias polticas europeas en la corte castellano-leonesa, as como las proyecciones

    de esta en el escenario poltico del Mediterrneo occidental.

    II. Sobre la Metodologa de anlisis.

    Para abordar la problemtica de nuestro estudio, fue imperiosa la revisin del

    amplio repertorio bibliogrfico existente, esencialmente para lograr elaborar una visin

    integral del periodo de estudio y los enfoques historiogrficos desde los cuales ha sido

    estudiado.

    A continuacin nos dimos al trabajo de ordenar las fuentes que fueron nuestro

    principal insumo de trabajo, con este fin se seleccionaron las principales crnicas del

    periodo, entendiendo por ellas las que fueron elaboradas en los ambientes cortesanos o

    que tratasen la narracin de los hechos desde una perspectiva amplia, razn por la cual

    textos muy regionalistas o particulares, como la Crnica de la Poblacin de vila,

    fueron reducidos a material de referencia, pero no de anlisis. Junto con las crnicas se

    elabora una seleccin de hagiografas y obras piadosas, con el objeto de que

    complementasen el anlisis de las crnicas, teniendo en consideracin aquellos textos

    que trataban problemticas similares y tiles a nuestros propsitos, como aquellos

    donde la guerra, el cautiverio o la figura de los monarcas, fuesen tema central de sus

    relatos y que adems pudiesen identificarse claramente a sus autores, para as poder

    dilucidar su contexto e intenciones.

    Finalmente seleccionamos algunos documentos jurdicos referenciales, tales como

    los Fueros de Cceres, Cuenca y Coria, con el fin de extraer en ellos algunos aspectos

  • 18

    prcticos y contrastar estos con los elementos ideales observables en el discurso

    cronstico. Con el fin de que esta operacin escapase a las particularidades locales, es

    que tambin se incorporaron los textos jurdicos alfonses, por sus intenciones

    aglutinadoras y ordenadoras del aparato jurdico del reino.

    Todas estas fuentes fueron estudiadas a partir de sus versiones editadas,

    buscando siempre en la medida de que fue posible trabajar con textos en latn y romance

    en forma conjunta con sus versiones en castellano. Razn por al cual, en el trascurso de

    nuestro trabajo se han citado los textos en su idioma original y al pie la traduccin

    contempornea.

    En su conjunto las crnicas, hagiografas y textos jurdicos conforman el reflejo de

    la sociedad de los reinos de Castilla y Len en los siglos XII y XIII, por lo que no son

    excluyentes, sino que complementarias en cuanto que todas ellas contienen, en distintas

    proporciones, elementos discursivos y prcticos. Consideramos que el estudio parcelado

    de las mismas nos impedira obtener la visin global que buscamos y que por el

    contrario, esta solo es posible de observar a travs de una dinmica de interaccin,

    complementacin y contraste entre las diversos tipos de fuentes.

    Esta metodologa nos acerca a la tcnica metodolgica de anlisis de contenido y

    dentro de esta parte de lo que se conoce como anlisis del discurso15. No obstante

    nuestro enfoque no puede ser totalmente inserto en estas disciplinas analticas, puesto

    que ellas pretenden un anlisis ntegramente cuantitativo o cualitativo normalmente

    asociado a estadsticas, mientras que nosotros nos hemos enfocado al estudio de una

    cantidad limitada de casos.

    15 Como definicin genrica del anlisis de contendido adoptamos la de Jos Luis Piuel, que si bien pertenece al enfoque de la Sociologa, consideramos ilustra a groso modo sus principales caractersticas: Se suele llamar anlisis de contenido al conjunto de procedimientos interpretativos de productos comunicativos (mensajes, textos o discursos) que proceden de procesos singulares de comunicacin previamente registrados, y que, basados en tcnicas de medida, a veces cuantitativas (estadsticas basadas en el recuento de unidades), a veces cualitativas (lgicas basadas en la combinacin de categoras) tienen por objeto elaborar y procesar datos relevantes sobre las condiciones mismas en que se han producido aquellos textos, o sobre las condiciones que puedan darse para su empleo posterior. El anlisis de contenido, de hecho, se convirti a finales del siglo XX en una de las tcnicas de uso ms frecuente en muchas ciencias sociales, adquiriendo una relevancia desconocida en el pasado a medida que se introdujeron procedimientos informticos en el tratamiento de los datos. (Piuel Raigada, Jos Luis, Epistemologa, metodologa y tcnicas del anlisis de contenido, en Estudios de Sociolingstica, 3(1), 2002, [pp. 1-42], p. 2)

  • 19

    Sin perjuicio de lo anterior nosotros adoptamos de estas tcnicas su intencin de

    buscar los significados expresos y latentes de un relato, mediante la observacin de su

    contexto explicativo, intencionalidad y omisiones del mismo, a travs del recogimiento

    de informacin mediante un anlisis que pretende identificar parmetros o tpicos

    objetivos y sistemticos que pueden ser categorizados siendo posible su replicacin y

    validacin posterior. Todo ello sin perder de vista la importancia de la elaboracin de

    una categorizacin sistemtica cuya amplitud permita la replicacin del modelo de

    anlisis, asumiendo que esta prctica metodolgica siempre podr ser criticada en razn

    de la seleccin de los criterios utilizados, por su posible tendencia a la subjetividad e

    inexactitud16.

    El cmulo documental por nosotros seleccionado, ms los problemas propios del

    anlisis del contenido nos oblig a crear una metodologa de trabajo, que, en un primer

    lugar, requiri del establecimiento de parmetros de anlisis considerando los tpicos y

    periodo de uso, para ver as si podamos identificar unas determinadas series o

    continuidades, todo lo cual permitira establecer una cronologa que situara los

    contenidos en una dimensin temporal, observando de esta forma la existencia de

    agrupaciones, evoluciones y rupturas. Ello nos permiti concluir la necesidad de

    visualizar esta informacin a travs del uso de grficos, mediante los cuales se puede

    hacer evidente la relacin entre los tpicos, su uso y el contexto cronolgico que los

    explica.

    Como se indic anteriormente, el discurso para que sea efectivo debe buscar la

    creacin de un lenguaje comn que sea simple, directo y que cumpla con los propsitos

    de exaltar, identificar, orquestar y crear unanimidad. Para ello nosotros identificamos

    una serie de tpicos presentes en las fuentes, los cuales fueron seleccionados por su

    amplitud y flexibilidad significativa, as como por su reiteracin, es decir por el hecho

    16 Al respecto de otras disciplinas ver Andru Abela, Jaime (2001). Las tcnicas de Anlisis de Contenido: Una revisin actualizada., en http://public.centrodeestudiosandaluces.es/pdfs/S200103.pdf (Consultado 29 marzo 2010), Bardin, Laurence, El anlisis de contenido, Madrid, Akal, 2002. Lpez Noguero, Fernando, El anlisis de contenido como mtodo de investigacin, en Revista de Educacin, 4, 2002, [pp. 167-179]. Fernndez Chaves, Flory, El anlisis de contenido como ayuda metodolgica para la investigacin, en Ciencias Sociales, Junio, Vol. II, Nmero 96, Universidad de Costa Rica [pp. 35-54], y Piuel Raigada, Jos Luis, Epistemologa, metodologa op. cit.

    En cuanto a lo que se refiere a su uso en la disciplina historiogrfica, imprescindibles nos resultaron los trabajos de Felipe Mallo Salgado, Un anlisis del discurso histrico: La ideologa (Leccin terico-metodolgica), Imprenta Comercial Salmantina. Salamanca, 1980. y Torres Sevilla, Margarita La propaganda y sus tcnicas op. cit.

  • 20

    de que pueden ser aplicados a distintos personajes y en distintos periodos. Por razones

    prcticas estos conceptos fueron vertidos al castellano, principalmente porque ello nos

    permita el poder usarlos en su significado ms amplio y porque as nos asegurbamos

    de poder incorporar tanto las fuentes escritas en latn, como aquellas en castellano y

    gallego medieval. Todo ello sin perder de vista el significado contextual de cada uno de

    los conceptos seleccionados.

    Nosotros pudimos establecer que el discurso de los siglos XII y XIII, centrado en

    la figura del monarca, el providencialismo y la Reconquista, se podan subdividir en

    distintos aspectos complementarios. En primer lugar el linaje, esto es la intencin de los

    autores por resaltar la sangre de los monarcas, hacindolos herederos directo de los

    visigodos y por lo tanto de una estirpe marcada por una especia de virtus, o bien de

    reyes pretritos que por sus victorias parecieron sealados por la Providencia. En ambos

    casos la intencin es sealar la idea de una continuidad sangunea, lo que se expresa en

    conceptos como heredero, continuador y restaurador.

    A continuacin los cronistas procuraron caracterizar a los soberanos con una serie

    de virtudes que reforzaban la validacin de los mismos, as como de sus actos. Nosotros

    dividimos estas virtudes en religiosas, militares, jurdicas y morales. Para el caso de las

    virtudes religiosas, estas son la suma de los conceptos de piadoso (que sintetiza las ideas

    de devocin, temor de Dios y la prctica y aplicacin de normas religiosas); restaurador

    (como aquel que funda o refunda iglesias y monasterios en las zonas reconquistadas,

    recuperando as el espacio para la Iglesia); protegido o auxiliado por Dios (expresiones

    que trasmiten la nocin de que el rey est amparado por Dios); instrumento o posedo

    por Dios (concepto amplio que engloba ideas como el actuar posedo por Dios o el

    Espritu Santo, estar al servicio de Dios, o ser impulsados por el Seor. En general

    expresiones que nos dicen que las acciones del soberano son fruto de la accin divina.

    En esta categora tambin incluimos la Inspiracin Divina que tiene muy pocas

    menciones en las crnicas); finalmente incluimos el concepto de estar al servicio de

    Dios (que los cronistas utilizan para justificar algunas acciones y decisiones de los

    monarcas).

    En lo que respecta a las virtudes militares estas se componen del concepto de

    guerrero (compuesta de calificativos como combativo, luchador, esforzado o que se

  • 21

    enfrenta al Islam); valiente o bravo (que generalmente se usa en forma literal o bien

    afirmndose que el monarca no tena temor ante sus enemigos); y victorioso (concepto

    que poda ser usado en forma literal o bien indicando que se obtuvo una victoria, pero

    siempre aplicado en el sentido militar).

    Jurdicamente, los principales conceptos fueron la expresin de justo o justiciero

    (expresiones vinculadas a la capacidad del rey para crear leyes y ejecutarlas);

    pacificador (todas aquellas ideas relacionadas con la capacidad de imponer la paz al

    interior de un territorio, a travs de lograr la armona, el orden, y la concordia); por

    ltimo encontramos las expresiones de piadoso, clemente y misericordioso, las que

    consideramos como una sola idea vinculada a la capacidad del monarca de perdonar a

    sus enemigos cristianos y que suele verse utilizada en relacin a soberanos que

    enfrentaron rebeliones o querellas internas.

    Finalmente en lo referido a las virtudes morales, estas agrupan una diversidad de

    atributos como virtuoso (un concepto genrico muchas veces mencionado sin mayores

    detalles); hermoso o fermoso (tambin usado literalmente y referido a la proporcin y

    caractersticas fsicas); casto (que si bien no es una idea muy utilizada si aparece como

    una virtud deseada); sabio (es quizs el concepto ms difuso, puesto que viene a

    englobar calificativos como conocedor, sabidor, instruido, conocedor y prudente. Todas

    ellas se refieren principalmente a las acciones de un monarca ms que a sus capacidades

    intelectuales o acadmicas); y generoso (en el que hemos incluido los actos de hacer

    donaciones religiosas, otorgamiento de favores, as como las ideas de humildad y

    bondad).

    Junto a lo anterior existen aquellos tpicos que hemos considerado universales

    en el sentido de que no solo se limitan al monarca sino que a otros personajes y a veces

    al conjunto de la comunidad, siendo el principal el del providencialismo, el cual

    dividimos segn se refiera al monarca, a un grupo especifico o bien algn individuo. En

    este caso los tpicos seleccionados fueron el de castigo divino (el que suele referirse a

    calamidades provocadas por Dios en respuesta a los pecados, la impiedad, avaricia,

    lujuria, soberbia o la imprudencia); protegido o ayudado por la Providencia (que

    engloba a distintas manifestaciones que expresan la nocin de que se est amparado por

    Dios, como es la expresin rex gratia. En el mismo apartado se incluyen las ideas de ser

  • 22

    un instrumento de la voluntad divina y la victoria como recompensa divina); auxilio (un

    tpico en extremo amplio que engloba los distintos episodios favorables explicados

    como intervencin de la Providencia como situaciones climticas, otorgamiento de

    virtudes o actitudes, facilidades en la organizacin, entre otras); y bendito (una

    expresin que suele aparecer de forma explicita, pero que tambin engloba otras

    expresiones como gracia y beneficiado, siendo muy comn en el pensamiento isidoriano

    en relacin a los visigodos).

    Nuestro inters no fue solo identificar los tpicos directamente vinculados a las

    estructuras de poder, sino que tambin aquellos que reforzaban la mentalidad

    providencialista y a travs de ella las figuras del monarca y la Reconquista. Fue por ello

    que incorporamos en nuestro anlisis la figura de los, a nuestro juicio, principales santos

    en el mbito de la Reconquista: Santiago, San Isidoro, la Virgen Mara, y santos

    fronterizos como Santo Domingo de Silos, San Milln de la Cogolla y otras figuras

    celestes menores como apariciones angelicales. Para su anlisis dentro del discurso

    cronstico y hagiogrfico se les categoriz segn las acciones que les atribuyeron los

    autores, siendo las principales la de castigador (concepto que engloba todas las acciones

    donde se atribuyen a los santos el envo de enfermedades, muertes, pesadillas contra

    algn individuo); defensor o protector (es decir cuando se le atribuye al santo la

    proteccin de un lugar o persona. El concepto suele aparecer vinculado al anterior);

    mensajero (referido a la entrega de mensajes mediante apariciones y sueos); guerrero

    (donde englobamos todos los relatos que describen algn santo combatiendo

    directamente a sus enemigos); rescatador (una de las funciones ms comunes); y

    legitimador (otro concepto amplio que agrupa las distintas manifestaciones de santos o

    ngeles que con su actuar vienen a reforzar la figura o decisiones de un personaje).

    Junto con los santos, otro de los aspectos del providencialismo, pero ms prctico

    y cuantificativo, fueron las entregas de indulgencias y la difusin de las ideas de

    martirio. Sobre estos conceptos no es necesario profundizar, puesto que a diferencias de

    los otros reseados se trata de tpicos que no generan mayores controversias.

    Un poco ms complicado son los tpicos vinculados a los ceremoniales y rituales

    blicos, los cuales clasificamos como rituales de preparacin para el combate, ritos de

    preparacin para la muerte, ritos de victoria y ritos de purificacin de lugares

    conquistados. Su dificultad, ms que por su significado, se debe a la forma en que las

  • 23

    tratan las fuentes puesto que no son categoras propias de ellas, por lo que fue necesario

    identificar los episodios y las distintas ceremonias o rituales descritos en ellos para

    luego categorizarlos. Fue as que los rituales de preparacin para el combate se

    desprenden de las liturgias, oraciones, confesiones y actos de arrepentimiento realizados

    por las huestes antes de emprender el combate, en tanto que los ritos de preparacin

    para la muerte son aquellos que se desprenden de los actos de construccin realizados

    por los guerreros ante lo que podra parecer una muerte inminente.

    Los ritos de victoria son aquellos efectuados luego de que las huestes cristianas

    derrotasen a sus enemigos y se componan de oraciones, liturgias formales y desfiles

    triunfales. Como parte de estos rituales se podan realizar tambin los de purificacin de

    lugares conquistados, consistente en la ocupacin de edificaciones o asentamientos y se

    componan del acto de purificar con agua bendita esos lugares, el encumbramiento de

    signos religiosos y polticos como estandarte y cruces.

    La ltima parte de nuestro estudio consisti en el anlisis detallado de lo que

    llamamos los reyes modlicos, Alfonso VI, Alfonso VII, Alfonso VIII, Fernando III y

    Alfonso X, por considerarlos figuras centrales en la Reconquista en su periodo de

    mayor actividad y referentes obligados en las fuentes cronsticas, donde los autores

    centraron en ellos las virtudes propias del ideal de la monarqua. Sus acciones y virtudes

    fueron categorizadas segn el modelo de monarqua basado en el linaje y virtudes, con

    el fin de ver como los cronistas hicieron uso de los tpicos y crearon un ideal que se

    convirti en parte integral del discurso de la Reconquista.

    Todo lo anterior fue complementado con el estudio de monografas y artculos

    especializados que nos sirvieron para contextualizar nuestro anlisis, as como

    incorporar distintos enfoques al mismo.

    Toda esta informacin fue vertida en tablas, que ordenadas cronolgicamente en

    periodos de una dcada, durante los siglos XII y XIII, servan para identificar la

    presencia de un determinado tpico en una fuente en particular. Ello desde una

    perspectiva general, puesto que la cuantificacin del uso de tpicos en cada una de las

    fuentes hubiese significado un trabajo fuera de los alcances de nuestra investigacin. De

  • 24

    esta forma las tablas evidencian la presencia constante de un tpico en un periodo de

    tiempo claramente identificable.

    Una vez que esta informacin fue sistematizada en las tablas, los datos de las

    mismas fueron graficados para ilustrar as la informacin en ellas contenidas. Fue as

    como se elaboraron principalmente grficos de dispersin y de barras, siendo los

    primeros los ms utilizados, debido a que por sus caractersticas se ajustaban mejor a

    nuestros datos y la forma en que queramos mostrarlos, esto es, una visin completa de

    la progresin en el uso de determinados tpicos en relacin al marco temporal de la

    Reconquista.

    Todo lo anterior nos ha permitido configurar una herramienta integrada en base al

    uso de una tabla de hoja de clculo asociada al anlisis grfico, que nos ha permitido

    extraer, sintetizar y representar una informacin, que sirve para ilustrar los elementos

    constitutivos de la construccin del discurso en general, facilitando as su posterior

    estudio en particular para aquellos investigadores que lo consideren pertinente.

    III. Hiptesis y objetivos

    Hiptesis

    A partir de los problemas planteados, nosotros hemos generado la siguiente

    hiptesis, la cual trataremos de demostrar a lo largo de nuestra investigacin: que

    durante los siglos XII y XIII, en el marco de la Reconquista, es posible identificar, en la

    cronstica castellana, un discurso de reafirmacin de la monarqua y por extensin del

    reino, compuesto de una serie de tpicos que sirvieron para el establecimiento y

    continuidad de un ideal identitario, algo que sera constatable a travs de un estudio del

    lenguaje cronstico y las formas en las cuales este se refiere a las caractersticas que

    deba poseer el monarca comprendido como un modelo real.

    En un segundo nivel la hiptesis a demostrar pretende lograr ilustrar el cmo se

    sustent este discurso en medio de la realidad fronteriza donde los contactos y

    relaciones entre los reinos cristianos de la Pennsula y el al-Andalus obligaban a adaptar

    las prcticas y costumbres en razn de las particularidades de la frontera y las

    influencias externa que confluan sobre esta, tales como los intereses del Papado y la

    Iglesia y las ideologas de guerra santa.

  • 25

    En un tercer nivel, y subordinado a los dos anteriores, la hiptesis pretende ilustrar

    el rol que le cupo a la Iglesia, a travs de algunos de sus obispos y otras autoridades, en

    la creacin, divulgacin y sustentacin del discurso cronstico mediante la elaboracin y

    patrocinio de crnicas y hagiografas destinadas a la exaltacin de algunos monarcas en

    particular y la guerra contra el Islam.

    Objetivo General

    Con la intencin de demostrar algunas de las cuestiones plateadas en la hiptesis

    propuesta, es que hemos establecido el siguiente objetivo general.

    Constatar y comprender a travs de fuentes directas, en especial crnicas,

    hagiografas y textos jurdicos, cmo entre los siglos XII y XIII, en Castilla se

    desarrollaron una serie de tpicos, que contribuyeron a conformar un discurso destinado

    a la reafirmacin del modelo monrquico y la expansin territorial de la Reconquista,

    con el fin de establecer un ideal identitario.

    Desde esta perspectiva se analizarn las caractersticas de las principales fuentes

    cronsticas del periodo y sus autores, combinndolas con el estudio contextual del

    periodo para dilucidar las influencias y elementos que pudieron afectar al desarrollo y

    motivaciones del discurso cronstico.

    Objetivos especficos

    En funcin de la hiptesis y objetivo general que nos hemos propuesto, es que se

    pueden desprender los siguientes objetivos especficos:

    En primer lugar, aproximarnos al contexto general de la Reconquista en Castilla,

    identificando los marcos polticos, culturales y militares en los que se escribieron las

    crnicas y dems fuentes de nuestro estudio y en el cual se gest y desarroll el discurso

    cronstico, en el contexto del enfrentamiento entre cristianos y musulmanes. Ello en el

    entendido de que tanto los cronistas como sus producciones son el reflejo de su realidad

    y de los intereses y necesidades propios de su entorno.

  • 26

    Lo anterior sin perder de vista que algunos de estos tpicos corresponden a

    concepciones producto de influencias forneas, tales como las ideas de guerra santa y

    cruzada, y que por ende debieron ser adaptados a la realidad peninsular. Por lo que se

    hace necesario conocer las formas mediante las cuales se introdujeron estas ideas y la

    manera en que impactaron en la mentalidad cronstica hispnica.

    Para lograr lo anterior es necesario exponer las diversas fuentes cronsticas, y en

    menor medida hagiogrficas y jurdicas, en relacin a como expresaron los elementos

    esenciales de este discurso, teniendo como fin ltimo contrastar este con los aspectos

    prcticos y cotidianos de la Reconquista.

    Ello en vista de identificar y explicar el uso de los diversos tpicos, a travs de los

    siglos XII y XIII, especialmente centrndonos en los tpicos providencialistas, militares

    y morales en relacin a la figura del monarca como modelo prctico e ideal del

    discurso de la Reconquista.

    En directa relacin con lo anterior se buscar integrar la construccin de la figura

    del monarca segn la historiografa con la imagen que de l se da en las fuentes a travs

    de los diversos tpicos, analizando la construccin de la figura del rey como un modelo

    ideal, validado por su linaje y actos, centrndonos para ello en los casos particulares de

    Alfonso VI, Alfonso VII, Alfonso VIII, Fernando III y Alfonso X.

    Junto con desglosar y explicar el uso y continuidades de los tpicos, para poder

    visualizar de mejor forma los datos sistematizados y su uso durante los siglos XII y

    XIII, junto se confeccionaran tablas y grficos de dispersin y de barras, que sirvan para

    ilustrar y explicitar el uso y desarrollo de los tpicos en relacin a su contexto histrico

    y desarrollo.

  • 27

    IV. Estado de la cuestin

    En virtud de los objetivos de la presente investigacin es necesario enfocarnos en

    el estudio de diversas fuentes cronsticas y hagiogrficas. El criterio para seleccin de

    las mismas se basaron en sus temticas y periodos de elaboracin, todo ello con el

    objeto de obtener una visin lo ms amplia posible sobre los problemas que nos abocan

    con el fin de poder realizar una dinmica comparativa entre los tpicos discursivos y la

    prctica.

    Respecto al discurso, sus distintos tpicos integradores se obtuvieron de la

    revisin de crnicas y hagiografas. Respecto a las crnicas se dio especial atencin a

    aquellas que, elaboradas, durante los siglos XII y XIII representaban la visin de las

    elites del reino. En ese sentido es importante considerar que las crnicas que utilizamos

    para los aos centrales de nuestro estudio, pueden ser divididas en oficiales y oficiosas.

    Siendo las primeras aquellas que fueron producidas en los ambientes cortesanos o

    directamente promocionadas por algn monarca y aquellas que, en cambio, responden a

    una produccin local o particular no necesariamente vinculada a las grandes esferas de

    poder real. No obstante en ambos casos existen elementos discursivos comunes, tpicos,

    que constituyen parte importante de sus narraciones e interpretaciones.

    Es as como podemos calificar, para los siglos XII y XIII, de oficiosas a las

    Crnicas annimas de Sahagn (I Parte), edicin crtica, nota e ndice por Antonio

    Ubieto Artera, Zaragoza, Anubar, 1987; Historia Compostelana, edicin de Emma

    Falque, Madrid, Akal, 1994; Crnica del Obispo de Oviedo don Pelayo, en Casariego,

    J.A., Crnicas de los Reinos de Asturias y Len, Len, Everest, 1985; Crnica

    Najerense, edicin de Juan A. Estvez Sola Tres Cantos, Madrid, Akal, 2003; el Liber

    Sancti Jacobi/ Codex calixtinus, traduccin de Abelardo Moralejo, Casimiro Torres y

    Julio Feo, Galicia, Xunta de Galicia, 200417; los Annales Toledanos I II, en Las

    crnicas latinas de la Reconquista, estudios prcticos de latn medieval por Antonio Huici,

    Espaa, Establecimiento Tip, Hijos de F. Vives Mora, 1913. En tanto que entre las oficiales

    encontramos la Historia Silense/Legionense, Historia Silense, edicin crtica e

    introduccin por Don Justo Prez de Urbel y Atilano Gonzlez Ruiz-Zorrilla, Madrid,

    17 Sobre la calificacin de esta obra, ver el apartado Cronistas, crnicas: vidas y contextos, en el captulo II.2. Las Crnicas y la hagiografa en el discurso de la Reconquista, de la II Parte de la presente tesis.

  • 28

    Escuela de Estudios Medievales, 1959; la Chronica Adefonsi Imperatoris, edicin y

    estudio por Luis Snchez Belda, Madrid, CSIC., Escuela de Estudios Medievales, 1950;

    la Crnica latina de los reyes de Castilla, edicin de Luis Charlo Brea, Madrid, Akal,

    1999; la magna obra de Lucas de Tuy el Cronicon Mundi, cura et studio Emma Falque,

    Corpvs Christianorvm, Brepols, 2003; de Rodrigo Jimnez de Rada su Historia de

    Rebus Hispanie, cura et studio Juan Fernndez Valverde, Corpvs Christianorvm,

    Brepols, 1987; la Crnica General de Espaa, editada por Ramn Menndez Pidal con

    un estudio actualizador de Diego Cataln, 2 tomo de la tercera reimpresin, Madrid,

    Gredos, 1977; y la Crnica de veinte reyes, Burgos, Ayuntamiento de Burgos, 199118.

    No obstante, en virtud de nuestra intencin de presentar una perspectiva global de

    los procesos tambin hicimos uso de crnicas fuera de nuestro eje cronolgico central.

    Es por ello que a modo de referencia se incluyen textos pertenecientes a los primeros

    siglos de la Reconquista, concretamente la Crnica Mozrabe de 754, edicin crtica y

    traduccin por Jos Eduardo Lpez Pereira, Zaragoza, Anubar, 1980; la Crnica

    Albeldense y Crnica Proftica y la Crnica de Alfonso III en sus dos versiones Rotense

    y A Sebastin, las tres obras publicadas en conjunto con introduccin y edicin crtica

    de Juan Gil Fernndez; traduccin y notas de Jos L. Moralejo; estudio preliminar de

    Juan I. Ruiz de la Pea, Oviedo, Universidad de Oviedo, 1985. Junto a ellos se

    incluyeron algunas crnicas y textos de los siglos XIV y XV, a modo de referencia en

    cuanto a las siguientes etapas de evolucin del discurso, concretamente se trato la

    Crnica de Alfonso X, edicin, trascripcin y notas por Manuel Gonzlez Jimnez, Real

    Academia Alfonso X el Sabio, Murcia, 199819.

    En cuanto a las hagiogrficas utilizadas, estas se restringieron a los siglos

    centrales de nuestro estudio y corresponden a una pequea, pero a nuestro juicio,

    significativa muestra de este tipo de obras. Si bien, por lo general, los textos

    hagiogrficos no tienen pretensiones directamente polticas, si son difusores del aspecto

    religioso del discurso. En los textos elegidos, como la Vita Dominici Silensis de

    Grimaldo, estudio, edicin crtica y traduccin de Vitalino Valcarcel, Logroo, Instituto

    de Estudios Riojanos, 1982; de Gonzalo de Berceo la Vida de Santo Domingo de Silos,

    18 Para un conocimiento ms completo de estas obras, autores y caractersticas, ver el subcaptulo Cronistas, crnicas: vidas y contextos, en el captulo II.2. Las Crnicas y la hagiografa en el discurso de la Reconquista, de la II Parte de la presente tesis. 19 Idem.

  • 29

    los Milagros de Nuestra Seora, la Vida de San Milln de la Cogolla, y la Vida de

    Santa Oria y Martirio de San Lorenzo, prlogo y versin moderna de Amancio Bolao

    e Isla, Mxico, Porrua, 1969. As como los Miraculos romanados de Pero Marin,

    edicin crtica, introduccin e ndices por Karl-Heinz Anton, Stvdia Silensia, Abada de

    Silos, 1988. Los Milagros de San Isidoro de Lucas de Tuy, transcripcin, prlogo y

    notas de Julio Prez Llamazares, Len, Universidad de Len, Secretariado de

    Publicaciones, Ctedra de San Isidoro de la Real Colegiata de Len, 1992 y la alfons

    Cantigas de Santa Mara, introduccin, versin castellana y comentarios de Jos

    Filgueira Valverde, Madrid, Castalia, 198520. En ellas observamos una intencin

    consciente por exaltar el cristianismo y denostar a sus rivales, musulmanes y judos,

    trasmitiendo una imagen por lo general bastante maniquea de la realidad fronteriza.

    Adems, en las hagiografas, se desarrollan con ms detalles aspectos de la cotidianidad

    hispnica que no se ven reflejadas en las grandes crnicas, puesto que a diferencia de

    los cronistas los hagigrafos parecan dirigirse a un pblico mucho ms amplio, que

    abarcaba desde los monjes y clrigos menores a los simples campesinos.

    A travs de sus relatos milagrosos se pueden observar aspectos del cautiverio,

    comercio, peregrinaje, la guerra, la justicia y la administracin, siendo muchos de estos

    episodios protagonizados por personajes simples, alejados de las grandes esferas del

    poder. Lo que no significa que omitan a los protagonistas de los grandes procesos,

    puesto que no ser extrao que en ellas tambin se mencionen y exalten a algunos

    monarcas y magnates.

    Por lo anterior, las hagiografas, aportan importantes datos complementarios a los

    grandes sucesos cronsticos y junto a ellos son claves en la difusin de un discurso

    identitario basado en el providencialismo y la confrontacin contra el Islam.

    Con respecto a aquellas fuentes que sirven para el estudio de las condiciones

    prcticas, nos concentramos en textos jurdicos. Los cuales dividimos en dos grandes

    grupos, los textos forales y los diversos cdigos elaborados bajo la iniciativa de Alfonso

    X. Estamos concientes de que los textos jurdicos tambin expresan un discurso, puesto

    que representan los ideales y principios de la sociedad que los producen, pero no

    20 Idem.

  • 30

    debemos olvidar que las leyes y cdigos son elaborados a partir de una realidad prctica

    y cotidiana, por lo que reflejan las necesidades y problemas de una comunidad.

    Esto es ms evidente en los textos forales, dado que, en muchos casos,

    respondieron a la realidad concreta de una comunidad especifica. Sabemos que estos

    ordenamientos contaron con el respaldo de las monarquas que los otorgaban o

    ratificaban, pero nos aparece evidente que respondan a las necesidades de normar la

    convivencia de las comunidades, ms que a las necesidades polticas y militares de las

    elites del reino.

    Nosotros nos concentraremos en los fueros de Cuenca, Coria y Cceres, por

    considerar que son homogneos en cuanto a su poca y contexto, concentrndonos en

    aquellos aspectos que nos parecan un fiel reflejo de las necesidades reales de las

    comunidades que los utilizaron, tales como las normas vinculadas a la guerra, el botn,

    el comercio y la convivencia entre credos distintos.

    En cuanto a la obra jurdica alfons, conformada por el Espculo, el Fuero Real y

    las Siete Partidas, es evidente que esta posee importantes elementos discursivos, en

    especial vinculados a la consolidacin de la figura del monarca. No obstante, los

    cdigos seleccionados, tambin se vean en la necesidad de normar sobre aspectos

    cotidianos, por lo que entre sus aspectos discursivos, es posible observar prcticas y

    costumbres vinculadas a problemas concretos propios de la convivencia.

    Junto a estos textos, que utilizaremos de forma transversal en nuestro trabajo,

    tambin haremos uso de otras fuentes para algunos aspectos en particular. Ese fue el

    caso de Paulo Orosio y su Historiae Adversus Paganos en cuanto a la historiografa

    medieval y de San Agustn y sus textos Contra Faustum, y De Civite Dei, respecto a las

    dimensiones de la violencia y guerra santa cristiana. Sobre estos mismos problemas

    tambin nos fueron tiles las partes II y III de la Suma Teolgica de Tomas de Aquino y

    las Etimologas y la Historia Gothorum, Vandalorum et Suevorum de Isidoro de Sevilla

    y del mismo autor, con respecto a las implicancia del poder real, sus Sentencias.

    Para aspectos variados referentes a la violencia, el poder poltico y el

    providencialismo tambin reconocemos la pertinencia de la Biblia, incluidos los dos

  • 31

    Testamentos y los Hechos de los Apstoles21, y el Corn22. En cuanto a la relacin del

    Papado con la Reconquista fundamental resulta la Coleccin de Documentacin

    Pontificia Referente a Espaa recopilada por Demetrio Mansilla y Santiago Domnguez

    Snchez. A ellos se suman otros autores y recopilaciones que por su limitado uso no

    consideramos necesario mencionar en este apartado.

    * * *

    Con respecto a la bibliografa historiogrfica que hemos revisado es innegable que

    muchos autores han dedicado estudios respecto a la comprensin de los principales

    aspectos de los siglos XII y XIII, produciendo un corpus acadmico difcilmente

    abordable. Por ello y reconocindonos tributarios de muchos de sus planteamientos

    trataremos de abordar de la manera ms completa posible algunas de los principales

    estudios que nos han servido para nuestro trabajo, por lo que consideramos prudente

    ordenarla segn las principales partes de nuestro trabajo.

    Para ello hemos calificado las obras segn la presencia que en ellos tengan los

    temas por nosotros estudiados. Es as como para la primera parte de nuestra

    investigacin, dedicada a elaborar un contexto histrico y conceptual, nos hemos visto

    obligados a tratar los conceptos de discurso, Ideologa, Goticismo, Guerra Santa y

    Cruzada, entre otras.

    En cuanto al discurso nuestro enfoque se concentr en lograr una

    conceptualizacin general del trmino como parte de la visin de una cultura, para ello

    el trabajo de Michel Vovelle, Ideologas y mentalidades, Barcelona, Ariel, 1985, nos

    sirvi para una aproximacin general al tema, en tanto que para un conocimiento ms

    acabado en cuanto al discurso en el escenario peninsular, imprescindible nos resultaron

    los trabajos de Emilio Mitre y Martn Alvira Ideologa y guerra en los reinos de la

    Espaa Medieval: Revista de Historia Militar, 2001, N 1 Extraordinario, pp. 291-334;

    Jos Manuel Nieto Soria, Ideologa y poder monrquico en la Pennsula: en La

    Historia medieval en Espaa. Un balance historiogrfico (1968 - 1998) XXV Semana

    21 Biblia de Jerusaln, Bilbao, Descle de Brouwer, 1975; Santa Biblia, Reina-Valera, Edicin de Estudio, Bogot, Sociedades Bblicas Unidas, 1995. 22 El Corn, Edicin preparada por Julio Corts, Barcelona, Herder, 2009.

  • 32

    de Estudios Medievales Estella, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1999; los que a su vez

    se completan con los trabajos vinculados al concepto de Ideologa, como son los

    trabajos de Nieto Soria, La ideologa poltica bajo medieval en la historiografa

    espaola: Hispania, revista espaola de historia, L/2, N 175, 1990, pp. 667-681; y

    Propaganda y opinin pblica en la historia, Valladolid, Universidad de Valladolid,

    2007; de Rogelio Rubio Hernndez, Antropologa: Religin, mito y ritual, Madrid,

    Universidad nacional de Educacin a Distancia, 1988; y ms recientemente de

    Francisco Garca Fitz en su aporte La conquista de Andaluca en la cronstica

    castellana del siglo XIII: Las mentalidades historiografas en los relatos de la

    conquista: Andaluca entre Oriente y Occidente (1236-1492), Actas del V coloquio

    internacional de historia medieval de Andaluca. Todas ellas obras que intentan

    contextualizar las mentalidades de los cronistas y de las elites en el marco de la

    Reconquista y el fortalecimiento de las instituciones monrquicas y nobiliarias en

    distintas etapas de la Edad Media Peninsular.

    En cuanto al goticismo, lo hemos desarrollado a travs de los textos de Jos

    Antonio Maravall, El concepto de Espaa en la Edad Media, Madrid, Centro de

    Estudios Constitucionales, 1997; y Estudios de Historia del Pensamiento Espaol,

    Madrid, Ediciones Cultura Hispnica, 1983; el trabajo de Emilio Mitre Alfonso X:

    historiografa y tradiciones compilatorias del medievo europeo: Curso de Cultura

    Medieval. Repoblacin y reconquista, Centro de Estudios Romnicos Aguilar del

    Campoo, 1991; y de Luis Gonzlez Antn, Espaa y las Espaas, Madrid, Alianza,

    1997, interesante texto que desde una mirada global de la historia espaola trata de

    explicar la configuracin poltica de los estados peninsulares.

    La guerra y sus acepciones como guerra justa, guerra santa y cruzada son objeto

    de diversos anlisis y polmicas, razn por la cual existe una extensa bibliografa al

    respecto, entre la cual nosotros destacamos respecto a los aspectos generales de la

    guerra y su rol cultural los trabajos de Arnold Toynbee, Guerra y Civilizacin, Buenos

    Aires, Alianza, 1952; de Gaston Bouthol, El Fenmeno Guerra, Barcelona, Plaza &

    Janes, 1971; y del mismo autor La Guerra, Barcelona, Oikos-tau, 1971; textos escritos a

    mediados del siglo XX, pero que exponen el fenmeno de la guerra desde una

    perspectiva cultural aplicable a distintas pocas.

  • 33

    Ya acercndonos a la problemtica de las guerras justas y santas son

    recomendables los textos de Jean Flori, Guerra Santa, Yihad, Cruzada. Violencia y

    Religin en el Cristianismo y el Islam, Granada, Universidad de Granada y Universitat

    de Valncia, 2004; La Guerra Santa. La formacin de la idea de cruzada en el

    Occidente cristiano, Granada, Trota, Universidad de Granada, 2003; Caballeros y

    caballera en la Edad Media, Barcelona, Paidos Ibrica. 2001; y La caballera,

    Barcelona, Alianza, 1998. Adems podemos mencionar los trabajos de Francisco Garca

    Fitz, La edad Media. Guerra e ideologa, justificaciones jurdicas y religiosas, Madrid,

    Silex, 2003; a Jos Fernndez Ubia y su libro Cristianos y militares. La iglesia antigua

    ante el ejrcito y la guerra, Granada, Universidad de Granada, 2000; a Jos Marn,

    Cruzada, Guerra santa y Yihad, Valparaso, Pontificia Universidad Catlica de

    Valparaso, 2003, de Peter Partner, El Dios de las batallas: Las guerras santas desde la

    Biblia hasta nuestros das, Madrid, Anaya, 2002; el trabajo de Philippe Contamine, La

    guerra en la Edad Media, Barcelona, Labor, 1984; y el estudio de Frederick Russell The

    Just War in the Middle Ages, Cambridge University Press, Londres, 1977, quizs una de

    las obras ms importantes escritas sobre la materia.

    Ms prximos al tema de las cruzadas son destacables las obras de Geoffrey

    Hindley, Las cruzadas. Peregrinaje armado y guerra santa, Ediciones B, Buenos Aires,

    2004; Jonathan Riley-Smith y su libro Qu fueron las cruzadas?, Barcelona,

    Acantilado, 2012; de Maurice Keen, La caballera, Barcelona, Ariel, 2008; de Luis,

    Garca-Guijarro Papado, cruzadas y rdenes militares, siglos XI-XIII, Madrid, Ctedra,

    1995, y de Francisco Garca Fitz su trabajo El discurso militar en la historiografa de

    las cruzadas: la ideologa patente, presente en la obra colectiva de Juan Carlos Iglesias

    Zoido (ed.), Retrica e Historiografa. El discurso militar en la historiografa desde la

    Antigedad hasta el Renacimiento, Madrid, Ediciones Clsicas, Cceres, Universidad

    de Extremadura, 2007.

    En cuanto a estas problemticas aplicadas a la Pennsula Ibrica, necesariamente

    estos conceptos se confunden con la Reconquista, siendo estudiada as en obras como

    los trabajos de Jos Antonio Maravall La idea de Reconquista en Espaa durante la

    Edad Media, Arbor N 28, 1954, pp. 1-37; de Joseph O'Callaghan, Reconquest and

    Crusade in Medieval Spain, Philadelphia, University of Pennsylvania Press, 2003; de

    Alexander Pierre Bronisch, su amplio estudio titulado Reconquista y guerra santa: La

  • 34

    concepcin de la guerra en la Espaa cristiana desde los visigodos hasta comienzos del

    siglo XII, Granada, Universidad de Granada, 2006; de Francisco Garca Fitz sus trabajos

    La Reconquista, Granada, Universidad de Granada, 2010; y Las Navas de Tolosa, Ariel,

    Madrid, 2005; as como tambin Emilio Mitre y Martn Alvira, en su articulo ya

    mencionado Ideologa y guerra en los reinos de la Espaa Medieval y de Derek

    Lomax, La Reconquista, Barcelona, Crtica, 1978. Imprescindible resulta adems, por

    su recopilacin documental y anlisis de la misma, el trabajo de Jos Goi Gaztambide

    Historia de la Bula de Cruzada en Espaa, Vitoria, Editorial del Seminario, 1958.

    Junto a estos autores tambin destacan las monografas y artculos de Martn

    Alvira Cabrer, que ha dedicado diversos estudios a estos temas, entre otros Guerra e

    ideologa en la Espaa del siglo XIII: la conquista de Mallorca segn la crnica de

    Bernat Desclot: En la Edad Media, 19, 1996, pp. 37-50; y de Carlos de Ayala

    Fernando I y la sacralizacin de la Reconquista: Anales de la Universidad de

    Alicante, Historia Medieval, 17, 2011, pp. 67-115; y Fernando III: Figura, significado

    y contexto en tiempo de cruzada, en la obra colectiva de Ayala y Martn Ros Saloma

    (eds.), Fernando III, tiempo de cruzada, Silex, Madrid, 2012. Finalmente incluimos los

    trabajos de Ana Beln Snchez Prieto, Guerra y guerreros en Espaa segn las fuentes

    cannicas de la Edad Media, Madrid, Servicio de Publicaciones del E.M.E., 1990, una

    obra un tanto general pero muy ilustrativa; y de David Porrinas Gonzlez, La caballera

    y la guerra en la Edad Media castellano-leonesa: El libro del caballero Zifar y su

    contexto. Medievalismo 15, 2005, pp. 39-70.

    De forma complementaria, para esta primera parte fue necesario tambin construir

    un contexto general en el cual se enmarcaran los conceptos mencionados, para ello

    trabajamos con las obras de autores de diversas pocas y posiciones, con el fin de lograr

    un panorama lo ms amplio posible. Al respecto debemos mencionar los trabajos de

    Francisco Garca Fitz, Castilla y Len frente al Islam: Estrategias de expansin y

    Tcticas militares (Siglos XI XIII), Sevilla, Universidad de Sevilla, 2001; y Relaciones

    Polticas y Guerra. La experiencia castellano leonesa frente al Islam. Siglos XI-XIII,

    Sevilla, Universidad de Sevilla, 2002, que tratan la Reconquista en los siglos pleno

    medievales a partir de sus aristas militares y las implicancias de esta para la

    configuracin de la sociedad hispana. En un plano ms analtico, en especial en cuanto

    al estudio de las estructuras de dominacin, ocupacin del espacio y feudalizacin,

  • 35

    encontramos los trabajos de Jos Mara Mnguez, La Espaa de los siglos VI al XIII:

    Guerra Expansin y Trasformaciones. En busca de una frgil unidad, Donostia, Nerea,

    1994; y de Luis Miguel Villar Garca La Extremadura Castellano-Leonesa, guerreros,

    clrigos y campesinos (711-1252), Valladolid, Junta de Castilla y Len, Consejera de

    Educacin y Cultura, 1986.

    Junto a estos trabajos, tambin es necesario referirse a la serie de biografas

    dedicadas a los monarcas de Len y Castilla, entre las cuales utilizamos el trabajo de

    Mnguez, Alfonso VI. Poder, expansin y reorganizacin interior, Donostia, Nerea,

    2000; sobre el mismo monarca Bernard Reilly, El Reino de Len y Castilla bajo el Rey

    Alfonso VI, 1065-1109, Toledo, Instituto Provincial de Investigaciones y Estudios

    Toledanos, 1987; de Pallares y Portela, La Reina Urraca, Donostia, Nerea, 2006; el

    texto de Manuel Recuero Astray Alfonso VII (1126-1157), Burgos, La Olmeda, 2003;

    los importantes y completos estudios de Julio Gonzlez, El reino de Castilla en la

    poca de Alfonso VIII, 3 vols., Madrid, Escuela de Estudios Medievales, 1960 y

    Reinado y Diplomas de Fernando III, Crdoba, Publicaciones del Monte de Piedad y

    Caja de Ahorros de Crdoba, 1983; y de Manuel Gonzlez , Alfonso X el Sabio 1252

    1284, Palencia, Diputacin Provincial de Palencia, La Olmeda, 1993. Consientes que

    estos trabajos son solo una pequea muestra sobre la amplia produccin biogrfica

    sobre estos personajes, nuestro inters radic en usarlos como complementarios al

    contexto histrico de nuestros aos de estudio.

    Con respecto a la imagen de los musulmanes y su evolucin a partir del 711,

    utilizamos una variada bibliografa entre la que se cuentan la imprescindible obra de

    Ron Barkai, El enemigo en el espejo, Madrid, Rialp, 2007; y los trabajos de John Tolan,

    Sarracenos. El Islam en la imaginacin medieval europea, Valencia, Publicaciones de

    la Universitat de Vlencia, Espaa, 2007; y Richard Fletcher, La cruz y la media luna,

    Barcelona, Pennsula, 2005, que si bien tratan el tema de las relaciones entre cristianos y

    musulmanes desde una perspectiva general, permiten colocar el problema peninsular en

    una perspectiva amplia. Tambin son tiles, desde la perspectiva hispnica, los trabajos

    de Ana Beln Paniagua Lortau, Consideraciones sobre la imagen de los musulmanes

    en la Gran Crnica de Alfonso XI: IV Estudios de Frontera, Historia, Tradiciones y

    leyendas en la Frontera, Jan, Diputacin Provincial de Jan, 2002; Martn Alvira

    Cabrer, La muerte del enemigo en pleno medioevo cifras e ideologa (el modelo de las

  • 36

    Navas de Tolosa): Hispania, Revista Espaola de Historia. Vol. LV/ II, N 190, 1995,

    pp. 403-423; y Jos Mara Soto Rbanos Reflexiones sobre el discurso cristiano a

    judos y musulmanes en los snodos castellanos, siglos XIII-XV: IV Jornadas de

    Historia en la Abada de Alcal la Real, Alcal la Real, 2002; as como el texto de

    Thomas Glick Islamic and Christian Spain in the Early Middle Ages: Comparative

    Perspectives on Social and Cultural Formation, Princeton, Universidad de, 1979. Por

    ultimo el interesante articulo de Cristina Granda Gallego Otra imagen del guerrero

    cristiano (su valoracin positiva en testimonios del Islam): En la Espaa Medieval, 8,

    1986, pp. 471-480.

    Complementando los temas y sus respectivas bibliografas, tratados en la

    primera parte de la tesis, es necesario contemplar un conjunto de obras que, creemos,

    sirven para ilustrar los aspectos prcticos de estas problemticas y que versan sobre la

    sociedad de frontera y las relaciones entre las distintas estructuras que la componen,

    tales como la Iglesia, la Monarqua y los Concejos Urbanos. Es as como contemplamos

    para los temas concejiles los trabajos de James F. Powers, A society organized for war.

    The Iberian Municipal Militias in the Central Middle Ages, 1000-1284, University of

    California Press, 1999; de Antonio Palomeque Torres. Contribucin al estudio del

    ejrcito en los estados de la Reconquista: Anuario de historia del derecho espaol,

    Tomo XV, 1944, pp. 205-351, de Jos Rodrguez Molina, Alcal la Real.

    Comunicacin, Defensa y Convivencia en la Frontera: III Estudios de Frontera.

    Convivencia, Defensa y Comunicacin en la Frontera, Alcal la Real, Diputacin

    Provincial de Jan, 2000; de Santiago Palacios Ontalva Fortalezas y Guerra Santa. Un

    estudio comparado de algunos aspectos de su funcionalidad en las fronteras de la

    Cristiandad: Espacio, Tiempo y Forma, Serie III, H. Medieval, Tomo 14, 2001, pp.

    193-217. Respecto a los aspectos jurdicos los trabajos de Pedro Andrs Porras

    Arboledas, Derecho a Guerra y paz en la Espaa medieval: Revista de Historia

    Militar, 2001, N Extraordinario, Instituto de Historia y Cultura militar, pp. 335-359; de

    Enrique Gacto Fernndez, Temas de Historia del derecho: Derecho Medieval, Sevilla,

    Universidad de Sevilla, 1977; y de Diego Melo Carrasco, Las treguas entre Granada y

    Castilla durante los siglos XIII a XV: Revista de Estudios Histricos-Jurdicos,

    XXXIV, 2012, pp. 237-275. Sobre la monarqua y la Iglesia, entre muchos otros son

    recomendables de Evelyn Procter su esclarecedor libro Curia y Cortes en Castilla y

    Len 1072-1295, Madrid, Ctedra, 1988; el trabajo de Jess M. Mollero Garca, La

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    Frontera Castellana en tiempos de Alfonso VII: Nobleza y organizacin del espacio: II

    Estudios de Frontera. Actividad y Vida en la Frontera, Alcal la Real, Diputacin

    Provincial de Jan, 1997; y los libros de Peter Linehan La Iglesia Espaola y el Papado

    en el S. XIII, Salamanca, Universidad Pontificia de Salamanca, 1975 y de Antonio

    Garca y Garca, Iglesia, Sociedad y Derecho, Salamanca, Publicaciones Universidad

    Pontificia de Salamanca, 2000.

    * * *

    Para la segunda parte, La construccin de instrumentos ideolgicos, dado que

    nuestro trabajo se basa en el estudio de fuentes, es imprescindible adentrarse en el

    anlisis de la historiogrfica medieval y luego en las particularidades de la misma para

    el escenario hispnico. Desde una perspectiva general tiles son los trabajos de Emilio

    Mitre Historiografa y mentalidades histricas en la Europa Medieval: Actas del III

    Curso de Cultura Medieval. Repoblacin y reconquista, Centro de Estudios Romnicos

    Aguilar del Campoo, Septiembre de 1991; y de Nilda Guglielmi y Adeline Rucquoi en

    su obra colectiva El discurso poltico en la Edad Media = Le discours politique au

    Moyen Age, Buenos Aires, CONICET, Paris, Centre National de la Recherche

    Scientifique, 1995; as como tambin el articulo de Eloy Benito Ruano, La

    historiografa de la alta edad media. Ideologa y Estructura: Cuadernos de Historia de

    Espaa, XVII, Buenos Aires, Universidad de Buenos Aires, Instituto de Investigaciones

    Histricas, 1952, pp. 50-104; y el aporte, que aunque sinttico ilustrador, de Bernard

    Guene, Historia, presente en el Diccionario razonado del Occidente Medieval de Le

    Goff, y Schmitt, Madrid, Akal, 2003.

    Estos trabajos, que son solo la referencia de un universo ms amplio, sirvieron

    como complemento para el estudio de la historiogrfica hispana de la Reconquista,

    inicindose con el trabajo de Daz y Daz, De Isidoro al siglo XI. Ocho estudios sobre la

    vida literaria peninsular, Barcelona, El Albir, 1976, texto antiguo pero an vigente, as

    como los estudios ms recientes de Eustaquio Snchez Salor, El Providencialismo en

    la Historiografa Cristiano-Visigtica en Espaa, Anuario de Estudios Filolgicos V,

    Universidad de Extremadura, Cceres, 1982, pp. 179-192; de Ariel Guiance, Morir por

    la patria, morir por la fe: La ideologa de la muerte en la Historia de Rebus Hispaniae:

    Cuadernos de Historia de Espaa, LXXIII, 1991, pp. 75-104; de Emilio Mitre, Un

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    sentimiento de comunidad hispnica? La historiografa peninsular: Historia de Espaa

    Menndez Pidal, Tomo XVI, Madrid, Espasa Calpe, 1994; el articulo de Manuel

    Rodrguez de la Pea, Ideologa poltica y crnicas monsticas: La concepcin

    cluniacense de la realeza en la Espaa del siglo XII: Anuario de Estudios Medievales,

    30/2, 2000, pp. 681-734, Y los artculos de Fernando Arias Guilln, Honor y Guerra.

    La tensin entre realidad blica y el discurso ideolgico en la cronstica castellana de la

    primera mitad del si