Fallo Responsabilidad Medica Aplicación Del Nuevo Código Civil y Comercial a Los Rubros...

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Fallo Responsabilidad Medica Aplicación Del Nuevo Código Civil y Comercial a Los Rubros Indemnizatorios Por Ser Consecuencias Existentes

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Expte. 84525/2007 P. P. I. y Otro y Otros c/ Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y Otros s/daos y perjuicios- JUZGADO NACIONAL CIVIL N 37 07/09/2015 (Sentencia no firme)

RESPONSABILIDAD MDICA. Cesrea. Shock sptico sufrido por la mujer al mes del parto. Evolucin del cuadro que condujo a la amputacin de sus cuatro miembros. Responsabilidad de las profesionales mdicas que efectuaron el control despus del parto, sin efectuar estudios apropiados. Responsabilidad del GCBA y del hospital. APLICACIN DEL NUEVO CDIGO CIVIL Y COMERCIAL A LOS RUBROS INDEMNIZATORIOS POR SER CONSECUENCIAS EXISTENTES. Art. 1741: ampliacin de la legitimacin activa para reclamar la reparacin de consecuencias extrapatrimoniales. Supuesto de gran discapacidad. Damnificados indirectos. Cnyuge e hijos menores de la pareja. INCONSTITUCIONALIDAD DEL ART. 1078 DEL CDIGO CIVIL

"Con posterioridad al 01/08/2015 se encuentra vigente el nuevo Cdigo Civil y Comercial de la Nacin, corresponde determinar cul es el concreto marco normativo aplicable al caso de autos. En tal sentido, cabe destacar que la doctrina y jurisprudencia coinciden en que la responsabilidad civil se rige por la ley vigente al momento del hecho antijurdico daoso (Roubier, Le droit transitoire (Conflits des lois dans le temps), p, 189; Kemelmajer de Carlucci, Ada La aplicacin del Cdigo Civil y Comercial a las relaciones y situaciones jurdicas existentes, Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2015, p. 100 y 158). De este modo, como seala Kemelmajer de Carlucci, la mayora de las reglas establecidas en los arts. 1708 y siguientes se aplican slo a los daos producidos despus de agosto de 2015, e igual conclusin cabe respecto de otros artculos referidos a la responsabilidad distribuidos en el resto del articulado (en La aplicacin del Cdigo Civil y Comercial a las relaciones y situaciones jurdicas existentes, ob. cit., p. 158).

el nuevo Cdigo distingue entre el dao como presupuesto de la responsabilidad civil (art.1737) y la indemnizacin, como consecuencia de la lesin daosa (art. 1738).

El Cdigo Civil velezano estructura a partir del art. 1107 dos rbitas de la responsabilidad civil, a saber, la contractual y la extracontractual. Si bien se trata de una distincin que no tiene justificacin ontolgica y que desde hace aos la doctrina y encuentros jurdicos han reclamado la unificaciny a la cual he adherido desde hace muchos aos-, lo cierto es que la misma es aplicable al caso de autos, y por ende debe ser tenida en cuenta a fin de dar adecuado encuadre y fundamento jurdico a la solucin del mismo. Esta postura ha sido receptada por el nuevo Cdigo Civil y Comercial de la Nacin sobre la base de la unidad del fenmeno de la ilicitud.

En el caso de marras, la conducta de las mdicas demandadas C. y M. ha sido idnea para causar el resultado daoso acreditado en autos. Las omisiones antijurdicas y culpables a las que me he referido tienen entidad para actuar como causa fuente de las severas lesiones padecidas por la paciente P. P..

Si bien no existen mayores discrepancias en torno a las normas aplicables a los elementos constitutivos de la responsabilidad civil, las mismas s se han generado respecto de las disposiciones aplicables a sus consecuencias. Lo cierto es que conforme lo determina el art. 7 del CCyC el mismo se aplica a las consecuencias que no estn consumadas al momento de la entrada en vigencia (Kemelmajer de Carlucci, La aplicacin del Cdigo Civil y Comercial a las relaciones y situaciones jurdicas existentes, ob. cit., p. 100). Considero que el dao definido en el art. 1737 del CCyC se centra en el dao-lesin, en tanto que la indemnizacin definida en el art. 1738 del CCyC capta las concretas y reales consecuencias de aquella lesin. Estas consecuencias se irn cristalizando y consolidando con el paso del tiempo, y prueba de ello es lo que determina el art. 1748 en relacin al curso de los intereses. Por lo expuesto, los rubros indemnizatorios son consecuencias existentes, y corresponde aplicar la nueva ley vigente (conf. art. 7 del CCyC).

Citar: elDial.com - AA91D1 Publicado el 21/09/2015 Copyright 2015 - elDial.com - editorial albrematica - Tucumn 1440 (1050) - Ciudad Autnoma de Buenos Aires ArgentinaTexto completo

Expte. 84525/2007 "P. P. I. y Otro y Otros c/ Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y Otros s/daos y perjuicios"- JUZGADO NACIONAL CIVIL N 37 07/09/2015 (Sentencia no firme)

Buenos Aires, de 2015.-

Y VISTOS: Estos autos caratulados: "P. P. I. y otro c/ Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y otros s/ daos y perjuicios-ordinario. Monto del juicio: $3.858.000", que se encuentran en estado de dictar sentencia y de los cuales, Resulta:

a) A fs. 40/53 comparecen P. I. P. y L. A. S., por su propio derecho y en representacin de sus hijos menores de edad J. C., O. I., F. B. y S. C. promoviendo demanda por daos y perjuicios cuya cuanta estiman en la suma de pesos tres millones ochocientos cincuenta y ocho mil ($ 3.858.000) contra el Gobierno de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires y/o el Hospital General de Agudos Carlos G. Durand y/o contra su director T. H. D. P..

Relatan que el da 8 de mayo de 2007 P. P. se dirigi junto a su esposo L. A. S. al Hospital General de Agudos Carlos G. Durand a fin de internarse para el alumbramiento de su hijo S. C. que se haba pronosticado para el medioda del da 9 de mayo pero el parto se adelant y fue atendida a la madrugada de ese mismo da por el servicio de guardia. Luego del nacimiento de su hijo permaneci internada por cuatro das hasta que el 13 de mayo fue dada de alta, oportunidad en que se le indic una serie de revisaciones peridicas de control.

Continan narrando que comenz a sentir malestar, por lo que el da 8 de junio de 2007 se dirigi junto a su esposo al hospital, donde la atendieron por guardia, le practicaron una revisacin, le tomaron una placa RX y les informaron que se encontraba ginecolgicamente bien. Luego, a las 23.30 horas, le hicieron firmar a P. P. el consentimiento para ser intervenida quirrgicamente.

Explican que a las 00.10 horas del da 9 de junio de 2007 P. P. fue trasladada de urgencia a ciruga en malas condiciones fsicas, estado de shock y con trastornos circulatorios. En esa intervencin le extrajeron tres litros de pus y le realizaron una histerectoma. Luego fue trasladada a la unidad de terapia intensiva con asistencia respiratoria mecnica. El da 22 de junio de 2007 se le practic una nueva intervencin en la que le amputaron un brazo y unos das despus, en una nueva intervencin le amputaron el otro brazo y las dos piernas y la trasladaron nuevamente a la unidad de terapia intensiva. Permaneci internada por cuatro meses y luego fue dada de alta.

Sostienen que al momento del ingreso de P. P. al hospital no se le realiz una correcta evaluacin clnica y se demor la intervencin quirrgica, todo lo cual profundiz el estado de shock y oblig al uso de altas dosis de drogas vaso-activas que generaron vasocontriccin con el objeto de sostener la circulacin de los sectores vitales, generando isquemia y necrosis en los miembros y finalmente la amputacin de las extremidades.

Fundan en derecho. Explican los rubros cuya reparacin reclaman y ofrecen prueba.

b) A fs. 101/117 se presentan los apoderados de los actores (ver copia del poder glosada a fs. 86/89) y amplan la demanda contra E. R. J., G. G. C., C. T., L. M., V. C., A. R., A. A. y F. P. y formulan una nueva estimacin de la cuanta del dao en la suma de pesos ocho millones trescientos cincuenta y seis mil ($8.356.000).

A continuacin, amplan y modifican el relato de los hechos, en especial con relacin al perodo comprendido entre el da 13 de mayo de 2007, cuando P. P. fue dada de alta, y hasta el momento en que se produjo el shock sptico. Expresan que egres del hospital en el posparto con indicacin de ATB Cefalexina cada seis horas en dosis teraputicas para as completar el tratamiento iniciado durante la internacin.

El primer control ambulatorio se realiz el da 17 de mayo de 2007, oportunidad en que se le rot el ATB por un antibitico de mayor espectro (amoxi-clavulnico), tambin en dosis teraputicas. Con fecha 30 de mayo de concurri a la segunda cita programada, en la que fue atendida por la Dra. L. M., quien ante la presencia de flujo vaginal le prescribi vulos. Afirman que dicha manifestacin fue menospreciada por la mdica interviniente, quien no realiz ni una observacin sobre el microscopio ni solicit un cultivo de flujo.

Siguen diciendo que a los pocos das de aquella cita, la actora comenz a padecer fiebre y a las 48 horas, ante el inicio de dolor abdominal y la sensacin de falta de aire, concurri junto a su marido al hospital. A partir de este momento, se remiten al relato ya efectuado.

Indican los rubros que constituyen objeto del reclamo y ofrecen nueva prueba.

En el escrito glosado a fs. 118/119 requieren que, en forma cautelar y conforme lo establecido por la ley 24.901, la demandada provea a los actores una vivienda adecuada a las necesidades del grupo familiar, una asistente para los quehaceres domsticos y una enfermera para la atencin exclusiva de P. P..

c) A fs. 121 tom intervencin en este proceso el Sr. Defensor de Menores. d) A fs. 126/127 se desestim el pedido de tutela anticipada.

e) A fs. 309/352 se presenta el apoderado del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (ver poder glosado a fs. 292) y contesta la demanda.

Inicialmente, formula una serie de consideraciones sobre la gravedad del hecho que aqu se debate y afirma que no existe relacin entre la atencin mdica y el dao que sufri la paciente. En este sentido, destaca que P. P. sufri una gravsima infeccin y necrosis, causada por una bacteria denominada estreptoco beta hemoltico del grupo A (EBHGA) que fue adquirida cuando ya no se encontraba en el hospital y que fue la demora en consultar a los mdicos la circunstancia que sell la suerte de la patologa e hizo que resultase imprescindible, al estar instalada la infeccin, amputar los cuatro miembros para salvarle la vida.

Luego, en cumplimiento del imperativo procesal, niega en forma genrica y especfica los hechos expuestos en la demanda, rubros reclamados y la documentacin acompaada.

A continuacin relata que P. P. fue internada en el servicio de tocoginecologa del Hospital Durand el da 8 de mayo de 2007 con diagnstico de embarazo de 38.6 semanas y con antecedente de tres cesreas anteriores, habindose programado la cesrea abdominal para el da siguiente. Pasada la medianoche se constat que la paciente haba iniciado el trabajo de parto y que haba roto bolsa, razn por la cual para evitar el riesgo de rotura uterina y hemorragia interna se decidi adelantar la intervencin cesrea, en la que intervinieron los Dres. E. J., C. T., J. G. C. y el anestesista de guardia Dr. M.. Afirma que la intervencin se desarroll en el modo adecuado y habitual, adoptndose todos los recaudos exigidos por el estado de la paciente.

Describe el estado de la paciente luego de la operacin y explica que, como cumpla con los requisitos, se le otorg el alta de internacin con indicacin de analgsicos, antibiticos, cefalexina 500 ms. cada seis horas para cobertura posoperatoria por dos das ms, control por consultorios externos en siete das y las siguientes pautas de alarma: consultar inmediatamente si presentaba fiebre, dolor abdominal, si los loquiloquios tuvieran mal olor o fuesen muy abundantes y si presentaba herida quirrgica con secreciones o inflamacin.

Sigue diciendo que el da 17 de mayo de 2007, cuatro das despus del alta de internacin, P. P. se present en los consultorios externos del servicio de obstetricia, donde fue atendida por la Dra. V.C.. Como datos positivos del examen fsico se constat una ligera flogosis (inflamacin) de la herida quirrgica y secrecin ligeramente maloliente, junto con foliculitis en axila izquierda de aproximadamente cinco pequeos ndulos eritematosos superficiales. No presentaba signos ni sntomas de infeccin ginecolgica, estaba afebril, con frecuencia cardaca y respiratoria normales, clnicamente estable, con abdomen blando, depresible, indoloro, sin defensa ni reaccin peritoneal, tero retrado y loquios fisiolgicos compatibles con la normalidad y el resto del examen fsico fue normal. En esa oportunidad se le indic un antibitico de amplio espectro -Optamox- durante siete das para tratar la inflamacin de la herida, se le reiteraron las pautas de alarma y se la cit a un nuevo control para el da 24 de mayo, al que no se present.

Narra que el da 30 de mayo de 2007 concurri a los consultorios externos del servicio de obstetricia, donde fue atendida por la Dra. L. M., quien le realiz el examen fsico correspondiente al puerperio. En ese momento se encontraba lcida, afebril, clnicamente estable y se observ la herida quirrgica en buena evolucin, por lo que se le retiraron los puntos. Adems se le realiz el examen de los genitales internos, constatndose el tero retrado y no se evidenci la salida de loquios por genitales externos. Afirma que el cuadro era incompatible con una infeccin puerperal. Al examen se constat como nico dato positivo la presencia de flujo, por lo que se le indic tratamiento con vulos polivalentes.

Afirma que entre los das uno al cuatro de junio de 2007, ya sea en su hogar o en cualquier otro lado, estuvo expuesta a una bacteria llamada estreptococo beta hemoltico del grupo A (EBHGA), cuyo perodo de incubacin es de entre uno y tres das hasta el primer sntoma.

Contina narrando que el da 8 de junio de 2007 P. P. concurri a la guardia del servicio de tocoginecologa aproximadamente a las 16.00 horas refiriendo presentar fiebre de tres das de evolucin, disnea y dolor abdominal. All fue atendida y evaluada por los Dres. U. y Ponce quienes solicitaron anlisis de laboratorio en sangre y la derivaron a la guardia general para ser evaluada por el mdico clnico y cirujano de guardia.

Explica que a partir de ese momento la evolucin fue trpida hasta que se presentaron signos de shock sptico que determinaron la necesidad de una laparotoma exploradora de urgencia, para la cual se recab su consentimiento luego de informarle las caractersticas de la ciruga, sus riesgos y opciones. En la ciruga participaron los Dres. A. B. y Z. A. del servicio de ciruga y Ponce y U. del servicio de tocoginecologa. Los profesionales constataron peritonitis purulenta generalizada, tomaron muestras para cultivo, lavaron la cavidad abdominal con suero fisiolgico y tras realizar una exploracin concntrica del abdomen visualizaron rea en la cicatriz de la histerorrafia, tero que impresionaba con zonas de necrosis y el anexo derecho con signos de sufrimiento vascular. En ese contexto, se decidi realizar una histerectoma total ms anexectoma derecha, como medida extrema para salvar la vida de la paciente. Luego del acto operatorio pas a la unidad de cuidados intensivos.

Dice que hasta ese momento los mdicos no saban ni podan conocer que la infeccin se deba al EBHGA pues los estudios de laboratorio requieren cuatro das para su confirmacin. Sin perjuicio de ello, en cumplimiento con la obligacin de implementar un tratamiento antibitico emprico, le indicaron ceftriaxona ms metronidazol que se rot a las pocas horas a vancomicina ms imipenem, procurando cubrir la mayora de las bacterias que pudiesen estar involucradas en el gravsimo cuadro que presentara la actora. Luego, el da 11 de junio de 2007, ante la sospecha clnica de EBHGA, se agreg clindamicina, pero para ese momento la paciente ya padeca cianosis en sus extremidades y la necrosis era evidente. En ese momento, presentaba cinco fallas multiorgnicas: hemodinmica, renal, respiratoria, hematolgica y heptica.

El da 13 de junio de 2007, al confirmar con los estudios de laboratorio la presencia de EBHGA se decidi rotar al antibitico ceftriaxona y se plante por primera vez la posibilidad de amputacin, pero se decidi mantener una conducta expectante. Los antibiticos suministrados impidieron que las toxinas avancen y por ello no hubo nuevas reas de necrosis desde su ingreso. El da 19 de junio se realiz una nueva ciruga de laparotoma por fiebre persistente y sospecha de foco abdominal residual en la que se procedi al lavado de cavidad y exploracin.

El da 22 de junio de 2007 debido a la presencia de necrobiosis de mano derecha se decidi junto con los servicios de traumatologa, ciruga vascular, obstetricia, infectologa y ciruga general la amputacin supracondlea del miembro superior derecho. Esta indicacin fue aceptada por la actora y su cnyuge. Por las mismas razones, el da 26 de junio de 2007, previo consentimiento de la paciente, se amputaron los restantes miembros.

Formula consideraciones mdico legales. Funda en derecho y ofrece prueba.

f) A fs. 358 los actores requirieron la citacin en garanta de Seguros Mdicos SA. Y, a fs. 383, desistieron de la demanda con relacin a J. C..

g) A fs. 442/447 se presenta el apoderado de Seguros Mdicos SA (ver copia del poder agregada a fs. 438/441) y contesta la citacin en garanta.

Inicialmente, opone excepcin de falta de legitimacin pasiva con relacin a los codemandados Gobierno de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires-Hospital General de Agudos Dr. Carlos G. Durand, J. C. y la mdica identificada como Marcela matrcula 100085. Luego, reconoce que al ocurrir los hechos los Dres. T. H. D. P., E. R. J., J. G. C., C. T., L. M., V. C., A. R. y F. P. estaban asegurados por su mandante en virtud de la pliza n 800.037 y A. A. en virtud de la pliza n 800.034, que comprenden un descubierto obligatorio de $15.000 y un lmite de $150.000.

Se adhiere en forma ntegra a las contestaciones de demanda presentadas por los asegurados y ofrece prueba.

h) A fs. 451/469 se presenta el apoderado de C. E. T. (ver poder agregado a fs. 450) y contesta la demanda. Niega en forma genrica y especfica los hechos expuestos en la demanda, documentacin acompaada y la procedencia del reclamo pero reconoce que la accionante fue asistida el da 9 de mayo de 2007 por el servicio de guardia.

Relata que al momento de los hechos su mandante se desempeaba como mdica interina de guardia del Hospital Durand, prestando labores los das martes desde las 8.00 horas hasta las 8.00 horas del da mircoles y explica que su primer contacto con P. P. fue el da 9 de mayo de 2007, cuando estaba a cargo de la guardia junto con el Dr. E. J..

Sigue diciendo que en esa oportunidad, luego de constatar que la paciente haba roto bolsa y se encontraba en trabajo de parto, se decidi la operacin cesrea, que tena indicacin absoluta debido a sus antecedentes. La operacin se inici a las 2.15 horas, en la que intervinieron los Dres. T. y J., la Dra. G. C. como ayudante y el anestesista Dr. M.. Luego del alumbramiento, y de acuerdo al consentimiento firmado por la paciente, se procedi a la ligadura tubaria. Durante la operacin la paciente recibi la dosis de antibiticos de profilaxis intraoperatotio. Afirma que el postoperatorio inmediato transcurri sin complicaciones y, finalizado el perodo de observacin correspondiente a las primeras horas del puerperio subi a la sala de internacin.

Aclara que la Dra. T. no particip del control del resto del puerperio de la paciente, pues su trabajo es por guardia y una vez que el paciente pasa a la sala de internacin queda a cargo del personal mdico permanente. En virtud de ello, todo lo atinente a los controles puerperales no le consta por cuanto no particip de la atencin por consultorios externos.

Por otra parte, teniendo en cuenta las constancias de la historia clnica, relata que la paciente fue reinternada el da 8 de junio de 2009 con un cuadro clnico de abdomen agudo, dehiscencia y necrosis de la histerorrafia y el compromiso

infeccioso del anexo derecho y que los grmenes rescatados del cultivo de la secrecin peritoneal fueron estreptococo betahemoltico del grupo A y estafilococo aureus meticilino resistente. Dice que no puede descartarse que la adquisicin del germen se haya producido en el domicilio de la paciente pues por el corto tiempo de incubacin de la patologa de uno a tres das- de ninguna manera pudo vincularse con la cesrea efectuada treinta das antes de la internacin de la actora.

Opone excepcin de falta de legitimacin activa con relacin al reclamo por indemnizacin del dao moral que efectuaron L. A. S. y sus hijos J. C., O. I.e, F. B.y S. C.S.. Funda su derecho y ofrece prueba. Y, para el caso que se admita la demanda, requiere la atenuacin de la indemnizacin por razones de equidad en los trminos del art. 1069 del Cdigo Civil. i) A fs. 479/486 la parte actora plantea la inconstitucionalidad del art. 1078 del Cdigo Civil. j) A fs. 488/506 se presenta J. G. C., por su propio derecho, y contesta la demanda. Siguiendo el imperativo procesal, niega en forma genrica y especfica los hechos expuestos en la demanda, rubros reclamados y la documentacin acompaada. Relata que al momento de los hechos se desempeaba como mdica concurrente de cuarto ao de tocoginecologa del Hospital Durand, realizando una guardia semanal dentro del programa de formacin, por lo que su actividad profesional fue supervisada por un mdico con mayor formacin.

Contina narrando que su primer contacto con P. P. fue el da 9 de mayo de 2007 cuando fue convocada como segundo ayudante por los mdicos internos de la guardia Dres. T. y J.. Relata de los hechos en trminos similares al de la Dra. T. y, en cuanto a su intervencin en la operacin, afirma que se limit a "separar, sacar y aspirar" y destaca que no particip del control del resto del puerperio de la paciente.

Opone excepcin de falta de legitimacin activa con relacin al reclamo por indemnizacin del dao moral que efectuaron L. A. S. y sus hijos J. C., O. I.e, F. B.y S. C.S..

Funda su derecho y ofrece prueba. Y, para el caso que se admita la demanda, requiere la atenuacin de la indemnizacin por razones de equidad en los trminos del art. 1069 del Cdigo Civil.

k) A fs. 515/533 se presenta F. A. P., por su propio derecho, y contesta la demanda.

Niega en forma genrica y especfica los hechos expuestos en la demanda, rubros reclamados y la documentacin acompaada.

Expresa que al momento de los hechos se desempeaba como mdico tocogineclogo suplente de guardia, los das sbado desde las 8.00 horas hasta las 8.00 horas del da domingo. Explica que como los das del fin de semana los mdicos de planta que realizan las actualizaciones de los pacientes no concurren al hospital, se dirigi al piso de internacin para recorrer la sala junto con los residentes y realizar la evolucin de las pacientes internadas.

As, dice que su nico contacto con la paciente fue el da 12 de mayo de 2007 por la maana cuando se encontraba comenzando su cuarto da post operatorio de cesrea. En esa oportunidad se encontraba lcida, afebril, normotensa, con frecuencia cardaca de 80 por minuto, el abdomen se encontraba blando, depresible indoloro sin defensa ni reaccin peritoneal, el tero de encontraba bien retrado con loquios normales, la herida con buena evolucin, se encontraba lactando sin dificultad y sin ninguna particularidad que pudiera llamar la atencin. En suma, afirma que en ese momento se encontraba dentro de los lmites normales desde el punto de vista clnico y de acuerdo al laboratorio realizado.

Destaca que su actuacin profesional no se apart de las reglas del ejercicio profesional y no guarda relacin de causalidad con la complicacin que present con posterioridad. Opone excepcin de falta de legitimacin activa con relacin al reclamo por indemnizacin del dao moral que efectuaron L. A. S. y sus hijos J. C., O. I.e, F. B.y S. C.S..

Funda su derecho y ofrece prueba y, para el caso que se admita la demanda, requiere la atenuacin de la indemnizacin por razones de equidad contemplada en el art. 1069 del Cdigo Civil.

l) A fs. 556 corre glosada la cdula que da cuenta de la notificacin del traslado de la demanda a V. C. C. .

m) A fs. 565/584 se presenta L. G. M. , por su propio derecho, y contesta la demanda.

Inicialmente, niega en forma genrica y especfica los hechos expuestos en la demanda, rubros reclamados y la documentacin acompaada.

Explica que al momento en que ocurrieron los hechos se desempeaba como mdica residente de primer ao de tocoginecologa del Hospital Durand, realizando una guardia semanal dentro del programa de formacin. Por ello, su actividad era siempre supervisada por un mdico con mayor formacin.

Luego de narrar los antecedentes mdicos de la P. P. sobre la base de las constancias de la historia clnica afirma que su primer y nico contacto con ella fue el da 30 de mayo de 2007, ocasin en que le corresponda la rotacin por los consultorios de puerperio del hospital, siempre bajo la supervisin de superiores.

Afirma que al momento de su evaluacin P. P. se presentaba afebril y hemodinmicamente compensada, con abdomen sin datos semiolgicos particulares, tero retrado y sin loquios. La herida quirrgica se encontraba en buena evolucin, siendo este dato concordante con lo expuesto por los profesionales que la asistieron en su reingreso del da 9 de junio.

Sigue diciendo que procedi a retirar los puntos de sutura de la herida y como la paciente presentaba flujo vaginal le indic tratamiento con vulos polivantes. Afirma que ese fue su nico contacto con la paciente, quien no regres al nosocomio hasta su reinternacin del da 8 de junio de 2007.

Destaca que su actuar fue en todo correcto y de acuerdo a la lex artis y que no existe relacin de causalidad entre los daos invocados en el escrito inicial y su actuacin profesional.

Opone excepcin de falta de legitimacin activa con relacin al reclamo por indemnizacin del dao moral que efectuaron L. A. S. y sus hijos J. C., O. I.e, F. B.y S. C.S..

Funda su derecho y ofrece prueba. Y, para la eventualidad que se admita la demanda en su contra, requiere que se atene la indemnizacin con fundamento en el art. 1069 del Cdigo Civil.

n) A fs. 597/615 se presenta T. H. D. P., por su propio derecho, y contesta la demanda. Niega en forma genrica y especfica los hechos expuestos en la demanda, rubros reclamados y la documentacin acompaada. A continuacin expresa que nunca atendi a P. I. P. ni tuvo contacto con sus familiares, motivo por el cual le resultan ajenos los hechos vinculados a su atencin mdica. Explica que se desempea como director del hospital y, en esa marco, sus funciones se circunscriben a la conduccin y organizacin del nosocomio y no le corresponde ejercer el contralor de la actividad asistencial prestada por los mdicos que son profesionales con autonoma cientfica contratados por la Ciudad de Buenos Aires.

Afirma que no existe nexo adecuado de causalidad entre las conductas mdicas que se reprochan y su labor como director del hospital. Recuerda que todos los profesionales que integran el plantel mdico del hospital dependen del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires e ingresan por concurso de oposicin o bien por selecciones internas con jurados y refrendados por el Consejo Asesor Tcnico Administrativo. Por tanto, concluye que no reviste el carcter de principal con relacin a los mdicos.

Luego, relata la atencin mdica brindada a P. P. con fundamento en las constancias de la historia clnica.

Opone excepcin de falta de legitimacin activa con relacin al reclamo por indemnizacin del dao moral que efectuaron L. A. S. y sus hijos J. C., O. I.e, F. B.y S. C.S..

Funda su derecho y ofrece prueba. Y, para la eventualidad que se admita la demanda en su contra, requiere que se atene la indemnizacin con fundamento en el art. 1069 del Cdigo Civil.

) A fs. 617 la parte actora desiste de la accin respecto de A. R. y a fs. 621 respecto de A. A..

o) A fs. 658/660 obra el acta que da cuenta que se realiz la audiencia prevista en el artculo 360 del Cdigo Procesal y, posteriormente, se produjo la prueba que ilustran las constancias de autos (ver certificado de fs. 1186/1188). En esa oportunidad, se present E. R. J. .

p) A fs. 1388 se puso el expediente en Secretara para que las partes hicieran uso del derecho de alegar sobre el mrito de la prueba, habiendo hecho uso de su derecho la parte actora a fs. 1404/1417 y el Sr. Defensor de Menores a fs. 1421/1423.

q) A fs. 1436 se dict la providencia de autos para sentencia.

Y CONSIDERANDO:

I. El caso.

Como ha quedado expuesto en la relacin de causa que antecede, P. I. P. y L. A. S., ambos por su propio derecho y en representacin de sus hijos menores de edad J. C., O. I., F. B.y S.C. , demandan a E. R. J., J. G. C., C. T., L. M., V. C., F. P. , T. H. D. P. y al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (Hospital General de Agudos Carlos G. Durand), pretendiendo el resarcimiento de los daos y perjuicios que afirman haber sufrido por el shock sptico padecido por P. P. el da 9 de junio de 2007 que deriv en la histerectoma total con anexectoma derecha realizada ese mismo da, amputacin supracondlea del miembro superior derecho practicada el da 22 de junio y de los restantes miembros el da 26 de junio que atribuyen a la mala atencin mdica prestada por los profesionales que la atendieron en el Hospital General de Agudos Carlos G. Durand.

A su turno, los accionados contestaron la demanda con excepcin de R. J., quien se presenta en la audiencia preliminar, y V. C. C. - negando los hechos, centralmente que el shock sptico hubiese sido causado por la mala praxis en la atencin mdica recibida durante el alumbramiento por cesrea del da 9 de mayo de 2007 y en los controles puerperales posteriores. Adems, T. H. D. P. expres que no existe nexo de causalidad adecuado entre la labor que desempea como director del nosocomio y las conductas mdicas que se reprochan, pues su funcin se limita a la conduccin y organizacin del hospital y no le corresponde ejercer el contralor de la actividad asistencial prestada por los mdicos.

Como se aprecia, la cuestin central a dilucidar es si el referido shock sptico padecido por P. P. el da 9 de junio de 2007 que deriv en la histerectoma total con anexectoma derecha y amputacin de sus cuatro miembros tuvo su origen en un incumplimiento de los mdicos que le proporcionaron los mdicos demandados, pues en ese caso los mdicos demandados y/o el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires debern responder por los daos que resulten debidamente probados.

Ha quedado acreditado el marco fctico que da lugar a estas actuaciones, restando determinar si las conductas desplegadas por los demandados han tenido entidad para configurar los presupuestos de la responsabilidad civil.

As, de los elementos adunados, surge que P. P. fue internada en el servicio de tocoginecologa del Hospital Durand el da 08/05/2007 con diagnstico de embarazo de 38.6 semanas y con antecedente de tres cesreas anteriores (1992, 1999 y 2002). Se haba programado una cesrea abdominal para el da siguiente.

Pasada la medianoche se constat que la paciente haba iniciado el trabajo de parto y que haba roto bolsa, razn por la cual se adelant la intervencin cesrea. En la misma intervinieron los demandados Dres. E. J., C. T., J. G. C. y el anestesista de guardia Dr. M..

El 13/05/2007, luego de la operacin se le otorg el alta de internacin con indicacin de analgsicos, antibiticos, cefalexina 500 ms. cada seis horas y con indicacin de pautas de alarma y control por consultorios externos. El alta fue otorgada por la Dra. M. M. V. R. (MN X)

El 17/05/2007, cuatro das despus del alta de internacin, P. P. se present en los consultorios externos del servicio de obstetricia. All fue atendida por la Dra. V. C.s quien constat una ligera flogosis (inflamacin) de la herida quirrgica y secrecin ligeramente maloliente, junto con foliculitis en axila izquierda de aproximadamente cinco pequeos ndulos eritematosos superficiales. En esa oportunidad se le indic un antibitico de amplio espectro -Optamox- durante siete das para tratar la herida, se le reiteraron las pautas de alarma y se la cit a un nuevo control para el da 24 de mayo, al que no se present.

El da 30/05/2007 la actora concurri a los consultorios externos del servicio de obstetricia, donde fue atendida por la Dra. L. M., quien le realiz un examen fsico. En ese momento se encontraba segn refiere la mdica en la historia clnica- lcida, afebril, clnicamente estable y agrega que observ la herida quirrgica en buena evolucin, por lo que se le retiraron los puntos. Afirma que al examen se constat como nico dato positivo la presencia de flujo, por lo que se le indic tratamiento con vulos polivalentes.

El da 08/06/2007 P. P. concurri a la guardia del servicio de tocoginecologa refiriendo presentar fiebre de tres das de evolucin, disnea y dolor abdominal. All fue atendida y evaluada por los Dres. U. y Ponce quienes solicitaron anlisis de laboratorio en sangre y la derivaron a la guardia general para ser evaluada por el mdico clnico y cirujano de guardia. A partir de ese momento, se consigna que la evolucin fue trpida hasta que se presentaron signos de shock sptico que determinaron la necesidad de una laparotoma exploradora de urgencia.

En la ciruga participaron los Dres. A. B.y Z. A. del servicio de ciruga y Ponce y U. del servicio de tocoginecologa. Los profesionales constataron segn indica la historia clnica- peritonitis purulenta generalizada, y se tomaron muestras para cultivo, lavaron la cavidad abdominal con suero fisiolgico y tras realizar una exploracin concntrica del abdomen visualizaron rea en la cicatriz de la histerorrafia, tero que impresionaba con zonas de necrosis y el anexo derecho con signos de sufrimiento vascular. En ese contexto, se decidi realizar una histerectoma total ms anexectoma derecha. Luego del acto operatorio pas a la unidad de cuidados intensivos.

A la actora se le indic ceftriaxona ms metronidazol que se rot a las pocas horas a vancomicina ms imipenem, tratando de cubrir la mayora de las bacterias que pudiesen estar involucradas en el gravsimo cuadro que presentara la paciente.

El 11/06/2007 refieren que -ante la sospecha clnica de EBHGA-, se agreg clindamicina, pero para ese momento la paciente ya padeca cianosis en sus extremidades y necrosis. En ese momento, presentaba cinco fallas multiorgnicas: hemodinmica, renal, respiratoria, hematolgica y heptica.

El 13/06/2007, al confirmar con los estudios de laboratorio la presencia de EBHGA segn surge de la historia clnica-, se decidi rotar al antibitico ceftriaxona.

El 19/06/2007 se realiz una nueva ciruga de laparotoma por fiebre persistente y sospecha de foco abdominal residual en la que se procedi al lavado de cavidad y exploracin.

El da 22/06/2007 debido a la presencia de necrobiosis de mano derecha se decidi junto con los servicios de traumatologa, ciruga vascular, obstetricia, infectologa y ciruga general la amputacin supracondlea del miembro superior derecho. El da 26/06/2007 se amputaron los restantes miembros. II. La responsabilidad de los mdicos demandados.

A) Marco normativo aplicable: Con posterioridad al 01/08/2015 se encuentra vigente el nuevo Cdigo Civil y Comercial de la Nacin, corresponde determinar cul es el concreto marco normativo aplicable al caso de autos. En tal sentido, cabe destacar que la doctrina y jurisprudencia coinciden en que la responsabilidad civil se rige por la ley vigente al momento del hecho antijurdico daoso (Roubier, Le droit transitoire (Conflits des lois dans le temps), p, 189; Kemelmajer de Carlucci, Ada "La aplicacin del Cdigo Civil y Comercial a las relaciones y situaciones jurdicas existentes", Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2015, p. 100 y 158).

De este modo, como seala Kemelmajer de Carlucci, la mayora de las reglas establecidas en los arts. 1708 y siguientes se aplican slo a los daos producidos despus de agosto de 2015, e igual conclusin cabe respecto de otros artculos referidos a la responsabilidad distribuidos en el resto del articulado (en "La aplicacin del Cdigo Civil y Comercial a las relaciones y situaciones jurdicas existentes", ob. cit., p. 158).

De todos modos, coincido con la distinguida profesora mendocina cuando seala que, de cualquier modo, la mayora de estas normas no deberan causar problemas de derecho transitorio porque slo recogen y ordenan el articulado del CC y su doctrina y jurisprudencia interpretativas.

Atento a lo dispuesto por el art. 7 del CCyC al sealar que "A partir de su entrada en vigencia, las leyes se aplican a las consecuencias de las relaciones y situaciones jurdicas existentes", volver sobre este tema al referirme a los rubros de la cuenta indemnizatoria, en caso de corresponder. Ello porque el nuevo Cdigo distingue entre el dao como presupuesto de la responsabilidad civil (art.1737) y la indemnizacin, como consecuencia de la lesin daosa (art. 1738).

B) Responsabilidad profesional: Habiendo delimitado el reclamo de autos y el marco normativo aplicable corresponde adentrarme en el anlisis de los presupuestos de la responsabilidad civil mdica.

La responsabilidad profesional es aquella en la que incurren quienes ejercen determinadas profesiones liberales al faltar a los deberes especiales que su arte o ciencia les imponen (En este caso, conf. ley 17.132, reglas de la ciencia mdica y Cdigo de tica).

Entonces, dentro del marco legal aplicable al caso de marras Cdigo de Vlez- para su configuracin dicha responsabilidad profesional requiere de los mismos elementos comunes a la responsabilidad civil. En el ordenamiento del Cdigo de Vlez no encontramos disposiciones especficas relativas a la materia, quedando regida por los principios que gobiernan la responsabilidad civil contenidos en el Cdigo de fondo, sin perjuicio de ciertos matices particulares derivados de la naturaleza de la obligacin comprometida, las circunstancias del caso, y la prestacin que hubiere sido contratada, pero que en modo alguno permiten descartar la premisa antes enunciada.

De este modo, es necesario analizar si ha existido una conducta antijurdica de los demandados (arts. 19 CN, art. 1066 y 1197 del CC) que conlleve un defecto de conducta culpa, que se pueda manifestar como negligencia, imprudencia o impericia- (art. 512 y 1109 del CC) por parte de los mdicos que asistieron a la actora, y/o el incumplimiento de la obligacin de seguridad por parte del ente de salud demandado (art. 1198 del CC), que sea causalmente relevante (art. 901 y 906 del CC) para provocar los daos en razn de los cuales se reclama (arts. 1068, 519, 520, 522, 1079, 1078 y concordantes del CC); todo ello a la luz de las normas generales de la responsabilidad civil y las cuales deben ser interpretadas conforme a lo dispuesto por la Constitucin Nacional y los tratados de derechos humanos con jerarqua constitucional.

En este orden, tales presupuestos deben ser estudiados a la luz de las nuevas tendencias de la responsabilidad civil que han sido recogidas en el nuevo Cdigo Civil y Comercial de la Nacin que rige a partir del 01/08/2015. Imperiosamente debe tenerse en cuenta la constitucionalizacin del derecho privado que es una pauta orientadora fundamental y cardinal en los casos de grave lesin a los derechos personalsimos y a la integridad psicofsica.

En tal sentido, afirma Ricardo Luis Lorenzetti en su destacado libro "Responsabilidad civil de los mdicos" (Rubinzal-Culzoni Editores, Tomo II, pgs. 209 y sgtes.) que es sabido que el Derecho de Daos se ha orientado hacia la proteccin de la vctima y una de las principales preocupaciones ha sido la de aligerar la carga probatoria "con el fin de restituir un equilibrio afectado por la masividad y la produccin annima de daos".

En este punto se advierte una profunda preocupacin de la doctrina que ha sealado en el II Congreso Internacional de Derecho de Daos, Buenos Aires, 1991, (Comisin n 1) "La inviolabilidad de la persona hU., como fin en s misma, supone su primaca jurdica como valor absoluto" (unanimidad).

C) mbito de la responsabilidad civil: El Cdigo Civil velezano estructura a partir del art. 1107 dos rbitas de la responsabilidad civil, a saber, la contractual y la extracontractual. Si bien se trata de una distincin que no tiene justificacin ontolgica y que desde hace aos la doctrina y encuentros jurdicos han reclamado la unificaciny a la cual he adherido desde hace muchos aos-, lo cierto es que la misma es aplicable al caso de autos, y por ende debe ser tenida en cuenta a fin de dar adecuado encuadre y fundamento jurdico a la solucin del mismo.

Esta postura ha sido receptada por el nuevo Cdigo Civil y Comercial de la Nacin sobre la base de la unidad del fenmeno de la ilicitud.

En razn de ello la doctrina ha sostenido que "los tribunales no se preocupan por la naturaleza contractual o extracontractual- de la responsabilidad ms que all donde existe inters en hacerlo" (Mazeaud Tunc citados por Alterini, A. Ameal, O. Lpez Cabana, R., Derecho de Obligaciones civiles y comerciales, ob.cit., p. 158); y en el concreto caso de autos es imprescindible formular tal distincin por el modo en que se ha trabado la litis.

En el Cdigo de Vlez la responsabilidad es contractual cuando hay un deber preexistente que es especfico y determinado, tanto en relacin al objeto como al sujeto obligado. En cambio es extracontractual cuando existe un deber preexistente que es genrico (deber general de no daar) e indeterminado en cuanto a los sujetos pasivos, que viene impuesto por la ley, y que rige por el mero hecho de la convivencia social (Alterini, A. Ameal, O. Lpez Cabana, R., Derecho de Obligaciones civiles y comerciales, AbeledoPerrot, Bs. As., 2003, p. 153).

Respecto de la coactora y paciente P. I. P. la responsabilidad es evidente que debe emplazarse en la rbita contractual, ya que ella habra sido vctima directa en caso de configurarse los presupuestos de la responsabilidad civil-, en tanto que los dems coactores seran damnificados indirectos a quienes se debe emplazar en la rbita extracontractual. Esta distincin reitero- resulta fundamental para determinar el correcto marco aplicable en cada caso.

D) Prueba: Antes de entrar en el examen de la prueba, que permitir contestar los interrogantes planteados, debo recordar que los jueces no estamos obligados a analizar todas y cada una de las argumentaciones de las partes, sino tan slo aquellas que sean conducentes y posean relevancia para decidir el caso (C.S. FALLOS 258:304; 262:222; 265:301; 272:225) y que tampoco es obligacin del juzgador ponderar todas las pruebas agregadas, sino aquellas que estime apropiadas para resolver el caso (CS, Fallos 274:113; 280:320; 144:611).

Se ha recibido en estas actuaciones la causa penal iniciada por L. A. S. radicada por ante la Seccional 11 de la PFA sumario 1748/07- y tramit bajo el nmero 31.993/2007 ante el Juzgado Nacional en lo Criminal de Instruccin N 31 Secretara N 119 cuyo titular declin la competencia a favor del fuero Correccional, por lo que el sumario qued radicado ante el Juzgado Nacional en lo Correccional n 12 Secretara n 77 (causa n 31.021). En la misma se imput a E. R. J., Claudia Elba T., J. G. C., M. M. V. R., V. C. C. , L. G. M., A. B. U., L. L. , A. H. M. , M. I. R. y Z. A. por haberse apartado de las normas de la lex artis mdica al haber brindado deficiente atencin mdica a P. I. P. en el periodo comprendido desde su internacin a los fines de la cesrea que se le practic el 09/05/2007 hasta el 09/06/2007 en el Hospital Durand.

A fs. 373/379 de la causa penal se agrega el dictamen del Cuerpo Mdico Forense, en el cual a fs. 374 se seala que "desconocemos el motivo por el cual se le otorga el alta con indicacin de antibiticos (cefalexina) cada seis horas". En primer lugar destaco esta circunstancia porque es un dato fctico fundamental para comprender, luego, cmo han ido transcurriendo los hechos.

A fs. 377 el CMF ya destaca que la actora en las evaluaciones del 13/05/2007 y 17/05/2007 presentaba un foco infeccioso y que para el 17 no presentaba compromiso sistmico, no contando con otra evaluacin mdica hasta el 30/05/2007.

A fs. 378 el CMF sostiene que con una reinternacin a los 9 das de su ltimo control mdico (del 30/05/2007) se interpreta que no surga de los controles del 17/05/2007 y del 30/05 /2007 evidencias francas de pautas de alarma que obligaran a realizar otras conductas mdicas. Ms all de que en tales actuaciones existieron varias discrepancias entre el informe del CMF y el dictamen del consultor mdico de la querella, lo que motiv la intervencin de la Junta Mdica de la Facultad de Medicina de la UBA, entiendo que tambin existen coincidencias que merecen y deben ser destacadas. De este modo, y volviendo al informe del CMF, refiere que "ESTAS PAUTAS (SIGNOS Y SNTOMAS DE ALERTA INFECCIOSA) PUDIERON HABER SIDO YUGULADOS POR LA ANTIBIOTICOTERAPIA RECIBIDA EN FORMA AMBULATORIA COMO SURGE DE LA DOCUMENTAL MDICA REMITIDA". Como puede advertirse, en este punto comienza a advertirse la incidencia causal de haber prescripto Cefalexina (del 13/05/2007) sin que en la historia clnica se haya consignado justificacin alguna para este proceder.

Por otro lado, a fs. 395 el CMF informa que, del estudio de las constancias mdicas remitidas, no surge del protocolo quirrgico de la operacin cesrea realizada el 09/05/2007 el recuento de gasas e instrumental, aun cuando en el parte quirrgico de la intervencin realizada el 09/06/2007 (laparotoma) no se describe hallazgo de ningn oblito, que de haber existido debi consignarse en dicha foja quirrgica.

A fs. 397 el CMF refiere que de haberse practicado un examen ecogrfico o una tomografa computada (el 08/06/2007) muy probablemente hubieran demostrado la presencia de los 3 litros de pus. Luego agrega que es posible que el resultado de dichos estudios hubiese motivado adelantar la intervencin quirrgica, no obstante la decisin de una ciruga debe ser oportuna con una evaluacin completa de la paciente, interconsultas y estudios complementarios. Tambin cabe destacar que los mdicos concluyen que dada la gravsima evolucin posterior la anticipacin en horas de la ciruga no influy sobre el resultado final. Es decir, este yerro -por s mismo y en forma aislada- no tuvo entidad causal para provocar ni agravar el resultado final.

De todos modos, entiendo que este informe pone de resalto varias "negligencias abstractas" que deben ser analizadas junto con el resto de las pruebas, a las cuales me referir inmediatamente.

A mayor abundamiento, a fs. 498 el CMF reitera que en las atenciones mdicas de los das 17/05/2007 (a cargo de la Dra. C.s) y 30/05/2007 (a cargo de la Dra. M.) surge la presencia de un foco infeccioso de piel a nivel de la herida quirrgica y que el 17/05/2007 se le indic un antibitico de mayor espectro, no contando con otra evolucin mdica hasta el da 30/05/2007. Reitero que a fs. 378 el CMF ya haba sostenido que "ESTAS PAUTAS (SIGNOS Y SNTOMAS DE ALERTA INFECCIOSA) PUDIERON HABER SIDO YUGULADOS POR LA ANTIBIOTICOTERAPIA RECIBIDA EN FORMA AMBULATORIA COMO SURGE DE LA DOCUMENTAL MDICA REMITIDA".

Destaco, aunque ello resulta una obviedad, que todas estas consideraciones as lo expresan los mdicos del CMF- resultan de las constancias consignadas en la historia clnica por los propios demandados, por lo que debo ser sumamente prudente en su valoracin y teniendo en cuenta estas pautas.

Si bien es cierto que a fs. 502 el CMF informa que frente al diagnstico del 30/05/2007 no es habitual realizar los estudios mencionados en el punto de pericia (frotis-test de aminas cultivo) ante una paciente con flujo vaginal, advierto que la paciente vena tomando medicamentos desde principios de mayo, tal dato debe ser tenido en cuenta. Es ms, fue dada de alta de la internacin el 13/05/2007 y ya entonces sin que los mdicos encuentren explicacin para ello- se le haban prescripto antibiticos (fs. 374 cefalexina). Y lo cierto es, y lo vuelvo a repetir, que "ESTAS PAUTAS (SIGNOS Y SNTOMAS DE ALERTA INFECCIOSA) PUDIERON HABER SIDO YUGULADOS POR LA ANTIBIOTICOTERAPIA RECIBIDA EN FORMA AMBULATORIA COMO SURGE DE LA DOCUMENTAL MDICA REMITIDA".

Otra deficiencia de la historia clnica, que dificulta la reconstruccin de los hechos, consiste en el desconocimiento de si al 30/05/2007 la paciente continuaba con antibiticos (ver fs. 502 de la CP informe del CMF).

A fs. 503 se interroga al CMF "si la indicacin de cefalexina primero y luego, a continuacin de Optamox, sin antibiograma previo, pudo enmascarar el cuadro infeccioso abdominal e impedir su diagnstico precoz". Ante lo cual responde que es importante aclarar, que es esencial tratar, ante un foco de infeccin, tomar muestra contributiva de la secrecin para envo a cultivo y antibiograma para poder tipificar el o los grmenes causantes del proceso. Entiendo que esa es la conducta debida dentro del marco del anlisis de la culpabilidad civil que determina el art. 512 del CC con su correlato en el art. 1109 del mismo cuerpo legal.

Sin embargo, luego agrega el CMF que la decisin de la toma del material de cultivo y antibiograma la decide el mdico de acuerdo al cuadro de la paciente. Y a continuacin expone que en el caso que nos ocupa no se aclara la cantidad de secrecin y el tipo de la misma, no obstante lo cual se rota el antibitico por uno de ms amplio espectro que debe interpretarse dirigido al proceso de la herida quirrgica y de los mentados pequeos ndulos eritematosos superficiales en axila observados. Ntese que la historia clnica se presenta en este aspecto incompleta y que a partir de ello se formulan suposiciones sobre lo que se pretenda tratar, sin que se pueda tener certeza absoluta de lo observado en la paciente ni la motivacin o fundamento de las decisiones de la mdica interviniente.

En este punto, tengo presente que el art. 173 del Cdigo de tica para el Equipo de Salud de la AMA establece que "En la Historia Clnica se deber hacer una descripcin exacta de todos los estudios y anlisis que se vayan practicando.". A su vez, el art. 176 establece que "no debern omitirse datos imprescindibles para mejor tratamiento.". Por su parte, el art. 178 determina que "La Historia Clnica completa y escrita en forma comprensible es una de las mayores responsabilidades del Equipo de Salud y su redaccin defectuosa es un elemento agravante en los juicios de responsabilidad legal".

Luego, la conclusin del CMF a fs. 503 seala que "Esta conducta, a tenor de lo escrito el da 30/05/2007 en donde no se constataron pautas de sepsis y se retiraron los puntos de la herida, fue correcta".No obstante lo cual el CMF, inmediatamente, refiere que "Hemos dicho que la antibioticorerapia indicada pudo haber yugulado signos y sntomas de alerta infecciosa" (fs. 503).

Desde ya que esta prueba, ms all de la ponderacin que ha formulado el juez penal y a la que me referir ms adelante, la he de considerar a la luz de lo normado por los arts. 386 y 477 del CPCCN.

A fs. 519/528 obra el informe del consultor tcnico propuesto por la parte actora quien a fs. 521 expresamente seala que en una mujer en periodo de post parto por cesrea el flujo vaginal podra ser considerado singo de atencin preferencial, a diferencia de la mujer no operada recientemente. Agrega, en consonancia con lo referido ut supra, que la mdica actuante en ocasin de la deteccin del flujo no describe sus caractersticas, no informa sus caractersticas infecciosas, ni evidencia haber efectuado un examen ginecolgico. Agrega que orden antibiticos siendo inespecfica la eleccin o bien emprica. Tambin seala que tampoco se evidencia haber efectuado un examen ginecolgico. Sostiene que ante la falta de estudios especficos se ignora si la secrecin por va vaginal contena ya entonces elementos evaluados por el tero. En definitiva, considera que son insuficientes los elementos de registro para hacer un estudio retrospectivo del tipo de secrecin. Reitera que no debi perderse de vista la fecha reciente de operacin.

Al igual que el CMF, a fs. 521 vta el consultor de parte tambin destaca que a la actora se le indicaron antibiticos (cefalexina) posteriormente a la cesrea, sin aclarar la documentacin obrante por qu razn. Agrega que luego se prosigui con la cefalexina y posteriormente con Optamox.

Sostiene que ello coincide en el tiempo con la descripcin de una infeccin de la herida quirrgica en piel de la operacin cesrea.

A fs. 521 vta el consultor tcnico tambin describe que "el empleo de antibiticos como el caso de la Sra. P.-, puede yugular, modificar, retardar, la evolucin de un cuadro infeccioso, de diversa naturaleza, incluida una infeccin abdominal. En tal supuesto, puede interferir o impedir el diagnstico de dichos cuadros, en algunas de sus etapas evolutivas. El antibiograma previo a la administracin de un antibitico, permite determinar la sensibilidad al mismo (al antibitico) del germen (o grmenes) involucrado en el cuadro tratado. Para ello, se debe diagnosticar cul es el germen, mediante estudios adecuados".

Al ser preguntado el consultor tcnico de la parte actora respecto del accionar de los doctores U., M., Z. y R.(fs. 522 pregunta l), el experto seala que el cuadro integral descripto en la historia clnica por ellos no resulta coherente con lo que horas despus se comprob respecto de que la actora contena 3 litros de pus con una peritonitis generalizada a punto de partida uterino, con salida de material necrtico purulento a travs del aludido tero, en la zona de la histerorrafia, asimismo necrtica segn se document (aun cuando refiere no hallar los informes macroscpico y microscpico de anatoma patolgica). Concluye que "De todo ello, resulta que no es posible admitir llanamente, dichos diagnsticos, como acertados. Dado que no se corresponden en esencia, con lo que luego, demostr la situacin a graves, principalmente, de la operacin quirrgica". Inclusive el recuento de glbulos blancos (5030) se presenta inconsistente frente a tamaa infeccin. En definitiva, considera que el incorrecto diagnstico del 08/06/2007 a las 16.00 hs (momento aproximado del ingreso) demor injustificadamente la intervencin que se realiz al da siguiente, apenas pasada la medianoche, con el consiguiente atentado de la buena evolucin posterior y aumento del riesgo de vida.

En este punto, advierto que se produce una discrepancia con el informe del CMF (fs. 397), por lo que debe ser ponderada la opinin de la Junta Mdica de la UBA, a la que me referir ms adelante.

Tambin destaca el consultor de la querella (fs. 525 vta y 526) que la ausencia del informe de Anatoma Patolgica, macroscpico y microscpico, que hubiera dado la oportunidad de corroborar cuestiones relacionadas con los mencionados en el expediente (temas de cuerpos extraos, oblitos, infecciones, lesiones orgnicas y otros), priva al proceso de un muy importante medio probatorio que no es posible examinar. Destaca que ello constituye una rareza.

Luego, a fs. 757/761 de la causa penal obra el informe elaborado por el Comit de peritos mdicos de la Asociacin Mdica Argentina, solicitada por el Juzgado Penal. A fs. 759 vta informa que "No se explica en el caso de la actora cul fue la razn de extender el plazo e incluso cambiar de antibitico durante el postoperatorio alejado". En este punto sealo que la misma consideracin o pregunta se realizan los mdicos del Cuerpo Mdico Forense (fs. 374) y el Consultor de la parte actora (fs. 521 vta).

Agrega el Comit (fs. 759 vta) que si no se sospecha infeccin, y as se afirma en los controles postoperatorios de consultorio externo, no es aconsejable administrar antibiticos, salvo como profilcticos, en el tiempo sealado (mximo de tres das). Concluye que "En el caso de la paciente, se desconoce la razn por la cual se indic a la actora un antibitico al momento del alta mdica y tampoco se explica el motivo por el cual el da 17 de Mayo, cuatro das despus del alta se cambi el antibitico indicado por otro".

Luego, a fs. 760 vta el Comit reafirma su postura sealando "Segn la historia clnica la paciente evolucion de manera normal, sin complicaciones motivo por el cual fue dada de alta. No se explica por qu se indic la administracin de un antibitico para despus del 5 da de cesrea". A fs. 761 agrega que en tales casos "Ya deja de tratarse de un plan profilctico".

El Comit tambin refiere que "No se establece en la historia clnica que se haya investigado en los informes de consultorio que antes de cambiar el antibitico, se hubiera determinado el origen de la posible infeccin, tampoco se aadi al Expte. el informe histolgico y macroscpico del Servicio Anatomopatologa, donde se podra haber conocido el origen de la infeccin y necrosis del tero y anexo".

Agrega el Comit que "La conducta mdica aconsejada es suspender el antibitico hacer cultivos y conociendo el germen recurrir al antibitico adecuado".

En relacin al origen de la infeccin el Comit refiere que "no quedan dudas que el nico foco infeccioso encontrado en la exploracin del abdomen fue la necrosis de la sutura del tero, y la salida de lquido purulento a travs de esa herida". En cuanto al examen clnico del 08/06/2007 el Comit expone que el tacto ginecolgico hubiera demostrado el abombamiento de los fondos de saco dada la relacin entre el antecedente de cesrea y el cuadro que presentaba la paciente un mes despus. Tambin la ecografa y mejor an la TAC seguramente hubieran demostrado la patologa dada la magnitud del mismo (fs. 759 vta y 760).

Al igual que los dictmenes anteriores, el Comit seala a fs. 760 que "La administracin de antibiticos puede enmascarar el cuadro infeccioso. En sangre no es dable esperar un gran ascenso de los leucocitos (glbulos blancos) si el paciente estuvo medicado previamente con antibiticos)".

A fs. 761 el Comit seala que la administracin de dos diferentes antibiticos distintos debi enmascarar el cuadro sptico en curso.

A fs. 868/870 obra el informe de la Junta Mdica del Consejo Departamental (CoDep) de Medicina de la Facultad de Medicina de UBA quien refiere que con respecto a la indicacin de alta Cefalexina- no existe en la documentacin clnica evidencias que respalden su prescripcin. Asimismo, refiere que la indicacin de Optamox fue emprica y no hay datos en la historia clnica que permitan evaluar su adecuacin. Tambin seala que previo al suministro del Optamox debi efectuarse la toma de muestras de la supuracin de la herida quirrgica para estudios microbianos y que una ecografa de partes blandas podra haber aportado datos de inters.

A fs. 869 el Comit informa que la demora entre el inicio de los sntomas (06/06/2007) y la ciruga (09/06/2007) tuvo influencia en el resultado final, pero aclara que la paciente consult en el Hospital el 08/06/2007.

En cuanto al lapso de demora entre el ingreso de la paciente el 08/06/2009 y su intervencin quirrgica al da siguiente no fue definitorio para la evolucin. Es decir, desde el punto de vista de la causalidad adecuada la demora no ha tenido incidencia en la produccin del resultado final.

Expone que la realizacin de estudios previos, el 08/06/2007, como placas radiogrficas, ecografas y/o tomografas no hubieran modificado la conducta quirrgica ni el resultado final.

Destaca que durante la evolucin el tratamiento antibitico pudo haber atenuado la sintomatologa infecciosa.

En cuanto al origen de la infeccin refiere que la misma fue ginecolgica y que empez a manifestarse localmente el 17/05/2007. Agrega que el proceso fue oligosintomtico hasta el 06/06/2007 segn consta en la historia clnica.

Afirma que aun cuando el flujo vaginal es un signo inespecfico y que por ende debe ser indagado en su contexto clnico general, s debi efectuarse un examen ginecolgico. Asimismo, para determinar el tipo de secrecin que presentaba P. se requera el estudio microbiolgico de flujo.

E) Prueba: continuacin - E. R. J., C. E. T., G. C. y M. M. V. R.: Ya puedo adelantar que de la prueba colectada puede concluirse que la atencin mdica dispensada el da de la cesrea (09/05/2007) fue acorde con las normas que expone la prctica obsttrica no se ha acreditado la existencia de oblito quirrgico-; aunque sin embargo, no se puede explicar el motivo o razn por la cual se le prescribi a la actora P. el antibitico Cefalexina cada seis horas, indicado por la mdica M. M. V. R..

A fs. 931/955 obra el auto de procesamiento de la causa penal referida ut supra. A fs. 944 vta se determina que respecto de los mdicos intervinientes en la cesrea del 09/05/2007, a saber los mdicos E. R. J., C. E. T. y J. G. C. quienes participaron como cirujanos los dos primeros y ayudante la ltima desde el punto de vista penal- no ha quedado fehacientemente acreditado que la infeccin que posteriormente origina el desenlace lesivo se haya originado en el momento de la intervencin. Agrega que tampoco se ha comprobado que en ello haya tenido incidencia el accionar de cada uno de los encartados, por lo que no se les puede endilgar una accin contraria al deber de cuidado. As, concluye el juzgador penal que luego de la ponderacin de los elementos colectados los mismos resultan insuficientes para formar juicio recriminatorio en contra de los nombrados mdicos, puesto que respecto de ellos no se ha configurado una conducta negligencia en el ejercicio de su profesin.

Estos profesionales fueron sobresedos a fs 931/955, y ello fue confirmado por el Superior a fs. 992/994.

Debe tenerse especialmente en cuenta que conforme lo determina la Junta Mdica la infeccin habra tenido origen ginecolgico el 17/05/2007, descartndose su inicio en la cesrea. Y si bien en este punto ha existido discrepancia entre los distintos informes mdicos, lo cierto es que no advierto que hayan incurrido en una conducta antijurdica y culpable ni dolosa- que permita tener por configurado algn factor de atribucin en grado de causalidad adecuada con el resultado daoso final, y que pueda comprometer su responsabilidad.

No hay prueba colectada y rendida en autos para la atribucin de responsabilidad.

Por todo lo expuesto, entiendo que respecto de aquellos mdicos tampoco se configura una conducta antijurdica y culposa desde el punto de vista de la ley civil fuente de daos (art. 499 del CC), por lo que la demanda habr de ser rechazada a su respecto.

En cuanto a la mdica M. M. V. R. cabe destacar, en primer trmino, que la misma no ha sido demandada en autos. A fs. 945 vta de la causa penal se determina que su conducta est exenta de reproche por la conducta tipificada por el art. 94 del CP, para lo cual se tuvo en cuenta fundamentalmente el dictamen de la Junta Mdica que concluy que la infeccin de la actora se comenz a manifestar localmente el 17/05/2007. Tiene especialmente en cuenta que la circunstancia de que de la documentacin mdica no surja evidencia clnica que respalde la prescripcin de Cefalexina al momento del alta no modifica lo expuesto ya que los galenos afirmaron que la paciente fue dada de alta en condiciones mdicas adecuadas. Por lo tanto, se est a esas constancias y al hecho de no haber sido demandada en autos.

F) Prueba. Continuacin V. C. C.: En relacin a la codemandada V. C. C. se encuentra acreditado que el 17/05/2007 la paciente P. concurri a control y all se cambi la prescripcin del antibitico Cefalexina prescripto por V. R., segn consta en la historia clnica, por Optamox, como antibitico de mayor espectro. Se determin la herida quirrgica flogtica con secrecin maloliente.

En la causa penal se le imput a la codemandada C. haberse apartado de las normas de la lex artis mdica al incurrir en una deficiente prestacin de servicios mdicos, desatendiendo el rol que le incumba como profesional de la ciencia mdica, respecto de la paciente P. P. en oportunidad de realizarle el control medido del 17/05/2007 en el Hospital Durand luego de la cesrea que se le efectuara el 09/05/2007; y que con posterioridad a que sta consumiera la dosis de antibiticos que se le indicara, le prescribi el cambio de antibitico Optamox por Cefalexina- sin haber efectuado previamente la toma de muestras de la supuracin de la herida quirrgica para estudios microbiolgicos y habra omitido disponer la realizacin de una ecografa de partes blandas a la paciente pese a las pautas de alerta que se asent como existentes. El 09/06/2007 la actora sufri un shock sptico que le ocasion las secuelas ya descriptas.

Luego de referir el descargo realizado por la encartada a fs. 922/923 al ampliar la declaracin a tenor del art. 294 del CPPN, a fs. 950 el juez penal seala que distinta de sus consortes de causa ha de ser la situacin de la Dra. C. en virtud de las respuestas brindadas por la Junta efectuada por los mdicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires a fs. 868/870 ya que no es factible arribar a un pronunciamiento libertorio.

Conforme lo exponen estos profesionales, el 17/05/2007 la demandada C. debi efectuar toma de muestras de la supuracin de la herida quirrgica para estudios microbiolgicos y disponer la realizacin de una ecografa de partes blandas a la paciente, ya que esta ltima podra haber aportado datos de inters (pto 5 fs. 868).

A ello se suma que la indicacin del Optamox fue emprica (pto 3 de fs. 868) no surgiendo datos de la historia clnica que permitieran evaluar su adecuacin. Adems, al responder a la pregunta 10 (fs. 869) refiere que los signos clnicos de la infeccin pudieron ser cubiertos por los antibiticos que recibi la paciente, puesto que la evolucin del tratamiento antibitico pudo haber atenuado la signo-sintomatologa infecciosa.

Ya puedo adelantar que el no haber advertido las posibles consecuencias de la inexplicable prescripcin de la Cefalexina (de fecha 13/05/2007) en el ocultamiento de signos o sntomas de infeccin, y a mayor abundamiento las deficiencias sealadas en la atencin omisin de estudios microbiolgicos y ecografa- ms la rotacin de un medicamento de forma emprica constituyen un defecto de conducta que es captado por el art. 512 del CC. Volviendo al auto de procesamiento, ms precisamente a fs. 950 el juez penal seala que si bien la sepsis tuvo su origen con el comienzo del cuadro febril lo cierto es que previo a ese estado P. cursaba una infeccin que podra haber sido detectada y en su caso, detenida a tiempo, a lo que debe sumarse que durante la evolucin del tratamiento, el antinbitico pudo haber atenuado al signo-sintomatologa infecciosa. La propia C. asent en la historia clnica el 17/05/2007 "herida quirrgica ligeramente flogtica con secrecin ligeramente maloliente Se indica Optamox, se cita en una semana. Se dan pautas de alarma".

De este modo, y tal como lo seala el juez en lo penal, de haberse llevado a cabo los estudios por imgenes y tomado muestras de la supuracin de la herida conforme lo expresaron los integrantes de la Junta Mdica, el resultado pudo haber sido ms favorable a la vctima brindndole una chance de que la infeccin no avanzara. Se agrega que la mdica C. pudo y debi haber adoptado una conducta distinta a la efectivamente obrada ya sea realizando estudios o realizando exmenes especficos y ello no ocurri; concluyendo de esta manera que existe una relacin de causalidad entre su accionar y el resultado final. Tal como se expone a fs. 951 su actuar ha creado una situacin de riesgo vinculado (causalmente) con el resultado. Desde el punto de vista de la responsabilidad civil, la creacin de esa situacin de riesgo ha configurado una conducta culposa merecedora de reproche (conf. art. 512 del CC).

G) Prueba: continuacin L. G. M.: En relacin al accionar de la codemandada M. ha quedado acreditado que el 30/05/2007 la paciente fue nuevamente controlada constatando la presencia de flujo vaginal y se indicaron vulos. La atencin mdica en esta ocasin estuvo a cargo de la referida mdica.

El Juez penal luego de hacer referencia a la declaracin indagatoria de la mdica a fs. 924/925, al igual que respecto de la codemandada C.s, refiere que atendiendo a las respuestas brindadas por la Junta Mdica de los mdicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires obrante a fs. 868/870 no resulta factible arribar a un pronunciamiento liberatorio a su respecto.

Concretamente la mdica L. G. M. omiti ordenar un estudio microbiolgico de flujo y la realizacin del examen ginecolgico de la paciente, especialmente atendiendo a las pautas de alarma asentadas en la historia clnica el 17/05/2007 por la consorte de causa C. (ptos 14 y 15 fs. 869).

La referida profesional, pese a haber advertido una situacin de alarma, omiti efectuarle los estudios ginecolgicos correspondientes y ordenar un estudio microbiolgico de flujo que tambin podra haber variado el curso de los hechos conforme surge del informe final de fs. 868/70 de la causa penal.

Al igual que respecto de la mdica C.s, desde el punto de vista de lo normado por el art. 512 del CC es notorio y evidente que ha existido un defecto de conducta que le es atribuible a la demandada M..

Lo cierto es que esta mdica tambin pudo haber adoptado, y debi hacerlo, una conducta distinta ya sea ordenando estudios o realizando exmenes especficos y ello no ocurri; y esta conducta omisiva est causalmente conectada con el resultado acreditado en autos. Coincido con el juez penal cuando seala que de haberse adoptado otra conducta el resultado final hubiera sido distinto.

Al igual que respecto de la mdica C., puede sostenerse que la conducta de la demandada M. ha actuado culposamente en grado de negligencia y vinculado al resultado al no haber hecho lo debido, y que a la luz de la normativa civil ello se traduce en una conducta culposa y reprochable.

H) Prueba: continuacin - el procesamiento: En tal contexto, el juez penal sostuvo que las encartadas C. y M.- habran infringido el deber objetivo de cuidado que el arte de curar les impona de acuerdo a las circunstancias en que acontecieron los hechos (fs. 953). De este modo, se concluy en el procesamiento de V. C. C. y L. G. M. por considerarlas "prima facie" autoras del delito de lesiones culposas gravsimas previsto y reprimido en el art. 94 del CP (fs. 955). Contra dicha resolucin, a los efectos que interesa en estas actuaciones, a fs. 962/964 las codemandadas C. y M. interpusieron recurso de apelacin, el cual a fs. 982 fue declarado mal concedido.

No obstante lo cual, a fs. 992/994 el Superior toma intervencin con motivo de la apelacin interpuesta por la querella respecto del sobreseimiento de los dems encartados.

All sostuvo que "corresponde sealar que la Dra. C. que atendi a la vctima el 17 de mayo de 2007 en los consultorios externos, sin asentar datos que permitan evaluarlo, cambi el antibitico dado el momento del alta Cefalexina- por Optamox. Sin embargo, la junta mdica sostuvo que previo a ello, "debi efectuarse la toma de muestras de la supuracin de la herida quirrgica para estudios microbiolgicos. Una ecografa de partes blandas podra haber aportado datos de inters. Es que a diferencia de lo ocurrido en el caso anterior, la mdica tratante detect, y as lo asent, que la herida quirrgica se encontraba ligeramente flogtica con secrecin ligeramente maloliente. En consecuencia, teniendo en cuenta la toma anterior de antibiticos as como que se ha concluido que ha sido ese da que comenz a manifestarse localmente la infeccin, la indicacin de nuevo antibitico sin el correspondiente cultivo, por lo menos, ha coadyuvado en el resultado" (fs. 993).

Agrega que "no podemos soslayar que la prescripcin fue slo por una semana, debiendo regresar para nuevo control, lo que no sucedi sino hasta a los 13 das, Sin embargo, como se dijo, la conducta de la Dra. C. ha elevado el riesgo jurdico permitido, por cuanto teniendo en cuenta no slo el cuadro de la paciente de ese da sino tambin que 8 das antes haba sido intervenida quirrgicamente, la prescripcin antibitica sin una evaluacin completa del cuadro que presentaba P. ocasion, por mas no sea de manera concurrente, el resultado final" (fs. 993 vta).

Y sostiene que esa mencin se efecta debido a la responsabilidad que considera acreditada para esa etapa del proceso- respecto de la Dra. M., y nuevamente sin un anlisis integral frente a la presencia de flujo indic tratamiento con vulos. Ello porque aun cuando ese era el tratamiento adecuado para dicha afeccin y se trata de un signo inespecfico, justamente como lo menciona la Junta Mdica, considerado dentro de un contexto clnico general, debi haberse efectuado un estudio microbiolgico dado no slo al cuadro clnico de ese da sino de los anteriores, y con una ingesta importante de antibiticos que, en el caso, pudo haber atenuado el signo infeccioso.

I) Responsabilidad del director del Hospital: En cuanto al codemandado T. H. D. P., quien se desempeaba en ese momento como director mdico del hospital, la demanda en su contra ser desestimada.

Es que, segn se desprende del dictamen presentado a fs. 1148 y con las constancias de la historia clnica se acredita que no ha dado indicaciones mdicas relacionadas con la atencin mdica brindada a P. P..

l no le realiz tratamientos mdicos en forma directa, no tuvo tampoco intervencin en la atencin mdica ni en las cirugas que se llevaron a cabo. Entonces, como la funcin del director no se asimila a la del jefe del equipo, pues no le compete ni elegir a los mdicos ni brindarles directivas o instrucciones, el rechazo se impone (Conf. CNCiv, Sala M "D., A. V. c/ Obra Social del Personal de la Industria Lechera (OSPIL) s/ daos y perjuicios" del 12/03/2014).

J) Responsabilidad de los dems mdicos: Igual temperamento absolutorio habr de corresponder respecto del codemandado F. A. P. ya que de la prueba colectada en autos no surge que su conducta haya reunido los requisitos para configurar los presupuestos de la responsabilidad civil.

Este mdico atendi a la paciente P. P. el 12/05/2007 sin que su actuar haya tenido incidencia causal en el resultado daoso final. Tampoco advierto que en la demanda se haya formulado imputacin concreta alguna a su respecto.

Por lo tanto, la demanda habr de ser rechazada a su respecto.

Recurdese que los mdicos R. y A. han sido desistidos.

K) Incidencia de la sentencia penal: Habiendo efectuado las consideraciones que preceden corresponde que me refiera a la trascendencia probatoria de la misma. En la causa penal referida, cuyas copias certificadas en este acto tengo a la vista y han quedado definitivamente incorporadas a la causa, surgen los hechos referidos y las pruebas que he descripto.

Dichas constancias de la causa penal han quedado incorporadas al pleito de forma definitiva, beneficiando o perjudicando por igual a todos, por estricta aplicacin del principio de adquisicin procesal (conf. Palacio, "Derecho Procesal Civil", T.1, "Nociones Generales", pg. 283 y sgtes., Ed. Abeledo Perrot, 2 Edicin; Incivil, Sala A, del 17/12/97, autos "Huidobro, ngel H. c/Russo, Mario L. y otros s/ds. y ps."; dem., Sala H, del 19/2/97, autos "Martnez Figueredo de Gmez, Juana M. c/Ferrocarriles Argentinos s/ds. Y ps.").

Las diligencias llevadas a cabo en dicho proceso penal tienen el carcter de instrumento pblico y de acuerdo con el artculo 993 del Cdigo Civil, para impugnar esta clase de actuaciones es necesaria la querella de falsedad en sede penal o la redargucin de falsedad en sede civil y en cuanto al valor probatorio constituyen verdad impuesta. Por lo que no basta la tacha de falso y/o su impugnacin recin en sede civil.

L) Factores de atribucin de los profesionales mdicos: Habiendo referido la prueba colectada corresponde el estudio de los presupuestos de la responsabilidad civil en orden a determinar si los mismos se han configurado en estas actuaciones.

La doctrina ha sostenido que la culpa es un concepto unitario que resulta idntico en el derecho penal y en el derecho civil (Echevesti, Carlos, La culpa, Hammurabi, Buenos Aires, 1997, p. 50; Pizarro, R. Vallespinos, C., Instituciones de Derecho Privado Obligaciones, T 2, Hammurabi, p. 621; Alterini, A. Ameal, O. Lpez Cabana R., Derecho de Obligaciones Civiles y Comerciales, ob. cit, p. 184 y 185).

En el esquema de Vlez el art. 512 define normativamente la culpa, en tanto que el Cdigo Penal se limita a describir las distintas formas en que ella puede presentarse, a saber, imprudencia, negligencia, impericia, o inobservancia de reglamentos o deberes (arts. 84 y 94 CP) (Echevesti, C., La culpa, ob. cit., p. 51; Bustamante Alsina, J., Teora general de la responsabilidad civil, Abeledo Perrot, p. 330 y 331; Zavala de Gonzlez, M., Resarcimiento de daos, T 4, Hammurabi, p. 377).

Cabe aclarar que, aun frente a la identidad conceptual de la nocin del culpa civil y penal, se han distinguido las diversas apreciaciones de una y otra cuando se trata de la eficacia de la sentencia penal respecto del proceso civil (Bustamante Alsina, J., Teora general de la responsabilidad civil, ob. cit., p. 331; Alterini, A. Ameal, O. Lpez Cabana R., Derecho de Obligaciones Civiles y Comerciales, ob. cit, p. 185).

En tal sentido, como expresara Zavala de Gonzlez, el juez penal examina con sumo cuidado la configuracin de culpabilidad, la cual debe estar debidamente comprobada en el proceso, y en caso de duda sobre su existencia absuelve. De all que la absolucin penal por falta de culpa no hace cosa juzgada en sede civil. En materia civil la ms leve culpa puede servir para fundar una condena resarcitoria. Esta solucin se justifica porque en materia penal se procura no condenar a un inocente, en tanto que en sede civil se pretende no dejar sin reparacin a la vctima de un dao causado injustamente (En Resarcimiento de daos, T 4, ob. cit., p. 378).

En relacin a los factores de atribucin civiles, ms precisamente en relacin a la culpa, la jurisprudencia argentina se ha pronunciado en numerosas oportunidades, sosteniendo que no existe un concepto de culpa profesional diferente al que se describe en el art. 512 del Cdigo Civil; esta norma nos proporciona el concepto de culpa civil, al decir que la culpa consiste en la "omisin de aquellas diligencias que exigiera la naturaleza de la obligacin y que correspondiesen a la circunstancia de las personas, del tiempo y del lugar". Esto viene a significar que cuando el facultativo incurre en la omisin de tales diligencias, ya sea por imprudencia, impericia o negligencia, falta a sus obligaciones y se coloca en la posicin de deudor culpable (conf. recordado voto del doctor Greco en fallo de la Excma. CNApelaciones en lo Civil, Sala G, publicado en L.L. 1992-A-93).

A los fines de complementar el criterio expuesto, se acude a las directivas que emanan del art. 902 del Cdigo Civil, en cuanto dispone que "cuanto mayor sea el deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas, mayor ser la obligacin que resulte de las consecuencias posibles de los hechos", lo cual resulta lgico en vista de los mayores deberes que incumben sobre quienes se hallan habilitados para desempearse como profesionales por la capacitacin que supone el ttulo universitario o especializado que hubieren alcanzado (conf. Borda, "Obligaciones", 8 ed., t. I, n 93; Orgaz, "La culpa", p. 132, n 48; Mayo, Jorge A., en: Belluscio - Zannoni, "Cdigo Civil comentado", t. 2, comentario al art. 512, p. 637, 38 y sus citas).

Supone una confrontacin entre el actuar real y el actuar debido por el sujeto en un caso concreto dado (conf. Bueres, Alberto J., en: Bueres-Highton, "Cdigo Civil comentado", t. 2-A, Bs. As., Hammurabi, 1998, comentario al art. 512, 8).

La culpa, en general, predica el obrar negligente o imprudente mediante comparacin objetiva con la conducta que habra observado una persona prudente y diligente (arg. arts. 902 y 909, Cd. Civil), ubicada en similares circunstancias externas de personas, de tiempo y de lugar (conf., voto del doctor Greco en fallo publicado en LL, 1992-A-93). Supone una confrontacin entre el actuar real y el actuar debido por el sujeto en una emergencia dada (conf. Bueres, Alberto J., en: Bueres-Highton, Cdigo Civil comentado, t. 2-A, Bs. As., Hammurabi, 1998, comentario al art. 512, n 8).

Aun cuando deben diferenciarse claramente los presupuestos de la responsabilidad civil, stos no representan compartimentos estancos. En tal sentido, el comportamiento culpable reprochable- presupone en su conformacin estructural una dosis de ilicitud (subjetiva). En general, la culpa estricta supone un deber jurdico violado, es decir, supone ilicitud (Bueres, Alberto J., en Cdigo Civil y normas complementarias. Anlisis doctrinal y jurisprudencial, dir: A. Bueres, coord: E. Highton, T. 2A, Hammurabi, Buenos Aires, 2006, p. 131).

La nocin de culpa contenida en el art. 512 del CC ha sido elogiada por la doctrina y jurisprudencia ya que refleja adecuadamente el concepto; y tal es as que el art. 1724 del CC ha mantenido en esencia la figura con algunas correcciones que no alteran su espritu o esencia.

Tal como ya lo he referido sobre la base de las pruebas colectadas en autos, la mdica M. M. V. R. no demandada en autos- en fecha 13/05/2007 dio el alta a P. P. con indicacin de antibiticos "Cefalexina" cada seis horas, aun cuando no se encuentra justificacin para tal proceder (fs. 374, 521 vta, 759 vta y 868 de la CP). Tal prescripcin configura un dato que debi ser tenido en cuenta por la demandada C. en la atencin mdica del 17/05/2007, lo cual no ocurri. No poda desconocer la incidencia que poda tener la prescripcin de un antibitico anterior a la luz de la evaluacin que haca y los claros signos de infeccin.

La mdica C. se ha apartado de las normas de la lex artis mdica al incurrir en una deficiente prestacin de servicios mdicos, desatendiendo el rol que le incumba como profesional de la ciencia mdica respecto de la paciente P. P. en oportunidad de realizarle el control medido del 17/05/2007. Le prescribi el cambio de antibitico Optamox por Cefalexina- sin haber efectuado previamente la toma de muestras de la supuracin de la herida quirrgica para estudios microbiolgicos y omiti disponer la realizacin de una ecografa de partes blandas a la paciente pese a las pautas de alerta que se asent como existentes.

El 17/05/2007 la demandada C. debi efectuar toma de muestras de la supuracin de la herida quirrgica para estudios microbiolgicos y disponer la realizacin de una ecografa de partes blandas a la paciente, ya que esta ltima podra haber aportado datos de inters (pto 5 fs. 868 de la CP).

A ello se suma que la indicacin del Optamox fue emprica (pto 3 de fs. 868 de la CP y fs. 1132 de autos) no surgiendo datos de la historia clnica que permitieran evaluar su adecuacin. Adems, a fs. 869 el informe mdico de la Junta Mdica refiere que los signos clnicos de la infeccin pudieron ser cubiertos por los antibiticos que recibi la paciente, puesto que la evolucin del tratamiento antibitico pudo haber atenuado la signo-sintomatologa infecciosa. Y reitero que la prescripcin de ese antibi{otico anterior no deba serle indiferente.

Reitero que no haber advertido la inexplicable prescripcin de la Cefalexina (de fecha 13/05/2007), y las deficiencias sealadas en la atencin omisin de estudios microbiolgicos y ecografa- ms la rotacin de un medicamento de forma emprica constituyen un defecto de conducta que es captado por el art. 512 del CC.

Tal como lo seala el juez en lo penal, de haberse llevado a cabo los estudios por imgenes y tomado muestras de la supuracin de la herida conforme lo expresaron los integrantes de la Junta Mdica, el resultado pudo haber sido ms favorable a la vctima brindndole una chance de que la infeccin no avanzara. La mdica C. pudo y debi haber adoptado una conducta distinta a la efectivamente obrada ya sea realizando estudios o realizando exmenes especficos y ello no ocurri.

Sostiene el juez penal que (fs. 951 de la CP) el actuar de la mdica C. ha creado una situacin de riesgo vinculado (causalmente) con el resultado. Y tal como lo he dicho, desde el punto de vista de la responsabilidad civil, ha configurado una conducta culposa merecedora de reproche (conf. art. 512 del CC).

Por su parte, a fs. 1132 de estas actuaciones los peritos mdicos sostienen que "Podra haberse efectuado toma de muestras para estudios microbiolgicos y una ecografa tal vez hubiera mostrado signos de compromiso de tejidos blandos".

En relacin al accionar de la codemandada M. ha quedado acreditado que el 30/05/2007 revis a la actora P. P. constatando la presencia de flujo vaginal y le indic vulos.

El Juez penal refiere que atendiendo a las respuestas brindadas por la Junta Mdica de los mdicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires obrante a fs. 868/870 no resulta factible arribar a un pronunciamiento liberatorio a su respecto. Concretamente la mdica L. G. M. omiti ordenar un estudio microbiolgico de flujo y la realizacin del examen ginecolgico de la paciente, especialmente atendiendo a las pautas de alarma asentadas en la historia clnica el 17/05/2007 por la mdica C. (ptos 14 y 15 fs. 869 de la CP).

La referida profesional, pese a haber advertido una situacin de alarma, omiti efectuarle los estudios ginecolgicos correspondientes y ordenar un estudio microbiolgico de flujo que tambin podra haber variado el curso de los hechos conforme surge del informe final de fs. 868/70 de la causa penal. Desde el punto de vista de lo normado por el art. 512 del CC es notorio y evidente que ha existido un defecto de conducta que le es atribuible a la demandada M. a ttulo de culpa.

Esta mdica tambin pudo haber adoptado, y debi hacerlo, una conducta distinta ya sea ordenando estudios o realizando exmenes especficos y ello no ocurri; y all es donde se pone patente la configuracin de una conducta culposa.

Finalmente, destaco que la historia clnica ha sido confeccionada por las demandadas en autos entre otros profesionales- y que las deficiencias en su confeccin le son atribuibles.

M) Relacin de causalidad: El otro de los presupuestos de la responsabilidad civil consiste en la relacin de causalidad, y teniendo en cuenta las consideraciones que he formulado ut supra, se encuentra configurada con claridad meridiana. Goldenberg sostiene que el nexo causal es el enlace material entre un hecho antecedente y un resultado (dao), que es conocido en doctrina como imputabilidad o atribucin objetiva, imputatio facti o vnculo material; en tanto que la reelaboracin a nivel jurdico de dicha conexin, con las particularidades que le atribuyen las teoras de la relacin de causalidad, nos conduce a la "relacin de causalidad" (En "La relacin de causalidad en la responsabilidad civil", 2 edicin, La Ley, Buenos Aires, 2000, p. 1.).

Aun cuando la causalidad es material o fsica (encadenamiento de sucesos externos o humanos conectados en una sucesin infinita) ello no impide que el derecho compute un aspecto de la misma, que es el que interesa en este plano (Gesualdi, Dora M., Responsabilidad civil. Factores objetivos de atribucin. Relacin de causalidad. 2 edicin, Hammurabi, Buenos Aires, 200, p. 72 y 73; Bueres, Alberto J., Responsabilidad civil de los mdicos, T1, 2 edicin 1 reimpresin, Hammurabi, Buenos Aires, 1994, p. 298 y 299).

Se ha definido a la relacin de causalidad como la "adecuada relacin de causa efecto que ha de existir entre la conducta antijurdica y el resultado daoso" (Medina, G. Hooft, I., Cdigo Civil Comentado, Dir: Julio Csar Rivera Graciela Medina, p. 38).

Importa una imputacin fctica objetivada entre la causa y su resultado (Compagnucci de Caso, R., en Cdigo Civil y normas complementarias. Anlisis doctrinal y jurisprudencial, Dir: Alberto J. Bueres Coord: Elena Highton de Nolasco, T 2B, ob. cit., p. 432; Orgaz, Alfredo, El dao resarcible (actos ilcitos), Editorial Bibliogrfica Argentina, Buenos Aires, 1952, p. 59; Zavala de Gonzlez, M., Resarcimiento de daos, T 4, ob. cit., p. 244). Permite, de conformidad con lo establecido en la ley, determinar cundo y con qu criterio un resultado debe ser atribuido a una persona determinada (Orgaz, A., El dao resarcible, ob cit., p. 89), o a una cosa o a una actividad. Pero a su vez, permitir conocer cul ser la extensin del resarcimiento.

La relacin de causalidad permite aglutinar los presupuestos de la responsabilidad civil, ya que enlaza la conducta antijurdica del agente daador, o riesgo o vicio de la cosa o de la actividad, con el dao o perjuicio sufrido.

Para que nazca la obligacin resarcitoria no basta con la comprobacin de la existencia de un dao ni de un acto ilcito imputable a su autor ya sea en virtud de un factor subjetivo u objetivo de responsabilidad, sino que, adems de tales presupuestos, es necesario establecer que dicho acto es la causa del dao (Medina, G. Hooft, I., Cdigo Civil Comentado, Dir: Julio Csar Rivera Graciela Medina, ob. cit., p. 38 y 39).

Nuestro derecho positivo adopta la teora de la causalidad adecuada que computa en relacin de causa-efecto, con criterio de previsibilidad en abstracto, las consecuencias que acostumbran a suceder segn el curso natural y ordinario de las cosas.

Para establecer la vinculacin de causa a efecto entre dos sucesos, es necesario realizar un juicio retrospectivo de probabilidad o idoneidad cuya formulacin es la siguiente: la accin u omisin que se juzga era per se apta o adecuada para provocar normalmente esa consecuencia? (Goldenberg, Isidoro H., "El principio de causalidad adecuada en esclarecedor fallo", JA 1997-II, 190 y en La relacin de causalidad en la responsabilidad civil, ob. cit., p. 24; Br