Familia Disociada y Delincuencia

53
Familia disociada y delincuencia: el caso suizo en los años 1990 Autores: Marcelo F. Aebi Localización: Revista electrónica de ciencia penal y criminología , ISSN 1695-0194, Nº. 5, 2003 Enlaces o Texto completo Resumen: o La influencia de la estructura familiar sobre la delincuencia constituye uno de los temas de estudio predilectos de la criminología. En este artículo se presentan las diferentes posiciones teóricas al respecto, se resumen los resultados de las investigaciones empíricas disponibles y se analiza la situación en Suiza a principios de los años 1990 a partir de informaciones recogidas en una encuesta de delincuencia juvenil autorrevelada. Según la mayoría de las teorías e investigaciones criminológicas anglosajonas, los hijos de familias en las que ambos padres están presentes suelen estar menos implicados en la delincuencia que los hijos de familias disociadas, es decir aquellas familias en las que falta al menos uno de los padres biológicos o adoptivos. Sin embargo, el análisis de los datos suizos señala una sola diferencia estadísticamente significativa entre los jóvenes educados en estos dos tipos de familias: la prevalencia del consumo de drogas blandas es superior entre los adolescentes (de 14 a 17 años) varones que provienen de familias disociadas. El autor sostiene que una de las explicaciones posibles es que estos últimos juegan en la dinámica familiar un papel de compañeros más que de subordinados. Por ese motivo suelen ser más maduros que los demás jóvenes de su misma edad y, en consecuencia, pasan antes que ellos por ciertos ritos de pasaje, entre los cuales se encontraría el consumo de drogas blandas. Por otro lado, el autor considera que las escasas

description

Psicologia

Transcript of Familia Disociada y Delincuencia

Familia disociada y delincuencia: el caso suizo en los años 1990

Autores: Marcelo F. Aebi Localización: Revista electrónica de ciencia penal y criminología, ISSN 1695-

0194, Nº. 5, 2003 Enlaces

o Texto completo Resumen:

o La influencia de la estructura familiar sobre la delincuencia constituye uno de los temas de estudio predilectos de la criminología. En este artículo se presentan las diferentes posiciones teóricas al respecto, se resumen los resultados de las investigaciones empíricas disponibles y se analiza la situación en Suiza a principios de los años 1990 a partir de informaciones recogidas en una encuesta de delincuencia juvenil autorrevelada. Según la mayoría de las teorías e investigaciones criminológicas anglosajonas, los hijos de familias en las que ambos padres están presentes suelen estar menos implicados en la delincuencia que los hijos de familias disociadas, es decir aquellas familias en las que falta al menos uno de los padres biológicos o adoptivos. Sin embargo, el análisis de los datos suizos señala una sola diferencia estadísticamente significativa entre los jóvenes educados en estos dos tipos de familias: la prevalencia del consumo de drogas blandas es superior entre los adolescentes (de 14 a 17 años) varones que provienen de familias disociadas. El autor sostiene que una de las explicaciones posibles es que estos últimos juegan en la dinámica familiar un papel de compañeros más que de subordinados. Por ese motivo suelen ser más maduros que los demás jóvenes de su misma edad y, en consecuencia, pasan antes que ellos por ciertos ritos de pasaje, entre los cuales se encontraría el consumo de drogas blandas. Por otro lado, el autor considera que las escasas diferencias entre los jóvenes de ambos tipos de familias se explican porque, en regla general, el sistema de seguridad social suizo permite que las familias disociadas desempeñen su tarea de socialización con la misma eficacia que las familias tradicionales. Además, constata que en Suiza el porcentaje de familias monoparentales era más elevado en los años mil novecientos veinte y treinta que en los noventa, y sugiere que la confusión en cuanto a la cantidad de familias monoparentales existentes puede deberse a que frecuentemente se ignora que sólo la mitad de las parejas que se divorcian tienen hijos menores.

http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=759120

ÍNDICE

Introducción……………………………………………………………………………………….2

LA FAMILIA

Definición de familia……………………………………………………………………………...4

Las funciones de la familia.……………………………………………………………………….5

Las funciones de la familia a lo argo de la historia……………………………………………….9

Los diferentes tipos de familia…………………………………………………………………...11

La construcción social de la monoparentalidad………………………………………………….14

La génesis de la monoparentalidad……………………………………………………………....15

La socialización de los hijos en la monoparentalidad……………………………………………18

Factores y condiciones importantes para la comprensión de la monoparentalidad……………...18

Cómo ve la sociedad la monoparentalidad………………………………………………………21

LA INFANCIA

Un discurso social………………………………………………………………………………..22

El niño, un ser dependiente………………………………………………………………………24

La institucionalización de la infancia……………………………………………………………27

La desprotección de la infancia………………………………………………………………….29

Análisis de películas:

Las cenizas de Ángela……………………………………………………………………………31

Las mujeres de verdad tienen curvas…………………………………………………………….33

El Bola…………………………………………………………………………………………...34

Te doy mis ojos…………………………………………………………………………………..35

American beauty…………………………………………………………………………………36

La lengua de las mariposas.……………………………………………………………………..37

Conclusiones 38

Bibliografía 40

INTRODUCCIÓN

En la exclusividad del seno familiar se ha abierto una brecha. La desintegración de la familia puede deberse a que como institución ya no resulta imprescindible para resolver las necesidades del individuo, puesto que el Estado u otras instituciones e incluso personas particulares se han encargado de funciones que antes eran propias de la familia.

Con el desarrollo de la industrialización, la familia ha ido evolucionando hasta quedar reducida a su mínima expresión. A ello han contribuido varios factores: la incorporación de la mujer al mundo laboral, la posibilidad de llevar a los hijos a las escuelas infantiles desde los primeros meses de vida, el distanciamiento apreciable entre el lugar de trabajo y el domicilio... Paralelamente, la posibilidad de divorcio, los anticonceptivos, la independencia económica de la mujer con respecto al marido, han debilitado el concepto de núcleo sólido e indivisible y el papel tradicional atribuido al cabeza de familia.

Según la ONU, la familia es considerada como la célula base de la sociedad, y su papel en el cumplimiento de importantes funciones socioeconómicas es justamente reconocido. Numerosos cambios en la sociedad han modificado el papel y las funciones, pero la familia está en el marco natural donde sus miembros, en particular los niños, se benefician del apoyo afectivo, financiero y material indispensable para el crecimiento y la expansión, y donde se tiene cura de personas como la gente mayor, los discapacitados y los enfermos. La familia llena la función esencial de preservación y transmisión de los valores culturales. La familia puede ser una institución que educa, forma, motiva y ayuda a sus miembros y de esta manera invierte en su expansión y constituye una contribución preciosa al desarrollo.

Otra cuestión es que desde nuestra perspectiva podamos, ampliar este modelo adaptándolo a nuestras tradiciones y necesidades.

La familia que se constituye como “grupo de trabajo” potenciará: la diferenciación, la cooperación, la educación y el aprendizaje, el mantenimiento de la tarea como eje central y el hecho de dar tiempo y espacio a los miembros del grupo de familia.

El tema elegido es un tema novedoso, ya que hasta hace poco la familia constaba del padre, la madre y el/los hijo/s. La madre estaba en casa cuidando del niño y del hogar de manera que el padre era quien trabajaba fuera de casa y traía el dinero en casa. Todo esto ha cambiado, ya que cada vez hay más mujeres que trabajan fuera de casa, el cabeza de familia ya no es el padre, la homosexualidad cada vez es un tema menos tabú y muchas parejas homosexuales quieren adoptar un hijo, existen también las familias monoparentales ya sea por motivos de defunción (enfermedades, accidentes de coche...) o bien por motivos de separación. Lo cual no quiere decir que la familia tradicional se haya “roto” porque todavía son las frecuentes, juntamente con las monoparentales por motivos de separación. Claro que también hay las parejas que no quieren tener hijos (normalmente por motivos económicos y por el supuesto “estrés” que provocan los niños). Y precisamente la dificultad que hemos tenido al realizar el trabajo es su “novedad”, al ser un tema tan actual supone ser criticado o bien problemático (como por ejemplo lo que sucede con las parejas homosexuales).

Hemos elegido este tema porque creemos que es muy interesante como está la familia en la actualidad, ya que como dicen nuestros padres los tiempos cambian. Porque todos tenemos o hemos tenido una familia, no sólo la que hemos vivido con nuestras padres, sino la que se forma después, en la adultez (de hijo pasas a ser padre).

Hay que añadir que la “familia” se creó en el Antiguo Régimen. La familia de esta época se encontraba en la alta nobleza y principalmente era caracterizada como familia tradicional (madre, padre, hijo/s, abuelos...). Por el contrario, el proletariado veía a la familia de la nobleza como una familia inalcanzable para ellos debido a su elevado estatus social y económico.

Nuestro trabajo presenta un reto: hacer un recorrido por la noción de familia y de infancia, sobre todo en la posmodernidad, con el fin de ampliar nuestros conocimientos sobre este tema.

Nuestro trabajo consta de la primera parte en que se presenta la familia a partir de su definición, funciones y los diferentes tipos que hay, esta primera parte teórica, mientras que la segunda parte la hemos realizado a partir de sinopsis de distintas películas, de la conclusión del trabajo... es la parte procedimental del trabajo.

LA FAMILIA

DEFINICIÓN DE FAMILIA

Cuando se habla de familia hablamos de un núcleo de convivencia y solidaridad en la vida cotidiana; es un núcleo de complicidad en la corta distancia que permite afrontar adecuadamente los retos del mundo exterior; es el centro de un tipo de relación privilegiada, espontánea e intensa; es a la vez una escuela de convivencia para los hijos y la transmisora de valores y aprendizajes fundamentales que se realizan mediante las emociones primeras, los afectos fundamentales. Una familia se define por su capacidad de

dar respuesta a estas funciones y necesidades de una manera estable y duradera. Los elementos de emparejamiento acostumbran a ser elementos fundamentales en esta forma de convivencia, pero no siempre es el caso y no por eso se debe presuponer que la familia en cuestión no cumple adecuadamente sus funciones de soporte e integración social. De la cualidad de la convivencia, de la capacidad de dar soporte a todos sus miembros, dependerá la vitalidad y la bondad de cualquier familia. Y también su fragilidad, cuando ella misma no encuentra mecanismos de protección suficientes, que puedan garantir que todos sus miembros sean solidarios. La familia proporciona a sus miembros, protección, compañía, seguridad y socialización.

Según un estudio realizado “El sistema de valores de los catalanes”, el 99 % de ellos valoraban como muy importante la familia. Sobre el resultado de esta encuesta, Victoria Camps, comentó que sorprende que en una época de crisis de la familia tradicional, cualquier familia pase por delante de otros valores como el trabajo, la amistad, la política... La familia vive poco comunitariamente, el hogar se convierte en un hostal “gratis” sin que necesariamente haya comunicación, aún sin esta falta de comunicación los jóvenes encuentran en la familia todas las necesidades, hasta la de la independencia.

Más sorprendente parece que los hijos de las familias desorganizadas también crean lo mismo, que no hay mejor lugar que en casa, es como si las dificultades que sienten y notan, un pudiesen superar un “arquetipo eterno” inicial que obliga a respetar a los grandes. Es con el tiempo y poco a poco, con la edad o en ser abandonados, que se convierten en explícitos enemigos de su contexto familiar.

LAS FUNCIONES DE LA FAMILIA

La familia empezaría por la pareja, una pareja con una buena evolución del vínculo, un aumento de las satisfacciones personales, profesionales y sociales, que se complementa y se potencia a sí misma. Es en el marco de la pareja donde la aparición de los hijos se crea la familia.

La pareja suficientemente sana, que puede elaborar las propias ansiedades y contenerlas, podrá ayudarse mutuamente a crecer y, en su turno, ayudar a los hijos en su crecimiento. Esta sería la función principal de la familia: crear el marco necesario para favorecer el crecimiento de sus miembros y contener las ansiedades que se formen en grupo familiar.

El crecimiento de la familia será determinado por los límites de crecimiento de los padres.

Si la ansiedad es crítica no se crece. Es cierto que determinados niveles de ansiedad, ciertas dosis de dolor mental, son necesarios para crecer. Pero niveles excesivos de ansiedad bloquean y paralizan, por la cual cosa podemos afirmar que la familia donde predomina la ansiedad y la confusión no crece.

En el nacimiento del primer hijo se transforma la pareja en familia. La familia es un grupo complejo en constante evolución, que comprende miembros en distintas fases de desarrollo, unidos entre ellos por roles y funciones interrelacionados y diversificados. De manera que, la familia será: un sistema internalizado de relaciones un marco para el aprendizaje y una matriz para el pensamiento.

La familia es una estructura vive y única, la cual participa y da forma al aparato mental de cada uno de sus miembros, sobretodo para los hijos.

Para aprender de la experiencia es necesario funciones emocionales capaces de contener el dolor mental. Estas funciones se basan en: generar amor, fomentar la esperanza, contener el sufrimiento depresivo y pensar. Pero cuando en la familia predomina las funciones de odio, desesperación, creación de mentiras y de confusión, la familia se desestructura y aparece la patología. Meltzer propone una aproximación de las familias más sanas hasta las más desestructuradas: familia de pareja básica, familia matriarcal, familia patriarcal, familia-banda y familia en reversión.

Los estudios de Funes y los de Martí Tusquets en Barcelona nos muestran que las concentraciones más importantes de problemas familiares y sociales se encuentran en determinadas zonas de la ciudad, fundamentalmente en barrios asociales, en zonas de degradación ciudadana y urbanística. El entorno social, las condiciones del barrio, la vecindad... influyen de una manera directa e indirecta en funcionamiento familiar, estaríamos de acuerdo en afirmar que el entorno social inmediato de una familia urbana es constituido más por una red que por un grupo organizado.

¿Por qué debe haber familia? El ser humano necesita durante mucho tiempo la atención de los adultos para su desarrollo físico y mental, es decir, para su nacimiento psicológico como ser humano. La familia

existe para una necesidad vital. Puede ir cambiando a través de los cambios que se van produciendo en la sociedad, pero la necesidad de un padre y una madre para tener cura de sus hijos continúa vigente.

La tarea esencial de la familia es cuidar a los hijos, formarlos y educarlos. Esto quiere decir ayudarlos a crecer física y emocionalmente, lo cual sólo se consigue “enseñando a pensar (Bion)”, para que los niños puedan ser personas con individualidad y con criterios propios, es decir, que se puedan permitir ser diferentes de los padres y de los otros hermanos y que puedan ser unos adultos responsables y capaces de colaborar solidaria y creativamente dentro de la comunidad en que vivimos.

Para que todo esto se pueda ir produciendo, hay una tasca mucho más básica y mucho más esencial: se trata de la contención de las ansiedades que puedan tener los diferentes miembros de la familia. Como más capacidad de contención del sufrimiento mental tenga una familia, mejor nivel de maduración obtendrán los hijos.

Según el Dr. Thomas la familia es una estructura viva y única que participa a dar forma al aparato mental de cada uno de sus miembros, sobretodo al de los niños. La familia es una “matriz parental” con dos sistemas inconscientes dentro: el sistema parental y el sistema de los hijos. Cualquier cambio que se produzca en una parte de uno de los dos sistemas remueve todo el conjunto.

Como estructura viva, la familia queda sometida al proceso natural de todo ser vivo, es decir, un inicio, un desarrollo y un final. Mientras este proceso se da, se producen unos cambios a los cuales se habrá que adaptar. Todo cambio promueve una alteración interna más o menos acusada y reclama la necesidad de resituarnos emocionalmente, de reestructurarnos a partir de la nueva situación. Delante una familia “sin problemas” hemos de empezar a sospechar que algo grave le sucede. Ya de entrada, podríamos asegurar que funciona a base de negar la realidad interna y de proyectar aquellos aspectos que le parecen indeseables o conflictivos. Este funcionamiento le impide tener conciencia de los problemas, y naturalmente si no hay conciencia no se puede hacer nada para resolverlos. La situación se le irá complicando. Uno de los problemas principales de toda familia es tener o no la capacidad de saber que se tienen problemas. Tener es capacidad quiere decir tener un nivel de madurez mental aceptable.

Una situación de ansiedad en uno de los padres o en un conflicto entre los dos (madre y padre) afectará inevitablemente todo el conjunto familiar, como también un problema de algún hijo lo puede llegar a cambiar todo. Hay también los problemas que vienen de fuera, de la relación con el mundo externo. La familia también se saldrá o no dependiendo de cómo esté mentalmente estructurada.

Las familias tienen diferentes funciones. La primera función y la más importante es la función de reproducción, ya que sin ella no hay familia (padres e hijo/s). Una vez formada la familia, la función de reproducción servirá para ampliarla y crear otras familias.

La función económica o de consumo, actualmente esta función es sobre todo la de consumo, y viendo así que desde los medios de comunicación se ofertan en numerosos productos dirigidos a las familias, anteriormente (hoy en día casi ya no), la familia cumplía una función de producción muy importante.

En cuanto a la función de socialización, esta función es muy clara en la familia. En esta, la familia actúa como agente de socialización, ya que es en ella donde se da la socialización primaria del niño y es en ella donde los seres humanos vamos adquiriendo nuestros primeros conocimientos. Así es la institución ideal (por delante de la escuela) en donde vamos aprendiendo como funcionar en sociedad, por lo que es, en una palabra, el reproductor de la sociedad y sus valores vigentes. Si se consigue dominar la institución familiar, se consigue dominar a la sociedad. Aunque también hay que tener en cuenta que es en la familia donde se da el apoyo a los valores individuales, a las potencialidades de cada individuo, y donde se le apoya (o se le debería apoyar) sus defectos. La familia es el principal agente de la Educación. Su función educadora y socializadora basándose en como institución, supone un conjunto de personas que aceptan, defienden y transmiten una serie de valore y normas interrelacionados a fin de satisfacer diversos objetivos y propósitos. Los padres, en este proceso, actúan como modelos que los hijos imitan. Hay una abdicación de la familia en la cultura urbana, esto se debe a aspectos como el trabajo de ambos cónyuges, las distancias, los horarios y el pluriempleo... va siendo reemplazada en la faceta educativa por la escuela, las amistades. Debemos señalar también los factores temporal espacial, de escolarización y la distancia social. Padres e hijos, aportan distintas culturas al hogar, ya que se mueven por ambientes distintos. La familia es, en definitiva, el agente de socialización.

Por último hay que mencionar la función de apoyo, de protección emocional ya que es en la familia donde los más desfavorecidos encuentran su mayor apoyo (aunque no siempre)

económico y emocional. A la familia se acude cuando nos va mal: paro, mala relación con la pareja, desengaños...

En general decimos que las funciones de la familia pueden distribuirse en tres tipos fundamentales. Las funciones de tipo biológico, y social, psicológico. Este es el papel principal de la familia de hoy, el de la fuerza creadora y dinámica que haga una renovación positiva de la sociedad. Su misión es la humanización de este mundo tecnificado y materialista, llevándole su experiencia de fraternidad.

Después de ver las funciones de la familia en general pasemos a ver cuales han sido estas funciones a lo largo de la historia, marcando su evolución.

LAS FUNCIONES DE LA FAMILIA A LO LARGO DE LA HISTORIA

La familia desempañaba en el pasado múltiples funciones. La familia patriarcal se denomina también familia extensa. Ésta tenía en la sociedad preindustrial una seria de funciones, las cuales desarrollamos a continuación.

En primer lugar, satisfacía las necesidades sexuales y aseguraba la reproducción. En segundo lugar, era una unidad económica de producción y de consumo, una unidad autónoma que organizaba el cultivo de la tierra, la caza y la pesca. Era, por tanto, una unidad económica de subsistencia: se producía para consumir lo producido. Todo ello bajo la autoridad paterna. En tercer lugar, la familia daba seguridad a sus miembros y garantizaba su supervivencia.

Desde el punto de vista educativo, en primer lugar tenía la necesidad de enseñar a los hijos cómo comportarse dentro de la sociedad en que aquélla vivía. La familia extensa realizaba la primera etapa de la socialización y ejercía una influencia sobre la personalidad de los hijos en virtud de las múltiples relaciones familiares. Por último, realizaba también una función de enseñanza informal, al que se derivaba del aprendizaje de un oficio que, a veces, estaba en relación con la primitiva división del trabajo existente en el seno familiar.

La familia extensa constituía un orbe muy cerrado y prácticamente autosuficiente. Durante mucho tiempo la humanidad se acostumbró a que la familia satisfaciera las necesidades sexuales, garantizara la conservación de la prole, cuidara materialmente del sustento de sus miembros, fuera un centro de seguridad y de protección frente al exterior, sanara sus heridas o sus enfermedades, le enseñara a comportarse en sociedad, fuera un refugio afectivo o le transmitiera un oficio. Todo esto explica el papel fundamental que en la evolución de la humanidad ha jugado la institución familiar. De ahí que cuando la familia extensa sufra la mutación sustancial que supuso la revolución industrial y la aparición de la llamada “familia nuclear”, se hable de crisis de la familia.

En la actualidad, en las sociedades industriales la familia aparece integrada por dos generaciones, la pareja fundadora (también denominada familia nuclear) y la prole. El matrimonio se concibe como una asociación de iguales y la prole se reduce a un número de hijos muy pequeño. La transformación durante la revolución industrial afectó a la familia extensa. Por un lado no puede afirmarse (desde el punto de vista biológico) que la familia sea estrictamente necesaria ya que esta función puede asegurarse con otros tipos de organizaciones. Por otro lado, la familia dejó de ser el centro de imputación económica. La aparición de la fábrica supuso la proletarización del trabajador y la separación entre el hogar familiar y el centro de trabajo. Los miembros de la unidad familiar trabajan ahora en un ámbito ajeno, no como seres dependientes de una unidad superior que los alberga, sino como individuos aislados. Las funciones que desempañaba la familia como unidad económica de subsistencia son reemplazadas ahora por un sistema económico de mercado donde todo se compra y todo se vende.

Finalmente, las funciones de seguridad y protección han pasado a ser desempañadas por instituciones especializadas (policía, tribunales de justicia, etc.). Por lo que se refiere a las funciones referentes a la socialización se mantienen en la familia nuclear debido a que la necesidad de transmitir a la nueva generación los roles que deben desempañar en la sociedad es prácticamente la misma que en la sociedad preindustrial, aunque la complejidad es mayor. Es por esto que la familia sirve para completar la labor de la socialización de la escuela. Cuando el niño actual ingresa en el sistema educativo se efectúa la primera socialización, pero a partir de ese momento la socialización es obra de la familia y de la escuela. Algunas veces surge un choque conflictivo entre la escuela y la familia, sobretodo cuando la transmisión de valores no es exactamente la misma. La escuela tiende a impartir los conocimientos y roles necesarios para ingresar en la sociedad industrial, la familia, atiende al desarrollo de la personalidad y de la afectividad del sujeto.

Existe otra función educativa a la que ha tenido que renunciar la familia nuclear; Antes, el individuo aprendía un oficio en el seno de la familia extensa, en la actualidad, de eso se encarga el sistema educativo. La escuela suministra los conocimientos básicos para vivir en la sociedad industrial y enseñar una profesión. Podemos decir que más que una crisis en el sentido tradicional, e una mutación importante de la institución familiar. Hay una distinción entre funciones alienables (fruto de una situación histórica) y las inalienables (permanecen mientras subsista la humanidad). Estas últimas, se dividen en dos; la socialización y el desarrollo de la personalidad. Las dos constituyen funciones educativas. La familia se manifiesta como un agente educativo de primer orden no sólo porque en ella se produce el “segundo nacimiento sociocultural”, sino también porque ella es la gran educadora de la personalidad del niño. La familia suministra el afecto que el sujeto necesita para la estabilidad emocional. Cuando la familia abdica de alguna de estas dos funciones educativas surge el individuo antisocial o la perturbación psíquica.

LOS DIFERENTES TIPOS DE FAMILIA

Desde siempre han existido diferentes tipos de familia con funciones distintas, entre ellas encontramos la familia tradicional institucional, la familia nuclear fusional y la familia postpatriarcal. A continuación, vamos a ver las características más importantes de cada una de ellas y en que se diferencian entre ellas.

Empezaremos pues, por la familia tradicional institucional, que como muy bien dice su nombre de clasificación, es la que predomina en las sociedades modernas o en las cuales el mercado y el estado tienen una presencia reducida (es decir, en las sociedades que están en vía de modernización). En ésta, el destino de los miembros de la familia está marcado por sus mayores, por la figura del patriarca. Las desigualdades entre los miembros de la familia, entre hombre y mujeres, hermanos y hermanas, hermanos de diferentes edades… eran vistas como necesarias a cambio de una seguridad económica, la protección emocional...que proporcionaba la pertenencia al grupo doméstico.

En el sistema tradicional, la figura de más relevancia y poder es la del patriarcado. Las familias multifuncionales están orientadas a la supervivencia y no separan entre lo público y lo privado porque la actividad económica tenía lugar dentro del hogar.

A diferencia de lo actual, las funciones del mantenimiento del orden público, la atención sanitaria y el sistema educativo iban a cargo de la unidad familiar. La familia tenia un sistema troncal, es decir, la convivencia de padres y uno de los hijos (normalmente el heredero) residía en el mismo hogar para la mutua colaboración económica y la explotación conjunta del patrimonio familiar. Su organización se hacia mediante roles separados, el de la mujer y el marido y entre la generación anciana y la joven para complementarse asimétricamente. Por lo que respecta al ámbito político, sólo había un representante del grupo doméstico ante la comunidad, y este era la figura del “paterfamilias”.

En la familia nuclear fusional, a diferencia de la anterior vista, los recién casados se instalan en un nuevo hogar diferente del de la familia de origen reduciéndose las funciones reproductivas. En ésta, la familia no se constituye con parientes de varias generaciones sino por padres e hijos. El espacio doméstico surge de la realización de actividades en empresas y las realizadas dentro de la familia (sociales). Las reglas son diferentes dentro que fuera de hogar y el hecho de tener un trabajo asalariado fuera del círculo de la familia tiene consecuencias. Dentro de la familia nuclear, las funciones se reparten y realizan en función de las necesidades y capacidades de cada uno de los miembros y la familia como conjunto. Ésta creación de un ámbito privado marca los límites en el hogar, potencia el sentimiento de privacidad y hace que la comunidad no intervenga en asuntos familiares.

Una de las principales características de la familia nuclear es la solidaridad afectiva al momento de construir un hogar (solidaridad un poco forzada). Al decir esto, nos referimos a la fusión que se establece entre la mujer y el marido. La mujer se ocupa más de las funciones dentro de la familia así como de la labor reproductiva excluyéndola del espacio público y siendo dependiente económicamente de su marido. En cambio, el marido tiene el papel de sustentador y funciones fuera de la familia.

Más tarde, debido a la introducción de la mujer en el sistema educativo y en el mundo laboral, al cambio de ideas valores así como la dificultad del dominio de los hombres sobre las mujeres en la familia, se inicia la pérdida del patriarcado y con ello el camino hacia una familia postpatriarcal.

El desarrollo de la libertad, la igualdad y el individualismo tienen lugar gracias al derrumbamiento de la figura del patriarca. Este tipo de familia más individualizada, es la menos institucional y en la que los roles conyugales cada vez son más igualitarios (gracias también a los movimientos feministas y las políticas de igualdad de oportunidades).

Es ahora que el hombre y la mujer aportan un salario cuando la mujer empieza a participar y ganar sitio en la sociedad que hasta ahora no las consideraba ni ciudadanas.

La sociedad está formada por individuos con los mismos derechos más que por familias. Cuando decimos individuos con los mismos derechos, estamos hablando también de las mismas oportunidades y de las no diferencias de género. Esta igualdad de oportunidades puede provocar en el hombre la incitación de la violencia doméstica. Podemos decir pues, que es la aparición de a mujer como ciudadana de pleno derecho y el individualismo entre el hombre y la mujer lo que comporta la ruptura del patriarcado y por lo tanto, la principal innovación en la familia postpatriarcal.

Como consecuencia de la familia postpatriarcal surge también el tipo de familia monoparental, es decir, aquella que está compuesta por un padre o madre y por los hijos. Ésta es una familia frecuente en nuestros días debido, como hemos dicho, al debilitamiento del dominio del patriarcado, al eclipsamiento de la figura del padre, al aumento de las tasas de divorcio, al inicio del trabajo asalariado de las mujeres…

Afortunadamente, en la actualidad es difícil encontrar un solo modelo de familia. La familia nuclear está dejando de ser el principal modelo de familia sobretodo en las sociedades de niveles educativos altos y en las que la mujer tiene una buena situación económica (ya que así no depende económicamente del marido).

LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA MONOPARENTALIDAD

Las familias monoparentales son aquellas que están formadas por un padre o una madre soltera que viven con sus hijos inmaduros. No es lo mismo hablar de familias rotas que de familias encabezadas por viudas o madres solteras, de familias con un solo cabeza de familia que de familias incompletas. Ello tiene que ver con las imágenes cambiantes que nos forjamos de la familia normal, con la percepción que tenemos de su crisis permanente, con los símbolos, los ideales o con los estigmas que asociamos a las formas familiares. La necesidad de hallar un término neutro para nombrar estas formas familiares se relaciona con los cambios que se han producido en su composición interna que han determinado el paso de esta forma familiar de la marginación a la respetabilidad. Posiblemente su aparición en la esfera pública tenga también que ver con el proceso de privatización del ámbito doméstico, con la diversificación de la familia nuclear, que permite al mismo tiempo una mayor variabilidad de los modelos de organización familiar. Pero sobre todo tiene que ver con la irrupción del pensamiento feminista en el ámbito poítico y académico, que veía la introducción de este término como una forma de legitimar a las familias de procedencia no tradicional, y con la acción del estado del bienestar, que al crear prestaciones específicas para este tipo de familias les da legitimidad e igualdad. Todo ello configura un complejo entramado de nuevas manifestaciones en el campo familiar indicativas de una transición hacia un nuevo modelo familiar que podríamos llamar postpatriarcal.

En la monoparentalidad actual estas nuevas familias son concebidas como unidades económicas viables y no como un “aparato” o algo marginal o transitorio. Gracias a los movimientos feministas y a las políticas de igualdad sexual, se da una toma de conciencia de la legitimidad de la existencia de unidades domésticas encabezadas por mujeres como una variedad familiar con derecho propio. La aceptación de la legitimidad de este tipo de familias no excluye la consideración de las marginaciones y conflictos que experimentan las personas que viven en ellas.

LA GÉNESIS DE LA MONOPARENTALIDAD

El término “familias monoparentales”, traducido del inglés “One Parent Families”, fue introducido en Francia hace una década por sociólogas feministas, para quienes la utilización de este concepto parecía tener el interés de permitir que los hogares que estaban bajo el cargo o mando de una mujer accedieran a la categoría de “verdaderas familias”.

Pero la categoría “familias monoparentales” no ha aparecido en territorio virgen sinó que ha reemplazado otras categorías a las cuales ha destronado conviviendo estrechamente y tomando parte de su herencia y de sus connotaciones, como son las familias incompletas, familias disociadas, familias desunidas, rotas, defectuosas, dislocadas, etc.

Las familias que estaban etiquetadas de esta manera incluían las que hoy se llaman monoparentales, pero no se limitaban solo a estas: las familias llamadas “incompletas” o “disociadas” eran esas en que faltaba al menos uno de los dos progenitores y también son las llamadas hoy “recompuestas”.

Hay que empezar señalando que una inmensa mayoría de familias monoparentales están encabezadas por mujeres solas. En los países occidentales, nueve de cada diez hogares monoparentales lo están y ello tanto más si se los define de forma más cuidadosa y precisa. Si bien las escasas familias monoparentales a cargo de varones merecerían un estudio aparte, la ausencia de datos y de espacio no nos permite dedicarles una mayor atención.

Como la monoparentalidad viene marcada de alguna forma por la desaparición del padre físicamente, moralmente; totalmente o parcialmente, convendría empezar analizando las consecuencias de esta ausencia, especialmente para los niños, pero también para la madre. Como dice un prestigioso psicólogo y psiquiatra:

Existen diversas razones de ausencia tangible del padre: la muerte, la deserción del hogar, la paternidad ilegítima, la separación o el divorcio. La desaparición del progenitor es siempre traumática para el hijo. Mientras que la muerte del padre tiene, generalmente, un carácter natural o irremediable e inflige penosos sentimientos de duelo, de pérdida y de tristeza, la ausencia paterna por otras causas, incluyendo la ruptura de la pareja, es considerada por los niños un rechazo evitable, y produce confusión, angustia, culpa, rabia y emociones profundas de desprecio o de abandono.

(Rojas Marcos, 1994)

Si tenemos en cuenta lo que dice este autor, vemos que la forma de transición a la monoparentalidad tiene una gran importancia para el futuro desenvolvimiento de sus relaciones internas. En las familias monoparentales formadas por mujeres viudas, la desaparición física del padre por muerte produce un efecto contundente y claro. La ausencia del padre no se debe a una dimisión moral o a un cambio de residencia por divorcio o separación sino que el padre desaparece para siempre. Esto significa además que el niño, como puede suceder en el caso de las familias monoparentales originadas por ruptura o divorcio, no estuvo expuesto antes a conflictos entre el padre y la madre en el hogar, aunque en el caso de una larga enfermedad del padre es posible que esta carencia sí le hubiera afectado.

En el caso de las mujeres solteras sin pareja el padre nunca existió. Aun así, hay una gran gama de posibilidades, desde la mujer fecundada artificialmente con semen de un donante anónimo hasta el caso de un padre conocido pero que nunca se ha relacionado habitualmente con el niño. Aquí la responsabilidad recae sobre la madre, quien desde un principio asume el hecho de criar a un hijo sin padre, y de su habilidad y madurez dependerá el resultado final de la socialización.

Por último, tenemos las familias monoparentales formadas tras una ruptura de la pareja. Quizá este es el caso más frecuente en los países industriales.

La descompensación económica y emocional que se produce tras una separación afecta de manera diferente a padres y madres. El resultado suele ser siempre el mismo: que en nueve de cada diez casos la custodia de los niños es para la madre. Este dato es determinante a la hora de entender la estructura de las familias monoparentales ocasionadas por separación o divorcio.

Para las mujeres los problemas pueden ser mayores, ya que en ellas se acumulan diversas transiciones vitales: cambio de estado civil y de estatus, trámites respecto a la pensión que debe pasar el marido al hijo/s y a la mujer y respecto a la custodia, nueva relación con el ex-marido, etc. Después de una separación o divorcio las madres solas suelen buscar apoyo en su familia de origen, aunque esto también puede suceder en otros tipos de transición a la monoparentalidad. Durante este período de transición tiene una gran importancia, en el reequilibrio de la familia monoparental tras este desajuste, la reconstitución de redes de solidaridad y de ayuda y la redefinición de la relación de la madre con su entorno comunitario.

Las experiencias negativas más comúnmente asociadas con la monoparentalidad son la soledad y los problemas económicos. En contrapartida, los progenitores solos y especialmente las mujeres, expresan su satisfacción a través de ganancias de tipo emocional: confianza en uno mismo, sentimiento de independencia, autoestima y control de la propia vida, logros en la educación de los hijos y ejecución de roles domésticos menos tradicionales y convencionales.

Con respecto a los hijos, es posible que los problemas emocionales relacionados con la pérdida del padre por separación o divorcio afloren en forma de fracaso escolar, conflictividad con los compañeros y comportamiento difícil. En este caso, el papel de la madre será determinante, aunque también el padre tiene mucho que decir, siempre que tenga el apoyo de la madre.

Lo que suele suceder normalmente es que si la presencia de la madre y apoyo están presente y casi nunca fallan, la contribución del padre no está siempre a la altura de las circunstancias y con el paso del tiempo, se va reduciendo. En los países occidentales constituye una pauta bastante habitual que los padres divorciados se vayan desentendiendo poco a poco de sus hijos. Es lo que se ha llamado padres desvanecientes (fading fathers). Esta situación hay que unirla al hecho de que una importante proporción de los padres separados o divorciados no pagan la pensión de alimentos a sus hijos.

Todo ello podría ser debido al hecho de que muchos padres no conciben la paternidad y el matrimonio como algo que puede separarse. En nuestra cultura resulta difícil ser padre a tiempo parcial y sin residir con los niños. Es como si los hombres sólo supieran ser padres indirectamente, a través de las acciones de sus mujeres, quienes se encargan de la crianza de los niños. Esta situación sale a la luz debido a la ruptura de la unión matrimonial.

LA SOCIALIZACIÓN DE LOS HIJOS EN LA MONOPARENTALIDAD

¿Es realmente un desastre la ausencia física y/o moral del padre en la familia respecto a la socialización de los niños? Hasta hace poco se habían asociado las familias sin padre con los peores problemas de la infancia y juventud: drogadicción, “delincuencia juvenil” (abro el paréntesis para comentar, como opinión personal, que el apellido juvenil no sirve para nada más que estigmatizar a los jóvenes, ya que también podríamos hablar de delincuencia de las personas de 30 años o de la delincuencia senil pero en cambio no lo hacemos porque nos parece ridículo), fracaso escolar, etc. Pero a menudo eran “profecías” que se cumplían. En primer lugar, muchas de estas familias con la falta del padre eran de clase baja y, por tanto, más proclives a este tipo de conductas. Pero sobre todo se ha empezado a examinar la contribución del conflicto y la desorganización familiar en la génesis de los trastornos infantiles y juveniles. Es decir, los problemas que con frecuencia se asocian al divorcio son muy anteriores. Los niños pequeños que parecen haber sido dañados por la crisis revelan que la etiología de sus trastornos se remonta a episodios que precedieron a la ruptura de la unión de sus padres.

Hay familias intactas que generan dificultades para los niños y familias monoparentales que funcionan bien. No hay que olvidar que hay familias completas en conflicto y familias monoparentales sanas, de la misma forma que existen matrimonios sanos como insanos. Lo que es decisivo para el desarrollo equilibrado de los niños es la estabilidad en las expectativas emocionales y sociales, la ausencia de conflicto entre los adultos, la asunción de responsabilidades educativas por parte de éstos y la coherencia en las normas. Por el contrario, la falta de apoyo parental, la dimisión moral o de la responsabilidad son actos con graves consecuencias. Y ello vale tanto para el padre como para la madre.

Siendo así las cosas, en caso de separación lo mejor es garantizar la estabilidad del niño y no acercarlo al conflicto. Es mejor que tenga un solo progenitor que se ocupe realmente de él, en vez de que tenga dos que se están peleando cada dos por tres. Las principales directrices que pueden guiar la política familiar con respecto a la monoparentalidad podrían ser las siguientes. En primer lugar, cuanto mejor puedan funcionar los padres, mejor será el ajuste de sus hijos. En segundo lugar, el ajuste también será mejor dependiendo de la menor exposición de los hijos al conflicto entre los padres. Finalmente, cuanto más regularmente los niños visiten al progenitor que no tiene la custodia, mejor será su ajuste.

Pero se plantea otro problema. ¿No necesita el niño dos figuras parentales, un padre y una madre, para poder asimilar los papeles masculino y femenino, sin lo cual pueden producirse trastornos en su personalidad y en el aprendizaje social? Con respecto a esto hay concepciones diferentes.

Los psicoanalistas ortodoxos destacan la importancia del triángulo edípico en el proceso de maduración del niño. Por lo tanto, según esta visión es difícil que, en ausencia del padre, se pueda conseguir un resultado correcto en lo que respecta a la formación de la personalidad. Pero hay otros autores que tienen otros puntos de vista y opinan que la relación linear entre el niño y la madre o el padre es más relevante que la relación edípica triangular. Opinan que los niños y niñas aprenden su papel social y lo que la sociedad espera de ellos de múltiple fuentes y modelos y no es necesario que haya un hombre en casa para que desarrollen una identidad y personalidad sanas.

Opinamos que quizá esta postura se corresponde mejor con la realidad que vivimos hoy todos y es más abierta de miras. La falta del padre o de la madre no tiene porque implicar necesariamente un trastorno de la personalidad del niño. Lo que importa es que se le proporcione un cuidado correcto y se le preste una atención adecuada.

FACTORES Y CONDICIONES IMPORTANTES PARA LA COMPRENSIÓN DE LA MONOPARENTALIDAD

Querríamos nombrar las condiciones que se tendrían que tener presentes para la comprensión de la situación monoparental de las familias. El resumen fundamental es que la función que define una familia como tal es la educativa, es decir, la función educativa de los hijos, el reconocimiento de la importancia de los hijos y de la existencia separada de los hijos.

El reconocimiento de los derechos del niño y, por lo tanto, el reconocimiento de la importancia de la infancia, de la atención a la infancia, ha ido seguido del reconocimiento de la mujer y de la necesidad de su liberamiento como individuo dentro de la sociedad, de la igualdad de derechos.

No existe un efecto de monoparentalidad. No existe un solo tipo de familia, sino una gran variedad y se deben estudiar y analizar una a una. Hay que pensar que las dificultades para llevar a cabo las funciones educativas no derivan de la monoparentalidad. Pensemos que hasta la monoparentalidad puede ser un síntoma. Por ejemplo, en los casos de viudedad, puede ser debida al hecho que la mujer rechaza la idea de reprender contacto con otras posibles parejas. Lo mismo puede suceder en los casos de separadas o de abandonadas. Todo esto repercute en la acción sobre los hijos, especialmente por la facilidad de desviación qua hay hacia la familia matriarcal. No hay que olvidar la importancia de la transitoriedad en el estado monoparental. Porque muchas veces estas familias monoparentales han podido modificar fácilmente su situación cuando a partir del crecimiento y de la educación del hijo han descubierto que el hijo está reclamando un padre y que el padre no necesariamente ha de ser una figura agresiva. Así, pues, muchas de estas situaciones se han podido modificar, cosa que les ha permitido reducir su resentimiento y que les ha hecho más accesibles a nuevos emparejamientos, en beneficio de la función familiar.

El bienestar de los niños es inseparable del bienestar de los adultos, y, por lo tanto, se ha de prestar atención al hecho que no tan solo hay niños maltratados, sino también familias maltratadas.

La necesidad de hacer un reconocimiento de la importancia de la familia es debida a la existencia de una gran presión social y política hacia su desintegración. Uno de los aspectos equívocos vendría expresado, por ejemplo, por el hecho de que actualmente se llame a las guarderías “llars d'infants”. La mujer como fuerza de trabajo reclama, porque las necesita, la organización de guarderías para los niños, y se recorre al eufemismo de nombrarlas “llars d'infants”, que es el sitio donde se debería desarrollar la educación parental. No es una crítica sino la descripción del conflicto entre las funciones que son específicas de la familia y que trata de asumir la comunidad, en vez de favorecer que la familia pueda realizar su función , es decir, que la madre pueda desarrollar su función, tanto si forma parte de una familia conyugal como de una familia monoparental.

La tasa de familias con un solo progenitor va aumentando, pero también diríamos que aumenta la transitoriedad, especialmente la de las madres solteras, que tienen estadísticamente más facilidad para casarse, por ejemplo, que las viudas. Parecería que la viudedad tiene más estabilidad como familia monoparental que la condición de madre soltera.

Se ha visto que al convertirse en una familia de un solo progenitor hay una correlación con una fuerza económica, ya que cuando los hombres están en el paro la proporción de separaciones es dos veces más alta que cuando esto no se produce. La disminución de la dependencia económica de las mujeres es también otro factor económico importante. En igualdad de condiciones, a medida que aumentan los ingreses de la mujer aumentan las separaciones de las parejas.

Un aspecto de la aceptación de las familias con un sólo progenitor es que se ha de entender no como la falta de otro progenitor, sino como la obtención de un progenitor.

La capacidad económica de las familias con un sólo progenitor es bastante pobre, la mitad más pobre que la de las familias con dos progenitores. También en las familias encabezadas por una mujer los ingreses son la mitad de las encabezadas por un hombre.

Se ha valorado muy positivamente el hecho de que las mujeres solas que no tienen familia cercana ni amigos o suficiente dinero, hagan demandas activas a los servicios sociales, ya que de esta forma las mujeres se pueden promocionar laboralmente y familiarmente.

CÓMO VE LA SOCIEDAD LA MONOPARENTALIDAD

La utilización social de la categoría “familias monoparentales” se apoya en gran medida en observaciones negativas. Pese a los esfuerzos de trasladar las situaciones monoparentales desde la consideración de "desviación" a la de "variación" aquello que sostiene el uso social de esta categoría es la referencia

implícita o explícita a dos series de “problemas sociales” que plantearía la socialización de los hijos en los grupos monoparentales.

Tanto en las observaciones de uso corriente como en las eruditas, las familias monoparentales son consideradas familias con problemas: se considera que tienen problemas para subsistir y que plantean, o bien plantearan algún día, problemas a la sociedad.

Parece claro que pertenecer a un hogar monoparental significa generalmente, y más aún cuando el progenitor sólo es una mujer, tener un nivel de vida inferior, inferior al de las personas de su mismo nivel, tanto las que conocía antes como las que conocería con toda probabilidad si el grupo no se hubiera convertido en monoparental.

Parece igualmente claro que pertenecer a un hogar monoparental también significa ser objeto de un cierto número de calificaciones sociales estigmatizantes, por lo que se refiere a los efectos económicos y educativos de la situación monoparental, y ser objeto también de procesos sociales que sitúen a los individuos en situación monoparental al margen de sus marcos sociales anteriores y hacia entornos sociales compuestos por individuos que también son objetos de procesos de estigmatización y de marginación.

Los progenitores solos pueden cuidar a sus hijos de manera efectiva si la sociedad ofrece una atención adecuada a los padres y una estrategia de atención a los niños que los compense por el progenitor absente.

LA INFANCIA

UN DISCURSO SOCIAL

Antropológicamente hablando, el concepto que se tiene de “menor” en una sociedad se corresponde con el nivel de desarrollo adquirido por ésta por lo que se refiere a derechos humanos y a los derechos sociales. Es por eso que podemos percibir el recorrido seguido a lo largo de la historia. Durante siglos, el menor de edad ha sido considerado propiedad exclusiva de los padres, parte integrante y subalterna de una unidad familiar totalmente dependiente del “pater familiae”. Los niños hasta finales del siglo pasado, habían sido vendidos, encarcelados, torturados, utilizados para tareas muy duras en las minas y las fábricas, como consecuencia del proceso de industrialización. Durante esta época, comienza a aparecer la concepción del menor como un sujeto digno de protección, hecho que representa un gran avance respecto a la situación anterior. En este hecho, no han sido ajenos los descubrimientos de las ciencias sociales, sobre todo la psicología, la pedagogía y la sociología, que han dado a conocer características del desarrollo de la personalidad del futuro adulto. Colectivamente se ha visualizado el nexo causal que existe entre el niño y el futuro adulto. Y se ha comprendido el papel que el medio y la educación juegan de cara a las conductas sociales. Pero este concepto está, a la vez, condicionado por la creciente conciencia colectiva de los derechos sociales. La ley de 1948 tiene mucho que ver con este sentido protector, impregnado de un gran intervencionismo moral, que corresponde a la época en que fue redactada esta ley que hiere nuestra sensibilidad democrática y laica. En ella, el menor es considerado un sujeto irresponsable, digno de protección material y, sobre todo, moral, con una moral entendida de acuerdo con los criterios propios del pensamiento nacional-católico.

Actualmente, la legislación no ha cambiado con la misma rapidez como lo ha hecho la concepción que sobre el menor tiene la sociedad actual. Bajo varios nombres (niños y niñas, jóvenes, etc), se está difundiendo una concepción más normalizada y universal del menor. Se introduce cada vez más, lo que le hace ser considerado sujeto de pleno derecho, se acepta plenamente la idea que tiene que disponer de los mismos derechos que los adultos, y así está reconocido en la Convención de los derechos de los niños, del año 1989, como también en los resultados de la Cimera de jefes de estado.

Ha sido necesario, a lo largo de 200 años y al ritmo marcado por la evolución de la propia sociedad, ir ampliando la cobertura del que, de antaño, era considerado un derecho de todo ser humano pero que, a la práctica, era sólo el derecho de algunos hombres. La explicitación de la existencia de derechos fundamentales para los menores va más allá de su papel en la vida familiar, representa una ruptura importante con la situación anterior, y es una meta histórica fundamental en la larga lucha por la ampliación de los derechos humanos en nuestra sociedad. Este es el concepto de menor en el cual basamos nuestras reflexiones y que abarca tanto los que disfrutan de una vida protegida, a los cuales garantiza el ejercicio de sus derechos básicos, como los otros, aquellos a los cuales la sociedad debe prestar una atención especial porque no disponen de los sistemas normales de protección y respeto que garantizan un adecuado desarrollo en libertad. En algunos casos, la Administración y la misma sociedad tendran que actuar indirectamente a través de la familia, la escuela, la sanidad y los servicios sociales

para favorecer el ejercicio de los derechos de los niños y niñas. En otros casos, hará falta actuar directamente sobre ellos, para protegerlos y garantirles la dignidad.

EL NIÑO, UN SER DEPENDIENTE

El individuo humano es, desde el mismo momento de nacer, y quizá puede que antes, un ser social; eso significa que sus sentimientos, su inteligencia y los valores profundos que guiaran su conducta futura se forman gracias al diálogo constante que se establece entre él y el medio que le envuelve, medio que actúa a través de las personas que cuidan de él. Estas personas se encuentran profundamente condicionadas por los ámbitos en los cuales transcurre su vida y por su situación económica y social.

La relación del niño con las personas que se ocupan de él es una relación cambiante con el tiempo y también respecto a los cambios que experimenta el entorno en que se produce. La relación interpersonal resulta ser muy determinante y estructurante contra más joven es el ser humano, ya que es más grande su situación de necesidad y, por lo tanto, de dependencia respecto al ambiente que lo envuelve.

La vida del niño suele transcurrir en la familia, en el sí de la cual pasa sus primeros años de vida, más tarde en la escuela, después, a partir de los 11 o 12 años, participa en una vida más amplia de barrio o ciudad, y pasa, finalmente, al mundo del trabajo.

Cada momento de su evolución, cada uno de los marcos en que pasa su vida, tiene su propia lógica, su manera de incidir en la vida del niño o adolescente. Pero, en todos los momentos y en los variados marcos educativos, el niño tiene que encontrar posibilidades de establecer relaciones y vínculos que le han de permitir tres cosas: una, satisfacer sus necesidades básicas, otra, aprender a respetar unas reglas de juego mínimas que le permitan la convivencia con los otros, y otra, aportar algo constructivo en el ámbito en el cual su vida se desarrolla. Si el diálogo resulta frustrante, el individuo tiene dificultades para construir adecuadamente su individualidad y no es capaz de aprovechar las aportaciones de su alrededor, la personalidad se estructura de manera deficitaria, quizá con necesidades básicas por cubrir, o con una escasa capacidad de aceptar las reglas de juego de la colectividad, de manera que va situándose cada vez más en una posición marginal.

Hay sectores sociales que preocupan especialmente los casos de desprotección de niños en todas sus formas, bien porque determinadas conductas producen alarma social. En estos sectores concurren una serie de factores que afectan especialmente a los menores y a los jóvenes.

Es fundamental intentar comprender el papel que cada uno de los medios en que se desarrolla la vida de los niños juega en su maduración interna y externa.

Es en el marco familiar donde el niño suele pasar los primeros años de su vida. En este ámbito, las relaciones interpersonales tienen un carácter emocional y próximo. El círculo familiar está formado por pocas personas que mantienen entre sí lazos estrechos, con sus vidas mezcladas en una dinámica cuotidiana comuna, en la cual todo lo que uno de los miembros es o hace repercute de una manera directa en los otros. Son relaciones a corta distancia. La madre, o la persona que se ocupa del niño en las primeras épocas de su vida es, sin duda, de entre los miembros de la familia, quien influye de una manera más decisiva en su evolución.

Des de los primeros días, las manifestaciones de necesidad del recién nacido, las expresiones de malestar, sus intentos de acción hacia el mundo exterior o hacia él mismo, encuentran una respuesta determinada en las personas que se cuidan de él.

La necesidad (alimento, calor, movimiento, etc.) raramente es formulada de manera clara, por la cual cosa tiene que ser interpretada por una persona que aporta a esta interpretación un amplio bagaje de diversas procedencias, sus propias vivencias, respecto a las necesidades más vitales; toda una serie de cánones culturales que condicionaran la respuesta; y, por último, ciertas condiciones sociales y económicas que, evidentemente, las determinan.

La respuesta sanciona, valora, satisface y aprueba la necesidad y sus formas de manifestarse. A los ojos del niño, la respuesta ofrece una determinada imagen de él mismo y de su conducta, que lo induce a seguir por un camino determinado.

Todo esto penetra en la percepción de sí mismo, y le hace abandonar conductas y manifestaciones que no le son útiles para obtener la aceptación del adulto y potencia esas conductas que lo valoran.

La manera de ser de la madre o de las personas que se ocupan de él, modela al niño.

Las respuestas no tienen por qué ser explícitas: la sonrisa, el tono de voz, son algunas de las numerosas vías por las cuales el niño recibe una respuesta constante a sus propias actividades y actitudes. A través de estas respuestas aprende a tratar sus propias necesidades y las de los otros, a utilizar su potencialidad, a valorar y a amoldarse a unas normas que, en los primeros años, se transmiten por canales específicamente afectivos.

La noción de sí mismo que asume el niño en la vida familiar entrará en crisis cuando cambiará el marco donde transcurre su vida, precisamente cuando empiece su vida escolar.

Sus relaciones con el grupo, anteriormente limitadas a un número reducido de personas, se ampliará considerablemente. El grupo con el cual debe convivir ahora es muy vasto, y las distancias entre sus miembros más grandes. Son relaciones de “distancia larga”.

Los puntos de referencia claros y inmediatos, transmitidos hasta ese momento a través de las figuras parentales, son en la escuela, en un primer momento, confusos y, posteriormente, claramente diferentes de los familiares.

Los valores que la escuela le impone ahora son otros, y se le exigen conductas nuevas, de acuerdo con las necesidades que implica la vida en común.

A más, la escuela potencia en el niño aspectos de la vida social más amplios que los de la vida familiar, y su autovaloración pasará a regirse por otros criterios, de acuerdo con la valoración que el maestro y los compañeros irán haciendo de su conducta.

Al empezar la escolaridad obligatoria la vida de grupo permite ya una cierta valoración menos ligada a la opinión del maestro, pero la fuerte tendencia a imitar las conductas del adulto y la de los niños entre sí no permite aún al sujeto de la educación tener criterios de valoración netamente diferentes. De hecho, es necesario esperar hasta que empiece la segunda etapa para que la vida del grupo se consolide y empiece para el niño una manera nueva y clara de ser valorado.

Aún así, cabe destacar que cada escuela tiene sus características propias. Contra más autoritario es un sistema, contra más depende del poder del adulto, mayor es el peso de su manera de considerar al niño sobre el conjunto de la dinámica escolar. Contra más potencie el maestro la vida de grupo, más valorado podrá ser cada niño. De manera contraria, contra más uniformes sean las conductas exigidas, más estrecha será su valoración.

LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA INFANCIA

Hoy la infancia es objeto de diversos debates. Hay quien habla de su desaparición y hay quien sostiene que se encuentra en un momento de expansión.

Quizá más que de la desaparición de la infancia hay que hablar de la desaparición de la concepción moderna de infancia.

Los nuevos modelos convivenciales, la generalización de la entrada de la mujer en el mundo laboral y los cambios que ha producido la revolución y la expansión en el campo de las tecnologías repercuten en el campo de la infancia.

La modernidad define una niñez indefensa, que debe aprender y ser educada y para la cual se destinan dos instituciones: la familia y la escuela. La infancia, pues, se ha institucionalizado.

En medio de la posmodernidad esta definición no tiene vigencia. Ahora tratamos al niño como un adulto, consideramos que éste es un sujeto de derechos por encima de todo.

Hoy en día, se somete a la infancia a una escolaridad que se prolonga y prolonga en nombre de las necesidades de los niños.

La escuela es cada vez menos patrimonio de la infancia. Hoy es imposible dejar de aprender a lo largo de la vida, debido sobre todo a los cambios que provocan la ciencia y la tecnología. Es por este motivo que hablamos de educación permanente, es una educación a lo largo de la vida.

Quizá sería mejor que hubiera diferentes itinerarios y que fueran los propios niños los que eligieran el itinerario que más les convenciera. Poder elegir sus intereses, sus ritmos, sus tiempos, al contrario de lo que sucede hoy: es el sistema educativo el que fija los intereses, tiempos y ritmos.

Quizá el niño, debería escoger entre diferentes ofertas, aquella que satisfaciera mejor sus intereses. Pensamos, que sería maravilloso, que los niños pudieran escoger el itinerario que mejor se adecuara a sus intereses. Si, por ejemplo, me quiero dedicar a la música, ¿por qué no empezar ya des de pequeño a perfilar ese camino con la creación de nuevos itinerarios que conducieran a un futuro profesional posible? No decimos que no sea necesaria una cierta homogenización educacional y que todos los niños aprendan a leer y a escribir y a contar, pero creemos que sería interesante que la escuela diera cabida, cediera espacio y tiempo a otras propuestas como la música, el arte, la danza...

Pasemos a hablar ahora de la familia que también, al igual que la escuela, ha institucionado la infancia.

La familia ha sufrido importantes cambios de estructura y de funciones que producen consecuencias. En primer lugar, el debilitamiento de la función paterna, cuyo lugar como principal sustentador ha quedado en entredicho. También la entrada en el mundo laboral de las mujeres de forma generalizada cuestiona el lugar del padre como sustentador principal a través de su salario.

LA DESPROTECCIÓN DE LA INFANCIA

Hemos pasado de un modelo de educación represivo a uno de permisivo. Las relaciones entre adultos y niños se inscriben en un contexto de organización en función de lo que se define como las necesidades del niño.

Podemos hablar, hoy, de la infantilización del adulto ya que ha renunciado al ejercicio de la autoridad, que no remite al autoritarismo sino a la responsabilidad. Creemos importante marcar unas pautas a los niños. Deben ocupar el lugar que les corresponde y no permitir que “vayan haciendo” llegando, de este modo, a la permisividad y en consecuencia al abandono de la autoridad y de la responsabilidad que como adultos deben asumir. Los adultos están menos presentes y de este modo dejan desprotegida a la infancia.

La infantilización del adulto lleva consigo la adultización del niño. Éste accede, en igualdad de condiciones que el adulto, a determinados circuitos de ocio y información. El niño es un adulto en pequeño.

Debemos asumir el forjamiento de lo humano en el niño, es decir debemos forjar el ejercicio de la violencia simbólica, como Hegel dijo, como adultos que somos. La educación necesita de una posición de autoridad.

Observamos una paradoja: por un lado, hay una desresponsabilización de los adultos en cuanto al lugar de autoridad a ocupar, y por otro lado, hay una expansión de los deberes de los adultos respecto a los niños.

Quizá sea ya hora de empezar a trabajar y a proponer nuevos modelos de relación con los niños donde prima la responsabilidad del adulto. Una responsabilidad que tenga en cuenta los cambios sociales, económicos y culturales, que son los que han propiciado una nueva categoría de infancia.

Hay que tener en cuenta otra cuestión. Actualmente tendemos a dejarnos llevar por una serie de estereotipos relacionados con la infancia que nos impiden trabajar correctamente. Tendemos a adjetivar a los niños, los clasificamos sin pensar de qué manera los estamos estigmatizando. Hablamos de los niños violentos, de los niños maltratados, de los niños inmigrantes (ahora ya de los MEINA (Menores Extranjeros Indocumentados No Acompañados)), de los niños conflictivos, etc. De este modo lo único que hacemos es estigmatizarlos y mostrar nuestros prejuicios. Ciertamente hacemos un juicio previo y con nuestras valoraciones les perfilamos un futuro. Con los prejuicios se pone un muro de contención al sujeto, no se espera nada de él. Y si no se espera nada de él, como agente de la educación, te estás limitando a educar porque piensas: para qué educar si acabará mal y no será nada en la vida. Hasta el mismo presidente de la DGAIA (Dirección General para la Atención de la Infancia y la Adolescencia) en un encuentro con educadores sociales mostró sus prejuicios cuando constató que casi el 98% de niños que viven en CRAE's tienen fracaso escolar. Ante la pregunta de qué pensaban hacer para poner remedio a esta situación, respondió que nada porque pobrecitos con lo que han pasado no podrán aprobar. Pensar esto es grave si es un educador social quien lo piensa, pero más grave resulta que estas palabras salgan de la boca del presidente de la DGAIA. Si pensamos esto vale más que como dice el refrán “apaguemos y nos vayamos”. No podemos saber si ese niño continuará padeciendo un fracaso escolar o, si al final, logrará aprobar y resultar con los años un excelente abogado, médico o arquitecto. Esa es la

magia de la educación. Se trata de algo efímero que marca al sujeto pero no sabemos cuando ese acto maravilloso va a suceder. Es algo no previsible y por tanto algo no evaluable: no sabemos qué, cómo y cuándo acontecerá. Lo único que podemos hacer es transmitir bienes culturales y confiar que algo de lo transmitido quedará en el sujeto.

Debemos, por lo tanto, confiar en el sujeto, apostar por él y no dejarnos llevar por prejuicios que no hacen más que estigmatizar al sujeto. No debemos perfilar el futuro del niño porque como ya hemos dicho no sabemos qué ocurrirá, qué acontecerá de todo lo transmitido en él y que no. Olvidemos pues todos los argumentos pestalozzianos y dejemos de educar al pobre para pobre, al fracasado para fracasado, etc. y apostemos fuerte por el sujeto de la educación.

De no ser así, caeríamos en el gran error de la Educación Social: no permitir que nadie se mueva del lugar que le ha tocado vivir y de este modo quedaría borrada, olvidada la cuestión educativa.

ANÁLISIS DE PELÍCULAS

A continuación, hemos analizado una serie de filmes que se pueden relacionar directa o indirectamente con el tema de la familia y en las cuales podemos encontrar diferentes ejemplos para ilustrar lo dicho hasta ahora y veremos así, que en nuestra sociedad aún existen tipos de familia característicos de tiempos pasados. Cada película consta de un breve resumen, una descripción de los personajes principales y su relación entre sus miembros y la sociedad. Finalmente, se ha justificado el porqué de su elección y la clasificación en según que tipo de familia.

Las cenizas de Ángela

Esta película narra la historia de una familia irlandesa que vive sometida en la pobreza y la miseria. Viven una serie de acontecimientos que llevan a la familia a momentos de verdadera desgracia y dificultad: la muerte de un bebé, la muerte de dos gemelos con pocos años de vida y la poca dedicación y esfuerzo para buscar y encontrar trabajo por parte del sustentador principal de la familia: el padre. Su poca motivación, la pérdida, de forma sistemática, de su puesto de trabajo por llegar tarde o faltar y el consumo de todo su sueldo en la bebida llegándose a emborrachar repetidas veces, lleva a la familia a una situación de desesperación y de gran dificultad. Los padres, responsables del cuidado de sus hijos, se ven incapacitados a alimentar a éstos, no pueden pagar el alquiler del piso, ni comprar carbón para calentarse. Tal es la situación, que la madre llega a mendigar en la puerta de iglesias y monasterios en busca de alguna engruna de pan que hayan desechado los curas y monjes.

Podemos ver como la relación entre el matrimonio es cada vez más tensa. Angela considera a su marido un inútil, incapaz de encontrar un puesto de trabajo y mantenerlo y cada vez más, desconfía de las promesas de éste en que todo cambiará y conseguirá hacer frente a la situación de pobreza que padecen.

Observamos que los dos hijos más mayores de la familia se responsabilizan desde un principio de ésta: cuidando a sus dos hermanitos gemelos ya sea, cambiando sus pañales, duchándolos, dándoles de comer como pueden y aportándoles calor en la cama al dormir todos juntos. Vemos pues, ya des del inicio, una adultización de los niños con una consiguiente infantilización de los adultos, en este caso los padres, que no ocupan un lugar de responsabilidad en todo momento. Abandonan ese lugar que deberían ocupar como padres que son: la responsabilidad. Una vez que se hacen más mayores, los hijos no toleran el papel que desempeña el padre dentro de la familia, no aceptan que no cumpla sus funciones de sustentador. Es más, lo llegan a culpabilizar de la situación por la que pasa la familia de pobreza y miseria. No aceptan que no trabaje y que cuando lo haga se gaste todo el dinero en bebida con el fin de emborracharse, en vez de llevarlo a casa. Esto lo vemos, por ejemplo, cuando un día llega borracho a casa y los niños, un poco más mayores, cuestionan sus funciones y le piden que cambie su actitud.

El padre decide ir a Inglaterra a trabajar y promete mandar dinero a la familia, pero, sin embargo, no lo hace. Ni siquiera la familia recibe ninguna carta del padre en el que explique cómo se encuentra. En este momento, a mi parecer, llegamos al punto álgido de desresponsabilización, se desentiende totalmente de su familia ya que ni escribe cartas a ésta ni manda dinero. Se da entender que en Inglaterra sigue haciendo lo mismo: consumir todo el dinero que gana en bebida. Vuelve a Irlanda a ver a su familia pero luego vuelve a irse para no regresar jamás, ya que pese a los años que transcurren no se sabe nada de él.

El hijo mayor toma conciencia de la situación de la familia, y a diferencia de su padre, decide poner remedio a esta situación. A parte de ir a la escuela, trabaja como mensajero y su sueldo lo destina a la sustentación de la familia. Éste vive episodios duros con su madre, que expulsada del piso de alquiler y trasladada con los hijos en casa de un primo, llegan a las manos. El hijo en una de las disputas le tira por

cara a su madre que se haya rebajado tanto llegando a servir al primo, acostándose con él y permitiendo que éste tratara a sus hijos sin ningún tipo de respeto.

Finalmente, el hijo decide abandonar Irlanda e irse a Nueva York para probar suerte y lograr dar un giro a su vida.

La poca ayuda con la que cuenta la familia es la de la familia por parte de la madre: la abuela y tíos. Estos, dificultan la buena relación con el padre, ya que creen que el padre es protestante y no católico y muestran sin tapujos sus prejuicios hacia esta religión.

Durante el transcurso de la película, no vemos que la familia se relacione con vecinos o amigos que les puedan proporcionar ayuda. Es una familia cerrada en sí misma y a la vez muy fracturada.

Realmente es impactante el papel que desempeñan los padres y cómo va evolucionando: el padre empieza por encontrar trabajo aunque se lo gaste en bebida, pero luego llega a desaparecer del mapa, se va a Inglaterra para, como aquel que dice, no volver. La madre, suponemos que por su condición de mujer y en la época en que se encuentra, no se plantea encontrar trabajo: esa es una tarea destinada a los hombres. Su tarea a realizar como mujer es la de cuidado y crianza de sus hijos. Lo único que hace, para intentar mejorar la situación de pobreza, es mendigar y intentar lograr que su hijo mayor encuentre un lugar en un monasterio como monje. Pero eso se convierte en un intento frustrado.

Esta es una magnífica película que refleja la dureza con que una familia afronta su situación de miseria y muestra la desresponsabilidad de éstos respecto a sus hijos.

Las mujeres de verdad tienen curvas

Este film trata sobre dos grandes temas: el tema del aspecto físico y el de un modelo de familia, nosotros nos vamos a centrar en este último, el de la familia.

La madre de la protagonista tiene unas convenciones tradicionistas y católicas, de manera que quiere que su hija sea el ama de casa, que llegue virgen al matrimonio, que no acabe sus estudios para que se ponga a trabajar con el fin de ayudar a la familia aún cuando le han concedido una beca para que pueda estudiar. Por otra parte, el padre, al principio opina igual que su mujer, pero acaba cambiando de idea y convence a su mujer para que su hija estudie. Este hecho se debe al abuelo, que por muy mayor que sea, mentalmente es más “moderno” y abierto y quiere que su nieta vaya a la universidad. La hermana de la protagonista tampoco pudo estudiar debido a la economía de la familia, tiene una fábrica donde diseña ropa y no tiene esperanzas en que su hermana pueda estudiar por culpa de su madre, al principio quiere que se ponga a trabajar al igual que ella lo tuvo que hacer pero acaba cambiando de idea.

A partir de estas características podemos concluir que se trata de una familia tradicional institucional ya que consta de la madre, el padre, las hijas y el abuelo. Todos ellos conviven en el mismo hogar y cada uno de ellos tiene su función dentro del seno familiar; La madre debe ocuparse del hogar, las hijas aportar el dinero en casa y colaborar también en las tareas domésticas para su preparación del matrimonio, el padre trabaja fuera de casa y debe aportar la base económica que les permita llegar a fin de mes y el abuelo es visto y considerado un gran sabio por la protagonista.

Las relaciones entre los diferentes miembros de la familia son múltiples y distintas. En el caso de la protagonista, con el que mantiene una mejor relación es con su abuelo y más adelante con su padre, quienes la apoyan moralmente en su afán de seguir estudiando en la universidad. Entre madre e hijas la relación es casi inexistente en lo que se refiere a la comunicación y confianza (es la hija quien no confía en su madre debido a su cerrada y tradicional mentalidad). A parte de no haber comunicación entre ellas se producen algunos enfados porque no ha seguido el ejemplo ni de su hermana ni de su madre y es la primera en introducir la idea de ir a estudiar a la universidad.

El bola

En esta película nos ofrecen dos familias diferentes, la de Pablo (El Bola) y la de Alfredo.

La familia de Pablo es una familia tradicional institucional cerrada. Consta de unos padres, el hijo, y la abuela, sin mencionar el hijo mayor que falleció en un accidente (para el padre, el Bola nunca alcanzará ser como su hermano y llega a culpabilizarlo de su muerte a partir de comparaciones). El padre de Pablo es una persona muy estricta, siempre tiene la razón y hay que hacer lo que él diga sino le castiga a través de maltratos (físicos y psíquicos). La madre es seria, quiere a Pablo, pero no le muestra sus sentimientos.

Ella no puede soportar los maltratos que sufre su hijo pero tampoco hace todo lo que puede para remediarlo, pero en un momento dado y harta de esta situación se revela contra su marido insultándolo y deseando su muerte. La familia no tiene relaciones en su entorno social, solamente con los clientes del negocio del padre. Una relación pero basada en la cordialidad por interés.

Una vez más, la mujer es la encargada de cuidar a su hijo, llevar a cabo las tareas domésticas y además cuidar de su suegra. El padre, sin embargo, tiene una ferretería en el barrio donde el Bola le ayuda después de clase.

La familia de Alfredo es totalmente lo contrario. Es una familia nuclear fusional porque viven padres e hijos en un mismo hogar. Y es abierta porque se relaciona con todos, son solidarios... Es una familia más progresista, demasiado quizás porque el padre de Alfredo (que es tatuador) le hace un tatuaje a su hijo sin pensar que probablemente es demasiado joven. Esta familia es la que aun sabiendo los riesgos que esto comporta, ayudan al Bola a salir de la situación familiar en la que se encuentra. Aquí no se ve la figura de la madre como aquella que debe ocuparse de las tareas del hogar pero sí que cuida de su hijo pequeño. Un aspecto a destacar es la relación que se establece entre ellos, basada en la comunicación.

El protagonista encuentra en ellos lo que no tiene y le falta en su familia; comprensión, confianza, comunicación, cariño, alguien que les escuche, diversión… y por un momento, la felicidad.

Las dos familias son un contraste pero en ambas, quien toma las decisiones siempre es el padre. Pero la manera de la manera de imponer su autoridad es diferente; en el caso del Bola, la autoridad es represiva y en el caso de Alfredo, es más con un fin concienciador.

Al final, la historia termina en manos de la justicia.

Te doy mis ojos

Te doy mis ojos cuenta la historia de Pilar y Antonio, pero también la de quienes les rodean; una madre que no escucha, una hermana que no entiende, un hijo que mira y calla, unas amigas y una sociedad. Es una historia que combina amor, miedo, control y poder. Hemos creído conveniente esta película para ejemplificar uno de los diferentes tipos de familias existentes hoy en día, más adelante justificaremos el porqué. A continuación haremos una breve descripción de los personajes que aparecen en este filme.

Los protagonistas de esta historia son Pilar y Antonio. Un matrimonio que lo que tienen en común es su hijo Juan. Pilar es una joven que vive aterrorizada el día a día con su marido y sus maltratos. Juan, representa ese tipo de hombre capaz de ser tierno y cambiar a ser violento en un instante. Pilar vive subordinada (también económicamente) a las órdenes de su marido y es víctima de los maltratos domésticos. Juan es el ejemplo ideal del hombre que piensa que es superior a la mujer, que es la figura masculina quien debe traer el dinero a casa, y que la mujer debe encargarse de las tareas del hogar y de su hijo. Pilar no dice lo que piensa ni siente, no es ella misma. Empieza perdida y termina recompuesta, evoluciona.

En un segundo lugar encontramos a Ana y Aurora, la hermana y la madre de pilar correspondientemente. Ana representa a los que queremos ayudar y no sabemos como, trata de simplificar algo muy complejo como es el problema al que se enfronta su hermana. Y Aurora es esa madre que quiere silenciar el problema y que automáticamente lo consiente. Mujer tradicional y de costumbres que no ve o no quiere ver la realidad.

Finalmente está Juan, el hijo de los dos. Éste sufre también el problema que hay en casa, pero no sabe exactamente que hacer respecto a ello.

La justificación de esta película como un ejemplo de familia nuclear fusional (al principio) y posteriormente monoparental está en las características que cumple: Al inicio se trata de una familia nuclear porque tenemos la figura del padre, de la madre y del hijo. El padre trabaja y es quien gana un salario, la madre está en casa cuidando de las tareas del hogar. Pero a medida que avanza la historia, Pilar va evolucionando y busca un trabajo, situándose al “mismo nivel” que su marido y poniendo en duda la figura del padre como la más importante y poderosa de la familia, como el patriarca. Finalmente, cuando ella se enfronta a su marido la familia se rompe, construyendo así una familia monoparental (madre e hijo) debido al divorcio entre ambos cónyuges.

Podemos encontrar en Te doy mis ojos dos claros ejemplos de dos de los diferentes tipos de familia que hemos ido explicando a lo largo del trabajo.

American beauty

American Beauty es una película americana que cuenta la historia de dos familias diferentes. Por un lado se nos da a conocer con imágenes bellas, la hipocresía que se esconde debajo de una feliz familia americana y por el otro lado, la historia que gira en torno a Lester Burnham, un hombre que ya ha pasado los cuarenta, que se encuentra en plena crisis existencial y en el ojo del huracán de todos los problemas de la familia.

Aparecen dos familias, cuyas diferencias vamos a ver seguidamente.

La primera familia que aparece es la de Lester, el padre de Jane y marido de Carolyn. Lester en este caso carga con las ordenes de su mujer, quien le dice lo que debe hacer y como y al mismo tiempo es el centro de la diana de los insultos de su hija adolescente. La diferencia de esta familia con la de Te doy mis ojos es que en ésta es la figura de la madre la que “lleva los pantalones en casa”. Jane es la hija del matrimonio que está en plena adolescencia y no se comunica con sus padres porque los odia.

La segunda familia es la casa del vecino de Jane. En ella viven él, su padre y su madre. El padre es ex-marine y fascista, el hijo siempre está grabando todo lo que ve en video y es víctima de agresiones físicas por parte de su padre y la madre vive en una depresión constante. Más allá de esa casa donde rige la autoridad y el control, vive una pareja homosexual, que desquiciarán al ex-marine fascista.

En esta película podemos encontrar dos modelos de familia nuclear fusional viéndolas como un seno familiar formado por un padre, una madre y un hijo/a, pero esa unión entre los miembros de la familia se va deshaciendo a lo largo de la historia. En el caso de la primera familia por la muerte del padre (familia monoparental), en el caso de la segunda, por la huída del hijo de la familia.

Las lenguas de la mariposa

CONCLUSIONES

Después de haber realizado este recorrido por la noción de familia y su evolución a lo largo de la historia podemos decir que la familia es un núcleo de convivencia, solidaridad, complicidad, capaz de proporcionar protección, compañía, seguridad y socialización. Hoy en día por el hecho de que la familia viva en un mismo hogar y participe en casa no necesariamente significa que haya comunicación entre sus miembros.

La familia a lo largo de la historia ha desempeñado muchas funciones. En sus inicios, las más importantes eran las de subsistencia y procreación, es decir, la familia se dedicaba a cazar y a recolectar para asegurar su subsistencia sin olvidar que para ello, era necesario tener hijos. Con el paso de los años, se han añadido otras funciones importantes a parte de las ya citadas. Hoy en día se considera que existe una familia cuando una pareja tiene uno o más hijos, esta sería pues la función de reproducción. Cabe destacar otras dos: la de socialización y la psicológica. La primera hace referencia a mantener una relación entre todos los miembros de la familia pero también con los otros miembros de la sociedad. La psicológica consiste en proporcionar cariño, afecto y apoyo a los hijos pero incluyendo una dosis de autoridad.

También hemos visto que hay diferentes tipos de familia, como la tradicional institucional que consta de los padres, los hijos y otros miembros de la familia de diferentes generaciones. La familia nuclear fusional consta de los padres y los hijos. Estos dos tipos de familia son lo más comunes y los que más se dan. Actualmente ha surgido el tipo postpatriarcal, donde el hombre ya no es quien manda en la familia. La mujer empieza a tener protagonismo en la familia, al poder tomar más decisiones sin la supervisión del hombre son más independientes. Como consecuencia de la crisis del patriarcado ha surgido otro tipo de familia conocido como la monoparentalidad, actualmente no muy bien visto, porque hay quien cree que un niño debe educarse con el modelo de los dos padres, que sin el padre o sin la madre el niño no se educará “correctamente”.

La familia monoparental surge a causa de tres factores: defunción de la pareja, divorcio o separación y madres solteras.

Respecto a la infancia, en muchas familias, han surgido dos factores, la infantilización del adulto y la adultización del niño.

El primero se refiere a que el adulto no se responsabiliza de los niños. Los padres, cada vez son más permisivos lo que conlleva que el niño se adultice, es decir, el niño toma sus propias decisiones, ve los mismos programas que el adulto (Crónicas marcianas) y en consecuencia se va a dormir más tarde y no duerme las horas suficientes y así un día tras otro.

Desde nuestro punto de vista, opinamos que la monoparentalidad sea bien vista, que para que el niño se eduque no hace falta el modelo de los dos padres. Creemos que un padre o una madre puede salir adelante con su hijo educándolo y socializándolo de una buena manera.

Hay que decir también que la mayoría de hijos no salen como los padres. Por ejemplo, si un padre es maltratador no necesariamente el hijo, de mayor, debe serlo también. Esto es, en efecto, un mal prejuicio que perjudica al hijo negativamente.

Sólo decir que esperamos que por parte de los padres haya una mayor responsabilización hacia sus hijos, que se preocupen más por ellos (cómo van en la escuela, si les sucede algo, que realicen más actividades (juegos de mesa, ir al campo…)) y lo más importante, que se establezca comunicación entre ellos porque la comunicación es la base del buen funcionamiento de la familia.

http://html.rincondelvago.com/funcion-social-de-la-familia.html

http://www.conapo.gob.mx/prensa/informes/003.pdf

Desarrollo de la función afectiva en la familia y su impacto en la salud familiar integral

 

Development of the affective function in the family and its impact in the comprehensive family health

 

 

Lic. Angelina María Pi Osoria,1 Dr.C. Alberto Cobián Mena2

 

1Licenciada en Psicología. Profesora Asistente. Policlínico Docente "Edor de los Reyes Martínez Arias", Jiguaní, Granma, Cuba.2Licenciado en Psicología. Doctor en Ciencias de la Salud. Profesor Titular. Facultad de Medicina No. 1, Santiago de Cuba, Cuba.

 

 

RESUMEN

Se llevó a cabo un estudio experimental en 80 familias atendidas en los consultorios médicos ubicados en el Consejo Popular Norte, perteneciente al Policlínico Docente "Edor de los Reyes Martínez Arias" del municipio de Jiguaní en la provincia de Granma, desde enero del 2000 hasta igual mes del 2007, a fin de establecer una estrategia de intervención que posibilitara el desarrollo de la función afectiva y precisara su impacto en la salud familiar integral. Los resultados revelaron una relación entre función afectiva y salud familiar integral, un aumento en el nivel que indicaba buen desarrollo final de ambas y el establecimiento de interrelaciones más armoniosas entre los miembros de las familias, que incrementaron sus posibilidades de ser felices.

Palabras clave: familia, función afectiva, salud familiar, estrategias locales, atención primaria de salud.

ABSTRACT

An experimental study in 80 families assisted in the doctor´s offices located in the Northern People´s Council, belonging to "Edor de los Reyes Martínez Arias" Teaching Polyclinic of Jiguaní municipality in Granma province was carried out from January, 2000 to the same month of 2007, in order to stablish an intervention strategy which make possible the development of the affective function and to specify its impact in the comprehensive family health. The results revealed a relationship between affective function and comprehensive family health, an increase in the level that indicated good final development of both and the establishment of more harmonious interrelations among the members of the families that increased their possibilities to be happy.

Key words: family, affective function, family health, local strategies, primary health care.

 

 

INTRODUCCIÓN

La verdadera felicidad no es la ausencia de problemas, sino saber cómo resolver los dificultades de cada eslabón en la cadena interminable de la existencia humana. La vida es primeramente un conjunto de problemas esenciales a los que el hombre

responde con un conjunto de soluciones. Para encontrar estas soluciones, muchas veces el hombre se apoya en la ciencia, la cual ha sido concebida como un estilo de pensamiento y acción, precisamente el más reciente, universal y provechoso de todos los estilos.1

La familia es el primer grupo al que se pertenece y del cual se adquieren los valores básicos. Dicho conglomerado psicosocial debe satisfacer las necesidades afectivas de sus miembros, y en este es necesario lograr un progreso armónico e integral; la respuesta afectiva de uno a otro provee la recompensa básica de la vida familiar. Se precisa, por tanto, de la construcción de bases firmes para que la familia pueda funcionar eficazmente.2

Al respecto, la familia ha sido la institución social más estable en la historia de la humanidad. Todas las personas tienen una familia de origen y, generalmente, cuando se es adulto, se crea la propia, en la cual los hijos serán educados. Sin un verdadero vínculo de amor, los ejemplos y patrones que se brindan en el hogar carecen de un sentido educativo, pues no llegan a comprometer emocionalmente a los hijos.3

Desde hace varios siglos se han realizado los estudios de familia y durante muchos años estuvieron centrados en una tradición epidemiológica que sólo tenía en cuenta sus aspectos patogénicos, desde la perspectiva del contagio o de su incapacidad para combatir las enfermedades o ambas. En realidad, al ser el grupo familiar un conglomerado psicosocial, dicha tendencia debe incluir también la dinámica de los conflictos emocionales de este.4

Diversos autores han realizado investigaciones acerca de la familia. En la primera mitad del siglo XIX, en Alemania, Engels desarrolló sus trabajos, con un enfoque social. A partir de 1947, Freud, en Austria, efectuó estudios que reflejan una orientación psicoanalista. Asimismo, Stephen Worchel y Waine Shebilske, 5 en la Universidad de Texas (EEUU), elaboraron su libro "Psicología: principios y aplicaciones", donde se refieren a otros autores que han estudiado a la familia, entre ellos: Olson (1950), profesor de la Universidad en Minessota, quien es autor de un compendio que trata sobre este grupo psicosocial; Ackerman (1950), de Argentina; Satir, en México; así como Lestapis (1967), en España, y Horkeimen (1970) y Smidlein (1978), ambos de Estados Unidos.

En 1978, se elaboró un documento referido a la familia, entre otros grupos, por los científicos que asistieron a la I Conferencia Internacional acerca de la Promoción de Salud.6 Con posterioridad, en 1986, fue confeccionado un informe por la Organización de Naciones Unidas (ONU) acerca del papel de la familia en el desarrollo. 7 De la misma manera, estos aspectos fueron tratados en la Carta de Ottawa, también en 1986, donde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se refiere a la familia y su importancia.8

Por otra parte, la revista JOGNN publicó un artículo en 1991, elaborado por Cynthia J. Evans,9 acerca de un programa dirigido a las familias que tuvieran recién nacidos en el hogar. Respecto al tema también realizaron investigaciones Richardson, en España (1993), y en 1996, un grupo de investigadores liderados por Ellen L. Bassuk, 10 publicaron el trabajo titulado "Las características y necesidades de las madres amparadas sin hogar y las de familias con bajos ingresos", realizado en la comunidad de Worcester, en Massachusetts (Estados Unidos), en el que se pone de manifiesto la importancia de la familia.

De igual modo, deben mencionarse otros estudios relevantes como el de Villegas, en Colombia (1996), y Ramos, en Chile (1997). Durante el año 2003 fue presentada una tesis doctoral por Reyes Vivó, en la Universidad de Barcelona (España), acerca del déficit afectivo y deterioro en la adolescencia. En el 2001 publicaron sus

estudios el estadounidense Warren y el dominicano Valera. También son notables los trabajos de Mirtha Cucco y otros investigadores, efectuados durante el quinquenio 2000-2005, quienes laboran en el Centro para el Desarrollo de la Salud Comunitaria "Marie Langer" de Madrid, España.

Además, Patricia Arés 11 en su documento "Psicología de la Familia" se refiere a algunos autores que se han destacado por sus aportes, desde diversas disciplinas, al estudio de este grupo psicosocial, entre los que figuran: Pearson y Bales (1955), Jackson, Baterson, Weakland, Watzlawick (1967), Minuchin (1974), Rodrigo y Palacios (2000), Pichón Riviere y Sherzer (1994), Hieny Von Forters, Humberto Maturana (1991), Sluzky y Vigotsky.

Se ha planteado que las propuestas de acción sanitarias para lograr el desarrollo integral de las familias constituyen un reto a escala mundial y requieren profundas transformaciones económico-sociales y políticas. Al respecto, la sociedad cubana tiene un gran paso de avance, pues desde su plataforma ideológica concibió la mejora de la salud del pueblo al promulgar políticas y legislaciones que protegen la familia y contar, además, con un sistema de atención de salud gratuito, accesible y organizado en torno a las familias de la comunidad.

El máximo líder de la Revolución en Cuba, Fidel Castro, se ha pronunciado por la necesidad de atención a la familia en el nivel primario. En la Cumbre de Ministros de Salud de 1998 planteó que los médicos de familia necesitarán conocimientos de psicología y psiquiatría para atender las familias, puesto que estas ponen su confianza en ellos y les piden consejos. 12 Durante la inauguración de la Escuela de Trabajadores Sociales de Holguín en el 2001, Fidel 13 dijo: "Hace falta visitar las familias, apoyarlas y ayudarlas; el país debe conocer la situación de la familia."

En Cuba, a partir de 1959, apareció un gradual aumento de los estudios acerca de la familia y sus aspectos afectivos. Así pues, se cuentan los trabajos de Ruiz (1990-1994), Arés y Louro (1987 hasta la actualidad), Ortiz (1996), Pérez (1997-2002), Aguilera (1997), Martínez (1993-2006), Zabala (1999) y Álvarez Sintes (2001). Igualmente, los autores Olga Infante, Dolores de la Cuesta, Idarmis González, Patricia Herrera, Gloria Tejera (2002) y Layrí García Ríos (2005) investigaron diversos aspectos de este grupo social.

Por otra parte, existen centros de investigación dedicados al estudio de este grupo psicosocial como el Centro de Desarrollo de la Familia, con sede en Ciudad de La Habana.

Posteriormente, se publicaron (en Infomed) el trabajo "La Familia: Una visión necesaria para la atención primaria de salud", de los autores Juan Carlos Baster Moro, Lourdes Durán y Mayelín Roy, y diversos estudios efectuados por Dionisio Zaldívar Pérez, 14 que abordan el tema del hogar y la familia.

Es importante analizar la interrelación individuo, familia y sociedad, así como tener en cuenta que si quiere reflexionarse acerca de la identidad personal, cabría preguntarse: ¿Por qué se es de una forma y no de otra? ¿Por qué se actúa de una manera determinada? ¿Por qué las personas se orientan en determinado sentido? Gran parte de las respuestas están en la historia familiar de cada individuo. Si se quiere conocer acerca de un país, debe estudiarse la forma de vivir y actuar las familias que lo integran. Si se quiere prever el futuro de una sociedad, se puede conocer bastante de este, por medio de la observación a las familias.15

La función afectiva familiar, además de muy importante, es amplia y compleja. En una investigación no es posible abordar todas sus dimensiones e interrelaciones, por lo que en el presente estudio se tuvieron en cuenta algunos aspectos de las

emociones, la inteligencia emocional, los sentimientos y el componente afectivo en la comunicación familiar.

Esta investigación tuvo como objetivo establecer una estrategia de intervención enmarcada en el desarrollo de la función afectiva de las familias investigadas y precisar su impacto en la salud familiar.

Entre las acciones estratégicas implementadas en este estudio estuvieron: técnicas afectivas-participativas, discusiones a forma de dinámica familiar, juegos afectivos familiares y orientación psicológica afectiva familiar.

 

MÉTODOS

Se llevó a cabo un estudio experimental en 80 familias atendidas en los consultorios médicos ubicados en el Consejo Popular Norte, perteneciente al Policlínico Docente "Edor de los Reyes Martínez Arias" del municipio de Jiguaní en la provincia de Granma, desde enero del 2000 hasta igual mes del 2007, a fin de establecer una estrategia de intervención que posibilitara el desarrollo de la función afectiva y precisara su impacto en la salud familiar integral.

Las familias escogidas se incluyeron en 2 grupos homogéneos (40 en cada uno) y se realizó una valoración ética de estas por medio de la observación de los principios éticos y bioéticos. Se revisaron diversos documentos a fin de valorar el desarrollo de la función afectiva y el grado de salud familiar integral iniciales. Posteriormente fueron realizadas acciones, con las familias y desde ellas, solo en uno de los grupos (en el grupo 1 o de intervención). Fueron utilizadas la prueba estadística V de Cramer, para comprobar la significación estadística e independencia, así como la asociación entre variables, y el coeficiente de Kappa en el proceso de validación, con vista a determinar la concordancia entre observadores.

Entre las variables fundamentales figuraron: independiente, dependiente, ajenas y participantes (estas últimas se clasificaron y operacionalizaron). Asimismo, se consideraron como variables participantes los grados de desarrollo iniciales y finales de la función afectiva familiar y salud familiar integral, las acciones estratégicas para el desarrollo de la función afectiva y las aproximaciones a la caracterización psicosocial y socioeconómica de las familias.

 

RESULTADOS

Se observó, inicialmente, que el desarrollo de la función afectiva en las familias (tabla 1) era mayormente regular, con 50,0 % en ambos grupos.

Al comenzarse este estudio, el desarrollo de la salud familiar integral era regular (tabla 2) en la mayoría de las familias de los 2 grupos, con 53,7 %.

El coeficiente V de Cramer reflejó 0,0762 y 0,3056 en el desarrollo inicial de la función afectiva familiar y la salud familiar integral, respectivamente, por lo que existía independencia entre el instrumento aplicado para determinar el valor de las categorías mencionadas y el resultado.

Se evidenció que todas las técnicas utilizadas fueron favorables en un alto porcentaje (tabla 3), con una ligera prevalencia en los juegos afectivos familiares y la orientación psicológica afectivo-familiar (ambas con 97,5 %). Estos resultados se

constataron por medio de una buena participación de los miembros, motivación positiva, interiorización de los mensajes y clima psicológico satisfactorio.

Después de efectuada la intervención, se obtuvo un mayor porcentaje de la categoría bien en la función afectiva familiar del grupo 1 (tabla 4), con 87,5 %.

En relación con la salud familiar integral (tabla 5), al finalizar la intervención en el grupo 1, se había logrado un considerable incremento en la categoría bien, con 82,5 %.

El coeficiente V de Cramer fue de 0,7826 y 0,6088 para el desarrollo en la función afectiva familiar y la salud familiar integral, respectivamente, lo cual indicó una correlación entre las acciones estratégicas realizadas y los favorables resultados.

Fueron notables los porcentajes de buena adaptación e interacción social, que aparecieron inicialmente en los 2 grupos (97,5 %). Sin embargo, en relación con el estilo de vida, 79,0 %, del total de familias, presentó dificultades. Hubo independencia entre estas categorías analizadas, al igual que entre los grupos, pues se obtuvo un coeficiente V de Cramer de 0,0272.

Resaltó la calificación de aceptable en los niveles: instrucción (92,5 %), económico y condiciones físicas de la vivienda (83,7 % en cada uno). El coeficiente V de Cramer expresó 0,2864, lo que indicaba independencia entre los grupos y las categorías evaluadas.

 

DISCUSIÓN

Al iniciarse este estudio, la mayor cantidad de familias fueron evaluadas de regular en relación con el desarrollo de la función afectiva y la salud familiar integral, pues existían dificultades en estos aspectos de dicho grupo social. Lo anterior mostró la necesidad de realizar labores de promoción de salud con las familias y desde ellas, encaminadas a desarrollar la función afectiva intrafamiliar y de este modo lograr un impacto favorable en la salud familiar integral. Otros autores 14-17 han obtenido resultados similares a estos.

En el grupo 1 o de intervención se reflejó un efecto satisfactorio de las acciones estratégicas, debido a que estas técnicas activaron la motivación y participación, favorecieron la interiorización de los mensajes, lograron desarrollar los procesos afectivos entre la mayoría de los miembros de las familias, y de ellas hacia los demás, y mejoró la salud familiar integral. Sin embargo, los resultados en el grupo 2 se mantuvieron iguales porque no se realizaron acciones en estos grupos sociales.

Se manifestaron, de forma aceptable, las categorías adaptación e interacción social, en la mayoría de las familias, lo que estuvo condicionado por el sistema socioeconómico, donde existe preocupación por la salud, la educación y el bienestar de dicho grupo social.

El gran número de dificultades encontradas en el estilo de vida, puede explicarse en que los mayores problemas están enmarcados en la condición de grupo social de la familia y dirigidos hacia su interior, especialmente a su función afectiva, por lo que es preciso realizar labores educativas que aumenten el nivel de cultura sanitaria en estos grupos. Dicho criterio coincide con los de otros autores, 18, 19 pues un estilo de vida saludable, disminuye el riesgo de contraer enfermedades. El nivel económico y las condiciones físicas de la vivienda resultaron admisibles, lo cual estuvo relacionado con el hecho de que las familias investigadas, tenían embarazadas y

niños; generalmente, cuando estos cambios acontecen en el ciclo de vida familiar, el resto de sus miembros trata de que existan los recursos materiales y financieros necesarios.

Se reveló un elevado nivel de instrucción en todos los integrantes de la casuística, pues el sistema social en Cuba ofrece oportunidades de estudio a todos los miembros de los grupos familiares. Estos resultados se relacionan con los obtenidos en otras investigaciones. 3-5, 11, 15 Sin embargo, en este trabajo, los componentes de la función afectiva familiar y las acciones estratégicas efectuadas tuvieron particularidades propias.

En este estudio logró establecerse una estrategia de intervención para mejorar la función afectiva en las familias investigadas. Precisando su impacto en la salud familiar integral, se realizó una aproximada caracterización psicosocial y socioeconómica.

Pudo constatarse que las acciones estratégicas implementadas, desarrollaron la función afectiva de las familias y mejoraron su salud familiar integral. Se resaltó, además, una relación entre ambas categorías, al verificarse un incremento en cuanto a su calidad, y se lograron establecer, en el grupo de intervención, interrelaciones más agradables en los miembros de las familias, que aumentaron sus posibilidades de felicidad.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Licea Díaz O. Usted puede vencer al asma. Sistema de autoayuda para asmáticos, familiares, terapeutas, y algo más… Ciudad de La Habana: Editorial Universitaria, 2000:28-38.

2. Baster Moro JC, Durán Cordovés L, Roy Pérez M. La familia. Una visión necesaria para la atención primaria de salud. COCMED 2005; 9(2). <http://www.cocmed.sld.cu/no92/n92rev1.htm> [consulta: 14 agosto 2007].

3. Martínez C. Salud Familiar. Ciudad de La Habana: Editorial Científico Técnica, 2003: 42-61.

4. Álvarez Sintes R, Díaz Alonso G, Salas Mainegra I, Lemus Lago EM, Batista Moliner R, Álvarez Villanueva R. Temas de Medicina General Integral. Ciudad de La Habana: Editorial Ciencias Médicas, 2001; t1:209-79.

5. Worchel S, Shebilske W. Psychology: Principles and applications. 5 ed. New Jersey: Prentice Hall, 1986:23-50.

6. Morales F. La promoción de salud como problema de la psicología en la atención primaria. Rev Cubana Med Gen Integr 1991; 7(4):363-70.

7. Organización Mundial de la Salud. Índices Estadísticos de Salud de la Familia. Informe de un grupo de estudio de la OMS [monografía en CD-ROM] Ginebra: OMS, 1986. [consulta: 20 septiembre 2008].

8. Organización Panamericana de la Salud. Familia y Salud. Informe de la 37 Sesión del subcomité de planificación y programación del comité ejecutivo WDC/OPS, 2003. <http://www.paho.org/Spanish/GOV/CE/SPP/spp37-04-s.pdf> [consulta: 2 julio 2005].

9. Evan C. Description of home follow-up program for childbearing families. JOGNN 1991; 20:113-8.

10. Bassuk E, Weinreb LF, Buckner JC, Browne A, Salomon A, Bassuck SS. The characteristics and needs of sheltered homeless and low-income housed mothers. JAMA 1996; 276(8):640-6.

11. Arés P. Psicología de la familia. Ciudad de La Habana: Editorial Félix Varela, 2002:29.

12. Castro Ruz F. Fragmento del discurso pronunciado en la clausura de la cumbre de ministros de salud del movimiento de países no alineados en el palacio de las convenciones. Granma 1998 jun 30; Secc 2.

13. Castro Ruz F. Fragmento del discurso pronunciado en la inauguración de la Escuela de Trabajo Social de Holguín. Granma 2001 oct 24; Secc 3.

14. Zaldívar Pérez DF. Funcionamiento familiar saludable. <http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/rehabilitacion-temprana/funcionamiento_familiar.pdf> [consulta: 20 diciembre 2007].

15. Ortiz Gómez MT, Louro Bernal I, Jiménez Canga L, Silva Ayzaguer LC. La salud familiar. Caracterización en un área de salud. Rev Cubana Med Gen Integr 1999; 15(3) <http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21251999000300014> [consulta: 27 diciembre 2008].

16. Hernández R, FernándezC, Batista P. Metodología de la investigación. 2 ed. Ciudad de La Habana: Editorial Félix Varela, 2004; t2:53-6.

17. Barrios J. Una investigación en busca de la transformación grupal. Ciudad de la Habana: Asociación de Pedagogos de Cuba, 2005:28-32.

18. Romeo Cepero DV. Capacidad comunitaria en beneficio de promover salud en la colectividad. Rev Cubana Med Gen Integr 2007; 23(3) <http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21252007000300013&nrm=iso&tlng=pt> [consulta: 27 diciembre 2008].

19. Núñez de Villavicencio F, Jordán A, Pradere E, Ruíz G, Gozá J, Neyra M, et al. Psicología y Salud. Ciudad de La Habana: Editorial Ciencias Médicas, 2001:29-36.

http://www.bvs.sld.cu/revistas/san/vol_14_3_10/san09310.htm

tesis

http://www.javeriana.edu.co/biblos/tesis/medicina/tesis30.pdf

Psicología de la delincuencia

 

Las explicaciones psicológicas de la delincuencia juvenil se centran en: 

-         Las diferencias individuales.-         En la personalidad, impulsividad, inteligencia y emoción.-         Inhibidores internos contra el delito.-        Factores ambientales (influencias familiares, del grupo de pares, del marco

escolar y del comunitario). LA PREDICCIÓN DE LA CONDUCTA DELICTIVA O ANTISOCIAL:Consiste en formular hipótesis sobre el patrón de conducta futuro de una persona, basándose en la presencia o ausencia de algunos factores de riesgo. FACTORES DE RIESGO.- son el conjunto de factores individuales, sociales y ambientales que facilitan el desarrollo de trastornos emocionales o conductuales. PERFIL DE RIESGO DEL DELINCUENTE JUVENIL BASADO EN ESTOS CRITERIOS: 

-         Familia con muchos problemas tanto de índole socioeconómica (pocos ingresos, poca cultura, aislamiento social) como en su dinámica funcional

(dificultades comunicativas y de relación entre sus miembros, métodos de crianza inadecuados).

-        Problemas escolares (absentismo, bajo rendimiento conducta problemática).-         Variables personales.- irresponsabilidad para demorar la gratificación, para

apreciar los puntos de vista de los demás y pocas habilidades cognitivas para solucionar problemas interpersonales).

-         El perfil del joven en riesgo de conducta antisocial es un adolescente con graves problemas de ajuste a su entorno.

-         El educador debe dirigir su trabajo hacia la PREVENCIÓN. Se trata de predecir aquellos niños que están en riesgo de ser delincuentes para realizar intervenciones preventivas.

 DELINCUENCIA Y PERSONALIDAD: Cuatro notas ligadas a la noción de PERSONALIDAD: 

o Unicidad.- única porque hace de la persona un sujeto irrepetible y diferente a los demás.

o Estabilidad.- estable porque se desarrolla a través del ciclo vital.o Internalidad.- interna porque no es directamente observable.o Consistencia.- consistente porque si hay unos elementos internos en la

personalidad, se supone que el repertorio de conductas de una persona será regular, pudiendo predecir sus actos. Esta consistencia está respaldada por la HERENCIA GENÉTICA. A través de esta herencia se ven ciertas tendencias a actuar. A este conjunto se le llama DISPOSICIÓN DEL SUJETO.

    La herencia genética transmite algunas propiedades que favorecen la delincuencia.   Para que se desarrolle la conducta delictiva tienen que interaccionar condiciones ambientales junto a condiciones internas. VARIABLES DE PERSONALIDAD EN LA CONDUCTA DELICTIVA.- los estudios se han centrado en la extraversión, neuroticismo, psicoticismo, búsqueda de sensaciones, ansiedad, desesperanza y locus de control. BÚSQUEDA DE SENSACIONES.- el comportamiento criminal es una respuesta a la necesidad constante de ESTIMULACIÓN. Las personas con una fuerte necesidad de riesgo tendrán mayor predisposición hacia la conducta antisocial. Las variables EXTRAVERSIÓN Y PSICOTICISMO basan su relación con la delincuencia en que ambas tienen un componente de estimulación. TESIS EYSENCKIANA (relación entre delincuencia y personalidad): según Eysenck, el delincuente está definido por un alto nivel de:                             Extraversión   E                            Neuroticismo   N                            Psicoticismo     P Las tres características contienen mucha carga genética.

 -         Los extravertidos son impulsivos, activos y amantes del riesgo.-         El neuroticismo se asocia a la inquietud y desajuste emocional.-         El psicoticismo se asocia con la búsqueda de sensaciones, ausencia de

empatía y de lazos afectivos.-        Sólo la variable PSICOTICISMO muestra un elevado poder predictivo de la

delincuencia. N y E no tienen una relación clara con la delincuencia.    La tendencia actual en el estudio de la delincuencia se dirige a posturas que relacionan las variables ambientales con las psicológicas como elementos imprescindibles para tratar la delincuencia.  DELINCUENCIA, COGNICIÓN Y EMOCIÓN: las variables cognitivas son muy importantes en la investigación de la delincuencia. DESTREZAS COGNITIVAS BÁSICAS:

-         Razonamiento moral.-         Resolución de problemas.-         Empatía.-         Impulsividad.-         Pensamiento crítico.-         Razonamiento abstracto.-         Conducta de elección.

    Muchos delincuentes muestran un retraso en la adquisición de destrezas cognitivas.   La manera como los delincuentes piensan, perciben y valoran su mundo, razonan y solucionan problemas juega un importante papel en su conducta antisocial, y en su deficitario ajuste emocional. Pero estos déficits no son los causantes directos de la conducta antisocial. Los déficits hacen que el sujeto esté en desventaja en su relación con los demás y que sea más susceptible a la delincuencia. DIFERENCIAR ENTRE  

-         Cognición impersonal = inteligencia-         Cognición interpersonal = social o emocional.

 

1. Cognición impersonal. - se refiere al pensamiento que trata con el mundo físico, el tiempo, el movimiento y el espacio.

2. Cognición interpersonal. - es la faceta del pensamiento y la percepción que nos permite solucionar problemas, comprender a otras personas, ponernos en su lugar y entender los fenómenos sociales, políticos, económicos y legales.

    Las habilidades cognitivas que usamos para resolver problemas impersonales e interpersonales son diferentes. INTELIGENCIA: 

Inteligencia emocional (Goleman) = inteligencia personal (Gardner).- son habilidades que nos preparan ante los contratiempos y los retos de la vida, nos enseñan a conocer y manejar nuestros sentimientos, y a interpretar e influir en los sentimientos de otras personas. GOLEMAN.- plantea la importancia de las emociones en el desarrollo y adaptación personal y social. La INTELIGENCIA EMOCIONAL CONTIENE: 

-         Auto-conocimiento o autoconciencia.- capacidad de reflexionar que investiga nuestras experiencias.

-         Gobierno de las emociones.- capacidad de manejar las emociones y de aprender a recuperarse ante las vicisitudes de la vida.

-         Autocontrol y automotivación.- capacidad para concentrarnos en los objetivos, ser tenaces y creativos  y resolver problemas.

-         Empatía.- capacidad para reconocer las emociones de los demás y sintonizar con las necesidades de los demás.

-         Competencia psicosocial- capacidad para comportarse de forma adecuada en las relaciones con los demás y en las diferentes situaciones.

    Aunque aún no está claro, hay teorías que relacionan la delincuencia con la inteligencia emocional.    Los delincuentes son personas con : 

-         Aparente dificultad para anticipar las consecuencias de sus actos.-         Demorar la gratificación inmediata.-         Enfrentarse a la frustración.-         Comprender las necesidades y sentimientos de sus víctimas.-         Controlar su conducta.

  INTELIGENCIA Y DELINCUENCIA 

-        Las deficiencias académicas y lo niveles bajos de funcionamiento intelectual se mencionan como predictores de la delincuencia porque los grupos de delincuentes obtienen puntuaciones más bajas de inteligencia que los grupos de no delincuentes. Pero la relación entre inteligencia y conducta antisocial es complicada. Muchos incapacitados intelectualmente no son delincuentes y hay sujetos muy inteligentes que son delincuentes.

-         Hoy se plantea la influencia del nivel intelectual a través del fracaso escolar. O sea, la baja inteligencia dificulta el logro académico lo que a su vez impacta sobre factores relacionados con la conducta criminal(escasa adaptación social, empleos poco cualificados y mal pagados, asociación con pares antisociales).

-         Si la delincuencia y la CI están mediatizadas por el logro educativo hay que pensar que los programas de intervención que tratan de compensar las dificultades del aprendizaje pueden reducir la delincuencia.

 COGNICIÓN INTERPERSONAL Y DELINCUENCIA. 

-         Muchos autores cognitivos defienden que los delincuentes se diferencian de los no delincuentes en algunos aspectos de su funcionamiento cognitivo. Estos autores encontraron diversos estilos cognitivos que caracterizan a los delincuentes:

 1.      Son sujetos con poca capacidad de autocontrol.2.      Son impulsivos3.      Con locus de control externo (personas que identifican el origen de

los acontecimientos como resultado de fuerzas ajenas a ellos y que éstas actúan independientemente de sus actos) LOCUS DE CONTROL: es la creencia que la persona tiene acerca de los refuerzos positivos o negativos de sus actos. Por eso, si un sujeto cree que tiene poco control respecto de las recompensas o castigos que recibe, no encontrará razón suficiente para modificar su comportamiento.

4.      Con dificultad para apreciar los puntos de vista de los demás (poca empatía)

5.      Pocas habilidades cognitivas para solucionar problemas.  

-         Existen investigaciones que señalan que el delincuente actúa de forma impulsiva porque falla a la hora de controlar su conducta.

-         Muchos delincuentes no han aprendido a demorar la gratificación. Prefieren lo accesible e inmediato aunque tenga menos valor que esperar a algo más apetecible pero lejano en el tiempo. La conducta impulsiva está mediada por la cognición, y puede que sea el resultado de una capacidad de solución de problemas desarrollada inadecuadamente.

-         SINDROME HIA.- la impulsividad ha sido contemplada como una variable de personalidad que junto a la hiperactividad y problemas de atención predicen la delincuencia. A este conjunto de factores se le llama síndrome HIA (hiperactividad-impulsividad-déficits de atención). El HIA puede ser un estado temprano que conduce a la delincuencia.

 RAZONAMIENTO ABSTRACTO VERSUS CONCRETO    Si los delincuentes poseen una forma de pensar orientada a la acción en lugar de a la reflexión, podemos decir que poseen un pensamiento concreto más que abstracto, lo que explicaría su ausencia de planificación en todas las situaciones.   Si fallan en las habilidades de razonamiento abstracto, pueden planteárseles problemas en las relaciones sociales, porque comprender a los demás implica hacer interpretaciones sobre lo que dicen o hacen y sobre sus pensamientos y sentimientos, y esto exige el pensamiento abstracto. -Farrington cree que la explicación en la relación inteligencia-delincuencia no es el fracaso escolar, sino la ESCASA HABILIDAD PARA MANIPULAR CONCEPTOS ABSTRACTOS. Los sujetos con escasa capacidad abstracta tienden a cometer delitos porque no piensan en las consecuencias de sus actos o no aprecian los sentimientos de las víctimas (baja empatía). 

-         La falta de razonamiento abstracto se asocia con la RIGIDEZ COGNITIVA (tendencia a mantener una misma idea fija a pesar de que haya evidencia

contraria o hacer hincapié sólo en aspectos de la realidad que concuerdan con las expectativas personales. Esto puede propiciar una conducta repetitiva al ser el sujeto incapaz de ver otras alternativas y presentar poca tolerancia al estrés. Se facilita la aparición de conductas delictivas como única forma de afrontar el estrés.

 -         OTRAS TEORIAS: KOHLBERG: modelo de desarrollo moral. Una

incapacidad para conceptualizar a nivel abstracto puede dificultar la internalización de valores morales. Los delincuentes muestran más bajos niveles de razonamiento moral que los no delincuentes. Sin embargo, un déficit de razonamiento moral no conduce directamente a la delincuencia; es un factor que puede influir en el desarrollo de la delincuencia pero junto con otras variables de la personalidad.

 -         LOCUS DE CONTROL. Los delincuentes se caracterizan por un locus de

control externo, lo que implica que no se sienten responsables de sus experiencias sino que atribuyen al destino todo aquello que les ocurre o que hacen. Creen tener poco control sobre los acontecimientos. Tendencia de los delincuentes a la AUTOEXCULPACIÓN y a explicar su conducta como si ésta dependiera de personas o circunstancias ajenas a su control. Pero la relación entre ambas variables (locus de control-delincuencia) ha sido poco estudiada.

 -         Las personas debemos sentir que controlamos o ejercemos algún dominio

sobre los eventos que nos suceden. Cuando esto no ocurre pueden invadirnos sentimientos de tristeza o de incompetencia y poca autovalía. El bajo autoconcepto se ha relacionado al locus de control externo, de este modo la conducta criminal sería una medio para lograr una sensación de control, de competencia personal o una forma de alcanzar la autoestima. Pero la investigación aún no ha confirmado esta relación causal.

 -         Hay delincuentes (sobre todo, los violentos) que tienen una autoestima muy

alta y eso les lleva a tratar a sus víctimas como seres inferiores. PERCEPCIÓN SOCIAL, ROLE-TAKING Y EMPATÍA.    La percepción es una experiencia compleja porque no es sólo lo que vemos, oímos, olemos sino que es también el SIGNIFICADO QUE LE DAMOS A LOS ESTÍMULOS. De ahí, que las distorsiones perceptivas o las habilidades preceptúales inadecuadas hacen que el sujeto no adquiera la información, la organice y reconozca y además limitan sus habilidades cognitivas, incluyendo el razonamiento, comprensión y capacidad de juicio.    Si la percepción es algo más que el registro de sensaciones, entonces las personas pueden percibir de forma distinta una misma sensación y reaccionar de manera diferente. Esto es porque en la percepción influyen muchos factores, desde el aprendizaje, la memoria y la cultura hasta los motivos personales, las emociones, los valores, los intereses y las expectativas. Por eso, la percepción del mundo varía en cada persona. Pero en la percepción social también intervienen un conjunto de habilidades como la CAPACIDAD PARA PONERSE EN EL LUGAR DE OTRO COMPRENDIENDO CÓMO PIENSA Y SIENTE—HABILIDADES DE ROLE-

TAKING O EMPATÍA COGNITIVA. Y la de llegar a sentir de modo paralelo como sienten los otros (EMPATÍA PROFUNDA O EMOCIONAL).    Se cree que esta habilidades se adquieren durante el proceso de socialización y que los delincuentes son más deficientes en esta área interpersonal. Sin esta habilidad, el sujeto puede percibir la situación  en base a sus expectativas pasadas, a fijarse en aquellos aspectos que confirman sus expectativas, a interpretar erróneamente las acciones de los demás y a no estimar los efectos de su conducta en otras personas. Al final, el sujeto puede ver confirmadas las expectativas que se había formulado en un principio porque con su actitud ha podido provocar reacciones en los demás que se asemejan a las que esperaba. SOLUCIÓN COGNITIVA DE PROBLEMAS INTERPERSONALES.    Un ajuste social adecuado requiere la capacidad de enfrentarse con éxito a las situaciones problemáticas que puedan surgir en la interacción con otras personas. Y los procesos cognitivos son fundamentales para la comprensión, mediación y resolución de estos conflictos interpersonales.   Si el sujeto no tiene esta destreza para resolver problemas, no será capaz de reconocer los problemas, de establecer relaciones de causa-efecto entre sus acciones y las de otras personas, de calcular las consecuencias de sus actos y de comprender la conducta de los demás.    LOS DELINCUENTES ADOLESCENTES Y ADULTOS TIENEN POCA CAPACIDAD COGNITIVA PARA SOLUCIONAR PROBLEMAS INTERPERSONALES. El sujeto con pobres habilidades para resolver problemas experimenta continuas situaciones de fracaso en obtener lo que quiere, generando sentimientos de agresividad que le llevan a elegir una vía ilegítima para conseguir sus objetivos.  DELINCUENCIA Y FAMILIA.    La familia es muy importante en el análisis de la delincuencia porque es un agente de socialización y porque puede estar facilitando la formación y mantenimiento de comportamientos delictivos.    La familia opera en dos dimensiones:

-         Una, normativa, en la que trata de inculcar las reglas, valores y convenciones sociales.

-         Otra, de relación, que facilita el aprendizaje de esas normas y el compromiso con la sociedad.

    La familia como predictor de la delincuencia: abuso de alcohol, conducta delictiva, familia numerosa, bajo estatus socioeconómico, ausencia del padre del hogar, prácticas de crianza basadas en el castigo y la inconsistencia, pobre supervisión paterna, falta de comunicación y actitudes de rechazo. Todo esto favorece la aparición de aspectos socialmente desviados en los últimos años de la adolescencia y el inicio de la adultez. 

   El delincuente común tiende  a haber nacido en una familia problémática, numerosa, con conflictos conyugales, bajos ingresos y antecedentes delictivos, con prácticas de crianza severas, disciplina rígida y relaciones padres-hijos poco sólidas y afectivas. - Los padres de jóvenes delincuentes se caracterizan por una tendencia a ser duros e inconsistentes en sus actitudes disciplinarias, a recompensar la conducta desviada por medio de la atención y a ignorar la conducta prosocial. Estos padres muestran menor aceptación de sus hijos, menos cariño y menor apego.   Las relaciones entre los padres de niños delincuentes se caracterizan por la infelicidad, los conflictos y las agresiones.

-        La delincuencia ocurre cuando el proceso normal de aprendizaje social basado en las recompensas y castigos de los padres, se ve alterado por una disciplina errática, una pobre supervisión, hostilidad entre los padres, y modelos paternos antisociales.

-         FACTORES DE PROTECCIÓN en la familia- cuidados paternos y atención, disponibilidad de personas alternativas a los padres capaces de cuidar al niño, modelos positivos de identificación, disciplina consistente en el hogar, presencia de redes de apoyo, social y emocional (maestros, vecinos, amigos,,,).

 DELINCUENCIA Y ESCUELA.    La gran mayoría de delincuentes juveniles son unos fracasados académicos. Pero no está claro que el fracaso escolar produzca delincuencia. TEORÍAS: 

-         TEORIA DE LA TENSIÓN O FRUSTACIÓN: la escuela como una institución de clase media en la que los chicos de clase baja tienen menores oportunidades de competir con éxito. Al no poder disponer de una de las vías legítimas de acceso a las metas culturalmente establecidas, esos jóvenes cometerán delitos para compensar la frustración.

-         TEORIA DEL ETIQUETADO: la etiqueta que se impone a los niños difíciles propicia que el sistema escolar les trate de un modo hostil. Los jóvenes asumen la etiqueta y se implican más en actividades antisociales.

-         TEORIA DEL DESARROLLO SOCIAL- HAWKINS Y WEIS. Es la más importante. Esta teoría identifica a la familia, la escuela y el grupo de pares como las unidades más importantes en el desarrollo humano. De modo que cuanto mayor sea el grado de compromiso que el niño tiene con ellos, más se previene la conducta delictiva.

 CONCLUSIONES SOBRE PREDICTORES DE LA DELINCUENCIA JUVENIL: 

1. Los malos resultados escolares eran anunciadores de delincuencia futura.2. La mayoría de los delincuentes podían ser reconocidos por sus problemas de

conducta y otras deficiencias escolares (se muestran impacientes, irresponsables y con conducta dañina hacia los demás).

 AMBIENTE ESCOLAR: El ambiente escolar es otro factor de riesgo. Los centros escolares pueden influir en los patrones delictivos de los niños.

EL ESTUDIO MÁS FAMOSO DE LOS EFECTOS DE LA ESCUELA EN LA DELINCUENCIA FUE LLEVADO A CABO POR RUTTER EN 1979. En él, se medía la estructura escolar, su organización y funcionamiento, y donde los factores escolares relacionados con la delincuencia fueron una alta presencia de castigos, malas condiciones de trabajo, poca atención del maestro a los problemas del niño y pocos elogios. Pero es difícil saber si estos factores son causa o consecuencia de la conducta antisocial en el aula. De todas formas, LAS CARACTERISTICAS DEL COLEGIO CONTRIBUYEN EL RIESGO DE CONDUCTA ANTISOCIAL.  DELINCUENCIA Y GRUPO DE PARES.    Gran influencia que el grupo de pares antisociales ejerce sobre la conducta de un sujeto en el sentido de empujarlo hacia la delincuencia. Los amigos son factores de riesgo. El grupo de iguales son un importante predictor de la conducta antisocial. DELINCUENCIA Y COMUNIDAD.    Se sugiere que los delitos ocurren en respuesta a oportunidades específicas, cuando los beneficios esperados superan a los costes estimados. Dos términos: 

-         OCASIÓN.-         TOMA DE DECISIONES.

    En la decisión de delinquir en una situación determinada influyen las oportunidades, los costes y beneficios inmediatos al crimen.    Algunos autores creen en una influencia recíproca entre las características del ambiente y las del delincuente.  Esta orientación trata de modificar tanto el riesgo de ser víctima como las oportunidades que el ambiente ofrece al delito. LA INTEGRACIÓN: PERSONA, CONDUCTA Y AMBIENTE.    La persona, su ambiente y su conducta se relacionan en un proceso de influencia recíproca. Por eso los factores situacionales (ambientales y sociales) deben ser considerados si queremos mejorar nuestra habilidad para predecir conductas. 

-         En la delincuencia confluyen muchos factores de riesgo a la vez. Por eso, la explicación delictiva más importante es la de ANDREWS Y BONTA, que es un modelo integrador que parte de una perspectiva de reforzamiento personal, interpersonal y comunitario en la génesis del delito.

 MODELO DE ANDREWS Y BONTA: su teoría tiene en cuenta factores como las actitudes, las relaciones interpersonales, la historia conductual y personalidad antisocial. Parten de la PSICOLOGÍA DE LA ACCIÓN y se centran en los principios del condicionamiento clásico y operante (recompensas, costes, antecedentes) y en los del aprendizaje social y cognitivo (control cognitivo de la conducta y significación de las creencias, actitudes y relaciones sociales). El modelo de Andrews y Bonta: 

Factores que influyen: 

1. Asociación con delincuentes.2. Factores estructurales y culturales (familia de origen, vecindario, reparto del

bienestar, legislación, comunidad).3. Factores familiares (relaciones padres-hijos, abuso, métodos de crianza).4. Factores personales (problemas de conducta precoces, temperamento, logro

académico, ).5. Actitudes, valores y creencias. Sentimientos favorables a la delincuencia.6. Antecedentes delictivos.7. Definiciones de las situaciones. Ocasión.

   Todo esto conduce a la conducta delictiva.

 Este modelo dice que hay muchos caminos para meterse en la delincuencia pero que LAS ACTITUDES Y RELACIONES ANTISOCIALES SON FACTORES DE RIESGO MUY IMPORTANTES. Las actitudes y valores procriminales o anticriminales, son las que determinan la actuación del sujeto porque son fuente de autoexculpaciones. Las asociaciones antisociales (amigos y familia) influyen en la actividad criminal porque modelan la acción y gobiernan las reglas que distribuyen las recompensas y castigos. Este modelo intenta explicar el delito teniendo en cuenta:

-         las diferencias individuales (biológicas, cognitivas, conductuales, educativas…)

-         influencias culturales y sociales-         influencias familiares y grupo de pares.-         Las relaciones interpersonales.-         Este modelo incorpora elementos motivacionales y de control

http://abaigon.wordpress.com/psicologia-de-la-delincuencia-juvenil/

correlato

http://www.freewebs.com/cesarmerino/Store%20of%20pub/Crianza.pdf