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RESUMEN El trabajo presenta la forma de entender el gobierno de Don Fernando sobre las Indias y la priori- dad concedida a las minas de oro, hay que recordar las dificultades económicas que se vivían en Castilla. Las reformas de los Reyes Católicos necesitan dinero y ya desde 1492 se ve la compra ven- ta de productos americanos y castellanos como una fuente de recursos. También lo fue el trabajo y la esclavitud indígena. Palabras clave: Reyes Católicos, indigenismo, política internacional FERDINAND AND ANTILLEAN INDIGENOUS POPULATION ABSTRACT The work presents the way of understanding the government of Fernando of the Indies and the priori- ty given to gold mines, remember the economic difficulties lived in Castile. The reforms of the Catholic Kings need money and since 1492 the purchase and sale of American products and Castilian as a source of resources is. So was indigenous labor and slavery. Key words: Catholic kings, indigenismo, international politics FERNANDO EL CATÓLICO Y LA POBLACIÓN INDÍGENA ANTILLANA Jaime González Rodríguez Universidad Complutense de Madrid Recibido: 11 de marzo de 2015 Aceptado: 15 de abril de 2015 [ ] [ Revista de Estudios Colombinos nº 11, junio de 2015 (pp. 49 - 74) ]

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RESUMEN

El trabajo presenta la forma de entender el gobierno de Don Fernando sobre las Indias y la priori-dadconcedidaalasminasdeoro,hayquerecordarlasdificultadeseconómicasquesevivíanenCastilla. Las reformas de los Reyes Católicos necesitan dinero y ya desde 1492 se ve la compra ven-ta de productos americanos y castellanos como una fuente de recursos. También lo fue el trabajo y la esclavitud indígena.

Palabras clave: Reyes Católicos, indigenismo, política internacional

FERDINAND AND ANTILLEAN INDIGENOUS POPULATIONABSTRACT

The work presents the way of understanding the government of Fernando of the Indies and the priori-ty given to gold mines, remember the economic difficulties lived in Castile. The reforms of the Catholic Kings need money and since 1492 the purchase and sale of American products and Castilian as a source of resources is. So was indigenous labor and slavery.

Key words: Catholic kings, indigenismo, international politics

FERNANDO EL CATÓLICO Y LA POBLACIÓN INDÍGENA ANTILLANAJaime González Rodríguez

Universidad Complutense de Madrid

Recibido: 11 de marzo de 2015 Aceptado: 15 de abril de 2015[ ]

[ Revista de Estudios Colombinos nº 11, junio de 2015 (pp. 49 - 74) ]

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(1) PASTOR PORTILLO, 2013, pp. 173-178.(2) PASTOR PORTILLO 2013.(3) Dicho año ordena Fernando a la Casa de la Contratación que dirijan toda su correspondencia al obispo de Palencia

Fonseca, capellán mayor del rey y del Consejo, y al secretario Lope Conchillos (Indiferente,1961,l.1,f.6). Fonseca habíarecibido ya de Fernando el importante encargo de anunciar a Felipe el Hermoso y a Dña. Juana su esposa que, en casode incapacidad de ésta, D. Fernando asumiría, según el testamento de Dña. Isabel, la regencia de Castilla. Fonseca llegóa Bruselas el 12 de diciembre de 1504 y ofreció a Felipe el reino de Nápoles si no intervenía en los asuntos de Castilla.Para apoyar a Fonseca en Bruselas envió allí a Conchillos pero cuando llegó ya habían salido para Castilla los emisariosde D. Felipe con el encargo de que D. Fernando se retirase a Aragón. Felipe mandó apresar a Conchillos y someterle atormento.

(4) SCHAFFER, 2003, p. 49.(5) SCHAFFER, 2003, p. 29.(6) SHAFFER 2003, I, p. 43.(7) ARRANZMARQUEZ,1982,p.87.

LAS FUENTES.

L AS fuentes básicas de este trabajo son 3 libros registros generalísimos de In-diferente 418, que comienza en 1493, y

2 libros de Indiferente 419, en que se recoge toda la legislación sobre las Indias producida entre 1493 y 1514, más un libro registro de la Casa de la Contratación de Sevilla, el 1961 de Indiferente, que se queda en 1509 y cuya con-tinuación no aparece. El segundo libro registro, correspondiente a 1496, se ha perdido.1

Desde 1507 a 1516 se hizo cargo de 6 libros re-gistros el aragonés Lope Conchillos, secretario general de D. Fernando, quien los refrendaba, es decir, era responsable de todo el proceso de redacción, validación y expedición de los docu-mentos. La letra que se utilizó en su secretaría es cortesana procesada.2 Muchos de los docu-mentos de estas libros están señalados por el obispo de Palencia Juan Rodríguez de Fonseca, capellán del rey y del Consejo de Indias.3 Los secretarios anteriores a Conchillos fueron Fer-nando Alvarez de Toledo y Gaspar de Gricio, redactor del testamento de Isabel. El secretario Gricio refrendaba las reales cédulas y Fonseca las señalaba. Si el rey no posaba donde estaban Conchillos y Fonseca, se las llevaba el correo para que las firmase.Muchas cédulas tienenla misma fecha porque el correo llevaba varias a la vez para ahorrar gastos.4 Schäffer dice que en los primeros años todos los asuntos, hasta los nimios, los decidían los reyes.5

Conchillos fue la primera víctima de la reforma de Cisneros, que le destituyó pero el secreta-rio no le entregó los papeles de su secretaría yhuyóalacorteflamenca,donde,alamuer-te de Cisneros, Carlos V le devolvió el puesto en 1517 gracias a su amistad con el señor de

Xebres,hastaqueen1518fuedefinitivamentedestituido por Le Sauvage.

Cuando en julio de 1506 salió Fernando de Castilla dejando el gobierno en sus hijos dice Shäffer que se perdió por más de 1 año el in-terés por las colonias.6 El 1 de noviembre de 1506 llegó Fernando a Nápoles con Germana de Foix. Una vez resuelta la crisis sucesoria castellana, en 1507 Fernando regresa de Ita-lia, fija su corte enBurgos y conFonseca sedispone a reorganizar la Real Hacienda y hasta 1513 se hace cargo directo de la negociación de las Indias con una atención intensa y con-tinuada, siempre apoyado en su “alter ego” en la Española, al aragonés Miguel de Pasamonte, tesorero general de las Indias desde 1508.7 El poder de este tesorero crecerá a expensas del de Diego Colón.

D. Fernando asume la negociación de las Indiasen un momento en que comienza a escasear lapoblación, era necesario el oro con urgencia yhabía que tener controlado al virrey y gober-nador Diego Colón. En 1507 estaba de regresocon Juana en Tórtoles, de donde se la llevó aTordesillas. Comenzaba la segunda regencia deD. Fernando.

La historiografía sobre estos primeros años de la colonización de América ha experimen-tado un cambio radical desde que los nuevos americanistas han podido leer cómodamente en Internet de las fuentes esenciales para su estudio. La responsabilidad de los historiado-res tiene sus límites en el acceso a los datos básicos. Hoy es también mucho más fácil acce-der a la bibliografía y a la lectura de cientos de artículos y libros de muy difícil acceso. Pero la nueva historiografía se ha ocupado muy poco del protagonismo de D. Fernando en los 5 años

LAS FUENTES.

L AS fuentes básicas de este trabajo son 3 libros registros generalísimos de Indiferente 418, que comienza en 1493, y

2 libros de Indiferente 419, en que se recoge toda la legislación sobre las Indias producida entre 1493 y 1514, más un libro registro de la Casa de la Contratación de Sevilla, el 1961 de

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(8) “Por poco que fuese, según entonces estaba España pobre de dinero, era tenido en mucho y así crecía el ansia de serrico en los nuestros” (Las Casas, Historia de las Indias, l. 2,c.2,t.3,p.10).

(9) “Dada la estrecha relación que para los pensadores italianos existía entre guerra y política, no es de extrañar que Guic-ciardini dedicase especial atención a las tropas de que se rodeaba el Rey Católico” (DIEZ DEL CORRAL, 1975, p. 180).

(10) GERBI, 1978, p. 436.(11) Desde setiembre de 1509 (Indiferete,418,l.2,ff.57-57v; 77-79v). En enero de 1510 hace la referencia explícita a la guerra

de Orán; hay otra referencia en 1510 (Indiferente,418,l.3,f.41v); y la última en 1511 (Indiferente,418,l.3,ff.119v).(12) En Valladolid, en enero de 1510 relaciona la guerra que está haciendo en Africa con el servicio que está haciendo a Dios

con ella en agradecimiento a haberle dado las minas de oro (Indiferente,418,l.2,f.f. 98-98v).

en que tomó las riendas del negocio antillano. Nosotros hemos querido contribuir a la cele-bración del centenario de nuestro más grande rey aproximándonos a su personalidad ante un tema tan sensible al hombre actual como el pre-tendido y tópico genocidio español en América.

NECESIDADES ECONÓMICAS.

El primer paso para entender el gobierno de D. Fernando sobre las Indias y la prioridadabsoluta que concedió a las minas de oro escaer en la cuenta de la penuria económica enque se encontraba Castilla desde 1492 porquela guerra civil con Portugal y la toma de Gra-nada habían dejado exhausto el erario públi-co.8 La reforma política que estaban llevandoa cabo los Reyes Católicos era muy costosaporque había que crear nuevas institucionesydotarlasdeoficialesreales.Además,lavidade Fernando fue una constante guerra: con-tra Portugal, los moros, los nobles castellanos,los catalanes rebeldes, el norte de Africa, el reyde Francia, Navarra, el Papa y los turcos.9 Nocontando Castilla con las especias, el oro y lamano de obra de Portugal, la necesidad de oroera creciente porque las mesnadas feudalesestaban siendo sustituidas por ejércitos regu-lares y milicias asalariadas. Mientras Fernan-do seguía de cerca la negociación antillana sesucedían sin cesar duras batallas en el nortede Africa y en Italia y la necesidad de oro eraacuciante. Fernando siguió de cerca el negocioantillano sin dejar de manejar los complicadoshilos de su política exterior para contrarrestarel plan francés de hacerse con Italia.

La noticia de Balboa en 1513 de que se abría el camino a las verdaderas Indias de la espe-ciería abría la esperanza a nuevos negocios. Las Indias fueron para Castilla una creciente esperanza, un horizonte cada vez más amplio

que en cierto modo propiciaba el menosprecio de lo que ya se tenía por la perspectiva de lo que acababa de conseguirse. Una expedición salió de Sanlúcar en 1514 hacia Castilla del Oro donde iba Oviedo, testigo privilegiado para nuestra materia de estudio en su calidad de vecino de la Española y veedor de las minas de Tierra Firme.10 Sus observaciones son el con-trapuntoimprescindiblealavisióncatastrófi-ca del dominico Las Casas.

Aunque la referencia a las necesidades eco-nómicas de España es abundante en los Re-gistros Generalísimos,11 Fernando no hace en susórdenesalosoficialesdelasminasdeoromás que una referencia explícita a la guerra de Africa, que dice cada vez se podía más dura.12 Pero sabemos que sus guerras eran constantes y sus gastos crecientes, aunque al ser reduci-doalstatusdegobernadorFernandomodificóla guardia real haciéndola poco costosa com-parada con otras de la época. Su ejército es-taba especializado en la caballería ligera, las minascontralasfortificacionesylasarmasdefuego. Era un ejército de mercenarios y profe-sionales pero con sentido nacional, más inte-grado socialmente que el francés y adiestrado en la guerra popular durante la Reconquista. Los cronistas de la época, como Diego de Vale-ra y Hernando del Pulgar, destacan el valor y lafidelidadalreydelasmiliciasconcejiles.Elmito de “las cuentas del Gran Capitán” se hace eco de las perennes angustias económicas de D. Fernando. Por ejemplo, en la primavera de1509 se preparó en Cartagena una armada de10 galeras y 80 naves menores en las que seembarcaron 4.000 caballos y 10.000 infantescon provisiones para 4 meses para la toma deOrán.

La penuria económica del ejército español era crónica. Cuando en 1513 el ejército francés penetra en Italia el ejército español no tenía forma de sustentarse. Por eso Maquiavelo dice en el cap. X de la segunda parte de sus Discor-

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(13) DIEZ DEL CORRAL, 1975, Ejército y economía, pp. 177-193.(14) AGUADO BLEYE, 1969, II, p. 109.(15) No obstante, en marzo de 1494 Antón de Torres envió a España 30.000 ducados en oro del Cibao (GIMENEZ FERNAN-

DEZ, 1984, II, p. 574).(16) ARRANZ, 1991, p. 30, n. 11.(17) ARRANZ, 1991, p. 29.(18) RAMOS 1984, p. 136.(19) Indiferente,418,l.1, f. 72v.(20) Indiferente,419,l.4,f.9.(21) MIRA CABALLOS, 1996, p. 3.(22) Los registros generalísimos aportan varios datos que pueden completar la información de que ya disponemos sobre la

producción de oro. En setiembre de 1509 el rey comunica a Pasamonte (Indiferete,418,l.2,ff.57-57v) que habían llegadoa Sevilla los 10.500 p. que había enviado; estaba muy satisfecho de ello y añadía que se cuidase mucho de enviar todoel oro que hubiese en la Española porque las necesidades de España eran tales que todo era necesario En julio de 1510el rey comunica al tesorero general que los 10.000 p. que envió llegaron a muy buen tiempo por la necesidad que deellos había y que apreciaba como un gran servicio a la Corona enviar el oro porque en España era muy necesario (Indi-ferente,418,l.3,f.41v)peroenotracéduladelamismafechasequejóalfactorLuisdeLizarazudequelosoficialesdelaCasa de la Contratación de Sevilla decían que en estos 10.000 habían venido 110 de oro bajo y no de 20 quilates. …/

si que los buenos soldados y no el oro eran el nervio de la guerra. Naturalmente, como era habitual, la guerra se alimentaba de la guerra y del expolio sistemático del terreno antes de iniciar un asedio.13 Sólo como dato orientati-vo, después de su matrimonio con Germana de Foix en 1505 Fernando debía pagar a Luis XII un millón de ducados por los gastos hechos en la guerra de Nápoles.14

FUENTES DE INGRESOS. LA VENTA DE INDIOS ESCLAVOS EN ESPAÑA.

Ante la dolorosa decepción de los castellanos por no haber dado con las Indias de la especie-ría, como aún no estaba desarrollado el nego-cio minero, Colón propuso en octubre de 1492 vender indios en Castilla o tenerlos a todos cautivos en la isla.15 En enero de 1494 Colón propuso en un memorial costear el abasteci-miento de la colonia con indios caníbales.16 A principios de 1495 se embarcaron 550 indios en 4 navíos para venderlos como esclavos en España17 y el 12 de abril se expidió una cédula para que los indios se vendieran como esclavos en Andalucía. Todavía, según D. Ramos, el 13 de enero de 1496 una cédula ordenó a Fonseca pasar a Juan de Lezcano 50 indios para for-necer ciertas galeras, a la espera de la resolu-ción de la junta sobre la licitud de la venta de esclavos indios.18 Pero esta fuente de ingresos se frenó con otra cédula del 16 de abril que

ordenaba a Fonseca no vender esclavos indios hasta haberlo consultado con expertos. Puede ser que este cambio se debiera a la mano de Isabel. La primera cédula recogida en los re-gistrosgeneralísimosesunafirmadaenÉcijael 9 de diciembre de 1501 por la que se ordena que el corregidor de Jerez hiciera volver a In-dias a costa de los culpables a 19 indios que Cristóbal Guerra trajo ilegalmente e informar acerca de los culpables.19 Todavía en agosto de 1512 había algunas personas que vendían in-dios como esclavos en España. Se volvió a pro-hibir llevarlos sin licencia por la disminución de los indios recientemente porque adolecían muchos de los que se traían.20

LA PRODUCCIÓN DE ORO.

Cerrada la puerta a esta fuente de riqueza, en 1495 se concretó el tributo indígena en un cascabel de Flandes lleno de polvo de oro cada 3 meses y los compañeros de Roldán comen-zaron a sacar oro en compañías dando al rey elterciodelosbeneficios.PeroMiraCaballosdice que este tributo no surtió efectos porque los indios no se pusieron a hacer una cosa que desconocían. 21

Además del monopolio de la sal y el palo brasil, el almojarifazgo, las penas de cámara, los diez-mos eclesiásticos, otros ingresos procedían de la pesca de ostras perlíferas y el rescate de jo-yas de los indios.22 Gracias a las franquicias

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/… Le ordenaba hablar sobre ello con Pasamonte y que ambos le escribieran sobre la causa de esto porque ninguna vez ha venido oro tan bajo. Preguntaba si cuando se fundía allá el oro lo apuraban algo más de quitarle la tierra y suciedad dejándolocomolocogían(Indiferente,418,l.3,f.43v).El25dejuliode1511firmabaunacédulaenTordesillasdirigidaalosoficialesdelaContrataciónmanifestandosucontentoporhaberrecibidoen2barcos18.000p.deoroperomandabaque siguieran enviando todo el oro que tuviesen por las grandes necesidades del erario público (Indiferente,418,l.3,-ff.119v). Vuelve a referirse a estos 18.000 p. llegados en 2 barcos con Bartolomé Colón en una cédula fechada el mismo díadirigidaaDiegoColónyalosoficialesdelaEspañolaylesfelicitaporhaberrepartidolacantidaden2barcosylesordena que ninguna cantidad de oro estuviese ociosa “pues sabéis la necesidad que aquí hay siempre de ello”( Indife-rente,418,l.3,ff.123-123v).EnotrafechadaenBurgosel23defebrerode1512sequejadeque,segúnlosoficialesdela isla de S. Juan, no habían cogido desde el pasado 20 de noviembre 1.303 p. y de que los indios que trabajaban en ellas no eran sino 12 o 15, “de que me he maravillado mucho y no puedo entender por qué tenéis tan pocos indios en misminas”(Indiferente,418,l.3,ff.241v-242).Encambio,enunafirmadaenLaLagunael21deabrilde1513sefelicitade que habían llegado a muy buen tiempo los 16.000 ducados que enviasteis amonedados llegaron a muy buen tiempo

(23) Historia de las Indias, l.2,c.5,t.3,p.31.(24) Las Casas dice que Bobadilla sólo obligó a los españoles a pagar al rey de cada 11 p. uno (Historia de las Indias,

l.2,c.1,t.3,p.3). Agrega Las Casas que Bobadilla dio licencia para “que se aprovechasen de los indios y echasen alas minas cada 2 compañeros sus cuadrillas de 15, 20, 30 y 40 indios, hombres y mujeres” (Historia de las Indias,l.2,c.3,t.3,p.20).

(25) “No empero, por eso, dejaron de hacer en ellos y fuera dellos (sus reinos), hazañas” Historia de las Indias, l.2,c.6,t.3,p.38.(26) ARRANZMARQUEZ,1982,p.93.(27) ARRANZMARQUEZ,1982,145.(28) 1997, p. 142.

concedidas por Francisco de Bobadilla, en la naocapitanadelaflotaenquevolvíaaEspañase metieron 200.000 castellanos, 100.000 del rey, 3.600 del grano grande que encontró una india y 100.000 de los pasajeros de la flota,todo lo cual se hundió en el mar. Y añade Las Casas, “estos 200.000 p., entonces, más eran y en más se estimaban, según la penuria que había entonces de dinero en España, que ago-ra se estiman y precian 2 millones y aún en la verdad más se hacía y proveía y sustentaba, en paz o en guerra, en aquellos tiempos con 200.000 castellanos que ahora con todas las millonadas”.23

En las minas, propiedad del rey, en 1506 se fundieron 189.650 p., el 220% de los de 1505. En 1507 el 112% más. Pero sólo una peque-ña parte de este oro llegaba a Castilla por el fraudefiscal.24Lainflacióneratanaltaenlasminas que muchos mineros se arruinaron porque, enterados los reyes de que Bobadilla sólo les hizo pagar el onceno, luego le obligó a exigirles además el tercio, con lo que muchos lo perdieron todo porque, además, las herra-mientas y los bastimentos se vendían muy ca-ros en las minas. Hasta 1504 no se concedió que los mineros pagasen el quinto. Pero, añade Las Casas, la penuria no frenó el ímpetu ex-pansivo de Castilla.25

“Por cuanto en los tiempos pasados el comen-dador de Lares, gobernador que fue desta isla, vuestro predecesor, no puso el recaudo que

convenía en el labrar de las minas que en esta isla se labraban por mi mandado, di cargo a Miguel de Pasamonte, tesorero general, para que tuviese cargo dellas”.26 El ordenamiento hacendístico salido de la Junta de Burgos se completó con las nuevas atribuciones de fo-mento y control otorgadas a la Casa de la Con-tratación de Sevilla.

Arranz da por bueno el cálculo de Las Casas de 400.000 p. anuales en 1509.27 Sin embar-go el rey se quejaba entonces de que los in-dios resultabanflojospara el trabajomineroy pensó en la inevitable compra de esclavos negros. En 1512 D. Fernando habló de cre-ciente producción. Céspedes habla de 3.000 Kg. de oro hasta que se agotaron las minas. Según Bargalló, desde 1492 a 1500 el prome-dio anual obtenido fue de 250.000 p. (1.837 marcos de oro de 230 gr.). Pierre Vilar dice que el oro de aluvión obtenido en La Española de 1494 a 1510, tuvo un auge creciente para caer a partir de 1511 y cesar hacia 1515. Según Hamilton, se fundieron 5.000 Kg. entre 1511 y 1515. Calcula Esteban Mira que todavía en los años anteriores a 1519 la minería antilla-na produjo unos 25.000 p. anuales.28 No deja claroaquéañosserefiereperonoparecenca-sar sus datos con los nuestros: 10.500 p. en 1509, 20.000 p. en 1510, 18.000 p. en 1511, sólo 1.303 p. entre noviembre de dicho año y febrero de 1512 porque sólo trabajan en las minas de 12 a 15 indios y 16.000 ducados de 375 mrs. en 1513. El rey sólo se quejó de los

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(29) Indiferente,418,l.3,ff.44-45.(30) Indiferente,418,l.3,52.(31) Indiferente,418,l.3,ff. 70-77v.(32) Indiferente,418,l.3,ff. 123-127.(33) Indiferente,418,l.3,ff.133-135.(34) Indiferente,418,l.3,f.241v-242.(35) Indiferente,418,l.3,f.264.(36) Indiferente,419,l.2,ff.49v-50.(37) Indiferente,419,l.4,f.111v.(38) Indiferente,419,l.4,f.148.(39) Burgos, 23 de febrero de 1512. “Pues N. S. nos dio milagrosamente estas tierras y el fruto de ellas es tan grande y tan

diferenciado de todos los otros frutos que en las partes de la Cristiandad da, pésame que sería razón que en estas partesse sirviera a Dios más que todas las otras de la Cristiandad” (AGI, Indiferente,418,l.3,ff.260-264).

(40) Indiferente,418,l.2,ff.5v-6v.(41) Indiferente,418,l.2,f.79(42) Indiferente,418,l.3,ff.84-86.

1.303 p. enviados en febrero de 1512 y le pa-recieron buenas las cantidades recibidas entre 1509 y 1512, por lo que nuestros datos pa-recenreflejar larealidadmejorquelascifrasmanejadas por Esteban Mira. En julio de 1510 el rey se felicita de que se habían encontrado buenas minas en Lares y Puerto Real y de ha-ber puesto Diego Colón 120 personas a cavar en ellas.29 En febrero de 1511 ya había que hacer casa de fundición en la isla de S. Juan y se ordenó al capitán Ponce de León buscar losoficialesnecesarios.30 En marzo el rey no estaba satisfecho del rendimiento de las minas de S. Cristóbal y ordenó a Pasamonte juntar-se con expertos para estudiar el paso de los mineros de las minas de S. Cristóbal a las de Cibao.31 En julio se felicita el rey de haberse encontrado nuevas minas cerca de la villa de Bonao.32 El rey siguió exigiendo que se metie-sen en las minas al menos la tercera parte de los indios, porque sabía que Diego Colón no quería llevar sus indios a las minas.33 En las minas del rey sólo había de 12 a 15 hombres trabajando por lo que de noviembre del 11 a febrero del 12 sólo habían sacado 1.303 p., como ya hemos dicho.34 Pero por una cédula de febrero de 1512 sabemos que había mucho oro acuñado en las fundiciones y el rey se que-ja de que no se le enviaba.35 La producción iba en aumento porque en diciembre le dice a Pa-samonte que en barcos seguros y partidos en buen tiempo podía enviar hasta 10.000 p. en lugar de los 7.000 p. que estaba enviando y le ordena informarconsuficienteantelacióndecuánto y cómo iba a llegar el oro para saber lo que podía gastar.36 En abril del año siguiente ya anunciaba haber recibido 16.000 ducados, cuya llegada fue muy oportuna.37 Como otras

veces, el rey exige informes del oro amonedado en cada fundición.38

LOS MANTENIMIENTOS.

La política económica de D. Fernando fue de absoluta prioridad de la minería. Muchas de sus cédulas comenzaban con la recomenda-ción de emplear en las minas el mayor número posible de indios, todos los que se pudieran mantener. La ganadería y la agricultura no te-nían otra función en el esquema económico de D. Fernando que disponer de los bastimentosnecesarios para la población de las minas.39 Elrey ordena en 1509 que las tierras produzcanlo más posible para que se meta en las minastoda la gente a quien se pueda proporcionarmedios de vida.40 En noviembre ordenó com-prar las haciendas necesarias para que porfalta de mantenimientos no se dejase de meteren las minas la gente necesaria.41 Los manteni-mientosteníanquesersuficientesparaman-tener primero 1.000 indios y luego la terceraparte de ellos. En 1511 aconsejó trabajar másintensivamente las haciendas que se tenían enlugar de comprar otras.42 Sabemos que, frenteal proyecto fernandino de una economía volca-da en la minería, Diego Colón, como pobladorestabledelaisla,dondehabíafijadosucortey la de su mujer, pensaba potenciar la agricul-tura y la ganadería, con lo que pensaba evitarel agotamiento demográfico de la isla. Pero,a juzgar por la encuesta de los jerónimos de1517, el sistema de mantenimientos para mi-neros funcionó porque cuando, terminada lademora, es decir, el período en que los indios

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na(43) MIRA CABALLOS, 2010, p.

(44) Indiferente,1961,l.1,f.2v.(45) Indiferente,418,l.2,ff.16v-18v.(46) Indiferente,418,l.2,ff.43-43v.(47) Indiferente,418,l.2,f.72v.(48) Indiferente,418,l.3,f.20.(49) Indiferente,418,l.3,ff.97-(50) Indiferente,418,l.3,87v-88.(51) Indiferente,418,l.3,f.119v.(52) Indiferente,418,l.3,ff.

debían de trabajar en las minas, venían gordos ycuandovolvíanaellasibanflacos.43

EL CONTROL DEL NEGOCIO INDIANO.

Sabemos los problemas que le ocasionaron en CastillaaD.Fernandosudesconfianzahacialos castellanos y el rodearse de aragoneses de suenteraconfianza.Siaesosesumaladis-tancia real a las Antillas y que la estructura fiscaldelreinoeraaúnembrionaria,seentien-de la obsesión constante de Fernando por es-tar bien informado de todo lo relacionado con el cobro adecuado de las rentas reales en sus diversos ramos.

El 20 de setiembre de 1507 el rey y su hija exi-gieronalosoficialesdelaCasasabertodoloel oro que había llegado y los demás ingresos desde que la Casa se hizo cargo de ello, que concertasen sus cuentas con los libros estan-tes y corrientes hasta el 1 de enero de 1508 y que dentro de 3 meses fuesen a la corte con ellos o enviasen personas instruidas que pu-dieran dar razón de la negociación.44 Una cé-dula de mayo de 1509 establecía las normas básicas de control de la Hacienda pública: que el lugarteniente de Lope Conchillos había de llevar la cuenta de todas las rentas, diezmos, joyas, perlas, oro y otras cosas pertenecientes alrey.Quelosoperariosdelasminasfuesenen cuadrillas de 10 con una persona fiableque recogiera el oro y lo llevase a las fundi-ciones, procurando que no hubiera fraude ni encubierto alguno. No dar ni recibir nada sin cuenta y razón del teniente de escribano ma-yor para mi secretario Lope Conchillos. Ayudar a Gregorio de Avila, criado del rey, en la comi-sión que llevaba de tomar las cuentas a todos los responsables de la hacienda real.45

También se favoreció desde lo inicios de la co-lonia el que cualquier vasallo pudiera escribir a la corte dando cuenta de la que pasaba.46 En noviembre de 1509 el rey se quejó de que el gobernador Ovando requisaba las cartas a los que escribían y no las dejaba pasar.47 Y or-denó que en adelante no se pusiera embarazo a persona alguna para enviar o traer libros o relaciones o cartas u otras escrituras sino que cada uno escribiera lo que quiera.48 A pesar de sus denodados esfuerzos para evitarlo, no pudoconlapicarescayelfraudefiscal,defor-ma que sólo una minoría de lo que se producía llegaba a las arcas reales.

Cuando se metía el oro en los cajones había quecontarlodelantedelcontadoryoficialesy asentarlo en los libros, hecho lo cual se le recibía y pasaba en cuenta al tesorero gene-ral Pasamonte.49 Hubo que prohibir que cada uno pudiera moler el oro en su casa y no en la fundición y el rey exigió saber particularmen-te lo que metía cada uno en ella.50 En julio de 1511 anunció una cédula que se le enviaría aPasamonteuncontadorhábilysuficienteyun factor para ayudarle en su creciente tra-bajo.51

Como después será la norma habitual del Con-sejo de Indias, el primer paso era siempre es-cuchar la opinión de los testigos de los hechos, aunqueluegoladecisiónfinaleradelConsejodeIndiasy,endefinitiva,delrey.52

INTERÉS DE D. FERNANDO POR LA MANO DE OBRA.

No hay que olvidar, para acercarnos mejor a la realidad de los hechos, que, como señaló en su día D. Ramos, las primeras víctimas de la

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(53) RAMOS, 1986, p. 22.(54) Essays in population history. Mexico and the caribbean, Berkeley 1971.(55) La población indígena y el mestizaje en América, Buenos Aires 1954.(56) 100.000 h, para la Española, 80.000 para Cuba, 50.000 para Puerto Rico, 40.000 para Jamaica y 30.000 para las An-

tillas Menores (MIRA CABALLOS, 1989, p. 34).(57) “Datos para el estudio de la demografía aborigen en la Española”, Estudios sobre la política indigenista española en Amé-

rica VIII, Valladolid 1977, pp. 15-18.(58) 1997,p.35.ARRANZMARQUEZ(1991,p.123)calcula40.000indiosen1509y26.175en1514.(59) La primera referencia al buen trato a los indios es de 1493 (instrucciones para el segundo viaje de Colón) y se repite 15

veces hasta 1512.(60) Monzón15dejuniode1510.Quelos50esclavosquevanairseanbientratadosenelcomeryeneldormirporquesi

no se perderá más en los que mueran que en los que se saque. Haced lo mismo con los indios para que no se vayan nimueran (Indiferente,418,l.3,f.30v).

(61) Historia de las Indias, l.2,c.14.(62) Indiferente,418,l.2,ff.7-9v.(63) Indiferente,418,l.2,f.98-98v.

Española fueron los españoles. De los 2.000 pasajeros del segundo viaje de Colón un año después apenas quedaban 600. Cuando des-embarcó en la isla el gobernador Ovando en 1502 apenas quedaban 350 de los llegados en 1494 con Bartolomé Colón, de los que fueron con Colón en 1498 y luego con Ojeda.53

Sobre la población indígena de las Antillas las apreciaciones de los demógrafos oscilan entre los 8.000.000 de Borah y Cook54 y los 300.000 de Angel Rosenblat55 porque su régimen eco-nómico de agricultura incipiente no hubiese consentido una población superior.56 El des-censo de un 30% de la población indígena en-tre 1494 y 1503 que plantea Franz Moya Pons no se corresponde con el número de españoles que entonces habitaban la isla.57 Mira Caba-llos propone que la mayor hecatombe indígena (el 40%) se produjo en loa 4 primeros años de la llegada de los españoles y para el período que a nosotros más nos interesa, el de la in-tensa actividad minera de Fernando en la Es-pañola entre 1509 y 1514, calcula una dismi-nución de 14.000 indios, casi una media de 3.000 anuales, en los que hay que incluir la altísima mortalidad infantil, el bajo índice de duración media de la vida y, lo que no suelen incluir los demógrafos, el alto índice de indios huidos.58 Es evidente, pues, que no fue la mi-nería la principal causa de la hecatombe indí-gena, que la insistencia en el buen trato de los indiostuvosupartedeeficaciayqueelavanceen la colonización mejoró la condición del indí-gena, a pesar de lo cual la mortandad indígena fue imparable.

El dato más seguro son los 25.000 indios que quedaban cuando se llevó a cabo el reparti-miento de Alburquerque de 1514.

Dada su convicción de que la clave del éxito político era mantener despistados a sus vasa-llos, siempre dio órdenes para que la mano de obra indígena fuese bien tratada,59 aunque las primeras medidas concretas referentes a la ali-mentación y al descanso las aplicó a la mano de obra negra, mucho más cara.60 Pero Fer-nando nunca ocultó a sus colaboradores que las recomendaciones de buen trato a los indios no tenían otro objetivo que el aumento de su rendimiento en el trabajo.

Según Las Casas, durante los 8 años del go-bierno de Ovando (1502-1509) murieron las 3 cuartas partes de la población indígena.61 Pa-rece coincidir con esto el que en mayo de 1509 ya se quejó el rey de que había pocos indios en la Española.62

La primera llamada de atención sobre la salud de los indios en la documentación de la secre-taría de Conchillos es de enero de 1510 porque Pasamonte decía que los indios sentían mucho trabajo en romper las peñas y había que echar mano de los esclavos africanos, mano de obra cara.63 En julio del año siguiente el rey expresa su preocupación por la escasa población es-pañola y propone que los de la Contratación hagan saber las posibilidades que hay allá de enriquecerse para la gente de trabajo y ser un pocomásflexiblesenlascondicionesquete-nían que tener los que podían ir allá. No dejar

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(64) Indiferente,418,l.3,ff.123-127.(65) Indiferente,418,l.2,f.86v.(66) Indiferente,418,l.3,52v.(67) Historia, parte I, lib. 6, p. 185-186.(68) Muchos años después en Nueva España Fr. Gerónimo de Mendieta aduciría también como principal causa de la mor-

tandad indígena que los tamemes eran cargados excesivamente.(69) Indiferente,418,l.3,92v.(70) Indiferente,418,l.3,ff.133-135.(71) Al margen “Ojo, no se ha llevado” (Indiferente,418,l.3,ff.210v-211).(72) “Decís que aunque os mandé por mi instrucción que no cargaseis los indios por ser la tierra muy áspera y no haber

caminos, no se ha podido cumplir del todo y que habéis mandado que les carguen a 30 libras que solían ser 50 mientraslos caminos se abren. Pues ya sabéis que todo el caudal de esas partes son los indios y que acabándose ellos ha de que-dar despoblado todo lo de allá y que si los cargan y trabajan mucho se morirán, de que nuestra hacienda y los vecinos deesa isla recibirían mucho daño, yo os mando que por servicio mío pongáis mucho recaudo y diligencia como cosa en queveis tanto va y que entretanto que se adoban los caminos. no consintáis cargar a los dichos indios más de lo autorizado yquenosecarguensinolosquesupudiesenexcusar.Quesehaganloscaminosparanocargaralosindios.Quelosquequieransernaboríasdeloscristianosloseanporqueselestratamejor.Queellosveanquesehaceportratarlosmejor.Yo el rey, por mandato de S. A. Lope Conchillos, señalada del obispo de Palencia” ((Indiferente,418,l.3,ff.260-264).

de pedir gente a la Contratación y traer indios de partes que no se mueran. Parece que mu-chos indios morían en el viaje del paso de una isla a otra porque el rey manda “poner mejor recaudo en el traerlos que no hasta aquí por-que de otra manera se seguirá mucho daño de nuestra conciencia y mucho daño en la mano de obra”.64

En otra a Ponce de León de noviembre de 1509 se le ordenaba poblar la isla con el mayor y mejor número de personas.65

Desde 1511 el rey comienza a recavar informa-ción precisa sobre el número de pobladores y vecinos de S. Juan, el de caciques e indios y de cómo se había hecho el reparto de los indios para establecer las características de un nuevo repartimiento.66

Oviedo, como veedor de las minas, nos informa de en qué consistía el trabajo minero: ponían unos indios dentro de la tierra a cavar (esco-petar la tierra); otros cogían las bateas llenas de tierra y las llevaban al agua, donde indios e indias lavadores vaciaban las bateas en otras mayores con asas, en que lavaban la tierra. El oro lo dejaban aparte para llevarlo a la fundi-ción. Los acarreadores volvían por más tierra y se repetía el proceso. Otros indios se ocu-paban de las heredades y estancias donde los mineros se retiraban a descansar y cenar. Allí había mujeres que cocinaban y hacían pan. Si el oro estaba en lagunas, lo cogían achicando el agua. Si en un río, lo sacaban de su curso para secarlo. Si en cuevas, había peligro de de-rrumbe y había que apuntalar la mina.67 Si se

inundaba la mina había que achicar el agua. Con el tiempo los indios no soportaron la du-reza del trabajo.

En julio de 1511 se quejó de que los indios de la Española disminuían mucho porque las personas que los tenían a su cargo les hacían cargar a cuestas cargas de mucho peso que los quebrantaba, trato “inhumano” por lo que los indios huían.68 Se impusieron penas a los transgresores que debían ser pregonadas ante escribano público.69 La motivación de D. Fer-nando para no cargar a los indios era siempre egoísta y no moralista: “porque sabéis el fruto que se recibe de ser bien tratados”.70

El 23 de diciembre de 1511, 2 días después del primer sermón de Montesinos y posible-mente antedatada, una provisión firmada enBurgos establecía por primera vez, anticipan-do las Ordenanzas de buen tratamiento de los indios, medidas concretas de mejora de la ali-mentación y descanso de los mineros: darles una libra de carne o pescado (según los días) 2 veces al día y libra y media de cazabi y 5 libras de ajis a cada uno y dentro de unos meses una hamaca, de lo que se harían responsables los visitadores.71 Parece claro que el sermón del dominico se produjo cuando la situación de los indios era más dramática.

Como, según Fernando, la causa principal de la mortandad indígena era el cargarles dema-siado, en febrero de 1512 se limitaron las car-gas a 25 libras (11,5 Kg.) y se mandaron abrir loscaminoscondinerodelosvecinos,benefi-ciados de las mejoras.72

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(73) Indiferente,418,l.3,f.258.(74) Indiferente,419,l.4,f.9.(75) “Me han pesado mucho las enfermedades que les han sobrevenido a los indios. Mucho placerá a N. S. de las atajar y

vosotros por servirme y por otras muchas veces que os he escrito tened mucho cuidado y diligencia en el buen trato yconservación de los indios de esa isla pues veis cuánto de ello yo seré servido y vosotros aprovechados y especialmentetened mucho cuidado en que se les den camas y muy bien de comer, conforme a las Ordenanzas que hasta aquí tenéishechas y después a las yo vos entiendo mandar enviar porque mi principal deseo e intención es procurar el bien de losdichos indios y conservación de ellos y que ante todas cosas sean enseñados e inducidos a las cosas de nuestra santafe católica y sobre esto encargo las conciencias de todos vosotros” (Indiferente,419,l.4,ff.39v-40).

(76) Indiferente,149,l.4,f.51.(77) Desde 1510 son abundantes los documentos que demuestran que Fernando estaba bien informado acerca de que la

salud de los indios se estaba resintiendo: preocupado porque los indios no aguantaban el trabajo de las minas, pide quelosoficialesdeSevillaenvíen50esclavosnegros(Indiferente,418,l.2,ff.98v-99).Enjuliode1511sepreocupaporquealos indios se les carga demasiado y luego no pueden rendir en las minas (Indiferente,418,l.3,ff.92v-93). Una real provi-sión fechada en Burgos el 23 de diciembre de 1511. 2 días después del primer sermón de Montesinos y posiblementeantedatada, dice: “He sido informado de que por no tratarles como se debe ni darles los mantenimientos que se debenmuchos indios se mueren. Y no trabajan como si se les diese bien de comer. A los que estén en las minas se les debedar una libra de carne o pescado (según los dias) 2 veces al día y libra y media de cazabi y si comieren ajis 5 libras deajis a cada uno con su aji y estén obligados a tener cada uno dentro de unos meses en que esta carta fuese pregonadauna hamaca donde duerman los indios a vista y contentamiento de nuestros visitadores. Yo el rey. Al margen: ojo, nose ha llevado” (Indiferente,418,l.3,ff.210v-211). En diciembre de 1512 manda para atajar el mal no cargarles más de 25libresyhacerloscaminosconeldinerodelosvecinosquesebeneficiabandesutrabajo(Indiferente,418,l.3,ff.260-264).En agosto prohíbe el rey traer indios a España sin licencia expresa (Indiferente,419,l.4,f.9). En diciembre insiste en lasbuenas condiciones de alimentación y descanso de los indios mineros porque había sabido que enfermaban (Indiferen-te,419,l.4,ff.39v-40).

(78) Es la orden más repetida en las cédulas sobre minas: 5 veces en 1509 (Indiferente,418,l.2, ff. 5v, 15v, 46v, 431,77v-79,110v), 6 en 1510 (Indiferente,418,l.2,f.110v, 113, 114, l.3,f.20, 32v), 5 en 1511 (418,l.2, ff. 44-45, 70-77v, 84-86,133-135, 166v) y 2 en 1512 (Indiferente,418,l.3,ff.241v-242; Indiferente,419,l.4,f.58v).

(79) Monzón 15 de junio de 1510. Sobre el mal maltratamiento que hasta ahora se les ha hecho no llevéis por rigor lo pa-sado sino proveed en el venidero como decís que lo hacéis. Yo el rey. Por mandato de S. A. Lope Conchillos (Indiferen-te,418,l.3,f.26).

(80) Céduladel27denoviembrede1503,firmadaenSegovia(Indiferente,418,l.1,f.119v).

En febrero del 1512 hubo que insistir en lo or-denado porque se les estaba obligando a llevar cargas excesivas. Se abría además la puerta a que los indios que quisieran fuesen naborías de los cristianos porque se les trataba mejor y que entendiesen que todo se hacía por su bien.73

Todavía hubo que prohibir llevar indios a Es-paña “por la disminución de los indios de poco tiempo acá porque adolecen muchos de los que se traen a menos que tenga licencia nuestra para ello”, que solía concederse a quienes los habían adoctrinado en Indias y querían man-tener su relación casi familiar con ellos.74

Desde Logroño el 12 de diciembre del 12 el rey anunció que estaba elaborando otras ordenan-zas después de las de Burgos, seguramente las de Valladolid.75 Y pide a Pasamonte que se trai-gan indios de Jamaica, dejando algunos caci-ques en el sur.76

Contra la suposición de Las Casas, que se es-forzó en dejar intocable la fama de Fernando, mito de la historiografía española, diciendo

que no le informaban bien de lo que pasaba en las Antillas, es evidente que Fernando estaba perfectamente informado acerca de la impa-rable disminución de la población indígena,77 pero siguió exigiendo que se empleara en las minas el mayor número posible de indios78 y fue benévolo con las, según él, esporádicas transgresiones al buen trato a los indios.79 Es sintomático también que para D. Fernando los perros salvajes que destripaban a los indios se convierten en perros salvajes que mataban el ganado de los españoles y que había que pedir a los indios que no los tuvieran.80 Es evidente, pues, que D. Fernando estuvo perfectamente informado de la galopante disminución de la población indígena pero nunca cejó en su pre-sión constante para emplear en las minas los más y mejores indios y sólo después del ser-món de Montesinos tomó medidas concretas para mejorar su alimentación y descanso. Por tanto, no se le puede eximir de la responsabili-dad de la desaparición de la raza taína, máxi-me cuando D. Diego Colón estaba impulsando una política económica más respetuosa de la población aborigen.

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(81) Indiferente,418,l.1,f.182v.(82) Indiferente,481, l. 2, F. 84v.(83) Indiferente,481, l. 2, f. 85v.(84) Indiferente,418,l.2,ff. 98-98v.(85) Indiferente,418,l.2,f.103v.(86) Indiferente,418,l.3,f.30v.(87) Indiferente,418,l.3,f.97.(88) Indiferente,418,l.3,ff.88v-89.(89) Indiferente,419,l.5,ff.35-36.(90) ARRANZMARQUEZ,1991,p.138.(91) Indiferente,418,l.2,f.6v.(92) Indiferente,418,l.2,ff.47v-48v.(93) ARRANZMARQUEZ,1982,p.135.(94) ARRANZMARQUEZ,1982,p.136.

ALTERNATIVAS A LA DISMINUCIÓN DE LA POBLACIÓN INDÍGENA.

En setiembre de 1505 supo el rey que desde Sevilla se habían enviado a Ovando 17 esclavos de los 100 que había encargado a la Contrata-ción y ordenó que se les pusiese en cuadrillas de 10 con un capataz y se les prometiese la libertad para que trabajasen mejor y que, en todo caso, se vendiesen a buen precio.81 En no-viembre de 1509 el rey dijo que había mandado enviar 50 esclavos negros a la Española para que los entregasen a Miguel de Pasamonte y los metiesen a trabajar en sus minas y que, como se había encontrado mucho oro, eran muy necesarios porque los indios resultaban muyflojos.Elmismodía ordenóal contadorGil González Dávila informase cuando viniera a la corte de cuántos esclavos se dieron y a quiénes.82 Al veedor de las minas y mineros de la Española Bartolomé de Sampier se le orde-nó que consultase con el almirante la mane-ra de explotar las minas y dijese con cuántos esclavos contaba porque los indios resultaban inservibles.83 Pero todavía en 1510 la Con-tratación no había enviado los 50 esclavos.84 D. Fernando quería que se llegara a los 200negros.85 Insistía en que se les diese buena ali-mentación y descanso porque si no se perderíamás dinero del que se sacaba. Lo mismo exigíapara los indios para que no se fueran ni murie-ran.86 Pero en julio de 1511 pidió la nómina delos negros87 porque habían muerto muchos.88

El trabajo debía ser agotador cuando tampocolos fornidos negros lo soportaban.

En 1514, contestando a una carta del obispo de la Concepción, el rey dijo que ya sólo dejaba

pasar a las Indias a esclavas negras, que te-nían menos inconvenientes que los varones.89

Otra solución fue traer indios de otras islas y se inició con una cédula de 30 de abril de 1508.90 En 1509 ya había muy pocos indios en la Espa-ñola.91 Ante esta situación Gil González Dávila dijo al rey que se podían traer indios de otras partes con menos gastos. El rey le mandó que se juntase con el almirante y con Pasamonte para llevarlo a efecto dando a quienes los traje-sen la quinta parte de las ganancias y reservan-do 3 partes al rey y si nadie los quería comprar, que se alquilasen como naborías a un castella-no por cabeza y año o lo que concertasen con quienes los traían. Si no se ponían de acuerdo, que se les ocupase como mineros y si eran me-jores los naturales de la isla, se les recompen-sase a sus dueños con alguno de los traídos. Si los dueños se resistían, que se los quedasen los que los habían traído o que se les hiciese esclavos si habían hecho algo por lo que lo me-reciesen y se vendiesen a un precio razonable.92

Ovando envió a principios de 1509 un carabe-lón en busca de mano de obra y dio licencia a algunos para hacer lo mismo y el rey quiso es-tar informado sobre estas licencias. En agosto de1509seintensificaestenegociobajoladi-rección de Diego Colón, Pasamonte y Gil Gon-zález Dávila. Las expediciones iban principal-mente a las Lucayas o Bahamas. Si los indios se resistían se convertirían en esclavos y si no en naborías. Los colonos fueron arrancando concesiones y en noviembre ya consiguieron la mitad de los indios traídos y después pudieron quedarse con todos.93Afinalesde1509yasehabían traído 4 carabelas de indios comarca-nos.94 En junio de 1510 el rey concedió licencia

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(95) Indiferente,419,l.4,ff.57v-58. El rey perdonó en octubre de 1514 a los que regresaron a la Española a servir (Indiferen-te,419,l.5,ff.94v-95).

(96) Indiferente,418,l.3,ff.70-77v.(97) Cit. por MIRA CABALLOS, 1996, p. 15.(98) Indiferente,1961,l.1,f.131v.(99) Indiferente,418,l.3,ff.260-264.(100) Indiferente,419,l.4,ff.68-68v.(101) MIRA CABALLOS, 1996, p. 15.102) Indiferente,419,l.5,ff.35-36.(103) Indiferente,418,l.3,f.235v.(104) Indiferente,418,l.3,f.268v.(105) Indiferente,419,l.5,f.268.

general para traer indios dando al rey el quinto de ellos y en junio de 1511 se suprimió toda imposición. Pero ello suponía que la condición del taíno había sido degradado de vasallo libre a esclavo o naborío.

En diciembre de 1512 D. Fernando ordenó a Diego Colón y a los jueces de apelación sacar de Cuba lo más presto que se pudiera a los caciques e indios de la isla Española que se fueron allí y se alzaron contra Diego Velásquez sin querer ser doctrinados ni servir.95

El rey aprobó llevar indios de la isla de Sta. Cruz a la de San Juan pero sin los maltratos que dañaban su conciencia y perjudicaban los rendimientos96 porque, según Las Casas, no había vez que de los 400 indios que traían no echasen al mar 150 por no darles de comer.97

Otra solución a la escasez de mano de obra fue traer indios esclavos. En junio de 1509 el rey anunciaba a sus oficiales que el Con-sejo ya había decidido los indios que habían de ser esclavos.98 Ante el mal resultado que daban como mano de obra los lucayos, se de-cidió traer caribes, pero éstos se defendieron bravamente de quienes quisieron capturar-los. En diciembre de 1511 el rey dio licencia general para capturar a los caribes sin pagar derechos. Se declararon enclaves caribes Tri-nidad, San Bernardo, islas Fuerte, Barbudos, Dominica, Matinino, Santa Lucía, San Vicente y Asunción, Tabuco, Mayo, Baru y puertos de Cartagena. Una cédula de 1512 estableció que por cada caribe esclavo que trajeran pudiesen comprar un indio esclavo de la Española por-que los caribes eran fuertes y si estaban lejos de donde pudieran cometer ruindad serán más rentables que los de la isla.99

Por otra de diciembre del mismo año se mandó que todos los indios capturados en guerra jus-ta en S. Juan por los vecinos y otras personas fuesen esclavos de los que les tomaren y como había muchos fraudes y los indios no sabían defenderse legalmente, el rey mandó que en adelante fuesen naborías de los que los toma-sen y se sirvieran de ellos como de los demás naborías y revocó y anuló todo lo que estaba mandado.100 Los abusos debían provenir en su mayor parte de los jueces de apelación, que in-tentaron monopolizar el negocio en su prove-cho y el de sus amigos.101

En setiembre de 1514, respondiendo a cartas del obispo de la Concepción y consejero de In-dias Pedro Suárez de Deza del 28 de abril y 11 de junio, dice que, ante la imposibilidad de lle-var por entonces pobladores con sus mujeres e hijos, había mandado hacer una armada con-traloscaribesyquelosbeneficiariospagasenlos gastos de capturarlos.102

Una cédula de febrero de 1512 mandó que se pudiesen llevar esclavas blancas a las Indias para que los españoles puedan casarse con ellas porque las indias eran muy ajenas a la razón.103AntelasdificultadespuestasporPa-samonte, otra de marzo pidió que se las acla-rase y que escribiera largamente sobre ello.104

Respondiendo a una propuesta del obispo de Concepción que los españoles pudiesen casar-se libremente con indias, D. Fernando contes-tó en 1514 que le parecía bien que pudieran hacerlo sin incurrir en pena alguna suprimien-do todas las prohibiciones que había porque de ese modo serían buenos pobladores y que lo había mandado proveer.105

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(106) Giménez Fernández 1984, I, 513.(107) MIRA CABALLOS, 1996, p. 3.(108) Historia de las Indias, l. 2, c. 170.(109) MIRA CABALLOS, 1996, p. 3.(110) Indiferente,418,l.2,ff.7-9v.(111) “Muy bien parece lo que decís el encomendar indios a las personas que los arrienden” (Indiferente,418,l.2,f.12).(112) Indiferente,418,l.2,f.41.(113) Aunque MIRA CABALLOS (1987, p. 79) dice que el término aparece por primera vez en una carta escrita en Lisboa a

Ovando en noviembre de 1509, en una cédula fechada en Valladolid el 3 de mayo de dicho año, dirigida al contador Cris-tóbal de Cuéllar se dice: “Muy bien parece lo que decís el encomendar indios a las personas que los arrienden y así envíoamandaralgobernadorquelohaga”(Indiferente,418,l.2,f.12).Escierto,comoafirma,queOvandoencomendóindiossin estar todavía regulada la institución, pero parece ignorar que la regulación se produjo el 14 de agosto del mismoaño dirigida a Diego Colón: “Desde que se descubrieron por gracias de Dios las islas de las Indias, se han repartido a lospobladores que a la Española han ido a residir los indios que al gobernador que hasta aquí ha sido ha parecido que lastales personas a quien así se encomendasen sirviesen a ellos en cierta forma e manera. Y ahora yo he sido informadoque en el repartimiento de los indios no se guarda ni se ha guardado aquella igualdad que para el bien de los vecinosconviene según la calidad de cada uno de ellos ni se ha tenido la forma que se debe tener porque a unos se daba muchoy a otros poco y a otros ninguno. Y a causa de no ser bien repartidos no hay indios y los que tienen indios no curan deles traer a las minas sino haciendo estado de ellos, teniendo a unos por pajes y a otros por mozos de espuelas e andarsecon ellos holgando sin los poner a trabajo, de lo cual a nosotros resulta mucho deservicio y a los vecinos mucho daño.Y queriendo proveer y remediar sobre ello fue acordado que debía mandar y enviar esta mi carta en la dicha razón y osmandoquetoméislarazóndelrepartimientodelosdichosindiosylosvolváisarepartirasí:alosoficialesyalcaldesproveídos por mí y por la reina mi hija 100 indios. Al caballero que lleve su mujer 80 indios. Al escudero que lleve a sumujer 60 indios. Al labrador que lleve su mujer 30 indios. Y hecho este repartimiento de los dichos indios en la formasusodicha entre las personas de la dicha isla sobraren algunos indios repartíos lo que así sobrare para todas las perso-nas susodichas el dicho reparto. Y asimismo si faltan indios para cumplir con todas las dichas personas el número aquícontenido, que los que faltaren se den menos por rata a todas las dichas personas al respecto susodicho y que las talespersonas a quienes así repartáis los dichos indios los tengan y se sirvan de ellos para su servicio y no para otra cosa ymodo que los instruyan e informen en las cosas de la fe y les den los vestuarios y otras cosas según se ha acostumbradohasta aquí y queremos que es contra voluntad que a las personas que así deis los indios por repartimiento no les …/

LA GESTIÓN DE LA MANO DE OBRA INDÍGENA. LOS REPARTIMIENTOS.

Estuvo acertado Las Casas al decir en su His-toria que el repartimiento de los indios surgió espontáneamente ya en tiempo de Francisco Roldán como una tendencia natural de los cas-tellanos a alcanzar, aunque pobres, un status de nobleza. Dada esta mentalidad castellana, la abundancia de tierra y de minas y la nece-sidaddemanodeobranocualificada,lasolu-ción era el recurso a la compulsión del indio al trabajo.

Según Giménez Fernández, Colón legalizó el hecho consumado del repartimiento en 1493 y 1496 ante la imposibilidad de oponerse a la inclinación natural de los castellanos.106 Pero estos repartimientos sólo fueron puntuales y no tuvieronsignificado legal.107 En 1499 Rol-dán tomó los indios del cacique Behechío y co-mentó Las Casas: “Veis aquí el repartimiento claro cómo se va entablando”,108 es decir, sin intervención de los políticos y como perviven-cia de una institución bajomedieval castellana afincada en su propósito de no trabajar conlas manos.

Después de la cédula de Isabel de 1504, que legalizó la encomienda, en 1505 se hizo el pri-mer repartimiento general como a Ovando le pareció, convencido de que los indios no traba-jarían para los españoles si no es les obligaba a ello.109 Dos cédulas de mayo de 1509 ani-maron a Ovando a encomendar indios de los que se traían de otras islas “como hasta aquí se ha hecho”.110 En la segunda de ellas el rey equiparó el repartimiento a un arriendo tem-poral.111 En agosto el rey ordenó que Ovando le enviase una relación de los que alquilaban indios para trabajar en sus haciendas y que iban a las minas.112 Fernando se apresuró a regular el repartimiento para que fuese iguali-tario, es decir, respetuoso de la diferencia en-tre las personas: había que dar 100 indios a losoficialesrealesyalcaldesdenombramientoreal, cantidad que luego se dobló; 80 para los caballeros, 60 para los escuderos y 30 para los labradores en el caso de que todos viviesen con sus mujeres. Estos indios así repartidos se les encomendaban, de acuerdo con una institu-ción bajomedieval, con la obligación de vestir-los y mantenerlos y hacer que se les enseñase la doctrina.113 Si después de efectuado este re-parto entre esas cuatro categorías de españo-las, sobraban indios, se podían alquilar por un

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/…puedanserquitadosnienajenadossinopordelitoquemerezcanperderlosyentalcasoseanconfiscadosparalaCámara y mando que las personas que de los dichos indios quisieren gozar hayan de pagar y paguen por cada año a la Cámara por cada indio 1 p. de oro y para hacer el dicho repartimiento doy poder a vos mi gobernador y mando que cualesquier indios y cualesquier personas que tengan indios de otra manera se los podáis quitar y quitéis y repartáis entre las otras personas que no los tuvieren. Y porque lo susodicho sea notorio y nadie pueda alegar ignorancia mando que esta mi carta o su traslado de escribano público sea pregonada públicamente para que venga a noticia de todos. Dada en Valladolid 14 días del mes de agosto de 509 años. Yo el rey” (Indiferente,418,l.2,ff.51-52v). El premio a los que vivían con su mujer obedecía a la preocupación por “perpetuar la tierra” porque los españoles preferían enriquecerse cuanto antes y volver a España.

(114) RAMOS, 1986, pp. 68-77.(115) Indiferente,418,l.2,ff.67v-68.(116) Indiferente,418,l.2,f.44.(117) Indiferente,481, l. 2, F. 84v.(118) Indiferente,418,l.2,ff.78-79.(119) ARRANZMARQUEZ,1991,p.125.(120) MIRA CABALLOS, 1996, p. 7.(121) DIEZ DEL CORRAL, 1975, Fernando el Católico, “príncipe nuevo”, p. 33.(122) Indiferente,418,l.3,f.20.

año a razón de 1 castellano por cabeza equi-valente a 500 mrs. Con su cinismo habitual y sabiendo que los españoles consideraban un deber del rey darles la encomienda perpetua, Fernando dijo que no podía ser perpetua sino por el tiempo que él quisiese para no poner en peligro su conciencia. Demetrio Ramos insis-tió, con razón, en los efectos positivos de la tantas veces denostada encomienda porque frenóelprocesodeagotamientoindígenaalfi-jar la población a la tierra, restablecer la con-vivencia de cristianos e indios y favorecer la explotación agrícola.114

En otra cédula de noviembre de 1509 se aclaró que la encomienda sería por el tiempo que el rey quisiera pagando 1 castellano por cabeza al año con las mismas condiciones. También se permitió dar indios de los que se traían de las islas comarcanas a los que no los tuviesen y los mereciesen de la mitad co-rrespondiente al rey. Había que dar relación de todos los indios encomendados a Gil Gon-zález Dávila, contador de la Española, para que pudiera cobrar el castellano y tenía que dársela al rey cuando fuese a Castilla.115 El rey pidió información sobre el modo como se concedían las licencias para traer indios.116 Quisosabertambiéncuántosesclavossedie-ron y a quiénes.117

En 1510 advirtió a Diego Colón que no era mo-mento propicio para hacer nuevo repartimiento porque se perdería mucho tiempo para el coger del oro y los que tenían tienen indios serían

agraviados por el castellano que pagaban por cabeza.118 Así el repartimiento general se retra-só hasta mayo de 1510 y se repartieron 33.528 indios. Arranz dice que Diego Colón intentó favorecer a los colonos estables que pudiesen perpetuar la tierra. Los nuevos encomenderos solteros debían casarse en el plazo de un año. Esta obligación escandalizó en la corte y el re-partimiento fue suprimido.119 La encomienda por dos vidas no se concedió en la Española hasta el repartimiento de Alburquerque de oc-tubre de 1514. Las peticiones de encomienda perpetua se repitieron desde 1515.120

Fernando no tuvo el menor empacho en no es-conder lo que Cisneros llamaría luego su co-dicia porque, según Machiavelo, solo hacían grandes cosas los tenidos por avaros o míseros y los demás habían sucumbido.121 Pero él tenía la conciencia bien tranquila porque el objetivo de todo su gobierno era merecer el título de Rey Católico que le dio el Papa.

Dado el carácter eventual de la encomienda, D. Fernando admitió también que si había ne-cesidad de más indios en las minas podía qui-társeles a los que menos los merecieran.122

En diciembre de 1512 el rey dispuso que nadie fuese a recoger a los indios rebelados sino que el visitador enviase algún indio conocido para que los trajera a servir y si no venían que fuese con 12 o 15 o más a visitar a los dichos caciques e indios para que de esta manera no anduviesen los cristianos desmandados por la tierra de los

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(123) Indiferente,419,l.4,ff.66v-67v.(124) ARRANZMARQUEZ,1992,p.133.(125) ARRANZMARQUEZ,1991,p.128.(126) Indiferente,418,l.3,f.128v.(127) Indiferente,418,l.3,ff.130-131.(128) Indiferente,418,l.3,ff.157-158.(129) Indiferente,419,l.4,f.139.(130) Jaime González Rodríguez, “El modelo granadino de Zumárraga para la Universidad de México”, CEHGR, n. 26, pp. 409-436.

indios y que los que fuesen con el visitador fue-sen pagados por los encomenderos.123

En cuanto a la reducción de los indios, D. Fer-nando se escudó en que sería muy trabajoso porque les costaba mucho mudarse de sus asientos,habríadificultadesparasusmante-nimientos, en la mudanza se perderían mu-chos de ellos, otros morirían de coraje y se per-dería mucho tiempo destinado a coger oro. Por todo lo cual debía pensarse mucho antes de comenzarareducirlosyque losoficialesdie-sen su parecer sobre ello. Puede que el astuto D. Fernando adivinase que la reducción multi-plicaría los efectos de las epidemias, como su-cedió en tiempo de los jerónimos.

Para poder dar como naborías a los caciques de menos de 40 indios D. Fernando reclamó una relación de los mismos y de los indios que tenía cada uno. El rey admitió el aumen-to de los naboríos pero a condición de que al menos el tercio de los indios se emplease en las minas, como estaba mandado.124 Pidió a D. Diego copia del libro del repartimiento por-que dijo que había en España quejas sobre elque se había hecho sin licencia real. Era la con-dena airada de D. Fernando al atrevimiento deD. Diego de repartir los indios sin haber recibi-do las instrucciones precisas para ello.125

Después ya no se habla de quitar indios a los que menos los merecían sino de echar mano de los indios vacos, rompiendo las cédulas en que se mandaba dar indios quitándolos a los que los tenían. También se comprometió D. Fernando a no dar indios a los cortesa-nos y insistiendo en ello con tono de arre-pentimiento: “Os prometo que desde ahorano voy a dar más”.126 Pero, de hecho, fueronlos jerónimos quienes quitaron los indios alos cortesanos.

En julio de 1511 amplió lo concedido a los procuradores de la Española en 1505 por 1 año a 400 mrs. por peso a pagar sólo el quin-to o el diezmo todo el tiempo que fuese su voluntad.127

UnacédulafirmadaenBurgosennoviembrede 1511 insistía en respetar el repartimiento porque no había nada peor para el negocio del oro que cambiar a los indios de un encomen-dero a otro.128 En 1513 se ordenó a Diego Ve-lázquez hacer el repartimiento de Cuba y que nielalmirantenilosoficialesrealesseentre-metiesen en ello.129Enoctubrede1513firmóel rey la instrucción para el repartimiento de Alburquerque, sustraído totalmente a Diego Colón.

FASES DE LA POLÍTICA COLONIAL.

Hemos visto las novedades que introdujo FranciscoRoldán,intérpretefieldelamenta-lidad de los conquistadores castellanos frente al proyecto colombino, y las facilidades dadas también por Francisco Bobadilla para el arran-que del negocio minero

Hasta 1504 Isabel, probablemente inspirada por su confesor, el jerónimo Fr. Hernando de Talavera, impulsó una política de respeto a la libertad del indígena, considerado vasallo libre y racional. Talavera libró en Granada una dura contienda con el franciscano Cisneros, parti-dario de evangelizar a los musulmanes grana-dinos por la fuerza (“compelle illos intrare”), convencidodelamayoreficaciadeunapolíticade acercamiento cultural.130

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(131) MIRA CABALLOS (1997, p. 143) cree que las primeras referencias a la reducción indígena son de 1508, pero el tópico“quelosindiosvivanenpueblos”seencuentrayaenunainstrucciónfirmadaporIsabelyFernandodirigidaaNicolásdeOvandoyfirmadaenZaragozael29demarzode1503(Indiferente,418,l.1,ff.94v-98v):“Ordenamosymandamosque nuestro gobernador de las dichas Indias entienda luego con mucha diligencia en hacer y que se hagan poblacionesen que los indios puedan estar y estén juntos según y como están las personas que viven en estos nuestros reinos, lascuales hagan y estén en los lugares acá bien visto fuere y donde los vecinos de las tales poblaciones puedan tener ytengan heredades en que labren para que puedan apacentar sus ganados sin que los de la vecina población puedanhacer daño a los de la otra ni los de la otra a los a los otros”. Una idea tan antigua, cuya autoría se ha venido atribu-yendoerróneamentealosmisioneros,nofueacometidadeformasistemáticahastafinalesdelXVIenNuevaEspaña,en tiempo del virrey Luis de Velasco el joven. En la Española los jerónimos proyectaron en 1518 sólo unos 25 pueblos(MIRA CABALLOS, 1997, p. 144). Además la epidemia de viruela redujo la población indígena a la cuarta parte en 1519.Ni los indios ni los colonos acogieron la reducción con entusiasmo. Pero la idea de la reducción como creación de losmisioneros es otro mito que cae cuando se estudian con atenció estos primeros años de colonización.

(132) B. de las Casas, Historia de las Indias, l.2,c.2,t.3,p.7.(133) Indiferente,418,l.1,ff. 1-2. Firmada por los reyes y refrendada por el secretario Fernando Alvarez de Toledo.(134) Historia de las Indias, l. 3, c. 3, p. 18.(135) Indiferente,418,L.1,f.39.(136) Indiferente,418,l.2,f.98.(137) Las Casas, a quien todo lo relacionado con el indio es perfecto, dice que ya antes de la llegada de los españoles ya vivían

“sino en pueblos y tenían sus señores que los regían y a su modo como los demás su común policía (Historia de lasIndias, l.2, c. 10, t. 3, p. 57).

(138) Indiferente,418,l.1,ff.120v-121.

Se habla también en estos primeros años de que el indio es libre y racional, debe trabajar libremente y ser remunerado por su trabajo y debe vivir en pueblos como los seres racio-nales.131

Frente a algunos españoles que consideraban a los indios incapaces de recibir la fe,132 en las instrucciones para Colón en su segundo viaje (29 de mayo de 1493) se presenta a los indios como gentes muy aparejadas para convertirse a nuestra fe “porque no tienen ninguna ley ni secta”. Debían ser tratados muy bien y amoro-samente; debía de haber mucha conversación y familiaridad entre castellanos e indios y ha-bía que castigar a los maltratadores.133 La idea del indio como predispuesto a la fe adquirió luego un giro diferente por parte de los mendi-cantes, que vieron en él un ser ajeno a la ambi-ción y predispuesto a la pobreza evangélica, lo que para la mayoría de los castellanos era un signo de irracionalidad.

Las Casas recoge ampliamente que el 3 de se-tiembre de 1501 Nicolás de Ovando fue a la Española con el encargo de que los indios fue-sen libres.134 No había que forzar a los indios a convertirse sino enseñarle la fe con mucho amor. Había que devolver a los indios los hijos ymujeresque lesquitaron.Quea los indiosque sepan sacar oro y hacer otras cosas se les pague el trabajo.135

En esta primera etapa de la colonización toda-vía de forma no dogmática sino intelectualmen-

te abierta se preguntan cómo se podrían hacer las cosas adecuadamente. Ignoramos todavía quién creó y alimentó en la corte este clima abierto: “Mandamos que nuestro gobernador ynuestrosoficialesnos informende la formay manera que nos podríamos servir mejor de los indios y si para ello les mandásemos dar de comer con sueldo por el tiempo que sirviesen y qué manera se tendrá para darles de comer cuando sirviesen en algunas cosas cumplide-ras a nuestro servicio y porque han de estar a nuestro cargo que mandemos que nos sirvan ciertos días o cierto tiempo o si será razón que los indios por sí vayan a sacar oro a las minas y nos acudan con parte de lo que cojan”.136

Ya nos encontramos aplicada al indio la idea de que vivir civilizadamente es vivir política-mente en poblaciones, algo que no volverá a aparecer hasta el gobierno de los jerónimos.137

Indica un muy buen nivel de convivencia y compromiso una cédula dada en Medina del Campo el 20 de diciembre de 1503, según la cual “algunos vecinos de la Española tenían criados y criadas indios enseñados en la fe ha-cía mucho tiempo que por la crianza y amor los cristianos no se atrevían a llevárselos a Espa-ña creyendo que incurrirán por ello en alguna pena y le habían pedido al rey poder hacerlo, por lo que dio licencia a cualesquier maestres, pilotos, capitanes y personas los puedan traer a condición que los indios traigan fe del gober-nador de que vienen por propia voluntad sin que incurran en pena alguna”.138

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(139) Toro, 25 de febrero de 1505. Al comendador Nicolás de Ovando, que deje a la lengua Nicolás de Rosa, a quien el rey haenviado a Santo Domingo para tratar y concertar con los indios para que contribuyan lo que justamente deban contri-buir como mis vasallos Porque él dice que tiene con ellos mucha inteligencia y que en esto me podía mucho servir y oídlo que diga que conviene hacer. Por mandato de S. A. Gaspar de Gricio (Indiferente,418,l.2,f.146v).

(140) Toro, 5 de marzo de 1505. Al conde de Cifuentes. Nicolás de Ovando me ha escrito que os envía al hijo de un caciquepara ser industriado en las cosas de la fe y en otras artes de buena crianza y conversación para que cuando vuelva ala isla pueda aprovechar a los vecinos y moradores a la salud de sus conciencias y conversión de los indios (Indiferen-te,418,l.1,ff.150v-151).

(141) Segovia, 11 de agosto de 1505. Tener cuidado con el hijo del cacique que sea muy bien tratado en lo temporal y en lo es-piritual para que cuando vuelva a la isla vaya muy contento para que los indios conozcan cómo son tratados en Españapara que sea causa de que más ligeramente traerlos de la isla (Indiferente,418,l.1,f.172).

(142) “Por muchos tiempos y años los reyes de Castilla y sus consejeros y todos géneros de personas los tuvieron, estimarony trataron por tales hasta que Dios puso a quien (yo), como abajo parecerá, este sueño y tupimiento (sic) de juicio yfalsedad averiguada a los reyes y al mundo declarase” (Historia de las Indias, l.2,c.2).

(143) El padre Las Casas. Su doble personalidad, Madrid, Real Academia de la Historia, 2013.(144) Historia de las Indias, lib.2,cap.11.(145) Medina del Campo. 20 de diciembre de 1504. Por la mucha libertad de los indios huyen y se apartan de la conversación

y comunicación de los cristianos, de modo que, aun queriéndoles pagar sus jornales no quieren trabajar y andan va-gabundos ni menos los pueda haber para doctrinarlos ni atraerlos para que se conviertan por lo que los cristianos notienen quien trabaje sus haciendas ni quien les ayude a sacar el oro. Por eso mando a vos el gobernador que obliguéisalosindiosaconvivirconloscristianosytrabajenenlosoficiosyencogeroroyotrosmetalesyenhacergranjeríasy mantenimientos para los vecinos y hagáis pagar a cada uno el día que trabaje, mandando a cada cacique que tengarelacióndesusindiosparaobligarlesairatrabajarylosdíasdefiestaaoírladoctrina.Yolareina,GaspardeGricio,secretario del rey y de la reina, la hice escribir por su mandato. Yo, obispo de Cartagena. Francisco licenciado, Juanlicenciado, Fernando Tello licenciado, licenciado Carvajal, licenciado de Santiago (Indiferente,418,l.1,ff.121v-122).

(146) “Quesialgunacosaproveyódisconvenientealfindellasfueporfalsasinformacionesytambiénporlaignoranciayerrorde los del Consejo que tuvo, los cuales debieran considerar muchas cosas tocantes al Derecho, pues lo profesaban, yles daba de comer por letrados y no por gentiles hombres o por caballeros” (Historia de las Indias, l.2,c.12). El texto dela carta de la reina comienza en el cap. 14 del lib. 2.

(147) Historia de las Indias, lib. 2, cap. 12.

Todavía en 1505 se ordenó a Ovando facilitar que el intérprete Nicolás de Rosa negociase con los indios cómo en justicia debieran contribuir a la Real Hacienda en calidad de vasallos de la corona139 y se envió al conde de Cifuentes, uno de los nobles más leales a D. Fernando, el hijo de un cacique para que se educase en Espa-ña140 y posteriormente se pidió por cédula que ese intercambio aumentase.141

Muchas de las propuestas planteadas en este período las encontramos en la ideología lasca-siana, pero el dominico, sistemáticamente cie-go para todo lo bueno de España y para todo lo malo de los indios, sólo habla de la instruc-ción a Ovando, no dando ninguna importancia a esta primera etapa.142 Esta ceguera sistemá-tica hizo pensar a Menéndez Pidal en que Las Casas tenía una doble personalidad.143

Como consecuencia de una junta de expertos, cuando Ovando vio que comenzaba a escasear la comida, según Las Casas, por haber ido de-masiados a la Española, parece que informó a Isabel de que los indios, por habérseles dado demasiada libertad, ni pagándoles el salario querían trabajar y huían a los montes.144 La reina envió al gobernador en 1504 una carta

muy dura que Las Casas reproduce íntegra en su Historia porque establece las líneas maes-tras de la colonización española de las Indias: para evangelizar a los indios tenían que con-vivir con los españoles y trabajar para ellos.145 Los indios que trabajasen recibirían al año me-dio peso de salario, con lo que podrían com-prar un peine, un espejuelo o una sartilla de cuentes verdes o azules.

Pero Las Casas, para dejar a salvo la intocable imagen de Isabel,146 añade que la reina puso 8 condiciones para que esa convivencia y ese trabajo fuesen legalmente defendibles:147 que el fin principal que se buscase fuera la con-versión de los indios por medios convenientes y proporcionados, lo que no se pudo cumplir porquelosespañolesnoerancristianos.Quesólo trabajasen algunos indios alquilados. Quehabía que atender a las necesidades delosindios.Quefuesenaalquilarsecercadesucasa,noagrandesdistancias.Queelalquilerfuesetemporal.Queeltrabajofuesemodera-do.Queelsalariofueseproporcionadoycon-veniente.Que como libres, fuesen a trabajarporvoluntad,sindesatendersusfamilias.Quelos indios estuviesen capacitados para hacer el trabajo que se les ordenaba. Las Casas va de-

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(148) Historia de las Indias, l.2,c.19.(149) Historia de las Indias, l.2,c.12.(150) ARRANZMARQUEZ,1991,p.137.(151) LafiguradominicadelmomentoeraFr.TommasodeVio,elcardenalCayetano,maestrogeneraldelaOrdendesde1509,

defensor del papado contra el conciliábulo de Pisa en 1511. Como se sabe por los comentarios a las Siete Partidas deGregorio López, es el inspirador de la obra de Fr. Francisco de Vitoria en sus relecciones de 1539.

(152) Indiferente,419,l.4,f.51.(153) Indiferente,418,l.3,92v.(154) Indiferente,418,l.3,f.204.(155) Indiferente,418,l.3,f.210v.

mostrando en su Historia que ninguna de es-tas condiciones se cumplió durante el gobierno de Ovando.

Habla Las Casas de otra carta de la reina “dan-do licencia a todos los que quisieran armar e ir a todas las islas e Tierra Firme y a los que fuesen a descubrir otras tierras de nuevo que si no los recibiesen y quisieren oír para ser doctrinados en las cosas de nuestra santa fe católica ni estar a su servicio y en su obedien-cia los pudiesen cautivar y llevar a Castilla y a cualesquier otras partes y venderlos y aprove-charse de ellos sin que incurriesen en pena de las que se habían puesto en la prohibición de esto alguna”.148

Pero, concluye Las Casas, la reina murió poco después de despachada la carta el 20 de diciem-bre de 1503 “y así quedaron (los indios) de todo auxilio y remedio humano desamparados”.149

El sermón de Montesinos se produjo cuando la disminución de la población era preocupante, a finalesde1511.150 Los frailes mendicantes de en-tonces practicaban la renuncia al mundo como una renuncia a sus valores, especialmente la “auri sacra fames”. Su postura era un radicalis-mo religioso que intentaba estar por encima del poder político, ya que éste se basaba en la su-misión a Dios. La pequeña comunidad dominica de la Española se comprometió a negar a los en-comenderos la absolución sacramental. Después de una primera reacción airada de D. Fernando y de negar al fraile predicador toda base cien-tífica,Fernandono tuvomás remedioqueple-garse al embate de los dominicos que, después del sermón de Montesinos, formaron en torno al implacable predicador un bloque doctrinal.151 Fruto de este movimiento doctrinal fue también el encomendero convertido Bartolomé de las Ca-sas. A partir de entonces es evidente que hay un cambio total en los documentos emanados de la secretaría de Lope Conchillos, hasta el punto de

que el rey llegó a tachar de “inhumano” el trato que se estaba dando a los indios. Pero el cambio efectivo de la política minera se redujo a alguna mejora alimenticia que ya se había introducido para los esclavos negros y los indios se siguieron muriendo sin remedio. No obstante Fernando, haciendo gala de una forzada tolerancia, tuvo que apoyar en 1513 los primeros experimentos misioneros con ausencia total de españoles en Cumaná. El impacto que estaban haciendo en su ánimo real las acusaciones de injusticia le llevó a pedir a Pasamonte que si se traían indios de Jamaica a las minas se hiciese con menos escándalo y perjuicio de los indios.152

No fue contradictorio tener conciencia de la im-portancia de la mano de obra indígena y dejar fríamente que los indios se siguiesen muriendo a un ritmo acelerado porque ya desde los via-jes de Colón hubo una perspectiva de espacio geográficoilimitadoydequesiunosindiossemorían habría otros. Como ya hemos visto, ha-bía soluciones alternativas a la mano de obra indígena de la Española, como traer indios de las islas comarcanas, esclavizar a los indios ca-ribes o comprar negros a la corona portuguesa a través de la Casa de la Contratación.

Pero tiene razón Esteban Mira cuando dice que las Leyes de Burgos no fueron una creación “ex nihilo” de la Junta de Burgos sino una reco-pilación de disposiciones anteriores. La ley XI, sobre no cargar demasiado a los indios está en una cédula del 21 de julio de 1511.153 La ley XV es un paso atrás respecto de una cédula del 23 de diciembre de 1511, que mandaba dar a los indios que iban a las minas los días de carne 2 raciones diarias y los de pescado, otras dos.154 La ley XIX, la obligación de dar una hamaca a cada indio, estaba ya mandada en una cédula de diciembre de 1511, en que dicha obligación está acumulada con la de dar la alimentación adecuada a los indios que trabajaban en las mi-nas.155 Pero la fecha de este último documento

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(156) CartadelreyaDiegoColónysusoficialesdel6demayode1511(Indiferente,418,l.3,73).(157) Indiferente,418,l.2,49.(158) Indiferente,418,L.2,109v.(159) CédulafirmadaenBurgosel23defebrerode1512:“Noconsintáiscargaralosdichosindiosmásdeloautorizadoy

quenosecarguensinolosquesupudiesenexcusar.Quesehaganloscaminosparanocargaralosindios.Quelosquequieransernaboríasdeloscristianosloseanporqueselestratamejor.Queellosveanquesehaceportratarlosmejor.Yo el rey, por mandato de S. A. Lope Conchillos, señalada del obispo de Palencia” (Indiferente,418,l.3,f.258).

(160) “Por una provisión vos enviamos a mandar la forma que allí se ha de tener en el repartimiento de los indios según porella veréis. Y aquellos a quien se dieren indios no los han de tener de por vida sino por 2 años o 3 no más, y pasadosaquellos por otros y así unos tras otros y así les debéis dar como naborías y no como esclavos porque a nos parece quedarles de por vida es cargoso de conciencia y esto no se ha de hacer pues parece cargoso a la conciencia. Hecha en Va-lladolid a 14 días del mes de agosto de quinientos y nueve años. Yo el rey (Indiferente,418,l.2,ff.47-47v).

(161) Jaime González Rodríguez, “Para una historia social de las ideas mexicanas” Revista Complutense de Historia de Améri-ca, 20, 1993, pp. 19-49.

estámanipulada.Laquefiguraalpiedelmismocorresponde a mayo de 1511 pero en el resu-men del margen se añadió con letra diferente: “diciembre de 1511”. Es posible que el gobierno quisiese hacer ver que era anterior al sermón de Montesinos de 21 de diciembre de 1511. La ley XXIII, que tiende a saber cuántos indios se le morían a cada encomendero, obedece a que se comienza a tener cómputo de los indios na-cidos y fallecidos desde que se cae en la cuenta de que “todo el caudal son los indios”.156 La ley XXV sobre la cantidad de indios ocupados en las minas arranca de que en agosto de 1509 en una real provisión dirigida a Nicolás de Ovan-do se dijo que no llegaba al tercio el número de indios mineros.157Luegosefijóen1.000elnúmero de indios mineros (febrero de 1510).158

CONCLUSIONES. EL MAQUIAVELISMO DE D. FERNANDO.

En general, los historiadores españoles no admiten el análisis de Maquiavelo porque lo consideran contrario a la tradición histórica española y al mito fernandino. El principal investigador de esta corriente es José María Doussinague, seguido en sus conclusiones bá-sicas por Ramón Menéndez Pidal. En su miti-ficación deD. Fernando, ni siquiera aceptanque enfermó por tomar una especie de viagra para darle un hijo a Germana de Foix, lo que hubiera supuesto la separación de Castilla y Aragón. Pero es evidente que la intervención de D. Fernando en el negocio de las Indias enlos5añosquehemosestudiadomanifies-ta algunos rasgos del análisis maquiavélico, como la subordinación evidente de la vida de

los taínos a la búsqueda desesperada del oro a pesar de la insistencia constate en el buen trato a los indios. La atención prestada por D. Fernando a la actitud mental de los vasa-llos, posiblemente la aportación fundamentalde Maquiavelo: los indios debían pensar siem-pre que todo se hacía por su bien.159 Tambiénfue muy maquiavélico sacar a relucir irónica-mente su conciencia cuando le convenía, comocuando se negó a conceder la encomienda per-petua porque sería cargo para su conciencia,160

cuando es evidente que lo que estaba en juegoera la preeminencia real, asunto fundamentaltanto para los Reyes Católicos, empeñados eninstaurar en España el moderno Estado cen-tralizado, como para Carlos, buen discípulo desu abuelo, y para Felipe, adoctrinado por supadre en Barcelona antes de emprender el viajede su abdicación. Nunca se concedió en Indiasa los encomenderos la encomienda perpetua ymenos con jurisdicción, su gran pretensión po-lítica.161 Fernando se escuda sagazmente en elagravio que supondría para los indios la enco-mienda perpetua cuando lo que quería era pre-miaraoficialesreales,caballeros,escuderosylabradores que estuvieron conviviendo con susesposas para garantizar la perpetuación de latierra porque los españoles habitualmente sólopensaban en enriquecerse cuanto antes y delmodo que fuera para volverse a España con lacabeza bien alta.

En cambio, parece lógico que Fernando saca-se a relucir su conciencia cuando se trata de traer de forma más humana indios de otras islas (3 de mayo de 1509, 6 de marzo y 25 de julio de 1511). Ya hemos visto, gracias al re-lato de Las Casas, cuántos indios tiraban por la borda para ahorrarse su comida. También pedía D. Fernando que se les marcase en las piernas y brazos para no dañarles demasiado.

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(162) Oviedo presenta el hallazgo de una mina como un don de Dios (Historia, parte 1, lib.6,p.184). Cuenta que los indiosse abstenían del acto carnal para encontrar el oro en los ríos porque cuando no lo hacían no lo encontraban (Historia, parte 1, lib.5, p. 136).

(163) Indiferente,418,l.3,ff.260-264.(164) “Los Reyes Católicos”, Revista de Letras, Maquiavelo y el rey católico, pp. 6-8. Frente a la búsqueda del efecto sicológico

causado sobre las gentes como el móvil de la política, mientras que el resultado objetivo como algo meramente secunda-rio, D. Ramón el reinado de D. Fernando es el más cuidadosamente planeado de la Historia, que él concreta así: “En susprimeros años no se piensa sino en la reconstrucción interior; conseguida ésta, se discute entre el rey y la reina si hade atenderse a los asuntos de Francia o a los de Granada; prevalece la opinión de la reina, y siguen las ininterrumpìdascampañasanualesdedicadasaacabarlaReconquista;luegoseacometelaunificaciónreligiosadelreino;despuésseentra en las cuestiones de política europea, empezando por las de Nápoles, y estas más tarde, alternadas con las de Afri-ca, llenan los últimos años, todos siempre en perfecto orden de prelación. No se deja nada al acaso”. Frente a la idea deMaquiavelo de gobernar utilizando la religión para despistar a sus enemigos, Fernando “guía sus actos desde un puntodevistamuyespañol(…)piensacomosusantecesores(…)quesuocupaciónprimordialeracombatiralosinfieles”.

(165) V. una crítica reciente a la interpretación de D. Fernando en Maquiavelo en W. Ghia “In “Machiavelli ignorante” nel ma-noscritto del primo Democrates di Juan Ginés de Sepúlveda e negli Elogia di Paolo Giovio”, Storia e politica, 4, 2012.

(166) Indiferente,418,l.3,ff.260-264.

Seguramente que para Maquiavelo, como para D. Fernando, no tenía sentido la valoraciónmoral de un príncipe que, partiendo de un es-tado pobre y pequeño, se había convertido enel más grande de la Cristiandad porque, con-seguidoelfin¿quéimportabanlosmedios?

Por otra parte, Fernando tenía bien tranquila su conciencia puesto que todo su gobierno se enderezaba a la defensa de la fe. Todo lo relacio-nado con las minas tenía un halo sobrenatural. Elhallazgodelosfilonesdeoroodelasarenasauríferas era considerado un milagro de la Pro-videncia que no debía ser menospreciado por negligencia.162 D. Fernando pensaba que si los indios eran bien cristianizados se encontrarían mejores minas. Tan imbuido estaba de la trans-cendencia religiosa de su gobierno que consi-deraba negligente no sacar al don divino de las minas todo el partido posible. Siempre pensan-do en la ventaja que llevaban los portugueses, bendecía a Dios por haber favorecido a España con dones tan singulares como las minas y per-las.Unbellotextodefebrerode1512firmadoen Burgos expresa como ninguno el aliento na-cionalistadesugobernación:“Quientienemásde 300 indios en una isla no los puede mante-ner bien ni granjear ni industriar en la fe y pues N. S. nos dio milagrosamente estas tierras y el fruto de ellas es tan grande y tan diferenciado de todos los otros frutos que en las partes de la Cristiandad da, pésame que sería razón que en estas partes se sirviera a Dios más que todas las otras de la Cristiandad, especialmente en enseñar a los indios las cosas de nuestra santa fe católica, que es el mayor servicio que allá se le podría hacer y debéis vos el almirante tomar grandísimo cuidado en favorecer esto y vosotros los oficiales solicitárselo y acordárselo y en lo

que a vosotros toca los que tenéis indios dar muy buen ejemplo a todos los de la isla (…) y hacer entender muy particularmente a los veci-nos de esa isla cuánta merced les hacemos en esto (renunciar a los diezmos para las iglesias) y la voluntad y cuidado con que lo he mandado proveerycertificadlesquedeseohacerlestodaslas mercedes y buen tratamiento que buena-mente de pueda hacer y animadles a que traba-jen mucho más que hasta aquí y decidles que la principal causa que me ha movido a hacerles todas estas mercedes estos dos años pasados ha sido porque trabajasen mejor que solían, se-gún parece por las fundiciones y cuanto más trabajaren en sacar oro más crecerá la voluntad de les hacer merced y a más de esto decidles todo lo que os parezca que conviene que se les diga para que se animen a sacar oro”.163

D. Fernando,comotodohombre,justificómo-ralmente sus acciones porque además, en sucaso, sabía que su conciencia era un proble-ma colectivo y el pararrayos de la monarquía.Menéndez Pidal ha defendido que lo que Ma-quiavelo llama uso político de la religión era enD. Fernando una profunda convicción dentrodelaluchasecularespañolacontraelinfiel.164

En cambio Joseph Pérez ha destacado con ra-zón que parte del mito fernandino fue obra deD. Fernando con su preocupación constantepor legitimar su forma de gobierno a los ojosde sus súbditos.165

Aunquefueseyamuytarde,esciertoquefir-mó en Burgos en febrero de 1512 una cédula diciendo que pensaba dejar los indios que te-nía en encomienda y no dar más indios a sus cortesanos.166

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(167) UnmagníficoanálisisdeloqueéldenominalabarbariemodernaenelsociólogonorteamericanoThorsteinVeblen,TheTheory of the Lesiure Class, New York, Macmillan, 1899, y de forma no menos brillante en la del sociólogo alemán Nor-bert Elias, La dynamique de l`Occident, Paris, Calman-Levy, 1975. Las Casas que las poblaciones que fundaba Ovando“no era con las azadas que tomaban en las manos los españoles, porque ninguno de ellos sabía abajar el lomo, sino quelos indios, constreñidos por ellos, y por miedo de las matanzas pasadas, lo trabajaban” (Historia de las Indias, lib. 2,cap. 10, t. 3, p. 58).

(168) RAMOS, 1986, p. 37.(169) CASTAÑEDA,(170) Historia, lib.3,c.6,p.73.

EL PROFUNDO MENOSPRECIO Y DESCO-NOCIMIENTO DEL INDÍGENA.

Después de 8 siglos de Reconquista, los caste-llanos no querían trabajar con sus manos; esto nosignificabaquenosededicasenanegocioslucrativos, pero siempre con criados o esclavos como mano de obra.167

Ya hemos visto que en tiempos de Isabel se quiso difundir desde el gobierno una imagen idílica del indígena que ya no correspondía a unos indios que habían aprendido a defender-se y rebelarse y a huir a los montes aferrán-dose a su paradisíaca forma de vivir comiendo las frutas de sus árboles, los peces de sus ríos, cazando y comiendo sabandijas. Dado el pro-fundo menosprecio de los castellanos hacia los indios, sólo les vieron como mano de obra que debía estar temporalmente sometida a los pue-blos civilizados hasta entender y asimilar la forma razonable de vivir y pagar con su trabajo losbeneficiosdelacivilización.ParaFernandolos indios eran mano de obra barata pero de mala calidad porque no soportaron por mucho tiempo el trabajo en las minas. Huían a los montes y abandonaron sus cultivos para per-judicar en lo posible a los españoles, ya que no podían enfrentarse militarmente a ellos. Muy pronto dejaron de ser el buen salvaje idealiza-do por algunos y adoptaron una actitud agre-siva, aunque no pudieron de producir muchas bajas entre los invasores. Según Demetrio Ra-mos esta ruptura de la convivencia entre las dos culturas tuvo efectos perniciosos sobre la población indígena.168 Había que contar con la ayuda de los caciques para llevarlos a trabajar y tenerlos controlados.

Para entender cómo Fernando, que repetía que los indios eran lo más valioso de las Indias, no hiciese nada serio para evitar su muerte hay que recordar que, desde que Colón y otros des-cubridores demostraron que las Indias espa-

ñolas eran casi inabarcables, para él siempre cabía la posibilidad de sustituirlos por otros indios, sobre todo por los caribes, y, en caso necesario, por los esclavos negros, mano de obra de calidad aunque cara. Para los cam-pesinos castellanos, víctimas en la Península de los caprichos de los señores, como recalca D. Ramos, los indios eran mano de obra mi-serable y despreciable por sus bárbaras cos-tumbres, especialmente la homosexualidad, elmenosprecio de la honra de sus hijas y los sa-crificios rituales.169 Para un castellano reciéntrasplantado a las Indias desde la España re-conquistadora los indios eran salvajes aliadosdel demonio que había que dominar porquepronto se enfrentaron activa o pasivamente alos cristianos atentando contra su seguridad.En la lucha contra ellos podían forjarse unacarrera militar y hacerse acreedores a merce-des reales. Todo esto nos ayuda a aproximar-nos a la dureza de las relaciones entre unoscampesinos castellanos explotados por susamos y los indios, de quienes sólo esperabanayuda para acumular dinero fácil y volverse aEspaña cuanto antes con la cara bien alta.

La única explicación del durísimo trato dado a los indios y su consiguiente desaparición, a menos que admitamos, con Las Casas, que nuestros antepasados eran unos desalmados, es el bajísimo concepto que tenían de ellos, como lo tuvieron muchas de las personas que los trataron habitualmente. Un observador for-mado en Italia y con garbosa pluma, Gonzalo Fernández de Oviedo, alcaide de la fortaleza de Santo Domingo y veedor de las minas que los trató mucho tiempo y que informó dos veces al Consejo de Indias, una en Toledo en 1525 y otra en Medina en 1532,170 dice de su forma de practicar el matrimonio que los juntaba el dia-blo porque tenían todas las mujeres que que-rían y no para procrear porque un cacique que nombra se juntaba con sus mujeres como las víboras. Eran sodomitas que labraban joyas de oroconfigurasdehombressodomitas.Sime-

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(171) Indiferente,418,l.2,f.79-81.(172) Historia, lib. 2, p.30.(173) Historia general y natural de las Indias, part.1, lib. 3, c. 6, p. 71.(174) Historia, par 1, lib.4, c. 2, p. 103.(175) Historia, par.1, lib.5, p. 138.(176) Indiferente,418,l.2,ff.79-81.

nospreciaban y huían del trato de una persona de vida irregular, ¿qué pensarían de los indios careciendo de toda formación intelectual para intentar comprenderlos? Especialmente des-preciable para un castellano era la forma de entregarsusmujeresysushijas“comoflores”,decía Zumárraga, a sus caciques o a los es-pañoles. Nunca entenderemos, acumulando tanta experiencia histórica, la profunda re-pugnancia de un castellano de 1500 ante un ser que se alimentaba de raíces y de alimañas. Pero a pesar de todo lo dicho era evidente que el indio, tan vilipendiado y menospreciado, era imprescindible y desde Colón a D. Fernando los medianamente inteligentes comprendían que los indios eran la principal riqueza de las Indias.

En este contexto no tiene fácil explicación que el rey diga de pronto en dos cédulas de no-viembre de 1509: ”Tengo a los indios por gente de buen conocimiento” en un contexto en que parece no cuadrar.171

Oviedo dice que cuando él escribe en 1548 no quedaba en la Española más de 500 indios, los más traídos de otras islas. Las causas de su muerte, según él, fueron: algunos abusa-ron del trabajo de los indios en las minas, no darles bien de comer, “esta gente de su natu-ral es ociosa y viciosa y de poco trabajo y me-lancólicos, cobardes, viles y mal inclinados, mentirosos y de poca memoria y de ninguna constancia. En cuanto a su inconstancia en la fe dice que “se deslizan de ella como el granizo de la punta de las lanzas”.172 Cuando se pone a explicar su desaparición dice que muchos de ellos, por su pasatiempo, se mataron con pon-zoña por no trabajar y otros se ahorcaron por sus propias manos y a otros se les recrecieron tales dolencias, en especial de unas viruelas pestilenciales que se extendieron por toda la isla; por cambiar de un amo codicioso y otro más; por haberse dado a cortesanos que te-nían mayordomos crueles; por los pecados de los cristianos; Dios los excluyó de la tierra por “los feos, enormes y graves pecados y abomi-

naciones de estas gentes salvajes”, cuyos vicios me da asco decir. Eran ingratísimos y de poca memoria y de menos capacidad y las leyes que se han hecho para su buen trato no han servi-do para nada.173 En otro sitio dice: “Pero esta gente de estos indios es para poco e por poca cosa se mueren o se ausentan e van al mon-te; porque su principal intento (e lo que ellos siempre habían hecho antes que los cristianos acá pasasen) era comer, beber, folgar, lujuriar, idolatrar y ejercer otras muchas suciedades bestiales”.174 Su dios era el demonio, a quien rezaban en lugares reservados y oscuros.175

No sabemos por qué y sin venir a cuento en no-viembre de 1509 vuelve el rey a alabar su buen entendimiento. En otra del mismo día se orde-na a Diego Colón que se entere de si hay oro en Cuba, insistiendo en el buen trato a los indios y alabándolos por su buen entendimiento.176

CISNEROS Y LA VALORACIÓN DEL GO-BIERNO DE D. FERNANDO.

Cisneros, que había chocado en su día con el jerónimo Fr. Hernando de Talavera, como he-mos dicho, quiso encargar el negocio indiano a jerónimos, personas sin codicia, con lo que estaba condenando la obsesión por el oro por D. Fernando. Y con ellos se produjo una vueltaa los ideales de los primeros años: indios tra-bajadores libres asalariados viviendo en pue-blos formados. Son los hechos, pues, los quese encargaron de hacer la valoración moral dela actuación fernandina a través del contrastecon la gobernación de D. Fernando y la de losjerónimos.

En setiembre de 1516 llegan los jerónimos a la Española y el 22 de junio de 1517 se redac-taron las instrucciones para la reformación de las Indias. Lo principal era decir qué iba a ser de los indios. Los jerónimos hicieron una espe-

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(177) MIRA CABALLOS, 2010.(178) GIMENEZ FERNANDEZ 1984, I, 361.(179) GIMENEZ FERNANDEZ 1984, I, 372.(180) Patronato,173,N.2,R.2(181) Historia, lib.25, 3.(182) “El carácter positivo, técnico y pragmático del saber maquiavélico neutraliza desde el principio la esfera del saber frente

a los valores morales y religiosos” (CONDE, 1967, pp. 76-77).

cie de encuesta sociológica entre los antiguos pobladores. El encuestado menos antiguo en la Española llevaba 5 años y medio y la media de antigüedad en la colonia era de más de 14 años.177 El provincial franciscano Pedro Mexía dijo que si las cosas seguían como estaban en 20 años de 20.000 indios no quedarían 2.000. El dominico Bernardo de Santo Domingo dijo que sólo unos pocos españoles virtuosos debe-rían estar en contacto con los indios. Los par-tidariosdeD.Diegoalegaronquelosoficialesreales abusaban del trabajo de los indios. Los oficiales reales dijeron que los indios no po-dían vivir por sí y tenían que estar encomen-dados. En respuesta a la pregunta acerca de si los indios podían vivir como los labradores deCastilla,metafijadaparasueducación,losencuestados respondieron que Ovando hacia 1508 dio en encomienda a los indios más ladi-nos. De la experiencia se dedujo que aun ellos carecían de visión de futuro y de instinto de acumulación. En resumen, sólo el dominico se manifestó contrario a la encomienda.

El 22 de julio Cisneros respondió a los jeróni-mos aprobando que los indios de las estancias fuesen encomendados a los pobladores, siem-pre que se cumplieran las Ordenanzas de 1512 y 1513 y las que añadieran los jerónimos.178 Para impulsar la perpetuación de la isla, se había pregonado en Andalucía que se daría pasaje y mantenimiento gratuito a los que qui-sieran ir a la Española.

A finales del año los jerónimos estaban fun-dando pueblos de indios inspeccionados por mayordomos. Fue la única consecuencia de la negativa de Cisneros a dejar que los corte-sanos y los oficiales reales conservasen susindios.179 Pero la reducción múltiplo el efecto nocivo de una epidemia de viruela que diezmó la población.

Según el Parecer de los vecinos de las Indias que aquí están, probable obra de Gil González

Dávila, contador de La Española, los indios eran incapaces de vivir solos. No se les podía tener bajo la férula de hombres de soldada porque eran los más ruines. Si se quitaban las encomiendas la tierra se despoblará. El rey tenía que restituir sus bienes a los des-poseídos, que los tuvieron con la esperanza del repartimiento perpetuo y se casaron por lamismaesperanza.Queserepoblaralaisladando mercedes a los pobladores. Así habría más indios y más rentas.180 No era bueno cambiar mucho los gobernantes. De la incer-tidumbre de poseer los indios nacía el mal trato. No traer de la isla tanto oro cada año sinopagarunaarmadacada5años.Quesellevasen a la isla la mayor cantidad posible de esclavos caribes.

En enero de 1518 Le Sauvage despidió al se-cretarioConchillospor influenciadeLasCa-sas. El 22 de abril hubo una coincidencia de los procuradores en el programa de reformas: los visitadores no cumplían con su obligación; que los gastos de los procuradores se pagasen con los derechos del fundidor. Poder pasar sin licencia de una isla a otra. El 7 de junio murió Le Sauvage y volvió a gobernar las Indias Juan Rodríguez de Fonseca.

GRANDEZA HISTÓRICA DE D. FERNANDO.

Oviedo deplora melancólicamente en su His-toria las malas consecuencias del oro: “!Oh maldito oro, oh tesoros y ganancias de tanto peligro, oh martas cibelinas!181

Pero el historiador, como Maquiavelo, no tiene que hacer valoraciones morales sino simple-mente históricas.182 Maquiavelo sólo dice quién gana y quién pierde. Estudia los medios y pro-cedimientos para triunfar. Es el verdadero fun-

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(183) GAIG,(184) CONDE, 1976, p. 71.

dador de la historia civil y política.183 Maquia-velo dice que saber es saber hacer, un anticipo del “the maker`s knowledge” baconiano, una técnica para el triunfo en la vida. El objetivo de la sabiduría es saber hacer. La Historia es manejar las cosas.184

En la línea de Maquiavelo, es evidente que Fer-nando el Católico es nuestro más grande rey. Grandísimo es Alfonso X, egregio Jaime I el Conquistador, grandes Alfonso VIII y Fernando III el Santo, pero su obra no es comparable con la de Fernando el Católico, el que mejor en-tendió la sociedad de mesnaderos de Castilla, a quienes condujo de la mano a la grandeza histórica. Gracias a él no nos avergüenza ser españoles porque “de una vez y para siempre” (hápax efápax, como decían los griegos) fuimos capaces de dejar una profunda huella en la Historia universal.

En plena decadencia del XVII, hubo en Espa-ñaunatradiciónhistoriográficaqueveíaenD.Fernandolapersonificacióndelaperfectara-zón de estado en autores como Gracián, Saa-vedra Fajardo y el Conde-Duque.

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