Ficción Histórica, Historia Ficcional y Realidad Histórica - White Parte 1

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historiografía y giro lingüístico

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  • lndice/(

    Introduccion, Veronica Tozzi.. 13I..

    Primera parte. .Estudios sobre la relaci6n entre historiografia ynarrativa : 31 .

    1.Lahistoria literaria de Auerbach. Causalidad figural ehistoricismomodemista : . 33r2.la histortografta como narracion 533. El fin de la historiografta narrativa 73.4.,En contra del realismo historico. Una lectura de Laguerra y lapaz 95

    Segunda parte .. E "acontecimientomodernista"ylaantinarrativadeloreaI. 121

    5. Elevento historico : ~ 12316.'1Posmodernismo y las ansiedades textuales : 151(7)'icci6n historica, historia ficcional y realidad historica : 169~,RealismoFigural en laLiteratura Testimonial , : 1839.Discurso historicoy escritura literaria _..:.: : 20310. Histonografta e historiofona ; 217

    Lfbros de Hayden White en Ingles y castellano 229

  • Procedencia de los artj~

    "Auerbach's Literary History. Figural Causation and Modernist Histori-cism", en White, H., Figural Realism. Studies in the Mimesis Ejject, The JohnsHopkins University Press, 1999, pp. 87-100. Previamente en Seth Lerer (ed.),Literary History and the Challenge ojPhilology: The Legacy ojErichAuerbach,Stanford, Stanford University Press, 1996. .

    "Historiography as Narration," en Morris, H. y Smith.]. H. (eds.) TellingFacts:History and Narration if]Psychoanalysis, Baltimore yLondres, The JohnsHopkins University Press (992)p. 284-299. . .

    'The End of Narrativ~StOriography," en: wiat historii, WojciechaWrzoska (ed.). Pozna: IH UAM, 1998: 393-409.

    "Against Historical Realism. AReading qfWar and Peace", en New Lejt Re-view, VoL4:6,JulY-AuguP. 89-pO.., "

    "The Historical Event''-:rrrfferences: AJournal ojFeminist Cultural Studies,Vol. 19, N2, 2008, pp. 9-34.

    "Postmodernism and Textual Anxieties" en: The Postmodern Challenge:Perspectives Eas.tm!!!.West, Nina Witoszek and BoStrath (eds.). London: SagePUblicationsQ?99) 7-45 (version corta: "Literature against Fiction". LaTorre (Universidad'de Puerto Rico), vol. 2, no. 4-5,1997: 194-207).

    "Historical Fiction, Fictional History, and Historical Reality", en Rethin-king History, Vol.9, N2/3(005)p.147-157.

    "Figural Realism in Wi~iterature", en Parallax, Vol. 10, N 1,[email protected]. " '

    "Historical Discourse and LiteraryWriting", en Korhonen, K. (ed.), Tropesjor the Past. Hayden White and the History/Literature Debate. InternationaleForschungen zur Allgemeinen und vergleichenden literaturwissenschaff.Rodopi Editions, Amsterdam, 2006, pp. 25 a 35. ,

    "Historiography and Histonophoty", en The American Historical Review,Dec. 1998,pp.1l93-1199.

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  • Introducci6n

    Veronica Tozzi

    La presente edicion reune en su mayor parte algunos de los trabajos deHayden White producidosdurante lapasada decada. Si bien todos los arn-culos maniflestan continuidades en relacion con los temas que han hecho deWhite uno de los mas importantes teoricos de la historia de los ultirnos 40anos -la cuesti6n dellugar de la narrativa en la representaci6n del pasado-sepuede percibir un importante cambio en su interes. Estos diez escritos com-parten con su obra anterior lamonvacton en torno a como la literatura puedeser un instrumento perfectamente idoneo (a veces incluso rnejor que la his-toria profesional) para representar el pasado. No obstante, y retomando susreflexiones del polemico "La trama hist6rica y el problema de la verdad", IWhite profundiza y radicaliza su sugerencia de como formas no narrativas 0antinarrativas del modernismo literario se constituyen en el recurso discur-

    . sivo por excelencia para representar ciertos eventos ltmites delsiglo XX, losdenominados acontecimientos modernistas. Sera pertinente rastreareste de-rrotero ensu trayectoriareconstruyendo brevemente sus principales tesis.

    Como podemos recordar, su gran obra de 1973, Metahistoria. La imaginacion .hist6rica en la Europa del sigloXIX} indagaba en la estrecha relaci6n entre historiaynarrativa tanto en el caso de la historia academica como en el de la filosofia es-peculativa de la historia. Para apreciar el peculiarrol que la narrativizaci6n delpasado conlleva, debemos detenernos en dos de los hitos fundamentales en elcamino a la cientifizaclon de la historia. En primer lugar, el divorcio en elsigloXIX entre la filosofia especulativa de la historia y la historia academic a por elproposito de esta ultima de acceder al pasado tal cual fue. En segundo lugar, losataques a la falta de cientificidad de la historia narrativa durante el siglo XX. La

    1Yease White, 2003. [Vease elIistadode libros de White al final del volumen.]2l.atraducci6nalcastellanoesde 1992, vease White, 1992'.

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  • Ver61lica Tozzi

    crltica ha sido doble, filosoficaehistoriografica: por un lado, estaba elNeo Po-sitivismo que rehusaba conceder a la narracion un rol explicativo de los feno.menos, y; por el otro, la escuela historiografica de Annales que acusaba a lahistoria relato por limitar la indagacion del pasado a 10meramente episodico:los event os politicos, diplomaticos ymilitares. En fin, la historia para ser cien-nfica debena, segun estos detractores, separarse tanto de la fiIosoffaespecula-tiva de lahistoria (para acceder alpasado talcual fue) como de la narrativa (paradar cuenta de -0 explicar- adecuadamente ese pasado). - ,

    En contra de aquella marea cientificista, Metahistoria invitaba a valorarpositivamente la estrecha relacion eXistente entre las narrativas de losgran-des historiadores y fil6sofos de la historia del sigloXIX. Atodas eIlas lasunia,segun Whi te, el mismo esfuerzo por producir una consideraci6n "realistadel pasado que mediara entre otras consideraciones del pasado, el registrosin pulir y el publico.

    3En esta tarea de configuraci6n de una imagen del pa-

    sado, fiIosofias de la historia e historiograffas son por igual, segun White,"fonnas de realismo", en el senti do desarrollado por Auerbach de que los cri-terios de producci6n y aceptaci6n de una con.$ideraci6n como realista sonhist6ricos y Contextuales. 4Por tanto, las diferencias entre estas consideracio_nes altemativas del pas ado residiran en la elecci6n, entre los recursos cultu-rales disponibles, de alguna manera de explicar: establecer conexi onesaceptables entre los diferentes tipos de fen6menos, de ciertas maneras de tra-mar y; finalmente, cierta valoraci6n de la convenienciay posibilidad de cam-bio para el presente y el futuro en re1aci6n con el pasado. Estas eleccionesentre variedades de explicaci6n, trama e ideologia -como es bien sabido porlos lectores deMetahistOria-son, en ultim~ instancia, motivadas poruna pre-ferencia de cankter precntico y tropo16gico sobre c6mo prefigurar el campohist6ri'co, esto es, conectaryponderar la relaci6n entre agente, actor, circuns-tancia y causa.

    Laconclusi6n a la que arriba este extenso estudio sera que, en senti do es-tricto, la expresian de la historia en forma narrativa no esta fundada en la re-alidad. Pero esto por sfmismo no constituye una critica a la historia sino masbien un senalamiento acerca de cual sera el instrumento tea rico idaneo paraanalizar el estatus del conocimiento hist6rico. Dado que, en primer lugar,

    JVease Ibid., p.16.

    4Este tema es_retomado por White en el ensayo Ulimero 1 del preSente voIumen.

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    Introduccion

    , ., ~ rmas de discurso que tratan de produ-historia y filosofta.de Iahistoria son 0 futuro en segundo lugar, estaepasado presente y, dcir una imagen que tram .' ' lugar hayrnas de un mo 0

    d D anarranva y,en tercer, ,trama se ha da 0 en orm . " h bilitan consecuentemente a. t s tres afirmaciones a d 1de narrar, 10uruco que es a d quella teona que ha hecho ed . m de aten eraaderivar es una recomen aero . 1 u obieto de analisis. Nos re-

    di rrativo en parncu ar, s J .discurso,ydel iscurso na .. 5 sunaigualacionentre histona y1 'a Metahlstona noe .ferimos ala teona iteran '. _ historica literanamente. . -r de ofrecer una teonaliteratura smo-una-pFGrll'eSainformada. l' dad de la asociacion entre histo-d Whit lasupuestanatura 1 d t:

    Lacritica e 1ea 1 decadasiguientecuan Olor-- -sclaramente en aria y narrativa aparecera rna .. 6 esto es la diferencia entre

    rrar y narratlVlZar, "mule su distinci6n entre na . . 0 el que narra, el creador' 'd 1 do admltlendo que es un

    ofrecerunrelato e pasa 1 t delpasadopretendiendoqueunod Yofrecerun re a 0 . tdel relato 0 narra or, '. P White este enmascaramlen 0encuentra el relato en los hechos mlsmo

    bs..dara -10p~ede obedecer a alguna

    d 1de desctl n or sodellugar del narra or tras e h' de una forma posible de na-motivacian polftica. Esto es, dado que aymas. que podemos defender

    - Ian cuatro) pareClerarrar (en Metahistoria se sen a lohemosinventadosino1 . dieramos mostrar que no

    nuestro propio re ate SIpu l' l'6n no puede resultar enh ismos Esta mora lzac 1

    enc.ontradoenloshec osm ... ' 1 t'vos sobre una realidad neutra. , " de preJUlclOsva ora 1 l'

    una simple Imposlcl0n 'bl stuviera disponible, lamora 1-l'd d . tral fuera acceSl eo e - d d LaYaque si la rea 1 a neu . fi' tenticidad 0 credibili a .., fi perdena e caCla0 au ,zaci6n resultana me caz 0 , . t haber podido persuaslVa-

    . d pendera de Justamen e I' . deficacia de la mlsma ell' d do derivada del ana ISIS eh .do dictada por a rea 1 a ..mente mostrar que a SI _ . 1 uasi6n no significa que e1ec-larealidad, pero haberobtenidoexlto.en ta p~rs

    l'd dh dictado la Ideolog1a. dtivamente la rea 1 a aya . 'habl'litar que se derivase e'. b' ones parecenan

    Ahora bien, estas 0 servaCl 1 ncialmente polftica 0 ideo-Wh' 1 tesis de la natura eza ese d

    10sestudios de He a . :. h' t ria ynarrativa. Tesis para na a16gicade la relacian 0aSOClaClOnentre IS 0 .

    ------:----:-~:=:;::::.. a den White y una filosofla de la historia literariam:~~~-5He trabajado estos temas en,TO~li Hbiana deFilosojfa, l40 de agosto, pp. 73-~8, ~OO~,yUNAM-formada", Ideas yvalores, ReVl~ta 0 omd White heunstica yrealismo figural. ,Dlanola, ,tori~comopromesaincumphda. Hayen , , .M' 'co Vol LI W57 pp.l03-131,2006, I I'd d" en White 1992b, [Laversi6nongmaleXt, " 'I ntaci6nde area I a , ,6 "EIvalor de la narrativa en a represe .en Ingles es de 1987,1

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  • Veronica TozZi

    original dado que no s610ya la habia senalado Hegel (como elmismo White10reconoce en el texto citado), sino que ademas en ello consiste justamentela crltica deAnnales a la historia evenemenueue. Por otra parte, llegados hastaaqurpodna tambten pensarse, 0 bien que habna formas altemativas no na-rrativas de hacer histona ctennfica, 0 bien que no la hay y que debemos des-en~asc~rar a los historiadores para que pongan en juego sin tapujos susmotlvaclOnes polntcas. No es esta la tesis de White. Retomemos un poco masarras -.

    Para White la pteferencia politica de todo texto hist6rico no es un pro-blema adevelar, la preferencia ideologtca es parte de las dimensiones niani-fiestas de todo discurso historico (su superestructura). Esmas, White ha~enalado que en general los historiadores adoptan entre alguna de las cuatroIdeologias senaladas por Mannheim las cuales tienen la caractenstica Icomun de ser "cognitivamente responsables", esto es, de buscar legitima-cion de sus propuestas de cambio 0 conservaci6n del presente a traves delestudio del pasado. En este sentid9, son ideo.logfas realistas en contrapoSi-ci6n a las escato16gicas. 7 .

    . ~odemos en este punto conectaresta caractertzacion de las ideologfasutlhzadas por historiadores y filosofos de la historia del siglo XIX como"cognitivamente responsables" con la suger.encia whiteana de considerarsus obras en terminos de "fonnas de realismo". Unicamente de este modoseremos advertidos no s610del simple hecho de que no hay una unica ma-nera de alcanzar eSte objetivo, sino tambien de que para 10grar el efecto rea-lista, historiadores y filosofos de la historia deben primero (no en sentidotemporal sino de posibilidad) haber prefigurado el campo historico, haberhecho ciertas adopciones onto16gicas acerca de Comoconcebiry c6mo co-nectar agente, actor, circunstancia. Hay cuatro formas basicas que puedencaracterizarse segun los tropos 0 figuras basicas de la ret6rica: la metafora 0simi! (promotora de la trama romantica, la historizaci6n idiografica y la ide-ok)gfa anarquista), lametonimia 0 reducci6n parte a parte (promotora de latragedia, el mecanicismo y la ideologfa radical), la sinecdoque 0 reducci6nparte a todo (promotora de la comedia, el organicismo y elconservadurismo)

    7 La n~ci6n de "~esponsabilidad cognitiva" la toma de Stephen Pep~ry la atribuye a las fomas ex-phcatlVas y a la~ Ideo\ogfas efectivamente usadas por historiadores y fil6sofos de lahistoria del sigloXIX. Yease White, 1992',espec[ficamentepp. 24, 25, 32,33y61.

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    Introduccion

    y, porulttmo, la ironia, aquella figuracton que pone en cuesti6n ~ualq~ierin-tento de relaci6n (promoviendo la satira, el contextualisrrto y el liberalismo).r.a tropologta revelara los cuatro finesbasicos de tales prefiguraciones. Ahorablen, en este espectfico punto la pregunta que surge inmediatamente es: LPorque no anclarse en el analisis meramente po htico de ciertas adopc~ones n:-rrativasyciertos modelos explicativos? LPor que no pensar que es la ideologtalaque determina a las otras dos dimensiones: trama ymodo de explicacion?Porque la sugerencia de que-las~sias historicas no son otra cosa ~ue

    "conrroverstas pohticas 0 ideologicas puede derivar en dos errores: 0 bienque 10politico es epifenornenico y eliminable 0 soslayable ~ neutraliz~ble,o bien, la reversa, que las adopciones poltticas son determmantes. Solo elanalisis tropologico, esto es, la reducci6n lingutstica, develara la naturalezalnsoslayable pero contingente tanto de toda adopci6n polftica, como narra-tiva 0explicativa. .

    En fin, es verdad que los historiadores y los fil6sofos de la historia s~ncognitivamente responsables, esto es, sostienen sus propuestas de ~am~,l0o conservaci6n del statu.s qu.o apartir de su legitimaci6n en la inveStlgaclOnhist6rica. Pero tambien es verdad que el peculiar tramado de pasado, pre-sente y futuro ofre~ido a traves de su relato, es una elecci6n entre otras posi-bilidad~s. S610la reducci6n lingUfstica 0, mas elegantemente, una teoriahist6rica literariamente informada, nos advertira de la contingencia de nues-tras adopciones ideologicas (por su dependencia de prefiguraciones tro~o-16gicasentre la cuales ninguna esmas realista 0 verdadera q~e las de~as).Ahora bien ymas importante aun, solo la reduccion nos advertlra tamblen dela convencionalidad y contingencia de atamos a lasformas tradicionales detramar. Como desarrollara ampliamente en "El fin de la historiografia narra-tiva", la inconsciencia linguistica de parte de la historiografia academica ~s~ambien ~n peligro pues puede guiarnos aconfundir nuestras formas cotl-dianas y tradicionales de narrar con la forma en que los sucesos realmenteocurrieron u ocurren.

    Lanecesidad de abrirse a formas altemativas de discurso yrepresentaciondel pasado sera el tema que oc~para preponderantemente aWhite en los ul-timos anos. Pues el siglo XXpresenta como novedad, segun 10ha senaladonuevamente nuestro autor, la ocurrencia de 10que llama distintivamente"eventos modernistas". Almenos se pueden indicar tres caracteristicas com-partidas que habilitan esta denominacion y clasificaci6n:

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  • Ver6nica Tozzi

    -1. Expansion masiva de la poblacion, urbantzacion y economtas inter-nacionales, hambrunas, polucion de la ecoesfera, guerras y genocidios ... Suescala los hace inmanejables pormedio de las categonas tradicionales de re-presentacion'! explicacion historicas, ellos no seprestan a sfmismos anarra-tivtzacion.

    -2. Lacasi contemporaneidad de ocurrencia y registro via el desarrollotecnologico y enmascaramiento de lamediacion por la dtgitahzacion y el cineque ponen en cuestion la idea tradicional de percepcion misma.

    -3. La transformacion cualitativa de 10que se suele considerar como unevento historico, una transformacion que requiere nuevas categonas parapensar acerca de ellos y nuevas tecnicas de representacion para asir su formayaspecto.

    ILano cion de evento 0 acontecimiento modernista trae una vezmas a re-

    flexion la sostenibilidad de distinciones presupuestas en historia y filosofiade la historia. Ladistincion entre ser y aparecer, interior y exterior, estilo y ser,representar y experirnentar, Laantinarrativa modernista es ese discurso quejustamente se hace cargo de la imposibilidad de discriminar la experienciapar un lado y la representacion par el otro. El estilo modernista abre el espa-cia para que se presentifique tanto la experiencia como la representacion delacontecimiento modernista. Lavoz media, antecesor del modo intransitivopropio del estilo modernista, se ofrece como cntica a la disciplinacion quesiempre se impone la historiograffa profesional de domesticar can los hechoslos acontecimientos. Elpunto adestacar es que la noci6n de evento a aconte-cimiento modernista pone en j aque incluso una distinci6n can6nica para lahistoriograffa: aquella entre acontecimiento y hecho, esdecir, entre lasmerasocurrenciaS y su descripci6n para serincluida enuna narrativa. Loshistoriado-res transforman la informacion sabre "acontecimientos" ("events") en "hechos"("facts") que sirven como materia para sus argumentos. Losacontecirnientosocurren 0 se dan; los hechos son constituidos por la subsuncion de los acon-tecimientos bajo una descripci6n, es decir, par actos de predicaci6n.8

    Podrfa acusarse aWhite de imprecisi6n en sus usos de las nociones de"acontecimiento" y "experiencia", no obstante esta imprecision podna justi-ficarse en el hecho de que 10 que hace humane a un acontecimiento -comodistinto de uno natural-es que lamanera en que son experimentados por los

    STerna tratado en el ensayo nurnero 5 de la presente colecci6n.

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    Introducci6n

    I I I'S humanos no es externo al acontecimiento sino constitutiva del mismo.I ,Iii experiencias tambien forman parte del suceder 0 acontecer, Ahora bien,!til II como sea que caractericemos la nocion de "acontecimiento'', 10 que11\llc.!a descartado en el caso de los acontecimientos modernistas es su cons-IIIuclon como hecho de una narrativa clausurante en su significacion. Ello se1 nuecta a su vez con la problernatica distinci6n entre representaci6n yreali-111\11 (representary ser). Pues en terminos whiteanos toda;:sp(esentaci6n re-HII ta (incluidas la modernista y la narrativa) es constttutiva del pasado deucuerdo con las convenciones culturales disponibles, en otras palabras, lasI I invenciones de representacion realista compartidas por una comunidad.A Ilora bien, elmodernismo literario pareciera serun estilo que, en su trabajoIIt- constitucion. hace trastabillar la constituci6n misma del acontecimiento.l'odrta sugerirse que al hablar de "acontecimiento modernista" y "experien-I hi modernista", White esta suginendo que se trata de ocurrencias indepen-II lcntes 0 previas a su constitucion lingutstica como hechos histoncos.1\ istamente, todos los ejemplos citados por White nos muestran que sucesoscomo el asesinato de Kennedy, la explosion del Challenger, el11/9 son aeon-u-ctmtentos constitutdos-ocurridos en su misma transmision-representa-clon. En el caso de los genocidios 0masacres, el modernismo incide en laronstitucion par la represenracion-transmision testimonial de los sobrevi-vlentes. No remite a como son experienciados sin representacion ni a comoocurrieron sin apelar a la representacion que de ellos tenemos. Portodo ello,la fuerza de su ser constituidos totalmente en la transmision -representacionlmpugna el intento de constituirlos en un hecho historico, en un elementode una narraci6n,

    Mehe tornado la licencia de organizar los artfculos en dos partes segUnsuproximidad tematica: la relacion entre historia y narracion, porun lado, y eldesafiode los acontecimientos modernistas ala historia pro fesional,por elotro.

    Los artfculos correspondientes a la primera parte nos ofrecen nuevos es-tudios sobre la relacion entre historiografia ynarrativa para develar la base'politica e ideologic a de esta asociacion y la insoslayable apelaci6n a la teonaliteraria para dilucidarla. Vistos desde esta perspectiva, estos cuatro trabajos~esultan fundamentales para aclararinterrogantes planteados en los tres pri-meros libros deWhite.9

    9Yease la bibliografia de White al final del volurnen.

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  • Ver6nica Tozzi

    En "Lahistoria literaria de Auerbach. Causalidad figural e historicisrno.modernista". White dice encontrar en Mimesis, la representaci6n de la realidad .en la literatura occidental, IOunconcepto apropiado de realismo: el "reahsmofigural", que podra promisoriamente extenderse a la historia en general.Atravesando diferentes obras de la literatura occidental desde Homero hastaelmodernismo literario deWoolf y Proust, Auerbach describe, porun lado,como cada una de ellas ha propuesto conexi ones entre los acontecimientospara representarlos adecuadamente y, porel otro, las conexiones que seesta-blecen en estos sucesivos intent os de representacion. Es par ello, senalaWhite, que Mimesis es tanto una historia del realismo literario occidental,como un intento de producir una concepcion de 10que esuna historia de su-cesivas formas de representar. La noci6n que nge y se revela en la historia que

    rMimesis relata es la de "figura" 0 "Interpretacion figural" que habilita apro-piarse retrospectivamente de algun acontecimiento pasado en terminos deuna Figuray a los sucesos posteriores con los que se10relaciona como la con-sumacion 0 cumplimiento de 10figurado en el anterior. ElRenacimiento Ita-liano se conecta figuralmente con la Cultura Grecolatina, en tanto esta 'apunta al Renacimiento y este consuma aspectos de la primera. El NuevoTestamento espara los cristianos como un cumplimiento 0 consumaci6n delas Antiguas Escrituras. El realismo figural entonces permitira explicar la re-lacion entre las representaciones hist6ricas de la realidaci y la realidad, la re-laci6n entre una representaci6n y su contexto, y la relaci6n entre las sucesivasrepresentaciones mismas.

    "La historiografia como narraci6n" y "El fin de la historiografia narrativa"efectuan sendos analisis de caracter sistematico sabre la relaci6n entre escritohist6rico ynarrativa, es decir, si la historiograffa es en s1misma narrativa. Elprimero de enos esun esfuerzo por discriminar losdivers ossentidos y proble-mas que seocultan tras la consideraci6n de la supuesta naturalidad de laexpre-si6n "historiografia como narrativa". El segundo trabajo pregunta ademas porla distinci6n entre relato hist6rico e ideo16gico,esto es, sipuede concebirse quehay relatos hist6ricosjdeo16gicamente neutrales. Tresinterrogantes se susci-tan apartir de la alianza entre historia y narraci6n: primero, c6mo estudiar elpasado y sus procesos, segundo, por que elegir la narraci6n como modo dis-cursivo en el cual hablar acerca de los procesos hist6ricos, y,por ultimo, si la

    IOTraducci6n de I.Villanueva y E. Imaz, Fondo de Cultura Econ6mica, Mexico, 1950.

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    Introducci6n

    II lH'esentaci6n de los procesos historicos en forma de relato tiene ademasII, irza explicativa alternativa ala de losmodelos legaliformes de explicaci6nt II'nUfica.El termino narracion, senala White, es ambiguo, hace referenciauuuo auna manera de hablar -inevitable al hablar del pasado-como a la es-It nctura de un discurso distinguible de otros modos de hablar: disertativo,Illtl16gico,ltrico, deliberativo, etc. Lahistoriografia desde sus comienzos haiulhzado diversos modos de hablar por 10eual, senala White, la cuesti6n deIIIh1storiacomo narracion es espuria si se quiere encajar al discurso historicoyll sea en unaforma narrativa unificada 0 en una no narrativa. Cuando estaHl\\biguedad es SOS~yadasehabilita a transferir a los hechos la estructura deIIlgunade las formas se discurso.

    El relato contado es na alegorta de como puede decirse que los eventosrcales replican patrones estrueturales de tipos genericos de relata. AhoraIlien, recuerda White, no tendrta sentido distinguir un relato de una cronica'11 no hubiera mas de una manera de tramar, por eso la cuesti6n de la prefe-Iencta por algun modo de tramar solo remite a alguna perspectiva moral. Nosc trata de exponer una teorta del escrito historico que niegue la realidad delpasado, sino de advertir que aun cuando acordemos todos en que no haynlgocomo una logica del narrar, no obstante hay, afirma White, formulas deIlarrarclasificables como los tropos, usados en cualquier ftccion. No se tratade negarreferencia al relato htstorico sino de reconocer que "lanarracion"j')roducidapor la narrativizaci6n de los hechos registrados en la cr6nica tienedos referentes: por un lado, los hechos mismos y,por el otro, la estructura dellamagenerica elegida para servir como elmodelo para codificar los hechoscomo una narraci6n. White apela, para profundizar sus reflexiones, alas no-ciones de Freud en "El trabajo del sonar" (condensaci6n, desplazamiento,simbolizaci6n y revisi6n secundaria) y a 10que Barthes caracteriz6, en" Eldiscurso de la historia", como la sustituci6n subrepticia de significados (con-tenidos conceptuales a ideacionales) por significantes (los referentes putati-,vos,loshechos del discurso). Es importante senalar que sus consideracionesno pretenden alcanzar a todo discurso historico. Hay discursos hist6ricos,segun nuestro autor, cuya totalidad no esta integrada en un relato, aunquecontenga cono partes constituyentes relatos, s610 que estos tendr1an unpapel anecd6tico 0 ilustrativo mas que estrueturador, "

    En "El fin de la historiografia narrativa'; retomara observaciones de Bar-thes, Braudel, Ricoeury Lukacs sobre estos t6picos. Es en este mismo texto

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  • Veronica Tozzi

    donde formula de manera mas clara el punto de su cntica a la pretension derealismo narrativo historico, literalmente:

    La cuesti6n del contenido ideologico de la representacion narrativa de la realidadvajunto con la autoridad cogninva de los diversos tipos-genericos de trama dis-ponibles dentro de una dotacion cultural dada para la provision de los eventosreales con un tipo especifico de significado-relate y no sobre la autoridad cogni- .tiva de un modo genericamente narrativo de hablar acerca del mundo.!'

    Dado que este escrito se origina en una ocasion de homenaje al profesorJerzy Topolski, quien ha sido pionero en la propuesta de discriminar diversosmveles de analisis de la narrativa historica, White retomara el tema pero enterminos de la distincion figurativo-literal. Su objetivo no es deshacerla sino'sofisticarla. Para ella se involucrara cnticamente tanto en la propuesta deWoodward de una distincton entre dos ordenes de contenido (hechos yar-gumentos) y dos ordenes de forma (generico y modal), como en la teortamultiplanar del discurso de Hjelmslev.

    "En contra del realismo historico. Una lectura de La guerra y la paz" seocupa de la relacion entre la novela historica y la historia academica. La tem-prana novela hist6rica del siglo XIX fue un producto de dos desarrollos ape-nas imaginables un siglo mas tarde: la transformacion de la historia en unaciencia y el desarrollo del romance como un genero literario serio. Desde elRenacimiento a traves del Iluminismo, el escrito historico era consideradouna rama de la ret6rica y el conocimiento hist6rico primariamente una ayudaala pedagogia. Aprincipios del siglo XVIII la historia es expulsada de la cate-gona de las letras refinadas (genteel letters) y ligada ala filologia, la paleografiay la diplomacia, para finalmente en el XIX establecerse como una ciencia enlas universidades y oficialmente comprometerse con el estudio objetivo delos eventos reales tal cual fueron y su descripcion en una narrativa verdadera(en oposicion a una ficcional). El texto vuelve una vez mas al topico de la his-toria como narrativa y su promocion con el realismo historico, solo que enesta ocasion, comosu titulo indica, a naves de un recorrido por Laguerra y lapaz, pues si bien un tratamiento historico de los eventos consiste en revelaruna secuencia (entramado narrativo) en ellugar de 10 que parece ser una

    IIArticulo 3 de la presente edici6n.

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    Introducci6n

    1IIl' n\ serialidad (cronica), Tolstoi, apunta White, se resiste a la secuenciali-,lilt l debido a que trata con la historia y el no cree que esta tenga una trama.( ,(lI1secuentemente,Tolstoi se asienta en la cronologfa como el principio or-1'1I111zantebruto de su retrato de la vida en Rusia. . ., Losensayos que forman la segunda parte de este volumen abordan el desaftoIIIisentado por los llamados "acontecimientos modemistas" ala historia acade-II\leay a la narrativa tradicional. Los arnculos se ocuparan por tanto de resca-IIll'diversa~a~terarias y expr~siones artistic.as no escritas que se ofrecen( umo altemativas d~presentaCl6n no domesticadoras del pasado.

    En "El evento historico" afronta diversas distinciones tradicionales msos-lilyables pem problematicas de la historiografta y sus consecliencias pohticas('It el mundo conternporaneo. Dado que la diferencia entre pertenecer a la1\lstoria 0 estar fuera de ella, tener una historia 0 carecer de ella atraviesa las(Iesigualdades de poder al interior de los estados nacion as! como tambien en(.1panorama globalizado -persistente en la divtsion entre patses centrales ypcriferia-, la cuestion de como conceptualicemos y delimitemos la aparen-Icmente natural nocion de "evento historico" no sera inocente. La propia no-cion de "historia" como condicion de 10 verdaderamente humano, .lasdiferencias entre el "pasado practico" y el "pasado hist6rico" ,entre "eventosnaturales" y eventos sobrenaturales" son rastreadas hist6ricamente porWhite con el objeto de no 5610problematizaren terminos epistemicos y lin-gtifsticos la no cion de evento hist6rico, sino de crear el marco teoTico ade-cuado para abordar una novedad de caracter "horroroso" del siglo XX: laocurrencia de los eventos modemistas. La versi6n canonica de la distincionentre evento y hecho remite a que un hecho es un evento bajo una descrip-cion 0 una predicacion. La descripcion involucra un elenco" de atributos delevento, la predicacion en cambio involucra incluirlo en alguna clase y nomi-narlo de manera apropiada. Ambos procedimientos se suponen, en alglinsentido, reglados por las normas convencionales institucionalizadas en lapnlctica historiografica. Ahora bien, la supuesta diferencia entre un eventoque meramente ocurre y un hecho que es establecido se vera en problemasno solo porque los hechos mismos son eventos -eventos discursivos acercade otros eventos del discurso-, sino porque tambien, ambas nociones,("evento historico" y "hecho hist6rico") se veran desafiadas en su aplicacionpara el caso de sucesos como el Holocausto y elll/9. White no esta haciendoen este punto afirmaciones taxativas, sino mas bien, intenta plantearun in-

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  • Ver6nica ToZZi

    terrogante acerca de si se trata de un tipo absolutamente nuevo de evento, in-cluso emblernatico de una nueva era y paradigmatico de una categoria deeventos historic oshasta entonces inimaginables-eventos que requerinan,por consigui~nte, la busqueda de nuevos principios de expltcacton., 0,alter-nativamente, advertir tal vez que su inesperabilidad e inimaginabilidad soncontextuales. .

    Por otra parte, una preocupacion persistente en la tardia literatura whiteanaremite a lacuestion de si lasnuevas y constantemente revolucionadas tecnolo-gias evidencian una capacidad para producirnuevos einesperados eventos alpunto de atribuirles lacapacidad decambiar lanaturaleza de los eventos. El tra-bajo secompleta con un seguimiento entice de diversos desafios ala nocion deevento histonco en ~l.Sig~~XX(com~ porejemplo el de la escuela deAnnales;astcomo de su rehabilttacion yreconceptuahzacton porparte deVeyne,RicoeuryBadiou, entre otros. .

    En "ElPosmodernismo y las ansiedades textuales", conferencia sobre 10que el posmodernismo podna ofrecerle a Europa oriental en 1999 Whitebusca ateriuaryrevisar la creencia de muchos aoadernicos ~sos y occ;denta-les en torno il. que la victoria del capitalismo occidental sobre laUnion Sovie-tica (comunismo) confirma la validez no solo de la ciencia social occidentalellibre mercado y la democracia americana, sino tarnbien la conciencia his~torica burguesa. Frente ala necesidad de reconceptualizar los pasados de lascomunidades europeo-orientales, estos academicos rechazan el materia-lismo historico y asumen losmetodos socialcientfficos burgueses de recons-truccion y explicacion historica. El punto es queuo hay una rnetodologfaespecffica necesariamente, del mismo modo que la propia cuestion de su uti-lidad 0 no sera netamente contextual. White ace pta que efectivamente elposmodernismo socava la naturaleia de la idea occidental de conocimientohistorico, pero 10 afirma con el objeto de reclamar que el historiador se res-ponsabilice por la construccion de 10 que previamente habfa pretendido des-cubrir. Efectivamente el posmodernismo convocaa tratar la idea modemade la determinacion puramente factica de conocirniento historico comosiendo ella misrna construida. Pero ello es en parte una respuesta a los acon-tecimientos modernistas propios del siglo XXcuyas caractensticas -expues-tas detalladamente en este texto-los hacen inrnanejables por medio de las.categonas.tradicionales de representacion y explicacion historicas, ellos nose prestan a sfmismos anarrativizacion. Una vezmasWhite no apela a la irre-

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    Introducci6n

    1111I1c.:ntabilidadsino a la imagtnacion y ala busqueda de novedosos recursos1111 rurtos disponibles para producirnuevas tecnicas ymedios de represen-Illdos. Elargumento advierte que, si bien los rastros del pasado indican queI ,tit' una vez existio, su propta sobrevivencia no es un efecto de lasfuerzasI uusales que originalmente 10produjeron. Nuevamente White se ve en la ne-I I".ldadde aclarar que lasnociones posrnodernistas de historia son informa-1111'1 por una cntica de la ideologia del objetivismo, 10cual no quiere decir que'II' opongana-la~a~x adhieran a la ment~ra, la ilus:on, la ~antasfa0 la fie-f ton. Masbien, segu~hite, elposmodermsmo estana mas mteresado en laI,'alidad que en la verdad.asumiendo que esta es construida tanto como des-1'( ibierta, por 10 cualla objetividad misma se anoticiana de su pro pia natura-leza construida.

    "Ftccton histonca, historia ficcional y realidad historica", "Realismo Fi-gural en la Literatura Testimonial" y "Discurso historico yescritura literaria",1105ofrecen nuevasconsideraciones en tome a 10 que podna involucrar aislarIn historia de la ficcion, Es decir, en lugar de tratar de pensar un criterio dedistincion entre discurso historico y discurso ficcional,White invita a pensarpor que lahistoria no estana interesada en 10ficcional. Ello sera posible si tra-t~mos de elaboraruna distinciqn entre factico y real, incluyendo el reino de10posible en 10 real, reino que excede a 10 verdadero. White sigue a de Cer~teau en este punto, pero es relevante decir que la distincion no es exc!usiva delas reflexiones de la historia. White por otra parte es consciente de que estadistincion es totalrnente relevante para pensar la practica cientffica actual, y,en este punto, no se si con justicia, White sefiala que la historia rechaza 10po-sible y por ellomismo seprivade seruna ciencia como la ciencia modema. 12

    Por otra parte, tambien se detiene cnticamente en la idea ingenua de lite-ratura como aquello que trata de 10 imaginario y/o es efectuada solo como di-version. justarnente, senala White que los grandes modernistas comoFlaubert, Baudelaire, Dickens, Proust,Joyce 0Woolf, estaban interesados enrepresentarun mundo real.en lugar de uno ficcional tanto como cualquierhistoriador moderno. No qUiere decir que el escrito ficcional no puede serescrito literario. Es solo decir que no todo escrito ficcional es literario y, mas

    12Es mas, la filosoffa de las ciencias tambien ha producido distinciones de esta naturaleza. Pense-mos en Roy Bhaskar ARealist Theory of Science, The Harvester Press, Brighton, 1978 y su estratifi-caci6n del mundo en tres dominios: 10 real, 10actual 0 factico y 10empfrico.

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  • Ver611ica Tozzi

    aim, existen nurnerososejemplos de escritos Iiterarios no ficcionales. En fin,reitera~aWhite, 10que es inventado no puede ser distinguido facilmente de10que no es inventado, es.una cuestion de tropo y figuracion. i:En que sen-tido? l.en el sentido de que inventamos el pasado en ellenguaje? Obviamenteno, sino en el sentido de que la figuracion es un artificio necesario para atri-buira las personas roles a cumplir en las narrativas. Ast, la tropologizacion esnecesaria para hacer las clases de conextones entre acontecimientos que losdotan de un significado de trama. El arte puede asernejarse a la vida pero la 'vida no se asemeja al arte, senala White, ni siquiera cuando tiene la intencionde hacerlo. Lasclases de tramas-que dotan conjuntos de acontecimientos designificado existen solamente en el arte, no en la vida. 13

    Es en este contexto que los tres trabajos coinciden en analizar 10que hatllegado adenominarse "literatura testimonial" para reforzar la distincion dede Certeau entre verdadero y real. Ejemplos de ello 10proveen Mrs Dalloway .de Virginia Woolf y Si esto es un hombre de Primo Levi,donde alcanzaruna fi-guracion realista no solo no se reduce a asegurar 10verdadero de acuerdo con'la evidencia sino que esquiva la posibilidad de qu~ real y verdadero entren enconflicto.

    Tanto Levicomo sus comentadores han recepcionado Si estoes un hombre. segl1nsu proposito de testificarresponsablemente el Holocausto con un len-guaje literal (emulando su practica de qulmico). Pero a 10que llama la aten-cion White es que el uso del Dante por parte de 'Levipara tramar su propiorelato permite ver el alcance al cual un tratamiento literario de un aconteci-miento real puede atribuirse con el modalizador realista 0 acorde con la ve-rosimilitud historica. White se detiene varias veces en los topos y troposutilizados por Levi para darnos una imagen de su compafiero Henri al queiguala con el San Sebastian de Sodoma 0 la Serpiente en elJardin del Eden,pero no con el proposito de denunciar su apartamiento de la representacionrealista, inventando y contradiciendo las normas referenciales, sino para su-brayar el hecho de como esasecuencia de figuraciones es completa y explici-tamente referencial de una persona real en un tiempo y lugar real.

    En estos textos White se acerca notablemente ala consideracion de Dantosobre la distincion entre literatura ehistoria 0 representacion artistica ymerarepresentacion justamente en su afirmacion de que esLevi quien demuestra

    13Vease el ensayo 9 de la presente edici6n.

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    Introducci611

    II Il!llectores la diferencia entre una consideracion meramente ver1di~a ~V" I'dadera de un evento -del tipo de las 0frecidas por la mayona de los so revi v\C!ntes-y un tratamiento artlstico de un evento real ~n su pasado qu~.tras-I tenda la dtsuncion verdad- realidad. Pero, adiferencia d.eD~ntod~ ~~eesI t Iclerta manera enrico de 10que denominala profesionalIzaClon e a_lSt~-III\ El punto no es nuevo, como bemos adelantado en las breves resenas e111M' srnculos incluidos en este volumen, exigir que la hist~ria ~erc~ne su co-III'xt6ncon la poetica, la retonca, la filosoflay la literatura Imagmatlva (l~no-vela) arriesga a casar aT~lhis-to~con algunos ~i~0~4detrama genenca yIIIlvarla de otras tecnicas y disposm~os de expreslOn. ,

    ~stamente, sefialaWhite, puede sospecharse que loque Ranke y sus segul-lo:es realmente hicieron fue "novelizar" la historia al tlempo que la pnvablanI , . . d' cionyrepresentaclon, osdc aquellas tecnicas yrecursos Imagmatlvos emven". " "('\lales fueron en adelante exiliados al dominio de la ficclOn .E.stoes, pensar(ILle10figurativo, 10retorico, 10poetico es exclusivo de algo estnctame~te de-1\mitado como el dominio de la ficcion entendido como 10merame~te m~en-t ado no real, arriesga a la historia no solo aprivarse d~recurs~s d~sCurslvosl ue !ontribuiran amejorar sus representaciones de ~e~hdad~sdlficllesy co:n-1;1ejas0 incluso alejadas de nuestra experienciacondlana, smo que p~or ;un,lacasa con estilos de trama generica de los que no es consciente y que mc uso,en su desconocimiento de alternativas, toman por 10real. . .

    " l' f' 1 "y"DiscursohistOriCo., .."ademascomCldenenparte, Rea Ismo 19ura .. , . d 'd'd .en la seleccion de algunos de los pasajes de Leviparaanahzar. He e~l 1 0m-cluir ambos textos en esta compilacio~ pue~ cada ~no de e;,10s~~:~~~ ~~tema comlin en contextos diferentes. RealIsmo flgural.... ~o .rna orrelevancia para aquellos interesados en la disputa hlstona Ym~m~~adel~asado reciente y ellugar del testigo y su testimonio para su aproplacl~~.'" h' t' .co " trata los textos de Levi en el contexto de la relaclOnDISCurSO IS on .. . . " d 1 .entre historia y literatura pero no tanto en terminos de la asoclaCl~n e apn-mera con la verdad y la segunda con la ficcion sino por el contra~o y:~ncon-sonancia con 10dicho hasta aqui, como un ejemplo ~: desaCtlVa~lOnd~l~ ,idea ingenua de que la literatura es esencialmente ficClOnen el sentldo de m

    v~ncion y entretenimiento.

    14 He trabajado en profundidad esta conexi6n entre White yDanto en LaHistoriasegtin la Iluevafi-losofiade lahistolia, editorial Prometeo. 2009,

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  • Veronica Tozzi

    Sibien "Historiografia e histortofotta" tieneya mas de dos decadas, result ade especial interes en esta coleccion de arnculos por su paseo por las formasalternativas no discursivas de representar los eventos. Espectficamente in-daga en 10que ~a devenido en llamarse la "htstoriofotta" (Historiophoty), larepresentacion de la historia y nuestro pensamiento acerca de ella en image-nes visuales y discurso ftlmico. El punto deWhite, siguiendo el ensayo deRobert Rosenstone, sera doble. Por un lado, analizar si estes recurs os deapropiacton del pasado suscitan algun peligro de desplazamiento para la his-toriografta, en el senti do de que el cine (y el video) resultan mas agudos pararepresentar paisajes, escenas, armosferas, eventos complejos como las gue-rras, batallas, multitudes y emociones. Pero tambien debemos atender a lacuesnon de si la historiofona debe someterse a losmismos criterios de verdadque gobiernanla historiografta acadernica. Los films documentales, las"docu-ficciones", etc., han recibido y reciben actualmente muchas crtticasdesde la academia por las supuestas licencias que sepermiten sus directores.Ahora bien, en relaci6n con todo 10que hemosvenido exponiendo, el puntode White sefiala, por un lado, que, si distinciones como las de aconteci-miento y hecho, hechos "hist6ricos" y no-historicos (hechos "naturales"),etc., semanifiestan tanto imprescindibles para elejercicio del conocimientoespecfficamente historico asf como inestables en los acuerdos acerca decomo trazar ellimite, ella deberta llamarnos la atencion acerca de la natura-leza constructivista de la empresa de los historiadores. Portanto, rescatandopositivainente la consideracion de Rosenstone sobre el film documental, de-vuelve la fuerza del argumento contra la historiofotfa hacia aquellos que, alpronunciaresos argumentos, parecen ignorar que la historiofotfa compartelas mismas limitaciones que cualquier clase de historiografia.

    Para terminar, me gustarta compartircon los lectores de esta compilaci6nmi propia lectura de todos estos trabajos deWhite. Esusual para todos aque-110sque dedicamos la investigacion a dilucidar el estatus cognitivo de la his-toria que, aun reconociendo lamultidimensionalidad propia de todo trabajocon el pasado, insistamos, no obstante, en aislar algun ambito 0area especf-ficamente epistemica depurada de toxinas ideologicas y esteticas, recursosestos de utilizaci6n mas libre para miradas al pasado 0 bien desde 10literarioo bien desde las polfticas de la memoria. Las reflexiones te6rico-literariaswhiteanas, as! como su preocupaci6n por los acontecimientos modernistas,me conducen a advertir que a la hora de involucrarnos en las disputas por la

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    Introducci6n

    111"nptacion del pasado reciente, algo urgente en nuest~o pats, de~~mos re-I Iuiocer ahtstorta, lueratura ymemoria hdiando con lamtervenclOn-nego-I Itlc16n de cuestiones eptstemicas, politicas y retorico-expresivas. SerII ,ponsables en nuestra captacion de las transfo~aciones tanto teo~casI umo polfticas del siglo XX, l.no obligartan a cuestlOn~rnue~tra a~he~lOnaII\ .Cincionesesenciales como las de historia ymemoria. 0htstoria y litera-IIIrl\? Creo que no, pero en el sentido de que las dimensiones epistemi~a, es-I"Ucay practico-politica soh relevantes por igual para l~s tres espacios de1I':,\1zacionhumans: la h~~moria y la literatura. No se trata de unaIKualacion Iacilista sino de un Ilamado a responsabilizarse por to.doslos re-I'II\"SOS a los que hemos echado mano en el intento de ofrecer una Imagen re-

    "lIstay significati"vadel pasado.

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  • -I .ahistoria literaria de Auerbach.( .uisalidad figural ehistoricismo modernista *

    1'1\,1prefacio aTh,Politicaluncon~JamesOns'nal6 que "po-III 11105observar que la tarea de la historia literaria actual es de una pieza con111111~llapropuesta' por LouisAlthusser para lahistonografta en general: no seI J ,II II de elaborar algun simulacro realista logrado de su supuesto objeto, sino11""1 bien de producir el concepto del mismo". 15Jameson prosigue luegoI IIundo Mimesis de Auerbach como un ejemplo del tipo de obra que tiene enII Jl'nte. "Esta es, ciertamente, 10 que las gran des historias literarias modernas111l\odernizantes-como Mimesis de Erich Auerbach- han intentado llevar aI'I\bo,si no en su teoria, en su practica cntica". En este ensayo intento prose-p,llir la linea de pensamiento prefigurada por Jameson e indagar en el con-I-epto de historia literaria elaborada en el traba]0 deAuerbach, en especial enMimesis. Arguire que Auerbach articula una versi6n distintivamente moder-nlsta de ese historicismo del cual el fue tanto un historiador como un te6rico,y que Mimesis en sfconstituye una aplicacion de tal historicismo modernistan la historia de la literatura occidental. 16Finalmente, sugerire que la noci6n

    'Iraduccion de Nicolas Lavagnino."Ejameson, ThePolitical Unconscious: Narrative as a Socially Symbolic Act, Cornell University Press,Ithaca, 1981 [Documenlos de cultura, documenlos de barbarie, traduccion de Tomas Segovia, Visor,Madrid, 1989. N.deT.].IOUtilizo la ahora mas convencional traduccion, "historicismo", para 10que Auerbach denommoHislorismus, traducido como "historismo" en la version inglesa de Mimesis. Por Historismus Auer-bach entendla, siguiendo a Meinecke, la vision de mundo que identifica a la realidad con la historia,mas que con una realidad noumenica, teologica 0metaftsica. Antes del fin del siglo XVIlI, dectaMeinecke, el significado de la historia era siempre referido a cierto fundamento extra-temporal 0trascendenta1. Despues de Herder yGoethe, y especialmente en Ranke.la historia misma devienefundacional y el significado de los acontecirnientos humanos es establecido porrnedio de una refe-rencia puramente "intra- histories". Auerbach ubica las declaraciones tempranas de esta perspectivade mundo en la obra de G.B. Vice, el cual, como Auerbach dice, procede a partir,de la identificaci6nde la naturaleza human a y la historia hum ana. Vease Auerbach "Vico and the Aesthetic Histori-

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  • Hayden White

    de causalidad fi . 1 dd. .. gura pue eproveerunaclavepara1acomprensi6ndeloque

    es lstmnvament hi ... d e istoncista y modemista en el concepto de historia litera-na ~A~erbach, si no en la historia en general. .

    SlMlmesises-com J d 1 .'. 0 ameson ec ara- un ejernplo del intento de produ-Clre1concept::od 1 h t . 1 ..1. e a IS ona iterarta, el concepto en cuesti6n es uno pecu-iarmente estet] E M . 1 ..

    1. . co. n Im~slse contenido espectfico de 1ahistoria delrea ismo hterario 0 .d tid1 "f . CCI en a se emuestra como consistente en la Figuradea 19urahdad"m' "idea" . -. .. isma, y su 1 ea como mherente a la nocion de cumph.mIen to (E ,r;ll) .

    . Yju ung progrestvo de esa figura. En una palabra Mimesis pre-senta la hlstoria lit . 'fizurali 1 erana como el relato del cumplimiento de 1aFigurade 1agurahdad 17E t di .

    d 1.'. S 0se Ice para afirmar que el concepto de 1aliteratura occi-

    enta COnSlsteen e1 .. dII ) reconOClmlento e que toda representaci6n (Vorste-ung es tamb' - I. len una presentaci6n (Darstellung) y como tal alienta a losescntores occid 1 1d "1_. d enta es en e esarrollo de una pnictica de innovaci6n esti-lstlcaca avezrn' d d .'" eJor a apta a a 1adescnpci6n de una realidad tan variadaen sus lorlllas com -1 . I.d I . 0mu tip e en sus significados. Lahistoria de 1aliteratura~C~l ednta d~spliega una consciencia cada vez-mas acabada del proyectoumco e la nllSma 1 1 . ., e cua no conslste en otra cosa que enla consumaci6n desu promesa singu1 d . .ar e representar 1areahdad de manera realista Ydebidoa que esa realidadd .es construl a como consistiendo en una natura1eza hu-mana que esta modu1 d h t - . .d. a a ISoncamente, 1ahistoria de su representaci6n nopue e arnbarnunca a un cierre definitiv~, de Iamisma manera que su ori-

    cism",enScenesfromth D '(E . ..p.198. e ramao) uropean LIterature: SIXEssays, Meridian Books, New York, 1959,

    17AqufdebemosnotarlainsistenciadeAue b h "F " .deesteensayoen Figur d Y< I d r ac ,en 19ura ,enSlXessays [hayversi6ncastellanatomoaladistin .. a, t~a . 0 an a Garcfa yJulio Pitrdos, Trotta, Madrid, 1998. N. de T.J en

    ClOnentre mterpretaci6n fi I I . (bd 'neutica cristiana 10. . 19ura ya eg6nca I I ., p. 54). Nota que en la herme-en la exproPiaci6nsc:~~:~~~~:E7 mterpretados ale~6ricamente en terminos cristianos (comoCommedia pore l' g ogacuartade Vlrglho). PeroAuerbach observac6mo,en la63) De est~ man~e~ o:IDante relaclOna 10pagano y 10cristiano no aleg6ricasino figuralmente.(p.como una "figura:'~ ;;gllO es presentad~ no tanto como "una alegoria para la raz6n" sino mas bienoilio hist6rico e e 'poeta-profeta-gUla, ahora cumplimentada en otro mundo".(p. 69). "EIVir-o' sconsurnado porelhabitant 11 b "( 6)sobreVico en'V" d h . . eene 1m 0 . p. 9 Porlotantoensucomentariola filosona de la h;~~~~ d t ~Aesthetl~ H~stOricism", t~mbien en s~essays, Auerbach sugiere quebre" de Vico (la Era d 1 eDlco es en Slrnlsma figural. La Imaglnacl6n poetica", del "primer hom-

    e Os loses) esuna "figura" A b h . d I ". . .de la "tercera Era" (I d Ih b ' , uer ac suglere, e a Imaglnacl6n poetica"a e om re),quelacumplimenta.(p.194)

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    La historia literariade Auerbach. Causalidad figurale historicismomodernista

    f\l'1I ulttmo tampoco puede ser idennftcado." De esta manera, apesar de queIIIhlstoria de la literatura occidental despliegalaestfuctura de trama de una11'( lcncion, esa redencton toma menos la forma de cumplimiento de una pro-Illt.:saque la de una siernpre renovada promesa de cumplimiento.

    La nocion de cumplimiento es crucial para comprender la naturaleza pe-I i(liarde la concepcion de redenci6n hist6rica de Auerbach. Leprovee coniIn equivalente modemo del tel os clasico y con un equivalente secular delrlJJocalipsiscristiano. Le perrnite dotar a la histona con el Significado de un/ll'Ogressushacia una meta que nunca es plenamente realizable, ni siquiera to-tnlmente especificable. Lebrinda unconcepto de un modo de causacion pe-cultarmente hist6rico, que difiere tanto de antiguas nociones teleologicas.por un lado, como de nociones cienttficas ymodernas de corte mecanicista,. .pore1 otro. Propongo denominar a este modo distintivamente historico de.('nusacion con el terminG de "causalidad figural". Lamisma informa el pro-ccso por medio del cualla humanidad se auto-realiza por medio de su capa-cidad Singular de cumplimentar las multiples figuras en y pormedio de lascua1es1arealidad es, aun mismo tiempo, representada como un objeto paralacontemplacion y como un premio, un pretium, un objeto de deseo digno delosesfuerzos humanos por comprenderlo y controlarlo.

    Lanoci6n de ErJullung debe ser comprendida aqui como un tipo de fuerzacausal an6ma1a, no determinista 0 como un fin a-teleo16gico. Un cumpli-'1'l:llentohO resulta e1efecto determinado por una causa previa, 1arealizaci6nteleologicamente gobernada de un potencial inherente, 0 la actualizacion he-geliana (Verwicklichung) de una noci6n informante (Begrifj). EItipo de Er-fu-I.Iungentrevista por Auerbach es de la especie sugerida por lexemas prefijossin6I).imosen ing1estales como per-formance, con-summation [consumaci6nl,com-pliance [obediencial, ac-complishment [realizaci6nl, y demas, todos los

    18 EIproblema del origen del realismo literario occidental es tratado, porsupuesto, en la postula-ci6n de la originalidad de la representacion de la vida cotidiana en eImodo del realismo tnlgico ha-llado en los Evangelios. De all! el habitualmente senalado abismo, el saIto que lleva de lasdescripciones homericas y las representaciones de la realidad del Antiguo Testamento, en Mimesis,capitulo 1, "La cicatriz de Ulises", porsobre la lotalidad de la literatura griega y helen!stica, direc-tamente al tratamiento de Petronio, Tacito y el Evangelio de Marcos, en el cualla totalidad delproto-realismo clasico es trascendido yel realismo figural occidental es puesto en marcha. ErichAuerbach, Mimesis:Dargestellte WirklichkeitinderabendliindischenLiteratur, 4ed., Francke Bema,Verlag, 1967 [MImesis: la representaci6n de la realidad en la literatura occidental, trad.1. Villanueva yE.lmaz, Fondo de Cultura Econ6mica Mexico, 1950. N. de T.].

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  • Hayden White

    cuales sugieren el tipo de acetones de las cuales se considera capaces a las per-sonas moralmente responsables, acciones tales como cumpliruna promesa,respetar un jnramento, hacerse cargo de las deudas contratdas, permanecerfiel a un amigo y situaciones similares. Aeste respecto entonces, decir porejemplo que un acontecimientohistonco dado es el cumplimiento 0consu-macion de uno anterior no equivale a decir que el evento previo causo 0de-terrnino al posterior, 0 que el acontecimiento tardio es la actualizacion 0elefecto de uno previo. Mas bien sup one decir que los accntectmientos histo-ricos pueden relacionarse con otros del mismo modo en que una figura se re-laciona con su consumacion 0 cumplimiento en una narrativa 0un poema.El cum plimiento de una figura en el curso de un penodo dado de tiempo, 0de una diacronta narrattva, no es predecible sobre la base de 10que pueda sa-

    Iberse acerca de la ftgura misma, aparte de su forma consumada. Tampocopuede predecirse que una promesa sera necesariamente cumplida sobre labase de 10que pueda ser conocido de la persona que realiza la promesa. Por-que mientras es verdad que una promesa puede no ser cumplida a menosque pnmero haya sido realizada, el hecho tn st de realizar una promesa essolo una condicion necesaria, mas no suficiente, de su cumplimiento. Es poreso que la realizacion de una promesa puede ser deducida retrospectiva-mente de su cumplimiento, pero el cumplimiento no puede ser inferidoprospectivamente a partir de la realizacion de la promesa.

    Lomismo ocurre con las relaciones entre los tipos de acontecimientosque podemos denominar historicos, en oposicion a, digamos, los aconteci-mientos naturales. Un acontecimiento historico dado puede servisto comoel cumplimiento de un acontecimiento anterior aparentemente ajeno y sin'relacion, cuando los agentes !esponsables de la ocurrencia del ultimo evento10vinculan "genealogicamente" al primero.19 Elnexo entre acontecimientoshistoric os de este tipo no es ni causal ni genetico. Por ejemplo, ninguna ne-cesidad en absoluto domina la relacion entre la cultura renacentista italianay la civilizacion clasica grecolatina. Las relaciones entre los fenomenos ante-riores y los posteriores son puramente retrospectivas, consistentes en las de-cisiones tomadas por una cantidad de agentes historicos, desde la epoca deDante y sus contemporaneos hasta el siglo XVI,de considerarse a sfmismosy a su dotacion cultural como sihubieran descendido realmente apartir del

    19El tennino genealogico esta destinado a reunir los usos dadosal mismo por Nietzsche y Foucault.

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    l'' II' Iulpo anterior.'? Elvinculo es establecido desdeel punto en el tiempo ex-I" J 1111I.mtadocomo presente hacia el pas ado yno, como en las relaciones ge-1I11111\1l,desde el pasado hacia el presente. Ver un evento tal como elIII Jill 'lmiento italiano como la consumacion de una cultura grecolatina muy'111,',lor (y de la serie entera de otros renacimientos que precedieron al ita-11,1111),desde el siglo VIII alXII) equivale a dirigir la atenci6n hacia 10 que esIII(I'VO y original en la cultura renacentista mas que a10que es antiguo y tra-,IIIIIlIlalen ella. Seguramente el renacimiento italiano del quattrocento es uno1111\ 'n la serie de renacimientos cuya ocurrencia sento la posibilidad de lav, ,',16npropia del siglo xv. En este sentido el Renacimiento del quattrocentoII 1I11ca losanteriores, pero con importantes diferencias: la opcion por aspec-III especiftcos de la cultura grecolatina que servtran como ancestros putati-VIllide los renovadores renacentistas italianos son unicos y privativos de esteulrhuo pertodo. Esas opciones, tomadas en conjunto ,no solo definen la na-uu.ileza del renacimiento en el siglo XVsino que retrospectivamente redefi-111'11 la naturaleza del modele cultural grecolatino previo, el cual es ahoraI uustttuido como una figura que logra un (nuevo) cumplimiento en una afi-lindOnpostrera.

    Sepuede deducir la ocurrencia de un acontecimiento anterior en la me-IIIda que es vinculado necesariamente con uno posterior: no podrta haberhnbtdo ntngun resurgimiento de la cultura grecolatina si no hubiera habido1IIIacultura tal susceptible de ser revivida. Igualmente podemos utilizar elI'vento anterior para iluminar el acontecimiento posterior en la medida que"1 LHtimoconsuma al primero. Pero el cumplimiento debe ser entendido enIII analogia de un modelo especfficamente estetico, mas que teleologico, deIlguralismo. Asi, por ejemplo, elexodo de Egipto del antiguo pueblo hebreolitl como es relatado en elAntiguo Testamento, fue tradicionalmente tratadopor los exegetas biblicos medievales como una figura que fue consumada portil liberacion de la humanidad de la LeyMosaica, liberacion prometida en elNuevo Testamento; pero este es un ejemplo de una expropiacion teologica ycspecificamente cristiana de la religion hebrea. Nohay bases objetivas paravincular a los dos acontecimientos como elementos de lamisma secuenciahistorica; y ciertamente, los exegetas judios modernos rechazan explfcita-

    10Yease la discusi6n de Bernard Williams acerca de c6mo estamos "relacionados" con la culturagrlega clasica en su Shame and Necessity, University of California Press, Berkeley, 1983.

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  • Hayden While

    mente esta interpretacion del sentido del acontecimiento previo. De hechola (mica base objetiva para considerar la liberacion de la Leycomo habiend~sido prefigurada por la huida de Egipto, consideracion recalcada especial-mente por San Pablo, consiste en ellargo proceso de expropiacton de laBibliahebrea por sus interpretes cristianos desde los tiempos mismos de San Pablo.Esto es, el figuralismo tiene su propia historia -como Auerbach ha senaladorepetidas veces tanto enM.imesis como en el conocido ensayo "Figura''-. Losinterp~etes cristianos ven esta relacion entre acontecimtentos anteriores vpostenores como genetic ay causal, como resultado de la voluntad divina y,.par 10 tanto, como providencial. Laconcepcion esterica de la relaci6n situa elsignificado preponderantemente en el acto retrospect iva de aproptacion deun aconteciniiento previa, par media del procedimiento de considerarlo unafigura relativa aun evento posterior. No es un asunto relativo ala facticidad'l~sh.echos del acontecimiento previo son los rnismos ann despues de la apro~~laclon. La que ha cambia do es la relacion que agentes de un tiempo poste-nor establecen retrospectivamente con el event a previo como un element aen su propio pasado-un pasado sobre la bas~del cual un presente especfficoes definido-. .

    .Es en este sentido que los eventos posteriores en la historia de la literaturason vistos, en terminos deAuerbach, como consumaciones de los anteriores.Los primeros no son causados por losultimos, y ciertamente no son determi-nados por elIas. Tampoco son los posteriores predecibles sobre ninguna b~seteleologica, como realizaciones de potencialidades previas. Se vinculan a lamanera en que una figura retorica, tal como una metafora 0un retruecano,que aparece en un pasaje inicial de un texto, puede relacionarse con otra fi-gura, tal como una catacresis 0una ironia, presente en un pasaje posterior-o en la forma en que la premisa de una broma se consuma en su remate, a enque los conflictos en una escena introductoria de una pieza se cumplen en sudesenlace-. La figura posterior consuma a la anterior repitiendo los elemen-tos presentes, pero can una diferencia. .

    EImodelo es utilizado demanera mas pertinente en el estudio de losgene-ros y estilos literarios. Deestemodo, por ejemplo, las relaciones especificablesentre los tipos de epica propios de Homero, Virgilioy Dante (asfcomo tambienla relaci6n entre esos tres tipos y la temprana novela modema) constituyen unas~cuencia de re1acionesde figura ycumplimiento. Lamismo vale para las rela-ClOnesque Auerbach pastula entre lasvariadas encamaciones 0instanciacio-

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    III'S de la tradicion de la representaci6n realista, desde los Evangelios yel sermaIlIlInilis, a traves del realismo figural de Dante, hasta el historicismo esterico, ellI)',uralismoromantico, el realismo historicista y elmodemismo. 21

    La que he estado sugiriendo es que Mimesis de Auerbach es no so10 unaIIlstoria de un tipo espectftco de representaci6n literaria, esto es, el figura-II:mo, sino tambien una historia coricebida como una secuencia de relacio-IIt!S ftgura-cumplimtento, En otras palabras, elmodele figura-cumplimientoI': utilizado por Auerbach can miras a proveer la trama diacronica de la his-Inrla de la literatura occidental. Proporciona el principio demediacion entrepcnodos sucesivos de la historia literaria, 0almenos, entre penodos sucesi-vos al interior de una tradicion comun de practica literaria. De hecho puedet lecirseque, en esta perspectiva, una efectiva relacion flgura-cumplimiento-llgura, una relacion genealogies de sucesivas expropiaciones, es 10 que cons-IIuiye una tradicion como tal. El rnodelo de figura-cumplimiento es, porronsiguiente, un modele paracomprender las dtmensionessmtagmancas deocurrencia hist6rica, ypara construir la linea narrativa para la presentacion(Ieesahis toria.

    Pero, LY que respecto de la dimensi6n paradigmatica 0 sincronica de laIlistoria literaria? Si Auerbach utiliza el modelo de figura-cumplhnientocomo una manera de delinearpenodos en la evoluci6n del realismo !iterario,,c6mo conceptualiza las relaciones intnnsecas aun penodo dado, cuestiones'1ales como aquellas relativas ala integridad y coherencia de una era a epoca,filarelaci6n entre texto y contexte y,mas especfficamente, la naturaleza re-presentativa del texto? Para ponerlo una vez mas en terminos de Jameson,IIquiel problema de la representaci6n toma precedencia sobre el de la presen-Laci6n.LEnque sentido puede decirse que un texto representa elperiodo 0 elcontexto en el cual fue compuesto?

    11 Esta secuencia, tambien, representa una serie de figuras ysus consumadones, con cada consuma-cl6n ensi mismadeviniendo otra figura a serposteriormente consumada a su tumo. Esto podrfa serconsiderado de manera justificada como un ejemplo del tiP9 de concepcion hegeliana expresivistade la causalidad hist6rica, proporcionando las bases para un analisis dialectico de las relaciones entresucesivas fases de las series, de no serporque se trata de una modalidad de conceptualizaei6n especi-ficamente propia de Vico. Las relaciones son dialecticas en un sentido hegeliano en la m~dida en queI-lege!es un le6rico de una noci6n de cambio hist6rico mas tropol6gica que 16gIca e~ ~u npo,pero sonmas propias de Vieo en la medida en que este ultimo era masdeclaradamente un teonco de una 16gIcapoetica centrada en la ret6rica como tropo-como De Man habra de sefia~ar-, antes .q~e como persua-si6n, y tambienera, a la luz de Auerbach al menos, e! inventor del hlstonclsmo estetlco moderno.

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  • '!r' '

    Hayden White

    El problema de la relacion texto-contexto es uno que los formalismos tf-picamente discuten, y que los distintos historicismos tratan como si hubierasido resuelto apartir de la teona cntica reflexiva. Por ejemplo, un antiguo cri-ticisrno marxist apostulaba ttpicamente el contexto socio-historico en termi-nos de pertenencia, estructura y conflicto de clase y luego procedia a indagaren pos de imagenes reflejadas de ese contexto en el texto hterario. El relativorealismo 0 la deformacion ideologica de una representacion literaria dada de-btan entonces ser mensurados en terminos de la manera en que el contextopropuesto era adecuadamente -vendicamente 0 de manera no distorsio-nada- reflej ado en el texto. Eltexto mismo era considerado como carente detoda funcion iluminadora espectfica; su status como evidencia del penodohistorico en el cual habia sido producido residta en el alcance de su capacidadde confirmar evidencia hallada en fuentes documentales no literarias.

    Por el contrario, para Auerbach el texto hterario aparece como una sinec-doque de su contexto, 10 que implica que se trata de un tipo particular decumplimiento de la figura del contexto. En su practica hermeneutica efectivaAuerbach tiende a presentar el texto tome una representaci6n no tanto desus entomos social, politico y economico, como de la experiencia de esos en-tornos por parte del autor; como tal, el texto aparece 0es present ado comouna consumaci6n de la figura de t;saexperiencia.

    En este caso, la relaci6n de la figura (la experiencia del contexte por partedel autor) respecto de su cumplimiento (el texto) es similar a aquella de 10implicito respecto de 10 explicito. Es exactamente el tipo de relaci6n que, deacuerdo aAuerbach, Balzac postula en Papa Goriot entre Mme. Vauquery lapensi6n en la cual ella ejerce como patronne. Auerbach cita a Balzac, qUiendice de la relaci6n de Mme. Vauquer con su entorno: "Enfin toute sa per-sonne explique la pension, comme la pension implique sa perscinne".22 Esta re-lacion de 10 implfcito con 10 explfcito no es logica, enfatizaAuerbach en sucomentario del pasaje de Balzac; el primer terminG de la relacion nose de-duce del otro: "Toda la descripci6n [de Mme. Vauquer y su pension] hastadonde la hemos visto se dirige a la fantasia imitativa del lector ... ;la tesis de la

    22 ErichAuerbach, Mimesis: The representation of Reality in WestemLiterature, trad. Willard R.Trask,Princeton University Press, Princeton, 1953, p. 469 [po441] [versi6ncastellana vernota 4]; el en-fasis es mio. La paginaci6n en las citas subsiguientes aparecen entre parentesis en el texto, primerorefieren a la edici6n inglesa, y luego, cuando es aplicable, a la alemami [entre corchetes se refiere ala paginaci6n de la edici6n espanola].

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    ~Iuudad de estilo del miliw, que abarca tambien las personas, no se emplea1111 lonalmente, sino que se presenta [vorgestellt] como un hecho derecho sen-IIhlcmente perceptible de un modo puramente sugestivo, y no demostra-Ilvo".(p. 471; p. 439) [p. 443]

    La representacion es estructurada pormedio de 10que Auerbach deno-mlna "einem Hauptmotiv, das Motiv der Harmonie zwischen ihrer Personi-Inerseitsunddem Raum, der Pension, etc. ,... anderseits" [un tema prin-I 11'11 ... laarmoniaentresu persona, porun lado, y la habitaci6nenlaqueserucuentra ... la pension, etc., ... porotro] .(p, 470; p. 438) [p. 442rEsta "tesisIIIla armonta" ,como Auerbach la llama, es simplemente presupuesta (vo-Ifl,usgesetzt) por Balzac; aparece en la forma de "constituyen pruebas de nin-F,I rna clase, ni siquiera tentativas, sino meras comparaciones sugestivas"(p.'111; p. 439) [p. 443] De estemodo Auerbach concluye: "se trata [elpasaje deIlalzac], por consiguiente, de la unidad de un cierto espacio vital sentidaiente".(p.473; p. 441; elenfasis esmio) [po445],. "Parte y producto de un ambiente": podria parecer que Balzachacondu-

    cido a una perplejidad desconcertante las relaciones fundamentales entreautor ymedio, autory texto, texto y contexto, yentre las partes y la totalidadde cualquier contexto, por medio de su apelacion a la metafora de la atm6S-fer~para describirun penodo. (Que podna resultar mas sombrio y lugubre?Perojusto despues de que Auerbach ha resaltado la contundencia de esta no-cion de atmosfera, continua diciendo "mucho mas dificil resulta describircon cierta exactitud el criterio que reina en Iaparticular manera de represen-taci6n de Balzac".(p. 474) [po446] Esto se debe, dice Auerbach, a que el tetn-peramento de Balzac(Uagitado,calido y sin cntica") es en siuna consumacionde un medio aprehendido por Balzacmismo como umbrae imago. "Toda ac-cion, por corriente y trivial que sea, es tomada por el a 10 tragico ygrandilo-cuentemente, todo afan acunado de gran pasion. Esta dispuesto amarcar a

    En aleman en el original. [N. de T.]

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  • Hayden White

    un infeliz cualquiera con el sella de un heroe 0de un santo; si es una mujer, lacompara aun angelo auna Madonna; demonizacualquiermalvado un tantoenergico, etc."(p. 482; p. 449) [p. 453] .

    Esta tendencia "a ver por todas partes fuerzas secretas demonfacas e in-tensificar la expresion de las mismas hasta 10melodramatico" es consideradacomo "en conformidad con" (es entsprach) el temperamento del autor, por unlado,ycon "el estilo de vida romantico't por el otro:(p. 482; p. 449) [p. 454]Esto es, el estilo de Balzac -que hace confluir una forma 0modo genertco(melodrama) con un contenido distintivo ("fuerzas demoniacas")-es en sfuna figura que articula un entomo auna obra, como una imago auna veritas.

    De estamanera, 10que esmas caractertstico del concepto de Auerbach dela historia literaria es la forma en la que utiliza elmodele figuralista para ex-plicarno solo la relaci6n entre diversos textos literarios, sino tambien la rela-cion entre la literatura y sus contextos literarios. Para el el texto literariorepresentativo puede ser a la vez 0) la consumaci6n de un texto previo, (2)la prefiguracion potencial de un texto posterior, y tambien (3) una figuracionde la experiencia por parte del autor de su medio pist6rico y por 10 tanto (4)el cumplimiento de la prefiguracion de una porcion de realidad hist6rica. Enotras palabras, no se trata de un autor que tiene una experiencia relativa aunmedio historico y luego la representa, de un modo figurativo, ensu texto. Porel contrario, la experiencia ya es una figura y,en lamedida en que contribuyecomo un contenido 0 teferente de una representaci6n ulterior, se trata de unaprefiguracion que es consumada solament~ en un texto literario.

    As!, si 10que Auerbach denomina Figuralstruktur sirve como un modelopara transformar una serie de pertodos literarios en una secuencia de figurasy sus cumplimientos, proporcionando de ese modo el paradigma para unras.treodel eje sintagmatico de ocurrencia historica, entonces, de igualmodo,proporciona un modele para caracterizar la relaci6n entre un texto especificoy un pertodo estilistico, por un lado, y el estilo de un texto y su contexto, porel otro. El vinculo entre el aspecto prefigurativo de una cultura dada (untexto, un estilo, un perfodo) y su forma consumada es sugerido por mera si-militud -de sus formas, de sus contenidos, 0de las relaciones entre formas ycontenidos-. Pero la percepci6n y la subsecuente demostraci6n de una simi-litud general, tal como la que puede haber entre, digamos, el realismo figuralde Dante y el realismo ambiental de Balzac, no concluye el analisis. Los dosterminos vinculados por similitud 0 semejanza deben ser pasibles de una

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    Lahistoria literariade Auerbach. Causalidad fig~momodemista

    1111 ble articulaci6n: los terminos anteriores deb en ser exhibidos como con-111ll1acionesde figuras que las precedieron, y los terminos posteriores debenI xponerse como prefiguraciones de estilos aun mas tardios.

    Mas aun, la ftgura que esta implicita en una y exphcita en la otra debe seruombrada y lamodalidad de su relaci6n especificada. Los terminos posterio-II'Sen una serie de presentaciones (Darstellu.ngen) tienen una funci6n expli-I iulva vis-a-vis los terminos precedentes: el termino posterior completa,I onsuma 0 explica de otra manera a los previos en elmodo en que, por ejem-plc, puede decirse que el realismo ambiental de Balzac completa, consumaI) explica el realismo figural de Dante. Del mismo modo, sin embargo, el ter-Inino precedente explica al subsiguiente en la medida en que funge como1\ naprecondicion necesaria de este. Nose trata entonces de una precondi-I 16nsuficiente, debidoa que esto solo puede ser satisfecho por el tempera-IIiento particular de un autor espectfico en el cualun medio es convertido enuna figura por medio de la imaginaci6n poetica."

    Nominalmente Mimesis: Dargestellte Wirklichkeit in der abendlandischenUteratur esun tratamiento de las formas en las cuales la realidad (Wirklich-heit) ha sido present ada (dargestellte) en el discurso literario occidental.i"

    I) Se recuerda que los poderes creativos de Balzac estan especificamente referidos no a su posturalntelectual,la cual es presentada como un conjunto confuso y contradictorio de apotegmas preci-pit;ldamente desechados, sino asu temperamento-"agitado, calido y sin critica".(p. 482) [po454]IiTengase en cuenta que el subtltulo de Mimesis es Dargestellte Wirhlichheit in der a~endlandis~h~nliteratur: a pesarde que elsubtftulo hasido traducido alingles como The representatIOn of RealIty InWestern Literature [La representaci6n de la realidad en la literaturaoccidentall, en aleman el terminofocal es Wirhlichheit ("realidad"), no representaci6n (Vorstellung). Mas aun, la noci6n de represen-laci6n aparece unicamenleen la forma de un adjetivo gerundio, dargestelIte,lo cual sugiere no tantoun objeto (la 0 una representaci6n) sino una actividad, especfficamente la actividadde presenta-ci6n. De esta manera el subtftulo original de Mimesisviene a significar algo as! como "la realidad pre- .sentada en la literatura occidental", con su connotaci6n de que representaciones especlficas de larealidad han side trabajadas 0mas predsamente mo'duladas para su presentaci6n a alguien 0 algocon miras a alg(ln prop6sito, objetivo 0 finalidad. En aleman darstellenabarca lossignificados: "pre-sentar", "mostrar", "producir", "exhibir"; tanto como uesbozar", "delinear" e "imitar"; as! como tam-bien su utilizacion teatral, "actuar". Por 10 tanto podriamos decir que la frase dargestelltewirhlichkei!, que ha side traducida al inglescomo ula representaci6n de la realidad", puede toma:secon mayor propiedad -aunque seguramente con menos elegancia- como si dijera ulapresen~aci6nde la realidad". As! traducida podriamos capturar tanto el sentido de la naturaleza construlda decualquier representaci6n de la realidad como el punto que quiere marcar Auerbach de que noexiste una cosa tal como la (en el sentido de singular 0unitaria) representaci6n de la realidad (en elsentido de una sustancia inmutable 0 noumeno) cuya naturaleza va siendo gradualmente descritapormedio de esfuerzos sucesivos para representarla realistamente. Lo que el presenta es unase-

  • Hayden White

    Pero el tema de esta historia, denominado en el titulo como mimesis Cimita-cion"), no debe ser entendido como el esfuerzo de produciruna imagen ver-bal refleja de alguna realidad extra-verbal. Mas bien Auerbach escnbe lahistoria de la mimesis como un relato acerca del desarrollo de un tipo especi-fico de figuracion; y busca documentar -0freciendo para ella una serie deejernplos espectftcos-Ias transformaciones en los modes dominantes demi-mesis como ftguracion en el discurso literario occidental, desde los tiemposde los apostoles hasta mediados del siglo XX.25 _ ,

    No/hay pues nada demasiado misterioso acerca de la idea de mimesiscomo ftguracton, Laidea de figuracion deAuerbach sebasa en las mterpreta-ciones cristianas del judatsmo annguo como una anticipacion 0prolepsis dela cristiandad. De acuerdo a los exegetas cristianos, aquellos personajes,acontecimientos y acciones relatados en elAntiguo Testamento deben ser en-ten didos como teniendo tanto una dimension literal como una figurativa.Por un lade deben ser aprehendidos como reales, y no meramente como fie-ciones. Por el otro, deben ser considerados como indicadores de personajes,acontecimientos y acciones aun por venir que consumaran -esto es, comple-taflin y revelanin-la relevancia de los precedentes a los efectos de la prome-tida revelaci6n de la voluntad divina y del prop6sito de Su Creacion. Estanoci6n de un acontecimiento real que estaba completo en 51mismo yplenoensu significado al momento de su ocurrencia, pero que, almismo tiempo,era el portador de un significado que serfa H!veladounicamente en un acon-

    cuencia de esfuerzos, porparte de escritores que ope ran al interior de una tradici6n generalmentedelineada de representaciones presentadas, en pos del disefio de formas de capturaren expresionesescritas las multiples y cambiantes caracteristicas de una realidad social y mas genericamente hu-mana-y el continuo fracaso en la consumaci6n final de ese proyecto-.La inevitabilidad de este falloes sugerido porel eplgrafe dellibro, una'linea tomada de Andrew Marvel: "Si tuvieramos mundo su-ficiente y tiempo"(el enfasis es mio).25 N6tese que el famoso primer capitulo, "La cicatrii de Ulises", constituye una prehistoria, pr61ogo'o proemio veroslmil del lema real de la mimesis como figuraci6n. Alli se sugiere que la representa-ci6n figuralista era desconocida tanto para la epica homerica como para la blblica antigua. La na-turaleza programatica de las interpretaciones de Auerbach de estos textos se releja en su insisten~iaen la contraposici6n de elementos de eada uno de ell(Js, 10eual peimite oponerlos mutuamente.Porejemplo, Homero es todo superficie y detalle, la Bibliaes profunda y tipol6gica; la primera esespacial, la ultima temporal; una exhibe rasgos metonlmicos, la otra relaciones metaf6ricas, y as!.El realismo figural, la historia del eual abarea los restantes diecinueve capitulos, supuestamentemedia, dialeetieamente, entre 10queJakobson llam610s "dos ejes" del diseurso, e1paradigmaticoy el sintagmatico. Asl visto, el figuralismo de Auerbach es el rnovimiento tropol6gico entre los dosejes del disturso, '

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    La historia literariade Auerbach. Causalidad figurale

    II'ci1nientoigualmente completo pero diferente en un tiempo po~terior, pro-IIt irciono a Auerbach un modelo para conceptualiza~ las relaclOn~s, entrelIl'ontecimientos especthcamente htstoncos. Las relaciones en cuesnon sonlit. un tipo que, desde Nietzsche, hasido denominado genealogico.

    El esquema cristiano de figura y cumplimiento (utilizado por pensadoresI rlstianos para interpretar la relacion entre el Antiguo Testamento y elNuevo, entre juda1smo y cristiandad, entre estemundo y elMas.Al~a,entre elI'l'esente y el futuro, y (en Dante 1inc1uso entre pag~nismo y~nstlandad) es( omprendido por Auerbach como una figura en 51que sera cons~mada 0uompletada en lamoderna idea de historia. Mas aun.Auerbach sostle~e ~ueIIIhistoria es precisamente elmodo de existencia en el cuallos acontecmuen-t os pueden a la vez ser cumplimientos de eventos prec~dentes y fl~uras deIiosteriores. Talesquema le doto de un modo de caractenzar la ~ecuh.ar c.orr:-htnacton de novedad y continuidad que ha distinguido ala extstencia histo-rlca de la natural. Esta combinacion era un misterio tanto para la teleologtaunstotehca como para la ciencia flsicanewtoniana, las cuales podian conce-btr la causalidad como yendo tan solo en una dtreccion, de una causa a sucfecto, y desde un momento anterior auno posterior. Laverdad presente demanera latente en la idea del prop6sito divino como siendo revelado en el es-quema de figura y cumplimiento era que el significado de los eventos queacontecen en la historia presente consiste precisamente en 10 que enos reve-Ian acerca de ciertos acontecimientos previos respecto de los cuales ellos notmplican relaciones causales 0 geneticas de ningu.n tipo. Su relaci6n es gene-alogica en la medida en que los agentes responsables de la ocun;encia delacontecimiento posterior opten por el acontecimiento previo C01ll0un ele-mento de la genea:logfadel evento ulterior. '.

    De estemodo, Marx en elDieciocho brumario de LuisBonaparte, por eJem-plo, no sugiere que la revolucion francesa de (febrero de) 1848fue causadaen modo mecanico alguno por la Revolucion francesa de 1789. Tampoco re-presenta ambas revaluciones como relacionadas gene.ticamente. ~ revolu-cion posterior es genealogicamente afiliada con la prevlaen lamed1da q~e losagentes responsables dela ultima identifican su revoluclon (de ~anera Justao injusta) como la culminaci6n de la primera. Cuando Marx ~lCeque, e~ laevolucion biolOgica, es el hombre el que explica al mono, mas que.a la m-versa, esta anticipando unmqdo distintivamente historicista de relaclOna.relfen6meno posterior auno precedente. De manera similar, en la evoluc16n

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  • Hayden White

    historica, la revoluci6n de 1789 puede haber sido un efecto de, digamos, laReforma Protestante 0 de la Ilustraci6n y,como tal, la culminacion de un pro-ceso antes que la prefiguracton de acontecimientos aun por venir. 26 Pero encalidad de acontecimiento hist6rico permanece abierto a apropiaciones re~trospectivas por parte de cualquier grupo que en adelante opte por elmismocomo prototipo legitimador de su propio proyecto de auto-creacion y,por 10tanto, como elemento en su genealogta.

    EnMimesis, el figuralismo espresentado como un logro enormemente di-ficultoso, profundo y, por sobre todo, caractenstico de la cultura occidentalemergiendo apartir de la nocion de seriedad, y aun tragica naturaleza, de lasexistencias humanas ordinarias, noci6n presente en los Evangelios, y queposteriormente se extiende a traves de Dante, elRenacirniento, Rousseau, elrealismo atmosferico de Balzacyel descriptivismo de Flaubert, para desern-bocar al fin en elmodernismo deWoolf, Proust y] oyce, en pleno siglo XX:.nAuerbach deseaba escribir unrelato historico de esa postura 0 vision delmundo conocida como realismo, la cual emergio en Occidente e tnfluyo enla corriente dominante no solo de lamodema literatura occidental, sino tam-bien de la ciencia occidental (baconiana) y la historiografia (burguesa). 28 De-

    26 La idea de que la revoluci6n de 1789 no fue en st misma una revoluci6n sino una erupci6n defuerzas largo tiempo Iatentes, unefecto retardado de causas originadas en la Reforma, hasido untoposde la interpretaci6n historica al menos desde Tocqueville.27 Considerada como unafigura consumada, no obstante, cualquier texto al interior de una tradi-ci6n iden~ificable, tal como por ejemplo 10es la Com media de Dante, puede en 51 mismo servircomo prefiguraci6n de un texto posterior, tal como por ejemplo resulta ser la Comedie humaine deB~lzac,.el cual puede servisto como un cumplirniento del texto de Dante. Lo rnismo vale para textosal mtenor de un corpusautoral unitario: porejemplo la Vita nuovaes interpretada como una prefi-guraci6n de la Commedia, la cual a su vez es una consumaci6n de la Eneida de Virgilio. Pero este mo-delo de prefiguraci6n1figura/cumplimiento puede ser utilizado para la construcci6n de enterastradiciones de escritura, en las cuales un texto posteriores visto no tanto como unefecto, un frutoo un ~escendiente de un texto previo, sino mas bien como un producto de una opci6n autoral por .conslderar como modele a un texto antecedente. Finalmente, el paradigma de prefiguraci6n1fi-gura/cumplimiento puede serutilizado para caracterizar la relaci6n entre epocasenteras, comoaquella que puede establecerse entre el Renacimiento italiano yla antiguedad clasica.28 El famoso primer capitulo de Mimesis, "La cicatriz de Ulises", retrata dos convenciones estilisti-cas, aquelia homerica, y la de la epica hebrea antigua, las cuales no prefiguran las practicas repre-sentacionales del realismo occidental. Se trata de diferentes anti-tipos del realismo literariooccidental, los cuales emergen, de acuerdo con Auerbach, solamente con los Evangelios. De all! lafamosa brecha en el relato del realismo literario de Occidente, la omisi6n de la literatura griega yhelenistica.

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    Ieaba dar cuenta del hecho de que la cultura occidental en particular ha bus-cado evitar entregarse, por un lado, a "Iaconfusion bulliciosa y floreciente"de losmeros datos de los sentidos, sin caer presa, porelotro, de los impulsostrascendentales de la filosofta platonica y la rehgion." Para el, el figuralismodaba cuenta del Singular logro de la cultura occidental de haber idennftcadolnrealidad como htstona. .

    Entonces, Lenque sentido puede decirse que la obra deAuerbach, yMime-sis en particular, contribuyeron ala producci6n de un concepto de historia li-teraria especthcamente modemista (moderna 0modernizadora) en su tipo?

    Superficialmente. por supuesto ,la historiografia literaria de Auerbach,como es presentada en Mimesis especialmente, encarna la posicion histori-clstade la cual fue tanto un teorico como un historiador. Mas aun, en muchosnspectos.la doctrina del historicismo es la clave para comprender su historiadel realismo literario. Lacronica del desarrollo del realismo en la literaturaoccidental en Auerbach es co-extensiva y aun sinonima de la evolucton deaquel punto de vista historicista que cristalizo en Alemania amicios del sigloXIX.30 En una ocasion incluso declara que el realismo hterario, tal cual es re-presentado por Balzac,no es otra cosa que el producto del impulso espectfi-carnente historicista de ver "el presente como historian. Considerar a larealidad social bajo el aspecto de la historia fue 10que la literatura occidentalhavenido haciendo desde la representacion en los Evangelios de la "seriedad.tragica" de la vida cotidiana de seres humanos ordinaries, y desde la disolu-cion deun sentido de diferencia cualitativa entre los miembros de diferentesclases sociales, disolucion que esta representacion implica. El historicismono fue otra cosa que d descubrimiento de que la vida humana y la sociedadhallan cualquier significado que sea que tengan en la historia misma, yno enalguna metafisica del mas alla 0 cierta esfera religiosa trascendente. El rea-lismo literario en su encarnacion clasica decimononica fue la aplicacion deesta perspectiva ala representacion de la realidad social presente. De estemodo Auerbach pudo escri1)irenMimesis:

    29 En esto su proyecto, originalrnente publicado en 1946, serneja aquel de E. H. Gombrich, en ArtandIllusion:AStudyin the Psychology of Pictorial Representation, Phaidon, Londres, 1960 [Arteetlu-si6n. Estudiosobrelapsicologcade la representaci6n pict6rica, Ed. Gili, Barcelona, 1979. Traduccionde Gabriel Ferrater, N. de T. J.30Auerbach torn a la interpretaci6n de Meinecke acerca del origen del historicismo (Histoiismus)porsuvalordeclarado.(Mimesis, p. 444).!p. 416J

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  • Hayden White

    Cuando uno reconoce que las epocas y las sociedades tlo deb en ser enjuiciadassegun una figuracion ideal de 10absolutamente loable, Sino cada una con arregloasus propios supuestos previos; cuando entre estes no se cuentan solamente lascondiciones naturales, como clima y suelo, sino tambie-, las espirituales e histo-ricas; cuando despierta asi elsentido de la eficiencia de las fuerzas historicas, dela incomparabilidad de los fenomenos historicos ast COmode su constante mo-vilidad interna; cuando uno llega a comprender la unidad vital de las epocas, desuerte que cada una aparezca como un todo, cuya esencia se ref]e)a en cada unade sus forrnas fenomenicas; cuando, finalmente, se impone la conviccion de queno es posible cap tar la significacion de los acontecimiehtos por medio de conb-cimientos abstractos y generales, yde que para ella no debe buscarse elmaterialen las alturas sociales y en las acciones publicas yprincipales, sino tambien en elarte, la economia, la cultura material y espiritual, en los fondos de 10cotidiano y10popular, porque solo alll puede ser captado 10peculiar, 10intimamente movily 10 universalmente valido, tanto en un sentido mas Concreto como mas pro-fundo; entonces podemos esperar'que todas estas comprobaciones sean trasfe-ridas tambien a la realidad,y que, por consiguiente, aparezca tambien ella comoincomparable en su peculiaridad, movida por fuerzas interiores, en plena evolu-cion, es decir, como un trozo de historia cuyas honduras Cotidianas y cuya estruc-tura interna total interesen tanto en su origen como en su direccion evolutiva.Ahora bien, es de sobra conocido que las comprobaciones anteriorrnente enu-menidas, confluyen todas en una direccionespirltuaillatnada historicismo. (pp. 0443-444) [pp.415-416] 0

    Una crttica literaria realista aplicarta esta perspectivq al estudio de textos li-terarios. Esto es, hallaria el significado de un texto literario en sus relacionescon un contexto hist6rico, no respecto de algl1n arquetipo plat6nico de litera-tura, arte 0belleza, tampoco en run