Formacion Histórica de La Nación Paraguaya

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Paraguay, independencia

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FORMACION HISTRICA DE LA NACIN PARAGUAYAPENSAMIENTO Y VIDA DEL AUTOREnsayos de OSCAR ADALBERTO CREYDTEditorial Servilibro Asuncin-Paraguay, 2007 INDICE:1- Datos biogrficos del Autor; 2- Formacin Histrica de la Nacin ParaguayaIntroduccin:I- La etapa de la gestacin de la nacionalidad: La conquista, Las contradicciones con el sistema colonial,El predominio de la corporacin jesuita,La Revolucin Comunera,Los ltimos decenios antes de la revolucin de independencia;II- La poca de la primera revolucin nacional:la dictadura nacional revolucionaria,La consolidacin del poder naciente de la burguesa nacional, La guerra nacional de 1864 a 1870; III- La poca de la recolonizacin del Paraguay bajo la dominacin imperialista;IV- La poca de la moderna revolucin de liberacin nacional; Bibliografa;3- Carta de respuesta; 4- Defensa de problemas fundamentales; 5- Anlisis del Dr. Oscar Creydt;6- Entrevistas con el Dr. Oscar Creydt en 1985 sobre el perodo histrico desde 1924 hasta 1940;7- Discurso del 10 de Agosto de 1946; 8- Mensaje del 1 de Enero de 1947; y Entrevistas con el Dr. Oscar Creydt sobre el perodo histrico desde 1960 hasta 1985.-INTRODUCCIN La primera edicin de este libro se agot rpidamente y este no es un hecho casual si se lo vincula con el profundo despertar poltico de las grandes masas en nuestro pas, mucho ms de lo que en general se piensa. Como resultado de la necesidad imperiosa de cambiar el sistema atrasado de produccin existente, surge cada vez ms en la consciencia del pueblo el deseo de conocer la verdadera historia del Paraguay, y en particular la palabra esclarecedora y crtica del Dr. Oscar Creydt. El trabajo terico que realiz en la ms completa clandestinidad, vinculado estrechamente con las constantes tareas de organizacin revolucionaria, se caracteriza por el mtodo de anlisis cientfico. En todos sus escritos siempre desentraa las leyes propias de los hechos analizados,* As por ejemplo, en 1973, a la vista de la crisis del rgimen militar, explica con claridad: La revolucin paraguaya es toda una poca histrica de avances y retrocesos seguidos de nuevos avances. Esta es la ley de la revolucin paraguaya, como proceso histrico total. Una de las expresiones ms completas del mtodo cientfico utilizado, se encuentra en su ltimo trabajo Del Universo Inconsciente al trabajador consciente racional, publicado en 1986, en el que indaga en las leyes que rigen al universo, desde las partculas elementales: el quantum elemental universal de accin y energa, hasta la formacin del hombre actual. La palabra gesetzlich (del alemn: conforme a ley) acompaa la lectura de todo este libro. Se consider conveniente incluir en esta edicin (pags. 122 a 132), tres escritos inditos del autor, entre ellos la carta a un historiador argentino y otras reflexiones dictadas por l en 1986. Si bien en este momento el mayor peligro para la independencia del Paraguay proviene del Brasil, a causa de la entrega del Salto del Guair por el rgimen militar de Stroessner y de la firma del tratado antinacional de Itaip; tambin desde la Argentina existe peligro, desde el punto de vista terico y prctico, historiadores y polticos de ese pas se esfuerzan por introducir ideas errneas, y muy peligrosas con respecto a la independencia de nuestro pas. En este sentido la reciente re-edicin del folleto Frente al peligro brasilero: lucha unida de todos los patriotas, escrito por Oscar Creydt en 1973, trae luz sobre el hecho ms importante de la historia del Paraguay, la necesidad de luchar por una nueva independencia nacional. Despus de haberse publicado la primera edicin de este libro, surgieron hechos nuevos en la escena internacional que demuestran las acertadas observaciones de Oscar Creydt, en el sentido de que una tercera guerra mundial podra comenzar, en medio de una crisis sin precedentes del imperialismo como sistema. Esta guerra se prepara en la actualidad bajo la forma de que los imperialistas (norteamericanos, rusos y otros), utilizan a naciones ms dbiles para una nueva redivisn econmica del mundo. Esta situacin de extraordinaria gravedad, crea la necesidad de reeditar sus trabajos ms importantes sobre la situacin internacional: (-Dos lneas: guerra revolucionaria o compromiso apaciguador -1969; -La agresin al Pakistan, una etapa del cerco y de la guerra contra China -1971 -1972; -Anlisis de la actual situacin internacional -1979) Si el lector encuentra en las pginas de esta edicin el estmulo necesario para indagar en la naturaleza profunda de los hechos que nos conmueven, se habr cumplido con la mayor aspiracin del autor, que siempre fue la de lograr una gran accin conjunta para la defensa de nuestra patria en peligro, hacia una nueva independencia nacional. 29 de septiembre de 2004 Sobre la presente Cuarta edicin - Julio de 2010, el desarrollo acelerado de la situacin poltica del Paraguay en los aos posteriores a las ediciones del libro, desde la primera en el ao 2002 a la tercera (2007) demuestran que ste se ha convertido en un libro de consulta obligado, y corroboran por completo los conceptos expresados por Ediciones ADELANTE en la Introduccin. Entretanto la influencia que ejercen sus ideas sobre la consciencia de la mayora del pueblo: obreros, campesinos y, en especial, sobre su juventud estudiosa es considerable, y slo podr ser valorada en toda su dimensin en los prximos aos, en que se avecinan grandes luchas revolucionarias, basadas en la creciente unidad de accin de las grandes masas, por la recuperacin de la independencia nacional, centrada hoy en la lucha nacional por la anulacin del tratado antinacional de Itaip.*El universo es el movimiento de la materia, conforme a leyes, y nuestro conocimiento siendo el producto Supremo de la naturaleza, slo puede reflejar esas leyes. (Ver Lenin: Materialismo y empiriocriticismo -1909, pg. 182)PRLOGO A LA PRIMERA EDICIN Como pasa con casi todos los protagonistas de la historia del Paraguay, de Oscar Creydt se conocen ms sus pompas que sus obras. No es extrao en un pas en que se ha escrito tanto sobre la hojarasca de la historia y tan poco sobre la historia misma. Se hacen apologas o detracciones, se beatifica o demoniza a los personajes, pero raras veces se los analiza desde la coyuntura que afrontaron y las obras que emprendieron o aportaron. Como pintaba con cruel agudeza Gabriel Casacca en La Babosa, basta con haber publicado un cuento en La Tribuna para ser un escritor famoso, desde el punto de vista de los amigos, socios y correligionarios. Tal cual, se puede ignorar una obra monumental, reconocida internacionalmente, si el autor no resulta simptico o no pertenece a la claque propia. Aqu se es francista o antifrancsta, lopista o antlopista. De ah que resulte difcil atravesar las barreras de calificativos, elogios o denuestos, para entender a los personajes, comprender sus acciones, analizar sus gestos y sus obras. Durante la euforia libertaria sesentayochista, cuando yo me integraba a este pas, la cuestin era tan confusa que Francia y los Lpez servan de banderas para justificar el nazionalismo totalitario de la dictadura como para enarbolar banderas nacionalistas de reivindicaciones revolucionarias de izquierda. La dictadura era monoltica y los prceres, de su propiedad; para eso estaban los seudohistoriadores, que hacan y hacen hagiografa de tiranos y demonologa de hroes con la misma facilidad, mezclando la Biblia y el calefn herrumbrado. La oposicin, sin embargo, estaba dividida entre los nacionalistas de izquierda, franco-lopistas, y los "roedores de los mrmoles de la patria", calificativo que acu el diario de la dictadura, Patria, para calificar a los que cuestionaban a los "prceres". Incluso entre los liberales se daba esta divisin, pese a la calificacin de "legionarios" que les adjudicaba el stronismo como sinnimo de traidores a la patria -en referencia a la legin de paraguayos que pelearon contra Lpez, del lado de la Triple Alianza. Entre elogios y diatribas, muchas de gran nivel literario e imaginativo, resultaba difcil discernir para un observador de afuera si se trataba de santos o demonios. No en balde don Augusto Roa Bastos seal, para enojo de tantos, que la literatura paraguaya por excelencia es el libelo. Lo mismo podramos decir para la historia y la historiografa. No era fcil para un extranjero, como yo en aquel entonces, entender los entretelones de la historia de la formacin y la independencia del Paraguay, envuelta, adems, en los destellos fantasmagricos de una catstrofe genocida, como fue la Guerra contra la Triple Alianza, plena de heroicidades colectivas e individuales, de una dimensin pica apocalptica. No recuerdo cmo lleg a mis manos un manuscrito sucio y gastado, copia de precario mimegrafo clandestino, con un texto titulado Formacin Histrica de la Nacin Paraguaya, sin firma ni referencia de autor. Lo le con el deleite con que se lee una buena novela, con el entusiasmo de encontrar las claves desde un punto de vista crtico, en el anlisis de la conformacin socioeconmica de los pases en conflicto, estudiando los diferentes modos de produccin de cada uno, en un trabajo de anlisis e investigacin de verdadero valor histrico, que sentaba bases claras para entender el conflicto de la guerra ms all de explicaciones simplistas y, muy particularmente, para entender la figura y la dimensin de Jos Gaspar Rodrguez de Francia, en una regin indita, plena de contradicciones, en la que se conformaban nuevas naciones y nuevas nacionalidades, nuevos pueblos en base a mestizajes culturales bastante dispares y a procesos histricos distintos, aunque con muchos rasgos comunes. Slo muchos aos despus encontr esa rica veta de contradicciones, de aristas encontradas y conflictos, al ir leyendo poco a poco la trama de Yo El Supremo, que se desovillaba ante mis ojos asombrados en Buenos Aires, a medida que Roa teja, desteja y entreteja de nuevo la historia de Francia y de los tiempos de Francia. Coincidentemente, al recurrir a la biblioteca de un hispano paraguayo, tristemente olvidado, el Dr. Guillermo Vidal, para escribir una biografa de Francia, que Toms Eloy Martnez me haba pedido para publicar en La Opinin, antes de que apareciera la novela de Roa, encontr la Formacin Histrica de la Nacin Paraguaya en su edicin autntica, una de las joyas de su biblioteca que el propietario ms amaba, pese a la escasa simpata hacia el comunismo y hacia el doctor Francia de aquel viejo psiquiatra liberal. As que descubr que mi iniciador en las profundidades coloniales del Paraguay de aquellos tiempos era el polmico dirigente comunista Oscar Creydt. Polmico porque el mundo ideolgico de la izquierda estaba profundamente escindido, siguiendo la tradicin nacional, denostando o elogiando a uno o a otro dirigente con la misma tenacidad que peleaban francstas y antifrancistas, prosoviticos o prochinos, como se planteaba el duelo. No conoc personalmente a Creydt, ni a ninguno de los dirigentes entonces en el exilio, ms all de seguir las polmicas, ni me relacion prcticamente con el Partido Comunista, ni cuando viva en Buenos Aires. As que mi visin no se ve afectada por la confrontacin poltico-ideolgica ni por las personalidades de los protagonistas. Creydt sigui siendo para m el autor de Formacin Histrica..., un caso excepcional de anlisis cientfico de un tiempo difcil de entender, realizado desapasionadamente, analizando el pas que naca, dentro del contexto de los vecinos tambin surgentes, desde el punto de vista de los modos de produccin diferentes, de las conformaciones dispares de las naciones que surgan en la regin del Plata. Casualmente, y no me asombra porque la historia est llena, como las buenas novelas, de casualidades, de azares misteriosos, lleg a mis manos, casi al mismo tiempo, una serie de documentos del autor, inditos, un libro publicado, Del universo inconsciente a la formacin del trabajador consciente racional, aunque de escasa distribucin, de interesantes y ambiciosas propuestas cientficas y filosficas y antropolgicas, entrevistas grabadas y manuscritos; al mismo tiempo, mientras me encontraba rastreando los pasos de Roa en sus tiempos de jefe de Redaccin del diario El Pas, me encontr con los discursos que Creydt pronunci en aquellos tiempos tan difciles y vibrantes de los albores de la insurreccin de 1946, uno pronunciado ante el pblico que acudi masivamente a recibirlo a su retorno del exilio, en agosto de 1946, el otro, lanzado por Radio Teleco, en enero de 1947, anunciando ya y llamando a tratar de evitar el desenlace trgico que marcara al Paraguay y a los paraguayos a fuego y sangre. Otra coincidencia ms, pues los artculos de Roa Bastos en esos mismos das anunciaban el mismo desenlace y hacan el mismo llamamiento, previendo la sangrienta lucha fratricida. Los documentos me han servido para entender a Oscar Creydt, el pensador y el luchador independentista, ms all de las ideologas, ms all de las heroicidades y mezquindades con que nos vamos haciendo los humanos, recorriendo y labrando el curso de la historia, como sola recordar Bertolt Brecht. Humanos, al fin, ms que de polvo, hechos de acciones grandes y pequeas. Pero me sirvieron tambin para entender por qu los despiadados ataques, por qu el injusto olvido, de un pensador tan lcido, pues su marcha y su pensamiento, desde luego, iban mucho ms adelante que el de la mayora de los protagonistas del tiempo que le toc vivir. Mientras los partidos comunistas se aferraban al peso y a las mieses de la Unin Sovitica, Creydt estaba pensando en Vietnam y en la gran lucha del pueblo vietnamita, tomando t con Ho Chi Min, analizando cmo esa lucha y la convulsin crtica interna de la "democracia burguesa" norteamericana lograban lo que pareca una utopa. Pero tampoco tena despus empacho en criticar el intento de Vietnam de colonizar Camboya. Supongo que a mi visin tan positiva del Creydt del pensamiento independiente, capaz de abandonar el cmodo apoyo de la URSS, al que tantos partidos comunistas se plegaron, me contrapondrn la famosa imagen del Creydt irascible, de las explosiones de carcter. No, est tambin en esos documentos ese Creydt explosivo, capaz de pasar del anlisis fro a la ira despiadada y hasta a las lgrimas emocionadas. Y est tambin la crtica a s mismo, la permanente referencia a sus errores, as como, sin falsas modestias, destaca tambin su trabajo. Es frecuente escucharle, leerle, "es uno de mis errores" y hasta "me avergenzo", autocrtica poco frecuente entre nuestros polticos e intelectuales. Muchos me reclamarn tambin el supuesto sectarismo de prochino que se le atribuy. Ms all de que l mismo descarta contundentemente serlo, no slo con afirmaciones sino con sus anlisis crticos, es ms que obvia su preferencia por modelos aplicados en realidades de preeminencia campesina, como el maoista o el vietnamita, en un pas como el Paraguay, de neta conformacin campesina, anclado en los modos de produccin agrcolas precapitalistas, en un medievalismo ms acorde con los modos de produccin asiticos que analiz el mismo Marx. Tal vez lo ridculo hubiera sido pensar que el cambio o la modernizacin en el Paraguay podra darse si no se contempla a esa inmensa poblacin campesina, inmersa en el atraso y en la miseria, aferrada, sin embargo, por falta de educacin, a patrones polticos y culturales primitivos. Y hay ms Creydt, pues los textos lo muestran mucho ms avanzado en materia de pensamiento abierto que a la mayora de sus contemporneos, entendiendo y planteando el problema de la mujer, declarando que, aunque el marxismo sea ateo, hay que respetar al cristianismo y a sus representantes, porque son un patrimonio del pueblo paraguayo. Si hablamos de textos, discursos o declaraciones formuladas desde 1946, hay lugar para la admiracin y el respeto. No es extrao que el azar me haya mezclado una y otra vez a Francia, a Roa y a Creydt. Sin entrar en discusiones personales o en materia de calificaciones, para evitar la hojarasca anecdotaria, se trata de grandes protagonistas de nuestra historia, entre los cuales, Oscar Creydt merece un lugar destacado ANTONIO CARMONAP.D. Cuando ya estaba impresa la primera edicin de este libro, entre tantas casualidades y causalidades que hacen a la historia, lleg a mis manos el libro The letters of Sacco and Vanzetti, con la carta que slo pudimos aadir como un ex libris, y que ratifica la sensibilidad y capacidad de anticipacin de Creydt para solidarizarse con aquellos mrtires, y la fuerza de su escritura para conmover a Vanzetti hasta el punto de darle el trato de querido camarada, dedicado a pocos en su epistolario (ver pg. 14).INTRODUCCIN A LA PRESENTE EDICIN DEFORMACIN HISTRICA DE LA NACIN PARAGUAYA El libro del Dr Oscar Creydt Formacin Histrica De La Nacin Paraguaya, publicado en 1963 por primera vez, abri el camino para una discusin ms profunda acerca de los problemas fundamentales de la historia del Paraguay. Recin entonces la polmica, muy antigua, con historiadores y polticos del Paraguay y del Ro de la Plata encontr una verdadera base cientfica. Esta nueva edicin es un homenaje al autor, tal vez uno de los ms grandes pensadores que produjo el Paraguay en el siglo XX. Su pensamiento cientfico y accin entusiasta lograron transmitir a varias generaciones la fe inquebrantable en el futuro del Paraguay. Luego de finalizar, en 1986, el formidable trabajo Del universo inconsciente a la formacin del trabajador consciente racional, no dispuso ya de tiempo para revisar y actualizar Formacin Histrica de la Nacin Paraguaya como l lo hubiera deseado, de acuerdo con las nuevas condiciones creadas en el mundo. Es probable que esta demora proviniera de la idea de reescribir el trabajo ms completo, que fue la base de este ensayo y que se perdiera en 1965. Conviene destacar que el libro fue escrito en 1962 en forma de sntesis, a pedido de cientficos del entonces Departamento de Historiografa de la Academia de Ciencias de la URSS. La transformacin completa en capitalismo de Estado y en imperialismo que se dio en ese pas as como la brutal persecucin ideolgica y personal de que fueron objeto el Dr. Oscar Creydt y el PCP por parte de los jerarcas de la ex URSS hicieron necesario adjuntar la transcripcin de otros escritos y opiniones del autor, a modo de actualizacin del libro, en especial en lo que se refiere a la etapa de la moderna revolucin de liberacin nacional. Nada mejor que transcribir las palabras siguientes, escritas por l como parte del Prlogo a la edicin de agosto de 1963: A LA JUVENTUD PARAGUAYA ... Someto este ensayo a la consideracin de mis compatriotas, en particular a la juventud paraguaya, y les ruego me hagan llegar sus observaciones, sus crticas y sugerencias. Pienso tomarlas en cuenta muy seriamente en la redaccin final del libro que he preparado acerca del proceso formativo de nuestra nacin, pequea en nmero, pero grande en su decisin de vivir con dignidad. Tengo la seguridad de que se acerca el da en que podr debatir amistosamente estos problemas con los jvenes de mi patria en las aulas de nuestra querida Universidad Nacional, hoy humillada por la intromisin policial y cerrada oficialmente al pensamiento cientfico, tanto en cuestiones histricas como en cuestiones econmicas, sociales, polticas, filosficas y morales. Me sentira feliz de saber que esta breve mirada hacia nuestro pasado, tan lleno de pruebas de la inagotable fortaleza de carcter de nuestro pueblo, de su inquebrantable voluntad de ser respetado como nacin libre y soberana, estimule a los jvenes, no slo a estudiar ms nuestra historia, sino a hacer historia, a cumplir la misin gloriosa que la historia les ha confiado, la de darlo todo, sus mayores esfuerzos y, si es necesario, su sangre, para que el Paraguay vuelva a tomar el camino del desarrollo nacional independiente, el nico que puede conducirlo al progreso, a una vida mejor y a la felicidad.FORMACIN HISTRICA DE LA NACIN PARAGUAYA Oscar Creydt La nacin paraguaya se ha formado por un camino particular, en lucha permanente contra mltiples y enormes dificultades. Este proceso culmin a mediados del siglo pasado, pero fue reabierto por la Guerra de 1864 a 1870 y por la subsiguiente recolonizacin del pas. Su realizacin completa es la tarea del movimiento de liberacin nacional que se desenvuelve en la poca actual. No ha sido un rpido proceso en lnea recta. Por el contrario, ha sido una larga sucesin de avances y retrocesos, seguidos de nuevos impulsos hacia delante. Sin embargo, hace algn tiempo ha surgido en los Estados Unidos una teora de aspecto cientfico, elaborada por los antroplogos Julin H. Steward y Elman R. y Helen S. Service, segn la cual las bases de la nacin paraguaya fueron establecidas ya en los primeros decenios de la colonizacin espaola por la accin de los encomenderos sobre los indios. Estas bases habran sido "dbiles, comparadas con las de la mayora de las dems naciones latinoamericanas", por la razn de que la economa sigui siendo una "economa de subsistencia" en vez de desarrollarse como una economa latifundista monocultora para la exportacin. En consecuencia, la cultura paraguaya se form como una cultura hispana de clase rural baja, en vez de formarse como "cultura hispana de clase alta". La cultura paraguaya no habra recogido nada de la cultura de los guaranes, con la sola excepcin del uso del idioma guaran. Todo lo dems result puramente espaol, en virtud de la perfecta obra "aculturadora" de los encomenderos. El Paraguay, como nacin, es una "paradoja" para esos autores. Ms que una "nacin integrada", sera un "rea de cultura" - de cultura hispana- de baja calidad. El atraso actual de Paraguay se debera a la debilidad de las bases sobre las cuales surgi ya a fines del siglo XVI y al hecho de que, desde entonces, la historia del Paraguay habra seguido una trayectoria invariable.1 Tal es la teora norteamericana acerca de la formacin de la nacin paraguaya. Es una teora que niega la capacidad de nuestra nacin para el progreso. Ms an, niega su razn de ser. Se trata de una parte integrante de la labor de colonizacin ideolgica que el imperialismo norteamericano viene realizando en los pases de Amrica Latina. Algunos historiadores paraguayos se han encargado de dar difusin a esta teora, sin la menor observacin crtica.2 El curso de la historia real est en contradiccin con la tesis de Steward y Service. La formacin de la nacin no ha sido la obra fcil y expeditiva de unos cuantos "feudatarios" espaoles a travs de su concubinato con una masa de mujeres indias, como se imaginan dichos autores y numerosos historiadores paraguayos, sino que ha sido el resultado de un proceso largo y contradictorio que ha durado siglos, y cuya esencia ha sido una lucha encarnizada del Paraguay por sacudir el yugo del sistema colonial espaol. Puede considerarse que la formacin de la nacin paraguaya ha recorrido cuatro etapas principales: I.- la etapa de la gestacin gradual de la nacionalidad en lucha contra la dominacin colonial de Espaa (1537 a 1811). II.- la poca de la primera revolucin nacional (1811 a 1870), que abarca dos perodos: el de la conquista del poder por la naciente burguesa nacional y el de la consolidacin del Estado nacional por medio de un cambio de la estructura econmico-social. III.- la etapa de la recolonizacin y desnacionalizacin del Paraguay sobre la base de la dominacin del imperialismo (desde el fin de la guerra nacional en 1870). IV- la poca de la moderna revolucin de liberacin nacional, que abarca tres perodos desde el fin de la Guerra del Chaco en 1935 hasta hoy. Estas cuatro etapas no representan escalones de una evolucin rectilnea sino, por el contrario, una lucha a muerte entre fuerzas y tendencias antagnicas, un movimiento que en general se dirige hacia delante, pero que ha cambiado su direccin segn las condiciones de cada poca. Relacionando estos cuatro perodos con el proceso general de formacin de las naciones, se encuentra que ellos corresponden -en cierta medida- a cuatro grandes etapas de la historia mundial: La primera, a la expansin mundial del capitalismo en su poca de ascenso (siglos XV y siguientes). La segunda, a la poca de los grandes movimientos nacionales democrtico-burgueses (desde fines del siglo XVIII hasta 1871). La tercera, a la etapa de decadencia del sistema capitalista: la del capitalismo monopolista y colonizador (imperialismo). La cuarta, a la poca de la crisis general del capitalismo, abierta por la Primera Guerra Mundial y el establecimiento del poder de la clase obrera en 1917 en Rusia.* Es la poca de la revolucin proletaria o socialista mundial y de las revoluciones nacionales antiimperialistas de los pases coloniales y dependientes. El movimiento revolucionario paraguayo de hoy es una parte de esta transformacin general de la sociedad humana. El hecho de que las principales etapas de la formacin de la nacin paraguaya corresponden -en cierta medida- a determinadas pocas de la historia mundial, basta para deshacer la propaganda chauvinista y fascista de que el Paraguay se ha formado solo, como una planta en su maceta, aislado de los grandes movimientos progresistas de la humanidad. Nota de la redaccin: Todas las notas al pie de pgina, de tipo ms pequeo, en letra cursiva, corresponden a extractos de documentos escritos por el autor y aparecen en la Bibliografa. Las de tipo cursivo ms pequeo, son de la redaccin. * El hecho de que Rusia se haya transformado en un sistema capitalista de Estado y de que los pueblos de la ex URSS tengan que continuar su lucha contra la nueva oligarqua que detenta el poder, no quita el papel extraordinario que la Revolucin Rusa tuvo en el comienzo de esta etapa de la historia mundial. Esta revolucin ha enseado a todos los pueblos del mundo, primero, que el sistema capitalista no es un sistema eterno, que no hay ningn rgimen latifundista-capitalista-militar que pueda mantenerse para siempre, que pueda resistir la lucha revolucionaria de las grandes masas de obreros y campesinos. Segundo, que los obreros y campesinos pueden dirigir la produccin, con su propia cabeza y su propia iniciativa, guiados por el partido de vanguardia del proletariado, el partido marxista-leninista o comunista. Tercero, que el socialismo, primera etapa de la construccin de la sociedad comunista, es perfectamente realizable. Pero esta revolucin tambin ha enseado que no alcanza con esto, que la lucha debe seguir despus de la toma del poder; contra el oportunismo y el revisionismo de la burocracia estatal y del partido, contra el desarrollo de formas nuevas de capitalismo, en los pases en revolucin; de lo contrario, inevitablemente se destruirn los logros de la revolucin socialista. Despus de la muerte de Stalin en enero de 1953, la alta burocracia oportunista del (Partido Comunista de la Unin Sovitica), del listado y de las empresas estatales se apoder del poder por medio de un golpe de Estado traicionero, encabezado por los revisionistas Jrushv y Suslov, y cambi el rumbo de la Unin Sovitica. Esta alta jerarqua burocrtica es una capa gobernante especial, una verdadera clase dominante, que controla todo el aparato de produccin, todas las funciones del Estado, todos los cargos dirigentes del Partido, todos los mandos de las fuerzas armadas, se aprovecha de esta situacin para vivir mucho mejor que la gran mayora de los obreros y campesinos, y reprime cualquiera crtica a su poltica oportunista de derecha. Bajo la direccin de esta burocracia oportunista-revisionista, el sistema socialista creado por Lenin y por Stalin ha sido transformado en un sistema capitalista de Estado. Las empresas estatales tienen cada vez ms autonoma, sus directores forman toda una capa social privilegiada. Las empresas se hacen la competencia entre s, se quedan con una gran parte de sus ganancias y las aprovechan para aumentar los ingresos de su propio personal, especialmente del alto personal. Se inculca a los obreros, sistemticamente, el deseo de aumentar su ganancia personal aumentando la productividad de la empresa. En lugar de educar a las masas para marchar hacia el comunismo, se las educa al revs, fomentando en su espritu la psicologa burguesa del "progreso" personal. La alta burocracia oportunista-revisionista ha abolido la dictadura del proletariado en la Unin Sovitica. (O. C.)I. LA ETAPA DE GESTACIN DE LA NACIONALIDADEN LUCHA CONTRA EL SSTEMA COLONIAL ESPAOLEL PREDOMINIO DE LA CORPORACIN JESUTICA La contradiccin del Paraguay con el absolutismo feudal de Espaa se agudiz extraordinariamente a raz de la introduccin de la Compaa de Jess. No es casual que fuera precisamente el Paraguay donde la monarqua reaccionaria concedi poderes y privilegios tan enormes a esta corporacin feudal, creada y adiestrada especialmente como una organizacin de lucha militante contra los movimientos revolucionarios de la joven burguesa europea. Triple fue la misin que el absolutismo reaccionario confi a la orden jesutica: primero, someter y organizar las tribus guaranes rebeldes, que las armas de los conquistadores no haban podido someter; segundo, crear de esta manera un poder econmico, poltico y militar capaz de contrapesar y doblegar el poder de los encomenderos del Paraguay y de mantener al pueblo sometido a la dominacin colonial; y tercero, crear un dique contra la creciente expansin de los "bandeirantes", feroces cazadores de esclavos al servicio de los "fazendeiros" del Brasil. Mucho es lo que se ha escrito acerca del "imperio jesutico" en el Paraguay. Las interpretaciones pecan de unilaterales. Las reducciones de guaranes no han sido ni comunidades religiosas, ni un Estado, ni un rgimen comunal, ni una empresa capitalista, aunque han tenido ciertos elementos de todos estos tipos de organizacin. Las "misiones" o "reducciones" jesuticas no podan ser una cosa distinta de lo que era la propia Compaa de Jess: una organizacin corporativa de carcter feudal, con grandes privilegios tpicamente feudales, al servicio del absolutismo y del sistema colonial. En cuanto al rgimen de trabajo de los guaranes en esa economa corporativa, no era de tipo esclavista, sino de tipo feudal-patriarcal. Mediante una combinacin de mtodos refinados de direccin ideolgica (religiosa), de mtodos rigurosos de coercin estatal y de mtodos calculados de acumulacin capitalista, los jesuitas lograron organizar una severa disciplina de trabajo colectivo, un tipo superior de explotacin feudal, adaptado a las condiciones sociales de los guaranes. En contra de lo que se supone generalmente, los jesuitas no necesitaron inventar en el Paraguay ningn plan ideal de organizacin. El trabajo colectivo de los indios en chacras comunales estaba ordenado por la legislacin espaola para todos los pueblos de indios. Lo nuevo que han hecho los jesuitas es concentrar una gran masa de indios para el trabajo obligatorio, colectivo y metdico en grandes plantaciones y estancias de propiedad de la corporacin jesutica, con el objeto de lograr un sobreproducto considerable por encima de las necesidades del consumo local, realizar ganancias monetarias y una acumulacin de capital en beneficio de la Compaa. De esta manera organizaron, dentro de un territorio compacto que abarcaba treinta grandes pueblos, un sistema econmico, social y poltico de productividad muy superior a la de la economa colonial del Paraguay. Apoyndose sobre esta base territorial autnoma, la Compaa extendi su actividad econmica y su influencia poltica sobre el conjunto del Paraguay. Lleg a dominar el comercio de la yerba mate, el principal artculo exportable del pas. Competa ventajosamente con los comerciantes espaoles y criollos de Asuncin hasta en el mercado interno, a ms de sustraerles el mercado de los treinta pueblos jesuticos. Mediante su poder econmico y su enorme influencia poltica dentro y fuera de la colonia, la Compaa controlaba la gobernacin del Paraguay. En todos estos aspectos de su actividad, la corporacin jesutica actuaba como el brazo derecho del absolutismo feudal cumpliendo su funcin principal de consolidar la dominacin colonial sobre la disconforme e inquieta provincia del Paraguay. De esta manera, esta corporacin feudal, integrada casi letalmente por extranjeros, lleg a convertirse en la traba principal al desarrollo econmico del Paraguay, al mismo tiempo que en el rgano ms representativo del absolutismo espaol y de la dominacin extranjera.LA REVOLUCIN COMUNERA Los jesuitas iniciaron su actividad a comienzos del siglo XVII. En la dcada de 1640 empez la lucha poltica abierta contra el predominio de la Compaa de Jess y tuvo lugar su primera expulsin de Asuncin. La tensin fue agravndose hasta que explot en la forma de un gran movimiento revolucionario -la primera autntica revolucin democrtica en la Amrica Latina. En el curso de la Revolucin Comunera, un proceso que abarca todo un perodo (1719 a 1735), se distinguen claramente dos fases. Durante la primera fase, la direccin de la revolucin est en manos del patriciado de Asuncin y de su tradicional rgano de poder, el Cabildo. En este perodo los encomenderos impulsan la lucha con miras a aduearse de los indios guaranes de las misiones jesuticas. Despus de la primera victoria sobre el ejrcito del gobernador de Buenos Aires, enviado por el virrey del Per, el patriciado se desmoraliza al comprobar que el virrey insiste en la reconquista de Asuncin por la violencia. El Cabildo traiciona la revolucin y entrega la ciudad al gobernador de Buenos Aires. Desde este momento histrico, el patriciado de Asuncin renuncia definitivamente a la lucha contra el sistema colonial. Se ha asustado de la ola creciente del movimiento popular y teme perder sus privilegios de clase. En consecuencia, la direccin de la revolucin pasa a las manos de "el Comn", es decir, el pueblo -no slo de la capital, sino tambin de la campaa-. Durante esta segunda fase, los campesinos se convierten en la fuerza principal de la revolucin, encabezados por los jefes de las pequeas guarniciones de los pueblos del interior. Tres veces se subleva "el Comn" y retoma el poder. Un gobernador designado por el virrey tiene que huir. El obispo le sigue. Otro gobernador es muerto. El poder del Cabildo es suplantado por una nueva forma de poder, una "Junta Gubernativa" con un "presidente" a la cabeza. Es decir, el viejo aparato estatal es roto y reemplazado por un poder popular. Pero, los comuneros cometen el error de entregar el poder a hombres de alto rango que traicionan o se muestran incapaces de organizar la lucha unida de las fuerzas revolucionarias. Es un pecado comn de las revoluciones burguesas no maduras. En consecuencia, la revolucin es vencida en 1735. Los jefes del pueblo son ahorcados. La Compaa de Jess recobra su poder. El Paraguay es castigado. El rey lo despoja de su fuero tradicional de elegir gobernador cuando la gobernacin se halla vacante. Desde comienzos del siglo anterior, el rey haba prohibido que los comerciantes de Asuncin utilizaran el puerto de Buenos Aires para exportar y distribuir la yerba mate y otros productos. Tenan que usar Santa Fe como "puerto preciso". Despus de la Revolucin Comunera, la sujecin del Paraguay al "puerto preciso" se agrava. Por consiguiente, aumentan considerablemente las dificultades para el comercio exterior de la colonia. Sigue un perodo de decadencia. Aunque la Revolucin Comunera ha tenido vnculos ideolgicos con la revolucin de los comuneros de Castilla del siglo XVI, su contenido histrico es esencialmente diferente. Dos siglos separan estos movimientos y las condiciones de ambas pocas mundiales y de ambos pases eran completamente diversas. Es un error considerar la revolucin paraguaya del siglo XVIII como un movimiento urbano o localista de seores feudales. As tambin, no se debe idealizar su contenido interpretndola como una revolucin de independencia. En ningn momento la Revolucin Comunera levant una consigna separatista. No era posible en aquella poca. Sin embargo, esta revolucin ya tuvo, objetivamente, cierto contenido nacional, a ms de su claro sentido democrtico. La tradicin de la Revolucin Comunera se convirti desde entonces en un elemento substancial de la naciente conciencia nacional. Influy ideolgicamente en el movimiento emancipador del siglo XIX, estimulndolo.LOS LTIMOS DECENIOS ANTESDE LA REVOLUCIN DE INDEPENDENCIA En la segunda mitad del siglo XVIII, bajo la influencia de los cambios progresistas que introdujo el "despotismo ilustrado" de Espaa y de las reformas parciales que experiment el sistema colonial espaol, se produjeron ciertos cambios parciales en la vida econmica del Paraguay y en su sociedad. Despus de haber cumplido su misin de consolidar la dominacin colonial en esta provincia, la Compaa de Jess fue expulsada por orden del rey. La incorporacin de los pueblos jesuticos suprimi la divisin del pas en dos partes contrapuestas y unific el pas. A pesar de la rpida descomposicin y decadencia que sufrieron las antiguas reducciones guaranes, este proceso de unificacin contribuy positivamente a la formacin de la nueva nacin. Un cambio de gran trascendencia fue la fundacin del Virreinato del Ro de la Plata, del cual pas a depender el Paraguay. Hasta entonces, la economa del pas haba sufrido menos de la explotacin de Buenos Aires que de las trabas que el sistema colonial haba opuesto al desenvolvimiento econmico de Buenos Aires y al comercio directo del Paraguay con Buenos Aires. Ahora, al convertirse Buenos Aires en capital de un virreinato, la situacin se modific. Los comerciantes de Asuncin pudieron volver a utilizar el puerto de Buenos Aires para exportar la yerba mate y el tabaco a las provincias argentinas y a otras colonias. Se intensific la dependencia del Paraguay con respecto a Buenos Aires. Este cambio tuvo resultados contradictorios. Por un lado, la economa del pas fue beneficiada, en cierta medida, por el rpido desenvolvimiento comercial de Buenos Aires. Aument la exportacin en cierto grado. El tabaco adquiri importancia como artculo de exportacin, lo cual contribuy a desarrollar el carcter mercantil de la economa de chacra. Pero este impulso sufri un rudo contragolpe a raz de la implantacin del estanco del tabaco por el Virreinato del Ro de la Plata. Desde entonces, la supresin del estanco del tabaco se convirti en una de las principales reivindicaciones de carcter nacional9. Interesaba no slo a la burguesa comercial de Asuncin, compuesta principalmente de espaoles, sino tambin a los campesinos. Esta reivindicacin fue un poderoso estmulo del movimiento emancipador del siglo XIX. Sin embargo, el estanco del tabaco dio lugar a que aumentara la circulacin monetaria, lo que, a su vez, contribuy a intensificar el cambio. En este sentido, el progreso de Buenos aires tuvo una repercusin favorable, aunque dbil, en la economa del Paraguay. Otro factor que dio cierto impulso a las fuerzas productivas fue la reparticin de tierras del Estado para la formacin de estancias ganaderas. Mientras que en las provincias del Ro de la Plata se conceda tierra solamente a hombres ricos que compraban grandes latifundios, en el Paraguay los gobernadores, libres del control central, podan conceder tierras a gente de pocos recursos.10 De este modo se difundi un tipo de estancia ms pequeo que la del Ro de la Plata y ms productivo. Mientras que en las provincias del Ro de la Plata, la campaa estaba dominada por el gran latifundio exportador de cueros. Y la agricultura se concentraba en un cinturn alrededor de las ciudades portuarias, el Paraguay se form como un conjunto numeroso y extendido de villas y pueblos esencialmente agrcolas. Su nico centro econmico y poltico era la ciudad de Asuncin, que tambin era, en esencia, una villa de agricultores. Esta formacin particular se deba a que la economa del Paraguay, precisamente por ser menos desarrollada, era menos dependiente de Espaa, del comercio exterior, que la de las dems colonias. Su formacin era menos colonial, y este hecho -al revs de lo que piensa Steward- representaba una condicin favorable para su formacin como nacin. La fundacin de nuevos pueblos, que dur hasta la segunda mitad del siglo XVIII, daba lugar a la distribucin de tierras del rey a los "vecinos", es decir, a la formacin de nuevas chacras. Adems, se conceda tierra del rey a los que ocupaban y explotaban en forma de chacra. Tambin haba ocupacin de tierras comunales, un proceso que afect sobre todo a las tierras de las misiones jesuticas despus de la expulsin de la orden jesutica. A estos diversos modos de ampliar la ocupacin de la tierra del rey se sumaba la ya mencionada concesin de latifundios para estancias, que era hecha en forma de una venta, pero sin una exigencia estricta de pago. Esto significa que en el Paraguay el monopolio de tierra por el Estado monrquico era ms dbil que en otras colonias. Haba mayor facilidad para adquirir tierra. Tal vez pueda decirse que, dentro de ciertos lmites, funcionaba un rgimen de tierra libre. Tal situacin era resultado de que no exista una economa latifundista orientada a la exportacin, por lo cual no exista una fuerte demanda de grandes extensiones de tierra por parte, de capitales privados. Por otra parte aquella continuada ampliacin de la propiedad agrcola pequea, sobre todo en el curso de la fundacin de nuevos pueblos, actuaba, a su vez, como un factor que contrarrestaba la tendencia inherente al sistema colonial espaol de engendrar y fortalecer la propiedad latifundista feudal y semifeudal. En el Paraguay colonial, la pequea explotacin del campesino libre coexista con la estancia latifundista sin que entre ambas existiera un conflicto agudo por la propiedad de la tierra. En estas condiciones, el campesinado libre pudo conservar, durante toda la poca colonial, su importancia como principal factor en el proceso de formacin de la nacin. Esto le permiti convertirse, finalmente, en la fuerza decisiva de la revolucin nacional. Otro aspecto progresista de la evolucin de la colonia durante la ltima mitad del siglo XVIII fue la creciente diferenciacin de clases en el seno de la poblacin mestiza y, tambin, en el seno de las comunidades de indios guaranes. En la ciudad de Asuncin aparecieron los primeros brotes muy dbiles, todava, de una burguesa comercial paraguaya y de una intelectualidad nacional. Entre los campesinos libres ya existan algunos que vendan regularmente una parte de su cosecha y contrataban jornaleros. Tambin en las explotaciones de yerba mate, que anteriormente slo utilizaban el trabajo forzado de los indios, se empleaban trabajadores asalariados a destajo. Ya entonces se endeudaba a estos trabajadores para obligarlos a permanecer en el trabajo. Un germen de proletariado urbano estaba representado por los obreros del transporte fluvial y por los portuarios de Asuncin. En los pueblos de indios haba aparecido una capa que dispona de mayores medios de produccin y de ms cabezas de ganado que la mayora. Este proceso fue acelerado por la supresin de las encomiendas en 1803, que fue consecuencia de una presin insistente de la opinin pblica. A fines del siglo, los criollos mestizos haban superado ampliamente en nmero a la poblacin de los pueblos de indios, que tambin era mestiza en gran parte. La conciencia nacional haba hecho considerables progresos. Se manifestaba particularmente en el odio de los paraguayos a la minora espaola dominante. En este sentido, el Paraguay participaba de una efervescencia sorda que exista en la mayora de las colonias americanas de Espaa. Las ideas nuevas que prepararon la Revolucin Francesa, y Buenos Aires como su centro de difusin, ejercieron una influencia positiva y estimulante sobre los intelectuales paraguayos que surgieron a fines de la dominacin espaola. No es exacto que la colonia tuvo un perodo de florecimiento a fines de la dominacin espaola, como sostienen Snchez Quell y algunos otros; tampoco es exacto que el Paraguay permaneci completamente ajeno a los cambios progresistas que se operaron en el Ro de la Plata. Hubo cierto desarrollo de las fuerzas productivas y del cambio, que nuevamente fue frenado por el sistema colonial. En consecuencia, los elementos burgueses que trataban de levantar cabeza eran empujados, de hecho, en direccin a la revolucin nacional.II. LA POCA DE LA PRIMERA REVOLUCIN NACIONALLA CONSOLIDACIN DEL PODER DE LA NACIENTE BURGUESA NACIONAL El Estado nacional se consolid despus de la represin de la conspiracin antipatritica de 1820. Los gobiernos que sucedieron a la dictadura perpetua hasta 1870 fueron una continuacin de la misma en nuevas condiciones. Los esfuerzos que numerosos historiadores han hecho por contraponer el rgimen de Carlos Antonio Lpez al del doctor Francia no tienen fundamento histrico. Los esfuerzos que hizo Lpez por reanudar el comercio con la Argentina reflejaban el hecho de que la produccin nacional haba alcanzado, bajo la dictadura perpetua, un nivel de desarrollo que haca necesario y urgente darle salida. Pero la actitud hostil de Rosas confirm que la poltica restrictiva de Francia no haba sido ms que una rplica al aislamiento que se impona al pas desde fuera. En cuanto a la intervencin de Lpez en la guerra civil argentina, los hechos demostraron que la poltica de neutralidad del doctor Francia era ms prudente. Por eso Lpez volvi a ella. Cuando Rosas cay, la situacin internacional se modific completamente. Al realizarse el objetivo central de la dictadura de Francia, lograr el reconocimiento de la independencia nacional por parte de la Argentina, al mismo tiempo que la libre navegacin de los ros, naturalmente el comercio con Buenos Aires fue reanudado. Sin embargo, Lpez mantuvo plenamente en pie el monopolio del Estado en el comercio exterior. Se entiende que no era un monopolio total, como tampoco lo haba sido bajo el rgimen de Francia. El sector estatal de la economa fue reforzado. Las Estancias de la Patria llegaron a ser sesenta y cuatro. Fueron nacionalizados los arbustos de yerba mate y los rboles cuya madera es apta para construcciones, aunque estuvieran en propiedad particular. El cambio que se oper fue de grado, no de esencia. El gobierno de Lpez representaba el poder de la burguesa nacional en una etapa superior de su desarrollo como clase. Los intereses de los comerciantes exportadores y de los estancieros tenan mayor influencia en el rgimen de Lpez que en el rgimen anterior. Sin embargo, segua siendo una burguesa en estado de formacin, poco desarrollada desde el punto de vista capitalista. Por esta razn, continu gobernando slo indirectamente, por medio de la dictadura unipersonal. Alrededor del gobierno de Carlos Antonio Lpez empez a formarse una nueva aristocracia de origen y carcter burgus. Los propios hijos de Lpez, que era hijo de un sastre pobre, se convirtieron en grandes estancieros y explotadores de yerba mate. Volvi a formarse una alta jerarqua militar. Al clero se le concedi nuevamente una alta posicin social. La poltica agraria del gobierno de Lpez estaba en concordancia con su naturaleza definidamente burguesa. Fue restablecido el diezmo, un impuesto que afectaba sobre todo a los campesinos. Varias medidas fueron puestas en prctica con miras a facilitar que gente con poco capital se convirtiera en propietarios de tierras del Estado, particularmente en estancieros. Estas medidas fueron tomadas slo poco tiempo despus de la muerte de Francia, lo cual confirma que, bajo la dictadura perpetua, el "tercer estado" rural se haba fortalecido en cierta medida. El mismo carcter burgus tienen las reformas que C.A. Lpez introdujo en el rgimen agrario de los pueblos de indios en 1842 -slo dos aos despus de la muerte de Francia-, y en 1848 la tierra comunal fue declarada propiedad del Estado. Desde entonces una minora acomodada de los guaranes y mestizos que eran miembros de estas comunidades obtuvo la propiedad de la tierra y la mayora se convirti en arrendatarios de tierras fiscales. A pesar de que el arrendamiento era a precio muy bajo, esta reforma implicaba que aquellos indios y mestizos que disponan de mayores medios de produccin obtenan ms y mejor tierra, y que la parte ms pobre tena que buscar trabajo como jornaleros. Esta reforma ya haba sido propuesta por Azara18 medio siglo antes. Azara comprenda mejor que C. Pastore19 el significado de esta reforma. Al transformar una parte de los indios en campesinos libres y otra parte, en proletarios obligados a vender su fuerza de trabajo, la disolucin de las comunidades indgenas contribua a crear las condiciones previas para el desarrollo de las relaciones capitalistas. Por tanto, era una reforma progresista. En general, la transformacin de los guaranes en ciudadanos con derechos legales sobre sus chacras particulares elev su condicin social. No hubo un proceso de proletarizacin en masa. Es probable que una parte de los indios se fuera a trabajar como jornaleros, en peores condiciones de vida. Este es un proceso qu se ha producido en muchas regiones del mundo. Es una ley del desarrollo del capitalismo, cuyos progresos se hacen siempre a costa del dolor de las masas. En aquella poca, a diferencia de la actual, el progreso del Paraguay poda realizarse por la va capitalista. Y esta va era inevitable por la razn de que, objetivamente, no exista otra posibilidad. La interpretacin completamente negativa que hace Pastore al presentar esta reforma como un triunfo de "la tesis de los encomenderos" se funda en un criterio histrico equivocado. La reforma de 1848, al liquidar las comunidades, liquid precisamente un resto del rgimen feudal de los encomenderos. Termin de unificar a la nacin, suprimiendo definitivamente la divisin en castas. Transform a los guaranes en ciudadanos paraguayos. De esta manera aceler la asimilacin completa de los guaranes por la poblacin mestiza. Veinte aos despus, durante la gran guerra patria, ya no exista ms divisin entre paraguayos e indios. La supresin de la esclavitud por C.A. Lpez tuvo un significado parecido. Puede decirse que estas dos medidas dieron el ltimo toque a la formacin de la nacin paraguaya en el siglo XIX. En cuanto al rgimen poltico de Carlos Antonio Lpez, continu siendo una dictadura de la burguesa nacional en formacin. Es decir, era una forma transicional del Estado burgus de naturaleza claramente progresista en las condiciones particulares de aquella poca. El Estado continu siendo la principal fuente de acumulacin de capital y su funcin econmica consisti en colocar al Paraguay en un puesto de vanguardia entre los pases latinoamericanos en lo que se refiere a la aplicacin de los progresos tcnicos europeos (ferrocarril, telgrafo) y a la fundacin de las primeras bases para una industria siderrgica y metalrgica.LA GUERRA NACIONAL DE 1864 A 1870 Este desarrollo fue cortado violentamente por la Guerra de la Triple Alianza. En el fondo, esta guerra de destruccin fue un choque entre dos sistemas econmico-sociales. En el Paraguay se estaba operando un rpido proceso de desenvolvimiento nacional independiente, sobre las bases echadas por la dictadura revolucionaria de Francia. Por esta va la economa nacional lleg a adquirir un nivel de productividad que planteaba, con mayor intensidad que antes, la necesidad y la tarea de abrir nuevos mercados externos, de vincular al pas directamente a Europa. Los progresos de la navegacin a vapor suministraban nuevas posibilidades tcnicas para tal vinculacin. Un importante centro comercial y portuario haba surgido en Montevideo. Se abri la perspectiva de utilizar este puerto como una base para las comunicaciones de ultramar, con independencia de Buenos Aires, donde dominaba una oligarqua de latifundistas y comerciantes, mezcla de unitarios y rosistas, que todava soaba con la reconstruccin del Virreinato del Ro de la Plata. Cuando falleci C.A. Lpez, el podero econmico y militar del Estado nacional haba crecido hasta tal punto que ya estaba en condiciones de intervenir activamente en las contradicciones que seguan agitando al Ro de la Plata. El problema fundamental segua siendo el mismo: cmo garantizar de una manera definitiva la libre navegacin de los ros hasta el mar. En tales condiciones, se produce un cambio de gran trascendencia en el equilibrio internacional de fuerzas. Hasta entonces, el Estado nacional haba aprovechado la antigua contradiccin entre la Argentina y el Brasil para afianzarse. Ahora, la oligarqua de Buenos Aires busca el apoyo de la monarqua brasilea para fortalecer sus posiciones en la lucha por el sometimiento violento de las provincias. Ambas fuerzas se lanzan conjuntamente sobre la dbil repblica del Uruguay, con el fin de estrangular su desarrollo independiente. Esta agresin se diriga no slo contra el Uruguay sino tambin contra las provincias argentinas y contra un inters nacional vital del Paraguay. El imperio del Brasil decidi aprovechar su nueva alianza con Buenos Aires para destruir el Estado nacional paraguayo y resolver de esta manera el viejo problema de fronteras creado por los avances de los portugueses. Las clases dominantes de Buenos Aires vieron en la guerra contra el Estado nacional paraguayo un medio de dominar las provincias argentinas definitivamente y abrir un gran mercado al capitalismo britnico. Los banqueros de Londres se encargaron de financiar la empresa de abrir el Paraguay a sangre y fuego. Por su parte, el joven general Francisco Solano Lpez, nuevo presidente del Paraguay, estimaba que el pas haba alcanzado una potencia econmica y militar que le permita enfrentar a la coalicin enemiga en el terreno de las armas y resolver definitivamente el problema crucial de la libre salida al mar. Por encima de los motivos inmediatos de la guerra, sta fue una lucha a muerte entre dos sistemas contradictorios, entre dos vas opuestas de desarrollo econmico y social. La monarqua del Brasil estaba bajo el control de los barones del azcar, que explotaban esclavos negros para lucrar con la exportacin. Por inters de clase, necesitaban consolidar y prestigiar al Estado monrquico llevando la guerra adelante, implacablemente, hasta la destruccin total del Estado de la joven burguesa nacional paraguaya. La Argentina estaba regida por una burguesa importadora y exportadora, que con frases liberales serva a una aristocracia de grandes latifundistas y al capital ingls. Entre la monarqua liberal del Brasil y la repblica del Plata no exista una diferencia esencial. Su alianza era natural a pesar de su rivalidad. La guerra puso de manifiesto la diferencia entre los dos sistemas en lucha. Si dur cinco aos, a pesar de la gran superioridad militar de la Triple Alianza y del bloqueo total del Paraguay, ello se debi, principalmente, a la superioridad del atado nacional. Si la Triple Alianza fue incapaz de destruir el Estado nacional sin destruir fsicamente a la nacin misma, ello se debi a que los campesinos paraguayos, dueos de su chacra y de su casa desde hace tres siglos, orgullosos de descender de guerreros guaranes y de revolucionarios comuneros, lucharon por la independencia nacional como si fuera su propia vida. El sacrificio total del pueblo, hasta la muerte heroica del jefe de la defensa, comprob prcticamente, ante los ojos del mundo, la gigantesca fuerza de cohesin y de consciencia que la nacin paraguaya haba adquirido a travs de varios siglos de lucha difcil por su formacin y por sus derechos. En particular, comprob la extraordinaria profundidad que haba alcanzado la revolucin de independencia bajo la dictadura revolucionaria del doctor Francia. La firmeza implacable con que el mariscal Francisco Solano Lpez defendi la independencia nacional no slo contra el enemigo exterior, sino tambin contra la conspiracin de las "familias traidoras", cuyos centros estaban en la Embajada de los Estados Unidos y en el Obispado, fue una continuacin directa de la lnea de firmeza intransigente que el doctor Francia haba impreso a la revolucin nacional en su lucha contra la aristocracia hispano-criolla, el alto clero y los "ganaderos uniformados" complicados con los enemigos externos de la independencia patria. En presencia de hechos tan elocuentes, la afirmacin de Steward de que la nacin paraguaya tiene "base dbil" y no es "una nacin integrada", y que la Guerra de 1864 a 1870 estaba en contradiccin con su temperamento, slo puede suscitar el sentimiento de compasin que produce la ceguera, a menos que se la interprete como un esfuerzo intencional por justificar la opresin de un pueblo que lucha encarnizadamente por liberarse de la dominacin norteamericana.BIBLIOGRAFA1. Ver Elman R. Service y Helen S. Service, Tobat, Paraguayan Town, 1955, especialmente el prlogo de Julin H. Steward.2. Ver Historia Paraguaya. Anuario del Instituto Paraguayo de Investigaciones Histricas, 1956. Justo Pastor Bentez, Formacin del pueblo caguayo, 1956, pgs.57 a 61.3. Elman R. Service, Spanish-Guaran relations in early Colonial Paraguay, 1954, pgs.2, 7, 18, 20, 30, 31, 33, 35, 36, 39, 58, 64, 69, 94.4. Obra citada, pgs. 1, 7, 41.5. Obra citada, pgs. 22 y 39.Ver La rebelin de los indios de Arecay, en 1660 de Rafael. E. Velzquez. Muchos aos despus de esta gran represin se produjeron todava verdaderos intentos de insurreccin por parte de los guaranes.6. Ver obra citada, pgs. 16 y 92.7. Obra citada, pgs. 53 y 94.8. Prlogo citado. Ver la traduccin en Historia Paraguaya, 1956, pgs. 90, 100 y 101.9. Ver F. de Azara, Geografa fsica y esfrica de las provincias del Paraguay y Misiones Guaranes, 1790, pg. 546.10. F. de Azara, Memoria sobre el estado rural del Ro de la Plata en 1801.11. La ganadera en el proceso paraguayo. En "Paraguay agrcola y ganadero", Ao 1, N 2.12. Ver Justo P. Bentez: La vida solitaria del Dr. Jos Gaspar de Franela, 1937, pgs. 53 y 72. Del mismo autor, Formacin Social del pueblo paraguayo, pg. 191. J.C. Chaves, El Supremo Dictador, 1958, pgs. 196 y 197.13. Obra citada, pg. 186, adems pgs. 68 y 255.14. J.C. Chaves vuelve a repetir este argumento falso; ver pgs. 385 y siguientes de la obra citada.15. Ver el Informe del vicecnsul francs Aim Riger, en J.P. Bentez, La vida solitaria..., pg. 266.16. Ver J.C. Chvez, obra citada, pgs. 270 y siguientes. J.P. Bentez, Formacin social..., pgs. 136, 180 y 219.17. La vida solitaria..., pg. 105, y Formacin social..., pgs. 136, 180 y 219.18. Ver J.C. Chvez, obra citada, pg. 221.Informe sobre el gobierno y libertad de los indios guaranes y tapes en la provincia del Paraguay, 1806.19. Ver Carlos Pastore, La lucha por la tierra en el Paraguay, 1949, pgs. 52, 53, 61 y siguientes.20. Ver documentos del PCP redactados por Oscar Creydt:- Programa de Liberacin Nacional del Partido Comunista Paraguayo, 1960.- 1870-1970 Vencer o Morir! Manifiesto del CC del PCP Con motivo del centenario de Cerro Cor- 7 de Noviembre 1917-1972 - La revolucin rusa es nuestra, no de los traidores revisionistas.- Frente al peligro brasilero: lucha unida de todo el pueblo- Aspectos de la actual crisis mundial, 1979.- 50 Aniversario 1933-1983, pgs. 14 y 15.- Se est creando una situacin revolucionaria, marzo de 1986, pg. 5. Se transcribe a continuacin parte de esta Declaracin del Partido Comunista Paraguayo.LA ENTREGA DE ITAIPU Con descaro increble el gobierno de Stroessner contina presentando Itaip como si fuera mrito suyo. Sin embargo, ya todos se dan cuenta de que Itaip no es otra cosa que la entrega del gran Salto del Guair, de su gigantesca potencia hidroelctrica, a las clases dominantes del Brasil para sus objetivos y planes de desarrollo industrial y de expansin a costa de la soberana del Paraguay y de otros pases sudamericanos. Desde el comienzo, en abril de 1973, el PCP (independiente) denunci que la represa de Itaip, en poder del imperialismo brasilero, no podra dar lugar a un desarrollo de las fuerzas productivas en nuestro pas. Contra esta previsin de nuestro partido se levant el grupo rusfilo de Maidana, etc. En un folleto titulado "Itaip " de diciembre de 1973, escrito por el espa checo-ruso Efram Morel, ese grupo proclam que Itaip estimulara un cierto desarrollo de las fuerzas productivas, lo cual llevaba agua al molino de la propaganda stroniana. Esta posicin cnicamente anti-nacional del grupo pro-ruso se deba a que Rusia* tena inters en vender turbinas para la obra brasilera de Itaip. Hoy ya nadie puede discutir que Itaip es una entrega casi total, y que no facilita la industrializacin del Paraguay, puesto que nuestro pas se ve obligado a comprar energa elctrica al Brasil a muy alto precio. En vez de desarrollo ha habido retroceso de las fuerzas productivas. Los problemas de la energa se han vuelto cada da ms graves. Para ms, como acaba de sealar un patriota, "Paraguay se convierte en chacra del Brasil", una "simple y vulgar chacra", donde comerciantes brasileros compran a bajo precio con cruzeiros y se difunde el idioma portugus. El Brasil saca maderas paraguayas y luego vende al Paraguay los muebles que confecciona con ellas... Tal es el "nacionalismo" stronista. La gente lo sabe y se indigna. (O. C.)* Conviene recordar aqu que en el ao de la publicacin de esta declaracin del PCP (1986), el imperialismo ruso no haba abolido oficialmente todava la Unin de Repblicas Socialistas Soviticas fundada por Lenin. Ya se haba implantado, sin embargo, el sistema capitalista de Estado desde mucho antes, y se haba promulgado oficialmente la eliminacin de la dictadura del proletariado por medio del nuevo Programa del PCUS y del documento que lo fundamenta, aprobado por el XXII Congreso del PCUS. Aos ms tarde, despus del fallecimiento del Dr. Oscar Creydt, la abolicin de la Unin de Repblicas Socialistas Soviticas, fue el reconocimiento pblico de la anterior anulacin de la dictadura del proletariado y de la implantacin del rgimen hegemnico de gran potencia, que Rusia comenz a poner en prctica despus de la muerte de Stalin en 1953.TRES ESCRITOS INDITOS DE OSCAR CREYDT -1986 Los escritos que se transcriben a continuacin, fueron dictados por Oscar Creydt pocos meses antes de su fallecimiento, convencido del peligro que representaba para el Paraguay la posicin de polticos e historiadores argentinos, dentro de la larga y antigua tradicin de cuestionar la independencia del Paraguay. I. La Carta de respuesta a un historiador argentino tiene una especial importancia ya que historiadores y polticos argentinos siguen la tradicin de negar la independencia del Paraguay, en variadas formas. Es una posicin de principios de las ideas del P.C.P (independiente) en torno a la historia del Paraguay. II. El escrito Defensa de problemas fundamentales de la teora histrica del Partido es el fundamento de la Carta de respuesta..., con la idea de que debiera ser desarrollado en el futuro prximo. Los hechos demuestran la importancia de esta "mirada al futuro " de O. C. y la profundidad con que son tratados los temas histricos por l. III. El Anlisis sobre las causas de la guerra de 1865-70, en relacin al discurso del Dr. Rufino de Elizalde en 1869, es una pieza de gran valor histrico porque confirma la negacin del derecho del Paraguay a la independencia, y justifica con este argumento la guerra. Es interesante comprobar que desde la Argentina, desde sectores muy distintos en apariencia, hay una larga tradicin histrica que conspira contra el Paraguay como nacin independiente.ICARTA DE RESPUESTA A UN HISTORIADOR DE ARGENTINA CON RELACIN A LA INDEPENDENCIA DEL PARAGUAY Lamento sinceramente que no tengamos posibilidades para contestar debidamente al cuestionario histrico que usted ha presentado. Somos muy pocos y toda nuestra atencin, todo nuestro esfuerzo est concentrado, lgicamente, en el anlisis de la evolucin de la situacin poltica en nuestro pas, que tiende hacia una crisis de carcter y consecuencias imprevisibles, por ahora. El asunto de la confederacin ya ha sido discutido en el ms alto nivel. Se cuestiona la independencia del Paraguay, en el fondo. Nosotros hemos demostrado que en el curso de tres siglos el pueblo paraguayo se ha formado como una nacin en el sentido cientfico del trmino. Nos atenemos a los principios de Lenin respecto a la cuestin nacional: autodeterminacin con derecho a separacin. Sin derecho a separacin la autodeterminacin resulta una autonoma dudosa, con interferencias desde otro pas. La consigna de los partidarios del Dr. Francia No mudar de amo sigue siendo una consigna fundamental de nuestra organizacin. La tarea del historiador no consiste en hacer construcciones barajando pueblos y naciones distintas. En su trabajo sobre la revolucin espaola, Marx seala que la tarea del historiador consiste en desentraar la ley propia de desarrollo de la nacin estudiada. Hay un ensayo nuestro en este sentido: Formacin Histrica de la Nacin Paraguaya. Es un extracto brevsimo de un trabajo mucho ms amplio que redact con los libros que me facilit la Biblioteca Nacional de Mosc. En este trabajo publicado hay muchas abreviaciones y simplificaciones. Esto se debe a que fue solicitado como colaboracin para un libro colectivo sobre problemas histricos de Amrica Latina. Por tanto su extensin estaba muy limitada de antemano. (No recuerdo en este momento el nombre en ruso de este libro, ni s si lo han dejado en circulacin despus de la agresin divisionista de los jerarcas rusos contra nuestro partido en 1965, la ms grave de las muchas agresiones que ha sufrido el PCP por accin de dirigentes extranjeros, seudo-marxistas que insistentemente, atribuyndose el derecho de dirigir ms all de la frontera de su pas, han pretendido imponernos sus opiniones...) Espero que algn da yo tenga la posibilidad de corregir y ampliar algunos conceptos parciales de ese trabajo. Entre tanto, ha jugado un papel no despreciable entre la juventud estudiosa, refutando ciertas ideas tradicionales falsas acerca de la formacin de la nacin paraguaya. Oscar Creydt, agosto de 1986.IIDEFENSA DE PROBLEMAS FUNDAMENTALES DE LA TEORA HISTRICA DELPARTIDO COMUNISTA PARAGUAYO (INDEPENDIENTE) La teora histrica del Partido en un pas que tiene las caractersticas del nuestro, es un elemento fundamental de la teora del Partido. Un ataque a la teora histrica del Partido, es un ataque al marxismo-leninismo referido a la parte de la teora de la formacin histrica del Paraguay. En este sentido es necesario analizar los siguientes problemas. Primer problema: el modo de produccin que exista en el Paraguay durante el coloniaje. Segundo problema: relacionado con la afirmacin que hace Formacin Histrica de la Nacin Paraguaya, que a diferencia de otros pases de Amrica, cuya formacin se realiz en torno a grandes ciudades y grandes centros comerciales, la formacin histrica del Paraguay se realiz a travs de la formacin de pueblos. Tercer problema: el proceso de independizacin del Paraguay en 1811. A esto se oponen intelectuales y polticos de la Argentina con la expresin: "hubiera sido mejor forma de independencia la formacin de una confederacin"... El ataque ideolgico viene de estos intelectuales. El centro del pensamiento es parecido al de muchos argentinos, es que el Paraguay no debi emanciparse, debi ser una provincia de la Argentina. Esta es la idea que subyace en la polmica y no se expresa. Estas objeciones atacan el centro del pensamiento de Formacin Histrica de la Nacin Paraguaya, no en aspectos parciales. No se ha escuchado una objecin sobre la formacin en torno a pueblos. Pero parece que se quiere decir que el Paraguay, en el momento de su independencia, no era feudal. Sin embargo Formacin Histrica... afirma que era un pas feudal, en este sentido conviene recordar lo que dijo un gobernador argentino: que era necesaria una redencin, extinguir las encomiendas, o sea la necesidad de terminar con la principal expresin del feudalismo... Esto fue recogido por el Dr. Cecilio Bez. El Paraguay fue esencialmente colonial, feudal en el momento de su independencia. En este sentido la formacin del Paraguay no fue ms que una variante, nada ms, de este proceso hispano americano. Se desprende que el proceso paraguayo es una variante del proceso formativo respecto de otros pueblos de Amrica Latina. Que el Paraguay no se form en torno a una gran ciudad portuaria o en dependencia de ella es un hecho real; porque Asuncin no fue una de estas grandes ciudades. Aunque Asuncin fue una pequea ciudad comercial-portuaria, no hay duda de que desde el comienzo fue el centro, no hay duda de que el Paraguay se form a partir de Asuncin, tanto la encomienda, el latifundio, como el pequeo hacendado concomitantemente. Sin embargo, como resultado de la formacin de la chacra paraguaya, la formacin de los pueblos son una consecuencia, una necesidad para el desarrollo econmico, as como tambin su estrecha vinculacin con Asuncin desde el comienzo mismo. No hay duda sobre el carcter esencialmente feudal del Paraguay como colonia hispana. Por tanto el ataque ideolgico reposa sobre una deformacin ideolgica precisamente de este hecho. El ataque cae en el vaco, porque nosotros reconocemos la formacin del Paraguay sobre la base feudal, especialmente sobre la base de la encomienda, la forma ms feudal, ya que esta da derechos sobre los pueblos de indios, a parte de los pueblos de paraguayos. Cada encomienda tena derecho personal vitalicio, no vendible, sobre determinado nmero de indios e indias, es decir, derecho personal, feudal. Es esto lo que cre las condiciones previas para una revolucin profunda en el Paraguay, ms profunda que en el resto de las colonias hispano-americanas. La expresin de esta profundidad ha sido la dictadura vitalicia del Dr. Francia. A los intelectuales argentinos, influenciados por el democratismo burgus, no les agrada la dictadura vitalicia de Francia, ni la tesis del papel progresista que esta desempe durante treinta aos. Aqu hay un peligro para la teora histrica del PCP. Se ataca precisamente la obra histrica de la dictadura de Francia que es la independencia del Paraguay. Es esto lo que se objeta en el fondo. Esta objecin se manifiesta en la idea de que "hubiera sido mejor una confederacin"... En realidad, como dijera un diplomtico francs de la poca, con esta posicin el Paraguay se convertira en una de las pobres provincias argentinas... Es evidente que esto es verdad. Fue el Dr. Francia en Paraguay, el primero que propuso la formacin de la confederacin. En Formacin Histrica... se seala la respuesta que dio el llamado Directorio a los acuerdos que se hicieron con el general Belgrano cuando invadi el Paraguay. Acuerdos que fueron violados por el gobierno central y luego por los gobiernos provinciales de la Argentina. El Paraguay se vio en la necesidad ineludible de constituirse en un Estado independiente. Este ataque ideolgico est dirigido en el fondo contra la independencia del Paraguay. Quiere decir que la confederacin de que hablan los argentinos, por ms honestamente que lo hagan, no es ms que un disfraz y prolongacin del antiguo Virreinato. En el fondo de la objecin ideolgica se manifiesta que la formacin del Paraguay fue obra de una maquinacin, pero esto no se dice. Es la idea que haba contra el Dr. Francia, es la idea legionaria. Las notas cambiadas entre Asuncin y Buenos Aires estn editadas, all puede leerse esa lucha. Se pretende igualar la lucha de Artigas con la del doctor Francia, sin embargo la base social en la que se apoyaba Artigas era el latifundio y el pequeo campesino en forma indiferenciada, l mismo era un kulak, si no, de dnde sacara los medios para desplazarse. Tal vez le apoy una parte de la burguesa de Montevideo, no tenemos suficiente informacin. En la objecin est la idea de tipificar todos los procesos hispnicos, sin diferenciar las caractersticas nacionales. Si se parte de esta posicin, la revolucin paraguaya no tiene fundamento nacional muy claro y muy fuerte. Formacin Histrica... seala que la conducta del pueblo paraguayo durante la guerra de 1864-70, demuestra la fuerza extraordinaria que hubiera adquirido la nacin paraguaya (sic). Qu modo de produccin exista bajo la dictadura de Francia? Ya no era un modo feudal precisamente. La dictadura de Francia aboli restos de feudalismo que existan. Ya antes haban sido abolidos poco a poco pero, a pesar de esto, subsisti el feudalismo porque no toc el latifundio, no realiz una reforma agraria. No haba necesidad de esto ya que el Dr. Francia se apoyaba en una capa de campesinos que tenan tierras, animales, caballos. Exista una contradiccin entre la superestructura poltica que ya no era feudal y la forma principal de propiedad, que segua siendo indudablemente el latifundio. Y sigui sindolo hasta la guerra de 1864-70 y despus continu. La dominacin del latifundio en el campo nunca fue interrumpida. Soler afirma que el gobierno de Francia fue un gobierno de la burguesa nacional. Esto es falso. En realidad exista una burguesa nacional naciente, Francia representaba a una burguesa nacional en formacin, conteniendo elementos contradictorios. En Formacin Histrica... se habla de la burguesa nacional como algo complejo, ms bien como una capa, una especie de tercer estado de la revolucin francesa, clase mezclada, pero con potencia, capaz de actuar con direccin revolucionaria, es el caso de Robespierre. Sera un error hablar de gobierno de la burguesa nacional..., como lo hacen Soler y Morel. En su libro sobre la revolucin espaola Marx dijo que el papel del historiador consiste en desentraar la ley del desarrollo histrico de un pueblo, se refera a la revolucin del general Riego, y a no hacer construcciones barajando naciones y pueblos muy distintos. Este es el concepto central de la carta dirigida al profesor de historia argentina. Esta alude directamente a la idea de la confederacin. En la discusin con l se le dijo que si se hubiera hecho la confederacin, esta se hubiera deshecho, ya que no haban bases para esta unin. Al refutar estas ideas se debe pasar a la ofensiva. En primer lugar, hay que tener en cuenta que es una idea antigua de los argentinos, por eso ha sido tan persistente, por ello pueden producirse ataques en forma no directa. En segundo lugar, la nuestra es una posicin que est basada en una teora histrica. Esta tradicin histrica debe ser defendida en forma directa frente a los ataques realizados en forma directa o indirecta. Oscar Creydt, Julio de 1986IIIANLISIS DEL DR. OSCAR CREYDTEn relacin al discurso del Dr. Rufino de Elizalde, ex ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, pronunciado en diciembre de 1869, sobre las causas de la guerra de 1864-70. Este discurso de Rufino de Elizalde termin con la polmica acerca de la conveniencia o no de la guerra iniciada por Mitre.* Interesa en especial esta declaracin desde el punto de vista de la negacin del derecho del Paraguay a la independencia y al mismo tiempo liquida la idea de que Francisco Solano Lpez tuvo la culpa por la iniciacin de la guerra. Al parecer fue hecha con la idea de liberar a Mitre de la responsabilidad histrica de la guerra, probablemente el diario La Nacin de Buenos Aires terci en la polmica. Al respecto de la declaracin de Elizalde conviene destacar lo siguiente: A. Se demuestra que l deseaba ardientemente la guerra. B. Al ser un hombre ligado al ministro ingls Thornton, crea la sospecha de que Thornton jug un papel importante en la formacin, en el proceso que condujo a la alianza tripartita. Sin embargo, no estamos de acuerdo con la tesis natalicista que echa la culpa a Inglaterra por la guerra. La culpa es del imperio del Brasil y de Mitre, ste con el apoyo del Brasil buscaba lo siguiente: 1. Destruir el poder del Paraguay. La teora: liberar al Paraguay de un tirano. Nosotros decimos que se quera destruir un rgimen. Es interesante, Elizalde no menciona en su discurso al tirano. 2. Resolver con ayuda del Brasil el problema interno de la Argentina. Se trataba de destruir un poder independiente del imperio del Brasil y de la oligarqua argentina. Por eso, se opusieron siempre a la independencia del Paraguay. Desde la Argentina no queran que se forme un poder en el centro del continente, detrs de las provincias, en contacto con ellas. Hay una vinculacin de la revolucin paraguaya de independencia con la guerra del 70. La causa profunda de la guerra de 1864-70 es la independencia del Paraguay y la formacin de un poder independiente. Oscar Creydt, 1986* (Transcripcin del artculo de La Prensa de Buenos Aires del domingo 9 de enero de 1983. Recorte y subrayados de Oscar Creydt) TERMINA LA POLMICA SOBRE LA TRIPLE ALIANZA CON UNA CONFESIN DEL EX MINISTRO ELIZALDE Termina en Buenos Aires la polmica en torno de la Triple Alianza con la confesin del ex ministro de Relaciones Exteriores y negociador principal del tratado, Dr. Rufino de Elizalde, de que dese ardientemente la guerra para terminar, mediante el auxilio del Brasil, con el poder del Paraguay (!) y para encontrar una solucin a los problemas internos de la Repblica Argentina, expresando adems que nunca se alegrar lo bastante por los hechos que haban ocurrido. Deca Elizalde: Yo como ministro de Relaciones Exteriores, lo mismo que los dems miembros del gobierno, no creamos ni esperbamos la guerra... y nunca me alegrar lo bastante de los hechos verdaderamente providenciales, a que debemos haber alcanzado la solucin feliz, de los grandes problemas que afectarn el presente y el porvenir de los pueblos del Plata y del Brasil.dem Formacin Histrica...