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“La clave de los cambios en el movimiento obrero du-

rante esos años, reside en el antagonismo entre la

política de los partidos Socialista y Comunista y las de-

mandas del proletariado de los sindicatos. Esos partidos

habían abandonado la lucha antiimperialista con el pre-

texto que el antifascismo imponía tal sacrificio o poster-

gación. El planteo de la falsa opción antifascismo o

antiimperialismo y la renuncia al segundo, el partir de

lo internacional a lo nacional y no a la inversa, tuvo con-

secuencias catastróficas para los dirigentes sindicales

que permanecieron fieles a aquellos dos partidos.”

Rodolfo Puiggrós

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Yrigoyen asumió por segunda vez la presi-dencia en 1928 gozando de una gran

popularidad. Sin embargo desde el comienzose tejió contra él una sorda conspiración queinvolucró a sectores del privilegio económico,nacional y extranjero, la prensa y militaresreaccionarios. Yrigoyen concitaba el odio delimperialismo. Se había propuesto la naciona-lización del petróleo y el control del mercadopetrolero para alcanzar el autoabastecimientonacional. Su proyecto de un convenio comer-cial con la Unión Soviética rebasó la medida dela tolerancia de los monopolios anglo-nortea-mericanos. Los políticos opositores se sumarona la posición imperialista acusando a Yrigoyende ser “prisionero de agitadores soviéticos yanarquistas” y pidieron al Congreso que losometieran a juicio político.

Los sindicatos entre 1935 y 1941

Los sucesos se precipitaron agravados porla crisis general que estalló en 1929 en losEstados Unidos y se propagó por elmundo. El 6 de septiembre de 1930, asólo 2 años de su mandato, el General re-tirado José Felix Uriburu (pro germánico)sacó a la calle a los cadetes de la EscuelaMilitar y a algunas tropas de la Escuelade Comunicaciones y encabezó el primergolpe que interrumpe un gobierno de-mocrático desde la Ley Sáenz Peña. Ungolpe que Rodolfo Puiggrós dice “des-

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La Huelga General del 36

El incremento de la actividad industrial fue creandomejores condiciones para la lucha obrera y en conse-

cuencia se incrementaron el número de huelgas conmetas reivindicativas inmediatas.

En Julio de 1935 se constituye la Federación Obrera deSindicatos de la Construcción (FOSC). Su máximo diri-gente fue el militante comunista Fioravantti.

Entre el 7 y 8 de enero de 1936 se llevó a cabo en Capitaly Gran Buenos Aires una huelga general en solidaridadcon los obreros de la construcción que desde hacía un añoreclamaban: aumento salarial, descanso dominical, jor-nada de 4 horas los sábados, abolición del trabajo adestajo y responsabilidad empresaria por accidentes detrabajo.

Esta huelga, ignorada por la mayoría de las crónicas, tuvouna adhesión de más de 60.000 personas pero su rasgomás destacado fue la lucha callejera. La solidaridad se de-sarrolla en los barrios. Por su envergadura fue com-parada con los acontecimientos de la Semana Trágica de1919. Los piquetes de huelguistas rodearon las fábricas yexhortaban a los comerciantes a cerrar sus puertas. Lasmasas enfrentaron y rechazaron a la policía, quedandodueñas por unas horas del norte y noroeste de la Capital.

Finalmente, interviene el Presidente Justo instando a lasempresas a dar una solución. Luego de una Asamblea enel Luna Park aprueban el acuerdo y las Organizaciones Pa-tronales tuvieron que aceptar de hecho la existencia delSindicato y la FOSC (Federación Obrera de Sindicatos dela Construcción).

Apartir de 1935 el empuje de los trabajadores crece ynaturalmente buscan una expresión que los repre-

sente. El anarquismo agoniza, precisamente porque granparte de su base social -trabajadores artesanales- hansido absorbidos por la industria en crecimiento, dondesus rasgos individualistas no hallan campo favorable. Elsocialismo se ha ido derechizando fuertemente captadopor las ideas de la clase dominante y sólo puede atraersectores de la clase media. Queda el Partido Comunista yallí ponen su esperanza los nuevos trabajadores.

Entre 1935 y 1941 se verifica un fuerte incremento delPartido Comunista en el orden sindical. Los viejos sindi-catos de oficio se unifican: ebanistas, lustradores, carpin-teros, etc, pasan a integrar el “Sindicato Único de laMadera”. Yeseros, pintores, parquetistas, etc., “La UniónObrera de la Construcción”, en ambos casos con la con-ducción de militantes comunistas.

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La declinación del anarquismo favoreció elcontrol del “Sindicato de la Carne” por ellegendario dirigente José Peter, de fi-liación comunista. Este avance del PartidoComunista en el ámbito sindical, conpromisorias perspectivas de reflejarse enlo político, se frustra a partir de 1941cuando el Partido deja de interpretar losreclamos obreros y entra en franca decli-nación. La causa reside en el sometimientode la dirigencia partidaria a la teoría de”socialismo en un solo país” (la Unión So-viética) que somete su táctica en la Ar-gentina a los giros de la diplomaciaexterior soviética.

Hacia 1935 la URSS, temerosa del creci-miento de Hitler, estrecha vínculos conInglaterra y sus aliados, lanzando la táctica

del “Frente Popular”, y del “Frente An-tifascista" lo cual conduce al Partido a con-fluir con el radicalismo, sólo que éste ya noes Yrigoyen sino Alvear. Poco antes de es-tallar la guerra, la URSS opera un giro.Asegurada ahora la no agresión de Hitler(Pacto Ribbentrop-Molotov) rompe suamistad con los ingleses. En la Argentinael Partido Comunista se acomoda a lanueva situación y se torna anti-británico,alejándose de Alvear y acercándose aFORJA.

Comunistas y forjistas confluyen en la tác-tica de neutralidad y levantan conjunta-mente fuertes banderas antiimperialistas.Esta época favorece su consolidación enel mundo sindical pues encabezan huelgascontra empresas inglesas. Pero a mediados

de 1941 Hitler invade la URSS y ésta re-torna a la alianza con Inglaterra y Francia,por lo cual en la Argentina el Partidoabandona la posición antiimperialistapara privilegiar al antifascismo, es decir, ala posición pro-inglesa.

A través de Victorio Codovilla sostienenque, con respecto a las empresas inglesaso yanquis en Argentina, debe hacerle en-tender a los obreros que "no hay que im-pacientarse ni despotricar contra los alia-dos de la URSS", pues ello conduciría aseguirle el juego al nazismo. Aquí reside -entre otras causas- la razón por la cual losgremialistas comunistas van perdiendo elapoyo de las bases y la conducción de lossindicatos.

pedía un fuerte olor a petróleo de laStandard Oil”.

Cuenta con la simpatía de una oposiciónque -incapaz de acceder al poder por símisma- fue a los cuarteles a mendigar quelos militares lo hicieran, sin advertir queen adelante quedarían sometidos a la al-ternativa del fraude electoral o la inter-vención militar. Se inaugura así un perío-do de trece años en el que sucesivamentefueron ocupando la presidencia, gracias

al fraude electoral, el General Agustín P.Justo, el radical alvearista Roberto Ortiz yel conservador Ramón Castillo.

Comienza la “Década Infame” caracteri-zada por la ausencia de participación po-pular; la tortura de detenidos políticos ysindicales; la corrupción y la entrega delpatrimonio nacional.

El modelo agroexportador, montadodesde fines del siglo diecinueve en me-

canismos acordados entre la oligarquía yel imperialismo británico quedó profun-damente afectado por la crisis económicamundial de 1929. La relación entre el“taller” (ellos) y la “granja” (nosotros),como se los llamaba, quedó resquebra-jada. Gran Bretaña parece privilegiar elcomercio con sus colonias (Australia yNueva Zelandia) antes que con la semi-colonia argentina.

Con el objetivo de intentar reajustar elcomercio exterior, y recuperar el nivel delas exportaciones, parte a Londres unamisión integrada por reconocidos “amigosde Inglaterra” que culmina con la firmadel vergonzoso Tratado Roca-Runciman.Se pacta un empréstito por 13 millones delibras esterlinas de las cuales el país sólorecibe 3.500.000, pues el resto se destinaa pagar utilidades a empresas inglesas enla Argentina. Aceptan que los frigoríficosanglo-yanquis controlen el 85% de las ex-portaciones, reservando para Argentinasólo el 15% y una serie de acuerdos secre-tos referidos a la creación del Banco Cen-tral Mixto conformado por capital privadoy estatal encargado de emisión mone-taria, el manejo de cambios y la políticacrediticia, que luego se concreta por ley, yla coordinación de Transportes, ambos enbeneficio del Imperio.

Scalabrini Ortiz dice al respecto: “Conobligaciones concretas, minuciosas, quesólo podrían haber sido aceptadas bajo elimperio de las armas, Inglaterra se bur-laba, una vez más, de la soberanía ar-gentina”. La contundencia de la crisis ter-minó con el mito de la Gran Argentina yla condición semicolonial se hacía sentir.

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Yira YiraEnrique Santos DiscépoloTango. Extracto -1929

Cuando la suerte que es grela, / fallandoy fallando / te largue parao... / Cuandoestés bien en la vía, / sin rumbo, deses-perao... / Cuando no tengas ni fe, / niyerba de ayer / secándose al sol... Cuando rajés los tamangos / buscandoese mango / que te haga morfar... La indiferencia del mundo / que essordo y es mudo / recién sentirás. Verás que todo es mentira, / Verás quenada es amor... / Que al mundo nada leimporta... / Yira... Yira... / Aunque tequiebre la vida, / aunque te muerda undolor, / No esperes nunca una ayuda, / niuna mano, ni un favor. / ...

Los escasos avisos de empleos convocabana cientos de postulantes. Los desocupadoshacían cola en la olla popular de PuertoNuevo. Las calles se inundaron de por-dioseros y vendedores ambulantes de losmás increíbles objetos. La delincuencia yla prostitución aumentó notablemente.Para el año 1932 el índice de suicidiosllega en Buenos Aires a casi dos por día.

El sentimiento de derrota se advertía entodas partes. Se reaccionaba , con resig-nación o con rabia, realidad reflejada porel tango “Yira, Yira” de Santos Discépoloque se convirtió en un juglar de su época.

En medio de ese clima de ignominiaaparece el “Manifiesto de los RadicalesFuertes”, antecedente de FORJA, que in-tenta organizar la resistencia popular peroson diezmados. Posteriormente, en 1935un grupo de intelectuales yrigoyenistasfundan FORJA (Fuerza de OrientaciónRadical de la Joven Argentina) integradapor figuras del pensamiento nacionalentre las que se destacan Arturo Jauretchey Homero Manzi. Aunque no era parte deesa agrupación Scalabrini Ortiz se consti-tuye en la usina ideológica del grupo.

Los forjistas denuncian los fraudes y ne-gociados de la época y se movilizaban

contra la creación del Banco CentralMixto, en defensa del petróleo y por lanacionalización de los ferrocarriles co-menzando a generar una conciencia na-cional que va adquiriendo importanciapara instalarse como un auténtico pen-samiento antiimperialista.

Al mismo tiempo en el campo económicose van produciendo cambios que tomanfuerza en los años siguientes. Los pe-queños talleres se transforman en fábricasante la necesidad de sustituir importa-ciones por la crisis y luego por la SegundaGuerra Mundial.

En esos años se genera una fuerte mi-gración interna de desocupados y peonesde campo que va a producir importantescambios en lo social y sindical. Nace unanueva clase trabajadora fabril que tienerasgos propios, distintos a la vieja clasetrabajadora y que jugará un papel impor-tantísimo en los años 40.

También en el ejército aparecen corrien-tes nuevas: ingenieros que abogan por eldesarrollo de la industria (Savio) y otrosque observan la creciente importancia delas masas populares (Perón). Prevaleceahora en el ejército una posición anti-británica.

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Datos y aportes extraídos de:Hernández Arregui, Juan José (1957). “Imperialismo y Cultura”. Buenos Aires: Editorial amerindia.Iñigo Carrera, Nicolás (2006). "Huelga General 1936". Fragmento. A 70 años de la huelga general de masas de 1936. Pigna, Felipe (2006). "Los Mitos de la historia Argentina III". Buenos Aires: Editorial Planeta. Puiggrós, Rodolfo. (1986). "Historia crítica de los Partidos Políticos Argentinos”. Tomo 1. Buenos Aires: HyspaméricaInstituto Nacional Yrigoyeneano. (2011). "Aniversario del primer golpe de Estado” Galasso, Norberto (2003). “Braden o Perón. Junio 1943 a septiembre 1945”. Cuadernos para la otra historia. BuenosAires: Centro cultural Enrique Santos Discepolo. En línea: http://www.discepolo.org.ar/files/braden_o_peron.pdf.

En 1943, ante la cercanía de las elecciones para larenovación presidencial, el Presidente Ramón S.Castillo vacila entre el apoyo que recibe por parte dealgunos coroneles y sus compromisos con las fuerzaspolíticas conservadoras. Presionado por éstas decideoptar por la candidatura de un poderoso señor feu-dal: Patrón Costas, que merced al fraudelogra vencer en los comicios. Un día antesde asumir (el 4 de junio de 1943), lastropas se sublevan y ganan las calles. Sinfuerzas para resistir Castillo renuncia.

Nuevos hombres y nuevas fuerzas socialespasarán a ocupar la escena nacional parainiciar un nuevo ciclo histórico.