Foro 1 - Origen de Las Clases Sociales en Santo Domingo

5/10/2018 Foro 1 - Origen de Las Clases Sociales en Santo Domingo

UN PREAMBULO NECESARIO

IEs posible que algunos lectores lleguen al final de este librocon la impresi6n de que el pueblo dominicano ha fracasadoporque al acercarse a los quinientos afios de vida como socie-dad occidental no ha podido organizarse segtin los esquemasde esa sociedad.

Eso serfa una conclusion erronea, pues 10 que ha fracasadono ha sido el pueblo dominicano; ha sido el sistema en que havivido.

La sociedad europea, de la que Espana era parte cuandonos descubrio en 1492, habfa perdido sus formas economicasy sociales al quedar liquidado el Imperio romano, y se reorga-nizd lenta y trabajosamente denrro de las formas de 1 0 quehoy Uamamos, tal vez de manera burda, el sistema feudal. Deese sistema iba a surgir un nuevo tipo de sociedad, cuyoscentros de autoridad econornica y social serfan las burguesiaslocales. Espafia, que precisamente durante todos los siglos delfeudalismo se rnanruvo en guerra contra.1os arabes, atravesolos tiempos feudales en un estado de tension militar constan-teoEso prolongo en Espaiia la importancia del noble que lle-vaba sus hombres a la guerra y oblige a los reyes a concederleprivilegios que por esos tiempos perdian los nobles de orrospaises europeos. Debido a esas razones, en Espafia no seprodujoel desarrollo normal--si llamamos normal el patron seguidoen otros lugares de Europa- de las foemas economicas y

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sociales del feudalismo. Ahora bien, sin eso que llamarfamos"un feudalismo normal" no podfa darse la burguesia. Asi, Es-paiia salio de la Baja Edad Media y entre en 1 a Edad Modernaregida, en el orden economico y social, por una nobleza guerre-ra, latifundista y ganadera, no por una burguesia.

Si queremos ser mas precisos podemos particularizar ydecir que en el afio del Descubrirniento, y los que le siguie-ron, Espana no era un pais unido; era la suma -pero no lainregracion->- de dos reinos, el de Castilla y el de Aragon, ycada uno renfa su rey, el primero a Isabel la Catrilica y elsegundo a Fernando V. Y de esos dosreinos, el que nosdescubrio, conquisto y organize segun su imagen y seme-janza fue Castilla; a tal punro esto fue asf que en los prime-ros treinra y cinco afios despues del Descubrimiento solopodian ir a America los castellanos; los aragoneses --entrelos que se hallaban los catalanes, valencianos y murcianos-iban con dispensa real, es decir, por favor especial del rno-narca, pues en 10 que tocaba a America, un siibdito del rei-no de Aragon era igual a un extranjero,

Pues bien, de esos dos reinos que habfa en Espafia, Castillaera el m a s rerrasado en el orden de la evolucion social. Desdelos tiempos de Alfonso X, el Sabio (nacido en 1221 y muertoen 1284), la nobleza guerrera y latifundista castellana comen-zo a obtener privilegios en perjuicio de los productores y loscomercianres de la lana, que fue durante toda la Baja EdadMedia el producto mas importante del comercio de Castilla.Alfonso el Sabio y los reyes que le siguieron tuvieron queconceder esos privilegios a los nobles guerreros y latifundistasa cambio del apoyo que estos les daban; y el resultado fue queya al final del siglo xv. justamente cuando nuestro pais eradescubierro y comenzaba a ser conquistado, 1 a nobleza guerre-ra y latifundista de Castilla tenia el control de la Mesta, la orga-nizaci6n de los duefios del ganado lanar del pais. AI tener en


CoMPOSla6N SOCIAL DOMINICANA

sus manos el control de la Mesta, Lanobleza monopolize ensus orfgenes la producci6n de Lalana, y ese monopolio impi-di6 el desarrollo de la burguesfa lanera, que habfa sido elmi-cleo mas fuerte de la burguesfa castellana. Esa burguesfa lu-ch6, pero sin exito, y cuando sevio vencida aspire a convertirserarnbien en nobleza, ejernplo que siguieron orros grupos deburguesfa mas debiles que ella.

Mientras los larifundios quedaban vinculados al hijo ma-yor -10que evitaba su particion y aseguraba la permanenciade la nobleza a 1 frente de propiedades enormes-, los restan-res hijos de la nobleza -los llamados segundones- tom a-ban orros canales de ascenso hacia Lapreeminencia social: elsacerdocio, las armas, las funciones publicas. Pero sucedfa quelos que no eran nobles y aspiraban a enrrar en su drculo to-mahan rambien esos canales de ascenso. Fue esa la razon deque Castilla produjera nobles, obispos, canonigos, guerreros,funcionarios, pero muy pocos burgueses. Debido al papeldominante que tuvo Castilla en Espana, e incluso por conta-gio, el mal se extendi6 a gran parte de Aragon, si bien Cara-luna yValencia conservaron micleos de burguesfa urbana aun-que no tan desarrollados como en otros lugares de Europa.Espaiia apenas ruvo un Renacimiento porque el Renacimien-to fue la flor y el perfume de la burguesfa italiana, y tal vezmas espedficamente, de la de Florencia.

La decadencia de Espana, que se hizo patente antes de quepasara e1 primer siglo del Descubrimiento y que se advierreleyendo su literatura de la epoca -La de I . a picaresca y loshidalgos rnuertos de hambre-s-, tiene su punro de partida enese hecho, pues en el mundo capiralista no podia darse, sinque se pagara un precio alto, la conrradiccion de que se esra-bleciera un imperio sin burguesfa, sin capitales de inversion,sin tecnica de produccion, sin medios de cornunicacirin, sinmercados compradores denrro 0fuera de la merropoli,


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Las luchas de los imperios nacientes de Europa contra Es-pana en la region del Caribe, iniciadas al comenzar la segun-da mitad del siglo XVI con la actividad de los corsarios y loscontrabandistas, son las luchas de pafsesque renfan burgue-sfa organizada, capitales, produccion de artfculos de consu-mo, marina mercante, y necesitaban materias primas y mer-cados donde colocar sus productos, contra uno que tenfaterritorios ricos y rnaterias primas, pero nada mas. En esasluchas Espana fue perdiendo territories del Caribe a manosde Inglaterra, Francia, Holanda. Uno de tales territorios serfala porcion occidental de la Espafiola, despoblada al comenzarel siglo XVII para evitar el contrabando. En esapane de nues-tra Isla iban a establecerse los franceses,y de la colonia france-sadel Oeste saldrfa la Republica de Haiti, hecho fundamen-tal en la historia dominicana.

Para conocer los orfgenes de ese hecho fundamental se re-quiere conocer la historia del Caribe, y esta ultima es unreflejo de las luchas de los pafses burgueses de Europa con-tra el imperio sin burguesfa de Espana. El Caribe fue, du-rante siglos, la Fronteramas alejada, y la mas debil, de Espa-na; pero adernas era una region de tierras fertiles y puntosde cornunicacion excelentes con el resto de America; demanera que arrebatarle esas rierras a Espana era un buennegocio. Las luchas de Francia, Inglaterra y Holanda contraEspana tenfan que reflejarse, y se reflejaron, en Santo Do-mingo, raz6n por la cuallos altibajos de la composicion so-cial dominicana mientras fuimos territorio espafiol hay queverlos como resultados de es~ luchas, no como fen6menoslimirados a nuestro pais. Para llegar a una comprensi6namplia de ese proceso, el autor esta trabajando en una histo-ria de las luchas imperiales que tuvieron como escenario laregion del Caribe, y en cierto orden de ideas, este libro sa-bre la composici6n social dominicana es complementario de


CoMPOSIQ6N scx:IAl. OOMINICANA 15

E I C a rib e, F ro nte ra I mp er ia l, titulo que se refiere a toda la re-gi6n. En esre Ultimo se estudianlas luchas de los imperios sinpenetrar en sus consecuencias, dentro dellfmite de cada pals,en la organizacion social, y en el presente se estudia la compo-sici6n social dominicana tocando apenas, y mas bien comopunta de referencia, las luchas inter-imperiales en el Caribe.Tratar aquf 10 que se trata en otro estudio serfa repetirse yllevar este libra a una extension innecesaria" .

Como vera el lector, Santo Domingo estuvo a punta deformar una oligarqufa esclavista azucarera en la primera mi-tad del siglo XVI; pero Santo Domingo era parte de Espana, y16gicamente en una parte no podia darse 10 que el todo noestaba en capacidad de asimilar. As; pues, el origen de Aues-rros males --que esci en el fracaso de ese esfuerzo hecho en elsiglo XVI- se halla en una deficiencia lejana, cuyas rakes noestaban ni siquiera en la Espafia de 1492, sino mucho m a sarras; y en Ultima instancia fueron y son males del sistema, node Espana ni del pueblo dominicano. Por otra parte, este librase limita a historiar, y a tratar de inrerpretar, la cornposicionsocial dorninicana, no laespafiola, y por tanto sus conclusionesdeben referirse a Santo Domingo, no a Espaiia. Dellibro mis-mo se desprende que el pueblo dominicano no puede teneresperanzas de conocer un porvenir mejor que el pasado si noprocede a cambiar el sistema en el cual ha venido fracasandocasi durante quinientos aiios. Para probar que ese sistema nofunciona en S~tO Domingo, con cinco siglos hay de sabra.

A fin de aclarar conceptos, cosa necesaria dado que no dis-ponemos de antecedentes .en 10 que se refiere al estudio denuestra composici6n social, debemos decir que los dominica-nos nQShallamos en una situaci6n especial--que comPLen EI libro fu e publicado en Madrid, Espana, por la Editorial Alfaguara, enabril de 1970, con el tftulo de D e C ristO ha l C olO n a F id el C astro. E I C eribe,

Frolltera Imperial.


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con nosotros los pueblos antillanos-; pues nuestra historiacomienza antes de la llegada de los espafioles a nuestro pals, y ~sin embargo el punto de partida para estudiar la composicionsocia! tiene que ser posterior a! Descubrimiento. Esto se ex-plica porque aunque estabarnos habitados por pueblos indf-genas varios siglos antes de 1492 -sin que tengamos ideasde cuantos fueron esos siglos-, la sociedad indigena desapa-reci6 una vez que nuestros indios quedaron aniquilados.

Ahora bien, pasamos a ser una sociedad occidental, peros610 a partir de un momento dado en el desarrollo de esasociedad. Todo 10 que ocurri6 en Occidente antes de ese mo-rnenro -principios del siglo XVI-, no tiene relaci6n connosotros, y como se da el caso de que en Santo Domingonunca se ha ensefiado historia medieval, ignoramos c6mo era,c6mo vivfa, que hacfa esa sociedad de la cual hemos venido aser continuaci6n. Parece a simple vista que si Espafia tras-plant6 a nuestro pals la culrura occidental tambien trasplant6los frutos sociales de laEdad Media. Pero nosucedi6 asi, puestoque no trasplant6 la organizaci6n burguesa de la sociedad,que fue el jugo, y por tanro el producto social m a s importan-te del feudalismo.

Nosotros pasamos a ser un pueblo de corte occidentalpero no segun los modelos mas desarrollados de Europasino segun el medio espafiol. Espana nos trasmitio todo 10que tenia: su lengua, su arquitectura, su religi6n, su rna-nera de vestir y de comer, su arte milirar y sus institucionesjurfdicas y civiles; el rrigo, los ganados, la cafia de aziicar, yhasta los perros y las gallinas, Pero no pudimos recibir deEspana, porque ella no los tenia, los metodos de producci6ny distribuci6n occidentales, la tecnica y los capitales y lasideas de la sociedad europea de la epoca. Conocimos el dine-ro, pero no los bancos; conocimos el Evangelio, pero no lostrabajos de Erasmo.


COMPOSlaON SOCIAL DOMINICIINA 17

Espana comenzo a convertirse en imperio precisamentecuando empez6 a levantar en nuestro pais los muros de laIsabela. Pero nada como imperio sin que tuviera capaci-dad -ni econ6mica ni social y ni siquiera militar- paraser un imperio. Esto que acabamos de decir significa quehabfa una profunda 'contradicci6n entre las fuerzas de Es-pana y la obra que iba a realizar. A nosotros nos tocarfaheredar las debilidades que latfan en el fondo de esa con-tradicci6n. Basandonos en este punto de vista tenemos queentrar a descubrir como se produjo la composicion socialdominicana a partir de unos orfgenes que no respond ianen todas sus partes al esquema de la sociedad occidental, ycomo esa cornposicion fue definiendose hasta llegar a ser10 que es hoy.

Nuestra historia tiene dos etapas bien definidas y una cor-ta epoca que no corresponde a ninguna de las dos, pero quelasmezcla. Setrata de la etapa anterior ala llegada deColon yla posterior a la Conquisra; la que mezcla a las dos es la quecorre del dfa en que la Isla fue descubierta hasta aquel en queOvando la dio por conquistada. Para los fines de este estudiollamaremos a los dos primeros perfodos el de las sociedadesindfgenas y el de la sociedad occidental. EI rermino de socie-dades indfgenas se debe al hecho de que para 1492 el paisestaba habitado por ciguayos y tainos y probablemente habfaenel algun enclave caribe.

Laclasica division de nuestra historia en perfodos preco-lombino, de la Conquista, colonial, de la Republica, no tie-ne use para nuestros fines. Algunos de esos perfodos pue-den coincidir con los que establecernos ahora; por ejernplo,el precolombino, que en este libro queda denominadopreoccidental. Pero pueden coincidir en tanto hisroria, ynada mas. Para el analisis de la cornposicion social domini-cana no tiene valor que hubiera 0 no hubiera un perfodo


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colonial y uno republicano; 10 que tiene importancia es la apa-rici6n de gropos 0elases sociales, eosa que puede coineidir, 0puede no coincidir, con el inicio de un perfodo historico,

Ahora bien, la organizaci6n social indfgena qued6 des-truida, por 10 menos en su mayor parte, en los afios de laConquista, de manera que. no hay motive para que en estelibro se hable de ella. Todo 10 que las soeiedades indfgenasaportaron a la vida de nuestro pueblo es materia de otro tipode estudio, no del que se hace en este trabajo. Lo rnisrno pue-de decirse del perfodo de la conquisra, Asf, un analisis de nues-tra composici6n social tiene que partir del momento en que yasomos un pueblo occidental, regido por las mismas leyes so-ciales que gobiernan la vida de cualquier pueblo europeo, sibien esas leyes no estaban cumpliendose -ni se han eumpli-do todavfa- en la forma en que se cumplfan en Europa.

El autor publico en la revista iAhora! de Santo Domingouna serie de artfculos --que aparecieron semanalmente desdeel roes de mayo de 1968- en que toe6 aspectos parciales deltema de este libro. Pero ellibro tiene poca re1aci6n con esosartfculos, De ellos, s610dos fueron trasladados allibro y dos 0tres mas 10fueron en parte.Este preambulo necesario se cierra con las siguientespalabras:

El autor no ha pensado en ningiin momento escribir untratado sobre la historia de la eomposici6n social dominicana niha pretendido agotar la materia. Su plan fue contribuir al esru-dio de un aspecto de la sociologia dominicana que puede servirpara vernos a nosotros misrnos desde un angulo no habitual, yespera que otros dominieanos mejoren 10 que el ha hecho.Benidorm,23 de noviembre de 1968.


IORIGEN DE LAS O.ASES SOCIALES EN SANTO DOMINGO

iEn que momento ernpezaron a formarse clases sociales ennuestro pais?Ai responder a esta pregunta hay que tomar en considera-

cion que alllegar a nuestra Isla los conquistadores castellanosprocedfan de varias clases 0sectores de clases; pero se tratabade clases dentro de la sociedad de Castilla, no dentro de lasociedad indigena, que era la que habitaba la isla que Colonbautizo con el nombre de Espanola. En la sociedad indfgena,siruada en el nivel correspondiente a los pueblos que vivianen la etapa de desarrollo Hamada del neolftico superior, nohabfa c1asesporque todavfa no se habia entrado en la etapa dela disolucion de la propiedad comunal, y por tanto no se ha-bfa llegado a la de la propiedad privada. Allf donde no haypropiedad privada no hay clases, aunque haya funciones, de-rivadas de la division del trabajo, que pueden dividir a loshombres y a las mujeres de acuerdo con las tareas que cum-plen al servi~io de su grupo; algunas de esas funciones pue-den sec las del sacerdocio y el gobierno. Es probable que enalgunos lugares de la Espanola hubiera en 1492 caciques ysacerdotes que habian heredado sus funciones, 10 que indica-rfa que los pueblos indigenas de esos lugares se hallaban rela-tivarnente cerca del punto historico en que ib a a establecerseel sistema de la propiedad privada. Pero en general, los indios

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de la Espafiola se encontraban todavfa en la etapa de la pro-piedad comunal, tal como 10 estaban los de Venezuela cuan-do lleg6 a sus costas Americo Vespucio, miembro de la expe-dici6n que capitane6 Alonso de Ojeda en el aiio de 1499. Ladescripci6n de la manera en que vivian los indfgenas de laregion occidental de la costa venezolana fu e hecha por AmericoVespucio y aparece sintetizada por frayBartolome de Las Ca-sas en su Historia de l a s Ind ia s (M. Aguilar, Madrid, Torno II,Capitulos CLXV y CLXVI, pags. 43-51).

L a conquista de nuesrra Isla determin6 una lucha de clasesentre espaiioles e indios, por una parte, y desaro orra lucha declasesentre los conquistadores. Esas dos luchas de clases aca-barfan fundiendose en una nada mas, en 10 que se refiere a losindigenas, y precipitarfa el establecimiento de la instituci6nde la propiedad privada de las tierras, en 10 que se refiere a loscastellanos 0espafioles, E1resultado final de esas1uchasserfala esclavitud y la aniquilaci6n flsica de los indios de la Isla y laformaci6n de la primera oligarqufa esclavista conocida en elNuevo Mundo. En la primers parte de todo el proceso quecondujo a la forrnacion de una oligarqufa esclavista en nues-tro pals, jug6 un papel de la mayor irnportancia la pobrezadel Estado espafiol, que no disponfa de medios para financiarla conquista de la Isla; en la segunda parte jugo e 1 primerpapel el alzamiento de Francisco Roldan Ximenez y de susseguidores. En la totalidad del proceso resulro de una influen-cia determinante la pobreza general de la Espanola, una islaque nunca fue rica, a pesar de la leyenda de su riqueza quehicieron circular Cristobal Colon, Pedro Martir de Anglerfa,el padre Las Casas y muchfsimos de nuestros historiadores.

Los prirneros indfgenas de America sometidos ala escla-vitud no fueron destinados a trabajar para los conquistado-res sino a ser vendidos en Espaiia para pagar los gastos de laConquista; se trato de 500 indios de la Espanola a quienes


C oMP O SIO O N S O C IA L DOM IN IC A N ... 21

Crist6bal Col6n despach6 hacia Sevilla en cuatro naos quesalieron de la Isabela el 24 de febrero de 1495. En 1496,don Bartolome, el hermano de don Crist6bal, envi6 300indios al puerto de Cadiz. En 1498, al volver a la Espanolaen su tercer viaje, el Descubridor escribi6 a los Reyes Cat6-1icos en estes terrninos: "De aca se pueden, con el nombrede la Santa Trinidad, enviar rodos los esclavos que se pudie-sen vender ... " (lose Antonio Saco, H istoria de la Esc lavitud delo s I nd io s e n el N ue vo M u nd o, Cultural, S.A., La Habana, 1932,Tomo I, pags. 102 y sigs.),

En esre primer aspecto de la lucha de clases entablada en laEspafiola, Colon y su hermano asumfan el papel de represen-tantes del Estado espanol--o mejor dicho del gobierno deCastilla-, no el de una clase dominanre que esclavizaba a losindfgenas para ponerlos a trabajar en su beneficio. Pero suce-did que la venta de indios en Espana no prospero porqueIsabella Cat61ica crey6 que al consentir ese negocio esrabacometiendo un pecado grave; y ademas resulto que los indiosde nuestro pais morfan rapidamente en la metropoli.

Ahora bien, el hecho de que se apresaran indigenas paraser enviados a Espana en condici6n de esclavos, y vendidosallf como tales, dio pie para que los casrellanos que vivian enla Espanola reclamaran que se Ies concediera a elIos el derechode tener esclavos; y ese derecho les fue reconocido, al menosde facto, por el hermano de don Cristobal, el Adelantado donBartolome Colon. Este, que habra quedado al frente del go-bierno de la Isla despues de haber salido el Descubridor haciaEspana en los primeros dfas de marzo de 1496, se hallo forza-do a complacer a esos castellanos que le pedfan indios parausarlos como esclavos porque la situaci6n de la Espanola eracrfrica, tanto en el orden econ6mico como en el politico; en elprimero, debido a que no habra brazos para producir 10 quehacfa falta para vivir, y en el segundo, debido a la sublevaci6n


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de Roldan, una sublevaci6n que habfa sido provocada preci-samente por lamiseria general en que sehallaban loscastella-nos. Es mas: desde poco despues de haber salido Co16n de laEspanola en marzo de 1496, se dispuso que los trabajos desiembra de algunos lugares fueran hechos por indios, bajo elmando de sus caciques, sin recibir paga alguna, y que se cas-tigara con azotes y con la esc1avitud a los que se negaran ahacer esas labores 0 huyeran hacia los montes Qose AntonioSaco, ob . c it ., Torno II, pag. 250).

Hasta entonces la propiedad privada de la tierra no habrasido instituida en la Espanola -ni en America, desde luego,ya que la Conquista estaba siendo llevada a cabo s610en nues-tra Isla-, y los conquistadores ponfan el grito en el cielopidiendo que se les concedieran tierras. Fue en julio de 1497cuando el gobierno de Castilla accedi6 a las peticiones de re-partos de tierras, pero Co16nestaba en ese rnomento en Castillay la orden qued6 en suspenso, para que ella aplicara cuandoretornara a la Espanola (Ibid. pag. 250). La aplicaci6n de esaorden estaba Hamada a dar origen a la institucion de la enco-mienda, puesto que la donaci6n de tierras no tenia ningunvalor si con elias no se repardan indios que las hicieran pro-ducir; y la encomienda se convirti6 rapidamente en el instru-rnento legal indispensable para someter a la exploracion a losindios, no s610de la Espanola, sino tambien de toda la regi6ndel Caribe, adernas, la encomienda fue el paso previo para elestablecimiento de la oligarqufa esclavista de las Americas.

Algunos historiadores han querido ver en la rebeli6n deRoldan un movirniento liberador de los indios de la Espa-nola, y califican a Roldan como el primer adalid de la justi-cia social en el Nuevo Mundo. El analisis de los hechos his-toricos dice orra cosa; dice que para liquidar su alzamiento-yl de los 102 castellanos que le segufan-, Roldan exi-gie, y obtuvo, que se les dieran tierras a el y a los roldanisras,


CoMPOSICl6N SOCIAL DOMINlCANl!.

y con esa exigencia iba aparejada 1ade que se les entregaranindigenas para trabajar las tierras. A Roldan se le puedeHamar, sin exageraci6n, el primer encomendero de Ameri-ca, puesto que su levantamiento provoc6 1a creacion de 1aencomienda por 10menos cuatro afios antes de que esta fue-ra establecida legalmente.

Colocado en una situaci6n polftica de extrema debilidad,a causa del disgusto en que se hal1aba la poblaci6n castellanade la Isla, el Descubridor tuvo que ceder a las presiones deRoldan. Esto sucedi6 en 1499. Las Casas refiere que el propioAlmirante le dio a Roldan el29 de octubre de ese ana "tierraso labranzas 0 haciendas ajenas de los tristes indios", y que"concediole mas el Almirante al Roldan, que el Cacique ysefior que habia desorejado Alonso de Hojeda y su genre sela labrasen"; y agrega con tremenda ironia: " veis aquf c6mose va entab1ando aquella tan justa gobernaci6n que llamaronrepartimiento, y despues las honestas encomiendas" (FrayBartolome de Las Casas, ob.c i t . , Torno II, pags. 28-9).

Cuando lleg6 a nuestro pais en abril de 1502, el goberna-dor don Nicolas de Ovando hall6 que la encomienda existfade hecho hacfa mas de dos afios, puesto que ya habfa por 10menos unos cien castellanos duefios de tierras y de indios quelas trabajaban. Esos propietarios de tierras, que disponfan detrabajadores indigenas a los que no les pagaban salarios, eranlos roldanistas, los que habfan estado en rebeldfa bajo el man-do de Francisco Roldan Xirnenez. La palabra encomienda nose usaba todavfa; se usaba la de repartimienro, para indicarcon ella que se repartfan rierras e indios, pues el reparto de lastierras se hacfa entregando a los conquistadores, en cada caso,tierras que los indios cultivaban, yean esas rierras, a los in-dios que las estaban usando, inc1uyendo en el grupo indfge-na, en primer Iugar y como jefe de los indios repartidos, alcacique del grupo, yen segundo lugar a las mujeres, los nifios


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y los ancianos.la palabra encomienda surgio de la frase conque iniciaba Ovando la formula de repartir a los indfgenas,que era la siguiente: "a vas (aquf iba el nombre del castellanobeneficiado) encomiendanseos en el Cacique (aquf el nombredel cacique) (tanros) indios para que os sirvais dellos en vues-tras minas y grangerfas en la persona del Cacique". Las pala-bras "en la persona del Cacique" querfan decir que era a este aquien debra dade el encomendero las 6rdenes de trabajo yque el cacique era responsable por la conducta de sus indios.

Ovando lleg6 a la Espaiiola con instrucciones muy c1arasde Isabella Catolica. Segun esas instrucciones, todos los in-dios de la Isla debran ser "libres de servidumbre y que nofuesenmolesrados de alguno, sino que viviesen como vasalloslibres, gobernados y conservados en justicia como 1 0 eran losvasallos de los reinos de Castilla" (Jose Antonio Saco, ob . c i t. ,Torno II, pags. 254-5). Pero Ovando ha1l6 establecida en laIsla la encomienda y presion6 tan fuertemente sobre la reinaque esta orden6, mediante la Provisi6n del 20 de diciembrede 1503, expedida en Medina del Campo, que "en adelantecompelais y apremieis a los dichos Indios que traten y conver-sen con los cristianos de la dicha isla, y trabajen en sus edifi-cios en sacar y coger oro y otros metales, y en fazer granjeriasy otros rnantenimientos para los crisrianos, vecinos y morado-res de dicha isla, y fagais pagar a cada uno el dfa que trabajareel jornal y rnantenimiento que segun la calidad de la tierra yde la persona y del oficio vos pareciese que debieren haber,mandando a cada Cacique que tenga cargo de cierto mimerode los dichos Indios para que los haga ir a trabajar dondefuere menester ... para que trabajen en 1 0 que las tales perso-nas les rnandaren, pagandoles e 1 jornal que por vos fuere tasa-do, 10 cual hagan e cumplan como personas libres como 10son, y no como siervos; e faced que sean bien tratados losclichosIndios, e los que dellos fueren cristianos mejor que los


COMPOSICl6N SOCIAl DOMINICANA

otros; e non consintades nidedes lugar a que ninguna perso-na les haga mal ni daiio ni otros desaguisado alguno: ... sopena de la mi merced y de diez mil maravedis para la miCamara a cada uno que 10 contrario ficiere",

De esa Provisi6n real hizo Ovando el fundamento legal desus encomiendas. Copiando a las Casas, dice Jose AntonioSaco que Ovando deshizo "los grandes pueblos que avia y daa un Espaiiol ciento, y a otros cinquenta, y a otros mas, y aotro menos, segun lagracia que cada uno con el alcanzava y elquerfa: y da nifios y viejos, mugeres prefiadas y paridas, yhombres principales y plebeyos, y a los senores naturales delos pueblos y de la tierra davalos en uno de los repartimientosque hacia el Espafiol a quien el mas honra y provecho querfahacer", (Ibid. pag. 257). Y efectivamenre, asf fue: Ovandoutilize su poder de repartidor como instrumento polftico, parapremiar a sus partidarios de la isla y castigar a los que se leoponfan. EI Comendador de Lares se convirtio en el arbirrode la lucha de clases que se habfa enrablado en la Espanola, ycomo tal arbitro disponfa, segun a el Ie conviniera, de losindigenas, que habfan pasado a ser la clasesometida. En cuantoa las recomendaciones de la reina en favor de los indios, esasfueron palabras que se llevo el vienro. Despues de la muertede dona Isabel, ocurrida a los once rneses de haber dado suProvisi6n del 20 de diciembre de 1503, la suerte de los in-dios encomendados paso a ser tragica; en realidad, quedaranconvertidos en escIavos de los encornenderos, y estos en susamos, que los apaleaban hasta la muerte. Con el tiempo vinoa suceder que a los funcionarios reales se les pagaban los suel-dos dandoles indios. "Nornbraronse al aiio siguiente dos ofi-ciales reales m a s para la Espafiola, habiendo recafdo el nom-bramiento de contador en Gil Gonzalez Davila, y el de factoren Juan de Ampues, sefialandoseles 200 indios de reparti-miento en parte de su salario. Cuando en 1511 se fundo la


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primera Audiencia en la Espanola, di6se a cada uno de losjueces de apelaci6n que la formaron, adernas del sueldo que seles sefial6, un repartirniento de 200 indios. Mercedes seme-james hicieronse tambien de 100, de 60 y 50 indios a criadosde la Casa Real, miembros del Consejo (de Indias), muchoscortesanos, y a otras personas que sin residir en la Espanolagozaban de sus encomiendas por medio de mayordomos queal efecto tenian en aquella isla", dice Jose Antonio Saco, ci-tando a Herrera. [Ibid. , pig. 271. Parentesis mio,JB] .

Como sucesor de Ovando, don Diego Co16n tuvo la auto-ridad de repartidor de los indios de laEspaiiola, pero en 1514esa autoridad le fue conferida a Rodrigo de Alburquerque,quien la compr6 con dinero y se dedico a repanir los indiosde la Isla a quienes le pagaran. De acuerdo con Saco, en elprimer repartirniento hecho por don Diego Colon se habi'anrepartido 33,523 indios, y los repartidos por Alburquerquecuatro afios despues alcanzaron solo a 20,995; "es decir, unadisminuci6n de 12,533 en el corto tiempo de cuatro afiosque mediaron entre esos dos reparrimienros, Y tan grande erala disminucion, que segun ellicenciado Suazo, juez de resi-dencia en la Espanola, ya en enero de 1518, 0 sea tres afiosdespues del repartimiento deAlburquerque, nohabfa en aque-lla isla once mil indios" (Ibid. , pig. 306).A medida que los indios de laEspaiiola iban desaparecien-do, los castellanos de la Isla --que en e11516 eran 715-,compraban indios esclavizados en otras islas 0en las costasde Venezuela; de rnanera que de la encomienda se paso a laesclavitud de indigenas del Caribe. El paso siguiente serfala adquisicion de esclavos africanos, y con el e1 estableci-miento de una oligarqufa esclavista dedicada aproducir azu-car para venderla en Espaiia. Todavfa tan tarde como en 1525,cuando ya estaba produciendose aziicar can esclavos africa-nos, un fiscal de la Real Audiencia de la Espanola, Hamada


C oMPO S lC I 6N S OC IA L OOM IN I C hNA 27

Pedro Moreno, que fue enviado a las Hibueras --clonde hoyse hall a la Republica de Honduras- para resolver las dis-putas sangrientas en que se encontraban envuelros los con-quistadores de aquellos lugares, aprovecho el viaje y rrajo40 indios que vendio en la Espanola como esclavos. El con-quistador de Mexico, Hernan Cortes, reclam6 de 1a RealAudiencia de nuestra isla que se le devolvieran esos 40 in-dios. E1 oidor de la misma Audiencia, Lucas Vasquez deAy1l6n, Ilego hasta las Bahamas apresando indios que trafa ala Espaiiola para venderlos como esclavos.

Por todo 10 dicho sabemos que para 1509, cuando Ilegoa la Isla don Diego Co16n, habfa en la Espanola una clasesometida, compuesta por indios encomendados, que aun-que legalrnente no eran esclavos, 10 eran de hecho. Ypor 10que cuenca Gonzalo Fernandez de Oviedo, tambien habiacastellanos ricos, puesto que las damas de compafifa de donaMarfa de Toledo, mujer del virrey don Diego, "las mas dellas,que eran mozas, se casaron en esta ciudad y en la isla conpersonas principales e hombres ricos de los que aca estaban"(Gonzalo Fernandez de Oviedo, Historia General y Naturald e l as I nd ia s, Edici6n de la Biblioteca de Autores Espafioles,Madrid, 1959, Torno II, Libro XII, Cap. XI, pag. 249). Demanera, pues, que para el aiio de 1509 la poblaci6n de laIsla estaba dividida en clases sociales, de las cuales las dosextremas eran la de los encomenderos castellanos y la de losindigenas encomendados. Sabemos que los iiltimos eran unas33,500 personas, puesro que en el primer repartirnientohecho por don Diego se distribuyeron 33,523 indios; percno sabemos cuantos componian el grupo de losencomenderos. Entre esros y !os indios encomendados ha-bfa castellanos que pertenecfan a otros sectores sociales, perosu mimero era pequefio, puesro que hacia el 1516 los caste-llanos que vivian en la Isla sumaban s6lo 715.


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En dieciseis afios,a partir del segundo viaje de Colon, quetuvo lugar en el1493 y que fue en realidad e1 de la primerafase de la Conquista, tomaron forma las clases sociales de laisla. Mas tarde ese panorama iba a evolucionar en pocos afioshasta culminar en la formaci6n de una sociedad oligarquicaesclavista dedicada a enriquecerse en la fabricaci6n y venta deaziicar, En esa oligarqufa esclavista, el indio fue sustiruidopor el negro africano debido a la extinci6n del primero.Fernandez de Oviedo dice que de los indios que habia en laisla al llegar los castellanos "e de los que despues nascieron,no se cree que hay al presence en este afio de mil e quinientosy cuarenta e ocho, quinientas personas, entre chic os e gran-des',que sean naturales 0de la progenie e estirpe de aquellosprimeros. Porque, los mas que agora hay, son trafdos por loscristianos de otras islas, 0 de la Tierra Firme, para se servirdellos" (Ibid. Torno I, Cap. VI, pags, 66-7).

Asf pues, los indios encomendados y los negros esclavosfueron, ala vez que dos razas, dos clases explotadas y sorneti-das; y fueron dos porque una -la indfgena- se extingui6rapidamente y su lugar pas6 a ser ocupado por la otra, esdecir, la negra.

Aunque en el origen de la encomienda hallamos, comouna de las causas precipitantes, la rebeli6n de FranciscoRoldan, en su desarrollo y culminaci6n esta la concepci6nde los altos funcionarios del imperio espafiol, tanto de losque actuaban en la Espanola como de los que actuaban enToledo. "Y lleg6 a tanto el negocio, que no solamente fue-ron repartidos los indios a los pobladores, pero tambien sedieron a caballeros e privados, personas aceptas y que esta-ban cerca de la persona del Rey Cat6lico, que eran del Conse-jo Real de Castilla e Indias, e a otros" (Ibid., pag. 67). Comodesde el punta de vista de la caregorfa que tenfan en los car-gos esos altos funcionarios de Toledo y de Santo Domingo


COMPOSlo6N SOCrAL DOMINICANA

formaban una aristocracia burocratica, ademas de ser gene-ralmente miembros de la nobleza de sangre de Castilla, pue-de afirmarse que el poder polftico, ejercido por esaaristocra-cia burocrarica del imperio espafiol, result6 ser el poderdeterrninante para la formaci6n de una oligarquia deencomenderos, que luego, a la desaparici6n de los indios,qued6 convert ida en una oligarquia esclavista,

De 10 que cuenta fray Bartolome de Las Casas (Db . cit.,pag. 153) se saca en claro que en los tiempos de Bobadilla yde Ovando los que acumularon alguna riqueza -"segan lasriquezas de entonces" , dice Las Casas- fueron los que tenfangranjerfas. "Las granjerfas de entonces no eran otras sino decriar puercos y hacer labranza del pan cacabi y las otras rakescomestibles, que son los ajes y batatas" , afirma el fraile hisro-riador. Y agrega que "esta fue regla general en estas islas, quetodos los que se dieron a las minas, siempre vivian en necesi-dad, y aun por las carceles, por deudas; y por el conrrario,tuvieron mas descanso y abundancia los dados a las granje-rias. ..". Esa quiebra de los recogedores de oro se debi6 a quecuando menos 10esperaban, Bobadilla exigi6 el tercio de todoelora recogido para las cajas de los reyes, y los duefios de orotuvieron que vender "par 1010 que habfan comprado por 50,por manera, que todos los que mas oro habian cogido, masque otros quedaron perdidos" (Ibid., pag. 153).

De esos granjeros a los que se refiere Las Casas salieron losencomenderos ricos -siempre, desde luego, de manera rela-tiva a lariqueza que podia acumularse en la Espafiola-, aun-que muchos searruinaron "por otros malos recaudos de exce-sos en el vestir, y jaeces y otras vanidades que hacfan". LasCasas advirti6 ya en esos dfas qu~ todo 10que tenfan, "con lasfatigas y sudores de los indios, 10 adquirfan" .Con 10 cual vienea decir que la riqueza de la oligarquia encomendera, asi fuerarelativa, se nurrfa del trabajo de los indios encomendados, 010


30 ] uANBOSCH

que es 10 mismo, de 10 que produda laprimera clase sometiday explotada que conoci6 nuestro pais. Sin duda fue de esaoligarqufa de encomenderos de donde salieron los "hombresrices" que segUnFernandez de Oviedo se casaron con algunasde las j6venes que llegaron a laEspanola acornpafiando a donaMarfa de Toledo.


IIAPARICI6N Y DECUNACI6N DE UNA OLIGARQutA

DEL AZUCAR

Carlos Marx, creador del materialismo hist6rico, califica a losduefios de esclavos de las Americas Ilarnandoles oligarcas,miembros de oligarquias, y coloca el negocio de la esclavitudentre los que produjeron acumulaciones originarias de capi-tales. Segiin Marx, los esclavos "figuran directamente entrelos medios de produccion"; por tanto, no son obreros libres,"vendedores de su propia fuerza de trabajo". (Ver Carlos Marx,E I C a p it al , Ediciones Venceremos. La Habana, 1965. TornoI, pag. 655). De acuerdo con esa calificaci6n de Marx, losduefios de esclavos no eran burgueses, porque no produdancapital valorizando "la suma del valor de sus propiedadesmediante la compra de fuerza ajena de trabajo" . Al contrario,los duefios de esc1avos desvalorizaban una de sus propiedades-los esclavos- al someterlos a trabajos forzados y a un ge-nero de vida tan duro que acortaba el promedio de vida titilde los esclavos a siete mos. Los indios encomendados no lle-garon a ser esclavos de derecho, puesto que e1 encomenderono era propietario de esos indios; pero en los hechos dispo-man de eIlos como si fueran esclavos. Ahora bien, en el casode los africanos, los esclavistas los compraban y legalmente seconvertfan en sus propietarios, '

En los primeros tiempos, digamos, en los primeros veinteafios despues del Descubrimiento, en la Espanola no habfapersonas 10 suficientemente ricas para comprar esclavos. Al


32 JUAN B O S C H

hablar de los que se casaron con las damas de cornpanfa dedona Marfa de Toledo, Oviedo se refiere a "personas prin-cipales e hombres ricos", y si tomamos como buenas laspalabras de Las Casas acerca de las personas que se enrique-dan en la Isla "segun las riquezas de entonces", debemos con-venir en que esos hombres "rices" a que se refiere Oviedoeran granjeros, esto es, agricultores encomenderos. LasCasas explica que muchos de esos agricultoresencomenderos, que habfan adquirido todo 10 que tenfan"con las fatigas y sudores de los indios", se arruinaron debi-do a sus "excesos en el vestir, y jaeces y otras vanidades quehacfan", iPor que cometfan esos excesos, que los llevaron ala ruina? Sin duda para emparejarse con aqueUos a quienesOviedo llama "personas principales", pues Oviedo distin-gue claramente entre "personas principales" y "hombres ri-cos", 10 que indica que los ultimos no pertenedan al mismogrupo social de los primeros.

Las personas principales eran las que tenfan importanciapor su rango en la sociedad de los conquistadores 0por loscargos que desernpefiaban en la burocracia del imperio. Amenudo la importancia y el cargo estaban unidos en una mis-rna persona; ese habia sido el caso, por ejernplo, de don Nico-la s de Ovando, rnaestre de la orden de Alcantara, Comenda-dor de Lares antes de pasar a la Espanola, y gobernador de laIsla. Ovando, pues, era a la vez un noble de la alta noblezacastellana y el funcionario demas alta categorfa en laEspano-la. A una "persona principal" le era mas tacil entrar en elmirnero de los funcionarios del imperio que a una que notuviera nobleza de sangre, aunque dispusiera de medios eco-n6micos; pero por la via de la burocracia imperial se llegabatambien a entrar en el pequefio cfrculo de los privilegiados.Asf, en los repartos de indigenas en la Espanola se estableci6una escala de acuerdo con la cual se le entregaban 100 a cada


COMPOSICI6N SOCIALOOMlNICANA 33

alto funcionario y 80 a cada caballero. Ese crirerio era el queiba a regir la entrega de autorizaciones para comprar esclavosafricanos, cuando la crecienre desaparici6n de los indigenas yla posibilidad de producir azucar llev6 a los funcionarios-pro-pietarios de la Isla a solicitar del gobierno espaiiol medidasque permitieran la adquisici6n de esclavos negros y ayudaecon6mica para fabricar azticar.

Oviedo refiere que quien primero sembr6 cafias en la Isla-se entiende que en cantidad apreciable- fue Pedro deAtienza, vecino de La Concepci6n de La Vega, y que Mi-guel Ballester, catalan y alcaide de La Vega, fue el primeroque produjo aziicar. Cuando Oviedo pas6 por Santo Do-mingo a mediados de 1515, en viaje de Castilla del Orohacia Espana. llevo "ciertos millares de pesos de oro paraSus Majestades", que le dieron en Santo Domingo el tesore-ro don Miguel de Pasamonte y otros funcionarios; y adernasde eso, "el tesorero, como era antiguo criado del Rey Cato-lico, e aragones, e tenfa con el mucho crediro, e con JoanCabrero, el camarero -del rey-, e con el secretario -delrey- Lope Conchillos (que todos eran aragoneses e privadose amigos de este tesorero) -don Miguel Pasamonte-, paratodos me dio carras e crediro, y envio seis indios e seis indiasmuy bien dispuesros (ellas y elIos caribes), emuchos papaga-yos, e seis panes de aziicar, e quince 0 veinte cafiutos decaiiaffstola: que fue el primer aziicar e cafiafistola que el Reyvido de aquestas partes ..." (Entre guiones mfos y entre paren-tesis de Oviedo. Gonzalo Fernandez de Oviedo, ob . c it ., LibroXII, Torno III. pag. 249).

Podemos fijar, pues, la aparici6n de la produccion de azti-car en la Espanola antes de 15.15, yen cantidad ya industrialen los afios inmediatamente posteriores. En elLibro IV(TornoI, pag. 96), Oviedo dice que bajo el gobierno de los padresjeronirnos prospero la construccion de ingenios, pues ellos,


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"en verdad, aprovecharon mucho e dieron industria (con quese aurnentaron los ingenios de azucar desta isla) en favores alos que los fundaban". Como se sabe, el gobierno de los pa-dres ] er6nimos cornenzo a fines de 1516, cuando esos curasllegaron a Santo Domingo y ya don Diego Colon habfa sali-do hacia Espana, adonde fue a reclamar que se le devolviera laautoridad para hacer los repartimienros de indios, funcionque se le habfa vendido, por dinero, a Rodrigo deAlburquerque. Don Diego estuvo en Espana hasta 1520, yal volver a la Isla paso a ser propietario de un ingenio, quesegun Oviedo (Torno I, Libro IV, Capitulo VIII, todo el dedi-cado a dar detalles sobre los ingenios del pais) estuvo "dondedicen la Isabela Nueva; y despues [d e m uerto d on D ieg o ]B],sumujer, la senora visorreina dona Maria de Toledo, 10 paso dondeagora esta, que era un lugar desde el cual podia llevar e1 azii-car por agua hasta el embarcadero de la cibdad", Fue en laIsabela la Nueva donde hubo el levantamiento de esclavos dela Navidad de 1522.

iC6mo favorecieron los padres ]er6nimos a la naciente in-dustria azucarera de la Isla, 0 10 que es 10 mismo, a la nacienteoligarqufa del azucar de la Espanola?

Pues repartiendoles indios y prestandoles dinero de las ca-jas reales a los duefios de ingenios. En carta al emperadorCarlos V, dellicenciado Rodrigo de Figueroa, fechada en SantoDomingo el6 de julio de 1520, que copia Fray Cipriano deU trera en nota a Idea del valor de la Isla Espanola, de AntonioSanchez Valverde (Biblioteca Dominicans, Serie I, VoL I,Editora Montalvo, c.T., MCMXLvII), se dice que "las granje-rfas de los ingenios de aca y cafiaffstolos se multiplican cadadfa mucho; esta puesco por obra de se hacer cuarenta ingeniosmas, y los mas por obligaciones, porque se les han dado in-dios, y a otros han prestado dinero de V(uestra) M(ajestad)por tiempo de dos afios, V(uestra) M(ajestad) debra enviar a


COMPOSlo6N SOCIALDOMIN1CANA 35

mandar al Tesorero Pasamonte que sea liberal en dar 10 que semanda emprestar, que esto es 10 que ha de resucitar esra Isla".cQuien dio esos indios y presto ese dinero del rey? Lospadres J eronimos, que fueron los gobernantes de la Espanolahasta poco antes de que fuera nombrado gobernador el aurorde esa carta,

Los padres jeronimos hicieron varias solicitudes para quesepermitiera lavenra de esclavos en la Isla. Las peticiones delos azucarerosdebfan ser insistentes, pues lospadres jeronimosle dedan al Cardenal Cisneros, en carta del 22 de junio de1517, que concediera el permiso para traer esclavos "porqueesta gente nos rnata sobre ellos e vemos que tienen razon"(Carlos Larrazabal Blanco, Los N eg ros y fa E sc lavitud en SantoDom ing o , Julio D. Postigo e Hijos, Editores, Santo Domin-go, 1967, pag. 17). Por su parte, ellicenciado Alonso Zuazo,que habfa llegado al pafs el 8 de abril de 1517 nada mas ynada menos que como Juez de Residencia --cargo de lamas grande imporrancia-s-, pedfa en enero de 1518 10 rnis-mo que pedfan los padres Jeronimos un afio antes, y si no sepodfa, que se le diera a el "licencia para poder traer a estaIsla cien esclavos negros e negras" (Ibid. , pag. 19). Por Rea-les cedulas del 18 de agosto de 1518 y del 21 de octubre delmismo afio se fijaba el precio de un esclavo en no menos de45 castellanos (Ibid. , pag. 24). Esa fijaci6n de precios paralos esclavos indica que ya en Espana se habfa adoptado unapolftica para favorecer e 1 desarrollo de la industria azucare-ra, 10 que significaba, en fin de cuentas, favorecer el desarro-llo de una oligarqufa esclavista.

A ese precio, 20 esclavos costarfan unos 900 castellanos, y50 unos 2,250 castellanos. Con 29 esc1avospodfa mantenersefuncionando un ingenio pequefio y con 50 uno mediano, demanera que la inversion en mano de obra era relativamentepequefia, pues el castellano equivaHamas0menos a 2 escudos,


JUAN B O S C H

y este a un peso de plata de principios de este siglo. SegunOviedo, en el1546 una arroba de azucar de 25 libras valfa unpeso ICya tiempos algo mas de un peso e medio de oro, emenos, aquf en esta cibdad de Santo Domingo" (Oviedo, o b .cit., Torno I, Libro VIII, pig. 110).

Esro indica que el quintal de aziicar podia valer entre cua-tro y seis pesos, y que con el valor de 25 quintales de azticar seadquirfa un esclavo.

La ayuda a los oligarcas azucareros se manruvo algunosafios. En la nota mencionada de Fray Cipriano de Utrera allibro de Sanchez Valverde, Id ea d el v al or de la I sla E sp afio la ,Utrera da el texto de la Real Cedula del 21 de agosto de1521, "por la cual manda (el Emperador) que de su Realhacienda se den y presten a los vezinos y moradores desta islaque tengan aparejo para hazer ingenios para socorro e ayudade fazellos, quatro mill e quinientos pesos de oro, tomandodellos syguridad de que en cierto tiempo 1 0 volvecln y paga-ran a S(u) M(ajestad)". Utrera dice que parte de ese dinero sedistribuyo de la siguiente manera: "1roode diciernbre de 1521,a Hernando de Gorj6n 400 pesos de oro; 13 de abril de 1522,a Gonzalo de Guzman, 400 pesos de oro; 24 de abril de 1523,a Fernando de Carvajal, alcalde mayor de Santo Domingo,400 pesos de oro; 8 de junio de 1523, a Diego Franco, 200pesos de oro; 25 de abril de 1525, a Francisco Tostado, 400pesos de oro" .

Estos iiltimos prestamos de los fondos reales se deben sinduda a la solicitud que hizo en 1520 don Rodrigo de Figueroa,que sigui6 en ese puntO el camino abierto por los padresJer6nimos, y es probable que se destinaran a comprar escla-vos, puesto que no hacian falta para comprar tierras 0bueyes.En el mencionado capitulo VIII del Libro IV de su HistorieGeneraly Natural de la s lnd ias , dice Oviedo que unos dos afiosdespues que el alcaide de La Vega, Miguel Ballester, fabric6

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CoMPOS.106N SOCIALDOMINICAN ..... 37

azucar con caiiascultivadas por Pedro deAtienza, el bachillerGonzalo de Velosa monte un trapiche de caballos en las ori-llas del do Nigua, es decir, en las vecindades de 10 que hoy esSan Cristobal, probablemente par donde esta Fundaci6n. Elbachiller Velosa contrat6 maestros de aziicar en las islas Cana-rias "e moli6 e hizo aziicar primero que orro alguno", afirmaOviedo, tal vez dando a entender que fue el primero quefabrk6 aziicar en cantidad suficiente para vender. El negociodebi6 ser bueno, pues llam6 la atenci6n de dos fundonariospiiblicos, "el veedor Crist6bal de Tapia, e su hermano, el al-caide desta fortaleza [d e la c iu da d d e S a n to D o m i n g o ,] B] , Fran-cisco de Tapia, e todos tres hicieron un ingenio en elYaguate,legua e media de la ribera del rio Nizao".

Seadvierte que Velosa no tenia dinero para ampliar la pro-ducd6n 0para sostener el ingenio funcionando, y se asoci6con dos funcionarios que debian tener los fondos que le ha-dan falta a Velosa. Como funcionarios al fin, los hermanosTapia pertenedan al pequefio grupo que se hallaba en 1 0 masalto de la escala social de la Espafiola. No sabemos si Velosapertenecfa a ese grupo, pero 10 que sabemos es que el funda-dor del primer ingenio de aziicar de la Isla tuvo que buscarsocios que sehallaban en situaci6n socialmente privilegiada.El bachiller Gonzalo de Velosa se vio en el caso de vendersu parte en el ingenio a los hermanos Tapia; de estos, Cristo-bal termin6 vendiendo a] oan de Villoria, y esre a su vez levendi6 aFrancisco de Tapia, que acab6 siendo el duefio uniccde la empresa. Pero, como explica Oviedo, en esos primerostiernpos de la industria no se tenia experiencia en ella y no sesabia que para mantener funcionando un ingenio se requerfanmuchas tierras, "agua elena e orras cosas que son anejas a talgranjerfa", y el sitio que se habra escogido en Yaguate para elingenio no era apropiado, de manera que Francisco de Tapiatuvo que mudarlo a las orillas de Nigua, como explica Oviedo,


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"acinco leguas desta cibdad, donde hasta quel dicho alcaide,muri6, tuvo un muy buen ingenio e de lospoderosos que hayen esta isla".

La necesidad de muchas tierras se debfa a que habfa quehacer siembras de cafia escalonadas. Ahora sabemos que lacafia debe cortarse y molerse entre los meses de diciembre ymarzo, que es cuando la sacarosa de la planta llega a su masalto nivel; pero diffcilmente podfa saberse entonces, y si semelfa cafia durante toda la epoca en que no habfa lluvias te-nia que sembrarse de tal manera que al terminar el corte enun campo ya hubiera cafia madura en otro. Pero la necesidadde muchas tierras se debfa tambien a que habfa que tenerpotreros para alimentar e1 ganado de carreta que llevaba lacafia del campo al molino y el ganado destinado a alimentaral personal; y 10 mismo que sueedfa can la cafia, los potrerostenfan que renovarse porque e1 ganado debfa trasladarse deun potrero a otro hasta que la yerba renaciera en los que ha-bfan sido usados.

En cuanto al agua' hacfa falta para mover e1 ingenio, En laEspanola, par 10 menos, y sobre todo en esosprimeros tiern-pas de la industria azucarera, sehacfa la distincion entre inge-nio, que era movido can fuerza de agua, y trapiche, que semovfa can fuerza animal, habitualmente de caballos. El aguase conducfa par una acequia 0 canal que terminaba en unacafda 0 chorro; ese chorro hacfa girar una rueda de maderacan paleras; la rueda tenfa un eje que terminaba en un engra-naje de madera y este a su vez engranaba can una de las masasdestinadas a moler la cafia para extraerle el guarapo; y estamasa engranaba con la otra. Si el do que proporcionaba elagua perdfa caudal en tiempos de sequfa, el ingenio no podiafuncionar. En 10 que se refiere a la leila, se necesitaba muehapara hervir el guarapo basta deshidratarlo y reducirlo a mieles ypara tratar las rnieles hasta que cuajaran en azucar, de manera


COMPOSICION SCXJAI. DOMINlCANA 39

que si en ellugar donde estaba el ingenio no habfa bosquespara sacar lena, esta tenia que ser llevada de otros sitios, 10que aumentaba la necesidad de mas carretas, mas hueyes ymas esclavos boyeros y mas potreros.

Hubo quiebras de ingenios por falra de agua 0por desco-nacimiento del negocio; asf, la falta de agua llev6 a la quiebraun ingenio fundado por ellicenciado Pero Vasquez Mella y elgenoves Esteban Justinian, pero mas tarde fue puesto en pro-ducci6n por Juan Baptista Justinian, posiblemente hijo deEsteban; hubo uno que estableci6 Cristobal de Tapia, en buenalogica, despues de haber vendido su parte en e1 que habfaestablecido el bachiller Velosa, que quebr6 en manos de Fran-cisco, hijo de Crist6bal; otro quebr6 porque 10 levantaronunos "letrados legistas", como dice Oviedo, que no enren-dfan palabra del negacio de producir azucar,

Esos fracasos dieron su cosecha de experiencia y la indus-tria fue ampliandose sabre bases mas seguras; Oviedo diceque "de quince afios a esta parte, algunos ingenios han que-brado e se deterioraron por las causas que en su Ingar se dira;pero orros se han pirficionado". Ese perfeccionamiento de quehabla Oviedo se debfa a mayor conocimiento del negocio ydesde luego al empleo de mejores medias para explotarlo,Pues un ingenio requerfa inversi6n de capitales y capacidadtecnica, aunque fuera en lfrnites reducidos si comparamos laindustria con la de hoy. Como dice Oviedo, "es menester, a 10menos, continuamente ochenta 0cien negros, e aun ciento eveinte e "algunos mas, para que mejor anden aviados; e allfcerca un buen hato a dos de vacas, de mill 0dos mill 0 tresmill dellas". Oviedo aclara que esas vacas son para "que coma elingenio", esro es, para alimentarel personal; pero el hato debfatener tambien un mirnero alto de bueyes de carreta, como 10dice poco despues Oviedo, "para acarrear la cafia al molino epara traer la lena". A eso habfa que agregar "la mucha costa de


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ri:"

los oficiales e maestros que hacen el aziicar"... "e gente conti-nua que labre el pan e cure el riegue de la s cafias, e otras cosasnecesarias y de continuos gastos" .

La industria era cornplicada, en la medida de aquella epo-ca, y requerfa muchas cosas. En R e ale s C id u la s y Correspon-dencia de Gobernadores de Santo Domingo, de Marino J.Inchaustegui, Madrid, 1958 (Torno I, pag. 225-64) apareceun inventario notarial de 10 que habra en el ingenio Santia-go de la Paz de Hernando Gorjon. El inventario es del afio1547 y comienza con los esclavos, de los que se nombranveinticinco especializados en diversos aspectos de la fabrica-cion de aziicar, y sigue con los esclavos no especializados,como carreteros, vaqueros, trabajadores de campo y dornesti-cos;despues da una lista de los equipos de fabricacion comen-zando por la casa del ingenio, una lista de los equipos decampo, del ganado y hasta de las tierras. La lectura de eseinventario permite reconstruir hoy con la imaginacion el in-genio Santiago de la Paz tal como era cuando estaba funcio-nando, y alleer ese inventario uno acepta que Oviedo estuvoen razon cuando dijo que algunos ingenios costaban "diez 0dice mill ducados de oro e mas. Yaunque se diga quince millducados, no me alargo". (los bienes de Hernando Gorjonfueron vendidos en publica subasta por veintiiin mil doscien-tos pesos, el 18 de diciembre de 1547).

Un ingenio, pues, representaba una inversion relativamentemuy alta para la epoca. Ahora bien, tal como dice Oviedo,"en laverdad, el que es sefiorde un ingenio libre e bien aviado,esta muy bien e ricamente heredado" , pues 10 cierto era que laindustria daba beneficios. El ingenio dellicenciado Zuazo,"con los negros e ganados.e pertrechos e tierras e todo 10 a elanejo, vale al presente sobre cincuenta mill ducados de oro" ,escribfa Oviedo en el afio de 1546. Pero le dejaba mucho. Elpropio licenciado Zuazo le dijo al Cronista de Indias "que


CoMPOSl06N SOCIALDOMINlCANA 41

cada un afio tenia de renta, can el dicho ingenio, seis millducados de oro, 0mas, y aun pensaba que le habfa de rentarmucho m a s , adelante". Una renta de seis mil ducados de oroal afio era casi de fabula en esos tiempos del siglo XVI.

El negocio era tan buena que los banqueros alemanes deCarlos V, los Welzers, conocidos en la historia del Caribecomo los Balzares, estaban asociados al cincuenta por cientoen el ingenio de Joan de Leon, que se hallaba en San Juande la Maguana; y tal vez esa participaci6n de los Welzers enel ingenio de Joan de Leon fue la primera inversion de capi-tal europeo hecha en una industria de America. Se sabe queAmbrosio de Alffnger, el gobernador aleman de Cora, estu-vo en laEspafiola como factor --que querfa decir agente 0representante 0encargado-- de los Welzers antes de pasar aVenezuela. Alflnger llego a Venezuela en abril de 1529, demanera que aunque Oviedo no da fecha de fundacion deingenios,podemos suponer que el de Joan de Leon estabaen funcionarniento antes de 1529. Oviedo nos da nombresde dos genoveses que estaban asociados en ingenios,Justinian, mencionado ya, y un Agostfn de Binaldo. La in-dustria del azucar de la Espanola estaba naciendo pues, cansella incernacional.En poco tiempo las "personas principales" de la Isla parti-cipaban en el negocio de los ingenios. Ya sabemos que loshermanos Tapia, que tenian cargos irnportanres, y par esomismo eran "genre principal", se asociaron can el fundadordel primer ingenio que conocio el pafs; don Diego Colonfund6 uno, casi can seguridad tan pronto retorn6 a la Isla en1520; Joan de Ampfes --el conocido Juan de Ampues quepablo en Venezuela y obtuvo.Ia concesi6n de las islas deCurazao, Aruba y Bonaire, "factor que fue de Sus Majesradesy regidor de esta cibdad (de Santo Domingo)" , como nos diceOviedo---; el muy amigo de la familia real, el tesorero don


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Miguel de Pasamonte; el regidor Diego Caballero de laRosa;Pedro de Vadillo, que fue co-gobernador de Castilla de Oro;Lucas Vasquez de Ayll6n, gran cazador de indios en lasBahamas, y Cristobal Lebron, ambos ex-oidores de la RealAudiencia; roda la genre de categorfa de la Isla, 0casi toda,figuraba en la lista de los duenos de ingenios, E1gropo queformaba el cogollo de la cornposicion social de la Espanolaestaba dandose a sf mismo sustancia economics con la in-dustria del aziicar; iba convirtiendose rapidamenre en unaoligarquia, Hamada a ser la primera de America. Asf, en unainversion de las corrientes historicas de Occidente, nuestraoligarqufa estaba naciendo por arriba, en el sentido de la.cornposicion social, mientras que la burguesfa europa habfanacido desde abajo y tenia encima en esos mismos anos-yseguirfa teniendola por mucho tiempo--- a la nobleza deorigen feudal.

Los beneficios que produda el negocio daban para sustan-dar economicamente ese rnovimiento de traslado hacia unaoligarquia. Cuando Oviedo escribi6 la Iista de los veinte in-genios y cuatro trapiches de la Isla -en realidad, el mencio-na cinco trapiches- era el afio de 1546, de manera que laindustria tenfa ya unos treinta alios de vida y estaba por tantobien afirmada. En ese momenta la arroba de aziicar --


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Para que laproduccion del ingenio del licenciado Zuazo fue-ra m a s baja, el beneficio tenia que ser mayor, 10 que pareceexagerado; y para que el beneficio fuera menor de la mitad, laproduccidn debfa ser de mas de doce mil arrobas, 10 que tam-bien parece exagerado.

Por las cifras que da Oviedo relativas al valor del ingeniodel licenciado Zuazo se deduce que debra ser no menos detres veces mas grande ~ por 10 menos su produccion eramayor en esa proporcion-c- que el promedio de los ingenios,pero que era cinco veces mas grande que los pequeiios. Comose ha visto en este mismo capitulo, habfa algunos ingenioscuyo valor pasaba de diez 0 doce mil ducados de oro y loshabfa que pasaban de quince mil, y segun Oviedo, en opi-nion "de algunos que de aquesta granjerfa son diesrros", elIngenio de Zuazo valfa "sobre cincuenta mill ducados de oro".

Sanchez Valverde (Idea del va lor de la Isla E spano la , pag.61), dice que "Despues de esta epoca que sefiala Oviedo semultiplicaron mucho mas aquellas Pabricas y credo el pro-ducto de los aziicares; de suerte que, no consumiendose yani en aquella Isla ni en la matriz" (es decir, Espana) todo elazticar que produda la Espanola, "se solicito permiso de na-vegacion a la Flandes y Payses Baxos, como refiere el Cro-nista Herrera". Permiso de navegaci6n querfa decir autori-zaci6n para exportar, para vender fuera de Espana, cosa queno se consigui6.

La noricia que da el Cronista Herrera, exagerada porSanchez Valverde en 10 que serefiere a que despues de Oviedohabra aumentado el mirnero de ingenios, es de importanciafundamental para saber por que fracaso la industria del aziicaren la Espanola: le falto un mercado comprador. Flandes y losparses Bajos, es decir, Belgicay Holanda, territories espa-fioles en Europa, hubieran sido ese mercado, pues se tratabade paises economicamente m a s evolucionados que Espana.


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.~Holanda comerciaba can todo e1 None de Europa y hubierapodido vender el azucar de la Espafiola en esas regiones, Perolos conceptos espafioles eran rfgidos: ningun terrirorio espa-fiolde America podia comerciar directarnente can otro pals,aunque se tratara de uno que era parte del imperio espafiol.Ese comercio americano estaba monopolizado por la Casa deContrataci6n de Sevilla.

El fracaso en las gestiones para conseguir un mercadocomprador iba a significar la muerte de ese micleo de oligar-quia azucarera que estaba forrnandose en nuestra isla, y esarnuerte, a su vez, iba a tener consecuencias fatales en todanuestra historia ..Segun podemos ver por la lista de ingenios que nos daOviedo, la industria del azticar iba extendiendose por toda laIsla. Habfa ingenios funcionando en SanJuan de la Maguana,en Azua, en Ocoa, en 10 que hoy es San Cristobal, en losalrededores de la Capital, en Higtiey, en Bonao, en PuertoPlata. E1establecirniento de un ingenio resultaba seral fin yal cabo lafundaci6n de un centro de poblaci6n sobre una baseeconornica firrne, Hamada a ser mas firme a rnedidas que laindustria se consolidara. Poniendo las cosas en relaci6n con laepoca, algo parecido sucedi6 a fines del siglo pasado en SanPedro de Macorfs, y en este siglo en La Rornana. Una visita alas ruinas de Engombe puede darnos la idea de 10 que hubie-ra sido nuestro pais si la industria azucarera del siglo XVI sehubiera conservado y expandido. El pequefio palacio deEngombe, en las orillas del Haina, era el alojamiento de losduefios del ingenio; luego, se trataba de un centro de vida dealto nivel, alrededor del cual iba a desarrollarse sin ningunaduda una pequefia poblaci6n tambien de alto nivel; otro tantoestaba llamado a suceder dondequiera que funcionara un inge-nio, de manera que al final el pals iba a quedar organizadosobre bases distintas a las que tenfa al final de ese siglo. Los


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centros de autoridad social del pais iban a ser los duefios 0losadministradores de los ingenios y no, como vino a sucederdespues, los hateros y los funcionarios piiblicos, mas rfgidos yatrasados en todos los aspectos.

La extension del mirnero de ingenios hubiera impedido elabandono de 1aEspanola por parte de sus pobladores y hu-biera hecho innecesario, por tanto, el comercio con los corsarios;esto, a su vez, hubiera impedido la tremenda medida de lasdespoblaciones y por tanto el pais se habrfa ahorrado todas lasconsecuencias de esas despoblaciones.

Aunque, siguiendo a Herrera, Sanchez Valverde digaque despues de 10 que escribi6 Oviedo aument6 el mime-ro de ingenios, parece que e1punto mas alto de la expan-si6n de 1a industria azucarera se consigui6 precisamentecuando Oviedo escribfa sobre ella en 1547. Ya entonceshabra comenzado el abandono de la Isla por parte de suspobladores, que se iban hacia Mexico y Peru en busca deuna riqueza que no hallaban en la Espanola. El propioOviedo 10deja dicho en el Libro VI, Capftulo XXVI (pag.182) de sus tantas veces mencionada Historia General yNatural de las Indias can estas palabras: "Esta cibdad deSanto Domingo no llega a seiscientos vecinos al presente,que es el afio de mill e quinienros e cuarenta e ocho en queestamos, eya tuvo mas vecindad" [Ita/icas mfas, ]B}. Asf pues,el exodc hacia otros lugares de America habfa comenzado,10 que indica que tarnbien habfa comenzado el decaimientode la industria del azucar,

Como nos faltan documentos acerca del mimero de escla-vos que tenfa la isla, de los que llegaban, los que nacfan y losque morfan, no sabemos cuanros habfa a mediados del sigloXVI. 10 que sabemos es que en 1522 se habfa producido lasublevaci6n de los esclavos del ingenio de don Diego Colon,primera sublevaci6n de negros que conocio America .


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El ingenio de don Diego Col6n debe haber sido fundadodespues que el virrey volvi6 a la Espanola en 1520, puestoque el habfa salido bacia Espana en 1515, cuando todavfa nohabia cornenzado a expandirse la industria azucarera. Si esrazonable pensar que la fundaci6n de su ingenio fue posteriora 1520, debe aceptarse que los esc1avos sublevados tenianpoco tiernpo en la isla cuando el segundo dfa de la Navidadde 1522 iniciaron la revuelta. De ser esto asf, la rebeli6n fueen cierto sentido una segunda parte, realizada en America, delas luchas que se llevaban a cabo en Africa entre los negros ylos cazadores de esdavos. Vista desde ese angulo, la rebeli6nes americana porque tuvo lugar en la Espanola, y tiene valorbist6rico debido a que fue la prirnera de su tipo en elNuevoMundo, pero en realidad se trata de un episodio de una granlucha que estaba librandose en dos Continentes, el africano yel americano, yen el cual participaba como principal actora ybeneficiaria la burguesfa naciente de Europa, que habfa en-contrado en la escIavitud uno de los negocios m a s provecho-sos conocidos en esos tiernpos. La esclavitud fue un medio decapitalizaci6n rapida, pues con el se vendfa el esclavo, unamercanda robada, no producida, de manera que no habrainversi6n para producir sino gastos para robar.

En el caso concreto de la Espanola, como avanzada de 10que sucederfa en America, la naciente industria del azucarnecesitaba mano de obra que no podfan ofrecer los indios dela isla porque se hallaban en trance de desaparici6n; que nopodfan dar los espafioles del comun porque eran pocos, y aunesospocos se iban hacia los territories m a s ricos de Mexico ydel Peru. Fueron los negros de Africa, que pod ian comprarsecomo se compraba un caballo.

La rebeli6n del 26 de diciernbre de 1522 fue en rea1idaduna fuga; los esclavos huyeron, probablemente con el prop6-sito de unirse al cacique Enriquillo, que se hallaba en el


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Bahoruco. Los indios de Enriquillo luchaban por su liberradcomo pueblo y los negros del ingenio de don Diego Col6nquerfan luchar por su Iibertad como individuos, visro que supueblo habra quedado en Mrica. Ambos, indios y negros,eran incapaces de destruir elpoder espafiol, y debian saberlo.Esos dos levantamientos eran, pues, episodios de la lucha declasesque sehabra iniciado en nuestro pafs como resultado dela conquista de la isla por parte de Espana, pero no podfanpasar del grado de la rebeli6n; nunca llegarfan a ser una revo-luci6n. Ellevantamiento negro fue aplastado sin piedad comoS 1 se trarara de una revoluci6n, no de una rebeli6n que podfaser sofocada sin crueldad.

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