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FRANCK SEGUY 1 “Misión en Haití cumple 10 años reprimiendo
lucha social”
Entrevista realizada por Marcela Belchior. Fuente: Adital noticias
03.06.2014 Entrevista dividida temáticamente en 4 apartados
A diferencia de lo que
divulgan los medios de
comunicación hegemónicos
y la Internacional
Comunitaria, la Minustah
(Misión de las Naciones
Unidas para la Estabilización
de Haití) cumple este mes
de junio 10 años de
presencia en Haití, no para
colaborar con una
reconstrucción social o
estabilización política de la
nación, sino para dominar y
explotar sus recursos
humanos y naturales. Su
actuación, hasta hoy,
estaría centrada en reprimir
las luchas sociales,
beneficiarse de su potencial
económico y parar cualquier intento de recuperación de la soberanía
nacional.
La evaluación es del investigador haitiano Franck Seguy, que acaba
de defender su tesis de Doctorado en Sociología por la Universidad
Estadual de Campinas (Unicamp), en Brasil, discutiendo el tema. Él
defiende que solamente el retiro inmediato de la Misión podrá
generar condiciones adecuadas para la recuperación de la autonomía
político-económica y para el enfrentamiento de los problemas sociales
del país.
En medio de este contexto, él indica que la cuestión agraria es hoy la
principal demanda del país, acompañada de la necesidad de organizar
las luchas de la clase trabajadora y desvincular a los movimientos
sociales de las fuerzas hegemónicas que hoy rigen a Haití. En
entrevista exclusiva con Adital, Seguy debate parte del contexto de
un país que históricamente ha sido privado de su poder de decisión y
de desarrollo soberano.
ADITAL - En el actual contexto político-social del país, ¿cuál es
el perfil de los movimientos sociales?
Franck Seguy - Ésa es una pregunta interesante. Creo que
necesitamos dar una vuelta hacia atrás, hasta la década de 1960,
para explicar el contexto de la respuesta a esta pregunta. Primero,
tenemos que recordar que Haití pasó por una dictadura que se inició,
algunas personas lo consideran así, en 1957. Pero en realidad, en
1957, el presidente se eligió "de modo democrático”. Y se proclamó
presidente vitalicio a partir de 1963. Pero digamos que de 1957 a
1986, Haití vivió un período dictatorial de 29 años, con dos
presidentes, un padre y su hijo –que la gente llama Papa Doc y Baby
Doc, François Duvalier y Jean-Claude Duvalier, padre e hijo. Pero, al
final de la década de 1960, para entrar en la década de 1970, ¿qué
ocurrió en el país? En 1968, la izquierda haitiana, que estaba dividida
en varios partidos políticos, se unificó en un partido único, que era el
Partido Unificado de los Comunistas Haitianos (PUCH).
A partir de ese momento, la dictadura tuvo que tomar algunas
medidas. Una de las medidas, gracias al apoyo del imperialismo
estadounidense a través de su institución principal, que es la CIA
[Central Intelligence Agency- Agencia Central de Inteligencia],
permitió que Duvalier [Papa Doc] consiguiera introducir, infiltrar en la
Comisión Militar del Partido Comunista Haitiano a un agente del
imperialismo. Para tener una idea, en ese período, fin de los años 60,
el Partido Comunista Haitiano era considerado el mayor partido
comunista de América Latina.
Así, en el momento en que el partido estaba en el congreso, Duvalier
mandó a su brazo armado, que en aquella época eran los Tontons-
Macoutes, y ellos mataron a 200 militantes del partido comunista en
un sólo día. Esto, de acuerdo con la prensa, que difundió la noticia,
en 1971. Pero en detalle: no eran sólo militantes del partido, era la
propia dirección del partido la que estaba en el congreso, en aquel
momento.
A partir de allí, lo que restaba de la izquierda en Haití huyó al exilio.
Una parte fue a México, donde, por ejemplo, muchos intelectuales
haitianos se destacaron como profesores, principalmente en la UNAN
[Universidad Nacional Autónoma de México]. Creo que el nombre más
relevante en ese cuadro es el de Gerald Piachard, que es muy
conocido en América Latina, porque muchos intelectuales
latinoamericanos que estudiaron en la UNAN fueron sus alumnos.
Otra parte huyó a la Unión Soviética. Y otra parte, en menor número,
se quedó en Europa. En Estados Unidos también había algunos,
clandestinamente. Entonces, este cuadro va a hacer que, en la
década de 1970, la oposición política a la dictadura en Haití fuese
liberal, en torno de dos ejes. Como eje político: derechos humanos.
Como eje económico: liberalización del país.
Sobre todo a partir del momento en que Jimmy Carter, en 1976, fue
elegido presidente de Estados Unidos. Porque, en aquella época, su
política exterior era exactamente eso: liberalización económica y
democratización de las sociedades que estaban pasando por procesos
dictatoriales.
Cuando [Ronald] Reagan fue electo en 1980, cambió un poco el
cuadro. Pero va a llevar a Haití hasta el año 1986, momento en que
cayó la dictadura. Es decir, cuando cae la dictadura en Haití, la
izquierda combativa, radical, estaba fuera de Haití –la que se había
salvado, porque Duvalier ya había matado a la mayoría. A partir de
1986, los movimientos sociales aparecieron más visiblemente en el
escenario político. Sólo que en ese período, la dominación va ser por
la vía electoral.
Por ejemplo: existe una expresión en Haití en la lengua haitiana, el
criollo, que dice así: Rache manyòk.Rache manyòk, literalmente, es
"desenraizar la mandioca”. Desenraizar la mandioca, ¿qué quiere
decir en aquella época? La mandioca es una planta que puede
reproducirse a partir de sus raíces, aún después de la cosecha. Era
una manera de decir para el haitiano de que "es verdad que el
dictador huyó del país, pero lo que está ocurriendo ahora es todavía
una dictadura”. ¿Por qué? Porque cuando Duvalier cayó, en febrero
de 1986, quien tomó el poder después de él fue un consejo de tres
militares. Es decir, los militares, que eran la base de la dictadura,
fueron ellos mismos los que hicieron la transición entre la caída del
dictador y la elección de un presidente civil.
A partir de ese momento, el pueblo procuraba desenraizar la
mandioca. Quiere decir, procuraba limpiar el país del resto de la
dictadura. Sólo que los líderes de los movimientos sociales más
populares de la época decían "no, vamos a desenraizar la mandioca
en las elecciones”. Y ellos canalizaron las energías populares hacia las
elecciones. Así, en la primera elección democrática, el primer
presidente electo en diciembre de 1990 fue Jean-Bertrand Aristide,
que era un joven sacerdote de 35 años. A partir de ese momento, él
fue electo, y después sufrió un golpe de Estado a los 7 meses de
mandato. Quedó en el exilio durante tres años, después volvió a Haití
y, cuando volvió, comenzó a institucionalizar todo lo que había de
lucha en Haití.
El principal, lo más simbólico de esto, fue la creación del Ministerio de
las Condiciones Feministas y de los Derechos de las Mujeres, porque
el movimiento feminista en Haití era uno de los más significativos en
el movimiento social haitiano. Entonces, él creó el Ministerio y, a
partir de ese momento, las militantes feministas pasaron a ocupar las
vacantes del Ministerio; y el movimiento, que era reivindicatorio,
pasó a ser un movimiento de negociación y diálogo.
Actualmente, en Haití, ¿qué tenemos del movimiento social? Cada vez
que voy a hablar sobre esta cuestión es siempre una lucha, porque,
según mi lectura, lo que digo es que el movimiento social haitiano
hoy está en proceso de desaparición. Es un movimiento que está en
extinción, porque no lucha más, no reivindica más. Su papel principal,
su arma de combate, hoy, es lo que se llama en francés plaidoyer,
que podría ser traducido al español como "abogacía”. ¿Qué quiere
decir? Hacer esa política, discutir con un diputado, con los senadores,
hacer todo eso, pero no llevar adelante la lucha de la manera que la
conocemos desde las épocas anteriores.
Hoy, el cuadro general del movimiento social de Haití, cualquiera que
sea el sector que se tenga en consideración, es la misma cosa, esa
política, plaidoyer, para usar la palabra en francés, para convencer al
otro partido a adoptar el punto de vista de los movimientos. Pero no
el enfrentamiento, no más las reivindicaciones. Los movimientos
sociales haitianos, hoy, se caracterizan por la negociación y el
diálogo. Son las dos palabras que mejor traducen la actuación de los
movimientos sociales haitianos en la actualidad.
ADITAL - ¿Ellos están articulados entre sí?
Seguy - Tienen bastante articulación. Los movimientos que están en
la cuestión de los derechos humanos están articulados en una
plataforma que se llama POHDH, Plataforma de las Organizaciones
Haitianas de Derechos Humanos. Las organizaciones feministas están
articuladas en una plataforma que se llama CONAP, coordinación
Nacional de Abogacía para el Derecho de las Mujeres. En Brasil, creo
que una de las plataformas más conocida es la PAPDA. Es la
Plataforma Haitiana de Abogacía por el Desarrollo Alternativo.
Traducción: Daniel Barrantes - [email protected]
Marcela Belchior
Periodista de Adital
[FRANCK SEGUY #2] Imperialismo en Haití financia
movimiento social y controla insurgencias
Marcela Belchior
Adital
En la continuación de la entrevista exclusiva con Adital del
investigador haitiano Franck Seguy, Doctor en Sociología, afirma que
la Internacional Comunitaria infiltra brazos del interés económico y
político de Estados Unidos en las iniciativas populares y contribuye a
que las demandas históricas del pueblo haitiano, como la reforma
agraria, se mantengan fuera del debate en el país.
ADITAL - ¿Cuál es la relación de la Internacional Comunitaria
con las luchas sociales, actualmente en Haití?
Seguy - La Internacional Comunitaria, de modo general, es un
conjunto de países y de instituciones internacionales que son hoy
hegemónicas en Haití y que deciden el rumbo de Haití. Ellos no dejan
a Haití ser libre, independiente, soberano, para elegir el rumbo que
quiera seguir. Son las instituciones hegemónicas del mundo, como el
Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID),
además de los países imperialistas los que mandan y desmandan en
esas organizaciones.
Ellos tienen sus brazos ideológicos en Haití, que son las ONGs
[Organizaciones No Gubernamentales]. ¿Cuál es la relación de la
Internacional Comunitaria con el movimiento social haitiano? Las
ONGs de derecha, por ejemplo, tienen sus límites en Haití. Su
actuación es muy específica. Pero hay espacios en los que ellas no
consiguen penetrar. Por ejemplo, el movimiento campesino de Haití
es muy combativo, históricamente. La mayor tradición de lucha de
Haití viene del campesinado.
Entonces, la Internacional Comunitaria no consigue entrar
directamente en el medio campesino. Ella financia las propias
instituciones del movimiento social. Todas las plataformas de las que
hablé, sobre todo PAPDA, que entran en los medios campesinos y que
trabajan con las organizaciones campesinas alternativas, con las más
combativas, haciendo acompañamiento, financiamiento. La derecha
haitiana funciona a base de financiamiento. La izquierda también
funciona a base de financiamiento. Las plataformas de derechos
humanos, de desarrollo alternativo, de defensa de derechos de las
mujeres, cualquier plataforma que fuere, sobrevive con el
financiamiento que llega del exterior, de ONGs consideradas, en
general, de izquierda.
Es el caso de Oxford GB, organización internacional de izquierda que
financia ONGs de izquierda. Sólo que las ONGs que ella financia no
hacen más que vaciar las luchas sociales de sus dimensiones y
contenidos políticos. Si uno trazara la historia de las luchas sociales
de Haití, desde la independencia del país, hasta mediados del siglo
XX, descubriríamos una cosa: todas las luchas tenían en su pauta,
puedo decir hasta en su centro, la cuestión agraria. Siempre fue la
cuestión fundamental en todas las luchas del siglo XIX y de la
primera mitad del siglo XX.
Ahora, la organización campesina es considerada la vanguardia en
Haití, la más combativa, se llamaTèt Kole. En español, sería "Cabezas
juntas”, es decir, una unión de campesinos combativos. Yo estaba en
la dirección de una revista haitiana que, en 2009, hizo una entrevista
con la dirección de esa organización. Le preguntamos a los miembros
de la dirección lo siguiente: ¿cuáles son las principales
reivindicaciones de la organización? Las tres principales
reivindicaciones que esa dirección expresó fueron diferentes de la
cuestión agraria. Las reivindicaciones eran enseñar a los campesinos
a defender sus derechos frente a los políticos, enseñar a los
campesinos a valorizar los árboles... ¿Dónde está la cuestión agraria?
No aparece. ¿Por qué no aparece? Porque las ONGs que están
trabajando en el medio rural en la actualidad, todas hacen una sola
cosa: desarrollo de la comunidad. Y, así, la cuestión agraria, que era
la principal de la sociedad perdió su lugar y la reivindicación de hoy
es el desarrollo.
ADITAL - ¿La cuestión agraria es la mayor y más urgente
demanda para la población haitiana?
Seguy – ¡Claro! Históricamente y hasta hoy,
sí. En el último Censo de 2003 en Haití, el
59,2% de los haitianos vivía en el campo. La
mayoría de la población todavía vive en el
campo. Haití, hasta hoy, no es un país
urbano. Es más rural que urbano. Para hablar
de la actualidad. Pero para hablar de la
historia, cuando Haití proclamó su
independencia, el principal medio de
producción del país era la tierra. Es a partir de
la injusticia agraria que Haití se configuró,
desde 1804 hasta hoy.
¿Por qué? Los haitianos hicieron, ellos mismos, la independencia. Fue
conseguida por los propios trabajadores haitianos, que en un primer
momento proclamaron la abolición de la esclavitud, los propios
esclavos –no me gusta la palabra "esclavo”; en mis textos, yo uso la
palabra "cautivos” o "esclavizados”. Entonces, fueron los propios
esclavizados haitianos los que proclamaron la abolición de la
esclavitud y, 13 años después, lograron la independencia del país, el
1º de enero de 1804.
Sólo que, después de la independencia, las tierras no fueron divididas
entre todos ellos. Una parte, que tenía la preponderancia en las
luchas, tomó todas las tierras para sí y los campesinos tuvieron que
huir de las plantaciones para refugiarse en las montañas –el país es
montañoso; es esto lo que la palabra Haití significa, "tierra
montañosa”.
Los campesinos se organizaron en las montañas, creando una
economía de supervivencia. Desde ese momento, la cuestión principal
era la cuestión agraria, porque para tener acceso a la riqueza y a
todo lo que la riqueza da como posibilidad pasaba, necesariamente,
por la cuestión agraria. Cualquier haitiano que hoy es pobre, si uno
va para atrás en su historia, uno ve que su padre no tenía acceso a la
tierra y, por esto, él es pobre. Aquel que es rico es porque su padre
tenía acceso a la tierra.
Hoy, en Haití, no existe un sólo burgués haitiano que no sea dueño
de tierra. Cualquier burgués haitiano que uno se encuentra por
casualidad, es propietario agrario. Es por esto que, para hablar de la
burguesía haitiana, no hablamos sólo de "burgués”, hablamos
de grand don bourgeois, una palabra compuesta. ¿Por qué? Lo que
llamamos grand don es una persona que recibe grandes donaciones
de tierra. Quiere decir, el burgués es, al mismo tiempo, un burgués y
un latifundista, porque es dueño de tierra también. La cuestión
agraria en Haití es, hasta hoy, la cuestión fundamental a ser
discutida, a ser resuelta.
Pero, por increíble que parezca, los movimientos de campesinos, que
hasta 1948 tenían como principal reivindicación la cuestión agraria, a
partir del momento en que los programas de desarrollo de la
comunidad comenzaron a ser implementados en Haití (hoy quien
hace eso son las ONGs de izquierda), esas organizaciones ya no
tienen más en sus agendas la cuestión agraria.
Traducción: Daniel Barrantes - [email protected]
Marcela Belchior
Periodista de Adital
[FRANCK SEGUY #3] Con la lucha sindical debilitada, el
trabajador es explotado
Marcela Belchior
Adital
En la tercera parte de la entrevista, el investigador haitiano Franck
Seguy debate cómo Brasil sería el principal agente de este
movimiento, trabajando para Estados Unidos con el objetivo de
conquistar espacio político y fuerza militar. En un contexto donde la
lucha sindical es desacreditada por la clase trabajadora y las
reivindicaciones de la población se reducen a cuestiones puntuales.
ADITAL – Usted ha mencionado, en otras entrevistas, la
postura de Brasil de reprimir las insurgencias populares. ¿De
qué manera esto se hace en Haití?
Seguy – Vamos a recordar, rápidamente, que el Ejército brasilero
llegó a Haití –la Minustah, hablando en general– el 1º de junio de
2004, para sustituir a una fuerza multinacional que ya estaba en
Haití, que estaba compuesta por militares de Francia, Canadá y
Estados Unidos. Era una fuerza que hizo un golpe de Estado en Haití
el 29 de febrero de 2004, cuando el presidente electo en aquella
época fue exiliado por los militares de esa fuerza.
Una fuerza extranjera, ilegal, entró en un país soberano,
independiente, tomó al presidente, lo embarcó en un avión y lo dejó
afuera, en otro país. Esta situación ilegal, que duró tres meses
(marzo, abril y mayo), no podía continuar. Se necesitaba otra fuerza
internacional para tomar cuenta del país, pero con una cobertura
jurídica y legal. ¿Qué se hizo? Se constituyó una fuerza y se procuró
una base jurídica para ella. La base jurídica que la ONU encontró fue
a través del capítulo 7 de la Carta de las Naciones Unidas, que trata
de países en guerra o países que tienen conflictos armados, lo que no
era el caso de Haití. Lo que Haití tuvo en un período fue un
movimiento social con varias expresiones en las calles, reivindicando
la salida del gobierno.
En ese contexto, el imperialismo lo aprovechó, armó un grupo de
antiguos militares (porque el Ejército haitiano fue desmovilizado en
1994). Los militares de aquel Ejército desmovilizado, el imperialismo
lo utilizó, a partir del territorio de la República de Haití y mandó a
esos militares a acampar en una ciudad en el interior de Haití. A
partir de ese momento, esa fuerza paramilitar comenzó a amenazar
con entrar en Haití, en la capital, para luchar contra las fuerzas
legales del gobierno. Con este pretexto, Estados Unidos, apoyado por
Francia y Canadá, entró en Haití, dieron un golpe de Estado,
mandaron al presidente afuera y tomaron el control del país por tres
meses. La Minustah llegó el 1º de junio para sustituir a esa fuerza.
Es decir, uno entiende lo que Brasil fue a hacer a Haití. Brasil fue a
controlar a Haití en una ocupación tercerizada. ¿Por qué es
tercerizada? Haití no tiene ejército. La única fuerza que tiene Haití es
la policía civil, que estaba en formación después que el Ejército
haitiano fue desmovilizado. O sea, había una policía joven, con sólo
10 años de formación, en una cantidad muy por debajo de la
necesaria y no tenía capacidad para ejercer tan grande represión que
el imperialismo necesita ejercer en Haití.
La Minustah llegó al país para ejercer ese papel represivo. Esto es un
elemento fundamental. Dentro de ese papel represivo, por ejemplo,
en 2009 (es el ejemplo que más me gusta de todos), los obreros
haitianos entablaron una lucha para exigir el reajuste del salario
mínimo. Hoy, el salario mínimo en Haití es de 200 gourdes, que, en
dólares, equivale a 4 dólares y poco. El dólar americano hoy, en Haití,
vale 46 gourdes. El salario mínimo diario son 200 gourdes. Sólo que,
en 2009, no eran 200, eran 70. El trabajador recibía 70 gourdes, es
decir, menos de dos dólares. De ahí que los trabajadores comenzaran
una lucha para exigir un reajuste de ese salario mínimo, para pasarlo
a 5.
Fue el momento en que yo creo que quedó más claro para los
trabajadores haitianos el verdadero papel de la Minustah. En esa
época, la Minustah impuso una represión tremenda, apresaban a
decenas de trabajadores, todos los días. En cada manifestación,
apresaban a decenas de trabajadores. A decenas de estudiantes
también, porque ellos eran parte de esas luchas. Y quedó claro que
esa fuerza que viene de países del Sur y que se dice "fuerza de paz”
o "fuerza humanitaria” no era nada más que una fuerza represiva
para hacer exactamente lo que significa el nombre Minustah, que es
"estabilización del país”.
Existe una confusión creada por los medios de comunicación al
presentar a la Minustah como una fuerza de paz en Haití. Los medios
lo hacen muy bien. Existe, por ejemplo, un documental sobre la
presencia brasilera en Haití que se llama Brazos de la paz [serie con
seis reportajes producidos por la Red Globo de Televisión]. ¿Qué
quiere decir Minustah? Misión de las Naciones Unidas para la
Estabilización de Haití. Bueno, estabilización es una cosa, paz es otra
cosa, misión humanitaria es también otra cosa. La Minustah es una
misión de estabilización para que el trabajador haitiano continúe con
el mismo salario de miseria de 4 dólares, que es el de hoy. Por
ejemplo, desde el final del año pasado hasta el comienzo de éste, los
obreros intentaron de nuevo modificar el salario mínimo. La Minustah
los reprimió.
ADITAL - Tomando como ejemplo esta cuestión del salario
mínimo, ¿podemos decir que la clase trabajadora –
especialmente aquella vinculada con la industria textil, hoy
dominada por la Internacional Comunitaria–, ¿está organizada
con miras a un cambio de la estructura social del país?
Seguy - No podemos afirmarlo. Lo que podemos
afirmar es que existe, en Haití, una central
obrera, que llamamos Bataille Ouvrière (BO)
("Luchas Obreras”, en su traducción), que intenta
organizar a los trabajadores haitianos en sus
lugares de trabajo, sobre todo en las zonas
francas. Pero el haitiano no tiene tradición
sindical. Y los pocos sindicatos de los últimos
años, que surgieron en el país, en general son
sindicalistas cooptados por la patronal. Por eso, el
trabajador haitiano no tiene mucha fe en la actuación sindical.
Y también, cuando existe el sindicato (no sé en cuántos países existe
esta nomenclatura jurídica), los sindicatos haitianos se dicen
apolíticos. Es decir, las luchas sindicales en Haití, en los últimos años,
desde la dictadura hasta acá, lo que ha existido como "sindicato” en
Haití no tiene la vinculación de la dimensión política con la dimensión
económica de las luchas. Por ejemplo, un sindicato considera que,
cuando lucha por un mejor salario, su lucha tiene que ser sólo por
eso. Lucha únicamente por el salario, no tiene ninguna dimensión
política. De modo general, es en este tema que el trabajador haitiano
visualiza la cuestión.
Hoy, suelo decir, quien reivindica es quien ya tiene algo y quiere más.
Pero quien no tiene nada no reivindica nada. Por ejemplo, cada vez
que analizo las luchas en Brasil, yo creo que la sociedad brasilera
puede poner un proceso de lucha como el ocurrido (del año pasado
hasta hoy, por ejemplo) porque ya tiene algunas condiciones. La
sociedad ve que tiene la posibilidad de mejorar esas estructuras. Por
eso reivindica. Pero en un lugar donde no existe ninguna condición,
ninguna infraestructura, no se puede luchar para mejorar. Creo que
esto explica en parte, no en su conjunto, el comportamiento de un
trabajador haitiano.
Primero: él no vincula en una misma lucha la dimensión política y la
dimensión económica de la cuestión. E incluso sobre la dimensión
económica, el trabajador haitiano no tiene mucha fe en las luchas
sindicales. Por eso, cuando hay luchas en torno del salario mínimo,
hay siempre sindicatos combativos, sobre todo vinculados
con Bataille Ouvrière, que ya cité. Pero es sólo en el momento de la
lucha. Después de la lucha, todo queda igual.
ADITAL - Son cuestiones más puntuales, no estructurales.
Seguy - Son más puntuales. "El salario está bajo ahora, no alcanza
para vivir, entonces vamos a luchar”. Comienzan una lucha, los
estudiantes ayudan, otras organizaciones ayudan, pero después de la
lucha "¿qué hacemos ahora?”. Todos vuelven a la suya.
ADITAL - ¿Es también una demanda de Haití tener una
organización laboral?
Seguy - Claro que es una demanda. Por ejemplo: la ONU mandó a
Haití a un economista para estudiar el mercado haitiano, que yo cité
en la tesis, que es Paul Collier, y uno de sus argumentos para
incentivar el capital nacional para explotar a Haití fue decir que Haití
era un país poco reglamentado. ¿Qué está diciendo con eso? Que es
un país donde no existen muchos sindicatos que luchan, por ejemplo,
por cuestiones de salud, por cuestiones de guarderías infantiles...
Esto no existe. No existe hoy una sola organización haitiana que
reivindique que haya guarderías para las trabajadoras. No existe.
Literalmente no existe una organización reivindicando esto. Es un
país poco reglamentado. Es un país donde la empresa puede hacer lo
que quiera y no va a encontrar dificultades.
Traducción: Daniel Barrantes - [email protected]
[FRANCK SEGUY #4] Solamente el retiro total e inmediato de
la Minustah puede favorecer el escenario político y social de Haití
Marcela Belchior
Adital
Nuevas elecciones se aproximan y Haití podrá contar con fuerzas de
oposición para proponer un nuevo orden político en el país. Antes de
esto, sin embargo, la posición de la población es por el retiro
inmediato de la Minustah del territorio. En el último bloque de la
entrevista exclusiva conAdital, según la evaluación del investigador
Franck Seguy, solamente la recuperación de la soberanía del país
posibilitará atender las cuestiones sociales haitianas.
ADITAL - El pueblo haitiano requiere el retiro inmediato de la
Minustah. ¿Hay un escenario político para esto?
Seguy - Yo leí que la última encuesta arrojó que el 89% de los
haitianos quiere la salida de la Minustah ya. Inmediata. Ahora,
cuando usted pregunta si existen condiciones para eso, por detrás de
esa pregunta está el riesgo de legitimar la Minustah. Existe el riesgo
de decir que "ahora existen condiciones. Es decir, que en 2004 no
había condiciones, por eso ella estaba en Haití”.
ADITAL - La palabra que utilicé fue "escenario”. Pregunté si el
escenario político se construye favorablemente para el retiro
de la misión.
Seguy - Nunca hubo escenario para
la Minustah. Lo que no existe en
Haití es un escenario para la
Minustah. La Minustah es un
elemento extraño, que se introdujo
en una situación que no la
necesitaba. Hay una anomalía en la
Minustah. Es la salida de la Minustah
lo que va a normalizar a Haití. Nunca
va a haber un escenario ideal en
Haití con la presencia de la Minustah.
La Minustah no tiene su lugar en Haití. ¿A usted le gustaría ver a Haití
normalizarse?
Entonces, la primera cosa es retirar a la Minustah. ¿Sabe cómo llama
a la Minustah el haitiano? Es "turistah”. Los soldados son llamados
"turistahs”. No el "turista” que usted conoce. Es la palabra "turista"
con "Minustah”. Haití considera a la Minustah un soldado de turismo.
El soldado de la Minustah sólo hace dos cosas en Haití: reprime
cuando hay lucha y pasea en las playas cuando no hay lucha. Es sólo
eso lo que hace. Es decir: el escenario político que el país necesita, lo
va a tener después de que la Minustah salga, porque es la Minustah
el elemento que dificulta que el país entre en la normalización, que es
lo que necesita realmente.
ADITAL - Este año habrá elecciones en Haití para el Poder
Legislativo. El próximo año habrá para la Presidencia, para
tomar posesión en 2016. ¿Hay alguna perspectiva de que esto
actúe favorablemente en el reinicio de la soberanía haitiana?
Seguy - La Minustah llegó al país en 2004. Hubo elecciones en 2006,
otra en 2011. Hubo otras elecciones para el Poder Legislativo...
Elecciones no son lo que falta en Haití. Si la Minustah dependiera de
elecciones para salir, ya habría salido. Durante los 10 años de la
Minustah, se eligieron dos presidentes, dado que el mandato
presidencial en Haití es de cinco años. Se eligió uno en 2006 y otro
en 2011. La Minustah no está en Haití para facilitar eso o para ayudar
en esto. Se dice eso, pero no es lo que está ocurriendo.
ADITAL - Actualmente, las elecciones son un instrumento
político que también está en consonancia con los intereses de
la Minustah.
Seguy - Exactamente. Por ejemplo, en las elecciones haitianas no se
presentan candidatos de oposición al orden multinacional en Haití.
ADITAL - Para este año, por ejemplo, ¿no hay ninguna
perspectiva de candidatos de oposición que puedan ocupar
esas vacantes?
Seguy – Creo que, por primera vez, existe una posibilidad. Pero
como sólo estamos en 2014 y las elecciones [presidenciales] serán a
fines del año que viene, no se puede afirmar claramente quién va a
ser candidato o no. Hay rumores que un senador, el único en el
Parlamento que se posiciona en contra de la Minustah,
abiertamente... Porque el Senado haitiano ya tomó dos resoluciones
pidiendo la salida de la Minustah. Pero no la salida inmediata, es una
salida organizada.
ADITAL - Y gradual.
Seguy - Una salida gradual.
Lo que el Senado reclama
es una salida gradual.
Preparar a otra fuerza para
hacer el mismo trabajo que
la Minustah está haciendo ahora. Por ejemplo: en 1915, cuando Haití
fue ocupado por los estadounidenses, ellos organizaron una fuerza
militar en Haití. Lo que había allí de ejército fue desmovilizado y ellos
organizaron otra fuerza. Cuando dejaron el país, después de 19 años,
su fuerza militar tomó cuenta del país. Y esa fuerza militar fue
conocida en el país hasta 1994 como una fuerza que sólo hacía
golpes de Estado.
Entonces, en 1994, esa fuerza fue desmovilizada. Ahora se pide una
salida gradual de la Minustah. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir
preparar a otra fuerza con la ayuda de la propia Minustah para
sustituir a la Minustah. Para cumplir el papel de la Minustah después
que la Minustah se vaya. Son soluciones imperialistas, ¿entiendes? La
salida gradual es una solución de continuidad, no de ruptura. La
población haitiana quiere una solución de ruptura. La población quiere
una solución que sea una alternativa a la situación actual.
En mi opinión, lo que va a prevalecer no es la posición del pueblo
haitiano sino la posición de la ONU. Y la ONU va a retirar a la
Minustah de Haití, gradualmente, porque no existe posibilidad de
continuar justificando a la Minustah. Van a tener que retirarla. Pero
se va a retirar gradualmente, teniendo la certeza de que, en el propio
país, no hay más necesidad de tercerizar la represión, porque, hasta
entonces, ya habrá preparado a una fuerza tan represiva como la
Minustah para sustituir a la Minustah. Yo creo que lo más probable
que ocurra es esta solución.
Bueno, como lo que hace a la historia es la lucha, y la lucha de
clases, existen las dos posibilidades. Las dos posibilidades están en
discusión. Pero por la configuración de las fuerzas hoy presentes en el
país, creo que el pueblo haitiano no tiene hasta hoy posibilidades de
imponer su posición.
Es por esto que creo que es la posición de las clases dominantes,
apoyadas por la ONU, la que va a prevalecer. Una salida gradual,
programada. Por ejemplo: "vamos a sacar 500 soldados”, pero ya
hay otros 500. Pueden ser haitianos, de una fuerza especial, que
puede ser el Ejército u otra fuerza especial que puede ser
implementada y que va a cumplir el mismo papel. Esto es recurrente.
Fue eso lo que ocurrió en 1915, cuando el país fue ocupado y fue eso
lo que ocurrió en 1994, cuando Aristide volvió del exilio. Esta solución
no es nueva para el haitiano.
Traducción: Daniel Barrantes - [email protected]
Marcela Belchior
Periodista de Adital