Funcionamiento del sistema político, caracteristicas del art. 30 de la CN y inconstitucionalidad de...
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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
TRABAJO PRÁCTICO
DERECHO CONSTITUCIONAL
Cátedra II
Profesor Titular:
Dr. Félix R. Loñ
Auxiliar Docente:
Abogada Valeria L. Anselmino
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
DERECHO CONSTITUCIONAL
Cátedra II
Profesor Titular:
Dr. Félix R. Loñ
Auxiliar Docente:
Abogada Valeria L. Anselmino
A continuación se detalla la consigna del presente trabajo práctico que consistirá en el
desarrollo de tres ítems relacionados con los temas del programa de estudios de la materia.
Interrogantes a responder
1.- Funcionamiento del sistema político.
2.- Características del art. 30 de la Constitución Nacional.
3.- Declaración de inconstitucionalidad de oficio. Jurisprudencia.
Presentación
El trabajo:
1) Se realizará en forma grupal (cuyo máximo de integrantes no excederá el de cuatro [4]
personas).
2) Deberá ser entregado en soporte papel (en carpeta, con el nombre y apellido de cada uno
de los alumnos como así también el numero de la comisión y profesor a cargo de la misma).
3) No podrá exceder de tres hojas (o 6 carillas). Asimismo se utilizara: tipo de letra: Arial
11 – interlineado: 1,5 – márgenes: 3 cm. c/u.
4) Fecha de presentación: 12 de mayo de 2011.
1.- Funcionamiento del sistema político.
La ciencia política es una ciencia social, la cual tiene por objeto de estudio a las
relaciones de poder. Estas relaciones son las que se establecen entre distintos elementos
del sistema político. Esto significa que las relaciones de poder son parte de la realidad
social, es decir, relaciones sociales que tienen la característica de manifestarse a través
del fenómeno de la dominación.
Esta dominación tiene una tipología de acuerdo a la naturaleza del poder. En este
sentido las relaciones de poder pueden ser de naturaleza:
- Económica: Los propietarios de los medios de producción dominan a quienes
solo tienen su fuerza de trabajo y están obligados a venderla a los primeros.
- Ideológica: Se basa en la influencia que tienen las ideas de una persona o grupo
de personas sobre el comportamiento de los actores sociales.
- Política: Consiste en el monopolio sobre el ejercicio de la fuerza física, tienen
además la legitimidad para tomar decisiones que afecten a toda la sociedad.
La política es un subsistema del sistema social, conformado por relaciones de
poder entre sus diversos actores o subsistemas. Las relaciones de poder al interior del
sistema político son de dos tipos: bilaterales o multilaterales. Bilaterales, cuando se toman
en cuenta solo dos elementos o actores, como pueden ser la dicotomía entre gobernantes
y gobernados; y multilaterales cuando se tienen a los diversos subsistemas como pueden
ser: la burocracia, el ejército, la iglesia, los partidos políticos, los grupos de presión, etc.
Pero para entender cómo funcionan este tipo de relaciones hay que decir que
estas se dan en un campo de equilibrios.
Un campo de equilibrios es un espacio donde los elementos están relacionados
antagónicamente entre sí. Estas relaciones pueden ser de dos tipos; estables e
inestables. Son equilibrios estables los que hacen que el sistema tenga durabilidad. Esta
durabilidad se consigue cuando el poder del gobernante es suficiente y tolerable por los
gobernados. Un sistema político estable es aquel que se logra adaptar, que se renueva
frente a los estímulos internos o externos. El otro tipo de equilibrio es el inestable, es
decir, cuando el sistema se transforma reproduciendo los efectos del estímulo interno o
externo.
Los sistemas políticos siempre tienden a conservarse ya sea adaptándose o
transformándose pero para esto deben aprender a retroalimentarse, y la principal fuente
de retroalimentación es la aceptación del sistema político. Esto es en idioma weberiano,
cuando un sistema se legitima. Los sistemas políticos democráticos se legitiman a través
de las elecciones, es decir mediante el cambio de sus gobernantes. Los sistemas
dictatoriales se legitiman haciendo efectivo el gobierno, manejando la opinión pública,
disminuyendo el poder coercitivo y aplicando sobre la estructura social un poder
burocrático, es decir un instrumento de opresión “civilizado” que busca satisfacer en forma
máxima los intereses de la élite económica y de forma mínima los intereses de la
población.
En conclusión, el sistema político emite productos cuyo propósito es influir en el
medio ambiente (sistema social) al que va dirigido. El entorno reacciona ante el estimulo
de los productos generando demandas y/o apoyos que constituyen datos objetivos de la
realidad. Esos datos a su vez, integran la información que tendrá que ser comunicada al
sistema político para que este brinde la respuesta adecuada a las demandas o apoyos
recibidos.
Los insumos o inputs no son más que las demandas y/o apoyos mientras que los
productos u outputs son las decisiones elaboradas por el sistema político. Las demandas
y las ayudas han sido sub clasificadas por Almond y Powell. Entre las primeras se
distinguen; A) bienes y servicios, b) demandas por la que se requieren determinadas
regulaciones de conducta (por ej. Normas que reglamentan la familia), c) demandas de
participación (por ej. Elegir autoridades), d) demandas de comunicación e información
(por ej. Exigir el cumplimiento de las leyes). Entre los apoyos o las ayudas, los citados
Almond y Powell incluyen: a) ayudas materiales (pago de impuestos), b) obediencia a las
decisiones tomadas (normas jurídicas), C) ayuda mediante participación política (ejercicio
de sufragio, militancia política, etc.), d) la atención prestada a las comunicaciones y las
manifestaciones de deferencia o respecto a la autoridad pública.
2.- Características del art. 30 de la Constitución Nacional.
En cuanto al procedimiento de reforma regulado por el artículo 30 de la
Constitución Nacional, el Proyecto de Constitución de Alberdi disponía cinco requisitos
para posibilitar la reforma: 1.- La Constitución no puede ser reformada por el lapso de 10
años; 2.- La iniciativa corresponde solamente al Senado; 3.- La necesidad de la reforma
debe ser declarada por el congreso por las dos terceras partes de sus miembros; 4.- La
reforma solo puede ser efectuada por un congreso o convención convocada al efecto; 5.-
Las reformas deben ser aprobadas por las dos terceras partes del Congreso o por las dos
terceras partes de las legislaturas provinciales.
La Constitución de 1853 adoptó todos los requisitos propuestos por Alberdi, salvo
la necesidad de que la reforma sea aprobada a posteriori de la Convención.
En 1860, se adopto la redacción actual del artículo 30, el cual establece que: “La
Constitución puede reformarse en el todo o en cualquiera de sus partes. La
necesidad de reforma debe ser declarada por el Congreso con el voto de dos
terceras partes, al menos, de sus miembros; pero no se efectuará sino por una
Convención convocada al efecto”.
El artículo 30 dice que: “La Constitución puede reformarse en el todo o en
cualquiera de sus partes…” una mera interpretación gramatical, según Bidart Campos
nos llevaría a decir que “toda” la constitución y “todas” sus normas son susceptibles de
reforma, y que nada le queda sustraído. Pero este autor sostiene que los contenidos
pétreos de la constitución, si bien pueden reformarse, no pueden alterarse, suprimirse o
destruirse. Con lo cual el artículo 30 permitiría una reforma total “cuantitativa” pero no
“cualitativa”.
Para realizar una reforma se deben llevar a cabo varias etapas:
- Etapa de Iniciativa o función pre constituyente: Esta función es asignada al por
el artículo 30 de la Constitución Nacional al Congreso al cual le corresponde declarar la
necesidad de la reforma constitucional a través de un acto político no susceptible de
revisión judicial en cuanto a su contenido, aunque es dable el control de constitucionalidad
en relación al procedimiento previsto.
- Declaración o ley del Congreso: Una interpretación literal podría avalar la
postura de quienes sostienen que se debe realizar por declaración, sin embargo la
declaración del estado de sitio, por ejemplo, se concreta por ley.
- Actuación separada de las cámaras: En cuanto a esta cuestión existen diversas
posturas. Por su parte, Sánchez Viamonte considera que las cámaras deben reunirse en
asamblea y cada legislador, tiene un voto, de modo que el total se establece sobre la
totalidad de los diputados y senadores en Asamblea Legislativa. En una postura más
extrema aún, Bidart Campos opina que el congreso puede decidir si se actúa en forma
separada o conjunta, inclusive sostiene que la misma asamblea, o sea las cámaras en
conjunto, podrían reformar la Constitución, desconociendo la rigidez de nuestro sistema
absorbiendo la función pre constituyente y la constituyente. Aunque esta última parte de
su postura cambio con el paso del tiempo ya que mientras en su Tratado Elemental de
Derecho Constitucional desconocía la rigidez de nuestro sistema, en su Manual de la
Constitución Reformada afirma que el Congreso “no puede integrar la convención con sus
propios legisladores”.
- Quórum y mayoría: El artículo 64 dispone como regla general que ninguna de
las cámaras puede entrar en sesión sin la mayoría absoluta de sus miembros. Ahora bien,
obtenido el quórum, los dos tercios se computan ¿sobre los miembros presentes, los
miembros en ejercicio o sobre la totalidad de los miembros?. En esta cuestión no existe
un gran debate doctrinario. En varios supuestos, como los arts. 53, 60, 66, 70 y 81 la
Constitución se refiera expresamente a los miembros presentes, por ende se puede
concluir que en los casos donde la Constitución no se refiere a los miembros presentes y
establece mayorías especiales para la validez de las decisiones, el cómputo debe
realizarse sobre el total. Esta solución se adecua al carácter rígido de nuestra
Constitución, haciendo más difícil su modificación. A su vez, varias reformas introducidas
en 1994 establecen el voto de la totalidad de los miembros en varias hipótesis, como
ejemplo los arts. 39 y 40, supuestos que se refieren a institutos de menor relevancia que
la reforma constitucional. Sin embargo, el fundamento más tajante es el siguiente, para
que un tratado tenga jerarquía constitucional se requieren los dos tercios de los votos
afirmativos de la totalidad de los miembros (art. 75, inc.22), con lo cual con más razón el
art. 30 debe ser interpretado requiriendo los dos tercios de la totalidad de los miembros.
- Alcances de la declaración de necesidad de la reforma: La declaración que
emita el Congreso debe ser fundada, indicando los fundamentos que hacen necesaria la
reforma y los obstáculos que representan el articulado constitucional vigente. Sin
embargo, el incumplimiento de este requisito de índole republicano no acarrea la invalidez
jurídica de la declaración. En cambio, bajo pena de nulidad, ya sea en forma puntual o
indirecta, la declaración debe precisar los puntos de la constitución que deberían ser
modificados por la Convención Constituyente. Está última puede aceptarlos o rechazarlos,
pero no puede apartarse del temario establecido por el congreso. Sánchez Viamonte
recuerda que la reforma podrá ser total o parcial, pero considera que no es concebible
que una reforma pueda ser parcial si no se fija con exactitud su contenido.
- Etapa de revisión o función constituyente: Finalizada la etapa de iniciativa,
entrará en sesiones la Convención Constituyente. Esta estará conformada por los
Convencionales Constituyentes elegidos por el voto popular, según la postura mayoritaria.
Sin embargo Bidart Campos afirma que el Congreso podría también asignar directamente
a los convencionales, sin necesidad de elecciones. Por otra parte, es dable destacar que
en el supuesto que la declaración de la necesidad de reforma incluyera un plazo para que
la convención sesionara, el vencimiento del mismo provocaría automáticamente la
disolución de la Convención, que perdería su habilitación para continuar sus funciones o
prorrogar sus sesiones. Pero en el supuesto que el Congreso se abstenga de fijar plazo,
la Convención no podrá ser limitada temporalmente por nadie. En cuanto a los límites de
la Convención, el fundamental es el temario incluido en la declaración de necesidad
propuesta por el Congreso. La Convención podrá aceptar o rechazar total o parcialmente
los puntos de la declaración, pero no podrá realizar reformas que no hayan sido
propuestas por el Congreso. Otro límite que cabe mencionar es la limitación referente a
los contenidos pétreos. Finalmente la reforma entra en vigor a partir de su publicación con
la sola sanción de su texto por la convención, ya que nuestro sistema no prevé la etapa
ratificatoria consistente en aprobación legislativa de las reformas introducidas por la
Convención.
En conclusión, a lo largo de este trabajo, hemos demostrado la gran cantidad de
conceptos oscuros que presenta el artículo 30 de nuestra Constitución, por ejemplo, el
cómputo de la mayoría para aprobar la declaración, la naturaleza de la misma, la
actuación separada de las Cámaras, entre otras cuestiones.
Sin embargo, merced a una interpretación sistemática de nuestra Carta Magna es
posible superar todas las vallas conceptuales que presenta el procedimiento de reforma
establecido en 1853 y modificado en 1860.
Consecuentemente, con esta interpretación es posible arribar al espíritu de la
norma que previeron los Constituyentes que es idéntico al expresado por Fray Mamerto
Esquiú.
Es por ello, que coincidiendo con lo dicho por este religioso la Constitución debe
permanecer inmóvil salvo que con nuevas modificaciones se pueda ensanchar el ideal
fundamental concebido por el movimiento constitucionalista: salvaguardar la libertad y
dignidad humana.
3.- Declaración de inconstitucionalidad de oficio. Jurisprudencia.
Si bien se puede situar su nacimiento en el año 1803 con el fallo de la Corte
Suprema de EEUU “Marbury vs. Madison” su definitiva aceptación, en el caso Argentino,
lo fue luego de casi 200 años. Este instituto constitucional ha tenido a lo largo del tiempo
muchas controversias que se han desarrollado sobre la base de considerar, en los jueces,
facultades que no ostentan o por lo menos que no le son propias, ya que dicha potestad
pertenece a las partes.
Luego de su incorporación en la jurisprudencia, en la normativa e incluso en la
constitución ha adquirido el estatus de garantía constitucional explicita, siendo por lo tanto
el juez quien velará por el respeto de la constitución, haya o no petición de parte. Ello así,
debemos establecer cuáles son las ventajas o desventajas del control de
constitucionalidad de oficio en los sistemas difusos y sus respectivos límites.
La declaración de inconstitucionalidad de oficio debe entenderse como la
obligación, no facultativa, de todo juez del Poder Judicial, sea este nacional o provincial,
de analizar dentro de una causa determinada si las normas allí planteadas en forma
implícita o explícita se ajustan a los parámetros axiológicos de la Constitución Nacional, si
está dentro de la órbita del Poder Judicial Federal. Debe agregarse a la constitución
provincial en el caso de que sea una actuación del Poder Judicial Provincial y no debemos
olvidar la Constitución de la Ciudad autónoma de Buenos Aires en el marco de una causa
en esa ciudad.
Las características más significativas de este instituto son:
1) En cuanto a sus efectos: Siempre son inter partes, nunca pueden ser erga
omnes pues se estaría alterando de ese modo una facultad republicana y exclusiva del
Poder Legislativo quien es el único poder encargado de dictar normas jurídicas con
alcance general. Con la sola excepción de las sentencias en los amparos colectivos,
atento su incidencia colectiva.
2) En cuanto a sus límites: La declaración oficiosa de inconstitucionalidad no
implica fallar extra petita ni soslayar el principio de congruencia, en tanto el juez se atiene
a las cuestiones planteadas y a las circunstancias fácticas invocadas en el proceso, y
para dilucidar la litis, solo sujeta el derecho implícito o explicito aplicable a su
concordancia con la Ley Fundamental.
3) En cuanto al rol de los jueces: Todo ello sin olvidar que el control de
constitucionalidad no es una concesión donosa conferida a los jueces sino un deber que
sobre ellos se ciñe.
4) En cuanto a sus requisitos: La declaración de inconstitucionalidad está sujeta
a requisitos y circunstancias que no se vuelven más rigurosas en el caso de que se actúe
de oficio. Para declarar inconstitucional una norma de oficio deben estar presentes los
requisitos y caracteres clásicos de nuestro sistema de control de constitucionalidad, pues
la Corte Suprema ha reiterado en numerosas oportunidades que la declaración de
inconstitucionalidad es la “última ratio” del orden jurídico. De manera que los recaudos
deben extremarse tanto como si hubiera sido pedida por una de las partes.
En el desarrollo de la jurisprudencia de la Corte pueden señalarse cuatro períodos
en torno al ejercicio del control de constitucionalidad:
1) Período de necesidad justificadora: Desde la instalación del tribunal -1863-
hasta 1941. Desde la instalación, de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el 15 de
enero de 1863 hasta 1941 no hubo regla explícita sobre la necesidad de la “petición de
parte” para el ejercicio del control. Podemos decir que fue un periodo en la cual el Poder
Judicial necesitaba equilibrar sus fuerzas con el resto de los poderes del estado y muchas
veces quiso justificar su accionar por encima de lo peticionado por las partes. Dentro de
éste período encontramos fallos en los que la Corte había ejercido el control de oficio o
bien había establecido el ejercicio del control como una obligación de los jueces.
“Caffarena c/ Banco Argentino de Rosario” (10: 427.-1871-.), “Vicente Casares e Hijos c/
Sivori y Schiaffino” (11: 257), “Municipalidad de la Capital c/ Isabel A. del Elortondo” (33:
162).
2) Período negatorio con excepciones: Periodo negatorio que va desde 1941
hasta 1984. Excepciones dadas en los casos en que se cuestiona la independencia
judicial y la autonomía del Poder Judicial. En el segundo período, a lo largo de cuatro
décadas, la Corte estableció que el control no podía ser ejercido de oficio, salvo cuando
se trataba de ejercerlo para mantener su independencia como poder, o era necesario
preservar la integridad del poder judicial. “Ganadera Los Lagos” (190: 142, LA LEY, 23-
251), “Partido Provincial Unión Santiagueña” (238: 288).
3) Período permisivo minoritario: En el tercer período, a partir de 1984, la tesis
prohibitiva del control de oficio, como regla, se mantuvo en la composición de la Corte,
pero con disidencias. Tal fue el caso de los Ministros Fayt y Belluscio en los precedentes
registrados en Fallos: “Juzgado de Instrucción Militar Nº 50 de Rosario” (306: 303, -LA
LEY, 1984-B, 426) y “Osvaldo Peyrú” (310:1401).
4) Período permisivo mayoritario: Desde 2001 hasta la actualidad. Caso “Mill de
Pereyra, Rita Aurora; Otero, Raúl y Pisarelo Angel c/ Estado de la Provincia de Corriente
s/ demanda contencioso administrativa” (312: 2494; LA LEY, 2001-F, 891), “Banco
Comercial de Finanzas S.A. (en liquidación Banco Central de la República Argentina) s/
quiebra" (327: 3117),
5) Periodo permisivo con limitaciones: Desde el caso “Astorga Bracht”
14/10/04, “Gomez” y “Strangio”. Fallo de la CSJN en los autos: “ASTORGA BRACHT,
Sergio y otro c/ CONFER dto. 310/98 s/amparo ley 16986”, del 14 de octubre de 2004.
CSJN in re: “GOMEZ, Carlos Alberto c/ Argencard S. A y otros ordinario” del 27 de
diciembre de 2006. “STANGIO, Domingo c/ Cattorini Hnos. SACIF s/Accidente” del
12/05/09.
En conclusión la inconstitucionalidad de oficio se enfrenta con una postura muy
férrea en su contra, con argumentos tales como la división de poderes, la defensa en
juicio, el principio de congruencia, y la presunción de legalidad.
La Republica Argentina, es el único país de América Latina que ostenta el sistema
de difuso completo del control de constitucionalidad. La declaración de
inconstitucionalidad de oficio encontró en la Jurisprudencia su consagración definitiva.
Desde el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la causa: “Banco
Comercial de Finanzas” del año 2004, se dejo sentado la siguiente doctrina:
1.- El Control de constitucionalidad en Argentina no se pronuncia en “abstracto”,
solo se analiza en el caso “concreto”.
2.- El examen de constitucionalidad de las normas es una cuestión jurídica y no
fáctica.
3.- Del antiguo adagio “iura novit curia” se desprende la obligación de los jueces de
expresarse sobre el derecho existente en el litigio, aunque sea sin petición de parte,
velando en todos los casos por la supremacía constitucional.
4.- Efectuar el control de constitucionalidad de oficio no viola la división de poderes
porque es una facultad exclusiva y primordial del juez declarar toda norma que se
encuentre en contra de la Constitución se a petición o no de las partes.
5.- La presunción de validez constitucional de los actos administrativos cede
cuando choca con una norma de jerarquía superior.
6.- Y la defensa en juicio no se encuentra menoscabada por la declaración de
inconstitucionalidad de oficio por ser una costumbre en el poder judicial analizar
habitualmente normas no invocadas por las partes.
Bibliografía:
- Artículo “LA DECLARACION DE INCONSTITUCIONALIDAD DE OFICIO EN
LOS SISTEMAS DIFUSOS” - Patricio Alejandro Maraniello. Profesor de grado y posgrado
de la Facultad de Derecho, Universidad de Buenos Aires. Profesor de Doctorado de la Universidad
del Salvador. Profesor Titular (Catedrático) de la Universidad de Concepción del Uruguay. Profesor
de la Escuela Judicial del Consejo de la Magistratura Nacional y de la Asociación de Magistrados y
Funcionarios del Poder Judicial Nacional. Profesor Distinguido de la Universidad de San Marcos
(Perú). Miembro titular de la Asociación de Derecho Constitucional Argentina. Miembro titular de la
Sección de Derecho Constitucional del Instituto de Estudios Legislativos de la Federación
Argentina de Colegios de Abogados.
- “CONSTITUCIÓN Y DEMOCRACIA” - Félix R. Loñ. Abogado Constitucionalista.
Profesor Titular Ordinario de Derecho Constitucional Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de
la Universidad Nacional de La Plata.
- “MANUAL DE DERECHO CONSTITUCIONAL” - Carlos Sánchez Viamonte.
Jurista argentino. Fue diputado nacional entre los años 1940 y 1943 por el Partido Socialista, del
cual fue un importante dirigente.
- “TRATADO ELEMENTAL DE DERECHO CONSTITUCIONAL ARGENTINO” y
“PODER CONSTITUYENTE” - Germán Bidart Campos. Jurista y pensador argentino,
abogado recibido en la UBA (1949) y Doctor en Derecho y Ciencias Sociales de la misma casa de
estudios. Fue asesor de la Convención Nacional Constituyente de 1994 en la reforma de la
constitución argentina y miembro de la Comisión Asesora para la Redacción de la Constitución
Nacional en 1972.
- “CONSTITUCION DE LA NACION ARGENTINA - COMENTADA Y
CONCORDADA” - María Angélica Gelli. Abogada recibida en la UBA. Especialista en
Sociología Jurídica. Profesora de Derecho Constitucional en el Máster de Magistratura y
Administración Judicial de la Universidad Austral; en la Carrera de Postgrado en Derecho
Administrativo de la Facultad de Derecho de la UBA y en el Máster de Periodismo que dicta la
Universidad de San Andrés.