Gerardo López M. G L M. sofá...Equipo de Magallanes en el estadio Nacional, en 1986, calcula...

12
1 Domingo 6 de septiembre de 2020 sofá en el www.laprensaaustral.cl Gerardo López M. Rafael Lizondo Giraldez Un atleta que superó más obstáculos de los esperados

Transcript of Gerardo López M. G L M. sofá...Equipo de Magallanes en el estadio Nacional, en 1986, calcula...

Page 1: Gerardo López M. G L M. sofá...Equipo de Magallanes en el estadio Nacional, en 1986, calcula Lizondo, que aparece con el número 255. Rafael Lizondo con el primer vehículo que llegó

1

Domingo 6 de septiembre de 2020

sofáen el

www.laprensaaustral.cl

1

Domingo 26 de marzo de 2017

sofáen el

www.laprensaaustral.cl

G

L

M.

Padre Santiago Redondo: de la guerra civil española a Chile

Ger

ardo

pez

M.

Rafael Lizondo Giraldez

Un atleta que superó más obstáculos de los esperados

Page 2: Gerardo López M. G L M. sofá...Equipo de Magallanes en el estadio Nacional, en 1986, calcula Lizondo, que aparece con el número 255. Rafael Lizondo con el primer vehículo que llegó

2

1

Domingo 26 de marzo de 2017

sofáen el

www.laprensaaustral.cl

G

L

M.

Padre Santiago Redondo: de la guerra civil española a Chile

Por Cristian Saralegui [email protected]

Parte de una familia tradicional de Magallanes, perteneció al Ejército, donde fue el primer conductor de vehículos en Puerto Williams. Ya jubilado, incursionó de lleno en el deporte, compitiendo a nivel nacional, en diversas disciplinas.

El 13 de julio, Ra-fael José Lizondo Giraldez (quedó inscrito con zeta en el Registro

Civil) leyó La Prensa Aus-tral y se conmovió con la historia de Rafael Wetzell, un estudiante lanzador de jabalina, que vive en pre-carias condiciones junto a su familia en la prolonga-ción Capitán Guillermos. Lo que más le entristeció fue que, debido a la pan-demia, no había podido entrenar, porque tampo-co contaba con los medios para practicar, en su caso, el implemento en que se ha especializado.

Así que Lizondo se des-prendió de tres de las jaba-linas que tenía en su hogar, y las donó generosamente al promisorio deportista. Uno de los gestos positivos que ha traído esta emer-gencia sanitaria y que dan cuenta del carácter de Li-zondo, integrante de una familia tradicional en Ma-gallanes.

Nacido el 29 de sep-tiembre de 1938 en Punta Arenas, sus padres fueron Rafael Lizondo Calvo y Ve-lia Giraldes Casasnuevas, y sus hermanos, Rolando Li-zondo (entrenador y profe-sor de Educación Física) y Susana Lizondo. Casado con Flor Mayorga Cores, tiene tres hijos: Cristina, Javier y Jaime.

Durante todo este pe-riodo de pandemia, Rafael Lizondo no ha salido de su casa, aunque se lo toma con calma, a pesar de que para un alma de depor-tista como la suya, podría pensarse que el encierro lo afectaría psicológicamen-te. Pero lejos de eso, apro-vecha cada momento para bromear con su esposa y disfrutar la vida.

En su infancia estudió en la Escuela Superior Nº1, en José Menéndez, al lado del correo y después siguió

en el Liceo Luis Alberto Barrera. “De ahí me puse a trabajar como aprendiz de mecánico, no era muy bueno para el estudio (ri-sas). Hice el Servicio Mi-litar ‘adelantado’, porque me contraté como jornal en la Armada. Me fui a Puerto Williams, vine a hablar con el almirante que me dijo ‘mira cabro, para entrar a la Marina tienes que hacer primero el Servicio Militar’ y yo estaba por cumplir 17 años. Así que me lo adelan-taron, di exámenes y me contraté. Estuve dos años en Williams manejando el jeep, el único vehículo que existía. Fue bonito. Lo único que había era gente que estaba comenzando a construir casas, mis viejos estaban allá cuando hice el Servicio”.

A su regreso a Punta Arenas, en el Regimiento Cochrane, tuvo un pro-blema con un conscripto. No quiso que se revelaran muchos detalles, pero tras ello, lo ‘obligaron’ a boxear, pese al enojo de su madre. Tuvo un par de combates en peso mosca, pero tras una derrota no siguió pe-leando. Lo que sí mantuvo, fue su práctica del atletis-

mo que inició en esa época, de la que recuerda que “en-trenaba en el estadio Cañas Montalva, donde en ese tiempo, para partir, no se usaban los tacos de ahora. Con las zapatillas de clavo uno mismo hacía un hoyo para salir. En ese tiempo, ‘Lito’ Palma que era de Enap y jugaba básquetbol, era el único que me ganaba en 100 metros”.

Un accidente que cambió su vida

Así continuó en la Arma-da como chofer mecánico hasta que llegó a suboficial, hasta que jubiló, y ahí, de lleno, se dedicó a la prác-tica deportiva. “Un día me fui al estadio a mirar un

campeonato nacional, en 1976 parece. Estaban ha-ciendo salto alto. Andaba con zapatillas y pedí saltar. Estaba Guido Riquelme, que no conocía, y que me invitó a participar en un campeonato a fin de mes. Yo tenía 48 años y competí hasta los 70”, resumió.

Pero hubo un episodio que lo marcó para siempre. La pérdida de visión en su ojo izquierdo. “Estaba en-trenando y me enredé en una valla con el pie, se en-ganchó, y me fui de cabeza. Eso fue antes de que pusie-ran el rekortan en el estadio Fiscal; había una capa como de cemento y me golpeo en el ojo. Estuve como una semana viendo ‘mosqui-

Rafael Lizondo Giraldez cumple 82 años a fin de mes

Un señor atleta que superó las pruebas del decatlón e incluso una ceguera parcial

Rafael Lizondo confiesa que desde que se inició la emergencia sanitaria, prácticamente no ha salido de su casa, aunque mantiene inalterable, el buen humor.

Ger

ardo

pez

Año 1990. En el podio en el Nacional Senior de Valparaíso.

Lanzando la jabalina en el Sudamericano de Atletismo Senior de Concepción, en 1996.

En sus tiempos de juventud, en una forma ya desusada de competir en salto alto. Se alcanza a apreciar que la competencia fue en el estadio Ramón Cañas Montalva.

Page 3: Gerardo López M. G L M. sofá...Equipo de Magallanes en el estadio Nacional, en 1986, calcula Lizondo, que aparece con el número 255. Rafael Lizondo con el primer vehículo que llegó

Domingo 6 de septiembre de 2020 3

tas’ y de repente, cuando estaba dando las partidas, en los campeonatos como Lisandro Gutiérrez, donde me decían ‘el viejo de las partidas’, fui a un colegio y cuando venía en el auto, se me borró la película, por-que en el otro ojo tenía una catarata. Así que fuimos donde el doctor Hernán-dez, que me mandó de in-mediato a Santiago a ope-rarme. Estuve como veinte días y no veía casi nada, de ahí empecé a mirar un poco, mi mano, y regresé. Pero acá se me comenzó a ir la visión y no vi más con este ojo”.

Esta dificultad, invali-dante para muchos, no le impidió continuar como

deportista, pudiendo viajar por todo el país, cosechan-do medallas para la región en distintas pruebas, como salto largo, salto triple, sal-to con garrocha, carrera en vallas, entre otras. “De todo, lo único que no ha-cía era el lanzamiento del martillo, porque me mo-lestaba mucho la espal-da y aparte es para gente más robusta. En todos los campeonatos anduve pa-rejo, siempre traía alguna medalla”. Incluso llegó a competir en el extranjero. “Los mismos que fuimos al Nacional, viajamos al Sudamericano, primero en Rosario, después en Bue-nos Aires y finalmente, en Concepción. En Argenti-

na me fue mal, había unos gallos fuera de serie, los brasileños, pero fue una buena experiencia. Hice lo que me gustó después de jubilar”.

Claro, porque si bien cuando niño incursionó en el fútbol, fue el atletis-

mo su pasión, a pesar de los dolores actuales, por-que confiesa que su prueba favorita era el salto triple, “que ahora me tiene medio jodido: tengo tres vérte-bras con problemas. Es una prueba muy complicada, porque uno corre, pega un salto, cae, otro salto y la primera caída sacude todo; por eso tengo problemas en la columna”.

Pero aunque no tuvie-se competencia, siempre hizo deporte. “A veces mi señora, en las tardes, me veía que empezaba a mi-rar para afuera, así que me decía ‘gato encerrado, sal’ y me iba solo hasta Ave-nida Independencia (vive en Avenida España con Hornillas), bajaba has-ta el muelle, me iba por O’Higgins, subía Angamos hasta Bulnes y seguía hasta acá”.

Reconoce sí que le costó dejar la práctica del depor-te, por las continuas lesio-nes que acumuló hasta que

a los 70 años decidió colgar las zapatillas, para de ahí, regalonear a los nietos y disfrutar de su casa. Y aun-que no siguió como entre-nador, con su gesto solida-

rio hacia Franco Wetzell, Rafael Lizondo demuestra que hay muchas maneras de seguir inspirando y es-timulando a las nuevas ge-neraciones de deportistas.

Equipo de Magallanes en el estadio Nacional, en 1986, calcula Lizondo, que aparece con el número 255.

Rafael Lizondo con el primer vehículo que llegó a Puerto Williams, en 1955.

Con el estadio Nacional de fondo, en una competencia de salto con garrocha.

En la prueba del salto con garrocha, en el estadio Fiscal, el 24 de octubre de 1989.

En una de sus competencias en Santiago, Rafael Lizondo aparece caricaturizado junto a una exagerada representación de Julio Martínez.

Lizondo en el Sudamericano de Atletismo Senior de Concepción, en 1996. Aquí compitiendo en salto largo.

5 de diciembre de 1988, compitiendo en la prueba de 1.500 metros planos, en Chillán.

Page 4: Gerardo López M. G L M. sofá...Equipo de Magallanes en el estadio Nacional, en 1986, calcula Lizondo, que aparece con el número 255. Rafael Lizondo con el primer vehículo que llegó

4

1

Domingo 26 de marzo de 2017

sofáen el

www.laprensaaustral.cl

G

L

M.

Padre Santiago Redondo: de la guerra civil española a Chile

Víctor HernándezSociedad de Escritores de Magallanes

Por

Parte I

Salvador Allende Gossens y Magallanes

Debe ser el hombre público del que más se ha escrito en el último tiempo y es muy pro-bable que falte aún mucho por hacer y decir sobre su intensa

personalidad y el inédito proyecto político que encarnó por más de medio siglo: lle-gar al poder por la vía electoral y desde allí, construir lo que él llamaba “La vía chilena al socialismo”.

Su figura parece eclipsar a seguidores y detractores. Uno de sus más tenaces opo-sitores, el aclamado historiador naciona-lista e ideólogo de la dictadura cívico mili-tar (1973-1990) Gonzalo Vial Correa, en su “Historia de Chile en el siglo XX”, le dedicó una curiosa semblanza, que siendo crítica parece elogio:

“Era humanamente complejo, reservado hasta el misterio, y de personalidad atrac-tiva. Burgués, de refinamiento y de origen -particularmente del círculo que más apre-ciaba, el viñamarino-, no permitió que esto influyese sobre sus ideas y actuaciones po-líticas.

Pues dinero nunca tuvo ni quiso, y la glo-ria del poder -si bien lo entretenía- no era su norte. Vivió exclusivamente para la po-lítica. Y en esta, para un objetivo invariable: poner fin a la miseria y levantar la vida de los pobres. De aquí provino su empatía con ellos y (sorpresa de muchos) votaran tan arrolladoramente por “el Chicho”, su apo-do de sociedad en Viña, por “el pije Allen-de”.

En tanto, el escritor y dirigente socialista Baltazar Castro, vertió interesantes apre-ciaciones sobre su correligionario en el libro “¿Me permite una interrupción?” en donde revela:

“Su palabra evidentemente, es oída en el Senado, porque, a más de ser buen orador, se trata de un hombre que conoce todos los resortes del aparato administrativo y legis-lativo. ¿Ha pensado alguien en lo que sig-nifica afrontar cinco, ocho, diez campañas electorales, haciendo uso de la palabra una o dos horas, en los más apartados rincones; recorriendo el país de punta a cabo cuan-do de elección presidencial se trata? Pues bien. Eso lo ha realizado infinidad de veces este hombre elegante, fino en el trato con sus relaciones, de lentes de estudioso y de

ademanes absolutamente correctos como la impecable raya de sus pantalones.

Repito. En Chile no más es posible en-contrar una figura política como la de Allende. Corremos tras suyo esperanzados de estrechar la mano descuidada de un conspirador revolucionario de sobresalta-das vigilias, para ser sorprendidos, al con-seguirlo, por la presencia de alguien que pareciera haber recorrido recién, en tren de compras, Piccadilly Circus o Regent Street, en Londres, o Les Champs Elysées, en Pa-rís; y cuando uno, enfrentado a tal realidad, se hace el ánimo entonces de familiarizarse con la fragilidad que debe ser la caracterís-tica de hombre tan elegante, acaba con los ojos desmesuradamente abiertos descu-briendo en Allende la dureza combativa y la habilidad de quien vivió una vida sorteando dificultades”.

Recordamos una encuesta de diez capí-tulos, organizada por Televisión Nacional en 2008, denominada “Ranking de grandes chilenos”, en donde Allende fue ungido en el primer lugar, con un 38,81% de las prefe-

rencias, superando a Arturo Prat, que logró 38,44% y otros ocho reconocidos perso-najes de la historia de Chile, que ni siquiera obtuvieron el 10% de aprobación.

A nosotros, nos sorprende que nunca se haya abordado el histórico vínculo que Sal-vador Allende mantuvo con nuestra región. En esta reseña expondremos una síntesis,

de su etapa como senador y en el próximo capítulo, comentaremos algunos aspectos de su Presidencia y su relación con Maga-llanes.

Encuentro decisivo con los trabajadores del austro

A fines de 1944, los obreros y campesi-nos pertenecientes al Sindicato de Cam-po, Frigoríficos y Oficios varios de Ultima Esperanza, aglutinados mayoritariamente en los poderosos frigoríficos Bories y Na-tales, junto a los trabajadores portuarios y estibadores de Punta Arenas, costearon el pasaje en avión y la posterior estadía en la provincia del dirigente socialista, con el propósito que se empapara de la delicada situación laboral que afectaba al proletaria-do magallánico. Veintisiete años después, a propósito de la visita presidencial que efec-tuara Allende a Magallanes, en noviembre de 1971, acompañado del líder cubano Fidel Castro y de una extensa comitiva, el anti-guo dirigente José Bozic, recordaba esta primera experiencia en el diario La Prensa Austral:

“Animados por la lucha socialista, los campesinos habían pedido la presencia de Allende y dispuesto de todos sus aho-rros para costear el traslado del dirigente socialista a Magallanes. En la soledad de las estancias de la zona, Salvador Allende compartió con esos campesinos la mesa proletaria y los duros camastros apenas cu-biertos por cueros rústicos, como lo recuer-dan los socialistas de la época”.

Este primer contacto sirvió a Salvador Allende para captar las semejanzas y dife-rencias entre el obrero y el campesino ma-gallánico y su símil, diseminado en el norte del país. El encuentro con miembros del aguerrido Sindicato Natalino le ayudó tam-bién, a conformar una visión práctica de las ideas anarquistas aprendidas en su etapa de estudiante secundario en Valparaíso, en antiguas conversaciones sobre aquella doc-trina filosófica y política, con el obrero Juan Demarchi.

Dentro de este aprendizaje, Allende supo interpretar las complejas relaciones de po-der establecidas en la Patagonia entre la poderosa Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego para administrar y trabajar la in-

Llegada del Presidente Salvador Allende a Magallanes, en febrero de 1971. En primer plano, en la foto, desde la izquierda, Régulo Díaz, director provincial de Lan Chile; Juan Secul, jefe provincial de la Inspección de Tierras; Manuel Rodríguez, representante de la Izquierda Cristiana.

“A diferencia de otros políticos, Allende comprendió que el

trabajador magallánico estaba mucho más expuesto a contraer y padecer enfermedades letales, aun estando en plenitud de sus capacidades, a causa del rigor

del clima en el invierno y su falta de luz natural, unido a la precaria

infraestructura y la escasez de viviendas que aquejaban a los habitantes del austro”

Page 5: Gerardo López M. G L M. sofá...Equipo de Magallanes en el estadio Nacional, en 1986, calcula Lizondo, que aparece con el número 255. Rafael Lizondo con el primer vehículo que llegó

Domingo 6 de septiembre de 2020 5

dustria ganadera con el modelo productivo británico de estancias, aplicado en Austra-lia y Nueva Zelanda, con inusitado éxito económico y social; en contraste, con la realidad laboral de miles de obreros y cam-pesinos que se desempeñaban en ella, para entender y comprobar, que en el fin del mundo no existía un sistema para trabajar la tierra basado en el latifundio, como ocu-rría en el resto del país.

A diferencia de otros políticos, Allende comprendió que el trabajador magallánico estaba mucho más expuesto a contraer y padecer enfermedades letales, aun estando en plenitud de sus capacidades, a causa del rigor del clima en el invierno y su falta de luz natural, unido a la precaria infraestruc-tura y la escasez de viviendas que aqueja-ban a los habitantes del austro.

Aquí en la Patagonia, Allende incubó el concepto que lo distinguió durante toda su trayectoria política: el intento por elevar el nivel de vida de los más desposeídos a tra-vés de lo que él llamaba “Desarrollo de la medicina social”. El inicio de este gigantes-co proyecto ideológico tuvo su estreno en las elecciones parlamentarias de 1945.

Senador por la NovenaCircunscripción Electoral

Fueron los propios obreros y campesinos de Ultima Esperanza, quienes propusieron su candidatura como senador por las pro-vincias australes, que incluía a Valdivia, Llanquihue, Chiloé, Aysén y Magallanes. Sorteando un sinnúmero de dificultades y la absoluta falta de recursos, consiguió con-vertirse en nuevo parlamentario por esta temida circunscripción. En Magallanes, lo-gró la primera mayoría, con 1.987 sufragios, casi la misma cantidad de votos obtenida por los otros cuatro contendores elegidos: los radicales Alfonso Bórquez y Alfredo Du-halde, con 1.791 y 240 votos; y los liberales José Maza y Carlos Haverbeck, con 162 y 52 preferencias, respectivamente.

Salvador Allende no era ningún novato en estas lides. En 1937, con apenas veintio-cho años, fue elegido diputado por Quillota y Valparaíso. Durante los dos años en que alcanzó a estar en el cargo antes de asumir la cartera de Salubridad en el gobierno de Pedro Aguirre Cerda, destacó por su parti-cipación en la elaboración del proyecto de ley que creó la Caja de la Marina Mercan-te, a los que se incorporó más tarde, a los agentes de aduanas y de tripulantes. Ya en el cargo de ministro, fue el principal impul-sor de la aplicación de la ley de medicina preventiva, iniciativa legal redactada por el médico conservador Eduardo Cruz Coke que propendía el examen médico gratuito y el derecho al reposo preventivo para todos los trabajadores del país.

De ese período debe consignarse además, los proyectos de ley presentados para me-jorar la jubilación de los empleados particu-lares; las que modificaban y perfeccionaban las del seguro obrero; o de continuidad de la previsión; sobre accidentes del trabajo, de enfermedades profesionales o sobre medi-cina curativa.

Por eso, no debiera sorprender que desde 1945 a 1953, época de su primera incursión senatorial por Magallanes y las zonas ex-tremas del sur de Chile, Salvador Allende elaborara varias iniciativas de envergadura, transformadas en futuras leyes de la Repú-

blica, entre las que se cuentan:1) Gestor en 1946, de la ley que creó la

Caja de Previsión para los trabajadores ban-carios.

2) Creador en 1948, de la ley Nº12.401, que protege a la mujer y al niño, desde el quinto mes de embarazo, génesis de lo que hoy se conoce como Pre y Post Natal.

3) Creador y redactor de la ley Nº10.233 de 1951, que estableció el Estatuto Médico y del Farmacéutico funcionario.

Sin embargo, hubo otras dos iniciativas legales formuladas por Allende en ese mo-mento histórico, que causaron honda re-percusión nacional, hoy en día plenamente vigentes:

4) Creador intelectual y material de la ley Nº9.283 que posibilitó en diciembre de 1948, la fundación del Colegio Médico de Chile, institución de la cual fue su primer presidente y, el cual lideró por espacio de diez años. Este organismo nació para bus-car la unidad en un solo ente gremial que velara por el perfeccionamiento, la protec-ción económica y social y por preservar la idoneidad en la profesión del médico ciru-jano.

5) Creador y redactor de la ley Nº10.383 promulgada en agosto de 1952, que esta-bleció la fundación del Servicio Nacional de Salud, antecedente inmediato y primigenio del actual Fondo Nacional de Salud (Fo-nasa). Este organismo fusionó a las cuatro instituciones que hasta ese momento cu-brían la atención médica de los chilenos: la Beneficencia, la Dirección Nacional de Sa-nidad, el Seguro Obrero y el de Protección a la Infancia. En su tiempo fue considerado por muchos especialistas como una inicia-tiva pionera y modelo en América Latina, que inspiró una década más tarde, la im-plementación del poderoso sistema sanita-rio cubano.

Un gobierno autónomo para Magallanes

Hubo una poderosa iniciativa presen-tada por Salvador Allende al Senado de la República, el 10 de junio de 1947, que bus-có promover una descentralización en las provincias extremas del país, Tarapacá y

Magallanes, a través de dos reformas cons-titucionales: una sobre división política y administrativa y la otra, sobre una modifi-cación a la ley de la Corporación de Fomen-to de la Producción (Corfo).

Allende exponía en el proyecto la dramá-tica situación de abandono que aquejaba a las provincias del extremo norte y sur de Chile, en detrimento del auge alcanzado por Santiago en la primera mitad del siglo XX, producto de la fuerte migración del campo a la ciudad, convirtiendo a la capital en una gigantesca urbe que cobijaba, ya en 1947, a la cuarta parte de la población total del país; generando más de la mitad de la deuda global de la nación y entorpeciendo, por tanto, el normal desarrollo productivo de las demás provincias.

Luego de realizar un pormenorizado análisis de la realidad que experimentaba Magallanes en el movimiento comercial e industrial, las carencias del transporte ma-rítimo; la posibilidad de extender el servi-cio de la Línea Aérea Nacional; el clamor de la ciudadanía por reinstalar el puerto libre en la región, la pavimentación urgente de caminos, los problemas de vivienda y el déficit en infraestructura escolar, tanto en escuelas como liceos; como asimismo, la falta de un gran hospital para la capital pro-vincial y de consultorios para las comunas, grafica, para ejemplificar lo anterior, la par-ticular situación que afectaba a la capital de Última Esperanza:

“Para qué hablar de Natales, donde no hay grupo escolar -éstos existen, por lo menos, en Punta Arenas y en Porvenir-; de Natales, donde no hay biblioteca ni gimna-sio; de Natales, donde no hay baños públi-cos, ni alcantarillado, ni pozos sépticos, y -óigalo bien el Honorable Senado- donde los desperdicios humanos se extraen de las casas en barriles como hace ochenta o cien años”.

A continuación, amparándose en dispo-siciones contenidas en la Constitución de 1925, propuso un plan que en lo medular, contemplaba:

a) La creación de una zona económica exclusiva, para las provincias extremas del país.

b) Administración de estas regiones o zonas a cargo de una Asamblea Regional, dirigida por el intendente con amplios poderes, para presentar tanto al Ejecutivo como al Parlamento, los proyectos de ley que fueran necesarios implementar para el progreso de aquellas provincias.

c) Otorgar autonomía relativa a los ser-vicios públicos y semifiscales, para contar con tres departamentos regionales; una tesorería zonal, una de beneficencia y otra para obras públicas.

d) Creación de tribunales administrativos regionales y reforzamiento del accionar de los municipios.

A lo anterior, adhirió una modificación orgánica a la Corporación de Fomento, con el objeto de conformar secciones especiales de este organismo para propender al desa-rrollo económico exclusivo de las provin-cias extremas de Chile. Escribía Allende:

“Nuestro proyecto establece que el 60% de los excedentes que anualmente tienen para capitalización las Cajas de Previsión, deben formar los fondos con que cuenten los organismos norte y sur de la Corpora-ción de Fomento. Las Cajas de Previsión devengarán, por los capitales que aporte, un interés del 6% que obligatoriamente ga-rantizarán el Fisco y la Corfo. Yo creo que no es aventurado pensar que los imponentes y el país se beneficiarían directamente, y re-tornaría a éstos la riqueza que el producto colectivo del esfuerzo de patrones, obreros y empleados, si en vez de hacerlo en una forma carente de un plan orgánico, sin vi-sión de tipo nacional, se invirtieran los ex-cedentes en sociedades que tuvieran como obligación fundamental preocuparse en crear nuevas industrias y aumentar la pro-ducción en las zonas norte y sur del país”.

Segunda experienciasenatorial por Magallanes

Luego de concluir el ciclo parlamen-tario de 1945- 1953, Salvador Allende fue elegido con la primera mayoría en las dos siguientes elecciones senatoriales, en re-presentación de las provincias de Tarapacá y Antofagasta, desde 1953 a 1961; y por la zona de Aconcagua y Valparaíso entre 1961 hasta 1969.

Aparentemente, Allende había caído en desgracia luego de manifestar su desacuerdo con las conclusiones ema-nadas en el congreso ideológico efec-tuado por el Partido Socialista, en Chillán en 1967, donde incluso se le impidió ha-blar. Además, se le enrostraba que siendo presidente del Senado llegó a ser alabado por el diario El Mercurio, principal medio de prensa escrita de los sectores más con-servadores de la sociedad chilena. Se le tildaba de reformista y no de revoluciona-rio. En esta calidad, y con tres elecciones presidenciales perdidas, se presentó a la elección parlamentaria de 1969. Ese año, la directiva de su partido acordó postularlo a una reelección por la Décima Circuns-cripción, que comprendía ahora a Chi-loé, Aysén y Magallanes, zona que parecía controlada por Raúl Ampuero y la Unión Socialista Popular (Usopo).

Los resultados dijeron otra cosa: Allende arrasó en Magallanes. Comenzaba a bos-quejarse su cuarta tentativa presidencial; aquella que finalmente lo instalaría en La Moneda. (continúa el próximo domingo)

Salvador Allende saludando a un ovejero junto al diputado Carlos González, durante un viaje a Cerro Guido, en el marco de la campaña presidencial de 1969.

“Como ministro de Salud fue el principal impulsor de la aplicación de la ley de medicina preventiva, iniciativa legal que propendía el examen médico gratuito y el derecho al reposo preventivo para todos los trabajadores del país”

Page 6: Gerardo López M. G L M. sofá...Equipo de Magallanes en el estadio Nacional, en 1986, calcula Lizondo, que aparece con el número 255. Rafael Lizondo con el primer vehículo que llegó

6

1

Domingo 26 de marzo de 2017

sofáen el

www.laprensaaustral.cl

G

L

M.

Padre Santiago Redondo: de la guerra civil española a Chile

Dr. Matías Vieira G.Encargado Unidad de Patrimonio Cultural Servicio de Salud Magallanes

Por

Parte II

Breve reseña histórica de lamatronería en Magallanes

Tercera etapa: matronas hospitalarias

En 1919 se anunciaba el regreso de la matrona Ame-lia L. de Gutiérrez, quien “atiende como de costumbre a su clientela, en su consultorio y en su domicilio. Bories N° 777, al lado del puente”.

Hacia las décadas de 1930 y de 1940 “se advertían an-tiguas y nuevas profesionales, entre otras Leonor López de Condell, Olga Núñez, Graciela Espinoza, Magdalena Scotti de Larravide, Mercedes Yu-tronic, Clementina Aspinall de Amarales, Brisalia Uribe de Alarcón, Ester Céspedes, a las que al fin del período se incorporó Emma Osorio Peric, la primera matrona universi-taria originaria de Magalla-nes (Martinic). La matrona Isabel Soto, nacida en 1946 refiere que “el doctor Barro-so fue mi pediatra, y el obste-

tra fue Manuel Contreras. A mi mamá la llevó a la clínica de la señora Clementina, pero como tuvo que hacer una ce-sárea la trasladaron al Hos-pital de Asistencia Social. Yo conocí la clínica de la señora Clementina, estuve en sus festejos. Cuando yo llegué en 1969, ella era la Matrona Jefa de la Maternidad, trabajé dos o tres años con ella. A la seño-ra Brisalia Uribe no la conocí, ella falleció antes”.

El conocido comercian-te Mario Drpic Díaz cuenta que nació un 21 de mayo de 1957, “un día de mucha nieve en que mi madre fue atendida por la matrona Descouvieres en nuestra casa del barrio Prat” (Moreno). En los años de 1960 se había agregado Victoria Soto.

La carta que transcribo a continuación, escrita como recuerdo y homenaje a Es-

ter Uribe de Mancilla con motivo de su fallecimiento en 1942, va dirigida a una matrona amiga, pero bien podría extenderse a todas las personas que han esco-gido esta hermosa y sacrifi-cada profesión:

“DOÑA ESTER:“Así la llamé en vida y así

os llamo ahora en la muerte, cuando nuestro nombre no es ya más que un significado con el cual tratamos de palpar las puertas del misterio.-

“El espacio que dejáis lo llenará el viento, alguna onda de perfume o la luz; pero el que váis a ocupar entre tus nuevos parientes, los muer-tos, será seguramente tan radiante como el que ocupaste aquí.-

“Os hablo así porque tuve la suerte de conocer vuestra clara inteligencia y sereni-dad, el calor de vuestro noble corazón amigo y la sabidu-ría de vuestras blancas ma-nos con que en una alborada magallánica me trajisteis el hijo.-

“Fué una de vuestras mi-siones en la tierra dar paso de la sombra a la luz. Sonreíais dichosa cuando recojíaias el primer grito de vida. Tus ma-ravillosos presentes volverán también al seno de las som-bras y ¡quién sabe si vuestras manos volverán a aletear so-bre los párpados que abrísteis para cerrarlos!

“Yo vine hoy a deciros esto (y es primera vez que lo hago en mi vida), por ser el afecto de amigo, la gratitud de padre y la nostalgia del coterráneo.-

Santiago, 16 de diciembre de 1942.

Francisco Coloane C.”

Emma Osorio, nacida en 1922 en Punta Arenas, vivió gran parte de su infancia en la estancia “Palomares”, actual comuna de Río Ver-

de. Habiendo terminado su educación escolar en el Internado de Niñas “Sara Braun” en 1942, ese mismo año fue elegida Reina de la Primavera. A comienzos de 1943 viajó a Puerto Montt en barco con destino final Santiago, siendo una de las primeras mujeres magallá-nicas que se iba a la capital a estudiar. Lo hizo en la Es-cuela de Obstetricia y Pue-ricultura de la Universidad de Chile y, una vez recibi-da, regresó a Punta Arenas a ejercer su profesión. Tra-bajó en el antiguo Hospi-tal de Asistencia Social, en donde organizó las estadís-ticas del servicio, y fue una adelantada en materia de anticoncepción. En cuanto al ejercicio privado de su profesión, su dedicación y responsabilidad le hicieron granjear una gran cantidad de pacientes, pues no sólo asistía el parto, sino que vi-sitaba a las futuras madres a domicilio más o menos 10 días alrededor del par-to. No tenía vehículo en un comienzo por lo que se hizo famosa por visitar a sus pa-cientes en bicicleta sin im-portar las inclemencias del clima magallánico (LPA). El año 2005 fue distinguida por la municipalidad como Ciudadana Ilustre de Punta Arenas.

Con Isabel Soto -en 1969- llegó Ana Hernández. Es-taban también Pilar Ruiz Clavijo, Marina Sanhueza, Emma Osorio, Aurea Gon-zález y Leonor Cifuentes, a las que se agregaba Miriam

Seguel Barría en el Hospital Naval. Otras matronas del Naval han sido Lucía Torres Hernández, Sonia Jara Le-maitre, Brunilda Villarroel Gómez, Patricia Espinoza Vargas, Elenira Gallardo Cárcamo, Gloria Vera Mi-randa, Pilar Soto, Ana Ma-ría Alvarez Martinovic y muchas otras de paso más o menos fugaz.

Varias emigraron a San-tiago, como Berta Véjar y Leonor Cifuentes, entre otras.

También estaba la de Flo-ra Figueroa, ubicada en ca-lle Valdivia, entre Av. Espa-ña y Talca.

Entre las primeras ma-tronas, fuera de Punta Are-nas se registran Dominga

Vittonati Gaudini en Por-venir, y Marta Picón, Bau-dilia Avendaño de Youssuf y Emilia Sakel Muñoz en Puerto Natales.

Más tarde se desempe-ñaron en esta última ciu-dad Porfiria Díaz y Helve-cia Volkart Borelli, la cual llegó en 1964 acompañada de su esposo, el traumató-logo Alvaro Soto Bradasic. Egresada de la Escuela de Obstetricia de la Universi-dad de Chile, obtuvo pun-taje máximo en el examen de grado, y le ofrecieron un puesto en el antiguo Hospi-tal “San Borja” pero, según dice, “ya habíamos decidido con mi marido que nos que-ríamos volver a la región”. Mientras esperaba que su esposo terminara sus es-tudios de especialización, estuvo tres años trabajando en un consultorio externo de Ñuñoa, en donde ade-más se atendía pacientes de las comunas de Macul y Peñalolén. De su experien-

En 1906 se sumó doña Benigna Silva, matrona y enfermera, en coincidencia con el inicio de la tercera etapa de la matronería, que comenzaba a ejercerse principalmente en los establecimientos hospitalariosMatronas Hospital de Asistencia Social.

Día de la Matrona 1977. Sentadas: Josefina Andrade, Ana Poselius, Magdalena Scotti, Emma Osorio y Anita Bravo. De pie: Elenira Gallardo, Josefina Tello, Aurea González, María Isabel Velich, Sonia Armando, Adriana Pérez, Lorenza Fierro y María Luisa Cárcamo.

Page 7: Gerardo López M. G L M. sofá...Equipo de Magallanes en el estadio Nacional, en 1986, calcula Lizondo, que aparece con el número 255. Rafael Lizondo con el primer vehículo que llegó

Domingo 6 de septiembre de 2020 7

Parte II

Breve reseña histórica de lamatronería en Magallanes

cia destaca que “yo no había visto nunca la pobreza. Acá en Magallanes, por muy po-bre que la gente era, tenía su casa con vidrios en las venta-nas, con piso, con una cocina, leña y carbón, y aquí no exis-tía esa pobreza que yo palpé en la capital, que para mí fue atroz”.

Sobre sus inicios en Ma-

gallanes nos cuenta Hel-vecia: “Antes de irnos a Na-tales nos recibió el jefe zonal doctor Etchebarne y me dijo, ‘yo le voy a pedir que baje la mortalidad materna, que se controlen más, ojalá la aten-ción de partos sea 100% en hospital, porque la gente está acostumbrada al parto en do-micilio’. Eso costó pero lo lo-

gramos”. Ejerció en esa ciu-dad durante diez años, en que participó activamente en varias entidades de bien público como la Cruz Roja, la que presidió entre 1971 y 1975. “Yo estaba de presi-denta de la Cruz Roja, presi-denta del Circulo de Amigas del Hospital, presidenta del Comité de Damas Rotarias y además trabajaba con tur-nos. ¿Cómo lo hacía? No sé”. Durante esos años ella y Porfiria Díaz eran las únicas matronas de Puerto Nata-les, debiendo repartirse los turnos, tanto del hospital como de llamada. Luego se agregó la Sra. Maritza Flo-rín y, en coincidencia con la partida de Helvecia, la señora Patricia Söfjer. Des-de 1974 Helvecia Volkart ha ejercido su profesión en Punta Arenas.

Dice el señor Gottschalk: “Para ser matrón yo tuve el camino bastante llano, cuan-do entré a la universidad ha-bía cursos que ya tenían hom-bres. Lo que nos mechonearon eran hombres. Después cuan-do llegué acá ya habían llega-do Germán Fonseca, Samuel Valenzuela, y en Natales es-taban Manuel Montaña y José Ordóñez”.

Opina lo mismo el señor Montaña: “En Puerto Nata-les me encontré con la señora Porfiria Diaz, matrona anti-

gua, jefa de la maternidad, y José Ordóñez, él llevaba algunos años allá, y yo fui el tercero, porque había renun-ciado Patricia Söfjer. Después de tres meses me ofrecieron el cargo y me quedé. Tam-poco me costó mucho por ser hombre, porque yo empecé a trabajar en Natales, recién salido de la universidad”.

José Ordóñez, dice Ma-nuel, “era muy buen matrón, un hombre que trabajaba muy bien en la profesión, muy serio, dedicado, muy respon-sable. Cuando llegué encontré que el nivel de él era muy alto, aparte que era muy educa-do, muy caballero. Se fue en 1986 con su familia al norte. Me parece que está en Santa Cruz. Estuvo más de 10 años. Dejó una muy buena ima-gen, tenía muchos pacientes particulares y de las Fuerzas Armadas y le iba muy bien. La señora Pocha tenía el resto de los particulares”.

Refiriéndose a Porfiria Díaz, dice Manuel Montaña: “La señora Pocha era una jefa como son las matronas anti-guas. Para ella eran muy im-portantes la Maternidad y las matronas. El nombre y el honor de las matronas era muy alto en el hospital, mucho más que otros profesionales. Y nadie se metía con las matronas y los matrones. Esas matronas an-tiguas que tenían conocimien-

tos, y técnicas que no las ense-ñan en la universidad, uno las aprende con ellas. Yo llegué allá con una mente bien abierta, a aprender, y a ella le gustaba enseñar las técnica antiguas que tenían las matronas para atender partos, yo le copiaba las habilidades que ella tenía… era muy buena matrona, y ella siempre tenía un alto volumen de trabajo. Estaba en boga el programa del Papanicolau, y había que hacerlo, y tomar el “Pap” a toda la población fe-menina. A su policlínico traía a todos los centros de madres, es más, había uno que tenía su nombre. Cuando ella hacía el policlínico estaba lleno de mujeres haciéndose el “Pap”. Ella hacía cinco veces más que nosotros con mi colega. Lo que más me gustaba de ella era la importancia que le daba a la matrona en la población, que la gente entendiera que había que acudir a la matrona. Y eso hacía que uno se sintiera or-gulloso, que no lo sentí en la

universidad, donde uno siente que la profesora trata que uno no termine la carrera por ser hombre. Decían ‘tú vas a ter-minar haciendo abortos’ ”. (fi-naliza el próximo domingo).

Fuentes de informaciónSegunda Parte:Mateo Martinic. La Medicina en Magallanes (2011).Diario “El Magallanes” (1919).Testimonio personal Sra. Isabel Soto (2020).Testimonio personal Sra. Bru-nilda Villarroel (2020).Mario I. Moreno. A 100 años de la llegada del primer Drpic a Punta Arenas. “En el Sofá” (2019).Diario “La Prensa Austral” (2017).Consejo Regional de Matronas y Matrones. Matronería al fin del mundo.Testimonio personal Sra. Helve-cia Volkart (2018). Testimonio ersonal Sr. Guiller-mo Gottschalk (2018).Testimonio personal Sr. Manuel Montaña (2018).

La matrona Brunilda Villarroel recibe un reconocimiento de su jefe, el Dr. Jorge Amarales Aspinall (c. 1980).

Foto publicada en el Suplemento “En el Sofá” (2016).

Día de la Matrona 1977. Sentadas: Josefina Andrade, Ana Poselius, Magdalena Scotti, Emma Osorio y Anita Bravo. De pie: Elenira Gallardo, Josefina Tello, Aurea González, María Isabel Velich, Sonia Armando, Adriana Pérez, Lorenza Fierro y María Luisa Cárcamo.

Algunas matronas tuvieron clínicas propias, tal como Clementina Aspinall,

la que estaba localizada en calle Lautaro Navarro entre Mejicana y Ecuatoriana

Se esperaba que la llegada en esta etapa de matrones masculinos sería mal recibido por la mujeres. Sin embargo no fue así, como testimonian Manuel Montaña y Guillermo Gottschalk.

Page 8: Gerardo López M. G L M. sofá...Equipo de Magallanes en el estadio Nacional, en 1986, calcula Lizondo, que aparece con el número 255. Rafael Lizondo con el primer vehículo que llegó

8

1

Domingo 26 de marzo de 2017

sofáen el

www.laprensaaustral.cl

G

L

M.

Padre Santiago Redondo: de la guerra civil española a ChileF

ue en 1980, cuando Sergio Gómez Galle-gos, magallá-nico amante

de las tuercas y el canto emigró de la Perla del Es-trecho buscando mejores horizontes. No se ima-ginó que con el correr de los años y un fuerte y metódico trabajo se convertiría en una de las voces de exportación de Chile, con sonados triunfos en América y Europa. En pleno apogeo de su carrera, visitó Ma-gallanes en 1993. En una entrevista publicada en el dominical El Magalla-nes, del 11 de agosto de 1996, ante la pregunta por sus inicios en la mú-sica respondía: “Allí lle-gué (conjunto América Sur) invitado por mi her-mano Fernando, cuando faltó el bajo, me propu-sieron y acepté, luego vinieron actuaciones, giras. Aparentemente llegaba hasta ahí mi ca-rrera musical, porque después estaba el amor de la familia hacia “las tuercas”, con mi herma-no “Tincho”, así es que teníamos un taller, autos de carrera. Seguí, me-cánica en la universidad y una carrera más corta en Santiago, hasta que un amigo me dijo prueba con el canto, tu voz po-dría resultar”. Lo demás

es historia conocida: el perfeccionamiento, los éxitos en la capital y lue-go recorrer el mundo.

El regresoPero este, magallánico

profundamente arraiga-do a su tierra, ponía fin a su exitoso peregrinar en el año 2014, establecién-dose nuevamente en su querida Punta Arenas.

Cuando recuerda el re-torno y la formación de Opera Estudio, comen-ta: “El coro comienza a ensayar en marzo de 2015. Llegando de vuelta a Punta Arenas, después de haber recorrido mu-chos escenarios y reu-nido mucha experiencia

especialmente en la ópe-ra, nace la idea de formar un coro de ópera para cantar este repertorio y desde ahí, buscar los so-listas en la región”.

Definiendo los objeti-vos del coro, señala:

“El objetivo princi-pal de esta agrupación es formar cantantes que pertenezcan al coro y a la vez identificar solistas capaces de enfrentar el repertorio operístico que sea requerido en dife-rentes escenarios”.

Pero vivimos tiempos difíciles que sin duda afectan el funcionamien-to de estas instituciones. “En tiempos de pande-mia estamos en receso,

ya que no podemos reu-nirnos presencialmente, aunque sigo buscando repertorio adecuado para estos fines. Teníamos un requerimiento de par-te de una Fundación del Teatro Municipal para realizar una gala de ópera este año en el mes de no-viembre, la cual se aplaza hasta que las condicio-nes de poder ensayar lo permitan”.

Los integrantesEl Coro Opera Estudio

está integrado por: Sopranos: Carla Silva,

Claudia Márquez, Ma-ría Lourdes Oyarzún, Bárbara Vargas, Krasna Gezan, Synthia Low, Va-nessa Stone.

Mezzosopranos; Divna

Razmilic, Inés Coro, Pau-la Abello, Magdalena Var-gas, Lorena de la Torre, Claudia Grandi, Sandra Fernández, Sol Vargas.

Tenores: César Almo-nacid, Sharif Bianchi, Jaime Lizondo, Enrique Díaz, Ignacio Aguilar, Marcelo Espinoza, Luis Oyarzún, Daniel Flores, Omar Aguilar.

Bajos: Luis Viel, José Márquez, Manuel Cate-licán, Rodrigo Sierpe, Gerardo Jeria, Esteban Jeria, director: Sergio Gómez.

Parte del trabajo realizado

“Nuestra principal actuación del año es nuestra Gala de Ope-ra, que normalmente

se realiza en el Teatro Municipal de Punta Arenas, y está repre-sentada por el coro y solistas en escena, con vestimentas de época y escenografías”, señala Gómez.

“Normalmente, las partes de Opera, coros y arias están acompa-ñadas al piano por el maestro Enrique Díaz, o también en algu-nas ocasiones han sido acompañadas por la banda de la Vª División de Ejército. La última Gala estuvo dedicada al desaparecido director y amigo Víctor Alarcón Díaz”, agrega.

“Opera Estudio ha participado en diver-sos conciertos como: encuentros de coros, ha organizado encuen-tros de coros para Na-vidad en la Capilla del Cementerio Municipal, giras por la Patagonia en Chile y Argentina. Opera Estudio reali-za en los últimos años un café concert para solventar sus gastos de arriendo de salas, amplificación, luces etc., los que han te-nido mucho éxito. El último concierto fue el Réquiem de Fauré jun-to al coro y orquesta de la Universidad de Ma-gallanes”, concluyó el maestro Sergio Gómez Gallegos, director de Opera Estudio.

Jaime Bustamante BórquezPor

Coro Opera Estudio “El objetivo principal de esta agrupación es formar cantantes que pertenezcan al coro y a la vez identificar solistas capaces de enfrentar el repertorio operístico que sea requerido en diferentes escenarios”, dice su director Sergio Gómez Gallegos.

Teatro Municipal 2018, homenaje al destacado director musical magallánico Víctor Alarcón.

Concierto en la Iglesia Catedral de Punta Arenas, 2016.En el Teatro Municipal junto a la Banda de la Vª División de Ejército.

Page 9: Gerardo López M. G L M. sofá...Equipo de Magallanes en el estadio Nacional, en 1986, calcula Lizondo, que aparece con el número 255. Rafael Lizondo con el primer vehículo que llegó

Domingo 6 de septiembre de 2020 9

#SinConsentimientoEsViolación: Por una ley que proteja a las mujeres

Vacuna contra Sars CoV-2, rol social e individual

Diana SchofieldInvestigadora Centro Regional Fundación Cequa

Por

Vivian González PellegrinoPublicado en El Desconcierto

Por

Desde marzo de este año, la vida de gran parte de la población mundial sufrió un vuelco inesperado cau-sado por el brote del virus

Sars-CoV-2. La pandemia, nos obligó a adoptar un estilo de vida muy lejano al acostumbrado y a añorar los días en que podíamos salir a la plaza a jugar con nuestros hijos, abrazar a nuestros seres queridos o simplemente ir después del trabajo a tomar un café con amigos.

Hoy, sabemos que toda la esperanza de recuperar la normalidad de nuestras vidas está puesta en la formulación de una vacuna contra el Sars-CoV-2, pero, ¿sabemos que son las vacunas?

Las vacunas son productos biológi-cos que tienen por objetivo, una vez suministradas, generar defensas con-tra un patógeno en específico, pu-diendo ser virus o bacterias. Para esto, la vacuna está compuesta por el agen-te infeccioso inactivo o parte de éste (por lo que es incapaz de producir la infección) provocando que, al ser in-yectada o ingerida, nuestro organismo reconozca el agente infeccioso, genere inmunidad y esté preparado para que

una vez expuestos al agente infeccioso activo, nuestro propio organismo pue-da contraatacarlo antes de generar un cuadro infeccioso grave.

Las vacunas existen desde 1798, cuando en Inglaterra, el cirujano Ed-ward Jenner revolucionó la lucha con-tra la viruela al inocular pacientes con una variante del virus desarrollada en vacunos. Sin embargo, el estableci-miento de esta vacuna no mantuvo continuidad por la falta de adhesión de la población de la época, quienes recu-rrían a esta sólo cuando la enfermedad alcanzaba el carácter de pandemia. No fue hasta 1944, que la vacunación con-tra la viruela se declaró obligatoria en España y luego el mundo continuó esa tendencia, logrando su erradicación en 1977.

Desde el desarrollo de las vacunas, a nivel mundial se ha logrado la erra-dicación de variadas enfermedades, como la difteria, tosferina, poliomie-

litis, sarampión y rubeola, entre otras. Sin embargo, la erradicación de algunas de estas enfermedades no ha sido total, principalmente asociado a movimien-tos anti-vacunas. Este antecedente deja en evidencia que las vacunas poseen un rol individual, ya que es la persona que al inocularse genera inmunidad, pero más importante aún, las vacunas tienen un rol social, ya que para que su efectividad sea completa, toda la socie-dad tiene que tomar conciencia de que no vacunarse deja una ventana abierta para que el patógeno regrese.

Teniendo en cuenta lo antes men-cionado, podemos entender el rol que tienen las vacunas y porqué se generan esquemas de vacunación y campañas según las características medioam-bientales en donde nos encontremos. Entonces, ¿por qué no tenemos una so-lución disponible para la pandemia que hoy nos afecta? Lamentablemente las vacunas requieren un proceso de estu-

dio, el cual está normado y enfocado en seguridad y efectividad comprobada. Para que una vacuna llegue al usuario final, debe pasar por tres fases que po-demos resumirlas a en experimental, ensayo clínico y eficacia, siendo la úl-tima generalmente bastante prolonga-da ya que es la fase que certifica que la vacuna genera la inmunidad deseada junto a la seguridad esperada, por tanto, podríamos pasar por todas las fases y ser rechazados en la última. Generalmente, estos procesos duran años, pero por las características de la actual pandemia, se generan grupos de estudio mayores que permiten acortar estos procesos y man-tener una calidad adecuada.

Después de más de seis meses de vi-vir en esta “nueva normalidad”, creo que todos tenemos nuestras esperanzas puestas en el pronto desarrollo de una vacuna contra el virus Sars CoV-2, pero no hay que olvidar que una vez que esta llegue, es trabajo de la comunidad to-mar conciencia de que mientras mayor sea el número de personas inoculadas con la vacuna, mayor será la probabi-lidad de controlar la infección por este virus.

“Las vacunas son productos biológicos que tienen por objetivo, una vez suministradas, generar defensas contra un

patógeno en específico, pudiendo ser virus o bacterias”

Enfrentarme en carne propia con el sistema judicial me permitió y obligó conocer los vacíos que existen con respecto a las víctimas de

violencia sexual, especialmente en lo referente al consentimiento.

El Código Penal establece que, para poder catalogarse como delito de vio-lación, éste debe ocurrir en uno de los siguientes escenarios: 1) uso de fuerza o intimidación; 2) víctima privada de sentido o con incapacidad para opo-nerse; y 3) abuso de la enajenación o trastorno mental de la víctima. Sin embargo, el punto 2 pareciera ser muy difícil de demostrar, probablemente porque no existe un criterio unifica-do que defina cuándo hay incapacidad para oponerse.

De acuerdo a cifras reportadas por Miles Chile, se estima que sólo un 23% de las mujeres víctimas de violencia sexual realiza la denuncia. De éstas, menos del 10% concluye en una sen-tencia condenatoria, mientras que el 57,8% de las causas se archivan pro-

visionalmente, sin considerar otras formas de término temprano o abso-luciones.

El sistema judicial le falla recurren-temente a las mujeres. En el juicio sa-len a relucir los prejuicios machistas, nos revictimizan y culpan, norma-lizando la violencia de género. Para la justicia actual la palabra del agre-sor pesa más que la nuestra. Por otro lado, estos delitos suelen ocurrir entre cuatro paredes y resulta casi imposi-ble que tengamos pruebas suficientes para lograr una condena, o incluso, puede que cuando estemos prepara-das para denunciar, el delito ya haya

prescrito.Se mantiene en el ideario colectivo

el concepto de víctima “ideal” y se espera que hayamos actuado de forma acorde a esta concepción. No se con-sidera, por ejemplo, que la inmovili-dad es una de las manifestaciones del instinto de supervivencia en el mundo animal. Sus esquemas tampoco admi-ten ni contemplan que el silencio o la inacción constituye ausencia de con-sentimiento. En cambio, se le exige a la víctima que se defienda de forma activa contra un hombre que tiene to-das las de ganar. Entonces, ¿para qué denunciar, si no voy a lograr nada?

Denunciar no es gratuito y conlleva un alto costo emocional, y muchas veces económico.

Es por todo esto que urge incorporar la perspectiva de género en el Poder Judicial, que sea exigible a los jueces que participen de procesos que invo-lucren delitos sexuales. También es de vital importancia que Carabineros y PDI sean capacitados en temas de gé-nero, ya que son, en general, la prime-ra línea de consulta.

Por último, debemos entender que en las relaciones sexuales no vale “el que calla otorga” y nuestras leyes de-ben ser modificadas en esa línea.

El Proyecto de Ley “Sin Consen-timiento es Violación” incorpora el consentimiento como elemento de alta relevancia en la definición del de-lito y hoy duerme en el Congreso. Es más que necesario que se dé urgen-cia a esta modificación, ya que somos muchas las víctimas que hemos sido defraudadas por el sistema judicial y que, de no hacerse los cambios nece-sarios, continuarán aumentando.

“El sistema judicial nos falla a las mujeres abusadas. En el juicio salen a relucir los prejuicios machistas, nos revictimizan y culpan,

normalizando la violencia de género. Para la justicia actual la palabra del agresor pesa más que la nuestra. Estos delitos suelen ocurrir

entre cuatro paredes y resulta casi imposible que tengamos pruebas suficientes para lograr una condena o, incluso, puede que cuando

estemos preparadas para denunciar el delito ya haya prescrito”

Page 10: Gerardo López M. G L M. sofá...Equipo de Magallanes en el estadio Nacional, en 1986, calcula Lizondo, que aparece con el número 255. Rafael Lizondo con el primer vehículo que llegó

10

1

Domingo 26 de marzo de 2017

sofáen el

www.laprensaaustral.cl

G

L

M.

Padre Santiago Redondo: de la guerra civil española a Chile

Puzzle Histórico

Sopa de letrasEncuentre los nombres de las 10 figuras que se muestran. Estos nombres pueden estar en cualquier dirección, considerando que una letra puede formar parte de más de una palabra.

SudokuPoner los números comprendidos entre el 1 y 9, ambos números incluidos, en cada casilla vacía pero sin repetir ningún número en una misma columna ni fila, ni en la misma sección de 3 x 3 casilleros

Solución jueves 3 de septiembre

Sudoku se publica en los

suplementos La Lleva, y El Sofá

CRUCICLAVESLAS SIETE DIFERENCIASLas diferencias entre las dos escenas son:OJO ALERTASoluciones

Page 11: Gerardo López M. G L M. sofá...Equipo de Magallanes en el estadio Nacional, en 1986, calcula Lizondo, que aparece con el número 255. Rafael Lizondo con el primer vehículo que llegó

Domingo 6 de septiembre de 2020 11

Ojo Alerta

Siete diferencias

En este recuadro debes encontrar las 2 figuras que no están repetidas ¡Vamos a buscar!

LaberintoEncuentra el camino correcto para superar este laberinto

CruciclavesTrata de ubicar los vocablos que están dados en los recuadros laterales y que están divididos de acuerdo al número que lo componen. Coloca primero las palabras que son únicas te servirán como orientación.

Sopa de LetrasBusca los seis términos que están relacionados con el tema de la imagen y que se identifican en la parte de abajo del dibujo.

ARIES (21 de marzo al 20 de abril)AMOR: Hacer cosas junto a su pareja permitirá que la complicidad entre us-tedes se intensifique, lo cual radica en una mejor relación. SALUD: Buscar dis-tracciones no significa exponerse al vi-rus. DINERO: Organizarse ayudará mucho en los momentos complicados. COLOR: Blanco. NÚMERO: 10.

TAURO (21 de abril al 20 de mayo)AMOR: Quien desee buscar el amor, siéntase libre de hacerlo este día. SALUD: Mantener la armonía en su organismo depende absolutamente de usted. DINE-RO: Buenas perspectivas si su intención es hacer cambios laborales. COLOR: Ver-de. NÚMERO: 7.

GEMINIS (21 de mayo al 21 de junio)AMOR: Hable con su pareja para que jun-tos traten de salir de la rutina, eso les ayudará. SALUD: Continuar con un ritmo tan exigido puede llevarle a colapsar en algún momento. DINERO: No eluda sus responsabilidades cuando así lo amerite. COLOR: Burdeo. NÚMERO: 8.

CÁNCER (22 de junio al 22 de julio)AMOR: No se quede con eso guardado en su corazón, por lo menos trate de ser sincero/a y diga lo que siente a esa persona. SALUD: Sea cuidadoso/a al rea-lizar deporte, evite exponerse más de la cuenta. DINERO: Ajuste bien su presu-puesto. COLOR: Celeste. NÚMERO: 29.

LEO (23 de julio al 22 de agosto)AMOR: Le recomiendo hablar las cosas para ver si es factible solucionarlas. SA-LUD: La salud emocional no la debe de-jar en segundo plano, cuidado. DINERO: Tenga cuidado con que la búsqueda de un nuevo horizonte laboral le haga per-der la estabilidad que tiene ahora. CO-LOR: Salmón. NÚMERO: 23.

VIRGO (23 de agosto al 22 de sept.)AMOR: Una relación estable se construye a medida que el tiempo pasa y ambos se van conociendo mejor. SALUD: Es reco-mendable que disminuya o idealmente evite tener vicios que dañen su salud. DINERO: No baje su rendimiento laboral. COLOR: Plomo. NÚMERO: 2.

LIBRA (23 de sept. al 22 de octubre)AMOR: Las cosas del pasado deben que-dar en el baúl de los recuerdos. No vale la pena que saque a relucir esas cosas. SALUD: Las tensiones laborales reper-cutirán en molestias en su organismo. DINERO: Si puede ahorrar dinero no debe dudarlo. COLOR: Negro. NÚMERO: 30.

ESCORPIÓN (23 de octubre al 22 de nov.)AMOR: Pensar sólo en usted le hace pa-recer egoísta y eso a la larga termina da-ñando los vínculos con la pareja. SALUD: Cuidar la salud de su corazón depende mucho de sus hábitos. DINERO: No se so-brecargue demasiado de deudas. COLOR: Granate. NÚMERO: 18.

SAGITARIO (23 de nov. al 20 de dic.)AMOR: Cuidado con andar buscando nuevas aventuras teniendo a alguien que le quiere de verdad a su lado. SALUD: No se deje abatir por los achaques que pueda estar sintiendo en este momento. DINERO: Contratiempos y gastos extra. COLOR: Gris. NÚMERO: 6.

CAPRICORNIO (21 de dic. al 20 de enero)AMOR: Una actitud comprensiva hacia la otra persona ayudará a mejorar la forma en la que se entienden. SALUD: No es po-sitivo para usted que se deje dominar por el sedentarismo. DINERO: Cuide muy bien los recursos, ya que septiembre está en su primera mitad. COLOR: Fucsia. NÚMERO: 14.

ACUARIO (21 de enero al 19 de febrero)AMOR: Darse un gusto para sentir ex-periencias nuevas puede terminar ju-gándole bastante en contra si es que se toma las cosas demasiado en serio. SALUD: Problemas con la presión san-guínea. Debe controlarse más. DINERO: El endeudarse tanto no le ayuda. COLOR: Amarillo. NÚMERO: 22.

PISCIS (20 de febrero al 20 de marzo)AMOR: Cualquier detalle por ínfimo que sea, en el largo plazo ayudará a que la otra persona se sienta atraída hacia us-ted. SALUD: Controle un poco el carácter para evitar ofuscarse este día. DINERO: Enfrente los nuevos desafíos con toda la confianza. COLOR: Terracota. NÚMERO: 32.

Horóscopo

SOPA PARA NIÑOS SOPA DE LETRAS DOMINICAL LABERINTO

Page 12: Gerardo López M. G L M. sofá...Equipo de Magallanes en el estadio Nacional, en 1986, calcula Lizondo, que aparece con el número 255. Rafael Lizondo con el primer vehículo que llegó

12

1

Domingo 26 de marzo de 2017

sofáen el

www.laprensaaustral.cl

G

L

M.

Padre Santiago Redondo: de la guerra civil española a Chile

Roberto Hofer OyanederPor

Diversas placas de los años ‘70 ya definen un estilo de canción folclórica de raigambre regional.

Parte VII

Crónicas del vinilo chileno

Constructores de un sonido propio con “verbo magallánico”

En nuestra entrega anterior, desmenuzando las graba-ciones en vinilo de talentos regionales, reconocimos al Festival Folclórico en la Pata-

gonia como fenómeno tributario para la construcción de un cancionero propio de Magallanes, y qué mejor que a partir de una expresión artística hermanada. No podía ser de otra manera, pues ta-lento local asomaba hace bastante rato y faltaba proyectarlo.

¿Nombres? Un cuarto de siglo antes del primer certamen, ya descollaban en au-diciones de la radiotelefonía local las vo-ces blancas de los hermanos Isabel, Ciro y Orlando Olavarría, quienes en su madu-rez serían grandes valores de la canción regional. Entre sus muchas incursiones artísticas, el último de ellos dirigiría un histórico conjunto, los Rocamalú, que integraron Pedro Cuevas, Pedro Ruiz, Luis Vargas, Dito Valle y los recordados Juan Maldonado y Manuel Bahamóndez (fallecido el pasado 8 de abril).

“Tonadas de Magallanes” fue el álbum que grabaron en 1977 para el sello Po-lydor, que contiene la clásica “Candom-be para José” (Roberto Ternán), “Tonada de Magallanes” (Manuel Rojas-Orlando Olavarría) y “Mazamorra Austral” (de Ciro Olavarría).

Tronco comúnComo hemos dicho, entre fines de los

años ’60 e inicios de los ‘70 prendió aquí un movimiento “neofolclórico”, gene-roso a la hora de parir nombres: Los del Ocaso, Rocamalú, Patagonia 4, América Sur, Paralelo 53, Mario Grandi, José Na-huelquín, Eduardo Yáñez y un sinnúme-ro de otras voces telúricas a la hora de remecer los sentidos.

Sin ir muy lejos, la historia de los Ya-mán prendió entre las murallas de la pa-rroquia Cristo Obrero, donde en 1969 se iría gestando todo un movimiento mu-sical, de la mano de Ciro y Orlando Ola-varría, y a instancias del sacerdote Eva-risto Passone. De aquel conglomerado nació en 1970 el grupo estudiantil Voces de Martinguerá, ganador de varios festi-vales, y que al final se desmembró gene-rosamente en Rocamalú y los no menos activos Yamán.

Esta nueva encarnación la integra-ron Raúl Agüero, Rubén Aburto, Carlos Escobar y José Barría Bonacic, quienes grabarían un single en sus días de glo-ria para el sello SYM, en el estudio de los hermanos Zabaleta, con los temas “Her-manos del sur” (tercer lugar del Festival de Puerto Aysén de 1973) y “Mensaje en la Patagonia”. Según la leyenda, alrede-

dor de 1976 los Yamán registraron inclu-so una matriz con ocho temas para un álbum con IRT Alba, sin embargo nunca se llegó a editar.

Al igual que muchos otros de su épo-ca, si estos cultores hubieran abrazado la música como forma de vida habrían escalado grandes espacios. Sin embargo, como jóvenes y pragmáticos privilegia-ron el desarrollo profesional, haciendo de la música un viaje paralelo.

Orden, patria y músicaDe 1969 data otra insigne agrupación

folclórica que reverdeció en Magallanes, procedente de las filas de Carabineros de Chile: Los Cruzados Verdes. El escritor Mario Moreno -aún sin canas- fue uno de sus firmes integrantes junto a Germán Fabio, Luis Fernandois, Gabriel Robles y Luis Vega.

Las fiestas del cuartel les dieron el impulso para dar vida a temas como la “Cueca del carabinero”, llegando a im-primirle un aire patagónico a su ingente repertorio. En 1977 grabaron el exten-ded play “Punta Arenas, te amo”, edi-tado por IRT para Carabineros de Chile, y que vendió 15 mil copias. Incluyó los

temas: “Amigo indio patagón”, “Silen-cio”, “Quiero morir en la pampa” y “Una pregunta ingenia”. El grupo cedió los derechos del disco a la Fundación Niño y Patria.

Al año siguiente sacaron el single “Dos cuecas australes”, su último legado fo-nográfico, no sin antes realizar una gira desde Arica a Punta Arenas. Estos guar-dianes del orden llevarían su arsenal fol-clórico hasta la pantalla chica en “Sába-dos Gigantes” e incluso se lucieron en un encuentro internacional de policías en la Enoteca del Cerro San Cristóbal.

La movida folclórica setentera vio na-cer a otros grandes exponentes, Los Rui-señores, conjunto que integró con éxito el canto con el baile bajo la impronta de su director, Juan Vargas.

Entre sus hazañas, en 1981 grabaron el disco long play “Pta. Arenas-Emba-jadores del Folclore” con el sello Emi Odeón, de distribución propia, y lle-varon su arte a grandes escenarios del país. Plenamente vigentes a lo largo de tres décadas, se alzaron con el precia-do Ñandú en el Festival Folclórico en la Patagonia cuatro años consecutivos, de 1991 a 1994.

“Canto a Magallanes”De los rescoldos de Los del Ocaso, Mi-

guel y Pepe Palma formarían en 1976 el Grupo Taller Alturas junto a Renato Mora (ex integrante de Los Rebeldes) y Eduar-do Manzanares. Los aunaba una sen-sación de tristeza y derrota, a raíz de la deprimida escena artística tras el Golpe Militar de 1973. De ahí que tomaran su nombre del tema “Alturas” de Inti Illi-mani, que identificaba al programa “Es-cucha, Chile” de Radio Moscú.

Como pieza emblemática, en asocia-ción con el poeta Fernando Ferrer dieron forma ese año a su primera obra concep-tual: el “Canto a Magallanes”, que contó además con la colaboración de Rolan-do Arancibia y los hermanos Eduardo y Néstor Castro. También fue clave el apo-yo de Enrique Sánchez, presidente del Festival en la Patagonia y dueño de una tienda de fotografía, que les permitió ir a grabarlo a Santiago, acompañados del Coro de la Universidad Católica de Chi-le (era muy caro llevar a un coro desde Punta Arenas).

La obra fue estrenada en el Teatro Mu-nicipal de Punta Arenas el 19 de noviem-bre de 1976, y también llevada al Muni-cipal de Santiago el 22 de abril de 1977. Su versión en vinilo doble (1977, Sello Magallanes), con la poesía y música de la hoy épica “Oración por Magallanes”, hacen de esta pieza sonora un imperdi-ble testimonio histórico-musical sobre las raíces de la región.

En 1981 grabaron otro vinilo concep-tual, “El Pionero”, a instancias de Ferrer, que tomó aspectos de la identidad local a medio abordar en su primera entrega. Su autoedición contó con el respaldo de partidos políticos en tiempos difíciles, sin algún empresario que se “manifes-tara”.

Como paréntesis, editaron el single “Zamba para olvidarte”/ “Mambo de Michaguay” (1977, Sello Magallanes). Este último era en realidad el famoso “Mambo de Machaguay”, tema del fol-clore peruano que ellos mismos le ense-ñaron a Los Jaivas en una de sus visitas a Punta Arenas un año antes. A éstos les habría gustado tanto que de ahí lo graba-ron en Argentina.

Algo parecido señala Miguel Palma respecto a cuando vino Illapu el 77 ó 78, e hicieron una gira con ellos, “y les mos-tramos un tema mexicano recopilado de un LP viejo de mariachis, que íbamos a sacar, que era ‘El cascabel’. Ellos nos di-jeron ‘pásenlo que lo queremos sacar, y ése y el ‘Candombe para José’ fueron los caballitos de batalla que tuvieron en esa época”.

Extended play de Los Cruzados Verdes “Punta Arenas, te amo”.

Taller Alturas y su “Canto a Magallanes” (1977, Sello Magallanes).

“Tonadas de Magallanes” (1977, Polydor), álbum de Rocamalú.

Los Ruiseñores, “Pta. Arenas-Embajadores del Folclore”, de 1981.