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Gonzalo Parra Aranguren
laINTERDICCIONy laINHABILITACIONen elDERECHOPRIVADOVENEZOLANO
Separata de la Revista
ACTAS PROCESALES
DEL DERECHO VIVO
Volumen XXIII - Nos 67-69
Caracas - Venezuela
La Interdicción y la Inhabilitaciónen el Derecho Internacional
Privado VenezolanoGonzalo Parra-Arangaren
SUMARIO
Pdg.
l.-La diversidad legislativa 192.-La competencia de la ley personal del incapaz 213.-El régimen del Código Bustamante 234.-La doctrina venezolana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 23S .-Los problemas intertemporales 276.-La importancia del aspecto jurisdiccional 277.- a) el Código Bustamante 32B.- b) el artículo 75 del Código de Procedimiento
Civil 349.-La sentencia del diez de mayo de 1909 34
10.-La decisión del primero de julio de 1909 36n.-La inconveniencia de los domicilios legales 3612.-La doctrina venezolana: a) el "Proyecto" del Dr.
Abel Santos 3813.- b) el "Proyecto" del Dr. Pedro Manuel Arcaya 4914.- e) el "Proyecto" de 1963-1965 4215.- d) la opinión del doctor Juan Maria Rouvier .. 4416.- e) el Proyecto de Código de Procedimiento Civil
de 1976 4417.-La delimitación de la ley aplicable y de la lex
fori 4618.-La lex iori y los aspectos procesales 4719.-La lex iori y la organización del sistema de pro-
tección 47
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22.-Delimitación entre la lex situs y la lex fori o o23o-La delimitación en el Código Bustamante oo24.-La presentación del Código Bustamante al Con-
greso . o o o' o oo' o o.' oo.. o" o.25.-Los informes de las Comisiones de la Cámara del
Senado oo. ooo. o o o. oo' O" oO' O" o.26. -Las reservas al Código Bustamante ... o.... o.. o27.-El beneplácito del doctor Pedro Itriago Chacín o.28.-La doctrina venezolana anterior: al Diego Arreaza
Romero o o o o oo.. o oo. oo. o.. o.29o-bl Abel Santos, Francisco Gerardo Yánez y Pe
dro Manuel Arcaya o. oo... o. oo..... o..... o' O' o..30o-La critica del doctor Lorenzo Herrera Mendoza a
las reservas del Código Bustamante . o.. oo. o....3l.-La opinión del doctor Daniel Guerra Iñíguez o.32o-Los conceptos del doctor Juan Maria Rouvier o...33.-El reconocimiento de los autos de autoridades
extranjeras ooo.. o o o oo .34. -La reserva venezolana del Código Bustamante ..35o-La eficacia automática, prevista por el Acuerdo
Boliviano oo o.' o ooo o o oo" o36'-La intervención del orden público procesal y sus-
tantivo '" o. o. o, o" o o o37o-La interdicción como sanción accesoria a una con-
dena penal o oo o. o o O' o .38o-La actitud de la doctrina venezolana O' o. oo. o .39. -La ausencia de exeouatur en materia de interdic-
ción y de inhabilitación o o. o o. ooofO.-Las consecuencias de la decisión en el juicio de
exequátur. oo.. o. o. o. 0 •• 0. oo oo oo' .
20.-La lex iori y los efectos de la declaratoria de in-capacidad o.. o o o o oo.. o
21.-La lex iori y la protección administrativa: el casoBoIl . o oo o o o' o o... 49
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l.-La mayoría de edad constituye sólo una presunción iuris tantum, de acuerdo con la cual se estima que una persona tiene la libre disposición desus facultades físicas. cuando alcanzaun determinadonúmero de años.·Sin embargo, las enseñanzas de lavida diaria se orientan a veces en sentido contrario:cuando la presunción no ha funcionado efectivamente en algún caso esporádico, el individuo se encuentra amparado por la teoría de los vicios del consentimiento; pero si se trata de estados psico-físicosde carácter permanente resulta necesaria una declaratoria de incapacidad, con su correspondientemecanismo de protección, a los fines de atender enforma estable, no sólo los intereses del afectadosino también la suprema conveniencia de la colectividad.
Aparte del anterior denominador común, elDerecho comparado demuestra inevitables divergencias que se proyectan tanto en las causas fundamento de la incapacidad como en el instituto previsto para proteger al incapaz.
En efecto, conforme a la legislación venezolanavigente, la declaratoria de incapacidad de las perosanas procede, por una parte, cuando existe un"estado habitual de defecto intelectual que los haga
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incapaces de proveer a sus intereses, aun cuandotengan intervalos lúcidos" (artículo 393 del Código Civil); y, por la otra, según el artículo 409ejusdem, también es posible respecto de los débiles de entendimiento (imbéciles, idiotas y cretinosen sentido médico), de los pródigos (o sea,' dequienes sufren un desorden de espíritu o de costumbres que, sin constituir una enfermedad, con.l1eva la disipación o el uso insólito de sus mediosde fortuna). De igual modo se contempla la incapacidad ope legis del sordomudo, del ciego de nacimiento o de quien hubiere cegado durante su in.fancia (artículo 410 del Código Civil).
Ahora bien, la anterior enumeración difierede las causas previstas por otros sistemas jurídicos:la prodigalidad no constituye motivo de incapacidad de acuerdo con la legislación inglesa; y si enVenezuela representa el sustrato de una incapaci.dad limitada, con régimen anexo de asistenciajudicial a través de un curador, en otros países,como en Alemania, conlleva la incapacidad total yla subsiguiente tutela (1). Por 10 demás, convienedestacar la creciente importancia de las diversasmedidas protectoras adoptadas por los diferentesEstados para atender a las necesidades propias delos individuos que se dedican al abuso habitual del
( 1) La diversa actitud de los paises frente a la prodigalidad como causa de incapacitación de las personasse hizo sentir ya en el Congreso Sudamericano deJurisconsultos reunido en Lima el nueve de diciembre de 1877; y en el Programa de los Trabajos, objetode examen en la sesión del siete de enero de 1878, seincluyó como primer tema, con el propósito de uniformar las legislaciones civiles de las Repúblicasamericanas, el de "si la prodigalidad puede considerarse como una causa de incapacidad" (ULLOA, Alberto.- "Congresos Internacionales Americanos", Tomo JI, Lima, 1938, pág. 172).
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alcohol, de los estupefacientes y de otras substanciassimilares.
La diversidad legislativa también se proyectaen el régimen de protección organizado en beneficiodel incapaz: puede tratarse de una incapacidadtotal con el consiguiente sistema de representacióna través de la tutela, requerirse la autorización previa de un funcionario o la simple asistencia de uncurador, para completar una incapacidad limitada.Según informa BERNARD DUTOIT algunos países admiten la tutela, la curatela y el Consejo judicial y legal (Francia, Bélgica, Luxemburgo); otrossólo la tutela y la curateIa (Alemania, Portugal,Venezuela), o la tutela y el Consejo judicial (Grecia, Italia); y una tercera categoría acepta únicamente la tutela (España) o la curatela (Austria, Holanda) (2).
2.-Habida cuenta de la diversidad legislativaexistente, resulta indudable la importancia de escoger la ley aplicable a la declaratoria de incapacidad y al correspondiente mecanismo para lograrla debida protección de los diversos intereses delincapaz, en particular los de carácter económico.Ahora bien, en este propósito se hace necesario entender la categoría jurídica interdicción en un sentido amplio, a los fines de incluir cualquier restricción impuesta por el Legislador a la capacidad general de ejercicio, pues, de lo contrario no se obtendrían los objetivos propios del Derecho internacional privado: en consecuencia, respecto de los países donde no se regula en forma expresa, debe también comprender la inhabilitación (artículo 409 del
( 2 ) DUTOIT, Bernard.- "La Protection des incapablesmaieurs en Droit intemational privé", en "Revue dede Droit international privé", Año 1967, pág. 466.
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Código civil venezolano), la designación de unConsejo Judicial (como preveía el antiguo artículo543 del Código civil francés) o de un Asesor (según dispone el artículo 395 del Código civil suizo),o la prolongación de la patria potestad o de latutela después de alcanzada la mayoría de edad(artículos 172, 173 Y 251 del Código Civil austríaco).
Por otra parte, el Derecho comparado enseñala existencia de un acuerdo aceptable en los diversos países para reconocer en esta materia la competencia de la ley personal, bajo la égida de la nacionalidad o del domicilio, por estimar que la declaratoria de incapacidad y el correspondiente sistemade protección forman parte del estatuto personal;y también se puede establecer una notable concurrencia de criterios para dar predominio a la ley delincapaz cuando sea distinta de la de su protector,por constituir el "centro de gravedad" de la relación jurídica considerada.
3.-EI Código Bustamante acepta la anteriorperspectiva: en su artículo 98 somete en forma expresa la declaratoria de prodigalidad y sus efectosa la ley personal del incapaz; y un criterio análogoaparece consagrado en el artículo 84 respecto dela interdicción: "se trata del estado o condicióncivil del menor incapacitado --comenta BUSTAMANTE y SIRVEN con referencia específica a latutela-, y no es posible subordinarlo al derechode otra persona, que viene a favorecerlo y no a causarle perjuicio de ninguna clase" (3).
(3) BUSTAMANTE y SIRVEN, Antonio Sánchez de."Derecho Internacional Privado", Tomo Il, La Habana, 1943, nr. 891, pág. 95.
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Ambos preceptos no fueron objeto de reservapor Venezuela y, al constituir derecho vigente,funcionan en nuestro país dentro de la línea de laley de la nacionalidad, en principio aplicable a lasmaterias del estatuto personal por categórico manodato de los artículos 9 y 26 del Código Civil.
4.-Habida cuenta de los textos expresos denuestro sistema de Derecho internacional privado,la mayoría de los autores patrios se limitan a reconocer competencia a la ley de la nacionalidad enmateria de estatuto personal, sin mayores comentarios particulares; y no se preocupan por examinarlos problemas concretos con motivo de la incapacidad derivada de la interdicción o de la inhabilitación.
Sin embargo, de manera esporádica y excepcional el asunto ha sido objeto de estudio y consideración.
Así fue hecho, a comienzos de siglo, por el doctor ABEL SANTOS, en su "Proyecto de Tratadoentre Venezuela y Colombia en materias de Derecho internacional priuado" de 1911.
En efecto, en su Título Segundo ("De los Derechos de Familia") se refirió, por una parte, a latutela y curatela en el Capítulo Quinto C'De laTutela"), "cuando se trata de menores o de mujeres casadas", para someterla a la ley de la nacionalidad del incapaz (artículo 20); y, por la otra,en el Capítulo Sexto, bajo el rubro "De la Inhabilitación e Interdiccián", declaró aplicable "la leydel domicilio en que se encuentra el incapaz", pararegir, "tanto la inhabilitación como la interdicción,a consecuencia de enfermedad o defecto intelectual" (artículo 25).
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Ahora bien, semejante actitud discriminatoriafue justificada por el doctor ABEL SANTOS enbase a las consideraciones siguientes:
"En estas materias no he creído que la nacionalidad.represente el papel más importante; lo necesario esdar al incapaz una representación pronta, a fin desalvarle en algunos casos, si es posible, y en la generalidad poner sus bienes a cubierto de las pérdidas. Laley que resuelve de la manera más conveniente esteproblema es la del domicilio del incapaz. Cuando laincapacidad por defecto intelectual viene desde la mínoridad no creí necesario establecer la excepción deque la tutela continuaba, porque el caso está previstoen las dos Legislaciones. Podría, sin embargo, establecerse la emancipación si en la discusión se exige" (4).
Los anteriores conceptos se limitan a reproducirlos lineamientos generales proclamados por el Dr.ABEL SANTOS algunas páginas atrás; y al efectohabía dicho:
" ... cuando he tenido que tomar en cuenta determinadas circunstancias, como la asistencia de los incapaces o la seguridad de las transacciones, cosas que exigen una protección eficaz e inmediata, entonces headoptado, por regla general, la ley del territorio enque se verifica el acto, la que se confunde muchasveces con la ley del domicilio, principalmente al tratarse de estas dos Naciones, pero que no son unamisma cosa" (5).
Por su parte, el doctor FRANCISCO GERAR·DO YANEZ se limita a señalar como tercer puntodiscutible en materia de tutela: "Cuando el tutory el pupilo no tienen el mismo estatuto personal acuál conviene acordar la preferencia?"; y sin ma-
( 4) SANTOS, Abel.- "Cuestiones de Derecho :v otros Temas". Caracas, 1970, Pág. 229.
(5) SANTOS, op, cít., pág. 223.
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yores dudas responde enfáticamente: "debe aplicarse de preferencia la ley del menor. La tutela esuna institución para favorecer al incapaz, se haorganizado en su favor y no en el del tutor paraquien es una carga obligatoria" (6).
En términos similares el doctor PEDRO MANUEL ARCAYA hizo predominar la ley personaldel incapaz, como ley de la nacionalidad, en su"Proyecto de Ley de Aplicación del Derecho internacional privado" (artículos 39, 40 y 43) (7); yen vista de su "carácter de protección", el doctor PEDRO ITRIAGO CHACIN sostuvo que "lascuestiones de capacidad han de ventilarse teniendoen cuenta la ley personal del hijo o del incapaz, yno la de sus representantes, y teniendo en cuenta,repetimos, las disposiciones de orden público de laley territorial respectiva" (8).
En forma análoga el "Proyecto de Ley de Normas de Derecho Internacional Privado") que prepararan los doctores ROBERTO GOLDSCHMIDT,GONZALO PARRA-ARANGUREN y JOAQUINSANCHEZ-COVISA, en sus versiones tanto de1963 como de 1965, dió preferencia a la ley deldomicilio del incapaz para regir "la tutela y demás
(6) YANEZ, Francisco Gerardo.- "Memorándum de Derecho Internacional Privado", Caracas, 1912, págs.102-103.
(7) ARCAYA, Pedro Manuel.- "Proyecto de Ley de Aplicación del Derecho Internacional Privado", en "Gaceta Jurídica", Tomo 1, 1912, nr. 6, págs. 161-162; nr.8, págs. 230-232; Tomo 11, nr. 11, págs. 273-275, nr. 16,págs. 387-388; y Tomo I1I, nrs. 29-32, págs. 1-4. ElProyecto se encuentra reproducido en la "Revista dela Facultad de Derecho de la Universidad Central deVenezuela", Caracas, 1954, 'nr, 1, págs. 161-174.
( 8 ) ITRIAGO CHACIN, Pedro.-"En la Cátedra", Caracas,1930, págs. 280-281, "Esbozos Literarios y Jurídicos",Caracas, 1934, pág. 340.
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instituciones de protección": constituye tan s610una aplicacíón concreta del principio general admitido en materia de personas, familia y sucesiones(9).
La misma actitud ha sido adoptada por el doctorJUAN MARIA ROUVIER, quien se refiere al enfrentamiento entre la ley personal y la del territorío para afirmar:
"Para mí es indiscutible que la ley aplicable es lapersonal, el objeto primordial de la tutela es la protección del menor, a quien por medio de ella se le daun representante; es posible que en muchas oportunidades no existan bienes que proteger y no por ellodeja de existir la tutela... Para mí no hay dudaninguna en afirmar que es la ley del pupilo, pues lainstitución se ha creado en su beneficio" (10).
Semejantes principios se aplican, según el doctor ROUVIER, a la curatela "como instituto deproteger a los mayores" (11); y luego de reiterarque en materia de incapacidad "Venezuela constituye una excepción del mundo americano, puesseguimos el sistema de la nacionalidad" (12), insiste nuevamente en la ley del domicilio por cuantopermite "evitar los problemas que se presentancon la aplicación del sistema de la nacionalidad.Ello ocurre porque el incapaz siempre tiene el domicilio de su representante. Por otra parte, permitemayor facilidad para ejercer las acciones judiciales
(9) "Exposición de Motivos y Proyecto de Ley de Normasde Derecho Internacional Privado", Caracas, 1963; ID.,Caracas, 1965.
(10) ROUVIER, Juan María.- "Derecho InternacionalPrivado. Parte Especial", Maracaibo, 1975, págs. 257258.
(11) ROUVIER. Op. cit., Tomo Il, pág. 263.(12) ROUVIER, Op. cit., TOMO n. pág. 245.
a que haya lugar, pues auna la ley aplicable a lajurisdicción" (13).
5.-EI posible cambio de nacionalidad o de domicilio del incapaz plantea lógicos problemas respecto de la ley competente: semejantes conflictosmóviles deben resolverse de acuerdo con los principios aceptados en Derecho intertemporal, a saber,a través de la aplicación inmediata de los nuevospreceptos para regular tanto los presupuestos dela incapacidad como el mecanismo de protección;y también les corresponde determinar las causasy los efectos de terminación o de revocatoria de laincapacidad.
En consecuencia, si ésta desconoce el fundamento que sirvió de base para la declaratoria, comoocurre en el Reino Unido respecto de la prodigalidad, la incapacitación cesa automáticamente al adquirirse la nueva nacionalidad o domicilio, segúnel criterio seguido en los diversos países; y en lahipótesis contraria será procedente declarar la incapacidad y establecer el correspondiente sistemade protección.
Soluciones análogas funcionan cuando la nuevaley difiere de la anterior acerca del grado de incapacidad que afecta a la persona: si un pródigo denacionalidad alemana, sujeto a tutela en virtud desu absoluta incapacidad, adquiere la nacionalidad
(13) ROUVIER, Op. cit., Tomo JI, pág. 258. Por lo demás,de acuerdo con el doctor ROUVIER, si se aplica laley de la nacionalidad "el menor puede estar en elextranjero y quedar desamparado, por no podersealicar las leyes de su patria"; y esta posibilidadexplica la protección diplomática o consular previstaen algunas leyes, lo mismo que el reconocimiento dela validez de la intervención del derecho local paraatender casos de urgencia.
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venezolana, pasará de inmediato a gozar de unalimitada capacidad, bajo el régimen de curate1a; yla inversa se producirá si se trata de un venezolanoinhabilitado por prodigalidad que se naturaliza enAlemania, donde sólo se contempla para el pródigoun régimen de representación a través de la tutela.
Los anteriores principios constituyen denominador común en la materia y se encuentran aceptadospor el Código Bustamante; aun cuando, la competencia atribuida en términos genéricos a la leypersonal para regir "10 que toque al objeto de latutela o euratela, su organización y sus especies",explica su artículo 97, que dispone:
"Los Estados contratantes que tengan por ley personalla del domicilio podrán exigir, cuando cambie elde los incapaces de un país para otro, que se ratifiqueo se discierna de nuevo la tutela o curatela".
Se trata de un precepto incluído -según informa BUSTAMANTE y SIRVEN- "respondiendoal deseo explícito de algunas Repúblicas Sudamericanas" (14).
6.-La declaratoria de incapacidad y el establecimiento del indispensable instituto de protecciónpresuponen, en la gran mayoría de los casos, laingerencia de algún funcionario, administrativo ojudicial, con el objeto de efectuar las necesariasconstataciones de los hechos pertinentes (15): el
(14) BUSTAMANTE y SffiVEN, Op. cit., Tomo n. nr. 904,pág. 100.
05) Ciertamente la incapacidad puede surgir ope leais,como ocurre en Venezuela respecto de los sordomudos, de los ciegos de nacimiento o de quienes hubieren cegado durante su infancia; pero la intervencióndel Tribunal es siempre necesaria para establecerel respectivo mecanismo de protección y designarel curador correspondiente.
.estado civil de entredicho o de inhabilitado sólo seobtiene con la respectiva decisión, una vez satisfechos los diversos trámites de ley (16); y de estamanera se comprende sin mayor dificultad la importancia del problema relativo a la competenciainternacional de los funcionarios llamados a intervenir.
La doctrina Europea, particularmente en Francia y en Alemania, se ha orientado en el sentido deafirmar la necesidad de principio de hacer coincidir la competencia legislativa y la competenciajudicial: se sostiene que la declaratoria de incapacidad constituye el ejercicio de una atribución característica, de naturaleza extraordinaria si es comparada con los poderes habituales conferidos al Juezpor la propia legislación; y, por tanto, sólo es utilizable por el Magistrado cuando también corresponda a la lex [ori regular la declaratoria de incapacidad y establecer el necesario mecanismo deprotección. Desde esta premisa se concluye en laimposibilidad técnica de pronunciar la interdicciónde personas distintas de los nacionales del respectivo país.
(16) La capacidad general de la persona no se encuentraafectada hasta que surge el estado civil de entredicho o de inhabilitado: mientras tanto la protecciónse realiza por el derecho común a través de lospreceptos sobre vicios del consentimiento, aun cuando es necesario la prueba de su ausencia total paracada uno de los actos objeto de impugnación, conlas consiguientes dificultades prácticas. Sin embargo, al decir de la Casación francesa, en veinticincode junio de 1957. siguiendo las enseñanzas de HENRIBATIFFOL, se trataria de una incapacidad generalde ejercicio fundada en la naturaleza que carece deun adecuado instituto de protección, pero sujeta a lalex personae y no' a la lex contractus, aplicable enprincipio a los vicios del consentimiento mATIFFOL,Henri.- "Ttiité de Droit lntemational Privé", con elconcurso de PAUL LAGARDE. Tomo Il, París, 1971,nr. 488, págs. 109-110).
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El supuesto vínculo inexorable entre la competencia legislativa y la competencia judicial ha sidoobjeto de crítica en sectores doctrinarios muy respetables: en efecto, las facultades asignadas al Juezpara decretar la interdicción o la inhabilitación nodifieren por su naturaleza de las que se le concedenpara dictar cualquier clase de sentencia de carácterconstitutivo; yen la época presente resulta insólitodiscutir la posibilidad de pronunciar fallos de semejante índole respecto de extranjeros, como sedemuestra con la diaria experiencia de los procesosde divorcio, cuya eficacia se proyecta, en muchoscasos, más allá de las fronteras del Estado sentenciador.
Por otra parte, consideraciones de orden práctico han influído también para atribuir competencai internacional a los Jueces del domicilio o de laresidencia, bien en forma concurrente bien a títulosubsidiario: se trata de una actitud explicable antelas evidentes dificultades que pueden presentarsepara acudir a los funcionarios del país de la nacionalidad (17); y, además, responde a la urgenciade atender satisfactoriamente, no sólo a la defensadel propio afectado sino de igual modo a importantes requerimientos impuestos por la públicaseguridad.
(17) A este respecto QUINTIN ALFONSIN nos recuerda.cómo los países que admiten la competencia exclusiva. de los funcionarios del país de la nacionalidadse han visto precisados a organizar sistemas de protección en el extranjero, a través de los agentes diplomáticos o consulares, cuando lo permite la lexloci; y además agrega: "Una prueba de la ineficaciade la protección organizada fuera del país del domicilio del incapaz y de la que en dicho país organizanlos diplomáticos y cónsules, es la institución de laprotección provisional" CALFONSIN Quintín.- "Sistema de Derecho Civil Internacional", Montevideo,1961, nr. 645, pág. 244).
Semejante perspectiva fue aceptada en el Convenio de La Haya del diecisiete de mayo de 1905sobre interdicción y otras medidas análogas: noobstante partir de la competencia primaria correspondiente a los funcionarios del país de la nacionalidad del incapaz, se admitió, bajo ciertas condiciones, la intervención del Estado de la residenciadel afectado (artículo séptimo); y, en tal hipótesis,los presupuestos de la declaratoria serían establecidos por la lex patriae, aun cuando los efectos y losmecanismos de protección dependerían de la lex[ori, coincidente con la ley del lugar de residenciadel incapaz (artículo octavo) (18).
Actitud similar ha sido adoptada por muy numerosos países en el curso del presente siglo, cuandoaceptan la competencia de los funcionarios del domicilio o de la residencia del interesado, en formaconcurrente o de manera subsidiaria y a título provisional; y para llegar a dicho resultado se acudea un texto legal expreso, como sucede en Alemaniacon el artículo octavo de la Ley Introductoria alCódigo Civil, o se extienden al ámbito internacíonallos criterios utilizados para repartir la competencia ratione loci en el campo del derecho interno.
7.-Directriz análoga informa al Código Bustamante: la competencia de los Tribunales "del lugar en que tenga o haya tenido su domicilio, o, ensu defecto, la residencia, la persona que los moti-
(ía) Sistema análogo había sido sancionado en la Convención de La Haya del doce de julio de 1902 sobretutela de menores; pero debe advertirse el cambiode perspectivas con el transcurso del tiempo y elpapel trascendente reconocido a la residencia habitual en la Convención de La Haya del cinco de octubre de 1961 sobre la competencia de las autoridadesy la ley aplicable en materia de protección demenores.
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ve", se encuentra expresamente consagrada por elartículo 330 para los actos de jurisdicción voluntaria en materia civil, salvo el caso de sumisión y elderecho local en contrario; y al respecto explica eldoctor BUSTAMANTE y SIRVEN:
"Dentro del criterio que reserva a los Tribunales nacionales las cuestiones sobre estado y capacidad, lamayor parte de estos actos civiles de jurisdicción voluntaria, sólo podrán aplicarse a los nacionales; peroes más útil a la vida moderna atribuir internacionalmente competencia al Juez del domicilio, y, en su defecto, al de la residencia, del principal interesado. Claro está que el Juez habrá de actuar, para los problemas de fondo, en armonía con el derecho personal delindividuo de que se trate; pero esto no excluye necesariamente su intervención, como tampoco la impideel hecho de que haya de aplicar leyes extranjerascuando se trata de la jurisdicción contenciosa" (19).
Idénticos principios se encuentran establecidosen el artículo 323 del Código Bustamante para elejercicio de las acciones personales (20); yel abandono de la nacionalidad como criterio atributivode competencia internacional, al decir del doctorANTONIO SANCHEZ DE BUSTAMANTE ySIRVEN, se justifica en los términos siguientes:
"La nacionalidad de los interesados, tomando la justicia como una función que el Estado realiza parasus miembros, ha servido de base en las legislacionespositivas para que los jueces y tribunales se nieguena conocer de litigios o de actos de jurisdicción voluritaria en que sólo intervienen extranjeros y para que
(l9) BUSTAMANTE y SffiVEN, Op. cit., Tomo I1I, La Habana, 1943, nr, 1656, pág. 92.
(20) El artículo 323 del Código Bustamante atribuye, enprimer término, competencia a los Tribunales dellugar de cumplimiento de la obligación para conocerde las acciones personales; fuero éste carente derelevancia en las materias de estado y capacidad.
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reivindiquen la facultad de tramitar y decidir aquellosen que esté interesado alguien que se ligue al Juzgador por el vínculo de la nacionalidad, aunque lasdemás partes y el lugar de la obligación o de su cumplimiento no tengan con él relación alguna. El fundamento para ambas soluciones es idéntico, porque elEstado toma la justicia civil y mercantil como unvínculo que se establece entre él y sus ciudadanos yque éstos disfrutan en todas las ocasiones y con todoslos motivos. Sobre no ser ese el carácter propio delPoder Judicial que, dentro de la comunidad jurídica,necesita estar abierto a cuantos tengan que acudir aél por motivos de fondo, ajenos a su nacionalidad,provoca el sistema en los casos en que las partesinteresadas la tienen diferente, la posibilidad de másde un litigio, y por lo tanto de más de un fallo,quizá contradictorio, sobre la misma cuestión, y olvidaque dentro de la comunidad jurídica, en la actual situación cosmopolita del mundo culto, tiene que depender en su ejercicio cada función del Estado de algomás justo y más equitativo que una de las formasdel egoísmo nacional" (21).
Criterios similares fueron seguidos en este Hemisferio desde finales del pasado siglo, en el artículo 58 del Tratado de Derecho Civil Internacionalsuscrito en Montevideo el doce de febrero de 1889(22); Y se desprende del artículo 25 del Tratadode Derecho Civil Internacional del diecinueve deabril de 1940, al decir del doctor WERNERGOLDSCHMIDT (23).
(21) BUSTAMANTE y SIRVEN, Op. cit., Tomo III, nr.1640, pág. 84.
(22) El artículo 25 dice como sigue: "El juicio sobre capacidad o incapacidad de las personas para el ejercicio de los derechos civiles deben seguirse ante elJuez de su domicilio".
(23) GOLDSCHMIDT, Werner.- "Derecho InternacionalPrivado", Buenos Aires, nr. 209, pág. 205. La mismaconclusión es aceptada por los autores más importantes al comentar los respectivos preceptos. QUINTIN ALFONSIN expresa: "El Tratado de 1940 prescindió de los artículos 58, 59 Y 60 de 1889, considerando
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B.-Las normas venezolanas de Derecho procesal civil internacional se orientan por los mismosderroteros al proyectarse por encima de las fronteras el fuero reconocido a los Tribunales del domicilio, o en su defecto de la residencia del demandado, por el artículo 75 del Código de Procedimiento Civil como piedra angular para repartir lacompetencia ratione loei en el derecho interno. Portanto, abstracción hecha de la nacionalidad de laspersonas, los Tribunales venezolanos se encuentranfacultados para conocer y decidir sobre los procedimientos de interdicción o inhabilitación de personas domiciliadas, 0, en su defecto, con residenciaen el territorio de la República: de lo contrario deberán declararse incompetentes, aun cuando se tratede personas venezolanas, sujetas a la lex patriaeen materia de estado y capacidad por mandato dede los artículos 9 y 26 del Código Civil.
9.-Semejante perspectiva ha sido objeto deexpreso reconocimiento dentro de las escasas sentencias de nuestros Tribunales sobre problemas deDerecho internacional privado.
que los dos primeros estaban implícitos en el arto56 del nuevo Tratado, según el cual las acciones personales deben entablarse ante los Jueces del lugara cuya ley está sujeta la relación controvertida oante los del domicilio del demandado; que se consubstancian entre sí tratándose de acciones relativas a laprotección de menores" (Op, cit., Tomo 11, nr. 679, pág.281). VICTOR N. ROMERO DEL PRADO, por su parte,comenta: .....suprimiendo el arto 58, sin duda por comprenderlo el arto 56 que se refiere a las acciones personales, en general, que pueden entablarse también antelos Juces del domicilio del demandado" C'DerechoInternacional Privado", Tomo 11, Córdoba, 1961, nr.514, pág. 49); Y CARLOS ALBERTO LAZCANO selimita a afirmar: "Los artículos 58, 59, 60 Y 61 delTratado de 1889 se mantienen invariables en elTratado de 1940" C'Derecho Internacional Privado",La Plata, 1965, nr. 91, pág. 209).
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En efecto, con motivo de un proceso de ínterdicción propuesto ante el Juzgado de Primera Instancia del Primer Circuito Judicial del Estado Bolívar, con sede en Ciudad Bolívar, el curador interino del entredicho sostuvo ser "muy discutible lacompetencia de los Tribunales venezolanos paradeclarar la interdicción definitiva de un extranjero,o, en otros términos, para modificar la capacidadde un extranjero cuyo estatuto personal está regidoexclusivamente por su ley nacional".
El argumento fue desechado en la sentencia deldiez de mayo de 1909 con base a las siguientesrazones:
"Que los Tribunales de Venezuela son competentespara declarar la interdicción, tanto provisional comodefinitiva de los extranjeros que, residentes o domiciliados en el territorio de la Nación se encuentren enestado habitual de defecto intelectual que los hagaincapaces de proveer a sus propios intereses (Artículos 376 y 379 del Código Civil y 545 del de Procedimiento) (24), porque la autoridad de la ley venezolana se extiende a todos los habitantes de la República, incluso los extranjeros (Artículo 6 del Códigocivil)" (25).
(24) El artículo 376 del Código Civil del nueve de abrilde 1904, vigente en la época de la sentencia, disponía: "El mayor de edad y el menor emancipado,que se encuentren en estado habitual de defecto intelectual, que los haga incapaces de proveer a suspropios intereses, serán sometidos a interdicción,aunque tengan lúcidos intervalos"; y el articulo 379ejusdem decia asi: "La interdicción se declarará porel Juez de Primera Instancía.;". Por su parte, elartículo 545 del Código de Procedimiento Civil deldieciocho de abril de 1904 reiteraba que "el Juez dePrimera Instancia es el competente en estos juicios".Preceptos similares se encuentran vigentes en laactualidad: son el artículo 393 del Código Civil y elartículo 568 del Código de Procedimiento Civil.
(25) El artículo sexto del Código Civil del nueve de abrilde 1904 ordenaba: "La autoridad de la Ley se extiendea todos los habitantes de la República, incluso los
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y con apoyo en las ideas de ANIBAL DOMINI·el y RAMON F. FEO, quienes fundamentaron elDerecho internacional privado en la comizas gentium, el Sentenciador agregó el párrafo siguiente:
"Que nuestra Ley sobre interdicción no hace absolutamente excepción alguna respecto a los extranjeros,y, por tanto, los Tribunales de Venezuela deben aplicarla a éstos, en los mismos casos que a los ciudadanos venezolanos; y con mayor razón a aquellos extranjeros que han ocurrido a nuestros Tribunalesinvocando nuestra Ley" (26).
10.-El asunto fue objeto de nuevo examenpor el Juzgado Superior del Estado Bolívar, consede en Ciudad Bolívar, en el proceso de interdicci6n propuesto contra el ciudadano CONRADOSCHERLING: resulta notable la singular maestríadel Sentenciador para diferenciar los problemas deescogencia de la ley aplicable y los relativos a ladeterminación del Tribunal competente; distingoque permite 'tomar en cuenta el mandato de unaley extranjera cuando lo disponen las correspondientes normas de Derecho Internacional Privado.Al respecto fue dicho en la sentencia del primerode julio de 1909:
"Dos opiniones se han suscitado tanto en doctrinacomo en jurisprudencia sobre el punto de saber cuáles el Tribunal competente para decretar la interdicción de un extranjero. Una de esas opiniones atribuyecompetencia a los Tribunales de la Nación a quepertenece el indiciado de demencia y la otra sostiene
extranjeros"; y en fonna concordante, aun cuandode manera más categórica, previene el artículo octavo del Código civil vigente: "La autoridad de laLey se extiende a todas las personas nacionales oextranjeras que se encuentren en la República".
(26) "Memoria de la Corte Federal y de Casación", Año1910, Tomo 11, págs. 175-176.
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que la competencia pertenece a los Tribunales deldomicilio de los extranjeros. Esas divergencias se hansuscitado con motivo de la disposición que declaraque el estado y capacidad de las personas, se rigenpor su estatuto personal, y dedúcese de allí que losTribunales de una Nación son incompetentes paradecidir las cuestiones de estado y capacidad del extranjero. Es principio de Derecho internacional privado que los Tribunales deben aplicar la ley querige el hecho jurídico y si bien es verdad que el estatuto determina la ley según la cual el litigio debe serjuzgado, también es cierto que dicho estatuto noseñala el Juez que debe decidirlo. Por consiguiente, lainterpretación extensiva de ese principio, nos conduciría al error de confundir el estatuto personal conla competencia" (27).
A renglón seguido dijo el Juzgador:
"Esto por 10 que respecta a los principios del Derecho internacional privado, pues al descender al casoconcreto nos encontramos que conforme al artículo8'" de la Ley de Introducción al Código Civil Alemán,cualquier extranjero podrá ser declarado entredichoen Alemania, según las leyes alemanas, cuando tengaallí su domicilio o a falta de éste, su residencia en elterritorio del Imperio. De manera, pues, que si enAlemania puede declararse, conforme a las leyes ale.manas, la interdicción de un venezolano, no hay razónjurídica para sostener que en Venezuela no puede serdeclarado entredicho un alemán" (28).
ll.-La competencia atribuida con base en eldomicilio del incapaz conlleva la posibilidad de funcionamiento de los domicilios legales, que puedepermitir la declaratoria de incapacidad de personassin vínculos territoriales efectivos con la Repúbli-
(27) "Memoria de la Corte Federal y de Casación". Año1910, Tomo 11, págs. 177-178.
(28) "Memoria de la Corte Federal y de Casación", Año1910, Tomo Il, págs. 177-178.
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Ca: así ocurrma, por ejemplo, cuando el maridotiene su domicilio en Venezuela pero la esposareside habitualmente en el extranjero, donde también puede hallarse el núcleo básico de sus propiosnegocios e intereses. Análogo resultado podría producirse después de la declaratoria de incapacidad,por cuanto el entredicho adquiere el domiciliolegal de su tutor, según dispone el artículo 33 delCódigo civil venezolano: de esta manera es posible la rehabilitación de un incapaz sin conexionesreales con el territorio venezolano.
Semejantes consecuencias carecen de razonablejustificación, pero son todavía menos defendiblesen otros sistemas jurídicos donde al domicilio sólose le reconoce un carácter simplemente subsidiariofrente a la competencia de principio atribuida a losfuncionarios del país de la nacionalidad; y en términos generales constituye una de las causas de laactitud contemporánea en el sentido de abandonar el funcionamiento de los domicilios legales entoda esta materia, para darle primacía a la residencia permanente o habitual del interesado.
Por otra parte, es necesario considerar los efectos del cambio de domicilio posterior al inicio delproceso sobre las actuaciones en curso: ciertamentepodría sostenerse el funcionamiento del principioconsagratorio de la perpetuatio torio Sin embargo,habida cuenta de los intereses colectivos en juegotambién debería estimarse suficiente el domicilioal tiempo de la sentencia, aun cuando no hubiereexistido en la fecha de inicio del procedimiento.
12.-No obstante las anteriores declaratoriashechas por vía jurisprudencial y a pesar de su difusión a través del órgano de publicidad de nuestro
Supremo Tribunal, los autores venezolanos máscalificados de la época inmediata posterior se limitaron a reproducir las ideas imperantes en la doctrina clásica europea, según habían sido plasmadasen los Convenios de La Haya del doce de julio de1902 sobre tutela de menores y el diecisiete demayo de 1905 sobre interdicción y otras medidasanálogas.
En efecto, en su "Proyecto de Tratado entre Venezuela y Colombia en materias de Derecho Internacional Prioado" de 1911 el doctor ABEL SAN"TOS impuso como un deber a los funcionarios deldomicilio del incapaz la organización de la tutela ycuratela, "cuando se trate de menores o de mujerescasadas", y "dictar todas las medidas necesarias ala protección de la persona de aquél y a la conservación de sus bienes" (artículo vigésimo). Sin embargo, la actuación debía ser sólo "de modo subsidiario y provisionalmente, mientras se constituyen en el territorio de la nacionalidad del incapaz";y al logro de semejante propósito previno ademásen el segundo párrafo del mismo precepto:
"Cuando ocurra alguno de los casos previstos en elpárrafo anterior, la autoridad del domicilio 10 avisarápor la prensa y 10 participará tanto al Ministro deRelaciones Exteriores del país como a las autoridadesdel lugar de la nacionalidad del menor a quienes corresponda hacer la elección".
Los anteriores preceptos fueron justificados porel doctor ABEL SANTOS en los términos siguientes:
"Como los bienes que existen en un país forman partede la riqueza nacional, sus Autoridades no deben permitir que aquellos se pierdan o deterioren; y ésta
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es la razón de las medidas que figuran en el Proyectoy que las referidas Autoridades deben dictar con elcarácter de subsidiarias y provisionales" (29).
Por otra parte, el propio doctor ABEL SANTOSdeclaró aplicable la ley del domicilio en que se encuentre el incapaz en materia de inhabilitación yde interdicción (artículo 25), con la consiguienteunidad de la competencia judicial y la legislativa:se trata de una actitud justificable por motivospragmáticos, dentro de los lineamientos generalesperseguidos por el doctor ABEL SANTOS en suProyecto de Tratado (30).
13.-Conducta similar fue seguida por el doctorPEDRO MANUEL ARCAYA en su "Proyecto deLey de Aplicación del Derecho Internacional Privado" (1912-1914). Sin embargo la nacionalidadvenezolana adquirió rango propio para atribuircompetencia, por sí sola, a nuestros Tribunales enmateria de tutela y curatela, logrando así hacer coincidir la jurisdicción y la ley aplicable; y con talpropósito previno el artículo 42:
"Corresponde al Juez competente del último domicilio o residencia que en el país hayan tenido el menoro el incapaz venezolano, estantes en el extranjero,dictar las providencias necesarias para proveerlos detutor y curador, llegado el caso y todo de conformidadcon la ley venezolana".
De igual modo, también fue atribuida competencia a los Tribunales patrios para efectuar pronunciamientos relativos a la tutela y curatela deextranjeros. En efecto, en el artículo 40 se dispuso: " ...los Tribunales venezolanos decretarán latutela o curatela del extranjero que resida en el
(29) SANTOS. op, cit., pág. 229.(30) Véase antes el número 4 de este trabajo.
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país y siempre que haya ocurrido en éste el hechoque dé lugar a tales medidas, las cuales tendránnecesariamente el carácter de provisorias"; y elartículo 41 agregó:
"Si en el respectivo País del menor o incapaz se leprovee legalmente de tutor o curador, cesarán en Venezuela las medidas que ordena el artículo que antecede, y así lo decretará el Tribunal que las hubiesedictado, previo conocimiento auténtico del nombramiento hecho en el extranjero".
Aparte de las anteriores hipótesis, el doctor PEDRO MANUEL ARCAYA rechazó en principio lacompetencia internacional de los Magistrados venezolanos para decretar la interdicción o la inhabilitación de súbditos extranjeros, y establecer elcorrespondiente sistema de protección. Sin embargo, motivos de pública utilidad y el deseo de prevenir posibles perjuicios al incapaz explican laexcepción consagrada por el artículo 44 del Proyecto que lee como sigue:
"Ni el menor ni el incapaz extranjero que se hallencomo transeúntes en Venezuela podrán ser sometidosa tutela ni curatela por los Tribunales venezolanos,pero éstos providenciarán, si las circunstancias lo requieren, lo que sea urgente y estrictamente necesariopara proteger su persona y bienes",
La competencia primaria reconocida por el doctor PEDRO MANUEL ARCAYA a los funcionarios del país de la nacionalidad del incapaz fue reíterada en el artículo 45; y al efecto previno:
"Las medidas que se dicten de conformidad con losartículos que preceden serán comunicadas al Ministerio de Relaciones Exteriores para que las haga conocer del respectivo Gobierno extranjero",
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14.-El "Proyecto de Ley de Normas de Derecho Internacional Privado" que prepararon los doctores ROBERTO GOLDSCHMIDT, GONZALOPARRA-ARANGUREN y JOAQUIN SANCHEZCOVISA por mandato del Ministerio de Justicia,en sus versiones de 1963 y de 1965 (31) parte dela competencia general derivada del domicilio enel territorio de la República (artículo 40); Y la materia específica de "los juicios originados por elejercicio de acciones sobre estado de las personaso relaciones familiares" fue objeto de regulaciónconcreta en el artículo 43.
Ahora bien, de acuerdo con su inciso primeronuestros Tribunales son competentes cuando elDerecho venezolano resulte aplicable para regir elfondo del litigio: además de las evidentes ventajasde uniformar la competencia judicial y la legislativa, se trata de un fuero fundamentado en la naturaleza misma del supuesto de hecho, cuyo "centro de gravedad" se encontraría en el sistema jurídico venezolano (32).
El segundo parágrafo del artículo 43 rinde justiciero homenaje a la voluntad de las partes al permitirles escoger, expresa o tácitamente, los Tribu-
(3I) El Proyecto fue publicado por primera vez en 1963con su correspondiente Exposición de Motivos; ycon ciertas reformas fue objeto de nueva publicaciónen 1965; sin embargo, los artículos sobre competenciainternacional se mantuvieron inalterados,
(32) A fin de evitar dificultades de orden práctico, elProyecto resolvió los posibles problemas de competencia interna ratione loei; y en el inciso primerodel artículo 51 atribuyó competencia al "Tribunaldel domicilio de la persona en virtud de la cual seatribuye competencia a la ley venezolana", La competencia así asignada no excluye la de otros Tribunales "cuando les sea atribuida por otras leyes dela República", en los términos del artículo 52 delProyecto.
nales venezolanos. Sin embargo, no les atribuyeuna prerrogativa sin límites de ninguna especie,por cuanto la validez de la prorrogatio fori dependede "que la causa tenga una vinculación efectiva conel territorio de la República" (33).
De acuerdo con el artículo 45 del Proyecto, "lasumisión expresa deberá constar por escrito; y "lasumisión tácita resultará, por parte del demandante, del hecho de interponer la demanda, y, por partedel demandado, del hecho de realizar en el juicio,personalmente o por medio de apoderado, cualquier acto que no sea proponer la declinatoria dejurisdicción u oponerse a una medida preventiva"(34). Por otra parte, el Proyecto pretendió atender las inesperadas urgencias de la vida diaria; yen el artículo 44 dispuso:
"Son competentes los Tribunales venezolanos paradictar medidas provisionales de protección de laspersonas que se encuentren en el territorio de la República, aunque carezcan de jurisdicción para conocerdel fondo del asunto".
(33) El inciso segundo del articulo 51 reguló, en estecaso, la competencia interna atribuyéndola al "Tribunal del lugar con el cual se vincule la causa alterritorio de la República"; aun cuando quedaronvigentes las asignadas por otras leyes, según lodispone el articulo 52.
(34) Los criterios anteriores pueden considerarse amplíamente aceptados y se encuentran recogidos en elCódigo Bustamante, en preceptos no reservados porVenezuela: "Artículo 321. Se entenderá por sumisiónexpresa la hecha por los interesados renunciandoclara y terminantemente a su fuero propio y designando con toda precisión el juez a quien se sometan.Artículo 322. Se entenderá hecha la sumisión tácitapor el demandante con el hecho de acudir al juezinterponiendo la demanda, y por el demandado conel hecho de practicar, después de personado en eljuicio, cualquier gestión que no sea proponer enforma la declinatoria. No se entenderá que haysumisión tácita si el procedimietno se siguiere enrebeldia".
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Se trata de una competencia subsidiaria y decarácter provisorio, justificable por la simple presencia del interesado en el territorio de la República: no sólo persigue la satisfacción de las necesidades particulares sino también de las exigenciasimpuestas por la pública seguridad.
15.-Aun cuando dirigidas a la solución del problema relativo a la escogencia de la ley aplicable,las palabras del doctor JUAN MARIA ROUVIERtambién pueden entenderse como un reconocimiento de las ventajas del fuero del domicilio. En efecto, sobre el particular declara:
"Una vez más reafirmamos nuestro criterio de partídarismo por el sistema del domicilio, pues da mayorseguridad jurídica a las personas, basta sólo pensar lasituación de una persona sometida al régimen de lanacionalidad, que caiga en estado de locura en unpaís, que no es el suyo, grandes dificultades se lepresentan a la persona en este caso, por ello casisiempre, los países que siguen ese sistema, autorizana sus Agentes diplomáticos y consulares para ejerceracciones favorables a sus nacionales, que se encuentren en tal situación" (35).
16.-En fecha diecisiete de abril de 1975 fueremitido por el Ministro de Justicia al Congresode la República un "Proyecto de Código de Procedimiento Ciuil" J preparado por los doctores JOSEANDRES FUENMAYOR, LEOPOLDO MAR·QUEZ AÑEZ, LUIS MAURI C. y ARISTIDESRENGEL ROMBERG; y en su "Exposicián deMotivos)) se lee:
"En la Sección 4~ se ha adoptado una nueva denominación: "De la Competencia Procesal Internacio-
(35) ROUVIER, Op. cit., Tomo n. pág. 265.
na!", que se refleja más exactamente el objeto de lasdisposiciones en ella contenidas y se han introducidoalgunas reglas nuevas no contempladas en el Códigovigente, tomándolas del Proyecto de Ley de Normasde Derecho Internacional Privado, preparado por elMinisterio de Justicia en el año 1965, el cual no hasido sometido a la consideración de las Cámaras Legislativas" (36).
La afirmación anterior no es cierta en su totalidad, por cuanto en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil no fueron reproducidos varios artículos, también incluidos bajo un rubro titulado"De la competencia procesal internacional" en el"Proyecto de Ley de Normas de Derecho internacional privado"; en particular, los preceptos números 45, 46 y 51 referentes' a la materia objetode las presentes consideraciones.
Ahora bien, no se conocen los motivos de la supresión y parece razonable se hubieran hecho delconocimiento público, por cuanto los preceptossuprimidos pretenden resolver importantes problemas prácticos sin solución expresa en el Proyecto.En efecto, las reglas sobre la prorrogatio [ori constituían pautas tendientes a evitar equívocos e incertidumbres; y las normas de competencia internaratione loei perseguían evitar el fracaso prácticode ciertos criterios de competencia en la esfera internacional admitidos en el propio Proyecto de Código de Procedimiento Civil: cuando el fuero deriva sólo de la aplicación de nuestra ley al fondodel litigio, como ocurre respecto de los venezolanosen materias de estado y capacidad, el Proyecto nodetermina el Tribunal concreto llamado a decidirel asunto, si la parte demandada carece de domici-
(36) "Exposición de Motivos del Código de ProcedimientoCivil con su Texto", Caracas. 1976. pág. 9.
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lío o residencia en Venezuela y tampoco se encuentra presente en el territorio de la República.
17.-La neta desvinculación entre los problemasde competencia judicial y legislativa, aceptada sintropiezos en la época contemporánea, permite toomar en cuenta el contenido de leyes extranjerastanto para la declaratoria de la incapacidad comopara el establecimiento del respectivo sistema deprotección; aún cuando se trata de una posibilidadrestringida al marco del Derecho Privado, o sea,cuando la protección se realiza a través de la familia o por intermedio de algunos particulares que lasuplen, y la ingerencia de los agentes públicos-administrativos o judiciales- se limita a prevenir o a sancionar los excesos.
En semejantes hipótesis resulta imprescindibledelimitar con toda nitidez las esferas de vigenciade la lex fori y de la ley aplicable al estado y capacidad de personas; pero fácilmente se comprendeque la respuesta no es la misma en todas partes:frente a los criterios extremos, referidos en formaexclusiva y excluyente a la lex personae o a la lex[ori, existen múltiples puntos de vista intermedioscon el propósito de combinar adecuadamente elfuncionamiento de ambas legislaciones.
La competencia absoluta de la lex [ori trae consigo la ventaja de hacer coincidir la jurisdicción yel derecho aplicable, facilitando así la tarea de losfuncionarios locales. Sin embargo, indiscutidasexigencias de justicia y de equidad han impuestoel reconocimiento de un margen de aplicación, engrado variable según los autores, a la ley regula.dora del estado y capacidad de las personas.
lB.-De todas maneras, semejante tendencia sevé precisada a reconocer la ingerencia creciente dela lex [ori en las más diversas áreas jurídicas: deacuerdo con la opinión unánime le corresponderegir todos los aspectos procesales propiamentedichos de la interdicción o inhabilitación; y ninguna duda razonable puede plantearse acerca de sucontrol respecto a la forma de presentar la demanda y al trámite necesario hasta llegar a la correspondiente decisión. Más todavía: existe una poderosa corriente orientada a someter también a lalex fori las medidas de publicidad anexas a la declaratoria de incapacidad y subsiguiente establecimiento del imprescindible mecanismo de protección, o a la eventual rehabilitación del incapaz; ysi algunas de ellas deben cumplirse en el extranjero, (por ejemplo, anotaciones al margen de la partida de nacimiento), resultaría imprescindible acudir a la asistencia judicial internacional.
19.-La competencia de la lex [ori ha sido extendida en algunos países a la organización mismadel sistema de protección, con el argumento de queconstituye una materia de carácter estrictamenteprocesal. Por tanto, le correspondería decidir si laincapacitación debe ser legal o judicial; la forma dela protección (representación, autorización, asistencia); los funcionarios autorizados para declarar laincapacidad (administrativos, judiciales); y la sanción de los actos realizados por el incapaz (nulidado anulabilidad), con el señalamiento de las personas hábiles para impugnarlos y de los plazos dentrode los cuales debe proponerse la acción respectiva.
La amplitud del criterio anterior ha sido objetode crítica por importantes sectores doctrinarios,quienes destacan la conveniencia de someter a una
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misma ley tanto la declaratoria de incapacidad comola organización del correspondiente sistema de protección; y dentro de esta directriz se insiste en losestrechos vínculos existentes entre ambos por tratarse de dos aspectos de un mismo problema, yaque los mecanismos de protección tienden fundamentalmente a determinar la manera de ejercer losderechos prohibidos al incapaz. Por tanto, se tratade facetas complementarias la una con la otra: lapropia existencia del mecanismo de protección y suslímites reflejan el grado de incapacidad impuestopor la ley aplicable al estatuto personal; y la disociación legislativa de ambos planos puede conducir, en muchos casos, a soluciones contradictorias, por no decir a imposibilidades técnicas.
Constituye lógica consecuencia de los argumentos anteriores declarar aplicable la lex status a losdiversos aspectos del mecanismo necesario de protección, y a la organización de la tutela o curatela,es decir: los funcionarios competentes para efectuarlos nombramientos; las causas de indignidad, deexcusa, de destitución y las dispensas; las facultades correspondientes al tutor, curador y otros órganos del sistema de protección; las formalidadesy requisitos a cumplirse en el desempeño de susfunciones; la responsabilidad que les correspondey las garantías de su gestión.
Sin embargo, la competencia así reconocida a unaley extranjera se enfrenta con insuperables obstáculos procesales cuando impone determinadas tareasa los funcionarios, imposibles de encuadrar aúndentro de una amplia concepción de sus facultadessegún les han sido atribuidas por la lex [ori: ejemplo de semejante hipótesis -al decir de HENRI
BATIFFOL- sería la designación hecha por alguna ley extranjera del Juez como tutor del incapaz(37).
Aun cuando la dificultad anterior podría superarse gracias a un mecanismo de protección organizado por vía diplomática o consular conforme ala ley de la nacionalidad, se trata de un remediocuyo funcionamiento presupone alguna clase deconvenio o al menos el acuerdo del Estado receptor;y como la urgencia de atender a la protección delincapaz puede ser apremiante, ha sido necesarioaceptar la competencia provisoria de los funcionarios locales y permitirles aplicar su propia ley con elpropósito de obtener los fines indispensables: asíocurrirá inexorablemente si la ley extranjera nocontempla declaratoria de incapacidad alguna y elsupuesto de hecho requiere especial protecciónconforme a los principios básicos y fundamentalesde la lex fori (38).
20.-En algunas oportunidades se ha llegado aextender la competencia de la lex fori a la regulación de los efectos de la declaratoria de incapacidadsobre la persona objeto de protección: es una actitud explicable lógicamente cuando también se leatribuye el control de los presupuestos de su precedencia, por cuanto no pueden discutirse los vínculos existentes entre las causas y las consecuenciasde la incapacidad; sin olvidar, por supuesto, elconsiguiente aligeramiento de la tarea de los funcionarios locales y otros alegatos de orden práctico,fundados en las exigencias del comercio, que robustecen el reconocido predominio a la lex [ori.
(37) BATIFFOL, Op. cit.• Tomo Il, nr. 499, pág. 121.(38) BATIFFOL, Op. cit., Tomo Il, nr. 500, págs. 122-123.
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De acuerdo con semejante punto de vista, le correspondería decidir si el incapaz puede realizar algunosactos por sí mismo, o si se encuentra afectado poruna incapacidad absoluta; resolver sobre la validezde los actos lúcidos del entredicho; indicar lassanciones a la infracción de las prohibiciones, enespecial la nulidad (absoluta o relativa) de los actosrealizados anteriormente o en fecha posterior a ladeclaratoria; y disponer cuáles son las causas derehabilitación del incapaz.
Resultado similar puede alcanzarse a través dela competencia acumulativa de la lex personae yde la lex [ori: ejemplo característico de semejanteactitud, a comienzos de siglo, se encuentra en elTratado de La Haya del diecisiete de julio de 190.5sobre interdicción y otras medidas análogas, que ensu artículo séptimo ordena tomar en cuenta lospreceptos de la ley de la nacionalidad y de la leyde la residencia, coincidente con la ley fori, paradeterminar las causas de la interdicción y las personas autorizadas por proponer el respectivo procedimiento.
21.-La competencia exclusiva de la lex [or!resulta evidente, por otra parte, cuando la protección de los incapaces no se realiza a través de personas particulares sino de ciertos servicios públicos, mediante medidas de carácter administrativoaplicables a todos los habitantes del territorio, sintomar en cuenta su domicilio o nacionalidad: setrata de un aspecto de especial importancia en losúltimos tiempos, debido al notable incremento delos esfuerzos del Estado para organizar la iniciativa de los particulares dentro de sus propios conceptos- del bienestar general; y ha dejado profunda
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huella en los científicos del Derecho contemporáneo gracias a la actitud de la Corte Internacionalde Justicia, en el campo de protección de los menores, al decidir el veintiocho de noviembre de1958 el reclamo propuesto por Holanda con motivodel acontecer de la menor MARIA ELISABETHBOLL: hija de súbdito holandés y de mujer suecafue -sometida al régimen de "educación protectora" (((skyddsuppfostran JJ
) en el país de su residencia, en los términos previstos por la ley sueca delseis de junio de 1924, a pesar de la competenciaatribuida en materia de tutela de menores a la leyde la nacionalidad del padre por el Convenio deLa Haya del doce de junio de 1902 sobre tutelade menores, ratificado tanto por Suecia como porHolanda (39).
22.-La correcta delimitación de fronteras entrela ley personal y la lex fori no resuelve todos losproblemas: la inevitable incidencia del régimen deprotección sobre el patrimonio del incapaz hacetambién necesario deslindar su esfera de eficaciafrente a la lex situs; y al respecto son particularmente expresivas las palabras del doctor WERNERGOLDSCHMIDT:
"Como siempre cuando estamos en presencia de unpatrimonio -el del menor, del mayor incapacitado,del ausente- se enfrentan las dos doctrinas fratricidas: la de la unidad que respeta el patrimonio comotal, y la del fraccionamiento que 10 deshace. La primera somete el patrimonio como una unidad a unasola ley; la segunda supedita cada bien patrimoniala su propia ley.T,a teoría del fraccionamiento constituye una conexión de destrozo que, en lugar de defen-
(39) El texto de la sentencia puede verse en la "Revuede Droit International Privé", Año 1958, págs. 713729.
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der las relaciones privadas entre personas contra ladivisión política de la tierra en países soberanos, capitula ante esta división, permitiendo que ella destroce el comercio privado. La justicia beneficia la teoría de la unidad. Por lo demás, la ley que debe gobernar sobre el patrimonio, es el Derecho domiciliariodel menor" (40).
La primacía de la lex sitas constituye denominador común en los sistemas de raigambre anglosajona; y la inconveniencia derivada de la inevitable multiplicidad de regímenes de protección cuando los bienes se encuentran en lugares distintospretende superarse, al menos en ciertos aspectos,mediante el sometimiento de los muebles a la leydel domicilio, como ocurre en materia sucesoral,Por el contrario, y aún cuando la lex reí sitae puedefacilitar una administración más rápida de los bienes, en los países del Continente europeo se tiendea establecer un régimen único dependiente de laley personal del incapaz, bajo la fórmula de la nacionalidad o en la versión del domicilio; y sin desconocer, por supuesto, los legítimos intereses de laley del lugar de la situación para controlar el régimen de los derechos reales sobre los bienes delincapaz (41).
2.3 .-La necesidad de efectuar el correcto deslinde entre las diversas esferas de vigencia de laley personal, de la lex reí sitae y de la lex [ori sehizo sentir en las diversas etapas previas a la aprobación del Código Bustamante en la Sexta Confe-
(40) GOLDSCHMIDT, Op. cit., nr. 215, págs. 209-210: laúltima añrmacíón contenida en el párrafo transcritose explica por la competencia reconocida a la le"domicilii en los países del Sur del Hemisferio Americano para regir el estado y capacidad de las personas.
(41) BATIFFOL, Op. cit., Tomo n. nr. 498, págs. 118-119.
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rencia Internacional Americana; y en última instancia fue consagrado un sistema ecléctico tendientes satisfacer los requerimientos de las más extremas posiciones.
Sin embargo, puede afirmarse el predominio dela ley personal del menor o incapacitado, declaradaaplicable, en primer término, para regular el objeto de la tutela o curatela, su organización y susespecies (artículo 84); la institución del protutor(artículo 85); las incapacidades especiales y la organización, funcionamiento, derechos y deberes delConsejo de Familia (artículo 95).
El Código Bustamante también asignó competencia a la lex personae respecto al afianzamientode la tutela o curatela, aun cuando dispuso se atendiera además a la lex situs, "si la fianza fuere hipotecaria o pignoraticia" (artículo 87); y de igualmanera la consideró aplicable tanto para suministrar las reglas sobre el ejercicio de la tutela o curatela (artículo 87) como para regir "las obligacionesrelativas a las cuentas, salvo las responsabilidadesde orden penal, que son territoriales" (artículo89) (42).
La declaratoria de prodigalidad y sus efectosfueron sometidos por el Código Bustamante a lalex personae del incapaz, pero tuvo en cuenta ladiversidad legislativa existente en el Hemisferioamericano al disponer, en su artículo 99, que "nose aplicará la ley del domicilio a la declaración deprodigalidad de las personas cuyo derecho personal
(42) Las reglas consagradas en los artículos 87 y 88 delCódigo Bustamante se mencionan en párrafo apartepor haber sido objeto de reserva expresa por el legislador venezolano.
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desconozca esta Institución" (4.3); y sobre el particular advierte BUSTAMANTE y SIRVEN:
lC ••• se somete, en los países donde existe, a la leypersonal, de la nacionalidad o del domicilio. Los dossistemas no envuelven dificultad alguna de fondocuando se trata de la declaración de prodigalidad deun extranjero domiciliado, y la legislación local y lade origen conocen y regulan la institución. Se presenta en cambio un serio problema cuando la legislación nacional ignora ese régimen y la del domiciliolo establece, o viceversa. Nos estamos refiriendo a ladeclaratoria misma de prodigalidad, aparte de sus efectos extraterritoriales" (44).
La posible diversidad de las leyes personales delprotector y del incapaz fue tomada en cuenta porel Código Bustamante en algunos aspectos: dispusosu aplicación acumulativa en 10 referente a lasincapacidades y excusas de la tutela, curatela y protutela (artículo 86); y al registro de las tutelas, auncuando esta última materia debía sujetarse, además,a los preceptos de la ley local (artículo 89).
Por otra parte, la capacidad para ser miembrodel Consejo de Familia fue sometida a la ley personal del interesado (artículo 94), pero las formasy solemnidades de sus actas y acuerdos cayeronbajo el imperio de la lex loci actus (artículo 96).
(43) Según enseña QUINTIN ALFONSIN, en el Uruguayno se reconoce la prodigalidad como causa de limitación parcial específica de la capacidad, pues, deexistir, sólo puede funcionar dentro de los límtiesprevistos para la interdicción; y, por semejante motivo concluye en la imposibilidad de efectuar declaratorias de prodigalidad en el Uruguay o de reconocerlas respectivas sentencias extranjeras cap. cit., Tomo11, nr. 616, pág. 221; Tomo 11, nr. 624, pág. 227).
(44) BUSTAMANTE, Op. cít., Tomo 11, nr, 905, pág. 10L
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La importancia de los intereses locales en juegotambién se hizo sentir "por el peligro social cuyoremedio procuran y por la necesidad humana deprotección a que responden", según informa BUSTAMANTE y SIRVEN (45): el artículo 90 previno el cumplimiento, en todo caso, de "los preceptos que obligan al Ministerio Público o a cualquier funcionario local, a solicitar la declaraciónde incapacidad de dementes y sordomudos, y losque fijan los trámites de esa declaración" (46); elartículo 91 declaró aplicables a todas las personasdentro del territorio, en su carácter de preceptos deorden público internacional, todas "las reglas queestablecen las consecuencias de la interdicción";y el artículo 93 dispuso respetar los mandatos dela ley local relativos a la obligación del tutor ocurador de alimentar al menor o incapacitado, y ala facultad de corregirlo sólo moderadamente.
24.-De acuerdo con el compromiso asumidointernacionalmente fue enviado al Congreso de laRepública el Proyecto de Ley aprobatoria del Código Bustamante; y en el oficio dirigido el treintade mayo de 1928 le hizo saber el Ministro de Relaciones Exteriores, doctor PEDRO ITRIAGO CHACIN:
..... en la materia que trata dicho Código, dos criterios fundamentales han dividido las opiniones y losmismos sistemas legislativos: el de la personalidady el de la territorialidad de la Ley. En este último seinforma nuestro sistema legislativo: en tanto que el
(45) BUSTAMANTE y SIRVEN, Op. cit., Tomo TI, nr. 900.pág. 98.
(46) La competencia reconocida a la lex fori respectodelos trámites de la declaración de incapacidad constituye una simple aplicación de un principio unánimemente admitido en materia de ordinatoria litis.
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C6digo aprobado definitivamente en La Habana seinspira en el criterio de la nacionalidad (léase: perosonalidad), De allí que no pueda ser aprobado pornosotros sino con algunas salvedades... " (47)
Acto seguido el Dr. PEDRO ITRIAGO CHACIN formuló las siguientes consideraciones adicionales:
"Por vía de contribución a vuestro estudio en elparticular, el Despacho a mi cargo se permite haceral Congreso las siguientes apreciaciones: ...Mientrasuna reforma del Código Civil no sea llevada aefecto, los bienes situados en Venezuela, ya seanmuebles o inmuebles, están sometidos de maneraabsoluta a nuestra Ley. No es posible admitir respecto de ellos el dominio de una Ley extranjera, y seimponen por ello las debidas reservas en materia deservidumbres, de sucesiones y de ejecución de sentencias. Igualmente, y como el Derecho de Familiase reputa entre nosotros y por la generalidad de ladoctrina como de régimen social y por consiguientede orden público, no susceptible de derogación, elimperio de nuestra Ley en lo tocante a las relacionesfamiliares y al régimen de los bienes tiene que sermantenido; pudiendo apenas limitarse la aplicaciónde una ley extranjera a la sola determinación delestado y de la capacidad de las personas. De allí lasnecesarias reservas" (48),
Criterio similar reiteró poco tiempo después eldoctor PEDRO ITRIAGO CHACIN, cuando todavía se encontraba en estudio la Ley Aprobatoriadel Código Bustamante en el Congreso de la República; y en forma categórica sostuvo:
..... cada vez que en tales cuestiones se encuentrenen presencia la ley personal y la del territorio, éstaprevalecerá cuando se establezca su carácter de orden
(47) "El Libro Amarillo", "Documentos, Cuba", Año 1920,pág, 90,
(48) "El Libro Amarillo". "Documentos. Cuba", Año 1920.págs, 90-91.
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público... Acudiremos a la legislación donde la controversia se suscite y haya de decidirse para resolverconforme a ella, cuáles de sus disposiciones, por suletra o por su espíritu y a la luz de los principios generales del derecho, son consideradas de orden público. Un juicio intentado por extranjeros, para reclamar, fundados en la ley personal, efectos no admitídos en el territorio, sería a la vez inad~isib1e" (49).
25.-Nada de extrañar tiene la profunda huella de los anteriores conceptos en los Informes delas diversas Comisiones de la Cámara del Senadodurante el largo proceso de incubación de la LeyAprobatoria del Código Bustamanter rendidos elseis de junio de 1928, doce de junio de 1929 yprimero de julio de 1931 (50); Y tampoco puedesorprender la sugerencia hecha por el último dedichos Informes en el sentido de reservar los arotículos 87 y 88, a cuyo efecto se limitó a afirmar:
"La tutela y la cura tela así como la obligación de rendir cuenta, son de orden público interno, predominadesde luego la ley venezolana".
De igual modo el Informe del primero de juliode 1930, en diversas oportunidades, hizo expresorecordatorio del mandato contenido en el artículodécimo del Código Civil (51), que "siguiendo rigurosamente el sistema estatutario, coloca el régimen
(49) ITRIAGO CHACIN, Pedro.-"En La Cátedra", op.cit., 288-289; "Esbozos literarios y iuridicos", op, cít.,pág. 341.
(50) PARRA ARANGUREN, Gonzalo.- "El Código Bustamante: Su vigencia en América y su posible rati
. .ficación por España", en "Libro Homenaje a LuisLoreto", Caracas, 1975, págs. 225-249.
(51) El artículo décimo del Código civil del trece de juliode 1922 disponía: "Los bienes muebles o inmueblessítuados en Venezuela, aunque estén poseídos porextranjeros, se regirán por las leyes venezolanas".En términos similares se encuentra redactado el arotículo décimo del Código civil vigente.
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de los bienes, cualquiera que sea su clase y seaquien fuere su propietario, bajo el imperio de laLey venezolana". Semejante punto de apoyo esutilizado por la Comisión Especial para justificarsu propuesta de reservar la casi totalidad de lospreceptos del Código Bustamante que permitían laaplicación de una ley extranjera sobre bienes situados en el territorio de la República (52); y el artificioso rigorismo de la argumentación la lleva a incluir también el artículo 139, no obstante reconocer competencia acumulativa a la ley personal y ala lex rei sitae respecto de "la hipoteca legal quealgunas leyes acuerdan en beneficio de ciertas personas individuales". Se trata de una conclusión insólita que pretendió justificarse con las frases siguientes:
"El sistema adoptado por Venezuela se opone; laautonomía de la voluntad, con valor cuando no traspase los límites de los intereses privados, no puedeoponerse de modo válido en sentido contrario a laley territorial" (53).
26.-Las sugerencias de la Comisión Especialde la Cámara del Senado fueron admitidas plenamente por el Congreso de la República; y la calificación de los respectivos preceptos como de ordenpúblico internacional, obligatorios a todos los ha-
(52) Posiblemente el único artículo no reservado por elCongreso venezolano que permite la aplicación deleyes extranjeras sobre bienes situados en el territorio de la República es el número 187 que, a falta decapitulaciones matrimoniales, atribuye competenciaa la ley personal común y, en su defecto a la leydel primer domicilio conyugal, para regir los efectosdel matrimonio sobre los bienes de los cónyuges.
(53) El párrafo transcrito parece pretender referirse a lahipoteca convencional, pues de lo contrario no resulta inteligible la mención hecha a la autonomía dela voluntad.
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bitantes en el territorio, condujo al fracaso de losartículos 87 y 88 declaratorios de la ley aplicablea las reglas para el ejercicio de la tutela y curatela;a su afianzamiento, y a las obligaciones relativasa las cuentas. De igual modo resultó frustrado elartículo 139 sobre la hipoteca legal dirigido a proteger los intereses del incapaz.
27.-Las reservas hechas por el Congreso de laRepública al Código Bustamante fueron encontradas satisfactorias por el doctor PEDRO ITRIAGOCHACIN, por cuanto impedían la eventual aplícación de leyes extranjeras en materias de exclusiva competencia del derecho venezolano; y al efecto hizo los siguientes comentarios de carácter general:
"En el Código se evidencia el criterio de tener pornorma el dejar a salvo, para que sean gobernadas porla ley terrtioria1 respectiva, las cuestiones de ordenpúblico. Desde luego las que, conforme a sus directrices y según su manera de expresarse, son de ordenpúblico internacional. Empero, quizás el concepto deorden público es algo no bien definido en su extensióny alcance. Sobre todo en sus aplicaciones por cadapaís experimenta el influjo, en cuanto a ese concepto, del que allí se haya adoptado como base de laorganización social, económica y política. En consecuencia, puntos que el Código permite regir por laley personal, no pueden serio, conforme al sistemasancionado por nuestra legislación, sino conforme ala ley del territorio. De donde la necesidad de estasreservas" (54).
Dentro del mismo orden de ideas e1doctor PEDRO ITRIAGO CHACIN sostuvo:
(54) ITRIAGO CHACIN, Pedro.-"Algunos Apuntes sobrelos Tratados :Y Acuerdos Internacionales vigentes enVenezuela", en "Esbozos Literarios :Y Jurldicos", op.cít., págs. 345-346.
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"Está, pues, fuera de duda que nuestra legislación haadoptado para el régimen de los bienes el sistema dela territorialidad, admitiendo únicamente la aplicaciónde la Ley extranjera en cuanto se relacione con elestado y capacidad de las personas y con la forma delos actos. Tal sistema, de una sencillez escueta y severa como un bloque, será recomendable en la prácticamientras subsistan las peculiaridades de medio étnicoen el período inicial de su desarrollo sobre la basede la inmigración, y, por consiguiente, de heterogéneos elementos" (55).
Los anteriores planteamientos permitieron aldoctor PEDRO ITRIAGO CHACIN justificar lareserva de los artículos 87 y 88 del Código Bustamante en los términos siguientes:
" ... en los referidos puntos sólo cabe la aplicaciónde la ley territorial por tratarse de reglas fundamentales en cuanto a la organización del régimen de lafamilia y del régimen de la propiedad en Venezuela"(56).
Por otra parte, el doctor PEDRO ITRIAGOCHACIN se limitó a afirmar que "hubo necesidadde reservar el artículo 139", sin mayores comentarios explicativos (57).
28.-,La actitud asumida por el Congreso de laRepública frente al Código Bustamante, y a pesardel beneplácito de su Canciller, no responde a lasorientaciones más calificadas de la doctrina venezolana de épocas anteriores. En efecto, a título deejemplo cabe recordar los conceptos del doctorDIEGO ARREAZA ROMERO, en su tesis doctoral sobre "Los Conflictos de Leyes en el Código
(55) ITRIACO CHACIN, op. cit., págs. 360-361.(56) ITRIACO CHACIN, op. cit., pág. 347.(57) ITRIACO CHACIN, op. cit., pág. 382.
Civil Venezolano (Derecho Internacional Privado)",aparecida en 1907; parte de la clásica divisióntripartita de las Leyes para declarar incluídas enel estatuto personal, entre otras, las normas relativas a la mayoridad y a la minoridad, la emancipación, la tutela "y, en una palabra, todas las leyesque determinan las relaciones jurídicas de una persona con su familia así como las que determinansi ella es capaz y en qué medida de realizar unacto jurídico"; y a renglón seguido añade:
"De modo, pues, que la condición jurídica del extranjero, considerada en sí misma, en sus relacionescon su familia y con su patrimonio continúa regida ennuestro territorio por su ley nacional conforme 10 preceptúa la parte final del artículo 17; igualmente, lacondición jurídica del venezolano es regida en el extranjero por la ley venezolana al tenor de 10 dispuesto en el artículo 7'!. Sencillamente, esto no esmás que una simple aplicación de la doctrina de lapersonalidad" (58).
La competencia así reconocida a la lex patriaepor el doctor DIEGO ARREAZA ROMERO seextiende también a regular la capacidad para adquirir bienes muebles e inmuebles en Venezuela,no obstante el categórico mandato del artículo décimo del Código civil en favor de la ley venezolana;y al respecto hace los siguientes comentarios decarácter aclaratorio:
"De modo que, los bienes pertenecientes a extranjeros incapaces no son regidos por la ley venezolanacuando se trate de la capacidad de sus propietarios.Por ejemplo, si varios extranjeros de diversas naciónalidades, han adquirido bienes inmuebles en Vene-
(58) ARREAZA ROMERO, Diego.- "Los Conflictos de Leyes en el Código Civil Venezolano (Derecho lnternacional Privado)", Caracas, 1907, pág. 33.
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zuela, para juzgar de la validez o de la nulidad deesos contratos, los Jueces tendrán necesariamente queatenerse a las prescripciones de la ley extranjera"(59).
De seguida el doctor DIEGO ARREAZA ROMERO hizo expreso reconocimiento de la inexorable vigencia de las leyes de orden público internacional. Sin embargo, formuló la advertencia si-.guiente:
"Pero existen otras leyes, relativas a los bienes, queel Estado no tiene ningún interés en imponer a losextranjeros porque tienen por único fin regir losderechos privados de los ciudadanos en relación consu propiedad y con el patrimonio de su familia, comopor ejemplo, los referentes al disfrute y ejercicio delos derechos sobre inmuebles derivados de las relaciones de familia; la administración de los bienes inmueen los casos de tutela y curatela de extranjeros; si elpadre extranjero debe o no tener el usufructo legal delos bienes de sus hijos y en qué extensión; si el menordebe tener o no hipoteca legal sobre los bienes desu tutor, etc. A estas leyes, creemos nosotros, no hapodido contraerse el artículo 8'! (60). Ciertamente queen ellas habrá casos en que esté interesado el ordenpúblico, aplicándose entonces la ley territorial; masfuera de esta excepción, los extranjeros pueden invocar en Venezuela sus leyes respectivas, porque lasleyes de esta naturaleza como dice el mismo Fiare,sólo se proponen determinar los derechos de los indioviduos uti singuli en relación con la propiedad y lafamilia" (61).
Por tanto, el doctor DIEGO ARREAZA ROMERO no se dejó llevar por los excesos de un tras-
(59) ARREAZA ROMERO, oo. cit., pág. 35.(60) La referencia es al artículo octavo del Código Civil
del nueve de abril de 1904, vigente en la época, quedisponía: "Los bienes muebles e inmuebles situadosen Venezuela, aunque estén poseídos por extranjeros,se regirán por las leyes venezolanas".
(61) ARREAZA ROMERO, op. cit., pág. 36.
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nochado territorialismo al efectuar el correcto deslinde entre las esferas de competencia de la leyde la nacionalidad, la lex rei sitae y la lex fori enlos diversos problemas planteados por el estado ycapacidad de las personas.
29.-La competencia de principio de la ley personal del incapaz fue también defendida respectode la tutela y curatela por el doctor ABEL SANTOS, en su "Proyecto de Tratado entre Venezuelay Colombia en materias de Derecho InternacionalPrivado") de 1911: bajo la forma de la ley de lanacionalidad "cuando se trate de menores o demujeres casadas" (artículo 20), y entendida como"la ley del domicilio en que se encuentre el incapaz", respecto de la inhabilitación y de la interdicción "a consecuencia de enfermedad o defectomental" (artículo 25).
De acuerdo con el doctor ABEL SANTOS le correspondía además decidir acerca de las relacionespersonales de los tutores y curadores con el incapaz (artículos 21 y 27), y sobre la terminación dela tutela y curatela (artículos 24 y 28).
Por otra parte, en el "Proyecto" del doctorABEL SANTOS, "las facultades de los tutores ycuradores respecto de los bienes de sus pupilos",quedaron sujetas a la lex rei sitae (artículos 22 y27); y la ley del lugar de discernimiento del cargo,en principio coincidente con la lex domicilii, debíaresolver acerca de la remuneración de los tutores ycuradores (artículos 23 y 28).
Dentro de la misma directriz, el doctor FRANCISCO GERARDO y ANEZ sostuvo la competencia de la ley de la nacionalidad del menor, en
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virtud del expreso mandato del Código Civil; yagregó:
"En general, el principio se admite, casi sin discusión,para determinar: 1'! Causas de apertura y extinción dela tutela. 29 Lugar de apertura de la tutela. 3'! Modode 'designación del tutor. 4'! Poderes del tutor, salvorespecto de la persona como de los bienes muebleso inmuebles del menor, aún situados en el extranjero" (62).
Conceptos similares fueron defendidos por eldoctor PEDRO MANUEL ARCAYA en su ((Proyecto de Ley de Aplicación del Derecho Internacional Privado") aparecido entre 1912 y 1914; Y sobreel particular dispuso:
"Artículo 39. Ningún extranjero podrá ser sometidoen Venezuela a tutela ni curatela sino por los motivosque determine su ley nacional... Artículo 43. Los derechos y deberes derivados de la tutela o curatela asícomo la extensión de la incapacidad que afecta almenor, al entredicho y al inhabilitado, se rigen porla ley nacional de éstos".
30.-La actitud asumida por el Congreso de laRepública al ratificar el Código Bustamante fueobjeto de severas críticas por parte del doctor LORENZO HERRERA MENDOZA; y al destacar suirritante territorialismo sostuvo que las reservasse habían extendido a cubrir materias "que, sinvacilaciones, han sido siempre consideradas comoejemplos típicos de 10 incluido en el estatuto per-
(62) YANEZ, op. cit., pág. 102. Por otra parte, señala la.existencia de algunos puntos discutibles, dentro delos cuales planteó en primer término: "¿Puede unextranjero ser tutor en Venezuela?"; y al efecto selimitó a responder: "La primera cuestión es de condición de los extranjeros y la duda surge porquealgunos sostienen que la tutela. es un cargo público"(op. cit., pág. 102).
sonal, como las relaciones.... entre tutores y pupilos, etc. (excepto cuando la respectiva ley extranjera resulte inconciliable con algún precepto de riguroso orden público, consignado en la ley territorial".
De igual modo dijo el doctor LORENZO HERRERA MENDOZA:
"Y donde se muestra más de bulto el tenazterritotialismo con que se hicieron las dichas "reservas", esen lo concerniente al artículo 139, sobre la hipotecalegal, y rechazado por Venezuela no obstante que enél se le rinde cumplido miramiento y respeto a la leydel país donde esté situado el inmueble y exigiéndose,además, que el derecho a establecer la hipoteca figuretambién en la ley personal respectiva. El referido arotículo tuvo el buen cuidado de requerir, para la exigibilidad de la hipoteca que algunas legislaciones acuerdan en beneficio de ciertas personas individuales(como la venezolana, a favor del menor y del entredicho), "que la ley personal concuerde con la ley dellugar en que se encuentren situados los bienes afectados por ella". También en este punto, la Cancilleríay el Congreso excedieron el conocido terrítorialísmode Dominici, porque éste, cuando se refiere a losconflictos de Leyes sobre las referidas hipotecas, asienta: "Necesitan que estén de acuerdo la ley del estatuto personal del menor o incapaz y la ley del lugarde los bienes, que admite en tales casos aquél gravamen en resguardo de las personas referidas" (Tomo1, página 40)".
y para concluir el doctor LORENZO HERRE·RA MENDOZA expresó los siguientes conceptos:
"Qué más ha podido pretenderse? ¿Se ha creídoque, también en ese caso, nuestro orden público y lasoberanía nacional, exijen malgré tout, que haya hipoteca oponible a terceros sobre bienes aquí situados,para garantizar obligaciones resultantes de nexos fa-
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miliares, aun entre extranjeros que ni tan sólo conozcan a Venezuela y cuyas leyes personales no les dental hipoteca? ¿Dónde puede hallarse el interés o utilidad de nuestra soberanía en que se graven nuestrosinmuebles y se perjudiquen los demás acreedores quepueden ser venezolanos? ¿Cuál pudo ser la finalidadinexplicable de semejante imposición del territorialismo? Contestamos estas preguntas con una célebrefrase de Bolívar, el Libertador, quien, con su estiloincomparable, claro y rápido díjole al Vicepresidentede la Gran Colombia, en carta fechada en 1826: "Lasoberanía no es ilimitada: la justicia es su base, y lautilidad perfecta le pone término" (63).
31.-Crítica similar ha sido reiterada por eldoctor DANIEL GUERRA IÑIGUEZ cuando serefiere a las reservas del Código Bustamante y enbreves palabras afirma:
"Muchas de esas cuestiones podían ser regidas por elestatuto personal sin que se quebrantasen las instituciones, tales como 16 referente a... la tutela en cuantoa las causas de apertura y extinción..." (64).
32.-Por su parte, el doctor JUAN MARIAROUVIER examina el asunto de manera más extensa con motivo de la ley aplicable al régimen dela tutela, a cuyo efecto analiza por separado suorganización y su funcionamiento.
Respecto de la organización de la tutela el doctor JUAN MARIA ROUVIER hace los siguientescomentarios:
(63) HERRERA MENDOZA, Lorenzo.- "La Escuela Estatutaria en Venezuela y su Evolución hacia la territorialidad", en "Estudios sobre Derecho InternacionalPrivado y Temas Conexos", Caracas, 1960, págs. 220221.
(64) GUERRA IÑIGUEZ, r>aniel.- "Derecho InternacionalPrivado", Tomo 1, Caracas, 1967, nr. 42, págs. 112-113.
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"La Ley personal determina si la tutela a organizares la legal, dativa o testamentaria. De la misma manera fija la oportunidad en la cual debe comenzar, suduración y terminación. A la misma ley quedan sometidas las obligaciones del tutor, en cuanto a larendición de cuentas y las garantías que debe prestar. En la mayoría de las legislaciones se estableceuna hipoteca legal a favor del menor sohre los bienesdel tutor. El ejercicio de las acciones derivadas deesta hipoteca presenta interés, en el orden internacional y podemos decir que se regula de la siguientemanera: 19 Si la hipoteca se establece en la ley perosonal y en la del lugar en donde se quiere ejercer,no hay ninguna dificultad. 29 Si existe en la ley perosonal, pero no en el lugar en donde se quiere ejercer,se aplicará la ley local si la prohibición está fundadaen razones de orden público. 39. Si no existe en laley personal, pero sí en la de1lugar no se aplica ésta,porque la ley de la institución no establece esa garantía. Están sometidas igualmente a la ley de la tutela, 10 relativo a las personas que pueden ser tutores,las causas de excusación y la destitución. Algunosautores considerando que 10 relativo a la destituciónes muy grave y afecta a la persona del tutor, creenque debe aplicarse la ley personal. Esta doctrina tropieza con el inconveniente de que la destitución deltutor es algo que toca la esfera del orden público internacional y en consecuencia se aplicarán las leyes delpaís que la organiza y en donde se ejerce" (65).
Al examinar el funcionamiento de la tutela, elel doctor JUAN MARIA ROUVIER expresa:
"En cuanto al funcionamiento es preciso distinguir10 relativo a las facultades del tutor sobre la personadel pupilo y las que se refieren a los bienes. En elprimer caso es necesario diferenciar entre aquellasque se refieren a los alimentos y educación, que están(léase sometidas) a la ley que rige la tutela; las correctivas, por el contrario, están sometidas a la ley
(65) ROUVIER, Op. cit., Tomo 1I, págs. 258-259.
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del lugar en donde se vayan a ejercer por ser territoriales. En relación a los bienes se impone la distinciónde las cuestiones patrimoniales que se refieren a losderechos reales, las cuales estarán sometidas a la leydel lugar de situación de los bienes; y las que son relaciones de carácter personal que están sometidas a laley de la institución. Ejemplo: Si en la ley de la tutelase permite la enajenación de bienes del pupilo, elejercicio de esta facultad debe permitirse en todaspartes en donde se quiera ejercer, por estar sometidaa la ley de la tutela; pero el establecimiento de losderechos sobre esos bienes quedará sometido a la leydel lugar de situación. Como regla general se afirmaque la forma de administrar bienes del pupilo sesomete a las leyes de la tutela, con las limitacionesestablecidas en los países en donde se encuentren losbienes" (66).
3J.-Los posibles problemas conexos a la interdicción o inhabilitación de las personas no quedanresueltos con el debido examen de la competenciajudicial y la correcta determinación de la ley aplicable: en la vida diaria será necesario decidir también acerca del reconocimiento de los actos de autoridades extranjeras. Sin embargo, en este sectorespecífico no deben presentarse problemas particulares, por cuanto se trata de asuntos de mero interés privado; y de acuerdo con sus propios criterioscada país exigirá un previo controlo permitirá laeficacia automática cuando satisfaga los requisitosprevistos en su legislación para el' reconocimiento de los actos extranjeros en general. Noobstante, cabría recordarse la excepcional actitudasumida a este respecto por el Reino Unido: auncuando subordina la existencia del estado civil alos preceptos de la lex domicilii, sus eventualesconsecuencias en Inglaterra quedan sujetas a ladiscredonalidad de los Jueces, y de esta manera se
(66) ROUVIER, Op. cit., Tomo Il, págs. 259-260.
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ha llegado en algunos casos -según BERNARDDUTOIT- a discutir la existencia misma del estado civil extranjero (67).
34.-En preceptos no reservados por Venezuelael Código Bustamante persigue atribuir la mayoreficacia posible a los pronunciamientos referentesa la incapacitación de las personas: su artículo 92dispone que "la declaratoria de incapacidad y lainterdicción civil surten efectos extraterritoriales";y el artículo 100 ordena que "la declaración de prodigalidad, hecha en uno de los Estados contratantes,tiene eficacia extraterritorial respecto de los demás,en cuanto el derecho local lo permita".
Sin embargo, se trata de simples declaratoriasde principios desde el punto de vista de nuestropaís, habida cuenta de su total reserva de las normas relativas a la ejecución de las sentencias dictadas por Tribunales extranjeros en materia civil(arts. 423 a 433) y a los actos de jurisdicción voluntaria (arts. 434 y 435). Por tanto, el examende la materia nos impone acudir a los principiosimperantes sobre reconocimiento y ejecución deactos de autoridades extranjeras, según aparecenconsagrados en el Convenio suscrito en Caracas eldieciocho de junio de 1911 y, en su defecto, porlas reglas pertinentes del Código de ProcedimientoCivil.
35.-El Convenio Boliviano de 1911 vincula aVenezuela con Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia,y tiene preferente aplicación por mandato del
(67) DUTOIT, arto cit., pág. 496. DICEY-MORRIS, "TheConflict of Laws", Londres, 1973, Regla 31, págs. 227231; GRAVESON, Ronald H. "Conflict of laws-Private International Law". Londres. 1974, págs. 237-238.
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artículo 8 del Código de Procedimiento Civil: lascondiciones de fondo para la eficacia de los actosde autoridades extranjeras establecidas en su artículo quinto coinciden, salvo detalles intrascendentes,con las exigencias impuestas por el artículo 748del mismo Código; y la diferencia básica del régimen convencional se manifiesta en la posibilidadde producción automática de los efectos de cosajuzgada sin juicio previo de exequatur (68).
En efecto, fuera del ámbito de vigencia del Tratado Boliviano, las declaraciones extranjeras de interdicción o inhabilitación, habida cuenta de sucarácter contencioso, presuponen en Venezuela unjuncio previo de exequátur, a ventilarse ante laCorte Suprema de Justicia en Sala Político-Administrativa (69); Y sobre el particular resulta inoperante la eventual calificación del pronunciamientoen su país de origen. Al respecto son expresivas laspalabras del doctor ARMINIO BORJAS cuandosostiene:
"Si como ocurre, par ejemplo, en algunos países, lainterdicción y la inhabilitación fueren pronunciadasmediante un procedimiento de jurisdicción graciosa,sin citación de los interesados y sin la garantía deljuicio formal que se requiere entre nosotros, la autorización para ejecutar en Venezuela semejantes provi-
(68) PARRA ARANGUREN, Gonzalo.-"El Acuerdo Boliviano sobre Eiecucion de· Actos Extranjeros (]911)a la luz de la Jurisprudencia Venezolana", en "Revista de la Facultad de Derecho de la UniversidadCatólica Andrés Bello", Caracas, Año 1975-1976, nr22, págs. 9-132.
(69) Artículo 746 del Código de Procedimiento Civil vigente en concordancia con los artículos 42 y 43 dela Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia deltreinta de julio de 1976.
dencias no podrían ser acordadas sino por el SupremoTribunal de los Estados" (70).
Por el contrario, si se trata de simples providencias de jurisdicción no contenciosa de acuerdo conel criterio del Legislador venezolano, es innecesario el juicio previo de exequatur y el correspondiente pase será decretado por el Tribunal o Corte Superior del lugar donde se hayan de hacer valer, según 10 previene el artículo 754 del Código de Procedimiento Civil: así ocurriría con el pronunciamiento de rehabilitación del entredicho que, conforme a nuestros conceptos, constituye el resultado de un proceso no contencioso (71); y de nuevopueden recordarse las categóricas palabras del doctor ARMINIO BORJAS cuando afirma:
" ... ello explica los términos empleados en el artículo que comentamos, pues al referirse el Legislador alpase de los actos o sentencias de jurisdicción graciosa,no ha podido tener en mientes sino las sentencias que,aunque resolviendo un asunto contencioso en el paísen que se las pronunció, son equivalentes a los simplesdecretos con que se resuelve entre nosotros todamateria de jurisdicción voluntaria" (72).
36.-Fácilmente se comprenden las dificultadesinherentes al reconocimiento de una decisión extranjera si ha sido dictada in audita parte. En semejante hipótesis no resulta fácil satisfacer el pará-
(70) BORJAS, Anninio.- "Comentarios al Código deProcedimiento Civil Venezolano", Tomo VI, Bueno.Aires, 1947, nr. 723 III, pág. 238.
(71) BORJAS, op, cit., Tomo V, Buenos Aires, 1947, nr, 557Il, pág. 198; PINEDA LEON, Pedro.- "LeccionesElementales de Derecho Procesal Civil", Tomos III .,IV, Mérída, 1964, pág. 221; BRICE, Angel Francisco."Lecciones de Procedimiento Civil", Tomo IV, Caracas, 1969, pág. 49.
(72) BORJAS, op. cit., Tomo VI, 723 III, pág. 238.
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grafo tercero del artículo 748 del Código de Procedimiento Civil, donde el Legislador venezolanoestablece como requisito de procedencia del exequatur:
"que la sentencia se haya pronunciado habiéndosecitado a las partes, conforme a las disposiciones legales de la Nación donde se haya seguido el juicio, y delpaís donde se haya efectuado la citación, con tiempobastante para poder ocurrir el demandado a sudefensa".
Por 10 demás, queda abierta la interroganteacerca de la respuesta sobre la competencia internacional del funcionario extranjero, cuando el incapaz se encontraba residenciado efectivamente ensu territorio a pesar de tener domicilio legal enVenezuela: no parecería razonable rechazar por esaúnica circunstancia la eficacia de la decisión extranjera, si cumple con los demás requisitos impuestos por nuestro Legislador, con base en unpresunto arrebato de la competencia internacionalcorrespondiente a los Magistrados venezolanos.
Ciertamente el orden público deberá intervenircon el objeto de controlar la ley aplicada por elTribunal extranjero cuando el supuesto de hechotenía algún vínculo previo con nuestro sistemajurídico: su actuación será particularmente importante si la declaratoria afecta a un venezolano domiciliado fuera del territorio de la República, hipótesis en la cual no puede ser promovido el asunto ante nuestros funcionarios por no existir elfuero ratione patriae en nuestra legislación vigente;y en todo caso el orden público ejercerá su benéfico influjo para impedir la eficacia de la sentenciaforánea cuando su contenido concreto contraríeprincipios básicos y fundamentales del ordenamien-
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to venezolano. Dentro de esta última perspectivadeben entenderse las muy personales afirmacionesdel doctor JUAN MARIA ROUVIER respecto ala incapacitación derivada de la prodigalidad cuando sostiene:
" ... su fundamento podemos decir que está en la copropiedad familiar, viejo principio tomado del derecho germánico... yo considero que aun cuando la interdicción (léase: inhabilitación) por prodigalidad esuna institución de carácter civil, su naturaleza eseminentemente disciplinaria, lo cual envuelve una pena. Los efectos deben ser puramente territoriales"(73).
37.-Las interdicciones impuestas por la leycomo consecuencia de una decisión de carácter penal, previstas en Venezuela como una pena accesoria a la condena a presidio (74), deben ser objeto de análisis particular desde el punto de vista delDerecho internacional privado. En efecto, auncuando sus consecuencias son puramente civiles representan una medida de seguridad complementaria de la pena principal, cuya ejecución pretendenasegurar; y la idea de proteger al condenado antela imposibilidad de administrar personalmente susbienes sólo interviene a título muy secundario: portanto, su finalidad y funcionamiento difieren esencialmente de la interdicción judicial pronunciadacon base en motivos de salud mental u otras causas inherentes a la propia persona del incapaz.
(73) ROUVIER, Op. cit., Tomo 11, págs. 265-267.
(74) El artículo vigésimo tercero del Código Penal Venszolano vigente dispone: "La interdicción civil porcausa criminal no podrá imponerse como pena principal, sino únicamente como accesoria de la de presídío". Dicho precepto se encuentra incluído en elTítulo Segundo ("De las Penas") del Libro Primero("Disposiciones Generales sobre los Delitos :Y lasFaltas, las Personas Responsables 'Y las Penas").
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Semejantes reflexiones explican los criterios autónomos en esta materia, orientados hacia el reconocimiento de la plena vigencia del principio de laterritorialidad: por tanto, la lex [ori se aplicará atoda persona dentro del territorio, con independencia de su nacionalidad o domicilio, tanto a losfines de imponer la respectiva incapacidad comode organizar el correspondiente mecanismo de protección (75).
Por otra parte, las incapacidades derivadas deuna sentencia penal extranjera dependen de su posible eficacia extraterritorial, poco admitida en laépoca presente (76). No obstante, cierto sector doc-
(75) BATIFFOL, Op, cit., Tomo II, nr. 489, págs. 110-111;DAYAN, Roger. "Interdicción Légale", en "Bépertoirede Droit lnternationat", publicado bajo la direcciónde PI:!. FRANCESKAIS, Tomo 1, París, 1968.
(76) El reconocimiento de eficacia de las sentencias penales extranjeras, dentro de límites muy precisos, seencuentra contemplado por el artículo noveno propuesto por los doctores JOSE MIGUEL TAMAYOTAMAYO y JORGE SOSA CHACIN, designados enabril de 1974 para revisar los diversos Proyectos deCódigo Penal existentes en las Cámaras Legislativas venezolanas ("Reforma del Código Penal", tomo1, Caracas, 1977, págs. 19-20). La misma actitudhabía sido sostenida por el doctor TULlO CHIOSSONE ("Manual de Derecho Penal", Caracas, 1972.págs. 49-50), Y responde a directrices prevalecientes enel ámbito internacional, según se desprende de lasResoluciones adoptadas en Munich el siete de septiembre de 1883 y el once de septiembre de 1950en Bath por el Instituto de Derecho Internacional.Por su parte, la jurisprudencia venezolana seha referido esporádicamente al asunto con motivo de la aplicación de la causal quinta del artículo 185 del Código Civil que declara como causade divorcio "la condenación· a presidio; y en seisde diciembre de 1966 la Corte Superior Primera enlo Civil y Mercantil de la Circunscripción Judicialdel Distrito Federal y del Estado Miranda hizo lossiguientes comentarios: "...cabe analizar entonces, sila decisión por los Tribunales extranjeros como enel presente caso puede tener en nuestro país la
trinario sostiene la necesidad del reconocimientocuando ha sido dictada por los funcionarios delpaís de la nacionalidad, por considerar que ellostienen, en principio, competencia exclusiva en materia de estatuto personal: sin embargo, la inexactitud del punto de partida conlleva el fracaso dela pretendida consecuencia (77).
suficiente validez legal para atribuirle todos losefectos que pueden derivarse de una similar dictadapor nuestros Tribunales. La doctrina y la jurisprudencia patria nada han establecido hasta ahora encaso precedente a éste, por lo que se hace necesariodeterminarlo por otras fuentes, en relación a losefectos de las sentencias extranjeras, que al decirde la Revista de Derecho Procesal, Editada en Italia,Año XX, nr. 2, debe analizarse dentro de tres posibilidades de eficacia juridica, a saber: a) la eficacianormativa o sea aquella que nace directamente delordenamiento de la cual emana; b) la eficacia probatoria, que no debe ser considerada como un actoimperativo sino simplemente como un medio deprueba e) la eficacia ejecutiva, o sea en cuanto alcumplimiento y ejecución de su contenido por partede las autoridades encargadas de hacerlas cumplir.En el caso de autos, la sentencia dictada por losTribunales españoles, ha sido traída al juicio comoun medio de prueba, cuya única eficacia es la quese ha pretendido atribuirle y en tal sentido la acoge esta Corte, pues de ella deriva un mero hechojurídico que es el que nuestra Legíslacíón exigecomo causal de divorcio. Y tiene que ser así, desdeluego que los otros elementos de eficacia de talessentencias se entienden cumplidos dentro de la Legislación que la impuso. En suma, es un hecho cumplido al que debe otorgársele el valor probatoriosuficiente para que la acción así íntentada derivadade aquél, pueda prosperar" C'Jurisprudencia. de losTribunales de la República", Tomo XIV, Año 1966,págs. 216-217).
(77) CAPOTORTI, Francesco.- "La capacité en Droit International privé", en "Recueii des Cours", Año 1964rr, Tomo 110, pág. 221; VlTTA, Edoardo.- "DirittoInternazionale Privato", Tomo Il, Turin, 1973, págs.33-34; BElTlZKE, Günter, en "J. von Staudingers Kommentar zum Bürgerlichen Gesetzbuch" (Comentarioal artículo 89 EGBGB>, Tomo 1, Berlín, 1970, págs.101-102>'
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38.-La doctrina venezolana ha asumido actitudes divergentes acerca del posible reconocimientode la incapacidad civil resultante de una condenapenal pronunciada en el extranjero; y a comienzosdel presente siglo se observa una corriente favorable a admitir sus posibles efectos en el territorio dela República (78).
Dentro de semejante orientación se encuentrael "Proyecto de Tratado entre Venezuela y Colombia en materias de Derecho Internacional Privado",que preparara el doctor ABEL SANTOS en 1911.En efecto, su artículo vigésimo sexto prevenía:
"La incapacidad proveniente de una sentencia dictadaen juicio criminal, por los Tribunales de cualquierade las partes contratantes, contra sus nacionales, producirá efectos en el territorio de la otra, siempre quela sentencia no sea contraria al orden público internacional o dictada a consecuencia de un delito político".
Resultan claras en el anterior precepto las huellas de la doctrina que acepta la competencia primaria de los funcionarios del país de la nacionalidad en materia de estatuto personal; y así 10 admite el propio doctor ABEL SANTOS cuando explica su punto de vista en los términos siguientes:
"La incapacidad procedente de una sentencia judicialen materia criminal, la he admitido porque a mi manera de pensar esta interdicción decretada conformea las leyes de la nacionalidad del condenado, modi-
(78) No parecen haber surgido dudas de ninguna especie entre los autores patrios acerca de la facultad delos Tribunales venezolanos de imponer la interdicción civil .como accesoria de la pena de presidio asúbditos extranjeros: por supuesto, constituye unproblema distinto el referente al posible reconocimiento por otros países de la incapacidad así decretada y del mecanismo de protección anexo.
fica el estado civil del individuo y, por consiguiente,tiene que producir sus efectos en cualquier parte queaquél se halle. Limité esta incapacidad sólo por motivos de orden público, tales como si se le condenarapor un delito no reconocido en el otro país o poruno de los calificados como delito político" (79).
Sin embargo, en el "Proyecto" del doctor ABELSANTOS queda abierta la interrogante acerca desi la eficacia se produce en forma automática oprevio el correspondiente juicio de exequatur. Enefecto, al regular esta última materia no se'mencionan las decisiones penales: el artículo 61 sólo serefiere "a las sentencias firmes en materia civil omercantil"; y el artículo 66 únicamente contemplalos actos de jurisdicción voluntaria, dentro de loscuales evidentemente no puede incluirse una sentencia penal extranjera.
Por su parte, el doctor FRANCISCO GERARDO YANEZ sostuvo:
"Es necesario distinguir según que el condenado hayasido sentenciado por un Tribunal de su país o por unajurisdicción extranjera: (a) Sentenciado por un Tribunal Nacional: En este caso el condenado sufrirá elefecto de la sentencia en cuanto a las incapacidadeso inhabilitaciones en donde quiera que vaya, salvo lareserva del orden público absoluto. Pasará así paralos extranjeros en Venezuela y para los venezolanosen el extranjero. (b) Sentenciado por un TribunalExtranjero: Mientras se encuentra en el país de lasentencia un venezolano sufrirá las incapacidades resultantes; pero vuelto al país, caerá de nuevo bajo elimperio de su ley personal. Lo mismo sucedería a unextranjero sentenciado en Venezuela" (80).
(79) SANTOS, op. cit., pág. 229.(80) YANEZ, op. cit., pág. 106.
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Fácilmente se observa también la influencia dela doctrina que faculta, en principio, de maneraexclusiva a los funcionarios del país de la nacionalidad para resolver los asuntos sobre estado y capacidad de las personas, en un todo de acuerdo conlas ideas imperantes en la época.
Sin embargo, semejante perspectiva abrirá suspuertas a nuevos derroteros y en forma prácticamente simultánea, el doctor PEDRO MANUELARCAYA, en su "Proyecto de Ley de Aplicaciónde Normas de Derecho Internacional Privado",aparecido entre 1912 y 1914, dispuso sobre lamateria:
"Artículo 13. Salvo las excepciones que se establecen,los extranjeros se regirán en la República, en cuantoa su estado y capacidad, por sus leyes nacionales,pero no se reconocerá la incapacidad resultante deuna condenación penal recaída en el extranjero sinocuando expresamente 10 decida así la ley venezolanapara determinados efectos" (81) .
(81) Así ocurriría, por ejemplo, en el caso previsto porel artículo 22 del propio Proyecto del doctor PEDROMANUEL ARCAYA, concebido en los términos siguientes: "La condenación penal recaída en paísextranjero por homicidio consumado, frustrado o intentado en la persona de un cónyuge tendrá elmismo efecto que si hubiera sido dictada en Venezuela, en cuanto a impedir el matrímonio del reocon el otro cónyuge". El precepto propuesto por eldoctor ARCAYA fue incorporado en el Código Civildel cuatro de julio de 1916 (artículo 135) y se encuentra en el vigente, bajo el número 107. En lahipótesis por él prevista no es necesarío el juicioprevio de exequátur para la eficacia de la sentenciapenal extranjera, según lo reconoció, de maneraincidente, la extinguida Corte Federal el catorce demayo de 1957, bajo la Ponencia del doctor RECTORPARRA MARQUEZ ("Gaceta Forense", SegundaEtapa, Tomo XVI, Volumen 1, pág. 89): en esa oportunidad el Supremo Tríbunal repitió los conceptosexpresados por el doctor LORENZO HERRERA MEN-
Actitud similar fue defendida por el doctor PEDRO ITRIAGO CHACIN cuando afirmó:
"Acerca de las incapacidades pronunciadas, no comomedidas de protección sino a título de pena, es también esta ley territorial la aplicable; y, recíprocamente,las incapacidades de tal índole no pueden invocarse.en país extranjero. Es uno de los efectos de la territorialidad de las leyes penales universalmente reconocido" (82).
Palabras análogas reflejan el pensamiento deldoctor JUAN MARIA ROUVIER:
"La incapacidad resultante de las sentencias penales,de condenaciones políticas o religiosas, no tienen valor extraterritorial: es una consecuencia del carácterterritorial del Derecho penal" (83).
39.-Consideraciones de orden práctico posiblemente expliquen la ausencia de pronunciamientosjudiciales venezolanos en el campo de la eficaciaextraterritorial de las decisiones extranjeras sobreinterdicción o inhabilitación: el imprescindiblejuicio de exequatur ante la Corte Suprema de Justicia presupone, cuando menos, y con gran optimismoyun año de paciente espera, en el mejor de loscasos, o sea, si no existe controversia entre las
DaZA en su artículo aparecido en 1943 bajo elrubro "Nociones Preliminares sobre Extraterritorialidad de Leyes y Sentencias". De la misma manera,el doctor FRANCISCO LOPEZ HERRERA reconoceque "tal sentencia produce, en ese sentido, los mismos efectos que la pronunciada por un Tribunalvenezolano"; y agrega que a los efectos de hacerlavaler "basta con presentar copia certificada de ella,debidamente legalizada, pero sin ningún otro trámite adicional" C'Derecho de Familia", Caracas,1970, nr. 46-A, pág. 212).
(82) ITRIAGO CHACIN, "En la Cátedra", op. cít., pág.291; "Esbozos Literarios y Juridicos", op. cít., pág. 343.
(83) ROUVIER, op, cit., Tomo Il, págs. 267-268.
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Esta Separata se terminó de imprimir' en
los Talleres de
el 12 de diciembrede 1977