Gramática del miedo

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La gramática del miedo Qué nos da miedo y cómo contarlo

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La gramática del miedoQué nos da miedo y cómo contarlo

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Escribir un texto de terror nos conducenecesariamente a reflexionar sobre elmiedo: qué nos da miedo, por qué nosda miedo y, sobre todo, quémecanismos literarios se ponen demanifiesto para producir miedo.

En esta pequeña guía vas a encontraralgunas ideas que te pueden resultarútiles a la hora de escribir un relato quedé mucho, mucho miedo…

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Los temas del miedo

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Lo familiar y lo cercano

Muchos cuentos de terror se

desarrollan en ámbitos familiares o

son protagonizados por la familia.

Precisamente, una de las causas de

este terror se produce porque el relato

se produce en lo conocido, lo familiar

y, de repente, surge un giro

sorprendente que lo sitúa en el terreno

de lo terrorífico.

Son los relatos que se sitúan en casas

“aparentemente” normales, en centros

de enseñanza (institutos,

universidades…), en gasolineras,

hoteles, hospitales, etc.

Los protagonistas son familias

normales y corrientes… o no.

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También son muchos los relatos

donde un objeto inanimado cobra

vida. Muchas veces estos objetos

funcionan como portales de

acceso a otras realidades o

producen la desgracia de quienes

los poseen.

Dentro de este tema se puede

considerar la tecnología

aterrorizante: relatos que

desarrollan el tema de que

algunos de los recursos

tecnológicos contemporáneos (el

ascensor, el teléfono móvil, los e-

mail, las películas, Internet…)

pueden cobrar vida autónoma y

rebelarse contra sus usuarios.

Lo inanimado cobra vida

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La muerte y los muertos

La muerte y los muertos son un

tema clásico en la literatura de

terror, especialmente, ante la

posibilidad de que establezcan

contacto con el mundo de los

vivos a través de espíritus o

fantasmas.

En muchas ocasiones, los

protagonistas de los cuentos de

terror se mueven en un territorio

confuso entre la vida y la

muerte.

Y no hay que olvidad, claro, a

los vampiros, los zombies y

otras criaturas que regresan de

entre los muertos…

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La violencia macabra, sobre todo

relacionada con las mutilaciones, los

despedazamientos e incluso la

antropofagia son muy frecuentes en

algunos relatos de terror.

La mutilación

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El doble materializado en el

espejo, la sombra u otras

formas de duplicación. Son los

relatos del “gemelo oculto”, de

la madre-mutante… también

se pueden incluir en este tema

los casos en los que el

protagonista se convierte en

un vampiro, un hombre-lobo o

un monstruo.

El doble

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El pensamiento “omnipotente”

El temor de que lo se piensa, se desea (o se dice o se escribe) se pueda

convertir en realidad, por terrorífico u horrible que sea. Una máxima del

relato de terror es: “Ten cuidado con lo que deseas.”

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Las repeticiones de sucesos

Algunos cuentos hablan de leyendas y tradiciones, hechos terribles que se

repiten una y otra vez. Hay muchos otros relatos que hablan del

cumplimiento de profecías…

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Los espacios del

terror

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Tradicionalmente, los espacios del terror se circunscriben a

los ambientes góticos de oscuridad y misterio: mansiones

encantadas, habitaciones malditas, cementerios, depósitos de

cadáveres, etc. Por supuesto, la noche, la luna llena, los

aullidos lastimeros, los ruidos sospechosos, etc. no pueden

faltar.

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Por supuesto, como hemos

visto antes, también se puede

ubicar el terror en espacios de

la vida cotidiana: hospitales,

escuelas, gasolineras,

carreteras, etc.

Se trata en muchas ocasiones

de reformulaciones de la

llamadas “leyendas urbanas”:

relatos de terror que

corresponden con el folklore

contemporáneo y que son

comunes a todas las

sociedades occidentales.

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Los personajes del

miedo

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Los personajes clásicos del terror:

• Muertos que vuelven del más allá para buscar a los vivos: vampiros,

fantasmas, zombies, muertos-vivientes, etc.

• Demonios, diablos, genios maléficos…

• Monstruos aterradores, frecuentemente antropófagos: devoradores

de carne humana.

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Personas cercanas y

familiares que se convierten

en seres terribles y

amenazadores.

Destacan en este grupo los

niños maléficos, que unen la

inocencia del niño con una

maldad inesperada.

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Personas que se transforman

en animales

Hombres-lobo, mujeres-

pantera, hombres-tigre…

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El tiempo

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El tiempo en un relato de

terror es muy importante.

Al manipular el tiempo, el

narrador puede también

controlar lo que el lector

sabe y lo que ignora.

No olvidemos que en un

cuento de miedo no es tan

importante lo que se nos

cuenta directamente como

lo que se alude ligeramente

o se deduce.

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El punto de

vista

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En el relato de terror el punto de

vista es fundamental, ya que

gran parte del efecto procede de

la relación que se establece entre

lo que el lector sabe y lo que

desconoce.

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El narrador protagonista, en 1º persona, tiene toda

la fuerza de un relato confesional: sabemos cómo

se siente el protagonista y nos sentimos inclinados

a identificarnos con él.

Sin embargo, este tipo de narrador tiene una

perspectiva limitada, lo que lleva a que en muchas

ocasiones no esté en condiciones de darnos toda

la información que necesitamos.

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El narrador en 3º persona (omnisciente) no se implica,

permanece fuera de la narración y se limita a contar de

manera objetiva la historia.

La utilización del narrador omnisciente, con su pátina de

objetividad, dificulta la diferenciación entre realidad y

ficción, lo que siempre es interesante en un relato de terror.