Growth Mindset

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Elogiando a nuestros estudiantes para desarrollar en ellos una mentalidad de crecimiento Como en cualquier proceso de aprendizaje, la motivación es fundamental a la hora de aprender una segunda lengua o contenidos escolares en una segunda lengua. Se nos ha dicho que el elogiar con frecuencia el trabajo y producción del estudiante refuerza su aprendizaje y moldea su actitud de forma positiva hacia lo que se está aprendiendo. A qué me refiero con elogiar? Bueno, básicamente es dar un feedback positivo. Seguramente reconocen el famoso “muy bien hecho”, “good job” o “¿ves que eres inteligente? Sin embargo la pregunta que queda hacer es que si estamos haciendo un buen uso de esta herramienta para desarrollar el potencial de nuestros estudiantes. Antes de entrar a detalle con este tema quisiera introducir un concepto clave que podría definir el éxito de nuestra tarea de querer animar a los estudiantes con el feedback que le demos. Quisiera explicar brevemente acerca de lo que es denominado una “mentalidad de crecimiento” o “growth mindset”. Este concepto fue introducido por la psicóloga Dr. Carol Dweck (Universidad de Standford) luego de una década de investigación en el tema junto a su colega Dr. Lisa Blackwell. En pocas palabras una mentalidad de crecimiento es una actitud que nos lleva a creer que la inteligencia y las habilidades son algo que pueden desarrollarse, que pueden ser entrenadas como un musculo con esfuerzo y educación. En oposición a esta mentalidad, está la predominante “mentalidad fija”. Esta, por definición es aquella que cree que la inteligencia y habilidades es algo que está grabado en nosotros como si estuviera en piedra, es decir, es algo fijo, dosificado y no tiene opción a crecer no importa cuánto nos esforcemos o estudiemos. Dice que tenemos lo que nos tocó tener y solo podemos jugar con esas cartas.

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Resumen del beneficio de dar un feedback que promueva una mentalidad de crecimiento en nuestros estudiantes

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Elogiando a nuestros estudiantes para desarrollar en ellos una mentalidad de crecimiento

Como en cualquier proceso de aprendizaje, la motivación es fundamental a la hora de aprender una segunda lengua o contenidos escolares en una segunda lengua. Se nos ha dicho que el elogiar con frecuencia el trabajo y producción del estudiante refuerza su aprendizaje y moldea su actitud de forma positiva hacia lo que se está aprendiendo. A qué me refiero con elogiar? Bueno, básicamente es dar un feedback positivo. Seguramente reconocen el famoso “muy bien hecho”, “good job” o “¿ves que eres inteligente? Sin embargo la pregunta que queda hacer es que si estamos haciendo un buen uso de esta herramienta para desarrollar el potencial de nuestros estudiantes.

Antes de entrar a detalle con este tema quisiera introducir un concepto clave que podría definir el éxito de nuestra tarea de querer animar a los estudiantes con el feedback que le demos. Quisiera explicar brevemente acerca de lo que es denominado una “mentalidad de crecimiento” o “growth mindset”. Este concepto fue introducido por la psicóloga Dr. Carol Dweck (Universidad de Standford) luego de una década de investigación en el tema junto a su colega Dr. Lisa Blackwell.

En pocas palabras una mentalidad de crecimiento es una actitud que nos lleva a creer que la inteligencia y las habilidades son algo que pueden desarrollarse, que pueden ser entrenadas como un musculo con esfuerzo y educación. En oposición a esta mentalidad, está la predominante “mentalidad fija”. Esta, por definición es aquella que cree que la inteligencia y habilidades es algo que está grabado en nosotros como si estuviera en piedra, es decir, es algo fijo, dosificado y no tiene opción a crecer no importa cuánto nos esforcemos o estudiemos. Dice que tenemos lo que nos tocó tener y solo podemos jugar con esas cartas.

La mentalidad fija nos dice que la inteligencia o habilidades son suficientes para llevarnos a donde queremos llegar, la mentalidad de crecimiento nos dice que es el esfuerzo, las estrategias de crecimiento que tomamos y la búsqueda eficaz de ayuda para resolver nuestras dudas lo que nos llevara a nuestras metas.

Una ilustración de ambas mentalidades es la historia de la tortuga y la liebre. Esta última confió su éxito a sus habilidades “innatas” solamente, subestimando a la tortuga por la poca capacidad “propia” de este animalito en cuanto a movilidad se refiere. Todos sabemos cómo acaba esta historia. La tortuga, en lugar de enfocarse en su desventaja natural, se enfocó en la meta y con esfuerzo y constancia gano a la distraída liebre.

Bien, explorando un poco más la temática, veamos el enfoque de cada una de estas mentalidades en cuanto al esfuerzo se refiere y otros aspectos. ¿Creen que esforzarse es bueno o malo? La

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mentalidad fija nos dice que el esfuerzo es un indicador de que no somos lo suficientemente inteligentes o talentosos como para hacer las cosas rápido. Es decir, Si fuese bueno en esto, ¿por qué tendría que trabajar tanto en ello? Por el otro lado, la mentalidad de crecimiento nos dice que el esfuerzo es bueno, que es el camino más seguro para llegar a nuestras metas y que podemos tener control de nuestro progreso en lugar de esperar que por golpe del destino hayamos recibido una alta dosis de inteligencia para resolver los problemas y que en caso de no ser así, ya no tenemos remedio. Esto nos lleva a decir que la mentalidad de crecimiento lleva al concepto de que el ser brillante no es algo con que se nace sino algo que se construye. Esto puede verse a lo largo de la historia en científicos como Albert Einstein, o deportistas como Michael Jordan, que pese a sus problemas iniciales pudieron conseguir lo que consiguieron gracias a la mentalidad que tuvieron. En otras palabras: los genios, los campeones no nacen, se hacen. Otro aspecto a revisar es que las personas con mentalidad fija tienden a ver la crítica o feedback negativo como algo malo y huyen de ello. Las personas de mentalidad de crecimiento toman esto como oportunidades para aprender. Es por ello que se ve que los estudiantes con mentalidad fija, para evitar tener crítica son menos arriesgados y se enfocan más en verse inteligentes que en aprender en sí, que es lo que busca la mentalidad de crecimiento.

Entender la diferencia entre estas mentalidades es fundamental para continuar con el tema que nos trajo aquí: buscar la mejor forma de dar feedback a nuestros estudiantes para desarrollar sus potencialidades. ¿Por qué es importante? Porque basaremos nuestro feedback para desarrollar la mentalidad que tiene más para dar a nuestros estudiantes. Creen que es la fija o de crecimiento? Luego de la comparación hecha estoy convencida que lo mejor para ellos es desarrollar una mentalidad de crecimiento y el feedback que le dé, la forma que elogie (praise) su trabajo influenciará en ello.

De acuerdo a la investigación hecha por la Dr. Dweck, los estudiantes que son elogiados por su inteligencia, tienden a centrarse más en verse inteligentes por lo que no se retan a sí mismos para aprender más pues tienen miedo de no poder resolver un problema y perder su imagen inteligente, temen sentirse tontos por tardar un poco más o mostrar más esfuerzo. Juegan a lo seguro para no perder la admiración que “se ganaron” por su talento o inteligencia y no ser elogiados nunca más en caso de un fracaso. Veamos la siguiente reacción de un estudiante a este tipo de elogio o feedback positivo enfocado en las habilidades:

Profesor: ¡Pero qué rápido lo aprendiste, debes ser muy inteligente!

Pensamiento del estudiante: Si no lo hago rápido, no soy inteligente. Mejor no hago esas otras ecuaciones, se ven problemáticas.

Profesor: ¡Guau! ¡Pero qué dibujo! Seguro serás el próximo Picasso

Pensamiento del estudiante: Creo que no debería intentar dibujar algo más difícil, por ahí no me sale y ya no pensarán que seré el próximo Picasso.

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Como se ve, el tipo de elogio dado por el profesor ha moldeado al estudiante dentro de una mentalidad fija que les limita. Aunque el elogiar la inteligencia del estudiante no tiene malas intenciones y puede ser motivante cuando le está yendo bien al estudiante, es contraproducente cuando enfrenta alguna tarea difícil. Cuando esto pasa, el equivocarse es visto como una amenaza a su sentido de inteligencia por lo que huye de estas situaciones lo que evita que su potencialidad crezca.

Caso contrario, los estudiantes elogiados por su esfuerzo tienden a trabajar con más determinación y a disfrutar el proceso de aprendizaje. Estos estudiantes están en pleno desarrollo de sus potencialidades ya que han adoptado una mentalidad de crecimiento dirigido en gran parte por el tipo de elogio dado por el profesor basado en el esfuerzo y en el proceso de trabajo que en el resultado o la inteligencia como algo fijo. El estudiante valora el aprender ya que cada parte del proceso es valorado por el profesor aunque haya cometido algún error en el mismo.

¿Cómo debería sonar un elogio que se enfoque en el proceso y el esfuerzo?

Me gusta como intentaste de diferentes formas para resolver ese problema de matemáticas hasta que lo resolviste. I like the way you tried all kinds of strategies on that math problem until you finally got it. Fue una tarea un tanto difícil y larga pero te concentraste en ella hasta acabarla. ¡Bien hecho!

Igualmente de importante como proveer de feedback que promueva una mentalidad de crecimiento es el que estos elogios sean auténticos y no dichos de forma rutinaria. Para tal fin el profesor debe prestar atención al trabajo del estudiante y al proceso mismo en que se lleva a cabo para notar donde han sido las fortalezas del alumno y donde las áreas que debe empujar. En cuanto a la crítica, esta debe ser dada de forma constructiva y no se debe privar al estudiante de la misma ya que se le estaría quitando una fuente de crecimiento. Se debe dar el mensaje que mediante la crítica constructiva, el profesor cree que su estudiante pueda dar aún más de sí y que no debe rendirse.

En conclusión, la forma en que damos feedback o elogiamos a nuestros estudiantes puede determinar el tipo de mentalidad que tenga y por ende su predisposición a tomar desafíos su perseverancia y éxito académico.