Guía de implementación de una consultoría de enfermería · Centro Universitario de Enfermería...
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CONSULTORÍA DE ENFERMERÍA
Grupo técnico de expertos
1. Diana García González. Hospital Regional Alta Especialidad Ixtapaluca.
2. María Patricia Padilla Zarate. Hospital General de México. “Dr. Eduardo
Liceaga”.
3. María Fabiola Serratos Canales. Hospital General de México. “Dr. Eduardo
Liceaga”.
4. Alejandro Belmont Molina. Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía.
Manuel Velasco Suárez.
5. Amparo Cahue Leal. Hospital Regional Alta Especialidad Bajío.
6. María Isabel Martínez Juárez. Hospital Infantil de México Federico Gómez.
7. Vanessa Paola Muñoz Cid de León. Instituto Nacional de Rehabilitación. “Dr.
Luis Guillermo Ibarra”.
8. Hortensia Hernández Palacios. Hospital Juárez México.
9. Anabell Arellano Gómez. Servicio Salud Pública del Distrito Federal.
10. Fabián López Ramírez. Servicio Salud Pública del Distrito Federal.
11. José Antonio Gutiérrez Colorado. Servicio Salud Pública del Distrito Federal.
12. María del Rosario Caballero Tinoco. Instituto Nacional de Cancerología.
13. Angelina Domínguez Bautista. Instituto Nacional de Cardiología. Ignacio
Chávez.
14. Susana Gallegos Sánchez. Instituto Nacional de Psiquiatría. Ramón De La
Fuente Muñiz
15. María Isabel Negrete Redondo. Instituto Nacional de Geriatría.
16. Verónica Bautista Eugenio. Instituto Nacional de Geriatría.
Coordinadoras:
María Isabel Negrete Redondo
Verónica Bautista Eugenio
C o n t e n i d o
Presentación
Introducción
Objetivos del grupo de expertos
General
Específicos
Antecedentes
Marco legal y jurídico
Marco teórico
Consultoría de enfermería
Funciones de la consultoría
Características de la consultoría
Tipos de consultoría
Atención que brinda la consultoría
Personas que se atienden
Organizaciones donde se proporciona
Población diana a la que está dirigida
Aplicación de la consultoría en los niveles de atención
Campo de actuación en los niveles de prevención
Perfil del profesional de enfermería consultor
Beneficios de la consultoría
Guía de implementación
Introducción
Propósito
Elementos iniciales
Diagnóstico situacional
Aspectos geográficos
Perfil epidemiológico
Población objetivo
Infraestructura
Elementos administrativos: misión, visión, objetivos, indicadores
Estrategias de implementación
Actividades operativas: actividades generales, consulta de primera vez,
consulta subsecuente y alta
Evaluación
Anexos
Diagnóstico situacional y matriz FODA
Diagrama de flujo
Glosario
Bibliografía
INTRODUCCIÓN
La Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y
Hospitales de Alta Especialidad (CCINSHAE), integra en el 2007 el Grupo
de Directivas de Enfermería, con base en los fundamentos de su
conformación y atribuciones a más de considerar que uno de los
propósitos de este grupo es contribuir al fortalecimiento de las funciones
sustantivas de los servicios de enfermería de las instituciones
coordinadas. A saber el talento humano ha permitido desarrollar e
implementar estrategias de gestión para la mejora de los procesos
disciplinares.
Durante estos años, el grupo ha contribuido en forma importante en la
emisión de documentos enriqueciendo las diferentes funciones de
asistencia, gerencia, investigación y docencia; unificando, en muchos
casos, criterios y consensos para los procesos de atención.
Este documento pretende cumplir con los objetivos planteados en el
Programa de Trabajo del Grupo de Directivas de Enfermería 2016-2018.
a. Contribuir en mejorar la salud, prevención, atención de la
enfermedad y rehabilitación, a través del fortalecimiento de la
práctica de enfermería de la alta especialidad con calidad y
seguridad.
b. Intercambiar experiencias y unir esfuerzos entre los directivos y
profesionales de enfermería para consolidar los procesos
gerenciales y reducir las brechas existentes.
c. Impulsar la adopción de la mejor evidencia científica de enfermería,
para robustecer el desarrollo y la práctica de enfermería.
d. Contribuir en la formación de los profesionales de enfermería
especializada, que requiere el Sistema Nacional de Salud.
De esta manera, para el logro de los objetivos ha existido el compromiso
de desarrollar una serie de acciones; entre las principales ha sido la
creación de grupos de expertos, en los que las directivas de enfermería de
los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, desde
su ámbito gerencial contribuyan a fin de sumar y generar ideas
innovadoras para trabajar el diseño de proyectos, programas y modelos
que mejoren la práctica de enfermería y sean así referencia para las
instituciones de salud.
Una de las constantes y crecientes preocupaciones del sector de
enfermería de la CCINSHAE ha sido, potenciar y fortalecer las
intervenciones de enfermería independientes que conduzcan a la
profesión hacia la práctica avanzada y como consecuencia, mejorar los
procesos de calidad del cuidado en las diferentes especialidades y en los
diversos grupos de edad que conforman la población objetivo.
Es indispensable promover dentro de las instituciones públicas y privadas
en todos los niveles de atención del sistema nacional de salud las
Consultorías de Enfermería. En la actualidad ya están conformadas y
consolidadas en algunas de las instituciones de la Comisión Coordinadora
de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad
(CCINSHAE), esto era una necesidad.
Es preponderante señalar, que esta función del profesional de enfermería
se ha extendido en diferentes países con extraordinarios resultados en los
grupos seleccionados; cumple con los siguientes objetivos: reducir el
impacto emocional en las personas frente a situaciones de crisis
asociadas a factores de riesgo; generar espacios de comunicación al
interior de la familia; fomentar la adherencia a los tratamientos
(farmacológico y no farmacológico); facilitar la percepción de los propios
riesgos y la adopción de prácticas más seguras, como la prevención,
encaminados a tener cambios en el estilo de vida saludable.
Dado el panorama actual de salud en México, la creciente complejidad de
su atención y el progresivo incremento de las necesidades de apoyo e
información a pacientes y familiares, se requiere una gran cantidad de
recursos humanos y materiales para ser atendidos en sus dimensiones
biológica, psicológica y social; el grupo de expertos en el proyecto de
“consultorías de enfermería” tiene el propósito de conjuntar toda la
experiencia, en el ámbito nacional e internacional, a fin de realizar una
propuesta que ayude a estandarizar la implementación de las consultorías
de enfermería, sirviendo de guía para las diferentes instituciones de salud,
así como la práctica privada de enfermería.
Las consultorías constituyen una excelente oportunidad para ofrecer un
verdadero cuidado integral a todo ser humano, con tendencia a
complementar, educar, instruir y dar seguimiento de manera estrecha a
través del Proceso de Atención de Enfermería (PAE). Así, se da respuesta a
la necesidad de ampliar la oferta de servicios de salud hacia la población.
OBJETIVOS
Objetivo general
Favorecer la implementación y estandarización de la consultoría de
enfermería en las distintas instituciones del Sistema Nacional de
Salud para mejorar la calidad y seguridad del cuidado a las personas
y contribuir al desarrollo de la práctica profesional de enfermería.
Objetivos específicos
a. Proporcionar una guía para la implementación de la
consultoría de enfermería que permita el desarrollo de
intervenciones acorde a las necesidades de las personas.
b. Contribuir a la prevención, detección y limitación del daño a la
salud de las personas en diferentes etapas de la vida.
c. Apoyar y participar en el desarrollo de la práctica avanzada de
enfermería.
ANTECEDENTES
Las primeras prácticas relacionadas con la consulta de enfermería fueron
en los 50s en la atención primaria, cuando en algunos países como
Estados Unidos de Norteamérica y Canadá se implementó esta modalidad
de atención de enfermería en el sistema sanitario para resolver problemas
de salud orientados hacia la promoción de la salud y prevención de la
enfermedad en grupos comunitarios. Sus principales objetivos estaban
dirigidos a la atención de la salud de la madre, niño y anciano. De igual
manera, a las comunidades de color e indígenas y población vulnerable;
sin embargo, el término de consulta de enfermería surge en la década de
los sesenta.
Cabe hacer mención, que la introducción paulatina de las prescripciones
de enfermería inicia en el Johns Hopkins Hospital de Baltimore en 1973,
contribuyendo al seguimiento en la evolución y cumplimiento del
tratamiento del paciente; de una forma eficaz, efectiva y eficiente; lo
precedente, implica una atención integral y de calidad; y da como
resultado, el cuidado con menores costos y seguro.
En Suecia, 1978, se propuso por primera vez la prescripción enfermera. En
el Reino Unido, 1986, se identificó la necesidad de que determinadas
enfermeras pudieran utilizar criterios profesionales para modificar pautas
medicamentosas, en aspectos tales como: la posología analgésica en
pacientes terminales; lo cual promovió cambios en la legislación,
encaminados a su autorización, y adentrarse más en este campo. La
extensión internacional y el desarrollo de la prescripción enfermera han
sido lentos. En el 2000 sólo seis países la habían autorizado: Gran
Bretaña, Suecia, Estados Unidos de Norteamérica, Canadá, Australia y
Nueva Zelanda; se han ido sumando Brasil, Francia, Sudáfrica, Botswana,
Lesotho, Irlanda, Argentina y México.
En España, la introducción de la consultoría de enfermería se hizo de la
mano con la Reforma de la Atención Primaria el 14 de junio de 1984,
cuando se establece un marco legal que modifica el estatuto del personal
auxiliar sanitario, creando la modalidad de Enfermera de Atención
Primaria, el 27 de noviembre de 1985 se dan a conocer los lineamientos
que regulan la consulta de enfermería y su programa de implementación.
Para 1994, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la
Organización Mundial de la Salud (OMS) determinaron la importancia de
los consultorios de enfermería con la posibilidad de proporcionar cuidado
a pacientes con enfermedades de bajo riesgo en el primer nivel de
atención, al considerar que la enfermera de atención primaria es capaz de
otorgar un amplio asesoramiento en materia de hábitos de vida,
asistencia familiar y servicios de atención domiciliaria; su participación
con el equipo de salud se encuentra centrada en el apoyo al individuo y a
la familia para el auto cuidado de la salud.
En México, la consultoría de enfermería tiene antecedentes que datan
desde 1954 con la creación de la Clínica de Anticoagulantes en el
Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez dentro del área de la
consulta externa, donde la enfermera realiza una valoración y diagnóstico
de necesidades de los pacientes que inician este tratamiento, a quienes
se les da asesoría de los cuidados que deben mantener, la importancia
del apego a su tratamiento, dieta y signos de alarma; al igual que, el
manejo de su tarjeta de anticoagulantes, incluso se hace referencia a
diversos servicios.
La enfermera realiza visitas en el área de hospitalización para saber
quiénes egresan con anticoagulantes para dar la atención al paciente de
primera vez. Se ofrece a los pacientes foráneos apoyo vía telefónica para
valorar los resultados de laboratorio y resolver dudas acerca de su
tratamiento o interacción con otros medicamentos; el ajuste a éstos de
acuerdo a su resultado, hábitos alimenticios e interacciones
medicamentosas. En la actualidad, la demanda en la clínica se ha
incrementado de un día a la semana de 100 a 120 pacientes atendidos
diariamente.
En 1978, con la fundación de la Asociación Hispano-mexicana Institución
de Asistencia Privada (IAP) y el Grupo de Estudios al Nacimiento (GEN) I. A.
P no gubernamental se dio paso a la creación del Centro de Investigación
Materno Infantil del Grupo de Estudios al Nacimiento (CIMIGen). En 1996 a
través de un convenio de trabajo entre la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM) y la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia
(ENEO) y CIMIGen se crea la especialización en enfermería perinatal con el
propósito de formar enfermeras obstetras y perinatales, como
contribución a la solución de los problemas de salud materna y perinatal
del país, siendo el eje de los cuidados la atención a la mujer durante el
embarazo y nacimiento, así como al recién nacido sano; es a partir de
1997 cuando se realiza la consultoría de enfermería en el primer nivel de
atención de CIMIGen.
En 1989 bajo la dirección de la maestra Graciela Arroyo de Cordero se
estableció un convenio de colaboración con los Servicios de Salud Pública
del Distrito Federal (ahora Ciudad de México, CDMX) para la apertura del
Centro Universitario de Enfermería Comunitaria (CUEC) en San Luis
Tlaxialtemalco, Xochimilco. El CUEC es un espacio de ejercicio académico-
profesional comunitario único en su tipo en Mexico y en el ejercicio
autónomo de la profesión, ofrece una diversidad de servicios como: salud
escolar, salud sexual y reproductiva, bienestar del adulto y adulto mayor,
promoción de la salud familiar y consultoría general; del mismo modo,
talleres psicoeducativos.
En el Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS), 1991, en las Unidades
Médicas Familiares, la enfermera materno–infantil (EMI) su función
primordial es vigilar la evolución del embarazo de bajo riesgo y la
supervisión prenatal, realizada por el personal de enfermería con una gran
aceptación por parte de la gestante, ya que es una atención
individualizada basada en la comunicación educativa con enfoque de
riesgo; dando como resultado un mayor apego de la derechohabiente al
cuidado de la salud materna.
En 1996 en el estado de Puebla, se inicia la consultoría de enfermería en
la Facultad de Enfermería de la Benemérita Universidad Autónoma de
Puebla (FEBUAP), que surge a partir de la creación del Centro Comunitario
de Atención al Cuidado de la Vida (CECACVI-BUAP), donde se vincula la
docencia, práctica profesional e investigación disciplinaria, entre
profesores, pasantes, estudiantes de pregrado y posgrado en el cuidado de
la salud de las personas que viven en comunidades de bajo desarrollo
social, mediante programas y proyectos orientados a la promoción,
prevención y mantenimiento de la salud.
En el 2008, el Hospital General de México Dr. Eduardo Liceaga, adiciona la
consejería de enfermería, como una herramienta en el quehacer de su
profesión a través de intervenciones dirigidas a mujeres embarazadas de
mediano riesgo, personas con hipertensión arterial, insuficiencia renal,
enfermedad pulmonar obstructiva crónica y atención a pacientes
pediátricos con rinitis alérgica esto con sustento metodológico de
proyectos de investigación registrados en la Dirección de Investigación del
mismo nosocomio.
Ahora, el proyecto de atención a mujeres embarazadas se ha convertido
en un Programa Institucional; para la valoración se utiliza una guía basada
en los 11 patrones funcionales de Marjory Gordon, la intervención está
dirigida a proporcionar recomendaciones para modificar estilos de vida.
En el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco
Suárez a partir del 13 de septiembre de 2011 se implementa la
consultoría de enfermería neurológica con la finalidad de beneficiar a la
persona por medio de la relación enfermera-paciente-familia, se utiliza el
Proceso de Atención de Enfermería (PAE), con base en la teoría de Dorotea
Orem. De igual manera, favorece la adherencia terapéutica, previene y
evita riesgos para la salud, mejora la forma de vida y coadyuva en la
rehabilitación.
Más tarde, en enero de 2015, se pone en funcionamiento la consultoría de
heridas y estomas, con un espacio físico propio donde se brinda atención a
pacientes y familiares todos los días hábiles de la semana para la
prevención de riesgos a la salud. A través del Premio SI CALIDAD se
adquirieron herramientas didácticas como simuladores anatómicos,
carteles, material escrito y audiovisual en apoyo a las intervenciones
educativas, para después trasladarse a escenarios reales. En julio de
2017 se creó el Centro de Instrucción de Enfermería Especializada con el
apoyo de la fundación Gonzalo Río Arronte, cuenta con equipo de
tecnología avanzada, por ejemplo: simuladores anatómicos y de
reanimación cardiopulmonar; para despuntar a la formación y enseñanza
de profesionales de enfermería y consultores.
El Hospital Nacional Homeopático dentro del servicio de consulta externa,
inicia las actividades de la Consultoría de Enfermería dirigida a la
población adulta mayor en el 2013, posterior a un proceso de
capacitación de su personal desde el 2010 dentro del proyecto CUIDAMHE
del Instituto Nacional de Geriatría. Sus actividades se han ampliado al
área de hospitalización al ser consultadas para el manejo interdisciplinar
de personas mayores
El 16 de octubre del 2013, en el Instituto Nacional de Rehabilitación “Luis
Guillermo Ibarra”, da inicio el proyecto de la incursión de la Enfermería
Basada en la Evidencia (EBE) en la Consulta Externa; hoy llamado
“consultoría de enfermería”, la cual tiene como objetivo empoderar al
paciente y al cuidador primario en el autocuidado; así como mejorar su
funcionalidad y responder a las exigencias emergentes de las personas
que presentan alguna discapacidad; en este escenario, la terapéutica
rehabilitadora es indispensable desde la fase aguda de la enfermedad y
funciona como estrategia para la prevención de complicaciones en
pacientes con alteración neurológica o amputados, a través de planes
estandarizados de enfermería.
El Instituto Nacional de Geriatría publicó en 2017, el protocolo para la
atención de las personas adultas mayores por enfermería y retoma el
Modelo para la Atención en Salud con Calidad y Seguridad del Consejo de
Salubridad General, propone tanto en el ámbito ambulatorio como
hospitalario las directrices para el personal de enfermería que permitan la
estandarización de intervenciones generales y específicas orientadas a la
prevención y el cuidado de los principales problemas geriátricos.
La profesionalización de enfermería ha estado en constantes avances,
como lo refiere Rubio con la aparición de programas de posgrado, los
cuales han contribuido de manera significativa a la creación de un cuerpo
propio de conocimientos teóricos; elemento fundamental que sentó la
posibilidad para que enfermería iniciara la construcción de espacios que
le permitieran alcanzar autonomía como profesión.
Jones y Saracíbar hicieron aportaciones importantes dentro de la
profesión, las cuales han ayudado a sustentar la autonomía de enfermería
y a enfatizar que las consultas de enfermería no se polarizan en la
enfermedad, sino que contemplan a la persona en su totalidad,
destacando que la profesión ha ido alcanzando autonomía de acuerdo con
las demandas sociales y la reflexión permanente sobre su ejercicio
profesional.
El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) 2002, definió a la enfermera
con práctica avanzada (EPA) como “la enfermera registrada que ha
adquirido la base de conocimiento experto, habilidades de toma de
decisiones complejas y las competencias clínicas para la práctica
expandida, cuyas características están determinadas por el contexto y país
en el que él/ella está acreditado para ejercer”.
Recientemente, en 2018, la Organización Panamericana de la Salud ha
difundido la publicación “Ampliación del rol de las enfermeras y
enfermeros en la atención primaria de salud” enfatizando en los nuevos
perfiles del personal de enfermería en práctica avanzada que contribuyan
al desarrollo y fortalecimiento de los sistemas de salud.
Lo expuesto nos llevó por un breve recorrido de los antecedentes de la consultoría
en enfermería, tema trascendental en nuestra profesión, tenemos un cúmulo de
competencias a desarrollar en beneficio de las personas con la práctica de
avanzada.
Marco legal y jurídico
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
Artículo 4. Toda persona tiene derecho a la protección de la salud.
Artículo 5. A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión,
industria, comercio o trabajo que la acomode, siendo lícitos.
Artículo 121. Los títulos profesionales expedidos por las autoridades de un Estado,
serán respetados en los otros.
Artículo 123. Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil.
Ley General de Salud
Artículo 23. Se entiende por servicios de salud todas aquellas acciones
realizadas en beneficio del individuo y de la sociedad en general. Artículo 28bis. Prescripción médica por enfermería. Artículo 32. Atención médica el conjunto de servicios que se proporcionan al
individuo.
Artículo 33. De las actividades de atención médica.
Artículo 46. La construcción y equipamiento de los establecimientos dedicados
a la prestación de servicios de salud.
Ley General de Profesiones
Disposiciones generales
Artículo 1. Con relación al ejercicio de las profesiones.
Artículo 2. Regular las acciones de la función controladora del ejercicio
profesional.
Artículo 3. Las condiciones que se deben cubrir para la obtención de un título
profesional.
Artículo 4. Profesionista a toda persona que haya obtenido un título
profesional.
Artículo 79. Para el ejercicio de actividades profesionales en el campo de la
medicina.
Documentos de acreditación de títulos, diplomas y grados
académicos que son objeto de registro.
Artículo 13. Documentos de acreditación de títulos.
Artículo 14. Título profesional, el documento expedido por la
institución facultada legalmente.
Artículo 15. Título profesional de los niveles
educativos.
Artículo 16. Diploma de especialización.
Profesiones que requieren título o diploma de especialización para su
ejercicio.
Catálogo General de Profesiones
Artículo 36. El Ejercicio Profesional
Artículo 40. Ejercicio profesional de todo acto, o de la prestación
de cualquier servicio propio de cada profesión.
Artículo 41. Toda persona podrá ejercer, dentro del territorio nacional.
Artículo 44. Todo profesionista que ofrezca sus servicios queda
obligado, a exhibir la ejecución legalmente obtenida.
Artículo 45. Todo profesionista debe anunciar su número de cédula
profesional.
Tratados Internacionales
No se cuenta con ningún tratado internacional en relación a la
Consultoría de Enfermería.
Plan Nacional de Desarrollo
Meta II México incluyente
Modelo de Atención Integral en Salud (MAIS)
Normas Oficiales Mexicanas
NOM-019-SSA3-2013. Para la práctica de enfermería en el
Sistema Nacional de Salud. NOM-004-SSA3-2013.
Del Expediente Clínico
NOM-005-SSA3-2010. Que establece los requisitos mínimos de
infraestructura y equipamiento de establecimientos para la
atención médica de pacientes ambulatorios.
NOM-016-SSA3-2012, Que establece las características mínimas de
infraestructura y equipamiento de hospitales y consultorios de atención
médica especializada.
CÉDULA DE ACREDITACIÓN PARA UNIDADES DE ESPECIALIDADES MÉDICAS
PARA ENFERMEDADES CRÓNICAS (UNEME-EC) Numeral 31 hasta el 44. Consultorio de Enfermería
MARCO TEÓRICO
1. Consultoría de enfermería
La consultoría se define como un servicio prestado por una persona o
personas independientes y calificadas en la investigación de problemas
relacionados con política, organización, procedimientos y métodos, que
emiten recomendaciones de medidas apropiadas y prestan asistencia en
la aplicación de dichas recomendaciones. También puede establecerse
como un servicio profesional o como un método de prestar asesoramiento
y ayuda práctica; es un método para contribuir en conjunto con las
organizaciones a mejorar las prácticas clínicas especializadas; así como el
desempeño individual y colectivo puede proporcionarse a personas sanas
o enfermas (Nava Galán MG, et al. )
La consulta de enfermería es una modalidad de atención enfermera en la
que se establece una relación cuidadora y terapéutica entre está y la
persona que la solicita o acude a recibirla, en la que se engloban acciones
que ayudan a la persona a comprender y actuar sobre su propia salud
(toma de decisiones).
La consulta de enfermería surge como una respuesta a la necesidad de
ampliar la oferta de servicios de salud a la población, promover conductas
saludables y potenciar el autocuidado; además, de desarrollar la práctica
independiente y autónoma de los profesionales de enfermería. A su vez,
resuelve problemas prácticos y frecuentes (alimentación, incontinencia,
estreñimiento, ansiedad, apoyo a la familia, prevención de accidentes,
falta de apego al tratamiento, actividad física, alteración del sueño,
autocontrol de parámetros clínicos, atención al duelo, aceptación de la
enfermedad, entre otros).
Aunado a lo anterior, requiere de la experiencia adquirida por la enfermera
para ayudar a personas para hacer frente a su situación de salud,
proporcionar soluciones apropiadas basadas en conocimientos teóricos y
prácticos avanzados, intervenciones especializadas y desarrollo de
habilidades de valoración, diagnóstico e intervención (Nava Galán MG, et
al).
1.1. Funciones de la consultoría
La función de la consultoría es desarrollar planes de cuidados específicos,
en el marco de la atención multidisciplinaria, a grupos de pacientes
determinados que requieran de control y seguimiento por la naturaleza de
su enfermedad para mejorar la calidad de vida y evitar complicaciones a
corto plazo. (López Novoa Mercedes) Esto puede ser a través de los cinco
dominios de actividades, que son: actividades de promoción de la salud,
prevención de enfermedades, curativas, rehabilitadoras y cuidados de
soporte (Martín-Santos FJ, et al).
En la consultoría algunos de los objetivos son:
● Ofrecer a la población atención individualizada de enfermería para
promover, prevenir y resolver las necesidades de salud. ● Fomentar la promoción a la salud en el individuo, familia y comunidad. ● Reducir el impacto emocional de los pacientes frente a situaciones
de crisis asociadas a factores de riesgo.
● Facilitar la percepción de riesgos y la adopción de prácticas más seguras
para la prevención.
● Favorecer la adopción de estilos de vida saludable.
● Dar respuesta a los problemas de salud desde la competencia
profesional de enfermería de una manera eficaz. (Galicia-Aguilar RM,
et al). ● Brindar respuesta a las necesidades humanas en los distintos niveles
de prevención.
1.2 Características de la consultoría
Carácter resolutivo
Las consultorías de enfermería deben tener un carácter resolutivo en el
sentido de prevenir o disminuir en lo posible los procesos de
hospitalización, basando sus intervenciones de enfermería en resolver las
necesidades a las respuestas humanas, guías oficiales de acuerdo a la
problemática y considerar los protocolos; de igual forma, contar con los
insumos necesarios para el cuidado.
Ser accesibles
Las consultas deben ser accesibles a la población a partir de una simple
petición de cita. Ello implica un espacio estable identificado claramente por
su población y una oferta horaria adecuada.
Estrategias de comunicación
Es necesario contemplar la difusión de los servicios que otorga la consulta
para orientar la demanda de la población y así apoyar a quien lo solicite.
Es importante que esta difusión sea en las consultas médicas, todos los
servicios de enfermería y las unidades de atención al usuario.
Promover la colaboración
La consulta de enfermería requiere de colaboración constante entre el
personal de enfermería y el equipo multidisciplinario, centrado en las
necesidades del paciente. Es indispensable establecer los mecanismos
para facilitar la gestión de la atención cuando sea necesario, así como los
criterios de derivación, prioridades y mecanismos a utilizar.
Fomentar la formación y capacitación
El personal de enfermería que participe deberá estar capacitado
ampliamente y tener disponible la mejor evidencia para el manejo de
problemas más comunes planteados por sus pacientes (Martín-Santos FJ,
et al. Consulta de enfermería a demanda. Servicio Andaluz de salud).
1.3 Tipos de consultorías
Es importante conocer los diferentes tipos de consultorías que han sido
propuestos para poder identificar cuál o cuáles son los necesarios a
implementar según los objetivos de la misma.
Dentro de la clasificación se encuentran las siguientes:
• Presencial: se da cuando están presentes ambos participantes
(atención cara-cara), puede ser enfermera-paciente o enfermera-
familiar.
● No presencial: se brinda al paciente por un medio de comunicación
a distancia, puede ser vía:
Telefónica: la enfermera(o) y el paciente o familiar
establece comunicación a través de una línea telefónica.
Para ser considerada consultoría se debe atender una
necesidad específica de información y orientación. Es
factible en pacientes subsecuentes pues ya se le conoce y
es posible valorarlo de forma integral.
Electrónica: la enfermera(o) y el paciente o el familiar se
comunica a través de medios electrónicos; por ejemplo:
videoconferencia, chats, correo electrónico o mensajes de
texto. De igual forma, este tipo de consultoría puede
emplearse en el caso de pacientes subsecuentes y siempre
debe atender a la solución de un problema o dudas
específicas.
En ambos tipos de consultoría es necesario documentar en los formatos de
registros clínicos de enfermería.
1.4 Atención que brinda la consultoría
• Atención de primera vez: es considerada el primer contacto que
tiene la consultora o consultor con la persona (paciente, familiar o
ambos) en la consultoría para una intervención de tipo educativa o
asistencial.
• Atención subsecuente: es considerada el segundo contacto o más,
que tiene la consultora o consultor con la persona (paciente, familiar
o ambos) en la consultoría para una intervención educativa o
asistencial.
1.5 Personas que se atienden en la consultoría
Las personas que se pueden atender en la consultoría se clasifican en
ambulatorios y hospitalizados, puede ser de primera vez o subsecuente en
ambos.
• Las personas ambulatorias que acuden por su propio pie
(pacientes, familiares o ambos) se les brinda la atención en el
consultorio.
• Las personas hospitalizadas pueden ser pacientes, familiares o
ambos y se clasifican de la siguiente manera:
Paciente hospitalizado, es la persona que se encuentra
internada dentro de una unidad hospitalaria y la consultoría
se proporciona a pie de cama.
Familiar del paciente hospitalizado, son los familiares de la
persona que se encuentra internada dentro de la unidad
hospitalaria, que requieren atención de la consultoría para
una intervención educativa o asistencial. La consultoría puede
ser brindada a pie de cama con el paciente y el familiar podrá
asistir a la consultoría, mientras su paciente este internado.
1.6 Organizaciones donde se proporciona la consultoría
• Institucional: es la que se lleva a cabo dentro de una institución de
salud gubernamental (Centro de salud T1, T2 y T3, hospitales,
institutos, entre otros).
• Privada: se refiere a la consultoría que se realiza por un profesional
de enfermería de forma independiente.
1.7 Población diana
● Cuando la consultoría en primer nivel se dirige a personas sanas
podemos clasificarlos de acuerdo a la línea de vida y son: recién
nacidos, menores de cinco años, de 5 a 9 años, de 10 a 19 años,
mujeres de 20 a 59 años, hombres de 20 a 59 años y mujeres y
hombres de 60 años y más (Secretaría de Salud. Manual para la
prevención y promoción de la salud durante la línea de vida. 2003).
● Pacientes en control por consulta externa o que estén por egresar,
que padezcan enfermedades crónicas o agudas complejas o
estados fisiológicos que requieran de seguimiento, orientación y
educación de enfermería (López Novoa Mercedes).
● Pacientes crónicos y degenerativos, en especial en su fase inicial
(pre diagnóstica y diagnóstica), pacientes clínicamente no
controlados y pacientes controlados.
● Personas que asumen el cuidado de enfermos o personas
dependientes (cuidadores informales), con necesidades de
formación para prestar los cuidados en el domicilio y con
necesidades de atención derivadas de su papel.
● Personas susceptibles de intervenciones preventivas o de
promoción de la salud, como: dejar de fumar, orientación sexual y
anticonceptiva, entre otras.
● Problemas con importante demanda de servicios médicos y
susceptibles de ser seguidas por personal de enfermería como:
padres de hijos con asma, mujeres con embarazo de bajo riesgo,
control de los niños sanos durante los primeros meses de vida,
personas con heridas crónicas, úlceras por presión, con accesos
vasculares de larga duración, etcétera. (Martín-Santos FJ, et al).
2. Aplicación de la consultoría en los niveles de atención
La consultoría de enfermería puede aplicar en los tres niveles de atención,
éstos se definen como una forma ordenada y estratificada de organizar los
recursos para satisfacer las necesidades de la población, éstas no pueden
verse en términos de servicios prestados, sino en los problemas de salud
que se resuelven. Dentro de los niveles de atención se encuentran:
• Primer nivel: lo constituyen las Unidades de Medicina Familiar
(IMSS), Centros de Salud (SSa) y Clínicas Familiares (ISSSTE), en
donde se proporcionan los servicios de salud básicos. Son el
principal escenario de la salud preventiva y es el nivel en donde se
atiende y resuelve 80% de los padecimientos. Aquí se implementan
las medidas preventivas de salud pública y se detectan las
enfermedades que son frecuentes y extendidas; entre ellas, los
cánceres de mama y cérvico uterino o de próstata, así como las
enfermedades que se manifiestan en amplios grupos humanos,
como diabetes, obesidad e hipertensión.
• Segundo nivel: corresponde a los Hospitales Generales, Regionales,
Integrales, Comunitarios; también a los Hospitales Pediátricos, de
Gineco-Obstetricia o Materno- Infantiles, al igual que los Hospitales
Federales de Referencia localizados en la Ciudad de México, operan
como concentradores para todo el territorio nacional. En éste se
atiende a los pacientes remitidos por los servicios del primer nivel
de atención que requieren de procedimientos diagnósticos,
terapéuticos y de rehabilitación.
• Tercer nivel: es la red de hospitales de alta especialidad con
avanzada tecnología; aquí se tratan enfermedades de baja
prevalencia, de alto riesgo de la misma manera que las
enfermedades más complejas. En ellos se atiende a los pacientes
que remiten los hospitales de segundo nivel; a saber, los Centros
Médicos Nacionales (CMN), Unidades Médicas de Alta Especialidad
(UMAES), los Institutos Nacionales de Salud, que se concentran en
su mayoría en la Ciudad de México, y los Hospitales Regionales de
Alta Especialidad, de los cuales existen ahora seis en distintas
regiones de México.
3. Campos de actuación de la consultoría en los niveles de prevención
La consulta de enfermería es un área de oportunidad para ejercer la
práctica independiente e incrementar el conocimiento de la disciplina,
puede aplicarse en cualquier nivel de atención; ya mencionado con
antelación, esto con lleva de la misma manera para los niveles de
prevención sin distinción alguna, pues las actividades preventivas de
estos niveles pueden emplearse en el consultorio de enfermería.
Los niveles de prevención se definen como las “medidas destinadas no
solamente a prevenir la aparición de la enfermedad, tales como la
reducción de factores de riesgo, sino también a detener su avance y
atenuar sus consecuencias una vez establecida” (OMS, 1998).
Las actividades preventivas se pueden clasificar en tres niveles:
• Prevención primaria: medidas orientadas a evitar la aparición de
una enfermedad o problema de salud mediante el control de los
factores causales y los factores predisponentes o condicionantes.
Las estrategias para la prevención primaria pueden estar dirigidas a
prohibir o disminuir la exposición del individuo al factor nocivo,
hasta niveles no dañinos para la salud; el objetivo de las acciones
de prevención primaria es disminuir la incidencia de la enfermedad.
• Prevención secundaria: destinada al diagnóstico precoz de la
enfermedad incipiente (sin manifestaciones clínicas). Significa la
búsqueda en sujetos “aparentemente sanos” de enfermedades, lo
antes posible y comprende acciones en consecuencia de
diagnóstico precoz y tratamiento oportuno. En la prevención
secundaria, el diagnóstico temprano, captación oportuna y el
tratamiento adecuado, son esenciales para el control de la
enfermedad. La captación temprana de los casos y el control
periódico de la población afectada para evitar o retardar la aparición
de las secuelas es fundamental.
• Prevención terciaria: se refiere a acciones relativas a la
recuperación de la enfermedad clínicamente manifiesta, mediante
un correcto diagnóstico y tratamiento y la rehabilitación física,
psicológica y social en caso de invalidez o secuelas buscando reducir
de este modo las mismas. En este apartado, es fundamental el
control y seguimiento del paciente para aplicar el tratamiento y las
medidas de rehabilitación oportunas Se trata de minimizar los
sufrimientos causados al perder la salud, facilitar la adaptación de
los pacientes a problemas incurables y contribuir a prevenir o a
reducir al máximo las recidivas de la enfermedad.
4. Perfil del personal de enfermería consultor (a)
Un aspecto relevante para la implementación de una consultoría de
enfermería es el perfil del personal que realizará las funciones de
consultor (a), a continuación, se señalan los requisitos indispensables
para dicho perfil profesional:
● Personal de enfermería con amplia experiencia en el área de la
consultoría y conocimientos consolidados sobre la población diana
que atenderá.
● Apego al código de ética profesional de enfermería y marco legal en
el ejercicio de la consultoría.
● Capacidad de fomentar la bidireccionalidad en la comunicación; que
actúe por iniciativa propia, pero fundamentada en el conocimiento y
actuar de manera profesional y ética; que asuma la responsabilidad
de favorecer la salud del paciente.
● Capacidad de basar su trabajo en la colaboración de los pacientes, familiares, médicos y distintos profesionales que se requieran.
● Capacidad de establecer relaciones empáticas con todos los
participantes y de trabajar en equipo.
● Capacidad de identificar las necesidades emocionales y referir al
profesional pertinente para su atención y seguimiento.
● Capacidad para la reflexión y aprendizaje en la acción,
improvisación ante situaciones impredecibles, desarrollo de
habilidades creativas y resolución de problemas.
● Habilidad para la comunicación interpersonal terapéutica y de
realización de entrevista clínica. ● Habilidad para la transmisión de conocimientos. ● Habilidad docente. ● Honestidad. Deberá decir la situación real, evitar simplificar o
minimizar los hechos y no generar falsas expectativas.
● Congruencia. Coincidencia y equilibrio entre lo que se piensa
(ideología), se dice (palabra), se siente (emociones y sentimientos) y
se actúa (conducta).
● Tolerancia. Aceptar que las personas piensan, sienten y actúan de forma
diferente.
● Respeto. Aceptar creencias, estilos de vida, costumbres, cultura y
diversidad sexual de las personas.
● Empático. Debe comprender y aprehender el problema de salud
desde la realidad de la persona, percibir y entender tanto sus
emociones como sentimientos con respecto a la enfermedad.
● Creativo. Contar con el uso de los recursos profesionales y
personales para facilitar el trabajo que realizará en la consultoría, al
llevar a cabo la intervención educativa. ● Mantener confidencialidad. ● Analizar y priorizar la información recolectada durante la entrevista
(pensamiento crítico).
● Entender los problemas y oportunidades de cambio desde la
perspectiva del consultor (a) y del paciente.
● Ayudar a la persona a desarrollar opciones y metas realistas,
motivándolo a formular un modelo de conducta de salud positiva.
5. Beneficios de la consultoría
El éxito de la consultoría depende en gran medida de la participación
voluntaria del paciente. Se han descrito beneficios satisfactorios para:
• El paciente. Se ha observado en diferentes investigaciones que los
pacientes que reciben atención por un consultor (a) de enfermería
incrementan su autocuidado, calidad de vida y adherencia
terapéutica; previene y evita daños a la salud; del mismo modo,
mejora los estilos de vida y ayuda a la rehabilitación.
• Familia. Ésta juega un papel importante para el cuidado del
paciente, ya que cuando se incluye en los cuidados, los fomenta y
es de apoyo en la modificación de sus hábitos de cuidados.
• Sociedad. Las innovaciones desarrolladas por el profesional de
enfermería de todo el mundo han conseguido evitar miles de
muertes y mejorar de forma considerable la calidad de vida de las
personas, de hecho, a lo largo de la historia de esta profesión, y en
todos los rincones del mundo, los enfermeros y enfermeras han
desarrollado y puesto en marcha todo tipo de actividades
innovadoras dirigidas, a mejorar la calidad de vida de las personas.
• Profesión. La actividad de la consulta de enfermería (o) le da
autonomía a la profesión, ésta entendida como la capacidad de la
enfermera para tomar decisiones acertadas, basadas y
fundamentadas en el conocimiento y juicio crítico. Además, lleva
implícito enfrentar retos y desafíos en la práctica social. La actividad
de la consultoría de enfermería se refiere a la interacción
profesional entre el usuario y la enfermera en la cual la labor se
centra en la ayuda al individuo, al grupo familiar y a la comunidad a
realizar autocuidados de la salud, desde el nacimiento hasta la
muerte; mediante un proceso de interacción específico y
terapéutico.
Guía de implementación de la consultoría de enfermería
Encontraremos un camino… y si no, lo crearemos.
Aníbal Barca
Introducción
La consultoría de enfermería, elemento central de este trabajo, representa la oportunidad de coadyuvar en el cumplimiento de los objetivos institucionales, con intervenciones fundamentadas en la evolución científica de esta profesión, respondiendo con liderazgo, conocimiento, estrategias novedosas y plena conciencia de nuestro compromiso social en el abordaje de la problemática de salud en México.
Propósito
La presente guía integra los lineamientos técnicos administrativos para la implementación y estandarización de la consultoría de enfermería que favorezca la atención integral y de calidad a la persona o cuidador que la solicite, donde los profesionales desarrollen actividades de prevención, atención y rehabilitación a través de intervenciones de enfermería.
Elementos iniciales de la consultoría de enfermería
Para la implementación de una consultoría de enfermería es necesario cumplir con los siguientes fundamentos, éstos darán el por qué y para qué es necesaria, así como el sustento de la especialidad donde se piensa implementar.
1. Diagnóstico situacional
● Elaborar un diagnóstico situacional incluyendo herramientas analíticas para determinar las problemáticas, retos y barreras a enfrentar para el establecimiento de la consultoría de enfermería.
El diagnóstico permitirá identificar la situación actual de su institución y analizar sus características para poder definir el tipo de consultoría que se requiere, es una mirada sistémica y contextual, retrospectiva y prospectiva, descriptiva y evaluativa; para realizarlo se recomienda utilizar la herramienta
administrativa FODA, ya que ésta permite analizar las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de cada área. Se realizará con el propósito de identificar las oportunidades de mejoramiento y las necesidades de fortalecimiento para facilitar el desarrollo de la consultoría de enfermería (anexo 1).
2. Aspectos geográficos
● Identificar los aspectos geográficos de su institución. Este apartado contendrá los aspectos propios de la institución, entre ellos: ubicación geográfica, aspectos relevantes en materia de características de urbanización, demográficas, ecológicas, climáticas, pluviales, orográficas, fauna nociva, tipos de accesos terrestres, aéreos, marítimos y fluviales acorde al nivel de atención.
3. Perfil epidemiológico
● Determinar el perfil epidemiológico de su institución o entorno donde desea implementar la consultoría de enfermería.
Este apartado se define como la expresión de la carga de enfermedad (estado de salud) de la población, y cuya descripción requiere de la identificación de las características que la especifican. Entre estas características están la mortalidad, morbilidad y calidad de vida. La importancia de desarrollarlo permitirá realizar la identificación de necesidades para la implementación de la consultoría de enfermería, de acuerdo con la morbilidad, mortalidad y factores de riesgo, teniendo en cuenta las características geográficas, de población y tiempo.
4. Población diana
● Identificar la población objetivo o diana a la que será dirigida la
consultoría de enfermería, de acuerdo al perfil epidemiológico y el diagnóstico situacional de la institución; se realizará una valoración de la población sobre la que quiere concentrar esfuerzos; en función del riesgo, vulnerabilidad y el conocimiento sobre el problema (donde se concentra más), sino también en la capacidad de su cobertura potencial: a cuánta población puede llegar en un periodo determinado.
5. Infraestructura
Es necesario contar con un espacio físico (consultorio) que permita la confidencialidad, expresión de las emociones de la persona y la comunicación efectiva. Éste debe apegarse a las Normas Oficiales Mexicanas (NOM), que a continuación se mencionan:
● NOM-005-SSA3-2010, que establece los requisitos mínimos de
infraestructura y equipamiento de establecimientos para la atención médica de pacientes ambulatorios (apéndice normativo “A”).
● NOM-016-SSA3-2012, que establece las características mínimas de infraestructura y equipamiento de hospitales y consultorios de atención médica especializada (apartado 7. Disposiciones generales aplicables a consultorios de atención médica especializada).
El área física debe cumplir con elementos mínimos necesarios para la atención de las personas (listado en anexo 3).
Se sugiere material y equipo específico dependiendo de la especialidad de la población a atender y los recursos disponibles en su institución (oxímetro de pulso, estuche diagnóstico, estetoscopio de Pinard, equipo de valoración neurológica, etcétera).
Se recomienda contar con una línea telefónica para aclarar dudas de los pacientes que así lo requieran, así como para realizar seguimiento o agendar una nueva consultoría. También es importante contar con equipo de cómputo e impresora para generar documentos como: expediente, formatos, elaboración de material didáctico, entre otros.
Ya definidos los cinco aspectos iniciales, y previo a la instalación de la consultoría, se deben elaborar los siguientes elementos administrativos de la planeación de la consultoría de enfermería a implementar.
6. Elementos administrativos
● Misión Elaborar la misión de la consultoría a implementar, ésta debe describir el papel que desempeñará la consultoría, es la razón de ser. Para su estructura se puede apoyar en las siguientes preguntas:
▪ ¿Quiénes somos? ▪ ¿Qué buscamos? ▪ ¿Qué hacemos? ▪ ¿Dónde lo hacemos? ▪ ¿Por qué lo hacemos? ▪ ¿Para quién trabajamos?
● Visión Elaborar la visión, ésta es una declaración de aspiración de la consultoría a mediano o largo plazo. Es la imagen a futuro de cómo desea que sea la consultoría de enfermería más adelante. Para su estructura se puede basar en las siguientes preguntas:
▪ ¿Cuál es la imagen deseada de la consultoría? ▪ ¿Cómo seremos en el futuro? ▪ ¿Qué haremos en el futuro? ▪ ¿Qué actividades desarrollaremos en el futuro?
● Objetivo general Elaborar un objetivo general, éste se redactará comenzando con verbos en infinitivo (ar, er, ir) teniendo en cuenta qué se quiere lograr; debe ser claro, conciso, realista y realizable.
● Indicadores Establecer los indicadores que se consideren adecuados y pertinentes a la población y las funciones de la consultoría.
7. Estrategias de implementación Teniendo los elementos anteriores es necesario contar con actividades específicas para la implementación de la consultoría, por lo que se sugiere llevar a cabo las siguientes:
Crear un grupo de trabajo para desarrollar el proyecto, preferentemente del servicio en el que se quiere implementar, que incluya al personal operativo de la consultoría y gerencial. Las(os) directivos de enfermería o responsable de la consultoría seleccionarán al profesional de enfermería valorando sus competencias profesionales, cuando se habla de competencias se hace referencia a que pone en práctica los conocimientos,
habilidades, destrezas, hábitos, actitudes y valores que se requieren para realizar las actividades encomendadas con eficiencia y eficacia; asimismo, demostrar funciones con un alto grado de profesionalismo, desarrollando valores de solidaridad y respeto, ser una persona digna de confianza y perseverante en su actuar con una sólida formación humanista (ver en marco teórico el apartado correspondiente al perfil del profesional de enfermería consultor).
- El grupo de trabajo deberá realizar las siguientes actividades:
− Reuniones de trabajo para establecer las prioridades y las actividades operativas a realizar.
− Solicitar asesoría con otros profesionales con experiencia en la consultoría de acuerdo al grupo de pacientes al que esté dirigida.
− Solicitar o determinar un espacio físico donde se ubicará la consultoría. − Diseñar el tipo de servicio que se proporcionará, con su respectivo
procedimiento. − Diseñar el material didáctico necesario para llevar a cabo las
intervenciones a implementar en la consultoría de enfermería (verifique si en su institución se requiere de la autorización por alguna área específica que apruebe los materiales).
− Elaborar los formatos necesarios propios de la consultoría de enfermería. Éstos permitirán mostrar evidencia del trabajo que ejerce el profesional de enfermería y servirá de sustento para el seguimiento de la(s) persona(as) a las cuales se les realiza una intervención.
− Contar con una carpeta gerencial y un manual de procedimientos de la consultoría de enfermería.
Registro clínico de enfermería: se recomienda que diseñe su propia hoja de enfermería, que cubra los elementos de la Norma Oficial Mexicana 004-SSA3-2012, del Expediente Clínico; dicho formato formará parte del expediente clínico (físico o en electrónico), como evidencia de la consultoría. El registro clínico de enfermería deberá incluir la metodología del proceso enfermero, contando como marco alguna de las teorías de enfermería: Dorotea Orem, Virginia Henderson, Nola Pendel, entre otras, de acuerdo a la elección institucional con el objetivo de brindar una atención integral y sistematizada. Se sugiere también:
- Formato de consulta de primera vez. Deberá incluir una valoración inicial con
registro de la historia clínica de la persona, antecedentes heredo familiares, factores de riesgo, patología actual, resultados de laboratorio, de acuerdo con la especialidad y características de la población a atender.
- Instrumento de valoración. Deberá incluir un apartado para la exploración física, valoración de signos vitales, descripción céfalo caudal, actividad motora y otras dependiendo de la especialidad y características de la población.
Se sugiere incluir un apartado para seleccionar o escribir las intervenciones y acciones de enfermería a implementar en el plan de cuidados, así como un espacio para redactar una pequeña nota del personal consultor, para describir las características de la familia, qué recursos didácticos fueron utilizados y cuál es el plan a seguir.
- Formato de consulta subsecuente. De la misma manera que el instrumento de valoración, debe incluir un apartado para exploración física; sin embargo, es preferible que se marque si hubo algún cambio de acuerdo con la nueva valoración y si se detectan nuevas alteraciones en el estado de salud o complicaciones. Es necesario un espacio para redactar las nuevas intervenciones o modificaciones al plan de cuidados establecido, del mismo modo la nota de enfermería.
Otros documentos:
- Agenda de citas. Es necesario llevar un registro de citas, éste permitirá tener un control de seguimiento de las personas a atender.
- Diagrama de flujo. Desarrollar un diagrama de flujo con el propósito de visualizar el proceso de la consultoría de enfermería. Éste se elaborará tomando en cuenta las características de su entorno institucional, la población objetivo y estrategias de captación de personas (ver anexo 2).
- Presentación del proyecto a las autoridades para visto bueno y apoyo en su implementación.
Si su institución es grande, es indispensable que las autoridades de mayor
nivel jerárquico tengan conocimiento del proyecto y obtenga el visto
bueno de ellos, de la misma manera, el apoyo para la implementación.
Para esto es importante que realice una presentación o envíe el proyecto
impreso a las autoridades y de seguimiento hasta obtener la autorización.
- Cuando se tenga la autorización del proyecto será necesario iniciar la
logística para la consultoría la cual consta de:
− Requerir un espacio exclusivo para la consulta. − Solicitar el mobiliario necesario (de acuerdo al tipo de paciente)
para crear un ambiente agradable para el paciente, familiar y consultor (a). Asegurarse de contar con un espacio para la exploración física y un lavamanos.
− Solicitar recursos informativos (computadora, acceso a la red interna del hospital, etcétera).
− Solicitar una línea telefónica. − Contar con los registros clínicos de enfermería y los formatos
necesarios impresos; también, con los materiales educativos indispensables.
− Identificar los servicios de apoyo necesarios (nutrición, psicología, rehabilitación, tanatología, entre otros), diseñar los mecanismos de interrelación y solicitar el apoyo de dichas áreas.
8. Actividades operativas de la consultoría Actividades generales:
• Al inicio de las actividades, se verificará que la unidad se encuentre en condiciones óptimas de limpieza y funcionamiento.
• El registro de asistencia se llevará a cabo en el expediente y agenda de citas. • Habrá consultas de primera vez, así como consultas subsecuentes. • Deberán realizar en tiempo y forma los formatos o instrumentos
de valoración y de consulta subsecuente y anexarlos al expediente clínico.
Consulta de primera vez (duración aproximada una hora)
• Atender a la persona con empatía, respeto y calidez. • Recibir a la persona con trato amable y por su nombre.
Brindar información sobre lo que se realizará en el área de consultoría de enfermería, y si así procede, otorgar el tríptico o material escrito.
• Aplicación del proceso enfermero: Primera etapa. Valoración: se aplica el instrumento de valoración o formato de primera vez e inicia la historia clínica de enfermería. Toma de signos vitales, exploración física y somatometría. Segunda etapa. Diagnósticos: se generan los diagnósticos de enfermería a la par de cada alteración o problema real o potencial, se puede apoyar para la elaboración de los diagnósticos de enfermería en la Taxonomía NANDA. Tercera etapa. Planeación: se crea el plan de cuidados individualizado a partir de los problemas reales o potenciales, o en su caso de bienestar de la persona. La herramienta sugerida para la interrelación entre la etiqueta diagnóstica NANDA y el Criterio de Intervención NIC. La elaboración del plan de cuidados se realizará en conjunto con la persona del plan de cuidados, encaminado a reducir los problemas y promover la salud, estableciendo prioridades y objetivos (o resultados). Prescribir el cuidado de manera clara de acuerdo a su cultura y características de la persona. En los casos que se requiera de otro profesional de la salud se hará interconsulta para solicitar su ayuda. El diseño de las intervenciones será acorde a lo establecido a las clasificaciones de intervenciones (NIC) y criterios de resultados (NOC). Además, proporcionar o emplear materiales de promoción de la salud que favorezcan la participación de la persona en el plan de acción para su cuidado. Cuarta etapa. Ejecución: se llevan a cabo las intervenciones educativas y terapéuticas con la persona o cuidador; en caso de ser requeridas. Quinta etapa. Evaluación: Esta no es valorable en consulta de primera vez.
Al finalizar la consultoría programar el seguimiento o enviar al lugar correspondiente para que agende la siguiente cita. Consulta subsecuente (duración aproximada 30 minutos a 1 hora)
1. Atender a la persona con empatía, respeto y calidez. 2. Recibir a la persona con trato amable y por su nombre. 3. Aplicación del proceso enfermero:
Primera etapa. Valoración: realizar historia clínica de enfermería, toma de signos vitales, exploración física y somatometría. Segunda etapa. Diagnósticos: se generan nuevos diagnósticos enfermeros si se detecta un nuevo problema real, potencial o de bienestar en la valoración. Tercera etapa. Planeación: se modifica o se mantiene el plan de cuidados individualizado establecido o se crea uno nuevo a partir del problema real, potencial o de bienestar. Cuarta etapa. Ejecución: se llevan a cabo las intervenciones educativas y terapéuticas con la persona o cuidador (fomentar y reforzar los conocimientos sobre el autocuidado), además de incrementar la competencia del apoyo que la familia del paciente tenga para el cuidado del mismo; aunado al acompañamiento en la adaptación a su nueva situación de salud. Quinta etapa. Evaluación: se evalúan los objetivos e intervenciones y se determina si éstos se cumplieron (evaluar si la persona ha adoptado conductas saludables). En caso de que la persona no haya cumplido con los objetivos establecidos, se recomienda continuar recibiendo consultas de enfermería hasta lograr el o los objetivos planeados.
En caso necesario solicitar la interconsulta o intervención de otro profesional de salud del equipo multidisciplinario.
Al finalizar la consultoría programar el seguimiento o enviar al lugar correspondiente para que programe la siguiente cita. Cuando el paciente no acuda a su cita de seguimiento realizar contacto telefónico para identificar la causa y registrar en la hoja de enfermería.
- Alta de la consultoría:
El alta del servicio de consultoría de enfermería, se hará una vez que los problemas reales o potenciales del paciente hayan sido cubiertos, es decir, que se termine de aplicar el proceso enfermero o cuando el paciente decida no seguir acudiendo por diversas causas, de cualquier manera, se deberá realizar una nota de término en la consultoría y registrar el motivo del plan de alta.
9. Evaluación de la consultoría
Es recomendable llevar a cabo una evaluación en el primer trimestre de los siguientes elementos, lo que dará pauta a reestructurar o reajustar aspectos relacionados con la forma en que se otorga y documenta la consultoría.
● Evaluación y modificación de los registros clínicos de enfermería. ● Porcentaje de cumplimiento de los registros. ● Cumplimiento de las agendas de citas. ● Promedio de tiempo por paciente. ● Análisis de los datos de mejora o control del estado del paciente.
Al año es conveniente evaluar los siguientes aspectos:
● Implementación del proyecto (lo que se planeó se ejecuta).
● Indicadores clínicos de calidad asistencial (adherencia al
tratamiento, calidad de vida, modificación al estilo de vida, niveles
de presión arterial, número de recaídas, control glicémico,
etcétera).
● Indicadores de efectividad y eficiencia (pacientes controlados,
pacientes egresados por mejoría, etcétera). (López N Mercedes)
● Número de consultas otorgadas.
● Motivos de derivaciones. (Martín-Santos FJ, et al).
ANEXO 1
Diagnóstico situacional
Etimológicamente, diagnóstico proviene de gnosis: conocer y, día: a través, así entonces significa: conocer a través o conocer por medio de; por lo cual puede definirse el diagnóstico situacional como el conocimiento aproximado de las diversas problemáticas de una institución y población objetivo a partir de la identificación e interpretación de los factores y actores que determinan su situación.
Matriz FODA
La matriz FODA es una herramienta de análisis que puede ser aplicada a cualquier situación, individuo, producto, empresa, etc., que esté actuando como objeto de estudio en un momento determinado del tiempo; es un instrumento que facilita conformar un cuadro de la situación actual del objeto de estudio (persona, empresa u organización, entre otras) permitiendo de esta manera obtener un diagnóstico preciso que propicia, en función de ello, tomar decisiones acordes con los objetivos y políticas formulados.
El análisis de Fortalezas, Oportunidades Debilidades y Amenazas (FODA) consiste en reunir información tanto del entorno interno como del externo de su institución, en función de la implementación de la consultoría de enfermería.
Respecto al entorno externo permite evaluar las oportunidades (aspectos positivos) y amenazas (aspectos negativos) en el plano económico, social, cultural, geográfico, demográfico, político y legal que afecten la instalación de la consultoría.
En relación al entorno interno permite evaluar las fortalezas (aspectos positivos) y debilidades (aspectos negativos) de los recursos económicos, organización, etcétera (ver figura 1 y 2).
ANEXO 2
Diagrama de flujo
En la Administración Pública Federal para la elaboración de sus diagramas de
flujo, se utiliza la simbología del American Nacional Standard Institute (ANSI)
por sus siglas en inglés, que es una organización privada sin fines lucrativos
que administra y coordina la normalización voluntaria en los Estados Unidos de
Norteamérica. El ANSI ha desarrollado una simbología para los diagramas
orientados al procesamiento electrónico de datos (EDP) con el propósito de
representar los flujos de información, de la cual se han adoptado algunos
símbolos para la elaboración de los diagramas de flujo dentro del trabajo de
diagramación administrativa.
A través del diagrama de flujo se establece una secuencia lógica y
representación gráfica de un procedimiento, se ilustra con símbolos
convencionales la estructura, dinámica, etapas, actividades, unidades que
intervienen, y los documentos que se generan en su desarrollo (ver figura 3).
El diagrama de flujo permite:
1. Conocer e identificar los pasos de un procedimiento.
2. Detectar fallas, tales como redundancia de pasos, ineficiencia o
malas interpretaciones de las actividades.
3. Diagramar el inicio y término del procedimiento, la secuencia de
actividades, decisiones que se tomen los responsables de su
ejecución y los documentos que se generan como resultado de su
desarrollo.
Para la elaboración del diagrama de flujo es necesario:
a. Identificar las áreas internas y externas, responsables del
procedimiento, denominación y áreas que intervienen en su
desarrollo.
b. Con base en la simbología establecida y las actividades
desarrolladas determinar los símbolos que deben utilizarse en el
diseño del diagrama. El punto de partida y término, se representa
con una elipse, anotar en el espacio en blanco la palabra “INICIO”
“FIN”.
c. Las líneas direccionales señalan la secuencia de etapas que se
desplazan dentro del ámbito de responsabilidad del área que
precede a la nueva etapa, determina su dirección con una punta de
flecha.
d. Cuando en el desarrollo del procedimiento se presentan dos
alternativas, deberán representarse con un rombo que es el
símbolo de toma de decisiones inmediatamente después de la
actividad y deberá anotarse la palabra “procede”:
i. Primera: en el caso de que el producto esperado no satisfaga los requerimientos establecidos, ésta se califica como “no
procede”, lo cual se simboliza con un “NO” sobre una línea y
un conector circular en cuyo centro se anote el número de la etapa en la que deba reiniciarse el proceso.
ii. Segunda: considera la posibilidad afirmativa “sí procede”, en la que se describe la conclusión de la etapa, señalándose con un “SÍ” la instrucción correspondiente.
e. El número de secuencia de la etapa debe coincidir con la
descripción de ésta, la que se encuentra descrita en el
procedimiento.
Figura 3. Fuente: American National Standard Institute (ANSI).
Simbología para la diagramación de procedimiento
A continuación, se presenta el diagrama de flujo de la Consultoría de
Enfermería del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, el cual se
elaboró de acuerdo con las necesidades y estrategias a emplear (ver figura 4)
Figura 4. Diagrama de flujo de la Consultoría de Enfermería del
Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía
Glosario de términos
Autonomía: capacidad o tendencia a funcionar de forma
independiente.
Bienestar: estado dinámico de salud en el que un sujeto
evoluciona hacia un nivel más alto de funcionamiento,
alcanzando un equilibrio óptimo entre los medios interno y
externo.
Colaboración: trabajo conjunto de los miembros de un equipo
sanitario en el desarrollo de la asistencia a un paciente o una
colectividad.
Comunicación: serie de acontecimientos en curso y
dinámicos que implica la emisión de información de un
transmisor a un receptor.
Comunicación interpersonal: intercambio de información
entre dos personas o entre las personas de un grupo
pequeño.
Diagnóstico de enfermería: informe sobre un problema de
salud real o potencial que la enfermera puede tratar
legalmente y de forma independiente. Segunda fase del
procedimiento de enfermería, durante la cual se determinan
las respuestas anómalas del paciente, actuales o potenciales,
a una enfermedad o a un estado.
Ejecución: iniciación y finalización de las actuaciones de
enfermería necesarias para ayudar al paciente a conseguir
sus objetivos de salud.
Evaluación: determinación del grado en el que se han
alcanzado los objetivos establecidos en relación a una
persona.
Exploración física: valoración del cuerpo de un paciente
mediante las técnicas de inspección, auscultación, palpación
y percusión, con el fin de llegar a determinar anomalías
físicas.
Familia: grupo de sujetos interrelacionados que constituye la
unidad básica de la sociedad.
Historia clínica de enfermería: datos reunidos acerca del
estado actual del paciente, posibles cambios de forma de
vida o de papel sociocultural, así como sobre las reacciones
mentales y emocionales a la enfermedad.
Interconsulta: proceso en que se pide ayuda a un especialista
para encontrar vías de solución de problemas en el
tratamiento del paciente o en la planificación y ejecución de
determinados programas.
Intervenciones: actuaciones encaminadas a prevenir un daño
a la persona o a mejorar sus funciones mental, emocional,
física o social.
Medidas preventivas de enfermería: medidas de enfermería
orientadas a prevenir la enfermedad y fomentar la salud, para
no tener que recurrir a la asistencia sanitaria primaria,
secundaria o terciaria.
Registro: forma escrita de comunicación que reúne de manera
permanente información relacionada con el tratamiento de
asistencia sanitaria.
Valoración: primera fase del cuidado de enfermería; las
actividades que la integran son la recogida de datos y su
verificación, clasificación y documentación. El objetivo es
reunir información para identificar el problema sanitario que
se presenta.
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