Guía absolutismo

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UNIDAD: EL HUMANISMO Y EL DESARROLLO DE PENSAMIENTO CIENTÍFICO ABSOLUTISMO MONÁRQUICO ¿Qué es el Absolutismo o Monarquías Absolutas? Los principios básicos de las monarquías absolutas son: El poder es de carácter divino: la autoridad del Rey fue designada por Dios y solo a éste le debe rendir cuentas. La Iglesia quedo suspeditada al monarca o como poder aparte. No debe pedirle permiso ni al Parlamento (cortes o estados generales) ni a los nobles para tomar decisiones. Es una forma de gobierno que tuvo su apogeo en el siglo XVII, en la cual el poder del rey no está sujeto a ninguna limitación institucional que no sea la ley divina. Es decir, el rey concentraba todos los poderes de un Estado, y podía tomar decisiones sin rendir cuentas. Razón de estado: El rey o príncipe absolutista debía regirse sin criterios para lograr el poder, bienestar del pueblo y la riqueza del Estado. El filósofo Thomas Hobbes plantea en su obra conocida como “El Leviatán”, que el estado de naturaleza de los seres humanos es horroroso, de guerra de todos contra todo, ya que el “hombre es un lobo para los otros hombres”. De ahí que tenga necesidad de salir de este, estado para lo que renuncia a todo su poder dejándolo en manos del gran Leviatán: un monstruo marino que, si bien podía ser despiadado, protegería al pueblo de su misma naturaleza esencialmente destructiva. Hobbes justifica así la instauración de un poder absoluto concentrado en un rey (el Leviatán), para así poder lograr el bienestar del pueblo: la razón de Estado.

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UNIDAD: EL HUMANISMO Y EL DESARROLLO DE PENSAMIENTO CIENTÍFICO

ABSOLUTISMO MONÁRQUICO

¿Qué es el Absolutismo o Monarquías Absolutas?

Los principios básicos de las monarquías

absolutas son: El poder es de carácter divino: la autoridad

del Rey fue designada por Dios y solo a éste le

debe rendir cuentas.

La Iglesia quedo suspeditada al monarca o

como poder aparte.

No debe pedirle permiso ni al Parlamento

(cortes o estados generales) ni a los nobles para

tomar decisiones.

Es una forma de gobierno que tuvo su apogeo en el siglo XVII, en la cual el poder

del rey no está sujeto a ninguna limitación institucional que no sea la ley divina. Es

decir, el rey concentraba todos los poderes de un Estado, y podía tomar

decisiones sin rendir cuentas.

Razón de estado: El rey o príncipe absolutista debía regirse sin criterios para

lograr el poder, bienestar del pueblo y la riqueza del Estado.

El filósofo Thomas Hobbes plantea en su obra conocida como “El Leviatán”,

que el estado de naturaleza de los seres humanos es horroroso, de guerra de

todos contra todo, ya que el “hombre es un lobo para los otros hombres”. De ahí

que tenga necesidad de salir de este, estado para lo que renuncia a todo su

poder dejándolo en manos del gran

Leviatán: un monstruo marino que, si bien podía ser despiadado, protegería al

pueblo de su misma naturaleza esencialmente destructiva.

Hobbes justifica así la instauración de un poder absoluto concentrado en un

rey (el Leviatán), para así poder lograr el bienestar del pueblo: la razón de Estado.

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¿Qué es, finalmente, el Absolutismo? Es un sistema político en cual el gobernante no tiene limitación de facultades de ningún tipo. El monarca absolutista controla todos los poderes y se sirve a menudo de una amplia red de funcionarios y de una legitimación divina.

El absolutismo en Europa.

Francia Durante el siglo XVI, en Francia se produjeron violentas guerras civiles, en las que los nobles se levantaron contra el rey, y los católicos y hugonotes (calvinistas) se disputaron el poder. Además, el inmenso poder de los reyes españoles Carlos V y Felipe II pareció aplastar a la nación francesa. Bajo el reinado de Enrique IV se inició el resurgimiento de Francia. El gobernante restableció el orden y la ley mediante la dictación del Edicto de Nantes (1598), que terminó con la guerra entre protestantes y católicos. El catolicismo fue reconocido como religión oficial de la monarquía, pero los hugonotes1 fueron autorizados para ejercer libremente su culto y mantener sus propias fuerzas en determinadas ciudades. La obra de Enrique IV fue continuada por el cardenal Richelieu, quien actuó como hombre fuerte, pues el sucesor del rey, su hijo Luis XIII, tenía nueve años y debió ser subrogado por su madre María de Médici, que actuó como regenta. La política de Richelieu estaba basada en tres puntos fundamentales: arruinar el poder de los hugonotes, el sometimiento de la nobleza al rey y convertir a Francia en la primera potencia de Europa. Cada uno de estos objetivos fue sucesivamente realizado. También participó en la Guerra de los 30 años (1618-1648), violenta y terrible contienda que arruinó a Alemania y dejó impotente al Imperio Germánico. El cardenal Mazarino Luego de la muerte de Luis XIII, quien falleció poco después de Richelieu, debió sucederle Luis XIV. Pero como el niño solo tenía cinco años, su madre designó como jefe del Consejo al cardenal Giulio Mazarino, protegido de Richelieu. Los nobles pensaron que Mazarino podría convertirse en un aliado y devolverles sus privilegios perdidos, pero este continuó con la política adoptada por su antecesor. En un último intento por sacudir la autoridad monárquica y recuperar sus derechos feudales, iniciaron una revuelta que se llamó la Fronda. Sin embargo, Mazarino logró imponerse a esta fronda aristocrática, y en lugar de que se debilitara la monarquía, esta salió fortalecida. Esto, porque tanto desorden y ruina económica terminó por aburrir a los nobles, que solo buscaron tranquilidad y seguridad, que Francia encontró en la figura del rey. Luis XIV Conocido como El Rey Sol (Le Roi Soleil) o Luis el Grande (Louis le Grand), fue el primogénito y sucesor de Luis XIII y de Ana de Austria (hija del rey Felipe III de España). Luis XIV incrementó el poder y la influencia francesa en Europa, combatiendo en tres grandes guerras: la Guerra de Holanda, la Guerra de los Nueve Años y la Guerra de Sucesión Española. Bajo su mandato, Francia no sólo consiguió el poder político y militar, sino también el dominio cultural con personajes como Molière, Racine, Boileau, La Fontaine, Lully, Rigaud, Le Brun y Le Nôtre. Estos logros culturales contribuyeron al prestigio de Francia, su pueblo, su lengua y su rey. Luis XIV, uno de los más destacados reyes de la historia francesa, consiguió crear un régimen absolutista y centralizado, hasta el punto que su reinado es considerado el prototipo de la monarquía absoluta en Europa. La frase «L'État, c'est moi» («El estado soy yo»).

1 Protestantes franceses de doctrina calvinista durante las guerras de religión.

Luis XIV

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Inglaterra Está representado en el siglo XVI por la dinastía de los TUDOR. Fueron Reyes hábiles que no chocaron con el Parlamento Ingles. Sus gobernantes fueron Enrique VIII, Eduardo VI, María I e Isabel Tudor. Enrique VIII (1500-1547) fue el que inicio el cisma ingles creando la religión anglicana. Tuvo como primer ministro a Tomas Moro, un humanista, el cual finalmente fue decapitado por oponerse al divorcio de Rey de su mujer la reina Catalina de Aragón. Por su actitud la Iglesia Católica lo declaro Santo. Con Isabel Tudor (1558-1603) se inicia una etapa de esplendor la llamada “Era Isabelina”. Auge del absolutismo político, financiero-comercial (creación Banco de Inglaterra y Bolsa de Valores de Londres), cultural (la época de William Shakespeare) y colonial, Isabel organiza definitivamente la religión y culto anglicano. Isabel murió sin descendencia y el trono pasó a sus parientes de Escocia: Los Estuardos. Estos gobernaron en el siglo XVII, pero con frecuentes problemas con el Parlamento por su absolutismo. Sus representantes fueron: Jacobo I, Carlos I, Carlos II, Jacobo II. Los problemas culminaron en los tiempos de Carlos I (mediados del siglo XVII). Estallo una guerra civil encabezada por el Diputado Oliverio Cromwell. El Rey derrotado fue ajusticiado en 1649. El Parlamento ingles proclamo la Republica y a Cromwell como gobernante. Gobierna con el titulo de Lord-Protector. Uno de los hechos importantes de su gobierno fue promulgar el Acta de Navegación (1651), base del desarrollo naval ingles. Murió en 1658. Su hijo Ricardo heredo el gobierno. No tuvo un gobierno acertado y el Parlamento resolvió restablecer la monarquía. Vuelven los Estuardo con Carlos II y Jacobo II. Carlos II por ser católico tuvo grandes problemas. Los protestantes le pidieron ayuda a la princesa María (hijas de un primer matrimonio de Jacobo II) casada con el Príncipe protestante de Holanda, Guillermo de Orange. Estallo entonces en Inglaterra la llamada Gloriosa Revolución de 1688, que depuso a Jacobo II y llevo al trono ingles a Guillermo de Orange. Este asume el poder con el titulo de Guillermo III, pero el Parlamento limito los poderes reales con la llamada “Declaración de Derechos” (1689). Con Guillermo III se inicia pues la monarquía Constitucional. En el siglo XVIII, Inglaterra paso a ser el país líder de Europa. En ella se produce la llamada Primera Revolución Industrial. Finalmente la monarquía constitucional se transforma en monarquía Constitucional Parlamentaria. España La importancia que España tuvo en Europa en el siglo XVI estuvo basada en el poder y la riqueza inmensos que tenía a su disposición. Y ese poder y riqueza afectaron la forma y la dirección en que se desarrollaron los otros Estados europeos que se estaban consolidando. La monarquía española combinó dos conjuntos de recursos. Por una parte, se benefició más que ninguna otra de la política matrimonial dinástica. Y por otra, la conquista de América le proporcionó una superabundancia de metales preciosos. En el siglo XVI, el Estado español contó con un volumen de territorio, influencia y tesoros, que ninguna monarquía rival podía igualar. En 1469, el matrimonio de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón —los llamados reyes catolicos— sentó las bases de la unidad política de España. Sin embargo, el poder de la monarquía no fue reconocido del mismo modo en todas las regiones del reino, por lo que la concentración del poder no se concretó jamás. Durante la primera mitad del siglo XVI, asume Carlos I (o Carlos V, emperador de Germania), fue el último intento de ser jefe político. Gobernó muchas tierras en América y Europa, y aunque dispersas, se le caracterizó por la frase de “en mi Imperio nunca se pone el sol”. Logró imponer su autoridad al interior de España, reprimiendo la Rebelión de los Comuneros. Participó también activamente en la política internacional: luchó contra los franceses, contra los turcos (a los que venció en las puertas de Viena), intervino en el problema religioso en Alemania y debió organizar la conquista de América. Sin embargo, fue Felipe II el paradigma del absolutismo español, llevando a cabo el proceso de Contrarreforma en España. Consagró su vida, incluso matrimonial, por el triunfo del catolicismo en la región, reactivando incluso el Tribunal de la Inquisición. Vivió encerrado en un palacio que se mandó a construir, el Escorial, y al igual que su padre, intervino en toda la vida política de Europa: luchó contra la reina Isabel Tudor de Inglaterra por ser protestante, enviando a la

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Invencible Armada (que finalmente fue vencida). También luchó contra Francia, venció a los turcos en la batalla naval de Lepanto y luchó, sin éxito, contra la sublevación de los Países Bajos. Además de lo anterior, se preocupó personalmente por la organización de las colonias americanas. Luego de estos reyes, se muestra una decadencia política en España, con reyes como Felipe III, Felipe IV y Carlos II. No obstante, fue el siglo de oro de las letras, el arte y el teatro español.

El Barroco: expresión cultural del absolutismo.

El Barroco fue un periodo de la historia de la cultura occidental que produjo obras en el campo de la literatura, la escultura, la pintura, la arquitectura, la danza y la música, y que abarca desde el año 1600 hasta el año 1750 aproximadamente. Se suele situar entre el Renacimiento y el Neoclásico, en una época en la cual la influyente Iglesia Católica europea tuvo que reaccionar contra muchos movimientos revolucionarios culturales que produjeron una nueva ciencia y una religión disidente dentro del propio catolicismo dominante: la Reforma protestante. Se dio en distintos periodos según el país. El Barroco es un término que nace en el arte en oposición al arte renacentista, que tenía su mirada en el arte clásico. Este último se caracteriza por su orden, claridad y armonía, en cambio el Barroco, tendencia que le sigue, es todo lo opuesto, es lo no clásico, y aquello es lo primero que salta a la vista. El término expresa el concepto de artificio confuso e impuro, de engaño, de capricho de la naturaleza, de extravagancia del pensamiento. Cada una de las Bellas Artes tiene representantes en este movimiento cultural:

En música sobresalen Antonio Vivaldi y Johann Sebastian Bach

En literatura española se encuentran Luis de Góngora y Francisco de Quevedo y Villegas. En la literatura en español americano destaca principalmente Sor Juana Inés de la Cruz.

En pintura italiana están Pietro da Cortona, Caravaggio, y los Carracci

En la escultura italiana el exponente más célebre del barroco es Bernini. En la escultura mexicana, destacó Jerónimo de Balbás.

En la arquitectura Bernini y Borromini.