Guia Consumo Cuidado Para Encuentro

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GUÍA PARA ACOMPAÑAR ACCIONES DE PREVENCIÓN EN LA ESCUELAHABLEMOS DEL TEMA

Programa Nacional de Educación y Prevención sobre las Adicciones y el Consumo Indebido de Drogas

Presentación

Desde el Programa Nacional de Educación y Prevención sobre las Adic-

ciones y el Consumo Indebido de Drogas (Ley nacional N° 26586), traba-

jamos con el objetivo de promover valores y actitudes que fortalezcan las

capacidades de las personas y su entorno para prevenir las adicciones y

el uso indebido de drogas. “Hablemos del tema” es el eslogan que guía

las acciones del programa a partir del convencimiento de que la escue-

la es un espacio privilegiado para abordar esta cuestión sin temores ni

prejuicios.

Consideramos la escuela como un ámbito privilegiado para la preven-

ción por ser uno de los principales espacios de socialización de los ni-

ños y adolescentes, donde transcurre una parte sustancial de su vida

cotidiana, en permanente interacción con pares y adultos. El periodo

en que transcurre la educación secundaria constituye una fase vital en

el proceso de maduración y es el más importante en la formación de la

personalidad. Por esto, la influencia de los adultos tiene gran incidencia,

sobre todo de aquellos que, en su función educativa, comparten su co-

tidianeidad y operan como referencias de autoridad y modelos sociales.

Concebimos las problemáticas asociadas al consumo de drogas como un

fenómeno social complejo que atraviesa distintas edades, estratos socia-

les y niveles socioculturales. En este sentido, no apuntamos a focalizar

las intervenciones en determinados grupos considerados en riesgo, sino

en problematizar la cuestión en la escuela a través de la creación de es-

pacios de debate y reflexión, y de la promoción de experiencias grupales.

Se trata de NO dejar solos a los jóvenes con el consumo ni con lo que

creen de él.

En este marco, presentamos el ciclo audiovisual consumo cuidado, elabo-

rado conjuntamente con Canal Encuentro, con el objetivo de instalar en

las escuelas la discusión sobre el consumo de sustancias psicoactivas.

Para eso se exponen algunas de las tantas miradas posibles sobre una

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problemática que nos atraviesa a todos, del camino recorrido hasta aho-

ra en cuanto a la prevención y de las estrategias colectivas e individuales

para ocuparnos del tema, sumando los aportes de los diferentes actores

involucrados en el cuidado en la escuela.

Este material apunta a identificar y conocer las representaciones y las

prácticas de los adolescentes en torno al consumo y, a partir de eso, po-

der generar preguntas que incorporen la información y la perspectiva

que exponen los adultos (especialistas, docentes, directores, funciona-

rios) que participan en cada uno de los programas con el fin de proble-

matizar la cuestión y construir estrategias de cuidado. Creemos que este

proceso debe darse colectivamente: los conocimientos, valores, prácticas

se elaboran grupalmente poniendo en juego la posibilidad de construir

“lo común”; es decir, aquello que nos une e identifica. No obstante, reco-

nocer y valorar lo que nos diferencia.

Escuchar, escucharse, problematizar, preguntarse, preguntar, tener in-

formación, construir colectivamente son las herramientas necesarias

para comprometerse con el abordaje integral de la problemática.

La posibilidad de que nuestros jóvenes interpelen sobre sus prácticas de

consumo habilita la posibilidad de que las modifiquen.

EjES PARA DESARROLLAR ACCIONES DE PREVENCIÓN

a. Preparar el terreno

Para poder trabajar el material, es importante crear las condiciones ne-

cesarias para escuchar y para que sea posible hablar del tema. Las re-

laciones entre quienes interactúan en el ámbito escolar, expresadas en

los acuerdos de convivencia, los valores implícitos y la calidad de los

vínculos son fundamentales como facilitadores u obstaculizadores de

las acciones de prevención. Un ambiente escolar donde priman las rela-

ciones integradoras, donde los docentes conocen y respetan los intereses

de los alumnos a partir de establecer una relación fluida y bidireccional,

potencia la labor preventiva.

La pregunta no es solo acerca de lo que hacemos, sino desde dónde lo

hacemos. En este punto creemos que resulta primordial que la escuela

pueda desarrollar una cultura institucional vinculada al cuidado. Esto

significa centralmente que primen relaciones de reciprocidad, de afecti-

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vidad, de confianza, de preocupación por el otro.

En este sentido, es necesario replantearnos continuamente el rol del adul-

to y, en nuestro caso, el del docente en particular, con el fin de promover

una escucha efectiva y el abordaje de las problemáticas que surgen en los

adolescentes por fuera de los contenidos curriculares.

Es fundamental generar espacios de diálogo y reflexión que permitan que

el alumno pueda expresar lo que le pasa y sienta que puede contar con

ayuda y protección para cuando lo necesite. Escuchar implica tomar una

actitud sincera, calma, recibir sin juzgar, recibir “la vida como viene”.

Para ello, es imprescindible que hagamos fuertes intentos de despojar-

nos de preconceptos, prejuicios y representaciones respecto del consu-

mo, que tienden a traducirse en actitudes de rechazo, descalificación y

estigmatización.

Cuando trabajamos estos temas es muy frecuente que se generen reac-

ciones asociadas al miedo, el rechazo, la angustia o la compasión. Sabe-

mos que se ponen en juego valores, prejuicios, experiencias personales

que impactan de diferentes formas, lo cual muchas veces interfiere al

momento de llevar a cabo las acciones pertinentes.

Es necesario ser capaces de interpelar los propios prejuicios que operan

como obstáculos para hablar del tema sin tabúes. De esta manera, se po-

drá conversar, debatir, compartir las diferentes ideas y opiniones respec-

to de este tema.

Como docentes, la mirada hacia los niños, niñas y adolescentes debe

ser constante, en el día a día y no solo ante la presencia de situaciones

conflictivas específicas, permitiendo así la posibilidad de acompañarlos

responsablemente y de la mejor manera. No apuntamos a formar docen-

tes “expertos en drogas” capaces de “detectar” situaciones de consumo y

resolverlas por sí mismos. Por el contrario, estamos convencidos de que,

para incidir desde una práctica preventiva en relación con el consumo

de sustancias, es mucho más importante saber acerca de las personas

con las cuales interactuamos que contar con un conocimiento acabado

sobre las drogas y sus efectos.

Se trata de crear espacios de participación y reflexión, promover las dis-

cusiones grupales, dejar entrar la vida de los jóvenes a la escuela: saber

qué piensan, qué sienten, cómo son sus relaciones familiares y sociales,

qué les gusta hacer, qué hacen los fines de semana. Esto posiciona al

docente en un lugar de referencia y permite establecer una relación de

respeto y confianza que habilita la posibilidad de articular un discurso

preventivo.

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b. El papel de la información

El primer paso de toda actividad de prevención es la información, por

eso es importante pensar cuáles son las condiciones para que sea útil,

clara y verdadera.

No se debe utilizar un tono alarmista, porque genera desconfianza y pa-

rece consistente en tanto contradice la percepción que tienen los adoles-

centes (por ejemplo, si decimos “La droga mata” solamente (sin hablar de

condiciones de la persona, relación con las sustancias, ámbitos donde se

consume, etc.) les estamos mintiendo, porque todos conocen a alguien

que se drogó y no se murió). Tampoco es conveniente centrar el enfo-

que en las características de las sustancias o los riesgos del consumo

de drogas. Es mejor afirmarse en las ventajas del no consumo que en los aspectos negativos del consumo. La información debe responder a

las necesidades de los alumnos: no necesariamente la más completa es

la mejor. Lo importante es que dé respuestas; que no se limite a lo que

nosotros creemos que deben saber, sino a lo que despierta su curiosidad.

Las actividades para trabajar estos temas deben fomentar la búsqueda

activa, la investigación y la participación de los alumnos. Siempre es

bueno trabajar con cierta continuidad y sistematicidad.

Es importante que sea un integrante del plantel de la escuela quien coor-

dine las actividades informativas teniendo en cuenta que, por estar en

contacto permanente, conoce las características y necesidades de los

chicos y además continúa en contacto con ellos para dar respuesta a los

emergentes que surjan a posteriori. No se recomienda la intervención de

personas que tienen o han tenido problemas de consumo. Lo que trans-

miten puede ser ambiguo y no necesariamente desanimar el consumo

en los oyentes. Puede que perciban sus circunstancias y problemas como

ajenos, y que esto lleve a menospreciar los riesgos.

c. La importancia del debate

Si bien consideramos que la información es un elemento central de la

prevención, no es suficiente para desalentar el consumo. En gran medi-

da, los imaginarios, los estereotipos, los modelos sociales tienen mayor

peso en las decisiones de consumo que el conocimiento de los efectos de

las drogas o los riesgos asociados al consumo. En este sentido, es fun-

damental complementar la transmisión de información con dinámicas

que permitan trabajar sobre las significaciones, las motivaciones y las

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prácticas de consumo de los chicos.

Consideramos que debatir y escuchar a otros debatiendo posibilita la in-

terrogación sobre las propias prácticas y creencias sobre el consumo. Nos

permite conocer lo que piensan, derribar algunos mitos, despejar miedos

y dudas.

Los jóvenes son muy diferentes entre sí, aunque sea común escuchar

que muchos adultos digan: “Los jóvenes de hoy son todos iguales”. Esta

diversidad se hace evidente según clase social, lugar de origen y prác-

ticas culturales, que van perfilando los modos de vestir, sus lugares de

encuentro, sus gustos, pero, por sobre todas las cosas, su lenguaje, su

particular forma de nombrar las cosas del mundo.

No es posible entonces pensar en un solo mensaje de prevención. Es en el

ámbito de lo cotidiano y en el contexto de sus grupos de pertenencia (ami-

gos, escuela, familia) donde los jóvenes deben encontrar los medios para

desarrollar hábitos que no los perjudiquen y los integren saludablemente.

Por eso creemos que las posibilidades de trabajo en el aula son abiertas;

este puede ser coordinado por cualquier adulto de la institución, pero es

indispensable establecer un marco institucional para trabajar el tema,

que sea claro, acordado por todos y que el equipo docente en su totalidad

esté al tanto de qué es lo que se va a realizar, de modo tal que la totali-

dad de los agentes institucionales estén atentos a las repercusiones que

pueda generar en los alumnos el trabajo sobre esta temática.

Estos materiales pueden trabajarse en los espacios curriculares de las

materias con las que puedan establecerse vínculos con las temáticas

abordadas en cada programa, o bien ser desarrollado por otros agentes

institucionales (tutores, auxiliares docentes, preceptores, coordinadores

de CAJ, etc.). Lo central es que quien asuma esta tarea pueda conocer

e interpretar las necesidades y expectativas de los chicos, esté abierto

para incorporar lo que los chicos traen dándole sentido a la tarea, y sos-

tenga una continuidad que permita dar respuesta a los emergentes que

surjan en el proceso de trabajo. Más allá de las actividades y dinámicas

que sugerimos para trabajar los materiales, es fundamental la iniciati-

va y creatividad del agente institucional que desarrolle la tarea con los

chicos, pues será este quien defina cómo y cuándo avanzar en función

del contexto en el cual se desarrolla la cotidianeidad (escolar, barrial,

familiar) y de las posibilidades del grupo de trabajo.

En este marco de intervención, consideramos que las funciones del agen-

te institucional deben apuntar a facilitar el debate horizontal en el grupo

y, como figura de autoridad, interpelar y cuestionar a los chicos respecto

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de sus discursos o prácticas de consumo. Para esto deberá procurar te-

ner en cuenta una serie de premisas que brinden un encuadre claro a la

tarea:

• Mantener un actitud de escucha abierta y no formular juicios

valorativos ni censurar las opiniones o preguntas que surjan

por parte de los chicos;

• Saber contener las ansiedades en relación con una temática

que provoca muchos nervios, ansiedad, risas; es necesario per-

mitir que esto suceda para trascender este momento inicial y

profundizar en el debate;

• Evitar remitirse a experiencias propias que generen relaciones

de complicidad con los chicos, lo que rompe la necesaria asi-

metría de la relación pedagógica;

• Admitir la propia ignorancia respecto de determinados aspec-

tos de la problemática y atreverse a desarrollar un proceso de

aprendizaje junto con los alumnos;

• Asumir una actitud crítica frente a las pautas culturales y los

mensajes mediáticos asociados al consumo;

• Evitar promover los testimonios personales de los chicos. No es-

tamos trabajando en un grupo terapéutico, sino en un espacio

preventivo. Siempre el abordaje es institucional; se abre el deba-

te, pero no se interfiere en la vida privada de los adolescentes;

• No confundir el rol preventivo con el asistencial: poder dirigir el

abordaje de las situaciones problemáticas particulares al marco

institucional y comunitario.

d. ¿Cómo seguimos?

El trabajo con el material audiovisual debe contemplar, en la planifica-

ción, un espacio para dar seguimiento a lo que se abre en el proceso.

Entendemos que es una temática que genera expectativas, dudas, pre-

guntas, emociones diversas. Es importante poder dar cuenta de la de-

manda de los adolescentes al trabajar esta temática, generar espacios de

intercambio sostenidos en el tiempo, hacia adentro de la escuela, entre

distintas escuelas y hacia la comunidad. La decisión de emprender un

trabajo en profundidad en torno a la problemática de adicciones, y del

consumo de alcohol en particular, implica la responsabilidad de darle

continuidad. Cada escuela debe fortalecer su red de instituciones con las

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que articula, y apoyarse en el marco jurídico-normativo para trabajar

estos temas.

Entendemos que el trabajo es en varios niveles, dentro del aula y abriendo

el debate con los adolescentes; también hacia adentro de la institución y

con un fuerte trabajo hacia la comunidad, los adultos, las familias. Esto

lleva necesariamente a preguntarnos por el modo institucional de mirar

y cuidar al otro, y a profundizar el vínculo de la escuela con el territorio.

La participación comunitaria es una estrategia fundamental para la pro-

moción de la salud en las escuelas. Esto es posible fortaleciendo la red a

partir del trabajo en conjunto entre la escuela, las familias, las organiza-

ciones del barrio y la comunidad local. Es necesario definir cómo trabaja

la escuela con los otros adultos a cargo del cuidado de los adolescentes,

generar espacios de intercambio y de comunicación para que puedan

formar parte activamente de este proceso.

Desde el programa proponemos a las escuelas algunas sugerencias y

estrategias de intervención ante situaciones de consumo, que buscan

instaurar una forma de abordaje desde una postura comprensiva y res-

petuosa, considerando al alumno como sujeto de derechos. Sabemos que

la dinámica propia de la tarea cotidiana plantea desafíos y demandas

que exceden cualquier instrumento procedimental y, en tal sentido, nos

interesa la perspectiva de los protagonistas (directivos, docentes, alum-

nos) acerca de los límites y posibilidades que tiene la escuela para inter-

venir frente a situaciones de consumo.

Pero la prevención no solo puede quedar en el espacio del aula y deposi-

tada en la figura del docente, sino que debe ser “la escuela”, en términos

institucionales, la que se asuma como actor de la prevención, promo-

viendo el diseño de un proyecto preventivo integrado a la escuela que

permita unificar criterios, coordinar estrategias dentro de la comunidad

educativa y, sobre todo, integrar estas acciones con otras instituciones

de la comunidad.

Estamos convencidos de que los adolescentes no deben quedarse so-los con el consumo, ni con lo que creen sobre el consumo, ni con las consecuencias, ni con el cuidado.

Partimos de la base de que no todos tenemos la misma oportunidad de

elegir. Para asumir responsablemente una elección, es necesario tener

distintas opciones reales, información clara de los beneficios y riesgos,

información acerca de las consecuencias y de qué forma uno se puede

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cuidar de sus efectos no deseados. Además, tener en claro las condicio-

nes físicas, por ejemplo, la edad suficiente.

Es importante comprender que, cuando el consumo parece la única sa-

lida, es momento de pedir ayuda. Para eso hay que generar un espacio

de contención y confianza, a partir de valorarse uno mismo y valorar al

otro. Este es un aprendizaje y un desafío que nos propone el compromiso

de asumir responsablemente nuestra libertad. Las niñas, los niños y los

adolescentes tienen derecho a ser cuidados, escuchados y asistidos.

e. Sobre los programas

El material que presentamos en el ciclo consumo cuidado se compone de

13 capítulos de aproximadamente 30 minutos de duración. La estructura

de los programas está organizada a partir de un debate grupal acerca

de distintos aspectos de la problemática del consumo de drogas, inter-

calado con intervenciones de especialistas del tema, que aportan otras

miradas respecto de la problemática en cuestión.

Los primeros 10 programas están dirigidos a trabajar con los chicos en

un marco grupal, partiendo de los conocimientos, creencias, representa-

ciones y expectativas que ellos portan y, a partir de esta instancia, será

función del coordinador de la actividad intentar desactivar prejuicios y

estereotipos, analizar las condiciones socioculturales que inciden en el

consumo, interpelar sobre las prácticas de consumo vigentes en la ado-

lescencia y promover la búsqueda de información adicional respecto de

la temática trabajada.

Los últimos 3 capítulos procuran constituirse en un insumo para el in-

tercambio de los adultos en la escuela, ya que en ellos son los distintos

actores del sistema educativo quienes debaten acerca del lugar de la es-

cuela en relación con la prevención y acompañamiento de situaciones

vinculadas al consumo de drogas, introducido por la perspectiva de los

alumnos respecto de estos temas.

f. ¿Cómo trabajarlos?

La propia estructura de los programas estimula la posibilidad de repetir

en el aula el debate desarrollado por los jóvenes en cada uno de los capí-

tulos. A tales efectos, se adjunta una guía con resumen temático de los

capítulos, objetivo y preguntas clave para incentivar la discusión grupal.

Consideramos que esta dinámica puede complementarse con otras téc-

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nicas que permitan potenciar los alcances del trabajo preventivo:

Dinámica de formulación de preguntas: Estimular la formulación de

preguntas a partir del registro visual favorece el protagonismo y la par-

ticipación de los chicos, así como el desarrollo de una actitud crítica;

Grupos de discusión: Conformando subgrupos de debate y una puesta

en común final se promueve el trabajo interdependiente y la capacidad

de síntesis y comunicación;

Trabajo en red: Se promueve una investigación individual o por subgru-

pos para la conformación de una producción única que contemple los

aportes de cada uno;

Debate activo: Se divide en subgrupos y se asigna a cada grupo la defen-

sa de distintas posturas. Al final cada subgrupo esgrime sus argumen-

tos como disparador del debate;

Campaña de difusión: Se les pide a los alumnos que elaboren mensajes

preventivos para difundir en distintos formatos (afiche, radio escolar,

Web, etc.).

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SÍNTESIS DE CAPÍTULOS

CAPÍTULO 1LA cuLTurA DEL cOnSuMO

PropósitoDefinir las adicciones como un problema social.

ResumenSe definen las adicciones como un problema social, contextualizado den-

tro del tipo de sociedad en el que vivimos. Las adicciones representan el

malestar social de una época: no existe una cultura del consumo dife-

renciada de lo que es la cultura social. No existe una manifestación del

problema por fuera de lo que pasa en una comunidad, barrio, familia.

Las adicciones siempre responden a situaciones de conflicto personal,

familiar y social. El desencadenamiento de una adicción responde a la

conjunción de factores micro y macrosociales.

Preguntas guía¿Cómo definirían el consumo problemático de drogas y las adicciones?

¿Por qué les parece que se producen? ¿Qué factores personales, familia-

res y sociales influyen en las adicciones? ¿Qué características tienen las

sociedades de consumo? ¿Cómo podemos vincularlas con la problemáti-

ca del consumo de drogas?

Coordinador:Profesor Néstor Rebechi. Director de Escuela de Reinserción N° 2

CABA

Participantes:Alumnos de Escuela de Reinserción N° 2 CABA

Entrevistados:Lic. Gabriela Torres. Coordinadora Programa Nacional de Educación

y Prevención sobre las Adicciones y el Consumo Indebido de Drogas.

Lic. Eduardo Alberto Calabrese. Titular del Área Adicciones. Di-

rección de Salud Mental y Adicciones. Ministerio de Salud de la

Nación.

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CAPÍTULO 2uSO, ABuSO y ADicción:¿cuánDO un cOnSuMO ES prOBLEMáTicO?

PropósitoDiferenciar los distintos niveles en el consumo de drogas.

Resumen Existen distintos niveles de consumo según la relación que la persona

tiene con la sustancia: uso, abuso y adicción. Un consumo es proble-

mático cuando afecta la salud física, las relaciones sociales primarias

(familia, amigos), las relaciones sociales secundarias (trabajo, estudio) y

la relación con la ley. Pueden ser intoxicaciones agudas, usos crónicos o

adicciones. Resulta importante clarificar que no todo consumo es adic-

ción.

Preguntas guía¿Todas las formas de consumo de drogas son igualmente riesgosas o

problemáticas? ¿En qué criterios pensarían para diferenciar el uso y el

abuso de drogas? ¿Qué diferencias podemos establecer en el consumo

de drogas legales o ilegales? ¿Cómo podría afectar el consumo de drogas

la salud de una persona o sus relaciones primarias y secundarias? ¿Qué

situaciones de uso o abuso podemos reconocer en las prácticas sociales

de los adolescentes?

Coordinador:Lic. Gabriel Scandizzo. Equipo técnico. Programa Nacional de

Educación y Prevención sobre las Adicciones y el Consumo Inde-

bido de Drogas.

Participantes:Alumnos de Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini. CABA

Entrevistados:Lic. Graciela Touze. Presidenta Intercambios Asociación Civil.

Lic. Matilde Mazza. Directora de Salud Mental y Adicciones. Minis-

terio de Salud de la Nación.

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CAPÍTULO 3EL prOBLEMA nO SOn LAS SuSTAnciAS

Propósito Analizar las distintas relaciones que las personas pueden establecer con las drogas en función de sus condiciones de vida.

Resumen Las personas establecen distintas relaciones con las drogas en función de sus condiciones de vida. El consumo problemático está relacionado fundamentalmente con la cantidad, frecuencia, motivaciones y contexto de consumo. En las situaciones de consumo problemático, se ponen en juego tres elementos: la sustancia, la persona y su entorno. Así como las drogas no son todas iguales, las personas se relacionan con las drogas de manera diferente. El consumo problemático no está asociado a las carac-terísticas de la sustancia, sino a un padecimiento subjetivo de la persona.

Preguntas guía¿Qué son las drogas? ¿Son todas iguales? ¿En qué se diferencian? ¿Una persona tiene problemas según qué droga consuma? ¿Cómo podrían in-fluir la edad, la situación social y la historia de la persona en que un consumo sea problemático o no? ¿Cómo podría influir el lugar donde se consume en relación con el carácter problemático del consumo? ¿Qué factores influirían para que un consumo pueda tornarse problemático? ¿Cómo se inician los adolescentes en el consumo de drogas? ¿Cuáles son los factores que inciden en el consumo de los adolescentes?

Coordinadora:Lic. Gabriela Torres. Coordinadora Programa Nacional de Educación y Prevención sobre las Adicciones y el Consumo Indebido de Drogas.

Participantes:Alumnos del Programa Parlamento Juvenil del Mercosur. Ministe-rio de Educación de la Nación.

Entrevistados: Presbítero Basilicio Britez. Responsable Hogar El Buen Samaritano.Lic. Alicia Stolkiner. Docente e investigadora universitaria.Prof. Diego Llanos. Director Escuela Educación Secundaria N° 374. Lomas de Zamora.

Profesora Roxana Levinski. Rectora Colegio N° 2. D. F. Sarmiento

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CAPÍTULO 4EL cOnSuMO En LA ADOLEScEnciA

PropósitoComprender las particularidades de las prácticas de consumo de los jó-

venes evitando posturas culpabilizadoras o estigmatizantes.

Resumen Las motivaciones y modalidades de consumo por parte de los adolescen-

tes tienen particularidades asociadas a la época y a la situación social.

En ese sentido, el consumo de drogas puede operar como un elemen-

to central en el proceso de construcción de identidad, y puede volverse

fundamental en la búsqueda de pertenencia social y grupal. Las mo-

tivaciones, modalidades y visibilidad social del consumo de drogas en

los jóvenes varían según sus condiciones de vida, lo que contribuye a la

construcción de estereotipos y procesos de estigmatización. Resulta fun-

damental revisar e interpelar las representaciones acerca del consumo

en la adolescencia.

Preguntas guía¿Cuáles son las motivaciones para el consumo de drogas por parte de

los jóvenes? ¿Qué significados le asignan al consumo? ¿Cuáles son las ca-

racterísticas específicas del consumo en la adolescencia? ¿Cuáles son las

diferencias con el consumo de drogas por parte de los adultos? ¿Qué dife-

rencias hay en el consumo de drogas según la clase social? ¿Cómo se ex-

presan los estereotipos en el consumo de drogas por parte de los jóvenes?

Coordinador:Lic. Gabriel Scandizzo. Programa Nacional de Educación y Preven-

ción sobre las Adicciones y el Consumo Indebido de Drogas.

Participantes:Alumnos del Programa Parlamento Juvenil del Mercosur. Ministe-

rio de Educación de la Nación.

Entrevistados:Lic. Alfredo Carballeda. Docente e investigador universitario.

Lic. Adriana Clemente. Vicedecana de la Facultad Ciencias Socia-

les (UBA).

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CAPÍTULO 5MirAr y AcTuAr AnTES

PropósitoEntender que la prevención de problemas asociados al consumo de dro-

gas debe ser integral, es decir, atender todas las dimensiones de la vida

de las personas.

ResumenPara poder prevenir, “actuar antes”, es imprescindible “mirar antes”, es

decir, conocer las causas y definir la naturaleza del problema. La pre-

vención de problemas asociados al consumo de drogas debe ser integral,

atendiendo todas las dimensiones de la vida de las personas, la singu-

laridad de los sujetos y su entorno social. Para la prevención, es funda-

mental poder construir sentidos de pertenencia y participación en pos

de construir proyectos personales articulados con lo colectivo.

Preguntas guía¿Qué es la prevención en adicciones? ¿Qué cuestiones parece importante

tener en cuenta para prevenir las adicciones? ¿Cuáles son los principales

factores sobre los que se debería intervenir? ¿Qué características han

tenido históricamente los mensajes preventivos sobre adicciones? ¿Qué

opina de ellos? ¿Sobre qué ejes debería apoyarse un mensaje preventivo?

Coordinadora:Lic. Gabriela Torres. Coordinadora Programa Nacional de Educación

y Prevención sobre las Adicciones y el Consumo Indebido de Drogas.

Participantes:Alumnos de Escuela de Educación Secundaria N° 60. La Matanza.

Entrevistados:Alicia Romero. Presidenta Asociación Madres contra el Paco.

Lic. J. M. Gutiérrez. Coordinador PAIDA (Programa de Atención e

Investigación de las Adicciones). SENAF (Secretaría Nacional de

Niñez, Adolescencia y Familia).

Presbítero Juan Isasmendi. Asesor Bachillerato Gestión Social Ntra.

Sra. de Caacupé, CABA.

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CAPÍTULO 6nuEvO MArcO juríDicO. EnfOquE DE DErEcHOS

PropósitoConocer las implicancias de la Ley de Salud Mental y Adicciones sobre las formas de tratamiento de los problemas vinculados al consumo de drogas.

ResumenSe busca conocer las implicancias de la Ley de Salud Mental y Adiccio-

nes (N° 26657) y la Ley 26934, que crea el Plan Integral para el Abordaje de los Consumos Problemáticos sobre las formas de tratamiento de los problemas vinculados al consumo de drogas. La sanción de estas leyes establece una nueva forma de entender los consumos problemáticos y las adicciones que incorpora a estos en el marco más amplio de la aten-ción de la salud, promoviendo lógicas de intervención comunitarias e interdisciplinarias. Se debate sobre las fortalezas y debilidades de su im-plementación en el escenario actual.

Preguntas guía¿Cuáles son las características de las formas de tratamiento implemen-tadas hasta hoy? ¿Qué cambios plantea la Ley de Salud Mental y Adic-ciones en los modelos de abordaje sobre la problemática? ¿Qué significa intervenir en perspectiva de derechos? ¿Qué implica un abordaje inte-gral de las adiciones?

Coordinadora:Lic. Gabriela Torres. Coordinadora Programa Nacional de Educación y Prevención sobre las Adicciones y el Consumo Indebido de Drogas.

Participantes: Lic. Alfredo Carballeda. Docente e investigador universitario.Lic. Edith Benedetti. Hospital Nacional en Red (ex-CENARESO).Ministerio de Salud de la Nación.

Alicia Romero. Presidenta Asociación Madres contra el Paco.Lic. Paula Goltzman. Intercambios Asociación Civil.Alumnos Programa Parlamento Juvenil del Mercosur. Ministerio de Educación de la Nación.

Entrevistados: Juan Carlos Molina. Secretario de Estado. SEDRONAR.Lic. Leonardo Gorbacz. Secretario ejecutivo de la Comisión Nacio-nal Interministerial en Políticas de Salud Mental y Adicciones.

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CAPÍTULO 7ALcOHOL 0.1

Propósito Entender el alcohol como una droga legal, incorporada a nuestras pautas

culturales cuyo consumo resulta problemático.

ResumenPor tratarse de una droga legal y de fácil acceso, el consumo de alcohol

no se encuentra suficientemente problematizado en relación con la gra-

vedad de sus consecuencias orgánicas y sociales. El patrón de consumo

actual presenta una tendencia orientada a la búsqueda deliberada de

modificaciones en el estado de ánimo, la percepción y el comportamien-

to. Estas acciones muchas veces están asentadas sobre creencias erró-

neas acerca del consumo de alcohol y sus consecuencias. En este senti-

do, busca indagar sobre esas creencias y sus efectos sobre las prácticas

de consumo de alcohol.

Preguntas guía¿Qué es el alcohol? ¿Cuáles son sus efectos? ¿Cuándo puede considerarse

un consumo de riesgo? ¿Qué consecuencias físicas o sociales produce?

¿Qué patrones de consumo tienen los adolescentes? ¿Qué diferencias de

género hay en el consumo de alcohol por parte de los adolescentes? ¿Por

qué se naturaliza el consumo de alcohol? ¿Qué conductas de cuidado es

posible desarrollar en torno al alcohol?

Coordinador:Lic. Gabriel Scandizzo. Programa Nacional de Educación y Preven-

ción sobre las Adicciones y el Consumo Indebido de Drogas.

Participantes:Alumnos de Escuela de Educación Secundaria N° 374. Lomas de

Zamora. Colegio Generación. Lomas de Zamora.

Entrevistados:Lic. Aldo Dománico. Coordinador Programa de Prevención frente al

Uso Excesivo de Alcohol. Dirección Nacional Salud Mental. MSN.

Dr. Carlos Damín. Jefe del Área de Toxicología Htal. Fernández. CABA.

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CAPÍTULO 8ALcOHOL 0.2

PropósitoProblematizar el consumo de alcohol por parte de los adolescentes por

sus riesgos orgánicos y consecuencias sociales.

ResumenLa difusión, naturalización y tolerancia social hacia el consumo de alcohol

por parte de adolescentes y jóvenes tiende a negar su carácter proble-

mático y los riesgos que implica su consumo. El alcohol es la droga más

consumida por los adolescentes y jóvenes, y el patrón más frecuente es

el consumo episódico excesivo, asociado con los mayores riesgos físicos y

emocionales. Se pretende problematizar el consumo de alcohol por parte

de los adolescentes e indagar sobre el lugar de los adultos frente al tema.

Preguntas guía¿Es un problema el consumo de alcohol por parte de los adolescentes?

¿Por qué? ¿Cómo son las pautas de consumo? ¿Qué representaciones tie-

nen los adolescentes respecto del alcohol? ¿Qué actitud tienen los adul-

tos frente a esta situación? ¿Qué buscan los adolescentes en el alcohol?

¿Qué encuentran? ¿Cómo podrían modificarse las pautas de consumo?

Coordinador:Lic. Gabriel Scandizzo. Programa Nacional de Educación y Preven-

ción sobre las Adicciones y el Consumo Indebido de Drogas.

Participantes: Alumnos del EMEM N° 6 Dist. 1 Padre C. Mugica. CABA.

Instituto Evangélico Americano. CABA.

Entrevistados:Dr. Carlos Damín. Jefe del Área de Toxicología Htal. Fernández.

CABA.

Lic. Gabriela Torres. Coordinadora Programa Nacional de Educación

y Prevención sobre las Adicciones y el Consumo Indebido de Drogas.

Prof. E. Toscano. Director de EMEM N° 6 D.E. 1 Padre C. Mugica.

CABA.

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CAPÍTULO 9LOS MEnSAjES prEvEnTivOS

PropósitoIncorporar las especificidades en la prevención del consumo de drogas

en la adolescencia.

ResumenLos mensajes preventivos dirigidos a los jóvenes no han sido efectivos

al no lograr interpelarlos por apoyarse en un lenguaje dicotómico (vida

o muerte), alarmista y poco creíble. El mensaje preventivo en relación

con el consumo debe aportar información clara y confiable sobre riesgos

físicos y sociales e interpelar sobre hábitos y pautas de comportamiento.

En tal sentido, se busca indagar acerca del impacto que tienen en los jó-

venes los distintos mensajes preventivos y acerca de quienes los emiten.

Preguntas guía¿Qué mensajes les llegan a los adolescentes acerca de las drogas? ¿Quie-

nes los enuncian? ¿Cuáles son sus efectos reales? ¿Qué debería contener

un mensaje preventivo para adolescentes? ¿Desde qué lugar se debería

enunciar este mensaje? ¿Quiénes serían los principales agentes preven-

tivos? ¿Se hace prevención en la escuela? ¿Cómo?

Coordinador:Lic. Gabriel Scandizzo. Programa Nacional de Educación y Preven-

ción sobre las Adicciones y el Consumo Indebido de Drogas.

Participantes:Alumnos de Escuela de Educación Secundaria N° 60. La Matanza.

Entrevistados: Lic. Alfredo. Carballeda. Docente e investigador universitario.

Lic. Claudia Tarchini. Coord. del Programa Provincial de Preven-

ción de la Drogodependencia y el Alcoholismo. Santiago del Estero.

Lic. Gabriela Torres. Coordinadora Programa Nacional de Educa-

ción y Prevención sobre las Adicciones y el Consumo Indebido de

Drogas.

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CAPÍTULO 10cOnSuMO y MEDiOS DE cOMunicAción

PropósitoAnalizar los mensajes en los medios de comunicación respecto de las

drogas y las adicciones.

ResumenLa información acerca de la problemática de las drogas que se mane-

ja en los medios, en general, es sesgada, fragmentaria, distorsionada y

descontextualizada. Respecto de los usuarios de drogas, hay una aso-

ciación permanente entre el consumo e inseguridad ciudadana. Como

consecuencia, se estigmatiza al consumidor de drogas y se invisibiliza

la complejidad de la problemática consolidando el miedo y el rechazo

social hacia quienes padecen situaciones asociadas al consumo proble-

mático de drogas. Se promueve una mirada crítica hacia el mensaje de

los medios en relación con el tema.

Preguntas guía¿Cómo aparecen las drogas y los usuarios de drogas en los medios de

comunicación? ¿Cuáles son los mensajes explícitos (imágenes y texto)

e implícitos (emociones, sentimientos que generan) en los medios sobre

las drogas y los usuarios? ¿Qué lugar tiene la publicidad de drogas lega-

les (alcohol, tabaco) en la difusión de su consumo? ¿Considera que los

medios tienden a asociar a los adolescentes de sectores vulnerables con

la droga y la violencia?

Coordinador:Lic. Diego Jaime. Miembro de FARCO. Foro Argentino de Radios Co-

munitarias.

Participantes:Alumnos de Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini. CABA.

Entrevistados:Emilio Ruchansky. Periodista. Editor adjunto de la revista THC.

Lic. Diego Jaime. Miembro de FARCO. Foro Argentino de Radios Co-

munitarias.

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CAPÍTULO 11LA EScuELA cOMO ESpAciO DE prEvEnción

PropósitoDesarrollar las características específicas de la esuela para constituirse en un ámbito preventivo en relación con el consumo de drogas.

ResumenLa escuela es un ámbito privilegiado para desarrollar acciones de preven-ción por ser uno de los espacios de socialización de los niños y adolescentes, donde transcurre una parte sustancial de su vida cotidiana en permanen-te interacción con pares y adultos. La influencia de los adultos tiene gran incidencia, sobre todo, de aquellos que en su función educativa comparten su cotidianeidad y operan como referencias de autoridad y modelos socia-les. Distintos actores institucionales exponen su mirada acerca de la for-ma en que la escuela puede constituirse como un espacio de prevención, promoviendo el diseño de un proyecto preventivo integrado a la escuela.

Preguntas guía¿Por qué se debería hacer prevención del consumo de drogas en la Es-cuela? ¿Cómo se piensa la problemática del consumo de drogas? ¿Qué acciones de prevención se vienen desarrollando en la escuela? ¿Quié-nes ejecutan esas acciones? ¿Qué características debería tener la escuela para constituirse en un ámbito de prevención?

Coordinador:Lic. Gabriel Brener. Subsecretario de Equidad y Calidad Educativa. Ministerio de Educación de la Nación.

Participantes:Prof. Eduardo Prieto. Vicedirector Escuela N° 785 Pto. Madryn. Chubut.Prof. Perla Faraoni. Vicedirectora Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini.Prof. Federico Reggirozzi. Director Escuela de Educación Secun-

daria N° 60. La Matanza.Prof. Jorge Schiavi. Supervisor escolar CABA.

Prof. Adriana Díaz. Directora EMEM N°. 1 D.E. 20. Biblioteca del Congreso Nacional.

Alumnos Liceo N° 3 D.E. 5. Programa Parlamento Juvenil del Mer-cosur. Ministerio de Educación de la Nación.

Entrevistado: Lic. Jaime Perczyk. Secretario de Educación. Ministerio de Educa-ción de la Nación.

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CAPÍTULO 12LA EScuELA cOMO ESpAciO DE cOnTEnción

PropósitoDefinir la escuela como espacio de contención frente a situaciones de

consumo por parte de los alumnos.

ResumenFrente a presuntas situaciones de consumo que puedan presentar los

alumnos, es importante que se pueda intervenir tempranamente desde

una postura comprensiva y respetuosa, considerando al alumno como

sujeto de derecho. Qué hacer cuando un alumno atraviesa una situación

de consumo problemático o cuando llega intoxicado a la escuela son

cuestiones que se ponen en debate entre distintos actores del sistema

escolar, procurando construir una lógica del cuidado en la escuela.

Preguntas guía¿Qué problemáticas asociadas al consumo de drogas se producen en la

escuela? ¿A quiénes afectan? ¿Qué indicadores aparecen como indicios

de consumo? ¿Quiénes y cómo abordan estas situaciones? ¿Son respues-

tas espontáneas o planificadas? ¿Son individuales o institucionales?

¿Puede la escuela hacer algo con estas situaciones? ¿Qué se debería ha-

cer? ¿Cuáles son sus posibilidades? ¿Cuáles son los obstáculos?

Coordinador:Dr. Carlos Damín. Jefe del Área de Toxicología Htal. Fernández. CABA.

Participantes:Prof. Viviana Alonso. Docente Escuela de Reinserción N°. 2. CABA.

Prof. Roxana Levinsky. Directora Colegio N° 2 D. F. Sarmiento.

CABA.

Prof. Eduardo Toscano. EMEM N° 6 D.E 1 Padre Carlos Mugica.

CABA.

Prof. Néstor Rebechi. Director Escuela de Reinserción N° 2 CABA.

Pastor evangelista. Leonardo Alvarez. Fundador Org. Sal de la Tierra.

Prof. Diego Llanos. Director Escuela Educación Secundaria N°

374. Lomas de Zamora.

Alumnos Liceo N° 3 D.E. 5. CABA.

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CAPÍTULO 13LA EScuELA y EL TErriTOriO

PropósitoEstablecer la necesidad de articulación territorial para la prevención y

atención de situaciones vinculadas al consumo de drogas.

ResumenLa participación comunitaria es una estrategia fundamental para la pro-

moción de la salud en las escuelas. Esto es posible fortaleciendo la red a

partir del trabajo en conjunto de las escuelas, las familias, las organiza-

ciones del barrio y la comunidad local. Se promueve una mirada que dé

cuenta de la necesidad de que las respuestas frente a situaciones de con-

sumo tengan un carácter institucional e incorporen una lógica territorial.

Preguntas guía¿Cómo participa la comunidad educativa en las estrategias instituciona-

les de prevención? ¿Cómo se inserta la escuela en el territorio? ¿Que es-

trategias se desarrollan desde la escuela para acompañar a los alumnos

fuera de ella?

Coordinadora:Lic. Gabriela Torres. Coordinadora Programa Nacional de Educación

y Prevención sobre las Adicciones y el Consumo Indebido de Drogas.

Participantes:Viviana Alonso. Docente Escuela de Reinserción N° 2. CABA.

Javier Quesada. Coordinador del Área de Educación Caritas Argentina.

Presbítero Juan Isasmendi. Asesor Bachillerato de Gestión Social

Ntra. Sra. de Caacupé. CABA.

Lic. Eliana Vázquez. Directora de Psicología Comunitaria y Pedago-

gía Social. Dirección Gral. Escuelas. Prov. Bs. As.

Prof. Antonio Navarro. Director Bachillerato de Gestión Social Ntra.

Señora de Caacupé. CABA.

Alumnos del Bachillerato de Gestión Social Ntra. Señora de Caacu-

pé. CABA.

Entrevistados:Presbítero Carlos Olivero. Pquia. Ntra. Sra. de Caacupé. CABA.

Prof. Alberto Sileoni. Ministro de Educación de la Nación.

Presidenta de la NaciónDra. Cristina Fernández de Kirchner

Jefe de Gabinete de MinistrosCdor. Jorge M. Capitanich

Ministro de Educación de la NaciónProf. Alberto E. Sileoni

Secretario de EducaciónLic. Jaime Perczyk

Jefe de GabineteAs. Pablo Urquiza

Subsecretario de Equidad y Calidad EducativaLic. Gabriel Brener

Coordinadora del Programa Nacional de Educación y Prevención sobre las Adicciones y el Consumo Indebido de DrogasLic. Gabriela Torres

Contenidos del ciclo consumo cuidado y elaboración de “Guía para acom-pañar acciones de prevención en la escuela: HABLEMOS DEL TEMA”Lic. Gabriel Scandizzo y Lic. Gabriela Torres

CONTACTO [email protected]