Hacer Historia en la era digital

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Que desafios enfrentam o fazer-história com a difusão e o uso da tecnologia digital?

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    IntroduccinLos historiadores no pueden ya permanecer ajenos a la existencia de millones de docu-mentos y objetos histricos digitalizados que actualmente estn disponibles en la red In-ternet, de libre acceso y organizados electrnicamente en portales temticos, bases de da-tos, colecciones de fuentes, etc. El trabajo del historiador est cambiando, de tal formaque hoy se habla ya en algunos crculos de la historia digital, denominacin acuada enlos Estados Unidos para referirse tanto al estudio del pasado que se lleva a cabo usandouna variedad de fuentes primarias reproducidas electrnicamente (textos, imgenes y ar-tefactos), como a las narraciones que resultan de la indagacin histrica digital1. Estatendencia parece ya imparable, si tenemos en cuenta que mundialmente los organismospblicos dedicados al fomento de la cultura estn dedicando importantes sumas de di-nero y recursos humanos para llevar a cabo polticas de digitalizacin de documentos y

    Hacer historia en la era digital: nuevas formas de acceso a las fuentes y de conservacin del

    patrimonio histrico-educativo

    Ana Mara Badanelli RubioGabriela Ossenbach Sauter

    Universidad Nacional de Educacin a Distancia, Madrid

    1. La historia digital sera todo aquello (mtodo, artculo, monografa, blog, docencia) que usa ese tipo detecnologas para crear, realizar o difundir investigacin histrica. Vid. Lee, J.K. (2002). Digital History in theHistory/Social Studies Classroom. The History Teacher, 35 (4), p. 2. Recuperado el 13 de enero de 2009, des-de http://www.historycooperative.org/journals/ht/35.4/lee.html, as como Cohen, D. J. et al. (2008). The Pro-mise of Digital History. The Journal of American History, 95 (2), 442451. Recuperado el 1 de marzo de 2009desde http://www.journalofamericanhistory.org/issues/952/interchange/index.html. Vase igualmente Bandi-ni, G. y Bianchini, P. (ed.). (2007). Fare storia in rete, Roma: Carocci Editore.

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    de otros objetos pertenecientes al patrimonio histrico de nuestras sociedades, para lacreacin de bibliotecas y museos virtuales, etc.2. Por otra parte, estas polticas de digita-lizacin no se refieren solo a documentos que pueden ser ledos o visualizados, sino tam-bin a documentos sonoros, que abren el camino al registro de fuentes orales y a la sal-vaguarda de un importante patrimonio intangible3.

    En este trabajo pretendemos abordar algunos aspectos y clarificar ciertos conceptosrelacionados con este giro digital que se est produciendo en el terreno de la Historia,pues entendemos que es necesario ejercer una actitud crtica frente al deslumbramientoque produce lo moderno, la tecnologa punta o simplemente lo que est de moda.Nuestra propia experiencia en diversos proyectos de catalogacin y digitalizacin de tex-tos y documentos histricos diversos4, que nos han confrontado con esta nueva realidad,nos han hecho conscientes de la necesidad de abrir en nuestro medio un debate sobre elalcance, los lmites y los problemas asociados al manejo y la organizacin de las fuenteshistricas en formato digital, y su puesta a disposicin a travs de la red Internet. Aun-que este giro digital ha tenido un importante efecto para la enseanza de la Historia,ofreciendo a los profesores y estudiantes una gran cantidad de recursos para su uso en el

    2. En Espaa podemos destacar las convocatorias que realiza anualmente el Ministerio de Cultura parala creacin de la Biblioteca Virtual del Patrimonio Bibliogrfico espaol. Segn anuncia en su sitio webhttp://bvpb.mcu.es/es/estaticos/contenido.cmd?pagina=estaticos%2Fpresentacion, esta Biblioteca Virtual esun proyecto cooperativo del Ministerio de Cultura y las Comunidades Autnomas cuyo objetivo es la difu-sin mediante facsmiles digitales de colecciones de manuscritos y libros impresos antiguos que forman partedel Patrimonio Histrico Espaol. Esta iniciativa permitir consultar sin restricciones fondos que, por sus ca-ractersticas, resultan difcilmente accesibles. Incluye 911.351 pginas de ms de 3218 ttulos conservados enlas Bibliotecas Pblicas del Estado. Tambin el sptimo Programa Marco de la Comisin Europea, que agru-pa todas las iniciativas comunitarias relativas a la investigacin para el periodo 2007-2013, dedica un impor-tante captulo a lo que denomina Cultura en la era digital (ver http://ec.europa.eu/information_society/tl/soccul/cult/index_en.htm), promoviendo iniciativas encaminadas a facilitar el acceso on line y lapreservacin digital de bienes culturales, abriendo nuevas formas para que los ciudadanos europeos experi-menten su rica herencia cultural. Vase el documento Comission Recommendation on the Digitisation and On-line Accessibility of Cultural Material and Digital Preservation, de 24 de agosto de 2006, en http://ec.europa.eu/information_society/newsroom/cf/itemlongdetail.cfm?item_id=2782 . Los sitios web citados en esta notahan sido recuperados el 1 de marzo de 2009.

    3. Vase un ejemplo en el interesante sitio denominado Archivo de la Experiencia, que contiene una sec-cin de Educacin, en http://www.archivodelaexperiencia.es/indice/listMono.php?id=148. Recuperado el 16de febrero de 2009.

    4. Actualmente el Centro de Investigacin MANES de la UNED est participando en dos proyectos di-ferentes que dedican parte de sus objetivos a la digitalizacin de fuentes para la Historia de la Educacin: elproyecto History on Line, financiado por el Subprograma Erasmus (Subprograma Erasmus Virtual Campuses) dela Unin Europea [Contrato n 134051-LLP-1-2007-1-IT-Erasmus-EVC], que pretende potenciar el uso deInternet como herramienta para el estudio de la Historia de la Educacin (http://www.history-on-line.eu), yun proyecto financiado por la Comunidad de Madrid denominado Ciencia y educacin en los institutos madri-leos de enseanza secundaria a travs de su patrimonio cultural (1837-1936) [Cdigo S2007/HUM-0512], quecontar prximamente con un portal propio. Con anterioridad a estos proyectos, el Centro de InvestigacinMANES obtuvo financiacin del Programa ALFA de la Comunidad Europea [Contrato n AML/B7-311/97/0666/II-0441-A] para la creacin de una Biblioteca Virtual de Manuales Escolares Europeos y Lati-noamericanos (Identidades nacionales en los manuales escolares. Europa y Amrica Latina, 1875-1930:http://www.uned.es/manesvirtual/bibpatremanes.html). Los sitios web citados en esta nota han sido recupe-rados el 1 de marzo de 2009.

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    aula5, en este trabajo aludiremos fundamentalmente a su impacto en el campo de la in-vestigacin.

    Sobre las ventajas que ofrece la digitalizacin de las fuentes histricas y el acceso a ellas a travs de InternetLa universalizacin del acceso a las fuentes histricas en formato digital es sin duda unade las consecuencias que ms est revolucionando la investigacin en nuestro campo. Conla inmensa oferta de recursos digitales en Internet es cada vez ms sencillo salvar los obs-tculos que se encuentran para acceder a los archivos fsicos, y se facilitan las iniciativasencaminadas a sistematizar y dar a conocer conjuntos o colecciones de fuentes y docu-mentos que tradicionalmente se han hecho en soporte de papel, con la carga que ello su-pone en trminos econmicos y de difusin6. El Archivo Virtual de la Edad de Plata7, laHemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional8, la Biblioteca Virtual del Patrimonio Bi-bliogrfico (seccin Bibliotecas Escolares Histricas), perteneciente al Ministerio de Cul-tura9, la seccin de Educacin del Archivo de la Experiencia (testimonios orales)10, o laBiblioteca Virtual Cervantes, que contiene abundantes obras clsicas sobre educacin11,son algunos ejemplos de centros documentales digitales de inters para la Historia de laEducacin que existen en Espaa y que estn a disposicin de los investigadores.

    Es de esperar que esta facilidad para acceder a la extensa oferta de documentos digi-talizados en la red tenga como consecuencia el fomento de la consulta de archivos y elincremento del carcter cientfico del trabajo del historiador. A su vez, la extensa varie-dad de documentos que estn a disposicin de los investigadores en la red favorecen in-terpretaciones histricas ms complejas y ricas, y permiten lecturas renovadas de hechoshistricos que han sido contados a partir de fuentes ms tradicionales, fundamental-mente de carcter poltico o legal. Este fenmeno es muy evidente, por ejemplo, en elgran sitio web The Valley of the Shadow, una de las experiencias pioneras en el campo dela historia digital, desarrollada en la Universidad de Virginia (Estados Unidos). En es-te ambicioso portal, que recoge una extensa coleccin de materiales digitalizados relati-vos a dos comunidades vecinas de los estados de Pennsylvania y Virginia antes, durantey despus de la Guerra de Secesin Americana (1861-1865), se incluyen cartas, diarios,

    5. Sobre algunas posibilidades que ofrecen los recursos digitalizados para la docencia de la Historia de laEducacin, vase Ossenbach, G. y Somoza, M. (2009). Los museos pedaggicos virtuales y la enseanza dela Historia de la Educacin. Posibilidades y desafos. En Ruiz Berrio, J. (ed.), El patrimonio histrico-educati-vo. Alternativas para su estudio (en prensa).

    6. Un conjunto de fuentes editadas en papel, como los 5 volmenes publicados entre 1979 y 1991 por elMinisterio de Educacin y Ciencia (Madrid) titulados Historia de la educacin en Espaa: textos y documentos,seran fcilmente trasladables a un sitio web en el que todos esos documentos estuvieran accesibles en forma-to digital.

    7. http://www.edaddeplata.org/ES/Home.htm. Recuperado el 8 de febrero de 2009.8. http://hemerotecadigital.bne.es/presentacion.htm. Recuperado el 8 de febrero de 2009.9. http://bvpb.mcu.es/institutos/es/inicio/inicio.cmd. Recuperado el 8 de febrero de 2009.10. http://www.archivodelaexperiencia.es/indice/listMono.php?id=148 Recuperado el 16 de febrero de 2009.11. http://www.cervantesvirtual.com/catalogo/index.jsp. Recuperado el 1 de marzo de 2009.

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    peridicos, imgenes, mapas, censos de poblacin, etc., que muestran esta guerra civil atravs de testimonios de la gente y la vida cotidiana de ambas comunidades, cuestionan-do y matizando a travs de ellos otras interpretaciones convencionales acerca de aquelloshechos y ofreciendo, por tanto, un potencial investigativo ilimitado12.

    El estudio e interpretacin de imgenes es otro de las tendencias renovadoras de lainvestigacin histrica que se han visto favorecidas a travs de la digitalizacin, pues ladifusin de fuentes iconogrficas, fotografas y otros elementos visuales es quizs uno delos recursos que ms se han potenciado a travs de Internet. A su vez, las fuentes rela-cionadas con la vida cotidiana y las mentalidades se han incrementado notablemente enla web, ya que muchas personas e instituciones se han sentido motivadas a digitalizar y ahacer pblicos los ms diversos testimonios de su vida privada y comunitaria, documen-tos de la gente corriente que tradicionalmente no han formado parte de archivos o mu-seos y, por tanto, no haban sido objeto de la interpretacin histrica.

    Pero no es solo la amplia gama de fuentes histricas que pueden situarse y localizar-se en Internet lo que hace posible que se produzcan interpretaciones ms ricas y com-plejas de los fenmenos, sino tambin el lenguaje hipertextual propio de Internet, quepermite relacionar bloques de texto, sonido e imgenes a travs de enlaces electrnicos.La complejidad no lineal favorecida por el lenguaje hipertextual le permite al historiadorexplorar narraciones alternativas a travs de la vinculacin de mltiples secuencias, fuen-tes, voces, interpretaciones e implicaciones que entran en juego en la narracin histri-ca, as como conectar con ms facilidad sus argumentos con las evidencias histricas13.

    Junto a las facilidades y las posibilidades que supone esta gran apertura en el accesoa las fuentes histricas, una ventaja incuestionable de la digitalizacin tiene que ver conla conservacin de las fuentes y objetos originales, cuya preservacin est prcticamenteasegurada al no ser manipulados directamente por los investigadores. Existen incluso al-gunas bibliotecas y centros documentales que, aunque no ofrezcan su acervo digitaliza-do a travs de Internet, facilitan a los investigadores para su uso en sus propias instala-ciones, documentos originales digitalizados y en soporte informtico (generalmente enun CD-Rom), evitando el prstamo de piezas cuyo estado de conservacin o antigedadaconsejan un uso restringido y limitado de los mismos. Ese es el caso, por ejemplo, delCentro de Estudios de Promocin de la Lectura y Literatura Infantil (CEPLI), ubicadoen el campus de la Universidad de Castilla-La Mancha en Cuenca, donde el fondo an-tiguo de su Biblioteca de Literatura Infantil se ofrece en formato digital a los investiga-dores que lo solicitan.

    Sin embargo, cuando se trata de documentos escritos (impresos o manuscritos), ladigitalizacin puede ser algo ms que una mera fotografa o reproduccin del original.

    12. http://valley.vcdh.virginia.edu/. Recuperado el 1 de marzo de 2009. Sobre este proyecto digital vaseLee, J. K. (2002). Digital History in the History/Social Studies Classroom, op. cit., p. 4., as como Chiocchetti,F. (2007). Storie in rete e archivi inventati. En Bandini, G. y Bianchini, P. (ed.). (2007). Fare storia in rete(pp. 121-135), op. cit.

    13. cfr. Lee, J.K. (2002). Digital History in the History/Social Studies Classroom, op. cit., p. 4, as comoAyers, E. L. (1999). History in Hypertext. Virginia Center for Digital History (Estados Unidos). Recupera-do el 1 de marzo de 2009 desde http://www.vcdh.virginia.edu/Ayers.OAH.html.

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    Si los documentos son digitalizados mediante un procedimiento que posibilite el an-lisis de los caracteres y palabras del texto, se facilita enormemente la bsqueda y locali-zacin de informacin significativa dentro del propio documento. Por otra parte, la di-gitalizacin facilita la transcripcin de los documentos a la hora de producir un trabajode investigacin histrica, mediante el procedimiento de copiar y pegar prrafos detexto o imgenes contenidos en los documentos. Obviamente, esta facilidad tiene tam-bin un enorme riesgo, pues los procesadores de texto e imgenes ofrecen muchas he-rramientas que podran ser utilizadas para manipular y tergiversar el contenido de undocumento histrico14.

    Finalmente, no podemos dejar de mencionar las posibilidades que este giro digital es-t ofreciendo para la creacin de redes de investigadores, documentalistas y archiveros,as como para el surgimiento de una nueva forma de trabajo colaborativo, consistenteen la alimentacin on line de bases de datos y centros de recursos digitales desde las msdiversas y distantes instituciones15. Como afirman Gianfranco Bandini y Paolo Bianchi-ni, a travs de estrategias de colaboracin es posible salvar los grandes obstculos que su-pone la dispersin territorial de las fuentes (pinsese, por ejemplo, en la fragmentacinde las fuentes histrico-educativas relativas a los diversos Estados italianos antes de laReunificacin), lo cual requiere un esfuerzo que no es solo tecnolgico, sino tambinimaginativo e historiogrfico16. A su vez, al reunir fuentes histricas en formato digitalprovenientes de los ms diversos lugares, este tipo de esfuerzos colectivos facilitan el tra-bajo comparativo y la identificacin de patrones transnacionales comunes, lo cual es qui-zs una de las mayores potencialidades de este giro digital.

    14. J. K. Lee describe varias caractersticas que diferencian a un documento histrico digitalizado de otrafuente convencional. Entre ellas incluye los dos aspectos mencionados: la posibilidad de hacer bsquedas den-tro de un mismo documento (searchability) y la facilidad de utilizar los documentos para transcribirlos en untrabajo de investigacin (usability; portability). Vid. Lee, J. K. (2002). Digital History in the History/SocialStudies Classroom, op. cit., pp. 4-6.

    15. Esta es la forma de funcionamiento que subyace a varios de las actividades y proyectos en los que haparticipado el Centro de Investigacin MANES: la base de datos de textos escolares de Espaa, Portugal, Bl-gica y Amrica Latina (Base de Datos MANES: http://servidormanes.uned.es/manes/consulta.html), la Bi-blioteca Virtual PATRE-MANES sobre la identidad nacional en los textos escolares de Argentina, Blgica,Colombia, Espaa, Mxico y Portugal, y el proyecto History on Line, en el que participan investigadores deUniversidades de Alemania, Espaa, Francia, Grecia, Italia, Rumania y Turqua (ver nota n 4). Dentro delproyecto History on Line se est construyendo un multiopac de libros de texto que permitir realizar bsquedassimultneas en distintas bases de datos: Edisco (Italia), Emmanuelle (Francia) y Manes (Espaa), lo que faci-litar a los investigadores acceder a ms de 100.000 registros relativos a los libros publicados en Italia, Fran-cia, Espaa, Portugal, Blgica y Amrica Latina entre los siglos XIX y XX (http://www.history-on-line.eu/multiopac.aspx). El portal en construccin del proyecto Ciencia y educacin en los institutos madrileosde enseanza secundaria a travs de su patrimonio cultural (1837-1936) (ver nota n 4) se alimentar tambindesde distintos departamentos de Historia de la Ciencia y de Historia de la Educacin de varias Universida-des madrileas y del Consejo Superior de Investigaciones Cientficas (CSIC). Los sitios web citados en estanota han sido recuperados el 1 de marzo de 2009.

    16. Bandini, G. y Bianchini, P. (ed.) (2007). Fare storia in rete, op.cit., p. 11. Vase tambin, dentro de esamisma obra, Sgarella, S., Costruire una banca dati collaborativa sul libro di testo, pp. 91-105. Paolo Bianchi-ni, profesor de la Universidad de Turn, es uno de los responsables del proyecto History on Line citado en lanota anterior, en el que participa el Centro de Investigacin MANES de la UNED.

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    No solo ventajas, sino tambin problemas y riesgosAunque son evidentes las inmensas posibilidades que surgen con la nueva historia digi-tal, sta trae consigo tambin problemas e inconvenientes, algunos de los cuales tienenuna incidencia directa sobre el trabajo y las interpretaciones que el investigador realizasobre las fuentes.

    Una de las principales cuestiones que resultan problemticas en este campo es el delos criterios con los que se gestionan, organizan y se hacen disponibles las fuentes digi-talizadas en Internet. La digitalizacin requiere una forma de clasificacin y cataloga-cin, que habitualmente se hace vinculando los documentos digitalizados al registro deuna base de datos. Las bases de datos, entendidas como un conjunto de datos pertene-cientes a un mismo contexto y almacenados sistemticamente para su posterior uso, sehan convertido en un instrumento tan cotidiano como necesario en las nuevas formas detratamiento de las fuentes histricas17.

    La pregunta que surge necesariamente es si esas formas de organizacin de las fuen-tes condicionan o no la investigacin. La estrategia de organizacin es una decisin queimplica criterios historiogrficos que no pueden ser obviados, y que exigen una reflexinsemntica previa:

    La etapa de reflexin semntica es la ms importante durante la concepcin de unabase de datos e implica la comprensin del mbito que se quiere informatizar, de los ob-jetos que lo constituyen y de las relaciones que pueden tener unos con otros. Se trata dela elaboracin del esquema conceptual, el que permite la representacin lgica de la rea-lidad que se pretende transcribir en la base de datos18.

    En definitiva, cuando definimos los campos de una base de datos, o cuando los es-tructuramos y organizamos, estamos dirigiendo, voluntaria o involuntariamente, la mi-rada del investigador. Por lo general, una base de datos contiene campos destinados a re-coger informacin asociada a la procedencia y a la descripcin del objeto o documento,pero tambin datos que implican una determinada interpretacin del mismo, seleccio-nando ciertos elementos del documento como criterio para su catalogacin, en detri-mento de otros. Con ello se puede condicionar o dirigir en una direccin determinada lainvestigacin, impidiendo u ocultando otras posibles miradas sobre una fuente histrica.

    17. Tambin muchos de los museos pedaggicos virtuales que se estn creando actualmente en Espaa es-tn estructurados sobre una base de datos. Vid. Ossenbach, G. y Somoza, M. (2009). Los museos pedaggi-cos virtuales y la enseanza de la Historia de la Educacin, op. cit.

    18. Aragn, S. (2009). La reflexin semntica: primera etapa en el proceso de informatizacin de una co-leccin universitaria de Ciencias Naturales con vocacin pedaggica. Ponencia indita presentada en el Semi-nario interno del proyecto Ciencia y educacin en los institutos madrileos de enseanza secundaria a travs de supatrimonio cultural (1837-1936). Madrid: Centro de Ciencias Humanas y Sociales, CSIC, febrero de 2009. S.Aragn remite en este trabajo a algunos autores que han abordado la cuestin de la reflexin semntica en laconcepcin de una base de datos: Delobel, C., Lecluse, C. y Richard, P. (1991). Bases de donnes: des systmesrelationnels aux systmes objets. Pars: Interditions; Humbert, M. (1991). Les bases de donnes. Pars: Hermes.Un ejemplo de reflexin semntica en torno a la creacin de una base de datos de manuales escolares, pue-de verse en Di Giovanni, M. (2007). Esigenze storiografiche e risorse elettroniche nella costruzione di unabanca dati specializzata. En Bandini, G. y Bianchini, P. (ed.), Fare storia in rete (pp. 106-117), op. cit.

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    Otra precaucin que debe tenerse en cuenta a la hora de utilizar fuentes digitales ac-cesibles en Internet tiene que ver con su correcta contextualizacin. Cualquier objeto odocumento digitalizado que no remita a su contexto (un fragmento extrado de un do-cumento; una imagen recortada de un conjunto; un objeto aislado de su entorno...) pue-den conducir a interpretaciones errneas del mismo. Un ejemplo de lo que entendemosque debera ser una correcta contextualizacin de un documento digitalizado lo encon-tramos en el sitio web Pictura Paedagogica Online19, creado y sostenido por la Bibliothekfr Bildungsgeschichtliche Forschung de Berln y la Universidad de Hildesheim (Alemania).Este portal rene ilustraciones de inters histrico-pedaggico procedentes de una co-leccin de libros, revistas y tarjetas postales de un amplio periodo de tiempo (desde laEdad Media hasta 1933). La base de datos sobre la que se ha construido esta coleccinde imgenes permite, entre otras cosas, leer en la obra original de la que se ha extradola imagen, la explicacin que la propia fuente ofrece sobre ella, as como visualizar la p-gina completa del libro y la situacin que la ilustracin tiene en el conjunto de la pgi-na. De esta manera, las imgenes, que se ofrecen a primera vista de forma aislada, pue-den ser siempre remitidas a su contexto de interpretacin.

    Tambin creemos necesario reflexionar acerca de lo que se pierde al digitalizar un do-cumento o un objeto. Es indiscutible que al no tener el contacto directo con la fuente,puede perderse el acceso a distintos tipos de informacin sobre la misma. Los historia-dores debemos preguntarnos si en las fuentes hay algo ms que lo que se puede observara travs de una foto. Por ejemplo, cuando investigamos con manuales escolares, el con-tacto directo con el libro nos da informacin de cmo se editaba (calidad del papel, de laencuadernacin,....) y sobre todo percibimos las huellas que han quedado del uso delmismo (desgaste, anotaciones, subrayados...). Todas estas caractersticas, que pueden sersignificativas en determinadas investigaciones, pueden perderse en el proceso de digita-lizacin.

    No podemos dejar de mencionar tampoco las limitaciones que suponen para la pu-blicacin de fuentes digitalizadas en Internet las leyes de derechos de autor y de protec-cin de datos. Este es un problema terico y prctico que, frente a los vertiginosos cam-bios de la cultura digital, est an por resolverse. Las leyes vigentes relativas a losderechos de autor fueron generadas en el marco mental y material de la cultura tipogr-fica. Actualmente el periodo de proteccin de dichos derechos cubre la vida del autor ylos setenta aos siguientes a su muerte. Existe un fuerte debate sobre si esta normativa,tal como est actualmente, es funcional o no para la difusin y la democratizacin del co-nocimiento que se est posibilitando a travs de los procesos de digitalizacin20. Otroasunto que, al no tener implicaciones econmicas, parece no suscitar un debate pblicotan intenso como el relativo a los derechos de autor, es el de la proteccin de datos. Setrata de una cuestin de la mayor importancia, que debe tenerse en cuenta en los proce-

    19. http://www.bbf.dipf.de/VirtuellesBildarchiv/. Recuperado el 1 de marzo de 2009.20. Ver Somoza Rodrguez, M. (2008). Notas sobre polticas del saber para una sociedad del conoci-

    miento. Lngua Escrita, 4, 75-87. Recuperado el 1 de marzo de 2009 desde http://www.ceale.fae.ufmg.br/no-made/midia/docs/171/phpLHyJtq.pdf .

  • sos de digitalizacin de fuentes, ya que los documentos pueden referirse a datos de la vi-da privada, pertenecientes a la intimidad de las personas, o a cualquier otro tipo de in-formacin protegida.

    Junto a las precauciones que deben tenerse a la hora de construir y utilizar archivosdigitales, a las que nos hemos venido refiriendo, debemos aludir tambin a otros proble-mas que estn afectando al trabajo del historiador. A pesar de la enorme cantidad de do-cumentos que ya estn digitalizados y accesibles on line, la tarea de digitalizacin defuentes histricas est aun en sus inicios y requiere de inmensos esfuerzos humanos, tc-nicos y econmicos para llevarse a cabo. Junto a ello, la nueva historia cultural ha abier-to enormemente el espectro de las fuentes que interesan al historiador y que tambin sepretenden convertir al formato digital. Ante ese enorme reto, los historiadores estamosdedicando gran parte de nuestro tiempo a las tareas de coleccionar, clasificar, catalogar ydigitalizar todo tipo de documentos y objetos, en detrimento de nuestra dedicacin aotras tareas ms propiamente de investigacin e interpretacin histrica. En definitiva,en la medida en que nos involucramos en proyectos que tienen que ver con la construc-cin de archivos y centros de documentacin digitales, estamos generando cierta crisis denuestra propia identidad: somos coleccionistas, catalogadores, especialistas en tcnicasde digitalizacin? El riesgo de perdernos en el laberinto de todas esas nuevas funcionesque vamos agregando a nuestro quehacer es un problema que no debemos desdear y an-te el cual debemos mantenernos siempre alertas.

    Algunas reflexiones finalesNo cabe duda de que el giro digital al que estamos asistiendo est cambiando de muchasmaneras el trabajo del historiador. No solo se han creado nuevas formas de consulta delas fuentes, y se ha universalizado su acceso, multiplicando los posibles puntos de vistadesde los cuales se puede abordar su interpretacin, sino que adems se ha hecho posi-ble una nueva escritura de la historia. Bajo la denominacin de historia digital se in-cluye tambin una forma de escritura on line, en la que el historiador aprovecha el len-guaje hipertextual para enlazar su narracin histrica con las apoyaturas documentalessobre las que ha construido su discurso. De esta forma, el lector o estudioso de este tipode produccin historiogrfica puede recurrir a las fuentes primarias para verificar la in-terpretacin que el investigador ha hecho de la mismas21.

    En general, el acceso cada vez ms generalizado a las fuentes histricas a travs de sudigitalizacin, as como la facilidad para situar o colgar documentos digitalizados enInternet, genera muchas posibilidades para hacer historia. La universalizacin del ac-ceso a las mismas fuentes que utilizan los historiadores, as como las facilidades para suuso en experiencias didcticas en la enseanza de la Historia, han ampliado considera-

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    21. El portal History on Line al que nos hemos venido refiriendo, incluye una seccin titulada WritingHistory on Line, en la que se incluirn breves ensayos histricos a travs de los cuales se experimentar estanueva forma de escritura digital. Sobre este tema vanse, entre otros, Cohen, D. J. et al. (2008). The Promiseof Digital History, op.cit., as como Bandini, G. (2007). Le caratteristiche qualitative della scrittura storica online. En Bandini, G. y Bianchini, P. (ed.), Fare storia in rete (pp. 136-152), op. cit.

  • blemente el universo de los potenciales historiadores. Como afirma J.K. Lee refirindo-se al uso de las fuentes digitales en las aulas, hoy en da los estudiantes pueden codearsecon los historiadores profesionales, colaborar activamente con ellos y generar un nme-ro infinito de interpretaciones de los archivos digitales existentes en la red22.

    No obstante, el inmenso laberinto que es Internet hace necesario ofrecer algn tipode gua para que el investigador, el estudiante o cualquier interesado en la Historia acce-da fcilmente a los archivos digitales existentes. La elaboracin de guas sobre las gran-des colecciones de recursos digitalizados existentes en Internet es una necesidad cada vezms sentida. Junto a los convencionales repertorios bibliogrficos de los que se han ser-vido tradicionalmente los investigadores, asistimos a la elaboracin de webliografas, querecopilan referencias y direcciones electrnicas de sitios web que albergan fuentes hist-ricas digitalizadas23. Adems de este tipo de guas de recursos, el oficio del historiador re-quiere cada vez ms un amplio bagaje de conocimientos sobre el manejo de las herra-mientas informticas necesarias para tratar y utilizar las fuentes digitalizadas, as comopara crear nuevos documentos que pasen a engrosar los archivos virtuales en la red.

    Bibliografa Aragn, S. (2009). La reflexin semntica: primera etapa en el proceso de informatiza-

    cin de una coleccin universitaria de Ciencias Naturales con vocacin pedaggica.Ponencia indita presentada en el Seminario interno del proyecto Ciencia y educacinen los institutos madrileos de enseanza secundaria a travs de su patrimonio cultural(1837-1936). Madrid: Centro de Ciencias Humanas y Sociales, CSIC, febrero de2009.

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    NUEVAS FORMAS DE ACCESO A LAS FUENTES Y DE CONSERVACIN DEL PATRIMONIO HISTRICO-EDUCATIVO

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    22. Lee, J. K. (2002). Digital History in the History/Social Studies Classroom, op. cit., p. 4.23. El concepto de Webliography lo hemos tomado del portal History on Line, mencionado en repetidas

    ocasiones. El portal cuenta con una seccin denominada Building History on Lin, que incluye diversas ba-ses de datos de documentos digitalizados, as como amplios repertorios de bibliografa y de recursos digitales(Bibliography y Webliography).

  • ANA MARA BADANELLI RUBIO / GABRIELA OSSENBACH SAUTER

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    Lee, J. K. (2002). Digital History in the History/Social Studies Classroom. The HistoryTeacher, 35 (4). Recuperado el 13 de enero de 2009, desde http://www.historycoope-rative.org/journals/ht/35.4/lee.html.

    Ossenbach, G. y Somoza, M. (2009). Los museos pedaggicos virtuales y la enseanzade la Historia de la Educacin. Posibilidades y desafos. En Ruiz Berrio, J. (ed.), Elpatrimonio histrico-educativo. Alternativas para su estudio (en prensa).

    Somoza Rodrguez, M. (2008). Notas sobre polticas del saber para una sociedad del co-nocimiento. Lngua Escrita, 4, 75-87. Recuperado el 1 de marzo de 2009 desdehttp://www.ceale.fae.ufmg.br/nomade/midia/docs/171/phpLHyJtq.pdf .

    Yanes Cabrera, C. (2004). Aproximacin al estudio y posibilidades de las fuentes en lainvestigacin histrico-educativa. En Gmez Garca, M N. (ed.), Lecciones de Histo-ria de la Educacin (pp. 339-367). Sevilla: Ediciones Alfar.

    Sitios web consultados

    Archivo de la Experiencia (Seccin de Educacin): http://www.archivodelaexperien-cia.es/indice/listMono.php?id=148

    Archivo Virtual de la Edad de Plata: http://www.edaddeplata.org/ES/Home.htmBase de Datos MANES: http://servidormanes.uned.es/manes/consulta.htmlBiblioteca Virtual del Patrimonio Bibliogrfico espaol: http://bvpb.mcu.es/es/estati-

    cos/contenido.cmd?pagina=estaticos%2FpresentacionBiblioteca Virtual Miguel de Cervantes: http://www.cervantesvirtual.com/catalogo/in-

    dex.jspBiblioteca Virtual Patre-MANES de Manuales Escolares Europeos y Latinoamerica-

    nos. Identidades nacionales en los manuales escolares. Europa y Amrica Latina, 1875-1930: http://www.uned.es/manesvirtual/bibpatremanes.html

    Centro de Investigacin MANES: http://www.uned.es/manesvirtual/portalmanes.htmlHemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional: http://hemerotecadigital.bne.es/presen-

    tacion.htm History on Line: http://www.history-on-line.euPictura Paedagogica Online: http://www.bbf.dipf.de/VirtuellesBildarchiv/ Seccin Bibliotecas Escolares Histricas, de la Biblioteca Virtual del Patrimonio Biblio-

    grfico espaol: http://bvpb.mcu.es/institutos/es/inicio/inicio.cmdThe Valley of the Shadow. Two Communities in the American Civil War: http://va-

    lley.vcdh.virginia.edu/