Hadot, P-La Filosofía Como Modo de Vida

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y justa semejante ambición. Son muchos quienes se vuelcan por en- tero en la revolución social. Pero escasos, muy escasos, los que co- mo preparativo de la revolución optan por convertirse en hombres dignos». 234 La filosofía como forma de vida Todos aquellos que, griegos o bárbaros, se ejercitan en la sabiduría llevan una vida recta e irreprochable, absteniéndose a voluntad de cometer nin- guna injusticia o de hacérsela cometer a otros, evitando el trato con perso- nas intrigantes y condenando los lugares que esos individuos frecuentan, como tribunales, asambleas, plazas públicas y magistraturas, esas reuniones y agrupaciones de gentes desconsideradas. Aspirando a una vida de paz y serenidad, contemplan la naturaleza y cuanto ésta encierra, investigan con la mayor atención la tierra, el mar, el aire, el cielo en sus más variados as- pectos, acompañan mediante su pensamiento a la luna y al sol, las evolu- ciones de los demás astros errantes o pues a pesar de que sus cuerpos permanecen atados a la tierra ellos proporcionan alas a sus almas para que , al elevarse en el éter, puedan observar las fuerzas que se les aparecen, lo cual es propio de aquellos que, convertidos realmente en ciudadanos del mundo, consideran el mundo como su ciudad, como una ciudad cuyos ciu- dadanos están familiarizados con la sabiduría y que han recibido sus dere- chos civiles de la Virtud, la cual tiene como cargo la presidencia del go- bierno del Universo. De este modo, rebosantes de tan perfecta excelencia, acostumbrados a no tomar en consideración los males corporales y los ex- teriores, se ejercitan en la indiferencia a las cosas indiferentes protegidos contra cualquier placer o deseo, en una palabra, siempre prestos a mante- nerse por encima de las pasiones .. . sin doblegarse ante los golpes de la for- tuna puesto que han calculado por adelantado sus ataques (ya que incluso los sucesos que escapan a nuestro control, incluso los más penosos, pue- den hacerse más ligeros gracias a la previsión si el pensamiento no se ve sorprendido por lo inesperado de los acontecimientos, mitigando su per- cepción como si se tratara de cosas antiguas y pasadas). Por supuesto, pa- ra tales hombres que encuentran su alegría en la virtud, la vida entera cons- tituye una fiesta. Su número, claro está, es pequeño, pues son como ascuas de sabiduría 235

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Capítulo del libro de Hadot, Ejercicios espirituales...

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yjustasemejanteambicin.Sonmuchosquienessevuelcanporen-tero en la revolucin social.Pero escasos, muyescasos, los queco-mopreparativodelarevolucinoptanporconvertirseenhombresdignos.234 Lafilosofacomoformade vida Todosaquellosque,griegoso brbaros, se ejercitan en lasabidura llevanunavidarectae irreprochable, abstenindoseavoluntaddecometernin-gunainjusticia o dehacrselacometeraotros, evitandoel trato conperso-nas intrigantesycondenandolos lugaresque esos individuosfrecuentan,comotribunales,asambleas,plazaspblicasymagistraturas,esasreunionesyagrupacionesde gentesdesconsideradas.Aspirando a unavidade pazyserenidad, contemplan la naturaleza ycuantostaencierra,investiganconlamayor atencin la tierra, el mar, el aire, el cielo en sus ms variados as-pectos, acompaan mediante su pensamientoa la lunayal sol, las evolu-cionesdelos demsastroserrantesof ~ o s puesa pesardequesuscuerpospermanecen atados a la tierra ellos proporcionan alas a sus almas paraque,al elevarseenel ter,puedanobservarlasfuerzasqueselesaparecen,locualespropiodeaquellosque,convertidosrealmenteen ciudadanos del mundo,consideranel mundocomosuciudad,comounaciudadcuyosciu-dadanosestnfamiliarizadosconlasabidurayquehanrecibidosusdere-chos civiles de la Virtud, la cual tiene como cargo la presidencia del go-biernodel Universo.Deestemodo,rebosantesdetanperfectaexcelencia,acostumbradosa notomaren consideracinlos malescorporalesylosex-teriores, se ejercitan enlaindiferenciaa las cosas indiferentes protegidoscontracualquierplacerodeseo, enunapalabra,siempreprestosa mante-nerseporencimadelas pasiones.. .sindoblegarseantelosgolpesdelafor-tunapuestoquehancalculadoporadelantadosusataques (ya queinclusolos sucesos que escapan a nuestro control, incluso los ms penosos, pue-den hacerse ms ligeros gracias a la previsin si el pensamiento no se vesorprendidoporlo inesperado delos acontecimientos, mitigandosu per-cepcin comosi se tratarade cosas antiguasypasadas). Porsupuesto, pa-ratales hombresqueencuentransualegra enlavirtud, lavida enteracons-tituye una fiesta. Sunmero,claroest, es pequeo,puessoncomoascuas de sabidura235soespiritual.Talcomo deca Quintiliano(Institut.Orat.,1,proem. ,que continan encendidas en las ciudades para quela virtudno seextinga y seaarrancada del gnero humano. Pero simuchoscompartieranlosmismos sentimientosqueesteescaso nmero dehombres,siactuaranverdaderamentecomo la naturaleza quie-re queacten,recta eirreprochablemente, comoamantes delasabidura, se regocijaranenelbieny enloqueconstituyeelbien,yconsideraranel bienmoral como elnicobien ... Entonceslasciudades rebosaran de feli-cidad,liberadas por findetodomotivode afliccin y temor, rebosaran de cuantosuponealegrayplacerespiritual,detalmodoqueningnmo-mentoestara privadode jbilo y todoelcurso del ao serauna fusta. Enestetexto de Filn de Alejandra (De special.leg.,n, 44),ins-piradoenelestoicismo,aparececlaramenteunodelosaspectos fundamentales dela filosofade la poca helenstica y romana:sta constituyeuna formade vivir,loquenosloquieredecirqueim-plicacierta actitud moral -pues sevebien el papel que juega en es-tetextolacontemplacindelanaturaleza- sinoquesuponeuna manera de estar en el mundo, una manera que debe practicarse de continuo y que ha detransformar elconjunto de la existencia. Eltrminophilo-sophia,amorala sabidura,utilizadopor los antiguOs bastabapara expresar estaconcepcindela filosofa.Pla-tn,en el Banquete,haba demostrado que Scrates,representacin del filo-sofo,poda ser identificado con Eros,hijo dePoros(oportu-nidad)y Penia(pobreza) . Estaba privado ste de sabidura,pero sa-bacmoprocurrsela.Lafilosofaera considerada deestemodo ejercicio del pensamiento, de la voluntad y.qel ser entero, con el fin dealcanzar eseestado,la sabidura,por otra partecasiinaccesible alhombre.La filosofaconsista en un mtodo deprogresinespi-ritualqueexiga una completa conversin,una transformacinra-dical de la forma de ser.La filosofaconstitua,pues,una forma de vida,ysutareayprcticaibaencaminada aalcanzarlasabidura, aunque ya lo era en su objetivo, sabidura en s misma.Pues la sabi-duranoproporcionasloconocimiento;ellahaceserdeotra manera.La paradoja y grandeza de la filosofaantigua proviene de queeraalmismotiempoconscienciadequelasabiduraresulta inaccesible y convencimiento de la necesidad de intentar el progre-236 19) :Sehaceprecisotender hacia loms elevado:eso eslo que in-tentabanen sumayora losantiguos,quienes apesar decreer que no habanaparecidotodava verdaderos sabiosno por esodejaban de ensear losdogmas de la sabidura. Sesaba que uno no logra-ra jams poseer la sabidura de forma permanente y definitiva,pe-roalmenosseesperabaalcanzarlaendeterminadosysingulares momentos, constituyendo una gua trascendental. La sabidura era una formade vida quetraa aparejada la sere-nidad de espritu(ataraxia), la libertad interior (autarkeia)y la cons-cienciacsmica.Enprimerlugarlafilosofasepresentabacomo una teraputica destinada acurar la angustia.Estetema seencuen-tra explcitamenteen ]encrates, eldiscpulo dePlatn(fr.4 Hein-ze),enEpicuro(Cartaa Pitocles, 85:Elnico frutoaextraer del conocimiento de los fenmenos celestes esla paz del alma), en los estoicos(Marco Aurelio,IX,31), en losescpticos, donde encontra-mos esta bella imagen(Sexto Emprico,Hypotyp.,1,28):Elclebre pintor Apeles quera representar por medio de la pintura los espu-marajos del caballo.Como vea que no loconsegua decidi renun-ciar ahacerlo. Lanz entonces sobre la figura la esponja con la que limpiabalospinceles.Y justamente,altocarlatela,laesponjare-produjoperfectamentelosespumarajosdelanimal.Delmismo modo losescpticos comenzaron aactuar como los dems filsofos quebuscabanlapaz delalmamediante la firmeza y la rectitudde juicio. Como no lo conseguan, suspendieron sujuicio sobre las co-sas. Ydesde entonces, gracias al azar,la paz del alma acompaa a la suspensin del juicio como la sombra alcuerpo. La filosofaera entendida tambincomomtodopara alcanzar la independencia,lalibertadinterior(autarkeia) ,eseestadoenel cualel yono depende msquede s mismo.Eltema seencuentra en Scrates(Jenofonte,Memorables,1,2,14), enloscnicos,en Aris-tteles,para quien una vida dedicada a la contemplacinesgaran-tadeindependencia(ticaaNicmaco,X,7,1178b3),enEpicuro (Gnomol.Vatican., 77),enlosestoicos(Epcteto,III,13,7).Ento-daslasescuelasfilosficasaparece,mediantediversosmtodos,si-milar toma de consciencia de la capacidad del yohumano para des-237 pojarsede cuanto le resulta ajeno,aunque,como en elcasodelos escpticos, suponga despreciar cualquier intento de decisin. En elepicuresmo yen el estoicismo vienen a aadirse a estas dis-posiciones fundamentaleslaconsciencia csmica,es decir,lacons-ciencia de formar parte del cosmos, la dilatacindel yoen la infini-tud de la naturaleza universal.Como afirma Metrodoro, el discpulo de Epicuro:Recuerda que,por msque seas mortal y slodispon-gas de una vida limitada,te has elevado mediante la contemplacin de la naturaleza hasta la infinitud del espacio y del tiempo, y que has vistolatotalidaddelpasadoy delfuturo.Y segnMarcoAurelio (XI,1), el alma humana recorre por entero el cosmos y el vaco que lo rodea, extendindose hasta la infinitud deltiempo infinito, abra-zando y pensando el peridico renacimiento del universo.El sabio antiguo,encada momento,tieneconsciencia de estar viviendo en elcosmos,ponindose en armona con ste. Para entender mejor la manera en que la filosofa antigua poda constituir una formade vida ser necesarioquizapelar aesa dis-tincin queproponan losestoicos entre eldiscurso acerca de la fi-losofa y la filosofaen s misma(Digenes Laercio,VII,39) . Segn los estoicos, las diversas partes de la filosofa, es decir, la fsica,la ti-ca y la lgica, venan a ser en realidad no tanto partes de la filosofa ensmismacomopartes deldiscursofilosfico.Conestoqueran decir que,cuandosetratadeensear filosofa,esnecesarioexpo-ner una teora de la lgica,una teora de la fsica y una teora de la tica.Lasexigenciasdeldiscurso,almismotiempolgicasy peda-ggicas,obliganarealizartaldistincin.perola filosofaen s mis-ma,esdecir,laformade vidafilosfica,noconsistetantoenuna teora dividida en partes como en una actividad exclusiva dirigida a vivir la lgica,la fsicay la tica.No seteoriza entonces sobrelgi-ca,esdecir, sobre hablar y pensar correctamente, sino que se pien-sa y sehabla bien,no seteoriza sobre elmundo fsico,sinoque se contempla elcosmos,nitampoco seteoriza sobrelaaccinmoral, sino que se acta de manera recta yjusta. Eldiscurso filosficonoesfilosofa.Polemn,unodeloscabe-zasde escuela delaantigua Academia, sealaba:Qu podra de-cirsede un msicoque secontentara con la lectura delosmanua-238 lesdemsicaynotocara jams?Muchosfilsofossonadmirados porsussilogismos,perosecontradicenconsuvida(Digenes Laercio, IV,18) . Y cinco siglos mstarde Epcteto se har eco de es-t.o(m, 21 ,4-6):Elcarpintero no vieney osdice:"Escuchad mis ar-gumentacionessobreelartedelacarpintera",sinoquesecom-promete aconstruir una casa y la construye[.. . ] . Haz t tambin lo mismo. Come como un hombre, bebe como un hombre[ ... ]csate, cra atus hijos,participa en la vida de tu ciudad, soporta las injurias, tolera alosdems hombres... . En seguida se advierten las consecuencias de esta separacin for-muladaporlosestoicos,peroadmitida implcitamentepor lama-yoradelosfilsofos,apropsitodelasrelacionesentreteoray prctica.Una sentencia epicrea lo indica claramente: