Hernias
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HERNIAS
GENERALIDADES
La hernia es la protrusión de una víscera a través de un defecto anatómico de la
pared de una cavidad donde normalmente se encuentra, a otra donde no debe
estar a través de un defecto anotómico.
EPIDEMIOLOGIA
El 75% de todas las hernias de la pared abdominal se presentan en la región
inguinal, con un predominio del sexo masculino de 7:1, la hernia crural o femoral
es más frecuente en el sexo femenino en menos del 10%, pero son las que más
se encarcelan o estrangulan, presentándose como una urgencia. La hernia del
lado derecho es más común que la del izquierdo. Los factores de riesgo que son
de utilidad en predecir complicaciones en el adulto son:
Edad avanzada
Corta duración
Hernia femoral
Enfermedad médica coexistente.
Las hernias de la cavidad abdominal se clasifican de acuerdo con la región
comprometida, así:
Pared anterior. Hernia epigástrica, umbilical, spieguel, eventraciones (hernia
posoperatoria).
Pared posterior: hernia del triangulo de Gryn-felt y del triangulo de Petit.
Piso pélvico: hernia obturatriz.
Región inguinocrural: hernia inguinal y crural.
Es importante reconocer y tratar adecuadamente las hernias, ya que tienen el
riesgo de complicarse al presentar un cuadro de obstrucción intestinal, que
constituyen la segunda causa de obstrucción (la principal causa son las bridas y
adherencias posoperatorias) con incarceración que por definición es una hernia
no reducible (compromiso venoso) o estrangulación (compromiso venoso y
arterial, con riesgo de isquemia, necrosis y perforación), el riesgo de
estrangulación es importante durante los tres primeros meses de la aparición de
la hernia. El tratamiento inicial en ausencia de signos de estrangulación es es la
Taxis (intentar la reducción manual con el paciente en posición de
Trendelenburg); los signos clínicos de estrangulación son: saco tenso y muy
doloroso, la piel que la cubre puede estar descolorida con un tinte rojizo o
azuloso; el cuadro hemático tiene leucocitosis con desviación a la izquierda, se
ve tóxico deshidratado y febril; reanimación con líquidos parenterales, corrección
de anormalidades electrolíticas, sonda nasogástrica y antibióticos son usados
para ser levado a cirugía.
ANATOMÍA DEL CANAL INGUINAL Y ORIFICIO CRURAL O FEMORAL }
Canal inguinal
La anatomía del canal inguinal se ha considerado difícil para el iniciado
principiante en el estudio de esta región anatómica; por ello se recomienda al
estudiante que se imagine un túnel con cuatro paredes, una entrada y una
salida, para su mejor comprensión.
El canal inguinal se extiende, en forma oblicua, en una línea trazada desde la
espina iliaca anterosuperior hasta la espina del pubis. Para ingresar
quirúrgicamente a este túnel se utiliza la pared superior o el techo del canal,
formada por la aponeurosis del oblicuo mayor o externo, el piso es la pared
opuesta al techo formada por la fascia transcersalis; en la parte media la pared
interna está formada por el tendón conjunto y lateral o externamente se
encuentra formada por el ligamento inguinal; tiene dos orificios, uno profundo o
muscular, externo con relación a la línea media, y otro superficial o aponeurótico
que es interno con relación a la línea media, y otro superficial o aponeurótico que
es interno con relación a la línea media. Por este túnel o canal pasan el cordón
espermático en el hombre, y el ligamento redondo y los nervios ilioinguinal e
iliohipogástrico en la mujer.
La hernia inguinal se clasifica en directa (el saco herniario emerge medial o por
dentro de los vasos epigástricos, está localizada en el triangulo de Hasselbach),
e indirecta (el saco herniario emerge por fuera de los vasos epigástricos. Por
fuera del triángulo de Hesselbach).
La hernia mixta o en pantalón es la que tiene un saco directo y no indirecto, de
tal modo que cabalga sobre los vasos epigástricos.
Orificio crural o femoral
El orificio crural o femoral está formado por cuatro estructuras anatómicas: arriba,
el ligamento inguinal; abajo, el ligamento de Cooper; en la parte medial o interna,
el ligamento de Gimbernat, y en la parte externa o lateral, la vena femoral, por
este orificio se produce la hernia femoral o crural.
HERNIAS ESPECIALES
Hernia por deslizamiento
Es un tipo de hernia en la que una víscera hace parte de la pared del defecto
herniario, la mayoría de las veces los órganos deslizados son retroperitoneales,
como la vejiga y el colon sigmoide. Aproximadamente 8% de todas las hernias
inguinales presentan este hallazgo, su incidencia está relacionada con la edad (a
mayor edad mayor incidencia).
Hernia de Amyand
Es una hernia en cuyo saco se encuentra la apéndice cecal (Claudius Amyand
1735 la describió)
Hernia de Litré
Es una hernia que contiene un divertículo de Meckel.
Hernia de Ritchter
Es una hernia que presenta un “pellizco” del borde antimesentérico del intestino,
que posteriormente se puede necrosar y perforar causando unan peritonitis.
Hernia de Spieguel
Es la hernia que se localiza en el borde externo del músculo recto anterior, a
nivel de la línea arcuata o semilunar.
HERNIA INGUINAL
Fisiopatología de la hernia inguinal
La causa de la hernia inguinal está lejos de ser completamente entendida, es
multifactorial. Causas presumidas de herniación inguinal son: la tos, EPOC,
obesidad, constipación, protatismo, embarazo, historia familiar de hernia,
maniobras de valsalva, ascitis, posición de pie, previas incisiones en el cuadrante
inferior derecho, aneurismas arteriales, consumo de cigarrillo, elevación de objetos
pesados y las que a continuación se describen.
Durante la evolución del hombre, al pasar de caminar en cuatro miembros a dos,
la presión abdominal se concentró en la región interior inguinal donde quedó un
defecto, el orificio miopectíneo de Fruchaud, que no es el mas apto par soportar
un aumento del peso sobre el anillo profundo pues lo puede dilatar; la fascia
transversalis es más débil aun, decir, la evolución no preparó al ser humano para
esta nueva posición corporal de estar de pie o erguido.
Sin embargo, es sorprendente que menos del 5% de los seres humanos
desarrollen hernias inguinales. Los siguientes son los factores que favorecen y los
que protegen la aparición de las hernias:
1. La persistencia del proceso vaginalis (descenso del testículo), sin embargo,
se ha encontrado un 20% de persistencia en autopsias sin que exista
hernia.
2. El mecanismo fisiológico de obliteración que produce la contracción
muscular del arco mioaponeurótico, sellando el orificio miopectíneo al
unirse con el ligamento inguinal (parte libre o terminal del oblicuo mayor o
externo). Esto sucede cuando se aumenta la presión abdominal.
3. No se ha demostrado que la elevación de la presión intraabdominal sea un
factor determinante, excepto cuando se aumenta la presión en una forma
pasiva, con músculos abdominales relajados, de modo que el mecanismo
de obliteración no se produce (embarazo, ascitis), posiblemente está
acompañado de un defecto del colágeno.
4. La calidad del colágeno: existen enfermedades con alteración del colágeno,
como el síndrome de Marfán, Ehlers Danlons y Hurler Hunter; son otros
factores de importancia, la herencia, la organización de las fibras y el
aumento de la vascularidad y celularidad.
5. Integridad de la fascia transversalis: en fumadores, se encuentran niveles
elevados circulantes de proteasas y elastasas que alteran el balance
proteasas antiproteasas con la destrucción de los tejidos y formación de
hernias.
6. Otros factores que pueden recalcarse son las incisiones cosméticas bajas,
transversas, por la sección del arco mioaponeurótico de las fibras del
oblicuo interno y el transverso abdominal, también la sección de los nervios
motores o sensitivos de la región inguinal que causan atrofia muscular.
Diagnóstico
El cuadro clínico está dado por la presencia de una masa que protruye en
cualquiera de las regiones anatómicas de la clasificación anteriormente
contemplada, acompañada de dolor, que aumenta cuando el paciente realiza
ejercicio o cuando la presión intraabdominal es mayor (tos, pujo, levantar los
objetos, empujar, etc)
La hernia puede ser reductible o no, es decir, regresar a la cavidad de origen o
quedar atrapada en el saco herniario, caso en el cual se llama incarcerada por
congestión venosa; si existe compromiso arterial con isquemia, se llamará
estrangulada. La reducción de una hernia se llama taxis, que significa orden. La
hernia puede presentarse como una obstrucción intestinal con o sin isquemia,
implica una urgencia quirúrgica.
Lo más importante en el diagnostico de la una hernia en la región inguinocrural
es definir si se trata de una hernia inguinal o crural, debido a que del diagnóstico
exacto dependerá el manejo (abordaje): por vía anterior, a través del canal
inguinal, para las hernias inguinales, o por vía preperitoneal, para los crurales; la
forma clínica de diferenciarlas es colocar el muslo en flexión y abeducción para
palpar los vasos femorales, si la masa es interna y se encuentra por debajo del
ligamento inguinal, se trata de una hernia crural, en caso de no hallarse allí la
masa, la hernia será inguinal.
La diferenciación clínica entre una hernia inguinal directa o indirecta es un poco
más difícil sin embargo se puede realizar introduciendo un dedo en el canal
inguinal para palpar el saco herniario que desciende por el canal en caso de
hernia indirecta; en la hernia directa a veces se puede palpar el defecto en la
pared posterior o se siente que la masa sale por la pared posterior del canal
(fascia trasversalis); la exploración quirúrgica dará el diagnóstico exacto. Las
hernias crurales son más frecuentes en las mujeres, y las que más se incarceran,
las inguinales indirectas se ven más en niños y adultos jóvenes; las inguinales
directas se observan en la edad media y los ancianos. El diagnóstico es clínico en
un gran porcentaje de los casos, pero en algunas circunstancias se recurre a
ecografías de la pared abdominal, TAC o RNM del área anatómica sospechosa,
y herniografia, que es un examen en el cual se instila medio hidrosolubre en la
cavidad abdominal, se coloca de pie al paciente y se toman las radiografías
respectivas para observar el saco, es poco usada pero debe tenerse en cuenta. La
laparoscopia fue considerada como el medio final para determinar una patología
inguinal verdadera en cada lado. El examen físico tiene una sensibilidad del 74%
y una especificidad del 96%; el ultrasonido 92% y 81% respectivamente y la
resonancia un 94.5% y 96% respectivamente. La RNM ha emeregido como el
estudio más benéfico para estudiar los dolores inguinales crónicos y
diferenciarlos (hernia de Sportsman, pacientes con dolor inguinal sin una hernia
obvia, algunos autores creen que existe una hernia oculta que hay que estudiar)
del desgarro muscular, la osteítis púbica, bursitis y facturas de estrés.
Clasificación
Existen varias clasificaciones de las hernias inguino-crurales: la de Castem, en
1967; la de Halverson y Mcvay, en 1970; la de Gilbert, en 1986; la de Rutkow y
Robbins; la de Bendavid y Shouldice, en 1993, y la de Stoppa, derivada de la de
Nyhus. La clasificación descrita por Nyhus en 1991 es quizá la más aceptada y de
importancia en el manejo quirúrgico:
Tipo I: Hernia inguinal indirecta pura (del niño)
Tipo II: Hernia inguinal indirecta del adulto joven, sin defecto de la pared posterior
Tiop IIIA: Hernia inguinal directa (salida a través del piso, en el triángulo de
Hessel-bach
Tipo IIIB: hernia inguinal indirecta con defecto en la fascia transversalis en V
(dilatación del anillo inguinal profundo o muscular).
Tipo IIIC: Hernia crural
Tipo IV: Hernia reproducida
En la sección de tratamiento se explicará detalladamente el manejo de cada uno
de los seis tipos.
Las otras hernias de la región anterior, como la epigástrica, se reconocen por la
presencia de masa y dolor; la hernia umbilical es frecuente en niños por cierre
incompleto o fusión de la pared muscular a este nivel después del nacimiento, se
puede esperar que esto ocurra hasta los cuatro años de edad, la incidencia de
incarceración y obstrucción en este momento es baja; en el adulto la hernia
umbilical puede aparecer en cualquier edad, se ha relacionado estadísticamente
con la presencia de enfermedad biliar, en especial la colelitiasis, por ello es
necesario investigar esta patología en pacientes con hernias umbilicales. Las
hernias de la pared posterior son muy raras, pero hay que tenerlas en mente
desde el punto de vista clínico. La hernia obturatriz se presenta en el piso pélvico,
principalmente en mujeres ancianas, debilitadas y multíparas, con la presencia de
una masa dolorosa en la parte interna del musculo, con irradiación del dolor a la
rodilla y el muslo; esta masa se palpa en el examen físico, lo mismo que con un
tacto rectal o vaginal pueden ser causa de obstrucción, bastante rara.
Tratamiento
El tratamiento de las hernias es quirúrgico. En la era moderna de la herniorrafia
se ha visto unan disminución progresiva de la tasa e recurrencias por el
mejoramiento de la técnica quirúrgica y de las prótesis (disminución del 50%
cuando se usa la malla). Los materiales con las características ideales descritas
por Cumberland (químicamente inerte, no sea modificada por el liquido tisular no
produzca reacción a cuerpo extraño, no sea carcinogénica, no cause respuesta
alérgica o hipersensibilidad, resistente a la tensión mecánica, sea fácilmente
modeladable y esterilizable) están disponibles e incluyen: polipropileno (ya sea
monofilamento Marlex, Prolene o polifilamento surgipro) Dacron (Mersilene), y
politetrafluoroetileno expandido (Goretex).
Hernias de la pared anterior y posterior
El tratamiento consiste en disecar el saco herniario en la epigástrica, umbilical,
Spieguel o eventración con el fin de obtener los bordes libres del anillo herniario,
para su aproximación sin tensión con suturas no absorbibles que cierren el
defecto; si este defecto es grande, es necesario recurrir al uso de prótesis (mallas)
para evitar las recidivas de las hernias, éstas se colocan sobre el peritoneo para
aislar la hernia de las asas intestinales y evitar complicaciones de fistulas y
adherencias; se fijan en lo posible a la pared posterior dalas paredes del anillo
herniario, utilizando el principio de Pascal (distribución de las presiones en una
forma uniforme), se deja un hemovack para drenar las secreciones que se puedan
acumular en este espacio muerto.
HERNIAS INGUINOCRURALES
Técnica abierta
Abordaje anterior del canal inguinal, el trata miento dependerá del tipo de hernia,
para lo cual se tendrá en cuenta la clasificación de Nyhus, así:
Tipo I: Ligadura alta del saco
Tipo Il: Ligadura alta del saco y cierre del defecto en V, si existe o es muy
pequeño, por medio de la técnica de Marcy (utilizando los tejidos del paciente).
Tipo IIIA : Directa, se pueden usar los tejidos del paciente con la técnica de Mcvay
que consiste en unir el tendón conjunto al ligamento de Cooper y agregar una
incisión de relajación, o por la técnica de Shouldice qué consiste en reconstruir la
pared posterior, abriendo la fascia transversalis y realizan do imbricaciones con
suturas. La técnica de Bassini, en la que se une el tendón conjunto con el
ligamento inguinal, no es una bue na forma de corregirlas. Una excelente opción
es utilizar el principio reparo de Lichtenstein, libre de tensión con uso de mallas
colocadas por vía anterior o por vía preperitoneal.
Tipo III B: También es necesario reparar la pared posterior, y puede realizarse en
forma similar a la anterior.
Tipo III C: Crural, se puede reparar por vía anterior, abriendo la fascia
transversalis, y corregirla como una hernia directa IIIA, o por vía pre peritoneal,
cerrando el defecto del orificio crural, o colocando una malla preperitoneal.
Tipo IV: Se recomienda abordarlas por víal preperitoneal para entrar por un tejido
sano, y corregirlas usando prótesis para evitar más recidivas.
Actualmente existe un sistema de reparo de hernias que emplea dos mallas
unidas en el centro, a modo de reloj de arena; en este sistema una de las mallas
se coloca en el espacio preperitoneal y la otra en la región anterior de la fascia
transversalis; con este mismo sistema se pueden corregir hernias directas e
indirectas con defecto del anillo profundo.
Desde mediados del decenio de 1960 la hernioplastia con tapones (sombrilla) se
convirtió en un procedimiento de gran importancia, en 1993 se lanzó al mercado
este tapon hecho de redecilla de Marlex en forma de sobrilla llamado PerFix (con
pétalos).
La técnica del tapón con malla fue desarrollado por Gilbert y posteriormente
modificado por RutKow, Robbins, Millikan y otros consiste en colocar un tapón de
malla en el anillo inguinal profundo, cuando la h indirecta, y en el defecto de la
fascia transversalis cuando la hernia es directa, suturándola a la fascia o al anillo;
otra forma es colocar tapón y además una malla plana cubriendo tapón en forma
similar al procedimiento Lichtenstein.
Otra posibilidad es el reparo de refuerzo protésico gigante del saco visceral
descrito por Stoppa, Wantz , Rives, el cuales útil en grandes defectos de la pared
inferior y hernias inguinales o crurales bilaterales, utilizando una malla gigante que
recubra todos los defectos herniarios en el espacio preperitoneal. Los pacientes
con ascitis representan una situación especial y deben ser manejados de una
forma diferente (Desnutridos, coagulopatías presión intra-abdominal aumentada)
la reparación electiva no es recomendada, debe ser reservada únicamente para
los sintomáticos y solamente después de tratar de controlar la ascitis; la hernia
femoral es una excepción a esta regla, por el alto riesgo de la encarceración.
Técnica laparoscópica
El tratamiento lepároscópico de las hernias inguinales se inició con la realización
de la colecistectomía laparoscópica y la aplicación de la tecnología de video en
este tópico. Esta técnica tiene las siguientes ventajas: disminución del
posoperatorio, menor incapacidad, se pueden detectar defectos bilaterales y ser
reparados en un sólo procedimiento, reduce el riesgo de lesión nerviosa y la
orquitis isquémica, a el abordaje por un terreno previamente manipulado encaso
de recidivas; las desventajas son: se puede entrar a la cavidad abdominal, uso de
la malla, necesidad de anestesia general, mato elevado del procedimiento y mayor
tiempo quirúrgico. El abordaje puede ser transabdominal (TAPP) con reparo
preperitoneal transabdominal abriendo el peritoneo, o extraperitoneal total (TEP),
uno de los más usados y con menos complicaciones. Actualmente ha caído en
desuso debido a la reparación de las hernias con el uso de mallas, con técnicas
muy sencillas que implican una mínima disección, facilidad del reparo y anestesia
local, sin tener que someter al paciente a todas las desventajas que tiene este
procedimiento.
Complicaciones de la cirugía de las hernias inguinales
Las principales complicaciones hacen referencia a la recurrencia, dolor inguinal
crónico, las relacionadas con el cordón y los testículos, la infección, el seroma,
hematoma, la osteítis púbica y las complicaciones de la prótesis.
Pronóstico y recurrencia
La incidencia de recurrencia de la herniorrafia inguinal ha mejorado
ostensiblemente como se enunció anteriormente por varios factores entre los
cuales uno importante es la utilización de mallas, con una tasa de aproximada
mente el 1% en manos experimentadas; en las hernias ventrales incisionales
(eventraciones) con el advenimiento de las prótesis las tasas de recurrencia han
disminuido hasta cerca del 10%; la mayoría de las recurrencias ocurre dentro de
los dos a tres años del reparo inicial, y pueden ser tempranas o tardías. La
recidiva temprana depende de la-experiencia del cirujano y de la técnica
quirúrgica, que se traduce en suturas sin tensión: el material de sutura ideal es el
monofilamento de acero inoxidable que es inerte, produce mínima reacción y
mantiene la tensión indefinidamente; otra sutura buena es el polipropileno, ambas
son sustancias no absorbibles, mantienen su tensión y son prácticamente
indestructibles en los tejidos humanos. La técnica de sutura tomando bocados de
tejido más amplios y en menor cantidad disminuye el grado de isquemia, que
puede ser ocasionado por numerosos puntos; la técnica de sutura continua tiene
una presión o fuerza tensil mayor de ruptura de la sutura que la de puntos
separados, lo importante es que la sutura quede bien anudada al principio y al final
del cierre. Otro factor importante en la aparición de recurrencia es la infección; se
ha estimado que el 50% de las recurrencias son debidas a infección. Existen otros
factores generales que pueden influir en la recurrencia, tales como: la edad, las
malas condiciones generales (desnutrición, ictericia, infección, enfermedades
crónicas, cáncer y el uso de esteroides), el peso disminuido, el cigarrillo, las
ascitis, los factores de crecimiento disminuidos y ciertos defectos metabólicos dala
formación de colágeno. Entre los factores loca les que influyen en la recidiva de
las hernias inguinales están las reparaciones repetidas, el tamaño de la hernia
(grandes), reparaciones de urgencia, mala preparación de la piel, reparación de la
hernia femoral por vía anterior (canal inguinal), incisiones pequeñas, no retirar el
músculo cremaster, hernias olvidadas no diagnosticadas (importante la femoral), in
adecuada disección del saco herniario, inadecuada reconstrucción del anillo
profundo, no reforzar la pared posterior en adultos hasta el tubérculo púbico, el
tipo de reparo (la habilidad y experiencia del cirujano son más importantes que el
tipo de reparo), los drenes pueden disminuir la incidencia de hematomas, seromas
o infección removidos después de 24 horas.
La recidiva tardía se presenta principal mente por falla del tejido (fatiga de materia
les), por una alteración en el sistema metabólico responsable del balance e
integridad del colágeno, ocurre después de los primeros cinco años de la
reparación inicial y puede aparecer hasta 30-40 años más tarde.
Dolor inguinal crónico
El dolor puede originarse en una cicatriz, reacción al material protésico o
compresión nerviosa con las suturas, el dolor crónico post-herniorrafia es definido
como aquel que dura más de tres meses, su incidencia ocurre entre el 0 a 50%
con un promedio del 25%, existen factores predictores de su presentación como:
hernia recurrente, dolor preoperatorio, ausencia de una masa visible, pacientes
jóvenes, escalas de dolor elevadas, regreso al trabajo en más de 4 semanas;
probablemente el estado psicológico previo, dolor crónico después de otras
cirugías. El dolor somático es el más común y generalmente es ocasionado por el
daño a ligamentos, tendones y músculos; el dolor visceral es aquel relacionado
con una función visceral específica tal como la micción o la eyaculación. El dolor
neuropático es originado por daño a un nervio en la región inguinal y puede ser
debido por una sección completa o parcial, es tiramiento, contusión,
aplastamiento, sutura o electrocauterio (nervios ilioinguinal e iliohipogástrico); una
sensación quemante y hormigueante en la parte lateral del muslo en la distribución
del nervio cutáneo femoral lateral es conocida como meralgia parestésica,
producida por el atropamiento del nervio; el manejo es con analgésicos anti y
bloqueos del nervio.
Testículos y cordón
En el posoperatorio inmediato pueden suceder hematomas escrutales, los cuales
muy ocasionalmente necesitan drenaje, la orquitis isquémica es definida como la
inflamación posoperatoria del testículo que se presenta en los primeros 5 días
después de la cirugía, el cuadro es muy doloroso, puede haber fiebre, el manejo
es con medidas de soporte con anti-inflamatorios. La orquitis a largo plazo puede
terminar como una atrofia testicular, esta complicación es mayor en la reparación
de hernias recidivantes, se puede prevenir por la división del gran saco herniario
mejor que su extracción, dejan do el saco distal abierto. Otro síndrome importante
es el de diseyaculación (dolor y sensación quemante en el periodo pre, intra y post
eyaculación) se cree que ocurre por lesiones estenóticas en el vas deferente. El
hidrocele también puede suceder.
Otras complicaciones
La infección de la herida se presenta en menos del 5% de los pacientes, se ha
utilizado el antibiótico profiláctico, en nieta-análisis no evidencia que su
administración reduzca las tasas de infección, el manejo es el drenaje y la
administración de antibióticos, cuando se ha c cado maña es necesaria la
remosión de la misma. El seroma es la acumulación de suero común con el uso de
mallas, generalmente se resuelven espontáneamente. Los hematomas son
autolimitados, pero si son grandes se deben revisar en cirugía. La osteítis púbica
puede ocasionar dolor por suturas o grapas en e periostio del pubis, el manejo es
con analgésico anti-inflamatorios y modalidades terapéuticas como calor, US
estimulación eléctrica o criomasaje. Finalmente las complicaciones de las mallas
pueden ser: enrollamiento de la malla disminución del tamaño, obstrucción
intestinal fistula es posible por la erosión de la mal en el tejido especialmente
cuando hay contacto con el intestino; el rechazo es raro por una respuesta
alérgica pero generalmente se debe una infección de la malla.
La hernia es la salida de una víscera a través de un defecto anatómico de la pared
de una cavidad donde normalmente se encuentra, a otra donde no debe estar. La
hernia más frecuente es la inguinal, pero pueden existir hernias en cualquier parte
del organismo; su importancia radica en el riesgo de las complicaciones. Para
entender las hernias inguinales es necesario conocer muy bien el canal inguinal,
desde el punto de vista anatómico, ya que su clasificación en directas, indirectas o
crurales requiere de este requisito; existen algunas hernias especiales como
aquéllas por deslizamiento y otras como las de Litre, Ritchter y Spieguel.
Durante la evolución del hombre la presión abdominal se concentró en la región
inguinal inferior, lo que originó el defecto miopectíneo de Fruchaud a pesar de esto
me nos del 5% de la raza humana desarrolla hernias inguinales; las causas de las
hernias son multifactoriales; el diagnóstico es clínico y se detecta por la presencia
de una masa que protruye espontáneamente en una región anatómica o por la
maniobra del pujo.
Existen varias clasificaciones de las hernias inguinocrurales pero una de las más
aceptadas es la de Nyhus, que las clasifica en cuatro tipos con seis grupos, cada
uno de años con un manejo quirúrgico diferente. Las hernias diferentes a las
inguinocrurales son raras, a excepción de las umbilicales y epigástricas. El
tratamiento de las hernias es quirúrgico, el concepto de reparo sin tensión
simplificó notoriamente el manejo de las hernias con el uso de prótesis que se fijan
a las paredes vecinas de mejor consistencia, con suturas de monofilamento;
actualmente la reparación laparoscópica ha caído en desuso, por la facilidad del
manejo con mallas; la incidencia de recurrencia de la hemiorrafia inguinal
disminuyó considerablemente a 1% en manos experimentadas y con el uso de las
prótesis, en las eventraciones de la pared abdominal la incidencia es del 10%; la
mayoría ocurre dentro de los dos a tres primeros años del tratamiento inicial y
existen varios factores relacionados con la experiencia del cirujano, la técnica
quirúrgica, la infección y la falla de los tejidos. Existen otras complicaciones como
el hematoma, serosa, lesiones del testículo y del cordón, y las relacionadas con la
malla (infección, rechazo, erosión a órganos vecinos etc.)