Historia Ciencia Política

39

description

Historia Ciencia Política

Transcript of Historia Ciencia Política

  • www.anuario-latinoamericano.umcs.pl

  • 5ndice

    Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

    Dossier

    Amrica Latina: cambios a nivel regional y en su insercin internacional

    Presentacin. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13Martha Ardila, Katarzyna Krzywicka

    Algunas relexiones sobre la integracin latinoamericana ala luz de la integracin europea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

    Antonio Colomer Viadel

    Las polticas pblicas de memoria yla integracin latinoamericana: el Grupo Bicentenario. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25

    Georg T. A. Krizmanics

    Sur-Sur contra Norte-Sur? La poltica brasilea extraregional bajo la presidencia de Lula da Silva (20022011) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45

    Klaus Bodemer

    La emergencia de los BRICS: Brasil ySudfrica en las relaciones Sur-Sur . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71

    Carlos Alfredo da Silva

    Mxico yColombia, ms cambios que continuidades en su insercin internacional. Apropsito de potencias regionales con diferente rango . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89

    Martha Ardila

    Artculos yensayos

    Geopoltica del gas en Sudamrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107Ana La del Valle Guerrero

    Medidas de Fomento de la Conianza ySeguridad en el mbito de la Organizacin de Estados Americanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127

    Pawe Treler

  • 6Muros yvallas contra la sociedad de bienestar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143Aneta de la Mar Ikonmova

    El desarrollo de la ciencia poltica en Argentina, Brasil yMxico: construyendo una mirada comparada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155

    Pablo Bulcourf, Enrique Gutirrez Mrquez, Nelson Cardozo

    Informacin para los autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185

    Guidelines for authors . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187

    Informacja dla autorw . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189

    ndice

  • 7ContentEditorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

    DossierLatin America: changes at the regional level and in its international insertion

    Presentation . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13Martha Ardila, Katarzyna Krzywicka

    Some relexions on the Latin American integration in the light of the European integration . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

    Antonio Colomer Viadel

    he politics of public memory and the Latin American integration: the Bicentenary Group . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25

    Georg T. A. Krizmanics

    South-South against North-South? he Brazilian extraregional policy under the presidency of Lula da Silva (2002-2011) . . . . . . . . . . . . . 45

    Klaus Bodemer

    he emergence of the BRICS: Brazil and South Africa in the South-South relations . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71

    Carlos Alfredo da Silva

    Mexico and Colombia, more changes than continuities in their international insertion. he regional powers of diferent level . . . . . . . . . . 89

    Martha Ardila

    Articles and essays

    he geopolitics of gas in South America . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107Ana La del Valle Guerrero

    he Conidence and Security-Building Measures within the Organization of American States . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127

    Pawe Treler

    Walls and fences against the welfare society . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143Aneta de la Mar Ikonmova

  • 8he development of political science in Argentina, Brazil and Mexico: a comparative overview . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155

    Pablo Bulcourf, Enrique Gutirrez Mrquez, Nelson Cardozo

    Informacin para los autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185

    Guidelines for authors . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187

    Informacja dla autorw . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189

    Content

  • 9EditorialEs un placer para nosotros ofrecer a los lectores el primer volumen del Anua-rio Latinoamericano Ciencias Polticas y Relaciones Internacionales, una publicacin peridica editada por la Facultad de Ciencias Polticas de la Uni-versidad de Maria Curie-Skodowska en Lublin.

    En los ltimos aos, el inters de politlogos e internacionalistas por los estudios e investigaciones sobre Amrica Latina ha ido creciendo constan-temente. El Anuario Latinoamericano es la primera publicacin peridica con el peril politolgico en el rea de estudios latinoamericanos editada en Polonia. Los editores del anuario se han propuesto varios objetivos que debe cumplir su publicacin: garantizar el contacto continuo del lector, investiga-dor y estudiante con las cuestiones actuales en el campo de los estudios poli-tolgicos latinoamericanos; servir para integrar y profundizar la cooperacin cientica, as como promover el intercambio intelectual entre los cienticos de los centros de investigacin nacionales y extranjeros.

    De acuerdo con la lnea editorial que hemos adoptado, la revista ser pu-blicada dos veces al ao, en junio y diciembre, en versin impresa y en lnea. El primer volumen del Anuario Latinoamericano se compone de dos sec-ciones: Dossier, el cual incluye los artculos del tema principal del volumen: Amrica Latina: cambios a nivel regional y en su insercin internacional, y la seccin Artculos y ensayos. El segundo volumen, cuya edicin est prevista para el junio de 2015, se enfocar en los procesos electorales en los Estados de Amrica Latina, adems de los problemas de la participacin y representa-cin poltica. Los autores que deseen colaborar en nuestra revista encontrarn las instrucciones detalladas sobre las normas referentes a la preparacin del artculo para la publicacin en la Informacin para los autores, en las ltimas pginas del volumen.

    Esperamos que el presente nmero del Anuario Latinoamericano de Ciencias Polticas y Relaciones Internacionales sea la base para futuros de-bates y que, al mismo tiempo, profundice la internacionalizacin de nuestra red acadmica que incluye analistas tanto europeos como de diversos pases latinoamericanos.

    Desendoles una buena lectura, invitamos a la cooperacin con nuestra revista.

    Katarzyna KrzywickaLublin, 14 de octubre de 2014.

  • 155

    El desarrollo de la ciencia poltica en Argentina, Brasil y Mxico:

    construyendo una mirada comparada1

    Pablo BulcourfUNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES,

    ARGENTINA [email protected] Gutirrez Mrquez

    UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA DE MXICO

    Nelson CardozoUNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES,

    ARGENTINA

    RESUMENEste artculo analiza la historia de la ciencia poltica en Argentina, Brasil y Mxico en perspectiva comparada, pretendiendo dar cuenta del proceso de construccin disciplinar centrado en estos ltimos cincuenta aos donde se registran indicadores de autonomizacin, especializacin y profesionalizacin de la ciencia poltica. Elesquema propuesto estudia la vinculacin de la constitucin del campo cientico de la ciencia poltica con los procesos culturales, sociales, econmicos y polticos que lo han orientando y condicionado sobre estos aos.

    PALABRAS CLAVE: ciencia poltica, historia de la ciencia, Amrica Latina, Argentina, Brasil, Mxico.

    SUMMARYhis article analyzes the history of political science in Argentina, Brazil and Mexico from acomparative viewpoint. Its intention is to give an account of the process of development of this discipline over the last ity years, during which the indicators of empowerment, specialization and professionalization of political science have been recorded. he proposed scheme examines the links between the constitution of the scientiic ield of political science and the cultural, social, economic and political processes that have oriented and conditioned it over the years.

    KEYWORDS: political science, history of science, Latin America, Argentina, Brazil, Mexico.

    1 Los autores quieren agradecer los comentarios y aportes de Cristian Pereira y Lucas Jolias.

    Anuario LatinoamericanoCiencias Polticas y Relaciones Internacionalesvol. 1, 2014p. 155184

  • 156

    Artculos y ensayos IntroduccinEste artculo intenta dar cuenta del desarrollo de la ciencia poltica en los tres pases de mayor tamao sociodemogrico de Amrica Latina: Argentina, Brasil y Mxico, estableciendo algunos parmetros comparativos entre ellos.

    Durante los ltimos treinta aos hemos asistido aun fuerte crecimiento de la ciencia poltica en Amrica Latina, aunque esto con escalas diferenciadas en los pases de la regin. La eleccin de estos casos articula la envergadura y grave-dad de los tres Estados ms relevantes, en los que se registran indicadores claros que expresan esta airmacin. Sin embargo, sus particularidades nos muestran matices interesantes en el tipo de ciencia poltica que se ha ido construyendo, estando esto en parte vinculado al propio contexto poltico y social y al mode-lo de pas que fueron orientando los sucesivos gobiernos alo largo de la ltima mitad del siglo XX. Si bien son campos diferenciados, la matriz poltico-cultural y econmica ha moldeado, orientado, posibilitado y restringido la construccin del campo cientico-intelectual de la ciencia poltica. Esta airmacin no debe pretender establecer correlaciones directas ni reduccionismos analticos ya que se trata de una estructuracin social compleja y dinmica en donde se articulan aspectos nomotticos pero tambin ideogricos. Esta concepcin de la propia ciencia social es orientadora de nuestro trabajo y de las estrategias metodolgi-cas que hemos estado siguiendo en los ltimos aos.

    En el perodo sealado se han ido creando numerosas carreras de grado yposgrado; desarrollado programas de investigacin sobre temticas centra-les de la disciplina y sobre aquellos aspectos particulares de cada pas. La pro-duccin editorial ha tenido un despegue y consolidacin exponencial, lo que se ha expresado en la publicacin de numerosos libros de autor, compilaciones y, principalmente, series de revistas cienticas especializadas que han ido in-corporando reglas de evaluacin cada vez ms rigurosas para seleccionar sus artculos, aunque sin por ello dejar de lado cierta orientacin de corte terico-ideolgico-metodolgico en el establecimiento de su poltica editorial, si bien muchas veces esto no se expresa de manera explcita.

    Por otra parte, se ha venido registrando una constante y creciente transfe-rencia de conocimientos de la ciencia poltica aotros mbitos de la vida social, entre ellas la propia actividad poltica como tambin los sucesivos programas de reforma del Estado y de calidad institucional. Varios organismos interna-cionales han ocupado un papel central en la incorporacin de profesionales de las ciencias sociales en sus planteles. La participacin de los politlogos tambin se ha incrementado en la actividad empresarial, principalmente vin-culados alo que suele denominarse relaciones institucionales. Anivel de los congresos, el nmero de asesores que detentan un ttulo de ciencia poltica es cada vez mayor, un campo que estuvo dominado ampliamente por la abogaca en otros perodos. En las organizaciones de la sociedad civil y en diferentes ONG, la incorporacin de politlogos crece de manera constante. El campo de la opinin pblica, la construccin de campaas electorales y la comunicacin

  • 157

    El desarrollo de la ciencia poltica en Argentina, Brasil y Mxico: construyendo una mirada comparadaPablo BulcourfEnrique Gutirrez MrquezNelson Cardozo

    poltica son tambin espacios en donde los licenciados en ciencia poltica van tomando roles centrales.

    La propia formacin y especializacin de los politlogos se ha visto apun-talada por un doble juego en la formacin de posgrado; por un lado varios de ellos recibieron sus estudios en los EEUU y Europa y, por otro, se fueron de-sarrollando en la propia regin programas de maestras y doctorados, algunos de ellos de elevada calidad acadmica.

    Esto nos abre un nuevo interrogante, principalmente teniendo en cuen-ta las enormes asimetras geogricas y socioeconmicas que persisten en la regin: ser este crecimiento claramente demostrable en trminos cuantita-tivos un verdadero desarrollo disciplinar? Hasta qu punto estos indicadores tomados en su expresin numrica en el fondo esconden esas asimetras y ter-minan profundizndolas? Esto nos lleva aplantearnos un enorme debate en torno al tipo de ciencia poltica que se ha venido estableciendo en la regin y, de alguna manera, sobre su propia utilidad social. Esto tambin sucede dentro de los estudios sobre historia y enseanza de la ciencia poltica, ya que estos no son inocentes: la forma en que narramos nuestra propia historia, aque-llo que consideramos importante y destacado y lo que dejamos de lado tiene un enorme efecto en la construccin del prestigio, el otorgamiento de fondos yla orientacin de la propia investigacin y sus posibilidades de transferen-cia. Muchas veces, los propios politlogos cometemos el error de hacer un relato de nuestra disciplina aparentemente impermeable al propio poder que es la materia bsica de nuestro objeto de estudio; somos ciegos frente aestas relaciones dentro de la propia comunidad como asu vinculacin con las otras esferas sociales, entre ellas la propia poltica. Por esta razn, es necesario ela-borar una mirada ms profunda y relexiva sobre nuestras prcticas, animar-nos apreguntarnos por la poltica de la ciencia poltica. Algunos estudios recientes han comenzado atransitar por este camino, por cierto nada fcil ya que se trata del anlisis crtico sobre nosotros mismos. Los recientes trabajos de Mara de los Angeles Fernndez Ramil, Cecilia Lesgart, Cristobal Grebe Ramrez, Paulo Ravecca, Sergio ngel Baquero, Julin Caicedo Ortz, Cecilia Rocha y Julin Cuellar Argote se han ido orientando por ese sendero incorpo-rando algunos interrogantes y el aporte de otras reas fuertemente interdisci-plinarias, como as tambin el llamado enfoque de la colonialidad del saber. Estos intentos se fueron cristalizando en los debates que se llevaron acabo en el marco del III Congreso de Ciencia Poltica que organiz la Asociacin Co-lombiana de Ciencia Poltica durante 2014 en las ciudades de Cali y Popayn y, durante el mismo ao, en los encuentros llevados acabo en las Jornadas especicas en Montevideo como en Mxico en ocasin del 50 Aniversario de la Universidad Iberoamericana. Algunos especialistas se propusieron una se-rie de orientaciones en torno alos propios estudios sobre el campo disciplinar que se ha denominado Maniiesto de Popayn. Este trabajo intenta, en un es-pacio muy acotado, incorporar algunos de estos elementos para continuar con esta tarea de conocernos anosotros mismos.

  • 158

    Artculos y ensayos Esbozo del rea de estudios sobre el desarrollo de la ciencia poltica en Amrica LatinaEl desarrollo mencionado ha dado paso auna creciente preocupacin por la historia de la ciencia poltica en la regin. Esto comenz primero anivel na-cional y, en los ltimos aos, se ha comenzado atrabajar en pequeos aportes comparados. Como sealan la mayora de los socilogos del conocimiento ylos historiadores de la ciencia, la relexin sistemtica sobre los campos dis-ciplinares realizada por los propios cultores de una determinada ciencia es uno de los indicadores de su propia evolucin. La pregunta por la propia his-toria nos revela la existencia de sta y la necesidad de ser pensada.2

    En el ao 2005, la Revista de Ciencia Poltica publicada por la Universidad Catlica de Chile dedic todo un nmero especial adar cuenta de la ciencia poltica en Amrica Latina. Por otra parte, en los diferentes congresos de ciencia poltica organizados por las asociaciones regionales, como la SAAP, la ABCP, la AUCyP, la ACC, la ACCPOL y la AMECIP, se fueron registrando ponencias ypaneles especiales de relexin en torno al desarrollo y enseanza de la disci-plina; crendose en muchas de ellas grupos de trabajo especicos en la temtica.

    Por su parte, la Revista Argentina de Ciencia Poltica publica en su nmero 13/14 uno de los primeros trabajos comparados: Del Centenario al Bicentenario: algunas relexiones sobre el desarrollo de la ciencia poltica en los pases del Cono Sur, escrito por Nelson Cardozo (Carodozo 2010); si-multneamente David Altman publica su estudio Where is Knowledge Ge-nerated? On the Productivity and Impact of Political Science Departaments in Latin America en la revista European Political Science (Altman 2011). Enel marco del IV Congreso de ALACIP en Costa Rica, se realiz una mesa de trabajo sobre el estado de la ciencia poltica latinoamericanista en Eu-ropa y Estados Unidos, en donde participaron destacados acadmicos de la regin. En el Congreso realizado en ocasin de los 50 aos de FLACSO en Quito en el ao 2007, se celebr una mesa similar sobre los estudios la-tinoamericanistas en ciencia poltica. Con posterioridad, durante el V Con-greso de ALACIP, realizado en Buenos Aires en 2010, se demostr un inters creciente, tanto en la presentacin de trabajos como en la dedicacin de una de sus sesiones plenarias adar cuenta del desarrollo de la ciencia poltica en la regin3, lo que se profundiz en el VI encuentro, celebrado en 2012 en la

    2 Un trabajo muy interesante sobre el desarrollo de la ciencia poltica en los EEUU, Europa y algunos pases anglfonos lo constituye la compilacin he Development of Political Science. Acomparative Surrvey realizada por David Easton, John Gunnell y Luigi Graziano (Easton, Gun-nell y Graciano 1991).

    3 En dicho congreso, el entonces Secretario General de la ALACIP, Glaucio Soares, apoy la propuesta presentada por el politlogo mexicano, Vctor Alarcn Olguin, en el marco de la reunin del Comit Ejecutivo de la ALACIP, en el punto dedicado ala creacin de nuevos gru-pos de investigacin, para impulsar uno que se dedicara al estudio de la historia disciplinar de la regin, lo que se formaliz en congreso siguiente de la asociacin.

  • 159

    El desarrollo de la ciencia poltica en Argentina, Brasil y Mxico: construyendo una mirada comparadaPablo BulcourfEnrique Gutirrez MrquezNelson Cardozo

    ciudad de Quito, donde se dio paso ala creacin del Grupo de Investigacin sobre Historia de la Ciencia Poltica en Amrica Latina (GIHCIPOLAL-ALACIP)4, el que ampli considerablemente su cantidad de miembros y po-nencias un ao despus, durante el VII Congreso llevado acabo en Bogot, circunstancia que permiti la realizacin de un amplio seminario sobre la temtica en la Universidad Sergio Arboleda. Por su parte, la revista Po-ltica. Revista de Ciencia Poltica del Instituto de Asuntos Polticos de la Universidad de Chile pblica cuatro artculos sobre la historia disciplinar en Argentina, Chile, Mxico y Uruguay. En 2013, el Consejo Mexicano de In-vestigacin en Ciencia Poltica (COMICIP)5 va adesarrollar, en forma con-junta con la IPSA, uno de los eventos ms importantes tendientes aanalizar la historia y desarrollo de la ciencia poltica tanto en Amrica Latina como en el resto del mundo, contando con destacados participantes del mbito latinoamericano, anglosajn y europeo.

    Durante el ao 2014 se llevaron acabo varias actividades vinculadas al estudio especico de la historia y desarrollo disciplinar; la primera de ella fue organizada en forma conjunta por la Universidad de la Repblica del Uruguay y el grupo de estudio especico de ALACIP. Colegas de toda la re-gin se reunieron en Montevideo para intercambiar trabajos e ideas en torno aesta rea de reciente constitucin. Posteriormente, en Mxico, se realiz un simposio especico en San Luis Potos, en el cual se analiz el devenir de los estudios en el pas azteca. Durante el mes de octubre, en ocasin del 50 Aniversario de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de Mxico, se realizaron una serie de eventos que permitieron una profundizacin sobre el desarrollo e historia de la disciplina en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Uruguay y Mxico.

    Para el campo de los estudios comparados sobre el desarrollo disciplinar, en 2014, Fernando Barrientos del Monte publicar una de las primeras obras editadas con una fuerte intencin de establecer diferencias y similitudes den-tro de laciencia poltica latinoamericana, apareciendo su libro Buscando una identidad. Breve historia de la Ciencia Poltica en Amrica Latina (Barrientos 2014). Desde Europa, la revista Iberoamericana dedic su Foro de Debate ala discusin sobre los desarrollos de la ciencia poltica latinoamericana y sus interrogantes en su nmero 56 del mismo ao. Estas recientes publicaciones ylos debates sucedidos en el marco de los congresos nacionales y varias acti-vidades especicas nos van sealando la importancia que paulatinamente han ido adquiriendo este tipo de investigaciones que intentan arrojar un poco de luz sobre la actividad politolgica latinoamericana.

    4 La mesa directiva del Grupo qued integrada por los profesores Vctor Alarcn Olgun (Mxico), Jos Viacava Gatica (Chile) y Pablo Bulcourf (Argentina).

    5 Consejo Mexicano de Investigacin en Ciencia Poltica, ms informacin disponible en: http://www.comicip.org.mx/

  • 160

    Artculos y ensayos Entre lupas y microscopios: lineamientos tericos bsicosLas ciencias sociales constituyen una actividad humana de carcter cognitivo que se desarrolla en un contexto sociohistrico, esto quiere decir que su prin-cipal objetivo y no el nico es la produccin de conocimientos sobre cierta porcin de realidad que deine como social y poltica y que constituye su objeto de estudio (Bulcourf 2007). Al ser un quehacer humano es histrico y posee su propia historia. Al ahondar como prctica las propias prcticas de las personas, se entrelaza en una doble hermenutica en donde sujeto y objeto de conocimiento no pueden ser tajantemente separados; situacin que comparte con las otras ciencias sociales, y en parte, con toda relexin humana (Giddens 1987).

    La actividad cientica sistemtica producida desde la modernidad se en-cuentra anclada dentro de lo que comnmente denominamos comunidad cientica, la cual presenta, acorde acada disciplina y momento histrico, di-ferentes grados de heterogeneidad uhomogeneidad. La diversidad es un rasgo distintivo de todo quehacer cientico-acadmico. Esto no debe ser visto como un defecto o retraso en el desenvolvimiento de la actividad cognitiva, sino algo propio de su acontecer y desarrollo. Por otro lado, en disciplinas que re-lexionan sobre la estructura social, el poder, las instituciones y los sistemas de dominacin que han implementado los hombres, todo intento de hegemona cognitiva es perjudicial para comprender la complejidad de lo poltico-social y tiende acallar voces disidentes (Bourdieu 2003 y 2008).

    Toda comunidad cientico-acadmica se encuentra inserta en una de-terminada realidad social. Por esta razn, es fundamental incorporar estos patrones para su estudio. Muchos expertos han sealado dos dimensiones para este anlisis: lo que han denominado la historia interna, es decir, las caractersticas propias del grupo cientico y sus quehaceres y peculiaridades, y la historia externa, la cual se reiere alos condicionantes mencionados. No puede desconocerse que toda la historia del desarrollo de las ciencias sociales en Amrica Latina se ha visto truncado y condicionado por el rgimen pol-tico (Trinidade, 2007). Para dar cuenta del desarrollo de un campo cientico-acadmico se propone abordar los siguientes aspectos: El nivel de los sujetos, entendidos como las personas y grupos, porta-

    dores de su biografa, accionar y valores fundantes. Son agentes sociales en tanto productores y reproductores de sus prcticas con diferentes grados de conciencia y libertad, pero condicionados histricamente. Los actores son constructores de su subjetividad. Estos no slo actan en el nivel del individuo, sino que en la actividad cientfica se suele ha-blar tambin de comunidades, es decir, los llamados equipos de trabajo oinvestigacin. El nivel institucional, en tanto mbitos oespacios en los que se producen y reproducen las prcticas. Las instituciones proveen de marcos de conten-

  • 161

    El desarrollo de la ciencia poltica en Argentina, Brasil y Mxico: construyendo una mirada comparadaPablo BulcourfEnrique Gutirrez MrquezNelson Cardozo

    cin, limitacin y recursos, como as tambin la presencia diacrnica de las mencionadas prcticas. La comunidad cientica posee sentido e identidad en tanto existan las instituciones y su reproduccin. Entre los tipos de es-tas, dependiendo de cmo se va estructurando la comunidad cientica en cada pas oregin, stas pueden ser de enseanza, de investigacin, opri-vilegiar algn papel sobre el otro. El nivel de la produccin y su comunicabilidad, entendidos como los conocimientos que genera y comunica la comunidad cientfica. Los que se materializan en publicaciones, patentes, tecnologas, entre otros. En el campo de las ciencias sociales seran las publicaciones en revistas cientficas, los libros especializados, las comunicaciones y ponencias en congresos y jornadas, los informes de investigacin y documentos de trabajo. Pero tambin son importantes las transferencias de conoci-mientos realizadas hacia el Estado, las empresas oentidades de la socie-dad civil. El nivel de las asociaciones y redes, entendidas como los lazos interinsti-tucionales y de vinculacin entre la propia comunidad cientica y, aveces, con otros mbitos de la vida social. La cantidad de stas y su densidad son elementos centrales para analizar los grados de institucionalizacin de una disciplina. Un ejemplo de ello lo constituyen las asociaciones cienticas, verdaderas redes de instituciones y de actores.Cuando se particulariza una determinada disciplina en sus coordenadas

    histricas y geogricas no se puede dejar de tener en cuenta las peculiaridades de cada pas oregin. Las dimensiones geogricas y demogricas condicio-nan fuertemente el grado y tipo de desarrollo de una disciplina, ms an en el campo de las ciencias sociales.

    Tres grandes tigresCualquier investigacin comparada que se pretenda rigurosa debe explicitar los criterios de seleccin de los casos. Por ello, la pertinencia de comparar es-tos pases de Amrica Latina se corresponde ala lgica de sistemas similares y, por consiguiente, se parte del supuesto que estos cinco pases comparten algunas propiedades que se toman como constantes que son las denominadas variables de control. Apartir de una primera indagacin se presentan algunos indicadores para pensar que ello es as.

    Los tres pases se encuentran en Amrica Latina, comparten desarrollos histricos similares (colonizacin iberoamericana, procesos independentistas contemporneos, matrices de desarrollo socioeconmico parecidos, regme-nes autoritarios durante el siglo XX, entre otros aspectos), culturales y demo-gricos, por sealar algunas dimensiones. No obstante ello, el aspecto que se considera ms importante alos efectos de aislar variables es que los tres pases tienen un similar grado de desarrollo humano. Segn el ndice de Desarrollo

  • 162

    Artculos y ensayos Humano de Naciones Unidas6, los tres pases pertenecen al grupo de pases de Desarrollo Medio y Alto.

    Por otro lado, son pases de gran tamao en trminos de supericie y can-tidad de poblacin, encontrndose Brasil y Mxico entre los ms poblados del mundo superando los 100 millones de habitantes. Los tres pases poseen una economa desarrollada con un sector secundario y terciario importante, permitiendo sus caractersticas demogricas un mercado interno destacado yson principalmente exportadores de materias primas.

    Desde el plano poltico, son regmenes presidencialistas de carcter federal encontrndose sus constituciones inspiradas en parte en el modelo norteame-ricano; aunque Brasil tuvo un perodo monrquico con el Imperio.

    En la Tabla 1 se muestran algunos aspectos generales bsicos de los pases estudiados.

    El nivel institucionalUna primera aproximacin al estudio comparado sobre el desarrollo de la ciencia poltica tiene que hacer nfasis en los espacios institucionales de trans-misin del conocimiento. Atendiendo esta variable no se puede dejar de men-cionar como fueron desarrollndose los cursos de ciencia poltica, tanto de grado como de posgrado. Cada historia nacional presenta divergencias sus-tantivas, especialmente en relacin alos procesos de creacin de instituciones de enseanza de la ciencia poltica.

    En primer lugar, en Argentina y Mxico, se observa un sendero que seco-rresponde con los dems pases de Amrica Latina, dado que se crearon pri-mero carreras de grado, luego maestras y, inalmente, doctorados. Por el con-trario, en Brasil, la ciencia poltica es una especializacin que se desarrolla en el nivel de maestra y doctorado, con posterioridad alas licenciaturas en ciencias sociales y su desarrollo ha sido principalmente en el posgrado. Esto tiene una especial incidencia en la conformacin de la llamada identidad pro-fesional, la manera en que se constituye su asociacin de politlogos y el tipo de profesionalizacin del campo cientico.

    En la dcada de 1920, en Argentina, se comenz a dictar en la Univer-sidad del Litoral, sede Rosario, la Licenciatura en Derecho Consular, creada

    6 El ndice de Desarrollo Humano (IDH) fue creado en 1990 atravs del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El objetivo era poder medir los progresos genera-les de un pas en tres dimensiones bsicas del desarrollo humano. Para cada dimensin haban elegido una variable que la representaba. El IDH reduce los tres indicadores bsicos aun valor que indica la distancia que el pas tiene que avanzar hasta llegar al mximo posible. Este ndice va de 1 (el mejor) a0 (el peor). Los pases se clasiican segn su IDH en tres grupos:1) pases con desarrollo humano alto: con valores del IDH de 0,800 y superiores; 2) pases con desarrollo hu-mano medio: con valores entre 0,500 y 0,799;3) pases con desarrollo humano bajo: con valores inferiores a0,500.

  • 163

    El desarrollo de la ciencia poltica en Argentina, Brasil y Mxico: construyendo una mirada comparadaPablo BulcourfEnrique Gutirrez MrquezNelson Cardozo

    en 1921 (Bulcourf 2008a). Las actividades tuvieron lugar en la Facultad de Ciencias Econmicas. En 1927, se crearon dos doctorados: uno, que segua la lnea planteada en los estudios de grado referidos ms arriba, que pas alla-marse Diplomacia, y otro con la denominacin Ciencia Poltica (Bulcourf y DAlessandro 2003). Estas instituciones estuvieron estrechamente ligadas alas concepciones jurdicas, ms que alos debates de la ciencia poltica que se de-sarrollaba, sobre todo desde inales del siglo XIX, en los Estados Unidos. Esto quiere decir que, si bien se denominaban ciencias polticas, los enfoques, problemas y paradigmas no se correspondan con el mainstream vigente en lo que se puede denominar como historia universal disciplinar.

    Sin embargo, los estudios polticos se fueron desarrollando en otras institucio-nes, dado que en 1927 se cre en la Facultad de Filosofa y Letras de la Universi-dad de Buenos Aires, el Instituto de Sociologa, que tendra solamente ese rtulo formal. Recin en la dcada de 1940 se gener un resurgimiento de las ciencias

    Tabla 1.

    Argentina, Brasil, Mxico: algunos datos bsicos.

    Pas Argentina Brasil Mxico

    Supericie (en km2) 2.780.400 8.514.877 1.964.375

    Poblacin* (en millones de habitantes (2012)

    42.192.494 199.321.413 114.975.406

    PBI (en millones de US$) 435.200 2.518.000 1.185.000

    PBI per cpita (2011) $17.700 $11.900 $14.800

    Puesto del PBI en la economa mundial 22 7 12

    Posicin en la tabla de posiciones en el IDH (2012) 45 84 57

    Coeiciente de Gini (puesto mundial) al 2012 0,375 (75) 0,519 (139) 0,470 (120)

    Tasa crecimiento PBI (2011) 8,9% 2,7 % 4%

    Organizacin territorial Federal Federal Federal

    Ao de transicin ala democracia

    1983 1985 2000

    Sistema de gobierno Presidencialista Presidencialista Presidencialista

    * Corresponde casi en su totalidad a estimados originalmente elaborados por la Base de Datos Internacional (International Data Base, IDB) de la Oicina del Censo de los Estados Unidos (United States Census Bureau), redondeados de a miles.

    Fuente: Elaboracin propia sobre la base de los datos disponibles en: CIA, https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/ y PNUD, http://hdr.undp.org/es/informes/mundial/idh2011/

  • 164

    Artculos y ensayos sociales de la mano de Ricardo Levene (h) y Gino Germani. De ello se puede in-ferir que se dio un proceso mucho ms temprano en la sociologa, en relacin ala deinicin de una ciencia emprica, toda vez que fue generado un debate identita-rio en donde se enfrentaron dos grupos de cultores de la disciplina: por un lado, la sociologa histrica, vinculada ala historia del pensamiento, alos grandes sistemas de la ilosofa y la teora social, versus la denominada sociografa, de corte emp-rico, asentado fuertemente en los datos, lo que deini dos posicionamientos que seran confrontados fuertemente dcadas ms tarde (Blanco 2006).

    Esto se plasm en el enfrentamiento entre el modelo cientico y profesio-nal de Gino Germani y el inicio de la carrera de sociologa en la Universidad de Buenos Aires (UBA), opuesto a una sociologa descriptiva y normativa, apartada del rigor metodolgico y poco anclada en las discusiones interna-cionales de la sociologa de aquella poca. Esta ltima tendencia fue princi-palmente representada por Alfredo Povia y sus discpulos en la Universidad Nacional de Crdoba (Bulcourf 2008b).

    La vinculacin entre los intelectuales y el peronismo marc un hiato en este proceso de constitucin de las ciencias sociales empricas. Con la derrota del gobierno constitucional de Juan Domingo Pern se retom este modelo, cons-tituyndose el lapso conocido como la edad de oro de la universidad argentina. No obstante, durante los aos del justicialismo se va aproducir un proceso mo-dernizador, el cual cont con intelectuales que se encolumnaron en el proyecto. Dentro de estos pensadores es destacable la labor que realiz Arturo Enrique Sampay, el cual public la obra Crtica al Estado Liberal Burgus y su profusa obra Teora del Estado. Ms all de ello, sera el encargado de la redaccin de la Constitucin del ao 1949, presidiendo la Asamblea Constituyente.

    En esa nueva Carta Magna se dispona como obligatoria la enseanza de contenidos polticos y de identidad nacional en todos los estudios universita-rios en la Argentina. En cumplimento con lo dispuesto por esta norma, en el ao 1952, se crea la carrera de Ciencias Polticas en la Universidad Nacional de Cuyo, fusionndose con la de administracin pblica creada el ao anterior; con un fuerte contenido orientado hacia la gestin pblica. Como menciona Guardamagna (2008), la inalidad que tena la carrera de ciencia poltica yad-ministracin pblica era la formacin de un estamento dirigente de la vida poltica, dentro de la concepcin de Sampay.

    Bajo esta lnea de argumentacin, resalta la importancia de la creacin del programa de Cuyo como parte del proceso de formacin de cuadros adminis-trativos y polticos para la funcin pblica.7 De este modo, queda claramente

    7 Guardamagna menciona que la carrera de Cuyo retoma una deinicin de Estado, un Estado que debe jugar un papel sumamente importante que claramente no es el del abstencionis-mo y por ello la Alta Burocracia como parte de la clase poltica ala cual Weber hace referencia, deber poseer cualidades especiales. En este sentido, dir que para conducir el pas hacia la realizacin de los objetivos establecidos por la Constitucin reformada de 1949 ser menester formar un estamento dirigente que incluya alos burcratas de ese Estado gestor del bien comn que instaura la Constitucin (Guardamagna 2008: 6).

  • 165

    El desarrollo de la ciencia poltica en Argentina, Brasil y Mxico: construyendo una mirada comparadaPablo BulcourfEnrique Gutirrez MrquezNelson Cardozo

    orientada dentro de lo que se puede denominar hoy en da capacitacin para la funcin pblica y no como la creacin de un campo disciplinar tendiente agenerar investigacin emprica en la temtica; similar alo acontecido con la Escuela Libre de Ciencias Polticas creada para formar ala elite dirigente, en Francia.

    Despus del enfrentamiento sobre la educacin superior en Argentina, que se plasm en el lema laica olibre, se permiti alas universidades privadas emitir ttulos habilitantes, con lo que comienza el proceso de expansin de estas. Las dos primeras universidades creadas apartir de institutos anteriores van a ser en 1956 dos universidades jesuitas: Universidad del Salvador y la Universidad Catlica de Crdoba. La primera incluy la Licenciatura en Cien-cia Poltica dentro de sus primeros cursos, mientras que la segunda lo hace en 1960 (Bulcourf y Cardozo 2010b).

    La Licenciatura de Ciencia Poltica de la Universidad del Salvador fue la primera de su tipo en una universidad privada. En su reforma curricular de mediados de la dcada de 1960 se establecen dos orientaciones importantes: 1) sociologa (para los que pretendan una visin ms analtica y acadmica) y 2) administracin pblica (para aquellos orientados al sector pblico). Pos-teriormente, se desprenden estas dos ramas como carreras independientes, aunque administracin pblica rpidamente es suspendida como tramo de licenciatura independiente. Apartir de la segunda reforma curricular imple-mentada por Carlos Floria en 1969, se termina de estructurar la primer ca-rrera de la disciplina ciencia poltica en sentido estricto con un claro eje en ciencia poltica emprica (marcado por las materias sistemtica de la ciencia poltica, teora poltica y sistemas polticos comparados) y un eje metodol-gico (el que inclua metodologa de la investigacin, matemtica, estadstica y seminario de investigacin) (Bulcourf y Jolias 2006).

    En relacin ala ciencia poltica brasilea resulta necesario destacar el pa-pel que tuvieron dos instituciones en su desarrollo: La Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) y el Instituto Universitario de Investigaciones de Rio de Janeiro (IUPERJ).8 Este proceso se encuentra muy vinculado al proceso de constitucin del sistema de posgrado y ala matriz desarrollista de desarrollo econmico que se consolida en la dcada de los aos 60 en ese pas.9

    La Universidad de Minas Gerais permaneci en la rbita estadual hasta 1949, cuando experiment una serie de reformas adoptando el nombre actual Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) en 1965; como parte de su ex-

    8 En el desarrollo de las ciencias sociales en Brasil tuvo un rol central la Escuela Libre de Sociologa y Poltica creada como entidad asociada ala Universidad de San Pablo en 1933 bajo la direccin de Roberto Simonsen (Cardozo 2014a, y 2014b).

    9 Como sostiene Spina Forjaz el despegue del proceso de institucionalizacin de la Ciencia Poltica en el pas en los aos 60 est vinculado ala constitucin de un sistema de posgrado en la universidad brasilea, por un lado, y el establecimiento de agencias de fomento vinculadas aun sistema nacional de desarrollo cientico y tecnolgico, crecientemente vinculado alas polticas de planeamiento y desarrollo econmico, por el otro. (Spina Forjaz 1997: 37).

  • 166

    Artculos y ensayos pansin y diversiicacin cre nuevas unidades y cursos. Renovando laofer-ta acadmica se comienza a dictar en 1966 la Maestra en Ciencia Poltica. En1968, la Reforma Universitaria impuso una profunda alteracin ala estruc-tura orgnica de la UFMG. De esta reforma result el desdoblamiento dela antigua Facultad de Filosofa en varias facultades e institutos. Surgieron, as, la actual Facultad de Filosofa y Ciencias Humanas, el Instituto de Ciencias Biolgicas, el Instituto de Ciencias Exactas y sus respectivos ciclos bsicos, el Instituto de Geociencias y las Facultades de Letras y de Educacin. Es en este momento donde se crea el Departamento de Ciencia Poltica de donde pasa adepender el programa de Maestra en Ciencia Poltica que produjo el despe-gue de la disciplina en Brasil.

    Spina Forjaz (1997) sigue la tesis planteada por Santos y Amorim Neto (2002), sosteniendo que el proceso de constitucin de ciencia poltica estuvo condicionado por la gravitacin del campo de las ciencias jurdicas y la so-ciologa marxista, que le restaban autonoma al objeto de la ciencia poltica.10 En1969, la Universidad Cndido Mendes crea el Instituto de Investigaciones de Rio de Janeiro (IUPERJ) que incluy dentro de su primera oferta acadmi-ca la maestra en ciencia poltica. Esta institucin se consolid amediados de la dcada del 1970 como un centro de investigacin y enseanza de punta en las ciencias sociales en el nivel de posgrado en el Brasil.

    El derrotero de la institucionalizacin en la ciencia poltica brasilea fue llevado acabo por los liderazgos de Wanderley Guilherme dos Santos en el IUPERJ y Fbio Wanderley Reis en la Universidad Federal de Minas Gerais, los cuales son iguras centrales en esa primera fase de la disciplina. El De-partamento de Ciencia Poltica de la Universidad Federal de Minas Gerais (DCP-UFMG) y el Instituto Universitario de Investigaciones de Rio de Janei-ro, no por casualidad los cursos pioneros de posgrado en Ciencia Poltica; constituyen, anuestro modo de ver, el ncleo central de la institucionalizacin de la disciplina en el Brasil. Fue un grupo de cientistas polticos vinculados aesas instituciones que asumi el liderazgo acadmico de ese proceso (Spina Forjaz 1997: 42).11 Actualmente en Brasil encontramos 37 maestras en el rea de ciencia poltica y relaciones internacionales, de las cuales 31 son de corte acadmica y 6 de ellas profesionales, teniendo la denominacin estricta de ciencia poltica 14 programas. En cuanto a los doctorados existen 17 en el rea, siendo estrictamente 10 de ellos bajo la denominacin de ciencia poltica (Cardozo 2014).

    En Mxico, se va dando un proceso similar al del resto de la regin, ex-perimentndose ese trnsito hacia la autonomizacin desde las otras ciencias

    10 Santoa y Amorim Neto sostienen que subyacente a la creacin del mster en Ciencia Poltica, exista, entre el liderazgo intelectual vinculado aestos proyecto, una preocupacin por la delimitacin de las fronteras de su objeto. En este sentido, una disciplina y una escuela de pensamiento se levantaron en la condicin de adversarios preferenciales: el derecho, por un lado, yla sociologa marxista, por otro. (Santos y Amorim Neto 2005: 102).

    11 Traduccin de los autores.

  • 167

    El desarrollo de la ciencia poltica en Argentina, Brasil y Mxico: construyendo una mirada comparadaPablo BulcourfEnrique Gutirrez MrquezNelson Cardozo

    sociales, con una especial atraccin gravitatoria de la UNAM como centro de la produccin de las ciencias sociales mexicanas, existiendo hacia 1970 nica-mente cuatro centros que impartan cursos de grado en la disciplina. As, la ruta de formacin de la Ciencia Poltica parte entonces de un desprendimien-to de la ciencia jurdica deine su vinculacin concreta con la administracin pblica. El sello sintomtico oprevaleciente es que, bajo la inluencia de la UNAM, la mayora de los programas abiertos por las universidades pblicas y privadas desde 1951 hasta mediados de los aos setenta del siglo pasado se hizo bajo el modelo de asociar el esquema de Ciencias Polticas y Administra-cin Pblica (Alarcn Olgun 2010: 73).

    Mxico ser el primer pas de Amrica Latina en la creacin de una li-cenciatura cuya denominacin ser en un primero momento de ciencia po-ltica en la UNAM en el ao 195112 (Gutirrez 2009, 2010 y 2011); haciendo lo mismo, en 1964, la Universidad Iberoamericana, institucin perteneciente ala Compaa de Jess. Este es un rasgo muy interesante en coincidencia con la Argentina ya que se observa la importancia que han tenido los jesuitas en el desarrollo de las ciencias sociales latinoamericanas fomentando una con-cepcin que articula la investigacin cientica y la formacin de excelencia con la propia accin poltica y social. Junto al desarrollo de instituciones de educacin superior, la Compaa promovi la creacin de los denominados Centros de Investigacin y Accin Social (CIAS) que se fueron desarrollando en Amrica Latina teniendo una enorme incidencia principalmente en las d-cadas del sesenta y setenta.13

    La primera etapa del desarrollo disciplinar en Mxico corre de 1930 a1950 e incluye los principales antecedentes que deinen el proceso de ins-titucionalizacin de la ciencia. La segunda, entre 1951 a1970, se inicia con la creacin del primer Programa Acadmico de la Licenciatura en Ciencia Poltica en el pas, ofertada por una institucin educativa, atravs de la fun-dacin de la Escuela Nacional de Ciencias Polticas y Sociales (ENCPyS) de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico (UNAM) en 1951. Una vez puesto en marcha el primer Plan de Estudios en esta disciplina, el periodo se relaciona con tres actividades principales: la labor de una institucin educa-

    12 La UNAM abre la licenciatura que se denomn Ciencias Polticas para 1951. Por una disputa dentro de la UNAM, la comunidad perteneciente a la escuela de economa impide la incorporacin de la Administracin Pblica hasta el ao 1958. Es importante resaltar el hecho de que la Administracin Pblica no fue integrada dentro de la estructura curricular en el inicio de los trabajos de la Escuela por la abierta resistencia de los economistas que defendan el derecho adiscutir y relexionar sobre los asuntos de la burocracia estatal, como lo reieren varios textos, por ejemplo, el de Sergio Colmernero, Historia, presencia y conciencia. Facultad de Ciencias Polticas y Sociales, 19511991, FCpyS-UNAM, Mxico 1991.

    13 El estudio de esta temtica se encuentra en pleno desarrollo apartir del otorgamiento de la beca ICALA-Alemania con la investigacin inicial La Compaa de Jess y el desarrollo del pen-samiento social en la Argentina durante la segunda mitad del siglo XX: entre la teora y la accin social. Uno de los futuros objetivos conjuntos de investigacin de los autores de este trabajo es la profundizacin de esta temtica y el anlisis comparado dentro de los pases de la regin.

  • 168

    Artculos y ensayos tiva para formar especialistas que puedan incorporarse al mercado laboral e iniciar el ejercicio profesional como politlogos; la creacin de un grupo especializado de docentes que relexionaran en torno ala realidad nacional e inauguran el trabajo de investigacin en la disciplina; el diseo y puesta en circulacin de un rgano para difundir las investigaciones que realizaban al-gunos acadmicos mexicanos y tambin de propagar algunas contribuciones de autores extranjeros.

    La tercera etapa del proceso va de 1971 a1990. Sumado aeste proceso se adi-ciona la tensin entre el derecho y las ciencias sociales de corte marxista que en aquel entonces discutan la autonoma de la poltica y pregonaban el desarrollo de una visin totalizante de las ciencias sociales crticas. Se pueden encontrar dos momentos importantes de expansin de la disciplina, con la creacin de las licenciaturas en el ITAM y el Colegio de Mxico, la creacin del programa del CIDE y del ITESM, dentro de la regin metropolitana de la Ciudad de Mxico. As mismo, la transicin democrtica tambin repercuti en la agenda de inves-tigacin y desarrollo curricular, incorporando un enfoque ms transdisciplinar y ms apartado de la originaria relacin con la administracin pblica.

    Durante este lapso, aparecen los estudios de posgrado en ciencia poltica y se marcara un punto de inlexin para la disciplina al consolidar no slo un espacio de conocimiento propio, sino al incorporar la tarea de investiga-cin como un rea de relexin y generacin de conocimiento permanente. Durante estas dos dcadas, ala ampliacin de la oferta educativa se agrega la expansin de la misma atravs de la creacin de licenciaturas en casi todos los estados de la Repblica Mexicana, lo cual impact tambin en un crecimien-to de la matrcula y en un franco momento de consolidacin disciplinaria. Enlas postrimeras del nuevo siglo, la ciencia poltica mexicana adquiere retos distintos e innovadores que resultan bsicos para aianzar su consolidacin. Este hecho inaugura una cuarta etapa identiicada por el indudable lugar que ocupa la disciplina en el campo de las ciencias sociales muestra de ello es el nmero de investigadores nacionales incorporados al Sistema Nacional de Investigadores (SIN) (Gutirrez y Valverde 2013).

    En el nivel de grado, Brasil cuenta con 14 licenciaturas en ciencia poltica. Por el contrario, en Argentina hay una gran cantidad de programas de grado que llegan alos 35, de los cuales 15 se encuentran en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores. La explicacin aesa diferencia es porque, en Brasil, la ciencia poltica es una orientacin en los cursos en ciencias sociales que se contina en la maestra. Adiferencia de ello, en Argentina, la ciencia poltica nace con las li-cenciaturas y presenta un desarrollo tardo en el posgrado. Mxico es el pas con la mayor cantidad de programas de grado en ciencia poltica de toda Amrica Latina, contando con 87 cursos (Gutirrez y Valverde 2013).

    En lo que respecta alos posgrados, el escenario presenta una gran dispa-ridad y heterogeneidad entre los pases estudiados. En Mxico encontramos que casi todos los doctorados tienen una perspectiva plural, siendo la ciencia poltica vista como una orientacin. Del relevamiento realizado en el listado

  • 169

    El desarrollo de la ciencia poltica en Argentina, Brasil y Mxico: construyendo una mirada comparadaPablo BulcourfEnrique Gutirrez MrquezNelson Cardozo

    del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) de la CONACYT, encontramos que bajo el nombre de ciencia poltica solamente hallamos la maestra en ciencia poltica del Colegio de Mxico (evaluado M, es decir de creacin reciente) y el prestigioso doctorado de FLACSO-Mxico en Investi-gacin en Ciencias Sociales con mencin en ciencia poltica (caliicado D, es decir consolidado), receptor de una gran movilidad de estudiantes de toda la regin. Por su parte, en la UNAM, se encuentra un Doctorado en Ciencias Polticas y Sociales, con cinco orientaciones, una de ellas en ciencia poltica.

    La UAM ofrece una amplia variedad de doctorados, entre los que destaca la maestra en Estudios Polticos Sociales y el Doctorado en Ciencias Sociales con Orientacin en Ciencia Poltica en especico, pero con la posibilidad de optar por materias que especialicen en la disciplina: un doctorado en ciencias sociales en Xochimilco, otro en Iztapalapa y uno reciente en Cuajimalpa; as tambin la Universidad Iberoamericana ofrece uno similar al de la UNAM. Fuera de la Ciudad de Mxico est la Universidad de Guadalajara, con un doctorado en ciencias sociales con un enfoque ms antropolgico que socio-lgico, e incluso dnde la ciencia poltica casi no aparece.

    En lo que respecta aBrasil, se invierte el patrn de todos los otros pases, dado que hay un mayor nmero de posgrados en ciencia poltica que carreras de grado, reairmando la idea que la formacin como politlogo se realiza en la maestra y luego en el doctorado. Desde la creacin de la primera Maestra en la Universidad Federal de Minas Gerais, hasta la reciente creacin del cur-so en la Universidad Federal de Pelotas. Actualmente, hay 14 programas de Maestra en Ciencia Poltica en Brasil.

    El organismo evaluador del posgrado Coordinacin de Evaluacin y Perfeccionamiento de la Educacin Superior (CAPES) tiene un gran po-der regulatorio, con la capacidad de cerrar cursos, sometiendo aexigencias de acreditacin muy fuertes, y solamente permite la creacin de un doctora-do con la consolidacin de una maestra previa. En lo que respecta ala eva-luacin, con la nota mxima solamente existen los programas de la USP y el IUPERJ14, y seis con el concepto 6. En cuanto al doctorado, Brasil cuenta con 9 programas. Uno de los principales desafos que presenta el pas, el de la ex-pansin anivel geogrica, se advierte por una concentracin de estos progra-mas en la zona centro-sur del pas, ya que, en el eje MinasRio de JaneiroSan Pablo, de las 14 maestras y de los 9 doctorados, 6 estn en esta regin.

    En Argentina, actualmente existen 9 doctorados y 8 maestras especi-cas en ciencia poltica. La diferencia que hay entre Brasil y Argentina, con la excepcin de la Universidad Torcuato Di Tella, es que los programas dedoc-

    14 En lo que respecta al programa del IUPERJ en Ro de Janeiro, uno de los ms importantes de Amrica Latina, en 2010 se produjo una masiva migracin del cuerpo de profesores hacia la Universidad Estadual de Rio de Janeiro como producto de un conlicto laboral. No obstante ello, la institucin mantuvo la nota en base al desempeo pasado, pero no releja la composicin del nuevo programa en base alos nuevos profesores.

  • 170

    Artculos y ensayos torado y maestra no tienen articulacin. Esto es por la naturaleza de la eva-luacin de la Comisin Nacional de Evaluacin y Acreditacin Universitaria (CONEAU) que no exige que una universidad dicte una maestra para crear un doctorado, sino que evala solamente apedido de los programas. Eneste sentido, no tiene ningn poder para impedir el dictado de maestras odoc-torados, siendo el nico lmite la cantidad de inscriptos para poder seguir manteniendo su oferta.

    La construccin de redesUno de los puntos donde convergen los cientistas sociales son las llamadas redes; esto se traduce en las asociaciones acadmicas de ciencia poltica ani-vel nacional. En 1957, se cre la Asociacin Argentina de Ciencia Poltica (AACP), presidida por Segundo Linares Quintana, el director de los Institutos de Derecho Pblico en la Facultad de Derecho en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad Nacional de la Plata. No obstante su sesgo juridi-cista, esta institucin contribuy en la consolidacin de la ciencia poltica. Eneste sentido, se retom la antigua Revista Argentina de Ciencias Polticas, editando cuatro nmeros de la revista.15 La continuadora como miembro de la IPSA es la Sociedad Argentina de Anlisis Poltico (SAAP), que fue la red que aglutin alos estudiosos de la poltica frente al rechazo de una incorporacin masiva de estos por parte de la AACP en el ao 1982.

    En 1991, se llev acabo el Congreso Internacional de Ciencia Poltica que cont con 1400 participantes de 55 pases, con ms de 500 miembros de pleno derecho (socios graduados). Desde 1993, se desarrollan los Congresos Na-cionales de Ciencia Poltica que se han transformado en el principal aconte-cimiento institucional de la disciplina en Argentina. En la ltima y undcima edicin del mismo, celebrada en la Ciudad de Paran, se ha contado con asis-tentes y ponentes de otros pases, lo cual fue fomentado por la asociacin al efectuar la convocatoria en portugus y deinir que los idiomas del congreso sean el castellano, portugus e ingls. Otro aspecto interesante es que desde el ao 2001 se permite la presentacin de trabajos por parte de los alumnos, mostrando un crecimiento sostenido del nmero de participantes esta sec-cin. As mismo, los estudiantes de grado pueden sumarse ala sociedad como miembros adherentes, lo cual ha hecho crecer en trminos cuantitativos ala institucin en los ltimos aos, consolidando y profesionalizando la disciplina con un criterio federal. Cabe mencionarse la existencia de la Asociacin Ar-gentina de Estudios de Administracin Pblica (AAEAP), orientada hacia el desarrollo especico de esta rea y en donde convergen tanto especialistas aca-

    15 La Revista Argentina de Ciencias Polticas fue creada en 1910 por Rodolfo Rivarola, siendo una publicacin peridica de carcter bimestral; continu su aparicin ininterrumpida hasta 1928 (Bulcourf y DAlessandro 2003).

  • 171

    El desarrollo de la ciencia poltica en Argentina, Brasil y Mxico: construyendo una mirada comparadaPablo BulcourfEnrique Gutirrez MrquezNelson Cardozo

    dmicos como as tambin expertos y administrados gubernamentales, reali-zando sus encuentros tambin de forma bienal. En los ltimos aos ha surgido la Asociacin Nacional de Politlogos (ANAP), de sesgo ms profesionalista y con la construccin de una fuerte red federal.

    La ciencia poltica brasilea conluy en un primer momento en la ANPOCS, que es una asociacin creada en 1977 para aglutinar y representar centros de in-vestigacin y programas de postgrado que actan en el campo de las ciencias so-ciales. Con una participacin inicial de catorce centros oprogramas, actualmente cuenta con 61 instituciones ailiadas que actan en el rea de la sociologa, antro-pologa y ciencia poltica. Al contrario de otras asociaciones cienticas, ANPOCS ailia socios institucionales y no investigadores individuales. Como parte del pro-ceso de autonomizacin, en el ao 1986, se cre la Asociacin Brasilea de Ciencia Poltica (ABCP), representante del pas ante la IPSA que nuclea alos profesionales de ciencia poltica y estudiantes de posgrado de Brasil.

    Si bien fue creada en 1986, su funcionamiento se reactiv en 1996, contan-do hoy con cerca de 500 socios, aproximadamente. Su encuentro nacional es realizado cada dos aos. Adems, la asociacin promueve, apoya y participa con regularidad en eventos cienticos diversos. La ABCP tiene estipuladas tres categoras de socios: a) socios efectivos maestrados o doctores que posean ttulo equivalente ola ms elevada en ciencia poltica mediante requerimiento de la directoria; b) socios estudiantes, alumnos regularmente matriculados en programas de posgrado estrictu senso en el rea de ciencia poltica; y c) socios emritos, personas que hayan dado una contribucin signiicativa para el rea, mediante propuesta presentada por tres socios efectivos, evaluada por la direc-tora y aprobada por la asamblea general. La asociacin ha realizado ala fecha 9 congresos nacionales, habindose realizado el ltimo en la ciudad de Brasilia.

    Un singular escenario presentan las asociaciones profesionales en el pas az-teca. Contrariamente al proceso ms corriente, que va de asociaciones de cien-cias sociales, luego de ciencia poltica, para luego establecer ncleos por rea, en el caso referido vemos que el proceso se dio de manera particular. Aunque existen dos referentes histricos con el Colegio Nacional de Ciencias Polticas yAdministracin Pblica fundado en 1974, reconocido principalemnte por los administradores pblicos, y la primera y original Asociacin Mexicana de Cien-cia Poltica fundada por Dr. Enrique Gonzlez Pedrero en el ao de 1980, las asociaciones mexicanas de la disicplina tardaron muchos aos en madurar.

    Paralelamente aste proceso, podemos observar que para 1967 se crea la Asociacin Mexicana de Estudios Internacionales como un grupo acadmico sobre esta temtica, gracias ala iniciativa del destacado internacionalista Mo-desto Seara Vzquez. En 1998, se crea la Sociedad Mexicana de Estudios Elec-torales (SOMEE)16, con antecedente en el Grupo Especializado en Estudios Electorales del Consejo Mexicano de Ciencias Sociales (COMECSO) fundado

    16 Sociedad Mexicana de Estudios Electorales, ms informacin disponible en: www.somee.org.mx

  • 172

    Artculos y ensayos en 1986. Esta asociacin realiza la Revista Mexicana de Estudios Electorales y el Encuentro Nacional de Estudios Electorales, de manera ininterrumpida desde el ao 1989 en forma anual. Otra asociacin que vale la pena destacar es la Mexicana de Estudios Parlamentarios, que rene aun destacado grupo de acadmicos e intelectuales de diferentes universidades de todo el pas.

    No obstante ese amplio desarrollo, no ser sino hasta el ao 2012 que se constituye el Consejo Mexicano de Investigacin en Ciencia Poltica (COMI-CIP) que, sin duda, recupera los esfuerzos disicplinarios ms importantes, tanto el del Colegio Nacional de Ciencias Polticas y Administracin Pblica, como el de la original Asociacin Mexicana de Ciencia Poltica fundada por Gonzlez Pedrero, con la incorporacin en sus ilas de los ms destacados investigadores y acadmicos de las universidades ms importantes y con el mayor prestigio ypresencia en todo el pas. En ese mismo ao se crea tambin otra asociacin llamada AMECIP que para el 2013 realiz el primer congreso de esta asociacin

    Aspecto Argentina Brasil Mxico

    Nombre de la Asociacin

    Asociacin Argentina de Anlisis Poltico (SAAP)

    (Existen tambin otras dos asociaciones para considerar, la Asociacin Nacional de Politlogos ANAP yla Asociacin Argentina de Estudios de la Administracin Pblica AAEAP)

    Associao Brasileira de Cincia Poltica (ABCP)

    (Existe tambin la Asociacin Nacional de Posgrado eInvestigacin en Ciencias Sociales ANPOCS)

    Consejo Mexicano de Investigacin en Ciencia Poltica (COMICIP)YAsociacin Mexicana de Ciencia Poltica (AMECIP)

    (Existe tambin la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales SOMEE)

    Ao de creacin 1983 1986 2010

    Publicacin oicial

    Revista SAAPBoletn SAAP

    Brazilian Political Science Review(virtual)

    Revista AMECIP

    Cantidad de Congresos realizados

    11 9 2(realizados por AMECIP)

    Fuente: Elaboracin propia en base adatos de las diversas asociaciones.

    Tabla 2.

    Asociaciones profesionales de ciencia poltica en los

    pases estudiados

  • 173

    El desarrollo de la ciencia poltica en Argentina, Brasil y Mxico: construyendo una mirada comparadaPablo BulcourfEnrique Gutirrez MrquezNelson Cardozo

    en la ciudad de Guanajuato y su segundo evento en 2014 logrando su incorpo-racin plena en la IPSA en este mismo ao. Por su parte, el COMICIP realiz una serie de eventos y jornadas acadmicas ms especicas, con expertos na-cionales e internacionales, en varios estados de la Repblica mexicana, entre los que destacan los eventos realizados con el comit de investigacin nmero 33 de laInternational Political Science Association (IPSA), la Universidad de Colima, laUniversidad Iberoamericana y la UNAM, entre otros.

    El desarrollo de la investigacin institucionalizadaEn los casos estudiados han tenido una especial relevancia para el desarrollo de la disciplina los centros de investigacin privados, sirviendo como un re-fugio frente ala expulsin del mbito estatal que trajeron aparejadas las inte-rrupciones institucionales en los pases de la regin (Bulcourf y DAlessandro 2003; y Spina Forjaz 1997). De esta pauta se puede sealar que el caso mexi-cano constituye una excepcin, dado que el gobierno del PRI foment el de-sarrollo de las ciencias sociales durante el siglo XX. El clima anticientico fue una faceta ms de la Doctrina de la Seguridad Nacional, en donde las ciencias sociales eran vehculos privilegiados para traer ideas subversivas, bajo con-cepciones tericas muy diversas.

    Sin embargo, en el caso argentino, se mantendr un lorecimiento del mer-cado editorial representado por la editorial Paids y EUDEBA en un primer momento, seguido por el Centro Editor de Amrica Latina (CEAL) y el Grupo Editor Latinoamericano. El Instituto Torcuato Di Tella, fundado en 1958, que concentr el mayor nmero de especialistas hasta el advenimiento de la demo-cracia en 1983, para el caso de Argentina; como as tambin el Centro de Estu-dios de Estado y Sociedad (CEDES); el Centro de Investigacin en Ciencias So-ciales (CICS) de la Fundacin Bariloche oel Instituto de Desarrollo Econmico (IDES) que publica la revista con el mismo nombre desde el ao 1958, siendo la publicacin cientica con mayor continuidad del pas. La Facultad Latinoameri-cana de Ciencias Sociales (FLACSO) en su sede argentina ha sido la institucin pionera en la formacin de posgrado en la dcada de 1970.

    Por su parte, en el caso brasileo, el desarrollo de la ciencia poltica en la dcada de 1960 estuvo muy ligado al inanciamiento de agencias internacio-nales, entre las que tuvo un papel muy relevante la Fundacin Ford, la cual fue yen algunos casos continua siendo, el soporte inanciero de algunos de los principales emprendimientos en el rea: El Instituto Universitario de Inves-tigaciones de Rio de Janeiro, el Departamento de Ciencia Poltica de la Uni-versidad Federal de Minas Gerais; el CEBRAP, el CEDEC y el IDESP. El inan-ciamiento estadounidense fue un intento de establecer una ciencia poltica de orientacin pronorteamericana. Esa tesis ve el surgimiento de la politologa como un proceso de formacin de una elite intelectual capaz de inluenciar las polticas pblicas.

  • 174

    Artculos y ensayos En el caso brasileo, el proceso de modernizacin conservadora postul un nuevo papel del Estado y para entender esa nueva esfera de actuacin fue precisa la realizacin de estudios sobre la teora del Estado. Arazn de ello, las ciencias sociales se apartaron de la matriz norteamericana y francesa, aten-diendo acuestiones como el fundamento de la organizacin estatal, y volvi la atencin de la academia brasilea hacia autores como Gramsci y Poulantzas, desligndose del paradigma funcionalista de la sociologa norteamericana.

    La distole de la dictadura que se vivi apartir de la dcada de 1970 en el Brasil y los resultados electorales de 1974 vieron movilizarse ala comunidad acadmica y, desde entonces, la investigacin y publicacin sobre institucio-nes polticas pasaron aconstituir parte sustancial de la produccin acadmica de la ciencia poltica17 (De Lima Jr, 1999: 20). La vuelta ala democracia des-de mediados de los aos 80, signiic el restablecimiento de las instituciones democrticas y republicanas, instalando el sistema bsico de elecciones libres y competitivas, que permiti crear el clima de libertades necesarias para el desarrollo de la actividad cientica. Esto implic el inicio de un crecimiento continuo hasta nuestros das de la actividad politolgica en la regin. Tanto en Brasil, Argentina, Uruguay como en Chile, en este momento se inicia un proceso gradual de institucionalizacin y profesionalizacin de la disciplina.

    En Mxico se encuentran centros de importancia, donde sigue teniendo todava una gran densidad la UNAM, seguida por el Colegio de Mxico; des-tacndose tambin el CIDE, el INAP, la UAM, la IBERO y la FLACSO Mxi-co, la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales- un desprendimiento del Consejo Mexicano de Ciencias Sociales, entre diversos centros localizados en las universidades estaduales. Sin lugar adudas, Mxico ha representado en los ltimos cincuenta aos el centro ms destacado de desarrollo de las ciencias sociales latinoamericanas, centrado principalmente en la sociologa y en la antropologa. Apesar de esto, en los aos recientes, principalmente a partir de la vuelta de varios estudiantes de posgrado que realizaron sus estudios en los EEUU y Europa, la ciencia poltica ha tomado una fuerte autonoma y vitalidad.

    Las iguras de la ciencia polticaDesde mediados de la dcada de 1950 se empiezan aconsolidar las ciencias sociales latinoamericanas con una impronta cientica bajo la teora de moder-nizacin, primero y con una respuesta crtica asus postulados, apartir de los trabajos pioneros de Florestan Fernandes, Octavio Ianni y Fernando Henrique Cardoso en el Brasil; Gino Germani, Alfredo Povia y Torcuato Di Tella en Argentina; Aldo Solari, Carlos Real de Asa y Alberto Real en Uruguay; Pablo Gonzlez Casanova y Jos Medina Echavarra en Mxico; Manuel Garretn en

    17 Traduccin de los autores.

  • 175

    El desarrollo de la ciencia poltica en Argentina, Brasil y Mxico: construyendo una mirada comparadaPablo BulcourfEnrique Gutirrez MrquezNelson Cardozo

    Chile, que constituyen un claro ejemplo de institucionalizacin que marca un esplendor de las ciencias sociales latinoamericanas (Bulcourf y Caplan 2011).

    Gradualmente, comienzan adestacarse estudios polticos de cientistas so-ciales argentinos, en donde tienen especial trascendencia la obra de Germani sobre los procesos de modernizacin en Amrica Latina, seguido por otros in-vestigadores, como Torcuato Di Tella y Daro Cantn. En lo que respecta ala ciencia poltica, Guillermo ODonnell publica su libro Modernizacin y autori-tarismo en el ao 1972, tanto en ingls como en castellano, lo que lo convierte en el principal latinoamericanista que discuti las hiptesis optimistas de la teora de modernizacin. ODonnell lleg aser presidente de la International Political Science Association (IPSA). En esta etapa tuvieron una gran relevan-cia Marcos Kaplan, Jos Nun y Marcelo Cavarozzi, adems del rosarino Juan Carlos Puig, dentro de los estudios internacionalistas.

    Entre los politlogos e internacionalistas argentinos que constituyen una referencia en el mbito, podemos citar aCarlos Strasser, Oscar Oszlak, Car-los Escud, Ernesto Laclau, Atilio Born, Jos Nun, Natalio Botana, Liliana De Riz, Carlos Acua, Bruno Bologna, Arturo Fernndez, Eugenio Kvaternik, Roberto Russell, Catalina Smulovitz, Juan Tokatlian, Vicente Palermo, Gladys Lechini, Miryam Colacrai, Norberto Consani, Luis Aznar, Carlos Prez Llana, Jos Paradiso, Aldo Isuani, Emilio Tenti Fanfani, Ana Maria Mustapic, Nlida Archenti, Mara de los Angeles Yannuzzi, Cristina Daz, Daniel Garca Delga-do, Isidoro Cheresky, Ernesto Lpez, Enrique Aguilar, Julio Pinto, Alejandro Simonof, Andrs Fontana, Mabel hwaites Rey, Susana Villavicencio, Delia De La Torre, Nstor Legnani, Walter Cueto, Emilio Saguir, Mirta Guery, Su-sana Bonetto, Marcelo Camusso, Mnica de Corradi, Eduardo Salas, Amelia Barreda, Alberto Bonifacio, Nlida Perrona, Mercedes Kerz, Mara Cristina Menndez, Ral Arlotti, Guillermo Schweinheim, y Eduardo Arnoletto, como algunos nombres destacados.

    En el caso de Brasil, el surgimiento de la ciencia poltica estuvo muy vin-culado alas iguras de Wanderley Guilherme dos Santos y Fbio Wanderley Reis, con nombres tales como Bolivar Lamounier, Antonio Otvio Cintra, Simon Schwartzman, Amaury de Souza, lcio Saraiva, Vinicius Caldeira Brandt, Edmundo Campos Coelho, Ivan Ribeiro, Francisco Wefort, Herbert Jos de Souza, Eli Diniz, Olavo Brasil de Lima Jr., Renato Boschi, Teotnio dos Santos, Maurcio Cadaval. La principal caracterstica de este grupo de investigadores era que rechazaban el paradigma de las ciencias sociales mar-xistas que desde mediados de la dcada de 1960 se torn hegemnico, sobre todo en la sociologa. Esto ltimo se plasm en los seminarios organizados por Fernando Henrique Cardoso, que nuclearon ajvenes investigadores de la sociologa, tales como Octvio Ianni, Juarez Brando Lopes, Ruth Cardo-so, Lencio Martins Rodrigues, Fernando Novais, Paulo Singer, Bento Prado Jnior e Roberto Schwarz.

    En los ltimos aos, muchos investigadores se volvieron relevantes tan-to en su propio pas como en el extranjero: vale la pena destacar aArgelina

  • 176

    Artculos y ensayos Cheibub Figueiredo, Jos lvaro Moises, Fabiano Santos, Jairo Nicolau, Re-gina Soares de Lima, Glucio Soares, Miriam Saraiva, Octvio Amorim Neto, Srgio Abranches, Luiz Bresser Pereira, Marcus Melo, Andr Marenco dos Santos, Williams Gonalves, Clvis Brigago, Raquel Meneguello, Lucio Ren-no, Mara Herminia Taveres de Almeida, Leticia Pinheiro, Hctor Luis Saint-Pierre y Shiguenoli Miyamoto.

    Entre los precursores de la disciplina en Mxico es importante citar aLu-cio Medieta y Nez, Emilio Rabasa Estebanell, Ral Carranc y Trujillo, Ma-nuel Germn Parra, y sus discpulos Enrique Gonzlez Pedrero, Horacio La-bastida, Francisco Lpez Cmara, y Vctor Flores Olea. Las iguras destacadas de este perodo son Pablo Gonzlez Casanova y Ral Cardiel Reyes. El primer egresado de la carrera de la UNAM fue Moiss Ochoa Campos. Aesta prime-ra generacin le sucedieron un conjunto de estudiosos, como Daniel Coso Villegas, y sus seguidores: Moiss Gonzlez Navarro, Enrique Krauze, Hctor Aguilar Camn, Vicente Fuentes Daz, Octavio, Rodrguez Araujo, Daniel Mo-reno, Silvia Gmez Tagle, Jean Meyer, Luis Medina Pea, Gastn Garca Can-t, Arnaldo Crdova, Adolfo Gilly, y Javier Garca Diego. En nuestros das se pueden mencionar algunos destacados colegas como, Luis Aguilar Villanueva, Jacqueline Peschard, Francisco Jos Paoli Bolio, Luis Javier Garrido, Alber-to Aziz Nassif, Jos Woldenberg, Rosa Mara Mirn Lince, Francisco Reve-les Vzquez, Esperanza Palma, Gustavo Emmerich (recientemente fallecido), Guadalupe Pacheco, Andreas Schedler, Jos Antonio Crespo, Irma Mndez de Hoyos. Apartir de la dcada de 1990 sobresalen personas como Luisa Bjar Algazi, Benito Nasif, Mara Amparo Csar, Luis Carlos Ugalde, Ral Trejo, Ricardo de La Pea, Julia Isabel Flores, Francisco Abundis, Judit Bokser, Jos Luis Hoyo, Enrique Surez Iguez, Fernando Castaeda, Nora Rabotnikof, Jos Luis Orozco, Joy Langston, Alejandro Moreno, Lorenzo Crdoba, Eric Magar y Gina Zabludovsky.

    Las principales obrasLa obra de Guillermo ODonnell es, sin duda, la que ms impacto ha teni-do tanto en la Argentina como en Amrica Latina; junto con Modernizacin y autoritarismo, el Estado Burocrtico-Autoritario, y su participacin como compilador en los famosos cuatro volmenes de Transiciones. Tres libros con-tinuaron compilando los aportes de ODonnell: Contrapuntos, Disonancias y Catacumbas. En materia de relaciones internacionales, la labor de Carlos Escud constituye uno de los mayores aportes de las ciencias sociales latinoa-mericanas al estudio de los fenmenos internacionales dado que cre una de las teoras crticas en la temtica, su realismo perifrico, expresado tanto en su libro homnimo como en El realismo de los Estados dbiles. Dos libros han combinado la ciencia poltica con la dimensin histrica en la comprensin del proceso de construccin estatal, El orden conservador de Natalio Bota-

  • 177

    El desarrollo de la ciencia poltica en Argentina, Brasil y Mxico: construyendo una mirada comparadaPablo BulcourfEnrique Gutirrez MrquezNelson Cardozo

    na y La formacin del Estado argentino de Oscar Oszlak. Debemos tambin mencionar el trabajo de Marcelo Cavarozzi Democracia y autoritarismo y la compilacin de Carlos Acua La matriz poltica argentina. Desde un enfoque fuertemente interdisciplinario sobresale el libro conjunto de Ernesto Laclau y Chantal Moufe Hegemona y estrategia socialista; y ms recientemente del primero La razn populista.

    Entre las principales obras producidas en Mxico podemos mencionar, amodo de ejemplo, La democracia en Mxico de Pablo Gonzlez Casanova, El Sistema Poltico Mexicano de Daniel Cosio Villegas y La politizacin del nio mexicano, de Rafael Segovia; as como obras de alcance histrico como La ideologa de la Revolucin Mexicana de Arnaldo Crdova y La Revolucin Interrumpida de Adolfo Gilly; escritos que orientan una ruta de trabajos tanto en la vertiente sociohistrica, emprica y de anlisis institucional, como los campos principales cultivados en el pas.

    Dentro de los libros ms importantes de la ciencia poltica brasilea estn los trabajos de Olavo Lima Jnior con su estudio Partidos Polticos no Brasil: Aex-perincia federal e regional: 19451964, publicado en el ao 1983; la obra de Bo-lvar Lamounier y Fernando Cardoso Os partidos e as eleies no Brasil, de 1975; Sociedade e poltica no Brasil de Glucio Soares; Que Brasil este de Wanderley Guilherme dos Santos; Elites industriais e democracia de Renato Boschi; yCrise econmica e reforma do Estado no Brasil de Luz Bresser Pereira.

    Dentro del terreno de las revistas cienticas, Mxico ha sido la decana en la realizacin de revistas peridicas de ciencias sociales con la Revista Mexi-cana de Sociologa, una referencia indiscutida en este campo producida por la UNAM. En este mismo rubro, con un sentido generalista y amplio, se ha destacado en la Argentina Desarrollo Econmico y la revista Dados en Brasil; la primera publicada por el IDES y la segunda por el IUPERJ.

    En el mbito de la ciencia poltica en sentido ms estricto se destacan en Mxico las revistas: Revista Mexicana de Ciencias Polticas y Sociales, Poltica y Cultura, Andamios, Convergencia, Estudios Sociales, Gestin y Poltica Pblica, Periles Latinoamericanos y Metapoltica.

    Ainicios de la dcada de 1990, surgieron en Argentina revistas de la espe-cialidad, algunas de las cuales logran consolidarse en la dcada pasada, entre las que se encuentran PostData, Studia Politicae, El Debate Poltico, Revista Argentina de Ciencia Poltica, Temas y Debates, El Prncipe, Coleccin, Poltica y Gestin, Relex, Nuevo Espacio Pblico. La revista PostData ha sido la pri-mera que ingres al ncleo bsico de revistas del CONICET, regulado por el CAICyT, y fue ideada aines de 1996 como una manifestacin de la necesidad de articular el espectro cientico acadmico de la ciencia poltica argentina en dos niveles.

    La direccin de la Asociacin Brasilea de Ciencia Poltica decidi crear una revista de Ciencia Poltica y Relaciones Internacionales titulada Brazilian Political Science Review (editada en idioma ingls), que circula solamente en formato electrnico y se presenta como una revista internacional. Otras pu-

  • 178

    Artculos y ensayos blicaciones destacadas son: la Revista Brasileira de Cincias Sociais y Contexto Internacional. La Revista de Sociologa e Poltica es una publicacin semes-tral del rea de Ciencia Poltica del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Federal de Paran, destacndose tambin la Revista Brasileira de Cincias Sociais (RBCS), publicada desde 1986, por la Associao Nacional de Ps-Graduao e Pesquisa em Cincias Sociais (ANPOCS).

    Entre interrogantes y conclusiones parcialesAcomienzo de los aos 80 empiezan procesos de crecimiento sostenido en las ciencias sociales, entre las cuales se destac la ciencia poltica, sobre todo, bajo el paradigma de la transitologa. En Argentina, Brasil y Mxico es don-de cuantitativamente se ha desarrollado ms la disciplina: en los tres pases hay asociaciones profesionales integradas ala IPSA, realizan encuentros pe-ridicos nacionales y hay varias revistas especicas de ciencia poltica. No obstante, resulta posible destacar algunas diferencias entre los casos estu-diados. Posiblemente, la relacin entre el campo acadmico y la dinmica poltica sea uno de los elementos ms importantes a tener en cuenta. En Mxico, la continuidad del PRI en el poder permiti la existencia de un mo-delo de reclutamiento poltico de corte civil, sin intervencin militar, el cual se sustentaba ideolgicamente en un ideario que pretenda ser progresista y revolucionario, dando cabida y fomentando alos intelectuales. De hecho, Mxico fue el pas que ms recibi exiliados pertenecientes a las ciencias sociales durante los perodos de dictaduras cvico-militares, en gran parte de los pases de la regin; por esta razn, en este caso hubo una enorme continuidad en el desarrollo de las ciencias sociales desde la dcada de los aos 50, destacndose un proceso de autonomizacin paulatino de la ciencia poltica desde los aos mencionados.

    En Brasil, la ciencia poltica naci y se desarroll en el posgrado como un rea de especializacin dentro de las ciencias sociales. Ese hecho tambin se vio en la tarda creacin de la ABCP en 1986, lo que demuestra que la ANPOCS fue un espacio multidisciplinar de las ciencias sociales donde convivan la so-ciologa, la antropologa y la ciencia poltica. La dictadura militar, instaurada a partir de 1964, tuvo una orientacin conservadora, pero modernizadora, fomentando la creacin de universidades. Si bien existi una restriccin de corte terico-ideolgico, disciplinas como la sociologa se pudieron ir desa-rrollando. La autonomizacin del campo de la ciencia poltica se fue gestando en parte como producto de la constitucin de una masa crtica de politlo-gos que rechazaban tanto el paradigma marxista como los estudios jurdicos, constituyndose una disciplina independiente. Sin embargo, Reis plantea que no hay datos concluyentes para poder airmar tal hiptesis, siendo prueba de ello los estudios crticos de la teora de la modernizacin (Reis 2002). Desde la dcada de los aos 60, la sociologa poltica goz de mucha relevancia dentro

  • 179

    El desarrollo de la ciencia poltica en Argentina, Brasil y Mxico: construyendo una mirada comparadaPablo BulcourfEnrique Gutirrez MrquezNelson Cardozo

    de las explicaciones acuestiones centrales, tales como el desarrollo poltico yel Estado burocrtico autoritario, sobre todo en Brasil y Argentina.

    En un plano terico, es muy interesante ver que cierta autonomizacin de la ciencia poltica estuvo vinculada tanto asu desprendimiento y desvincu-lacin con el derecho y las visiones formalistas, como as tambin con el pre-dominio de las concepciones marxistas prevalecientes en las ciencias sociales en la dcada de los aos 60 ms proclives hacia la sociologa. La necesidad de explicar los procesos de transicin democrtica y la constitucin de los sistemas de partidos y los sistemas electorales encontraron mayor ainidad con las vertientes del pluralismo norteamericano que con las perspectivas cla-sistas. Asu vez, la inluencia dirigencial es mucho ms notoria en los estu-dios sobre el Estado, las burocracias pblicas y las polticas pblicas (Alford y Friedland 1991; y Bulcourf y Vazquez 2004). En este sentido, en los pases con varias ofertas de grado y posgrado, se puede observar cierto clivaje te-rico-ideolgico-metodolgico en donde ciertas instituciones de gestin pri-vada suelen tener una orientacin ms hacia posiciones de derecha y en las universidades de gestin pblica se observa una mayor pluralidad, en donde elmarxismo y sus derivados siguen presentes, aunque esto no debe analizarse en esquemas rgidos odicotmicos (Almond 1999; Bulcourf y Cardozo 2009).

    El caso argentino y mexicano parecen ser, paradjicamente, opuestos albrasileo: se presencia una profusin de licenciaturas, 35 y 87 respectiva-mente, frente aun nmero limitado en Brasil 14. Por el contrario, anivel del posgrado, presentan una simetra en trmino del nmero de los programas. Esto muestra que el recorrido que siguen los cientistas polticos argentinos ymexicanos es diferente al que siguen sus colegas de Brasil. Primero hacen la licenciatura, para seguir luego en alguna rea de especializacin dentro de la ciencia poltica (administracin pblica, relaciones internacionales uopinin pblica). En Brasil, el recorrido de los politlogos es el opuesto: se gradan en ciencias sociales e inician su carrera acadmica en una maestra en ciencia poltica, siguiendo despus el doctorado.

    Los pases presentan fuertes disparidades territoriales en trminos de ofer-ta acadmica. En Brasil, la ciencia poltica se concentra fuertemente en el eje Rio de Janeiro-Minas Gerais-San Pablo, y en Argentina est localizada en la capital y la regin de Crdoba y el Litoral. Esa asimetra es todava mayor en el posgrado donde el peso de la Ciudad de Buenos Aires es indiscutible, ya que concentra dos tercios de las maestras y doctorados.

    Mxico presenta el desarrollo ms grande anivel de estudios de grado, dis-tribuido territorialmente dado por la gran cantidad de programas de ciencia poltica en todo el pas (87), tendencia inicial fuertemente vinculada acon-cebir a la ciencia poltica en relacin a la administracin pblica. Los estu-dios de posgrado se presentan bajo una concepcin fuertemente interdisci-plinaria, similar auniversidades pblicas de Argentina, como es el caso de la Universidad de Buenos Aires. Por otro lado, la continuidad de la comunidad cientica-acadmica de las ciencias sociales mexicanas ha sido la ms perdu-

  • 180

    Artculos y ensayos rable deAmrica Latina, aunque han prevalecido disciplinas como la socio-loga yantropologa ms que la ciencia poltica. El margen de autonoma y la pluralidad de voces en Mxico permitieron que se constituya en un foco de conluencia de las ciencias sociales durante los aos de las dictaduras militares en gran parte de los pases de la regin, lo que constituy el principal centro de aglutinamiento de cienticos sociales e intelectuales.

    Otro aspecto destacable son las caractersticas de las publicaciones cient-icas. En Argentina y Mxico tenemos una presencia mayor de revistas acad-micas de ciencia poltica, mientras que en el caso brasileo el espacio editorial se encuentra compartido con el resto de las otras ciencias sociales (Politica e Sociologia, Dados, Revista Brasileira de Ciencias Sociais, Lua Nova), siendo creada en el ao 2007 la Brazilian Political Science Review como un producto para la academia politolgica internacional ms que para el propio Brasil.

    Argentina es el pas que ha desarrollado los congresos con mayor nmero de participantes de la regin en trminos comparativos. En el caso brasileo son aplicados estrictos controles de calidad ala hora de evaluar la presenta-cin de trabajos que lleva ala reduccin del nmero de trabajos debatidos en los encuentros, mediante la aplicacin de un referato ms estricto alos res-menes presentados.

    El caso mexicano es muy particular en relacin alas asociaciones de ciencia poltica, dado que se han desarrollado primeramente grupos vinculados areas temticas que los que nuclean al conjunto de los politlogos, como la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales ola Asociacin de Estudios Legislativos.

    La democracia ha trado un desarrollo, institucionalizacin y profesiona-lizacin mayor de la disciplina, no obstante lo cual hay un largo camino por recorrer. Sobre todo en la creacin de revistas especializadas, desarrollo del posgrado y reconocimiento social de la disciplina. Cabe destacar que una red de redes es la Asociacin Latinoamericana de Ciencia Poltica (ALACIP), principalmente por la labor tesonera de Manuel Alcntara Sez, su inspirador y creador junto al trabajo posterior de Glaucio Soares y Mariana Llanos, quien lo ha sucedido al frente de la asociacin. La transferencia de la Secretara Eje-cutiva aBrasil y sus congresos posteriores en Buenos Aires, Quito y Bogot demuestran la creciente internalizacin que est teniendo la ciencia poltica latinoamericana, lo que se expresa principalmente en las actividades que rea-lizan la mayora de los Grupos de Investigacin.

    Uno de los debates ms interesantes que podemos plantear es la relacin entre este crecimiento de indicadores ampliamente cuantiicables y un desa-rrollo real del campo disciplinar. Las enormes asimetras existentes dentro de la ciencia poltica latinoamericana hacia adentro de cada uno de sus territorios expresa tambin una enorme desigualdad cognitiva que reedita una relacin centro-periferia. El dicit de calidad institucional existente en materia de instituciones polticas (corrupcin, independencia de poderes, mecanismos de control y convivencia del poder poltico con el crimen internacional trans-nacionalizado) son tambin un desafo hacia la propia ciencia poltica ya que

  • 181

    El desarrollo de la ciencia poltica en Argentina, Brasil y Mxico: construyendo una mirada comparadaPablo BulcourfEnrique Gutirrez MrquezNelson Cardozo

    expresa una enorme incapacidad en la transferencia de conocimientos para mejorar aestas instituciones. Esto, asu vez, no debe dejar de contemplarse en una interpretacin ms amplia de las relaciones entre Estado y sociedad, donde los pases abordados siguen expresando sociedades con gran parte de su poblacin en estado de pobreza y bajo la lnea de necesidades bsicas satis-fechas, con enormes desigualdades socioeconmicas. Cabe la pregunta por el rol que ha tenido la ciencia poltica, tanto en la reproduccin de este esquema, como as tambin en su colaboracin para superarlas.

    Por otra parte, el propio estudio sobre la historia, desarrollo y enseanza de la ciencia poltica necesita una autorrelexin crtica y constructiva ya que sus resultados no son inocentes, generan un impacto en la forma con la cual reconstruimos nuestra propia historia, donde aparecen determinadas voces yotras son acalladas o ignoradas. Es necesario preguntarnos por los presu-puestos bsicos subyacentes que condicionan y orientan el desarrollo disci-plinar y sus propias consecuencias polticas dentro y fuera de la comunidad cientico-acadmica. Es necesario un estudio ms profundo de la poltica de la ciencia poltica, como ha expresado en varios oportunidades Paulo Ravec-ca, lo cual nos lleva apreguntarnos sobre los complejos mecanismos de cons-truccin del prestigio, el otorgamiento del presupuesto de investigacin yla construccin de la propia agenda, los sistemas de incentivos y las becas que son otorgadas bajo el nombre de la neutralidad del campo del saber y el cono-cimiento (Ravecca 2010 y 1014). La manera en la que armamos el rompeca-bezas de la disciplina nos presenta mapas interpretativos muy dismiles y con enormes consecuencias dentro y fuera del propio campo (Fernndez Ramil yGrebe Ramrez 2010). Necesitamos incorporar los aportes de la epistemolo-ga, la historia de la ciencia y la sociologa del conocimiento en nuestros estu-dios para dar un paso hacia adelante en la comprensin de nuestra comunidad que ample los estudios orientados por una descripcin cuantitativa densa de algunos indicadores bibliomtricos de crecimiento. Es imperioso orientar nuestros queha