Historia de La Cirugía
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Cirugía Prehistórica
La Historia de la Medicina es la Historia de la lucha del hombre contra la enfermedad y desde
comienzos del presente siglo, es también la historia del esfuerzo humano por mantener la
salud.
La enfermedad y la muerte no han hecho jamás distingos en hombres y animales, creando en
ambos desde tiempos prehistóricos la necesidad imperiosa de aliviar sus sufrimientos
Se puede decir que enfermedad y dolor físico nacieron con la vida.
El estudio de las enfermedades en los animales y en el hombre prehistórico es lo que
constituye la paleopatología, cuyos métodos son el estudio de los restos humanos o animales,
de las momias, de las figurillas de arcilla y en general de los objetos encontrados.
Es la disciplina científica que estudia las enfermedades padecidas por personas o animales en
la antigüedad, a través de vestigios hallados en los huesos, restos orgánicos e inmediaciones
donde se hallan dichos restos.
El hombre prehistórico reaccionó instintivamente y ante un dolor abdominal o muscular
empleaba la fricción, chupaba las heridas y para contener la hemorragia se valía de la
compresión.
La enfermedad era ocasionada directamente por espíritus malignos y a veces por otros seres
humanos en quienes creían se había encarnado aquellos espíritus.
Se creó así un concepto mágico y un concepto religioso de la enfermedad que había de
perdurar por milenios.
La medicina primitiva fue pues, intuitiva, mágica y religiosa; pero pronto la experiencia le
demostró al hombre primitivo que había ciertos vegetales que suprimían la fiebre, que
curaban más rápidamente las heridas, etc., y comenzó a usar estos vegetales en una medicina
mágica, en la aplicación de los procedimientos curativos como mágica siguió siendo la
interpretación de la enfermedad.
En el Mesolítico donde aparece el Mago o Chaman, tal vez por la necesidad de buscar
intermediarios para acudir a los dioses y para destruir la maléfica acción de los espíritus
malignos.
Este intermediario no podría ser otra sino aquel que demostraba superioridad sobre los
demás, aquel que tenía a su cargo la orientación de las actividades en los grupos familiares o
en las tribus o clanes.
Este miembro de la familia o tribu, especie de practicante religioso, en la que se juntaban las
funciones sacerdote, maestro, médico y policía, era llamado mago o chamán, el primer médico
en la historia de la humanidad.
Los antropólogos han llegado a establecer que el chamán presidía los ritos de la pubertad, de
la fecundidad y de la muerte, o sea "los ritos de transición", que se referían a los sucesos
acaecidos en la persona y los "ritos de intensificación" con los que se trataba de superar las
crisis colectivas como: epidemias, tempestades o hambre.
El chamán usaba algunas drogas que han llegado hasta nosotros y que continúan siendo
utilizadas en la práctica actual como la cáscara sagrada, la cocaína, estrofantina, curare,
efedrina, reserpina, entre otras.
La estrofantina fue descubierta por casualidad el año 1859 por el conocido y renombrado
médico y farmacólogo Sr. Thomas Richard Frase y luego fue introducido clínicamente. La
ouabaína inhibe la bomba sodio-potasio y esta acción directa de la ouabaína es la responsable
de su efecto inotrópico positivo, pero algunos efectos de la droga contribuyen a alteraciones
de la actividad mecánica: por ejemplo, disminución de la frecuencia cardíaca. Wellens y Durrer
descubrieron en 1973 que la ouabaína disminuye el periodo refractario de las vías accesorias,
pero no altera el periodo refractario del músculo auricular.
Cuando la droga se inyecta por vía intravenosa, generalmente hay aumentos de la presión
sistólica y arterial media con valores máximos a los 5 minutos y descenso lento durante 30
minutos. El aumento en la contractilidad es consecuencia del efecto inotrópico.
Efedrina: Alcaloide medicinal que se extrae de diversas especies de plantas efedráceas; se
utiliza en el tratamiento del asma y también en forma de colirio y de gotas nasales. Precursor
de las anfetaminas.
Cronología hechos históricos
• 4000 a. C.: primer nombre conocido de un médico, Ur-Lugal-edin-na, grabado en un
sello con su emblema personal: dos cuchillos rodeados de plantas medicinales
• 3600 a. C.: se publica en China el Pen tsao kang mou, atribuido a Chim-Nong, que
contiene la descripción de diferentes plantas medicinales con sus propiedades
terapéuticas.
• 3000 a. C.: primeras evidencias de trepanaciones, con supervivencia del paciente, en la
cuenca del Danubio
• 2800 a. C.: el emperador Shen-Nung compila en China un texto con más de cien
plantas medicinales y con las técnicas de la acupuntura.
• 2637 a. C.: el emperador Ho-Hang-Ti en su tratado de medicina la eficacia del mercurio
como medicación antisifilítica.
• 2600 a. C.: elaboración del manual de medicina chino Nei Jing.
• 2000 a. C.: Las leyes de Manu primer texto de la medicina India, contiene entre otros
normas sobre la higiene o sanciones al abuso del alcohol.
• 1900 a. C.: en Babilonia, el Código de Hammurabi establece normas precisas para el
ejercicio de la medicina, como los honorarios. Por primera vez se codifica la
responsabilidad del médico. En Egipto los Papiros de Lahun se describen las
enfermedades femeninas.
• 1650 a. C.: se redacta el papiro Edwin Smith
• 1550 a. C.: se redacta el papiro Ebers.
• 600 a. C.: en Benarés, Sushruta escribe el Sushruta Samhita.
• 500 a. C.: Alcmeón de Crotona da inicio a la medicina basada en la ciencia natural,
diferente de la concepción mágico-teológica de la medicina primitiva.
• 420 a. C.: Hipócrates escribe los Tratados hipocráticos y crea el juramento hipocrático.
• 280 a. C.: Herofilus estudia el sistema nervioso y distingue entre nervios sensitivos y
motores
• 250 a. C.: Erasístrato estudia el cerebro y diferencia éste del cerebelo
• 100 a. C.: Asclepíades de Bitinia importa a Roma la medicina griega y funda la Escuela
metódica
Trepanaciones evidencias
¿Qué es una trepanación?
Es una técnica antigua que consiste en
practicar un agujero artificial en la bóveda
craneana.
Orificios o agujeros producidos de manera
deliberada en los cráneos con el individuo
vivo.
En 1865 un arqueólogo investigaba una
tumba de la edad de Piedra en el sur de
Francia cuando apareció el cráneo del
individuo que ocupaba el sepulcro. Lo que
le llamó la atención poderosamente fue
que el cráneo tenía un agujero, y junto al
agujero había una pieza de hueso que
encajaba casi a la perfección; y además parecía que había sido pulido por uno de sus
lados.
El cráneo y el trozo de hueso fueron enviados al laboratorio de anatomía y
antropología de París donde Paul Brocca averiguó que en realidad no se trataba de un
pulido sino que el hueso del cráneo ¡había crecido tras ser cortado! Esto quería decir
que al individuo se le había cortado un trozo de su cráneo de manera deliberada.
En 1960 Kathleen Kenyon, durante sus excavaciones en Próximo oriente, descubrió un
grupo de esqueletos del siglo VI a.C. con perforaciones en sus cráneos. En un principio
pensó que se trataba de “experimentos” o técnicas de tortura para los prisioneros
pero se percató de que “habían vivido aparentemente bastante tiempo como para que
el hueso se cicatrizara”.
Muchos cráneos que se han encontrado con esta peculiaridad han aparecido con el
agujero cicatrizado (como el de París que se pensó que había sido pulimentado), es
decir, que se le hizo el agujero y posteriormente la herida fue sanando.
El
tesoro arqueológico que representa Pompeya nos ha dejado una gran variedad de
instrumental quirúrgico con todo tipo de cuchillas, fórceps, y tenazas de muy variada
utilidad que podrían servir para realizar una trepanación. Lo que resulta más llamativo
son unos trozos de metal que servirían para tapar la herida abierta a modo de
implantes.
Cirugia en la edad antigua
La Edad Antigua se inicia con la aparición de la escritura y llega hasta la caída del
Imperio Romano a manos de los bárbaros, en el siglo V después de Cristo, en el año
476.
Las trepanaciones también aparecen en ciertas culturas desde la edad antigua;
en el caso de los egipcios se realizaban como último recurso terapéutico,
incluso en los faraones. Las trepanaciones se efectuaban en cualquier parte de
la bóveda craneal, eran más frecuentes en niños y adolescentes, y formaban
parte de ritos religiosos o mágicos. El proceso de cicatrización ósea en los
márgenes de la trepanación indica que los sujetos sobrevivieron al
procedimiento.
Cirugía en caldea y sumeria (Mesopotamia).
Prevalecía el conocimiento de la anatomía abdominal, en especial del hígado,
centro del organismo. Destacó el Código de Hammurabi (siglo XX, a.C.), que
es el primer ejemplo de legislación disponible sobre la práctica médica, el cual
retribuía o castigaba al médico según el éxito o fracaso de su intervención.
Cirugía egipcia.
En el templo de Deir-el Bahari se veneraba a Imhotep, el mayor terapeuta del
antiguo imperio egipcio, a quien le estaba consagrada una capilla excavada en
la roca. Se sabe que alcanzó un gran desarrollo por la existencia de tres
papiros: de Ebers, de Brusch y de Smith. En el papiro de Ebers (siglo XV, a.C.)
se encuentran principalmente prescripciones terapéuticas, curación de llagas,
quemaduras y tumores de cuello. En el papiro de Smith (siglo XVIII, a.C.) se
menciona la patología traumática (heridas, luxaciones, fracturas), se describen
48 casos clínicos con toda minuciosidad e incluso se plantea el pronóstico (“un
mal contra el que yo lucharé o no lucharé”). Hay gran observación y
conocimiento de la anatomía, que se deriva, sobre todo, de la práctica del
embalsamamiento.
Cirugía en China
Casi no se practicaba, pues a los chinos les eran repugnantes la sangre y las
mutilaciones; por lo tanto, se ignoraba la anatomía. Fue hasta 1948 cuando se
aceptó la práctica quirúrgica en este país.
No obstante, la coexistencia de un modelo de salud-enfermedad basado en un
paradigma ambientalista o integral: la enfermedad es el resultado de la
desaparición del equilibrio natural entre el ser vivo y su entorno, el medio
ambiente que lo rodea. Este desequilibrio o falta de armonía entre el individuo y
el ambiente constituyen el eje principal del milenario modelo oriental.11 La
medicina china tradicional describe el equilibrio de cinco elementos que
considera fundamentales: agua, tierra, fuego, madera y metal. A su vez el
equilibrio es el resultado de la presencia de dos fuerzas: el Yin y el Yang,
actuando simultáneamente.
El manual médico chino más antiguo conocido está datado en torno al año
2600 a. C. y se le conoce con el nombre de Nei Ching. Este texto se atribuye al
emperador amarillo, Huang Di (aunque historiadores modernos consideran que
fue compilado de fuentes antiguas por un estudioso entre las dinastías Zhou y
Han, más de 2000 años más tarde) y desarrolla muchos conceptos médicos
interesantes para la época. Sin embargo, el tabú de respetar los cadáveres
humanos parece haber restado conocimientos de anatomía quirúrgica, siendo
sus principales tratamientos quirúrgicos superficiales o de menor importancia
(cauterización de heridas, masajes en patologías traumatológicas, etc.)
La medicina china desarrolló, a cambio, una disciplina a caballo entre la
medicina y la cirugía denominada acupuntura: según esta, la aplicación de
agujas sobre alguno de los 365 puntos de inserción (o hasta 600 según las
escuelas) restauraría el equilibrio perdido entre el Yin y el Yan.
Cirugía en Grecia.
El exponente clásico fue Hipócrates (460-356, a.C.), y entre sus aportaciones
puede mencionarse que le dio carácter de razón a la medicina. Ejerció este arte
en Tesalia, fundó el Centro Médico en Cos y fue autor del Corpus
Hipocraticum, que consta de 72 libros reunidos en Alejandría e integrados en
seis tomos. La parte dedicada a la cirugía trata de las articulaciones, fracturas,
heridas de cabeza, heridas en general, hemorroides, así como también,
fístulas. Sólo admitía la cirugía en caso de extrema necesidad. Hipócrates
planteó el carácter científico de la medicina al señalar que: “Ninguna
enfermedad es mística, sino que todas tienen causas naturales”, con lo cual
refutó la idea acerca de que la epilepsia era una enfermedad sagrada,
demostrando que se trataba de una enfermedad basada en lesiones
anatómicas luego de disecar el cerebro de una cabra. Introdujo el espíritu
metodológico en la observación del enfermo y estableció el principio primum
non nocere (“lo primero es no dañar”), concepto vigente hasta nuestros días.
Es especialmente famoso su juramento, que plantea la actitud ética que debe
observar el médico.
Cirugía en Alejandría
Debido a la falta de conocimientos sobre anatomía, fisiología y patología en
esta ciudad, no es posible llevar a cabo la cirugía como tal, pero se dan los
primeros pasos. Durante los tres siglos anteriores al nacimiento de Cristo,
Alejandría se convierte en el centro universal de la cultura, y Ptolomeo Filadelfo
crea una biblioteca que reúne 700 000 volúmenes. Entre los representantes de
esta época puede citarse a Herófilo, quien realiza estudios en próstata,
duodeno, hioides y ojo; Erasístrato, quien se encarga de estudiar la anatomía
del sistema nervioso central; Cornelio Celso, conocido por sus libros, en los
cuales relata operaciones oculares, tratamiento de verrugas, hidroceles, várices
y tallas vesicales, entre otras. Debido al desarrollo de estos temas se llega a
suponer que él mismo realizaba las intervenciones. Describió la tétrada de la
inflamación: rubor, dolor, calor y tumor.
Cirugía en roma
En aquella época la práctica médica era escasa, pues los médicos eran mal
remunerados. Los dos acontecimientos más importantes de entonces fueron la
aparición de Galeno y la organización de la cirugía militar, con la creación de
los Valetudinaria (hospitales de campaña); también se fundaron los
Nosocomios (hospitales para pobres). Galeno aportó conocimientos sobre la
anatomía y la fisiología circulatoria, conceptos que permanecerían vigentes
durante la Edad Media (fi g. 1-3). Antilus fue otro cirujano, y entre sus
aportaciones se encuentran las excelentes descripciones derivadas de
operaciones de catarata y aneurisma arterial.
Cirugía en india
La cirugía en este país es una de las más avanzadas de la antigüedad; los
escritos de Charaka (siglo I, d.C.) y Susruta (siglo V, d.C.) dejan constancia de
ello. Entonces se diseñaron 121 instrumentos quirúrgicos y se efectuaron
rinoplastias, lo que los convirtió en los pioneros de la cirugía reconstructiva. La
educación quirúrgica se fundamentaba con disecciones en plantas, luego en
animales y al final en el hombre. Se efectuaban intervenciones sobre fracturas,
heridas, abscesos, tumores superficiales, hernias, cesáreas y perineo. También
se usaban narcóticos, como el beleño y el cáñamo indio, en pacientes
quirúrgicos.
Cirugía en Bizancio
Los bizantinos impidieron la destrucción completa de las obras griegas. Entre
los más destacados se cita a tres de ellos: Oribasio, Aetio y Pablo de Egina;
este último describió la litotomía, las operaciones de hernias, pleuresías
purulentas, amígdalas, así como la amputación de una mama. Realizaban
cirugía traumatológica en heridos por flecha. Fundaron hospitales, que eran
sobre todo asilos o albergues, tanto para indigentes como para enfermos.
Cirugía árabe
En el campo de la cirugía, los árabes sólo fueron recopiladores. Avicena y
Averroes estuvieron interesados en las obras médicas en el momento en que
los árabes descubrían la civilización griega, y transcribieron la obra de
Hipócrates. Abulcasis fue el único que se dedicó a la cirugía; expuso la
necesidad de conocer la anatomía y sólo se basó en el empleo de hierro
candente y de las hormigas, de las cuales utilizaba sus quijadas para afrontar
heridas a manera de sutura.
Cirugía precolombina
En la cirugía destacaron los aztecas y mayas en México, y los incas en Perú.
Aplicaban la terapéutica a base de gran cantidad de medicamentos vegetales
(herbolaria). Realizaban operaciones, como reducción de fracturas, que
inmovilizaban con raíz de “Sasalis” emulando el enyesado actual. Suturaban
heridas con cabellos y usaban analgésicos y narcóticos, como el peyote.
Incrustaban jade y turquesa en piezas dentarias con fines estéticos y
protésicos. Eran hábiles obstetras, y efectuaban fetotomías y versiones
intrauterinas.
Cirugía en México
En el México precortesiano, el médico era llamado “shamán” y se encargaba de
la atención de enfermedades y curación de heridas. En las culturas maya y
azteca se reconoció el mayor nivel de evolución en cirugía, medicina y
obstetricia. “tlamautepatli-ticitl” era el médico, “texoxotla-ticitl” era el cirujano y
“tamatqui-ticitl” era la partera. El texoxotla-ticitl, con verdaderos métodos
quirúrgicos, utilizaba cuchillos de obsidiana bien afi lados para tratar lesiones
como abscesos, ántrax y mastitis supurada, los cuales drenaba y cubría
posteriormente con apósitos. Realizaba circuncisiones y mutilaciones
longitudinales del pene a candidatos que entrarían a la casa sacerdotal.
Operaba el pterigión, y con espinas de maguey efectuaba sangrías y realizaba
hemorroidectomías.
Todos ellos lograron gran maestría para tratar fracturas, que inmovilizaban con
raíces y tablas durante 20 días a manera del escayolado actual; en las
fracturas que no consolidaban, legraban el hueso y le colocaban un fragmento
de ocote con mucha resina para volverlo a inmovilizar. En las heridas con
desprendimiento de nariz se suturaba con cabello, y si no resultaba, se
colocaba una nariz postiza a manera de injerto. Realizaban fetotomías para
extraer al producto que había muerto in utero, salvando así la vida de la madre.
Una práctica odontológica que efectuaban con fines de rehabilitación y estética
era incrustar en las piezas dentales jade y turquesa, así como oro.
Sucesos importantes durante le edad antigua: 2800 a. C.: el emperador Shen-Nung compila en China un texto con más
de cien plantas medicinales y con las técnicas de la acupuntura.
2637 a. C.: el emperador Ho-Hang-Ti en su tratado de medicina la
eficacia del mercurio como medicación antisifilítica.
2600 a. C.: elaboración del manual de medicina chino Nei Jing.
2000 a. C.: Las leyes de Manu primer texto de la medicina India,
contiene entre otros normas sobre la higiene o sanciones al abuso del
alcohol.
1900 a. C.: en Babilonia, el Código de Hammurabi establece normas
precisas para el ejercicio de la medicina, como los honorarios. Por
primera vez se codifica la responsabilidad del médico. En Egipto los
Papiros de Lahun se describen las enfermedades femeninas.
1650 a. C.: se redacta el papiro Edwin Smith
1550 a. C.: se redacta el papiro Ebers.
600 a. C.: en Benarés, Sushruta escribe el Sushruta Samhita.
500 a. C.: Alcmeón de Crotona da inicio a la medicina basada en la
ciencia natural, diferente de la concepción mágico-teológica de la
medicina primitiva.
420 a. C.: Hipócrates escribe los Tratados hipocráticos y crea el
juramento hipocrático.
280 a. C.: Herofilus estudia el sistema nervioso y distingue entre nervios
sensitivos y motores
250 a. C.: Erasístrato estudia el cerebro y diferencia éste del cerebelo
100 a. C.: Asclepíades de Bitinia importa a Roma la medicina griega y
funda la Escuela metódica
25 a. C.-50: Aulo Cornelio Celso escribe De Re Médica Libri Octo 50-70:
180: Galeno estudia la conexión entre parálisis y lesión en la médula
espinal
250: en Monte Albán (en Oaxaca, México), se funda una escuela de
médica mágica.
Cirugia en la edad media
La Edad Media es el periodo de la historia europea que transcurrió desde la
desintegración del Imperio romano de Occidente, en el siglo V, hasta el siglo
XV.
En la Edad Media los cirujanos especializados con estudios universitarios eran
más bien pocos. Si un cirujano destacaba por sobre los demás, era común que
tuviera mucho trabajo y fuera contratado por familias pudientes, y obviamente las
tasas de contratación no eran bajas.
1215 fue un año aciago para la medicina medieval:
el Papa Inocencio III prohibió a los clérigos practicar
la cirugía por su “carácter cruento”, menospreciando
este oficio por el aborrecimiento que la Iglesia tenía
a la sangre. La labor manual fue desdeñada y se
quedó en manos de granjeros o barberos.
Es que caer en manos de un cirujano promedio era caer
en manos de algo así como un herrero del cuerpo
humano. La anestesia ni siquiera existía, y cuando se
inventó era de uso exclusivo de quienes podían pagarla.
En la Edad Media los instrumentos de anestesia del
cirujano eran dos: un trozo de madera para que el
paciente mordiera durante el procedimiento y muchos,
muchos litros de vino para que alcoholizar al paciente antes de la operación.
Es una época en la que el cuerpo es despreciado por ser un mero recipiente
del alma: en la que se pensaba que la enfermedad era un castigo divino para la
que la mayoría de las veces solamente servían
rezos, penitencia y amuletos.
Una de las profesiones más comunes de la rama
era la del cirujano barbero, los cuales podían ser
encontrados en pueblos medievales y que
utilizaban los procedimientos más crudos y
dolorosos para llevar a cabo sus tareas. Una vez
finalizada la operación, la sala de operaciones
(normalmente un galpón o un simple establo) era
literalmente un baño de sangre.
Sin embargo, con la introducción de la medicina en las enseñanzas
universitarias, a partir del
siglo XIII, los avances
teóricos y prácticos fueron
a más.
Los típicos procedimientos
quirúrgicos por ese
entonces eran muchos de
los que se realizan hoy. La
amputación de
extremidades, cesáreas,
cirugías odontológicas o
hasta la remoción de piedras en la vesícula eran los procedimientos habituales.
Las sangrías adquirieron estatus de solución universal, ya que se pensaba que
la mayoría de las enfermedades eran por exceso de líquido corporal. Esto se
basaba en la teoría de los cuatro humores clásica, según la cual el cuerpo está
compuesto de cuatro elementos: bilis negra, bilis, flema y sangre.
Las sangrías se hacían usando sanguijuelas que chupaban la sangre de la
zona afectada o directamente abriendo una vena del brazo para su posterior
drenaje.
La cirugia en el medioevo fue en un principio monástica, al ser estos lugares
unos auténticos cruces de caminos en los que se conservaban los manuscritos
griegos y romanos. Un saber que se encontraba enclaustrado entre textos de
Galeno y terapias basadas en milagros de santos y hierbas mágicas
Con la creación de las universidades,
ligadas también a la Iglesia, el foco de
interés se traslada a Éstas. Con ellas,
llega un mejor conocimiento del cuerpo,
a pesar de la tensión latente entre
médicos de falda corta (barberos) y de
falda larga (universitarios).
A la vez, seguía vigente la pronoia (en
cristiano: el diagnóstico sin preguntar al
paciente). Se demonizaba a los
enfermos psíquicos y se creía en la magia de los amuletos y reliquias de
santos.
En la Universidad de Bolonia, se hizo la primera autopsia (1281) y tuvo lugar la
primera disección metódica del organismo humano, aunque no siempre se
contaba lo que se veía empíricamente, sino que se copiaban antiguos tratados.
Durante muchos años las hemorroides se trataron aplicando
hierro al rojo vivo en el ano, un recurso que solamente se usaba si
la prescripción de plegarias previa no surtía efecto.
También se avanzó en la anestesia, con una especie de soporífero que
consistía en una esponja mojada, entre otras sustancias, con opio y
mandrágora.
En Salerno y otros centros universitarios, se concebía la enfermedad como una
causa natural y se avanzó en cirugía estudiando los cuerpos desgarrados de
los cruzados.
Lo fundamental para un buen médico medieval era el estudio del pulso y de la
orina de los pacientes. Se reverenciaba la orina porque se pensaba que filtraba
los cuatro humores orgánicos de los que se pensaba que estaba formado el
cuerpo. De ella se estudiaban los sedimentos, el color y su densidad y se
enviaba en tarros de cristal cubiertos de mimbre, iniciándose así el diagnóstico
a larga distancia.
Sucesos importantes durante la edad media:
1010: Avicena escribe El libro de la curación y el Canon de Medicina.
1242: Ibn an-Nafis sugiere que los ventrículos derecho e izquierdo están
separados, y describe la circulación menor de la sangre.
1204 - Inocencio III organizó el hospital de Santo Spirito en Roma inspira
a otros en toda Europa
1242 - Ibn an-Nafis sugiere que los ventrículos derecho e izquierdo del
corazón están separados y descubre la circulación pulmonar y la
circulación coronaria.
1275-1326 Mondino de Luzzi "Mundinus" llevó a cabo las primeras
disecciones humanas sistemáticas desde Herófilo de Calcedonia y
Erasístrato de Ceos 1500 años anteriores.
1403: en Venecia se realiza una cuarentena contra la peste negra.
Cirugía del Renacimiento.
El Renacimiento puede caracterizarse como un período de transición entre la
medicina medieval y la propiamente moderna. Esta época se caracterizó por un
espíritu crítico, observación libre y deseo por el saber.
La anatomía humana descriptiva fue la primera disciplina que se independizó
de los saberes tradicionales, donde tuvieron un papel importante los pintores
como Miguel Ángel y Leonardo da Vinci, con disección de 30 cadáveres y
realización de planchas de numerosos dibujos.
Vesalio: Fue considerado el más grande de los anatomistas; flamenco, médico
de la corte del emperador Carlos V, se tituló como médico en Padua, y publicó
su Tabulae anatomicae sex señalando errores anatómicos descritos por
Claudio Galeno; contiene ilustraciones de huesos y músculos humanos. En
1543 publicó su libro De Humanis Corporis Fabrica, obra maestra de 700
páginas, con ilustraciones coloreadas a mano; contiene seis partes dedicadas,
respectivamente, a huesos, músculos, venas y arterias, sistema nervioso,
órganos abdominales, corazón y pulmones, y la séptima al cerebro.
Falopio: Describió el ovario y las trompas uterinas; dio a la vagina, clítoris y
placenta sus respectivos nombres.
Eustaquio: Describió el sistema nervioso simpático, el conducto linfático
torácico y el conducto otofaríngeo.
Fabricio de Aquapen dente, Bartolino y Wirsung, Sylvius y Willis: Hicieron
numerosos aportes a la anatomía, como la descripción de las glándulas
vaginales, el conducto pancreático y la conformación vascular del sistema
nervioso central.
Malpighi: Completó el estudio de la parte vascular del sistema circulatorio,
descrito por William Harvey.
Leeuwenhoek: Es el fundador de la bacteriología y la protozoología; construyó
más de 200 microscopios, con los que descubrió eritrocitos, espermatozoides y
ciliados.
Rusch: Utilizó la técnica de corrosión de los tejidos por inyección directa en los
vasos sanguíneos.
Harvey: Se le debe el principio: omne vivum ex ovo (todo ser vivo procede de
un huevo). Es el padre de la fi siología circulatoria, ya que su conocimiento,
después de las descripciones de Galeno, permaneció oculto hasta la
publicación de su obra: Exercitatio anatomica de motu cordis et sanguinis in
animalibus, en 1628, traducida al inglés; en ella describe la anatomía de
aurículas, ventrículos, válvulas del corazón y arteria pulmonar; su
funcionamiento, la dinámica de la circulación pulmonar o menor; midió el
volumen de sangre expulsada por el ventrículo izquierdo en un perro. También
describió la circulación mayor o periférica, la salida de la sangre del ventrículo
izquierdo del corazón hacia la aorta y su regreso a la aurícula derecha por las
venas, que con su sistema valvular unidireccional favorecían el retorno.
Mayow: Estudió la fisiología respiratoria.
Santorius: Pasó gran parte de su vida muy cerca de una báscula estudiando
los cambios ponderales, pero asignó igual importancia a las variaciones del
pulso; también midió la temperatura del cuerpo.
Zambeccari: Realizó cirugía experimental en perros, al parecer con éxito;
extirpó bazo, riñones, vesícula biliar, páncreas, hígado e intestino.
Ambrosio Paré: Es considerado el padre de la cirugía. Es autor de varios
libros, entre los que destaca el primero, que es un tratado sobre las heridas por
arcabuz. Cambió la manera de tratar las heridas con aceite hirviendo por una
emulsión hecha con yema de huevo, aceite rosado y trementina, y observó que
las heridas así curadas no producían dolor, tumores ni se inflamaban. Fue el
primero en utilizar la ligadura arterial en las amputaciones; también extendió el
uso de vendajes y de prótesis. Demostró que al tratar con cuidado el cordón
espermático se salva el testículo en las operaciones de hernia inguinal.
Pedro Franco: Gran especialista en hernias, vejiga y cataratas. Würtz destacó
por oponerse a las amputaciones.
Fabricio de Hilden: Realizó trepanaciones, broncotomías, suturas intestinales
y ligadura arterial por aneurisma; en Alemania se le considera creador de la
cirugía científica.
Tagliacozzi: Efectuó rinoplastias y fue condenado por el clero acusado de
“entrometerse en la obra creadora”.
Paracelso: En 1536 escribió Gran Cirugía, obra que no dio a conocer alguna
intervención quirúrgica.
En fisiología se mantuvieron las doctrinas galénicas con rectificaciones. La más
importante fue la descripción de la que hoy llamamos circulación menor o
pulmonar por Miguel Servet (1511-1553), basándose principalmente en
argumentos anatómicos.
Hubo también cirujanos universitarios aunque, solamente en Italia y España.
Uno de los más destacados fue el catedrático salmantino Andrés Alcázar
(1585). Aparte de perfeccionar la práctica instrumental de la craneotomía,
Alcázar precisó sus indicaciones mediante la consideración de los signos
locales de las heridas cefálicas y de síntomas neurológicos como vértigos,
vómitos, trastornos de la visión, la sensibilidad y el equilibrio, alteraciones de la
micción, la defecación y el tono muscular
HISTORIA DE LA CIRUGÍA
EDAD CONTEMPORANEA A LA ACTUALIDAD
SIGLO XIX
En los dos últimos años el conocimiento científico evolucionó con mayor rapidez por lo
que es necesario efectuar un apartado para cada uno de ellos.
1836: El Dr. Marjolin, profesor de la Facultad de Paris, aseguro: “La cirugía ha llegado al
punto de no tener nada que avanzar”. Se equivocó.
El avance más grande en la medicina, fue el de Luis Pastetur (1822-1895) quien
demostró de manera irrebatible que algunas enfermedades, como la infección de
heridas quirúrgicas, son causadas por organismos microscópicos. El francés Robert
Koch (1843-1910) aportó el método de aislamiento bacteriológico y la correlación
especifica del microbio con la enfermedad.
1867: El cirujano inglés Joseph Lister (1827-1912) aplicó el concepto de Pasteur y
publicó un trabajo titulado “Nuevo tratamiento de las fracturas abiertas y de los
abscesos, observaciones sobre las causas de supuración”. Lister usó el ácido fénico
para evitar las infecciones, iniciando así la antisepsia.
1878: En Paris adoptan la idea original de Pasteur de utilizar solo instrumentos,
esponjas e hilos de sutura previamente esterilizados por calor, técnica que se facilitó
con la generalización del uso del autoclave perfeccionado por von Bergman en
Alemania.
EUA contribuye al progreso de la cirugía con la introducción de la anestesia general por
inhalación de gases. En 1846 En el Hospital General de Massachussetts, Williams
Thomas Morton hizo la primera demostración exitosa de la anestesia general por
inhalación de éter.
1833: Johannes Miller, de la Universidad de Berlín, publicó el Manuel de Fisiología
Humana.
1858: Virchow introdujo la conceptualización de la célula como el centro de los
cambios patológicos del organismo, que dio a conocer en “La patología celular”
El líder de la fisiología fue Claudio Bernard (1813-1878), quien definio los principios
fundamentales de la investigación médica en “Introducción al estudio de la medicina
experimental”.
1845: William Conrad R. descubre los Rayos X y Pierre y Marie Curie en 1998
descubren el radio para diagnosticar y tratar ciertas enfermedades.
Patrick Manson descubre la función de los insectos como vectores de la filaria; sir
Donald Ross descubre en el estómago del mosquito Anopheles el parásito del
paludismo.
El establecimiento de Ciencias Médicas en México implantó la enseñanza de la
patología, la fisiología y la química médica en el curriculum de la carrera de médico
cirujano al médico Valentín Gómez Farías.
1844: El Consejo de Salubridad autorizó a 18 médicos cirujanos a ejercer la profesión,
para 1886 ya había 250 médicos autorizados.
1836: Se empezó a publicar un periódico de la Academia de Medicina de México, en el
cual en 1840 Luis Hidalgo y Carpio público su artículo La podredumbre del hospital.
Entre 1851 y 1858, Ramón Alfaro publicó artículos Sobre el Cloroformo y Del
Cloroformo en el Ejército de Oriente. De estas fechas son los trabajos del Dr. Montes
de Oca sobre la amputación de pierna.
1869: El Dr. Francisco Brassetti publicó su artículo Tinturas de Yodo en las Heridas de
Cráneo.
1847: Fue aplicada la trasfusión de sangre por los médicos Martínez del Río y Matías
Béistegui.
La anestesia por inhalación llega a México por medio del periódico medico ingles The
Lancet, del cual era lector el Dr. F. Ortega.
1878: El Dr. Vértiz difundió el método antiséptico de Lister en el Hospital Juárez.
1896: El Dr. Luis Espinosa y Cuevas trajo a México la primera máquina de rayos X a San
Luis Potosí.
Los descubrimientos del control del dolor y la prevención de infecciones permitieron a
los cirujanos de todo mundo tratar padecimientos antes considerados mortales. Las
cavidades abdominales, craneana y torácica perdieron la condición de inaccesibles. El
inglés Lawson Tait tuvo resultados de 100 intervenciones quirúrgicas sin una sola
muerte.
En Nueva York, el cirujano húngaro Arpad Gerster introdujo la técnica aséptica por
medio de su libro “Las reglas de la cirugía aséptica y antiséptica” publicado en 1887.
En las escuelas quirúrgicas de América del Norte se dieron muchas de las innovaciones;
McBurney y su método para desimpactar cálculos de las vías biliares; Robert Abee y su
dilatación de la estenosis esofágica; Albert J. Ochsner que estableció la apendicectomía
y B. Murphy que introduj el “botón de Murphy” en 1892.
En Minnesota, William Worral (1819-1911) innovó el concepto de la clínica-hospital
para convertirla en un modelo de administración, que se considera ideal hasta hoy en
día.
En Baltimore, sir William Osler (1849-1919) hizo la obra Principios y práctica de la
medicina publicada en 1892. Gracias a esto William S. Halsted (1852-1922) instaló la
primera escuela quirúrgica de Estados Unidos y Howard Kelly estableció la
ginecoobstetricia.
Hermann Kummell, describió la técnica de lavado de manos para el cirujano y
Johannes von Mikulicz-Rdecki trabajó
en Polonia inventando el cubrebocas
de gasa.
1819: René Teófilo Jacinto inventa el estetoscopio.
1865: Gregorio Mendel descubre las leyes de la herencia.
1882: Robert Koch aísla el bacilo de la tuberculosis.
1884: Elie M. en Rusia observa el fenómeno de la fagocitosis. En este mismo año Karl
Koller utiliza la cocaína como anestésico local.
1885: Louis Pasteur produce la vacuna antirrábica.
SIGLO XX
La cirugía de este siglo progresó con mayor rapidez. Los inventos se sucedieron de
modo vertiginoso; las publicaciones se multiplicaron y las novedades llegaron a todos
los rincones del mundo.
1903: Santiago Ramón y Cajal tiñe y estudia las estructuras de las células nerviosas.
1907: William Einthoven inventa el electrocardiógrafo.
1910: Paul Ehrlick y Sahachiro inician la era de la quimioterapia con el Salvarsan.
1922: Frederick Banting, Charles Best y Macleod descubren la insulina.
1928: Alexander Fleming descubre la penicilina.
1953: James Watson y Francis Crick descubren la estructura del ADN.
1954: Severo Ochoa sintetiza el RNA y A Kornberg el DNA.
1958: Jean Dausset descubre el antígeno con mayor histocompatibilidad (HLA).
1980: Andreas Gruntzing inicia la radiología y la cardiología intervencionistas.
1997: Wilmut y el instituto Roslin de Edimburgo reportan la clonación de mamíferos.
LA TÉCNICA QUIRÚRGICA
Hacia 1920, Halsted difundió el uso de guantes estériles de hule y aplicó la nueva
técnica en el manejo y curación de heridas y enunció sus conocidos Principios de
Halsted, donde se resumía el manejo quirúrgico y junto con William Osler estableció
los reglamentos de las residencias quirúrgicas.
1917: Darío Fernández estableció la cátedra de Cirugía experimental y, Julián González
en 1929 fundó la cátedra de Técnica quirúrgica en animales en México.
LA INFLUENCIA DE LAS GRANDES GUERRAS
Dos guerras mundiales dieron sus lecciones a los cirujanos sobre el concepto y
tratamiento del estado de choque, así como las causas y prevención del tétanos y la
gangrena gaseosa.
1901: Karla Landsteiner descubrió los grupos sanguíneos ABO, y en 1914 se agregó
citrato de sodio a la sangre fresca para pedir que se coagulara fuera del organismo.
1935: Hugh Leslie y Alan Kekwick en Londres, utilizaron el sistema de goteo continuo
con el barril de Murphy para la trasfusión de sangre. Se culminó con la creación de los
bancos de sangre.
LA CIRUGÍA GENERAL
INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA DEL ABDOMEN
Hacia 1900 el interés del cirujano se enfocaba en la operación del abdomen y sus
paredes, llamándose antes “cirugía radical”. La técnica de sutura intestinal y su
perfeccionamiento dominó por varios años el interés del cirujano. La ulcera de
estómago y del duodeno fueron padecimientos que aparecieron como una nueva
enfermedad.
Theodor Billroth conceptualizo la intervención quirúrgica de la derivación del tránsito
intestinal.
1930: La gastroenterostomía alcanzó gran aceptación pero se declinó de manera
progresiva.
1908: El cirujano inglés Ernest Miles realizó la primera resección abdominoperineal en
un paciente con cáncer de recto.
1932: Owen Hardy W. recomendó la descompresión intestinal.
1950: La cirugía abdominal alcanzó su madurez, pero su innovación fue la cirugía
laparoscópica.
LAS ESPECIALIDADES MÉDICO-QUIRÚRGICAS
El establecimiento de las especialidades es otra particularidad de la cirugía
contemporánea, es el resultado de la enorme cantidad de información acumulada.
En México, la Sociedad de Oftalmología es la más antigua. Otras especialidades de
aparición temprana fueron la de oídos, nariz y garganta.
Harvey Williams Cushing abrió la nueva era de resección de tumores intracraneales, el
drenaje de abscesos, el tratamiento de algunas formas de epilepsia, neuralgia y
trastornos de la hipófisis. En 1911 contribuyó con el uso de clips de plata y en 1928 el
perfeccionamiento de la unidad electro quirúrgica o electrocauterio.
Clemente Robles Castillo inició la neurocirugía en México.
McLean descubre la Heparina en 1916 y Holt en 1918, y se hizo comercialmente
accesible en 1936.
1912: Tuffier en Francia intervino la válvula aórtica.
1938: La cirugía de los vasos fue reactivada cuando Robert Gross efectuó por primera
vez la ligadura del conducto arterioso persistente.
1944: Alfred Blalock y Helen Taussing dieron a conocer la primera operación paleativa
de la tetralogía de Fallot.
1927: Egaz Moniz de Lisboa uso la angiografía en las arterias carótidas.
1929: Reynaldo Dos Santos desarrollo la técnica para obtener imágenes de la aorta
abdominal mediante punciones en la región lumbar.
1930: En México, Carlos Adalid publicó una tesis del cateterismo experimental de las
cavidades cardiacas.
1952: El Dr. Clemente Robles dio a conocer las primeras intervenciones quirúrgicas de
corazón en México.
1950: Bigelow dio a conocer la técnica de hipotermia.
LA CIRUGÍA DE LOS TRANSPLANTES
El trasplante de tejidos y de órganos fue otro logro de este siglo, el cual también inicio
el investigador Alexis Carrel con sus estudios en las suturas vasculares.
Con el éxito de los anticoagulantes, la hipotermia, la circulación extra corpórea y los
estudios básicos sobre la inmunología se continuó con estudios extensos sobre la
inmunología del trasplante. Los estudios y los avances fueron tan sorprendentes que
antes de 1980 el trasplante de órganos fue aceptado como un tratamiento común.
1963: Thomas Starzl hace el primer trasplante de hígado. James Hardy hace el primer
trasplante de pulmón.
1964: El Dr. James Hardy realizó el primer trasplante de corazón humano a un
chimpacé.
1967: El profesor Christiaan Barnard realizó el primer trasplante de corazón humano a
humano.
LOS ÓRGANOS ARTIFICIALES
1945: William Kolff desarrolla el riñón artifical.
1950: Se empieza a contar con el apoyo de la ingeniería biomédica y la aplicación de
nuevos materiales. En este mismo año, los cirujanos franceses Jean y Robert Louis
Judet realizan el primer reemplazo de cadera.
1953: John Gibbon hace la primera cirugía a corazón abierto con corazón artificial.
También en este siglo se tratan las cataratas reemplazando el cristalino por una lente
implantable.
LA BIOINGENIERÍA
La bioingeniería dio un nuevo enfoque a la cirugía, ya que mediante sus técnicas se
pueden cultivar células y tejidos vivos en los laboratorios de investigación.
1975: Cesar Milstein produce anticuerpos monoclonales.
SIGLO XXI
Gracias al uso de la computadora, los científicos pueden estar ahora en comunicación,
sin obstáculos de distancia que los separen.
2000: Francis Collins anuncia que se ha completado la secuencia del genoma humano.
2001: Septiembre. El cirujano francés Jacques Marescaux realizó una operación con
éxito de la extirpación de la vesícula biliar en el Hospital Universitario de Estrasburgo,
operando los telecomandos de un robot desde Nueva York.
LOS AUXILIARES DE DIAGNÓSTICO
En los primeros años de este siglo se ha hecho accesible a muchas comunidades el
apoyo de la imagenología para el diagnóstico. Estudios como la fluoroscopía, la imagen
por resonancia magnética, la medicina nuclear, la tomografía por emisión de
positrones, la tomografía, el ultrasonido, la ecocardiografía y diversas aplicaciones de
la endoscopia.
REFERENCIA
Archundia, A. Cirugía 1. Educación quirúrgica. 4ta ed. México: McGraw Hill; 2011.
396p.
LA SALUD Y LA MEDICINA DURANTE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1)
Durante los años de la Primera Guerra Mundial el saber médico, fundado
en la combinación de tres paradigmas que guiaron la profesión desde finales
del siglo XIX, la anatomoclínica, la fisiopatología y la etiopatología, pondría a
prueba su capacidad resolutiva incorporando conocimientos y procedimientos
elaborados en su largo devenir, pero también desarrollando en el fragor mismo
de la batalla nuevos elementos que impulsarían las innovaciones futuras.
En la segunda mitad del siglo XIX Lister trabajó en la antisepsia con el ácido
fénico y tanto él como Pasteur seguían las apreciaciones de Hipócrates
primero, y luego de Galeno, sobre la importancia de lavar las heridas y los
instrumentos con agua hervida o en su defecto con vino. Johan Von Mickulicz
había ideado y empleado guantes esterilizados al vapor, pero en 1890, en el
Hospital John Hopkins de Baltimore, el cirujano William Stewart Halsted diseñó
guantes de goma que se hicieron de uso obligatorio para todos los cirujanos a
partir de 1894.
Sobre el cambio de siglo, Knud Faber descubrió la toxina del tétanos y la
comisión conformada por Walter Reed, James Carroll, Aristides Agramonte y
Jesse W. Lazear intentaba resolver los enigmas de la fiebre amarilla.En 1908,
Alexis Carrel desarrollaría sus investigaciones sobre el trasplante de órganos y
de los grandes vasos, lo que le valdría el Premio Nobel en 1912.
Con excepción de la epidemia de gripe de 1918, conocida como la visita de la
dama española, en el frente occidental la mayor parte de las muertes estuvo
originada en las heridas. Esto da cuenta, sin lugar a dudas, de la incorporación,
por parte de los médicos ingleses, franceses y alemanes, de medidas
preventivas de higiene como el uso de agua limpia, disposición de instalaciones
para el aseo del cuerpo, despiojo en espulgaderos públicos y vacunación frente
a la viruela y al tétanos. Sin embargo, la sífilis y el “pie de trinchera”, una
afección que producía necrosis de los miembros inferiores debido a la
constante presencia de agua en las trincheras, continuaban aportando bajas
considerables.
La alta tasa de recuperación de los soldados debido a intervenciones médicas
que contaban con hospitales móviles y unidades de rayos x en el frente de
batalla, es un elemento que explica la veloz reposición de combatientes, así
como el gran número de efectivos con el que contaron todos los ejércitos en
1917.
Aunque se ha sobrevalorado el papel de la Gran Guerra en los progresos de la
cirugía, es claro que se presentaron logros significativos los cuales encontraron
utilidad en la práctica médica civil de los siguientes años. En un contexto donde
el uso de proyectiles de mayor calibre y explosivos hizo que las heridas fueran
terribles, la cirugía plástica reconstructiva, sobre todo de la cara, ofreció
importantes respuestas. Fue sir Harold Gillies, en la Primera Guerra, quien
estimuló el desarrollo de la cirugía maxilofacial. La diferenciación de las
heridas, la fijación con placas, clavos y círculos metálicos en el caso de
fracturas, la limpieza de las heridas, los colgajos y el uso de tracción, empleado
por los ingleses, disminuyeron las amputaciones y la mortalidad.
La posibilidad de reconstruir arterias llevó al joven médico francés Lyon Alexis
Carrel a abrir nuevos caminos en el tratamiento de los aneurismas y en la
cirugía general de los vasos sanguíneos y el corazón. Tras cansarse del tema
vascular su aportación final a la cirugía fue la “solución Carrel-Dakin”, un
antiséptico usado durante la Gran Guerra y la Segunda Guerra Mundial.
En el campo de la antisepsia Fleming estudió la resistencia frente a la infección
en los heridos de combate y llegó a la conclusión de que los fuertes
antisépticos químicos que se utilizaban para limpiar las heridas en el campo de
batalla lo que hacían en realidad era dañar las defensas naturales del cuerpo.
Durante la Primera Guerra Mundial se administró a los soldados una solución
salina con el fin de corregir las pérdidas y restaurar el equilibrio de fluidos, pero
fue insuficiente, pues la solución recorría el cuerpo sin elevar el volumen de
sangre. Para 1914 Louis Agote dio a
conocer el método de transfusión con
sangre citrada. Luego, la creación de
bancos de sangre y plasma esencial
para la cirugía de urgencia,
obtuvieron de la guerra un impulso
significativo y permitieron enfrentar
con mayor eficacia el shock
hipovolémico.
Marie Curie creó centros radiológicos
de campaña, cerca del frente, para
ayudar a los cirujanos. Estos no eran
otra cosa que unidades móviles de radiografía, conocidas popularmente como
petites Curie. El inglés Charles Myers, en febrero de 1915, identificó y describió
lo que hoy denominamos como estrés postraumático en los soldados, llamado
durante la Gran Guerra “fatiga de combate” o Shell shock.
La noche del 12 de julio de 1917 cientos de obuses marcados con cruces de
color amarillo cayeron sobre el ejército británico que se encontraba ubicado en
la ciudad belga de Ypres. Se trataba del conocido gas mostaza. A causa del
gas esa noche murieron o resultaron heridos cerca de 2.000 soldados de una
manera terrible. Pero solo hasta 1919 Edward y Helen Krumbhaar, estudiaron a
los sobrevivientes y encontraron que sus glóbulos blancos estaban muy bajos,
las células normales se habían secado, estaban anémicos y necesitaban
transfusiones una vez al mes. El gas había barrido solo algunas poblaciones
específicas de células de la médula ósea.
Gaseados [Gassed]. Óleo de John Singer Sargent, 1919. Colección Imperial War Museum, London.
Ambulancia para cirugías en Francia. Fotografía Bain News Service, ca. 1914-1915. Colección Library
of Congress, Washington, D. C
APORTES DE LA GUERRA A LA CIRUGÍA
Cirugía plástica:
En la primera guerra mundial,
murieron aproximadamente un
millón de soldados británicos y
más del doble regresaron con
heridas que dejaron a muchos
desfigurados de por vida. Las
cabezas de esos hombres que
defendían la honorabilidad de
toda una nación quedaban
expuestas en las trincheras, mientras sus cuerpos estaban más protegidos,
por ello la mayoría de lesiones se sufrían en la cara.
La causa de muerte principal se encontraba en las incontables esquirlas
metálicas que eran desprendidas al explotar las bombas. Estas también
producían grandes heridas faciales, puesto que, este tipo de lesiones podía
arrancarle la cara a un combatiente, a diferencia de un balazo que podía
causar una herida “limpia”, además, esta situación se agravaba por el hecho
de que las esquirlas de metal retorcido arrastraban consigo trozos e
vestidura y suciedad que acababan también en su interior.
El desarrollo de los cuidados
médicos significó que más
soldados heridos podían
mantenerse con vida pero la
atención urgente de sus
devastadoras lesiones presentó
un nuevo desafío. El cual fue
asumido por un hombre nacido
en Nueva Zelanda y quien
estudiaría medicina en la Universidad de Cambridge: Harold Gillies.
Este médico quedo realmente sorprendido
con la magnitud de las heridas que vio en
el campo de batalla y pidió que el ejército
le proveyera su propia unidad de cirugía
plástica.
Poco después se instaló en un hospital
especializado en la localidad de Sidcup,
en el este de Londres, donde empezó
atendiendo a 2.000 pacientes de la sangrienta batalla de Somme. En este
lugar, Gillies obtuvo algunos de sus mejores resultados.
La reconstrucción facial en esa época no gozaba de gran prestigio, pero
llego a convertirse en parte integral del proceso de recuperación en la
posguerra.
Sin embargo, todo esto sucedió antes del descubrimiento de los
antibióticos, y el hecho de ser sometido a una reconstrucción facial podía
resultar un gran riesgo, de tal modo que era como enfrentar las bombas en
las trincheras.
Al comienzo de la guerra se le prestó poca atención al trauma de las
heridas faciales. El poder regresar con vida era considerada una
recompensa suficiente.
Pero con la llegada de la cirugía plástica esa percepción cambio.
Estas intervenciones eran muy primitivas para ese entonces y la
experimentación fue parte fundamental del proceso de Gillies.
Acumulaba ideas de diferentes fuentes y combinaba métodos que
encontraba en libros.
Uno de sus más grandes éxitos fue la reconstrucción del rostro del teniente
William Spreckley, que había perdido la nariz en una explosión.
El cirujano encontró en un libro una técnica india conocida como "colgajo
frontal" que adoptó para reconstruir la nariz.
Tomó cartílago de una de las costillas de Spreckley y lo implantó en su
frente. Ahí se quedó durante seis meses antes de que pudiera ser doblado
sobre el rostro -mientras continuaba recibiendo suministro de sangre- para
construir la nariz.
Una vez implantado, formado y sanado el cartílago en su lugar, cortó el
exceso de piel y tejido dejando al paciente con una nueva nariz.
El proceso duró más de tres años. Spreckley, a los 60 años, casi no tenía
rastros de la compleja cirugía a la que había sido sometido.
Sin embargo,
no todos los
resultados
fueron
satisfactorios.
Los pacientes que llegaban al hospital de Sidcup tenían heridas jamás
vistas por Gillies, pero él estaba determinado a empujar los límites de su
experimentación para tratarlos, no sólo para recuperar la función de la cara
sino para mejorar la estética.
Gillies estaba seriamente comprometido, pero debido a que sus cirugías
fueron realizadas antes del descubrimiento de los antibióticos, el riesgo de
infección era muy alto. Tal fue el caso de un piloto llamado Lumley, quien
fue internado con quemaduras horribles en el rostro. Para la reconstrucción,
Gillies intentó crear un colgajo en forma de cara en el pecho del paciente. El
masivo injerto se infectó rápidamente y el organismo de Lumley fue incapaz
de resistir el trauma de la operación, muriendo de un infarto.
La lección que Gillies aprendió de la tragedia fue que la cirugía plástica
debía realizarse en pequeñas etapas, en lugar de una gran operación. Esa
técnica todavía informa la disciplina hoy en día.
La solución de Gillies fue tomar un colgajo o pedazo de carne viva sujetado
en un extremo y envolverlo en forma de tubo antes de coserlo a otra parte
del cuerpo donde se necesita el injerto.
El tejido viviente quedaba protegido por una capa externa de piel que era
impermeable y resistente a la infección.
Los tubos podían quedar en esa posición durante semanas mientras se
establecía la irrigación sanguínea en el otro extremo del tejido. Cuando eso
sucedía, la conexión original se cortaba y el pedazo de tejido se podía
manipular sobre el lugar deseado.
Este sistema le permitió a Gillies mover un pedazo de tejido de un lugar a
otro con poco riesgo de infección.
Pese a los logros de Gillies, las cicatrices tan marcadas ocasionadas por la
guerra continuaban siendo profundas y muchos de los pacientes de Gillies
nunca pudieron superar el impacto psicológico de sus heridas.
Muchos ni siquiera se atrevían a salir en público sin cubrir sus rostros.
Cerca del hospital había bancos pintados de azul que designaban que allí
se podían sentar los hombres con heridas faciales sin sentirse incómodos,
aunque también servían para advertir a los residentes locales que la
apariencia de aquellos que ocupaban esos bancos podía resultar
inquietante.
Ciertos sobrevivientes se reintegraron a la fuerza laboral pero usualmente
trabajaban separados en oficinas traseras por su vergüenza de que los
vieran.
Muchos otros quedaron completamente retraídos, incapaces de enfrentar a
sus esposas, familias o amigos.
1. Manuel Vega Vargas. La salud y la medicina durante la primera guerra
mundial. Revista Credencia. [en línea]. [fecha de consulta: 25 de febrero de
2016]. http://www.revistacredencial.com/credencial/historia/temas/la-salud-
y-la-medicina-durante-la-primera-guerra-mundial