HISTORIA DEL SIGLO XX CÁTEDRA 2 La Revolución...

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  • HISTORIA DEL SIGLO XX CTEDRA 2

    La Revolucin Cubana

    El proceso revolucionario cubano se inici el 10 de octubre de 1868, cuando

    Carlos Manuel de Cspedes llam al pueblo a levantarse en armas por dos

    reivindicaciones bsicas: la independencia frente al Imperio espaol y la igualdad

    de los cubanos mediante la abolicin de la esclavitud.

    La lucha que comenz aquel da no sera definitiva. Slo era el principio de

    una largo proceso de marchas y contramarchas en la que intervendran varias

    generaciones de cubanos decididos a lograr la libertad plena, primero, del

    colonialismo espaol y, luego, del neocolonialismo norteamericano.

    La Repblica de Cuba es la mayor isla del Caribe con 109.820 km.

    Actualmente, est dividida en 14 provincias y 169 municipios, en los cuales

    residen alrededor de 11 millones de personas.

    Cristbal Coln lleg a Cuba dos semanas despus de haber descubierto

    Amrica, creyendo que se haba topado con una nueva ruta de acceso al

    continente asitico. Pero los espaoles iniciaran su conquista recin en 1510,

    cuando ya haban arrasado con el oro y los indios de Santo Domingo. En busca

    de una nueva fuente de metales preciosos, Diego Velsquez encabez una

    campaa militar integrada por varios personajes que luego seran famosos por sus

    matanzas en otros puntos del Nuevo Mundo. Entre ellos, se encontraban Hernn

    Corts, Bernal Daz del Castillo y Pedro de Alvarado. Los espaoles invadieron la

    regin oriental de la Isla y, a partir de all, avanzaron hacia distintos territorios.

    Pero el oro hallado no fue mucho y pronto se lanzaran en masa sobre otras reas

    del continente ms ricas, como Mxico y Per.

    Durante la fugaz fiebre del oro cubano, los aborgenes fueron exterminados

    en grandes cantidades debido a las duras condiciones de trabajo y a las

    enfermedades que traan consigo los europeos. De los 100.000 nativos que tena

  • Cuba con anterioridad a la conquista, slo quedaron alrededor de 4.000 hacia

    1550, segn indica el registro de las primeras Actas Capitulares.

    Con el tiempo, la isla se convirti en un punto estratgico del Nuevo Mundo,

    sobre todo la ciudad de La Habana, uno de los puertos militares ms importantes

    de la colonia por su excelente ubicacin en el Caribe. Se la consideraba una

    fortaleza inexpugnable1 en la que prosperaron el comercio monopolizado por

    Espaa, el contrabando, el juego y la prostitucin. A partir del siglo XVII, se

    estableci all el primer centro de construcciones navales a gran escala y algunas

    fbricas de caones.

    La poblacin de aquella poca estaba compuesta por blancos -que

    constituan casi el 60 por ciento del total-, negros, mulatos y algunos asiticos. A

    diferencia de las colonias inglesas y francesas, Cuba posea una significativa

    proporcin de negros y mulatos libres. Segn el primer censo de 1774, de unos 75

    mil habitantes de color, ms de 44 mil eran esclavos y alrededor de 30 mil estaban

    en libertad (11 mil negros y 19 mil mulatos y mestizos)2. Para tener una referencia,

    podemos recurrir al ejemplo de Jamaica, cuya poblacin se compona de unos 15

    mil blancos y de unos 148 mil esclavos.

    En 1762, en el marco de la Guerra de los Siete Aos (Gran Bretaa,

    Francia y Espaa) el poderoso puerto de La Habana cay ante las fuerzas

    inglesas. Durante su ocupacin, que dur once meses, los ingleses vislumbraron

    grandes perspectivas econmicas en el sector azucarero y se lanzaron a estimular

    la industria con la importacin de una gran cantidad de esclavos.

    Sin embargo, los plantadores de Jamaica y los banqueros britnicos con

    intereses en esa isla comenzaron a presionar al Imperio para que Cuba volviera a

    manos espaolas. El gobierno britnico se retir en julio de 1763, cinco meses

    despus de firmar la paz con Francia y Espaa. De esta forma, la Metrpoli

    recuper el control de Cuba y design como nuevo gobernador al Conde de Ricla,

    Ambrosio Villapando.

    1 Thomas, Hugh. Cuba: La lucha por la libertad (1762-1970), Tomo I, Barcelona-Mxico, D.F.,

    Grijalbo, 1973, p. 17. 2 El censo cubano de 1774 indica una poblacin total de 170.370 habitantes, aunque, por las

    imperfecciones de la muestra, el historiador ingls Hugh Thomas calcula que la poblacin habra sido un 10 por ciento mayor.

  • 3.1. El oro blanco

    El azcar era la mercanca agrcola ms codiciada de las Indias

    Occidentales desde que Coln haba plantado las primeras caas en Santo

    Domingo, durante su segundo viaje. En 1762, Cuba tena cerca de 100 molinos

    que generaban una produccin azucarera bastante baja, comparada con la de

    otras islas del Caribe: sus exportaciones no haban superado las 500 toneladas

    anuales, mientras que Jamaica produca alrededor de 5.000.

    La gran importacin de esclavos durante ese ao y la apertura del comercio

    propiciada por los ingleses, sent las bases para que la estructura econmica de

    Cuba cambiara radicalmente. A partir de entonces, los plantadores comenzaron a

    presionar al gobierno espaol para que permitiera el libre trfico de mano de obra

    esclava. Las autoridades coloniales cedieron en 1788, estableciendo un periodo

    de prueba que se prorrog indefinidamente. Con este proceso, Cuba sell su

    dependencia al monocultivo y a los precios del mercado internacional.

    El ingenio absorba todo, hombres y tierras. Los obreros del astillero y la fundicin y los

    innumerables pequeos artesanos (...) se marchaban a los ingenios; los pequeos

    campesinos que cultivaban tabaco en las vegas o frutas en las huertas, vctimas del bestial

    arrasamiento de las tierras por los caaverales, se incorporaban tambin a la produccin

    de azcar. (...) la jornada de trabajo de los esclavos del azcar se extenda a veinte horas.

    Sobre las tierras humeantes se consolidaba el poder de la sacarocracia.3

    Entre 1764 y 1769, el azcar de Cuba haba alcanzado un promedio de

    2.000 toneladas anuales. Sesenta aos ms tarde, la Isla se posicionara como la

    primera productora mundial con 73.000 toneladas, 10.000 ms que Jamaica. En

    1836 la produccin jamaiquina caa a 53.000 toneladas, mientras que la cubana

    suba a 160.000.

    3 Galeano, Eduardo. Las venas abiertas de Amrica Latina, Buenos Aires, Siglo XXI, 1989, pp.

    105-106.

  • 3.2. La etapa prerrevolucionaria

    La influencia del oro blanco fue la gran barrera que demor, durante casi

    un siglo, el triunfo en Cuba de las tendencias independentistas que se imponan

    en Amrica Latina y el Caribe. Ya desde fines del siglo XVIII, los reyes del azcar,

    liderados por el capitn general Luis de las Casas y el plantador criollo Francisco

    de Arango, hicieron todo lo posible para impedir que la revolucin esclava de

    Santo Domingo (Hait) se trasladara a su territorio.

    El conflicto haitiano y la decadencia econmica de Jamaica ofrecieron, por

    el contrario, un contexto propicio para expandir la industria azucarera y convertir a

    Cuba en el primer productor mundial. A partir de 1792 comenzaron a entrar

    nuevos capitales a la isla, se consolid el comercio con los Estados Unidos, se

    fundaron nuevos molinos y se importaron ms esclavos. El incremento de mano

    de obra fue tal que, segn el censo de ese mismo ao, la poblacin negra y

    mulata superaba por primera vez a los blancos (138.742 contra 133.559).

    De esta forma, el mantenimiento de la estructura econmica vigente se

    convirti en el principal punto de alianza entre los espaoles, que tenan a su

    mando las fuerzas represivas de Cuba, y los criollos que controlaban la produccin

    de azcar. Esta combinacin de poder fue fundamental para aplastar las revueltas

    y conspiraciones que intentaban seguir el ejemplo haitiano. As cay, por ejemplo,

    el movimiento liderado en 1795 por el negro libre Nicols Morales, que

    demandaba igualdad de derechos para negros y blancos, abolicin de impuestos y

    distribucin de tierras a los esclavos.

    Aos ms tarde, tambin sera derrotada una conspiracin con mayor

    alcance nacional y organizacin, encabezada por Jos Antonio Aponte, un tallador

    negro de La Habana.

    La estrategia de Aponte para lograr la liberacin de los esclavos se basaba

    en el sabotaje sistemtico de la riqueza de la colonia (quema de caaverales y

    plantaciones de caf). Aponte fue traicionado y ejecutado el 9 de abril de 1812.

    Luego exhibieron su cabeza con el fin de escarmentar a sus semejantes, segn

  • se desprende de la orden del capitn general Juan Ruiz de Apodaca, conocido

    como el Marqus de Someruelos.

    La abolicin inglesa de la esclavitud, en 1807, y las acciones tendientes a

    universalizar la medida, agregaron nuevos problemas para los barones del azcar,

    sobre todo cuando el gobierno espaol se comprometi con Gran Bretaa, en

    1817, a terminar con el trfico en un plazo de tres aos. En ese perodo, las

    importaciones de esclavos fueron disminuyendo progresivamente. De un total de

    25 mil negros registrados en 1817 se pas a 17 mil en 1820, mientras que en 1821

    slo llegaron 6 mil y un ao ms tarde 2.5004.

    La prohibicin legal del trfico se promulg recin en 1830, aunque esto no

    signific la abolicin inmediata de la esclavitud en Cuba, ni la aplicacin efectiva

    de las normas que impedan la importacin de esclavos. En los treinta aos

    subsiguientes llegaran alrededor de 400 mil negros como consecuencia del

    incumplimiento de las leyes por parte de sucesivas capitanas generales de la isla,

    cuyos representantes perciban cuantiosos ingresos con el trfico y los impuestos

    sobre el azcar. Pero as como sigui incrementndose el ingreso de esclavos y el

    endurecimiento de la represin espaola, tambin se profundiz la inestabilidad

    social.

    A partir de 1840 se manifestaron nuevas revueltas en varias plantaciones y

    molinos azucareros, que desembocaron en la conspiracin de negros libres y

    esclavos ms famosa de Cuba: La Escalera5. Las acciones fueron descubiertas

    en 1844 por el capitn general Leopoldo ODonell, quien orden arrestos masivos

    en toda la isla para desbaratar a los rebeldes. Slo en Matanzas fueron

    capturadas 4.000 personas, que luego pasaron por la escalera. En total, 300

    negros fueron azotados hasta morir y, alrededor de 80, ejecutados en

    fusilamientos sin juicio previo.

    Luego de estos hechos se form una comisin en La Habana para tratar la

    aplicacin de una nueva ley espaola contra el trfico de esclavos.

    Paradjicamente, todos los delegados eran propietarios de plantaciones o

    4 Thomas, Hugh. Op. cit., p. 136

    5 El nombre de La Escalera alude a una forma de tortura que consista en atar a los sospechosos

    a una escalera y azotarlos hasta que confesaran su delito.

  • comerciantes que lucraban con la mano de obra esclava, como el marqus

    Joaqun Gmez, el Conde de Fernandina, el general Juan OFarrill y el criollo Jos

    de Arango.

    3.2.1. El anexionismo y el reformismo

    A pesar de la alianza entre espaoles y criollos para desconocer las

    reglamentaciones que se dictaban desde la Metrpoli, el proceso abolicionista

    gener una serie de intrigas y elucubraciones en el seno de la oligarqua

    terrateniente, cuyos representantes comenzaron a mirar con simpata a la nueva

    potencia norteamericana. En opinin de Hugh Thomas, los plantadores preferan

    pasar a la Unin que convertirse en independientes y resignar la esclavitud, la

    esencia de su status quo6.

    Desde haca un buen tiempo, los gobiernos de Estados Unidos estudiaban

    distintas formas de apoderarse de Cuba debido a su ubicacin estratgica en el

    Caribe, su puerto privilegiado y las potenciales fuentes de riqueza.

    La primera manifestacin en este sentido la expuso el presidente Thomas

    Jefferson, quien en 1805 le notific al embajador ingls que, en caso de que su

    pas entrara en guerra con Espaa, Estados Unidos intentara comprar la isla para

    defender desde all a Luisiana y Florida. La misma advertencia fue hecha tres

    aos ms tarde a Someruelos, considerando que Espaa no podra controlar su

    colonia frente a los avances de Gran Bretaa.

    Al tanto de estas intenciones, en 1822, varios plantadores cubanos enviaron

    un delegado a la Casa Blanca para proponer la anexin de su territorio. El

    presidente James Monroe recibi al delegado y luego reuni a su gabinete para

    discutir la proposicin. El entonces secretario de Estado, John Quincy Adams,

    tom las siguientes notas de aquel encuentro:

    Mr. Colhoun (secretario de Guerra) desea ardientemente que la Isla se convierta en parte

    de los Estados Unidos y dice que Mr. Jefferson lo desea tambin. Hay dos peligros que

    6 Thomas, Hugh. Op. cit., p. 142.

  • deben evitarse (...) uno, que la Isla caiga en manos de Gran Bretaa; el otro, que sea

    revolucionada por los negros. Colhoun afirma que Mr. Jefferson le dijo hace dos aos que

    deberamos, a la primera oportunidad, tomar Cuba, aunque fuera a costa de una guerra

    con Inglaterra; pero como no estamos preparados (...) piensa que deberamos reaccionar

    (respecto de los plantadores) disuadindolos de su actual propsito y animndolos a

    adherirse a su conexin con Espaa.7

    La propuesta anexionista fue rechazada, pero qued latente el deseo de

    apoderarse de Cuba. Adams revel cul sera la estrategia de Estados Unidos

    hacia la isla en una carta a su embajador en Espaa, Hugh Nelson, el 28 de abril

    de 1823:

    Es difcil resistir la conviccin de que la anexin de Cuba a nuestra repblica federal ser

    indispensable para la continuacin y la integridad de la Unin misma (...) Hay leyes de

    gravitacin poltica, como existen las de gravitacin fsica; y si una manzana separada del

    rbol por la tempestad, no puede hacer otra cosa que caer al suelo, Cuba, separada a la

    fuerza de su artificial conexin con Espaa, e incapaz de bastarse a s misma, puede

    nicamente gravitar hacia la Unin norteamericana, la cual, por la misma ley natural, no

    puede arrancarla de su seno.8

    La poltica de la fruta madura, enunciada por Adams, se plasm luego en

    el sptimo mensaje anual de Monroe al Congreso norteamericano. El texto, que

    pas a la historia como la Doctrina Monroe, era una respuesta para enfrentar el

    peligro britnico y encarar el dominio de Cuba y otros territorios del continente.

    Es decir, estableca formalmente el derecho de Estados Unidos a gobernar el

    Caribe9 y, al mismo tiempo, dejaba en claro que entrara en accin cuando las

    potencias europeas pusieran en peligro sus intereses en el hemisferio10.

    7 dem.

    8 Roig de Leuchsenring, Emilio. La guerra libertadora cubana de los treinta aos (1868-1898).

    Razn de su victoria, La Habana, Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana, 1952, pp. 233-234 9 Chomsky, Noam. Estados canallas: el imperio de la fuerza en los asuntos mundiales, Buenos

    Aires, Paids, 2002, pp. 114. 10

    Calloni, Stella y Ducrot, Vctor Ego. Recolonizacin o independencia, Buenos Aires, Norma, 2004, p. 116.

  • As comenz una etapa en la que Washington se convirti en una especie

    de guardin de las colonias que todava posea Espaa en la regin; por lo menos

    mientras no pudiera, o no fuera conveniente, apoderarse directamente de esos

    territorios.

    Tras el fracaso momentneo del anexionismo, un sector de la oligarqua

    criolla se embarc en un plan alternativo de reformas para obtener el control

    poltico de Cuba. Los objetivos eran disminuir el poder de los capitanes generales

    y recibir los beneficios propios de cualquier provincia espaola: representacin en

    las Cortes de Cdiz, supresin de las aduanas y abolicin de la esclavitud de

    forma gradual y mediante indemnizacin. Sobre esta base se fund el Crculo

    Reformista de La Habana, que luego se convirti en el Partido Reformista.

    Espaa accedi a escuchar algunas de estas exigencias entre 1866 y 1867,

    pero pronto se desentendi de sus propias promesas. El fracaso de las

    negociaciones precipit la cada del Partido Reformista y abri un nuevo captulo

    en la historia Cuba, caracterizado por la lucha armada.

    3.3. La Guerra Libertadora de los Treinta Aos

    Cuba comenz su lucha independentista de forma tarda en comparacin

    con el resto de las colonias hispanoamericanas, aunque hubo algunos

    movimientos separatistas que se consagraron como precedentes de la Guerra de

    los Treinta Aos. Fueron, en su mayora, organizaciones de masones que

    buscaban llevar adelante una poltica radical y multirracial para conseguir el apoyo

    de los hombres de color. Entre 1810 y 1868 se registraron ms de diez intentos

    revolucionarios que fueron rpidamente diezmados por las fuerzas represivas de

    la Pennsula.

    Hacia mediados de la dcada de 1860, la prohibicin del trfico de esclavos

    y la introduccin de nuevos molinos para el procesamiento de la caa afectaron a

    los pequeos hacendados de la parte oriental de Cuba. En tal situacin, slo un

  • selecto grupo de grandes propietarios poda costear los elevados precios de mano

    de obra y adelantos tcnicos.

    Para los pequeos productores las reformas ya no eran viables. Slo les

    quedaba la posibilidad de una rebelin armada que terminara radicalmente con la

    esclavitud y con el despotismo espaol que frenaba las transformaciones polticas,

    econmicas y sociales necesarias para el desarrollo de la isla.

    En la ciudad de Bayamo se inici la organizacin revolucionaria de la

    provincia de Oriente, donde comenz a destacarse como lder un abogado de 50

    aos que ya haba tenido experiencia armada en Espaa: Carlos Manuel de

    Cspedes, considerado el Padre de la Patria.

    Segn los planes originales, la sublevacin comenzara en la navidad de

    1868, pero el capitn general Francisco Lersundi descubri la conspiracin y la

    fecha tuvo que adelantarse. El 10 de octubre, en su ingenio La Damajagua,

    Cspedes liber a sus esclavos y luego los sum a un ejrcito de casi 150

    hombres:

    Ciudadanos, hasta este momento habis sido esclavos mos. Desde ahora, sois tan libres

    como yo. Cuba necesita de todos sus hijos para conquistar su independencia. Los que me

    quieran seguir que me sigan; los que se quieran quedar que se queden, todos seguirn tan

    libres como los dems.11

    De esta forma plante Cspedes su postura antiesclavista en el famoso

    Grito de Yara, donde se proclam la Repblica en Armas. Aquellas palabras

    tuvieron un efecto inmediato sobre las masas marginadas. En pocos das el

    ejrcito rebelde de Oriente recibi a unos 12.000 combatientes y logr tomar las

    ciudades de Bayamo y Holgun, para luego desplegar sus fuerzas por toda la

    provincia. En noviembre se levant el ganadero Ignacio Agramonte en la regin de

    Camagey y, por entonces, tambin lo hicieron los patriotas de Las Villas.12

    11

    Cita reproducida por el actual presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Ricardo Alarcn de Quesada, en Cuba y su democracia, Buenos Aires, Nuestra Amrica, 2004, p. 24. 12

    No sucedi lo mismo en la regin occidental de la Isla, donde se concentraban las mayores riquezas y los hacendados ms poderosos e influyentes. En general, estos hombres buscaban la continuidad de la esclavitud o la implementacin de reformas que les fueran favorables a sus

  • En total, los grupos revolucionarios sumaban alrededor de 20.000 hombres,

    de los cuales slo una cuarta parte combata con rifles y el resto con machetes o

    puales de madera. Para enfrentar a las tropas espaolas, dos veces superiores

    en nmero, los conspiradores utilizaron la tctica del sabotaje, evitando el contacto

    directo con las fuerzas enemigas. En la lucha se fueron destacando excelentes

    combatientes con capacidades de liderazgo como el capitn Antonio Maceo, un

    mulato oriundo de Santiago de Cuba, y el dominicano Mximo Gmez.

    Pronto, los jefes revolucionarios de las diferentes regiones comprendieron

    que sin unin no podran vencer a los espaoles y pudieron ponerse de acuerdo

    para convocar a una asamblea constituyente que los agrupara bajo un gobierno

    democrtico.

    El 10 de abril de 1869, los delegados de Oriente, Camagey y Las Villas se

    reunieron en Guimaro con ese propsito. All se nombr a Cspedes como

    presidente de la Asamblea Constituyente, mientras que Ignacio Agramonte

    encabez la lista de secretarios.

    Los trabajos del cuerpo culminaron con la aprobacin de la Constitucin de

    la Repblica en Armas, que proclamaba la total libertad de los cubanos y el fin de

    la esclavitud. Carlos Manuel de Cspedes fue nombrado presidente de la

    Repblica y Manuel de Quesada general en Jefe del Ejrcito Libertador. Se

    estableci, adems, la bandera nacional que rige actualmente, creada por Narciso

    Lpez en 1851.

    La Asamblea se convirti luego en Cmara de Representantes, bajo la

    presidencia de Salvador Cisneros Betancourt y con miembros de todas las

    regiones, incluida Occidente.

    A pesar de todo, pronto resurgieron algunas diferencias en el seno del

    movimiento independentista. A slo tres meses de la Asamblea de Guaimaro, la

    Cmara de Representantes aprob el Reglamento de Libertos, una figura legal

    que obligaba a los antiguos esclavos a seguir trabajando en condiciones de

    servidumbre.

    intereses. En consecuencia, actuaron como contrarrevolucionarios apoyando la represin espaola o estimulando el anexionismo.

  • Cspedes anul la norma el 25 de diciembre de 1870, pero el hecho dej

    en descubierto una fuerte contradiccin en las filas libertadoras. Por un lado, se

    manifestaba la posicin de Cspedes y de muchos otros patriotas que buscaban la

    independencia total y absoluta de Espaa, mientras que del otro, se imponan las

    opiniones de Cisneros Betancourt y de varios miembros de la Cmara que

    preferan la anexin norteamericana. Cspedes conoca los peligros de optar por

    esta ltima opcin y no dej de advertirlo desde los inicios de la lucha:

    A lo que aspira (el gobierno de Estados Unidos) deca Cspedes- es a apoderarse de

    Cuba sin complicaciones peligrosas para su nacin y entretanto que no salga del dominio

    de Espaa, siquiera sea para constituirse en poder independiente; este es el secreto de su

    poltica.13

    En efecto, Washington despleg cuantiosos esfuerzos para frustrar

    cualquier forma de cooperacin desde su territorio con la causa de los

    revolucionarios cubanos. A travs de la va diplomtica se neg a reconocer la

    beligerancia y, desde la militar, suministr armas y moviliz a su Marina de Guerra

    a favor de los espaoles.

    La lucha ms sangrienta, prolongada y devastadora de Amrica, como

    afirma Ricardo Alarcn de Quesada, dur en total diez aos, sin que los patriotas

    pudieran alcanzar el objetivo de liberar a Cuba de la tirana espaola. A lo largo de

    esa primera etapa hubo una gran cantidad de rebeldes fusilados, ms de 2.000

    huyeron del la isla y muchos otros murieron en combate.

    Una de las causas de la frustracin debe ubicarse en las propias diferencias

    dentro del movimiento libertador, que tuvieron especial efecto sobre los logros

    militares. El 27 de octubre de 1873, cinco meses antes de morir en una

    emboscada, Cspedes fue destituido por acuerdo de la Cmara de

    Representantes. Betancourt se convirti en el nuevo presidente de la Repblica en

    Armas y comenz a restarle apoyo a las campaas militares de Mximo Gmez,

    Antonio Maceo y Calixto Garca, cuyos esfuerzos se concentraban en traspasar el

    cerco de Occidente. A la actitud de Betancourt se sumaron otros factores, como el

    13

    Alarcn de Quesada, Ricardo, Op. cit., p. 31.

  • desgaste de las fuerzas rebeldes, la falta de municiones y el fortalecimiento de las

    tropas espaolas.

    Al no poder avanzar sobre el oeste, la Revolucin no logr boicotear la

    principal fuente de poder de los contrarrevolucionarios: la produccin azucarera en

    el tringulo formado entre Matanzas, Crdenas y Coln. La zafra de 1873, por

    ejemplo, registr una produccin de 775.000 toneladas, 26.000 ms que en 1868.

    La llamada Guerra de los Diez Aos, la primera etapa de la lucha

    independentista, culmina en 1878 con el Pacto de Zanjn, un armisticio propuesto

    por el general espaol Arsenio Martnez Campos, que contara con el rechazo de

    Antonio Maceo.

    En este contexto aparece Jos Mart (1853-1895) apoyando algunas

    acciones conspirativas. Durante la Guerra Grande haba sido condenado a seis

    aos de prisin por una carta pro independentista, pero gracias a las influencias

    de su padre logr ser trasladado a Espaa y luego liberado bajo el compromiso de

    no volver a Cuba. All estudi Derecho y se nutri de los tiempos revolucionarios

    que viva la Pennsula. Luego se trasladara a Mxico, y, ms tarde, a Guatemala.

    Tras la amnista general de 1878, Mart volvi a la isla, aunque es

    nuevamente deportado a Espaa por sus actividades revolucionarias. Decide

    establecerse en Nueva York y all comienza una intensa actividad periodstica,

    adems de liderar a los exiliados cubanos. Su nombre empieza a recorrer cada

    rincn de Nuestra Amrica, no slo como revolucionario, sino tambin como

    escritor, periodista y hasta diplomtico en Estados Unidos para varios pases del

    subcontinente, entre ellos Argentina.

    La labor de Mart fue sumamente significativa para el proceso

    independentista cubano porque logr unificar y organizar a las fuerzas

    revolucionarias en un ncleo poltico que retom el camino emancipador de 1868:

    el Partido Revolucionario Cubano, creado a principios de enero de 1892.

    En ese organismo se conjugaron nuevos y viejos combatientes al mando de

    Mximo Gmez, como general en jefe del Ejrcito Libertador, y de Antonio Maceo

    y Calixto Garca, como lugartenientes generales.

  • Luego de un plan frustrado para dirigir tres expediciones a Cuba desde

    Estados Unidos, se firm un nuevo proyecto de alzamiento que se ejecutara el 24

    de febrero de 1895. Un mes despus del estallido revolucionario, Mart y Gmez

    lanzaron el Manifiesto de Montecristi, por el cual se prometa una guerra

    civilizadora para crear un pueblo libre, en el trabajo abierto a todos.

    Las palabras de Mart en su Testamento poltico dan cuenta de que los

    patriotas no slo se enfrentaban a los espaoles. Tambin lo hacan contra al

    incipiente imperialismo norteamericano, que ya se haba anexado ms de la mitad

    del territorio mexicano: Texas, Nuevo Mxico, California, Colorado, Arizona, Utah y

    Nevada.

    De esta forma lo expresaba algunas horas antes de su muerte:

    Estoy todos los das en peligro de dar mi vida por mi pas, y por mi deber -puesto que lo

    entiendo y tengo nimos con que realizarlo- de impedir a tiempo con la independencia de

    Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza ms,

    sobre nuestras tierras de Amrica. Cuanto hice hasta hoy, y har, es para eso. (...)Viv en

    el monstruo, y le conozco las entraas; y mi honda es la de David.14

    Los revolucionarios, provistos en principio de una fuerza irregular de entre 6

    mil y 8 mil hombres, se enfrentaban a un ejrcito de 52 mil espaoles y 19 buques

    de guerra al mando, nuevamente, del general Martnez Campos.

    Desde un principio, la estrategia espaola consisti en evitar que los

    rebeldes cruzaran la vieja lnea que separaba el este del oeste, donde se

    concentraba las plantaciones ms riquas del pas. Pero a diferencia de la primera

    etapa, los libertadores contaban con el apoyo mayoritario de la poblacin.

    Mart, el Apstol de la independencia, muere el 19 de mayo de 1895, al

    pie de la Sierra Maestra, mientras combata a las tropas del coronel espaol Jos

    Ximnez de Sandoval. Pero su legado revolucionario lo mantendra vivo

    eternamente.

    14

    El Testamento poltico es una carta inconclusa de Mart a su amigo mexicano Manuel Mercado, fechada el 18 de mayo de 1895 en el campamento de Dos Ros. Documento obtenido en el sitio web http://www.cubaminrex.cu/josemarti/jmarti_introd.htm

    http://www.cubaminrex.cu/josemarti/jmarti_introd.htm

  • Cuatro meses despus, los patriotas se reunieron en Jimaguay, provincia

    de Camagey, donde proclamaron la Constitucin de la Repblica en Armas.

    Tambin organizaron el Consejo de Gobierno, presidido por Slavador Cisneros

    Betancourt, y ratificaron los cargos de Mximo Gmez, Antonio Maceo y Toms

    Estrada Palma (agente diplomtico en Estados Unidos).

    A fines de octubre, Gmez y Maceo lograron cruzar al oeste con una fuerza

    de 1.500 hombres. En slo tres meses consolidaron la guerra en todo el pas,

    haciendo temblar a los grandes propietarios azucareros, sobre todo a los

    norteamericanos, que enviaron delegados ante Estrada Palma. La respuesta del

    diplomtico rebelde fue la siguiente: si Estados Unidos reconoca la beligerancia

    seran respetadas la propiedades norteamericanas.

    El gobierno no reconoci la guerra y los plantadores crearon milicias

    contrarrevolucionarias en alianza con los espaoles. Para esa poca, ya haba

    varias compaas norteamericanas instaladas en Cuba que se dedicaban a refinar

    el azcar. La mayora haba conformado un trust, Amrican Sugar Refining

    Company, y luego se estableci Trinidad Sugar Company. Los estadounidenses

    llegaron a tener la central azucarera ms grande del mundo en la isla, conocida

    como Constancia. De esta forma, las inversiones de ese pas en Cuba sumaban

    unos 50 millones de dlares, incluyendo el suministro de agua y el alumbrado de

    La Habana. Estados Unidos no slo era el principal cliente para la isla, sino su

    principal importador de bienes de consumo.

    Lo cierto es que, despus de La Invasin (sobre el oeste), todo el mundo

    tuvo conciencia que el poder de Espaa en Cuba estaba herido de muerte.15 Esto

    lo supo tempranamente Martnez Campo, que renunci el 16 de enero de 1896, al

    no poder contener los avances de Gmez y Maceo cerca de La Habana. Su

    sucesor, Valeriano Weyler, reorganiz a las tropas y reuni a la poblacin en

    fortines, tratando de aislar a Maceo. Tal fue su obsesin con el Titn de Hierro

    que, en noviembre, Weyler sali personalmente hacia Mariel para asesinarlo.

    15

    Cometario del historiador cubano Benigno Souza, reproducido en Roig de Leuchsenring, Emilio. Op. cit, p. 134.

  • Maceo muere en combate un mes despus y en su lugar Mximo Gmez

    designa a Calixto Garca, quien logra tomar varios fortines en la provincia de

    Oriente, mientras aqul desarrollaba una campaa de desgaste en el centro de la

    isla.

    En septiembre de 1897, tras dos aos de lucha, se producen otros cambios

    en la organizacin rebelde. En la Asamblea de La Yaya, provincia de Camagey,

    se designa como nuevo presidente de la Repblica en Armas a Bartolom Mas.

    Las fuerzas revolucionarias haban aumentado considerablemente, gracias

    a su prestigio nacional e internacional. Contaban con unos 60 mil hombres, de los

    cuales la mitad posea algn tipo de arma. Del lado colonial el nmero de

    combatientes tambin haba crecido, sobre todo a partir del perodo de Weyler, El

    Carnicero, como lo llamaba la prensa norteamericana. Tuvo a su mando la mayor

    cantidad de soldados espaoles de toda Amrica: 260 mil hombres, sin contar a

    las milicias contrarrevolucionarias.

    La superioridad de fuerzas, sin embargo, no le permiti a Weyler acabar

    con la guerra irregular de los cubanos, que haban aprendido de los errores del

    pasado y se haban hecho militares en la prctica.

    Finalmente, Espaa sustituy a Wayler por el general Ramn Blanco, a

    quien le toc anunciar a fines de 1897 la autonoma de Cuba por Real Decreto.

    Pero autonoma no significaba independencia.

    3.4. Intervencin y ocupacin norteamericana

    Desde 1868, los sucesivos gobiernos de Estados Unidos se haban negado

    a reconocer la beligerancia cubana porque el hecho hubiera permitido a los

    rebeldes acceder al mercado norteamericano de armas y provisiones en las

    mismas condiciones que los espaoles. Segn la poltica trazada por Adams y

    Monroe desde 1823, la isla deba caer por s sola en el seno de la Unin, por lo

    menos mientras los intereses norteamericanos no se vieran afectados.

    Durante mucho tiempo, incluso, Washington se inclin a favor de la

    Metrpoli porque el mayor peligro para la Doctrina Monroe no era Espaa, sino en

  • Inglaterra. El presidente Grover Cleveland, temiendo que la guerra causara

    prdidas a Estados Unidos, lleg a ofrecer su apoyo militar a la Corona,

    ofrecimiento que Espaa rechaz (y lament, posteriormente).

    El sucesor de Cleveland, William McKinley, haba apoyado a los cubanos

    durante su campaa, pero como presidente sigui la lnea de sus antecesores.

    Cuando se proclam el Real Decreto de autonoma cubana, McKinley pidi a la

    opinin pblica de su pas que le diera una nueva oportunidad al gobierno espaol

    para que logre la condicin indispensable de paz justa.

    Sin embargo, unos meses despus la situacin cambi radicalmente. A

    fines de 1897, el cnsul estadounidense en La Habana, Fitzhugh Lee, inform a su

    gobierno que, en el marco de las protestas contra la autonoma, se preparaba una

    supuesta conspiracin antinorteamericana, que podra afectar las vidas y las

    propiedades de sus conciudadanos en la isla. Como respuesta, McKinley envi al

    acorazado Maine en misin de seguridad, con una tripulacin de 350 hombres.

    La noche del 15 de febrero de 1898, un fuerte estruendo seguido de varias

    explosiones conmocionaron a la ciudad de La Habana. Se trataba del Maine,

    cuya proa se haba hundido en el puerto totalmente destruida. En total, murieron

    266 tripulantes, entre ellos tres oficiales.

    Al da siguiente, el secretario adjunto de la Marina norteamericana,

    Theodore Roosevelt, un tenaz partidario de la intervencin, culp a los espaoles

    por la voladura y la defini como un acto de sucia traicin. El mismo discurso fue

    adoptado por varios peridicos de Estados Unidos, en especial los de William

    Randolph Hearst, que volcaron a la opinin pblica de su pas en favor de la

    intervencin militar en Cuba.

    Se publicaron todo tipo de artculos, testimonios, noticias, cartas de adolescentes y otros

    escritos que aumentaban la atmsfera belicista contra Espaa, entre ellos un clebre

    trabajo del famoso Buffalo Bill titulado Cmo podra expulsar a Espaa de Cuba con treinta

    mil indios bravos.16

    16

    Pelez, Orfilio. La manipulacin meditica del hundimiento del Maine fue imprescindible para preparar a EEUU para la guerra en 1898. Antecedente del poder meditico?, Rebelin, 17 de marzo de 2003, sitio web:http://www.rebelion.org/

    http://www.rebelion.org/

  • Las acusaciones se cruzaron entre Espaa y Estados Unidos, y hasta se

    cre una comisin investigadora para resolver el hecho. La responsabilidad del

    hundimiento del Maine sigue siendo an un misterio, pero fue el pretexto que le

    permiti a Estados Unidos tomar parte activa de la guerra en Cuba, cuando las

    fuerzas rebeldes ya haban acabado, practicamente, con los espaoles.

    El 11 de abril, McKinley pide al Congreso poderes especiales para intervenir

    en la isla, pero sin reconocer la independencia ni la beligerancia de los

    libertadores:

    Si hiciramos tal reconocimiento, tendramos, en el caso de intervenir en Cuba, que

    someter nuestra conducta a la aprobacin o desaprobacin de dicho gobierno; tendramos

    que someternos a su direccin, asumiendo el rol de nuevo aliado amistoso.17

    El Congreso, por su parte, emite el 19 de abril una resolucin conjunta del

    Senado y la Cmara de Representantes en la que reconoce la independencia de

    Cuba, pero no las instituciones creadas por los rebeldes. McKinley la aprueba al

    da siguiente.

    El 10 de mayo, el Consejo de Gobierno de la Repblica en Armas,

    archivando el Testamento poltico de Mart, acepta el compromiso de

    cooperacin firmado entre Estrada Palma y McKinley para combatir a los

    espaoles. A partir de entonces, y durante seis dcadas, el destino de Cuba sera

    determinado por Estados Unidos.

    En pocos meses las fuerzas aliadas lograron vencer las ltimas resistencias

    coloniales, pero fueron los norteamericanos quienes redactaron el pliego de

    condiciones para aceptar la rendicin enemiga. Estados Unidos sera una especie

    de gua para el establecimiento de un gobierno cubano independiente. Al

    mismo tiempo, Espaa deba renunciar a todos sus derechos sobre Puerto Rico y

    las islas Guam, cedindolas a la Unin como indemnizacin de guerra. La

    Metrpoli acept las condiciones en agosto y el 10 de diciembre firmaron el

    Tratado de Paz en Pars.

    17

    Citado en Roig de Leuchsenring, Emilio. Op. cit, pg. 247.

  • Pero esas no fueron las nicas conquistas. Estados Unidos tambin

    consigui ocupar las Filipinas y anexarse la isla de Hawai. Uno de los grandes

    beneficiados fue Theodore Roosevelt, quien gracias a su participacin en la guerra

    contra Espaa se convirti en gobernador de Nueva York. Aos ms tarde sera el

    principal protagonista de lo que Eduardo Galeano llam la amputacin del

    territorio colombiano de Panam, para construir y controlar el canal interocenico.

    Desde el 1 de enero de 1899, el gobierno militar norteamericano que

    ocup Cuba se encargara, en complicidad con Estrada Palma, de desarmar al

    Ejrcito Libertador y de disolver su principal organizacin, el Partido

    Revolucionario Cubano.

    Inmediatamente despus comenz el despojo territorial y econmico, bajo

    la proteccin de un ejrcito de 50 mil marines. As planteaba McKinley su visin

    sobre el futuro de Cuba ante el Congreso, el 5 de diciembre de 1899:

    La nueva Cuba que ha de surgir de las cenizas del pasado, tiene que estar necesariamente

    ligada a nosotros por vnculos especiales de intimidad y fuerza (...) Nuestra misin, para

    cuyo cumplimiento le declaramos la guerra a Espaa, no se cumple soltando una

    comunidad dbilmente organizada (...), cuya riqueza y abundantes recursos naturales

    suelen compensarse mediante la deficiencia de su organizacin poltica y las coyunturas

    que se repiten para las rivalidades internas, que propenden a minar sus fuerzas y a disipar

    sus energas.18

    El 25 de julio de 1900, el gobernador norteamericano, general Leonard

    Wood, convoc a una asamblea constituyente que debera redactar la Carta

    Magna de Cuba e incluir en la misma un acuerdo de futuras relaciones con el

    gobierno de Estados Unidos. Pero los constituyentes se negaron a incluir una

    clusula propuesta por el secretario de Guerra de McKinley, Elihu Root, por la cual

    Estados Unidos conservara el derecho de intervencin para preservar la

    independencia de Cuba y de establecer bases navales en el territorio.

    18

    Roig de Leuchsenring, Emilio. La lucha cubana por la repblica, contra la anexin y la Enmienda Platt (1899-1902), La Habana, Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana, 1952, pp. 101-102

  • La negativa cubana durara poco. El senador Orville Platt recogi la

    sugerencia de Root y la present ante el Congreso, en donde obtuvo aprobacin

    definitiva el 1 de marzo de 1901, con el nombre de Enmienda Platt. Hubo

    protestas en las calles de La Habana al da siguiente, pero no lograron conmover

    a McKinley que sancion la disposicin parlamentaria durante esa misma jornada.

    Luego, Wood le comunic a la Asamblea Constituyente que la Enmienda

    deba incluirse sin modificaciones y que, slo de esa forma, Estados Unidos

    levantara la ocupacin de la isla. El 25 de mayo, la Asamblea aprob la

    Enmienda, aunque con algunas aclaraciones que no aceptaron los

    norteamericanos. Volvi a ser tratada el 12 de junio y, sin debate, se aprob por

    16 votos contra 11, segn las exigencias del Norte.

    A travs de la Enmienda Platt, Estados Unidos se reservaba el derecho de

    intervenir en los asuntos de Cuba cuando lo creyera conveniente, de prohibir la

    firma de tratados y la obtencin de crditos, y de establecer bases militares en la

    isla.

    En el terreno econmico, la situacin norteamericana no era menos

    ventajosa. Sus inversiones en Cuba superaban los 100 millones de dlares, la

    mayor parte concentradas en la industria del tabaco y el azcar. Adems, ya se

    haban instalado la United Fruit Company, American Tobacco Company y la

    Cuban American Company, que no paraban de acumular capital y de expandirse

    sobre suelo cubano.

    En mayo de 1902 asume el presidente de la repblica neocolonial, Toms

    Estrada Palma, mientras que el Congreso Nacional hace uso de sus facultades

    limitadas.

    3.4.1. El neocolonialismo

    Durante la primera mitad del siglo XX, todos los asuntos internos de Cuba

    estuvieron regidos, directa o indirectamente, desde Washington. Ningn gobierno

    cubano poda vivir permanentemente sin el reconocimiento diplomtico

    norteamericano, afirm el economista estadounidense John Dalton en 1937. Esta

  • situacin era matizada con la idea de que los cubanos tenan una deuda con

    Estados Unidos por su independencia.

    El dominio sobre la isla no slo estaba asegurado por las disposiciones

    jurdicas de la Enmienda Platt. Durante el gobierno de Estada Palma se firm un

    tratado comercial de reciprocidad con el vecino del Norte que min las bases de

    la vieja economa colonial y afianz la dependencia al monocultivo y a los

    productos manufacturados made in USA.

    En el fondo, el tratado de reciprocidad aseguraba a los inversores norteamericanos en

    Cuba el desenvolvimiento de la industria azucarera que pensaban extender sobre bases de

    una rentabilidad asegurada con la venta del producto en los Estados Unidos. A la vez,

    permita a los industriales exportadores de los Estados Unidos el dominio total del

    incipiente mercado cubano sin posibilidad de competencia. Al mismo tiempo cortaba

    drsticamente todo intento cubano de diversificar la industria nacional y la agricultura.19

    Las inversiones crecieron rpidamente hasta el punto de llegar a los 1500

    millones de dlares en 1929, las ms altas de Estados Unidos a nivel mundial.

    Pero esto no significaba prosperidad para la poblacin de isla, ya que ese capital

    giraba en torno a la industria azucarera, que concentraba el 30 por ciento del

    ingreso nacional.

    Las consecuencias de esta estructura se sintieron con fuerza durante la

    crisis de la dcada de 1930, cuando hubo una interrupcin momentnea de la

    penetracin econmica norteamericana. Se sucedieron huelgas y los conflictos

    entre los movimientos populares de obreros y estudiantes, y la oligarqua

    terrateniente representada en el dictador Gerardo Machado, quien haba

    ascendido al poder en 1925.

    Fueron aos turbulentos en los que dominaron los intentos insurreccionales

    y la represin estatal. En 1933, cuando la situacin se encaminaba hacia la guerra

    civil, el flamante presidente norteamericano, Franklin D. Roosevelt, envi como

    embajador a La Habana a uno de sus viejos amigos, Summer Welles, con

    19

    Rodrguez, Carlos R. Cuba en el trnsito al socialismo, 1959-1963, Mxico D.F., Siglo XXI, 1978, p. 18.

  • instrucciones precisas para establecer negociaciones entre Machado y la

    oposicin.

    Pero la permanencia del dictador fue insostenible. A mediados de agosto de

    ese mismo ao, Machado huy del pas con cinco revlveres, siete maletas de

    oro y cinco amigos en pijamas20.

    Por esa poca comenz a gravitar en la vida poltica cubana un sargento

    taqugrafo, Fulgencio Batista, que se ascendi a s mismo al rango de coronel

    luego de la conspiracin de los sargentos de septiembre de 1933. Este

    movimiento militar precipit la cada del Carlos Manuel de Cspedes, el presidente

    que haba puesto Welles en reemplazo de Machado. De ah a la jefatura del

    Ejrcito slo hubo un paso.

    Batista se encarg de tejer excelentes relaciones con Estados Unidos y la

    oligarqua cubana. Welles lleg a definirlo como la nica persona en Cuba que

    representaba la autoridad. A partir de 1934, incluso, lleg a hacerse cargo del

    gobierno a travs de un presidente que poda manejar a su antojo, el coronel

    Carlos Mendieta.

    Ese ao se fijaron las nuevas relaciones comerciales entre Washington y La

    Habana, que determinaran la poltica azucarera hasta 1959, totalmente dirigida

    hacia Estados Unidos. El acuerdo tambin ataba a Cuba a las mercancas

    norteamericanas en forma mucho ms estrecha que antes, terminando as con un

    breve perodo de sustitucin de importaciones.

    Tambin fue suscripto un tratado complementario por el cual se anulaba la

    Enmienda Platt, a excepcin de las clusulas correspondientes a la base naval de

    Guantnamo, que seguira siendo arrendada por Estados Unidos a cambio de un

    pago anual de 2.000 dlares en oro. En realidad, se trat de una anulacin

    aparente porque en la Constitucin cubana de 1934 se contempl el derecho

    norteamericano de intervenir militarmente.

    En 1940 se proclama una nueva Carta Magna que inclua importantes

    reivindicaciones populares, como la lucha del Estado contra el desempleo y el

    20

    Thomas, Hugh. Cuba: La lucha por la libertad (1762-1970), Tomo II, Barcelona Mxico DF, Grijalbo, 1973, p. 818.

  • establecimiento de un seguridad social obligatoria, indemnizacin, pensiones,

    salario mnimo, jornada laboral de 8 horas y vacaciones.

    Poco despus se realizaron elecciones generales y Batista se convirti en

    presidente con el apoyo de la Unin Revolucionaria Comunista21. Esta coalicin

    gener serios roces entre comunistas y otras tendencias progresistas de Cuba,

    divisin que durara alrededor de 20 aos.

    A Batista le toc gobernar en plena Segunda Guerra Mundial, situacin

    internacional que fue favorable para la economa cubana por la escasez mundial

    de azcar. Las zafras fueron en aumento desde 1941 hasta llegar a las cinco

    toneladas en 1944, a un valor de 330 millones de dlares. La coyuntura

    internacional tambin fue pretexto para afianzar los acuerdos militares con la Casa

    Blanca y para ceder el territorio como base de operaciones contra los enemigos

    del Eje.

    El historiador Hugh Thomas retrata as el fin de ese perodo:

    Batista dej el cargo convertido en un hombre con una fortuna que se estimaba en 20

    millones de dlares. Adems, haba facilitado que, con Enmienda Platt o sin ella, el

    gobierno de Estados Unidos siguiera siendo el verdadero amo de la economa cubana.22

    3.5. Hacia el Moncada

    En 1951 todos los pronsticos electorales le daban la victoria al Partido

    Ortodoxo de Eduardo Chibs, un dirigente opositor que se haba convertido en la

    expresin ms firme del momento contra la corrupcin estatal y a favor de las

    reformas sociales que reclamaban los sectores ms pobres. En las filas de esta

    fuerza partidaria se encontraba el joven abogado Fidel Castro Ruz, quien haba

    tenido una intensa vida poltica durante su carrera universitaria.

    Sin embargo, a mediados de ese ao Chibs se suicida en el marco de una

    polmica con funcionarios del gobierno de Carlos Pro. El ministro de Educacin,

    21

    As se llamaba el Partido Comunista que, a partir de 1944, se transform en el Partido Socialista Popular. 22

    Thomas, Hugh. Op. cit., pp. 956-957.

  • Aurelio Snchez Arango, acus al lder de la ortodoxia de difamador y apstol

    de la mentira, desafindolo pblicamente a presentar pruebas que ratificaran sus

    denuncias de corrupcin.

    Chibs entr en el juego de Snchez Arango, pero slo pudo obtener

    pruebas que incriminaban a un socio de aqul, Mario Artesiano. El 5 de agosto,

    Chibs se dirigi a los cubanos a travs de la radio CMQ:

    Camaradas de la ortodoxia, adelante! Por la libertad econmica, la libertad poltica y la

    justicia social. Echemos a los ladrones del gobierno! Pueblo de Cuba, levntate y anda!

    Pueblo de Cuba, despierta! Este es un ltimo aldabonazo a tu puerta!23

    Estas fueron sus ltimas palabras antes de dispararse un balazo en el

    estmago, cuya herida le caus la muerte diez das despus.

    El Partido Ortodoxo sigui su carrera electoral, ahora de la mano de

    Roberto Agramonte, primo de Chibs, y con el apoyo de los comunistas, que

    controlaban un importante sector de la clase obrera. El candidato del Partido

    Autntico era Carlos Heva, un vocero de la oligarqua terrateniente local que tena

    estrechos vnculos con la Compaa de Ron Bacard. Fulgencio Batista tambin

    haba anunciado su candidatura.

    Sin embargo, las elecciones no llegaran concretarse. Ante las escasas

    posibilidades de triunfo, Batista decide aceptar la propuesta de un grupo de

    oficiales de las Fuerzas Armadas y, el 10 de marzo de 1952, lidera un golpe de

    Estado que lo coloca nuevamente en el poder. En su mensaje ante la poblacin,

    Batista asegur que acabara con el rgimen de sangre y corrupcin que ha

    destituido instituciones y que llamara a elecciones en el plazo de un ao, pero no

    cumpli ninguna de sus promesas. La dictadura que se implant aquel da no slo

    sera ms corrupta que cualquier otro gobierno anterior, sino tambin el rgimen

    ms criminal: alrededor de 20.000 cubanos moriran a lo largo de la tirana

    batistiana.

    Desde un primer momento, Fidel Castro se opuso al golpe e hizo todo lo

    que estuvo a su alcance para restaurar el rgimen constitucional. El mismo 10 de

    23

    dem, p. 998.

  • marzo ayud a repartir armas entre los estudiantes y unos das despus distribuy

    un texto que llamaba a la movilizacin contra la dictadura. Tambin, como

    abogado, le envi a Batista una carta condenatoria e interpuso una querella ante

    el Tribunal de Garantas Constitucionales, reclamando que se tomaran acciones

    inmediatas por crmenes contra la Constitucin.

    Recordando aquella etapa en una entrevista con Frei Betto, Castro relata

    que su prioridad en ese momento era liquidar el golpe de Estado de Batista, para

    lo cual comenz a organizar a un grupo de compaeros de la Juventud Ortodoxa.

    Primero trato de crear un pequeo peridico tirado en mimegrafo, y algunas estaciones de

    radio clandestinas contina Castro- (...); despus s nos volvimos verdaderos

    conspiradores, y empezamos a organizar los primeros ncleos para lo que suponamos la

    lucha unida de todos los partidos y de todas las fuerzas. (...) Me volv un cuadro

    profesional. Ese movimiento empieza teniendo un cuadro profesional que soy yo, uno solo.

    A decir verdad tuvimos un cuadro profesional hasta el Moncada, uno solo, y en los ltimos

    das Abel (Santamara); dos cuadros en el ltimo mes. Nosotros organizamos ese

    movimiento en 14 meses. Alcanzamos a tener 1.200 hombres. Uno por uno habl con

    ellos, organic cada clula, cada grupo, los 1.200!24

    El plan de aquel movimiento era atacar simultneamente dos cuarteles con

    el fin de conseguir armas y encender la mecha de un levantamiento general contra

    Batista. Los dos cuarteles eran el Moncada, en Santiago de Cuba, y el Carlos

    Manuel de Cspedes, en Bayamo. Para el primero se haban dispuesto 134

    hombres, incluido Fidel, mientras que para el segundo unos 30. El plan del

    Moncada contemplaba la toma del Palacio de Justicia, a cargo de Ral Castro, y

    del hospital civil de la ciudad, en manos de Abel Santamara.

    Ambos grupos contaran con el factor sorpresa y con un da de ataque que

    les era favorable. Se eligi el amanecer del 26 de julio de 1953 porque los

    cuarteles estaran repletos de oficiales cansados por los festejos del carnaval de

    Santiago, previsto para el 25.

    Las operaciones del Palacio de Justicia y del Hospital tuvieron xito, pero

    en el Moncada se perdi el factor sorpresa y se dio la voz de alarma antes de que

    24

    Betto, Frei. Fidel y la religin, La Habana, SI-MAR, 1994, p. 155.

  • los rebeldes pudieran controlar el cuartel. Fidel trat de reagrupar a sus hombres

    sin xito, y termin por dar la orden de retirada al verse enfrentado, en clara

    desventaja, contra una fuerza de 1.000 hombres bien armados. El ataque de

    Bayamo corri la misma suerte.

    Un pequeo grupo que haba escapado con Fidel y otro que fue a su

    encuentro decidieron continuar la lucha y se replegaron en la Sierra Maestra, en

    las proximidades de Santiago. Pero varios factores estuvieron en contra en aquella

    oportunidad: el desconocimiento del terreno, la inexperiencia militar y la mala

    comunicacin con los otros combatientes.

    Las informaciones que salan del gobierno hablaban de insurrectos

    excelentemente entrenados que haban asesinado a sangre fra a varios pacientes

    del hospital civil. Tambin se deca que alrededor de 70 rebeldes haban cado en

    los enfrentamientos con las tropas oficiales. Todos estos comunicados falsos

    crearon un fuerte estado de confusin en la poblacin de Santiago y el odio de los

    soldados.

    Lo cierto es que, de los 160 jvenes que finalmente participaron en los

    ataques, nueve murieron en la lucha, otros lograron escapar y ms de la mitad

    fueron capturados durante los das 26 y 27 de julio. De estos ltimos, 70 fueron

    torturados y luego fusilados, entre ellos Abel Santamara. Las bajas del Ejrcito se

    contabilizaron en 3 oficiales y 16 soldados.

    Por su parte, Fidel Castro cay el 1 de agosto, mientras descansaba en

    una choza de la Sierra.

    Antes de que despertramos cuenta Fidel-, lleg una patrulla de soldados, penetra en el

    boho y nos despierta con los fusiles sobre el pecho (...) Ocurre entonces una casualidad

    increble. Haba un teniente negro llamado Sarra (...), el teniente interviene y dice: No

    disparen, no disparen, presiona a los soldados, y mientras deca esto, en voz ms baja

    repeta: No disparen, las ideas no se matan, las ideas no se matan. (...) Cuando hemos

    caminado unos pasos, yo, que he visto la actitud de aquel hombre, del teniente, lo llamo y

    le digo: He visto el comportamiento suyo y no lo quiero engaar, yo soy Fidel Castro. Me

    dice l: No se lo diga a nadie, no se lo diga a nadie.25

    25

    dem, pp. 167-169.

  • No sera la ltima vez que ese teniente salvara la vida de Fidel Castro.

    Antes de llegar a Santiago de Cuba, Sarra recibe la orden de llevar a los

    prisioneros al cuartel ms cercano, pero aqul desobedece y los pone a

    disposicin de la Justicia civil.

    Pronto los cubanos comenzaron a enterarse de las torturas y los asesinatos

    perpetrados por Batista. Primero fue un rumor que circul de boca en boca y,

    finalmente, el 2 de agosto, la revista Bohemia public una gran cantidad de fotos

    que probaban que los rebeldes no haban muerto en combate.

    En octubre los 20 sobrevivientes del Moncada fueron juzgados y

    condenados a largas penas de prisin en la Isla de Pinos26. Fidel Castro

    aprovech el proceso para pronunciar su famoso alegato de autodefensa, La

    historia me absolver, en el que revel los crmenes de Batista y fundament el

    derecho de rebelin contra cualquier forma de tirana. El ltimo prrafo del alegato

    deca:

    S que la crcel ser dura como no lo ha sido nunca para nadie, preada de amenazas, de

    ruin y cobarde ensaamiento, pero no la temo, como no temo la furia de tirano miserable

    que arranc la vida a setenta hermanos mos. Condenadme, no importa, la historia me

    absolver.27

    3.6. El Movimiento 26 de Julio

    El alegato fue impreso y distribuido clandestinamente como parte de una

    campaa nacional por la amnista de los prisioneros del Moncada. El nombre de

    Fidel Castro empez a circular por cada rincn de la isla, mientras en la crcel de

    la Isla de Pinos se trazaban las primeras bases de un movimiento civil o

    revolucionario que aspirara a conquistar el poder.

    Por su parte, Batista se senta consolidado en su puesto, a pesar de los

    problemas econmicos que comenzaban florecer a causa del descenso del precio

    26

    Actualmente es la Isla de la Juventud. 27

    Castro, Fidel. La historia me absolver, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1985, p. 191.

  • internacional del azcar. Ratific su amistad con Estados Unidos en pocas de

    Guerra Fra, dando muestras de convicciones y medidas anticomunistas, y se

    lanz en busca de la legalizacin de su rgimen. As anunci elecciones para el 1

    de noviembre de 1954 en la que participara como principal candidato.

    Batista gan sin opositores en una eleccin que cont con menos del 50 por

    ciento del electorado. Poco despus de asumir, en febrero de 1955, recibi la

    visita del entonces vicepresidente norteamericano, Richard Nixon, y luego se

    reuni con el jefe de la CIA, Allen Dulles.

    Con estos vnculos consolidados, Batista decidi ceder a los reclamos

    sociales y declar en abril la amnista de los presos del Moncada. El 15 de mayo,

    Fidel Castro, su hermano Ral y el resto de los sobrevivientes quedaron en

    libertad.

    Unos meses despus Castro decide viajar a Mxico para organizar la

    Revolucin, pero antes dejara formado el Movimiento 26 de Julio (M26J). En su

    Mensaje al Congreso de Militantes Ortodoxos, del 16 de agosto de 1955, explica la

    naturaleza de la organizacin:

    El Movimiento Revolucionario 26 de Julio no constituye una tendencia dentro del Partido:

    es el aparato revolucionario del chibasismo, enraizado en su tarea de llevarlo a la prctica.

    Y luego, en marzo de 1956, dira:

    (...) es la Ortodoxia sin una Direccin de terratenientes al estilo de Fico Fernndez Casas,

    sin latifundistas azucareros, al estilo de Gerardo Vzquez; sin especuladores de bolsa, sin

    magnates de la industria y el comercio, sin abogados de grandes intereses, sin caciques

    provinciales, sin politiqueros de ninguna ndole; lo mejor de la Ortodoxia est librando junto

    a nosotros esta hermosa lucha, y a Eduardo Chibs le brindaremos el nico homenaje

    digno de su vida y su holocausto: la libertad de su pueblo, que no podrn ofrecerle jams

    los que no han hecho otra cosa que derramar lgrimas de cocodrilo sobre su tumba.28

    En las filas del M26J haba algunos ex moncadistas, pero la mayora de sus

    militantes eran nuevos partidarios que ocuparan puestos claves en la Revolucin.

    28

    Castro, Fidel. (2003, julio-diciembre) El Movimiento 26 de Julio, Revista de la Biblioteca Nacional Jos Mart, Ao 94, No. 3-4.

  • En esta primera camada se ubican, entre otros, Frank Pas, Enrique Oltuski,

    Armando Hart y Carlos Franqui, encargados de consolidar el movimiento en Cuba.

    Mientras tanto, durante su exilio en Mxico, Fidel Castro reclut algunos

    instructores con experiencia revolucionaria, como Alberto Bayo, ex republicano de

    la guerra civil espaola, y comenzaron los entrenamientos militares en septiembre

    de 1955.

    Unos meses despus, en ese mismo pas, se produce el primer contacto

    entre Fidel y Ernesto Che Guevara en la casa de la exiliada cubana Mara

    Antonia Gonzlez. El Che vena de un largo peregrinaje por Amrica Latina que le

    haba permitido vivir las duras injusticias del continente. En Guatemala, antes del

    derrocamiento de Jacobo Arbenz en manos de la CIA, conoci al moncadista

    Antonio Nico Gmez y, a travs de ste, a Fidel.

    El 24 de junio de 1956, Castro, el Che y otros 22 revolucionarios fueron

    descubiertos por la polica mexicana y arrestados durante un mes por conspirar

    contra otro pas. El tiempo se les acababa; era preciso pasar ahora a la fase final.

    Los ltimos entrenamientos se realizaron en la casa de otra exiliada, Teresa

    Casuso. Castro, por su parte, se encarg de conseguir un medio de transporte que

    los llevara a Oriente, la misma provincia donde Mart haba comenzado a luchar 60

    aos antes. Compr un yate, el Granma.

    3.7. La guerra revolucionaria

    Con la polica mexicana pisndoles los talones, los revolucionarios le

    pusieron fecha a la expedicin libertadora. Saldran de Tuxpan el 25 de noviembre

    de 1956, en coordinacin con Frank Pas, a quien se le haba encargado organizar

    un levantamiento en Santiago de Cuba para apoyar el desembarco.

    El Granma zarp con 82 hombres a bordo, de los cuales 20 eran ex

    combatientes de los ataques del 53. Entre los nuevos cuadros estaban Camilo

    Cienfuegos y el Che, adems de otros tres extranjeros: un italiano, un mexicano y

    un dominicano. Al frente, como comandante, se ubicaba Fidel, seguido en la lnea

  • jerrquica por Ral Castro, Juan Almeida y Jos Smith, a cargo de unos 20

    hombres cada uno.

    Pas pudo dirigir con xito el estallido en Santiago con unos 300 hombres

    que atacaron la jefatura de polica, el edificio de la aduana y las oficinas del

    puerto. Por su parte, otro grupo de hombres se lanz sincronizadamente sobre la

    crcel de Boniato para liberar a unos cuantos presos polticos. El alzamiento se

    prolong durante dos das, a partir del 30 de noviembre, con el apoyo de una

    huelga general de 24 horas.

    Pero el Granma no lleg a tiempo y la accin conjunta termin siendo un

    fracaso. Fidel desembarc recin el 2 de diciembre en un lugar que no se ajustaba

    a lo planeado. En vez de llegar a Niquero, terminaron en Playa de lo Colorados, un

    punto poco propicio para el desembarco por las desventajas del terreno.

    De todas formas, los expedicionarios tomaron las armas y municiones que

    pudieron y comenzaron a avanzar hacia la Sierra Maestra, la zona ms salvaje de

    la isla. Mientras tanto, el gobierno intentaba desmoralizar a los seguidores de Fidel

    con informaciones falsas acerca de su desembarco y posterior muerte en combate

    con las tropas del Ejrcito.

    El 5 de diciembre, sin embargo, los rebeldes protagonizaran un segundo

    contratiempo, luego de ser traicionados por la persona que los guiaba a la Sierra.

    Las fuerzas de Batista los sorprendieron en un caaveral de Alegra del Pino y,

    luego del ataque, qued un pequeo nmero de revolucionarios dispersos. En esa

    oportunidad murieron alrededor de 24 hombres y muchos otros cayeron como

    prisioneros.

    Fidel haba quedado por un lado con dos hombres, Universo Snchez y

    Faustino Prez. Ral pudo reunirse con tres compaeros y Camilo, en otra parte,

    se encontr con dos. El Che haba sido herido y se encontraba al mando de cuatro

    combatientes. Ms tarde, la columna de Guevara intercept a la de Calixto

    Morales, que iba acompaado de cuatro hombres.

    Castro fue el primero en llegar a la Sierra Maestra, ayudado por el hijo de

    un campesino que se uni al grupo (Guillermo Garca). Un camionero fidelista,

    Cerscencio Prez, ayud a reunir a los expedicionarios que quedaban y as fueron

  • reagrupndose las columnas de Ral, Almeida, Guevara y Camilo. Cuando

    finalmente se encontraron con Fidel, el grupo sumaba, en total, 12 combatientes.

    Con la ayuda de Prez y la incorporacin de nuevos hombres, las fuerzas

    rebeldes comenzaron la etapa de reorganizacin. Fidel envi a uno de sus

    cuadros a La Habana para que restableciera los contactos con la guerrilla urbana

    del M26J y consiguiera armas.

    Por su parte, Batista increment la represin en cada rincn de la isla,

    logrando conmocionar a la opinin pblica de su pas. Entonces, las torturas y los

    fusilamientos extrajudiciales se hicieron cada vez ms frecuentes, sobre todo a

    partir de la suspensin de las garantas constitucionales, el 15 de enero de 1957.

    En medio de esta situacin, los rebeldes de la Sierra se prepararon para

    ejecutar su primera accin. A fines de ese mes, el MJ26 tom sin ninguna baja el

    cuartel de La Plata, victoria que le permiti a Fidel desmentir las versiones del

    gobierno que lo daban por muerto. All, los rebeldes tambin aumentaron su

    arsenal y liberaron a los campesinos que se encontraban prisioneros.

    Se sucedieron algunos combates importantes a lo largo de 1957, tanto en la

    Sierra como en las ciudades. As se produjo el ataque del cuartel El Uvero, en

    mayo, seguido de sabotajes y huelgas que causaron enormes prdidas

    econmicas a Batista.

    Los arrestos y las torturas tambin desencadenaron profundas

    contradicciones entre la oficialidad de la Marina. Un sector de estos militares se

    amotin en la base naval de Cienfuegos, con intenciones de derrocar al gobierno.

    El alzamiento fracas, pero dej una profunda grieta en las Fuerzas Armadas. Los

    prisioneros padecieron torturas, fusilamiento y muchos heridos fueron enterrados

    con vida, segn denunci entonces el secretario general de la Asociacin Mdica

    Mundial, doctor Luis Bauer.

    A esa altura, Fidel Castro haba logrado llamar la atencin de la prensa

    norteamericana. Quines eran aquellos jvenes que se atrevan a desafiar a

    Batista y a reclamar soberana poltica e independencia econmica? Quin era

    Castro? El New York Time envi a uno de sus periodistas para averiguarlo.

  • De esta forma, Hebert Matthews logr una entrevista en las montaas con

    el lder revolucionario, el 17 de febrero de 1957.

    La personalidad de este hombre escribi Matthews el 24 de febrero- es arrolladora. Una

    persona educada, un fantico consagrado, un hombre de ideales, valiente y con nobles

    dotes de mando (...), daba la impresin de ser invencible.29

    El prestigio internacional de los rebeldes se amalgamaba con la cada vez

    mayor simpata de la clase media cubana. Mientras tanto, entre los campesinos y

    el M26J ya haba empezado un proceso de confianza y aprendizaje mutuo que fue

    el primer paso hacia la Reforma Agraria. Batista trat, sin xito, de contrarrestar

    este avance revolucionario, ordenando evacuaciones masivas de campesinos en

    la Sierra, con el objetivo de dejarlos aislados. Pero, en realidad, no hizo ms que

    ampliar el campo de accin de la guerrilla.

    Los acontecimientos de 1958 seran decisivos para dirigir la lucha hacia el

    triunfo revolucionario. El 21 de febrero, Fidel Castro firma el primer decreto de la

    Sierra, declarando territorio liberado a una parte de la provincia de Oriente. All, el

    M26J contaba con un peridico para tareas de propaganda, Cubano Libre, y a

    los pocos das comenz a emitir Radio Rebelde.

    En marzo, Fidel Castro crea otras dos columnas guerrilleras, comandadas

    por Ral Castro y Juan Almeida, para abrir nuevos frentes de combate en la

    provincia30. Al mismo tiempo, la Direccin Nacional del M26J emite un manifiesto

    llamando a la huelga general revolucionaria para el 9 de abril, la cual sera

    apoyada con las armas.

    Sin embargo, la accin no fue respaldada por la Central de Trabajadores de

    Cuba (CTC), cuyos dirigentes apoyaban al gobierno, ni por los gremios que

    controlaban los comunistas, y la huelga se convirti en un trgico fracaso. En la

    Habana hubo casi 100 muertos y en Santiago alrededor de 30.

    Luego de este revs, Fidel Castro y el Partido Comunista comienzan a limar

    viejas asperezas y, por fin, se produce un acercamiento formal de ambas fuerzas.

    29

    Thomas, Hugh. Op. cit., p. 1181 30

    Estas dos columnas se sumaron a las seis existentes hasta el momento. Al frente de cada una de ellas estaban Fidel Castro, Camilo Cienfuegos, Cerscencio Prez, el Che Guevara, entre otros.

  • Tambin empiezan negociaciones con los partidos de la oposicin, reunidos en la

    llamada Resistencia Cvica.

    Mientras tanto, Batista, aprovechando el fracaso de la huelga general,

    decidi lanzar, la Operacin Verano, su nica gran ofensiva sobre la Sierra

    Maestra. Se trataba de una accin que movilizara a 17 batallones, un total de

    10.000 hombres, con apoyo areo, naval y de la Guardia Rural. El objetivo sera

    aislar a Castro y reducir su campo de operaciones para luego derrotarlo en un

    asalto final.

    Pero esa fue slo la intencin, porque los rebeldes consiguieron muy pronto

    dominar la lucha a pesar de la desventaja numrica de fuerzas. No slo se movan

    ms rpido y eficazmente que las tropas de Batista, sino que tambin

    aprovecharon cada error del enemigo. En uno de los combates Fidel se apoder

    del equipo de radio de un batalln, junto con las claves del lenguaje cifrado que

    utilizaba el Ejrcito, sin que ste lo advirtiera durante un mes. Los rebeldes

    contaron, de esta forma, con las posiciones exactas del enemigo.

    Despus de varios combates, que se desarrollaron a lo largo de dos meses,

    las columnas del M26J lograron provocar la retirada de las tropas batistianas.

    Inmediatamente, se planearon tres nuevas operaciones para llevar la guerrilla al

    otro extremo de Cuba. Fidel se encargara de rodear a Santiago de Cuba, el Che

    tomara el control del centro de la isla para cortar las comunicaciones y Camilo ira

    al este. Guevara y Cienfuegos partieron juntos. Castro, por su parte, continu las

    negociaciones con la Resistencia Cvica y los comunistas.

    El 20 de noviembre, con el objetivo de Santiago, Fidel dirige la batalla de

    Guisa, donde se enfrenta a 5.000 soldados de Batista con tan slo 200 rebeldes.

    Poco despus se uni la columna de Ral, con consecuencias demoledoras para

    el enemigo. Por su parte, el Che y Camilo iban tomando cada pueblo que se

    cruzaba en su paso.

    Las trasnacionales norteamericanas ya no apostaba por la continuidad de

    Batista, pero tampoco queran un gobierno con Castro a la cabeza. El gerente de

    la petrolera Esso, G.W. Potes, deca que las declaraciones del M26J le hacan

    acordar a las de Arbenz, mientras que Kennet Redmond, presidente de la United

  • Fruit, exiga ayuda de Washington para que le aseguraran la cosecha de azcar

    de Oriente.

    Para mediados de diciembre la ciudad de Santiago de Cuba estaba

    rodeada. Cienfuegos lanz el 22 de diciembre, con xito, un ataque a gran escala

    sobre Yaguajay, al norte de la provincia de Las Villas. Mientras tanto, el Che tena

    prcticamente controlado todo el centro de la isla: logr ocupar Sancti Spiritus y

    Remedios, dejando aislada a la capital de Las Villas, Santa Clara, que cay el 1

    de enero de 1959.

    Fulgencio Batista huy del pas ese mismo da, a las 3 de la madrugada,

    luego de entregarle el poder al general Eulogio Cantillo. El dictador parti hacia la

    Repblica Dominicana con otras 40 personas y alrededor de 400 millones de

    dlares.

    3.8. El gobierno revolucionario

    Horas despus de la huida de Batista, Fidel Castro toma la ciudad de

    Santiago y por la noche pronuncia un discurso ante una enorme multitud. Camilo y

    el Che parten hacia La Habana, donde al da siguiente se haran cargo de los

    cuarteles generales de las Fuerzas Armadas, La Cabaa y el Campamento

    Columbia. Luego de detener a Cantillo, Cienfuegos se dirige a Santiago para

    acompaar a Fidel en su trayecto hasta La Habana.

    El 5 de enero, el jurista Manuel Urrutia y el doctor Mir Cardona, miembros

    de la Resistencia Cvica, asumieron como presidente y primer ministro,

    respectivamente. Cuando lleg Fidel a la capital cubana, el da 8, una nueva

    multitud festej con eufrica alegra su entrada a la ciudad y se reuni para

    escucharlo.

    Hugh Thomas explica este optimismo de los cubanos por el concepto

    mismo de la Revolucin Cubana:

    Aunque a los extraos les pareciera que el concepto de la revolucin era inmaduro o

    absurdo, evidentemente era autctono, no como el de democracia o constitucin: era un

    concepto que enlazaba a la Cuba de 1959 con la de 1868, abarcando la lucha de los

  • esclavos por la libertad, de los criollos contra los espaoles, de los cubanos contra Estados

    Unidos.31

    Si bien el gobierno Washington haba seguido los ltimos pasos de Castro

    con desconfianza, todava crea que los cambios del nuevo gobierno seran

    superficiales y que los Estados Unidos seguiran ejerciendo el dominio tradicional

    sobre la poltica y la economa cubana. Los intereses norteamericanos en la isla

    eran enormes. No slo controlaban el sector azucarero con ms de 1.200.000

    hectreas de tierra bajo su propiedad, sino que tambin monopolizaban el sector

    de los servicios pblicos, el abastecimiento de combustible y parte de la banca.

    Las primeras medidas revolucionarias estuvieron dirigidas a disolver las

    Fuerzas Armadas, que ahora se haban convertido en el Ejrcito Rebelde al

    mando de Camilo Cienfuegos32, y arrestar a todos los criminales de la dictadura

    batistiana para someterlos a juicio. Los tribunales procesaron a cientos de

    asesinos y torturadores, muchos de los cuales fueron fusilados. Aunque algunos

    de los ms importantes ya se haban refugiado en Florida, entre ellos el jefe del

    Servicio de Inteligencia Militar (SIM), Rolando Masferrer, quien luego intentara

    asesinar a Fidel Castro, y el ex jefe de Polica, Esteban Ventura.

    Las primeras crticas norteamericanas contra la Revolucin fueron por estos

    Consejos de Guerra. La tensin aument pronto ente ambos pases, al conocerse

    que cuatro miembros de la embajada norteamericana haban trabajado con el SIM

    y que el FBI haba sido uno de sus principales asesores.

    Otras medidas urgentes estuvieron dirigidas a terminar con la corrupcin

    estatal, partidaria y sindical; a combatir los altos ndices de desempleo, la miseria

    y el hambre; y a poner fin al juego, la droga y la prostitucin.

    Pero, particularmente, un par de acciones irritaron a la oligarqua

    terrateniente y a los norteamericanos en esos primeros meses: la intervencin de

    empresas de servicios pblicos y la Ley de Reforma Agraria del 17 de mayo, que

    elimin el latifundio, estableciendo un reparto equitativo de la tierra. Estados

    31

    Thomas, Hugh. Cuba: La lucha por la libertad (1762-1970), Tomo III, Barcelona Mxico DF, Ediciones Grijalbo, 1973, p. 1356. 32

    Camilo muri poco despus en un accidente areo.

  • Unidos se comunic rpidamente con el gobierno cubano y pidi indemnizacin

    inmediata. La respuesta fue un rechazo a las condiciones norteamericanas:

    tendran que aceptar bonos con un 4,5% de inters.

    Mientras tanto, en el campo poltico se produjeron algunos cambios. En

    febrero haba renunciado Mir Cardona y Fidel Castro se hizo cargo de su puesto.

    Meses ms tarde, se produciran diferencias con Urrutia y Castro someti su

    continuidad como Primer Ministro a la decisin popular. Mientras explicaba su

    renuncia por televisin, una multitud se congreg frente al Palacio Presidencial y

    comenz a exigir la dimisin no de Fidel, sino de Urrutia. Este ltimo dej su cargo

    luego de reunirse con el Consejo de Ministros y en su reemplazo asumi Osvaldo

    Dortics, un abogado de 40 aos que desde el 10 de enero se haba encargado

    de la revisin de las leyes.

    Hacia fines del 59 comenzaron a surgir los primeros brotes

    contrarrevolucionarios, organizados por latifundistas y ex miembros de las fuerzas

    batistianas provenientes de Florida y la Repblica Dominicana. Tambin se

    registraron varios sabotajes contra la economa del pas y atentados terroristas

    contra autoridades oficiales, en especial dirigidos a Fidel Castro. Algunos de estos

    hechos estaban vinculados a los servicios secretos norteamericanos, aunque

    pronto la CIA pasara a tener el control exclusivo de las operaciones contra La

    Habana.

    La respuesta del gobierno para combatir la avanzada contrarrevolucionaria

    y terrorista fue la organizacin del pueblo armado, para lo cual se crearon las

    Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR) y luego los Comits de Defensa de la

    Revolucin (CDR). All se incorporaron miles de hombres y mujeres, mayores de

    14 aos, que estaban dispuestos a dar su vida por la Revolucin.

    Entre 1959 y 1965, casi 300 organizaciones anticastristas operaron en la

    isla, la mayora con apoyo logstico y financiero de Washington, ocasionando

    cuantiosas prdidas humanas y econmicas

  • 3.9. La defensa de la Revolucin

    El 17 de diciembre de 1959, Fidel Castro traz un grave panorama para

    1960. Dijo que ese ao los cubanos tendran que defender la Revolucin con las

    armas porque se haba puesto en marcha una enorme campaa contra Cuba. Los

    hechos posteriores confirmaron su pronstico.

    Las hostilidades norteamericanas se profundizaron a mediados de 1960,

    cuando el gobierno de Dwight Eisenhower present un proyecto en el Congreso

    para reducir o eliminar la cuota azucarera de la isla. Cuba respondi que por cada

    quita del cupo se expropiara un molino norteamericano.

    El 6 de julio, finalmente, Washington redujo la cuota en ms de 850 mil

    toneladas. Como contrapartida, Cuba anunci la nacionalizacin de varias

    empresas de servicios pblicos, las refineras y los molinos azucareros, proceso

    que continuara a lo largo del ao.

    La Unin Sovitica, con la cual la isla haba reanudado relaciones

    diplomticas, se ofreci a comprar el azcar rechazado por Estados Unidos y, al

    mismo, tiempo aument los envos de petrleo hacia Cuba. A partir de entonces,

    Washington inici una verdadera guerra econmica que involucraba tambin a

    terceros pases. Por presiones de la Standard Oil Co., el Senado norteamericano

    orden que la suspensin de crditos de seguridad a todos aquellas naciones que

    ayudaran econmica o militarmente a Cuba.

    La posibilidad de que Estados Unidos pasara de la agresin econmica a la

    militar no resultaba descabellada. Incluso, circularon algunas versiones

    periodsticas al respecto. Ante la situacin, Nikita Kruschev asegur que los

    cohetes rusos podan defender a la isla si fuera necesario. La Casa Blanca llev

    su repudio y una propuesta a la Organizacin de Estados Americanos (OEA) para

    que sus miembros condenaran a Cuba por poner en peligro al hemisferio.

    En su Declaracin de San Jos de Costa Rica de agosto, la OEA conden

    toda intervencin en Amrica por parte de un Estado ajeno a la regin y estableci

    que los Estados totalitarios son incompatibles con el sistema continental. Se

    trataba de claras referencias a la URSS y a Cuba sin nombrarlas.

  • Unos das despus, el 2 de septiembre, Cuba da a conocer una

    contradeclaracin, conocida como la Primera Declaracin de La Habana. La

    misma dice:

    PRIMERO: Condena en todos sus trminos la denominada Declaracin de San Jos de

    Costa Rica, documento dictado por el imperialismo norteamericano y atentatorio a la

    autodeterminacin nacional, la soberana y la dignidad de los pueblos hermanos del

    Continente.

    (...)

    CUARTO: La Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba declara que la ayuda

    espontneamente ofrecida por la Unin Sovitica a Cuba, en caso de que nuestro pas

    fuera atacado por fuerzas militares imperialistas, no podr ser considerada, jams, como

    un acto de intromisin, sino que constituye un evidente acto de solidaridad, y que esa

    ayuda, brindada a Cuba ante un inminente ataque del Pentgono yanqui, honra tanto al

    gobierno de la Unin Sovitica que la ofrece, como deshonra al gobierno de los Estados

    Unidos, sus cobardes y criminales agresiones contra Cuba.

    POR TANTO: La Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba declara ante Amrica y

    el mundo que acepta y agradece el apoyo de los cohetes de la Unin Sovitica, si su

    territorio fuere invadido por fuerzas militares de los Estados Unidos.33

    En efecto, el peligro de un ataque dirigido por Estados Unidos era real.

    Mientras los candidatos presidenciales norteamericanos debatan sobre Cuba

    describindola como un cncer intolerable (Richard Nixon, 18/10/1960), o

    prometan reforzar a los cubanos que luchan por la libertad desde Miami (John F.

    Kennedy, 20/10/1960), la CIA entrenaba a mercenarios en Guatemala para invadir

    la isla.

    Basndose en archivos desclasificados de la administracin Eisenhower,

    Noam Chomsky afirma que la decisin formal de reconquistar Cuba estaba

    tomada secretamente desde marzo de 1960. Esos documentos tambin detallan

    que la accin deba hacerse de tal manera que no involucrara a Estados Unidos,

    para no generar resistencias en Amrica Latina.34

    33

    Primera y Segunda Declaracin de La Habana, Buenos Aires, Nuestra Amrica, 2003, pp. 23- 25 34

    Chomsky, Noam. Op. Cit. p. 116

  • Eisenhower haba invertido unos 13 millones de dlares iniciales en una

    operacin guerrillera contrarrevolucionaria que desembarcara en la isla para

    organizar fuerzas y atacar desde las montaas de Escambray. Pero luego cambi

    el plan por un ataque convencional, similar al que derroc a Jacobo Arbenz. Sera

    una invasin con proteccin area, tanques y artillera, apoyada por los

    oprimidos de Cuba. Los hombres que eran entrenados en Guatemala, con

    conocimiento del gobierno de ese pas, haban sido reclutados en Miami a cambio

    de 400 dlares mensuales, ms adicionales por mujer e hijos.

    El presidente electo de Estados Unidos, John F Kennedy, conoci el

    proyecto dos meses antes de asumir. El informante fue el jefe de la CIA, Allan

    Dulles, quien recibi luz verde del nuevo mandatario para continuar el plan.

    Eisenhower rompi relaciones diplomticas con Cuba el 3 de enero de

    1961. Dos semanas ms tarde asumi Kennedy y a los pocos das tuvo su primera

    reunin para coordinar la invasin. El desembarco sera en la Baha de los

    Cochinos en Playa Girn. Por su parte, los anticastristas de Miami designaron al

    ex primer ministro, Mir Cardona, como presidente provisional del gobierno que se

    establecera tras el derrocamiento de Castro.

    Los mercenarios, la CIA, Kennedy, los batistianos... todos estaban listos

    para iniciar el ataque. El 14 de abril, la Brigada 2506 parti desde Nicaragua con

    destino a Cuba, con la bendicin de Luis Somoza, que les encarg unos cuantos

    pelos de la barba de Castro como trofeo.

    En Cuba, las fuerzas revolucionarias se preparaban para recibir un ataque,

    aunque lo esperaban por Oriente.

    El da 15, a la maana, ocho aviones B-26 con insignias falsas de las

    Fuerzas Armadas Revolucionaria (FAR) despegaron de Nicaragua y

    bombardearon varios aeropuertos de la isla. El ataque cre un gran estado de

    pnico y dej un saldo de 7 muertos y 44 heridos.

    Otros dos B-26, con las mismas caractersticas, aterrizaron en Florida. Los

    pilotos le contaron a la prensa norteamericana que eran desertores que haban

    bombardeado los puestos militares de Castro y que luego se haban dado a la

    fuga. La noticia recorri rpidamente el mundo, tal como lo haba planeado la CIA.

  • Haba, sin embargo, pequeas contradicciones que slo se advirtieron en Cuba y

    que tardaron bastante ms en ser difundidas: los B-26 atacantes estaban

    cargados con balas estadounidenses y sus morros eran de diferente color a los de

    los aviones cubanos.

    Dos das ms tarde comenz a desembarcar la brigada mercenaria. Al

    enterarse, Fidel Castro dirigi personalmente la defensa de Playa Girn. Los

    cazas cubanos lograron hundir un barco que transportaba al 5 batalln de la

    Brigada 2506, el Huston, y otro que llevaban provisiones, el Ro Escondido. Los

    mercenarios que alcanzaron la playa muy pronto se vieron rodeados, pero ya era

    demasiado tarde para escapar. Los buques norteamericanos que los escoltaban

    en alta mar emprendieron la retirada luego de ser acosados por los aviones de las

    FAR. En las 72 horas que dur el combate, las fuerzas revolucionarias, que

    tuvieron alrededor de 100 bajas, capturaron a 1.180 invasores.

    Los interrogatorios y los juicios a los prisioneros fueron pblicos y

    totalmente televisados. Algunos de los acusados explicaron que los haba movido

    un sentido de ideal para luchar contra el comunismo y liberar a Cuba. Otros

    expresaron un fuerte rencor contra Estados Unidos por abandonarlos. Uno de los

    prisioneros que entrevist el propio Fidel Castro se mostr desengaado:

    En Miami hay un montn de cubanos que estn deseando venir a Cuba y no saben aqu lo

    que hay. De verdad creen que aqu vienen a luchar para rescatar al pueblo, que a nosotros

    nos iban a esperar como libertadores.35

    3.10. La Revolucin Socialista

    Fidel Castro declar el carcter socialista y democrtico de la Revolucin

    Cubana el 16 de abril de 1961, en el funeral de las vctimas de los bombardeos.

    Durante su discurso por los actos del Da del Trabajador agregara:

    A los que nos hablan de la Constitucin del 40, nosotros les decimos que ya la

    Constitucin del 40 es demasiado anticuada y demasiado vieja para nosotros (...) Nosotros

    35